BOLETÍN INFORMATIVO Año 2 / Número 3 / Enero 2016
UNA INVITACIÓN A VIVIR LA SOLIDARIDAD
EDITORIAL
Cada año desde 1982 en adelante, la Iglesia chilena vive el tiempo de Cuaresma como un tiempo de oración y solidaridad. Desde el Miércoles de Cenizas hasta el Domingo de Ramos, todas las comunidades, pastorales, colegios y movimientos somos invitados a mirar a nuestros hermanos con los ojos de Jesús. En los últimos años han sido los niños de entre 0 y 14 años los que se han visto favorecidos con alrededor de 100 proyectos que las distintas diócesis del país han desarrollado en beneficio de ellos y ellas. Gracias a la ya famosa “cajita de Cuaresma”, nuestra preparación espiritual se convierte en signos concretos de solidaridad y de sacrificio. Con todos los aportes hemos ayudado a cambiar miles de vidas en el Chile de hoy. Desde el Miércoles de Cenizas del año 2016 seremos invitados por tres años más a poner nuestra mirada, nuestro actuar y nuestra reflexión junto a los adultos mayores de nuestra Iglesia y de nuestra Patria. Con nuestro aporte y su experiencia y la creatividad que el espíritu Santo hará surgir en cada una de las diócesis, podremos ser testigos y profetas de la Buena Nueva del Evangelio para muchos adultos mayores que hoy quizás están siendo invisibilizados o puestos al margen de nuestra sociedad.
Andrés Moro Vargas, Pbro. Vicario de la Pastoral Social Caritas del Arzobispado de Santiago y miembro del Consejo de Cuaresma de Fraternidad
Como miembro del Consejo Nacional de Cuaresma Fraternidad, perteneciente a la Pastoral Social Caritas de nuestra Conferencia Episcopal, les agradezco la confianza depositada en cada Campaña Cuaresma de Fraternidad y los aliento a seguir siendo parte de esta cultura de la solidaridad que hará de nuestra Patria un país cada vez más generoso, solidario y por ello más cristiano.