Somos la Revista ACyM Salud y Vida

Nº 1 ENERO 2014

Enfoque Actualidad

El Cristiano Nominal Tema Principal

La Vieja y la Nueva Cruz Relato Del Mes

A.B. Simpson y La Pasión Misionera Reportaje

Hogar de Niñas Acym Familias Pastorales

Entrevista Pastor Alvaro Avendaño y Familia Comentario Profesional

Efectos del Silencio Historias Personales

Testimonio Hno. Haroldo Nuñez Vida Diaria

Entregando El Turno Familia

Para Que Los Niños Sean Felices

LIBRO DEVOCIONAL

“DÍAS DEL CIELO SOBRE LA TIERRA” Dr. Alberto Benjamín Simpson El Dr. Alberto Benjamín Simpson no necesita presentación. Un hombre de Dios, con una pasión por las almas sin Cristo, a toda prueba. Fruto de este llamado, no sólo nació la Alianza Cristiana y Misionera a nivel mundial, sino que también miles de personas conocieron al Señor Jesús en Sudamérica. Y aunque nunca le conocimos, somos fruto de la obediencia de este hombre que dedicó su vida a llevar a otros al evangelio de Jesús, aún a costa de su propia salud y vida.

Es debido a esto que, entre sus numerosos escritos, nos complace presentarles este libro de devocionales, que ha sido traducido por nuestro hermano misionero y pastor David Woerner. Un material que plasma el pensamiento y corazón del Dr. Simpson constituyéndose en una fresca palabra para cada día, que nos alienta a seguir creciendo en la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesús.

Así, entregamos algunas ideas de cómo utilizarlo y mostramos los fines para los cuales adquirirlo: - Devocionales familiares de nuestros miembros, incentivando su lectura diaria.

- Regalos Sin duda Dios bendecirá nuestras vidas a través de este libro, tal como la vida, pasión, dedicación y obediencia de nuestro hermano Simpson nos bendijo al traernos el glorioso evangelio de Cristo.

El valor de esta obra es de $4.000 el ejemplar.

Solicitar los libros a: Oficina Corporación Iglesia Alianza Cristiana y Misionera secretaria@acym.cl Dinamarca # 711 | Teléfono (56) (45) 2 465726 | Temuco

Editorial SOMOS LA REVISTA ACYM SALUD Y VIDA Fundada 1de agosto de1913 Revista de Publicación Trimestral Representante legal Felipe Fierro Bastias Dirección: Dinamarca 711-Temuco Directora Responsable Andrea Maldonado saludyvida@acym.cl Periodista Prsicila Quintana comunicaciones @acym.cl Comité Editorial Gloria Forner Jaime Salgado Eduardo Rivera editorial@revista.cl Diseño y diagramación Daniel Sepúlveda Fotografía Henry Díaz VALOR EJEMPLAR: $500 N° Edición: 1 / Enero 2014 © Todos los derechos reservados

ACLARACION: Las opiniones vertidas en la siguiente publicación, no representan necesariamente el pensamiento de la Alianza Cristiana y Misionera de Chile y son de absoluta responsabilidad de quienes las emiten. Nuestra revista se reserva la facultad de modificar las informaciones llegadas a la editorial, como asimismo, el derecho de publicar o archivar los artículos llegados como colaboración. Los originales no serán devueltos a su autor. Toda republicación de nuestros artículos debe citar que ha sido extraída de Salud y Vida ACyM.

Estimada Familia Aliancista: Hoy retomamos un desafío que naciera en el corazón de los pioneros de la Corporación ACyM en Chile, si usted ha escuchado el nombre de Enrique Weiss y conoce de su trabajo en nuestro medio, entonces entenderá plenamente lo que queremos darle a conocer.

Desde su llegada a nuestro país en 1897, Weiss mantuvo vivo en su corazón y en su mente que el evangelio santo y genuino fuera sembrado en la vida de cada habitante de esta larga y angosta faja de tierra, aunque sin conocer los peligros y las barreras que el enemigo de las almas pudiera levantar en contra de sus ungidos y su obra, pero aferrado a las palabras de Isaías “El mantendrá en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera”.

A pesar de la presión de la época, Weiss se las arregló para dar a conocer el plan de Dios para nuestra nación, como un regalo de gracia, fabricando su propia imprenta y desarrollando material que le ayudara en su tarea: tratados, himnarios y porciones de la Biblia, que distribuía gratuitamente.

Así nace la Revista Salud y Vida cuya circulación trascendió a nivel mundial, dejando de manifiesto que el objetivo de la Revista fue y es “desarrollar un pensamiento Cristo céntrico, que lleve a fortalecer la opinión del cristiano desde un punto de vista bíblico hacía la comunidad dónde se desenvuelve.”

Hoy tenemos el gran reto de seguir desarrollando la visión de este gran hombre, y de crear la estructura necesaria para expandirnos y crecer en la gracia de nuestro Señor (la última edición de Revista Salud y Vida fue en junio de 2010, con un tiraje de 500 ejemplares).

Esta es la primera de cuatro ediciones que si nuestro Dios permite usted podrá leer, meditar, compartir y opinar. Sin duda, la propuesta es distinta a la que usted ha estado acostumbrado. Estamos trabajando para que esta revista difunda la sana doctrina de la iglesia Alianza Cristiana y Misionera en Chile y su práctica a través de los ministerios eclesiásticos y para-eclesiásticos, con el fin de favorecer el crecimiento y desarrollo espiritual de la iglesia nacional.

Para este equipo editorial es un gran desafío. Necesitamos de su apoyo en oración y opinión. Próximamente comenzaremos una sección de “cartas de lectores” para que allí pueda plasmar sus comentarios sobre los artículos.

Deseamos que cada sección le inspire y enseñe como vivir en la práctica la enseñanza de la Palabra de Dios. Que sea aplicable en su trabajo, en su familia y en cada ámbito de su vida diaria. Para eso le entregaremos testimonios que enriquezcan su caminar, sermones de antaño, que siguen tan vigentes como ayer, pero sobre todas las cosas que enaltezcan la obra de Cristo en nuestro medio y en estos tiempos.

En esta edición llamada “Rescatados” usted podrá encontrar uno de los pilares de nuestra predicación “Cristo Salva”, la Palabra dice: Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.

No hay otro camino para la salvación de nuestras almas, no hay quién se entregue a sí mismo para redención de los pecadores “Solo Cristo”, esta declaración bíblica pertenece a Alberto B. Simpson, quien la experimentó en su propia vida y luego la proclamó con fuerza y convicción desde el comienzo de su ministerio.

Bienvenidos a la nueva Salud y Vida. Que la Gracia de Dios nos guíe para servir a su Iglesia a través de este ministerio.

Descansamos en su amor.

Andrea Maldonado Directora Revista Salud y Vida

Un gran desafío para la iglesia de hoy es recobrar el concepto bíblico correcto: todo lo que un cristiano/ a realiza en esta vida es espiritual.

Vivir una vida en integridad, en todos los aspectos de ella, permitirá posicionar nuevamente los valores del cristianismo en medio de esta sociedad.

Muchas personas por las cuales Cristo murió en la cruz, están siendo obstaculizadas en su encuentro con el Salvador por esta errada forma de vivir.

En el último censo nacional se entregaron estadísticas referidas al aspecto religioso de nuestro país. Se menciona que los evangélicos y protestantes crecieron un 1,48%, comparado con el año 2002, llegando ahora a un 16,62%. En cambio los católicos alcanzaron a un 67,37% en este último censo, bajando un 2,59%, comparado con el censo anterior.

Estos datos que miden la realidad actual debiera dejar cierta alegría en el corazón de quienes somos evangélicos, ya que aunque soñábamos con un porcentaje altamente mayor, seguimos avanzando. Por otro lado, pudiese haber una gran euforia cristiana, ya que sumado los católicos y evangélicos, tenemos cerca de un 85% de la población chilena que se declara cristiana.

Ante este gran porcentaje de cristianos, cabe preguntarnos ¿Se observa una gran influencia de los valores del cristianismo en la convivencia nacional? ¿Estos valores cristianos están permeando la vida de chilenos y chilenas? ¿Es nuestra sociedad más justa y más solidaria, por la presencia activa de los cristianos en ella?

A todas luces pareciera ser que no.

ENFOQUE ACTUALIDAD

ENERO 2014

Porcentualmente hay más personas que se declaran evangélicas o cristianas en nuestro país, pero al mismo tiempo la decadencia moral aumenta. La influencia cristiana no se nota en absoluto en medio de la sociedad actual. Pareciera ser que católicos y evangélicos nos enfrentamos a una participación sólo nominal de nuestras creencias.

Un cristiano/a nominal, es lo que bíblicamente pudiésemos llamar “un cristiano/a religioso/a”.

Dice ser cristiano/a, porque ejerce el cumplimiento de acciones o ritos religiosos como la asistencia a los cultos, entrega de ofrendas y diezmos, expresiones de cánticos de alabanza a Dios. Pero al mismo tiempo, vive la mayor parte de su vida como: su trabajo o negocios, relaciones familiares, administración de las finanzas, relaciones sentimentales, sexualidad, tipos de diversión, matrimonio y otras, absolutamente divorciado/a de lo que la enseñanza de la Palabra de Dios instruye y de los principios que propugna el cristianismo.

Una de las acciones que ha colaborado desastrosamente al avance del nominalismo, es la instalación de la creencia, al interior de nuestras iglesias y familias, donde se señala que el ser humano tiene “una vida religiosa y otra secular (o material)”. Frases como “una cosa es la iglesia y otra muy distinta el trabajo” son cada vez más frecuentes entre “los cristianos/as de esta época”. Este pensamiento ha desarrollado un divorcio entre lo que se cree y lo que se vive. Ha separado la experiencia del “día domingo”, relegándolo a la religión, con el resto de la semana y sus múltiples tareas, que se les ha clasificado como seculares, separadas de lo religioso donde se puede vivir “sin dios ni ley”.

Esto provoca un desencuentro en la vida interna de cada hombre y mujer creyente en Jesucristo, obligándolo a vivir en forma dual, con una doble personalidad, hasta con cierta esquizofrenia interna, evidenciando a “dos personas” en un mismo ser.

Este mismo pensamiento dualista u opuesto entre sí, ha relegado a la iglesia sólo al ámbito de lo religioso, a tal punto, que ya no tiene injerencia en lo que sucede en este mundo y pareciera que ni debe entrometerse en el resto de la vida de una per-

sona o de una sociedad, ya que esa misma sociedad entiende que eso es un área privada que compete sólo a cada individuo.

Peor aún, lo más lamentable de todo es que se daña intensamente el avance del evangelio, ya que esos “mensajeros” no son creíbles, no respaldan el evangelio con sus acciones cotidianas y se hacen “invisibles” al confundirse con el resto de esta sociedad. Esto debe hacernos meditar seriamente, ya que implica que muchas personas por las cuales Cristo murió en la cruz, están siendo obstaculizadas en su encuentro con el Salvador por esta errada forma de vivir o de concebir el cristianismo hoy en día.

Un verdadero cristiano/a no puede vivir mimetizado con los valores de esta sociedad, sino mas bien desarrollar la “contracultura” que Jesucristo desarrolló magistralmente en el sermón del monte. Sólo así combatiremos el nominalismo o la religiosidad. Seremos hallados fieles y por sobre todas las cosas honraremos a Dios con una vida en santidad. Sólo de esta forma cumpliremos el propósito por el cual la iglesia existe: llevar el evangelio y hacer discípulos. No entender eso, es ir en el sentido contrario del plan salvífico que significó la entrega de Jesucristo en la cruz del calvario.

Al mirar el desarrollo de las iglesias del primer siglo, las enseñanzas paulinas abarcan la idea de que toda persona que viene a Cristo, llega influenciada por los principios o poderes de este mundo (Gálatas 4. 3, 9) y estas filosofías humanas, basadas en los principios de este mundo, no deben seguir guiando la vida de un nuevo creyente (Colosenses 2. 8, 20), por el contrario, todo nuevo creyente e iglesia debía ser establecido en la nueva manera de vivir conforme al evangelio de Jesucristo.

Las cartas apostólicas están llenas de enseñanza de temas “no espirituales” como la pureza sexual, el trabajo, el respeto al liderazgo, el amor fraternal (1 Ts. 4 y 5), hablar verdad, relaciones interpersonales, uso del lenguaje, conducta (Ef. 4 y 5). La sana doctrina en que las iglesias y los creyentes fueron establecidos tenía que ver con conductas, virtudes y relaciones sociales.

No estaba enfocada en lo que hoy día llamamos “área espiritual” porque simplemente todo lo que desarrolle la vida de una persona es espiritual.

Un gran desafío para la iglesia de hoy es recobrar el concepto bíblico correcto: toda lo que un cristiano/ a realiza en esta vida es espiritual.

Vivir una vida en integridad, en todos los aspectos de ella, permitirá posicionar nuevamente los valores del cristianismo en medio de esta sociedad.

Mas que nunca antes se necesita que cada siervo/a de Dios desarrolle el ser “sal y luz de este mundo”.

La sana doctrina en que las iglesias y los creyentes fueron establecidos tenía que ver con conductas, virtudes y relaciones sociales. No estaba enfocada en lo que hoy día llamamos “área espiritual” porque simplemente todo lo que desarrolle la vida de una persona es espiritual.

Felipe Fierro Pastor Presidente ACyM de Chile

ENFOQUE ACTUALIDAD

ENERO 2014

AIDEN WILSON TOZER Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.

Gálatas 6:14

TEMA PRINCIPAL

ENERO 2014

Sin anunciar y casi sin ser detectada, ha entrado en el círculo evangélico una cruz nueva en tiempos modernos. Se parece a la vieja cruz, pero no lo es; aunque las semejanzas son superficiales, las diferencias son fundamentales.

Mana de esa nueva cruz una nueva filosofía acerca de la vida cristiana, y de aquella filosofía procede una nueva técnica evangélica, con una nueva clase de reunión y de predicación. Ese evangelismo nuevo emplea el mismo lenguaje que el de antes, pero su contenido no es el mismo como tampoco lo es su énfasis.

La cruz vieja no tenía nada que ver con el mundo, para la orgullosa carne de Adán, significaba el fin del viaje. Ella ejecutaba la sentencia impuesta por la ley del Sinaí. En cambio, la cruz nueva no se opone a la raza humana; antes al contrario, es una compañera amistosa y, si es entendida correctamente, puede ser fuente de océanos de diversión y disfrute, ya que deja vivir a Adán sin interferencias. La motivación de su vida sigue sin cambios, y todavía vive para su propio placer, pero ahora le gusta cantar canciones evangélicas y mirar películas religiosas en lugar de las fiestas con sus canciones sugestivas y sus copas. Todavía se acentúa el placer, aunque se supone que ahora la diversión ha subido a un nivel más alto, al menos moral aunque no intelectualmente.

La cruz nueva fomenta un nuevo y totalmente distinto trato evangelístico.

El evangelista no demanda la negación o la renuncia de la vida anterior antes de que uno pueda recibir vida nueva, predica no los contrastes, sino las similitudes; intenta sintonizar con el interés popular y el favor del público, mediante la demostración de que el cristianismo no contiene demandas desagradables, antes al contrario, ofrece lo mismo que el mundo ofrece pero en un nivel más alto. Cualquier cosa que el mundo desea y demanda en su condición enloquecida por el pecado, el evangelista demuestra que el evangelio lo ofrece, y el género religioso es mejor.

La cruz nueva no mata al pecador, sino que le vuelve a dirigir de nuevo en otra dirección. Le asesora y le prepara para vivir una vida más limpia y más alegre, y le salvaguarda el respeto hacia sí mismo, es decir, su “auto-imagen” o la “opinión de sí mismo”.

Al hombre lanzado y confiado le dice: “Ven y sé lanzado y confiado para Cristo”. Al egoísta le dice: “Ven jáctate en el Señor”. Al que busca placeres le dice: “Ven y disfruta el placer de la comunión cristiana”.

El mensaje cristiano es aguado o desvirtuado para ajustarlo a lo que esté de moda en el mundo, y la finalidad es hacer el evangelio aceptable al público.

La filosofía que está detrás de esto puede ser sincera, pero su sinceridad no excusa su falsedad. Es falsa porque está ciega. No acaba de comprender en absoluto cuál es el significado de la cruz.

La cruz vieja es un símbolo de muerte. Ella representa el final brutal y violento de un ser humano. En los tiempos de los romanos, el hombre que tomaba su cruz para llevarla, ya se había despedido de sus amigos, no iba a volver, y no iba para que le renovasen o rehabilitasen la vida, sino que iba para que pusiesen punto final a ella.

La cruz no claudicó, no modificó nada, no perdonó nada, sino que mató a todo el hombre por completo y eso con finalidad. No trataba de quedar bien con su víctima, sino que le dio fuerte y con crueldad, y cuando hubiera acabado su trabajo, ese hombre ya no estaría.

La raza de Adán está bajo sentencia de muerte. No se puede conmutar la sentencia y no hay escapatoria. Dios no puede aprobar ninguno de los frutos del pecado, por inocentes o hermosos que aparezcan ellos a los ojos de los hombres.

Dios salva al individuo mediante su propia liquidación, porque después de terminado, Dios le levanta en vida nueva.

El evangelismo que traza paralelos amistosos entre los caminos de Dios y los de los hombres, es un evangelio falso en cuanto a la Biblia, y cruel a las almas de sus oyentes. La fe de Cristo no tiene paralelo con el mundo, porque cruza al mundo de manera perpendicular. Al venir a Cristo no subimos nuestra vida vieja a un nivel más alto, sino que la dejamos en la cruz. El grano de trigo debe caer en tierra y morir.

Nosotros, los que predicamos el evangelio no debemos considerarnos agentes de relaciones públicas, enviados para establecer buenas relaciones entre Cristo y el mundo. No debemos imaginarnos comisionados para hacer a Cristo aceptable a las grandes empresas, la prensa, el mundo del deporte o el mundo de la educación. No somos mandados para hacer diplomacia, sino como profetas, y nuestro mensaje, no es otra cosa que un ultimátum.

Dios ofrece vida al hombre, pero no le ofrece una mejora de su vida vieja. La vida que El ofrece es vida que surge de la muerte. Es una vida que siempre está en el otro lado de la cruz. El que quisiera gozar de esa vida tiene que pasar bajo la vara. Tiene que repudiarse a sí mismo y ponerse de acuerdo con Dios en cuanto a la sentencia divina que le condena. ¿Qué significa eso para el individuo, el hombre bajo condenación que quisiera hallar vida en Cristo Jesús? ¿Cómo puede esa teología traducirse en vida para él? Simplemente, debe arrepentirse y creer. Debe abandonar sus pecados y negarse a sí mismo. ¡Que no oculte ni defienda ni excuse nada! Tampoco debe regatear con Dios, sino agachar la cabeza ante la vara de la ira divina y reconocer que es reo de muerte.

Habiendo hecho esto, ese hombre debe mirar con ojos de fe al Salvador; porque de Él vendrá vida, renacimiento, purificación y poder. La cruz que acabó con la vida terrenal de Jesús es la misma que ahora pone final a la vida del pecador; y el poder que resucitó a Cristo de entre los muertos, es el mismo que ahora levanta al pecador arrepentido y creyente para que tenga vida nueva junto con Cristo.

A los que objetan o discrepan con esto, o lo consideran una opinión demasiada estrecha, o solamente mi punto de vista sobre el asunto, déjame decir que Dios ha sellado este mensaje con Su aprobación, desde los tiempos del Apóstol Pablo hasta el día de hoy. Si ha sido proclamado en estas mismísimas palabras o no, no importa tanto, pero sí que es y ha sido el contenido de toda predicación que ha traído vida y poder al mundo a lo largo de los siglos. Los místicos, los reformadores y los predicadores de avivamientos han puesto aquí el énfasis, y señales y prodigios y repartimientos del Espíritu Santo han dado testimonio juntamente con ellos de la aprobación divina.

Reflexion: ¿Nos atrevemos, pues, a jugar con la verdad cuando somos conocedores de que heredamos semejante legado de poder? ¿Intentaríamos cambiar con nuestros lápices las rayas del plano divino, el modelo que nos fue mostrado en el Monte? ¡En ninguna manera! Prediquemos la vieja cruz, y conoceremos el viejo poder.

“Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí... Y jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo...”

Gálatas 2:20; 6:14

“EL HOMBRE, LA MORADA DE DIOS”. A.W. TOZER Fragmento del capítulo 10

TEMA PRINCIPAL

ENERO 2014

A. B. SIMPSON y su Pasión Misionera Para A. B. Simpson servir a Dios significaba hacer misiones. Desde el inicio de su vida cristiana empezó a mirar al mundo como campo blanco que necesitaba obreros, y él sentía profundamente ser útil al Señor para esta noble tarea.

Con la frescura de la juventud sobre su frente y la consagración de un corazón entregado sin reserva a Dios, Simpson se levantó del santuario del encuentro, resuelto a vivir enteramente para Dios. Hacía poco tiempo que había salido del campo, dejando la vieja chacra de los padres. Ahora, se daba cuenta que había otros surcos que arar y otros campos que sembrar.

Simpson levanta la vista y mira con confianza al Señor de la mies. Mira al mundo, ve los campos blancos que quedan sin obreros.

Las promesas hechas apenas una hora antes le dan ánimo mientras permanezca unos instantes en el umbral de la vida para recibir la sonrisa de

Dios. Surgen inmediatamente posibilidades y sueños que casi le ahogan al pensar en lo grande que se le presenta la vida con Cristo. Con Jesús ¡qué fronteras maravillosas!.

Desde una temprana edad, Simpson se interesó intensamente en la obra misionera. El llamado de Dios para predicar el mensaje de la salvación, nunca estaba muy lejos de su mente y de sus más caros anhelos espirituales. Con las experiencias que había tenido con el Señor durante el pastorado en la ciudad de Louisville, sentía la urgencia de dar el mensaje que Dios le había confiado a las masas más allá de las puertas de un edificio y más allá de una ciudad determinada por grande que fuera.

En cierta ocasión regresaba a su hogar después de haber dado algunas conferencias especiales sobre el tema “De la vida más profunda” cuando le vino la idea de aceptar una invitación hecha por un amigo que vivía en la ciudad de Chicago. Al llegar a dicha ciudad en el regreso, bajó para ir a la casa del amigo. Estando allí, Dios empezó a hablarle de una obra misionera más amplia de lo que él había conocido hasta entonces.

Simpson carecía de todo fanatismo. No era inclinado a la imaginación exagerada, ni menos creía en sueños. No obstante, una noche mientras dormía, tuvo un sueño que le afectó profundamente. Porque estaba convencido de que era una visitación del Señor: “Jamás podré olvidarme de la sensación que tuve al despertarme del sueño una noche, temblando bajo el sentido solemne del poder abrumador de Dios sobre mi alma, el recuerdo del sueño que acababa de realizar. Me veía a mí mismo sentado en un auditorio enorme, con millones de personas también sentadas alrededor. Veía como todos los cristianos del mundo entero se encontraban allí presentes. Encima de la plataforma aparecía una multitud de rostros y formas humanas. Las personas no estaban hablando, sino que estaban mudas de angustia mientras todo el tiempo retorcían las manos. Sobre los rostros se reflejaba una expresión que jamás puedo olvidar. Yo no estaba pensando ni había predicado recientemente sobre el mundo pagano. Mí tema en las conferencias había sido lejos del mundo pecador, pues había girado alrededor de la plenitud de Cristo para el creyente. Sin embargo, al despertarme con esa visión tan clara sobre mi mente, temblé bajo el poder del Espíritu Santo y arrodillándome en oración delante de Dios, todas las fibras de mi ser respondían — “Heme aquí — envíame a mí”.

Dios tiene muchas maneras, emplea variados y distintos métodos para llevarnos al arrepentimiento; y también para hacernos comprender cuál es su voluntad para con nosotros: Para el profeta Elías fue un silbido. después de un viento recio. Para el valiente Gedeón fue un rocío sobre el pasto.

Para el apóstol Pablo fue una luz cegadora. Para muchos cristianos es una revelación de una verdad o de un camino a seguir mientras meditan la Palabra de Dios. Para otros una circunstancia adversa. Dios tiene maneras y métodos y recursos infinitos para llevar a cabo sus designios en nuestras vidas. Lo importante es que estemos atentos a su voz como el sacerdote Samuel de antaño y listos para obedecerla cuando la oigamos.

El Dr. Simpson testifica: “Trataba durante meses de encontrar una puerta abierta para ir al extranjero como misionero. Según la Junta, bajo la cual trabajaba, tenía yo demasiados años encima y una familia demasiado numerosa que sostener. No se me abría puerta alguna.

Una puerta sí, se me abrió para ir a la ciudad de Nueva York, como pastor de una iglesia presbiteriana. Acepté la invitación creyendo así poder estar en un lugar céntrico donde podría tener contacto con el mundo de afuera. Años más tarde, Dios en su infinita misericordia me mostró cómo él había puesto las gentes perdidas sin Cristo, de tantos países sobre mi corazón y, que él deseaba que yo trabajara a favor de los necesitados del evangelio en todo el mundo como si me hubiera llamado a ir personalmente como misionero”.

proclamar el mensaje a las multitudes que iban pasando. Iba a los hogares, a los teatros y a todo lugar con tal de predicar el mensaje de Cristo a las personas que de otra manera no oirían el llamado de Dios. Y sus ojos siempre estaban escudriñando los horizontes en busca de pueblos más allá. No podía estar sin ganar almas para Cristo como prueba de que era la voluntad de Dios y que él le estaba guiando.

El Dr. Simpson entendió en toda su profundidad el amor y la misericordia de Dios para con la raza humana afectada por el pecado, y que fue la obra de amor más cara que Jesucristo cumplió con propia vida. El texto bíblico que se destaca en las Sagradas Escrituras con letras de fuego, es San Juan 3:16. “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna”.

A. B. Simpson creía profundamente en la necesidad de enviar misioneros, y no se quedó allí, pasó del estado de convicción a la acción. El Propósito del Primer Seminario Bíblico que fundó fue para preparar misioneros y enviarlos a predicar el evangelio a los no alcanzados.

Millones de almas han encontrado al Señor Jesucristo por medio del texto citado. Porque nos muestra en una manera sencilla y en pocas palabras el gran amor de Dios por el mundo. Y nos hace comprender de la misma manera la extensión de ese amor que abarca a cuantas creen en el Hijo de Dios para salvación eterna, sin hacer acepción de persona, pueblo o nación.

Los misioneros han proclamado a través de los siglos primeramente el mensaje encontrado en las palabras del texto a todas las gentes de los lugares más remotos de la tierra. Sigue siendo la antorcha que abre y que ilumina los corazones obscurecidos por el pecado en todo lugar y entre todos los pueblos. Es el gran texto misionero en la Palabra de Dios.

La obra misionera es la obra más cara al corazón de Dios. El Padre dio todo lo que tenía a la obra misionera. El Hijo dio todo lo que tenía para ser misionero. Y el cielo mismo fue empobrecido durante treinta y tres largos años para que la obra pudiera ser llevada a cabo. Todo creyente que ama verdaderamente a Dios es un creyente misionero. Porque el que vive para Dios sigue sus huellas y las huellas del Maestro cruzan fronteras y atraviesan el mundo entero. Porque el programa de Dios es mundial.

La visión que tenía Simpson era la visión de Dios que incluía los pueblos del mundo. La compasión de su corazón por alcanzar los pueblos le llevaba cada vez mas afuera de las paredes de los edificios, aun del edificio de su propia iglesia.

Iba a las esquinas de las calles de la ciudad para

Centenares de personas oyendo el mensaje, confesaban a Cristo como su Salvador personal.

Pronto había más pueblo de Dios sin una iglesia y hogar que gente dentro de la iglesia. Simpson les invitaba a venir a su iglesia, sin pensar que el acto resultaría en un acontecimiento histórico.

Hacer es mejor que creer

En el año 1882, cinco años antes que fuese organizada la Alianza, Simpson empezó un Instituto Bíblico para la preparación de obreros cristianos. Fue el primer Instituto Bíblico establecido en todo el país del norte. Desde entonces el Instituto ha contribuido a la educación religiosa cristiana del mundo, pues los graduados han ido a las ciudades más populares, a los pueblos más lejanos, a las montañas más altas y a las selvas más densas del universo en busca de las almas para Cristo.

Más de diez mil hombres y mujeres han sido preparados para la viña del Señor hasta la presente fecha (1959).

El Instituto Bíblico de Nyack, Nueva York (desde mayo de 1956, Colegio Misionero) fue fundado en octubre de 1883. Es el primer Instituto Bíblico establecido en lo Estados Unidos de Norteamérica, desde cuyas aulas han egresado más de 10.000 obreros a los campos del mundo entero.

Al leer la historia del principio de la Alianza no parece que haya sido posible que una sola persona tuviera tantas actividades, y aun así, solamente se han mencionado las más importantes.

Muchos responsables de la conducción de la iglesia creen que se debe predicar el Evangelio a los no alcanzados; pero primero, esperan tener todo antes de involucrarse a la acción misionera.

Ninguna iglesia tendrá todo antes de involucrarse a las misiones.

Juan Condit y cuatro más fueron enviados al Congo, África en el mes de noviembre del año 1884. Tres años antes que fuese organizada la Alianza Cristiana y Misionera. ¡Cuántas iglesias piensan que tienen que tener el sostén pastoral, el edificio propio pagado y un fondo todavía en el banco antes de pensar en la obra misionera! Si

Simpson hubiera pensado así miles de personas hubieran ido a la eternidad sin conocer a Cristo y él no hubiera hecho lo que hizo y aun muchos de nosotros no hubiéramos oído el mensaje del Evangelio.

Hace pocos años un misionero, sin darse a conocer hasta después de la reunión, estaba visitando una obra naciente de la Alianza, en cierta ciudad al sur de los Estados Unidos (el misionero se encontraba en el año de licencia). Al entrar en el recinto notó que el edificio no era más que un galpón de un rústico material. Los bancos eran igualmente de un material aún más rústico y, sin respaldos. Tanto la plataforma como las luces eran inadecuadas y reclamaban ser cambiados.

A la hora anunciada, el joven pastor, que vivía con su esposa e hijito detrás de un tabique al final del salón, salió para subir a la plataforma.

Después de haber orado en silencio de rodillas, empezó el servicio. Luego que los preliminares terminaron, empezó diciendo: “Mis amigos y hermanos en Cristo, ha llegado el momento solemne de nuestro culto al Señor: el momento de pensar en nuestra responsabilidad para con los miles en la redondez de la tierra que viven sin Cristo. La primera ofrenda en esta noche será dedicada a la obra por la cual la Alianza Cristiana y Misionera tuvo su origen y vive para proclamar el mensaje del Cristo de Dios para todos los pueblos”.

Está demás tratar de explicar en palabras la emoción en el pecho del misionero. Volvió a su campo de labor en una tierra lejana con la visión renovada. La visión de los hombres y de las mujeres de consagración respaldando la obra y dedicados a un solo fin: Predicar el mensaje de Cristo a toda criatura. No es de extrañar entonces, que en muy poco tiempo, allí donde estaba esa rústica capilla, haya ahora una numerosa iglesia con un enorme edificio con todas las comodidades modernas. Mejor aun, la iglesia sigue siendo una iglesia netamente misionera. El pastor de entonces está trabajando en un país lejano como mensajero del evangelio. Así, la obra de Dios crece y va adelante y cumple el mandato dado por el Maestro de Galilea mientras aquellos que la llevan a cabo esperan con ansias y trabajando para su pronto retorno.

Reflexionemos Hemos sido llamados a participar en la gran tarea de extender el Evangelio. Seamos fieles al llamado y entonces, juntos cosecharemos si cumplimos la Gran Comisión. Y juntos estaremos en Su presencia algún día para participar con El las riquezas reservadas para todos aquellos que son fieles hasta el fin. Hasta entonces el apostolado está en marcha.

“Cruzando las Fronteras” Autor: Vera F. de Barnes Extracto de Libro

RELATO DEL MES

ENERO 2014

HOGAR DE NIÑAS LA GRANJA

La religión pura y sin mancha delante de nuestro Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del mundo.

Santiago.1.17

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Cada año el Sename atiende alrededor de 15 mil niños y niñas en los hogares de menores que subvenciona a lo largo de nuestro país. Las causas por las que estos niños llegan a los centros son diversas y están asociadas casi siempre al abuso y abandono por parte de sus padres.

Según la Unicef la violencia contra los niños y niñas incluye: abuso y maltrato físico y mental, el aban-

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REPORTAJE

ENERO 2014

dono o el tratamiento negligente, la explotación y el abuso sexual. Puede afectar la salud física y mental de los niños, perjudicar su habilidad para aprender y socializar, y, más adelante, socavar su desarrollo como adultos funcionales y buenos progenitores. En los casos más graves, la violencia contra los niños conduce a la muerte.

Cada hogar de niños vive una realidad distinta, el hogar de niñas La Granja de la Alianza Cristiana y Misionera, atiende a 73 niñas de entre 2 y 18 años de edad. La travesía que

vive cada pequeñita que llega a este hogar es un proceso muy difícil y las causas son aun más complejas.

Crímenes impensados, como ser prostituidas por sus progenitores para pagar cuentas son algunos de los casos vividos por las niñas que llegan a refugiarse en este hogar. En muchas ocasiones, son salvaguardadas de sus propios padres para que no les hagan daño, las maltraten o abusen de ellas psicológica, física y/o sexualmente.

El día que visité el hogar, la pequeña Paulita de tres años, me recibió con

un gran abrazo, lleno de amor, como entregando con fuerzas lo que ella tanto necesita. Desde ése día no puedo dejar de orar por ella, por las niñas que le acompañan y especialmente por Carla de 15 años, de quien contaré su historia más adelante. Y no salgo aún del asombro por el caso de 4 hermanitas, prostituidas por su madre para cubrir deudas. ¿Se imaginan el dolor de esas niñas? ¿Imaginan la justicia que Dios ejercerá a quienes les hicieron daño y a quienes sabiendo no ayudaron?

La historia de Carla Carla tiene 15 años de edad y se encuentra viviendo en el hogar de niñas desde hace poco menos de un año. El día que la conocí, la encontré haciendo su devocional diario en un lugar apartado de las demás niñas, tenía sobre una mesa su Biblia abierta y muchos apuntes en una libreta. Cuando María Paz Jarabrán, quien es actualmente Directora del Hogar, le pidió que nos contara parte de su historia, ella accedió inmediatamente. Al conversar con ella, pude notar la madurez y humildad en sus palabras. Pese a las circunstancias que la llevaron a ese lugar, no dejaba de sonreír y ser amable. Las diferencias con las demás niñas de su edad eran marcadas.

Desde hace cuatro años ha vivido en distintos lugares; en la casa de un tío, con la familia de una compañera de curso y hoy, vive en el hogar de niñas, un lugar momentáneo hasta que logren establecerla en una residencia definitiva con algún familiar que la ampare y sobre todo, la proteja. Su padre murió cuando ella aun era pequeña. Su madre, quien vivía en el sur, la dejó con sus abuelos mientras buscaba un trabajo y así solventarse económicamente. Luego de algunos años se la llevó a vivir a Santiago en donde vivió en distintos lugares junto a las parejas de la madre.

El último conviviente de su madre abusó sexualmente de ella. Cuando apenas tenía 11 años, la niña, comenzó a tener problemas de salud derivados del abuso, lo que la llevaba habitualmente a la cocina del colegio en busca de medicamentos, las visitas se repitieron tantas veces, que en una ocasión, una de las cocineras dándose cuenta de la situación le aconsejó denunciar.

Desde ése momento la vida de Carla no ha sido fácil, no sólo por soportar

la carga de lo que el abuso significa, sino también por ser abandonada y rechazada por su propia madre, quien al enterarse de la situación negó los hechos. Hoy día Carla no tiene ningún contacto con ella.

Actualmente tiene 15 años de edad, es una aplicada estudiante de segundo año medio, su promedio de notas no baja del 6,1. Una de sus aficiones es el dibujo, mientras conversábamos me mostraba su cuaderno croquis con distintos bosquejos y técnicas de dibujo.

Alrededor de los 14 años comenzó a visitarla una joven universitaria cristiana, con quien entabló una amistad, y comenzaron a asistir juntas a su iglesia local, donde Carla comenzó a aprender sobre Jesús, hasta que un día decidió por El. Jesús es quien la hace diferente, su corazón abriga esperanza y fe, aunque no conozca su propio futuro.

Muchas historias como ésta figuran en la vida del Hogar, niñas que hoy son mujeres de bien, esposas y madres que son un aporte a la sociedad, y mejor aún, que sirven a Cristo, porque un día alguien oró por ellas, les entregó el mensaje del evangelio y les discipuló. Un trabajo silencioso al que todos nosotros estamos llamados. “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?” El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí.” Mateo 25.35 ¿Cómo viven las niñas?

El Hogar posee una estructura adecuada para que las niñas vivan en un ambiente acogedor. El recinto tiene, aparte de un casino e instalaciones de administración, siete casas. En cada casa viven entre 10 y 12 niñas y está a cargo una educadora o “tía” que se encarga de cuidarlas y hacer las tareas diarias del hogar en conjunto con las niñas. Cada casa tiene una sala de estar, comedor amplio con mesa y sillas, cocina equipada con electrodomésticos, sala para lavado, dos baños y habitaciones para las niñas.

El objetivo es que las pequeñas se sientan como en casa, en un ambiente cálido y familiar.

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¿Cómo ayudar?

Orando “La oración eficaz del justo puede mucho” (Stgo.5.16). Sin duda una de las formas de ayudar más importante es la oración. Interceder al Señor por la salvación de las pequeñas, que encuentren una familia que las ame y puedan crecer en un ambiente de amor y respeto. Orar por cada una de las tías que están cuidando a las pequeñas, que Dios las llene de amor, sabiduría y compasión, porque cumplen un rol muy importante en la vida de las niñas.

Orar por el equipo de profesionales, psicólogos, asistentes sociales, profesores, secretaria, cocineras, etc.

Cada persona, que ocupa un puesto de trabajo en este lugar necesitan nuestro apoyo en oración, pues sabemos que están haciendo un trabajo difícil.

Apadrinando a las pequeñas Se manejan tres tipos de apadrinamiento.

1. Padrino institucional, es aquel que no genera vínculo afectivo con la niña, sólo suministra de manera económica o en especie algunas de las necesidades de la niña.

2. Padrino por evento, es aquel que sólo se vincula con la niña en fechas específicas, es decir, fiestas patrias, navidad, fin de año y/o vacaciones.

3. Padrino definitivo, es aquel que desde el principio se proyecta con alguna de las niñas y se somete a evaluación y se prepara psicosocialmente con el único objetivo de adoptar de manera definitiva a la niña.

Cuando se quiere apadrinar, la pareja interesada debe acercarse al Hogar, se les realiza una entrevista para conocerles y saber sus intenciones, destacar características de personalidad, así como habilidades parentales. Posteriormente se realiza una evaluación psicológica para conocer la personalidad y luego se realiza una visita domiciliaria para constatar las condiciones habitacionales en la que se encuentra la pareja y si cuenta con las condiciones necesarias para el esparcimiento y descanso de la niña.

Este primer acercamiento consiste en visitas dentro del Hogar de Niñas donde comparten y comienzan a conocerse. Si todo resulta bien se permiten salidas los fines de semana para finalizar con acercamiento familiar oficiado por tribunales, donde la niña reside permanentemente en casa de los padrinos con

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REPORTAJE

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seguimiento del hogar y que se llegue a la última etapa que es la salida definitiva y exitosa de la niña.

Los padrinos deben tener toda la disposición de enfrentar un nuevo desafío con las niñas, tener claro sus objetivos propuestos con la niña seleccionada y cumplir con las condiciones psicosociales para ejercer su cuidado personal.

Se utiliza el sistema de apadrinamiento más que la adopción, ya que de acuerdo a la experiencia, el apadrinamiento es un proceso eficaz y más rápido donde se genera el vínculo entre ambos y si todo funciona bien se da egreso.

Apoyando económicamente El hogar funciona con subvención del SENAME y de la ACYM, aportando el primero casi el 90% del presupuesto mensual necesario para el funcionamiento de este hogar, esta situación ha generado ciertos conflictos derivados de tal ayuda, uno de ellos es el impedimento de predicar abiertamente el evangelio de Jesucristo, porque el hogar debe ajustarse, por forma, a los estatutos

del SENAME. La iglesia nacional ofrenda una vez al año, esto, en el mes de agosto, pero podría hacerlo en la medida de lo posible, todos los meses. Uno de los deberes que tenemos como hijos de Dios, y por ende como iglesia, es velar porque no les falte nada, el hogar es un brazo visible de la iglesia como cuerpo, ser la luz y sal que Jesús espera de nosotros y asumir la responsabilidad de proveer lo necesario y, más importante aún, hacer todo lo posible para que no haya impedimento de predicar el evangelio a las niñas, pues sabemos que es el único camino que restaurará sus vidas de forma definitiva. ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!

El Hogar de niñas, creado hace aproximadamente 44 años atrás, nació como la respuesta de Dios a un corazón lleno de compasión y misericordia. Sin embargo, esa pasión que un día impulsó dicha tarea, ha ido desapareciendo del corazón de la iglesia y con el tiempo ha ido extinguiéndose lentamente del

corazón de la gran mayoría. Cabe preguntarse qué nos ha mantenido tan ocupados para dejar de lado un mandato de Dios tan importante como amparar al huérfano. Si bien la iglesia se ha hecho presente a través de sus ofrendas, esto no es suficiente, estas niñas necesitan ser puestas delante del trono de nuestro Padre para que sean salvas, restauradas y sanadas. La oración, ayuno y misericordia son tres ejercicios que como iglesia estamos obligados a poner en práctica ¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!

Isaías 1.17 .Y sobre todo, debemos hacer esto porque es justo, porque nuestro Padre es Justo.

El Señor siempre ha usado a “algunos” para llevar a cabo su obra, y me pregunto. ¿Estamos dispuestos a servir a Dios y ser parte de ese reducido número que el Señor usa para la gloria de Su nombre? ¿Dónde están aquellos profesionales que quieren servir a Dios, aunque eso signifique ganar menos dinero?

Animamos a la iglesia a orar, a apadrinar o apoyar económicamente.

Animamos a la juventud nacional para que vayan y les muestren el Jesús que un día cambió sus vidas.

Animamos a las hermanas de la unión femenina a seguir doblando sus rodillas, como lo han hecho hasta ahora, y clamen por la salvación de estas pequeñitas, que un Día el Rey de Gloria se transforme en la razón de su existencia. Les animamos varones a confiar en la provisión de Dios y ofrendar generosamente, a abrir las puertas de sus hogares, a trabajar más duro por pan y comida, por una cama extra, por más amor y respeto, por más doctrina que Dios les ha encomendado impartir en su hogar; para que un día puedan tomar de la mano a una de estas pequeñitas y decirle “ven hijita, has llegado a tu hogar”.

Hay una tarea pendiente, y éste es el momento.

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el padre, y con su hijo jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.

1 Juan 1-4

Quisiéramos en esta sección, darles a conocer a aquellos que ejercen el ministerio pastoral a lo largo y angosto de nuestro querido Chile. Poco sabemos que ocurre fuera de nuestra congregación, ciudad y región a nivel eclesiástico, y creemos que esta será una buena forma de acercar a ustedes el trabajo que están haciendo otros pastores fuera de nuestra comunidad.

Conocer sus familias y cómo Dios los ha llamado al ministerio.

La iglesia ACyM en La Serena se mueve al vaivén de las olas de sus hermosas playas, y su pastor es Álvaro Avendaño Pino, oriundo de la ciudad de Lautaro, quien sirve junto a su familia en el ministerio pastoral desde hace 25 años. Está casado con Silvia Calabrano, y juntos tienen 3 hijos: Priscila de 26, Abraham de 24 y Felipe de 18 años, todos cursando estudios en la universidad. Actualmente pastorea la iglesia de la Serena, cumpliendo 19 años en la zona norte de nuestro país.

El pastor Álvaro nos contó la historia y circunstancias de su conversión.

Nació en una familia cristiana, su padre era pastor de una iglesia hermana y fue presentado al Señor en su nacimiento. A la edad de dos años sufrió un accidente grave del cual Dios le libró en forma milagrosa. Su padre le tomó en sus brazos y le dijo a Dios que si salía ileso de aquello le ofrecía a Dios para que él fuera su siervo. De ahí comienza su historia con Dios y el llamado. Aunque tuvo que ser confrontado a esa decisión en la juventud.

FAMILIAS PASTORALES

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¿Cómo y cuándo fue llamado por el Señor al ministerio?

De mis seis hermanos, fui el único que nunca se alejó de Dios y la iglesia, toda mi vida estuve en la iglesia sirviendo. Creo que como muchos hijos de pastores, que siempre han estado en la iglesia, enfrenté mi momento de crisis, mi inseguridad de si era salvo o no. Veía a mis amigos llegar al Señor con un tremendo testimonio de cambio y yo no tenía ninguno, creando esa inseguridad. En una campaña evangelística realizada por mi iglesia en Lautaro, Dios trató con mi inseguridad de salvación. Era parte del ministerio musical y empecé a tener conflicto con mi inseguridad, pero mi lucha era lo siguiente “¿cómo voy a pasar adelante para entregar mi vida a Cristo si yo estoy adelante tocando, sirviendo en diferentes responsabilidades? ¡que va decir la gente!.

El Señor me confrontó con su Palabra donde entendí con claridad la seguridad de mi salvación. La paz que sentí desde ahí en adelante marcó en mi vida un nuevo sentido para vivir en el Señor. Esto sucedió alrededor de los 14 años de edad.

Mi llamado al ministerio fue una experiencia no tan marcada por un hecho extraordinario, según yo.

Primero, porque Dios ya me había apartado para ello por lo vivido en mi infancia. Pero sí, también tuve mis luchas. Recuerdo que yo no quería ir al ministerio. Quizás la experiencia de ser hijo de pastor, con toda la implicancia que esto traía consigo como experiencia, no me parecía atractiva. Mi interés siempre estuvo en algo distinto a la obra.

En una actividad especial de fin de semana realizada en mi iglesia, vino un pastor a predicar (Pastor Sergio Arellano). Dentro de las cosas que compartió, narra su experiencia de cómo Dios lo había llamado al ministerio, y sobre todo, de cómo Dios usó a una hermana muy sencilla y humilde de su iglesia, que para ganarse la vida tenía que lavar ropa ajena. Ella le ofrendaba todas las semanas para que él pudiera estudiar en ITT. Ese testimonio impactó mi vida tremendamente, sintiendo en mi corazón que si personas estaban dispuestas a sacrificar lo que más les costaba, quien era yo para rehuir a lo que Dios quería para mí. Así comienza mi idea de aceptar la designación

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COMENTARIO PROFESIONAL

de Dios para mí vida. Estaba cursando el 3º de la enseñanza media.

Y a los dos años posteriores solicité mi ingreso al ITT el año 1981, cuando tenía 19 años de edad. En esos años estaba pastoreando el pastor Roberto Manríquez Rebolledo.

Quiero reconocer que la ayuda en este proceso de decisión, fue la firmeza y convicción de la que en ése momento era mi novia, y hoy es mi amada esposa, quien me incentivó, motivó y respaldó a tomar la decisión de ir a prepararme para asumir la responsabilidad del llamado al ministerio. Hoy llevamos 27 años sirviendo en la obra. ¿Cuál es la motivación más grande de servir al Señor?

La motivación que me impulsa a servir al Señor en el ministerio es, en primer lugar, mi amor y mi pasión por Él. Y segundo, mi convicción de mi llamado. He aprendido que es la historia de Dios la que vivimos en la vida cristiana, por lo tanto, Él llama y usa a quien quiera y yo sólo tengo que obedecer. ¿Qué costo ha tenido para usted el servir al Señor en el pastorado?

Pensar y definir el costo que representa el tomar la responsabilidad de obedecer al llamado de Dios para nuestras vidas, creo que como a la mayoría de los pastores que están a tiempo completo sirviendo en la obra, conlleva la experiencia de negación como lo dice la Palabra. Pablo hace descripción de lo que significó para él ser servidor de Cristo. “1 Corintios 4:1,9-11. ¿Cuáles han sido los momentos más felices vividos en el ministerio?

Creo que hay muchos y hermosos grandes momentos. La respuesta de Dios al ver el cambio y la transformación de una persona de su antigua vida. El deseo de querer vivir para obedecer a Dios. La restauración de matrimonios que estaban desechos y hoy son alegres amantes y agradecidos matrimonios dispuestos a servir al Señor. Frente a los proyectos, sueños y desafíos para con la obra y no viendo la posibilidad de realización por carecer de los medios para lograrlos, ser testigos como Dios cumple paso a paso en su tiempo, esos sueños de-

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seados en beneficio de su obra.

En lo personal, cómo Dios nos enseña a crecer y a madurar en nuestra fe y dependencia a Él. Hago específicamente mención en la construcción de nuestro templo. Como Dios movilizó desde otra nación a personas, hermanos para que nos amaran y se despojaran para servir y ser de bendición a su obra.

La satisfacción de poder ser de instrumento y motivación a hermanos y familias para que abracen el ministerio, tomando la decisión de involucrarse cien por ciento en ella.

Hoy son siervos de Dios a tiempo completo, sirviendo en diferentes iglesias de nuestra Iglesia nacional y fuera de ella. Y hago mención que en nuestra iglesia está sirviendo como obrera biocupacional y con miras de salir al campo misionero para trabajar con el pueblo musulmán. Carolina Cofré, que creció y se formó en nuestra congregación.

El ministerio nos hace vivir hermosos momentos. Salmo 126:5-6 NVI “El que con lagrimas siembra, con regocijo cosecha. El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas” Cada momento vivido ha sido y es una oportunidad para poder conocer la gran Bondad y Misericordia de Dios en cada experiencia, que ha enriquecido nuestras vidas para amar y servir con pasión a Dios y su obra. Sin duda que llegar a ese conocimiento y experiencia, la vida, el testimonio y la generosidad de los hermanos ha sido importante. ¿Cuáles han sido las circunstancias más difíciles en el ministerio?

Al pensar en los momentos malos, la verdad sólo llega a mi mente la

realidad de tener que enfrentar la experiencia cuando los hermanos, principalmente aquellos que aman y sirven al Señor en la obra, caen en la tentación y tienen que ser disciplinados y apartados de sus responsabilidades. Aunque son restaurados, la experiencia de ser enfrentados a su realidad, para nosotros es muy triste. ¿Cómo ha sido el impacto del ministerio en su familia?

Con respecto a mi familia en el ministerio, solo puedo dar muchas gracias a Dios. Primero, porque Dios nos dio la bendición de ser bendecidos con tener hijos, y segundo, que ellos hayan crecido juntos a nosotros en el ministerio, amando a Dios y sirviendo al lado nuestro. Ellos han sido una bendición en la obra. Sus vidas giran en torno al trabajo de la iglesia. Dios los ha dotado de cualidades y talentos que los usan para el servicio de su obra. Sólo puedo decir que son una bendición para nuestro trabajo. Gracias a Dios por Priscila, Abraham y Felipe.

Al terminar quiero solo agradecer a Dios por los 27 años de ministerio que Dios nos ha dado, en donde por su voluntad y su cuidado hemos podido servir en la Iglesia La Pintana, en Santiago por el período de ocho años, siendo una experiencia que hasta el día de hoy recordamos con mucha alegría, y gratitud a Dios.

Y luego la Iglesia de La Serena, en donde por el tiempo de 19 años, aun seguimos pastoreando. Hemos aprendido a ver, amar y servir a Dios con gozo y gratitud, por cada hermano que fielmente ha dispuesto su vida a servir a Dios. ¡A Él sea la Gloria!

“Mientras callé se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano.

Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.

Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tu perdonaste la maldad de mi pecado” Salmo 32:3-5

COMENTARIO PROFESIONAL

El salmista no pudo haberlo expresado mejor… sin duda, todas las personas que hemos pasado períodos de sufrimiento por encubrir algún pecado, hemos batallado con el dolor que implica dañar la relación con nuestro Salvador, y nos hemos sentido como David, angustiados y abatidos. David da testimonio de que si no declaramos nuestro pecado y cubrimos nuestras faltas, no solo se verá afectada nuestra relación con Dios, sino que las consecuencias serán también físicas y psicológicas.

Efectos del Silencio en el Hombre Los seres humanos sufrimos serias consecuencias a nivel psicológico, emocional y también físico, cuando en nuestro interior ocultamos un secreto, una vivencia, un pecado. Este proceso, de ocultamiento, busca “disfrazar” la realidad de la persona para que en lo posible, nadie se percate de cuál es su verdadero estado anímico y/o espiritual; la persona utiliza sus energías en disimular y aparentar que en su vida “todo marcha bien”, aunque por dentro, el desgaste y el dolor sean inmensos.

En consecuencia, toda la vitalidad que teníamos se comienza a apagar y esto, da lugar a diferentes trastornos o problemas de salud: estados depresivos, enfermedades psicosomáticas, actitudes pesimistas, sensación de entrampamiento e indefensión, ideas paranoides (por lo cual la per-

sona sentirá que los demás la persiguen o tratan injustamente) y en los casos más severos, la persona puede pensar que ha perdido el sentido o el propósito de su vida.

Ese sufrimiento puede empezar a generar en la persona un estado de malestar generalizado, en donde todas las áreas serán trastocadas; en lugar de la salud, las relaciones afectivas, el trabajo y por supuesto, el ámbito espiritual. Este complejo estado mental y emocional genera también un sentimiento de impotencia, al percibir que mis fuerzas ya no alcanzan y que no deseo seguir luchando. A estas alturas perdemos la esperanza al sentirnos sin recursos internos para seguir adelante.

Todos estos factores antes mencionados se encuentran estrechamente relacionados y pueden venir como consecuencia directa de tener pecados escondidos o secretos en nuestras vidas. Es importante tomar una decisión, y con valentía, reconocer que no podemos mantener una vida de “bienestar aparente” mientras estemos alejados de Él.

Debemos: - Humildemente apelar a su misericordia, la cual nos rescata y nunca nos desampara.

- Acercarnos en oración confiadamente, tal como dice su Palabra, “Desde lo profundo de mi desesperación, oh SEÑOR, clamo por tu ayuda. Escucha mi clamor, oh Señor. Presta atención a mi oración.”Salmos 130:1-2

- Arrepentirnos genuinamente - Creer que Dios puede limpiar y restaurar todo: espíritu, alma y cuerpo Hagamos como el salmista “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tu perdonaste la maldad de mi pecado” Salmo 32:5 También Juan nos exhorta “Si confesamos nuestros pecados El es fiel y justo para PERDONAR nuestros pecados y LIMPIARNOS de toda maldad” 1 Juan. 1:9 Confesemos, recibamos el perdón y dejemos que Dios nos limpie para que todo nuestro ser: sea guardado irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 1 Tes. 5:23

Karen Yagode Queutre

Psicóloga egresada de la Universidad Austral de Chile Miembro de la ACyM-Lintz, Puerto Montt.

COMENTARIO PROFESIONAL

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“Nadie me dijo que levantara la mano, nadie hizo que repitiera una oración, es el Espíritu Santo quien convence de pecado” La historia de Aroldo Núñez, miembro de la primera iglesia ACyM de Talca, Región del Maule

HISTORIAS PERSONALES Dios salva y casi siempre esto es invisible a nuestros ojos.

Jesús señaló que el reino de los cielos se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la cosecha. Marcos 4.26. Sin que sepamos cómo, cuándo o dónde el hombre es impactado por el amor de Dios y no le queda más salida que rendirse, por lo tanto está claro que nuestra tarea es simple, se trata de obedecer en el mandato de sembrar.

He aquí una prueba evidente de tal principio, un testimonio real de un hombre, a quien Jesucristo salvó y transformó, floreciendo así la esperanza para todas aquellas mujeres casadas en yugo desigual que piensan que todo está perdido: “Esposas, sométanse a sus esposos, de modo que si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras”.1Pedro3.1 Nací el año 1944, en la ciudad de Traiguén. A muy corta edad comencé a conocer las casas de prostitución y amanecía en las puertas de estos lugares que visitaba con frecuencia, en donde mujeres me daban de beber alcohol. Me levantaba en las noches, a escondidas de mis padres y regresaba antes de que se despertaran por la mañana.

Estuve algunos años en el colegio, pero nunca pasaba de curso por mi mala conducta. Con los años me fui relacionando con malas amistades y comencé a asaltar con violencia a los campesinos en los caminos alrededor de la ciudad. Fui segundo jefe de pandilla y era perseguido constantemente por los detectives en las noches. Muchas veces, para escapar de ellos, me lanzaba al río Traiguén para no ser capturado. Un fatal día, entre todas las fechorías que cometí, Por temor un hombre se quitó la vida lanzándose al tren, después de haberlo

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TESTIMONIOS

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tenido prisionero toda la noche atado a un árbol en pleno invierno.

En mi juventud conocí a una señorita muy tranquila, de buena situación económica, la conquisté por la experiencia que adquirí en la calle. Con el tiempo nos casamos, ella tenía conocimientos cristianos.

Su madre y su familia nunca más quisieron saber de ella por haberse casado conmigo.

Me fui hundiendo cada vez más en las drogas y el alcohol, por lo que llegué a mendigar por dos años en la ciudad de Temuco, durmiendo en los basurales “junto a los cerdos” comía de lo que la gente botaba. Me trasladé a Santiago donde continué la misma forma de vivir, como un mendigo. Luego de un tiempo volví a mi tierra natal en donde un cuñado militar me propuso que fuera con él a Talca, ciudad a la que había sido trasladado. Yo acepté porque en ese momento era prófugo de la justicia debido a que tiempo atrás había atacado a golpes (casi hasta la muerte) a mi hermano de sangre y la fiscalía militar me buscaba para encarcelarme.

Pasados unos meses mandé a buscar a mi esposa. Cuando ella llegó a Talca comencé a trabajar, pero también a emborracharme casi todos los días. Ella comenzó a asistir a la Iglesia Alianza cristiana y Misionera que estaba recién comenzando en esta ciudad. Yo no creía en Dios y odiaba a los cristianos, comencé a golpear a mi esposa todos los días para que dejara de asistir a la iglesia. Mi hija, que en ese entonces tenía 6 años, sufría mucho por el maltrato que yo le daba a su madre. Recuerdo que la iba a buscar a la iglesia y le pegaba en el camino a casa. En una ocasión, la amenacé que si seguía yendo a la iglesia la mataría, sin embargo su respuesta fue: “si me matas me voy al cielo, si no me matas sigo yendo a la iglesia”. Levanté un hacha para pegarle en la cabeza y milagrosamente ella desapareció de mi vista.

Después de un tiempo, en la Iglesia Alianza de Talca se realizaba la primera vigilia. Mientras caminaba hacia mi trabajo una alabanza comenzó a sonar en mi corazón. Luchaba en mi interior para no cantar, insultaba a Dios para que me dejara tranquilo diciéndole que lo odiaba, hasta que comencé a sentir que corrían las lágrimas. Me tapaba la cara porque me daba vergüenza que la gente me viera llorar, pero la alabanza seguía sonando en mi corazón.

Esa tarde en la plaza de Talca estaban los jóvenes de la iglesia Alianza cantando el himno lema de la juventud que decía “el Señor te está llamando para ir a su lado a luchar”. Más tarde no me podía controlar y lloraba por las calles. Cuando llegué a mi casa le pedí a mi hija que me trajera el libro donde mi esposa tenía las alabanzas de la iglesia, para buscar la alabanza que había escuchado. Mi hija comenzó a llorar, me pedía que no rompiera el cuaderno de su mamá, le dije que no lo haría y que me ayudara a cantar. Mientras cantábamos comencé a llorar, le pedí a mi hija que fuéramos donde estaba mi esposa cocinando. Ella lloraba, caían sus lágrimas en el lavaplatos.

Me pedía que no le pegara más e insistía que me burlaba de las cosas de Dios. Le expliqué lo que estaba pasando y le pedí que cantáramos los tres en la vigilia que harían esa noche.

Fuimos a la Iglesia, mientras entonábamos la alabanza, la gente comenzó a llorar. Cuando terminamos yo me fui a la puerta para retirarme del lugar, pero en ese momento el pastor dijo: _ ¿Ustedes creen que el Señor habla? Todos dijeron ¡Amén! (Como yo lo odiaba, en mi mente pensé, ¿qué va a decir este?. Él dijo: “esta noche hay un amigo mío, el Señor dice que ya no será más mi amigo, sino mi hermano. Me refiero a ti, mi hermano Arnoldo Núñez”.

Estuve llorando cuatro horas seguidas. Cuando me di cuenta, estaba bañado en lágrimas. Desde ese bendito día cinco de agosto, nunca más dejé de seguir y servir al Señor. Nadie me dijo que levantara la mano, nadie hizo que repitiera una oración, es el Espíritu Santo

quien convence de pecado. ¡Aleluya!Dice la palabra “No es con espada, ni con ejército, más con su Santo Espíritu”. He sido muy bendecido, el Señor ha tenido mucha misericordia de mí. Recibo mucho amor y apoyo de mi Iglesia. Dios me ha sanado de Lupus y diabetes. Él me ha enviado a contar mi testimonio a Ecuador, Brasil y Argentina, en donde drogadictos han entregado sus vidas a Dios. Actualmente trabajo junto a un grupo de hermanos que tienen pasión por las almas y la misión. Fui enviado por Dios a un lugar en el campo llamado Pillay a abrir obra, y ahora Dios está tocando fuertemente mi corazón por otro lugar cerca de Talca. Puedo decir Eben-ezer, Gracias Señor!

Hno. Aroldo Nuñez

Miembro de la I Acym de Talca Presidente MIVA local y coordinador de distrito MIVA.

ANECDOTAS

CHARLES SPURGEON Una interesante anécdota le ocurrió a Spurgeon cuando viajaba en un tren a un cierto lugar. Después de un rato de que el tren partió, Spurgeon súbitamente descubrió que había perdido su boleto; más aún, se dio cuenta que había salido de casa sin un centavo en su bolsillo.

Un pasajero sentado a su lado, expresó su preocupación por su aprieto, pero Spurgeon simplemente le declaró: “voy viajando en los asuntos del Señor y estoy seguro que todo estará bien, que todo saldrá bien. He experimentado tantas intervenciones de la Divina Providencia, tanto en asuntos pequeños como en otros muy grandes, que siento que independientemente de lo que me suceda, voy a terminar cayendo a Sus pies agradecido.”

Cuando el tren llegó finalmente a su destino, el responsable de verificar los boletos, entró al compartimiento en que se encontraba Spurgeon.

Cuando el recolector miró a la persona que estaba junto a Spurgeon, hizo una venia mostrando evidencias de que se conocían. Entonces el acompañante de Spurgeon le dijo: ‘todo está bien’. El recolector inmediatamente dio la vuelta y salió, sin pedir los boletos. En la providencia de Dios, resulta que el compañero de viaje de Spurgeon era el gerente del ferrocarril.

Ambos, él y Spurgeon, consideraron el incidente como una prueba divina de la provisión y el cuidado de Dios para aquellos que confían en Él, tanto en los pequeños detalles como en los grandes asuntos de la vida.

Chantaje Charles Spurgeon recibió una vez una carta de chantaje en el sentido de que si no entregaba dinero a sus autores, ellos publicarían en los periódicos algunas cosas difamatorias sobre él que arruinarían su ministerio público. Como respuesta se limitó a dejarles otra carta: “A ustedes y a sus iguales se les pide divulgar por todo el mundo lo que sepan sobre mí”. Él sabía que su vida era intachable ante los hombres y que, por lo tanto, esas acusaciones no podrían afectar su carácter.

Tomado de La santidad personal en momentos de tentación, de Bruce Wilkinson.

TESTIMONIOS

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VIDA DIARIA

Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?

Deuteronomio 10:12 18

VIDA DIARIA

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ENTREGA DE TURNO En nuestro mundo laboral, a muchos de nosotros nos toca trabajar en un sistema de turnos.

Grandes y pequeños grupos de trabajadores alternan jornadas laborales para mantener funcionando las labores productivas las 24 horas del día Y quienes tienen cargos de responsabilidad, al final de la jornada, deben entregar turno.

Es en este acto cuando “el turnante” que termina su labor da cuenta (a quien recibe el mando) de las actividades realizadas durante ese periodo: los objetivos logrados, los objetivos no logrados y las actividades que quedaron pendientes o en curso de concretarse, se informa además de los imprevistos y los contratiempos o problemas.

Así, por ejemplo, el Médico saliente de turno, le informa a su colega de los pacientes a su cuidado, de los que ya están tratados, de los que están pendientes de algún procedimiento, de los trasladados, de los que están complicados, etc.

Lo mismo la enfermera de una Unidad de Cuidados Intensivos, lo mismo

el policía de guardia, o el Ingeniero a cargo de las faenas, el Capataz en las labores agrícolas, etc. etc.

Todos los que entregamos turno en nuestros trabajos debemos informar de lo logrado y de lo que no se ha logrado, de lo que nos quedó pendiente y de lo que dejamos listo para el siguiente grupo.

Espiritualmente, va a llegar un día en que el Señor nos va a pedir que “entreguemos nuestro turno”, Él nos va a pedir cuentas de cómo fue y qué hicimos durante nuestra vida terrenal, la cual nos dio por su sola voluntad y misericordia.

Me pregunto: ¿qué le vamos a decir al Señor respecto de nuestro turno? ¿Y qué le va a importar a Él de los logros o fracasos de nuestra vida?

Ciertamente Dios no nos va a pedir que rindamos cuenta por nuestros afanes.

No nos va a preguntar si fuimos buenos profesionales, si logramos las metas laborales o productivas.

Tampoco nos va a pedir que le hablemos de nuestros triunfos, de nuestros premios y reconocimientos, de nuestros avances científicos, de nuestros logros técnicos, etc.

Cuando le entreguemos nuestro turno al Señor, no le van a interesar las horas, los días y los años que dedicamos a nuestros afanes.

Lo que verdaderamente le va a interesar es cuanto tiempo de nuestra vida se lo dedicamos a Él.

Nos va a preguntar cuánto, y de que forma, durante esta vida terrenal nos dedicamos a buscarlo a Él, a su reino y su justicia.

Le va a interesar saber el tiempo que dedicamos a confiar en Él, a estudiar, a creer y a obedecer su palabra.

Nos va a preguntar si, durante nuestro turno, fuimos sus adoradores en Espíritu y en Verdad.

Personalmente, reconozco que, de un tiempo a acá, me ocupa este tema.

Me ocupa analizar si mi Dios está siendo sólo “un aspecto más de mi vida”; si mi fe en Cristo es sólo “un ítem más” de mis intereses o actividades.

Y no me refiero a la caricatura del cristiano “dominguero”, porque si estuviera en ese caso tendría muy claro que mi entrega de turno sería un fracaso.

Su mandamiento es claro: Deuteronomio 10:12 dice: “Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?”. Y en Juan 4:24 dice “Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad”.

Ciertamente yo me esfuerzo y me gozo participando de la obra en mi iglesia. Pero quiero que TODA MI VIDA, que TODOS MIS AFANES, que TODAS MIS ACTIVIDADES, y QUE TODO LO QUE RESTA DE MI TURNO sean dedicados a Él.

La Palabra de Dios, una y otra vez nos pide una vida de santidad: 1 Pedro 1:14-16 dice: “como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”.

Es cierto, se ve una tarea difícil, pero la santificación es un proceso, mucho más largo y más lento que la conversión. Y eso no nos debe desanimar.

Es un proceso necesario para que, el día en que “entreguemos turno” podamos decirle al Señor que durante nuestra vida terrenal fuimos obreros fieles, oidores y hacedores de su Palabra (Santiago 1:22) Ademas tenemos ayuda para ser santos… para entregar bien el turno: Su palabra dice que por la Gracias de Dios fuimos salvados, redimidos y vamos a ser PURIFICADOS :”Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”. (Tito 2:11-14).

Y sabemos que Dios no nos va a fallar: Filipenses 1:6 dice “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”.

Además, como todo jefe de turno, contamos con un “Manual de Consultas”: 2ª Timoteo 3:16 nos recuerda: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,” y Deuteronomio 29:29 nos confirma: “Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.”

Nada ha sido descuidado en el perfecto plan del Señor, una vez que hemos creído en Él, somos sellados con el Espíritu Santo de la promesa: “Que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria” (Efesios 1:14.)

Arras significa “garantía”, es decir, que el Espíritu Santo es la garantía que tenemos de parte de Dios de que nos dará la herencia que nos prometió.

Por lo tanto, durante el tiempo que estemos “de turno” en esta vida terrenal sólo nos debe ocupar darle a Dios la honra, la gloria y la alabanza en TODO. Debemos cumplir con nuestras obligaciones cristianas, y para ello nos hace bien leer los capítulos 12 al 15 de la carta a los Romanos. Hay en ellos (como en muchos otros capítulos del Antiguo y Nuevo Testamento) un verdadero instructivo para vivir conforme a la voluntad de nuestro Señor.

Bueno, ese es mi objetivo: quiero cumplir bien mi labor espiritual, quiero hacer la voluntad del Señor,…quiero entregar bien mi turno.

Para no desmayar, para no dejarme abatir por las dificultades que encuentre, finalmente me tomo de la siguiente promesa: Salmos 145:17-19 “Justo es Jehová en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras.

Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras.

Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará”.

Amén, Amén, Gloria a Dios por su palabra!!!

Un abrazo afectuoso, a todos mis amigos que “están de turno”

Manuel Mardones Torres

Presidente Ministerio de Varones H24 ACyM-Lintz, Puerto Montt.

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PARA QUE LOS NIÑOS SEAN FELICES, NO HACE FALTA LLEVARLOS A LA IGLESIA Lo dice un estudio de la British Columbia University de Canadá. Asegura que el temperamento, las relaciones sociales y la espiritualidad son factores más importantes.

Las prácticas religiosas, como ir a la iglesia y orar, son poco influyentes a la hora de determinar el grado de la felicidad en un niño. Así lo revela un estudio de la British Columbia University de Canadá, realizado por Mark Holder y sus colegas: Ben Coleman y Judi Wallace.

Ellos determinaron que la espiritualidad, entendida como “sistema de confianza interior de una persona”, y el “temperamento” son los factores más importantes para que los niños sean felices. La investigación fue publicada en el último número de la revista “Springer’s Journal of Happiness Studies”.

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El estudio consistió en analizar la felicidad de 320 niños de entre 8 y 12 años procedentes de cuatro colegios públicos y dos religiosos de Canadá a través de cuestionarios que rellenaron ellos y sus padres. En los resultados se determinó que los niños más felices son los que sienten que su vida tiene sentido y los que desarrollan relaciones interpersonales más profundas.

Diversos estudios han relacionado la religiosidad y la espiritualidad con la felicidad de adultos y adolescentes, pero existen pocas investigaciones hechas con niños. Por ello, el equipo de Holder investigó la influencia de estas dos características sobre la felicidad infantil.

Los aspectos personales íntimos, como la autoestima y la concepción del sentido de la vida, y los aspectos comunitarios: la calidad de las relaciones personales, son los factores más determinantes en la felicidad de un niño.

También el comportamiento es importante: los niños más sociables y menos tímidos son más felices. Sin embargo, explican los investigadores, las prácticas religiosas (orar, meditación y participación en los rituales eclesiásticos) tienen muy poco efecto sobre la felicidad de los más pequeños.

FUENTE: AGENCIAS (Diario El Clarín) ¿Religiosidad o herramientas para la vida?

Si te has preguntado si debes llevar a tus hijos a la iglesia, o si debes enseñarles disciplinas espirituales, entonces debes de saber que la primera misión de los padres es: llevar a los hijos a Dios y que hay bendiciones que pueden ser experimentadas en la iglesia.

El deseo del corazón de Dios es que “no se pierda ni uno solo de estos pequeños” Mateo 18:14 No hay mejor herencia para un hijo que la fe y la confianza en Dios; no hay mejor regalo que acercarles al Señor; no hay mejor misión para una familia que enseñar a un hijo a comunicarse con Dios y a manifestarle su gratitud y alabanza desde que puede emitir ruidos, sonidos y su lenguaje se va desarrollando. El salmista dijo: “De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemi-

gos, para hacer callar al enemigo y al vengativo.” Salmos 8:2 En la transmisión de la fe a los hijos, nos jugamos mucho, no sólo el futuro de la sociedad o de la Iglesia, sino la felicidad terrena y la salvación eterna de los propios niños.

En una sociedad en que la gente aparenta ser feliz y sufre por no tener lo que los demás tienen o temen perder lo que han conseguido, la expectativa que cada uno tiene de la felicidad depende mucho de las necesidades y aspiraciones o del temor de perder lo que la proporciona.

Por eso la felicidad que podemos adquirir en el mundo es relativa, y es frágil. Además porque nadie puede tener tanto poder como para garantizar que lo que hoy le proporciona felicidad no lo pueda perder o que lo que ha conseguido pueda disfrutarlo por siempre.

Al hablar de herramientas para la vida que les aporten felicidad a nuestros niños, no hablamos de idolatría, o simple religiosidad, hablamos de darles instrumentos significativos que les ayuden en su diario vivir y le aporten la verdadera fuente de gozo ante las adversidades, los desafíos, los temores, las dudas, las presiones.

La enseñanza de la Palabra en el hogar y profundizada en la Iglesia, la oración en todo tiempo (gratitud, intercesión, adoración, etc.), la comunión con su hermanos en la fe y el participar de las actividades enfocadas a sus necesidades o masivas dirigidas a las familias, pondrán en su manos lo necesario para tener vidas victoriosas.

El salmista deja manifiesto en el Salmos 84 su deseo de estar en la casa del Padre: “Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.

Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad” Debemos inculcar a los niños la importancia de congregarse, ellos son parte del cuerpo de Cristo, por lo tanto tienen un lugar especial y único en este, pueden ser usados por Dios, ya que al recibir a Cristo han sido honrados con dones y talentos.

A menudo, los padres están ocupados con el trabajo o deberes en la casa y quieren tomar un descanso de ciertas obligaciones. La iglesia se convierte en una de esas “obligaciones” de las cuales los padres piensan que pueden omitir y a cambio tomar ese tiempo para descansar o hacer otras actividades que parez-

can ser más importantes. Faltar a la iglesia de vez en cuando es entendible, pero él no asistir a la iglesia de forma regular porque no hay tiempo, o dejarlos en la puerta e irnos a descansar a casa, no debe ser el ejemplo que presentemos a nuestros niños.

Debemos promover la asistencia a los servicios, esta es una de las forma prácticas de enseñarles búsqueda, compromiso, comunión y de unir su corazón al de Dios por medio de la adoración y la alabanza…

Debemos Enseñar a los niños la importancia de la lectura diaria de la Biblia, ya que ella es la Palabra de Dios, allí encontramos lo que Dios nos quiere decir, para que vivamos conforme a lo que Él desea. “Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.”

Salmos 119: 103 Enseñarles la Biblia en el hogar y en la iglesia es decisivo para habilitar la capacidad de los niños de saber y de entender el amor y el plan de Dios para su vida. Esta es la base para construir una fundación cristiana dentro de cada niño, no sólo permitirá que los niños aprendan sobre Dios, sino que inculcará valores cristianos dentro de ellos. Los niños deben aprender desde temprano las Sagradas Escrituras, las cosas que Dios hizo, las maneras de actuar y propósitos de Dios, para fomentar un interés genuino hacia la iglesia y la Biblia mientras que aún estén pequeños. La instrucción debe comenzar cuando el niño es un bebé. “Instruye al niño en el camino correcto y aún en su vejez no lo abandonará.” Proverbios 22: 6 , no hay duda que la niñez es la época perfecta para comenzar a construir

el fundamento cristiano.

“Siempre recuerdo una etapa en la vida de mi familia, cuando mis hijos mayores eran pequeños, la situación financiera de mi hogar se había vuelto muy difícil, durante las primeras semanas no nos dimos cuenta como esto afectaba a los niños, estábamos muy preocupados en buscar la solución y no en dejar que Dios usara esta situación para ayudar a nuestros hijos a crecer en Él. Cuando nuestros ojos fueron abiertos, aún estábamos a tiempo de ser canal de bendición para sus vidas, y nos propusimos mostrarles el amor de Dios en cada bendición recibida, cada instancia de oración ya sea en casa o en la Iglesia era el momento exacto para que ellos abrieran su corazones y manifestaran sus anhelos y deseos, las historias nocturnas de personajes bíblicos eran el puente que Dios usaba para trasladar esa verdad espiritual a sus pequeños pero angustiados corazones, todo tiempo de comunión y de servicios en la Iglesia, era el momento que el Padre usaba para levantar sus espíritus, sentirse amados y aceptados, el resultado en poco tiempo fue visible, eran niños felices en tiempo de aflicción….”

Un maestro bíblico señalo que nuestro testimonio e instrucción como Padres son: un modo imborrable de transmitir la fe que deja una huella y un sello interior mucho más firme que cualquier argumento verbal. Un niño, lo que necesita es vivir la vida así. Conocer y saber que Dios está a su lado a través de tu testimonio y tus palabras de fe, esto da al niño un eje interior que nadie puede romper» «Los niños no sólo tienen capacidad para relacionarse con Je-

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sús, sino también necesidad. Es un derecho de todo niño el ser acercado a Dios, y es un deber nuestro hacerlo... es una obligación moral llevarlos a Él. Es muy importante que un niño nunca recuerde el día en que empezaron a hablarle de Jesús, porque eso significa que fue desde siempre. Y esta tarea comienza ciertamente en la familia, apoyada por la Iglesia» George Barna comenta en su libro “Cómo transformar a los niños en campeones espirituales” que para construir la Iglesia del mañana hay que comenzar con los niños de hoy. En los términos más sencillos, cultivar una visión bíblica del mundo significa aprender a pensar y a actuar como Jesús, pero ¿cómo pueden la iglesia y los padres instruir en algo que sus propios padres nunca supieron cómo enseñarle? Muchos de ellos nunca tuvieron una formación espiritual desde pequeños, así que buscan que la Iglesia se las brinde a sus hijos. El problema es que con frecuencia la iglesia se centra en los adolecentes y en los adultos, sin lograr darse cuenta de que el desarrollo moral de un niño queda establecido alrededor de los nueve años de edad.

Por eso es tan importante transmitir la fe a los hijos, y hacerlo bien. ¿De qué forma podemos hacerlo? ¿Qué herramientas nos dado el Padre para transmitirles la fe y enseñarles el valor de la verdadera felicidad?

DEBEMOS SER ejemplo “práctico” de lo que DIOS puede hacer en el corazón del hombre: * LLEVANDOLOS y acompañándolos a la Iglesia, es una de las mejores maneras de ponerlos en la trayectoria a la salvación, la vida para Dios, y la comunión con su familia espiritual. Antes de salir de casa, orienta a tu hijo, sobre la conducta correcta al encontrarse en la Iglesia: Hazlo con mucho amor y ternura, para no formar una impresión negativa de Dios o el lugar de reunión. Enfoca la asistencia al templo como una bendición y no como un deber simplemente. * COMPARTIENDO permanentemente con los niños la adoración a Dios y el aprendizaje de la Palabra a través de devocionales familiares, en historia bíblicas antes de dormir, cds de música cristiana infantil, promover la

memorización de versículos bíblicos, etc. * DANDO, invitándolos a separar sus ofrendas o llevarlos de la mano al altar cuando ofrendes o entregues tu diezmo. Promover en ellos el amor al prójimo, compartiendo sus bienes con quienes tienen menos. Tu ejemplo es la mejor educación que pueden recibir. * ORANDO, por ellos cuando son bebés y luego enseñándoles a orar cuando son niños, darles libertad para exponer sus peticiones y anhelos de sus corazones delante de Dios para después agradecer por las bendiciones y respuestas recibidas.

Sin duda como Padres queremos lo mejor para nuestros hijos, que sean y vivan felices. Dios como Padre también desea lo mejor para sus hijos, les ofrece una vida abundante “…yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Juan 10:10b.

Dios nos ofrece un refugio, donde EL pueda brindarnos protección, cuidado y fuerza para vivir conforme a su propósito; así como corrección, orientación y disciplina, nos ha dado un cuerpo, Su Iglesia, nos ha provisto de recursos y debemos aprovecharlos. Junto a nuestros hijos podemos ser edificados, fortalecidos y bendecidos, esto les llevará a cumplir el propósito de Dios para sus vidas y lo más maravilloso, es que tendrá tal efecto que aún en tiempos de aflicción, podremos tener niños felices.

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.

Salmos 40:8

Andrea Maldonado Directora Salud y Vida

Citas notables sobre la Salvación “Una de las cosas grandiosas y liberadoras del cristianismo es que lo saca a uno del fango y lo levanta . ¡Manténgase arriba! No actúe como los impíos” Autor: John MacArthur “Prefiero traer un pecador a Jesucristo, que descubrir todos los misterios de las Escrituras, porque la salvación es la única razón por la que estamos vivos” Autor: Charles H. Spurgeon “Un corazón santo y un andar obediente son la evidencia bíblica de haber sido justificado por Dios.”

Autor: A.W. Pink “La salvación es una acción de Dios con dimensión triple: es un hecho ya realizado, una experiencia que continúa en el presente, y una consumación todavía futura.”

Autor: George Bradford Caird “El hijo de Dios se hizo hombre, para que los hombres pudieran ser hijos de Dios” Autor: C. S. Lewis

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CITAS NOTABLES

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“El plan de redención nació en el corazón de Dios. El diseñó el plan en la eternidad, sin que medie la voluntad del hombre. El plan de salvación es la expresión pura y perfecta del amor de Dios para con sus criaturas.”

Autor: Samuel Soto “Así que estoy ansioso para predicarles la Buena Noticia” Rom 1:15 (NTV) Sean fervientes. Fervor intenso, con todo el corazón entregado a Cristo, una pasión por la cruz, el entusiasmo de todo nuestro ser para el Maestro y para la humanidad – esto es lo que el Señor espera de nosotros. Esto es lo que la cruz merece, esto es lo que el mundo necesita y lo que esta generación tiene el derecho de buscar en nosotros.

A nuestro alrededor, todo está intensamente vivo. La vida es cosa seria, la muerte es cosa seria, la humanidad es cosa seria, los negocios, el conocimiento y esta generación son cosa seria. Que Dios nos perdone si nos quedamos apáticos ante la severidad de los tiempos de crisis en los que vivimos. ¡Oh, por un bautismo de fuego! ¡Oh, por el carbón vivo sobre los labios encendidos de

amor! ¡Oh, por hombres y mujeres poseídos por Dios y totalmente rendidos, entendiendo la gran idea de Dios y avanzando hacia la meta para ganar “el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14) Todo el mundo para Jesús será mi oración Para siempre mi lema será El para mí.

Todo el mundo para Jesús, Señor, ven pronto Trae tu Reino prometido y llévanos a casa.

A.B. Simpson PASION POR LA CRUZ Tomado del Libro Devocional Días del Cielo sobre la tierra 19 de Febrero

Lecturas para la vida Cristiana EDIFICANDO Amor Redentor Por Gloria Forner

Género: Novela Autor: Francine Rivers Editorial: Tyndale House Publishers, 2007 399 páginas Aún aquellos que dicen que “no les gusta leer” no podrán dejar esta novela a medias y la terminarán con un tiempo de alabanza y gratitud a Dios por su amor incondicional para nuestras vidas.

La exitosa autora Francine Rivers relata nuevamente la historia bíblica de amor de Gómer y Oseas en una historia ambientada con el emocionante telón de fondo de la fiebre del oro de California de los años 1850. La protagonista, Ángela, es una joven mujer que fue vendida para la prostitución cuando era niña. Miguel Oseas es un hombre piadoso enviado a la vida de Ángela para atraerla al amor redentor del Salvador. Esta notable novela ha vendido más de medio millón de copias y está entre los veinte primeros de la lista de mayores éxitos de ventas de libros de ficción de la ECPA por cuatro años consecutivos. Ahora viene también con una sección de estudio bíblico. Amor Redentor, un nuevo y poderoso relato del libro de Oseas, es una historia que cambia la vida por el amor incondicional, redentor y apasionado de Dios.

ALTA CRITICA Las Confesiones Por Santiago Garro

Género: Libro autobiografico.

Autor: Agustín de Hipona Editorial: Ediciones Palabra Publicación.

304 páginas Uno de los buenos espacios formativos con los que contamos los cristianos y cristianas es la buena lectura, la que nos ayuda a crecer y acercarnos más a la Palabra de Dios. Sería contraproducente invitar a la lectura de la Biblia y sonaría hasta ofensivo, porque damos por hecho su constante lectura.

Hoy se publica mucho, y quedamos absortos ante tanta producción literaria, aunque en realidad no todo merece nuestra atención, pues hay que reaprender a leer para que sea un buen tiempo formativo.

Es un poco extraño que alguien pregunte qué leer, o qué piensa de tal libro, pero los hay. El libro ocupa un espacio único en nuestra formación, ya que desde el púlpito o en nuestros estudios a nivel de iglesia es imposible satisfacer tantas demandas temáticas.

Por otro lado se debe enfrentar la pereza de quienes prefieren escuchar “un tema” a leer un libro, pero los hay. Sin embargo también hay otros que no sólo desarrollan el buen hábito de la lectura, sino que se dejan alimentar por tantos que en algún momento pensaron como Job: “¡Cómo quisiera que mis palabras se escribieran, y que en un libro quedaran registradas! ¡Cómo quisiera que se grabaran con cincel, y para siempre quedaran esculpidas en piedra! Yo sé que mi Redentor vive…” (Job, 19:23-25), y nos han legado sus “palabras escritas”. Ahora el desafío es: ¿qué leer?

Hace tiempo leía en una revista de liderazgo cristiano una entrevista a algunos de los líderes de iglesias latinoamericanas sobre cuáles serían los libros que todo cristiano y cristiana debería leer alguna vez en su vida como

forma de enriquecerla con la buena lectura, llegando a cinco libros como consenso. Los comparto en orden cronológico: Las Confesiones, de Agustín de Hipona; El Progreso del Peregrino, de John Bunyan; Discurso a mis Estudiantes, de Charles Spurgeon; El Precio de la Gracia, de Dietrich Bonhoeffer; y Mero Cristianismo, de C.S. Lewis.

La elección puede ser valorada o discutida, pero asumiremos el consenso, para efectos de recomendar su lectura y trataremos de encontrar las razones de por qué su elección y relevancia para la vida cristiana. Partiremos de acuerdo al orden presentado, y espero en una próxima oportunidad seguir con cada uno de ellos.

Aurelius Augustinus (Agustín), obispo de Hipona en el norte de África, reconocido como uno de los más grandes padres latinos de la iglesia, nació en el año 354, de madre cristiana, y murió en el 430. Perteneciente a una familia de clase media, en el contexto del Imperio Romano, fue educado en la retórica y en la formación cristiana a partir de su madre, pero apasionado por el teatro y de una falta de dominio de su “pasiones”, que lo llevó a un matrimonio no “oficial”.

Debido a su desilusión con el estilo y forma de la Biblia y más atraído por la filosofía, como ésa búsqueda de la “sabiduría”, se precipitó en el maniqueísmo, renunciando posteriormente a ello debido a que no pudo satisfacer sus pretensiones intelectuales. Convertido en maestro de retórica, se dirigió a Milán para continuar su formación, tentando primero por el escepticismo académico, sucumbió ante la erudita elocuencia y uso de la alegoría, en la predicación por parte de Ambrosio, obispo de Milán.

Su lucha con la fe cristiana llegó a su fin en el 386, cuando tenía treinta y dos años. En medio de su búsqueda y lucha salió al jardín de la casa donde se alojaba en busca de soledad. “El tumulto de mi corazón me sacó al jardín”, escribía en sus Confesiones, “me estaba torciendo y retorciendo en mis propias cadenas”, y al escuchar en el jardín la lectura de Romanos 13:13-14 lo recuerda así: “¿Hasta cuándo, hasta cuándo ¡mañana! ¡mañana!? ¿por qué no hoy? ¿por qué no poner fin a mis torpezas en esta hora?” Decía estas cosas y lloraba con amarguísima contrición de mi corazón. Mas he aquí que oigo de la casa vecina una voz, como de niño o niña, que decía cantando, y repetía muchas veces: “Toma y lee, toma y lee”.” Al tomar la lectura de Romanos, concluye diciendo: “No deseaba ni necesitaba leer más. De inmediato, con las últimas palabras de esa frase, fue como si una luz de alivio frente a toda mi ansiedad inundó mi corazón.

Todas las sombras de duda se desvanecieron.”

Las Confesiones, es un testimonio autobiográfico que abarca desde la infancia hasta su conversión. Como autobiografía “interior”, es una de las obras más originales de la literatura en general, ya que nos presenta de manera reflexiva, a la introspección y a la memoria, como fuente para la literatura. La obra compuesta de trece libros (“capítulos”), básicamente autobiográficos, filosóficos y teológicos, nos cuentan el atormentado recorrido de su viaje hasta llegar a la conversión cristiana. Sus confesiones, no sólo son confesión de los pecados, su miseria, sino que también son una confesión de la gloria de Dios, su grandeza, del ser de Dios. Así que su lectura nos aporta lo que podríamos llamar un camino para encontrar a Dios, para conocerlo, cómo, a través de nuestras propias historias personales. He ahí lo actual de su lectura, que lo han convertido en un clásico de la literatura universal, pero al leerlo debemos ponerlo en su contexto y tiempo.

Su lectura además, es un desafío para nuestros itinerarios de búsquedas de Dios, de la vida, del sentido; pero también para renovar esa disciplina de la confesión tan ausente en nuestros días, a pesar de la aparente comunicación existente. Nos mostramos tremendamente reservados, ajenos el uno del otro, de aquellos procesos de vida que nos han conducido a Dios a partir de nuestras miserias y que finalmente en la gracia de Dios, podemos decir, aún no he llegado a lo que soy en Cristo, porque aún queda mucho por recorrer. En palabras de Agustín podemos decir: “La confesión de las obras malas es el primer comienzo de las obras buenas”.

Buen tiempo de lectura acompañado por Agustín, Las Confesiones.

LECTURAS PARA LA VIDA CRISTIANA

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