ALIANZA CRISTIANA Y MISIONERA
1897- 2017
Contenidos Presentación 03 Visión, Misión, Emblemas 04 Palabras del Presidente 05 Historia: 120 años de la Alianza Chilena
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Ministerios Eclesiásticos 08 10 12 14
Unión Femenina Varones Aliancistas Jóvenes Aliancistas Juveniles Aliancistas
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Ministerios Para-eclesiásticos 16 Seminario Teológico Aliancista 18 Departamento Nacional de Misiones 20 Departamento Educación Cristiana 21 Hogar de Niñas La Granja 22 Ministerio de Avance Rural 23 Ministerio Semejantes
Nuestra Visión
Nuestra Misión
Nuestra visión es ser una Iglesia Cristocéntrica, adoradora, guiada por el Espíritu de Dios, cimentada en la Escritura, con una vida profunda, que sea reconocida por vivir en santidad y que expanda esta nueva manera de vivir a toda la humanidad.
Nuestra misión es dar a conocer la sabiduría de Dios en toda su diversidad, conforme al eterno propósito realizado en Cristo Jesús para la redención de la humanidad. (Ef. 3. 10 – 11)
Nuestros Emblemas
La cruz representa que Cristo es Nuestro Salvador. Creemos que Jesús es el único camino hacia Dios. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:16); “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. (Hechos 4:12). La copa representa que Cristo es nuestro santificador.
Creemos en el Espíritu Santo de Dios y en su llenura, único medio por el cual podemos llevar una vida cristiana santa y victoriosa. Jesús dijo: “ Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada”. (Juan 15:5)
El jarro representa que Cristo es nuestro sanador. Creemos que Jesucristo tiene poder para sanar cualquier enfermedad: “Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos”. (Marcos 6:56). Con su muerte en la cruz, Jesús proveyó el medio para que todos pudiésemos alcanzar la sanidad de nuestros cuerpos: “y por su llaga fuimos nosotros curados”. (Isaías 53:5) La corona representa a Cristo como nuestro Rey que viene pronto.
Creemos en la segunda venida de Jesucristo y en el rapto de la Iglesia. “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá
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el fin”. (Mateo 24:14)―Sí, yo soy —dijo Jesús—. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo”. (Marcos 14:62) El globo terráqueo significa nuestro propósito de dar cumplimiento a la Gran Comisión
El Señor insta a sus seguidores: “de gracia recibieron, den de gracia” al mismo tiempo que los envía a predicar su palabra por todo el mundo. Este llamado continuará hasta que el evangelio haya alcanzado a todas las naciones y él vuelva nuevamente. “Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin”.(Mateo 24:14)
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Levantémonos ante una nueva generación Palabras del presidente Durante este año 2017, la Alianza Cristiana y Misionera llega a sus 120 años de existencia en Chile, esparciendo la semilla del evangelio en centros urbanos, sectores rurales, poblados lejanos y grandes ciudades que forman parte de nuestro querido país. En esta maravillosa tarea han tomado protagonismo muchos hombres y mujeres, quienes incluso, arriesgando su propia integridad física, llevaron la Palabra de Dios a cada hombre, mujer, niños y niñas que requerían oír acerca del amor de Dios para sus vidas. Luego de estos 120 años recorridos, y ante el Chile de hoy tan distinto y desafiante, la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera tiene la misión ineludible de ser pertinente a esta generación en la cual vivimos. A la luz de lo sucedido en la historia reciente, pero principalmente colocando la mirada hacia delante, cada comunidad de creyentes, cada iglesia local, que es el eje de la misión cristiana, debe levantarse para dar a conocer la sabiduría de Dios a esta nueva generación.
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Frente a esta sociedad en la cual hoy nos corresponde vivir como iglesia, hay dos acciones fundamentales que debemos ejercer; la primera es humillarnos ante Dios para recibir de
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Él, la gracia, la sabiduría, los principios escriturales y el poder sobrenatural para alcanzar a esta nueva generación ante la cual vivimos. La segunda es levantarnos en el poder del Señor con acciones concretas para acoger y orientar a los niños y niñas de nuestro país, bajo la sabiduría de la Palabra de Dios. Hay que levantarnos de manera creativa llevando el amor, la misericordia y los principios de Dios para la vida de los adolescentes y jóvenes; hombres y mujeres; matrimonios y familias que conforman nuestro país en su diversidad geográfica y cultural. En el Chile del siglo XXI, en que los grandes valores y principios cristianos que sustentaron nuestro país están siendo cuestionados y quitados, tenemos el deber de levantarnos para trabajar con mayor fuerza y creatividad en el traspaso del evangelio de Jesucristo. En estos 120 años de historia hubo diferentes protagonistas que dieron vida a esta iglesia. Gracias a Dios porque esto permitió que el evangelio llegara a nuestras vidas y familias. Ahora es nuestro tiempo de levantarnos para vivir el evangelio en medio de esta sociedad sin Dios. 1897- 2017
Felipe Fierro Bastías Presidente Nacional
120 años de la Alianza Chilena La Alianza Cristiana y Misionera fue fundada el año 1887, en la ciudad de Nueva York, por el Rev. Alberto Benjamín Simpson, pastor presbiteriano de origen canadiense, quien luego de algunos años de ministerio dentro de su iglesia, sintió el llamado a llevar por todo el mundo el mensaje de Cristo en una forma mucho más activa que lo realizado en las iglesias tradicionales.
En 1897 esta organización recibió su reconocimiento legal bajo el nombre de “The Christian and Missionary Alliance”. El Rev. Simpson fue elegido su primer Presidente y Superintendente General, continuando en este cargo hasta su muerte en 1919. Henry Weiss, Apóstol del Sur de Chile
De ascendencia, unos dicen que alemana y otros que holandesa, Henry Weiss nace el año 1867 en los Estados Unidos. Desde temprana edad comienza a servir al Señor, a quien acepta como su Salvador, recibiendo el bautismo en el seno de una congregación menonita. Sus primeros pasos en el campo misionero los hace en su país, entre las tribus indígenas en los estados de Oklahoma y Kansas, donde permanece por un periodo de ocho años, llegando a ocupar un puesto como Superintendente de las escuelas indígenas. Se casa con la misionera Kate Zacharias. El 10 de Marzo de 1897 se embarca con destino a Chile, en compañía de su esposa Kate, con el respaldo y bendición de la Alianza Cristiana y Misionera en Estados Unidos, pero sin ningún apoyo económico. Esto obedece a que en aquella época la Alianza consideraba, erróneamente, a Latinoamérica como una región ya cristianizada, y por lo tanto sin prioridad. El dinero les alcanza sólo para llegar hasta Panamá. Allí, el pastor canadiense Alberto E. Dawson, les presta el dinero necesario para continuar, y ambos, poniendo su vista en Chile, prosiguen juntos el viaje. Lo hacen en tercera clase o entrecubierta, sin mayores comodidades. Su
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esposa Kate viene, además, embarazada en estado muy avanzado.
El viaje en estas condiciones dura cuatro semanas, acomodados de una manera muy precaria entre animales y bultos. Llegan finalmente a Chile, al puerto de Talcahuano, en abril del mismo año 1897, sin muchos conocimientos del idioma, pero llenos de ilusiones y de amor por las almas. Nada les amedrenta, ni el largo camino, sus dificultades y asperezas; ni la incomodidad de los alojamientos, ni la persecución de personas mal intencionadas. Era toda una nueva manera de vivir, pero ellos aceptan todas las dificultades en la esperanza de que Dios haga grandes cosas por intermedio de ellos. Los primeros días deben permanecer en Concepción; esto por un corto tiempo, adaptándose al idioma y costumbres, y pidiendo al Señor un territorio a donde llevar la Palabra de Dios. Allí también nace su primera hija, María.
La esposa del hermano Weiss recuerda en una carta: “Mientras esperábamos en Concepción, el hermano Weiss solía subir a los montes altos de alrededor y reclamaba para Jesús todo lo que sus ojos alcanzaran a ver”. También se dice que el hermano Weiss oraba a orillas del Río BioBio, diciendo: “¡Señor, dame de aquí al sur…!” Emprenden una ardua tarea de evangelización, como pocas en los inicios de la obra evangélica en Chile. Weiss no tenía miedos, fácilmente podía desafiar las penalidades, y tragarse los amargos sinsabores propios de la obra. Su dinamismo lo impulsa a ir de pueblo en pueblo, atravesando las selvas y bosques vírgenes de aquella época. Los ríos y montañas no le eran impedimento en su cruzada de fe. Hacía todas las cosas rápido, pero no de manera impensada; quizás en su interior presentía los pocos años de vida que tenía por delante. Los primeros años son de dura adaptación en todo sentido. El misionero Weiss en carta enviada al Informativo Misionero “Alliance Weekly”, en noviembre de 1899, cuenta que tiene que batallar con el clima adverso, desconocido para él; pero resueltamente está luchando por la causa de Cristo. En una de sus partes la carta dice:
“...había tanta lluvia, que muchos puentes ferroviarios han desaparecido, incluyendo las estaciones, y la línea férrea ha sido destruida por millas y millas.... Nuestro trabajo también ha sufrido, porque ha sido difícil que la gente salga afuera en la noche”. “...había hecho de Chile su segunda patria, y Chile lo amaba como si fuera un nativo; él es el padre legítimo de nuestra obra; el apóstol del trabajo misionero del Sur de Chile, no podía apartarse de la obra que, 6
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humanamente hablando, inspiró con su vida, la ha mantenido con sollozos y gemidos profundos y por vigorizarla ha dado sus fuerzas y su constitución de hierro.” Cuando hizo su última salida de nuestro país, un día 30 de marzo de 1915, en Chile se tenía la esperanza que fuera “un corto descanso y con la esperanza de restablecer por completo su salud”. Pero él no tenía fuerza para desprenderse de un organismo religioso del cual él es la arteria principal”. “¡Descansa noble campeón de la verdad! Y vuelve pronto al país de tus labores e ilusiones evangélicas...vuelve luego a tu obra donde te esperan tus colaboradores…”
¡La verdad es que descansó! Dios lo llamó a su presencia durante el transcurso de ese viaje. Ahora está con sus colaboradores y frutos de su evangelización en el lugar preparado por Dios para sus siervos. Un amigo personal de Henry Weiss, el distinguido misionero presbiteriano, Dr. James MacClean, almorzó con el hermano Weiss en Nueva York poco antes de que este falleciera. Años después el Dr. MacClean comentó: “Henry Weiss fue el hombre más santo que he conocido” (Marzo de 1968).
La hora de su muerte lo encontró en la mejor etapa de su vida, con sólo 48 años, una vida joven entregada de pleno al Señor. Los pocos años que sumaba, en cierta manera son el resultado de una vida entregada con intensidad: No valoraba sus ganancias materiales, al contrario, eran de Su Señor, lo que le llevó en muchas ocasiones a privarse de elementos vitales de alimentación y vestuario con el fin de aportarlos íntegros a la obra en el área de la construcción. El pastor Vital Sanhueza recuerda: “Por años no tuvo un abrigo, y su mesa no fue abundante ni delicada”. Falleció estando en Estados Unidos. Se aprestaba a hablar sobre la misión en Chile en la Conferencia Mundial de la ACYM en Nueva York cuando el Señor lo llamó para entregarle un lugar en su presencia. Esto sucedió al mediodía del 26 de mayo de 1915. Henry Weiss y su esposa Kate realizaron una labor como pocas en el área de las misiones. C. Iván Flores H.
Autor de “Desde territorio Cheyenne a territorio Mapuche”. Un libro que narra la vida y ministerio de Henry Weiss desde su nacimiento a muerte.
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Femenina Aliancista “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad”. Romanos 12:11-13
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Estos versículos expresan muy bien el trabajo que la Unión Femenina Aliancista ha realizado durante todos estos años. La oración ha sido primordial para las mujeres que integran este ministerio, porque saben que sin la oración nada de lo que se ha hecho para la obra del Señor habría sido posible. Si bien la UFA comenzó siendo una obra social en el sur de Chile, atendiendo enfermos y supliendo las necesidades de las personas de ese tiempo, la oración ha sido fundamental.
La enseñanza y la comunión es otro eje esencial, pues han implementado en los grupos femeninos, estudios bíblicos y talleres de estudio con diversos temas, ya sean relacionados directamente con la mujer o de crecimiento espiritual con el fin de fortalecer la fe y sanar heridas del alma. En los retiros distritales, programados por el directorio nacional, la mayor preocupación es trabajar temas de estudio para provecho de cada hermana. El evangelismo también es parte fundamental del ministerio. Hasta hace un tiempo se trabajó fuertemente el evangelismo
persona a persona, en este tiempo han realizado encuentros de mujeres que han dado hermosos frutos.
Por otra parte, a través de la tesoreria nacional, se encargan de apoyar económicamente a diferentes ministerios de la iglesia nacional; misiones, baúl pastoral, pastores en retiro y viudas de pastores. En razón de esto último, realizan la ofrenda anual del culto de navidad que celebra cada iglesia, junto con ello ayudan con recursos a las escuelas de la Corporación y al Hogar de Niñas de la Granja, en La Pintana. Sin duda, la Unión Femenina Aliancista seguirá haciendo todo lo mencionado anteriormente y lo que Dios determine para seguir siendo de bendición a tantas mujeres que en este momento son parte de esta hermosa obra y a todas las que seguirán sumándose.
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Ministerio de
Aliancistas “Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del SEÑOR se deleita, y día y noche medita en ella”. Salmos 1.1-2 Este Ministerio nace con el objetivo de integrar a los hombres aliancistas, habiéndose reunido por primera vez, nuestros hermanos, en la ciudad de Collipulli, los días 6, 7 y 8 de diciembre del año 1969 y desde entonces se reúnen una vez al año en distintas ciudades del país.
Uno de los principales objetivos de este ministerio es alcanzar a otros hombres con el evangelio de Jesucristo, y también crear lazos de amistad, compañerismo
y apoyo entre los hermanos aliancistas con la finalidad de que el trabajo que se realiza sea orientado de acuerdo a las necesidades de cada iglesia.
“El señor Jesucristo nos entregó en nuestras manos un tesoro, por lo tanto esa salvación que cada uno de nosotros recibió, así también otros la necesitan, aquellos que aún no la han recibido somos nosotros quien debemos llevar la palabra de Dios en donde Dios nos ha puesto”.
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Evangélica Aliancista “Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza”. 1Timoteo 4.12
La Juventud Evangélica Aliancista fue conformada formalmente como Institución en octubre de 1930. Desde entonces, este ministerio ha venido desarrollando planes de trabajo que buscan principalmente anunciar el Evangelio de salvación por medio de Jesús, además de promover instancias de comunión y capacitación espiritual y doctrinal, a fin de llevar a los jóvenes a un crecimiento y compromiso visible con Cristo y asumir nuestro rol como Iglesia. “Dios bendiga nuestra amada juventud, sus integrantes, sus líderes y cada pastor que dedica un especial tiempo
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a guiarlos y acompañarles en su crecimiento. Dios nos de la sabiduría para conducirnos como conviene y siempre guiados por su Espíritu Santo. Los tiempos cambian, las tendencias cambian, las estrategias varían, incluso la forma de ser iglesia y hacer misión pueden variar, pero el Señor sigue siendo el mismo hoy y por siempre y su Palabra permanece por siempre. En esta verdad y sobre esta base queremos seguir caminando y construyendo, de tal manera que cuando pasen los años, podamos decir como el apóstol Pablo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe…”
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Ministerio Nacional de
“Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio”. 2 Timoteo 2.22 El Ministerio Nacional de Juveniles ha entregado un espacio de crecimiento a varias generaciones de adolescentes en los Encuentros Nacionales de Juveniles realizados en nuestro país a partir del año 1989. Muchos que pertenecieron a esas primeras generaciones son en la actualidad líderes o pastores en la iglesia local. Somos parte de la Misión de Dios, facilitando oportunidades de desarrollo y crecimiento a la nueva generación de adolescentes y a quienes estén sirviendo en el ministerio juvenil de la iglesia local, sean ellos pastores o líderes.
Dentro de esta nueva visión, es que como ministerio realizaron las capacitaciones en Pastoral de la Juventud PARADOSIS que tuvo una duración de 3 años de implementación a nivel Nacional y que, sin duda, ha dejado importantes desafíos en relación al trabajo tanto con juveniles como con jóvenes.
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Teológico Aliancista “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad”. 2 Timoteo 2.15
Este consejo que el apóstol Pablo alguna vez diera a su colega y discípulo Timoteo se encuentra hoy cuidadosamente enmarcado en la pared posterior de la capilla de la Casa Central del Seminario Teológico Aliancista en la ciudad de Temuco, casa histórica en la cual han cursado estudios ministeriales alrededor del noventa por ciento de los pastores de la ACYM en Chile. Alguna vez aquel versículo ocupó la pared del púlpito en la mencionada capilla donde todos los estudiantes de aquellos años la leían y releían, más o menos conscientemente una y otra vez. En julio de 1921, en la lluviosa Valdivia nace el Seminario bajo su modalidad itinerante, sin duda esa primera comunidad de estudiantes de la palabra debió estar traspasada por el mismo reto paulino “usa bien la palabra de verdad”. Hoy, casi finalizando la segunda década del siglo XXI, a cinco escasos años del primer siglo del Seminario, podemos percibir en el aula con los estudiantes, en el diálogo con los directores de sede y
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profesores, que nos atraviesa y alienta, al final de cuentas el mismo anhelo profundo, que otra versión de las escrituras lo expresa de una manera bastante cautivadora “esfuérzate por merecer la aprobación de Dios, como obrero intachable que se abre camino derecho hasta la palabra”. El Seminario Teológico, desde la Rectoría nacional se encuentra avocado en este momento en dar respuesta a dos grandes desafíos, por un lado, retomar el proceso de unificación de la casa de estudios con su casa central en Temuco y sus sedes en las ciudades de Concepción y Santiago. Por otra parte, nos hemos propuesto la revisión del Proyecto Educativo Institucional (PEI), nuestra carta de navegación que hace de la la-
bor educacional un todo coherente. A partir de nuestras políticas educacionales corporativas, de nuestros valores fundamentales e institucionales, hemos revisado toda nuestra realidad docente, considerando los aspectos metodológicos, evaluativos y obviamente la propuesta curricular con sus diferentes programas y perfiles de los diferentes actores.
Que el “trazar bien la palabra de verdad”, sin avergonzarnos del evangelio, en medio del mundo y la época en que nos tocó vivir, se convierta en una de nuestras más profundas motivaciones de servicio a Cristo y al prójimo. ¡A Dios sea la gloria!
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Departamento Nacional de
“La iglesia es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena”. Efesios 1.23 En todos estos años de historia del DNM, se ha venido desarrollando un trabajo en la obra misionera muy efectivo, donde se ha podido avanzar en una definición de propósito enfocada en fortalecer el involucramiento de la Iglesia Local en el cumplimiento del llamado que el Señor nos hiciera en la tarea de hacer discípulos a todas las naciones. (Mt. 28:18-20; Hechos 1:8)
La misión de la Iglesia es la misión de su Señor, la cual sólo puede ser reconocida en íntima comunión con el Padre, en estrecha dependencia de una vida “en Cristo”, en completa sujeción a Su Palabra y en absoluta obediencia a Ella.
Damos gracias a Dios por ser parte de Su iglesia con una clara identidad misionera comprometida con la misión más allá de nuestras fronteras. Potenciado en nuestro compromiso como Iglesia Nacional en nuestra Promesa de Fe que desde cada iglesia local se levanta con la esperanza de llegar a aquellos lugares donde la necesidad del mensaje del evangelio aún no ha llegado; esta es nuestra convicción como Iglesia Nacional, que podamos cumplir con aquello
que está en el corazón de Dios: Llevar el evangelio a “toda criatura”.
Como Departamento de Misiones estamos al servicio de la iglesia local; en la movilización, colaboración y extensión del Reino de Dios, mirando con esperanza aquellos lugares donde es necesario llevar el mensaje transformador del evangelio. Al ser parte de la ACYM Mundial (AWF) organizados y presentes en las “Cinco Regiones” del mundo (América, Asia, Oceanía, África y Europa), hemos considerado mirar la “Sexta Región” (Ventana 10/40) como nuestra prioridad, entendiendo que allí están los menos evangelizados y no alcanzados.
Es por todo esto, que damos gracias a Dios por nuestra PROMESA DE FE, que nos ha permitido, nos permite y nos permitirá cumplir con nuestro propósito como Iglesia Misionera, desde nuestras iglesias locales en Chile y hasta lo último de la tierra. Siempre con la firme convicción de lo dicho por el apóstol Pablo “La iglesia es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena, “Una Iglesia, una misión”.
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Educación
“Que caiga mi enseñanza como lluvia y desciendan mis palabras como rocío, como aguacero sobre el pasto nuevo, como lluvia abundante sobre plantas tiernas”. Deuteronomio 32:2 El Departamento de Educación Cristiana (DEC) colabora con la iglesia local en todos los aspectos relacionados con la educación bíblica: Escuela dominical, liderazgo espiritual y administrativo, profesores de escuela dominical, academia bíblica, diaconado de diversa índole y otras necesidades formativas. Tuvo sus orígenes en el año 1966, siendo su primera directora nuestra hermana Baldomina Oyarzo. Antes de que se organizara como departamento, Educación Cristiana desarrollaba diferentes actividades, tales como conferencias de Escuelas Dominicales desde el año 1950. Además, tiene
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como política educativa, la gestión de recursos humanos y materiales, esto incluye asesorar a las iglesias en la elaboración de sus propios planes de educación bíblica y la capacitación o perfeccionamiento bíblico y pedagógico en todos los programas educativos que la iglesia local requiera. A contar del año 2013 la Junta General aprobó un plan programático el cual busca fortalecer este departamento realizándose algunos cambios estructurales. En el año 2016 se terminó de elaborar un Plan educativo para las Escuelas Dominicales, el cual se comenzará a aplicar el año 2018. Actualmente se está trabajando en la elaboración de un
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Programa de Academia Bíblica, además de todas las operaciones propias del DEC.
Como Departamento de Educación Cristiana deseamos depender y actuar bajo la exclusiva dirección del Señor y vivir para hacer su voluntad, de tal modo que glorifiquemos su nombre y sirvamos para cumplir su propósito en la misión de evangelizar y discipular a toda persona que ha de ser redimida.
Hogar de Niñas La Granja “Yo te elegí antes de que nacieras; te aparté para que hablaras en mi nombre a todas las naciones del mundo”. Jeremías 1:5 TLA Creemos firmemente que la convicción que movió a los fundadores del Hogar de Menores, en ese entonces, fue asignarle un valor supremo a este verso que es encontrado en la Biblia. Toda persona es un tesoro desde el momento de su concepción. Preciado y preciada por el Creador, quien ya es testigo del milagroso desarrollo y crecimiento del bebé. Cada niña y adolescente de nuestra Residencia es un milagro de vida, que por distintas circunstancias han llegado aquí y que nuestra Misión es brindarles protección y suplir sus necesidades básicas fundamentales y aún más ampliar las fronteras, mostrándoles que existe esperanza más allá del dolor y el abandono. Creemos que Cristo es la única esperanza. Y el trabajo interdisciplinario de cada miembro de nuestro Equipo, viene a nutrir esta vida en pos de su restauración. Les invitamos a ser parte de esta labor, visite nuestro Hogar.
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“Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio el muro de enemistad que nos separaba”. Efesios 2.14
El trabajo entre el pueblo mapuche comenzó con misioneros transculturales en la década de los ‘70 y ’80 aproximadamente, logrando alrededor de 20 locales en comunidades mapuche. Luego, se implementó el Comité a los No Alcanzados el año 1992 cuando fue la primera conferencia anual en Chapod. Este comité nace de un convenio entre la Junta Ejecutiva y la Misión Norteamericana, representada por los misioneros Marcos Volstad, Sheryl Ottoson y Roberto Hepokoski. En esos años, por solicitud del comité, el Distrito Araucanía destinó a este ministerio al pastor Héctor Parra, quien lleva 20 años trabajando, desde que era miembro de una congregación rural. Poco a poco se fueron retirando los misioneros norteamericanos, tomando un
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rol activo la iglesia nacional, quedando a cargo el Pr. Héctor Parra con el comité conformado por representantes de la iglesia nacional, y tres hermanos representando a las congregaciones rurales.
Uno de los desafíos del Ministerio de Avance Rural es capacitar a los hermanos de las congregaciones mapuche, velando por el desarrollo integral de ellos en los campos. Que cada congregación tenga líderes capacitados que ejerzan como pastores ayudantes y que puedan llevar adelante a la congregación. Otro desafío es velar para que los estudiantes universitarios y futuros profesionales sigan participando activamente en su congregación o sirviendo en una iglesia local en la ciudad y que los jóvenes se comprometan con Dios.
“Cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos”. Lucas 14.12-14 Desde el año 2014 en adelante, la iglesia nacional está haciendo un esfuerzo importante para implementar el programa de Joni and Friends, que en nuestro país tiene el nombre de SEMEJANTES.
Al mirar el ministerio de Jesús observamos que constantemente se preocupó de los desvalidos, de los necesitados, de los marginados de la sociedad de aquel tiempo, proveyendo momentos refrescantes en la vida de aquellas personas.
Su forma de ministerio es un reto y una inspiración para la iglesia de hoy.
A través del ministerio de SEMEJANTES, la iglesia tiene el privilegio de articular la sana doctrina, de ayudar a los necesitados con acciones concretas. Es una oportunidad de pasar de la enseñanza a la práctica, del discurso a la acción o dicho de una forma más bíblica, de la fe a las obras. Ya lo reafirmaba el anciano Juan en una de sus cartas “Queridos hijos, no amemos de palabra ni de
labios para afuera, sino con hechos y de verdad”. La iglesia está llamada a amar. Amar al necesitado, al desvalido, al marginado, sin distinción ni condición alguna, por lo cual esta es una inmensa oportunidad que tenemos para volver al centro de lo que Dios quiere y de esa manera ser una iglesia inclusiva, que los acoja a todos.
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Somos una gran familia, presente a lo largo de todo Chile Somos bendecidos al vivir en un país con diversos paisajes y climas, la Alianza Cristiana y Misionera está presente en diversas comunas y ciudades de Chile con más de 130 iglesias y congregaciones distribuidas de norte a sur. IGLESIAS DISTRITO NORTE Arica Iquique Alto Hospicio Tocopilla Antofagasta Antofagasta-Vista Hermosa Antofagasta-La Vida Nueva Calama Copiapó Vallenar Coquimbo La Serena
IGLESIAS DISTRITO METROPOLITANO Valparaíso Viña del Mar Reñaca Quilpué I Iglesia Santiago Congregación Quilicura Lo Prado La Cisterna La Reina La Florida Peñalolen Cerrillos Pudahuel Ñuñoa San Joaquin Conchalí La Pintana Cordillera Congregación Chicureo Congregación Maipú Padre Hurtado Puente Alto San Bernardo Rancagua Rengo
IGLESIAS DISTRITO VALLE CENTRAL
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San Fernando Curicó Constitución I Iglesia Talca II Iglesia Talca Linares
Chillán Hualpén, Talcahuano I Iglesia Concepción II Iglesia Concepción III Iglesia Concepción La Estrella, San Pedro de La Paz
IGLESIAS DISTRITO ARAUCANÍA Laja Los Ángeles, Almagro Los Ángeles, Villa Galilea Nacimiento Mulchén Collipulli Angol Arauco Curanilahue I Iglesia Lebu II Iglesia Lebu Lebu, Congregaciones Cornelio Saavedra y Santa Rosa Los Álamos Cerro Alto Cañete Contulmo Purén Traiguén I Iglesia Victoria II Iglesia Victoria Púa-El Salto Curacautín Lautaro Lautaro, I Iglesia Rural I Iglesia Temuco Temuco, Congregación Fundo el Carmen y Labranza II Iglesia Temuco Congregación Chivilcán Congregación Temuco Poniente III Iglesia Temuco IV Iglesia Temuco Temuco, Pueblo Nuevo Temuco, Villa Los Lagos Temuco, Villa Valparaíso Temuco, Villa Los Sauces Temuco, Amanecer Padre Las Casas Chapod, El Buen Samaritano Carahue Quepe
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Freire Cunco Villarrica Cudico Liquiñe Pucón Curarrehue Loncoche
IGLESIAS DISTRITO SUR San José de la Mariquina I Iglesia Valdivia II Iglesia Valdivia III Iglesia Valdivia Futrono Paillaco Pichirropulli Los Lagos La unión Río Bueno Lago Ranco Pitriuco Congregación San Pablo I Iglesia Osorno II Iglesia Osorno III Iglesia Osorno IV Iglesia Osorno V Iglesia Osorno Purranque Casma Fresia Frutillar Llanquihue Puerto Varas I Iglesia Puerto Montt Puerto Montt, Congregación Alerce II Iglesia Puerto Montt Puerto Montt, Iglesia Mirasol Ancud Castro Huildad Quellón Chaitén I Iglesia Coyhaique II Iglesia Coyhaique Chile Chico Puerto Natales I Iglesia Punta Arenas II Iglesia Punta Arenas
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