aliviado, volvió a la necedad de su corazón. Arrepentirse no es sentirse mal, no es remordimiento, arrepentimiento es cambiar de dirección, es volverse a Dios a sus instrucciones, porque el es Dios y nosotros sólo hombres. (Éxodo 10:20) Recordemos que la palabra que se traduce aquí como “endureció” en hebreo es: Jazak, que literalmente significa: fortalecer. Dios fortaleció, cubrió como con cemento lo que ya había en el corazón del Faraón. Nuevamente Dios nos cuenta el final desde el principio, y al final de los tiempos nuevamente veremos “langostas”, ahora saliendo del pozo del abismo, y tocando solamente a los hombres que no llevan el sello de Dios: Apo. 9:3-4 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. ¿Cuál es este sello que llevan los hijos de Dios que nos protegerá de las plagas futuras?: Deut. 6:6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón... 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; Nuestra obediencia a la ley de Dios, es la evidencia de que le amamos, es la señal de que nuestra fe es verdadera. Si le amas le obedeces: (Dt. 6; Dt 10; Juan 14:) Éxodo 39:30 Hicieron asimismo la plancha de la diadema santa de oro puro, y escribieron en ella de grabadura de sello, el rótulo, SANTIDAD A JEHOVÁ. Todos los que hemos entrado en pacto con Dios por medio de Cristo, somo parte de reino de sacerdotes, y el sello que los sacerdotes llevaban en su frente declaraba su alianza con la santidad de Dios. Apocalipsis 14:12 Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús. Los que tienen fe en Jesús, guardan todos los mandamientos de Dios, el hombre natural no puede hacer esto, pero nosotros no somos enemigos de la ley de Dios, de hecho la amamos (Rom 8:68) deseamos ser controlados por la Palabra de Dios porque anhelamos que sea una lámpara que brilla, nada puede darnos más gozo que obedecer, porque además sabemos que saber hacer el bien y no hacerlo nos es pecado. (Sgo. 4:17) Sermón predicado por el pastor Hiram C. Ramírez 30 de julio del 2017
Y no se olviden de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebreos 13:16.
29/Mar./2020, 24/13
Compartir para vivir; Vivir para servir; Servir para exaltar.
AMADA FAMILIA es tiempo de dar y mostrar nuestro amor, ahora más que nunca es necesario prepararnos para poner por práctica la ayuda mutua que nos caracteriza y continuar bendiciendo a las familias con la Canasta y aun aumentar el número de ellas semanalmente. Este es un ministerio de la Iglesia para la Iglesia, así que cada uno de nosotros somos parte importante. Les rogamos depositar la ofrenda que venían dando en los sobres blancos. Aquí el número de cuenta y detalles de cómo hacerlo: DEPOSITO POR TRANSFERENCIA ELECTRÓNICA (SPEI) CLABE: 646180146000331014 Banco: STP/ Sistema de Transferencias y Pagos Nombre: Catalina Gómez Fonseca
Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la luz. Lucas 8:16
DEPOSITO EN EFECTIVO EN TIENDAS OXXO Número de referencia: 5439 2411 0860 6005 Informar que el Servicio es Albo al cajero. www.webelcamino.org
TRANSFERENCIA DE OTRO ALBO Tarjeta: 5439 2411 0860 6005
¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
Gracias por su aportación, todo suma. Juntos podemos hacerlo. Dios proveerá.
“TODOS DANDO Y RECIBIENDO AMOR” I.B. EL CAMINO
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Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza.
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Salmo 119: 9 -14
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I g l e s i a B í b l i c a
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I g l e s i a B í b l i c a
PREPARÁNDONOS PARA PASCUA
COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS ÉXODO 9:13-10:1-20
7° PLAGA: Granizo y Fuego (Exo. 9:13-35) La séptima plaga da inicio al último grupo de juicios divinos sobre Egipto. De nuevo, Moisés se presenta ante el Faraón a primera hora… (Éxodo 9:13) Entonces Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. El mensaje de este grupo de plagas que vendrán es para hacer evidente que no hay otro como Jehová… (Éxodo 9:14-16) Las plagas están llegando a tal dimensión que las noticias de éstas irán más allá de las fronteras de Egipto. Tanto los egipcios como todos los vecinos oirán acerca de las maravillas que ha hecho el Dios de Israel (Exo. 9:14-16; Exo. 11:9; Exo. 14:4). Pero el orgullo del Faraón aún era muy grande, y no quiso ceder ante los israelitas. Por lo tanto, Moisés anunció la próxima plaga: (Éxodo 9:17-18) La Biblia cuenta que no se trataba de un granizo común y corriente, sino que era algo extraordinario. (Éxodo 9:24) Y hubo granizo muy intenso, y fuego centelleando continuamente en medio del granizo, muy pesado, tal como no había habido en toda la tierra de Egipto desde que llegó a ser una nación. En esta plaga, el Señor les dio la oportunidad también a los egipcios de protegerse de los estragos de la plaga. Pero para ello debían creer lo que el Dios de Israel había dicho. (Éxodo 9:19-21) Envía, pues, a recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre o animal que se halle en el campo, y no sea recogido a casa, el granizo caerá sobre él, y morirá. De los siervos de Faraón, el que tuvo temor de la palabra
de Jehová hizo huir sus criados y su ganado a casa; mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo. Los que no creyeron en la advertencia de Moisés, se vieron afectados por la plaga. Aquí vemos nuevamente que creer, no es sólo un asentamiento mental, no basta que sepas con tu mente que Dios es grande y poderoso, es necesario, obedecerlo, así lo explicó Santiago en su carta, los demonios creen y tiemblan, pero su creencia no les lleva a la obediencia, lo triste es que nuestra fe ni siquiera sea como la de los demonios, porque ellos por lo menos tiemblan, la verdadera fe, produce siempre obediencia, siembre produce obras de justicia. (Santiago 2) (Éxodo 9:23,25) Por supuesto, también los israelitas fueron protegidos de esta plaga… (Éxodo 9:26) Solamente en la tierra de Gosén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo. Tras la plaga, el Faraón dio otro paso de reconocimiento a Jehová, Dios de Israel. (Éxodo 9:27-28) Aunque este reconocimiento parecía una victoria final para los israelitas, Moisés sabía que el rey no estaba genuinamente arrepentido, y así se lo dijo: (Éxodo 9:29-30) Efectivamente, cuando terminó la plaga, el Faraón no los dejó salir. (Exo. 9:33-35) Aún así, la plaga de granizo tuvo su efecto, y las consecuencias se dejaron sentir aún después de terminada. (Éxodo 9:31-32) El lino, pues, y la cebada fueron destrozados, porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña. Mas el trigo y el centeno no fueron destrozados, porque eran tardíos. El trigo y la cebada no fueron destruidos, porque todos tendrán la oportunidad de cenar pan sin levadura, la última noche cuando Dios derrame la última plaga sobre Egipto. Al final de los tiempos esta plaga se repetirá y nuevamente los hombres que escuchen y obedezcan la voz de Dios serán librados, pero los que no quieran obedecer, no se arrepentirán endurecerán su corazón.
Apo. 8:7 El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde. Apo. 11:19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo. Apo. 16:21 Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo(J) como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande. 8° PLAGA: Langostas (Exo. 10:1-20) Dado que el Faraón no dejó ir a los israelitas, el Señor le advierte a Moisés sobre la próxima plaga. Pero en esta ocasión revela que el mensaje no es sólo para los egipcios sino también para los israelitas… (Éxodo 10:1-2) Después de tantos años de esclavitud, muchos israelitas habían perdido su fe, y aún habían adoptado las costumbres de Egipto. Por eso, también el pueblo de Israel necesitaba conocer a Jehová, el Dios de sus padres y Dios verdadero. Sabiendo cuál era el mensaje de la plaga, Moisés y Aarón se presentaron ante el Faraón para advertirle de nuevo que si no los dejaba ir vendría otra plaga… (Éxodo 10:3-6) Ante las experiencias de las plagas anteriores, muchos egipcios ya habían aprendido la lección; por lo tanto, al oír la advertencia, los siervos del Faraón le sugirieron ceder. (Éxodo 10:7) Entonces los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo será este hombre un lazo para nosotros? Deja ir a estos hombres, para que sirvan a Jehová su Dios. ¿Acaso no sabes todavía que Egipto está ya destruido? Realmente era un consejo sabio, y el Faraón lo sabía. Sin embargo, no estaba dispuesto a ceder por completo. El rey mostró su voluntad de dejarlos ir, pero con una condición… (Éxodo 10:8-11) El Faraón cedió a que los hombres fueran, pero no las mujeres ni los niños. El rey quería que los israelitas tuvieran una razón por la cual regresar a Egipto. Pero ése no era el plan de Dios, por lo tanto se desató la octava plaga. (Éxodo 10:12-17) La plaga de langostas consumió toda la vegetación y la producción agrícola de ese momento, lo que no había sido destruido por el granizo. La consecuencia de eso sería escasez de alimentos y hambruna. Faraón se dio cuenta del error de no haber cedido ante el Dios de Israel, y lo admitió… (Éxodo 10:16-17) Ante esta muestra de arrepentimiento, la plaga fue quitada. (Éxodo 10:18-20) Sin embargo, el arrepentimiento del faraón no era completo, ni había llegado aún al punto necesario (10:20). Al verse