UNA VIDA DE
SERVICIO A
DIOS
COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS Mateo 20 20.1ss Jesús clarificó con amplitud las reglas de membresía del reino de los cielos: solo se ingresa en él por la gracia de Dios por medio de la fe (Gr. Pistis, Heb Emunáh = Fidelidad, confianza, estalbilidad). En esta parábola, Dios es el dueño de la finca y los creyentes son los obreros. Esta parábola estuvo dirigida a los que se sentían superiores por alcurnia o posición a los que se sentían superiores porque habían invertido mucho tiempo con Cristo, y a los nuevos creyentes les reafirma la gracia de Dios, no importa cuándo llegaste o cuándo verdaderamente te arrepentiste, Dios tiene gracia para ti. 20 . 2 Un denario era el jornal promedio por todo un día de trabajo. 20 . 3 Las primeras labores comenzaban a las 6.00 a.m. (v.1). La referencia en este versículo es a las 9 a.m.
Mateo 20
la fiesta fue para el menor, para el que se había perdido, y había regresado, para el que se perdió pero decidió volver al Padre arrepentido (Lc 15).
Mucha gente que no esperamos ver en el Reino puede estar allí. El ladrón que se arrepintió mientras EL agonizaba (Luc. 23:40-43) estará allí junto con la persona que creyó y sirvió a Dios por muchos años. ¿Se I g l e s i a B í b l i c a siente usted resentido por la gracia que Dios manifiesta al aceptar a los despreciados, repudiados y pecadores que se han vuelto a Dios en busca de perdón? ¿Está celoso de lo que Dios le ha dado a otra persona? En lugar de hacerlo, piense en los beneficios de la gracia de Dios que le alcanzaron a usted y esté agradecido por lo que tiene.
C
O
20.17-19 Jesús predijo su muerte y resurrección por tercera vez (véanse 16:11 y 17:22, 23 donde aparecen las otras dos veces). Pero los discípulos no lo entendieron. Siguieron discutiendo acerca de la posición que ocuparían en el reino de Cristo (20.2028). 20.20 La madre de Santiago y Juan fue a Jesús y "postrándose" le pidió un favor. Adoró a Dios, pero su verdadero motivo era pedirle algo a El. Esto sucede muy a menudo en nuestras congregaciones y en nuestras vidas. Jugamos juegos religiosos, esperando a cambio que Dios nos dé algo. La verdadera adoración, sin embargo, viene como consecuencia de lo que El es y ha hecho.
20 . 11 , 12 Su queja consistía en que aquellos que habían aportado menos recibían igual paga.
La madre de Santiago y Juan le pidió a Jesús que diera a sus hijos un cargo especial en su Reino. Los padres naturalmente quieren ver a sus hijos subir de categoría, pero este deseo puede llevarlos a perder de vista la voluntad de Dios para sus hijos. Dios puede tener una ocupación distinta para ellos, tal vez no tan fascinante pero igual en importancia. Los deseos de los padres de que sus hijos asciendan deben ser puestos en oración para que Dios haga su voluntad en la vida de ellos.
20.15 Esta parábola no tiene que ver con recompensas sino con la salvación, que sí misma ya es una recompensa. Enfatiza la gracia, la generosidad de Dios. No debemos envidiar a los que se vuelven a Dios en los momentos finales de la vida o más tarde que nosotros, porque al fin y al cabo nadie merece vida eterna. Tiene el mismo sentir de la parábola del Hijo Pródigo, el Hijo mayor se quedó y sirvió al Padre, él no se alejó (y esperaba una recompensa), pero
De acuerdo al 27:56, la madre de Santiago y Juan estuvo al pie de la cruz cuando Jesús fue crucificado. Algunos han sugerido que era hermana de María ( Juan 19:25, Mateo 27:56; Marcos 15:40), la madre de Jesús. Quizás por ese parentesco ella no tuvo pena en interceder a favor de sus hijos. Cuando entendemos que Salomé era en realidad la tía de Jesucristo su familiaridad ya no se ve tan audaz. Es la tía dirigiéndose al sobrino.
20 . 8 Comenzando desde los postreros : El problema surge en la parábola por la orden de pagarle primero a los últimos. Ello despierta las expectativas de quienes llegaron antes a la viña (v.10).
20 . 21 Este requerimiento contrasta el autosacrificio que Jesús acaba de describir con las ambiciones de sus seguidores. La derecha y la izquierda son posiciones de honor en el reino consumado. LA COPA DE SUFRIMIENTO 20 . 22 El vaso se usaba como símbolo de una gran alegría o de una gran pena (véase Sal. 23:5; Jer_25:15; Isa. 51:17; Eze. 23:31). Aquí hay una referencia a la muerte de Jesús y, más específicamente, al juicio de Dios sobre el pecado (véase 26.39, 42). El bautismo aquí significa ser sumergido en el sufrimiento decidido por Dios. Santiago, Juan y su madre fallaron en la interpretación de la enseñanza previa de Jesús relacionada con las recompensas (19.16-30) y la vida eterna (20.1-16). Se equivocaron en su comprensión del sufrimiento que enfrentarían antes de vivir en gloria en el Reino de Dios. El vaso terrible era el sufrimiento y la crucifixión que Cristo enfrentaría. 20.23 Jesús estaba afirmando que estaba bajo la autoridad del Padre, el que toma las decisiones en cuanto al liderazgo en el cielo. Dichas recompensas no se otorgan como favor. Son para quienes mantienen su entrega a Jesús a pesar de las severas pruebas que les toque enfrentar. Santiago y Juan ciertamente sufrieron. Santiago fue el primero de los apóstoles en sufrir el martirio (Hc. 12:2); y, en sus últimos años, Juan sufrió persecución y exilio (Ap. 1:9). De acuerdo con la tradición cristiana también fue martirizado. 20.24 Los otros discípulos estaban molestos porque Santiago y Juan trataban de acaparar los puestos de privilegio. Todos los discípulos querían ser el más importante (18.1), pero Jesús les enseñó que la persona más importante en el Reino de Dios es el servidor de todos. La autoridad se delega no para que seamos más importantes, ambiciosos o respetados, sino para ser útiles en el servicio a Dios y su creación. LA VERDADERA GRANDEZA 20 . 26 - 28 La verdadera grandeza se mide en términos de servicio, y el mismo Jesús ofreció el más alto ejemplo de servicio en su muerte expiatoria. 20 . 26 Ponerse como superior a los demás es una práctica gentil (v.25) que está en abierta contradicción con la práctica que Jesús espera de sus discípulos.