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principio a una venganza impulsiva y desmedida para defender una causa humana. Pero sus descendientes, usaron ese ímpetu para bien, y no para mal. Los descendientes de Levi no optaron por la venganza, sino se encendieron del celo de Dios y defendieron la causa divina.
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Rubén era un hombre que se dejaba llevar por las emociones, en lugar de guiarse por los principios. Alguien así no puede ser un buen líder. Si no pudo contenerse de acostarse con la concubina de su padre, difícilmente lo haría en otras cosas. No sólo Rubén perdió el liderazgo de Israel, sino también sus descendientes. (Num. 1:20; Num. 26:7; Deu. 33:6) GENESIS 49:5-7. Al habérsele quitado el derecho de primogenitura a Rubén, Simeón pudo haberlo obtenido por ser el segundo en línea. Pero tanto él como Levi, el tercer hijo, perdieron ese derecho debido a un acto violento: cuando tomaron venganza en sus propias manos (Gen. 34). (Génesis 49:5-7) Simeón y Leví tomaron la justicia en sus propias manos. Se vengaron de la violación de su hermana Dina matando al hombre culpable, junto con todos los hombres de ese pueblo. (Gen. 34:30). La profecía de Jacob se cumplió al pie de la letra. A la hora de la repartición de territorios en la Tierra Prometida, los levitas y los simeonitas terminaron separados y dispersados. 2. SIMEÓN * A la tribu de Simeón le fueron asignadas tierras dentro del territorio de la tribu de Judá (Jos. 19:9). Para colmo, las ciudades que fueron asignadas a Simeón estaban todas en la región más árida e inhóspita, conocida como el desierto del Neguev. * La tribu de Levi no recibió territorio propio, sino que les fueron asignadas 48 ciudades dispersadas en todo el territorio de Israel (Jos. 21:41-42). Según el primer censo (al salir de Egipto), la tribu de Simeón contaba con 59,300 hombres (Num. 1:23). Pero en el segundo censo (40 años más tarde), su número había descendido dramáticamente a 22,200 (Num. 26:14). 3. LEVÍ A diferencia de los simeonitas, los levitas aprendieron de los errores del pasado y buscaron revertir la maldición que trajo el pecado de su padre. El celo de justicia de Levi lo llevó en el
El momento que cambió el destino de los levitas fue entorno al pecado del Becerro de Oro. (Exo. 32:25-29). El resultado de esto fue la santificación de los levitas. Dios los apartó para servirle como sacerdotes. Sólo ellos iban a poder entrar en el Tabernáculo para servir al Señor y ofrecer los sacrificios. Anteriormente, todos los primogénitos se les consideraban como “sacerdotes” de su familia; pero luego los levitas fueron consagrados para tomar el lugar de los primogénitos en todo Israel (Num. 3:5-13).
Tal como profetizó Jacob, también los levitas fueron dispersados en todo el territorio de Israel, pero por diferente razón que los simeonitas. A los levitas les fueron asignadas 48 ciudades donde habitar, las cuales estaban dispersadas en todo el territorio de Israel. (Deu. 10:8-9; Deu. 18:1-2; Deu. 18:3-4; Num. 18:8; Num. 18:20-24) La tribu de Levi logró revertir la maldición, y volvió en bendición. Lamentablemente varias generaciones después sus descendientes no guardaron su camino y se desviaron. Lo que habían ganado, lo estaban perdiendo en el tiempo de Malaquías. La advertencia que el profeta hizo a los levitas es la siguiente: (Mal. 2:1-9) Lo ganado se debe cuidar. Los descendientes no se deben confiar en las glorias de sus antepasados. Cada generación debe guardar su bendición viviendo en rectitud y justicia (Ezequiel 18). 4. JUDÁ Los dos hijos que recibieron una bendición más larga fueron Judá y José. Esto se debía a que entre ellos Jacob dividió los derechos de primogenitura. (1 Crónicas 5:1-2) La bendición final para Judá es la siguiente: (Gen. 49:8-12) La bendición de Judá está relacionada con su nombre (Gen. 29:35). En hebreo su nombre es Yehuda, significa “Alabanza a Yah”. (Gen. 48:8) A ti Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; se inclinarán a ti los hijos de tu padre. Más adelante en la historia, la tribu de Judá tomará también el rol de cabeza de una forma literal. En la organización de tribus en el desierto, la tribu de Judá es la que iba a la cabeza en la marcha (Num. 10:12-14; Jueces 1:1-2) Después de la muerte de Josué, los hijos de Israel consultaron al SEÑOR, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero contra los cananeos para pelear contra ellos? (2) Y el SEÑOR respondió: Judá subirá; he aquí, yo he entregado el país en sus manos.
En la bendición, Jacob compara a Judá con un cachorro de león. (Gen. 49:9) El león comienza como cachorro, pequeño e inmaduro—así era Judá. Pero ese cachorro se convierte en León. Y del linaje de Judá vendrá el Mesías, Yeshua, quien se le conoce en la Biblia como “el León de la tribu de Judá” (Apoc. 5:5). En su bendición a Judá, Jacob profetizó que sus descendientes iban a ser reyes. (Gen. 49:10) La frase: “…hasta que venga Siloh” significa: Hasta que venga el MESIAS. El Mesías es Yeshua (esp. Jesús), quien es descendiente de Judá, del linaje de David (Apoc. 5:5). Siloh significa: “reposo, tranquilidad”. El Mesías es el único que podrá traer paz verdadera y gobernará sobre toda la Tierra (Rom. 15:12). En el nacimiento de Jesús se profetizó: (Lucas 1:32-33) El primer rey de Israel proveniente de la tribu de Judá fue David (2 Sam. 5:1-5). (2 Sam. 7:16-17) Como dijo Jacob en su profecía, todos los hermanos se inclinarán ante Judá, y lo harán literalmente ante Jesús, descendiente de Judá. 5. ZABULÓN Zabulón era el sexto hijo de Lea (Gen. 30:19-20). Su nombre significa “habitación” (heb. Zebulún). La bendición final de Jacob para Zabulón fue la siguiente: (Gen. 49:13) Aunque tardó en llegar, el cumplimiento de la profecía de Jacob se cumplió años después. La bendición que Moisés le dio a esa tribu está relacionada con el cumplimiento de la visión que Jacob tuvo de su hijo y sus descendientes… (Deu. 33:18-19) Zabulón recibió la bendición de Moisés junto con Isacar. Estas dos tribus son vecinas, y están localizadas en el valle central de Israel (Jezreel), uno de los más fértiles de la región. Ninguna de las dos tribus tiene acceso directo al mar. En realidad, se encuentran entre el Mar Mediterráneo y el Mar de Galilea, con otras tribus separándolas del mar. Sin embargo ambas poblaciones recibieron bendiciones relacionadas con el mar. A través de sus territorios pasaba una de las más importantes rutas comerciales conocida como “Via Maris” (esp. Vía del Mar), la cual conectaba a Damasco y Egipto. El paso de esta ruta comercial a través de su territorio llevó a la tribu de Zabulón a involucrarse en el comercio de la región. 6. ISACAR La bendición de Jacob para el sexto hijo comienza de una forma extraña, pero veremos que tenía un significado espiritual… (Génesis 49:14-15) En la era moderna nos parece que la referencia a “asno” es un insulto, pero para el mundo antiguo, estos animales significaban un gran recurso. Estos eran usados para transporte y carga, al estilo de un carro o un camión el día de hoy. La tribu de Isacar siempre fue fuerte, y apoyó a sus hermanos cuando lo necesitaban. Ellos apoyaron a Débora cuando pidió ayuda contra el enemigo (Jue. 5:15). También apoyaron a David cuando Saúl lo perseguía (1 Cro 12:32); en ese tiempo, ellos también colaboraron con alimentos para los guerreros (1 Cro.