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I g l e s i a B í b l i c a
¿ESTÁS LISTO PARA EL VIAJE? DOMINGOS 11:30 AM
COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS Génesis 37 (Gen. 37:1) Luego de haber enterrado a su padre, Jacob permaneció en la Tierra Prometida. (Hebreos 11:8-10) Por fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por herencia; y salió sin saber a dónde iba. (9) Por fe habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa: (10) Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo artífice y hacedor es Dios. LOS HIJOS DE JACOB (Gen. 37:2) A partir del capítulo 37, el libro de Génesis narrará la historia de los hijos de Jacob, todos los cuales llegarán a formar la nación de Israel… “Esta es la historia de las generaciones de Jacob” Vimos que Jacob encontró su reposo en la fe en Dios, pero los hijos de Jacob comenzaron una lucha por el liderazgo en la familia. Desde pequeño, José comenzó a tomar un puesto de liderazgo, a pesar de ser uno de los menores. Los hermanos mayores les molestaba eso, pero sobre todo resentían que su padre favoreciera a José sobre los demás hijos. (Génesis 37:3-4) El texto dice que José era “el hijo de su vejez”. Él no era el único que le nació cuando era viejo, ya que Benjamín era el menor. Según la tradición, la expresión “hijo de la vejez” se refiere al hijo que es elegido para hacer compañía al padre en su vejez. Los demás hijos iban a trabajar normalmente, mientras que José permanecería en compañía permanente de su padre. Eso le permitía aprender directamente de su padre, y asimilar toda su sabiduría. El problema es que Jacob prefería a José por sobre todos sus hijos, y ello provocó enemistad entre ellos. Esta preferencia se hizo evidente con el regalo de la túnica especial. El término hebreo que se usa para describir esa túnica es “k'tonet pasim”. La primera vez que se usa la palabra k'tonet en la Biblia es al principio del Génesis cuando se describe la ropa que el Señor
hizo a Adán y Eva para cubrirlos luego de haber pecado. (Genesis 3:21) Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas [heb. katnot] de pieles, y los vistió. Otra mención del término “k'tonet pasim” se hace en Samuel, en referencia a la túnica que llevaban las hijas del rey (2 Sam. 13:10). Esta clase de túnica era usada por la realeza. También el término k'tonet se usa en relación con la túnica sacerdotal: (Exo. 28:40-41) Y para los hijos de Aarón harás túnicas [heb. kutnat]; también les harás cintos, y les harás
(Gen. 37:18-20) Los hermanos buscaban la forma perfecta de deshacerse de él, al estilo de Caín, pero uno de ellos salió en su defensa. (Gen. 37:21-22) Rubén estaba pensando en su padre y cómo le afectaría la muerte de su favorito. Por eso decidió seguir el rumbo a los hermanos, pero luego tenía la intención de liberar a José. (Gen. 37:23-25) La Biblia dice que luego de tirar a José al pozo, los hermanos se sentaron a “comer”. ¿Estaban cerca o lejos? A primera lectura, da la impresión que estaban allí, pero comentaristas dicen que regresaron donde estaban sus rebaños en Dotán para comer, lo cual quedaba en las colinas, mientras que la cisterna estaba en el desierto. VENTA DE JOSÉ
tiaras para honra y hermosura... Quien usaba la túnica, se distinguía de los demás. Al ponerle la túnica especial, Jacob estaba señalando a José como el hijo que asumiría la autoridad en la familia y a quien todos debían reconocer como especial. SUEÑOS DE JOSÉ (Gen. 37:5-8) José tuvo un par de sueños proféticos que confirmaron su destino como líder entre sus hermanos. Lamentablemente no fue prudente, y se los contó a sus hermanos sin tomar en cuenta la animadversión que ellos tenían en su contra. (Gen. 37:9-11) Ambos sueños revelaban el papel de liderazgo que José iba a jugar en la familia. En ese momento no se sabía si sólo eran “sueños de grandeza”, o si realmente eran sueños proféticos. Después veremos que se trataba de lo segundo. Jacob le tenía mucha confianza a José, y no era sólo porque era el hijo favorito. A lo largo de la historia, se hace evidente que José era un joven muy especial, con don de liderazgo. Lamentablemente, en su juventud José era inmaduro e imprudente, y no supo tratar con sabiduría la relación con sus hermanos, situación que se complicó con el favoritismo manifiesto de Jacob. Como el hijo “de confianza”, Jacob enviaba a José a supervisar a sus hermanos. En una ocasión, sus hermanos llevaron al rebaño al norte, y Jacob lo envió tras ellos. (Gen. 37:12-14) Cuando José llegó a donde supuestamente estaban sus hermanos, no los encontró. Por lo tanto, siguió hacia el norte, buscándolos. (Gen. 37:15-17) Los hermanos lo vieron llegar de lejos. No se alegraron de verlo, sino todo lo contrario. En ese momento, vieron la oportunidad para deshacerse de él.
Los hermanos siguieron el “PLAN B”, sugerido por Rubén, y tiraron vivo a José en el pozo seco. Pero mientras comían, a Judá se le ocurrió un “PLAN C”, que consistía en lo siguiente: (Gen. 37:25-27) La caravana de ismaelitas estaban viajando de Galaad (hoy, Jordania) en camino a Egipto. Esta caravana iba sobre la antigua ruta de comercio, conocida como Via Maris, que cruza el Valle de Jezreel hacia la costa del Mediterráneo. Esta ruta pasa por las ciudades de Bet She'an, Afula y Megido en este valle, pero no pasa por las colinas de Dotan, donde estaban los hermanos de José. Dotán es el área que hoy se conoce como Jenin, situada aproximadamente a 20 kms. al norte de Siquem, y 10 kms al sur de la Via Maris en el Valle de Jezreel. Dotán está situada 200 metros más alto que el valle, por lo que desde allí se puede ver gran parte del valle. Desde allí los hermanos avisaron la caravana de comerciantes ismaelitas. Entonces tenían suficiente tiempo de bajar al valle, ir por José y encontrarlos en el camino. Sin embargo, la historia nos presenta un elemento que los hermanos no habían contemplado. Mientras que ellos estaban en Dotán (Gen. 37:17) con sus rebaños, y no sospechaban que otra caravana de madianitas pasaría cerca del pozo donde estaba José. (Gen 37:28) Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por 20 piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto. Los madianitas se adelantaron a los hermanos de José, y ellos sacaron al joven del pozo y lo vendieron a los ismaelitas que pasaban por allí en ese momento.Los madianitas eran un grupo diferente a los ismaelitas; los madianitas son comerciantes locales, mientras que los ismaelitas son comerciantes itinerantes. (Gen. 37:29-30) Rubén fue el primero en enterarse de lo que había pasado, ya que él se había adelantado a los demás con el fin de librar a José. Pero, para su sorpresa, ya no estaba…