COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS ÉXODO 4:18 SE DESPIDE DE JETRO Después de la experiencia con la zarza ardiente, Moisés hizo de inmediato planes para irse a Egipto. (Éxodo 4:18) Moisés había pasado la mitad de su vida en Madián, como parte de la familia de Jetro. Seguramente fue difícil despedirse de ellos, pero también tenía la expectativa de encontrarse con su propia familia en Egipto. (Éxodo 4:20) Ante la idea de regresar a Egipto, seguramente Moisés se preocupó pensando que su vida corría peligro, ya que él huyó de allá porque el faraón quería su muerte. Pero el Señor lo tranquilizó: (Éxodo 4:19) En el camino hacia Egipto, Dios continuó hablándole a Moisés sobre lo que estaba por enfrentar: (Éxodo 4:21) Lo más lógico hubiera sido que Dios ablandara el corazón del rey de Egipto para que los dejara ir. No obstante, vemos todo lo opuesto: (Zac 7:11-12). Como veremos en el proceso de las plagas, en todo esto hay un plan divino. Pero, ¿Qué quiere decir “endurecer su corazón”? En hebreo literalmente dice: “hacer su corazón fuerte”. Lo que esto significa es que Dios no “cambia” el corazón del faraón (como si estuviera manipulándolo); más bien, el Señor “fortalece” lo que ya está en el corazón del rey. En el corazón del faraón ya existía un rechazo hacia los israelitas y a la instrucción de Dios, y todo lo que Dios hace es reafirmar ese sentimiento. A continuación, Dios le advierte a Moisés cuál será la consecuencia final de la dureza del corazón del faraón: (Éxodo 4:22-23) La culminación de esta profecía la veremos en los acontecimientos de la última plaga, en los capítulos 12 & 13. AMENAZA EN EL CAMINO En el camino a Egipto sucedió algo muy extraño a Moisés: (Éxodo 4:24) Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo. ¿Cómo es posible que Dios llame a Moisés a una misión, y en el
camino lo busque para matarlo? A simple vista, no parece tener sentido. De cualquier manera, lo importante es que en ese momento Séfora, esposa de Moisés, entendió el mensaje y actuó: (Éxodo 4:25-26) Aquí Séfora revela la razón por la que Moisés iba a morir: el hijo de Moisés no estaba circuncidado. Siguiendo el pacto con Abraham, el hijo primogénito de Moisés sí había sido circuncidado, pero al parecer Séfora se había opuesto a que lo hiciera con el segundo. Por eso, ella supo que hacer en ese momento. ¿Por qué era tan importante el tema de la circuncisión? Por una simple razón: Moisés iba a participar como líder de la liberación del Pueblo de Israel, en mérito del Pacto que Dios hizo con los patriarcas. Y la señal de ese pacto era la circuncisión (Gen. 17:7-14). ENCUENTRO CON AARON Dios no sólo llamó a Moisés para esta misión, sino también a su hermano Aarón. (Éxodo 4:27) Moisés y Aarón se encontraron en el Monte Horeb, el mismo lugar donde Moisés tuvo la experiencia de la zarza. (Éxodo 4:28) El encuentro entre hermanos fue muy emotivo, tal como el Señor anunció (Exo. 4:14). Podemos imaginar la emoción de Aarón al saber que su hermano menor era el hombre elegido para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud…y ahora lo acompañaría por invitación de Dios. Aarón complementaba muy bien a Moisés; lo que a uno le faltaba, el otro lo tenía. (Éxodo 4:15-17) Moisés será el líder y quien recibe la revelación, y Aarón será el vocero. Y su primera encomiendo era reunirse con los líderes de los israelitas. (Éxodo 4:29-30) ¿Cuál fue la reacción del pueblo ante la promesa de liberación, y las señales que le acompañaban? (Éxodo 4:31) Después de cuatrocientos años de esclavitud en Egipto, había llegado el momento de la liberación. Era un momento muy emocionante para el pueblo de Israel. SEÑALES Y MILAGROS A lo largo de la Biblia vemos que Dios usa señales y prodigios con un propósito: para que el pueblo crea en Él. Por eso Dios le dio señales a Moisés, tal como la vara que se convierte en serpiente. (Éxodo 4:5) Jesús también hizo muchos milagros y señales para que creyeran en El. (Juan 2:23) Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos
creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. (Juan 20:30-31) Hizo además Jesús muchas señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. La palabra hebrea para “Señal” es: Ot, que también significa: enseña, evidencia, o bandera. Las señales o milagros son la evidencia del poder de Dios; son como una bandera que se levanta en alto para que todos puedan verla, y así todos puedan reconocer a quien pertenece. Las señales que Moisés hará en Egipto servirán de testimonio, tanto para israelitas como para egipcios, para que todos crean que el Dios de Israel es real y que Él es Dios Todopoderoso. En el capítulo cinco finalmente llegamos al momento en que Moisés se encuentra con el rey de Egipto. Recordemos que ellos ya se conocían, pues crecieron juntos. Pero ya habían pasado cuarenta años, y Moisés llegó al palacio real no como un egipcio sino como un hebreo…y con una petición fuera de lo normal… (Éxodo 5:1) La petición de Moisés no era a título personal, sino que habló en nombre de Jehová, Dios de Israel. Era una solicitud osada ya que no le está pidiendo permiso, sino que está dando una orden de parte del Dios de Israel. Veamos cómo responde el rey de Egipto a esto… (Éxodo 5:2) Moisés y Faraón reaccionaron de forma muy distinta cuando oyeron de Dios. Veamos el contraste: * Moisés preguntó: “¿Quién soy yo?” (Ex. 3:11). Demostró humildad con respecto a Dios y la misión que le encomendó, reconociendo sus propias limitaciones. * Faraón preguntó: “¿Quién es Jehová?” (Ex. 5:2) No sólo no reconoció al Dios de Israel, sino que manifestó su rechazo a atender su petición Faraón hizo evidente su arrogancia y soberbia. En Egipto, el rey era considerado como un dios (Eze. 29:2-3); por ello, él no iba a ceder fácilmente. Pero esta negativa no tomó por sorpresa a Moisés, ya que el Señor le advirtió de antemano que el rey endurecería su corazón, y no los dejaría ir sino hasta después de realizar señales y prodigios. (Éxodo 4:21) Dios le advirtió a Moisés que el faraón se opondría a la libertad de Israel, y no cedería sino hasta que su hijo primogénito muriera (Éxodo 4:22-23)…y ésa será la última plaga (Exodo 11 & 12). PROPÓSITO DE LAS SEÑALES Las señales que Dios haría en Egipto, previo a la liberación de los israelitas, servirían un doble propósito: * Para los egipcios: demostrarles que el Dios de Israel es más poderoso que todos los dioses de Egipto