hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes.
COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS ÉXODO 8:20-9:12 La cuarta plaga abre la puerta a la segunda serie de tres plagas: Moscas, muerte del ganado y úlceras… 4° PLAGA: Moscas (Exo. 8:20-32) Al igual que la primera plaga, Dios instruye a Moisés que se presente ante el Faraón cuando éste va al río, temprano en la mañana. En ese momento, debe advertirle sobre la nueva plaga que llegará si no los deja ir… (Éxodo 8:20-21) Otro mensaje importante es que, a partir de esa plaga, Dios hará distinción entre los israelitas y los egipcios, para hacer evidente que el Señor está en control de todo—aún sobre la Tierra de Egipto. Aquí hay patrón muy interesante con Apocalipsis, Los sellos y hasta la cuarta trompeta, son para todo el mundo, (Ap. 6-8; 9), Jesús habla de la gran tribulación previa a su venida, y que será para todo el mundo, es decir tanto creyentes como incrédulos tendrán que pasar por este tiempo difícil de prueba: Mateo 24 Mat 24:29-30 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo,(H) y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Pero los que tienen el sello del Señor son librados de la quinta copa en adelante: Después de los sellos y la partir de la quinta trompeta, vemos otra serie de plagas similares a las de Egipto, que la profecía llama las copas de ira, una serie de 7 eventos que están solamente reservados para los que no creyeron en el Señor Apo 9:4 Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los
(Éxodo 8:22-23) Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual habita mi pueblo, para que ninguna clase de moscas haya en ella, a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra. Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal. La palabra que se traduce como “redención” en hebreo es: Pedut, que también puede traducirse como: distinción, división y liberación. Es un juego de palabras en hebreo, ya que el plan de Dios es hacer una distinción entre israelitas y egipcios con el objetivo final de liberar y redimir a Su Pueblo. “Pedut” también puede traducirse como: “rescate”, que es el pago para una redención. Efectivamente, cuando cayó la plaga, ésta afectó sólo a los egipcios, y el Señor libró a Su Pueblo. (Éxodo 8:24) Y Jehová lo hizo así, y vino toda clase de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón, sobre las casas de sus siervos, y sobre todo el país de Egipto; y la tierra fue corrompida a causa de ellas. Esta plaga fue tan tormentosa que el Faraón cedió…pero sólo en parte, ya que puso una condición: (Éxodo 8:25) Moisés estaba pidiendo ir camino de tres días, lo cual los llevaría a la frontera, fuera de la jurisdicción egipcia. Pero el Faraón no aceptó esa condición; él cedió a que los israelitas adoren a su dios, con la condición que hicieran el sacrificio cerca. Pero Moisés no aceptó esas condiciones. (Éxodo 8:26-27) Aparentemente, Moisés ya sabía que las ofrendas al Señor incluirían ovejas, y para los egipcios era considerado abominable el sacrificio de ovejas y otros animales que ellos consideraban como sagrados (tal como veremos en la próxima plaga). Uno de los principales dioses de Egipto era Khnum, que tenía cuerpo de hombre y cabeza de cordero. Ellos creían que este dios había creado al hombre, y era también el responsable de mantener el nivel del río Nilo. Por ende, sacrificar un cordero hubiera sido una ofensa para la religión egipcia. Por eso, Moisés dijo que no aceptaría la condición del Faraón... (Éxodo 8:27) Camino de tres días iremos por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, como él nos dirá. El Faraón aceptó a medias, diciendo “con tal que no vayáis más lejos” (Exo. 8:28), pero comenzó a reconocer el poder de Dios pidiendo que intercedieran por él.
Daba la impresión que Faraón finalmente había cedido, y Moisés aceptó orar para que se acabara la plaga… (Éxodo 8:29-30) Y respondió Moisés: He aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré a Jehová que las diversas clases de moscas se vayan de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo mañana; con tal que Faraón no falte más, no dejando ir al pueblo a dar sacrificio a Jehová. Entonces Moisés salió de la presencia de Faraón, y oró a Jehová. Jehová, Dios de Israel, guardó su palabra, pero el Faraón no lo hizo… (Éxodo 8:31-32) Y Jehová hizo conforme a la palabra de Moisés, y quitó todas aquellas moscas de Faraón, de sus siervos y de su pueblo, sin que quedara una. Mas Faraón endureció aun esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo. 5° PLAGA: Peste del ganado (Exo. 9:1-7) Dado que el Faraón no cumplió su palabra de dejar ir a los israelitas con la cuarta plaga, Dios envió de nuevo ante el Faraón para advertirle de otra plaga. (Éxodo 9:1-3) Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Porque si no lo quieres dejar ir, y lo detienes aún, he aquí la mano de Jehová estará sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con plaga gravísima. De nuevo, el Señor hizo separación entre israelitas y egipcios. (Éxodo 9:4) Curiosamente, Dios no manda la plaga de inmediato, sino que advierte al Faraón que la plaga llegará al día siguiente. Esto podría verse como una oportunidad que el Señor le daba al rey para arrepentirse y evitar el sufrimiento de su pueblo. (Éxodo 9:5) Y Jehová fijó plazo, diciendo: Mañana hará Jehová esta cosa en la tierra. Lamentablemente el Faraón no se arrepintió, tal vez pensando que tenía tiempo para ofrecer sacrificios a sus dioses para que los protegieran (al dios toro Apis, intercesor ante los dioses egipcios, y a Hator la diosa vaca del amor). Pero el Dios de Israel probó ser más poderoso que esos dioses falsos… (Éxodo 9:6) Al día siguiente Jehová hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno. A pesar del sufrimiento del pueblo egipcio, y de ver la salvación de los israelitas, el Faraón no cedió. (Éxodo 9:7) Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.