-COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS ÉXODO 12:29-51
ADORACIÓN TRAS LA LIBERACIÓN La Biblia dice que después de recibir las instrucciones sobre la Pascua, el pueblo se arrodilló y adoró a Dios (Exo. 12:27). La fe de los israelitas se hizo evidente en su obediencia, siguiendo al pie de la letra los mandatos que el Señor había dado. De esa manera los primogénitos de Israel lograron salvar su vida. (Éxodo 12:28) Lamentablemente éste no fue el caso de los primogénitos entre los egipcios… (Éxodo 12:29-30) Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales. Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto. SALIDA DE EGIPTO El efecto de esta última plaga fue precisamente lo que Dios advirtió: Finalmente el Faraón dejó ir a los israelitas. (Éxodo 12:31-32) No sólo el Faraón sino todos los egipcios estaban de acuerdo con la partida de los israelitas. (Éxodo 12:33) Tal como Dios había advertido, los israelitas no salieron con las manos vacías: (Éxodo 12:35-36) Los israelitas siguieron las instrucciones de la Pascua, y el Señor los libró de la esclavitud esa misma noche. (Éxodo 12:50) Finalmente llegó el momento en que los Hijos de Israel dejaron Egipto para siempre. Para ese entonces, la familia de Israel se había convertido en un pueblo numeroso: (Éxodo 12:37) Partieron los hijos de Israel de Ramsés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños.
Se calcula que eran aproximadamente dos millones de personas, contando mujeres y niños. Pero debemos notar que no salieron sólo israelitas. A ellos se les unieron otras gentes que creyeron en Jehová por las señales que vieron… (Éxodo 12:38) También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo ganado. Tal como el Señor advirtió, todos salieron de prisa, tanto que el pan diario no logró leudarse. (Éxodo 12:34) Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre sus hombros. (Éxodo 12:39) Y cocieron tortas sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto, pues no había leudado, porque al echarlos fuera los egipcios, no habían tenido tiempo ni para prepararse comida.
Nosotros no podemos participar de la Pascua (Cristo es nuestra Pascua 1 Cor. 5:7), a menos que seamos pueblo de Dios y estemos circuncidados, por la obediencia del Padre siendo judíos, o por la circuncisión del corazón siendo gentiles. b. La Pascua es una fiesta nacional para el pueblo de Israel, pero se celebra en las casas. (Éxodo 12:46-47) Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo. Toda la congregación de Israel lo hará. c. La Pascua es una noche que el pueblo de Dios debe guardar para Jehová, de generación en generación. (Éxodo 12:42) Es noche de guardar para Jehová, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardarla para Jehová todos los hijos de Israel en sus generaciones. EN MEMORIA DE MÍ Jesús nos enseñó que cuando celebremos la Pascua lo hagamos pensando en Él. (Lucas 22:19) Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
OTRAS INSTRUCCIONES SOBRE LA PASCUA Al final del capítulo doce, encontramos aún otras instrucciones sobre la Pascua para las futuras generaciones:
En esa ocasión, Jesús no estaba inventando “un nuevo rito”. Estaba celebrando la pascua como lo había hecho toda su vida, año tras año. Lo nuevo es que en esa ocasión Él les reveló a sus discípulos que Él era el Cordero de Dios, y como tal murió en la cruz horas más tarde (todavía el 14 de Nisán, según el día hebreo).
a. La Pascua sólo la deben celebrar el Pueblo de Dios. Y la señal de que alguien pertenece al Pueblo de Dios es que esté circuncidado (tanto israelitas como sus siervos y los extranjeros que moran entre ellos). (Éxodo 12:43-45) Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la pascua; ningún extraño comerá de ella. Mas todo siervo humano comprado por dinero comerá de ella, después que lo hubieres circuncidado. El extranjero y el jornalero no comerán de ella. (Éxodo 12:48) Mas si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la pascua para Jehová, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella. La misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros.
Pablo lo explica así: (1 Corintios 11:23-26) Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
Posteriormente, Pablo explicó por revelación que la circuncisión es física o de corazón (Rom. 2:26-29). …25Pues ciertamente la circuncisión es de valor si tú practicas la ley, pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión se ha vuelto incircuncisión. 26Por tanto, si el incircunciso cumple los requisitos de la ley, ¿no se considerará su incircuncisión como circuncisión? 27Y si el que es físicamente incircunciso guarda la ley, ¿no te juzgará a ti, que aunque tienes la letra de la ley y eres circuncidado, eres transgresor de la ley?…
En la celebración tradicional hebrea de la Pascua se come el pan sin levadura y también toman vino, además de comer cordero. Jesús celebró esa última Pascua con sus discípulos explicando que Él iba a cumplirla en su carne… (Lucas 22:14-16) Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios. La Pascua no es sólo una celebración histórica, sino también profética para todas las generaciones, ya que es el cumplimiento del Plan de Redención para la humanidad. En la Pascua