Boletin 22 17

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“los atributos de misericordia” (heb. Midot Rajamim).

COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS Éxodo 34 MISERICORDIA DIVINA En el capítulo anterior leímos sobre la intercesión de Moisés en favor del pueblo de Israel. Ellos habían pecado con el Becerro de Oro (Exo. 32), y sabían que merecían un castigo; pero se preguntaban si Dios los perdonaría. Moisés expresó su intención de no ir a ningún lado si el Señor no iba con ellos. Luego le pidió que le mostrara su gloria. La respuesta de Dios fue que le mostraría toda su bondad: (Éxodo 33:19) En este capítulo (Exo. 34), leeremos sobre lo que pasó en ese encuentro. NUEVAS TABLAS (Éxodo 34:1-2) En preparación para el encuentro, Dios instruyó a Moisés que llevara algo: nuevas tablas, que debía ahora él tallar con sus manos, para que Dios escribiera nuevamente sus instrucciones. (Éxodo 34:4) Las primeras tablas de la Ley fueron hechas por Dios (Exo. 31:18; Deu. 9:10); pero ahora el Señor pidió que el hombre participara en el proceso. Moisés debía alisar las tablas, y Dios escribiría en ellas. En Deuteronomio, Moisés describe lo que Dios escribió, y dónde colocó estas nuevas tablas: (Deu. 10:1-5) Nótese que las palabras del pacto no cambiaron; Dios escribió lo mismo en las primeras que en las segundas tablas. Dios no cambió nada porque Él es perfecto, su ley es perfecta (Salmos 19:7-14) y no necesita modificar nada. Lo nuevo en esta ocasión fue que el Pueblo conoció otro lado de Dios que aún no habían visto. Los israelitas habían visto el lado de justicia de Dios, pero ahora iban a conocer Su lado de misericordia, su gracia. ENCUENTRO CON DIOS (Éxodo 34:5-6) Luego que Moisés subió al Monte con las tablas de piedra, Dios descendió para encontrarse con él y mostrarle su bondad. Éste es uno de los encuentros más especiales que cualquier ser humano haya tenido con Dios en toda la historia de la humanidad: Estas palabras de Dios se conocen entre el pueblo hebreo como

1. JEHOVÁ (heb. Yehová o Yahweh): Lo primero que manifiesta el Señor es Su Nombre: Jehová, y lo repite dos veces, como una reafirmación. Como vimos en el capítulo tres, su Nombre significa: Yo Soy el que Soy. Este es el Nombre que conjuga todos los nombres y atributos de Dios, expresando todo lo que Él es. El nombre de Dios, representa su fama, su carácter y su autoridad, Él es el que existe, su nombre expresa lo atemporal y siempre existente de su presencia. 2. DIOS: La palabra hebrea “El” significa: Dios, que también puede traducirse como: poderoso, fuerte. 3. MISERICORDIOSO: La palabra que usa aquí para “misericordioso”, en hebreo es: “Rajum”, que también puede traducirse como: compasivo. Esta palabra está relacionada con: Rejem, que significa: vientre de la madre. Es una figura hermosa de cómo Dios puede ser compasivo así como una madre hacia el hijo a quien dio a luz. 4. PIADOSO: La palabra hebrea es: “Janun”, que puede traducirse como: benevolente o clemente. Representa la actitud de alguien superior que se inclina en beneficio de un subalterno o subordinado. 5. TARDO PARA LA IRA: En hebreo se usa una frase que literalmente dice: “nariz lenta” (heb. Erej apaim). En un sentido figurado quiere decir: paciente, tolerante. Se refiere a alguien que no reacciona de inmediato. Como una cualidad divina, esto da a entender que Dios es paciente y no castiga inmediatamente al pecador, sino que le da oportunidad para que se arrepienta. Esta “paciencia” de Dios se ha manifestado desde el principio, comenzando con Adán y Eva. El apóstol Pedro lo explica de la siguiente manera: (2 Pedro 3:9) …sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. La paciencia de Dios no es porque “ignora” la falta; más bien, lo que hace es dar el espacio para que el pecador se vuelva de su mal camino, y viva. Así lo explica también el profeta Ezequiel 18:23-32. Recordemos que Dios es perfecto en su compasión y misericordia, pero también es perfecto en su justicia. Él no va a dejar de ser justo pasando por alto las faltas. El balance entre justicia y misericordia se alcanza a través de la propiciación, el arrepentimiento y la restauración. (Este balance es una de las grandes lecciones de estos capítulos de Éxodo.) 6. ABUNDANTE EN MISERICORDIA Y VERDAD: En relación con el perdón, Dios presenta dos cualidades que Él tiene en abundancia: Misericordia y verdad. Estos son dos atributos que van de la mano y aparecen repetidas veces juntas a lo largo de la Biblia (2 Sam. 2:6; Sal. 25:10; Sal. 57:3,10; Sal. 85:10; Sal 89:14; Prov. 3:3; Prov. 16:6, entre otras). La palabra que se traduce aquí como “misericordia” es diferente a la que mencionamos con anterioridad. En hebreo es: “Jesed”, que

literalmente significa bondad. La verdad (heb. Emet) es lo real y lo genuino. Y la verdad va de la mano con la justicia de Dios. Dios tiene la verdad absoluta, mientras que el hombre sólo la puede ver en parte (Isaías 55:7-9). Dios se presentó a Moisés como alguien que tiene la verdad y la justicia, pero también es bueno en abundancia. MISERICORDIOSO Y JUSTO: (Éxodo 34:7) A continuación, Dios le explicó a Moisés cómo Él ejercita su misericordia: Aunque el pueblo haya pecado, el Señor está dispuesto a perdonar; sin embargo, Él no puede “ignorar” las faltas. Para recibir el perdón de Dios, es necesario que el pueblo se arrepienta (heb. Shuv, regresar, retornar). DIOS PERDONA: Dios menciona los tipos de pecado que perdona: la transgresión, el pecado y la iniquidad a. El pecado: Otra palabra que define el pecado en hebreo es: “Jatá” (también: ofensa, pena, culpa). También incluye los pecados no intencionales. b. Transgresión: Es la infracción de una ley de Dios, muchas veces de forma intencional. La palabra en hebreo es: “Pesha”, que también se puede traducir como: falta, rebelión, infracción, prevaricación, traición). 1 Juan 3:4 c. Iniquidad: La Iniquidad (heb. Avon) también se puede traducir como injusticia o un delito que merece castigo. Dios está dispuesto a perdonar todos estos pecados. Sin embargo, deja claro que “no tendrá por inocente al culpable”. Si no hay arrepentimiento, no hay perdón. En cuanto a la iniquidad, el Señor explica que esta se puede extender hasta la tercera y cuarta generación. Los hijos heredan las “líneas de iniquidad”, es decir, la tendencia hacia cierto pecado que fue abierto por los antepasados; sin embargo, los hijos no están “condenados” a cometerlos, ya que cada generación decidirá si saca esas tendencias de su vida, o si sigue viviendo con ellas. Dios no pide cuentas por “las tendencias”, pero si por las acciones propias (leer: Ezequiel 18). Esto es muy importante, porque el padre no pagará los pecados de los hijos y el hijo no pagará los pecados del padre, en nuestra cultura solemos avergonzar a las personas por el pecado de su familiares, muchos cargan el estigma de lo que hicieron sus padre o hijos y delante de Dios esto no funciona así, aunque una familia puede arrastrar malos hábitos o pecados por generaciones, cada persona dará cuenta de sus actos y que se arrepienta será perdonado. ARREPENTIMIENTO: Dios no perdonó a los israelitas sólo porque eran “Su Pueblo”. Lo hizo porque ellos se arrepintieron (y los tres mil que no se arrepintieron, murieron—Exo. 32:25-28). La palabra “arrepentimiento” en hebreo es: Teshuva, que literalmente significa: retorno, regreso. El arrepentimiento no es una licencia para pecar, sino la disposición para regresar al buen camino. El perdón de Dios es una segunda oportunidad para hacer la voluntad de Dios. Romanos 6, Lucas 6.


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