COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS Éxodo 35 LO QUE JEHOVÁ MANDA En el capítulo anterior vimos que Dios perdonó a Israel por el Pecado del Becerro de Oro, y luego renovó el Pacto que había hecho con ellos (Ex. 34:27-28). Las condiciones del Pacto están delineadas en la Ley (heb. Torá). En el libro de Deuteronomio están escritos todos los mandamientos, pero en Éxodo sólo encontramos un resumen, que incluye el día de reposo (Exo. 34:21). DÍA DE REPOSO Las instrucciones que Dios le dio a Moisés en el Monte Sinaí, luego él lo repitió al pueblo. Comenzó con las instrucciones sobre el día de reposo (heb. Shabat): (Éxodo 35:1-2) Moisés convocó a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: Estas son las cosas que Jehová ha mandado que sean hechas: Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá. Nuevamente parece muy severo el castigo por quebrantar el mandamiento de descansar, pero está claramente establecido, que pecado es transgresión de la ley de Dios (1 Jn 3:4) y que la paga por el pecado es muerte (Rom 3:23; 6:23) (Éxodo 35:3) No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo. En estos tiempos modernos nos cuesta entender la relación entre trabajo y “encender fuego”. Gracias a los avances tecnológicos, todo lo que tenemos que hacer para encender la luz o el horno es mover el interruptor de electricidad. Pero en tiempos antiguos, para encender una hoguera se necesitaba ir al bosque, cortar leña, y muchas veces transportarla largas distancias, sin mencionar el esfuerzo de procurar fuego chocando piedras, o frotando madera, esperando que las chispas encendieran el heno o la hojarasca. El hecho de encender fuego era una tarea laboriosa, y por eso se considera como “trabajo”. En el libro de
Números se menciona el caso de un israelita que salió a cortar leña el día de reposo, y murió como consecuencia (Num. 15:32-36).
Egipto (Exo. 12:35-36). De alguna manera cumpliendo también el principio de al dejar ir al siervo, mandarlo con provisión para que pueda volver a empezar. (Levítico 25)
El día de reposo no sólo es un mandamiento, sino que es una señal que identifica al Pueblo de Dios, y la distingue de las demás naciones. Por lo demás, el Shabat (día de reposo) tiene una hermosa aplicación espiritual que ya explicamos en el estudio del capítulo 31 [Solicita el audio del Sermón para que lo repases]. Dios no cambió el día de reposo, sigue siendo el séptimo día de la semana, además de ser una señal es una bendición, aprende a parar, espiritualmente Jesús es nuestro reposo, pero eso no anula el descanso semanal (Hebreos 4)
No sólo ofrecían la materia prima, sino también su mano de obra: (Éxodo 35:25-26)
OFRENDA PARA EL TABERNÁCULO La siguiente instrucción que Moisés dio a los israelitas tenía que ver con el Tabernáculo (heb. Mishkan). En este capítulo leeremos sobre la ofrenda de materiales para su construcción; y en los siguientes capítulos leeremos sobre la construcción en sí, y comentaremos lo que cada área y cada pieza significan.
Ya sabiendo cuáles serán las piezas que necesitan elaborarse, el pueblo sabrá quienes entre ellos son más aptos para hacerlas. En general, se iban a necesitar carpinteros, plateros, orfebres, joyeros, tejedoras, etc.
Luego que el Pueblo de Israel fue perdonado, Dios les dio “luz verde” para que iniciaran la construcción del Tabernáculo, que representa el deseo del Señor de habitar en medio de Su Pueblo (Exo. 25:8). Como ya mencionamos, el diseño del Tabernáculo no fue creación de Moisés ni inspiración de ningún artista, sino que debía ser edificado según las instrucciones de Dios (Exo. 25:9). Y la primera instrucción que recibieron los israelitas fue recolectar una ofrenda de todos los materiales que necesitarían para el Tabernáculo: (Éxodo 35:4-9) Es necesario resaltar que esta ofrenda no era un impuesto, ni era obligatoria; claramente dice que era voluntaria, de la generosidad del corazón. El apóstol Pablo también escribió acerca de este “principio de dar”: (2 Corintios 9:7) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. RESPUESTA DEL PUEBLO Leamos ahora cual fue la respuesta del pueblo a la invitación a ofrendar: (Éxodo 35:20-21) La respuesta fue generosa, abundante, porque sus corazones estaban agradecidos. (Éxodo 35:22) También las mujeres dieron generosamente, de lo que tenían. Podríamos preguntarnos: Si los israelitas acababan de salir de la esclavitud, ¿cómo tenían todas estas riquezas? La respuesta es que Dios les proveyó; el Señor movió el corazón de los egipcios para que les regalaran cosas valiosas, cuando los israelitas estaban saliendo de
A continuación, aparece la lista de todos los materiales que los israelitas donaron: (Éxodo 35:23-24)
Al final, se vuelve a resaltar el hecho que la ofrenda fue voluntaria: (Éxodo 35:29) CONSTRUCTORES (Ref. Ex. 31.1-11) (Éxodo 35:10) Además del aporte de materiales, también se hizo la solicitud de voluntarios para para la construcción. (Éxodo 35:11-19 Para saber qué tipo de trabajadores se necesitaba para la construcción del Tabernáculo, primero se presenta la lista de las piezas que se elaborarán.)
En cuanto al “maestro de obra” que iba a dirigir toda la construcción, Dios mismo lo eligió, porque no sólo necesitaba tener aptitudes artísticas sino también dones espirituales. (Éxodo 35:30-33) Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en la talla de piedras de engaste, y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. Bezaleel era nieto de Hur, quien detuvo los brazos de Moisés en la batalla contra Amalec (Exo. 17:10-13). Según la tradición judía, Hur era el esposo de Miriam, la hermana de Moisés y Aarón. Además de Bezaleel, el Señor eligió otro hombre de la tribu de Dan para dirigir la obra, y para enseñar a los demás obreros: (Éxodo 35:34-35) Y ha puesto en su corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor, e inventen todo diseño. Los nombres de estos dos maestros de obra son significativos: * Bezalel significa: a la sombra de Dios; * Aholiab significa: la tienda de mi padre