19/Ago./2018, 22/33
Cuando Jesús expresa, “oísteis” se refiere a la forma como el pueblo estaba acostumbrado a escuchar a los fariseos y escribas a interpretar la ley, por eso Jesús después de la expresión, explica cómo se practica el mandamiento, lo engorda y lo lleva a su aplicación espiritual, para así evitar quebrantarlo.
Compartir para vivir; Vivir para servir; Servir para exaltar.
(Mateo 5:21-22) “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. “No asesinarás” (Éxodo 20:13; Deu. 5:17; Num. 35:30-34) Necio en griego es "Raca" (lit. estúpido) a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: "Idiota", será reo del infierno de fuego. Jesús no contradijo la ley, sino que fue más allá, a las intenciones del corazón. Si uno se enoja o maldice al prójimo, abre la puerta a la muerte. Él nos enseña que no sólo debemos evitar caer en asesinato, sino que debemos comenzar por evitar que el odio entre al corazón. En el corazón se detiene el asesinato, mira la historia de Caín y Abel, si Caín hubiera detenido el pecado en su corazón, no hubiera llegado al asesinato, y Dios se lo advirtió, como lo hace ahora Jesús: (Gén 4:6-8) Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Jesús enseña que la solución para el odio y el resentimiento no es dar muerte, sino perdonar y ponerse de acuerdo con el prójimo: (Mateo 5:23-26) Si queremos mantener una buena relación con Dios, debemos mantener un corazón limpio también hacia el prójimo (1 Juan 4:20-21; Lev 19)
Utiliza el sobre blanco dentro de tu boletín, y ofrenda para la canasta de amor.
Reunión de Varones Te esperamos el próximo Sábado 25 de agosto a las 8:00 AM Apocalipsis Verso a Verso
Reunión de Jóvenes
Así que cómo se guarda el mandamiento de “no matarás”, comienzas examinando tu corazón, y entendiendo que si perdonas, que si evitas insultar y alejas el odio de tu corazón, pondrás una cerca de protección a tu vida para no quebrantar el mandamiento. De la abundancia del corazón habla la boca, y lo que piensas es lo que haces. Esto es lo que significa es espíritu de la ley, no es una nueva ley, es la interpretación engordada de Jesús, que expande y completa nuestro entendimiento de lo que significa guardar la ley. (Lev 19:17-18) No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.
www.webelcamino.org
No guardamos los mandamientos para ser salvos, sino porque somos salvos los guardamos, porque le amamos: Juan 14:21 “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
contacto@webelcamino.org pastordireccional@webelcamino.org ISSUU: Iglesia Bíblica El Camino Blogg: hijosdeabraham.blogspot.mx Youtube: I.B. El Camino
Todos los sábados 5:00 Pm 19 Pte 4111
MÁS INFORMACIÓN Reunión semanal: Blvr Atlixco No 4303 Las Ánimas, Santa Anita Las Ánimas, Puebla, Pue. Domingos 11:30 AM
C
EL
O
I g l e s i a B í b l i c a
Cuando alguien enseñaba correctamente la ley, los maestro decía, “haz cumplido la ley”. Es pecado no cumplir las palabras de la ley, y se coloca en condición de maldito el que le quita o le añade una letra a la ley:
COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS MATEO 5:17-48. JESÚS Y LA LEY Jesús nos está enseñando a ser discípulos miembros del Reino, y empezó diciendo que debíamos morir, necesitamos declararnos “pobres en espíritu”, luego nos enseñó que estamos en pacto con él y nos declaró la sal de la tierra, e iluminados por su luz (la Palabra) podemos ser luz al mundo. Usemos el mismo principio que usó Jesús cuando enseñaba, haciendo preguntas: ¿Qué dijo Jesús con respecto a ley? ¿Cómo está escrito? ¿Cómo lees? (Lc 10:25-28) Mat 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Jesús jamás enseñó nada en contra de la Ley de Dios. Él fue perfecto y justo, y vivió como Dios manda. ¿Cuál es la Ley de Dios? Es la instrucción de vida que Dios dio a su pueblo en el Monte Sinaí, y está plasmada en los primeros cinco libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. En hebreo se le llama a este conjunto de libros: Toráh, que significa: “instrucción”, también conocida como “Pentateuco” en español. En el Reino de los Cielos se hacen las cosas como Dios manda, pues Él es Rey. Y la constitución del Reino es la Toráh. En los Cielos no se ha autorizado un plebiscito para hacer reformas a la Ley. El orden de Dios no ha cambiado, porque Dios no cambia. (Mal 3:6) La palabra abrogar en griego es: (êáôáëýù) katalúo, y significa: Desintegrar, demoler derribar, deshacer, destruir, desvanecer. Desde la perspectiva del pensamiento hebreo es interpretar mal la ley, quitarle oponerle cosas, porque haciendo eso la cancelas, y quien la escucha ya no tiene la opción de cumplirla. La palabra cumplir en griego es: (ðëçñüù) pleróo y significa: Hacer repleto, (literalmente) atiborrar, rellenar (un hueco), rellenar, atestar.
Deu 28:15 Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. Deu 28:16 Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo. Deu 28:17 Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar... La ley de Dios prohíbe categóricamente que un profeta o un maestro le quite a la ley un sólo punto a la ley: Deu 4:2 “No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.” Lo que Jesús está declarando, es no se les ocurra pensar que yo vine a destruir o derrumbar la ley, sino a rellenarla la ley, literalmente a hacerla más gorda. Si Jesús es el profeta como Moisés (Dt 18), por lo tanto debe pasar la prueba de los profetas, la que está detallada en Deuteronomio 13, y específicamente menciona que el profeta debe guardar toda la ley y no enseñar otra cosa, de lo contrario es un falso maestro y merece la muerte. Jesús es el juez de Israel, y es el Creador, él es la Palabra de Dios hecha carne, él declaró la ley en el Sinaí, por eso el puede explicar la ley y enseñarnos cómo se vive, pero no vino a quebrantar la ley, porque se haría pecador, y no podría salvarnos. (Mateo 5:18-19) Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla. Jesús explicó que el éxito o fracaso dentro del Reino de Dios se mide en base al cumplimiento de las ordenanzas de Dios (aunque la entrada es por gracia y por fe). La Toráh permanecerá hasta que la tierra permanezca, mientras veas el cielo y la tierra, las ordenanzas están vigentes. (Mateo 5:19) Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Mientras exista el cielo y tierra, tenemos que ir a la Toráh para consultar las instrucciones de Dios, “y el que anule un mandamiento pequeño será llamado pequeño”, algunos piensan, “bueno aunque pase de panzazo, para no ser fanático, sólo le doy importancia a los grandes”, pero ten cuidado, en la versión del Mateo hebreo se lee así:
“Quien transgreda un decreto de estos mandamientos pequeños y enseñe así a otros será vano, en el Reino de los cielos “ Es decir será nada, será vacío en el Reino de los cielos... “Pero en que los guarde (los haga) será grande”, porque esta es la mejor manera de enseñar los mandamientos, practicándolos. Jesús enseñaba con autoridad porque practicaba lo que enseñaba. Primero hacer, luego enseñar, este es el principio, el sabio modela. Muchos fariseos creían que Jesús estaba “anulando la Torá”, porque ni él ni sus discípulos seguían la tradición rabínica. La confusión se dio porque Jesús no se sometió a “la tradición de los hombres”. Pero Jesús aclaró que Él si cumplía la Torá, pero divergía con los otros rabinos en la interpretación y aplicación. Los líderes judíos habían puesto leyes extras a las que Dios había dado, tales como lavamientos de manos y ciertas prohibiciones en el día de reposo, las cuales no estaban escritas en la Palabra (Mateo 7:113). Jesús no siguió ciertas tradiciones religiosas porque eran interpretaciones humanas, no divinas—pero a Dios nunca le falló. (Mat 5:20) Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Los fariseos y los escribas eran la autoridad en cuanto a conocimiento de la Palabra de Dios, pero no eran autoridades morales, porque decían y no hacían, o buscaban la manera de brincarse la ley (Mr. 7) o enseñar mandamientos de hombres, como si fuera Palabra de Dios. No podemos entrar en el Reino de los cielos, con una justicia superficial, empieza con lo poco y añade más y más obediencia en tu vida, comienza como explicaron los discípulos con 4 mandamientos (Hec 15:20-21) y poco a poco añade más justicia a tu vida, porque el pecado no sólo es transgresión de la ley (1 Jn 3:4). También lo es, saber hacer lo bueno y no hacerlo (Sgo 4:17). A continuación, Jesús presentó su perspectiva sobre ciertos mandamientos, yendo más allá de la letra de la ley para presentar el “espíritu de la Ley”. Observa que no abroga la ley, sino que la engorda. Los rabinos decían que cuando llegara el Mesías, él revelaría el corazón de la Tora (Jn 4:25). Esto es precisamente lo que hizo Jesús en la siguiente sección del Sermón del Monte: OÍSTEIS QUE FUE DICHO, PERO YO OS DIGO… Jesús va a hacer referencia a algunos mandamientos, y nos va a dar la interpretación correcta. Observa que Jesús comienza diciendo “Oísteis que fue dicho”... No dice “Escrito está” como lo ha hecho en otras ocasiones, entre los judíos del primer siglo existía y hasta el día de hoy la creencia de que la Torah comprende la Ley oral y la Ley escrita. “La ley oral o las obras de la ley”, son un conjunto de leyes de hombres, tradiciones de hombres como las que encontramos en Marcos 7, con respecto a lavarse las manos antes de comer pan, lo que no es un mandamiento sino una ley oral o un mandamiento de hombre.