21/Oct./2018, 22/42
1 Juan 3:21-22 “Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios; y todo lo que pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él.”
Compartir para vivir; Vivir para servir; Servir para exaltar.
¿Por qué razón no le pedimos más a Dios? Muchas veces es por orgullo, o porque en el fondo no creemos que Dios es bueno, o porque sabemos que somos malos y no lo merecemos. No conocemos a Dios como un Padre amoroso y generoso que quiere complacernos (Salmo 145:17-19). Mateo 7:9-11 En el Sermón del Monte, Jesús nos da el ejemplo del amor de un padre hacia su hijo, comparándolo con el amor de nuestro Padre Celestial: La construcción en el texto griego (vv. 9, 10), donde Jesús presenta las preguntas: ¿le dará una piedra? y ¿le dará una serpiente? incluye una partícula de negación (mé G3165) que anticipa una contestación negativa. La traducción que refleja este énfasis sería: No le dará una piedra, ¿verdad? Y: No le dará una serpiente, ¿verdad? En ambos casos la contestación sería “que no”. ¿Qué espera Dios de nosotros al pedir y al orar? ¡FE! y esta palabra significa ¡FIDELIDAD! (Marcos 11:22-24; Santiago 1:68). Un hijo rebelde no puede pedir libremente, Dios no escucha a los pecadores y escucha a los justos (Salmos 34:15; Salmo 66:18; Sal. 145:19; Prov 15:29; ): Juan 9:31 “Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye.” Proverbios 28:9 “Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación.” LA REGLA DE ORO Mateo 7:12 Como una expresión de la ley del amor, la versión de Jesús de la «regla de oro» hebrea resume todo lo que Dios requiere de nosotros en relación con los demás, (la versión del Fariseo Hillel dice: No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan) como nos enseña, la ley y los profetas se resume en amar al prójimo, esto es: si obedecemos los mandamientos de Dios, haremos lo correcto con respecto a nuestro prójimo, si amamos a Dios guardaremos sus instrucciones: 1Jn 5:2-3 “En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.” Si entendemos que los mandamientos de Dios se tratan de puro amor, que nos instruyen a no matar, a no cometer adulterio, a no levantar falso testimonio, a ser generosos, a no codiciar, a no hacer juicios injustos, entonces haciendo esto amaremos a nuestro prójimo, no tiene nada que ver con nuestros sentimientos sino con nuestras acciones, si amamos a Dios guardamos sus mandamientos y Juan concluye ¡NO SON DIFÍCILES! La ley y los profetas de esto se tratan de tratar a los demás como queremos ser tratados, nadie desea que le quiten la vida, que le roben ni su propiedad ni su cónyuge, nadie quiere que hablen mal de él, lo traicionen o lo juzguen injustamente, Jesús dice: haz esto, vive de esta manera, así se vive en el Reino de los cielos, esta es la justicia a la que debes aspirar, tendremos justicia cuando vivamos de esta manera (Dt. 6:25)
AMOR
Loida Grupo
Guardar: Heb. Shamar
Próximo Domingo 28 Celebración de 5° Aniversario
Reunión de Jóvenes Próximo Sábado 5:00 PM Estudiando ahora: Proverbios verso a verso.
Cercar, poner vallado, guardia, para proteger, prestar atención, observar, atender, ejercer, hacer. ¿Estás guardando la Palabra de Dios?
MÁS INFORMACIÓN Reunión semanal: Blvr Atlixco No 4303 Las Ánimas, Santa Anita Las Ánimas, Puebla, Pue. Domingos 11:30 AM
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cualquier crítica, se requiere juicio para obedecer lo que se manda. El texto indica que Jesús se refiere a juicios personales, no al juicio que emite un juez o tribunal, en 1 Corintios 5 vemos a Pablo juzgando un caso de pecado en la congregación, usando nada menos que la ley de Dios (Lev 18), así que Jesús no está diciendo que nos hagamos de la vista gorda con respecto al pecado, sino es un llamado a discernir antes de mirar el pecado ajeno, sino puedes mirar tu propio pecado, ¿por qué piensas
COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS MATEO 7:1-12
que puedes juzgar el del otro?
JUSTOS JUICIOS
Jesús mandó a desenmascarar a los falsos maestros (7.15-23). Pablo enseñó claramente que debiéramos ejercitar disciplina en la iglesia (1Co. 5:1-2) y confiar en que Dios tendrá la última palabra (1Co. 4:3-5).
MATEO 7:1-2 Como hemos aprendido Jesús/Yeshúa, no vino a abrogar la ley, no vino a derribarla, sino a darle su correcta interpretación, por eso debemos observar que en la siguiente sección del Sermón del Monté, él no prohíbe la crítica, ni la expresión de opiniones, ni que condenemos lo que está mal hecho, porque la Biblia ordena hacer juicios justos. Levítico 19:15 ``No harás injusticia en el juicio; no favorecerás al pobre ni complacerás al rico, sino que con justicia juzgarás a tu prójimo. Deuteronomio 1:16 Y en aquella ocasión mandé a vuestros jueces, diciendo: ``Oíd los pleitos entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre un hombre y su hermano o el forastero que está con él. Juan 7:24 “No juzguéis por la apariencia, sino juzgad con juicio justo.” Lo que prohíbe Jesús es la censura implacable que pasa por alto las faltas propias mientras se asume el papel de supremo juez de los pecados de los demás. Jesús dice que debemos examinar nuestras motivaciones y conductas en vez de criticar a los demás. Lo que nos molesta en otros son con frecuencia los hábitos que no nos gustan en nosotros mismos. Nuestros malos hábitos y moldes de conducta indómitos son los que queremos cambiar en otros. ¿Halla usted fácil magnificar las faltas de otros y no fijarse en las suyas? Si está a punto de criticar a alguien, vea si no merece usted la misma crítica. Júzguese primero y luego con amor corrija a su prójimo y ayúdelo. Y esta es la advertencia “con la misma severidad con la que juzgas el pecado de otro, serás juzgado”. El juicio debe empezar siempre con tu propia vida, luego con tu cada y después con juicio justo miras el de los demás en ese orden. Si quieres misericordia para ti, ofrece misericordia a los demás, si condenas a los demás, entonces no esperes misericordia para ti. Stg. 2:13 Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio. Mateo 7:3-5 Nuevamente esta no es una condenación de
Mateo 7:4 ¿Cómo dirás a tu hermano...? El término que se usa para “juzgar”(kríno G2919) significa básicamente “separar”, “hacer distinción entre dos o más alternativas”, “decidir o determinar”, “llegar a una conclusión”, “asignar culpa a alguien”, “sentenciar”. En términos prácticos es el proceso mental por medio del cual uno llega a darse cuenta de diferencias o similitudes en lo que contempla. ¿Qué es lo que se prohíbe, pues, en este pasaje? La hipocresía, de sentirse superior moralmente, el hipócrita tiene un estándar moral para los demás y uno inferior para sí mismo, se queja de lo que hacen los demás, pero cuando se enfrenta a la decisión de hacer lo correcto, justifica su pecado y no lo aborrece, sino que tolera su mal comportamiento, hace decretos definitivos con respecto al comportamiento de los demás, y se condena así mismo porque no contempla su propia viga. Mateo 7:6 Este versículo hace el contrapeso, por otro lado si porque ya has examinado tu comportamiento, en humildad juzgas sin hipocresía, y eres llamado a exhortar a otros, porque esto es necesario hacer: Llamar a otros al arrepentimiento como se lo indica Pablo a Tito (Ti 1: 7-12) Stg. 5:20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. Entonces ten cuidado, también debes saber que no todos recibirán la corrección, sólo los humildes lo hacen, los soberbios no quieren ser corregidos: Jer. 50:32 Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante; y encenderé fuego en sus ciudades, y quemaré todos sus alrededores. Y por eso explica: No deis lo santo a los perros... (v. 6) expresa la necesidad de un discernimiento, un juicio del carácter de los oyentes. La construcción del texto griego indica que ni debéis comenzar a pensar en dar lo santo..., (Santo= Qadosh: Lo apartado para el uso honroso, la Palabra de Dios es Santa, sus mandamientos son verdad) Jesús emplea el método hebreo de repetición para enfatizar una verdad, usando dos pares de metáforas equivalentes: lo santo a los perros, las perlas a los cerdos. “Lo santo” y “perlas” son términos que se refieren a verdades o testimonios espirituales que estimamos de gran valor.
“Perros” y “cerdos” son dos de los animales más repugnantes e inmundos en la ley de Dios (Lev. 11). Los hebreos usaban estos términos para referirse generalmente a los gentiles, porque miraban su comportamiento como animal y por supuesto inmundo. Sin embargo, es casi seguro que Jesús tenía en mente una aplicación más general: todo incrédulo, incluyendo al judío que no quiere, o que no tiene capacidad para apreciar valores espirituales se comporta como un animal inmundo. Los “perros” y los “cerdos”, al ver “lo santo” y “las perlas” que se les echan, pensando que es algo para satisfacer su apetito y al comprobar que no lo es, de furia pueden atacar al que quería alimentarlos. Al predicar el evangelio es necesario un poco de discriminación. Predicar el evangelio a aquellos que manifiestan una actitud abiertamente blasfema no sólo es disminuirlo, sino también exponerse uno al peligro. Los dos símiles aquí (perros y cerdos) se refieren a invitar a paganos completamente indiferentes a unirse a prácticas de la fe hebrea por un lado y por otro a querer corregir con la Palabra a quien abiertamente la desprecian y la llaman opresión, opio de los pueblos, que insultan a Dios y blasfeman su nombre, el consejo de Jesús es sacúdete el polvo de los pies y sigue: Mat. 10:14 Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. (Mar. 6:11 Luc. 9:5 Luc. 10:11 Hch. 13:5) Mateo 7:7 Los imperativos griegos pedid, buscad y llamad (v. 7) están en tiempo presente, lo que sugiere una petición continua. La relación de padre a hijo evoca la humano-divina, y da pie para seguir elevando nuestras peticiones en una actitud de confianza filial. Pedid, aiteo Strong #154: Ruego, petición. La palabra usualmente describe a alguien que hace un pedido a otro que ocupa una posición más alta, a semejanza de un individuo que pide alguna cosa a Dios (Mt. 21.22), un súbdito al rey (Mar. 6:25), el niño a uno de sus padres (Luc. 11:11) o un pordiosero a una persona con suficientes medios económicos (Hech. 3:2). 1 Juan 5:14-15 Y esta es la confianza que tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho. Juan 15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho. PEDIMOS Y NO RECIBIMOS Mateo 7:7 ¿Por qué a veces pedimos y no recibimos? Santiago nos dice que esto se debe a dos razones principales: (1) porque pedimos mal, o (2) porque simplemente no pedimos: Santiago 4:2-3 Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener, por eso combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres. Todo padre amoroso desea complacer a su hijo, pero no siempre le da lo que pide, ya sea porque no puede o porque no le conviene al niño. Pero si pide lo que es justo y bueno, lo más probable es que lo recibirá en la medida de lo que sea posible. Esta misma confianza debemos tener en Dios, porque Él es bueno y generoso.