hace anomía, es inicuo, impío, malvado y no heredará el Reino de los cielos. Rom 6:19-32 Pablo también nos enseñó que no sólo se trata de “conocer la Palabra” sino de VIVIRLA: (Tito 1:16) “Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para cualquier obra buena.” En el Reino de Dios no es suficiente sólo “oír la Palabra”, sino que se espera que la vivamos y actuemos en conformidad a lo que creemos (2 Tim. 2:15-16,19). (Santiago 1:21-22) Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas. Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. ¿No es esto una salvación por obras? No, nosotros no nos salvamos a nosotros mismos, pero porque somos salvos vivimos haciendo la voluntad de Dios. Si dices que hacer ejercicio es saludable pero nunca haces ejercicio, sabes esa verdad pero realmente no la crees, si la creyeras serías fiel a esa convicción y practicarías deporte, de otra manera, sólo te lo sabes, eres oidor olvidadizo. Entrar al Reino implica hacer las cosas como Dios manda. Todo Reino tiene leyes y normas; pero si alguien no las cumple, puede terminar en prisión o en el exilio. Lo mismo sucede en el Reino de Dios. Luego de salvarnos, el Señor nos abre las puertas de Su Reino. Él espera que le reconozcamos como Rey y que nos sometamos a Su orden. Lamentablemente, mucha gente se engaña a sí misma, quedándose en el umbral de la puerta, creyendo que está viviendo en el Reino sólo porque hizo una confesión de fe o porque va a la iglesia los domingos y hace prácticas religiosas. Pero si la fe que profesamos no transforma nuestra vida, sino vivimos según las leyes del Reino, entonces aún no hemos “entrado” en el Reino.
AMOR
Loida
28/Oct./2018, 22/43
Grupo
Compartir para vivir; Vivir para servir; Servir para exaltar.
CELEBRACIÓN DE 5° ANIVERSARIO Hoy al terminar el servicio, tendremos la celebreación de aniversario del Grupo Loida acércate a la mesa y muéstrales tu cariño, ora por ellas, bendícelas y abrázalas.
Salida próximo Jueves 1 de noviembre 8:00 AM del estacionamiento de Walmart las Ánimas, favor de llevar lunch para el camino, a la llegada habrá café y pan.
El Creador, nos anhela celosamente, y nos da el regalo inmerecido de la vida, la oportunidad de regresar a casa, cuando somos humildes y estamos dispuestos a someternos a Dios, ¿qué otra cosa es el arrepentimiento?, sino el decidir volvernos de nuestro malos caminos, para encontrarnos con Dios y su Palabra, para hacer lo que le place, para seguir sus instrucciones, para dejar de poner pretexto o de echarle la culpa a otros, para dejar nuestra obstinación y nuestra soberbia que nos hace pensar que podemos adorar a Dios como nos place y a nuestra manera. Y cuando lo hacemos en humildad, entramos por la única puerta, Yeshúa/Jesús de Nazaret, quién pago por nuestras transgresiones, para que podamos andar en nueva vida (Rom. 5:16-18), una vida de obediencia.Cada vez que repetimos el Padre Nuestro, orándole al Padre: "Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra," ignorantemente procedemos a hacer nuestra propia voluntad, esperando de alguna manera agradar al Padre. ¿Cuál es su voluntad? Así lo dijo el Mesías: Juan 12:49-50
Reunión de Varones
Aun cuando él hubiera preferido que fuera de otra manera, hizo la voluntad del Padre, y fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Hacer la voluntad del Padre es simple, obedece sus instrucciones, y si no sabes cómo, sólo imita a Yeshúa (1 Co. 11.1), un paso detrás de sus huellas, come su polvo y estarás en la dirección correcta. ¿No sabéis que sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte o sea de la obediencia para justicia? Rom 6:16
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Sábado 10 de noviembre 8:00Pm Estudiando ahora: Apocalipsis verso a verso
Reunión de Jóvenes Próximo Sábado NO HAY REUNIÓN Volvemos a nuestras actividades normales el Sábado 10 de noviembre 5:00 PM
MÁS INFORMACIÓN Reunión semanal: Blvr Atlixco No 4303 Las Ánimas, Santa Anita Las Ánimas, Puebla, Pue. Domingos 11:30 AM contacto@webelcamino.org pastordireccional@webelcamino.org ISSUU: Iglesia Bíblica El Camino Blogg: hijosdeabraham.blogspot.mx Youtube: I.B. El Camino
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I g l e s i a B í b l i c a
Salmo 1:1-3 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. Rom. 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Pro. 11:30 El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio. Jer. 17:10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
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COMENTARIO PARA GRUPOS PEQUEÑOS MATEO 7:13-23 PUERTA ESTRECHA Habiendo expuesto aglunos principios relacionados con la justicia del Reino, Jesús concluye el Sermón del monte con cuatro ilustraciones sobre la justicia personal hablando de dos puertas y dos caminos; dos clases de profetas y dos clases de frutales; dos clases de siervos; y dos clases de constructores. Encontramos en este párrafo una serie de advertencias: en contra de la vida fácil; sobre los falsos profetas; de profesión sin obediencia; y acerca de construcción sobre cimientos falsos. (Mateo 7:13-14) La Biblia enseña que si uno quiere obtener los beneficios, primero se debe pagar el precio. Si uno quiere cosechar, primero debe sembrar y cultivar. Este es el orden de la vida, y del Reino de Dios. En el Sermón del Monte, Jesús enseñó sobre esto usando la analogía de una puerta: La puerta a la vida es estrecha. Y no sólo se refiere a la vida eterna, cuya puerta es Jesús, sino al estilo de vida del Reino. La entrada al Reino es por fe a través de Jesús (Jn 10:1-2), pero luego, debemos aprender a vivir según el orden establecido por Dios, quien es el Rey. Por el contrario, el camino del mundo es ancho, donde cada uno hace lo que quiere. Pero cuando alguien decide entrar al Reino de Dios, debe hacerlo por la puerta estrecha y quien está decidido a ser discípulo de Jesús necesita ajustarse y restringirse caminando por el camino angosto. Ya no puede seguir haciendo lo que quiere, sino que debe comenzar a seguir las normas del Reino. Algunos perciben esto como “restricción”; pero debemos entender que Dios no nos dio la Ley para “limitarnos”, sino para que nos vaya bien, para que tengamos una buena vida, para hacernos libres. (Prov. 10:8-9; Prov. 2:6-15; Sgo 1:24; 2:).(Deu. 12:28) Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre. Frecuentemente se oye la expresión: “No importa la religión que uno siga; todos los caminos conducen a Dios.” “Todas las religiones son buenas.” Tales expresiones son incompatibles con las enseñanzas de Jesús. La fe bíblica es exclusivista (pero seamos honestos todas las religiones lo son, por lo tanto nadie
debería ofenderse). No solamente existe un sólo camino, sino que ese camino también es estrecho. El camino que conduce a la vida está abierto a todos, pero el que decida andar en ese camino tiene que someterse a demandas rigurosas. (Sal 1.6; Pr 4.18-19; Jer 21.8; Jn 10.1-2,7; 14.6) La puerta es estrecha, pero cuando explica que el camino es angosto usa una palabra en griego muy peculiar: “dslíbo” que literalmente significa: oprimir, tribulación, afligir, angosto, angustiar, atribular. Vivir la vida recta, santa y justa que demanda Dios, no es un viaje cómodo, implica ir contra corriente, requiere esfuerzo, hasta que comienzas a obedecer a Dios, te das cuenta que es lo opuesto a vivir como vive el mundo, requiere, pensar diferente, actuar diferente, reaccionar diferente, comer diferente, vestir diferente y decirle a no a la carne, no le damos al cuerpo todo lo que pide porque este es el Templo del Espíritu Santo, y nada inmundo entra al lugar de adoración. FALSOS PROFETAS (Mateo 7:15) En el Sermón del Monte, Jesús hace una advertencia sobre los profetas falsos. El problema del falso profeta es que parece ser bueno, pero no lo es. Aparenta ser uno del pueblo, pero en realidad se quiere aprovechar de ellos. La Escritura define lo que es un falso profeta: (Deuteronomio 13:1-4) Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. El falso profeta puede hacer señales o milagros (por eso muchos creen en él), pero su mensaje va en contra de la Palabra de Dios. En la Biblia vemos muchos ejemplos de profetas que Dios enviaba cuando el pueblo se había desviado, para llamarlos al arrepentimiento. Pero muchas veces también se levantaban profetas falsos que hablaban al pueblo lo que querían oír. Los falsos profetas les decían: “¡Paz, paz!” (es decir, no les va a pasar nada porque son hijos de Dios). Por el contrario, el profeta de Dios decía: “¡No vendrá paz! (es decir, si no se arrepienten, tendrán que dar cuentas de sus malas acciones). Tristemente, mucha gente prefiere la dulce mentira que la amarga realidad, y por eso muchos caen en las trampas de los falsos profetas (Jeremías 6:13-16). El Señor siempre da la oportunidad para arrepentirse y rectificar cuando uno se ha desviado. Pero los profetas falsos roban al pueblo de esa oportunidad, haciéndoles creer que todo está bien, cuando no lo está. También Pedro advirtió sobre los falsos profetas: (2 Pedro 2:1-3).
POR SUS FRUTOS ¿Cómo podemos reconocer a un falso profeta? El primer gran filtro es la Palabra de Dios. Si el profeta enseña algo que va en contra de la Biblia, se hará evidente que es falso (1 Juan 4:1-6). Por esta razón es tan importante entender que Jesús jamás enseñó en contra de la ley de Dios, no le quitó y no le añadió nada, sólo interpretó correctamente lo que los Fariseos y Saduceos habían torcido. (Mateo 7:16-20) En el Sermón del Monte, Jesús nos enseñó otra forma en que podemos reconocer a un falso profeta: por los frutos de su vida: “Por sus frutos los conoceréis.” La enseñanza es clara, nos te dejes impresionar si alguien hace milagros o profetiza, porque aún entre ellos puede haber un falso profeta. Dar mucho fruto, es la evidencia de permanecer en Cristo, es la prueba de que has nacido de nuevo, un entendimiento incorrecto de lo que significa esto, es literalmente mortal. Porque puedes estar en la vid, puedes estar disfrutando del alimento espiritual que viene del Mesías, pero si no das fruto, significa que conoces la verdad, pero no vives en la verdad, la verdadera fe (Emunáh), es fidelidad al sistema de verdad, es la "estaca que sostiene tu casa" (su Palabra es la verdad Jn. 17:17) y por lo tanto te lleva a actuar de acuerdo a lo que crees, no basta que te lo sepas. Una fe basada únicamente en una creencia, no salva a nadie, porque los demonios creen y tiemblan (Sgo. 2:19) y evidentemente no son salvos (o tendríamos demonios en el Reino y eso no va a pasar). El árbol produce el fruto que le corresponde al árbol, es así de simple, si dices que eres creyente pero el fruto en tu vida es pleitos, ira, maldiciones, borracheras, adulterio, fraude, robo, mentira, tienes tu respuesta y tienes que tomar una decisión, o te arrepientes o serás cortado, a continuación una lista enorme de lo que la Biblia dice sobre dar fruto, como observarás es un tema constante en la Escritura: (Juan 15:10-12; Mat 7:15-20; Stg 2:14; 1Pe 1:22-23; Salmo 1:1-3; Rom. 6:22; Pro. 11:30; Jer. 17:10; Miq. 7:13; Mat. 3:10; Mat. 12:33; Mar. 4:20; Luc. 6:44; Luc. 8:15; Col. 1:10; Tit. 3:14; Jud 1:12-1; (Juan 15:1-9) (Mateo 7:21-23) Quizás es hora que tomemos en serio las palabras de nuestro Maestro, que la verdadera fe produce un fruto único, y se llama obediencia, porque un día estaremos en su presencia, y no podemos presentarnos delante de su trono llenos de soberbia, como lo hizo Saúl (1 Sam 15) diciendo: “hice todos estos holocaustos para ti”, o “estuve involucrado en tal o cual ministerio”, o “fui pastor de multitudes” o “hice milagros y señales”, porque al final lo único que importará es si hicimos la voluntad del Padre, si nos sometimos a su voluntad. La palabra que se traduce como “maldad”, en griego es: “Anomia”, que literalmente significa: “sin ley, sin Torá” (A—sin; Nomos—ley escrita). Jesús no dijo apártense de mi ustedes que obedecen la ley, dijo: “Apártense de mi ustedes ilegales, violadores de la ley.” Y la definición de pecado es precisamente: Transgresión de la ley. 1 Jn 3:4, otros pasajes que usan la misma palabra son: (Mt. 23:28; Mt 24:12; Rom 4:7 citando Sal 32:1; Rom 6:19; 2 Cor 6:14) El que