BOE de la diócesis de Jaén: 2008 - 2 - Abril, Mayo y Junio by Julio Segurado Cobos

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO DE LA DIÓCESIS DE JAÉN ABRIL-MAYO-JUNIO 2008

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

Edita: Vicaría de Comunicación • Diócesis de Jaén

Imprime: Gráficas la Paz • Torredonjimeno

DOCUMENTOS

ÍNDICE ABRIL-MAYO-JUNIO 2008 I. DOCUMENTOS I.I. DEL OBISPO SECCIÓN DOCTRINAL 1. Felicitación de cumpleaños al Santo Padre ................................................7 2. Homilía en el II Domingo de Pascua ..........................................................7 3. Carta Pastoral del Obispo de Jaén sobre el mundo del trabajo ................11 4. A los militantes de la H.O.A.C. .................................................................14 5. Cartal pastoral del Obispo de jaén “recemos a María” .............................15 6. Homilía Santísima Virgen de la Cabeza ...................................................17 7. Carta a los profesionales de los medios de comunicación .......................21 8. Fiesta de San Juan de Ávila .......................................................................22 9. Festividad de San Eufrasio.........................................................................28 10. Carta Pastoral Corpus Christi, Día de Caridad .......................................31 11. Agradecimiento al Santo Padre...............................................................35 12. Octava del Corpus “muy grata noticia” ..................................................36 13. Homilía fiesta de la Santísima Virgen de la Capilla ...............................37 14. Homilía en la octava del Corpus .............................................................41 15. Bicentenario de la Batalla de Bailén .......................................................45 16. A su Santidad Benedicto XVI. Felicitación en el “Día del Papa” ..........46 17. Mensaje para el día del Papa ...................................................................46 18. Homilía vigilia de Espigas .......................................................................48 DISPOSICIONES JURÍDICAS Abril .............................................................................................................53 Mayo .............................................................................................................61 Junio .............................................................................................................75 I.II. VICARÍA GENERAL 1. La Ley Orgánica 15/99 de 13 de diciembre ..............................................95 2. Colectas imperadas durante el curso 2008-2009 ......................................99 3. Sobre el estipendio de la misa .................................................................100 4. A los párrocos y rectores de templos abiertos al culto...........................110 I.III. CANCILLERÍA - SECRETARÍA GENERAL Nombramientos y ceses ...............................................................................111 Decreto de erección canónica .....................................................................113 Aprobaciones de estatutos ...........................................................................113

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO Confirmaciones de Hermanos Mayores o de Presidentes de agrupaciones, hermandades y cofradías .............................................................................113 Elecciones de prioras o abadesas de monasterios .......................................117 Otras informaciones ....................................................................................119

II. INFORMACIÓN II.I. DE LA DIÓCESIS Actividades del Obispo ................................................................................123 Economía Diocesana....................................................................................132 Decreo de la Penitenciaría Apostólica ........................................................159 II.II. DE LA SANTA SEDE 1. Discurso del Santo Padre Benedicto XVI a la Asamblea Plenario del Consejo Pontificio para la Familia ............................................................................163 2. Carta Papa Benedicto XVI con ocasión del XLIX Congreso Eucarístico Internacional ................................................................................................166 3. Discurso del Papa Benedicto XVI a la asamblea plenaria de los directores de las obras misionales pontificias ..............................................................167 4. Santa Misa y procesión eucarística a la basílica de Santa María la Mayor en la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo ......................170 5. Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI a los participantes en la cumbre de la FAO celebrada en Roma.....................................................................173 6. Celebración de las primereas vísperas de la solemnidad de San Pedro y San Pablo con ocasión del la inauguración del Año Paulino ...........................177 7. Misa en la solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo ...........182 8. Decreto de aprobación definitiva de los Estatutos del Camino Neocatecumental .........................................................................................190 9. Decreto de la Penitenciaría Apostólica ..................................................194 II. IV. DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA 1. La Conferencia Episcopal Española condena el atentado de ETA en la localidad alavesa de Legutiano ....................................................................229 2. Mensaje de la Comisión Episcopal de Pastoral Social ............................230 3. Nota de prensa final de la CCIX reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española .................................................................234 II. V. ECONOMÍA 1. Plan de Comunicación de la CEE ...........................................................239

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DOCUMENTOS DEL OBISPO SECCIÓN DOCTRINAL 1. FELICITACIÓN DE CUMPLEAÑOS AL SANTO PADRE JAÉN 16 DE ABRIL DE 2008 Beatísimo Padre: En la fecha en que Vuestra Santidad cumple ochenta y un años, la Diócesis de Jaén (España) con sus sacerdotes, consagrados y laicos, junto con el mío propio de Pastor de esta Iglesia, le envío Santo Padre nuestra más cariñosa y filial felicitación. Renovamos con esta ocasión nuestra más sincera y firme adhesión a su Magisterio y enseñanzas con que enriquece a nuestra Madre la Iglesia, al tiempo que le manifestamos nuestra ilusionada entrega a las tareas de la Evangelización. Pedimos, ante el Señor, de forma especial este día, por su persona e intenciones para que acompañe siempre con su gracia a Vuestra Santidad, en servicio a la Iglesia. De Vuestra Santidad devotísimo. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén ***

2. HOMILÍA EN EL II DOMINGO DE PASCUA Clausura del 50º Aniversario de la muerte de Mª Josefa Segovia Catedral de Jaén Familiares y conocidos de Dª María Josefa Segovia, Sra. Directora General y miembros de la Institución Teresiana, Asociación primaria y ACIT de Andalucía Oriental, Amigos todos de la Institución y fieles. Coral “Cantoría” La gran noticia pascual de que “Cristo vive y está presente entre nosotros” sigue resonando después de los siglos, en todas las comunidades cristianas del mundo entero. Cada vez son más los cirios que anuncian esta verdad y los que hacen revivir su gracia bautismal con una vida nueva.

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Tanto el Evangelista Marcos como también Juan, nos narran que Jesús, el mismo que fue crucificado, muerto y sepultado, se apareció en primer lugar a una mujer, María Magdalena. Quien había “amado mucho” recibió el privilegio de ser, después de su Madre, la primera misionera a la que se confía la tarea de anunciar la resurrección. También otra mujer, María la de Salomé, fue asimismo testigo de la resurrección de Cristo el mismo día de la Pascua. Los Apóstoles no creen la noticia. Tampoco dan crédito a los dos discípulos anónimos de Emaús, que comunican lo que les había sucedido en la tarde de la Pascua. Tristes y resignados, cerrados en una casa por miedo, el Señor Resucitado se les acercó también al anochecer de aquel día para abrirles el corazón y vencer su incredulidad. Acabamos de escuchar en el Evangelio proclamado que ante su presencia se llenaron de alegría y, con la fuerza del Espíritu Santo, quedaron profundamente transformados. Ya no eran los de antes. Se incorporaron a la Pascua, desde la experiencia de su encuentro con Jesús Resucitado. Lo mismo sucedió con el Apóstol Tomás, a los ocho días. Para éste sólo existía lo que podía ver y tocar. También la presencia del Resucitado le transformó. Tocó el corazón del incrédulo, le llamó por su nombre y cayó de rodillas ante él con su preciosa exclamación: “Señor mío y Dios mío”. Jesús le dĳo: “No seas incrédulo, sino creyente.” Así fueron los primeros pasos, el comienzo de una nueva humanidad junto al Resucitado. Los primeros testigos comienzan a vivir y a portar en sus manos esa nueva vida, una luz nueva. Transformados por la fuerza del Espíritu después de dos mil años, la misma presencia del Resucitado entre nosotros es semilla de nueva vida en sus discípulos, que desde su fe pasan por la experiencia de su encuentro personal con Jesús Resucitado. 2. Pude leer, en una entrevista que no hace mucho le hicieron a un periodista, las siguientes palabras: “He buscado a Dios y no lo he encontrado”. Cabría haberle hecho otra pregunta: “¿Y dónde le has buscado?” Hace muchos siglos que el Apóstol Tomás dĳo: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.” Porque vio las señales de la pasión, creyó. A lo largo de los siglos de cristianismo, son muchos los bautizados que, como los mismos discípulos al principio, han cerrado sus puertas a esta nueva vida del resucitado por muchos miedos e intereses. Sólo quienes dicen “sí” y aciertan a romper los cerrojos de su egoísmo, quienes le abren sus puertas de

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par en par con un “fiat” continuado en su vida, serán los Bienaventurados, con palabras de Cristo a Tomás: “Dichosos los que crean sin haber visto.” 3. Celebramos la Clausura del cincuentenario de la muerte de Mª Josefa Segovia Marín, nacida en esta ciudad de Jaén en el año 1891. Hoy su figura y su obra trasciende el ámbito geográfico, pero es un verdadero honor para esta Iglesia de Jaén poder certificar que fue bautizada en la Iglesia Parroquial de San Bartolomé y que en esta Comunidad comenzó a germinar la buena semilla que tan buenos frutos iba a proporcionar a toda la Iglesia. Fue del grupo de creyentes, de mujeres decididas y destacadas en la historia de la Iglesia, que han creído y aceptado como norte de su vida a Jesús Resucitado. Somos muchos en esta Iglesia los que esperamos y anhelamos ampliar las celebraciones litúrgicas propias de la Diócesis con una bautizada más de esta Tierra de Santos de la Venerable María Josefa Segovia, junto con San Pedro Poveda. El itinerario que inició como cristiana convencida y entregada a su “fiat” pleno al Señor, como el de María en la Anunciación, permanece muy vivo entre nosotros y sus frutos continúan desarrollándose en una geografía muy extensa de nuestra querida Madre la Iglesia. Pedía Unamuno en uno de sus escritos una señal al Señor: “una tan sólo, una que acabe con todos los ateos de la tierra; una que dé sentido a esta sombría vida que arrastramos.” Evangelios vivientes como lo fue María Josefa y tantos cristianos a lo largo del tiempo son la señal que pedía Unamuno. No sabemos si al final acertó a encontrarla cuando tenía estos signos tan cerca de él. 4. María Josefa Segovia fue una señal del Señor Resucitado para muchos, una señal viva del resucitado; una cristiana laica precursora del futuro y adelantada en su tiempo en la misión de la Iglesia. Daría la impresión de que conociera ya en sus años los futuros contenidos de la Constitución Conciliar Lumen Gentium, en sus enseñanzas sobre el laicado, promulgada siete años después de su muerte. Tuvo muy claro el alcance de su vocación y, por tanto, de su espiritualidad. Buscó y trabajó por el Reino de Dios, inmersa como la primera, en sus actividades profesionales en favor de la formación y la enseñanza de nuevas generaciones de cristianos comprometidos desde el Evangelio de Jesucristo. En esta entrega se sacrificó, dio frutos abundantes y sus frutos permanecen.

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De la mano de San Pedro Poveda desarrollará un nuevo carisma en la Iglesia en favor de un laicado responsable de su fe, bien preparado cultural y religiosamente. Inició este recorrido María Josefa a los 22 años, cuando se hizo cargo de una nueva Academia Teresiana en Jaén el 1913, a propuesta de S. Pedro Poveda. Más adelante diría de ella “que encarnaba el espíritu de la Institución teresiana.” Quiso estar presente en todas las realidades de la sociedad como cristiana y trabajó, abriéndose paso por miles de dificultades, en favor de la presencia comprometida de los fieles laicos en la Iglesia y la sociedad. Su bautismo fue para ella realmente muerte y resurrección. Un nuevo nacimiento que fue transformándola, junto con los demás sacramentos y la Palabra de Dios, en una vida nueva pascual. Fue como desapareciendo su yo para insertarse de forma progresiva, hasta el final, en una existencia nueva, purificada y transformada por la nueva vida y luz del Resucitado. 5. Cómo no destacar también que junto a San Pedro Poveda, Mª Josefa Segovia fue instrumento fiel del Espíritu, mediación de un nuevo carisma enriquecedor de la Iglesia: la Institución Teresiana, asociación internacional privada de fieles de derecho pontificio. También esta tierra y esta Iglesia aparecen en los inicios de este proyecto y carisma eclesial. Aquí en Jaén fueron aprobados los primeros Estatutos como Pía Unión de Fieles y Asociación civil, respectivamente, en el año 1917. Llama la atención la confianza que depositó S. Pedro Poveda desde que la conoció en Mª Josefa Segovia. Entre otros múltiples detalles, en este sentido, puedo destacar el que fuera ella quien presentara en Roma el año 1923 la petición de reconocimiento de la Institución como obra de fieles laicos de carácter pontificio. Mujer de gran fe, en la que se sustenta la verdadera esperanza, participó moralmente del martirio de San Pedro Poveda al poner en sus manos la Providencia, en tan difíciles circunstancias a la Institución. El nunca, desde la presencia de Dios, la dejó sola, sin embargo. Demos gracias a Dios porque la Institución ha sido desde sus inicios una nueva irrupción del Espíritu en la iglesia y en la sociedad de nuestro tiempo, verdadero signo de esperanza ante los desafíos de la nueva evangelización. Gracias a Dios porque a lo largo de estos años ha demostrado sobradamente su capacidad para generar caminos pedagógicos de extraordinaria eficacia educativa en el mundo del laicado. Han acertado sus miembros a crear ámbitos de encuentro con el Evangelio en el ámbito secular y de las culturas.

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Junto a su Directora general les animaos, y pedimos a Dios su ayuda, para continuar la tarea del P. Poveda y María Josefa Segovia, pues cuando el Espíritu Santo interviene en un proyecto, lo que importa es estar atentos a su voz más que a la nuestra. Nuestra misión es secundar sus inspiraciones que suelen caminar entre lo sorprendente y la cruz. Sabemos que la ley del Evangelio no es una ley de estadísticas ni de números. El misterio de la Iglesia es al mismo tiempo un gran árbol frondoso y pequeño grano de mostaza. Bien puede tener la Institución Teresiana una esperanza fundada de consolidación, desarrollo y crecimiento en el amplio campo de la Iglesia con dos granos que han caído en la tierra y han muerto para que su carisma permanezca y dé frutos. Ellos velarán para que todos sus miembros remen al unísono y sin desfallecer, mar adentro; para que continúen lanzando con valentía sus redes de servicio y amor al Evangelio de Jesucristo en la sociedad actual. Así se lo pediremos al Señor resucitado y a nuestra Santísima Madre, la Virgen Niña, tan querida en la Institución. 6. “Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor”, hemos escuchado en el Evangelio. Jesús nos repite y saluda esta tarde como en el día de la primera Pascua: “Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.” La victoria sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea comienza justamente aquí, en escuchar el Evangelio de la Pascua y tocar desde nuestra fe las heridas del cuerpo de Jesús resucitado. De él nace y brota a raudales la alegría de la Pascua. De este Evangelio brota la energía y la fuerza, la verdad y la vida que marcaron y fueron transformando a Mª Josefa Segovia para entregar su existencia al servicio de la misión de la Iglesia en su tiempo. También os envío yo, porque la mies es mucha. Que estas palabras del Resucitado y la comunión de su cuerpo siempre vivo, produzcan los mismos frutos en nosotros. Que así sea. ***

3. CARTA PASTORAL DEL OBISPO DE JAÉN SOBRE EL MUNDO DEL TRABAJO

Queridos hermanos sacerdotes y fieles diocesanos: 1. El trabajo humano Ante el día de la salud laboral, 27 de abril, y la fiesta del trabajo, 1 de mayo, deseo expresar mi preocupación pastoral y apoyo incondicional en

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favor de todos los trabajadores y trabajadoras, muy en especial a los afectados en su salud por motivos laborales, y a sus familias. Sabemos muy bien que el trabajo humano se caracteriza por su complejidad y diversidad, a la vez que con frecuencia está estrechamente relacionado con el mundo de la pobreza y de la marginación. Hecho a imagen y semejanza de Dios (cf. Gén 1, 26) y puesto en la tierra para que la dominase (cf. ibid. 1, 28), el hombre está por ello, desde el principio, llamado al trabajo. Es una de las características que distingue a la persona de las demás criaturas. Gracias a miles de hombres y mujeres que en los siglos XIX y XX lucharon por la dignidad, el respeto y los derechos de los trabajadores, hay actualmente en nuestro entorno un conjunto de leyes que los amparan. Sin embargo, no debemos olvidar tampoco el abismo existente entre el mundo laboral de los países de occidente y el de los que pertenecen al tercer y cuarto mundos, donde continúa la explotación infantil, el expolio de la tierra, el robo de los recursos por parte de las multinacionales y las condiciones laborales infrahumanas. Entre nosotros, o muy cerca, existen también personas que sufren la precariedad, las malas condiciones de trabajo, los accidentes laborales, el paro, la marginación y exclusión por falta de un empleo; mujeres que sufren la desigualdad en el trabajo y soportan una doble jornada dentro y fuera de casa; familias que tienen que estar separadas por motivos laborales, sin tiempo para dedicarse a las relaciones personales y sociales, a la educación de los hĳos; inmigrantes que llegan a nuestro país en busca de trabajo y encuentran dificultades para acceder a un empleo digno, y su derecho a estructurar su vida personal y familiar. 2. El Evangelio y el mundo del trabajo Ante esta realidad, la Iglesia ha de sentirse especialmente sensible a este mundo del trabajo y prestar la atención y dedicación que requiere. La tarea de seguir con la evangelización de este sector tan inmenso de hermanos sigue siendo de máxima urgencia y actualidad, también aquí y ahora. Como escribió el Pontífice Juan Pablo II, “el problema del trabajo es, de alguna manera, un elemento fijo tanto de la vida social como de las enseñanzas de la Iglesia.” Esta evangelización precisa de obreros cristianos militantes que, desde una comunión profunda con Cristo y desde una clara fidelidad a la Iglesia

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y amor a los más débiles, sepan dar el testimonio cristiano que propicie un cambio en la sociedad para que se conforme a los postulados del Evangelio de Jesucristo y no a los del sistema muchas veces imperante en el que goza de preferencia la economía, el consumo y la competencia, lo que termina por dañar a los más empobrecidos. El trabajador cristiano ha de contrarrestar esta cultura viviendo y demostrando que lo esencial no es tener más, sino vivir con dignidad y pendiente de los demás, convencido del valor supremo de la vida humana. “La verdadera dignidad del hombre, escribió el Papa Juan XXIII, no se mide por el oropel de los resultados… sino por las disposiciones interiores de honradez y buena voluntad.” 3. Dos jornadas inminentes Dentro de muy pocas fechas celebraremos dos acontecimientos importantes en la vida del mundo obrero y del trabajo: - EL DÍA DE LA SALUD LABORAL: las muertes de trabajadores dentro del territorio diocesano en lo que va de año son una dramática llamada para que denunciemos juntos la injusticia que supone encontrar la muerte en el puesto de trabajo, si se produjo por incumplimiento de la normativa en favor de la seguridad. El trabajo es para la vida y no la muerte. Se trata de accidentes que provocan inmenso dolor y sufrimiento, pérdida de seres queridos… Estas muertes son para todos un grito solidario en defensa de la vida y para compartir este sentimiento con sus familias. Por ellos elevaremos nuestra oración en la celebración Eucarística del próximo domingo, día 27, al tiempo que recordaremos de forma especial a los trabajadores muertos en la provincia de Jaén durante el último año. - FIESTA DEL TRABAJO La fecha del 1 de mayo va inseparablemente unida al mundo del trabajo desde aquel lejano 1886 en que murieron, en Chicago, aquel grupo de militantes del Movimiento Obrero. En esa fecha la liturgia de la Iglesia contempla la figura evangélica de San José Obrero. Con su trabajo de carpintero sostuvo el hogar de Nazaret en el que crecía en “edad y sabiduría” el Salvador y Redentor de la humanidad. A su lado aprendió este oficio Jesucristo el Hĳo de Dios. Sus manos trabajaron la madera y su frente conoció el sudor. Dejó muy claro que el trabajo ennoblece y dignifica a la persona.

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4. Apoyo a la pastoral del trabajo y a Delegación diocesana Sólo me queda expresaros mi deseo e invitación para encomendar también, especialmente ante el Patriarca San José, a todos los trabajadores y trabajadoras, a sus familias, asociaciones y organizaciones obreras, en solicitud de un trabajo digno para todos. Nuestro agradecimiento y apoyo incondicional a la Delegación Episcopal diocesana para la Pastoral del trabajo, que hago extensivo a cuantos sacerdotes, personas consagradas y fieles cristianos colaboran en esta pastoral. Ruego hagan llegar esta carta, especialmente los sacerdote, a los trabajadores y trabajadoras en sus respectivas comunidades. Gracias. Para todos, mi saludo fraterno y bendición en el Señor. Jaén, abril de 2008 Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén ***

4. A LOS MILITANTES DE LA H.O.A.C. Jaén Queridos hermanos de la Hermandad Obrera de Acción Católica. Al acercarse la fecha tan emblemática del 1º de Mayo en el que se reivindica en todos los pueblos la excelencia del trabajo y la dimensión obrera del ser humano, y en la que los cristianos recordamos que Jesús, a quien seguimos, fue reconocido como obrero de Nazaret, hĳo de José el carpintero, quiero haceros presentes en mi tarea pastoral diocesana, animándoos en vuestra labor cristiana, y orando por vosotros y por todos los que en el trabajo encuentran un lugar de santificación y promoción de la persona. Os aliento a que sigáis encontrando una identidad como seguidores de Jesucristo en los asuntos sociales, y concretamente en el mundo del trabajo. Precisamente en los tiempos que corren, la Iglesia se siente necesitada de laicos capaces de hacer que en el mundo laboral se transparenten los valores del Evangelio, que sea un lugar de justicia y de paz entre los seres humanos y entre los pueblos, y no un espacio de abusos de unos sobre otros. Que en él se acoja a los trabajadores inmigrantes que se incorporan a nuestra sociedad dispuestos a compartir las tareas y los sudores, pensando en sus familias que quedan lejos de nuestra tierra y de nuestra cultura, en muchos casos.

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Os agradezco en nombre de la Iglesia Diocesana vuestro esfuerzo para que en nuestra tierra de Jaén resuenen cada día aquellas palabras del Sermón de la Montaña: “Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia porque ellos serán saciados…. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán Hĳos de Dios”. No os sintáis nunca solos en esa parcela de la evangelización que es el mundo laboral. Sois Iglesia, y Ella os quiere estimular, alentar y ayudar. También Ella os pide fortaleza y valentía para que sepáis dar siempre razón de vuestra esperanza. Rezo por todos vosotros, para que viváis esa labor hermosa y necesaria como una auténtica vocación cristiana. Igualmente tengo presente en mis oraciones a vuestra familias, para que permanezcan unidas, sean capaces de crear el ambiente propicio para fortalecer vuestra fe, y os hagan sensibles para mirar la vida con ojos de misericordia. Me lleno de tristeza cuando observo que entre todos los que hacemos esta sociedad no somos capaces de rebajar la cifra de víctimas mortales a causa del trabajo. Pienso que detrás de cada trabajador muerto existe mucho dolor, una familia rota, y en muchos casos también, mucha injusticia. Pido a la Virgen María, madre y esposa de trabajadores, que siga siendo para vosotros, como la ha venido llamando el Pueblo creyente, “Reina de la Paz”. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén ***

5. CARTA PASTORAL DEL OBISPO DE JAÉN “RECEMOS A MARÍA” Queridos hermanos, sacerdotes y fieles diocesanos: La rica religiosidad popular, expresión viva y activa de los sentimientos religiosos del pueblo cristiano, ha dedicado de forma esencial el mes de mayo a la Virgen María. En Andalucía esta religiosidad popular en honor de Aquella que, de generación en generación ha sido invocada y aclamada como “bienaventurada entre todas las mujeres”, adquiere una relevancia especial, un carácter propio y seña de identidad. La sabiduría popular ha visto en María el camino más directo y certero para llegar hasta su Hĳo, nuestro Salvador.

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La devoción a la Virgen María marca la fe de los niños, de los corazones sencillos y humildes de nuestro pueblo. Las flores que brotan en cualquier rincón y en silencio, de forma tan abundante durante mayo, son como una sinfonía de maravillosos colores que cantan a la que es Madre del Redentor.

1. “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38) Tanto supuso para la humanidad aquel “sí” de María de Nazaret al anuncio del Ángel, que hizo posible y realidad lo que parecía imposible: la Encarnación del Hĳo de Dios. Jesús, Dios y Hombre, fue engendrado en el seno virginal de la doncella de Nazaret. Gracias, Madre, por tu “fiat”. Por aquel “hágase” con razón te llaman bienaventurada todas las generaciones. Fue el secreto más profundo en su vida. Su “sí” lleno de gozo y confianza, nunca lo retiró de su camino. Peregrinó con él entre sombras y contradicciones. Creyó y confió en el Señor.

2. Madre de Misericordia y de la Confianza María, que recibió a pie de la cruz de labios de su Hĳo la misión de ser nuestra Madre espiritual, comprende los dolores físicos y morales que atormentan y acompañan a la humanidad, también a cada uno de nosotros. Ella pasó por las mismas o peores situaciones, como bien sabemos. Por eso la invocamos siempre, y lo haremos particularmente durante el mes de mayo, como Madre de Misericordia, “Vida, dulzura, esperanza nuestra”, recitamos en la Salve. Como esclava del Señor que cumplió su voluntad en el recorrido de la vida y siguió a su Hĳo Jesucristo hasta su Cruz, nos repite las mismas palabras que dirigió en aquella boda de Caná de Galilea: “Haced lo que él os diga”. Acercaos a mi Hĳo, confiad en Él. Confiemos también a esta Madre de la Confianza lo que somos y soñamos ser cada día durante el mes de mayo porque “jamás se oyó decir que ninguno de los que han acudido a su protección, implorando su socorro y pedido su intercesión, haya sido desamparado de Ella.”

3. Como un ramo de flores “Animados por esta confianza”, los hijos de esta Iglesia de Jaén, comenzando por los niños y terminando por los ancianos y enfermos, desde

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nuestros templos, colegios, catequesis, hogares… “recurrimos a Vos, oh Virgen de las Vírgenes”, seguros de que “escucharás nuestras súplicas y te dignarás socorrernos en nuestras necesidades”. Dirige tu mirada misericordiosa de Madre a quienes sufren. Permanece al lado de los enfermos y moribundos. Dales renovada ilusión y fortaleza a quienes los cuidan y atienden. Consuela a quienes están de luto, encarcelados, solos. Conduce a todos tus hĳos de tu mano por el camino de la santidad y vida de tu Hĳo Jesucristo. ¡Santa María de la Cabeza, Patrona de esta Iglesia de Jaén, ruega por nosotros! Jaén, abril de 2008 Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén ***

6. HOMILÍA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA CABEZA Santuario, 27 de abril de 2008 Saludos: Rvdmo. P. Provincial de la Orden de la Santísima Trinidad, P. Rector y Comunidad religiosa de este Santuario. Muy estimados Señores Vicario Episcopal, Arcipreste de Andújar, PP Trinitarios y hermanos sacerdotes de la Diócesis de Jaén y de otras Iglesias que las representan y hacen presentan en esta celebración. Nuestro saludo más cordial y agradecido para quienes, a través de Canal Sur TV y otros Medios de Comunicación, siguen y se unen a esta Solemne ceremonia litúrgica. Un recuerdo muy especial y nuestra oración en favor de las personas enfermas en esta Jornada en que la Iglesia Católica celebra la Pascua del Enfermo. Real Cofradía Matriz de Andújar, de Colomera, juntas directivas y hermanos de las numerosas Cofradías filiales aquí presentes de la “Virgen de la Cabeza” procedentes de todo el territorio español. Iltmo. Señor Alcalde y miembros de la Corporación Municipal de Andújar; autoridades políticas, militares y judiciales que nos acompañan; miembros de los Cuerpos de seguridad, de tráfico, sanidad, cruz roja y protección civil.

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Muy queridos fieles y devotos de la Santísima Virgen de la Cabeza.

1. “Morena de luz de luna” Al dirigirnos hoy desde este Cerro del Cabezo, en el macizo de Sierra Morena, a Dios Padre, a Dios Hĳo y al Esposo de María, el Espíritu Santo, invocamos, una vez más, a la Madre de Dios con el nombre cariñoso de “MORENITA DE LA SIERRA”. Esta Emita, “reja que su marco aroma, entre jaras de la sierra, una cita, colgada entre el cielo y la tierra”. Y cantamos desde la fe renovada de la Pascua, a la que es Madre del Resucitado y madre nuestra: “Morena de luz de luna, desde el olivar del cielo… cayó una aceituna al suelo rodó y se paró en la sierra.” Del monte que corona estas sierras tomó su nombre y se hizo llamar Virgen DE LA CABEZA; nombre que es como un inagotable río de gracias y bendiciones divinas que manan abundantes y permanentemente desde este lugar maravilloso en el que, nuestra Madre la Virgen, vino a mostrarnos la cercanía de Dios. Les animo e invito a todos a vivir con alegría íntima y aire festivo esta solemne liturgia en honor a la Santísima Virgen de la Cabeza; a cobĳarnos, en el corazón de esta Madre. Ella, nos une a su Hĳo, única fuente de salvación. En María nos encontramos con la persona y la verdad de Jesucristo, nuestra gran esperanza. Ella nos enseña a amarle y a seguirle con total fidelidad, en la fe de la Iglesia. En esta hora del mundo, acudir a María para que nos diga, como en aquella boda de Caná de Galilea, lo que hemos de hacer, es, sin duda, el camino más seguro y la solución más certera para los discípulos de su Hĳo.

2. Alegres en la esperanza pascual • Acabamos de escuchar la invitación del Apóstol San Pedro en la segunda de las lecturas (1 Pe 3, 15-18) que hemos proclamado: “Estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os lo pidiera…” Sabemos muy bien los cristianos que no podemos pensar en una vida con esperanza si prescindimos de Dios en nuestros caminos. Sin esperanza,

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además, quedaríamos a la deriva de nuestra propia suerte. Por eso, el Apóstol y por él el Señor, nos señala un cimiento bien sólido, el verdadero fundamento de nuestra esperanza de creyentes: Jesucristo. • También hemos escuchado del libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 8, 5- 8. 14- 17) que “Felipe bajó a la ciudad de Samaría. Allí predicaba a Cristo, comunicaba los signos que hacía y la ciudad se llenó de alegría.” Si el texto de Pedro fundamentaba la verdadera esperanza en Jesucristo, este otro, de San Lucas, proclama que aceptar el Evangelio de Jesús y sus signos es fuente de verdadera alegría. Vivid alegres en la esperanza, viene a recordarnos esta liturgia pascual. Pero aún debemos profundizar más en la verdadera razón y fundamento para todo ello: la presencia entre nosotros de Jesús Resucitado. • Así nos lo recuerda el Evangelista San Juan (Jn 3, 15- 18): El fondo que subyace en aquellas profundas palabras que Jesús dirigió al grupo de los Doce, sus Apóstoles, durante la Última Cena, es cómo llenar el vacío en que Jesús dejaría a los suyos ante su muerte y posterior despedida con su ascensión al cielo. Cómo compaginar su ausencia con la promesa: “estaré siempre con vosotros.” En este contexto se sitúa el Evangelio que hemos escuchado. Lo que afirma y proclama, lo que nos asegura también a nosotros en esta mañana, es la presencia viva y afectiva de Jesucristo resucitado en medio de la Comunidad, en su Iglesia, a lo largo del tiempo, aunque le veamos solo desde nuestra fe: “No os dejaré desamparados..”, les dĳo y nos lo repite hoy. “El mundo no me verá pero vosotros sí me veréis y viviréis porque yo sigo viviendo. Sabréis que estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros.” Esta presencia activa del Resucitado entre nosotros mediante la acción del Paráclito, la encontramos y experimentamos en nuestra vida de creyentes en distintos momentos del recorrido como peregrinos y caminantes, cierto que de forma misteriosa pero real. De un modo privilegiado, como en estos momentos está con nosotros, en la Mesa de la Palabra y de la Eucaristía, en la Comunión, pero también cuando nos reunimos en otros momentos con la Comunidad de hermanos creyentes en su nombre; en cada jornada; en los ojos de los niños, en las manos temblorosas del enfermo, en el rostro del que sufre. Allí está también Jesucristo vivo.

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Jesús quiso prepararnos junto al Padre Dios nuestra futura morada eterna, con su Ascensión al Cielo, para estar a la derecha del Padre; así lo profesamos en el Credo. Pero también permanece junto a los hombres de todos los tiempos por el misterio pascual que estamos celebrando. “Me voy, dĳo a los suyos, en aquella tarde del Jueves, víspera de su pasión, pero volveré a vosotros.” “Que no tiemble vuestro corazón y se acobarde.” “No os dejaré desamparados… estaré con vosotros.” Estoy a tu lado, nos repite a cada uno de los presentes en esta mañana. Camino junto a ti. Este es el verdadero fundamento de nuestra alegría y esperanza, aunque, a veces, se eclipse el sol de esa esperanza. Once veces nos dirá también en esa despedida: “Permaneced en mi”, unidos como sarmientos en la vid, para dar frutos. Es el rostro vivo de Dios que nos quiere y cuenta con nosotros en la construcción de su Reino. Que la Santísima Virgen de la Cabeza nos ayude siempre y aumente nuestra fe en esa presencia real de Jesús resucitado entre nosotros, para unidos a Él de corazón dar frutos de verdad.

3. Próximas efemérides Permítanme, antes de terminar estas palabras que les dirĳo, anunciarles ya, con inmensa alegría, las importantes celebraciones que se avecinan para este Santuario el próximo año. Estamos a las puertas de que se cumplan cien años de la Coronación Canónica de esta imagen tan venerada, a nivel nacional, de la Santísima Virgen de la Cabeza. Cincuenta años más tarde se declaraba también Patrona de la Diócesis de Jaén. Los que formamos el gran círculo de devotos en torno a la devoción de esta imagen, nos disponemos para ello, con inmensa ilusión, a preparar ambos acontecimientos, que tantas gracias atraerán de lo alto por intercesión de su Santísima Madre. Ante los vientos que corren, con amenaza de descomposición de importantes valores cristianos y creencias tan arraigadas en nuestro pueblo cristiano, desde el amor y devoción inquebrantables a esta nuestra Madre, tendremos una buena ocasión para profundizar en los compromisos de nuestra fe y afianzar, desde el amor y la esperanza nuestra identidad cristiana inconfundible. Ser testigos del Evangelio en la Iglesia y en el mundo.

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Solicitaremos la concesión de un año santo jubilar y seguro que la Santísima Virgen sonríe ya ante su Hĳo en favor de tantos devotos como nos uniremos en los actos que tendrán lugar en este cerro bendito. Que ella interceda por todos nosotros en esta jornada, que nos ayude a fundamentar nuestra alegría y esperanza en su Hĳo Resucitado, al tiempo que nos unimos también a la oración de toda la Iglesia católica en este domingo “día de la Pascua del enfermo y jornada de las vocaciones nativas”. ¡VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA! Que así sea. ***

7. CARTA A LOS PROFESIONALES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA DIÓCESIS DE JAÉN Queridos amigos que trabajan en el ámbito de la comunicación dentro de nuestra diócesis de Jaén: Este próximo domingo cuatro de mayo, coincidiendo con la festividad de la Ascensión del Señor, la Iglesia celebra la jornada mundial de las comunicaciones sociales. Este año el lema elegido es muy sugerente: «Los medios: en la encrucĳada entre protagonismo y servicio. Buscar la verdad para compartirla». Quiero, con estas líneas, felicitarles por vuestro trabajo. Hoy en día los medios de comunicación se han convertido en protagonistas fundamentales del desarrollo de la sociedad. Y ustedes, con su dedicación y profesionalidad, hacen posible que los hombres y mujeres de nuestro pueblo tengan acceso al bien primario de la información. Juntamente con mi felicitación por su importante tarea al servicio de la sociedad, quiero también recoger y destacar algunas ideas que el Papa Benedicto XVI expresa en un mensaje escrito para esta ocasión y que acompaño a mi escrito. Todos sabemos que los medios de comunicación social tienen un papel esencial en el tercer milenio. Su difusión debe especialmente estar al servicio de un mundo más justo y solidario, fomentando la concordia y el diálogo entre las personas y los pueblos. Esta afirmación vale también para los nuevos medios, como la telefonía e Internet. Están teniendo una difusión tal que son capaces de modificar conductas y transformar el rostro de la propia comunicación.

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Pero también quiero expresar mi rechazo de las actitudes que, a veces, contaminan este servicio de los medios en favor del desarrollo y el diálogo. El mismo Papa denuncia que «con el pretexto de representar la realidad, se tiende de hecho a legitimar e imponer modelos distorsionados de vida personal, familiar o social». También se da por desgracia el recurso «a la trasgresión, vulgaridad y la violencia» con tal de ganar audiencia. Pido al Señor en mis oraciones que les conceda la fuerza de su Gracia para que en el desarrollo de su trabajo busquen siempre la verdad, defiendan la libertad e impulsen el diálogo y el entendimiento de los habitantes de esta querida tierra de Jaén. Desde la Vicaría de Comunicación del Obispado cuenten con mi apoyo a sus tareas en todo lo que se relaciona con la actividad evangelizadora de esta diócesis de Jaén. Que la Santísima Virgen María, que acogió la Palabra de Dios, interceda por ustedes y sus familias. Con mi reconocimiento y felicitación por su tarea al servicio de la comunicación y del desarrollo de Jaén, reciban un cordial saludo. Con mi bendición, Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén ***

8. FIESTA DE SAN JUAN DE ÁVILA 12 de mayo de 2008. Seminario de Jaén. Quiero saludaros con estas palabras del Evangelista San Lucas, propias de la liturgia de este día: “Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para vendar los corazones desgarrados.” (Lc 4, 18) Desde nuestro último encuentro para muchos en la Misa Crismal hemos caminado en la esperaza del Señor. El Triduo Sacro y la Pascua que acabamos de celebrar nos han dado motivos sobrados para ello. Hoy, al celebrar la Festividad de nuestro Patrono San Juan de Ávila, de nuevo nos alegra poder compartir juntos nuestra íntima unión, junto a Cristo sacerdote como hermanos de un mismo presbiterio. Hacemos presentes a todos los ausentes, sobre todo enfermos impedidos, en territorio de misión o en otros destinos al servicio de nuestra Santa Madre la Iglesia.

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1. Agradecimientos y felicitaciones. Gracias a todos por vuestra numerosa presencia. Gracias para quienes han organizado y colaboran en los acto de esta jornada sacerdotal, de forma muy especial a D. Domingo Muñoz, Ponente y al Sr. Delegado episcopal del Clero. Queremos destacar un año más, por encima de todo, a quienes celebran en este año sus bodas de oro y plata sacerdotales: Bodas de oro: - D. Miguel Medina Molina. - D. Pedro José Agudo Agudo. - D. José Luis Carabias Robles. - D. Luis Rodríguez Córdoba. - D. José Casañas Llagostera Bodas de plata: - D. Manuel Casado Huertas - D. Martín Rey Borrás. - Juan Manuel Chica Pancorbo. Este último enfermo, como bien saben, desde hace años. Se une con su afecto desde el Señor, a todos nosotros. Nuestro recuerdo también para nuestro hermano D. Francisco Jiménez Moya que hace pocas fechas lo llamó el Señor de forma definitiva, para celebrar sus bodas de oro sacerdotales en su presencia. ¡Cuántas sementeras y fatigas junto al Buen Pastor! ¡Cuántos ratos de oración a favor de esta Iglesia de Jaén! Gracias por todo. Todo el presbiterio diocesano, junto con los seminaristas, familiares, amigos y Comunidades las que prestan o prestaron sus servicios pastorales, nos unimos en acción de gracias a Dios por su entrega fiel y generosa, durante cincuenta años los primeros y veinticinco los otros tres. Las manos del Obispo que les ordenó sacerdotes no posarán de nuevo sobre sus cabezas, pero si continúa descendiendo a sus vidas la fuerza del Espíritu como consagrados, y hasta puede suceder que penetre con mayor intensidad que el día de su ordenación porque con frase de San Juan de Ávila: “encuentre vuestra casa toda ella sosegada.” Junto a vosotros, los hermanos sacerdotes queremos reavivar también el carisma que impregna nuestra vidas por la imposición de manos, para que aumente y se fortalezca la fuerza del fuego del Espíritu en nuestro ser sacerdotal, para continuar siendo testigos de luz y esperanza renovadas.

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2. La oración en San Juan de Ávila. En nuestro Plan Pastoral diocesano, proponíamos para este curso como Objetivo principal: “Acrecentar la experiencia de unión con el Señor”, “Experimentar ese encuentro en intimidad con el Señor, a través de la oración.” He podido comprobar en más de treinta Parroquias que he podido visitar durante estos meses, el interés por ayudar a los fieles, en sus diversas edades y circunstancias, para poder experimentar ese encuentro con el Señor, desde la suprema oración eucarística, y desde la cercanía a la Palabra de Dios, sobre todo a través de los Salmos y, así mismo, desde el rezo del Santo Rosario y otras prácticas piadosas. Y los sacerdotes, ¿hemos acrecentado también esta experiencia de unión con el Señor, de intimidad con Él, a través de la oración? - La oración es búsqueda y encuentro con Dios: San Juan de Ávila escribió páginas preciosas y muy profundas sobre la oración que hoy gozan de la misma actualidad que en su tiempo. La oración para nuestro Patrono, es búsqueda y encuentro del hombre con Dios y no un mero proceso de interiorización. - Oración humilde, confiada y unida a la voluntad de Dios: Señala estos aspectos o actitudes en toda oración: Humildad por nuestra condición de creyentes en la bondad de Dios y unión con su voluntad. Destaca la actitud relacional de la oración en una, dice él, “muy estrecha y familiar comunicación” con el Señor. (AF c. 70, 7136) En este sentido pueden entenderse sus expresiones como “con un afecto sencillo, como niño ignorante” o con “una sosegada atención para aprender de su maestro” (AF. C. 75, 765 ss). Destaca en varias pláticas, sermones y cartas la oración del Padre Nuestro y escribe el “Padre Nuestro es con el que nos habíamos de olgar, conversando, aunque ningún provecho de ello viniera.” “Padre tuyo es, y buen Padre; y, a todos ayuda, y hace bien a los que en Él esperan” (serm, 9, 309 ss). Cristo “ora en nosotros” escribía, citando a san Agustín; oramos nosotros como hĳos y hermanos de Jesús. - La oración continua y sencilla, como quien busca a la persona a la que quiere, a la persona amada. Hay que encontrar tiempo para orar, escribe nuestro Patrono, “porque no tener algunos ratos de ella sería yerro muy grande” (AF c. 6, 549 ss). Debemos evitar los obstáculos para esta “secreta y amigable habla” así como poner los medios para conseguirlo, como trazar un plan concreto personal, buscar el

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momento y un ambiente propicio, tomar conciencia de la presencia de Dios, peticiones, lectura, etc, aunque nunca los medios deben sobrevalorarse por encima de la actitud sencilla, de confianza y amor a Dios. Escribe sobre este particular: “a muchos he visto llenos de reglas para la oración y hablar de ella sobre muchos secretos, y están vacíos de la obra de ella” (AF c.75, 772 ss). “Tened por cierto, escribe en otro lugar, que este negocio aprovecha más a quién más se humilla y más persevera, y más gime al Señor, y no quien sabe más reglas” (Ib.7, 729 ss). - Destaca la meditación y contemplación como camino de perfección. La meditación, nos dice, se hace más con el corazón que con la cabeza, meditación sagrada y con sagrada atención. Se desarrolla por medio de la lectura, sobre todo de la pasión del Señor, por la reflexión, afectos y resoluciones, centrándose en la persona y enseñanzas de Jesús, “escuchando a Dios con aquellas palabras que de fuera leéis como si a Él le oyeras predicar cuando en este mundo hablaba” (AF. C. 59, 6052 ss).

3. La oración del Sacerdote en san Juan de Ávila: - Enseña nuestro Patrón que debe estar unida a nuestro ministerio, como una continua celebración sacrificial. “Ha de tener por oficio orar quien tiene por oficio el sacrificar, pues es mediador entre Dios y los hombres para pedirle misericordia.” - La oración del sacerdote ha de ser, además, intercesora y de irradiación universal, mucho más eficaz que la oración de Moisés y Elías (Cf. Platica 2ª, 134 ss). Es muy necesario orar a favor de toda la Iglesia. Suyas son estas palabras que más de una vez hemos escuchado: “se necesitan en la Iglesia corazones de madre en los sacerdotes que amargamente llorasen de ver muertos a sus hĳos espirituales”. “Ellos son los ojos de la Iglesia”. “¡Oh sacerdotes!... habíamos de estar siempre importunado a nuestro Señor con oraciones.” (Plática 2ª, 375 ss y Serm, 13, 684). - Esta oración se ejerce, sobre todo, dice el Apóstol de Andalucía, en la celebración eucarística, en la Liturgia de las Horas y en la caridad pastoral. Por eso resaltaba la caridad y la oración como cualidades imprescindibles en el candidato para ser sacerdote. ¿En qué os examinará Dios? Se preguntaba San Juan de Ávila, y respondía en uno de sus sermones: en la caridad para con todos y en la oración. Si saben bien orar e importunar a Dios por los prójimos amándolos y hacer

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amistades entre Dios y los hombres, y sentir males ajenos y llorarlos” (Serm. 10, 1405) - Indica también que el sacerdote, debe encontrar tiempo para orar. Es esto de mucha importancia, porque sin la oración reflejará en su predicación y consejos sólo su propio parecer. Escribe en este sentido: “el sacerdote que no ora... dará, como consejos de Dios, consejos suyos.” - La oración del sacerdote, dirá también, es no sólo un medio para la propia santificación, sino ante todo y principalmente, ministerio, como prolongación de la oración de Jesucristo. Forma parte de su ser y existencia, “pues quien tienen el oficio de orar, tenga vida de oración”, escribe. (AF c. 76, 7767 ss).

4. Les invito a actualizar en esta Fiesta las enseñanzas de nuestro Patrono a la luz de la Palabra Proclamada: Recordemos en primer lugar las palabras del Apóstol San Pedro (1 Pe 5, 1- 4) que hemos escuchado: Exhorta a los presbíteros a ser testigos de los sufrimientos de Cristo y partícipes de la gloria que está por manifestarse. A ser pastores de las Comunidades, del rebaño que tenemos a nuestro cargo, pastoreándolo voluntariamente, según Dios, no a la fuerza, sino de buena gana y no por el mezquino afán de ganancias, sino de corazón. Sólo así recibiremos la corona de gloria que no se marchita. En el Evangelio de san Mateo (Mt 5, 11- 16) nos recuerda el Señor que somos en sus manos “Sal y Luz” para los demás, y, por el camino de las Bienaventuranzas se nos invita a salar y brillar delante de los hombres, y: “para que al observar nuestra vidas y ver nuestra obras, glorifiquen a Dios Padre del Cielo”. A quien sigue estos caminos, aunque lo injurien, persigan, calumnien, le llama “bienaventurado” el Señor. Debe alegrarse y regocĳarse, porque su recompensa será grande en el cielo.

5. Otros caminos hermanos, nos conducen al fracaso y frustración como sacerdotes. El de la oración en cambio nos llena de sana alegría y esperanza. Juan Pablo II, en la Exhortación Apostólica “Novo Millenio Inneunte” se preguntaba sobre cuál es la raíz y la causa del desaliento y tristeza en algunos sacerdotes y, sirviéndose de la experiencia de los discípulos en el episodio

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del Evangelio de la pesca milagrosa, nos dirá, que la clave está en la oración, en aceptar y vivir en nuestra vida interior la primacía de Cristo. Sintámonos aludidos e invitados por las palabras de Cristo a Simón: “remad mar adentro y echad las redes para pescar”, para responder cada día, porque siempre “es nuevo”. Los ministros del Evangelio, decía el Santo Padre el domingo pasado en la ordenación de presbíteros, tienen ahora la tarea de “anunciar y testimoniar la alegría ...” Este es el núcleo central de nuestra misión, les dĳo, cooperar con entusiasmo en la difusión en el mundo de la Palabra de vida y comunicar el agua viva de del espíritu Santo. Para ello es necesario, les dĳo también, “que el fuego del Evangelio arda dentro de vosotros y que more entro de vosotros la alegría del Señor.” Saben que Santo Tomás de Aquino no pudo concluir el capítulo sobre la virtud de la esperanza en su obra “Compendium Theologiae” pero sí dejó claro su propósito de identificar oración y esperanza. La oración es esperanza en acto, para él. Por la oración entramos en contacto con el Señor, nosotros le escuchamos y Él nos escucha. En la reciente Carta Encíclica “Spe Salvi” al referirse Su Santidad Benedicto XVI, como saben, a los lugares de aprendizaje y del ejercicio de la esperanza, señala como lugar primero y esencial, de este aprendizaje, la oración. Termina el apartado de referencia con estas palabras, con las que concluyo también esta Homilía: “En la oración tiene que haber siempre... interrelación entre oración pública y oración personal. Así podemos hablar a Dios, y así Dios nos habla a nosotros. De este modo se realizan en nosotros las purificaciones, a través de las cuales llegamos a ser capaces de Dios e idóneos para servir a los hombres. Así nos hacemos capaces de la gran esperanza y nos convertimos en ministros de la esperanza para los demás: la esperanza en sentido cristiano es siempre esperanza para los demás... esperanza activa en el sentido de que mantenemos el mundo abierto a Dios.” (Cf. n. 34) Al final de esta celebración escucharemos el Mensaje de felicitación de Su Santidad a nuestro Presbiterio, en esta fecha, de forma especial para quienes celebran este año las bodas de oro y plata sacerdotales. Al tiempo que se lo agradecemos vivamente y rogamos por sus intenciones nos unimos ya, desde este momento, a su acción de gracias al Señor “por el inmenso don del sacerdocio”, e invocamos con él la poderosa intercesión de Nuestra Señora de la Cabeza, San Eufrasio y san Juan de Ávila.

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Que así sea. ***

9. FESTIVIDAD DE SAN EUFRASIO, PATRÓN DE LA DIÓCESIS DE JAÉN Santa Iglesia Catedral, 15 de Mayo de 2008 Dice San Pablo en una de sus cartas que «la fe nos viene de la predicación» (Rm 10, 17) Y así es ciertamente. No se puede creer en algo o en alguien que no se conoce. Y para que sea conocido, de alguna forma debemos acceder a él. Nuestra fe en Jesucristo procede de la predicación de los apóstoles. Gracias a ellos hemos conocido la Buena Noticia de Jesús Nazareno, el Hĳo de Dios vivo. Sin los apóstoles no hubiéramos conocido a Jesucristo, porque como dice San Pablo «¿cómo creerán en aquél a quien no han oído?, ¿cómo oirán sin que se les predique?, y ¿cómo predicarán si no son enviados?» (Rm 10, 14-15). Por esta razón, si tenemos puesta nuestra confianza en el Señor Jesús, si nos adherimos plenamente a su persona y si aceptamos como verdaderas y divinas sus palabras, ha sido por el testimonio de aquellos que nos anunciaron el Evangelio. Y lo anunciaron, como hemos escuchado en la segunda lectura, siendo conscientes de sus limitaciones y fiados en «una fuerza extraordinaria que proviene de Dios». Nuestra patria guarda una hermosa tradición sobre el origen de la evangelización. En ella se afirma que fue el apóstol Santiago el que evangelizó España. Y dentro de esta tradición se sitúa la de los siete varones apostólicos, que ayudaron al apóstol Santiago en sus afanes evangelizadores. Entre ellos, según la piadosa tradición, destaca San Eufrasio, primer evangelizador de estas tierras de Jaén. El ministerio de los apóstoles supone la continuación de la obra emprendida por Jesucristo. De igual forma que Jesús «no puede hacer nada por su cuenta» (Jn 5, 19) sino que todo lo recibe de su Padre Dios, de quien procede, los apóstoles tampoco pueden realizar su labor prescindiendo de quien le envía (cf. Jn 15, 5). De esta forma los apóstoles han recibido del Señor Jesús el encargo de evangelizar a todos los pueblos y también la fuerza necesaria para tan ardua misión. Ellos son los enviados de Jesús. En el bello evangelio que hemos escuchado, Jesús se dirige el Padre ratificando: «como Tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo».

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Los apóstoles son, como dice la carta a los Corintios, «servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios» (1 Co 4, 1). Esta puede ser una buena definición de San Eufrasio, patrón de nuestra querida diócesis de Jaén. Él fue un buen servidor de Dios en el testimonio del Evangelio. Dice el Concilio Vaticano II «(los apóstoles) no sólo tuvieron diversos colaboradores en el ministerio. También, para que continuase después de su muerte la misión a ellos confiada, encargaron mediante una especie de testamento a sus colaboradores más inmediatos que terminaran y consolidaran la obra que ellos empezaron. Les encomendaron que cuidaran de todo el rebaño en el que el Espíritu Santo les había puesto para ser los pastores de la Iglesia de Dios (cf. Hch 20, 28) Nombraron, por tanto, de esta manera a algunos varones y luego dispusieron que, después de su muerte, otros hombres probados le sucedieran en su ministerio» (Lumen gentium 20). Dentro de estos «varones», sucesores y continuadores de los apóstoles, San Eufrasio ejercería su ministerio de primer obispo de nuestra tierra anunciando el Evangelio de Cristo y cuidando el rebaño de sus primeras comunidades. Nos imaginamos que San Eufrasio desempeñaría su ministerio episcopal con gran virtud especialmente en las labores fundamentales del obispo: presidir en nombre de Dios el rebaño del que es pastor, enseñar como auténtico maestro la doctrina del Evangelio, ser sacerdote del culto sagrado y ministro que ejerce el gobierno de su pueblo en la caridad y a imagen de Jesucristo, buen pastor. San Eufrasio se dedicó especialmente al anuncio del Evangelio. Y como afirmaba la exhortación apostólica «Evangelii nuntiandi» del Papa Pablo VI «no hay verdadera evangelización si no se proclama el nombre, la enseñanza, la vida y las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret, hĳo de Dios» (EN 22) San Eufrasio santificó a la Iglesia de Jaén con su asidua oración y su abnegado trabajo, a través del ministerio de la Palabra. Como afirma la oración colecta de su fiesta, San Eufrasio «con la predicación de la Palabra y el alimento del sacramento de la vida», engendró a esta Iglesia de Jaén. Nuestro patrón, con su ejemplo, con su entrega al ministerio que le había sido confiado, fue el pastor solícito de su rebaño. De esta forma en él se cumplen las palabras de San Pedro: «Apacentad el rebaño que Dios os ha confiado, no a la fuerza sino de buen grado, como Dios quiere; y no por

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los beneficios que pueda reportaros, sino con ánimo generoso; no como déspotas con quienes os han sido confiados, sino como modelos del rebaño: Así, cuando aparezca el supremo pastor, recibiréis la corona de la gloria que no se marchita» (1 Pe 5, 2-4). La Evangelización, que es «la gracia y la vocación propia de la Iglesia, su vocación más profunda» (EN 14), no es una actividad externa a la persona, no es un anuncio desencarnado de la realidad. Supone que el que anuncia se vea plenamente comprometido con el contenido de su predicación. Y así sucedió en nuestro patrón. El ejemplo del primer obispo de la diócesis de Jaén es especialmente elocuente en estos tiempos que nos ha tocado vivir. Su entrega al servicio del Evangelio y su ardiente testimonio de fe, ratificado con el martirio, nos impulsa a todo el Pueblo de Dios a sentir la urgente llamada a la evangelización de nuestra sociedad. Hace unas semanas pude participar en Roma en un congreso de la Acción Católica en el que el Santo Padre Benedicto XVI nos dirigió un bello y profundo mensaje. Su Santidad nos urgía a ser «testigos valerosos» del Evangelio. Decía el Papa: «En una Iglesia llamada a pruebas muy exigentes de fidelidad y tentada a adaptarse, sean testimonios valientes y profetas de radicalidad evangélica. En una Iglesia que cotidianamente se enfrenta con la mentalidad relativista, hedonista y consumista, sepan ampliar los espacios de la racionalidad en el signo de una fe amiga de la inteligencia, ya sea en el ámbito de una cultura popular y difundida, que en aquel de la investigación más elaborada y reflexiva. En una Iglesia que llama al heroísmo de la santidad respondan sin temor, confiando siempre en la misericordia de Dios». Y así es como los miembros de esta Iglesia diocesana de Jaén, siguiendo el ejemplo de nuestro patrón San Eufrasio, debemos mantenernos fieles a nuestras profundas raíces de fe, nutridas por la adhesión plena a la Palabra de Dios y viviendo un amor incondicional a la Iglesia. La evangelización, anuncio de salvación que pone en el centro el amor de Cristo revelado en su muerte y resurrección, fue precisamente la misión por la que gastó y desgastó su vida San Eufrasio. Que quede constancia de nuestra gratitud por la labor incansable de aquel por el que nosotros hemos conocido, creído y amado a Jesucristo. Estimulados por el testimonio admirable de nuestros primeros evangelizadores, empeñemos nuestro esfuerzo en traducir en la vida concreta

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las enseñanzas del Evangelio, intensificando la oración, modelando nuestra vida sobre los valores eternos del Evangelio y dejándonos guiar por la Virgen María, Madre de Dios y de la Iglesia. Que sea. ***

10. CARTA PASTORAL CORPUS CHRISTI, DÍA DE CARIDAD Jaén, mayo de 2008 Muy queridos sacerdotes, diáconos, consagrados y fieles laicos:

1. La Iglesia vive de la Eucaristía Con estas palabras da comienzo la Carta Encíclica Ecclesia de Eucaristía, del Sumo Pontífice Juan Pablo II, del 17 de abril de 2003. En los inicios del tercer milenio nos recordaba el querido Pontífice que “la Iglesia está llamada a caminar en la vida cristiana con renovado impulso” y que “la realización de este programa pasa por la Eucaristía”. Ella encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia. He podido comprobar, con gran satisfacción, la profunda piedad eucarística y mariana de los fieles diocesanos y, así como les invitaba en otra carta reciente a vivir de forma muy especial este mes junto a nuestra Madre, en la presente deseo invitarles, con ocasión de la próxima solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, 25 de mayo, a estrechar nuestra comunión desde el alimento del pan consagrado y adoración al Santísimo Sacramento para, luego, ser portadores del amor divino, hecho nuestro, a los rostros necesitados. Es el pan que se parte y comparte en la mesa redonda del mundo. Nos dice el Señor: “Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida” (Jn 6, 51-58). “El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo.” (Lc 3, 10)

2. “Se les abrieron los ojos y le reconocieron al partir el pan” (Lc 24, 31) Cada vez que nos acercamos a la Eucaristía y la celebramos en comunidad, tenemos la ocasión de revivir de algún modo la experiencia de los discípulos de Emaús.

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Hemos de situar a la Eucaristía en el puesto central de nuestra vivencia cristiana y de la Comunidad. Ella es la fuente de la vida divina, centro y vértice de la vida sacramental, fermento de caridad y vínculo de unidad, misterio de fe que edifica la Iglesia, fuente de evangelización y crecimiento de la Iglesia, fuente de vocaciones sacerdotales y religiosas, raíz y fundamento de nuestro amor al prójimo. En la Eucaristía alimentamos nuestro vivir diario del Pan de la vida eterna. Quiero insistir e invitarles a cuidar y mimar, con especial interés, tres momentos eucarísticos de máximo interés para nuestras vidas de discípulos de Jesucristo: a) Los cristianos siempre han celebrado el Domingo como el día de la Resurrección del Señor y del descanso. Han festejado este primer día de la semana como día del encuentro y de la convivencia, día de fiesta para la comunidad parroquial y en la familia cristiana La participación en la Eucaristía de cada domingo es la expresión pública de la identidad de un cristiano. Podemos leer en Didascalia Apostolorum, del s. II del cristianismo: “¿Qué justificación podría presentar a Dios quien no se reúne el domingo en asamblea para escuchar la palabra de Dios y nutrirse del alimento divino que dura eternamente?” (II, 59. 3). b) Íntimamente unido a la celebración del sacrificio eucarístico y como derivación del mismo debemos destacar también el culto eucarístico fuera de la misa, a solas o en comunidad, desde el Sagrario o ante la Custodia. Ello nos da la posibilidad de “llegar al manantial de la gracia” (EE 25). Los sacerdotes debemos recordar especialmente las palabras del Ritual Romano en que se nos dice: “Corresponde a los Pastores animar, incluso con el testimonio personal, el culto eucarístico, particularmente la exposición del Santísimo Sacramento y la adoración de Cristo presente bajo las especies eucarísticas.” (nn. 38-39). c) Llevar la sagrada Comunión a las personas enfermas e impedidas, es el mayor consuelo y el mejor regalo que podemos hacerles. Así me lo han expresado muchos de estos hermanos que antes lo hicieron en el Templo y con la Comunidad. Hasta el momento de la muerte el cristiano necesita el alimento del Pan de la Vida. Enseña el Catecismo de la Iglesia Católica que “así como los Sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y de la Eucaristía constituyen… los sacramentos de la iniciación cristiana, se puede decir que la Penitencia, la

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Santa Unción y la Eucaristía… constituyen, cuando la vida cristiana toca a su fin, los sacramentos que preparan para entrar en la Patria, o los sacramentos que cierran la peregrinación.” (n. 1525)

3. La Fiesta y Procesión del Corpus Christi Es día “que relumbra más que el sol” solemnidad profundamente arraigada en la religiosidad del pueblo cristiano. En el alba del tercer milenio el Pontífice Juan Pablo II invitaba al pueblo de Dios a “remar mar adentro en las aguas de la historia… pero siempre desde la contemplación del Rostro de Cristo, haciéndolo en compañía, además, de nuestra Madre la Virgen María.” (EE n. 6). De la mano de esta Madre, “que ofreció su seno virginal para la encarnación del Verbo de Dios… anticipándose así a lo que, en cierta medida se realiza sacramentalmente.” (EE n. 55), la solemnidad del Corpus es ocasión muy propicia para contemplar el Santo Rostro de Cristo y reconocerle en el sacramento vivo de su Cuerpo y de su Sangre. Invito a ello a toda la Comunidad diocesana para que, desde la Catedral hasta el más pequeño de los templos y comunidades, seminario, monasterios de clausura, movimientos, asociaciones… programen con actos especiales la preparación de esta gran fiesta eucarística, actividades de reflexión, formación, semana social, o similares. El mundo y la Iglesia tienen gran necesidad del culto eucarístico. Desde la mesa del Altar, Sagrario y Custodia, Jesús nos espera en el Sacramento del amor. Adoremos y agradezcamos su presencia eucarística y contemplemos con ojos de fe su Santo Rostro.

4. Día y colecta de Caridad Mediante la Institución de la Eucaristía en la Última Cena, Jesucristo perpetúa su entrega y presencia para siempre junto a nosotros. La mística del Sacramento Eucarístico, que se basa en el abajamiento de Dios hasta nosotros, contiene también “un carácter social”, con palabras del Pontífice Benedicto XVI, porque “la unión con Cristo es, al mismo tiempo, unión con todos los demás a los que Él se entrega. No puedo tener a Cristo sólo para mí; únicamente puedo pertenecerle en unión con todos los que son suyos y con los que serán.” (DCS n. 14).

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Al mirar a todos los hombres como hermanos con los mismos ojos con que Cristo los mira, lo que ofrecemos es un amor transformado. Por eso, si en nuestra vida faltara el amor divino, no sería posible reconocer en esos rostros imágenes de Dios. La caridad cristiana, sin orillar ni suplantar, ni mucho menos, a la justicia y solidaridad humana, no se inspira, sin embargo, en esquemas y proyectos que pretendan, sin más, una asistencia social, sino hacer visible al Dios vivo. Es servicio de amor. Es reconocer en el necesitado la imagen de Dios, es responder a su situación concreta. La caridad es la elevación sobrenatural del amor humano. Es amar al prójimo con Dios y como Dios. “Amémonos unos a los otros”, afirma el Apóstol Juan, porque el amor procede de Dios. Quien no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. “Quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve.” (1Jn 4, 7-10. 20). “He tenido hambre y me habéis dado de comer…” (Mt 25, 35 s.). Apoyemos desde nuestra generosidad a Cáritas diocesana y a las demás cáritas. Son muchos los programas y actividades de ayuda en favor de muchos necesitados anónimos, cercanos y lejanos. Merecen nuestro amor unido al de Jesús Eucaristía, que nos ama y se entrega por nosotros. El resultado de la colecta de este año se destinará, por Cáritas diocesana, a favor de Cáritas Palestina con ocasión de la Peregrinación diocesana a Tierra Santa el próximo mes de agosto.

5. Agradecimiento a Cáritas diocesana en su cincuenta aniversario La Iglesia muestra su vitalidad a través de su organización caritativa. Cáritas diocesana, que mira, por una parte, a caritas nacional e internacional, por otra extiende sus brazos en el territorio diocesano por medio de las cáritas parroquiales e interparroquiales. El debilitamiento de la caridad organizada en la Iglesia significaría apagarse una parte irrenunciable de su esencia. Su afianzamiento y crecimiento, en cambio, significará siempre que se amplía la esfera del amor misericordioso de Dios al hombre. La conmemoración de este año del Cincuenta Aniversario de Cáritas diocesana es motivo de alegría profunda para esta Iglesia diocesana de Jaén, estímulo para afianzar su organización, y, sobre todo, agradecimiento sincero

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a tantas personas que han ido entregando su vida en favor de la caridad organizada a través de esta querida institución durante este recorrido. El actual Pontífice, al referirse en la Carta Encíclica Deus caritas est a los elementos que constituyen la esencia de la caridad cristiana y eclesial organizada, destaca sobre todo, además de la competencia profesional de sus agentes, la formación del corazón. “No limitarse a realizar con destreza lo más conveniente en cada momento, sino por su dedicación al otro con una atención que sale del corazón, para que el otro experimente riqueza de humanidad.” (n. 31. a). Gracias en nombre de las incontables personas que, a lo largo de estos cincuenta años, comprobaron el amor que brota del corazón entre hermanos. Dios se lo pagará con un salario de vida eterna. Con mi saludo agradecido y bendición. ***

11. AGRADECIMIENTO AL SANTO PADRE Jaén 19 de mayo de 2008 Eminencia Reverendísima: La Diócesis de Jaén, en España, se siente muy agradecida por la reciente designación de nuevos PRELADOS DE HONOR DE SU SANTIDAD, en favor de los sacerdotes diocesanos Don Félix Martínez Cabrera, D. Jesús Moreno Lorente y D. Manuel Bueno Ortega, últimos Vicarios Generales y Capitulares del Cabildo Catedral. Se dará lectura a los Breves pontificios en la Solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo en la Catedral de Jaén, lo que reforzará nuestra adhesión y apoyo ante el Señor en favor de Su Santidad Benedicto XVI, al tiempo que significará también un fuerte signo de comunión en el Presbiterio diocesano y entre los fieles. Con ocasión de esta grata circunstancia expreso ante V.E.R. nuestro más cordial y fraterno saludo lleno de afecto en el Señor. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén Emmo. y Rvdmo. Cardenal Tarsicio Bertone Secretario de Estado Palazzo Apostólico Vaticano 00120 Città del Vaticano ***

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12. OCTAVA DEL CORPUS «MUY GRATA NOTICIA » Jaén 29 de mayo de 2008 Muy estimados fieles diocesanos: Somos muchos los que creemos en los jóvenes y los queremos. No es difícil captar las dificultades de la juventud de hoy desde la familia, parroquias, centros de enseñanza, movimientos, asociaciones... pero también podemos comprobar sus inquietudes, entusiasmo y ganas de ser ellos mismos en la vida. Tienen muchos el deseo de la búsqueda de Dios, quieren ver si Dios existe y qué les dice. Desde el Evangelio de Jesucristo y en su amistad pueden conseguirlo. La Iglesia quiere acompañarlos y escucharlos, como la primera, tal como son; entrar en diálogo directo con ellos y mostrarles, proponerles, ese camino y verdad. El próximo mes de julio la Providencia nos proporciona una ocasión singular: los jóvenes de las Iglesias diocesanas de Andalucía que no puedan acompañar a Su Santidad Benedicto XVI a Sydney, para las celebraciones de la nueva Jornada Mundial de la Juventud, encontrarán en EL ROCÍO la oportunidad de unirse a las Jornadas en Australia y seguir sus celebraciones y catequesis. Será entre los días 16 al 20 de julio. Se trata de una acontecimiento que supondrá una gracia especial de Dios. Es un regalo para los jóvenes cristianos de estas Iglesias «tan marianas», de manos de Nuestra Madre la Virgen María. Por eso y para eso, en comunión con el Papa y mis hermanos Obispos de las Diócesis de Andalucía, solicito, sobre todo, de todos los responsables directos de la educación y formación de los jóvenes, el apoyo en favor de este ENCUENTRO, bajo la dirección y coordinación de la DELEGACIÓN DIOCESANA DE JUVENTUD. - A los padres: Porque de vosotros depende, en muy alto porcentaje, la presencia de alguno/ os de vuestros hĳos en aquel singular Santuario. Les ayudará a crecer y afianzar la fe cristiana que dio inicio en el bautismo que solicitasteis para ellos. - A los sacerdotes: Anunciad y apoyad a tantos jóvenes que forman parte de las comunidades que tenéis encomendadas para ofertarles esta oportunidad envuelta en renuncia y sacrificio, pero por la que se verán bien compensados. Comprobarán que no caminan solos, que son muchos los que buscan como ellos horizontes más altos que el consumismo y lo inmediato, sin un proyecto serio de vida.

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- A los profesores de religión y de otras disciplinas en los distintos Centros de Enseñanza: Su esfuerzo se verá recompensado, porque este Encuentro ayudará a sus alumnos para afianzar verdades que les han trasmitido en las aulas y a encontrar nuevos caminos de futuro. - A los Colegios y Centros con ideario cristiano: Este proyecto no busca otra cosa que la experiencia del encuentro de los jóvenes con Jesucristo, mediante celebraciones, catequesis, talleres, tiempo libre... en comunión con el Papa en Sydney, y en sintonía con otros miles de jóvenes cristianos. Abrid vuestros Centros hasta el Rocío, les esperamos. - A las Asociaciones, Movimientos y Cofradías: Vuestro apoyo e interés en esta convocatoria es de vital importancia. A vosotros corresponde, sobre todo, ofreceros como monitores, responsables de talleres y de la organización. Esperamos el estímulo y apoyo de los Presidentes y Hermanos Mayores a estos grupos de jóvenes y asociados. - Todos debemos poner nuestra oración, nuestra voz y nuestro apoyo en este proyecto. Pido por ello, sobre todo a los Monasterios de Clausura en la Diócesis, que soliciten del Señor, por intercesión de la Virgen María, gracias abundantes que muevan el corazón de los jóvenes bautizados. También encomiendo de forma especial a los Arciprestes, Delegados episcopales y Seminario diocesano, su interés y dedicación, en apoyo a la Delegación diocesana de Juventud, que, con la ilusión y empeño de siempre, ya ha iniciado la preparación y coordinación de este Encuentro1 de la mano de Nuestra Madre. Con mi agradecimiento y afecto en el Señor. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén Se publicarán los resultados sobre la presencia de jóvenes diocesanos en el Rocío y su procedencia, con el fin de estimular esta pastoral tan importante, evaluándose el Encuentro por sus responsables ***

13. HOMILÍA FIESTA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA CAPILLA Parroquia de San Ildefonso, 11 de junio de 2008 1 Se publicarán los resultados sobre la presencia de jóvenes diocesanos en el Rocío y su procedencia, con el fin de estimular esta pastoral tan importante, evaluándose el Encuentro por sus responsables

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1. Saludos e invocación “Alegrémonos todos al celebrar la solemnidad de la Virgen María, nuestra Señora de la Capilla.” Con esta palabras comienza la liturgia de esta solemnidad en el Misal propio de la Diócesis de Jaén. Alegrémonos con la Patrona de Jaén, en esta Fiesta de los Cabildos, a quienes saludo con todo afecto: al Ilmo. Sr. Deán y a los Capitulares del Excmo. Cabildo Catedral, Capellán Honorario, y a la Ilma. Sra. Alcaldesa y Corporación Municipal, Hermano Mayor honorario. Nuestro saludo al M. I. Sr. Capellán Mayor y Párroco de esta Comunidad cristiana de San Ildefonso, Mons. D. Manuel Bueno, junto con sus Vicarios parroquiales, y sacerdotes concelebrantes. A la Junta Directiva con su Hermano Mayor y Miembros de la Cofradía de la Virgen de la Capilla, encargada de su culto ininterrumpido, al menos desde el x. XVI, les animo a ello, asegurándoles que siempre contarán con nuestro apoyo. Muy queridos fieles todos, devotos de María Santísima bajo la advocación de la Santísima Virgen de la Capilla. Ante el Obispo Mons. Basulto, el Cardenal Segura pronunció, en un 11 de junio de 1930, fecha de la Coronación canónica de esta Imagen, estas sencillas palabras muy llenas de contenido: “la Virgen de la Capilla y Jaén. Jaén y la Virgen de la Capilla.” Era el sentir del pueblo creyente que se veía íntimamente unido a la Madre de Dios y a su Hĳo, en aquellas coronas que hoy también contemplamos sobre la Virgen y el Niño, como herederos de la misma fe de aquellos cristianos que le precedieron. Su manto rosa lleno de flores de plata que la adornan y engalanan su imagen son signo de los corazones sencillos de quienes la invocan y aclaman. Desde el siglo XV, al menos, viene celebrándose este aniversario de la aparición de la Virgen en esta ciudad. Con la solemne celebración y procesión de esta jornada los Cabildos catedralicio y municipal ponen hoy un eslabón más en la larga cadena que forma y aparte integrante de la historia de esta ciudad de Jaén. Que sea un día lleno de bendiciones y de fiesta para toda la ciudad, para quienes podemos asistir a estos actos y también para los ausentes, de forma especial para los más necesitados de su cariño y apoyo maternal. Es lo que acabamos de pedir en la oración colecta.

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2. Liturgia de la Palabra Las lecturas proclamadas, del libro de las Crónicas (15, 3-4. 15-16; 16, 1-2); Carta de San Pablo a los Efesios (Ef 1, 3-6; 11-12) y Evangelio de San Lucas (Lc 1, 39-47), actualizan esta mañana para nosotros la figura de la Virgen María Madre de Dios como mujer creyente, mujer decidida, llena de gracia de Dios. Mujer orante, mujer llena de entrega a los demás a través de la visita a su prima Isabel, entonces necesitada. En la nueva Arca de la Alianza, portadora de Dios, para el niño Juan y la familia de Zacarías, portadora del Niño Dios para toda la humanidad. Podríamos fijarnos en muchos y ricos matices de las Palabras proclamadas, pero quisiera detenerme en otras palabras, únicamente en tres nombres que se atribuyen a María, la Virgen de Nazaret, como motivos de nuestra reflexión: Una se lo da la liturgia: “Arca de la alianza”. Otro se lo da el ángel: “Llena de gracia”, y el tercero se lo da a sí misma, en el diálogo que mantiene con el ángel en la Anunciación: “Esclava del Señor”, que luego su Hĳo cambiará por “Madre”: término tan entrañable y singular para todos. a) Arca de la alianza María llevando en su seno a Jesús recién concebido se dirige a casa de su anciana prima Isabel, a la que todos consideraban estéril. Por el anuncio del ángel, conoció María, sin embargo, que había llegado al sexto mes de gestación como regalo muy singular de Dios (cf. Lc 1, 36). Aquel difícil viaje de María recorrería aquellos 150 kilómetros, sin duda acompañada y en varias jornadas, fue en realidad la primera procesión eucarística de la historia. Sabemos que llevaba en su seno a su hĳo, el hĳo de Dios y muy suyo también. María se convierte en el río vivo de la presencia de Dios. Con razón se le llama por tanto nueva Arca de la alianza desde la que el Señor visitó y redimió a su pueblo. Ya en aquel viaje, cuando María entró en casa de Isabel, su primo, dice el texto evangélico, que “Juan saltó de alegría en el seno de su madre” . Alegría en los dos hĳos, alegría en las dos madres que les portaban en su seno. Preciosa escena. Bien podemos afirmar con aquel presbítero del siglo V, Exiquio de Jerusalén, que si Jesús Hĳo es la perla, María Virgen es con verdad el arca; que si él es el sol, la virgen es el cielo y que si él es la flor incontaminada, la Virgen es la planta de la incorrupción.

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El arca de la alianza, la verdadera morada de Dios en el mundo, no hecha de madera de cedro, sino de carne real era allí la Virgen María, que dĳo sí a ser su Arca-Madre en la Anunciación del ángel. Hoy ella nos invita a ser también nosotros morada viva de Dios en el mundo, arcas vivas que paseemos a Dios por nuestras calles, hogares, oficinas, en tantos trabajos, si Él habita en nosotros, si le dejamos un sitio privilegiado en nuestra existencia. b) Llena de gracia. Así la llamó el ángel: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” Esto es en realidad lo que el Señor hizo en María, llenarla de su fuerza para el cumplimiento de sus altos planes salvadores a través de la humildad de esta mujer. Fue llena de gracia desde siempre, desde el primer instante de su concepción inmaculada. Llena de gracia pero en continuo crecimiento por su amistad íntima y entrega progresiva de amistad con Dios. Y todo, ¿para qué? Todo para preparar al Hĳo bendito nacido en sus entrañas, engendrado por obra y gracia del Espíritu Santo. Bien merecía la más digna de las madres. También a nosotros el Señor nos regala su gracia en otros grados, pero no menos real, para las misiones que tiene a bien confiarnos en la vida. Con su fuerza y compañía podemos cumplir los encargos que Dios pone en nuestras manos. Nuestra amistad con el Señor y nuestra cercanía con Él desde la fe y confianza, acrecientan, como en nuestra madre, esa gracia y constancia progresiva que necesitamos para ser fuertes en el recorrido concreto de nuestra corta existencia, en las circunstancias y encomiendas que la vida pone en nuestras manos. ¡Madre llena de gracia, intercede por todos nosotros para que nunca nos falte esa ayuda de tu Hĳo, para ser fieles al cumplimiento de su voluntad en la vida! Llénanos de tu fuerza y de tu gracia. Haznos fuertes en el amor y en nuestra entrega. c) Finalmente, el nombre que se dio a sí misma fue el de “ESCLAVA DEL SEÑOR”. Esta expresión hace referencia, sobre todo, a la docilidad a los planes de Dios en su vida, al proyecto de redención de la humanidad por medio de su Hĳo. “Esclava” porque aceptó en plenitud desde su fe la palabra de Dios y su voluntad. “Esclava” porque estuvo siempre dispuesta a una entrega generosa a los planes de dios sobre su vida, a cualquier renuncia y sacrificio por su Hĳo hasta seguirle con entereza y valor, incluso en su crucifixión. Hoy nos exhorta la “esclava del Señor”, como un día en aquellas bodas de Caná de Galilea a los sirvientes, a seguir también con la misma fe y confianza a su Hĳo. “Haced lo que Él os diga”.

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Jesús la llamó, sin embargo, “MADRE” en incontables ocasiones, como nosotros lo hemos hecho, o hacen, con el ser más íntimo en la vida, nuestra madre. A partir de morir, al pie de la cruz, le dĳo Jesús a Juan: “Ahí tienes a tu Madre”. “A mi madre”, que desde este momento es para toda la humanidad. Ya antes, recordarán aquella escena en que se acercaron sus paisanos de Nazaret con María, a saludar a Jesús durante su predicación, les dĳo entonces: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”. Así lo hizo siempre su Madre, con este nombre la llamó y la puso como modelo de creyente. 3. San Pablo, para terminar mis palabras, en un pasaje de la Carta a los fieles de Éfeso, como hemos escuchado, llega a decir del cristiano: “que nos ha elegido Dios en la persona de Cristo, para ser santos e irreprochables ante Él por el amor. Que nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hĳos para que la gloria de su gracia redunde en alabanza suya.” A esto estamos destinados, a ser luces de esperanza, a ser sus hĳos, a ser santos. ¿Qué puede ser más hermoso que esto, qué puede ser más entusiasmante y alegre? podemos preguntarnos. En medio de un mundo con frecuencia triste y negativo, el cristiano es colaborador y lámpara de alegría y esperanza, porque camina con la luz del Evangelio y la fuerza y la gracia del Espíritu Santo, como María Santísima. No va solo. Jesucristo será siempre la luz que brilla sobre las tinieblas de la historia y es a este, su Hĳo, a quien nos acerca esta mañana, una vez más, la Virgen de la Capilla, como madre nuestra que es. Que ella bendiga por su Hĳo nuestras vidas y las de todos los ciudadanos de Jaén en su Patronazgo. Feliz Fiesta. ***

14. HOMILÍA EN LA OCTAVA DEL CORPUS Catedral de Baeza, 1 de junio de 2008 Saludos.

1. Edificar sobre roca. Ser coherentes con la voluntad de Dios La falta de coherencia es uno de los males más frecuentes de la existencia humana. Ello causa falta de credibilidad y desconfianza.

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Los cristianos proclamamos admirables principios doctrinales y conocemos el maravilloso modelo de vida que tenemos en el evangelio, pero con frecuencia nuestra conducta habitual no es coherente con ese ideal. El Evangelio de hoy es, entre otras cosas, una seria llamada a la coherencia entre lo que decimos creer y lo que hacemos, entre la teoría y la práctica. Jesús nos presente en el Evangelio de hoy (Mt 7, 21-27) dos alternativas o maneras de entender la vida cristiana. También en otra ocasión había hecho referencia a dos caminos de los que uno es espacioso y otro estrecho. Invitaba a elegir este último, porque conduce a la vida, mientras el otro lleva a la perdición (Mt 7, 13-14). Hemos escuchado cómo Jesús critica la actitud de quienes se limitan a pronunciar bellas palabras y propósitos, aunque sea con títulos tan hermosos como decir “Señor-Señor”. Sin embargo, la condición que Jesús nos pone para entrar en el Reino es la de “vivir y obrar según la voluntad de Dios”. Grabemos bien este mensaje para hacerlo muy nuestro como respuesta a esta Palabra proclamada. Sabía bien Jesús, por su propia experiencia, lo que eso significaba. Tuvo que hacer frente a muchas otras propuestas que se cruzaron en su camino y optar decididamente por cumplir la voluntad de Dios Padre. Dĳo en una ocasión: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado hasta llevar a cabo su obra de salvación.” (Jn 4, 34). También en nosotros el cumplimiento de la voluntad de Dios en nuestra vida es el criterio más seguro y el punto de referencia necesario para edificar su Reino, no el nuestro. No sintonizar, en cambio, con la vida de Dios entraña siempre el peligro de trabajar y gastar nuestras fuerzas para nuestra gloria personal exclusivamente y no ser por tanto coherentes con lo que el Señor espera de nuestras vidas. El que escucha el mensaje evangélico y no lo lleva a la práctica Jesús lo compara con un necio que edifica su casa sobre arena. Llama, en cambio, sensato y lúcido a quien lo escucha y lo pone en práctica. Eso es edificar sobre roca.

2. Octava del Corpus Christi en la Catedral de Baeza Celebramos hoy en esta Santa Iglesia Catedral de la ciudad de Baeza el día de la octava de la solemnidad del Corpus Christi. Tan importante es para la Iglesia y nuestras vidas el gran misterio de la Eucaristía, que de nuevo

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destacamos y adoramos como el domingo pasado la presencia real de Cristo en tan augusto Sacramento, desde su maravillosa custodia. Sus antepasados admiraban y adoraban, sin duda, a Jesucristo presente en la Eucaristía al ver esta joya. Para edificar sobre roca nuestra vida de cristianos y ser coherentes con nuestra fe, precisamos de esa presencia y compañía de Jesús sacramentado ciertamente. Recordarán aquella escena evangélica en que Jesús se fue a la ribera del mar de Galilea, el de Tiberiades, y le seguía mucha gente, escribe el evangelista San Juan (Jn 6, 1 ss.). En aquella ocasión, con cinco panes de cebada y dos peces, dio de comer a aquella multitud, sólo de hombres en número de unos cinco mil. Quisieron proclamarle Rey, pero Jesús huyó al monte. No eran esos sus pensamientos e ilusiones, ni mucho menos, como vamos a comprobar. Al día siguiente, fueron muchos de aquellos a buscarle a Cafarnaúm y Jesús les echó en cara el buscarle “no porque habéis visto signos, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado” y añadió: “No busquéis el alimento perecedero, sino el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará el Hĳo del Hombre.” Estaba anunciando el sacramento de la Eucaristía que instituiría en la última Cena, en el Jueves Santo, y remontándose al maná que Dios proporcionó al pueblo de Israel en el desierto, les habló de otro nuevo pan de vida bajado del Cielo, que daría la vida al mundo: la Eucaristía. Le pidieron, emocionados sin duda como buenos judíos, que les diera de ese pan, pero cuando les dĳo: “Yo soy ese pan de la vida bajado del cielo”, comenzaron a murmurar, porque en realidad le conocían sólo como el hĳo de José y de María de Nazaret. Él insistió, sin embargo, diciéndoles: “El pan que yo daré es mi carne par la vida del mundo.” “El que coma mi carne y beba mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el ultimo día…” “El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.” Se dio cuenta Jesús, por el murmullo que crearon en la Sinagoga, que no aceptaban aquellas palabras, y termina este pasaje tan importante el evangelista con la advertencia de que “desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él.” (Jn 6, 22-66). Esta fue su respuesta al importante anuncio de Cristo sobre la institución de la Eucaristía. Le habían buscado para escuchar su doctrina, se habían emocionado con la multiplicación de los panes y los peces, pero aceptar en su interior lo que no podían palpar y ver con sus sentidos, no era posible. No se fiaron del

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anuncio de quien les había ya demostrado que podría hacerlo. No hicieron suyo un anuncio con ese alcance la mayoría de los que le escuchaban. Algunos otros, no sabemos cuántos, entre ellos los Apóstoles, sí se fiaron y no le abandonaron. Es la fe del que se fía de alguien, sin ver ni palpar, como Tomás del Apóstol: “Bienaventurados…” Caigamos bien en la cuenta de que ante aquel murmullo de protestas, Jesús habría podido conformarlos con palabras tranquilizadoras. Podría haberles dicho: No os preocupéis: he hablado de carne, pero sólo como un símbolo… Pero no fue así. Ni mucho menos. Mantiene firme su anuncio en todo su realismo y significado. Más aún, se manifestó dispuesto a aceptar que le abandonaran los mismos apóstoles, a quienes llegó a preguntarles: “¿También vosotros queréis marcharos?” (Jn 6, 67). Y Pedro respondió: “Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna.” (Jn 6, 68).

3. La fe es respuesta personal al Dios que nos habla Es la eterna respuesta de la libertad humana: unos aceptan la cercanía de un Dios que se pone en nuestras manos y que nos ama hasta ofreciéndose en banquete sagrado, como pan de vida; otros, como aquellos que le escucharon y se alimentaron con el pan material, aceptan lo que ven sus sentidos y alcanza su razón, nada más, y, finalmente, quienes no necesitan a Dios para nada o prefieren verle más bien lejos de sí porque les complicaría su mensaje. ¡Qué pena! Porque es precisamente su evangelio, de verdad, todo lo contrario. Sin embargo, aunque algunos lo desconozcan, lo rechacen o no les interese, en la Eucaristía Cristo está realmente presente con nosotros, y a lo que anunció Jesús en Cafarnaúm le dio luego cumplimiento en el Jueves Santo. Esa presencia eucarística de quienes creen y le aceptan, es una presencia además siempre dinámica que nos atrae a Él y nos asimila a Él progresivamente. Nos ayuda con eficacia a salir de nosotros mismos para hacer de todos los que le recibimos y adoramos uno con Él. De esta forma la Eucaristía unifica a los creyentes, nos hace una comunidad con vínculos invisibles muy fuertes. Por eso decimos que la Iglesia “vive de la Eucaristía” y que nuestro impulso como cristianos, nuestra unión y caridad para con toda la humanidad, sin distinción, ni barreras de ninguna clase, nace y brota de este sacramento.

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4. Baeza, ciudad eucarística Muy queridos fieles cristianos de esta querida ciudad de Baeza. Habéis recibido la antorcha de unas comunidades cristianas que os precedieron, profundamente creyentes en el sacramento eucarístico. Así lo recordaba no hace muchos días en el Pregón de la solemnidad del Corpus Christi. Mantengan con sumo interés estas ricas realidades eucarísticas como la doble procesión por las calles e interior y claustro de esta hermosa catedral en la fiesta del Corpus cada año; grupos de adoradores; niños y niñas que se acercan a su primera Comunión, cada año; Misas diarias en sus templos, en los monasterios; la atención esmerada a enfermos y mayores a quienes se les traslada la comunión; la insistencia por parte de sacerdotes, padres y catequistas sobre la importancia para la vida cristiana de la misa dominical… ¡Cuántas bendiciones atraen del Señor para la Iglesia, para la humanidad, para todos los ciudadanos de Baeza, desde su profunda devoción eucarística! Antes de terminar mis palabras quiero también agradecer, en nombre de todos, la presencia de la Escolanía de la Catedral de Jaén, que inició su andadura el domingo pasado en la Fiesta del Corpus Christi y que ha querido acompañarnos también en su Octava, en esta Catedral de Baeza. Gracias a sus familias, Directora y Excmo. Cabildo de esta Catedral. Los niños y niñas cantan al Señor presente en la Eucaristía y Jesús sonreirá y penetrará en su interior para hacerles crecer como amigos suyos por el camino del Evangelio. Con esta ocasión les invito de forma más concreta a participar y cuidar con esmero las celebraciones eucarísticas, todas, pero especialmente las dominicales, para que el Domingo sea realmente entre los cristianos “día del Señor” y dé sentido especial de entrega y amor que nacen desde la Eucaristía a los acontecimientos y actividades de todos los días. Es desde la Eucaristía de donde brota la alegría y esperanza para la entrega eficaz en el cumplimiento de la voluntad de Dios, y de ella nace también la fuerza y decisión que necesita el cristiano para ser coherente con su vocación de discípulo de Jesucristo y construir su vida sobre roca. Que así sea. ***

15. BICENTENARIO DE LA BATALLA DE BAILÉN Jaén 12 de junio de 2008

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Las Comunidades cristianas de Bailén, con sus sacerdotes y la Diócesis de Jaén, con su Obispo, quieren participar, como los primeros en el acontecimiento tan singular que se celebra durante todo este año en es querida Ciudad, el segundo centenario de la BATALLA DE BAILÉN. Su trascendencia para nuestra historia patria y el recuerdo de sus generosos protagonistas, no pueden echarse en el olvido. Año tras año se encarga de ello la Ciudad de Bailén, y bien merecen que, con ocasión de esta efemérides levantamos aún más altos los ánimos y la voz, todos juntos, para recordarles, agradecerles y aprender de su gesta generosa de la mano de la Virgen María, Nuestra Señora de Zocueca. Con mi felicitación más cordial para esa querida Corporación Municipal, Instituciones y vecinos de Bailén, les saluda y desea unas felices y alegres Fiestas. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén ***

16. A SU SANTIDAD BENEDICTO XVI NUESTRA FELICITACIÓN DIOCESANA EN EL “DÍA DEL PAPA” Jaén 15 de junio de 2008 Beatísimo Padre: En nombre de los sacerdotes, consagrados, seminaristas y fieles de la Diócesis de Jaén (España) y en el mío propio, le envío Santo Padre nuestra filial felicitación con el afecto de todos los diocesanos “en su día”. Elevamos oraciones por Su Santidad en la Solemnidad de los Apóstoles San Pedro y san Pablo, y ponemos en sus manos nuestras limosnas. Renovamos, con esta ocasión, nuestra adhesión a sus enseñanzas y magisterio, que enriquecen a todo el Pueblo de Dios y nos estimulan a la misión y nueva evangelización. De vuestra Santidad devotísimo hĳo. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén ***

17. MENSAJE PARA EL DÍA DEL PAPA A los sacerdotes, Diáconos, Consagrados y Fieles laicos

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Jaén 15 de junio de 2008 Mis queridos hermanos y amigos: El próximo día 29 de junio, domingo, celebraremos la solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo. Toda la Iglesia dará gracias en esa Jornada, de forma muy especial, por el servicio pastoral a favor de nuestra querida Madre la Iglesia del sucesor de Pedro, hoy, Su santidad Benedicto XVI. 1. El Apóstol Pedro fue el que confesó con valentía ante la pregunta, sobre qué decía la gente de Jesús: «Tu eres el Mesías, el Hĳo de Dios vivo». Sobre aquella respuesta que le había sido revelada por el Padre que está en los cielos, pronunciada en nombre de “los Doce Apóstoles”, ha descansado siempre la de toda la Iglesia. Tres veces negó a Cristo en los horas de su pasión, pero lloró amargamente y de inmediato su pecado. Confesó públicamente después “ante el grupo de los Apóstoles” su amor por Cristo: «tu sabes que te amo». Este amor le llevó a dar la vida por su Maestro, uniendo su sangre a la de Jesús crucificado en el camino de la Iglesia naciente, en su Sede de Roma. 2. Hoy “Pedro” se llama y es Benedicto XVI. ¡Con que fuerza e intensidad resuena su palabra y su magisterio incansable y luminoso para la Iglesia y para el mundo! Aquella firme, clara e inequívoca confesión de la fe de Pedro en el Señor Jesús, el único Salvador del hombre, como aquel día en Cesarea de Filipo, hoy resuena en la extensa red de medios de comunicación en todos los continentes. Su entrañable cercanía y seguridad de Pastor que busca y ama a sus ovejas, su ardor misionero por mostrar a todos la verdad de Jesucristo, Buena Nueva, su servicio y dinamismo de amor apostólico, en su ya avanzada edad, hacen de Su santidad un Evangelio viviente de amor a la humanidad. 3. He podido comprobar durante el ministerio episcopal entre vosotros su amor y apoyo inquebrantables al sucesor de Pedro, Obispo de Roma. El Papa, como Pedro apóstol, es el Vicario de Jesucristo, cabeza visible de su Iglesia y Pastor de todos nosotros. El «sentir» con el Papa ha sido siempre signo distintivo del unión coherente con su fe, como lo es también el conocimiento y acogida de sus enseñanzas.

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Todos los días hemos de orar por su persona, su ministerio e intenciones, como muchos hacemos. Pero el próximo día 29, les invito a hacerlo de forma aún más especial y prolongada. Es una fecha muy propicia para que los sacerdotes expliquen ante las Comunidades encomendadas la importancia y alcance del servicio que presta el Santo Padre a la Iglesia, su autoridad de Pastor como Vicario de Jesucristo y la necesidad de escuchar y seguir sus enseñanzas y magisterio. 4. Coincidiendo con esta Fiesta, venimos celebrando como ya lo hizo desde muy antiguo las Comunidades cristianas, una colecta, conocida como «Óbolo de San Pedro», en todas las Iglesias. Ponemos nuestras aportaciones en manos del Santo Padre, para que pueda atender las innumerables solicitudes de ayuda, en favor de los pobres, niños, ancianos, marginados, víctimas de desastres naturales y de las guerras... En su preocupación y ayuda material entran también las Diócesis en formación y otras Iglesias pobres, institutos, asociaciones y movimientos, ayudas a iniciativas pastorales, misioneras, humanitarias y educativas. Su mirada se dirige a los países pobres y en nombre de esos pobres extiende hoy su mano e invita a ser generosos. El propio Benedicto XVI nos ha dicho que esta colecta «es un gesto que no sólo tiene valor práctico, sino también una gran fuerza simbólica, como signo de comunión con el Papa y de solicitud por las necesidades de los hermanos.» Muchas gracias Santo Padre. Cuenta con el todo nuestro afecto y apoyo de esta Iglesia de Jaén. Con mi saludo agradecido y bendición. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén ***

18. HOMILÍA VIGILIA DE ESPIGAS Úbeda, Centenario Adoración Nocturna 28 de junio de 2008 Saludos.

1. La Eucaristía es el don por excelencia del Señor Nos llena de alegría y de gozo a todos los aquí reunidos, a la ciudad de Úbeda y sus comunidades cristianas, a toda la Diócesis y en definitiva a nuestra

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querida madre la Iglesia, esta solemne celebración de acción de gracias en el cien aniversario de la Adoración Nocturna en esta bella ciudad. Bien sabemos todos que Nuestro Señor Jesucristo nos dejó la Eucaristía como don de sí mismo, como el don por excelencia de su presencia, como alimento y viático del caminante, como el tesoro y herencia más valiosa que el Señor nos ha legado a los mortales. La Iglesia custodia y guarda este tesoro con el máximo cuidado, celebrando la Santa Misa diariamente, adorándole y custodiándole en las Iglesias y cientos de capillas en sus sagrarios, distribuyéndole a los enfermos y personas con dificultad para acudir a los templos. Sabían bien los cristianos de Úbeda, conocían el alcance del tesoro eucarístico, cuando hace ya cien años iniciaron un recorrido, una larga cadena de adoradores, que continúa hasta nuestros días. Nuestra enhorabuena y apoyo para continuar aquel proyecto maravilloso que comenzaron seguramente de forma sencilla y sin ruido alguno, como suelen surgir y desarrollarse los proyectos de Dios, pero rico y pletórico de gracias y frutos que los adoradores actuales deben asegurar y afianzar para un largo futuro. Nuestro recuerdo agradecido a quienes les precedieron en la fe, a quienes creyeron en la presencia real de Cristo en la Eucaristía y que en estos momentos disfrutarán ya de la presencia real del Señor, no por la vía de la fe, sino “cara a cara”. Ellos nos animan y estimulan a todos los reunidos en esta Vigilia de Espigas a ver y adorar en el Sagrario y en la custodia la divinidad y humanidad de Cristo, que se hace presente y nos acompaña bajo las especies eucarísticas; todo “por nosotros” y “por nuestra salvación”, y “porque su alegría es estar con los hombres”.

2. Afiancemos, hermanos, nuestra fe en la presencia eucarística de Cristo bajo las especies del pan y del vino en el santo sacrificio de la Misa Como bien sabemos, nuestra fe profesa que el pan y el vino se convierten en el Cuerpo de Jesucristo Resucitado cuando el sacerdote pronuncia las palabras: “Esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros”, “Esta es mi sangre… que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”. Ello se debe a que el sacerdote y el Obispo, sus ministros, no actúan como personas que se representen a sí mismas, sino en nombre y en la persona de Jesucristo. El pan y el vino dejan de existir y

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dan paso a Cristo mismo. En la Eucaristía está realmente presente el Verbo Encarnado, muerto y resucitado por nosotros. La Eucaristía nos hace, diríamos, contemporáneos de Cristo, tenemos acceso a Él, podemos hablarle y escucharle. Su presencia es mucho más que la fuerza misteriosa de Jesucristo, es Él mismo, el que en la tarde de Pascua caminó con dos discípulos a Emaús y el que les enseñó sus llagas en el Cenáculo, para que comprobara el Apóstol Santo Tomás que era Él.

3. Esta presencia continúa en las sagradas especies consagradas después del Sacrificio eucarístico Nuestra fe nos asegura no sólo que Jesucristo se hace presente en la Santa Hostia y en el Santo Cáliz una vez realizada la consagración, sino además que esa presencia va más allá del tiempo de lo que dura la Santa Misa. Su presencia se prolonga hasta que desaparecen las Sagradas Especies. Esta es la razón por la cual la Hostia que consagraré dentro de poco, será colocada al final de la misa en la Custodia para adorarla y procesionaria en esta noche. Es la razón por la que las formas más pequeñas que sobran de la Comunión se guardarán en el Sagrario para ser adoradas en privado o en público por los fieles. Cristo vive realmente presente entre nosotros en la Custodia y en el Sagrario. Gracias a Dios durante los últimos años la adoración al Santísimo Sacramento ha cobrado renovada importancia en no pocas parroquias. no ha sucedido esto, sin embargo, en todas las comunidades parroquiales. Probablemente la mayor carencia se observa en las visitas personales al Santísimo. Son pocos los cristianos que se acercan al Sagrario para estar allí unos minutos con el Señor. Por eso, en esta fiesta de Espigas, queridos adoradores, les encomiendo fomentar la adoración en sus Parroquias, y junto con sus sacerdotes fomentar también la Exposición del Santísimo, porque en la comunidad o Parroquia donde la vida eucarística es fuerte, también lo será la vida cristiana de sus fieles. Quisiera con esta ocasión hacerles también una segunda propuesta y animarles a ello: Por lo que me dicen los sacerdotes, hay turnos que cuentan con pocos adoradores y a veces, en algunos casos, se trata de personas ya entradas en años. Hemos de esforzarnos por ello y plantearse las formas posibles de incrementar estos grupos e introducir a personas jóvenes, solteras o casadas, porque una institución que no se renueva vitalmente tiende a desaparecer.

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La nueva evangelización reclama hombres y mujeres convencidos y decididos. Cada uno esta noche podemos preguntarnos ¿Señor, Tú qué esperas de mí como adorador? ¿Por qué no fomentar también en algunas parroquias y colegios los grupos de “Tarsicios” para que nutran luego los turnos de adoradores más adelante?

4. El amor a la Eucaristía debe llegar hasta el rostro de nuestros hermanos Queridos amigos: La misión que cumplís como adoradores con admirable empeño y esfuerzo es muy valiosa. Es muy importante para el discípulo de Jesús centrar nuestra existencia en el misterio eucarístico. Es Cristo quien debe animar nuestras vidas y en Él radicará siempre el secreto de nuestra eficacia, alegría y esperanza. Él es nuestra fuerza renovadora. Pero también, queridos adoradores, bajo su mirada debemos poner todas nuestras inquietudes y necesidades que nos rodean cerca y lejos de nosotros. Es preciso presentar en presencia de Jesús, a quien comulgamos y adoramos en la Eucaristía, a nuestras familias y conocidos, los sufrimientos de los enfermos y de tantos heridos por la vida, la solicitud por los jóvenes y ancianos. Orar por todos con insistencia con Cristo ante Dios nuestro Padre. Es salir desde nuestro encuentro con Cristo realmente presente en el Sacramento eucarístico a su encuentro de otros rostros que también son testigos de su presencia por los caminos del mundo. Decía Benedicto XVI, el Pontífice actual, en la pasada Solemnidad del Corpus Christi, y muy especial en esta jornada del “Día del Papa”, que “la Eucaristía es escuela de caridad y solidaridad. Quien se alimenta del Pan de Cristo no puede permanecer indiferente ante quienes, también en nuestros días, carecen del pan de cada día… La Iglesia no sólo reza ‘danos hoy nuestro pan de cada día’, sino que siguiendo el ejemplo de su Señor, se compromete de todos los modos posibles a multiplicar los cinco panes y los dos peces… para que a nadie le falte lo necesario para vivir.” (Cf. Ángelus del Papa, Domingo, 25 de mayo de 2008). Que María nuestra Madre, “mujer eucarística” como la llamó Juan Pablo II en la Encíclica Ecclesia de Eucaristía, continúe ayudándonos a profundizar en la fe del misterio eucarístico, con el fin de vivir en constante comunión

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con Jesucristo su Hĳo, para ser de verdad sus testigos de amor y esperanza en la Iglesia y en el mundo en los momentos y circunstancias concretas en que vivimos cada uno. Que así sea. ***

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DISPOSICIONES JURÍDICAS Abril 1. ORIENTACIONES SOBRE EL MODO DE PROCEDER EN CASO DE DECLARACIÓN DE ABANDONO FORMAL DE LA IGLESIA CATÓLICA O CANCELACIÓN DE LA PARTIDA DE BAUTISMO Y RECTIFICACIÓN REGISTRAL RELATIVA AL SEXO DE LAS PERSONAS.

Mons. RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ. Obispo de la Diócesis de Jaén. Aprobadas por la XCI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, celebrada entre los días 3 al 7 de marzo de 2008, las siguientes ORIENTACIONES: 1. Sobre el modo de proceder en caso de declaración de abandono formal de la Iglesia Católica o de solicitud de cancelación de la partida de bautismo, y 2. Acerca de modo de proceder ante algunas implicaciones en el ordenamiento canónico de la ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas, En virtud de lo establecido en los cánones 391§ 1 y 8§ 2 del Código de Derecho Canónico, por el presente DISPONGO: La aprobación para la Diócesis de Jaén de las Orientaciones contenidas en ambos documentos a todos los efectos desde la fecha del presente Decreto. Complétense los expedientes conforme a la normativa que venía aplicándose hasta el presente, desde la Vicaría Judicial del Obispado, acomodándose a la recientemente aprobada por la Conferencia Episcopal Española en la medida de lo posible. Entréguese copia del presente, y documental que se adjunta, a Vicaría General y Vicario Judicial del Obispado y publíquese en el Boletín Oficial de la Diócesis. Archívense originales en esta Curia diocesana. Dado en Jaén a diez días del mes de abril de dos mil ocho Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén Por mandato de S.E.Rvdma. Antonio Javier Cañada Morales, CancillerSecretario General

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ORIENTACIONES SOBRE EL MODO DE PROCEDER EN CASO DE DECLARACIÓN DE ABANDONO FORMAL DE LA IGLESIA CATÓLICA O DE SOLICITUD DE CANCELACIÓN DE LA PARTIDA DE BAUTISMO Aprobadas por la XCI Asamblea Plenaria, de 3-7 de marzo de 2008 Conviene establecer un procedimiento adecuado para atender a las peticiones de abandono formal de la Iglesia. Por una parte, debe tenerse en cuenta que estas solicitudes deben acogerse siempre con un cierto sentido de provisionalidad, en cuanto que la condición de bautizado no puede perderse y la Iglesia espera siempre el retorno a la plena comunión de quienes se han alejado de ella. Por otro lado, el legislador ha establecido la figura del “acto formal de abandono de la Iglesia”2, del que se siguen efectos relevantes, principalmente en el ejercicio del derecho a contraer matrimonio y en el ámbito penal. En consecuencia, se establecen las siguientes orientaciones. 1.Téngase en cuenta, con carácter previo, que el procedimiento se seguirá, en todo caso, ante el Ordinario propio, que es el del lugar del domicilio, cuasidomicilio o lugar de residencia (cf. canon 107), para facilitar el encuentro con el fiel y establecer el necesario diálogo pastoral que se describe en los números siguientes. Si la petición de abandono se recibiera en la diócesis de origen o en la parroquia del bautismo, se trasladará, a través de la Curia diocesana, a la Curia de la diócesis de residencia. El procedimiento se realizará en la Curia, ante el Ordinario o la persona por él designada, y no en las parroquias. 2. El procedimiento se inicia a partir de la recepción de la comunicación individual del interesado de su deseo de abandonar la Iglesia. Al mismo tiempo que comunica su decisión, puede que solicite la entrega de algún documento acreditativo del abandono, la correspondiente anotación marginal en el Acta de bautismo o la cancelación de la partida misma. Si la comunicación se recibe en la parroquia, el párroco la remitirá con la mayor brevedad a la Curia diocesana. No se tomarán en consideración las solicitudes de abandono de la Iglesia de carácter colectivo, es decir, sin la debida identificación personal de cada sujeto. 3. La primera respuesta de la autoridad eclesiástica -que, normalmente, correrá a cargo del Ordinario- consistirá en el inmediato acuse de recibo y en un intento de aproximación pastoral. Además de hacer una referencia 2 Vid. por ejemplo, cánonoes 1086, 117 y 1124 del Código de Derecho Canónico

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breve a la naturaleza teológica y canónica del acto de abandono formal de la Iglesia, puede invitar al peticionario a mantener una entrevista para tratar acerca del asunto. 4. Los aspectos que convendría explicar al peticionario en esa conversación son los siguientes: - Que el Bautismo es un sacramento que produce un efecto indeleble, de manera que ni puede reiterarse ni eliminarse. - Que el Derecho del Estado español se rige por el principio de libertad religiosa, de manera que la situación de las personas en esta materia -creer o no creer, pertenecer a una confesión o a otra- no establece diferencias jurídicas entre los ciudadanos. La formalización del abandono de una confesión religiosa ante la correspondiente instancia confesional carece de trascendencia civil. - Que el libro de bautismos no es un fichero de miembros de la Iglesia sino un registro que da fe de un hecho histórico, que no puede negarse, y que cumple una función esencial para la determinación del estatuto jurídico de los fieles. La conservación de las anotaciones registrales es una exigencia de seguridad jurídica. No se pueden eliminar, como no pueden cancelarse, por citar algunos ejemplos, los asientos del Registro civil o del expediente académico. - Que la Iglesia reconoce el derecho a la libertad religiosa, fundado en la dignidad misma de la persona humana, de tal manera que ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, solo o asociado con otros, dentro de los límites debidos. - Que el rechazo total de la fe cristiana, que el interesado pretende, es un acto de apostasía, conforme al ordenamiento canónico, del que se siguen estas consecuencias: • exclusión de los sacramentos (cf. ce. 1331 § 1 2° y 915);• privación de las exequias eclesiásticas, a no ser que antes de la muerte se hubiera dado alguna señal de arrepentimiento (cf. c. 1184 § 11°); • exclusión del encargo de padrino para el bautismo y la confirmación (cf. ce. 874 § 1 4° y 893 § 1); • necesidad de licencia del Ordinario del lugar para la admisión al matrimonio canónico (cf. c. 1071 § 1 5°)

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- Que la recepción del acto de abandono requiere por parte de la Iglesia la constancia de los siguientes extremos: • mayoría de edad del declarante; • pleno conocimiento del significado y de las consecuencias que de la declaración se derivan; • entera libertad, sin que medie forma alguna de coacción por parte de personas o grupos. - Que la Iglesia siempre está dispuesta a acoger, en cualquier momento, a cuantos quieran vivir y morir en su seno. 5. Si el solicitante lo desea y es capaz, puede ya en ese momento ratificar su postura y declarar formalmente, ante el notario, canciller o persona delegada, que se da por enterado de las consecuencias canónicas de su decisión. 6. Si el solicitante rechazara la entrevista personal con el Ordinario, así como cualquier otra comparecencia en la Curia, el canciller transmitirá los contenidos mencionados en el número 4 mediante carta certificada con petición de acuse de recibo. El solicitante responderá por el mismo procedimiento, para ratificar su postura y declarar explícitamente que se da por enterado de las consecuencias canónicas de su decisión. 7. En el mismo caso de no comparecencia personal, el canciller comunicará además al peticionario que, por razón del carácter personalísimo del acto, debe constar con certeza a la autoridad de la Iglesia la identidad del sujeto y las condiciones de capacidad y libertad necesarias para la realización válida del acto. El solicitante podrá recurrir a los medios previstos por el Ordenamiento para hacer constar con certeza su identidad, como puede ser la autenticación de la firma ante notario, y para justificar los otros requisitos. 8. El documento en el que consta la voluntad del interesado de abandonar la Iglesia Católica, junto con el resto de la documentación pertinente al caso, se conservará en un registro especial de la Curia diocesana. 9. Una vez que conste la ratificación por parte del interesado, y su identidad, capacidad y libertad, el Ordinario del lugar instará al párroco de la parroquia en la que fue bautizado a que, al margen de la partida de bautismo, haga la siguiente anotación: “Declaró el abandono formal de la Iglesia el día ... en la diócesis de ...”3 Si hubiera sido bautizado en una diócesis distinta, se comunicará a la Curia correspondiente.

3 La fecha corresponde a la primera petición recibida del interesado.

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10. Realizada la anotación marginal en el libro de bautismos, el párroco remitirá al Ordinario del lugar la oportuna certificación. Si la parroquia del bautismo no pertenece a la diócesis en la que se tramita el procedimiento, el párroco la remitirá a través de la propia Curia diocesana. 11. El canciller de la Curia solicitará al párroco del lugar de residencia del interesado y a la Curia de la diócesis de bautismo, en su caso, que asegure la cancelación de los datos personales del interesado de cualesquiera listados, ficheros o bases de datos de organismos eclesiales en los que pudiera constar, para que en adelante no reciba correspondencia de la Iglesia. 12. Realizada la anotación marginal en el libro de bautismos y registrada la documentación correspondiente en la Curia, el canciller comunicará al interesado, mediante carta certificada con petición de acuse de recibo, que se han tomado todas las medidas para que conste, a todos los efectos, su abandono de la Iglesia Católica. Le informará, asimismo, de que su nombre no figura en ningún tipo de listado, fichero o base de datos de la Iglesia; se garantiza, de este modo, que no será considerado miembro de la Iglesia a fines estadísticos y se evitará el envío, en adelante, de cualquier género de correspondencia. El canciller informará también al interesado de que esta medida puede ser solicitada a los representantes legales de otros entes eclesiásticos, mediante la presentación de la carta de recepción por parte de la Iglesia de su declaración de abandono. 13. El canciller de la Curia del lugar del procedimiento enviará una copia de todo el expediente a la Curia del lugar del bautismo del interesado. 14. En el caso de reconciliación con la Iglesia -sin entrar aquí en los aspectos de fuero interno ni de las condiciones exigibles para la relevancia pública del retorno- se procederá al traslado de la declaración de abandono formal y la documentación aneja al archivo secreto de la Curia diocesana, y se comunicará a la parroquia donde fue bautizado (o a la Curia diocesana, si pertenece a diócesis distinta) para que se proceda a una nueva anotación marginal en la partida de bautismo, en los términos siguientes: “Regresó a la plena comunión edesial el día ...”. Se procederá a la destrucción de los autos contenidos en el archivo secreto pasados cinco años. ORIENTACIONES ACERCA DEL MODO DE PROCEDER ANTE ALGUNAS IMPLICACIONES EN EL ORDENAMIENTO CANÓNICO DE

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LA LEY REGULADORA DE LA RECTIFICACIÓN REGISTRAL DE LA MENCIÓN RELATIVA AL SEXO DE LAS PERSONAS* Aprobadas por la XCI Asamblea Plenaria, de 3-7 de marzo de 20081. Introducción La rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas es una eventualidad reconocida por el ordenamiento español -si bien por vía excepcional- desde hace años, de manera que las cuestiones pastorales, administrativas y jurídicas que de tal hecho pueden seguirse no son una estricta novedad en la vida de la Iglesia. Con todo, la nueva Ley, de orientación ampliamente permisiva, está llamada a modificar profundamente el alcance del fenómeno. La sanción legal, en efecto, contribuye siempre a la normalización de la situación reconocida y al consiguiente incremento de su visibilidad social. En el caso al que nos referimos, el legislador español ha optado por primar el voluntarismo sobre el orden natural, con vistas a facilitar al máximo la rectificación registral del cambio de sexo, sin necesidad del recurso a la cirugía de reasignación sexual. El fenómeno alcanzará en España, previsiblemente, una relevancia mayor que en otros países. Es asimismo previsible una cierta presión sobre la Iglesia para que reconozca en su ámbito los efectos de la nueva anotación registral civil. En efecto, la persistente reivindicación de la normalidad social por parte del colectivo de transexuales y grupos afines suele conducir a que algunos de los bautizados en la Iglesia católica reclamen la constancia de la nueva calificación sexual en el libro de bautismos; e, incluso, podrían presentarse solicitudes de celebración del matrimonio canónico con arreglo a la nueva condición sexual. ___________________ * Las notas incluidas en estas Orientaciones hacen referencia a la carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 28 de septiembre de 2002 (en adelante Carta) o a su Anexo “Appunto circa i risvoltí ca-nonici del transessualismo in ordine al Matrimonio ed al Ministerio Ordinato” (en adelante Anexó). Teniendo en cuenta las situaciones que pueden presentarse, parece conveniente que la Conferencia Episcopal Española ofrezca unas orientaciones -de acuerdo con los criterios transmitidos sobre la materia por la Congregación para la Doctrina de la Fe- sobre el modo de proceder en tales casos, para

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que los Sres. Obispos dicten en sus diócesis las disposiciones que consideren oportunas.

2. Modo de proceder en relación con los aspectos regístrales 2.1. En la anotación del Libro de bautismos siempre se hará constar el sexo del bautizado. El cambio de identidad registral en el ámbito civil no modifica la condición masculina o femenina del fiel, definida al momento del nacimiento. No se procederá, en consecuencia, a la rectificación del sexo de las personas en el Libro de bautismos, salvo para corregir posibles errores de inscripción. 2.2. Sin embargo, una nota marginal en el asiento correspondiente del Libro de bautismos advertirá acerca de la rectificación de la mención relativa al sexo en el Registro Civil, con inclusión explícita de los datos correspondientes de la certificación de dicho Registro4.

3. Modo de proceder en relación con la no admisión al matrimonio 3.1. En la persona transexual concurren una serie de causas de incapacidad para el matrimonio canónico -a las que se hace referencia en los números siguientes -que impiden que pueda ser admitida a su celebración. 3.2. El hecho de la anotación registral civil no varía el presupuesto esencial del matrimonio, que es la diversidad de sexos de los contrayentes, porque ambos poseen el mismo sexo biológico. La unión entre dos personas, una de ellas transexual, no responde al modelo de la alianza matrimonial del c. 1055, que identifica como sujetos a un varón y a una mujer.

4 Cf. Carta: «Sin embargo, en prevención de particulares situaciones que podrían eventualmente presentarse en el futuro respecto a tales fieles, se considera necesario poner una Note marginal en el asiento correspondiente del Registro de Bautismos, que haga referencia a la intervención de cambio de sexo y a la mutación de la condición anagráfica del fiel a efectos civiles, indicando la fecha y el número de protocolo de la Sentencia del Tribunal Civil competente y/o del relativo Certificado del Registro Civil. Es asimismo oportuno que el Párroco conserve la mencionada documentación en la misma página del Registro de Bautismos.

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3. 3. La transexualidad incapacita para la entrega y aceptación de los derechos y deberes propios de la comunidad de vida y amor en que el matrimonio consiste (cf. c. 1055)5. 3.4. La persona que sufre una intervención de reasignación sexual es radicalmente impotente, por no disponer de miembro apto para la cópula o de vagina real. A tenor de lo dispuesto en el c. 1084 § 1, no se encuentra en grado de desarrollar la función propia del sexo en la vida conyugal. 3.5. La prohibición del matrimonio será absoluta si el transexual se ha sometido a intervención quirúrgica6 o tratamiento médico que habilite para la rectificación de la mención relativa al sexo en el Registro civil7.

4. Modo de proceder ante los casos dudosos 4.1. A tenor del c.1066, «antes de que se celebre el matrimonio, debe constar que nada se opone a su celebración válida y lícita». 4.2. La duda acerca de la condición transexual de alguno de los contrayentes puede proceder de la apariencia externa, apreciada por el párroco de modo inmediato, de la fama más o menos extendida que rodea a la persona o del testimonio de personas prudentes. El párroco pondrá tales casos en conocimiento del Ordinario, que prohibirá la celebración del matrimonio hasta que cuente con elementos de prueba suficientes para levantar la prohibición8 5 Cf. Anexo, p. 2: «La persona transessuale, a motivo del grave disturbo della propria identitá sessuale, non sembra essere in grado di un dono completo di sé all’altro, tanto da constituiré una comunitá di vita e di amore, dal momento che la tensione interna nella struttura psicologico-coscienziale porta questo uomo o questa donna a sentire una dissociazione intima con il sesso cui appartiene, per cui non accetta la realtá física della sua identitá sessuale e si ritrova di conseguenza a convivere con il conyuge, che sente apartanere al medesimo suo sesso» 6 Cf. Anexo, p. 3: «La proibizione al matrimonio diventa assoluta per il transessuale, che ha subito l’operazione chirurgica del cosiddetto cambiamento di sesso, in quanto essa puó forse restituire una certa quiete emotiva, ma non tocca direttamente l’eventuale psicopatologia di base né muta veramente il sesso dell’individuo, ma solo le sue apparenze». 7 Cf. supra, nota 2. 8 Cf. Anexo, p. 3: «Qualora la suddetta visita non fosse stata effettuata, ma da chiari atteggiamenti esterni e su testimonianza di persone sagge e prudenti si evince la presenza di una patología grave di transexualismo nel fedele, l’Ordinario del luogo, venutone a conoscenza, vieti la celebrazione del matrimonio, fino a quando non abbia acquisito gli elementi di prova sufficienti per togliere el divieto»

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5. Declaración de nulidad 5.1. En el caso de que, una vez celebrado el matrimonio, se manifieste en uno de los cónyuges la psicopatología propia de la transexualidad, se debe proceder a la introducción de la causa para la solicitud de la declaración de nulidad del matrimonio, con arreglo a los ce. 1674-16759. ***

MAYO 1. DECRETO APROBACIÓN ESTATUTOS DEL CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL Mons. RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ, Obispo de la Diócesis de Jaén Teniendo en cuenta las disposiciones de los cánones 511 y siguientes del Código de Derecho Canónico sobre el Consejo Diocesano de Pastoral, así como las orientaciones recogidas en la Exhortación Apostólica postsinodal Pastores Gregis de Juan Pablo II y el Directorio para el Ministerio Pastoral de los Obispos Apostolorum sucessores, sobre la importancia de este organismo de comunión y consulta en la tarea pastoral del Obispo diocesano. Habiéndose constituido en la diócesis de Jaén sucesivamente los distintos Consejos diocesanos, entre los que destaca el Consejo episcopal, el Consejo del presbiterio, el Colegio de consultores, el Colegio de los arciprestes y el Consejo de asuntos económicos, estimamos que ha llegado el momento de la constitución del Consejo de Pastoral Diocesano, constitución que ya establecí –con la aprobación de las distintas instancias diocesanas- situándola entre los objetivos para el año 2008 del Proyecto Diocesano de Pastoral promulgado el pasado 2007. En virtud de lo establecido en el c.391, §1 del Código de Derecho canónico y de mis facultades episcopales, por el presente

9 Cf. Anexo, p. 3: «...nel caso in cui il matrimonio sia giá stato celebrato ed uno dei coniugi manifestitale anomalia psichica, si deve procederé all’introduzione della causa di dichiarazione della nullita del matrimonio, osservando i rispettívi cann. 1674-1675 del Códice di Dirítto Canónico e i cann. 1360-1361 del Códice dei Canoni delle Chiese Orientali.»

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DISPONGO: La aprobación de los Estatutos del Consejo Diocesano de Pastoral, que se constituirá el día 28 de junio de 2008 tras las oportunas elecciones según las normas emanadas al efecto. Entréguese copia del presente y de los Estatutos al Vicario General y publíquense en el Boletín oficial de la Diócesis. Archívense los originales en la Curia diocesana. Dado en Jaén a quince días del mes de mayo de 2008, festividad de San Eufrasio, patrono de la diócesis de Jaén. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén. Por mandato de S.E. Rvdma. Antonio Javier Cañada Morales, CancillerSecretario General. Ilmo. Sr. Vicario General. Estatutos del consejo diocesano de pastoral I. Naturaleza de Consejo Diocesano de Pastoral II. Finalidad y funciones del Consejo Diocesano de Pastoral III. Miembros del Consejo Diocesano de Pastoral IV. Estructura del Consejo Diocesano de Pastoral ORGANOS PERSONALES ORGANOS COLEGIADOS V. Los acuerdos del Consejo Diocesano de Pastoral VI. El Consejo Diocesano y los Consejos Pastorales de las Parroquias y de los Arciprestazgos VII. Modificación de los Estatutos VIII. Extinción y disolución del Consejo

Introducción 1. Los padres sinodales presentes en los trabajos de la X Asamblea del Sínodo de los Obispos, pidieron al Papa Juan Pablo II que “se revisara el Directorio Ecclesiae imago, publicado ya por la Congregación para los Obispos el 22 de febrero de 1973, adaptándolo a las nuevas exigencias de los tiempos y a los cambios producidos en la Iglesia y en la vida pastoral” (Juan Pablo II, Exhortación apostólica postsinodal Pastores gregis, n. 24). Fruto de esta petición, la Congregación para los Obispos promulgaba el Directorio para el Ministerio Pastoral de los Obispos Apostolorum sucessores el 22 de febrero del año 2004. En el Directorio se recoge la legislación canónica y la

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documentación posconciliar y se establecen –desde la experiencia concreta aportada incluso en el Sinodo- criterios que los Obispos deberían o podrían seguir en orden a la constitución y competencias concretas del Consejo Diocesano de Pastoral. 2. Ya durante el pontificado del Excmo. y Rvdmo. D. Miguel Peinado Peinado se constituyó el primer Consejo Diocesano de Pastoral en la diócesis del Jaén, siguiendo las directrices conciliares. El 25 de marzo del año 1995, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Santiago García Aracil, constituyó nuevamente el Consejo Diocesano de Pastoral y aprobó los Estatutos por los que se debería regir este Consejo. Tras varias constituciones del mismo y tras la vacancia de la sede de Jaén en el año 2004 por traslado del entonces Obispo diocesano cesó ipso iure el Consejo Diocesano de Pastoral. Tras la toma de posesión de la sede giennense del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ramón del Hoyo López, y una vez constituidos los distintos Consejos diocesanos, entre los que destaca el Consejo episcopal, el Consejo del presbiterio, el Colegio de consultores, el Colegio de los arciprestes y el Consejo de asuntos económicos, ha llegado el momento de la constitución del Consejo de Pastoral diocesano, constitución que ya estableció el Obispo –con la aprobación de las instancias diocesanas- situándola entre los objetivos para el año 2008 del Proyecto Diocesano de Pastoral promulgado el pasado 2007. 3. Según las indicaciones del propio Obispo diocesano, los presentes Estatutos recogen el espíritu de los anteriores y a la vez quieren ser la norma que regule -desde los nuevos retos evangelizadores propuestos en el Proyecto diocesano de Pastoral- este órgano de consulta, comunión y corresponsabilidad que es tan importante por la ayuda que aporta al propio Obispo para el gobierno pastoral de la diócesis de Jaén.

CAPÍTULO I NATURALEZA DEL CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL Artículo 1 1. En virtud del Bautismo todos los fieles participan, del modo que les es propio, del triple munus de Cristo. Por su igualdad real en la dignidad y en el actuar están llamados a cooperar en la edificación del Cuerpo de Cristo y, por tanto, a realizar la misión que Dios ha confiado a la Iglesia en el mundo, cada uno según su propia condición y sus propios cometidos.

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La comunión eclesial diocesana requiere la responsabilidad personal del Obispo, pero supone también la participación de todos los fieles cristianos, en cuanto corresponsables del bien de la Iglesia particular de la cual forman parte constitutiva. Lo que garantiza la autenticidad de esta comunión orgánica es la acción del Espíritu, que actúa tanto en la responsabilidad personal del Obispo como en la participación de los fieles en ella. 2. El Consejo Diocesano de Pastoral (CDP) se funda tanto en el deber pastoral del Obispo como en la participación de los fieles diocesanos en este deber pastoral. El CDP es por tanto es un organismo diocesano consultivo y asesor del Obispo (c. 514) 3. El CDP se compone de fieles diocesanos que están en plena comunión con la Iglesia católica, tanto clérigos y miembros de institutos de vida consagrada como, sobre todo, de laicos, que representan a toda la diócesis y que se designan según el modo determinado por el Obispo diocesano en estos Estatutos. 4. El Consejo Diocesano de Pastoral es una imagen de la porción del Pueblo de Dios que conforma la Iglesia particular y por tanto sus miembros son escogidos “teniendo en cuenta sus distintas regiones, condiciones sociales y profesiones, así como también la parte que tienen en el apostolado, tanto personalmente como asociados con otros” (c. 512, §1).

CAPÍTULO II FINALIDAD Y FUNCIONES DEL CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL Artículo 2 Al Consejo Diocesano de Pastoral corresponde, bajo la autoridad del Obispo, estudiar y valorar lo que se refiere a las actividades pastorales en la diócesis, así como sugerir conclusiones prácticas sobre ellas (c. 511), de manera que así se exprese la participación de todos los fieles, de cualquier estado canónico, en la participación de la Iglesia (AS, 148)

Artículo 3 Esta finalidad del Consejo Pastoral Diocesano se realiza en los siguientes momentos: 1. En el estudio y análisis de situaciones de la Iglesia Diocesana para detectar y manifestar las necesidades pastorales más urgentes en cada momento.

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2. En la reflexión sobre todas las actividades pastorales diocesanas, especialmente en cuanto a evangelización, catequesis, liturgia, vida de caridad y apostolado, con el fin de considerar su oportunidad, urgencia o alcance o bien para proponer aspectos que precisen ser corregidos o renovados. 3. En la valoración y el discernimiento de las actividades pastorales a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia: - si las tareas pastorales, tal y como se llevan a cabo, responden a la voluntad de Dios expresada en su Iglesia; - si el estilo evangelizador de los sacerdotes, religiosos y laicos se atiene a los modos de actuar de Jesucristo, Buen Pastor; - si estamos atentos y aprovechamos con interés los dones que el Espíritu Santo derrama en su Iglesia; - si acertamos a leer los “signos de los tiempos” (cf. GS 44); - si en las acciones pastorales incorporamos los elementos culturales de nuestro tiempo (lenguaje, métodos, etc.). 4. En la propuesta de iniciativas prácticas en relación a las actividades pastorales y en el seguimiento y aplicación del Proyecto diocesano de Pastoral; para ello recoge también, sobre todo, las aportaciones e iniciativas de los Consejos Parroquiales, Consejos Arciprestales de pastoral, Delegaciones Episcopales, y estimula el espíritu misionero en la vida pastoral diocesana. 5. En el seguimiento de las iniciativas prácticas que fueron propuestas por el Obispo, el propio CDP y otras instancias diocesanas.

CAPÍTULO III MIEMBROS DEL CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL Artículo 4. Todos los miembros del Consejo Pastoral deben estar en plena comunión con la Iglesia católica y destacar por la seguridad de su fe, buenas costumbres y prudencia (c. 512, §§1 y 3)

Artículo 5. Para que el Consejo Diocesano de Pastoral sea cauce auténtico de colaboración con el Obispo, de diálogo y de discernimiento, todos sus miembros deben estar atentos a las necesidades y a las acciones pastorales, aportando con libertad y desde el principio de la comunión su valoración, su criterio y sus propuestas operativas.

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Artículo 6. Composición del Consejo. Los miembros del Consejo Diocesano de pastoral se distribuirán en la forma siguiente: 1. Miembros electos: - Un laico por cada Arciprestazgo. - Un laico por las Delegaciones Episcopales siguientes: · Misiones. · Vocaciones · Cáritas diocesana · Cofradías y Hermandades · Infancia y juventud · Catequesis. · Enseñanza. · Pastoral de la Salud. · Familia y defensa de la vida · Pastoral Penitenciaria · Apostolado Seglar - Un laico por pastoral universitaria - Un laico por Medios de Comunicación - Un laico por el movimiento “Vida Ascendente” - Un laico por movimientos no incluidos en la Delegación de Apostolado seglar. - Un laico por la Curia Diocesana - Un consagrado de vida activa 2. Miembros natos: - Vicario General - Vicario Judicial - Vicarios Episcopales - Canciller- secretario - Arciprestes - Delegados Episcopales de las Delegaciones señaladas en el parágrafo anterior. - Rector del Seminario - Deán- Presidente del Catedral - Presidenta de la CONFER 3. Miembros designados, tres

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Artículo 7. La elección de los representantes se hará según las normas concretas que se dicten para cada grupo y que se publicarán en la misma convocatoria de elecciones.

Artículo 8. Todos los miembros permanecen en el Consejo mientras dure la situación personal o institucional por la que entraron a formar parte del mismo.

Artículo 9. Los miembros son elegidos por cinco años, pudiendo ser renovados para un quinquenio más, coincidiendo siempre que sea posible su renovación con las fechas en que esta tenga lugar para el Consejo Presbiteral10.

Artículo 10. Los miembros pueden, con causa justa y proporcionada, presentar la renuncia al Obispo y no será efectiva hasta que éste la acepte (c. 189).

Artículo 11. Los miembros del Consejo Pastoral Diocesano cesarán en su cargo: - Cuando se compruebe incumplimiento voluntario y reiterado de estos estatutos. - Cuando incurran en falta de asistencia reiterada y no justificada.

Artículo 12. Los miembros que causen baja en el Consejo serán sustituidos por otros, que serán nombrados de la misma forma y por el mismo grupo que los designó.

CAPÍTULO IV ESTRUCTURA DEL CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL

10 Disposición transitoria: el primer CDP se constituirá hasta la siguiente constitución del Consejo Presbiteral, de acuerdo a sus Estatutos.

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Artículo 13. El Consejo Diocesano de pastoral tiene órganos personales y órganos colegiados. Los personales son el Presidente y el Secretario y los colegiados son el Pleno del Consejo Pastoral Diocesano y la Comisión Permanente.

ÓRGANOS PERSONALES A. EL PRESIDENTE Artículo 14. El Presidente de este Consejo es el Obispo diocesano.

Artículo 15. Son funciones del Presidente: 1. Constituir el Consejo y aprobar e interpretar sus Estatutos. 2. Nombrar a los miembros que componen el Consejo. 3. Convocar y presidir las reuniones del Pleno y de la Comisión Permanente. 4. Someter a consulta los asuntos que crea convenientes y fijar el orden del día. 5. Aceptar, según estime conveniente, las cuestiones a tratar que propongan los miembros del Consejo a tenor del art. 22. 6. Animar el quehacer corresponsable de todos los miembros del Consejo Pastoral Diocesano para que cumplan adecuadamente la misión que les ha sido encomendada. 7. Dar publicidad a lo tratado en el Consejo, cuando lo considere oportuno. 8. Presentar al Consejo Presbiteral las conclusiones prácticas emanadas del Consejo Pastoral Diocesano (cf. I Decreto Gral. de la C.E.E., art. 3, 4. 2º).

B. EL SECRETARIO Artículo 16. El Secretario del Consejo Pastoral Diocesano, que lo será también de la Comisión Permanente, es elegido por el Pleno en su sesión constitutiva.

DOCUMENTOS

Artículo 17. Son funciones del Secretario del Consejo: 1.Cursar, por orden del Presidente, las convocatorias del Pleno y de la Comisión Permanente. 2. Extender las actas de las sesiones del Pleno y de la Comisión Permanente, en las que consten los temas tratados y los acuerdos tomados, autenticándolos con su firma. 3. Llevar el registro de las altas y las bajas de los miembros del Consejo; registrar las presencias y ausencias de los miembros; custodiar las actas del Consejo y demás documentos de su Archivo; redactar, de acuerdo con el Presidente, el orden del día de las sesiones; preparar y enviar el material de trabajo a los consejeros; certificar documentos del Consejo y demás acciones propias de una Secretaría. 4. Publicar y divulgar lo tratado en el Consejo con la aprobación del Obispo.

Artículo 18. Al Secretario del Consejo le podrán ayudar Secretarios de Actas de las reuniones del Pleno, que tomarán nota para la redacción de las mismas.

ÓRGANOS COLEGIADOS A. EL PLENO DEL CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL Artículo 19. El Pleno del Consejo Diocesano de Pastoral está constituido por todos los miembros del Consejo.

Artículo 20. Corresponde al Pleno del Consejo Pastoral Diocesano: 1. Estudiar las propuestas que le haga el Presidente. 2. Proponer al Obispo temas específicos de estudio que se podrían estudiar en Comisiones. Dichas comisiones podrán contar con la ayuda de expertos ajenos al Consejo, cuando así se estime conveniente. 3. Asistir al Concilio Provincial, siendo representado por dos procuradores, elegidos colegialmente entre sus miembros (cn. 444, 5);

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4. Elegir fieles laicos y miembros de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica en la forma y número que determine el Obispo, para asistir al Sínodo Diocesano cuando se convoque (cn. 463, 5º).

Artículo 21. El Pleno del Consejo Pastoral Diocesano quedará válidamente constituido cuando estén presentes la mayoría absoluta de sus miembros, es decir, la mitad más uno.

Artículo 22. Los temas a tratar serán los que aparecen en el orden del día. El Obispo, fuera del orden del día o a petición de un tercio del Consejo, puede proponer otros temas a tratar.

Artículo 23. El Pleno del Consejo se reunirá, en sesión ordinaria, por lo menos dos veces al año, al principio y fin de curso. Será convocado con quince días de antelación mediante citación que el Secretario dirigirá a cada uno de los miembros. En la convocatoria constará el día, hora, lugar y orden del día de la reunión. En sesión extraordinaria, se reunirá cuando lo disponga el Obispo, o lo solicite al menos un tercio de sus miembros. Para las sesiones extraordinarias no hay plazo de convocatoria previsto.

Artículo 24. Sólo se considerarán propuestas del Consejo como tal las que hayan obtenido los dos tercios de votos a su favor.

Artículo 25. Las votaciones se efectuarán según derecho, siendo secretas cuando se trate de elección de personas o cuando sean solicitadas por cualquier consejero y si la presidencia lo estima oportuno.

DOCUMENTOS

B. LA COMISIÓN PERMANENTE Artículo 26. Componen la Comisión Permanente: 1. El Obispo, como Presidente del Consejo. 2. El Vicario General, quien presidirá la reunión como delegado del Obispo en sus ausencias. 3. El Vicario de Pastoral. 4. El Secretario del Consejo. 5. Seis consejeros elegidos por sus respectivos grupos (Un sacerdote, un consagrado, cuatro laicos). 6. Uno de libre designación.

Artículo 27. Son funciones de la Comisión Permanente: 1. Colaborar con el Obispo en la preparación del orden del día de las reuniones del Pleno. 2. Velar por el cumplimiento y ejecución de los acuerdos tomados en el Pleno y aprobados por el Obispo. 3. Designar Ponentes y Comisión de trabajo para el estudio de los temas. 4. Tomar bajo su única responsabilidad decisiones de urgencia cuando no haya posibilidad de reunir al Pleno. 5. Las que el Obispo o el Pleno le encomienden.

Artículo 28. La Comisión Permanente se reunirá, por lo menos, un mes antes de cada sesión ordinaria del Pleno y siempre que la convoque el Presidente por iniciativa propia o a petición de un tercio de sus miembros.

CAPÍTULO V LOS ACUERDOS DEL CONSEJO PASTORAL DIOCESANO Artículo 29 1. El trabajo y las aportaciones del Consejo Diocesano de Pastoral son de importancia relevante para la vida pastoral de la Diócesis.

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2. Cuando el Obispo presente a la Diócesis una propuesta o sugerencia del Consejo Diocesano de Pastoral ésta será moralmente vinculante para la vida diocesana en aquellos lugares o grupos a que afecte dicha propuesta.

CAPÍTULO VI EL CONSEJO DIOCESANO Y LOS CONSEJOS PASTORALES DE LAS PARROQUIAS Y DE LOS ARCIPRESTAZGOS Artículo 30. El Consejo Diocesano de Pastoral no depende de los Consejos Pastorales Parroquiales ni de los Consejos Pastorales Arciprestales. No obstante, en función de una presencia representativa territorial así como para facilitar el conocimiento de la realidad pastoral viva de los distintos lugares de la Diócesis, el Consejo Diocesano de Pastoral debe estar abierto a la participación eclesial, la riqueza de sus sugerencias y el posible análisis de situaciones y acciones que puedan ofrecer los Consejos Parroquiales y Arciprestales de Pastoral.

Artículo 31. El Consejo Diocesano de Pastoral emite sus criterios y valoraciones a partir del criterio de los miembros integrantes. Sus aportaciones no están sometidas a consultas previas de los otros Consejos, Parroquiales y Arciprestales.

Artículo 32. No obstante, en determinados casos y siempre que lo crea oportuno cada consejero de representación territorial o sectorial, podrá hacer consultas a los organismos oportunos.

Artículo 33. El Consejero Diocesano de Pastoral desde su finalidad y funciones descritas en los arts. 2 y 3, ofrece a los Consejos Parroquiales y Arciprestales de la diócesis objetivos, campos y modos de actuación prioritarios en el trabajo pastoral.

DOCUMENTOS

CAPÍTULO VII MODIFICACIÓN DE LOS ESTATUTOS Artículo 34. El Obispo, oído el parecer el Consejo, puede modificar los Estatutos cuando lo considere oportuno, o a propuesta de dos tercios del Pleno del Consejo.

CAPÍTULO VIII EXTINCIÓN Y DISOLUCIÓN DEL CONSEJO Artículo 35. El Consejo Diocesano de Pastoral se disolverá transcurridos cinco años desde su constitución.

Artículo 36. El Consejo podrá ser disuelto por el Obispo cuando lo aconsejen graves razones.

Artículo 37. El Consejo quedará disuelto al quedar vacante la sede episcopal (c 513, §2). ***

3. DECRETO CONVOCATORIA ELECCIONES PARA LA CONSTITUCIÓN DEL CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL Mons. RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ, Obispo de la Diócesis de Jaén Considerando lo que dispone el Código de Derecho Canónico sobre el Consejo Pastoral Diocesano (cc. 511 y ss.), el artículos 6 de los Estatutos aprobados con fecha 15 de mayo de 2008 donde se dice cuáles han de ser los miembros elegidos para que haya la mayor representatividad y el 7 que indica que “La elección de los representantes se hará según las normas concretas que se dicten para cada grupo y que se publicarán en la misma convocatoria de elecciones”, por el presente

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DISPONGO La convocatoria de las elecciones correspondientes para la constitución del nuevo Consejo Pastoral Diocesano. Por ello, establezco lo siguiente: Para la elección de los miembros prevista en el artículo 6, §1, se procederá del siguiente modo: 1. Elección de los laicos por arciprestazgos. a) Cada uno de los arciprestes convocará a los miembros de su correspondiente Consejo Pastoral Arciprestal para elegir por ellos y de entre ellos un representante laico de cada uno de dichos Consejos. Esta elección deberá realizarse antes del 17 de junio de 2008. b) En caso de que no esté constituido el Consejo de Pastoral Arciprestal, los sacerdotes del arciprestazgo, mediante elección o presentación, designarán este representante laico del arciprestazgo. Cada párroco presentará un miembro a ser posible de su respectivo Consejo de Pastoral Parroquial. El Arcipreste, informado de las cualidades del candidato y asesorado por los respectivos párrocos, presentará al candidato. Si no hubiera acuerdo entre los párrocos en esta presentación, se hará elección de entre los presentados de acuerdo al c. 119, §1. 2. Elección de los laicos por delegaciones episcopales. a) El Delegado Episcopal de cada una de las Delegaciones Episcopales citadas en el art. 6, §1, salvo el de Cofradías, convocará a sus respectivos equipos para elegir un seglar por cada una de las Delegaciones Episcopales, también antes del día 17 de junio de 2008. b) En caso de que no haya equipo de laicos colaboradores de la Delegación el laico será designado por el Delegado respectivo. 3. El Delegado Episcopal para Cofradías convocará a los Presidentes de Agrupaciones Arciprestales para elegir de entre ellos un miembro del Consejo Diocesano de Pastoral. 4. El Delegado de Pastoral Universitaria y el Vicario de Medios de Comunicación, designarán un laico de sus respectivos equipos de colaboradores. 5. El Consiliario del movimiento “Vida ascendente” convocará a los representantes locales de este movimiento para proceder a la elección de su representante.

DOCUMENTOS

6. Para la elección del seglar representante de los distintos movimientos no comprendidos en la Delegación de Apostolado Seglar convocará a la elección el Sr. Vice-Canciller, que presidirá la mesa electoral. Se convocará para la elección al presidente de cada uno de estos movimientos, según censo que facilitará la Secretaría General. 7. La elección del representante de los laicos que trabajan de modo estable en la Curia Diocesana se realizará mediante elección de entre ellos convocada y presidida por el Moderador de la Curia 8. La elección del representante de los Institutos religiosos masculinos de vida activa se hará mediante un compromisario elegido por cada una de las comunidades existentes en la diócesis, que serán electores y elegibles. El Delegado de Religiosos convocará a estos compromisarios. 9. Todas las elecciones serán presididas por quien las convoque y se celebrarán antes del 17 de junio de 2008. En cada mesa electoral habrá un Secretario que será el elector de menor edad y un escrutador que será el de mayor edad. El elegido lo será de acuerdo al c. 119, §1. 10. Las actas de cada una de las mesas electorales, firmadas por el presidente y el secretario, se remitirán a la Secretaría General del Obispado en fechas inmediatas a la correspondiente elección, de modo que estén en posesión del Canciller-Secretario General antes del 20 de junio de 2008 a fin de proceder al decreto de nombramiento del oficio de miembro del Consejo Diocesano de Pastoral antes de la sesión de constitución el 28 de junio de 2008. Dado en Jaén, a 15 días del mes de mayo de 2008, festividad de San Eufrasio, patrono de la diócesis de Jaén. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén. Por mandato de S.E. Rvdma. Antonio Javier Cañada Morales, CancillerSecretario General. Ilmo. Sr. Vicario General. ***

Junio 1.Campañas y Colectas imperadas Mons. RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ Obispo de la Diócesis de Jaén Sometida a estudio y reflexión ante el Consejo Episcopal, Colegio de Consultores y Consejo Presbiteral, así como debidamente informados los Arciprestes y Delegados episcopales, la situación de las Campañas y Colectas

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imperadas, como también su preparación y colaboración de las Instituciones diocesanas y su entrega de resultados, Comprobadas determinadas situaciones en cuanto a la solicitud de materiales, indeterminación en su entrega sobre su procedencia y destino, en algunos casos, sobre todo, la escasa colaboración en buen número de Parroquias por cuanto se refiere a la colecta, en las siguientes Jornadas: IEME Y CATEQUISTA NATIVO, de O.M.P. (día 6 de enero); INFANCIA MISIONERA, de O.M.P. (4° Domingo de enero); DÍA DE HISPANOAMÉRICA, de C.E.E. (primer domingo de marzo) y VOCACIONES NATIVAS, de O.M.P. (último domingo de abril), Por cuanto se refiere a la celebración de las Jornadas señaladas en las Parroquias de la Diócesis, en cuanto afecta a la colecta exclusivamente, no a la Campaña en sí, Vistos los cánones 791 y 1262 del Código de Derecho Canónico, En virtud de nuestras facultades ordinarias y por presente, DISPONEMOS: 1. Promuévanse y celébrense estas JORNADAS MISIONERAS señaladas, en favor de la cooperación misional, en todas las Iglesias parroquiales, oratorios abiertos a los fieles habitualmente, también los que pertenezcan a institutos religiosos, así como en las demás Instituciones diocesanas, por cuanto se refiere a la Campaña. 2. En cuanto se refiere a la COLECTA de estas Jornadas, y únicamente por lo que afecta a las IGLESIAS PARROQUIALES Y ORATORIOS abiertos habitualmente a los fíeles, se encomienda de forma imperada y anualmente una sola de la expresadas Colectas por Arciprestazgo, en la forma que se indica en el documento adjunto. 3. Las demás Instituciones diocesanas, como Colegios y otros colectivos de fieles, lo harán en la forma acostumbrada, tanto en lo que se refiere a la celebración de estas Campañas, como en lo que concierne a la entrega de ayudas o donativos. 4. No se excluye, todo lo contrario, el que las Iglesias parroquiales así como los oratorios colaboren también a la Colecta de estas Jornadas, además de la que les corresponda anualmente como imperada. 5. En la del DÍA DE HISPANOAMÉRICA se contemplarán también ayudas para los misioneros diocesanos en aquel Continente.

DOCUMENTOS

Estas disposiciones entrarán en vigor a partir de uno de enero del próximo año dos mil nueve. Comuníquese a la Delegación diocesana de Misiones, a los sacerdotes con cura pastoral y demás instituciones afectadas. Publíquese en el Boletín Oficial de la Diócesis, con los anexos a que se hace referencia. Dado en Jaén a dos días del mes junio de dos mil ocho. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén Por mandato de S.E. Rvdma. Antonio Javier Cañada Morales, CancillerSecretario Ilmo. Sr. Vicario General. ANEXO A PLAN PARA LAS COLECTAS IMPERADAS PARA OTRAS INSTITUCIONES 1. COLECTAS A REALIZAR SIEMPRE POR TODOS LOS ARCIPRESTAZGOS CARITAS- Primer domingo de mes

Excepto: febrero (Manos Unidas), mayo/junio (Corpus), diciembre (Navidad) o cuando una rotativa, obligatoria en el Arciprestazgo, coincida con el primer domingo. Todas las Parroquias (o Caritas Interparroquial) envían el 25 % a Caritas Diocesana.

CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE

Segundo domingo de febrero

DÍA DEL SEMINARIO

Mes de marzo

SANTOS LUGARES

Viernes Santo

D Í A N A C I O N A L D E C A R I D A D Corpus Christi. Todas las Parroquias (o Caritas (CARITAS) Interparroquial) envían el 25 % a Caritas Diocesana ÓBOLO DE SAN PEDRO

29 de junio ( o Domingo en eí que se celebre la Solemnidad de S. Pedro y San Pablo).

DOMUND (OO.MM.PP.)

Penúltimo domingo de octubre

DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA

Domingo anterior a Cristo Rey

CAMPAÑA DE NAVIDAD (CARITAS)

25 de diciembre. Enviar 1 00 % a Caritas Diocesana.

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2. DISTRIBUCIÓN DE OTRAS COLECTAS JORNADAS

AÑO 2009 y 2013

AÑO 2010 y 2014

AÑO 2011 y 2015

AÑO 2012 y 2016

6 Enero : IEME y CATEQUISTA NATIVO (OO.MM.PP.)

Jaén -Virgen de la Capilla Jaén -Ntra.Sra. Del Valle M agina

Úbeda Baeza Cazorla Sierra de Segura

Andújar Arjona Martos-Torredonjimeno Alcalá

Linares Carolina-Bailén Condado-Las Villas

4” Domingo de enero INFANCIA MISIONERA (OO.MM.PP.)

Linares Carolina-Bailén Condado-Las Villas

Jaén -Virgen de la Capilla Jaén -Ntra.Sra. del Valle Mágina

Úbeda Baeza Cazorla Sierra de Segura

Andújar Arjona Martos-Torredonjimeno Alcalá

Primer domingo marzo DÍA DE H1SPANO-AMÉRICA (Opcional/ CEE)/Y COLABORACIÓN CON MISIÓN DIOCESANA

Andujar Arjona Martos-Torredonjimeno Alcalá

Linares Carolina-Bailén Condado-Las Villas

Jaén -Virgen de la Capilla Jaén -Ntra.Sra. del Valle Mágina

Úbeda Baeza Cazorla Sierra de Segura

Último domingo de abril VOCACIONES NATIVAS (OO. MM.PP.)

Úbeda Baeza Cazorla Sierra de Segura

Andujar Arjona Marios- Torredonjimeno Alcalá

Linares Carolina-Bailén Condado-Las Villas

Jaén -Virgen de la Capilla Jaén -Ntra.Sra. del Valle Mágina

ANEXO B MES OCTUBRE 2008

DÍA JORNADA Y COLECTA 19 JORNADA MUNDIAL EVANGELIZACIÓN (DOMUND) (Penúltimo domingo de octubre)

DESTINO Y CUENTAS DELEGACIÓN MISIONES JAÉN 2024/0072/87/3300106038 CAJASUR 2103/0341/36/0014456353 UNICAJA 2031/0149/43/0100227357 LA GENERAL 0030/4030/61/0006188272 BANESTO 0004/3495/28/0600463107 B.ANDALUCÍA

DOCUMENTOS NOVIEMBRE 2008

DICIEMBRE 2008

ENERO 2009

FEBRERO 2009

MES MARZO 2009

ABRIL 2009

OBISPADO DE JAÉN 2024/0072/85/3300002984 CAJASUR 2103/0363/71/0031173870 UNICAJA 2031/0149/42/0100008547 CAJA GRANADA 3067/0100/22/2133149423 CAJA RURAL 25 CAMPAÑA DE CÁRITAS DIOCESANA DE JAÉN NAVIDAD-CÁRITAS 2024/0072/81/3300011557 CAJASUR (Natividad del Señor) 2031/0149/49/0100136980 LA GENERAL 2103/0341/34/0030630298 UNICAJA 3067/0100/20/0200418240 CAJA RURAL DELEGACIÓN DE MISIONES DE JAÉN 6 DÍA DEL IEME Y CATEQUISTA NATIVO 2024/0072/87/3300106038 CAJASUR 2103/0341/36/0014456353 UNICAJA (OO.MM.PP.) 2031/0149/43/0100227357 LA GENERAL (Epifanía del Señor) 0030/4030/61/0006188272 BANESTO 0004/3495/28/0600463107 B.ANDALUCÍA 8 CAMPAÑA CONTRA DELEGACIÓN MANOS UNIDAS EL HAMBRE EN EL 2024/0072/82/3300033537 CAJASUR MUNDO 2031/0149/43/0100037089 LA GENERAL 2103/0341/37/0031087829 UNICAJA 3067/0100/25/1147554529 CAJA RURAL

16 DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA (Domingo anterior a Cristo Rey)

DÍA JORNADA Y COLECTA 1 DÍA DE HISPANOAMÉRICA 22 / Y COLABORACIÓN CON NUESTRA MISIÓN DIOCESANA (Primer domingo de marzo) DÍA DEL SEMINARIO (San José o domingo más próximo)

10 26

COLECTA POR LOS SANTOS LUGARES (Viernes Santo) JORNADA DE LAS VOCACIONES NATIVAS (OO.MM.PP.) (Último domingo de abril)

DESTINO Y CUENTAS DELEGACIÓN DE MISIONES DE JAÉN 2024/0072/87/3300106038 CAJASUR 2103/0341/36/0014456353 UNICAJA 2031/0149/43/0100227357 LA GENERAL 0030/4030/61/0006188272 BANESTO 0004/3495/28/0600463107 B. ANDALUCÍA SEMINARIO DIOCESANO DE JAÉN 2024/0072/84/3300106388 CAJASUR 2103/0363/72/0019603763 UNICAJA 0030/4030/66/0000030271 BANESTO OBISPADO DE JAÉN 2024/0072/85/3300002984 CAJASUR 2103/0363/71/0031173870 UNICAJA 2031/0149/42/0100008547 CAJA GRANADA 3067/0100/22/2133149423 CAJA RURAL DELEGACIÓN DE MISIONES DE JAÉN 2024/0072/87/3300106038 CAJASUR 2103/0341/36/0014456353 UNICAJA 2031/0149/43/0100227357 LA GENERAL 0030/4030/61/0006188272 BANESTO 0004/3495/28/0600463107 B. ANDALUCÍA

80 JUNIO 2009

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO 14 29

DÍA DE LA CARIDAD (Hábeas Christi) ÓBOLO DE SAN PEDRO (O domingo en el que se celebra la Solemnidad de San Pedro y San Pablo)

CÁRITAS DIOCESANA DE JAÉN 2024/0072/81/3300011557 CAJASUR 2031/0149/49/0100136980 LA GENERAL 2103/0341/34/0030630298 UNICAJA 3067/0100/20/0200418240 CAJA RURAL OBISPADO DE JAÉN 2024/0072/85/3300002984 CAJASUR 2103/0363/71/0031173870 UNICAJA 2031/0149/42/0100008547 CAJA GRANADA 3067/0100/22/2133149423 CAJA RURAL

***

2. NUEVO CATECISMO “JESÚS ES EL SEÑOR” Mons. RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ, Obispo de la Diócesis de Jaén Aprobado por la Congregación para el Clero, bajo el asentimiento de la Congregación por la Doctrina de la fe, y a petición de la Conferencia Episcopal Española, en sesión del pasado mes de noviembre de 2007, el NUEVO CATECISMO que lleva por título “Jesús es el Señor”, Haciendo nuestro el texto expresado como muy adecuado por la labor exegética, así como signo de comunión con las demás Iglesias de España, En virtud de nuestras facultades ordinarias y, por el presente, DECRETAMOS: 1. Que el Catecismo “JESÚS ES EL SEÑOR”, sea texto obligatorio en el territorio diocesano de Jaén para la catequesis correspondiente a la iniciación sacramental de la Penitencia y Eucaristía, en el periodo de infancia. 2. Los materiales complementarios no podrán sustituir en ningún caso el uso directo del Catecismo expresado, por parte de nadie. 3. Hacemos nuestro asimismo el Mensaje aprobado por la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, sobre la presentación y finalidad del nuevo Catecismo, cuyos contenidos deberán llegar al conocimiento de sacerdotes, padres y catequistas, a efectos oportunos. Comuníquese en forma y archívese original en esta Curia. Dado en Jaén a veinticinco días del mes de junio de dos mil ocho. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén Por mandato de S.E. Rvdma. Antonio Javier Cañada Morales, CancillerSecretario

DOCUMENTOS

Ilmo. Sr. Vicario General. ***

ANEXO AL DECRETO “EL NUEVO CATECISMO JESÚS ES EL SEÑOR” CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA. EL NUEVO CATECISMO JESÚS ES EL SEÑOR. MENSAJE DE LA XCI ASAMBLEA PLENARIA DE LA CEE. 3-7 de marzo de 2008 1. Jesús es el Señor. Esta explícita confesión de fe de la Iglesia, recogida en el título del nuevo Catecismo que presentamos, muestra su finalidad: conducir a la confesión de fe en Jesucristo, a quien hay que «conocer, amar e imitar»11. Los Obispos, al ver culminado el largo y cuidadoso proceso de elaboración de este Catecismo, lo entregamos con gozo a sus destinatarios más directos: los niños y niñas que en su Iniciación cristiana descubrirán a Jesús como el Señor. Asimismo lo entregamos a las familias, transmisoras de la fe e iglesias domésticas, para el acompañamiento en la educación de los hĳos; a los sacerdotes, como responsables y animadores de la catequesis parroquial; a los consagrados e instituciones católicas, para su misión en el ámbito educativo; y a los catequistas que lo utilizarán como documento de la fe en la catequesis. Todos son, de un modo directo y cercano, acompañantes de los niños en su encuentro con Jesús, el Señor. La renovación de los catecismos alentada por el Catecismo de la Iglesia Católica 2. Pensando en todas las comunidades cristianas de nuestras diócesis, verdadero «hogar de la catequesis»12, los Obispos, pastores del Pueblo de Dios, «catequistas por excelencia»13, renovamos con este Catecismo que ahora os ofrecemos nuestra responsabilidad de ordenar la catequesis para que sea activa, eficaz y capaz de educar en una fe robusta a las generaciones cristianas de los tiempos nuevos14. Para esta importante tarea contamos con 11 JUAN PABLO II, Carta apostólica Novo millenio ineunte, 29 12 CONGREGACIÓN PARA EL CLERO, Directorio General para la Catequesis, 254 13 JUAN PABLO II, Exhortación apostólica Catechesi tradendae, 63 14 Cf. JUAN PABLO II, Exhortación apostólica Catechesi tradendae, 50

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el inestimable servicio que nos presta el Catecismo de la Iglesia Católica, que Juan Pablo II nos entregó, como «texto de referencia para una catequesis renovada en las fuentes vivas de la fe»15. Nos invitaba igualmente el Siervo de Dios a iniciar la adaptación de nuestros catecismos locales a este texto, destinado a ser «regla segura para la enseñanza de la fe e instrumento válido y legítimo al servicio de la comunión eclesial»16. También el Directorio General para la Catequesis vino a abundar en este servicio de comunión eclesial ofreciendo un amplio y detallado desarrollo de los criterios de elaboración de catecismos locales. El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, aprobado y publicado por Benedicto XVI, se ha sumado también a las fuentes de inspiración para los catecismos locales. 3. Los Obispos españoles, recogiendo con agradecimiento estos documentos que la Santa Sede nos ha ofrecido y teniendo en cuenta las nuevas situaciones y retos con que nos encontramos en la transmisión de la fe en España, nos hemos propuesto renovar nuestros catecismos Padre Nuestro., Jesús es el Señor y Esta es nuestra fe. El primer fruto de esta tarea emprendida, como servicio a la comunión y a la educación en la fe demandada por el Catecismo de la Iglesia Católica, es este catecismo Jesús es el Señor. Deseamos que la armonía entre ambos sea apreciada y valorada por todos. 4. Disponíamos ya del libro Los primeros pasos en la fe, texto apropiado para el despertar religioso en el seno de la familia; con Jesús es el Señor ofrecemos un primer catecismo para la Iniciación cristiana de niños y adolescentes. En este Catecismo nos hemos esforzado en exponer íntegramente, para los niños de 6 a 10 años, el mensaje cristiano en un lenguaje significativo para ellos. Hemos tenido muy en cuenta que en estos años tiene lugar la primera participación en la Penitencia y en la Eucaristía, verdadero encuentro sacramental con el Señor. El texto, fruto del estudio y del trabajo directo de todos los Obispos españoles, aprobado en Asamblea Plenaria17 y, con posterioridad, por la Santa Sede18, lo ofrecemos a nuestro pueblo para que sea utilizado en la catequesis como libro de la fe, al servicio de un contenido y un lenguaje común. Consideramos que Jesús es el Señor, por su sencillez, 15 JUAN PABLO II, Constitución apostólica Fidel depositum, 1 16 JUAN PABLO II, Constitución apostólica Fidei depositum, 4. 17 LXXXVIII ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, noviembre 2006 18 CONGREGATIO PRO CLERICIS, Decreto 7 de junio de 2007.

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concreción, integridad, orden y exactitud, es el instrumento adecuado para la educación en la fe y para que los destinatarios acojan esta fe en su corazón, en su memoria, y la expresen en un mismo lenguaje. Los catecismos y la catequesis 5. Al elaborar Jesús es el Señor somos fieles al valor que la Iglesia le ha dado siempre al catecismo como instrumento básico y orientación fundamental para la catequesis, al formular las verdades de la fe y salvaguardar la transmisión de lo que Dios dĳo e hizo por nosotros los hombres y por nuestra salvación19. Los catecismos, sin agotar la riqueza de la catequesis, son instrumentos a su servicio y cumplen una función imprescindible a lo largo de la Iniciación cristiana, que capacita básicamente a los creyentes para entender, celebrar y vivir el Evangelio. El catecismo encauza las tareas de la catequesis, pues en su contenido recoge la fe que la Iglesia misma profesa (Símbolo), celebra (Sacramentos), vive (moral cristiana) y ora (la oración del cristiano). 6. Los catecismos no son ajenos tampoco a los cambios sociales, culturales y religiosos, ni a las distintas etapas y circunstancias del crecimiento de las personas. También el contenido y uso del catecismo ha de tener en cuenta el contexto cultural en que se realiza la transmisión de la fe y las dificultades que se encuentran en cada época para consolidar la vida cristiana de las nuevas generaciones. Esta doble fidelidad de los catecismos, al mensaje y al destinatario, nos llama a recordar que «el don más precioso que la Iglesia puede ofrecer al mundo de hoy, desorientado e inquieto, es formar unos cristianos firmes en lo esencial y humildemente felices en su fe»20. El Catecismo y los materiales complementarios 7. Señalado el valor de los catecismos como instrumentos por excelencia de la catequesis, llamamos la atención de cuantos han de utilizar el catecismo Jesús es el Señor, para que llegue a manos de sus destinatarios en su integridad, en su momento oportuno y especialmente en el acto catequético mismo. Sabemos, no obstante, que los catequistas suelen necesitar y utilizar apoyos complementarios en la catequesis (guías para catequistas, materiales 19 «Un catecismo debe presentar fiel y orgánicamente la enseñanza de la Sagrada Escritura, de la Tradición Viva de la Iglesia y del Magisterio auténtico, asÍ como la herencia espiritual de los Padres, de los santos y santas de la Iglesia, para que conozcan mejor los misterios cristianos y se reavive la fe del Pueblo de Dios. Debe recoger aquellas explicitaciones de la doctrina que el Espíritu Santo ha sugerido a la Iglesia a lo largo de los siglos». JUAN PABLO II, Constitución apostólica Fidei depositum, 3. 20 JUAN PABLO II, Exhortación apostólica Catechesi tradendae, 61

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didácticos, etc.). Estos, sin embargo, por su distinción cualitativa respecto “del catecismo21, en ningún caso han de sustituirlo o suplantarlo. Nuestro aliento agradecido 8. No queremos terminar esta presentación del nuevo catecismo Jesús es el Señor, sin ofrecer nuestros aliento agradecido a todos cuantos os esforzáis en la gozosa, y a veces difícil, tarea de transmitir la fe: a las familias, a los sacerdotes y a los catequistas, acompañantes todos de los niños en su Iniciación cristiana. Conocemos las dificultades con que os encontráis, pero también nos consta que todo lo vivís con la confianza puesta en el Señor, apoyados en Él y fortalecidos por el Espíritu Santo. Os animamos a no desfallecer en la misión de llevar el Evangelio a todos, misión a la que nos alienta el Papa Benedicto XVI diciendo: «nuestra esperanza es siempre y esencialmente también esperanza para los otros; sólo así es realmente esperanza también para mí. Como cristianos, no deberíamos limitarnos a preguntarnos: ¿Cómo puedo salvarme yo mismo? Deberíamos preguntarnos también: ¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también para ellos la estrella de la esperanza?»22. En la indispensable y esencial responsabilidad de educar en la fe, la Iglesia cuenta siempre con la intercesión maternal de santa María, la Madre de Jesús, y la de san José su esposo, en cuyo hogar creció Jesús en sabiduría y en gracia ante Dios y ante los hombres (cf. Le 2, 52). ***

3. DECRETO DE CONSTITUCIÓN DEL CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL MONS. RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ, Por la gracia de Dios y la Sede Apostólica, Obispo de Jaén Teniendo en cuenta las disposiciones del CIC que recomienda la constitución del Consejo Pastoral de cada Diócesis (cfr. Cn. 511 ss. y Ecclesiae Sanctae, nº 16),

21 Cf. CONGREGACIÓN PARA EL CLERO. Directorio General para la Catcquesis, 132. 22 BENEDICTO XVI, Carta encíclica Spe Salvi, 48

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Y en conformidad con el Decreto de 15 de mayo de 2008 por el que se aprobaron los Estatutos del Consejo Diocesano de Pastoral, y convocatoria de elecciones, DISPONEMOS: 1. Constituir en nuestra Diócesis el Consejo Diocesano de Pastoral. 2. El expresado Consejo queda integrado por un plazo de cinco años, desde esta fecha, por las siguientes personas: PRESIDENTE: Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo 1. MIEMBROS NATOS: Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. José Antonio Maroto Expósito, Vicario General Ilmo. Sr. D. Pedro José Martínez Robles, Vicario Judicial Vicarios Episcopales: Ilmo. Sr. D. Francisco Rosales Fernández, Vicario Episcopal Ilmo.Sr. D. Antonio Garrido de la Torre, Vicario Episcopal Ilmo.Sr. D. Eusebio Figueroa Mora, Vicario Episcopal Ilmo.Sr. D. Juan Raya Marín, Vicario Episcopal Canciller-Secretario General: Ilmo.Sr. D. Antonio Javier Cañada Morales, Canciller-Secretario General Arciprestes: Rvdo. Sr. D. José López Chica, Arcipreste de Virgen de la Capilla (Jaén) Ilmo. Sr. D. Francisco Rosales Fernández, Arcipreste de Ntra. Sra. del Valle (Jaén) Rvdo. Sr. D. Gabriel Susí Lara, Arcipreste de Alcalá la Real Rvdo. Sr. D. Miguel Ángel Jurado Arroyo, Arcipreste de MartosTorredonjimeno Ilmo. Sr. D. Eusebio Figueroa Mora, Arcipreste de Úbeda Rvdo. Sr. D. Miguel Navas Villén, Arcipreste de Baeza Rvdo. Sr. D. José Antonio García Romero, Arcipreste de Mágina Rvdo. Sr. D. Luis Juan Gallardo Anguita, Arcipreste de Sierra de Segura

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Rvdo. Sr. D. Ángel Sánchez Hernández, Arcipreste de Las VillasCondado Rvdo. Sr. D. Antonio Vela Aranda, Arcipreste de Cazorla Rvdo. Sr. D. Carmelo Zamora Expósito, Arcipreste de Andújar Rvdo. Sr. D. Manuel Alfonso Pérez Galán, Arcipreste de La Carolina-Bailén Ilmo. Sr. D. Juan Raya Marín, Arcipreste de Linares Rvdo. Sr. D. Pablo Luis Armero , Arciprestazgo de Arjona Delegados: Rvdo. Sr. D. Emilio Samaniego Guzmán, Delegado Episcopal para la Pastoral Misionera Ilmo. Sr. D. Pedro Ortega Ulloa, Delegado Episcopal para la Promoción de las Vocaciones Ilmo. Sr. D. Juan Raya Marín, Delegado Episcopal para la Pastoral en la Acción Caritativa Rvdo. Sr. D. José López Chica, Delegado Episcopal para la Pastoral con las Cofradías y Hermandades Rvdo. Sr. D. José María Damas López, Delegado Episcopal para la Pastoral con la Infancia y Juventud Rvdo. Sr. D. Francisco Pérez Pinel, Delegado Episcopal para la Pastoral Catequética Rvdo. Sr. D. Antonio Aranda Calvo, Delegado Episcopal Para la Pastoral Educativa y Centros de Enseñanza Rvdo. Sr. D. Manuel Galiano Marín, Delegado Episcopal para la Pastoral de la Salud Rvdo. Sr. D. Eduardo Moya Calahorro, Delegado Episcopal para la Pastoral con la Familia y Defensa de la Vida Rvdo. Sr. D. José Luis Cejudo Moreno, Delegado Episcopal para la Pastoral Penitenciaria Rector del Seminario: Ilmo. Sr. D. Pedro Ortega Ulloa Deán-Presidente de la Santa Iglesia Catedral: Ilmo. Sr. D. Francisco Juan Martínez Rojas Presidenta de la CONFER, Hna. Rosa Mercedes Fernández Solana, HCR 2. MIEMBROS ELECTOS: Un representante laico por cada Arciprestazgo:

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D. Cristóbal Medina Chamorro, Arciprestazgo de Virgen de la Capilla (Jaén) D. José Ibáñez Muñoz, Arciprestazgo de Ntra. Sra. del Valle (Jaén) D. Custodio Pablo López Contreras, Arciprestazgo de Alcalá la Real D. Rafael Canillo Sánchez, Arcipreste de MartosTorredonjimeno D. Juan Luis Millán Expósito, Arciprestazgo de Úbeda Dª Antonia Valderas García, Arciprestazgo de Baeza D. Antonio Martínez Ramírez, Arciprestazgo de Mágina Dª Rogaciana Ojeda Jiménez, Arciprestazgo de Sierra de Segura Dª Francisca Lozano Cerón, Arciprestazgo de Las Villas-Condado Dª María del Carmen Moreno de Simón, Arciprestazgo de Cazorla Dª Josefa Chamocho Sánchez, Arciprestazgo de Andújar D. Juan Antonio Sánchez Anula , Arciprestazgo de La CarolinaBailén D. Juan Manuel Morales Carmona, Arciprestazgo de Linares Dª María del Carmen Castilla Polo, Arciprestazgo de Arjona Un representante laico por la Delegaciones Episcopales: D. Juan Buendía del Valle, Delegación Episcopal para la Pastoral Misionera D. Pedro Criado Menor, Delegación Episcopal para la Promoción de las Vocaciones D. Juan Carlos Escobedo Molinos, Delegación Episcopal para la Pastoral en la Acción Caritativa D. Laura Garrido Almonacid, Delegación Episcopal para la Pastoral con las Cofradías y Hermandades D. José Francisco Hervás Arribas, Delegación Episcopal para la Pastoral con la Infancia y Juventud Dª Blanca Aguilar Liébana, Delegación Episcopal para la Pastoral Catequética Dª Angelines Nevado Muñoz, Delegación Episcopal Para la Pastoral Educativa y Centros de Enseñanza Dª Josefa Garrido Negrillo, Delegación Episcopal para la Pastoral de la Salud

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D. Juan Quesada Gómez, Delegación Episcopal para la Pastoral con la Familia y Defensa de la Vida Dª Emilia Aguila Teba, Delegación Episcopal para la Pastoral Penitenciaria Un laico por la Pastoral Universitaria: D. Fernando Moreno Bonilla Un laico por los Medios de Comunicación: D. Rafael Cañada López Un laico por el Movimiento Vida Ascendente: Dª Carmen González Gámez Un laico por movimientos no incluidos en la Delegación de Apostolado Seglar: Dª María Isabel García Fernández Un laico por la Curia Diocesana: D. José Carlos Ruiz Mariscal Un Consagrado de Vida Activa: Hno. José Luis Aguirre Macías 3. MIEMBROS DESIGNADOS POR EL SR. OBISPO: Hna. Josefina Martínez Gastón D. Juan Molina Prieto D. Tomás Molina Sánchez Comuníquese a los interesados y archívese originales en esta Curia. Dado en Jaén, a veintiocho de junio de dos mil ocho. Por mandato de S.E. Rvdma. Antonio Javier Cañada Morales, CancillerSecretario General Ilmo. Sr. Vicario General ***

VISITA PASTORAL 1. Breve crónica de la Visita Pastoral Arciprestazgo de Arjona Una vez concluida la Vista Pastoral al Arciprestazgo de MarmolejoAndújar el día 21 de mayo de 2007 con la revisión y retiro espiritual dirigido por el Sr. Obispo de la Diócesis, comienza la Visita Pastoral del Arciprestazgo de Arjona, siendo Obispo de la Diócesis de Jaén, el Excmo. y Rvdmo. Mons. D. Ramón del Hoyo López; Arcipreste del mismo Rvdo. Sr. D. Manuel Alfonso Pérez Galán, durante la primera Visita y posteriormente el Rvdo. Sr. Pablo

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Luis Armero García, elegido por traslado de Parroquia del primero, actuó de Secretario de Visita Pastoral el Rvdo. Sr. D. Juan Carlos García Serrano23. La Visita Pastoral a este Arciprestazgo se realizo entre el día 15 de junio de 2007 y jueves 13 de diciembre del mismo año, quedando concluida definitivamente (D. M.) el 1 de marzo con la revisión del mismo y el Retiro espiritual dirigido por el Sr. Obispo 1. Parroquias Visitadas, Párrocos, y fechas de realización: - Parroquias de San Juan Bautista y San Martín de Arjona el día 15 de junio de 2007, continuando la Visita a esta Ciudad la tarde del 25 de octubre de 2007. Párroco: Rvdo. Sr. D. Pablo Luis Armero García. - Parroquia de La Inmaculada Concepción de Higuera de Calatrava, la tarde del 3 de octubre de 2007. Administrador parroquial: Rvdo. Sr. D. Miguel Ángel Solas León (OMI). - Parroquia de Nuestra Señora de la Estrella de Santiago de Calatrava, el 4 de octubre de 2007. Párroco: Rvdo. Sr. D. Miguel Ángel Solas León (OMI). - Parroquia de La Asunción de Porcuna, el 24 de octubre de 2007 y mañana de l 25 de octubre. Párroco: Rvdo. Sr. D. Jesús Manuel Millán Cubero. Vicario parroquial: Rvdo. Sr. D. Rafael García Gutiérrez. Adscrito: Rvdo. Sr. D. Luis María Juárez Gutiérrez. - Parroquia de La Encarnación de Arjonilla, el día 8 de noviembre de 2007. Párroco: Rvdo. Sr. D. Julián Molina Juárez. Encargo de la Parroquia por enfermedad del Párroco: Ángel Sigüenza Fuentes. - Parroquia de San Pedro Ad- Vincula de Escañuela, la tarde el 13 de noviembre de 2007. Administrador parroquial: Rvdo. Sr. D. José Armenteros Sánchez. - Parroquia de Nuestra Señora de Gracia de Villardompardo, el día 14 de noviembre de 2007. Párroco: Rvdo. Sr. D. José Armenteros Sánchez. - Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación de Lahiguera, el día 29 de noviembre de 2007. Párroco: Rvdo. Sr. D. José María Saeta Fernández. 23 Todos los horarios para la realización de Visita Pastoral a las Parroquias son elaborados por los Párrocos respectivos con el visto bueno del Arcipreste, a la misma vez que elaboran un amplio informe sobre cada Parroquia, siendo revisados y aprobados por el Sr. Obispo.

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- Parroquia de Nuestra Señora de la Natividad de Fuerte del Rey, el día 30 de noviembre de 2007. Párroco: Rvdo. Sr. D. Antonio Robles Gómez. E ncargado de la misma: Rvdo. Sr. D. José María Saeta Fernández. - Parroquia de San Pedro y San Pablo de Mengíbar, el día 4 de diciembre de 2007. Párroco: Rvdo. Sr. D. Antonio Lara Polaina. - Parroquia de La Inmaculada Concepción de Mengíbar, el día 5 de diciembre de 2007. Párroco: Rvdo. Sr. José Antonio Sánchez Ortiz. - Parroquia de la Inmaculada de Lopera, el día 13 de diciembre de 2007. Párroco: Rvdo. Sr. D. Luis Velasco de la Coba. 2. Además el Sr. Obispo impartió el sacramento de la Confirmación en las siguientes Parroquias: - Parroquia de San Juan Bautista. - Parroquia de Nuestra Señora de Gracia de Villardompardo - Parroquia de Nuestra Señora de la Natividad de Fuerte del Rey 3. Administrando también el sacramento de Unción de enfermos en la Parroquia de La Inmaculada Concepción de Lopera 4. Comunidades Religiosas visitadas durante la Visita Pastoral - Religiosas de San José de Gerona en la Ciudad de Porcuna - Religiosas de San José de Gerona en la Ciudad de Arjonilla - Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación de la localidad de Lahiguera - Franciscanas Hospitalarias de Jesús Nazareno de la localidad de Lopera 5. Aspectos de mayor incidencia durante la Visita Pastoral a este Arciprestazgo: - Diálogos con los sacerdotes. - Visita a los padres de los sacerdotes que viven con ellos. - Visita a enfermos - Diálogo con los niños y jóvenes (Colegios y Parroquia) - Diálogo con los Agentes de Pastoral: Catequistas, Visitadores de enfermos...

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Consejos de Pastoral y Economía Cáritas Parroquiales Cofradías Oración por los difuntos en los distintos Cementerios Visitas Institucionales a varios Ayuntamientos así como a algunas Empresas y Cooperativas Aceiteras Mención especial merecen dos aspectos: • Por un lado han sido revisados, por parte del Sr. Obispo, todos los Archivos y Libros Parroquiales: Sacramentales y de Economía, así como los de Misas e inventarios, urgiendo a los Párrocos a su actualización, en caso de no estar actualizado. • Por otro lado el Sr. Obispo ha ido remarcando y recordando en todas y cada una de las reuniones mantenidas, los tres objetivos del Plan de Pastoral diocesano: Oración Bíblica y Litúrgica, Formación (catecumenado de adultos, Escuela de Formación...) y Caridad organizada, constatando que, en la mayor parte de las Parroquias hasta el 80%, de los ingresos se destinan a Caridad. Juan Carlos García Serrano Secretario de Vista Pastoral ***

2. Crónica de la Visita Pastoral al Arciprestazgo de BailénLa Carolina. 1. El día 9 de diciembre de 2006 dio comienzo la Visita Pastoral a la Diócesis de Jaén por el Excmo. y Rvdmo. Mons. D. Ramón del Hoyo López al Arciprestazgo de Bailén- La Carolina, siendo el Sr. Arcipreste Rvdo. Sr. D. Juan Jesús Cañete Olmedo, Secretarios de Visita Rvdo. Sr. D. Juan Carlos García Serrano y Rvdo. Sr. D. Joaquín Tuñón Gallego, a Parroquia de la Inmaculada Concepción de El Centenillo y la aldea de Los Guindos, cuyo Administrador Parroquial es Rvdo. Sr. Guillermo Navarrete Rojas y encargado de la misma Rvdo. Sr. D. Elicio Martínez Linares. Terminó con las Parroquias de Santa Elena y Aldeaquemada, después de dedicar doce jornadas al conjunto de sus trece Comunidades parroquiales y ocho núcleos.

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2. El desarrollo de esta Visita ha sido el siguiente: PARROQUIA Inmaculada Concepción San Juan de la Cruz El Salvador

LUGAR SACERDOTES El Centenillo Rvdo. Sr. D. Guillermo Navarrete Rojas Rvdo. Sr. D. Elicio Martínez Linares La Carolina Rvdo. Sr. D. Sebastián Moreno Herrera

S. José Obrero La Encarnación

Bailén Bailén

Rvdo. Sr. D. Alberto Jaime Martínez Pulido Rvdo. Sr. D. José Antonio Balboa Gómez Rvdo. Sr. D. Antonio Baeza Fernández

S. Carlos Borromeo La Inmaculada

La Carolina

Rvdo. Sr. D. Guillermo Navarrete Rojas

La Inmaculada La Inmaculada La Inmaculada S. Mateo Santa Elena La Inmaculada

Bailén

La Carolina

Rvdo. Sr. D. Francisco Barredo Salazar Rvdo. Sr. Antonio Barredo Salazar Guarromán Rvdo. Domingo García Dobao Carboneros Rvdo. Sr. D. Antonio Barredo Salazar Navas de Tolosa Rvdo. Sr. D. Martín Rey Borrás Baños de Rvdo. Sr. D. Juan Jesús Cañete Olmedo la Encina Santa Elena Rvdo. Sr. Jesús Díez del Coral Navío Aldeaquemada Rvdo. Sr. Jesús Díez del Corral Navío

3. Relación de Núcleos Visitados: LUGAR Los Guindos Zocueca Aldea de los Ríos Martín Malo La Mesa El Acebuchar Fernadina Isabela

4. Materiales ofrecidos para la Visita Pastoral A) Carta a los Párrocos B) Carta a los fieles C) Aspectos jurídicos de la Visita

FECHA 09- XII- 06 09- I- 07 03- II- 07 03- II- 07 04- II-07 04- II- 07 04- II- 07 04- II- 07

FECHA 9- XII- 2006 13- XII- 2006 14- XII- 2006 09- I- 2007 10- I- 2007 11- I-2007 12- I-2007 26-I-2007 27- I- 2007 03-II- 2007 04- II- 2007 04- II- 2007 09- II- 2007 10- II- 2007 18- II-2007 18- II-2007

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D) Sugerencias para la Visita Pastoral E) Catequesis sobre la Diócesis (2) F) Catequesis sobre el Obispo (2) Así mismo se rellena un amplio INFORME previo de cada Parroquia para el Sr. Obispo. El Programa de la Visita lo elabora el Párroco del lugar, junto con el Arcipreste. 5. Puntos de especial interés. Son muchos y diversos los puntos que se podrían remarcar en la Visita, subrayaremos los más importantes: - Charla con el sacerdote. - Visita a los familiares que viven con el sacerdote. - Entrevista con Consejos de Pastoral y Economía. - Revisión de Libros Sacramentales y de Economía. - Inventario de bienes. - Visita a enfermos y ancianos. - Diálogo con niños y jóvenes en sus Centros de enseñanza y Parroquia - Reunión con familias - Pastoral de Conjunto inteparroquial y arciprestal - Formación de Catequistas - Vida Religiosa En cada reunión, el Sr. Obispo suele incidir en el análisis concreto sobre tres aspectos esenciales en la vida Comunitaria parroquial: - Culto - Evangelización - Caridad 6. El acto fundamental de la Visita es la Santa Misa con la convocatoria de todos los fieles de la Comunidad. El Sr. Obispo anima sobre aspectos concretos en el camino de la Evangelización y vivencia cristiana, con Acción de Gracias ante el Señor por las tareas y entrega pastoral. 7. Concluyó la Visita Pastoral al Arciprestazgo el día 19 de febrero de 2007, con un retiro espiritual dirigido por el Sr. Obispo de la Diócesis, a los Sacerdotes del citado arciprestazgo y la revisión general de la Vista Pastoral.

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Señaló aspectos generales de la pastoral en el Arciprestazgo que deberían tenerse presentes y desarrollar en el futuro, en estrecha comunión entre las diversas Comunidades que componen el Arciprestazgo y con la Iglesia local. Es la Iglesia Local la que es enviada por el Señor y de la que es parte integrante el Arciprestazgo. Jaén veintiuno del mes de febrero de dos mil siete El Secretario de Visita Pastoral Juan Carlos García Serrano ***

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I.II. VICARÍA GENERAL 1. LA LEY ORGÁNICA 15/99 DE 13 DE DICIEMBRE, DE PROTECCIÓN DE DATOS PERSONALES Y SU REPERCUSIÓN EN LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA DE LA IGLESIA.

1. En primer lugar hay que manifestar, como prolegómeno a esta cuestión, que el derecho a la protección de datos de carácter personal es considerado, no sólo por la Ley sino también por las sucesivas resoluciones judiciales de todas las instancias, una manifestación del derecho constitucional a la intimidad personal. La normativa específica se desarrolla en la Ley Orgánica 15/99 de 13 de diciembre, sobre protección de datos de carácter personal y en el reciente Reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica 15/99, de protección de datos de carácter personal, promulgado el 21 de diciembre de 2007, publicado el 19 de enero de 2008 mediante Real Decreto y que entrará en vigor el 19 de abril de 2008. Esta última norma es un amplísimo reglamento en el que se regulan y desarrollan todas las cuestiones que aparecen en la Ley Orgánica y en la que se precisa el modo de realizar muchos de los aspectos concretos conducentes al cumplimiento de la Ley. Más abajo intentaré desarrollar brevemente algunos de los aspectos que respecto a la actividad administrativa de la Iglesia se pueden deducir tras un estudio ahora necesariamente breve y sucinto de este Reglamento. 2. No parecía que la Ley de Protección de datos de carácter personal pudiera tener más incidencia en la actividad administrativa de la Iglesia hasta que la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, en sentencia de 10 de octubre de 2007 ha resuelto que los libros de bautismos son ficheros de datos de carácter personal y por tanto están sujetos a la normativa de la Ley. Efectivamente, anteriormente esta cuestión era en cierto modo pacífica porque la Nota de la Dirección General de Asuntos Religiosos de 6 de julio de 2000 había dicho que “La Iglesia Católica no posee ficheros de sus miembros, ni relación alguna de ellos. Las encuestas que organismos

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especializados pueden, por ejemplo, realizar sobre asistencia a misa dominical ni son oficiales ni son nominales, ni son objeto de manipulación o de utilización personal por parte de la Iglesia. La Iglesia Católica, al no poseer ficheros de datos no está en condiciones de cancelarios”, y en base a esta argumentación se estaban resolviendo todas las denuncias al Obispado de Jaén que se habían interpuesto ante la Agencia Española de Protección de Datos. Hay que notar que esta sentencia (no he tenido acceso a ella sino indirectamente porque no está publicada en el canal de documentación de la Agencia Española de Protección de Datos, accesible por internet) de hecho creo que está recurrida ante el Supremo, pero me parece que en las sucesivas que pueden aparecer de las instancias superiores, no se variará sustancialmente el fundamento de esta de la Audiencia Nacional y sobre todo hay que tener en cuenta que la legislación es aplicable ya en este momento. En cualquier caso, la polémica doctrinal depende sobre todo de la consideración de la Iglesia y de los entes eclesiásticos y por tanto de sus archivos como “entes de titularidad privada”, cosa que podría contravenir los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979; pero como decimos se trata de una cuestión que no se ha definido y hay que estar a lo que en este momento determina la Ley y las correspondientes sentencias que dan una interpretación de la Ley. 3. Sin entrar en cuestiones terminológicas quizá demasiado especializadas y que serían de aplicación en el ámbito de la actividad administrativa de la Iglesia me parece que hay que plantearse las siguientes cuestiones que están recogidas en la Ley y en el Reglamento y que habría que llevar a cabo en un plazo más o menos breve de tiempo. 1. La inscripción de los “registros de datos personales” obrantes en todas las instituciones eclesiásticas, tales como parroquias, curia diocesana (copias de los libros o “tripas”) e incluso en cofradías, etc. Se consideran registros de titularidad privada y ya debían estar inscritos en la Agencia Española de Protección de Datos antes de 24 de octubre de 2007. Esta inscripción se puede hacer por internet. Es claro que supone un trabajo ingente porque habría que especificar todos los registros existentes: a. Libros sacramentales de todas las parroquias.

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i. Libros de bautismo. ii Libros de matrimonio. iii. Libros de confirmación. b. Copias de los libros de la Curia diocesana. c. Cualesquiera bases de datos personales informatizadas o no que estén en las parroquias u otras personas jurídicas eclesiásticas y que sean susceptibles de tratamiento (por ejemplo, se me ocurre para realizar listados de niños para catequesis, de matrimonios que hayan contraído para hacer charlas ... etc.). d. Cualesquiera registros de datos personales no especificados en los anteriores, por ejemplo, ficheros de datos personales de los ‘empleados’ del Obispado como sacerdotes, etc. Indicar que, por ejemplo, que de acuerdo a esta Ley, el Nomenclátor de sacerdotes es ilegal porque se dan datos personales (por ejemplo, fecha de nacimiento) y no se ha pedido consentimiento explícito a los que estamos en él para hacer públicos estos datos y otros que son estrictamente personales y no ‘profesionales’, de manera que ante una eventual denuncia, el Obispado tendría dificultades para alegar nada en contrario. El obligado a realizar estos trámites es el Obispado, que es quien se puede considerar “Responsable de los ficheros”, es el responsable último y sería el encargado de hacer efectivo por ejemplo el derecho de cancelación de los datos personales, mientras que los párrocos se podrían considerar, según la ley “encargado del fichero” y sólo tienen algunas competencias concretas. 2. La elaboración de un documento de seguridad (art. 9 de la Ley) que garantice “la seguridad de los datos de carácter personal y eviten su alteración, pérdida, tratamiento o acceso no autorizado, habida cuenta del estado de la tecnología, la naturaleza de los datos almacenados y los riesgos a que están expuestos, ya provengan de la acción humana o del medio físico o natural”. Existen formularios hechos de estos documentos que sólo hay que adaptar a las peculiaridades de los archivos eclesiásticos. La razón de este documento de seguridad es que los datos sobre religión y creencias se califican en la Ley como especialmente protegidos (art. 7) y por tanto han de tener unas específicas medidas de seguridad. 3. La elaboración de un Código Tipo o elenco de reglas para el tratamiento de datos de carácter personal en la Iglesia. Podemos decir que es una normativa

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específica sobre esta materia que en la que se especifiquen las peculiaridades canónicas aplicables a la Ley. Me parece que se trata de una cuestión que aunque se puede comenzar a trabajar ya en la diócesis, supone un trabajo conjunto incluso de toda la Iglesia de España de manera que la Conferencia Episcopal, a través de la Junta de Asuntos jurídicos, pudiera trabajar ya en este asunto para que todas las diócesis tuvieran este Código Tipo en común para que haya unos protocolos uniformes de actuación. En cualquier caso, y me parece dada la lentitud y muchas veces poca operatividad a la hora de tomar este tipo de decisiones por parte de la CEE, habría que en la diócesis ir trabajando ya en ello por las consecuencias que puede acarrear. 4. Los principios del derecho fundamental a la protección de datos de carácter personal tienen su indudable correlato en los datos que se ofrecen y se tienen en las instituciones de la Iglesia y por ello, en cualquier formulario en el que a partir de ahora el titular de este derechos (en la ley se llama el ‘afectado’) ofrezca datos de carácter personal debe haber unas cláusulas en las que se autorice expresamente (se dé consentimiento inequívoco y expreso) que los datos se van a tratar con unos fines que debe conocer el interesado y que también hay que especificar claramente en esta cláusula por la que el afectado otorga el consentimiento al responsable o al encargado del fichero. También habría que especificar en estas cláusulas las condiciones en las que se cederían datos personales (por ejemplo, a la hora de hacer un expediente matrimonial y enviar los datos a otras curias u otros países -esto último se llama ‘transferencia internacional de datos’ y debe contar con el consentimiento expreso del afectado-) y que estos datos no se cederán nunca a terceros sin consentimiento expreso del interesado ... Habría que especificar más cuestiones concretas según la Ley, en cualquier caso, supone una tarea ingente de cambio de cualquier formulario ya existente en la actividad administrativa de la diócesis. Notar que para los menores, este consentimiento debe ser el de los padres o tutores, evidentemente, y así debe constar también. En cualquier caso y como ya se ha dicho, esta panorámica es breve y fragmentaria e implica una acuciante necesidad de diseñar un plan de adaptación de la diócesis a las rigurosas exigencias que resultan de esta Ley teniendo en cuenta que hay que realizarlo de un modo inmediato dada la extraordinaria vulnerabilidad de las diócesis frente a denuncias o reclamaciones fundadas en la Ley.

DOCUMENTOS

José Antonio Maroto Expósito Vicario General ***

2. COLECTAS IMPERADAS DURANTE EL CURSO 2008-2009 MES OCTUBRE 2008

DÍA JORNADA Y COLECTA 19 JORNADA MUNDIAL EVANGELIZACIÓN (DOMUND) (Penúltimo domingo de octubre)

NOVIEMBRE 2008

DICIEMBRE 2008

ENERO 2009

6 25

FEBRERO 2009

MARZO 2009

1 22

DESTINO Y CUENTAS DELEGACIÓN MISIONES- JAÉN 2024/0072/87/3300106038 CAJASUR 2103/0341/36/0014456353 UNICAJA 2031/0149/43/0100227357 LA GENERAL 0030/4030/61/0006188272 BANESTO 0004/3495/28/0600463107 B. ANDALUCÍA DÍA DE LA IGLESIA OBISPADO DE JAÉN DIOCESANA 2024 0072 85 3300002984 CAJASUR (Domingo anterior a Cristo Rey) 2103 0363 71 0031173870 U N I C A J A 2031 0149 42 0100008547 CAJA GRANADA 3067 0100 22 2133149423 CAJA RURAL CAMPAÑA DE NAVIDADCÁRITAS DIOCESANA DE JAÉN CÁRITAS 2024-0072-81-3300011557 CAJASUR (Natividad del Señor) 2031-0149-49-0100136980 LA GENERAL 2103-0341-34-0030630298 UNICAJA 3067- 0100-20-0200418240 CAJA RURAL DELEGACIÓN DE MISIONES DE JAÉN DÍA DEL IEME Y CATEQUISTA NATIVO (OO. 2024/0072/87/3300106038 CAJASUR MM..PP.) 2103/0341/36/0014456353 UNICAJA (Epifanía del Señor) 2031/0149/43/0100227357 LA GENERAL JORNADA DE LA INFANCIA 0030/4030/61/0006188272 BANESTO 0004/3495/28/0600463107 B. ANDALUCÍA MISIONERA (OO.MM.PP.) (Cuarto domingo de enero) CAMPAÑA CONTRA EL DELEGACIÓN MANOS UNIDAS HAMBRE EN EL MUNDO 2024/0072/82/3300033537 CAJASUR (Segundo domingo de febrero) 2031/0149/43/0100037089 LA GENERAL 2103/0341/37/0031087829 UNICAJA 3067/0100/25/1147554529 CAJA RURAL DÍA DE HISPANOAMÉRICA DELEGACIÓN DE MISIONES DE JAÉN / y COLABORACIÓN 2024/0072/87/3300106038 CAJASUR CON NUESTRA MISIÓN 2103/0341/36/0014456353 UNICAJA DIOCESANA 2031/0149/43/0100227357 LA GENERAL (Primer domingo de marzo) 0030/4030/61/0006188272 BANESTO DÍA DEL SEMINARIO 0004/3495/28/0600463107 B. ANDALUCÍA (San José o domingo más SEMINARIO DIOCESANO DE JAÉN próximo) 2024 0072 84 3300106388 CAJASUR 2103 0363 72 0019603763 UNICAJA 0030 4030 66 0000030271 BANESTO

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ABRIL 2009

10 26

JUNIO 2009

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COLECTA POR LOS SANTOS LUGARES (Viernes Santo) JORNADA DE LAS VOCACIONES NATIVAS (OO. MM.PP.) (Último domingo de abril)

CUSTODIA DE TIERRA SANTA 2024 0072 85 3300002984 CAJASUR 2103 0363 71 0031173870 U N I C A J A 2031 0149 42 0100008547 CAJA GRANADA 3067 0100 22 2133149423 CAJA RURAL DELEGACIÓN DE MISIONES 2024/0072/87/3300106038 CAJASUR 2103/0341/36/0014456353 UNICAJA 2031/0149/43/0100227357 LA GENERAL 0030/4030/61/0006188272 BANESTO 0004/3495/28/0600463107 B. ANDALUCÍA CÁRITAS DIOCESANA DE JAÉN DÍA DE LA CARIDAD (Corpus Christi) 2024-0072-81-3300011557 CAJASUR ÓBOLO DE SAN PEDRO 2031-0149-49-0100136980 LA GENERAL (O domingo en el que se celebra 2103-0341-34-0030630298 UNICAJA 3067- 0100-20-0200418240 CAJA RURAL la Solemnidad de San Pedro y San Pablo) OBISPADO DE JAÉN 2024 0072 85 3300002984 CAJASUR 2103 0363 71 0031173870 U N I C A J A 2031 0149 42 0100008547 CAJA GRANADA 3067 0100 22 2133149423 CAJA RURAL

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3. SOBRE EL ESTIPENDIO DE LA MISA Nota de Vicaría general La normativa sobre los estipendios de la misa, como se sabe, está especificada en los cc. 945-958 del CIC. Y sobre su fundamento habla muy bien el reciente “Decreto sobre el estipendio de la misa, sobre ofrendas de los fieles con ocasión de la celebración de sacramentos y sacramentales, y sobre tasas de la curia diocesana y de los archivos parroquiales” de los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Granada de 8 de noviembre de 2006, (BOEDJaén, enero 2007, 11-23). “La naturaleza misma y la misión de la Iglesia buscan una finalidad sobrenatural ordenada a la salvación integral de los hombres. Ahora bien, la Iglesia, en cuanto compuesta por hombres, necesita, para llevar a cabo su misión, de medios humanos y materiales, es decir, de personas concretas y de instrumentos, a través de los cuales pueda servir a los hombres. Es, pues, imprescindible que la Iglesia pueda disponer de una mínima organización y medios técnicos, puestos al día, que le permitan realizar sus actividades y atender debidamente a quienes reclamen los servicios que ella

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debe ofrecer conforme a su misión y otros que puede prestar por diversas circunstancias. Todo ello implica dedicación, trabajo y tiempo, de unas personas que deben ser atendidas económicamente por la misma Iglesia. El canon 222, §1 del Código de Derecho Canónico determina que Los fieles tiene el deber de ayudar a la Iglesia en sus necesidades, de modo que disponga de lo necesario para el culto divino, las obras de apostolado y de caridad y el conveniente sustento de los ministros. Así, pues, la Iglesia espera la ayuda de los fieles, que le llega por diversos cauces: Colecta del Día de la Iglesia Diocesana, legados y limosnas, suscripciones periódicas, etc. Por otra parte, es justo que a la prestación de un determinado servicio religioso o de un concreto proceso de gestión corresponda una justa compensación económica, y encuentre así la Iglesia lo necesario para poder prestar tales servicios. Y es preciso que la Iglesia ordene su economía y el funcionamiento de los mismos, de modo que se autofinancien en cuanto sea posible. Se cumplirá así de algún modo «que los que predican el Evangelio vivan del Evangelio» (1 Cor 9, 14). A este propósito, recordamos la antiquísima costumbre en la Iglesia de que los fieles ofrezcan sus propios dones en la misma celebración eucarística; por otra parte, el que, reconociendo ellos mismos la atención del Señor a sus intenciones particulares, hayan expresado desde antiguo su gratitud a la Iglesia oferente y, a través de ella, a Dios con una ofrenda especial o estipendio, con el cual «contribuyen al bien de la Iglesia» y «participan de su solicitud por sustentar a sus ministros y actividades» (cn. 946). (...)”. La legislación canónica es clara, no se trata de recordarla aquí entera, nos remitimos a los cánones citados y solamente queremos hacer algunos subrayados que quizá no hayan quedado claros en el Decreto y que la doctrina refleja claramente (al respecto lo que dice J. Manzanares en su artículo “Eucaristía” en Nuevo Derecho Parroquial, BAC Madrid, 1994, 240-58). Notar que el Decreto de los Obispos establece las cuestiones de derecho particular en esta materia sólo en los arts. 1.1. (sobre la cuantía de estipendios y misas gregorianas) y el 1.8 (sobre el destino de las binaciones o misas pluriintencionales, que es el Seminario diocesano), que se corresponde a las facultades que otorga el CIC a los Obispos de la Provincia Eclesiástica en esta materia, ya que lo demás está contemplado en la legislación codicial y en el Motu proprio ‘Mos iugiter’. 1. El sacerdote no está obligado a recibir el estipendio, el c. 945, §1 dice ‘puede recibir’.

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2. La dimensión religiosa del estipendio no mitiga la obligación de justicia que brota de él, la refuerza desde la virtud de la religión, se trata de materia moral grave y si no se cumple la obligación asumida hay obligación de restituir. La obligación de restituir no es devolver el estipendio, sino procurar que la misa sea celebrada cuanto antes. 3. El c. 947 me parece importante: “En materia de estipendios, evítese hasta la más pequeña apariencia de negociación o comercio”, de manera que esta norma se refuerza en la propia legislación con la penal del c. 1385 que se refiere a los delitos en el ejercicio de las funciones eclesiásticas: “Quien obtiene ilegítimamente un lucro con el estipendio de la Misa, debe ser castigado con una censura o con otra pena justa”. 4. La intención ¿qué es? Entiendo que se trata de la vinculación entre el oferente y el sacerdote que celebra la misa por su intención, es decir por la del oferente, de tal modo que ya sea la misa de acción de gracias, ya sea por uno o varios difuntos se entiende que es una sola intención la de un solo oferente. De hecho la misa ‘pro populo’, obligatoria los domingos para los párrocos y los obispos diocesanos, excluye cualquier otra intención y por tanto estipendio. Sería una falsa interpretación la del c. 948 (“Se ha de aplicar una Misa distinta por cada intención para la que ha sido ofrecido y se ha aceptado un estipendio, aunque sea pequeño”) por ejemplo indicar que dos difuntos de un mismo oferente necesitan dos misas distintas o una pluriintencional con dos estipendios. 5. Si se celebran dos misas y una de ellas es “pro populo”, se puede retener el estipendio de la misa que no sea ‘pro populo’ (Communicationes 15, 1983, 200-1). 6. El día de Navidad se puede retener el estipendio de las tres misas que se pueden celebrar (c. 951, §1), pero no el de los difuntos (salvo en Aragón por privilegio papal, que pueden recibir dos). 7. Se puede recibir alguna retribución “por un título extrínseco” (c. 951, §1): no es el estipendio, que está claramente fijado, sino alguna otra retribución en razón de desplazamiento, hora intempestiva, etc. Para evitar subjetividades sería conveniente que se estableciera esta retribución por parte del Obispo diocesano en base a unas razones objetivas, ya que entiendo que el ‘título extrínseco’ no lo puede exigir el sacerdote al fiel, precisamente para evitar “cualquier apariencia de negociación o comercio”. Desde luego, por ejemplo no es justificable el desplazamiento a la propia parroquia si se reside en otro lugar porque el párroco tiene obligación de residencia en su parroquia (c. 533, §1).

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8. No se puede recibir estipendio de la segunda o tercera misa concelebrada (c. 951, §2), (por supuesto que sí, si la única es concelebrada) ni siquiera para los fines que determina el Ordinario (Seminario), “por consiguiente las intenciones a aplicar en estas celebraciones no podrán ser ninguna de aquellas por las que se entregue un estipendio directamente” (Decreto Obispos Granada). 9. Las condiciones para celebrar misas pluriintencionales las establece el Decreto de la Congregación para el Clero Mos iugiter de 22 de febrero de 1991 y las recuerda muy bien el de los Obispos de la Provincia Eclesiástica en su nº 5; a él me remito. «5. Sobre la aplicación de la Misa por las diversas intenciones de distintos donantes se tendrá en cuenta lo siguiente: 1. Para admitir los estipendios que ofrecen los fieles en orden a la aplicación de la Eucaristía a su intención, cuando ésta se acumule a otra u otras en la misma celebración, es condición indispensable que hayan sido oportunamente advertidos y hayan dado su libre consentimiento. 2. El sacerdote que celebre la Eucaristía aplicándola simultáneamente por diversas intenciones y haya recibido una ofrenda de los fieles por cada intención, cumplida la condición establecida en el párrafo anterior, podrá recibir como estipendio sólo la cantidad que se indica en el nº 1 para cada Misa. La cantidad restante deberá considerarse igual que las correspondientes a las binaciones y deberá entregarse para los fines establecidos por el Ordinario. 3. La Eucaristía con intención y estipendio colectivos no puede celebrarse «más de dos veces por semana. En tal caso es necesario que se indique públicamente el lugar y la hora en que esa misa se celebrará» (Cf. Decreto Congregación para el clero, 1991, art.2; Boletín Oficial Interdiocesano 1991, pag. 267 ss) 4. Las cantidades de dinero acumulado a partir de los estipendios recibidos para la celebración de la Eucaristía con intenciones colectivas, deberán distribuirse según la misma norma que la referente a las binaciones (nº 2); por tanto va contra derecho destinar a otro fin, aunque sea piadoso o parroquial, la cantidad que supere lo señalado para un estipendio. (Ibíd. art. 3). 5. Según lo que dispone el Decreto citado de la Congregación para el Clero recordamos a los sacerdotes que «reciben gran número de

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peticiones para celebrar la Misa por intenciones particulares y que no pueden cumplirlas personalmente dentro del año» (cn. 953) que, en lugar de forzar la acumulación de intenciones y estipendios en una sola celebración, o de rechazarlos, frustrando así la piadosa voluntad de los oferentes y apartándolos de su buen propósito, deben pasarlas a otros sacerdotes (cn. 955) o al propio Ordinario (cn. 956). Ello requerirá la oportuna advertencia del Sacerdote y la libre aceptación del fiel.» 10. La seguridad jurídica y el control en materia de estipendios se garantiza por el deber del uso del libro de misas en parroquias o lugares de culto e incluso la obligación de un libro personal de cada sacerdote no sólo al transmitir misas a otros (c. 955, §3) sino también al celebrar las propias (955, §4). 11. Puede suscitar alguna duda la expresión “los fines determinados por el Ordinario” del c. 951, §1 porque también es Ordinario el Superior mayor de los Institutos religiosos clericales de derecho pontificio y de sociedad clericales de vida apostólica de derecho pontificio ¿el destino del estipendio de las misas binadas o trinadas dónde va? ¿dónde determine este Ordinario?. Existe una respuesta de Comisión Pontificia para la Interpretación del CIC de 20 de febrero de 1987 que dice que la expresión “Ordinario” hay que entenderla como “Ordinario del lugar en que la misa se celebra” si se trata de párrocos o vicarios parroquiales; si no es este caso, se entiende Ordinario propio. Por tanto, los párrocos y vicarios parroquiales, aun religiosos, tienen obligación de destinar el estipendio de las misas de binación, trinación o pluriintencionales a los fines determinados por el Ordinario del lugar, en nuestro caso, el Seminario. 12. El Ordinario del lugar tiene obligación de vigilancia en esta materia (c. 958, §2) porque es materia grave no sólo respecto a los fieles que ofrecen misas sino también respecto a los fines establecidos para la recepción de las de binación, trinación o pluriintencionales.

ANEXOS c. 945, §1 Según el uso aprobado de la Iglesia, todo sacerdote que celebra o concelebra la Misa puede recibir estipendio para que la aplique por una determinada intención. §2 Se recomienda encarecidamente a los sacerdotes que celebren la Misa por las intenciones de los fieles, sobre todo de los necesitados, aunque no reciban ningún estipendio.

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c. 946 Los fieles que ofrecen un estipendio para que se aplique la Misa por su intención contribuyen al bien de la Iglesia, y con esa ofrenda participan de su solicitud por sustentar a sus ministros y actividades. c. 947 En materia de estipendios, evítese hasta la más pequeña apariencia de negociación o comercio. c. 948 Se ha de aplicar una Misa distinta por cada intención para la que ha sido ofrecido y se ha aceptado un estipendio, aunque sea pequeño. c. 949 El que debe celebrar y aplicar la Misa por la intención de quienes han ofrecido estipendios sigue estando obligado a hacerlo, aunque el estipendio recibido hubiera perecido sin culpa suya. c. 950 Si se ofrece una cantidad de dinero para la aplicación de Misas, sin indicar cuántas deben celebrarse, su número se determinará atendiendo al estipendio fijado para el lugar en el que reside el oferente, a no ser que deba presumirse legítimamente que fue otra su intención. c. 951, §1 El sacerdote que celebre más de una Misa el mismo día, puede aplicar cada una de ellas por la intención para la que se ha ofrecido el estipendio; sin embargo, exceptuado el día de Navidad, quédese sólo con el estipendio de una Misa, y destine los demás a los fines determinados por el Ordinario, aunque puede también recibir alguna retribución por un título extrínseco. §2 El sacerdote que concelebra una segunda Misa el mismo día no puede recibir por ella estipendio bajo ningún título. c. 952, §1 Compete al concilio provincial o a la reunión de Obispos de la provincia fijar por decreto para toda la provincia el estipendio que debe ofrecerse por la celebración y aplicación de la Misa, y no le es lícito al sacerdote pedir una cantidad mayor; sí le es lícito recibir por la aplicación de una Misa un estipendio mayor que el fijado, si es espontáneamente ofrecido, y también uno menor. §2 A falta de tal decreto, se observará la costumbre vigente en la diócesis. §3 Los miembros de cualesquiera institutos religiosos deben atenerse también al mismo decreto o costumbre del lugar mencionados en los PP 1 y 2. c. 953 A nadie es lícito aceptar tantos estipendios para celebrar Misas personalmente, que no pueda satisfacerlos en el plazo de un año. c. 954 Si en algunas iglesias u oratorios se reciben encargos de Misas por encima de las que allí pueden decirse, éstas pueden celebrarse en otro lugar,

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a no ser que los oferentes hubieran manifestado expresamente su voluntad contraria. c. 955 §1 Quien desee encomendar a otros la celebración de Misas que se han de aplicar, debe transmitirlas cuanto antes a sacerdotes de su preferencia, con tal que le conste que son dignos de confianza; debe entregar íntegro el estipendio recibido, a no ser que le conste con certeza que lo que excede por encima de lo establecido en la diócesis se le dio en consideración a su persona; y sigue teniendo la obligación de procurar que se celebren las Misas, hasta que le conste tanto la aceptación de la obligación como la recepción del estipendio. §2 El tiempo dentro del cual deben celebrarse las Misas comienza a partir del día en que el sacerdote que las va a celebrar recibió el encargo, a no ser que conste otra cosa. §3 Quienes transmitan a otros Misas que han de ser celebradas, anoten sin demora en un libro tanto las Misas que recibieron como las que han encargado a otros, anotando también sus estipendios. §4 Todo sacerdote debe anotar cuidadosamente los encargos de Misas recibidos y los ya satisfechos. c. 956 Todos y cada uno de los administradores de causas pías, o quienes de cualquier modo están obligados a cuidar de que se celebren Misas, tanto clérigos como laicos, entregarán a sus Ordinarios las cargas de Misas que no se hubieran cumplido dentro del año, según el modo que haya sido determinado por éstos. c. 957 La obligación y el derecho de vigilar para que se cumplan las cargas de Misas corresponde al Ordinario local para las iglesias del clero secular; y a sus Superiores, para la iglesias de institutos religiosos o sociedades de vida apostólica. c. 958, §1 El párroco y el rector de una iglesia o de otro lugar piadoso, donde suelen recibirse estipendios de Misas, han de tener un libro especial en el que tomarán diligentemente nota del número de Misas que se han de celebrar, de la intención, del estipendio ofrecido y del cumplimiento del encargo. §2 El Ordinario tiene la obligación de revisar cada año esos libros, personalmente o por medio de otros.

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DECRETO SOBRE EL ESTIPENDIO DE LA MISA, SOBRE OFRENDAS DE LOS FIELES CON OCASIÓN DE LA CELEBRACIÓN DE SACRAMENTOS Y SACRAMENTALES, Y SOBRE TASAS DE LA CURIA DIOCESANA Y DE LOS ARCHIVOS PARROQUIALES DE LA PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE GRANADA La naturaleza misma y la misión de la Iglesia buscan una finalidad sobrenatural ordenada a la salvación integral de los hombres. Ahora bien, la Iglesia, en cuanto compuesta por hombres, necesita, para llevar a cabo su misión, de medios humanos y materiales, es decir, de personas concretas y de instrumentos, a través de los cuales pueda servir a los hombres. Es, pues, imprescindible que la Iglesia pueda disponer de una mínima organización y medios técnicos, puestos al día, que le permitan realizar sus actividades y atender debidamente a quienes reclamen los servicios que ella debe ofrecer conforme a su misión y otros que puede prestar por diversas circunstancias. Todo ello implica dedicación, trabajo y tiempo, de unas personas que deben ser atendidas económicamente por la misma Iglesia. El canon 222, §1 del Código de Derecho Canónico determina que Los fieles tiene el deber de ayudar a la Iglesia en sus necesidades, de modo que disponga de lo necesario para el culto divino, las obras de apostolado y de caridad y el conveniente sustento de los ministros. Así, pues, la Iglesia espera la ayuda de los fieles, que le llega por diversos cauces: Colecta del Día de la Iglesia Diocesana, legados y limosnas, suscripciones periódicas, etc. Por otra parte, es justo que a la prestación de un determinado servicio religioso o de un concreto proceso de gestión corresponda una justa compensación económica, y encuentre así la Iglesia lo necesario para poder prestar tales servicios. Y es preciso que la Iglesia ordene su economía y el funcionamiento de los mismos, de modo que se autofinancien en cuanto sea posible. Se cumplirá así de algún modo «que los que predican el Evangelio vivan del Evangelio» (1 Cor 9, 14). A este propósito, recordamos la antiquísima costumbre en la Iglesia de que los fieles ofrezcan sus propios dones en la misma celebración eucarística; por otra parte, el que, reconociendo ellos mismos la atención del Señor a sus intenciones particulares, hayan expresado desde antiguo su gratitud a la Iglesia oferente y, a través de ella, a Dios con una ofrenda especial o estipendio, con el cual «contribuyen al bien de la Iglesia» y «participan de su solicitud por sustentar a sus ministros y actividades» (cn. 946). (...)

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Por cuanto antecede, los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Granada sobre el estipendio de la misa (...) DECRETAMOS Artículo 1º. Sobre el estipendio de la misa 1. En uso de la facultad que nos es propia y regula el c. 952, §1, y como referencia indicativa para la aportación de los fieles como signo de su gratitud a Dios y a la Iglesia, establecemos el estipendio de las misas manuales en 8 euros y el correspondiente a las llamadas Misas gregorianas en 300 euros. 2. El sacerdote que celebra más de una misa al día, exceptuando el día de Navidad, podrá destinar a su congruo sostenimiento únicamente el estipendio de una de ellas, según establece el c. 951, entregando íntegramente los restantes estipendios a los fines que determine el Ordinario. 3. Por las Misas de binación o trinación concelebradas el sacerdote no puede percibir estipendio alguno, ni siquiera para entregarlo a los fines dichos en el nº 2; por consiguiente las intenciones a aplicar en estas celebraciones no podrán ser ninguna de aquellas por las que se entregue un estipendio directamente. 4. Se ha de celebrar una Misa distinta por cada intención para la que se ha ofrecido y se ha aceptado un estipendio (c. 948). 5. Sobre la aplicación de la Misa por las diversas intenciones de distintos donantes se tendrá en cuenta lo siguiente: 1. Para admitir los estipendios que ofrecen los fieles en orden a la aplicación de la Eucaristía a su intención, cuando ésta se acumule a otra u otras en la misma celebración, es condición indispensable que hayan sido oportunamente advertidos y hayan dado su libre consentimiento. 2. El sacerdote que celebre la Eucaristía aplicándola simultáneamente por diversas intenciones y haya recibido una ofrenda de los fieles por cada intención, cumplida la condición establecida en el párrafo anterior, podrá recibir como estipendio sólo la cantidad que se indica en el nº 1 para cada Misa. La cantidad restante deberá considerarse igual que las correspondientes a las binaciones y deberá entregarse para los fines establecidos por el Ordinario. 3. La Eucaristía con intención y estipendio colectivos no puede celebrarse «más de dos veces por semana. En tal caso es necesario que se indique públicamente el lugar y la hora en que esa misa se

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celebrará» (Cf. Decreto Congregación para el clero, 1991, art.2; Boletín Oficial Interdiocesano 1991, pag. 267 ss) 4. Las cantidades de dinero acumulado a partir de los estipendios recibidos para la celebración de la Eucaristía con intenciones colectivas, deberán distribuirse según la misma norma que la referente a las binaciones (nº 2); por tanto va contra derecho destinar a otro fin, aunque sea piadoso o parroquial, la cantidad que supere lo señalado para un estipendio. (Ibíd. art. 3). 5. Según lo que dispone el Decreto citado de la Congregación para el Clero recordamos a los sacerdotes que «reciben gran número de peticiones para celebrar la Misa por intenciones particulares y que no pueden cumplirlas personalmente dentro del año» (cn. 953) que, en lugar de forzar la acumulación de intenciones y estipendios en una sola celebración, o de rechazarlos, frustrando así la piadosa voluntad de los oferentes y apartándolos de su buen propósito, deben pasarlas a otros sacerdotes (cn. 955) o al propio Ordinario (cn. 956). Ello requerirá la oportuna advertencia del Sacerdote y la libre aceptación del fiel. 6. A tenor del c. 534, el párroco tiene obligación de «aplicar la Misa por el pueblo a él confiado todos los domingos y fiestas que sean precepto en su Diócesis». Por esta celebración no debe percibir estipendio alguno. Los que tienen a su cargo dos o más parroquias cumplen esta obligación aplicando una sola Misa por todos sus feligreses, pudiendo percibir estipendio por la segunda misa que celebren. (Comunicaciones, 15, 1983, 200- 201). 7. De acuerdo con lo establecido en el cn. 958, los párrocos y rectores de Iglesias donde se suelen recibir estipendios de Misas llevarán obligatoriamente el libro especial para ello, en que se anotará diligentemente el número de Misas que se han del celebrar, intención, estipendio ofrecido y cumplimiento del encargo. Es oportuno anotar también, las intenciones y sus estipendios, que, no pudiendo celebrarse en el lugar donde se reciben, sean entregados a otros celebrantes. 8. El fin de los estipendios de binaciones y misas pluri-intencionales será el Seminario diocesano, quedando a salvo lo que establece el canon 948. ***

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4. A LOS PÁRROCOS Y RECTORES DE TEMPLOS ABIERTOS AL CULTO Jaén 20 de mayo de 2008 Querido hermano: Nos acercamos al final del curso. Tiempo, sin duda, esperado y necesitado, después de unos meses de trabajo pastoral. Un respiro en la tarea, un cambio de aires, unos días para estar con el Señor de otra forma, tienen también base en la misma Sagrada Escritura ( Mc 6,31) A la hora de planificar estos días, previstos también en el mismo CIC 533, no debemos olvidar que los fieles que nos han sido encomendados siguen necesitando una atención esmerada también en verano y que la Eucaristía sigue siendo el centro de la vida parroquial. Es por eso que debemos asegurar esa atención, procurando suplirnos unos a otros dentro del mismo arciprestazgo o contando con otros sacerdotes de nuestra misma Diócesis. Cuando no sea posible cubrir las vacaciones entre los mismos compañeros y sea necesario acudir a un sacerdote extranjero, como viene siendo práctica habitual en algunos casos, conviene tener en cuenta las siguientes orientaciones: Es necesario solicitar la autorización para ese sacerdote (c.533,2), dejando constancia del tiempo que va a estar supliendo en la Parroquia y adjuntando a la petición copia del preceptivo permiso de su obispo y de las licencias necesarias para ejercer el ministerio fuera de su diócesis. Así mismo, se deberá tener en cuenta la retribución que va a recibir ese sacerdote y quién o qué institución lo va a dar. Es muy importante cuidar la jurisdicción, especialmente en el caso de matrimonios. Por ello se completarán adecuadamente todos los expedientes matrimoniales de las bodas que se realicen en ese tiempo. En cuanto al archivo parroquial, es necesario determinar quién lo va a cuidar y atender durante el tiempo de vacaciones del párroco. Y una última y no menos importante cuestión: deberá tenerse en cuenta cómo se aplicará la misa Apro populo@ que todos los párrocos tenemos obligación de celebrar cada domingo y día de precepto (c. 534,1). Cuenta conmigo para cuanto necesites y pueda servirte. Te saluda en el Señor. José Antonio Maroto Expósito, Vicario General ***

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I.III. CANCILLERÍA - SECRETARÍA GENERAL NOMBRAMIENTOS Y CESES Abril 15 de abril Dª Ángeles Calvo Rodríguez cesa como Presidenta del Movimiento de Vida Ascendente de Jaén. Dª María Dolores Núñez García es nombrada Presidenta del Movimiento de Vida Ascendente de Jaén. 24 de abril D. Antonio Pulido Cobo cesa como Vicario Parroquial de la Santa Cruz de Pegalajar y es nombrado Capellán de la Clínica Geriátrica “La Inmaculada” de Jaén

MAYO 2 de mayo D. Jesús García de Leaniz y Rigó, S.J. es nombrado miembro del Consejo del Presbiterio como representante de los presbíteros no incardinados en la Diócesis pero residentes en ella y sin oficio pastoral encomendado por el Sr. Obispo. 7 de mayo D. Bartolomé Aguilar Díaz es nombrado Presidente de Cáritas Interparroquial de Linares. Rvdo. Sr. D. Bernabé Ortega Ortega es nombrado Confesor Ordinario de la Comunidad de Esclavas del Santísimo y de la Inmaculada, de Jaén 8 de mayo Rvdo. Sr. D. Antonio Robles Gómez es nombrado Adscrito a la Parroquia de San Félix de Valois, de Jaén.

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19 de mayo Rvdo. Sr. D. Ramón López Pozas es nombrado Secretario accidental del Patronato “Hospital de San José y San Raimundo” de Linares 22 de mayo Rvdo. Sr. D. Pascual Armenteros García se le encomienda en calidad de Adscrito a la Parroquia de Ntra. Sra. de Belén y San Roque (Jaén) la atención pastoral del núcleo de Cerro Molina de Jaén, perteneciente a dicha Parroquia. 23 de mayo Rvdo. Sr. D. Francisco Pérez Pinel accede a la situación de Canónigo Jubilado Emérito de la Santa Iglesia Catedral de Jaén 26 de mayo Rvdo. Sr. D. Juan Párraga Barranco cesa como Director del Centro de espiritualidad y hostelería de La Yedra D. José Bueno Osorio cesa como Gerente-Administrador del Centro de espiritualidad y hostelería de La Yedra Rvdo. Sr. D. Mariano Cabeza Peralta es nombrado Director del Centro de espiritualidad y hostelería de La Yedra D. Francisco Aldarias Moreno es nombrado Gerente-Administrador del Centro de espiritualidad y hostelería de La Yedra 31 de mayo Rvdo. Sr. D. Tomás Jurado Lérida es nombrado Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Jaén

JUNIO 4 de junio Rvdo. Sr. D. Guillermo Navarrete Rojas cesa como Encargado de la cura pastoral de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, de Navas de Tolosa. Rvdo. Sr. D. Jesús Díez del Corral Navío es nombrado Encargado de la cura pastoral de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, de Navas de Tolosa.

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18 de junio Rvdo. P. Serafín David Galindo López, OCD, cesa como Capellán de MM. Carmelitas Descalzas, de Úbeda. Rvdo. P. Héctor Antonio Cáceres, OCD, es nombrado Capellán de MM. Carmelitas Descalzas, de Úbeda. 25 de junio Rvdo. Sr. D. José Laguna Menor cesa como Adscrito a la Parroquia de San Eufrasio, de Jaén. ***

DECRETOS DE ERECCIÓN CANÓNICA Abril Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza. Parroquia de San José, de Torreblascopedro (03-04-2008) Hermandad Franciscana de Jesús Resucitado. Parroquia de San Martín, de Arjona (15-4-2008). ***

APROBACIÓN DE ESTATUTOS Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza. Parroquia de San José, de Torreblascopedro (03-04-2008) Hermandad Franciscana de Jesús Resucitado. Parroquia de San Martín, de Arjona (15-4-2008). ***

CONFIRMACIONES DE HERMANOS MAYORES O DE PRESIDENTES DE AGRUPACIONES, HERMANDADES Y COFRADÍAS Abril 3 de abril Dª María Dolores Cabrera Poyatos. Cofradía de la Santísima Virgen de Zocueca. Parroquia de la Encarnación, de Bailén.

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Dª. Josefa Garrido de Castro. Cofradía de San Juan Evangelista y Nuestro Padre Jesús de la Sentencia. Parroquia del Salvador, Bailén. D. Francisco Nieva Aguilar. Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores. Parroquia de la Encarnación, de Bailén. D. Alfonso Rangel Sánchez. Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Parroquia de la Encarnación, de Bailén. D. Manuel Jesús Moreno Guzmán. Cofradía Penitencial del Santo Sepulcro. Parroquia de la Inmaculada Concepción, de Huelma. D. Sebastián Latorre Ruiz. Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y María Santísima del Amor. Parroquia de San Nicolás de Bari, Úbeda. 8 de abril D. Antonio González Ruiz. Cofradía de Nuestra Señora la Santísima Virgen de la Cabeza. Parroquia de Ntra. Sra. de los Ángeles, de Carchelejo. D. José Paulano Martínez. Hermandad Sacramental de Jesús del Salvador en su Santa Cena y María Santísima de la Caridad y Consolación. Parroquia de San Félix de Valois, de Jaén. 10 de abril Dª María Manuela Martos Cabrero. Hermandad de Nuestra Señora de los Remedios. Parroquia de San Pedro y San Pablo, de Ibros. 14 de abril Rvdo. Sr. D. Juan Ignacio Damás López. Presidente-Gestor. Cofradía Eucarística de la Santa Cena. Parroquia de San Nicolás de Bari, Úbeda. 15 de abril D. José García García. Cofradía de la Santa Vera Cruz. Parroquia de la Encarnación, de Bailén. D. Manuel Fernández Lorente. Cofradía de la Virgen de la Cabeza. Parroquia de San Pedro Apóstol, de Mengíbar. 17 de abril D. Antonio García Cortecero. Real y Venerable Hermandad de Santos Forasteros San Bonoso y San Maximiano Mártires, Patronos de la ciudad de Arjona. Parroquia de San Martín, de Arjona.

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D. Vicente Juan Megías Moreno. Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Parroquia de la Encarnación, de Jabalquinto. D. Nicolás Hidalgo Romero. Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima del Mayor Dolor y San Juan Evangelista. Parroquia de San Francisco de Asís, de Linares. D. Santiago Manuel Sánchez Moreno. Cofradía de Nuestra Señora de Tíscar Coronada. Parroquia de San Pedro y San Pablo, de Quesada. D. Antonio Torres Meca. Cofradía de Nazarenos y Esclavos Servitas de Nuestra Señora de los Dolores, San Juan Apóstol y Jesús de la Caída. Parroquia de San Esteban Protomártir, de Santisteban del Puerto. 22 de abril D. Manuel Pérez Barrero. Cofradía de la Santísima Virgen de la Fuensanta. Parroquia de Santa María la Mayor, de Alcaudete. D. Antonio Padilla Martínez. Cofradía de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz. Parroquia de Santiago Apóstol, de Begíjar. D. Silverio Moreno Agea. Cofradía de Nuestra Señora de la Paz. Parroquia de Ntra. Sra. de la Paz, de Chilluevar. D. Benito Manuel Muñoz Salas. Cofradía del Glorioso San Benito de Nursia, Patrón de Porcuna. Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción, de Porcuna. 25 de abril D. Juan Manuel Conde Torres. Cofradía de la Santísima Virgen de la Cabeza. Parroquia de San Pedro Apóstol, de Castillo de Locubin. 29 de abril Dª María Magdalena Acero Rascón. Cofradía de la Virgen de la Cabeza. Parroquia de la Encarnación, de Bailén.

MAYO 6 de Mayo D. Casimiro Ávila Cano. Real Cofradía Matriz de la Santísima Virgen de la Cabeza de Sierra Morena. Parroquia-Santuario de Ntra. Sra. de la Virgen de la Cabeza, de Andujar

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14 de Mayo D. Francisco Anguís Marín. Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Trinidad. Parroquia de Santa María del Alcázar y San Andrés, de Baeza. 20 de mayo D. Alberto de la Fuente Arrabal. Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto de los Olivos. Parroquia de San Pedro Apóstol, de Torredonjimeno. 22 de mayo D. José Tomás Férris Martínez. Hermandad de la Santa Cena Sacramental y Nuestra Señora de la Paz. Parroquia de Santa María la Mayor, de Linares. 28 de mayo D. Miguel Berlanga Soto. Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores. Parroquia de San Nicolás de Bari, Úbeda. 30 de mayo D. Francisco Expósito Gutiérrez. Cofradía del Santísimo Cristo de la Fe y del Consuelo. Parroquia de Santa Marta, de Martos.

JUNIO 5 de junio D. Francisco Romero Vico. Cofradía del Santísimo Cristo de la Piedad. Parroquia de San Juan Evangelista, de Mancha Real. D. Francisco del Águila Castillejo. Cofradía de Nuestra Señora la Santísima Virgen del Rosario. Parroquia de San Juan Evangelista, de Mancha Real. 13 de junio D. Juan Hermoso Trigo. Cofradía del Santísimo Cristo Resucitado, Cristo del Perdón y María Santísima de la Paz. Parroquia de Santa María, de Torredonjimeno

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16 de junio Dª Mercedes Parrilla Serrano. Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto de los Olivos y María Santísima. Parroquia de Santa María la Mayor, de Alcalá la Real. D. Eugenio López Muñoz. Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Señor Jesucristo en su Prendimiento, Ntra. Sra. del Rosario en sus Misterios Dolorosos y San Juan Evangelista. Parroquia de San Agustín, de Linares. 25 de junio D. Francisco Marín Nieto. Cofradía de San Benito. Parroquia de Ntra. Sra. de la Encarnación, de Castellar. D. José María Mariscal Muñoz. Agrupación de Cofradías de la ciudad de Jaén. Parroquia de San Ildefonso, de Jaén. D. Alejandro Rodríguez Hornos. Cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén. Parroquia de San Pedro Apóstol, de Torredonjimeno. 30 de junio Dª Isabel Godino Sánchez. Cofradía de la Santísima Virgen de los Dolores. Parroquia de San Juan Bautista, de Arjona. ***

ELECCIONES DE PRIORAS O ABADESAS DE MONASTERIOS El día 7 de abril de 2008, bajo la presidencia del M. I. Sr. Visitador de Monasterios, D. Manuel Peña Garrido, la Comunidad de la Orden Mínima de S. Francisco de Paula del Monasterio de Jesús María, de Andújar procedió a la elección de Madre Abadesa, resultando elegida Sor Ester Fuentes Ruiz.

DEFUNCIONES Rvdo. Sr. D. Pablo Montón Palop El Rvdo. Sr. D. Pablo Montón Palop nació en Los Villares el 26 de Mayo de 1925. Allí fue bautizado en el día del Corpus Christis de ese mismo año

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y allí recibió el Sacramento de la Confirmación. Hizo todos sus estudios en el Seminario Diocesano de Jaén, siendo ordenado presbítero por el Obispo de la Diócesis de Cartagena-Murcia el día 31 de mayo de 1952 en Barcelona, con motivo de la celebración allí del XXXV Congreso Eucarístico Internacional. Comenzó ejerciendo su ministerio sacerdotal el 1 de julio de 1952 como Coadjutor de la Parroquia de San Juan Evangelista, de Mancha Real; el 27 de septiembre de 1957 se le nombró Ecónomo de la Parroquia de Santa Bárbara de Linares; el 11 de septiembre de 1972 fue nombrado Párroco de la Asunción, de Villargordo y Encargado de la Parroquia de San Francisco de Paula, de Torrequebradilla; el 10 de octubre de 1975 es nombrado Párroco de San Miguel, de Vílches hasta el 1 de febrero de 1982 fecha en que cesó por enfermedad. El pasado día dos de abril de 2008 fallecía en la Residencia de Ancianos de Marmolejo tras una larga enfermedad. Al día siguiente, el Sr. Obispo Mons. D. Ramón del Hoyo López oficiaba el funeral de entierro en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Paz de Marmolejo. Concelebraron la Eucaristía numerosos sacerdotes. Descanse en paz.

Rvdo. Sr. D. Francisco Jiménez Moya El Rvdo. Sr. D. Francisco Jiménez Moya nació en Mancha Real el 27 de diciembre de 1929. Allí fue bautizado el día 5 de enero de ese mismo año y recibió el Sacramento de la Confirmación en Jaén el 16 de abril de 1946. Hizo todos sus estudios en el Seminario Diocesano de Jaén, siendo ordenado presbítero por el Obispo de Jaén, Mons. D. Félix Romero Mengíbar el 29 de junio de 1958 en la Capilla del Seminario de Jaén. Ha ejercido el ministerio sacerdotal en diferentes destinos pastorales: Coadjutor de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, de Huelma durante un año (1958); Ecónomo de la Parroquia de Ntra. Sra. de Gracia, de Villardompardo (1959-1968); Ecónomo de la Parroquia del Salvador, de Baeza (1968-2001); Encargado de la Parroquia de La Yedra (1975-1977); Arcipreste del Arciprestazgo de Baeza (1978-1981); Profesor de Religión en Baeza (1984-1994); Administrador Parroquial de la Santa Cruz de Baeza (1990-1996); Consiliario de la Agrupación de Cofradías del Arciprestazgo de Baeza (1993-1999)

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El pasado día 27 de abril de 2008 fallecía en Jaén. Al día siguiente se celebró el funeral de entierro en la Parroquia de San Félix de Valois, de Jaén presidido por el Sr. Obispo, Mons. D. Ramón del Hoyo López, concelebrando numerosos hermanos sacerdotes. Descanse en paz.

OTRAS INFORMACIONES 1. AGRADECIMIENTO FELICITACIÓN SANTO PADRE SECRETARÍA DE ESTADO. Primera Sección – Asuntos Generales. Vaticano, 17 de junio de 2008 Señor Obispo: Con motivo de la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, Vuestra Excelencia ha tenido la gentileza de enviar al Sumo Pontífice, en nombre también de los fíeles de esa Iglesia particular de Jaén, un amable mensaje de felicitación, en el que les expresan sus sentimientos de comunión eclesial y vivo afecto. Su Santidad Benedicto XVI me ha confiado el encargo de hacerle llegar su cordial agradecimiento por este deferente gesto de adhesión a su persona y magisterio. En correspondencia a estas muestras de cercanía, el Papa implora de Dios Padre que lo fortalezca cotidianamente con su gracia en el desempeño de su ministerio episcopal, a la vez que le imparte de corazón la Bendición Apostólica, que extiende complacido a cuantos se hayan bajo su cuidado pastoral. Aprovecho gustoso la ocasión para reiterarle, Señor Obispo, el testimonio de mi consideración y estima en Cristo. Fernando Filón, Sustituto Mons. Ramón DEL HOYO LÓPEZ, Obispo de Jaén Jaén

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II.I. DE LA DIÓCESIS ACTIVIDADES DEL OBISPO ABRIL MARTES 1 DE ABRIL El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a Parroquia de Cabra del Santo Cristo MIÉRCOLES 2 DE ABRIL 9:00- 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 16:30 El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la Parroquia de Albanchez de Mágina. JUEVES 3 DE ABRIL 10:00 El Sr. Obispo preside el entierro del sacerdote D. Pablo Montón Palop en Marmolejo. 12:00 El Sr. Obispo asiste a la presentación de la Fundación CAJA RURAL 17:00 El Sr. Obispo preside el Consejo de Órdenes diocesano. Viernes 4 de abril 9:00- 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 16:30 El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la parroquia de Larva. Sábado 5 de abril 11:00 El Sr. Obispo asiste al retiro mensual de sacerdotes en el Seminario diocesano. DOMINGO 6 DE ABRIL 19:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles en la Parroquia de La Santa Cruz en Linares. LUNES 7 DE ABRIL 10:30 El Sr. Obispo preside el Colegio de Arciprestes diocesano. 16:30 El Sr. Obispo preside el Consejo Episcopal diocesano. MARTES 8 DE ABRIL 12:00 El Sr. Obispo preside la reunión del Patronato de los Marqueses de Linares en Linares

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16:30 El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la Parroquia de Cárchel. MIÉRCOLES 9 DE ABRIL 9:00- 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 17:00 El Sr. Obispo preside la Sesión Constitutiva de la Fundación Virgen de Guadalupe. JUEVES 10 DE ABRIL El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la Parroquia de Carchelejo. VIERNES 11 DE ABRIL 9:00- 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 19:30 El Sr. Obispo preside la bendición del nuevo retablo de la Parroquia de Carboneros. SÁBADO 12 DE ABRIL 10:00- 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 19:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la Ciudad de Alcalá la Real en la Parroquia del Salvador de la misma ciudad. DOMINGO 13 DE ABRIL 19:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la Parroquia de Montizón LUNES 14 DE ABRIL 10:00- 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 20:30 El Sr. Obispo preside la Misa en el Seminario MARTES 15 DE ABRIL 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 16:30- 20:30 El Sr. Obispo despacha en el Seminario MIÉRCOLES 16 DE ABRIL 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 16:30 El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la Parroquia de Garciez y confirma a un grupo de fieles de la misma. JUEVES 17 DE ABRIL 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 19:30 El Sr. Obispo confirma un grupo de fieles de la Parroquia de Jamilena. VIERNES 18 DE ABRIL 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado SÁBADO 19 Y DOMINGO 20 DE ABRIL El Sr. Obispo preside el Encuentro de Misioneros Jóvenes en Madrid

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LUNES 21 DE ABRIL 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 16:30 El Sr. Obispo asiste al encuentro para sacerdotes “DISCÍPULOS Y MAESTROS” en la Yedra. MARTES 22 DE ABRIL El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la Parroquia de Cambil donde confirma a un grupo de fieles de la misma. MIÉRCOLES 23 DE ABRIL 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 16:30- 20:30 El Sr. Obispo despacha en el Seminario JUEVES 24 DE ABRIL El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la Parroquia de Noalejo e imparte el sacramento de la Confirmación a un grupo de fieles de la misma. VIERNES 25 DE ABRIL 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 21:00 El Sr. Obispo recibe en el Seminario a los presidentes de la Agrupaciones de Cofradías y Hermandades de Andalucía. SÁBADO 26 Y DOMINGO 27 DE ABRIL El Sr. Obispo preside los Actos en Honor a Nuestra Señora de la Cabeza Patrona de la Diócesis en el Santuario de la misma. LUNES 28 DE ABRIL 11:00 El Sr. Obispo preside el entierro del sacerdote D. Francisco Jiménez Moya en San Félix de Valois de Jaén. 12:30 El Sr. Obispo preside el Colegio de Consultores diocesano. 16:30 El Sr. Obispo preside el Consejo Episcopal diocesano. MARTES 29 DE ABRIL El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la Parroquia de Huelma e imparte el sacramento de la Confirmación a un grupo de fieles de la misma. MIÉRCOLES 30 DE ABRIL 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado

MAYO JUEVES 1 DE MAYO 12:00 El Sr. Obispo preside la Fiesta de San José Obrero en la Parroquia de Torreblascopedro, Patrono de esta Villa.

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19:30 El Sr. Obispo concede el Lectorado a un seminarista en la Parroquia de San Bartolomé de la Ciudad de Andújar. VIERNES 2- DOMINGO 3 DE MAYO El Sr. Obispo asiste en Roma al congreso de la Acción Católica presidido por Su Santidad Benedicto XVI. LUNES 5 DE MAYO 10:30 El Sr. Obispo preside el Consejo Presbiteral 18:00 El Sr. Obispo preside el entierro de la madre del sacerdote diocesano D. Domingo Pérez en Alcalá la Real. MARTES 6 DE MAYO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 16:30 El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la Parroquia de Arbuniel. MIÉRCOLES 7 DE MAYO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 17:00 El Sr. Obispo preside la sesión constitutiva del Patronato Virgen de Guadalupe en Úbeda. JUEVES 8 DE MAYO El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la parroquia de Bedmar y confirma a un grupo de fieles de la misma. VIERNES 9 DE MAYO 9:00 – 11:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 12:00 El Sr. Obispo preside la Fiesta de Santo Domingo de la Calzada en el Centro de Mantenimiento Urbano del Ayuntamiento de Jaén 20:00 El Sr. Obispo visita el Colegio de Cristo Rey de Jaén, y confirma un grupo de alumnas del mismo. SÁBADO 10 DE MAYO 19:00 El Sr. Obispo preside las Vísperas de Pentecostés en la S.I.C. de Jaén. 23:00 El Sr. Obispo preside el Centenario de la adoración Nocturna en Torredelcampo. DOMINGO 11 DE MAYO 10:00 El Sr. Obispo preside la Solemnidad de Pentecostés en la S.I.C. de Jaén y confirma a un grupo de fieles. 19:00 El Sr. Obispo preside la Fiesta del voto de la Santísima Virgen de Linarejos. LUNES 12 DE MAYO El Sr. Obispo preside en el Seminario Diocesano la Fiesta de San Juan de Ávila.

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MARTES 13 DE MAYO 10:00 El Sr. Obispo imparte un retiro espiritual para los sacerdotes del IEME en Madrid. 19:30 El Sr. Obispo preside el Consejo de Asuntos Económicos Diocesano. MIÉRCOLES 14 DE MAYO El Sr. Obispo realiza la Visita Pastoral a la Parroquia de Jimena y a las Escuelas. JUEVES 15 DE MAYO 10:00 El Sr. Obispo preside en la S.I.C. de Jaén la Festividad de S. Eufrasio Patrón de la Diócesis. 19:30 El Sr. Obispo imparte el sacramento de la Confirmación en el Colegio Alto Castillo de Jaén a un grupo de jóvenes. VIERNES 16 DE MAYO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 20:00 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles en la Parroquia del Salvador de Jaén. SÁBADO 17 DE MAYO 20:30 El Sr. Obispo realiza el Pregón eucarístico del Corpus Christi en la S.I.C. de Baeza. DOMINGO 18 DE MAYO 11:00 El Sr. Obispo preside la Eucaristía en el Santuario de Santísima Virgen de la Cabeza y bendice el mosaico conmemorativo por la beatificación de los Frailes Trinitarios Mártires de ese Santuario. 20:00 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la Parroquia de San Eufrasio de Jaén. LUNES 19 DE MAYO 10:00 El Sr. Obispo asiste a la reunión de Clero Joven en la Yedra. MARTES 20 – JUEVES 22 DE MAYO El Sr. Obispo preside las Jornadas de Delegados de Misiones y Asamblea de Directores de OMP en Madrid. VIERNES 23 DE MAYO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 20:00 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de Úbeda en la Parroquia del Pilar y Santa Teresa de Úbeda. SÁBADO 24 DE MAYO

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18:30 El Sr. Obispo realiza la entrega de vestiduras de la Escolanía de la Catedral de Jaén. 19:00 El Sr. Obispo Preside las Vísperas del Corpus Christi en la S.I.C. de Jaén. 20:00 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles en la Parroquia de la Merced de Jaén. DOMINGO 25 DE MAYO 10:00 El Sr. Obispo preside la Eucaristía en la Catedral de Jaén con ocasión del Corpus Christi y después participa en la Procesión del Santísimo. LUNES 26 DE MAYO 10:30 El Sr. Obispo preside la reunión en el Seminario de las Delegaciones diocesanas. 16:30 El Sr. Obispo preside el Consejo Episcopal diocesano. MARTES 27 DE MAYO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado MARTES 27 TARDE Y MIÉRCOLES 28 El Sr. Obispo asiste a la reunión de Obispos de la Provincia Eclesiástica en Guadix. JUEVES 29 DE MAYO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado VIERNES 30 DE MAYO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 19:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la Parroquia de Vilches y bendice la nueva casa hermandad de la Cofradía de la Virgen del Castillo Patrona de esa localidad. SÁBADO 31 DE MAYO 20:00 El Sr. Obispo preside la Eucaristía en la Ciudad de Torredonjimeno con ocasión 550 aniversario del patronazgo de la Virgen de Consolación en esa Ciudad.

JUNIO DOMINGO 1 DE JUNIO 12:30 El Sr, Obispo inaugura la Parroquia de Fuerte del Rey después de las obras de remodelación y confirma aun grupo de fieles de la misma. 20:30 El Sr. Obispo preside la Octava del Corpus en la S.I.C. de Baeza.

INFORMACIÓN

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LUNES 2 DE JUNIO 10:30 El Sr. Obispo preside el Colegio de Arciprestes diocesanos 16:30 El Sr. Obispo preside el Consejo Episcopal diocesano. MARTES 3 DE JUNIO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 16:00 El Sr. Obispo preside el Consejo de la Yedra. 19:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la Parroquia de Baños de la Encina. MIÉRCOLES 4 DE JUNIO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 20:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la Parroquia de Santa Marta en al Ciudad de Martos. JUEVES 5 DE JUNIO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 17:00 El Sr. Obispo preside el patronato de la Salle de Andújar 19:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de Andújar en la Parroquia de San Bartolomé de esa Ciudad. VIERNES 6 DE JUNIO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 20:00 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la Ciudad de Linares en la Parroquia de San Sebastián de esa Ciudad. SÁBADO 7 DE JUNIO 10:30 El Sr. Obispo preside el encuentro de “Cristianos de la Sierra” en la Ciudad de Béas de Segura. 20:00 El Sr. Obispo confirma en la Parroquia de Begíjar a un grupo de fieles de ésta y de Ibros. DOMINGO 8 DE JUNIO 19:00 El Sr. Obispo Consagra el Altar de la Parroquia de San Pedro de Alcaudete y confirma a un grupo de fieles de las parroquias de esa Ciudad. LUNES 9 DE JUNIO 11:00 El Sr. Obispo preside la Presentación del Compendio de Doctrina social de la Iglesia a los sacerdotes. 20:00 El Sr. Obispo preside la entrega del salterio a la Comunidad de Neocatecumenales de la Ciudad de Jaén. MARTES 10 DE JUNIO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 17:00 El Sr. Obispo preside el consejo de Órdenes

130

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

MIÉRCOLES 11 DE JUNIO 11:00 El Sr. Obispo preside la Fiesta de Ntra. Sra. la Virgen de la Capilla Patrona de la Ciudad de Jaén 20:00 El Sr. Obispo asiste a la Procesión de Ntra. Sra. la Virgen de la Capilla Patrona de la Ciudad de Jaén JUEVES 12 DE JUNIO 9:00 – 12:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 12:00 El Sr. Obispo preside la Inauguración de la Exposición de Ntra. Sra. de Torreciudad. 19:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la Ciudad de Baeza VIERNES 13 DE JUNIO 10:30 El Sr. Obispo preside el Colegio de Consultores diocesanos SÁBADO 14 DE JUNIO 10:30 El Sr. Obispo preside la revisión y retiro con los sacerdotes del Arciprestazgo de Mágina en mancha Real. 17:00 El Sr. Obispo preside la reunión de revisión con el Consejo Pastoral del Arciprestazgo de Mágina. 19:30 El Sr. Obispo preside el envío de peregrinos diocesanos a Tierra Santa. DOMINGO 15 DE JUNIO 12:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la Parroquia de Pozo Alcón. LUNES 16 DE JUNIO- JUEVES 19 El Sr. Obispo asiste a la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española en Madrid. JUEVES 19 DE JUNIO 20:00 El Sr. Obispo preside la presentación del nuevo libro dedicado a LOLO (Manuel Lozano Garrido) en la Catedral de Jaén VIERNES 20 DE JUNIO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 18:00 El Sr. Obispo visita a las Hĳas de Cristo Rey de la Ciudad de Villanueva del Arzobispo. 18:45 El Sr. Obispo visita a las Hermanitas de ancianos desamparados de la Ciudad de Villanueva del Arzobispo. 19:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la Parroquia de Villanueva del Arzobispo.

INFORMACIÓN

131

SÁBADO 21 DE JUNIO 12:00 El Sr. Obispo preside el Claustro final de profesores del seminario. 19:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la parroquia de Arquillos. DOMINGO 22 DE JUNIO 12:30 El Sr. Obispo Preside la Clausura del 50 aniversario de la presencia de los Padres Salesianos en la Ciudad de Úbeda. LUNES 23 DE JUNIO 10:30 El Sr. Obispo preside el Consejo Episcopal diocesano. 20:00 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la parroquia de S. Juan y S. Pedro de la Ciudad de Jaén. MARTES 24 DE JUNIO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 19:30 El Sr. Obispo preside el Consejo de Asuntos Económicos diocesanos. MIÉRCOLES 25 DE JUNIO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 18:30 El Sr. Obispo visita las obras de la parroquia de Arroyo del Ojanco 19:30 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la parroquia de La Puerta de Segura. JUEVES 26 DE JUNIO 9:00 – 14:00 El Sr. Obispo despacha en el Obispado 20:00 El Sr. Obispo preside en la S.I.C. de Jaén la Misa aniversario Beatificación de S. Josemaría Escrivá de Balaguer. VIERNES 27 JUNIO 13:00 El Sr. Obispo preside la Misa de Acción de Gracias en la Curia diocesana. 20:00 El Sr. Obispo confirma a un grupo de fieles de la parroquia de Fuensanta de Martos. SÁBADO 28 DE JUNIO 11:00 El Sr. Obispo preside la sesión constitutiva del Consejo de Pastoral Diocesano. 23:30 El Sr. Obispo preside la Vigilia de las Espigas diocesana en Úbeda.

132

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

DOMINGO 29 DE JUNIO 12:00 El Sr. Obispo preside la toma de fajín de nuevos monseñores en la S.I.C. de Jaén y posteriormente preside la Fiesta de S. Pedro y S. Pablo en la misma Catedral.

ECONOMÍA DIOCESANA Cuenta de Resultados de 01/01/2007 a 31/12/2007 OBISPADO DE JAÉN

OBISPADO DE JAÉN

INGRESOS

GASTOS

Cuenta

Concepto

Ingresos por Servicios

Comunicación de bienes a la Diocesis (F.Comun Diocesano Parroquias,Cofradias).

Importe

Cuenta

Concepto

Compras (Ferreteria,Farm acia,etc).

14.125,47

407.397,09

Servicios Exteriores (Reparaciones,Servicio Limpieza,Seguros,sumini stros,etc).

244.208,42

Aportación Conferencia 1.764.451,38 Episcopal

Tributos

32.861,53

Otros Ingresos ( Canon casas Parroquiales,Maestro Bartolome y Otros).

67.017,72

Gastos de Personal (Sacerdotes,Seglares)

Ingresos Financieros

212.137,80

Gastos Financieros

Otras aportaciones de los fieles

129.145,61 69

Comunicación de Bienes

Importe

1.786,44

1.577.096,37

788,42

809.989,20

Aportación a Parroquias 114.480,28 Aportación al Seminario 373.784,80 Aportación a 49.795,06 Delegaciones Aportaciónes varias 271.929,06 TOTAL INGRESOS

2.613.011,13

TOTAL GASTOS

2.647.994,32

INFORMACIÓN

133

*** Cuenta de Resultados de 01/01/2007 a 31/12/2007

SEMINARIO DE JAÉN

INGRESOS

GASTOS

Concepto

Importe

Cuenta

Ingresos por Servicios

196.016,17

Compras (Art. 145.857,67 Alimentación,otras compras)

Comunicación de bienes en la Iglesia,Aportaciones Recibidas (Presupuestos Obispado,Becas Fundación).

386.784,80

Servicios Exteriores (Reparaciones y 215.622,50 Conservaciones, Seguros,Su ministros,Otros Servicios)

23.403,04

Tributos

0,00

Gastos de Personal

361.938,89

Gastos Financieros

781,03

Aportaciones Becas Fundación Obispado Aportaciones desde Presupuestos Obispado Becas Estatales Dividendos Acciones Seminario Aportaciones de los Fieles (Colecta Seminario, Donativos y Domiciliaciones)

TOTAL INGRESOS

Importe

Concepto

Importe

13.000,00 373.784,80

425,55

118.421,63

724.625,64

***

TOTAL GASTOS

724.625,64

134

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO Cuenta de Resultados de 01/01/2007 a 31/12/2007

Cuenta

RESIDENCIA CARDENAL MERINO

INGRESOS

GASTOS

Concepto

Ingresos Servicios Residencia

Resultados Extraordinarios

Ingresos de Presupuestos Obispado

TOTAL INGRESOS

Importe

Cuenta

241.767,12

Consumo Mercaderías

6.413,07

Servicios Exteriores

123.167,62

0,00

Gastos de Personal

56.925,66

Amortización Inmovilizado Material

18.270,29

248.180,19

Concepto

TOTAL GASTOS

Importe

47.906,61

246.270,18

***

CASA DIOCESANA DE LA YEDRA

Cuenta de Resultados de 01/01/2007 a 31/12/2007 CASA DIOCESANA DE LA YEDRA

INGRESOS

GASTOS

Cuenta

Concepto

Importe

Cuenta

Prestación de Servicios

166.497,17

Compras ( Articulos de Alimentación,Otras Compras)

65.180,20

Ingresos Financieros

1,74

Servivicios Exteriores (Reparaciones y Conservaciones,Servicios Profes ionales,Seguros,etc.)

81.879,36

Ingresos Extraordinarios

3.147,18

Concepto

Importe

INFORMACIÓN

Ingresos de Presupuestos Obispado

TOTAL INGRESOS

135

Gastos de Personal

Gastos Extraordinarios

Amortizaciones

102.789,25

145.341,54

314.987,63

TOTAL GASTOS

131,80 65.007,02 314.987,63

*** Cuenta de Resultados de 01/01/2007 a 31/12/2007

CARITAS

INGRESOS

GASTOS

Concepto

Importe

Recursos Propios (Colectas,Do nativos,Socios).

1.030.136

Cuenta

Concepto

Importe

Administración y Servicios Generales

72.827

21.141

Subvenciones con cargo al IRPF

187.975

Estudios,Publicaciones y Documentación

Subvenciones Administración Autonómica

328.529

Programas( Familia,Infancia,Ju ventud,etc).

Subvenciones Administraciones Locales

75.306

Formación y Voluntariado

16.837

Subvenciones del Fondo Social Europeo

121.866

Cooperación Internacional

177.888

Subvenciones Entidades Privadas TOTAL INGRESOS

1.568.234

113.115 1.856.927

TOTAL GASTOS

***

1.856.927

136

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO Cuenta de Resultados de 01/01/2007 a 31/12/2007

Cuenta

MANOS UNIDAS

INGRESOS

GASTOS

Concepto

Importe

Cuenta

Concepto

Importe

721

Cuotas Domiciliadas

104.383,54

621

Arrendamientos

0,00

722

Promociones para captación de Recursos

469.954,80

622

Reparaciones y Conservación

0,00

725

Subvenciones Oficiales

0,00

623

Servicios Profesionales

0,00

726

Donaciónes

39.282,52

626

Servicios Bancarios

0,00

726

Otros Ingresos Financieros

0,00

627

Publicidad y Propaganda

0,00

628

Suministros

0,00

629

Otros Servicios

0,00

640

Sueldos y Salarios

0,00

642

Seguridad Social

0,00

682

Gastos Amortización

0,00

690

Envíos a Central de Manos Unidas

0,00

TOTAL INGRESOS

613.620,86

TOTAL GASTOS

***

0,00

INFORMACIÓN

137

CUENTA DE RESULTADO CONSOLIDADO De 01/01/2007/31/12/2007

Nombre

Ingresos

Obispado de Jaén

Gastos

2.613.011,13

2.647.994,32

Seminario Diocesano

724.625,64

Residencia Cardenal Merino

248.180,19

246.270,18

Casas de la Yedra

314.987,63

1.856.927,00

0,00

Manos Unidas

613.620,86

0,00

Aportación Parroquias al F.Comun Diocesano

212.973,34

0,00

4.824.584,43

4.662.359,83

11.195.936,88

10.453.164,60

Caritas Delegación Misiones

Total Parroquias

* Están debidamente archivados los justificantes correspondientes a los apuntes contables de las cuentas señaladas. *** Cuenta de resultados 2007

Ingresos Ingresos por Servicios Comunicación de bienes a la Diócesis (F.Común Diocesano Parroquias, cofradías) Aportación Conferencia Episcopal Española Otros Ingresos (Canon Casas Rectorales,locales y otros) Ingresos Financieros Otras Aportaciones de los Fieles (Domiciliaciones,Colecta Iglesia Diocesana) Parroquias Seminario

32.861,53 407.397,09 1.764.451,38 67.017,72 212.137,80 129.145,61 4.824.584,43 724.625,64

138

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

Obras Misionales Pontificias y Atención Misionera

0,00

Manos Unidas

613.620,86

Cáritas

1.856.927,00

Residencia Cardenal Merino

248.180,19

Casa Diocesana de Espiritualidad La Yedra

314.987,63

TOTAL

11.195.936,88

Compras (Ferretería, útiles de servicio,etc)

14.125,47

Gastos

Servicios Exteriores (Reparaciones,seguros,suministros,etc)

244.208,42

Tributos

1.786,44

Gastos de Personal (Sacerdotes,Seglares)

1.577.096,37

Gastos Financieros

788,42

Comunicación de Bienes

809.989,20

Aportación a Parroquias

114.480,28

Aportación al Seminario

373.784,80

Aportación a Delegaciones

49.795,06

Aportaciones Varias

271.929,06

Parroquias

4.662.359,83

Seminario

724.625,64

Obras Misionales Pontificias y Atención Misionera

0,00

Manos Unidas

0,00

Cáritas

1.856.927,00

Residencia Cardenal Merino

246.270,18

Casa Diocesana de Espiritualidad La Yedra

314.987,63

TOTAL

10.453.164,60

***

INFORMACIÓN

139

IMPORTE DE LAS COLECTAS DEL 1.1.07 AL 31.12.07 DE LAS PARROQUIAS DE ESTA DIÓCESIS PARA EL “DOMUND”, “CLERO NATIVO” E “INFANCIA MISIONERA”, E INFORMACIÓN DEL TOTAL RECIBIDO DE “COLEGIOS, PARTICULARES Y VARIOS” PARA LAS CAMPAÑAS QUE SE ENUMERAN: PARROQUIA

LOCALIDAD

DOMUND

CLERO NATIVO

INFANCIA MISIONERA

La Asunción

Albanchez

160,00

El Salvador

Alcalá la Real

1.125,00

Santa María la Mayor

Alcalá la Real

1.177,50

Santo Domingo

Alcalá la Real

2.228,50

San Pedro

Alcaudete

349,89

181,65

531,54

Santa María

Alcaudete

1.820,87

180,80

2.001,67

La Inmaculada

Aldeaquemada

637,70

246,84

884,54

Cristo Rey

Andujar

966,58

379,25

1.345,83

27,85

La Divina Pastora

Andujar

743,88

Las Viñas

Andujar

452,20

Ntra. Sra. de la Cabeza

Andujar

540,49

San Bartolomé

Andujar

San Eufrasio

Andujar

San Miguel Santa María Santiago

Andujar

27,55

San Juan Bautista

Arbuniel

144,62

San Juan Bautista

Arjona

461,40

San Martín

Arjona

814,71

La Encarnación

Arjonilla

1.100,00

140,00

TOTAL 300,00 1.125,00

771,73 452,20 540,49

142,00

613,00

351,60

964,60

Andujar

1.230,54

150,00

1.380,54

Andujar

1.001,70

La Inmaculada

Arquillos

75,00

El Salvador

Baeza

561,99

San Ignacio

Baeza

250,00

San Pablo

Baeza

3.000,00

Sta.Ma Alcázar-S/Andrés Baeza

1.556,00

San José Obrero

Bailen

300,20

El Salvador

Bailén

900,00

La Encarnación

Bailén

888,32

San Mateo

Baños la Encina

1.020,31

1.001,70 27,55 95,85

240,47 461,40 814,71

411,50

1.511,50

816,56

1.378,55

75,00 250,00 3.000,00 429,45

1.985,45 300,20

270,00

1.170,00

332,54

1.352,85

888,32

140

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

San Mateo

Baños la Encina

- 594,31

La Asunción

Beas de Segura

2.010,00

Ntra. Sra. Asunción

Bedmar

951,15

410,70

1.361,85

Santiago Apóstol

Begijar

1.000,00

250,00

1.250,00

1.414,27

Ntra. Sra. de la Paz

Bélmez

388,65

La Asunción

Benatae

100,00

Espíritu Santo

Burunchel

224,37

devuelta 2.007

- 594,31 2.010,00

1.802,92 100,00

32,50

256,87

Ntra. Sra. Expectación

Cabra

178,19

45,00

223,19

La Encarnación

Cambil

469,15

241,10

710,25

La Encarnación

Campillo de Aren

766,00

La Asunción

Campillo del Río

54,03

94,39

148,42

766,00

San Pablo

Camporredondo

80,86

17,43

98,29

La Inmaculada

Canena

2.545,70

234,60

2.780,30

Ntra. Sra. de las Maravilla Ntra. Sra. Asunción

Cañada Catena

32,80 61,50

61,50

La Inmaculada

Carboneros

21,69

14,00

35,69

Ntra.Sra.los Remedios

Cárchel

963,69

32,80

Cañada Morales 815,00

148,69

Ntra. Sra. de los Ángeles Carchelejo

724,45

150,00

San José

Casillas de Marto

41,50

Ntra. Sra. Encarnación

Castellar

300,00

Ntra.Sra. Encarnación

Castellar

580,75

San Pedro

Castillo Locubín

2.140,00

Santa María Magdalena

Cazalilla

675,00

Santa María

Cazorla

2.916,80

Ntra. Sra. del Rosario

Charilla

55,00

San Pedro

Chiclana

258,00

874,45 41,50

Devuelta 2008

300,00 207,91

788,66 2.140,00 675,00

188,96

3.105,76

Ntra. Sra. de la Paz

Chilluevar

300,00

San Rafael

Cortijo Nuevo

330,70

San Miguel

Coto Ríos

18,40

Inmaculada Concep.

El Centenillo

269,85

143,39

413,24

Ntra. Sra. de la Paz

El Mármol

248,00

97,00

345,00

Santa María Magdalena

Espéluy

64,50

Sagrada Familia

Fontanar

76,58

Santa Lucía Mártir

Frailes

705,00

Ntra.Sra. Fuensanta

Fuensanta Marto

Ntra., Sra. de la Natividad Fuerte del Rey

495,00

La Asunción

144,86

Garciez

18,40

64,50 76,58 126,00

831,00

343,50

67,77

212,63

495,00

INFORMACIÓN

141

Ntra. Sra. del Pilar

Guadalimar

46,97

164,88

211,85

La Inmaculada Concep.

Guarroman

250,00

143,00

393,00

25,00

Purísima Concepción

Higuera Cltva

173,61

San Marcos

Hinojares

102,50

Ntra.Sra. Asunción

Hornos

La Inmaculada Concep.

Huelma

Ntra Sra. de la Cabeza

Huesa

San Pedro y San Pablo

Ibros

905,00

Ntra Sra. de la Asunción

Iznatoraf

385,91

198,61 102,50

1.452,92

151,49

283,00

1.735,92

271,50

199,50

1.104,50 385,91

La Encarnación

Jabalquínto

362,50

184,59

547,09

Cristo Rey

Jaén

4.746,95

250,00

4.996,95

El Salvador

Jaén

2.625,40

La Inmaculada Pedro.Pas Jaén

810,66

Ntra. Sra. de la Merced

457,60

Jaén

457,60

Ntra.Sra.Belén-S/ Roque Jaén

2.652,00

600,00

San Bartolomé

Jaén

50,00

3.252,00

San Bartolomé

Jaén

1.304,31

San Bartolomé

Jaén

30,00

San Eufrasio

Jaén

403,00

306,00

San Félix de Valois

Jaén

3.012,63

610,83

3.623,46

San Idelfonso

Jaén

4.629,00

55,00

6.184,00

San Juan Bosco

Jaén

1.000,00

San Juan de la Cruz

Jaén

4.014,42

295,00

4.309,42

San Juan y San Pedro

Jaén

403,30

120,00

523,30

San Miguel

Jaén

4.326,00

1.324,37

5.650,37

Santa Cristina Otiña

Jaén

Santa Cruz

Jaén

940,00

Santa Isabel

Jaén

540,00

Santa María del Valle

Jaén

700,00

50,00 467,00

1.771,31 30,00

1.500,00

709,00

1.000,00

64,83

363,50

1.303,50 540,00

472,39

1.172,39

Santa María Magdalena

Jaén

216,80

Santiago Apóstol

Jaén

1.584,66

Sin detallar

Jaén

Natividad de Ntra. Sra.

Jamilena

937,72

572,23

1.509,95

Santiago El Mayor

Jimena

519,06

230,00

749,06

Ntra. Sra. Asunción

Jódar

1.826,00

Ntra. Sra. de Fátima

Jódar

762,77

San Isidro

La Bobadilla

294,01

1.325,00

1.826,00 339,14

1.101,91 294,01

142

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

La Inmaculada

La Carolina

717,60

San Carlos Borroneo

La Carolina

638,00

186,37

903,97

San Carlos Borroneo

La Carolina

362,00

San Juan de la Cruz

La Carolina

866,38

La Asunción

La Guardia

500,00

100,00

600,00

Ntra. Sra. Consolación

La Higuera

776,56

150,00

926,56

La Inmaculada

La Iruela

250,00

88,25

338,25

Santa Teresa Niño Jesús

La Matea

429,79

La Inmaculada

La Pedriza

60,00

San Mateo

La Puerta Segura

761,40

San José

La Rábita

24,04

Santo Cristo de la Yedra

La Yedra

285,23

San Pedro

Larva

Sagrado Corazón

Las Infantas

17,85

La Inmaculada Concep.

Las Pedrizas

50,00

El Buen Pastor

Linares

481,20

638,00 Devuelta 2008

362,00 866,38

429,79 60,00 235,00

996,40

91,70

376,93

15,00

24,04

17,85 50,00 269,21

750,41

Sagrado Corazón

Linares

235,00

93,00

328,00

San Agustín

Linares

1.505,52

306,92

1.812,44

San Fco. de Asís

Linares

2.530,00

930,00

3.460,00

San José

Linares

1.337,00

San Juan de Ávila

Linares

142,16

San Sebastián

Linares

100,00

46,50

146,50

Santa Bárbara

Linares

479,00

213,55

692,55

Santa Cruz

Linares

845,00

709,00

1.554,00

Santa Maria la Mayor

Linares

1.019,34

180,50

1.199,84

La Inmaculada

Linares-Baeza

592,85

La Inmaculada Concep.

Lopera

800,00

San Juan Bautista

Los Villares

1.290,00

1.045,00

2.335,00

La Asunción

Lupión

200,00

100,00

300,00

La Encarnación

Mancha Real

905,00

San Juan Evangelista

Mancha Real

2.123,50

1.019,00

3.142,50

Stma. Virgen de la Paz

Marmolejo

2.605,00

636,00

3.241,00

La Asunción

Martos

1.337,00 142,16

905,00

1.228,00

Ntra. Sra. de la Fuensant¿ Martos

388,39

San Juan de Dios

Martos

434,00

Santa Marta

Martos

532,17

La Inmaculada

Mengibar

200,00

San Pedro Apóstol

Mengibar

510,84

Santa Isabel

Miller

145,45

532,17 376,60

576,60

INFORMACIÓN

143

San Vicente Mártir

Mogón

222,88

La Inmaculada

Montizón

735,00

La Inmaculada Concep.

Navas de Tolosa

220,20

San Juan Bautista

Navas San Juan

940,00

220,20

La Asunción

Noalejo

615,00

Ntra. Sra. de la Asunción

Orcera

428,70

Santa Cristina

Otiñar

96,35

La Encarnación

Peal de Becerro

1.070,50

La Santa Cruz

Pegalajar

752,38

Ntra. Sra. del Rosario

Pontones

132,00

Ntra. Sra. La Asunción

Porcuna

2.033,00

Ntra. Sra. Encarnación

Pozo Alcón

923,30

162,00

1.085,30

Santa Teresa Niño Jesús

Puente Obispo

53,47

12,72

66,19

372,35

1.312,35

212,55

641,25

615,00 96,35 1.070,50 402,00

1.154,38 132,00 2.033,00

Ntra. Sra. de Tiscar

Quesada

70,00

San Pedro y San Pablo

Quesada

880,00

265,00

1.145,00

La Asunción

Rus

391,59

300,87

692,46

Santa Elena

77,51

Ntra. Sra. de la Estrella

Santiago Cltva.

129,52

Santiago Apóstol

Santiago Espada

604,46

San Esteban

Santisteban

1.110,32

315,93

Santo Tomás

Santo Tomé

600,00

75,00

675,00

Santísima Virgen Collado Segura de la Sier

219,30

31,30

250,60

La Asunción

Siles

1.140,00

La Inmaculada

Sin detallar

581,00

Ntra. de la Encarnación

Sin detallar

251,72

Ntra. Sra. Asunción

Sin detallar

50,35

Ntra. Sra. los Remedios

Sin detallar

Ntra.Sra. de la Cabeza

Sin detallar

Particular

Sin detallar

2.000,00

Particular

Sin detallar

10,00

Sagrada Familia

Sin detallar

162,04

San Francisco de Asís

Sin detallar

100,00

San Marcos Evangelista

Sin detallar

Santa Ana

Sin detallar

70,00

129,52 604,46 1.426,25

1.140,00 581,00

200,00

200,00 245,07

245,07 2.000,00 10,00

80,79 278,49

Santa Madre

Sin detallar

50,00

Santo Tomás Apóstol

Sin detallar

312,35

Sin detallar

130,50

San Juan Bautista

Solera

3,00

San José

Sorihuela Guadal 314,52

130,50 3,00

6,00 314,52

144

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

Santa Águeda

Sorihuela Guadal 346,00

Santa Águeda

Sorihuela Guadal 180,00

346,00

San José

Torreblascopedro

San Bartolomé

Torredelcampo

3.361,11

348,87

3.709,98

San Pedro

Torredonjimeno

2.300,00

450,00

2.750,00

Santa María

Torredonjimeno

3.123,64

Santa Maria y Sta. Cruz

Torreperogil

2.348,00

94,00

2.442,00

Santo Domingo

Torres

337,60

213,45

551,05

Devuelta en 2008

180,00 401,85

401,85

3.123,64

Ntra. Sra. la Presentación Torres Albanchel

539,00

San Isidoro

Úbeda

2.629,76

524,54

3.154,30

San Juan Bautista

Úbeda

1.100,00

370,00

1.470,00

San Nicolás de Bar¡

Úbeda

602,81

234,73

837,54

Santa Maria San Pablo

Úbeda

1.003,85

Santa Teresa

Úbeda

761,50

Santo Tomás Apóstol

Úbeda

Santiago Apóstol

Valdepeñas

1.873,50

San Antonio de Padua

Ventas del Carriz

90,68

San Miguel

Vilchez

La Asunción

Villacarrillo

San Francisco

Villacarrillo

Ntra. Sra. de Gracia

539,00

163,23

458,12

2.331,62

277,40

438,40

1.456,00

396,50

1.852,50

2.200,00

100,00

2.300,00

Villadompardo

505,50

248,65

754,15

Ntra. Sra. Asunción

Villagordo

873,87

San Andrés Apóstol

Villanueva Arzobi 2.120,95

Ntra. Sra. de la Natividad Villanueva Reina

90,68 161,00

873,87 2.120,95

1.200,00

493,92

PARROQUIAS

158.571,19 1.661,00

31.949,91

COLEGIOS

18.988,65

6.040,37

192.182,10 25.029,02

PARTICULARES

6.768,00

6.561,15

11.293,00

24.622,15

VARIOS

28.807,70

7.822,84

9.579,81

46.210,35

TOTALES CAMPAÑAS

213.135,54 16.044,99

1.693,92

58.863,09 288.043,62

***

INFORMACIÓN

145

BOLETINES SUSCRITOS PARA COLABORAR AL SOSTENIMIENTO DE LA IGLESIA CATÓLICA Población Alcala la Real

Parroquia Sto. Domingo de Silos

Donativo 50,00 €

Periodicidad Semestral

Total anual 100,00 €

Alcala la Real

Sto. Domingo de Silos

12,00 €

Mensual

144,00 €

Andujar

San Miguel

20,00 €

Mensual

240,00 €

Andujar

San Eufrasio

30,00 €

Mensual

360,00 €

Andujar

San Eufrasio

30,00 €

Trimestral

120,00 €

Andujar

San Eufrasio

30,00 €

Anual

30,00 €

Andujar

San Miguel

100,00 €

Trimestral

400,00 €

Andujar

San Miguel

100,00 €

Trimestral

400,00 €

Andujar

San Miguel

75,00 €

Semestral

150,00 €

Arbuniel (Cambil)

La Encarnación

15,00 €

Trimestral

60,00 €

Arjona

San Juan Bautista

20,00 €

Trimestral

80,00 €

Arjona

San Martin

10,00 €

Mensual

120,00 €

Bedmar

La Asunción

15,00 €

Semestral

Begíjar

Santiago Apóstol

Campillo de Arenas

La Asunción

Cazorla

Santa María

1.000,00 € Anual

1.000,00 €

Cazorla

Santa María

1.000,00 € Anual

1.000,00 €

Cazorla

Santa María

25,00 €

Trimestral

100,00 €

Cazorla

Santa María

150,00 €

Trimestral

600,00 €

Cazorla

Santa María

50,00 €

Anual

50,00 €

Cazorla

Santa María

30,00 €

Mensual

360,00 €

Cazorla

Santa María

40,00 €

Trimestral

160,00 €

Cazorla

Santa María

100,00 €

Anual

100,00 €

Cazorla

Santa María

75,00 €

Mensual

900,00 €

Cazorla

Santa María

30,00 €

Trimestral

120,00 €

Cazorla

Santa María

50,00 €

Semestral

100,00 €

Cazorla

Santa María

20,00 €

Trimestral

80,00 €

Cazorla

Santa María

30,00 €

Trimestral

120,00 €

Frailes

Santa Lucía

30,00 €

Semestral

60,00 €

Frailes

Santa Lucía

100,00 €

Anual

100,00 €

Guarroman

la Inmaculada

10,00 €

Mensual

120,00 €

Ibros

San Pedro y San Pablo

100,00 €

Anual

100,00 €

Jaén

Cristo Rey

80,00 €

Anual

80,00 €

Jaén

Cristo Rey

90,00 €

Trimestral

360,00 €

2.000,00 € Anual 10,00 €

Mensual

30,00 € 2.000,00 € 120,00 €

146

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

Jaén

Cristo Rey

25,00 €

Trimestral

100,00 €

Jaén

Cristo Rey

350,00 €

Anual

350,00 €

Jaén

Cristo Rey

12,00 €

Mensual

144,00 €

Jaén

Cristo Rey

30,00 €

mensual

360,00 €

Jaén

Cristo Rey

15,00 €

Mensual

180,00 €

Jaén

Cristo Rey

Jaén

Cristo Rey

50,00 €

Semestral

100,00 €

Jaén

Cristo Rey

50,00 €

Trimestral

200,00 €

Jaén

Cristo Rey

40,00 €

Trimestral

160,00 €

Jaén

Cristo Rey

20,00 €

Anual

20,00 €

Jaén

Cristo Rey

10,00 €

Mensual

120,00 €

Jaén

Cristo Rey

12,00 €

Mensual

144,00 €

Jaén

Cristo Rey

20,00 €

Trimestral

80,00 €

Jaén

Cristo Rey

30,00 €

Trimestral

120,00 €

Jaén

El Salvador

100,00 €

Semestral

200,00 €

Jaén

El Salvador

50,00 €

Trimestral

200,00 €

Jaén

El Salvador

10,00 €

Mensual

120,00 €

Jaén

El Salvador

20,00 €

Mensual

240,00 €

Jaén

El Salvador

100,00 €

Semestral

200,00 €

Jaén

La Santa Cruz

20,00 €

Mensual

240,00 €

Jaén

10,00 €

Mensual

120,00 €

100,00 €

Trimestral

400,00 €

10,00 €

Mensual

120,00 €

20,00 €

Mensual

240,00 €

30,00 €

Mensual

360,00 €

120,00 €

Anual

Jaén

La Santa Cruz Ntra. Sra. de Belén y S. Roque Ntra. Sra. de Belén y S. Roque Ntra. Sra. de Belén y S. Roque Ntra. Sra. de Belén y S. Roque Ntra. Sra. de Belén y S. Roque Religiosos-as

150,00 €

Mensual

1.800,00 €

Jaén

S. Bartolomé

12,00 €

Mensual

144,00 €

Jaén

S. Juan Bosco

5,00 €

Mensual

60,00 €

Jaén

S. Juan Bosco

75,00 €

Trimestral

300,00 €

Jaén

San Bartolomé

100,00 €

Anual

100,00 €

Jaén

San Félix de Valois

10,00 €

Mensual

120,00 €

Jaén

San Félix de Valois

40,00 €

Mensual

480,00 €

Jaén

San Félix de Valois

150,00 €

Trimestral

600,00 €

Jaén

San Félix de Valois

10,00 €

Mensual

120,00 €

Jaén

San Félix de Valois

30,00 €

Mensual

360,00 €

Jaén Jaén Jaén Jaén Jaén

1.000,00 € Anual

1.000,00 €

120,00 €

INFORMACIÓN

147

Jaén

San Félix de Valois

30,00 €

Mensual

360,00 €

Jaén

San Félix de Valois

200,00 €

Mensual

2.400,00 €

Jaén

San Félix de Valois

30,00 €

Mensual

360,00 €

Jaén

San Félix de Valois

60,00 €

Anual

60,00 €

Jaén

San Félix de Valois

10,00 €

Mensual

120,00 €

Jaén

San Félix de Valois

Jaén

San Ildefonso

250,00 €

Trimestral

Jaén

San Ildefonso

10,00 €

Mensual

120,00 €

Jaén

San Ildefonso

30,00 €

Mensual

360,00 €

Jaén

San Ildefonso

5,00 €

Mensual

60,00 €

Jaén

San Ildefonso

100,00 €

Semestral

200,00 €

Jaén

San Ildefonso

15,00 €

Mensual

180,00 €

Jaén

San Juan de la Cruz

300,00 €

Anual

300,00 €

Jaén

San Juan de la Cruz

60,00 €

Semestral

120,00 €

Jaén

San Juan de la Cruz

150,00 €

Anual

150,00 €

Jaén

San Juan de la Cruz

30,00 €

Trimestral

120,00 €

JAÉN

Santa Cruz

15,00 €

MENSUAL

180,00 €

Jaén

Santa Cruz

60,00 €

Trimestral

240,00 €

Jaén

Santiago Apóstol

300,00 €

Anual

300,00 €

Jaén

Santiago Apóstol

30,00 €

Mensual

360,00 €

Jaén

Sin Identificar Pq.

60,00 €

Mensual

720,00 €

Jaén

Sin Identificar Pq.

30,00 €

Mensual

360,00 €

Jaén

Sin Identificar Pq.

300,00 €

Anual

Jaén

Sin Identificar Pq.

100,00 €

Mensual

Jaén

Sin Identificar Pq.

500,00 €

Anual

500,00 €

Jaén

Sin Identificar Pq.

120,00 €

Anual

120,00 €

Jodar

Ntra. Sra. de Fátima

100,00 €

Anual

100,00 €

Jodar

Ntra. Sra. De Fátima

10,00 €

Mensual

120,00 €

La Carolina

La Inmacualda Concepción

10,00 €

Mensual

120,00 €

La Carolina

La Inmaculada Concepción

5,00 €

Mensual

60,00 €

La Carolina

La Inmaculada Concepción

15,00 €

Mensual

180,00 €

La Carolina

La Inmaculada Concepción

30,00 €

Mensual

360,00 €

Linares

La Santa Cruz

180,00 €

Trimestral

720,00 €

Linares

S. Francisco

18,00 €

Mensual

216,00 €

Linares

S. Francisco

100,00 €

Anual

100,00 €

Linares

S. Francisco

10,00 €

Mensual

120,00 €

Linares

S. Francisco

10,00 €

Mensual

120,00 €

1.000,00 € Anual

1.000,00 € 1.000,00 €

300,00 € 1.200,00 €

148

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

Linares

Sin Identificar Pq.

300,00 €

Anual

300,00 €

Los Villares

San Juan Bautista

200,00 €

Anual

200,00 €

Los Villares

San Juan Bautista

150,00 €

Anual

150,00 €

Madrid

Bedmar - La Asunción

180,00 €

Trimestre

720,00 €

Mancha Real

S. Juan Evangelista

100,00 €

Semestre

200,00 €

Mancha Real

S. Juan Evangelista

20,00 €

Mensual

240,00 €

Mancha Real

S. Juan Evangelista

50,00 €

Anual

50,00 €

Mancha Real

S. Juan Evangelista

30,00 €

Semestre

60,00 €

Mancha Real

S. Juan Evangelista

20,00 €

Semestral

40,00 €

Martos

S. Francisco de Asis

300,00 €

Anual

300,00 €

Pegalajar

La Santa Cruz

500,00 €

Anual

500,00 €

Porcuna

La Asunción

400,00 €

ANUAL

400,00 €

Porcuna

La Asunción

600,00 €

Anual

600,00 €

Porcuna

La Asunción

300,00 €

Anual

300,00 €

Porcuna

La Asunción

200,00 €

Anual

200,00 €

Porcuna

La Asunción

50,00 €

Semestral

100,00 €

Porcuna

La Asunción

50,00 €

Semestral

100,00 €

Porcuna

La Asunción

60,00 €

Trimestral

240,00 €

Torredelcampo

S. Bartolomé

100,00 €

Anual

100,00 €

Torredelcampo

S. Bartolomé

10,00 €

Anual

Torredonjimeno

Santa María

150,00 €

Mensual

1.800,00 €

Torredonjimeno

Sin Identificar Pq.

20,00 €

Mensual

240,00 €

Torres

Sto. Domingo de Guzmán

30,00 €

Anual

30,00 €

Úbeda

S. Isidoro

12,00 €

Mensual

144,00 €

Úbeda

S. Isidoro

5,00 €

Mensual

60,00 €

Úbeda

S. Isidoro

10,00 €

Mensual

120,00 €

Úbeda

S. Isidoro

100,00 €

Anual

100,00 €

Úbeda

San Isidoro

30,00 €

Trimestral

120,00 €

Úbeda

San Juan Bautista

50,00 €

Trimestral

200,00 €

ÚBEDA

San Juan Bautista

30,00 €

Trimestral

120,00 €

Úbeda

San Juan Bautista

60,00 €

Mensual

720,00 €

Úbeda

San Juan Bautista

100,00 €

Semestral

200,00 €

Úbeda

San Juan Bautista

10,00 €

Mensual

120,00 €

Úbeda

San Juan Bautista

10,00 €

Mensual

120,00 €

ÚBEDA

San Nicolás de Bari

6,00 €

Mensual

72,00 €

Úbeda

San Nicolás de Bari

120,00 €

Anual

120,00 €

Úbeda

Santo Tomás

20,00 €

Anual

20,00 €

Úbeda

Sin Identificar Pq.

150,00 €

Trimestral

600,00 €

10,00 €

INFORMACIÓN

149

Úbeda

Sin Identificar Pq.

10,00 €

Trimestral

40,00 €

Villargordo

La Asunción

300,00 €

Anual

300,00 €

Vnva. de la Reina

N.Sra. Natividad

500,00 €

Anual

500,00 € 43.548,00 €

*** FONDO COMÚN DIOCESANO 2007 Aportación de las Parroquias al Fondo Común Diocesano Año 2007 NOMBRE LA ASUNCION EL SALVADOR SANTO DOMINGO DE SILOS SANTA MARIA SANTA MARIA SAN PEDRO INMACULADA SAN EUFRASIO CRISTO REY SAN MIGUEL SANTUARIO V. DE LA CABEZA DIVINA PASTORA SANTIAGO APOSTOL SANTA MARIA SAN BARTOLOME S. JUAN BAUTISTA S. JUAN BAUTISTA SAN MARTIN LA ENCARNACION LA INMACULADA LA INMACULADA EL SALVADOR SAN ANDRES SAN PABLO LA ENCARNACION SAN JOSE OBRERO EL SALVADOR SAN MATEO

POBLACION ALBANCHEZ DE MAGINA ALCALA LA REAL ALCALA LA REAL ALCALA LA REAL ALCAUDETE ALCAUDETE ALDEAQUEMADA ANDUJAR ANDUJAR ANDUJAR ANDUJAR ANDUJAR ANDUJAR ANDUJAR ANDUJAR ARBUNIEL ARJONA ARJONA ARJONILLA ARQUILLOS ARROYO OJANCO BAEZA BAEZA BAEZA BAILEN BAILEN BAILEN BAÑOS DE LA ENCINA

TOTAL 304,02 1.276,98 915,00 2.415,00 3.019,98 865,02 203,46 1.131,00 510,00 2.401,98 57,00 1.455,00 106,62 1.552,70 1.305,00 431,04 2.326,98 1.198,02 1.990,02 309,00 286,02 1.257,00 1.254,00 2.224,02 3.282,00 908,28 781,02 1.414,98

150

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

LA ASUNCION LA ASUNCION SANTIAGO NTRA. SRA. DE LA PAZ LA ASUNCION ESPIRITU SANTO NTRA. SRA. DE LA EXPECTACION LA ENCARNACION LA ENCARNACION LA ASUNCION LA INMACULADA INMACULADA NTRA SRA. DE REMEDIOS NTRA. SRA. DE LOS ANGELES SAN JOSE LA ENCARNACION SAN PEDRO SANTA MARIA MAGDALENA SANTA MARIA NTRA.SRA. DEL ROSARIO SAN PEDRO APOSTOL CHICLANA NTRA. SRA.DE LA PAZ SAN RAFAEL SAN MIGUEL LA INMACULADA PQ.ASUNCION LA SAGRADA FAMILIA NTRA. SRA. DE LA PAZ NRA. SRA. REMEDIOS SAN PEDRO AD VINCULA SANTA CATALINA LA INMACULADA SANTA LUCIA S. JUAN BAUTISTA VIRGEN DE LA FUENSANTA LA NATIVIDAD PQ.ASUNCION INMACULADA CONCEPCION LA INMACULADA PURISIMA CONCEPCION SAN MARCOS LA ASUNCION

BEAS DE SEGURA BEDMAR BEGIJAR BELMEZ BENATAE BURUNCHEL CABRA DEL SANTO CRISTO CAMBIL CAMPILLO DE ARENAS CAMPILLO DEL RIO CANENA CARBONEROS CARCHEL CARCHELEJO CASILLAS DE MARTOS CASTELLAR(Camporredondo) CASTILLO DE LOCUBIN(Ventas del Carrizal) CAZALILLA CAZORLA CHARILLA CHICLANA DE SEGURA CHILLUEVAR CORTIJOS NUEVOS COTORIOS EL CENTENILLO EL DONADIO EL FONTANAR EL MARMOL EL MOLAR ESCAÑUELA ESPELUY ESTACION LINARES BAEZA FRAILES FRAILES(La Ribera) FUENSANTA DE MARTOS FUERTE DEL REY GARCIEZ GENAVE GUARROMAN HIGUERA DE CALATRAVA HINOJARES HORNOS DE SEGURA

1.447,02 1.150,02 1.302,00 307,02 204,00 201,00 595,02 588,00 529,02 166,98 2.700,00 348,96 327,00 1.116,00 150,96 1.839,00 1.081,80 120,00 3.957,00 54,00 326,76 336,24 423,00 71,58 355,98 17,50 189,96 119,28 33,00 180,00 40,02 387,24 1.282,98 187,98 552,00 745,02 114,00 305,34 292,98 312,00 298,98 106,02

INFORMACIÓN LA INMACULADA VIRGEN DE LA CABEZA S. PEDRO Y S. PABLO LA ASUNCION LA ENCARNACION EL SALVADOR SAN PEDRO Y SAN JUAN SANTA ISABEL CRISTO REY SAN ILDEFONSO(El Sagrario) SAN BARTOLOME SANTA MARIA MAGDALENA SANTIAGO APOSTOL SAN MIGUEL LA MERCED S. JUAN DE LA CRUZ SANTA CRISTINA SAN EUFRASIO NTRA. SRA. DE BELEN Y S.ROQUE SANTA MARIA DEL VALLE SAN FELIX DE VALOIS INMACULADA Y S. PEDRO PASCUAL SAN JUAN BOSCO LA SANTA CRUZ LA NATIVIDAD SANTIAGO LA ASUNCION NTRA. SRA. DE FATIMA SAN ISIDRO LA INMACULADA S. JUAN DE LA CRUZ LA CAROLINA S. CARLOS BORROMEO LA ASUNCION PURISIMA CONCEPCION SANTA TERESITA LA INMACULADA SAN JOSE SANTO CRISTO LA CONSOLACION SAN PEDRO SGRDO CORAZON JESUS VIRGEN DE LA CABEZA

HUELMA HUESA IBROS IZNATORAF JABALQUINTO JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAEN JAMILENA JIMENA JODAR JODAR LA BOBADILLA LA CAROLINA LA CAROLINA LA CAROLINA LA GUARDIA LA IRUELA LA MATEA LA PEDRIZA LA RABITA LA YEDRA LAHIGUERA LARVA LAS INFANTAS LAS VIÑAS DE PEÑALLANA

151 1.174,02 1.212,00 1.089,00 1.132,98 596,04 2.373,00 460,98 880,02 5.797,98 6.511,02 1.960,98 528,00 532,02 3.133,02 547,98 2.920,98 30,12 1.291,02 4.116,00 344,04 4.039,98 1.288,02 1.525,02 2.275,98 2.137,98 589,98 1.282,86 1.284,00 160,44 1.306,98 2.523,00 931,98 630,00 154,98 592,98 58,98 81,84 426,00 440,94 55,02 130,98 90,00

152

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

S. AGUSTIN SAN JOSE OBRERO LA STA. CRUZ SGRDO CORAZON JESUS (El Pilar) EL BUEN PASTOR SANTA MARIA LA MAYOR SAN SEBASTIAN SAN JUAN DE AVILA SANTA BARBARA S. FRANCISCO PURISIMA CONCEPCION PQ.NTRA SRA DE LOS REMEDIOS SAN JUAN BAUTISTA LA ASUNCION SAN JUAN EVANGELISTA LA ENCARNACION NTRA.SRA .DE LA PAZ LA ASUNCION SANTA MARTA SAN AMADOR SAN JUAN DE DIOS S. FRANCISCO DE ASIS LA INMACULADA SAN PEDRO SANTA ISABEL SAN VICENTE MARTIR LA VIRGEN DEL CARMEN LA INMACULADA S. JUAN BAUTISTA LA INMACULADA LA ASUNCION LA ASUNCION LA ENCARNACION LA SANTA CRUZ NTRA.SRA.DEL ROSARIO LA ASUNCION LA ENCARNACION SANTA TERESA DEL NIÑO JESUS S. ISIDRO LABRADOR SAN MATEO S. PEDRO Y S. PABLO VIRGEN DE TISCAR LA ASUNCION LA INMACULADA

LINARES LINARES LINARES LINARES LINARES LINARES LINARES LINARES LINARES LINARES LOPERA LOS NOGUERONES LOS VILLARES LUPION MANCHA REAL MANCHA REAL MARMOLEJO MARTOS MARTOS MARTOS MARTOS MARTOS MENGIBAR MENGIBAR MILLER MOGON MONTE LOPE ALVAREZ MONTIZON NAVAS DE SAN JUAN NAVAS DE TOLOSA NOALEJO ORCERA PEAL DE BECERRO PEGALAJAR PONTONES PORCUNA POZO ALCON PUENTE DEL OBISPO PUENTE GENAVE PUERTA DE SEGURA QUESADA QUESADA-TISCAR RUS SABARIEGO

882,00 880,02 934,02 813,00 316,02 1.503,98 325,02 300,00 512,64 3.256,98 2.670,00 66,12 2.491,98 76,98 3.430,98 2.682,00 2.481,00 1.864,02 1.336,02 934,02 279,00 2.217,00 1.084,98 824,04 154,02 246,12 3,12 574,02 1.896,00 451,98 1.354,02 469,02 1.203,00 2.101,02 189,00 3.142,98 450,00 22,98 171,66 312,00 1.569,96 761,88 654,00 3,36

INFORMACIÓN S. PEDRO SANTA ANA SANTA ELENA NTRA. SRA. DE LA ESTRELLA SANTIAGO SAN ESTEBAN SANTO TOMAS VIRGEN DEL COLLADO LA ASUNCION SAN JUAN S. JUAN BAUTISTA SANTA AGUEDA SAN JOSE SAN BARTOLOME S.PEDRO STA MARIA STA MARIA SAN FRANCISCO DE PAULA SANTO DOMINGO LA PRESENTACION S. JUAN BAUTISTA SAN ISIDORO SAN NICOLAS DE BARI STA Mª REALES ALCAZARES SANTA TERESA Y EL PILAR SANTO TOMAS SANTIAGO APOSTOL S. MIGUEL ARCANGEL LA ASUNCION SAN FRANCISCO DE ASIS NTRA. SRA. NATIVIDAD SAN ANDRES NTRA. SRA. DE GRACIA LA ASUNCION SAN BARTOLOME

SABIOTE SANTA ANA SANTA ELENA SANTIAGO DE CALATRAVA SANTIAGO DE LA ESPADA SANTISTEBAN DEL PUERTO SANTO TOME SEGURA DE LA SIERRA SILES SOLANA DE TORRALBA SOLERA SORIHUELA DEL GUADALIMAR TORREBLASCOPEDRO TORREDELCAMPO TORREDONJIMENO TORREDONJIMENO TORREPEROGIL TORREQUEBRADILLA TORRES TORRES DE ALBANCHEZ UBEDA UBEDA UBEDA UBEDA UBEDA UBEDA(El Donadío) VALDEPEÑAS VILCHES VILLACARRILLO VILLACARRILLO VILLANUEVA DE LA REINA VILLANUEVA DEL ARZOBISPO VILLARDOMPARDO VILLARGORDO VILLARRODRIGO

***

153 1.992,00 339,00 202,02 196,98 781,98 3.546,00 565,02 84,00 1.485,00 18,00 117,00 357,00 1.252,98 4.422,00 2.818,02 3.912,00 609,00 36,00 805,98 304,02 1.396,02 301,98 1.972,02 2.913,00 1.491,00 892,02 2.709,00 1.842,00 3.454,98 1.201,02 1.150,02 1.408,98 283,98 855,00 183,78

154

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO Ingresos y Gastos Parroquiales según Balances 2007 NOMBRE

LA ASUNCION

POBLACION ALBANCHEZ DE MAGINA

Ingresos 10.945,23

Gastos 10.171,06

EL SALVADOR

ALCALA LA REAL

26.578,80

23.289,96

SANTA MARIA

ALCALA LA REAL

40.249,61

50.560,42

SANTO DOMINGO DE SILOS

ALCALA LA REAL

35.936,00

35.941,00

SAN PEDRO

ALCAUDETE

17.197,11

22.976,60

SANTA MARIA

ALCAUDETE

53.919,91

56.162,44

LA INMACULADA

ALDEAQUEMADA

7.407,80

5.325,64

CRISTO REY

ANDUJAR

19.540,90

15.733,71

DIVINA PASTORA

ANDUJAR

27.444,97

33.519,13

SAN BARTOLOME

ANDUJAR

25.779,35

33.221,66

SAN EUFRASIO

ANDUJAR

21.958,30

22.305,79

SAN MIGUEL

ANDUJAR

39.494,25

42.644,99

SANTA MARIA

ANDUJAR

21.346,64

17.284,41

SANTIAGO APOSTOL SANTUARIO V. DE LA CABEZA S. JUAN BAUTISTA

ANDUJAR

1.898,68

2.079,84

ANDUJAR

21.005,22

20.905,22

ARBUNIEL

6.545,49

5.788,56

S. JUAN BAUTISTA

ARJONA

34.681,54

26.077,27

SAN MARTIN

ARJONA

24.675,08

37.905,60

LA ENCARNACION

ARJONILLA

39.586,36

30.612,18

LA INMACULADA

ARQUILLOS

8.876,45

9.160,68

LA INMACULADA

ARROYO OJANCO

13.134,70

11.626,11

EL SALVADOR

BAEZA

30.077,31

15.489,09

SAN ANDRES

BAEZA

39.802,75

39.573,04

SAN PABLO

BAEZA

46.560,50

47.921,18

NTRA. SRA. DEL PILAR

GUADALIMAR

5.940,56

12.795,50

EL SALVADOR

BAILEN

29.806,00

27.627,00

LA ENCARNACION

BAILEN

45.167,17

45.135,44

SAN JOSE OBRERO

BAILEN

13.720,00

37.405,48

SAN MATEO

BAÑOS DE LA ENCINA

32.547,51

45.678,15

LA ASUNCION

BEAS DE SEGURA

47.542,00

48.219,00

NTRA. SRA MARAVILLAS

CAÑADA CATENA

3.173,20

1.253,78

LA ASUNCION

BEDMAR

29.123,12

29.942,76

SANTIAGO

BEGIJAR

28.160,00

33.643,00

NTRA. SRA. DE LA PAZ

BELMEZ

12.705,54

12.910,26

LA ASUNCION

BENATAE

4.750,00

4.087,00

INFORMACIÓN

155

EL ESPIRITU SANTO NTRA. SRA. DE LA EXPECTACION LA ENCARNACION

BURUNCHEL

6.275,08

6.210,95

CABRA DEL SANTO CRISTO

13.492,48

10.257,51

CAMBIL

18.213,04

16.207,64

LA ENCARNACION

CAMPILLO DE ARENAS

14.440,98

11.945,48

LA ASUNCION

CAMPILLO DEL RIO

6.834,25

6.619,74

LA INMACULADA

CANENA

20.027,52

21.599,00

LA INMACULADA

CARBONEROS

1.485,95

1.125,14

NTRA SRA. DE REMEDIOS

CARCHEL

10.108,04

9.325,51

NTRA. SRA. DE LOS ANGELES

CARCHELEJO

20.471,80

22.823,32

SAN JOSE

CASILLAS DE MARTOS

3.623,12

3.922,38

AN PABLO

CASTELLAR(Camporredondo)

1.084,21

911,02

LA ENCARNACION

CASTELLAR

39.232,18

27.168,96

SAN PEDRO

CASTILLO DE LOCUBIN

SANTA MARIA MAGDALENA

CAZALILLA

10.602,66

12.623,47

SANTA MARIA

CAZORLA

81.802,77

76.004,91

NTRA.SRA. DEL ROSARIO SAN PEDRO APOSTOL CHICLANA NTRA. SRA.DE LA PAZ

CHARILLA

2.850,00

1.695,84

CHICLANA DE SEGURA

CHILLUEVAR

6.480,00

4.418,00

SAN RAFAEL

CORTIJOS NUEVOS

6.999,70

6.127,10

SAN MIGUEL

COTORIOS

1.400,00

1.215,00

LA INMACULADA

EL CENTENILLO

8.801,38

8.767,32

LA ASUNCION

EL DONADIO

848,39

948,17

LA SAGRADA FAMILIA

EL FONTANAR

3.480,02

4.079,02

NTRA. SRA. DE LA PAZ

EL MARMOL

NRA. SRA. REMEDIOS

EL MOLAR

1.162,75

255,91

SAN PEDRO AD VINCULA

ESCAÑUELA

SANTA CATALINA

ESPELUY

1.561,08

1.856,39

LA INMACULADA

ESTACION LINARES BAEZA

SANTA LUCIA

FRAILES

18.069,18

27.733,84

S. JUAN BAUTISTA

FRAILES(La Ribera)

7.302,26

6.439,01

VIRGEN DE LA FUENSANTA

FUENSANTA DE MARTOS

20.912,89

15.699,95

LA NATIVIDAD

FUERTE DEL REY

14.380,00

12.457,52

LA ASUNCION

GARCIEZ

5.930,80

4.264,81

LA INMACULADA

GENAVE

5.228,54

5.266,10

LA INMACULADA

GUARROMAN

12.515,20

9.736,86

LA INMACULADA

HIGUERA DE CALATRAVA

11.646,17

10.877,83

SAN MARCOS

HINOJARES

11.051,51

9.892,32

156

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

LA ASUNCION

HORNOS DE SEGURA

7.664,73

6.702,17

LA INMACULADA

HUELMA

41.251,71

34.692,84

VIRGEN DE LA CABEZA

HUESA

18.631,03

15.041,39

S. PEDRO Y S. PABLO

IBROS

21.387,95

20.577,61

LA ASUNCION

IZNATORAF

28.743,53

25.399,36

LA ENCARNACION

JABALQUINTO

EL SALVADOR

JAEN

53.865,02

47.738,20

SAN JUAN Y SAN PEDRO

JAEN

15.429,33

13.741,76

CRISTO REY LA INMACULADA Y S. PEDRO PASCUAL LA MERCED

JAEN

135.847,94

129.346,26

JAEN

33.212,54

26.712,18

JAEN

24.191,27

19.541,77

LA SANTA CRUZ NTRA. SRA. DE BELEN Y S.ROQUE S. JUAN DE LA CRUZ

JAEN

42.429,19

40.917,50

JAEN

71.463,57

64.990,63

JAEN

66.193,55

60.139,24

SAN BARTOLOME

JAEN

41.180,48

32.747,08

SAN EUFRASIO

JAEN

24.017,18

21.606,44

SAN FELIX DE VALOIS

JAEN

90.792,24

76.101,73

SAN ILDEFONSO

JAEN

220.741,10

176.658,01

SAN JUAN BOSCO

JAEN

29.781,52

29.789,34

SAN MIGUEL

JAEN

118.321,66

108.775,09

SANTA CRISTINA

JAEN

SANTA ISABEL

JAEN

18.810,00

19.716,00

SANTA MARIA DEL VALLE

JAEN

24.749,25

25.709,71

SANTA MARIA MAGDALENA

JAEN

12.904,25

15.206,96

SANTIAGO APOSTOL

JAEN

36.739,42

39.494,91

LA NATIVIDAD

JAMILENA

34.711,00

57.167,11

SANTIAGO EL MAYOR

JIMENA

18.703,31

16.852,62

SANTIAGO EL MAYOR

JIMENA (LAS ESCUELAS)

538,35

250,04

LA ASUNCION

JODAR

27.005,30

25.097,17

NTRA. SRA. DE FATIMA

JODAR

36.169,91

21.511,75

SAN ISIDRO

LA BOBADILLA

LA INMACULADA

LA CAROLINA

11.310,28

S. CARLOS BORROMEO

LA CAROLINA

20.003,10

16.039,94

S. JUAN DE LA CRUZ

LA CAROLINA

38.954,89

28.909,07

LA ASUNCION

LA GUARDIA

16.978,20

12.619,23

LA PURISIMA CONCEPCION

LA IRUELA

5.994,27

5.813,74

SANTA TERESITA

LA MATEA

INFORMACIÓN

157

LA INMACULADA

LA PEDRIZA

2.262,41

2.652,87

SAN JOSE

LA RABITA

SANTO CRISTO

LA YEDRA

8.542,47

3.909,39

LA CONSOLACION

LAHIGUERA

15.526,80

22.419,78

SAN PEDRO

LARVA

SGRDO CORAZON JESUS

LAS INFANTAS

3.010,75

1.619,62

VIRGEN DE LA CABEZA

LAS VIÑAS DE PEÑALLANA 5.740,90

5.989,00

EL BUEN PASTOR

LINARES

11.933,01

11.435,13

LA STA. CRUZ

LINARES

28.957,00

25.828,18

S. AGUSTIN

LINARES

40.649,23

39.569,47

S. FRANCISCO

LINARES

71.050,07

67.615,83

SAN JOSE OBRERO

LINARES

21.207,63

19.029,06

SAN JUAN DE AVILA

LINARES

11.833,23

10.504,28

SAN SEBASTIAN

LINARES

6.054,50

9.343,13

SANTA BARBARA

LINARES

18.837,47

13.895,76

SANTA MARIA LA MAYOR SGRDO CORAZON JESUS (El Pilar) PURISIMA CONCEPCION

LINARES

34.336,44

33.636,43

LINARES

18.338,00

18.678,00

LOPERA

31.943,10

35.629,36

NTRA SRA DE LOS REMEDIOS

LOS NOGUERONES

SAN JUAN BAUTISTA

LOS VILLARES

45.139,29

42.998,85

LA ASUNCION

LUPION

5.620,00

4.133,00

SAN JUAN EVANGELISTA

MANCHA REAL

58.359,52

63.585,94

LA ENCARNACION

MANCHA REAL

62.311,11

78.504,45

NTRA.SRA .DE LA PAZ

MARMOLEJO

76.034,08

69.362,08

LA ASUNCION

MARTOS

33.435,50

30.340,36

S. FRANCISCO DE ASIS

MARTOS

44.207,46

53.308,55

SAN AMADOR

MARTOS

22.445,08

25.336,42

SAN JUAN DE DIOS

MARTOS

14.957,68

17.400,09

SANTA MARTA

MARTOS

24.753,15

24.075,32

LA INMACULADA

MENGIBAR

23.807,09

21.770,73

SAN PEDRO

MENGIBAR

25.666,15

23.421,26

SANTA ISABEL

MILLER

SAN VICENTE MARTIR

MOGON

LA VIRGEN DEL CARMEN

MONTE LOPE ALVAREZ

LA INMACULADA

MONTIZON

16.475,48

18.701,78

S. JUAN BAUTISTA

NAVAS DE SAN JUAN

30.024,95

29.578,19

LA INMACULADA

NAVAS DE TOLOSA

4.835,99

3.062,75

158

BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

LA ASUNCION

NOALEJO

21.200,44

20.946,88

LA ASUNCION

ORCERA

LA ENCARNACION

PEAL DE BECERRO

LA SANTA CRUZ

PEGALAJAR

36.920,42

37.274,43

NTRA.SRA.DEL ROSARIO

PONTONES

6.422,34

9.042,94

LA ASUNCION

PORCUNA

61.678,05

51.944,38

LA ENCARNACION SANTA TERESA DEL NIÑO JESUS S. ISIDRO LABRADOR

POZO ALCON

24.841,77

31.205,38

PUENTE DEL OBISPO

1.470,35

2.993,60

PUENTE GENAVE

8.371,00

8.367,00

SAN MATEO

PUERTA DE SEGURA

11.765,31

11.711,95

S. PEDRO Y S. PABLO

QUESADA

VIRGEN DE TISCAR

QUESADA-TISCAR

LA ASUNCION

RUS

LA INMACULADA

SABARIEGO

S. PEDRO

SABIOTE

36.042,89

30.652,89

SANTA ANA

10.360,82

12.320,54

SANTA ELENA

9.869,18

6.367,40

NTRA. SRA. DE LA ESTRELLA

SANTIAGO DE CALATRAVA

10.644,75

9.447,01

SANTIAGO APOSTOL

SANTIAGO DE LA ESPADA

13.056,39

14.703,44

SAN ESTEBAN

SANTISTEBAN DEL PUERTO

30.231,51

46.078,41

SANTO TOMAS

SANTO TOME

16.306,86

16.075,95

VIRGEN DEL COLLADO

SEGURA DE LA SIERRA

LA ASUNCION

SILES

16.372,00

15.816,00

SAN JUAN

SOLANA DE TORRALBA

S. JUAN BAUTISTA

1.839,73

1.224,14

SAN JOSE

SOLERA SORIHUELA DEL GUADALIMAR TORREBLASCOPEDRO

31.838,85

31.011,03

SAN BARTOLOME

TORREDELCAMPO

81.555,82

79.488,06

SANTA AGUEDA

S. PEDRO

TORREDONJIMENO

55.342,83

76.629,85

STA. MARIA

TORREDONJIMENO

86.567,52

94.961,36

STA. MARIA

TORREPEROGIL

33.127,54

31.861,72

SAN FRANCISCO DE PAULA

TORREQUEBRADILLA

1.447,47

1.707,60

SANTO DOMINGO

TORRES

18.526,17

20.059,57

LA PRESENTACION

TORRES DE ALBANCHEZ

7.614,86

8.174,67

S. JUAN BAUTISTA

UBEDA

38.484,00

SAN ISIDORO

UBEDA

58.202,07

45.532,48

SAN NICOLAS DE BARI

UBEDA

33.598,98

27.514,94

INFORMACIÓN

159

SANTA TERESA Y EL PILAR

UBEDA

29.595,78

STA Mª REALES ALCAZARES

UBEDA

53.086,06

40.652,68

SANTO TOMAS

UBEDA

26.573,67

26.634,64

SANTIAGO APOSTOL

VALDEPEÑAS

34.295,54

36.467,03

SAN ANTONIO

VENTAS DEL CARRIZAL

S. MIGUEL ARCANGEL

VILCHES

30.677,71

32.048,35

LA ASUNCION

VILLACARRILLO

63.510,00

52.917,00

SAN FRANCISCO DE ASIS

VILLACARRILLO

25.646,41

25.496,10

NTRA. SRA. NATIVIDAD

VILLANUEVA DE LA REINA VILLANUEVA DEL ARZOBISPO VILLARDOMPARDO

18.783,61

19.750,52

SAN ANDRES NTRA. SRA. DE GRACIA

25.788,61

34.467,29

34.439,94

LA ASUNCION

VILLARGORDO

21.406,89

16.629,95

SAN BARTOLOME

VILLARRODRIGO

7.220,72

5.459,42

STA. IGLESIA CATEDRAL

JAEN

194.700,18

173.502,76

STA. IGLESIA CATEDRAL

BAEZA

64.056,94 4.824.584,43

60.573,33 4.662.359,83

VARIOS DECRETO DE LA PENITENCIARÍA APOSTÓLICA Concesión de indulgencia con motivo del Jubileo del MDCC Aniversario del martirio de los Santos Bonoso y Maximiano, Patronos de Arjona PENITENCIARÍA APOSTÓLICA Prot. N. 84/08/I SANTÍSIMO PADRE Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén, haciendo con agrado suyas las preces de Pablo Luis Armero García, Párroco de la Parroquia de San Juan Bautista, Administrador parroquial de San Martín y Rector del templo de Santa María “del Alcázar”, en la ciudad de Arjona, que se encuentran dentro de los límites de la Diócesis, junto con las súplicas de todos los órganos o consejos y asociaciones parroquiales, sacerdotes y fieles de las comunidades parroquiales del arciprestazgo y comarca de Arjona, expone con toda reverencia: El día XXI del próximo mes de Agosto se cumplirá el milésimo septingentésimo año de que los Santos Bonoso, Maximiano y sus compañeros

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BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

recibieron la corona del martirio, por decapitación, en la ciudad de Arjona. Para que se fomente, como es debido, la piadosa memoria de este sacro acontecimiento, y por consiguiente los fieles se preparen mejor para recibir los frutos espirituales, el Excelentísimo Señor Obispo anunció unas celebraciones especiales de la Palabra de Dios en el templo de Santa María “del Alcázar”, que se deberán celebrar desde el día XXI del próximo mes de Agosto hasta el día XXI de Agosto del año MMIX; así, la oportunidad de recibir los sacramentos con la debida preparación, que se extenderá amplísimamente, será un eficaz estímulo para llevar a cabo obras de fraterna caridad sobrenatural, y por esta razón, es de esperar que la renovación espiritual, como sucedió en el Gran jubileo, se deberá fortalecer y prolongar admirablemente, tanto individualmente en los fieles, como en las diversas asociaciones eclesiales del arciprestazgo y comarca de Arjona. Para conseguir en gran manera este fin deseado, ayudará, antes que nada, el don de las Indulgencias que, desde ese lugar, se solicita confiadamente, como testimonio y prueba de la paterna benevolencia de Vuestra Santidad, y estímulo para que se consolide, en todo el territorio de Arjona y de la Diócesis de Jaén, el vínculo jerárquico y filial hacia Vuestra misma Santidad y hacia el propio Obispo. Y Dios, etc. PENITENCIARÍA APOSTÓLICA Prot. N. 85/08/I DECRETO La PENITENCIARÍA APOSTÓLICA, en virtud de las facultades concedidas a ella de modo especialísimo por el Santísimo en Cristo Padre y Señor Nuestro, Señor Benedicto, por la Divina Providencia Papa XVI, concede benignamente al Excelentísimo y Reverendísimo Padre Don Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén, que los días XXI de Agosto de MMVIII y MMIX, en los que solemnemente se abrirán y cerrarán las celebraciones jubilares del MDCC aniversario del martirio de los Santos Bonoso y Maximiano, Patronos ante Dios de la Ciudad de Arjona, tras celebrar el divino Sacrificio, imparta a todos los fieles presentes que, alejando su espíritu del afecto de pecado, participasen en la celebración litúrgica, la Bendición papal con la Indulgencia plenaria aneja, que se ha de lucrar bajo las acostumbradas condiciones (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por la intención del Sumo Pontífice).

INFORMACIÓN

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Los fieles que recibiesen devotamente la Bendición papal, aun cuando, por una circunstancia razonable, no estuviesen presentes físicamente en los ritos sagrados, podrán conseguir la Indulgencia plenaria según la norma del derecho, con tal que los mismos ritos sagrados, mientras se celebran, los sigan gracias a la televisión o a la radio, con la piadosa intención de su mente. No habiendo nada en contra. Dado en Roma, en los edificios de la Penitenciaría Apostólica, el día XXI del mes de junio, en el año de la Encarnación del Señor MMVIII. [rubricado] JAMES FRANCIS S.R.E. Cardenal STAFFORD. Penitenciario Mayor [rubricado] Gianfranco Girotti,, O.F.M. Conv. Obispo titular de Meta, Regente En el día XXI de junio de MMVIII La PENITENCIARIA APOSTÓLICA, por mandato del Sumo Pontífice, concede con agrado Indulgencia plenaria, cumpliendo las acostumbradas condiciones (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intención del Sumo Pontífice), que puede ser lucrada por los fieles verdaderamente penitentes, la cual también puedan aplicar como sufragio a las almas de los fieles que estén en el Purgatorio: a. si realizaran una peregrinación sagrada al templo de Santa María “del Alcázar”, en la ciudad de Arjona, y allí participasen en la celebración litúrgica o en otro piadoso ejercicio; b. si separadamente o por grupos visitaran el mencionado templo, y allí, ante los sagrados restos de los Santos Patronos, se dedicasen a consideraciones piadosas al menos durante un conveniente espacio de tiempo, concluyendo con el Padrenuestro, la Profesión de Fe en cualquier forma legítima, así como con las invocaciones a la Bienaventurada Virgen María y los Santos Bonoso, Maximiano y sus compañeros, mártires. Los piadosos fieles impedidos por la vejez o por enfermedad grave, podrán conseguir igualmente la Indulgencia, si arrepintiéndose de todo pecado, y teniendo intención de cumplir, cuanto antes pudieren, las tres condiciones acostumbradas, se unan espiritualmente a las celebraciones jubilares y a las peregrinaciones, ofreciendo sus oraciones y dolores a Dios misericordioso por medio de María. Finalmente, los fieles podrán lucrar la Indulgencia parcial, cuantas veces, con corazón contrito, a. dediquen súplicas y otras pruebas de piedad en

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BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

honor de los Santos Patronos; b. piadosamente se entreguen a obras ya sea de misericordia, ya de penitencia, ya de evangelización, indicadas por el Excelentísimo Obispo de Jaén. Estas condiciones valdrán durante todo el año jubilar. No habiendo nada en contra. [rubricado] JAMES FRANCIS S.R.E. Cardenal STAFFORD. Penitenciario Mayor [rubricado] Gianfranco Girotti O.F.M. Conv. Obispo titular de Meta, -Regente

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II.II. DE LA SANTA SEDE 1. DISCURSO DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI A LA ASAMBLEA PLENARIA DEL CONSEJO PONTIFICO PARA LA FAMILIA Sábado 5 de abril de 2008 Señores cardenales; venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio; queridos hermanos y hermanas: Me alegra encontrarme con vosotros al final de la XVIII asamblea plenaria del Consejo pontificio para la familia, que ha tenido por tema: «Los abuelos: su testimonio y su presencia en la familia». Os doy las gracias por haber aceptado mi propuesta de Valencia, donde dĳe: «Ojalá que, bajo ningún concepto, sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe» (Encuentro festivo y testimonial, 8 de julio de 2006: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 14 de julio de 2006, p. 11). Saludo en particular al cardenal Ricardo Vidal, arzobispo de Cebú, miembro del comité de presidencia, que se ha hecho intérprete de los sentimientos de todos vosotros, y dirĳo un afectuoso saludo al querido cardenal Alfonso López Trujillo, que desde hace dieciocho años guía con celo y competencia el dicasterio. Sentimos su ausencia en medio de nosotros. Le deseamos una pronta curación y oramos por él. El tema que habéis afrontado es muy familiar a todos. ¿Quién no recuerda a sus abuelos? ¿Quién puede olvidar su presencia y su testimonio en el hogar? ¡Cuántos de nosotros llevan su nombre como signo de continuidad y de gratitud! Es costumbre en las familias, después de su muerte, recordar su aniversario con una misa de sufragio por ellos y, si es posible, con una visita al cementerio. Estos y otros gestos de amor y de fe son manifestación de nuestra gratitud hacia ellos. Por nosotros se entregaron, se sacrificaron y, en ciertos casos, incluso se inmolaron. La Iglesia ha prestado siempre una atención particular a los abuelos, reconociendo que constituyen una gran riqueza desde el punto de vista humano y social, así como desde el punto de vista religioso y espiritual. Mis venerados predecesores Pablo VI y Juan Pablo II —de este último acabamos

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BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

de celebrar el tercer aniversario de su muerte— intervinieron muchas veces, subrayando el aprecio que la comunidad eclesial tiene por los ancianos, por su dedicación y por su espiritualidad. En particular, Juan Pablo II, durante el jubileo del año 2000, convocó en septiembre, en la plaza de San Pedro, al mundo de la «tercera edad», y en esa circunstancia dĳo: «A pesar de las limitaciones que me han sobrevenido con la edad, conservo el gusto por la vida. Doy gracias al Señor por ello. Es hermoso poderse gastar hasta el final por la causa del reino de Dios». Son palabras contenidas en la carta que aproximadamente un año antes, en octubre de 1999, había dirigido a los ancianos, y que conserva intacta su actualidad humana, social y cultural (Carta a los ancianos, n. 17: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 29 de octubre de 1999, p. 7). Vuestra asamblea plenaria ha afrontado el tema de la presencia de los abuelos en la familia, en la Iglesia y en la sociedad, con una mirada que abarca el pasado, el presente y el futuro. Analicemos brevemente estos tres momentos. En el pasado, los abuelos desempeñaban un papel importante en la vida y en el crecimiento de la familia. Incluso en edad avanzada, seguían estando presentes entre sus hĳos, con sus nietos y, a veces, entre sus bisnietos, dando un testimonio vivo de solicitud, sacrificio y entrega diaria sin reservas. Eran testigos de una historia personal y comunitaria que seguía viviendo en sus recuerdos y en su sabiduría. Hoy, la evolución económica y social ha producido profundos cambios en la vida de las familias. Los ancianos, entre los cuales figuran muchos abuelos, se han encontrado en una especie de «zona de aparcamiento»: algunos se sienten como una carga en la familia y prefieren vivir solos o en residencias para ancianos, con todas las consecuencias que se derivan de estas opciones. Además, por desgracia, en muchas partes parece avanzar la «cultura de la muerte», que amenaza también la etapa de la tercera edad. Con creciente insistencia se llega incluso a proponer la eutanasia como solución para resolver ciertas situaciones difíciles. La ancianidad, con sus problemas relacionados también con los nuevos contextos familiares y sociales a causa del desarrollo moderno, ha de valorarse con atención, siempre a la luz de la verdad sobre el hombre, sobre la familia y sobre la comunidad. Es preciso reaccionar siempre con fuerza contra lo que deshumaniza a la sociedad. Estos problemas interpelan fuertemente a las comunidades parroquiales y

INFORMACIÓN

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diocesanas, las cuales se están esforzando por salir al paso de las exigencias modernas con respecto a los ancianos. Hay asociaciones y movimientos eclesiales que han abrazado esta causa importante y urgente. Es necesario unirse para derrotar juntos toda marginación, porque la mentalidad individualista no sólo los atropella a ellos —los abuelos, las abuelas, los ancianos—, sino a todos. Si, como en muchas partes se suele decir a menudo, los abuelos constituyen un valioso recurso, es preciso hacer opciones coherentes que permitan valorar lo mejor posible ese recurso. Ojalá que los abuelos vuelvan a ser una presencia viva en la familia, en la Iglesia y en la sociedad. Por lo que respecta a la familia, los abuelos deben seguir siendo testigos de unidad, de valores basados en la fidelidad a un único amor que suscita la fe y la alegría de vivir. Los así llamados «nuevos modelos de familia» y el relativismo generalizado han debilitado estos valores fundamentales del núcleo familiar. Como con razón habéis observado durante vuestros trabajos, los males de nuestra sociedad requieren remedios urgentes. Ante la crisis de la familia, ¿no se podría recomenzar precisamente de la presencia y del testimonio de los abuelos, que tienen una solidez mayor en valores y en proyectos? En efecto, no se puede proyectar el futuro sin hacer referencia a un pasado rico en experiencias significativas y en puntos de referencia espiritual y moral. Pensando en los abuelos, en su testimonio de amor y de fidelidad a la vida, vienen a la memoria las figuras bíblicas de Abraham y Sara, de Isabel y Zacarías, de Joaquín y Ana, así como de los ancianos Simeón y Ana, o también Nicodemo: todos ellos nos recuerdan que a cualquier edad el Señor pide a cada uno la aportación de sus talentos. Dirĳamos ahora la mirada hacia el VI Encuentro mundial de las familias, que se celebrará en México en enero de 2009. Saludo y doy las gracias al cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo de México, aquí presente, por todo lo que ya ha realizado durante estos meses de preparación juntamente con sus colaboradores. Todas las familias cristianas del mundo miran a esta nación «siempre fiel» a la Iglesia, que abrirá sus puertas a todas las familias del mundo. Invito a las comunidades eclesiales, especialmente a los grupos familiares, a los movimientos y a las asociaciones de familias, a prepararse espiritualmente para este acontecimiento de gracia.

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BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

Venerados y queridos hermanos, os agradezco una vez más vuestra visita y el trabajo realizado durante estos días; os aseguro mi recuerdo en la oración, y de corazón os imparto a vosotros y a vuestros seres queridos la bendición apostólica.

2. CARTA PAPA BENEDICTO XVI CON OCASIÓN DEL XLIX CONGRESO EUCARÍSTICO INTERNACIONAL BENEDICTVS XVI EPISTULA DATA IOSEPHO S.R.E. CARDINALI TOMKO, PRAESIDI OLIM PONTIFICII COMITATUS EUCHARISTICIS INTERNATIONALIBUS CONVENTIBUS PROVEHENDIS, ELECTO LEGATO PONTIFICIO AD CELEBRANDUM XLIX CONGRESSUM EUCHARISTICUM INTERNATIONALEM, IN URBE QUEBECENSI Venerabili Fratri Nostro IOSEPHO S.R.E. Cardinali TOMKO, Praesidi olim Pontificii Comitatus Eucharisticis Internationalibus Conventibus provehendis “Sanctissima Eucharistia donum est Iesu Christi se ipsum tradentis, qui Dei infinitum nobis patefacit in singulos homines amorem”. Hac sententia placuit Nobis Adhortationem Apostolicam Postsynodalem Sacramentum caritatis (n. 1) inire, in qua praecipua quaedam elementa officiaque explicavimus ad novum in Ecclesia impulsum eucharisticum concitandum. Nunc vero animum Nostrum praeparamus ad singularis ponderis eucharisticum eventum, ad XLIX videlicet Congressum Eucharisticum Internationalem, tempus scilicet precis, meditationis atque eucharisticae renovationis, qui diebus XV-XXII proximi mensis Iunii Quebecensi in urbe celebrabitur. Haec Statio orbis eodem evenit anno quo iam memorata urbs CD anniversariam memoriam conditionis suae celebrat et Mexicani fideles Ecclesiae implantationem in septentrionali patriae regione recolunt. Grato animo humanissimam accepimus Epistulam Venerabilis Fratris Nostri Marci S.R.E. Cardinalis Ouellet, Archiepiscopi Metropolitae Quebecensis atque Canadiae Primatis, qui, auditis auctoritatibus civilibus et Conferentia Episcoporum Canadiae, Nosmet Ipsos ut hunc Congressum Internationalem Eucharisticum participaremus invitavit. Cum ob

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negotiorum Nostrorum abundantiam hoc fieri nequeat, aliquem eminentem ecclesiasticum virum quaerimus qui Nostro Nomine huic Congressui praeesse valeat. Itaque ad Te, Venerabilis Frater Noster, animum Nostrum vertimus qui, Praeses olim Pontificii Comitatus Eucharisticis Internationalibus Conventibus provehendis, non solum singulari hac in doctrina de Eucharistia excellis peritia sed etiam erga Eucharistiam nota devotione. Idcirco harum Litterarum vi Te designamus Legatum Nostrum, mandatis Tibi factis, ut memoratis diebus in praeclara Canadiae urbe sacris celebritatibus Nostro nomine praesis atque Nostros pastorales sensus fidelibus ibi congregatis humaniter renunties. De Eucharistia loqueris quae “donum Dei est pro vita mundi”, atque omnes adhortaberis ad spiritalem vitam per eam renovandam, fontem scilicet cuiusque formae sanctitatis. Dum per Te, Venerabilis Frater Noster, omnes consalutamus Praesules et fideles qui Quebecum ad Congressum advenient, precibus Nostris omnes comitamur atque Deum omnipotentem obsecramus ut, materno praesidio Beatae Mariae Virginis suffulti, praeceptum caritatis in vita cotidiana diligentius servare pergant. Munus tuum magni sane ponderis aestimantes, peculiaris benevolentiae Nostrae pignus Apostolicam Benedictionem Tibi peramanter impertimus, universis Congressus Eucharistici Internationalis Quebecensis participibus transmittendam. Ex Aedibus Vaticanis, die IX mensis Aprilis, anno MMVIII, Pontificatus Nostri tertio. BENEDICTVS PP. XVI ***

3. DISCURSO DEL PAPA BENEDICTO XVI A LA ASAMBLEA PLENARIA DE LOS DIRECTORES DE LAS OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS Sábado 17 de mayo de 2008 Señor cardenal; venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio; queridos hermanos y hermanas: Me alegra particularmente encontrarme con todos vosotros, que estáis comprometidos directamente en las Obras misionales pontificias, organismos al servicio del Papa y de los obispos de las Iglesias particulares para realizar el

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BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

mandato misionero de evangelizar a las gentes hasta los confines de la tierra. En primer lugar, expreso mi cordial agradecimiento al señor cardenal Ivan Dias, prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos, por las palabras que me ha dirigido en nombre de todos los presentes. Extiendo mi saludo al secretario y a todos los colaboradores del dicasterio misionero, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas. Queridos hermanos, gracias a vuestro intenso trabajo la afirmación del Concilio, según la cual “toda la Iglesia es misionera por su misma naturaleza”, se hace realidad efectiva. Las Obras misionales pontificias tienen el carisma de promover entre los cristianos el celo por el reino de Dios, que se ha de instaurar por doquier a través del anuncio del Evangelio. Surgidas con esta dimensión universal, fueron un instrumento valioso en las manos de mis predecesores, que las elevaron al rango de pontificias, recomendando a los obispos instituirlas en sus diócesis. El concilio Vaticano II les reconoció, con razón, el primer lugar en la cooperación misionera, “pues son medios para infundir en los católicos, ya desde la infancia, el sentido verdaderamente universal y misionero y para estimular la recogida eficaz de ayudas en favor de todas las misiones según las necesidades de cada una” (Ad gentes, 38). El Concilio profundizó particularmente en la naturaleza y la misión de la Iglesia particular, reconociendo su plena dignidad y su responsabilidad misionera. La misión es tarea y deber de todas las Iglesias, que como vasos comunicantes comparten personas y recursos para realizarla. Cada Iglesia particular es el pueblo elegido entre las gentes, convocado en la unidad del Padre y del Hĳo y del Espíritu Santo, para “anunciar las maravillas del que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (Lumen gentium, 10). Es el lugar donde el Espíritu se manifiesta con la riqueza de sus carismas, suscitando en cada fiel la llamada y la responsabilidad de la misión. Su misión consiste en promover la comunión. A los gérmenes de disgregación entre los hombres, que la experiencia diaria muestra tan arraigados en la humanidad a causa del pecado, la Iglesia particular contrapone la fuerza generadora de unidad del Cuerpo de Cristo. El Papa Juan Pablo II afirmó con alegría que “se han multiplicado las Iglesias particulares provistas de obispo, clero y personal apostólico propios; (...) la comunión entre las Iglesias lleva a un intercambio eficaz de bienes y dones espirituales; (...) se está afianzando una conciencia nueva, según la cual la misión atañe a todos los cristianos, a todas las diócesis y parroquias, a las

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instituciones y asociaciones eclesiales” (Redemptoris missio, 2). Gracias a la reflexión que han desarrollado durante estos decenios, las Obras misionales pontificias se han insertado en el contexto de los nuevos paradigmas de evangelización y del modelo eclesiológico de comunión entre las Iglesias. Es evidente que son pontificias, pero por derecho son también episcopales, en cuanto instrumentos en las manos de los obispos para realizar el mandato misionero de Cristo. “Las Obras misionales pontificias, aunque son las Obras del Papa, lo son también del entero Episcopado y de todo el pueblo de Dios” (Pablo VI, Mensaje para la Jornada mundial de las misiones de 1968). Son el instrumento específico, privilegiado y principal para la educación en el espíritu misionero universal, para la comunión y la colaboración intereclesial al servicio del anuncio del Evangelio (cf. Estatuto, 18). También en esta fase de la historia de la Iglesia, considerada misionera por su naturaleza, el carisma y el trabajo de las Obras misionales pontificias no se han agotado, y no deben faltar nunca. Sigue siendo urgente y necesaria la misión de evangelizar a la humanidad. La misión es un deber, al que hay que responder: “¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!” (1 Co 9, 16). El apóstol san Pablo, a quien la Iglesia dedica un año especial conmemorando dos mil años de su nacimiento, comprendió en el camino de Damasco, y experimentó después a lo largo de su ministerio, que la redención y la misión son actos de amor. El amor a Cristo lo impulsó a recorrer las calles del Imperio romano, a ser heraldo, apóstol, anunciador del Evangelio (cf. 2 Tm 2, 1. 11) y a hacerse todo a todos, para salvar a toda costa a algunos (cf. 1 Co 9, 22). “El que anuncia el Evangelio participa de la caridad de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros (cf. Ef 5, 2); es su emisario y suplica en nombre de Cristo: reconciliaos con Dios (cf. 2 Co 5, 20)” (Congregación para la doctrina de la fe, Nota doctrinal acerca de algunos aspectos de la evangelización, n. 11: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 21 de diciembre de 2007, p. 12). El amor es lo que nos debe impulsar a anunciar con franqueza y valentía a todos los hombres la verdad que salva (cf. Gaudium et spes, 28). Un amor que se debe irradiar por doquier y alcanzar el corazón de todo hombre, pues los hombres esperan a Cristo. Las palabras de Jesús, “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hĳo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado” (Mt 28, 19-20), constituyen aún un mandato obligatorio para toda la Iglesia y para cada uno de los fieles de Cristo. Este compromiso apostólico es un deber y también

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BOLETÍN OFICIAL ECLESIÁSTICO

un derecho irrenunciable, expresión propia de la libertad religiosa, que tiene sus correspondientes dimensiones ético-sociales y ético-políticas (cf. Dignitatis humanae, 6). A las Obras misionales pontificias se les pide hacer de la missio ad gentes el paradigma de toda la actividad pastoral. A ellas, y de modo particular a la Unión misional pontificia, les corresponde la tarea de “promover y difundir cada vez más en el pueblo cristiano el misterio de la Iglesia, es decir, este eficaz espíritu misionero” (Pablo VI, Graves et increscentes). Estoy seguro de que seguiréis comprometiéndoos con todo vuestro entusiasmo para que vuestras Iglesias particulares asuman cada vez con más generosidad su parte de responsabilidad en la misión universal. Imparto a todos mi bendición. ***

4. SANTA MISA Y PROCESIÓN EUCARÍSTICA A LA BASÍLICA DE SANTA MARÍA LA MAYOR EN LA SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO HOMILÍA DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI Atrio de la Basílica de San Juan de Letrán, Jueves 22 de mayo de 2008 Queridos hermanos y hermanas: Después del tiempo fuerte del año litúrgico, que, centrándose en la Pascua se prolonga durante tres meses —primero los cuarenta días de la Cuaresma y luego los cincuenta días del Tiempo pascual—, la liturgia nos hace celebrar tres fiestas que tienen un carácter “sintético”: la Santísima Trinidad, el Corpus Christi y, por último, el Sagrado Corazón de Jesús. ¿Cuál es el significado específico de la solemnidad de hoy, del Cuerpo y la Sangre de Cristo? Nos lo manifiesta la celebración misma que estamos realizando, con el desarrollo de sus gestos fundamentales: ante todo, nos hemos reunido alrededor del altar del Señor para estar juntos en su presencia; luego, tendrá lugar la procesión, es decir, caminar con el Señor; y, por último, arrodillarse ante el Señor, la adoración, que comienza ya en la misa y acompaña toda la procesión, pero que culmina en el momento final de la bendición eucarística, cuando todos nos postremos ante Aquel que se inclinó hasta nosotros y dio la vida por nosotros. Reflexionemos brevemente sobre

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estas tres actitudes para que sean realmente expresión de nuestra fe y de nuestra vida. Así pues, el primer acto es el de reunirse en la presencia del Señor. Es lo que antiguamente se llamaba “statio”. Imaginemos por un momento que en toda Roma sólo existiera este altar, y que se invitara a todos los cristianos de la ciudad a reunirse aquí para celebrar al Salvador, muerto y resucitado. Esto nos permite hacernos una idea de los orígenes de la celebración eucarística, en Roma y en otras muchas ciudades a las que llegaba el mensaje evangélico: en cada Iglesia particular había un solo obispo y en torno a él, en torno a la Eucaristía celebrada por él, se constituía la comunidad, única, pues era uno solo el Cáliz bendecido y era uno solo el Pan partido, como hemos escuchado en las palabras del apóstol san Pablo en la segunda lectura (cf. 1 Co 10, 16-17). Viene a la mente otra famosa expresión de san Pablo: “Ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Ga 3, 28). “Todos vosotros sois uno”. En estas palabras se percibe la verdad y la fuerza de la revolución cristiana, la revolución más profunda de la historia humana, que se experimenta precisamente alrededor de la Eucaristía: aquí se reúnen, en la presencia del Señor, personas de edad, sexo, condición social e ideas políticas diferentes. La Eucaristía no puede ser nunca un hecho privado, reservado a personas escogidas según afinidades o amistad. La Eucaristía es un culto público, que no tiene nada de esotérico, de exclusivo. Nosotros, esta tarde, no hemos elegido con quién queríamos reunirnos; hemos venido y nos encontramos unos junto a otros, unidos por la fe y llamados a convertirnos en un único cuerpo, compartiendo el único Pan que es Cristo. Estamos unidos más allá de nuestras diferencias de nacionalidad, de profesión, de clase social, de ideas políticas: nos abrimos los unos a los otros para convertirnos en una sola cosa a partir de él. Esta ha sido, desde los inicios, la característica del cristianismo, realizada visiblemente alrededor de la Eucaristía, y es necesario velar siempre para que las tentaciones del particularismo, aunque sea de buena fe, no vayan de hecho en sentido opuesto. Por tanto, el Corpus Christi ante todo nos recuerda que ser cristianos quiere decir reunirse desde todas las partes para estar en la presencia del único Señor y ser uno en él y con él. El segundo aspecto constitutivo es caminar con el Señor. Es la realidad manifestada por la procesión, que viviremos juntos después de la santa misa,

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como su prolongación natural, avanzando tras Aquel que es el Camino. Con el don de sí mismo en la Eucaristía, el Señor Jesús nos libra de nuestras “parálisis”, nos levanta y nos hace “pro-cedere”, es decir, nos hace dar un paso adelante, y luego otro, y de este modo nos pone en camino, con la fuerza de este Pan de la vida. Como le sucedió al profeta Elías, que se había refugiado en el desierto por miedo a sus enemigos, y había decidido dejarse morir (cf. 1 R 19, 1-4). Pero Dios lo despertó y le puso a su lado una torta recién cocida: “Levántate y come —le dĳo—, porque el camino es demasiado largo para ti” (1 R 19, 5. 7). La procesión del Corpus Christi nos enseña que la Eucaristía nos quiere librar de todo abatimiento y desconsuelo, quiere volver a levantarnos para que podamos reanudar el camino con la fuerza que Dios nos da mediante Jesucristo. Es la experiencia del pueblo de Israel en el éxodo de Egipto, la larga peregrinación a través del desierto, de la que nos ha hablado la primera lectura. Una experiencia que para Israel es constitutiva, pero que resulta ejemplar para toda la humanidad. De hecho, la expresión “no sólo de pan vive el hombre, sino que el hombre vive de todo lo que sale de la boca del Señor” (Dt 8, 3) es una afirmación universal, que se refiere a todo hombre en cuanto hombre. Cada uno puede hallar su propio camino, si se encuentra con Aquel que es Palabra y Pan de vida, y se deja guiar por su amigable presencia. Sin el Dios-con-nosotros, el Dios cercano, ¿cómo podemos afrontar la peregrinación de la existencia, ya sea individualmente ya sea como sociedad y familia de los pueblos? La Eucaristía es el sacramento del Dios que no nos deja solos en el camino, sino que nos acompaña y nos indica la dirección. En efecto, no basta avanzar; es necesario ver hacia dónde vamos. No basta el “progreso”, si no hay criterios de referencia. Más aún, si nos salimos del camino, corremos el riesgo de caer en un precipicio, o de alejarnos más rápidamente de la meta. Dios nos ha creado libres, pero no nos ha dejado solos: se ha hecho él mismo “camino” y ha venido a caminar juntamente con nosotros a fin de que nuestra libertad tenga el criterio para discernir la senda correcta y recorrerla. Al llegar a este punto, no se puede menos de pensar en el inicio del “Decálogo”, los diez mandamientos, donde está escrito: “Yo, el Señor, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí” (Ex 20, 2-3). Aquí encontramos el tercer elemento constitutivo del Corpus Christi: arrodillarse en adoración ante el Señor. Adorar al Dios de Jesucristo, que se hizo pan partido por

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amor, es el remedio más válido y radical contra las idolatrías de ayer y hoy. Arrodillarse ante la Eucaristía es una profesión de libertad: quien se inclina ante Jesús no puede y no debe postrarse ante ningún poder terreno, por más fuerte que sea. Los cristianos sólo nos arrodillamos ante Dios, ante el Santísimo Sacramento, porque sabemos y creemos que en él está presente el único Dios verdadero, que ha creado el mundo y lo ha amado hasta el punto de entregar a su Hĳo único (cf. Jn 3, 16). Nos postramos ante Dios que primero se ha inclinado hacia el hombre, como buen Samaritano, para socorrerlo y devolverle la vida, y se ha arrodillado ante nosotros para lavar nuestros pies sucios. Adorar el Cuerpo de Cristo quiere decir creer que allí, en ese pedazo de pan, se encuentra realmente Cristo, el cual da verdaderamente sentido a la vida, al inmenso universo y a la criatura más pequeña, a toda la historia humana y a la existencia más breve. La adoración es oración que prolonga la celebración y la comunión eucarística; en ella el alma sigue alimentándose: se alimenta de amor, de verdad, de paz; se alimenta de esperanza, pues Aquel ante el cual nos postramos no nos juzga, no nos aplasta, sino que nos libera y nos transforma. Por eso, reunirnos, caminar, adorar, nos llena de alegría. Haciendo nuestra la actitud de adoración de María, a la que recordamos de modo especial en este mes de mayo, oramos por nosotros y por todos; oramos por todas las personas que viven en esta ciudad, para que te conozcan a ti, Padre, y al que enviaste, Jesucristo, a fin de tener así la vida en abundancia. Amén. ***

5. MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI A LOS PARTICIPANTES EN LA CUMBRE DE LA FAO CELEBRADA EN ROMA Señor presidente de la República italiana; ilustres jefes de Estado y de Gobierno; señor director general de la FAO; señor secretario general de la ONU; señoras y señores: Me alegra expresaros mi deferente y cordial saludo a todos vosotros, que de diferentes maneras representáis a los diversos componentes de la familia humana y os habéis reunido en Roma para concordar soluciones idóneas y afrontar el problema del hambre y de la desnutrición. He pedido al cardenal Tarcisio Bertone, mi secretario de Estado, que os transmita la especial atención con la que sigo vuestro trabajo y que os asegure

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que atribuyo gran importancia a la ardua tarea que os espera. A vosotros se dirige la mirada de millones de hombres y mujeres, mientras nuevas amenazas se ciernen sobre su supervivencia, y situaciones preocupantes ponen en peligro la seguridad de sus países. En efecto, la creciente globalización de los mercados no siempre favorece la disponibilidad de alimentos, y los sistemas productivos con frecuencia se ven condicionados por límites estructurales, así como por políticas proteccionistas y fenómenos especulativos que dejan a poblaciones enteras al margen de los procesos de desarrollo. A la luz de esta situación, es necesario reafirmar con fuerza que el hambre y la desnutrición son inaceptables en un mundo que, en realidad, dispone de niveles de producción, de recursos y de conocimientos suficientes para acabar con estos dramas y con sus consecuencias. El gran desafío de hoy consiste en «“globalizar” no sólo los intereses económicos y comerciales, sino también las expectativas de solidaridad, respetando y valorando la aportación de todos los componentes de la sociedad» (Discurso a la fundación “Centesimus annus, pro Pontifice”, 31 de mayo de 2008: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 6 de junio de 2008, p. 11). Así pues, manifiesto a la FAO y a su director general mi aprecio y gratitud por haber llamado nuevamente la atención de la comunidad internacional sobre lo que obstaculiza la lucha contra el hambre y por haberla impulsado a una acción que, para que sea eficaz, debe ser unitaria y coordinada. Con este espíritu, quiero renovar a las ilustres personalidades que participan en esta cumbre el deseo que formulé durante mi reciente visita a la sede de la ONU: es urgente superar la «paradoja de un consenso multilateral que sigue padeciendo una crisis a causa de su subordinación a las decisiones de unos pocos» (Discurso a la Asamblea general de la ONU, 18 de abril de 2008: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 25 de abril de 2008, p. 10). Además, me permito invitaros a colaborar de manera cada vez más transparente con las organizaciones de la sociedad civil comprometidas en colmar la creciente brecha entre riqueza y pobreza. Os exhorto, una vez más, a continuar las reformas estructurales que, a nivel nacional, son indispensables para afrontar con éxito los problemas del subdesarrollo, de los que el hambre y la desnutrición son consecuencias directas. Sé cuán arduo y complejo es todo ello. Sin embargo, ¿cómo es posible permanecer insensibles a los llamamientos de quienes, en los diversos continentes, no logran alimentarse suficientemente

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para vivir? La pobreza y la desnutrición no son una mera fatalidad, provocada por situaciones ambientales adversas o por calamidades naturales desastrosas. Por otra parte, las consideraciones de carácter exclusivamente técnico o económico no deben prevalecer sobre los deberes de justicia con respecto a los que padecen hambre. El derecho a la alimentación «responde principalmente a una motivación ética: “dar de comer a los hambrientos” (cf. Mt 25, 35), que apremia a compartir los bienes materiales como muestra del amor que todos necesitamos (...). Este derecho primario a la alimentación está intrínsecamente vinculado con la tutela y defensa de la vida humana, roca firme e inviolable donde se apoya todo el edificio de los derechos humanos» (Discurso al nuevo embajador de Guatemala, 31 de mayo de 2008: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 6 de junio de 2008, p. 7). Toda persona tiene derecho a la vida; por eso, es necesario promover la efectiva actuación de este derecho; es preciso ayudar a las poblaciones que sufren por la falta de alimentos a ser gradualmente capaces de satisfacer sus propias exigencias de una alimentación suficiente y sana. En este momento particular, en el que la seguridad alimentaria se ve amenazada por el encarecimiento de los productos agrícolas, hace falta elaborar nuevas estrategias de lucha contra la pobreza y de promoción del desarrollo rural. Esto debe realizarse también a través de procesos de reformas estructurales, que permitan afrontar los desafíos de la misma seguridad y de los cambios climáticos; además, es necesario aumentar la disponibilidad de comida, valorando la laboriosidad de los pequeños agricultores y garantizando su acceso al mercado. Ahora bien, el aumento global de la producción agrícola sólo podrá ser eficaz si va acompañado de la distribución efectiva de esa producción y si se destina principalmente a satisfacer las necesidades esenciales. Se trata de un camino que ciertamente no es fácil, pero que permitiría, entre otras cosas, redescubrir el valor de la familia rural: esta no se limita a preservar la transmisión, de padres a hĳos, de los sistemas de cultivo, de conservación y de distribución de los alimentos, sino que es sobre todo un modelo de vida, de educación, de cultura y de religiosidad. Además, desde el punto de vista económico, asegura una atención eficaz y amorosa a los más débiles y, en virtud del principio de subsidiariedad, puede asumir un papel directo en la cadena de distribución y comercialización de

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los productos agrícolas destinados a la alimentación, reduciendo los costes de intermediación y favoreciendo la producción en pequeña escala. Señoras y señores, las dificultades actuales ponen de manifiesto que las modernas tecnologías, por sí solas, no son suficientes para superar la carencia alimentaria, como tampoco lo son los cálculos estadísticos y, en las situaciones de emergencia, el envío de ayuda alimentaria. Ciertamente, todo esto es muy importante, pero se debe completar y orientar mediante una acción política que, inspirada en los principios de la ley natural que están inscritos en el corazón de los hombres, proteja la dignidad de la persona. De este modo, también se respeta el orden de la creación y se tiene “como criterio orientador el bien de todos” (Mensaje para la Jornada mundial de la paz del 1 de enero de 2008, n. 7: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 14 de diciembre de 2007, p. 5). Así pues, sólo la tutela de la persona permite combatir la causa principal del hambre, es decir, la cerrazón del ser humano con respecto a sus semejantes que disuelve la solidaridad, justifica los modelos de vida consumistas y disgrega el tejido social, preservando, e incluso aumentando, la brecha de injustos equilibrios, y descuidando las exigencias más profundas del bien (cf. Deus caritas est, 28). Por tanto, si en la mesa de las negociaciones, de las decisiones y de su aplicación se hiciera valer el respeto de la dignidad humana, podrían superarse obstáculos que de otro modo serían insuperables, y se eliminaría, o al menos disminuiría, el desinterés por el bien de los demás. En consecuencia, sería posible adoptar medidas valientes, que no se rindan ante el hambre y la desnutrición, como si se tratara simplemente de fenómenos endémicos y sin solución. Además, la defensa de la dignidad humana en la acción internacional, también de emergencia, ayudaría a considerar lo superfluo desde la perspectiva de las necesidades de los demás y a administrar de modo justo los frutos de la creación, poniéndolos a disposición de todas las generaciones. A la luz de esos principios, deseo que las delegaciones presentes en esta reunión asuman nuevos compromisos y se propongan llevarlos a cabo con gran determinación. La Iglesia católica, por su parte, quiere unirse a este esfuerzo. Con espíritu de colaboración, basándose en la antigua sabiduría, inspirada por el Evangelio, hace un llamamiento firme y apremiante, que sigue siendo de gran actualidad para quienes participan en la cumbre: “Da

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de comer al que está muriéndose de hambre, porque, si no le das de comer, lo matarás” (Decretum Gratiani, c. 21, d. LXXXVI). Os aseguro que, en este camino, podéis contar con la aportación de la Santa Sede, que, si bien se diferencia de los Estados, se une a ellos en sus objetivos más nobles para sellar un compromiso que, por su misma naturaleza, implica a toda la comunidad internacional: estimular a todos los pueblos a compartir las necesidades de los demás pueblos, poniendo en común los bienes de la tierra que el Creador ha destinado a toda la familia humana. Con estos sentimientos, formulo mis más fervientes deseos de éxito en los trabajos e invoco la bendición del Altísimo sobre vosotros y sobre cuantos trabajan por el auténtico progreso de la persona y de la sociedad. Vaticano, 2 de junio de 2008 ***

6. CELEBRACIÓN DE LAS PRIMERAS VÍSPERAS DE LA SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO CON OCASIÓN DE LA INAUGURACIÓN DEL AÑO PAULINO HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI Basílica de San Pablo extramuros, Sábado 28 de junio de 2008 Santidad y delegados fraternos; señores cardenales; venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio; queridos hermanos y hermanas: Estamos reunidos junto a la tumba de san Pablo, que nació, hace dos mil años, en Tarso de Cilicia, en la actual Turquía. ¿Quién era este Pablo? En el templo de Jerusalén, ante la multitud agitada que quería matarlo, se presenta a sí mismo con estas palabras: “Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad (Jerusalén), instruido a los pies de Gamaliel en la estricta observancia de la Ley de nuestros padres; estaba lleno de celo por Dios...” (Hch 22, 3). Al final de su camino, dirá de sí mismo: “Yo he sido constituido... maestro de los gentiles en la fe y en la verdad” (1 Tm 2, 7; cf. 2 Tm 1, 11). Maestro de los gentiles, apóstol y heraldo de Jesucristo: así se define a sí mismo con una mirada retrospectiva al itinerario de su vida. Pero su mirada no se dirige solamente al pasado. “Maestro de los gentiles”: esta expresión se abre al futuro, a todos los pueblos y a todas las generaciones. San Pablo

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no es para nosotros una figura del pasado, que recordamos con veneración. También para nosotros es maestro, apóstol y heraldo de Jesucristo. Por tanto, no estamos reunidos para reflexionar sobre una historia pasada, irrevocablemente superada. San Pablo quiere hablar con nosotros hoy. Por eso he querido convocar este “Año paulino” especial: para escucharlo y aprender ahora de él, como nuestro maestro, “la fe y la verdad” en las que se arraigan las razones de la unidad entre los discípulos de Cristo. En esta perspectiva he querido encender, para este bimilenario del nacimiento del Apóstol, una “llama paulina” especial, que permanecerá encendida durante todo el año en un brasero particular puesto en el atrio de cuatro pórticos de la basílica. Para solemnizar este acontecimiento he inaugurado también la así llamada “puerta paulina”, por la que he entrado en la basílica acompañado por el Patriarca de Constantinopla, por el cardenal arcipreste y por otras autoridades religiosas. Para mí es motivo de íntima alegría que la inauguración del “Año paulino” asuma un carácter ecuménico peculiar por la presencia de numerosos delegados y representantes de otras Iglesias y comunidades eclesiales, a quienes acojo con corazón abierto. Saludo en primer lugar a Su Santidad el Patriarca Bartolomé I y a los miembros de la delegación que lo acompaña, así como al numeroso grupo de laicos que desde varias partes del mundo han venido a Roma para vivir con él y con todos nosotros estos momentos de oración y de reflexión. Saludo a los delegados fraternos de las Iglesias que tienen un vínculo particular con el apóstol san Pablo -Jerusalén, Antioquía, Chipre y Grecia- y forman el ambiente geográfico de la vida del Apóstol antes de su llegada a Roma. Saludo cordialmente a los hermanos de las diversas Iglesias y comunidades eclesiales de Oriente y Occidente, así como a todos vosotros que habéis querido participar en este solemne inicio del “Año” dedicado al Apóstol de los gentiles. Por consiguiente, estamos aquí reunidos para interrogarnos sobre el gran Apóstol de los gentiles. No sólo nos preguntamos: ¿Quién era san Pablo? Sobre todo nos preguntamos: ¿Quién es san Pablo? ¿Qué me dice a mí? En esta hora, al inicio del “Año paulino” que estamos inaugurando, quiero elegir del rico testimonio del Nuevo Testamento tres textos en los que se manifiesta su fisonomía interior, lo específico de su carácter. En la carta a los Gálatas nos dio una profesión de fe muy personal, en la que abre su corazón ante los lectores de todos los tiempos y revela cuál es la

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motivación más íntima de su vida. “Vivo en la fe del Hĳo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Ga 2, 20). Todo lo que hace san Pablo parte de este centro. Su fe es la experiencia de ser amado por Jesucristo de un modo totalmente personal; es la conciencia de que Cristo no afrontó la muerte por algo anónimo, sino por amor a él -a san Pablo-, y que, como Resucitado, lo sigue amando, es decir, que Cristo se entregó por él. Su fe consiste en ser conquistado por el amor de Jesucristo, un amor que lo conmueve en lo más íntimo y lo transforma. Su fe no es una teoría, una opinión sobre Dios y sobre el mundo. Su fe es el impacto del amor de Dios en su corazón. Y así esta misma fe es amor a Jesucristo. Muchos presentan a san Pablo como un hombre combativo que sabe usar la espada de la palabra. De hecho, en su camino de apóstol no faltaron las disputas. No buscó una armonía superficial. En la primera de su Cartas, la que dirigió a los Tesalonicenses, él mismo dice: “Tuvimos la valentía de predicaros el Evangelio de Dios entre frecuentes luchas... Como sabéis, nunca nos presentamos con palabras aduladoras” (1 Ts 2, 2. 5). Para él la verdad era demasiado grande como para estar dispuesto a sacrificarla en aras de un éxito externo. Para él, la verdad que había experimentado en el encuentro con el Resucitado bien merecía la lucha, la persecución y el sufrimiento. Pero lo que lo motivaba en lo más profundo era el hecho de ser amado por Jesucristo y el deseo de transmitir a los demás este amor. San Pablo era un hombre capaz de amar, y todo su obrar y sufrir sólo se explican a partir de este centro. Los conceptos fundamentales de su anuncio únicamente se comprenden sobre esta base. Tomemos solamente una de sus palabras-clave: la libertad. La experiencia de ser amado hasta el fondo por Cristo le había abierto los ojos sobre la verdad y sobre el camino de la existencia humana; aquella experiencia lo abarcaba todo. San Pablo era libre como hombre amado por Dios que, en virtud de Dios, era capaz de amar juntamente con él. Este amor es ahora la “ley” de su vida, y precisamente así es la libertad de su vida. Habla y actúa movido por la responsabilidad del amor. Libertad y responsabilidad están aquí inseparablemente unidas. Por estar en la responsabilidad del amor, es libre; por ser alguien que ama, vive totalmente en la responsabilidad de este amor y no considera la libertad como un pretexto para el arbitrio y el egoísmo. Con ese mismo espíritu san Agustín formuló la frase que luego se hizo famosa: “Dilige et quod vis fac” (Tract. In 1 Jo 7, 7-8), “Ama y haz lo que

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quieras”. Quien ama a Cristo como lo amaba san Pablo, verdaderamente puede hacer lo que quiera, porque su amor está unido a la voluntad de Cristo y, de este modo, a la voluntad de Dios; porque su voluntad está anclada en la verdad y porque su voluntad ya no es simplemente su voluntad, arbitrio del yo autónomo, sino que está integrada en la libertad de Dios y de ella recibe el camino por recorrer. En la búsqueda de la fisonomía interior de san Pablo quisiera recordar, en segundo lugar, las palabras que Cristo resucitado le dirigió en el camino de Damasco. Primero el Señor le dice: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. Ante la pregunta: “¿Quién eres, Señor?”, recibe como respuesta: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues” (Hch 9, 4 s). Persiguiendo a la Iglesia, Pablo perseguía a Jesús mismo. “Tú me persigues”. Jesús se identifica con la Iglesia en un solo sujeto. En el fondo, en esta exclamación del Resucitado, que transformó la vida de Saulo, se halla contenida toda la doctrina sobre la Iglesia como Cuerpo de Cristo. Cristo no se retiró al cielo, dejando en la tierra una multitud de seguidores que llevan adelante “su causa”. La Iglesia no es una asociación que quiere promover cierta causa. En ella no se trata de una causa. En ella se trata de la persona de Jesucristo, que también como Resucitado sigue siendo “carne”. Tiene “carne y huesos” (Lc 24, 39), como afirma en el evangelio de san Lucas el Resucitado ante los discípulos que creían que era un espíritu. Tiene un cuerpo. Está presente personalmente en su Iglesia; “Cabeza y Cuerpo” forman un único sujeto, dirá san Agustín. “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?”, escribe san Pablo a los Corintios (1 Co 6, 15). Y añade: del mismo modo que, según el libro del Génesis, el hombre y la mujer llegan a ser una sola carne, así también Cristo con los suyos se convierte en un solo espíritu, es decir, en un único sujeto en el mundo nuevo de la resurrección (cf. 1 Co 6, 16 ss). En todo esto se refleja el misterio eucarístico, en el que Cristo entrega continuamente su Cuerpo y hace de nosotros su Cuerpo: “El pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? Porque el pan es uno, nosotros, aun siendo muchos, somos un solo cuerpo, pues todos participamos de ese único pan” (1 Co 10, 16-17). En esta hora, no sólo san Pablo, sino también el Señor mismo se dirige a nosotros con estas palabras: ¿Cómo habéis podido desgarrar mi Cuerpo? Ante el rostro de Cristo, estas palabras se transforman al mismo tiempo en

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una petición urgente: condúcenos nuevamente a la unidad desde todas las divisiones. Haz que hoy sea de nuevo realidad: Hay un solo pan, por eso nosotros, aun siendo muchos, somos un solo cuerpo. Para san Pablo, las palabras sobre la Iglesia como Cuerpo de Cristo no son una comparación cualquiera. Van más allá de una comparación. “¿Por qué me persigues?”. Cristo nos atrae continuamente dentro de su Cuerpo, edifica su Cuerpo a partir del centro eucarístico, que para san Pablo es el centro de la existencia cristiana, en virtud del cual todos y cada uno podemos experimentar de un modo totalmente personal: él me ha amado y se ha entregado por mí. Concluyo con unas de las últimas palabras de san Pablo, una exhortación a Timoteo desde la cárcel, poco antes de su muerte: “Soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio”, dice el Apóstol a su discípulo (2 Tm 1, 8). Estas palabras, escritas por el Apóstol como un testamento al final de su camino, remiten al inicio de su misión. Mientras Pablo, después de su encuentro con el Resucitado, estaba ciego en su casa de Damasco, Ananías recibió la orden de ir a visitar al temido perseguidor e imponerle las manos para devolverle la vista. Ante la objeción de que Saulo era un perseguidor peligroso de los cristianos, Ananías recibió como respuesta: Este hombre debe llevar mi nombre ante los pueblos y los reyes. “Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre” (Hch 9, 16). El encargo del anuncio y la llamada al sufrimiento por Cristo están inseparablemente unidos. La llamada a ser maestro de los gentiles es al mismo tiempo e intrínsecamente una llamada al sufrimiento en la comunión con Cristo, que nos ha redimido mediante su Pasión. En un mundo en el que la mentira es poderosa, la verdad se paga con el sufrimiento. Quien quiera evitar el sufrimiento, mantenerlo lejos de sí, mantiene lejos la vida misma y su grandeza; no puede ser servidor de la verdad, y así servidor de la fe. No hay amor sin sufrimiento, sin el sufrimiento de la renuncia a sí mismos, de la transformación y purificación del yo por la verdadera libertad. Donde no hay nada por lo que valga la pena sufrir, incluso la vida misma pierde su valor. La Eucaristía, el centro de nuestro ser cristianos, se funda en el sacrificio de Jesús por nosotros, nació del sufrimiento del amor, que en la cruz alcanzó su culmen. Nosotros vivimos de este amor que se entrega. Este amor nos da la valentía y la fuerza para sufrir con Cristo y por él en este mundo, sabiendo que precisamente así nuestra vida se hace grande, madura y verdadera.

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A la luz de todas las cartas de san Pablo, vemos cómo se cumplió en su camino de maestro de los gentiles la profecía hecha a Ananías en la hora de la llamada: “Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre”. Su sufrimiento lo hace creíble como maestro de verdad, que no busca su propio interés, su propia gloria, su propia satisfacción personal, sino que se compromete por Aquel que nos amó y se entregó a sí mismo por todos nosotros. En esta hora damos gracias al Señor porque llamó a san Pablo, transformándolo en luz de los gentiles y maestro de todos nosotros, y le pedimos: Concédenos también hoy testigos de la Resurrección, conquistados por tu amor y capaces de llevar la luz del Evangelio a nuestro tiempo. San Pablo, ruega por nosotros. Amén. ***

7. MISA EN LA SOLEMNIDAD DE LOS APÓSTOLES SAN PEDRO Y SAN PABLO HOMILÍAS DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI Y DEL PATRIARCA ECUMÉNICO BARTOLOMÉ I Basílica de San Pedro, Domingo 29 de junio de 2008 Santidad y delegados fraternos; señores cardenales; venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio; queridos hermanos y hermanas: Desde los tiempos más antiguos, la Iglesia de Roma celebra la solemnidad de los grandes apóstoles san Pedro y san Pablo como una única fiesta en el mismo día, el 29 de junio. Con su martirio se convirtieron en hermanos; juntos son los fundadores de la nueva Roma cristiana. Como tales los celebra el himno de las segundas Vísperas, que se remonta a san Paulino de Aquileya (+806): “O Roma felix. Dichosa tú, Roma, purpurada por la sangre preciosa de tan grandes Apóstoles, que aventajas a cuanto hay de bello en el mundo, no tanto por tu fama, cuanto por los méritos de los santos, que martirizaste con espada sanguinaria”. La sangre de los mártires no clama venganza, sino que reconcilia. No se presenta como acusación, sino como “luz áurea”, según las palabras del himno de las primeras Vísperas: se presenta como fuerza del amor que supera el odio y la violencia, fundando así una nueva ciudad, una nueva comunidad. Por su martirio, san Pedro y san Pablo ahora forman parte de Roma: en virtud de su martirio también san Pedro se convirtió para siempre en ciudadano

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romano. Mediante el martirio, mediante su fe y su amor, los dos Apóstoles indican dónde está la verdadera esperanza, y son fundadores de un nuevo tipo de ciudad, que debe formarse continuamente en medio de la antigua ciudad humana, que sigue amenazada por las fuerzas contrarias del pecado y del egoísmo de los hombres. En virtud de su martirio, san Pedro y san Pablo están unidos para siempre con una relación recíproca. Una imagen preferida de la iconografía cristiana es el abrazo de los dos Apóstoles en camino hacia el martirio. Podemos decir que su mismo martirio, en lo más profundo, es la realización de un abrazo fraterno. Mueren por el único Cristo y, en el testimonio por el que dan la vida, son uno. En los escritos del Nuevo Testamento podemos seguir, por decirlo así, el desarrollo de su abrazo, de este formar unidad en el testimonio y en la misión. Todo comienza cuando san Pablo, tres años después de su conversión, va a Jerusalén “para conocer a Cefas” (Ga 1, 18). Catorce años después, sube de nuevo a Jerusalén para exponer “a las personas más notables” el Evangelio que proclama, para saber “si corría o había corrido en vano” (Ga 2, 2). Al final de este encuentro, Santiago, Cefas y Juan le tienden la mano, confirmando así la comunión que los une en el único Evangelio de Jesucristo (cf. Ga 2, 9). Un hermoso signo de este abrazo interior que se profundiza, que se desarrolla a pesar de la diferencia de temperamentos y tareas, es el hecho de que los colaboradores mencionados al final de la primera carta de san Pedro -Silvano y Marcos-, también son íntimos colaboradores de san Pablo. Al tener los mismos colaboradores, se manifiesta de modo muy concreto la comunión de la única Iglesia, el abrazo de los grandes Apóstoles. San Pedro y san Pablo se encontraron al menos dos veces en Jerusalén; al final, el camino de ambos desembocó en Roma. ¿Por qué? ¿Sucedió sólo por casualidad? ¿Ese hecho contiene un mensaje duradero? San Pablo llegó a Roma como prisionero, pero, al mismo tiempo, como ciudadano romano que, tras su detención en Jerusalén, precisamente en cuanto tal había recurrido al emperador, a cuyo tribunal fue llevado. Pero en un sentido aún más profundo, san Pablo vino voluntariamente a Roma. Con la más importante de sus Cartas ya se había acercado interiormente a esta ciudad: había dirigido a la Iglesia en Roma el escrito que, más que cualquier otro, es la síntesis de todo su anuncio y de su fe. En el saludo inicial de la Carta dice que todo el mundo habla de la fe de los cristianos de Roma y que, por tanto, esta fe es conocida por doquier por su ejemplaridad (cf.

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Rm 1, 8). Y escribe también: “Pues no quiero que ignoréis, hermanos, las muchas veces que me propuse ir a vosotros, pero hasta el presente me he visto impedido” (Rm 1, 13). Al final de la Carta retoma este tema, hablando de su proyecto de ir a España. “Cuando me dirĳa a España..., espero veros al pasar, y ser encaminado por vosotros hacia allá, después de haber disfrutado un poco de vuestra compañía” (Rm 15, 24). “Y bien sé que, al ir a vosotros, lo haré con la plenitud de las bendiciones de Cristo” (Rm 15, 29). Aquí resultan evidentes dos cosas: Roma es para san Pablo una etapa en su camino hacia España, es decir, según su concepto del mundo, hacia el borde extremo de la tierra. Considera su misión como la realización de la tarea recibida de Cristo de llevar el Evangelio hasta los últimos confines del mundo. En este itinerario está Roma. Dado que por lo general san Pablo va solamente a los lugares en los que el Evangelio aún no ha sido anunciado, Roma constituye una excepción. Allí encuentra una Iglesia de cuya fe habla el mundo. Ir a Roma forma parte de la universalidad de su misión como enviado a todos los pueblos. El camino hacia Roma, que ya antes de realizar concretamente su viaje ha recorrido en su interior con su Carta, es parte integrante de su tarea de llevar el Evangelio a todas las gentes, de fundar la Iglesia católica, universal. Para él, ir a Roma es expresión de la catolicidad de su misión. Roma debe manifestar la fe a todo el mundo, debe ser el lugar del encuentro en la única fe. Pero, ¿por qué vino a Roma san Pedro? Sobre esto el Nuevo Testamento no dice nada de modo directo. Sin embargo, nos da alguna pista. El Evangelio según san Marcos, que podemos considerar como un reflejo de la predicación de san Pedro, está íntimamente orientado al momento en el que el centurión romano, ante la muerte de Jesucristo en la cruz, dice: “Verdaderamente este hombre era Hĳo de Dios” (Mc 15, 39). Junto a la cruz se revela el misterio de Jesucristo. Bajo la cruz nace la Iglesia de los gentiles: el centurión del pelotón romano de ejecución reconoce en Cristo al Hĳo de Dios. Los Hechos de los Apóstoles describen como etapa decisiva para el ingreso del Evangelio en el mundo de los paganos el episodio de Cornelio, el centurión de la cohorte Itálica. Por orden de Dios, manda a alguien a llamar a san Pedro, y este, también siguiendo una orden divina, va a la casa del centurión y predica. Mientras está hablando, el Espíritu Santo desciende sobre la comunidad doméstica reunida, y san Pedro dice: “¿Acaso puede alguien negar el agua del bautismo a estos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?” (Hch 10, 47).

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Así, en el concilio de los Apóstoles, san Pedro intercede por la Iglesia de los paganos, que no necesitan la Ley, porque Dios “purificó sus corazones con la fe” (Hch 15, 9). Ciertamente, en la carta a los Gálatas san Pablo dice que Dios dio a Pedro la fuerza para el ministerio apostólico entre los circuncisos, mientras que a él, Pablo, para el ministerio entre los paganos (cf. Ga 2, 8). Pero esta asignación sólo podía estar en vigor mientras Pedro permanecía con los Doce en Jerusalén, con la esperanza de que todo Israel se adhiriera a Cristo. Ante un desarrollo ulterior, los Doce reconocieron la hora en la que también ellos debían dirigirse al mundo entero, para anunciarle el Evangelio. San Pedro, que según la orden de Dios había sido el primero en abrir la puerta a los paganos, deja ahora la presidencia de la Iglesia cristiano-judía a Santiago el Menor, para dedicarse a su verdadera misión: el ministerio para la unidad de la única Iglesia de Dios formada por judíos y paganos. Como hemos visto, entre las características de la Iglesia, el deseo de san Pablo de venir a Roma subraya sobre todo la palabra catholica. El camino de san Pedro hacia Roma, como representante de los pueblos del mundo, se rige sobre todo por la palabra una: su tarea consiste en crear la unidad de la catholica, de la Iglesia formada por judíos y paganos, de la Iglesia de todos los pueblos. Esta es la misión permanente de san Pedro: hacer que la Iglesia no se identifique jamás con una sola nación, con una sola cultura o con un solo Estado. Que sea siempre la Iglesia de todos. Que reúna a la humanidad por encima de todas las fronteras y, en medio de las divisiones de este mundo, haga presente la paz de Dios, la fuerza reconciliadora de su amor. Gracias a la técnica, que es igual por doquier, gracias a la red mundial de informaciones, como también gracias a la unión de intereses comunes, existen hoy en el mundo nuevos modos de unidad, que sin embargo generan también nuevos contrastes y dan nuevo impulso a los antiguos. En medio de esta unidad externa, basada en las cosas materiales, tenemos gran necesidad de unidad interior, que proviene de la paz de Dios, unidad de todos los que, mediante Jesucristo, se han convertido en hermanos y hermanas. Esta es la misión permanente de san Pedro y también la tarea particular encomendada a la Iglesia de Roma. Queridos hermanos en el episcopado, quiero dirigirme ahora a vosotros que habéis venido a Roma para recibir el palio como símbolo de vuestra dignidad y de vuestra responsabilidad de arzobispos en la Iglesia de Jesucristo. El palio ha sido tejido con lana de oveja, que el Obispo de Roma bendice

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todos los años en la fiesta de la Cátedra de san Pedro, apartándolas, por decirlo así, para que se transformen en un símbolo para la grey de Cristo, que apacentáis. Cuando se nos impone el palio sobre los hombros, ese gesto nos recuerda al pastor que pone sobre sus hombros la oveja perdida, la cual por sí sola ya no encuentra el camino a casa, y la devuelve al redil. Los Padres de la Iglesia vieron en esta oveja la imagen de toda la humanidad, de toda la naturaleza humana, que se ha perdido y ya no encuentra el camino a casa. El Pastor que la devuelve a casa solamente puede ser el Logos, la Palabra eterna de Dios mismo. En la encarnación, él nos puso a todos -la oveja “hombre”- sobre sus hombros. Él, la Palabra eterna, el verdadero Pastor de la humanidad, nos lleva; en su humanidad, nos lleva a cada uno de nosotros sobre sus hombros. Por el camino de la cruz nos llevó a casa, nos lleva a casa. Pero también quiere tener hombres que “lleven” juntamente con él. Ser pastores en la Iglesia de Cristo significa participar en esta tarea, que el palio nos recuerda. Cuando nos revestimos con él, Cristo nos pregunta: “¿Llevas también tú, conmigo, a aquellos que me pertenecen? ¿Los llevas a mí, a Jesucristo?”. Y entonces nos viene a la mente el relato del envío de Pedro por parte del Resucitado. Cristo resucitado une inseparablemente la orden: “Apacienta mis ovejas” a la pregunta: “¿Me amas más que estos?”. Cada vez que nos revestimos con el palio del pastor de la grey de Cristo deberíamos escuchar esta pregunta: “¿Me amas?”, y deberíamos dejarnos interrogar sobre el suplemento de amor que espera del pastor. Así, el palio se convierte en símbolo de nuestro amor al Pastor Cristo y de nuestro amar con él; se convierte en símbolo de la llamada a amar a los hombres como él, con él: a los que están en busca, a los que se plantean interrogantes, a los que se sienten seguros de sí mismos y a los humildes, a los sencillos y a los grandes; se convierte en símbolo de la llamada a amarlos a todos con la fuerza de Cristo y con vistas a Cristo, para que puedan encontrarlo a él y en él encontrarse a sí mismos. Pero el palio, que recibís “desde” la tumba de san Pedro, tiene también un segundo significado, unido inseparablemente al primero. Puede ayudarnos a comprenderlo una palabra de la primera carta de san Pedro. En su exhortación a los presbíteros a apacentar la grey de modo justo, san Pedro se califica a sí mismo synpresbýteros, con-presbítero (cf. 1 P 5, 1). Esta fórmula contiene implícitamente una afirmación del principio de la sucesión apostólica: los pastores que se suceden son pastores como él,

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lo son juntamente con él, pertenecen al ministerio común de los pastores de la Iglesia de Jesucristo, un ministerio que continúa en ellos. Pero ese “con” tiene también otros dos significados. Expresa asimismo la realidad que indicamos hoy con la palabra “colegialidad” de los obispos. Todos nosotros somos con-presbíteros. Nadie es pastor él solo. Sólo estamos en la sucesión de los Apóstoles porque estamos en la comunión del Colegio, en el que tiene su continuación el Colegio de los Apóstoles. La comunión, el “nosotros” de los pastores forma parte del ser pastores, porque la grey es una sola, la única Iglesia de Jesucristo. Y, por último, ese “con” remite también a la comunión con Pedro y con su sucesor como garantía de unidad. Así, el palio nos habla de la catolicidad de la Iglesia, de la comunión universal entre el pastor y la grey. Y nos remite a la apostolicidad: a la comunión con la fe de los Apóstoles, sobre la que está fundada la Iglesia. Nos habla de la Ecclesia una, catholica, apostolica y, naturalmente, uniéndonos a Cristo, nos habla precisamente también del hecho de que la Iglesia es sancta y nuestro actuar es un servicio a su santidad. Por último, esto me hace volver otra vez a san Pablo y a su misión. En el capítulo 15 de la carta a los Romanos, con una frase extraordinariamente hermosa, expresó lo esencial de su misión, así como la razón más profunda de su deseo de venir a Roma. Sabe que está llamado “a ser para los gentiles liturgo de Jesucristo, ejerciendo como sacerdote el sagrado oficio del Evangelio de Dios, para que la oblación de los gentiles sea agradable, santificada por el Espíritu Santo”(Rm 15,16). Sólo en este versículo san Pablo usa la palabra «hierourgein» (administrar como sacerdote) junto con «leitourgós» (liturgo): habla de la liturgia cósmica, en la que el mundo mismo de los hombres debe transformarse en adoración a Dios, en oblación en el Espíritu Santo. Cuando el mundo en su totalidad se transforme en liturgia de Dios, cuando su realidad se transforme en adoración, entonces alcanzará su meta, entonces estará salvado. Este es el objetivo último de la misión apostólica de san Pablo y de nuestra misión. A este ministerio nos llama el Señor. Roguemos en esta hora para que él nos ayude a ejercerlo como es preciso y a convertirnos en verdaderos liturgos de Jesucristo. Amén.

HOMILÍA DE SU SANTIDAD BARTOLOMÉ I Santidad: Teniendo aún viva la alegría y la emoción de la personal y bendita participación de Su Santidad en la fiesta patronal de Constantinopla, en

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la memoria de san Andrés apóstol, “el primer llamado”, en noviembre de 2006, hemos salido “con paso exultante”, desde El Fanar de la nueva Roma, para venir donde usted, a fin de participar de su alegría en la fiesta patronal de la antigua Roma. Y hemos venido donde usted “con la plenitud de la bendición del Evangelio de Cristo” (Rm 15, 29), restituyendo el honor y el amor, festejando, juntamente con nuestro predilecto hermano en la tierra de Occidente, a “los heraldos seguros e inspirados, los corifeos de los discípulos del Señor”, los santos apóstoles Pedro, hermano de Andrés, y Pablo, estas dos inmensas columnas centrales de toda la Iglesia, elevadas hacia el cielo, las cuales, en esta histórica ciudad, dieron también la última brillante confesión de Cristo: aquí entregaron su alma al Señor con el martirio, uno con la cruz y otro con la espada, santificándola. Por tanto, saludamos con profundísimo y devoto amor, de parte de la santísima Iglesia de Constantinopla y de sus hĳos dispersos por el mundo, a Su Santidad, querido hermano, augurando de corazón “a cuantos están en Roma amados por Dios” (Rm 1, 7) que gocen de buena salud, paz y prosperidad, y que progresen día y noche hacia la salvación, “fervientes en el espíritu, sirviendo al Señor, alegres en la esperanza, fuertes en la tribulación, perseverantes en la oración” (Rm 12, 11-12). En ambas Iglesias, Santidad, honramos debidamente y veneramos tanto al que dio una confesión salvífica de la divinidad de Cristo, san Pedro, como al vaso de elección, san Pablo, que proclamó esta confesión y fe hasta los confines del universo, en medio de las dificultades y peligros más inimaginables. Desde el año de salvación 258, festejamos su memoria el 29 de junio, tanto en Occidente como en Oriente, donde en los días que preceden, según la tradición de la Iglesia antigua, nos hemos preparado también por medio del ayuno, observado en su honor. Para subrayar más su igual valor, pero también por su peso en la Iglesia y en su obra regeneradora y salvadora durante los siglos, Oriente los honra habitualmente también a través de un icono común, en el que o tienen en sus santas manos un pequeño velero, que simboliza la Iglesia, o se abrazan el uno al otro y se intercambian el beso en Cristo. Precisamente este beso santo hemos venido a intercambiar con usted, Santidad, subrayando el ardiente deseo en Cristo y el amor, que sentimos profundamente unos de otros.

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El diálogo teológico entre nuestras Iglesias, “en fe, verdad y amor”, gracias a la ayuda divina, sigue adelante, más allá de las notables dificultades que subsisten y de los problemas ya conocidos. Verdaderamente deseamos y oramos mucho por esto, para que se superen estas dificultades y para que desaparezcan los problemas lo más rápidamente posible, a fin de alcanzar el objeto de deseo final, para gloria de Dios. Sabemos bien que también usted tiene este mismo deseo, como estamos seguros de que Su Santidad hará personalmente todo lo que esté de su parte, junto con sus ilustres colaboradores, para allanar perfectamente el camino, a fin de que los trabajos del diálogo logren su objetivo, con la ayuda de Dios. Santidad, hemos proclamado el año 2008 “Año del apóstol san Pablo”, como hace usted desde hoy hasta el año próximo, al cumplirse el bimilenario del nacimiento del gran Apóstol. En el ámbito de las manifestaciones por este aniversario, en el que también hemos venerado el lugar preciso de su martirio, tenemos programadas entre otras cosas una sagrada peregrinación a algunos monumentos de la actividad apostólica del Apóstol en Oriente, como Éfeso, Perge y otras ciudades de Asia menor, pero también Rodas y Creta, a la localidad llamada “Buenos Puertos”. Esté seguro, Santidad, de que en este sagrado trayecto estará presente también usted, caminando con nosotros en espíritu, y de que en cada lugar elevaremos una ardiente oración por usted y por nuestros hermanos de la venerable Iglesia católica romana, dirigiendo una fuerte súplica e intercesión del divino Pablo al Señor por usted. Y ahora, venerando los padecimientos y la cruz de san Pedro y abrazando la cadena y los estigmas de san Pablo, honrando la confesión y el martirio y la venerada muerte de ambos por el nombre del Señor, que lleva verdaderamente a la Vida, glorificamos al Dios tres veces santo y le suplicamos que, por intercesión de sus Apóstoles protocorifeos, nos conceda aquí abajo a nosotros y a todos los hĳos de todas partes del mundo de la Iglesia ortodoxa y católica romana, la “unión de la fe y la comunión del Espíritu Santo” en el “vínculo de la paz”, y allá arriba, en cambio, la vida eterna y la gran misericordia. Amén. ***

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8. DECRETO DE APROBACIÓN DEFINITIVA DE LOS ESTATUTOS DEL CAMINO NEOCATECUMENAL, ENTREGADO EL 13 DE JUNIO DEL CONSEJO PONTIFICIO PARA LOS LAICOS PONTIFICIUM CONSILIUM PRO LAICIS 1140/08/AIC-110 DECRETO El Camino Neocatecumenal comenzó en 1964 entre los habitantes de las barracas de Palomeras Altas, en Madrid, por obra del señor Francisco José (Kiko) Gómez Argüello y de la señorita Carmen Hernández quienes, a petición de los mismos pobres con quienes vivían, comenzaron a anunciarles el Evangelio de Jesucristo. Con el transcurso del tiempo este kerygma se concretó en una síntesis catequética fundada sobre el trípode “Palabra de Dios-Liturgia-Comunidad” y cuya finalidad es conducir a las personas a la comunión fraterna y a una fe madura. Este nuevo itinerario de iniciación cristiana, nacido en la estela de la renovación suscitada por el Concilio Ecuménico Vaticano II, suscitó el vivo interés del entonces arzobispo de Madrid, Su Excelencia monseñor Casimiro Morcillo, que animó a los iniciadores del Camino a llevarlo a las parroquias que lo solicitaran. Éste se difundió así gradualmente en la archidiócesis de Madrid y en otras diócesis españolas. En 1968 los iniciadores del Camino Neocatecumenal llegaron a Roma y se establecieron en el Borghetto Latino. Con el consenso de Su Eminencia el cardenal Angelo Dell´Acqua, entonces Vicario General de Su Santidad para la ciudad de Roma y Distrito, se comenzó la primera catequesis en la parroquia de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento y Santos Mártires Canadienses. A partir de aquella fecha el Camino se ha ido poco a poco difundiendo en diócesis de todo el mundo. El Camino Neocatecumenal es un itinerario de formación católica que “está al servicio del Obispo como una de las modalidades de realización diocesana de la iniciación cristiana y de la educación permanente de la fe” (Estatuto, art. 1 2). El mismo está dotado de personalidad jurídica pública (cfr. Decreto del Pontificio Consejo para los Laicos del 28 de octubre de 2004). El Camino Neocatecumenal - vivido en el seno de las parroquias, en pequeñas comunidades constituidas por personas de diversa edad y condición social - se realiza según las líneas propuestas por los iniciadores, contenidas

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en el Estatuto y en los volúmenes titulados Orientaciones a los Equipos de Catequistas (cfr. Estatuto, art. 2, 2º); tiene como fin último el llevar gradualmente a los fieles a la intimidad con Jesucristo y de convertirlos en sujetos activos en la Iglesia y testigos creíbles de la Buena Noticia del Salvador; promueve la misión ad gentes no solo en los países de misión, sino también en aquellos de antigua tradición cristiana hoy por desgracia profundamente secularizados; es un instrumento para la iniciación cristiana de los adultos que se preparan a recibir el Bautismo según las normas contenidas en el Ordo Initiationis Christianae Adultorum (Sagrada Congregación para el Culto Divino, 6 de enero de 1972). En muchas ocasiones y de diversas maneras el siervo de Dios Juan Pablo II subrayó la abundancia de frutos de radicalismo evangélico y de extraordinario impulso misionero que el Camino Neocatecumenal lleva a la vida de los fieles laicos, a las familias, a las comunidades parroquiales, y la riqueza de las vocaciones que el mismo suscita al sacerdocio y a la vida religiosa, revelándose como “itinerario de formación católica válida para la sociedad y los tiempos actuales” (AAS 82 [1990] 1513-1515). A su vez, el Santo Padre Benedicto XVI, dirigiéndose a los miembros del Camino Neocatecumenal el 12 de enero de 2006, afirmó: “Vuestra acción apostólica se coloca en el corazón de la Iglesia, en total sintonía con sus directivas y en comunión con las Iglesias particulares en las que iréis a actuar, revalorizando plenamente la riqueza de los carismas que el Señor ha suscitado a través de los iniciadores del Camino” (Enseñanzas de Benedicto XVI II, 1 [2006], 58-59). Por lo tanto: Transcurrido el quinquenio de aprobación “ad experimentum” del Estatuto del Camino Neocatecumenal (cfr. Decreto del Pontificio Consejo para los Laicos del 29 de junio de 2002); Tenido en cuenta la preciosa contribución - corroborada por numerosos obispos - que el Camino continúa aportando a la obra de la nueva evangelización, mediante una praxis acogida y valorada en sus ya cuarenta años de vida en muchas Iglesias particulares; Vista la instancia dirigida a este Dicasterio por el señor Francisco José (Kiko) Gómez Argüello, por la señorita Carmen Hernández y por don Mario Pezzi, miembros del Equipo responsable internacional del Camino Neocatecumenal, para solicitar la aprobación definitiva de dicho Estatuto;

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Acogiendo favorablemente los cambios aportados a la redacción del Estatuto; Vistos los artículos 131 y 133, 1 y 2, de la constitución apostólica Pastor Bonus sobre la Curia Romana, el Pontificio Consejo para los Laicos DECRETA la aprobación definitiva del Estatuto del Camino Neocatecumenal debidamente compulsado por el Dicasterio y depositado en copia en sus archivos. Ello en la confianza que estas normas estatutarias constituyen líneas guía firmes y seguras para la vida del Camino y que las mismas sean de ayuda a los Pastores para su paternal y vigilante acompañamiento de las comunidades neocatecumenales en las Iglesias particulares. Dado en el Vaticano el 11 de mayo de 2008, solemnidad de Pentecostés. Josef Clemens, Secretario Stanislaw Card. Rylko

ANEXO: ESTATUTOS DEL CAMINO NEOCATECUMENAL ESTATUTO DEL Camino Neocatecumenal ÍNDICE Título I: Naturaleza y realización del Camino Neocatecumenal Art. 1: Naturaleza del Camino Neocatecumenal Art. 2: Realización del Camino Neocatecumenal Art. 3: Competencias del Equipo Responsable internacional del Camino Art. 4: Bienes temporales Título II: El Neocatecumenado Capítulo I: Elementos fundamentales del Neocatecumenado Art. 5: Destinatarios Art. 6: El Neocatecumenado se realiza en la parroquia Art. 7: El Neocatecumenado se realiza en pequeña comunidad Art. 8: Catequesis iniciales, itinerario neocatecumenal, “trípode” y equipo de catequistas Capítulo II: Catequesis iniciales Art. 9: Kerigma y celebraciones

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Art. 10: Nacimiento de las comunidades neocatecumenales Capítulo III: Palabra, Liturgia y Comunidad Sección 1: Palabra de Dios Art. 11: Celebración semanal de la Palabra Sección 2: Liturgia Art. 12: Vigilia pascual Art. 13: Eucaristía Art. 14: Penitencia, oración, año litúrgico, ejercicios de piedad Sección 3: Comunidad Art. 15: Dimensión comunitaria y convivencia Art. 16: La experiencia de la koinonia y los frutos de la comunidad Art. 17: Iniciación a la misión Art. 18: Iniciación vocacional Capítulo IV: El itinerario neocatecumenal: fases, etapas y pasos Art. 19: 1ª fase: redescubrimiento del precatecumenado Art. 20: 2ª fase: redescubrimiento del catecumenado Art. 21: 3ª fase: redescubrimiento de la elección Título III: Educación permanente de la fe: una vía de renovación en la parroquia Art. 22: Educación permanente en la pequeña comunidad Art. 23: Una vía de renovación en la parroquia Título IV: Catecumenado bautismal Art. 24: Catecúmenos Art. 25: Neófitos Título V: Modalidad del servicio de la catequesis Art. 26: Obispo diocesano Art. 27: Párroco y Presbíteros Art. 28: Catequistas Art. 29: Formación de los catequistas Art. 30: Centro neocatecumenal Art. 31: Catequistas itinerantes Art. 32: Presbíteros itinerantes Art. 33: Familias en misión Título VI: El Equipo Responsable internacional del Camino Art. 34: El actual Equipo Responsable internacional del Camino

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Art. 35: Elección del Equipo Responsable internacional del Camino Disposición final

ESTATUTO DEL CAMINO NEOCATECUMENAL TÍTULO I. NATURALEZA Y REALIZACIÓN DEL CAMINO NEOCATECUMENAL Art. 1 [Naturaleza del Camino Neocatecumenal] 1. La naturaleza del Camino Neocatecumenal es definida por S.S. Juan Pablo II cuando escribe: «Reconozco el Camino Neocatecumenal como un itinerario de formación católica, válida para la sociedad y para los tiempos de hoy».1 2. El Camino Neocatecumenal está al servicio del Obispo como una de las modalidades de realización diocesana de la iniciación cristiana y de la educación permanente de la fe. 3. El Camino Neocatecumenal, dotado de personalidad jurídica pública,2 consta de un conjunto de bienes espirituales:3 1°. el “Neocatecumenado”,4 o catecumenado postbautismal,5 según la modalidad de que se trata en el Título II; 2°. la educación permanente de la fe, según la modalidad de que se trata en el Título III; 3°. el catecumenado, según la modalidad de que se trata en el Título IV; 4°. el servicio de la catequesis, de que se trata en el Título V, realizado según las modalidades y por las personas allí indicadas.

Art. 2 [Realización del Camino Neocatecumenal] De conformidad con el deseo del Papa Juan Pablo II: «Deseo vivamente que los Hermanos en el Episcopado valorcen y ayuden – junto con sus Presbíteros – esta obra para la nueva evangelización, para que se realice según las líneas propuestas por los iniciadores, en espíritu de servicio al Ordinario del lugar y de comunión con él, y en el contexto de la unidad de la Iglesia particular con la Iglesia universal»,6 el Camino Neocatecumenal se realiza en la diócesis:

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1°. bajo la jurisdicción, la dirección del Obispo diocesano7 y con la asistencia, la guía8 del Equipo Responsable internacional del Camino, o del Equipo responsable delegado, de que se trata en el art 3 3, 7º; 2º. según «las líneas propuestas por los iniciadores», contenidas en el presente Estatuto y en las Orientaciones a los equipos de catequistas”.

Art. 3 [Competencias del Equipo Responsable internacional del Camino] Compete al Equipo Responsable internacional del Camino, de que se trata en el Título VI: 1°. poner a disposición de los Obispos diocesanos los bienes espirituales de que se trata en el art. 1 3; 2°. guiar la realización del Camino Neocatecumenal y garantizar la autenticidad de la misma; 3°. ejercer las competencias que le son propias, indicadas en el presente Estatuto; 4°. proceder a las consultas que se consideren oportunas; 5°. mantener regulares relaciones con los Obispos diocesanos; 6°. mantener regulares relaciones con el Pontificio Consejo para los Laicos, dicasterio al que el Santo Padre ha confiado el encargo de acompañar el Camino Neocatecumenal,9 como también con los demás dicasterios de la Santa Sede en el ámbito de sus respectivas competencias, informando de ello al Pontificio Consejo para los Laicos; 7º. nombrar, según las modalidades previstas en el art. 31 2, Equipos responsables nacionales – así como, si es necesario, Equipos regionales y diocesanos – delegándoles, en sus respectivos ámbitos, las competencias mencionadas en los precedentes puntos 2º, 3º, 4º y 5º. Tales Equipos ejercen dichas competencias hasta que el Equipo Responsable internacional considere oportuno substituirlos o modificarlos.

Art. 4 [Bienes temporales] 1. El Camino Neocatecumenal, en cuanto itinerario de formación católica que se realiza en las diócesis mediante servicios desempeñados de modo gratuito, no tiene patrimonio propio.

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2. Cuando en una diócesis se considera útil sostener económicamente iniciativas y actividades relacionadas con la evangelización realizada a través del Camino Neocatecumenal, el Obispo diocesano, a petición del Equipo Responsable internacional del Camino, valorará la oportunidad de erigir una fundación autónoma diocesana, con personalidad jurídica, regulada por estatutos propios, que será reconocida también en el ámbito civil. Dicha fundación podrá ser sostenida por ofertas oblativas de los participantes en el Camino Neocatecumenal, como también de entidades y de particulares. 3. En las comunidades son efectuadas colectas, en respuesta a varias necesidades. Corresponde a los responsables de las comunidades, así como a los equipos responsables del Camino a todo nivel, garantizar que la gestión de tales colectas tenga lugar con gran sentido de responsabilidad y en el respeto del Derecho.

TÍTULO II. EL NEOCATECUMENADO CAPÍTULO I ELEMENTOS FUNDAMENTALES DEL NEOCATECUMENADO

Art. 5 [Destinatarios] 1. El Neocatecumenado es un instrumento al servicio de los Obispos para el redescubrimiento de la iniciación cristiana por parte de los adultos bautizados. Entre éstos cabe distinguir:10 1°. los que se han alejado de la Iglesia; 2°. los que no han sido suficientemente evangelizados y catequizados; 3°. los que desean profundizar y madurar su fe; 4°. los que provienen de confesiones cristianas no en plena comunión con la Iglesia católica. 2. Los clérigos y los religiosos que desean reavivar el don del Bautismo a través del Neocatecumenado, y así también servirlo mejor, lo recorren en el respeto de la vocación y del carisma que les son propios, y en el cumplimiento de los deberes a ellos asignados por el Obispo diocesano o, en el caso de religiosos, por el Superior. 11 Para los religiosos se requiere además el consentimiento del Superior propio.

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Art. 6 [El Neocatecumenado se realiza en la parroquia] 1. El Neocatecumenado, en cuanto itinerario de redescubrimiento de la iniciación cristiana, se realiza normalmente en la parroquia, «ámbito ordinario donde se nace y se crece en la fe»,12 lugar privilegiado donde la Iglesia, madre y maestra, engendra en la fuente bautismal a los hĳos de Dios y les “gesta” a la vida nueva.13 2. Puesto que la pastoral de iniciación cristiana es vital para la parroquia,14 la realización del Camino Neocatecumenal se coordina con la función propia que tiene el Párroco en cada comunidad parroquial (cfr. can. 519 C.I.C.),15 ejerciendo, también con la colaboración de otros presbíteros, la cura pastoral de quienes lo recorren.16 3. El Camino Neocatecumenal cuidará de promover en sus destinatarios un maduro sentido de pertenencia a la parroquia y de suscitar relaciones de profunda comunión y colaboración con todos los fieles y con los demás componentes de la comunidad parroquial.

Art. 7 [El Neocatecumenado se realiza en pequeña comunidad] 1. Dentro de la parroquia, el Neocatecumenado es vivido en pequeña comunidad – denominada comunidad neocatecumenal –, dado que la forma completa o común de la iniciación cristiana de los adultos es la comunitaria.17 2. Modelo de la comunidad neocatecumenal es la Sagrada Familia de Nazaret, lugar histórico donde el Verbo de Dios, hecho Hombre, se hace adulto creciendo «en sabiduría, edad y gracia», estando sometido a José y María.18 En la comunidad los neocatecúmenos se tornan adultos en la fe, creciendo en humildad, simplicidad y alabanza, sometidos a la Iglesia.

Art. 8 [Catequesis iniciales, itinerario neocatecumenal, “trípode” y equipo de catequistas] 1. El Neocatecumenado consta de las catequesis iniciales (Cap. II) y del itinerario neocatecumenal, inspirado en las tres fases de la iniciación cristiana: precatecumenado, catecumenado y elección, divididas en etapas, jalonadas por pasos marcados por algunas celebraciones (Cap. IV).19

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2. Las catequesis iniciales y el itinerario neocatecumenal se basan en los tres elementos fundamentales (“trípode”) de la vida cristiana, resaltados por el Concilio Vaticano II: Palabra de Dios, Liturgia y Comunidad (Cap. III). 3. En el centro de todo el recorrido neocatecumenal hay una síntesis de predicación kerigmática, cambio de vida moral y liturgia.20 4. El Neocatecumenado es realizado, en comunión con el Párroco y bajo su responsabilidad pastoral, por un equipo de catequistas (Título V),21 respetando lo establecido en el art. 2. 5. Dicho equipo, con las catequesis iniciales, pone en marcha un proceso de gestación en la fe en que se forman las comunidades y vuelve periódicamente, normalmente una vez al año, para conducir los diversos pasos del itinerario neocatecumenal y dar las indicaciones necesarias para el desarrollo de las diversas fases y etapas. CAPÍTULO II CATEQUESIS INICIALES

Art. 9 [Kerigma y celebraciones] El Neocatecumenado empieza en la parroquia, a petición del Parroco, con las catequesis kerigmáticas,22 llamadas catequesis iniciales, contenidas en las Orientaciones a los equipos de catequistas. Éstas se desarrollan en el arco de dos meses, en quince encuentros que tienen lugar por la noche, y concluyen con una convivencia de tres días. A fin de experimentar el Trípode: Palabra, Liturgia, Comunidad, en que se basa la vida cristiana, las catequesis iniciales se articulan en tres partes: 1ª. El anuncio del kerigma que llama a conversión: la buena noticia de la muerte y de la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo;23 «en efecto … Dios ha querido salvar a los que creen mediante la necedad del kerigma» (1 Co 1,21). Esta «palabra de salvación»24 llama a la conversión y a la fe,25 invita a reconocerse pecador, a acoger el perdón y el amor gratuito de Dios y a ponerse en Camino hacia la propia transformación en Cristo, por el poder del Espíritu. La conversión es sellada por la celebración de la Penitencia, según el rito de la reconciliación de varios penitentes, con confesión y absolución

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individual. Este sacramento, celebrado periódicamente, sostendrá el camino de conversión de las personas y de la comunidad. 2ª. El kerigma preparado por Dios a través de la historia de la salvación (Abraham, Éxodo, etc.): se dan las claves hermenéuticas necesarias para la escucha y la comprensión de la Sagrada Escritura: ver en Jesucristo el cumplimiento de las Escrituras y poner los hechos de la propia historia bajo la luz de la Palabra.26 Esta iniciación a la Escritura es sellada en una celebración de la Palabra, en que los participantes reciben la Biblia de manos del Obispo, garante de su auténtica interpretación, como signo de que la madre Iglesia de ahora en adelante a lo largo del Camino les nutrirá semanalmente en esta mesa, fuente viva de la catequesis.27 3ª. El kerigma en los sacramentos y en la koinonia: las catequesis culminan en la convivencia con la celebración de la Eucaristía. Dicha celebración, preparada por oportunas catequesis, ayuda a redescubrir el esplendor pascual resaltado por el Concilio Vaticano II y a experimentar la comunión entre los hermanos. En efecto «no es posible que se forme una comunidad cristiana si no tiene como raíz y como centro la celebración de la sagrada Eucaristía, por la que debe, consiguientemente, comenzarse toda educación que tiende a formar el espíritu de comunidad».28 La celebración de la Eucaristía acompañará a la comunidad durante todo el itinerario.

Art. 10 [Nacimiento de la comunidad neocatecumenal] 1. El último día de la convivencia se proclama el Sermón de la Montaña, diseño del hombre nuevo, y se presenta el itinerario neocatecumenal como un camino de renacimiento y de redescubrimiento del Bautismo. 2. A través de la predicación y de las celebraciones realizadas en las catequesis iniciales, el Espíritu Santo invita a hombres y mujeres de diversa edad, mentalidad, cultura y condición social a emprender juntos un itinerario de conversión, fundado en el redescubrimiento progresivo de las «inmensas y extraordinarias riquezas y responsabilidades del Bautismo recibido»,29 para realizar en ellos el gradual crecimiento y maduración de la fe y de la vida cristiana.30 Al final de la convivencia, con los que acogen la llamada a recorrer tal catecumenado postbautismal se forma la comunidad neocatecumenal. 3. La comunidad neocatecumenal es confiada a la cura pastoral del Párroco y del presbítero encargado por él (cfr. art. 27). Además la comunidad indica, mediante votación, un responsable laico y algunos corresponsables,31 que son

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confirmados por el Párroco y por el equipo de catequistas, y que colaboran con el presbítero para garantizar que la comunidad recorra el itinerario del Camino Neocatecumenal según lo establecido en el Estatuto y en las Orientaciones a los equipos de catequistas, y para cuidar de los aspectos organizativos.32 4. El equipo de catequistas, concluidas las catequesis iniciales, ilustra al presbítero que preside la comunidad y al equipo de responsables cómo se hace la preparación de la celebración de la Palabra y de la Eucaristía (cfr. art. 11 3 y art. 13 4) y cómo se desarrollan las convivencias mensuales, indicando los temas bíblicos de formación para la celebración de la Palabra. CAPÍTULO III PALABRA, LITURGIA Y COMUNIDAD

Sección 1 Palabra de Dios Art. 11 [Celebración semanal de la Palabra] 1. Cada comunidad neocatecumenal tiene semanalmente una celebración de la Palabra de Dios,33 normalmente con cuatro lecturas,34 según los temas indicados en las Orientaciones a los equipos de catequistas para cada etapa. 2. En la celebración de la Palabra de Dios, antes de la homilía, el presbítero invita a quien lo desea entre los presentes a expresar brevemente lo que la Palabra proclamada ha dicho a su vida. En la homilía, que tiene un lugar privilegiado en la instrucción del Neocatecumenado,35 el presbítero prolonga la proclamación de la Palabra,36 interpretándola según el Magisterio37 y actualizándola en el hoy del camino de fe de los neocatecúmenos. 3. Cada celebración de la Palabra es preparada cuidadosamente, por turno, por un grupo de la comunidad, con la ayuda, cuando es posible, del presbítero. El grupo escoge las lecturas y los cantos,38 prepara las moniciones y dispone la sala y los signos litúrgicos para la celebración, cuidando con celo la dignidad y la belleza de los mismos.39 4. Para profundizar la Escritura «con la inteligencia y el corazón de la Iglesia»,40 los neocatecúmenos se ayudan sobre todo de la lectura de los

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escritos de los Padres, de los documentos del Magisterio, en especial del Catecismo de la Iglesia Católica, y de obras de autores espirituales.41

Sección 2 Liturgia Art. 12 [Vigilia pascual] 1. Eje y fuente de la vida cristiana es el misterio pascual, vivido y celebrado de modo eminente en el Santo Triduo,42 cuyo fulgor irradia de luz todo el año litúrgico.43 Constituye por tanto el axis del Neocatecumenado, en cuanto redescubrimiento de la iniciación cristiana. 2. «La vigilia pascual, centro de la liturgia cristiana, y su espiritualidad bautismal, son inspiración para toda la catequesis».44 Por este motivo, durante el itinerario, los neocatecúmenos son iniciados gradualmente45 a una más perfecta participación en todo lo que la santa noche significa, celebra y realiza. 3. De este modo el Neocatecumenado estimulará a la parroquia a una celebración más rica de la vigilia pascual. 46

Art. 13 [Eucaristía] 1. La Eucaristía es esencial al Neocatecumenado, en cuanto catecumenado postbautismal, vivido en pequeña comunidad.47 La Eucaristía, en efecto, completa la iniciación cristiana.48 2. Los neocatecúmenos celebran la Eucaristía dominical en la pequeña comunidad, después de las primeras vísperas del Domingo. Tal celebración se realiza según las disposiciones del Obispo diocesano. Las celebraciones de la Eucaristía de las comunidades neocatecumenales el sábado por la noche forman parte de la pastoral litúrgica dominical de la parroquia y están abiertas también a otros fieles. 3. En la celebración de la Eucaristía en las pequeñas comunidades se siguen los libros litúrgicos aprobados del Rito Romano, con la salvedad de las concesiones explícitas de la Santa Sede.49 En lo concerniente a la distribución de la Santa Comunión bajo las dos especies, los neocatecúmenos la reciben de pie, permaneciendo en su sitio.

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4. La celebración de la Eucaristía en la pequeña comunidad la prepara, bajo la guía del presbítero, un grupo de la comunidad neocatecumenal, por turno, que prepara breves moniciones a las lecturas, escoge los cantos, provee el pan, el vino, las flores, y cuida el decoro y la dignidad de los signos litúrgicos.

Art. 14 [Penitencia, oración, año litúrgico, ejercicios de piedad] 1. «El sacramento de la Penitencia contribuye en grado máximo a sostener la vida cristiana».50 En su itinerario de conversión, los neocatecúmenos lo celebran periódicamente según el rito por la reconciliación de varios penitentes con confesión y absolución individuales. Son educados además a acercarse con asiduidad al sacramento de la Penitencia según el rito para la reconciliación de un solo penitente. 2. Los neocatecúmenos son gradualmente iniciados a la oración litúrgica y a la oración contemplativa.51 Los padres son instruidos a trasmitir la fe a los hĳos52 en una celebración doméstica, hecha durante los Laudes del Domingo.53 Los hĳos son preparados a la Primera Comunión y a la Confirmación en la parroquia y después de los 13 años son invitados a iniciar el Camino Neocatecumenal. 3. La Iglesia inicia progresivamente a los neocatecúmenos a las riquezas espirituales y catequéticas del año litúrgico, en el que «celebra todo el misterio de Cristo».54 A tal fin, antes de Adviento, de Cuaresma y de Pascua, los catequistas hacen un anuncio preparatorio. 4. Los neocatecúmenos son además gradualmente instruidos en el culto eucarístico fuera de la Misa, en la adoración nocturna, en la recitación del santo Rosario y en las demás prácticas de piedad de la tradición católica.

Sección 3 Comunidad Art. 15 [Dimensión comunitaria y convivencia] 1. La educación a la vida comunitaria es una de las tareas fundamentales de la iniciación cristiana.55 El Neocatecumenado educa a ella de modo gradual y constante mediante la inserción en una pequeña comunidad abierta a la vida de la comunidad parroquial y de toda la Iglesia.

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2. Momento especial de dicha educación es la jornada mensual de convivencia de cada comunidad neocatecumenal. En ella, después de la celebración de Laudes, se comunica la experiencia de lo que la gracia de Dios está realizando en la propia vida y se manifiestan las eventuales dificultades, respetando la libertad de conciencia de las personas. Esto favorece el conocimiento y la iluminación recíprocos y el mutuo estímulo, al ver la obra de Dios en la historia de cada uno. 3. La comunidad ayuda a los neocatecúmenos a descubrir su necesidad de conversión y de maduración en la fe: la diversidad, los defectos, las debilidades ponen en evidencia la incapacidad de amar al otro tal como es, destruyen los falsos ideales de comunidad y hacen experimentar que la comunión (koinonia) es obra del Espíritu Santo.56

Art. 16 [La experiencia de la koinonia y los frutos de la comunidad] 1. A medida que los neocatecúmenos crecen en la fe, empiezan a manifestarse los signos de la koinonia: el no juzgar, la no resistencia al mal, el perdón y el amor al enemigo.57 La koinonia se visibiliza también en la ayuda a los necesitados, en la solicitud por los enfermos, por los que sufren y por los ancianos, y en el apoyo, en la medida de lo posible, a los que están en misión, según lo que indican las Orientaciones a los equipos de catequistas. Los neocatecúmenos son gradualmente formados en un espíritu cada vez más profundo de comunión y de ayuda recíproca. 2. El Neocatecumenado forma así progresivamente en la parroquia un conjunto de comunidades que hacen visibles los signos del amor en la dimensión de la cruz58 y de la perfecta unidad,59 y de ese modo llaman a la fe a los alejados y preparan a los no cristianos a recibir el anuncio del Evangelio. 3. El Camino Neocatecumenal es ofrecido, pues, como instrumento apto para ayudar a la parroquia a cumplir cada vez más la misión eclesial de ser, luz y fermento del mundo,60 y a brillar ante los hombres como Cuerpo visible de Jesucristo resucitado,61 sacramento universal de salvación.62

Art. 17 [Iniciación a la misión] 1. «La catequesis capacita al cristiano para vivir en comunidad y para participar activamente en la vida y en la misión de la Iglesia».63 Los

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neocatecúmenos son iniciados a «estar presentes, en cuanto cristianos, en la sociedad»64 y «a cooperar en los diferentes servicios eclesiales, según la vocación de cada uno».65 2. Los neocatecúmenos colaboran «activamente en la evangelización y en la edificación de la Iglesia»66 ante todo siendo lo que son:67 su propósito de vivir de modo auténtico la vocación cristiana se traduce en un testimonio eficaz para los demás, en un estímulo al redescubrimiento de valores cristianos que podrían de otro modo quedar casi ocultos. 3. Después de un cierto tiempo de Camino, 68 cada comunidad neocatecumenal indica mediante votación algunos hermanos para que desempeñen la misión de catequistas. Son elegidos entre quienes dan garantía de vida de fe y moral, participan en el Camino y en la vida de la Iglesia y son capaces de dar testimonio, agradecidos por los bienes recibidos a través del Camino Neocatecumenal. Éstos, si aceptan dicha designación, y previa aprobación por parte del Párroco y de los catequistas que guían la comunidad, constituyen, junto al presbítero y al responsable de la comunidad, un equipo de catequistas, para evangelizar y guiar nuevas comunidades, tanto en la propia como en otra parroquia, o en otra diócesis,69 en que los respectivos párrocos u Ordinarios diocesanos lo pidan. Los catequistas son convenientemente formados (cfr. art. 29). 4. Los neocatecúmenos colaboran en la acción misionera y pastoral de la parroquia y de la diócesis. Antes de la “Redditio symboli”,70 teniendo en cuenta su madurez de fe, los que lo desean ofrecen su cooperación; después, como parte integrante de la iniciación cristiana, los neocatecúmenos participan en los diferentes servicios eclesiales, según la vocación de cada uno.

Art. 18 [Iniciación y formación a la vocación sacerdotal] 1. El Camino Neocatecumenal, como todo verdadero itinerario de catequesis, es también un «medio para suscitar vocaciones sacerdotales y de especial consagración a Dios en las diferentes formas de vida religiosa y apostólica, y para suscitar en el corazón de cada uno la específica vocación misionera».71 2. El Camino Neocatecumenal es también un instrumento que se ofrece al servicio de los Obispos para la formación cristiana de los candidatos al presbiterado.

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3. Los Seminarios diocesanos y misioneros “Redemptoris Mater” son erigidos por los Obispos diocesanos, de acuerdo con el Equipo Responsable internacional del Camino, y se rigen según las normas vigentes para la formación e incardinación de los clérigos diocesanos72 y según estatutos propios, de conformidad con la Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis.73 En ellos los candidatos al sacerdocio encuentran en la participación en el Camino Neocatecumenal un elemento específico y básico del iter formativo y, al mismo tiempo, son preparados a la «genuina opción presbiteral de servicio al entero Pueblo de Dios, en la comunión fraterna del presbiterio».74 4. Compete al Obispo diocesano nombrar, tras presentación del Equipo Responsable internacional del Camino, al Rector y a los demás superiores y educadores de los Seminarios diocesanos y misioneros “Redemptoris Mater”. El Rector, en nombre del Obispo y en estrecho vínculo con él, supervisa los estudios de los seminaristas y su itinerario formativo, y se asegura de la idoneidad de los candidatos al sacerdocio. CAPÍTULO IV EL ITINERARIO NEOCATECUMENAL: FASES, ETAPAS Y PASOS

Art. 19 [1ª fase: redescubrimiento del precatecumenado] 1. La primera fase del Neocatecumenado es el precatecumenado, que es un tiempo de kenosis75 para aprender a caminar en la humildad.76 Se divide en dos etapas: 1ª. En la primera etapa, que va de las catequesis iniciales al primer escrutinio, y que dura unos dos años, los neocatecúmenos aprenden el lenguaje bíblico, celebrando semanalmente la Palabra de Dios, con temas simples que recorren toda la Escritura, como: agua, roca, cordero, etc. La Palabra de Dios, la Eucaristía y la comunidad ayudan gradualmente a los neocatecúmenos a vaciarse de los falsos conceptos de sí mismos y de Dios y a descender a su realidad de pecadores, necesitados de conversión, redescubriendo la gratuidad del amor de Cristo, que les perdona y les ama. En la celebración conclusiva del primer escrutinio, tras la inscripción del nombre, piden a la Iglesia que les ayude a madurar en la fe para realizar las obras de vida eterna,77 y reciben el signo de la cruz gloriosa de Cristo, que ilumina la función salvífica que tiene la cruz en la vida de cada uno.

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2ª. En la segunda etapa, de análoga duración, los neocatecúmenos celebran las grandes etapas de la historia de la salvación: Abraham, Éxodo, Desierto, Tierra prometida, etc., y les es dado un tiempo para que se prueben a sí mismos en la sinceridad de su intención de seguir a Jesucristo,78 a la luz de su Palabra: «No podéis servir a Dios y al dinero» (Mt 6,24). En la celebración conclusiva del segundo escrutinio, renuevan ante la Iglesia la renuncia al demonio y manifiestan su voluntad de servir sólo a Dios. A continuación estudian y celebran las principales figuras bíblicas: Adán, Eva, Caín, Abel, Noé, etc., a la luz de Cristo. 2. Los escrutinios, inspirados en el itinerario catecumenal del OICA, ayudan a los neocatecúmenos en su camino de conversión, respetando la conciencia y el fuero interno, según la normativa canónica.79

Art. 20 [2ª fase: redescubrimiento del catecumenado] La segunda fase del Neocatecumenado es un tiempo80 de combate espiritual para adquirir la simplicidad interior del hombre nuevo que ama a Dios como único Señor, con todo el corazón, con toda la mente, con todas las fuerzas y al prójimo como a sí mismo.81 Sostenidos por la Palabra de Dios, por la Eucaristía y por la comunidad, los neocatecúmenos se adiestran en la lucha contra las tentaciones del demonio: la búsqueda de seguridades, el escándalo de la cruz y la seducción de los ídolos del mundo.82 La Iglesia viene en ayuda de los neocatecúmenos entregándoles las armas necesarias, en tres etapas: 1ª. «El combate espiritual de la vida nueva del cristiano es inseparable del combate de la oración»83 que lleva a la intimidad con Dios. Los neocatecúmenos redescubren la iniciación a la oración litúrgica y personal, incluso nocturna,84 que culmina con las catequesis de los Evangelios sobre la oración y con la celebración de la entrega del libro de la Liturgia de las Horas. Desde entonces comienzan el día con la oración de los Laudes y del Oficio de las Lecturas y aprenden a hacer un tiempo de oración silenciosa y la oración del corazón. Los neocatecúmenos, escrutando los salmos en pequeños grupos, son iniciados a la práctica asidua de la “lectio divina” o “scrutatio scripturæ”,85 «en la que la Palabra de Dios es leída y meditada para transformarse en oración».86 En efecto, «la ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo».87

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2ª. Se entrega de nuevo a los neocatecúmenos el Credo (redescubrimiento de la “Traditio Symboli”), «compendio de la Escritura y de la fe»,88 y se les envía a predicarlo, de dos en dos, por las casas de la parroquia. Estudian y celebran artículo por artículo el Símbolo apostólico y luego confiesan su fe (redescubrimiento de la “Redditio Symboli”), proclamando el Credo en una celebración adecuada durante la Cuaresma. 3ª. La educación de los neocatecúmenos a la oración litúrgica y contemplativa culmina con las catequesis sobre la oración del Señor, y en una celebración se les vuelve a entregar el Padrenuestro, «síntesis de todo el Evangelio».89 Desde entonces, en las ferias de Adviento y Cuaresma, empiezan a celebrar comunitariamente en la parroquia, antes de ir al trabajo, los Laudes y el Oficio de Lecturas, con un tiempo de oración contemplativa. Los neocatecúmenos son iniciados a hacerse pequeños90 y a vivir abandonados filialmente a la paternidad de Dios, protegidos por la maternidad de María y de la Iglesia, y en la fidelidad al Sucesor de Pedro y al Obispo. A tal fin, antes de la entrega del “Padrenuestro”, los neocatecúmenos hacen una peregrinación a un santuario mariano para acoger a la Virgen María como madre,91 profesan la fe en la tumba de S. Pedro y hacen un acto de adhesión al Santo Padre. En esta etapa los neocatecúmenos estudian sistemáticamente cada una de las peticiones del “Padrenuestro” y temas sobre la Virgen María: Madre de la Iglesia, Nueva Eva, Arca de la alianza, Imagen del cristiano, etc.

Art. 21 [3ª fase: redescubrimiento de la elección] 1. La tercera fase del Neocatecumenado es el redescubrimiento de la elección, «eje de todo el catecumenado».92 Es un tiempo de iluminación en que los neocatecúmenos aprenden a caminar en la alabanza, «inundados por la luz de la fe»,93 es decir a discernir y cumplir la voluntad de Dios en la historia para hacer de la propia vida liturgia de santidad. Estudian y celebran los diversos pasajes del Sermón de la Montaña. 2. Después de haber mostrado con las obras que en ellos se está realizando, aunque en la debilidad, el hombre nuevo descrito en el Sermón de la Montaña, que, siguiendo las huellas de Jesucristo,94 no resiste al mal y ama al enemigo,95 los neocatecúmenos renuevan solemnemente las promesas bautismales en la Vigilia Pascual, presidida por el Obispo. En esta liturgia visten las túnicas blancas en recuerdo de su bautismo.

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3. Después, durante la cincuentena pascual, celebran cada día la eucaristía solemnemente y hacen una peregrinación a Tierra Santa como signo de las bodas con el Señor, recorriendo los lugares en que Cristo ha realizado cuanto han vivido durante todo el itinerario neocatecumenal. 4. Tras el redescubrimiento de la elección concluye el neocatecumenado.

TÍTULO III. EDUCACIÓN PERMANENTE DE LA FE:UNA VÍA DE RENOVACIÓN EN LA PARROQUIA

Art. 22 [Educación permanente en la pequeña comunidad] 1. La comunidad neocatecumenal, después de haber finalizado el itinerario de redescubrimiento de la iniciación cristiana, entra en el proceso de educación permanente de la fe, perseverando en la celebración semanal de la Palabra y de la Eucaristía dominical y en la comunión fraterna, activamente insertados en la pastoral de la comunidad parroquial, para dar los signos del amor96 y de la unidad,97 que llaman al hombre contemporáneo a la fe: «La educación permanente de la fe – afirma el Directorio general para la Catequesis – se dirige no sólo a cada cristiano, para acompañarle en su camino hacia la santidad, sino también a la comunidad cristiana como tal, para que vaya madurando tanto en su vida interna de amor a Dios y de amor fraterno, cuanto en su apertura al mundo como comunidad misionera. El deseo y la oración de Jesús ante el Padre son una llamada incesante: “Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros para que el mundo crea que tú me has enviado” (Jn 17,21). Acercarse paulatinamente a este ideal requiere, en la comunidad, una fidelidad grande a la acción del Espíritu Santo, un constante alimentarse del Cuerpo y de la Sangre del Señor y una permanente educación en la fe, en la escucha de la Palabra».98 2. El Camino Neocatecumenal es así un instrumento al servicio de los Obispos para realizar el proceso de educación permanente de la fe requerido por la Iglesia: la iniciación cristiana, como reafirma el Directorio general para la Catequesis, «no es el punto final en el proceso permanente de conversión. La profesión de fe bautismal se sitúa en los cimientos de un edificio espiritual

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destinado a crecer»;99 «la adhesión a Jesucristo, en efecto, da origen a un proceso de conversión permanente que dura toda la vida».100

Art. 23 [Una vía de renovación en la parroquia] 1. De este modo el Camino Neocatecumenal contribuye a la renovación parroquial deseada por el Magisterio de la Iglesia de promover «nuevos métodos y nuevas estructuras», que eviten el anonimato y la masificación,101 y de considerar «la parroquia como comunidad de comunidades»,102 que «descentralizan y articulan la comunidad parroquial».103 2. El Equipo de catequistas que ha guiado la comunidad durante el itinerario neocatecumenal, de modo análogo a los padrinos del bautismo,104 queda a disposición para las necesidades de evangelización y de educación permanente.

TÍTULO IV. CATECUMENADO BAUTISMAL Art. 24 [Catecúmenos] 1. El Camino Neocatecumenal es un instrumento al servicio de los Obispos también para la iniciación cristiana de los no bautizados. 2. La participación en las catequesis iniciales y en la primera fase del itinerario neocatecumenal – según la condición que les es propia – de quienes deben recorrer el catecumenado según derecho,105 garantiza que se realice adecuadamente cuanto ordena el OICA. En especial: 1°. La iniciación cristiana de los catecúmenos se hace «en el seno de la comunidad de los fieles, quienes meditando, juntamente con los catecúmenos, sobre la importancia del misterio pascual y renovando su propia conversión, les animan con su ejemplo a corresponder con toda generosidad a la gracia del Espíritu Santo».106 2°. «El pueblo de Dios, representado por la Iglesia local, siempre debe entender y mostrar concretamente que la iniciación de los adultos es cosa suya y asunto que atañe a todos los bautizados… Todo discípulo de Cristo… debe ayudar a los candidatos y a los catecúmenos durante todo el período de la iniciación, en el precatecumenado, en el catecumenado y en el tiempo de la “mystagogia”».107

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3°. «No se debe omitir… el tiempo de evangelización», de la que «brotan la fe y la conversión inicial», ni «el tiempo del precatecumenado» necesario «para que madure la verdadera voluntad de seguir a Cristo y de pedir el Bautismo».108 4°. Antes de la admisión al catecumenado, «se requiere en los candidatos… que hayan empezado a tener el sentido de la penitencia, a invocar a Dios y hacer oración, a hacer la primera experiencia de la comunidad y de la espiritualidad cristiana».109 5°. «Los catecúmenos (a los que ya abraza como suyos la santa madre Iglesia con amor y cuidado maternal, por estar vinculados a ella) son ya de la “casa de Cristo”: son alimentados por la Iglesia con la Palabra de Dios y favorecidos con las ayudas litúrgicas».110 «Para ayudarles se promueven celebraciones de la Palabra y hasta pueden asistir con los fieles a la liturgia de la Palabra para prepararse mejor, poco a poco, a la futura participación en la Eucaristía».111 6°. «Cuando asisten a las asambleas litúrgicas de los fieles, antes de comenzar la celebración eucarística se les despide cortésmente».112 Esto se hace en el Camino Neocatecumenal mediante una bendición especial,113 tras la que reciben «una oportuna catequesis» preparada en base al Catecismo de la Iglesia Católica, que «lleva a los catecúmenos no sólo a un necesario conocimiento de los dogmas y de los preceptos, sino también al íntimo conocimiento del misterio de la salvación».114 7°. «Los catecúmenos deben aprender también a cooperar activamente a la evangelización y a la edificación de la Iglesia».115 3. Para completar la preparación al bautismo y celebrarlo en la noche de Pascua, se sigue cuanto prescribe el OICA.

Art. 25 [Neófitos] 1. Terminado el período de preparación, de acuerdo con el Párroco y con la oportuna comunicación al Obispo diocesano,116 los catecúmenos reciben los sacramentos de la iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación, Eucaristía) 117 , y son así plenamente insertados en la Iglesia. 2. Los que lo desean seguirán participando en la vida de la comunidad neocatecumenal con la que han caminado hasta entonces como catecúmenos, y recorrerán las otras dos fases del itinerario neocatecumenal: «la comunidad

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juntamente con los neófitos progresa, ya con la meditación del Evangelio, ya con la participación de la Eucaristía, ya con el ejercicio de la caridad, en la percepción más profunda del misterio pascual y en la manifestación más perfecta del mismo en su vida».118 Esto constituye para los neófitos una preciosa ayuda a fin de superar las dificultades inherentes a los primeros años de vida cristiana.

TÍTULO V. MODALIDAD DEL SERVICIO DE LA CATEQUESIS Art. 26 [Obispo diocesano] Al Obispo diocesano, cual responsable de la iniciación, de la formación y de la vida cristiana en la Iglesia particular,119 compete: 1º. autorizar la realización del Camino Neocatecumenal en la diócesis; 2º. vigilar que la realización del Camino Neocatecumenal se desarrolle de conformidad con lo establecido en los art. 1 y 2, respetando la doctrina y la disciplina de la Iglesia; 3º. procurar que haya una razonable continuidad pastoral en las parroquias en que está presente el Camino Neocatecumenal; 4º. presidir, personalmente o por medio de un delegado, las celebraciones que marcan los pasos del itinerario neocatecumenal; 5º. resolver, en diálogo con el Equipo Responsable del Camino de que se trata en el art. 3, eventuales cuestiones referentes a la realización y al desarrollo del Camino en la propia diócesis; 6º. asegurar una efectiva colaboración entre el Centro neocatecumenal diocesano, de que se trata en el art. 30, y las diferentes delegaciones de la Curia diocesana (en especial la litúrgica y la catequética).

Art. 27 [Párroco y presbíteros] 1. El Párroco y los presbíteros ejercen la cura pastoral (cfr. can. 519 C.I.C.) de los que recorren el Camino Neocatecumenal – también a la luz de lo indicado en los art. 5 2 y 6 2 –, y desempeñan “in persona Christi Capitis” su ministerio sacerdotal anunciando la Palabra de Dios, administrando los sacramentos y, en la medida de lo posible, presidiendo las celebraciones de la primera o de otra comunidad neocatecumenal de la parroquia.

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2. Además el Párroco y los presbíteros: 1º. en nombre del Obispo diocesano, vigilan que la realización del Camino se desarrolle de conformidad con lo establecido en los art. 1 y 2, respetando la doctrina y la disciplina de la Iglesia; 2º. ayudan a los equipos de catequistas, de que se trata en el art. 8 §4 y 5, a realizar su misión; 3º. teniendo en cuenta que la pastoral de iniciación cristiana es vital para evangelizar al hombre contemporáneo, apoyan la realización del Camino en el conjunto de los instrumentos pastorales de la parroquia.

Art. 28 [Catequistas] 1. Los equipos de catequistas están compuestos por algunos laicos, elegidos de conformidad con el art. 17 3, y por un presbítero. 2. Los equipos de catequistas, como se explicita en el presente Estatuto120 y en las Orientaciones a los equipos de catequistas: 1º. a petición del párroco dan las catequesis iniciales que ponen en marcha un proceso de gestación en la fe en que se forman las comunidades; 2º. vuelven periódicamente, normalmente una vez al año, para conducir los diversos pasos del itinerario neocatecumenal y dar las indicaciones necesarias para el desarrollo de las varias fases y etapas; 3º. desempeñan una importante tarea de discernimiento sobre la idoneidad de cada neocatecúmeno y de las respectivas comunidades en lo referente al paso de las etapas sucesivas del itinerario del Camino; 4º. durante los escrutinios guiados por ellos deben mantener el máximo respeto de los aspectos morales de la vida íntima de los neocatecúmenos que pertenecen al fuero interno de la persona. 3. En el desempeño de su tarea los catequistas laicos colaboran con el Párroco y con los presbíteros de las respectivas comunidades y les ayudan en la misión de gobierno, de enseñanza y de santificación que les es propia en cuanto ministros ordenados.

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Art. 29 [Formación de los catequistas] Para que los catequistas adquieran – como lo requiere el Directorio general para la Catequesis – «las actitudes evangélicas que Jesús sugirió a sus discípulos, cuando les inició en la misión…: buscar la oveja perdida; anunciar y sanar al mismo tiempo; presentarse pobres, sin oro ni alforja; saber asumir el rechazo y la persecución; poner la confianza en el Padre y en el apoyo del Espíritu Santo; no esperar otro premio que la dicha de trabajar por el Reino»,121 son adecuadamente preparados: 1°. base de su formación es la participación en el Neocatecumenado, que garantiza su gradual maduración en la fe y en el testimonio,122 con la correspondiente profundización bíblica, patrística y teológica, con especial referencia a los documentos del Magisterio de la Iglesia; 2°. se preparan a transmitir la palabra como a su vez la han recibido123 y vivido: hacen prácticas acompañando varias veces a sus catequistas en las catequesis iniciales y en los diversos pasos del Neocatecumenado; 3°. completan su formación participando en convivencias y encuentros para catequistas, conducidos por el Equipo Responsable internacional del Camino o por el equipo por él delegado, en los que se tratan temas fundamentales del Magisterio de la Iglesia; 4°. asisten a los encuentros del Centro neocatecumenal diocesano, de que se trata en el artículo siguiente, para la formación de los catequistas; 5°. finalmente, preparan cada catequesis y paso del Neocatecumenado, en la medida de lo posible junto con el presbítero, leyendo en ambiente de oración los pasajes correspondientes de la Sagrada Escritura, del Catecismo de la Iglesia Católica y de las Orientaciones a los equipos de catequistas, que reavivan en ellos la «palabra de salvación» (Hch 13,26) que han recibido oralmente de sus catequistas.

Art. 30 [Centro neocatecumenal] 1. Cuando el desarrollo del Camino Neocatecumenal en una diócesis lo requiere, el equipo de catequistas que ha abierto el Camino pone en marcha y guía, de acuerdo con el Obispo, un centro llamado Centro neocatecumenal diocesano, que favorece el encuentro entre el Obispo, o un delegado suyo, los párrocos y presbíteros, catequistas y responsables de las comunidades.

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2. Finalidad del centro es contribuir a la formación de los catequistas, asignar las nuevas catequesis, coordinar los diversos pasos, ayudar a los equipos de catequistas en las diversas dificultades de la evangelización y presentar al Obispo, o a un delegado suyo, los responsables de las nuevas comunidades.

Art. 31 [Catequistas itinerantes] 1. En las convivencias de catequistas, de que se trata en el art. 29, 3°, para responder a las peticiones de diócesis lejanas, se hace una invitación a los participantes a ofrecerse disponibles para ser enviados como itinerantes, a cualquier parte del mundo. Los que se sienten llamados por Dios ofrecen su disponibilidad. 2. En convivencias ad hoc el Equipo Responsable internacional del Camino constituye equipos de catequistas itinerantes – formados normalmente por un presbítero, un matrimonio y un célibe, o un presbítero, un célibe y una célibe –, para ser enviados a diócesis lejanas a iniciar y guiar la realización del Camino Neocatecumenal. 3. En estas convivencias, que empiezan con una jornada de conversión, el Equipo Responsable del Camino, u otro por él indicado, verifica la disponibilidad y coordina la actividad de los itinerantes, en una dinámica de “sístole y diástole”, según el ejemplo del Señor que enviaba a sus apóstoles en misión y después los reunía, en un lugar apartado, para escuchar los prodigios que el Espíritu Santo realizaba con ellos.124 4. El catequista itinerante queda unido a su parroquia y comunidad, a la que vuelve regularmente para participar en el Camino de la misma. Además, el catequista itinerante acepta vivir su misión en precariedad – según la praxis de más de treinta años del Camino Neocatecumenal –, quedando libre de interrumpirla en cualquier momento, informando al Obispo ad quem y al Equipo Responsable del Camino.

Art. 32 [Presbíteros itinerantes] Cuando se trata de clérigos seculares, o de miembros de Institutos de vida consagrada o de Sociedades de vida apostólica, deben tener licencia expresa de su Obispo diocesano o Superior religioso competente, en las debidas formas. El Ordinario, en contacto con el Obispo que los acoge, fija el tiempo de esa

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disponibilidad, es periódicamente informado de su actividad, y se asegura de que las condiciones materiales y espirituales de su ministerio, vivido en el espíritu del ser itinerante, sean según lo previsto en el derecho.

Art. 33 [Familias en misión] 1. La realización del Camino Neocatecumenal puede ser ayudada por familias en misión que, a petición de los Obispos, se establecen en zonas descristianizadas o donde sea necesaria una “implantatio ecclesiae”. 2. Estas familias son designadas por el Equipo Responsable del Camino, en convivencias ad hoc, entre las que se han ofrecido libremente como disponibles para ir a cualquier parte después de haber considerado, con confianza en el Señor, tanto la necesidad de la Iglesia como la ausencia de obstáculos para su familia. Son normalmente enviadas por su Obispo en una celebración apropiada. 3. La familia en misión queda unida a su parroquia y comunidad, a la que retorna periódicamente para participar en el Camino de la misma. Además acepta vivir en la precariedad su misión – ayudada eventualmente por la comunidad de origen –, quedando libre de interrumpirla en cualquier momento.

TÍTULO VI EL EQUIPO RESPONSABLE INTERNACIONAL DEL CAMINO Art. 34 [El actual Equipo Responsable internacional del Camino] 1. El Equipo Responsable internacional del Camino está compuesto, con carácter vitalicio, por el Sr. Kiko Argüello – que es el responsable del mismo – y la Sra. Carmen Hernández, iniciadores del Camino Neocatecumenal, y por el presbítero P. Mario Pezzi, del clero diocesano de Roma. 2. Tras el fallecimiento de uno de los dos iniciadores de que se trata en el párrafo precedente, el otro queda como responsable del Equipo internacional y, oído el parecer del Presbítero, procederá a completar el Equipo internacional. En caso de fallecimiento o renuncia del Presbítero,

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los iniciadores eligen otro presbítero y lo presentan al Pontificio Consejo para los Laicos para su confirmación. 3. Tras el fallecimiento de ambos iniciadores, se procederá a elegir el Equipo Responsable internacional del Camino, según el procedimiento establecido en el artículo siguiente.

Art. 35 [Elección del Equipo Responsable internacional del Camino] 1. La elección del Equipo Responsable internacional del Camino será encargada a un Colegio electivo, de ochenta a ciento veinte componentes, escogido por ese mismo Equipo. Las personas que forman parte de dicho Colegio son nombradas de por vida, salvo que el Equipo Responsable internacional del Camino considere oportuno, por motivos graves, alguna substitución. Cada cinco años, dicho Equipo procederá a la substitución de los que – por muerte, renuncia, o por graves motivos – hubiesen dejado de formar parte del Colegio. El elenco de los componentes del Colegio electivo es depositado en el Pontificio Consejo para los Laicos. 2. La elección del Equipo Responsable internacional del Camino tendrá lugar del modo siguiente: 1°. Un mes antes del vencimiento de su mandato, el Colegio electivo es convocado a una convivencia por el Equipo Responsable del Camino saliente, o, en caso de su fallecimiento, por el primero del elenco antes mencionado. 2°. El Colegio, alcanzado un quorum de al menos dos tercios de sus miembros, en la primera reunión escoge 3 personas a las que es confiado el encargo de escrutador y las demás incumbencias relativas a la elección. El Colegio elige, entre los presentes o entre otros catequistas del Camino propuestos por aquéllos, los componentes del Equipo internacional, de conformidad con el can. 119 C.I.C.125 Primero es elegido el responsable del Equipo, que tiene que ser un laico – hombre casado o célibe –, y luego, en sucesivas votaciones, los demás componentes del Equipo. 3°. La composición del Equipo, acabada la votación, tiene que comprender: un presbítero, un matrimonio y un célibe, o bien un presbítero, un célibe y una célibe.

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4º. La confirmación de la elección del Equipo será solicitada por el responsable al Pontificio Consejo para los Laicos, según derecho.126 En caso de falta de confirmación, se procederá a reelegir el Equipo por entero. 3. El Equipo Responsable internacional del Camino tiene un mandato de siete años y puede ser reelegido varias veces. Después de cada reelección, el responsable pedirá la confirmación al Pontificio Consejo para los Laicos. 4. Si durante su mandato llegase a faltar el responsable, el Equipo será reelegido por entero, según el procedimiento indicado en los §1 y 2; si llegase a faltar uno de los otros componentes será elegido el substituto, según el mismo procedimiento.

Disposición final Toda eventual modificación del presente Estatuto será sometida a la aprobación del Pontificio Consejo para los Laicos por el Equipo Responsable internacional del Camino, previa consulta del Colegio electivo. 1 Juan Pablo II, epist. Ogniqualvolta, 30 agosto 1990: AAS 82 (1990) 1515. 2 Cfr. Pontificio Consejo para los laicos, 28 octubre 2004 (Prot. N. 1761/04 AIC-110). 3 Cfr. can. 115 C.I.C.: fundación autónoma de bienes espirituales. 4 Cfr. Il Neocatecumenato. Un’esperienza di evangelizzazione e catequesis in atto in questa generazione. Sintesi delle sue linee di fondo, editado por el Centro neocatecumenal de Roma, Roma 1976 (pro manuscripto). 5«Un itinerario de tipo catecumenal, que recorre todas aquellas fases que en la Iglesia primitiva los catecúmenos recorrían antes de recibir el sacramento del Bautismo… (cfr. Catecumenado post-bautismal, en Notitiae 95-96, 1974, 229)» (Juan Pablo II, epist. Ogniqualvolta, 30 agosto 1990: AAS 82 [1990] 1514). Se inspira en varios documentos de la Santa Sede, entre los cuales: • el cap. IV del OICA, que sugiere la utilización adaptada de la catequesis y de algunos ritos propios del catecumenado para la conversión y maduración en la fe también de los adultos bautizados.

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Pablo VI, exhort. apost. Evangelii Nuntiandi, 44: «Es ya evidente que las condiciones actuales hacen cada vez más urgente que la instrucción catequética sea dada en forma de un catecumenado». • Juan Pablo II, exhort. apost. Catechesi Tradendæ, 44: «Nuestra preocupación pastoral y misionera… se dirige a quienes, a pesar de haber nacido en un país cristiano, e incluso en un contexto sociológicamente cristiano, nunca han sido educados en su fe y, como adultos, son verdaderos catecúmenos». • Juan Pablo II, exhort. apost. Christifideles Laici, 61: «Una ayuda [a la formación de los cristianos] puede ser dada … por una catequesis postbautismal a modo de catecumenado, que vuelva a proponer algunos elementos del Ritual de la iniciación cristiana de los adultos, destinados a hacer captar y vivir las inmensas y extraordinarias riquezas y responsabilidades del Bautismo recibido». • Catecismo de la Iglesia Católica, 1231: «Por su naturaleza misma, el Bautismo de los niños exige un catecumenado postbautismal. No se trata sólo de la necesidad de una instrucción posterior al Bautismo, sino del necesario desarrollo de la gracia bautismal en el crecimiento de la persona». • Congregación para el Clero, Directorio general para la catequesis, 59: «“El modelo de toda catequesis es el catecumenado bautismal, que es formación específica que conduce al adulto convertido a la profesión de su fe bautismal en la noche pascual”. Esta formación catecumenal ha de inspirar, en sus objetivos y en su dinamismo, a las otras formas de catequesis»; ibidem, 91: «La catequesis postbautismal, sin tener que reproducir miméticamente la configuración del catecumenado bautismal, y reconociendo el carácter de bautizados que tienen los catequizandos, hará bien en inspirarse en esta “escuela preparatoria de la vida cristiana”, dejándose fecundar por sus principales elementos configuradores». 6 Juan Pablo II, epist. Ogniqualvolta, 30 agosto 1990: AAS 82 (1990) 1515. 7 Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 223; cfr. can. 775 1 C.I.C.; 617 C.C.E.O. 8 Con las palabras “dirección” y “guía” se indican dos funciones distintas: con el término “dirección” se indica la jurisdicción propia de los ministros

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ordenados; con el término “guía” se indica el conocimiento técnico del Camino según las líneas propuestas por los iniciadores. 9 Cfr. Juan Pablo II, Carta al Cardenal James Francis Stafford, Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, 5 abril 2001, en L’Oss. Rom., 17-18 abril 2001, p. 4. 10 Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 172. 11 Cfr. Juan Pablo II, exhort. ap. Vita consecrata, 56. 12Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 257. 13 Cfr. Ibidem, 79 y 257; Catecismo de la Iglesia Católica, 169 y 507. 14 Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 91; cfr. también 64: «La catequesis de iniciación es, así, el eslabón necesario entre la acción misionera, que llama a la fe, y la acción pastoral, que alimenta constantemente a la comunidad cristiana. No es, por tanto, una acción facultativa, sino una acción básica y fundamental… Sin ella la acción misionera no tendría continuidad y sería infecunda. Sin ella la acción pastoral no tendría raíces y sería superficial y confusa: cualquier tormenta desmoronaría todo el edificio». 15 Cfr. Sagrada Congregación para el Culto Divino, OICA, 45; Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 225. 16 Cfr. can. 519 C.I.C.: «El párroco es el pastor propio de la parroquia a él confiada, ejerciendo la cura pastoral de dicha comunidad bajo la autoridad del Obispo diocesano, con el cual es llamado a participar en el ministerio de Cristo, para desempeñar al servicio de la comunidad las funciones de enseñar, santificar y gobernar, con la colaboración también de otros presbíteros y diáconos y con la aportación de los fieles laicos, según derecho»; cfr. can. 281 C.C.E.O. 17 Cfr. OICA, 3; Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 258, nota 25: «Es importante constatar cómo Juan Pablo II, en Christifideles laici 61, recalca la conveniencia de las pequeñas comunidades eclesiales en el marco de las parroquias, y no como un movimiento paralelo que absorba sus mejores miembros: “Dentro de las parroquias… las pequeñas comunidades eclesiales presentes pueden ser una ayuda notable en la formación de los cristianos, pudiendo hacer más capilar e incisiva la conciencia y la experiencia de la comunión y de la misión eclesial”».

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18 Cfr. Lc 2,52. 19 La finalidad definitiva del Neocatecumenado es poner a las personas, de etapa en etapa, paso a paso, «no sólo en contacto, sino en comunión, en intimidad con Jesucristo» (Congregación para el Clero, Directorio general para la catequesis, 80; cfr. OICA, 6), «autor y perfeccionador de la fe» (Hb 12, 2). 20 Cfr. Juan Pablo II, Discurso a 350 catequistas itinerantes del Camino Neocatecumenal, en L’Oss. Rom., 18 enero 1994: «Vuestro mérito es el haber redescubierto una predicación “kerigmática”, que invita a la fe también a los “alejados”, realizando un itinerario postbautismal según las indicaciones del Ordo Initiationis Christianæ Adultorum, recordadas por el Catecismo de la Iglesia Católica (cfr. n. 1231). En el centro de dicho itinerario de fe hay una fructuosa síntesis entre predicación, cambio de vida moral y liturgia». 21 Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 156, 230-232; Juan Pablo II, exhort. apost. Catechesi Tradendæ, 55; Idem, cart. enc. Redemptoris missio, 71; can. 211 C.I.C.; 14 C.C.E.O. 22 Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 62. 23 Cfr. Rm 16,25; Hch 5,42; 8,35; 11,20; Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 102. 24 Hch 13,26. 25 Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 53-55. 26 Cfr. Sal 119,105. 27 Cfr. Juan Pablo II, exhort. apost. Catechesi Tradendæ, 27; Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 94. 28 Concilio Ecuménico Vaticano II, decr. Presbyterorum ordinis, 6. 29 Juan Pablo II, exhort. apost. Christifideles Laici, 61; cfr. OICA, 295. 30 Cfr. OICA, 296. 31 Al inicio de cada etapa del itinerario neocatecumenal del Camino, de conformidad con las Orientaciones a los equipos de catequistas, el responsable y los corresponsables son verificados por el equipo de catequistas, de acuerdo con el Párroco y con el presbítero de la comunidad. 32 Cfr. Pablo VI, exhort. apost. Evangelii Nuntiandi, 73. 33 Cfr. Cæremoniale Episcoporum, n. 226.

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34 Generalmente la 1ª lectura es de la Torà o de los libros históricos del AT; la 2ª de los profetas y de los libros sapienciales; la 3ª de los escritos apostólicos y la 4ª de los Evangelios. 35 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 132. 36 Cfr. Ibidem, 1154. 37 Cfr. Pontificia comisión bíblica, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, III, B, 3: «En cuanto colaboradores de los obispos, los sacerdotes tienen como primer deber la proclamación de la Palabra (cfr. Presbyterorum ordinis, 4). Están dotados de un carisma especial para la interpretación de la Escritura cuando, transmitiendo, no sus ideas personales, sino la palabra de Dios, aplican la verdad eterna del evangelio a las circunstancias concretas de la vida (ibid.)». 38 En el Camino Neocatecumenal se utiliza un himnario de cantos tomados de la Palabra de Dios y de la tradición litúrgica cristiana y hebrea, que van subrayando los contenidos de las diversas etapas y pasos 39 Cfr. Istitutio generalis Missalis Romani, 288. 40 Juan Pablo II, exhort. apost. Catechesi Tradendæ, 27; cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 127. 41 Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 128, 96. 42 Cfr. Misal Romano, Anuncio del día de la Pascua en la solemnidad de la Epifanía: «Centro de todo el año litúrgico es el Triduo del Señor crucificado, sepultado y resucitado». 43 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 1168. 44 Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 91; cfr. ibidem: «El catecumenado bautismal está totalmente impregnado del misterio de la Pascua de Cristo. Por eso “toda la iniciación debe manifestar con claridad su carácter pascual” (OICA, 8)»; cfr. ibidem, 59. 45 Hoy también, tantos neocatecúmenos provienen del mundo y de experiencias de fuera de la Iglesia y necesitan una gradual introducción a los sacramentos: una propedéutica sacramental que Juan Pablo II ha definido «laboratorio sacramental», en el que los bautizados, pero no iniciados (cfr. Karol Wojtyla, Para que Cristo se sirva de nosotros. Catecumenado del siglo XX: Znak, Cracovia, n. 34, 1952, pp. 402-413), pueden descubrir gradualmente el fulgor del misterio pascual.

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46 Cfr. Congregación para el Culto Divino, cart. circ. Paschalis sollemnitatis, 39-42, 77-96. 47 Cfr. Juan Pablo II, epist. Ogniqualvolta, 30 agosto 1990: AAS 82 (1990) 1515: «Es el anuncio del Evangelio, el testimonio en pequeñas comunidades y la celebración eucarística en grupos (cfr. Notificación sobre las celebraciones en los grupos del “Camino Neocatecumenal” en L’Oss. Rom., 24 diciembre 1988) lo que permite a sus miembros ponerse al servicio de la renovación de la Iglesia»; Idem, Discurso a 350 catequistas itinerantes del Camino Neocatecumenal, en L’Oss. Rom., 18 enero 1994: «Todo esto se realiza en pequeñas comunidades, en las que “la reflexión sobre la palabra de Dios y la participación en la Eucaristía… forman células vivas de la Iglesia, renuevan la vitalidad de la Parroquia mediante cristianos maduros capaces de testimoniar la verdad con una fe radicalmente vivida” (Mensaje a los Obispos de Europa en Viena, 12 abril 1993)». 48 Cfr. OICA, 36, 368. 49 Cfr. Benedicto XVI, Discurso a las comunidades del Camino Neocatecumenal del 12 de enero del 2006: Notitiae 41 (2005) 554-556; Congregación para el Culto Divino, Carta del 1 de diciembre del 2005: Notitiae 41 (2005) 563-565; Notificación de la Congregación para el Culto Divino sobre las celebraciones en los grupos del Camino Neocatecumenal, en L’Oss. Rom., 24 diciembre 1988: «La congregación consiente que entre las adaptaciones previstas en la instrucción Actio pastoralis, nn. 6-11, los grupos de dicho “camino” puedan recibir la comunión bajo las dos especies, siempre con pan ácimo, y trasladar, “ad experimentum”, el rito de la paz después de la oración universal». 50 Concilio Ecuménico Vaticano II, decr. Christus Dominus, 30; cfr. cann. 718-736 C.C.E.O. 51 Cfr. art. 20, 1ª e 3ª. 52 Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 226-227, 255; cann. 774 2 C.I.C., 618 C.C.E.O. 53 Cfr. Institutio generalis de Liturgia Horarum, 27. 54 Normæ universales de anno liturgico et de calendario, 17; cfr. can. 619 C.C.E.O. 55 Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 86. 56 Cfr. Ibidem, 253: «La comunidad cristiana es la realización histórica del don de la “comunión” (koinonia), que es un fruto del Espíritu».

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57Cfr. Lc 6,27-37; Mt 5,38-48. 58Cfr. Jn 13,34-35: «Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también vosotros unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos». 59Cfr. Jn 17,21: «Como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que ellos sean una cosa sola en nosotros, para que el mundo crea que tú me han enviado». 60Cfr. Mt 5,13-16; 13,33. 61Cfr. Concilio Ecuménico Vaticano II, const. dogm. Lumen Gentium, 7-8. 62Cfr. Idem, const. dogm. Lumen Gentium, 48; Idem, const. past. Gaudium et Spes, 45. 63Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 86. 64Ibidem. 65Ibidem; cfr. cann. 210 C.I.C., 13 C.C.E.O. 66OICA, 19, 4. 67Cfr. Pablo VI, Audiencia general, 8 mayo 1974, en Notitiae, 95-96 [1974], 230: «Este empeño, mientras para vosotros es un modo auténtico de vivir la vocación cristiana, se traduce también en un testimonio eficaz para los demás – hacéis apostolado sólo siendo lo que sois –, en un estímulo al redescubrimiento y a la recuperación de valores cristianos verdaderos, auténticos, efectivos que podrían de otro modo quedar casi ocultos, escondidos y casi diluidos en la vida ordinaria». 68Normalmente después del segundo escrutinio de paso al catecumenado postbautismal. 69Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 268. 70 Cfr. art. 20, 2ª. 71Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 86. 72 Cfr. cann. 232-272 C.I.C. e 331-366 C.C.E.O. 73 Cfr. Congregación para la Educación Católica, Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis, 19 marzo 1985, nn. 20-101. 74Juan Pablo II, exhort. apost. Pastores dabo vobis, n. 68. 75Cfr. Flp 2,7. 76Cfr. Mi 6,9.

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77Cfr. 1 Jn 3,14-15; Ef 2,10. 78Cfr. Lc 14,25-33. 79 Cfr. cann. 220 C.I.C. e 23 C.C.E.O. 80 Cfr. OICA, 20: «La duración del tiempo del catecumenado depende de las gracias de Dios y además de varias circunstancias… Nada por tanto puede ser establecido “a priori”». 81Cfr. Mc 12,30-31; Dt 6,4-5. 82Cfr. Mt 4,1-11. 83Catecismo de la Iglesia Católica, 2725; cfr. Congregación para las Iglesias Orientales, Instrucción para la aplicación de las prescripciones litúrgicas del Código de los Cánones de las Iglesias Orientales (6-1-1996), nn. 95-99. 84Cfr. Institutio generalis de Liturgia Horarum, 10, 57-58, 72. 85Cfr. Jn 5,39. 86Catecismo de la Iglesia Católica, 1177; cfr. Pontificia comisión bíblica, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, IV, C, 2. 87S. Jerónimo, Comm. in Is., Prol; cfr. Concilio Ecuménico Vaticano II, const. dogm. Dei Verbum, 25; Catecismo de la Iglesia Católica, 133. 88Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 85. 89Ibidem; cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 2761. 90Cfr. Mt 18,4. 91 Cfr. Jn 19,26-27. 92OICA, 23. 93 Ibidem, 24. 94Cfr. 1 Pe 2,21. 95Cfr. Mt 6,39-45. 96Cfr. Jn 13,34-35. 97Cfr. Jn 17,21. 98 Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 70 (la cursiva es redaccional). 99 Ibidem, 56. 100 Ibidem; cfr. también 69-72. 101Cfr. Juan Pablo II, Discurso a la Conferencia de los Obispos católicos de Ontario, en L’Oss. Rom., 5 mayo 1999: «No hay que permitir que el anonimato de las ciudades invada nuestras comunidades eucarísticas. Hay que encontrar nuevos métodos y nuevas estructuras para construir puentes

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entre las personas, de manera que se realice realmente la experiencia de acogida recíproca y de cercanía que la fraternidad cristiana requiere. Podría ser que esta experiencia y que la catequesis que debe acompañarla se realizan mejor en comunidades más reducidas, como es precisado en la Exhortación Postsinodal: “Una vía de renovación parroquial, especialmente urgente en las parroquias de las grandes ciudades, se puede encontrar considerando la parroquia como comunidad de comunidades” (Ecclesia in America, n. 41)». Juan Pablo II, En la parroquia de Santa María Goretti, 31 enero 1988, en L’Oss. Rom., 1-2 febrero 1988: «Hay un modo, pienso yo, de reconstruir la parroquia basándose en la experiencia neocatecumenal… Es muy coherente con la naturaleza misma de la parroquia». Juan Pablo II, Mensaje a los Obispos de Europa reunidos en Viena, 12 abril 1993: «[Dichas comunidades] forman células vivas de la Iglesia, renuevan la vitalidad de la parroquia mediante cristianos maduros capaces de testimoniar la verdad con una fe radicalmente vivida». 102 Juan Pablo II, exhort. apost. Ecclesia in America, n. 41: «Una vía de renovación parroquial, especialmente urgente en las parroquias de las grandes ciudades, se puede encontrar quizá considerando la parroquia como comunidad de comunidades». 103Juan Pablo II, exhort. apost. Redemptoris missio, 51. 104 Cfr. cann. 872, 892 C.I.C.; 684, 685 C.C.E.O. 105Cfr. cann. 206, 788, 852 1, 865 1, 1183 1 C.I.C; 9, 30, 587, 588 C.C.E.O. 106OICA, 4. 107Ibidem, 41. 108Ibidem, 9-11. 109Ibidem, 15. 110Ibidem, 18; cfr. can. 206 C.I.C.; 9 C.C.E.O. 111OICA, 19, 3. 112Ibidem. 113 Cfr. Ibidem, 119-124. 114 Ibidem, 19, 1. 115Ibidem, 19, 4. 116 Cfr. can. 863 C.I.C. 117 Cfr. can. 866 C.I.C.; 695, 697 C.C.E.O.

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118OICA, 37. 119Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 222-223; OICA, introducción general, 12; introducción, 44, 66. 120Cfr art 17 3 y 31. 121Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 86; cfr. Mt 10,5-42 y Lc 10,1-20. 122Cfr. Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 246, 247: «Cuando la fe de los catequistas no es todavía madura, es aconsejable que participen en un proceso de tipo catecumenal». 123Cfr. 1 Co 15,1-11; Congregación para el Clero, Directorio general para la Catequesis, 235-236. 124 Cfr. Lc 10,1-24. 125Cfr. cann. 924. 126 Cfr. cann. 179 C.I.C.. ***

9. DECRETO DE LA PENITENCIARIA APOSTÓLICA Indulgencia con ocasión de los dos mil años del nacimiento del apóstol san Pablo En la inminencia de la solemnidad litúrgica de los Príncipes de los Apóstoles, el Sumo Pontífice, impulsado por su solicitud pastoral, quiere proveer oportunamente a los tesoros espirituales que se han de conceder a los fieles para su santificación, de modo que puedan renovar y fortalecer, con mayor fervor aún en esta piadosa y feliz ocasión, propósitos de salvación sobrenatural ya a partir de las primeras Vísperas de la recordada solemnidad, principalmente en honor del Apóstol de los gentiles, de cuyo nacimiento terreno están a punto de cumplirse dos mil años. En verdad, el don de las indulgencias, que el Romano Pontífice ofrece a la Iglesia universal, allana el camino para alcanzar en sumo grado la purificación interior que, rindiendo honor al bienaventurado apóstol san Pablo, exalta la vida sobrenatural en el corazón de los fieles y los estimula a dar frutos de buenas obras. Por tanto, esta Penitenciaría apostólica, a la que el Santo Padre ha encomendado la tarea de preparar y redactar el Decreto de concesión y obtención de las indulgencias, que valdrán durante todo el Año paulino, con el presente Decreto, promulgado en conformidad con la voluntad del

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Sumo Pontífice, benévolamente concede las gracias que se enumeran a continuación: I. A todos y cada uno de los fieles cristianos verdaderamente arrepentidos que, debidamente purificados mediante el sacramento de la Penitencia y alimentados con la sagrada Comunión, visiten piadosamente en forma de peregrinación la basílica papal de San Pablo en la vía Ostiense y oren según las intenciones del Sumo Pontífice, se les concede e imparte la indulgencia plenaria de la pena temporal por sus pecados, una vez que hayan obtenido la remisión sacramental y el perdón de sus faltas. Los fieles cristianos podrán lucrar la indulgencia plenaria para sí mismos o aplicarla por los difuntos, cuantas veces se realicen las obras indicadas, respetando la norma según la cual solamente se puede obtener la indulgencia plenaria una vez al día. Asimismo, para que las oraciones que se eleven durante estas visitas sagradas lleven y estimulen más intensamente el corazón de los fieles a la veneración de la memoria de san Pablo, se establece y dispone cuanto sigue: los fieles, además de elevar sus súplicas ante el altar del santísimo Sacramento, cada uno según su piedad, deberán acercarse al altar de la Confesión y rezar devotamente el padrenuestro y el Credo, añadiendo invocaciones piadosas en honor de la santísima Virgen María y de san Pablo. Dicha devoción debe estar siempre estrechamente unida a la memoria de san Pedro, el Príncipe de los Apóstoles. II. Los fieles cristianos de las diversas Iglesias locales, una vez cumplidas las condiciones habituales (confesión sacramental, Comunión eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice), excluido cualquier apego al pecado, podrán lucrar la indulgencia plenaria si participan devotamente en una función sagrada o en un ejercicio piadoso realizados públicamente en honor del Apóstol de los gentiles: los días de la inauguración solemne y la clausura del Año paulino, en todos los lugares sagrados; en otros días determinados por el Ordinario del lugar, en los lugares sagrados dedicados a san Pablo y, para utilidad de los fieles, en otros designados por el mismo Ordinario. III. Por último, los fieles impedidos por la enfermedad o por otra causa legítima y relevante, siempre con el corazón desapegado de cualquier pecado y con el propósito de cumplir las condiciones habituales apenas sea posible, podrán lucrar también la indulgencia plenaria, con tal que se unan

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espiritualmente a una celebración jubilar en honor de san Pablo, ofreciendo a Dios sus oraciones y sus sufrimientos por la unidad de los cristianos. Con el fin de que los fieles puedan participar más fácilmente de estos beneficios celestiales, los sacerdotes aprobados por la autoridad eclesiástica competente para escuchar confesiones muéstrense dispuestos con generosidad para acogerlas. Este decreto sólo tiene validez durante el Año paulino. No obstante cualquier disposición contraria. Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría apostólica, el 10 de mayo, año de la Encarnación del Señor 2008, víspera de Pentecostés. Cardenal James Francis STAFFORD. Penitenciario mayor Gianfranco GIROTTI, o.f.m.conv. Obispo titular de Meta, Regente ***

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II.IV. De la Confrencia Episcopal Española 1. LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA CONDENA EL ATENTADO DE ETA EN LA LOCALIDAD ALAVESA DE LEGUTIANO NOTA DE PRENSA La banda terrorista ETA ha atentado esta madrugada, como siempre de forma vil y cobarde, contra la casa cuartel de la Guardia Civil en la localidad alavesa de Legutiano. Como consecuencia del atentado ha muerto el guardia civil D. Juan Manuel Piñuel Villalón y han resultado heridas otras personas. Ante este hecho criminal, la Conferencia Episcopal Española reitera su firme condena del terrorismo, que es intrínsecamente perverso, porque conculca grave y sistemáticamente el derecho a la vida y es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo. Como señalábamos en la Instrucción Pastoral Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias (2002), en nuestro país “el terrorismo de ETA se ha convertido desde hace años en la más grave amenaza contra la paz porque atenta cruelmente contra la vida humana, coarta la libertad de las personas y ciega el conocimiento de la verdad, de los hechos y de nuestra historia”. Atentar contra las Fuerzas de seguridad es ir directamente contra la democracia, puesto que a ellas encomienda la Constitución la protección del libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana. Hacemos llegar a la esposa y demás familia del guardia civil fallecido, así como a los familiares de las otras víctimas, la sincera condolencia de todos los miembros de la Conferencia Episcopal Española. Encomendamos al Señor de la Vida el eterno descanso de D. Juan Manuel y el consuelo de sus seres queridos, y la pronta recuperación de los heridos en el atentado. La comunidad católica se une al dolor de las víctimas con la oración, de la que esperamos serenidad en la desgracia y lucidez para trabajar, en la unidad, por la derrota del terrorismo. Madrid, 14 de mayo de 2008 ***

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2. MENSAJE DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL LA EUCARISTÍA, ESPERANZA PARA EL POBRE La festividad del Corpus Christi nos invita a entrar en el corazón del misterio de la Eucaristía, que se ha de creer, celebrar y vivir. “Sacramento de la caridad, la Santísima Eucaristía es el don que Jesús hace de sí mismo, revelándonos el amor infinito para cada hombre” Este año, a la luz de la última encíclica de Benedicto XVI –“Spe salvi; Salvados en la esperanza”-, contemplamos la Eucaristía descubriendo en ella un verdadero sacramento de esperanza para toda la humanidad y, de manera muy especial, para los más pobres y excluidos de los bienes necesarios. Nos unimos a la campaña que viene desarrollando Cáritas sobre derechos humanos e igualdad de oportunidades. Dentro de ella, este año dedicó la campaña de Navidad al derecho a la salud; y ahora, cuando nos sentamos juntos hombres y mujeres en la misma mesa del Señor, la dedica a los derechos de la mujer y nos invita a poner de manifiesto la igualdad entre hombres y mujeres y la importancia de que se reconozcan oportunidades equitativas para ambos sexos como expresión de la común dignidad humana que compartimos y como base de una sociedad más justa y más fraterna. La Eucaristía, sacramento de esperanza La Eucaristía, sacramento del amor, aviva en nosotros la conciencia de que donde hay amor brilla, también, la esperanza, de que donde el ser humano experimenta el amor se abren para él puertas y caminos de esperanza. Así nos lo ha recordado Benedicto XVI cuando dice: « No es la ciencia la que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor. Eso es válido incluso en el ámbito intramundano. Cuando uno experimenta un gran amor en su vida, se trata de un momento de “redención” que da un nuevo sentido a su existencia». Y porque el amor es lo que salva, salva tanto más cuanto más grande y fuerte es. Por eso, no basta el amor frágil que nosotros podemos ofrecer. El hombre, todo hombre, también el pobre, en palabras del Papa, «necesita un amor incondicionado». Ese es el amor absoluto que Dios nos ha manifestado en Jesús: «Por medio de Él estamos seguros de Dios, de un Dios que no es una lejana “causa primera” del mundo, porque su Hĳo unigénito se ha hecho hombre y cada uno puede decir de Él: “vivo de la fe en el Hĳo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí” (Gal 2,20)» Este amor absoluto e incondicionado de Dios que el hombre necesita para encontrar sentido a la vida y vivirla con esperanza, se ha manifestado

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en Cristo y tiene su máxima expresión sacramental en el misterio de la Eucaristía. Cuando se descubre y vive la Eucaristía, como misterio de presencia de Cristo acompañando al hombre en el camino de la vida, como misterio de vida entregada por el “Otro” y como servicio humilde y generoso al hermano necesitado, como misterio de comunión que nos hace sentar en la misma mesa superando toda diferencia, resulta fácil descubrir que la Eucaristía es el gran sacramento de la esperanza, anticipo de los bienes definitivos a los que todos aspiramos en lo hondo de nuestro corazón y que esperamos alentados por la fe Celebremos la Eucaristía ofreciendo a los pobres signos de esperanza Vivida y celebrada la Eucaristía como el gran sacramento del amor, la fe en ella se traduce inevitablemente en gestos y signos de esperanza. Lo dice el Papa con otras palabras: «Toda actuación seria y recta es esperanza en acto. Lo es ante todo en el sentido de que así tratamos de llevar adelante nuestras esperanzas más grandes o pequeñas; solucionar éste o aquel otro cometido importante para el porvenir de nuestra vida: colaborar con nuestro esfuerzo para que el mundo llegue a ser un poco más luminoso y humano, y se abran así también las puertas hacia el futuro» Según las palabras del Papa, toda nuestra acción en favor de la justicia y de los pobres, es “esperanza en acto”, es decir, es un signo y un testimonio de esperanza. Afortunadamente, podemos ofrecer al mundo muchos signos de esperanza. Es verdad que cuando miramos el momento histórico que nos toca vivir y la sociedad que estamos construyendo, hay muchas sombras que oscurecen y debilitan la esperanza. Baste recordar algunas de ellas que es necesario denunciar y que están demandando la luz de nuestro compromiso abierto y decidido: - La igualdad original entre hombres y mujeres se ha constituido en un principio jurídico universal; sin embargo, asistimos en el mundo a una feminización de la pobreza que se caracteriza por el creciente empobrecimiento de las mujeres, al empeoramiento de sus condiciones de vida y a la vulneración de sus derechos fundamentales. Entre nosotros, los logros en este campo, aun siendo muchos, resultan todavía insuficientes. La violencia doméstica, la discriminación salarial, el mayor desempleo femenino, la todavía

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escasa presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad política, social y económica, las cargas familiares que tienen que soportar en situaciones de escasos recursos y los problemas de conciliación entre la vida personal, laboral y familiar, muestran cómo la igualdad, siendo diversos el hombre y la mujer, es todavía una tarea muy incompleta. La trata de mujeres es una de las formas más crueles de violencia y de esclavitud. Son miles las mujeres extranjeras que son captadas y traídas a España por personas, grupos de delincuentes o redes criminales organizadas, a través de engaño, amenazas o coacción, con el fin de someterlas a explotación, en la prostitución, en la agricultura, en el servicio doméstico, en la construcción, la hostelería o los talleres clandestinos. Todo ello, sin olvidar otros datos como que hemos rebasado la escalofriante cifra de 100.000 abortos al año en España; que unos 20.000 niños son objeto en España de la trata de personas y están sometidos a diversas formas de explotación sexual y laboral; que miles de inmigrantes llegan a nuestras fronteras huyendo del hambre y sin ser reconocidos en su derechos humanos. No obstante, si son muchas las sombras también hemos de reconocer las luces y los signos de esperanza que apuntan entre nosotros y que hemos de cuidar y potenciar. Seríamos injustos si no reconociéramos algunos de ellos: El compromiso de muchas comunidades parroquiales con su entorno cercano, siendo activas en la formación de un tejido social solidario y responsable ante los más pobres. El servicio de las Cáritas y de otros grupos eclesiales, asistiendo a las víctimas de la explotación en su proceso de recuperación física, psicológica, económica y de integración social, así como brindándoles asistencia jurídica. La implicación de cristianos en movimientos sociales diversos en defensa de los derechos humanos, personales y sociales, de las personas y de los pueblos empobrecidos. El compromiso de personas e instituciones en la promoción de políticas sociales que eviten formas de discriminación ofensivas a la dignidad y vocación de la mujer en la esfera social.

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- El protagonismo que están asumiendo las mujeres en muchos países del sur empobrecido, para sacar sus familias adelante y abrir caminos hacia un orden social nuevo, como reconocen los Obispos africanos. Contemplando el don de la Eucaristía en este Día de la Caridad, os invitamos a entrar en su misterio y a dejaros configurar por él, para que todo el caudal de amor y de vida generosamente entregados por el Señor, y ofrecido por cuantos entran en comunión con él, constituyan para todos, especialmente para los más pobres, una fuente permanente de esperanza. De manera muy particular os invitamos este año a secundar la campaña de Cáritas trabajando decididamente para que la igualdad de derechos entre hombres y mujeres pase de ser un derecho formal a ser un derecho real que configure relaciones personales y sociales de igualdad en los distintos ámbitos de la vida. Lo hacemos confiando en la fuerza que nos da la comunión en el Señor y con la esperanza cierta de que, como dice Benedicto XVI, “la injusticia de la historia no puede ser en absoluto la última palabra”. Madrid, 25 de Mayo de 2008 Comisión Episcopal de Pastoral Social Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Sacramentum caritatis, 1 Cfr Juan Pablo II, Mulieris dignitatem, n.1. Benedicto XVI, Spe salvi, n. 26. Ibid. Cfr. Mt 26, 26-28; Jn 15,3; 1Cor 10,17; 11, 17-34; Cfr. Juan Pablo II, Ecclesia de Eucharistia, n. 59. Benedicto XVI, Spe salvi, n. 35. Consejo Pontificio Justitia et Pax, Compendio de la Doctrina social de la Iglesia, nº 146. Entre 40.000 y 50.000 mujeres son explotadas en España todos los años, la mayor parte de ellas extranjeras, según informó en Viena la Red Española contra la Trata de Personas. Son datos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Consejo Pontificio Justitia et Pax, Compendio de la Doctrina social de la Iglesia, nº 295.

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Cfr Jean Zerbo, Carta Pastoral El desarrollo en África, principales actores, Barnako, mayo 2007. Esta carta fue ratificada posteriormente por la Conferencia Episcopal Maliense y, en octubre de 2007, por las Conferencias Episcopales Africanas. Benedicto XVI, Spe salvi, n. 43. ***

3. NOTA DE PRENSA FINAL DE LA CCIX REUNIÓN DE LA COMISIÓN PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA Madrid, 17 y 18 de junio de 2008 La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha celebrado su CCIX reunión, en la Casa de la Iglesia, en Madrid, durante los días 17 y 18 de junio. Como es habitual, las Comisiones Episcopales han informado sobre el cumplimiento del Plan Pastoral y los obispos han estudiado distintos asuntos de seguimiento y temas económicos. Entre ellos, han revisado los balances y liquidación presupuestaria del año 2007 del Fondo Común Interdiocesano, de la CEE y de sus organismos e instituciones, que se someterán para su aprobación a la Asamblea Plenaria del próximo mes de noviembre. La Cadena COPE En el momento previsto en el orden del día para los asuntos de seguimiento, los obispos de la Comisión Permanente recibieron amplia información sobre la situación actual y perspectivas de futuro de la Cadena COPE y mantuvieron un extenso y rico diálogo sobre el tema. Conscientes de su responsabilidad y convencidos de la necesidad y utilidad de este importante medio de comunicación social, los obispos se proponen intensificar la relación de la Conferencia Episcopal, a través de su Comité Ejecutivo, con la Dirección y el Consejo de Administración de la Cadena en orden a seguir velando por el respeto al Ideario de la COPE y a la exigencia de su cumplimiento. El Ideario señala como objetivos de este medio el servicio a la verdad, a la libertad y al bien común, y es para todos, norma de orientación obligada. Los obispos de la Comisión Permanente mantienen el compromiso de la Conferencia de que la COPE realice los objetivos de todo medio de

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comunicación social, además del específico, previsto en el Ideario, de ser “presencia evangelizadora en el ámbito de la opinión pública”. Nota de la Comisión para la Doctrina de la Fe La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe ha pedido a la Permanente autorización para publicar una Nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, Jesús. Aproximación histórica (Madrid 2007). Tras una atenta lectura del texto presentado, se ha concedido la autorización solicitada. La Nota será publicada oportunamente. Documento sobre la actualidad de la Misión Ad Gentes en España Mons. D. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén y Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, ha presentado para su estudio un documento sobre la actualidad de la Misión Ad Gentes en España. Se trata de una propuesta que toma como base las conclusiones del Congreso Nacional de misiones, celebrado en Burgos en 2003, y las intervenciones más destacadas y recientes del magisterio pontificio, incluida la reciente Nota doctrinal acerca de algunos aspectos de la evangelización de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de 3 diciembre de 2007. La Comisión Permanente ha remitido el texto a la Asamblea Plenaria para su estudio y eventual aprobación. Congreso Eucarístico Nacional de 2010 Se han iniciado las gestiones para determinar qué diócesis será la anfitriona del Congreso Eucarístico Nacional, que se celebrará en 2010. Este Congreso reflejará y potenciará hacia el futuro las iniciativas y las acciones que las distintas Comisiones Episcopales y otros organismos están llevando a cabo como cumplimiento del Plan Pastoral de la CEE para el quinquenio 20062010, “Yo soy el pan de vida (Jn 6, 35). Vivir de la Eucaristía”, aprobado por la Asamblea Plenaria el 30 de marzo de 2006. Jornada Mundial de la Juventud en Sidney La Comisión Episcopal de Apostolado Seglar ha informado a los obispos sobre los preparativos de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Sydney del 15 al 20 de julio. En breve se darán a conocer a la opinión pública los detalles de la participación española en la Jornada. Calendario de reuniones de los órganos de la CEE para 2009 La Comisión Permanente ha aprobado el calendario de reuniones de los órganos de la CEE para el año 2009. Las Asambleas Plenarias tendrán lugar del 20 al 24 de abril y del 23 al 27 de noviembre y las reuniones de la

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Comisión Permanente, del 17 al 19 de febrero; del 16 al 18 de junio y del 29 de septiembre al 1 de octubre. Nombramientos de Directores de Secretariados de la CEE De acuerdo con el artículo 10,3 del Reglamento de las Comisiones Episcopales de la CEE, los Directores de Secretariado son nombrados por un plazo de tres años, pasado el cual, dentro de los seis meses siguientes, se decidirá si se les renueva el nombramiento por otro plazo de la misma duración. El nombramiento corresponde a la Comisión Permanente a propuesta del Presidente de la Comisión Episcopal interesada, después de haber oído al Secretario General (Estatutos, art. 23, 14º). La Comisión Permanente, como es habitual tras la Asamblea de renovación de cargos, ha renovado a los Directores de los siguientes Secretariados: Mons. D. Antonio Cartagena Ruiz, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar Rvdo. D. Javier Igea López-Fando, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero Rvdo. D. José Rico Pavés, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe Rvdo. D. Modesto Romero Cid, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis P. Juan María Canals Casas, CMF, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia Rvdo. D. José María Gil Tamayo, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social Rvdo. D. Anastasio Gil García, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias Rvdo. D. Sebastián Taltavull Anglada, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Pastoral Rvdo. D. Fernando Fuentes Alcántara, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Pastoral Social Rvdo. D. Manuel Iñiguez Ruiz de Clavĳo, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Patrimonio Cultural Rvdo. D. Carlos de Francisco Vega, como Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales Dª Lourdes Grosso García, M.Id., como Directora del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada

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Otros nombramientos: Dña. Rosario Vicente Durá, laica de la Diócesis de Ciudad Real, como Presidenta de la “Confederación de Federaciones y Asociaciones de Viudas Hispania” (C.O.N.F.A.V.). Dña. Esther Álvarez Prieto, laica de la Diócesis de Bilbao, como Presidenta de la “Federación de Entidades Cristianas de Tiempo Libre-DIDANIA”. Rvdo. P. José Luis Guzón Nestar, SDB, sacerdote salesiano perteneciente a la Inspectoría Salesiana “Santiago el Mayor” de León, como Asesor Religioso de la “Federación de Entidades Cristianas de Tiempo Libre-DIDANIA”. Don Rodrigo Bello González, laico de la Archidiócesis de Zaragoza, como Coordinador Nacional de la Asociación “Renovación Carismática Católica de España” (RCCE). Rvdo. D. Eduardo Toraño López, sacerdote de la Archidiócesis de Madrid, como Asesor Espiritual Nacional de la Asociación “Renovación Carismática Católica de España” (RCCE). Don Guillermo Aparicio García, laico de la Archidiócesis de Madrid, como Presidente General del Movimiento de Apostolado Seglar, Jubilados y Mayores “Vida Ascendente”. Rvdo. D. Antonio Matilla Matilla, sacerdote de la Diócesis de Salamanca, como Consiliario General del “Movimiento Scout Católico” (MSC). Rvdo. D. José Ramón Peláez Sanz, sacerdote de la Archidiócesis de Valladolid, como Asesor Espiritual del “Movimiento Cultural Cristiano”. Don Santiago Álvarez Cabezón, laico de la Diócesis de Osma-Soria, como Presidente General del “Movimiento Rural Cristiano de Acción Católica”. Rvdo. D. Enrique Gómez Rodríguez, sacerdote de la Diócesis de Plasencia, como Consiliario General del “Movimiento Rural Cristiano de Acción Católica”. Dña. María Dolores Ferrández Espinosa, laica de la Diócesis de OrihuelaAlicante, como Presidenta Nacional del Movimiento de Acción Católica “Mujeres Trabajadoras Cristianas” (MTC) (Reelección). Además, la Comisión Permanente ha confirmado al P. Emilio Alberich Sotomayor, SDB, salesiano de la Inspectoría “María Auxiliadora”, con sede en Sevilla, como Presidente de la Asociación Española de Catequetas. Madrid, 19 de junio de 2008 ***

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II.V. Economía 1. PLAN DE COMUNICACIÓN DE LA CEE Campaña de la Renta 2008 La CEE ha puesto en marcha un Plan de Comunicación con un doble objetivo: - Acercar su labor y dar a conocer el destino de sus fondos a los ciudadanos - Incrementar la X a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta ¿Por qué? Con motivo del acuerdo alcanzado entre la Iglesia y el Gobierno español, en diciembre de 2006, que establece un nuevo sistema de asignación tributaria a favor de la Iglesia Católica en España. Con este nuevo sistema - Se elimina la dotación presupuestaria por parte del Estado - Se incrementa el coeficiente de la renta del 0,5259% al 0,7% de la cuota íntegra de los contribuyentes que decidan, voluntariamente, asignar a la Iglesia Católica dicho porcentaje - Y se suprime la exención del IVA Ahora… El sostenimiento económico de la Iglesia Católica en España depende, única y exclusivamente, de los católicos y de quienes valoran la labor que la Iglesia desarrolla. ¿Qué se ha hecho? Una primera fase de la Campaña, del 6 de noviembre al 7 de diciembre. Durante este mes, a través de infocomerciales, Spots publicitarios en televisión, inserciones publicitarias en suplementos de prensa e internet, se informó sobre la labor de la Iglesia en España y sobre el nuevo modelo de asignación tributaria. Campaña diocesana Coincidiendo con el Día de la Iglesia Diocesana, del 26 de noviembre al 17 de diciembre, se desarrolló la campaña en las diócesis dirigida a la recaudación de fondos a través de una campaña publicitaría en los medios locales.

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Esta primera fase ha tenido muy buena acogida tanto para el público interno como para el externo pues ha contribuido a incrementar la información sobre el sistema de financiación de la Iglesia, sus necesidades y el destino de sus fondos. ¿Qué se presenta ahora? La segunda fase del proyecto, con el objetivo de incrementar el número de contribuyentes que marquen la X a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta. En la Renta correspondiente al ejercicio 2006, el 33,6% de los contribuyentes marcó la X a favor de la Iglesia Católica en su declaración. Así, ya son casi 6 millones de contribuyentes los que la asignan. Desde el lunes 5 de mayo y durante 5 semanas se repetirán los Spots publicitarios en televisión, y las inserciones publicitarias en prensa, radio e internet. Además, en una fase previa se ha informado a los contribuyentes de cómo modificar los “borradores” para marcar la X a favor de la Iglesia Católica en España. Madrid, 5 de mayo de 2008 Datos de la Asignación Tributaria a favor de la Iglesia - 226.000 declarantes más que en 2005 a favor de la Iglesia. - El porcentaje sube un 0´2% con respecto al año pasado. Nº Declarantes % sobre el total 2004.........5.535.314.......................33´6% 2005.........5.706.000.......................33,36% 2006.........5.932.080.......................33´6% (11,8% marcan las dos) El número de declarantes a favor de la Iglesia Católica continúa aumentando y son casi 6 millones los que asignan (no están incluidos los declarantes de las Haciendas forales). Madrid, 5 de mayo de 2008