DIÓCESIS DE JAÉN
Introducción a San Pablo 6 . – C A RTA A F I L E M Ó N
Jaén. Octubre 2008
Lectura Bíblica Carta a Filemón
P
ablo, preso de Cristo Jesús, y Timoteo, el hermano, a nuestro querido amigo y colaborador Filemón, 2 a la hermana Apfia, a nuestro compañero de armas Arquipo, y a la Iglesia de tu casa. 3 Gracia y paz a vosotros de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. 4 Doy gracias sin cesar a mi Dios, recordándote en mis oraciones, 5 pues tengo noticia de tu caridad y de tu fe para con el Señor Jesús y para bien de todos los santos, 6 a fin de que tu participación en la fe se haga eficiente mediante el conocimiento perfecto de todo el bien que hay en nosotros en orden a Cristo.7 Pues tuve gran alegría y consuelo a causa de tu caridad, por el alivio que los corazones de los santos han recibido de ti, hermano. 8 Por lo cual, aunque tengo en Cristo bastante libertad para mandarte lo que conviene, 9 prefiero más bien rogarte en nombre de la caridad, yo, este Pablo ya anciano, y además ahora preso de Cristo Jesús.10 Te ruego en favor de mi hijo, a quien engendré entre cadenas, Onésimo, 11 que en otro tiempo te fue inútil, pero ahora muy útil para ti y para mí. 12 Te lo devuelvo, a éste, mi propio corazón. 13 Yo querría retenerle conmigo, para que me sirviera en tu lugar, en estas cadenas por el Evangelio; 14 mas, sin consultarte, no he querido hacer nada, para que esta buena acción tuya no fuera forzada sino voluntaria. 15 Pues tal vez fue alejado de ti por algún tiempo, precisamente para que lo recuperaras para siempre, 16 y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido, que, siéndolo mucho para mí, ¡cuánto más lo será para ti, no sólo como amo, sino también en el Señor!. 17 Por tanto, si me tienes como algo unido a ti, acógele como a mí mismo. 18 Y si en algo te perjudicó, o algo te debe, ponlo a mi cuenta. 19 Yo mismo, Pablo, lo firmo con mi puño; yo te lo pagaré... Por no recordarte deudas para conmigo, pues tú mismo te me debes. 20 Sí, hermano, hazme este favor en el Señor. ¡Alivia mi corazón en Cristo! 21 Te escribo confiado en tu docilidad, seguro de que harás más de lo que te pido. 22 Y al mismo tiempo, prepárame hospedaje; pues espero que por vuestras oraciones se os concederá la gracia de mi presencia. 23 Te saludan Epafras, mi compañero de cautiverio en Cristo Jesús, 24 Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores. 25 Que la gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
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La carta a los Filipenses Una breve carta Las cartas de san Pablo están ordenadas en la Biblia por el tamaño. La última, y por consiguiente la más breve, es la dirigida a Filemón. Tan breve que este comentario o introducción es bastante más largo que ella. Un tema doloroso Esta carta nos hace hablar de un tema doloroso y vergonzoso: la esclavitud, una lacra social que ha durado hasta nuestros días. Uno de los aspectos sociales más importantes de la vida en el Imperio Romano fue la esclavitud . Esta institución aparecía por todas partes y lo abarcaba todo. Los cristianos tuvieron contacto con ella desde el principio pues algunos de ellos eran esclavos y
otros dueños de esclavos. Por eso, en la época romana, la esclavitud se veía como algo completamente normal y nadie, ni los mismos esclavos, creían que la cosa pudiese ser de otra manera. El esclavo no era una persona sino una cosa, se podía comprar y vender y el amo era dueño de su vida y hacienda. En los siervos sólo se veía lo que podían producir. Ni que decir tiene que se ocupaban de los trabajos más duros y desagradables. Los castigos corporales eran frecuentes y duros y la pena de muerte, preferentemente la crucifixión, se les aplicaba con demasiada frecuencia con la máxima crueldad para que causara miedo y sirviera de escarmiento. Crímenes imperdonables eran la rebelión y la huida. Si un esclavo mataba a su amo, todos los esclavos de la casa eran condenados a muerte. Los amos, si eran violentos o crueles, trataban duramente a sus esclavos. Pero eso estaba mal visto. Era más frecuente una actitud benevolente unida a cierta postura de desprecio.
Onésimo Pablo estaba en la cárcel, quizás en Éfeso, aunque muchos opinan que estaba en Roma y otros pocos piensan 3
que la carta se escribió desde Cesarea. Estando en la cárcel conoció a un esclavo que se llamaba Onésimo (palabra que significa útil), nombre bastante frecuente en aquella época. Lo convirtió al cristianismo y lo bautizó. El muchacho podría haber acudido a Éfeso en busca de un santuario donde lograr asilo y evitar ser capturado por los escuadrones que buscaban esclavos fugitivos. Con su huida le había causado un perjuicio económico a su amo. Quizás le había robado algo para mantenerse durante la huida. Pablo se enteró de toda la aventura, quizás por informes de Epafras y vio con sorpresa que conocía al amo que se llamaba Filemón.
Filemón Filemón era un cristiano, dicen que convertido por Pablo, que lo trata de "colaborador", tal vez por ser dirigente de la comunidad cristiana que se reúne en su casa. Es decir que era algo así como el párroco de una pequeña iglesia. El caso es que, quizás por tener un puesto de cierta influencia, fue un hombre que supo poner paz entre los cristianos. Por todo eso podía sentirse solidario con Pablo que esperaba estar pronto libre y poder ir a alojarse en su casa. Quizás vivía en Colosas pero no sabemos. (Si la carta a los colosenses es de Pablo, Filemón es ciertamente de Colosas) Pablo se decidió entonces a escribir una carta de recomendación para que Onésimo pudiese volver sin riesgo a su casa. Con ella reafirmaba su amistad con Filemón y solucionaba de una manera conveniente para todos el problema ya que evitaba acusaciones de encubrir a esclavos fugitivos. Estando en la cárcel lo que menos necesitaba Pablo eran nuevas acusaciones. 4
UNA CARTA ROMANA PIDIENDO POR UN LIBERTO Plinio a su querido Sabiniano: salud. Tu liberto con quien te muestras furioso ha venido y se ha postrado a mis pies como se habría postrado a los tuyos, diciendo que no se quiere alejar de mí. Ha estado llorando mucho tiempo, ha estado suplicando mucho tiempo, y también por mucho tiempo ha guardado silencio; en resumen, me ha hecho creer en su pesar. Realmente creo que se ha corregido, porque sabe que se ha portado mal. Sé que estás enfadado y sé que con razón. Pero la mansedumbre es especialmente meritoria cuando hay más justos motivos para la cólera. Tú quisiste mucho a este hombre y espero que lo querrás todavía; entretanto, basta con que te dejes calmar. Podrás enfadarte de nuevo si se lo merece, ya que eso sería más excusable después de haberte calmado. Concede algo a sus lágrimas, a su juventud, a tu bondad natural. Deja de atormentarle y de atormentarle tú al mismo tiempo; pues para ti, tan manso, la cólera no deja de ser un tormento. Temo que vayas a creer que, en vez de suplicarte, te lo exija, uniendo mis súplicas a las suyas; pero las uniré con tanta mayor abundancia cuanto que le he reprendido con la mayor energía y severidad, larga y abundantemente, amenazándole sin rodeos con no intervenir ya nunca en su favor. Esto vale para él, pues había que asustarle; pero no para ti, pues quizás te siga suplicando y obteniendo tu bondad; pero se tratará siempre de una súplica que pueda yo hacer y tú escuchar. Vale Plinio el Joven Cartas IX,21
familia y que llevara una vida ordenada como cristiano que ya era. Ninguna familia mejor para eso que la familia de la que había huido, la de Filemón. Todo eso mal se podía conseguir con teorías sobre la libertad que más bien hubieran irritado al amo y lo habría predispuesto no sólo contra Pablo sino también contra el esclavo.
Una carta personal La carta, que es muy personal y familiar, nos acerca al ambiente cotidiano de la vida de las primeras comunidades cristianas. Sin embargo la carta tiene también muchos rasgos comunitarios, tanto en el saludo, como en el final y en el uso continuo de la segunda persona plural.
Pablo y la esclavitud ¿Por qué no protesta Pablo contra la institución de la esclavitud denunciándola como algo brutal e inicuo? Yo creo que esa pregunta tiene varias respuestas. La primera es que a Pablo ni se le ocurre que haya que suprimir la institución social de la esclavitud; eso en su época era hacer ciencia ficción. ¿En qué situación económica y social iban a quedar los millones de esclavos que había, si fueran liberados de pronto? Eso ni se podía pensar. Por otra parte a Pablo lo que le interesaba en ese momento era solucionar la situación de Onésimo. Tenía que conseguir que dejara de ser un esclavo fugitivo y perseguido, expuesto a toda clase de peligros físicos, sociales y morales. Había que lograr que se integrara en una
Además, en el contexto social que hemos descrito antes, san Pablo destaca aspectos verdaderamente revolucionarios ya que habla de Onésimo, el esclavo, como hijo y como hermano, es decir como persona. Ante Dios, y por tanto ante los cristianos, no hay ya esclavo ni libre: "Ya no hay más judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, puesto que todos vosotros sois uno con Cristo Jesús" (Gal 3,28). Filemón no recobra a Onésimo como esclavo, sino como hermano querido. También tenemos que tener en cuenta que Pablo creía que el fin del mundo iba a llegar enseguida y en esa situación tenía poco sentido ponerse a cambiar las estructuras sociales. En otro lugar dice: Lo que afirmo es que el plazo se ha acortado: en adelante, los que tienen mujer pórtense como si no la tuvieran, los que sufren como si no sufrieran, los que gozan como si no gozaran; los que adquieren como si no poseyeran, los que sacan partido de este mundo, como si no disfrutaran, porque el papel de este mundo está para terminar. (1 Cor 7,29) Por último, si Cristo ha resucitado y es el Señor, los señores de este mundo son esclavos de Cristo y los esclavos son libres en Cristo. Todos son hermanos en Cristo y eso es lo que importa de verdad. 5
Actualidad Las consecuencias de esta doctrina tenemos que ir sacándolas lentamente a lo largo de la historia. Así no solamente se planteará el tema de la esclavitud, sino el de las relaciones laborales y económicas en las empresas, el del puesto de la mujer en la sociedad y en la misma Iglesia, el de los derechos de los inmigrantes, el de las relaciones entre el Norte y el Sur, el de las relaciones entre las culturas....
Autenticidad La carta a Filemón es aceptada por todos como auténtica de Pablo, porque es corta, se ocupa de un caso particular y civil, y no dice nada que esté en contradicción con la personalidad, el estilo y el pensamiento de Pablo tal como los conocemos por las otras cartas.
Lectura de la carta 1-3 Encabezamiento. Pablo no se presenta como apóstol sino como prisionero que entrega toda su vida a Cristo. Se recomienda por Timoteo, Apfia y Arquipo, además de los otros cristianos de la casa de Filemón. No están claras las funciones y las relaciones de estas personas. Algunos dicen que Apfia es la esposa y Arquipo el hijo de Filemón, pero no está demostrado. 4-7 Acción de gracias. Pablo da gracias por la fe y el amor de Filemón a Cristo y pide que esas virtudes se hagan eficaces en la práctica. Se trata de captar la benevolencia de Filemón y llevarlo suavemente al objetivo de la carta: el perdón a Onésimo. 6
8-20 Petición de perdón y acogida para Ónésimo. Pablo basa su petición en el deber que Filemón tiene de amor a Pablo que es anciano y está preso. Pablo quiere mucho a Onésimo porque lo ha bautizado y porque lo ha acogido. Onésimo por su parte, se ha portado muy bien con Pablo y fiándose de Pablo vuelve a su amo para serle útil. Filemón no debe dejar en mal lugar a Pablo causándole un nuevo dolor. Por otra parte Pablo quiere que la acción de Filemón no sea a la fuerza, sino consciente y consecuente con su ser cristiano, por eso Pablo que se fía de él pide que él se fíe de Ónésimo y lo perdone. Si este hombre ha perjudicado a su amo y por eso merece castigo, Pablo dice que el perdón de Filemón a Onésimo será considerado por Pablo como un pago que se le hace él por el bien que le hizo a Filemón. Además Pablo, Filemón y Onésimo por ser cristianos, no son amos ni esclavos mutuamente, sino hermanos en el Señor. 21-25 Conclusión y despedida. Pablo sabe que Filemón hará más de lo que le pide. Esto puede enten-
derse de tres maneras: Acoger como si no hubiera pasado nada a Onésimo y confiar en él, comportándose con él no como con un esclavo perdonado sino como con un verdadero familiar. Liberar de la esclavitud a Onésimo. Devolver a Onésimo ya libre, a Pablo para que le siga sirviendo y ayudando en la organización de la comunidad de Éfeso. Cuál de estas cosas se hizo no lo sabemos. Muchos opinan que la más probable es la tercera. Pablo acaba mostrando su esperanza de ser liberado y de poder visitar a Filemón, pues sabe que con eso le dará una alegría. A Pablo lo acompañan Epafras, también prisionero, o ayudante de Pablo durante su prisión, y Marcos, Aristarco, Demas y Lucas como colaboradores. Estos también se asocian al saludo de la carta.
Personajes de la carta Pablo prisionero de Cristo Jesús. Con toda probabilidad preso en Éfeso. Timoteo, el hermano. Colaborador constante de Pablo. Filemón, amado y colaborador. Dueño de Onésimo y jefe de la Iglesia de su casa Apfia, la hermana. Puede ser la esposa de Filemón, o una mujer con responsabilidad en su Iglesia Arquipo, compañero de armas. Este calificativo, puede significar que es un lider en la comunidad y que tiene que ser valeroso. Unos dicen que es hijo de Filemón, otros dicen que el verdadero destinatario de la carta y dueño de Onésimo. Epafras, compañero de prisión. Tuvo mucha importancia en la Iglesia de Colosas. Es posible que por medio de él Onésimo entrara en contacto con Pablo. Marcos, colaborador. Sus relaciones con Pablo fueron difíciles en algunas épocas. Aristarco, colaborador. Se le nombra varias veces en relación con Pablo. Era de Macedonia Demas colaborador. Parece que poseriormente abandonó a Pablo y tal vez la misma fe Lucas colaborador. El querido médico que siempre acompañó a Pablo
¿Por qué se ha conservado esta carta privada? En primer lugar porque no es una carta estrictamente privada ya que son muchas las personas implicadas e incluso se saluda a una Iglesia domestica en su conjunto. Podemos hablar de una Carta Apostólica. Además: Según san Ignacio de Antioquia, el obispo de Éfeso se llamaba Onésimo Si este Onésimo es el esclavo de la carta, las cosas pudieron ser así: 1.- Filemón liberó a Onésimo y se lo envió de nuevo a Pablo. 2.- Onésimo adquirió preponderancia en la Iglesia de Éfeso. 3.- En Éfeso se empezaron a coleccionar las cartas de Pablo. 4.- Onésimo haría que su carta se incluyera en la colección. Pero en esta hipótesis todos los datos están sin demostrar... 7
Para la Oración Para Pablo no hay ya esclavo ni libre y todos somos esclavos de un mismo Señor que es Jesús. Este es el mensaje fundamental de la epístola a Filemón. Los salmos 132 y 123 nos lo recuerdan.
SALMO 132 Ved: qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos. Es ungüento precioso a la cabeza, que va bajando por la barba, que baja por la barba de Aarón hasta la franja de su ornamento. Es rocío del Hermón que va bajando sobre el monte Sión. Porque allí manda el Señor la bendición: la vida para siempre. SALMO 122
Misericordia, Dios mío misericordia, que estamos saciados de desprecios; nuestra alma está saciada del desprecio de los satisfechos, del desprecio de los orgullosos.
Jaén Octubre 2008
A ti levanto mis ojos, a ti, que habitas en el cielo. Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores, como están los ojos de la esclava, fijos en las manos de su señora, así están nuestros ojos en el Señor Dios nuestro, esperando su misericordia.