DIÓCESIS DE JAÉN
Introducción a San Pablo 8 . - C A RTA A L O S R O M A N O S ( 2 )
Jaén. Octubre 2008
Lectura Bíblica Romanos 1,1-17 ablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por vocación, escogido para el Evangelio de Dios, 2 que había ya prometido por medio de sus profetas en las Escrituras Sagradas, 3 acerca de su Hijo, nacido del linaje de David según la carne, 4 constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos, Jesucristo Señor nuestro, 5 por quien recibimos la gracia y el apostolado, para predicar la obediencia de la fe a gloria de su nombre entre todos los gentiles, 6 entre los cuales os contáis también vosotros, llamados de Jesucristo, 7 a todos los amados de Dios que estáis en Roma, santos por vocación, a vosotros gracia y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 8 Ante todo, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo, por todos vosotros, pues vuestra fe es alabada en todo el mundo. 9 Porque Dios, a quien venero en mi espíritu predicando el Evangelio de su Hijo, me es testigo de cuán incesantemente me acuerdo de vosotros, 10 rogándole siempre en mis oraciones, si es de su voluntad, encuentre por fin algún día ocasión favorable de llegarme hasta vosotros, 11 pues ansío veros, a fin de comunicaros algún don espiritual que os fortalezca, 12 o más bien, para sentir entre vosotros el mutuo consuelo de la común fe: la vuestra y la mía. 13 Pues no quiero que ignoréis, hermanos, las muchas veces que me propuse ir a vosotros pero hasta el presente me he visto impedido con la intención de recoger también entre vosotros algún fruto, al igual que entre los demás gentiles. 14 Me debo a los griegos y a los bárbaros; a los sabios y a los ignorantes: 15 de ahí mi ansia por llevaros el Evangelio también a vosotros, habitantes de Roma. 16 Pues no me avergüenzo del Evangelio, que es una fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree: del judío primeramente y también del griego. 17 Porque en él se revela la justicia de Dios, de fe en fe, como dice la Escritura: El justo vivirá por la fe.
P
En esta segunda charla sobre la carta a los Romanos vamos a hacer una lectura cursiva del saludo y de la primera parte de la carta, es decir, nos vamos a centrar en su parte doctrinal. En la charla siguiente veremos la parte moral y la despedida. Esta carta es uno de los principales documentos de la Biblia y merece una reflexión detenida. A pesar de todo sólo podemos aproximarnos con una guía para la lectura. 2
La carta a los Romanos 2. Lectura de la parte doctrinal (Rom 1-11) Saludo y propósito. 1,1-17 El saludo propiamente dicho lo forman los vv. 1 y 7. Aún siendo así se trata de un saludo recargado. En el saludo Pablo se da un doble título: uno de tipo judío: siervo y otro típicamente cristiano: apóstol. Indica que su tarea es anunciar el Evangelio para dejar claro lo que pretende hacer en la carta. Además introduce una profesión de fe (24) procedente de un ambiente judeocristiano, que Pablo recoge de la liturgia o de la catequesis y que incluye aquí quizás porque ya era conocida de los romanos ; y una presentación de sí mismo (5-6) como apóstol de los gentiles por gracia y don de Jesucristo mismo. Este es el título que le da derecho a escribir a los cristianos romanos que provenían en su mayoría del paganismo. En 1,8-17, después de dar gracias a Dios por la fe de los romanos, y de disculparse de no haberlos visitado antes (8-15) , Pablo destaca: • Que su honrosa tarea es anunciar el Evangelio • Que la predicación el Evangelio es el modo que Dios tiene de ofrecer la salvación. • Que la fe es la respuesta humana que acoge la salvación • Que esto vale tanto para los judíos, para quienes estaba prometido, como para los gentiles. Este es el tema que va desarrollar en su carta. Aparece ya una palabra clave en toda la carta: la justicia de Dios, el don con el que Dios nos hace justos.
Plan de la carta 1,1-17 Saludo y propósito 1,18-11,36 Parte teórica: Justificación por la fe en Jesucristo: •
1,18-3,20 todos necesitados de gracia judíos y gentiles.
•
3,21-4,25 Modo de la justificación: por la fe en Jesucristo .
•
5,1-8,39 Frutos de la justificación: salvación, liberación del pecado, filiación divina .
•
9,1-11,36 Participación de los judíos en la justificación.
12,1-15,13 Parte moral: expone las exigencias morales de la justificación: humildad, sumisión, caridad, ser hijos de la luz . 15,14-16,27 Conclusión: planes, recomendaciones, saludos.
3
Todos, judíos y gentiles, necesitados de la gracia.1,18-3,20 Pablo quiere explicar la salvación que Dios ha realizado en el que cree el Evangelio, pero antes mira hacia atrás: ¿Cómo era la humanidad antes de la llegada de la salvación?. Primero habla de los no judíos. Estos están bajo la ira de Dios porque no han obrado según el orden establecido por Dios. Como no reconocieron a Dios y se entregaron a la idolatría, Dios permitió su depravación. La dura postura de Pablo frente a la homosexualidad deriva de su idea previa de que es un desorden radical en las relaciones naturales de la persona. Como tal desorden deriva del pecado y causa el pecado. Para Pablo, la posibilidad de conocer a Dios y el orden moral querido por Él, mediante la razón es indiscutible, pues Dios se muestra en el orden de la creación y esta es modelo del orden moral. Entre pecado y cerrazón mental hay una autentica espiral: la cerrazón engendra pecado y el pecado engendra mayor cerrazón. (Tengamos también en cuenta que las ideas estoicas sobre el logos que invade todo el universo son las que dominan en el ambiente helenístico del s. I y que Pablo está profundamente influenciado por ellas) Después habla de los judíos. Estos también están bajo la ira de Dios porque no basta tener la Ley, hay que cumplirla, y nadie es capaz de cumplir la Ley: “No hay justo, ni uno sólo”. Todos están, por tanto, en la misma situación de condenación. Los judíos no pueden jactarse de estar en una situación de superioridad frente a la salvación con respecto a los gentiles. 4
Ira de Dios y Justicia de Dios La ira Dios.
de
No se trata del enfado de Dios ni de su molestia frente al pecador. La ira de Dios es la resistencia inflexible de Dios al mal, su oposición a éste en cualquier forma que se presente. Lo que Pablo indica es que en el mundo moral hay una secuencia ineludible entre pecado y destrucción. El que practica la injusticia va al desastre sin remedio. Estar bajo la ira de Dios es estar fuera del orden querido por Dios, estar en el resbaladero que conduce a la perdición total. Justicia de Dios. No se trata aquí del atributo divino por el que decimos que Dios es justo, ya que con esa justicia Dios tiene que condenar al pecador. Se trata en realidad de la cualidad que Dios otorga a quien hace justo perdonando su pecado. Es la justicia que nosotros adquirimos, por don de Dios, para evitar la destrucción que causa nuestro pecado. La justicia de Dios se opone así y vence a la ira de Dios. El hombre que por sus pecados va a la perdición, por el amor de Dios, acogido en la fe, reorienta su vida a la plenitud en Dios
Por la fe en Jesucristo llega para todos la justificación: 3, 21-4, 25
La Ley en sanPablo
Ahora Pablo deja de mirar hacia atrás, deja de ver en que situación está el ser humano sin Cristo y mira hacia la situación actual del hombre después de la intervención de Cristo en la historia..
Pablo fue educado en el amor a la Ley de Dios revelada mediante Moisés y contenida en la Sagrada Escritura. Esta Ley no consiste sólo en los preceptos sino que es una enseñanza para la vida que incluye la revelación del plan salvador de Dios para su pueblo.
Por Cristo se ha revelado la salvación, la justicia que Dios regala y que hay que acoger con la fe. Esta justicia no es el pago o la consecuencia de las buenas obras, no viene de la Ley.
Esta concepción entró en conflicto con su convencimiento de que la salvación realizada por Cristo en la Cruz no necesita de nada más para ser eficaz.
Pablo utiliza tres metáforas para describir la obra de Dios en el que cree: 1.Judicial: justificación, o sea amnistía o rehabilitación 2.Sociológica: redención, o sea liberación de la esclavitud 3.Cúltica: expiación Esta acción de Dios tiene lugar en quien tiene fe. En consecuencia no hay lugar para gloriarse de ser cumplidor de la Ley Pablo prueba esta afirmación mediante una reflexión sobre lo que el Génesis dice sobre Abraham. Este recibió la justificación mediante la promesa acogida en la fe. Esta promesa es anterior a la circuncisión y por tanto no depende de la Ley. Lo que sucedió a Abraham se consignó en la Escritura porque es anticipo de lo que pasa con nosotros a quienes se nos justifica si creemos en Jesucristo muerto y resucitado
En su encuentro con Cristo, Pablo descubre que la salvación es un puro regalo de Dios manifestado y llevado a cabo en la obra de Cristo. Este regalo de Dios llega al que se abre por la fe en Cristo a recibir su Espíritu Santo. Por tanto la salvación no aparece como consecuencia de la bondad del hombre que cumple los mandamientos con rigor y exactitud.. Si fuera así todos estarían condenados porque nadie puede cumplir la ley sin fallo alguno. ¿Entonces para qué servía la Ley? Para demostrar que somos pecadores. Para llevarnos a Cristo que con su entrega nos ha obtenido nuestra salvación. ¿Entonces los cristianos somos amorales? No. El cristiano al recibir la salvación recibe la nueva Ley escrita en su corazón por el espíritu Santo. Esta Ley es el amor y el amor no puede codificarse. El amor es, además la plenitud de la Ley antigua. Así la Ley en cuanto preceptos concretos queda abolida por inútil, pero la Ley en cuanto plan salvador de Dios llega a su plenitud. Así se soluciona el conflicto entre la Ley y la Gracia. 5
Frutos de la justificación: salvación, liberación del pecado, filiación divina: 5,1-8,39 ¿Cómo es la vida del que ha recibido la salvación de Cristo acogiéndola por la fe? El cristiano: • Está libre de la ira de Dios (c.5) • Está libre del pecado (c.6) • Está libre de la Ley (c.7) • Está libre de la muerte (c. 8) C. 5.- Libre de la ira de Dios. La persona justificada está en paz con Dios, por eso hasta las dificultades son motivo de esperanza. La garantía de la esperanza es la sangre de Jesucristo que salva hasta los que están en contra suya. No podemos pensar en Dios como en alguien irritado en contra de los pecadores, al contrario: cuando éramos enemigos la muerte de Cristo nos reconcilió con su amor (5,10). Aparece una nueva metáfora para expresar la relación nueva con Dios: la reconciliación. Esta metáfora está tomada de la vida familiar. Por eso afirma Pablo que nuestro orgullo no es cumplir la Ley, sino tener un Padre como Dios. ¿Pero como es que un acto individual de Cristo repercute en todos los demás? ¿Es solo cuestión de buen ejemplo? Pablo afirma que hay una solidaridad profunda entre toda la humanidad. Por eso desde la ruptura de Adán con Dios, la humanidad está separada de Dios. En efecto, el pecado de Adán ha corrompido a la humanidad, es la natu6
raleza humana, el ser del hombre en cuanto que actúa como hombre, lo que hay que restaurar. Por el hecho de ser seres humanos estamos marcados por la negativa influencia del mal (pecado original). Cristo es el nuevo principio de la humanidad, el nuevo Adán, el que realiza en sí el plan original de Dios con la humanidad: El hombre como dios manda. Su persona misma repara nuestra naturaleza humana. Quien se une a Cristo por la fe, que se sacramentaliza en el Bautismo, es una criatura nueva, es también un ser humano como Dios manda. Además la gracia que nos llega en Cristo supera los efectos del pecado, podemos vivir una vida en plenitud. C. 6.- Libre del pecado. Si la gracia es un don gratuito, ¿da lo mismo pecar que no pecar?. Todo lo contrario: la gracia viene a destruir los efectos del pecado. Si volvemos al pecado la gracia queda ineficaz. Si hemos muerto con Cristo, debemos vivir con Él. C. 7.– Libre de la Ley. Aquí entiende Pablo la Ley como el conjunto de preceptos codificados en el Pentateuco. Esa Ley, imposible de cumplir, que condena al trasgresor , ha quedado superada por la fe. C. 8 Libre de la muerte. Libres de la Ley y del pecado, estamos también libres de la muerte que es la condena del pecado. Hemos recibido el Espíritu de Dios y el que se deja llevar por el Espíritu vence los malos instintos y vive la vida de Cristo. Si compartimos sus sufrimientos y su muerte (no la condena de la muerte) viviremos su gloria
Participación de los judíos en la justificación. 9, 1-11, 36 Si todos están en la misma situación frente a la salvación, ¿qué importancia tiene pertenecer a Israel? ¿Todas las promesas de Dios a su pueblo quedan reducidas a la nada? ¿No se puede, entonces, despreciar a Israel? Los capítulos 9-11 abordan este tema. La postura de Pablo se basa en dos pilares subjetivos: él es judío y él es el apóstol de los gentiles. Por eso argumenta desde la propia experiencia de su conflicto interior. Además en Roma había un problema concreto de relación entre judeocristianos y paganocristianos. Cuál es la situación de cada grupo ante Dios. Desde el punto de vista de la salvación realizada los dos están en la misma situación. ¿Supone eso que los judíos no convertidos quedan fuera de la salvación como pueblo para siempre? ¿Es entonces Dios fiel a sus promesas a Israel? Dios desde siempre ha elegido a quien ha querido. No todos los descendientes de Abrahán son Israel, ni tan poco todos los descendientes de Isaac. Además el papel de cada cual en la historia es repartido por Dios según su propia voluntad. Nadie tiene derecho a exigir nada de Dios. Además en el plan de Dios siempre ha entrado acoger en su pueblo a quienes no eran de su pueblo y permitir que parte de su pueblo deje de serlo. El Israel según la raza ha rechazado la verdadera salvación porque ha preferido conseguir la salvación
mediante la Ley en vez de acoger la gracia. Es verdad que los israelitas quieren ser fieles a Dios, pero se equivocan al no reconocer que Cristo es el fin de la Ley en cuanto código de preceptos. (10,24) Ahora hay judíos, Pablo es uno de ellos, que han creído. Son el resto de Israel, el eslabón de continuidad de la fidelidad de dios a sus promesas. Pero Dios no se olvida del Israel que no ha creído. Dios quería darse a conocer a todos los pueblos mediante Israel. Si éste ha fallado, Dios no puede abandonar su plan de salvación para la humanidad. Pablo espera que el Israel no creyente sentirá envidia de los paganos y se convertirá. Si los paganos encontraron espacio en la salvación a causa de la incredulidad de Israel, la conversión final de Israel como pueblo traerá un alud de gracia al mundo. La situación actual de Israel nos advierte que podemos cerrarnos a la salvación también nosotros y nos obliga a desear y esperar la conversión de Israel. En la comparación del olivo (11, 17-24) Pablo muestra que los cristianos no deben mirar con superioridad a Israel, pues de Israel ha salido la salvación. Los cristianos tienen una tarea de cara a Israel: mostrar los frutos de aceptar los dones de Dios. Cumplirán esta tarea si demuestran con su actitud lo que es de verdad la Iglesia. Acaba con un himno de alabanza a los designios salvadores e insondables de Dios 7
Para la Oración En el himno de Rom 8,31-39 Pablo canta agradecido a Dios que hace que el cristiano no tenga ya ningún temor al no tener sobre sí condena alguna. Dios que es el ofendido, no acusa. Jesús, que es el juez, es ante todo el defensor. Repitamos también nosotros con agradecimiento estas palabras ya que Cristo nos ha liberado del pecado, de la Ley y de la muerte. Ya no estamos bajo la ira de Dios sino bajo su gracia.
i Dios está a nuestro favor , Dice la Escritura: ¿quién podrá estar en co- Por ti estamos a la muerte ntra? todo el día, nos tienen por ovejas Aquel que no escatimó de matanza (Sal 43,23). a su propio Hijo, Pero todo eso sino que lo entregó lo superamos de sobra por todos nosotros, gracias al que nos amó. ¿cómo es posible que con Él no nos lo regale todo? Porque estoy convencido ¿Quién será el fiscal de que e los elegidos de Dios? ni muerte ni vida, Dios, el que perdona. ni ángeles ni soberanías, ¿quién podrá condenar? ni lo presente ni lo futuro, ni poderes, ni alturas, ¿Acaso Cristo Jesús, ni abismos, el que murió, ni ninguna otra criatura Más aún, el que resucitó, podrá privarnos el mismo que está del amor de Dios, a la derecha de Dios, presente en Cristo Jesús, el mismo que intercede Señor nuestro. en favor nuestro?
S
¿Quién podrá privarnos de ese amor del Cristo? ¿Dificultades, angustias, persecuciones, hambre, desnudez, peligros, espada?