Carta del Director
Los consagrados, Testigos del Amor de Dios
EDITA: OBISPADO DE JAÉN VICARÍA de COMUNICACIÓN DIRECTOR: Antonio Garrido de la Torre vicariodecomunicacion@diocesisdejaen.es
COLABORADORES: Pedro Criado Manuel López Manuel Jesús Casado Juan Raya Ildefonso Rueda José Antonio Sánchez Julio Segurado Seminario Diocesano de Jaén CORREO ELECTRÓNICO: iglesiaenjaen@diocesisdejaen.es MAQUETACIÓN: José Carlos Ruiz Mariscal SUSCRIPCIONES: Jesús Jiménez. Plaza Santa María, 2. Apartado 039 - 23080 Jaén. Teléfono 953.230.036 Fax 953.230.039. Depósito Legal J-121-1990. IMPRESIÓN Gráficas La Paz de Torredonjimeno, s.l.
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Muy a menudo pasan desapercibidos. Pero ¡cuanto bien hacen a nuestra sociedad y a la Iglesia! Cuando en algún lejano país nos vienen a través de los medios de comunicación noticias de la labor de religiosos misioneros, parece como si su tarea se pusiera de manifiesto y se alabara socialmente, pero todo suele quedar en un sentimiento pasajero ante las muchas noticias que suministra la actualidad. Y la labor de los religiosos, en misiones y aquí, es una labor permanente, paciente, delicada, de compromiso con los hombres y mujeres entre los que viven. Es una labor que sabe mucho de esparcir la semilla de la Palabra y que sólo el Dueño de la mies conoce. Aunque muy pocas veces salgan en los periódicos, la tarea de los religiosos y religiosas es clave para comprender un Evangelio que se encarna en las mil y una situaciones de precariedad en las que viven muchas más personas de las que creemos. Llamados por Jesucristo a un seguimiento más comprometido, lo entregan todo y se entregan por completo a esta gran labor de ser constructores de un Reino de amor y justicia. Y por eso los vemos en la enseñanza, transmitiendo valores a los niños y jóvenes en colegios e institutos, en unos tiempos como los actuales en los que tan necesario se hace la formación humana y cristiana. Los vemos en las casas de los enfermos y en los hospitales, siendo la mano cariñosa y comprensiva que aporta el aliento de la fe en el campo del dolor. Los vemos en las residencias de ancianos, llevando cariño a unos mayores que necesitan sentirse valorados y atendidos, cuando las fuerzas menguan y los achaques amenazan la salud. Los vemos en centros de atención a niños y jóvenes, trabajando en situaciones complejas, aportando un rayo de esperanza en medio de familias desestructuradas, como se dice ahora, siendo la manifestación más palpable del amor de Dios. Los vemos, en definitiva, en tantos ámbitos que son propicios para hacer patente a un Dios, el Dios de Jesucristo, que es el Padre de la misericordia y del consuelo. Los religiosos y religiosas son la fuerza de la Iglesia y, siendo fieles a su consagración y asumiendo sus votos con alegría e ilusión, aportan un testimonio convincente de amor a los hermanos. Religiosos y religiosas de vida activa y también de vida contemplativa. ¡Que necesaria es para la Iglesia y para nuestro mundo la labor humilde y callada de los religiosos contemplativos! Desde sus claustros, nuestros hermanos y hermanas de clausura son como el manantial en el que nuestro mundo, tan repleto de prisas, puede beber del agua fresca de la contemplación divina. Ellos, con sus oraciones, fortalecen a la Iglesia y nos estimulan a todos a estar unidos con Dios. Porque no debemos olvidar que la mejor parte y la parte más necesaria en nuestra vida es estar a los pies del Señor, escuchando y meditando su palabra. Desde el silencio de la contemplación, los religiosos y religiosas nos dan un admirable testimonio de abnegación, de entrega por completo a Dios y de abandono en sus manos providentes. Ellos nos señalan lo único que es fundamental en nuestras vidas: Dios. Como decía recientemente Benedicto XVI «Dios es importante, lo más importante en absoluto en nuestra vida. Dios tiene la máxima prioridad. Así, pues, si algo en nuestra vida merece premura sin tardanza, es solamente la causa de Dios». Alegrémonos por esta riqueza de la Iglesia que es la vida consagrada y pidamos por estos hermanos y hermanas nuestras para que siempre sean fieles a la causa de Dios. Antonio Garrido de la Torre vicariodecomunicacion@diocesisdejaen.es
Para reflexionar... El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz. Madre Teresa de Calcuta 2 / 2 FEBRERO 2010
LA VOZ DEL OBISPO
Carta Pastoral del Sr. Obispo de Jaén a los fieles consagrados Muy queridos fieles diocesanos: 1. La Iglesia celebra en la fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo una jornada especial por la Vida Consagrada. En ese día y un año más, bajo el lema «CAMINOS DE CONSAGRACIÓN», nuestra Iglesia de Jaén dará gracias por el don inestimable de los fieles consagrados en sus diferentes formas y carismas en tantas Comunidades y Casas de la geografía diocesana. Queremos saludaros con especial afecto y agradeceros, una vez más, vuestra presencia y apoyo en esta Comunidad diocesana. Sois para nosotros como cirios encendidos que irradian el amor más completo a Dios y a la Iglesia. Sois signos claros de un completo abandono en las manos de Dios para cumplir su voluntad y anuncio callado pero con ecos muy nítidos de la nueva vida del Reino de Jesucristo presente entre nosotros. Como tesoros especiales que sois en esta Iglesia, gracias a todos y a cada uno de vosotros. 2. Su Santidad Benedicto XVI en su reciente Encíclica Spe salvi, habla de CAMINOS. Escribe que «la vida humana es un camino. ¿Hacia qué meta? ¿Cómo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriñamos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza.» (n. 49) El camino de los consagrados lo señala certeramente el Concilio Vaticano II en su Decreto Perfectae caritatis: Es el seguimiento de Jesucristo la norma definitiva de la vida consagrada. Nada debe anteponerse a ese único amor, al contrario, encontrar siempre en sus Palabras y Compañía el único camino para sus pasos en todo tiempo y lugar. Y junto a Jesucristo, su íntima unión también a la Santísima Virgen María, estrella de esperanza y modelo de fidelidad, junto al carisma de sus
Fundadores, son los caminos de los consagrados, para su continuado crecimiento en santidad y entrega a su vocación. Siempre encontraréis el aceite nuevo para vuestras lámparas en esos caminos, para no caer en la tentación de encerraros en vosotros mismos o conformaros con lo ya conseguido. Debéis siempre alumbrarnos con fuego nuevo. 3. El pueblo de Dios es muy consciente de la importancia de la vida consagrada entre nosotros. El mundo y la Iglesia se empobrecerían si se debilitara la presencia de personas consagradas totalmente al amor de Dios. Hemos de pedir continuamente estas vocaciones y más hoy, en medio de la cultura utilitarista que nos rodea, en que se valora la importancia de las cosas y de las personas por su funcionalidad inmediata. Ya ocurrió esto mismo en tiempos de Jesús en la unción de los pies en Betania. La casa se llenó del «olor de aquel perfume» y, ante su incomprensión, Judas escuchó aquella palabra: «Déjala» (Jn 12, 3 y 7). Los consagrados son el mejor perfume de Cristo resucitado y presente entre nosotros. Son quienes dejan todo para seguirle, en el nuevo género de vida que Él inauguró y que, bajo la acción de su Espíritu entre nosotros, se ha ido desarrollando e incrementando de múltiples formas a lo largo de la historia del cristianismo. Cada familia religiosa es un testimonio y reflejo de la multitud de dones que el Espíritu Santo pone en manos de sus Fundadores, que han interpretado los signos de los tiempos y se han hecho eco de su voz. El fiel consagrado es testigo entre nosotros no sólo del Evangelio aprendido y vivido, sino del mismo Jesucristo resucitado con el que vive estrechamente unido. Lo hicieron así los Apóstoles y la misma voz del Espíritu continúa escuchándose entre nosotros con respuestas concretas que apoyamos y agradecemos. Gracias a los fieles consagrados y felicidades. Con nuestro afecto y bendición, + Ramón del Hoyo López. Obispo de Jaén 3 / 2 FEBRERO 2010
VIDA RELIGIOSA
SIGNIFICADO Y VALOR DE LA CLAUSURA DE LAS MONJAS Comunidad de Franciscanas Clarisas (Bernardas) La antigua tradición espiritual de la Iglesia une nuestra vida contemplativa claustral a la oración de Jesús «en la montaña»1, o en cualquier caso, en un sitio solitario, no accesible a todos, sino sólo a aquellos a los que Él llama consigo, en un lugar apartado. Asociar la vida contemplativa a la oración de Jesús en un lugar solitario, denota un modo especial de participar en la relación de Cristo con el Padre. El Espíritu Santo, que condujo a Jesús al desierto, nos invita a compartir la soledad de Jesucristo. La celda solitaria y el claustro cerrado son el lugar donde nosotras que somos esposas del Verbo Encarnado, vivimos plenamente recogidas con Cristo en Dios. El misterio de esta comunión se nos manifiesta en la medida en que, dóciles al Espíritu Santo y vivificadas por sus dones, escuchamos al Hijo, y fijando nuestra mirada en su rostro, nos dejemos conformar con su vida hasta la suprema oblación al Padre. La clausura en su aspecto concreto es un modo particular de estar con el Señor, de compartir «el anonadamiento de Cristo mediante una pobreza radical que se manifiesta en la renuncia no sólo de las cosas, sino también del «espacio», de los contactos externos, de tantos bienes de la creación»2, uniéndonos al silencio fecundo del Señor en la cruz. Se comprende entonces que «el retirarse del mundo para dedicarse en la soledad a una vida más intensa de oración, no es otra cosa que una manera particular de vivir y expresar el misterio pascual de Cristo»3, un verdadero encuentro con el Señor Resucitado, en un camino de continua ascensión hacia la morada del Padre. En la espera vigilante de la venida del Señor, la clausura se convierte así en una respuesta al
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amor absoluto de Dios por su criatura y el cumplimiento de su eterno deseo de acogerla en intimidad con el Verbo, que se ha hecho don esponsal en la Eucaristía y permanece en el sagrario como centro de l plena comunión con Él, recogiendo toda nuestra vida para ofrecerla continuamente al Padre. Al don de Cristo esposo, que en la cruz ofreció todo su cuerpo, nosotras respondemos de igual modo con el don del «cuerpo», ofreciéndonos con Jesucristo al Padre y colaborando en la obra de la Redención. De esta forma, la separación del mundo da a toda la vida de clausura un valor eucarístico, «además del aspecto de sacrificio y de expiación adquiere la dimensión de la acción de gracias al Padre, participando de la acción de gracias del Hijo predilecto»4. Somos conscientes de que nos encontramos en el centro mismo del misterio pascual que revela hasta el fondo el amor esponsal de Dios. Cristo es el Esposo porque se ha entregado a sí mismo: su cuerpo ha sido «dado», su sangre ha sido «derramada». De este modo «amó hasta el extremo». El don sincero contenido en el sacrificio de la cruz, hace resaltar de manera definitiva el amor de Dios. Cristo es Esposo de l Iglesia, como redentor del mundo. La Eucaristía es el sacramento del Esposo de la Esposa. En realidad toda la vida de Clara era una Eucaristía porque al igual que Francisco, elevaba desde su clausura una continua acción de gracias a Dios con la oración, la alabanza, la súplica, la intercesión, el llanto, el ofrecimiento y el sacrificio. Acogía y ofrecía todo al Padre en unión con la infinita acción de gracias del Hijo Unigénito. LG 14 VC 59 Verbi Sponsa 1 4 VC 59 1
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VIDA RELIGIOSA
TESTIMONIO DESDE LA CLAUSURA
Comunidad de Franciscanas Clarisas (Bernardas). Sor María Pilar A través de la clausura, Dios nos separa de otras personas porque es Él el único que tiene derecho a pedirnos un servicio directo y exclusivo; quiere de nosotras una amorosa intimidad en un ofrecimiento de oración y sacrificio llevado a cabo durante toda nuestra vida. La contemplación claustral no nos hace ser mujeres aisladas y ajenas a los gozos y fatigas de los demás, del mundo y de la Iglesia. No es huida ante el mundo, pues quien contempla a Dios y su luz pero no abre sus ojos al hermano permanece en la oscuridad. Nuestra vida sólo se puede entender desde el amor. Somos mujeres que hemos respondido a una llamada de amor. Hemos experimentado el infinito amor de todo un Dios que se ha hecho hombre por nosotros, que ha vivido en pobreza y humildad y ha muerto en una cruz por amor a ti y a mí… Frente a esa constatación, toda nuestra entrega es siempre poca para agradecer tanto amor… Por eso decidimos un día entrar en el Monasterio, encerrándonos entre 4 paredes, restringiendo nuestro espacio físico, nuestras relaciones sociales, nuestra posibilidad de conocer mundo: con nuestra vida en clausura, queremos testimoniar que Dios es el Absoluto de la vida, el Creador y Padre de todo que merece ser alabado por sí mismo. Y por otro lado, este vivir en clausura, nos centra en lo esencial de nuestra vocación: la contemplación. Queremos reproducir a Cristo en su oración a solas con el Padre. Viviendo en el claustro, concentramos todas nuestras fuerzas en amar al Señor y a todos los hombres por medio de Él. Este camino nos da alas para volar Desde nuestro retiro, abarcamos al mundo entero, a todos los hombres con sus necesidades, con sus miedos y desesperanzas, con sus sufrimientos… y los hacemos presentes llevándolos al Corazón de Dios que es quien cuida y vela de ellos con amor de Padre.
Nuestra vida sólo se puede entender desde el amor. Somos mujeres que hemos respondido a una llamada de amor. Hemos experimentado el infinito amor de todo un Dios que se ha hecho hombre por nosotros, que ha vivido en pobreza y humildad y ha muerto en una cruz por amor a ti y a mí… Frente a esa constatación, toda nuestra entrega es siempre poca para agradecer tanto amor… 5 / 2 FEBRERO 2010
VIDA RELIGIOSA
LAS HERMANAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓN EN JAÉN HERMANAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓN. COMUNIDAD DE LINARES La presencia de las Hermanas de Nuestra señora de la Consolación en la provincia de Jaén se remonta al año 1975, cuando en el mes de junio llegamos a Úbeda, concretamente a la Residencia Sanitaria «San Juan de la Cruz». Nuestra misión era trabajar en el hospital, que empezaba a funcionar, como enfermeras, auxiliares y personal administrativo y colaborar en la pastoral de diferentes parroquias de la Ciudad. La dirección del Hospital de Úbeda buscó una Comunidad de Religiosas para apoyar y empujar los primeros pasos del Hospital San Juan de la Cruz. Una presencia humanizante y evangelizadora. De la Residencia pasamos a vivir en una vivienda normal, de pisos, y nuestra labor en la pastoral juvenil y sanitaria de la Iglesia local se fue haciendo cada vez más intensa. A Linares llegamos en enero de 1.979, con el mismo fin que en Úbeda pero ya, con la ventaja de una 6 / 2 FEBRERO 2010
presencia consolidada en la provincia, gracias a los cuatro años de andadura de nuestras hermanas de Úbeda. Al ser dos comunidades tan cercanas, la convivencia y comunión era estrecha, ambas comunidades compartían muchos momentos de expansión, por supuesto proyectos y actividades pastorales y sobre todo el ánimo y el espíritu dinámico, las ganas de extender el carisma de la Consolación en la zona. Nuestro trabajo como enfermeras, nos permitió entrar en contacto con muchísima gente de los pueblos de la zona, con familias humildes, necesitadas y también con familias más pudientes; es decir, que como Pablo, «nos hicimos todas para todos». También nuestra labor pastoral en las parroquias nos permitió pronto establecer una red sólida, sobre todo a nivel de pastoral juvenil y sanitaria. Y, eso sí, siempre dentro de la Parroquia, insertas en la vida de la Diócesis, colaborando y aportando nuestro carisma propio al bien de la Iglesia particular y diocesana. En Linares,
NUESTROS PUEBLOS Y PARROQUIAS
VIDA RELIGIOSA
pronto se vio la necesidad de apoyar a los familiares de los enfermos respecto al descanso, el aseo personal, la alimentación y el acompañamiento, para lo cual se abrió una Casa de Acogida para familiares de enfermos. Con el tiempo, las necesidades fueron cambiando, y nosotras, seguimos fieles a la Iglesia y sobre todo fieles a los hermanos más necesitados y fieles a nuestro carisma que nos indica: «Atenderán a cualesquiera necesitados, estando a la altura de la sana ilustración de la época…». Vimos la necesidad de reconvertir la Casa de Acogida inicial en Casa de Acogida para madres gestantes con riesgo de exclusión social (año 2006). Esto fue una clara alternativa al aborto; una oportunidad para la vida; un hogar para tantas mujeres golpeadas por las circunstancias y con mucho deseo de tener a sus bebés. En esta casa las mamás vienen de muy diversas realidades y tienen apoyo durante su gestación, en el parto, y después durante un año más pueden permanecer en la casa criando a su bebé, buscando una mínima estabilidad laboral, social… La última fundación o presencia de la Consolación en Jaén es la actual Residencia
Geriátrica «San Antonio» de Lahiguera (de Arjona). En su origen esta residencia estaba gestionada por una comunidad de religiosas Servitas de María que ante la falta de vocaciones y la situación en que vivían, decidieron unirse a nuestra Congregación el 15 de septiembre de 1990. Desde entonces las Hermanas de la Consolación atendemos a los ancianos de la Residencia al tiempo que, como siempre, colaboramos en toda la pastoral de la Parroquia, como un miembro más, como unas más entre los del pueblo. Un regalo, sin duda, y un gran reto, ser las continuadoras de la Consolación aquí en tierras jienenses; pero este reto no es sólo de las Hermanas, sino de tantos miembros laicos de la Familia Consolación que se han ido agregando a este Proyecto de Dios y del Espíritu, y que también hacen posible de muy diversas formas pastorales que la Consolación en Jaén llegue a los más necesitados: ancianos, marginados, mamás con riesgo de exclusión social, familias desestructuradas, enfermos, jóvenes, parroquias... «¡consolad, consolad a mi pueblo!», un grito de ayer y de hoy que tenemos que seguir haciendo sonar en el corazón de nuestros hermanos.
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VIDA RELIGIOSA
«NUESTRO CARISMA ES SER TESTIMONIO DEL AMOR MISERICORDIOSO DE DIOS» Entrevista a Madre Asunción Colomo, Superiora de la Comunidad de Martos de la Congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña La congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña fue fundada por la beata Madre Petra de San José, que nació el 7 de diciembre de 1845, en el Valle de Abdalajís (Málaga). El decreto vaticano de aprobación de la congregación fue concedido el 30 de junio de 1908 por el Papa Pío X. La vida de Madre Petra se caracteriza por una actitud de confianza ilimitada en el Señor y por constituir un prodigioso equilibrio entre la contemplación y la acción apostólica. Su amor apasionado a Cristo la lleva a buscarlo, tanto en la soledad y el silencio de la oración como en el rostro de los ancianos y niños desamparados. La profunda identificación con Cristo es lo que explica que toda la actividad apostólica de Madre Petra esté orientada a derramar sobre los demás la misericordia de Dios. Ella quiere mostrar a los hombres —sobre todo a niños, jóvenes y ancianos— el amor con que Dios los ama. Y la congregación que fundó asume este objetivo en su trabajo en residencias para ancianos y ancianas desamparados, hogares para niños y niñas carentes de medios y con problemas familiares, colegios de niveles no universitarios, residencias para estudiantes, casas de misiones, casas de espiritualidad y guarderías. En la actualidad, la congregación se extiende por nueve países: España, Italia, México, Estados Unidos, Chile, Argentina, Guatemala, Puerto Rico y Colombia. En la diócesis de Jaén, la congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña tiene cinco comunidades: Marmolejo, Andújar (San Juan de Dios y San Rafael), Torredonjimeno y Martos. En este número de «Iglesia en Jaén», dedicado especialmente a la vida religiosa –tanto activa como contemplativa- en nuestra diócesis, mantenemos un encuentro con la Madre Superiora de la Comunidad de Martos.
1.-¿Sigue siendo necesario el carisma de vuestra Congregación en la vida de la Iglesia actual? Ya desde nuestro «ser» como religiosas estamos señalando al mundo la radicalidad de unos valores que conducen al hombre hacia la plenitud de su realización, mostrando con nuestra forma de vivir, lo absoluto de Dios. A esto se le añade el matiz concreto de nuestro Carisma, que es ser testimonio del amor misericordioso de Dios a los hombres y que sigue siendo no sólo actual, sino necesario. Ya lo dijo Jesús en el evangelio «a los pobres los tendréis siempre con vosotros». Hoy son constatables no sólo la pobreza material (falta de recursos materiales y económicos…), en unos sitios más que en otros, sino sobre todo la pobreza espiritual (soledad, ausencia de valores…). El hombre de hoy, tanto en los países pobres, donde estamos presentes, como en nuestro mundo occidental, tiene una carencia enorme de valores 8 / 2 FEBRERO 2010
humano cristianos, de sentido de la vida, de valores trascendentes, en definitiva, de Dios. Los pobres son patentes en todos los ámbitos y en el apostolado en concreto de los ancianos, en que nos movemos, es prioritario que ellos descubran, a través de nuestro «ser» y de nuestro «vivir» el
VIDA RELIGIOSA amor con que Dios les ama. Muchos de ellos sufren el aguijón de la soledad y el alejamiento de su ambiente y de los suyos, lo que supone un desarraigo en su mundo humano y afectivo. 2.- ¿Cuales son las prioridades que destacaría del modo de acompañar a los ancianos en los últimos años de su vida? Nosotras, como Madres de Desamparados, creemos que lo que necesitan los ancianos es, ante todo, cercanía, acogida, respeto, sencillez y mucha ternura. 3.- ¿A qué cree que se debe el hecho de que no haya más vocaciones a la vida religiosa entre los jóvenes? En primer lugar, al ambiente generalizado de secularismo y de indiferencia religiosa que estamos viviendo actualmente y que afecta, no sólo a la vida religiosa, sino a la sociedad en general. Hoy se vive, se piensa y se actúa como si Dios no existiera. Todo esto no propicia ni la apertura a Dios ni mucho menos a una opción radical por la persona de Cristo. También el miedo a una opción «para toda la vida». A la gente le asusta los compromisos perdurables, prefieren vivir el momento presente,
el «aquí» y el «ahora» La falta de vivencia de la fe ya desde la familia es otra de las posibles causas que dificulta una progresiva maduración cristiana y por consiguiente en una falta de compromiso existencial. Otra causa puede estar en el ambiente de hedonismo y materialismo que hace que los jóvenes se preocupen excesivamente a pasarlo bien y donde la sociedad en la que viven, promete la felicidad a corto plazo. Y en definitiva, se nota una carencia de un encuentro profundo y sincero con Jesús en la vida sacramental. 4.- A lo largo de sus años como religiosa habrá vivido muchos momentos importantes ¿Compartiría algunos en especial? Lo primero que me gustaría señalar es que a lo largo de los años que llevo como consagrada y cuidando a personas mayores he ido confirmándome en mi vocación de religiosa y en esta dimensión de atención a los ancianos. Ellos me dan la fuerza para ir manteniendo mi vida al servicio de Dios, me siento feliz y cuando me he sentido un poco con dudas ellos me dan 9 / 2 FEBRERO 2010
VIDA RELIGIOSA fuerza, ánimo para seguir adelante. He vivido momentos importantes, sí, muchos, pero el estar al lado de los ancianos ya es importante para mí y puedo asegurar que recibo de ellos más de lo que les doy. 5.- ¿Qué mensaje mandaría a los jóvenes? Les invitaría a que se acercaran a los movimientos de Iglesia en los que se «palpa» la felicidad por la entrega a los demás, que puedan constatar la alegría que surge de pensar en los demás y de proporcionar consuelo al que sufre, esperanza al abatido… Que traten de situarse con seriedad ante sí mismos y reflexionen sobre dónde y cómo buscan su realización en la vida, pensando si efectivamente las fuentes a las que acuden les proporciona lo que buscan. Que sean valientes y busquen un encuentro serio con Jesús en la oración y en su Palabra.
LAS HERMANAS DE LA CRUZ: AUSTERIDAD, SACRIFICIO Y CARIDAD CON LOS POBRES Las Hermanas de la Cruz son una congregación religiosa que nació en Sevilla fundada por santa Ángela de la Cruz. Esta congregación tiene en la diócesis de Jaén tres comunidades en Torreperogil, Linares y Villacarrillo. Las Hermanas de la Cruz hoy están presentes en España, Italia y Argentina. Son aproximadamente unas 700 hermanas. Los rasgos distintivos de estas religiosas son la vida austera, la alegría, la humildad y la pobreza. Su misión se basa en el servicio a los pobres. Este fue el empeño fundamental de su fundadora, sor Ángela de la Cruz, que pedía que sus hijas fueran «pobres con los pobres», ayudando a los más necesitados no desde arriba, sino tomando su misma condición. La Congregación de Hermanas de la Compañía de la Cruz fue fundada en Sevilla el 2 de agosto de 1875. Santa Ángela de la Cruz, cuando se cumplieron los primeros cincuenta años de la fundación, escribió a las hermanas cuál era su anhelo: «que 10 / 2 FEBRERO 2010
quien vea una Hermana de la Cruz pueda decir: se ve a las primeras, el mismo hábito exterior y el mismo interior; el mismo espíritu de abnegación, el mismo de sacrificio... Son las mismas hermanas, la providencia para los pobres; dan de comer al hambriento, visten al desnudo, buscan casa a los peregrinos, visitan a los enfermos, los limpian, los asean, los velan sacrificando su reposo. Son todas para los pobres, mirándolos no sólo como hermanos, sino como señores, y los acompañan y están con ellos a su lado». La acción apostólica de las Hermanas de la Cruz se puede dividir en tres aspectos fundamentales: la asistencia diaria de enfermos necesitados a domicilio, la educación cristiana de niñas en escuelas y la acogida de niñas pobres y ancianos. Estas religiosas destacan sin duda por la austeridad de sus vidas. Con un noviciado en Sevilla que suele oscilar entre las 40 y las 60 jóvenes en los últimos años, las Hermanas de la Cruz constituyen un caso bastante
VIDA RELIGIOSA excepcional dentro de las comunidades religiosas, que en general sufren escasez de vocaciones. En el capítulo primero de sus constituciones, que fueron aprobadas por San Pío X en 1908, se expresa que «el fin especial o distintivo de esta Congregación, es promover con la divina gracia la salvación de las almas entre los pobres, a quienes las Hermanas considerarán y amarán como a sus amos y señores. Por ganar sus almas aplicarán su vida apostólica a la visita diaria de enfermos necesitados a domicilio, asistiéndolos en sus necesidades espirituales y materiales. Y también, a la gratuita y cristiana educación de niñas pobres, en internados de huérfanas y en escuelas diurnas y nocturnas». Y afirma que esta labor la llevaran a cabo «con el lenguaje mudo del ejemplo, llevando una vida voluntariamente pobre y austera, en la realización de sus apostolados de caridad». Para comprender los continuos sacrificios que realizan estas hermanas hay que entender un poco el espíritu de su fundadora, sor Ángela. Según esta religiosa, la vida de la Hermana de la Cruz se debe fundamentar en la «sabiduría de la cruz», en vivir instalada en la cruz, en un abajamiento total de la persona, en reducirse a la nada, en imitar a Jesucristo siendo la última de todas las criaturas: «Nuestro país es la cruz, en la cruz voluntariamente nos hemos establecido y fuera de la cruz somos forasteras». Santa Ángela nació en Sevilla el año 1846, en una familia numerosa, trabajadora y pobre y falleció en esta misma ciudad en 1932. Fue enterrada en la casa madre de la congregación donde reposa hoy su cuerpo incorrupto. También hay que señalar que la Iglesia ha reconocido las virtudes cristianas de la sucesora de santa Ángela de la Cruz: Madre María de la Purísima. María Isabel Salvat Romero, que es como se llamaba esta religiosa, fue durante 22 años madre general de las Hermanas de la Cruz. Tan solo diez años después de su muerte, Madre María de la Purísima ha sido declarada venerable por la Iglesia y su beatificación es inminente. En los tiempos difíciles de incertidumbre y crisis que sucedieron al concilio Vaticano II, la superiora general de las Hermanas de la Cruz supo guiar con fidelidad a su Congregación en el carisma de santa Ángela de la Cruz. Madre María de la Purísima estuvo vinculada con la diócesis de Jaén ya que ejerció como directora del colegio que las Hermanas de la Cruz de Lopera. En su etapa al frente de la congregación se fundó la casa que las Hermanas de la Cruz tienen en Linares.
Testimonio de la Hermana Ruth de Jesús, del Instituto de las Hermanas de la Cruz Soy la hermana Ruth de Jesús. Tengo 28 años. Pertenezco al Instituto de Hermanas de la Cruz fundado por la beata Ángela de la Cruz. Aunque soy juniora de votos temporales, estoy comprometida con Jesús para siempre con un amor indiviso en una vida de oración y de servicio a los más pobres, enfermos y abandonados en sus propios domicilios. Les lavo la ropa, les arreglo la casa, hago la comida, curo sus llagas, los velo por las noches y, lo más importante, les doy todo el amor que necesitan porque en la oración Jesús me lo regala. Dios es amor, y yo se lo devuelvo amando a los pobres, entregándoles mi juventud y mi vida entera. Antes de ingresar en el Instituto llevaba una vida normal. Me gustaba la música, las cosas bellas, el arte, la amistad, la aventura. Había soñado muchas veces con mi futuro, pero un día vi por la calle a dos hermanas que me llamaron la atención por su recogimiento, su paso ligero y la paz de su semblante. Eran jóvenes como yo. Me sentí vacía y en mi interior oí una voz que me decía: «¿Qué haces con tu vida?» Quise justificarme: «Estudio, saco buenas notas, tengo muchos amigos». Me quedé mirándolas hasta que desaparecieron de mi vista mientras yo me preguntaba: «¿Quienes son? ¿Adónde van?» Como Nicodemo, invité a Jesús en la noche de mi inquieto corazón y en la oración entré en diálogo con Él. Con Él, sentí la llamada de tantos hermanos que me pedían mi tiempo, mi juventud, el amor que había recibido del Señor. Y busqué. Y me encontré con la mujer que estaba más cerca del misterio de la cruz de Jesús junto a María, sor Ángela de la Cruz. Ella se había configurado tanto con la cruz de Jesús que se hizo amor para los pobres que sufren. Me cautivó y quise ser de las suyas. Y aquí estoy, consciente de lo que he dejado. He dejado todo lo que los jóvenes poseen: la libertad, el dinero, un futuro tal vez brillante, el amor humano, quizá unos hijos. Todo lo he dejado por Jesucristo, que cautivó mi corazón para hacer presente el amor de Dios a los más débiles en mi pobre naturaleza de barro. Tengo que confesar que soy muy feliz y que no me cambio por nada ni por nadie. Vivo en la confianza de que quien me llamó a ser testigo me acompaña con su gracia. 11 / 2 FEBRERO 2010
VIDA DIOCESANA
LA DIÓCESIS DE JAÉN JUNTO A LOS DAMNIFICADOS DEL TERREMOTO DE HAITÍ Antonio Garrido de la Torre La diócesis de Jaén, a través de diversas parroquias y grupos de fieles, han mostrado su solidaridad con los miles de damnificados por el devastador terremoto de Haití. Han sido muchas las iniciativas que se han venido celebrando en colegios, parroquias, cofradías y asociaciones para recaudar fondos con destino a los damnificados de este terrible terremoto. El Sr. Obispo de Jaén manifestó al conocerse la trágica noticia su pesar ante la magnitud de la tragedia. En una nota de prensa, D. Ramón del Hoyo, mostraba su unión con el pueblo haitiano ante el terremoto que causó miles de pérdidas de vidas y un gran número de damnificados y desaparecidos, así como ingentes daños materiales. D. Ramón pidió a los sacerdotes de la diócesis que elevaran al Señor oraciones por todas las víctimas mortales, por los numerosos heridos y por todas las familias damnificadas que han sufrido esta tragedia. Asimismo, el Sr. Obispo se unía a las palabras del Santo Padre Benedicto XVI, y pedía a los fieles de Jaén que muestren su generosidad «para que no falte a estos hermanos y hermanas que viven un momento de necesidad y de dolor nuestra concreta solidaridad». Desde el primer momento, los números de cuenta de Caritas nacional y diocesana en entidades bancarias a favor de la emergencia de Haití se han dado a conocer para que se puedan realizar aportaciones económicas. D. Alistair Dutton, director de operaciones humanitarias de Cáritas Internationalis, comentó ante el desastre del terremoto que «Cáritas tiene una fuerte presencia en Haití y estamos en condiciones de poder ofrecer de forma inmediata a los damnificados por el terremoto tanto alimentos como refugio temporal en todas las iglesias e instalaciones parroquiales». «Cáritas –ha explicado Dutton— está trabajando actualmente en 200 hospitales y centros médicos en Haití, y el personal local está bien formado y preparado para responder a situaciones de emergencia en una región azotada frecuentemente por 14 / 2 FEBRERO 2010
huracanes». Hay que tener en cuenta que la extrema pobreza de Haití hace que sus habitantes sean mucho más vulnerables a los desastres y que la capacidad de recuperación de los damnificados sea muy precaria, debido a la escasez de recursos e infraestructuras. Cáritas Española trabaja en Haití desde hace más de 15 años en apoyo de la población más vulnerable. El año pasado se realizó una fuerte intervención en apoyo a las víctimas de los huracanes «Gustav» y «Hanna», y actualmente se trabaja en las provincias fronterizas con la República Dominicana, la región más deprimida del país, promoviendo la salud, el acceso al agua potable y agricultura sostenible. Asimismo, en noviembre se puso en marcha un proyecto de agua y saneamiento en la provincia de Hinche (zona centro), que se suma a otro programa de salud y de microcréditos de ámbito estatal. Desde Cáritas diocesana de Jaén, su director D. Juan Carlos Escobedo Molinos expresaba que Cáritas Española tienen una intensa presencia en Haití, donde apoyan numerosos proyectos de cooperación. Según Escobedo, «el terremoto sufrido en Haití se suma a una larga serie de desastres naturales y humanos sufridos por la población de la isla y el reciente terremoto no hace sino ahondar más en esa necesidad de ayuda de todo
VIDA DIOCESANA tipo que precisa la población de Haití». La Cáritas Haitiana precisa de toda nuestra ayuda, presencia directa y atención prioritaria de todos los damnificados. El director de Cáritas Diocesana de Jaén afirma que, junto con toda la red de Cáritas Española, se mantiene abierta una campaña extraordinaria para recabar ayudas económicas que permitan una intervención inmediata y una intervención a largo plazo en la isla, extremo éste que siempre queda olvidado después de un primer momento mediático. El delegado episcopal de Cáritas, D. Juan Raya Marín, también pedía a los sacerdotes que rezaran por las víctimas del terremoto en las eucaristías y que se realizara alguna mención en la homilía, o algún signo en la ambientación del templo, para que se ayudase a que las comunidades cristianas tomaran conciencia de la magnitud del problema, «que es nuestro problema». D. Juan Raya afirmaba que en una nota que «Haití ya no sólo es el país mas pobre de América, ahora también es un país destruido. Toda la ayuda será poca para intentar reconstruirlo y atender a las victimas, nuestros hermanos». También expresaba que era necesario pensar en
algunas iniciativas especiales para recaudar dinero con el que ayudar en las necesidades de la emergencia y en la posterior reconstrucción. También el delegado episcopal de misiones, D. Miguel Lendínez Talavera comentó que las Obras Misionales Pontificias de España ante la tragedia que sufre la población de Haití habilitó una cuenta bancaria cuyos fondos irán destinados a las necesidades más urgentes de la población y a la reconstrucción del país. También ofreció para este mismo fin las cuentas bancarias de las Obras Misionales Pontificias de Jaén. Según D. Miguel Lendínez, «durante muchos años las Obras Misionales Pontificias han estado cerca de la Iglesia y del pueblo de Haití con numerosos proyectos de ayuda a la Infancia, a los seminarios y a los misioneros, porque, desgraciadamente, esta gran tragedia agrava aún más la situación de uno de los países más pobres del mundo». Otras instituciones eclesiales como AIN, Ayuda ala Iglesia Necesitada, o Manos Unidas-Jaén también se han movilizado ante esta enorme tragedia y piden la concienciación de la sociedad jienense para ayudar alas víctimas del terremoto de Haití.
Haití: ahora empieza lo más difícil Juan Raya Marín. Vicario Episcopal de Caridad Ciertamente que es recurrente hablar de Haití en estos días. Aunque lo sorprendente es que los más pobres de la tierra necesiten de una catástrofe de estas dimensiones para que merezcan nuestra atención. Si, Haití ya era uno de los países más pobres de la tierra antes del terremoto; ya era un «estado fantasma»; ya contaba con una misión permanente de la ONU, para poner un poco de orden; ya dependía de la limosna mundial (el 80 % de su economía dependía de las ONG’s). Ahora, además, es un país devastado. Económicamente, Haití tiene pocas posibilidades: ni recursos naturales que expoliar, ni industria, ni siquiera la tierra es fértil. Lo poco que había ya se lo llevaron los Duvalier. Dicen que sólo el turismo tiene potencial y eso requiere inversiones, plazos largos y un estado que garantice un mínimo de infraestructuras y de seguridad. Ante la emergencia, todo es poco, todos intentan ayudar desde sus posibilidades y la
respuesta ha sido buena. Aunque, entre gestos casi heroicos y «óbolos de la viuda», algunos aprovechan para «salir en la foto». Después de los primeros días de caos y desesperación, parece que empieza a construirse una «nueva normalidad». Los equipos de rescate y emergencias vuelven a sus bases, los focos se apagan y los periodistas también se retiran: los escombros ya no son noticia, y hay que cubrir otras noticias. Ahora empieza lo más difícil: la reconstrucción, reconstruir entre el anonimato y el olvido. Lo que había no era mucho, pero era todo para ellos. No sólo reconstruir los edificios, sobre todo la democracia, la justicia, la equidad, ... Quizá sea una oportunidad para empezar de cero, un terremoto también en las conciencias y en los método y objetivos de organismos internacionales, estados, ONG’s y autoridades locales. Será un proceso lento, de largo recorrido, de muy largo recorrido. Si nuestra solidaridad pasa página, si olvidamos cuando ya no lo veamos en la tele, la reconstrucción será imposible. 15 / 2 FEBRERO 2010
VIDA DIOCESANA
La Parroquia de San Pedro Poveda de ORACIÓN POR HAITÍ Jaén destina a Haití la recaudación de Oh, Señor, tú que nos escuchas: ayuda al pueblo de Haití. Señor, tú puedes calmar las penas y el sufrimiento que aqueja a este país por las vidas perdidas de tantos seres queridos: padres, hijos, hombres y mujeres, niños, sacerdotes, seminaristas y ancianos. Bendice con el calor de tu mano y abraza a los sufridos haitianos. Que llegue hasta estos hermanos nuestros una inmensa solidaridad. Oh Señor, te suplicamos por este pueblo hermano destrozado, extiende tus brazos sobre ellos y llénalos de consuelo, calma su dolor con tu gran amor. Dale, Señor, fortaleza para resistir y mucha fuerza para levantarse ante esta tragedia. Bendícelos a todos, Señor Jesús. Amén. 16 / 2 FEBRERO 2010
la lumbre de San Antón Julio Segurado Cobos Párroco La Parroquia de San Pedro Poveda de Jaén, que inició su andadura en el Bulevar el 3 de septiembre de 2008, tenía previsto realizar el pasado sábado 16 de enero, por segundo año, su Lumbre de San Antón, con un doble objetivo: fomentar la convivencia entre los feligreses y vecinos del Bulevar, y recaudar fondos para la construcción de su futuro templo parroquial. Gran parte de los voluntarios de Cáritas, del equipo de Liturgia, de los Catequistas y de la Comisión Parroquial Pro-Templo había mostrado su deseo de participar y colaborar en su organización. Diversos colectivos y empresas de la ciudad, también han prestado su ayuda. No obstante, impactados por el devastador terremoto de Haití que ha causado miles de pérdidas de vidas y un gran número de damnificados y desaparecidos, así como ingentes daños materiales, y ante los llamamientos del Papa Benedicto, de la Conferencia Episcopal Española, de nuestro Obispo Don Ramón, de Cáritas Española, etc., tras una consulta por e-mail a todos los colaboradores en la organización, decidimos destinar íntegramente la recaudación de nuestra Lumbre de San Antón a los damnificados del terremoto de Haití. Más de 1.000 personas se reunieron en torno a la lumbre del Bulevar. Se recogieron 8.454 euros de recaudación a beneficio de Haití. Las colectas de ese fin de semana, también destinadas a Haití, han aportado otros 1.704 •. En total, se han logrado 10.158 •. Agradecemos a todas las personas y colectivos que han hecho realidad esta iniciativa. Asimismo, animamos a todos los vecinos y feligreses a que ayuden económicamente a la población de Haití ingresando un donativo en las cuentas de Cáritas Diocesana, indicando en el concepto «Para la emergencia de Haití». Aunque nuestras necesidades son grandes y urgentes, en absoluto hay comparación con las de estos hermanos de Haití, a corto y largo plazo. Oremos al Señor para que seamos solidarios ante este tipo de emergencias, pero más aún antes de que se produzcan.
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Maratón de estudio solidario con Haití Ante la situación que está atravesando Haití, como consecuencia del devastador terremoto de días pasados, la Pastoral Universitaria de Jaén se unió al dolor de las víctimas y damnificados, y quiso colaborar solidariamente con las necesidades de nuestros hermanos de Haití, por lo que organizó un maratón de estudio solidario. Se celebró el pasado 21 de enero en el Campus de las Lagunillas y en la EPS de Linares donde se dieron cita numerosos voluntarios de pastoral universitaria alrededor de la Biblioteca y la Sala de estudio. No se trataba simplemente de dar dinero sino de estudiar con un sentido solidario. Por cada hora de estudio se pedían 50 céntimos. Todas las aportaciones se destinaron a las acciones que la red de Cáritas Internacional está realizando desde el primer momento de la emergencia, así como a los proyectos educativos, de agricultura sostenible, potabilización de agua, infraestructuras sanitarias, etc. con los que está presente en Haití desde hace 15 años. Pastoral Universitaria de Jaén agradece a todos los participantes y voluntarios en este maratón de estudio su solidaridad.
CONVOCADA LA 25 EDICIÓN DEL CERTAMEN LITERARIO DEL CORPUS CHRISTI DE VILLACARRILLO La Sección Adoradora Nocturna de Villacarrillo ha convocado una nueva edición del certamen literario nacional sobre el Corpus Christi. Esta festividad, que goza de una gran relevancia y tradición en Villacarrillo, viene precedida por un certamen literario que en este año 2010 llega a sus bodas de plata. Ya han sido veinticinco los años en los que los ganadores de este prestigioso galardón han leído sus trabajos en el tradicional Pregón Eucarístico del Corpus Christi de Villacarrillo. A este certamen literario podrán presentarse poetas españoles y de habla hispana, siempre que los poemas que concurran estén escritos en castellano. Se otorgará un único premio de mil quinientos euros al mejor trabajo que se presente en poesía sobre el tema: «la Eucaristía, don de Dios para la vida del mundo». Los trabajos que se presenten serán originales e inéditos, no premiados anteriormente en ningún otro certamen y su
extensión no excederá de 200 versos. Juzgará los trabajos literarios presentados un jurado compuesto por personalidades del mundo de las artes y la cultura que nombrará el Consejo Directivo de la Adoración Nocturna de Villacarrillo. Los trabajos, que se pueden enviar a la Sección Adoradora Nocturna de Villacarrillo, en calle Perales, nº 2, 2300 Villacarrillo, se presentarán mecanografiados a dos espacios y por una sola cara en folio A 4, con ejemplar cuadruplicado. Con las obras no podrá figurar nombre, ni seudónimo conocido del autor, sino sólo y necesariamente un lema elegido libremente por éste. Se presentará en un sobre cerrado, en cuyo interior se contendrá la nota en la que se repetirá el mismo lema y los datos personales del autor y teléfono del mismo. Como es habitual, el ganador si lo hubiera de esta vigésimo quinta edición del certamen literario «Corpus Christi de Villacarrillo» leerá su trabajo y recogerá el premio en el solemne acto del Pregón Eucarístico, en el Teatro Coliseo de Villacarrillo. 17 / 2 FEBRERO 2010
MANUEL JESÚS CASADO MENA
La devoción mariana en nuestra diócesis SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ENCINA, de BAÑOS DE LA ENCINA En el siglo XIII, a cuatro kilómetros de la Villa de Baños de la Encina, se alza el bello Santuario de la Virgen de la Encina. Ampliado en el siglo XVII, se nos presenta con una planta basilical con bóveda de cañón. Precedido de un gran atrio donde resalta la esbelta espadaña, y desde el cual se divisa el camarín que custodia la venerada imagen de la Virgen. Nuestra Señora de la Encina fue hallada por un labrador que se encontraba arando con su yunta de bueyes en el paraje conocido como cuesta de los Santos. Cuenta la tradición, que el nueve de mayo de 1225, sobre el árbol que ha dado nombre a la advocación, la Virgen habló al labrador pidiéndole la construcción de un santuario. De este árbol, desgraciadamente destruido en un incendio en 1990, manó un manantial de aceite para socorro de los desvalidos.
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La imagen es una talla de candelero del escultor cordobés Amadeo Ruiz Olmos, que sustituye a la destruida en la guerra civil española. El niño Jesús que porta en sus brazos fue milagrosamente salvado por una piadosa mujer, que lo entregó para incorporarlo a la nueva imagen de la Señora. Las Fiestas Patronales de Baños de la Encina se celebran durante el segundo fin de semana de Mayo. Destaca, sin duda, como acto principal los cultos a la Virgen de la Encina. Como festividad mariana de fuerte arraigo local, ese día los fieles de la localidad y los visitantes parten del pueblo hacia la ermita por la mañana, formando una alegre comitiva de carretas y mujeres, y hombres a caballo. La Virgen parte desde la Iglesia de San Mateo, donde tiene su altar, y es llevada a hombros por las mujeres de baños, hasta llegar a San Marcos, donde los hombres se turnan para llevarla durante el duro camino. Una vez en la ermita, tras la misa, la Virgen es sacada en procesión por los alrededores de la misma. Al atardecer, la Virgen de la Encina es trasladada a Baños en una carreta, continuando la fiesta en el pueblo. La Hermandad de Nuestra Señora de la Encina, tiene antecedentes desde el siglo XVI. Reorganizada en 1880, se fundiría con la cofradía de Jesús del Llano. Por acuerdo del consejo de ministros de 22 de julio de 1956, se concedió a Baños el título de muy Ilustre y Mariana Villa, reconociendo así su larga tradición mariana, patente ya en el escudo de armas donde también aparece la imagen de la Virgen.
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MONSEÑOR SANTIAGO GARCÍA ARACIL CELEBRA SUS 25 AÑOS DE ORDENACIÓN EPISCOPAL El pasado día 27 de diciembre se cumplía el 25 aniversario de la ordenación episcopal, en la Catedral de Valencia, de don Santiago García Aracil. Durante estos años ha ejercido su ministerio episcopal como obispo auxiliar de Valencia (1984-1988), obispo de nuestra diócesis de Jaén (1988-2004) y desde esta última fecha como arzobispo de Mérida-Badajoz. El lunes 28 de diciembre, celebró el jubileo de sus bodas de plata episcopales con la Eucaristía a las 12 de la mañana en la iglesia del Real Colegio-Seminario del Corpus Christi (El Patriarca). Concelebraron con él el Arzobispo de Valencia, don Carlos Osoro Sierra y su condiscípulo, el obispo de Lleida, don Juan Piris. También le acompañaron en la concelebración el Consejo Episcopal de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz y sus condiscípulos, que habían organizado la efeméride. Asistieron a la celebración sus hermanos, sobrinos y familiares. Durante la homilía, monseñor Santiago García Aracil manifestó su gratitud a todos los que le han compartido su ministerio episcopal y sacerdotal.
D. Santiago con sus compañeros de curso: el Obispo de Lérida, D. Juan Piris; el Arzobispo de Valencia, D. Carlos Osoro; los Vicarios Episcopales de Mérida-Badajoz y su Secretario particular, D. Pedro
INAUGURACIÓN DEL MONUMENTO DEDICADO EN BAEZA A SAN JUAN DE ÁVILA Manuel Galiano Marín Dentro de los numerosos actos que se están organizando en Baeza con motivo del 470 aniversario de la llegada de San Juan de Ávila a esa ciudad, el pasado 30 de diciembre en el claustro del IES «Santísima Trinidad» se inauguró el monumento en honor a San Juan de Ávila obra del escultor Ramiro Megías. Asistíamos al descubrimiento de este bajo relieve en un sitio singular junto al paraninfo en el Claustro de la antigua universidad de Baeza. Entre las ideas que se fueron aportando en la comisión, estaba ésta: hacer de las galerías bajas de este emblemático edificio una memoria de los ilustres personajes que han ido tejiendo su historia. Como colofón de este homenaje singular, plagado de actos culturales y académicos que Baeza le tributa en el 470 aniversario de su llegada a la ciudad, se ha erigido este medallón a su memoria. Así puede leerse en la inscripción que lo circunda. El descubrimiento de este bajo relieve ha de marcar un hito histórico en que la ciudad retoma la singular figura del «Maestro San Juan de Ávila» para hacerla asequible a nuestra generación, para que sus escritos sean leídos, divulgados e investigados, para instaurar una «semana avilísta», para sumarnos como los primeros en pedir su reconocimiento como «Doctor universal» y cuando llegue este momento le erijamos por suscripción popular un monumento. Guardemos grata memoria de este acontecimiento y pactemos el hacerlo fructificar. 19 / 2 FEBRERO 2010
VIDA DIOCESANA
LA PASTORAL PENITENCIARIA ORGANIZA UN CICLO DE VISITAS A LA CATEDRAL DE JAÉN José Luís Chaves http:// pastoralpenitenciaria.diocesisdejaen.es Como se viene haciendo desde el año 2008, el primer jueves de cada mes un grupo de internos visita la Catedral de Jaén, aunque en este mes de enero, la salida se retrasó al segundo jueves, día 11, debido a que la primera semana del mes y año coincidió con las vacaciones de Navidad. En esta ocasión, nos reunimos siete internos, un funcionario, seis voluntarios de Pastoral Penitenciaria en diversos momentos de la salida y el Delegado, pues en estas salidas no buscamos solamente que los reclusos vean un monumento con unos buenos guías, sino que procuramos tener una convivencia de miembros de Pastoral Penitenciaria con ellos fuera de las limitaciones, que necesariamente tenemos que respetar cuando nos vemos en la prisión. Entre los internos, uno de Jaén tenía la ilusión de ver de cerca y poder tocar a Ntro. Padre Jesús por primera vez, después de su ingreso en prisión (ya sabemos lo que para un giennense significa esta imagen); otro de los compañeros venía a despedirse de la Catedral pues dentro de unos días se irá en tercer grado a su tierra, donde le espera la familia. Como es costumbre, en la parada del autobús, que sube de la prisión, los esperaba un matrimonio de voluntarios (Manolo y Emilia) para acompañarlos a una típica churrería y desayunar churros calentitos con chocolate. Pasando por el mercado central, nos trasladamos a la Plaza de Santa María, 20 / 2 FEBRERO 2010
donde otro matrimonio del equipo de la Delegación (Alberto y Pepi), que también son guías oficiales de la Catedral, comenzó la visita del nuestro monumento emblemático. La explicación comenzó por la fachada y continuó en el interior; en el coro, don Alfonso Medina le hizo una demostración de los múltiples servicios del órgano y les interpretó una pieza de Bach. Subimos a la logia, las galerías superiores y bajamos al museo. Antes de ir a comer, pasamos a visitar a Ntro. Padre Jesús en su Camarín, donde Don Antonio Aranda nos esperaba y nos hizo una exhaustiva catequesis sobre la imagen y lo que representa para un creyente. La visita terminó recibiendo un clavel de recuerdo. Estas salidas de los primeros jueves se acaban siempre con la comida en un restaurante de la ciudad, en esta ocasión terminamos con un brindis por el compañero que en unos días por fin volverá a vivir con su familia.
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VISITA DEL SR. OBISPO DE JAÉN AL VATICANO El Sr. Obispo de la diócesis de Jaén, D. Ramón del Hoyo López, ha realizado una visita a Roma durante tres días para tratar en el Vaticano varios asuntos diocesanos. El lunes, 18 de enero, se entrevistó con el Excmo. Sr. D. Angelo Amato, Prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, para tratar la beatificación del Venerable Manuel Lozano Garrido «Lolo». También fue recibido en audiencia por el Excmo. Sr. Cardenal D. Tarsizio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano, a quien se le ofreció el resultado de los rosarios rezados por los fieles jienenses y ofrecidos por las intenciones de Su Santidad, en agradecimiento por el Año Jubilar en honor de la Virgen de la Cabeza y por la concesión de la condecoración pontificia de la Rosa de Oro a esta imagen. Asimismo el Sr. Obispo le ofreció una limosna en nombre de la diócesis de Jaén. El martes 19 de enero D. Ramón acudió de nuevo a la Secretaría de Estado del Vaticano en relación con la causa de beatificación del Venerable Manuel Lozano Garrido «Lolo», y visitó también la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. El miércoles 20, D. Ramón del Hoyo estuvo presente en la Audiencia General del Santo Padre Benedicto XVI con el fin de agradecerle personalmente las singulares gracias concedidas a la Patrona de la Diócesis de Jaén, la Virgen de la Cabeza. En esta entrevista personal con Benedicto XVI, el Santo Padre otorgó su Bendición Apostólica a la Diócesis de Jaén y a todos sus sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos.
EL OBISPO DE LA DIÓCESIS VISITA EL CENTRO PENITENCIARIO DE JAEN Nuestro Obispo D. Ramón del Hoyo realizó esta pasada navidad una visita al centro penitenciario Jaén II. Este año los internos han montado belenes en casi todos los módulos del Centro. El Sr. Obispo pasó a bendecir algunos de ellos el día 24 de diciembre. En cada módulo un interno le dirigía unas palabras de bienvenida, después se procedía al rito de la bendición con una breve homilía del Sr. Obispo y se terminaba con el rezo del Padre Nuestro y el canto de un villancico. Tanto el Sr. Obispo como los internos vivieron unos momentos de cercanía, por ejemplo, cuando don Ramón les contaba recuerdos de su infancia en Navidad o cuando rezaba el Padre Nuestro uniendo sus manos a las de los presos, cuando estos le ofrecieron regalos espontáneos: un interno le había escrito una poesía especial para él, otro le regaló la estampa de la patrona de su pueblo que llevaba en la cartera, en un módulo lo invitaron a mantecados, en otro le prepararon una cajita con un nacimiento en pequeño… Esa misma mañana, en el polideportivo uno de los capellanes celebró la misa de Navidad para todos los módulos. Durante esta pasada navidad el equipo de Pastoral Penitenciaria ha organizado en diversos módulos varias fiestas, aprovechando la interrupción de los talleres y cursos que se vienen impartiendo durante al año. La fiesta del Inicio de la Navidad, de Fin de Año o de Principio de Año Nuevo, Cabalgata de Reyes… Para los voluntarios de Pastoral Penitenciaria era una manera de experimentar que ellos son la familia que nos ha regalado Dios; por eso, les hemos dedicado parte de nuestro tiempo de vacaciones a ellos al preparar en nuestras casas las fiestas y al celebrarlas con ellos en estos días tan familiares. Dedicamos un espacio mayor a comentar cómo se ha celebrado la Navidad en el módulo de mujeres. Entre las fiestas navideñas que este año hemos organizado en el módulo de Mujeres destacan dos talleres de pintura en tela y otros de manualidades, teatro de Navidad leído por las internas, fiesta de Navidad con villancicos, y proyección de la película «Natividad». Para Reyes, se las invitó a escribirles y pedirles alguna cosilla; para algunas era la primera vez que lo hacían en su vida. Fueron 34 las cartas recibidas, pero las 54 mujeres del módulo recibieron un detalle de los Reyes Magos y todas participaron en la fiesta. 21 / 2 FEBRERO 2010
VIDA DIOCESANA
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos Manuel García Muñoz Director del Secretariado Diocesano de relaciones interconfesionales y diálogo interreligioso «Vosotros sois testigos de todas estas cosas» (Lc 24, 28) es el lema que este año orienta la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que ha tenido lugar del 18 al 25 de enero. Un año más el Secretariado Diocesano de Relaciones Interconfensionales de la diócesis de Jaén ha pretendido que celebremos en nuestra Iglesia particular la Semana de Oración o el Octavario por la Unidad de todos los cristianos, siendo Testigos de Jesucristo Resucitado, haciendo caer en la cuenta a sus destinatarios y a todos los fieles diocesanos de que éste es también, exactamente, el objetivo principal del Plan de Pastoral de la Diócesis de Jaén para todo el curso 2009-2010: «Vosotros sois mis testigos» (Lc 24,48), traducido así: «potenciar nuestra identidad de testigos de Cristo en la sociedad de Jaén». Obsérvese también cómo los tres objetivos específicos del Plan (impulsar la caridad, potenciar el testimonio de los seglares y atender a los sectores alejados [separados] de la fe) pueden ser asumidos desde una actitud ecuménica. Y, desde luego, tanto la tarea primera del Plan (acción social y pastoral de Cáritas con inmigrantes), como, sobre todo, la tarea quinta (programar actos ecuménicos de culto y de formación), reclaman espíritu ecuménico convencido. A este respecto, el movimiento ecuménico eclesial nos invita a participar con entusiasmo en toda iniciativa parroquial, arciprestal o diócesana (además de celebraciones ecuménicas conjuntas de la Palabra, otras actividades, como encuentros de oración con el método de la «lectio divina», utilización de los posibles medios de comunicación a nuestro alcance [prensa, radio, TV, internet], jornadas de estudio, charlas formativas, conferencias, mesas redondas, foros de respetuoso debate, exposiciones, etc.) destinada a promover la unidad de todos los creyentes en Jesucristo, y a eliminar los impedimentos de cualquier tipo que obstaculicen el logro de la plena y perfecta comunión entre ellos, en el seno de la una y única 22 / 2 FEBRERO 2010
Iglesia del Señor. Los sacerdotes diocesanos, que, junto a los del mundo entero, estamos celebrando un Año Sacerdotal especial, convocados por el Papa Benedicto XVI, con ocasión del ciento cincuenta aniversario de la muerte del santo Cura de Ars, y con el objetivo de «promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo» (Carta de convocatoria del Año Sacerdotal, del 16 de junio de 2009), nos sentimos particularmente comprometidos con esta Semana ecuménica. Así debe ser, porque, al tratarse, sobre todo, de una Semana de oración por la unidad cristiana, los sacerdotes, en cuanto «hombres de oración», identificados con los anhelos de Cristo (Carta del cardenal C. Hummes, prefecto de la Congregación para el Clero, de 9 de diciembre de 2009), nos vemos peculiarmente interpelados por el Espíritu para rezar por la única Comunidad de discípulos fundada por el Salvador. Y, además, los sacerdotes, en cuanto «enviados por el Señor a ser sus testigos», como los Apóstoles (cf. Act 3,15), y a anunciar «lo que hemos visto y oído», también como éllos (cf. I Jn 1, 3ss), «testigos de la caridad pastoral» y de «la misericordia», «hombres de comunión» (Mensaje de los Obispos Españoles a los sacerdotes, 27 de noviembre-14 de diciembre de 2009), nos sabemos urgidos por el Espíritu para suplicar la reconciliación de todos los bautizados en Jesucristo. La Virgen María, bajo la advocación de la Cabeza, Patrona de la Diócesis del Santo Reino, a quien seguimos celebrando y agradeciendo los muchos favores espirituales obtenidos para nosotros durante este Año Jubilar, Primera Testigo de su Hijo (concibiéndolo, alumbrándolo, cuidándolo y acompañándolo desde su niñez nazarena hasta antes de su ascensión a la derecha del Padre, y, durante toda su vida, meditando en su corazón el misterio de su Persona y dándolo a conocer) y Madre de la Iglesia, sea nuestra intercesora y nuestro modelo de oración al pedir la unidad de todos los cristianos.
...PARA CONTEMPLAR Y REZAR A PIE DE CALLE
CONTEMPLANDO A JESÚS EN LA CRUZ «Eran como las nueve de la mañana cuando lo crucificaron» ( Mc. 15, 25) Buen Pastor, que, por Amor, te das en ese madero santo, y que no dudas, Amor siempre dar al que tanto dolor, a Ti te dio, y duro quebranto. En esa cruz clavados pies y manos, abierto el costado, llagas, ríos desbordados del Amor, por Ti dado a todos y, sin límites, donado. Pastor, que, por tanto Amor, mueres y das tu vida, sin reparo, pues es tan grande tu Amor, que te das en regalo todo Tú, sin merma ni menoscabo,
y, de ese duro leño, donde está tu cuerpo crucificado, tu, mi Pastor y Dueño, hiciste tu cayado, guía, para el rebaño a Ti encomendado, con clara agua saciado, con tu Sangre comprado y adquirido, y siempre, sustentado dándole tu Pan vivo y, con tus bienes, siempre, enriquecido. Tu Pastor, bueno y santo, desde esa cruz donde Tú estás clavado, por tu Amor, que en ti es tanto, perdona mi pecado, y haz, de mí, un hombre nuevo, renovado. Martín Santiago Fernández Hidalgo Párroco de la Santa Cruz, de Jaén
Acercándonos a Nuestra Catedral Pepi y Alberto El devastador terremoto de Lisboa de 1755, confirma la construcción de la capilla de la catedral de Jaén, conocida como la iglesia de El Sagrario. El proyecto definitivo fue obra del afamado arquitecto Ventura Rodríguez, autor entre muchos palacios y estatuas, de la conocida fuente de la diosa Cibeles, de Madrid. La planta del templo es ovoidal, inscrita en un volumen cuadrado. El techo lo forma una magnífica bóveda elíptica con casetones hexagonales, rematada por una bella linterna. En el coro (poco conocido), podemos contemplar sobre pechinas, una media naranja, dividida por radios con alegorías musicales con diversos instrumentos. De la decoración interior, podemos destacar tres grandes cuadros. En el presbiterio, el que representa la Asunción de la Virgen (casi idéntico al existente en el Museo del Prado del mismo autor) Salvador Maella, de 6 x 3 metros. En el altar derecho el martirio de San Pedro Pascual y en altar izquierdo, la agonía del Señor (calvario), ambos de 4 x 2 metros. La fachada principal, la forma un par de gigantescas columnas corintias, un frontón y una ventana. En la fachada opuesta, observamos una sobria cripta, en su interior, están enterrados entre cientos de personas, el que fuera obispo de Jaén D. Manuel Basulto. Existe una segunda planta formada por dos pares de pilastras y un remate con frontón triangular. Todo el conjunto lo rodea una balaustrada con los siguientes iconos: San Miguel, San Pedro, San Pablo, la Caridad, la Gracia, la Inocencia, la Sabiduría, Melquisedec, Sansón, Isaac y David. Después de 37 años de construcción, se inauguró el Sagrario al culto en marzo de 1801. Os invitamos a disfrutar de ésta magnífica obra arquitectónica que completa todo el conjunto de nuestra catedral de Jaén, pronto Patrimonio de la Humanidad (esperemos). 23 / 2 FEBRERO 2010