Año 3
No. 121
Semana del 29 de mayo al 04 de junio de 2011
Al educar en la verdad, dejará de dominar la mentira
Rechaza trabajo por convicción pro-vida El periódico The Catholic Spirit de la Arquidiócesis de Minneapolis (Estados Unidos) recogió el testimonio de un electricista católico que pese a estar desempleado desde julio de 2009 –debido a la crisis económica que aún afecta al país– rechazó una jugosa oferta de trabajo en la construcción de una clínica abortista de la cadena Planned Parenthood. Tim Roach –que tiene dos hijos menores- recibió una llamada del sindicato local sobre un puesto de trabajo. “No podía llegar en un momento mejor. Los beneficios por desempleo de Tim están por acabar. No podía creer que le estaban ofreciendo un trabajo por un plazo de once meses con un salario anual de 70 000 dólares”, afirma el periódico. Tim pensó que el empleo era perfecto pero luego recibió la mala noticia. Se trataba de un puesto en la construcción de la nueva clínica de Planned Parenthood en la avenida University de la ciudad de St. Paul. “Él (representante del sindicato) no estaba realmente seguro de si se van a practicar abortos allí. El tipo evitó el punto, creo, para tratar de atraerme y que diga que sí. Pero, me dije a mí mismo: ‘Espera un minuto. Es una de Planned Parenthood”, la cadena de clínicas abortistas más grande del mundo. Tim sigue desempleado y sin perspectivas inmediatas de empleo. Afortunadamente, su esposa Nicole, de 37 años, tiene un trabajo a tiempo completo en una escuela primaria. “En todo este proceso, nuestra fe se ha profundizado. Nos sentimos como si esto fuera una prueba para nuestra fe”, afirma Nicole y asegura estar impresionada por la reacción de su esposo. “Él tiene esa formación moral que le hace reconocer inmediatamente que esto no es lo correcto”, afirma. La historia de Tim llegó por correo electrónico al Padre Erik Lundgren, pastor asociado de la parroquia Divina Misericordia, a la que asiste Tim, y la incorporó en una de sus homilías. “Pensé que es un ejemplo inspirador para todos sobre el celo que es necesario que nosotros los católicos tengamos en el debate pro-vida, la lucha pro-vida”, afirmó el sacerdote.
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UN GRAN CAMARADA
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LA ENSEÑANZA DEL PROFETA
MAYO 29 DE 2011
La emoción de la Pascua permanente
Por Pacco Magaña
Editorial
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Santa Isabel de Hungría
ermina el mes de mayo, el mes dedicado de manera especial a María y en ella a todas las mamás, y comienza el mes de junio en el que se hace particular mención al Sagrado Corazón, y en el que se viven muchas emociones y sentimientos, y en el que muchas personas empiezan a cerrar ciclos en su vida cotidiana. Me vienen a la mente los estudiantes, que terminan sus estudios; pero también los católicos comenzamos a cerrar el ciclo de la Pascua en la vida de la Iglesia, y es aquí donde debemos hacer una reflexión sería de cómo la alegría pascual ha cambiado nuestra vida, y nos ha guiado en un mundo ampliamente afectivo, que en ocasiones puede ser confuso, y nubla el camino que nos marca la Pascua hacia la felicidad plena.
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy quiero hablarles de una de las mujeres del Medievo que ha suscitado mayor admiración; se trata de santa Isabel de Hungría, también llamada Isabel de Turingia. Nació en 1207; los historiadores discuten sobre el lugar. Su padre era Andrés II, rico y poderoso rey de Hungría, el cual, para reforzar los vínculos políticos, se había casado con la condesa alemana Gertrudis de AndechsMerano, hermana de santa Eduvigis, la cual era esposa del duque de Silesia. Isabel vivió en la corte húngara sólo los primeros cuatro años de su infancia, junto a una hermana y tres hermanos. Le gustaban los juegos, la música y la danza; rezaba con fidelidad sus oraciones y ya mostraba una atención especial por los pobres, a quienes ayudaba con una buena palabra o con un gesto afectuoso.
La vida diaria trae consigo muchas emociones, que hay que aprender a conocer, pues estas son la motivación primera de nuestras acciones. Y nuestras acciones deben estar siempre orientadas al bien, es decir, orientadas a encontrar la felicidad. Y esa es la tarea de este tiempo de Pascua, orientar nuestra vida en el verdadero camino evangélico hacia el conocimiento de Cristo Vivo, y prolongar este encuentro durante todo el año, no solo en este tiempo.
Su niñez feliz se interrumpió bruscamente cuando, de la lejana Turingia, llegaron unos caballeros para llevarla a su nueva sede en Alemania central. En efecto, según las costumbres de aquel tiempo, su padre había decidido que Isabel se convirtiera en princesa de Turingia. El landgrave o conde de aquella región era uno de los soberanos más ricos e influyentes de Europa a comienzos del siglo XIII, y su castillo era centro de magnificencia y de cultura. Pero detrás de las fiestas y de la aparente gloria se escondían las ambiciones de los príncipes feudales, con frecuencia en guerra entre sí y en conflicto con las autoridades reales e imperiales. En este contexto, el landgrave Hermann acogió de muy buen grado el noviazgo entre su hijo Luis y la princesa húngara. Isabel dejó su patria con una rica dote y un gran séquito, incluidas sus doncellas personales, dos de las cuales fueron amigas fieles hasta el final. Son ellas quienes nos han dejado valiosas informaciones sobre la infancia y la vida de la santa.
Los cristianos experimentamos un amplio abanico de fenómenos emotivos y afectivos. Estar cansado, nervioso, alegre, triste, amoroso, son estados asociados a los afectos que experimentamos diariamente y a cada momento, pero es importante que conozcamos que nuestros estados de ánimo generan emociones, por ejemplo, un estado de ánimo irritable puede generar una emoción de enfado o enojo. Seguir el camino de la pascua y vivirlo, debe generar en nosotros estados de ánimo positivos, para que nuestras emociones nos lleven a experimentar sentimientos verdaderos de alegría cristiana que nos ayuden a realizar una evaluación general de nuestra vida y corregir aquellas situaciones de pecado que nos separan de nuestro ideal cristiano. La emoción de experimentar a Cristo vivo debe ser un sentimiento real gratificante que nos lleve a realizar acciones impregnadas de verdadera actitud cristiana. Pues ser bueno, y hacer las cosas bien, es una decisión que se debe de tomar todos los días.
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Tras un largo viaje llegaron a Eisenach, para subir después a la fortaleza de Wartburg, el re-
(Primera de tres partes)
cio castillo que domina la ciudad. Allí se celebró el compromiso entre Luis e Isabel. En los años sucesivos, mientras Luis aprendía el oficio de caballero, Isabel y sus compañeras estudiaban alemán, francés, latín, música, literatura y bordado. Pese a que el noviazgo se había decidido por motivos políticos, entre los dos jóvenes nació un amor sincero, animado por la fe y el deseo de hacer la voluntad de Dios. A la edad de 18 años, Luis, después de la muerte de su padre, comenzó a reinar en Turingia. Pero Isabel se convirtió en objeto de solapadas críticas, porque su modo de comportarse no correspondía a la vida de corte. Así, incluso la celebración del matrimonio no fue suntuosa y el dinero de los costes del banquete se dio en parte a los pobres. En su profunda sensibilidad, Isabel veía las contradicciones entre la fe profesada y la práctica cristiana. No soportaba componendas. Una vez, entrando en la iglesia en la fiesta de la Asunción, se quitó la corona, la puso ante la cruz y permaneció postrada en el suelo con el rostro cubierto. Cuando su suegra la reprendió por ese gesto, ella respondió: «¿Cómo puedo yo, criatura miserable, seguir llevando una corona de dignidad terrena, cuando veo a mi Rey Jesucristo coronado de espinas?». Se comportaba con sus súbditos del mismo modo que se comportaba delante de Dios. En las Declaraciones de las cuatro doncellas encontramos este testimonio: «No consumía alimentos si antes no estaba segura de que provenían de las propiedades y de los legítimos bienes de su marido. En cambio, se abstenía de los bienes conseguidos ilícitamente, y se preocupaba incluso por indemnizar a aquellos que habían sufrido violencia» (nn. 25 y 37). Un verdadero ejemplo para todos aquellos que ocupan cargos de mando: el ejercicio de la autoridad, a todos los niveles, debe vivirse como un servicio a la justicia y a la caridad, en la búsqueda constante del bien común.
MAYO 29 DE 2011
PARROQUIA, COMUNIDAD DE COMUNIDADES
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a parroquia es la comunidad eclesial que puede considerarse célula viva de la Iglesia, es el lugar privilegiado donde los bautizados pueden tener una experiencia de Cristo y de comunión eclesial. Es comunidad de discípulos donde todos compartimos la responsabilidad de anunciar el Evangelio. Existe en todos el anhelo ferviente de una renovación profunda de las parroquias para hacer de ellas comunidades evangelizadoras, organizadas, integradoras, atentas a la diversidad cultural de los fieles que la forman, abiertas a los diversos carismas, dones y ministerios, a la diversidad cultural y a los proyectos pastorales que pueden venir del Decanato o de la Diócesis. La renovación de la parroquia exige reformular sus estructuras para que sea “red de comunidades y grupos”. Ella está llamada a ser comunidad que recibe y acoge la Palabra de Dios, celebra y adora la Eucaristía y desde la Eucaristía vive el discipuladomisionero. Un imperativo para las parroquias de hoy es convocar y formar laicos misioneros, que sean capaces de compartir con entusiasmo la tarea evangelizadora de toda la Iglesia y al mismo tiempo sean valientes para ser fermento de vida nueva dentro de la sociedad. Un modelo inspirador para la vida de las parroquias lo encontramos en la descripción que el libro de los Hechos de los apóstoles hace de las primeras comunidades cristianas (2,42-47): comunidades que parten el pan de la Palabra y de la Eucaristía, que celebran los Sacramentos, especialmente la Eucaristía, como escuela de vida cristiana y donde se vive y se practica la caridad. Cada parroquia debe realizar signos concretos de su compromiso social, pues la fe se proyecta en la realidad mediante las obras de misericordia: “muéstrame tu fe sin obras, que yo por las obras te mostraré mi fe” (ver Sant 2,18). La celebración de la V Conferencia General del Episcopado latinoamericano y del Caribe, en Aparecida, es una oportunidad para que todas las parroquias sean misioneras, tanto en el ámbito urbano como en el mundo rural. Han de ser misioneras poniendo en juego toda su imaginación y creatividad para anunciar el Evangelio. ¿Cómo percibes que tu Parroquia está llevando a cabo estas tareas? ¿Qué aspectos de la vida eclesial están más descuidados en nuestras parroquias? ¿Qué podemos hacer para que seamos parroquias más misioneras, como lo quiere Jesús? NOTA: Te recomiendo leer con detenimiento los párrafos 170-177 del Documento de Aparecida.
Apreciados lectores y lectoras:
ALGUNA VEZ ALGUIEN ME DIJO: “Yo no ayudo a la diócesis porque la siento lejos de mí y de mi familia; a mi parroquia sí la ayudo porque la siento cercana”. A muchos les pasa lo mismo. No acaban de entender qué es eso de la diócesis, dónde está, dónde se le puede ver. El domingo pasado les hablé de la Iglesia, en su espléndida realidad de Iglesia universal. Permítanme que ahora les hable de la Iglesia particular que también se llama diócesis o arquidiócesis cuando es cabecera de un grupo de diócesis que se llama provincia eclesiástica. Espero no enredarlos. Miren: La Iglesia universal está organizada territorialmente en provincias eclesiásticas, diócesis y parroquias. Al frente de la Iglesia universal está el Papa, al frente de una diócesis o arquidiócesis está un obispo o arzobispo y al frente de una parroquia está un párroco. ¿Qué es una diócesis? “Es una comunidad de fieles cristianos en comunión en la fe y en los sacramentos con su obispo… Estas Iglesias particulares están formadas a imagen de la Iglesia Universal. En ellas y a partir de ellas existe la Iglesia católica, una y única”, así lo dice el Concilio. Pero nos preguntamos algo más: ¿Y qué relación tienen las diócesis con la Iglesia universal? Ahora escuchamos al Catecismo de la Iglesia Católica que nos responde: “Las Iglesias particulares (diócesis) son plenamente católicas gracias a la comunión con una de ellas: la Iglesia de Roma que preside en la caridad. Porque con esta Iglesia, en razón de su origen más excelente, debe necesariamente acomodarse toda Iglesia, es decir, los fieles de todas partes” (CIC 834). Volvamos a la diócesis. Podemos definirla también de este otro modo: Es una porción del Pueblo de Dios, con una extensión territorial bien definida, que se confía al obispo para ser apacentada con la cooperación de sus sacerdotes, de suerte que, unida estrechamente a su pastor y reunida por él en el Espíritu Santo, por medio del Evangelio y la Eucaristía, constituye una Iglesia particular, en que se encuentra y actúa verdaderamente la Iglesia de Cristo, que es una, santa, católica y apostólica. El obispo preside, ejerce su ministerio y pastorea a cuantos se encuentran en ella; tiene que dar cuenta de sus almas a Dios. La diócesis, por otra parte, tiene necesidad de una estructura y organización en base a las cuales sean asegurados a los fieles los sagrados servicios de la predicación, de la santificación y de la conducción pastoral. Naturalmente las estructuras y los oficios de la diócesis deben servir únicamente a la salvación de las almas.
Conviene decir, además, que el tamaño del territorio y la cantidad de habitantes de la diócesis deben ser tales que el obispo sea capaz, con la colaboración de los sacerdotes, de cumplir eficazmente su oficio pastoral, y de proveer, lo mejor posible, a la salvación de los fieles. En suma, la diócesis debe asemejarse a la primitiva comunidad cristiana de la que habla el libro de los Hechos de los Apóstoles. Ha de ser, por tanto: “Una comunidad de fe, que hay que instruir continuamente con la Palabra de Dios; una comunidad de gracia, en la que se celebra el sacrificio eucarístico, se administran los sacramentos, se eleva a Dios incesantemente la oración; una comunidad de caridad, tanto espiritual como material, que brota de la fuente de la Eucaristía; una comunidad de apostolado, en la que todos son llamados a difundir las riquezas de la enseñanza de Cristo; una comunidad jerárquica, confiada a la guía de aquellos que el Espíritu Santo ha puesto como pastores de la Iglesia”. Para terminar, déjenme que les muestre el rostro de nuestra arquidiócesis: fue fundada el 31 de agosto de 1854. De su territorio nacieron las diócesis de Ciudad Valles (hace 50 años) y de Matehuala (hace casi 14 años). Actualmente, cuenta con 111 parroquias y 19 rectorías con sacerdotes propios, religiosos o diocesanos. Su extensión territorial es de 19,428 kilómetros cuadrados y el número de habitantes llega a un millón quinientos mil, aproximadamente. Tiene 226 sacerdotes y 9 diáconos permanentes. Cuenta con 117 seminaristas de todos los niveles. Con el arzobispo cooperan el vicario general, el vicario de pastoral, el canciller, el vicecanciller, el ecónomo, el vicario judicial, el vicario de vida consagrada, el vicario de la Zona Media y 32 equipos de trabajo diocesano que se llaman colegios, consejos, comisiones y dimensiones. A todo este conjunto de servicios e instituciones se le llama: Curia Diocesana. En la diócesis hay 110 religiosos, 810 religiosas y 34 grupos de apostolado laical. Su lema es: “RECOMENZAR DESDE CRISTO”, y está llevando a cabo su cuarto plan o proyecto de trabajo pastoral para el período de 2009 a 2015. ¿La conocen? ¿Cómo la califican? Ojalá esto ayude a sentir más cercana y más nuestra la arquidiócesis de San Luis Potosí y, sobre todo, a sentirse parte de ella en compromiso con su tarea evangelizadora de cada día que ha venido cumpliendo desde hace casi 157 años en estas queridas tierras potosinas.
“Y, hasta que nos volvamos a encontrar, que el Señor los guarde en la palma de su mano”.
Nuestra historia
Pbro. Mateo Paulín La necesaria verdad Hernández Mons. Juan del Río Martín
Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz
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iendo seminarista del Seminario Menor por el año de 1988 nos encontramos el grupo al que pertenecía un servidor y el hoy Párroco de San Diego: Sr. Cura José de la Cruz Rodríguez en su casa paterna a la cual nos había invitado un fin de semana para unos días de descanso, éramos más de treinta seminaristas y estando ahí fue donde recibimos la noticia de la muerte del querido P. Mateo Paulín quien después de una larga y penosa enfermedad entregaba su alma al Creador. Estuvimos presentes en sus exequias, su cuerpo fue velado y sepultado en su Iglesia Parroquial. Moría un gran Sacerdote, con un futuro prometedor pero que muy pronto había cumplido ya su misión y volvía gozoso a la Casa del Padre. Había nacido en la Fracción de Sánchez, Santa María del Río, SLP, el día 21 de septiembre de 1951. Hijo de los Señores Cesáreo Paulín y María Guadalupe Hernández, de los trece hijos de este venerable matrimonio fue el décimo, y tuvo así mismo la gracia de tener un hermano Sacerdote, el P. Cesáreo Paulín, sacerdote de esta diócesis potosina que actualmente presta sus servicios en la Parroquia de Santo Domingo. Fue bautizado el P. Mateo en la Quadricentenaria parroquia de Santa María del Río (que este mes de mayo ha celebrado tan memorables momentos, como lo fue la Coronación Pontificia de su amada imagen Mariana), el 23 de septiembre de 1951. Y al año siguiente recibió la confirmación en la misma parroquia. Estudió la Primaria en el Colegio Miguel Ángel de la cabecera Municipal. Ingresó al Seminario Guadalupano Josefino el 5 de febrero de 1965 donde cursó todos sus estudios sacerdotales. Recibió los Ministerios y órdenes en la Catedral Metropolitana de manos del Excmo. Sr. Obispo
Dr. Don Ezequiel Perea Sánchez. Lectorado el 29 de junio de 1975; Acólito 18 de diciembre de 1976; Diácono el 18 de diciembre de 1977; Presbítero el 25 de enero de 1979. Los lugares donde desempeñó el Ministerio Sacerdotal fueron: Vicario Cooperador de la Parroquia de la Santa Cruz 1979, Vicario Cooperador de la Parroquia de Villa Juárez en 1980; Párroco de Atotonilco el 4 de junio de 1988. Murió en Santa María del Río el 24 de septiembre de 1988 a los 37 años de edad y nueve de Sacerdocio. Al día siguiente de su muerte el Arzobispo Arturo A. Szymanski presidió la Concelebración en la que participaron una presencia notable de sacerdotes en la Iglesia parroquial que lo había visto nacer para la vida y ahora lo despedía en su llegada a la Casa Eterna. Quienes conocieron y trataron al P. Mateo, dan cuenta de un Sacerdote ejemplar, de vida virtuosa y de profundo celo pastoral. Hombre sencillo y cabal. De sonrisa franca y goza entrega por su jubilosa vida sacerdotal. Abrazado de la cruz de Cristo por la prueba de una penosa enfermedad, se mantuvo fiel hasta que escuchó la voz del Señor que sonriendo pronunció su nombre y lo llevó al gozo del Reino Eterno.
L
a cultura de la mentira se ha instalado en el poder y en muchas relaciones humanas. De tal manera que hoy nadie se fía de nadie. Se está a la defensiva y la convivencia social, se ha distorsionado por falta de veracidad. La palabra humana ha perdido todo valor y la manipulación del lenguaje es el arte de la posmodernidad donde hablar de verdad objetiva, absolutamente independiente del yo, es evocar los espíritus de la intolerancia.
Se extrae como consecuencia que el mejor camino para una “sociedad sana” es situarse en el puro relativismo, donde todas las opiniones tengan el mismo valor. Es más, el valor de “cualquier verdad” viene determinado por el número de votantes, el de acceso o visitas en Internet o el consenso conseguido. Con esto se parte de una falacia: “que la verdad es producto del hombre”. Esta es la gran mentira que, con apariencia de verdad y orientada egoístamente, trata de instrumentalizar al hombre y en definitiva a anularlo. En el lado opuesto están la verdad y la veracidad que fundamenta y da vigor al derecho, a la libertad, a la justicia, a la paz. La verdad es la luz de la inteligencia humana. Para el creyente la fuente suprema de esa luz es Dios que en ningún caso contradice la más pequeña partícula de cualquier verdad. Por eso no hay oposición entre la verdad racional y la fe cristiana, de ahí que ciencia y religión no se enfrentan, como nos quiere hacer ver los laicistas, sino que se comprenden mutuamente y cooperan en la búsqueda del bien del hombre y de la sociedad. La veracidad en sentido amplio es el amor a la verdad. Es la virtud que inclina a decir siempre la verdad y manifestarse al exterior tal y como se es interiormente. Requiere la sencillez de corazón y la fidelidad para cumplir lo prometido. La verdad hay que decirla con nobleza y caridad. Igualmente, demanda la prudencia para decir las cosas
en el momento oportuno y a quien corresponde, para que seamos comprendidos correctamente. También, porque la otra persona puede no estar en disposición, por diversas circunstancias, a la aceptación de la verdad. Por amor al otro hay momentos que es mejor guardar silencio y esperar la maduración de los acontecimientos. De esto, no se debe concluir que sea lícito mentir. Nunca mezclar lo falso con lo verdadero para encubrir el engaño con apariencia de verdad que tiene diversos rostros: simulación, hipocresía, falsa humildad, adulación, charlatanería, demagogia. Toda mentira destruye a la persona y a la comunidad, porque como dice la Escritura: “guárdate de mentir, y de añadir mentiras a mentiras, que eso no acaba bien” (Eclo 20,27). En cambio, la verdad da a la persona firmeza y solidez y emprende de modo casi natural el sendero de la paz. Por eso, hemos de ser veraces con Dios, con nosotros mismos y con los demás. El camino de la veracidad exige sacrificios, renunciar y constancia.
Suscitar buenos y honrados ciudadanos demanda educar en la verdad. Ello comienza con unos
planes de estudios y enseñanzas que alcance a todos los sectores. Se continua con el testimonio trasparente de los representantes de las instituciones. Teniendo presente, que cuando priman más los intereses partidistas que el bien común de la sociedad, entonces la cultura de la mentira lo domina todo, corrompiendo a la clase política y dañando la convivencia pacífica de un país. Esta regeneración en la verdad ha de darse también en el seno familiar, social y cultural. Cuando esto se olvida, es fácil que con artificios engañosos surjan “respuestas mesiánicas” que engatusa a la multitud con el deseo de ejercer la autoridad, que el final resultaría más cruel que la de cualquier tirano. Por eso mismo, hoy a todos los niveles tiene máxima actualidad las palabras de Jesús: “la verdad los hará libres” (Jn 8,32).
El equipo de colaboradores del Semanario la Red se une a la pena de nuestra compañera Angélica Maldonado Morales por el sensible fallecimiento de su hermano
Salvador Maldonado Morales El pasado martes 17 de mayo del presente.
Pedimos al buen Dios traiga paz y pronta resignación a su familia.
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Omenaje a mi maestro Artículo exclusivo para los jóvenes
Ya me casé ¿Debo seguir aportando a la casa?
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e voy a salir un poco del tema, para responder a una petición que me hicieron y con gusto lo hago. La familia es el núcleo familiar por excelencia, donde se deben cultivar los valores y los principios, para poder desarrollarse como una persona íntegra en toda la dimensión de la palabra. El documento de Aparecida, en el número 468, nos señala la importancia de la lucha por la vida, la dignidad y la integridad de la persona; y la defensa fundamental de la dignidad y de los valores comienza en la familia. Por P. Kino
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ace un tiempo selebramos el dia del maestro. A él le devo lo que soi. Por él aprendí a leer, a escrivir, y sobre todo a cultivar la pasiensia con muchos de mis compañeros. Jesús es el gran maestro que enseñaba no solo de palabra sino con el testimonio. Ogalá que todos los maestros tomaran como modelo a Él. Todabía recuerdo aquel cagón en el rincón donde estaban los lápices, el maestro los sacaba y los repartía para que todos tubieramos con que escrivir. Gracias maistro, y aunque ya pasó tu dia, te deseo felisidades. Joven, seguramente ya “tijereteaste” la pésima ortografía del inicio. Pues quiero que sepas, que si no corregimos “mañas” actuales no tardaremos en olvidar lo que es la auténtica gramática. He visto oraciones de quinceañera en clave, utilizan palabritas como “porfis”, “plis”; en lugar de escribir la palabra utilizan el dibujo, en lugar de la palabra paz, ponen una mano con los dedos índice y medio levantados ¿qué es eso? Nuestros maestros esforzándose para enseñarnos a leer y escribir correctamente, y nosotros con XOXO (besos y abrazos); awanta (espera); omg (oh por Dios); cool (aliviandado); pomo (bebida alchólica) etc. No creo que esté mal que los jóvenes se identifiquen con un lenguaje determinado, pero que pena que esto pueda acarrear (no a todos), el olvidar el escribir correctamente nuestra riqueza de idioma.
Cada época ha tenido sus formas precisas de expresión, por eso no es fácil interpretar textos antiguos. Por eso no debemos interpretar literalmente la palabra de Dios, requerimos conocer el ambiente, los modismos, la cultura, los sentidos literarios etc., y sobre todo contar con la asistencia del Espíritu Santo. Para aquel adulto que hizo caso omiso de que este artículo es exclusivo para jóvenes, quiero que piense que si es difícil entender los escritos actuales juveniles, qué complicado será comprender la Palabra de Dios. Sin embargo existen libros que nos pueden ayudar a entender mejor. Y ahora un comercial: Existe en nuestra Iglesia potosina la Escuela de teología para laicos, ubicada en Damián Carmona 115 (frente a la Iglesia de la compañía) donde todos los lunes de 6 a 9 de la noche se preparan los que quieren profundizar su fe (por cierto comenzamos el 22 de agosto el próximo ciclo escolar, te esperamos, por las mañanas en el 812 21 11 te pueden dar información). Existen seguramente también en alguna parroquia cercana grupos bíblicos, catequísticos, de oración, de reflexión etc., que pueden ayudarnos a comprender mejor la palabra de Dios y cómo aplicarla a nuestra vida. No te preocupes si no entiendes “la clave morse de los escritos de los jóvenes”, preocúpate mejor si no entiendes y vives la Palabra de Dios que es eterna y no pasa de moda. Y para concluir, si eres quinceañera y vas a mandar a imprimir una oración, te invito “en buena onda” a elegir una oración acorde a la altísima dignidad de Dios, pues a Él va a ser dirigida, te
Desde pequeños se nos debe de enseñar a trabajar y ser responsables; ayudar a mamá en las tareas del hogar, obedecer si nos piden un mandado; si por ejemplo destendimos la cama, hay que tenderla, si usamos tal cosa, hay que dejarla en su lugar y si algo tiramos, levantarlo; si ensuciamos el plato, hay que lavarlo y ponerlo en el estante respectivo; si suena el teléfono, hay que contestar amablemente, si tocan la puerta, abrirla sin esperar el grito de mando que la abramos; si vamos a llegar tarde a casa, avisar; si pedimos algo prestado hay que devolverlo, si las cosas no nos gustan, hay que decirlas y si te gustó, hay que demostrarlo. Todos estos valores se deben de fomentar en la casa. Pero, uno de los valores que se nos debe de inculcar, aparte de los ya mencionados, es el de contribuir económicamente a ella, cuando ya tenemos un trabajo o un ingreso. Cuando yo estaba más pequeño, empecé a trabajar como “cerillo” en una tienda departamental, y mi mamá me decía que tenía que darle una parte de lo que ganara, para que cuando fuera grande y tuviera obligaciones no se me hiciera pesado. Y efectivamente, cuando vives en casa y trabajas, tienes la obligación de contribuir a los gastos que en ella se generan; no es justo que comas, te laven, te planchen, uses
todos los servicios y no aportes nada, pudiendo ya hacerlo. Pero cuando te cases, ya tu obligación de contribuir y aportar es en tu nueva familia. No se vale que por seguir dándoles a tus papás, dejes sin comer a tus hijos o no pagues los servicios de tu casa. La aportación para tus papás es voluntaria y cuando se pueda, sin que merme tu obligación principal. Hablamos aquí de una obligación moral. Tampoco se vale, que pudiendo darles a tus padres para la medicina, no lo hagas y ellos anden batallando y no ajustan porque tienen una pensión muy raquítica.
Así que volviendo a la pregunta inicial, si eres casado, u obligación económica son tu esposa y tus hijos. Sin embargo, en la medida de lo posible, ayuda a tus padres y no los abandones.
Las partes de la Eucaristía y su fundamento:
Oración del Señor
Congreso Eucarístico Arquidiocesano
Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz.
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on el Padre Nuestro inician los ritos de comunión; ya que la celebración Eucarística es un convite pascual, conviene que, según el encargo del Señor, su Cuerpo y su Sangre sean recibidos como alimento espiritual por los fieles debidamente preparados. En el Padre Nuestro se pide el pan cotidiano, que para los cristianos evoca principalmente al Pan Eucarístico, y se implora la purificación de los pecados, de modo que, en realidad se den a los santos las cosas santas. El sacerdote invita a orar y los fieles dicen, todos a una con el Sacerdote, la oración. «Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánoslo hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal. «Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas”. (Mt 6,9-14). En el NT emerge la figura de Jesús, modelo y maestro, que enseña a sus discípulos a orar con la oración del padrenuestro, que libera los sentimientos más nobles de un hombre en su relación orante con Dios. La
comunidad de los discípulos sigue sus huellas y enriquece la experiencia de oración de Israel con nuevos sentimientos y nuevas fórmulas. Pablo, el hombre de la oración apostólica incesante, habla de Jesús y hace resonar su oración en las cartas; por todas partes la iglesia se constituye como comunidad de oración con acentos nuevos; finalmente, la comunidad escatológica del Apocalipsis es descrita como una asamblea de alabanza y de intercesión. Todo el horizonte de la oración del NT está impregnado de la presencia de Jesús. Jesús enseñó a los discípulos a orar (Mt 7,7) con perseverancia y humildad (Lc 11,5-13; 18,9-14), en lo oculto, donde el Padre escucha (Mt 6,5-6), empeñándose en cumplir la voluntad del Padre (Mt 7,21); ha prometido su presencia entre quienes se reúnen en su nombre para orar, comprometiéndose a conceder cuanto pidan con fe (Mt 18,20). A los discípulos que le rogaron: “Señor, enséñanos a orar” (Lc 11,1), Jesús les enseñó la oración del padrenuestro, incluida por Lucas en el contexto de una instrucción global sobre la oración (Lc 11,2ss), y por Mateo en la sección del sermón de la montaña, en el ámbito de la revelación de la paternidad y la providencia de Dios (Mt 6,9-13.25-34). En esta oración Jesús invita a dirigirse a Dios llamándolo Padre para cumplir, como él, su voluntad.
Congreso significa reunión, congregación. Es una bendición de Dios que ha puesto en la mente y el corazón de la Iglesia esta palabra que nos sirve para reflexionar y avivar nuestra fe y amor a Jesús en la Eucaristía. Hecho autoprisionero para alimentarnos con la Sagrada Eucaristía y acompañarnos por toda la vida. Porque no quedó conforme con todo lo que hizo en su Santísima Pasión por nosotros. Y como Dios que es, Cristo pudo hacer el milagro de la Santa Hostia. Para comprender la necesidad y obligación de demostrarle al Divino Maestro nuestra gratitud y amor por este divino regalo, debemos hacerlo comulgando con frecuencia y presentarle nuestra humilde adoración. ¿Cuánto vale la vida? Ningún tesoro basta para comprarla. ¿No merecerá Dios y Jesucristo nuestro Señor nuestra adoración para agradecérsela? También pensemos que como los ángeles del cielo, también nosotros somos criaturas de Dios; somos familias de Dios. Y así como en una familia no sólo un hijo tiene la obligación de amar, respetar, obedecer y ayudar a sus padres, sino todos los hijos; así debemos ser todos los católicos. Reflexionemos que asistiendo al congreso Eucarístico, alcanzaremos muchas bendiciones de Dios. Adorar a Cristo en la Eucaristía y hacerlo con alegría es nuestra mejor ofrenda. Dios ve desde el cielo los sentimientos de nuestra adoración. Vamos todos al Congreso.
Próximo
Congreso Eucarístico Diocesano
2 de septiembre 2011
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Los libros y sus autores
Por una ética del consumo
Iglesia Universal
Adela Cortina
VATICANO.- Al presidir el rezo del Regina Caeli en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI recordó que “el esfuerzo por anunciar a Jesucristo, ‘el camino, la verdad y la vida’ constituye la tarea principal de la Iglesia”. El Papa dijo luego que “solo creyendo en Cristo, permaneciendo unidos a Él, los discípulos, entre los cuales estamos también nosotros, pueden continuar su acción permanente en la historia: ‘en verdad, en verdad, les digo –dice el Señor– quien cree en Mí, hará él también las obras que Yo hago, y aun mayores, porque Yo voy al Padre’”. “La fe en Jesús comporta seguirlo cotidianamente, en las acciones simples que componen nuestra jornada” aceptando abrir la puerta del corazón al que Dios toca “sumisamente”. “Si le abrimos nos hace capaces de ‘ver’”.
Madrid Taurus, 2002, 340 páginas
Por Luis Marino Moreno
E
s una ética aplicada. Adela Cortina explora la óptica del consumo. La era se define como la era del consumo el sujeto como consumidor, y se incoa un debate al supuesto de la inevitabilidad del consumo, de sus aportes y sus peligros. Su propósito dar pautas para orientar al animal consumidor. La fenomenología del consumo aporta la imagen constituida en y por el consumo: no el consumo de los elementos para la supervivencia individual y colectiva, sino de los bienes producidos por el mercado. Una sociedad en la que los deseos construidos y las necesidades creados incorporan un crescenconsumista que se convierte finalmente en exposición bólica de la propia autoestima, de la propia identidad.
CIUDAD DEL VATICANO.- La conversación que mantuvo este sábado Benedicto XVI con los astronautas abordo de la Estación Espacial Internacional sirvió para ilustrar la necesidad de una alianza entre fe y ciencia al servicio de la paz. Una paz, coincidieron tanto el papa como los miembros de la tripulación, que será promovida por un auténtico respeto del ambiente y sus recursos, gracias al progreso de la ciencia y a la responsabilidad que ofrece la fe en Dios Creador, que ha dado al hombre el “planeta azul”. Fue un acontecimiento histórico, no sólo porque era la primera vez que un obispo de Roma interactuó, gracias a la conexión por satélite, con el espacio exterior, sino porque en esta ocasión, a diferencia de lo que siempre sucede, quien planteó las preguntas de la conversación fue el mismo pontífice.
do sim-
Un incremento, sin embargo, que provoca insatisfacción por cuanto la avalancha de productos consumibles y las conductas consumistas de los grupos de referencia, dibujan la figura de un inalcanzable horizonte; cuando la propia autoestima y la propia identidad se fían a la hipótesis del consumidor. El resultado es la insatisfacción permanente. No solo la previsible insatisfacción exige la incesante desigualdad, y el límite que impone un planeta cada vez más expoliado, en que los recursos necesarios para la vida son incorporados a la lógica del intercambio de mercancías. El consumo puede anticipar la consumación del desastre, que no solo es social sino político y ecológico: que afecta la base y fundamento físico de la vida.
Adela Cortina Catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia. Doctora en Filosofía Jurídica Moral y Política de la Universidad de Valencia. Con su obra “Ética de la razón cordial” ganó el premio Internacional de Ensayos Jovellanos 2007. Es miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas desde 2008, además de Doctora Honoris Causa por la Universitat Jaume I de Castelló.
Iglesia en México CIUDAD DE MÉXICO.- La Arquidiócesis de México ha creado los “Buzones de la Gratuidad a Dios por la intercesión de Juan Pablo II”, que servirán para recibir los testimonios de favores otorgados para ser adjuntados a la Causa de Canonización del Papa Peregrino. Estos contenedores recibirán los testimonios de favores recibidos por intercesión del Beato Juan Pablo II hasta el 31 de agosto, y en septiembre serán vaciados para enviarlos a Roma. Una de las religiosas encargadas, de la Congregación Siervas de María, afirmó que esta “es una ofrenda con la que el pueblo de México puede contribuir a la canonización de Juan Pablo II, quien siempre tuvo un especial cariño por nuestra gente y quien, desde el cielo, sigue abogando por cada uno de nosotros”. MÉXICO.- La Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, se complace en comunicar que Su Excelencia Mons. Carlos AGUIAR RETES, Arzobispo de Tlalnepantla y Presidente de la CEM ha sido nombrado nuevo PRESIDENTE del CELAM para el cuatrienio 2011-2015 durante la XXXIII Asamblea Ordinaria realizada en Montevideo, Uruguay. Mons. Aguiar Retes, quien es además Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, sucede así al Cardenal Raymundo Damasceno Assis, Arzobispo de Aparecida y Presidente del Episcopado de Brasil. CIUDAD DE MÉXICO.- El Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, afirmó que “el catolicismo posee una propuesta original en materia educativa“, con la que la Iglesia está dispuesta a colaborar para solucionar la emergencia que existe en este sector. El Cardenal mencionó que “La educación es el mayor potencial de México y principal trabajo pastoral de la Iglesia”, durante el 3° Encuentro Nacional de Padres de Familia y Maestros, en el que advirtió que la crisis de la educación pone en peligro las bases mismas de la convivencia en México. También dijo que la Iglesia comparte la preocupación de que en la educación falta un método y un ideal que logre cohesionar al país, en un afán propio y en un bien común por el cual trabajar.
Un gran camarada “Yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes” (Jn 14,16)
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na verdad fundamental para San Juan es que Jesús, verbo del Padre, puso su morada entre nosotros. Vino a habitar en medio de nosotros; Él, en quien tiene su residencia la vida se acercó a nuestra pobre existencia. No vino a poner una morada entre otras moradas, sino que se metió a nuestra propia tienda. En ese sentido, se volvió nuestro camarada (De cámara, por dormir en un mismo aposento, de acuerdo a la Real Academia Española). En su discurso de despedida, Jesús dice: “Yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes” (Jn 14,16). Promete “otro Paráclito” ¿Por qué otro? Eso significa que el primer Paráclito es Jesús, de hecho así lo dice 1Jn 2,1. Paráclito es el que está junto a tí susurrándote palabras de ánimo o de consejo. Más que consolador, paráclito significa consejero animador. Es un soporte constante, que garantiza palabras de amistad en el momento más oportuno. En ese sentido, también se equipara a un camarada, de acuerdo a la definición castellana: Persona que anda en compañía con otras, tratándose con amistad y confianza. El Cuarto Evangelio coloca en paralelo la obra de Jesús y la del
Paráclito. De hecho el Paráclito no traerá una nueva enseñanza sino que recordará y ayudará a comprender cuanto Jesús ya ha enseñado, guiará paulatina y pedagógicamente a la plenitud de la verdad, la verdad que de momento los discípulos son incapaces de comprender. La verdad completa es Jesús mismo, hacia Él conduce el Espíritu de la verdad. Por otro lado, el Paráclito, además
“Para que esté siempre con Ustedes”
de camarada, se comporta como abogado defensor, pues el mundo, es decir, los incrédulos, son un enemigo hostil. Para San Juan, la compañía es una de las expresiones más naturales del amor. Así encontramos frases como: en la casa del Padre hay muchas habitaciones... Para que donde yo esté estén también Ustedes. De ahí deriva el misterio de la encarnación: la Palabra se hizo carne y vino a habitar entre nosotros. De esa manera, al prometer la venida del Espíritu, también habla de compañía: “para que esté siempre con Ustedes”. Sin el Paráclito la comunidad de discípulos sería una familia huérfana. Entre los escritores del Nuevo Testamento, es Ante todo San Juan quien destaca la estrecha y fundamental relación del Espíritu con el Hijo y con el Padre. Su fuerte cristología permite entender que así como el Hijo es quien muestra el rostro del Padre, así también su intercesión es la que nos trae al otro Paráclito, a fin de garantizarnos compañía protectora, garantía de que su enseñanza no se pierda sino que se mantenga siempre viva y actual, garantía de que cada vez sea más clara a nuestra comprensión la inagotable riqueza de salvación de sus palabras.
Dedicación del Altar de la Capilla San José Obrero Bendición, unción, incensación, revestimiento e iluminación fue lo que se hizo en el nuevo altar
Todo recinto sagrado católico existe para reunir a los fieles en los actos de culto y la adoración comunitaria a la Santísima Trinidad. Por tratarse de lugares en los que Dios tiene su morada y los sa-cerdotes renuevan el sacrificio de Cristo en la cruz, nuesto Pastor, dispuso de una Liturgia solemne y especial de la dedicación del Altar, para agradecer al Señor el permitirnos celebrar en su honor la Santa Misa.
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Esta dedicación del Altar fue ciertamente un motivo de alegría y acción de gracias que seguramente impulsará aún más la labor pastoral de esta Capilla que honra a San José Obrero.
Como bien se sabe, la celebración de la Eucaristía es el rito máximo y el único necesario para dedicar un altar y nuestro pastor emitió una peculiar oración de dedicación. Bendición, unción, incensación, revestimiento e iluminación expresan con signos visibles algo de aquella acción invisible que Dios realiza por medio de la Iglesia cuando ésta celebra los sagrados misterios, en especial la Eucaristía.
uestor Pastor, Monseñor, Luis Morales Reyes, dedicó el Altar de la Capilla de San José Obrero, perteneciente a la Parroquia Nuestro Padre Jesús de la colonia Las Piedras, de donde es Párroco, el Pbro. Leoncio Rivera Cabrera. Todos los ritos de la solemne dedicación tienen por finalidad preparar el Altar para disponerlo a ser ara y mesa del Señor, el lugar donde se celebra la Sagrada Eucaristía que es el Sacramento del sacrificio de Cristo y el alimento del pueblo de Dios.
Votos Perpetuos de 4 Discípulas de Jesús
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uatro Discípulas de Jesús, hicieron sus Votos Perpetuos en la Santa Iglesia Catedral Metropilitana Potosina, jurando amor y fidelidad a Dios. Ellas son: Liz Herlinda y Dulce Yolanda Juárez Ramírez (ambas son hermanas); Nancy Yadira Sánchez González y Azucena Sánchez Sánchez, quienes ante la presencia de nuestro Señor Arzobispo, Mons. Luis Morales Reyes y de la Madre Superiora y Fundadora de dicha Congregación Religiosa, la Reverenda Madre: Isabel de la Cruz Crespo Ruiz y de todos los fieles ahí reunidos, se comprometieron a seguir las reglas o Constituciones de la Congregación “DISCÍPULAS DE JESÚS”, recibiendo, el Escapulario, el Anillo y la Cruz. Sin duda, uno de los momentos más emotivos fue cuando nuestro Pastor, les puso el anillo en el dedo anular, para ser ESPOSAS DE CRISTO, ellas con evidente alegría lo recibieron. Consagraron DEFINITIVAMENTE Y PARA SIEMPRE, su vida a Dios a través de sus VOTOS PERPETUOS, comprometiéndose a vivir en pobreza, humildad, castidad, pureza, obediencia, para servir mejor a Dios y a su Iglesia. Las 4 religiosas consagradas recibieron muestras de cariño y un sinnúmero de bendiciones de todos los ahí reunidos.
La Redacción del Semanario La Red, de agradece a la Parroquia
Nuestra Señora de la Asunción
ío
de Santa María del R
moción por su apoyo en la pro jemplares y distribución de 400 e bteniendo así ,o io ar an em S o tr es u N de Diócesis. el Primer Lugar en la Domínguez Al Sr. Párroco D. Miguel s sus agentes o d to a y s, rio ca vi s su y r hacer llegar de la Comunicación po la buena nueva.
¡Felicidades!
¡Discípulos Misioneros! Por Aleida Anahi Alonso Rodríguez
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l Decanato San Pablo, formado por las parroquias de: Mexquitic, Estanzuela, Corte Primero, Bocas, Ahualulco y Moctezuma; junto con sus Laicos y Sacerdotes: P. Eustorgio Salazar, P. Odilón de la Rosa, P. Gaudencio Castillo, P. J. Marcos Manuel Segura, P. Alfredo Sánchez E., P. Juan Pérez, P. Alfredo Sánchez M., P. Juan López, P. Rafael Hernández, se reunieron el día 6 de mayo de 2011, en la parroquia de San Jeró-nimo Moctezuma, SLP, de 9:00 hrs. a las 18:00 hrs. para recibir una fuerte Animación Misionera, como parte del Itinerario de formación de Discípulos Misioneros del 4º. Plan Diocesano de Pastoral. Estas pláticas fueron impartidas por el P. Jaime Romero MG. Donde nos habló a los participantes del Decanato sobre la importancia de evangelizar a todos los alejados, pero sobre todo hizo hincapié en que sepamos reconocer que se evangeliza la cultura y se catequiza a la persona, teniendo en cuenta, que la catequesis debe
ser: sistemática, bíblica, kerigmática y mistagógica. Se nos dijo que la misión es algo cíclico, puesto que debe, de darse de dentro hacía fuera y de afuera hacía dentro, siendo discípulos misioneros, no se puede ser discípulo y misionero como dos cosas diferentes, si no ¡discípulo misionero! Y seremos discípulos misioneros, haciendo discípulos misioneros en una misión ad gentes, haciendo alusión a aquello que ya mencionaba el Beato Juan Pablo II “Parroquia búscate a ti misma y encuéntrate fuera de ti misma”. A su vez es importante que al católico cristiano, la sociedad le reconozca por su manera de actuar y de vivir a la manera de Dios y no a la manera del hombre o del mundo. Siendo así fuerzas vivas en cada una de las parroquias portando siempre la misma camiseta “la de la unidad” independientemente del grupo u asociación que seas. El discípulo misionero participa del:
Kerigma, la Palabra de Dios o Lectura Orante, el encuentro con Cristo vivo en la Eucaristía, la Conversión, la Comunión Eclesial, los Sacramentos, el Servicio y la misión, son parte de la vida de todo aquel que se ha encontrado verdaderamente con Cristo y, los pasos a seguir para conducir a otros hacia Él, de lo contrario estaríamos hablando de discípulos piratas. La misión permanente hacia la que nos encaminamos, es una misión que inicia desde ahora en nuestro diario vivir. En este proceso nos vamos a encontrar con muchas mentalidades como la Arcaica, que sólo está viendo hacia atrás, que nos hace creer que es imposible lo que se pretende. La Tradicional, que sólo quiere ver y vivir lo que siempre ha vivido con la idea de ser “realista”. En otro sentir está la Progresista, que es aquella que sabe tener en cuenta su pasado, vive el presente y proyecta el futuro, sabiendo que para Dios no hay nada imposible.
Los únicos limites que puede haber en la misión son los que nosotros mismos pongamos. Está claro lo nuestro es vivir una misión sin límites, en la cual nos mantengamos escuchando al Maestro y haciendo lo que Él nos pide.
San Juan Nepomuceno, en Villa de Ramos
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n el caminar de nuestra Iglesia Potosina, como ya lo habíamos dicho antes, las fiestas patronales han ayudado a conocer la identidad de cada una de las comunidades parroquiales. Para esta ocasión volvemos nuestra mirada a la Parroquia de San Juan Nepomuceno, localizada en la cabecera municipal de Villa de Ramos. No cabe duda que esta dinámica ha ayudado para que las parroquias, en lo particular, mantengan el sentido de Iglesia Diocesana al conocer las actividades y la localización del resto de las parroquias que forman esta Iglesia Particular. El 16 de mayo, Villa de Ramos celebró sus fiestas patronales en honor a San Juan Nepomuceno. Los
Por Pbro. Tomás Cruz
restos de San Juan, se encuentran en la Catedral de San Vito en Praga, para la Iglesia Católica, este Santo es considerado un mártir de la causa de inmunidad del clero. Fue canonizado el 19 de marzo de 1729 por el papa Benedicto XIII. La Eucaristía, en la parroquia de Villa de Ramos, fue presidida por el Sr. Arzobispo, Don Luis Morales Reyes. A pesar de las dificultades que se han dado últimamente, sobre todo por la inseguridad, especialmente en la región, quienes permanecen en sus lugares y en sus hogares, no ha dejado de continuar con su dinámica de vida, especialmente espiritual y religiosa. Nos encomendamos a este gran hombre para que, por su intercesión, cese la violencia que aqueja a nuestra patria y particularmente en nuestro Estado.
Los monaguillos de esta Parroquia, esperaron con gusto la llegada de Don Luis, y no perdieron la oportunidad de saludarlo efusivamente.
Este Santo, que n protector contra l martirio por guard el primer Santo.
MAYO 29 DE 2011
¿En verdad conocemos y seguimos a nuestro Maestro?
Por LCC Angélica Maldonado Morales
Fiesta Patronal en honor a Jesús Divino Maestro
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esús Divino Maestro quiere que le conozcamos y lo amemos, pero ¿Conocemos verdaderamente la voz de Jesús, como un niño conoce la voz de su mamá? Conozcámoslo y sigámoslo. Si somos sus ovejas y sus discípulos debemos tener la intención de conocerlo cada día más a través de su palabra”. “El Divino Maestro nos ama, nos enseña, nos educa, nos conoce, nos escucha, da la vida por nosotros, se goza en nuestro crecimiento de discípulos y misioneros y NOS PIDE SER HUMILDES, al lavarle los pies a sus discípulos, nos exhorta a que hagamos nosotros lo mismo, y dice: “Quiéranse, ámense unos a otros, respétense, sean ustedes humildes, serviciales”.
ando caminamos por cañadas obscuras, por eso no tenemos nada que temer, por Él nos enseña que es “EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA”. Así lo señaló Mons. Luis Morales Reyes el pasado domingo 15 de mayo, durante la fiesta patronal de la Parroquia Jesús Divino Maestro de la colonia Loma Alta, donde estuvo acompañado del Párroco del Sagrado Recinto, Pbro. Lic. Juan Carlos Carrera Rodríguez y de otros Sacerdotes que integran el Decanato San Luis Rey al cual pertenece esta Parroquia. Indicó Don Luis: “Jesús se nos presenta como Pan de Vida Eterna, como el Buen Pastor, como la
Resurrección y la Vida, como la Vid verdadera y nos dice: “Ustedes me llaman Maestro y dicen bien”. Instó: “Por momentos, hubo una crisis en el corazón de sus Discípulos, de sus mejores amigos, y una cruz en el corazón de Él como hombre, sin embargo, lo reconocieron diciéndole: “TÚ ERES EL MESÍAS, TU ERES EL SEÑOR DIOS”.
“Hay muchos que se proponen como Maestros, pero Él además se nos presenta como el buen pastor que conoce a sus ovejas y las llama por su nombre y ellas lo siguen. Es el AUTÉNTICO BUEN PASTOR que salva al hombre, por eso nos debemos sentir únicos al contar con su amor”.
Cabe señalar que esta magna Festividad en honor a Jesús Divino Maestro, fue celebrada en un marco donde predominó la unidad, la fraternidad y la armonía entre los fieles de esta comunidad parroquial, quienes encabezados por su Párroco, el muy querido Padre Juan Carlos Carrera hicieron que la organziación contara con varias Celebraciones Eucarísticas en las que hubo Primeras Comuniones, Confirmaciones, (previas a la Festividad solemne) además del disfrute de una co-lorida pólvora, una banda de música para honrar al Santo Patrono, sin faltar -desde luego-, una grata, amena y sana convivencia en la que todos estrecharon lazos de amistad como hermanos en Jesús Divino Maestro”.
“Nuestro Divino Maestro y Buen Pastor, sabe que a veces andamos por caminos perdidos, pero que va delante de papá y mamá y de cada uno de nosotros para marcarnos siempre el camino, sobre todo cu-
¡Muchas Felicitaciones a esta Comunidad Parroquial y a su Párroco!
Este Santo, que nació en el 1340 y murió en el 1393, considerado como el protector contra las calumnias, fue un sacerdote cuyo mérito fue el recibir el martirio por guardar el secreto de la confesión, en este rubro, se considera el primer Santo.
Felicidades al P. Salvador Rivera y todos los feligreses de esta comunidad Parroquial.
Templo Parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria, de Ahualulco, SLP
Última parte
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO (INTERIOR)
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l interior de la Parroquia de Nuestra Señora. de la Candelaria, es de gran altura en el que se puede apreciar planta de cruz latina, la nave principal tiene bóvedas de arista de-coradas con rosetón al centro, luce hermosas esculturas de querubines en las esquinas y elementos fito-
morfos al fresco. Las bóvedas están unidas entre sí por los arcos fajones que descansan sobre pilastras, las cuales muestran en el fuste, relieve de querubín policromado. Los muros de la nave decorados con nicho y peana albergan esculturas religiosas. En el presbiterio sobresale en el ábside el retablo de estilo ecléctico, al centro, un ciprés flanqueado por columnillas sobre las que descansa entablamento móvil decorado con relieves fitomorfos en dorado y sobre él, descansando un frontón curvo roto, unido por una balaustrada. Más arriba fanal que alberga la imagen escultórica de la Virgen de la Candelaria, tras el fanal una gran venera o concha enmarcada por un gran arco con casetones y metopas en dorado. A los lados del ciprés nichos con peana albergando escultura del Sagrado Corazón de un lado, y del otro la del
Señor San José, ambos flanqueados por haces de columnillas. En el crucero de un lado, altar dedicado a la Virgen de Guadalupe enmarcada en moldura dorada y peana; a los lados la imagen de Santa Ana y San Joaquín descansando sobre repisa. Del otro lado un crucifijo con la escultura de la Dolorosa y San Juan apóstol. En el crucero a lo alto, podemos apreciar la cúpula de arista sobre tambor octagonal con ventanas iguales a las de la nave principal y que iluminan de manera natural todo el recinto. Sin duda, otro bellísimo templo digno de admirarse a detalle, detenida y minusiosa-
mente.
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MAYO 29 DE 2011
La enseñanza del profeta -En verdad, en verdad os digo: no permitáis que la vida, con sus miles de exigencias y tareas, os robe vuestros sueños. Luchad por ellos como lucharíais por un hijo. -Maestro, maestro… –dijo un anciano que no acertó a decir nada más. -Uno muere cuando deja de desear y de soñar –prosiguió el profeta-. Son nuestros sueños los que nos mantienen en pie y nos hacen vivir. ¡Pobre, pues, del que ya no espera nada de la vida, del que ha renunciado a imaginarla! Dejad que los ladrones se lleven vuestro oro, vuestro calzado y vuestros vestidos. Al que os quite la túnica, entregadle también el manto; a quien os obligue a caminar mil metros, decidle que caminaréis con él dos mil. ¡Que todo os quiten los ladrones, si quieren, pero
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l profeta subió a una piedra del antiguo castillo y dijo en alta voz: «¡Dichosos los que son lo que soñaron!». Una mujer, al ver que compradores y vendedores se arremolinaban en torno al hombre de las barbas blancas, quiso escabullirse, pero era ya demasiado tarde: una compacta muralla humana se lo impedía. ¿De dónde había salido aquel anciano? ¿Y por qué se afanaba en predicarle a aquel puñado de campesinos esas cosas tan complicadas? Anteayer les había hablado del destino, ayer de la libertad y hoy les decía muchas cosas acerca de los sueños. ¡Como si estas pobres gentes no tuvieran ya bastantes problemas con vivir! ¿Por qué no les hablaba de siembras y cosechas, de arados y caballos? Pero lo escuchaban, siempre lo escuchaban, y le hacían preguntas y se quejaban con él de sus vidas difíciles, a menudo infelices. -¿Qué quieres decir con eso de «dichosos los que son lo que soñaron»?, preguntó un joven aprendiz de zapatero. Por toda respuesta, el profeta llamó a un niño de cabellos colorados, posó la mano izquierda sobre su cabeza y le preguntó:
no permitáis que también se lleven vuestros sueños! Todos estaban silenciosos y algunos lloraban -acaso por sus anhelos robados, por sus ilusiones perdidas, por sus vidas desperdiciadas. -Vendrán hombres que os ordenarán: «¡Haced esto, haced lo otro y lo de más allá!». Pero yo os digo: cuidad que esto, lo otro y lo de más allá no os haga olvidar lo que soñasteis de niños. En esos sueños está el secreto de lo que verdaderamente anheláis. Cuando la voz de otra mujer se alzó para preguntar qué tenían que ver los sueños con la vida, el profeta ya se había ido.
-¿Qué serás de grande, pequeño? -De grande seré soldado. -¿Y por qué soldado? -Porque sí, porque seré soldado. -Como pueden ver, todo niño sabe lo que será de grande -prosiguió el profeta-. En su cabeza, en sus sueños, merodea ya una imagen de sí mismo que es la única real, la única verdadera. Por eso os digo: dichosos los que son lo que soñaron. Una voz salió de entre la multitud como un gemido: -¡Uno no es nunca el que quiere, sino el que puede! -Sí, dijo el profeta -su mirada se perdió en los lejanos horizontes, llena de una infinita tristeza-. Y, no obstante eso, pobre del que de niño soñó con levantar palacios y acaba su vida en una mesa de cambista. ¡Pobre del que quiso ser camellero y termina sus días escribiendo en pergaminos! -La vida -dijo otro- nos zarandea siempre, maestro. La vida nos lleva siempre a donde no queremos. -¡Ay, una no se casa nunca con el amor de su vida! -dijo una mujer que se espantó enormemente de lo que acababa de decir: una de sus cuñadas se le quedó mirando en actitud indignada.
*** Una vez, en el transcurso de una entrevista, dijo así el escritor mexicano Octavio Paz (1914-1998): «Creo que el niño es la semilla de creación del hombre. Todo lo que hacemos está ya en el niño, y lo que importa en cada vida humana es ser dignos del niño que fuimos, realizar la profecía de hombre que es cada niño». Bellas palabras que me gustaría apareciesen aquí junto a estas otras: «Pero, ¿no consiste acaso la vida de un hombre en realizar algunos de sus sueños infantiles?» (Pierre de Boisdeffre, Metamorfosis de la literatura). Sí, ante todo es necesario que nuestros sueños no se pierdan, que no nos traicionemos a nosotros mismos. Aparte de trabajar es necesario soñar. Claro que se nos dirá que debemos hacer esto y lo otro: en este mundo, a lo que parece, nunca dejará de haber jefes y superiores. ¡Está bien! Que nos pidan lo que quieran con tal de que no nos roben nuestros sueños y nos quede aunque sólo sea un poco de tiempo para realizarlos. Pues el hombre sin sueños –como dijo alguien una vez- no es más que un cadáver que piensa.
El Barrio de San Sebastián E
(tercera y última parte)
Por Lic. Ricardo García
l 28 de abril de 1758, desde San Ángel, el Marqués de las Amarillas, ordenaba al Alcalde Mayor de San Luis Potosí que concurriera a la secularización del curato de San Sebastián que con fecha 27 de abril del mismo año se había decretado por la muerte del señor cura Fray Cayetano Arias Maldonado, fraile agustino. Esto quiere decir que a partir de esa fecha San Sebastián dejó de pertenecer a la doctrina de los agustinos para pasar al clero secular. El primer párroco perteneciente al clero secular fue el Br. Antonio Domingo Maldonado Zapata y la parroquia la primera de San Luis Potosí que salió de la administración del clero regular pues Tlaxcala, San Miguelito y Santiago siguieron bajo la jurisdicción de los franciscanos.
El 15 de octubre de 1798 los indios del barrio se quejaban no ante el Alcalde Mayor de San Luis, sino ante el propio Virrey, Miguel José de Azanza, de la conducta de Jacinto Guadiana (el mismo que había querido quitar la escuela). Se expresaban de la siguiente manera: “...conducido Guadiano sólo por el orgullo ya tiene mucho tiempo de ser Justicia Ma-yor de San Sebastián, pueblo extramuros de la ciudad de San Luis Potosí, y con la autoridad que tiene no hace otra cosa que embarazar nuestras resoluciones aún en orden al adorno de nuestro templo que como quiera, en la más parte de los hijos de nuestro pueblo está el primor del arte de labrar la piedra de cantera, construimos nuestro templo tanto que no desmerezca algún aprecio y atención y pensando nuestros anhelos mucho más allá de lo que podemos, fuimos de parecer que contribuyendo cada uno con la corta proporción semanaria, podríamos beneficiar el altar mayor de piedra tallada de cantería de modo que lo hicieran los Reverendos Padres Carmelitas de esta ciudad en su sagrado convento, que quedaron de demasiada idea y hermosura, lo que amamos todos unánimes y conformes; y juntos que tuvimos algunos reales, pusimos por obra dicho altar como consta de su base fundamental. Para demostrar que el tal Guadiano procedía sin justicia ni razón, los quejosos se valieron del argumento siguiente: “...consta que el año de 1767 por no echarse, Guadiano, a la bancarrota se fue a alistar en la compañía del capitán Baca con filiación de mulato y así que se nos permitió el pelo (esta expresión significa que ya cuando se levantó el castigo, a los naturales, de no poder llevar el pelo largo a la usanza española, en forma
de coleta que actualmente traen de moda algunos jóvenes. Castigo que se les impuso por haber participado en los tumultos de 1767) se volvió a introducir a nuestro pueblo.”
En la nave los arcos y frisos son de cantera rosa tallada. Los frisos están rematados por un pelícano que representa a Cristo, porque los antiguos creían que este animal se desgarraba el pecho para dar de comer a sus polluelos.
El santo patrono del barrio ha sido siempre San Sebastián, éste fue un oficial romano que se convirtió al cristianismo, había nacido en Narbona en el año de 250, fue acusado del terrible delito de ser cristiano y por ello fue sentenciado y condenado a muerte el año 288. Fue asaeteado y cuando cayó al suelo sus verdugos lo dieron por muerto y abandonaron su cuerpo, al recogerlo una piadosa mujer se dio cuenta de que estaba vivo, lo llevó a su casa y curó sus heridas, sanó de ellas pero al poco tiempo volvió a ser tomado preso, esta vez, fue apaleado y decapitado. ¿Cómo nace la devoción a San Sebastián? La explicación parece ser la siguiente: en Europa con el renacimiento resurge el interés por representar en la pintura y escultura a los dioses clásicos. Los europeos toman nuevamente interés por la belleza corporal del ser humano. El cristianismo también siente la necesidad de representar esa belleza, entonces se comienzan a representar a diversos santos y ángeles desnudos pero el que alcanzó mayor aceptación fue San Sebastián. Tal vez por ser un santo joven, por esta razón encontramos en Europa varias iglesias dedicadas a su culto pero aún en las que no le están dedicadas, aparece su imagen en el momento del martirio con las saetas. En México no solamente influyó el motivo estético sino que fue un recurso de que se valieron los frailes misioneros, así lo dice Fray Bernardino de Sahagún, pues para hacer menos violento el cambio de los dioses con los santos se recurrió a lo siguiente: Si en un lugar se ve-neraba a Tochi, la abuela, se sustituía con Sana Ana, si el venerado era Tescatlipoca Topochtli, es decir Tescatlipoca joven, se ponía San Sebastián. Como ya hemos dicho era un barrio de tarascos y otras naciones (etnias) que aceptaron tal vez con mucho gusto la veneración de un joven soldado romano del cual, evidentemente no sabían nada. La obra material: El templo es de estilo barroco. La fachada está formada por dos cuerpos y al extremo de cada uno de ellos hay dos pares de columnas
El altar mayor es de estilo neoclásico, en el centro la magnífica escultura que representa a San Sebastián es de manufactura europea como las dos que también se encuentran en la Catedral. Son dignos de mención dos arcos lobulados o angrelados que hay en la sacristía de estilo árabe o mudéjar. También en la sacristía se encuentra un tesoro artístico que consiste en la colección de pinturas que representan a los doce apóstoles. salomónicas y entre cada par de columnas un nicho ocupado por bellas esculturas de santos de la orden de San Agustín. En su talla ingenua y sencilla se adivina la mano del artífice indígena que les confirió su sello peculiar. Al centro está la puerta con su arco octagonal (como el de la puerta principal del templo de San Francisco en esta ciudad) adornado en los cuatro ángulos con los mismos motivos que en San Francisco. La clave es pequeña y lleva un medallón ovalado con el apocope de San Sebastián SSBAT. Las columnas salomónicas tienen vueltas festonadas. El friso se adorna de hojas y flores no interrumpidas. Sobre la puerta está la ventana del coro con un hermoso marco rehundido adornado en los ángulos y en los medios de conchas y flores. Las columnas de este segundo cuerpo tienen vueltas festonadas más gruesas que las del primer cuerpo y el primer tercio de las mismas está adornado con flores y conchas haciendo simetría con el marco de la ventana. El remate de la fachada es parecido al de San Francisco, dos columnas chaparras flanquean un nicho vacío que debió ser el escudo de España. Remata toda la fachada una hermosa cornisa ondulada. La torre izquierda es también del siglo XVIII aunque muy posterior a la fachada. El único paño de la torre que pensó hacerse al lado derecho es del siglo XIX. El interior de la iglesia es de cruz latina con una cúpula ochavada.
El templo de San Sebastián ha sido marco de importantes acontecimientos como es el caso del matrimonio de los padres del héroe insurgente don Mariano Jiménez, acontecimiento que narra el historiador don Alejandro Espinosa Pitman en su artículo titulado “La cuna del Teniente General de los Ejércitos Americanos y General del Ejército del Norte José Mariano Jiménez”, aparecido en el No. 243 de la revista “Letras Potosinas” julio – septiembre de 1987 narra el acontecimiento de la manera siguiente: “…El padre de José Mariano, José Ramón Jiménez, era hijo natural de María Juliana Jiménez y de padre no conocido, viudo de María de la Trinidad Chacón, enterrada en Zamora, Michoacán; comerciante y radicado en San Luis, cinco años atrás, o sea desde 1769. En cuanto a su madre María Josefa Maldonado Zapata, era hija de la Iglesia, según la delicadísima expresión, empleada en tiempos más remotos, para designar a las criaturas abandonadas. El matrimonio se verificó el día 9 de abril de 1774 en la sacristía de la Iglesia Parroquial del Barrio de San Sebastián, y la velación, las bendiciones nupciales, el 11, en el templo…” y el 26 de enero de 1807 nuestro hermoso templo fue marco de la elegante ceremonia de los esponsales del coronel Félix María Calleja del Rey con doña María Francisca de la Gándara que poco después había de convertirse en la primera, única y última virreina mexicana. Otro acontecimiento igualmente importante fue la boda del poeta potosino Manuel José Othón con doña Josefa Jiménez y Muro.
MAYO 29 DE 2011
“Rerum Novarum”, 120 años después
La parte más importante E H
Cardenal Peter K. A. Turkson
l 15 de mayo de 1891, el papa León XIII firmó la encíclica relativa a la cuestión obrera, la Rerum novarum. Hoy por hoy, después de 120 años, en un periodo durante el cual el mundo y las Naciones se han visto afectados por enormes y rápidos cambios en todos los ámbitos de la vida, la primera encíclica social ¿ofrece aún apuntes para la reflexión? La importancia de la Rerum Novarum se advierte en las continuas referencias que los Sucesores del papa León XIII le han dedicado.
Por Javier Algara
ace ya algunos años recibí una invitación a la boda de un pariente. Hacía mucho que no asistía a una misa nupcial en México. Con la familia bien engalanada para la ocasión, llegamos puntuales al templo donde se celebraría la Eucaristía. Además del enorme retraso con que se inició la liturgia, debido a la aparición tardía de la novia, nos impresionó lo escaso de la concurrencia: unos cuantos familiares y amigos. Pensamos que los contrayentes habían decidido tener una boda sencilla, rodeados de sus más allegados, aunque no entendíamos por qué habían escogido para ello un templo tan grande, donde el gran número de lugares vacíos desluciría el evento. Otra cosa que nos llamó la atención fue que las personas que pasaron a proclamar los textos de la Liturgia de la Palabra dejaron patente su supina falta de preparación: tartamudeos, mala pronunciación, demasiada rapidez, etc. Una de las damas que fungió como lectora presumía desde el ambón un escote tan grande como su incompetencia en la lectura. Nadie en la asamblea respondía a los saludos litúrgicos, ni cantaba, pues del coro salía música de ópera. No había monaguillos de sotana y roquete al servicio del altar. El buen sacristán hubo de ocuparse de ese menester en traje de faena ante los contrayentes y sus invitados quienes, obviamente, estaban de gala. Claro, a él nadie lo invitó a la fiesta, ¿por qué había de ponerse traje y corbata? Un buen número de los asistentes se abstuvo de comulgar. Menuda sorpresa nos llevamos, finalmente, al llegar al sitio donde se celebraría la fiesta: ya estaba ahí una multitud; hasta faltaban lugares. Todo había sido organizado al alimón por una prestigiosa agencia de catering y otra igualmente renombrada de wedding planners: los alimentos exquisitos; vino en abundancia; una banda musical amenizaba la fiesta; la gente charlaba alegremente, bailaba; los meseros se deslizaban entre las ornadas mesas con sus uniformes bien planchados, etc. En resumen: un gran éxito, fruto de mil desvelos cuidadosos. De regreso a casa, nos preguntábamos qué es más importante: la liturgia donde se celebra el sacramento del matrimonio o la fiesta que le sigue. Asumimos que si los novios aceptaron casarse en la Iglesia, es porque reconocían que ahí se celebraría un sacramento, a través del cual Dios se haría presente para confirmarles que Él los había escogido desde la eternidad para ser marido y mujer, y que Él es-
taría siempre con ellos, en las buenas y en las malas. Dios, ni más ni menos, era el invitado principal. De hecho, la fiesta –esa a la que se le dedicaron tantos esfuerzos y recursos- encuentra su sentido en ese acontecimiento maravilloso, ¿o no? Mas a darle la bienvenida a Cristo Dios, a escucharlo, sólo acudieron unos cuantos, a las carreras, con cara de aburrimiento, por mera formalidad. Lo que sucediera en el altar, más allá del reclinatorio de los contrayentes, nunca formó parte de la agenda de los expertos organizadores de bodas, ni de los novios, evidentemente. Era un detalle de poca monta, que no merecía mayor preparación, comparado con las pruebas del vestido de novia y la selección de vinos. Esto, desgraciadamente, no sólo sucedía hace algunos años. Nada ha cambiado aún. Se repite cada vez que hay una boda en nuestra catoliquísima sociedad. La mayor parte de nuestros jóvenes en edad casadera se mantienen, consciente o inconscientemente, por haber caído en el secularismo de nuestro tiempo o por simple flojera moral e intelectual, ajenos a cualquier jerarquía de valores que contenga referentes religiosos. Asisten a la Iglesia a casarse para evitar regaños de los padres y abuelos, quienes a su vez no tienen otro argumento para obligar a los hijos a seguir la ley de la Iglesia que la simple tradición. Pocos conocen y reconocen el valor intrínseco del matrimonio sacramental, su importancia en la vida de los esposos, su efecto santificador y fortalecedor. Nuestra formación cristiana católica es, como dicen algunos, de niños de primera comunión. Los cursos prematrimoniales poco pueden hacer, según están diseñados, para corregir esta carencia fundamental. No es de asombrar que la fiesta se considere la parte más importante.
León XIII, de hecho, analizó la realidad social desde el punto de vista evangélico, intentando encontrar las soluciones adecuadas, partiendo desde la misma perspectiva. Se basó así en las Sagradas Escrituras y sobre la tradición de la Iglesia para proponer soluciones a las res novae que estaban surgiendo. De esta forma, introdujo una metodología que en seguida se hizo característica de la enseñanza social de la Iglesia: “La Rerum novarum afrontó la cuestión obrera con un método que se convertiría en un paradigma permanente para los sucesivos desarrollos de la doctrina social”. Uno de los mayores méritos de la encíclica consiste en haber identificado de modo preciso y sistemático el método analítico de la Iglesia relativo a su doctrina social. Las visiones teológicas, filosóficas, económicas, ecológicas, políticas etc. están coherentemente conectadas entre sí al delinear una enseñanza social que ponga a la persona humana, en su totalidad e integridad, en el centro de todos los sistemas de pensamiento y de acción existentes en el mundo. El papa León XIII y, con él, la Iglesia, así como la comunidad civil, tuvieron que confrontarse con una sociedad herida por un conflicto tanto más violento e inhumano en cuanto que era o ha sido conducido sin regla alguna. Las semillas de discordia tuvieron terreno fértil en movimientos sociales radicales, muchos de los cuales habrían visto en la Iglesia un aliado del enemigo capitalista. El papa León XIII lanzó condenas tanto hacia el capitalismo liberal, que habría querido liberar al individuo de la coerción social y mo-
ral, como hacia el socialismo, que habría querido eliminar la propiedad privada y subordinar el hombre al Estado. En cuanto al Estado, se menciona que el Estado no se presenta como omnipotente, sino que su función es buscar el equilibrio económico y legal en el que el bien común, y el respeto de los derechos legítimos, tienen la precedencia sobre el beneficio individual. Todo ello se indicó con el término “subsidiariedad”. De esta forma, León XIII actualizó los principios de la enseñanza social de la Iglesia aplicando la fe cristiana y el amor de Cristo a la nueva condición de la vida humana y reanimando “la parte mejor de la civilización Cristiana, para hacer que la voz católica pudiese ser claramente oída tanto para reunir a los fieles, como para acercar a la Iglesia a los hombres de buena voluntad”. La Rerum Novarum, entonces, exhortó a las instituciones eclesiásticas y a cada uno de los fieles a poner en marcha numerosas actividades sociales, y animó a las autoridades públicas a mejorar la situación de los trabajadores, reforzándose así el compromiso tradicional de la Iglesia a favor de los pobres. Todo ello dio un notable impulso a la legislación del trabajo para la protección de los obreros, sobre todo de los niños y de las mujeres; a la instrucción y a la mejora de los salarios y la higiene”. Además de esto, la encíclica contribuyó a comprender mejor el derecho-deber de la Iglesia a referirse, en sus intervenciones, a la realidad social, y a indicar el camino para encontrar soluciones más correctas a los problemas. Ayer como hoy, prevalecía y prevalece “una doble tendencia: una orientada a este mundo y a esta vida, a la que la fe debía permanecer extraña; la otra dirigida hacia una salvación puramente ultraterrena, pero que no iluminaba ni orientaba. Con pretexto, de esta fecha de aniversario, se nos anima a tomar en consideración una vez más la enseñanza de León XIII, tanto actualizándolo a nuestros tiempos, como abrazando el espíritu original en el que éste brotó. “El ansia ardiente de novedad ha comenzado a agitar a los pueblos y sigue haciéndolo” (Rerum novarum, 1).
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La Iglesia que nace del Espíritu “R
eciban el Espíritu Santo. A los que perdonen los pecados les quedarán perdonados, a los que no se los perdonen les quedarán sin perdonar” (Jn 20, 22s). Jesús resucitado no sólo promete dar el Espíritu Santo a sus discípulos: se lo da. Él sopla sobre ellos para que reciban el don de lo alto y lo hace con un signo sensible; y, aunque el resto de los escritos bíblicos sitúan la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés, Jesús lo da a sus discípulos mediante este gesto de soplar sobre ellos. Llegado el día de Pentecostés el Espíritu Santo se hace presente y actuante en la Iglesia, de tal manera que los discípulos se dedican inmediatamente a la predicación, a poner por obra muchas cosas que les deja mandadas Jesús.
Podríamos interpretar en clave litúrgica este gesto de Jesús al soplar sobre los apóstoles: en la Iglesia se transmite el Espíritu Santo también usando signos sensibles, sobre todo, la imposición de manos y una oración especial, según el sacramento que se celebre, también se usa la unción, el agua bendita. Lo importante es que en cada sacramento se invoca al Espíritu divino y se realiza un signo visible, sensible. Y el Espíritu Santo se hace presente, pues la Iglesia está llena de la paz de Cristo, del poder del Espíritu y del amor del Padre. Y las manifestaciones del Espíritu Santo no siempre son visibles asombrosamente, sin embargo, su acción vitalizante está presente en quien ha recibido los dones del cielo a pesar de que sensiblemente no se perciba. Y es probable que alguno que reciba el Espíritu Santo en algún sacramento no viva según las inspiraciones de este don de Dios, y no por eso se ha de pensar
Amor infinito y Espíritu Santificador: Contra la necedad, concédeme el Don de Sabiduría, que me libre del tedio y de la insensatez. Contra el orgullo, dame el Don de Entendimiento, que ahuyente tibiezas, dudas, nieblas. Contra la precipitación, el Don de Consejo, que me libre de las indiscreciones e imprudencias. Contra la ignorancia, el Don de Ciencia, que me libre de los engaños del mundo, demonio y carne, reduciendo las cosas a su verdadero valor. Contra la cobardía, el Don de Fortaleza, que me libre de la debilidad y en todo caso de conflictos. Contra el resentimiento, el Don de Piedad, que me libre de la ira, rencor, injusticia, crueldad y venganza. Contra la soberbia, el Don de Temor de Dios, que me libre de la vanidad, ambición y presunción.
que no cuente con él. Hay que dejar que el Espíritu de Dios haga su labor santificante, y esto se puede lograr con una vida de oración y de entrega total a la voluntad del Padre. La Iglesia nace del costado de Cristo; de la buena disposición de sus discípulos, con los Apóstoles a la cabeza, se comienza a engrandecer, a aumentar día a día el número de los llamados a esta maravilla que es la fe; los primeros discípulos fueron bautizados, según lo dejó mandado Jesús; a esto siguieron los otros sacramentos, mediante los cuales se les ayudaba a crecer en la experiencia cristiana a los convertidos; la Iglesia nace entonces de la distribución de los sacramentos. La recepción y distribución de los sacramentos consiste en signos sensibles que causan la gracia, es decir, que producen aquello que significan, y, en general, todos los sacramentos significan que se recibe al Padre, que se recibe al Hijo, que se recibe al Espíritu Santo. La Iglesia tiene como origen al Espíritu Santo que llena el mundo con su poder, con la gracia. La Iglesia nace entonces del costado de Cristo en la cruz, de los Sacramentos y del Espíritu Santo. Hoy sigue soplando Cristo, hoy sigue Jesús diciendo: reciban el Espíritu Santo, liberen al mundo de los pecados: vivan en gracia. Que el Espíritu del Señor nos llene por completo y nos consagre para siempre.
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Palabra de Dios
Papás ingenuos Por: Pbro. Jorge Aurelio Ramírez Torres Dir. Espiritual de Teología
U
nos papás tuvieron que irse a otro país, tenían un hijo y acordaron darle una “buena” educación. Le enseñaron bien el idioma materno, lo inscribieron en la mejor escuela en la que además enseñaban idiomas, le transmitieron las costumbres y tradiciones familiares, el sentido de justicia y los demás principios morales. Eran creyentes aunque no buenos practicantes. En cuanto a religión decidieron que lo mejor era no imponérsela a su hijo, sino esperar a que éste creciera y él mismo eligiera. No lo bautizaron, ni lo enviaron al catecismo, ni le enseñaron sus oraciones. El niño creció y llegó a la edad de optar por los valores de su vida, eligió una carrera, apoyó causas sociales, eligió una mujer y fundó un hogar según sus valores. Pero nunca se interesó por la religión, no estaba motivado y en el ambiente en que se movía nada lo invitaba a interesarse por la fe. Y aunque leía temas sobre el cristianismo, eran sólo ideas que no le llegaban al corazón La fe y la vocación son cuestiones vitales que los hijos han de amar y cultivar gracias al oportuno acompañamiento de los padres. En cuanto a la vocación sacerdotal, hay casos en los que los papás no sólo son indiferentes, sino que llegan a oponerse terminantemente cuando uno de sus hijos ha manifestado inquietudes por seguir este camino. Olvidan que hoy el sacerdote sigue siendo necesario para perdonar, para bendecir, para orientar; en una palabra, para hacer presente la misericordia y la ternura de Dios en una sociedad tan golpeada por la pérdida del sentido de Dios y de la vida. Es responsabilidad de los padres enseñar a sus hijos a dirigirse familiarmente y con confianza a Dios. Que a cada paso le pregunten “Señor ¿qué quieres de
Si me aman, cumplirán mis mandamientos Evangelio según San Juan 14, 15-21
mi?” No sería de extrañar que fuera surgiendo en aquel hijo un gran deseo de “Echarle una mano a Dios”. Se cuenta que un día se le preguntó a un niño: -¿Rezas a Dios? Contestó: Si, cada noche -¿Y qué le pides? -Nada. Le pregunto si puedo ayudarlo en algo. No nos quejemos de que las cosas anden tan mal, mejor preguntémonos: ¿Qué valores estamos inculcando en nuestra familia? ¿Cómo estamos viviendo nuestra fe y la vocación? ¿Qué estamos haciendo por apoyar y cultivar las vocaciones sacerdotales que el Dueño de la mies ha sembrado en muchos de nuestros niños, adolescentes y jóvenes? El siguiente texto de Isaías nos ayuda a ver cómo Dios necesita de nosotros pero cómo antes Él ya nos ha tomado en sus brazos: Los miserables y los pobres buscan agua, pero es en vano, tienen la lengua reseca por la sed. Yo el Señor les daré una respuesta. Haré que broten ríos en las cumbres áridas y fuentes en medio de los valles… Te tengo asido por la diestra, soy el que te ayuda. Is 41, 13.17 Si te interesa ahondar en el tema escribe a: jorgeaurelioslp@hotmail.com
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les enviará otro Consolador que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes. No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes. El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él”. Palabra de Dios.
El que me ama, cumple mis mandamientos. Dice el dicho popular que: “Obras son amores y no buenas razones.” Porque el amor se tiene que demostrar; no es suficiente con decir que amamos a alguien, el amor nos pide compromiso, nos pide renuncia, nos pide coherencia; el amor generosa pide entrega generosa. Dice el Señor Jesús en el Evangelio de hoy: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos…” de tal manera que nos presenta el cumplir sus mandamientos no como una ley impuesta y pesada, sino como un encargo y una tarea de amor; como admirablemente y con mucha ilusión cumplen sus compromisos los que verdaderamente están enamorados. Cuan edificante nos resulta en la vida encontrarnos con personas convencidas de lo que son y enamoradas de la vida, de su vocación, de su trabajo; da gusto contemplar la pasión y la ilusión con la que se lanzan a emprenderlo todo, sin importarles los obstáculos y las trabas que en el camino se encuentran. No estamos solos en la realización de este hermoso proyecto: Dios camina con nosotros, guía nuestros pasos, nos muestra el camino. Dice el Señor Jesús: “Rogaré al Padre y él les dará otro paráclito” Es gracia a la tarea activa del Espíritu en nuestras vidas como podemos lograrlo; que importante es abrir nuestro corazón a la presencia y a la acción transformante y santificante del espíritu de Dios que nos hace trascender las fronteras de nuestros miedos; de nuestra obscuridad, de nuestros pecados. No tengamos miedo a cumplir con el hermoso encargo del Señor Resucitado: amemos como él nos ama. Por Pbro. José de Jesús Rodríguez Cruz
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Congreso Juvenil de Formación de la Etapa Kerygmática del IV Plan Diocesano de Pastoral. Casa de la Acción Católica. Iniciando el día 18 de junio a las 09:00 a.m. para terminar el día 19 de junio a las 12:00 p.m. Solicitando la asistencia de 2 a 4 jóvenes por parroquia, líderes y comprometidos. Cuota de recuperación: $70.00
“Proponer las vocaciones en la Iglesia local”
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on este lema del mensaje del Papa para la 48va Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, en nuestra diócesis de San Luis Potosí, la Dimensión de Pastoral Vocacional llevó a cabo una jornada de oración y reflexión el pasado 14 de mayo, víspera de la fiesta del Buen Pastor. Con la representación de la vida religiosa tanto femenina como masculina, vida laical y sacerdotal llevamos a cabo este momento que inició con la adoración al Santísimo en el cual el Padre Noé, encargado de la Pastoral vocacional en nuestra diócesis, nos invitó en la reflexión a recordar que toda vocación es un SERVICIO a Dios a través de nuestros hermanos, servicio que se realiza con la actitud más sencilla y humilde, imitando al Maestro como en aquella escena en que lavó los pies de sus discípulos.
Incluye: hospedaje, comidas y un disco con los veintidós temas de la etapa kerygmática adaptados a la realidad juvenil de nuestra Diócesis (diapositivas, videos, actividades y dinámicas). DIPAJ (Dimensión de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes) invita. CAMINANDO JUNTOS, EN MISIÓN PERMANENTE
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osteriormente el Pbro. Lic. José Manuel López Facundo responsable de la vicaría de pastoral nos dio un saludo de bienvenida, exhortándonos a aprovechar toda la jornada. Y así nos fuimos sumergiendo en la dinámica de la jornada animados por los cantos del grupo KERIGMA quienes nos acompañaron hasta el final del día. Acto seguido el Pbro. Lic. Miguel Cardozo, nos compartió la primera reflexión en la cual nos mostró una visión de la Pastoral Vocacional en América Latina, desde los dos congresos latinoamericanos que se han realizado. No cabe duda que el planteamiento que nos hizo, suscitó la reflexión para ver las cosas desde el papel que desempeñamos en nuestra Iglesia. Después de un breve descanso retomamos nuestra segun-
da charla que nos impartió el Pbro. Lic. Erasmo Valero, rector del seminario, quien nos compartió el mensaje del Papa, al ritmo del Plan Diocesano de Pastoral de nuestra diócesis y nos ubicó ya en la realidad que vivimos en nuestra iglesia local, así como descubrir los retos que tiene la misma. Esta misma charla dio pie para realizar un trabajo en mesas redondas, que nos llevó a plantear posibles respuestas ante el cómo proponer las vocaciones en nuestra iglesia local. Con mucho ánimo, cantando y bailando disfrutamos nuestros alimentos para enseguida dar paso a un siguiente trabajo en mesas redondas, construir bases para una cultura vocacional, fue de mucha riqueza este momento pues hubo muchas propuestas de trabajo para darles seguimiento. Y llegamos al final de nuestra jornada y nada mejor para clausurar que darle gracias a Dios en la Eucaristía que nos presidió el Excmo. Sr. Arzobispo Don Luis Morales Reyes, quien vino a alentar el trabajo por las vocaciones pero al mismo tiempo agradeció a todos por su labor vocacional y nos exhortó a seguir trabajando para que el dueño de la mies envíe abundantes operarios a su mies. En la Eucaristía nos acompañaron los padres Francisco Javier Castillo, Miguel Ángel Torres, Oswaldo Esquivel y el padre Rector Erasmo Valero. Nuestra gratitud para el Padre Daniel Márquez Garza, por todas las facilidades que nos brindó para la realización de esta jornada.
“
La capacidad de cultivar las vocaciones es un signo característico de la vitalidad de una iglesia local”. (SS Benedicto XVI)
MAYO 29 DE 2011
VI DOMINGO DE PASCUA
DiviĂŠrtete encontrando las 7 diferencias
Próximamente
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