Año 3
No. 131
Semana del 07 al 13 de agosto de 2011
Edificados en Cristo, firmes en la fe La última cima Se reestrenó en Guadalajara “La última cima”, película de género documental dirigida por el español Juan Manuel Cotelo. El documental inicia con la justificación por parte del Director Juan Manuel Cotelo quien explica que “crucificar” a los sacerdotes está de moda y prácticamente garantizaría un éxito cinematográfico, mientras que hablar bien de ellos podría traducirse casi en una ofensa para ciertos sectores de la sociedad. Explica que su documental habla sobre un cura que “no es pederasta, no es mujeriego, no es ladrón, tampoco es exorcista, no es misionero en la selva, no es fundador de una nueva congregación en la Iglesia, no es ni siquiera párroco, pero estoy convencido – afirma el Director- de que la vida de Pablo merece ser conocida, porque Pablo es, nada más y nada menos, que un buen cura”. La película se centra en la figura de Pablo Domínguez, presentando una serie de testimonios de su carácter alegre, optimista, sus homilías creativas, su lenguaje sencillo y su manera de transmitir a Dios, su humildad y su corazón generoso. Amigos, familiares, alumnos, compañeros sacerdotes e incluso superiores, como algunos Obispos españoles, narran para el documental su experiencia al convivir de manera cercana con el Padre Pablo. Todos concluyen en que Dios se sintió agusto morando en él, quien estaba convencido de que el llamado al sacerdocio se recibe no una sola vez en la vida, sino diariamente. Durante el desarrollo de la película se tocan aspectos como el celibato sacerdotal, el amor eucarístico y la devoción mariana que todo sacerdote debe practicar, y se da no sólo un perfil del presbítero del siglo XXI, sino que se exalta la idea de que la santidad es posible aún en nuestros días en que los “Mandamientos” parecen haberse modificado y se ve al prójimo como un ser utilitario del que debemos sacar el mayor provecho.
CONGRESO EUCARÍSTICO: 02 DE SEPTIEMBRE, ¡Prepárate para participar! EN EL ESTADIO 20 DE NOVIEMBRE (Beisbol)
AGOSTO 07 DE 2011
A mitad del verano
Editorial
H
Por Pacco Magaña
emos llegado a la mitad de este tiempo de vacaciones y del tiempo de verano, y es necesario hacer una reflexión sobre lo que esta etapa de descanso significa. Las vacaciones no son para perder el tiempo, o para no hacer nada; son un espacio ideal para hacer un cambio de actividades, para salir de la rutina, y convivir más en familia o con los amigos. Estas actividades nos ayudan a salir del estrés cotidiano, para que cuando regresemos a nuestras actividades ordinarias, lo hagamos con nuevas fuerzas, y con una nueva actitud.
La santidad, objetivo de vida de todo cristiano Queridos hermanos y hermanas:
Ciertamente durante las vacaciones nos damos el privilegio de hacer nuevas cosas y dejar de hacer otras, pero nuestro crecimiento espiritual es algo que no debemos descuidar. Las vacaciones son un tiempo privilegiado para encontrar la paz y tranquilidad que tanto se anhela; la paz verdadera sólo puede venir desde dentro de nuestro corazón, cuando como cristianos vivimos la misa dominical, la oración personal y familiar, porque nuestros encuentros con Dios siempre son momentos en los cuales obtenemos paz. Las vacaciones son momentos saludables que nos deben de ayudar a convivir en familia y a encontrarnos con amigos. Y tenemos diferentes opciones muy sanas, por ejemplo, en diferentes parroquias se ofrecen los campings dirigidos especialmente para los niños; pero también hay opciones de esparcimiento para los jóvenes e incluso para los adultos. En nuestra ciudad estamos por empezar la Feria Nacional Potosina; un evento que sin duda se nos ofrece como una opción más para disfrutar con la familia y con los amigos nuestras vacaciones. La FENAPO, también significa una derrama de ingresos económicos que sin duda beneficiarán nuestra ciudad, y también se ofrecerán trabajos eventuales que ayudarán la economía de muchos potosinos. Disfrutemos de este evento que en definitiva es algo propio y que identifica a los potosinos, asistamos principalmente como familia, y disfrutemos sanamente de todo lo que se nos ofrece. Recordemos que la feria no sólo son antros, compras o juegos mecánicos; sino también eventos culturales y artísticos, que nos ayudan a sensibilizar nuestro espíritu y crecer como seres humanos. El no descuidar nuestra vida espiritual en este tiempo, nos ayuda a que en vacaciones no caigamos en los excesos, los cuales en lugar de ayudarnos a encontrar paz, solamente nos dan placeres momentáneos y superficiales, que al final sólo nos dejan vacios espirituales y, porque no decirlo, también económicos y morales.
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Pensar en los santos nos invita a elevar la mirada al cielo y a meditar en la plenitud de la vida divina que nos espera. «Somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía» (1 Jn 3, 2): con estas palabras el apóstol san Juan nos asegura la realidad de nuestra profunda relación con Dios, así como la certeza de nuestro destino futuro. Por eso, como hijos amados recibimos también la gracia para soportar las pruebas de esta existencia terrena —el hambre y la sed de justicia, las incomprensiones, las persecuciones (cf. Mt 5, 3-11)— y, al mismo tiempo, heredamos ya desde ahora lo que se promete en las bienaventuranzas evangélicas, «en las que resplandece la nueva imagen del mundo y del hombre que inaugura Jesús» (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, Madrid 2007, p. 99).
«La vida de los santos no comprende sólo su biografía terrena, sino también su vida y actuación en Dios después de la muerte. En los santos es evidente que quien va hacia Dios no se aleja de los hombres, sino que se hace realmente cercano a ellos»
La santidad, imprimir a Cristo en nosotros mismos, es el objetivo de la vida del cristiano. El beato Antonio Rosmini escribe: «El Verbo se había impreso a sí mismo en las almas de sus discípulos con su aspecto sensible... y con sus palabras... había dado a los suyos aquella gracia... con la que el alma percibe inmediatamente al Verbo» (Antropologia soprannaturale, Roma 1983, pp. 265-266). Y nosotros ya experimentamos el don y la belleza de la santidad cada vez que participamos en la liturgia eucarística, en comunión con la «multitud inmensa» de los bienaventurados, que en el cielo aclaman eternamente la salvación de Dios y del Cordero (cf. Ap 7, 9-10).
Queridos amigos, la eternidad no es un continuo sucederse de días del calendario, sino algo así como el momento pleno de satisfacción, en el cual la totalidad nos abraza y nosotros abrazamos la totalidad del ser, de la verdad, del amor (cf. Spe salvi, 12). Encomendemos a la Virgen María, guía segura hacia la santidad, nuestra peregrinación hacia la patria celestial, mientras invocamos su maternal intercesión por el descanso eterno de todos nuestros hermanos y hermanas, que se han dormido en la esperanza de la resurrección.
Deus caritas est, 42).
AGOSTO 07 DE 2011
DISCÍPULA PERFECTA DEL SEÑOR
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n este mes de agosto se celebra la Fiesta de la Asunción de María al cielo. En muchas comunidades se celebra el quincenario en honor a la Virgen, asociada a la gloria del Señor. El Documento de Aparecida nos invita a reflexionar este domingo acerca de María como perfecta discípula y misionera de Jesús, para que de ella aprendamos a ser mejores seguidores de su Hijo. En efecto, María se nos manifiesta en el Evangelio como la discípula más perfecta del Señor. Ella es la mujer libre, que colabora con generosidad en el Proyecto Salvador del Padre. Ella es la mujer fuerte, que en todos los momentos de su vida, incluso en los más dolorosos, permanece firme en su obediencia al Padre, cueste lo que cueste. Ella realizó una exigente peregrinación en la fe, aceptando el misterio de Dios en su misión como Madre de Cristo y Madre nuestra. María es imagen fiel del seguimiento de Cristo. Necesitamos permanecer en la escuela de María, aprendiendo de ella a escuchar la Palabra de Dios. La palabra de María nace de la Palabra de Dios, de la misma manera su pensamiento y su querer están en plena sintonía con el pensamiento y el querer de Dios. El rezo frecuente del Rosario nos ayuda a conocer a María y a contemplar con ella el Misterio del Señor. Las actitudes de María como discípula nos comprometen a vivir su atención amorosa al Padre, el servicio a los hermanos, la entrega generosa a la causa de Jesús, en una actitud de gratuidad, porque reconocemos que todo lo que somos y tenemos proviene de Dios. Su ejemplo nos impulsa a compartir, a ser solidarios, a vivir como hermanos y a tener un corazón abierto a todos, especialmente a los pobres y necesitados. A la Virgen María le correspondió una misión única: engendrar, educar y acompañar a su Hijo Jesús, desde el pesebre en Belén hasta la Cruz y Resurrección en Jerusalén. María como misionera continúa la misión de Jesús, es formadora de misioneros. Acompaña a los discípulos en el gran acontecimiento de la venida del Espíritu Santo. Ella se da a conocer como Madre y Hermana de todos los seguidores de Jesús, y en particular, de nuestro pueblo latinoamericano, que la venera con tanto amor en multitud de templos y santuarios a lo largo de todo el Continente. En María nos encontramos con Cristo y con Él, nos encontramos también con el Padre y el Espíritu Santo. La devoción mariana encamina a la comunión con el Misterio de Dios Trino y Uno. El amor a María nos hace también encontrarnos con multitud de hermanos que la veneran como Madre y Maestra. Como María, también los Apóstoles y los santos de todos los tiempos, con su ejemplo de vida, nos brindan la oportunidad de encontrarnos con Cristo. Pedro el apóstol, Pablo el evangelizador incansable, Juan el discípulo amado, San José el hombre justo, esposo de María y protector de Jesús, los santos y los mártires, especialmente los que nacieron, evangelizaron y regaron con su sangre la tierra de nuestros pueblos latinoamericanos, son para nosotros un regalo para avanzar en nuestro camino creyente y un estímulo para imitar sus virtudes, siguiendo a Jesucristo con alegría y entrega generosa. ¡Discípula perfecta del Señor, Mujer libre y fuerte, Madre de Cristo y Madre nuestra: ruega por nosotros! Nota: Puedes ampliar esta reflexión leyendo los párrafos 266-275 del Documento de Aparecida.
Apreciados lectores y lectoras: SESENTA AÑOS DE SACERDOTE cumplió el Papa, el pasado 29 de junio. Me gustó mucho su homilía. La verdad es que tenía cierta curiosidad por descubrir sus sentimientos más íntimos que me dieran alguna motivación para vivir yo mismo mi sacerdocio. Así, pues, leí y releí con mucho agrado la homilía del Papa y me gustó tanto que pensé compartirles algunos de sus más bellos pensamientos.
la suya a medida que va creciendo; su voluntad se convierte en la mía, y justo así llego a ser yo mismo”. Y luego, entusiasmado con estos pensamientos, exclama en una bella oración: “Señor, ayúdame a conocerte cada vez mejor. Ayúdame a estar cada vez más unido a tu voluntad. Ayúdame a vivir mi vida, no para mí mismo, sino junto contigo para los demás. Ayúdame a ser cada vez más tu amigo”.
Me encontré que el Papa, en un libro sobre sus recuerdos que editó en 1977, decía, a propósito del día en que fue ordenado sacerdote: “Era un espléndido día de verano que permanece inolvidable como el momento más importante de mi vida. No se debe ser supersticioso, pero en el momento en que el anciano arzobispo impuso sus manos sobre las mías, un pajarillo -tal vez una alondra- se elevó del altar mayor de la catedral y entonó un breve canto gozoso; para mí fue como si una voz de lo alto me dijese: Vas bien así, estás en el camino justo”.
Me gustó mucho una especie de parábola que el Papa hace sobre el sacerdocio. Lo compara con el vino, fruto de la vid. Esa vid es Jesús mismo. Dice que para que una uva madure, se necesita sol, pero también lluvia, frío, día y noche. Para conseguir un vino de calidad se requiere la paciencia del largo proceso de maduración y fermentación. Un vino de calidad tiene dulzura pero también variados matices de color y de aroma, y luego se pregunta: “¿Acaso no es esta una imagen de nuestra vida sacerdotal? Necesitamos el sol y la lluvia, la serenidad y la dificultad, las fases de purificación y prueba y también los tiempos de camino alegre con el Evangelio. Volviendo la mirada atrás, podemos dar gracias a Dios por ambas cosas: por las dificultades y por las alegrías, por las horas oscuras y por las felices. En las dos encontramos la presencia constante de su amor, que nos lleva y nos sostiene siempre de nuevo”.
El 29 de junio, Solemnidad de san Pedro y san Pablo, sesenta aniversario de su ordenación sacerdotal, rodeado de muchos cardenales, arzobispos, obispos, presbíteros y fieles laicos, el Papa centró su homilía en las palabras que Jesús dijo a sus discípulos en la Última Cena: “Ya no los llamaré siervos… Desde ahora los llamaré amigos” (Jn 15,15). Y expresó: “Sesenta años después de mi ordenación sacerdotal, siento todavía resonar en mi interior esas palabras de Jesús”. Benedicto XVI nos dice que era muy consciente de que esas palabras, en ese momento, el Señor se las dirigía a él mismo, de una manera totalmente personal. Según el ritual de entonces, con esas palabras, el Obispo confería a los nuevos sacerdotes, el mandato de perdonar los pecados. Por eso, el Papa nos confía este íntimo sentimiento de su corazón, sobre el sentido de dichas palabras para él mismo: “Él me llama amigo. Me acoge en el círculo de aquellos a los que se había dirigido en el Cenáculo. Me otorga la facultad, que casi da miedo, de perdonar, de hacer aquello que sólo él, el Hijo de Dios, puede decir y hacer legítimamente: Yo te perdono tus pecados. Sé que tras estas palabras está su Pasión por nuestra causa y por nosotros. Bajó hasta la noche de nuestra culpa, que sólo así puede ser transformada. Y, mediante el mandato de perdonar, me permite asomarme al abismo del hombre y a la grandeza de su padecer por nosotros los hombres, que me deja intuir la magnitud de su amor”. Después se detiene ampliamente en la palabra “amigos”, y en el sentido y significado de la amistad. Para el Papa, la amistad con Jesús es mutuo conocimiento y comunión: “En la amistad mi voluntad se une a
Vuelve el Papa sobre la imagen del vino destacando que el vino que se espera de la uva selecta es imagen del amor y de la justicia: “Este doble amor, sin embargo, no es simplemente algo dulce, conlleva en sí la carga de la paciencia, de la humildad, de la maduración de nuestra vocación en la formación e identificación con la voluntad de Dios, la voluntad de Jesucristo, el Amigo”. Termina diciendo que sus sesenta años de ministerio sacerdotal le han llevado a mirar lo que ha caracterizado esas décadas y ha sentido el impulso de decir una palabra de esperanza y de aliento; y que su sentimiento dominante, en su aniversario sacerdotal, es la gratitud al Señor por la amistad que le ha ofrecido y la gratitud a las personas que le han formado y acompañado. No sé ustedes, pero yo me sentí muy feliz de tener un Papa que nos comparte lo más íntimo de su vida interior con tanta profundidad, inteligencia y sencillez. Me despertó un mayor gozo y compromiso en mi propia vida de sacerdote que ya también suma varias décadas. “Y, hasta que nos volvamos a encontrar, que el Señor los guarde en la palma de su mano”. +Luis, Arzobispo de S. Luis P.
Queremos conocer su opinión, escríbanos a: semanariolared@iglesiapotosina.org ó semanariolared@hotmail.com Hola, me gusta mucho su periódico, trae muy buenos artículos, pero en la sección de los libros siento que le falta algo, en dónde se pueden encontrar, cuánto cuestan, sobre todo para las personas que vivimos en comunidades a donde llega LA RED, pero no hay librerías. Gracias por su atención. Saludos. Querida lectora: Algunos libros puedes adquirirlos en la librería Arte Sacro, ubicada a un costado de la Santa Iglesia Catedral, tel. 8 12 58 18
Nuestra historia
Bodas Episcopales de Mons. Montes de Oca y Obregón De cómo y en que lugar se celebraron. Los asistentes y el nombramiento de Arzobispo de Cesarea del Ponto al obispo potosino y el deseo de volver a su amada grey.
a vida, tiene un sinnúmero de definiciones. Tal vez, porque ésta no se puede definir. Y por ello cada quien tiene un concepto distinto de la misma. Cada uno habla de la vida de acuerdo a como le ha tocado vivirla, y como dice el dicho: “Cada quien habla de cómo le va en la feria”.
Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortiz
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abía intentado regresar a México en 1920, pero se lo impidió la enfermedad. Al acercarse sus bodas de oro episcopales el 12 de marzo de 1921 pidió Monseñor Montes de Oca a su antiguo compañero de viaje, el P. Pedro Moctezuma, quien culminaba en la Universidad Pontificia Gregoriana su doctorado en Teología, que lo acompañara a su viaje de regreso a México, ya que había recibido noticias de que se le permitiría entrar de nuevo en su patria. Después de espléndidas celebraciones que tuvieron lugar en el Santuario Madrileño del Inmaculado Corazón de María le organizaron tanto la nobleza como los hombres de letras, a los 81 años. Predicó el mismo festejado y dijo que comprendía que su misión aún no había terminado y con solemne promesa anunció que volvería a su diócesis potosina. En su homilía, así expresaba su sentir en tan particular momento: He aquí por qué no he querido ceder la palabra a ninguno, aunque ya mi voz no resuene como antes y mis ojos han perdido su brillo. Casi he llegado a la edad en que San Juan el Evangelista no predicaba más que estas palabras: “Hermanos, amaos los unos a los otros”. Recordaba con especial gratitud, la benevolencia que siempre mostró a su persona el grande papa Pío IX, “Grande entre los grandes” –como lo llama-. Y haciendo un recuento rápido de sus tres diócesis, los logros y pesares; continúa expresando la situación que en relativa calma, vivió su episcopado hasta 1913, pero que «poco tiempo después no tardaron en venir los desengaños». «Llegado el año de 1914, correspondía a los obispos del hemisferio occidental realizar la Visita Ad Limina, pero al llegar a Europa
¿Por qué no tengo tiempo? L
Hoy queremos decir, que la vida es un trueque. Porque para subsistir, tenemos que buscar lo que nos falta. Y para obtenerlo, hay que cambiar lo que tenemos, por aquello que necesitamos. Hay quienes cambian salud, por dinero; otros prefieren perder la paz con tal de ganar poder; y quienes pierden el amor, con tal de no perder la fama. Estos negocios no son nada proporcionales, porque lo dado, no se recupera con lo obtenido. La paz se pierde por el poder, pero éste no me ayuda a recuperar la paz. En nuestros días perdemos tiempo con tal de ganar dinero; pero con dinero, no podemos comprar tiempo. Es decir, lo que se pierde no se recupera con lo que se gana. El tormento del adulto es sufrir porque se le va el tiempo. Y cuando alguien nos pide algo, decimos que no tenemos tiempo.
se encontró con las noticias provenientes de su obispado y «al llegar a postrarme a los pies del Sumo Pontífice, triste fue la cuenta que rendí de la grey a mí encomendada».
«Hace pocas semanas –le dije- brillaba mi catedral por su esplendor y su culto. Mi Seminario era una verdadera universidad por la magnificencia de su edificio, recién ampliado, y el cuadro tan completo de profesores. La beneficencia diocesana de sus hospitales y asilos; la instrucción pública florecía en todas partes; el clero se mostraba a la altura de su misión. No pasaba día en que lo ilustraran nuevas obras de caridad. Todo se acabó en un instante. Las cartas de mi clero, en masa expatriado, y mis venerables colegas, escriben desde el destierro, respiran más tristeza que los trenos en que el profeta Jeremías lamentaba la ruina de Jerusalén. Se escuchan desde lejos los balidos de las ovejas, pero a los pastores se ha cerrado las puertas del redil. ¡Quiera el cielo que en la próxima visita a los venerables Apóstoles Pedro y Pablo pueda rendir a Vuestra Santidad cuenta más halagüeña de mi pobre rebaño!».
No es que falte tiempo, lo que se acaba es la vida. Y como decía Ortega: la vida está hecha a base de importancias. Tenemos que ocupar el tiempo para pensar, y ver que es lo más importante en nuestra existencia. La vida, es un abanico de ofertas y posibilidades. El tema esencial, es la necesidad de discernir para decidir que es lo más conveniente hacer, y por tanto que es lo más importante. Cuando no hemos tenido tiempo de hacer algo es porque no ha sido tan importante, como para dedicarle tiempo. El tiempo siempre es el mismo; ni más horas ni menos minutos. El día se compone de las mismas veinticuatro horas. Lo que falta es revisar a que le damos importancia. Por eso si nuestra vida se hace a base de importancias, eso significa, que lo que tenemos, es aquello a lo que más importancia le hemos dado. Alguien dijo: “hay más tiempo que vida”. Efectivamente, el tiempo está ahí, pero la vida se termina. No nos falta tiempo, lo que nos falta es vida. Aprovechemos al máximo nuestra existencia, porque no sabemos cuando se termina.
Publicación
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Ya no te quito mi tiempo Hay tiempo para cada cosa
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El perfil de los religiosos
Por P. Kino
an Agustín en el Libro XI de las Confesiones se pregunta ¿Qué es, pues, el tiempo? Y a sí mismo se responde: “Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. No es fácil pues definir el tiempo, pues el pasado no existe, el futuro tampoco y el presente, si permanece, sería eternidad… Pero dejemos estas altas filosofías y vayamos a lo concreto. “Sabia virtud de conocer el tiempo” dirá aquella canción de José José, conocerlo y aprovecharlo, pues no sabemos cuándo se acabará la cuerda del reloj de nuestro corazón. Hay tiempo para cada cosa, dice el capítulo tercero del Eclesiastés. Tiempo para nacer y para morir, para plantar y cosechar, para llorar y reír, para callar y para hablar, hay tiempo para todo. Que importante es pues saber organizar nuestra vida. Recuerdo un consejo que me daba un sacerdote cuando me disponía a entrar al Seminario; me decía que si era hora de jugar no tenía por qué estar rezando; que si era hora de rezar no había razón para dormir; si era hora de estudiar debía hacerlo… sabías palabras que todavía aún recuerdo y han sido parte de mi convicción. Ahora bien, el problema es que esto no todos lo entienden, pues he sido testigo de personas que no solamente no administran bien su tiempo, sino que peor aun, se los quitan a los demás. “Se ponen a “chacotear” con la cajera del banco, mientras que ella tiene una enorme fila de personas que atender; llegan a oficinas a “cotorrear” con las secretarias y les quitan su tiempo de trabajo, y tranquilamente se van, mientras que las pobres tienen que trabajar extra para ponerse al corriente del trabajo que debieron realizar mientras el éste “quita tiempos” no se iba. De ahí aquella frase: “Si no tienes nada que hacer, no lo vengas a hacer aquí”. Cristo se topó con el mismo problema, no le dejaban tiempo para descansar, para recargar fuerzas. Jesús era muy solicitado y Él amablemente atendía a todos los que le reclamaban un momento de atención. Alguien puede decir, bueno, pues que estas secretarias, o estas cajeras, sean como Jesús, pero quiero aclarar que Jesús no tenía un jefe mal encarado que le exigiera el trabajo a tiempo, pues Él era el “mero mero candelero”, y las secretarias, las cajeras, etc., no gozan de ese privilegio de Jesús. Así que por caridad, respeta el tiempo de trabajo de los demás y ya habrá tiempo de “chacotear” en otro momento…. Bueno ya nos les quito mi tiempo, hasta la próxima.
Queridos lectores: En razón a la experiencia que tuve como Vicario de Vida Consagrada, quiero dedicar estas líneas a todos aquellos que han consagrado su vida a Dios mediante los votos evangélicos.
Los candidatos a la vida consagrada deben ser católicos y que tengan recta intención, así como las cualidades requeridas por el derecho universal y el derecho propio y que esté libre de impedimentos, además de haber recibido una preparación adecuada.
Dios nos llama a la vida de la gracia y especialmente a algunos (as), los elige para que por la vida consagrada abracen los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia, que es una forma estable de vivir, en la que los fieles, siguiendo más de cerca a Cristo bajo la acción del Espíritu Santo, se dedican totalmente a Dios teniéndolo como a su amor supremo, para poderse entregar por su consagración a la edificación de la Iglesia y a la salvación de las almas, conseguir la perfección de la caridad en el servicio de los demás (c. 573).
Los religiosos no sólo han de observar fiel e íntegramente los consejos evangélicos, sino también regular su vida de acuerdo con el derecho propio del instituto para aspirar de este modo, a la perfección de su estado.
La persona que hizo profesión de votos de los consejos evangélicos, debe entender que son un don Divino que han recibido del Señor a través de la Iglesia. No son atributos personales que se ganan a pulso, Dios los da por su inmensa misericordia y bondad; pero hay que demostrar con nuestra vida, que estamos vinculados con Dios y que nuestra consagración hable por sí misma y sea nuestra carta de presentación. Así que, hay que vivir con sencillez, amabilidad, y estar dispuestos al servicio; ser respetuosos y educados con nuestros superiores y hermanos, y si hemos faltado a alguien, ser lo suficientemente humildes para reconocer nuestros errores y pedir una disculpa. Todo esto es para que por nuestra consagración, se busque la santidad.
Por lo tanto, la casa la debemos de sentir propia, y debe ser un lugar de encuentro entre los hermanos y hermanas donde se respire la paz y la armonía que Cristo nos ofrece. Hay que contribuir y cooperar con la conservación y mantenimiento de nuestro nuevo hogar, cumpliendo con alegría y disposición los trabajos y actividades que nos encarguen.
La comunidad religiosa debe de habitar en una casa legítimamente erigida por la autoridad competente conforme a las constituciones. Se tendrá en ella, un pequeño oratorio o capilla donde pueda reservarse la Eucaristía que será sobre todo, el centro de la comunidad.
Oremos por los Institutos de Vida Consagrada, Institutos Religiosos, Sociedades de Vida Apostólica y Órdenes Monásticas, que conforme a la diversidad de dones que han recibido, sean fieles en el seguimiento del Señor. Hasta la próxima.
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El mandamiento El hombre, nuevo imagen de Dios “O Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
abemos por las Sagradas Escrituras que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, dice el libro de Génesis en el primer capítulo versículo 26 y 27: “Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra,… Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó,… ». Pero no es lo mismo imagen que semejanza, al hablar de imagen pensamos en coincidencia o igualdad; Si decimos semejanza es porque estamos considerando que no todo es igual, que hay diferencias. En el hombre se dan estas dos realidades. La imagen de Dios que nunca desaparece, que siempre está ahí en el hombre. Dice el Catecismo de la Iglesia (CIC 357): «Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas. La otra realidad es la semejanza, es ahí donde encontramos la separación, la distinción, o también podríamos decir el ocultamiento de la imagen de Dios con la que fuimos hechos. Debido al influjo del pecado original muchas propuestas nos desvían de nuestra verdadera imagen, leamos lo que nos dicen algunos documentos de la Iglesia: En el curso de la historia, el uso de los bienes temporales ha sido desfigurado por graves defectos, pues los hombres, afectados por el pecado original, cayeron con frecuencia en muchísimos errores acerca del verdadero Dios, de la naturaleza del hombre y de los principios de la ley moral. Todo esto ha dado lugar a la corrupción de las costumbres y de las instituciones humanas y, no pocas veces, a la conculcación (infringir, transgredir, contravenir) de la persona humana (AA 7).
Cristo es para nosotros los creyentes el modelo seguro para vivir verdaderamente esa imagen de Dios. En el Catecismo de la Iglesia Católica podemos mirar que Cristo es el que restaura la belleza original al hombre, pues su imagen divina es alterada por el pecado original. Es así que Cristo «manifiesta plenamente el hombre al propio hombre» (GS 22, CIC 1701). En Cristo encontraremos nuestra verdadera imagen, el es nuestro modelo verdadero con el cual fuimos creados y vivir como Él es vivir nuestra imagen auténtica y original. Comparando la imagen que busco, la imagen que doy, las imágenes que promovemos y nuestra verdadera imagen, Jesucristo, puedo realizar un proyecto de vida en el cual, lucharé contra todo aquello que me separe o deforme mi imagen de Dios y pondré en práctica las actitudes y sentimientos de Jesús que me ayudarán vivir esta imagen de Dios con la que fui creado.
s doy un mandamiento nuevo, que os ameis los unos a los otros”. Necesitamos asomarnos al corazón de Jesús para entender este mandamiento. Por qué Cristo llama nuevo al mandamiento del amor si ya existía este mandamiento desde que Dios entregó a Moisés las tablas de la ley en donde se encuentra este mandato: amarás a tu prójimo como a ti mismo
Tal vez porque Cristo quiere que nos amemos con amor de Dios, no con amor humano, lleno de pasiones, porque este aleja de Dios, mientras que el primero acerca a Dios. Por eso Cristo llama nuevo al mandamiento del amor, para distinguirlo del amor carnal. El amor que Cristo llama nuevo es el amor con que Él nos amó. Ahora pensemos entre nosotros cual es el amor con que Dios quiere que nos amemos. No es el amor angelical porque los ángeles no tienen cuerpo como nosotros. Es el amor sacerdotal, paternal, religioso, el que Cristo quiera que practiquemos, porque estos amores si nos llevan a Dios. Nos falta mencionar otro amor, es el amor interesado no por el cielo sino por cosas mundanas. El amor de los novios empieza interesado, mundano; pero debe ser respetuoso, sincero, con deseos de que el noviazgo ayude a acercarnos a Dios. Hoy día vemos por doquier a parejas con abrazos y besos apasionados como para conquistar el amor. Ya no son como antes los noviazgos que con un regalo y una carta respetuoso se manifestaban su cariño. Y a
propósito, cuánto tiempo debe durar el noviazgo. La Teología moral enseña que dos años son suficientes para comprenderse, entenderse, y estar ciertos de que podrán unir sus vidas para siempre. No aprueba la Iglesia un amor al vapor, a los quince días. Un matrimonio así es la causa de que a los meses ya piensan en una separación. Por eso hay tantos casos de separación, que no cumplen con la promesa que hicieron ante la Iglesia. Besos y abrazos malditos que luego harán dudar de la fidelidad de uno de los cónyuges. A los novios también hay que enseñarles que Dios quiere que se amen con amor de Dios y no con amor mundano. Señor, te pedimos que tu mandamiento nuevo nos cautive y que sea el móvil para la justicia y la paz.
Con esta lluvia, fue una Odisea llegar a tu casa Por Luis Ricardo Guerrero Romero gromeroluisricardo@gmail.com
P
ara muchos sobre todo para quienes estudiaron en aquellas prepas la 1 y la 3, ya hace algún tiempo, es muy común este nombre, y para cualquiera de nosotros que se halla dado el espacio de leer un poco de la cultura griega, también es familiar esta palabra. Pues odisea, no es más que la historia de Ulises. La Odisea es un poema que fuera cantado por el misterioso Homero (que aún no se sabe si existió o no): este canto es una narración en el contexto de la guerra de Troya. Ulises para los latinos, Odiseo para los griegos, vivió tragedia tras tragedia, combate tras combate y duró veinte años para volver a su casa en Ítaca, donde Penélope su mujer casi habia perdido la esperanza de volver a verlo. De tal modo que tardar y sufrir y lidiar con sin fin de incidentes por un día o dos o veinte años es llamado “toda una odisea”.
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Los libros y sus autores
La Era del Siervoseñor: filosofía, publicidad y control de la opinión Dominique Quessada Barcelona Tusquets Editores 2005
E
sta
obra
es
una
negación de la filosofía, una especie de anti-
filosofía,
pues, la tradición
y el logos, parece marcada por la trivialidad y el fomento de las pasiones propias de nuestro tiempo. Sin embargo, Quessada
ve
en
esta
oposición una simetría íntima: lejos de pertenecer a la imagen, la publicidad corona del reino del discurso, compite con la filosofía en la definición de la ciudad platónica. L a tesis de Quessada es audaz: hija de la sofística y la democracia, la publicidad completa el trabajo inacabado por la filosofía. Ante el fracaso de Platón a la hora de gobernar la ciudad, la publicidad recupera la gestión racional del mundo y encarna sus ideales en las sociedades demócratas modernas. El publicitario convertido en nuevo filósofo platónico, propone acceder a la felicidad mediante la racionalidad y la sofística: triunfa así en la creación de una nueva entidad lógica y política: el siervoseñor. Surgido del núcleo problemática de nuestras democracias, “el siervo se hizo del señor haciendo indiscernible la diferencia entre uno y otro” Dominique
Quessada
define
con
maestría las prácticas retóricas del discurso utilizado por la publicidad y los rasgos que definen al hombre contemporáneo.
Dominique Quessada nació en Lyon Francia en el año de 1955. Doctor en filosofía por la Universidad de la Sorbona. Compagina su trabajo literario con la publicidad.
Iglesia Universal CASTELGANDOLFO.- el Papa Benedicto XVI reiteró su clamor para ayudar a los hermanos que sufren la grave crisis humanitaria en el Cuerno de África (Kenia, Somalia, Eritrea, entre otros) y reiteró que Cristo, en la Eucaristía, se ofrece a todos como verdadero alimento del amor de Dios para cada ser humano. Benedicto XVI explicó que con el milagro de la multiplicación, Cristo realiza un signo que recuerda a la Eucaristía. “El Señor invita a los discípulos para que sean ellos quienes distribuyan el pan para la multitud; de este modo los instruye y los prepara para la futura misión apostólica: deberán llevar a todos el alimento de la Palabra de vida y los Sacramentos”, dijo. MADRID.- Unos cuatro mil jóvenes discapacitados provenientes de todo el mundo participarán en la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011 del 16 al 19 de agosto, que se celebrará en la capital española. Los enfermos podrán disfrutar del evento gracias al despliegue de 600 voluntarios católicos que velarán por su bienestar y diversión. La coordinación para la acogida de estos jóvenes y sus acompañantes, correrá a cargo de la Unión Nacional Italiana de Transporte para Enfermos a Lourdes y otros Santuarios Internacionales (UNITALSI) quienes desplegarán un cuidadoso plan de asistencia.
Iglesia en México MÉXICO.- La tarde del pasado domingo se realizó de manera formal la toma de posesión de Mons. Crispín Ojeda Márquez, recién consagrado en la Basílica de Guadalupe, quien al pronunciar su primer mensaje como nuevo Vicario Episcopal de la VI Vicaría “San José”, dijo no venir como dueño de una comunidad a la que se le ha establecido, sino como un extranjero que desconoce muchas cosas que con la ayuda del Espíritu de Dios podrá descubrir que pasos seguir. En medio de una celebración solemne, Mons. Ojeda explicó que no se basarán en proyectos ya establecidos, ni en “síntesis ya elaboradas” sino hará realidad la imagen viva del Buen Pastor. CIUDAD DE MÉXICO.- EL domingo pasado, en la Basílica de Guadalupe, fueron celebrados los 9 años de la Canonización de San Juan Diego Cuautlatoatzin, por parte del Papa Juan Pablo II y por este motivo, el Cardenal Norberto Rivera Carrera celebró una misa. Durante la homilía, el Cardenal Rivera Carrera recordó las virtudes de San Juan Diego dijo que “hoy más que nunca necesitamos adherirnos a esta actitud “eucarística” y generosa, pues son miles y miles de hermanos que andan sin rumbo por la vida, buscando la verdad de su existencia por caminos falsos. SAN LUIS POTOSÍ.- La Pastoral Social, encabezada por el P. Rubén Pérez Ortiz, y el grupo de colaboradores, siguen llevando ayuda a los migrantes al paso del tren. Las llamadas “Brigadas”, encabezadas por personal de la Pastoral Social, llevan alimentos al paso de las personas que tienen como meta llegar a la frontera y pasar hacia los Estados Unidos. Por otra parte, está abierta la invitación a la sociedad en general, a ser partícipes en cuanto a su generosidad en esta ayuda ya sea donando aguas, jugos, ropa, zapatos, así como con elementos esenciales de primeros auxilios. Mayores informes en Álvaro Obregón 626, al tel. (444) 812 23 51. SAN LUIS POTOSÍ.- Con gran alegría nuestra Iglesia Potosina, en la Misa de 12, en Catedral, del día de hoy domingo siete, se celebra el envío de ciento veintiséis jóvenes que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud. Ellos representaran a nuestra Arquidiócesis de San Luis Potosí en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a celebrarse del 16 al 21 de agosto de este año, en Madrid, España. La santa Misa es presidida por Mons. Don Luis Morales Reyes, nuestro Arzobispo.
Frágil y Fuerte “Entonces Pedro le respondió: ‘Señor, si eres tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua.’ ‘Ven’, le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: ‘Señor, sálvame’. En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: ‘hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?’ En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: ‘verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios’” (Mt 14, 28-33). El capítulo 14 de San Mateo concentra varias historias que parecen tener la intención de anticipar eventos que serán narrados más tarde en el relato de la Pasión. Tal es el caso del relato de la muerte de Juan el Bautista que parece anticipar el martirio de Jesús; la multiplicación de los panes que parece anticipar la Eucaristía en la última cena; y la caminata de Pedro sobre las aguas, su hundimiento y su rescate que parece anunciar su audacia para prometer seguir a Jesús hasta las últimas consecuencias, su fallo en las negaciones y su “reinstalación” al final del evangelio. Por otro lado, nuestra historia evangélica de este domingo, forma parte de la gran sección eclesiológica del Evangelio de San Mateo, esta sección destaca no sólo dentro de este evangelio, sino entre los cuatro evangelios, por ser la única donde aparece el término “Iglesia”, teniendo como eje la declaración de 16,16, donde se señala la edificación de la Iglesia sobre la piedra de Pedro. Así, no es de extrañar que esta sección también albergue otras escenas concentradas en la figura
de este apóstol, escenas en las que el resto de los discípulos casi desaparece, para concentrarse en la figura de uno sólo, por ejemplo aquella en la que después de una conversación de Jesús con Pedro, al final le dice: “para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti.” (Mt 17,27). En esta escena más de algún lector se preguntará ¿y quien pagará el impuesto por el resto de los discípulos? El interés por la figura del apóstol Pedro es clara en la sección eclesiológica, lo cual también es delatado también por la frecuencia con la que es mencionado en distintos lugares. En nuestra escena evangélica, el tormentoso mar, fiel a la tradición bíblica, es símbolo de caos y maldad. Representa los problemas que los creyentes inevitablemente enfrentarán. La barca podría representar también a la Iglesia; y Jesús caminando sobre las aguas, con sus palabras de serenidad, parecen representar la continua pre-
sencia de Jesús, propia del pensamiento de este Evangelio: “estaré siempre con ustedes hasta el fin de los tiempos”. En lo que se refiere a la figura concreta de Pedro, el relato no presenta la historia de un héroe impecable, puesto que el apóstol duda y se hunde. Así, grandeza y fragilidad van de la mano. Pedro no es el hombre perfecto, pero sí es el hombre que Jesús sostiene con su mano. Pedro no es una figura mítica impecable y autosuficiente, sino un hombre llamado a ir a Jesús y que se sostiene en Él firmemente asido de su mano. Pero el interés por Pedro nunca va solo, sino que está fincado en el interés por Jesús. Así, la caminata sobre las aguas es una manifestación del señorío de Jesús sobre la naturaleza, y es un reclamo a los discípulos, y con ellos a la Iglesia, a centrarse en su conocimiento cuando les dice, no teman “SOY YO”.
Congreso Eucarístico en el Decanato Beato Pío IX
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P. Oscar Rocha Velázquez
on mucha fe y con mucha alegría, nos reunimos, las parroquias de Armadillo, la Mantequilla, Peotillos, San Nicolás, Villa Hidalgo, este pasado 27 de julio, en la parroquia de Santa Isabel de Armadillo, para celebrar nuestro Congreso Eucarístico Decanal, estuvimos presentes los sacerdotes en pleno, representantes laicos de las distintas parroquias, como también de una manera especial, contamos con la presencia de Monseñor Sebastián Zárate, coordinador general del Congreso Eucarístico Diocesano, a llevarse a cabo el próximo 2 de septiembre en el Estadio de beisbol, el próximo 2 de noviembre.
r éste Dios po a s ia c , da gra , que vivieron y e Jesús d un e mas r b m No evas da n encuentro de e u lc n u 2 D 4 r de te u oquia otosí. La Parr tro con el Seño e Dios median n Luis P d n a r e S o e m d a encu l e sis entaron la Dióce experim illo, el 531 de curs
Dimos inicio, con una emotiva hora Santa, que presidió el Padre Francisco Padrón, la cual nos introdujo en el ánimo y compromiso en la Gran Misión Continental, guiada por el Plan Diocesano de Pastoral, al mismo tiempo nos contagió el entusiasmo en nuestro caminar hacia el congreso Eucarístico Diocesano próximo. En otro momento, con esa fe permanente, Mons. Zárate, compartió para todos, una solemne iluminación, la cual nos dio elementos acerca de lo que es el congreso Eucarístico Internacional, la historia de los mismos. Resultó muy fructífero un documental sobre la participación de las personas en la oración Eucarística; oración que se transforma en entrega generosa, en felicidad por cumplir nuestra Misión en la Iglesia y en el mundo. Después de una brillante iluminación, se abrió un espacio muy interesante de preguntas e inquietudes, donde se hizo manifiesto el interés y la disponibilidad, sobre todo de los laicos, que junto con los sacerdotes nos disponemos para la gran manifestación diocesana de fe, amor, oración a Jesús Eucaristía el próximo mes de septiembre. Desde el norte de nuestra Diócesis, nuestro Decanato, invitamos a todos a desbordarnos en manifestaciones de fe, frente a Jesús Eucaristía; aprovechar este congreso Eucarístico Diocesano para fortalecernos y contagiar a nuestro estado potosino, en la fe Eucarística.
Durante un periodo semanal y aprovechando estas vacaciones la Dimensión de Pastoral y Catequesis, trabaja de modo intensivo para llevar a los y las catequistas de diversas parroquias de nuestra Diócesis la formación pertinente y oportuna para poder guiar a los catequizados.
Rescatamos estas palabras de Monseñor Zárate, respondiendo a lo que es un Congreso Eucarístico: “La Iglesia es convocada a reunirse para agradecer al Señor el tesoro más grande que le ha dejado: la Sagrada Eucaristía. Por tanto, en un Congreso Eucarístico se trata de reflexionar en torno al misterio eucarístico, para celebrarlo, para adorarlo y para renovar con entusiasmo, fortalecida por Cristo Eucaristía, su compromiso evangelizador en el mundo contemporáneo. Tales congresos deben ser un signo auténtico de fe y de caridad por la plena participación de la Iglesia local y la presencia representativa de las otras Iglesias”. Su objetivo principal es glorificar a Jesucristo presente en la Iglesia, manifestar la fe del Pueblo de Dios en la presencia de su Señor y hacer nuevos compromisos eucarísticos actuales con relación a la evangelización del mundo”. Nos vemos el 2 de septiembre, llevemos mucha fe, en el congreso Eucarístico Diocesano.
abo las aron a c pos y v e ll e s de julio nos gru 8 al 31 a, algu 2 ás l in s e o d t a o ades m al P man id it e iv p s t a c e c a d a s a nsaje estr el fin vento. L l concierto, me o. e s en nu e e Durante il t s n e e v n e das ju Históric iparon e s deportivos, olimpia Centro l o s partic r e t o t n o n e d u ie o por t s enc movim fueron lo eniles y un rally s a d a c a v dest es ju dinador de coor
“SAN CRISTOBAL: El que carga a Cristo” Por Luz Elena González
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a parroquia de Ojo de Agua de Solano, en Cd. Fernández, SLP, se vistió de gala para honrar a su santo patrón SAN CRISTOBAL, con una novena de Misas, entradas de cera y peregrinaciones en donde con gran fe y entusiasmo se participó de las actividades a las que los fieles fueron invitados por su párroco Sr. Cura Pascual Segura Rangel. Para culminar con estas fiestas se tuvo una solemne Eucaristía concelebrada presidida por el Sr. Arzobispo Don Luis Morales Reyes y Sacerdotes que lo acompañaron, en donde además 27 niños participaron por primera vez del Cuerpo y la Sangre de Cristo. La homilía del Sr. Arzobispo nos dejó una gran enseñanza ya que nos compartió la historia sobre la vida de este gran Santo que es una de las leyendas más bellas y significativas de toda la tradición cristiana. El Sr. Arzobispo nos invitó a que todos fuésemos un Cristóbal, que llevemos a Cristo en nuestro corazón, que seamos portadores de Cristo, que lo sepamos escuchar, amar y obedecer. Por la noche se tuvo la última gran entrada de cera de las comunidades de la rivera, que conforman la parroquia y la tradicional quema de pólvora, posteriormente los fieles se despidieron del santo patrón, el portador de Cristo, San Cristóbal.
“¡Cristo, debe ser nuestro único tesoro y alegría!”
Por LCC Angélica Maldonado Morales
Fiesta Patronal en la Parroquia de San Cristóbal del Montecillo
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odos podemos encontrar un tesoro en nuestra vida y nuestro tesoro debe ser Cristo, con quien debemos tener un ENCUENTRO ÍNTIMO, pero alegre, porque Él debe ser NUESTRA ALEGRÍA y debemos tomar la firme DECISIÓN, determinación y compromiso para que ciertamente Jesús sea NUESTRO TESORO”. “Jesús quiere que encontremos nuestro tesoro que es Él mismo, pero que nos desprendamos de todo aquello que nos impida encontrarlo con alegría”. Así lo señaló en su homilía nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, durante la fiesta patronal en la Parroquia de San Cristóbal del Montecillo, donde presidió la solemne concelebración Eucarística acompañado del Párroco del recinto, Pbro. Rutilio Arredondo Buenrostro y del Pbro. Juan Flores Díaz, el pasado domingo 24 de julio del 2011.
La Comunidad Parroquial recibio a nuestro Arzobispo, con gran júbilo espiritual, sobre todo se les vio más que felices a los casi cien fieles, entre niños y adolescentes que recibieron el sacramento de la Confirmación en el marco de esta fiesta patronal, la cual se vivió con profunda devoción y sana alegría, desde el inicio de su novenario, en que un día previo a la magna festividad, más de 60 niños también recibieron el sacramento de la Primera Comunión”. “Cristo debe ser nuestro único tesoro y vale la pena que nos liberemos de todo aquello que nos impida obtenerlo, así lo hizo nuestro santo patrono San Cristóbal del Montecillo, quien era rebelde y buscaba a quien era fuerte y poderoso en este mundo, incluso se encontró con el demonio, hasta que cargó a Jesús-Niño, lo tomó entre sus brazos, lo abrazó y se adueñó de Él; terminó dando su vida por serle fiel a ese Niño que cargaba sobre sus hombros y que le
pesaba tanto”. A los confirmados les dijo: “Ustedes reciben ahora el tesoro del Espíritu Santo, un regalo de Dios mismo, que a lo mejor el mundo no valora, pero nosotros sí valoramos, porque sabemos que lo necesitamos y no queremos perderlo, por eso adminístrenlo bien para que les alcance para toda su vida”. “Muchos se sacrifican para ir al fútbol, otros empeñan “hasta la camisa” para ver al artista que les gusta como canta o danza, otros se sacrifican para poder comprar su casa de interés social o su carrito, porque saben que eso les dará alegría en este mundo pasajero, pero eso es lo que sólo hoy nos satisface, y debemos esmerarnos por encontrar nuestro tesoro que es Cristo mismo a quien debemos CONOCER, AMAR, ADORAR Y ANUNCIAR”.
AGOSTO 07 DE 2011
Por sus frutos los conocerán… Por Luz Elena González
Flor del Carmelo,
Viña Florida, Esplendor del Cielo…. Por Luz Elena González
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on estas palabras, Don Luis Morales Reyes, dio inicio a la homilía en la solemne Eucaristía concelebrada en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en el Puente del Carmen, Río Verde, SLP, en donde se reunieron los fieles para honrar a su santa patrona.
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ste martes 26 de julio la Parroquia de Plazuela, Río Verde, SLP, festejó a sus santos patronos Señor San Joaquín y Señora Santa Ana, con solemne Eucaristía concelebrada y presidida por nuestro Pastor Don Luis Morales Reyes, y sacerdotes que acompañaron al Sr. Cura Margarito de la Torre Torres. El Sr. Arzobispo con hermosas y sencillas palabras nos dio a conocer como fue la vida de los padres de la Virgen María: San Joaquín y Santa Ana: eran una pareja piadosa, aunque tenían 20 años de casados no tenían hijos. Cuando en una fiesta Joaquín se presentó para ofrecer sacrificio en el templo, fue rechazado bajo el pretexto de que hombres sin descendencia no eran dignos de ser admitidos. San Joaquín, cargado de pena, se fue a las montañas a presentarse ante Dios en soledad. También Santa Ana, habiendo conocido la razón de la prolongada ausencia de su esposo, oró al Se-
ñor pidiéndole que retirase de ella lo estéril y prometiéndole dedicar su descendencia a su servicio. Sus oraciones fueron escuchadas; un ángel visitó a Ana y le dijo: “Ana, el Señor ha mirado tus lágrimas; concebirás y darás a luz y el fruto de tu vientre será bendecido por todo el mundo”. El ángel hizo la misma promesa a San Joaquín, quién volvió a donde su esposa. Ana dio a luz una hija a quien llamó María, quien fue la Madre de Jesús. También en la Eucaristía un grupo de jóvenes recibieron al Espíritu Santo en el sacramento de la Confirmación, invitándoles a reafirmar su fe y vivir de acuerdo al Espíritu Divino que reciben. De esta manera la Parroquia coronó su fiesta Patronal en la que después de 9 días de preparación con entradas de cera, mañanitas, Misas y Rosarios festejaron a San Joaquín y Santa Ana.
El templo lució bellamente adornado con infinidad de flores y sobresaliendo de ellas la Flor del Carmelo, la Estrella del Mar, como también se le conoce a nuestra Sra. Del Carmen, ya que como en otros tiempos la gente se guiaba por las estrellas, así nosotros tenemos a María como nuestra guía en este mar que es el mundo, en este mar de preocupaciones, de odios, de violencia y ella nos guía para darnos amor, confianza y serenidad. Previo a la santa Misa, se obsequiaron escapularios de la Santísima Virgen, a los devotos de este sacramental que nos dispone al amor a Dios y a la verdadera contrición del pecado si los recibimos con devoción. Por la tarde se efectuó la entrada de cera, para después disfrutar de una verbena popular y la tradicional quema de pólvora.
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a fecha de erección de esta parroquia data del 11 de abril del 2010, pues antes era capellanía perteneciente a la parroquia de Santiago Apóstol. Su fiesta patronal se celebra cada 28 de octubre, día en que se celebra a su santo patrono: san Judas Tadeo. El templo parroquial está localizado en la calle Huerta Real esquina Privada Villanueva del Fraccionamiento Zacatecas. Su primer y actual Párroco es el Pbro. Rafael Carrizales Morales.
Templo Parroquial de
San Judas Tadeo
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO Y ARTE SACRO El conjunto arquitectónico muy bien conservado es antecedido por una amplia explanada delimitada por algunos árboles; la fachada principal muestra escalinatas que dan a 3 accesos dintelados y sobre el centro esbelta cruz; del lado derecho se aprecia un pequeño campanario. El interior es de planta libre de forma triangular, delimitada por altos muros que se encuentran en el presbiterio. La cubierta del recinto está conformada por una serie de losas a diferente altura que se van intercalando con pequeños espacios por las cuales entra la iluminación cenital al recinto. En el altar principal destaca un muro excento recubierto de mármol gris, y más atrás uniendo los muros de la nave un muro de mármol blanco jaspeado y entre ambos muros al centro descansa la imagen escultórica de san Judas Tadeo. Del lado izquierdo podemos apreciar una hermosa imagen en gran formato de Nuestra Señora de Guadalupe y a sus pies una pequeña escultura del beato Juan Diego; del lado derecho pequeño pero bellísimo Crucifijo de
fina talla. En la parte contraria al presbiterio se encuentra un nicho que alberga en fanal escultura de san Judas Tadeo, del lado derecho acceso a la acogedora capilla dedicada al Santísimo destacando el bello trabajo del sagrario decorado con relieves fitomorfos, roleos y al centro cáliz con hostia y resplandor, así como el símbolo del Espíritu Santo y finalmente a los lados ángeles guardianes, aquí se encuentra una imagen escultórica de Jesús Resucitado; del lado izquierdo acceso a los nichos funerarios. El recinto resguarda también una bella imagen escultórica muy antigua de la Virgen de los Dolores, así como de la Santísima Trinidad y el beato Juan Pablo II.
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«Abrir márgenes de tiempo, dar espacio: quizá esta sea una de las tareas más importantes de un compañero de viaje cuando alguien desea la muerte».
Freddie y la hoja verde F
reddie es un personaje que atraviesa por el mundo novelístico de Julien Green como atravesaría un transeúnte una calle cuyo semáforo está a punto de cambiar a rojo. Cuando lo ve, uno se da cuenta enseguida que su papel en la obra será más bien secundario: nada delata su importancia, nada deja entrever los rasgos de alguna grandeza escondida. A decir verdad, su semblante es muy parecido al de esos seres con los que nos encontramos en una estación de metro, o en un autobús, y que pronto olvidamos, pues no ocupan el espacio de nuestra pupila sino por muy breve tiempo. Aparece (tal vez sería mejor decir desaparece) en Cada hombre en su noche, y la sola misión de su vida parece reducirse a despachar camisas de seda a señores ricos y elegantes. Es temeroso, tímido, apocado. Julien Green nos lo describe así: «Era de una fealdad bastante repelente, una cabeza excesivamente grande sobre un cuerpo mezquino, y unos ojos de enfermo que tenían un brillo maligno entre los rosados párpados». ¡Qué tristeza sentía Freddie de ser él! Querría ser otro; querría ser Wilfred, el protagonista de la historia, quien en alguna ocasión llegó incluso a
hablarle confidencialmente de lo que él llamaba «sus aventuras». Una tarde, al salir del trabajo, Freddie decidió que tenía que ser valiente (es decir, como Wilfred) y atreverse a hacer lo que nunca antes había hecho: recorrer avenidas solitarias, lanzar guiños provocadores a gente oculta en las sombras y seguir el taconeo de unos pasos que se perderían después en la niebla de la madrugada. Una vez que hubo hecho cuanto había que hacer para parecerse a su amigo, refirió a éste los pormenores de su correría nocturna. Para su sorpresa (o su decepción), Wilfred no sólo no lo aplaudió, sino que se puso a hablarle de los peligros que se ciernen sobre las almas devastadas por la lujuria. «¿Has pensado en las enfermedades?», le preguntó con rostro severo. No, Freddie no había pensado en ellas. Desde entonces, el miedo a contraer la sífilis se convirtió para él en una obsesión. ¿Y si se había contagiado? No quería ni pensarlo. La cabeza le daba vueltas; el solo nombre de la enfermedad lo hacía palidecer. No hallaba paz por ningún lado. «¿Crees que tendré algo?», preguntaba a su amigo con los ojos desencajados. «¡Por centésima vez, no!», respondía Wilfred,
exasperado por aquella insistencia un tanto amanerada y femenina. «No tengas miedo. Hay mil probabilidades contra una de que no tengas nada». Para contrarrestar los efectos de la inseguridad que había depositado en lo más profundo del alma de aquel ser pusilánime, Wilfred le recomendó ir al hospital más cercano a hacerse unos análisis: nada perdería con ello y hasta podría ganar tiempo en el caso de que... Además, él mismo lo acompañaría. Freddie se rehusaba, denegaba con la cabeza, aunque finalmente aceptó.
Shonhoels, jefe del departamento de cuellos, corbatas y camisas, para avisarle que su amigo Freddie se hallaba hospitalizado desde hacía algunas horas en un estado de salud realmente grave.
nuestras más negras sospechas, estamos obligados a esperar. La esperanza, desde que existe la muerte y el miedo a ella, más que una virtud es un mandamiento. ¡Espera! ¡Espera a mañana!
«-No me sentía capaz de soportar los tres días de espera. Entonces tomé algo. No quería matarme; quería sólo suprimir los tres días –decía Freddie, ya agonizando-. Pensaba únicamente dormir tres días».
El lunes siguiente los dos amigos se hicieron sacar un poco de sangre en un hospital cercano al almacén en el que trabajaban, y recibieron a cambio de la muestra un papel verde con el que tendrían que recoger los resultados al cabo de tres días, es decir, el jueves siguiente. Mediante este gesto de supuesta camaradería, Wilfred intentaba perdonarse a sí mismo por haber tocado un tema que nunca debió tocar.
Sólo por curiosidad se presentó Wilfred el jueves siguiente a recoger aquellos resultados tan temidos. «Negativo –sonrió el médico-. Su amigo puede estar completamente tranquilo». ¡Sí que estaba completamente tranquilo, pero en la tumba!
Cuenta Elftraud von Kalckreuth, autora de una bellísima meditación acerca del libro de Tobías, que una vez, al atravesar por un periodo crítico, pensó quitarse la vida, y que uno de sus amigos, mientras hablaba con ella acerca de su propósito, le dijo: «Podrías esperar a mañana. Esperarás a mañana, ¿verdad?». Ella pensó: «Continuar viviendo hasta mañana. ¿Por qué no? ¿Por qué morirme hoy y no mañana?», y respondió que sí. Aquel diálogo le había salvado la vida, pues al otro día, a la misma hora, nuestra autora ya no quería morirse. Y concluye: «Abrir márgenes de tiempo, dar espacio: quizá esta sea una de las tareas más importantes de un compañero de viaje cuando alguien desea la muerte».
Aquella noche, sin embargo, éste recibió en su casa una extraña llamada telefónica. Extraña en cuanto a que era realmente inesperada. Bien, se trataba del señor
Pocos minutos después de aquella confesión murió.
«Si hubieses podido esperar – dijo Wilfred en voz baja al salir del hospital-, ahora estarías aquí. Pero no tuviste valor. ¡Si hubiera esperado un poco!»... Aun cuando nuestra conciencia nos reproche por haber hecho lo peor; aun cuando pareciera que no hay ninguna salida o puerta abierta; aun, en fin, cuando todos los indicios parezcan corroborar
«Ya en la avenida, Wilfred esperó el autobús en el lugar en que, unos días antes, se había despedido de Freddie. Freddie había muerto por nada, por nada absolutamente. Esto era lo que decía la hoja verde»...
Quod Natura Non Dat Salmantica Non Prestat
Si la naturaleza no te dio inteligencia aunque acudas a la universidad de salamanca, ésta no te la puede dar. Comentarios a la CARTA VI “EL ESTUDIO NO DA ENTENDIMIENTO” de Fr. Benito Jerónimo Feijoo, Cartas Eruditas y Curiosas, Blas Román Impresor de la Real Academia de Derecho Español y Público, Madrid, 1781. pp. 214 a 220 Tomo V. (Primera de dos partes) Por Lic. Ricardo García
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na de las Universidades más prestigiadas en España fue y es la de Salamanca y gracias a ella se bautizó a la ciudad con algunos sobrenombres que hacían referencia a su gran calidad cultural, entre otros se le conoció como la Atenas de Occidente o también Una de las cuatro lumbreras del mundo. Se elevó tanto la fama y esplendor de la universidad que gracias a ella y a sus colegios, el siglo XVI se conoce como el siglo de las universidades españolas. Para entonces Salamanca había alcanzado ya fama mundial, de suerte que no sólo las mejores familias españolas mandaban a sus hijos a estudiar en ella, sino también gran cantidad de extranjeros pasaban por sus aulas, principalmente franceses, italianos e irlandeses. Con estos antecedentes, podemos comprender que en esa época sucedía lo que en la nuestra, con los que somos padres de familia, que queremos para nuestros hijos no sólo una educación, sino además una formación lo más completa posible para que en el futuro sean hombres de bien y contribuyan al bienestar y progreso, si no de la humanidad entera, cuando menos de la comunidad en que viven. La sabiduría popular acuñó una frase que advertía a los padres de familia que recapacitaran
en la decisión que habían de tomar respecto de los estudios para sus hijos. La frase popular, en el español de la época dice: Lo que natura no da Salamanca no presta. Esta sentencia se hizo tan común que los intelectuales la adoptaron y la tradujeron al latín: Quod natura non dat Salmantica non prestat. Si intentamos una traducción moderna y en forma muy libre diría: “lo que la naturaleza no te ha dado, la Universidad de Salamanca no te lo puede dar”. La interpretación de dicho postulado sería: el que es corto de inteligencia, no porque se va a estudiar a las más prestigiadas y costosas universidades o institutos del mundo se va a convertir en un sabio. Sobre este asunto trata la carta de la que vamos a glosar algunos párrafos. Con ella daba, fray Benito, contestación a un capitán que tenía bajo su cargo a un sobrino nacido en una comunidad de unas cuantas casas. Los padres del muchacho, juzgaron conveniente enviarlo a la ciudad para que con el estudio y trato de personas cultas e instruidas pudiera desarrollar su inteligencia y abatir su excesiva timidez. Como pasó el tiempo y el tío no echaba de ver, en aquel pariente ningún progreso intelectual ni en su desenvolvimiento social, con gran preocupación, acudió al padre Feijoo rogándole le diera un consejo para saber que hacer con aquel joven. Parte de la carta dice: Usted me dice, con bastante desconsuelo, que empieza a perder las esperanzas, que le habían dado, de que su sobrino, dedicado al estudio de la filosofía, con el ejercicio de la disputa, y con el trato continuo de la gente racional, que hay, a donde se le ha enviado, se le mejoraría el discurso, pero que, sin embargo, se sigue manifestando muy torpe. Anteriormente dicha torpeza se atribuía a su falta de cultivo, siendo muy poco el que podía obtener, con el estudio de la gramática únicamente o con el trato de la poca gente que hay en su pueblo, que apenas es más que una aldea. Como su sobrino ha concluido ya los estudios de Lógica, y comenzado los de la Metafísica, lo mandó traer a la casa de usted, para gozar de su conversación y disertación en compañía de los invitados que usted acostumbra, en las fiestas de la próxima Navidad, y desde luego para poderlo presentar, con satisfacción a sus amistades. Sin embargo nada encontró en su entendimiento más de lo que antes de ponerlo a estudiar Filosofía y Metafísica había, pues no ve, que en los asuntos, que se tratan en la conversación, discierna mejor, ni forme más acertados juicios, ni perciba con más claridad lo que oye, o lo explique y pruebe de manera que demuestre que ha mejorado su forma y manera de pensar, o responda mejor a lo que se le pregunta. Le diré que no me extraña, aunque he oído mil veces esa cantinela, de que el estudio, acompañado del ejercicio de disputar, sobre las cuestiones lógicas, y metafísicas, afilan, sutilizan, o agudizan los entendimientos; no, señor mío, el estudio, los libros, los maestros, no hacen ingenioso al que no lo era antes. Ya lo dijo Cristo, que nadie, por más que cavile, puede añadir un codo a su estatura corpórea, (Mat. Cap. 6.) Esto también sucede con la estatura intelectual. Yo toda mi vida he conversado con gente dedicada al estudio de carreras universitarias. A muchos, que conocí, principiantes, traté después, cuando ya tenían muchos años de estudio. Y ni más penetración, o agudeza percibí en ellos en el segundo estado, que en el primero, porque los conocimientos, que se adquieren con el estudio hacen en el entendimiento lo mismo que los tapices, o pinturas, que visten las paredes de un palacio, y solamente decoran el aspecto, sin mejorar el edificio; o lo que los anillos, con que se engalana una persona, que dan lucimiento a la mano, sin blanquear más la tez, o articular mejor su organización.
Fe y política
“Los católicos servimos mejor al César cuando servimos primero a Dios”
El hombre es un lobo para el hombre Por Victor Manuel Torres Armenta
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l filósofo inglés del siglo XVII Thomas Hobbes, en su obra Leviatán, popularizó la frase “Homo homini lupus” (El hombre es un lobo para el hombre) haciendo alusión a que “la persona actúa según los impulsos que recibe del exterior, por lo que evitará a toda costa evitar los impulsos que le resulten desagradables y conseguir todos los agradables posibles…”. Si bien dichas palabras son originarias de Tito Macio Plauto (254-184 a. C.) quien les dio un estilo socio-moderno fue Hobbes. Esta frase se cita con frecuencia para hacer referencia a los horrores de lo que es capaz la humanidad de hacer para consigo misma. Basta con mencionar el genocidio judío del siglo XX, las guerras mundiales, ataques y bombas entre un país y otro, etc., etc. Cuánto auge toma esta frase hoy en día en nuestro devenir diario. Por Pbro. Valentín Carbajal Méndez semyvale@hotmail.com
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rascendentales palabras de nuestro Señor Jesucristo que sólo podían ser inspiradas por el Espíritu Santo recogidas en Mateo 22, 21 “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, con las que muchos han querido limitar la acción de la Iglesia en el campo sociopolítico haciendo una manipuladora interpretación pensando que lo que Jesús pedía era que nosotros sus seguidores dividiéramos nuestra vida entre la fe y la política, cuando lo que en realidad nos pide es saber integrarla y ser tan buenos cristianos como buenos ciudadanos. El Arzobispo de Denver Mons. Charles Chaput (Colorado, E. U.) aborda este tema de una manera magistral en su libro “Al César lo que es del César”. El Arzobispo entra de lleno en el tema sobre las obligaciones políticas de los católicos, escribe: “La principal obligación política de cualquier católico es primero ser católico, es decir, conocer su fe y pensar y actuar en todo momento como tal. Esto incluye su vida en la esfera pública, lo que supone la obligación de promover políticas y candidatos que reflejen la ley natural, el Evangelio, y las enseñanzas morales y sociales de la Iglesia”. Dicho de otro modo “los católicos servimos mejor al César cuando servimos primero a Dios”. Esto significa vivir con coherencia nuestras creencias, fielmente y sin excusas, tanto en casa como en la vida pública, en el trabajo y en las urnas. No podemos ser buenos católicos si nos mostramos indiferentes ante los sufrimientos de los pobres, de los sin techo o de los migrantes. Tampoco podemos olvidar la masacre diaria de los no nacidos, sin luchar para evitarlo, y no sólo con políticas sociales de apoyo sino también cambiando las leyes deshumanizantes. Monseñor aclara qué lo llevó a escribir este libro: “No escribí este libro para animar a los católicos a que se convirtieran en demócratas o en republicanos (Partidos Políticos en EU). Mi objetivo era recordar que la fe, aunque esencialmente
personal, nunca es meramente privada, sino que tiene implicaciones en la vida pública” “La Iglesia no es una organización política. Pero su testimonio moral –cuando la gente lo toma en serio– siempre tendrá consecuencias políticas. Si a algún partido le molestan esas consecuencias, es problema del partido. La razón de ese choque está en las opciones que ha tomado el propio partido; no es culpa de la Iglesia”. “Tampoco es misión de la Iglesia callarse para evitar los dilemas morales de los políticos católicos”. “Donde los medios ven políticos católicos, los obispos vemos almas. Para un obispo, el papel de los católicos en la vida pública no se reduce al juego político de los partidos. En realidad, es una cuestión que tiene que ver con la escatología (la escatología hace referencia al más allá: cielo e infierno, juicio y salvación). Refleja las enseñanzas de Jesús: lo que hacemos aquí tiene consecuencias en la vida futura”. Después de referirse al caso de los políticos católicos que defienden posturas incompatibles con su fe, Mons. Chaput destaco el papel positivo de la religión en la vida pública: “La historia nos enseña que la fe es uno de los motores de la dignidad humana y del progreso. Cuando se margina a la religión de la vida pública, la política ocupa su lugar bajo el mismo ropaje pero con menos conciencia”. Considero que a nuestra sociedad mexicana le falta mucho madurar en el sentido de la libertad de expresión y sobre todo de la libertad de expresión de nosotros los ministros de culto que siendo ciudadanos mexicanos como cualquier otro no tenemos los mismos derechos; definitivamente muchas de las afirmaciones que hace el Arzobispo de Denver si las hubiera hecho un Obispo mexicano de manera publica seguramente habrían causado escándalo para algunos sectores políticos de nuestro país, sin embargo, nuestro compromiso con el Evangelio nos lleva a anunciarlo aun en medio de limitaciones.
Realmente el hombre se ha convertido en un lobo para el hombre, una guerra va a comenzar donde nadie podrá escapar. Veremos dos ejércitos, de un lado quienes todavía creen en la raza humana, en los poderes intrínsecos del hombre y saben que nuestro siguiente paso está en el crecimiento de los dones individuales. Del otro lado estarán los que creen que la vida termina en la materia. La vida diaria se ha convertido en un viaje hacia nuestra constante fascinación por la fama, el éxito y el dinero que se eleva hasta convertirse en un impactante reflejo del lado más superficial, intrascendente y depredador del mundo en que vivimos. Hoy en día manda quien delinque y quien trabaja está propenso a ser despojado de los frutos del mismo. Será acaso que ¿la situación actual es una calle sin salida?, ¿no hay ninguna luz que se vea al final del túnel?, ¿cómo continuar viviendo así?, ¿será acaso que estamos regresando a la época de los cavernícolas donde impera la ley del más fuerte? Sin duda que hoy tenemos verdaderos lobos entre los hombres, jóvenes que se han vendido al crimen desalentados de la vida, jóvenes dispuestos a matar como fruto de su resentimiento con la sociedad, jóvenes que han crecido sin la mínima idea de los valores humanos, jóvenes que han sido encandilados por los reflectores de los asesinos, jóvenes sin deseo de superación alguna, jóvenes que viven el día a día sin metas ni objetivos en la vida, jóvenes con mentalidad tan efímera capaces de aniquilar a su propia familia por una bicoca; jóvenes convertidos en lobos para el hombre. Verdaderamente aunque el panorama es oscuro vale la pena volver a las bases, mirar hacia atrás y tratar de rehacer aquellos valores familiares y sociales que se han trastocado, vale la pena convencer a lo más profundo de nuestras conciencias que algo no hemos hecho de la mejor manera en el pasado, vale la pena recapitular que hubo omisiones en el pasado que todavía se pueden salvar.
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Las perlas del Reino
¿Para qué crees que te creó Dios?
U
na vez escuché decir a un misionero Redentorista español que un cierto hermano suyo de congregación había estado en China y, ante la insistencia de predicar a Cristo y la consecuente resistencia de un chinito a creer, perdiendo la paciencia y furioso le preguntó, ¿pues para qué crees que te hizo Dios?; a lo que el chinito le contestó: “pala comel aloz”. Yo te preguntaría, ¿por qué estás aquí? No me refiero al lugar en donde en este momento estás leyendo, que es más bien circunstancial; me refiero a tu propio ser, a tu vida, por qué estás viviendo y para qué crees que estás viviendo; no creo que sólo para comer frijoles y tortillas. A esta pregunta seguramente habrá muchas respuestas: porque mis padres me engendraron, porque los seres humanos nacen, se reproducen y mueren, etc. Pero todo eso sigue siendo circunstancial.
E
l Evangelio contiene algunos ejemplos de personas que supieron descubrir en Cristo algo parecido a una perla valiosa, entre ellos me gusta pensar en unos cuantos que me seducen el alma.
encontrado esa perla valiosa. Lo bello se nota. Es notoria una flor en el desierto, destaca inmediatamente, no puede pasar inadvertida. Jesús no pasa inadvertido nunca, pero hay que tener ojos para poder verlo: los ojos de la fe.
Recuerdo a aquel hombre que es famoso por no ser joven ni rico o ser ambas cosas, pero más que todo, por acercarse a Jesús y haber visto esa perla valiosa que él es y no adquirirla. Dice el Evangelio que aquel hombre se acercó a Jesús y le preguntó como entrar en el Renio de los Cielos, a lo que Jesús contestó con sencillez diciéndole “pórtate bien”, es decir, cumple los mandamientos, no robes, no mates, no mientas, no cometas adulterio, no deshonres a tus padres… y aquel hombre, que llevaba una vida recta le contestó que se ha esforzado en cumplir la ley de Dios desde muy joven. Era un buen judío. Obraba el bien, practicaba la justicia. Era irreprochable; en fin era un israelita fiel y comprometido con la bondad. Entonces Jesús lo invitó a comprar la perla: “Si quieres ser perfecto ve y vende todo lo que tienes, reparte a los pobres el dinero y después ven y sígueme, pues ya tendrás un tesoro en el Cielo”. Pero aquel buen hombre tenía muchos bienes o mucho apego a los mismos y no quiso seguir a Jesús bajo esas condiciones.
El Reino de los Cielos es así. El que lo encuentra necesita tomarlo, o puede elegir dejarlo, ignorarlo, pero no es una buena opción. Si alguno encuentra una perla preciosa y no la consigue es que no le interesa. Pero si alguien ve lo valioso del Renio de Dios, el impulso natural es entrar en el.
Otro episodio que recuerdo es el de aquella mujer pecadora perdonada que llega a Jesús le abraza los pies, los perfuma y los enjuga con sus cabellos, ella sí pudo ver a Jesús como hermosa perla y la compró. Quizás el más bello de los pasajes que cuentan esta hermosura de ver el Reino de Dios como una perla preciosa es el de la crucifixión del Señor. Estaban crucificados con Jesús dos ladrones; y, mientras uno le lanzaba improperios a Jesús, el otro arrepentido y convertido le dijo a Jesús: “Acuérdate de mí cuando llegues a tu Renio”; y Jesús le prometió el Paraíso ese mismo día. Y seguramente así ocurrió. Qué belleza haber
Recuerdo ahora otra enseñanza de Jesús: El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a un hombre prudente que edificó su casa sobre roca, vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron con aquella casa y no la pudieron derribar porque estaba construida sobre roca. Por el contrario, el que escucha mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre insensato que construyó su casa sobre arena: vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la derribaron completamente”. Y me llegan estas palabras ahora porque vienen a decirnos que también es insensato quien habiendo encontrado a Jesucristo, decide no seguirlo. Si alguno se condena es porque así lo decide. Si alguno no entra en el Reino de los Cielos es porque no quiere entrar. Y de esto dan fe muchas otras comparaciones que Jesús enseña y que los evangelios transmiten. ¿Cómo puede alguien decidir morirse de hambre estando la mesa tan llena? Amigos, dejemos que nos seduzca la hermosura del Reino de Dios, expresado de tantas formas por Jesús; dejemos que nos dé hambre y sed de Jesucristo. Permitamos a Jesús que nos siga dando a conocer su voluntad, y habiendo encontrado al Rey del Reino de los Cielos, decidámonos a seguirlo, a adquirir un tesoro: la perla de la vida eterna.
Estás aquí porque alguien te llamó a la existencia, nada ni nadie es producto de la casualidad; y si ese alguien te llamó es porque te pensó; y si te pensó es porque te amó. ¿Desde cuándo? Desde la eternidad. Y si te pensó y amó desde la eternidad, te amará para siempre; y si te ama no te ha mandado a la vida desentendiéndose de ti; Dios no te abandona, misteriosamente está siempre contigo. El hecho de que a veces no sintamos la presencia de Dios no quiere decir que Él no esté con nosotros. Creo que la diferencia entre vivir con Dios y vivir sin Él radica en que nosotros nos hemos olvidado de Él o no hemos tenido quien nos lo dé a conocer; esto es cuando han fallado los medios que Dios ha determinado para manifestarnos su amor, que de ordinario son padres que no aman, porque tampoco han conocido a Dios. El conocimiento de Dios marca la diferencia entre una vida feliz y una desgraciada; pero si bien en la niñez dependemos totalmente de otros y no podemos valernos por nosotros mismos, conforme vamos creciendo se van desarrollando nuestras capacidades y podemos por propia cuenta buscar a Dios. “Porque nos hiciste Señor para ti, nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” Confesiones, San Agustín. No me refiero a un conocimiento de Dios puramente racional, sino más bien vivencial; más que de la mente, del corazón. ¿Por qué estás aquí? ¿Cuánto tiempo dedicas a las cosas o a las personas y cuánto para ti? Una vez leí que un hombre viajaba en un coche tirado por caballos, por allá a finales del siglo XIX, comenzó a platicar con el cochero, quien le presumió de sus hermosos y educados caballos; en un momento dado aquel hombre preguntó al cochero cuánto tiempo dedicaba a los caballos, a lo que éste contestó: pues todo el tiempo; entonces le preguntó: ¿y para usted no dedica tiempo? No, ¿para qué? A lo que el viajero le dijo, pues yo preferiría ser unos de sus caballos. Dedicar tiempo para Dios es dedicar tiempo para ti, porque sólo en Dios encontramos la razón de nuestra vida.
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Palabra de Dios
Eclipse de las conciencias Por: Pbro. Jorge Aurelio Ramírez Torres Dir. Espiritual de Teología
“Tranquilícense y no teman. Soy yo”. Evangelio según San Mateo 14, 22-33 En aquel tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla, mientras Él despedía a la gente. Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba Él solo allí. Entretanto, la barca iba ya muy lejos de la costa y las olas la sacudían, porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua, se espantaron, y decían: “¡Es un fantasma!” Y daban gritos de terror: Pero Jesús les dijo enseguida: “Tranquilícense y no teman. Soy yo”.
Artículo basado en el no. 18 de la exhortación Reconciliatio et paenitentia y en el no. 5 de Dives in misericordia de Juan Pablo II
E
l percibir y reconocer los fermentos de muerte y las manifestaciones del mal presentes en nuestra vida y llamarlos por su nombre es lo que se llama el sentido del pecado. Dicho sentido de pecado es como el termómetro de la conciencia moral de la persona, la conciencia se define como «el núcleo más secreto y el sagrario del hombre», está «íntimamente unida a la libertad del hombre. La conciencia, es la base de la dignidad de la persona, y de su relación con Dios». Esta dignidad se proyecta en la búsqueda de la verdad y en la voluntad de hacer un uso responsable de la libertad. El sentido de pecado es como un fruto del sentido de Dios y de nuestra relación con Dios como creador, señor y padre, por lo tanto así como no se puede eliminar completamente el sentido de Dios ni apagar la conciencia, tampoco se borra jamás completamente el sentido del pecado En nuestro tiempo existe un eclipse de la conciencia, aunado a un oscurecimiento del sentido de Dios, y entonces, perdido este decisivo punto de referencia interior se pierde el sentido del pecado. Una de las principales causas es el «secularismo»; que es el modo de vida que exalta el culto del hacer y del producir, enfocado al dinero, al placer y al poder. Así, pecado es no producir y no consumir, de ahí en fuera todo se vale. También es preocupante ¨La crisis de la verdad en las relaciones humanas, la falta de responsabilidad al hablar, la relación meramente utilitaria del hombre con el hombre, la disminución del sentido del auténtico bien común, la desacralización que a veces se transforma en deshumanización de la persona y de la sociedad, es un hecho que aquellos para quienes nada es sacro o sagrado van decayendo moralmente a pesar de las apa-
riencias” El ser humano hoy quiere un mundo sin Dios, pero este mundo acabará por volverse contra el hombre. En realidad, Dios es la raíz y el fin supremo del hombre y éste lleva en sí un germen divino por ello, es la realidad de Dios la que descubre e ilumina el misterio del hombre. Si no hay conciencia de la ofensa cometida contra Dios y contra el prójimo, no habrá un verdadero sentido del pecado.
Otra causa de este eclipse de las conciencias proviene de ciertas teorías psicológicas que afirman que debe erradicarse el concepto de culpa y que no deben ponerse frenos a la libertad, lo cual lleva a no reconocer jamás una falta. Se tiende a culpar a los demás y a auto declararse inocente. Por otro lado se ha impuesto un mentalidad sin valores morales y cristianos cuyos razonamientos son: ¨ Como todo mundo lo hace entonces es lícito o normal”, ¨ Si se hace esto o aquello no pasa nada” se presiona tanto, sobretodo a los jóvenes, que difícilmente pueden decir ¨no” y seguir sus propios criterios y convicciones, hasta llegar a creer que el pecado no existe o que si existe no se sabe quién lo comete. Se identifica erróneamente el pecado con el sentimiento morboso de la culpa o con la sola transgresión de normas y preceptos legales. Si tienes dudas o comentarios sobre el tema escribe a: jorgeaurelioslp@hotmail.com
Entonces le dijo Pedro: “Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua”. Jesús le contestó: “Ven”. Pero bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó: “¡Sálvame, Señor!” Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?” En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús diciendo: “Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios”. Palabra del Señor Gloria a ti Señor Jesús
La noche oscura El Evangelio de este domingo, nos presenta una escena singular que bien puede retratar los momentos difíciles en la vida de cualquier persona. Nos presenta a los discípulos en la barca, en medio del mar, en la noche oscura, con el viento contrario, con temor, con mucho miedo. Esta escena se repite muchas veces en las noches oscuras y difíciles que nos toca enfrentar en la vida: cuando sufrimos la enfermedad de algún ser querido, cuando la muerte llega a donde nunca lo esperamos, cuando los problemas se agudizan y pareciera que no tienen solución ni respuesta… Es entonces cuando sobre el agua aparece el Señor Jesús, de momento pareciera que nos provoca más miedo, por la situación que se ha vivido, pero cuando constatamos su presencia, cuando descubrimos que su palabra es la luz, la tranquilidad y la seguridad, entonces confiadamente podemos detenerle la mano y dejar que Él nos lleve. Dice el Evangelio que cuando el Señor Jesús subió a la barca, el viento se calmó, porque donde esta Jesús está la vida, la paz, la tranquilidad y la seguridad de un buen puerto, de una buena salida. Invitemos al Señor Jesús a que suba a nuestra barca, dejémoslo que en la tormenta y en la noches oscuras de nuestra vida, Él sea nuestra luz y nuestra seguridad. Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez
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Una vocación,
un llamado, un proceso que cumplir…
S
in lugar a duda habremos escuchado que algunas personas decidieron irse al seminario o al convento con las religiosas y seguramente nuestra afirmación fue: “es que tiene vocación” o bien “es que el Señor lo (a) llamó”… Y tienen razón en afirmarlo de esa manera. Sin embargo, pocas veces nos damos cuenta de lo que hay atrás de la decisión de irse a una casa formativa ya sea seminario o instituto religioso. Tomar una decisión no es nada sencillo y más cuando abarca toda tu existencia, cuando sabes que aquella decisión que tomes marcará de alguna manera tu vida para siempre. Si las decisiones sencillas nos causan complicaciones con mucha mayor razón aquellas que tiene que ver con mi presente y mi futuro. Nuestra vida misma es un proceso que vamos realizando a lo largo de toda la existencia y lo vamos haciendo por etapas. El llamado a un estilo de vida en concreto implica necesariamente un proceso previo a la toma de decisión, así como los esposos antes de decidir vivir para siempre juntos, viven la etapa del noviazgo, es decir, realizan un proceso que implica observar, conocer, aceptar, contemplarse así mismos, de la misma forma la vocación a la vida consagrada ya sea sacerdotal o religiosa implica un proceso muy necesario, de conocimiento personal, de maduración y asimilación de su historia personal y contemplarse inserto en una sociedad que le confronta con una realidad en concreto. La persona que siente el llamado a este estilo de vida, no puede tomar una decisión precipitada, pues ante las inseguridades surgirá el fracaso o la frustración. Es necesario caminar lento, pero con paso firme, la vocación consagrada implica este proceso que lleva a la persona por un camino sinuoso, hasta llegar a la llanura. Por ello la semana del 18 al 24 de julio se realizó el PRE-SEMINARIO para aspirantes al Curso Introductorio, con jóvenes que, después de un ciclo escolar de acompañamiento y discernimiento, decidieron cerrar con broche de oro con esta experiencia. Momento de oración, de reflexión, de convivencia, de encuentro personal con Jesucristo. Fue lo que marcó la experiencia de cada uno de los jóvenes. Grande fue la motivación que recibieron de parte de nuestro pastor, Don Luis Morales Reyes, con sus palabras de aliento y esperanza, palabras de un pastor que llama a sus ovejas, y que toca las fibras más sensibles del corazón. Durante una semana estos jóvenes vivieron una experiencia de encuentro y discernimiento. Gracias a los sacerdotes que compartieron su testimonio vocacional: P. Erasmo, P. Daniel, P. Pepe, gracias a los seminaristas que compartieron la experiencia durante toda la semana: Carlos, Rodolfo, Alejandro, Sergio y Antonio. Nuestra gratitud también a todas las personas que desde la organización de la pastoral vocacional nos han apoyado. “SÍGANME Y HARÉ DE USTEDES, PESCADORES DE HOMBRES”. (Mt 4, 19)
AGOSTO 07 DE 2011
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¿Le duelen mucho las rodillas?
¿Le han dicho que el único tratamiento es la cirugía?
El padecimiento en donde se desgasta el cartílago se llama artrosis Homeopatia y productos naturales
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