Joven Iraquí… Un ejemplo de vida
Año 3
No. 144
Semana del 06 al 12 de noviembre de 2011
La audición del joven iraquí Emmanuel Kelly en un popular reality musical tiene cinco millones de visitas en Youtube. Su historia de lucha y superación conmueve a australianos y extranjeros pero pocos saben que detrás de ella están la dedicación de su madre adoptiva, una conocida católica, y las Misioneras de la Caridad, fundadas por la Beata Teresa de Calcuta.
La violencia una amenaza a la juventud
Emmanuel no sabe cuándo nació pero sí sabe que está vivo gracias a que unas monjas lo rescataron junto a su hermano Ahmed cuando era muy pequeño.
Religión no justifica violencia ni terrorismo El Papa Benedicto XVI, en la ciudad italiana de Asís con ocasión de la Jornada de reflexión, oración y diálogo titulada “Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz” con representantes de distintas religiones. Exhortó a todos a trabajar por la paz y combatir la violencia y el terrorismo. En su discurso, el Papa Benedicto XVI señaló que aunque actualmente “no haya a la vista amenazas de una gran guerra, el mundo está desafortunadamente lleno de discordia. No se trata sólo de que haya guerras frecuentemente aquí o allá; es que la violencia en cuanto tal siempre está potencialmente presente, y caracteriza la condición de nuestro mundo”.
“Estábamos en una caja de zapatos, en medio de una zona de guerra”, recuerda. Los hermanos conservan las huellas de la guerra química en Irak y padecen de serias malformaciones en brazos y piernas. Moira Kelly, una conocida católica australiana dedicada a las obras humanitarias y que trabajó por años con la Madre Teresa de Calcuta, encontró a los hermanos en el orfanato de las Misioneras de la Caridad en Bagdad, los adoptó y los crió en Australia donde recibieron tratamiento médico, rehabilitación y mucho amor. Kelly decidió dedicar su vida a la caridad cuando era niña tras ver un documental sobre la labor de la Madre Teresa, hoy dirige la organización humanitaria Children First Foundation y ha recibido numerosos reconocimientos por su labor. Hace un par de años asumió el reto de velar por unas niñas siamesas de Bangladesh –unidas por la cabeza–, que fueron operadas con éxito y hoy se rehabilitan con ayuda de su organización. Emmanuel asegura que lo que más le gusta es cantar. Su audición fue la más aplaudida del certamen y de lejos la más conmovedora. Aunque Emmanuel no pudo llegar a la final del concurso por decisión del jurado –lo que causó una ardorosa protesta de los televidentes–, el testimonio de valor, coraje y amor familiar que compartió en su audición está dando la vuelta al mundo a través de las redes sociales. Conócelo un poco más www.youtube.com/ watch?v=5UVUzAUiEMY
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LOS DÍAS SE VAN VOLANDO, Y NOSOTROS CORRIENDO
La queja constante de muchos, es que el tiempo se va volando, y ya no tenemos tiempo para lo demás. Y como algunos dicen que: “lo demás, es lo de menos”, tal parece que para lo que no hubo tiempo, es para lo que menos cuenta…
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SINCERIDAD
AFUERA TÚ NO EXISTES, SÓLO ADENTRO
Aunque la sinceridad tiene muchos enemigos, en este lugar, por razones de espacio, me limitaré a mencionar los tres más peligrosos. El primero de ellos es la opacidad o falta de transparencia…
Sé que esta música es pagana. Sé que el rock, pero, permítaseme esta vez reflexionar esas palabras. ¿Qué es uno afuera? Y ¿qué significa ese afuera? ¿Qué es el adentro?...
NOVIEMBRE 06 DE 2011
¿Debemos atemorizarnos?
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Editorial
stamos por entrar en la recta final del año 2011. Nos acercamos al fin del mundo. Sí. Se oye por ahí que, según las predicciones mayas, el mundo habrá de terminar en este año que se avecina. Lo cierto es que el fin del mundo está cerca. Pero probablemente no en estos días, según se cree hoy...
Por Pacco Magaña
El hombre en oración
Harold Camping, el mismo que anunció el fin del mundo del 21 de mayo 2011, arrendó espacios publicitarios por todo el mundo y se fundamentó en cálculos matemáticos extraídos de la Biblia que arrojaban tan desfavorable escenario mundial. Ahora nos presenta una nueva fecha tentativa a un evento apocalíptico, esta fecha sería la del 21 de octubre 2011. Este personaje estaría apelando a un error de cálculos el cual lo habría llevado a una equivocación en la fecha pasada. Y el mundo no se acabó.
Queridos hermanos y hermanas:
Es en Jesús en quien el hombre se hace capaz de unirse a Dios con la profundidad y la intimidad de la relación de paternidad y de filiación. Por eso, juntamente con los primeros discípulos, nos dirigimos con humilde confianza al Maestro y le pedimos: «Señor, enséñanos a orar» (Lc 11, 1).
El fin del mundo ¿debe atemorizarnos? Creo que no. Es lo que queremos. Es lo que esperamos. Es nuestro anhelo. Por lo menos en nuestras celebraciones parece que estamos preparados para ello o pretendemos estarlo. Y cómo cantamos en la liturgia: ven, ven Señor, no tardes; ven que te esperamos; ven pronto, Señor.
En estas catequesis, acudiendo a las fuentes de la Sagrada Escritura, la gran tradición de los Padres de la Iglesia, de los maestros de espiritualidad y de la liturgia, queremos aprender a vivir aún más intensamente nuestra relación con el Señor, casi una «escuela de oración». En efecto, sabemos bien que la oración no se debe dar por descontada: hace falta aprender a orar, casi adquiriendo siempre de nuevo este arte; incluso quienes van muy adelantados en la vida espiritual sienten siempre la necesidad de entrar en la escuela de Jesús para aprender a orar con autenticidad. La primera lección nos la da el Señor con su ejemplo. Los Evangelios nos describen a Jesús en diálogo íntimo y constante con el Padre: es una comunión profunda de aquel que vino al mundo no para hacer su voluntad, sino la del Padre que lo envió para la salvación del hombre.
Mientras para algunos, los que no tienen fe, el fin del mundo es una verdadera catástrofe, una calamidad, la destrucción y extinción del género humano, para los que creemos en Jesucristo es el día más feliz del mundo; no se tratará del exterminio de la humanidad, sino del día de su restauración; esto lo declaramos en el Credo: “Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro” no decimos que esperamos el fin del mundo; lo que esperamos es el fin de los tiempos, pues anhelamos estar en la presencia de Dios, por los siglos de los siglos; ahí el tiempo no existe; o existe de otra manera. Existe la eternidad. Después de todo, ¿cuántas veces se ha predicho o predicado el fin del mundo? Muchísimas. Y entonces la gente parece volverse más buena, más generosa, paciente; confiesan sus pecados, quieren estar preparados para el fin que se acerca. También hay quienes, al creer que el mundo se termina, viven con desenfreno. Ambos grupos viven de manera equivocada. Se arrepentirán y se avergonzarán cuando vean que el mundo sigue ahí. Que los que murieron fueron ellos de pánico y de locura.
En esta primera catequesis, como introducción, quiero proponer algunos ejemplos de oración presentes en las antiguas culturas, para poner de relieve cómo, prácticamente siempre y por doquier, se han dirigido a Dios.
Ya veo venir a cientos de penitentes a los confesionarios. Y ya los veo nuevamente regresar a su antigua vida cuando se dan cuenta que el fin del mundo no llegó.
En las religiones de Mesopotamia dominaba un sentido de culpa arcano y paralizador, pero no carecía de esperanza de rescate y liberación por parte de Dios. Así podemos apreciar esta súplica de un creyente de aquellos antiguos cultos, que dice así: «Oh Dios, que eres indulgente incluso en la culpa más grave, absuelve mi pecado... Mira, Señor, a tu siervo agotado, y sopla tu aliento sobre él: perdónalo sin dilación. Aligera tu castigo severo. Haz que yo, liberado de los lazos, vuelva a respirar; rompe mi cadena, líbrame de las ataduras» (M.-J. Seux, Hymnes et prières aux Dieux de Babylone et d’Assyrie, París 1976, trad. it. en Preghiere dell’umanità, op. cit., p. 37). Estas expresiones demuestran que el hombre, en su búsqueda de Dios, ha intuido, aunque sea confusamente, por una parte su culpa y, por otra, aspectos de misericordia y de bondad divina.
Sabemos bien que la oración no se debe dar por descontada:
Pero, ¿no es cierto que la actitud normal del cristiano debería ser aquella? Creo no equivocarme si afirmo que el cristiano es uno que lleva el fin del mundo en su interior; al recibir el bautismo quedó marcado por la muerte y resurrección de Jesucristo. Por eso vive cada día como si fuera el último, el único. Si es posible vivir con más honestidad y generosidad, hasta con santidad porque se piensa que el mundo se va a acabar irremediablemente, ¿porqué no vivir de la misma manera cada día? Estamos invitados a la santidad. Después de todo, ¿qué mérito tiene el querer ser bueno solamente por miedo y no por verdadera convicción y amor a Dios?
Comienzo por el antiguo Egipto, como ejemplo. Allí un hombre ciego, pidiendo a la divinidad que le restituyera la vista, atestigua algo universalmente humano, como es la pura y sencilla oración de petición hecha por quien se encuentra en medio del sufrimiento, y este hombre reza: «Mi corazón desea verte... Tú que me has hecho ver las tinieblas, crea la luz para mí. Que yo te vea. Inclina hacia mí tu rostro amado» (A. Barucq – F. Daumas, Hymnes et prières de l’Egypte ancienne, París 1980, trad. it. en Preghiere dell’umanità, Brescia 1993, p. 30). «Que yo te vea»: aquí está el núcleo de la oración.
hace falta aprender a orar,
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casi adquiriendo siempre de nuevo este arte.
NOVIEMBRE 09 DE 2011
LA IGLESIA, LA FAMILIA Y LOS NIÑOS
E
l Documento de Aparecida, en el capítulo 9, sigue profundizando en su misión de compartir con el mundo la vida de Jesucristo, por eso aborda algunas cuestiones relevantes en el campo de la acción pastoral. Hoy retomaremos algunas ideas respecto a la familia y a los niños. La familia es un tesoro para los pueblos latinoamericanos y caribeños. La familia es imagen de Dios, quien se nos ha dado a conocer como un Dios-comunidad, un Dios-familia. La familia se fundamenta en la unión de un hombre y una mujer por el sacramento del Matrimonio. En la familia se viven diversas relaciones que constituyen este dinamismo vital: la relación de los esposos entre sí, la experiencia de la paternidad y la maternidad, la comunicación amorosa de los hijos hacia los padres y la fraternidad entre hermanos y hermanas. Es muy importante que rescatemos el ser y la misión de la familia en la sociedad y en la Iglesia. Dentro de una sociedad que a veces pone en peligro la institución familiar, instancia básica para el desarrollo de las personas y célula indispensable para el desarrollo integral de la sociedad, cada Diócesis debe contar con una Pastoral Familiar intensa y vigorosa para anunciar a todos la Buena Nueva de la Familia, impulsar la cultura de la vida y defender los derechos de la familia. Las tareas propias de la Pastoral Familiar son: • Renovar la preparación al Matrimonio y comprometer a todas las estructuras pastorales a favor de la familia. • Formar agentes de pastoral familiar para promover familias evangelizadas y evangelizadoras. • Impulsar la educación integral de las familias, fomentando la creación de centros de atención integral a las familias, promoviendo la paternidad responsable y asistiendo a las familias en crisis. • Atender a las viudas, acompañar a las adolescentes embarazadas y madres solteras. • Promover políticas y leyes a favor del matrimonio y la vida familiar así como también condiciones para la adopción de niños abandonados. • Ofrecer acompañamiento pastoral a parejas en situación irregular con cuidado, amor compasivo y prudencia. Los niños requieren una atención prioritaria por parte de la familia, la Iglesia y la sociedad. La Iglesia no puede ignorar la situación de pobreza, violencia, abuso y sufrimientos de muchos niños inocentes. La etapa de la infancia es ideal para iniciar la formación en la fe y cimentar una auténtica vida cristiana. La Iglesia, siguiendo a Jesús en su actitud de amor preferencial por los niños, debe procurar su formación integral. Es necesario que cada Iglesia local establezca un Departamento responsable de la niñez que procure acciones sociales y eclesiales a favor de los niños y niñas, tutelar sus derechos y apoyar las experiencias pastorales que evangelizan a los niños con una pedagogía adecuada a su edad. Hay que valorar la capacidad evangelizadora y misionera de los niños y niñas en relación con sus padres y con amigos de su misma edad. Nota: Puedes ampliar esta reflexión leyendo los párrafos 431-441 del Documento de Aparecida.
Apreciados lectores y lectoras:
“PADRE, ME PONGO EN TUS MANOS”. Así comienza una bella y profunda oración del Padre Ch. De Foucauld. Es la oración de un mártir. Fue asesinado en diciembre de 1916, en el norte de África. Vivía como ermitaño entre los árabes. Su oración es creyente y confiada; es fruto de su íntima amistad con Jesús. Expresa total abandono filial en las manos de Dios, que es todo ternura y amor por los hombres. El P. De Foucauld había escrito, diciéndose a sí mismo: “Piensa que debes morir mártir, despojado de todo, tirado por tierra, desnudo, desfigurado, cubierto de sangre y de heridas, violenta y dolorosamente asesinado”. Estas palabras fueron una profecía. Su oración fue un emocionado eco de la oración de Jesús en la cruz: “Padre, en tus manos pongo mi espíritu”, y del salmo 31,6. Yo creo que muchos nos identificamos con los más hondos sentimientos que expresa esta oración. Los sacerdotes la recitamos todos los días en nuestra oración, antes del descanso nocturno. Todos experimentamos momentos de dolor, debilidad, abandono, soledad, desencanto, incapacidad y desesperanza; todos nos sentimos agobiados cuando las tareas nos desbordan y decimos: ¡basta, no puedo más! Es entonces cuando tenemos que pedir que el Señor nos tome en sus manos, nos sostenga y actúe en nosotros, sin renunciar, claro está, a nuestro esfuerzo personal. Pienso que es bueno que no nos sintamos dueños de nosotros mismos, que nuestro tiempo no esté en nuestras manos para usarlo a nuestro antojo. Es bueno que nuestra vida entera, toda ella, esté en las manos de Dios. Es bueno que hagamos la profunda experiencia de sabernos y sentirnos totalmente en sus manos. Alguien podrá preguntar: ¿Dios tiene manos? Claro que sí. Tiene unas manos mejores y mucho más fuertes que las nuestras. ¿Cómo son las manos de Dios? Las manos de Dios son sus acciones, sus magníficas obras que por todas partes nos rodean. Con sus obras nos abraza, nos lleva en la palma de su mano, nos protege. El salmo 8 nos enseña a reconocer esas poderosas manos creadoras y protectoras del Buen Dios: “Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra! Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos; la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él?
Toda la Biblia nos habla de las manos de Dios. Dios nos formó del polvo de la tierra; Él es el alfarero del hombre, la mano trabajadora. Él sabe de qué estamos hechos. Me gustan y me impresionan estas palabras del salmo 18 (17), 17-18) donde Dios interviene de forma esplendorosa en medio de las tormentas humanas para salvar con amor a los humildes: “Del cielo alargó la mano y me sostuvo, me sacó de las aguas caudalosas, me libró de un enemigo poderoso, de adversarios más fuertes que yo”. Y otro salmo nos dice que el Señor nos guía por el camino recto, que no hay temor en nosotros, aun en los momentos oscuros de la vida, porque Él está con nosotros, nos prepara un banquete y su bondad y misericordia nos acompañan toda nuestra vida. (cf Sal 23 (22). Pero en las manos de Jesús, las manos de Dios se convierten en algo real y tangible. En esas manos todas las acciones de Dios, sus obras y sus palabras, tienen su mensaje más pleno y más claro para nosotros. Los manos de Jesucristo se abren hacia nosotros para decirnos: “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados por la carga y yo les aliviaré”. Las manos de Dios son las manos de Jesús que bendijeron a los niños. Son las manos que tocaron a los leprosos y a los enfermos, y los curaron. Son las manos con las que partió y distribuyó el pan para saciar a las multitudes hambrientas en el desierto. Son las mismas manos que partieron y bendijeron el pan para sus discípulos en aquella espléndida noche de la última cena: “tomó pan en sus santas y venerables manos”. Pero, sobre todo, son las manos clavadas en la cruz para reconciliarnos con Dios; son “sus sangrientas manos paternales”. Estas son la manos de Dios: manos fuertes de padre; manos bondadosas, tiernas, delicadas de madre; manos fieles y generosas de amigo. Estas son las manos de Dios, ricas de gracia, en las cuales descansa nuestra vida con sus congojas y alegrías, con sus dolores y sus satisfacciones.
“Y, hasta que nos volvamos a encontrar, que el Señor los guarde en la palma de su mano”. +Luis, Arzobispo de S. Luis P.
Nuestra historia
M. I. Sr. Cngo. Francisco De los Santos Mora (1922-1999) Por Pbro. Rubén Pérez Ortiz
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(segunda parte)
penas ordenado desempeñó el cargo de Vicario cooperador en la Parroquia de Soledad Diez Gutiérrez hasta diciembre de 1951, después fue prefecto de disciplina y de estudios en el Seminario Mayor; al mismo tiempo revalidó sus estudios ya que en su momento no eran permitidos ante la Secretaría de Educación. Fue capellán del Colegio Sagrado Corazón por 18 años. El 24 de noviembre de 1973 fue nombrado Vicario sustituto de la Parroquia de Tlaxcalilla. Después de esta breve experiencia pastoral fue nombrado Párroco de San Sebastián el 25 de noviembre de 1975. Durante este periodo pastoral al frente de ésta importante e histórica sede parroquial, la cual abarcaba hasta el Aguaje, las colonias Progreso y Nuevo Progreso, ahora grandes parroquias, fue un periodo de plenitud en la vida del P. De los Santos. En 1976 fue nombrado Miembro por votación del C. Presbiterial. Se le nombró el 13 de noviembre de 1978 Director de la Pontificia obra de la unión misional del clero. En 1981 Examinador Prosinodal. Decano de Decanato Santa María de Guadalupe. El 5 de marzo de 1993 fue nombrado Canónigo de la S. I. Catedral, nombramiento que llevó con silente discreción ya que no era acostumbrado a los títulos. El 2 de mayo de 1998 fue nombrado Capellán del Templo del Sagrado Corazón, así dejó su amada parroquia de San Sebastián a la que sirvió por espacio de 23 años. Poco fue el tiempo que sirvió a este Templo ya que el 24 de diciembre de 1999, hacia el mediodía, al sentirse punzado por un fuerte dolor en su pecho pidió ser llevado al Centro Médico del Potosí, donde a la hora de haber llegado, murió de un infarto. Ya no celebró la llegada de Jesús en la Navidad, sino su encuentro gozoso y de paz eterna en el Cielo con el que fue su Señor toda su vida Sacerdotal. La Eucaristía exequial fue presidida por el Excmo. Sr. Arzobispo Don Luis Morales Reyes el 25 de diciembre en la S. I. Catedral Metropolitana. Por ser día festivo, no se pudieron tramitar los permisos para ser sepultado en San Sebastián, y por ello su cuerpo está sepultado en el Cementerio Valle de los Cedros, en una cripta de la familia. Esperamos que algún día, sus restos sean transladados a San Sebastián, en dónde ejerció su apostolado la mayor parte de su vida sacerdotal.
Los días se van volando, y nosotros corriendo
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a queja constante de muchos es que el tiempo se va volando, y ya no tenemos tiempo para lo demás. Y como algunos dicen que: “lo demás, es lo de menos”, tal parece que para lo que no hubo tiempo, es para lo que menos cuenta. Con qué rapidez se va la vida. Y el tiempo no es suficiente para alcanzar a hacer lo que necesitamos, o por lo menos aquello que creemos necesitar. Muchos dicen que los días pasan volando, y los hombres vivimos corriendo, como queriendo ganarle al tiempo, como si éste realmente volará o como si el tiempo se fuera; sin caer en la cuenta que somos los hombres, los que vivimos de manera apresurada. La carrera de la vida, parece que nunca termina. Y efectivamente es nuestra vida la que pasa. Somos nosotros, los que llevamos una vida acelerada, y por eso andamos estresados. Y es que el hombre de nuestro tiempo, quiere abarcar demasiado, intenta hacer mucho en poco tiempo. El hombre se ha vuelto muy ambicioso. Ortega y Gasset comenta en algunas de
sus obras: que él no tiene prisa, ésta sólo la tienen los enfermos y los ambiciosos. Pienso que los enfermos por que ya quieren sanar, y los ambiciosos porque buscan tener más. Hay que luchar contra la ambición y detenernos a pensar. Ninguna inversión resulta provechosa sin previa meditación; si antes no hacemos largos momentos de reflexión, y no se diga de oración. Porque sólo así, tendremos tiempo para revisar, si aquello en lo que invertimos la vida, realmente vale la pena. O todo serán, “penas de amor perdidas”. Nuestra vida está muy acelerada, porque no hacemos un alto en el camino, y como dice el refrán: “No por mucho madrugar, amanece más temprano”. Hay que perder el tiempo, en lo que parece insignificante, pero que a la larga, resulta sumamente significativo. Necesitamos prolongar nuestra vida, entrando en contacto con el eterno, con el dueño del tiempo; para que desde su luz, aprovechemos bien nuestros días y ocupemos nuestro vivir, en aquello que nunca se termina.
¡¡AVISO URGENTE! A los participantes de SEM-FAM de la zona Urbana (ciudad) les comunicamos que el encuentro programado para los días 12 y 13 de noviembre, será recorrido una semana, para realizarse los días 19 y 20 del mismo mes en las instalaciones del Seminario Menor. Mayores informes,Pbro. Noé Fco. Estrada, oficina de vocaciones 811 86 85 vocacionalslp@hotmail.com, Facebook: Pbro Noé Estrada
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“ME CAE QUE… Por P. Kino
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a expresión que titula el presente texto, es tan común que “me cae que” no puede elegir otra mejor. En realidad se utiliza para todo, pero ¿qué significa? Simplemente una expresión de que estoy diciendo algo cierto. Por ejemplo: • Me cae que si no sabes leer no te subas a leer la lectura en misa. • Me cae que si no sabes cantar el salmo, mejor no lo cantes. • Me cae que si te metes al Seminario sólo por no trabajar en tu rancho, mejor no te metas. • Me cae que si te casas por dinero, un préstamo te sale más barato. • Me cae que si como sacerdote tratas mal a la gente, se te van a retirar de la parroquia. • Me cae que si prometiste algo bueno lo debes de cumplir, pues de lo contrario tu palabra pierde credibilidad. • Me cae que el aborto provocado es un pecado muy grave que daña nuestro ser de cristiano. • Me cae que si no administras bien tus bienes, te vas a ir a la ruina. • Me cae que la adopción de niños por personas del mismo sexo, no es lo más conveniente, ni lo acepta la Iglesia. • Me cae que la eutanasia no es el camino para aliviar la angustia de la enfermedad. • Me cae que si no pagas lo que debes, ya nadie te va a prestar. • Me cae que si eres presumido y soberbio, no tendrás amigos verdaderos. • Me cae que si no te preparas como catequista, tus niños no estarán bien preparados para su primera comunión. • Me cae que las uniones de personas del mismo sexo, no son queridas por Dios. • Me cae que si no te confiesas, después puede ser demasiado tarde. • Me cae que si no te quieres confesar y ser buen cristiano no aceptes ser padrino de ningún sacramento. • Me cae que si no estudias, vas a reprobar. • Me cae que si te acercas a Dios, tu vida cambiará. • Me cae que si no se te quita lo “Juan charrasqueado”, tu esposa te va a dejar. • Me cae que si cantas como Martín Urieta, mejor no cantes en el coro. • Me cae que con ese vestido ajustado pareces chorizo mal amarrado. Esta expresión obviamente es muy popular, y no es recomendable que se utilice en todo lugar, sin embargo expresa la certeza de que lo que decimos es verdad. Finalmente, alguien podrá preguntarse ¿Por qué escribí esto en mi columna de La Red? Me cae que ni yo sé.
La unción de enfermos Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez colunga46561@hotmail.com
Queridos lectores: En una ocasión, siendo de noche y estando a punto de dormir, recibí una llamada de un conocido que me pedía de favor ir al hospital porque un ser querido estaba muy grave, y el médico le dijo que ya no había nada que hacer y que buscara a un sacerdote. El cuadro era desolador, los hijos se encontraban en torno a la cama donde yacía el cuerpo del ser que les dio la vida y que poco a poco, dejaba de existir. Lloraban y le agradecían a Dios todo lo que habían recibido de ella. Los parientes o quien pide el auxilio espiritual, desea que el que está en agonía reciba la unción de enfermos o la “extremaunción” antes de fallecer. El detalle está que si el sacerdote unge a esa persona y no muere en esos días, sino que se prolonga su final, previo a su muerte, vuelven a buscar al mismo o a otro sacerdote para que confiera de nuevo el sacramento. Es cierto que la unción de enfermos es reiterativa, quiere decir, que un enfermo una vez recobrada la salud puede recibir la unción cuantas veces enferme gravemente, claro está recibiendo también el sacramento de la reconciliación. Pero en el caso que les expongo, si ya se ungió a la persona y se prolonga su existencia, ya no es necesario buscar al sacerdote, porque ese ser está en gracia de Dios, ya recibió la absolución de sus pecados y fue ungido con el aceite de los enfermos
para que el Señor lo conforte en su enfermedad y le conceda la salvación. El ministro para conferir este sacramento es el sacerdote, porque lleva consigo también el sacramento de la reconciliación. Obviamente, los diáconos no deben hacerlo. Es obligación del sacerdote administrar la unción a los fieles que se le encomiendan, ya que su función principal es la cura de almas. Me da pena decirlo, pero cuando un sacerdote no acude a esa petición, hay una frustración muy grande e incluso un enfriamiento en la práctica cristiana de quienes no fueron correspondidos a tan enorme necesidad. El enfermo es el que tiene que pedir el sacramento, si se encuentra en sus facultades para hacerlo o al menos que lo haga de manera implícita. Me ha tocado, que personas me piden que asista al enfermo, aun en contra de su voluntad. Aunque el sacramento es para los vivos, en caso de duda si ha fallecido o acaba de fallecer en un período de dos horas, puede aplicarse la unción de enfermos y absolverlo bajo condición. No hay que esperar hasta el último momento para estar en gracia. Todos los días hay que estar preparados, porque no sabemos cuándo será la hora de encontrarnos con el Padre Eterno. Hasta la próxima.
La experiencia eclesial de San Pablo
ÁREA INTELECTUAL
A
Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
sí es como llegamos a nuestro Cuarto Plan Diocesano de Pastoral, con mayor madurez de pertenencia a la Iglesia, en la que no podemos describirnos más que como discípulos-misioneros, descubriendo la necesidad de vivir en una misión permanente, anunciando la alegría de conocer a Cristo, de haberlo encontrado y seguirlo, y de anunciarlo a los demás (cf. DA 18 y29). Los retos y desafíos que encontramos en nuestra vida cristiana son muchos, en sus distintos aspectos: sociales, políticos, económicos religiosos, pero estamos dispuestos a darles respuesta e iluminarlos a la luz de nuestra fe (cf. PDP 143 y 144). La experiencia del apóstol Pablo, es nuestra propia experiencia. También nosotros nos hemos encontrado con el CAMINO, la VERDAD y la VIDA. También nos hemos dejado iluminar por Él cuando lo hemos encontrado: en la liturgia, sobre todo en el altar de la Eucaristía; en la oración personal y comunitaria; en su Palabra que nos habla e interpela; y en el hermano que nos sale al encuentro. En su proceso de madurez de fe, Pablo va descubriendo cuál es su misión: llevar el evangelio, es un consagrado a la evangelización (cf. Rm 1,1), llegando a exclamar ¡Pobre de mí si no anunciara el Evangelio! (1 Co 9,16). Y del ministerio del apóstol de los gentiles nacen las primeras comunidades cristianas, a las que constantemente exhorta a vivir en comunión, porque la vida en Cristo es vida en comunión fraterna. Como Pablo estamos llamados a la misión, al nuncio del Evangelio, a la formación de comunidades maduras. Para ello es necesario no descuidar nuestra formación permanente, nuestra adhesión y configuración con Cristo: a partir
El trabajo y la siembra
C
omo hay que trabajar para ganar, así hay que sembrar para cosechar.
El premio del sembrador es una cosecha abundante. Siembra un granito de maíz, nace una plantita que casi no promete, pero crece y da una, dos y hasta tres mazorcas, depende del terreno.
El trabajador de esta tierra es una lección, una vitamina para que trabajemos para el alma, para el Cielo. Obras buenas son una semilla; el premio del esfuerzo, la tierra que preparemos, dará mucho fruto para la vida eterna.
San Paulo es muy lógico, dice: el hombre siembre y riega, pero el que Pero nunca olvidemos que el semda el fruto, las semillas multiplicadas brador es Dios, que nosotros somos sólo las de Dios. sus campesinos, sus labradores. Tal vez al labrador le dio flojera levantarse, pero la venció; arriba y a trabajar; porque sólo el trabajador merece premio.
de las frecuencias en la participación sacramental, sobre todo en la Eucaristía; a partir de nuestra vida de oración, personal y comunitaria; de la lectura orante de la Palabra; y de nuestro servicio al prójimo. Leamos, meditemos y comentemos las propuestas del documento de Aparecida, en los números de 365 al 372, en parejas o en pequeños grupos, y propongamos: • Lograr una verdadera conversión pastoral en nuestra parroquia. • Alcanzar la renovación de las estructuras eclesiales. • Dar vialidad al proyecto pastoral de nuestra diócesis • Armonizar esfuerzos, desde nuestros carismas y ministerios para hacer visible el Reino de Dios. • Revivir la experiencia de las primitivas comunidades cristianas, en nuestro contexto eclesial (ver: Hch 2,42-47).
H
Señor, siembra en nuestros corazones la semilla de la fe, de la esperanza, y del amor, para que demos frutos de vida eterna.
El duelo o el dolo
ablar sobre esta palabra no es un gozo sino más bien un dolo, pero es un problema, por lo que se puede convertir en duelo. Es decir que no significan lo mismo, aunque se pueden llegar a usar de manera indistinta, quizás por la semejanza fonética, no parece hacer mucho eco al momento del uso. Del latín duellum y bellum; se genera la palabra Duelo, es decir que al enunciarla necesitamos estar en un conflicto, pues la unión ambos elementos sería: pelea entre dos, desafío o reto. Sin embargo en ocasiones llegamos a escuchar la palabra duelo para hacer referencia al momento que se encuentra una persona al haber dado sepultura algún ser preciado. Cuando lo más sensato sería que ese familiar, se le ubicara en un estado de dolo; dolo, del latín dolor, doloris, padecimiento, pena aflicción. Pero habrá que distinguir este dolo (dolor, doloris), del dolo en el lenguaje jurídico, en los delitos dolosos; pues ese dolo proviene del latín dolus: engaño, pérfida, astucia, engañoso. Así que si escucha campanas de duelo, corra; pero si escucha repliques de dolo, rece.
Los libros y sus autores Alica Miller Tusquets Editores, 2005 216 páginas
El cuerpo nunca miente
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l cuarto mandamiento“Honrarás a tu padre y a tu madre”, heredado de la moral tradicional- nos exige que honremos y queramos a nuestros padres, pero oculta una amenaza. El que quiera seguirlo pese a haber sido despreciado o maltratado por sus padres, sólo podrá hacerlo reprimiendo sus emociones. Sin embargo, contra esta negación y esta falta de reconocimiento de los traumas infantiles no superados, Alicia Miller nos explica, mediante numerosos ejemplos cuales son los mensajes que dichas emociones revelan, y que por qué la vivencia nos permite comprender estos mensajes que nos envía y así liberarnos de los síntomas, e incluso de los traumas.
Si en todos sus libros Alicia Miller ha estudiado desde diferentes puntos de vista, la negación del sufrimiento padecido en la infancia, en El cuerpo nunca miente describe las consecuencias que tiene para el cuerpo la disolución de las emociones internas y auténticas. El libro aborda el conflicto cuando en los que sentimos y lo que nuestro cuerpo ha registrado, y lo que desearíamos sentir por estar a la altura de las normas morales que hemos interiorizado. Esta regularidad Psico-biológica es lo que la autora desvela en la primera parte del libro, a partir de las biografías de escritores como Schiller, Joyce, Proust, Virgina Wolf o Mishima. Las dos partes siguientes analizan las maneras de salir del círculo vicioso del auto engaño, para facilitar una liberación de los síntomas de las enfermedades con las que el cuerpo llama nuestra atención. Alicia Miller Nació en Lember entoncer Polonia, y actualmente Ucrania el 12 de enero de 1923, fue una psicóloga conocida por su trabajo en maltrato infantil y sus efectos en la sociedad, así como en la vida de los individuos, aunque nació en Polonia creció y estudió en Suiza. Obtuvo su doctorado en filosofía, psicología y sociología en el año de 1963 en Basilea. En 1986 fue galardonada con el premio Janusz, Korczak por la Liga Antidifamación. Tuvo dos hijos. Murió en Saint-Remy de Provence, Francia en abril 12 del 2010.
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Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- Jesús nos enseña practicando primero Él, el mandamiento del amor. “San Pablo nos invita a acercarnos al Evangelio, no como palabra de los hombres, sino como Palabra de Dios”. Acercarse al Evangelio como Palabra de Dios nos permite recibir con fe la amonestación que Jesús dirige a nuestra conciencia, dijo el Papa, refiriéndose al llamado de atención de Jesús a los fariseos que, como maestros, dicen pero no hacen; “su conducta era abiertamente en contraste con la enseñanza que proponían a los otros con rigor” explicó el Pontífice. “La buena doctrina es recibida, pero peligra de ser desmentida por una conducta incoherente”. Por esto Jesús dice: “todo lo que les digan que guarden, guárdenlo y háganlo; pero no lo hagan conforme a sus obras”. ASÍS IT.- En su discurso esta mañana a los 300 representantes de distintas religiones y no creyentes que participaron el pasado 28 de octubre, en la jornada de diálogo y oración en el mundo celebrada en Asís (Italia) bajo el lema “Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz”, el Papa Benedicto XVI dijo que el encuentro es signo de amistad y fraternidad entre las religiones. En su discurso, el Papa agradeció a los presentes su participación en el encuentro, y señaló que “en cierto sentido, esta reunión es representativa de los millones de hombres y mujeres de todo el mundo que están activamente comprometidos en la promoción de la justicia y la paz”. “Es también un signo de la amistad y la fraternidad que han surgido como fruto de los esfuerzos de tantos pioneros de este tipo de diálogo. Que esta amistad crezca entre todos los seguidores de las religiones del mundo y con los hombres y mujeres de buena voluntad en todas partes”. MADRID.- L’Osservatore Romano ha sido galardonado con el Premio Bravo de Prensa correspondiente a 2011 que otorga la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Española. El jurado de este prestigioso premio, reunido el pasado día 26 de octubre en Madrid y presidido por el Arzobispo y co-príncipe de Andorra S.E. Joan Enric Vives i Sicilia, ha querido reconocer con este galardón la ejemplar trayectoria de comunicación, al servicio de la Santa Sede y de la Iglesia Universal, que viene realizando desde hace 150 años L’Osservatore Romano, el periódico del Papa, así como su esfuerzo editorial por llegar al mayor número de fieles de todo el mundo, con sus ediciones semanales en distintos idiomas.
Iglesia en México NUEVO CASAS GRANDES.- El Papa Benedicto XVI nombró al sacerdote Jesús José Herrera Quiñónez, como nuevo Obispo de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua. Con esta designación el Obispo electo deberá recibir en breve la ordenación episcopal. Mons. Quiñonez nació en Mexicali el 20 de diciembre de 1961, fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1987. Es Licenciado en Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Morelia y en Tijuana. En el año 1997 se especializó en Teología del Matrimonio y de la Familia en el Pontificio Instituto Juan Pablo II de Roma. GUADALAJARA.- Miles de tapatíos reciben las reliquias del papa Juan Pablo II, a la hora de su llegada fueron aclamadas por mujeres y hombres de diferentes edades. Con cantos y porras, miles de tapatíos reciben las reliquias del papa Juan Pablo II, la hora de llegada era aclamada por mujeres y hombres de diferentes edades; para los adultos mayores el hecho que regresara el papa “Peregrino” de nuevo a Guadalajara era ya un milagro. Para los más pequeños, fue ver a sus bisabuelas y abuelas llorar ante una urna transparente que exponía la figura de cera del pontífice de tamaño natural y revestido con los ornamentos pontificios, en su pecho porta un relicario en forma de cruz en medio está una cápsula pequeña que contiene una gota de su sangre.
Las diez vírgenes L
a parábola de las diez vírgenes forma parte de un grupo de tres parábolas, casi al final del último discurso de Jesús, el discurso escatológico, el único pronunciado en Jerusalén. La primera, de los dos siervos; la segunda, de las diez vírgenes y la tercera, sobre los talentos. Las tres se refieren a una parusía demorada, es decir, a una segunda venida de Jesús que no sucederá pronto; a vivir preparados y a la recompensa final. El principio fundamental es la ignorancia sobre el fin de los tiempos: “En cuanto a ese día y esa hora, nadie lo conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.” La parábola de las diez jóvenes se desarrolla en tres partes: la espera del novio, la llegada del novio y lo que sucede con su llegada. Esta parábola es claramente una alegoría sobre la parusía de Cristo, el esposo celestial. Las 10 vírgenes son la comunidad cristiana expectante, la demora del esposo es una parusía que tarda en suceder, su llegada súbita es la inesperada parusía y el duro rechazo de las vírgenes imprudentes es el juicio final. La parábola enseña tres simples lecciones. La primera es indicada por el comportamiento del esposo, la segunda por el comportamiento de las vírgenes prudentes, y la última por el comportamiento de las imprudentes.
Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes. Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: “¡Ya viene el esposo, salgan a su encuentro!”. Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes: “¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?”. Pero estas les respondieron: “No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado”. Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: “Señor, señor, ábrenos”, pero él respondió: “Les aseguro que no las conozco”. Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora. (cf. Mt 25, 1-13).
El esposo se tarda y llega a una hora inesperada, enseña que el día y la hora nadie lo sabe. Las vírgenes prudentes, que representan a los discípulos fieles, enseña que la prudencia religiosa obtendrá recompensa escatológica. Las vírgenes no previsoras, que representan a los discípulos infieles, enseña que habrá un castigo para el fracaso de la vida espiritual. El contexto de la parábola es muy palestino. El número 10 indica perfección. Basta recordar los diez mandamientos, las diez plagas, el diez por ciento del diezmo, la enseñanza rabínica dice que 10 forman una asamblea. Filón dice que 10 es un número perfecto y Josefo que la bendición del novio requiere la presencia de diez personas, etc. Las diez se dividen en dos grupos. La división de la humanidad en dos clases, los sabios y los insensatos era común, no sólo entre los cínicos y estoicos, sino en la literatura sapiencial judía. La previsión de las prudentes, al llevar aceite suficiente es clave en la historia. El aceite parece representar las buenas obras. San Juan Crisóstomo lo identificaba con los actos humanitarios, otros escritores cristianos lo comparan con Cristo mismo, con el Espíritu Santo, con la gracia, con la fidelidad. San Agustín dice que representa el amor y Lutero lo refiere a la fe. El aceite parece representar, ante todo, un espera responsable, sabiendo de ante mano que la parusía no es inminente sino que tomará su tiempo. Las vírgenes prudentes, lejos de desentenderse por la tardanza, invierten oportunamente en suficiente aceite. El mensaje bíblico sobre la parusía difiere mucho de posturas atemorizantes del fin del mundo o del juicio, o de un supuesto inminente final. San Mateo tiene claro que los tiempos son desconocidos, que el tiempo es indefinido y que mientras tanto se debe velar con actitudes responsables.
ESCUELA ARQUIDIOCESANA DE TEOLOGÍA DIPLOMADO 2011
Días: jueves 3,10,17, 24 de noviembre jueves 1 de diciembre Tema: Estética y Liturgia Hora: 18:00-20:00 hrs. Lugar: Escuela de Teología Para Laicos Damián Carmona 115 Costo: $300.00 todo el diplomado Expositor: Pbro. Lic. José Manuel López Facundo Vicario de Pastoral Mayores informes Madero 425 Tel. 8 12 21 11 De 10:00 a 14:00 hrs. De lunes a viernes O en la misma Escuela de Teología, lunes de 6:00 a 9:00 p.m. Cupo limitado
Así viven los jóvenes las tradiciones
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Felipe González López. Párroco en el fraccionamiento Colorines.
Fiesta patronal en la Parroquia de
San Judas Tadeo
del fraccionamiento Colorines Por LCC Angélica Maldonado Morales
L
a Comunidad Parroquial de San Judas Tadeo del fraccionamiento de Colorines, celebró a su santo patrono con diversas actividades, entre la que destaca principalmente la solemne concelebración Eucarística que se fue presidida por el Arzobispo Emérito de San Luis Potosí, Mons. Arturo Antonio Szymanski Ramírez el pasado viernes 28 de octubre del 2011, en la que estuvo acompañado del Párroco del hermoso recinto dedicado al “Abogado de los Imposibles y de las causas difíciles”, Pbro. Felipe González López y del Decano, Pbro. Antonio Huerta García. Cabe señalar que ya desde el Novenario se prepararon los fieles de esta Parroquia para celebrar a San Juditas, --como se le dice con gran cariño— pues hubo entradas de cera, previo a las misas que celebró el Padre Felipe González López. También hubo Confirmaciones, días previos a la festividad, las cuales presidió nuestro Vicario General de la Arquidiócesis Potosina, Mons. Antonio Torres Herrera. Y fue el 28 de octubre cuando desde temprana hora se le entonaron las tradicionales “Mañanitas” a San Juditas, para después seguir con misas en su honor, en las cuales lució el templo a su máxima capacidad, pues ¿quién no necesita de la intercesión de este santo? ¿Quién no ha tenido problemas alguna vez, quién no se ha visto humillado, envidiado, traicionado no sólo
por enemigos malignos, sino incluso por aquellos que se dicen amigos? ¿Y cuántas almas sufrientes no van sedientos de desahogarse con san Juditas y pedirle con insistencia y profundo fervor que interceda por nosotros ante Dios para que las envidias, los egoísmos y todo tipo de trampas que nos ponen nuestros enemigos no nos alcancen hacer algún daño? ¿Y quién no ha aprendido de las virtudes de este ejemplar santo que estuvo dispuesto a derramar su sangre por Cristo? En estos tiempos en los que tal parece que “El hombre es un lobo para el hombre” y en los que la pérdida de valores se vive día con día, nadie puede dejar de acudir con el SANTO DE LOS IMPOSIBLES Y DE LAS CAUSAS DIFÍCILES, pues sin duda, este gran mártir no dejará de escuchar nuestras muchas súplicas que con fervor le depositamos a sus pies, sobre todo cuando más lo necesitamos”. Desde luego, la pólvora, los danzantes con sus danzas autóctonas no podían faltar en esta festividad tan popular y tan jubilosa, que organizó a su debido tiempo y cuidando todos los detalles, el Padre Felipe González y sus fieles colaboradores. Ciertamente y sin miedo a equivocarme, podemos afirmar que en esta festividad se reflejó la tradición, la popularidad, el folklore festivo, pero sobre todo la fiesta del espíritu por celebrar al santo patrono titular como se merece.
¿Sabes quién es San Judas Tadeo? El nuevo Testamento le da dos nombres hebreos: Judas que significa “alabanza a Dios” y Tadeo que significa “el que alaba”. Según algunos autores Judas está relacionado con Jesús por su parentesco con San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y es hermano del Apóstol Santiago el Menor. Otros autores dicen que en su adolescencia y juventud Judas fue compañero de Jesús y cuando Jesús comenzó su vida pública, Judas dejó todo por seguirle. En la noche de la última cena Judas le preguntó a Jesús: “Señor, ¿por qué hablas de mostrarte a nosotros y no al mundo?” Jesús le respondió: “Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras; pues el mensaje que escucha no es mío, sino del Padre que me ha enviado”. Que hermosa lección nos dejó Jesús por la pregunta de Judas. Apóstol y Propagador de la Fe. Trabajó con gran celo misionando en la Mesopotamia. Regresó a Jerusalén para el concilio de los Apóstoles. Después en unión con Simón predicaron el Evangelio en Egipto. Se dice que pasó a Persia donde murió crucificado. Colaborador de la Biblia. Judas escribió una carta que lleva su nombre en el Nuevo Testamento; probablemente la escribió antes de la caída de Jerusalén, por los años 62 al 65. En esta carta denuncia las herejías de aquellos primeros tiempos y pone en guardia a los cristianos contra la seducción de las falsas doctrinas; anima a los cristianos a permanecer firmes en la fe. Termina sus cartas con una oración de alabanza a Dios por la Encarnación, pues por ella Jesucristo, Palabra de Dios eterna, toma nuestra naturaleza humana para redimirlos. ¿Por qué tanta gente acuda a San Judas Tadeo? Todos sabemos que los santos interceden ante nuestro padre Dios por nosotros. Si nos ponemos a pensar: ¿Qué fe nos pide San Judas que tengamos para que tengamos los favores que le pedimos a Dios? La FE que él nos pide hoy es una fe viva, una FE que se vive en unión con Dios, con el Dios de ayer, de hoy y de siempre. Cada favor que se obtiene por su intercesión es un signo de la victoria de Cristo sobre el sufrimiento, la enfermedad, las necesidades, la injusticia... San Judas Tadeo es el intercesión de todas las situaciones difíciles y desesperadas; hay muchos testimonios en que el Santo ha intervenido eficazmente para alcanzar de parte de Dios la ayuda requerida. Hombres y mujeres ruegan con FE a Dios por medio a San Judas para que les ayuden a superar las dificultades de la vida; él es el Apóstol de la FE, de la FE que mueve montañas. Simbología de la imagen de San Judas Tadeo. Algunos artistas lo representan con un gran medallón de Cristo sobre su pecho, lo que nos dice que no solamente tenía un gran parecido con Cristo en lo físico sino también en lo espiritual. Lo representan con una lengua de fuego sobre su cabeza significando que recibió al Espíritu Santo el día de Pentecostés. Otros artistas lo representan con una Biblia en la mano por haber escrito una carta del Nuevo Testamento o con el báculo que muestra que fue obispo, es decir pastor, ilustre peregrino que proclamó el Santo Evangelio. Otros artistas lo representan con escuadra y regla, aludiendo posiblemente a que ejerció el oficio de carpintero. Devoción a San Judas Tadeo. Santa Brígida cuenta, en sus Revelaciones, que el Señor la exhortó a invocar a este Apóstol con confianza. Innumerables son los devotos que conocen sus favores, pintan retablos, cuelgan milagros a su imagen y dan testimonio de los favores recibidos por su intercesión; le llaman “San Juditas” por el cariño que le tienen. En nuestra Diócesis hay dos parroquias con el nombre de San Judas Tadeo, una en el fraccionamiento Colorines, y la otra en el fraccionamiento Zacatecas.
NOVIEMBRE 06 DE 2011
XXV Aniversario Sacerdotal de Siete Sacerdotes E
Por LCC Angélica Maldonado Morales
n la Catedral Metropolitana Potosina, siete Sacerdotes celebraron su XXV aniversario sacerdotal, ellos son: Erasmo Valero Sánchez, Silvino González Martínez, Gerardo Vaglienty Rivera, Gerardo Torres López, Eustorgio Salazar Morales, Ernesto Vega Torres y Mariano Zamarripa Díaz.
En su homilía, Don Luis los felicitó primeramente por sus 25 años de vida sacerdotal, vividos en plenitud de fe, amor, alegría y de entrega generosa al pueblo santo de Dios. “Felicidades por su fecunda obra pastoral en muchas comunidades y en diversos servicios que han exigido de ustedes sacrificio, fidelidad y amor a la Iglesia”.
La solemne Concelebración Eucarística fue presidida por nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, acompañado de los Obispos: Mons. José Luis Dibildox Martínez, de la Diócesis de Tampico; Mons. Lucas Martínez Lara de la Diócesis de Matehuala; Mons. Roberto Balmori Cinta, de Ciudad Valles; Mons. Andrés Vargas Peña, de la Arquidiócesis Primada de México y Mons. Arturo Antonio Szymanski Rmz. Arz. Emérito de SLP y desde luego, más de un centenar de Sacerdotes que también quisieron unirse a esta celebración para dar gracias a Dios por los 25 años de vida Ministerial de estos siete Sacerdotes que han sabido mantenerse fieles al “llamado” que el Señor les ha hecho ya desde el vientre materno”.
“Felicidades porque los siete, desde el origen, se han mantenido fieles al Ministerio Sacerdotal, han perseverado en la elección y vocación, en el llamado amoroso del Señor y en el testimonio de una vida entregada por el Evangelio, en medio de no pocos obstáculos, pruebas y sufrimientos”. “Hoy ustedes comparten con todos los aquí reunidos: Obispos, Sacerdotes, Seminaristas y fieles laicos, su íntimo gozo sacerdotal y les agradecen los grandes y meritorios servicios pastorales que han desempeñado”. “Hace 25 años en esta misma Catedral, escucharon la voz del Señor que les dijo: “No son ustedes lo que me han elegido, soy Yo quien los elegí
y los he destinado para que vayan y den fruto permanente y ustedes han experimentado en su carne y en su espíritu esas palabras”. “Ustedes son Sacerdotes elegidos por el amor del Padre, ungidos por el Espíritu y enviados a anunciar a Jesucristo; SACERDOTES PARA TODA LA ETERNIDAD, Sacerdotes por la imposición de las manos del Sr. Obispo D. Ezequiel Perea Sánchez, ustedes son el último grupo a quien él confirió el Presbiterado, antes de su muerte”. “Este jubileo de plata es un hermoso tiempo para vivir la alegría y la acción de gracias. Ustedes redescubren su Vocación mirando su sentido y grandeza que les superan”. ¿Qué sigue después de celebrar el Jubileo de Plata?, ¿A qué les llama el Señor?, Dios les propone una espléndida tarea, les propone un estimulante programa de vida para su futuro sacerdotal. “La gente tiene hambre de Jesús, como también tiene hambre del Sa-
cerdote fiel, sean pues SACERDOTES PARA LA COMUNIDAD, Sacerdotes al servicio de las multitudes. El Sacerdote apóstol no puede quedarse en la montaña, aislado, necesita estar siempre al alcance, entrar en contacto real, amoroso y compasivo con la gente”. “Entonen pues su propio TE DEUM, su gozosa acción de gracias por el don de la Vocación del Sacerdocio y por esta fiesta jubilar”. “Es tiempo de recordar a sus papás y a la familia de la que Dios los sacó para llevarlos hacia la tierra prometida del Sacerdocio Ministerial. ¡Cuántas enseñanzas y buenos ejemplos les han trasmitido!”. “También es tiempo de recordar agradecidos a los compañeros del Seminario y a todos sus formadores, maestros y bienhechores. ¡Cuánto afecto y ayuda les han brindado!. ¡Cuánta fe, oración y comprensión!”
La Basílica de San Pablo extramuros Por Pbro. Efraín Moreno Aguirre
C
uando finalizaron las sangrientas persecuciones contra los cristianos, a comienzos del siglo del IV, el emperador Constantino mandó realizar excavaciones en los lugares donde los cristianos veneraban la memoria del Apóstol San Pablo, decapitado entre el año 65 y el 67, bajo Nerón. Sobre esta tumba, situada en la Vía Ostiense, a unos dos kilómetros de la muralla aureliana que rodeaba Roma, mandó levantar una Basílica, que el Papa Silvestre consagró en el 324.
Desde siempre, esta Basílica fue meta incesante de fieles y peregrinos provenientes de todas partes del mundo, para venerar al “Apóstol de los gentiles”, que con su palabra y sus escritos contribuyó a la difusión del mensaje cristiano en modo determinante.
La entrada a la Basílica de San Pablo se hace hoy como antiguamente, a través de un atrio precedido por un jardín. El atrio con sus 70 metros de lado y sus 150 columnas, es solemne y amplio. En el jardín, entre flores y palmeras, se destaca la estatua de San Pablo. En su interior, hay medallones que contienen las efigies de todos los pontífices, desde San Pedro al actual Benedicto XVI.
El solista
S
La Basílica de San Pablo Extramuros es una de las cinco Iglesias consideradas como las más antiguas de Roma. Es la segunda Basílica más grande de Roma. La construcción mide de largo 131 metros, 65 de ancho y 29 de alto. Anexo a la Basílica se encuentra una abadía benedictina muy antigua que actualmente funciona como tal.
La Basílica quedó prácticamente intacta en su aspecto extraordinariamente sugestivo de templo patriarcal paleocristiano, hasta inicios del siglo XIX. En 1823 fue destruida casi completamente por un terrible incendio. Al Papa León XIII le tocó la ardua tarea de iniciar la reconstrucción de la Basílica. Los trabajos continuaron activamente bajo el pontificado del Beato Pío IX que el 10 de diciembre de 1854 consagró la nueva Basílica.
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Debajo del altar se encuentra el sepulcro del apóstol Pablo. Se puede descender a este lugar mediante una doble escalera. Este sepulcro, como el de San Pedro fue y es la meta de muchos peregrinos, que en la veneración de las reliquias de los apóstoles encuentran motivos para imitar su fe y la valentía de profesarla. Cerca del sepulcro de Pablo se conservan también los restos mortales de Timoteo, que junto a Tito fueron los discípulos predilectos del apóstol. Aquí todos los años el 25 de enero, fiesta de la conversión de San Pablo, se clausura solemnemente la semana de oración por la unidad de los cristianos. El Papa ha privilegiado en esta Basílica el ministerio de la Reconciliación y la promoción de acontecimientos ecuménicos.
teve Lopez es un periodista de orígen hispano que trabaja para afamadas publicaciones norteamericanas como “Los Angeles Times”, “Time” y “Deporte Illustrado”. Un buen día del año 2005, en las calles de Los Angeles, California, Lopez se encuentra a un vagabundo peculiar llamado Nathaniel Ayers, tocándo su violín de forma apasionada. El instinto de buen periodista que tiene Lopez, le mueve para investigar el caso de este personaje y obtiene sorpresivamente el dato de que Nathaniel Ayers había sido un prestigiado alumno de la Academia de Música Juilliard – ubicada en Nueva York - . Semanalmente, Lopez escribía columnas sobre Nathaniel, en donde describía detalladamente, cómo surge su amistad con Ayers, algunas anécdotas vivenciales y biográficas del “músico de las calles” y en particular, sobre el serio problema que caracterizaba al vagabundo: Nathaniel Ayers sufría de una severa esquizofrenia. Tiempo después, Steve Lopez recopila sus columnas en un libro titulado “El Solista: un sueño perdido, una amistad poco común y el poder redentor de la música”, el cual fue publicado en el año del 2007. Es precisamente en este libro, en el que se basa la película “El Solista” ( The Soloist. 2009), dirigida por Joe Wright y protagonizada por los estupendos actores Robert Downey Jr. y Jamie Foxx, en compañía de Catherine Keener, Tom Hollander y Lisa Gay Hamilton. Un filme que nos muestra dos historias paralelas mediante dos personajes distintos entre sí que buscan la armonía y una nota musical que les proporcione paz y equilibrio. “El Solista” nos brinda una reflexión vital sobre las miles de historias que podríamos encontrar en las calles de cualquier ciudad y que la mayor parte del tiempo, no alcanzamos a percibir por el ritmo de vida tan acelerado que llevamos. Así también, nos ofrece una lección positiva para todos, sin excepción y que es básica para las relaciones interpersonales en tiempos de excesiva tecnología y mensajes “celulíticos”: esa lección es “saber escuchar”. Sin dudarlo, Robert Downey Jr. y Jamie Foxx son el alma y corazón de esta película. Son actores que tienen carisma, personalidad y viven sus personajes de manera tan real, que hacen más convincente la relación de amistad de dos personajes que tienen en común, una necesidad : comunicar y expresar sentimientos humanos. Steve Lopez a través de sus letras y Nathaniel Ayers por medio de las notas musicales. “El Solista”, película que alienta y evoca el poder curativo de la buena música. Hasta la próxima. Espero sus comentarios, aplausos o rechiflas en: ponchoaranda@hotmail.com En Facebook: Poncho Aranda L.
NOVIEMBRE 06 DE 2011
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unque la sinceridad tiene muchos enemigos, en este lugar, por razones de espacio, me limitaré a mencionar los tres más peligrosos.
El primero de ellos es la opacidad o falta de transparencia. Cuando, por ejemplo, dice usted algo en voz alta, o cuando se ve en el deber de expresar una opinión respecto a un determinado asunto, ¿qué preferiría: que su interlocutor le muestre abiertamente su desaprobación o que se guarde sus impresiones y las diga después en otro momento y a otras personas, es decir, en su ausencia? La gente que sólo ve y calla tiene siempre algo de temible; son como los tigres, que no se sabe nunca cuándo saltarán sobre su presa. Hace muchos, muchos años, conocí de cerca un ejemplar de esta especie, y puedo decir que fue una de las experiencias más amargas de mi vida: sus ojos te seguían adondequiera que ibas, pero sus labios callaban. ¿Qué era lo que éste pensaba de mí? Nunca llegué a saberlo, y aún hoy mismo no lo sé, porque aunque sus ojos me siguen mirando, sus labios permanecen sellados. Sin transparencia las relaciones se vuelven demasiado recelosas, demasiado precavidas: se convierten en algo parecido al juego de un niño que se sabe observado por su preceptor a través de los cristales. «Vamos, juega, por mí no te detengas», le dice. Pero el niño sabe que todo lo que haga será conocido después por sus padres o tutores, y se contiene. Hace como que juega, pero en realidad actúa. (A este fenómeno mediante el cual el observador se engaña creyendo que el observado nada sospecha de sus observaciones, los psicólogos sociales han dado el nombre -ignoro por qué razón- de efecto Hawthorne).
Otro enemigo de la sinceridad es la adulación.
El adulador no es opaco, no se calla, pero dice más de lo que siente. «¡Oh, no cabe duda que es usted una persona de excepción! ¡Como usted no hay dos en todo el planeta!».
Que no haya dos como nosotros en todo el planeta es cosa de sobra conocida, y para enunciar este lugar común no es preciso armar tanto jaleo; después de todo, tampoco como nuestro interlocutor hay dos en todo el planeta y uno no dice nada: ¿de dónde acá, pues, tales transportes? Entonces, casi por instinto, empezamos a hacernos preguntas del tipo: «¿Qué querrá de mí este señor?». En el tono del adulador hay siempre algo que induce a la sospecha y mueve a tomar las debidas precauciones. Recuerdo el caso de una niña que le decía a su padre calvo cada vez que quería obtener algo de él: «Papá: ¿te está saliendo pelo o estoy viendo visiones?» El padre esperaba que no se tratara de visiones, evidentemente, y una vez que se ponía en el estado de ánimo en el que la niña lo quería, era fácil pedirle cualquier cosa. Todos los aduladores se comportan de la misma manera. No es que vean visiones: es que quieren otra cosa, y nosotros, en el fondo, lo sabemos. Pero hay una tercera forma de atentar contra la sinceridad, y es, como ya hemos dicho en páginas anteriores, darla en dosis excesivas (propinarla más que darla). Se trata de la sinceridad del que dice: «Yo digo siempre lo que pienso», aunque, a decir verdad, nunca diga lo que piensa, sino lo que se le ocurrió en un determinado instante. Decir lo que se piensa sólo es posible cuando se le ha dado vueltas y más vueltas a un asunto y se tiene ya una opinión fundada sobre él, cosa
que, por lo demás, raramente sucede. El sincero excesivo no dice nunca lo que piensa, sino más bien lo que no pensó, lo que no tuvo tiempo de pensar. Y, bien, lo dice; no se detiene ante nada: todas sus ocurrencias encuentran inmediatamente salida, pésele a quien le pese. Sus pensamientos son como un pus del que quiere liberarse para terminar de una vez con la gran infección que lleva dentro. «Usted disculpará pero yo soy así de franco. ¿Qué le vamos a hacer?». No obstante, la sinceridad impone ciertas condiciones: la primera de ellas es que no debe ser inoportuna. A este respecto escribió Romano Guardini: «Hay personas veraces por naturaleza. Son demasiadas limpias para poder mentir, demasiado de acuerdo consigo mismas; pero a veces se debe decir: demasiado orgullosas. Esto, en principio, es espléndido; pero una persona así está en peligro de decir cosas en momentos en que no vienen a cuento, de herir a otros o de perjudicarlos. Una verdad dicha en mal momento o de mala manera puede también confundir a una persona de tal modo que le costará trabajo enderezarse otra vez. Esta veracidad no sería viva, sino unilateral, perjudicial e incluso destructora». Otra exigencia de la sinceridad, sobre todo cuando se dispone a hablar de las personas –y ya no sólo de la historia anónima o de las noticias del díaes la reflexión, pues debe ponerse a pensar acerca de si lo que va a decir
es algo que el otro pueda cambiar o no. Si sí puede, bienvenida la crítica; pero si no, ¿para qué hacerla? Hay un mar de diferencia entre que critiquen nuestros hábitos alimenticios a que critiquen el tamaño de nuestro mentón, por ejemplo. Nuestros hábitos alimenticios pueden ser corregidos con la ayuda de un especialista y de una larga paciencia, pero mucho me temo que con algunas partes de nuestro cuerpo no podamos hacer lo mismo. ¿Quién, por más que se preocupe –decía Jesús-, podrá añadirle un palmo a su estatura? Digámoslo de una vez: la verdadera sinceridad debe saber detenerse y callarse ante eso que a falta de otra palabra llamamos simplemente destino. Los demás pueden criticar nuestra propensión al tabaco, y no pasa nada (quiero decir: ni nos enojamos, ni dejamos de fumar); pero si nos dicen que nuestra voz es desagradable por chillona, allí arderá Troya, como se dice, y si no arde Troya por lo menos quedaremos muy heridos. Porque nuestros hábitos de vida podemos cambiarlos, pero no el timbre de la voz. Para esto somos impotentes. Decía Epicteto, el sabio estoico, que sólo existen dos tipos de cosas: las que dependen de nosotros y las que no dependen de nosotros. Pues bien, la sinceridad sólo debe tener que vérselas con las cosas del primer grupo, es decir, con aquellas que dependen de la libertad, porque cuando se atreve a tocar despectivamente a las del segundo, al punto se convierte en burla.
Por Mtro. José Ricardo García López
(segunda parte)
S
u fama como compositor y director de orquesta creció de día en día pero más famoso se hizo como ejecutante del cornetín de pistones que dominaba con gran maestría debido a que a partir de 1845 y durante varios años sirvió a España en los regimientos militares de reserva. En 1851, en reconocimiento a sus méritos musicales, el gobierno lo nombró Director de la Banda del Regimiento de la Reina. En octubre de este mismo año fue enviado a la Isla de Cuba para que aquí organizara las primeras bandas militares que se consideraban indispensables en los cuerpos que guarnecían esta posesión española. A Jaime Nunó se debe la creación de la primera banda militar que dirigió y organizó para el Segundo Regimiento acantonado en la Habana en donde también por primera vez él introdujo el uso de los instrumentos de metal, con boquilla circular. Jaime Nunó siempre fue un hombre simpático y muy agradable en su trato, de una amabilidad sin par. Estas dotes le valieron un gran número de amigos en todas las clases sociales, tanta era su bonhomía que se ganó pronto la estimación y el afecto del General don Manuel Concha, gobernador y capitán general de la isla, a tanto llegó la estimación del gobernador que, teniendo ese cargo, visitaba con frecuencia la casa de Jaime Nunó.
Los seres humanos algunas veces pretendemos interpretar las acciones y las palabras de nuestros amigos y a veces la interpretación nuestra no es fiel y conjeturamos cosas que nuestros interlocutores ni siquiera han pensado jamás. Esto pasó entre el gobernador y Jaime Nunó, pues el gobernador súbitamente adoptó una actitud hosca hacia Nunó. Este, al percatarse del comportamiento del que decía ser su amigo, inmediatamente presentó su renuncia
al cargo que ostentaba poniendo como pretexto que el Regimiento al que servía iba a ser enviado al interior de Cuba y él no pensaba abandonar la capital. El gobernador no aceptó la renuncia y poniéndose de acuerdo con el Coronel jefe del Cuerpo de Artillería, que permanecería en la Habana, designaron a Nunó a este cuerpo con el mismo cargo y privilegios que tenía en el Regimiento, debido a que Su Augusta y Soberana Majestad lo había honrado con tal nombramiento. En el mes de marzo de 1853, el General Antonio López de Santa Anna cuando regresaba a México para hacerse cargo, por sexta vez, de la presidencia de la República, pasó por la Habana en donde conoció al maestro, director y compositor Jaime Nunó, supo del nombramiento real y de la forma tan eficaz con que se había desempeñado. Santa Anna, sin pensarlo dos veces invitó a Nunó a radicarse en México debido a que uno de sus proyectos de gobierno era introducir en las bandas militares mexicanas, mejoras y reformas que patentizaran su progreso y eficacia y así, dar mayor brillo y ostentación a su sexto período gubernamental. Para persuadir plenamente a Nunó, Santa Anna le ofreció la dirección de todas las bandas y músicas militares de México y respetar el grado que tenía en Cuba, pero sobre todo un mejor sueldo. Jaime Nunó que como dijimos ya estaba un tanto incómodo con el gobernador de Cuba aceptó la oferta y se trasladó a la ciudad de México, en donde inmediatamente empezó a disfrutar del sueldo ofrecido, pero sin nombramiento. Un año después el 24 de febrero de 1854 se le expidió el nombramiento, cosa que molestó notablemente a los músicos y compositores mexicanos y las protestas hasta en los periódicos no se hicieron esperar. Entre otras cosas los protestantes proponían un certamen para concursar por el
día 14 de ese mismo mes y año. Esta convocatoria fue publicada por 15 veces más en el mismo periódico y se refería, dicha convocatoria, a la elaboración de una composición poética y musical que se convertiría en el Himno de nuestra Patria. Inmediatamente Jaime Nunó se decidió a participar en dicho certamen y no en el de los protestantes. En la primera parte del certamen, es decir la composición poética, se aprobó, como ya lo hemos visto la enviada por Francisco González Bocanegra. cargo y advertían a Nunó de que debía participar en él y que manifestara públicamente su disposición para hacerlo. Jaime Nunó ni sudó ni se abochornó con aquellos exabruptos e hizo caso omiso a tales provocaciones. Por otro lado, estaba enterado de una convocatoria que había formulado el 12 de noviembre de 1853 el Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio aparecida en el Diario Oficial de la República Mexicana el
A los participantes en la composición musical se les señaló un plazo que venció el 3 de abril de 1854. Fueron varios los participantes pero el Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana, asignó el premio a la composición musical presentada por don Jaime Nunó. Así surgió esa melodía que nos hace estremecer de emoción cuando la escuchamos y nos hace llorar cuando estamos ausentes de nuestra amada Patria.
NOVIEMBRE 06 DE 2011
Religión no justifica violencia ni terrorismo
E
l Papa Benedicto XVI, en la ciudad italiana de Asís con ocasión de la Jornada de reflexión, oración y diálogo titulada “Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz” con representantes de distintas religiones. Exhortó a todos a trabajar por la paz y combatir la violencia y el terrorismo. En su discurso, el Papa Benedicto XVI señaló que aunque actualmente “no haya a la vista amenazas de una gran guerra, el mundo está desafortunadamente lleno de discordia. No se trata sólo de que haya guerras frecuentemente aquí o allá; es que la violencia en cuanto tal siempre está potencialmente presente, y caracteriza la condición de nuestro mundo”. Benedicto XVI explicó luego que existen dos formas de violencia. La primera de ellas es el terrorismo, que “es a menudo motivado religiosamente y que, precisamente el carácter religioso de los ataques sirve como justificación para una crueldad despiadada, que cree poder relegar las normas del derecho en razón del ‘bien’ pretendido. Aquí, la religión no está al servicio de la paz, sino de la justificación de la violencia”. Sobre este tema el Santo Padre admitió que “también en nombre de la fe cristiana se ha recurrido a la violencia en la historia. Lo reconocemos llenos de vergüenza” pero precisó luego que “es absolutamente claro que éste ha sido un uso abusivo de la fe cristiana, en claro contraste con su verdadera naturaleza”. Por ello, dijo, “es tarea de todos los que tienen alguna responsabilidad de la fe cristiana el purificar constantemente la religión de los cristianos partiendo de su centro interior, para que –no obstante la debilidad del hombre– sea realmente instrumento de la paz de Dios en el mundo”. Benedicto XVI explicó luego que un segundo tipo de violencia nace como “consecuencia de la ausencia de Dios, de su negación, que va a la par con la pérdida de humanidad”. “El ‘no’ a Dios ha producido una crueldad y una violencia sin medida, que ha sido posible sólo porque el hombre ya no reconocía norma alguna ni juez alguno por encima de sí, sino que tomaba como norma solamente a sí mismo. Los horrores de los campos de concentración muestran con toda claridad las consecuencias de la ausencia de Dios”. La decadencia del hombre se manifiesta, prosiguió, en “la adoración del tener y del poder, se revela una antireligión, en la cual ya no cuenta el hombre, sino únicamente el beneficio personal”.
“El deseo de felicidad degenera, por ejemplo, en un afán desenfrenado e inhumano, como se manifiesta en el sometimiento a la droga en sus diversas formas. Hay algunos poderosos que hacen con ella sus negocios, y después muchos otros seducidos y arruinados por ella, tanto en el cuerpo como en el ánimo”. De esta forma, “la violencia se convierte en algo normal y amenaza con destruir nuestra juventud en algunas partes del mundo. Puesto que la violencia llega a hacerse normal, se destruye la paz y, en esta falta de paz, el hombre se destruye a sí mismo”. El Papa se refirió también a quienes, por no haber recibido el don de poder creer, buscan honestamente la verdad y cuestionan a ateos y creyentes. “Despojan a los ateos combativos de su falsa certeza, con la cual pretenden saber que no hay un Dios, y los invitan a que, en vez de polémicos, se conviertan en personas en búsqueda, que no pierden la esperanza de que la verdad exista y que nosotros podemos y debemos vivir en función de ella”. Pero también, dijo el Papa, “llaman en causa a los seguidores de las religiones, para que no consideren a Dios como una propiedad que les pertenece a ellos hasta el punto de sentirse autorizados a la violencia respecto a los demás. Estas personas buscan la verdad, buscan al verdadero Dios, cuya imagen en las religiones, por el modo en que muchas veces se practican, queda frecuentemente oculta”. El Santo Padre señaló que esta búsqueda de los que están tras la verdad es “también una llamada a los creyentes a purificar su propia fe, para que Dios –el verdadero Dios– se haga accesible”. “Por eso he invitado de propósito a representantes de este tercer grupo a nuestro encuentro en Asís, que no sólo reúne representantes de instituciones religiosas. Se trata más bien del estar juntos en camino hacia la verdad, del compromiso decidido por la dignidad del hombre y de hacerse cargo en común de la causa de la paz, contra toda especie de violencia destructora del derecho”. Finalmente el Papa aseguró que “la Iglesia Católica no cejará en la lucha contra la violencia, en su compromiso por la paz en el mundo. Estamos animados por el deseo común de ser ‘peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz’.
El epicentro de la crisis
L’Osservatore Romano
B
e Afraid: ¿sólo una ocurrencia periodística? No, el título del «Economist» —en la portada que recoge un gran agujero negro en el espacio cósmico— capta la esencia: aunque el colapso europeo se evite, las perspectivas para la economía mundial son negativas. La razón de esto es que— escribe el semanario británico— «en los países ricos aumentan las medidas de austeridad, mientras que en los emergentes el crecimiento disminuye, influyendo en el global». Pero hay una tercera razón más profunda: el Gobierno de Estados Unidos amenaza con frenar la recuperación «con una irresponsable política de presupuesto». Precisamente Estados Unidos. Resulta difícil de creer que el verdadero epicentro de la crisis en este momento no es Europa. Sin embargo, en las últimas semanas los líderes de la Unión europea han dado señales de mayor unidad y coherencia —al menos en apariencia— respecto a sus colegas americanos. Demócratas y republicanos están todavía divididos sobre la cuestión del déficit y sobre las reformas que conviene realizar para sacar al país del pantano en que se encuentra. Hay aspectos clave —el trabajo, la salud, las nuevas reglas de las finanzas, por citar sólo los más importantes— sobre los que el debate se ha llevado al extremo y, también por razones de agenda electoral, prevalecen las contradicciones. Hay un hecho cierto: en 2012 los Estados Unidos deberán afrontar un corte del gasto público más amplio respecto al de cualquier otro país. En el Congreso los republicanos están haciendo obstruccionismo, mientras que el presidente Obama prefiere aprovechar la ola de protestas de Occupy Wall Street y reprochar a China la manipulación de la tasa de cambio del yuan. La supercomisión creada por la Casa Blanca para reducir el déficit no está logrando progresos: después de semanas de encuentros, los doce miembros del organismo no parecen haber dado ningún paso adelante respecto a cuando se reunieron por primera vez hace un mes. Y la falta de progresos alimenta el escepticismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo para reducir el déficit de 1200 millardos de dólares en diez años. Las motivaciones del estancamiento son las mismas que este verano bloquearon durante semanas el acuerdo sobre el aumento del techo de la deuda: las tasas y los cortes a los programas de asistencia como Medicare y Medicaid. Los demócratas no firmarán ningún acuerdo que no incluya un aumento de las entradas fiscales, mientras que los republicanos son anti-tasas. Si —como sostiene también el «Economist»— los líderes políticos no saben qué hacer y siguen adelante día tras día, podrían encontrar una indicación útil en los números. Las dificultades actuales —de acuerdo con los datos del «New York Times»— están disminuyendo drásticamente los réditos de las familias americanas, reduciendo su nivel de vida. Desde diciembre de 2007 hasta junio de 2011 los réditos han bajado del 9,8 por ciento: algo nunca visto en las últimas décadas. Sólo en 2011 han caído en un 6,7 por ciento frente al descenso del 3,8 en los dos años anteriores. La bajada —explican los expertos— se debe sobre todo al mercado del trabajo y, de modo especial, al elevado número de personas que desde hace demasiado tiempo están fuera del circuito de empleo y han dejado de buscar. Pesa también el descenso de los salarios por horas, que no ha sido capaz de mantener el paso de la inflación. La contracción de la economía con la crisis financiera de 2008 ha sido significativamente diversa de las precedentes: en diciembre de 2007 un desempleado permanecía sin trabajo una media de 16,6 semanas, mientras que en junio de 2009 este lapso de tiempo subió hasta 24,1 semanas, alcanzando las actuales 40,5 semanas, el período más largo en los últimos años.
Afuera tú no existes, Él es nuestra paz sólo adentro 16
Por Pbro. Margarito de la Torre
“
¿Quién nos separará del amor de Cristo?” Esto es algo que se pregunta San Pablo alguna vez (Rm 8, 35). Y se responde: ¿el hambre, la desnudez, el peligro, la persecución, la espada? Y concluye: “en todo esto vencemos fácilmente por aquél que nos amó” (8,37). “Las almas de los justos están en las manos de Dios”. Dice el libro de la Sabiduría (3,1), en la Biblia. Si esto nos lo enseña la Escritura santa, ¿podemos temer algo? Creo que no.
L
a paz, dice el Magisterio de la Iglesia, no puede ser auténtica si no tiene como fundamento la justicia. La paz es un regalo de Dios y conquista humana; si falta una de estas dos dimensiones no es real. Pero ahora en México vivimos en un ambiente de violencia, de maldad. En realidad, el mal no existe en el hombre, no podemos decir éste es malo; lo que hay es ausencia de bien. No hay alguien totalmente malo, como tampoco lo hay totalmente bueno. También es cierto que el único bueno por sí mismo es Dios; nosotros seremos buenos en la medida en que participamos de él, de su bondad. Si Dios es bueno, si en él no hay lugar a la maldad, ¿por qué vivimos en un mundo de violencia, por qué Dios permite la maldad? Al crear Dios al hombre le ha dado libertad; porque sólo siendo libre puede el hombre tender hacia Dios. La libertad es un regalo divino que implica responsabilidad; necesitamos ser formados para la libertad a fin de poder hacer buen uso de ella; de lo contrario nos hacemos esclavos del mal (que sí existe, pero fuera del hombre, y que puede actuar a través del hombre). Tal vez para hablar de la maldad debamos referirnos al Mal. He dicho en otra ocasión que Dios todo lo creó bueno. Al crear a los ángeles los hizo buenos, pero algunos de ellos se rebelaron contra Dios, y en su rebeldía han arrastrado al hombre, por envidia, para que el hombre no goce de la amistad de Dios. Y cuando el hombre, incitado por el demonio, se rebela contra Dios, pretendiendo ser libre, se hace esclavo del demonio. ¿Cuál es la solución? Jesucristo. Él nos da la libertad. ¿De qué modo? Muriendo en la cruz. Para curar el mal por la desobediencia, la obediencia del Hijo de Dios. Jesucristo es la encarnación del bien. Y a todos los que se dejan tocar por Jesucristo él les da la libertad, los arranca del dominio del Mal. Nos enseña el camino de la bondad por medio de la obediencia y de la oración: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Me da la impresión de que la mayoría de los cristianos tiene miedo a la cruz, por ser un instrumento de martirio; sin ponerse a pensar que no por negarla o rechazarla la puedes dejar; y que al abrazar la cruz te unes a Jesucristo. Sólo abrazando la cruz es que te puedes llenar de su amor, porque te unes a él y él no sólo está lleno de amor, él es el amor. Por eso Pablo decía: “Para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia”. Y Santa Teresa: “tan grande vida espero, que muero porque no muero”. ¿Por qué hay violencia? Porque hay ausencia de bondad, de amor. Necesitamos volvernos a Dios, a Jesucristo; él es nuestra paz. A mi entender, hay varios aspectos de la paz; por una parte la paz social, que se vive en un pueblo, en una nación; pero también está la paz interior, esa que, cuando Dios te la da, nada ni nadie te la puede quitar, porque es un don de Dios. La paz en México no se va alcanzar por la fuerza de las armas sino por la fuerza de la oración; la violencia no puede ser vencida por la violencia. Claro que esta situación debe cuestionarnos sobre los valores humanos y cristianos que hemos descuidado y en algunos ambientes prácticamente se han perdido. Que el Señor haga realidad en nosotros, en nuestro pueblo, las palabras que recibimos al inicio de la santa misa: “La paz del señor esté siempre con ustedes”.
Nada nos podrá separar del amor de Dios. Es decir, ningún peligro o amenaza. Pero, lamentablemente lo que sí nos puede separar de todo el amor es nuestra propia decisión. Podemos vencer toda adversidad. Pero, ¿cómo luchar cuando uno mismo es quien se separa del amor? Hace días me enteré de que un grupo de rock mexicano está de gira. Y pienso en los miles de jóvenes que asistirán. Y también adultos. Con cuanta devoción ellos acuden. Escucharán canciones nuevas y antiguas. Oh sí. Recuerdo esa cancioncita: “ayer me dijo un ave que volara… para que nadie te haga daño”. Justo ahora escucho en internet, mientras escribo estas cosas otra canción de ellos que dice así: “Afuera, afuera tú no existes, sólo adentro; afuera, afuera no te cuido, sólo adentro; afuera te desbarata el viento sin dudarlo; afuera, afuera nadie es nada sólo adentro”. Esa siempre la cantan ellos. A los muchachos les fascina. Sé que esta música es pagana. Sé que no es edificante. Sé que el rock, muchas veces desorienta o conduce a los oyentes a desorden. Pero, permítaseme esta vez reflexionar esas palabras. ¿Qué es uno afuera? Y ¿qué significa ese afuera? ¿Qué es el adentro? Pienso que estar dentro es saberse y estar, permanecer en el lugar ideal, o por lo menos en el lugar seguro, en refugio, bajo resguardo; esto también supone estar sujeto; sujeto a cierto orden, a cierta autoridad, a ciertos límites: adentro es vivir bajo condiciones. Pienso que el estar afuera es el permanecer bajo amenaza, corriendo riesgos, no sujeto, sino a la deriva, y a la deriva supone peligro. Vamos a ver. Algún muchacho vive con sus padres; con su familia. Sin embargo se siente presionado, al saberse sujeto a la autoridad de sus padres, se rebela, él quisiera ser definitivamente libre. Él desearía poder ir a donde le venga la gana, entrar y salir de casa a la hora que desee, dormir a cualquier hora, o no dormir; ir al antro cada fin de semana; y embriagarse, ¿por qué no? Es libre. Un hombre o una mujer joven tiene derecho a serlo. Si están en casa, no pueden. Deben respeto a una casa, a unos padres, a una familia. Están adentro. Ahí son hijos; y a pesar de las limitaciones que esto implica, tienen una vida, que pueden escoger tranquila o que pueden tornar en una pesadilla. Nada más seguro que
el calorcito de un hogar. Si este joven se cansa de vivir soportando la autoridad familiar y se marcha de casa, será libre; pero solamente libre de su familia. Y eso no es la libertad. Ahora deberán trabajar para sostenerse a sí mismos. Ahora se enfrentan al frío ambiente laboral o bien, aprovechar su libertad para no hacer nada y vivir a la deriva, sin escuela, sin empleo, sin dinero, con adicciones, sin esa hermosa condición de hijos; cuando todo era gratis. Ahora está afuera. Fuera de su familia; pero dentro de otra cosa. Todo iba bien antes. Cuando se está adentro hay seguridad, calor, amor, protección. Pensemos en una joven. Ella tiene esposo; ella ya no siente amor, no se siente querida; alguien le hace propuesta, le da calor, aunque no sea de verdad, le hace sentir bien, y ella cambia de novio o deja de ser la esposa fiel. Ella estaba adentro, ella era querida; ahora está afuera; antes tenía amor, tenía estabilidad, tenía verdadero calor del alma; pero ella no lo notaba; suele ocurrir que para el varón el amor es sólido cuando es estable, cuando se pasa de los sentimientos a la vida de todos los días, en que las muestras de amor superan los arrumacos para dar paso al trabajar juntos, al sostener una familia. Suele ocurrir que la mujer espera siempre detalles, muestras de cariño, apapachos, algo novedoso para seguir creyendo en el amor; en casa no encuentra eso, ella se aburre, necesita que le digan “qué linda” “qué bien te ves” . Se quejan de que los hombres no sientan cabeza, y cuando lo hacen se quejan de que todo es aburrido. Y a veces se van. Afuera es vivir en la desgracia, en el pecado, en el desorden: en fin, esa lista de males que san Pablo enumera en su carta: el hambre, el peligro, la espada, etc. Adentro significa: estabilidad, calor, amor, consuelo, fortaleza, triunfo, cariños, fidelidad, verdad, santidad, paz, gozo, saciedad, riqueza, belleza, gracia, abrazo, dicha, logros, victoria, descanso, salud, vida. Afuera, ¿somos amados? Afuera, ¿quién nos podrá cuidar? Si nos hemos salido de ahí, hagamos como el famoso hijo pródigo: regresemos a casa, regresemos con el Padre.
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Palabra de Dios Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora
Evangelio según San Mateo 25, 1-13 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante a aquellas diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
Decálogo para promover vocaciones Por Benjamín Juárez Guerrero, 1° Teología ecos_seminarioslp@hotmail.com
A
ntes de mencionar el Decálogo para promover vocaciones les invito a que hagamos consciencia de la necesidad de ser promotor vocacional. En la actualidad hablamos que hay crisis económica, política, mercantil social e incluso se habla de una crisis educativa, pero pocos veces en nuestros ambientes sociales se habla de una crisis vocacional, ¿Será acaso que poco nos preocupa la existencia del sacerdocio? Tengamos en cuenta que si no hay promoción vocacional no habrá jóvenes en el Seminario, y si no hay jóvenes en el seminario no habrá sacerdotes, y si no hay sacerdotes no habrá quién celebre la misa, no habrá quién administre los sacramentos. En este contexto además de preocuparnos por las cuestiones económicas, deberíamos preocuparnos que mientras pasa el tiempo son menos los jóvenes que entran al seminario. ¡Eso sí es una preocupación! Promover las vocaciones al sacerdocio es un derecho y una obligación que tenemos como cristianos, ya que cooperar a que jóvenes entren al Seminario es un don y un privilegio, pero al mismo tiempo es una necesidad y una urgencia. A continuación compartiré este decálogo que son sólo unos consejos prácticos para ayudar al trabajo de la pastoral vocacional. 1. Amarás y ayudarás a la promoción vocacional en todo lo posible. Que promover vocaciones al sacerdocio sea una de tus tareas prioritarias como católico. 2. No hablarás mal del los sacerdotes ni de los seminaristas. Es mejor la corrección fraterna que la crítica destructiva. Algunos jóvenes pierden su inquietud vocacional a causa de la mala imagen que les crean algunos acerca del sacerdocio. 3. Promover a que los adolescentes y jóvenes se integren al grupo de Sem-Fam, este grupo es un medio para que los jóvenes disciernan sobre su vocación. Acude a tu parroquia y pide informes sobre este grupo de Sem-Fam. 4. Que los padres de familia sean los primeros en apoyar a sus hijos cuando tengan una inquietud vocacional. La familia es el semillero
en donde crecen las vocaciones. La familia es el primer seminario. ¡No lo olvides! 5. No ser mata onda con los jóvenes que quieren entrar al seminario, es mejor animarlos y apoyarlos en lo mejor que se pueda. 6. Un número telefónico que no debe de faltar en nuestro directorio es el número de la pastoral vocacional, ya que es ahí en donde nos pueden dar informes sobre el ingreso al seminario. Si sientes que Dios te está llamando al sacerdocio llama al: 8118685. 7. Reza por un incremento de las vocaciones al sacerdocio. Jesús dice en Mateo 9,38 “Pedid al dueño de la mies que envíe trabajadores a su viña”. Si queremos más sacerdotes, necesitamos pedirlo”. 8. ¡Hay que predicar en todo momento! Se debe hablar de las vocaciones regularmente si se quiere que se arraigue en parroquias y casas una “cultura vocacional”, es decir, se debe de hablar de la vocación sacerdotal en las homilías, en las escuelas, en las plazas comerciales e incluso en el mercado. 9. Cuando pienses qué vas estudiar en la universidad, recuerda que también puedes estudiar en el seminario y ser sacerdote. ¡Si ya eres profesionista todavía puedes entrar al Seminario! En el Seminario también se estudia. 10. Ser discípulo. Los jóvenes pueden llegar a ser verdaderos seguidores de Jesucristo sirviendo a quienes les rodean. Descubriendo tu llamada al discipulado, también descubres tu particular llamada dentro de la Iglesia. Necesitamos buenos pastores para nuestras Iglesias, y en ello todos hemos de comprometernos. Los padres formadores tienen una especial responsabilidad; pero toda la comunidad cristiana tiene que poner también su empeño en promover vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras, y ayudar para que se formen de tal manera que hagan presente el amor de Dios por su pueblo. Los sacerdotes no son la salvación de los demás, sino sólo el medio para que Él (Jesús) les dé vida eterna. Se nuestro amigo en facebook: Seminario Guadalupano Josefino
A medianoche se oyó un grito: ‘¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!’ Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: ‘Denos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando’. Las previsoras le contestaron: ‘No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo’. Mientras aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos’. Pero él les respondió: ‘Yo les aseguro que no las conozco’. Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora”. Palabra del Señor Gloria a ti Señor Jesús
Estar preparados Cuántos problemas a la vista nos pudiéramos evitar si fuéramos más previsores, evitaríamos prisas inútiles, dolores de cabeza, mareo, reduciríamos significativamente el famoso “stres” en el que vivimos y que muchas veces nos causa hasta malestares físicos. Todos debemos adelantarnos a los sucesos, a los acontecimientos que pueden de alguna manera marcar sobre todo negativamente nuestra vida; toda buena empresa debe de estar preparada para cualquier suceso que le pudiera llevar a pérdida, considerables e incluso a la quiebra; con cuánta más razón nosotros los seguidores de Jesús que buscamos y esperamos la eternidad, deberíamos estar siempre preparado para el encuentro definitivo con Él. El Evangelio de hoy con el práctico ejemplo de las vírgenes prudentes, es la clara invitación a estar siempre vigilando y esperando a que el Señor llegue, porque no sabemos ni el día, ni la hora. Nos queda claro que la invitación es a estar preparados en todos los aspectos, como que sale de viaje y debe llevar lo necesario; preparemos nuestro equipaje sólo con lo necesario, porque quien más carga más difícil es el camino. Tengamos listas nuestras lámparas y el aceite para mantenerlas siempre encendida; es decir, que podamos brillar por nuestras buenas obras, que la fe y la caridad sean el aceite de nuestra lámpara, que no desfallezca la esperanza. Recordemos lo que se nos dejó el día de nuestro bautismo, reciban la luz de Cristo, a fin de que los que hemos sido iluminados por Cristo, caminemos siempre como hijos de la luz, hasta que el Señor venga…”. Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez
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JUAN PABLO II,
maestro, padre, pastor, amigo....beato Prof. Carmela Randone
“J
uan Pablo II no ha sido solamente un gran Papa, un fino intelectual, un poeta y filósofo de una profundidad infrecuente. En Juan Pablo II el hombre contemporáneo, a menudo extraviado y frágil, veía un padre, un amigo, un hermano siempre dispuesto a donarse en nombre del Amor que rodeaba toda su existencia, cada instante, cada gesto, cada palabra. Para Juan Pablo II Dios no era objeto de estudio, de análisis exegético o teológico, sino una experiencia viva, real, que abarcaba todo su ser, su vida de hombre, sacerdote, obispo, pontífice. Lo recuerdan a menudo cuantos han estado cerca de él: Juan Pablo II no desviaba jamás su mirada de aquel Misterio en el cual estaba enteramente inmerso, en una identificación común a los místicos, místicos santos. Vivía en la dimensión del Misterio, “respiraba” el Misterio. En cierto sentido, cuando en 1962 le decía a los jóvenes universitarios de Cracovia que «Cristo no nos aleja de nosotros mismos. Cristo no anula a ninguno de nosotros. No nos menosprecia»! no proponía la tesis conclusiva de estudios teológico – académicos o de análisis eclesiológico, que fueran a formar parte de ensayos exitosos. No, aquella frase contenía en sí algo mucho más profundo y verdadero. Él había sufrido la pérdida de sus seres más queridos (en su ordenación no habían estado presentes ni sus padres ni su hermano, muerto años antes); debió afrontar el drama de la ocupación alemana y la tragedia de la guerra solo; sus amigos más queridos fueron apresados y torturados. Y precisamente por todo ello, ya entonces era testimonio fiel, maestro fidedigno, como lo sería hasta el final. Él, con su vida, mas allá de sus discursos y escritos, ha hecho visible la verdad de cuanto proclamaba a los jóvenes amigos universitarios. No ha tenido miedo de “vivir plenamente”, de ser hombre entre los hombres, consciente que Jesucristo es el centro, el sostén de nuestra fe. No ha tenido miedo de encontrarse con el hombre, el hombre real, que “vive, goza, llora y sufre”, y ello en todas las latitudes, en toda circunstancia, en toda condición. Vigoroso y débil, fuerte y tembloroso, con su voz potente o con un soplo de voz, toda su existencia transcurrió como respuesta a una llamada del Amor, respuesta a “aquel inclinarse de Dios” de su vivencia diaria. Al hombre, a la humanidad extraviada e inquieta del Siglo XX e inicios del XXI, el Beato Juan Pablo II no le ha propuesto grandes discursos, ni ofrecido exégesis o lecciones magistrales de alto vuelo...sencillamente se ha ofrecido él mismo, su existencia, su persona, su amor. Juan Pablo II, ha enseñado a vivir, a gozar de las pequeñas cosas: ha enseñado a contemplar la naturaleza, a gozar de la vida, a amar la vida, a respetarla siempre incondicionalmente; pero ante todo ha enseñado qué significa donarse por entero hasta la anulación de sí mismo, anulación posible solo para Aquél que está “todo en Dios”, como él maravillosamente testimoniara.
Su humanidad, su fragilidad, su debilidad, hasta la “deformación” del cuerpo rígido, debido a la enfermedad, vividos en Cristo y por Cristo, se convirtieron en signo visible de lo invisible, un signo tan potente que su mensaje lograba “hablarle” también a los corazones de los hombres que viven en el “desierto” de un mundo cada vez más secularizado y “hostil a Dios”. La beatificación de Juan Pablo II constituye un don especial de la Iglesia, que el 1 de mayo de 2011, ha querido presentar un ejemplo de santidad encarnada en un hombre, un padre que para muchos seguía cercano y presente. Sus “hijos” festejan hoy pidiendo a Dios, por intercesión de Juan Pablo II, la fuerza y la audacia de poder testimoniar la experiencia de ser cristianos y el gozo de un “fiat” que ilumina, irradia y da sentido a nuestro vivir, gozar, amar, sufrir y morir.” El próximo 5 de diciembre, a partir de las 9 de la mañana hasta las 22:00 horas, las reliquias del Beato Juan Pablo II visitarán nuestra Iglesia Potosina. Podrás contemplarlas en nuestra Iglesia Catedral, en donde se celebrará una misa especial a las 12:00 horas, presidida por el Sr. Arzobispo Don Luis Morales Reyes.
NOVIEMBRE 06 DE 2011
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