Sorprendidos por la vocación religiosa de sus hijas
Año 3
No. 146
Semana del 20 al 26 de noviembre de 2011
¡Cristo tiene que reinar! pág. 3
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HAY QUE OFRECER LO QUE TENEMOS, Y TAMBIÉN LO QUE SOMOS
Todo el tiempo, va existir alguien que necesite de nosotros. Y cualquier cosa, que podamos hacer por los demás, hagámosla…
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ESQUELA REGARON
Hace unos días apareció una esquela donde leí: “Pepe Mendoza ha participado de la muerte de Jesucristo y ahora resucita con Él para siempre”. Obviamente me sorprendí…
13 BUSCAD EL ALFILER
-¡Qué hombre tan amargado! –exclamó una vez una dama de cierta edad señalando con el dedo a un compañero al que yo estimaba-. ¿Qué traumas habrá sufrido en su infancia para haber perdido de tal modo el gusto de vivir?
Inmaculada Sánchez y Alejandro Ripoll tienen cinco hijas que han abrazado la vida consagrada como religiosas del nuevo instituto de vida contemplativa Iesu Communio. Estos padres españoles aseguran que han recibido la consagración de sus hijas como una verdadera bendición. En una entrevista concedida, la pareja expresó “Esto es como cuando un hijo se casa. Tú lo que quieres es tenerlos a tu alrededor, cerca, pero cada uno tiene que llevar su estudio, igual que cuando un hijo se te casa y no tienes que intervenir en su historia, aquí es en un convento, pero tiene un secreto especial. Y el secreto es que con cada una y con cada consagración Dios derrama unos dones impresionantes a la familia, y por tanto es una bendición”, afirmó Alejandro. Sor Jordán, Sor Amada de Jesús, Sor Francesca, Sor Ruth, y Sor Nazaret, tienen entre 20 y 28 años de edad y son las cinco hermanas de sangre que comparten su vida dentro de Iesu Communio, la nueva comunidad de clausura que surgió de las clarisas de Lerma en España y que sorprendió al mundo con una explosión de vocaciones. “Pero los primeros sorprendidos somos nosotros y la misma Iglesia. Que en una familia se den cinco vocaciones a un convento de clausura creo que desde Teresa de Lisieux no se había dado”, consideró Inmaculada. De un total de siete hermanos, las cinco jóvenes decidieron ingresar en el mismo instituto religioso, donde tres ya son consagradas y las otras dos son novicias. Inmaculada y Alejandro visitaron Roma para participar en el encuentro “Nuevos evangelizadores para la nueva evangelización” que celebraron en el Vaticano el 15 de octubre con la intervención del Papa Benedicto XVI y de Sor Verónica, la fundadora y Superiora General de Iesu Communio. “¿Qué hacemos nosotros con el Santo Padre en una reunión en el centro del corazón de la Iglesia? ¿Quiénes somos nosotros? Esto es un regalo de Dios, una gracia más de este instituto”, afirmó Alejandro. La vocación de nuestras hijas sólo puede tener una explicación divina, “la misma Iglesia está sorprendida y esperando”, pero en esto “los primeros desbordados somos nosotros.
NOVIEMBRE 20 DE 2011
Su Reino no tendrá fin Editorial “Ser cristiano y ver afligido a un hermano, sin llorar con él ni sentirse enfermo con él, es ser cristiano en pintura, es ser peor que las bestias” (San Vicente Paúl).
N
uestro país celebra un aniversario más de la Revolución Mexicana. Aprovechemos esta oportunidad para echar un vistazo a la realidad de nuestro país.
Por Pacco Magaña
El hombre en oración
La carestía sigue avanzando lenta y permanentemente: los “gasolinazos” van provocando poco a poco una pérdida en el poder adquisitivo de las familias y esto se refleja en la dificultad que tienen para cubrir sus necesidades básicas.
Queridos hermanos y hermanas:
Queridos amigos, en estos ejemplos de oraciones de las diversas épocas y civilizaciones se constata la conciencia que tiene el ser humano de su condición de criatura y de su dependencia de Otro superior a él y fuente de todo bien. El hombre de todos los tiempos reza porque no puede menos de preguntarse cuál es el sentido de su existencia, que permanece oscuro y desalentador si no se pone en relación con el misterio de Dios y de su designio sobre el mundo.
La inseguridad generalizada en nuestro país nos llena de incertidumbre y nos exige nuevas actitudes de autoprotección y solidaridad en la familia y en la comunidad donde vivimos. Surgen nuevas formas de esclavitud que se manifiestan como dependencias y adicciones que nos ofrecen salidas fáciles (y falsas) ante la situación que vivimos. Los ideales que motivaron la Revolución Mexicana hace 101 años, iban en la línea de conseguir una verdadera democracia, así como una reforma agraria que permitiera a los campesinos tener tierra para trabajar en un clima de libertad. En muchos aspectos vemos que estas conquistas todavía están en proceso y nos obligan a no “bajar la guardia” para seguir haciéndolas realidad.
La vida humana es un entrelazamiento de bien y mal, de sufrimiento inmerecido y de alegría y belleza, que de modo espontáneo e irresistible nos impulsa a pedir a Dios aquella luz y aquella fuerza interiores que nos socorran en la tierra y abran una esperanza que vaya más allá de los confines de la muerte. Las religiones paganas son una invocación que desde la tierra espera una palabra del cielo. Uno de los últimos grandes filósofos paganos, que vivió ya en plena época cristiana, Proclo de
Este domingo coinciden en fecha el aniversario de la Revolución Mexicana y la fiesta que cierra el año litúrgico: Jesucristo, Rey del Universo. Se dice que no existen las coincidencias, sino las “Dioscidencias”. El Reino iniciado por Jesús es la consumación de la fe y la meta final de nuestra historia de salvación. La liturgia nos presenta a Jesucristo, el Hijo de Dios, que vendrá en su segunda venida, lleno de Gloria, como el Juez Justo que viene a separar a las ovejas de los cabritos… a hacer un discernimiento entre aquellos que se comprometen en serio para hacer realidad el Reino de Dios y aquellos que han elegido el camino opuesto: el de ser un obstáculo para que el Proyecto de Dios se lleve a cabo, ese Proyecto de fraternidad universal. Los promotores del anti-Reino serán destinados a vivir su proyecto de muerte para siempre, mientras que los auténticos seguidores y seguidoras de Jesús serán llevados a participar del Reino de Vida, preparado para ellos desde la eternidad.
«Inconocible, nadie te contiene. Todo lo que pensamos te pertenece. De ti vienen nuestros males y nuestros bienes. De ti dependen todos nuestros anhelos, oh Inefable, a quien nuestras almas sienten presente, elevando a ti un himno de silencio»(Hymni, ed. E. Vogt, Wiesbaden 1957,
El juicio se basa en la práctica de las obras de misericordia: darle de comer al hambriento y de beber al sediento significa ser capaces de compartir el alimento con quienes no lo tienen. Ofrecer posada al migrante y vestido al desnudo significa ofrecer seguridad a aquellos hermanos que no tienen las mínimas condiciones para vivir con dignidad. Visitar al enfermo y al encarcelado significa trabajar para que aquellos que están privados de la libertad conquisten su autonomía, su ciudadanía y su dignidad de personas.
en Preghiere dell’umanità, op. cit., p. 61).
El Evangelio de este domingo nos recuerda que los pobres son Sacramento de Jesucristo: “lo que hiciste con uno de estos insignificantes, conmigo lo hiciste…”. Nuestra opción preferencial por los pobres es el núcleo del examen que vamos a presentar ante el Justo Juez en su Segunda Venida: “En el ocaso de nuestra vida seremos juzgados en el amor” (San Juan de la Cruz). Los pobres se convierten así en una categoría teológica que guarda una íntima relación con nuestra salvación eterna.
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La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.
Constantinopla, da voz a esta espera, diciendo: En los ejemplos de oración de las diversas culturas, que hemos considerado, podemos ver un testimonio de la dimensión religiosa y del deseo de Dios inscrito en el corazón de todo hombre, que tienen su cumplimiento y expresión plena en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. La Revelación, en efecto, purifica y lleva a su plenitud el originario anhelo del hombre a Dios, ofreciéndole, en la oración, la posibilidad de una relación más profunda con el Padre celestial. Al inicio de nuestro camino «en la escuela de la oración», pidamos pues al Señor que ilumine nuestra mente y nuestro corazón para que la relación con él en la oración sea cada vez más intensa, afectuosa y constante. Digámosle una vez más: «Señor, enséñanos a orar» (Lc 11, 1).
NOVIEMBRE 20 DE 2011
MUJER Y VARÓN, IGUALES EN DIGNIDAD
U
na de las características de los pueblos de América Latina y el Caribe es que la mentalidad machista penetra los diversos ámbitos de la sociedad. Ante esta realidad la Iglesia proclama la igual dignidad del varón y la mujer, ambos creados a imagen de Dios, aunque diferentes en sus circunstancias de vida. Es en este campo de igualdad y distinción que se pueden dar las relaciones de reciprocidad y colaboración mutua, en la búsqueda común de la armonía, la complementación y el trabajo. Sin duda que también en la Iglesia hace falta una mejor valoración del papel de la mujer en la construcción de la vida social y en la edificación de la Iglesia. Ellas son mayoría en la Iglesia, han sido clave importantísima en la transmisión de la fe y grandes colaboradoras de los pastores. La Iglesia está atenta al clamor de las mujeres que han sufrido la exclusión y la violencia en una sociedad machista. Doble sufrimiento han vivido las mujeres que pertenecen a los sectores más empobrecidos (obreras y campesinas), a los pueblos indígenas y afroamericanos. La Virgen María es una figura fundamental para recuperar la identidad de la mujer y su valor en la vida de la Iglesia. María es una mujer del pueblo, una mujer sencilla, comprometida con su realidad y, al mismo tiempo, una mujer profética que hace presente la Palabra y el designio de Dios en la historia humana. La Iglesia y la sociedad han de comprometerse a ofrecer a las mujeres una formación integral que las capacite a desempeñar mejor su misión en la familia, en la sociedad y en la Iglesia. Contemplamos la maternidad como una característica de la excelente misión de la mujer en la transmisión de la vida. La maternidad es no sólo una cualidad biológica, también se expresa en la capacidad de amar, en el compromiso por la transformación social y en el servicio a los hermanos. Es un compromiso eclesial intensificar el diálogo con instancias de gobierno para que se legisle a favor de las madres trabajadoras. La Iglesia misma debe favorecer el protagonismo de las mujeres, abriendo espacios de participación en los ministerios laicales y apoyando a las Asociaciones femeninas que trabajan por los derechos de la mujer. Los varones se ven condicionados por el rol de “proveedor” que les impone la sociedad consumista en que vivimos. Muchos varones se ven afectados por la falta de comprensión, afecto y acogida, incluso en el mismo seno familiar. La Iglesia ve como una prioridad la atención pastoral a los padres de familia. Es necesario denunciar la mentalidad neoliberal que nos obliga a todos a entrar en una frenética competencia consumista y reflexionar respecto a la vocación del varón en la familia, la sociedad y la Iglesia; ofrecer una formación integral a los varones jóvenes y adultos para que asuman sus responsabilidades matrimoniales, la paternidad responsable y su papel como educadores de los hijos. También es necesario favorecer la participación activa de los varones en la Iglesia. Sólo así podremos avanzar en la construcción de una Nueva Sociedad. NOTA: Podemos ampliar esta reflexión leyendo los párrafos 451-463 del Documento de Aparecida.
Apreciados lectores y lectoras: “CRISTO TIENE QUE REINAR”, dice san Pablo a los corintios. Esta es la verdad que celebramos en este domingo, Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. Con esta celebración queremos proclamar que Cristo es lo más importante de la vida, para nosotros, para la tierra y para todo el universo. Jesucristo es Rey del Universo. Pero ya sabemos que no es rey como se entiende este título en el mundo. Basta observar su vida como aparece en los Evangelios, para darnos cuenta que su pretensión era ser rey de otro modo. A Pilato le dijo que su realeza no era de orden mundano; que Él había venido a este mundo para ser Rey es decir para dar testimonio de la verdad, del amor y de la vida. Al contemplar la vida de Cristo, nos damos cuenta del Reino que Él quiere y por el cual trabajó y dio su vida: perdona a los pecadores, cura a los enfermos, invita al amor fraterno, habla de Dios como Padre amoroso, anuncia su reino en el campo, en la montaña, en el lago, en el desierto, en las casas…; le interesan las personas, su vida, su salud, su dignidad. Su proyecto era buscar la unión de todos en el amor de hijos y hermanos, por eso se identifica con todos. Su reinado de amor lo llevó a la cruz en un mundo de odios, de divisiones y rencores. Él reina desde la cruz amando y perdonando. Hay una hermosa alabanza a Cristo Rey que dice: “Tu Reino es vida, tu Reino es amor; tu Reino es gracia, tu Reino es verdad; tu Reino es justicia, tu Reino es paz. ¡Venga a nosotros tu Reino, Señor”. Ahora conviene preguntarnos: ¿qué es y cómo es el Reino de Dios que Jesús predicó e implantó en nuestro mundo? El Reino es descubrir a Jesús. Entrar en el Reino equivale a unirse totalmente a Jesús. Su primera predicación gira en torno al Reino: “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio” (Mc 1,15). Las bienaventuranzas son descripción y programa del Reino que Jesús predicó. El Reino es un don de Dios: nosotros podemos pedirlo como lo hacemos en el Padrenuestro; podemos prepararnos para recibirlo, pero hemos
de aceptarlo como un regalo. En la predicación de Jesús el Reino es, además, una oferta de salvación para todos; es una buena noticia, es un tiempo de regocijo, es como un banquete; todos los pueblos están invitados a participar. El Reino es también un desafío al arrepentimiento que supone apartarse del pecado y abrirse generosamente a la voluntad de Dios. En fin, en la persona y en la misión de Jesús se encuentra el Reino. Algo hermoso del Reino de Dios es que tiene un comienzo discreto, pero su importancia va creciendo cada vez más como lo descubrimos en las parábolas del sembrador, de la semilla que crece por sí sola, del grano de mostaza, de la levadura. La Iglesia tiene el mandato de invocar continuamente la venida del Reino y cumple permanentemente diciendo: “Venga a nosotros tu Reino”. Al mismo tiempo, tiene la obligación de anunciarlo a todas las gentes proclamando su fe en Jesucristo crucificado y resucitado. De esta manera la Iglesia cumple un servicio al Reino, siguiendo el estilo de Jesús mismo: con caridad, humildad y abnegación. ¿Cómo hacer presente el Reino de Dios? El evangelio que se proclama hoy es una indicación clara: estuve hambriento, sediento, era forastero… Cada vez que apagamos una sed, un hambre o una soledad…, hacemos presente y extendemos el Reino de Cristo. El reinado de Cristo se realiza cuando se está cerca del cansado, del desalentado o perdido; cuando se presta ayuda a alguien enfermo o lastimado en su corazón…; cuando se respeta la vida, la fama y la dignidad de toda persona humana, sin distinciones de familia, posición social o ideología…; cuando se vive el perdón con amor. “Cristo tiene que reinar”. Al decir: “Venga a nosotros tu Reino”, ¿nos comprometemos de verdad? ¿Qué podemos hacer para que Cristo reine?
“Y, hasta que nos volvamos a encontrar, que el Señor los guarde en la palma de su mano”. +Luis, Arzobispo de S. Luis P.
Queremos conocer su opinión, escríbanos a: semanariolared@iglesiapotosina.org ó semanariolared@hotmail.com ¡Hola! Mi nombre es Margarita Carrizales, pertenezco a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de la Col. Quintas de la hacienda, y soy asidua lectora de La Red, me encantan los temas y las secciones, me interesa mucho saber las noticias de nuestra Diócesis, lo que está pasando y los temas me iluminan mucho, muchas felicidades a todos los que escriben. Quiero hacerles una sugerencia: escribir sobre las diversas congregaciones de religiosos y religiosas que hay en nuestra Diócesis, conocer sus carismas y apostolados, para que los jóvenes que se interesen puedan conocer la variedad de carismas que hay en nuestra iglesia, así mismo, los laicos podamos conocer si hay otros medios de apostolado donde colaborar. Que Dios los bendiga y el Espíritu Santo los siga iluminando.
Nuestra historia
Sr. Pbro. Juan Antonio Benítez García Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortiz
E
l carácter del Padre Benítez fue recio. Vivía la disciplina en todo lo que hacía. Se levantaba muy de madrugada a rezar y a comenzar su trabajo pastoral con gozosa entrega. Compartió la amistad con sus hermanos sacerdotes: Montejano, Dip, Roger Méndez, Viramontes y Jesús Escobedo entre otros. Una importantísima y numerosa biblioteca, que dicho por la Bibliotecaria del Seminario, la Lic. Victoria Carreón: «completa la de Monseñor Montejano». Ya que compartían la afición por la historia. Las dos bibliotecas fueron donadas al Seminario como signo de gratitud a su Alma Mater. A comienzos del año 2000 fue operado de la columna vertebral y se mantuvo convaleciente durante varios meses, continuando hasta su muerte como Capellán del Santuario de San José. Murió el 18 de julio y fue sepultado el 19 en su amado Santuario. Presidió la Misa exequial Mons. Arturo A. Szymanski Ramírez, acompañado de Mons. Luis Morales Reyes, medio centenar de Sacerdotes y numerosísimos fieles que despedían a un grande pastor. En su homilía Mons. Szymanski dijo: «Cuando era joven acudió a un
(segunda parte)
retiro que dictara un sacerdote y quien como presentación, solo dijo: “soy Sacerdote”. Por ello del P. Benítez podemos decir como mejor despedida: “fue Sacerdote”, “Sacerdote de Cristo” y se debe pensar en las Misas que celebró, en las absoluciones que impartió, en los bautizos que celebró, en las obras culturales que realizó y sobre todo en la fidelidad al servicio y vocación sacerdotal. Como Cristo que dio su vida por nosotros, ofrendada. –Dijo, además-, Esta es la misión de todo cristiano y de manera especial de todo sacerdote, más allá de “nuestro genio y figura”.». Mons. Morales Reyes bendijo el féretro y dijo las oraciones finales de despedida. Así se cerraba el libro de la vida de un grande sacerdote potosino. Esteta: amante del arte, investigador de la historia local. Siempre manifestó un especial cariño a su Seminario Potosino al que siempre dispensó con su ayuda. Fue sepultado en la cripta que él mismo se hizo en la parte baja del Santuario de San José. Sólo le faltaba la fecha de su muerte en su lápida, todo lo previó, Dios le concedió esa gracia como premio a su fecunda y fiel vocación sacerdotal.
Hay que ofrecer lo que tenemos, y también lo que somos T
odo el tiempo va existir alguien que necesite de nosotros. Y cualquier cosa que podamos hacer por los demás, hagámosla.
Los bienes que tenemos y las cualidades que poseemos, fueron hechos para circular. Todo lo que Dios nos ha dado no es para retenerlo, sino para ofrecerlo y ponerlo al servicio de los demás. Muchas veces el temor al fracaso, impide que saquemos a la luz las cualidades que tenemos. También la vergüenza y algo de pereza pueden ser un obstáculo, que impida el poner los carismas al servicio de los demás. Aunque muchas veces el miedo a la crítica nos paraliza. Y terminamos por no hacer nada de aquello que podemos. No olvidemos, que todo lo que hagamos se debe considerar como un servicio. La prioridad no debe ser la búsqueda de recompensa o el reconocimiento de los demás. Es cierto, que como seres humanos necesitamos del reconocimiento y aprecio de los demás. Y que por desgracia, no todos tienen la bondad de apreciar y reconocer otras cualidades que no sean las propias. Pero eso no debe ser un obstáculo, para que hagamos lo que nos toca, y ofrezcamos lo que tenemos. No permitamos que duela el hecho de no agradar a todos como nosotros quisiéramos. No por eso debemos dejar de ofrecer lo que somos y lo que tenemos. Siempre va a existir una persona que pueda necesitar de nosotros. La salvación misma es una oferta de parte de Dios y siempre va existir quien la acepte o la rechace. Pero no por eso, deja el Señor de invitarnos a gozar de su Reino. Y si Dios nos ofrece siempre la salvación y con poca respuesta; nosotros debemos ofrecer lo que somos y lo que tenemos, aunque no siempre obtengamos la respuesta que quisiéramos.
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Diferencia entre votos religiosos y orden Sacerdotal Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez colunga46561@hotmail.com
Queridos lectores: Ya lo hemos dicho, la profesión religiosa se abraza mediante los votos; éstos pueden ser temporales o perpetuos. La profesión temporal se hace por un tiempo fijado por el propio Derecho, no menos de tres años ni mayor de seis.
Esquela regaron H Por P. Kino
ace unos días apareció una esquela donde leí: “Pepe Mendoza ha participado de la muerte de Jesucristo y ahora resucita con Él para siempre”. Obviamente me sorprendí, pues según mis sencillos conocimientos de teología, Jesús es el primer resucitado de entre los muertos, María es la primera resucitada de la Iglesia, y ahora también Pepe Mendoza. Pensé escribirle o hablarle por teléfono al Papa Benedicto XVI para que lo pusiera en el Catecismo como una “fe de erratas”, pero después reflexioné que tal vez no era la intención de quien escribió la esquela, y tal vez quiso decir “y un día resucitará con Él para siempre” (no ahora). Aprovechando este escrito del periódico, comento que la resurrección consiste en la unión del alma con el cuerpo de los que ya murieron, para resucitar como Jesús. ¿Cuándo será esto? El día del juicio final, del que obviamente no sabemos ni el día ni la hora. Las almas de los que ya murieron por la misericordia de Dios y sus buenas obras, ya están gozando de la vida de la vida eterna. Pero si el cuerpo sirvió para hacer el bien también tendrá que gozar de su Señor, pero si sirvió para hacer el mal, tendrá que sufrir. Esto sucederá en el día final. De manera muy “macarrónica” en esto consiste la resurrección. Así pues tengamos cuidado al hacer esquelas, para que en ellas manifestemos lo real, y no por escribir muy “rimbombante” cometamos algunos errores. No solo las esquelas pueden tener errores o cosas curiosas; también los epitafios, o escritos que se inscriben en las lápidas de las tumbas, han sido ocasión de soltar algunas pequeñas sonrisas de los lectores, he aquí algunos ejemplos: - “Aquí yace… murió” - “Aquí descansa Pancracio, buen esposo, buen padre, mal electricista casero” - “Q.E.P.D. Amelia. En recuerdo de todos tus hijos (menos Ricardo que no dio nada)” - “Q.E.P.D. Patricia. Señor, recíbela con la misma alegría con la que yo te la mando” Su esposo. - “Aquí yaces y yaces bien, tú descansas y yo también” Tu yerno. - En la tumba de un médico: “Aquí yace uno por quien yacen muchos en este lugar” PD: - El nombre de Pepe Mendoza es imaginario. - La esquela la vio un amigo y lo constaté directamente en el periódico que lo publicó. - Mi amigo me pidió que escribiera algo en La Red y con gusto lo hago. - Saludos a mi amigo… - “Aquí yace… acabó el artículo”.
Después de ese tiempo, el religioso pide de manera espontánea hacer su profesión perpetua y si es juzgado de idóneo por el superior se le concede, de lo contrario tendrá que abandonar el instituto o si se estima conveniente se puede prolongar su período vinculado por sus votos temporales, en un tiempo no mayor a nueve años. Para la validez de la profesión temporal, es necesario tener 18 años cumplidos y haber hecho el noviciado, ser admitido por el superior con la aprobación de su consejo. Además, que el voto haya sido emitido sin violencia, miedo grave o dolo y ser recibido por el superior legítimo o por medio de otro. Para los votos perpetuos, deben de cumplirse los requisitos anteriores, pero en el caso de la edad, deben de tener 21 años y un tiempo previo de profesión temporal de al menos tres años, aunque se puede hacer una excepción de no menor de un trimestre. La profesión perpetua debe anotarse en el libro de bautismos. El voto puede ser también público o privado. Es público, cuando lo recibe un superior legítimo en nombre de la iglesia. Los privados son emitidos sólo ante Dios. Hay también solemnes y simples. Las obligaciones del religioso son: Tener como pauta de vida el seguimiento de Cristo propuesto por el Evangelio y expresado en las Constituciones. La contemplación y la unión a Dios en la oración, y el sacrificio eucarístico, la adoración al Santísimo Sacramento, la lectura de la Escritura, la oración mental, la celebración de la Liturgia de las Horas y el culto especial a la Santísima Virgen, sobre todo a través del rosario, y el retiro espiritual.
(2a. parte) El examen de conciencia y el recurso frecuente de la penitencia; llevará vida en común en la propia casa religiosa; la discreción en el uso de los medios de comunicación social; la observación de la clausura adecuada al carácter y a la misión del instituto; dejará los bienes patrimoniales antes de la primera profesión perpetua; todo lo que el religioso adquiere con su trabajo profesional o a título del instituto es para este último, así como cualquier bien que reciba en concepto de pensión o seguro. Llevar el hábito de su instituto, como signo de consagración y como testimonio de pobreza. El instituto le proveerá de todo lo necesario de acuerdo con las Constituciones para alcanzar el fin de su vocación. Los religiosos no deberán aceptar sin permiso del superior cargos u oficios al margen de su instituto. Lo más importante del religioso como apóstol es dar testimonio de su vida consagrada. Como ven, el voto del religioso tiene toda una estructura y formalidad a diferencia de la promesa que emite el sacerdote en el momento de su ordenación, que veremos la semana que entra.
Agua en las montañas
S
í, en las cumbres, porque ahí está la Divina Providencia. Por eso allá vive gente. ¡Qué maravilla de Dios! Pero todo esto que existe, lo demuestra. Y los árboles de los campos, huertos y cerros. ¿Quién los riega? Porque siempre están verdes. La brisa de Dios y la humedad del agua que conserva el seno de la tierra, desde que llueve. ¿De dónde se saca para regar; hacer que las aguas bañen todo el mundo y para todos los seres vivientes? Su Divina Providencia lo sabe. ¿Qué hiciéramos sin agua? moriríamos, no habría alimentos ni frutos. Yo insisto: Valoramos muy poco el amor de Dios para nosotros.
ÁREA INTELECTUAL
Ecumenismo E
¿Quién sin alguna materia, puede fabricar un vaso de agua? Ni gota. Agua significa poder y amor de Dios, como todo lo que existe y vemos. Mala la comparación. Pero muchas veces nos parecemos a los seres irracionales, que comen y beben, pero no saben quién ni cómo se lo da.
Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
n el caminar como discípulos misioneros, nos encontraremos con diversas experiencias; un fenómeno actual es la aparición de mayor número de sectas de confesión cristiana, producto de la movilidad humana (DA 231) ¿Qué hacer ante ellas? ¿Cómo responder a los interrogantes que presentan? Para esto es necesario que comprendamos lo que significa ecumenismo. ¿Qué es Ecumenismo? Es toda iniciativa para una mayor unidad y cooperación entre las confesiones cristianas basada en el diálogo. No es lo mismo que diálogo interreligioso, pues este se refiere a los esfuerzos por lograr mayor cooperación con las grandes religiones: judaísmo, islamismo. El progreso de la conciencia ecuménica en el ámbito de la Iglesia católica. En todo el mundo el decreto Unitatis redintegratio ha contribuido a una mejora radical de las actitudes católicas con respecto a los demás cristianos; se ha superado en gran parte la actitud polémica que predominaba en el pasado. Los católicos han adoptado una actitud positiva en lo que atañe al compromiso ecuménico. Desean conocer más a las otras Iglesias y comuniones cristianas, y por lo general están dispuestos a participar en actos y encuentros ecuménicos, especialmente cuando se trata de orar juntos por la unidad. El ecumenismo espiritual es una actividad muy generalizada. Además de la Semana
de oración por la unidad de los cristianos, que sigue siendo el momento principal de la actividad ecuménica, casi por doquier se han multiplicado las celebraciones comunes de las más importantes fiestas y conmemoraciones litúrgicas, así como de las festividades civiles, nacionales o locales.
Señor, que seamos siempre agradecidos con tu poder y con tu amor.
La organización del ecumenismo El concilio Vaticano II encomendó de modo especial a los obispos el compromiso ecuménico. El Directorio para la aplicación de los principios y las normas sobre el ecumenismo recomienda la creación de comisiones ecuménicas en cada Diócesis, así como en el ámbito nacional y regional, o al menos la designación en cada Diócesis de un delegado que se encargue de promover el espíritu ecuménico y las relaciones intereclesiales. En un mundo que ha cambiado mucho durante los años que han pasado desde el concilio Vaticano II, la actitud católica con respecto al restablecimiento de la unidad está impregnada de un realismo nuevo. Hoy resulta más claro que nunca que el ecumenismo sólo se puede promover sobre una sólida base doctrinal y un riguroso diálogo entre los cristianos separados. Sobre todo, se comprende cada vez mejor que sólo se puede trabajar en favor de la unidad con una espiritualidad convincente y profunda, una espiritualidad de esperanza cristiana y valentía.
C
No te awuites camarada (agüites; acuites)
uando sentimos nostalgia de algo o alguien o al reprobar un examen, al saber que algo no nos salió bien o como pretendíamos, solemos bajar el ánimo, tendemos a sentirnos tristes, a agüitarnos. En pocas palabras nos lamentamos por ese hecho o peripecia. Pero para salir de ese momento contamos las penas, o nos da por gritar para sacar todo eso que nos tiene como presos. Quiríto, are. (Lamentar, gemir o gritar.) Es la voz latina que da vida a nuestro agüitarse. ¡No te acuites!; ¡no te agüites! O sea no te lamentes, no gimas. La formación de esta palabra es probablemente la unión de a como elemento de modo funcional, y no como a, elemento de negación, así tenemos varias palabras: adelante, avance. Muy contemporáneamente, se ha mutado en su aspecto morfológico, por awuites, pero este cambio se debe más a la expresión y uso coloquial, juvenil; que a otra situación de nuestra propio lenguaje. Y bien lo de camarada es a grandes rasgos porque entre los amigos o compañeros, se sienten pertenecientes a una misma camada, un misma ideología.
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Los libros y sus autores Jeremy Rifkin Barcelona Paidós, 201, 400 pág.
La tercera revolución industrial
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a revolución industrial impulsada por el petróleo y por otros combustibles fósiles, está llegando a un final peligroso. El precio del gas y de los alimentos aumenta, el desempleo continúa siendo elevado, el mercado inmobiliario está saturado, la deuda de los consumidores y de los Estados está descontrolada y la recuperación económica es cada vez más lenta. Para hacer frente a un segundo colapso de la economía global, la humanidad necesita urgentemente una estrategia económica sostenible que nos conduzca al futuro.
En este libro Jeremy Rifkin expone con la tecnología de Internet, con las energías renovables dará lugar a una nueva y potente. La tercera revolución industrial. En el futuro centenares de millones de personas producirán en sus casas, en sus oficinas y en sus fábricas su propia energía verde y compartirán unas con otras una “Internet energética”, del mismo modo en que ahora creamos y compartimos información en línea. Rifkin describe que habrá pilares de la tercera revolución industrial y que crearán miles de nuevos negocios y millones de empleos, lo cual traerá consigo un reordenamiento fundamental de las relaciones humanas desde el poder jerárquico hasta el poder lateral, que influirá en la manera en que dirigimos a las empresas, educamos a nuestros hijos y nos implicamos en la vida pública. La tercera revolución industrial es un relato desde dentro de la gran próxima era económica, que aporta además una atenta mirada a las personalidades y los actores (jefes de Estado, consejeros, delegados de grandes empresas globales, emprendedores sociales y ONG) que iniciarán su puesta en marcha en todo el mundo.
JEREMY RIFKIN (1943, Denver Colorado) sociólogo, economista, escritor, orador, asesor político y activista estadounidense. Licenciado en Economía por la Escuela Wharton de Finanzas y Comercio de la Universidad de Pensilvania, profesor de la misma. Algunas de sus obras: El fin del trabajo (1995); El siglo de la biotecnología 1999; La era de acceso, 2000; La civilización empática, 2010;
Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI explicó que Dios ha dado a todos los hombres el don de la caridad, del amor que cada ser humano debe hacer dar fruto para darle sentido a la existencia. Meditando sobre la parábola de los talentos, el Santo Padre dijo que “Dios llama a todos los hombre a la vida y les da talentos, confiándoles al mismo tiempo una misión que cumplir. Sería de necios pensar que estos dones son merecidos, así como renunciar a demostrarlo sería un retroceso en el objetivo de la propia existencia”. CIUDAD DEL VATICANO.- Ante la crisis e incertidumbre del mundo, sin caer en el desaliento y las ideologías, con Cristo, seamos instrumentos visibles del amor de Dios. Benedicto XVI recibió este mediodía a los participantes en el encuentro, que el Pontificio Consejo “Cor Unum” ha organizado en este Año del Voluntariado. El Papa empezó agradeciendo a los millones de voluntarios católicos: «Deseo expresarles mi profunda gratitud, que extiendo, a los millones de voluntarios católicos, que contribuyen constante y generosamente, a la misión caritativa de la Iglesia en todo el mundo. En el momento presente, marcado por la crisis y la incertidumbre, el compromiso impulsa con razón la confianza, porque muestra que la bondad sincera existe y que está creciendo en nuestro alrededor. Sin duda la fe de los católicos se refuerza viendo el bien que se hace en nombre de Cristo».
Iglesia en México MÉXICO.- El anuncio de la posible visita del Papa Benedicto XVI a México para el año 2012 fue saludado y aplaudido por los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), quienes celebraron su 92º asamblea plenaria la semana pasada. El Obispo auxiliar de Texcoco y secretario general de la CEM, Mons. Víctor René Rodríguez, afirmó que el Papa no visitaría la ciudad de México “por la altura, que significa un problema para su salud”. A través de Twitter, Mons. Aguiar Retes señaló que la visita a México por parte del Santo Padre “es una gran noticia que nos llena de alegría, que se nos ha comunicado”. GUADALAJARA.- Radio María se renueva para reconquistar a su audiencia. El Padre Rubén Ponce de León Murillo, sacerdote de la Diócesis de Tabasco, nuevo director, dice que “La Radio tiene que refrescarse para que realmente impacte y recobre a otros sectores de oyentes. No podemos conformarnos con los que ya tenemos, sino que debemos de ampliar nuestro auditorio. “Los primeros destinatarios de Radio María son personas solas: ancianos, enfermos que permanecen en casa mientras sus familiares trabajan; las personas en los hospitales; quienes están en las cárceles; los que van manejando, ya sea de manera particular o en el transporte público, como los taxistas y camioneros, entre otras personas. Lo que deseamos es ampliar esa audiencia y llegar más a los jóvenes, a la gente de pensamiento crítico que le gusta escuchar radio de altura, siempre bajo la ortodoxia de la Iglesia. Por eso cuidamos que nuestra programación no siembre dudas respecto a la fe. SAN LUIS POTOSÍ.- Estamos listos para recibir las reliquias del Beato Juan Pablo II. Éstas llegarán primero a la Parroquia de Santa Catarina (Rioverde) el 4 de diciembre a las cinco de la tarde, posteriormente se trasladarán a San Luis Potosí, donde serán recibidas por el Sr. Arzobispo en el Atrio del Santuario de Ntra. Sra. de Guadalupe y para peregrinar hacia la Catedral, lugar donde estarán, desde las diez de la noche hasta el día siguiente, expuestas para su veneración. Durante este tiempo habrá vigilia y por supuesto eucaristías, especialmente la presidida por Don Luis Morales a las doce del día 5 y concelebrada por el presbiterio potosino.
¡Pecados de omisión… Juzgados por lo que no hicimos! “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver” (Mt 25,31ss).
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l Evangelio de este domingo, el último del año litúrgico, es un evangelio de gran solemnidad, sencillo y pedagógico. Tiene un lugar privilegiado en el Evangelio de San Mateo, por ser la última pa-labra de Jesús en forma de discurso. De hecho, es el “cierre” del quinto y último de sus sermones, el cual trata sobre las cosas finales, sobre la escatología. Al igual que el primero, este último discurso Jesús lo pronuncia desde una montaña: el monte de los olivos, de cara a la colina del Templo de Jerusalén. Algunos señalan que esta última palabra de los discursos de Jesús, sobre el juicio final, tiene muchos elementos en común con sus palabras iniciales: las bienaventuranzas. Un mínimo de curiosidad nos permitirán admirar la singularidad de estas dos piezas: las bienaventuranzas, como inicio de toda la predicación de Jesús, y el juicio de las naciones, como la conclusión de todos los discursos de Jesús. Ambos textos son, de alguna manera, muy mateanos, es decir, no existen en los otros evangelios; pues incluso las bienaventuranzas tiene una forma muy propia, distinta a la de San Lucas. Ambos son un programa de vida. Lo general de algunas bienaventuranzas, se vuelve concreto y comprensible en esta fotografía hablada del juicio final. Pues se orienta a una práctica muy específica. Los bienaventurados del inicio del sermón de la montaña, son los benditos del Padre celestial de la conclusión de este discurso final. Así como Jesús se sienta en lo alto del monte, así el último discurso habla del hijo del hombre que se sienta en
su trono de gloria para juzgar. Ambos textos hablan de quien tiene hambre (incluso sed), igualmente hacen referencia al beneficio de una herencia. Es decir, los dos textos parecen corresponderse, los cuales parecen encontrar su síntesis en la quinta bienaventuranza: Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Por otra parte, las bienaventuranzas y el juicio de las naciones, bien pueden ser considerados representativos de toda la enseñanza cristiana; prácticamente son la síntesis del espíritu y de la ética del Evangelio según San Mateo. Ambos textos serán imprescindibles en la gran misión a lo que son enviados los apóstoles: hagan discípulos a todas las naciones… enseñándoles a guardar todo cuanto yo les he instruido. Interpretado en el contexto presen-
te, el juicio de las naciones desafía fuertemente el examen de conciencia que hacemos hoy en día, pues nuestra confesión apunta regularmente a lo que hemos hecho mal y no a todo el bien que hemos dejado de hacer. Ateniéndonos a esta solemne enseñanza de Jesús, el juicio personal no versará sobre las cosas que hemos hecho mal, sino sobre las cosas buenas que omitimos hacer, es decir, el juicio se centra exclusivamente en los
pecados de omisión. Esto recuerda la anterior parábola, pues justamente de los tres siervos que recibieron talentos, el que fue arrojado fuera no fue quien hizo una obra mala, sino quien dejó de hacer el bien que podía, es decir, en lugar de invertir se replegó. No fue reprobado por obrar cosas malas, sino por no haber sido audaz y arriesgado para hacer el bien.
RETIRO DE ADVIENTO PARA CATEQUISTAS 2011
Domingo 27 de noviembre en la Casa de la Acción Católica
Horario: 9:00 llegada – inscripción – animación. 9:30 Tema: Jesucristo enviado del Padre, es el Primer misionero (Pbro. Darío Martín) 10:30 Lonche (Lleva un lonche para compartir). 11:15 Animación. 11:30 Hora Santa (Pbro. Erasmo Valero) 12:30 Ambientación – preparación a la Eucaristía. 13:00 Eucaristía (Preside Pbro. Juan Martínez Vega)
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En octubre, la comunidad de San Antón de los Martínez, acompañados por su Párroco, el Padre Lucio vivió con gran agradecimiento y fe, una Vigilia de Espigas, en la que agradecieron a Dios Padre, todas las bondades que de Él han recibido.
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Fiesta en honor al
“Señor de la Expiración” Por Luz Elena González
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n un gran ambiente de alegría, la Comunidad de El Granjenal, Mpio. de Villa Juárez, SLP, celebró su fiesta Patronal venerando al “SEÑOR DE LA EXPIRACIÓN”. La comisión de festejos, mayordomos, comerciantes, ejidatarios, deportistas, y comunidades que integran la Parroquia, así como los fieles de la comunidad, le dieron gran realce a la fiesta, con las tradicionales entradas de cera, acompañadas de música, cohetes, carros alegóricos y danzas, quienes llevaron su ofrenda al Santo Patrón y participaron de la Eucaristía durante la
novena, en donde también un grupo de niños participaron por primera vez del Banquete Eucarístico. Con gran entusiasmo y devoción los fieles de la Parroquia cada día de la fiesta, acudieron al templo para llevarle mañanitas con la música tradicional del lugar al Señor de la Expiración. Para culminar con la fiesta el domingo 6 de noviembre, se tuvo una Concelebración Eucarística presidida por el Vicario General Monseñor Antonio Torres Herrera y Sacerdotes que acompañaron al Sr. Cura Domingo Tenorio, párroco del lugar.
También en esta concelebración decenas de jóvenes recibieron el Sacramento de la Confirmación reafirmando así su fe en Cristo Jesús. Hermosas y elocuentes palabras dirigió Monseñor recordándonos cuánto es el amor de nuestro Señor Jesucristo por nosotros, que expiró en una cruz por nuestra salvación, y que no nos deja solos en ningún momento, ya que su Espíritu siempre está con nosotros.
Fiesta en honor a San Diego de Alcalá
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on una hermosa Eucaristía Concelebrada y presidida por el Sr. Arzobispo Don Luis Morales Reyes, el Sr. Cura Juan Genaro Ruíz Castellanos y Sacerdotes invitados, la comunidad de San Diego, Mpio. de Rioverde, SLP, honró a su Santo Patrón San Diego de Alcalá. …”Pongamos a trabajar los talentos que Dios nos ha dado a cada uno, no vaya a ser que el Señor nos llamé para que le demos cuentas y vayamos con las manos vacías, no seamos como el siervo flojo y perezoso, seamos más bien como los siervos trabajadores, que pusieron sus talentos a trabajar y entregaron ganancias, Dios nos ha dado la vida, ¿qué estamos haciendo de ella?, nos ha dado habilidades, ¿las ponemos al servicio de los demás? Tenemos un gran ejemplo: San Diego de Alcalá, que trabajó sus talentos hasta el último día de su vida”.
A la Eucaristía acudieron fieles de las comunidades que integran la Parroquia, se contó también con la presencia del Presidente Municipal de Villa Juárez, así como miembros del Cabildo. Por la noche se tuvo una bonita serenata con banda y la quema de un grande y hermoso castillo de pólvora y multitud de fuegos pirotécnicos, culminando con las mañanitas en el templo al SEÑOR DE LA EXPIRACIÓN.
Por Luz Elena González
Bonitas palabras que a la luz del Evangelio dirigió el Sr. Arzobispo a los cientos de fieles que se congregaron en el templo bellamente adornado. Y para adornar más esta fiesta, 112 jóvenes recibieron el Sacramento de la Confirmación, a quienes el Sr. Arzobispo invitó a crecer en la fe, y a pedir la luz del Espíritu Santo para ser personas de bien. También se tuvo durante la novena en honor a San Diego, entradas de cera de las comunidades que conforman la parroquia, así como de la cabecera parroquial, acompañados con danzas y carros alegóricos. Por la tarde se tuvo la tradicional Peregrinación para culminar con la Eucaristía y darle gracias a Dios y a San Diego de Alcalá por todos los bienes recibidos.
NOVIEMBRE 20 DE 2011
“Queremos cooperar en una educación integral en México”
Felipe de J. Monroy González (SIAME)
Mons. Alfonso Cortés y Mons. Víctor Rodríguez hablando sobre la situación de la educación en el país
Los obispos mexicanos reunidos en la 92 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Mexicana
A
nte una “crisis antropológica” en la sociedad mexicana, fruto de “una forma de cultura que lleva a dudar del valor de la persona humana”, los jerarcas nacionales reunidos en la 92 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se plantearon el reto de analizar la situación de educación en el país y así “dar un paso decidido a brindar a la sociedad una propuesta educativa desde nuestra visión de fe, y dar cumplimiento de nuestra misión y testimonio del enorme aporte que es la riqueza de la Evangelización para nuestros pueblos”. Se trata de una “emergencia educativa” en el país a la que los obispos quieren dar respuesta pues “nos damos cuenta de que nuestro Ministerio Episcopal debe ser un ministerio de pedagogo del Pueblo de Dios”. Sin embargo, rechazaron que entre los mecanismos para dar rostro a esta respuesta se encuentre el deseo de ofrecer educación moral y religiosa en las escuelas públicas: “la Iglesia no pretende ir a dar clases a las escuelas; nosotros, los obispos no vamos a pedir nunca ir a dar clases a las escuelas; lo que nosotros pretendemos es cooperar, ayudar desde nuestra misión de pastores a que la educación sea integral”, sentenció Mons. Alfonso Cortés Contreras, obispo de Cuernavaca y responsable de la dimensión pastoral educativa de la CEM.
Los Señores Obispos asistentes a la 92 Asamblea de la Conferencia Episcopal Mexicana
Pero acotó que la educación debe entender a la persona humana integralmente y reconocer el derecho humano a la religión: “en una educación democrática y en el verdadero concepto de la educación, esto [el derecho a la religión] debe ser un derecho humano reconocido, de tal manera que si los padres de familias piden educación religiosa para sus hijos, el Estado o una escuela, que debe ser laica, no debe ser antirreligiosa y los padres de familia tienen todo el derecho natural y humano para pedir educación religiosa para sus hijos”. Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, obispo auxiliar de Texcoco y secretario general de la CEM, insistió en que “los obispos mexicanos no estamos interesados en hacer un cambio constitucional respecto a la educación laica en nuestro país. Tenemos una muy amplia posibilidad, tarea y responsabilidad en la educación que no se limita a la educación en cuanto a enseñanza de religión y en el sistema escolarizado, sino que se refiere a una evangelización más amplia en todo el ámbito donde los mexicanos nos desenvolvemos”.
Esta semana, los obispos recibirán los estudios y las perspectivas de varios analistas y especialistas en el rubro educativo y al final de la semana ofrecerán un documento conclusivo entorno a qué quiere la Iglesia católica para la educación de los mexicanos.
Santa Cecilia, Mártir romana
Por Pbro. Efraín Moreno Aguirre
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MONEYBALL: El juego de la fortuna
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l baseball, un deporte apasionante. En total acuerdo con que sea llamado el “rey de los deportes”. Cada jugada, cada lanzamiento, cada bateo, marcan diferencia en un juego en el cual, nada está dicho hasta que se cierra la pizarra. Esto no se acaba hasta que se acaba y es lo espectacular de un juego como el baseball. Pareciera que cada partido de tu equipo favorito fuera una película con un final impredecible.
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anta Cecilia, vírgen y mártir romana, se cree que nació en la primera mitad del Siglo III en el seno de una ilustre familia patricia, y que fue casada contra su voluntad con un joven pagano llamado Valerio.
Cecilia logró que su marido respetara su virginidad y se convirtiera al cristianismo. Valerio fue bautizado por el papa Urbano, y, junto con su hermano Tiburcio, también convertido, dio sepelio a los mártires de la persecución de Turco Almaquio. Denunciados por esta práctica, ambos hermanos fueron decapitados. En seguida la policía arrestó a Cecilia y le exigió que renunciara a la religión de Cristo. Ella declaró que prefería la muerte antes que renegar de la verdadera religión. Mientras la torturaban, ella cantaba. Como la tortura no funcionaba, le cortaron la cabeza. Cecilia pasó tres días en agonía, profesando su fe. No pudiendo decir ni una palabra, expresó con los dedos su credo en Dios uno y trino (este detalle de sus dedos quedó reproducido en la escultura de mármol que a continuación se menciona). El culto de Santa Cecilia se difundió ampliamente a causa del relato de su martirio, que la ensalza como ejemplo de la mujer cristiana. Una frase del acta de su martirio, según la cual cantó durante el tormento, le valió ser patrona de los músicos. Las agrupaciones musicales, coros y orquestas la celebran como patrona el 22 de noviembre. La Iglesia de Santa Cecilia en Trastevere, Roma, conserva una estatua de mármol de la santa, del escultor Stefano Maderno. Se cuenta que, en 1599, se permitió ver el cuerpo de Santa Cecilia al escultor Maderno, quien esculpió una estatua de tamaño natural, muy real y conmovedora. “No estaba de espaldas como un cadáver en la tumba -dijo más tarde el artista- sino recostada del lado derecho, como si estuviese en la cama, con las piernas un poco encogidas, en la actitud de una persona que duerme”. La estatua se encuentra bajo el altar próximo al sitio en el que se había sepultado nuevamente el cuerpo en un féretro de plata. Sobre el pedestal de la estatua el escultor puso la siguiente inscripción: “He aquí a Cecilia, vírgen, a quien yo vi incorrupta en el sepulcro. Esculpí para vosotros, en mármol,
esta imagen de la santa en la postura en que la vi.” Sobre la incorruptibilidad del cuerpo de la Santa, el Cardenal Baronio, historiador y cardenal italiano, fue testigo ocular directo del prodigio. Sus palabras, descritas con gran emoción, no dejan lugar a dudas sobre el hecho: “Yo vi el arca, que se encerró en el sarcófago de mármol y dentro, el cuerpo venerable de Cecilia. A sus pies estaban los paños empapados en sangre, y aún podía distinguirse el color verde del vestido, tejido en seda y oro, a pesar de los destrozos que el tiempo había hecho en él. Podía verse, con admiración, que este cuerpo no estaba extendido como los de los muertos en sus tumbas. Estaba la castísima vírgen recostada sobre el lado derecho, unidas sus rodillas con modestia, ofreciendo el aspecto de alguien que duerme, e inspirando tal respeto, que nadie se atrevió a levantar la túnica que cubría el cuerpo virginal. Sus brazos estaban extendidos en la dirección del cuerpo, y el rostro un poco inclinado hacia la tierra, como si quisiese guardar el secreto del último suspiro. Sentíamonos todos poseídos de una veneración inefable, y nos parecía como si el esposo vigilase el sueño de su esposa, repitiendo las palabras del Cantar: No despertéis a la amada hasta que ella quiera”. Ya desde el siglo XIV o XV se representaba a Santa Cecilia en la pintura y las artes con un instrumento musical (generalmente un órgano), acercándola así más a la música. Cuando en 1585 se fundó la Academia de la Música en Roma, Santa Cecilia fué declarada patrona de esa institución. Así, su veneración como patrona de la música se volvió universal.
“Moneyball: El Juego de la Fortuna”, dirigida por Bennett Miller – responsable del galardonado filme “Capote”- y protagonizada por Brad Pitt, Jonah Hill, Philip Seymour Hoffman, Robin Wright, Chris Pratt y Kerris Dorsey, es un filme que, justamente, asemeja un auténtico homerun al estilo de Babe Ruth: fuerte, sólido, preciso y contundente, con la emoción que conlleva todo cuadrangular. Como una cinta sobre el universo del baseball, es excelente, pero incluso va más allá de ser “otra más” sobre temas deportivos. El argumento de “Moneyball” describe historias humanas y de gran valor. Las cualidades personales y profesionales de cada jugador, el verdadero valor del baseball por encima de lo monetario y reflejos de pasión, son elementos básicos que hacen de esta cinta, una digna merecedora de anillos de campeón y que narrativamente tenga mucha pasta ganadora. Basada en la novela “Moneyball: El arte de jugar un juego injusto”, escrita por al autor norteamericano Michael Lewis y publicada en el año 2003, el filme narra un episodio en la vida real de Billy Beane, gerente general de los Atléticos de Oakland en las Ligas Mayores de Baseball. Beane quiere lo mejor para su equipo mientras se ve envuelto en un sistema de competencia donde existen equipos ricos, pobres y los inservibles. Beane cree que pertenecen a este último grupo. Su racha perdedora ha crecido y Beane comienza una seria reestructuración del plantel. Con base a un particular sistema de draft propuesto por su asesor Peter Brand, podrían comenzar a ver resultados, pero ¿será suficiente? Con un guión estupendo, firmado por los experimentados Steven Zaillian y Aaron Sorkin, el director Miller logra un filme redondo, dotado de profundidad sin llegar a lo solemne, equilibrado y con secuencias genuinas, capaces de acercarte aún más con sus personajes. De forma magistral, Brad Pitt personifica a Billy Beane, mostrando sus miedos, frustraciones, obsesiones y su hambre de triunfos. “Moneyball”, una película que bien podría ganar una Serie Mundial y que será recordada por mucho tiempo. Indispensable.
NOVIEMBRE 20 DE 2011
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Qué hombre tan amargado! – exclamó una vez una dama de cierta edad señalando con el dedo a un compañero al que yo estimaba-. ¿Qué traumas habrá sufrido en su infancia para haber perdido de tal modo el gusto de vivir? ¡Los traumas de la infancia! Sí, he oído hablar de ellos, pero no me convencen ni mucho ni poco. ¿Por qué debemos ir hasta la infancia de un hombre para explicarnos su mal humor de hoy? ¿Y si la infancia, por lo menos en el caso de este conocido mío, no tuviera nada que ver? ¡Ir tan lejos cuando la causa podría estar tan cerca! Pero yo conocía la razón de ese permanente mal humor, de esa amargura: este amigo sufría a causa de su jefe, un déspota que trataba a sus empleados como le daba la gana. ¡Ya sólo faltaba que les exigiera a todos bolearle los zapatos! Además, el ambiente de trabajo es, en aquella oficina, atroz y deprimente: allí todos envidian a todos y se ponen zancadillas los unos a los otros por el puro placer de ver cómo caen de la gracia de su superior, para observar cómo se despeñan y se rompen la cabeza. Cada día de trabajo transcurre casi siempre entre gritos, susurros y rumores, y, por lo que he podido saber, nadie está seguro de que mañana seguirá conservando el puesto que tenía apenas el mes pasado. Ahora bien, ¿quién no va a amargarse en un ambiente rancio como éste? Yo conocía pormenorizadamente esta triste historia. Por eso me reí en silencio de las suposiciones de aquella señora que, por haber tomado un curso relámpago de psicología, ahora me hablaba de traumas infantiles y actos fallidos. Sí, los humanos somos muy propensos a generalizar y a elaborar hondas teorías que se vienen abajo justo en el momento en que comprendemos que las cosas no eran como pensábamos. De esta manía elucubradora se burló Alain (1868-1951), el filósofo francés, al escribir así en uno de sus Propos sur le bonheur: “Cuando un bebé llora sin consuelo, la nodriza suele hacer las más ingeniosas suposiciones respecto a este joven carácter y a lo que le gusta o disgusta; invocando incluso la herencia, ya reconoce al padre en el hijo. Estos ensayos de psicología se prolongan hasta el momento en que la nodriza descubre el alfiler, causa real del llanto”.
¡Ah, era eso! ¡Había un alfiler entre los pañales! Y pensar que la nodriza ya empezaba a sospechar ciertas cosas… El hombre, según se ha dicho aquí y allá, es un filósofo que se ignora a sí mismo. Yo de esto nada sé. Lo que sí sé, en cambio, es que muchas veces, en lugar de buscar el alfiler, se pone a concebir graves y hondas teorías cuyo fundamento es más que dudoso. Una vez se quejaba conmigo un dentista diciéndome: “¿Por qué la gente ya casi no me busca para arreglarse los dientes? Las nuevas generaciones son ya muy descuidadas. ¡En qué tiempos tan tristes nos han tocado vivir!”, etcétera. Pero no; por lo menos aquí no se trataba de los tiempos: era que este dentista tenía fama de trabajar sin anestesia –para ahorrarse un dinerito-, y la verdad es que sus pacientes lo que menos querían en su consultorio era ponerse a tomar lecciones prácticas de estoicismo. El 4 de julio de 1765, Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799) estaba quitadísimo de la pena leyendo un libro cuando de pronto… Pero dejemos que sea él mismo quien nos cuente lo que pasó aquella vez: “Leía, cuan-
do, de pronto, la mano que sostenía el libro se movió imperceptiblemente y esto hizo que recibiera menos luz. Entonces pensé que una nube espesa debía estar pasando de frente al sol y todo me pareció más oscuro, por más que no había perdido nada de luz”. Y concluye el pensador alemán: “Con frecuencia sacamos nuestras conclusiones de esta forma: buscamos en la lejanía causas que muchas veces están junto a nosotros”. “¡Oh! –hubiera exclamado otro que no fuera él-. El cielo se está nublando. Acaso llueva toda la tarde. ¡Y maldita la gana que tengo de que llueva esta tarde!”. Pero no, el cielo no se nublaba: era el ángulo de su cabeza lo que había variado, produciendo en la página del libro una sombra que en el cielo no existía. Yo me entretenía recordando estas palabras mientras aquella señora se quejaba de mi amigo. ¿Y por qué había que ir tan lejos -¡nada menos que hasta los traumas infantiles!- para buscar las causas de su amargura, puesto que éstas estaban casi al alcance de la mano? ¡Era el ambiente en el que se movía el que lo sacaba de sus casillas y lo ponía de mal humor! De modo que, una vez aireado ese ambiente, ¡adiós traumas infantiles!
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Los humanos somos muy propensos a generalizar y a elaborar hondas teorías que se vienen abajo justo en el momento en que comprendemos que las cosas no eran como pensábamos.
Además, convendría no olvidar la lección que las semillas nos imparten todos los días. ¿Qué lección? Ésta: que no es posible crecer y desarrollarse en cualquier terreno. Una semilla de arroz, por ejemplo, jamás crecerá en el desierto, ni una semilla de mostaza en el frío de la tundra. Cada semilla, para crecer, necesita estar, por decirlo así, en su ambiente. “Hay que florecer donde Dios nos ha plantado”, dice una frase que aceptamos sólo por el hecho de que Dios es un buen sembrador que no se equivoca nunca, aunque por lo demás bien podría ser cursi y hasta falsa. ¡Un grano de trigo, por más que quiera hacerlo, jamás dará nada de sí, si es sembrada en los hielos polares! Y bien, tal es lo que había sucedido con mi amigo: que sencillamente no estaba en su elemento. ¿Y cómo, entonces, iba a crecer y a desarrollarse? “La impaciencia de un hombre –vuelve a decir Alain- tiene a veces por causa el haber estado mucho tiempo de pie; en vez de razonar contra su mal humor, ofrecedle un asiento… No, no digáis nunca que los hombres son malos; no digáis jamás que tienen tal carácter. Buscad el alfiler”.
El ejido virreinal en San Luis Potosí
Por Mtro. José Ricardo García López
L
a palabra ejido deriva de la voz latina exitus que significa salida. Las leyes españolas y por consiguiente las de Indias utilizaron la palabra exido para significar el campo que estaba a la salida de un pueblo, en el cual no se plantaba ni se labraba, tampoco era permitido construir establos para el ganado de propiedad particular, era de uso común para todos los vecinos del lugar en que se establecía, utilizaban ese pedazo de tierra para descargar en él sus cosechas, limpiar las semillas y así, ofrecerlas para su consumo, es decir, utilizaban el exido como una era, palabra que proviene del latín y significa espacio de tierra de forma cuadrada que ordinariamente mide diez metros por cada lado, equivalente a poco más de ciento cuarenta y tres varas cuadradas de superficie. Esta palabra da nacimiento al nombre de la unidad de las medidas agrarias: área y sus derivadas centiárea, hectárea etc. A medida que pasa el tiempo las palabras y sus significados así como las instituciones, van cambiando debido a las necesidades de cada época. Esto sucedió con la palabra y la institución conocida como exido o ejido que cambió su significado en virtud, de las necesidades sociales y económicas del pueblo y, lo que anteriormente se usó como un simple lugar de paso o de era, y que no debía ser plantado ni labrado. Al paso de los años, y en virtud de esas necesidades, tuvo que labrarse y cultivarse. Como dichos terrenos estuvieron siempre a cargo de las autoridades del ayuntamiento, éstas determinaban a quien o a quienes debían entregarse dichas tierras para que fueran cultivadas y no permanecieran inútiles u ociosas y así rindiesen algún provecho a la población. Este uso de arrendar las tierras de ejidos era una costumbre muy antigua en San Luis Potosí, como se advierte en las clausulas del contrato que comentamos en este artículo. Don Toribio de la Cortina Díaz, uno de los más antiguos y ricos habitantes de San Luis, tomó en
arrendamiento por espacio de 5 años, o sea por un período comprendido de 1788 a 1793, las tierras de ejidos que, como ya dijimos, pertenecían al Muy Ilustre Ayuntamiento. El precio del arrendamiento fue de 390 pesos cada año. El mismo Cortina Díaz continuó con el arrendamiento durante el siguiente período de 1794 a 1799 pero durante éste, solo pagó por el arrendamiento 325 pesos, o sea, 75 pesos menos que el anterior, y menos aún que lo que había pagado don Ignacio Astegui por el mismo contrato en un período anterior a 1788 que fue la cantidad de 362 pesos 5 reales, con la circunstancia de que la superficie que se le entregó a este último fue inferior en una tercera parte. ¿A qué se debe tal diferencia en el precio del arrendamiento? Todo parece indicar que la economía regional, en ese momento, sufrió un descenso notable debido, en parte a las prolongadas sequías. Una prueba fehaciente de la difícil situación económica por la que atravesaba nuestro pueblo es el hecho de que aún cuando se celebraron tres almonedas bajo los portales de la plaza mayor (actualmente Palacio Municipal) durante el mes de agosto de 1794 ofreciendo en arrendamiento las tierras de ejidos, nadie se presentó a dichas almonedas públicas para hacer postura alguna y en la última, se presentó como único postor el citado Cortina ofreciendo pagar 300 pesos anuales por espacio de cinco años. Los señores miembros del ayuntamiento apelaron al buen juicio de Cortina y le solicitaron que mejorase la postura, éste alegó que no podía hacerlo porque se trataba de terrenos áridos y de que las sequías se habían prolongado más de lo ordinario. Los del ayuntamiento porfiaron en su petición y Cortina accedió a elevarla a 325 pesos anuales, pero como todavía era una cantidad inferior a la que había pagado Ignacio Astegui hacía dos períodos, el cabildo decidió turnar este asunto al Señor intendente, quien a su vez lo turnó al Virrey, éste devolvió el expediente el 25 de septiembre de 1794 con la instrucción de que se celebraran por segunda vez otras tres almonedas para ver si salía quien mejorase la postura que tenía hecha don Toribio de la Cortina...
Santo, santo, santo Por Javier Algara
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as palabras que cantamos al final del prefacio en cada misa son ya tan conocidas que muy probablemente ni les ponemos atención. Poco nos percatamos, por ejemplo, de que, según el texto del mismo prefacio, las cantamos a una voz con los santos y los coros angélicos (estoy seguro de que no se trata de una mera alegoría) aunque ese hecho, por sí mismo, nos debería de llenar de asombro y emoción. Y no en pocas ocasiones las cantamos de tal modo que hasta trastocamos su significado. Es común, por ejemplo, escucharnos decir: “Santo, santo, santo. Es el Señor Dios de los ejércitos”. Con un punto y seguido hacemos dos frases de lo que debería ser, según el significado de lo que pretendemos afirmar, una sola. Y lo que afirmamos es nada menos que en la Eucaristía, y de modo especial a partir del momento litúrgico en que cantamos esas palabras, la asamblea cristiana se pone frente a la santidad de Dios, tal como lo estuvo Moisés en el Sinaí; como lo estuvo Isaías al ser transportado ante el trono de la divina majestad. Esos y otros sucesos semejantes constituyeron experiencias extraordinarias, en las que el hombre estuvo directamente expuesto ante la santidad de Dios, ante la perfección absoluta de la única divinidad. La descripción hecha por la Escritura de la experiencia de Isaías nos deja ver la reacción humana más lógica ante un evento de esa magnitud: asombro y percepción avasalladora de la propia insignificancia. Igualmente, nos permite echar una mirada al rostro luminoso de Moisés al bajar del Sinaí. Experiencia parecida, si bien con un grado mucho menor de impacto en quien la vivía, debió ser la del Sumo Sacerdote en el Antiguo Testamento pues él, y sólo él, invadido de un temblor reverente, podía entrar al Santo de los Santos, lugar donde residía la shekinah de Dios, la Presencia (con mayúscula) santísima y absolutamente otra. Los tres Apóstoles presentes en el Tabor durante la Transfiguración tuvieron esa misma experiencia, sólo que ante ellos la santidad divina se manifestó encarnada en el Señor Jesús. Y quienes estuvieron cerca de los milagros realizados por Jesús seguramente que algo percibieron de esa santidad, de esa fuerza y perfección imposibles para el hombre común y corriente. Mas la santidad de Cristo, hijo del Dios santísimo, alcanzó su máxima expresión en el lugar menos propicio para ser experimentada por ojos humanos no entrenados: en la Cruz. Si santidad significa absoluta perfección, ¿será posible mayor perfección que la de actuar en todo, incluso hasta la muerte, y muerte de cruz, de acuerdo a la voluntad de Dios? La obediencia total de Cristo a la voluntad del Padre constituyó el mayor reconocimiento humano posible de la santidad de Dios, merecedora de total adhesión y obediencia. Por otra parte, esa misma adecuación total de los actos de Jesús a la voluntad de Dios constituyó la máxima expresión posible de santidad que hombre alguno pueda alcanzar. Siendo la Eucaristía la actualización en nuestro presente de la muerte y resurrección de Jesús, el Santo de Dios, al participar en ella nos convertimos en testigos presenciales de esa expresión sublime de la santidad de Dios. La shekinah se actualiza para nosotros en la sencillez del pan y del vino. Y como si eso no fuera suficiente causa de azoro, sorpresa y admiración, cuando comulgamos es nuestra persona misma la que se convierte en el Arca de la Alianza, en la Tienda de la Reunión, en el Sancta Sanctorum; en la residencia de la Presencia divina, del Santo, del absolutamente Otro. El entonar del canto del Sanctus nos debería ayudar a adoptar una actitud de humildad como la de Isaías; a abrirnos a una transformación de nuestro corazón que modifique incluso nuestro rostro, como le pasó a Moisés; a dejarnos acompañar por Jesús y a entender por qué arde nuestro corazón, como lo entendieron los discípulos de camino a Emaús y lo entienden todos quienes entran en contacto con la santidad de Dios.
NOVIEMBRE 20 DE 2011
La empresa libre y la Iglesia Católica
Educar evangelizando y evangelizar educando…
a nota reciente del Vaticano sobre los mercados financieros junto con las protestas que se han producido en muchas ciudades en contra de lo que consideran los fracasos del capitalismo, ha planteado una vez más la cuestión de lo que enseña exactamente la Iglesia Católica en materia económica. Una reciente contribución en este tema se ha realizado con la publicación reciente en Australia del libro “El espíritu empresarial en la tradición católica”. Escrito por el padre Anthony G. Percy, rector del seminario del Buen Pastor en Sydney, Australia, el libro analiza el desarrollo del pensamiento de la Iglesia sobre el trabajo y el negocio. Comenzando por la evidente necesidad de trabajar que se ve en el Libro del Génesis, a través de los Padres de la Iglesia hasta llegar a las encíclicas sociales del último siglo y más, el libro resume el desarrollo de la reflexión teológica en este tema. El libro se centra especialmente en la figura del empresario y en su introducción Percy afirma que la Iglesia ha realizado una profunda apreciación de este perfil. Las Escrituras condenan con firmeza la avaricia y el amor al dinero pero no al dinero en sí mismo, destacó. Ambos, el Antiguo y el Nuevo Testamento contienen un número de referencias al trabajo y a la colaboración del hombre con Dios para hacer fructífera la creación. Un conjunto de parábolas de Jesús reflexionan sobre la actividad empresarial. El hombre que busca el tesoro en el campo, el mercader que busca perlas finas, la parábola de los talentos y el siervo honesto y el deshonesto son algunas de ellas. El libro admite que obviamente el significado de estas parábolas es espiritual, pero que al mismo tiempo hay una apreciación por el trabajo humano que implican estas actividades. Una parte del libro está dedicada a un breve análisis de lo que Tomás de Aquino y otros teólogos han dicho sobre esta cuestión. En general, la tradición teológica católica contempla esta figura como poseedora de un conjunto de virtudes, alguien que es creativo y que disfruta trabajando con los demás, a la vez que modera su amor por el dinero. El trabajo tiene un sentido objetivo externo que implica el trabajo de crear algo. Juan Pablo II lo puso dentro del contexto del don de la creación. Por esto, Percy comentó que la creatividad del empresario es también un don y está sujeto al orden querido por Dios y no algo completamente autónomo. En la dimensión subjetiva una persona trabaja para construir su humanidad mientras lleva a cabo la acción humana. Hablando a hombres de negocios en Buenos Aires en 1987, Juan Pablo II dijo que el empresario realiza una tarea vital en la sociedad produciendo bienes y servicios. En esta actividad deberían considerar su papel como un servicio a los demás y trabajar para crear una sociedad que sea más justa y pacífica, añadió. Salvífico Con respecto al tercer tema importante de la Laborem Exercens, Percy comenta que nuestro trabajo personal es un modo de colaborar en el trabajo redentor de Cristo. Por esta razón es una actividad que es a la vez creativa y salvífica. El trabajo empresarial con los demás y cooperar libremente para satisfacer las necesidades, Juan Pablo II puso de relieve la importancia de esta orientación a la necesidad de los demás. El trabajo toma al individuo y lo coloca dentro de una comunidad, a través del que se sirve a los demás. Percy valora la Centesimus Annus como una extensión y desarrollo de la enseñanza teológica y no un radical cambio que algunos consideraron que tenía que ser. El Papa aprobó la economía libre, pero no un punto de vista libertario. Hay algunos conceptos innovadores en la encíclica, destaca Percy, como la consideración del negocio en la promoción de la comunión de las personas. Concluyendo, el libro afirma que la Iglesia mantiene la iniciativa privada y el trabajo empresarial en alta consideración. Esta actividad, sin embargo, está llamada a reconocer la dignidad de la persona humana y debe ser puesta al servicio de los demás. Si más personas y empresarios trabajaran de esta manera ciertamente no estaríamos en la crisis actual.
“Vayan pues y hagan discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado” (Mt 28,19-20)
Por Padre John Flynn
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HOY DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE, Solemnidad de Cristo Rey, es la COLECTA para el sostenimiento de la CASA DE ACCIÓN CATÓLICA. Ayúdanos a conservar esta hermosa y útil “Casa de Pastoral de la Iglesia Potosina” Deposita tu donativo en la ofrenda de Misa de este día. RESTAURARLO TODO EN CRISTO
Episcopado Mexicano
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os Obispos católicos de México queremos renovar nuestro compromiso y nuestra responsabilidad como educadores-evangelizadores. Queremos motivar, iluminar y apoyar a todos, en especial a quienes están involucrados en las distintas tareas educativas concretas. Entendemos la educación en su sentido más amplio como esfuerzo por ayudar a la persona en su desarrollo humano integral. El Papa Benedicto XVI, junto con todos los Obispos de América Latina y el Caribe desde el año 2007, ha llamado a toda la Iglesia a responder esta emergencia educativa, que consiste en una acción urgente e inmediata para superar la creciente dificultad que encontramos para trasmitir la fe, los valores fundamentales, formar en las virtudes y ayudar en la formación de la conciencia. Necesitamos un nuevo estilo o enfoque en la educación para la nueva generación que está surgiendo en esta época. Frente a un cambio de época no podemos resolver problemas nuevos con soluciones antiguas. La raíz del problema es el relativismo y la visión fragmentaria del ser humano en el mundo de hoy, reduciéndolo a una visión pobre de su ser y viéndolo solo desde una perspectiva política, social o económica, sin una apertura a su dimensión espiritual y trascendente. Ante esta realidad, los obispos, hemos emprendido una serie de trabajos, con un profundo sentido de escucha y de análisis de nuestra realidad educativa, con la ayuda de agentes de nuestra propia pastoral educativa, así como con académicos provenientes del mundo de la educación en México. Hemos entrado en un profundo y práctico diálogo para establecer coordenadas de reflexión y de acción con el fin de sumarnos a la tarea de Educar para una nueva sociedad. Nos urge proponer criterios, acciones y proyectos en colaboración con todos los demás sectores de la sociedad para promover una cultura humanista, solidaria y justa. Nos urge encontrar caminos para evangelizar en la educación y para educar en la evangelización. La educación es una actividad en la que todos estamos involucrados de una forma o de otra, pero hay instituciones dentro de la sociedad comprometidas de manera más directa y formal. Entre ellas está la Iglesia que ha desempeñado una labor educativa a nivel nacional y mundial y tiene un aporte muy específico en esta labor educativa. Nuestra fe nos permite proclamar que “Jesucristo es el misterio que desvela el misterio del hombre al mismo hom-
bre y le revela la sublimidad de su vocación al amor” (Cfr. GS 22). Él se constituye en Maestro de maestros que sabe lo que hay en el corazón humano y enseña con autoridad, con verdad y con humildad. “Pues si yo siendo el señor y el maestro les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros”. La Iglesia, madre y maestra, continuadora de la misión de Cristo, muestra que el evangelio es ayuda eficaz para crecer en humanidad. Educar es ayudar en la formación de cada persona para que alcance la plenitud de su ser en su encuentro personal con Jesucristo, camino, verdad y vida (Jn. 14, 6) que le da la gracia para recorrer este itinerario. La visión cristiana del hombre nos puede ayudar a recuperar una idea de educación que responda a la naturaleza y dignidad de la persona humana. Esto podría parecer una fundamentación exclusivamente confesional de una particular noción de educación. Sin embargo, nuestro propósito es distinto, sabedores que la fe cristiana comporta una dimensión estrictamente racional accesible a todas las personas, independientemente de sus creencias religiosas. En la educación los primeros responsables son los padres y tienen el derecho fundamental de escoger la educación para sus hijos. Una educación integral tampoco puede Ignorar la dimensión trascendente del ser humano, fundamento sólido de los valores éticos universales y de su transmisión. Animamos y reconocemos el esfuerzo educativo que realizan día a día los padres de familia a pesar de las crecientes dificultades que encuentran hoy día en la formación de sus hijos. Reconocemos la labor trascendente de los maestros y les animamos a que perseveren en su ardua misión y agradecemos su valioso testimonio de vida. Invitamos a todos los evangelizadores para que se consideren verdaderos educadores y a todos los educadores para que se consideren verdaderos evangelizadores. “Cuando venga el Espíritu Consolador, que mi padre les enviará en mi nombre, les enseñará y les recordará todo lo que yo les he dicho”(Jn 15, 13) Que el Espíritu Santo, que Jesús Maestro nos dejó, nos siga iluminando para comprender y vivir sus enseñanzas. Que Santa María de Guadalupe, Madre Evangelizadora y Educadora de México, interceda por nosotros y nos alcance las gracias necesarias para llegar a ser verdaderos discípulos y misioneros de su Reino.
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La familia, los valores y la paz Por Pbro. Margarito de la Torre
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nte el ambiente de violencia que padecemos los mexicanos debemos cuestionar nuestra vida: dónde está el origen de todo esto, cómo ha surgido y se ha desarrollado este mal. Quiero detenerme un poco en una institución: la familia. En una encuesta hecha en una cárcel de Ciudad Juárez, se descubrió que más del noventa por ciento de los reclusos provenían de familias desintegradas o que no conocían a sus papás. En la familia se echan los cimientos de la vida, para bien o para mal. Pensemos cómo están los valores en las familias: humanos, civiles, cristianos. Todos tenemos el origen en una familia; y si en la familia no se inculcaron valores tampoco se vivieron ni se trasmitieron; y si no se vivieron ¿cómo se van a proponer o a respetar? El valor más grande, a mi entender, es el valor de la vida; ¿y cómo puede tener valor a la vida alguien que ha sido abandonado o despreciado, sobre todo a edad temprana, o ha sufrido violencia desde pequeño? A este ser le ha faltado amor y por lo tanto, si no lo ha recibido no lo puede dar. ¿Puede alguien dar lo que no tiene? ¿Cómo puede una institución (y cabe hablar de otras instituciones) defender la vida si está en contra de ella, a favor del aborto? En vez de cultivar los valores se fomenta el egoísmo, el placer, el hedonismo, con la creencia que eso da la felicidad. La Institución de la familia está en crisis; se ha perdido interés por el matrimonio, no sólo el eclesiástico, también el civil. Cada vez hay más parejas que viven en unión libre y es que no alcanzan a entender el para qué del matrimonio. Al hablar con parejas que viven en unión libre he descubierto que tienen un desconocimiento casi total de este sacramento. El origen del problema, debemos reconocerlo, es el desconocimiento de Dios y de su gracia y, por consecuencia, el alejamiento de Dios. Algunos viven como si Dios no existiera, muchas veces por ignorancia; no ha habido quien les hable de Dios; viven como si se hubieran dado la vida ellos mismos o como si ésta se diera por generación espontánea. Otros hemos hecho un divorcio entre la fe y la vida, entre celebración de la fe y vida de fe. Así, en las familias que “están bien”, en realidad falta una verdadera convivencia, cada quien vive en su mundo, cada quien con su “rollo”. Pocas veces está una familia completa, por ejemplo, para compartir los alimentos; a veces cada quien tiene su tele en su cuarto, o si están juntos más de alguno está enviando mensajes desde su celular; está y no está. Y es que ha aprendido cada quien a vivir así; desde muy pequeños se les ha abandonado, casi siempre por motivos de trabajo. Si esto es así, ¿habrá tiempo para orar en familia? Seguramente que habrá familias en la que se ora juntos, ¿pero cuántas? La familia debe ser la primera escuela de la fe en donde se aprendan, se vivan y se trasmitan las virtudes humanas y cristianas, a fin de construir una sociedad más humana, más justa, más cristiana. Como Iglesia, como miembros de una sociedad, de un pueblo, que tiene una identidad propia, necesitamos retomar el camino de la fe, conocer la grandeza del sacramento del matrimonio, de este gran regalo de Dios. Es necesario volvernos a Dios y a sus obras; vivir en verdad el lema de nuestro Plan Diocesano de Pastoral: Discípulos y misioneros, para aprender de Jesús, llenarnos de su amor y darlo a conocer a nuestros hermanos; entonces podremos decir con San pablo: “hay de mí si no evangelizara”.
Amistad, caridad, amor que sana
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h, esas amistades virtuales! Cómo nos dejan vacíos. Tantos amigos en nuestra lista y cuántas soledades compartidas en la red. Finalmente el ser humano regresa siempre a lo esencial. El verdadero amigo es un tesoro, el amigo virtual es otro tesoro, pero de bisutería. Yo prefiero un par de verdaderos amigos que cien mil amigos virtuales. Hay relaciones profundas que nos tocan el alma, y tal vez no se trate de amistad, tal vez sea sencillamente que el amor llega, nos roza el interior y nos hace sentir vivos. Pienso, por ejemplo, en una clínica; allí florece el dolor, la verdadera soledad, los sentimientos de derrota; y, en ese hospital, se realiza visita a enfermos, por parte de cualquier grupo religioso y también por parte de la Iglesia; cómo se iluminan los rostros de los pacientes al recibir unos momentos consigo a personas que tal vez jamás habían visto, y que les llevan palabras no sólo de esperanza, sino de vida: se les lleva el Evangelio, se hace oración con ellos, se les llevan los sacramentos. Recuerdo una ocasión en que fui a un hospital de visita, y uno de los pacientes no era católico, practicaba otro culto, tenía otras preferencias religiosas; no quería nada que ver con nosotros, mucho menos con un sacerdote; yo me acerqué, le dije, no vengo a verlo en calidad de sacerdote, ni de católico, solamente quiero saludarlo e invitarlo a orar por su salud y por todos los que están aquí. Él me tendió la mano mostrando una enorme sonrisa. Y ese apretón sincero me conmovió profundamente. Rezamos el Padrenuestro; y le dije: le voy a dar una bendición; él inclinó la cabeza, le impuse las manos, y me despedí; aquel hombre no dejaba de sonreír. Recuerdo también a otro hombre hospitalizado, él vivía como resentido con la Iglesia, con los sacerdotes, con la fe, ¿con Cristo? Le dije lo mismo, que solamente le venía a saludar. Charlamos un rato, primero él desconfiado, indiferente, después ya éramos “amigos”; practicamos la tolerancia, el respeto, el diálogo; le ofrecí mi amistad, le ofrecí que cuando quisiera podría escucharlo en confesión, lo bendije y me despedí. A la siguiente semana, cuando él hubo salido de cirugía y estaba en recuperación, volví a visitar el hospital y él estaba ahí, en un pabellón diferente. Nos saludamos; me dijo: Padre, escúcheme en confe-
sión. Celebramos el sacramento de la reconciliación. Luego que le hube absuelto, él me dijo: “trataré de ser bueno; me acercaré ya a la Iglesia, y haré que mis hijos y mi mujer lo hagan también; esto que me pasó, me ha abierto los ojos; gracias por haberme devuelto la fe; yo no sabía que los católicos hacían esto, de acercarse al dolor sin otro interés que el de consolar, yo pensaba que se la vivían en las iglesias rezando dentro y afuera no eran diferentes de los demás; pero al menos unos cuantos, los que he visto estas semanas, me hicieron ver una Iglesia que no conocía”. Me despedí de él y regresé a la parroquia con un sabor de dolor redimido, y pensaba en el mucho bien que se puede hacer con la sencilla labor de acercarse a los que necesitan amor, consuelo, paz. Es cierto que no todos los alejados reciben de buen grado a los que los visitan cuando están enfermos, hay quienes son coherentes con su indiferencia o con su resentimiento, y pienso: si se dejaran querer, si abrieran un poquitín su corazón a Cristo, cuánto su alma se llenaría en unos minutos. Tal vez estas actividades tan humildes, tan silenciosas, que son un intento de establecer amistad, aunque sea momentánea, no nos hagan propiamente amigos, sin embargo, es verdad que suelen dar al alma muchísimo más alegría que otras amistades cotidianas, en las que se entremezclan los gozos pero también los conflictos cotidianos. Y, creo decididamente que son un poquito de oro en polvo, comparado con esas amistades huecas que la era digital nos ofrece. Y en las que llegamos a creer tanto, coleccionar amigos puede significar también el verdadero vacío que existe en el hombre de hoy. Jesús curó a muchos enfermos, tal vez no se hizo amigo personal de ellos, pero los llenó de amor; y dudo mucho que cualquier enfermo sanado por Jesús, lo haya olvidado jamás. Dediquemos tiempo a nuestras verdaderas amistades, demos calor humano y amor cristiano a todo el que nos necesite; seguramente también ellos sentirán que un poquito de Dios, de Jesús, se acercó a ellos y les dio salud en el alma. No nos cansemos de practicar la caridad. Quizá con esto no hagamos amistades duraderas, pero sí entrañables, que dejarán en los que nos reciban una dulzura incomparable e inundarán nuestro corazón del amor de Cristo, que se acerca, que se hace presente, que sana, y que trae la salvación.
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Palabra de Dios
Fraternidad sacerdotal
“Por la fuerza del sacramento del Orden, cada sacerdote está unido a los demás miembros del presbiterio por particulares vínculos de caridad apostólica, de ministerio y fraternidad” Directorio para el ministerio de los presbíteros N. 25. Por: Jesús Nares Guzmán 4° Teología Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Se nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino
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uy estimados lectores de este medio informativo, hoy desde el corazón de la Diócesis quiero compartirles la siguiente reflexión que gira en torno a una parte muy importante en la vida del sacerdote: La Fraternidad Sacerdotal. Desde el día de la ordenación, cada sacerdote queda insertado dentro de un presbiterio, es decir a un grupo de hermanos en el que es capaz de cultivar y vivir maduras y profundas amistades. Por ello, la relación de los Presbíteros entre sí (fraternidad), sólo se entiende desde la comunión con el Obispo. Porque a los sacerdotes no los une una simple amistad profesional, ni siquiera una común necesidad pastoral. Están unidos por una íntima fraternidad sacramental, en frase felizmente acuñada por Lumen Gentium 28 y por Presbiterorum Ordinis 8. Esta amistad sacerdotal así entendida, debe cultivarse y vivirse, para que sea una amistad fraterna, que cree especiales lazos de caridad apostólica, y que sea una realidad mucho más honda que lo puramente moral. Una consecuencia de lo anterior es que el sacerdote no puede ser ni estar ni física ni espiritualmente aislado: se relaciona esencialmente con sus hermanos de presbiterio, merced al vivo gozo sacramental que lo une al cuerpo episcopal y a los demás presbíteros, y por su vinculación, desde luego con Jesucristo, de quien proceden la gracia sacramental y la misión. Si se vive esta realidad, el presbítero no se
mirará ya como una estructura mas, sino como un “centro piloto”, o como “un ambiente experimental”, donde se vive y experimenta en forma concreta la caridad eclesial, signo de la presencia santificante de Cristo y de su Espíritu en la Iglesia (cf. LG 28; PO 5 -8). Dicha fraternidad sacerdotal hay que llevarla hasta sus últimas consecuencias: hasta el acompañamiento espiritual que es más importante y delicado que el mero acompañamiento físico. Finalmente dicha fraternidad se da también con: la comunidad cristiana y con el mundo entero. Con la comunidad el sacerdote debe expresar su amor afectivo, a las familias, los movimientos de diversa índole, etc. Especialmente con los fieles laicos debe mantener una relación positiva, valorando carismas y funciones con que el Espíritu Santo los ha enriquecido para la construcción de la Iglesia. Y con el mundo, ya que él vive en medio del mundo, participa de la vida de los hombres y mujeres de su tiempo y, sin configurarse con este siglo, tiene la capacidad de anunciar el Evangelio de forma pertinente a la mentalidad y a los problemas actuales. Por tanto, al hablar de fraternidad sacerdotal es hablar de un proceso de integración en el cual, él configurado con Cristo buen pastor, transparenta ante sus hermanos el gozo de haber sido llamado a la comunión con ellos. Fuentes: Directorio para el ministerio y la vida de los Presbíteros, Buena Prensa, México 1994. YEPES Melguizo Guillermo, “¿Vale la pena ser sacerdote hoy?” CELAM, Colombia 2007 LOZADA Ortiz Leonidas, “La formación sacerdotal a la luz del Discipulado” CELAM, Colombia 2006
Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos Evangelio según San Mateo 25, 31-46 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme’. Los justos le contestarán entonces: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?’ Y el rey les dirá: ‘Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’. Entonces dirá también a los de la izquierda: ‘Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber; era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron’. Entonces ellos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?’ Y él les replicará: ‘Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo’. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna”. Palabra del Señor Gloria a ti Señor Jesús
Cristo es el Señor La celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios. El sentido de la festividad de Cristo Rey no es, desde luego, de un tenor triunfalista, sino en un clima escatológico nos brinda confianza filial, esperanza y de alegría al estar al servicio de Dios. Esta fiesta nos permite primer admirar la persona de Cristo por los innumerables títulos: Hijo del hombre, Pastor, Hijo del hombre, Mesías, el Salvador, Rey, Hijo de Dios, Mediador, Señor, y ahora Rey de cielos y tierra. Lo llamamos rey en sentido analógico porque Cristo es <<el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin>> (Ap 22, 13). Como verdadero <<Rey del universo>>, lo gobierna y renueva todo, para poder <<entregar>> al final el mundo al Padre, <<para que Dios sea todo en todos>> (1 Co 15, 28) El anuncio evangélico en San Mateo tiene dos perspectivas muy claras: la contemplación de Cristo Rey y el retorno del Señor con el juicio final. Por eso, plantea varios interrogantes: ¿Estamos esperando al Señor’? Jesús reina en nuestra vida, en nuestra mente, en la voluntad, en el corazón? ¿En el presente camino con Cristo? ¿Dios reina en nuestra sociedad? 1.- Reconocer al Señor. Afirmar el señorío de Jesús sobre el mundo y sobre la historia significa también reconocer que el hombre no debe someter su libertad personal, de modo absoluto, a ningún poder terrenal sino sólo a Dios Padre y al Señor Jesucristo: la clave, el centro y el fin de toda historia humana es confesar que Jesús es el Señor y pastor de nuestra vida. 2.- El reino de la Paz. Jesús no estableció el Reino de Dios con la fuerza, con la violencia, sino con el amor a los pobres, con el perdón a los pecadores, con la misericordia. El Evangelio es un contraste con la mentalidad actual de querer dominar con el poder y el tener. 3.- Conciencia de la misión. Todavía sigue vigente el mandato de Cristo “id por todo el mundo y predicar la buena nueva “La Iglesia... recibe la misión de anunciar el Reino de Cristo y de Dios e instaurarlo a todos los pueblos, y constituye en la tierra el germen y el principio de ese Reino” (LG, 5). Servir a Dios es reinar. Por Pedro S.S.
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Stanislao Dziwisz a veta de Karol Wojtyla parece inagotable. Uno diría que, después del sinfín de biografías -mayores y menores-, de los estudios sobre tal o cual aspecto de su persona y sus actividades y de las recopilaciones de escritos o alocuciones del Papa Juan Pablo II, no cabe decir más. Y algo de eso hay. Gran parte de lo que se publica es reiterativo. Pero resulta -primero- que hasta la mera repetición debe tener un público que la adquiere y la lee y -segundo- que no faltan algunas perlas, incluso joyas más que notables como las memorias de su secretario, Stanislao Dizwisz. No es propiamente una entrevista, como aquéllas a las que nos acostumbró Juan Pablo II y a las que no faltó tampoco el entonces cardenal Ratzinger. Da la impresión de que éstas de Stanislao Dizwisz -secretario particular de Wojtyla durante casi cincuenta años- son algo semejante a unas memorias. Pero no unas memorias pormenorizadas ni mucho menos cronológicas. Se diría que Dizwisz ha dejado correr la pluma para dar suelta a sus sentimientos y que ha intentado razonarlos con datos concretos que dan un gran valor al resultado. Es posible que, luego, quizás el propio Sviderkorschi le haya ayudado a redondear el texto de dos maneras: una, pidiendo aclaraciones; la otra, intercalando comentarios que, por lo general, se refieren al eco internacional de las situaciones que recuerda Dizwisz como cosa suya, de casa, paladeando el recuerdo, incluso el sinsabor, como se rememora la historia de uno mismo, sin pensar en su trascendencia.
Las reliquias del Beato Juan Pablo II en la Iglesia Potosina 4 y 5 de diciembre
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Esa singularidad del libro hace que, al principio, cuando el lector espera una entrevista y encuentra comentarios, se sienta tentado a cerrarlo. Pero, enseguida, “engancha”, y eso por la riqueza de los detalles que aporta Dizwisz, no pocos de los cuales obligarán a revisar suposiciones que dábamos por seguras: así en lo que atañe a las relaciones de Juan Pablo II con Ratzinger; al origen de su condena de toda guerra y de su inclinación por la resistencia pacífica, con mención ex-
Domingo 4 de diciembre 17:00 hrs. Bienvenida en el Atrio parroquial de Rioverde 21:00 hrs. Recepción por la Sede Metropolitana en el Atrio del Santuario de Guadalupe y procesión por la Calzada hacia la Iglesia Catedral 22:00 hrs. Misa de recepción en la Iglesia Catedral y Vigilia de Oración
Lunes 5 de diciembre 05:00 hrs. Misa con los participantes en la Vigilia de Oración presa de Gandhi; a las raíces polacas de la encíclica Laborem exercens (sobre el trabajo humano); lo que es más sorprendente: a las raíces también polacas de su recepción del Vaticano II, que uno creía de otro modo; a los inductores del atentado que sufrió, que Dizwizs no duda en ver en la KGB; a cómo “descubrió” Juan Pablo II su sintonía con la gente joven; a su idea de que el evangelio ya ha sido predicado en todo el mundo (y eso tiene consecuencias escatológicas en las que más de uno pensará); a la sorpresa que le produjo la caída de los gobiernos comunistas en 1989, que, por lo tanto, no previó, etcétera etcétera. No puede decirse que este libro sea otra cosa que lo dicho: un centón de recuerdos de alguien que vivió junto a él durante casi medio siglo, primero en Cracovia y después en Roma. Pero nadie podrá escribir ya otro libro sobre Juan Pablo II sin saborear primero estas páginas.
09:00 hrs. Misa presidida por el Cabildo Catedralicio 12:00 hrs. Misa presidida por el Señor Arzobispo Don Luis Morales y el Presbiterio Potosino 16:00 hrs. Salida a Salinas 17:30 hrs. Despedida de la Arquidiócesis en el entronque de Salinas Durante su estancia en Catedral, las reliquias estarán expuestas a la veneración de los fieles a través de filas en movimiento.
INVITACIÓN PARA CHICAS CON INQUIETUD VOCACIONAL Retiro de As-Fam para jóvenes (mujeres) de 14 años en adelante Fecha: Sábado 26 a partir de las 4:00 p.m. al domingo 27, 2:00 p.m. Llevar: Ropa de cama, artículos de aseo personal. Libreta, lápiz y Biblia. Cooperación $50.00 Lugar: Casa de las Religiosas de la Cruz, Cerrada de la Cruz #190, Fracc. San Pedro, tel. 8.33.69.84 Mayores informes al: 8.11.86.85
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Lee el evangelio de hoy y encuentra las letras que le faltan al texto de abajo. _or_ue est_ve ha_br_ent_ y me d_ero_ de co_er, _ _di_nto y me di_ _ _n d_ beb_r, era _oras_ero y me hos_eda_on, est_ve de_n_do y me vi_ti_ro_.
HOY DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE,
es la COLECTA para el sostenimiento de la CASA DE ACCIÓN CATÓLICA. Ayúdanos a conservar esta hermosa y útil “Casa de Pastoral de la Iglesia Potosina” Deposita tu donativo en la ofrenda de Misa de este día.
¿Le duelen mucho las rodillas?
¿Le han dicho que el único tratamiento es la cirugía?
El padecimiento en donde se desgasta el cartílago se llama artrosis Homeopatia y productos naturales
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