Edición 151

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Gracias al Papa estoy libre

Año 3

No. 151

Semana del 25 al 31de diciembre de 2011

“Ven a mi vida y yo te escucharé siempre” pág.15

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NO LO USO, PERO LO COMPRO, PORQUE ESTA EN OFERTA NEOFILIA A LA ORDEN DEL DIA

Mal fin tuvo para algunos el adelanto aguinaldo, pues algunos compraron más pensando en la oferta que en las necesidades básicas...

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EDUCACIÓN SENTIMENTAL

QUE EL NIÑO DE BELÉN NOS LIBERE DE LA CÁRCEL INTERIOR DEL PECADO, DE LA SOBERBIA Y DEL ORGULLO

La repetición es signo de madurez existencial, de vida vivida. Un joven no se repite nunca, busca lo nuevo, lo original, lo nunca visto: mira hacia adelante. El hombre maduro, en cambio, y sobre todo ese hombre maduro ....

“Estaba en la cárcel, y viniste a verme” (Mt 25, 36). Estas son las palabras del juicio final, relatado por el evangelista Mateo, y éstas ...

Nhora Valentina Muñoz, la niña de 10 años que fue secuestrada por las FARC durante 19 días en octubre de este año, dijo que está libre gracias a las oraciones del Papa Benedicto XVI. La pequeña, que llegó a Roma para participar de la Misa que el Santo Padre celebró por la independencia de los pueblos de América, dijo al ver al Pontífice “es mucho para mí, porque el Papa Benedicto XVI rezó por mí cuando yo estaba secuestrada, y gracias a Él estoy liberada”. Desde que se enteró del secuestro de Nhora Valentina, el Papa elevó sus oraciones por la inmediata liberación de la niña y “de todas las personas que están secuestradas en Colombia” así como por la conversión de los captores. La pequeña mencionó que representar a su nación en la Basílica de San Pedro es algo que la pone “muy contenta” ya que además pudo llevar la bandera de Colombia, de su país. Juan Sebastián Lozada es un colombiano de 25 años que también sufrió el secuestro con su madre y con su hermano por parte de las FARC durante 3 años. Comenta que su experiencia en la Eucaristía con el Papa “es muy emocionante” y “poder vivir de primera mano todo lo que transmite el Santo Padre siempre es motivo de admiración y de orgullo”. Este joven es hijo de Gloria Polanco, una excongresista de Colombia y viuda del exgobernador del departamento del Huila, Jaime Lozada que fue secuestrada por las FARC junto a dos de sus hijos el 26 de julio de 2001. Durante el cautiverio de Polanco, Jaime Lozada fue asesinado en 2005 por las FARC por no poder pagar el dinero de la liberación de sus dos hijos que exigían los guerrilleros. Lozada contó que durante su secuestro lo sostuvo la fe: “yo creo que en los momentos más difíciles, cuando todo se cree perdido, solamente aparece la fe y la mano de Dios que lo ayudan a uno sobre todo a soportar esos momentos”. Sobre su relación con Nuestra Señora de Guadalupe, que lo ayudó a sobrellevar estos sufrimientos, Sebastián Lozada dijo que “soy muy devoto de la Virgen y de Dios, a toda la religión católica, y eso me ha permitido soportar con un aliciente mayor todo lo que nos ha tocado padecer en estos últimos años”.

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DICIEMBRE 25 DE 2011

Que Dios habite en ti

H

Editorial

Por Pacco Magaña

oy, es un día muy especial para los cristianos, pues celebramos que el eterno entró en el tiempo, que el todo entró en la parte, es decir, que Dios se hizo hombre en Jesús, y habitó entre nosotros. Esta es la gran noticia, la Buena Nueva, que debe llenarnos de alegría, pues Dios vino a nosotros para quedarse.

Oración con el salmo 21

Queridos hermanos y hermanas:

Tristemente, esta buena noticia se ve bastante ensombrecida, pues este tiempo que debe ayudarnos a reflexionar y a analizar la manera en la que dejamos que Dios entre en nuestra vida, está invadido, generalmente, de tanta superficialidad que nos lleva a un consumismo exagerado. Así, lo que tendría que ser un tiempo de gracia, de paz y de gozo, por el nacimiento de Jesús, se convierte en una carrera frenética de comprar y consumir, para supuestamente, llenar los vacios que tenemos en la vida; nada más lejos de la realidad. Hay que recuperar el verdadero júbilo de la navidad, y permitir que el niño Jesús nazca en nuestros corazones, para que Dios habite en nosotros con todo su esplendor; y enseñar a los demás que el verdadero regalo que nos trae el niño Jesús, es Dios. Aquí radica la verdadera alegría. El mismo evangelio de Juan que leemos este domingo nos recuerda la convicción que sustenta toda la fe cristiana en Dios. Solo Jesús, el Hijo único de Dios, es «quien lo ha dado a conocer». En ninguna parte nos descubre Dios su corazón y nos muestra su rostro como en Jesús. Dios nos ha dicho cómo es, encarnándose en Jesús. Se ha revelado en la vida entrañable de Jesús, en su comportamiento y su mensaje, en su entrega hasta la muerte y en su resurrección. Para aproximarnos a Dios hemos de acercarnos al hombre en el que Él sale a nuestro encuentro. Siempre que como cristianos ignoramos a Jesús o lo olvidamos, corremos el riesgo de alejarnos del Dios verdadero y de sustituirlo por falsas y distorsionadas espiritualidades que desfiguran su rostro y el sentido de la navidad, y nos impiden colaborar en su proyecto de construir un mundo nuevo más liberado, justo y fraterno. Por eso es tan urgente recuperar la verdadera navidad cristiana. Esta Navidad tienen ya que ser diferente, y más allá de confesar a Jesucristo de manera teórica o doctrinal, todos necesitamos conocer a Jesús con un acercamiento más concreto y vital a los evangelios, sintonizar con su proyecto, dejarnos animar por su espíritu, entrar en su relación con el Padre, seguirlo de cerca día a día. Ésta es la tarea apasionante de cada uno de nosotros. Quien conoce y sigue a Jesús va disfrutando cada vez más de la bondad insondable de Dios.

(Tercera parte)

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El lamento se convierte ahora en súplica afligida: «No te quedes lejos, que el peligro está cerca y nadie me socorre» (v. 12). La única cercanía que percibe el salmista y que le asusta es la de los enemigos. Por lo tanto, es necesario que Dios se haga cercano y lo socorra, porque los enemigos circundan al orante, lo acorralan, y son como toros poderosos, como leones que abren de par en par la boca para rugir y devorar (cf. vv. 1314). La angustia altera la percepción del peligro, agrandándolo. Los adversarios se presentan invencibles, se han convertido en animales feroces y peligrosísimos, mientras que el salmista es como un pequeño gusano, impotente, sin defensa alguna. Pero estas imágenes usadas en el Salmo sirven también para decir que cuando el hombre se hace brutal y agrede al hermano, algo de animalesco toma la delantera en él, parece perder toda apariencia humana; la violencia siempre tiene en sí algo de bestial y sólo la intervención salvífica de Dios puede restituir al hombre su humanidad. Ahora, para el salmista, objeto de una agresión tan feroz, parece que ya no hay salvación, y la muerte empieza a posesionarse de él: «Estoy como agua derramada, tengo los huesos descoyuntados [...] mi garganta está seca como una teja, la lengua se me pega al paladar [...] se reparten mi ropa, echan a suerte mi túnica» (vv. 15.16.19). Con imágenes dramáticas, que volvemos a encontrar en los relatos de la pasión de Cristo, se describe el desmoronamiento del cuerpo del condenado, la aridez insoportable que atormenta al moribundo y que encuentra eco en la petición de Jesús «Tengo sed» (cf. Jn 19, 28), para llegar al gesto definitivo de los verdugos que, como los soldados al pie de la cruz, se repartían las vestiduras de la víctima, considerada ya muerta (cf. Mt 27, 35; Mc 15, 24; Lc 23, 34; Jn 19, 23-24). He aquí entonces, imperiosa, de nuevo la petición de ayuda: «Pero tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven corriendo a ayudarme [...] Sálvame» (vv. 20.22a). Este es un grito que abre los cielos, porque proclama una fe, una certeza que va más allá de toda duda, de toda oscuridad y de toda desolación. Y el lamento se transforma, deja lugar a la alabanza en la acogida de la salvación: «Tú me has dado respuesta. Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré» (vv. 22c-23). De esta forma, el Salmo se abre a la acción de gracias, al gran himno final que implica a todo

La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

el pueblo, los fieles del Señor, la asamblea litúrgica, las generaciones futuras (cf. vv. 2432). El Señor acudió en su ayuda, salvó al pobre y le mostró su rostro de misericordia. Muerte y vida se entrecruzaron en un misterio inseparable, y la vida ha triunfado, el Dios de la salvación se mostró Señor invencible, que todos los confines de la tierra celebrarán y ante el cual se postrarán todas las familias de los pueblos. Es la victoria de la fe, que puede transformar la muerte en don de la vida, el abismo del dolor en fuente de esperanza.

Hermanos y hermanas queridísimos, este Salmo nos ha llevado al Gólgota, a los pies de la cruz de Jesús, para revivir su pasión y compartir la alegría fecunda de la resurrección.

Dejémonos, por tanto, invadir por la luz del misterio pascual incluso en la aparente ausencia de Dios, también en el silencio de Dios, y, como los discípulos de Emaús, aprendamos a discernir la realidad verdadera más allá de las apariencias, reconociendo el camino de la exaltación precisamente en la humillación, y la manifestación plena de la vida en la muerte, en la cruz. De este modo, volviendo a poner toda nuestra confianza y nuestra esperanza en Dios Padre, en el momento de la angustia también nosotros le podremos rezar con fe, y nuestro grito de ayuda se transformará en canto de alabanza. Gracias.


DICIEMBRE 25 DE 2011

TESTIGOS DE CRISTO EN LA SOCIEDAD

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a dinámica social de América Latina y el Caribe abre nuevos campos a la misión y a la pastoral de la Iglesia. Sirvan como ejemplos el campo enorme del turismo y el mundo del entretenimiento y la comunicación. Es digno de reconocimiento el testimonio que prestan algunos discípulos misioneros de Cristo, quienes tienen una presencia ética y coherente en los ambientes decisivos de la sociedad. Sin embargo, una de las constataciones más dolorosas es la notable ausencia de cristianos comprometidos en los campos de la política, las comunicaciones y el ámbito universitario. Los discípulos y misioneros tenemos la grave misión de evangelizar la cultura movidos por el amor a Cristo, contando con la asistencia del Espíritu Santo que nos guía en esta acción apostólica. Debemos de ser fermento en la masa, hasta construir una sociedad más acorde con el proyecto de Dios. Es necesario, por amor a los pobres, evangelizar y brindar atención pastoral a los que están en los centros de poder, empresarios, formadores de opinión y constructores de la sociedad, para anunciar, positiva y propositivamente, los valores evangélicos que iluminen y transformen su liderazgo social. La Iglesia, partiendo del concepto auténtico de la dignidad humana, no puede abandonar su conocida trayectoria de la defensa del bien común de los pueblos y la proclamación de los principios éticos que deben regir la vida social. El Papa Juan Pablo II afirmó que “Fe y Razón son dos alas por las cuales el espíritu humano se eleva en la contemplación de la Verdad”. Es necesario promover, valorar e incrementar los espacios de diálogo entre fe y razón, entre fe y ciencia. Para esto es necesario formar un laicado adulto, que sea sujeto e interlocutor en la sociedad actual, que pretende construirse prescindiendo de Dios. Las universidades católicas tienen la gran responsabilidad de ser promotoras e irradiadoras del diálogo entre fe y razón, generando así una positiva corriente de pensamiento católico en torno a situaciones debatidas en la sociedad. Muchos países de América Latina y el Caribe, sufren condiciones de pobreza extrema como resultado de la corrupción generalizada. Es necesario romper este círculo vicioso mediante la educación. Sólo así se podrá contrarrestar el mal que la corrupción imperante ha traído a nuestras sociedades. Hoy más que nunca la sociedad necesita de educadores que promuevan el crecimiento personal y el progreso comunitario. En este renglón están artistas, científicos, técnicos, testigos de la fe, padres y madres de familia que ejerzan el arte de formar personas íntegras y comprometidas en la realización del Reino de Dios. Es importante apoyar en las parroquias la creación de centros culturales católicos que promuevan el arte, la reflexión y los valores humanos y cristianos. La Iglesia ha de integrar las mejores expresiones artísticas en la catequesis, en las celebraciones litúrgicas y en la construcción de los templos y espacios sagrados, pues la verdad, la belleza y la bondad son expresiones del misterio divino que enriquecen la vida de la comunidad humana.

Apreciados lectores y lectoras:

A todos deseo una Feliz Navidad, con profundo afecto. Una Navidad feliz para cada uno y para cada familia. Una Navidad feliz a pesar de los grandes males que hieren a México: pobreza, injusticia, desempleo, migración, corrupción, inseguridad pública y crimen; y, además, los males de la división y confrontación social, los conflictos y tensiones históricas, los insultos y descalificaciones, que se han recrudecido en los últimos años y nos impiden progresar al ritmo de otros países y encontrar soluciones eficaces a nuestros problemas. En Navidad festejamos que el Hijo de Dios se hizo hombre para destruir los muros del odio que dividen a los hombres; para allanar los caminos de la concordia entre ellos; para convertir las envidias en amor y el hambre de venganza en deseos de perdón; para encontrar, de una vez por todas, los caminos de la reconciliación y de la paz con justicia; para impulsar la unidad en la diversidad, y el respeto en las relaciones sociales. Recuerdo aquella emotiva bendición del Beato Juan Pablo II: “¡Dios te bendiga México! que te esfuerzas por desterrar para siempre las luchas que dividieron a tus hijos, mediante un diálogo fecundo y constructivo. Un diálogo en el que nadie quede excluido y reúna aún más a todos los habitantes, a los creyentes fieles a su fe en Cristo y a los que están alejados de Él. Sólo el diálogo fraterno entre todos dará vigor a los proyectos de futuras reformas, auspiciadas por los ciudadanos pertenecientes a todos los credos religiosos y los diversos sectores políticos y culturales”.

A muchos preocupa, con justa razón, que el ya próximo proceso electoral de 2012 ahonde más la división de los mexicanos que sufren dramáticamente la violencia criminal que ha derramado abundante sangre inocente y ha provocado dolor, orfandad, angustia y temor social. A muchos preocupa que un proceso electoral envuelto en la violencia verbal, la descalificación y el odio partidista, aleje mucho más la posibilidad de alcanzar todos juntos, con responsabilidad y entusiasmo, un México más unido, más democrático, más justo, más solidario y con más oportunidades de participación para todos. Navidad es un tiempo oportuno para despertar la conciencia y el compromiso de todos y construir la anhelada unidad nacional. Esta Navidad es la puerta de acceso a un año electoral donde se juega el futuro de México. El temor y la esperanza son los sentimientos dominantes en los ciudadanos que enfrentan con responsabilidad este tiempo de México. Desde el pesebre, donde Jesús nace, Dios responde a su manera: no desde el poder sino desde el amor, la humildad y el perdón. Parece increíble para una sociedad desencantada reavivar la esperanza, apoyándola en el Niño de Belén. A pesar de todo, el nacimiento de Jesús es un momento decisivo que mantiene viva la esperanza de los hombres y mujeres de buena voluntad. Esperanza que nos demanda participar generosamente como ciudadanos y creyentes en el cumplimiento de nuestra responsabilidad y del compromiso de luchar incansablemente por la reconciliación y la unidad de todos los mexicanos. Mantengamos la firme convicción de que ninguna época, por violenta que sea, podrá borrar la unidad de México, porque los mexicanos tenemos una gran reserva de nobleza y sentido de la fraternidad. ¿Por qué no prolongar el espíritu de Navidad a lo largo del año? ¿Por qué no prologar el espíritu de bondad, de paz, de reconciliación y de unidad? ¿Por qué no hacer que cada día sea día de paz y de amor, y que en cada familia y en cada barrio o comunidad rural brille la estrella de luz, brille la estrella de paz y de unidad? “Y, hasta que nos volvamos a encontrar, que el Señor los guarde en la palma de su mano”. +Luis, Arzobispo de S. Luis P.


Nuestra historia

¿Cuál es la fecha exacta y el lugar del nacimiento de Jesús? Por Pbro. Rubén Pérez Ortiz

Que nazca hoy, y mañana también

«Por aquellos días se promulgó un edicto de César Augusto, mandando empadronar a todo el mundo. Este fue el primer empadronamiento hecho por Quirino, que después fue gobernador de la Siria. Y todos iban a empadronarse, cada cual a la ciudad de su estirpe. José, pues, como era de la casa y familia de David, vino desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David llamada Betlehem, en Judea.» Lc. 2,1-20

Y

un día –según cuenta el Evangelio de San Lucas- algo ocurrió: de Roma llegó una orden según la cual el emperador ordenaba un censo que obligaría a José a desplazarse a Belén. Pero aquí llega un rompecabezas para los historiadores. ¿Es realmente histórico lo que cuenta San Lucas? ¿Está bien informado el Evangelista al escribirlo? ¿O se trataba de una forma literaria para hacer concordar la realidad con las profecías del antiguo testamento y mostrar claramente que Jesús es el hijo de David? Son preguntas realmente graves y que llevan hoy a muchos científicos católicos a ver como simbólico todo lo que San Lucas cuenta entorno al nacimiento de Jesús. Es, desde luego cierto que hay, a veces, contradicciones en lo que este capítulo de Lucas dice, lo que aportan otros evangelistas y que bastantes de sus afirmaciones son puestas en dudas por la historia que conocemos. De pronto, la alusión al censo parece bastante discutible. El procurador Quirino, en cuyo mandato en Siria se habría hecho este censo, según Lucas- fue nombrado para ese cargo bastante más tarde, unos diez o doce años después. Y no hay el menor rastro histórico de ese censo coincidiente con el nacimiento de Cristo. Hay, en cambio, datos muy claros de otros censos en el año sexto después de Cristo. Por otro lado cuando Cristo nació, Palestina no era aún Provincia Romana, sino que estaba bajo el mandato de Herodes, por lo que difícilmente se podía imponer un censo desde Roma. Aparte de la cual la costumbre Romana era que el censo se hiciera donde se residía y no en el lugar del origen familiar, al estilo judío. Todo ello hace pensar que San Lucas –que escribe unos ochenta años más tarde- incurre en una confusión. Tal vez no supo cómo explicar ese traslado de Nazareth a Belén por parte de la Sagrada Familia pero “encontró” la causa en un censo cuya fecha invirtió. O quizá su afirmación tiene un sentido teológico, para explicar que el poder del emperador estuvo sometido a los designios de la Providencia; o para subrayar que, es contraposición a los zelotas que comenzaron su insurrección bélica como motivo del censo de Quirino del año seis de Cristo, este se había sometido desde el principio a las leyes civiles. No hay, de hecho, inconveniente alguno para aceptar que las causas del viaje de José y María a Belén pudieran ser otras: simplemente las de buscar más trabajo para el carpintero –Belén era entonces algo mayor que Nazareth-, ahora que la familia crecía. Dos fuentes fundamentales para afirmar el lugar del nacimiento de Jesús son: los Evangelios de Lucas y Mateo, que dicen con claridad que el lugar de nacimiento se produjo en Belén. Y toda la tradición cristiana –la más antigua incluso- acepta estos sin la menor de las dudas cuando Constantino, en el año 325, construye ahí la famosa Basílica, nadie plantea la posibilidad de que no fuera este el lugar del nacimiento de Jesús. Pero aún mucho más complejo es el problema de la fecha del acontecimiento natalicio. Y aquí si que debe decirse, sin rodeos, que no es exacto –como suele creerse-, que el niño Jesús naciera en el año primero de la era Cristiana (sino cinco o seis antes) y que muriera el año 33 de la misma. En realidad no sabemos con absoluta exactitud el año en que Cristo nació, sabemos sí que su nacimiento ocurrió entre

el año cinco y el año ocho antes de Cristo (aunque parezca una paradoja). Fue en el siglo VI de nuestra era cuando se implantó la cronología que hoy nos sitúa en el siglo XX. Hasta entonces se contaban los años, según la llamada era de Dioclesiano o «Era de los mártires». Es en pleno siglo VI cuando un clérigo romano, Dionisio el Exiguo (470-544), meditando la frase que señala a Cristo como «centro de todos los tiempos» (Gal. 4, 4) propuso comenzar a contar los años a partir del nacimiento de Cristo. Pero Dionisio era mejor teólogo que cronólogo y calculó que Jesús había nacido el año 754 de la fundación de Roma y bautizó este año como primero de la era cristiana. Más se equivocó, por lo menos en cuatro años, y, probablemente, es siete u ocho. Sabemos efectivamente que Cristo nació antes de morir Herodes (la noticia de esta muerte la recibe la Sagrada Familia estando ya en Egipto) y sabemos que Herodes murió en abril del año 750 de la fundación de Roma. Si Cristo tenía ya por entonces verosímilmente unos tres años, habría que situar su nacimiento entorno al 747 de la fundación de Roma, es decir unos siete años antes del que hoy llamamos año primero después de Cristo. Gobernaba en Roma –y esto es exacto- César Augusto o, con su nombre completo, Cayo Julio César Octaviano Augusto. Pero, fuese por motivo del censo o por cualquier otra razón, lo cierto es que nos encontramos a José y a María en viaje hacia Belén en el Evangelio. Un traslado especialmente difícil en las circunstancias en que ella se encontraba. Un camino que era prácticamente, el mismo que María había hecho, meses antes, hacia Ain Karim. ¿Llevaban un boriquito? En los evangelios no lo encontramos en ninguna parte, pero no es inverosímil que lo tuvieran. De todos modos el camino era largo 150 kilómetros y Palestina no tenía aún las buenas calzadas romanas que pocos años más tarde abrirían los romanos. Los caminos eran simples atajos de cabras y no en pocos tramos el suelo era rocoso y resbaladizo. Y la embarazada necesitaba descansar de vez en cuando. Todos los que nos llamamos cristianos tenemos un rincón de nuestro corazón para ésta ciudad. Se diría que hemos vivido en ella de niños, conocemos sus calles, sus casas. En nuestro corazón hay un Belén nevado, con ríos alegres de papel de plata, con pastores que se calientan ante rojas hogueras de celofán rojo. ¿Nació Jesús exactamente en un establo o en una cueva? El lugar donde nació Cristo nació no es el alegre pórtico de columnas –con alguna pared semiderruída, para dar impresión de abandono- que gustan pintar muchos artistas. Tampoco es el pesebre con nieve, muy probablemente Jesús no conoció la nieve. O lo fantasioso de nuestros nacimientos en el que, muy compuestitos, una limpísima mula y un beatífico buey hacen oración entorno a un candoroso pesebre. Tampoco fue –como lo pinta melodrámicamente Giovanni Papini, yéndose al otro extremo– el lugar más sucio del mundo lleno de excrementos y montones de estiércol. Fue en los alrededores de Belén. Un simple peñasco saliendo de montañas como la proa de un barco y bajo el cual unas manos de pastores seguramente han oradado una cueva para guarecerse de la lluvia o del sol. Ahí en una cueva, nació Jesús nuestro Redentor, con la sencillez y naturalidad con la que cada día Dios actúa en nuestra vida.

A

l celebrar un nacimiento hacemos fiesta por la vida. Porque el nuevo ser, que viene a nuestras vidas, siempre será un motivo de esperanza. Un nacimiento es un don, un regalo maravilloso, que solamente puede venir de Dios. Qué alegría sentimos cuando alguien se acuerda de nosotros y nos envía un regalo. Porque un obsequio, nos hace pensar que alguien nos tiene en su mente, y que ocupamos un lugar en sus afectos. Y la mejor manera de expresarnos su cariño, es entregarnos un presente. No hay mejor regalo que contar con la presencia del ser querido. Y esto puede ser posible en navidad. Todo el año recibimos cosas buenas que vienen de Dios. Todo lo bueno tiene procedencia divina. Un regalo excelente, que solamente Dios puede darnos, es el don de la existencia; y gracias a este don, tenemos la oportunidad de celebrar, un año más la Navidad. Después de una lista interminable de dones, viene el regalo fundamental. Y es el mismo Dios que viene a darse, para permanecer en nuestras vidas. Si no tuviéramos a Dios con nosotros, la vida nos resultaría una carga difícil de llevar. Y que mejor regalo, que contar con Dios. Si tenemos al EMMANUEL es decir, a Dios con nosotros, entonces la vida se vuelve mucho más llevadera. Todo lo que hacemos para el festejo de Navidad, deben ser signos que nos lleven a pensar en Dios que quiso hacerse hombre. Para que así tengamos, a un Dios muy humano. Por desgracia, nos hemos acostumbrado a llenar la navidad de signos carentes de significado. Es decir, celebramos el nacimiento del hijo de Dios, pero vivimos sin Dios. Hay quienes festejan, y regalan sin darse a si mismos. Llenamos la celebración de ritos vacios, sin el contenido principal, que es hacer sentir al otro, que Dios esta en él. La Navidad se reduce a festejo de una noche. Sólo unas horas, que al calor del ambiente, nos mueven a expresar lo que sentimos, pero sólo en el momento. Porque una vez que ha pasado la noche buena, todo vuelve a ser como antes. Vivimos como si el nacido, solo haya sobrevivido unas cuantas horas, para después morir. La Navidad se debe prolongar todos los días de nuestra vida. Una navidad feliz es para hoy, para mañana y pasado mañana. La verdadera felicidad no sólo es una meta, es también un camino. Y éste, lo vamos haciendo en el andar de nuestra vida. Que la Navidad, no sólo sea noche buena; sino vida nueva, existencia plena. Que el espíritu se llene de alegría, con la seguridad de que Dios viene a quedarse con nosotros. Que la felicidad de la noche buena, se prolongue a lo largo de toda la existencia.


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No lo uso, pero lo compro, porque está en oferta

¡NAVIDAD! Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez colunga46561@hotmail.com.

Neofilia a la orden del día

en el concurso

“Himno de la Misión Permanente”

Por P. Kino

Las familias se reúnen a celebrar la Verdad. Cristo ha nacido, esa es la navidad.

M

al fin tuvo para algunos el adelanto aguinaldo, pues algunos compraron más pensando en la oferta que en las necesidades básicas. Es la mentalidad consumista. Nos crean necesidades, que una vez que tenemos en nuestro poder el artículo “de ganga”, al tercer día algunos exclamamos “chin, ¿por qué lo compré?” - Una alarma para temblores, pero no vivo en zona sísmica… chin… - Aletas para buzo, pero no sé nadar ni vivo en playa o zona de buceo… chin… - Una caja de chocolates, pero tengo diabetes… chin… - Un “inflador” de llantas de carro y bicicleta, pero ni llantas tengo, sólo las del abdomen, y por cierto salen buenísimas, no se bajan. - Zapatos, adornos, ropa, que están destinados a vivir muertos en algún closet, pero como estaban de oferta… Podría poner infinidad de ejemplos, sólo pensemos, cuántas cosas hemos comprado esperando la fiesta para estrenarlas, y ni quien nos invite a la fiesta, o peor aún, cuando ya las vamos a estrenar, ya no nos quedan porque encogieron en el closet (no es que haya engordado… ajá).

La neofilia es la tendencia a comprar lo nuevo, lo actual, lo novedoso, dígase en el campo de la tecnología, el arte, la ropa, comida etc.

La Arquidiócesis de San Luis Potosí, a través de las dimensiones de catequesis y jóvenes te invitan a participar

Puedes en la palma de tu mano tener “el mundo a tu alcance”, el teléfono “más pequeño”; la computadora “más flaquita”. Ahora bien, no estamos contra la tecnología, pero qué pena que ella nos envuelva de tal manera que no seamos felices sin aquel objeto material, y sin embargo, somos “felices” cuando lo poseemos, aunque no poseamos la vida de Dios en nosotros. Me cuesta trabajo creer cómo todo se nos ha complicado, hasta las cosas más básicas que en el pasado no causaban conflicto. Hoy hasta para ir a comprar un café es toda una interrogación, pues te preguntan, del tamaño del vaso, si endulzado con azúcar o con un suplemento, si con leche o americano, y si es con leche si descremada o natural, si de vaca o de chiva, si frio o caliente… etc. de plano, la neofilia hasta para tomar un café. Bueno creo que la idea se entiende, cómo nos hemos complicado la vida aun en lo más básico de nuestra mentalidad consumista… Finalmente hasta para comprar un papel de baño, llegas, pides un papel de baño, y te preguntan si del que ya huele, yo de plano le dije a un tendero, que no quería uno del que huele: sino del que va a oler que es más barato.

Navidad no son regalos ni una fiesta comercial. Es recordar a Jesús niño que nació en un portal. Navidad es el momento de cambiar las actitudes, que nos hacen personas llenas de ingratitudes. ¿De qué te sirve cristiano celebrar la Navidad, si estás peleando con tu hermano que está en el hospital? Dios no quiere hipocresías, sino corazones sinceros. Cambiemos malas acciones, por muy buenos deseos. Dejemos en este día, los malos entendidos. Busquemos a nuestro hermano, si lo hemos ofendido. Dios bendiga a las familias, que son unidas e integradas. Y ante cualquier problema son manos entrelazadas. Navidad es el festejo de la Encarnación de Jesús. Que vivamos todo el año Iluminados por su luz. ¡A TODOS, FELIZ NAVIDAD!

Se realizará en las instalaciones de la Acción Católica (Independencia esquina con Madero) el día 22 de enero en punto de las 9:00 a.m. REQUISITOS - Componer un himno basado en la “misión permanente” de mínimo 3 min. y no más de 5 min. - Un coro por parroquia, (al interno se pueden hacer eliminatorias o unirse con los demás coros de la misma parroquia). - Carta de presentación del párroco o sacerdote asesor. - Inscripción 200.00 por coro - La letra se deberá entregar antes del 6 de enero 2012 en las instalaciones de la pastoral juvenil. Vallejo 1800 tel. 812 46 91 o en Madero 425 tel. 812 21 11. - Puedes inscribirte por internet mandando la letra de la canción a: pastoraljuvenilslp@hotmail.com, kinolopezcastillo@hotmail.com y el día del evento pagas tu inscripción y llevas la carta de tu párroco. - Se premiarán los tres primeros lugares.


Los cantantes L

os cantantes necesitan ensayar, prepararse para presentarse en público o a un medio de comunicación. Algunos artisitas o cantantes sueñan en un éxito, otros en lucrar. Todo cantante al presentarse por primera vez, tiene temor; pero al lograr un éxito se llena de valor y entusiasmo. ÁREA INTELECTUAL

La religiosidad popular Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz

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a religiosidad popular, también llamada por el Papa Juan Pablo II: «La piedad popular», es una veta que poco se ha profundizado, y cuando se ha hecho, se le ha visto siempre con ojos negativos. Profundicemos en esta apasionante vida religiosa de nuestro pueblo sencillo. Veamos que nos dice nuestro Plan Diocesano de Pastoral al respecto y contestemos algunas preguntas: «La religiosidad popular es muy fuerte en algunas parroquias que han hecho de sus fiestas patronales una tradición; lo mismo sucede en las peregrinaciones y las celebraciones comunitarias.

En la religiosidad popular se perciben algunas cualidades y virtudes comunitarias: unidad, solidaridad, carácter festivo, sentido histórico y de pertenencia. La religiosidad popular es positiva cuando se participa con devoción, porque se protegen las tradiciones y se arraiga la fe. El Santo Padre destacó “la rica y profunda religiosidad popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos”, y la presentó como “el precioso tesoro de la Iglesia Católica en América Latina”. Invitó a promoverla y a

protegerla. Esta manera de expresar la fe está presente de diversas formas en todos los sectores sociales, en una multitud que merece nuestro respeto y cariño, porque su piedad “refleja una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer”. La “religión del pueblo latinoamericano es expresión de la fe católica. Es un catolicismo popular”, profundamente inculturado, que contiene la dimensión más valiosa de la cultura latinoamericana. La piedad popular es una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia y una forma de ser misioneros, donde se recogen las más hondas vibraciones de América. Es parte de una “originalidad histórica cultural” de los pobres de este Continente, y fruto de “una síntesis entre las culturas y la fe cristiana”. En el ambiente de secularización que viven nuestros pueblos, sigue siendo una poderosa confesión del Dios vivo que actúa en la historia y un canal de transmisión de la fe. El Papa Juan Pablo II en su Exhortación Apostólica, La Iglesia en América dice: “Ya que en América la piedad popular es expresión de la inculturación de la fe católica y muchas de sus manifestaciones han asumido formas religiosas autóctonas, es oportuno destacar la posibilidad de sacar de ellas, con clarividente prudencia, indicaciones válidas para una mayor inculturación del Evangelio” (n. 16).

Lástima que muchos cantantes cantan canciones de doble sentido o abiertamente pornográficas. Pocos son los que cantan canciones honestas, expresivas de sentimientos humanos. Ha habido cantantes para los niños, que con sus cantos hasta a los adultos divierten como Cri Cri, o cómicos como Cantinflas, y tantos más. Dios los tenga en el Cielo. Yo me pregunto, ¿darán gracias a Dios por ese don que les ha concedido?

El Hábito no hace al monje Hábito (la definición que a nosotros nos interesa): Vestido o traje que cada persona usa según su estado, ministerio o nación, y especialmente el que usan los religiosos y religiosas. Monje: Individuo de una de las órdenes reli-

giosas sujeto a una regla común y que vive en un monasterio. Pues bien, lo que quiere decir nuestra expresión de hoy es que a veces las apariencias engañan y no sólo porque intentemos escondernos bajo un disfraz para intentar aparentar algo, somos ese algo que pretendemos. No porque una persona vaya con ropa deportiva es un deportista de élite, ni otro porque lleve lentes es un erudito, ni el que lleve buena ropa tiene que ser necesariamente rico. A veces las apariencias engañan y cuando desvelamos la mentira, podemos utilizar entonces la frase de hoy, el hábito no hace al monje.


Los libros y sus autores

Por Mtro. Luis Marino Moreno F.

George Weigel Editorial Planeta, 2011, 624 pág.

JUAN PABLO ll:

El final y el principio

E

l final y el principio reúnen los escritos y pensamientos del Papa más viajero y mediático Juan Pablo ll. El líder espiritual, que fue beatificado el 1º de mayo de este año, habla este libro a través del cronista religioso que ha estudiado a fondo los últimos años y el legado del pontífice. El periodista del canal de televisión, NBC especializado en El Vaticano ha escrito la biografía de unos de los líderes espirituales más queridos y seguidos de la historia de la cristiandad.

Más de una década ha tardado el autor en investigar el final del papado, cuando Juan Pablo ll, ya muy enfermo, intentaba hacer frente al “nuevo desorden mundial” imperante tras la caída del comunismo. En estas páginas, Weigel ahonda en la batalla que mantuvo Juan Pablo ll contra las fuerzas comunistas de Europa del Este, que desembocaría en la caída del Muro de Berlín en 1989; a raíz de nuevos documentos clasificados en Europa y Estados Unidos. Fue el Papa número 264 entre 1978 y 1995, permaneció 26 años en el pontificado, fue el tercero más largo en la historia del cristianismo. George Weigel (n. Baltimore, 1951) es un escritor y politólogo católico estadounidense. Fue el presidente fundador de Fundaciones James Madison. Weigel ha recibido nueve doctorados honoris causa, además de la cruz Pro Ecclesia et Pontifice y la Medalla de Oro Gloria Artis del gobierno polaco. Sus libros: Biografía de Juan Pablo ll: testigo de esperanza (2000); El coraje de ser católico: crisis, reforma y futuro de la Iglesia (2003); Política sin Dios: Europa y América, el cubo y la catedral (2005); Cartas a un joven católico (2006).entre otros.

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Iglesia Universal ROMA .- El Papa Benedicto XVI respondió en la cárcel de Rebibbia en Roma una serie de preguntas de los reclusos. A la pregunta de un reo víctima del SIDA sobre la forma en que algunos se refieren a ellos, el Santo Padre dijo que también hay quienes hablan mal del Papa pero eso no debe desanimarnos sino que hay que seguir adelante. “Tenemos que soportar que algunos hablen mal de nosotros. Creo que es importante alentar a todos para que piensen bien, para que entiendan como sufren ustedes, para que comprendan que tienen que ayudarles a levantarse. Yo haré todo lo posible para invitar a pensar de forma justa -no con desprecio, sino con humanidad- que todos podemos caer, pero Dios quiere que todos lleguemos a Él; y que debemos cooperar, con espíritu de fraternidad y reconociendo nuestra fragilidad, en este proceso para que los que han caído se levanten y prosigan su vida con dignidad”. CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI señaló que el misterio de la Navidad está en confiar en el amor de Dios para acoger la vida divina del Niño Jesús. Alentó a celebrar adecuadamente esta Navidad e inundar los hogares con la auténtica alegría y luz del nacimiento del Niño Dios. WASHINGTON D. C.- Los Obispos hispanos de 33 diócesis de Estados Unidos agradecieron a los inmigrantes por su contribución a la sociedad y pidieron a los estadounidenses que los acojan con amor y respeto, reconociendo en ellos la presencia de Cristo. En la carta del 12 de diciembre, Fiesta de la Virgen de Guadalupe, los prelados expresaron su solidaridad con aquellos inmigrantes “que aún no tienen la debida autorización para vivir y trabajar en nuestro país” y los invitaron a participar plenamente en la vida de la Iglesia de Estados Unidos.

Iglesia en México MÉXICO.- La Dimensión de Justicia, Paz y Reconciliación de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, presidida por Mons. Ramón Castro Castro, emitió un mensaje a los fieles cristianos de México de frente a los procesos electorales en el país que el primero de julio de 2012. “Queremos invitarlos a hacer una reflexión en torno a qué tipo de actitudes debemos desarrollar nosotros mismos y en nuestros grupos y ambientes para el próximo 2012 que será un año muy importante en lo que a construcción de ciudadanía se refiere”. “Que nuestra participación, desde cualquier ámbito y trinchera, nos distinga como cristianos, ciudadanos de esperanza, constructores de paz, para que sigamos avanzando en este proceso de construcción de ciudadanía permanente pero seamos capaces de transmitir esperanza de que se puede y se debe trabajar por un México diferente”. MÉXICO.- La Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano manifiesta su reconocimiento a la Cámara de Diputados por la aprobación de las diferentes reformas, entre ellas, la modificación al artículo 24º Constitucional. Con esta reforma se amplía el derecho que tienen las personas a ejercer libremente la religión de su preferencia, o bien, a no tener ninguna, si así lo desean. Este derecho a la libertad religiosa, es parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU y de la Declaración Interamericana de Derechos Humanos. Adaptar el texto constitucional a la expresión plena de este derecho humano, cumple con la reciente reforma al artículo 1° de nuestra Carta Magna. Nuestro país, a través de sus legisladores, ha dado un paso muy importante en el reconocimiento y respeto a un derecho fundamental innato a cada persona, y por lo mismo, es un avance en la vida democrática, respetando la pluralidad y el pensamiento de todos y de cada uno.


El lugar que le corresponde

C

uando abrimos la primera página del evangelio de San Juan, nos encontramos con un profundo canto a la Palabra, un himno al Verbo que se hizo carne. Naturalmente no se refiere a la simple palabra del hombre, sino a Aquél que es principio y fundamento del cosmos y de la historia, muy probablemente así debió haber “sonado” a los oídos de la comunidad cristiana a la cual se destinó el Cuarto Evangelio. No podemos negar que el término “Palabra” podría tener un amplio rango de sentidos, incluido el de sabiduría, palabra creadora, etc. Pero lo más claro es que esta Palabra es Jesucristo. Por otro lado, aunque el término apunta a realidades muy profundas, tampoco podemos pasar por alto su sentido más elemental: la palabra como comunicación, la Palabra que abre un diálogo con el hombre para explicarle el camino a la vida plena, como se lo explicó a Nicodemo, como lo explicó a la Samaritana. Esta es la Palabra que realiza obras y señales de parte del Padre celestial y explica su significado, es decir es reveladora del “Salvator mundi” (Salvador del mundo). Esa Palabra, por la que todo fue hecho, se hizo carne y vino a habitar entre nosotros. Este es el gran evangelio, es la buena noticia de San Juan, el resto de su escrito sólo lo explicará. Parece ser que no hay verdad más urgente que San Juan quiera revelar. Si la palabra vino a habitar entre nosotros, la comunidad es desafiada a darle el lugar que le corresponde. El prólogo del Cuarto Evangelio ante todo nos revela y nos manifiesta la

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verdad sobre la Palabra y su obra en favor del mundo, pero también desafía a la comunidad a darle la respuesta de la fe, una fe que no es sólo un acto interior o privado del hombre, sino que también se hace carne para alcanzar la vida que ofrece la palabra. De esa manera, si la palabra viene a habitar ente nosotros, el primer movimiento es el de hacerle un espacio en la propia vida. Esto es fundamental. El Cardenal Carlo María Martini subraya que todo el evangelio es una disciplina espiritual que nos invita a reconocer las implicaciones que resultan de la presencia del Verbo entre nosotros. El punto de llegada del itinerario espiritual es lo expresado en Jn 15,15: “ya no los llamo siervos, los llamo amigos”. El Verbo es recibido en la intimidad misteriosa de la amistad, mas no por ser íntima es privada, sino comunitaria, pues la experiencia no sólo es personal, como queda expresado en la “galería” de amigos que aparecen en este evangelio, sino que la experiencia de amistad se da fundamentalmente en plural: “hemos visto su gloria... y de su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia”. Así, el conocimiento de la Palabra que nos propone el Cuarto Evangelio, no es el conocimiento de una doctrina, sino que introduce pedagógicamente en una relación de intimidad comunitaria con el Señor, aquella que no logra el principiante, que aún no obtiene el catecúmeno, probablemente ni el discípulo del segundo ciclo. No obstante, a todos ofrece la posibilidad de una relación realmente nueva y sólida, en la que ya no hay marcha atrás, en la que ya no tiene lugar la rutina, pues se ha encontrado la vida plena.

“L

a Red” te invita a colaborar en sus páginas a través de un artículo, una nota informativa, una reseña de algún evento eclesial en tu parroquia o grupo eclesial, una fotografía (Con pie de foto), etcétera; al fin que la Iglesia la formamos todos, y “La Red” quiere hacer Iglesia, hacer comunidad con sus lectores y colaboradores. Los lineamientos generales para poder publicar en este medio evangelizador se describen a continuación: La colaboración llevará un título atractivo para los lectores, cuyos verbos, de preferencia, deberán ir en presente. Se sugiere, además del título, un antetítulo que indique, de manera general, de qué va a hablar la nota o reseña.

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En el primer párrafo el lector debe de encontrar la respuesta a cinco preguntas: ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? y ¿Quién?, de modo que cuando se lea lo primero tenga una idea general de qué tratará el artículo.

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A continuación, el escrito deberá presentar, una buena sintaxis y cuidar la ortografía, sin recurrir, asimismo, a palabras rebuscadas o a tecnicismos que dificulten la lectura de los asiduos a este medio de publicación mensual.

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La extensión de la nota no deberá superar las 400 palabras. Es recomendable, por otro lado, agregar información en forma de recuadro que clarifique al lector, por ejemplo, el origen de tal o cual palabra, las acciones más sobresalientes de algún personaje, incluso sus datos biográficos, el funcionamiento de algún objeto o el organigrama de algún movimiento, etcétera.

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Toda colaboración, que tiene que ser inédita, deberá contener los datos completos y fidedignos de su autor, además de correo electrónico y números telefónicos donde se le pudiera localizar al autor en caso de dudas o para correcciones.

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Los artículos se deben de enviar los días miércoles o jueves; si es nota informativa, de algún evento de fin de semana, lunes antes de las 10:00 Hrs.

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Los artículos se deben de enviar vía correo electrónico en archivo adjunto en formato de Word. El texto debe de ser plano (sin diseños extras)

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Las fotos deben de enviarse, también vía mail, pero en formato .jpg y en archivo adjunto. “La Red” se reserva el derecho de edición y publicación. La dirección electrónica de envío es semanariolared@iglesiapotosina.org, y semanariolared@hotmail.com


cinco umplió c , z e ín s Mart la. n Luca atehua ofundao M D e , d e r is b s pr e diciem po de la Dióce d, lo felicitan d 4 1 o e d nes. El pasa os como Obis manario La R endicio b e d e ñ e a lo colm a, y el S Potosin ndo que Dios ia s le La Ig espera mente,

La parroqu ia de la Inm aculada Co tusiasmo a ncepción, su Santa P celebró co a trona. La c por nuestr n gran enomunidad o Arzobisp estuvo aco o Don Luis mpañada Morales R ofreció a la eyes, que Santísima c confirmac o m o pastor Vir iones de a lgunos herm gen, las anos de la parroquia.

a”, impartido lomado “Filosofía y liturgi Culminó con éxito el dip Manuel López de Teología, por el Pbro. na sa ce Dio ela cu Es la en ado asisDiocesana. A este diplom ral sto Pa de o ari Vic o, nd Facu an para su rsonas, las cuales se llev pe nta ve no de rca ce tieron to espiritual. as de reflexión y crecimien vida de fe, profundos tem

El viern es honrar 25 de noviem br a en el te su patrona Sa e, Río Verde, S mplo p nta Cat LP, se v arr ar is par de la solem oquial, una g ina de Alejand tió de gala pa ran mu ra r ne Euc ía, dánd ltit a Arzobis ristía concele ud de fieles p ose cita ar br po Don Luis Mo ada y presidid a particia por e rales R l Sr. eyes.

sé Obrero de la parroquia de San Jo les fie los a, grí ale a ch mu Con l, la cual se tuvieron su fiesta patrona pe alu ad Gu de ría Ma y Santa mento de la os que recibieron el sacra coronó con más de 100 niñ z. Eucaristía por primera ve

Muchas s on las ne urgentes cesidade s que ten hasta las emos, de más senc número d sde las m illas, y co e fieles, a ás n ellas, a l Santuari de todos cudieron o de Gua los mexic un sin dalupe, p anos. En la unidad ara ver a solemne de las fam la madre Eucaristí en armon ilias, para a , le pidie ía y conc q u e y ron por a no se d o esintegre na, Madre rdia. Por eso, Méx n y vivan ico clama del verda dero Dios a por quien la Guadalupase vive”.


DICIEMBRE 25 DE 2011

Seminaristas recibieron Ministerios de Lectorado y Acolitado de manos de nuestro Pastor Por LCC Angélica Maldonado Morales

S

eis seminaristas recibieron el Ministerio de Lectorado y 10 de Acolitado de manos de nuestor Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, quien presidió la solemne concelebración Eucarística acompañado del Rector del Seminario Arquidiocesano Guadalupano Josefino, Pbro. Erasmo Valero Sánchez, del Ecónomo del mismo: Pbro. Lic. Marco Antonio Luna Aguilar; del Pbro. Miguel Cardozo García y de todo el equipo de Sacerdotes encargados de la Formación Académica, espritual y moral de los alumnos seminaristas.

Alberto; Ferrari González Juan Gerardo; Galván Ibarra Abad; Govea Rangel Óscar Azael; Nares Guzmán Jesús; Nava Torres José Ismael; Pérez Sánchez Carlos Rafael; González Segura Juan José; Reyna Dávila Anastacio Alejandro; Zapata Vázquez Fidel Alejandro.

Recibieron el Ministerio del LECTORADO: Acosta Rincón Juan; González Zapatero Luis Miguel; Hernández Herrera Ramiro; Rangel Martínez Víctor Manuel; Reyes Perfecto Luis Esteban; Silva Padrón Hugo. Y el Miniterio del ACOLITADO: Cruz González

“Sr. Arz. Luis Morales Reyes: Salud y Gracia de parte de nuestro Dios para que siga ejerciendo esta misión apostólica con gran celo pastoral, entrega incondicional y amor fecundo en esta porción potosina, mis palabras no imprimen la fuerza que los sen-

El seminarista encargado de dirigirle emotivas palabras de agradecimiento y aliento a nuestro Pastor fue Fidel Alejandro Zapata Vázquez, alumno del 3° de Teología del Seminario Mayor.

timientos quieren de verdad expresar, así nos permitimos dirigirnos a usted con más cercanía y sencillez, deseándole paz, alegría e impulso para continuar heróicamente el Ministerio Episcopal”. “Ser Lector y Acólito hoy pareciera una locura, más todavía cómo se desenvuelve el mundo, siendo testigos del ocaso de los valores humanos, familiares y cristianos, pero resulta más ilógico creer merecer algo que venga de Dios, es por eso que agradecemos con la vida ese don, ese regalo, ese detalle para con nosotros. Confiamos en su perdón, en su misericordia y en su paz”. “Gracias totales a Dios, a su Ministerio Episcopal de congregar, cuidar y guiar a su Iglesia. Dios nos bendiga, nos proteja y nos llene de su Amor”.

“Nuestra Fe se ha hecho rutinaria, es urgente reavivarla para que de frutos abundantes” Por LCC Angélica Maldonado Morales

L

a Unión Social de Empresarios de México, se reunió con nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, el pasado miércoles 7 de diciembre del 2011, en un prestigiado salón de la ciudad capital, donde dictó la conferencia titulada: “2012: Año de la Fe”, dado que S.S Benedicto XVI lo promulgó con el objetivo de que todos los creyentes en Cristo profundicemos en las raíces y fundamentos de nuestra Fe, sobre todo en el Credo”. Empresarios hombres y mujeres de fe, creyentes en Cristo y María Santísima y portadores de sólidos valores humanos y cristianos se mostraron en todo momento, llenos de contento espiritual al reunirse con nuestro Señor Arzobispo, pues los exhortó a vivir su fe en plenitud, dando testimonio de su fe viva, perseverante, diligente y actuante en dondequiera que se encontrasen”. Don Luis Morales estuvo acompañado del Director de USEM Confederación, Lic. Germán Araujo Mata y del Lic. José Arturo Segoviano García, Rector y Presidente del Consejo Directivo de la Universidad Potosina y Presidente de USEM en San Luis Potosí; éste último informó sobre la amplia gama de

actividades realizadas durante el año 2011. En su conferencia indicó Mons. Morales Reyes: “Muchos son los que se han preguntado: “¿Dónde estaba Dios cuando sucedió el atentado terrorista de las torres gemelas? Y tristemente no son pocos los que dicen que Dios no existe, aunque sepan perfectamente bien que Él siempre está con nosotros, sólo que debemos estar conscientes que lo hemos desplazado de nuestras vidas porque tal parece que se han propuesto quitar a Dios de nuestra familia, de la política, de la educación, del deporte, la economía y de todos los ambientes sociales, artísticos y culturales”. “Todos le fallamos a Dios al aceptar esas “leyes” que relajan las costumbres, estuvimos de acuerdo en que se expulsara y se desplazara a Dios de nuestra vida, por eso vivimos en un mundo donde PREVALECE LA PÉRDIDA DE VALORES HUMANOS Y CRISTIANOS, donde se nos da un ambiente de violencia, inseguridad, injusticias, donde no predomina la paz, el amor, la concordia, la fraternidad, la justicia, la caridad, solidaridad y la igualdad”.

Finalmente dijo nuestro Pastor: “No se les olvide leer el capítulo 11 de la Carta de San Pablo a los Hebreos, donde hace un HIMNO POR LA FE, ya que por la Fe a Cristo lo dejaron todo sus discípulos, familia, pertenencias, todo

lo hicieron a un lado para seguir a su Maestro, incluso dieron la vida por Él con el martirio, seamos pues como esos mártires que derramaron su sangre por el Dueño de nuestra existencia”.


“El amor, la muerte y el tiempo”

Nuestro Pastor celebró Misa por nuestros Sacerdotes

Con gran éxito se presentó el libro del Pbro. Juan Jesús Priego Por LCC Angélica Maldonado Morales

“E

l amor, la muerte y el tiempo” es el título del más reciente libro de la autoría del escritor, Pbro. LCC Juan Jesús Priego Rivera, de colección El Buey Mudo, editorial Ciudadela, la cual editó el ejemplar en 416 páginas, presentándose en el auditorio “Ignacio Montes de Oca”, de la Casa de Acción Católica, lugar que lució a su máxima capacidad para escuchar las palabras del mismo autor y del doctor Jaime Septién Crespo. Posiblemente, la mayor dificultad de un creyente sea encontrar el equilibrio entre ser de este mundo y no ser mundano. De esta delicada relación han surgido numerosas concepciones erradas de la vida. Como escribe Armando Zerolo “si hemos perdido el sentido de la vida es porque hemos perdido el sentido del mundo, y si hay esperanza es porque el hombre participa de una historia de redención”. A partir de una serie de textos de los grandes autores de la literatura, el joven sacerdote católico Juan Jesús Priego nos invita a realizar una profunda reflexión sobre la relación entre fe y cultura, entre el mundo y la trascendencia. No obstante, según se advierte en la introducción a la obra, “los textos que tenemos delante no son una recopilación de obras llamadas a animarnos a una buena conducta, no son un modelo moral, no son una guía de buenas costumbres ni el manual para ser una buena persona. Podríamos decir que todos los fragmentos seleccionados, con las reflexiones que los acompañan, tienen en común que son pequeñas invitaciones a un encuentro con la realidad, a participar en el teatro del Mundo, donde todos los papeles, todas las situaciones, y el decorado mismo, tienen un sentido muy especial”. El amor, la muerte y el tiempo es, en fin, una llamada tan bella como peculiar a encontrarnos con la realidad y a tomar conciencia de que el mundo, cómo no, también fue creado para los hombres de fe.

Por LCC Angélica Maldonado Morales

E

n la Catedral Metropolitana Potosina, el pasado lunes 19 de diciembre del 2011, sacerdotes de nuestra querida Arquidiócesis Potosina se dieron cita para agradecerle a Dios y a Nuestra Señora de la Expectación todos los dones recibidos durante el año que está por culminar.

Cabe señalar que el maestro de ceremonias de esta presentación fue el Pbro. Rubén Pérez Ortiz, amigo entrañable del P. Juan Jesús Priego, quien como preámbulo a la presentación del libro, hizo una clara reflexión sobre la importancia de la lectura”. Afirmó: “La lectura no sólo proporciona información sino que forma creando hábitos de reflexión, análisis, esfuerzo, concentración, pero además recrea, hace gozar, entretiene y distrae. Es fundamental tener un hábito lector que nos garantice tener conocimientos frescos, actualiza”. El P. Juan Jesús Priego nació en Tamazunchale, en 1970, y se ordenó sacerdote en 1998. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, realizó estudios de Doctrina Social Cristiana en el Katholische Soziales Institut de Colonia, en Alemania. Ha escrito numerosos artículos en diversos diarios y revistas y ha publicado los siguientes libros: Las caras de la luna (1998); Devuélveme la alegría. En los alrededores del misterio del mal (2001); Los pecados capitales (2004); Derechos humanos y pensamiento único. La dignidad humana en tiempos de globalización (2004), entre otros. Actualmente tiene a su cargo la parroquia María Madre de la Divina Gracia, en nuestra ciudad.

La solemne Concelebración Eucarística fue presidida por nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, acompañado de nuestro Pastor Emérito, Mons. Arturo Antonio Szymanski Ramírez y de varios Sacerdotes que asistieron para agradecerle a Dios el Don del Sacerdocio Ministerial, pero además para darle gracias por este Tiempo Navideño tan hermoso, pues sin duda es un tiempo que se torna apto para convivir, estrechar lazos fraternos de paz, amistad sólida y unión entre nuestro Sacerdocio Potosino. El encargado de emitir la Homilía en este día de Reunión del Presbiterio, por Navidad, fin de año y por las festividades en torno a la Santa Patrona de Catedral, Nuestra Señora de la Expectación fue: Mons. Antonio Torres Herrera, nuestro estimado Vicario General. Fue así como nuestro Clero Arquidiocesano estuvo de plácemes, conviviendo con nuestro Arzobispo, a quien se le vio gustoso de compartir con ellos la Palabra de Dios y la Eucaristía, alimento para la misión, en este nuevo tiempo litúrgico que comenzamos a finales de noviembre, para dar inicio al tiempo navideño, por lo que a todos les agradeció su presencia por querer convivir sanamente y armonía como elegidos del Señor ahora que todos gozosos debemos vivir la Santa Navidad. ¡FELIZ NAVIDAD A TODO NUESTRO CLERO POTOSINO!


Las campanas de la Basílica de San Pedro A

migos de LA RED, en esta ocasión quiero hablarles de las seis campanas que están colocadas en la Basílica de San Pedro y que son, sin duda alguna, otro de los preciosos tesoros que podemos encontrar en esta emblemática Basílica del Vaticano. La primera es la Campanone, situada bajo reloj, su nota es Fa menor, tiene un diámetro de 2,316 m y un peso estimado de 8950 kg. La siguiente es Campanoncino, realizada en 1725 por Inocencio Casini. Tiene un diámetro de 1,772 m y con una masa de 3640 kg, con su nota es el Si menor doble bemol disminuida 6/16 de semitono. La tercera campana es la «Rota», es la más antigua de todas, fue realizada por Guidotto Pisano en el siglo XIII y su función original era convocar a los auditores del Tribunal de la Rota Romana. Su peso es de 1815 kg. Su nota es Re menor disminuida 6/16 de semitono. La cuarta campana es Predica, realizada en 1909 por Giovanbattista

Por Pbro. Efraín Moreno Aguirre

Lucent, pesa 830 kg. Su nota es el Fa mayor disminuida 8/16 de semitono. La quinta es Ave María, fue refundida en 1932 por Daciano Colbachini. Tiene un diámetro de 75 cm y 250 kg de peso. Su nota es Si mayor disminuida 5/16. La última campana es Campanella, fundida en 1825 por Louis Luce pesa 235 kg. Su nota es Do mayor disminuida 3/16 de semitono. Cuando suenan las seis campanas al unísono se llama pleno, esto sucede en las fiestas más importantes del año litúrgico: Pascua de Resurrección, Navidad, Epifanía y Pentecostés. Además, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el 29 de junio. Desde el Cónclave de 2005, después de la muerte del Beato Juan Pablo II, las campanas de San Pedro tienen un papel importante puesto que su sonido es diferente en función del resultado de las votaciones. Esta medida se aplicó para eliminar cualquier duda sobre el color del humo que precede al anuncio «Habemus Papam».

Benedicto XVI y los jóvenes en esta Navidad Desde la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre animó a los jóvenes a imitar a Jesús “que no dejaba a nadie solo con sus problemas, sino que los acogía siempre, compartía sus dificultades, lo ayudaba y le daba la fuerza y la paz de Dios”. Benedicto XVI recordó que en la llamada de Dios, hay una invitación a la vida, a ser jóvenes cristianos, a practicar el bien y también a dar a Jesús “gracias por todo aquello que me das”. Animó a reservar todos los días un momento para la oración, y recordó a los jóvenes que deben honrar el gran don de la vida, “apreciarlo, agradecerlo al Señor, pedirle que les dé una vida alegre a todos los chicos y chicas del mundo: Que todos sean respetados, siempre, y que a nadie le falte lo necesario para vivir”.

A

l recibir esta mañana a una delegación de jóvenes, quienes quisieron felicitarle por la Navidad, el Papa Benedicto XVI animó a los jóvenes a seguir sembrando la semilla del Evangelio.

“Lleven a sus compañeros esta hermosa invitación, y díganles: Mira, yo he respondido a la llamada de Jesús y he encontrado en Él un gran amigo que hallo en la oración, que veo entre mis amigos, y que escucho en el Evangelio”, invitó el Papa.

Explicó que mediante el Bautismo, Jesús se hizo hermano de nosotros, y con la Comunión no llama a la amistad, y “Él los acompaña siempre en el camino de la vida”. “Responden con generosidad al Señor que les llama a su amistad: ¡No los defraudará nunca!”, exclamó. Explicó que Dios llama a ser un don de amor de diversas maneras, “para formar una familia”, o como sacerdotes, religiosos, o misioneros. “Sean valientes en darle respuesta”, y “¡serán felices para toda la vida!”, exhortó. Finalmente Benedicto XVI deseó una feliz Navidad a los jóvenes y les animó a pensar en Jesús mientras ponen el Pesebre en sus casas y decir “Ven a mi vida y yo te escucharé siempre”.


DICIEMBRE 25 DE 2011

La mirada del joven está dirigida hacia adelante; la de los viejos, hacia atrás. La juventud es la época de la lectura; la vejez, la de la relectura

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Educación sentimental

L

a repetición es signo de madurez existencial, de vida vivida. Un joven no se repite nunca, busca lo nuevo, lo original, lo nunca visto: mira hacia adelante. El hombre maduro, en cambio, y sobre todo ese hombre maduro que es el anciano, no recuerda haber contado ya la historia que hoy se dispone a contar una vez más. «Cuando estaba en el ejército»…, dice. Ha referido esta anécdota o lo que sea unas quinientas o mil veces, pero no es capaz de recordarlo, o, si lo recuerda, lo mismo le da: mira hacia atrás. «Cuando estaba en el ejército»... En un relato de John Steinbeck (19021968) aparece un viejo así, simpático y repetidor, que no hace más que preguntar a sus parientes: «¿Pero de veras os he contado ya cómo nos robaron treinta cinco caballos esos ladrones de payutes?»; o bien: «Tengo en el cobertizo un viejo cuerno para pólvora y una pistola de pistón. ¿Se los he enseñado alguna vez?». A lo largo del relato, el viejo no abre la boca más que para hacer estas dos preguntas. Y al escuchar la respuesta de su auditorio («Sí, en muchas ocasiones»), se mesa los cabellos en señal de angustia para luego, a la mañana siguiente, volver a la carga y preguntar lo mismo. La mirada del joven está dirigida hacia adelante; la de los viejos, hacia atrás. La juventud es la época de la lectura; la vejez, la de la relectura. Llegados a cierta edad ya no buscamos libros nuevos, autores recién consagrados, sino que volvemos a los autores y libros que fueron nuestros compañeros de toda la vida. «A los veinte años –decía Barrès- hemos elegido ya a nuestros maestros». Según Michel Butor, el escritor y crítico francés, comprender a un autor significa haber encontrado sus repeticiones y sus modificaciones. Un autor debe

ser leído en todas sus obras, pero poniendo especial atención en aquello que repite; eso, no lo dudemos, será su tema vital, su preocupación obsesiva, según el decir de Pedro Salinas (1892-1951). ¿Y lo demás? Lo demás importa menos; en todo caso, no será allí donde encontraremos la clave de su pensamiento. En la novela La sangre de los otros de Simone de Beauvoir (1908-1986) hay, por ejemplo, una escena en la que el pequeño Jean Blomard está llorando porque el hijo de Louise, la portera, acaba de morir. «¡Come! -le ordena su padre-, no vas a pasarte la vida llorando. Es triste lo que ha sucedido, pero no vas a llorar toda la vida. ¡Come!». El niño se seca las lágrimas, toma los cubiertos, recompone su postura, alarga la mano buscando una barra de mantequilla; y muchos años después, cuando sea mayor, repetirá para sí mismo en la ocasión de la muerte

de Hèlene, el ser más querido de su madurez, las mismas palabras que escuchó cuando era niño: «No toda la vida. Una hora o dos, pero no toda la vida. Esta noche hasta el alba, pero no toda la vida». En otro de sus libros (ahora se trata de Pirrus et Cineas), la autora vuelve a la misma escena. Sólo que ahora ya no la utiliza para novelar, sino para ilustrar una idea. Dice así: «He conocido un niño que lloraba porque había muerto el hijo de la portera. Sus padres, que lo dejaron llorar, terminaron irritándose: “Después de todo, el niño no era tu hermano”». Y añade la novelista filósofa: «Ésta era una enseñanza peligrosa». A Simone de Beauvoir, como puede verse, este episodio vivido la marcó profundamente. ¿Fue en casa de una de sus amigas donde sucedió?, ¿fue incluso ella misma la alumna de tal enseñanza?, ¿fueron sus padres quienes le ordenaron comer, haciendo de la muerte una cosa incapaz de quitar el hambre? En todo caso, como ella misma lo dice, ésta era una enseñanza peligrosa. El niño, que aún no había medido las fronteras entre el yo y el tú, entre lo propio y lo ajeno, y para quien todo lo que vivía

y ha muerto es digno por lo menos de una de sus lágrimas, aprendió desde ese momento a medirlas. Aprendió que hay que llorar por unos y no por otros, que a los muertos hay que llorarlos una hora o dos, pero no toda la vida; «esta noche hasta el alba, pero no toda la vida». Cuando, a su vez, sus padres mueran, él tendrá derecho a decirse a sí mismo: «Come, es triste lo que ha pasado, pero no vas a llorarlos toda la vida». Entonces se secará las lágrimas, tomará los cubiertos, recompondrá su postura y alargará la mano en busca de una barra de mantequilla, como cuando era niño. ¿No le habían dicho ellos mismos que no hay que llorar por nadie demasiado? Bien, entonces es justo que también ellos paguen el precio de semejante lección. Si se encargaron de ponerle un límite a la ternura, un candado a la expresión del afecto, que no les moleste que ellos mismos, más tarde, tengan necesidad de un pasaporte para llegar a los territorios del corazón de su hijo. Al excluir a los demás, sin darse cuenta, estaban excluyéndose a sí mismos, como casi siempre sucede. En efecto, aquella era una enseñanza verdaderamente peligrosa.


Obras son amores y no buenas razones

(primera parte)

Por Mtro. José Ricardo García López

E

l humanista español Juan Luis Vives (1492-1540) alaba las virtudes de su esposa y dice que ésta las heredó de su madre, y narra la forma en que ésta demostró con palabras y obras el amor a su marido. Ojalá nuestras jóvenes actuales se esforzaran en demostrar su amor a sus maridos no sólo con palabras y actitudes pasionales y pasajeras sino con palabras y obras auténticas que lo patenticen, como lo hicieron las mujeres que de aquí tratamos. En la festividad del Corpus Christi, o sea el 23 de mayo de 1524, Juan Luis Vives, contrajo matrimonio con Margarita Validaura o Valldaura y Cervent o para decirlo con sus propias palabras: sujetó su cuello a la coyunda mujeril que nunca le resultó pesada ni pensó jamás sacudírsela. Para esto le sobraba razón a Vives ya que su mujer, Margarita, heredó de su madre la sumisión y abnegación que era común en las mujeres de aquella época y que en la nuestra son ya muy pocas pero que afortunadamente todavía existen algunas. Vives siguió el consejo de Eurípides en la tragedia Andrómaca (Las diecinueve Tragedias, Porrúa, 1983 p. 136): “No tomar por esposa al retoño de una mujer perdida. ¡Sacan a relucir la desvergüenza de sus madres! Los que intentáis maridaje, pensadlo bien: tomad por mujer a una hija de mujer honesta”. Para reforzar esta aseveración procedemos a narrar algunos aspectos sobre la vida de los suegros de Vives a los que él mismo, a menudo, hacía referencia: Clara Cervent, mujer de

Bernardo Valldaura, siendo doncella muy delicada y hermosa, traída, casi niña, a Brujas a reunirse con su esposo, de más de cuarenta años de edad, la primera noche de bodas vio que él tenía vendadas sus piernas y descubrió haberle tocado marido enfermo con repugnantes y numerosas pústulas del tamaño de una semilla de melón que le salían en la piel. Pero no por ello se desanimó ni mostró señal alguna de desencanto o desamor, cuando todavía no podía sentirse amada. Años después, aumentando su ya de por sí quebrantada salud, cayó Valldaura en una penosísima enfermedad, de suerte que los médicos lo declararon un caso desesperado. Madre e hija asistieron al lecho del enfermo con tanto cariño y constancia que por espacio de seis meses ninguna de ellas se desnudó sino por mudarse la camisa y hubo noches en que sólo descansaron una o cuando más dos horas y las demás las pasaron de claro en claro. Se trataba de aquél mal que allí llaman mal francés, cruel y pegadizo. Médicos y parientes aconsejaban a Clara y a sus hijos que no lo tocasen y que ni siquiera se le acercaran porque aquella enfermedad podía fácilmente trasmitirse. Algunas

damas de su familia y de su amistad, llegaron incluso a increpar a Clara diciéndole que su abnegación era excesiva e irresponsable puesto que se trataba ya de un hombre más que medio muerto y que en tales circunstancias debía pensar en atender su alma mediante oraciones y actos de piedad y no a su cuerpo que no tenía esperanza de vida y por lo mismo sólo debía pensar en darle cristiana sepultura. Tales recomendaciones no la apartaron del lecho del enfermo, antes bien fue un reto para seguir prestándole la misma esmerada atención con mayor ahínco, e intensificar su atención personal, entraba en la cocina continuamente para preparar las presas de sustancias medicinales que remediasen las dolencias y ella personalmente le mudaba los paños y demás ropa interior con demasiada frecuencia debido a que sufría precipitaciones diarréicas y el pus corría de diversas partes de su cuerpo. Todo el día y con rapidez se trasladaba de un lado para otro y de arriba a abajo sosteniendo la endeblez de su cuerpo con la viril reciedumbre de su alma, complexión incapaz, a simple vista, de soportar trabajos tan grandes si la gran fuerza de su amor no le infundiera corazón

y bríos. Gracias a tantos cuidados el enfermo superó la crisis contra todos los diagnósticos de los médicos y augurios de parientes y amigos. Esta sorprendente curación sirvió para que vecinos y amigos, dijeran que Dios ya había decretado la muerte de Valldaura, pero que su mujer se empeñó en no soltarle de las manos. Pocos meses después comenzó a carcomérsele a Valldaura la carnecilla que está dentro de la nariz y los médicos prescribieron unos hediondos polvos que había que aplicar al enfermo soplando un cañutillo, pero como al olor de los polvos se añadía el olor nauseabundo que despedía el enfermo por las narices, que no hubo quien se prestara a realizar aquella curación y por lo mismo solamente su mujer se aprestó a hacerlo. Superada esta crisis y pasadas apenas unas cuantas semanas, aparecieron en su barba una gran cantidad de repugnantes pústulas de manera que ningún barbero toleraba rasurarlo, por lo que su esposa lo hizo y al paso de poco tiempo con una gran destreza.


Fe y política

Respeto a la vida

Que el Niño de Belén nos libere de la cárcel interior del pecado, de la soberbia y del orgullo Por Benedicto XVI

“E

L

a vida es el don más grande que tenemos. Por este don, es que podemos hablar de todo lo demás. Sin la vida no habría la posibilidad de desarrollar todo. La vida, como don de Dios, debe ser respetado en todas sus etapas. De ninguna manera se puede truncar o frustrar, porque tenemos la vocación de realizarnos en la vida. Toda creatura, de manera especial, el ser humano, tiene la capacidad de desarrollar la vida de manera integral. Poseyendo la libertad, tenemos la posibilidad de optar siempre por vivir en armonía. Si llegara a faltar el respeto de la vida ¿Cómo podemos hablar de algo más? ¿De qué otro respeto podríamos referirnos? Inclusive en relación a Dios, porque Dios es el principio de la vida. Dios es vida. El Papa Benedicto XVI en su encíclica Cáritas in Veritate, nos recuerda sobre el respeto a la vida: “Uno de los aspectos más destacados del desarrollo actual es la importancia del tema del respeto a la vida, que en modo alguno puede separarse de las cuestiones relacionadas con el desarrollo de los pueblos. Es un aspecto que últimamente está asumiendo cada vez mayor relieve, obligándonos a ampliar el concepto de pobreza y de subdesarrollo a los problemas vinculados con la acogida de la vida, sobre todo donde ésta se ve impedida de diversas formas. La situación de pobreza no sólo provoca todavía en muchas zonas un alto índice de mortalidad infantil, sino que en varias partes del mundo persisten prácticas de control demográfico por parte de los gobiernos, que con frecuencia difunden la contracepción y llegan incluso a imponer también el aborto. En los países económicamente más desarrollados, las legislaciones contrarias a la vida están muy extendidas y han condicionado ya las costumbres y la praxis, contribuyendo a difundir una mentalidad antinatalista, que muchas veces se trata de transmitir también a otros estados como si fuera un progreso cultural (28). Como siempre los pobres son los que sufren las consecuencias del abuso de los poderosos, que los obligan a aceptar las prácticas abortistas: “Algunas organizaciones no gubernamentales, además, difunden el aborto, promoviendo a veces en los países pobres la adopción de la práctica de la esterilización, incluso en mujeres a quienes no se pide su consentimiento. Por añadidura, existe la sospecha fundada de que, en ocasiones, las ayudas al desarrollo se condicionan a determinadas políticas sanitarias que implican de hecho la imposición de un fuerte control de la natalidad. Preocupan también tanto las legislaciones que aceptan la eutanasia como las presiones de grupos nacionales e internacionales que reivindican su reconocimiento jurídico (28).

staba en la cárcel, y viniste a verme” (Mt 25, 36). Estas son las palabras del juicio final, relatado por el evangelista Mateo, y estas palabras del Señor en las cuales se identifica con los detenidos expresan en plenitud el sentido de visitar a los encarcelados. Dondequiera que haya un hambriento, un extranjero, un enfermo, un encarcelado, allí está Cristo mismo, que espera nuestra visita y nuestra ayuda. La Iglesia siempre ha contado, entre las obras de misericordia corporal, la visita a los encarcelados. Y ésta, para ser completa, requiere una plena capacidad de acogida del detenido, “haciéndole espacio en el propio tiempo, en la propia casa, en las propias amistades, en las propias leyes, en las propias ciudades”. En efecto, quisiera ponerme en escucha de las vicisitudes personales de cada uno, pero lamentablemente no es posible; les digo sencillamente que Dios les ama con un amor infinito y que son siempre hijos de Dios. Y el mismo unigénito Hijo de Dios, el Señor Jesús, experimentó la cárcel, fue sometido a un juicio ante un tribunal y sufrió la más feroz condena de la pena capital. La palabra del evangelio de Mateo (20, 1-16) sobre los jornaleros llamados a trabajar en la viña nos hace comprender en qué consiste esta diferencia entre la justicia humana y la divina, porque hace explícita la delicada relación entre justicia y misericordia. La parábola describe a un agricultor que asume algunos obreros en su viña. Pero lo hace en diversas horas del día, de modo que alguno trabaja todo el día o algún otro sólo una hora. En el momento de la entrega de la paga, el patrón suscita estupor y enciende un debate entre los obreros. La cuestión se refiere a la generosidad –considerada por los presentes injusticia- del dueño de la viña, quien decide dar la misma paga tanto a los trabajadores de la mañana como a los últimos de la tarde. Desde el punto de vista humano, esta decisión es una auténtica injusticia, pero desde el punto de vista de Dios es un acto de bondad, porque la justicia divina da a cada uno lo suyo y, además, comprende la misericordia y el perdón

El Papa hace esta reflexión en tono del desarrollo de los pueblos, pero podemos reconocer que implícitamente está el desarrollo de cada ser humano, sin el cual no hay crecimiento en la sociedad. Todo lo que atenta contra la vida, debe ser erradicado:“La apertura a la vida está en el centro del verdadero desarrollo. Cuando una sociedad se encamina hacia la negación y la supresión de la vida, acaba por no encontrar la motivación y la energía necesaria para esforzarse en el servicio del verdadero bien del hombre. Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social” (ibid, 28).

Justicia y misericordia, justicia y caridad, puntos cardinales de la doctrina social de la Iglesia, son dos realidades diferentes sólo para nosotros, los hombres, que distinguimos atentamente un acto justo de un acto de amor. Justo para nosotros es “lo que al otro le es debido”, mientras misericordioso es lo que es donado por bondad. Y una cosa parece excluir a la otra. Pero para Dios no es así: en Él, justicia y caridad coinciden; no hay una acción justa que no sea también acto de misericordia y de perdón y al mismo tiempo, no hay ninguna acción misericordiosa que no sea perfectamente justa.

La Navidad que celebramos nos remite constantemente a la vida. A la vida concreta de Jesús que ha querido estar en medio de nosotros como el Emmanuel: Dios con nosotros, para vivir nuestra vida, porque para Él la ve muy importante. Aun cuando hay muchos Herodes que quieren destruir vidas humanas.

¡Qué lejana es la lógica de Dios de la nuestra! ¡Y qué diverso del nuestro es su modo de actuar! El Señor nos invita a comprender y observar el verdadero espíritu de la ley, para darle

pleno cumplimiento en el amor hacia quien está necesitado. “La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud”, escribe san Pablo (Rm 13, 10): por tanto, nuestra justicia será tanto más perfecta cuanto más esté animada por el amor por Dios y por los hermanos. Queridos amigos, el sistema de detención gira en torno a dos puntos firmes, ambos importantes: por un lado tutelar a la sociedad de eventuales amenazas y por otro, reintegrar a quien se ha equivocado sin pisotear la dignidad y sin excluirlo de la vida social. Estos dos aspectos tienen su importancia y tienden a no crear ese “abismo” entre la realidad carcelaria real y la pensada por la ley, que prevé como elemento fundamental la función reeducadora de la pena y el respeto de los derechos y de la dignidad de las personas. ¡La vida humana pertenece sólo a Dios, que nos la ha dado, y no es abandonada a la merced de nadie, ni siquiera a nuestro libre albedrío! Nosotros estamos llamados a custodiar la perla preciosa de nuestra vida y la de los demás. Sé que la aglomeración y el deterioro de las cárceles pueden hacer aún más amarga la detención: he recibido varias cartas de detenidos que lo subrayan. Es importante que las instituciones promuevan un análisis atento de la situación carcelaria hoy, verifiquen las estructuras, los medios y el personal, de modo que los detenidos jamás descuenten una “doble pena”; y es importante promover uno desarrollo del sistema carcelario, que, si bien en el respeto de la justicia, sea cada vez más adecuado a las exigencias de la persona humana, con el recurso también a las penas de no detención o a modalidades diversas de detención. Queridos amigos, hoy ya es Navidad, que el nacimiento de Jesús, vuelva a encender con esperanza y amor su corazón. El nacimiento del Señor Jesús, del que hacemos memoria en estos días, nos recuerda su misión de llevar la salvación a todos los hombres, sin exclusión de nadie. Su salvación no se impone, pero nos llega a través de los actos de amor, de misericordia y de perdón que nosotros mismos sabemos realizar. El Niño de Belén será feliz cuando todos los hombres vuelan a Dios con corazón renovado. Pidámosle en el silencio y en la oración que seamos todos liberados de la prisión del pecado, de la soberbia y del orgullo: en efecto, cada uno tiene necesidad de salir de esta cárcel interior para estar verdaderamente libre del mal, de las angustias y de la muerte. ¡Sólo ese Niño colocado en el pesebre es capaz de dar a todos esta plena liberación! Quisiera terminar diciéndoles que la Iglesia sostiene y anima todo esfuerzo tendente a garantizar a todos una vida digna. Estén seguros de que yo estoy cerca de cada uno de ustedes, de sus familias, de sus niños, de sus jóvenes, de sus ancianos y los llevo a todos en mi corazón ante Dios. ¡Que el Señor les bendiga a ustedes y su futuro!


María está esperando un hijo

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Nuestras raíces cristianas H Por Pbro. Margarito de la Torre

ay cosas que perduran a través de los siglos, como la fe, pero sus expresiones son tan diversas, como lo es el pueblo que la vive. México es un país con tanta diversidad en su cultura, en su folklor, en sus costumbres y en esta diversidad vivimos nuestra fe. Hay, sin embargo, elementos comunes que nos identifican como mexicanos; entre ellos el amor a la Virgen de Guadalupe y la hospitalidad; aunque ésta creo que está en grave riesgo debido al momento de inseguridad por el que estamos pasando.

La fe hecha vida y su continua transmisión a las siguientes generaciones ha sido el sustento de los valores que como pueblo tenemos; y éstos a la vez, como los cimientos de una casa o las raíces de un árbol fuerte, han sostenido las estructuras sociales de nuestra patria; aunque algunos no lo quisieran o lo negaran, esto es parte de nuestra identidad mexicana. Diciembre es el mes más florido para los mexicanos, aunque sea el inicio del invierno: La solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, las posadas, Navidad, la visita de los paisanos, en fin. Sin embargo, debemos estar atentos, porque se pueden desvirtuar las costumbres cristianas y cambiar de rumbo. No debemos perder los elementos que nos ayudan a contemplar y profundizar en los misterios de nuestra fe; particularmente en esta temporada: Jesús, María y José. Cada quien habla de su tiempo como el mejor; para mí el vestirme de pastorcillo y tener permiso de pitar en una sinfonía desordenada al término del misterio del santo rosario era todo lo que quería, es algo que recuerdo con cariño y que son los fundamentos de mi fe. Las posadas son una oportunidad para evangelizar con una riqueza inagotable, por todo su significado; comenzando por el peregrinar de María y José pidiendo posada, la piñata y todos los elementos que contiene. Pero corremos el riesgo de ir perdiendo terreno en lo elemental de estas tradiciones y dejar que se conviertan en puro folklore; o peor aún, que algo de origen divino, o como dijera alguien, se degrade; por ejemplo el valerse de una “celebración” cristiana y convertirla en baile, borrachera, en fin. La vida cristiana está en una tensión continua entre el placer y el deber, entre lo que deseo hacer y lo que me ayuda; se corre el riesgo de irse adentrando en un ambiente que destruye, casi sin darse cuenta, y a veces cuando se quiere reaccionar es muy difícil y hasta doloroso el retorno. Con frecuencia no se tiene idea de las consecuencias de un acto, por más simple y transparente que parezca y que sea. Un domingo me fui de paseo con algunos de mis alumnos de secundaria y llegamos a un lugar donde había una presa; decían que era muy profunda. Ellos se metieron al agua y yo, como no sé nadar, me quedé en la orilla. Después me llevaron un gran tronco seco y con muchos picos extendidos, de modo que no había el riesgo de que se volteara, a fin de que yo subiera en él y meterme al agua. Nos la pasamos de maravilla, pero casi sin darnos cuenta pasó el tiempo y cuando de pronto reaccioné era muy tarde y yo estaba en medio de aquella gran presa; el viento me fue arrastrando sin darme cuenta; me preocupé mucho; yo remaba con los brazos y ellos nadando empujaban el tronco. Llegamos casi de noche a la casa, nos perdimos la misa dominical y ganamos una buena regañada de la mamá de los muchachos. Hay que pensarle un poquito en las consecuencias de nuestros actos. ¡Feliz Navidad!

I

magino a María, la madre de Dios en aquel tiempo. La imagino de frente al ángel, sobrecogida de asombro. Ella lo mira. Ella lo escucha. Ella no entiende el saludo. Ella se turba. María saborea en su mente aquellas palabras que los chicos de Israel no suelen decir. Tampoco José. Él le dice niña hermosa, bebé, cariño. Pero aquel emisario del cielo le llama por su nombre y le dice palabras de amor extraterrestre: alégrate María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Y ella no sabe qué decir. El ángel la tranquiliza, le dice: no temas María, y le expresa la voluntad del Padre. El Señor del cielo quiere que ella sea mamá de su Hijo, nacido desde antes de todos los siglos y engendrado por él. Quiere ahora que ese hijo unigénito sea engendrado nuevamente ahora en el vientre virginal de esa joven nazarena. María sigue arrobada. Pero pregunta cómo será posible esta maravilla. El ángel le explica que solamente hace falta creer y querer. Que el resto se lo deje a Dios. Finalmente María dice las palabras que harán que La Palabra se encarne dentro de ella: “yo soy la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Y ocurre el milagro. Pienso que María desde ese momento tuvo, junto con la concepción del eterno, un embarazo totalmente normal. La imagino repitiéndose en su interior el Nombre hermoso de su bebé. Me la imagino dibujando en su mente aquel pequeño ser. La imagino a ella cantando nanas al salvador que aún no nace, pero que se desarrolla en su vientre maternal y virginal. Sospecho que los antojos que las futuras madres tienen, ella los tuvo, y pienso en cuántas veces le dijo a José: se me antojaron unas quesadillas, o bien, unas enchiladas potosinas; o también: José, ve a comprarme unas barritas energéticas, que no aguanto las ganas, ah y un refresco de cola

bien frío. Y también imagino a José todo apresurado en busca de aquellas cosas al parecer absurdas que su mujer desea. Lo imagino saliendo al mercado de Nazaret, a la tienda de la esquina que está enfrente de la sinagoga, y regresando cargado el morral con cientos de antojos marianos. La imagino tejiendo en el telar, algunas ropas para el futuro bebé, los pañales hilvanados, y suspirando por el crío. Y cantándole villancicos: dime niño de quien eres todo vestidito de blanco; imagino los peces en el río bebiendo agua fría y a unos pastores en el monte andando con los borreguitos. También imagino a María y a José en busca de la partera profesional del pueblo, para saber si la criaturita viene bien, si todo está en orden, si todo saldrá perfecto el día del alumbramiento. Oh sí, pienso en la llena de gracia. Pienso si cuando se definió el dogma de la inmaculada concepción los teólogos pensaron en estas palabras del ángel, que vienen perfectas, María es llena de gracia porque ella no tuvo esa terrible herencia, la mancha del pecado; el ángel, cuando la vio ¿pudo darse cuenta de esto? Ese ángel, ¿no quedaría más maravillado que la virgen al escuchar sus palabras, al ver la belleza, la pureza y la castidad de María? Él sabía que esta joven nazarena seria la madre de Dios, pero, ¿qué sentiría el angélico heraldo al ver en persona nada menos que a la creatura más perfecta del universo? ¿Algo parecido a lo que expresó Isabel cuando María presurosa se encaminó a las montañas de Judea para ayudarla en los quehaceres pues tendría también un gran bebé, y que no se aguantó las ganas de decirle: bendita tú entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre? Sí, tal vez, porque hasta la creatura que llevaba en su seno saltó de gozo, al sentir la presencia de María que en sus entrañas llevaba al Salvador del mundo. Qué hermosa es María. Ella es dulce, es perfectísima. Y es Madre de Dios, y nuestra también, pues cada creyente nace una vez más, y cada bautizado es hecho a imagen de Dios en Jesucristo. Que alegría celebrar este hermoso acontecimiento, qué emoción esperar la Navidad como María esperaba el nacimiento de Jesús. Bienvenido Jesús, el reino de Dios ha llegado contigo y viene envuelto para regalo nuestro en María. Felicidades María, eres madre de Dios hecho niño. Gracias por decir sí. Gracias por escuchar a ese ángel y decir convencida y generosa: hágase en mí según tu Palabra. Feliz Navidad, feliz mamá, feliz Hijo, feliz tú y feliz yo. Feliz mundo redimido por este pequeño Dios hecho hombre.


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Palabra de Dios

Navidad,

fiesta que une corazones Por Hugo Silva Padrón, Teología III Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Se nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino

Gracia y paz de parte de Dios Nuestro Padre y de Jesucristo el Señor (Ef 1, 2)… Ser hermanos por la sangre que Cristo derramó por nuestros pecados, es un gran gozo, dejarlo nacer en nuestros corazones es nuestra tarea. Él nos dijo: “porque de los que son como niños es el Reino de los cielos” (Cfr. Mt 19, 14). Contemplando y adorando la imagen del niño Jesús, podremos abrirle nuestro corazón, pues, sólo Él con su presencia puede hacer que seamos como niños. ¡Vivamos con ánimo alegre la navidad!

C

on pequeños detalles que la vida nos ofrece, pero también con muchos logros y unos cuantos tropezones en nuestro diario vivir, la alegría de contar con miembros nuevos en la familia y miembros que nos han precedido en el encuentro con el Creador, amigos que han llegado y otros que se han ido. Hoy, hay en nuestro corazón una actitud de gratitud con nuestro Padre que nos manifiesta su amor (Cfr. 1Jn 3, 1) como una tierna caricia a nuestra persona y a nuestra familia, pero en especial damos gracias a Dios porque nos ha dejado vivir un año más, dándonos oportunidad de conocerlo cada día y conociéndolo podamos amar más y mejor en el amor de Dios. Si no amamos a Dios es porque no lo conocemos (1Jn 4, 8) y si no lo conocemos es porque no hemos tenido el valor para tirar las barreras que nos impiden conocerlo (…). Nos acercamos a celebrar un año más, el nacimiento del niño Jesús. Siendo la parroquia una comunidad de fieles, es también una familia de hermanos en Cristo Jesús, ese Jesús que quizá para algunos significa poco, pero para muchos significa todo en su vida y viven este acontecimiento con gran fe, preparándose para la celebración de este misterio. Pero lo más importante es que para Dios todos somos sus hijos (1Jn 3, 1) y quiere que todos nos salvemos. En una parroquia hay muchas formas de pensar, de ser, de vivir y también diversidad de creencias religiosas. Es triste saber que hay quienes dicen ser católicos y viven sin compromisos, pero eso sí, celebran la acción de gracias por los XV años de la hija, la presentación al templo del hijo e incluso hasta la navidad, pero sólo como un evento social, porque es una ocasión propicia para invitar al hermano, al tío, al pariente y al amigo para platicar o tomar una cervecita, pero al que menos invitan es a Jesús y si lo invitan es sólo en tiempo de navidad y para dejarlo solo en un rincón entre dos o tres lucecitas y algunas piedras, esperando que alguien se acuerde que ahí está y que quiere decirle como a Zaqueo: “conviene que hoy me quede yo en tu casa”(Lc 19, 5) y hacer en ella mi morada eterna. Pero no todo es así. También hay personas fervorosas en la fe y en su entrega al Evangelio, desgastando su vida por el Reino de Dios, y que hacen de cada acontecimiento una bendición de Dios, que no quiere co-

sas grandiosas, sino corazones humildes y

“la fe es la llave del corazón, una fe sólida y firme es la que hace que la navidad sea un verdadero nacimiento del niño Jesús en el corazón de cada persona”. Y son ellos,

sencillos. Dice San Agustín:

un verdadero testimonio que impulsa e invita a los demás a preparar un pesebre de buenas obras, buenas actitudes, un pesebre lleno de amor y que así sea digno del nacimiento del niño Jesús. Ahora que estamos inmersos en una ola de violencia e injusticias, siendo esto una experiencia difícil de vivir, de entender y de aceptar, hay una Persona que viene a dar paz y tranquilidad interior y que ilumina nuestro camino para la consecución de una paz social, porque nos une como miembros de una comunidad, nuestra parroquia, miembros de una misma familia, la Iglesia de Jesucristo, y nos hace hijos de un mismo Padre que nos une como hermanos. A esa persona le llamamos ¡Jesús! Ahora con gusto y gran alegría se engalanan nuestros hogares porque celebramos un año más el nacimiento del Hijo de Dios que ha venido a revelarnos al Dios de la paz, de la justicia y del perdón, pero sobre todo un Dios de amor (1Jn 4, 8). Que el espíritu de la navidad que nos une en la familia, nos lleve a hacer de nuestras parroquias un verdadero lugar de encuentro con nuestro Dios, el Dios del amor, el Dios de Jesucristo. Vivamos la navidad no sólo como un acontecimiento histórico, sino como un acontecimiento dentro de la historia de la salvación.

“No teman. Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo”

Evangelio según San Lucas 2, 1-14 Por aquellos días, se promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba un censo de todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad; así es que también José, perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empadronarse, juntamente con María, su esposa, que estaba encinta. Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada. En aquella región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, vigilando por turno sus rebaños. Un ángel del Señor se les apareció y la gloria de Dios los envolvió con su luz y se llenaron de temor. El ángel les dijo: “No teman. Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre”. De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: “¡Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!” Palabra del Señor Gloria a ti Señor Jesús

Hoy nos ha nacido el Salvador La buena noticia de la fiesta de Navidad es que “La palabra eterna del Padre se ha hecho Hombre”. Dios ya ha encarnado en nuestra historia, enfrenta las vicisitudes de su tiempo, y vive en el calor de una hermosa familia; es formidable la noticia. Según la mitología griega, cuando los hombres peleaban contra los dioses y les ganaban se convertían en Dios; por eso alguien dijo: “Yo había escuchado que los hombres se hacían dioses, pero nunca había escuchado que Dios se hiciera hombre …” Esta noticia del nacimiento de Jesús alegra la humanidad, la celebramos con cánticos, luz, nacimientos, muchos regalos, la reunión familiar… etc., pero el acontecimiento visto en su momento es un acontecimiento hermoso y muy trágico: porque el Dios todo poderoso, dueño del universo no tiene un lugar para nacer y nace en la estrechez y en la sencillez de un pesebre, en una gruta de un pueblito; la palabra eterna del Padre no habla, no pronuncia ni una sola palabra; el Mesías, el esperado, es pequeñito, huele a carne y a sangre; porque es de nuestra carne y de nuestra sangre; la gran noticia la conocen los humildes y olvidados pastores; los sabios y atentos magos. Las ciudades están llenas de luces pero solamente Jesús es la luz del mundo; las calles y los hogares se llenan de estrellas, pero solamente la estrella de Belén nos lleva hacia Jesús; se instalan muchos nacimientos, pero solamente hubo un nacimiento de verdad en el que Jesús se hizo Dios con nosotros. Al celebrar la Navidad no olvidemos que el Señor Jesús, nuestro gran festejado enfrentó las situaciones adversas de su tiempo y nos enseñó a obedecer el plan amoroso de Dios. Confiémosle las situaciones adversas de este nuestro tiempo y como Él, seamos luz que ilumina. Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez


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DICIEMBRE 25 DE 2011

Cientos de Embarazadas acudieron a recibir la bendición de nuestro Pastor Magna Festividad en honor a Nuestra Señora de la Expectación

N

uestra Catedral Metropolitana Potosina se vistió de fiesta para celebrar a Nuestra Señora de la Expectación, Patrona Titular del recinto en el que se le organizó un triduo a nuestra Madre Santísima y diversas actividades religiosas y artísticas que enaltecieron esta festividad.

Por LCC Angélica Maldonado Morales

“Que Cristo viva en ustedes y les doy las gracias por querer dar vida, en un mundo de odio, violencia, crímenes, amenazas, golpes físicos y psicológicos, muerte y violencia intrafamiliar”. Fue así como muchas mujeres dieron gracias a Dios y a la Virgen de la Expectación por el Don de la Maternidad y a algunas, se les hizo entrega de una canastilla en la que venía todo lo necesario para el cuidado del bebé.

Al ser Patrona de las mujeres embarazadas y de aquellas que piden el don de la maternidad, cientos de mujeres encinta acudieron a los pies de la Virgen de la Expectación para darle gracias por permitirles concebir un hijo, y otras más solicitaron su intercesión para que les concediera ser madres.

En esta festividad se honró a la Virgen pura, con pólvora, banda musical y danzantes. Nuestro Pastor, Mons. Luis Morales, celebró la Misa solemne acompañado del Rector de la Catedral, Sr. Canónigo, Pbro. Darío Martín Torres Sánchez y de otros Sacerdotes que se unieron a esta festividad mariana. En su homilía nuestro pastor afirmó: “Mujer, gracias por ser portadora de vida, gracias por querer abrirte a la vida y recuerda siempre que el Señor está contigo en tu maternidad, en todos los momentos en que llevas a tu hijo en tus entrañas, en el gozo y en el dolor de dar a luz un hijo”.

Pastorela Navideña y Posada de la Pastoral Familiar Por LCC Angélica Maldonado Morales

L

a Dimensión Arquidiocesana de Pastoral Familiar llevó a cabo el pasado viernes 16 de diciembre del 2011, en las instalaciones de la Casa de Acción Católica su Convivencia Navideña, en la que tuvo como invitado de honor a nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, quien disfrutó de inicio a fin de este gran encuentro con los laicos comprometidos de la Pastoral Familiar y de algunos miembros del Movimiento Familiar Cristiano, quienes estuvieron encabezados por el Pbro. Pedro Sánchez Solís y de los Presidentes de esta Dimensión, Sra. Lupita de Cepeda y Carlos Cepeda. Esta Convivencia Navideña consistió primeramente en una bonita Posada en la que se reflexionó acerca del sentido verdadero y auténtico que tiene la Navidad, y una magnífica Pastorela que agradó a todos los asistentes, sobre todo por el gran carisma y creatividad con la que fue representada por los jóvenes y entusiastas actores, promoviéndose la Evangelización que ha logrado a largo de casi 3 años de existencia, nuestro Semanario Católico “LA RED”, así como nuestro Plan Diocesano de Pastoral.

Eso agradó en gran medida a los ahí reunidos y a nuestro Arzobispo, pues adaptaron muy bien los diálogos de la Pastorela y hasta le compusieron un bello canto a nuestro semanario La Red, que sin duda motiva para que sigamos progresando por los caminos de Dios. Ángeles, demonios y pastores hicieron lo mejor de su esfuerzo para que gustaran los diálogos, su actuación y los cantos, pero sobre todo nos dejaron un bello mensaje sobre cuál debe ser nuestro comportamiento en este tiempo en que nos preparamos para recibir jubilosos el Nacimiento de Nuestro Redentor, tratando de ser fieles discípulos y misioneros de Cristo, tal y como lo propone LA RED Y NUESTRO PLAN DIOCESANO DE PASTORAL. Las familias cenaron en armonía y convivieron gratamente a la vez que estrecharon sólidos lazos de amistad En su intervención, nuestro Pastor, Mons.

Luis Morales Reyes, les agradeció a todos sus finas atenciones, de manera especial al Padre Pedro Sánchez Solís y a los Presidentes de la Pastoral Familiar, quienes se esmeraron para que todos se sintieran como en casa.


DICIEMBRE 25 DE 2011

Encuentra las 10 palabras en esta sopita de letras NACIÓ JESÚS DIOS LUZ VÍRGEN SALVADOR NAVIDAD MUNDO PESEBRE BELÉN

Aquí abajo hay una lista de regalos, escoge el que más te guste y pídele al niño Dios que te lo dé.

Amor Paz Unidad

¡¡¡Hoy es Navidad!!!


El Semanario La Red, agradece a todos nuestros lectores, así como a todos nuestros promotores, todo su apoyo Queremos desearles que la Paz de Cristo reine en sus corazones, en las familias y en todos los pueblos. La Red, existe gracias a ustedes, por ello estamos inmensamente agradecidos, porque ayudan a que nuestro mensaje llegue a todos los rincones de la Arquidiócesis.

Que este 2012, sea un año para alcanzar la paz

¡Gracias! La Vicaría de Pastoral a través de la Dimensión Pastoral de Catequesis, DIPAK invita a los catequistas y demás agentes de pastoral responsables de catequesis en colegios al

Taller sobre el directorio de sacramentos Fecha

sábado 14 de enero de 2012 Lugar

Casa de la Acción Católica Madero 405 Cuota de recuperación

$ 100.ºº (incluye directorio y aperitivo)

¿Le duelen mucho las rodillas?

¿Le han dicho que el único tratamiento es la cirugía?

El padecimiento en donde se desgasta el cartílago se llama artrosis Homeopatia y productos naturales

Aquí tenemos la solución a su problema hasta desaparecer esos dolores y regenerar (volver a formar) el cartílago. Con un tratamiento natural, además de curar osteoporosis, artritis y otros problemas de huesos y músculos.

Plaza El Pocito Av. Constituyentes Pte. 49 local 3(carr. Libre a Celaya) Querétaro, Qro. Tels. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94

Sucursal: Plaza Galerias Constituyentes Ote. No. 34 local 18-B Mercurio, Querétaro, Qro. Tel (01 442) 213 69 60


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