Edición 152

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Año 4

No. 152

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Semana del 08 al 14 de diciembre de 2012

El Papa Benedicto XVI visita México 23 y 24 de marzo 2012

“Que el Señor te bendiga y te proteja, te mire con benevolencia y te conceda la paz”

Sacerdote salva a bebé de aborto y lo adopta

“Quería una Navidad distinta. Quería hacer algo concreto este año. Y lo hicimos, festejamos dos veces la Natividad, la de Jesús y la de este niño”, dijo satisfecho. Maurizio De Sanctis es párroco en el barrio La Rosa de Livorno, donde pastorea a una comunidad de gente sencilla muy solidaria entre sí. El párroco italiano anunció a sus files, en la misa de Navidad, el “milagro” de haber salvado a un niño de un aborto y haberlo “adoptado”. Un matrimonio joven, la madre ama de casa y el padre con un ingreso me-

dio: tres hijos en su haber y la “mala” noticia de un cuarto embarazo inesperado. Los gastos de la familia superan los ingresos. La única solución, triste y dolorosa, es el aborto. Ya está acordado el día y la hora en la clínica. Pero antes, un encuentro en la iglesia de Santa Rosa con el padre Maurizio. “Nos vimos y me explicaron su situación”, dijo el sacerdote. “No había otros problemas o dudas salvo los relacionados con la cuestión económica. Un problema real, ciertamente, que afecta a muchos en la parroquia. Pero no me rendí. Traté de explicarles que una vida es algo que va más allá del dinero: es un don, una alegría, algo que no tiene precio”. De inmediato, se le ocurrió una idea. Y dijo a la pareja: “Si el problema es el dinero, de eso se ocupará la parroquia. Ustedes tráiganlo al mundo, denle su amor. Del resto nos ocupamos nosotros”. Los demás miembros de la congregación recibieron muy bien la noticia: “Festejamos dos veces Navidad”, afirma el Padre Nike. Le llaman “Padre Nike” porque usa calzado deportivo y ya grabó dos discos de rap.

4 HAY QUE APRENDER A VIVIR Gran parte de la actividad humana, requiere un previo aprendizaje. La mayoría de quienes prestan servicios, han necesitado estudio...

5 ¿CUÁL ES TU CAPACIDAD DE AYUDA Y SOLIDARIDAD FRENTE A LOS DEMÁS?

Contesta el siguiente test y descúbrelo

16 LA ALEGRÍA Y LA PAZ

He pensado acerca de la paz. He pensado en tantas cosas que se dicen. Pero no me refiero a la paz de los muertos, ni a la quietud...


ENERO 08 DE 2012

¿Con qué actitud debemos mirar el nuevo año?

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Editorial

on qué actitud debemos mirar el nuevo año? con esta pregunta inicia el Papa Benedicto XVI su mensaje con ocasión de la XLV Jornada Mundial de la Paz. La respuesta que él mismo nos propone es de mucho optimismo. Exhorta a que tengamos una actitud de confianza ¿Pero en qué podemos fundamentar una actitud de esta naturaleza? ¿Qué motivos encontramos para mirar con esperanza el futuro? ¿Acaso nos llena de aliento el hecho de que los salarios mínimos han aumentado 2.38 pesos respecto al año pasado, alcanzando la suma de 59.08 pesos en San Luis Potosí? ¿Percibimos a un gobierno que ahora si es capaz de ofrecer seguridad y bienestar al pueblo para quien trabaja?

Por Pacco Magaña

Orar con el salmo 23

Queridos hermanos y hermanas:

Dirigirse al Señor en la oración implica un acto radical de confianza, con la conciencia de fiarse de Dios, que es bueno, «compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad» (Ex 34, 6-7; Sal 86, 15; cf. Jl 2, 13; Gn 4, 2; Sal 103, 8; 145, 8; Ne 9, 17). Por ello hoy quiero reflexionar con ustedes sobre un Salmo impregnado totalmente de confianza, donde el salmista expresa su serena certeza de ser guiado y protegido, puesto al seguro de todo peligro, porque el Señor es su pastor. Se trata del Salmo 23 —según la datación grecolatina, 22—, un texto familiar a todos y amado por todos.

En el campo de la política, pensemos en algo que debiera llenar de ilusión a la gente en el estado. Durante el año que comienza elegiremos a nuestros diputados locales, a 58 presidentes municipales, a 500 diputados federales, a 128 senadores y a un presidente de la república. En este hecho se verán implicadas, literalmente, miles de personas, las cuales pasarán gran parte del año “peleando” para poder quedar en algún puesto público, desde luego sin ningún afán de poder o riqueza, sino con el único interés de servir al pueblo que tanto aprecian. Ver a tantos políticos con ansias de hacer algo por su pueblo, nos debería llevar a desterrar todo pesimismo; pero desgraciadamente la falta de credibilidad nos dificulta las ilusiones, pues al igual que el Papa sentimos “como si un manto de oscuridad hubiera descendido sobre nuestro tiempo y no dejara ver con claridad la luz del día”.

«El Señor es mi pastor, nada me falta»: así empieza esta

bella oración, evocando el ambiente nómada de los pastores y la experiencia de conocimiento recíproco que se establece entre el pastor y las ovejas que componen su pequeño rebaño. La imagen remite a un clima de confianza, intimidad y ternura: el pastor conoce una a una a sus ovejas, las llama por su nombre y ellas lo siguen porque lo reconocen y se fían de él (cf. Jn 10, 2-4). Él las cuida, las custodia como bienes preciosos, dispuesto a defenderlas, a garantizarles

Ante este sentimiento de frustración la propuesta del Papa es “Educar a los jóvenes en la justicia y en la paz”, convencido que ellos, con su entusiasmo y su impulso hacia los ideales, pueden ofrecer al mundo una nueva esperanza. Pero, no se trata de cualquier educación, sino de acciones que realmente conduzcan a los jóvenes a una plenitud como personas. Es necesario que los jóvenes conozcan la verdad sobre sí mismos, como imágenes de Dios creador. Esto los llevará necesariamente, nos dice el Papá “a tener un profundo respeto por cada ser humano y ayudar a los otros a llevar una vida conforme a esta altísima dignidad”. Y de esa actitud de respeto brotan los muy diversos elementos que integran la verdadera paz y justicia que todas buscamos: “la confianza recíproca, la capacidad de entablar un diálogo constructivo, la posibilidad del perdón, que tantas veces se quisiera obtener pero que cuesta conceder, la caridad recíproca, la compasión hacia los más débiles, así como la disponibilidad para el sacrificio”. La educación de los jóvenes es ciertamente un reto complicado; sin embargo el mensaje del Papa es alentador y convincente. Se trata realmente de una propuesta que en muchos contextos podemos poner en práctica: familias, iglesia y responsables de los distintos ámbitos de la vida social, política, económica, cultural y de la comunicación. Hasta aquí dejamos el comentario de este rico mensaje del Papá, invitando a que lo lean de forma íntegra y profunda; de tal modo que podamos poner en práctica sus enseñanzas y en la solución de los grandes conflictos de nuestra patria se opte por la educación en vez de las armas. El mensaje es también un llamado a los jóvenes: “No tengan miedo de comprometerse, de hacer frente al esfuerzo y al sacrificio, de elegir los caminos que requieren fidelidad y constancia, humildad y dedicación”.

(Primera de cuatro partes)

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Con estos sentimientos de confianza en los jóvenes con una verdadera educación en la verdad, la libertad, la justicia y la paz, será más llevadero nuestro caminar a través del año 2012 que apenas comenzamos.

La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

bienestar, a permitirles vivir en la tranquilidad. Nada puede faltar si el pastor está con ellas. A esta experiencia hace referencia el salmista, llamando a Dios su pastor, y dejándose guiar por él hacia praderas seguras: «En verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre» (vv. 2-3). La visión que se abre ante nuestros ojos es la de praderas verdes y fuentes de agua límpida, oasis de paz hacia los cuales el pastor acompaña al rebaño, símbolos de los lugares de vida hacia los cuales el Señor conduce al salmista, quien se siente como las ovejas recostadas sobre la hierba junto a una fuente, en un momento de reposo, no en tensión o en estado de alarma, sino confiadas y tranquilas, porque el sitio es seguro, el agua es fresca, y el pastor vigila sobre ellas. Y no olvidemos que la escena evocada por el Salmo está ambientada en una tierra en gran parte desértica, azotada por el sol ardiente, donde el pastor seminómada de Oriente Medio vive con su rebaño en las estepas calcinadas que se extienden en torno a los poblados. Pero el pastor sabe dónde encontrar hierba y agua fresca, esenciales para la vida, sabe conducir al oasis donde el alma «repara sus fuerzas» y es posible recuperar las fuerzas y nuevas energías para volver a ponerse en camino. Como dice el salmista, Dios lo guía hacia «verdes praderas» y «fuentes tranquilas», donde todo es sobreabundante, todo es donado en abundancia. Si el Señor es el pastor, incluso en el desierto, lugar de ausencia y de muerte, no disminuye la certeza de una presencia radical de vida, hasta llegar a decir: «nada me falta». El pastor, en efecto, se preocupa por el bienestar de su rebaño, acomoda sus propios ritmos y sus propias exigencias a las de sus ovejas, camina y vive con ellas, guiándolas por senderos «justos», es decir aptos para ellas, atendiendo a sus necesidades y no a las propias. Su prioridad es la seguridad de su rebaño, y es lo que busca al guiarlo.


ENERO 08 DE 2012

EVANGELIZAR LA CIUDAD

L

as grandes ciudades son lugares donde se va gestando una nueva cultura, la cultura contemporánea, compleja y plural. Esta cultura comporta nuevos lenguajes y simbología. En torno a ellas hay siempre ciudades satélites y barrios periféricos.

Apreciados lectores y lectoras:

Algunas sombras que sobresalen en la vida de las ciudades son la violencia, la pobreza, el individualismo y la exclusión. Muchos agentes de pastoral experimentan miedo ante los desafíos de la ciudad: tienden a encerrarse, refugiándose en métodos anticuados y en una actitud defensiva.

¡FELIZ AÑO NUEVO! ¿Cómo se sienten? ¿Cómo lo esperan? ¿Qué proyectos tienen? ¿Cuáles son sus temores y esperanzas? Por lo pronto, yo les deseo un año lleno de Dios, o mejor, que ustedes se llenen de Dios. Lo demás, es añadidura. Aquí me viene a la mente un canto espiritual que cito de memoria: “Cerca de ti, Señor, yo quiero estar./ Tu grande eterno amor quiero gozar./ Llena mi pobre ser; limpia mi corazón./ Hazme tu rostro ver, en la aflicción”. Sólo Dios da felicidad verdadera a nuestra vida, a lo largo del año. Sólo Dios puede hacernos felices en el Año Nuevo; un año que es su regalo de Padre Bueno.

Sin embargo, debemos ver con claridad que Dios vive en la ciudad. La ciudad, es un lugar de oportunidades, espacio de libertad, lugar para interactuar, vivir la fraternidad y la solidaridad, el encuentro y la convivencia, nos abre a la universalidad.

Como lo he hecho otras veces, llego hasta ustedes con una afectuosa palabra de felicitación y de confianza que les ayude a entrar sin temor en un futuro cuyo rumbo no podemos conocer.

Hay en la ciudad nuevas experiencias eclesiales que son alentadoras: renovación de las parroquias que asumen el reto de la sectorización, logrando una mayor cercanía al pueblo y un más eficaz servicio evangelizador; surgen nuevas comunidades, asociaciones, grupos y movimientos. Se da también el surgimiento de nuevos ministerios que tratan de responder a los desafíos pastorales.

Hemos comenzado muchos años nuevos pero cada uno nos hace experimentar una emoción o un temblor nuevo e íntimo en el corazón. Por lo menos es lo que yo siento. Nos vienen sentimientos contradictorios. El creyente vive el año nuevo de manera diferente de como lo vive quien no cree. Pero todos sabemos que cada año nos trae muchas y maravillosas oportunidades, muchas y variadas sorpresas. Sentimos el vértigo del tiempo que no perdona ni da reposo. Los días se suceden precipitadamente, “como lanzadera”, dice la Biblia. Una poderosa corriente de acontecimientos personales, familiares y sociales nos arrastra y ahoga. Tenemos que luchar para mantenernos a flote y para seguir siendo dueños de nuestro propio destino, sin perder de vista nuestros objetivos y metas y, sobre todo, la meta final de nuestra vida: la eternidad de Dios.

Las grandes transformaciones socioeconómicas, culturales, políticas y religiosas acontecen en las ciudades. En ellas coexisten las diferentes categorías sociales y binomios que se desafían mutuamente como resultado del choque entre la tradición y la modernidad, la globalidad y lo individual.

La Iglesia está al servicio del Reino de Dios, transformando la ciudad actual, con la fuerza del Evangelio, ayudando a que nuestra realidad terrena se acerque al proyecto de Dios, la ciudad Santa donde reina la justicia, la paz y el amor para todos. La Pastoral urbana trata de responder a los desafíos de la gran ciudad, anunciando a todos el mensaje del Evangelio. En apertura a los nuevos lenguajes, experiencias y estilos, desarrolla una espiritualidad de la gratitud, la misericordia y la solidaridad. Es prioritaria la formación de presbíteros y laicos que sepan ser interlocutores en este nuevo contexto cultural. Es indispensable que la Iglesia esté presente en las periferias, acompañando el crecimiento de la ciudad. La atención pastoral al mundo del sufrimiento es básica para estar con el pueblo que experimenta la necesidad de Dios. La pastoral urbana busca transformar cada parroquia en una Comunidad de comunidades, atendiendo también a las comunidades ambientales (formadas por profesionistas, empresarios, artistas, etc.) que surgen en la ciudad. Es necesario descentralizar las parroquias para ejercer una pastoral de búsqueda y de acogida a quienes se integran a la vida de la ciudad en pos de mejores condiciones de vida. Una pastoral efectiva tiene que adaptar su lenguaje, estructuras, prácticas y horarios al ritmo de vida que las ciudades imponen a la gente. Se requiere un plan de pastoral urbana que integre parroquias, comunidades, movimientos e instituciones que inciden en la ciudad. Promover un proceso de iniciación cristiana (catecumenado) que integre a jóvenes y adultos en la comunidad cristiana. Es necesario ofrecer procesos de formación, sin descuidar los eventos masivos. Hoy como nunca es urgente brindar atención personal en la escucha, orientación y reconciliación. Te invito a leer los párrafos 509-519 del Documento de Aparecida.

Como regalo de año nuevo, les comparto una canción moderna que habla de algo que les compartí el año pasado. La canción se llama “CARPE DIEM”, expresión latina que puede traducirse: aprovecha el día, aprovecha el tiempo, vive cada día. ¿Recuerdan que les hablé de este tema? Esta es la letra: “Carpe diem. Carpe diem./ Este momento, en su gozo y en su dolor,/ es un latido del corazón, atrapado en el tiempo./ Apodérate del día. Apodérate del día./ Resplandece a lo largo de una vasta tierra derrochada./ Proyecta luces de eternidad./ Ven, abraza el día./ No volveremos a vivirlo de este modo./ No vol-

veremos a ver esta mañana./ Nunca veremos otra vez este amanecer del sol./ Aunque somos débiles,/ soplo fugaz de la vida,/ tocamos la inmortalidad./ Tempus fugit (el tiempo pasa)./ Carpe diem. Carpe diem./ Este momento, en su gozo y en su dolor,/ es un latido del corazón, atrapado en el tiempo”. Así, pues, hay que vivir intensamente cada día. Éste no volverá. Hay que hacerlo rendir, hay que hacerlo fructificar, hay que agradecerlo a Dios. La verdad es que, como algunos dicen, el dios kronos, es decir, el dios tiempo, nos hace sus esclavos. Que no nos domine. Levantemos la cabeza. Miremos lejos, miremos alto. Miremos el camino recorrido. Valoremos lo que hemos vivido. Reconozcamos errores. Alegrémonos de los aciertos. Tracemos nuestra ruta para que el año nuevo sea de verdad un progreso, un avance. Les ofrezco, ahora, otro regalo de año nuevo. Un regalo excelente. Se trata de la introducción al Mensaje del Papa Benedicto XVI para la celebración de la 45 Jornada Mundial de la Paz, para este año. Dice el Papa: “Con qué actitud debemos mirar el nuevo año? En el salmo 130 encontramos una imagen muy bella. El salmista dice que el hombre de fe aguarda al Señor “más que el centinela a la aurora”, lo aguarda como una sólida esperanza, porque traerá luz, misericordia, salvación. Esta espera nace de la experiencia del pueblo elegido, el cual reconoce que Dios lo ha educado para mirar el mundo en su verdad y a no dejarse abatir por las tribulaciones. Os invito a abrir el año 2012 con dicha actitud de confianza. Es verdad que en el año que termina ha aumentado el sentimiento de frustración por la crisis que agobia a la sociedad, al mundo del trabajo y a la economía; una crisis cuyas raíces son sobre todo culturales y antropológicas. Parece como si un manto de oscuridad hubiera descendido sobre nuestro tiempo y no dejara ver con claridad la luz del día. En esta oscuridad, sin embargo, el corazón del hombre no cesa de esperar la aurora de la que habla el salmista”. “Y, hasta que nos volvamos a encontrar, que el Señor los guarde en la palma de su mano”.

+Luis, Arzobispo de S. Luis P.

Queremos conocer su opinión, escríbanos a: semanariolared@iglesiapotosina.org ó semanariolared@hotmail.com Señor Arzobispo Luis Morales Reyes: Lo felicito por su excelente trabajo en el periódico la RED, en el cual no me pierdo ninguna de sus ediciones, ya que sus comentarios son sencillos, agradables y confortables a nuestro espíritu, me gustaría que escribiera un libro de su biografía ya que los comentarios que hizo en el canal trece y en La Red sobre su niñez y algunas anécdotas, que deben ser muchos en su caminar en esta diócesis, me hicieron ver que su trabajo ha sido bastante importante para la comunidad cristina. Le deseo de todo corazón que DIOS lo siga bendiciendo hoy y siempre, Próspero Año Nuevo. Atte. María Torres.


Nuestra historia

El Cisma de Oriente y Occidente

Hay que aprender a vivir

¿Por qué se habla de la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica Romana? ¿Por qué se separaron? ¿Cuáles fueron los motivos de dicha separación?

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Por Pbro. Rubén Pérez Ortiz

QUÉ ES UN CISMA? La palabra ‘cisma’ significa ‘separación’. El Cisma de Oriente y Occidente, también conocido como el Gran Cisma, es, pues, la separación del Papa y la cristiandad de Occidente, de la cristiandad de Oriente y sus patriarcas, en especial, del Patriarca Ecuménico de Constantinopla. El distanciamiento entre ambas Iglesias comienza a gestarse desde el momento mismo en que el emperador Constantino el Grande decide trasladar, en el 313 d.C., la capital del Imperio de Roma a Constantinopla; se inicia, prácticamente, cuando Teodosio el Grande divide a su muerte (395) el Imperio en dos partes entre sus hijos: Honorio, que es reconocido emperador de Occidente, y Arcadio, de Oriente; deja notarse a partir de la caída del Imperio occidental ante los pueblos bárbaros del Norte en el 476; se agudiza en el siglo IX por Focio, patriarca de Constantinopla, y se consuma definitivamente en el siglo XI con Miguel I Cerulario, también patriarca de Constantinopla. CAUSAS DEL CISMA: En tres grupos pueden clasificarse las principales causas que motivaron el Cisma: 1. De tipo étnico: La natural antipatía y aversión entre asiáticos y europeos, unidas al desprecio que en esta época sintieron los cristianos orientales hacia los latinos, a quienes consideraban contagiados de barbarie a causa de las invasiones germánicas. 2. De tipo religioso: Las variaciones que, con el paso del tiempo, fueron imponiéndose en las prácticas litúrgicas, dando lugar al uso de calendarios y santorales distintos; las continuas disputas sobre las jurisdicciones episcopales y patriarcales que se originaron a partir de dividirse en dos el Imperio; la opinión extendida por todo el Oriente de que, al ser trasladada la capital del Imperio de Roma a Constantinopla, se había trasladado igualmente la Sede del Primado de la Iglesia universal; las pretensiones de autoridad por parte de los patriarcas de Constantinopla, que utilizaron el título de ‘Ecuménicos’ a pesar de la oposición de los papas, que reclamaban para sí, como obispos de Roma, la suprema autoridad sobre toda la cristiandad; la negativa de los patriarcas de Oriente a reconocer esa autoridad sobre la base de la Sagrada Tradición Apostólica y las Sagradas Escrituras, alegando que el obispo de Roma sólo podía pretender ser “primus inter pares” (un primero entre sus iguales); y la intromisión de los emperadores en asuntos eclesiásticos, creyéndose pontífices y reyes, y pretendiendo decidir ellos solos los graves problemas de la Iglesia. 3. De tipo político: El apoyo que buscaron los papas en los reyes francos y la restauración en Carlomagno del Imperio de Occidente (s. IX) mermaron prestigio a los emperadores de Oriente, que tenían pretensiones a la reunificación del antiguo Imperio Romano. A estas causas de carácter general pueden añadirse los cargos —en realidad, pretextos— que los patriarcas Focio y Cerulario imputaron a la Iglesia de Roma, y que pueden resumirse en los cuatro siguientes: Que los papas no consideraban válido el sacramento de la confirmación administrado por un sacerdote; que los clérigos latinos se rapaban la barba y practicaban el celibato obligatorio; que los sacerdotes de la Iglesia Romana usaban pan ácimo en la Santa Misa, práctica considerada en Oriente una herejía de influencia judaica; y, en fin, que los papas habían introducido en el credo la afirmación de que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo (“Credo in Spiritum Sanctum qui ex Patre Filioque procedit”), en contra de lo que sostenían los patriarcas orientales, que no reconocían esta última procedencia.

INICIA LA CONSPIRACIÓN: Ignacio, patriarca de Constantinopla (799-878), era un hombre de exquisita piedad, pero excesivamente austero y de una rigidez que rayaba en la intransigencia. Bajo la protección de la emperatriz Teodora, se preocupó de velar con celo extraordinario por la pureza de la fe y la práctica de las buenas costumbres. El día de la Epifanía del año 857, Ignacio negó la sagrada comunión a César Bardas a causa de la conducta inmoral y escandalosa de que hacía alardes. Bardas juró vengarse de esta humillación y busca la alianza de Gregorio Asbesta, encarnizado enemigo de Ignacio, quien, junto con el papa Benedicto III, lo había suspendido en sus funciones de metropolitano de Siracusa. Puestos de acuerdo, acusaron falsamente a Ignacio de conspirar contra el Estado ante Miguel III, que ya había llegado a su mayoría de edad y ejercía personalmente el gobierno del Imperio, pero que estaba fuertemente influido por su tío. La emperatriz Teodora se declaró defensora de Ignacio, pero Bardas la acusa de complicidad, y, tras ordenar que le fuese cortado el cabello como castigo, la encerró violentamente en un convento, mientras Ignacio era desterrado a la isla de Terebinto. Era preciso sustituir inmediatamente a Ignacio en la Sede del Patriarcado bizantino, y nadie más a propósito que Focio (820-897), secretario de la Cancillería imperial y perteneciente a una familia noble, emparentada con Bardas. Focio era hombre erudito, tanto en ciencias profanas como sagradas, hábil político, pero soberbio y ambicioso. Su elección parecía acertada. Existía, sin embargo, una grave dificultad: Focio era seglar y los Sagrados Cánones prohibían su ascenso directo al episcopado. Gregorio Asbesta, no obstante su excomunión y suspensión, se encargó, con el emperador, de solventar esta contrariedad. En pocos días, del 22 al 25 de diciembre del 858, se confirieron a Focio las órdenes sagradas, incluso el episcopado, lo que permitió que el emperador le otorgase la dignidad de Patriarca de Constantinopla. Con el fin de legitimar su actuación, Focio escribe una carta al papa Nicolás I, sucesor de Benedicto III, en la que le comunica su exaltación al Patriarcado, cosa que había aceptado —explicaba tan cínica como hipócritamente— en contra de su voluntad y a pesar de no creerse digno de tan alto cargo. En esa misma carta hacía una profesión fingida de fe cristiana de acuerdo con el Credo de Roma y sumisión total al Pontífice. Al propio tiempo, el emperador envió otra carta dando cuenta al Papa de la renuncia voluntaria de Ignacio, retirado a un monasterio, y confirmando las noticias de Focio. No convencido de los argumentos que contenían ambos escritos, Nicolás I envió dos legados a Constantinopla para que le informaran de lo ocurrido, pero, sobornados por Focio y Bardas, informan al Papa falsamente de acuerdo con las anteriores cartas. Aún más, sin autorización del Pontífice, se constituyen en Jueces y convocan un Sínodo cuyas conclusiones deponen a Ignacio y proclaman a Focio legítimo Patriarca. Esta rivalidad entre Ignacio y Focio fue la causa inmediata al Cisma.

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ran parte de la actividad humana requiere un previo aprendizaje. La mayoría de quienes prestan servicios han necesitado estudio. En fin las operaciones que hace el hombre, necesitan años de preparación. ¿Y por qué no estudiamos para hacerle frente a la vida? La tarea fundamental de un hombre, es aprender a vivir; y nadie estudia para hacerlo. Más aún, no solo hay que estudiar; hay que tener sabiduría, para responder a las diversas situaciones. El hombre acostumbra hacer planes, vive de proyectos. Pero mucho de lo planeado no resulta como lo había pensado. El ser humano programa su futuro. Pero la vida, ya tiene un plan para cada hombre. Por eso hay muchos acontecimientos, que nos toman por sorpresa. Ante lo inesperado, no hay prevención. Precisamente porque no se esperaba. Por eso, debemos aprender a improvisar. Siempre que sucede algo imprevisto, nos hacemos la pregunta: ¿Y ahora cómo le hago? Y es cuando caemos en la cuenta, de que no estamos listos para la vida. Muchos pensadores han expresado, que la vida es improvisación. Y que pasa como en el teatro, que cuando ya todos conocen perfectamente el libreto en la escena puede suceder lo que no estaba escrito. Y para eso, el actor tiene que improvisar. Tendrá que actuar como si lo sucedido, hubiera estado incluido en el libreto. Para vivir se requiere improvisar. Ante lo inesperado se requiere aceptación; como si lo sucedido estuviera escrito en el programa de vida. Mientras más tardamos en aceptar lo imprevisto, más se prolonga el sufrimiento. Por todo esto, caemos en la cuenta que es necesaria la sabiduría. Porque más que adiestramiento para vivir, se requiere arte para existir. Siempre que iniciamos otro año, hay planes, propósitos y proyectos. Pero siempre falta integrar lo que no está en el plan; aquello que puede suceder, y que no esta incluido en la lista de buenos propósitos. No hay que olvidar, que la vida ya tiene su proyecto. Y Dios tiene una encomienda, para cada uno de los suyos. Al inicio de este año podemos pedir muchas cosas, pero dos son fundamentales: SABIDURÍA, para enfrentar inteligentemente lo inesperado; ESPERANZA, para que lo imprevisto no nos haga desmayar a medio camino de nuestra vida. Comencemos el año con optimismo; creamos que todo lo que viene es para bien. Es indispensable la actitud y la disposición de ánimo, para vivir con alegría, todos los días de este nuevo año.


05

¿Cuál es tu capacidad de ayuda y solidaridad frente a los demás?

Soy hijo de divorciados

Contesta el siguiente test y descúbrelo Por P. Kino

Q

uiero aclarar que el test que presento a continuación es tomado de uno de tantos libros que tengo. Los resultados, como todo test, no son cien por ciento exactos, sin embargo nos da una idea de por dónde nos vamos conduciendo; así pues, te recomiendo que lo resuelvas y guardes tus respuestas, pues en el artículo del próximo domingo te daré los resultados. Comencemos. Elige la respuesta que más se acerque a tu realidad. 1. Las labores propias de la convivencia en el hogar: a) Son responsabilidad de todos. Cada uno debe tener claro cuál será su aporte y colaborar para que todo funcione como debe ser. b) Generalmente las realiza una mujer de la casa (mamá, abuela, tía o hermana), quien se responsabiliza de todas estas tareas domésticas. c) Cada cual debe arreglárselas como pueda y resolver asuntos de alimentación, arreglo de su ropa, etc. 2. Si algún miembro de la familia me pide dinero prestado: a) Le facilito el dinero siempre y cuando esté al alcance de mis posibilidades. b) En lo posible procuro evitarlo, aun cuando esté en posibilidad de hacerlo. c) Creo que cada cual debe solucionar sus problemas financieros sin acudir a este tipo de favores. 3. Cuando me encuentro en una situación difícil: a) Siempre sé que puedo contar con el apoyo de mi familia y amigos. b) Sé que alguno de mi familia terminará sacándome de cualquier problema. c) Tengo claro que debo solucionar cualquier eventualidad yo solo (a). 4. Si un allegado se acerca a pedirme mi contribución para alguna obra o programa de ayuda a otros: a) Siempre y cuando cuente con recursos y tenga la certeza de que es una buena causa, doy mi aporte. b) Prefiero evitar estas situaciones y usar mis recursos para darme algún gusto, como un libro, un perfume o algo que se me antoje. c) No está dentro de mi filosofía de vida andar ayudando a otros, y menos si ni siquiera los conozco. 5. Si voy por la calle y veo que alguien está perdido y necesita ayuda: a) Me acerco y le ofrezco mi ayuda. b) Si me aborda pidiendo ayuda, y puedo dársela, lo hago. c) Sigo de largo, así se me acerque y me pida ayuda. Totaliza tus respuestas marcadas con a, b y c, el próximo domingo daremos resultados…

Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez colunga46561@hotmail.com.

Queridos lectores: El divorcio en la época moderna, es la disolución del vínculo matrimonial civil de los consortes y los deja en aptitud de contraer otras nupcias. Existen diferentes causas de divorcio, puede ser voluntario o necesario. El primero, se refiere al mutuo consentimiento de las partes de ir ante la autoridad civil y dar por concluido el matrimonio. El segundo, consiste en causas graves como la violencia, las amenazas, las injurias, la embriaguez, el uso indebido y persistente de drogas, los actos inmorales, enfermedades mentales y otras que establece el código civil en cada uno de los Estados de la República. Hace poco fui a una casa de un matrimonio que vive en segundas nupcias; ambos procrearon hijos, pero por la circunstancia del divorcio, los hijos son repartidos y he aquí el sentido del artículo que les expongo con gusto, cambiando la narrativa como si fuera yo un hijo de divorciados: Mis padres se divorciaron; fuimos dos hermanos y el juez decidió que uno se fuera con papá y el otro con mamá. Ya de entrada esto me duele. No participo con mi hermano los momentos felices de mi vida, ya casi no nos vemos; pero el problema no para allí, siento que me falta el calor de la otra parte de mi ser: mi padre. ¡Cómo lo extraño! Pero el problema continúa… Mi madre conoció a una persona que también es divorciado y con hijos. Yo comparto con ellos la casa, el vestido, todo; además de que me dan celos que el señor se acerque a mi

madre; pero hay problemas… el esposo de mi mamá ve más por sus hijos que por mí. Claro que yo tengo el respaldo de mi madre, y mis hermanastros de su padre. Entre nosotros no nos soportamos y nos peleamos. Pero la dificultad sigue … Cuando voy a ver a mi padre, la que es su esposa, también es divorciada y con hijas, y yo no me siento bien; sólo platico con mi hermano y tratamos de estar un rato con nuestro papá. Un día oí que el papá de esas niñas, le dijo a mi papá que tuviera cuidado con ellas y que no las fuera a tocar o abusar sexualmente porque lo iba a meter a la cárcel. Ese señor le reclamó a mi papá que las estuviera disfrutando y no él, que era su verdadero padre. Y esto también me incomodó. Pero esto no termina ahí: en esta navidad yo quería estar con mi papá, darle su abrazo y decirle que lo quiero y que me hace mucha falta y no pude, será hasta el otro año porque así lo acordaron mis padres. En conclusión, quiero decir que aunque el divorcio está permitido en el ámbito civil, nos hace mucho daño a los hijos en todos los sentidos. Las autoridades ven sólo el bienestar de los cónyuges pero nunca se preocupan por nuestra estabilidad emocional y psicológica. Por lo tanto, el día que me case, voy a procurar hacer un matrimonio feliz y mantenerme unido a mi esposa y a mis hijos para que ellos no pasen lo que yo estoy sufriendo.

Hasta la próxima


Queremos ver a Jesús L Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz

a pregunta con la que iniciamos esta reflexión la hacemos a los hombres y mujeres del contexto actual: “¿Quiénes quieren ver a Dios o a Jesús hoy?”. Las respuestas pueden ser muy diversas: “Yo… No”; “yo no, aún no quiero morir”; “a mí no me interesa”; “¿por qué habría de querer ver a alguien que no existe?”; “¿puede un ser humano ver a Dios?” Algunos, por el contrario, podrían afirmar sin vacilar: “Yo sí. Sí quiero ver a Jesús”.

Actualmente es demasiado palpable la necesidad de Dios en la vida de los hombres y, como consecuencia, en el orden del mundo. Sin embargo, a muchos les resulta difícil aceptar esta realidad, y prefieren debatirse entre la vida y la muerte. Más aún, han llegado a encararse contra Dios, negando violentamente su existencia. Por tanto, urge presentar las diferentes formas en las que los hombres pueden “ver” a Dios, y además, fomentar las vocaciones de misioneros que reflejen auténticamente el rostro de Jesús. ¿Cuáles son las formas en las que el Señor puede ser visto? Los griegos querían ver personalmente a Jesús, deseaban entrar en contacto con Él, es decir, estaban en la disposición de visitarle y conocerle, seguramente porque habían oído hablar de Él y de sus obras. El evangelio de san Juan y los demás escritos neotestamentarios nos enseñan que Jesús es el sacramento primero de Dios. Ver a Jesús es ver a Dios; oír y palpar a Jesús es oír y palpar a Dios (1 Jn 1, 1); experimentar a Jesús es experimentar a Dios mismo. Jesús es el sacramento vivo de Dios, que contiene, significa y comunica el amor de Dios para con todos. Sus gestos (cf. Jn 9, 6), sus acciones (cf. Jn 6, 11), sus palabras (Lc 7, 48) son sacramentos que concretizan el misterio de la divinidad. Jesús hace visible a Dios a través de su inagotable capacidad de amor (cf. Jn

El tribunal de Dios E l confesionario es el lugar en donde Dios, con su misericorida, perdona a los pecadores.

Para mi, el confesionario tiene dos partes. Arriba la bodega de la misericordia divina, con sus gracias y perdón de Dios. Abajo, un hormiguero de nuestros pecados. El confesionario es el eco de las palabras de Dios: no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. ¿Qué padre hay que cuando llega el hijo que ha cometido un error le pide perdón, no lo perdonará?. Al confesionario hay que acercarnos después de haber implorado la luz del Espíritu Santo para hacer un examen de conciencia bien arrepentidos, y considerar que con nuestros pecados hemos lastimado el corazón de Dios nuestro Padre amoroso y bondadoso que nos ha dado la vida y hemos atropellado la sangre y padecimientos de Cristo nuestro Redentor que por salvarnos y perdonarnos se entregó al sacrificio, y con un deseo sincero y propósito firme de enmendarnos. Al confesionario se acerca desde el Santo Padre hasta el más humilde de los fieles, porque en este mundo ningún hijo de Dios es inocente. Los tribunales de la tierra nunca se parecen al tribunal de Dios. Confiemos en la misericordia de Dios y agradezcámosle con toda nuestra alma su perdón que nos libra de las penas del infierno.

13, 1); su renuncia a toda voluntad de poder y de venganza (cf. Lc 22, 25-27. 49-51; 23, 34a); su identificación con todos los marginados del orden de este mundo. La presencia de Jesús no se quedó en el recuerdo lejano, sino que su acción se actualiza a través de su Iglesia, por lo que en ella encontramos varias formas de “ver a Jesús”. El mismo evangelio nos muestra que el discipulado empieza con una mirada profunda del Señor Jesús. Sus primeros seguidores se dejaron mirar por Él (cf. Jn 1, 38. 42. 47. 48). Por algo los griegos quieren “ver a Jesús”. Conviene aclarar que no es el discípulo el que primero ve al Maestro, sino que es Él quien mira a su seguidor y lo conquista con esa mirada. Los aspirantes al discipulado deben dejarse mirar por Jesús, primero, y después verlo y seguirlo. Las cosas cambian cuando el hombre se deja ver por Dios, es decir, cuando no se oculta en su maldad, en su miedo, en su desgracia, y se da la oportunidad de ponerse frente a su Dios. Éste es el primer paso para poder conocer y amar a Dios, por eso no se puede convencer de la existencia de Dios a quien no se deje mirar por Él.

¿Y yo a quién me parezco? Pregunta de un niño o niña que se cuestiona por la mimesis

E

ste pronombre personal de la primera persona en singular, es de un uso enorme; en expresiones como, yo leo la Red, yo si voy a misa, yo comí de ese postre... Sin embargo a veces puede ser tácito como: leo la Red, voy a misa, comí de ese postre. Este pronombre es de uso coloquial también en la filosofía, pero se utiliza de modo más estricto como “el Yo” que a menudo designa una realidad, equivale a persona, a la conciencia o a la identidad personal. El “Yo” en psicología es el conjunto que se le da a los actos mentales (a grandes rasgos). Aunque denotamos que existen enormes diferencias entre: “Yo” y “el Yo”, este no es el lugar para plantearlo. Benveniste (lingüista) nos dice que cuando uno usa la palabra “yo”, parece que se estuviera refiriendo al verdadero “Yo”, (a mí), pero no es así. Pues el “Yo” solo es una categoría lingüística. Es decir, si uno dice yo soy increíblemente fuerte, la realidad no es que yo lo sea, tal vez estoy muy débil. El uso de la pronombre “Yo”, no engloba todo lo que le pasa a mí ser. En su origen del latín vulgar yo era Ego y éste dio eo. Pero el diptongo se pasó de eo a ie (ieo). Finalmente estas tres vocales se contrajeron dando nacimiento desde las mas remotas antigüedades a io, que a fuerza de pronunciarlo, se quedo como Yo.


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Los libros y sus autores Han Graf Huyn

Por Luis Marino Moreno F.

Editorial Ciudadela, colección El Buey Mudo

Seréis como dioses

“L

a figura del hombre moderno está marcada por el sueño de Prometeo”. Así da comienzo esta obra en la que Hans Graf Huyn ofrece al lector una extensa mirada a la sociedad moderna en todas sus manifestaciones. A modo de admonición, el autor resalta las consecuencias negativas que para el hombre de nuestro tiempo ha tenido su pretensión de total autonomía. La crisis que padece Occidente viene así a revelarse como la propia del hombre autónomo, pretendida criatura de sí mismo.

Escrito en un estilo directo y atractivo, pero huyendo del comentario banal. Seréis como dioses detalla, gracias a los textos de aquellos que han contribuido a configurar medida la sociedad en la que vivimos, una brillante travesía por las veredas de la filosofía, la política, la estética y la religión. Muy lejos de cualquier impulso pesimista o derrotista. Hans Graf Huyn escribió estas páginas con “la responsabilidad de acometer un diagnóstico del mal en nuestro tiempo, y así contribuir en lo posible a remediarlo” Seréis como dioses, es por tanto, un libro imprescindible sobre el que cimentar el futuro de Occidente. Han Graf Huyn Realizó estudios de Derecho, Ciencias Políticas, Filosofía e Historia. Como miembro del Servicio Exterior Alemán, participó en las negociaciones del tratado de la Comunidad Económica Europea. Desde el año 2000 pertenece al Foro Católico Alemán. Sus numerosas publicaciones y colaboraciones periodísticas giran en torno a la historia y las relaciones internacionales.

Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO- En la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios y 45ª Jornada Mundial de la Paz bajo el tema “Educar a los jóvenes en la Justicia y la Paz”, en la Basílica de San Pedro tuvo lugar la celebración de la Santa Misa cuyo centro de las reflexiones del Papa fue el tema de María camino de paz, y la importante tarea de educar a los jóvenes para alcanzar esta meta: “La Madre de Dios es la primera bendita y Aquella que lleva la bendición, la mujer que ha acogido a Jesús en sí y lo ha dado a la luz para toda la familia humana. María es la madre de la Iglesia que recibe en la fe la divina Palabra y se ofrece a Dios como “tierra buena” en la que Él puede continuar cumpliendo su misterio de salvación”. CIUDAD DEL VATICANO.- En el primer Ángelus dominical de este año el Papa Benedicto XVI, antes de iniciar con la tradicional plegaria dominical saludó a los fieles invocando para todos: “que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz”. “Iniciamos así el nuevo año 2012 fijando la mirada en el Rostro de Dios que se revela en el Niño de Belén, y en su Madre María, que acogió con humilde abandono el diseño divino. Gracias a su generoso «sí» apareció en el mundo la luz verdadera que ilumina a cada hombre y se nos ha abierto el camino de la paz”.

Iglesia en México MÉXICO.- La Conferencia Episcopal de México publicó el programa de la visita que Su Santidad Benedicto XVI realizará a México del 23 al 26 de marzo. El 12 de diciembre de 2011, en el marco de la Solemnidad de María Santísima en su advocación a la Virgen de Guadalupe, en la celebración de la Santa Misa, en la Basílica de San Pedro por el bicentenario de la independencia de los Países latinoamericanos y del Caribe, Su Santidad Benedicto XVI anunciaba su intención de emprender un Viaje Apostólico a América Latina. MÉXICO.- Obispos de la Iglesia católica confiaron que en 2012 México logre superar la violencia y construya la paz. En sus mensajes de Navidad y Año Nuevo, expresaron que en este periodo en que se conmemora el nacimiento de Jesús, se acrecienta la sensibilidad hacia la paz, no solo como valor social sino como una experiencia espiritual necesaria para vivir con sentido y en plenitud. Carlos Garfias Merlos, de Acapulco, sostuvo que existe la esperanza necesaria para plantear que podemos superar las realidades sombrías que han marcado este año 2011. Enrique Sánchez, de Durango, señaló que la inseguridad y la violencia crecen, no hay poder político, militar, policiaco que detenga al crimen organizado. También hizo mención de la sequía que ha golpeado al norte del país y en Durango ha agravado la crisis. Rogelio Cabrera, de Tuxtla, indicó que existen muchas realidades que preocupan: las zozobras económicas, las próximas elecciones, la marcada violencia e inseguridad, el rezago educativo, el relativismo moral, el desencanto de las instituciones familiares y religiosas, la superficialidad de los medios de comunicación”, pero indicó que en esta época lo que debe prevalecer es el amor. MÉXICO.- La estudiantina de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) mostró con el ‘Cielito Lindo’ al papa Benedicto XVI que el pueblo de México lo aguarda y quiere con el mismo afecto que en su momento dio a Juan Pablo II. En la audiencia general y ante más de cinco mil personas en el Aula Pablo VI del Vaticano, los jóvenes estudiantes tocaron sus guitarras, panderos, mandolinas y violines, enfundados en trajes típicos de las tunas que incluyeron largas capas negras. ‘Aquí tuvimos la oportunidad de cantar el Cielito Lindo con el cual estamos participando de la alegría porque el Papa estará en nuestro país el próximo año, como embajadores de nuestra música asistimos a esta audiencia general’, indicó Angel Fernández, director del grupo.


Tu Best Seller

B

orrón y cuenta nueva: comienza cuanto antes tu “Best Seller”

A

penas terminado el prólogo del Evangelio de San Juan, comienza la historia con una semana de actividad, la cual va del testimonio de Juan a las bodas de Caná.

El día de tu nacimiento, cuando sólo sabías llorar, recibiste mil besos y caricias, pero también un libro con las hojas en blanco, sin estrenar: el libro de tu vida. Desde aquel instante comenzaste a escribir la historia de tu vida. Ya llevas varias páginas. ¿Qué has escrito hasta ahora?

Así aparece esa figura fuerte, común a los cuatro Evangelios, llamado Juan, el cual recibe el apelativo de “Bautista” en los otros tres evangelios. Más allá de su predicación y de su actividad como bautista, la misión de Juan según el Cuarto Evangelio es dar testimonio. Su figura es tan fuerte y su testimonio tan valorado, que el bello himno del prólogo es interrumpido en dos ocasiones para hablar de su misión como testigo (cf. 1, 6-7.15).

A veces escribimos y escribimos y nunca hojeamos las páginas escritas. Toma el libro de tu vida y repásalo durante unos minutos. Tal vez encuentres capítulos o páginas que te gustaría besar, algunas escenas te harán llorar, y al abrir alguna página amarilla o reciente, te entrarán ganas de arrancarla. Se ve negra o con salpicaduras de tinta. Pero Pilato te diría: “Lo escrito, amigo, escrito está”.

Todo testigo es interrogado, por eso no es extraño que lo primero que haga Juan es responder una serie de preguntas a la delegación que enviaron los sacerdotes y levitas. Juan es alguien que sabe, él conoce a la Palabra hecha carne por eso da testimonio. Su interrogatorio concluye con una

Tú lo has escrito con tu puño y letra. No con la tinta de un bolígrafo o de una pluma, sino con la tinta de tu libertad. “Tú mismo has forjado tu propia aventura”, decía el manco de Lepanto. “Porque veo al final de mi duro camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino”, sentencia Amado Nervo, para quien prefiere la metáfora del arquitecto.

“en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen” denuncia:

No arranques esas páginas de cuajo, déjaselas a Dios para que perdone tus garabatos y sigue escribiendo tu historia junto a Él.

(cf. 1,26).

El lector, que ha escuchado hablar sobre el Verbo en el prólogo en donde aprendió que se hizo carne y vino a habitar entre nosotros, entiende por el testimonio de Juan que aún no lo conoce. Después de leer los primeros tres evangelios sobre la persona de Jesucristo, llegamos al cuarto y lo primero que se nos dice es que no lo conocemos. Esto, de alguna forma, nos invita a ir más allá. Es una pedagogía que está entre el comenzar de nuevo y emprender una nueva búsqueda. Este evangelio es para el que ya cree conocer, como Nicodemo que era viejo y era maestro, el cual aprende que tiene que nacer de nuevo; como la Samaritana. que era experta en conocer hombres y de pronto se encuentra uno nuevo, uno diferente. La frase de Juan (bautista) es desgarradora, invita a conocer al que creemos conocer, aquél a quien ya no nos esforzamos por conocer. Los enviados creían haber encontrado en Juan al Mesías, Elías, o el Profeta, pero a quien buscan ya está entre en ellos y no se dan cuenta porque no lo conocen. La semana de actividad, de la que hablábamos más arriba, justamente servirá como una iniciación en el conocimiento de Jesús. El punto de partida es este testimonio

¿Por qué no almacenar el libro de tu vida entre los “Best Seller” del cielo? Aprovecha tu tinta porque tarde o temprano se te va a acabar y no se venden recambios ni en los quioscos ni en las librerías. La vida es una y se vive una sola vez. La muerte cerrará tu libro. Y el día del juicio te pedirán tu libro, y Dios mismo lo leerá o lo pasará en vídeo, como las aventuras de Graham Greene o Charles Dickens.

de Juan: no lo conocen. Ese conocimiento, esa verdad sobre Jesús escapa al intelecto, es un conocimiento más profundo, basada en una sabiduría del corazón que él mismo Jesús proporciona, la va dando a través de signos, a los cuales se deberá estar atento para ser justos al interpretarlos. La semana concluirá con el primero de sus signos y la fe de sus discípulos. Así, el cuarto evangelio invita a realizar un ejercicio espiritual existencial que supera cualquier propuesta de los maestros de espiritualidad. Un movimiento importante será el reemplazo de lo que hasta el momento ha sostenido la existencia, reemplazarlo para que efectivamente El, Jesucristo, sea el principio y fundamento de toda la existencia.

Todos somos arquitectos y novelistas, así que, amigo, borrón y cuenta nueva. Comienza cuanto antes tu “Best Seller”.


SAL N O RESP COR REDADO EN

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ra

partir a los cias por com

El 25 de noviem bre, Río a su ce Verde, S lestial p LP, se v a t celebra istió de ción Eu rona Santa Ca gala pa t c arina de a Claustr ra honr Alejand o que lo rística se tuvo ar r la s prime ía . pero ah in P a r u evio a la guració ros frail ora dán n e y s ev do be trabajo de la co le un renovado angelizadores ndición del munida contruy p para la r o yec d parro reconst quial y s to, fruto de esf eron, rucción uer ob del mis mo, quie re todo del Pat zo y termina ron n e do este bello tra s lucharon par ato a ver bajo.

Conaculada , por m In la utiérrez quia de la Parro roco Ramón G e o. d s le tusiasm s fie u pár n lo s e a a o t , s n n o a m II secció patronal con t Felicita Prados a t n s e e , fi n o su cepció elebrad haber c

Han transcu rrido tres me ses desde qu periencia de e iniciamos la l Curso intro he d uctorio en S Fernández, S an José del Te rmosa ex.L.P., a dond rr e un grupo d emoto, Cd. su encuentro e 20 jóvenes personal y c llegó para vi omunitario c afianzamien vir on Cristo en to de su voc búsqueda de ación hacia que no es po l e l sacerdocio. r nada fácil, Un camino sino que imp nuncias, entr lic a grandes esf ega, donació uerzos, ren, espíritu de parencia, sin sacrificio, le ceridad y en altad, transmedio de tod o, inmensa a responder ca legría para da día al llam ado.

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nMargarito Sá re d a p l e re b oquia de diciem nas en la parr e El pasado 24 c s a it is u q x e eo. Las e las entregó la Col. El Pas e d , n chez fue el qu ió c ia ste c de la Anun cursos para e re r a b a c re de la Señora a n s más omité ayudaro ofrecieron a lo s e s re señoras del c lig fe n s gustosos lo la compartiera e u q ra a p a motivo y muy ñ vide oyaron una cena na os los que ap d to a s necesitados ia c ra as. Muchas g con sus famili intención . a ésta buena Atentamente. Sánchez Leticia Juárez


Por LCC Angélica Maldonado Morales

Que nuestra Familia sea una escuela de paz Fiesta Patronal en la Parroquia de la Sagrada Familia de Nazareth

“L

uchen porque en su familia reine la paz, el amor, la concordia, la armonía familiar, pero sobre todo hagan el propósito de ser una familia orante, que vele por los principios del Evangelio, y hagamos un esfuerzo por ser personas comprometidas con el amor y la unidad de la familia a imitación de Jesús, María y José, que son nuestros prototipos de amor y de fe a seguir”. “Que en el amor, la concordia, la paz y la caridad esté construida nuestra familia, que es lo más importante que tenemos en la vida, ojalá sea nuestro propósito más importante en este año, hacer que nuestra familia no se aleje del amor de Jesús-Niño, de María nuestra Madre Santísima y de San José, su castísimo esposo”. “Seamos personas de fe, orantes, amantes del Evangelio, que quieran tener familias fincadas en el amor de Jesús, María y José, la Sagrada Familia que hoy celebramos jubilosos. Que nuestra familia sea una ESCUELA DE PAZ Y DE AMOR”. Así lo señaló nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, el pasado 1 de enero, durante la emotiva fiesta patronal de la Parroquia de la Sagrada Familia de Nazareth, de la colonia Lomas, 4a. Sección, donde los fieles de esta comunidad recibieron jubilosos la presencia del señor Arzobispo, quien estuvo acompañado del Pbro. Francisco Salazar Valdez, de su Vicario y otros Sacerdotes invitados que se unieron a esta celebración.

En esta solemne concelebración Eucarística, Don Luis Morales, instituyó a 6 Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, los cuales fueron recibiendo la Cruz de Cristo con el Cáliz, símbolo de la Sagrada Eucaristía, quienes previamente fueron presentados por el Párroco, Pbro. Francisco Salazar Valdez. La Fiesta Patronal se vivió en plenitud, predominando la alegría y sobre todo la devoción a la humilde Sagrada Familia de Nazareth, modelo a seguir para nuestras familias potosinas. Cabe señalar que hubo colorida pólvora y banda, que amenizó una grata convivencia entre los fieles de la Parroquia, que estrecharon lazos de amistad al final de la solemne concelebración Eucarística, en la que estuvieron atentos y en profundo silencio para concentrarse en el mensaje de nuestro pastor, quien les felicitó por su Fiesta Patronal y agradeció la presencia de los fieles. ¡Felicidades al Párroco y a sus fieles!

Imitemos al Apóstol del Amor, San Juan Evangelista, quien fue fiel Discípulo e incansable Misionero

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l 27 de diciembre del 2011 la Comunidad Parroquial del Barrio de San Juan de Guadalupe, encabezados por su Párroco, el Pbro. Juan Carlos Rodríguez Rodríguez, festejó a su Santo Patrono, llamado el “Apóstol del Amor”, Patrono de escritores, periodistas y teólogos, Discípulo amado de Jesucristo, autor del cuarto Evangelio, de 4 epístolas de las Sagradas Escrituras y del Apocalipsis, quien además tuvo el gran honor de hospedar a la Madre de Dios en su casa, a quien siempre aceptó como la Madre de Su Señor y madre de la humanidad. La fiesta patronal fue vivida con desbordante fervor y evidente regocijo espiritual pues previo a la festividad se realizó el novenario en honor a San Juan Evangelista, donde se constató la unidad y fraternidad entre los fieles del tradicional Barrio de San Juan de Guadalupe, quienes también organizaron un colorido y muy bien representado desfile de carros alegóricos, con representaciones de San Juan Evangelista y su gran amor por la Eucaristía por las calles aledañas al Templo Parroquial. La solemne concelebración Eucarística fue presidida por el Pbro. Alfredo Aguilar Ruiz, Decano del Decanato Santa María de Guadalupe, quien acudió en representación de nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes y en su nombre felicitó al Párroco, Pbro. Juan Carlos Rodríguez Rodríguez y a sus fieles por unirse para celebrar dignamente y como se merece al Apóstol del amor. El Padre Alfredo Aguilar, exhortó a los fieles a imitar la fidelidad y el compromiso apostólico que caracterizó a San Juan Evangelista, quien se caracterizó por su profundo amor a Dios, pues fue un fiel discípulo y misionero de Jesucristo, fue el único de los 12 apóstoles que no fue martirizado, sin embargo entregó su vida incondicionalmente, todo su tiempo y su amor a su maestro. Dijo el sacerdote celebrante: “Seamos promotores del amor de nuestro Papá Dios y acojamos a Mamá María, nuestra Madre Santísima y Madre del verdadero Dios por quien vivimos, nos movemos y existimos, para ser mejores seres humanos y mejores cristianos, pues el Apóstol del amor, nunca se alejó del amor de ellos”. “San Juan vivió aproximadamente en el año 2 D.C. y murió en el 100 D.C. y es sin duda alguna nuestro ejemplo a seguir para hacer vida el gran compromiso que todos tenemos de ser fieles y audaces discípulos y misioneros”.


ENERO 08 DE 2012

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Gran Marcha por la Paz bajo el lema “Yo Rezo por mi México”

óvenes entusiastas católicos realizaron el pasado sábado 17 de diciembre la gran Marcha por la Paz, bajo el lema “Yo Rezo por mi México”, la cual fue organizada por la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, encabezada por el Pbro. Oswaldo Esquivel Castillo, quien junto con su numeroso grupo de jóvenes ávidos de vivir en paz, caminaron desde el Templo y Jardín de Tequis hasta llegar a la S.I. Catedral Metropolitana Potosina, donde fueron recibidos por nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, quien los recibió, les impartió la bendición y los felicitó por este gran esfuerzo de orar por la paz, y presidió la solemne Concelebración Eucarística acompañado de otros Sacerdotes concelebrantes que se unieron a este grito desesperado que pide la Paz urgentemente.

“Gracias queridos jóvenes, muchachas y muchachos por esta gran noble iniciativa y a toda la Pastoral Juvenil y a todos los adultos que secundaron esta acción de fe y que no se acabe aquí sino que siga, aquí es un final de calendario, pero los exhorto a que sigan comunicando esta iniciativa con el poder de la oración, pues la Paz se consigue con perseverancia y ferviente oración a Dios y a su Madre Santísima”.

Cabe señalar que la campaña nacional por la Paz consiste en rezar Tres Ave Marías, en cualquier lugar y en cualquier momento del día, cada una dedicada de éstas a la HONESTIDAD, LA SEGURIDAD Y LA PAZ. Resaltó en gran medida la presencia de jóvenes de la Pastoral Familiar de nuestra querida Arquidiócesis, pero también de los jóvenes entusiastas del Movimiento de Schoenstatt de San Luis Potosí, así como integrantes de los Legionarios de Cristo, quienes con cantos, rezos y su devoción a Jesús y al Inmaculado Corazón de María quieren resaltar sus valores humanos y cristianos y pedir por la Paz no sólo de nuestro Estado o ciudad capital o del país, sino del mundo entero.

En su homilía, nuestro Pastor, indicó: “Cerramos con “broche de oro” esta intensa campaña de oración por la paz de México que duró 40 días, desde principios de noviembre hasta hoy 17 de diciembre del 2011. Lo propio de esta campaña fue el acento juvenil, fue el gran aporte de los jóvenes, fue su ilusión para tener un futuro de prosperidad, justicia, fraternidad y paz para la humanidad entera, para México y como todo futuro está en manos de Dios, ellos quisieron lanzarse con audacia y a través de la oración buscaron llegar al corazón del Omnipotente, para que llueva su Gracia y su Paz sobre México y los mexicanos. Los jóvenes quisieron que se tocara el corazón del Dueño de nuestra Vida y de la Eternidad a través de la oración para que venga arropándonos con su amor para que vivamos unidos, en paz, armonía y para que nos respetemos”. “Sus oraciones juveniles por intercesión de la Virgen Santísima, con la tres Ave Marías, sin duda se proyectó y difundió a través de los corazones adultos de muchos de nosotros para pedirle a Dios esa Paz, seguridad, fraternidad que todos necesitamos y anhelamos en México”.

“Sigan difundiendo, no le den carpetazo a la campaña sino que el espíritu de la campaña siga a lo largo de los días, las semanas y los meses, alentando su propósito juvenil: “Yo Rezo por mi México”. “Que no sea un lema que se muere hoy sino un lema y una realidad que se mantenga vigente por siempre, sin duda Dios y México se los recompensará”.


Baldaquino de San Pedro E

n el crucero central de la Basílica de San Pedro se encuentra un majestuoso “Baldaquino”; una especie de templete formado por cuatro columnas que sostienen un dosel, destinado a “cobijar” el Altar Pontificio. El Baldaquino de San Pedro es también conocido como «altar de la Confesión», por estar situado en el lugar de la Confessio, es decir, junto al altar debajo del cual se encuentra la tumba del Apóstol que con su martirio confesó su fe. El diseño del Baldaquino fue realizado por Gianlorenzo Bernini. Está construido en bronce y simula la forma de un palio. Lo forman cuatro columnas salomónicas de 29 metros de altura que sostienen grandes porciones de entablamento, unidas por una

Por Pbro. Efraín Moreno Aguirre

cornisa cóncava con colgaduras que imitan los palios textiles. Bernini utilizó como elemento de soporte principal las columnas de tipo salomónico, con abuntantes elementos decorativos: guirnaldas, abejas, soles, ángeles. Sus líneas en espiral le dan una especie de movimiento y sentido de elevación a esta singular obra de arte. Los nueve años que duró la construcción participaron en ella siete escultores: Andrea Bolgi, François Duquesnoy, Giuliano Finelli, Giambattista Soria, Simone Laghi, Borromini y Matteo Buonarelli. El Papa Urbano VIII “tomó prestado” el bronce que se encontraba, principalmente, en la fachada del Panteón, y lo mandó fundir para que fuera empleado en el Baldaquino. De ahí que, según se cuenta, surgió una célebre sentencia: Quod non fecerunt barbari, fecerunt Barberini (“lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini), en alusión a la familia del Papa que, para crear invaluables obras de arte como el Baldaquino, destruyeron otras ya existentes. La belleza arquitectónica del Baldaquino de San Pedro, sin lugar a dudas, motiva el fervor de los fieles y crea en su espíritu el asombro, la maravilla y el encantamiento.

onso Por Alf

E

Aranda

López

EL ÁRBOL DE LA VIDA

s de admirarse que el cineasta norteamericano Terrence Malick, en 38 años de carrera profesional y con tan sólo 5 películas en su filmografía, se haya convertido en todo un autor fílmico de referencia y que mantenga su estilo personal en cada una de sus cintas, sin darle oportunidad a lo complaciente y exigirse mucho más por el bien de sus historias sólidas. En sus anteriores largometrajes - “Badlands”, “Days Of Heaven”, “La Delgada Línea Roja” y ” El Nuevo Mundo” - , Malick inserta profundas reflexiones sobre determinados temas que le apasionan , bellas imágenes y líneas argumentales

de filosofía que incitan a comenzar una meditación introspectiva. Su nueva producción, “El Árbol de la Vida” ( The Tree Of Life. 2011 ), no es la excepción en que Malick incluyera esos mismos elementos. Y Malick va mucho más allá: “El Árbol de la Vida” es poesía, misticismo, enigma, naturaleza, evocación y un tratado más que interesante sobre la vida y la muerte, un tratado que va de lo complejo a lo realmente apasionante. Es “El Árbol de la Vida” un filme de temática existencialista, que contiene múltiples lecturas y que necesariamente requiere de un análisis exhaustivo para comprender bien a bien lo que plasma Terrence Malick en cada fotograma, en cada instante bellamente capturado por su fotógrafo, el mexicano Emmanuel “Chivo” Lubezki. “El Árbol de la Vida”, protagonizada por Brad Pitt, Sean Penn y Jessica Chastain, es una pieza artesanal que inspira, que maravilla y que inquieta al mismo tiempo. En ella, hay más preguntas que respuestas. Malick se introduce al tema de querer ahondar mucho más en el origen del Universo y en el origen del ser humano a partir de la corriente filosófica que practica desde hace tiempo: el Panteísmo, filosofía que establece que el Universo, la Naturaleza y Dios, son equivalentes. Esto dicho, respetándo cualquier creencia, religión y doctrinas que se practiquen. El origen del Universo y el Hombre, son esta-

blecidos por Malick a partir de la historia central de una familia norteamericana de los años 50´s, donde el Sr. O´Brien es la figura paterna y quien de forma autoritaria, educa a sus 3 hijos. Jack, el hijo mayor, recuerda a manera de saltos en el tiempo – pasado, presente y futuro –, los eventos que marcaron su existencia y la de su familia. “El Árbol de la Vida” fue ganadora de la Palma de Oro a Mejor Película en el Festival de Cannes 2011. Magistral, profunda, provocativa y estupenda. Así es “El Árbol de la Vida”, la mejor cinta del año 2011. Hasta la próxima. Espero sus comentarios, aplausos o rechiflas En Facebook: Poncho Aranda L. ponchoaranda@hotmail. com


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l señor Shingo tuvo un sueño. En él se encontró con el señor Mizuta, un amigo al que apenas recordaba. ¿Cuánto hacía ya que había muerto? No lo sabía con precisión, pero, en todo caso, muchos, muchos años. Esto, lógicamente, turbó un tanto al señor Shingo, pues ¿cómo es que ahora soñaba con difuntos? Durante todo el día se mostró preocupadísimo: dejó de comer, tamborileó los dedos nerviosamente a la hora del té y dijo algunas frases que por el tono y la insistencia tenían toda la intención de ser definitivas; por último, contó el sueño a su mujer. Ésta le dijo que tratara de olvidarlo, que soñar a los muertos era cosa normal, sobre todo si habían sido muy queridos por los vivos. ¿Era éste el caso del señor Mizuta? ¿Sí? Pues entonces era normal: el pasado nunca está tan pasado como uno cree, y, además... El señor Shingo, viendo que los argumentos de su mujer eran razonables, se tranquilizó. Pero cuando llegó otra vez la noche y se durmió por fin tras cientos y cientos de vueltas alrededor de las sábanas, el señor Shingo soñó con otro muerto: esta vez con el señor Toriyama. Entonces se alarmó y dedujo que su final estaba cerca, pues es bien sabido que sólo los muertos (o los que están a punto de serlo) conversan bien con los muertos. «Sin embargo, se dijo a sí mismo el señor Shingo, no es eso lo que me preocupa. Todos moriremos, un día u otro. Lo que

Pero el hombre es así: pospone las cosas más importantes por nada, como si la muerte no existiera, como si el tiempo no nos llevara a rastras y carcomiera por igual personas y cosas.

El sueño del señor Shingo

me preocupa es que he envejecido sin haber subido al Fuji». Esto sucede en una novela de Yasunari Kawabata (1899-1972), el escritor japonés, titulada El clamor de la montaña. Como se sabe, el Fuji es un volcán apagado de 3378 metros de altura que los japoneses consideran santo. Pues bien, el señor Shingo no ha trepado nunca por esas pendientes que todo japonés, cuando menos una vez en su vida, debería trepar. Sigue diciéndose a sí mismo el señor Shingo: «Sí. Resultan inesperadamente numerosas las personas que llegan al final de su vida sin haber contemplado los tres paisajes más bellos del Japón: Matsushima, Ama-no-Hashidaté y Miyajima, y sin haber subido al Fuji»... En las novelas de Kawabata una sencilla frase basta para poner al lector ante problemas realmente graves; este breve comentario del señor Shingo, por ejemplo, habla de la fuga del tiempo y de la irreversibilidad de la historia. ¡Cuánta gente se ha ido de este mundo sin percatarse siquiera de la belleza de las cosas! Vivieron su vida como caballos desbocados. Los pasajes más hermosos fueron hechos para sus ojos, pero ellos no se detuvieron jamás a contemplarlos. El tiempo no vuelve nunca. Si el señor Shingo no se decide a ir al Fuji, ya no irá por más que lo lamente.

Gran parte de la vida se le ha escapado sin que se diera cuenta, y de la misma manera, casi sin enterarse, es ya un hombre de 62 años de edad. Ahora lo ha decidido: definitivamente no irá al Fuji. Se siente viejo y sus piernas no le responden como quisiera. ¡Se cansa con tanta facilidad! ¿Por qué no lo hizo cuando podía? La lectura de este pasaje de la novela de Kawabata me hizo recordar un acontecimiento que tuvo lugar en 1993, cuando tenía yo 22 años de edad y mi madre se encontraba enferma. Me dijo ella un día desde su cama: «Hijo, hay que cambiar esas cortinas. Hay que comprar ganchos nuevos y cambiar esas cortinas». Se refería a las cortinas de su habitación, que eran demasiado delgadas y dejaban pasar unos rayos de luz que le herían el rostro. Le dije que sí, que pronto lo haría (ella no podía ya levantarse). «¿Cuándo?», me preguntó. Le respondí que esa misma tarde. Pero no lo hice. Dos días después, mi madre volvió a hablar de las cortinas, diciendo que eran malas para sus ojos y que había que cambiarlas enseguida. Pero aquella misma tarde se agravó y tuvimos que llevarla de emergencia a un hospital. Fue, también, su último día. Aquella misma noche murió. Durante varias semanas ni mis

hermanos ni yo quisimos entrar al cuarto donde ella había sufrido tanto, pero un día tuvimos que hacerlo, y allí estaban sus zapatos, sus pastillas... y aquellas cortinas indeseables. Me eché a llorar. ¿Por qué no las había cambiado? ¡Hubiera sido tan fácil! Pero el hombre es así: pospone las cosas más importantes por nada, como si la muerte no existiera, como si el tiempo no nos llevara a rastras y carcomiera por igual personas y cosas. En La rueda de la vida, su autobiografía, la doctora Elizabeth KüblerRoss, sabiendo perfectamente de lo que hablaba, escribió: «Los deseos de los moribundos no deben aplazarse». Por su parte, Arthur Schnitzler (1862-1931), el escritor austriaco, dijo algo semejante en Morir, una de sus novelas: «Ésta es también mi convicción: que los deseos del enfermo deben atenderse». ¿Y no somos todos moribundos, puesto que vamos a morir? ¿No somos todos, y los demás también, enfermos graves en espera de la muerte? El tiempo pasa, y pasamos. Es necesario, pues, apresurarse. Hay que cambiar las cortinas y subir al Fuji hoy mismo, pues mañana podría ser demasiado tarde.


2012: retos para los católicos Por Javier Algara

E Por Mtro. José Ricardo García López

(segunda parte)

S

e restablecía el enfermo solo por algunos días y si acaso, por algunos meses y siempre recaía víctima de diversas dolencias y llegó el día en que enfermó para no levantarse más, pero, estuvo de esta última enfermedad, en cama, por espacio de siete años, durante éstos, Clara untaba las llagas con su propia mano, le vendaba las piernas que manaban podredumbre en forma abundante; ella las tocaba, las ataba y desataba con tal afición, que quien la veía en aquellos afanes, hubiera dicho que manipulaba ámbar o finísimos perfumes y no cosa de insufrible hediondez, el aliento era tan repugnante que no había persona que pudiera soportarlo a tres metros, la esposa, sin embargo decía que aquél olor era muy suave, y una vez que Juan Luis Vives, su yerno, le insinuó que aquello hedía, le reprendió muy acremente diciéndole que para ella, aquella hedentina era fragancia de manzanas camuesas en sazón. Como es fácilmente comprensible, esas largas enfermedades suponían grandes gastos para mantener y curar a un hombre deshecho por tantos males, en una casa en donde de muchos años atrás no había entrado ganancia alguna, y menos ninguna renta, ella se desprendió con sumo gusto de sus sortijas, collares de oro, de otras joyas y hasta de sus ropas; ella despojó su comedor de la vajilla de plata con tal de que nada faltara a su marido y conservando únicamente una ruin mesilla. Lo importante era que su marido estuviera lo mejor atendido en sus necesidades y malestar. La abnegación y cuidados de Clara alargaron la vida de Bernardo Valldaura por diez años desde su primera enfermedad, aunque en un cuerpo cadavérico, o mejor, en un sepulcro vivo. Durante estas enfermedades, Clara tuvo dos hijas con el enfermo cuando ya había tenido seis hijos y nunca jamás se contagió, ni a ella ni a sus hijos del mal de su marido ni de ninguna otra suerte de infección quedando todos ellos muy limpios y sanos. Con este relato vemos claramente cuanta virtud hay en aquellas mujeres que aman sinceramente y con todo el corazón a sus maridos, como es su deber, y cómo aún en este mundo Dios se los agradece y premia. Murió por fin Bernardo muy anciano y enfermo, o mejor dicho se liberó de aquel tormento continuo con tan amargo duelo por parte de Clara que quienes la conocían aseguraban que nunca, en la vida, habían visto que aunque el muerto hubiera sido un marido joven, hermoso y rico, hubiera dejado tanta soledad, tantas lágri-

l año 2011 termina nacional e internacionalmente en crisis. La economía de la Unión Europea está trastabillando; Medio Oriente vive dolorosamente el despertar de su primavera política; África sigue sin poderse levantar de la marginación y las guerras tribales; América cabecea entre el capitalismo y un socialismo autóctono y grosero. México sigue en el pantano de la pobreza, la desigualdad y la violencia sangrienta del crimen organizado. El Bien Común no parece poder producir suficiente energía vital en las sociedades como para convertirse en la luz al final de este túnel. Para colmo de males, Dios parece ausente en la sociedad; se le ha suplantado con la tecnología o con la búsqueda desenfrenada de placer. Esto tampoco ayuda nada a soñar con una sociedad sustentable. Como dice Benedicto XVI, donde Dios está ausente no existe el consenso moral necesario para fundamentar los valores sobre la que se han de edificar las estructuras de justicia que sustentarán la sociedad en la que todos quisiéramos vivir. Añadamos a eso que el 2012 es año de elecciones en México. Este año es, al menos por ahora en el papel y en los promocionales del IFE, el año en que nuestro país puede definir en forma consensada por todos los ciudadanos en edad de votar, a través de elecciones federales, estatales y municipales, la forma como quiere que se lleven a cabo los cambios necesarios para crear y solidificar esas estructuras de justicia y desarrollo equitativo. Aquí es donde entra en juego el cristiano, en especial el cristiano católico.

mas y tanto luto. Muchos decían que más había que felicitarla que consolarla, y cuando aquella viuda ejemplar supo que se hacían tales comentarios en torno a la muerte de su Bernardo, indignada dijo que ella anhelaba que así como estaba de enfermo su marido le fuese devuelto aunque fuera a costa de la vida de sus cinco hijos. Y que aunque todavía era hermosa y estaba en edad de volver a contraer matrimonio no quería ella volver a casarse porque estaba segura de no volver a encontrar otro Bernardo Valldaura. Clara, dice el propio Luis vives de su suegra, no estuvo casada con el cuerpo de su marido sino con su alma y el cuerpo de Bernardo fue su propio cuerpo. Pasaron muchos años y Clara seguía actuando y haciendo las cosas como Bernardo las había ordenado porque eran las indicaciones y mandamientos de su marido. En ese hostal del dolor, en ese palacio de la más honrada pobreza, en ese venerable asilo de la virtud entró Luis Vives, a los 32 años, de la mano de Margarita Villdaura sellada, a sus 19 años, con el anillo de la fe mutua.

Todos sabemos que las estructuras justas nunca son definitivas. La historia cambia y con ella la constitución de las estructuras socioeconómicas, culturales y políticas. Pero una cosa no debe cambiar: el “ethos” político y humano del que habla el Papa. La primacía de la persona humana en el quehacer de la política y la sociedad es la base de ese “ethos”. Pero no habrá una correcta comprensión de la persona ni, consecuentemente, un quehacer político, económico, educativo y cultural capaz de transformar las estructuras actuales, hasta que Dios no se haga presente en la sociedad para ayudarnos a entender su significado y su grandeza. Solamente así “iluminados por la verdad, los hombres se comunicarán entre sí los más diversos conocimientos, defenderán sus derechos y cumplirán sus deberes…” (Catecismo Católico, 1886). Eso no se logra, sin embargo, si no cumple cabalmente la exigencia primaria y permanente de la conversión interior. Esto constituye una llamada permanente de atención para los cristianos. Quien se ha convertido tiene la obligación de “introducir en las instituciones y condiciones de vida que inducen al pecado las mejoras convenientes para que se conformen a las normas de justicia y favorezcan el bien” como afirma la Lumen Gentium en su número 36. Supuestamente, todos los que estamos bautizados hemos ya iniciado un proceso serio de conversión y, consecuentemente, estamos bajo esa obligación. Los cristianos deberíamos ser los pioneros y los más efectivos ejecutores de ese “ethos” transformador de estructuras económicas, políticas, educacionales y culturales. Pero ¿lo somos? El trabajo pastoral de las parroquias este año, sobre todo hasta antes del primer domingo de julio, pero no exclusivamente, ayudará mucho en este proceso si, de acuerdo al Plan Diocesano de Pastoral, se vigila el asunto de la verdadera conversión de los que nos decimos cristianos. Su éxito, visto desde el reto planteado por este año difícil para el país, será lograr que los fieles se dejen conducir por la gracia, sin la cual “no sabrían acertar en el sendero estrecho entre la mezquindad que cede al mal y la violencia que, creyendo ilusoriamente combatirlo, lo agrava” (Centesimus annus, 25). En otras palabras, se trata de recomenzar todo desde Cristo.


Fe y política

Todos necesitamos que nazca un redentor Por Lic. Fil. Rafael Gómez

(primera parte)

Educar a los jóvenes en la justicia y la paz

E

n el Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la paz 2012, el Papa invita abrir el nuevo año con actitud de «confianza, aunque en el año que termina ha aumentado el sentimiento de frustración por la crisis que agobia a la sociedad, al mundo del trabajo y la economía; una crisis cuyas raíces son sobre todo culturales y antropológicas. Parece como si un manto de oscuridad hubiera descendido sobre nuestro tiempo y no dejara ver con claridad la luz del día.

“S

e alzó en Egipto un nuevo rey y dijo a su pueblo: miren a los israelitas, son un pueblo mas numeroso y fuerte que nosotros… De modo que los egipcios llegaron a temer a los israelitas y los redujeron a cruel servidumbre... El rey de Egipto dio, pues, orden a las parteras de las hebreas diciéndoles: Cuando atiendan a las hebreas observen bien el sexo del recién nacido: si es niño ¡mátenlo!…” (Ex. 1, 8-23). “Una mujer de la tribu de Leví quedó embarazada y tuvo un hijo…lo escondió durante tres meses pero, no pudiendo tenerlo escondido por mas tiempo, puso al niño dentro de un canastillo y lo dejó entre los juncos a la orilla del río Nilo…” (Ex. 2, 1-10). Ese niño, que así se libró de la muerte, era Moisés que cuando creció, de parte de Dios, condujo a su pueblo a la liberación. Muchos años después, otro niño, todo un Dios que tomó la naturaleza humana y, destinado a liberar a toda la humanidad, nació también con su vida amenazada de muerte por otro rey que, de la misma manera, sintió amenazado su poder. Parece que desde siempre el inconmensurable valor de la vida humana está amenazado por un valor que es claramente menor: el de las cosas. Las cosas están para servirle al hombre pero muchos se han propuesto ponerse al servicio de ellas.

Por estas fechas todos parecemos estar muy ocupados en exigir lo que nos falta del aguinaldo o en completar para pagarlo mientras planeamos como salir de los gastos y como sortear la tan temida cuesta de enero, pero ahora estamos invitados a recordar la figura de Moisés que, librándose de la muerte al nacer, condujo a todo un pueblo a su liberación e invitados a rescatarle su sentido a estas celebraciones que nos deben llevar a quedarnos con la persona de Jesús que, librándose de la muerte al nacer, nos libra de la muerte del alma y nos ofrece ser para todos el Señor de la Vida. A mediados del 2011 otra vez padecimos el tema siempre pendular y siempre recurrente de la aceptación o el rechazo al aborto. Su despenalización o su criminalización se nos van quedando como visiones tan opuestas que no parece haber ni diálogo ni tolerancia posibles y, menos, reconciliación. Al criminalizar el aborto

pueden, en efecto, sobrevenir castigos severos que parecen desmedidos para los casos de violación y peligro de la madre, pero la mayoría de los casos son de quienes, en pleno uso de su libertad, realizan la acción, que ya conocemos, pero solo con fines recreativos. Es un hecho que hay consecuencias de criminalizar y no despenalizar el aborto: por un lado mujeres violadas o en peligro de muerte que, al resolver su problema dando muerte a la nueva vida mediante un aborto, la ley puede juzgarlas severamente y darles el mismo trato que quienes, por otro lado son la inmensa mayoría, y que hacen todo, es decir, se meten a la cama y se convierten en padres y madres de una nueva vida y se sorprenden como si esto no fuera la consecuencia de tal acto, y exigen la protección de la ley para no sentirse culpables de dar muerte a esa vida. Hay también consecuencias reales: abortos peligrosos, clandestinos e insalubres y el consiguiente cambio de vida de padres y madres que “no buscaban la vida ni el amor pero sí la diversión”. Los acontecimientos que estamos celebrando (Reyes y Epifanía) son, en cambio, una interminable fiesta a la vida de manera que muchos dejemos de empeñarnos en habitar solo en lo finito pero renunciando a caminar hacia lo infinito. Por nuestra humanidad hemos de amar la temporalidad y, por la misma razón, hemos de amar y suspirar por la eternidad. Moisés es figura de Jesús que sufre desde antes de nacer la opresión de un rey y de un reino de muerte y, gracias a “las parteras que tuvieron temor de Dios y no hicieron lo que el rey de Egipto les había ordenado, dejaron vivir a los niños” (Ex. 1, 17) y se liberó su vida para liberar de la esclavitud, por parte de Dios, a todo un pueblo y lo condujo a la prosperidad y a convertirse en un pueblo de Vida y le hizo estimar la vida del alma porque lo llevó a caminar, como peregrino, de la muerte y la opresión, de la dolorosa temporalidad, al amor por la eternidad. Lo llevó, sí, a la tierra prometida que manaba leche y miel, pero también a ser el pueblo de Dios que viviera de las mieles de su amor que solo así le daba sentido a su vida.

El Papa señala que «la paz no es un bien ya logrado, sino una meta a la que todos debemos aspirar. Miremos con mayor esperanza al futuro, animémonos mutuamente en nuestro camino, trabajemos para dar a nuestro mundo un rostro más humano y fraterno y sintámonos unidos en la responsabilidad respecto a las jóvenes generaciones de hoy y del mañana, particularmente en educarlas a ser pacíficas y artífices de paz». Y añade «unamos nuestras fuerzas espirituales, morales y materiales para «educar a los jóvenes en la justicia y la paz». Dirigiéndose a los responsables de la educación, el mensaje exhorta a los padres a que no se desanimen ante las dificultades en el mundo actual en que la familia y la vida misma están amenazadas constantemente, entre condiciones de trabajo difíciles, preocupaciones para el futuro y ritmos de vida frenéticos, Benedicto XVI se dirige asimismo a los responsables de las instituciones dedicadas a la educación: que vigilen con gran sentido de responsabilidad para que se respete y valore en toda circunstancia la dignidad de cada persona. Que se preocupen de que cada joven pueda descubrir la propia vocación. El Santo Padre dirige también un llamamiento al mundo de los medios, para que den su aportación educativa. Haciendo hincapié en la necesidad de «Educar en la verdad y en la libertad», el Papa escribe «el rostro humano de una sociedad depende mucho de la contribución de la educación a mantener viva la cuestión fundamental que hay que plantearse sobre el hombre, que es un ser que alberga en su corazón una sed de infinito, una sed de verdad porque ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. Así pues, reconocer con gratitud la vida como un don inestimable lleva a descubrir la propia dignidad profunda y la inviolabilidad de toda persona. Sólo en la relación con Dios comprende también el hombre el significado de la propia libertad. Y... Ésta no es la ausencia de vínculos o el dominio del

libre albedrío, no es el absolutismo del yo. El hombre que cree ser absoluto, no depender de nada ni de nadie, que puede hacer todo lo que se le antoja, termina por contradecir la verdad del propio ser, perdiendo su libertad. «En la actualidad, un obstáculo particularmente insidioso para la obra educativa es la masiva presencia, en nuestra sociedad y cultura, del relativismo que, al no reconocer nada como definitivo, deja como última medida sólo el propio yo con sus caprichos; y, bajo la apariencia de la libertad, se transforma para cada uno en una prisión, porque separa al uno del otro, dejando a cada uno encerrado dentro de su propio “yo”». El uso recto de la libertad es, pues, central en la promoción de la justicia y la paz, que requieren el respeto hacia uno mismo y hacia el otro, aunque se distancie de la propia forma de ser y vivir. Hay que Educar en la justicia, en nuestro mundo, en el que el valor de la persona, de su dignidad y de sus derechos, más allá de las declaraciones de intenciones, está seriamente amenazado por la extendida tendencia a recurrir exclusivamente a los criterios de utilidad, del beneficio y del tener. La justicia, en efecto, no es una simple convención humana... ante ciertas corrientes de la cultura moderna, sostenida por principios económicos racionalistas e individualistas, han sustraído al concepto de justicia sus raíces transcendentes, separándolo de la caridad y la solidaridad, de las relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión. Tras volver a subrayar que «La paz no es sólo ausencia de guerra y no se limita a asegurar el equilibrio de fuerzas adversas.... que la paz es fruto de la justicia y efecto de la caridad. Y que es ante todo don de Dios. Para ser verdaderamente constructores de la paz, debemos ser educados en la compasión, la solidaridad, la colaboración, la fraternidad; hemos de ser activos dentro de las comunidades, así como sobre la importancia de buscar modos adecuados de redistribución de la riqueza, de promoción del crecimiento, de la cooperación al desarrollo y de la resolución de los conflictos. La paz para todos nace de la justicia de cada uno y ninguno puede eludir este compromiso esencial de promover la justicia, según las propias competencias y responsabilidades. El Papa invita «de modo particular a los jóvenes, a tener la paciencia y constancia de buscar la justicia y la paz, de cultivar el gusto por lo que es justo y verdadero, aun cuando esto pueda comportar sacrificio e ir contracorriente».


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Retos de la La alegría formación cristiana y la paz A H Por Pbro. Margarito de la Torre

ntes de que me hiciera seminarista, en mis años de juventud, a veces iba a misa los domingos; pero también había etapas de mi vida en que procuraba vivir cristianamente, asistiendo todos los domingos y recibiendo a Jesús en la Sagrada Eucaristía.

Ya siendo profesor tuve la oportunidad de convivir con maestros y maestras de diferentes partes de la república en distintas ocasiones, desde Yucatán hasta Sinaloa y Chihuahua. En una ocasión invité a dos compañeros a misa el domingo y llegado el momento, me acerqué a comulgar, ejemplo que siguió otro de mis compañeros. Ya en la casa donde nos hospedábamos, dijo el que no se acercó a comulgar a quien sí lo hizo: “caray, no sabía que siquiera hubieras hecho la Primera Comunión”. Por lo demás, aquél llevaba una vida muy a la ligera, y así era también en su forma de hablar. Entonces el que cuestionaba se dirigió a mí y dijo: “oye, no se irá éste a condenar por comulgar sin confesarse”. No recuerdo ni qué había contestado el otro ni que contesté yo, pero el hecho que quiero compartir hoy es cómo podemos participar en la práctica de la fe católica tal vez sin tener idea de lo que hacemos, y esto sucede más frecuente de lo que podemos pensar. Por otra parte, pero en relación con esto, los sacramentos, y en especial la santa misa, se han convertido para muchos en un acto meramente social, principalmente en las ceremonias (quinceañeras, bodas, tres años); y también, algunos de los que se acercan a comulgar lo hacen sólo porque “es parte del ritual”. Juan Pérez dejó a su esposa y se juntó con otra mujer; en esta situación se acercó a comulgar, obviamente sin haberse confesado, por lo que alguien que lo conoce le hizo notar que en esa situación él no podía comulgar; su reacción fue violenta, jurando que no volvería a la Iglesia. El caso es real, sólo el nombre está cambiado. A veces pensamos que la obligación de evangelizar es sólo de los padrecitos y de las monjitas, pero es responsabilidad de todos los bautizados; es imposible que los consagrados puedan ir a todos los que requieren del conocimiento del evangelio. Lo cierto es que cada vez hay un mayor número de católicos que crecen sin una mínima formación cristiana para vivir su fe; y a veces, cuando el pastor los quiere formar, por ejemplo cuando solicitan un sacramento, argumentan que hay mucha burocracia en la Iglesia y que mejor se van a otra parroquia donde no haya tantos “requisitos”. Pero hay algo claro, todos debemos trabajar por el bien de la Iglesia, de la formación de los fieles, a fin de vivir mejor nuestra fe y por consecuencia la vida. Recordemos que la vida de cada persona afecta a todos los demás que formamos una misma comunidad. Alguien dijo que “el que no vive para servir no sirve para vivir”. Una vez, en otro país, le pregunté a un sacerdote que celebraba sesenta años de ministerio cuáles momentos de su vida eran más significativos para él; tal vez no me expresé bien, porque de estar muy ameno se puso serio, se quedó pensando y después de un momento respondió: “no haber hecho muchas cosas que pude hacer en la vida”. Pidamos a Dios que ayudando al prójimo vivamos en plenitud la vida, que es una, ya que no la podemos volver a vivir.

e pensado acerca de la paz. He pensado en tantas cosas que se dicen. Pero no me refiero a la paz de los muertos. Ni a la quietud. Al parecer son la misma cosa. ¿Cuántas veces hemos visto a alguno en silencio, tan quieto, tan inofensivo, que en realidad puede estar maquinando algún crimen? O bien, a aquel o aquella jovencita en silencio pero doblegado por el bullying escolar o laboral. O aquel o aquella que está en silencio pero en realidad está lleno de problemas, al borde del suicidio. Así estaba el asesino de John Lennon antes de dar muerte al enorme ídolo de miles o millones. En gran y profundo silencio. Y la paz tiene que ver más con la alegría o el grito que con el silencio. ¿Cómo puede ser eso? Podrá preguntarse alguno. Puede haber paz, por ejemplo, cuando los pequeños están jugando en el jardín, en cualquier parque, en cualquier cancha. Ellos juegan porque tienen paz. Cuando los novios se alborozan y cantan hay paz. Cuando los fanáticos del futbol se reúnen en la plaza del ángel para festejar el triunfo de su equipo favorito o de su selección nacional tienen paz. Festejan porque pueden hacerlo. Cuando alguien grita de gusto es porque tiene paz. Esto es verdad. ¿Cuántas veces el silencio, la aparente quietud es como el silencio del tigre agazapado para atrapar a una presa indefensa ante tan enorme bestia? ¿Cuántas veces después de un gran silencio ocurre una calamidad? Las chicas anoréxicas están en silencio porque no se quieren ver sorprendidas en su intento por bajar otros cinco kilos para ser perfectas. O el silencio del muchacho reprobado en cinco materias en la secundaria. Eso no habla de paz. Detrás del gran silencio se esconde la mentira, o la traición, o bien, se oculta también la venganza, el asedio, el espionaje, la trampa. Se esconden tantas cosas o se camuflan bajo la apariencia de paz, el viejo cuento del malvado lobo vestido de inocente abuela para devorar a la ingenua caperucita roja, que no reconoce ni a la bestia ni a la abuela. Por el contrario, quien ríe, quien grita de alegría, quien salta de gozo, lo hace porque en su corazón hay fiesta, la fiesta de la paz. Cuando en un país se pueden expresar con libertad las ideas, cuando se puede decir lo que se piensa o manifestarse por cualquier medio es porque hay paz. Cuando no se niega la noticia, la información a los ciudadanos, cuando uno puede decir hasta lo que no le parece correcto, entonces hay paz.

La paz es lo que ocurre con el pájaro que no deja de cantar aun después o durante una gran tempestad en cualquier lugar de resguardo. La paz es aquello que ocurre mientras unos se matan y otros oran para que cesen las hostilidades. Paz significa poder dormir con tranquilidad porque no ha faltado el trabajo, el alimento, la amistad y hasta las preocupaciones de cada día, que nos hacen estar en búsqueda de bienestar. Existe la paz en un bebé llorando en brazos de su madre, porque tiene hambre y frío, porque eso significa que está vivo, cuando millones son desechados hasta en botes de basura a cada minuto y en cualquier lugar. La paz es algo que se necesita o que se tiene, algo que se conquista. La paz puede ser fruto de cientos o miles de conflictos que necesitan ser resueltos y a veces hay que poner las condiciones aunque duelan; a pesar de la violencia es posible la paz. La paz no es solo la ausencia de guerra o de conflictos sociales o interiores, sino el esfuerzo por no perder la alegría. La paz es aquello que Jesús advertía a sus apóstoles antes de enviarlos a anunciar el evangelio: que serían perseguidos en su nombre y hasta serían muertos algunos, llevados a los tribunales, pero al mismo tiempo les decía: les doy mi paz, saluden diciendo “la paz está con ustedes”. En resumidas cuentas, la paz es no solo un valor, sino un regalo, un tesoro que nos trae la fe en Jesucristo y que hay que cuidar porque es frágil y amenazado siempre por cualquier forma de violencia. La paz tiene enemigos, los enemigos del reino de Dios: los lobos, los tigres, las armas, la envidia, la cárcel, el odio, la amargura y la muerte. La paz comienza dentro y se construye afuera. Sonríe, hermano, la paz habita en todos los que creemos en Jesucristo; y no pierdas la alegría, fruto de la paz del corazón.


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Palabra de Dios

El hombre en el tiempo Por Lic. José Inés Galván Govea. 3° Filosofía Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Se nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino

“No teman. Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo”

Evangelio según San Mateo 2, 1-12 Jesús nació en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de oriente llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo”. Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: “En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tu, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel”. Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran el tiempo en que les había aparecido la estrella y los mandó a Belén, diciéndoles: “Vayan a averiguar cuidadosamente qué hay de ese niño, y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorarlo”. Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después, abrieron sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Advertidos durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

Palabra del Señor Gloria a ti Señor Jesús

UN DIOS PARA TODOS El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto. Charles Chaplin (1889-1977) Actor y director británico.

E

stamos inmersos en un determinado espacio temporal por naturaleza. Lo cual es muy importante ser consientes de esto. El tiempo lo ocupamos para todo, es numerable, pero inestable, sin duda es un ente real. Por ejemplo, hoy ya estamos viviendo en un nuevo año, gracias a que Dios nos lo concede. Sin duda, el tiempo lo ocupamos para todo: para tomar grandes decisiones en la vida, para saber desde a qué hora me levanto, hasta a qué hora me voy a dormir. Para saber si me excedo o llego tarde a algún compromiso, para checar a qué hora pudo realizar una cita, etc. En sus confesiones, San Agustín ha llegado a la conclusión de que «no existe ni futuro ni pasado, y que tampoco se puede afirmar en sentido propio que existen tres tiempos, a saber: pasado, presente y futuro. Todo lo más que puede decirse es que existen tres tiempos: el presente del pasado, el presente del presente y el presente del futuro». 1.El presente del pasado es la memoria. 2. El presente del presente es la intuición. 3. El presente del futuro es la espera. Es decir, vivimos en el presente lo que aconteció en el pasado, así como el presente mismo, y ya nos adelantamos a vivir el futuro en el presente. Y así vamos haciendo nuestra propia historia, ya que todo lo que hagamos y dejemos de hacer repercute en mi presente, en mi futuro, en un siempre. Pero ¿seremos conscientes de esto? Al parecer el día de hoy no, ya que vivimos el hoy al máximo sin importarnos el futuro, ni que pasó ayer, mientras esté bien, no me importa ninguna circunstancia. Hay un desinterés marcadísimo en

cada uno de nosotros, en nuestra sociedad. No me importa mi historia, ni mucho menos la de los demás, la de mi país; lo anterior, provoca una pérdida de identidad, no sólo del mexicano, sino del mundo entero. Pareciese que todo nos cansa, todo nos estresa. En ocasiones, pareciera que estamos programados como robots a realizar en determinado tiempo tal o cual función. Actuamos mecánicamente. Pero sin duda, se nos olvida un factor muy importante que influye en todo, es la LIBERTAD. No estamos predeterminados, somos diferentes ante toda la creación, ya que tenemos el uso de razón, la cual nos permite ser consientes de cuanto hacemos y no hacemos. Pues bien, seamos conscientes de la importancia que tenemos en este mundo, en este espacio, en este tiempo. Utilicemos nuestro raciocinio para despertar y ser diferentes. Hay que actuar. Tenemos todo una misión en la vida. Y todo lo que hagamos nos lo cobrará siempre la historia, el tiempo.

Celebramos hoy la fiesta de la Epifanía, que quiere decir manifestación; entonces celebramos que Dios no es un Dios exclusivo de nadie, si no más bien el Salvador del mundo, la luz que ilumina a todos los pueblos, es un Dios hecho carne para toda la humanidad, así nos lo presenta el acontecimiento hermoso de los tres Reyes Magos en Belén. La narración del Evangelio de San Mateo, está llena de ingenuidad y ternura; es como si el evangelista quisiera hacernos comprender, como si fueramos niños o gente muy sencilla, cosas muy importantes, y las explica de la manera más fácil: con una narración llena de interés. Mateo nos presenta las dos actitiudes fundamentales ante el nacimiento de Jesús: la de rechazo por parte de Herodes, la clase dirigente del Pueblo Judío, y el mismo pueblo que no se entera del nacimiento de Jesús, pues cuando los Magos llegan no encuentran calles adornadas, ni fiesta por la gran noticia que a ellos les han dado. Y el evangelista nos narra la acogida por parte de los gentiles, de los paganos, que vienen desde lejos, a presentar sus ofrendas al nacido rey. Ellos habían visto la estrella, habían visto una luz que merecía la pena encotrarla, por muy lejos que estuviera. El relato nos sigue aleccionando de manera extraordinaria, pues hablar de los Magos venidos del oriente no es tan sencillo, eran hombres de tierras muy lejanas, estudiosos del cielo, que seguían una estrella, que tuvieron que caminar muchos días y muchas noches; cansarse y desesperarse, preguntar y sorprenderse de no encontrar siempre respuestas, pero eso no importa, ellos creen en la luz que han visto.

Que en este nuevo año que estamos comenzando nuestro propósito sea ser mejores estudiantes, trabajadores, hijos, padres, hermanos, en fin, mejores personas; porque somos Hijos de Dios hagamos vivo el Evangelio en cada una de nuestras vidas.

Igual que los magos, nosotros podemos pasar por la misma situación, pero no olvidemos los pasos a seguir que surgen de la fe de aquellos sabios: la iluminación especial de la estrella, siempre hay una ilusión que seguir; camina, se informa, interroga, pregunta y se sabe esperar respuestas; Ellos perserveran en su búsqueda a pesar de la obscuridad, superan sus dificultades hasta llegar a su destino; adoran y ofrecen lo que tienen; y regresan por otro camino, porque el que se encuentra con Jesús se le exige cambiar el camino de la vida.

Les invito a que seamos conscientes de nuestros actos, disfrutemos el presente porque sólo eso es lo único que tenemos. Seamos felices en todo tiempo.

Seamos estrellas, que sepan guiar a los demás al encuentro del Señor; sepamos seguir la luz desde las estrellas que Dios ha puesto en nuestra vida, y puestos de rodillas, abramos el cofre de nuestro corazón y ofrezcamos como aquellos magos lo que tenemos, lo que somos.

¡Feliz año nuevo!

Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez


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ENERO 08 DE 2012

La mejor bendición Alejandra María Sosa Elízaga (www.siame.mx)

N

El Papa visita México E Conferencia del Episcopado Mexicano

l 12 de diciembre de 2011, Su Santidad Benedicto XVI anunció que tenía la intención de emprender un Viaje Apostólico, antes de la Santa Pascua, a México y Cuba.

Al término de las consultas llevadas a cabo con el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y de la Conferencia Episcopal que lo han invitado, y luego del detallado estudio realizado por los responsables de los viajes del Papa, conjuntamente con autoridades federales y miembros del gobierno de Guanajuato, el Santo Padre ha aprobado el programa que le fue sometido y que se verificará del modo siguiente: El Santo Padre llegará, proveniente de la ciudad de Roma, al Aeropuerto de León, Guanajuato, (Bajío), la tarde del viernes 23 de marzo de 2012, en donde será recibido oficialmente por S.E. el Señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Lic. Felipe Calderón Hinojosa, por la Conferencia Episcopal y por el Sr. Arzobispo de León. Durante su permanencia en México se hospedará en la residencia de las Religiosas del Colegio Miraflores, de León, Guanajuato. La tarde del sábado 24 de marzo, se trasladará a la Casa del Conde Rul, sede de Representación del Gobierno del Estado de Guanajuato, para un encuentro oficial con S.E. el Sr. Presidente de la República Lic. Felipe Calderón Hinojosa y su Delegación. Al final el Santo Padre saludará y bendecirá a los niños y fieles que se encontrarán reunidos en la Plaza de la Paz, de la ciudad de Guanajuato, Gto. Durante la mañana del domingo 25 de marzo, el Santo Padre presidirá una Misa multitudinaria en el Parque Bicentenario, Municipio de Silao, al pie del Cerro del Cubilete que en su cima alberga el Monumento a Cristo Rey. En tal circunstancia encontrará a los fieles representantes de todas las Diócesis de México. Por la tarde del mismo día 25, el Santo Padre, en la Iglesia Catedral de León, se reunirá para el rezo de Vísperas y dirigirá su mensaje a todos los Obispos de México y a los representantes de los demás episcopados de América Latina y del Caribe. El 26 de marzo por la mañana, desde el mismo Aeropuerto de León, Gto., el Santo Padre proseguirá su viaje hacia Santiago de Cuba. Ahí será despedido por las más altas autoridades civiles y religiosas de México. Oremos a Santa María de Guadalupe por el Santo Padre Benedicto XVI, por su primera visita apostólica a México que es motivo de esperanza y de confirmación de la fe en el Señor.

unca se me ocurrió preguntarle qué es lo que iba diciendo, pero sí me daba cuenta de que mi mamá movía los labios y murmuraba algo muy quedito mientras nos daba, a cada uno de mis hermanos y a mí, su bendición, e iba trazando con sus dedos una pequeña cruz sobre nuestra frente, otra sobre nuestros labios, otra sobre nuestro pecho y luego al final la grande que iba de la frente al pecho, de un hombro al otro. Nos la daba cada vez que íbamos a salir de casa y antes de irnos a dormir (y a sus 93 años la sigue dando porque las mamás nunca nos dejan de bendecir). Fue ya de adulta cuando en una plática con una amiga, ella comentó las palabras que su mamá pronunciaba cuando les daba a ella y a sus hermanos su bendición. Eso despertó mi curiosidad, le pregunté a mi mamá cuáles decía ella y resultó que eran ¡exactamente las mismas palabras! Eso me desconcertó, ¿cómo es que ambas mamás coincidían si ni se conocían? Entonces, preguntando aquí y allá descubrí que muchas mamás usan esas mismas frases, que aprendieron de sus mamás, éstas de sus abuelas y así por generaciones. ¿Cuáles son y de dónde las sacaron? Lo descubrimos en la Primera Lectura que se proclama el primer día del año (ver Num 6, 22-27). En ella vemos que Dios prácticamente le dicta a Moisés las palabras que se deben usar para bendecir a su pueblo: “Que el Señor te bendiga y te proteja; haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz” (Num 6, 24-26). Y al terminar de decirlas le promete bendecir a quienes invoquen así su nombre. Con razón esta manera de bendecir goza de tanta popularidad, claro, así como no hay mejor oración que la del Padrenuestro porque el propio Jesús nos la enseñó, no hay mejor bendición que ésta con la que el propio Dios nos invita a invocarlo. Y resulta muy significativo que en ella no nos anima a pedirle las cosas que muchos suelen considerar valiosas, como salud o una larga vida, o dinero o poder, sino lo que realmente necesitamos: Que nos bendiga, es decir

que derrame en nosotros su amor y su gracia, la que vamos necesitando momento a momento para enfrentar lo que nos toca vivir. Que nos proteja, sí, que nos guarde de todo mal y nos libre de caer en las tentaciones, porque como dice san Pedro, el diablo anda como león rugiente buscando a quién devorar (ver 1Pe 5,8). Que haga resplandecer su rostro sobre nosotros, es decir que Aquel que es la luz ilumine nuestro camino, especialmente en estos tiempos en que nos envuelve la oscuridad de la violencia, la injusticia, la falta de fe. Que nos conceda su favor, que no es que nos haga ‘un favor’, sino que nos dé lo que desde su sabiduría y misericordia, considere que será mejor para nuestra salvación. Que nos mire con benevolencia, que es realmente la manera como nos suele mirarnos Él, que se definió a sí mismo como “compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel” (Ex 34,6). Y por último, pero no por ello menos importante, que nos conceda la paz, esa que necesitamos tanto, no solo en nuestro mundo, en nuestro país, sino en nuestra familia, en nuestro corazón. La paz que nos permite renunciar a la venganza y abrirnos al perdón; la paz que nos mantiene serenos aun en la enfermedad o ante la muerte de un ser querido; la paz que nos aquieta el alma y nos permite percibir y disfrutar los dones que Dios nos da. Como se ve, es la bendición perfecta y queda claro por qué tantas mamás recurren a ella para bendecir a sus hijos (y me parece muy bello que se proclame en la liturgia en este día en que celebramos la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, porque segurito que ella, que es también Madre nuestra, la usa para interceder por nosotros), y quisiera proponer que no te conformes con recibirla de mamá o papá o darla a hijos o nietos, sino que la conviertas en una plegaria tuya, con la que cada día te encomiendes y encomiendes a tus seres queridos a Dios, pidiéndole: “Señor: bendícenos y protégenos; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y concédenos tu favor. Míranos con benevolencia y concédenos la paz.”


ENERO 08 DE 2012

Los magos vieron de pronto la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Tú, al igual que los magos, busca la estrella que te lleva hasta el Niñito Jesús, y no la pierdas de vista nunca.


La Arquidiócesis de San Luis Potosí, a través de las dimensiones de catequesis y jóveneste invitan a participar en el concurso

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a Red” te invita a colaborar en sus páginas a través de un artículo, una nota informativa, una reseña de algún evento eclesial en tu parroquia o grupo eclesial, una fotografía (Con pie de foto), etcétera; al fin que la Iglesia la formamos todos, y “La Red” quiere hacer Iglesia, hacer comunidad con sus lectores y colaboradores. Los lineamientos generales para poder publicar en este medio evangelizador se describen a continuación: La colaboración llevará un título atractivo para los lectores, cuyos verbos, de preferencia, deberán ir en presente. Se sugiere, además del título, un antetítulo que indique, de manera general, de qué va a hablar la nota o reseña.

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En el primer párrafo el lector debe de encontrar la respuesta a cinco preguntas: ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? y ¿Quién?, de modo que cuando se lea lo primero tenga una idea general de qué tratará el artículo.

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A continuación, el escrito deberá presentar, una buena sintaxis y cuidar la ortografía, sin recurrir, asimismo, a palabras rebuscadas o a tecnicismos que dificulten la lectura de los asiduos a este medio de publicación mensual.

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La extensión de la nota no deberá superar las 400 palabras. Es recomendable, por otro lado, agregar información en forma de recuadro que clarifique al lector, por ejemplo, el origen de tal o cual palabra, las acciones más sobresalientes de algún personaje, incluso sus datos biográficos, el funcionamiento de algún objeto o el organigrama de algún movimiento, etcétera.

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Toda colaboración, que tiene que ser inédita, deberá contener los datos completos y fidedignos de su autor, además de correo electrónico y números telefónicos donde se le pudiera localizar al autor en caso de dudas o para correcciones.

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Los artículos se deben de enviar los días miércoles o jueves; si es nota informativa, de algún evento de fin de semana, lunes antes de las 10:00 hrs.

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Los artículos se deben de enviar vía correo electrónico en archivo adjunto en formato de Word. El texto debe de ser plano (sin diseños extras)

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La Vicaria de Pastoral a través de la Dimensión Pastoral de Catequesis, DIPAC invita a los catequistas y demás agentes de pastoral responsables de catequesis en colegios al

Se realizará en las instalaciones de la Acción Católica (Independencia esquina con Madero) el día 22 de enero en punto de las 9:00 a.m. Informes: DIPAK 812.21.11

Fecha sábado 14 de enero de 2012 Lugar Casa de la Acción Católica Madero 405 Cuota de recuperación

$ 100.ºº

(incluye directorio y lunch)

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Salvador González Guzmán

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