Edición 158

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Faltan 33 días

Año 4

No. 158

Semana del 19 al 25 de febrero de 2012

Futbolista deja liga inglesa por el seminario

El Pontificio Colegio Irlandés de Roma (Italia), es ahora el hogar de Phil Mulryne, de 34 años, exfutbolista del Manchester United y el Norwich, que descubrió en la labor social su vocación al sacerdocio. Según informó Religión en Libertad, “Mulryne tenía fama de divertido, amigable y algo indisciplinado”. Se formó en los juveniles del Manchester United junto a David Beckham hasta que fue transferido al Norwich en 1999. Incluso integró la selección de Irlanda del Norte, de cuya concentración fue retirado en 2005 por falta disciplinaria.

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Mirémonos en el otro, a quien el Señor ama infinitamente Estrechemos relaciones caracterizadas por el cuidado recíproco, por la atención al bien del otro y a todo su bien. Porque “el gran mandamiento del amor al prójimo exige y urge a tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad respecto a quien, como yo, es criatura e hijo de Dios

Debido a las constantes lesiones, dejó definitivamente el fútbol en 2008. Religión en Libertad señaló que su participación en actividades solidarias y caritativas habría llamado la atención del Obispo de Down and Connor (Irlanda), Mons. Noel Treanor, quien le planteó su posible vocación sacerdotal. Su excompañero en el Norwich, Paul McVeigh, dijo a la prensa inglesa que mantenía contacto con Mulryne “y sabía que le había dado la vuelta a su vida, que hacía mucho trabajo caritativo y ayudaba a los sin techo cada semana. Aún así, me ha impactado que él sintiese esta llamada”. “Lo que está claro es que no es algo que se tome a la ligera, porque para ser ordenado sacerdote católico hay que estudiar dos años de filosofía y cuatro de teología”, afirmó.

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PIENSA BIEN, Y TU VIDA SERÁ MEJOR

El hombre es un ser dotado de razón y por tanto de pensamiento. El hombre para vivir necesita pensar. Aunque no viva solo pensando, ya que también se requiere la acción.

5 YO SOLO SÉ… QUE TENGO ESTRÉS

Tal vez alguno de mis queridos lectores (as) ha despertado una mañana con un dolor en el cuello, que lo siente tan tieso como muerto de tres días. O quizá, despierta con un humor de “ni te me arrimes” porque falta cualquier cosa para explotar.

13 LA NIÑA Y LA LLUVIA

La niña se ve triste. Casi llora porque es la mañana de su primera comunión y la iglesia está desierta. ¿Por qué tenía que llover precisamente hoy? ¡Y qué lluvia! Intensa, gélida, persistente. Ni una amiga, ni un compañerito han hecho su aparición en el templo; sólo el padre, la madre, la abuela...


FEBRERO 19 DE 2012

Camino de la Pascua

L

Editorial

a vida del hombre del siglo XXI es una vida llena de privilegios no imaginados en otros tiempos. ¿Por qué de privilegios? Porque casi todo lo que desea lo tiene al alcance de la mano, porque la comunicación entre los pueblos es más rápida que nunca, porque la tecnología ha llenado sus más sublimes deseos. Porque todo hoy es más fácil de lograr.

Por Pacco Magaña

Orar con el salmo 126

Pero también el hombre de este tiempo tiene más problemas y dificultades que en los tiempos pasados, hoy más que nunca el hombre parece haber perdido el camino a su realización como persona. Ha perdido los valores que le daban fortaleza y certeza en su diario caminar. Ha dejado de expresar sus afectos y sus sentimientos, sus ilusiones y sus deseos más profundos. Ha perdido la paciencia de su ser y se ha dejado vencer por la impaciencia del tener. Quiere tener todo aunque no lo pueda obtener y esto le ha causado una gran desilusión. Muchas veces ya ni siquiera ha buscado las respuestas a sus más profundas interrogantes, porque las preocupaciones económicas, las angustias y los problemas de cada jornada, no le han permitido sentarse a pensar y a discernir sobre sí mismo.

Queridos hermanos y hermanas:

El Salmo va más allá del dato puramente histórico para abrirse a dimensiones más amplias, de tipo teológico. De todos modos, la experiencia consoladora de la liberación de Babilonia todavía está incompleta, «ya» se ha realizado, pero «aún no» está marcada por la plenitud definitiva. De este modo, mientras celebra en la alegría la salvación recibida, la oración se abre a la espera de la realización plena. Por ello el Salmo utiliza imágenes especiales, que, con su complejidad, remiten a la realidad misteriosa de la redención, en la cual se entrelazan el don recibido y que aún se debe esperar, vida y muerte, alegría soñada y lágrimas de pena. La primera imagen hace referencia a los torrentes secos del desierto del Negueb, que con las lluvias se llenan de agua impetuosa que vuelven a dar vida al terreno árido y lo hacen reflorecer. La petición del salmista es, por lo tanto, que el restablecimiento de la suerte del pueblo y el regreso del exilio sean como aquella agua, arrolladora e imparable, y capaz de transformar el desierto en una inmensa superficie de hierba verde y de flores.

De frente a toda esta problemática la Iglesia nos ofrece un buen tiempo para hacer un alto en el camino y nos invita a la oración y a la meditación, pero traducida en las buenas obras y en la ayuda generosa a los demás. Durante cuarenta días buscaremos la manera de purificar nuestras intenciones, pero, sobre todo, nuestro corazón. La cuaresma implica una seria y profunda conversión. La cuaresma es el tiempo de la preparación a la gran fiesta de la Pascua. De tal modo que entendamos que la vida del cristiano no solo es dolor y sufrimiento, sino también alegría y paz en el Señor resucitado. La Pascua es la fiesta que celebra la vida que no acaba, la vida que transforma, la vida que le da sentido a nuestra vida. Con los ajetreos de la vida diaria se nos ha olvidado que esa palabra tan sencilla, la fiesta, nos invita al encuentro gozoso con aquellos que han sido puesto a nuestro lado. Pero la fiesta necesita y requiere de una buena preparación, por eso la Cuaresma encuentra en la Pascua su sentido y realidad.

La segunda imagen se traslada desde las colinas áridas y rocosas del Negueb hasta los campos que los agricultores cultivan para obtener de él el alimento. Para hablar de la salvación, se evoca aquí la experiencia que cada año se renueva en el mundo agrícola: el mo-

Con un sencillo, pero significativo signo, el de la ceniza, recordaremos que nuestra vida tiene un tiempo que debemos saber aprovechar. La ceniza nos invita a discernir y a descubrir que es lo que Dios quiere de nosotros. La ceniza nos recuerda que somos peregrinos y que estamos de paso en este mundo. La ceniza nos devuelve a nuestra más profunda realidad, somos frágiles, somos polvo, somos seres que necesitamos de todos los demás. Pero también la ceniza nos recuerda que estamos llamados a alcanzar una nueva vida si sabemos ofrecer lo mejor de nosotros al Señor de nuestra historia. Aprovechemos a plenitud este tiempo de gracia y bendición. Llenemos nuestro espíritu de la paz y la esperanza en una vida nueva. Se acercan tiempos de mucha exigencia y responsabilidad, tiempos en los que muchas cosas se dirán y se prometerán. Tiempos en los que deberemos estar muy atentos para poder interpretar fielmente los acontecimientos que vendrán. Que la Cuaresma, camino de la Pascua, nos lleve, finalmente, a encontrarnos cara a cara con Aquél que con su muerte nos dio una vida que nunca acabará. Preparemos nuestro espíritu y busquemos a conciencia la mejor decisión y elección de nuestra vida.

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La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

(Tercera parte de cuatro) mento difícil y fatigoso de la siembra y luego la alegría desbordante de la cosecha. Una siembra que va acompañada de lágrimas, porque se tira aquello que todavía podría convertirse en pan, exponiéndose a una espera llena de incertidumbres: el campesino trabaja, prepara el terreno, arroja la semilla, pero, como ilustra bien la parábola del sembrador, no sabe dónde caerá esta semilla, si los pájaros se la comerán, si arraigará, si echará raíces, si llegará a ser espiga (cf. Mt 13, 3-9; Mc 4, 2-9; Lc 8, 4-8). Arrojar la semilla es un gesto de confianza y de esperanza; es necesaria la laboriosidad del hombre, pero luego se debe entrar en una espera impotente, sabiendo bien que muchos factores determinarán el éxito de la cosecha y que siempre se corre el riesgo de un fracaso. No obstante eso, año tras año, el campesino repite su gesto y arroja su semilla. Y cuando esta semilla se convierte en espiga, y los campos abundan en la cosecha, llega la alegría de quien se encuentra ante un prodigio extraordinario. Jesús conocía bien esta experiencia y hablaba

«Decía: “El reino de Dios se parece a un hombre que echa la semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo”» (Mc 4, 26-27). Es el misterio esconde ella a los suyos:

dido de la vida, son las extraordinarias «maravillas» de la salvación que el Señor obra en la historia de los hombres y de las que los hombres ignoran el secreto. La intervención divina, cuando se manifiesta en plenitud, muestra una dimensión desbordante, como los torrentes del Negueb y como el trigo en los campos, este último evocador también de una desproporción típica de las cosas de Dios: desproporción entre la fatiga de la siembra y la inmensa alegría de la cosecha, entre el ansia de la espera y la tranquilizadora visión de los graneros llenos, entre las pequeñas semillas arrojadas en la tierra y los grandes cúmulos de gavillas doradas por el sol. En el momento de la cosecha, todo se ha transformado, el llanto ha cesado, ha dado paso a los gritos de júbilo.


FEBRERO 19 DE 2012

Por P. Juan José Torres Galván

UNA NUEVA AVENTURA

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a intuición profética del Papa Juan XXIII “el Papa Bueno” (quien tuvo la iniciativa de celebrarlo) y la sabiduría pastoral del Papa Pablo VI, a quien correspondió la tarea de continuarlo, hicieron posible un gran regalo para el mundo actual: el Concilio Vaticano II. Este Concilio se realizó desde el 11 de octubre de 1962, fecha en que dio inicio la Primera Sesión, hasta el 8 de diciembre de 1965, fecha de clausura de la Cuarta y última Sesión del XXI Concilio universal de la Iglesia, siendo éste el primer Concilio Ecuménico y Pastoral. Este año se cumplirán los 50 años del inicio del más grande acontecimiento que ha marcado la vida de la Iglesia y la manera como ella se relaciona con el mundo. Por eso iniciamos una nueva aventura: retomar los textos del Concilio Vaticano II y aplicar su riqueza a la vida de nuestra Iglesia universal y local. A lo largo de este año iremos retomando y comentando los documentos del Concilio, especialmente las 4 Constituciones que han sido “la punta de lanza” de la gran renovación de nuestra querida Iglesia. El Papa Benedicto XVI ha convocado a la Iglesia a celebrar un “Año de la fe”, que comenzará el 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y ha convocado la Asamblea General del Sínodo de los Obispos, en el mes de octubre de 2012, sobre el tema de “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”. El propósito del Papa Benedicto es introducir a todo el cuerpo eclesial en un tiempo de especial reflexión y redescubrimiento de la fe. (Carta apostólica “Porta Fidei”, 4). Reflexionar acerca de la Nueva Evangelización y celebrar el compromiso misionero de nuestra Iglesia local en la aplicación del IV Plan Diocesano de Pastoral, nos lleva a retomar con decisión la responsabilidad que tenemos de llevar a todos los rincones del mundo la Vida Nueva del Evangelio. Un poco de historia… El Papa Juan XXIII era considerado un “Papa de transición”. Después del difícil pontificado de Pío XII la Iglesia necesitaba (así pensaban los cardenales) un Papa que no presentara perspectivas de conflictos sociales y políticos, en los que, sin desearlo, Pío XII se vio envuelto, debido al conflicto de la Segunda Guerra mundial. La sorpresa que dio el nuevo Papa fue mayúscula cuando el 25 de enero de 1959 anunció su deseo de realizar un Sínodo Romano, un Concilio Ecuménico y la Reforma del Código de Derecho Canónico. ¡Hacia casi un siglo del inconcluso Vaticano I y cuatro siglos del glorioso Concilio de Trento! Juan XXIII, fue el pastor que dejándose conducir por el Espíritu inició una profunda renovación en la Iglesia. El Papa realizó gestos proféticos con los que iluminó el rostro, aun desconocido, del Concilio y sus consecuencias para la Iglesia: abrir las ventanas “para que entre la luz y el soplo del Espíritu Santo”, “deseamos que este Concilio sea como un nuevo Pentecostés”. El Concilio tendría como tarea expresar de un modo nuevo la sustancia del depósito de la fe, que no puede cambiar. El Papa expresaba con el término “aggiornamento” esta “puesta al día” de la Iglesia para dialogar con el mundo de hoy.

Apreciados lectores y lectoras:

EL PRÓXIMO 22 DE FEBRERO es Miércoles de Ceniza. Hablar cada año de este tema es algo indispensable para un obispo. Esta fecha desconcierta y desafía porque exige llegar a la hondura del corazón; y el corazón es un lugar que poco visitamos. Déjenme decirles algo a este respecto. La celebración del Miércoles de Ceniza es importante para la vida del creyente. Es un día muy importante para la religiosidad popular. Muchos alejados se acercan a la Iglesia para vivir, a su manera, un encuentro con Dios en un rito que les recuerda que esta vida es transitoria, es perecible, es insignificante en el tiempo, es como la ceniza. Polvo y ceniza son la expresión de la condición final del cuerpo. Tanto en la Biblia como en la tradición cristiana, estas palabras expresan la condición pecadora y vulnerable del hombre. La ceniza expresa ruina de algo, que por importante que fuera, terminó consumido por el fuego. La ceniza es señal de fragilidad extrema. Afortunadamente, el rito litúrgico de la ceniza es para muchos lo que la Iglesia quiere comunicar: el paso de Dios por su vida, la invitación amorosa y paternal de Dios para cambiar de vida, para ser mejores, para ser hijos pródigos amados y perdonados por el Padre celestial que siempre nos espera con un amor perdonador. La ceniza que reciben significa que quieren vivir la Cuaresma cristianamente, que quieren preparase para la Semana Santa y, sobre todo, para la Pascua, que quieren vivir como Jesús, muriendo y resucitando, que quieren darle verdadera salud espiritual a su vida. El Miércoles de Ceniza es la fiesta interior. Ese día escuchamos al profeta Joel que exige, de parte de Dios, que nos rasguemos el corazón y no el vestido. Rasgar el corazón es arrepentimiento y conversión verdadera, es ir a ese lugar interior donde Dios nos espera. Todos tenemos la tentación de refugiarnos en el rito externo. Si no rasgamos el corazón, entonces, como dice alguien, “la cenizas adquieren fácilmente valor de talismán…” Ese día es para preguntarse, con el profeta Ezequiel: ¿Quién cambiará mi corazón de piedra en corazón de carne, en un corazón nuevo? Sólo

Dios, si nosotros lo dejamos actuar. Sólo Dios puede crear en nosotros un corazón puro y nos puede hacer fieles a lo que Él nos pide en su Palabra. El lema del Miércoles de Ceniza es: conviértanse y crean en el Evangelio. Conversión interior que exige la pureza de intención que pide Jesús: “Entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto”. “Ahora es el tiempo de gracia”, nos dice san Pablo ese día. Dios se hace presente en nuestra historia, nos ofrece oportunidades, nos facilita un camino: oración, limosna, ayuno. Son prácticas que nos ayudan a seguir al Señor en su camino hacia la Pascua. En primer lugar la oración, que nos abre a Dios, nos libra de nuestra soledad y nos hace vivir gozosamente su presencia divina, su ternura y su amor por nosotros. También la limosna, que nos libra de las cadenas de los bienes materiales, que con frecuencia se convierten en ataduras que nos impiden ser solidarios con los más necesitados. Nos da miedo desprendernos de nuestros bienes materiales. Y el ayuno, que nos ayuda a gobernar los apetitos, gustos y deseos que ejercen sobre nosotros una fuerte dictadura. El cuerpo siempre quiere hacerse dueño de nuestra existencia. También está la Eucaristía y el alimento de la Palabra de Dios que se nos ofrecen en abundancia y que nos alimentan e iluminan en el camino cuaresmal. Así, la Cuaresma debería ser como unos “ejercicios espirituales en la vida ordinaria”. Cuaresma es ese tiempo que viene y se va cada año, es ese tiempo para vivir en camino con la mirada fija en la gran Solemnidad de la Santa Pascua. Entremos en la Cuaresma listos para el combate espiritual, ligeros de equipaje, con la mente despejada y el corazón lleno de amor fraterno y misericordia. Vivamos la Cuaresma muy despiertos, caminando juntos, en comunidad, con fe, esperanza y amor, y “con los ojos fijos en Jesús, que inicia y lleva a la perfección la fe”.

“Y, hasta que nos volvamos a encontrar, que el Señor los guarde en la palma de su mano”. +Luis, Arzobispo de S. Luis P.

Queremos conocer su opinión, escríbanos a: semanariolared@iglesiapotosina.org ó semanariolared@hotmail.com A todos los que hacen posible que semana a semana La Red llegue a muchas familias, muchas felicidades por su tercer aniversario, y deseo que siga adelante sobre todo ahora en que nuestra Iglesia Potosina está en misión permanente, pues es esta también una manera de que llegue el Evangelio a todas partes. Y deseo también que cada vez sean mas las personas que lean este semanario. Pbro. Gerardo Torres López


Nuestra historia

El Río Verde

Última conquista espiritual de Michoacán Por Pbro. Rubén Pérez Ortiz

E

l P. Juan B. Buitrón en sus Apuntes para servir a la Historia del Arzobispado de Morelia dedica media página al Río Verde, al relatar el “Desarrollo de la provincia de Michoacán en los siglos XVII, XVIII y XIX” mencionando brevemente esta custodia cuyo establecimiento ubica en 1621. Las misiones entre infieles reciben por este tiempo un nuevo impulso. El célebre misionero Fr. Juan Bautista Molinedo, de gran celo apostólico, penetró en las regiones del Río Verde y llegó hasta Nuevo León. Muchas fueron las naciones de indios que encontró a su paso y, habiendo llevado más misioneros, se fundaron varias doctrinas, llegando a construir, en 1621, la Custodia de Sta. Catalina Mártir del Río Verde, dependiente de la Provincia de S. Pedro y S. Pablo, siendo su primer Custodio el P. Fr. Juan Muñoz. S. Francisco del Río Verde fue la primera casa que se fundó; en 1649 se fundaron las misiones del Valle del Maíz, Piniguán , Lagunillas, S. Felipe de los Montes (sic), la Sta. Cruz, S. Antonio Tula, Jaumave, Tetla; después se fundaron Monte Albernia, S. José de los Montes, Sta. María de los Remedios, S. José de los Alaquines, S. Nicolás, Sta. Rosa, S. José Taguanchin Palmillas, El Nombre de Jesús y Pinihuan. Larga cosa, pero edificante, sería relatar las proezas apostólicas de tantos misioneros que trabajaron en estas regiones.

Bravo Ugarte es excesivamente sucinto en cuanto a noticias sobre esta extensa misión michoacana del Río Verde: En el siglo XVIII (sic) nace de la provincia de San Pedro y San Pablo la custodia del Río Verde (1621), de la que es fundador principal el padre Juan Bautista Mollinedo (Larrea 389 ss). Y la misma provincia toma a su cargo las misiones del Jaumave, Güemes, y Santa María de Llera para participar en la evangelización del Nuevo Santander.

2da. de tres partes Luego refiere su separación de algunas de estas misiones, en 1777, cuando se hizo la segregación de una gran parte de la Custodia del Río Verde al erigirse el obispado de Linares o del Nuevo Reino de León y agregársele “los pueblos de Jaumave, Palmillas, Real de los Infantes y Tula” del Nuevo Santander, hoy Tamaulipas. Hubo, pues, lazos muy débiles entre la custodia de Río Verde y la mitra del Valladolid. Estas misiones fueron una lejanísima porción con la que ni prelados ni cabildos sintieron compromiso pastoral por casi un siglo. Aunque no dejaron de saber, por los mismos misioneros franciscanos, que con tantos trabajos lo cultivan, que hasta aquellos desiertos y serranías llegaban su jurisdicción sin fronteras todavía por el norte. Igualmente la primera descripción de la Custodia, como parte del obispado, es lo que hacen los mismos franciscanos atendiendo al mandato de Aguiar y Seixas. En sus propias manos la entregan a su Ilustrísima al terminar esa primera visita pastoral. Fue también la única de toda serie de relaciones solicitadas en 1680 que pasó al Consejo de Indias enviada por el mismo prelado, mientras esperaba completar el conjunto del los demás curatos. El obispo michoacano de origen español Don Francisco de Aguiar y Seixas (1632-1698) en ésta su memorable primera visita pastoral entró en Río Verde no solo a confirmar individualmente a las ya bautizados, sino confirmar colectivamente la misma integración de aquella preciosa parcela de la viña de Dios encomendada a su cuidado episcopal. Fue la última conquista espiritual de Michoacán. Para esclarecer la enigmática situación de la custodia, que dio pie a tantas ambigüedades e incertidumbres en la mitra de Valladolid, es necesario hacer una breve relación del proceso de formación de las mismas misiones del Río Verde.

La primitiva conquista espiritual del siglo XVI El primero que hizo entrada en esas lejanías con miras a la predicación del evangelio y conversión de sus diversas naciones de indios llamados chichimecos, fue el infatigable fray Juan de San Miguel (el Grande), y partieron del convento mas avanzado que entonces tenia la provincia en aquella frontera, que era el del pueblo otomite de Xichú. La primera entrada -que curiosamente no consignan los cronistas, ni Betarcourt, ni la Real, ni Espinoza- consta por una información testimonial levantada por el guardian de Xichú, Fr. Francisco Martínez de Jesús en 1597. Esta información la conoció Beaumont, y la citó para documentar la fundación de San Miguel por fray Juan. Pero no la dio a conocer en su totalidad ni la relacionó con el Río Verde. Su texto completo permanece inédito. La finalidad de tal información fue dar cuenta y razón de cómo la seráfica orden fue la primera que descubrió y ganó aquella comarca por el obispado de Michoacán. Dicha probanza se dirige al mismo tiempo a asegurar para la provincia Franciscana del derecho y posesión antigua que ha tenido en administrar con legítima jurisdicción esas misiones.

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l hombre es un ser dotado de razón y por tanto de pensamiento. El hombre para vivir necesita pensar. Aunque no viva solo pensando, ya que también se requiere la acción. Decía Descartes, que aquello que hace que alguien sea un hombre, es precisamente el pensamiento. Pero para ser hombre, no se requiere solamente pensar. Aunque el hombre no solo es pensamiento, tampoco hay que negar que el modo de pensar y el contenido de lo pensado influye en la manera de vivir. Un pensamiento es un impacto emocional y la emoción repercute en el cuerpo. Por eso para vivir bien, se requiere del buen pensar. El cuerpo y el alma están unidos, y ambos forman uno solo en la misma persona. No es fácil distinguir entre un problema físico y uno psicológico, porque cuerpo y alma interactúan, ya que el alma esta encarnada y el cuerpo espiritualizado. Por lo anterior, podemos afirmar que los pensamientos negativos, con el paso del tiempo van a deteriorar la salud y a disminuir el vigor físico; por otro lado, si tenemos pensamientos positivos tendremos una vida alegre y un cuerpo saludable. Podemos entonces afirmar, que una enfermedad es la encarnación de un mal pensamiento. Por aquello de: “Mente sana en cuerpo sano”. El ambiente que rodea al hombre no es lo único que le puede provocar tristeza, también influye el modo de pensar y de interpretar la existencia. Tampoco se trata de dar la razón al pensamiento de Kant, éste filósofo decía que lo exterior nos presenta hechos dispersos y sin forma, y que el hombre con sus categorías mentales, le da orden a la materia informe. Algo tenía de razón, pero no completamente, por que lo exterior tiene su propio orden. Una misma situación puede producir un impacto diverso en cada persona. Porque la fuerza del impacto esta condicionada por el modo de sentir la vida, y por la manera en como cada quien piensa e interpreta los sucesos de la existencia. Lo que pensamos se refleja en nuestros actos y en la vida. Si creemos que existir es una carga nuestra vida será una fatiga y ese pensar nos hace débiles. Hay que depurar constantemente el pensamiento. Vamos eliminando cualquier pensar destructivo. No pensemos en aquello que hace daño, esforcémonos en pensar siempre lo bueno, lo positivo. Y si el interior se encuentra limpio, el exterior será transparente. Si es posible un nuevo modo de pensar, gracias al encuentro personal con Dios. El hombre que dialoga con el Señor, trasforma su espíritu. Porque le permite a Dios entrar en su vida, para infundir un nuevo modo de vivir y una manera distinta de percibir la vida. Solo así, es como el hombre se deja transformar en la mente y en el espíritu.


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Yo solo sé… que tengo estrés Por P. Kino

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al vez alguno de mis queridos lectores ha despertado una mañana con un dolor en el cuello, que lo siente tan tieso como muerto de tres días. O quizá, despierta con un humor de “ni te me arrimes” porque falta cualquier cosa para explotar. No pocas veces nos dan ganas de aventarle a nuestro jefe algunos saludos familiares porque ya no lo soportamos. En fin, cada uno reaccionará de manera diversa cuando se vienen esos momentos que vivimos todos y llamamos estrés. El estrés o tensión, es como una reacción de nuestro organismo ante exceso de trabajo, ante alguna preocupación, o algo que nos inquieta, como puede ser la carencia de trabajo, el no ajustar en el gasto, la enfermedad personal o de algún ser querido, la separación familiar, las crisis de cambio de edad, el tener que escribir un artículo y no tener inspiración. El estrés somatiza, es decir, hace que el cuerpo reaccione de distintas maneras, desde dolores de cabeza, cuello, hasta cansancio sin causa, insomnio, cambios de humor etc. El médico Húngaro, Hans Selye, (1907 – 1982), se dio cuenta de que entre los enfermos había cosas iguales en todos, no importaba la enfermedad que se tuviera, por ejemplo: pérdida de apetito, baja de peso, fatiga sin causa, a todo esto él lo llamó Síndrome del enfermo.

Los estudiosos dicen que disminuirá el estrés el modificar los hábitos alimenticios y de sueño. El aumentar el tiempo en lo que relaja y produce placer. El cambiar escenarios de vida;

Papás: Soy adolescente y no me entienden Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez colunga46561@hotmail.com.

Queridos lectores: Hace ocho días les comentaba que el niño o la niña deben obedecer; en este artículo quiero hablar del respeto. Respeto viene del latín respectus, que significa atención, veneración, reverencia. En la etapa de la adolescencia, lo que se complica mucho es que sepamos respetar. Y el respeto tiene que ser a nuestros padres, hermanos, amigos, a las reglas de la casa y sobre todo a uno mismo.

y así, si descubres que en el trabajo o en el hogar tienes más estrés, en la medida de lo posible, sin que se causen conflictos laborales o familiares, date momentos de cambiar de lugar por un instante, para tranquilizarte y luego volver a las actividades dando un mejor servicio. Cada uno podrá buscar la forma de relajarse un poco, por ejemplo leyendo un libro como el que escribí: “sin ton ni son” que pueden adquirir en las instalaciones de La Red y de DIPAC (espero no me cobren por este comercial); tal vez escuchando música (como el disco del himno de la misión que pronto daremos a conocer en la diócesis); quizá haciendo un ejercicio físico que libere de toda la energía que tenemos; pero sobre todo, teniendo momentos de encuentro con Dios. Él es el que nos puede auxiliar en esos momentos en que se le quiere aventar la piedra del molcajete al esposo, el juguete al hermano, el libro al maestro, la computadora al jefe, el anillo de compromiso al novio, y la sotana a quien nos hace favor de lavarla.

Si yo me preguntara ¿Por qué tengo que respetar a mis padres? Me diría: Porque ellos me dieron la vida, me dan todo su amor y cariño, están al pendiente de mí; con el fruto de su trabajo me dan casa, vestido y sustento. Y tengo que recompensar todo lo que hicieron conmigo, dándoles atención y cariño. Pero un joven diría: “¿Por qué tengo que respetar a mis padres si ellos no lo hacen? Me gritan para que le baje al volumen de la música, después que me lo han pedido varias veces; me dan bofetadas en la boca cuando les digo majaderías; me limitan a mis amigos sobre todo quienes no tienen buena reputación o de mala influencia como los pandilleros y los drogadictos; no respetan mi espacio ni mi lugar, ya que no quieren que tenga mi cuarto tirado ni que me la pase todo el día en internet chateando con personas que acabo de conocer. Estamos en un país libre y hago lo que quiero”. Si se fijan, el adolescente se va a justificar por todo lo que quiere hacer, sin importarle que en la casa hay normas de conducta y reglas, que se tienen que cumplir. Y aquí está el problema, ya

2ª parte que como dije en el artículo anterior, el muchacho se va a dejar llevar por sus deseos y gustos, más allá de sus deberes y obligaciones. Ciertamente somos libres y es parte de nuestro derecho. Estamos en un país que consagra en su Constitución las garantías individuales, pero no por eso vas a llegar al libertinaje es decir, a la acción desmedida y exagerada de tus acciones. Tu libertad termina cuando empieza la libertad del otro. El respeto es la docilidad a tus padres y consiste en no decirles groserías, ni contestarles mal o gritarles, mucho menos darles un golpe, y sobretodo observar las normas de la casa, ya que como dije, mientras estemos en ella tenemos que cumplir. No debe de extrañarle al joven que sus padres estén como “cuchillito de palo”, diciéndoles una y otra vez: “fíjate con quien te juntas”, “no llegues tarde”, “avísame dónde andas”, “llévate el suéter”; ya que tienen la obligación de hacerlo, porque en ellos recae la responsabilidad de su educación. Los hijos deben ser el espejo de sus padres. Pero nos encontramos con otro problema: A veces los padres propician la falta de respeto en su casa, porque sus hijos ven que entre ellos como esposos no lo hacen, se gritan o se golpean. O también al hijo se le habla a punta de maldiciones o a gritos, en lugar de que se le hable de manera moderada y con educación. Si queremos que los hijos respeten la casa y a sus padres, hay que empezar a poner el ejemplo. Hasta la próxima.


María, después de pentecostés Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz

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l día de Pentecostés, el Espíritu Santo descendió sobre María cuando vino sobre los Apóstoles y discípulos reunidos en la habitación del piso alto de Jerusalén. Sin duda, las palabras de San Juan (19,27) “y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”, se refieren no sólo al tiempo entre Pascua y Pentecostés, sino que se extienden a toda la vida posterior de María. San Lucas, al comienzo de este escrito neotestamentario que presenta la vida de la primera comunidad cristiana, después de haber recordado uno por uno los nombres de los Apóstoles (Hch 1, 13), afirma: “Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos (Hch 1, 14). Sin embargo, el cuidado de María no interfirió con el ministerio apostólico de Juan. Incluso los documentos inspirados (Hechos 8,14-17; Gálatas 1,18-19; Hechos 21,18) muestran que el apóstol estuvo ausente de Jerusalén en numerosas ocasiones, aunque debe haber participado en el Concilio de Jerusalén, en el 51 ó 52 d. de J.C. Debemos también suponer que en María se cumplían las palabras de Hechos 2:42: “perseveraban en oír la enseñanza de los apóstoles y en la unión, en la fracción del pan y en la oración”. De este modo, María fue un ejemplo y una fuente de ánimo para la comunidad de los primeros cristianos.

En cuanto a la tradición, existe cierto testimonio sobre la residencia temporal de María en o cerca de Efeso, pero es mucho más fuerte la evidencia de su hogar permanente en Jerusalén. Hemos visto que no hay seguridad absoluta sobre el lugar en el que María vivió después del día de Pentecostés. Aunque es más probable que permaneciera ininterrumpidamente en o cerca de Jerusalén, puede haber residido durante un tiempo en las cercanías de Efeso. La muerte de María no fue necesariamente una consecuencia de la violencia; ni tampoco fue una expiación o un castigo, ni el resultado de una enfermedad de la que, como su Divino Hijo, ella fue eximida. Desde la Edad Media prevalece la opinión que murió de amor, ya que su gran deseo era reunirse con su Hijo ya fuera disolviendo los lazos entre cuerpo y alma o rogando a Dios para que Él los disolviese. Su muerte fue un sacrificio de amor que completó el sacrificio doloroso de su vida. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos será explicado en un artículo más adelante. La festividad de la Asunción es probablemente la más antigua de todas las festividades de María propiamente dichas. En cuanto al arte, la Asunción ha sido un tema favorito, que generalmente representa a María siendo elevada a los Cielos.

Los mejores jugadores de ajedrez Canónigo José Ma. Ortega Robles

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os mejores jugadores de ajedrez son el Santo Padre en el mundo y los señores Obispos en sus Diócesis. Solo ellos juegan limpiamente. Los opositores, todos los de criterio humano son los que siempre miran al revés. En un juego de ajedrez las piezas no pueden permanecer inmóviles, hay que moverlas constantemente. Es lo que hace el Santo Padre al cambiar a los obispos de una diócesis a otra y un Obispo al mover a un sacerdote de un lugar a otro. El Papa se fija a través de un Nuncio Apostólico de la trayectoria del candidato en su vida moral, no solo científica, en sus facultades intelectuales, amén de otras virtudes. Pero antes de elegir y confiar un cargo de tanta responsabilidad, primero imploran la luz del Espíritu Santo. Lo mismo hace el Obispo. Oremos por nuestro Santísimo Papa y por todos los señores Obispos.

El Papa, los cardenales y los Obispos reciben el poder y la responsabilidad de gobernar, enseñar y santificar el mundo de Dios. Los Cardenales son como un senado que conforma el parlamento del Papa. Los Señores Obispos reciben su misión del Santo Padre. Tanto el Papa como los señores Obispos y los Párrocos tienen la encomienda espiritual de las almas, las ovejas del Buen Pastor. Son los generales de las almas para defenderlas y atacar al demonio junto con San Miguel Arcángel. Ellos nos dan dones preciosos, también nosotros debemos corresponder a sus cuidados paternales, con nuestras peticiones a Dios por ellos.

Nadie merece el linchamiento

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lgunas veces hemos escuchado que alguien se cobró a su modo algún asunto, perpetrando violencia, y ese acto fortuito pero cruel es conocido como linchamiento. Este fenómeno vandálico e incivilizado que por desdicha a veces sucede, es el resultado, decía, de la ejecución de un delito o mal cometido por alguien, sin que éste alguien sea procesado. Y ahora debemos esta palabra y mal ejemplo a un hombre de cuyo nombre no quisiera acordarme, pero lo tengo que hacer, sino que caso tiene esta sección, me refiero a Charles Lynch un sedicioso estadounidense que se encargó de dirigir una inaudita corte en Virginia, con la finalidad de castigar (a su modo) a los lealistas negros, en el periodo de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Este grupo de leístas, al ser absueltos por la ley no encontrando ninguna prueba en contra de ellos, motivo a Lynch a cobrarse a título personal el atrevimiento de sublevación, por el cual, dicho colectivo había sido enjuiciado.

Lynch decidió la ejecución de los leístas negros, es decir, incitó a matarlos de manera vil y despiadada. El linchamiento no tiene como fin matar a la víctima, aunque depende mucho de la ira que se le aplique al agredido. De la forma que fuese, es muy triste escuchar que en alguna área se tomaron estas medidas (linchar). Pero lo que sí es al menos entretenido, es descubrir por qué decimos lo que decimos, y en esta ocasión nos ayudó Carlitos Lynch, ya que su apellido más el sufijo: miento , dieron origen al linchamiento. O al menos eso es, lo que los libros cuentan.


Los libros y sus autores

Por Mtro. Luis Marino Moreno F.

George Steiner Barcelona; Siruela 2004, 186 págs.

Lección de los Maestros

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l intenso encuentro personal entre maestro y discípulo es lo que interesa a George Steiner en este libro, una reflexión acerca de la infinita complejidad y la sutil interacción de poder, confianza y pasión en los géneros más profundos de pedagogía. Basado en las Conferencias Norton sobre el arte y las tradiciones de la enseñanza. Lecciones de los Maestros evoca a muchos personajes de la enseñanza: Sócrates y Platón, Jesús y sus discípulos, Virgilio y Dante, Brahe y Kepler, Husser y Heidegger, entre otros. Fundamentales en la evolución de la cultura occidental son Sócrates y Jesús, maestros carismáticos que no dejaron enseñanzas escritas ni fundaron escuelas. En los esfuerzos de sus discípulos, en los relatos de pasión inspirados por su muerte, Steiner ve los comienzos de un vocabulario interior, los reconocimientos cifrados de buena parte de nuestro lenguaje moral, filosófico y teológico. Después utiliza una serie de tradiciones y disciplinas; referidas todas ellas a tres temas subyacentes: el poder del maestro para aprovechar la dependencia y vulnerabilidad del discípulo; la complementaria amenaza de subversión y tradición al menos por parte del discípulo; y el recíproco intercambio de confianza y amor, de aprendizaje y enseñanza entre profesor y alumno.

George Steiner (París, 1929), hijo de judíos vieneses, es uno de los más reconocidos estudiosos de la cultura europea. Entre otros libros destacan: Tolstói o Dostoievski (1960), La muerte de la tragedia (1961), Lenguaje y silencio (1967), Después de Babel (1975), Antígonas (1984) o Los libros que nunca he escrito (2008).

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Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI resaltó, durante el rezo del habitual ángelus dominical, que el amor de Dios es más fuerte que todo mal, “también de aquel más contagioso y horrible”. “El Evangelio nos muestra a Jesús en contacto con la forma de enfermedad considerada en aquellos tiempos la más grave, tanto de hacer a la persona ‘impura’ y excluirla de las relaciones sociales: hablamos de la lepra”. El Santo Padre afirmó luego que “en aquel contacto entre la mano de Jesús y el leproso es derrumbada cada barrera entre Dios y la impureza humana, entre lo sagrado y lo que se le opone, ciertamente no para negar el mal y su fuerza negativa, sino para demostrar que el amor de Dios es más fuerte que todo mal, también de aquel más contagioso y horrible”. CIUDAD DEL VATICANO.- La Iglesia católica lanzó oficialmente este jueves un centro de formación por Internet para la protección de la infancia a nivel internacional, al término de un simposio de cuatro días en Roma destinado a coordinar la lucha contra la pederastia. Con el respaldo del Vaticano, superiores de órdenes religiosas y expertos se reunieron para “poner fin a la cultura del silencio” en la Iglesia y hallar los instrumentos para luchar eficazmente contra los abusos, que dejaron decenas de miles de víctimas, niños y adolescentes, en todo el mundo. LIMA, PERÚ.- Mons. José Luis del Palacio Pérez-Medel, se refirió a la próxima visita que realizará el Papa Benedicto XVI a México y Cuba, y señaló que con su magisterio y este viaje el Santo Padre alienta la nueva evangelización para liberar al hombre del sufrimiento y “de la muerte”. Por otro lado, reafirmó la necesidad de profundizar en el Evangelio y el catecismo de la Iglesia católica, y revalorar “la Eucaristía de los domingos para que se convierta en una fe viva que nos alimente toda la semana”. Finalmente, Mons. Del Palacio invitó a todos los fieles a prepararse para la llegada del Papa, “abriendo el oído y acogiendo lo que nos dirá, al igual que María acogió el anuncio del ángel”. “El Papa traerá una palabra de salvación para regenerar en nosotros a un hombre vivo que se llama Jesucristo resucitado”, concluyó el Obispo del Callao.

Iglesia en México LEÓN GTO.- El Arzobispo de León Gto., Mons. José G. Martín Rábago, mencionó que se continúan con los preparativos para la venida del Papa Benedicto a tierras mexicanas. Se continúa invitando a todas las familias y a todos los agentes de pastoral a sumarse con entusiasmo y responsabilidad en las tareas de preparación y reflexión, para hacer de ésta Arquidiócesis, una gran anfitriona, que sabrá recibir al Papa a través de la oración, espiritualidad y testimonio evangélico, revitalizando el llamado Continental para ser discípulos misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida. SAN LUIS POTOSÍ.- Próximamente la Iglesia Potosina, estará estrenando el nuevo diseño de su portal de Internet. Después de haber estado en reconstrucción, la nueva versión continuará dando a conocer los acontecimientos así como datos históricos de la dinámica del caminar de la Diócesis. No dejes de visitarnos en www.iglesiapotosina.org. Ahora con una imagen dinámica y de fácil navegación para conocer y estar al tanto de ser y quehacer de nuestra Iglesia Potosina. SAN LUIS POTOSÍ.- El Semanario “La Red”, lanza la nueva edición del libro “La sonrisa del ángel”. Este libro es una colección de artículos publicados en diversos medios, entre ellos nuestro Semanario cuya autoría es el Padre Juan Jesús Priego Rivera quien ejerce su ministerio en la Iglesia Potosina. Además de ser Párroco, el P. Priego es profesor del Seminario y por supuesto un excelente escritor. El libro está a su disposición en las oficinas de “La Red”.


Agua de principio a fin A

l escritor sagrado, al Evangelista, no solo le importa Jesús, le importa también el lector, le interesa el interlocutor de Jesús. En el Evangelio están entretejidos Jesús y la comunidad del evangelista. Juan escribe para que los de su comunidad crean que Jesús es el Hijo de Dios y para que creyendo tengan vida en su nombre (cf. Jn 20,30-31). Como lectores, de alguna manera nos incorporamos también en la comunidad del evangelista. En cada personaje está escondido un modelo, pero también un reflejo de la comunidad. Es difícil que en los evangelios sinópticos, fuera de los apóstoles, encontremos figuras destacadas como en el Cuarto Evangelio: Nicodemo, la Samaritana, Lázaro y sus hermanas. El primero de ellos es Nicodemo. Jesús tiene un interlocutor de alto nivel académico, con el cual sostiene un argumento teológico. Contrastará con el diálogo con la Samaritana en el capítulo siguiente, donde todo comienza con una petición de un Jesús cansado por el camino: “dame de beber”. ¿Quién es Nicodemo? Atengámonos a la presentación que hace Juan para definir su perfil fundamental: se señala la existencia de un hombre distinguido llamado Nicodemo. El va de noche a Jesús. Debe haber algo que le impide ir de día, quizás su estatus, el temor de perder el lugar que su dedicación y el tiempo le han dado. Ciertamente no parece ser joven sino un viejo, así lo confirmará el diálogo. Con todo, Nicodemo parece tener la agudeza, inteligencia y sensibilidad espiritual para percibir que nadie puede hacer las señales que Jesús hace si Dios no está con él. Nicodemo también es maestro en Israel. Responsable de instruir a los miembros del pueblo, y de dar respuesta a las preguntas más vitales. Como lo identifica el Cardenal Martini, Nicodemo es el gnóstico, el que conoce, pero irónicamente no conoce. Es el viejo sabio que ya no quiere cambiar. Jesús no se queda al nivel de intercambio sino que efectivamente le enseñará lo que no sabe. Así Nicodemo va de la obscuridad de la noche y de sus ignorancias a la luz que es Jesucristo. Jesús habla de las cosas de la tierra para explicar las del cielo. ¿Qué sería si hablara directamente de las cosas del cielo? Nicodemo es el presbítero, es el instruido, es el guía, es el maestro, se cuenta entre los principales, y sin embargo mora en la noche. Se siente seguro y conocedor, le cuesta ir a Jesús por eso no va en pleno día. Algunos contrastarán a Nicodemo con la samaritana, señalando que este hombre nunca llega a hacer profesión de fe como lo hace ella. No obstante, Nicodemo en su gnosis se deja instruir y de alguna manera aparecerá más adelante integrado a un tipo de discípulos.

Jesús, en el diálogo con Nicodemo, ante todo es reconocido como el maestro cuya enseñanza es sustentada por Dios (sus señales lo demuestran), es el maestro que ha bajado del cielo. Y la primera afirmación que hace es: el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios. Se juega con los sentidos, pues el adverbio empleado puede significar tanto “nacer de lo alto” como “nacer de nuevo”. Aquí, la expresión “Reino de Dios” tiene un uso marcadamente distinto del que tiene en los evangelios sinópticos, parece significar “el cielo” (tema relevante en San Juan). Nacer de nuevo implica comenzar de nuevo. Al anciano Nicodemo se le pide nacer de nuevo; él, que ya tiene muchas cosas seguras, necesita nacer de nuevo. Ese nuevo nacimiento no es empresa humana, es obra del agua y del espíritu. La frase de Jesús, en la que emplea el plural al hablarle a Nicodemo: No te extrañes de que te haya dicho «Ustedes tienen que renacer de lo alto», puede ser un indicativo de que Nicodemo representa a un grupo de personas, a los sabios, a los ya instruidos. El sabio es calculador, piensa muy bien qué decir y cómo conducirse, mientras que el Espíritu nos lleva por caminos inesperados. Nicodemo ya estaba instalado, ya se había ganado un lugar, Jesús lo invita a dejarse llevar por el Espíritu: El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu». La historia de Nicodemo nos hace entender lo que al final del libro de los signos podremos leer: Aun entre los magistrados, muchos creyeron en él; pero, por los fariseos, no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga, porque prefirieron la gloria de los hombres a la gloria de Dios (Jn 12,42-43).

Aldo Blanco Músico Cantautor Católico. Comentarios: aldo.blanco@hotmail.com

El canto y la música en el Antiguo Testamento

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l canto y la música están ligados desde tiempos inmemorables al pueblo de Israel; forman parte de su historia y de sus actuales tradiciones. Hoy les comparto algunos de estos momentos históricos…. Empezaremos con un relato del libro del Éxodo. Después de haber estado bajo el yugo del Faraón de Egipto por 400 años, Dios envía a Moisés para que libere a su pueblo y lo respalda con grandes manifestaciones de su poder, logra que se les permita salir hacia la tierra prometida, pero el Faraón se arrepiente y manda a sus ejércitos para hacerlos volver. El pueblo de Israel se encuentra entre el ejército egipcio y el mar. Moisés dirige su cayado al mar y éste se abre dejando pasar al pueblo de Israel. Detrás de ellos viene el ejército del Faraón, acercándose peligrosamente. Cuando logra pasar el pueblo de Dios, se cierra el mar, ahogando al ejército egipcio. En el libro del Éxodo capítulo 15 nos dice: ¨ Entonces Moisés y los israelitas cantaron un cántico a Yahvé: Canto a Yahvé, esplendorosa es su Gloria, caballo y jinete arrojó en el mar. Mi fortaleza y mi canción es Yahvé. Él es mi salvación. Él es mi Dios; yo le alabaré ¨. El pueblo de Israel se alegra, canta y se goza por el gran milagro que ha visto, porque ya no es más un pueblo de esclavos, porque alcanzó la liberación y porque el Dios en quien esperaban, por fin los escuchó y les envió a un salvador, Moisés, que prefigura a nuestro Señor Jesús. Por cierto, a Moisés se le atribuye entre otras cosas, haber escrito el salmo 90. Israel es un pueblo que canta porque es libre de la esclavitud. Nosotros cantamos porque, por el sacrificio de Jesús en la cruz, somos libres del pecado y de la muerte. El Rey David. ¿Quién no conoce el salmo 23? ¨ El Señor es mi pastor nada me falta…¨. Desde mi punto de vista, el mejor compositor de todos los tiempos es el Rey David, vivió 1000 años antes de Cristo aproximadamente, y sus salmos aún son conocidos y meditados diariamente. Lo he querido incluir, porque algunos de sus salmos mencionan al inicio, alguna situación especial, por ejemplo: Salmo 3, Salmo de David cuando huía de su hijo Absalón Salmo 18, del siervo de Yahvé, David, que dirigió a Yahvé las palabras de este cántico el día en que Yahvé lo libró de todos sus enemigos y de las manos de Saúl. Salmo 53, Salmo para la enfermedad Nuestro Señor Jesucristo en la última cena, cantaba algunos salmos. Y estando en la cruz, clamó con fuerte voz el salmo 22: ¡Elí, Elí¡ ¿lema sabactani? esto es: ¡ Dios mío, Dios mío¡ ¿Por qué me has abandonado? Para toda ocasión y para todo momento podemos meditar los salmos, muchos de ellos escritos por el Rey David fruto de sus experiencias personales, sus errores y pecados, lo cual, por cierto, nos hace meditar que en toda situación, tú y yo podemos dirigirle a nuestro Señor Jesús nuestro canto, aunque seamos pecadores.


¡Acérquense con frecuencia a los

Sacramentos de Curación! Fiesta Patronal en la Parroquia de Ntra. Sra. de Lourdes, del Ejido Simón Díaz Por LCC Angélica Maldonado Morales

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l pasado sábado 11 de febrero del 2012, la Parroquia-Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, celebró su fiesta patronal presidiendo la solemne concelebración Eucarística, nuestro Pastor, Mons. Luis Morales Reyes, quien estuvo acompañado del Párroco, el Pbro. José Torres Gallegos, del Pbro. Gilberto Amaya Martínez, Responsable de la Dimensión de Pastoral de la Salud, y de otros Sacerdotes que se unieron a esta solemne festividad Mariana en la que también ayudaron a confesar y a impartir el sacramento de la Unción de Enfermos, con motivo de la XX Jornada Mundial del Enfermo, dado que la hermosa Virgen aparecida en Lourdes, Francia, es abogada, protectora, patrona e intercesora de los enfermos. La hermosa Parroquia, la cual también es Santuario, ubicada en el Ejido Simón Díaz, abrió sus puertas para recibir a los enfermos quienes debidamente preparados con el sacramento de la confesión, se acercaron a recibir el sacramento de la unción de los enfermos que les sirve de auxilio espiritual y fortaleza para vivir dignamente sus enfermedades y enfrentarlas ofreciéndole sus sufrimientos a Cristo bendito y poniéndose en las manos de Nuestra Señora de Lourdes, nuestra dulce intercesora. Los enfermos escucharon en profundo silencio y con gran atención a nuestro Pastor, quien los exhortó a frecuentar dignamente los “SACRAMENTOS DE CURACIÓN”, es decir, el Sacramento de la PENITENCIA o RECONCILIACIÓN y el de la UNCIÓN DE ENFERMOS, que culminan de manera natural en la COMUNIÓN EUCARÍSTICA.

“No olvidemos que el Sacramento de la Penitencia NOS RESTITUYE A LA GRACIA DE DIOS Y NOS UNE A ÉL con profunda amistad. Jesús no ha venido para condenar, sino para perdonar y salvar, para dar esperanza incluso en la oscuridad más profunda del sufrimiento y del pecado, para dar la vida eterna”.

“Quien invoca al Señor en su sufrimiento y enfermedad está seguro de que su amor no lo abandona nunca y de que el amor de la Iglesia, que continúa en el tiempo su obra de salvación, nunca le faltará. La curación física, expresión de la salvación más profunda, revela así la importancia que el hombre, en su integridad de alma y cuerpo, tiene para el Señor”.

“El Sacramento de la penitencia, “MEDICINA DE LA CONFESIÓN”, la experiencia del pecado no degenera en desesperación, sino que encuentra el amor que perdona y transforma”. “Jesús ha mostrado una particular predilección por los enfermos. Él no sólo ha enviado a sus discípulos a curar las heridas sino que también ha instituido para ellos un sacramento específico: la unción de los enfermos para que les alivie sus penas y los salve”.

“Cada Sacramento, en definitiva, EXPRESA Y ACTÚA LA PROXIMIDAD DE DIOS MISMO, el cual, de manera absolutamente gratuita, nos toca por medio de realidades materiales que Él toma a su servicio y convierte en instrumentos del encuentro entre nosotros y Él mismo”. “La unidad entre creación y redención se hace visible. Los Sacramentos son expresión de la corporeidad de nuestra Fe, que abraza cuerpo y alma, al hombre entero”. “El encuentro de Jesús con los 10 leprosos, descrito en el Evangelio de San Lucas (Lc 17, 11-19), y en particular las palabras que el Señor dirige a uno de ellos: “¡Levántate, vete; tu fe te ha salvado!”, ayudan a tomar conciencia de la importancia de la fe, pues constatamos como la fe de aquel leproso que a diferencia de los otros 9, al verse sanado, vuelve enseguida a Jesús lleno de asombro, agradecimiento y de alegría para manifestarle su reconocimiento, deja entrever que la salud recuperada es signo de algo más precioso que la simple curación física, es SIGNO DE LA SALVACIÓN QUE DIOS NOS DA A TRAVÉS DE CRISTO y que se expresa con las palabras de Jesús: “TU FE TE HA SALVADO”.

RIFA PARA AYUDA DE LA CASA HOGAR “GUADALUPE CHÁVEZ Y CHÁVEZ”, EFECTUADA EL DÍA 31 DE ENERO DE 2012:

PRIMER LUGAR: NÚMERO 21 DE LA LISTA G036. a nombre: Juana María Liliana Rodríguez Lozano Col. San Luis SEGUNDO LUGAR: NÚMERO 74 DE LA LISTA B070 a nombre: Ma.del Rosario Jiménez Guel Col. Industrial Mexicana TERCER LUGAR: NÚMERO 21 DE LA LISTA B008 a nombre: Ma. de Jesús Villalpando Col. San Francisco

P. Félix Cabrera Jiménez V. Adscrito a Villa Juárez

P. José de Jesús Cruz Rodríguez Párroco de María Auxiliadora Tercera Chica

P. Odilón de la Rosa Orduño Párroco de San Antonio Abad San Antón de los Martínez Gto.

P. José Lucio Zarazúa Carrizalez Párroco de San Pedro Apóstol Cerro de San Pedro

P. Alfredo Sánchez Maya Párroco Inmaculada Concepción Salitrera

P. Moisés Orozco Moreno Vicario de San Miguel Arcángel Mexquitic de Carmona

P. José Primo Banda Nieto V. Adscrito a Ahalulco

P. Sergio Galaviz Ortíz Año Sabático


Un nuevo templo en el camino viejo a Cerro de San Pedro Festividad en honor a San Felipe Ejemplo de mártir y santo es San Felipe Por Ricardo Guerrero Romero

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ien dicen que hay comunidades que ni en el mapa existen, y claro ésta es una expresión que utilizamos cuando queremos bromear a alguien, cuando nos habla de su lugar de nacimiento o el lugar en donde vive. En esta semana el Sr. Arzobispo fue a una comunidad de la parroquia de Cerro de San Pedro, pensaba que era una de esas comunidades famosas que están en el entorno de este antiquísimo poblado como Monte Caldera, pero no. Este es un pequeño caserío que se encuentra entre el contraste de la zona residencial de la Florida y el Real del

Participando en la Misa de Bendición del Templo dedicado a Nuestra Señora del Carmen

EL Sr. Arzobispo exhorta a los fieles a que hagan de este templo un espacio de oración

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Potosí y la mancha urbana que va rodeando estos pequeños asentamientos. Este pequeño grupo de familias conformado por pepenadores y alguno que otro obrero se encuentra ubicado en el camino viejo a Cerro de San Pedro, frente al Club Real del Potosí. En este lugar, todos ellos estuvieron trabajando durante varios años junto a su párroco en turno para levantar el bello templo dedicado a nuestra Señora del Carmen. En el lugar, el Sr. Arzobispo bendijo los muros y el altar dedicados a los momentos de oración de la Comunidad. Allí, Don Luis los exhortó a que le dieran el lugar a su templo como un espacio de Dios, de Oración, de la Palabra y de la Eucaristía; motivándolos a participar en la Misa así como seguir trabajando con su nuevo Párroco. Felicidades a esta comunidad por su nuevo templo, signo que da una identidad a una comunidad sencilla, pero que se convierte en orgullo porque el esfuerzo y la tenacidad han servido para alcanzar lo que se propusieron.

Felicidades a esta comunidad por su nuevo templo

on frecuencia, la mayoría de las personas nos preguntamos, ¿Cómo es posible tanta maldad? ¿Por qué a los que obran mal, les va mejor? Pues la respuesta la tuvo ya el protomártir San Felipe de Jesús desde que murió mártir el 5 de febrero de 1597; a quien se le recordó en su fiesta patronal en la colonia de homónimo nombre. La Celebración Eucarística fue presidida por el Arzobispo Luis Morales, quien se acompañó del Párroco Moisés y el Vicario decano de la zona. En esta fiesta, Mons. Morales Reyes invitó a la gente a vivir el martirio, ahora de una manera cotidiana, en el trabajo, en la escuela, haciendo lo que nos corresponde con amor y entrega total. Ser mártir es un trabajo de mucho amor a lo que se desempeña, pues la vida de este franciscano –indicó Don Luis− es para nosotros un testimonio de entregarse a Cristo cumpliendo su deber, llevando a todas las naciones su Palabra. La feligresía en comunión con el párroco sellaba con la Eucaristía un año más de vida parroquial y un año más de pensar en el misterio y atrevimiento de ser cristianos auténticos a ejemplo de San Felipe Mártir.


FEBRERO 19 DE 2012

Nuevos Párrocos para San Antón de los Martínez y Cerro de San Pedro N

o cabe duda que en la vida se van cumpliendo ciclos; a final de estos, uno tiene la oportunidad de evaluar los resultados, esta acción ayuda a mejorar, o en todo caso a tener conciencia de los errores y sobre todo, la oportunidad de enmendar lo que hicimos mal.

Los sacerdotes, en la Diócesis a lo largo de su ministerio, van experimentando estos ciclos que, van marcando la experiencia de un caminar caracterizado por el servicio de comunicar el Evangelio. Para esta ocasión, algunos queridos sacerdotes han cerrado un ciclo y han abierto otro en su vida ministerial. El Padre Odilón de la Rosa Orduño, quien era vicario en la parroquia de San Miguel, en Mexquitic de Carmona, fue designado Párroco de San Antonio Abad, en San Antón de los Martínez. Ésta es una parroquia serrana, por lo que la característica de sus parroquianos es la sencillez y el cariño por sus sacerdotes. El Padre Odilón asume su responsabilidad como Pastor de esta comunidad, desde el 8 de febrero, para el cuidado espiritual y la animación del Evangelio, ahora sí con los más pobres y alejados (hablando territorialmente) de la Diócesis. Felicidades Padre Odilón, que Dios lo bendiga en su nueva etapa sacerdotal, ahora como párroco, de esta bella comunidad, a la cual sirvió durante tres años y medio el Padre Lucio Zarazúa, su antecesor.

El Padre Lucio es acompañado por feligreses de San Antón a su nueva parroquia en Cerro de San Pedro

P. Lucio Contento de recibir su nueva responsabilidad

EL Padre Odilón hace su profesión de fe al asumir su encargo como párroco de San Antón de los Martínez

Dentro de la celeremonia de recepción de la parroquia, el nuevo párroco firma los doumentos que le dan las facultades, tanto de derechos como de sus responsabilidades en una comunidad parroquial

El Padre Lucio Zarazúa Carrizales, como ya lo hemos mencionado, ha cerrado el ciclo como párroco de San Antonio Abad. Caracterizado por su cercanía a sus feligreses, por su manera de inculturarse y estar cercano a las necesidades de la gente de estos lugares y por cierto muy querido por todos ellos. El Padre Lucio ha sido designado Párroco de San Pedro Apóstol, en el Cerro de San Pedro. Esta parroquia, que es todo un mosaico multicultural ha recibido a su nuevo párroco el pasado 9 de febrero. Al asumir esta responsabilidad, el P. Lucio fue acompañado por un buen grupo de feligreses de su antigua parroquia; recibido por una pertinaz pero agradable lluvia así como por un centenar de fieles de San Padro, asumió su responsabilidad como párroco de esta comunidad. Acompañado por un grupo de sacerdotes, recibió este encargo de acompañar y servir a esta comunidad. Felicitamos al padre Lucio, que Dios lo bendiga en su ministerio sacerdotal, que su servicio en esta comunidad parroquial sea fructífero y sobre todo que siga siendo creativo en su forma de llevar a cabo su cercanía con los fieles como así se le ha caracterizado.

Felicidades P. Lucio por su nueva parroquia

El nuevo Párroco agradece a quienes le han acompañado y se compromete a trabajar arduamente con sus nuevos feligreses

Fieles de San Antón de los Martínez como de Cerro de San Pedro participando en la celebración de la toma de posesión del P. Lucio Zarazúa


La Torre de Pisa

onso Por Alf

Por: Pbro. Efraín Moreno Aguirre

L

a Torre a la que nos referimos en el encabezado de este artículo, es el Campanario de la Catedral de Pisa, en la región italiana de la Toscana. Fue construida para que permaneciera en posición vertical pero comenzó a inclinarse tan pronto como se inició su construcción en agosto de 1173. La altura de la torre es de aproximadamente 55 metros desde la base, su peso se estima en casi quince mil toneladas y la inclinación de unos 4° extendiéndose 3,9 m de la vertical. La torre tiene 8 niveles: una base de arcos ciegos con 15 columnas, 6 niveles con una columnata externa y remata en un campanario. La escalera interna en espiral tiene 294 escalones. El gobierno de Italia solicitó ayuda el 27 de febrero de 1964 para prevenir su derrumbe, y el 7 de enero de 1990 fue cerrada al público como medida de seguridad. En mayo de 2008, después de la eliminación de otras 70 toneladas métricas de tierra, los ingenieros de la Torre anunciaron que se había estabilizado de tal forma que había dejado de moverse por primera vez en su historia. Se indicó que iba a ser estable durante al menos 200 años. Se volvió a permitir la entrada al público el 16 de junio de 2001, después de la finalización de 10 años de trabajo.

La construcción de la Torre de Pisa se desarrolló en tres etapas durante un período de 200 años. La construcción de la primera planta de mármol comenzó el 8 de agosto de 1173, en un periodo de éxito militar y prosperidad. La primera planta está rodeada de pilares con capiteles clásicos y arcos ciegos. Existe controversia sobre la identidad del arquitecto: durante muchos años el diseño se atribuyó a Guglielmo y Bonanno Pisano, un artista conocido residente en Pisa en el siglo XII, famoso por sus piezas de bronce fundido, particularmente en el Pisa Duomo. Bonanno Pisano dejó Pisa en 1185 y marchó a Monreale, Sicilia, regresando solo tras su muerte. Su sarcófago fue descubierto al pie de la torre en 1820. Después de que se construyera la tercera planta en 1178, la torre se inclinó hacia el norte, debido a unos cimientos débiles (tres metros), en un subsuelo inestable. El diseño de esta torre era imperfecto desde su comienzo y su construcción cesó durante un siglo, debido a las guerras entre los pisanos y los estados vecinos. Este lapso permitió al suelo asentarse, de otro modo la torre se habría derrumbado. En 1272 la construcción fue retomada por Fernando Di Vincenzo, arquitecto autor del camposanto. Se añadieron entonces cuatro nuevas plantas las que fueron construidas con cierto ángulo con objeto de contrarrestar la inclinación. La construcción se detuvo nuevamente en 1284 tras la derrota de Pisa por parte de los genoveses en la batalla de Meloria. Sólo en 1372 Tommasso di Andrea Pisano construyó la última planta (el campanario) y las campanas fueron instaladas. Se considera que su intervención combina armónicamente los elementos góticos del campanario con el estilo románico de la torre. Las campanas son siete, correspondiendo cada una a una nota de la escala musical; la mayor de ellas fue instalada en 1655. Sin embargo, tras la conclusión del campanario, la torre empezó a inclinarse, esta vez hacia el sur. Pocos años después de finalizada la torre el daño en su estructura se hizo manifiesto y muchos de los elementos de piedra originales realizados en mármol de San Giuliano fueron sustituidos, cambiándose por mármol blanco de Carrara.

Aranda

López

Amar no es querer

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s más que justo voltear a ver el cine mexicano que tiene una propuesta y que nos deja una grata impresión de lecciones, mensajes positivos y un aprendizaje sobre valores humanos y en particular, sobre el verdadero sentido e importancia de la comunicación en aspectos cotidianos, esto sin caer en los apasionamientos telenoveleros o en la exageración clichosa de los dramas románticos. “Amar No Es Querer”, dirigida por Guillermo Barba, es una película bienintencionada, sincera y emotiva que nos muestra la plena necesidad de auto-afirmarse como seres humanos y seguir utilizando el poder de ayudar a los demás de forma desinteresada. El filme retrata personajes nobles enfrentándose a sus miedos, temores e inseguridades, pero con el viso de esperanza que ellos requieren, para otorgarles alternativas de un cambio importante en sus vidas. Esta cinta mexicana es protagonizada por Adriana Louvier, Tony Dalton, Adán Canto, Anilú Pardo, Khristian Clausen, Julieta Egurrola y Juan Carlos Colombo. Con un guión original del propio director Guillermo Barba en colaboración con Mily Cohen, la película narra la historia de Jackie y Samuel, una pareja que vive problemas matrimoniales y atraviesan una fuerte crisis de identidades. Han llegado a la monotonía y su amor se ha quebrado. Jackie ayuda fielmente a pequeños niños enfermos de cáncer, pero Samuel no se adapta a esta labor. Un accidente automovilístico dá un giro extremo a las vidas de Jackie y Samuel. Esto será determinante para cerrar ciclos y probablemente, abrir otros tantos. “Amar No Es Querer” es una cinta que contiene positivos y alentadores mensajes para todas aquellas parejas que atraviesan una fuerte crisis, problemas, distanciamientos o conflictos. Estos mensajes son para sanar, meditar y poner las cosas en su justa balanza. No hay moralina, no hay jalones de oreja ni recriminaciones hacia esto. Lo contrario: existe cordialidad y esperanza. Dentro de la historia, un personaje clave le comenta a Jackie: “La gente no cambia. En escencia, somos los que somos”. Esta misma frase, le adquiere mucha más reflexión y sentido a un drama romántico que vale la pena tomarse muy en cuenta. Adriana Louvier, además de ser una chulada de actriz, su interpretación como Jackie es cautivadora y muy reconfortante; dándo vida a Samuel, Tony Dalton ofrece el que quizá sea el mejor rol de su corta filmografía; Adán Canto y Juan Carlos Colombo, dos actores que le imprimen empeño y carácter a sus respectivos personajes; Anilú Pardo y Khristian Clausen, en per fecta sincronía.

“ Amar No Es Querer “, un filme con buena causa, encanto y lección de vida. Hasta la próxima. Sigan enviando sus comentarios, aplausos o rechiflas: ponchoaranda@hotmail.com En Facebook: Poncho Aranda L


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FEBRERO 19 DE 2012

La niña y la lluvia L

a niña se ve triste. Casi llora porque es la mañana de su primera comunión y la iglesia está desierta. ¿Por qué tenía que llover precisamente hoy? ¡Y qué lluvia! Intensa, gélida, persistente. Ni una amiga, ni un compañerito han hecho su aparición en el templo; sólo el padre, la madre, la abuela, los padrinos, dos tías, las jóvenes del coro y yo, que la recibo en la puerta adivinando su dolor. La niña recorre con la mirada el interior de la iglesia y quiere ahora sí llorar de veras. Sus padres me sonríen, como diciéndome: “Ya ve usted, no ha venido ninguna de las que ella esperaba. Es natural: con esta lluvia…”. ¡Y pensar que apenas dos días antes, cuando la cité para confesarla, la niña estaba radiante de felicidad!... Pero no. No quiero –ni voy a permitirlo- que ésta sea una fiesta triste. ¡Después de todo, es el día de su primera comunión! A como dé lugar debo hacerla sonreír, hacerla comprender. ¿Cómo explicarle que este aguacero que le ha echado a perder su fiesta es realmente una bendición de Dios? Cuando termina el canto de entrada, ya desde el altar, le sonrío. Luego, a manera de monición introductoria, le digo:

-Ya sé que estás triste porque llueve. ¡Oh, no tienes que decírmelo! Se te ve en la cara. Te preguntas, tal vez, por qué hubo de llover de esta manera precisamente hoy. Pero, ¿sabes? Desde hace mucho tiempo estábamos pidiendo a Dios que nos mandara un poco de agua. El ganado, en el campo, se moría. Los campesinos estaban desesperados. Todos estábamos ya bastante inquietos. Y luego los meteorólogos… ¿Sabes lo que decían? Que éste iba a ser el año más seco de todo el siglo. Los presentadores, los conductores, los periodistas se entusiasmaban hablando –sí, se entusiasmaban, a mí no me engañan, porque para ellos una mala noticia es siempre una buena noticia- de sequías sin remedio y de otras desgracias. Pero, mira: a fin de cuentas, al mundo lo gobierna Dios, y estamos en sus manos. Nosotros los hombres podemos hablar de esto y lo otro, aventurar presagios, ensayar cálculos, pero es siempre Dios quien decide. ¿Y no es esto maravilloso, Estela? “Cuando encendemos la televisión, ¿qué vemos? Una catástrofe tras otra. Yo, la otra noche, me puse a ver al señor López Dóriga, y puedo decirte que en menos de media hora estuve al borde de un colapso ner-

vioso. Hablaba este santo señor de miles de hectáreas perdidas; de veinte decapitados en Veracruz o en alguna otra parte, ya no sé; de animales muertos; de un trasatlántico hundido en los mares italianos; del rebrote del virus H1N1; de los insultos con que los políticos se honran los unos a los otros; del crack de las economías europeas, de la hambruna en… Hasta que reaccioné, sacudí la cabeza y me dije a mí mismo: ‘Bueno, ¿esto es masoquismo, o qué es?’. No, Estela, ya no podemos ver la televisión con la misma serena despreocupación con que lo hacíamos hace algunas décadas. Antes nos distraíamos viéndola: era, para nosotros, como un recreo; ahora se ha convertido en una fuente de angustia y preocupación. A juzgar por lo que vemos en ella, vivimos en el peor de los mundos posibles. Y si esto es así, ¿cómo no querer morirnos de una vez por todas? Hoy se dice que vivimos en la era de la depresión, y yo lo creo. Pero habría que preguntarse cuánto tienen que ver en ello nuestros telediarios y noticieros. ¡Son tan pesimistas, tan horrendos! Ya en el siglo XVII, un gran predicador católico llamado Louis Bourdaloue (1632-1704) decía en uno de sus sermones: ‘He aquí lo que me parece bien culpable en la conducta del siglo: no se oye hablar más que de calamidades; parece que el cielo, irritado, ha hecho descender todos sus azotes sobre la tierra para desolarla. Todos hablan el mismo lenguaje, no hay sino quejas y lamentaciones’. Por lo que se ve, Estela, los tiempos no han cambiado mucho desde entonces. “Pero supongamos que tú no ves los noticieros para no contaminar con el tufo la desgracia tu conciencia infantil. Cambias, pues, de canal y te pones a ver una novela. ¡Bien, resulta que ahora, para que te ofrezcan el final que te gustaría, tienes que llamar a un 01900! ¿No es el colmo? Se le pregunta a la audiencia: ‘¿Quieres que maten a Federico por ser tan malo? Entonces, llama’. ‘Y si quieres que lo maten, ¿quién quieres que lo haga, y cómo? ¿Con una pistola o ahogándolo en una pileta? ¡Marca ya!’. Antes las novelas te las daban hechas, y el final te gustaba o no te gustaba. Pero resulta que ahora puedes escoger el que te gustaría, aunque para eso tengas que hacer un pequeño desembolso. ¿Qué vamos a hacerle si el mundo se ha convertido en un inmenso mercado? “Pero, mira, éste es el secreto de los cristianos: nosotros sabemos que Dios es Padre y nunca nos abandonará. ¿Se decía que este año iba a ser el más seco del siglo? Bueno, eso decíamos nosotros, pero, como muy bien lo recalca la Escritura, los pensamientos de los hombres no son siempre los de Dios. Y, por lo demás, ¿no es maravilloso este Dios que con un solo movimiento de sus dedos desbarata en un segundo nuestras más lúgubres elucubraciones?

“Es que Dios es Padre, Estela. El mundo no anda a la deriva, aunque muchos piensen lo contrario. Y por eso, aunque no oigamos más que malas noticias en la televisión, no tenemos derecho a desesperarnos. Hoy los campesinos están felices. ¡Por fin ha llovido, y de una manera espléndida y sorprendente! En el campo la gente brinca de alegría. ¿Y tú vas a estar triste? Apenas ayer una señora se quejaba de que ‘esta maldita lluvia’ –así lo dijo, y yo la escuché- hubiese ensuciado su auto recién lavado. ¿No te parece egoísta? Pero nosotros no queremos parecernos a ella, ¿verdad que no? Bueno, pues vamos a alegrarnos tú y yo. Hoy hemos recibido un hermoso mensaje: que seguimos dependiendo del cielo, y que el cielo no se ha olvidado de este pequeño planeta en que vive una hermosa niña a la que Dios ama llamada Estela”. Bueno, para una monición ya era demasiado, de modo que me callé. Y lo que siguió fue un silencio feliz, porque Estela, mi querida Estela, ya no lloraba.

El Padre Juan Jesús Priego

presenta su libro

La sonrisa del ángel,

editado por el Semanario La Red

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Evolución del derecho

T

odas las ciencias evolucionan con gran celeridad, la que se refiere al estudio del derecho no es la excepción. Así ha sucedido desde la más remota antigüedad debido a que la ley regula las relaciones de los hombres entre sí y como esas relaciones son cada día más abundantes, diversificadas y complejas, el derecho debe regularlas para mantener el equilibrio social. Esta afirmación no es aventurada pues la historia así nos lo confirma.

Para dar cimiento a esta postura, podríamos mencionar los diversos códigos y leyes que han regido a los pueblos más antiguos de la tierra pero por ahora sólo fijaremos nuestra atención en el Derecho Romano porque es el antecedente directo de nuestro sistema jurídico que forma parte del que se ha calificado como romano germánico canónico y que ha permeado las normas jurídicas de los pueblos occidentales, y fue trasmitido a los pueblos de Latinoamérica por conducto del Derecho Español que al mezclarse con las normas y costumbres locales se convirtió en el Derecho Indiano pero siempre tuvo como base el derecho Castellano y más concretamente las Siete Partidas de Alfonso X El Sabio. Las fuentes de donde nació el Derecho Romano fueron, principalmente, la costumbre y luego las leyes que votaba el pueblo en los comicios a propuesta de un Magistrado y por ello recibió el nombre de ley comicial, otra fuente fueron las resoluciones del Senado y por ello se llamaron Senadoconsultos, también pasaron a formar parte de la ley las opiniones de aquellos que eran amantes del derecho y a quienes se les denominó: jurisconsultos, a dichas opiniones se les conocía como jurisprudencia, otra fuente más, fueron las decisiones tomadas en las asambleas de los plebeyos a propuesta de los tribunos de la plebe, dichas asambleas recibían el nombre de concilia plebis, y a las decisiones que ahí se tomaban: plebiscitos; algunos de estos eran tan acertados que llegaron a solucionar conflictos muy graves que el pueblo de Roma en general y los senadores en particular tuvieron que integrarlos como parte de su legislación. Mención aparte merece la fuente del derecho conformada por los edictos de los magistrados llamada ley edictal y dentro de estos edictos tiene un lugar preponderante el edicto del pretor que era el encargado de elaborar normas de derecho para aplicar la justicia, pero su actividad no se concretaba a la creación de normas sino que las normas ya existentes en las XII tablas y en las otras fuentes que ya hemos mencionado podían ser modificadas, completadas, e incluso rechazadas por él cuando las consideraba contrarias a la equidad (equitas para los romanos y epikeía para los griegos). Respecto del concepto de equidad existen diversas explicaciones tanto de los juristas como de los jusfilósofos pero todas ellas son

coincidentes en lo esencial. En este espacio transcribimos la postura de Roque Barcia en su libro: Sinónimos Castellanos, editorial Sopena Argentina, SA, 1961, pp. 158 –159, porque nos ha parecido la más sencilla y fácil de entender. He aquí el texto: Acerca de la voz equidad tenemos que decir dos palabras para que los lectores adquieran noticia de una curiosidad que no deja de ser notable. Todos los términos castellanos en cuyo principio se halla el sonido equi dan a entender la idea de igualdad, acaso porque se notó que la letra equis (x) constaba de dos rasgos iguales. Lo cierto es que este fenómeno existe en todas las lenguas derivadas del latín, y no fuera juicioso atribuirlo a un mero caso, porque hechos constantes no pueden tener por razón la casualidad. Citaremos algunas voces, a fin de que pueda tenerse conciencia segura, conocimiento real y práctico de la curiosidad mencionada: Equiángulo : figura de ángulos iguales. Equidistante: distante igualmente (igual distancia). Equilátero, equilateral: figura que consta de dos lados iguales. Equilibrar, equilibrio: igualdad de peso o de fuerza. Equinoccio: tiempo en que los días son iguales a las noches. Equipaje, equipo: traje cortado a una medida igual. Equiparar: igualar dos o más cosas por la comparación. Equiponderante: lo que tiene igual peso. Equivaler: valer igualmente, tener el mismo valor. Equivocar, equívoco: tomar una cosa por otra igual.

Después de estos ejemplos se comprenderá perfectamente que la voz equidad signifique igualdad. Hasta aquí lo afirmado por Barcia sobre la palabra equidad. Con frecuencia se usan las palabras derecho y justicia como si fuesen sinónimas de la voz equidad que se acaba de exponer, este mismo autor plantea la diferencia entre cada uno de estos conceptos y continúa diciendo: El derecho es una ciencia. La justicia, una virtud. La equidad, un hecho. El hombre que conoce el derecho es letrado. El que desea hacer justicia es probo. El que practica la equidad es recto De modo que el derecho toca al raciocinio. La justicia a la conciencia. La equidad a la conducta Esto quiere decir que el derecho es intelectual. La justicia es moral. La equidad, civil.

Por Mtro. José Ricardo García López

Si ahora subimos un poco más en la gradación de las ideas, encontraremos una teoría muy luminosa. El hombre viene al mundo con ciertas facultades originales que le ha dado Dios: he aquí la naturaleza social del hombre. Esta naturaleza humana, de origen divino, halla luego una fórmula científica: he aquí el derecho. Este derecho encuentra luego una fórmula moral, interior, inviolable; una fórmula de conciencia: he aquí la justicia. Esta justicia encuentra, por fin, una fórmula práctica, presente, social, ejecutora: he aquí la equidad. En último término se hallará que la equidad no es otra cosa que la realización de la justicia, como la justicia no es otra cosa que la realización del derecho, como el derecho no es más ni menos que la realización de la naturaleza social del hombre. Hecho natural: facultades. Hecho inteligente: derecho. Hecho moral: justicia. Hecho práctico: equidad. Dicho de otro modo: la facultad se tiene. El derecho se sabe. La justicia se siente. La equidad se practica.


Fe y política

La polémica reforma al artículo 24

«Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (Hb 10, 24)

Q

n su mensaje para la Cuaresma, el Papa comienza explicando que “la Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana”, a saber: la caridad. Y agrega que “este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario”, puesto que se trata de “un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual”.

Por Pbro. Valentín Carbajal Méndez

ue pena que los grupos sociales “modernos” que abogan por la libertad en todos los campos humanos, cuando se trata de reconocer derechos legítimos a lo que la religión o creencia se refiere, y más si se trata de la Iglesia Católica, se exaltan como fieras dejando en entredicho su supuesta “mente abierta”, a todo grupo humano que se le reconocen tal o cual derecho eso es motivo de fiesta y es un logro para la humanidad, pero cuando se trata de la Iglesia ahí si es oscurantismo, violación al estado laico, preferentismo… Con esta premisa, hago un reconocimiento a la Cámara de Diputados por su aprobación a la reforma del artículo 24 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. La discusión sobre el artículo 24 de la Constitución realizada por la Cámara de Diputados el pasado jueves 15 de diciembre, tuvo como referencia una iniciativa presentada por el diputado José Ricardo Rodríguez Pescador del PRI, la cual proponía la ampliación de la libertad religiosa para hacerla acorde con las convenciones y pactos internacionales, particularmente con el artículo 12 de la Convención Americana de Derechos Humanos, Pacto de San José, de noviembre de 1969, así como la inclusión de un nuevo párrafo para garantizar el derecho a la educación religiosa. El proyecto propuesto por la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados estimó derogar el párrafo tercero del artículo 24 “Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos. Los que extraordinariamente se celebren fuera de éstos se sujetarán a la ley reglamentaria”, el cual restringe la libertad religiosa, puesto que los actos de culto son señalados como ordinarios o extraordinarios, siendo éstos últimos autorizados por la autoridad para su celebración conforme al procedimiento señalado por la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público. La derogación de este párrafo hubiera sido un logró fundamental que terminara con algunas restricciones a la libertad religiosa. Dadas las polémicas generadas por el texto del dictamen de la Constitución de Puntos Constitucionales, se procedió a la adecuación y retiro de algunos párrafos del proyecto original con el fin de uniformar el concepto de libertad de religión, suprimir los textos relativos a la educación religiosa y a la libertad de las asociaciones religiosas para difundir las ideas, particularmente en medios de comunicación. Al ser aprobadas estas reservas, se volvió al punto donde nos situamos actualmente: los actos de culto “ex-

traordinarios” requieren del visto bueno y aprobación de las autoridades competentes. El texto aprobado incluyó la adición “Nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos de proselitismo o de propaganda política”, que vendría a restringir aún más el derecho de manifestación de ministros de culto y de los miembros de las asociaciones religiosas. Esta adición no se encuentra en el Pacto de San José ni en el texto actual del artículo 24. Finalmente, el mérito de la reforma fue adecuar al texto del primer párrafo del artículo 24 al contenido del artículo 12 del Pacto de San José, de manera que se consideren las libertades de conciencia, “convicciones éticas” y de religión, tutelando los derechos de participación individual o colectivos, en los ámbitos público o privado, en actos de culto; sin embargo, la reforma sobre libertad religiosa tuvo un aspecto regresivo y restrictivo evadiendo otros temas esenciales sobre la libertad en cuestión como son: a) Garantizar los derechos de los padres para el fomento de la educación religiosa de sus hijos. b) Eliminar los defectos sobre los avisos a las autoridades para permitir los actos de culto público. c) Permitir a las asociaciones religiosas la propiedad de medios de comunicación electrónicos. d) Eliminar los permisos de la autoridad para la transmisión en medios de comunicación electrónicos de actos de culto público. e) Eliminar las restricciones de los ministros de culto sobre opiniones políticas y sociales, ahora contenidas en el proyecto de reforma al artículo 24 y ya establecida en el inciso e) del artículo 130 Constitucional. f) El reconocimiento jurídico de la objeción de conciencia. La reforma al artículo 24 de la Constitución pasó al senado para su revisión. En caso de ser aprobada sin modificaciones, pasaría a las legislaturas de la Unión; es oportuno observar que aún queda pendiente la reforma relativa al artículo 41 constitucional sobre el estado laico.

E

El Santo Padre propone algunas reflexiones a la luz de un breve texto bíblico tomado de la Carta a los Hebreos: “Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras” (10, 24). Y explica que el fruto de acoger a Cristo es una vida que se despliega según las tres virtudes teologales: se trata de acercarse al Señor “con corazón sincero y llenos de fe” (v. 22), de mantenernos firmes “en la esperanza que profesamos” (v. 23), con una atención constante para realizar junto con los hermanos “la caridad y las buenas obras” (v. 24). Mientras recuerda que para sostener esta conducta evangélica es importante participar en los encuentros litúrgicos y de oración de la comunidad, mirando a la meta escatológica: la comunión plena en Dios (v. 25). En el primer punto subtitulado “Fijémonos”: la responsabilidad para con el hermano; Benedicto XVI afirma que también hoy resuena con fuerza la voz del Señor que nos llama a cada uno de nosotros a hacernos cargo del otro. Hoy Dios nos sigue pidiendo que seamos “guardianes” de nuestros hermanos (cf. Gn 4, 9), que entablemos relaciones caracterizadas por el cuidado recíproco, por la atención al bien del otro y a todo su bien. Porque “el gran mandamiento del amor al prójimo exige y urge a tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad respecto a quien, como yo, es criatura e hijo de Dios: el hecho de ser hermanos en humanidad y, en muchos casos, también en la fe, debe llevarnos a ver en el otro a un verdadero alter ego, a quien el Señor ama infinitamente”. “La atención al otro conlleva desear el bien para él o para ella en todos los aspectos: físico, moral y espiritual”, escribe más adelante Benedicto XVI. Y señala más adelante que “la cultura contemporánea parece haber perdido el sentido del bien y del mal, por lo que es necesario reafirmar con fuerza que el bien existe y vence, porque Dios es ‘bueno y hace el bien’ (Sal 119,68). El bien es lo que suscita, protege y promueve la vida, la fraternidad y la comunión. La responsabilidad para con el prójimo significa, por tanto, querer y hacer el bien del otro, deseando que también él se abra a la lógica del bien; interesarse por el hermano significa abrir los ojos a sus necesidades”. Tras plantear la pregunta de “¿qué es lo que impide esta mirada humana y amorosa hacia el hermano?”, el Papa escribe que “con frecuencia son la riqueza material y la saciedad, pero también el anteponer los propios intereses y las propias preocupaciones a todo lo demás”. Mientras “nunca debemos ser incapaces de tener misericordia para con quien sufre; nuestras cosas y nuestros problemas nunca deben absorber nuestro corazón hasta el punto de hacernos sordos al grito del pobre”; porque “el encuentro con el otro y el hecho de abrir el corazón a su necesidad son ocasión de salvación y de bienaventuranza”. En el tercer punto el Papa se refiere al estímulo de la caridad y las buenas obras, como camino hacia la santidad. Y recuerda que “lamentablemente, siempre está presente la tentación de la tibieza, de sofocar el Espíritu, de negarse a ‘comerciar con los talentos’ que se nos ha dado para nuestro bien y el de los demás (cf. Mt 25,25 ss). “Ante un mundo que exige de los cristianos un testimonio renovado de amor y fidelidad al Señor –concluye su Mensaje– todos han de sentir la urgencia de ponerse a competir en la caridad, en el servicio y en las buenas obras” (cf. Hb 6,10). Llamada que es especialmente intensa en el tiempo santo de preparación a la Pascua.


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Discernir para descubrir la voluntad de Dios

Jesús, creador del hombre nuevo

(Primera parte) Por Pbro. Margarito de la Torre

E

l Padre Manuel Ruíz Jurado, Decano de Teología espiritual por mucho tiempo en la Universidad Gregoriana de Roma, presenta el discernimiento de una manera muy sencilla: es separar una cosa de la otra. Presenta niveles para poner ejemplos de separación. El primero es físico, como cuando un albañil separa la grava de la arena; el segundo es fisiológico, como lo que hacen los riñones; el tercero el instintivo, por ejemplo una vaca que distingue a su cría de otra que no es suya, o a su amo de quien no lo es; el cuarto es racional y es propio del ser humano, se requiere de un sano raciocinio y de la capacidad de universalización de ideas; finalmente el quinto es el discernimiento espiritual y, además de la capacidad del discernimiento humano, se requiere del ejercicio espiritual. San Ignacio dice que el hombre está siempre bajo la influencia de un espíritu, si no es el de Dios es del enemigo. Si discernir es distinguir una cosa de la otra, en la espiritualidad ignaciana el discernimiento espiritual se aplica en primer lugar para distinguir el bien del mal, si una moción proviene del Espíritu Santo o del demonio. Desde luego hay criterios para el discernimiento espiritual. Cuando algo proviene de Dios deja paz, serenidad; cuando algo proviene del enemigo deja zozobra, confusión, miedo. Otro criterio es: “por sus frutos los conocerán”, haciendo alusión a la enseñanza de Nuestro Señor Jesucristo quien nos dice que no hay árbol bueno que produzca frutos malos ni árbol malo que produzca frutos buenos; pero hay que estar muy atentos, porque el enemigo es capaz de invitarnos a hacer cosas buenas con tal de llevarnos a un mal; por ejemplo una obra de misericordia, con tal que yo me llene de orgullo. El enemigo, dice San Ignacio, es como un seductor, que a una hija de buena familia le hace propuestas pero con la condición de que “no se lo digas a nadie”. De este modo el santo nos pone en guardia para descubrir, desenmascarar al enemigo; por eso es tan importante que cuando algo malo o no muy claro se presenta en nuestra vida inmediatamente lo compartamos con alguien de confianza, experiencia y conocimiento de Dios. También dice el Santo que el enemigo es como el lobo cuando quiere dar muerte a una oveja, primero la aparta del rebaño. Y así sucede muchas veces con el ser humano; aquí aplican las frases: “el que con lobos se junta a aullar se enseña”; “dime con quién andas y te diré quién eres”. La Iglesia enseña, partiendo de la Escritura, que no debemos contristar al Espíritu Santo, más bien debemos propiciar que nos transforme; debemos invocarlo continuamente, en nuestra oración matinal y cuando vamos a iniciar una actividad, principalmente una difícil o trascendente. Hay oraciones de poca extensión, es bueno memorizarlas para decirlas con frecuencia.

La obra de Jesús, la redención, es en realidad la restauración de la obra creadora del principio. Es volver a darle al universo su justa dimensión, Él vino a reconciliar consigo todas las cosas, como dice San Pablo. Hacer todas las cosas nuevamente. Y, en primerísimo lugar, a darle al hombre su verdadera condición. La creación del principio comienza con la voz del Padre que, al hablar, crea, a la voz del Padre surge el universo casto e intacto, luminoso, deslumbrante. Dice la Biblia que al principio Dios creó los cielos y la tierra. Y esta creación surge de la voz del Dios que solamente lo expresa y las cosas vienen a la existencia. El universo comienza con la luz, después las aguas, los astros, y las creaturas vivientes del reino vegetal, animal, y finalmente viene la creación del hombre hecho de barro. Dios habla y el mundo surge obediente a su voz. La Biblia dice que, al final de cada día, al ver Dios lo que había hecho, lo encontró que estaba bien, que era cosa buena. Y expresa también que al final de la creación, cuando Dios hubo creado al ser humano a su imagen y semejanza, vio al fin del día que esto era mucho mejor, que si bien la creación era cosa buena, la creación del ser humano era todavía mayor. Dios encontró que el hombre era cosa muy buena. Y esto porque lleva el sello especial de sus manos, el ser humano está hecho parecido a Dios. El hombre se lleva a calificación de diez en la obra creadora de Dios en el principio (cf. Gn 1). Sin embargo, el ser humano no permaneció por demasiado tiempo en esa condición de excelencia por ser la creatura bella que hizo Dios al principio y vio que estaba muy bien; pronto entró en el mundo el pecado, y con él, la imperfección; con el pecado del hombre en el principio entraron todos los males del mundo; el primero de todos: la condición mortal. La muerte que tiene diversas expresiones, es decir, hay varias señales que vienen a decir al hombre: tú eres mortal, es decir, tú eres pecador. La enfermedad es una de las señales de que no somos eternos, el hecho de envejecer, también nos viene a decir que somos de paso, que somos a imagen de Dios en todo, menos en la in-

mortalidad, es decir, menos en el pecado, por el cual entró la muerte al mundo, en el ser humano, creatura hermosamente pasajera, como las bellas flores que alegran los campos y jardines solamente por un par de semanas o días. Mueren hermosamente, después de alegrar al mundo entero y haber dejado su semilla embellecedora para sus sucesoras. Así es el hombre, una creatura admirable, pero efímera, que deja también semillas de nuevos hijos de Dios, pero también herederos del pecado y de la muerte. Otro signo de que el ser humano es mortal es, por ejemplo, el hambre; el hambre es señal de que somos necesitados; en esto también diferimos de Dios, somos imagen suya, pero el hambre nos dice que necesitamos mantener la vida por nuestra propia cuenta y con nuestro esfuerzo. El hambre y la sed nos muestran que somos frágiles, que si no nos alimentamos, nuestra vida estará amenazada de muerte. Otro dato importante es el ser necesitados de millones de cosas. La pobreza es una condición de la mortalidad. Tal vez por eso el ser humano trata de tener sus cositas mientras vive; acumular, disfrutar al máximo la existencia tan breve y así imitar, quizá sin darse cuenta, esa imagen de Dios de que fue hecho, del Dios al que no le falta nada. Además, hay otra señal; el ser humano está amenazado por el dolor. La falta de paz es signo de ese dolor, cuando nos faltan los medios de supervivencia sufrimos, lloramos, nos lamentamos porque sabemos que somos imagen de Dios, que nuestra vida no debiera estar acosada por ningún dolor, por ningún sufrimiento, el dolor nos hace saber que algo falta en nuestra vida para sabernos en plenitud: la paz. Y así podríamos señalar cientos de cosas que al faltarnos nos indican que somos simples mortales, sí, creaturas enormes y hermosas, pero de muy corta duración. Jesucristo, con su encarnación, con su anuncio del Reino de Dios, con su muerte y resurrección, con la institución de los sacramentos y con el envío del Espíritu Santo, vino a realizar una nueva creación, o más bien, a restaurar la creación del principio. Pero de otra manera.


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Palabra de Dios

La fuerza transformadora de la vocación Por José Reyes Torres Ojeda, 1° Filosofía Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Se nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino

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a vocación es el llamado a la plenitud, cuya respuesta debe revestir de cambio y transformación no solamente a la persona elegida sino también a su entorno, resultando como culmen el amor y la confianza plena en Dios. No obstante, social y culturalmente existe una ruptura con la fe, escindiendo prácticamente la vocación con la realidad social. Pablo VI escribió “La ruptura entre Evangelio y cultura es, sin duda alguna, el drama de nuestro tiempo”. Continuando, en efecto, este drama hasta nuestra actualidad. Algunos líderes cristianos han producido grandes transformaciones, dando testimonio fiel de su vocación, por citar a dos pontífices, uno de ellos Juan Pablo II, su figura trastocó todos los planos sociales y llevó la Palabra de Dios, aún a los lugares más hostiles hacia la Iglesia. Juan XXIII, con la promulgación del Concilio Vaticano II produjo, como lo mencionó en algún momento “un nuevo pentecostés”, perdurando hasta nuestros días su influencia en nuestra vida cristiana y social. Así lo demuestran también algunos otros obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, que han sido agentes de transformación. A pesar de ello, es de llamar la atención que, en cuanto a personas jóvenes se refiere, han sido en su mayoría jóvenes ateos, quienes al convencerse de un ideal y guiados por algunos principios logran transformar estructuras opresivas. Daniel Cohn, líder universitario, impulsó un movimiento llamado Mayo Francés en 1968, el cual derivó en una ola de protestas protagonizadas, principalmente, por sectores politizados de la juventud que recorrió el mundo. Estos sucesos se extendieron por la República Federal Alemana, Suiza, España, Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Checoslovaquia y nuestro país. En este sentido este texto no se encamina a las luchas sociales, ni a la búsqueda del poder social y político, más bien a reflexionar sobre Daniel Cohn y su influencia que hasta nuestros días sigue resonando por el profundo cambio social que produjo la matanza de Tlatelolco en México. A partir de ese momento se propició un cambio en la mentalidad y en el estilo de vida de los jóvenes mexicanos. Este joven francés, aunque quizá jamás pensó en el significado trascendental de la vocación, su caso es una analogía que interpela y confronta la vocación de cada cristiano, porque fue a partir de una motivación tan trivial, esto por la separación de hombres y mujeres en distintos dormitorios en su universidad, lo que lo llevó a congregar a un grupo de estudiantes para protestar y defender sus ideales y principios. Posteriormente, este grupo creció y comenzaron a politizarse cada vez más, adhiriéndose grupos de obreros industriales y, finalmente y de forma menos entusiasta, los sindicatos y el Partido Comunista Francés. Como resultado, tuvo lugar la mayor revuelta estudiantil y la mayor huelga general de la historia de Francia, y posiblemente de Europa Occidental.

“Hijo, tus pecados te quedan perdonados”. Evangelio según San Marcos 2, 1-12 Cuando Jesús volvió a Cafarnaúm, corrió la voz de que estaba en casa, y muy pronto se aglomeró tanta gente, que ya no había sitio frente a la puerta. Mientras él enseñaba su doctrina, le quisieron presentar a un paralítico, que iban cargando entre cuatro. Pero como no podían acercarse a Jesús por la cantidad de gente, quitaron parte del techo, encima de donde estaba Jesús, y por el agujero bajaron al enfermo en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te quedan perdonados”. Algunos escribas que estaban allí sentados comenzaron a pensar: “¿Por qué habla éste así? Eso es una blasfemia. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?”

Este acontecimiento, nos debe cuestionar no por el suceso meramente político, sino por el cambio social que puede realizar un joven sin Dios, ¿Por qué el amor de Dios no ha generado un cambio social profundo que concilie el drama de la ruptura entre la cultura actual y la fe? ¿Por qué los jóvenes, que tienen los talentos y el mejor momento de su vida para actuar por su fuerza y capacidad, no hacen algo por ellos mismos y los demás?, ¿No han sido inspirados y motivados por Cristo, que dio la vida por nosotros? No hay mayor motivo de lucha que el amor de Cristo. Lucha por cambiar una realidad de dolor marcada por la desesperanza. El Evangelio es la propuesta y la respuesta a ese anhelo de trascendencia del hombre. Por lo cual, la vivencia generosa de nuestra vocación, del llamado de amor que Jesucristo nos ha hecho, a la vida laical, religiosa, sacerdotal, requiere una respuesta de amor, que nos lleve no a guardar los valores del Evangelio en los templos y en los ambientes eclesiales, sino a hacerlos vida en toda nuestra realidad. El Santo Padre, Benedicto XVI, en un fragmento de su discurso de bienvenida para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en España, hizo alusión del porqué dos millones de jóvenes se congregaban en ese lugar, y es que la vocación es el sentido último de nuestra existencia. “Muchos de ellos han oído la voz de Dios, tal vez sólo como un leve susurro, que los ha impulsado a buscarlo más diligentemente y a compartir con otros la experiencia de la fuerza que tiene en sus vidas. Este descubrimiento del Dios vivo alienta a los jóvenes y abre sus ojos a los desafíos del mundo en que viven, con sus posibilidades y limitaciones. Ven la superficialidad, el consumismo y el hedonismo imperantes, tanta banalidad a la hora de vivir la sexualidad, tanta insolidaridad, tanta corrupción. Y saben que sin Dios sería arduo afrontar esos retos y ser verdaderamente felices, volcando para ello su entusiasmo en la consecución de una vida auténtica. Pero con Él a su lado, tendrán luz para caminar y razones para esperar, no deteniéndose ya ante sus más altos ideales, que motivarán su generoso compromiso por construir una sociedad donde se respete la dignidad humana y la fraternidad real”.

Conociendo Jesús lo que estaban pensando, les dijo: “¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’ o decirle: ‘Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa’? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados –le dijo al paralítico-: Yo te lo mando: levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa”: El hombre se levantó inmediatamente, recogió su camilla y salió de allí a la vista de todos, que se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: “¡Nunca habíamos visto cosa igual!” Palabra del Señor Gloria a ti Señor Jesús

Jesús es salvación El texto nos describe el ministerio de Jesús que tiene como centro Cafarnaúm. Él continúa su misión de anunciar el Reino de Dios a toda la gente deseosa de escuchar su palabra. San Marcos relata la curación de un paralítico “en una casa” para manifestar que la verdadera salvación del hombre se encuentra únicamente en la persona de Cristo y su palabra. En la escena aparece la figura de Cristo, los 4 amigos que ayudan al paralítico y los maestros de la ley que están ahí “sentados.” Es el primer conflicto de cinco que narra Marcos hasta el cap. 3, 1-6 Son importantes en el episodio las imágenes. El paralítico es un hombre hundido en la pasividad y no puede moverse por sí mismo. Vive atado a su camilla, es el hombre ligado a los negocios, al poder, a lo material, es decir, alejado de Dios y de la Iglesia. San Agustín al comentar el texto, dice que no se trata de un hombre débil, sino de un enfermo. Vivimos en medio de una sociedad enferma, paralizada, en la inercia y la inmovilidad. Aquí descubrimos 3 actitudes de Jesús: 1. Jesús salva. El proyecto de Dios es el hombre. Pero, el Señor quiere una salvación plena. Primero sana el corazón, donde anida el mal “tus pecados quedan perdonados y luego la curación del cuerpo: “Yo te lo mando: levántate” 2. Jesús valora el servicio. Cuatro vecinos se movilizan con todas sus fuerzas para acercarlo a Jesús. No se detienen ante ningún obstáculo hasta quitar el techo para llevarlo a «donde está él». Saben que Jesús puede ser el comienzo de una vida nueva para su amigo. 3. Jesús muestra un nuevo camino. Optar por Cristo es enderezar el camino “ ve a tu casa” y empezar a caminar hacia delante. Lo que le interesa a Dios no es el pasado, sino que va a ocurrir de ahora en adelante en nuestras vidas. Seguir a Cristo es una misión permanente. Por Pbro. Pedro S.S.


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FEBRERO 19 DE 2012

BENEDICTO XVI

E

l Cardenal Joseph Ratzinger, Papa Benedicto XVI, nació en Marktl am Inn, diócesis de Passau (Alemania), el 16 de abril de 1927 (Sábado Santo), y fue bautizado ese mismo día. Su padre, comisario de la gendarmería, provenía de una antigua familia de agricultores de la Baja Baviera, de condiciones económicas más bien modestas. Su madre era hija de artesanos de Rimsting, en el lago Chiem, y antes de casarse trabajó de cocinera en varios hoteles. El período de su juventud no fue fácil. La fe y la educación de su familia lo preparó para afrontar la dura experiencia de aquellos tiempos en los que el régimen nazi mantenía un clima de fuerte hostilidad contra la Iglesia católica. El joven Joseph vio como los nazis golpeaban al párroco antes de la celebración de la Santa Misa. Precisamente en esa compleja situación, descubrió la belleza y la verdad de la fe en Cristo; para ello fue fundamental la actitud de su familia, que siempre dio un claro testimonio de bondad y esperanza, con una arraigada pertenencia a la Iglesia. De 1946 a 1951 estudió filosofía y teología en la Escuela superior de filosofía y teología de Freising y en la universidad de Munich, en Baviera. Recibió la ordenación sacerdotal el 29 de junio de 1951. Un año después, inició su actividad como profesor en la Escuela superior de Freising. En el año 1953 se doctoró en teología con la tesis: “Pueblo y casa de Dios en la doctrina de la Iglesia en San Agustín”. Cuatro años más tarde, bajo la dirección del conocido profesor de teología fundamental Gottlieb Söhngen, obtuvo la habilitación para la enseñanza con una disertación sobre: “La teología de la historia de San Buenaventura”. Tras ejercer como profesor de teología dogmática y fundamental en la Escuela superior de filosofía y teología de Freising, prosiguió su actividad docente en Bona, de 1959 a 1963; en Muñiste, de 1963 a 1966; y en Tubinga, de 1966 a 1969. En este último año pasó a ser catedrático de dogmática e historia del dogma en la Universidad de Ratisbona, donde ocupó también el cargo de vicerrector de la Universidad. De 1962 a 1965 hizo notables aportaciones al Concilio Vaticano II como “experto”; asistió como teólogo consultor del cardenal Joseph Frings, Arzobispo de Colonia. Su intensa actividad científica lo llevó a desempeñar importantes cargos al servicio de la Conferencia Episcopal Alemana y de la Comisión Teológica Internacional. En 1972, juntamente con Hans Urs von Balthasar, Henri de Lubac y otros grandes teólogos, fundó la revista de teología “Communio”. El 25 de marzo de 1977, el Papa Pablo VI lo nombró Arzobispo de Munich y Freising. El 28 de mayo recibió la Ordenación episcopal. Fue el primer sacerdote diocesano, después de 80 años, que asumió el gobierno pastoral de la gran Archidiócesis bávara. Escogió como lema episcopal: “Colaborador de la verdad” y él mismo lo explicó: “Por un lado, me parecía que expresaba la relación entre mi tarea

previa como profesor y mi nueva misión. Aunque de diferentes modos, lo que estaba y seguía estando en juego era seguir la verdad, estar a su servicio. Y, por otro, escogí este lema porque en el mundo de hoy el tema de la verdad es acallado casi totalmente; pues se presenta como algo demasiado grande para el hombre y, sin embargo, si falta la verdad todo se desmorona”. Pablo VI lo creó cardenal, con el título presbiteral de “Nuestra Señora de la Consolación en el Tiburtino”, en el consistorio del 27 de junio del mismo año. En 1978, el Cardenal Ratzinger participó en el Cónclave, celebrado del 25 al 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo I, el cual lo nombró su Enviado Especial al III Congreso mariológico internacional, que tuvo lugar en Guayaquil (Ecuador), del 16 al 24 de septiembre. En el mes de octubre del mismo año, participó también en el Cónclave que eligió a Juan Pablo II. Fue Relator en la V Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, de 1980, sobre el tema: “Misión de la familia cristiana en el mundo contemporáneo”, y Presidente delegado de la VI Asamblea general ordinaria, de 1983, sobre “La reconciliación y la penitencia en la misión de la Iglesia”. Juan Pablo II lo nombró Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional, el 25 de noviembre de 1981. El 15 de febrero de 1982 renunció al gobierno pastoral de la Archidiócesis de Munich y Freising. El 5 de abril de 1993, lo elevó al Orden de los Obispos, asignándole la sede suburbicaria de Velletri-Segni. Fue Presidente de la Comisión para la preparación del Catecismo de la Iglesia católica, que, después de seis años de trabajo (1986-1992), presentó al Papa el nuevo Catecismo.

Juan Pablo II, el 6 de noviembre de 1998, aprobó la elección del Cardenal Ratzinger como Vicedecano del Colegio cardenalicio, realizada por los Cardenales del Orden de los Obispos. Y el 30 de noviembre de 2002, aprobó su elección como Decano; con dicho cargo le fue asignada, además, la sede suburbicaria de Ostia. En 1999 fue Enviado Especial del Papa a las celebraciones con ocasión del XII centenario de la creación de la Diócesis de Paderborn, Alemania, que tuvieron lugar el 3 de enero. Desde el 13 de noviembre de 2000 fue Académico honorario de la Academia Pontificia de las Ciencias. En la Curia romana, fue miembro del Consejo de la Secretaria de Estado para las Relaciones con los Estados; de las Congregaciones para las Iglesias Orientales, para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, para los Obispos, para la Evangelización de los Pueblos, para la Educación Católica, para el Clero y para las Causas de los Santos; de los Consejos pontificios para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y para la Cultura; del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica; y de las Comisiones pontificias para América Latina, “Ecclesia Dei”, para la Interpretación auténtica del Código de Derecho Canónico y para la Revisión del Código de Derecho Canónico Oriental. Entre sus numerosas publicaciones ocupa un lugar destacado el libro: “Introducción al Cristianismo”, recopilación de lecciones universitarias publicadas en 1968 sobre la profesión de fe apostólica; “Palabra en la Iglesia” (1973), antología de ensayos, predicaciones y reflexiones dedicadas a la pastoral. Tuvo gran resonancia el discurso que pronunció ante la Academia bávara sobre el tema “¿Por qué sigo aún en la Iglesia?”, en el que, con su habitual claridad, afirmó: “Sólo en la Iglesia es posible ser cristiano y no al margen de la Iglesia”. Sus publicaciones fueron abundantes a lo largo de los años, constituyendo un punto de referencia para muchas personas, especialmente para los que querían profundizar en el estudio de la teología. En 1985 publicó el libro-entrevista “Informe sobre la fe” y, en 1996 “La sal de la tierra”. Asimismo, con ocasión de su 70° cumpleaños, se publicó el libro: “En la escuela de la verdad”, en el que varios autores ilustran diversos aspectos de su personalidad y de su obra. Ha recibido numerosos doctorados “honoris causa”: por el College of St. Thomas in St. Paul (Minnesota, Estados Unidos), en 1984; por la Universidad católica de Eichstätt (Alemania) en 1985; por la Universidad católica de Lima (Perú), en 1986; por la Universidad católica de Lublin (Polonia), en 1988; por la Universidad de Navarra (Pamplona, España), en 1998; por la Libre Universidad María Santísima Asunta (LUMSA) (Roma), en 1999; por la Facultad de teología de la Universidad de Wroclaw (Polonia), en 2000.


FEBRERO 19 DE 2012

niños

Dios había dado a Jesús el poder de sanar a los enfermos, de modo que algunos hombres vinieron llevando a un enfermo que no podía caminar. Sus amigos trataron de llevar al enfermo más cerca de Jesús.


RETIRO DE CUARESMA PARA CATEQUISTAS CUÁNDO: domingo 26 de febrero DÓNDE: Casa de la Acción Católica, Madero no. 405, Zona Centro HORARIO 9: 00 - 9:30 hrs. Inscripción - Animación 9:30 - 10:30 hrs. Hora Santa Pbro. Juan José Torres G. 10:30 - 11:30 hrs. descanso - lonche 11:30 - 12:30 hrs. Tema: La Misión salvadora de Jesús Pbro. Guillermo Gil T. 12:30 hrs. Preparación para la Eucaristía 13:00 hrs. Eucaristía Lleva lonche y ven confesado

¿Le duelen mucho las rodillas?

¿Le han dicho que el único tratamiento es la cirugía?

El padecimiento en donde se desgasta el cartílago se llama artrosis Homeopatia y productos naturales

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