Edición 170

A la Iglesia Potosina

Año 4

No. 170

Semana del 13 al 19 de mayo de 2012

Muy queridos hermanos y hermanas: Reciban mi saludo fraterno y cordial al mismo tiempo que les deseo la abundancia de gracia y paz en nuestro Señor Jesucristo Resucitado.

A pocos días de entregar esta queridísima Arquidiócesis de San Luis Potosí, siento la necesidad de llegar hasta ustedes con unas afectuosas palabras de despedida para expresarles los más hondos sentimientos de cariño y gratitud que en este momento embargan mi corazón.

En primer lugar, les quiero decir: GRACIAS. Gracias por su fe, su devoción, su comprensión y su perdón hacia mí; gracias por su oración, su amor y su amistad, por sus palabras de aliento y reconocimiento; gracias por su valiosa ayuda en todas las actividades pastorales diocesanas, por su muy generosa ayuda material y tantos e innumerables servicios, muchos de ellos escondidos; gracias por sus fiestas, sus convivencias y su gozo y alegría en el Señor.

Todo esto me ayudó sobremanera a cumplir la hermosa pero difícil tarea que el Señor me confió. Ustedes siempre vinieron en auxilio de mis débiles fuerzas, de mis limitaciones y defectos.

Gracias por todo esto y mucho más.

Estoy cierto de que el Señor les recompensará y les colmará de sus bendiciones.

En segundo lugar, les pido PERDÓN. Con sencillez de corazón, reconozco ante ustedes los errores por mis actitudes, palabras, decisiones y omisiones; reconozco mi falta de entrega y generosidad apostólica, mi falta de testimonio espiritual; igualmente, descubro mi falta de atención a las personas, de paciencia, de amor y de caridad pastoral. Dios lo sabe todo y me confío a su gran misericordia. Pero también el perdón de ustedes me traerá consuelo y paz interior.

Por último, me atrevo a pedirles tres cosas que sólo brotan de mi amor por esta amada Iglesia Potosina, por su futuro de santidad y de fidelidad plena a su Señor y Maestro: permanezcan, llenos de fe y de amor, de pasión y de entusiasmo en la MISIÓN PERMANENTE, motivados por la espiritualidad del camino; trabajen incansablemente por las VOCACIONES al sacerdocio ministerial, a la vida consagrada y a la vida laical comprometida con el Evangelio en el complejo mundo de hoy; fortalezcan siempre la COMUNIÓN ECLESIAL, el amor grande a su nuevo Arzobispo y la unidad diocesana indestructible en torno a su nuevo Padre y Pastor.

GRACIAS, una vez más. Les llevo en mi corazón y estarán en mi oración de cada día. Recen también por mí.

Su hermano en el Señor,  LUIS MORALES REYES Arzobispo Emérito y Administrador Apostólico de San Luis Potosí

Bienvenido Don Carlos

Arzobispo de San Luis Potosí

MAYO 13 DE 2012

Permanezcan en mi amor Editorial

E

l tema central del ser cristiano es la permanencia en el amor de Dios y esta permanencia está unida a una práctica concreta: guardar los mandamientos.

Nuestra sociedad secular tolera el cristianismo como un hecho sociológico y cultural. La opinión de la Iglesia sigue pesando mucho cuando se trata de dar una solución a nuevos problemas, pero esta opinión es solamente una voz sin voto. En la actualidad la opinión de la Iglesia sobre la concepción del hombre, de la vida, de la moralidad… parece alejarse de la realidad, parece que la fe va a menos.

Jesús pide permanencia en su amor que presupone la fe en Él. ¿Cómo permanecer en el amor de lo que no se cree o no interesa? Esta permanencia exige un amor activo y práctico. Si guardas mis mandamientos permanecerás en mi amor (Jn 15,10).

El filósofo Kierkegard escribió: “Quien ama verdaderamente, quiere amar para siempre. El amor tiene necesidad de tener como perspectiva la eternidad; si no, no es más que una broma, un amable malentendido o un peligroso pasatiempo”.

Dar la vida por los que se ama no es un principio original de Jesús. Ya en la literatura griega hay pensamientos como éste: Aristóteles en su ética a Nicómaco, dice: “Un hombre noble debe hacer todo lo posible por sus amigos, incluso dar la vida si es necesario”. La gran diferencia está en que Jesús no solamente pronuncia la frase sino que ofrece su vida y no sólo por sus amigos sino también por sus enemigos.

En nuestra Iglesia tenemos un ejemplo reciente: san Maximiliano Kolbe. En la celda 18 de Auschwitz está una placa con sus fechas históricas, cuando él ofreció su vida por otro prisionero.

La permanencia en el amor debe ser la prioridad de cada uno de nosotros que nos decimos discípulos de Jesús. Esta permanencia en el amor no se reduce a los sentimientos, sino a hacer la voluntad de Aquél que nos ama.

Jesús es amado por su Padre porque guarda sus mandamientos; nosotros, sus discípulos, somos amados por Jesús porque tratamos de guardar sus mandamientos.

Que esta celebración pascual nos ayude a comprender mejor la enseñanza de Jesús y a llevarla a la práctica en nuestra vida diaria.

Por Pacco Magaña

Orar con el salmo 109 Queridos hermanos y hermanas:

En medio de la descripción de la batalla, se perfila la figura del rey que, en un momento de tregua y de descanso, bebe de un torrente de agua, encontrando en él fuerza y nuevo vigor, para poder reanudar su camino triunfante, con la cabeza alta, como signo de victoria definitiva. Es obvio que esta palabra tan enigmática era un desafío para los Padres de la Iglesia por las diversas interpretaciones que se podían hacer. Así, por ejemplo, san Agustín dice: este torrente es el ser humano, la humanidad, y Cristo bebió de este torrente haciéndose hombre, y así, entrando en la humanidad del ser humano, levantó su cabeza y ahora es la cabeza del Cuerpo místico, es nuestra cabeza, es el vencedor definitivo (cf.

Enarratio in Psalmum CIX, 20: pl 36, 1462).

Queridos amigos, siguiendo la línea interpretativa del Nuevo Testamento, la tradición de la Iglesia ha tenido en gran consideración este Salmo como uno de los textos mesiánicos más significativos. Y, de forma eminente, los Padres se refirieron continuamente a él en clave cristológica: el rey cantado por el salmista es, en definitiva, Cristo, el Mesías que instaura el reino de Dios y vence las potencias del mundo; es el Verbo engendrado por el Padre antes de toda criatura, antes de la aurora; el Hijo encarnado, muerto, resucitado y elevado a los cielos; el sacerdote eterno que, en el misterio del pan y del vino, dona la remisión de los pecados y la reconciliación con Dios; el rey que levanta la cabeza triunfando sobre la muerte con su resurrección. Bastaría recordar una vez más un pasaje también del comentario de san Agustín a este Salmo donde escribe: «Era necesario conocer al Hijo único de Dios, que estaba a punto de venir entre los hombres, para asumir al hombre y para convertirse en hombre a través de la naturaleza asumida: él murió, resucitó, subió al cielo, está sentado a la derecha del Padre y realizó entre las naciones cuanto había prometido... Todo esto, por lo tanto, tenía que ser profetizado, tenía que ser anunciado, tenía que ser indicado como destinado a suceder, para que, al suceder

La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

(Cuarta de cuatro partes)

de improviso, no provocara temor, sino que más bien fuera aceptado con fe. En el ámbito de estas promesas se inserta este Salmo, el cual profetiza, en términos tan seguros como explícitos, a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, que nosotros no podemos dudar ni siquiera mínimamente que en él está realmente anunciado el Cristo» (cf. Enarratio in Psalmum CIX, 3: pl 35, 1447).

El acontecimiento pascual de Cristo se convierte de este modo en la realidad a la que nos invita a mirar el Salmo: mirar a Cristo para comprender el sentido de la verdadera realeza, para vivir en el servicio y en la donación de uno mismo, en un camino de obediencia y de amor llevado «hasta el extremo» (cf. Jn 13, 1 y 19, 30). Rezando con este Salmo, por tanto, pedimos al Señor poder caminar también nosotros por sus sendas, en el seguimiento de Cristo, el rey Mesías, dispuestos a subir con él al monte de la cruz para alcanzar con él la gloria, y contemplarlo sentado a la derecha del Padre, rey victorioso y sacerdote misericordioso que dona perdón y salvación a todos los hombres. Y también nosotros, por gracia de Dios convertidos en «linaje elegido, sacerdocio real, nación santa» (cf. 1 P 2, 9), podremos beber con alegría en las fuentes de la salvación (cf. Is 12, 3) y proclamar a todo el mundo las maravillas de aquel que nos «llamó de las tinieblas a su luz maravillosa» (cf. 1 P 2, 9).

Conociendo el ser y el quehacer de un obispo

MAYO 13 DE 2012

Símbolos episcopales ¿Quién es el Obispo?

Es el primer Liturgo, o el que anima el culto y la oración, principalmente a través de los sacramentos. Y el primer Servidor de la unidad de los fieles ( por ello el Papa se llama a sí mismo “el Servidor de los Servidores de Dios”).

El Obispo, en comunión con los demás Obispos y con el Sucesor del Apóstol Pedro (el Obispo de Roma o Sumo Pontífice), conforma lo que se denomina el “Magisterio de la Iglesia”.

ANILLO: Del latín anellus, anillo. Insignia propia de los obispos. Simboliza su desposorio con la Iglesia local o diócesis. También pueden usarlo algunos abades y abadesas. El anillo que se impone al obispo significa que contrae sagradas nupcias con la Iglesia. El anillo recuerda también la necesidad de ser sólido “eslabón” en la cadena de la sucesión que le une a los Apóstoles.

A ellos corresponde velar para que la Tradición Apostólica (que viene desde Jesús y los Apóstoles, desde la comunidad apostólica, por medio de la sucesión apostólica), a través de las dos grandes fuentes de la Revelación de Dios: oral (Tradición Viva) y escrita (Sagrada Escritura), permanezca inalterable y cada vez más explicitada, inteligible y viva para todos los hombres hasta el final de los tiempos.

Es más, el que los escucha a ellos, crece en la inteligencia de la fe, porque, por esa sucesión apostólica, poseen el “carisma de la verdad” (CEC 94 d.).

Vestiduras del obispo: MITRA: Gorro que usan los obispos y abades desde el siglo X. Está formado por dos trozos de tela acartonada cosidos o pegados por los costados, y abierto en la parte superior con doble pico.

Símbolo del poder y servicio espiritual.

SOLIDEO: Del latín solus, solo, y “Deo”, a Dios.

Gorro de tela en forma de casquillo que usan los obispos, cubre la coronilla y se descubre ante el Santísimo, en la Consagración y en la Adoración de la Cruz del Viernes Santo. Si son obispos, el color del solideo es violeta; si son cardenales, es rojo, y el Papa lo usa de color blanco. Simboliza la protección de Dios y la dedicación a Dios.

PECTORAL: Del latín pectus, pecho. Es cruz de metal, madera, marfil que llevan los obispos sobre el pecho, como insignia de su cargo y dignidad.

En la celebración de la Misa pueden llevarla sobre la casulla. El día de la ordenación episcopal toman y aceptan sobre sus espaldas, de un modo más comprometido, la cruz de Cristo, que no faltará en su ministerio episcopal.

BÁCULO: Del latín baculum, bastón. Insignia litúrgica propia del obispo como pastor de la comunidad; lo recibe el día de su ordenación y lo usa cuando preside una celebración en su diócesis.

Simboliza que es buen pastor de las ovejas, que apacienta, instruye, guarda y las defiende, como Cristo, el Buen Pastor.

ÍNFULAS: Cintas que cuelgan detrás de la mitra.

Significan que el ministro debe poseer la ciencia del Antiguo y del Nuevo Testamento.

PALIO EPISCOPAL: Especie de estola de color blanca salpicada de cruces usado por los Arzobispos a modo de escapulario.

Nuestra historia

Beato Fray Junípero Serra

(segunda parte)

(1713-1784)

Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz

D

e inmediato Gálvez inicia la operación, tratando el plan con la oficialidad; pero pronto cae en la cuenta de que hay un personaje clave e imprescindible para el feliz éxito de la empresa: el P. Junípero Serra. Gálvez sabía bien que los fusiles y los cañones eran insuficientes para una conquista estable y duradera. Era indispensable conquistar, además del territorio, el corazón de los indios, y esta tarea fundamental sólo se podía afrontar con las armas de la fe y el estandarte de la cruz.

Formando expedición por tierra con el Comandante Portolá, inicia Serra la marcha hacia el norte. La preocupante herida de su pierna ulcerada hacía tan torpe y pesado su caminar, que otros, en su lugar, se hubieran dado por vencidos, quedando a la vera del camino, mientras con nostálgica pena habrían visto cómo los demás compañeros continuaban la marcha. Pero Fr. Junípero no se rinde.

Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez

Las mayores dificultades que encontró el P. Serra en el desarrollo de su tarea misionera, y las que más le hicieron sufrir, fueron las incomprensiones y la falta de ayuda por parte de los gobernadores de California. La acción de los misioneros estaba supeditada al poder civil y militar, por lo que más de una vez los frailes se vieron oprimidos o limitados por los intereses y caprichos de quienes tenían otros ideales. Continuos y con frecuencia duros fueron estos enfrentamientos. No obstante sus achaques y las incomodidades de los viajes, Fray Junípero, sin reparar en ellos, toma el camino de la Corte del Virreinato de la Nueva España, para tratar allí la marcha de las misiones y solucionar las impertinentes y molestas discrepancias habidas con el Gobernador de California. El Virrey D. Antonio María Bucareli recibió con afecto singular al celoso misionero. Escuchó sus razones y quedó persuadido tanto de sus argumentos como de su celo y santidad.

Con tales refuerzos y amparado en las nuevas normas dictadas para el gobierno de la Provincia de California, elaboradas por él y aprobadas por el Virrey, Junípero inyecta mayores entusiasmos a sus misioneros. Ya habían sido fundadas las misiones de San Diego, San Carlos en Carmelo, San Antonio, San Gabriel y San Luis Obispo; ahora se establecerán las de San Francisco, San Juan de Capistrano, Santa Clara y San Buenaventura. Además, se inicia la fundación de Santa Bárbara, que el P. Serra no llegará a ver coronada porque le visitará antes la hermana muerte.

El primero de julio de 1769 llegan al puerto de San Diego y, mientras las tropas izan la bandera de España y levantan el campamento, el P. Serra enarbola la cruz y funda la primera misión en la Alta California. Terminada de poner la primera piedra de la cristiandad en aquellas lejanas tierras, Fray Junípero, limpiándose el rostro, deja salir un profundo respiro de satisfacción al ver levantada la señal de Cristo en medio de un pueblo completamente pagano. Al principio, las relaciones con los naturales del país no fueron tan cordiales como hubiera sido de desear. Sin duda alguna, la tenacidad del P. Serra fue un factor importantísimo para que no fracasara en sus mismos inicios la conquista de la Alta California. Las provisiones de víveres llegaron a escasear de tal forma, que el Comandante Portolá ordena la retirada. Con este paso hacia atrás, Serra veía derrumbarse todos sus afanes de convertir almas paganas para el cielo. Pero sus ruegos lograron que se aplazara la retirada y, en el ínter, llegó el barco con nuevos recursos.

Se reanuda la marcha siguiendo el rumbo prefijado, y tan pronto como llegan a Monterrey, Fray Junípero se instala junto al Río Carmelo, donde funda la segunda misión, misión que se convirtió en su residencia habitual, de la que partiría tantísimas veces para ensanchar las fronteras de la conquista espiritual.

Sin Dios, todo se vuelve importante

Aquel hombre de temperamento fuerte y de carácter firme, pero afable, de dotes singulares y de ambiciosas iniciativas, nunca cedió ni jamás retrocedió. Pero al fin cayó rendido en el encuentro con la hermana muerte. Su fallecimiento ocurrió el 28 de agosto de 1784, en la Misión de San Carlos Borromeo, junto al río Carmelo, cerca de Monterrey.

Los que quedaron a su lado, lloraban desconsolados la pérdida de un verdadero padre. Experimentaban la triste desaparición de su gran bienhechor.

Como expresión del más sincero agradecimiento, amortajaron al «Padre viejo», como así le llamaban cariñosamente.

Además de la inmensa actividad misionera y civilizadora desarrollada durante toda su vida por el P. Serra, a su iniciativa se deben las nueve primeras misiones de las veintiuna fundadas por los franciscanos españoles en la Alta California; aquellas nueve se establecieron mientras Fray Junípero desempeñaba el cargo de Presidente de todos los religiosos residentes en aquellas lejanas tierras. El 25 de septiembre de 1988, Juan Pablo II, que había visitado la tumba de Fray Junípero en la Misión de San Carlos, lo beatificó solemnemente en Roma.

Y

como dice el dicho “El que no conoce a Dios, donde quiera se anda hincando”.

Quien no adora a Dios, termina adorando cualquier cosa. Es importante buscar y adorar al único Dios. De lo contrario nos inclinaremos a servir y a adorar lo que no es tan importante.

Sino tenemos a Dios como referencia, no sabremos valorar ni a las personas, ni a las cosas. Por esa razón, hay situaciones y cosas que sobrevaloramos y terminan por destruirnos.

El hombre siente que su vida depende de alguien, y por lo tanto se percibe como un ser dependiente. Por esa razón de una u otra manera busca a ese ser superior, para adorarle.

Pero en esa búsqueda, el hombre se maravilla con lo que encuentra, y termina por adorarle como si fuera dios.

Las cosas de la vida tienen una importancia relativa; valen en relación al tiempo, al lugar y a las necesidades del momento. Pero cuando el hombre no conoce a Dios, les llega a dar un valor absoluto, y se envilece al adorar lo que no es fundamental en la vida. Y ese ídolo que el hombre crea, termina por aplastarlo.

El verdadero Dios, esta para liberarnos y hacernos vivir en paz. Cualquier otra cosa a la que le demos absoluta importancia, acaba por perdernos. Porque aquello a lo que le concedemos un valor absoluto, termina por quitarnos la paz y arrebatarnos el sueño.

Ya lo decía Ortega, que la vida esta hecha a base de importancias. Por eso, aquello a lo que le demos importancia, va a robar nuestra atención. El hombre hace grandes los problemas y las cosas. Y al darles un interés exagerado, esta dejando que nos roben la paz y nos impidan ser nosotros mismos.

Pero cuando se vive para el Señor, las cosas tienen una importancia relativa; nada nos inquieta, porque nada es tan importante como Dios, y nuestra felicidad esta en vivir para adorarle.

05

Las cuatro estaciones en el matrimonio

EL INVIERNO

Queridos lectores: El invierno es la estación del fuerte frío; la naturaleza dejó de mostrar sus hojas, los árboles están en ramas y en algunos lugares se cubren con los copos blancos de la nieve.

Mamá está grave, los médicos nos acaban de decir que no hay ninguna esperanza; que nos preparemos para aceptar que se cierre el ciclo de vida de quien te dio el ser. De repente el monitor dejó de ondear sus colores, las líneas son horizontales, un zumbido permanente hace oír su sonido; todos estamos en torno a ella… mamá ha dejado de existir.

El hábito no hace al monje E

Por P. Kino

n la edad media se decía que “El hábito no hace al monje”, pues en las universidades eclesiásticas, obligaban a sus estudiantes a llevar el hábito eclesiástico y la tonsura. El sacerdote redentorista y Dr. en psicología, Rafael Prada, quien fuera mi asesor de tesina en la Licencia de Moral en Roma, externa argumentos a favor y en contra de la sotana, hábito religioso. Él no utiliza la palabra alzacuello, eso yo lo añado, pues finalmente es indumentaria eclesiástica. Sintetizaré los argumentos dados por él.

Argumentos a favor en la utilización de indumentaria eclesiástica: - Valor de identidad: Te identifican como parte de un grupo que lleva un mensaje.

- Valor simbólico: Manifiesta una vivencia de fe.

- Valor de referencia: Pío XII decía: De cómo una persona se viste, se comprende qué cosa sueña.

- Valor de imagen: La sociedad aprende más de la imagen que de la palabra.

Argumentos a favor de vestir de manera civil: - Al vestirse con indumentaria eclesiástica, puede ser una resolución falsa de problemas de identidad: Se aparenta ser lo que en realidad no se es.

- La vestidura eclesiástica, puede manifestar signo de poder, de separación, de privilegio: Vestir como todos, favorece “inserción” en una realidad civil, que es la mayoría de la gente.

- La referencia no es lo externo, sino la presencia de Dios en la persona.

- Se puede llegar a ser esclavo de la imagen.

Pero ¿Qué dice el Vaticano II al respecto en cuanto a la forma de vestir los ministros de la Iglesia? El decreto Perfectae caritatis¸ en el número 17 dice: El hábito religioso, signo de la congregación, sea simple y modesto, pobre y al mismo tiempo decoroso […] adaptado tanto a los tiempos y lugares como a las necesidades del apostolado…

En síntesis, habrá veces que se tendrá que utilizar, incluso como signo de evangelización, y en ocasiones no parece práctico ni conveniente utilizarlo.

Iba a continuar el artículo, con una anécdota que tuve en Roma, con un amigo sacerdote en cuanto al uso del alzacuello, pero ya no tengo espacio… ¿Por qué escribí esto? ¿Por cultura general?, ¿Porque se me están agotando los temas para La Red? como quiera, ya lo leíste… hasta la próxima.

Los gritos y llantos desesperados de quienes la vieron morir no se hacen esperar; y al mismo tiempo rezamos para que su alma descanse. La noticia corre como reguero de pólvora independientemente de la hora que sea.

La familia se prepara para el funeral.

Para algunos, el momento más impactante es la hora de la muerte, para otros, es cuando tu ser querido empieza a descender lentamente entre unos pares de cintas que depositan los restos mortales hasta el fondo de la fosa. Siguen los gritos y ahora con más intensidad: “no te vayas”, “llévame contigo”, “por qué nos dejaste”.

Se llega a la casa y se siente un inmenso vacío y quisiéramos despertar de lo que pensamos es un amargo y triste sueño, pero no, es la realidad.

Papá llora en silencio; toma una foto de mi madre; me comenta que se ha ido la otra parte de su vida y me dice: “cuántas cosas no pasamos juntos”.

Papá no puede vivir solo. Entre los hermanos nos organizamos para que

Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez colunga46561@hotmail.com.

alguien viva con él, porque no quiere dejar su casa, dice que no se siente a gusto, y sinceramente no hay como tu espacio.

Pasan los días y tu papá empieza a enfermar; necesariamente tiene que estar en casa de alguien de sus hijos, pero el pequeño problema es cuando algunas nueras no quieren batallar con él; o algunos yernos no quieren perder su espacio ni su privacidad; y en este caso, para evitar problemas, la hija o los hijos buscan un asilo para su padre para que pase allí los últimos días de su vida.

Lo más triste de esta época, además de la muerte de tus padres, es que en algunas familias, al faltar ellos, es como si la mazorca se desgranara.

Los hermanos ya no se frecuentan, ni se procuran; pasan los meses y no se sabe nada de ellos; actúan como unos perfectos desconocidos.

En otros hogares, se busca a la hermana o hermano mayor y la convivencia sigue como si vivieran sus padres, y se siente la armonía y la paz.

En esta etapa del invierno ocurre la muerte de uno o de ambos padres y la verdad no estamos preparados para ello, y hay hogares en donde el invierno se adelantó mucho tiempo antes; hay hijos que tienen una idea vaga de su padre y hay otros que ni siquiera los conocieron.

Aprovechemos a nuestros padres y en vida démosles el amor y respeto que se merecen, porque después es demasiado tarde.

Hasta la próxima.

Oigo, como llama una campana que a esta de la mañana ya se fija en el reloj

El Papa y su oficio Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz

E

l Papa es Obispo de Roma, Vicario de Jesucristo, Sucesor del Príncipe de los Apóstoles, Sumo Pontífice de la Iglesia Universal, Patriarca de Occidente, Primado de Italia, Arzobispo y Metropolita de la provincia Romana, Soberano del Estado Vaticano, Siervo de los Siervos de Dios. El más importante es el último, el de los Siervos de los Siervos de Dios, que fue un título que fue acuñado por primera vez por el Papa San León Magno.

Cuando Jesucristo instituye su Iglesia, hizo de Simón Pedro, el rudo pescador del lago de Bethsaida en Galilea, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella y lo instituyó pastor del rebaño (Jn 21, 1517). El Papa no tiene otro oficio que el de ser depositario de las llaves de la Iglesia y pastor del gran rebaño que forma la Iglesia Católica.

A él, le corresponde confirmar en la fe a todos sus hermanos, es decir a todos los católicos. “El Romano Pontífice goza de esta infalibilidad en virtud de su ministerio cuando como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles que confirma en la fe a sus hermanos, proclama por un acto definitivo la doctrina en cuestiones de fe y moral” (Catecismo de la Iglesia Católica n. 891).

Es para todos los católicos una gracia muy especial el saber que las enseñanzas del Papa son las mismas enseñanzas que las enseñanzas de Cristo. Los católicos no creemos simplemente en lo que dice el Papa. Sabemos que lo que dice el Papa es lo mismo que ha dicho Cristo. El Papa goza de esa asistencia

especial de Cristo de forma que no pueda equivocarse en todo lo relacionado con la fe. Esta ayuda especial es lo que se llama la infalibilidad.

Junto con el oficio de Maestro está también el de Pastor que Cristo le da a Pedro al final del evangelio de San Juan. Por tres veces Cristo le pregunta a Simón Pedro si le ama y ante la respuesta afirmativa de Pedro, Jesús le ordena “Apacienta mis corderos... Apacienta mis ovejas...

Apacienta mis ovejas” (Jn 21, 15-17).

Tres veces le pregunta y tres veces le responde. ¿Mayor confirmación que ésta para darle el encargo de Pastor universal de los hombres? Y así lo entendieron los apóstoles desde aquellos tiempos. Sabían que Pedro tenía un lugar privilegiado entre ellos, por indicación del mismo Cristo. Por lo tanto, al Sumo Pontífice le corresponde también ser el Pastor Universal de la Iglesia Católica.

Como Pastor debe guiar a las ovejas hacia los mejores pastos, debe ayudarlas en sus necesidades y dificultades.

Concluimos que su oficio es: • Ser VICARIO DE CRISTO EN LA TIERRA. (Mt 16,18-19) • Ser Cabeza visible de la Iglesia.

• Ser el Obispo de Roma.

• Tener el “PRIMADO DE AUTORIDAD” entre todos los obispos.

• “Confirmar en la fe a los hermanos Obispos”. (Lc 22, 32) • Ser el jefe de la jerarquía Católica.

• Ser infalible en la Doctrina Católica, en materia de Fe y Costumbres”.

(CV I) • Tener la asistencia del Espíritu Santo para gobernar a la Iglesia.

(Matutina, Fernando Delgadillo)

L

a campana, la hemos oído como un instrumento musical de metal, que se hiere por debajo con el badajo o por el exterior con un martillo, los golpes para ella no son un dolor sino una gloria, pero dobladas nos traen nostalgia y dolor. En la cocina como boca de chimenea, y en el buceo es protectora de los submarinistas (la campana para el buzo). La Campana, oriunda de la región de Italia, Campania, en donde se trabajaba el mejor bronce.

De allí su nombre.

El tilín tilín, el talán talán; mejor conocido como campana, es usado también como instrumento de culto, otrora se decía que tenía la facultad de hacer llegar su sonido y convocar a seres sobre naturales y a los naturales –como nosotros-. En el periodo

paleocristiano, usualmente se utilizaban campanas de plata para aclamar al sacrificio de misa. Pero la campana, aunque debe su nombre a la ya mencionada región, también se le conoció por otros nombres como: nola, signum y clocca; ésta última denominación de campana fue evolucionando hasta el conocido o´clock, de donde se entiende que la campana sonaba en diferentes localidades a las horas en punto, 9:00 o´clock (on clock, ˃ en clock, ˃ en punto del sonido de campanario). El armonioso tintineo, es entonces un fuerte eslabón que está unido con el tiempo, la vida y la muerte, el más allá y el más aquí. Creo que nada ha suplido a la campana, precisamente por ser tan amiga de lo terreno y tan atenta con lo eterno.

Del dicho al hecho, hay mucho trecho Canónigo José Ma. Ortega Robles

H

ay muchos aspirantes a la gubernatura que en su campaña de proselitismo ofrecen la luna y las estrellas y después qué pasó, les vino la amnesia y olvidan todo lo prometido y si acaso hacen algo, es ya para salir y para que diga que hicieron. Pero antes a los billetes les salieron alas y volaron a sus bolsillos, así hicieron su nido. Hay pocas excepciones de los que cumplen lo prometido.

Los machos mexicanos en los hogares, les ponen tapojo a sus promesas, ni que decir de su cobardía. Y tratan a su esposa y sus hijos a golpes, los torturan y los tienen abrigados y semidesnudos.

Estos se cuentan por docenas, cientos y hasta miles.

Cuando eran novios, ¿qué le prometían a su candidata al matrimonio?

Qué valiente esos boxeadores de los hogares. Que diríamos de un boxeador que quisiera boxear con un niño. ¿Usted y yo lo aplaudiríamos?

Es el caso de los machos mexicanos de los hogares víctimas de ellos. ¿Será justo lo que hacen esos malditos y salvajes machos mexicanos?

Otros Trabajan con la ley del azadón. Todo para acá, nada para allá. No tienen tantito temor de Dios, ni tantita dignidad. Todo les alcanza para sus vicios, menos para cumplir con sus deberes de padres, esposos, su conciencia es una piedra, un pedernal.

Quiera Dios los ilumine y se arrepientan a tiempo.

Oremos por las víctimas de esos machos mexicanos.

Los libros y sus autores

Por Mtro. Luis Marino Moreno F.

Job: la fuerza del esclavo Antonio Negri Buenos Aires, Paidós, 2003, 195 págs.

“C

omencé a escribir este texto hace ya mucho tiempo, en 1982 o 1983. La situación en la que me hallaba era realmente desesperada: desde hacía tres años estaba preso por razones políticas en una cárcel de alta seguridad y no sabía cómo salir de allí. Buscaba en el análisis del sufrimiento una clase para poder resistir”.

Finalmente, Antonio Negri hallará en el libro de Job la fuerza que buscaba. Job le permite sondear desde la prisión en la ontología del trabajo y en la ontología teórica de la liberación. Le enseña que de la inconmensurabilidad del sufrimiento puede nacer la pasión de la creación: cuando caen las antiguas medidas, hay que crear otras nuevas; la experiencia ética del dolor puede culminar en una visión de lo verdadero; atravesar el desierto permite reconquistar la vida en un nivel más elevado.

El autor nos ofrece en este libro una lectura rigurosa del texto bíblico, que sirve de soporte para pensar sin facilismos ni concesiones la transición de su tiempo: el pasaje a la postmodernidad.

ANTONIO NEGRI Filósofo y ensayista, es autor de numerosas obras de filosofía política, entre ellas Dominio y sabotaje (1979), Las verdades nómadas & General Intellect, Poder constituyente, Comunismo (en colaboración con Félix Guattari, 1985), El exilio (1997), Marx más allá de Marx (2000), Imperio, escrita en colaboración con Michael Hard (2002)

07

Iglesia Universal VATICANO.- Antes de recitar el Regina Cæli con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro. El papa recordó al santo peruano san Martín de Porres. El papa ha iniciado sus palabras recordando el tema del evangelio del Quinto Domingo de Pascua, que se inicia con la imagen de la viña. “La viña verdadera de Dios, la vida verdadera, es Jesús, quien con su sacrificio de amor nos da la salvación, nos abre el camino para ser parte de esta viña. Y como Cristo permanece en el amor de Dios Padre, así los discípulos, sabiamente podados por la palabra del Maestro, si están profundamente unidos a Él, se convierten en sarmientos fecundos, que producen cosechas abundantes”, dijo el papa.

ROMA.- El P. Federico Lombardi, Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, afirmó que, con su visita a México en marzo de este año, el Papa Benedicto XVI quiso dejar “un signo de su presencia y de su palabra para todo el continente”. El P. Lombardi explicó que México fue el lugar idóneo para este gesto, “porque es un lugar central de la devoción, de la fe y de la cultura Iberoamericana gracias a la presencia de la Virgen de Guadalupe, aunado a una gran tradición de fe”.

ROMA.- El Postulador de la causa de Canonización del Beato Juan Pablo II, Mons. Slawomir Oder, aseguró que existen tres o cuatro casos muy interesantes que podrían permitir la canonización del Beato Juan Pablo II. El 1 de mayo se cumplió un año desde que el Papa Benedicto XVI beatificó a Juan Pablo II ante más de dos millones de personas reunidas en San Pedro para presenciar la beatificación más multitudinaria de la historia.

Iglesia en México CIUDAD DE MÉXICO.- El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera, recordó que el Señor Jesús necesita de las vocaciones para ser luz en quienes se encuentran en las tinieblas. Destacó que aceptar la vocación al sacerdocio significa “aceptar dar la vida para que los demás la tengan en abundancia” y no esperar ser servidos, sino estar al servicio de los demás, “el verdadero liderazgo cristiano consiste en ponerse al servicio de los demás, viviendo y desviviéndose y dando la vida”, agregó.

MÉXICO.- Durante ésta semana se llevará a cabo el encuentro nacional de pastoral Social en el Estado de México. Para este encuentro se plantean los objetivos propuestos son: 1) Brindar herramientas para un discernimiento adecuado a la situación político social del país a través de la participación ciudadana como cristianos en la construcción de la democracia y de la paz; 2) Y dar un paso más en la reflexión de la identidad, visión y misión de Cáritas, concretando acuerdos oportunos para el trabajo en red de la Federación Mexicana.

MÉXICO.- Monseñor Diego Monroy Ponce, rector del Santuario de San Juan Diego, vio con buenos ojos la iniciativa de la Secretaría de Turismo (Sectur) de retomar la “Ruta de San Juan Diego” para dar a conocer –a nacionales y a extranjeros–, los lugares en los que el santo indígena vivió o frecuentaba, y en los que presenció las apariciones de la Virgen de Guadalupe. Sin embargo, advirtió de la importancia de que este proyecto sea manejado por especialistas en el tema del Acontecimiento Guadalupano.

SAN LUIS POTOSÍ.- Durante estos últimos días, previos a la llegada del Nuevo Arzobispo Don Jesús Carlos, se están realizando varios eventos en los que tienen como objetivo agradecer a Don Luis Morales Reyes por su tiempo en el que estuvo al frente de la Arquidiócesis. Tanto parroquias como grupos, así como el presbiterio han ofrecido momentos emotivos en los que las palabras de gratitud prevalecen. Aunque Don Luis permanecerá en territorio potosino, han sido constantes las muestras de cariño particularmente de los fieles que lo conocen y que han percibido su cercanía y su arduo trabajo en la Iglesia Potosina.

Por Pbro. Darío Martín Torres

L

a cultura mediterránea acogió la encarnación y todo el ministerio público de Jesucristo, esa misma cultura acogió la primera predicación del Evangelio y en ese ambiente se escribieron los cuatro evangelios.

Jesús empleó los elementos que formaban parte de la vida de sus oyentes para explicar las realidades más profundas de su mensaje de salvación, lo mismo hicieron los evangelistas. Así, no es extraño que la imagen de la “vid” forme parte de los discursos pascuales que da Jesús en el evangelio de San Juan.

Este calificativo de “pascuales”, aplicado los discursos de despedida de Jesús, lo podemos emplear basados en el contexto pascual en que se dan, explicitado por el evangelista en la nota que da en 13,1, con la cual subraya que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, es decir, su Pascua. Además, estos discursos vienen a explicar el último gran signo ofrecido a los hombres: su elevación en la cruz.

El capítulo 15 de San Juan contiene uno de los temas más específicos y ampliamente desarrollados en los extensos discursos pascuales (prácticamente abarcan cinco capítulos, Jn 13-17). El punto fundamental de este capítulo es la unión real que se da entre Jesús y los suyos, es decir, los que creen en él. Es una unión que los incorpora a su propio ser.

Así, los sarmientos que no están unidos a la vid no pueden dar fruto, y los que no da fruto se cortan y se secan. La señal de que se está unido a la vid es el fruto. El fruto pedido radica en el mandamiento del amor, un mandamiento que se sustenta en el amor extremo con el que Jesús ha amado a los suyos.

Los primeros cinco versículos hacen el planteamiento fundamental: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié.

Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos, El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.”

El resto del capítulo desarrollará la idea fundamental dando lugar a ulteriores aplicaciones, entre las que podemos señalar las siguientes: el discipulado, la elección, la amistad, el mandamiento del amor, el odio del mundo, el Espíritu de Verdad y el testimonio que darán tanto el Espíritu como los discípulos.

Las huellas de un pastor M

e honra grandemente expresar una palabra sobre el libro Huellas de un Pastor, pues lo ha escrito un sucesor de los Apóstoles, D. Luis Morales Reyes, a quien el Señor ha querido dotar de cualidades extraordinarias como Pastor, las cuales han definido su perfil como Obispo, tal como lo presenta la Exhortación Apostólica Pastores Gregis: un auténtico servidor del Evangelio de Jesucristo.

El libro nace de la columna que él personalmente nos escribió cada semana con gran profundidad espiritual, corazón de pastor y amor por sus lectores, desde la fundación del Semanario “La Red”, el 25 de enero de 2009 hasta el 15 de abril de 2012, con más de tres años de cita semanal con los lectores del periódico Arquidiocesano, que nació gracias a su iniciativa y convicción de la fuerza evangelizadora de los medios de comunicación.

Detrás de cada página, no vemos un escritorio o un teclado de computadora, sino un corazón de pastor y un testimonio de entrega convencida al oficio de Obispo. Su larga y fructífera vida episcopal, siempre planeada, nunca improvisada, no sólo en otras Diócesis sino también en la Conferencia de los Obispos, le permiten ofrecernos una palabra no sólo sabia y madura, enriquecida por su larga experiencia de trabajo episcopal, sino cargada de espiritualidad. Su preocupación por la espiritualidad sacerdotal y laical es irrefutable.

Puedo dar testimonio de que estas páginas no nacieron de momentos de ocio, sino que nacieron de la renuncia a un momento de descanso, con el único deseo de dar una palabra amorosa, cálida e iluminadora, a los fieles de la Arquidiócesis. Publicar este libro ha sido una acertada iniciativa del Director de nuestro Semanario La Red, el P. Tomás Cruz Perales, el cual contiene las valiosas y puntuales palabras que pensó como Pastor para todos nosotros, el Excmo. Sr. D. Luis Morales Reyes.

Gracias a él por darnos siempre su palabra de apóstol y padre, gracias por conducir a nuestra Arquidiócesis viviendo siempre al servicio del Evangelio, gracias por el testimonio que lo respalda.

Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

¡Adquiérelo Ya! De venta en las oficinas de la Red (Madero 405, Centro) y en la Librería Arte Sacro (a un costado de La Catedral)

Encuentro Don Luis Morales Reyes con los Niños Por LCC Angelica Maldonado Morales

sana alimentación y convivencia disfrutaron de inicio a fin de este festejo que se tornó grato para todos los chiquitines, quienes jugaron, rieron y se divirtieron al máximo por varias horas hasta el cansancio.

D

on Luis Morales Reyes tuvo un emotivo Encuentro con niños de las Parroquias de la periferia ubicadas en las colonias: Saucito, Tercera Grande, Tercera Chica, Escalerillas, Satélite, entre otras. La amena reunión tuvo lugar en el auditorio “Ignacio Montes de Oca” de la Casa de Acción Católica en el marco de la celebración del Día del Niño.

Un momento muy emotivo fue cuando todos querían saludar al mismo tiempo a nuestro Pastor, a quien en cuanto llegó le cantaron el tema “Amigo”, para recibirlo con gran regocijo, lo cual agradó en demasía a Don Luis, que radiante de felicidad les agradeció este gran detalle como fue el de interpretarle tan bellísima canción dedicada especialmente para él --y que le viene a bien--, pues ha sido, es y será un Buen Pastor y representante de Cristo en la Tierra.

La Pastoral Social-Cáritas encabezada por su titular, Pbro. Rubén Pérez Ortiz, organizó este festejo en honor a los pequeñitos, que consistió en rifas, regalos, una rica comida, pastel, gelatina, muchos dulces, juguetes y muchas sorpresas más para los pequeñitos que deseosos de pasar gratos momentos de

El Sr. Arzobispo bendijo los alimentos y les habló a los corazoncitos infantiles, a esos corazones limpios de toda maldad, de toda mancha de pecado, de todo aquello que nos aparta de Dios, mientras contemplaba sus ojitos brillantes, llenos de luz, transparencia, inocencia y pureza de alma, cuerpo y mente intuitiva y activa.

No se cansaba de saludarlos, besarlos y abrazarlos como un Padre protector, tierno y amoroso, por lo que los niños estaban felices de tenerlo cerca.

Sin duda todos los adultos queríamos ser niños en ese momento pues nos identificamos con esos corazones desbordantes de alegría que nos recordaron las palabras de Jesús: “Dejad que los niños se acerquen a mí y no se los impidáis, pues de los que son como ellos es el Reino de los Cielos”.

Señor de la Misericordia, ten piedad de mí Parroquia del Señor de la Misericordia, celebra confirmaciones

E

n la colonia la Libertad, en donde tiene el cobijo del Señor de la misericordia, centenas de fieles se reunieron el día seis de mayo, para agradecer la vida de su parroquia y para darle una bienvenida calurosa a Don Luis Obispo, quien llevo el mensaje del Espíritu Santo, llevando también el sacramento de la confirmación a 150 confirmandos, quienes fueron debidamente preparados por un grupo de 15 catequistas y con el apoyo de su párroco Víctor Hernández.

Por. Ricardo Guerrero

Don Luis Morales Reyes, invitó a la gente que siempre pidieran y oraran al Señor de la Misericordia, dijo además que hay que estar siempre venerando y adorando al Señor de la Misericordia, nunca −denotó Don Luis− debemos de alejarnos de la mirada del Señor de la Misericordia, pues a Él debemos el amor del Padre, la mirada de compasión, y la compasión es dar el corazón, entonces estaremos siendo misericordiosos, misericordia, dijo así Don Luis Morales, es dar el corazón, eso significa.

La celebración estuvo matizada desde el inicio con la nostalgia de saber que el Obispo de San Luis Potosí, Monseñor Luis Morales Reyes, ha dimitido (apostólicamente) a la misión de la Iglesia Diocesana quedado como obispo emérito, pues al inicio de la celebración Don Luis Morales agradeció a los parroquianos este tiempo de vida pastoral que ya termina, y contento dijo que asistía por última vez como Arzobispo a su fiesta en honor al Señor de la Misericordia.

Pbro. Benjamín Moreno Aguirre

MUY QUERIDO DON LUIS:

L

a presencia de cada Obispo en la historia y en el camino de la Iglesia Potosina, nos trae la certeza en esta gran Fiesta de la Pascua, que Jesús el Buen Pastor Resucitado no cesa de guiarnos y darnos su vida, también, a través de sus testigos privilegiados que el eligió, los Doce Apóstoles, de los cuales los Doce Obispos que nos han pastoreado hasta ahora son sus sucesores.

Muy querido Don Luis: A Usted le ha tocado ser el número Doce en esta sucesión pastoral en la vida de nuestra Iglesia Potosina y le decimos con gratitud, que estamos alegres por este designio de Dios, porque con su testimonio de Pastor incansable nos ha ayudado tanto a crecer.

Con Usted nos ha tocado peregrinar 13 de sus 36 años de Obispo; hemos tenido la dicha de compartir juntos acontecimientos muy grandes como lo fueron: El cruzar el umbral de la puerta de un Tercer Milenio cargado de esperanzas y desafíos; por otra parte, la Celebración de los 150 Años de nuestra Diócesis, cuyos anhelos y compromisos han quedado muy bien plasmados en esta época reciente en los Cuatro Planes Diocesanos de Pastoral, dos de los cuales fueron impulsados con mucha entrega de su parte.

El Pbro. Benjamín Moreno, dirigió, a nombre de la Iglesia Potosina unas palabras con motivo de su Aniversario Episcopal XXXVI. Como testigo de Cristo maestro, ha sembrado en nosotros la consigna de acudir siempre a la Palabra de Dios como punto de partida de cualquier itinerario pastoral. Su convicción por el camino y la práctica de la Lectio Divina, como Pastor nos la ha sabido transmitir y ésta ha producido solidez a nuestros ordinarios encuentros eclesiales.

Don Luis fue acompañado por D. Lucas Martínez Lara, obispo de Matehuala; por Mons.

Andrés Vargas Peña, obispo auxiliar de México, y por el Arz. Emérito, D. Arturo.

Como partícipe del Sacerdocio de Cristo, lo sentimos muy perseverante en su entrega sacerdotal.

Gracias por todas esas eucaristías compartidas en todos los rincones de la Diócesis, por el Sacramento de la Confirmación que a tantos jóvenes y adolescentes confirió. Gracias por el Sacerdocio de Cristo que nos ha compartido a todos sus sacerdotes. En este tiempo también, de grandes cuestionamientos de la Identidad Sacerdotal, le agradecemos el que siempre nos haya invitado a convertirnos a Jesús Buen Pastor, sobre todo en la valiosísima iniciativa de tener al inicio de cada Cuaresma los Ejercicios Espirituales.

Finalmente, como pastor y servidor de Cristo. Don Luis, muchas gracias por esas maratónicas jornadas en los Decanatos y en las Parroquias, no importando el costo: su misma salud. Sus dos visitas pastorales realizadas sin prisas y con tanta entrega, nos deja el recuerdo de un Padre cercano y de un Misionero que ha entendido bien la Misión Apostólica que consiste en: Ir y proclamar la Buena Nueva, ahí donde necesita ser escuchada. Don Luis, que Dios siga iluminando sus pasos ahora como Obispo Emérito, deseamos que le dé mucha salud, que le conceda muchos momentos de paz para descansar y que la Santísima Virgen le haga experimentar siempre la alegría de haberle dicho sí a Cristo, como ella en la hora de la Encarnación.

Don Luis Morales, recibió por parte de SS. Benecicto XVI un emotivo saludo por su Aniversario Episcopal

MAYO 13 DE 2012

Señor San José, padre adoptivo de Cristo

C

Por Ricardo Guerrero

on mucha alegría y entusiasmo la comunidad parroquial de San José, en Bledos y el Párroco: Jesús Domínguez Ortiz celebraron, el pasado primero de mayo, la festividad en honor a San José Obrero.

El ambiente festivo inicia con el novenario: del 23 de abril al 1 de mayo.

El primer día se tuvo la presencia del decanato de “la Santa Cruz”, como signo de comunión y alegría con la parroquia; diariamente se realizaron las tradicionales “entradas de cera” donde participaron todas las comunidades y los barrios de la cabecera parroquial. El 29 de abril se llevaron a cabo las primeras comuniones, donde alrededor de 50 niños recibieron por primera vez el Cuerpo y la Sangre de Cristo; el 30 de abril se contó con la presencia del Administrador Apostólico: Don Luis Morales Reyes, donde invitó a los fieles a vivir a ejemplo de San José.

El día 1 desde muy temprano se entonaron las mañanitas, y no pudo faltar el famoso tamborazo y el tradicional mariachi. Los fieles acudieron a venerar al señor San José para pedir por sus familiares, amigos y trabajos.

A la 1:00 de la tarde tuvo lugar la celebración Eucarística precedida por Mons. Antonio Torres y se contó con la presencia de los fieles.

También en la parroquia de San José obrero y Santa María, en la colonia Valle Dorado, aquí en la capital potosina, la feligresía unió su gozo y oración, como en una sola nota de alabanza a las oraciones y plegarias de Don Luis Morales, Arzobispo, quien presidió la solemnidad del día dedicado a San José, junto a sus hermanos presbíteros; párroco Silvino, el vicario de Pastoral, Manuel López y presbíteros invitados.

La celebración estuvo llena del Espíritu Santo, su gracia se derramó a seis decenas de neófitos en el sacramento de la confirmación. Durante la ceremonia se puntualizó en la fe y servicio de San José. La enseñanza de este noble santo es para los creyentes un aliciente para marchar en la santidad.

SAN JOSÉ, BLEDOS

SAN JOSÉ OBRERO

Esta festividad hace de los fieles un día inolvidable, y se agradece los párrocos, que con gran entusiasmo prepararon lo necesario para que los fieles tuvieran un encuentro con el Obrero de Nazaret, hombre fiel, justo, bueno y sencillo.

Tres de mayo, día de la Santa Cruz

Por Redacción La Red

Fiesta y confirmaciones en la Santa Cruz

U

na gran alegría parecía bañar los corazones de los feligreses de la colonia Industrial Aviación, pues tres motivos les henchían el corazón: su fiesta patronal que religiosamente cada año realizan; un grupo aproximado de 200 jóvenes reciben el sacramento de la confirmación; y Don Luis Morales les comunica que les han entregado el comodato de la “concha acústica” (explanada a un costado del templo). Sin duda las tres noticias fueron motivo de gusto para los parroquianos pero lo que va colmando de fuerza la Iglesia diocesana, es sin duda el ejercicio del sacramento.

La fiesta de la Santa Cruz en Escalerillas, SLP, se vivió de un modo muy peculiar, pues los habitantes de las comunidades cercanas a ésta, durante todo el novenario no dejan de venerar a la Cruz y el 2 de mayo se acercaron a su templo. D. Luis Morales Reyes durante su homilía llamó a La Cruz, signo de libertad y amor hacia el hombre. Las Danzas, los bailes, la pólvora, la comida, todo iba encausado para festejar con alegría esta fiesta Patronal.

Mons. Luis Morales Reyes, presidió la solemne Concelebración Eucarística en el Santuario de la Cruz del Apostolado de Jesús María, Villa de Reyes, SLP, acompañado de un gran número de Sacerdotes Misioneros del Espíritu Santo, encabezados por su Padre Superior, Pbro. Carlos Alejandro González Ibarra.

“Consolémonos unos a otros, animémonos a cargar con la Cruz de cada día con la ayuda de Cristo Jesús”, enfatizó Don Luis Morales en su homilía.

SANTA CRUZ, Colonia Industrial Aviación

ESCALERILLAS

SANTUARIO DE LA CRUZ DEL APOSTOLADO DE JESÚS MARÍA, SLP

Como Obispo Emérito iré a las comunidades marginadas donde claman justicia: Mons. Luis Morales Reyes Por Angélica Maldonado M.

“Y

o ya me quedo en una forma privada trabajando, claro que sigo siendo sacerdote, sigo siendo obispo, y pues visitando las comunidades rurales pequeñas en las que me inviten a celebrar Misa, pero ya no oficialmente, esto lo haría en diversos lugares donde me lo pidan, pero sin ninguna responsabilidad oficial, sólo por ofrecer mi servicio eclesiástico por amor a Dios y su pueblo”.

“Los obispos eméritos dejamos de trabajar como obispos titulares, pero no quedamos jubilados, seguimos siendo sacerdotes y obispos, por eso iré gustoso con mi sotana a visitar las comunidades, sobre todo las más pobres, las más marginadas y olvidadas, donde están sedientas de la Palabra vivificante de Dios, donde anhelan escuchar su Evangelio y claman justicia y paz para su gente. Esto lo siguiré haciendo al igual que lo hice en diversas ocasiones cuando estuve de obispo titular, pues siempre me ha gustado visitar a los más pobres entre los pobres, aquellos que lloran su desgracia, sus desventuras, que no pueden ser del todo felices porque los hemos olvidado e incluso hemos hecho pecado de omisión con ellos por nuestro cruel olvido”.

Así lo señaló en entrevista monseñor Luis Morales Reyes, arzobispo emérito y administrador apostólico de San Luis Potosí, quien a la pregunta de los reporteros de que si San Luis quedará más bendecido con dos arzobispos eméritos y uno titular, -sonrío con evidente contento y dijo-, “pues qué bueno que lo perciban así, me da mucho gusto que así lo vean, espero en Dios así sea”.

“Por mi parte me siento en demasía satisfecho y profundamente agradecido con el Señor por todo el grande apoyo que me dieron de inicio a fin de mi gobierno episcopal y claro, sigo pidiendo a Dios por la grey potosina. Me siento realmente contento de entregar la responsabilidad y de haber llegado con vida y cierta salud porque, mi corazón ya está un poco mal, pero con muy buen ánimo para salir adelante en mi nuevo modo de ser, vivir y de actuar como obispo, aunque ya sin gobierno eclesiástico, pues ya Dios me lo concedió por 36 años de misión”.

Respecto a la Toma de Posesión de monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, afirmó: “Como se había informado con anterioridad, vendrá el Nuncio Apostólico en México, Christophe Pierre, es el único que viene del Vaticano representando al Papa, no viene nadie más, y nos acaban de confirmar que viene el Cardenal Norberto Rivera Carrera y el Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Aguiar Retes. También ya confirmaron el gobernador Fernando Toranzo Fernández y su esposa”.

“El Nuncio llega la tarde del 15 de mayo proveniente de Toluca, monseñor Cabrero llegará horas antes también para acompañarnos a recibirlo en un hangar particular; se hospedará en la casa del arzobispo”.

“Se esperan fieles que vendrán de Zacatecas, Matehuala y Valles que integran la provincia eclesiástica de la diócesis de San Luis, sobre todo de Zacatecas, esperamos superar la cifra de cinco mil asistentes. Se pondrá una macropantalla afuera con unas sillas para que desde ahí lo pueda ver más gente, como lo hicimos en el 150 aniversario de la Diócesis”.

“Les sigo invitando cordialmente a la solemne Eucaristía en la que tomará posesión, como tercer Arzobispo de esta Arquidiócesis, monseñor Cabrero, que se realizará el 16 de mayo a las 11:00 horas, en el Auditorio “Miguel Barragán” bajo el programa que ya se ha dado a conocer en varias ocasiones”.

ncho Por Po

Aranda

L.

¿SABES QUIÉN VIENE?

U

na reunión amable y cortés entre dos matrimonios para solucionar un altercado entre sus hijos, se convierte poco a poco en toda una exposición de sus peores defectos, obsesiones y en un cuestionamiento ácido de su condición humana. Entre estas dos parejas, exponen sus notables fragilidades y contradicciones. Una historia que sólo el laureado director Roman Polanski podía llevar a la pantalla grande. “¿Sabes quién viene?” ( Carnage. 2011) es el más reciente proyecto fílmico de Roman Polanski, quien se basa en la multipremiada obra teatral “Un dios salvaje” (God Of Carnage), escrita y conceptualizada por la dramaturga francesa Yasmina Reza en el año 2006. Junto a Polanski, la misma Reza adapta su obra a un guión cinematográfico y el resultado en pantalla es realmente tenso, inquietante, provocador y narrativamente sólido.

Jodie Foster, Kate Winslet, Christoph Waltz y John C. Reilly protagonizan esta cinta de fuertes pasiones, intriga, frustraciones y en donde se visualizan cuatro personalidades al borde de un ataque de nervios…y de la paranoia.

Es oportuno referir que “¿Sabes quién viene?” es un completo análisis crítico que filma el director sobre las diversas facetas de una sociedad enmarañada y difícil. Una sociedad acostumbrada a utilizar máscaras múltiples, disfraces, doble moral, una gran cantidad de prejuicios y que gusta de protagonizar vidas ajenas.

Polanski calcula fríamente cada aspecto de esta cinta: su desarrollo, escenas, movimientos de cámara, el ritmo que nunca decae, la ambientación y el motor central, que es la interacción entre sus cuatro personajes socialité conflictivos.

Foster, Winslet, Waltz y C.Reilly, sin excepción, brindan actuaciones espléndidas y dotadas de una fina ironía con personalidades verdaderamente complejas. “¿Sabes quién viene?”, es una clara muestra de que el legendario Roman se encuentra en forma, en buena condición y que acepta cabalmente los desafíos, ya que adaptar al cine una obra teatral profunda y descarnada, no era una labor sencilla de realizar. El cinismo y la maniaquez, son características base de esta galería interpretativa de situaciones que fácilmente, pueden ocurrir en cualquier sociedad. “¿Sabes quién viene?”, una cinta indispensable para verla y analizarla con lujo de detalle.

Hasta la próxima. Sigan enviando sus comentarios, aplausos o rechiflas: ponchoaranda@hotmail.com En Facebook: Poncho Aranda L.

MAYO 13 DE 2012

Amor paterno

E

n una conferencia reciente George Steiner, hablando de La idea de Europa, se atrevió a decir que sólo hasta que Occidente reniegue y se purgue de la herencia malévola del cristianismo, «tal vez la Europa de Montaigne y Erasmo, de Voltaire y de Immanuel Kant pueda una vez más ofrecer orientación». «La brutal verdad –dijo Steiner- es que Europa, hasta ahora, se ha negado a reconocer y analizar el múltiple papel del cristianismo en la medianoche de la historia, cuanto más a retractarse de él».

Es lástima que un humanista de vuelos tan altos haya dejado que sus prejuicios raciales (Steiner es judío), al menos en este punto, le impidieran hablar con mayor objetividad. ¿De veras es responsable el cristianismo de esa medianoche del la historia de la que desde hace tiempo es moda hablar? Pensemos en una institución tan laica y tan moderna como es el hospital. ¿Existían hospitales en el mundo antiguo, o ya por lo menos en el Israel de antes de Cristo? Por supuesto que no. Antes de Jesús, los enfermos no contaban; es más, cierto tipo de enfermedades (como por ejemplo el estar cojo) eran ya un impedimento para participar en el culto del Templo. Si hoy hay hospitales a todo lo largo y ancho del planeta ha sido gracias a la mirada cristiana, que supo ver en sus hermanos enfermos, desde el principio, el rostro doliente del Señor.

Si hoy la educación se ha democratizado ha sido gracias a que la Iglesia, en el medioevo –ese periodo de la historia que algunos llaman tenebroso-, fundó las Universidades.

Y de las mujeres, ¿qué decir? Un maestro en Israel no podía permitir siquiera que una mujer se le acercara, y aún hoy todo judío piadoso debe decir por la mañana la triple bendición contenida en el Sidur: «Bendito seas, Señor, porque no me has hecho gentil, porque no me has hecho esclavo, porque no me has hecho mujer». Y la mujer, que está dispensada de recitar dicha oración, puede decirla, siempre y cuando adapte la tercera bendición, diciendo: «Gracias, Señor, porque me has hecho según tu voluntad».

Fue Cristo el primero en aceptar en su grupo a las mujeres; fue él quien las defendió de los abusos a las que eran sometidas por la fuerza legal de que gozaban los varones, quienes las repudiaban con enorme facilidad para irse en busca de otras más a su gusto. Una vez, según refiere el evangelio de Mateo (19, 3-6), un maestro de la Ley preguntó a Jesús: «¿Le está permitido al hombre divorciarse de su esposa por cualquier motivo?». Jesús le respondió: «¿No han leído que el Creador desde el principio los hizo hombre y mujer, y les dijo: Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, para unirse a su mujer, y serán los dos una sola cosa? De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. Así pues, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». Con estas sencillas palabras Jesús hizo en favor de la mujer lo que no han podido hacer,

juntas, todas las feministas de la historia: ponerla en un plano de estricta igualdad con el varón.

Por último, hablemos de los niños. ¿Eran estimados en la antigüedad?

La historia dice que no, y la expresión amor paterno como sinónimo de cariño incondicional y de amor desinteresado es más nueva de lo que se piensa: un habitante de la antigüedad griega o romana no la habría entendido. ¿Amor paterno? ¿Y qué es eso? «Si -¡toco madera!- llegas a tener un hijo, déjalo vivir, si es varón; pero si es una niña deshazte de ella»: así escribió a su mujer un ciudadano griego en el año 1 a. C. en un documento que todavía se conserva para deleite y regocijo de los historiadores (Cf. Philippe Ariès y Georges Duby, Historia de la vida privada, t. 1).

13

En su tratado De la ira explicó Séneca (4 a.C. – 65 d.C.), el filósofo estoico, qué era lo que se hacía en Roma con los niños que, al nacer, no acababan de gustar a sus padres: «Acabamos con los perros rabiosos, matamos al buey feroz e indomable y hundimos el hierro en el ganado enfermo para que no contagie al rebaño; nos deshacemos de los fetos monstruosos, incluso ahogamos a los niños si han nacido débiles y con malformaciones; y no es ira, sino razón, apartar a los sanos de los seres inútiles» (Sobre la ira, XV, 2). Cuando, siempre en Roma, un niño no era aceptado por su padre, se lo exponía para que lo recogiese de la calle quien quisiera hacerlo; si sobrevivía a la experiencia, quienes por lo regular lo tomaban a su cuidado eran: 1) damas acaudaladas que buscaban evitarse las fatigas del parto, 2) magos o hechiceros con el fin de extraerles el cerebro y la médula «para finalidades mágicas y nefastas» -según se lee en la Historia natural de Plinio, 28,2- y 3) dueños de burdeles para explotarlos sexualmente. Dice San Justino en una de sus apologías (I, 27) que no era extraño que un hombre, yendo de lupanar en lupanar, acabara teniendo relaciones con su propia hija.

En un antiguo documento que se conserva en la Iglesia, la Carta a Diogneto (del año 150, aproximadamente), puede leerse lo siguiente: «Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra ni por su habla ni por sus costumbres.

Porque ni habitan ciudades exclusivas suyas, ni hablan un lenguaje extraño, ni llevan un género de vida aparte del de los demás... Se casan como todos; como todos engendran hijos, pero no matan a los que les nacen. Ponen mesa en común, pero no lecho»... Los cristianos también tienen hijos, pero no los matan: he ahí la gran diferencia. Amar al prójimo sobre todo en la persona de los hijos fue otra de las muchas revoluciones que Cristo vino a hacer.

Amor al enfermo, a la cultura, a la mujer, a los niños. ¿Es ésta la herencia que ha contribuido a oscurecer la historia de Occidente? Se me permita esbozar una sonrisa que no será, precisamente de simpatía.

El teatro en San Luis Potosí antes de la Independencia

Por Mtro. José Ricardo García López

E

n un artículo anterior comentamos que el hombre en el curso de su existencia ha procurado un gran número de formas para divertirse y de esta manera descansar de la rutina del trabajo. Una de esas formas son las representaciones teatrales que existen desde la más remota antigüedad, pues ya los griegos las practicaban principalmente mediante las tragedias, género literario en el que destacaron.

En América en general, y en particular en San Luis Potosí, los misioneros se valieron, con frecuencia, del teatro para evangelizar a los habitantes originarios de estas tierras. Existen evidencias documentales de que ya para el siglo XVII quienes más se dedicaron a esta forma de evangelización fueron los padres mercedarios, quienes tuvieron su convento en lo que ahora es el mercado Tangamanga, y al que muchas personas mayores todavía se refieren a él como “el mercado de La Merced” porque ahí se encontraba el templo y en el jardín Colón se ubicaba el convento de los padres de la Merced.

Pues bien, estos frailes impartían sus clases de actuación, y realizaban breves representaciones, en diversos lugares del pueblo. Sin lugar a dudas uno de esos lugares se localizaba a mediados de la actual calle de Abasolo entre las de Zaragoza y Morelos y considerando que los pobladores acostumbraban asistir a dichos espectáculos en ese lugar, posteriormente, durante los años de 1825 a 1827 ahí se construyó el teatro Alarcón de acuerdo con el proyecto de Francisco Eduardo de Tresguerras, y según los entendidos es un ejemplo de arquitectura teatral.

Además de los padres de la Merced hubo compañías de artistas que representaban obras de teatro aquí en San Luis Potosí exclusivamente y otras que realizaban giras por todo lo que después sería la República Mexicana, algunas de éstas venían de Europa, principalmente de España.

Entre los documentos que conserva el Archivo Histórico del Estado, localizamos un contrato que se refiere a representaciones teatrales y en el que se contrata a dos personas para que actúen, posiblemente en lo que posteriormente sería el Teatro Alarcón. Encontramos en este contrato algunas expresiones que ya no se usan por lo que aquí tratamos de dar alguna explicación: Así por ejemplo dice que José Taboada es autor de compañía de cómicos, actualmente diríamos que era empresario teatral y se dedicaba a presentar comedias (musicales). El contrato comenzaría el 27 de septiembre de 1802 y terminaría el último día de carnestolendas, esto es un día antes del miércoles de ceniza de 1803. Con estas explicaciones se entenderá mejor el contrato que aquí presentamos:

En la ciudad de San Luis Potosí, S.L.P. en 23 de septiembre de 1802 años: Ante mi el Escribano Real, Teniente del de Cabildo y testigos comparecieron don Mariano José Taboada, autor (empresario) de compañía de cómicos, Francisco Contreras y su esposa María de la Luz Gamboa del mismo ejercicio, a quien doy fe conozco, y dijeron los dos últimos que el primero les ofreció una plaza en la Compañía.

Y se han convenido en que Francisco ocupará una plaza primera de gracioso (hoy en día diríamos de cómico) y su esposa ocupará una plaza semejante por hacer de segunda dama y en caso de enfermedad de ésta, ocupará la plaza su marido. Que a la referida María de la Luz se le pagarán 4 reales por la plaza y 4 reales más, que el empresario le dará de su bolsillo, por el canto, pero sólo en las noches que haya comedias. Que a los dos referidos, Francisco y su mujer, se les ha de dar a su beneficio una comida en Real de Catorce, sin que en ésta tengan que mezclarse ninguno de la compañía, sino que todo lo que rindiere de entrada la comedia que ellos elijan, sacados los precios y costos, el sobrante es sólo de los ya citados, a quienes se les ha dado a su cuenta, en calidad de préstamo, veinticinco pesos. Que este contrato ha de comenzar desde el día 27 del corriente hasta el último día de carnestolendas del entrante año de 1803. Por lo que formalizando este contrato el ya citado don José Mariano Taboada, en la mejor y más bastante forma que por derecho haya lugar, otorga que se obliga a cumplir a los ya citados Francisco y su esposa María de la Luz, todas las condiciones que van referidas sin faltarles en cosa alguna, como admitidos que han sido en las plazas que van expresadas, en las que los citados Francisco Contreras y su esposa María de la Luz Gamboa, juntos de mancomún, cada uno de por sí y por el todo insolidum renunciando expresamente las leyes de la mancomunidad en la mejor y más bastante forma, que por derecho haya lugar, otorgan que bajo los convenios estipulados, se obligan a servir las plazas que van mencionadas, en la compañía del dicho don Mariano José Taboada por el término señalado sin que, en manera alguna puedan salirse de la compañía con ninguna causa ni pretexto…

Termina el contrato con las formalidades propias de este tipo de documentos y las firmas de Taboada, Francisco Contreras y la esposa de éste María de la Luz Gamboa y la del escribano Antonio María Suárez.

Estas representaciones creemos que, cuando se realizaban en la Ciudad de San Luis Potosí, se localizaban en lo que ahora es el Teatro Alarcón de nuestra ciudad.

Fe y política

Dígame, Candidato legislador Por Criticón

E

l ex legislador Jorge Schaffino Isunza en el Sol de San Luis 5/B del domingo 29 de abril de 2012, declara que en 5 años (abril 2007 –abril 2012) se ha interrumpido legalmente el embarazo en más de 70,000 mujeres. En la misma sección B, página 1 dice: ejecuciones en el sexenio: 51 964.

El mismo señor Schaffino, afirma que se ha orientado a más de 40,000 mujeres para que continúen con el aborto. Cita además el artículo 144 del Código Penal del DF: “aborto es la interrupción del embarazo después de la décima segunda semana de gestación; para los efectos de este código, el embarazo es la parte del proceso de la reproducción humana que comienza con la implantación del embrión en el endometrio”. Sabemos por otra parte que el Dr. Bernard Nathanson participó en 75,000 abortos, fue conocido en Nueva York como el “rey del aborto”.

Fue director del Centro de Salud Reproductiva y Sexual en Nueva York, que era entonces la mayor clínica abortiva del mundo.

Al final de los años 70 renegó de su militancia en pro del aborto y llegó a ser un gran abogado de la causa pro-vida, en particular con el libro “Aborting America” y el video “El grito silencioso”.

Con el poder de la gracia divina el Dr. Nathanson se convirtió a la fe cristiana. Preguntemos ahora a quienes aspiran a ser legisladores (as), qué opinan sobre este artículo 144 y obremos en consecuencia.

Nota: En Roma quienes aspiraban a un cargo de elección popular vestían de blanco (candidus) a fin de ser fácilmente reconocidos por el pueblo.

La avaricia uno de los 7 pecados capitales

H

P. Modesto Lule MSP (www.siame.mx)

ace algunos siglos existía una tribu para quienes lo material no era considerado lo mejor de la vida. Eran los indios Kwakkiutl, que se establecieron en Canadá. Estos indios hacían un ritual un tanto extraño para ganarse el respeto de los miembros de su grupo.

Tenían una ceremonia que se llamaba potlatch, que consistía en acumular una cuota determinada de: 20 canoas, 20 pieles de lince, 20 pieles de marmota, además de 20 mantas y otras menudencias acompañadas de 20 esclavos, para después entregarlos a la comunidad; todo esto a cambio de una placa de cobre. Pero, no piensen que la autoridad se obtenía sólo con la posesión de aquella placa, pues el hombre que deseaba tener un lugar privilegiado en la comunidad debía destruir –en presencia de toda la tribu– aquella placa en el fuego. Todo esto se llevaba a cabo para demostrar que los dirigentes no estaban dominados por la ambición, sino que sentían un desapego absoluto por lo material.

Las prácticas actuales nos moldean en muchos aspectos. La cultura consumista de hoy nos hace sentir que somos y valemos más por cuanto tengamos o podamos adquirir, la moda del gancho para la ropa. Los hombres luchamos a brazo partido por adquirir bienes materiales sin importarnos incluso la propia salud. No menosprecio el trabajo arduo de los padres de familia que siempre buscan dar lo mejor a sus hijos, pero cuando estos se olvidan de que lo principal es el amor, comienzan los problemas. Así tenemos padres de familia que entregan su vida al trabajo para saciar de bienes materiales a sus hijos, olvidándose que para ellos son más valiosas otras cosas, entre ellas, el tiempo que se les dedica, la caricia y la palabra de ternura después de levantarse o antes de dormir, el tierno abrazo de felicitación el día de su cumpleaños o al entregar sus calificaciones. También cuando son escuchados al contar lo que les sucedió en la escuela. Todos estos son momentos invaluables en la vida de las personas cuando van creciendo.

El Catecismo de la Iglesia Católica describe la avaricia como una in-

clinación o deseo desordenado de placeres o de posesiones. Este pecado está prohibido por el noveno y décimo mandamiento (CIC 2514, 2534). La avaricia viene del latín avarus: es el ansia o deseo desordenado y excesivo por la riqueza. Este mismo pecado es la raíz de otras faltas como la deslealtad, la traición, el fraude, el perjurio o el juramento en falso, sufriendo como consecuencia, el endurecimiento del corazón.

Una persona avara regularmente se aísla de los demás. No le gusta la comunicación y prefiere buscar sus propios refugios, en muchos de los casos resulta ser el trabajo, tomándolo como pretexto para vivir inmerso en un mundo que se ha creado. En muchos de los casos se encierra en sí mismo y llega a regirse por modos de vida que atentan contra su salud. Me viene a la mente la imagen de una persona que, en su ambición por acumular más dinero, llegó a comer por meses enteros solamente sopas instantáneas.

Con el tiempo, las enfermedades gastrointestinales aparecieron y el dinero acumulado no le alcanzó para curarse.

La persona avariciosa nunca puede amar sinceramente a otra. En cambio, cuando el ser humano llega a tener un encuentro personal con Cristo puede ser capaz de dejar todo aquello material que lo ataba y no le dejaba ser plenamente feliz.

Hay muchos hombres y mujeres que encontraron una felicidad auténtica en el desprendimiento de sus bienes. Jesucristo nos enseña que el Reino de los Cielos es como un tesoro por el cual hay que abandonar todo aquello que nos impide ser felices. La única motivación que debe existir para hacer tal desprendimiento es el amor.

La virtud que ayuda para crecer en el amor y alejarse del pecado de la avaricia es la generosidad. La generosidad es la virtud que nos impulsa a dar no solamente cosas materiales, sino también nuestro ser, al tiempo que cumplimos con la voluntad de Dios. La generosidad, es pues, el fruto del amor y un gran testimonio de la presencia de Dios en la tierra.

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Acerca de la Evangelización ¿Qué es ser y la Misión Permanente

cristiano?

Por Pbro. Margarito de la Torre

E

n algunas ocasiones, en distintos lugares y a personas bien diferentes he hecho esta pregunta, ¿qué es ser cristiano? De entre las respuestas que han dado y que recuerdo son: creer en Cristo, estar bautizado, ser católico, practicar la fe, seguir a Jesucristo, cumplir los mandamientos de Jesús.

No soy el primero en hacer esta pregunta y antes me la han hecho a mí; fue un Padre filipino residente en la diócesis de Dallas, de apellido Solh. La verdad me hizo reflexionar; no había pensado sobre lo que significa ser cristiano. ¿Y si no sé lo que es ser cristiano, qué razón voy a dar de mi fe?

Las respuestas que dan las personas a las que les pregunto son verdaderas, aunque siempre parciales y pareciera que más bien dieran respuesta a otra pregunta: ¿quién es un cristiano? No se pregunta por alguien ni por algo o cómo vive ese sujeto, sino por la esencia del ser, en este caso del cristiano. ¿Pero quién podría dar una respuesta que abarcara en su totalidad semejante pregunta?

Sin embargo, me gustó mucho la respuesta del Padre Solh; palabras más, palabras menos: Ser cristiano es hacer presente a Jesucristo vivo por medio de su Espíritu. Esta definición fue para mí como una explosión que hace despertar a quien está medio dormido.

Así vivimos a veces nuestra fe, o al menos esa impresión tengo. En contenido doctrinal no hay nada nuevo en esta respuesta: para mí sí, en la manera en que se sintetiza.

Jesucristo vivo. Ser cristiano no es sólo un título, vivir de un dato histórico, de un recuerdo legendario, ni mucho menos un mito, como algunos aseguran. ¿Pero cómo hacer efectivo todo lo que implica esta respuesta?

Porque, hay que aceptarlo, nuestras vidas distan mucho de ser Cristo.

Por medio de su Espíritu; que también podríamos decir: Por la

fuerza de su Espíritu. Sólo con la fuerza de Dios podemos permitir hacer presente a Dios. Sólo Dios puede ir quitando las barreras que le hemos puesto y que no dejan que él se manifieste con plenitud en nuestra vida y por consecuencia en nuestra manera de ser, pero no sin el uso de nuestra libertad.

Debemos ser conscientes de que con esta definición tan densa corremos el riesgo de vernos muy lejos de lo que estamos llamados a vivir, y caer en la tentación de que no llegaremos a ser un cristiano auténtico. Por una parte, debemos reconocer y aceptar nuestra condición humana, es un punto de partida ineludible; en realidad si fuéramos ángeles no podríamos ser cristianos. Por otra, debemos ver a Jesús en toda su dimensión.

Un error constante es considerar a Jesús de una manera parcial, resaltar sólo la humanidad o sólo la divinidad; Jesús en cuanto hombre aprendió, se perfeccionó; aprendió incluso y sobre todo en el sufrimiento. Su vida es un modelo para todo ser humano y de manera especial para quienes creemos en él. Cuando él permite que yo sufra me está dando una oportunidad más para aprender, para dejarme modelar por él; pero no me obliga, no me quita la libertad, de tal manera que puedo aprovechar esa situación para conformarme a Él o seguirme formando a mi manera y de este modo irme alejando de Él; en este caso no lo dejo que se manifieste en mí.

Por el bautismo me uní a Jesucristo para siempre. Por mi fe manifiesto que soy cristiano. Pero es necesario un proceso de formación para llegar de ser cristiano, a vivir como tal. Dios me formó en el seno de mi madre sin que yo supiera cómo; ahora quiere formarme en el seno de mi madre, la Iglesia, con pleno conocimiento de lo que está sucediendo en mí, con su gracia y mi colaboración: mi libertad, voluntad y esfuerzo. Vivamos de acuerdo con lo que profesamos a fin de vivir en plenitud la vida que Dios nos ha dado.

P

idan lo que quieran en mi nombre y se les concederá. Eso dijo Jesús a sus discípulos. Primero les recomendó que se esforzaran en ser uno, en mantener la unidad. También les dijo que si su fe fuera del tamaño de una pequeña semilla de mostaza, serían capaces de cambiar de lugar las montañas. Pero la condición para obtener todo de Jesús es la unidad, y sobre todo, el amor. Todo lo que pidamos en su nombre. Todo. No dijo mucho, ni casi todo; dijo: absolutamente todo.

Esto lo podemos verificar como un hecho en la vida de la primera comunidad cristiana, recordemos a San Pedro, que podía sanar enfermos, que podía hacer los mismos prodigios que Jesús hacía, claro, en su nombre; tanto era así esto que el famoso mago Simón quiso comprarle a él, el Espíritu Santo, con el que Pedro hacía estas maravillas del reino de Dios.

Recordemos cómo se multiplicaban los creyentes en aquel tiempo gracias a las obras. La misma Biblia dice que el Señor confirmaba la predicación de ellos con los milagros que hacían.

Y esto ocurría, sí, por la fe, pero ante todo, por la unidad que había entre ellos, por el amor que transpiraban y transmitían, ya que, según dice la Escritura, la gente los miraba con admiración, por el amor que se tenían; y les apreciaban sobremanera.

de los cielos. A algunos o a muchos quizá, les cueste demasiado trabajo sacrificar un par de horas para dedicarlos a trabajos pastorales; la gran mayoría se contenta con cumplir al mínimo las obligaciones de cristiano: ir a misa los domingos y fiestas, bautizar a los hijos, confesarse alguna vez durante el año, acaso pagar el diezmo. Y el resto del tiempo parecen no ser verdaderos cristianos.

Hoy seguimos evangelizando; afortunadamente a veces surgen entre nosotros verdaderos creyentes comprometidos con su fe y están dispuestos a dar algo de su tiempo, de su vida y de su amor a la Iglesia. Ahora, por ejemplo, se lleva a cabo en muchos lugares, la Misión permanente. Es de desear que este esfuerzo evangelizador pueda alcanzar a los que están realmente alejados y a veces hasta olvidados. Necesitamos llegar hasta ellos; son alejados, no vendrán solos; hay que estar cerca de ellos y atraerlos al corazón amoroso de Jesús; viven tristes e indiferentes porque no saben que Cristo los ama. Y no lo saben, porque no hay quien les muestre ese amor gigante que puede cambiar corazones y que tiene al mundo en movimiento.

A veces sueño mientras pienso en estas cosas y me digo: ánimo; la Iglesia está resucitando también, ya llegan las obras de lo alto; ya viene el Señor con nosotros; ya me imagino a nuestros enfermos sien-

Y me pregunto, ¿por qué en nuestros días no ocurren tantos milagros en nuestras comunidades?, ¿es que el poder del Espíritu ha quedado en los acontecimientos del pasado?, ¿sólo los apóstoles tenían la facultad de ejecutar estas enormes obras?

La Iglesia de nuestros días, ¿no cuenta con ese poder de lo alto, que confirme la predicación que a través de los siglos ha pronunciado en el nombre de Jesucristo?

Si hoy se sigue anunciando el evangelio, ¿Por qué no sanan los enfermos y por qué no ocurre lo mismo que en tiempos de las primeras comunidades?

Pienso que es por la falta de unidad, por la falta de amor; y no digo que los hombres y mujeres de hoy no amen a sus semejantes; y no digo tampoco que los creyentes de hoy no tengamos un verdadero y profundo amor a Cristo y a su Iglesia: sencillamente digo que tal vez nuestro amor no es tan fuerte como el de aquellos apóstoles que caminaron con Jesús y que lo vieron resucitado. Tal vez nuestros intereses no son los mismos que los de Jesús; tal vez estamos demasiado apegados a las cosas temporales, que las eternas nos quedan grandes; tal vez debiéramos tener los mismos sentimientos de Cristo y de los apóstoles; o tal vez nos falte un poquito más de fe.

Esto puede ser algo cierto, ya que, los cristianos de hoy no se suelen comprometer de corazón con el anuncio del evangelio; no estamos dispuestos a sacrificar ciertas comodidades en el nombre de Jesús, a favor de los demás, en provecho del reino

do atendidos con amor y recuperando la salud al mismo tiempo que la salvación; ya me imagino a millones de alejados regresando a las manos del Padre, celebrando la Eucaristía, no por obligación, sino porque están convencidos de que el amor de Dios es grande; y se acercan nuevamente porque ven el amor que nos tenemos los que seguimos creyendo que el Evangelio es la gran novedad de nuestros días.

Llega Señor con nuestros pasos, nuestra voz, a los destinatarios de las palabras tuyas que anunciamos; que tu voz grite junto a nosotros el amor que nos tienes; y que todos los que nos escuchen se sientan tocados y sanados por ti. Sé que nos concederás esto, porque lo pedimos en tu nombre y lo necesitamos en verdad; y porque nos amamos entrañablemente y se nota; porque estamos unidos en tu nombre, y tú nos amas.

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Palabra de Dios

La filosofía y la fe en la formación sacerdotal José Reyes Torres Ojeda, I de Filosofía.

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“C

onocerán la verdad y la verdad los hará libres” (Jn 8,32).

El estudio de la filosofía en los años de formación de los candidatos al sacerdocio es fundamental debido a que el mundo en el que nos movemos exige de los pastores argumentos convincentes para llevar el mensaje de la Buena Noticia de la Salvación. Por ello, una formación intelectual adecuada podrá beneficiar al seminarista para poseer un espíritu crítico de la realidad para analizarla y mirarla a la luz de la fe.

El futuro sacerdote, está llamado a anunciar y animar el Reino, promoviendo una conversión profunda y actualizando el anuncio del Evangelio de acuerdo a los cambios culturales; el papel de la filosofía es preponderante para argumentar, por medio de la luz natural de la razón el ser y quehacer de la Iglesia.

En efecto, el hombre de hoy demanda del sacerdote respuestas que le ofrezcan luces en medio de las sombras, esperanza en la oscuridad, luz para caminar y razones para esperar ante un mundo fragmentado y sin sentido. El hombre constantemente va en busca de respuestas, y es precisamente la filosofía la cual se encarga de ir en busca de la verdad, y lleva al hombre al encuentro con lo Absoluto, consigo mismo, y su alrededor; la reflexión filosófica surge por la indagación de las últimas causas de las cosas.

No obstante, en la actualidad nos encontramos frente a una dictadura del relati-vismo, se hace lo que le venga en gana, no hay límites. Ya el filósofo Peter Sloterdijk dijo al respecto: “Los hombres son ateos respecto del futuro. No creen en lo que saben incluso cuando se les demuestra de forma concluyente lo que tiene que ocurrir”. No hacen como a los innumerables problemas que flagelan al sujeto humano, como la inminente catástrofe global por el cambio climático que mantiene el estado del planeta Tierra. Abundan los falsos conceptos de progreso y libertad desde la Edad Moderna. La idea fundamental era que el progreso es conocimiento. El conocimiento ha traído consigo poder, pero de una forma en la que, ahora, con el propio poder, se es capaz, de destruir el mundo que se ha creído descubierto por completo.

Aparte del conocimiento y del progreso se trata también del término de la Edad Moderna: la libertad, que se entiende como libertad para poder hacerlo todo.

A partir de este modo de pensar surge la reivindicación de que la ciencia es indivisible. Es decir, lo que se puede hacer, hay que poder hacerlo. Todo lo demás iría contra la libertad. Por ello, en nombre de la libertad se ha llegado a la intolerancia y la crueldad. En tal sentido hace falta aquí una reflexión global sobre las bases fundamentales; y es precisamente el sacerdote quien debe responder iluminado por la fe y la razón responder al problema del hombre de hoy.

La fe y la razón son inseparables para alcanzar la verdad. Por eso, la encíclica Fides et Ratio del beato Juan Pablo II indica: “La Revelación cristiana es la verdadera estrella que orienta al hombre que avanza entre los condicionamientos de la mentalidad inmanentista y las estrecheces de una lógica tecnocrática; es la última posibilidad que Dios ofrece para encontrar en plenitud el proyecto originario de amor iniciado con la creación.

El hombre deseoso de conocer lo verdadero, si aún es capaz de mirar más allá de sí mismo y de levantar la mirada por encima de los propios proyectos, recibe la posibilidad de recuperar la relación auténtica con su vida, siguiendo el camino de la verdad”.

Que se amen los unos a los otros Evangelio según San Juan 15, 9-17 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena. Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos.

Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando.

Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.

No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan a den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros”.

Palabra del Señor.

Gloria a ti Señor Jesús.

FRUTOS QUE PERMANEZCAN Hermosamente, El Evangelio de este domingo, nos presenta una explicación clarisísima del discipulado, de la elección, de la Amistad verdadera y del mandamiento del amor.

Es Él Señor Jesús quien nos ha elegido como sus discípulos, no somos nosotros quienes le elegimos, su confianza, su misericordia y su paciencia han sido quienes nos han aleccionado y nos destinan para ser sus testigos en el mundo, testigos que den frutos que permanezcan.

Nadie tiene Amor más grande que el que da la vida por sus amigos, hermosa afirmación que no se queda en palabras, el Señor Jesús con la muerte en cruz, nos demuestra que esto es posible, y nos enseña que cuando hay amor verdadero, transparente y auténtico, se es capaz de dar la vida. Ya no los llamo siervos, ustedes son mis amigos, porque cumplen lo que les mando.

La tarea más importante que los seguidores de Jesús tenemos sin duda es: Amar, Amar como Dios nos ama, porque en esto consiste el amor: No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero, es gracias a este Amor primero por el que los hombres y mujeres somos capaces de amar.

El mundo esta herido de amor, hoy más que nunca urge recuperar, este sentido genuino del amor, y con nuestra presencia y acción sanar esta herida; hoy somos llamados, invitados y con una orden tajante: “Esto es lo que les mando…” ser testigos de la vida, del amor, de la verdadera Amistad, de nuestra hermosa pertenencia y elección de Dios… todos estos frutos que permanecen.

Por P. José de Jesús Cruz Rodríguez

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MAYO 13 DE 2012

¡ Ven !

Comparte la alegría de celebrar el ministerio de la catequesis, don de Dios y convive con más catequistas.

La Dimensión de Pastoral de Catequesis, atendiendo a uno de sus compromisos que es fortalecer la comunión y participación de los catequistas, te invita con gusto al próximo encuentro de catequistas, donde también le daremos la bienvenida a nuestro Arzobispo Don Jesús Carlos Cabrero Romero.

¿CUÁNDO? DOMINGO 20 DE MAY0, 2012 ¿DÓNDE? AUDITORIO MIGUEL BARRAGÁN Horario 9:00 hrs. Bienvenida – animación 9:45 hrs. Tema: Obispo y catequistas en misión permanente Expositor: Pbro. Lic. Salvador González 10:30 hrs. Animación – Lunch 11:30 hrs. Festival, Danza folklórica, grupo andino Arawiy 12:30 hrs. Mensaje del Señor Arzobispo Don. Jesús Carlos Cabrero Romero 13:00 hrs. Eucaristía 14:00 hrs. Mariachi – despedida

¿Le duelen mucho las rodillas?

¿Le han dicho que el único tratamiento es la cirugía?

El padecimiento en donde se desgasta el cartílago se llama artrosis Homeopatia y productos naturales

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CONSULTAS Y SUCURSALES ÚNICAMENTE EN QUERÉTARO

MAYO 13 DE 2012

Entrada libre en todos los eventos

La misa se transmitirรก en vivo por Canal 13