Tres hermanos se ordenan sacerdotes
Año 4
No. 185
Semana del 26 de agosto al 01 de septiembre de 2012
¡Adiós al
ya merito!
18 Nuevos nombramientos en la
Iglesia Potosina
Aún con todos los jóvenes que no tienen una oportunidad para estudiar, aún en la violencia que acosa a nuestras ciudades, aún con un alto índice de desempleo, vemos en las calles el trabajo y la valentía de nuestra gente, desafiando los miedos, frustraciones e impotencias que causan la tibieza y el poco interés de quienes deberían de garantizar la educación, el trabajo o la seguridad. El cambio de mentalidad, como lo diría Luis Fernando Tena, entrenador olímpico de futbol, es lo que puede llevar a un cambio de actitud y consecuentemente a alcanzar nuestros anhelos. Pág 15
158 Aniversario de la Diócesis de San Luis Potosí Te invitamos a celebrar el aniversario de fundación de nuestra Iglesia Potosina 31 de agosto de 2012 Eucaristía 12:00 hrs. Preside Don Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo SLP
Luke, Vincent y Jake Strand son tres hermanos, formados en el seno de una familia católica, que descubrieron, para sorpresa y alegría de sus familiares, que su vocación era la de ser sacerdotes. El padre de los tres jóvenes, Jerry Strand, señaló que si bien la abuela de sus hijos soñaba con ver a alguno de ellos convertido en sacerdote, ellos lo tomaban a broma” dijo. Por su parte, su madre, Bernadette, dijo con respecto a la vocación de sus hijos, que “fue una sorpresa verlos venir uno tras otro a contárnoslo”. Luke, planeaba licenciarse en marketing, hacer dinero, casarse y tener hijos, sin embargo, sintió el llamado de Dios mientras estudiaba en la Universidad de Wisconsin-Oshkosh, donde conoció a un grupo de jóvenes “comprometidos con la fe”. Al tiempo se encontraba ayudando a un sacerdote en un albergue, “sirviendo radicalmente a los pobres y pidiendo ser admitido en el seminario”. Luke, ahora director de vocaciones de la Arquidiócesis de Milwakee, recuerda que alguna vez pensó “¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿De qué va esto? A Jake, el menor de los hermanos, la idea del sacerdocio le asustaba. Él quería servir a Dios pero a través de una familia, sin embargo decidió entregarse plenamente al Señor. “No influyó que Luke y Vince asumieran ese deber, porque no se trataba de un deber, sino de un regalo”, dijo Jake, quien pronto completará su licenciatura en Teología en Roma. Vincent quería ser neurólogo y alcanzar el éxito profesional y familiar, por lo que estudió su carrera en la Universidad de Marquette, regentada por la Compañía de Jesús. Ahí, las enseñanzas de un maestro le ayudaron a ver que “Dios era real en una forma de la que nunca antes me había dado cuenta”. Inicialmente, Vincent quiso consagrarse a Dios a través de la vida intelectual y consideró el matrimonio, pero tras pensarlo terminó con su novia para iniciar su formación sacerdotal. Para él, el voto del celibato no era un obstáculo, sino “una de las cosas que realmente amo de esta vida y una de las más liberadoras”. La madre de los jóvenes asegura que cuando les conocen, las personas “dicen sorprenderse de que somos normales”, y subrayó que “es ridículo, ¡claro que somos normales y claro que los chicos crecieron normalmente!”.