Edición 185

Page 1

Tres hermanos se ordenan sacerdotes

Año 4

No. 185

Semana del 26 de agosto al 01 de septiembre de 2012

¡Adiós al

ya merito!

18 Nuevos nombramientos en la

Iglesia Potosina

Aún con todos los jóvenes que no tienen una oportunidad para estudiar, aún en la violencia que acosa a nuestras ciudades, aún con un alto índice de desempleo, vemos en las calles el trabajo y la valentía de nuestra gente, desafiando los miedos, frustraciones e impotencias que causan la tibieza y el poco interés de quienes deberían de garantizar la educación, el trabajo o la seguridad. El cambio de mentalidad, como lo diría Luis Fernando Tena, entrenador olímpico de futbol, es lo que puede llevar a un cambio de actitud y consecuentemente a alcanzar nuestros anhelos. Pág 15

158 Aniversario de la Diócesis de San Luis Potosí Te invitamos a celebrar el aniversario de fundación de nuestra Iglesia Potosina 31 de agosto de 2012 Eucaristía 12:00 hrs. Preside Don Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo SLP

Luke, Vincent y Jake Strand son tres hermanos, formados en el seno de una familia católica, que descubrieron, para sorpresa y alegría de sus familiares, que su vocación era la de ser sacerdotes.

 El padre de los tres jóvenes, Jerry Strand, señaló que si bien la abuela de sus hijos soñaba con ver a alguno de ellos convertido en sacerdote, ellos lo tomaban a broma” dijo.

 Por su parte, su madre, Bernadette, dijo con respecto a la vocación de sus hijos, que “fue una sorpresa verlos venir uno tras otro a contárnoslo”.

 Luke, planeaba licenciarse en marketing, hacer dinero, casarse y tener hijos, sin embargo, sintió el llamado de Dios mientras estudiaba en la Universidad de Wisconsin-Oshkosh, donde conoció a un grupo de jóvenes “comprometidos con la fe”. 

Al tiempo se encontraba ayudando a un sacerdote en un albergue, “sirviendo radicalmente a los pobres y pidiendo ser admitido en el seminario”. Luke, ahora director de vocaciones de la Arquidiócesis de Milwakee, recuerda que alguna vez pensó “¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿De qué va esto? 
A Jake, el menor de los hermanos, la idea del sacerdocio le asustaba. Él quería servir a Dios pero a través de una familia, sin embargo decidió entregarse plenamente al Señor.

 “No influyó que Luke y Vince asumieran ese deber, porque no se trataba de un deber, sino de un regalo”, dijo Jake, quien pronto completará su licenciatura en Teología en Roma.

 Vincent quería ser neurólogo y alcanzar el éxito profesional y familiar, por lo que estudió su carrera en la Universidad de Marquette, regentada por la Compañía de Jesús. Ahí, las enseñanzas de un maestro le ayudaron a ver que “Dios era real en una forma de la que nunca antes me había dado cuenta”.

 Inicialmente, Vincent quiso consagrarse a Dios a través de la vida intelectual y consideró el matrimonio, pero tras pensarlo terminó con su novia para iniciar su formación sacerdotal.

 Para él, el voto del celibato no era un obstáculo, sino “una de las cosas que realmente amo de esta vida y una de las más liberadoras”. 

La madre de los jóvenes asegura que cuando les conocen, las personas “dicen sorprenderse de que somos normales”, y subrayó que “es ridículo, ¡claro que somos normales y claro que los chicos crecieron normalmente!”.


AGOSTO 26 DE 2012

Lo necesita México, lo necesitamos todos

S

an Luis está de fiesta. La ciudad, el estado y la arquidiócesis. Las familias van a la feria. Todo parece normal. Pero hace unas semanas en nuestra bella ciudad ocurrieron feroces enfrentamientos que dejaron muerte y dolor en nuestra ya lastimada ciudad. Son los ecos de la violencia que sacude al país. Los epicentros están en otros lados, pero hasta aquí nos llegan los temblores. Todos parecemos estar bajo las balas, pero la fiesta causa cierto olvido. Hoy tenemos algo que quita la desolación y hace olvidar las condiciones normales en que vivimos actualmente: la fiesta. También estamos a casi dos meses de haber elegido mandatarios y ayuntamiento. Ya tenemos resultado sobre nuestros votos en lo que se refiere a nuestro entorno cercano, pero aún falta por hacerse público lo que los mexicanos decidimos en las urnas. Es cierto que hay datos preliminares, pero también existen inconformidades y presuntas irregularidades, pero noticias, al menos, se tiene con respecto a lo que oficialmente puede decirse al pueblo mexicano, mientras pasa tiempo para que se olviden los hechos oscuros. Esto es posible puesto que si hay fiestas, hay olvido. Sin tratar de ponernos de ningún lado, creo que efectivamente hay cosas oscuras, hay trampas. Hay distintas versiones y distintas verdades, por un lado las verdades oficiales que se manejan en los medios tradicionales, por otro están los medios alternativos, donde se expresa el pueblo en general, los que vieron otras cosas que no se declararon. El hecho es que no se puede negar que las elecciones no fueron limpias como se dice oficialmente. De lo contrario las mayorías estarían apaciguadas. No se ve a los que ganaron celebrando un triunfo diciendo: sí se puede. Al contrario, se percibe un gran silencio, un enorme vacío. ¿Qué ocurrirá más tarde? Afortunadamente nuestra ciudad y arquidiócesis tiene como santo patrono a un mandatario: A San Luis rey de Francia. Un hombre que supo usar del poder para servir a su pueblo, a la Iglesia y al mundo. Dejó como legado un enorme ejemplo de virtudes que pueden ser inspiración para cualquier hombre de gobierno. Él se ponía de parte de los débiles, era partidario de la verdadera justicia, y era un gran padre de familia. Supo conjuntar y combinar con la perfección de los santos las distintas facetas de su vida. La administración de los bienes, la impartición de la justicia y la defensa de la fe. Aprendamos a vivir civilmente, a ser responsables en los pocos o muchos bienes que el Señor ha puesto en nuestras manos, a ser excelentes ciudadanos, hijos de familia y padres; a comprometernos con la educación de los pequeños, a la formación de los jóvenes en los valores humanos y en los valores del reino; a servir a la Iglesia de todo corazón, la Iglesia necesita de todos. Y ya que poco se puede hacer para cambiar las estructuras que vamos arrastrando de pasadas administraciones, por lo menos esforcémonos en cambiar cada uno de nosotros. Si cambiamos cada uno, el mundo estará cambiando también. La democracia, el orden social y económico no lo cambian los gobernantes solos, necesitamos expresar necesidades, intercambiar puntos de vista, ser propositivos y objetivos. México necesita hombres y mujeres nuevos, San Luis Potosí los necesita también; que den esperanza al futuro; necesita a los que creen que el cambio es posible, que las cosas pueden ser de otra manera. Dejémonos inspirar por nuestro rey santo de Francia y sus ejemplos; dejémonos mover por Jesucristo, el inspirador de los santos y cambiemos al mundo entero.

Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes

La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

Por Pacco Magaña

Jesús en el Huerto Queridos hermanos y hermanas:

(Segunda de cuatro partes)

Las palabras de Jesús a los tres discípulos a quienes llamó a estar cerca de Él durante la oración en Getsemaní revelan en qué medida experimenta miedo y angustia en aquella “Hora”, experimenta la última profunda soledad precisamente mientras se está llevando a cabo el designio de Dios. En ese miedo y angustia de Jesús se recapitula todo el horror del hombre ante la propia muerte, la certeza de su inexorabilidad y la percepción del peso del mal que roza nuestra vida. Después de la invitación dirigida a los tres a permanecer y velar en oración, Jesús “solo” se dirige al Padre. El evangelista san Marcos narra que Él “adelantándose un poco, cayó en tierra y rogaba que, si era posible, se alejara de Él aquella hora” (14, 35). Jesús cae rostro en tierra: es una posición de la oración que expresa la obediencia a la voluntad del Padre, el abandonarse con plena confianza a Él. Es un gesto que se repite al comienzo de la celebración de la Pasión, el Viernes Santo, así como en la profesión monástica y en las ordenaciones diaconal, presbiteral y episcopal, para expresar, en la oración, también corporalmente, el abandono completo a Dios, la confianza en Él. Luego Jesús pide al Padre que, si es posible, aparte de Él aquella hora. No es sólo el miedo y la angustia del hombre ante la muerte, sino el desconcierto del Hijo de Dios que ve la terrible masa del mal que deberá tomar sobre sí para superarlo, para privarlo de poder.

Queridos amigos, también nosotros, en la oración debemos ser capaces de llevar ante Dios nuestros cansancios, el sufrimiento de ciertas situaciones, de ciertas jornadas, el compromiso cotidiano de seguirlo, de ser cristianos, así como el peso del mal que vemos en nosotros y en nuestro entorno, para que Él nos dé esperanza, nos haga sentir su cercanía, nos proporcione un poco de luz en el camino de la vida.


AGOSTO 26 DE 2012

LA VIRGEN MARÍA, CRISTO Y LA IGLESIA Por P. Juan José Torres Galván

“Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, el cual nació de mujer y fue sometido a la Ley, con el fin de rescatar a los que estaban sometidos a la Ley, para que así llegáramos a ser hijos adoptivos de Dios”. (Gal, 4, 4-5) La Iglesia, desde sus inicios venera la memoria de la Santísima Virgen María, madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo, pues reconoce que a través de ella ha llegado a nosotros el Redentor. La Virgen María en relación con la Iglesia: es su miembro más distinguido y singular, es su prototipo y modelo y es Madre amantísima de la Iglesia. En la Lumen Gentium el Concilio Vaticano II quiere: aclarar la misión de la Beatísima Virgen María en el misterio de Cristo y de la Iglesia y aclarar los deberes de los redimidos hacia la Madre del Redentor. No pretende dar por terminada la doctrina teológica que aún está en elaboración. María ocupa, después de Cristo, el lugar más alto y al mismo tiempo el más cercano a nosotros. El Antiguo Testamento, en muchos pasajes, prefigura e ilumina la misión de la madre del Redentor. María, concebida sin pecado, aceptó la voluntad salvífica de Dios y fue madre de Jesús consagrándose totalmente a la persona y a la obra de su Hijo, cooperando de manera singular, por la gracia de Dios, con su fe y obediencia, a la salvación de la humanidad. Por eso la Iglesia la reconoce con el título de Madre de la Gracia. Desde la concepción virginal y el pesebre hasta la Cruz, la Santísima Virgen María avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo. La misión maternal de María muestra la eficacia de la mediación de Cristo, pues procede justamente de Él, que es su fuente. Desde el cielo, la Virgen María continúa guiando a la Iglesia peregrina entre peligros y luchas, por esa razón la Iglesia llama a María como Abogada, Auxiliadora, Socorro y Mediadora. La Iglesia que es madre y Virgen ve en María su modelo, por la vivencia de la Fe, la Esperanza y la Caridad y por su fidelísima unión con Cristo. Las virtudes de María se revelan como una tarea para toda la comunidad eclesial. El culto que la Iglesia ofrece a la Virgen María no es un culto de adoración, pues éste se debe solo a las Tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad. El culto a María debe desembocar en que Cristo sea más conocido, amado, glorificado y obedecido. La verdadera devoción a María no se ha de limitar a un sentimentalismo vacío, sino que esta devoción debe llevarnos a conocerla, amarla e imitarla. Referencia de lectura: Lumen Gentium 52-69

La familia y la escuela Amables lectoras y lectores del Semanario La Red Les saludo en esta nueva semana deseando que la paz del Señor esté con Ustedes. El pasado lunes, vivimos como familia potosina, esa euforia de los niños y adolescentes que regresaron a la escuela con todas esas expectativas de llegar a ser buenos alumnos y en un futuro, buenos ciudadanos. La familia y la escuela unidas en la educación La familia se apoya subsidiariamente en la escuela formal en donde los maestros tienen la mayor cercanía con los niños, adolescentes y jóvenes. ¿Cómo lograr que la escuela sea una verdadera extensión del hogar? Ella no puede pretender sustituir a los padres en su misión educadora y, a su vez, es necesario que los padres apoyen también a los maestros en su labor docente. La misma Iglesia tiene conciencia de su vocación de acompañar a los papás en la educación en la fe de sus hijos. En resumen, familia, escuela e Iglesia, así como el Estado y otras instituciones de carácter social, deben colaborar entre sí para la realización de la tarea educativa. La familia como primer ámbito educativo necesita reflexionar sobre sus pautas educativas y tomar conciencia de su papel en la educación de sus hijos e hijas. La realidad actual se le escapa, y esto repercute en la vida del niño y la niña, lo cual conlleva a su vez problemas escolares y familiares que surgen a diario: desinterés, falta de motivación, dependencia, bajo rendimiento, fracaso escolar, violencia, etc., y no se pueden achacar a la sociedad en abstracto, a la familia, a la escuela o al alumnado, de manera independiente, sino que la interacción de todos ellos es la que propicia esta situación. Son los padres y las madres quienes gozan de una relación de intimidad única que exclusivamente se da en el seno de la familia y que permite todo tipo de interrelaciones personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte, etc., que influyen y modifican los comportamientos de todos sus miembros. Suele decirse que en una familia todos educan y son educados. Padres de familia y maestros unidos para educar Hablar de la familia y la escuela es hablar, en primer lugar, de la responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos, y, en segundo lugar, de la necesidad de una colaboración estrecha entre los padres y los educadores. La participación de los padres en la educación

de los hijos debe ser considerada esencial y fundamental, pues son ellos los que ponen la primera piedra de ese importante edificio que marcará el futuro de cada ser humano. Desde el momento en que el niño ingresa a la escuela, los padres y maestros necesitan trabajar juntos para desarrollar el potencial académico y social del niño. La meta de la familia y la escuela es trabajar juntos para desarrollar las habilidades del niño para obtener un aprendizaje que durará por toda su vida. La base fundamental del éxito en la escuela es creada en el hogar. El éxito empieza con las relaciones positivas entre padres e hijos. Actitudes positivas sobre la escuela, el aprendizaje y la vida, proveen la base para construir y sostener excelencia. En el pasado la educación de los hijos a cargo de padres y maestros era una misma que partía de los mismos objetivos: hacer buenos cristianos y excelentes ciudadanos, pero el mundo de hoy es muy diferente. «Padre de familia, ten el sentido de diferenciar el bien y el mal para que tus hijos no los confundan» (Pitágoras). El psicólogo francés Pierre Daco, dice: «La educación de los demás comienza por la educación de uno mismo. No hay excepción a esta regla». No olvidemos, además, que el ejemplo siempre ha sido y será la regla de oro de toda educación, y especialmente en la infancia. Ser un «buen» padre y una «buena» madre es un reto difícil, pero necesario e imprescindible para una «buena» educación de los hijos. Conclusión Queridos padres de familia y queridos educadores, es tiempo de trabajar en comunión para que nuestros hijos puedan forjarse en la verdad pero desde el amor, desde la complicidad de quienes quieren hacer de la educación ese gran motor que mueva a las nuevas generaciones de niños, adolescentes y jóvenes a sentirse parte muy importante e indispensable para la transformación de un mundo que anhela vivir en paz. Y recordemos, para terminar, otra sentencia del gran Pitágoras: «Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres». Que nuestra Madre Santísima acompañe y guíe su caminar en este nuevo ciclo escolar que están iniciando. El Señor les bendiga +Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí


¿Ya descifraste Don Gabriel Méndez Plancarte el mensaje de tu cuerpo? Nuestra historia

Sacerdote, Investigador, Poeta, Filósofo, catedrático, periodista, conferencista, fundador de la Revista Ábside, miembro Académico de la Lengua Española, miembro de la Sociedad de Geografía y Estadística y, Correspondiente a la Academy of American Franciscan History. Gloria de la Iglesia mexicana. Humanista cabal.

N

Alberto María Carreño dice de él: «Su amor vehemente por el mundo académico le impulsa a pedir su cambio a la Cd. de México para poder desarrollar sus capacidades de ahí que es catedrático de filosofía del Seminario Conciliar de México». En 1937 funda la Revista Ábside –en la cual sin distinciones ni prejuicios- invita a participar distinguidos escritores nacionales y extranjeros. Fue miembro y Vicepresidente del Seminario de Cultura de la Secretaría de Educación Pública. Desde el año de 1946 perteneció a la Academia Mexicana de la Lengua. Como miembro del citado Seminario de Cultura dio numerosas conferencias en varias ciudades de la República. Fue profesor visitante del Colegio “Our Lady of the Lake” de San Antonio Texas y de la Universidad de la Laval, Quebec, en ambas de Literatura. Dio cursos sobre Humanismo mexicano en El Colegio de México y en la Universidad Nacional Autónoma de México, también de Literatura mexicana. Fue articulista del diario Novedades durante ocho años. Sus principales obras son: Primicias, poesías; Selva y mármoles, antología de Joaquín Arcadio Pagaza, Biblioteca del Estudiante Universitario; Horacio en México. Esta obra es de suma erudición, que supone el conocimiento exhaustivo del poeta latino así como de nuestra literatura colo-

T

oda la vida estamos en proceso de formación, el hombre nunca termina de formarse. La madurez no es una meta, es el camino a recorrer por toda la vida. La información juega un papel muy importante en el proceso de maduración. Si no nos informamos, no nos formamos.

Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz

ació en Zamora, Michoacán en 1905. Sus padres: Don Perfecto Méndez Padilla y Doña María Plancarte. Hermano de Alfonso Méndez Plancarte. Realiza sus primeros estudios en su ciudad natal en el Colegio Teresiano, se traslada temporalmente a Puebla por espacio de un periodo corto donde estudia en el Colegio Sagrado Corazón de los Jesuitas y de ahí ingresa al Seminario Conciliar de la Ciudad de México, tiempo después es enviado a la Cd. de Roma, It. en donde ingresa al Pontificio Colegio Pío Latinoamericano para estudiar en la Universidad Gregoriana donde recibe la borla Doctoral en Filosofía y Teología. Durante este periodo romano recibe la Ordenación Sacerdotal en 1927. De ahí pasa a la Universidad de Lovaina, Bélgica a estudiar Ciencias Sociales. Vuelve a Zamora donde en el mundo de los libros encuentra su mejor aliado: catedrático de literatura latina, castellana, filosofía y teología.

Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez

Hay diferentes tipos de información, alguna muy recomendable para el desarrollo humano. Pero hay mucha información que solo deforma, y es causa de retroceso en la maduración. El hombre se engaña, al suponer que ya lo sabe todo. Y ese engaño, le impide aceptar que necesita escuchar para avanzar; es necesario estar atento a los mensajes de la vida. La naturaleza misma, es un conjunto de signos que aún no se han acabado de descifrar. Los fracasos y las adversidades, más que desgracias son señales, y hay que interpretarlas. El sufrimiento humano, indica que el hombre no es tan poderoso como parece, y que no tiene el absoluto control sobre si y menos sobre los demás.

nial y moderna. Humanistas del siglo XVIII, introducción y notas, Biblioteca del Estudiante Universitario; Nueve poemas inéditos del P. Juan Luis Maneiro; Andrés Bello, prólogo y selección; Hidalgo, reformador intelectual; Tito Lucrecio Caro y su poema «De rerum natura», introducción y versión en hexámetros; Humanismo mexicano del siglo XVI, introducción y notas, Biblioteca del Estudiante Universitario; Don Guillén de Lámport y su «Regio Salterio», estudio, selección y notas. Dejó además obras inéditas: Publio Ovidio Nasón, estudio, selección, notas y versión de Metamorfosis; José Ma. Iturriaga, La Californiada, versión del latín y notas; Humanistas mexicanos del siglo XVII. Además dejó una abundante producción de poesía lírica y otras en preparación: Antología de poetas latino-mexicanos y De Tesauris de Fr. Bartolomé de las Casas, paleografía y versión. El volumen El humanismo mexicano de Gabriel Méndez Plancarte, selección y prólogo de Octaviano Valdés, recoge, en edición póstuma, artículos periodísticos de Gabriel Méndez Plancarte. Fue un amante de las letras latinas y castellanas y gran conocedor del humanismo. Hombre de basta ciencia con honduras cristianas e inquietudes modernas como dice de él Isaac Hernández. El humanismo es la pasión y la vocación de su madurez. Murió el 16 de diciembre de 1949, dejando un enorme legado para el mundo de las letras en México.

San Pablo, con todo lo grandioso que era, no se pudo liberar de ese aguijón que lo humillaba, y le recordaba su limitación. Ese objeto prendido a su carne, le hacia reconocer que sus grandes acciones, eran obra de Dios realizada en él. La mente del hombre no tiene fronteras, puede imaginar infinidad de cosas. Pero la mente no existe sola esta en un cuerpo, y éste la limita. El hombre es un espíritu, pero encarnado. Y la carne tiene sus límites. La mente no puede realizar todo lo que imagina, ya que el cuerpo es su frontera. Y cuando el hombre intenta sobrepasarse en su actividad, el cuerpo lo reciente, y en consecuencia manda una señal a través del malestar. El cuerpo manda señales a través del dolor, éste es el signo más claro de que algo le esta fallando al hombre. La razón muchas veces nos engaña, y nos lleva a hacer cosas que en el fondo no queremos. Y es ahí precisamente, cuando el cuerpo manda sus señales, para que seamos conscientes de aquello que guardamos dentro. Hay veces que la razón y la costumbre, nos llevan a actuar en contra del corazón. Y por causa de la costumbre o de la lógica, equivocamos el camino. No hay que acallar las voces del corazón, éste grita a través de los sentidos. El corazón tiene sus razones, ya lo decía Pascal. Y aquel, comunica sus razones por medio del cuerpo. Por desgracia solo escuchamos las razones de la mente, sin descifrar las razones del corazón. Hay que estar atentos a los mensajes del cuerpo, quizá sus dolores nos traten de decir algo, alguna verdad que nos cuesta aceptar. Y la aceptación de esa verdad, es un buen paso hacia la libertad.


05

ATENTADO matrimonial

(2ª Parte).

Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez colunga46561@hotmail.com.

EL DIVORCIO Y LOS HIJOS Por P. Kino

C

uando la vida de matrimonio es insoportable, hay quienes creen que la única solución es el divorcio. Sabemos que en la Iglesia no existe el divorcio, aunque acepta la separación como último recurso a problemas que están dañando la dignidad de la persona humana dentro de la vida marital. Los profesionales de casos matrimoniales, no buscan a la primera romper la relación, sino al contrario, buscan que el matrimonio perdure y de ahí el uso de terapias de pareja. Cuando se produce en los conyugues la separación, viene una etapa de crisis, dicha crisis puede manifestarse externamente, pues la vida cambia y se tiene que adaptar al nuevo estado de vida. Pero más grave aún es la crisis interna, saber que ha “fracasado” el plan de pareja que se habían propuesto ser. La persona se siente culpable (aunque a veces no lo es) de lo sucedido. Si la causa de la separación fue una tercera persona viene el sentimiento de rencor y traición. Pero, ¿qué sucede con los hijos cuando se da la separación? Obviamente se tiene que tomar en cuenta la edad de los hijos. Es más grave cuando la separación de los padres se da en la niñez o pubertad del hijo. Afecta la salud psíquica del niño, pues para el niño sus padres son todo en la vida, no los perciben con defectos y por ende no entienden la situación conflictiva que viven como esposos. Al producirse el divorcio, su “mundo se derrumba”, siendo algo muy doloroso para él como hijo. El niño tiene ahora dos familias, la de papá y la de mamá, y si a eso añadimos que en ocasiones papá o mamá tienen una nueva pareja “que merequetengue”, pobre niño, cuanto conflicto está viviendo internamente, pues tiene un progenitor postizo, y si este “postizo” ya tiene familia, el niño tiene multiplicidad de relaciones humanas, con personas parcialmente extrañas con las que tiene que convivir, teniendo dentro de sí un “torbellino” de sentimientos encontrados, pues sus modelos perfectos (papá y mamá), ya no están con él. Los niños se deprimen, aparentemente todo está normal, pero con el paso de los años, ellos no creerán en el matrimonio, su personalidad no se desarrollará satisfactoriamente por el ambiente que lo ha rodeado en su infancia. Una vez leí esta frase que me impactó ante la situación de la separación, decía:

“Los hijos son las víctimas INOCENTES del divorcio de sus padres, es difícil de aceptar pero es una realidad”. Antes de tomar una decisión de separación, hay que pensar también en los hijos y no utilizarlos como instrumentos de venganza o chantaje. No hacer comentarios negativos al hijo de su padre o de su madre, pues él no alcanza a comprender todo y solo le estarás llenando de odio su corazón de niño. Jesús, hablando de los niños dice: “Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar. (Mt 18, 6).

Queridos lectores:

L

a semana pasada expliqué lo que significa atentado matrimonial y no es otra cosa más que casarse o intentar hacerlo, existiendo un matrimonio anterior por la iglesia. ¿Cómo logran el atentado? Uno de los requisitos para que te cases por la iglesia, es que presentes tu acta de bautismo reciente; y esto es con el fin de constatar que no existan en ellas notas marginales de que estás casado. Aquí se pueden presentar dos situaciones: Que no se haya notificado tu matrimonio anterior y por consiguiente no exista tal nota y por otro lado, que tengas el descaro de alterar el documento para que no aparezca la nota marginal. Yo propongo a los párrocos tres cosas para evitar que nos sorprendan:

1

Que se tenga el cuidado incluso la certeza de que el matrimonio que se realizó se haya apuntado; es decir, tener un protocolo de la correspondencia que se ha emitido y ver cuánta se ha respondido para el cumplimiento de la diligencia que se ha encomendado. En el Tribunal Eclesiástico así lo hago en todos los niveles, ya sea Arquidiocesano o fuera de él y les recuerdo en varias ocasiones a los párrocos o a los obispos, hasta que logro me envíen un escrito donde consta que se ha hecho la anotación correspondiente y aun así, me ha tocado, que aunque en la forma de la notificación matrimonial diga que se ha hecho la anotación, en realidad no se hizo.

2

Que no sea la persona que se encargue de conseguir el acta de bautismo, sino directamente la parroquia y se envíe la boleta de parroquia a parroquia; sin embargo, para no perder la costumbre que la gente lo gestione, se puede hacer de la siguiente manera: Que el párroco mediante un formulario envíe a la parroquia por medio de la persona interesada, la petición de la boleta reciente de bautismo, se pagan los derechos correspondientes y se regresa ese formulario sellado y firmado a la parroquia que la solicitó para verificar que se realizó. La boleta solicitada se entregará directamente a la parroquia o por medio del casillero del Arzobispado, así las personas no tienen contacto directo con el documento y obviamente no lo pueden alterar. En el caso de que sea parroquia foránea, la persona si puede se trasladaría a esa parroquia entregando el formulario ya explicado, de lo contrario de parroquia a parroquia, enviando el costo correspondiente de la boleta y el envío.

3

Verificar por llamada si el documento es auténtico. Es decir, en el momento que te llega una boleta sospechosa, llamar a la parroquia que te la envió y verificar libro, foja y notas. El gran problema que tenemos en las notarías, es que no le damos la debida importancia, ni lo consideramos como parte de la pastoral y por consiguiente hay mucho descuido y falta de atención. Apelo a la cancillería, que periódicamente revise los libros de matrimonios y verifique que éstos hayan sido notificados, de esa manera se evitarían muchos atentados matrimoniales.

Hasta la próxima semana.


La furia, un sentimiento arcano y antiguo

Plan diocesano de pastoral Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz

C

omo punto de partida, podemos tomar esa afirmación que lanza el ángel, del libro del Apocalipsis al final del mensaje a la Iglesia de Sardes: “El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias” (Ap 3,6). Trabajar en “comunión y participación”, hacer esfuerzos para llevar una vida más organizada y orientada hacia un horizonte común; y que tenga su prolongación en la vida pastoral de nuestra Diócesis, es lo que ha motivado la realización de los Planes de Pastoral Diocesanos y los programas tanto decanales como parroquiales. No cabe duda que entrar en este ritmo de vida pastoral implica “renuncias dolorosas, pero proporciona un rumbo claro, una dirección definida. Ayuda a transformar la realidad presente, desde el futuro que deseamos e imaginamos. Se trata de ir anticipando y creando una historia nueva con lucidez, voluntad, corresponsabilidad, generosidad y decisión, para que el cambio sea inaplazable”. A propósito de ello es necesario retomar lo que dice el número 237 de nuestro IV PDP “El proyecto pastoral de la Diócesis debe ser una respuesta consciente y eficaz para atender las exigencias del pueblo al que está llamada a servir. No se trata sólo de estrategias pastorales, sino de ser fieles en la imitación del Maestro y de ser dóciles a la acción del Espíritu, siempre deseoso de comunicar vida en cada rincón de la tierra. Hemos de ser audaces para abandonar las estructuras caducas que no favorecen la transmisión de la fe y entrar decididamente en un pro-

L

ceso constante de renovación misionera. Esta decisión debe impregnar todas las estructuras eclesiales y todos los programas pastorales de la Diócesis” (cf. DA 371-372; 365). No hay que dejar las tareas y servicios a la espontaneidad, al solo carisma o ingenio individual. El camino práctico para realizar concretamente las opciones pastorales fundamentales de evangelización, es el de una pastoral planificada; ya que la pastoral planificada hace que las personas, los movimientos apostólicos, las áreas de trabajo, las instituciones y toda clase de recursos humanos y económicos, se orienten hacia la edificación de la comunidad eclesial. Promueve el cambio necesario implicando al mismo tiempo, a las personas, las estructuras y los métodos. Además esto nos ayuda a ir desapareciendo de la vida pastoral prácticas como la improvisación, el individualismo, la dispersión y la discontinuidad. Después de las consideraciones anteriores es casi una exigencia que revisemos nuestros programas de pastoral y en cada uno de los grupos que conforman la vida parroquial nos interroguemos ¿Tenemos Programa de trabajo o vamos improvisando tanto nuestras reuniones como la orientación de la parroquia misma? ¿Qué beneficios y ventajas ofrece el tener bien definido nuestro camino pastoral? ¿A qué nos exponemos si no lo realizamos? ¿Cómo favorece nuestras búsquedas el Plan Diocesano de Pastoral?

a mayoría de las ocasiones en que nos sentimos exasperados por una situación adversa, pareciera que se apoderan de nosotros, espíritus malignos que nos hacen vituperar a diestra y siniestra en contra de nuestros amigos o familiares. Es más, nos sentimos furiosos, y luego que pasan nuestros “cinco minutos” no falta quien nos diga, −híjole con eso de la alza del camión te pusiste furioso−. Y efectivamente la furia en la antigua Grecia era representada por tres peculiares mujeres: Tisifone, Alecto, Megera. A ellas se les asignaba el nombre de Erinias (Ερινυες) hijas del coraje de una castración de Urano, es decir sangre de un castigo y fecundadas en la Tierra. Estas Erinias, no reconocen el poder y orden de los dioses, su ley son ellas mismas. Al tomar a la presa, el hombre o mujer que dejó llevarse por la furia de este trio de chicas malas tiene varias opciones para ser atormentado. Es decir, el humano que se deja envolver por sus brazos, en primera puede ser incitado a la venganza; segunda, acrecentar o suscitar el odio entre los mortales; y tercera, volverle loco hasta el filo de la muerte o en el mejor de los casos el delirio hasta que recapacitaran y no volvieran a cometer acto punible alguno. Lo que hay que resumir es que las características o facultades que poseían las tres erinias griegas, son las mismas que años posteriores los romanos representarían con las tres furias. En latín furia-furiae, se traduce como: delirio, violencia. Aunque también eran llamadas con el eufemismo de Euménides, las bondadosas o las venerables, esto por miedo a llamarlas y que se vayan aparecer al atrevido que dijera su terrible nombre. A nuestra lengua paso de modo “lineal” pues seguimos diciendo furia al sentimiento que engloba los pecados capitales como la ira, envidia, soberbia. Sin embargo no habrá que olvidar de donde nace tan fustigante sentimiento para el alma. Así que, piénsalo bien antes de llegar a tal estado de furia, pues puedes ser abducido hacia los garfios y fuego de Tisifone, Alecto, Megera y coronar sus cabezas con el cuerpo de tu arrebato furibundo.

El valor del tiempo Canónigo José Ma. Ortega Robles

T

u hoy tiene sentido si llevas dentro de ti el mañana. Cuando cumplimos años no tenemos un año más, tenemos un año menos de vida. El tiempo no pasa, los que pasamos somos nosotros. El tiempo es el maestro de los desengaños, si lo miramos de frente, nos parece un siglo, si lo miramos de espalda, nos parece un día. Nuestra vida es un relámpago. Si miramos atrás nos morimos, si miramos el mañana viviremos. Siempre decimos: si empezáramos a vivir, otra sería nuestra vida, pero lo único malo es no poder empezar a vivirla. Vivir en santidad es renunciar a a lo ilícito, para hacer apostolado. Vivamos ahora como si hoy tuviéramos que morir. Las penas son sufrimientos; la única manera de soportarlos es amar a la vida. Nuestros ojos todo lo ven, pero no pueden verse a sí mismos sino es con ayuda de un espejo. El alma es el fruto de amor de Dios, puesto a madurar en arboleda de la vida. Siempre hay que hacer el bien. Dios no ve el valor de nuestra moneda, sino el amor con que la damos.


Los libros y sus autores

07

Por Mtro. Luis Marino Moreno F.

NACIDOS PARA CORRER El misterioso pueblo de los tarahumaras, un grupo de superatletas y la increíble carrera jamás contada México, Debate 2011 398 págs. Repleto de personajes inolvidables, increíbles hazañas atléticas y ciencia de vanguardia. Nacidos para correr es una aventura épica que comienza con la simple pregunta: ¿por qué me duele el pie? Para encontrar una respuesta, Christopher McDougall nos lleva desde los laboratorios científicos de alta tecnología de Harvard hasta los sofocantes valles y los picos nevados donde cada vez más corredores llevan sus fuerzas al extremo. Protegida por el terreno más abrupto de la Sierra Madre Occidental, el misterioso pueblo de los tarahumaras de las Barrancas del Cobre, en México, custodia un arte perdido. Durante siglos han desarrollado técnicas que les permite correr cientos de kilómetros sin descanso, convirtiéndolos en los corredores de fondo más rápidos de todos los tiempos. Este talento, casi sobrehumano, convierte a los tarahumaras en hombres serenos e inmunes a las enfermedades y a las tensiones de la vida moderna. Con la ayuda de Caballo Blanco, un curioso personaje que años atrás se internó en las salvajes barrancas para vivir entre ellos, el autor pudo desvelar los secretos de este pueblo mítico al tiempo que descubría al atleta que llevaba dentro, entrenándose para uno de los mayores retos de su vida: una carrera de ochenta kilómetros que enfrentaría a los tarahumaras contra un extraño grupo de corredores. Nacidos para correr es un relato fascinante que no sólo conquistará tu mente sino que también inspirará a tu cuerpo cuando descubras que el secreto de la felicidad está en tus pies y que todos hemos nacido para correr. CHRISTOPHER MCDOUGALL Fue corresponsal de guerra para Associated Press y ahora escribe para la revista Men´s Health. Fue finalista en tres ocasiones de National Magazine, Award. Ha escrito para Esquire, The New York Times Magazine, Outside, Men´s Journal, y New Yorker. Suele correr alrededor de las granjas Amish que rodean su casa en Pennsylvania.

Iglesia Universal CASTEL GANDOLFO.- En sus palabras previas al rezo del Ángelus, el Papa Benedicto XVI, invitó a todos los fieles a dejarnos nuevamente sorprender por las palabras de Cristo, que siempre debe ser primicia para la humanidad.

“Dejémonos, también nosotros, nuevamente sorprender por las palabras de Cristo: Él, semilla de trigo lanzada en los surcos de la historia, es la primicia de la humanidad nueva, liberada de la corrupción del pecado y de la muerte”, dijo el Papa ante los miles de peregrinos reunidos en Castel Gandolfo.

Además, el Papa invitó a redescubrir “la belleza del Sacramento de la Eucaristía que expresa toda la humildad y la santidad de Dios: su hacerse pequeño –Dios se hace pequeño- parte del universo que quiere reconciliar a todos en su amor”. CIUDAD DEL VATICANO.- Con motivo de la cercanía del Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI, el historiador de la Iglesia y consultor de varios dicasterios, monseñor Wilhelm Imkamp, afirmó que el Catecismo es la piedra angular que nos mantiene aferrados a la fe.

 El Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI, comenzará el 11 de octubre de 2012 en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano y concluirá el 24 de noviembre de 2012, en la solemnidad de Cristo Rey del Universo, además conmemorará el del 20º aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica.

Iglesia en México MÉXICO.- En el auditorio de la Basílica de Guadalupe, se llevó a cabo el Taller de Cultura Náhuatl, del 6 al 9 de agosto de 2012. Los participantes contaron con la presencia y asesoría de Mons. Juan Manuel Sierra, oficial de la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, encargado de hacer la revisión de nuestras traducciones. Hubo delegados de las arquidiócesis de México, Puebla y Tulancingo; de las diócesis de Ciudad Valles, Cuernavaca, Huejutla, Huautla, Orizaba, San Andrés Tuxtla, Tehuacán, Texcoco, Tlapa y Tuxpan. Después de compartir el proceso que ha seguido cada diócesis para elaborar traducciones y de compartir materiales, se tomó el importante acuerdo de hacer una sola traducción náhuatl de la Biblia y de los textos litúrgicos, de algunas oraciones. MÉXICO.- Con el tema: “La Radio Católica y la Misión Continental Permanente”, se llevó a cabo, en las Instalaciones del Tecnológico de Monterrey, en la Ciudad de Monterrey, el III Encuentro de radios católicas por Internet. Después de dos encuentros donde se ha analizado la realidad de las radios católicas, los retos y desafíos, la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación y el equipo coordinador de la Red de radios católicas por internet en México, desea llevar a cabo un proyecto de capacitación, profesionalización y certificación de las personas que laboran ya en las estaciones de radio. Se pretende ser un medio misionero por el cual se transmita el mensaje del Evangelio a todos y así contribuir a la misión continental permanente, como discípulos misioneros en la construcción de una sociedad mas justa, igualitaria y de paz. MÉXICO.- El Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), monseñor Carlos Aguiar Retes, destacó que “la misión de las universidades católicas es generar una cultura con valores del Evangelio” en su po-nencia al celebrar los 25 años de reapertura de la Universidad Pontificia de México (UPM). “La misión que la Iglesia confía con gran esperanza a las universidades católicas, reviste un significado cultural y religioso de vital importancia, pues concierne al futuro mismo de la humanidad. Exigir a las universidades católicas, las hará más capaces de responder a la tarea de llevar el mensaje de Cristo al hombre, a la sociedad y a las culturas”.


¿A quién iremos? Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

“Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: «¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?». Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen». En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede». Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?». Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios».” (Jn 6,60-69).

E

l último cuestionamiento a Jesús, como reacción al así llamado “Discurso del Pan de Vida,” no viene de los judíos sino de sus propios discípulos: ¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?

Esta es una de las ventanas más claras del Cuarto Evangelio que asoman a la comunidad de este escrito sagrado. En el seno de la comunidad existieron muchos que terminaron por separarse, ya sea por no creer en la encarnación o por no creer en la Eucaristía. Es un momento de crisis. El grupo de discípulos se purifica. Recordemos que incluso después de la purificación del Templo muchos creyeron en Él por los signos que Jesús realizaba, pero Él no se fiaba de ellos, conociendo lo que había en el corazón del hombre. Así, el Cuarto Evangelio claramente distingue no solo entre quienes creen y entre quienes no creen, sino entre quien dice creer pero no alcanzan a “digerir” toda la revelación de Jesús, los cuales están justamente representados por quienes dicen “¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?”. Creer en Jesús implica no mutilar su mensaje, sino aceptarlo de manera íntegra. Una de esas partes difíciles de “digerir” es que el Verbo se haya hecho carne y que esa Palabra encarnada se dé en alimento. El texto deja en claro que la multitud, aunque tiene destellos de fe, su percepción es tan limitada que no serán capaces de seguirlo. Pues, por un lado, lo consideran como el Profeta que habría de venir al mundo, e incluso intentan hacerlo rey, pero quedan excluidos de su seguimiento, pues concluyen como escépticos ante su revelación como Pan de Vida. El grupo se va haciendo más estrecho, pues si la multitud no llega a la fe, muchos de sus discípulos tampoco llegarán muy lejos, pues no alcanzan a asimilar sus palabras sobre el comer su carne y beber su sangre, y terminan echándose para atrás. Lo anterior deja a Jesús sólo con el grupo de los Doce, y aún uno de ellos lo traicionará. Esto no significa que nadie fuera de los Doce haya llegado a la fe, sino que permite distinguir lo importante y trascendente que es el creer, lo cual implica recibir cada una de sus Palabras sin excluir nada. En este caso, Simón tiene las palabras del verdadero creyente, del verdadero seguidor: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios”. Su respuesta deja en claro que creer es seguir y seguir es creer. No se puede seguir a Jesús sólo a partir de ver sus obras, sino por aceptar sus palabras, pues éstas explican el verdadero sentido de sus obras, las cuales son signos de algo que va más allá de lo que los sentidos perciben, su objeto es manifestar la identidad profunda del Salvador del mundo que atrae a todos los hombres hacia Él para darles vida en abundancia.


Gran fiesta en la Parroquia de Tlaxcala en honor a la Virgen de la Asunción “María Santísima, nuestra Madre, no conoció la corrupción del cuerpo” Por LCC Angélica Maldonado Morales

C

ientos de fieles de la parroquia de Tlaxcala, se reunieron con evidente fe para festejar el 15 de agosto a la Madre de Dios en su Advocación de Nuestra Señora de la Asunción. La celebración eucarística fue presidida por monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, quien estuvo acompañado del párroco, presbítero Erasmo Valero Sánchez y de varios Sacerdotes invitados. “El triunfo de María es también el triunfo de sus hijos. María ha subido al cielo en cuerpo y alma para decirnos que un día estaremos con Ella de manera semejante. Ahí nos espera con los brazos abiertos para abrirnos la puerta de la gloria. “El cuerpo de la Santísima Virgen en el que Dios-Hijo habitó es digno de todo respeto, está eternizado en el Cielo, incorrupto, feliz como estará un día el nuestro, por eso no debemos denigrar nuestro cuerpo con el pecado, porque es Templo vivo del Espíritu Santo, por eso debemos defenderlo ante toda ten-

tación, ante toda degradación que atente contra nuestra pureza física, mental y espiritual. No debemos olvidar que nuestro cuerpo algún día será recibido por Dios y no podrá entrar al Cielo un cuerpo corrupto o manchado por el pecado. “Muchos hay que destruyen su cuerpo con el pecado, consumiendo drogas, alcohol o degradandolo, pero la Santísima Virgen con su Asunción al Cielo, nos recuerda que estamos llamados a ser purificados y santificados en esta vida para encontrarnos algún día con Ella en el edén eterno”. En este tradiciónal barrio, los grupos parroquiales y los fieles, festejaron en grande a Nuestra Señora de la Asunción, con carros alegóricos, entradas de cera, los danzantes que nos recuerdan nuestras raíces autóctonas, y la tradicional pólvora que nunca falta. Sin duda fue una solemnidad vivida con evidente fervor Mariano y mucha tradición propia de este hermoso barrio.

La Rosa de Plata para la Virgen de la Asunción en Portezuelo Por Redacción La Red

E

n un gran ambiente de alegría, la comunidad del Portezuelo, municipio de Cerro de San Pedro SLP, celebró su fiesta Patronal venerando a la Virgen de la Asunción, el miércoles 15 de agosto de este año. El párroco de Cerro de San Pedro, padre Lucio Zarazúa, así como los fieles de la comunidad, recibieron con gran entusiasmo a diversas peregrinaciones provenientes de la ciudad de Monterrey, de nuestra ciudad capital y algunas otras de Estados Unidos. Como ya es tradición, desde Monterrey, fieles

de esta ciudad, trajeron en ofrenda la Rosa de Plata a la Virgen de la Asunción, misma que fue recibida por el padre Lucio. Antes de la celebración, los visitantes entraron al templo para venerar a nuestra Santa Madre, en su advocación de la Virgen de la Asunción. La celebración eucarística se llevó a cabo en la plaza del pueblo, y fue presidida por el Vicario de Pastoral, padre José Manuel López Facundo, acompañado por el padre Arnulfo Alvarado y el párroco de la comunidad. Una vez finalizada la eucaristía, las

diferentes peregrinaciones y algunos fieles de la comunidad, realizaron una carrera atlética, como una forma de agradecer a la Virgen, el trabajo, la salud y protección que les brindó durante el año 2011 y le pidieron que el próximo siga intercediendo por ellos. “Ya son varios años que tenemos organizando esta peregrinación y esta carrera para dar gracias por el cuidado que nos ha dado nuestra Madre del Cielo, tanto en nuestra familia como en nuestras labores”, expresó uno de los organizadores de la peregrinación.

Antes de la celebración, los visitantes entraron al templo para agradecer a nuestra Madre todas las bendiciones que por su interseción obtuvieron.


Nuestra Señora de la Expectación fue Festejada en nuestra Catedral Potosina “Nunca podrá entrar al Cielo cuerpo corrupto o manchado por el pecado” Por LCC Angélica Maldonado Morales

“El cuerpo de la Santísima Virgen en el que DiosHijo habitó es digno de todo respeto, está eternizado en el Cielo, incorrupto y feliz como estará un día el nuestro”: Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero.

C

“No debemos denigrar nuestro cuerpo con el pecado, porque es templo vivo del Espíritu Santo; debemos defenderlo ante toda tentación, ante toda degradación que atente contra nuestra pureza física, mental y espiritual”.

on un gran fervor Mariano, se festejó a la Madre de Dios en su Advocación de Nuestra Señora de la Expectación en la S.I. Catedral Metropolitana Potosina.

pura, Madre del Eterno Padre y Madre de la humanidad entera, NO CONOCIÓ LA CORRUPCIÓN DE LA CARNE, POR LO QUE FUE ASUNTA AL CIELO, al igual que Jesucristo nuestro Salvador”.

premio: la Asunción a los Cielos, así nos enseña de forma contundente la mejor forma de vivir apartados y libres de todo pecado”.

Esta festividad estuvo presidida por nuestro arzobispo, Jesús Carlos Cabrero Romero, quien estuvo acompañado por el rector, canónigo Darío Martín Torres Sánchez y por el venerable cabildo catedralicio y varios sacerdotes invitados que se unieron a esta celebración, que llenó de júbilo el corazón de muchos fieles marianos.

Así lo señaló claramente nuestro arzobispo durante su homilía emitida el pasado 15 de agosto, quien dijo:

Cabe señalar que como cada año consecutivo, la hermosa Virgen de Catedral fue bellamente adornada con palomitas de papel que reunieron los fieles durante el Quincenario ofrecido en su honor y se le rindió homenaje público por la Plaza de Armas, donde cientos de fieles se encomendaron a Ella y depositaron su confianza en la Madre bondadosa y tierna que nunca deja sin escuchar nuestras súplicas, mientras se escuchaba el sonar de las trompetas, los tambores y los cantos marianos, propios de la solemnidad.

“Sin duda alguna, recordamos que nuestra Madre Santísima subió a los Cielos y estamos ciertos de que nosotros podemos estar algún día con Ella en el Reino de Dios, y que además la Virgen

“María es la mujer más triunfadora. La humilde esclava del Señor que ha logrado lo que ninguna mujer famosa ha conseguido: subir al cielo en cuerpo y alma sin conocer la corrupción del sepulcro. Eligió como meta cumplir la voluntad de Dios; como motivación: el amor; como

“Recordemos que nuestro cuerpo algún día será recibido por Dios y no podrá entrar al Cielo cuerpo corrupto o manchado por el pecado, esto que nos quede muy claro”.


AGOSTO 26 DE 2012

Gran fiesta en Santa María del Río en honor a Nuestra Señora de la Asunción

Por: L.A.E. Oscar Hugo Díaz Reyes

D

el 1 al 16 de agosto con entradas de cera, acompañadas de vistosos carros alegóricos, danzas, pólvora, música y olorosas flores, los santamarienses celebraron a la virgen de la Asunción, patrona de este lugar, haciendo su recorrido para llegar al templo y ofrecer a nuestra celestial patrona, dichas ofrendas en su honor. Después de la celebración eucarística se podían apreciar los fuegos pirotécnicos. Con la bajada solemne de la imagen, el día 1º de agosto a las 12:00 hrs. Iniciaron las fiestas a Nuestra Señora de la Asunción: repique de campanas, cohetes y alba, despertaban al amanecer a los santamarienses, y al anochecer el cielo se iluminaba con luces multicolores por los fuegos pirotécnicos en honor a la Reina Celestial. El 14 de agosto varios artistas ofrecieron una serenata a los pies de la venerada imagen, cantando al final las tradicionales mañanitas. El día 15 de agosto con gran júbilo, los santamarienses dieron la bienvenida al señor arzobispo don Jesús Carlos Cabrero Romero en el arco de la entrada que distingue a este bello pueblo de artesanos, haciendo un recorrido para llegar al templo parroquial; después de saludar a la gran mayoría de fieles ahí presentes y reci-

bir palabras de bienvenida entre aplausos; presidió la sagrada eucaristía en compañía del párroco, padre J. Miguel Domínguez Mejía y sus vicarios: los padres Valentín Carbajal Méndez, Rodrigo Alemán Gil, Víctor Soldevilla y presbíteros iynvitados. Al término de la celebración eucarística el párroco, padre J. Miguel Domínguez Mejía recibió un reconocimiento de parte de los fieles y de sus vicarios por 15 años al frente de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.

Por la tarde los señores del Pueblo de Abajo llevaron en hombros la bendita imagen por las principales calles del pueblo, acompañados por los carros alegóricos que desfilaron cada día; por la noche todos disfrutaron de los fuegos pirotécnicos. Por cuarta ocasión se monto una exposición de arte sacro, en donde se mostraron varios objetos religiosos del siglo XVIII y XIX y algunos de los vestidos que ha usado la imagen de Nuestra Señora de la Asunción; y una exposición fotográfica “Santa María, un pueblo de fe y tradición” .


Jornada eucarística en la Mantequilla

C

on el objetivo de experimentar como pueblo de Dios el encuentro con Jesús Eucaristía, para que sintiendo su presencia amorosa, luchemos por mantener viva nuestra fe y la unidad en las familias y comunidades, la parroquia de el Sagrado Corazón de Jesús, en la Mantequilla SLP, realizó del 1 al 11 de agosto una jornada eucarística la cual se viene realizando desde hace casi 15 años.

Yo CREO...y vivo mi FE

Para amar debo empezar por creer P. Memo Gil

Y como desde la primera vez, esta jornada se vivió con mucha fe y esperanza. El Santísimo Sacramento recorrió todas las comunidades pertenecientes a la parroquia y en cada una de ellas los habitantes tuvieron muy bonitas expresiones de amor a Jesús Eucaristía; con los mismos sentimientos que tuvieron los discípulos de Emaús le exclamaban: “Quédate con nosotros”. Era hermoso ver como a la orilla del camino, se formaban vallas humanas, que arrodilladas le pedían en su interior por todas las necesidades a Jesucristo, que pasaba amoroso, a veces de día y otras veces de noche acompañado de una gran cantidad de personas que no querían dejarlo caminar solo y cuya mayor necesidad es que se quede siempre en sus corazones. El día 11 concluyó en la sede parroquial con una reflexión ofrecida por el padre José de Jesús López Castillo, en la cual habló de la unidad familiar, como consecuencia de vivir alimentándonos de la Eucaristía. Esta jornada eucarística también es una preparación con miras a celebrar en el mes de octubre la vigilia de espigas.

Q

uiero iniciar los presentes artículos agradeciendo a los responsables del Semanario La Red, la oportunidad de compartir con todos sus amables lectores, estas reflexiones en torno al fundamento de nuestra vida cristiana y que tienen que ver con lo que creemos en la Iglesia y expresamos en nuestra profesión de fe. A propósito del Año de la Fe que el Papa Benedicto XVI nos ha invitado a vivir a partir del 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y que concluirá en la solemnidad de Cristo Rey, el 24 de noviembre de 2013; me pareció prudente, preparar unas reflexiones en torno a la fe, reflexiones que buscan ayudarnos a cómo creer más y mejor, aquello que expresamos como profesión de fe y, la mayoría de las veces, sin ser plenamente conscientes de lo que decimos al recitar el Credo.

El Santísimo Sacramento recorrió todas las comunidades.

Era hermoso ver como en el camino se formaban vallas humanas.

Todos los seres humanos de todos los tiempos experimentan este deseo implícito de poder tocar y experimentar lo trascendente, y por eso llegan a reconocer en su experiencia vital un impulso interior por conocer y relacionarse con ése Alguien superior que les dio la posibilidad de existir. De aquí se parte para iniciar una experiencia religiosa que dé al espíritu humano razones para fundamentar el sentido de su vida. En nosotros los cristianos esto se traduce como acceso a la revelación que, en Jesucristo, Dios ha hecho de sí mismo y nosotros debemos responder a ésta auto-revelación de Dios con nuestra fe en Él. Así, la fe es el primer contacto con Dios que es Amor. El inicio de toda posible comunicación con Él se da por ésta virtud, gracias a la cual, como dice san Agustín, “tocamos a Dios”. La fe se infunde en nuestra alma, junto con la gracia, al ser bautizados. Y crece si recibimos debidamente dispuestos los sacramentos, si somos personas de oración y llevamos una vida coherente entre la fe y las obras. Pero es muy oportuno, para que la fe como virtud crezca, ejercitarnos haciendo actos de fe. Hacemos un acto de fe cada vez que asentimos (o sea que admitimos como cierto) conscientemente a las verdades reveladas por Dios; no precisamente porque nos hayan sido demostradas y convencido científicamente, sino primordialmente porque Dios las ha revelado. Sin embargo, constatamos cómo hoy vivimos en plena secularización, es decir, se ha perdido el valor socialmente reconocido a los símbolos e instituciones de la religión, crece la ocupación en tareas pragmáticas, desinteresándose del más allá, se separa la sociedad y la cultura de las instituciones eclesiásticas, se reduce la religión a mera antropología, se desacraliza la naturaleza, convertida en objeto de dominio técnico, se pasa a una tradición elástica y móvil que no consagra ningún principio, se privatiza la religión, confinada a la intimidad, se la fragmenta en un pluralismo de creencias coexistentes.

El Santísimo siempre estuvo acompañado por una gran cantidad de personas.

La jornada concluyó con una reflexión ofrecida por el padre José de Jesús López Castillo.

Por lo cual, decir hoy “yo creo” exige preguntar cómo creo lo que creo y a qué tipo de actuación me obliga ese creer. Como misionero en África participaba en la traducción de los evangelios al dialecto chibárue junto otros sacerdotes y religiosas, y como no encontrábamos las palabras exactas para expresar el concepto creo, acudimos a un catequista que se había convertido ya hacía tiempo al cristianismo. El hombre, después de pensar unos momentos, nos devolvió la pregunta diciendo: ¿Eso no querrá decir “oigo en mi corazón”? Nos miramos sorprendidos y le preguntamos ¿Por qué? Y él nos dijo: “Porque cuando quiero mucho algo y pasa a ser parte de mi vida, oigo en mi corazón que está bien, que eso es lo mejor para mí”. Pues de eso se tratará en estas reflexiones que compartiremos, de oír en nuestro corazón cómo creemos lo que creemos y porqué lo creemos así. Y si eso es lo que nos mueve a amar más a Dios para saber creer en Él y a abandonarnos siempre en sus manos con una confianza incondicional como el niño en brazos de su madre.


13

AGOSTO 26 DE 2012

S

olía decir Epicteto (55-135 d.C.), el filósofo estoico, que sólo existen dos tipos de cosas: las que dependen de nosotros y las que no dependen de nosotros, y de esta distinción elemental dedujo cosas sensatísimas. «Cuando se te ofrezca algún hecho enojoso, enseñaba, considera si es cosa que dependa de ti; porque si no depende, dirás que no te toca». ¿Dependía de ti que sobreviniera esta nevada y destruyera tus sembrados? ¿Dependió de ti que nacieras vizco o jorobado? Pues entonces no te acongojes. Hay que aclarar cuanto antes, sin embargo, que el filósofo, cuando hablaba de lo que no depende de nosotros, hablaba casi siempre de desgracias. Pero, siendo honestos, hay una infinidad de cosas que no pudimos elegir y que no son, por cierto, calamidades. No elegimos nuestros apellidos, este padre y esta madre, el país en que nacimos, la cuna en que nos mecieron, la forma de nuestra nariz, la escuela en que aprendimos las primeras letras, los seres que hemos encontrado en nuestras paseos cotidianos por los callejones de la vida. No elegimos a nuestros profesores, ni el día de nuestro cumpleaños; no elegimos nuestro carácter, ni las peculiaridades de nuestro temperamento; no elegimos los compañeros de clase, ni a los seres que hoy viajaron con nosotros en el mismo tren. -«Las mejores cosas de nuestra vida no las elegimos nosotros» -dice un personaje de Los peores años de nuestra vida, la película del director español Fernando Trueba. »-¿Y las peores? –le pregunta alguien. »-Acaso sí». Los seres que han marcado nuestra vida, los encuentros que nos han obligado a tomar otro rumbo, los momentos inolvidables, las experiencias afortunadas: nada de esto lo hemos elegido nosotros; se dieron, simplemente; o mejor aún, se nos dieron. Si mis padres hubieran podido elegir todas y cada una de las características de sus hijos, yo no estaría aquí; habría, quizá, otro Juan Jesús, en caso de que mis padres se hubieran empeñado en poner a su hijo justamente ese nombre, pero no el Juan Jesús que yo soy: ¡yo soy tan imperfecto! Pero lo contrario también es verdad: si a los hijos se nos hubiera podido preguntar cómo querríamos a nuestros padres, acaso hubiéramos elegido aquella cualidad o aquel otro carácter que nos hubieran hecho tener, al final, otros padres muy diferentes de los que en realidad tenemos. André Rousseaux, el famoso crítico literario francés, escribió a este respecto un párrafo bellísimo en la introducción de una de sus obras (Litterature du vingtième siècle) que me gustaría citar por entero: «El hombre es la única criatura que elige lo que ama. He aquí una hermosa definición de la preeminencia humana. Pero al considerar su aplicación nos damos cuenta que es bastante reducida. El hombre sólo elige realmente lo que menos cuenta en su vida: el menú de su comida, el color de su corbata o el empleo de sus horas libres. La elección de su trabajo ya no es tan segura. Si el hombre hiciese sólo lo que le gusta, cambiaría por completo la condición humana. ¿Y qué decir si pasamos al terreno del amor, que afecta a lo más profundo de nuestros sentimientos? No se eligen los padres, ni el país natal. No se eligen

La elección de Dios los hijos, esos extraños surgidos de nuestra propia carne. E incluso, ¿se elige la mujer amada? El azar de un encuentro ha impuesto a nuestra vida a la que vanidosamente llamamos la elegida. Sería mejor decir que es un don del cielo. Porque si hubiese sido realmente objeto de nuestra elección, ello se debería menos, si bien se piensa, a un rasgo de amor que a un monstruoso egoísmo. La palabra elección no expresa una realidad en amor más que en los mercados de esclavas y en el trato de los amores lascivos. Pero el amor puro y verdadero es el acierto de un azar acompañado de un acto de fe. Este mutuo acuerdo que pretendemos haber elegido porque nos gusta creerlo, no es tanto un acuerdo deliberadamente buscado como un acuerdo al que hemos tenido que rendirnos». Tiene razón Rousseaux: el amor, el amor verdadero es siempre el acierto de un azar acompañado de un acto de fe. «De haberme buscado, jamás me habrías encontrado», solía recordarle su esposa a Jean Guitton.

No hay que tener miedo del azar.

Para un creyente, éste es uno de los hilos que la Providencia mueve para llevar su vida a buen fin, a puerto seguro. Creer en la Providencia es creer – como dijo Gustave Thibon (1903-2001)- que el ejército de los azares combate por mí. «Un milagro de protección, de maternidad, de clemencia aureola cada uno de mis pasos» y los dirige justo allá donde me espera la vida verdadera, donde me aguardan el Otro y los otros. No, los encuentros no se planean ni se provocan: se esperan simplemente con la confianza puesta en Dios, que dijo que no es bueno que los hombres estén solos. Existen, pues, dos tipos de cosas: las que dependen de nosotros y las que no dependen de nosotros. Pero las mejores cosas de nuestra vida no las elegimos nosotros. -¿Y las peores? -Acaso sí.


Robo de ganado en el Pueblo de Indios de San Miguel, hoy Barrio de San Miguelito Por Mtro. José Ricardo García López

C

omo ya sabemos, cuando se formó el Pueblo de San Luis Minas del Potosí de la Nueva España, se constituyó como un pueblo exclusivamente de españoles y estaba rodeado por siete pueblos de indios de diversas castas como: guachichiles, tlaxcaltecas, otomíes, huastecos, mexicanos o nahua, tarascos (que según algunos debe decirse purépechas) y otros más. Posteriormente esos pueblos se convirtieron en los siete barrios que conocemos y que actualmente forman parte integrante de la ciudad. Compartimos en este espacio un breve comentario de una causa criminal, muy resumida, que trata de la comisión de un delito que en la actualidad podríamos llamar abigeato, pero que en la época que se cometió era simplemente robo de ganado. Dicha causa criminal se encuentra clasificada en el Archivo Histórico de nuestro Estado como: Alcaldía Mayor de SLP 1608-1. Y dice de la manera siguiente: En el Pueblo de San Luis Potosí, a 31 días del mes de enero de 1608, ante don Alonso de Oñate, alcalde mayor en él por su majestad, se presentó Diego de Zamora, teniente de alguacil mayor (actualmente diríamos el Subdirector de la policía Ministerial) y denunció a Juan Bautista indio y a Pedro Hernández y a otro indio llamado también Juan Bautista, vecinos del pueblo de San Miguel que está atrás del convento de San Francisco y a los demás que parecieren culpados en esta causa y contando el caso de esta mi denuncia, digo que: ayer noche 30 de este mes, con poco temor de Dios Nuestro Señor, han matado vacas y las hurtaron sólo para quitar el sebo y lo han traído a este pueblo a vender con las ubres de ellas y con la manteca, en lo cual han cometido delito grave en quebrantamiento de las ordenanzas y deben ser castigados. Por tanto: A vuestra merced pido y suplico mande recibir la información que daré o en la parte que baste y prender a los susdichos como asimismo lo declaran Diego Hernández y Juan Bautista, indios naboríos de la estancia Matapulgas de Rodrigo de Saucedo, que vinieron con el dicho Juan Bautista para llevar el dicho maíz.

Por las declaraciones de los testigos y de los propios acusados sabemos que el alguacil se enteró de este hecho porque un indio acusó ante él a Juan Bautista y a Pedro Hernández de que tenían en su casa el sebo y la manteca. Hay que tener en cuenta que la carne no era tan importante como el sebo y manteca que se utilizaba para elaborar velas, por ello es que lo trajeron a vender al pueblo. Pero resulta que quienes tenían en su poder dicho sebo y manteca lo habían recibido a su vez de un mestizo de nombre Santiago que era el mayordomo de la estancia de Matapulgas y todos a su vez,

empleados de Rodrigo de Saucedo dueño de esa estancia en donde se criaba y engordaba el ganado. El mayordomo aprovechando la ausencia de su amo Rodrigo Saucedo, que había viajado a Lagos de Moreno, mató los animales y como era, en ese momento, el jefe de todos se aprovechó de la candidez de sus compañeros indios y les ordenó llevar a vender al pueblo el sebo y la manteca. Al enterarse el defensor general de los indios de que aquellos a quienes debía proteger estaban siendo acusados injustamente, inmediatamente tomó cartas en el asunto e intervino en el juicio con el escrito siguiente: Sebastián Sarmiento Osorio, Defensor General de los indios, por lo que toca a Juan Bautista, indio, natural y vecino del pueblo de San Miguel que es junto a San Francisco de este pueblo, y a Pedro Hernández y Juan Bautista, indios naboríos (esto quiere decir que eran empleados libres y no esclavos) de la estancia de Rodrigo de Saucedo, presos en la cárcel pública de este pueblo, sobre y en razón de la denunciación que de ellos hizo Diego de Zamora, teniente de alguacil mayor por haberse hallado en poder de dicho Juan Bautista, indio de San Miguel, cantidad de sebo y ubres de vacas respondiendo a la acusación que se le ha seguido puesta por el denunciador digo que sin embargo de ella los dichos indios deben y han de ser absueltos y dados por libres de lo que se les imputa porque están libres y sin culpa en esta causa por no probárseles en ella, como no se les prueba que hayan muerto ningún ganado sino que el dicho sebo se lo dio al dicho Juan Bautista de San Miguel, Santiago, mayordomo de la dicha estancia a trueque de maíz, el cual debió de matar el ganado de que procedió,

sin haberlo muerto los dichos indios para cuyo efecto envió a este pueblo desde la dicha estancia a Pedro Hernández y Juan Bautista para que llevasen el dicho maíz y solamente pasa lo que los dichos indios tienen dicho y declarado en su confesión a lo cual se ha de estar pues nunca los indios niegan lo que hacen por todo lo cual y lo que más hacer puede a favor de los dichos indios que he aquí por expreso. A Vuestra Merced pido y suplico, mande hacer en esta causa según que de su uso tengo pedido. [soltándolos libremente] de la prisión en que están a los dichos Pedro Hernández y Juan Bautista, indios pues contra ellos no lo están de culpa alguna, ni saben, ni se hallaron presentes cuando se mató el dicho ganado y la culpa está contra el dicho Santiago, mayordomo de la dicha estancia y por cuanto los dichos indios como pobres y miserables, en la prisión padecen vejación, molestia, necesidad que en lo ansí vuestra merced, mandando hacer, hará justicia la cual pido y en lo necesario, etc. Sebastián Sarmiento Osorio (rúbrica).

Afortunadamente esta causa terminó como terminan algunas novelas que nos resultan agradables porque en ellas se realiza plenamente la justicia, así resultó en este pleito, pues se castigó al mayordomo infiel y se dejó en libertad a los indios que eran inocentes. Hice destacar en negritas el párrafo en que se hace patente la veracidad de los indios nuestros antepasados y la intervención del defensor general de los Indios que ordinariamente era un abogado escogido para desempeñar ese cargo por su intachable conducta, su moral y sobre todo por su amor a la justicia. Posiblemente sea el antecedente del defensor de los derechos humanos.


Fe y política

Adiós al ya merito...

Los otros medallistas

mexicanos Por Javier Algara

A

todo pasado es que hago estas reflexiones. Suelo hacerlas cada vez que algún compatriota obtiene un triunfo de esos que merecen sinceros comentarios eulogísticos del pueblo y de la prensa, y hasta fotos con el Poder Ejecutivo. Nuestros medallistas olímpicos son el ejemplo más reciente. Relevantes personalidades en la tele y en las páginas editoriales de los diarios tributaron a los atletas mexicanos merecidas alabanzas y los pusieron como ejemplos para las generaciones futuras de la Nación; sus familiares ocuparon las pantallas chicas para narrar emocionados sus historias y acentuar sus valores: dedicación, ideales elevados, disciplina, etc. Futbolistas de ambos sexos y de varias edades son quienes han logrado más veces tales honores, aunque no han faltado marchistas, velocistas y hasta poetas y científicos. Indudablemente que merecen cada elogio. Hay otros medallistas mexicanos, sin embargo, que apenas han merecido unas cuantas líneas en la prensa y unos cuantos minutos en los medios electrónicos. De una foto en Los Pinos con el Presidente de la República, ni hablar. Estos otros atletas también corrieron bien sus carreras, vencieron en sus combates y conquistaron las coronas merecidas. Pero casi nadie los conoce en nuestro país. Quizás porque, a diferencia de los jóvenes ganadores de medallas en los juegos olímpicos, su meta no era destacar según el criterio de citius, altius, fortius. No deseaban dejar atrás a nadie corriendo más rápido, ni brincar más alto que los demás competidores, ni pegar más fuerte que sus contrincantes. Simplemente deseaban amar siempre más intensamente a Dios y a sus semejantes, y ser siempre más leales a su Señor. Y lo lograron. Amaron tanto y fueron tan fieles que incluso no dudaron en demostrarlo con su sangre.

En la primera mitad del siglo pasado, en circunstancias políticamente complicadas de odio a Cristo y a su Iglesia en México, sin tener audiencias que les aplaudieran, en lotes baldíos y cementerios pueblerinos, estos atletas de Dios rompieron todos los récords de caridad y fe. No solamente “se pusieron la camiseta” y la sudaron, sino que la empaparon en su propia sangre. En tierras de Zacatecas, Jalisco, Colima y otros estados de la República Mexicana, rompieron la barrera del amor estándar, el que únicamente se da a quien está dispuesto a corresponder. Estos atletas se pusieron como meta emular el record anteriormente establecido por Jesús, el Cristo, en el Calvario, y lo lograron cuando perdonaron a los soldados que les apuntaban sus máuseres en el paredón o les ponían la soga al cuello debajo de los mezquites. Su grito de victoria era el que sellaba su fidelidad total: ¡Viva Cristo Rey! Sus nombres no eran de los que uno asociaría con la imagen de un atleta: Cristóbal, Román, Atilano, Margarito y otros parecidos. Nunca llevaron uniformes bonitos, ni sus nombres eran mediáticamente “catchy”, ni tuvieron “sponsors” millonarios o la oportunidad de ser entrevistados ante las cámaras, pero ciertamente no se quedaron estos campeones sin subir al podio. Lo hicieron años después de haber consumado sus hazañas, el 21 de mayo del 2000, y en ceremonia de lujo, ante muchos espectadores. El Papa Juan Pablo II en persona confirmó su triunfo y los declaró atletas vencedores, dignos de reconocimiento público, y merecedores de ser imitados. Lástima que tan pocos católicos mexicanos conozcamos esta larga lista de medallistas de oro, nuestros mártires. Nadie tiene mayor amor que quien da la vida por sus amigos. Este es el record al que hay que apuntar en la olimpiada de la vida humana. Estos otros medallistas mexicanos lo lograron.

H

an terminado las vacaciones, las Olimpiadas y otras tantas cosas que fueron oportunas de compartir en éste periodo del verano. El regreso a clases de más de 25 millones de niños, reactiva una vida mucho más compleja y distinta a la que gozamos quienes en este tiempo nuestros trabajos eran imposible postergarlos o emplazarlos. Este período que iniciamos, por cierto con muchas dificultades para los papás y mamás que tienen que dosificar sus gastos entre los útiles y accesorios de sus hijos y los gastos cotidianos, implica un cambio en el esfuerzo de todos y cada uno de los miembros de la familia. Medir el tiempo entre el trabajo, la escuela, las rutas de traslado, las faenas de casa y otras tantas cosas pueden hacer aparecer los primeros síntomas del stress. Estos cambios en la rutina de la vida nos pueden parecer no muy apreciados, pero son necesarios para que cada uno de nosotros pueda alcanzar sus sueños y sus metas. Me parece apreciar en la mentalidad de nosotros, los mexicanos, algo distinto a lo que por muchos años hubiese parecido el eslogan de nuestras vidas. Sabemos que hay muchas cosas que aún tenemos que cambiar pero, si no cambiamos de actitud difícilmente lo podremos alcanzar. El triunfo de varios de nuestros atletas en las pasadas Olimpiadas de Londres y sobre todo el oro logrado por la selección mexicana de futbol, llevó a muchos comentadores a señalar como superada la “maldición” del “ya merito” con el que en muchas ocasiones nos desmarcamos de tener derecho a alcanzar el triunfo. Contemplando no solo la presencia de jóvenes mexicanos en el máximo podium olímpico de futbol; o la presencia de coterráneos en el Proyecto Curiosity, cuyas exploraciones han llevado a considerar la posibilidad de materia orgánica en el llamado Planeta Rojo; o que, aún en la violencia que acosa a nuestras ciudades, en ellas vemos el trabajo y la valentía de nuestra gente, que desafía a los miedos, las frustraciones e impotencias que causan la complicidad o la tibieza de quienes deberían de

garantizar nuestra seguridad. El cambio de mentalidad, como lo diría Luis Fernando Tena, entrenador olímpico de futbol, es lo que puede llevar a un cambio de actitud y consecuentemente a alcanzar nuestros anhelos. Hace algunas semanas, escuchando el Evangelio dominical, en el contexto del “Sermón del Pan de la Vida”, Jesús hacía mención de que “todos serán Discípulos del Señor” (Jn 6, 45), recuerdo cómo el P. Darío, en su reflexión que nos ofrecía, en la edición 183 de este semanario, decía que éste término que usa san Juan para discípulo hace recaer la acción en Dios como maestro y no en el discípulo como alumno, es decir que, en lugar de designar al alumno como el que aprende, es Dios quien hace al discípulo instruyéndolo; por lo que muchos en lugar de traducir el término como “todos serán discípulos de Dios” preferían acentuarlo como “todos serán instruidos por Dios”. Me pongo a pensar en todos aquellos hombres y mujeres, que han realizado sus triunfos a partir de una disciplina que han forjado, y sobre todo, en el dejarse guiar y dirigir por su instructor. El dejarnos envolver por Dios, por su palabra, por su voluntad, es tomar una actitud de entrega y un espíritu de decisión, en poner el esfuerzo para llevar a cabo de la mejor manera nuestras responsabilidades. Estamos con una actitud que ha cambiado nuestros sentimientos y también nuestra idiosincrasia, ya no es suficiente que nos digan que “ya merito” termina la violencia, mucho menos que “ya merito” hay solución a los problemas económicos, sociales o políticos que hay en nuestra Patria. Estoy de acuerdo con el Presidente Calderón al decir que, “si termina la violencia en casa, se termina la violencia en todo el País” pero también es necesario que en todos los ambientes se impregnen de éste espíritu para poder vencer todos los cánceres que han impedido que muchos de nuestros jóvenes terminen sus estudios, que haya calidad educativa, lograr un buen nivel de aprendizaje. Es imperativa una verdadera atención a esta emergencia educativa.


16

Jesús también cura el alma Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían (Mc 1, 32-34)

E Dios está en ti C Por Pbro. Margarito de la Torre

uando leemos la Biblia, de manera especial cuando hacemos lectio divina, surge una frase que se queda de manera especial, como haciendo eco en la memoria y nos mueve a meditar o, mejor dicho, a profundizar en la Escritura, de manera semejante a lo que sucede con el buzo al ser atraído a las profundidades del mar para ver qué hay más allá de la superficie. Hoy me detengo en esta frase: “Soy el santo que vive en ti y no enemigo a la puerta”.

¿Qué es Dios? Es tan difícil responder a esta pregunta, que la teología, es decir, la ciencia que se ocupa de Dios y lo que se refiere a Él, más bien prefiere hablar de lo que no es; pues pretender decir lo que es Dios tal vez sea tan presuntuoso, como pretender ubicarnos a la altura o por encima de Dios mismo. De ninguna manera estoy diciendo que no podamos conocer a Dios, si no más bien que no podemos abarcarlo. Es como si alguno te dijera que no puedes conocer el mar y le respondieras -pero como no, he estado varias veces en la playa, frente a él-. Si, pero nadie puede conocer todo lo que es y hay en el mar. Hoy, sin embargo, quiero hablar de esta frase que refiere aspectos de lo que es Dios, porque si bien, como dije antes, no lo podemos conocer en su totalidad, sí podemos conocer algunos rasgos de Él, porque se nos ha dado a conocer. Es el santo que vive en ti. ¿Te has preguntado qué pasaría si perdieras la capacidad de respirar, y quién, no sólo te dio esa capacidad, sino que actúa esa acción en ti?; es decir, cada vez que respiras es Dios quien está actuando en ti, no desde fuera sino desde dentro de ti mismo. Escribió San Agustín: “Yo te buscaba fuera de mí y tú estabas dentro de mí”. Dios, no sólo nos ha dado la vida, la sostiene, si dejara de hacerlo volveríamos a la nada.

Quien vive en ti es el único santo por sí mismo; todo lo que es santo tiene de Él esa santidad. ¿Y si el que vive en ti es santo, no debería, por consecuencia, provocar en ti la santidad? Como que suena lógico. Sin embargo, quien te dio la libertad no dijo primero sí y luego no, es un sí para siempre; es decir, Él respeta tus decisiones y éstas son las que van dando forma a tu vida, por pequeñas que sean, cada día cada instante de tu vida, de manera especial las intenciones que surgen en ti. ¿Habías pensado en esto, que Dios está en ti? Es tan sencillo alcanzar la santidad, como fácil es también la perdición, todo depende de la inclinación que se tenga. Basta detenerte un poco y pensar en Dios, hablar con Él. Claro, esto requiere cosas muy sencillas o muy difíciles, según, insisto, sea tu actitud; porque para hablar con Dios se requiere omitir otras cosas; nadie, que yo sepa, puede estar hablando con varias personas a la vez; por eso para hablar con Dios es necesario el silencio interior, no hacerle caso a otra cosa sino a Él. El santo que vive en ti y no enemigo a la puerta. Dios es amor, no está espiándonos para castigarnos por nuestras malas acciones. El castigo nos lo provocamos nosotros mismos cuando nos alejamos de Dios y quedamos a expensas del enemigo, y si lo dejamos, nos destruye. ¿Seguirás dejando que el enemigo te destruya o le harás caso a Dios? Poco escuchamos a Dios porque tenemos miedo al silencio, cuando debiéramos tener miedo al ruido. En el silencio, en cambio, es más fácil encontrar a Dios. En realidad, pienso que no es que temamos al silencio, sino al encuentro consigo mismo, porque te da miedo lo que has hecho. Pero precisamente por eso debemos buscar a Dios, sólo Él puede ayudarnos, recatarnos, levantarnos y llenarnos de su amor.

n los evangelios encontramos diversos milagros de Jesús, casi todos ellos tienen que ver o con la salud o con la vida. Por ejemplo, las multiplicaciones de panes y peces que se refieren a la vida, al mantenerse en equilibrio. Hay otros milagros como eso de que Jesús camine sobre las aguas, como aquello de que Jesús resucitado les ayuda a pescar a los discípulos en el mar de Galilea, las apariciones de Jesús a sus discípulos una vez que ha resucitado, el milagro del vino en las bodas de Caná. Pero en definitiva, los mayores o los más contados milagros de Jesús tienen que ver con la salud y con la vida: por ejemplo, las resucitaciones que realiza a la hija de Jairo, a la viuda de Naím, la de su amigo Lázaro, tienen que ver con la vida; las curaciones de enfermos, que son muchas, tienen que ver con la salud en primer lugar, pero, en definitiva con la salvación, ya que los enfermos eran tenidos como personas impuras, incapaces de acercarse al culto, y algunas además impedidas para entrar en las ciudades, como es el caso de los leprosos. Esto es cierto. El pueblo Judío estaba dividido en varios sectores, pero fundamentalmente en dos: los favoritos de Dios, que eran los que tenían su vida solucionada, no enfermaban de gravedad, tenían un buen empleo, o eran ricos, eran sacerdotes o levitas, maestros del pueblo, respetables fariseos. Otros eran los pobres, los enfermos, los encarcelados, los desfavorecidos, los que sufren. Esta terrible división obedecía a la idea que tenían los judíos de que a los buenos les va bien, y tenían consigo el favor de Dios, mientras que los que tenían males durante su vida eran considerados pecadores. Jesús viene a poner las cosas en su lugar, mientras que los pobres eran tenidos por pecadores por la élite judía, para Jesús y para su proyecto del Reino de Dios eran los preferidos para este proyecto, precisamente porque Él entendía que la Buena Nueva debía tener como destinatarios a los despojados, basta recordar el sermón de las bienaventuranzas para comprender en su máximo esplendor estas verdades. Y entonces las cosas estaban al revés, si unos pocos tenían mucho o todo el control económico, político y religioso no era precisamente por ser buenos, sino por ser contrarios al plan de Dios; era justamente porque habían quitado a los muchos las posibilidades de progreso y de crecimiento. Había que regresar al principio para entender estas condiciones torcidas. Cuando el pueblo hebreo estaba en el desierto, cuando estaba siendo educado por Yahvé mediante Moisés, se estaba proyectando una gran nación, un pueblo que progresaría en gran medida para desesperación de los otros pueblos de la tierra, un pueblo donde no había pobres, donde todos tenían éxito, bienes, riqueza y estabilidad; ¿Cuándo se corrompió? ¿Cuándo comenzaron a haber pobres en Israel si todos entraron en las mismas condiciones a la tierra prometida?

Eso no importaba a Jesús. Lo único que le interesaba era que frente a Él había muchos pobres, despojados de la “tierra prometida” por la que suspiraron sus padres del pasado; eran muchos los pobres que acudían para estar atentos a sus enseñanzas. Eso era lo que importaba a Jesús. Y allí estaban ahora, después de que Jesús curó a la suegra de Pedro; pero esperaron a que llegara la tarde, la víspera del domingo, porque de lo contrario hubieran caído en impureza y hubieran hecho a Jesús desobedecer las leyes sabatinas de los judíos, lo cuales habían cambiado la ley de Dios por meras prácticas vacías. Por ejemplo, el sábado era un día de no trabajar, pero para dedicarse el pueblo entero a escuchar las enseñanzas de los maestros autorizados en las sinagogas, no era solo dejar de trabajar por o trabajar; el descanso del judío tenía que ver con todo un plan. Sin embargo, los maestros calificados para la interpretación de la ley se habían corrompido, y convirtieron la ley del altísimo en un conjunto de normas legales, rituales y humanas. Por eso el Señor les enviaba profetas, porque los maestros oficiales estaban lejos de su corazón, y ni a los profetas escuchaba el judío tradicional, a los profetas los escuchaban los pobres. El sábado es de Dios, sí, pero para dedicárselo a Él, no para imponer cargas a los hijos de Israel. Pero los poderosos no lo entendieron así. Y aquel sábado estaban allí aquellos desdichados hombres y mujeres necesitados de amor, aquellos que se sentían casi olvidados de Dios, que al escuchar a Jesús volvían a llenarse de esperanza, se enteraban que tenían un lugar en el corazón del Padre celestial. Y tenían muchas pruebas de ello cada que veían o escuchaban a Jesús. Y allí, fuera de la casa de Pedro y Andrés, ya a la víspera del domingo, ellos, enfermos del cuerpo y abatidos del alma, se llegaron a donde Jesús para sentir como Dios los tocaba y les quitaba no solo la enfermedad que los postraba, también se quitaba esa mancha del alma que les impedía interactuar válidamente con los otros. Ahora sonreían, ahora podían estar con sus seres queridos, ahora podían entrar a las sinagogas y al templo, ahora volvían a ser hombres, porque el hijo de Dios había querido tocarlos con sus manos maravillosas y santas. Sí, esos pobres hombres sentían en su cuerpo y en su alma que el Reino de Dios de que Jesús hablaba, era cierto, de que ya estaba aquí. Los enfermos eran curados, los muertos eran vueltos a la vida, los demonios huían, echados fuera por el poder de Jesús, y se iban mudos, porque Jesús los callaba, el renio de Dios estaba allí y el mal se esfumaba como el rocío al subir el sol. Y el reino de Dios está donde está Jesús. Por eso entre nosotros no hay ningún mal; por eso atendemos a nuestros enfermos con toda la fuerza del amor, si no podemos sanarlos, al menos les damos alegría, haciéndoles sentir que Jesús llega y toca, y ahuyenta todos los males.


17

Palabra de Dios “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” Evangelio según San Juan 6, 55. 60-69 En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “ Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida”. Al oír sus palabras, muchos discípulos de Jesús dijeron: “Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?” Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen”. (En efecto, Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo habría de traicionar). Después añadió: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede”. Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: “¿También ustedes quieren dejarme?” Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

PALABRAS DE VIDA ETERNA Ante la incomprensión del mensaje del Señor Jesús sobre el pan de la Vida, ante la incredulidad y la dificultad para dar el paso del humano a lo Divino; ante la certeza física del hijo del carpintero que se dice ser el Hijo de Dios, muchos deciden dejar a Jesús, “porque esta manera de hablar es intolerable”. Muchas veces nosotros hemos tenido los mismos sentimientos, muchas veces nuestra débil fe se nubla y se confunde, es entonces cuando debemos escuchar la gran pregunta que el Señor Jesús hace en el Evangelio de hoy: ¿también ustedes quieren dejarme”. La respuesta no se hace esperar, es el intrépido y audaz, San Pedro quien responde desde su corazón de amigo, de hombre, y de discípulo del maestro ¿Señor a quien iremos? Si solo tu tienes palabra de Vida Eterna. Cuando la duda nos afecte, cuando la incomprensión nos quiera ganar; cuando la impotencia nuble nuestro corazón; cuando el mensaje escuchado parezca duro y exigente; cuando la vida nos plantee exigencia, renuncia, miedo y dolor… que nuestra respuesta se parezca a la de San Pedro. Que no tengamos miedo de descubrir en Jesús la certeza de la Verdad, la firmeza de nuestra fe; la garantía de nuestra felicidad, la esperanza de nuestra eternidad. No dejemos que la dureza, o la exigencia, o el miedo nos roben de la verdad plena que es Jesucristo, Reino, su promesa de Eternidad. Dejemos que el ejemplo de confianza y de amor que nos da San Pedro, ilumine nuestras decisiones y la generosidad de nuestra respuesta. Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez

Si Jesús hubiera tenido celular... Por Alejandra María Sosa Elízaga (www.siame.mx)

S

i en tiempo de Jesús ya se hubieran inventado los teléfonos celulares y alguien le hubiera regalado uno, de seguro lo hubiera empleado para predicar y para consolar a los que sufren. Y cuando tarde o temprano se lo hubiera donado a alguien que lo necesitara, tal vez a alguno de sus apóstoles, de seguro le hubiera dicho, no sólo ‘vayan’ por todo el mundo, sino ‘llamen’ o ‘mensajeen’ a todo el mundo, para proclamar la Buena Nueva del Reino de Dios.

 Jesús no tuvo celular, pero muchos de Sus seguidores hoy en día sí lo tenemos, y conviene que nos preguntemos: ¿cómo quiere el Señor que usemos este fantástico instrumento de comunicación?, ¿hay algún modo cristiano de utilizar el celular? Para responder basta considerar que todo lo que Jesús dijo, hizo y usó, siempre tuvo como objetivo hacer el bien, por lo tanto, si queremos emplear cristianamente nuestro celular sólo tenemos que aprovecharlo para beneficiar a otros. Y si alguno se pregunta cómo puede lograrlo, he aquí dos sugerencias muy sencillas y que dan abundantes buenos frutos.

 1. Aprovechar el celular para comunicar la Palabra de Dios.

 Dice Dios que la Palabra que sale de Su boca es como lluvia que empapa y fecunda la tierra; que nunca vuelve a Él sin haber hecho lo que Él quiere, sin haber cumplido Su misión (ver Is 55, 10-11), y ¿cuál es esa misión? tocar los corazones, iluminarlos, abrirlos al don de la salvación. Cuando sepas que alguien está

enfermo o pasando por un momento difícil, consuélalo con la Palabra de Dios. Solía enviarle mensajitos con alguna frase bíblica, de preferencia tomada de las oraciones y lecturas que se proclamaban en la Misa del día, a una amiga que padeció leucemia, y tuvo que estar aislada en un cuarto estéril sin poder tener consigo nada más que su celular; después me dijo que estos diarios mensajes le daban fuerzas y la llenaban de paz. No hay mejor manera de animar a quien está desesperado o triste que compartiéndole la Palabra de Dios que, como dice la Biblia, es “viva y eficaz...y penetra hasta las junturas del alma y del espíritu” (Hb 4,12). Pide al Señor que te conceda ser Su profeta y ‘mensajear’ Su Palabra a quien esté abatido; no hay nada mejor para poderlo alentar y confortar (ver Is 50, 4).

 2. Aprovechar el celular para interceder por otros.

 Como en la Biblia se nos pide que oremos unos por otros (ver Stg 5,16 ), podemos utilizar el celular con este fin. La manera más sencilla consiste en llamar a familiares y amigos para solicitar que oren por cierta intención. Pero hay otro modo que resulta un poquito más elaborado pero increíblemente eficaz. Crear un ‘grupo de oración’ al que se le envíe un mensaje cuando se requiere que ore por alguien. Por ejemplo, pertenezco a un grupo integrado por más de cuarenta personas llamado ‘CITOI’ (Círculo Telefónico de Oración Inmediata), dedicado a orar por quien esté atravesando por una situación urgente y difícil (una emergencia médica; un accidente; un problema grave). La persona que está en esa dificultad o alguien que se entera, envía a mi celular un mensajito explicando brevemente lo que sucede y pidiendo oración, y yo de inmediato lo reenvío a todo el grupo. Por ejemplo: “CITOI: Favor d orar x Carlos, q está en t.i. Gracias!” (no usamos apellido para proteger la privacidad de las personas por quienes oramos). Como no tienen que contestar en voz alta, los miembros del grupo pueden leer el mensaje en silencio, dondequiera que estén, y su compromiso es orar en ese momento. Mucha gente nos ha dicho que fue un gran consuelo saber que estábamos orando por ella, y, sobre todo, hemos comprobado una y otra vez, el poder maravilloso de la oración. 

Como sabes Jesús no tuvo celular, pero lo tiene hoy, a través de nosotros, en la medida en que le prestemos nuestras manos y sepamos poner esta maravillosa tecnología al servicio de Su misericordia y sabiduría.


18

AGOSTO 26 DE 2012

…Lo de Dios

a Dios Por David Grimaldo

Fuentes de la DSI: La sagrada escritura II

CURIA

E

SEMINARIO PARROQUIAS VICARIOS ADSCRITOS

P. Marco Antonio Luna Aguilar Vicario Judicial Adjunto

P. Salvador González Vázquez Dimensión de Educación y Cultura

P. Gerardo Vaglienty Rivera Rector

P. Miguel Cardozo García Administrador Interno

Prefecto de Filosofía y Promotor Voc.

P. Noé Francisco Estrada Hdez.

P. Francisco Rocha de los Santos Director Espiritual de Filosofía

P. Fernando Ovalle González Secretario General

P. Raúl Sánchez Ramírez Director Espiritual del Curso Introduct.

P. Antonio del Castillo Vázquez. Dir. Espiritual del Seminario Menor

P. Ignacio Ortega Aguilar Director Académico del S. Menor

P. Miguel Ángel Torres Moreno Prefecto del Curso Introductorio

P. Fernando Ovalle González (Administrador) San José (Zaragoza)

P. Eliseo Rico de León San Antonio Abad (San Antón)

P. Arnulfo Guerrero Díaz Sagrada Familia (El Capulín)

P. Erasmo Valero Sánchez N.S. de la Asunción (Tlaxcala)

P. Francisco Javier Castillo Ríos Jesucristo, S. y E. Sacerdote

P. José Javier Pacheco Torres Nuestro Padre Jesús (Las Piedras)

P. Odilón de la Rosa Orduño Corpus Christi

P. Juan Carlos Sotelo Robledo Sagrario Metropolitano

P. Raymundo Reyna Alviso

San Miguel Arcángel (S. Miguelito)

P. Marco Antonio Luna Aguilar Sagrada Familia de Nazareth

P. Manuel Torre Valero N.S. de los Remedios

P. Ignacio Ortega Aguilar

Penitenciario Auxiliar de la I. Catedral

n el recorrido por el mundo de la Biblia, consideremos algunos libros del Antiguo Testamento que nos muestran la preocupación de Dios por los seres humanos y por su pueblo. Génesis. Este libro nos muestra a Dios como Creador. Dios ha creado al hombre y a la mujer a “su imagen y semejanza” (Gen 1,26), ni uno más ni otro menos. Según el proyecto del Altísimo, la grandeza de esta humanidad, sólo se entiende en la comunión del “macho” y la “hembra”. El ser humano no se entiende individualmente, solo hombre y solo mujer, es un complemento: hombre-mujer. La palabra hebrea para designar al “macho” es ‘ish y para la “hembra” ‘isháh, es la misma raíz, por eso, se puede traducir al hombre como “varón” y a la mujer como “varona”. Este juego de palabras sirve para indicarnos que el hombre y la mujer gozan ante Dios de la misma dignidad. Esta misma idea se ve reforzada cuando Dios dice: “Por eso el hombre deja a sus padres para unirse a una mujer, y son los dos una sola carne” (Gen 2,24). “Ser una sola carne” es símbolo de unidad, de plenitud y de vida. El ser humano es precisamente eso hombre-mujer, el uno no se entiende sin el otro. Cuando se separa este binomio es cuando empiezan los problemas. La vida divina y la vida humana se da entre dos: hombre y mujer. Cada uno por separado es esterilidad, no hay vida humana ni divina. En este contexto hay que considerar la frase de Jesús: “lo que Dios une que no lo separe el hombre” (Mt 19,6). En el libro del Génesis, apreciados amigos, encontramos las razones divinas por la que el ser humano (hombre-mujer) es lo que es. Por ejemplo, que tiene una dignidad muy grande porque es “imagen y semejanza de Dios”. Su dignidad no se la da ningún hombre, ninguna ley, ningún gobierno, la tiene desde el día que es concebido en el seno materno hasta la eternidad. ¿Por qué hasta la eternidad? Porque no se quita este “sello divino” con la muerte. Esta idea se refuerza todavía más cuando consideramos la Encarnación del Hijo de Dios, que por ese hecho el Padre Eterno nos abrazó y nos adoptó como sus hijos y sus hijas. Somos hijos e hijas para siempre. Esta dignidad de ser “imagen y semejanza de Dios” significa, además, que somos como Él, seres inteligentes y volitivos, es decir, racionales, libres y llamados al amor. Desde que fuimos creados somos seres que ejercen su “libre albedrío” en unión al Creador. Por eso, san Agustín decía: “ama y haz lo que quieras”. En el ejercicio de la libertad nadie hará daño a lo que ama, según este principio. La libertad religiosa es parte de nuestra esencia como seres humanos. Si alguien intenta suprimir este ejercicio del “libre albedrío” quita la esencia de su existencia, porque fuimos hechos para ser como nuestro Padre Creador, y esto, solo se logra en la unión con Él. Cuando se pierde la relación con Dios Creador (de ahí religión) se empieza a perder la esencia misma del ser humano. No se puede separar de la persona la “Chispa Divina”, a riesgo que pierda el rumbo y el destino, es decir, el unirse eternamente con quien lo hizo, allá en el Paraíso. Así es, mis cuatro lectores, la frase “imagen y semejanza de Dios” encierra enormes verdades: la dignidad del hombre y la mujer (donde el machismo no tiene cabida), el respeto a la vida humana, la dignidad del matrimonio entre un hombre y una mujer, la libertad religiosa, los derechos humanos, etc. Todas estas dignidades y derechos humanos las veremos más adelante. Ánimo y bendigo a todas aquellas personas que a diario luchan incansablemente por la defensa y la dignidad de todas las mujeres humilladas y maltratadas. ¡Dios también tiene rostro de mujer!


AGOSTO 26 DE 2012

Lo escuché en misa

colorea y reflexiona

Señor ¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida


Brian nos necesita E

n nuestro departamento de Trabajo Social dentro del organismo de la iglesia católica el fundamento principal es el amor hacia nuestros hermanos vulnerables y por supuesto la ética profesional en nuestro trabajo con ellos. Buscamos promover al ser humano en todos sus eventos que desequilibran su entorno y no le permiten encontrar las soluciones para su desarrollo integral proporcionando servicios asistenciales, de promoción humana y desarrollo comunitario a nuestros hermanos más desprotegidos sin distinción de credo o religión, haciendo realidad la comunicación entre los fieles católicos. Se menciona lo anterior ya que el día 21 de agosto fue el día de

Por Cáritas

la trabajadora social y esto nos motiva todavía más a seguir esforzándonos a que la Caridad por el hermano necesitado toque sus corazones y podamos ayudar como lo hemos estado haciendo juntos en casos anteriores. Es por eso que les presento la historia siguiente: Brian Izael Campos García de 5 años de edad; pequeño estudiante de tercer grado de preescolar, vive en una de las colonias más vulnerables de nuestra ciudad; vive con sus padres Miguel y Alma, jóvenes honestos que están luchando para que su hijo lleve una vida normal fuera de carencias y enfermedad, esforzándose cada uno por su lado solicitando recursos en todas las Instituciones necesarias.

Brian tiene un diagnostico del síndrome de Kawasaki es una enfermedad multisistémica, idiopática, caracterizada por vasculitis que afecta a vasos de pequeño y mediano calibre, especialmente a arterias coronarias provocando clásicamente aneurismas en éstas, además, suele asociarse a algún síndrome mucocutáneo. La enfermedad de Kawasaki se presenta con mayor frecuencia en niños, con el 80% de los pacientes afectados menores de 5 años. Afecta más a los niños que a las niñas. Para el tratamiento que este pequeño requiere, necesitan la compra continua y por ahora permanente del Medicamento

Gamaglobulina que tiene un precio de $91,984.00. El padre de Brian comenta que por ahora no sabe el tiempo que necesite el tratamiento pues primero deben observar la respuesta ante éste y de ahí dependerá su seguimiento. Recordemos que es una familia de escasos recursos como todas las que pasan por Cáritas San Luis Potosí, por ello es tan importante su colaboración para la adquisición de su medicamento, pero también lo es el interés que nosotros como iglesia sepamos acompañar y orar por Brian en su caminar. Lic. Guadalupe Díaz Trabajadora Social de Cáritas

CÁLIZ COPONES CUSTODIAS CANDELEROS FLOREROS IMÁGENES EN BULTO RELICARIOS CRISMERAS LAVABOS SAGRARIOS VINAJERAS RECLINATORIOS INCIENSARIOS ALCANCÍAS MANTELES ORNAMENTOS

Salvador González Guzmán

Francisco Villa No. 221 Col. 21 de Marzo C.P. 78437 San Luis Potosí, S.L.P.

Tel. (444) 822 41 17 (444) 822 66 71 Cel. (48) 29 34 82

Catequistas del Decanato de San Luis Rey Respondiendo a los desafíos que nos presenta nuestro 4to. Plan Diocesano de Pastoral, te hacemos una cordial invitación al curso de formación, que se llevará a cabo del 29 al 31 de agosto de 17:00 a 19:30 hrs. En la PARROQUIA DE JESÚS DIVINO MAESTRO (Salvador Nava 145 col Loma Alta) No faltes, tenemos el compromiso de prepararnos para ser mejores discípulos y misioneros. Cordinación de Catequesis

¿Le duelen mucho las rodillas?

¿Le han dicho que el único tratamiento es la cirugía?

El padecimiento en donde se desgasta el cartílago se llama artrosis Homeopatia y productos naturales

Aquí tenemos la solución a su problema hasta desaparecer esos dolores y regenerar (volver a formar) el cartílago. Con un tratamiento natural, además de curar osteoporosis, artritis y otros problemas de huesos y músculos.

Plaza El Pocito Av. Constituyentes Pte. 49 local 3(carr. Libre a Celaya) Querétaro, Qro. Tels. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94

Sucursal: Plaza Galerias Constituyentes Ote. No. 34 local 18-B Mercurio, Querétaro, Qro. Tel (01 442) 213 69 60

CONSULTAS Y SUCURSALES ÚNICAMENTE EN QUERÉTARO


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.