Año 4
No. 188
Semana del 16 al 22 de septiembre de 2012
Eduquemos para una nueva sociedad La educación implica el derecho que todos tenemos a vivir en sociedades educadas, y por tanto, educadoras, para asegurar las bases de una convivencia sustentada en procesos de desarrollo que sean verdaderamente humanos para todos.
Diario de una misión de paz “Soy un sacerdote muy normal. Esto también lo hace cualquier cura de pueblo”, afirma con sencillez el P. Francisco Muñoz, capellán de la Brigada Paracaidista española destacada en Afganistán, al preguntársele por los 35 bautizos, comuniones y confirmaciones que celebrará los próximos meses entre los militares españoles. Oriundo de Ribera del Fresno, en Extremadura, y capellán desde 1983, el P. Francisco se hizo capellán militar hace doce años. Según se comenta, el sacerdote es conocido entre los militares por su gran carisma y capacidad para llegar al próximo. “Dios me ha dado el don de caer bien”, se limita a responder. Esta capacidad de “caer bien” le ayudó a lograr que hace cuatro años se bautizaran o recibieran la Comunión, también en Afganistán, 37 soldados. Y hace dos años, cuando estuvo en el Líbano, fueron cincuenta
y cinco los que mostraron su fe. En ese sentido, el capellán rechaza que en España haya una crisis de fe. Indicó que lo que falla es la forma de llegar a la gente, pues “el español normal es discretamente religioso y aquí, en Afganistán, hay más tiempo para reflexionar”. Una anécdota en su afán de traer más gente a la fe le ocurrió el año pasado. A sus 54 años el P. Francisco hizo el curso de paracaidista porque un militar le prometió bautizarse si asistía
al curso. “Fue una experiencia religiosa porque se reza mucho”, recuerda con humor al referirse a las clases en las que incluso resultó lesionado. Un día, a las 5:50 fuimos víctimas de un ataque traidor, y seis jóvenes valientes militares y cristianos entregaban sus vidas por su pueblo. Al oir la explosión, me volví al lugar de los hechos para ayudar y atender a los heridos: horror y muerte, fuego y humareda. Describir lo que siente un capellán, con corazón de padre como todo sacerdote, es harto difícil; es necesario haber pasado por algo parecido. Sólo las lágrimas, en el altar de la Eucaristía, y la queja confiada: ¿Por qué, mi Señor?, proporciona al alma bálsamo y consuelo. Sólo el convencimiento del valor redentor de esa sangre caliente y joven, unida a la sangre del Divino Redentor, como tributo generoso por un mundo mejor; una vida entregada por los demás purifica una multitud de pecados, llenan el alma confiada del creyente de consuelo y de paz.
5 NO ESTÁ PERMITIDO EL CULTO A LA SANTA MUERTE
El culto a la santa muerte se originó en Hidalgo, alrededor de 1965 y actualmente se practica en el Estado de México, Veracruz, Guerrero, Tamaulipas, Campeche, Morelos, Nuevo León, Chihuahua y el Distrito Federal, especialmente en el barrio de Tepito. En toda la República Mexicana, 5 millones de personas practican este culto.
SEPTIEMBRE 16 DE 2012
Eduquemos para una sociedad mejor
A
demás de un derecho humano básico y habilitante para ejercer el resto de los derechos, la educación es condición esencial para el bienestar humano de hombres y mujeres, así como para el desarrollo integral y sostenible de los pueblos. La educación es una actividad inherente al desarrollo del ser humano que le permite desplegar sus potencialidades, cultivar sus capacidades, formar y hacer uso moral de su libre albedrío, soñar y ejecutar proyectos personales de vida y, así, ampliar sus opciones para transformar su entorno, organizarse, participar y poder construir con otros la calidad de vida que en la sociedad se valora. Es una actividad que naturalmente acontece a lo largo de la existencia, en diferentes espacios, a través de una variedad de experiencias y en un sin fin de momentos, para satisfacer las necesidades y aspiraciones de las familias y las personas. Como tal, es un derecho permanente que el sistema educativo nacional no puede dar por satisfecho con la sola provisión de unos años de escolaridad obligatoria durante la niñez y la adolescencia. La educación es un derecho permanente durante toda la vida, que debe extenderse a las etapas que más puedan ayudar a desarrollar el potencial de las personas para vivir vidas plenas en sociedad y realizar actividades económicamente productivas. Implica no solamente el derecho a la educación escolarizada, sino a vivir en un entorno que proporcione medios educativos que faciliten el despliegue de las capacidades de la persona, que permitan a todos acceder a los bienes de la cultura, las tecnologías informáticas, los medios de comunicación y, en síntesis, el acceso al conocimiento. Además, implica el derecho que todos tenemos a vivir en sociedades educadas y, por tanto, educadoras, para asegurar las bases de una convivencia sustentada en procesos de desarrollo que sean verdaderamente humanos para todos. La inequidad que generan los mismos sistemas educativos revela que nos encontramos ante situaciones de legalidad incumplida y de violación sistemática del derecho a la educación de millones de niños, adolescentes, jóvenes y adultos, a quienes se les coarta la posibilidad de realizar su plenitud humana y de vivir vidas dignas. Ciertamente los padres y la familia constituyen el primer gran espacio de formación del ser humano. Todos sabemos que se aprende a educar a los hijos en el proceso, por ensayo y error; también que esta formación está marcada por el capital cultural y los valores que se viven en la familia, por las posibilidades económicas, las condiciones de alimentación y salubridad, los recursos de juego y los espacios de interacción en la comunidad. Y sabemos que este primer espacio de formación no siempre resulta bueno para todos, en particular para los niños que viven en situación de pobreza o abandono, en hogares frágilmente constituidos o descuidados de la atención de los padres y mayores. Nos parece imperioso urgir un cambio de enfoque en las políticas educativas, centrado en la educación de calidad como un derecho de todas las personas, un bien público y una responsabilidad de la sociedad. Pero esto no es suficiente. Para lograr la transformación educativa que necesitamos, es imprescindible generar políticas de Estado de largo aliento, sustentadas en pactos que comprometan a todos los sectores sociales. La educación es un derecho de todas las personas, que debe ser disfrutado en igualdad de condiciones. El fortalecimiento de la democracia, el aumento de la productividad económica y un modelo de desarrollo humano y sostenible tienen en la educación de las mayorías su principal apoyo y condición. Si el derecho a una educación de calidad sólo está al alcance de una parte de la población, el bien público deja de ser tal y lejos de generar inclusión y desarrollo, produce desintegración social.
Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes
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Por Pacco Magaña
Jesús en la cruz Queridos hermanos y hermanas:
Hoy quiero reflexionar con ustedes sobre la oración de Jesús en la inminencia de la muerte, deteniéndome en lo que refieren san Marcos y san Mateo. Los dos evangelistas nos presentan la oración de Jesús moribundo no sólo en lengua griega, en la que está escrito su relato, sino también, por la importancia de aquellas palabras, en una mezcla de hebreo y arameo. De este modo, transmitieron no sólo el contenido, sino hasta el sonido que esa oración tuvo en los labios de Jesús: escuchamos realmente las palabras de Jesús como eran. Al mismo tiempo, nos describieron la actitud de los presentes en el momento de la crucifixión, que no comprendieron —o no quisieron comprender— esta oración. Como hemos escuchado, escribe san Marcos: “Llegado el mediodía toda la región quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde.
Y a las tres, Jesús clamó con voz potente: Eloí, Eloí, lemá sabactaní?, que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (15, 33-34).
En la estructura del relato, la oración, el grito de Jesús se eleva en el culmen de las tres horas de tinieblas que, desde el mediodía hasta las tres de la tarde, cubrieron toda la tierra. Estas tres horas de oscuridad son, a su vez, la continuación de un lapso de tiempo anterior, también de tres horas, que co-
(Primera de tres partes) menzó con la crucifixión de Jesús. El evangelista san Marcos, en efecto, nos informa que: “Eran las nueve de la mañana cuando lo crucificaron” (cf. 15, 25). Del conjunto de las indicaciones horarias del relato, las seis horas de Jesús en la cruz están articuladas en dos partes cronológicamente equivalentes. En las tres primeras horas, desde las nueve hasta el mediodía, tienen lugar las burlas por parte de diversos grupos de personas, que muestran su escepticismo, afirman que no creen. Escribe san Marcos: “Los que pasaban lo injuriaban” (15, 29); “de igual modo, también los sumos sacerdotes, con los escribas, entre ellos se burlaban de Él” (15, 31); “también los otros crucificados lo insultaban” (15, 32). En las tres horas siguientes, desde mediodía “hasta las tres de la tarde”, el evangelista habla sólo de las tinieblas que cubrían toda la tierra; la oscuridad ocupa ella sola toda la escena, sin ninguna referencia a movimientos de personajes o a palabras. Cuando Jesús se acerca cada vez más a la muerte, sólo está la oscuridad que cubre “toda la tierra”. Incluso el cosmos toma parte en este acontecimiento: la oscuridad envuelve a personas y cosas, pero también en este momento de tinieblas Dios está presente, no abandona. En la tradición bíblica, la oscuridad tiene un significado ambivalente: es signo de la presencia y de la acción del mal, pero también de una misteriosa presencia y acción de Dios, que es capaz de vencer toda tiniebla. En el Libro del Éxodo, por ejemplo, leemos: “El Señor le dijo a Moisés: Voy a acercarme a ti en una nube espesa” (19, 9); y también: “El pueblo se quedó a distancia y Moisés se acercó hasta la nube donde estaba Dios” (20, 21). En los discursos del Deuteronomio, Moisés relata: “La montaña ardía en llamas que se elevaban hasta el cielo entre nieblas y densas nubes” (4, 11); ustedes “oyeron la voz que salía de la tiniebla, mientras ardía la montaña” (5, 23). En la escena de la crucifixión de Jesús, las tinieblas envuelven la tierra y son tinieblas de muerte en las que el Hijo de Dios se sumerge para traer la vida con su acto de amor.
SEPTIEMBRE 16 DE 2012
Hablemos de la esperanza Amables Lectores del Semanario “La Red”: Les saludo deseando que la paz del Señor esté siempre llenando sus corazones de alegría y esperanza.
LA REFORMA DE LA LITURGIA Por P. Juan José Torres Galván
“Cuando la Iglesia ora, canta o actúa, la fe de los participantes se alimenta y sus almas se elevan a Dios” (SC 33) Ya decíamos que esta aplicación del Concilio Vaticano II ha sido la más visible para la mayoría de los católicos. La primera gran renovación se llevó a cabo en el año 1967, pero ha habido subsiguientes renovaciones y adaptaciones a lo largo de estos casi 50 años… El Concilio Vaticano II señaló que los ritos y los textos requerían de un nuevo ordenamiento para que expresaran las cosas santas que significan de una manera más eficaz. La Liturgia sólo la puede reformar el Santo Padre, en algunos casos el Obispo y para varias diócesis la instancia será la Conferencia Episcopal. Pero no cualquier presbítero tiene la facultad de cambiarla, pues las acciones litúrgicas son celebraciones de la Iglesia universal, que es sacramento de unidad. Se recomienda que las adaptaciones sean propuestas por peritos, sujetas siempre a la autoridad de la Santa Sede. Una insistencia grande del Concilio es que la Liturgia debe dar una gran importancia a la Sagrada Escritura, puesto que de ella reciben su significación las acciones y los signos litúrgicos. Se ha de preferir la celebración comunitaria que una celebración individual y privada, sobre todo en la celebración de la Eucaristía y los demás sacramentos. Se pide también no hacer acepción de personas o clases sociales (en cuanto a las ceremonias y al ornato exterior). En la celebración litúrgica cada cual, ministro o fiel, debe desempeñar su oficio haciendo todo y sólo lo que le corresponde. Los acólitos, lectores, monitores y cantores desempeñan un verdadero ministerio litúrgico y deben ejercerlo con orden y piedad, profundizando el espíritu de la Liturgia y descubriendo la necesidad de instruirse en la teología litúrgica, para desempeñar mejor este servicio. Para propiciar la participación activa de todos los que participan en la celebración eucarística la reforma litúrgica procuró multiplicar las aclamaciones, las respuestas, los salmos, antífonas, cantos y las acciones, gestos o posturas corporales. Es importante observar también el silencio sagrado, que forma parte importante de la celebración. El Concilio propuso algunas normas para llevar a cabo la reforma de la Liturgia: • LOS RITOS. Deben ser sencillos, breves, claros, adaptados y realizados con tanta sobriedad que no necesiten ser explicados. • LA SAGRADA ESCRITURA. Se debe fomentar la lectura del texto Sagrado en las celebraciones litúrgicas, esmerándose el celebrante en una homilía que ayude a la comunidad. También recomienda el fomento de las celebraciones de la Palabra, sobre todo en las comunidades que no pueden contar con la celebración de la Eucaristía dominical. • LA LENGUA. El Concilio abrió la posibilidad de celebrar la Liturgia en la propia lengua (y no sólo en latín). • LA CULTURA PROPIA. El Concilio promueve el respeto a las peculiaridades y cualidades de cada raza o pueblo, por tanto se admiten variaciones y adaptaciones que expresen de manera más elocuente su sentido en la cultura local, especialmente, en las misiones. Referencia de lectura: Sacrosanctum Concilium 21-40
Todos los hombres en un momento u otro de su vida se enfrentan a momentos dolorosos como el sufrimiento, la muerte, la enfermedad, etc. Es sólo gracias a la Esperanza, la segunda virtud teologal, que estas realidades adquieren un sentido, convirtiéndose en medios de salvación, en un camino para llegar a Dios. La Esperanza nos da la certeza de que algún día viviremos en la eterna felicidad. La virtud de la esperanza corresponde a ese anhelo de felicidad que Dios ha puesto en el corazón del hombre. Es una virtud sobrenatural infundida por Dios en el momento del Bautismo. Nos da la firme confianza en que Dios, por los méritos de Cristo, nos dará las gracias que necesitamos aquí en la Tierra para alcanzar el Cielo. La virtud de la esperanza consiste en confiar con certeza en las promesas de salvación que Dios nos ha hecho. Está fundada en la seguridad que tenemos de que Dios nos ama. Y está basada en la bondad y el poder infinito de Dios, que es siempre fiel a sus promesas. Sin esperanza, el hombre se encierra en el horizonte de este mundo y pierde la visión de la vida eterna. Lucha solo contra las dificultades prescindiendo de la ayuda de Dios. Pero sabemos que el hombre está destinado a la vida eterna y debe vivir de cara a ella. La esperanza es la seguridad en algo futuro. Confiando en Dios no hay futuro incierto. La esperanza cristiana se funda en la fe, porque nace de creer en las promesas que Dios nos ha hecho. Uno de los ejemplos más claros de lo que es la esperanza lo encontramos en Job, que a pesar de todo lo que le sucedió seguía creyendo en Dios. Su esperanza nunca se perdió, por más que le decían , él seguía siendo fiel. Ahora bien, la esperanza en Dios no elimina un cierto temor a Dios, un temor sano, pues los hombres sabemos que así como Dios es siempre fiel, los hombres sabemos que muchas veces somos infieles y hacemos caso omiso a la gracia, lo cual nos conlleva el riesgo de condenarnos. Debe haber una proporción entre la esperanza y el temor. La esperanza sin temor es presunción. Sin embargo una esperanza con temor de hijo de Dios es una esperanza real. Por otro lado, una esperanza con un temor excesivo nos lleva a la desconfianza. El temor solamente, es decir, sin esperanza, no es otra cosa que desesperación.
Pecados contra la esperanza Desesperación desconfianza en Dios, por lo que nos abandonamos al abismo de nuestra propia inseguridad. Es el pecado de Caín y de Judas. Ge. 4, 13; Mt. 27, 3-6. Con la desesperación estamos negando la fidelidad de Dios a sus promesas y su infinita misericordia, y nos puede llevar a muchos excesos, incluyendo el suicidio. Es un pecado gravísimo. La persona desesperada siente y piensa que Dios no le puede perdonar, que nada que haga va a cambiar la situación. La presunción confiar en obtener la vida eterna sin la ayuda de Dios, porque nos bastamos a nosotros mismos. Es el caso típico del autosuficiente que se “no necesita de nada, ni de nadie, sólo él basta”. Es un exceso de confianza que nos hace pensar que vamos a obtener la salvación aún prescindiendo de los medios que Dios nos da. Es decir, sin la gracia, ni las buenas obras. Su causa principal es el orgullo. Se piensa que no importa lo que se haga, de todas maneras se obtiene la salvación. Existen diferentes maneras de pecar por presunción: · Los que esperan salvarse por sus propias fuerzas, sin la ayuda de la gracia de Dios. · Los que esperan salvarse por la sola fe, sin hacer buenas obras. · Los que viven pensando que ya habrá oportunidad de convertirse en el momento de la muerte, y viven un estado habitual de pecado. · Los que siempre están pecando “ a fin que Dios siempre perdona”. · Los que se exponen con mucha facilidad a las ocasiones de pecado, pues piensan que son capaces de resistir la tentación. Es pecado grave esta presunción, pues se está abusando de la misericordia divina y despreciando su justicia. Es una confianza excesiva y totalmente falsa en Dios. La desconfianza: se tienen dudas en la misericordia y fidelidad de Dios, aunque se tenga cierta esperanza. La irresponsabilidad: dejar toda nuestra salvación en manos de Dios y no poner los medios que corresponden a nuestra colaboración. La esperanza es una virtud poco conocida o muy confundida. No se piensa en ella como algo sobrenatural, referente a nuestra vida eterna, sino que se piensa que la esperanza concierne en alcanzar diferentes cosas aquí en la tierra. Por desgracia.
El Señor les Bendiga. Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
Nuestra historia
Ése podría ser yo
Mons. Luis María Martínez
Poseedor de un excelente carácter: hombre de Dios y de una basta cultura. De sólida vida espiritual fruto de sus largas jornadas de oración y de vida sacrificada y heróica. Diplomático, constructor, hábil con la pluma, hombre de fe y de Iglesia.
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Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz
n la tierra fértil de Michoacán encontramos grandes hombres, uno de ellos es indudablemente Mons. Luis María Martínez. Nació el 9 de junio de 1881 en la Hacienda Molino de Caballeros del Municipio de Tlalpujahua, en la parte occidental del estado. Fue hijo de Rosendo Martínez y de Ramona Rodríguez; al morir su padre lo amparó su tío materno el padre Casimiro Rodríguez. En enero de 1891 ingresó al Seminario Menor de Morelia. En 1897 pasó al Seminario Mayor. El 20 de noviembre de 1904, recibió el Sacramento del Orden con el grado de presbítero en la Capilla del Arzobispo, siendo nombrado profesor del Seminario y poco después vicerrector, cargo que desempeñó durante 32 años. Su labor en el Seminario se cifró en plasmar de acero los cuerpos y de oro la vida interior de sus seminaristas que estaban a su cuidado. Templado su espíritu en las recias fatigas de la persecución religiosa, tal como lo dice el padre Fernández, O.P., dejó atrás la cobardía, porque sabía que no había nacido como paloma para el nido, sino como león para el combate. Su vida, como celoso pedagogo, la fecundó en el silencio elocuente de sus ejercicios espirituales, en las vigilias eucarísticas, su devoción a la Madre de Dios hicieron de él un hombre de Dios con una sólida y fecunda vida espiritual. Siendo canónigo de la Catedral de Morelia fue designado administrador Apostólico de la Diócesis de Chilapa el 6 de noviembre de 1922. Fue consagrado como obispo auxiliar de Morelia el 30 de septiembre de 1923 y coadjutor de a misma arquidiócesis el 10 de noviembre de 1934. Fue nombrado arzobispo de México el 20 de febrero de 1937, siendo el trigésimo segundo sucesor de fray Juan de Zumárraga, empeño pastoral que asumió con profundo amor de padre hasta 1956. En 1943 apareció al inicio de la película «Jesús de Nazareth». El 15 de mayo de 1950 fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Tras conocer a la venerable sierva de Dios Concepción Cabrera de Armida, (1962-1937), Monseñor Martínez, se une a las Obras de la Cruz, haciendo votos privados como Misionero del Espíritu Santo. Realizó importantes gestiones como gran diplomático ante el gobierno mexicano teniendo en cuenta sus virtudes y gran prudencia, dada la delicada situación que atravesaba el país. Ejerció su ministerio con amor, fue un buen pastor que supo conducir su Iglesia con inteligencia y benevolencia logrando la paz hasta su muerte el 9 de febrero de 1956. Falleció en olor de santidad. La fama de sus virtudes fue ampliamente conocida. Autor de innumerables escritos. Fue director espiritual de la señora Armida de 1925 a 1937. A partir de que ella le da conocer en los ejercicios espirituales anuales las gracias recibidas de Dios, la correspondencia epistolar entre ambos es considerada una gracia especial en la que se percibe el influjo reciproco para llegar entre ambos a la unión con Dios. El 12 de mayo de 2011, a las 11.00 a.m., en la Catedral Metropolitana de la ciudad de México, se llevó a cabo la exhumación de los restos de S.E.R. Luis María Martínez, arzobispo primado de México. En el caso de moseñor Martínez se aprovechó la exhumación y reconocimiento de sus restos mortales para trasladarlos de la cripta en donde reposan los arzobispos de México, que el mismo monseñor Martínez habría mandado construir, a la Capilla de la Inmaculada Concepción de la misma Catedral.
La Catedral Potosina les invita a participar todos los viernes a partir del 21 de septiembre, fiesta de san Mateo Evangelista, a un taller bíblico En cualquiera de sus horarios: MATUTINO: de 11:00 a.m. a 12:00 hrs., VESPERTINO de 7:00 p.m. a 8:00 p.m. Inscripciones en las oficinas de Catedral
Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
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adie esta exento de sufrir, porque el dolor es ingrediente de la vida. El que es humano, esta vulnerable a padecer. Nadie puede asegurar, que esta exento de sufrir los sinsabores de la existencia. Nadie nos puede garantizar, que no estaremos en la situación del otro. Y bien dice el dicho: “Nunca digas nunca”. El hombre es capaz de todo, de lo bueno y lo malo. Y como nada esta escrito, todo puede suceder. Porque la vida esta sujeta a lo inesperado. Hay que aprender a padecer con los que sufren, porque esos podríamos ser nosotros. Por el prójimo no hay que sentir lástima, ésta hay que sentirla por una animal, pero no por un hombre. Al hermano, hay que compadecerlo. Es decir, hay que padecer con él, como si fuera yo. Por ser mi prójimo, es mi “próximo”, y su dolor también esta muy próximo a mi vida, y puede llegar a estar en mi. Sentir lastima por un semejante, es la actitud de quien se siente ajeno al dolor humano, como si jamás fuera a atravesar por esa situación. Una actitud así, es propia de alguien que se siente sobrehumano o inhumano. Es mejor la compasión, y no sentir lástima. El que se compadece, padece con el que sufre, es decir, “padece con”. La compasión nos lleva a identificarnos con los seres de nuestra propia especie. Cuando vemos que alguien se encuentra en situación precaria, no hay que pensar que jamás estaremos en su sitio; hay que ayudarle, porque mañana ese puedo ser yo. Nadie en este mundo esta exento de padecer momentos de bochorno; nadie esta exento de sufrir. No seamos indiferentes al dolor, ni hagamos burla de la pena ajena. No seamos severos en el juicio, que en cualquier momento, los enjuiciados podríamos ser nosotros. Las personas cambian cuando se modifican sus circunstancias, éstas mueven al hombre a ser distinto del que antes era. Y si después seremos distintos de lo que ahora somos, hay que hacer algo por el que ya esta en la situación, en la que estaremos mañana. Como buenos cristianos, seamos solidarios, es decir seamos uno solo con el otro. Que nadie se sienta ajeno al dolor humano. Si alguien sufre, no debo olvidar, que ese puedo ser yo.
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No está permitido el culto a la santa muerte Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez colunga46561@hotmail.com
Por P. Kino
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ste pequeño artículo es distinto a todos los demás que he escrito, pues quiere ser una primera felicitación a los jóvenes Alejandro y Miguel, que participaron exitosamente en este programa televisivo. Fueron los potosinos Alejandro y Miguel Pérez Meza, los últimos participantes de este primer programa. Llegó un momento en que el público y el jurado “se destapó” en aplausos por su participación. Yo no sé si vayan a ganar, pero lo que sí estoy seguro es que ellos seguirán siendo grandes intérpretes no solo de la música “pagana”, sino también de los cantos de nuestra Iglesia Católica. Ellos y sus familias son personas llenas de fe. Alaban a Dios con sus voces en la capillita de María Auxiliadora, (que se ubica en León García con Espinoza y Cuevas). A pesar de ser grandes artistas, por bastante tiempo realizaron desinteresadamente este ministerio de música. Además en algunas ocasiones me hicieron el honor de ambientar el retiro de catequistas en la Acción Católica. Bueno, pues ¿Por qué escribo esto? Para darnos cuenta que la música, el deporte, el arte, la ciencia, etc., no están divorciados del cristianismo. Seguramente cada una de nuestras parroquias tiene en sus fieles grandes riquezas en distintos campos (artísticos, científicos y técnicos), y que bueno, ya que ahí ejercerán su ser de bautizados, siendo luz del mundo y sal de la tierra. Las primeras universidades, los primeros hospitales, grandes escritores y músicos han sido personas creyentes, y no siempre sacerdotes o consagrados. Para terminar este artículo, que estoy seguro que ellos leerán, pues son lectores de La Red, (por lo menos la compraban), les deseo a nombre de la comunidad de María Auxiliadora y de los potosinos lo mejor. Échenle ganas… Si después de esto, estarán de gira, den testimonio de Jesús con su vida en estos ambientes a veces medios “difíciles”, y de paso les encargo un llaverito y un autógrafo de alguno de los jueces… y si los regresan a San Luis, pues nos veremos otra vez en alguna misa… Felicidades a toda su familia… PD: Para los lectores: si hay que votar por ellos para que no los “boten”, pues votamos…
Queridos lectores: En el mes de diciembre de 2011, abordé este tema y de nuevo lo hago con gusto. Hace poco un joven me dijo: “padre ya no quiero seguir en el culto a la santa muerte, pero no puedo”, y le dije: “¿qué lo impide?”; me responde: “si dejo el culto, o rompo las imágenes, habrá muerte para mí y mi familia”; le contesté: “dame la imagen, yo la romperé”. Tiempo después, me llevó en una bolsa negra el cometido y días más tarde me fue a buscar para preguntarme si algo me había pasado, le dije que no, que lo que le pase es circunstancial y no debido al cumplimiento de una maldición; además, la vida y la muerte sólo Dios sabe el día y la hora. Antecedentes históricos: El culto a la santa muerte se originó en Hidalgo, alrededor de 1965 y actualmente se practica en el Estado de México, Veracruz, Guerrero, Tamaulipas, Campeche, Morelos, Nuevo León, Chihuahua y el Distrito Federal, especialmente en el barrio de Tepito. En toda la República Mexicana, 5 millones de personas practican este culto. Este culto se fortaleció gracias a grupos del crimen organizado, el narcotráfico y a la prostitución, que hicieron de la santa muerte una figura tutelar. Existe un santuario cuya titular es la señora Enriqueta Romero Romero y asegura que el culto a la santa muerte no tiene que ver nada con la brujería, hechicería o satanismo; simplemente se le reza a la “santísima” como ellos le llaman y le llevan ofrendas. La misma ministro aseguró que este culto no está reconocido por la Iglesia Católica, ¿Por qué no está permitido el culto a la santa muerte en la Iglesia Católica? Desgraciadamente, muchos católicos ignorantes tienen culto a la santa muerte y no deben, porque su culto tiende más a la manifestación de adoración, y solo a Dios debes de adorar; además, sí tiene que ver con el santismo, las prácticas ocultas y la invocación del mal. El canon 1187 dice: “Sólo es lícito venerar con culto público a aquellos siervos de Dios que hayan sido incluidos por la autoridad de la Iglesia en el catálogo de los Santos o de los Beatos”. Por consiguiente, queda prohibido venerar la imagen de la santa muerte. No está bien la práctica religiosa a la santa muerte, porque Cristo venció a la muerte con su Resurrección. Creer en la santa muerte, es negar la vida en Cristo y sobre todo la vida Eterna; además, es un culto que se utiliza para pedir algo malo: muerte, envidia, odio y enfermedad. Quienes realicen el culto a la santa muerte, no deben llamarse católicos, ya que es contrario al credo que se profesa, a la moral y buenas costumbres. Hasta la próxima
Rajarse o no rajarse, esa es la interpelación
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CRISTO
Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
La persona de Jesús; hace presente el Reino de Dios: el tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca (Mc 1,15) El propósito fundamental de la Misión de Jesús de instaurar el Reino de Dios, debe hacer pensar a toda la Iglesia que su misión permanente consiste en descentrar al hombre de sus expectativas caducas y reconducirlo hacia la auténtica esperanza. Esta tarea eclesial consiste en aquello que Pablo veía como objetivo del anuncio que hacía de Cristo: “Es Cristo entre ustedes, la esperanza de la Gloria, al cual nosotros anunciamos, amonestando e instruyendo a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de presentarlos a todos perfectos en Cristo” (Col 1,27-28).
Centralidad del Reino de Dios
El contenido fundamental de la Nueva Evangelización es el Reino de Dios; ésta, no tiene otro fin que implantar el Reino de Dios en toda la humanidad: pretende que, con la fuerza del Evangelio, se convierta “al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y sus ambientes concretos” (EN 18). La finalidad de la evangelización es impregnar del Reino de Dios la cultura o, más exactamente, las culturas (Cfr. EN 20). Jesús mismo salió del Padre y vino al mundo para predicar el Reino de Dios (Lc 4, 43); empeñó toda su vida en proclamar la Buena Nueva del Reino, recorriendo Galilea y todas las ciudades (Mt 4, 23; 9, 35; Mc 1, 15). El Reino de Dios es tema central de la predicación de Jesús, de tal manera que el mensaje de los evangelios sinópticos está totalmente dominado por esta idea. “El Reino de Dios brilla ante los hombres en la palabra, en las obras y en la presencia de Cristo. Pero, sobre todo, el Reino se manifiesta en la persona misma de Cristo, Hijo de Dios e hijo del hombre, quien vino a servir y a dar su vida para la redención de muchos” (LG 5). “Al resucitar Jesús de entre los muertos, Dios ha vencido la muerte, y en Él ha inaugurado definitivamente su Reino” (RM 16). ¿Cómo podemos entender, pues, el concepto del Reino de Dios? Podemos entenderlo como la intervención personal, todopoderosa y absolutamente gratuita, de Dios quien por su Hijo se reafirma como el Señor, cambia el rumbo de la historia, hace prevalecer su voluntad en todo el género humano y destruye el dominio del mal.
uando era la época de las canicas y los trompos, las atrapaditas y eso del cerrillo y congelado, había una sentencia a la que ningún participante, fuera niña o niño podía aceptar; jugar o rajarse, era la verdadera apuesta por la vida. Y no importaba si no había permiso de los papás, si era ya noche o si en el equipo esta el que no simpatizaba. A nadie le gustaba rajarse. Pues equivaldría a rasgarse la honra, el valor que todo niño tiene para beberse de un solo trago la vida o un vaso con leche y chocolate. Rajar es equivalente a abrir, es decir agrietar y esta palabra es de origen más cercano, griego de ‛Ραγας, ραγαδος (ragas, ragados): grieta. Es decir se hace una división, con la misma característica que tiene el radio en una superficie esférica, Baldor, lo define como la distancia del centro a un punto de la superficie; y la palabra radio se encuentra en el latín con la semejanza al castellano: radio, y en la medición como radius, regla de geómetra. Salvo que tiene otra acepción muy particular, radio, es lo que destella luz. Despide rayos, brilla. A lo que podemos pensar, qué ondas con los chiles en rajas, será que brillan, será que se agrietan, será más bien que están seccionados desde un punto de la superficie del chile hasta su límite. Tal vez solo habrá que disfrutarlos en una gordita o en salsa y no pensar porque enteros y en rajas saben distintamente. Y claro también conservar nuestro honor y por ninguna manera irnos a nuestra tierra a rajarnos, pues cuando se piensa una meta, un proyecto, no es de humanos arruinarlo, destruirlo, deshacerlo; en pocas palabras rasgar mi meta o rajarme.
Los trajes y vestidos Canónigo José Ma. Ortega Robles
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e dónde vienen? De las telas, no, de las tiendas tampoco. Antes vienen de una pequeña semilla de algodón que el hombre siembra y Dios hace crecer y producir, y el acrilán de los pozos petroleros. No necesitamos vestirnos con hojas de árboles del paraíso como Adán y Eva.
La salvación que trae el Reino de Dios “consiste en creer y acoger el misterio del Padre y de su amor que se manifiesta y se da en Jesús, mediante el Espíritu” (RM 12). Por eso el Reino trasciende los límites visibles de la Iglesia: existe en donde quiera que Dios esté reinando “mediante su gracia y amor”; y está en los hombres que vencen el pecado y ayudan a otros hermanos para que puedan creer y adentrarse en la gran comunión que les ofrece Cristo (Puebla 226).
Ahora tenemos los vestidos y trajes de las tiendas de los sastres y modistas o costureras. Los vestidos y trajes nos sirven de abrigo, para protegernos y a muchos les sirven hasta para lucir y presumir.
Por tanto, el Reino de Dios es la comunión de todos los seres humanos entre sí y con Dios; “la Iglesia es en Cristo como un sacramento, o sea signo e instrumento” de esa unión y de esa caridad (LG 1). “Trabajar por el Reino de Dios significa reconocer y favorecer el dinamismo divino que está presente en la historia humana y la transforma, buscando la liberación del mal en todas sus formas y consecuencias. El Reino Dios es la manifestación y la realización de su designio de salvación en toda su plenitud” (RM 15).
San Paulo nos recuerda, ¿qué cosa tienes que no hayas recibido y si todo lo recibiste de Dios, porque muchas veces te comportas como si no lo hubieras recibido? El salmista nos aconseja esta oración: Señor no te pido larga vida ni cosas superfluas, tan solo dame lo que necesito para vivir.
Los libros y sus autores
07 Por Mtro. Luis Marino Moreno F.
Filosofía y fenomenología del cuerpo Ensayo sobre la ontología de Maine de Biran Michel Henry
A
Sígueme Hermeneia 74, 2007 304 págs.
mitad del siglo pasado Michel Henry redactó las páginas contenidas en este libro. En ellas trataba de establecer el carácter concreto de la subjetividad frente al idealismo, mostrando que la subjetividad coincide con nuestro propio cuerpo. Para llevar a cabo tan ardua tarea, llamaba en su ayuda a Maine de Biran (1766-1824), uno de los pensadores franceses más originales y menos conocidos. Sin embargo, para Henry este filósofo casi olvidado fue el único capaz de plantear la pregunta decisiva: “¿Existe una apercepción inmediata interna?”. Al responder positivamente a esta cuestión se posicionaba contra la fenomenología francesa y alemana, según la cual la vida se caracteriza primeramente como intencionalidad y trascendencia. Con todo, la vida procede de la subjetividad
que brota del pathos inmediato de la propia corporeidad, incluso antes de haber recibido toda representación. Hoy que la ciencia ha producido una objetividad monstruosa denominada técnica, la filosofía de Biran y Henry suponen la lucha contra esta y otras ideologías reductoras que esclavizan al hombre. Además, ofrece el testimonio de la “obstinada voluntad de la vida por seguir viviendo” y la revelación en cada ser humano de la propia vida como “autodonación” radical y primera que se experimenta en el cuerpo. MICHEL HENRY Nació en 1922. Este filósofo ha sido profesor en la universidad Paul-Valéry en Montpellier. Enseñó también como profesor invitado en la École Normale Supérieure y en la Sorbona de París y en las universidades de Washington, Seattle y Tokio. Murió el 3 de julio de 2002. Algunas de sus obras: La genealogía del psicoanálisis (1985); y Yo soy la verdad: hacia una filosofía del cristianismo (1966).
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI señaló que no ignora la dramática situación de Medio Oriente, región en la que estuvo este fin de semana, concretamente al Líbano, para promover la paz y la reconciliación ante los conflictos como el que golpea duramente a Siria. “Tengo la feliz ocasión de encontrarme con el pueblo libanés y sus autoridades, así como con los cristianos de ese querido país y quienes han llegado de países vecinos. No ignoro la situación con frecuencia dramática vivida por los pueblos de esta región golpeada desde hace tiempo por incesantes conflictos”, afirmó Benedicto XVI. CASTEL GANDOLFO.- Al recibir en Castel Gandolfo a 92 obispos nombrados recientemente, el Papa Benedicto XVI explicó que la fe es el don más importante que se ha recibido en la vida y por ello no debe permanecer escondida sino que debe compartirse. En su discurso a los prelados, provenientes de comunidades de reciente formación en África, Asia, América Latina y Oceanía, que participan en el curso de formación promovido por la Congregación para la evangelización de los pueblos, el Santo Padre resaltó que “la fe es un don que debe acogerse en el corazón y la vida, que se debe agradecer siempre al Señor”. El Papa explicó luego que “la fe es dada para ser compartida: un talento entregado para dar fruto, una luz que no se ha dado para permanecer escondida. ¡La fe es el don más importante que se nos ha dado en la vida: no podemos tenerlo sólo para nosotros!” ROMA.- Una vigilia de cristianos y musulmanes para invocar la protección de Dios y de la Virgen María sobre el Papa Benedicto XVI en su visita al Líbano se llevó a cabo el 12 de septiembre, antes de la llegada del Santo Padre a ese país. “El título de la iniciativa es ‘Juntos en la paz, en el amor, en la libertad y en la seguridad’. Será una fiesta nacional y popular, para mostrar a todo el mundo que el Líbano puede ser, también en este momento histórico, el País de la convivencia entre cristianos y musulmanes”. Entre los principales promotores de la iniciativa figuran también diferentes organizaciones de diálogo cristiano-islámico, a partir del grupo “Juntos alrededor de María”, que desde hace algunos años da vida a celebraciones interreligiosas en la fiesta de la Anunciación.
Seis ideas para afrontar la crisis Benedicto XVI
(primera parte)
Benedicto XVI ha hablado, y mucho, sobre la crisis económica. Reflexiona a fondo sobre la actualidad antes de afrontarla. En su encíclica Caritas in veritate adelantó los conceptos que considera fundamentales para salir de la crisis económica.
1
PRINCIPIO DE GRATUIDAD Significa que en las relaciones entre las personas y los pueblos no todo está regido por los beneficios. O sea, que es bueno que exista capacidad de dar gratuitamente para ayudar al otro a progresar. “La economía necesita la ética para su correcto funcionamiento; necesita recuperar la importante contribución del principio de gratuidad y de la “lógica del don” en la economía de mercado, que no puede tener como única regla el lucro”. (Audiencia General 08.07.2009)
MÉXICO.- La Comisión Episcopal para la Pastoral de la Familia, Juventud, Laicos y Vida, a través de las Dimensiones Episcopales de Familia y de Vida, llevarán a cabo los días del 24 al 28 de septiembre de 2012, el Curso Anual para Agentes de Pastoral Familiar, en la Ciudad de Toluca, bajo el tema “LA MISIÓN DE LA FAMILIA EN LA VERDAD Y LA ESPERANZA EN EL MÉXICO DEL TERCER MILENIO”. El Encuentro se llevará a cabo en la Casa de la Sagrada Familia, que se ubica en Lago de Pátzcuaro y San Andrés, col. Seminario. MÉXICO.- El martes 11 de septiembre, se llevó a cabo la presentación de la carta pastoral “Educar para una nueva sociedad”, en el Centro Universitario Cultural, A.C. Col. Copilco Universidad, Del. Coyoacán, México DF. La introducción de la ceremonia estuvo a cargo de Mons. Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, y Mons. Alfonso Cortés, Obispo de Cuernavaca y Presidente de la Dimensión Pastoral Educativa CEM. Posteriormente, la presentación la realizó el doctor Rodrigo Guerra López, Presidente–Director del CISAV, la doctora María Luis Aspe Armella, Presidenta del IMDOSOC y el presbítero Dr. Mario Ángel Flores Ramos, rector de la Universidad Pontificia de México. La ceremonia finalizó con el comentario de la doctora Sylvia Irene Schmelkes Del Valle, Directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación, de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.
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Defensa de la vejez I
magine usted, lector, lo que sería de nosotros, pobres mortales, si todos los días tuviéramos que aprender a hablar, a caminar o a conducir. Piense, por ejemplo, en el caso de un chofer diestro y experimentado que de la noche a la mañana se viera en la terrible situación de no saber qué hacer con la palanca de velocidades. Pero, ¿podría llegar alguien a ser un chofer realmente diestro y experimentado si todas las mañanas tuviera que aprender a coordinar el movimiento de sus pies para evitar las violentas sacudidas del automóvil? Piense también en el caso de una mujer de cierta edad que no supiera decir más que «coca cola, mamá», «coca cola, mamá». ¿No sospecharía usted que se trata de una mujer aquejada de ciertos problemas psicológicos, o incluso de un preocupante déficit mental? Pues bien, eso más o menos pasaría con nosotros si a cada momento –es decir, cada día- tuviésemos que aprender a hablar. No existiría arte, ni literatura, y nuestras conversaciones serían como conciertos de recién nacidos. Pero, a Dios gracias, tenemos memoria, y la memoria nos permite convertir el pasado en experiencia y lo vivido en enseñanza. Si no fuera por ella seríamos eternos niños incapaces de progreso, aprendizaje y crecimiento. ¿Qué es progresar si no perfeccionar lo que se sabía y aumentar lo que se tenía? Pero sin memoria no habría nada que superar y nos veríamos forzados a comenzar todo de nuevo en cada ocasión. Suele decirse –creo que quien lo dijo por primera vez fue Bernardo de Chartres, un sabio medieval- que un enano ve mejor si se encarama en los hombros de un gigante, y es verdad. Pero si no hubiera memoria, es decir, gigante, ¿en los hombros de quién se treparía el enano? Cuando el instructor ve que su alumno pone en movimiento el vehículo sin sacudirlo, lo felicita: sabe que los pies también tienen memoria (existe la llamada memoria corporal) y que a partir de ese momento, por así decirlo, sus piernas recordarán oportunamente cada uno de los movimientos que deben ejecutar para hacer que el auto avance correctamente y sin demasiadas sacudidas. Cuando el niño va ampliando su repertorio de palabras, la madre lanza grititos de satisfacción porque advierte que su nene pronto aprenderá a hablar y que, si siguen así las cosas, cada vez lo hará con más fluidez. La memoria es como un archivo en el que guardamos lo ya sabido para lanzarnos a conquistar lo que nos falta saber. En otras palabras, el progreso existe porque existe la memoria. ¿Se había pensado suficientemente en ello? Hay quienes se han atrevido a decir, sobre todo en los últimos tiempos, que la memoria es retrógrada porque vive del pasado; yo creo, por el contrario, que la memoria es eminentemente progresista. Si no fuera por ella tendríamos, como Sísifo, que re-
comenzar cada vez todas las cosas, lo que sería, a la larga, demasiado fatigoso. Solía decir Gilbert K. Chesterton (1874-1936) que nada hay más impráctico en el mundo que los hombres prácticos, pues éstos están habituados a que las cosas funcionen bien, pero que nada pueden hacer cuando éstas lo hacen mal. «Si un aeroplano sufre un ligero desperfecto –escribió en Lo que está mal en el mundo (1910)-, un hábil mecánico puede componerlo. Pero si está gravemente dañado es probable que algún viejo profesor distraído, de pelo canoso, tenga que ser sacado de alguna Universidad o de algún laboratorio para analizar la avería. Cuanto más complicada sea la rotura, tanto más distraído y canoso tendrá que ser el teórico que se necesite para repararla». Así es, en efecto: el técnico sabe el cómo, pero el profesor sabe el por qué: he ahí la diferencia. El hombre práctico sabe que puede sacar buenas fotos si oprime determinado botón y controla adecuadamente la velocidad del disparo y la intensidad de la luz, pero se quedará sin foto si el botón sencillamente no dispara: entonces tendrá que llamar a un técnico despeinado para que repare la cámara, o, quizá, al mismo viejo distraído y canoso que se hubo de llamar para que reparara el aeroplano. ¿Recuerda usted al rey Salomón, famoso en el mundo por su sabiduría y sus graves sentencias? Pues
bien, este prudente rey tuvo un hijo muy imprudente llamado Roboán, quien heredó de su padre la nariz, la corona y el cetro, pero no la sagacidad ni la prudencia. Una vez, según refieren las Escrituras, tuvo éste que tomar una decisión acerca de un asunto de gobierno delicadísimo: ¿de qué manera debía tratar a los que en otro tiempo habían sido contrarios a su padre? El joven rey, entonces, se puso a la caza de opiniones: «Consultó a los ancianos, que habían sido consejeros durante la vida de su padre Salomón y les preguntó: “¿Qué me aconsejan que responda a este pueblo?”. Ellos le dijeron: “Si te pones hoy al servicio del pueblo, si aceptas sus propuestas y los tratas amablemente, ellos estarán siempre a tu servicio”» (1 Reyes 12, 6-7). Los viejos, para decirlo ya, estaban a favor de la diplomacia y las buenas maneras. «Pero Roboam rechazó este consejo de los ancianos y pidió parecer a sus jóvenes compañeros, que se habían educado con él y estaban a su servicio», los cuales, como es de suponer, por darle gusto, se declararon a favor de la violencia. En fin, Roboán les hizo caso, pero con unos resultados verdaderamente catastróficos: el reino se desplomó y ya no hubo manera de apuntalarlo otra vez. Y es que mientras los viejos pensaban en la prosperidad de Israel, los jóvenes pensaban únicamente en cómo agradar a su jefe (como suele suceder). Bien, pero terminemos ya. Si de lo que se trata es de construir cualquier futuro, haremos muy bien prescindiendo de los ancianos; pero si lo que queremos es un futuro progresista, es decir, un futuro que no sea una mera repetición de lo pasado, entonces los necesitamos; y cuanto más progresista queramos el futuro, tanto más canosos deberán ser los señores que nos ayuden a construirlo.
Breves Como cada mes, se llevó a cabo la reunión de secretarías parroquiales, siendo celebrada el mes pasado en la Parroquia de Soledad, en donde estuvieron acompañadas por don Carlos Cabrero.
La Comunidad Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Santa María del Río, agradece a Dios por la dicha de bendecirlos en estos 15 años por medio de la presencia de su Párroco, el Pbro. J. Miguel Domínguez Mejía.
Con la subida solemne de la imagen de Nuestra Señora de la Asunción, dieron por terminadas las fiestas patronales en Santa María del Río.
En la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, en Soledad, el arzobispo Carlos Cabrero, condesciende un permiso por un año para la adoración permanente en la parroquia ya mencionada, dicho permiso consiste en evaluar la vida contemplativa y ejercicio de oración de la comunidad para el crecimiento espiritual de los parroquianos.
El 1º de septiembre la comunidad parroquial de Nuestra Señora de la Asunción despidió al Pbro. Valentín Carbajal Méndez, por compartir cerca de tres años de su ministerio sacerdotal con los santamarienses.
El 12 de agosto del presente, 11 hermanas de la congregación de Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, renovaron sus votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia, en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
La iglesia potosina felicita a nuestros sacerdotes y ora por ellos
Celebraron 5 años como sacerdotes El lunes 3 de septiembre, en la capilla de Guadalupe, en la Casa de Acción Católica, en una celebración eucarística presidida por el padre Benjamín Moreno, diernon gracias a nuestro buen Dios, los sacerdotes Domingo Alonso Martínez, Juan Carlos García Padilla, Noé Francisco Estrada Hernández, Rafael Hernández Díaz, Julián Menchaca Ramírez, Luis Francisco Juárez Gallardo, José Juan Torres Garza, por haber cumplido cinco años en el ministerio sacerdotal. Cientos de familiares y amigos invitados los acompañaron en esta acción de gracias.
Celebraron su X aniversario
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os sacerdotes Sixto López Tapia, Eduardo Díaz Espinosa, Rafael Corpus Sanvicente y Odilón de la Rosa Orduño, celebraron su X aniversario, el pasado 31 de agosto del 2012. Mientras que los Sacerdotes: Antonio Del Castillo Vázquez y Francisco Javier Castillo Ríos celebraron su IX Aniversario Sacerdotal, pero ellos el pasado jueves 30 de agosto. Ambos grupos celebraron con una misa de acción de gracias sus respectivos aniversarios invitando a nuestro querido arzobispo emérito, monseñor Luis Morales Reyes a presidir esta concelebración eucarística, pues fue él quien los ordenó. La Basílica-Santuario Parroquia de Ntra. Señora de Guadalupe fue el lugar donde se celbró la santa misa de estos 6 sacerdotes, el pasado 30 de agosto.
A dos años de su ordenación sacerdotal
Por Carlos Cuéllar
Quince años en el sacerdocio Por Carlos Cuéllar
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n el año de 1997 la iglesia Potosina nos regaló 3 sacerdotes que hasta la fecha han sabido llevar su ministerio servicialmente. Han pasado quince años desde esa fecha y nos unimos al agradecimiento a Dios por este tiempo de entrega por parte de los sacerdotes Fernando Díaz Ávila, Eusebio Rodríguez Torres y Arnulfo Alvarado Díaz.
El pasado 25 de agosto por medio de una misa en acción de gracias en la parroquia de Nuestra Señora de la Paz en la colonia Progreso, los agradecimientos fueron firmemente elevados al cielo por esta vida consagrada a Dios. El padre Arnulfo Alvarado Díaz, agradeció en nombre de los sacerdotes presentes, a toda la gente que lo impulso para que fueran sacerdotes.
E
l viernes 31 de agosto celebraron en la Parroquia de Nuestro Padre Jesús, de Salinas SLP, su tercer aniversario sacerdotal los presbíteros José Antonio Martínez, Raúl Sánchez Y Rolando Maldonado. Y celebraron su segundo aniversario los presbíteros Hugo Morales, José Luis Mora y José de Jesús Ramírez. Al terminar la celebración eucarística, convivieron felizmente en torno a la mesa.
Celebraron su primer aniversario A un año de haber sido ordenados sacerdotes, los padres Antonio Esparza, Gregorio Fernández, Cristian Facundo, Víctor Javier Morales, Carlos Alberto Palomares, Tomás Pérez, Gerardo Román, Jorge Luis Tejeda, Josué Torres, Eulogio Villanueva, y Rubén Omar Villegas, dieron gracias a Dios por todas las bendiciones recibidas en este, su primer año en el presbiterado. Don Luis Morales Reyes, arzobispo emérito de nuestra diócesis, celebró la Eucaristía, quien los felicitó y los alentó a seguir ejerciendo su ministerio con grande entrega y generosidad.
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Aniversario parroquial “Dios que te creó sin ti Por Carlos Cuéllar
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an pasado quince años desde que la parroquia Santo Niño de Atocha fue erigida como parroquia, siendo un 22 de agosto de 1997. A pesar de los años, los vecinos de la colonia Praderas del Maurel aún recuerdan este día con gratitud y contento. Con un gran esfuerzo este templo parroquial a través de su historia se ha venido levantando, aún hay mucho trabajo pero hay muchas manos comprometidas para culminar este proyecto, y poco a poco ha tenido un gran avance en su levantamiento y esperan con alegría muy pronto poder hacer la dedicación del altar. Nuestro arzobispo emérito Luis Morales Reyes, presidió la misa de agradecimiento por este aniversario, acompañado por el párroco el padre Gilberto Alvarado Martínez, que con palabras alentadoras y llenas de agradecimiento felicitó a todos los involucrados con este proceso. Los alentó a que siguieran trabajando entusiastamente para terminar las obras de construcción.
no te salvará sin ti”
Fiesta patronal en el Templo de San Agustín Por LCC Angélica Maldonado Morales
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n el suntuoso Templo de San Agustín, se celebró la festividad de quien es conocido como “El santo más humano y el humano más santo”, presidiendo la solemne concelebración eucarística, nuestro pastor, monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, quien nos dio a conocer lo más trascendente de la biografía de este santo obispo, doctor de la Iglesia y fundador de la Orden Agustiniana. Nuestro Pastor, quien estuvo gratamente acompañado del padre superior de los Agustinos, padre José Mendoza Castillo, O.S.A. y de varios sacerdotes Agustinos y Diocesanos, habló de las cualidades, virtudes y carismas de san Agustín que lo llevaron a subir a los Altares, a ser hijo predilecto de Dios y sobre todo un obispo sabio, prudente, bondadoso que nunca hirió a nadie ni con sus palabras ni con ninguna actitud imprudente, antes bien, se dio a la tarea de introducirse en los sentimientos más profundos,
conmovedores y dolorosos de cada “ovejita” suya, nunca las juzgó, ni las criticó, ni las corrigió de forma imprudente y sarcástica, pues amó a todos sus fieles sin medida, sin condiciones, y no necesariamente que éstos fueran la perfección auténtica de santidad en vida, pero se dio a la tarea de comprender y ser humilde, para poder así conducir a su Iglesia que tanto amaba. Exhortó a los fieles a tener deseos de soledad y de estudio, de formación integral pero teniendo en todo a Cristo como centro, como eje de nuestra vida, como nuestro principio y fin. Indicó “En nuestra cultura contemporánea que nos ha tocado vivir no se resaltan los valores humanos y cristianos, y uno de ellos es la LIBERTAD, que se dignifica o se destruye pero hay que recordar que estar en GRACIA DE DIOS nos hace libres de todo pecado, de todo pragmatismo y subjetivismo en el que vivimos actualmente”.
Nuevo Párroco
en San Antón de los Martínez
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ivimos tiempos de cambios, y nuestra Iglesia Potosina no está excenta de ello. Previendo una mejor atención al cuidado de los fieles que forman nuestra Iglesia, han comenzado a realizarse algunos cambios de sacerdotes en varias de nuestras parroquias; en algunos casos de párrocos, en otros de vicarios. El 3 de septiembre, mes de la Patria, el Padre Eliseo Rico de León tomó posesión de la Parroquia de San Antón de los Martínez, una comunidad localizada en la zona montañosa entre los límites de los estados de Guanajuato y San Luis Potosí. El padre
Eliseo, fue acompañado de feligreses, tanto de los que llegaron con él como de la misma comunidad de San Antón. Fue el P. Antonio Torres, Vicario General de la Diócesis, quien a nombre de Nuestro Arzobispo, entregó el cuidado esta parroquia al nuevo párroco. El padre Eliseo, alentado y motivado por los sacerdotes que le asistieron, se comprometió en realizar su ministerio sacerdotal, siempre dedicado a cada uno de los fieles a él confiados. ¡Felicidades padre Eliseo, por su nuevo nombramiento!
Yo CREO...y vivo mi FE
Capilla de Nuestra Señora del Pueblito
a 125 años de haber sido edificada Texto y fotos por LAE Oscar Hugo Díaz Reyes
Dimensiones de la Fe (Tercera parte)
Por P. Memo Gil
H
emos visto que hay dimensiones de la fe que tocan de manera particular nuestra vida y nos ayudan a tener una perspectiva de vida cristiana de acuerdo a lo que Dios quiere para nosotros. Vamos a reflexionar ahora sobre una dimensión muy importante de la fe en nuestra vida, de acuerdo a lo que refieren los evangelios cuando presentan a Jesús hablando de la fe, Él muchas veces alaba en las personas que obtienen el milagro esperado gracias a su fe tan grande, que los lleva a confiar plenamente en Dios a través de Él.
Por eso, debemos tener claro que, cuando Jesús habla de fe en distintos pasajes del evangelio, se refiere a una confianza incondicional en Dios.
E
l 24 de agosto, don Jesús Carlos Cabrero Romero fue recibido en la comunidad del Pueblito, Santa María del Río, para oficiar la sagrada Eucaristía, con motivo de 125 años de la edificación de la capilla de Nuestra Señora del Pueblito, perteneciente a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. El señor arzobispo presidió la Eucaristía en compañía del párroco, el padre J. Miguel Domínguez Mejía, acompañado por los sacerdotes Rodrigo Alemán Gil, Eustorgio Salazar Morales y Miguel Larrondo. Monseñor Cabrero le dijo a la comunidad ahí reunida: “Celebrar 125 años de esta parroquia, es una motivación para hacer más iglesia de Cristo al lado de la Santísima Virgen María, quien también en este lugar los ha acompañado, a quien ustedes se han acercado, solo ella con el corazón de madre ha reconocido todas las súplicas de todos los fieles de esta comunidad parroquial”. El señor Baldomero Salazar, a propósito de esta celebración nos comentó que esta capilla actual se construyó en 1887 a un costado de donde estuvo la primera ermita dedicada a Nuestra Señora del Pueblito. Esta capilla tiene forma de cruz latina, de fachada sencilla, a la izquierda se levanta la torre imponente de tres cuerpos los dos primeros de forma cuadrangular y el tercero de forma octagonal y cúpula; la imagen llega alrededor del año 1825, gracias a doña María Guadalupe Ávila, quien veneraba la imagen de la ciudad de Querétaro, porque viajaba constantemente para comprar mercancía. Ella mandó pintar en lienzo dicha imagen, la cual no fue terminada por el pintor y así la entregó; para sorpresa de doña María Guadalupe, al llegar al Pueblito Santa María del Río, se encontró con el lienzo terminado: ahí el primer milagro. Después de la celebración Eucarística la comunidad entera convivió compartiendo alegremente los alimentos.
Así cuando lo escuchamos decir: “Tu fe te ha salvado”, “Que grande es tu fe” o “Basta que tengas fe”, suele responder de esta manera al milagro de la curación o liberación que acontece en el encuentro con Él. Se trata de una fe que sabe abandonarse sin reservas al amor que Dios tiene por nosotros y nos manifiesta una y otra vez en Jesús. Es una fe entendida como confianza y que en medio de tantas inseguridades y pruebas que podemos estar viviendo nos lleva a saber que no vamos solos por la vida. Pues Dios está más cerca de nosotros de lo que nos podemos imaginar, basta que nos detengamos a percibir su presencia siempre tierna y amorosa en quienes nos rodean y en momentos y situaciones en que nos demuestra su preocupación por nosotros. Haciendo entonces de la fe una experiencia de confianza plena en Dios amor, puedo aprender a fiarme de los demás en un camino de comunión que me hará crecer aún cuando no siempre las demás personas respondan como esperaba a ésa confianza que se les ofrece. Porque parto de una experiencia de confianza en mí mismo, al ser capaz
de aceptarme con todo y mis limitaciones, ya que voy experimentando la confianza que también Jesús tiene en mí. Hay entonces una apertura desde lo que somos y como nos encontramos, para enfrentar la realidad con ojos de fe y haciendo a un lado vanos pesimismos. Pues esa confianza renueva nuestra esperanza y nuestra vida diaria. Además, esta confianza nos quita el temor ante el futuro y nos otorga serenidad y seguridad interior. De ahí la súplica de los discípulos dirigida a Jesús desde lo más hondo de su incertidumbre y limitación humanas: “Creemos Señor, pero auméntanos la fe”. Es decir, el discípulo no deja de creer, pero debe aprender a confiarse plenamente en quien le ha regalado la razón de su existencia, lo ha creado por amor y le permite vivir de la gracia. Y es que, sólo Dios puede brindarnos seguridad absoluta. Es el único que puede satisfacer nuestro anhelo de un apoyo incondicional. De este modo, la fe es una manera muy concreta de ver y comprender la vida. Por eso no se puede perder, pues es un regalo de Dios, un don precioso que Él no permitiría que se nos desvaneciere. Lo que pasa es que puedo enfrentar una crisis en relación al proyecto que Dios tiene para mí, por una determinada manera de interpretar el mundo y todo cuanto vivo en él, que me hace desconfiar y aferrarme a seguridades inmediatas. Esto lo interpretaron varios santos como una noche obscura, como un desierto espiritual o como una purificación de los sentidos; pero precisamente gracias a la fe que permanecía en ellos lograron trascender ésa realidad. Vayamos entonces reinterpretando nuestra vida desde la fe, ya que al entender la fe como confianza, nueva perspectiva y forma de trascender la realidad, logramos avanzar hacia nuevas dimensiones de nuestra vida. Y por eso también, aquí lo importante será sabernos miembros de una comunidad de fe, que nos lleve a expresarla, vivirla y afirmarla como centro de una espiritualidad siempre en crecimiento y cada vez más consciente de lo que significa ser cristiano hoy.
El tormento de una pregunta… Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
“Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?. Ellos le respondieron: «Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas». «Y ustedes, ¿quién dicen que soy?” Pedro le contestó: Tú eres el Mesías». Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de Él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres». Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.” (Mc 7,31-37).
Aldo Blanco Músico Cantautor Católico. Comentarios: aldo.blanco@hotmail.com
Señor ten piedad
Señorío de Cristo, misericordia y alabanza. Kyrie eleison es una antigua forma en que se proclama que el Hijo Kyrie ), conoció nuestra condición humana ( eleison ), pero que venció el pecado del mundo y por la Resurrección adquirió el nuevo nombre de SEÑOR. La letanía corta del Señor ten piedad, fue tradicionalmente una oración de alabanza a Cristo resucitado. Ha sido resucitado y hecho Señor, por lo que le pedimos que muestre su amorosa bondad. Esta aclamación no es trinitaria, sino Cristológica, dirigida a Cristo, Señor por excelencia. Tiene un sentido de grito de petición, de entusiasmo aunque la letra sea sencilla. Debe ser una expresión viva, como aclamación a Cristo Jesús implorando misericordia. No hacen falta muchas palabras. El Señor conoce nuestras necesidades. Él vendrá en nuestro auxilio. La finalidad de estos cantos es hacer que los fieles reunidos constituyan una comunidad y se disponga a oír como conviene la Palabra de Dios.
Quien lee el Evangelio de san Marcos no puede pasar de corrido este texto, si el lector es honesto prácticamente tendrá que regresar y volver a leer los ocho capítulos que ya ha leído a fin de poder contestarle a Jesús la pregunta. El lector de un evangelio no puede llevar prisa, sino que debe sacarle el máximo provecho a lo que va leyendo y, en este caso, no puede dejar a Jesús con la pregunta en la boca, ni puede seguir adelante, como cuando la cinta de la película no le da tiempo de detenerse en una escena que desea reflexionar, sino que debe hacer pausa el tiempo que sea necesario. Esta pregunta pide un alto, es la pregunta que requiere separación y retiro como sucedió en los dos último milagros más notorios del relato Marcano: la curación del sordo y la del ciego de Betsaida, pues para ejecutarlos Jesús los tuvo que separar del gentío a fin de confrontarlos a solas. De la misma manera, llevó Jesús a sus discípulos hasta la región de Cesaréa de Filipo, pues ellos requerían retiro, silencio y tiempo para meditar la pregunta más radical que les hacía Jesús. La respuesta a dicha pregunta pudo haberles tomado días, quizá meses, de diálogo, reflexión e instrucción con Jesús. La respuesta no nace en una sola noche, requiere de un período significativo de la vida, días, semanas, meses..., un año quizá. Y cuando ya se ha contestado, Jesús la volverá a plantear. Para san Marcos esa es la pregunta que define la espiritualidad y el discipulado, sencillamente porque no se puede seguir a quien no se conoce. No se puede tener una idea deforma-
da de Él, se le debe aceptar todo entero, no sólo al Jesús de los milagros, sino también al Jesús de la pasión, de ahí que Marcos señale que les hablaba de su pasión “abiertamente y con toda claridad”. En un encuentro con los alumnos del Pontificio Instituto Bíblico, el recién fallecido cardenal Carlo María Martini, como autentico hombre del Evangelio, decía que la Palabra de Dios es un tormento porque nos hace entrar en crisis, nos cuestiona. En este pasaje evangélico Jesús mete en crisis a sus discípulos cuando les pregunta ¿Quién dicen ustedes que soy yo? Es la crisis más necesaria. La respuesta de Pedro no significa que los discípulos ya hayan llegado a la meta, sino que viene la etapa más difícil, esa pregunta los confrontó y les sirvió para darse cuenta de que todavía estaban muy lejos y que les quedaba mucho camino por recorrer, justamente el camino de la pasión. El error de Pedro, al querer disuadir a Jesús, es un anuncio de lo difícil que le resultará a este apóstol comprender la Pasión, un anuncio de sus negaciones. No obstante, Jesús no tuvo un grupo de apóstoles de rectitud farisea, pues en el corazón de su buena noticia estaba el llamado a la conversión, y por ese camino condujo primeramente a sus discípulos. La corrección a Pedro no fue un rechazo, sino una motivación a seguir en el camino del seguimiento. San Marcos evita la interpretación rigorista del proyecto de seguimiento, la cual lleva al sectarismo, al delirio de perfección y de omnipotencia y, en el fondo, a la hipocresía.
¿Como se canta el Señor ten Piedad? Puede recitarse, pero cuando se canta debes observar estas directrices que nos ayudarán, como músicos, a realizar mejor nuestra función. Recomendaciones 1. El texto debe ser una letanía corta. Hemos de cantar solamente el texto Señor ten piedad. El de nosotros ya no tiene caso decirlo, pues si lo decimos estamos repitiendo algo que ya dijimos, esto es, si estamos pidiendo al Señor que tenga piedad, esto ya presupone que es para todos nosotros para quien lo pedimos. Existen ya varias formas de cantarlos que incluyen el de nosotros, puedes continuar cantándolos, no hay mucho problema, pero tu puedes componer melodías bellas y sencillas en donde esto ya quede excluido. Con un arreglo musical o coral breve y simple, a fin de no dar una importancia indebida a este momento. Por supuesto que no debe por ello dejar de ser bello y dulce. 2. El Señor ten piedad, es un canto que debemos animar que la asamblea reunida lo cante, que responda y aclame, que viva y goce. 3. Hay que procurar que aunque sea un canto breve y aparentemente simple, no se deje de cantar por lo menos en las celebraciones dominicales y en todas las festividades. 4. No debes alterar la letra oficial del Señor ten piedad, en este momento únicamente canta la letanía que ya conoces. Les seguimos invitando al retiro para directores de coros parroquiales y uno o dos acompañantes que tendremos el sábado 15 de septiembre iniciando a las 10 de la mañana, cualquier información o duda que tengan por favor comunicarse a los siguientes teléfonos con su servidor: Tel. 8-33-0727 Cel. 44-42-04-18-08
A propósito del día del anciano Por Mtro. José Ricardo García López
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l día 28 de agosto, día de san Agustín, padre de la Iglesia, se celebra el día del anciano o de los abuelos. ¿A qué se debe que se haya escogido ese día? No lo sé con certeza, pero tal vez se deba a que san Agustín fue un gran sabio y como la edad avanzada da sabiduría, se quiso honrar a los ancianos comparándolos a san Agustín. Desde la más remota antigüedad se tiene el criterio de que los ancianos en general son personas sabias por las experiencias que han tenido a través de su larga vida. Así encontramos en la literatura griega a Néstor un anciano que orientaba a los hombres dándoles consejos llenos de sabiduría; los romanos desde la fundación de su pueblo determinaron que su monarca fuera asistido por un conjunto de ancianos a los que impuso el nombre de senadores, y ¿por qué senadores? Porque la palabra senador viene de senior y senior deriva de senex que en castellano traducimos como viejo, pero no un viejo decrépito sino un viejo lleno de sabiduría que puede aconsejar y dirigir a los que acuden a él. La Sagrada Biblia en muchas partes habla de la sabiduría del anciano, pero en especial hay un anciano que llama poderosamente la atención por su intervención en la vida de Nuestro Señor Jesucristo y es el anciano Simeón, de él habla el padre José Luis Martín Descalzo en su libro: Vida y Misterio de Jesús de Nazaret, y dice lo siguiente: Simeón era un anciano, era casi el paradigma del verdadero anciano que vive en la esperanza. Escribe Fulton Sheen: Era como un centinela al que Dios hubiera enviado para vigilar la aparición de la luz. No era como el anciano del que nos habla Horacio: no miraba hacia atrás, sino hacia adelante y no sólo hacia el futuro de su propio pueblo, sino al futuro de todos los gentiles, de todas las tribus y naciones de la tierra. Un anciano que, en el ocaso de su vida, hablaba de la promesa de un nuevo día.
Los más se jubilan de la vida mucho antes de que les jubilen de sus empleos. Otros, cuando les jubila la sociedad, se arrinconan en el resentimiento y la amargura y se dedican a no dejar vivir a un mundo que no les permite seguir siendo los amos. Pero hay también ancianos en los que la alegría se enciende al final de su vida como una estrella. Nuestro siglo ha tenido la fortuna de conocer algunos de estos grandes y magníficos ancianos. Un Juan XXIII que se “encendió” cuando la vida parecía que había concluido para él, podía ser una especie de Simeón moderno. Sólo se enciende la luz para quien la ha buscado mucho. Simeón llevaba muchos años buscándola. Había envejecido en la espera, pero no había perdido la seguridad de que la encontraría. Día tras día iba al templo. “Sabía” que no se moriría sin ver al deseado. Por eso aquél día estalló de jubilo su corazón. Ahora ya podía morirse contento. Sus ojos habían visto al Salvador. Su vida estaba llena, completamente llena. Pero no se limitó al estallido de alegría. Anciano como era, se convirtió en profeta. Y con sus palabras descorrió varias de las cortinas que cubrían los secretos que María y José no lograban comprender. Hasta aquí las palabras de Martín Descalzo. Ojalá los ancianos actuales lleguemos a ser un Simeón para nuestro mundo tan falto de valores y principalmente tan ausente de Dios.
El Arma de los cobardes Por: Irma H. ROOD
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os delitos que debieron desaparecer de los códigos penales de las entidades federativas que los contemplan son: la Difamación y la Calumnia. El delito de difamación es esgrimido y utilizado por gentes sin escrúpulos llevando encubiertos motivos mezquinos y contrarios a los que se pretende probar. En primer término DIFAMAR es hacer perder el crédito y la buena fama de una persona. He aquí al respecto un pensamiento impresionante de José Ingenieros, mencionado en su famosa obra El Hombre Mediocre, y cuyo párrafo transcribimos: “La eficacia de la difamación arraiga en la complacencia tácita de quienes la escuchan, en la cobardía colectiva de cuantos pueden escucharla sin indignarse; moriría si ellos no le hicieren una atmósfera vital. Ese es su secreto. Semejante a la moneda falsa: es circulada sin escrúpulos por muchos que no tendrían el valor de acuñarla”. Y de acuerdo con la jurisprudencia de la Suprema Corte, tratándose de la comprobación del cuerpo del delito de difamación, el dolor no se presume si no que es necesario probar su existencia; y es dolorosa la imputación que una persona hace a otra si en el proceso se demuestra que tal imputación obedeció al propósito de vengarse contra la segunda de las personas indicadas y de causarle deshonra, descrédito y perjuicio, oponiéndola al desprecio de lo demás, pues en este caso existe dañada intención, pues integra el dolor penal de parte del inculpado. Pero resulta que las personas de “auténtico honor” no hacen uso de ella, si no por el contrario los que carecen de este, la esgrimen -la acusación de tal-, contra alguien a quien de esta manera hacen perder el crédito y la buena fama. A su vez las personas injustamente acusadas de difamación debieran contraatacar acusando de CALUMNIA a sus acusadores -delito en que por otra parte debe perseguirse de oficio- cosa la una y la otra sumamente difícil de probar. Ahora. ¿La testimonial?, una prueba sumamente endeble e indigna de crédito, por que a su vez muchos de estos testigos por simpatía o antipatía incurren a su vez, en FALSEDAD EN DECLARACIONES JUDICIALES. Ahí van pues concatenados varios delitos que convierten estos juicios en: “VERDADEROS CHISMES DE COMADRES” y atiborran a los juzgados de trabajo inecesario.
No hay, desgraciadamente, muchos ancianos así. Por otra parte, sabemos que calumniar es acusar falsamente a alguien. A juicio de Carrancá, la calumnia es el robo y no el asesinato (muerte moral) de la reputación. Este es el punto de vista subjetivo de la inmoralidad del acto, de Michel Adam, quien en cambio opina –observación muy acertada-, que “La calumnia no alcanza a la gente común y ser calumniado es señal de cierta calidad social, de cierta dignidad humana”. A propósito he aquí una frase de Victor Hugo en el Post Scriptum de mi vida: “Dejarse calumniar es una de las fuerzas del hombre honesto”. Recordemos a Sócrates como ejemplo. Conclusión: La gentuza acusa de difamación a quien no lo difamó; la gente es calumniada a través de una acusación falsa de difamación. Por ello es que la CALUMNIA es el ARMA DE LOS COBARDES. Señores Legisladores !Atención! Estudien a fondo estos delitos.
Fe y política
¿En qué consiste la modificación a los artículos 24 y 40? ¿Qué implica la reforma de estos artículos constitucionales? 1. Implica un avance en el esfuerzo de ampliar el reconocimiento constitucional de todas las libertades que forman parte del derecho a la libertad religiosa; pues al incorporarse las libertades que forman parte del derecho a la libertad de conciencia y religión, el Estado mexicano se aleja de la antigua noción constitucional que solo reconocía los derechos de creencias y de culto a los mexicanos. 2. Implica un esfuerzo por armonizar nuestras disposiciones constitucionales con los compromisos internacionales asumidos por México, y con la propia reforma constitucional de Derechos Humanos de junio del 2011 que establece expresamente el principio de progresividad de los derechos. 3. Implica una modificación constitucional que bajo ningún supuesto pone en riesgo la laicidad del Estado, pues beneficia por igual a todos los mexicanos, creyentes o no creyentes, así como a todas las expresiones religiosas del país. 4. Implica un avance positivo que ha permitido al Congreso de la Unión y a las legislaturas de los estados volver a discutir –después de más de 20 años de vigencia del marco jurídico en material religiosa- los temas relacionados con la libertado religiosa y el Estado laico. Esta situación puede propiciar en el futuro. El impulso progresivo por parte del Congreso de la Unión de nuevas reformas secundarias que le permitan crear un marco jurídico más favorable para el mejor reconocimiento de las libertades de todas las agrupaciones y asociaciones religiosas, ministros de culto, personas creyentes o no creyentes.
siempre que no constituyan un delito o falta penados por al ley. El Congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohíban religión alguna. Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos. Los que extraordinariamente se celebren fuera de éstos se sujetarán a la ley reglamentaria.
Modificaciones constitucionales propuestas por el proyecto de reforma a los artículos 24 y 40 de la CPEUM Modificación art. 24: Se incluye expresamente por primera vez en nuestro texto constitucional la libertad de convicciones éticas de conciencia y religión, al mismo tiempo se mencionan las dimensiones en que puede ejercerse la libertad de culto tanto de forma individual, colectiva, en público o en privado. Asimismo, se establece con claridad la prohibición de utilizar la expresión de esta libertad con fines políticos, proselitistas o de propaganda política.
Texto del Art. 40 constitucional vigente: Artículo 40.- Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.
Texto del artículo 24 constitucional vigente Artículo 24.- Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo,
Texto aprobado por las Cámaras del Congreso de la Unión y turnado a las legislaturas estatales Artículo 24.- Toda persona tiene DERECHO A LA LIBERTAD DE CONVICCIONES ÉTICAS, DE CONCIENCIA Y DE RELIGIÓN, y a tener y adopta, en su caso, la de su agrado. Esta libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. Nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política. El Congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohíban religión alguna. Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos. Los que extraordinariamente se celebren fuera de éstos, se sujetarán a la ley reglamentaria. Modificación al artículo 40 Se incorpora la palabra “Laica” como una característica de nuestra República representativa, democrática y federal.
Texto aprobado por las Cámaras del Congreso de la Unión y turnado a las legislaturas estatales. Artículo 40.- Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.
Hacia el año de la fe
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on la Carta apostólica Porta fidei del 11 de octubre de 2011, Benedicto XVI convocó un Año de la fe, que comenzará el 11 de octubre de 2012, 50° aniversario de la apertura del concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo. Con la promulgación de este Año el Santo Padre quiere poner en el centro de la atención eclesial lo que, desde el inicio de su pontificado, más le interesa: el encuentro con Jesucristo y la belleza de la fe en Él. Por otra parte, la Iglesia es muy consciente de los problemas que debe afrontar hoy la fe y considera más actual que nunca la pregunta que Jesús mismo hizo: «Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?» (Lc 18, 8). Por esto, «si la fe no adquiere nueva vitalidad, con una convicción profunda y una fuerza real gracias al encuentro con Jesucristo, todas las demás reformas serán ineficaces» (Discurso a la Curia romana con ocasión de las felicitaciones navideñas, 22 de diciembre de 2011). «El comienzo del Año de la fe coincide con el recuerdo agradecido de dos grandes eventos que han marcado el rostro de la Iglesia de nuestros días: los cincuenta años pasados desde la apertura del concilio Vaticano II por voluntad del beato Juan XXIII (11 de octubre de 1962) y los veinte años desde la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica, legado a la Iglesia por el beato Juan Pablo II (11 de octubre de 1992)». El concilio Vaticano II, «desde la luz de Cristo ha querido ahondar en la naturaleza íntima de la Iglesia... y su relación con el mundo contemporáneo». «Después del Concilio, la Iglesia ha trabajado para que sus ricas enseñanzas sean recibidas y aplicadas en continuidad con toda la Tradición y bajo la guía segura del Magisterio». «Desde el comienzo de su pontificado, el Papa Benedicto XVI se ha comprometido firmemente en procurar una correcta comprensión del Concilio, rechazando como errónea la llamada “hermenéutica de la discontinuidad y de la ruptura”, y promoviendo la que él mismo ha llamado “hermenéutica de la reforma”, de la renovación dentro de la continuidad». El Catecismo de la Iglesia Católica, como «auténtico fruto del concilio Vaticano II» (Carta apostólica Porta fidei, 4), se sitúa en la línea de esa «renovación dentro de la continuidad». Comprende «cosas nuevas y cosas antiguas» (Mt 13, 52). Por una parte, recoge el antiguo y tradicional orden de la catequesis, articulando su contenido en cuatro partes: el Credo, la liturgia, la vida en Cristo y la oración. Pero, al mismo tiempo, expresa todo ello de un modo nuevo para responder a los interrogantes de nuestra época. El Año de la fe será una ocasión privilegiada para promover el conocimiento y la difusión de los contenidos del concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica. Las indicaciones pastorales del documento tienen como objetivo favorecer «el encuentro con Cristo a través de testigos auténticos de la fe y aumentar el conocimiento de sus contenidos». Mediante estas indicaciones pastorales —que no pretenden «excluir otras propuestas que el Espíritu Santo quiera suscitar entre los pastores y fieles de distintas partes del mundo»— la Congregación para la doctrina de la fe ofrece su ayuda, dado que a ella compete específicamente no sólo la tarea de tutelar la sana doctrina y corregir sus errores sino también, y en primer lugar, promover la verdad de la fe (cf. Constitución apostólica Pastor Bonus, 48-51). La Nota articula sus propuestas en cuatro niveles: 1) Iglesia universal. 2) Conferencias episcopales. 3) Diócesis. 4) Parroquias, comunidades, asociaciones y movimientos. Se citan a continuación algunas de estas sugerencias particulares. Por ejemplo, junto a una solemne celebración para el inicio del Año de la fe y a otros varios acontecimientos en los que participará el Santo Padre (Asamblea del Sínodo de los obispos, Jornada mundial de la juventud de 2013), se recomiendan iniciativas ecuménicas para «invocar de Dios y favorecer la restauración de la unidad entre todos los cristianos» y «tendrá lugar una solemne celebración ecuménica para reafirmar la fe en Cristo de todos los bautizados».
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Las multitudes que buscaban a Jesús Entró Jesús otra vez en Cafarnaúm después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra (Mc 2,1s).
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ecordemos que Jesús, después de predicar en la sinagoga de Cafarnaúm salió a predicar con sus discípulos en algunos lugares de Galilea, expulsando el mal y curando enfermos. Después de un tiempo regresó a Cafarnaúm, según leemos en estos versículos del segundo capítulo de san Marcos. Se le juntaron muchos, tantos que ya no cabían ni siquiera en la puerta. Y él les predicaba la palabra, el Evangelio. La fama de Jesús se acrecentaba desde que liberó al endemoniado de la sinagoga en esa misma ciudad tiempo atrás. Así que para los habitantes de Cafarnaúm, Él era todo un personaje, una gran celebridad. A él lo seguían multitudes dondequiera que anduviera, era también, pues, notoria su llegada a cualquier ciudad o región, ya que siempre iba acompañado por los doce apóstoles, pero también por incontables muchedumbres. Llegó a alguna casa donde era siempre bienvenido, allí se instaló con sus amigos más cercanos, seguro que allí comía y charlaba con los caseros de mil cosas, tal vez les contaba aquellas cosas que él encontraba en cada ciudad, tal vez los apóstoles ensalzaban a Jesús con anécdotas diversas en torno a su obra de anunciar el evangelio y de hacer milagros. Y quizá apenas tratando de descansar estaban, cuando la gente comenzó a agolparse frente a la puerta, después comenzaron a pasar al interior de aquella casa y finalmente aquella casa se convirtió en una verdadera sinagoga compacta, donde no cabía ni un alfiler. Ellos, los curiosos hombres y mujeres de Cafarnaúm salieron de sus propias casas para dirigirse a donde estaba Jesús, aquel nazareno que anunciaba cosas bellas, palabras de vida, palabras de esperanza, mensajes del cielo a los hombres de buena voluntad. Y Jesús no salió esta vez, se quedó dentro porque no había manera de salir de allí, hasta la entrada estaba saturada. Sintió compasión de aquella gente hambrienta de amor, sedienta de la dulce agua que es la palabra de Cristo. San Marcos no nos dice de qué trataba el mensaje aquella ocasión, solo dice que les anunció la Palabra Divina. Seguramente les enseñaba parábolas, la gente sencilla de Israel necesitaba manzanas para entender el mensaje de Jesús y aun así muchas veces se quedaban solamente con la belleza de la predicación de Jesús, pero no comprendían el mensaje, la intención de Jesús al contarles aquellas historias. Les hablaba de la vida eterna. Quizá también les hablaba de la necesidad de convertirse cada día y la urgencia de volver al corazón del Padre. Les enseñaba que el Padre perdona siempre a quien se acerca arrepentido a buscar alivio y amor, comprensión. Y ellos sentían en sus corazones que era cierto aquello que les hablaba Jesús, pues si encontraban amor en sus Palabras vivas y en sus obras, con cuánta mayor razón el Padre del cielo tenía amor
y predilección por ese pueblo también; se les hacía cercano mediante la presencia y acciones de Jesús. Y todos lo que lo escuchaban, quedaban sorprendidos gratamente y sintiendo a Dios muy cerca. El nazareno tenía esa facultad de hacer que las almas fueran tocadas hasta el interior, hasta las raíces; aquellos hombres y mujeres se sentían amados. Seguramente por eso seguían a Jesús muchos de ellos, a cualquier parte, a cualquier lugar, porque cada que Jesús actuaba algo ocurría en los corazones, en las almas, en las vidas. Es cierto que no todos seguían a Jesús de manera desinteresada. Una gran parte estaba cerca por otros intereses unos buenos y otros no tan buenos. Por ejemplo, es seguro que muchos de los que le seguían lo hacían para ver si de casualidad o por pura gracia, Jesús los tocaba para curarlos; muchos deseaban verse librados de algún mal que los tuviera postrados, debilitados, quizá deshumanizados. Y allí estaba Jesús, solo había que acercarse a él para ser sanados. Otros le seguían para espiarlo, como los fariseos o escribas, que tenían la intención de encontrar en sus palabras algo que le comprometiera, para así, acusarlo ante las autoridades de los judíos y librarse de Él. Otros, supongo que la gran mayoría, estaban cerca de Jesús y querían verlo o hasta tocarlo porque en realidad tenían una gran fe, sabían en sus corazones que allí en ese hombre de Nazaret, estaba todo el poder de aquel Padre de quien les hablaba Jesús todo el tiempo. Y cuando he leído este pequeño texto de san Marcos pienso en mi México y me pregunto, ¿por qué no ocurre igual que entonces? ¿Por qué si sabemos que Jesús está en los sagrarios de millones de Igle-
sias no acuden con frecuencia y con gusto tantos creyentes, tantos bautizados? ¿Por qué incluso el domingo, que es el día del Señor, muchos no asisten a la Eucaristía? ¿Por qué los que sí van no lo sienten cercano, por qué van aun como forzados, como por obligación y no por el amor y la necesidad del encuentro personal con Él? ¿Acaso ya no tiene la gente necesidad de Dios? Yo quisiera ver las iglesias, nuestros templos, llenos hasta las puertas, como ocurrió en aquella casa de Cafarnaúm donde se alojó Jesús después de predicar por casi toda Galilea. Eso deseo de corazón, ver que los católicos han encontrado a Jesucristo como aquellos que se dieron cita en aquel lugar donde ni sitio había quizá para sentarse y escucharle hablar de la vida eterna. Es verdad. Hoy no ocurre igual que entonces. La gente sabe donde está Jesús, pero a muchos no les importa esto. Ellos están ocupados en sus trabajos, la escuela, cientos de actividades. Están en el juego o en la apuesta, en el futbol o en la tv; y no les importa si Jesús les llama, les busca o les encuentra. Jesús salía a buscar a las ovejas perdidas y las ovejas le seguían; ¿por qué ahora no se le sigue, si está como aquel mismísimo día y además sabemos que Él está entre nosotros todos los días hasta el fin del mundo? ¿Por qué no lo buscan? ¿Por qué viven sin Él aun sabiendo que lo necesitan tanto? Lo saben, pero no les importa. Busquemos a Jesús. Él espera en cada casa. Llenemos los templos, llenemos la casa de Jesús de hombres y mujeres hambrientos de amor y de fe, de salud y de paz, de gozo y de vida.
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Palabra de Dios Hace oír a los sordos y hablar a los mudos Evangelio según san Marcos 8, 27-35 En aquel tiempo , Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta: “¿Quién dice la gente que soy yo?” Ellos le contestaron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas”. Entonces Él les preguntó: “Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?”. Pedro le respondió: “Tú eres el Mesías”. Y Él les ordenó que no se lo dijeran a nadie. Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día. Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: “¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres”. Después llamó a la multitud y a sus discípulos, y les dijo: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará”. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús
Seguir a Jesús El texto de san Marcos trata del seguimiento verdadero de Jesús. Cristo interroga, no a multitud, sino a sus discípulos para conocer el grado de fe en Él y su disposición para acompañarlo en su misión. Ellos llevan ya un tiempo de escuchar su palabra, de admirar los milagros y de convivir. Ahora es tiempo de aclarar el tipo de su relación con el maestro, ¿es superficial, por interés, es social o terrenal. La pregunta de Jesús «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?». Confunde a los discípulos, no saben que responder. Pero ahora, nos sigue interpelando a todos los que nos decimos cristianos: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?». La cuestión es fundamental para la vida. ¿Quién es Jesús para ti? Se pueden encontrar dos respuestas superficiales. 1. El fenómeno del pluralismo. Los apóstoles repiten las opiniones que han escuchado en el pueblo. Hoy existe igualmente ese desconocimiento de la persona de Jesús, se dice que es un gran profeta, un taumaturgo… no tengo tiempo o solo creo en la ciencia. 2. Una fe falsa. Esto representa el consejo de Pedro cuando Cristo le da a conocer su camino. Con frecuencia, los católicos damos opiniones cómodas con mezcla de piedad, nos cuesta vivir el Evangelio y el testimonio como católicos. Algunos signos de la fe: 1. Es una gracia de Dios. En el relato descubrimos que la fe es un de Dios “Tu eres el Mesías”. La fe que recibimos no se puede llevar por simple tradición, hay que cultivar, vivirla y fortalecerla. 2. Es creer en la Identidad de Jesús. Es el Mesías dispuesto a cumplir el proyecto del Padre. Por eso que en ese momento comenzó a hablar con claridad de su pasión, de su sufrimiento, del rechazo hasta la cruz, pero no quiso parar ahí, sino que puso como telón de fondo, el hecho de su resurrección. 3. Profesar la fe es un compromiso. Confesar que «Jesús es el Cristo», es una exigencia para ser auténticos discípulos y misioneros con el fin de sembrar en este mundo tan necesitado el amor, la paz, la libertad, la justicia y la esperanza. Por Pbro. Pedro S. S.
Jesús modelo de servicio Benjamín Juárez Guerrero, 2° de Teología Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino
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n la formación del seminario al grupo de segundo año de teología, nos toca trabajar en la configuración con “CRISTO SERVIDOR” Pero, ¿cómo entender esto de Cristo servidor? Todo seminarista o aspirante al sacerdocio tiene que tener esta cualidad de servir a los demás, es decir, querer ser sacerdote es querer ser como Cristo, que sin lugar a dudas algo que caracteriza a Jesús es su entrega de vida por los demás “Quien quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos, así como el hijo del Hombre no vino para que lo sirvieran, sino para servir y dar su vida” (Mc, 10, 44-45). Hay que entender que el servicio que nos propone Cristo es un servicio que no espera reconocimiento, aplausos y mucho menos dinero. El servir a ejemplo de Cristo implica entender y vivir los verbos; donar, entregar, sacrificar, partir, ofrendar y dar. El servicio no es un pensamiento o una idea altruista magnífica, sino una acción que brota del corazón para el beneficio del prójimo. El servicio no tiene un para qué o un por qué, ya que se sirve por gratuidad y no por conveniencia o utilidad. ¿cómo debe ser el servicio? ¿qué es lo que nos mueve a servir a los demás en esta vocación al sacerdocio? el AMOR, “aunque reparta todos mis bienes, y entregue mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha” (1 Co13,1). El servir implica abnegación, desprendimiento y sobre todo renuncia a nuestro egoísmo y soberbia.
Hay que ser muy conscientes que el sacerdocio no es una profesión en la que le pago por sus servicios, sino que su servicio le viene de Dios. La vida del sacerdote está llena de servicio y de entrega hacia los demás porque ha logrado amar a Dios y a su prójimo. A modelo de Cristo por medio de la persona del sacerdote estamos invitados a servir, entregarnos y donarnos en cada instante de nuestra vida. El servir a los demás no es una pérdida, sino una ganancia, ya que al crecer en el servicio “soy yo” quien se acerca más al Reino de Dios. El servicio no es espontáneo, efímero, ocasional, optativo, sino que el servicio es una ofrenda constante y permanente. Se puede servir en las cosas pequeñas como en las grandes; ¡el tamaño no importa! Se puede servir en todo lugar y momento; ¡no hay horario! Se puede servir a cualquiera persona ¡no importa su edad, su físico o su dinero! Por último te recomiendo que no pase un día en el que no des un servicio a los demás. En tu agenda del corazón apunta esta frase: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”. El que no sirve… no sirve. PD: Si sientes que Dios te llama al sacerdocio y además te encanta servir a la manera de Cristo, no dudes que esta puede ser tu vocación. Servir es dar, no recibir.
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…Lo de Dios a Dios
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Por David Grimaldo
Por Lic. Guadalupe Díaz Trabajadora Social de Cáritas
n gusto nuevamente darles las gracias por su colaboración que ha llegado a las personas cuyos casos se han publicado en La Red y que necesitan de la solidaridad de todos nosotros. Ahora les damos a conocer la historia de José Bernabé Paz Arriaga de solo 5 años de edad; tiene un Diagnostico desde hace 2 años de Esclerodermia (Morfea Generalizada); esta es una enfermedad que literalmente significa piel dura. La afectación de la piel puede ser MÍNIMA (sólo en dedos y cara, muy lentamente progresiva) o GENERALIZADA (en todo el cuerpo, rápidamente progresiva). Como lo dice en el diagnóstico de Bernabé, en su caso es “generalizada”. El único acuerdo en cuanto al tratamiento es la rehabilitación para mantener la movilidad de las articulaciones. El uso de cremas hidratantes en la piel afectada también es de ayuda. Las cremas de protección solar deben usarse para evitar la hiperpigmentación (color oscuro de la piel) de las zonas afectadas; y en este caso le recetan un medicamento que tiene que consumir primeramente por seis semanas y si le hace reacción será de por vida, obviamente se recomiendan revisiones periódicas.
FUENTES DE LA DSI:
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La Sagrada Escritura V
es deseo, estimados lectores, que estén pasando un excelente domingo en compañía de nuestro Señor Jesucristo y de sus seres queridos. Empecemos esta reflexión tomando un pensamiento del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia n. 26: “La reflexión profética y sapiencial alcanza la primera manifestación y la fuente misma del proyecto de Dios sobre toda la humanidad, cuando llega a formular el principio de la creación de todas las cosas por Dios”. Es precisamente con el profeta Isaías cuando el pueblo de Israel llega a tener una idea más clara de Dios como Creador. Veamos: Los Profetas. El profeta en Israel es alguien que Dios escoge de entre su pueblo, lo llama y lo destina a ser su portavoz en medio de su pueblo. Su trabajo o su misión es proclamar la Palabra de Dios de dos maneras: Anunciar y denunciar.
Bernabé y sus padres no son de nuestra ciudad de San Luis Potosí, ellos radican en Cd del Maíz, se les complica demasiado venir a cada consulta que el menor tiene en Hospital Central ya que son familia de bajos recursos dedicados al campo y no cuentan con los ingresos para los gastos de pasajes, medicamentos, cremas hidratantes, rehabilitación, alimentación, escuelas para él y sus 3 hermanos más, entre otros gastos que para ellos es exceso.
Anunciar. El profeta es el hombre de la Palabra. Todo lo que dice es lo que el Señor le ha comunicado. El profeta anuncia los planes de Dios para su pueblo, es decir, los designios del Altísimo, el consuelo, la esperanza, la alegría, la bendición, etc.
Es por ello que les pedimos de su colaboración para que José Bernabé continúe con su tratamiento (medicamento, cremas, rehabilitación) sin ningún problema ya que sus padres realmente están dispuestos a que su pequeño logre estabilizarse y pueda continuar con su vida como lo hace cualquier otro niño de su edad.
Denunciar. El profeta denuncia todo aquello que está en contra de los planes de Dios. Esta denuncia es lo que pondrá en dificultades al profeta, porque su palabra, que es la Palabra de Dios, es contra los poderosos y contra los reyes que oprimen a su pueblo.
Telefono de oficina Cáritas: 812.23.51 y 812.76.15
Para el profeta Isaías, Dios Creador, se preocupa de sus Creaturas y está al pendiente de ellas: “Así habla Yahvéh, que creó los cielos y los estiró, que le puso firmes cimientos a la tierra y produjo todas sus plantas, que dio aliento a sus habitantes y vida a los seres que se mueven en ella. Yo. Yahvéh, te he llamado para cumplir mi justicia, te he formado y tomado de la mano, te he destinado para que unas a mi pueblo y seas luz para todas las naciones. Para abrir los ojos a los ciegos, para sacar a los presos de la cárcel, y del calabozo a los que estaban en la oscuridad” (42,5-7). Ya casi al final del libro, Yahvéh expresa su preocupación: “Así se expresa Yahvéh: ¡El cielo es mi trono y la tierra la tarima para mis pies! ¿Qué casa podrán ustedes edificarme, o en que parte fijarían mi lugar de reposo? Todo esto lo ha hecho mi mano y todo esto es mío,
dice Yahvéh. Pero en quien fijo realmente mis ojos es en el pobre y en el corazón arrepentido, que se estremece por mi palabra” (66,1-2).
Con esta idea de “Dios como Creador”, el profeta quiere dejar claro que “el Dios de Israel” es “el Dios de la historia”. El Dios de los profetas es un Dios que no sólo gobierna la historia, sino que la orienta en el sentido del establecimiento de la justicia y del derecho.Conocer a Dios es “hacer justicia” (Jr 22,13-16; Os 41). La relación con Dios se expresa en relación con el pobre. Esto se mide en el terreno de la práctica (Am 4,1-3; Jer 7,1-7); pecar es traicionar el proyecto liberador de Dios, es crear relaciones de injusticia (Miq 3,9-12).
Dios incide en la historia, ahí también dirige su denuncia. El mensaje profético descubre la voluntad de Dios en la historia, en la vida de su pueblo. El profeta denuncia a los responsables de la opresión y de la represión, esto es, la idolatría del dinero, la idolatría del poder, la complicidad con los políticos corruptos y ladrones, la corrupción de la administración pública, el falseamiento de la religión, utilizar la religión para hacer el mal. El profeta anuncia castigos para quien oprime y reprime y la esperanza de la liberación para los pobres y oprimidos. El profeta nos es conciliador no condescendiente con el mal. Asume valientemente y con fe el proyecto de Dios y lucha contra lo que se le opone, aún a costa de su propia vida. ¿Qué les parece, mis cuatro lectores, la necesidad de hombres y mujeres profetas para nuestro tiempo y nuestra tierra? Saludo y bendigo a todos aquellos hombres y mujeres que diariamente luchan por la justicia social en nuestra patria, esos luchadores anónimos, que en su silencio construyen una nueva historia más humana para nuestra nación. Que el Señor bendiga abundantemente a Javier Cicilia, y todos los que lo acompañan, en “la caravana por el consuelo y por el movimiento por la paz con justicia y dignidad”.
SEPTIEMBRE 16 DE 2012
El camino de la salvación es el amor, y el amor a veces implica sacrificios. ¡Jesús es el maestro del amor! ¿Vivo el amor siempre, o solo cuando no implica sacrificarme?
Dios nos habla a todos por igual de acuerdo a nuestra edad, seamos niños o grandes. Él quiere que nos convirtamos en semilla en el lugar dónde nos encontremos y para esto necesitamos conocer su palabra.
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