Año 4
Guionista de Instinto Básico narra su conversión
Joe Eszterhas, el famoso guionista de Instinto Básico, Show Girls o Pulp Fiction ha vivido una conversión a la fe cristiana. En 2008 publicó el testimonio de su conversión al catolicismo en un libro que se llama Crossbearer: A memoir of faith (Portador de Cruz: un recuerdo de FE). En el verano del año 2001, Eszterhas fue diagnosticado con cáncer de garganta. Debió someterse a una delicada cirugía y recibió la orden médica de dejar el alcohol y el tabaco. Eszterhas tenía 56 años, siempre tuvo un estilo de vida alocado y sabía que cambiar sus hábitos no sería fácil. Un día, que Eszterhas describe como “infernalmente caluroso”, estaba caminando por la calle cuando se dio cuenta que su vida había tocado fondo. “Me estaba volviendo loco. Estaba muy nervioso. Temblaba. No tenía paciencia para nada. Cada terminación nerviosa demandaba un trago y un cigarrillo”, recuerda. Se sentó en el piso, comenzó a llorar y de repente comenzó a rezar. “Por favor, Dios, ayúdame”, dijo. En ese momento, se dio cuenta de que no rezaba desde niño. “No podía creer lo que había dicho. No supe por qué lo había dicho. Nunca antes lo había dicho”, recuerda. Inmediatamente, Eszterhas se sintió sobrecogido por un sentimiento de paz y se acabaron sus temblores. En ese momento, tal como le ocurrió a Saulo camino a Damasco, vio “una luz brillante, deslumbrante, casi cegadora que me hizo cubrir mis ojos con las manos”. Para Eszterhas, esta experiencia fue determinante. Pasó de dudar sobre poder vivir sin tabaco ni alcohol, a saber que podía vencerse a sí mismo y triunfar. En ese momento comenzó su camino de regreso a la Iglesia pero el escándalo sexual que afectó duramente a los católicos en Estados Unidos se convirtió en un escollo para terminar su retorno. Por eso optó por asistir a servicios no denominacionales, pero finalmente se convenció de que no podía dejar de ser católico. “La Eucaristía y la presencia del Cuerpo y Sangre de Cristo está en mi mente y es una experiencia sobrecogedora. La Comunión es poderosa y es casi un sentimiento celestial”, afirma.
No. 189
Semana del 23 al 29 de septiembre de 2012
Una lección de serenidad
Benedicto XVI ha dado una lección de equilibrio. Ha condenado el fundamentalismo como una “enfermedad de la religión “ y ha colocado la libertad religiosa en el corazón mismo de los derechos humanos. (pág. 15)
4 LA FE LEVANTA LA AUTOESTIMA
Es importante tener un buen concepto de uno mismo. Para salvarnos en esta vida, nos falta valorarnos más. Si el hombre no empieza por amarse a sí mismo, será imposible esperar que los demás le amen.
13 EL EFECTO WERTHER
No cierre su periódico todavía. Siga usted adelante y deténgase en la nota roja. Aparte de la volcadura de un camión de pasajeros en la carretera 57, ¿de qué más se habla en ella? De nuevos tiroteos, de cuatro hombres colgados en el distribuidor Juárez, ...
14 5 CRIMEN PASIONAL EN EL PUEBLO DE SAN LUIS POTOSÍ EL 28 DE AGOSTO DE 1606 Juan de Gabiria, que quizá era mestizo, se casó con Marta de Rentería en enero de 1598 y vivieron en casa del padrastro ...
SEPTIEMBRE 23 DE 2012
La Sagrada Escritura en nuestra vida
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a Iglesia Católica tiene tres grandes pilares que fundamentan y dan sentido a su existir: El Magisterio, la Sagrada Tradición y La Sagrada Escritura. A lo largo de los siglos estos pilares han fortalecido su esencia y le han dado sentido a su misión de llevar la palabra del Señor a todos los rincones de la tierra, una tarea que no ha sido totalmente cumplida, una tarea que nos ha puesto hoy a buscar los mejores medios para hacerla realidad. El mes de septiembre, ya casi por terminar, está dedicado a la Sagrada Escritura, ya que en este mes celebramos la memoria de San Jerónimo, uno de los grandes padres latinos de la Iglesia que tradujo en una gruta cerca de la hoy Basílica de la Natividad en Belén, toda la escritura sagrada del griego y el hebreo a la lengua latina cerca del año cuatrocientos de nuestra era. Hoy vemos que muchos católicos tienen en sus casas hermosas y decoradas biblias de los más variados estilos y colores, pequeñas y grandes, pero que al mismo tiempo se conservan como un adorno más en el hogar, y las más de las veces, guardadas en los cajones y envueltas en su empaque original. No somos un pueblo que guste de la lectura, nos cuesta mucho trabajo hacerlo. Estamos acostumbrados a “leer” pero sólo revistas que publican los más variados tópicos de actualidad, por lo regular noticias escandalosas de la vida de los artistas o noticias de la vida política nacional, sobre todo en este tiempo de transición hacia un nuevo sexenio. Dios nos sigue hablando hoy, nos sigue compartiendo su palabra de vida, palabra que alienta, que motiva, que exige una respuesta, una palabra que da vida y vida en abundancia. Dios sigue haciéndose presente en cada uno de los acontecimientos de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad. De frente a la ola de violencia que en las últimas semanas nos ha sacudido, Él nos invita a la esperanza, a la confianza en que esto pasará. Nos invita a encontrarle sentido a nuestros problemas, a nuestras angustias y tristezas, pero también a los éxitos y los logros que vamos alcanzando. Su Palabra debe suscitar en nosotros la fe, una fe que se fortalezca en el encuentro y el testimonio para con los demás. Una fe que se traduzca en servicio, en escucha, en diálogo y en la capacidad de confiar en los demás. Esta Palabra, que no es nuestra sino de nuestro Dios, debe hacerse palabra en nuestros labios para dar esperanza a los que la han perdido, debe hacerse pan de vida para aquellos que van muriendo poco a poco por la frustración o la desilusión de cada día, pero también debe fortalecer la fe de los que ríen porque han encontrado en esa palabra el sentido a su existencia. No dejemos de acercarnos con confianza a la Sagrada Escritura, no guardemos nuestras biblias o no las tengamos como adorno o arrumbadas en el baúl de los recuerdos. Hagamos de ella el pan de cada día, pero, lo más importante, no hagamos de ella letra muerta, sino mas bien, letra que reanime, que de vida, que se traduzca en testimonio de amor a Dios y a los demás.
Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes
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Por Pacco Magaña
Jesús en la cruz Queridos hermanos y hermanas:
Volviendo a la narración de san Marcos, Jesús, ante los insultos de las diversas categorías de personas, ante la oscuridad que lo cubre todo, en el momento en que se encuentra ante la muerte, con el grito de su oración muestra que, junto al peso del sufrimiento y de la muerte donde parece haber abandono, la ausencia de Dios, Él tiene la plena certeza de la cercanía del Padre, que aprueba este acto de amor supremo, de donación total de sí mismo, aunque no se escuche, como en otros momentos, la voz de lo alto. Al leer los evangelios, nos damos cuenta de que Jesús, en otros pasajes importantes de su existencia terrena, había visto cómo a los signos de la presencia del Padre y de la aprobación a su camino de amor se unía también la voz clarificadora de Dios. Así, en el episodio que sigue al bautismo en el Jordán, al abrirse los cielos, se escuchó la palabra del Padre: “Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco” (Mc 1, 11). Después, en la Transfiguración, el signo de la nube estuvo acompañado por la palabra: “Este es mi Hijo amado; escúchenlo” (Mc 9, 7). En cambio, al acercarse la muerte del Crucificado, desciende el silencio; no se escucha ninguna voz, aunque la mirada de amor del Padre permanece fija en la donación de amor del Hijo. Pero, ¿qué significado tiene la oración de Jesús, aquel grito que eleva al Padre: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado”, la duda de su misión, de la presencia del Padre? En esta oración, ¿no se refleja, quizá, la consciencia precisamente de haber sido abandonado? Las palabras que Jesús dirige al Padre son el inicio del Salmo 22, donde el salmista manifiesta a Dios la tensión entre sentirse dejado solo y la consciencia cierta de la presencia de Dios en medio de su pueblo. El salmista reza: “Dios mío, de día te grito, y no respondes; de noche,
(Segunda de tres partes)
y no me haces caso. Porque tú eres el Santo y habitas entre las alabanzas de Israel” (vv. 3-4). El salmista habla de “grito” para expresar ante Dios, aparentemente ausente, todo el sufrimiento de su oración: en el momento de angustia la oración se convierte en un grito.
Y esto sucede también en nuestra relación con el Señor:
ante las situaciones más difíciles y dolorosas, cuando parece que Dios no escucha, no debemos temer confiarle a Él el peso que llevamos en nuestro corazón, no debemos tener miedo de gritarle nuestro sufrimiento; debemos estar convencidos de que Dios está cerca, aunque en apariencia calle.
SEPTIEMBRE 23 DE 2012
Celebramos el 102 aniversario de nuestra independencia Muy queridas familias potosinas les saludo deseando que la paz del Señor esté con ustedes.
EL MISTERIO DE LA EUCARISTÍA
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Por P. Juan José Torres Galván
En días pasados hemos celebrado el 102 aniversario de nuestra independencia en México.
espués de exhortar a toda la Iglesia a emprender una reforma litúrgica, el Concilio ordena que se constituya una Comisión Nacional de Liturgia, bajo la autoridad de la Conferencia Episcopal, asimismo se pide que en cada diócesis se formen Comisiones de Liturgia, de Música Sagrada y de Arte Sacro, aconsejando que trabajen de forma conjunta o incluso se fundan en una sola Comisión.
Creo que es muy bueno tener una constante reflexión de nuestra memoria histórica, como pueblo de México, y no olvidar, los anhelos de libertad que nos permitieron ser el México que se va logrando.
A continuación, el Concilio Vaticano II nos invita a profundizar en el Misterio de la Eucaristía, animándonos con la expresión de san Agustín, que afirma que la Eucaristía es: “Sacramento de piedad, signo de unidad y vínculo de Caridad”.
Ante la vivencia de momentos tan difíciles que nos acontecen como familias mexicanas y potosinas, es importante, que nos vayamos liberando de esas actitudes y prejuicios, que solo van deteriorando el tejido social y que nos están afectando.
La Eucaristía es el memorial de la muerte y resurrección de Jesucristo. El objetivo de la reforma litúrgica es que los cristianos participen consciente, piadosa y activamente en la celebración Eucarística y se ofrezcan al Padre juntamente con la Hostia Inmaculada. La principal manifestación de la vida de la Iglesia acontece cuando el Obispo, acompañado de su presbiterio y ministros, y con el Pueblo de Dios celebran juntos la Eucaristía en la Catedral, participando plena y activamente. Por su parte, las parroquias han de resaltar la importancia de la celebración Eucarística dominical, expresando el sentido comunitario y la vida litúrgica, presididos por el párroco y en comunión con el obispo local. En cuanto a la revisión del ordinario de la Misa el Concilio decretó: · Cuidar que se evidencie una mayor riqueza bíblica en el nuevo ordenamiento de la celebración. · No omitir la homilía, puesto que es una oportunidad de predicar la Palabra de Dios a su Pueblo. · Restablecer la oración de los fieles, recordando la exhortación de Pablo en la primera carta a Timoteo: “ante todo recomiendo que se ofrezcan súplicas, peticiones, intercesiones y acciones de gracias por todas las personas, especialmente por los soberanos y autoridades, para que podamos vivir tranquilos y serenos, con toda piedad y dignidad” (1Tim 2,1-2). · Promover el uso de la lengua vernácula, sin olvidar el uso de la lengua latina. · Ofrecer con más frecuencia la oportunidad de comulgar bajo las dos especies. · Subrayar la unidad entre la Liturgia de la Palabra y la Eucarística dentro de la Celebración de la Santa Misa. Educar y motivar a los fieles a participar de manera íntegra en la celebración Eucarística. En cuanto a la Concelebración el Concilio pidió que se promoviera más esta manifestación de la comunión eclesial y de la unidad del sacerdocio: cuando se celebra un Concilio, en la Conferencia Episcopal, en la celebración de un Sínodo. Igualmente recomienda que se realice en la Misa principal de las parroquias y cuando se realizan reuniones sacerdotales. Referencia de lectura: Sacrosanctum Concilium 41-58
Permitamos que nuestros representantes políticos y sociales hagan sus propuestas, pero no permanezcamos indiferentes. También nosotros debemos comprometernos con el cambio y la vivencia verdadera de la libertad y democracia y ser hombres y mujeres constructores de paz. Sigamos invitando a nuestros legisladores para que nuestras leyes sean siempre justas y libres, que sean el bien de todos. Un ejemplo es la libertad religiosa. Como Obispos de México, hemos dicho y seguiremos insistiendo en que: “La religiosidad es una dimensión constitutiva del pueblo mexicano. El laicismo que se manifiesta de manera amenazante contra la religión no debe tener cabida en una sociedad respetuosa del Derecho, amante de la libertad y verdaderamente democrática. No hay enemigo más peligroso del Estado laico que el laicismo intolerante que busca disminuir libertades y restringir espacios de expresión” (Documento CEM Conmemorar nuestra Historia desde la fe para comprometernos hoy con nuestra Patria No. 79) Hermanos sigamos apostando por un México que aprenda de su historia y que se comprometa constantemente por salvar y defender sus valores más profundos de cultura, derechos, familia, etc. Esperamos de nuestros gobernantes la actitud constante de caminar por la justicia y el desarrollo. Comprometámonos en la construcción de una Patria digna Que nuestras fiestas patrias sean una oportunidad en que como mexicanos-potosinos, nos unamos en oración, rogando a los pies de nuestra Madre Santísima María de Gua-
dalupe, por nuestra Patria. Que ella interceda ante su Divino Hijo Jesucristo para que México prospere por el camino de la verdadera paz y la justicia. La oración siempre será válida y oportuna y por eso les invito a orar por nuestra autoridades civiles. Para que Dios ilumine su entendimiento y fortalezca su voluntad en orden a disponer todo lo que les compete, para alcanzar los objetivos de paz y de justicia en torno al bien común. No permitamos que México se aleje de Dios. Sabemos que la sordera física aparta al hombre de la vida social; pero, como afirmó el Papa Benedicto: también “existe un defecto de oído con respecto a Dios, y lo sufrimos especialmente en nuestro tiempo”. Son demasiadas las frecuencias diversas que ocupan nuestros oídos que, lo que se afirma de Dios, ya no parece adecuado a nuestro tiempo. Sin embargo, al dejar de escuchar a Dios, “naturalmente perdemos también nuestra capacidad de hablar con Él o a Él. Nuestros sentidos interiores corren el peligro de atrofiarse. Al faltar esa percepción, queda limitado, de un modo drástico y peligroso, el radio de nuestra relación con la realidad en general” y “el horizonte de nuestra vida se reduce de modo preocupante”. Celebrando en México un aniversario más de nuestra Independencia, hay que recordar que “la fe sólo puede desarrollarse en la libertad. Pero a la libertad de los hombres pedimos que se abra a Dios, que lo busque, que lo escuche, que cure los posibles defectos de oído con respecto a Dios, a su acción y a su palabra, y que nos haga capaces de ver y de escuchar”. Porque el mundo necesita a Dios. México necesita a Dios; San Luis Potosí necesita a Dios. Familias Potosinas, ¡¡NECESITAMOS A DIOS!! Que Nuestra Madre la Virgen Santísima María de Guadalupe, Reina de México y Emperatriz de América, sea nuestra protectora y nos reanime a vivir con esperanza, luchando cada uno por ser hombres y mujeres de paz y de bien, para que nuestros pueblos recuperen la vida.
Que Padre Dios les Bendiga. Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
Nuestra historia
Don Alfonso Méndez Plancarte Humanista e intelectual mexicano, poeta, filólogo, filósofo y sacerdote. Catedrático excepcional por el dominio de las materias y por la agilidad de la palabra, gloria de la Iglesia Mexicana. Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz
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stamos en presencia de un espíritu genial. Fue un varón de alta cultura, de esos que aparecen de cuando en cuando, y que son dignos no sólo de atención y estudio, sino también de limpia admiración.
Nació en la michoacana ciudad de Zamora, el 2 de septiembre de 1909. Sus padres: los señores don Perfecto Méndez Padilla y doña María Plancarte Igartúa. Fue un gran humanista e intelectual mexicano, poeta, filólogo, filósofo y sacerdote católico. Sus investigaciones sobre la cultura y las artes de la Nueva España constituyeron una aportación fundamental, particularmente las hechas sobre sor Juana Inés de la Cruz. Fue hermano de Gabriel Méndez Plancarte, con quien realizó una tarea fundamental en las investigaciones humanísticas. Estudió en la Roma de Pedro y Pablo, madre de santos y mártires, obtiene las borlas de doctor en Filosofía en 1927. En la Universidad Pontificia de México se doctoró en Teología en 1931. Se ordenó sacerdote el 14 de febrero de 1932. Como maestro de literatura, latín, filosofía, y teología, en el Seminario de su natal Zamora y en el de México, fue brillante. Fue –comenta Alfonso Junco- un catedrático excepcional por el dominio de las materias, por la agilidad de la palabra, por la curiosidad alerta. Fue un excelente conferencista, pero una afección vocal lo obligó a retirarse de dicha actividad, remitiéndose a la labor investigativa, la cual realizó con erudición y cuidado. Fue un gran trabajador de la pluma. Fue avaro del tiempo. Fue señor y no esclavo del tiempo. El no fue del tiempo, sino el tiempo fue de él. Fue un gran crítico y profundo investigador. Nunca hablaba ni escribía con conocimiento a medias o de vagas oídas. El con el rigor de su ejemplo, hizo que las gentes de pluma tuvieran más cuidado con sus escritos, según se dijo de él en la Academia Mexicana de la Lengua. Don Alfonso fue un gran humanista. Fue un gran conocedor de las letras latinas y de las letras clásicas. Lo que le permitió gustar con entendimiento amoroso a Horacio y traducir por camino breve y difícil las Cuarenta Odas horacianas. Y las vertió en igual número de versos, estrofas y metros. Dura y triunfal tarea de concisión para similar el castellano con el latín y sobre todo el de Horacio. Se dedicó de 1951 a 1957 a la edición de tres volúmenes de las Obras Completas de sor Juana Inés de la Cruz, convirtiéndose en una magna obra por sus notas y referencias, hasta la actualidad. En la anterior década (1942-1945) había publicado una antología de poesía virreinal titulada Poetas novohispanos, en tres tomos, prologada por él y con abundantes notas, esta edición fue seguramente la que le valió que se le encargase la publicación de las obras de sor Juana. El 29 de diciembre de 1950 fue nombrado miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua, años más tarde fue nombrado miembro de número, tomó posesión de la silla XXVII el 26 de enero de 1954. Poco tiempo antes de morir fue nombrado Canónigo Honorario de la Basílica de Guadalupe. Falleció en la Ciudad de México el 8 de febrero de 1955 dejando un monumental legado para el mundo de la cultura en nuestra patria.
La fe levanta la autoestima E Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
s importante tener un buen concepto de uno mismo. Para salvarnos en esta vida, nos falta valorarnos más. Si el hombre no empieza por amarse a sí mismo, será imposible esperar que los demás le amen. Si uno no se ama a sí mismo, no podrá amar a los demás como a uno mismo.
En la vida nos vamos a encontrar con personas que nos acepten y muchas otras que nos rechacen. Es difícil ser queridos por todos. Pero siempre vamos a necesitar del aprecio y aceptación de alguien. Y aunque tengamos personas para quien seamos importantes, de nada sirve su estima, si jamás nos lo han dicho, y mucho menos demostrado.
Nuestra vida es importante para alguien, pero si no nos lo hacen saber, viviremos como si a nadie le importáramos. Sentiremos que nuestra vida tiene muy poco valor. No solo es importante que amemos a alguien; es esencial que se lo hagamos saber. Porque cuando alguien nos dice que nos ama nos hacer renacer, y en medio de la tristeza nos devuelve las ganas de vivir. El aprecio de los demás nos ayuda a sentir que nuestra vida es valiosa. Para tener alta nuestra estima importa que los demás nos digan que nos quieren, y que nosotros aceptemos esa estima. Pero no es suficiente con que alguien nos manifieste su aprecio, también importa que creamos en ese amor. Porque el hombre puede rechazarlo, o por la fe llegar a creer en lo que se nos dice. No aprovecha en nada el amor de los demás, si nosotros ponemos en duda sus aprecios. Hay muchas personas que sufren porque viven dudando del amor. Y la incertidumbre mata, pero la fe nos devuelve la existencia. El amor es algo real, pero quien duda del amor, se ha condenado a convertir su vida en un infierno. Creer en el amor es fundamental para vivir. Porque el amor existe, de no ser así, el mundo ya habría terminado. Pero mientras haya vida, podemos estar seguros de que existe el amor. El que duda del amor tiene un concepto demasiado pobre de su persona. Porque siente que no merece ser amado por nadie. Por eso dice san Juan: que el que crea se salvará, y el que se resista a creer será condenado. Nuestra incredulidad nos condena, porque al dudar, convertimos nuestra vida en un infierno; éste es desesperación, tormento e intranquilidad; en cambio el amor es vivir en el cielo, porque ahí no me inquieto por nada, ya que el que me ama se ocupa de mí. Si me creo amado, me siento seguro. Saberse amado es creer que alguien quiere que yo viva, y esa es la esencia del amor. Creamos pues en el amor, para sentirnos vivos.
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¿Qué hace un pollito cargando un consomé? Carga las cenizas de su mamá
Humor negro que a nadie agrada Por P. Kino
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lgunas personas que han leído esta columna me han comentado que les agrada porque en ocasiones manifiesto una “chispa” de humor. Y me pregunto: ¿el humor negro también les agradará a los lectores? Primeramente diré que el humor negro es aquel, que se mofa o ríe de situaciones que fuera de contexto humorístico darían tristeza, piedad, lástima e incluso molestia. Los temas más comunes del humor negro son: muerte, pobreza, injusticia, racismo, enfermedad, discapacidad, tragedias. No ha sido fácil la aceptación de este humor a nivel social, cuando algún comediante o gente de los medios lo utilizan, no tardan las reacciones de los televidentes reprobando dicho chiste o comentario, pues se le considera de muy mal gusto, y yo coincido también en reprobar el humor negro. El título de este artículo es un tanto negro, pero no agrede a las personas, lo más que pueda producir es lástima del pollito, aunque esto no sea realidad. El humor absurdo, también llamado superrealista, es más inteligente, y se vale de situaciones ilógicas y disparatadas que aunque no son verdaderas, a todos causan una sonrisa. Ejemplo de humor absurdo: ¿Por qué las focas miran hacia arriba? Porque ahí están los focos. En ambientes muy cercanos de manera ocasional y sin ofender a nadie, alguien pueda externar algún chascarrillo “negro”, “prosaico”, “o con alguna palabra altisonante” cuidando la ausencia de niños, personas a las que les debemos respeto, ¿qué tanto será bueno? ¿Qué tanto es pecado? A veces me hacen esta pregunta y les respondo, “pues primero cuénteme el chiste y le digo”… lo cierto es que cuando es muy constante esto, más que pecado más bien es falta de educación, imagínese querido lector, tanto que gastaron en su educación para que salga con eso. Sería muy reprobable, que todos los chistes fueran negros, rojos, y pocos absurdos. Sería reprobable que conozca la colección de un tal “pepito” y no conociera la Biblia. Sería cuestionable que fuera el humor de la fiesta y el ignorante de la casa, porque se la pasa coleccionando todos los chistes de internet y ni por casualidad lee un buen libro de formación… El humor alegra los momentos de convivencia, pero cuidemos que no nos denigre a nosotros ni a otros como personas, cuidando los contextos y sobre todo, que por estar leyendo solo chistes, olvidemos leer cosas de provecho humano – cristiano.
No está permitido el culto a la santa muerte Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez colunga46561@hotmail.com
(2ª parte)
Queridos lectores: Me preocupa mucho que un buen número de personas, tengan culto a la santa muerte; ya he dicho del por qué la Iglesia Católica no permite ese tipo de ritos y he aquí la explicación:
Origen:
Se dice que el culto a la santa muerte llegó de Cuba, por el Puerto de Veracruz, traída por los negros santeros. Aquí, la santa muerte encontró el cobijo ideal quizá porque la muerte es un elemento natural en la cultura mexicana. Las famosas calaveras de azúcar, los panes de muerto y algunos otros objetos que forman parte de la tradición, siempre han llamado la atención a los extranjeros que reconocen un gran sentido místico en la tendencia del pueblo mexicano a venerar a sus muertos.
Características:
• Mucha gente le rinde culto porque le ha concedido “milagros”. Hay que recordar que los milagros solo los concede Dios. • Puede recuperar el amor perdido, traer el que no quiere llegar o “amarrar” un matrimonio. • Puede ayudar en lo económico. • Puede ayudar a sanar enfermedades y repeler brujerías. • Ayuda a deshacerse de los enemigos. • Ayuda a hacer que la gente se acerque a uno.
Diferentes nombres:
A la escultura de la santa muerte, se le conoce con el nombre de la santísima, la señora de las sombras, señora blanca, señora negra, niña santa, la parca, la flaca. Lo peor del caso, es que la comparan con la Virgen María y la llaman de esa forma la Santísima o la Señora. Cada primer lunes del mes se le cambia su vestido: el rojo simboliza pasión, el verde esperanza, el blanco y el azul, la pureza; es decir, los colores de la Virgen María.
Entidad espiritual:
El culto a la santa muerte se ha extendido de tal forma en México que quienes lo profesan, han decidido no ocultar más su fervor y han puesto altares en la calle para que cualquiera que requiera su ayuda pueda invocarla. Me llamó mucho la atención, un mural en el Fraccionamiento Foresta, donde impacta esa figura monumental. Sus promotores la presentan como una «entidad espiritual» que ha existido siempre, desde el principio de los tiempos hasta nuestros días, por lo que maneja una energía denominada «energía de la muerte», capaz de materializarse en una figura, que concentra tanto la fuerza creadora como la destructora del universo. Según ellos, el creyente en la santa muerte puede aprender a manejar esta fuerza, que emana de sus imágenes consagradas, y es una de las protecciones más fuertes que existen. Por esa razón, considero que no es correcto ese culto y sí tiene mezcla de santismo, fuerza y energía malévola; y por consiguiente, este tipo de creencias es contrario a todo lo que la Iglesia enseña en cuanto al culto a las imágenes y santos. Como dije hace ocho días, el que cree en la santa muerte, no debe denominarse católico.
Y Dios dijo: decoremos al hombre a nuestra imagen
IGLESIA
Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
LA ECLESIOLOGÍA DE SAN JUAN
La obra de Juan ocupa un lugar privilegiado en el Nuevo Testamento; según Clemente de Alejandría, Juan es el “Evangelio espiritual”. En el terreno de la eclesiología, se traduce esto de dos maneras: 1. Una cierta independencia de Juan respecto del orden histórico. Al tiempo que mantiene una clara distinción entre tres grandes etapas (el tiempo de la misión terrestre, hora de Jesús, tiempo de la Iglesia), y aún subrayando con singular vigor la importancia decisiva de esa hora de Jesús (Cfr. Jn 7, 39; 13, 1), Juan tiende constantemente a mirar los planos como concéntricos y a fundir en una sola y misma visión las tres etapas. 2. El término “Iglesia” nunca aparece en Juan, lo esencial para él, es cobrar conciencia de la realidad profunda y vivir de ella. Quiere ayudar a contemplar, como el contempla el misterio. Cabe discernir en su pensamiento tres grandes temas sobre la Iglesia. 1. La Iglesia, misterio de comunión, 2. La Iglesia, sacramento de esa comunión en este mundo y 3. El misterio de la Iglesia en este mundo. EL SIMBOLISMO JOÁNICO En Juan es más abundante el simbolismo que en los restantes evangelios. Tal simbolismo se extiende a otros acontecimientos y personas, lo que nos obliga a leer a Juan con intensa atención para no perder su profundo significado. San Jerónimo comentando al evangelista dice: En Juan no encontramos parábolas, ni sencillas instrucciones morales, ni ninguna de las controversias sobre la ley y la práctica que llevaron al pueblo galileo a aclamar a Jesús por profeta. En vez de todo ello encontramos imágenes, simbolismos, un vocabulario técnico y sutil y una serie de declaraciones magisteriales: «Yo soy…el pan (6,35.41);…la puerta (10, 7.9);…el pastor (10, 11);… la vid» (15, 1.5). IMÁGENES JOÁNICAS DE LA IGLESIA En el evangelio de Juan debemos tener en cuenta que no solamente falta el concepto de ecclesia, sino que nunca alude expresamente a la Iglesia en cuanto tal; apenas entra en la estructura concreta de la Iglesia, considerándola como la comunión de sus miembros y su relación con Jesús. En otras palabras la Iglesia es para este evangelio el conjunto de los discípulos de Jesús: Templo, la vid, el rebaño y el pastor, el redil y la esposa del cordero. La iglesia presentada en el Evangelio con las imágenes de: la vid, el redil, el pastor y el templo, hablan de esa Iglesia que unida a su Señor entiende su misión y su vocación como dice la Lumen Gentium. Por otro lado la imagen presentada por Apocalipsis habla de esa Iglesia que es probada y perseguida, pero que tiene la esperanza de que al final de los tiempos se reunirá con su Señor, Cristo Jesús. Y concluye todo precisamente, con la visión triunfal de la Jerusalén celestial: “Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios preparada como una esposa ataviada para su esposo. Y oí una gran voz que procedía del trono, la cual decía: “Aquí está la morada de Dios con los hombres: y morará con ellos; y ellos serán su pueblo” (Ap 21 2ss). Con esta imagen final presentada por Juan en el Apocalipsis, concluye así mismo la revelación del gran misterio divino: la Iglesia.
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a decoración, qué importante se ha vuelto desde que el hombre inició su vida. A cuántos nos ha dejado encantados o anonadados una exquisita y auténtica decoración, éste ejercicio donde se tejen colores, formas, proporciones, en ocasiones sonidos y por qué no, también sabores. Es la decoración lo que ha servido de almácigo a diferentes disciplinas o ciencias, estoy pensando en la mercadotécnica, la industria automotriz, la tecnología, el diseño y hasta las mismísimas religiones se han asido de la decoración para envolver en una armonía al hombre. Desde antiguo en el arte egipcio se puede observar el trabajo de la decoración, antílopes, íbices, peces, herramientas y aves -entre otras figurillas- eran talladas con finesa en las tumbas, como la tumba de Hesire, en Saqqara, o la tumba que de Ti, perteneciente a la dinastía V, en la misma región de Saqqara. La decoración pertenece al arte apolíneo en donde la acompañan el dibujo, la talla, pintura, escultura, canción, arquitectura civil; y decoración se une en apoyo auxiliar para todas las ya mencionadas. En verdad que es una actividad de cada día la decoración, pues según se entiende ésta ayuda a embellecer los objetos o personas, algo así como hacen las chicas al decorar su figura, ya sea con bonitos atavíos, uso de cosméticos y más. Pero no solo es un capricho de belleza en las mujeres, también lo es en el varón. Decor – oris, del latín; bello, magnifico, lo que sienta bien. Es decir, el adorno; como en los templos antiguos en los pilares y remates y ahora en los actuales en la dignidad con que se diseñan. Es por lo tanto un acto mimético asimismo. Se encuentra también la palabra decorio, que viene a significar: quitar la piel, podremos con esta palabra imaginarnos, pelar una naranja y se “le retira la piel” para entonces disfrutar su esencial belleza en su fruto comestible. Así pasa también en el arte, en la decoración. La tendencia hacia lo bello es la decoración. Y la esgrimimos para todo, y en todo instante de nuestra fugaz e inspirada divina existencia; que no es igual decir: la usamos a cada rato.
Las relaciones R elación es la comunicación que tenemos con Dios, con nuestros seres queridos y con todos nuestros semejantes. Es necesaria y urgente, libre u obligada y opcional. La comunicación es el testimonio de que no somos autosuficientes, de que siempre necesitamos auxilio, ayuda de los demás.
Canónigo José Ma. Ortega Robles
La relación de Dios con nosotros es libre, es por amor. Necesitamos de Dios porque Él es nuestro padre, el bien supremo, nos comunicamos con Él, porque sabemos que es nuestro Padre como nos comunicamos aquí en la tierra con nuestros padres, porque sabemos que nos aman sin ningún otro interés que sea el de nuestra felicidad. Hay relaciones sociales, políticas, patronales, humanas: de los obreros con sus patrones y de estos con sus obreros. Hay relaciones hasta con los animales. Hay relaciones vecinales, porque sabemos que en cualquier momento nos pueden ayudar y los podemos ayudar. Hay relaciones religiosas, escolares, militares, intelectuales, materiales. Hay también relaciones de dinero. Hay infinidad de relaciones.
Los libros y sus autores
07 Por Mtro. Luis Marino Moreno F.
La hora 25 Virgil Gheorghiu
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Seis ideas para afrontar la crisis Benedicto XVI
(segunda parte)
Editorial El buey Mudo, 2010, 432 págs.
a hora 25 es una de las novelas que definen nuestro tiempo, una defensa apasionada de la libertad y de la dignidad del hombre en la que millones de europeos reconocieron su drama y su esperanza. En palabras de Traian, uno de los personajes de la obra, la hora 25 es “el momento en que toda tentativa de salvación se hace inútil”. Es la hora que sigue al momento final, cuando ya no es posible la esperanza. Son los años de la II Guerra Mundial. La osadía de los malvados recae salvajemente sobre los inocentes. Moritz, uno de estos será acusado de ser judío por un vecino sedicioso que codiciaba a Suzanna, su mujer. A partir de aquí sufrirá un prolongado ultraje, absurdo hasta el punto de ser propuesto por las SS como modelo de ario a imitar, precisamente él, que fue acusado de judío. Sobre una base autobiográfica, C.V. Gheorghiu presenta el drama impresionante de un mundo en el que las formas
de opresión se apoyan en la técnica deshumanizadora, en ideología mesiánica de signo diverso pero igualmente opresor. El autor C. Virgil Gheorghiu nació en 1916 en Rumania, en el seno de una familia de tradición ortodoxa, de cuya iglesia el mismo fue sacerdote. En 1948 trasladó su residencia a París, donde publicó La Hora 25, novela que alcanzó un amplio reconocimiento internacional. Fue traducida a treinta y un lenguas y adaptada al cine, con Anthony Quinn como protagonista. Falleció el 22 de junio de 1992 en la capital francesa.
BEIRUT, LÍBANO.- En su mensaje de despedida desde el aeropuerto internacional “Rafiq Hariri”, el Papa Benedicto XVI agradeció la acogida recibida por fieles y autoridades civiles y religiosas, y aseguró que en estos días donde la violencia ha reinado en Medio Oriente, el mundo ha visto a los cristianos y musulmanes libaneses “reunidos para celebrar la paz”. “Le deseo que fortalezca la comunión entre todos sus habitantes, cualquiera que sea su comunidad o su religión, rechazando resueltamente todo lo que pueda llevar a la desunión y optando con determinación por la fraternidad. He aquí las flores que agradan a Dios, las virtudes posibles y que convendría consolidar enraizándolas más”, expresó. El Santo Padre aseguró que “la Virgen María, venerada por los fieles de las confesiones religiosas aquí presentes, es un modelo seguro para avanzar con esperanza por el camino de una fraternidad vivida y auténtica”. BEIRUT.- En su discurso a los más de 25 mil jóvenes que se encontraron con él, en el Líbano, el Papa los animó a ser testigos y mensajeros de la alegría de Cristo, así como promotores de la paz y la reconciliación a través del perdón. Escuchó el testimonio de los muchachos sobre la vida cristiana en ese país. Una de ellos le dijo al Papa: “Santidad, su presencia en el Líbano, no obstante nuestra situación, es una desafío a la lógica de la guerra y la desesperación. Es un signo de paz y de esperanza”. El Papa dijo a los jóvenes: “queridos amigos, ustedes viven en esta parte del mundo que ha visto el nacimiento de Jesús y el desarrollo del cristianismo. Esto es una llamada a la fidelidad, al amor por su región, y especialmente a ser testigos y mensajeros de la alegría de Cristo, porque la fe lleva a la plena libertad y al gozo, como lo han mostrado tantos santos y beatos de este país. Su mensaje ilumina la Iglesia universal”.
LÓGICA DEL DON
Benedicto XVI reclama generosidad, ceder parte del beneficio. Mirar más allá porque eso contribuye al desarrollo de los sectores más débiles. “Pero esto sólo es posible gracias al compromiso de todos, economistas y políticos, productores y consumidores, y presupone una formación de las conciencias que dé fuerza a los criterios morales en la elaboración de los proyectos políticos y económicos”. (Audiencia General 08.07.2009)
MÉXICO.- Los obispos de México presentaron el documento “Educar para una nueva sociedad” en el que exhorta a todos los sectores del país participar activamente en el fortalecimiento y mejora de la educación en el país. El documento, presentado ayer, ha sido lanzado para “los creyentes y no creyentes” y contiene una serie de reflexiones y orientaciones sobre la educación en México, atendiendo a la “emergencia educativa” que ha llevado a la pérdida del sentido del valor de la persona y la vida. “Pensamos que la emergencia educativa que padece México, no deja lugar a justificaciones e inacciones: o actuamos ahora, o las próximas generaciones nos lo van a reclamar con vehemencia y acritud. Quienes seguimos a Jesús, aún en este difícil escenario, proclamamos que hay Esperanza”, señala el Episcopado. MÉXICO.- El 16 de septiembre se cumplieron 312 años de que fueran asesinados por odio a la fe los dos beatos indígenas que se desempeñaban como fiscales en el pueblo de Cajonos, Oaxaca, y que fueron elevados a los altares por Juan Pablo II en su último viaje pastoral a México, hace 10 años: el primero de agosto de 2002. Los dos beatos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles eran indígenas zapotecos que nacieron en 1660 en San Francisco Cajonos. Ambos pertenecían a la Vicaría de S. Francisco Cajonos que era atendida por los padres dominicos Gaspar de los Reyes y Alonso de Vargas. Los dos mártires de Cajonos forman parte de un grupo de seis indígenas mexicanos que han sido elevados a los altares, al lado de san Juan Diego y los Tres Niños mártires de Tlaxcala; Antonio, Juan y Cristóbal. MÉXICO.- Con una propuesta intimista, reveladora, vivencial, este 21 de septiembre se estrenó en la ciudad de México, la película “Los últimos Cristeros”, ópera prima del realizador Matías Meyer, ganador del Riviera Maya Film Festival. Producida por Julio Bárcenas y fotografía de Gerardo Barroso que parecen postales que rememoran un pasado nostálgico, la película está basada en la novela “Rescoldo: los últimos cristeros”, escrito por Antonio Estrada, hijo del último coronel que peleó por la Iglesia. La producción cinematográfica fue filmada en escenarios naturales donde sucedieron algunos episodios del conflicto, como Guanajuato y Jalisco. Contó con el asesoramiento de su padre, Jean Meyer, famoso historiador francés interesado en la llamada Guerra Cristera o Cristiada, quien para recibirse viajó en los años setenta a México y se entrevistó con los viejos cristeros. “Los últimos Cristeros” tuvo su estreno mundial el domingo pasado en el Festival Internacional de Cine de Toronto.
¿Miedo a preguntar?… “Al salir de allí atravesaban la Galilea; Jesús no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba a sus discípulos y les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará». Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas. Llegaron a Cafarnaúm y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: «¿De qué hablaban en el camino?». Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande. Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: «El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos». Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: «El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado»” (Mc 9,30-37). Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
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a formación de los discípulos es de primer interés para Jesús, y el Evangelio según san Marcos lo destaca más que ningún otro. Es indudable que este evangelio fue escrito para la formación de los discípulos, fundamentalmente entendiendo que todo miembro de la comunidad es un discípulo; no obstante, san Marcos distingue al discípulo de la multitud, pues ésta no se involucra a pesar de sentirse atraída por Jesús (ya sea por sus palabras o porque cura a sus enfermos). Por otro lado, no se podría rechazar que de entre las multitudes provenían también fieles seguidores. Los discípulos, según san Marcos, no son un grupo pequeño, pues ya en casa de Leví, en el capítulo dos, nos dice que eran muchos los que lo seguían.
se conforma con la amistad entusiasta de sus discípulos, sino que les exige una metamorfosis, una transformación en el modo de pensar, pues de ahí dependerá su modo de caminar o capacidad para seguirlo. Dos características iniciales describen a los discípulos: no comprendían y tenían miedo hacer preguntas. Lo que no comprendían era el anuncio de su Pasión. A tal grado no comprenderán que al momento del arresto todos huirán. Quizá el temor de hacer preguntas se debía a que no asimilaban que Jesús, poderoso y popular, a quien ellos habían seguido hasta el momento, ahora tomara la senda del rechazo y del dolor; y ellos no querían compartir la misma suerte.
Jesús prácticamente “abandona” a las multitudes después de la curación del ciego de Betsaida, en Mc 8, 22-26, para dedicarse a sus discípulos. Los cuales, a pesar de estar presentes desde el inicio del ministerio de Jesús, en los primeros capítulos tienen una presencia bastante pasiva, casi quedan en la situación de “oír, ver y callar”. Son muy escasas las ocasiones en que tienen participación activa, a excepción del capítulo 6. En el capítulo 8 Jesús comienza la transición “de las multitudes a sus discípulos”, pues se evidencia que todavía les falta mucho por comprender. Jesús los evalúa y el resultado es alarmante, basta considerar cuando les dice: “¿Todavía no comprenden ni entienden? Ustedes tienen la mente enceguecida. Tienen ojos y no ven, oídos y no oyen” (8,1718); y en seguida a Pedro “... tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres” (8,33). A partir de ahí, sin excluir definitivamente el encuentro con las multitudes, Jesús preferirá dedicarse a sus discípulos a fin de formarlos adecuadamente, y así puedan pasar del pensamiento de los hombres al pensamiento de Dios, de ahí que decididamente san Marcos destaque que, cuando atravesaban Galilea, “Jesús no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba a sus discípulos”. Este hecho parece ser el más notorio en este texto, pues no deja lugar a dudas que la formación de los discípulos es capital para Jesús. Jesús no
Así, como lo hizo en Cesarea de Filipo, Jesús los invita nuevamente a profundizar sobre su verdadera identidad. Ahora se sienta, única ocasión en que san Marcos describe a Jesús en esa posición cálida y familiar al hablarle a sus discípulos, pues se sienta y los llama a para confrontarlos sobre sus intereses, concretamente sobre el contenido de sus conversaciones en el camino. Los discípulos se avergüenzan porque, mientras Él les acaba de anunciar su Pasión, ellos sueñan con grandezas humanas y pretender destacar entre ellos. Aquí aparece la segunda instrucción al discipulado, la primera había sido en Cesarea. En la presente instrucción Jesús no les apaga los sueños de grandeza a sus discípulos, sino que les da el criterio del Reino de Dios: El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos. Con esta segunda instrucción se va completando el perfil del discípulo de Jesús.
¿Dónde está el cielo? Por Pbro. Margarito de la Torre
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uchas veces los sentidos nos engañan, y también algunas ideas, que no corresponden con la cosa que representan. Alguno puede decir que hay una noche con un hermoso cielo estrellado, otro que a pleno día en la sierra hay un cielo azul, cuando tal vez se refieren al firmamento o al espacio universo. Porque, ¿qué es el cielo? El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española tiene infinidad de acepciones, una de ellas es esta: “Esfera aparente azul y diáfana que rodea a la Tierra, y en la cual parece que se mueven los astros”. De pequeño, me enseñaron que en cielo está Dios y todos los santos; pero lo que dice el diccionario no corresponde a lo que aprendí en el catecismo. Entonces, ¿qué es el cielo? ¿Dónde está Dios? Si el cielo está en algún lugar, ¿dónde, y qué tan lejos está? El hombre sigue explorando el universo y cada día descubre nuevas galaxias, muy lejanas de nosotros, de tal manera que si alguien tuviera larga vida y viajara a la velocidad de la luz tardaría millones de años para llegar a esos lugares. Pero el hombre, aún con los más potentes telescopios, no ha descubierto el cielo. ¿Dónde está el cielo? Creemos en la resurrección de los muertos, cuando, al final de los tiempos vuelva el Señor Jesús a juzgar a todos los pueblos. ¿Pero dónde se realizará la vida eterna? Y si ahora la tierra está llena de gente, ¿dónde vamos a vivir todos los hombres, de todos los tiempos? Necesitamos reconocer que la lógica de Dios no es la lógica del hombre. Arriba preguntaba dónde está Dios, porque pienso que para muchos será necesario partir de esta pregunta, pero en realidad deberíamos preguntarnos, dónde podría no estar Dios, si es que en alguna parte no estuviera. En realidad Él está en todas partes: está junto a usted, junto a mí; más aún; en usted, en mí. El cielo, o paraíso celestial, no es un lugar geográfico o espacial, es una dimensión distinta y diferente a la que ocupamos los mortales. El cielo es una dimensión que desde ahora podemos pregustar, y la eternidad será la plenitud de lo que estamos construyendo ahora. Piense usted cómo la vida del ser humano se gesta en el vientre de la madre, y cuando ya está preparado para nacer, nace; no puede estar en el vientre materno para siempre; y si naciera antes de tiempo, según lo que le faltara, necesitaría de cuidados especiales para sobrevivir; pero si le faltara mucho, no sobreviviría. También esta vida, es un tiempo de preparación para la eternidad; pero mientras que en el vientre de la madre se carece de libertad y de voluntad, fuera del vientre materno sí las tenemos. En realidad nadie nace antes ni después de tiempo, como nadie muere antes ni después, salvaguardando la libertad humana, prevista por Dios. Algunos pueden pensar, por ejemplo de los mártires, que si bien ahora están gozando de Dios, cómo sufrieron en este mundo; yo más bien digo que cómo gozaron, porque seguramente disfrutaban ya de Dios aquí en la tierra. Aún en medio de los sufrimientos de esta vida, se puede gozar de Dios.
“Atiende nuestras súplicas, recoge nuestras lágrimas y danos consuelo en el dolor” Fiesta patronal en honor a Nuestra Señora de los Dolores en la Fracción Morales Por Por LCC Angélica Maldonado Morales
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on evidente fervor Mariano se honró a nuestra Madre Santísima en honor a Nuestra Señora de los Dolores, en la fracción Morales, donde nuestro arzobispo Mons. Jesús Carlos Cabrero, acompañado del Párroco David Grimaldo Cruz, de su Vicario, el Padre Jesús Omar Salazar, de Sacerdotes del Decanato Juan Pablo II y de otros Sacerdotes invitados que se unieron a celebrar la festividad de la hermosa Virgen, patrona titular del templo parroquial. Nuestro pastor indicó: “María nos recuerda hoy que es la Virgen que ha sido traspasada por una espada de dolor, pero también es nuestra corredentora, es María de la Resurrección, para Ella no va el pesimismo y la desesperación, es la mujer misericordiosa que siempre nos da su amor, dispuesta a ayudar como lo hizo con su prima santa Isabel al saber que estaba encinta”. Mons. Cabrero exhortó a los fieles a hacer de su Parroquia una comunidad de comunidades, a ser una familia de familias en la que prevalezca la unión entre todos sus miembros y dijo: “Es tarea de todos embellecer nuestra Parroquia con obras de caridad, a crecer en la caridad, en la verdad, en la fe y en la esperanza”.
Magna Festividad en honor al Señor de los Trabajos “Volvamos la mirada a Aquél que es todo amor, perdón, paz y reconciliación” Por Por LCC Angélica Maldonado Morales
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e festejó al hermoso Cristo Crucificado en su advocación del Señor de los Trabajos de mirada profundamente misericordiosa y compasiva. Cientos de fieles acudieron el pasado 14 de septiembre para implorarle su perdón por tantos olvidos y pecados de palabra, obra y omisión, su ayuda ante tantas adversidades, su fortaleza, para seguir adelante y sobre todo muchos acudieron para darle gracias por los múltiples beneficios recibidos. A su máxima capacidad lució el suntuoso Santuario de San José y del Señor de los Trabajos en la solemne concelebración Eucarística que presidió nuestro arzobispo, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, quien estuvo acompañado del rector de dicho santuario, padre Armando Oliva Varela, así como de sacerdotes del Decanato de Nuestra Señora de la Expectación y otros sacerdotes invitados que se unieron a esta magna celebración en honor al Señor de los Trabajos. La hermosa imagen que fue esculpida en madera tzompantle (o árbol de colorín) en el año de 1775 y que mide 1.60 mts., llegó al Santuario de San José en 1912, por lo que celebramos el centenario de la llegada de la imagen con profundo regocijo y desbordante fervor con expresiones de gratitud hacia nuestro Padre Dios que no quiso dejarnos huérfanos sino enviarnos a su Hijo Jesucristo para que fuera nuestro redentor, protector y defensor ante tantas adversidades, conflictos, problemas laborales, ante tantas contrariedades de la vida y pruebas muy difíciles de superar, sobre todo porque en todos los ambientes laborales nunca faltan las envidias, recelos y egoísmos de personas sin valores humanos y cristianos, sin moral y sin principios.
Nuestro Pastor exhortó a los fieles a no dejar nunca de buscar la intercesión del Señor de los Trabajos, pues ciertamente muchas familias sufren los estragos del desempleo, del despido injustificado, de la falta de oportunidades para ejercer un trabajo honesto y bien remunerado para gozar de una vida digna. “Invoquemos todos los días al Señor de los Trabajos para que haya oportunidades de trabajo digno para todos y volvamos la mirada a Aquél que es TODO AMOR, PAZ, PERDÓN, RECONCILIACIÓN, BENEVOLENCIA, CARIDAD Y QUE DEBE SER NUESTRA ALEGRÍA PLENA y pidámosle que nos ayude a superar nuestras debilidades, pecados, flaquezas, tibiezas, cobardías, egoísmos, y las transformemos en en obras cargadas de amor”. Enfatizó nuestro arzobispo.
Fiesta patronal de la Inmaculada Concepción de María Por Rodolfo Duarte Ramírez
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n medio de esta realidad crítica que nos toca enfrentar hoy día a los potosinos, empañada por la violencia y contagiada de aparente desesperanza. Se asoma de manera providencial, la oportunidad óptima de que el cristiano salga a compartir lo más valioso de él: a Cristo mismo. Él es el Tesoro más preciado. Es momento de llevar Buenas Noticias al que ha perdido la esperanza, de compartir nuestra fe al que la necesita, de llevar amor al lastimado, de hacer de lo ordinario algo extraordinario. Queridos lectores de La Red, ¡qué oportunidad tan extraordinaria para dar testimonio de nuestra fe, como lo es el vivir con todo empeño nuestra fiesta patronal parroquial! les comparto que precisamente éste ha sido el espíritu con que se vivieron las fiestas patronales en honor a La Inmaculada Concepción
de María, aquí en la Delegación La Pila, SLP, que se celebran desde el día 25 de agosto hasta el 9 de septiembre. Todo comienza a transformarse en ambiente de fiesta y algarabía cuando salen a las calles las personas de los distintos sectores con la imagen de la Virgen Inmaculada hacia el Templo Parroquial en medio de alegría y piedad, hasta que el padre José Antonio Torres Moreno sale a recibir a todas estas animosas personas para invitarlas a entrar y para así juntos celebrar la Santa Eucaristía donde les alienta a agradecer a Dios todos los dones recibidos. Durante estos días del quincenario, el Equipo Misionero junto con las Hermanas Diocesanas del Carmelo estuvieron trabajando arduamente haciendo misión en los 24 sectores de la Parroquia. Llegado el día 28 agosto, por la mañana, se celebró una Misa en la Capilla de Guadalupe, donde participaron un significativo número de enfermos y personas de la tercera edad, y fueron reconfortados mediante el sacramento de la Unción de enfermos de manos del padre Toño. No podemos olvidar tampoco a los 59 niños que recibieron por primera vez a Jesús en el Sacramento de la Eucaristía el tan esperado 1º de septiembre. El día 4, fue un día especial, pues recibimos con mucha alegría la visita del Seminario Mayor Arquidiocesano de SLP, que junto con algunos sectores y comunidades de la parroquia, también quisieron hacer su peregrinación y caminar hasta el templo parroquial. Sin duda el día 4 fue especial, pues el Seminario aparte de ser “el corazón de la Diócesis” representa “la esperanza sacerdotal de nuestra Iglesia Potosina”. Oremos por ellos. El 9 de septiembre, apostolados y movimientos de la parroquia, seminaristas, nos dimos cita en la Entrada Principal a La Delegación La Pila, para darle la bienvenida al señor arzobispo don Jesús Carlos Cabrero Romero. Él fue quien nos presidió la Solemne Concelebración Eucarística en honor a La Inmaculada Concepción de María, contando con la presencia de un nutrido número de sacerdotes, además de algunas autoridades civiles y por supuesto la participación de feligreses venidas de todas las comunidades de la Parroquia y de fuera de ella.
Fiesta Patronal en la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios Por LCC Angélica Maldonado Morales
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a comunidad parroquial del tradicional Barrio de Tequis celebró la magna festividad de Nuestra Señora de los Remedios, Patrona titular de esta Parroquia, el pasado sábado 8 de septiembre, día en que también celebramos la Natividad de la Santísima Virgen María. Nuestro pastor, Mons. Carlos Cabrero Romero fue quien se dignó presidir la solemne concelebración Eucarística en la Parroquia de Tequis quien estuvo acompañado del párroco, padre Ernesto Huerta y de
sus dos Vicarios, así como de varios sacerdotes que se unieron a esta celebración mariana por excelencia. En su homilía don Carlos dijo: “El nacimiento de la Virgen aparece íntimamente ligado a la salvación del hombre y de la creatura entera. María es verdaderamente la aurora de un mundo nuevo: del mundo nuevo tal como había sido pensado por Dios desde la eternidad. Ella, está junto a Cristo en cuyo misterio solamente encuentra luz el misterio del hombre”.
SEPTIEMBRE 23 DE 2012
Celebrando a san Nicolás L
levando a cabo su recorrido por las parroquias de la Iglesia Potosina, Don Carlos Cabrero Romero, nuestro Arzobispo, realiza momentos de encuentro con sus fieles, de manera particular en los momentos festivos como las fiestas patronales. Es la primera ocasión que se va encontrando con sus párrocos y vicarios, así como con los laicos comprometidos en cada una de las comunidades parroquiales. El pasado 10 de septiembre, el señor arzobispo estuvo en Tierra Nueva, lugar en el que presidió la Eucaristía acompañado particularmente de los sacerdotes oriundos de este municipio así como de su párroco el P. Rubén López y los vicarios el P. Braulio Álvarez y P. Oscar Martínez Rodríguez. Como en toda primer llegada a una comunidad, Don Carlos fue recibido por el señor cura así como por los vicarios y un buen grupo de personas. Ese mismo día, don Carlos llegó a la comunidad del Aguaje y con el mismo espíritu de alegría también fue recibido por su párroco el P. Arnulfo Alvarado Díaz y la comunidad parroquial. En este lugar, donde también administró el sacramento de la Confirmación, el arzobispo bendijo las instalaciones de la casa sacerdotal, que con Mucho empeño han venido edificando el Patronato del lugar encabezados por el señor cura.
Al finalizar, el señor arzobispo ha convivido con los sacerdotes y ya caracterizado por su acercamiento con sus fieles, don Carlos no dejó de saludar a todas las personas que iban a su encuentro en las caminatas que realiza a cada uno de los lugares a lo que llega. Recordando algo de San Nicolás podemos recordar algunas palabras que mencionó don Carlos en sus momentos de reflexión como la historia de este santo cuyo nombre significa “Victorioso con su pueblo”. Según su historia, se dice que sus papás después de muchos años de matrimonio no tenían hijos, y para conse-
El señor arzobispo fue recibido en Tierra Nueva por la comunidad, al frente de ella el señor cura y sus vicarios
guir del cielo la gracia de que les llegara algún heredero, hicieron una peregrinación al santuario de san Nicolás de Bari. Al año siguiente nació este niño y en agradecimiento al santo que les había conseguido el regalo del cielo, le pusieron por nombre Nicolás. Entre las anécdotas que se cuentan de este santo se dice que a Nicolás no le interesaba nada aparecer como sabio ni como gran orador, ni atraerse los aplausos de los oyentes. Lo que le interesaba era entusiasmarlos por Dios y obtener que cesaran las rivalidades y que reinara la paz. El arzobispo san Antonino, al
Don Jesús Carlos hablando sobre la historia de san Nicolás de Tolentino
Don Jesús Carlos con algunos sacerdotes en el templo de San Nicolás en la comunidad del Aguaje
oírlo exclamó: “Este sacerdote habla como quien trae mensajes del cielo. Predica con dulzura y amabilidad, pero los oyentes estallan en lágrimas al oírle, sus palabras penetran en el corazón y parecen quedar escritas en el cerebro del que escucha. sus oyentes suspiran emocionados y se arrepienten de su mala ida pasada”. Felicidades a las comunidades parroquiales que han celebrado estas fiestas patronales en honor a san Nicolás: En Tierra Nueva, en el Aguaje y en San Nicolás Tolentino.
Don Carlos no dejó de saludar a todas las personas que iban a su encuentro en las caminatas que realiza a cada uno de los lugares a lo que llega
En Tierra Nueva el señor arzobispo instituyó nuevos ministros de la Comunión, ellos fueron presentados por el cura para un período de servicio a los enfermos y a la comunidad
Yo CREO...y vivo mi FE
Festejar la vida parroquial
Fiesta patronal de Nuestro Señor del Trabajo
Nuestra vida de fe:
una tarea
Por P. Memo Gil
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racias a las dimensiones de la fe que vimos en los artículos anteriores, ahora ya podemos afirmar que la fe es la respuesta del hombre a Dios que se revela y dando al mismo tiempo, una luz sobreabundante al ser humano que busca el sentido último de su vida. En la Carta a los Hebreos se define a la fe de la siguiente manera: «La fe es el fundamento de lo que se espera y la prueba de lo que no se ve» (Heb 11,1). Por eso, la fe como fundamento de nuestra vida cristiana, debe ser entendida como una tarea. Efectivamente nuestra fe no se mantiene sin poner nosotros manos a la obra. Pues al reconocer íntimamente la revelación de Dios, tenemos delante de nosotros un largo camino por andar. Pero no debemos desanimarnos, ya que este camino se va recorriendo mejor si lo hacemos en comunidad, desde la familia y al lado de los hermanos. Por lo tanto, la tarea de hacer vida nuestra fe nos resultará así, no como algo que se tiene que vivir por obligación, sino, como algo en lo que vamos avanzando y creciendo por necesidad.
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l 13 de septiembre en la parroquia de Nuestro Señor del Trabajo, 40 nuevos confirmados entre jóvenes y niños engalanaron la festividad patronal en honor a la Advocación del Señor del trabajo. Celebración Eucarística que fue celebrada por el arzobispo Carlos Cabrero Romero, quien se mostró agradecido con Dios por el obsequio de alegrarse con los parroquianos y presbíteros acompañantes: el párroco Antonio, el rector del Santuario del Señor del Saucito, Fernando Castro Villanueva y el padre Oswaldo Esquivel, encargado de la pastoral juvenil. En la asamblea litúrgica, monseñor Carlos Cabrero, arzobispo, señaló a los fieles la importancia de revelar a Dios y a los hombres el numen del Espíritu Santo, por medio de nuestra gratitud y caridad para con la familia, la sociedad y ofrenda a Dios Padre. Mas, no se podrá lograr mostrar la caridad y el agradecimiento sin antes dejarnos envolver por la verdad evangélica, que conduce a la justicia, la paz, la verdad y el bien. Necesario es denotar que, fue claro en el discurso de Don Carlos Cabrero, el que todos somos piezas importantes para la construcción del Reino de Dios, y esta conformación de pueblo y cuerpo místico de Cristo tiene una encomiable tarea apostólica: llevar el mensaje de Cristo más allá de los muros del templo. A los padrinos y papás de los neófitos confirmados, les invitó a seguir con su ejemplo a Dios Padre, a través de la caridad para son sus ahijados o hijos, pero también les resonó la tarea que exige el Evangelio, que es la vida entregada en la verdad y el bien, es decir, vivir en la verdad y suscitar el bien en sus familias.
Se tratará entonces de llevar a la práctica la más profunda verdad que uno cree: Dios me ama y quiere mi felicidad. Verdad que nos aparece como tarea dado que el amor de Dios se profesa y se vive proyectándolo en todo lo que nos proponemos en la vida. Y al mismo tiempo esa felicidad que Dios quiere para cada uno de nosotros solo se alcanza en la donación que cada uno hace de sí mismo para vivir relaciones de calidad con los demás. Solo así se entiende la vivencia del amor paterno, fraterno, filial, de amistad o conyugal; ya que en la medida en que creemos y confiamos en los que amamos, nos resultará más fácil descubrir cuánto nos ama Dios y somos importantes para Él, porque Él también cree y confía en nosotros. Vivida así, nos damos cuenta entonces que la fe, no consiste sólo en pertenecer a la Iglesia y realizar ciertas prácticas que mantengan tranquila nuestra conciencia. La fe debe tener siempre algo que ver con el momento presente. Es triste constatar cómo muchos cristianos dicen tener fe o creer en Dios, únicamente por temor a lo que les pueda esperar después de ésta vida. Cuando más bien deberíamos tener la certeza de que hoy Dios tiene el poder de no dejarnos solos. Y que ésta convicción sea lo que nos lleve a comprometernos más a través de nuestro testimonio cristiano. Lo que hoy Dios quiere para mí, lo quiere también para todos los que me rodean, y yo debo servirle de puente. Esto es lo que podríamos llamar un optimismo creyente, que a pesar de lo desesperanzadora que pueda presentársenos la vida, sabemos que no vamos solos ni a ciegas. Pues creemos y seguimos a Alguien que se nos presenta siempre como el Camino, la Verdad y la Vida. La fe nos aparece así entonces como superación de toda desconfianza. Aún cuando se puedan presentar dudas de fe, que frecuentemente viven algunas personas. Debemos tener claro que no son sino pruebas de lo racionales que queremos ser en todo. Y claro, que recurrir a comprobaciones inmediatas y que nos parecen muy accesibles, humanamente nos puede parecer lo más lógico. Pero no es éste el camino para el creyente que debe saber esperar el momento de Dios, mediante el cual se le revelará el sentido pleno de su vida. No sólo como superación de algo inmediato, sino como noble lección que ayudará a obtener una madurez de vida cristiana sólida, agradecida y solidaria.
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SEPTIEMBRE 23 DE 2012
El efecto Werther había pensado en esta solución, a partir de allí comienza entonces a considerarla, y a considerarla con seriedad.
No cierre su periódico todavía. Siga usted adelante y deténgase en la nota roja. Aparte de la volcadura de un camión de pasajeros en la carretera 57, ¿de qué más se habla en ella? De nuevos tiroteos, de cuatro hombres colgados en el distribuidor Juárez, de un ahogado en la presa a causa de un resbalón. Un poco a la izquierda, si se fija bien, se encuentra la fotografía de un joven con los dos ojos deshechos a causa de la paliza que alguien le dio. Observe a ese joven. ¿Sería usted capaz de adivinar lo que está pensando? ¿Se muestra orgulloso o avergonzado por haber hecho lo que hizo? La pregunta no es retórica, pues la verdad es que nunca se sabe: hay quienes son capaces de todo con tal de que se hable de ellos en alguna parte aunque sólo sea por diez minutos. Pero continúe usted. Una anciana señora fue arrollada por un vehículo aún no identificado: desde ayer por la noche se debate entre la vida y la muerte en una habitación del Hospital Central. Ahora dé vuelta a la página y deténgase en ella. ¿Qué se ve en el cuarto superior derecho, es decir, en esa parte que los periódicos dedican a los acontecimientos importantes porque es a la que la mirada se dirige espontáneamente? «Joven se quita la vida». ¿La lectura de este hecho causó en usted algún impacto? Sea sincero. Es curioso que los diarios se obstinen en seguir publicando tales notas cuando la ciencia de la comunicación sabe desde hace más de tres décadas que existe un curioso fenómeno llamado efecto Werther. He aquí, brevemente, en qué consiste. En 1774, Johann Wolfgang Goethe (1749-1832), el escritor alemán, publicó Las penas del joven Werther, una novela en forma de diario en la que el protagonista, víctima de una pasión tan inflamada como infeliz, decide un día quitarse la vida. Dicha novela fue muy leída en aquel entonces y dio a su autor lo que se llama una gran notoriedad. Sólo que, a partir de entonces, el número de suicidios empezó a multiplicarse de manera alarmante en toda Europa. Ahora bien, que entre la novela de Goethe y el multiplicarse de los suicidios había una relación de causa y efecto, fue algo que pronto se descubrió, pues, como nos asegura Antoine Blondin, «los jóvenes de los cuatro ángulos de la tierra, vestidos a la manera de Werther -frac azul y pantalones amarillos- se precipitaron ebrios de alegría al otro mundo con un ejemplar de la novela en el bolsillo».
Según los experimentos llevados a cabo por David P. Phillips entre 1947 y 1968, «a la noticia de un suicidio clamoroso, en media se han tenido 58 suicidios más de lo ordinario. En cierto sentido se podría decir, pues, que cada noticia de suicidio ha matado a otras 58 personas que de otra forma habrían continuado vivas». (Cfr. Robert B. Cialdini, Influence. The Psicology of Persuasion, Quill William Morrow & Company, New York, 1993).
Tantos muertos hubo que las autoridades decidieron prohibir la circulación de la novela. Y no porque en ella se elogiara la muerte, no; ni que entre sus páginas se ocultara una especie de apología del suicidio: lo que dicha obra hizo, más bien, fue hacer creer a no pocos jóvenes que después de todo el suicidio era una salida viable, una solución razonable a los problemas de su vida; si es posible expresarlo de este modo, lo provocó por imitación o por contagio. «Al oír (o leer) la noticia de que alguien se ha suicidado, un número más bien grande de personas decide que ésta es, en efecto, la solución que buscaban a los insolubles problemas de su existencia»: he aquí lo que significa el famoso efecto Werther. O dicho con las palabras de su mismo descubridor, el sociólogo David P. Phillips (1974): «Los suicidios aumentan inmediatamente después de que una historia de suicidio ha sido publicada, y entre mayor sea la publicidad, mayor será el aumento de los suicidios». Gente que hasta el momento no
En 1897, Emile Durkheim, el famoso sociólogo francés, había asegurado (véase su libro Le Suicide) que ninguna relación había entre la propagación de los suicidios y su correspondiente cobertura mediática. Sin embargo, un siglo más tarde, en 1993, la cuestión hubo de replantearse, pues en Francia, a la muerte del primer ministro Pierre Bérégovoy y a su amplia difusión en los medios de comunicación nacionales, siguió una ola de suicidios tanto o más alarmante que la que se desató con la publicación de la novela de Goethe. Los mass media son pudorosos únicamente cuando les conviene, y aunque mucho saben del poder que tienen sobre las conciencias, a veces les gusta negarlo. Tal es el motivo por el que no hicieron mucho caso al llamado efecto Werther. Sin embargo, parece que es verdad: todo suicida se lleva consigo, en promedio, a 58 personas más. Su crimen es solitario sólo en apariencia; en realidad, es como si entrara a un salón de clase, disparara con una ametralladora a los que están en él, y por último se disparara él mismo en la cabeza. Todo suicida, por más que crea que esto no es así, con la ayuda de los periodistas es un auténtico asesino serial. Decían Santo Tomás de Aquino y muchos otros teólogos medievales que el suicida ofendía con su huida a la comunidad de sus congéneres, pues los privaba de su trato y los abandonaba a su suerte. Hoy sabemos, gracias a David P. Phillips, que hace algo todavía peor: se lleva con él a la muerte a 58 hermanos y hermanas que, justamente en el momento de ser publicada la noticia de su violenta desaparición, se hallaban indecisos acerca de lo que tenían que hacer para acabar de una vez con sus problemas. ¡Vaya noticia!
Crimen pasional en el pueblo de San Luis Potosi el 28 de agosto de 1606 a los catorce años de su fundación Por Mtro. José Ricardo García López
E
l caso que ahora comentamos fue publicado por nuestra Universidad en 1994 en un libro que se titula: Causa Criminal de la Real Justicia contra Juan de Gabiria, Primer poeta de San Luis Potosí 1606-1610. Este libro está basado en la causa criminal cuyo expediente fue localizado y paleografiado (traducido) por el sabio historiador e investigador potosino don Alejandro Espinosa Pitman, quien pidió a Mons. Joaquín Antonio Peñalosa que realizara un estudio sobre la poesía que estaba contenida en dicho expediente y cuyo autor de la misma fue Juan de Gabiria, quien cometió el crimen, por esta razón el libro aparece bajo la autoría de: Joaquín Antonio Peñalosa y Alejandro Espinosa Pitman. En dicha publicación se transcribe todo el juicio criminal y los comentarios sobre la poesía que fue el cuerpo del delito. Aquí hacemos un breve comentario sobre el contenido de ese libro y transcribimos la poesía completa. Juan de Gabiria, que quizá era mestizo, se casó con Marta de Rentería en enero de 1598 y vivieron en casa del padrastro de Marta, Simón García y la esposa de éste Mariana de Rentería, madre de Marta, en el barrio de Tlaxcala. Gabiria era comerciante y con frecuencia se realizaba viajes a Zacatecas, Guadalajara y quizá también a la capital del Virreinato, la ciudad de México con el fin de comprar mercancías para su negocio. Marta era mujer hermosa pero muy frívola o como decimos ahora, de cascos muy livianos. El expediente nos habla de tres amantes: Juan Francisco Conde, Pedro o Juan Arroyo y Salvador Caro, este último “carbonero, minero, “vagamundo” de oficio y tañedor de guitarrón en trance de enamoramiento” al ser asesinada Marta por su marido Juan de Gabiria, estaba embarazada de Caro y éste al enterarse del uxoricidio exclamó: ¡Yo la quería más que a mi vida! Y lloró largamente. El Alcalde Mayor del pueblo al enterarse del crimen se trasladó a la casa de Simón García para hacer un inspección ocular de los elementos que pudieran ayudar a dictar una sentencia apegada a derecho. Entre las pruebas se encontraron dos manuscritos que contenían la poesía que aquí transcribimos, un ejemplar estaba pegado en un espejo en el aposento de Marta y su marido y el otro en el picaporte de la puerta. He aquí el texto de la poesía:
A MARTA DE RENTERÍA
tu desamor me derriba, se va mi fruta en agraz, y pues tu la causa fuiste, de la peste que ha corrido, Si bien como merecía, tu poca ley me maltrata, y a mi fe el pago que das Diré a tu conocimiento, de tu mal la pena lleva, que de ella sólo ha nacido midieras mi fe y amor, y lo que ahora me mata son flores que el hielo lleva. que no es posible lo tengas, porque es del amor la prueba el contra de su intención. ni mostraras tu rigor, es tu grande ingratitud porque con aquesto vengas y quiere que de esta vez Nunca has querido creer ni yo viera tu porfía; que, a costa de mi inquietud, Y pues aquesto te toca a un cierto arrepentimiento; me pagues el interés lo que mi fe te mostraba; por donde señora mía, mis males sólo retrata. y en tu rigor tuve flema, y que de lo que de ti siento Y tomes mi gusto a prueba. porque, como en ti faltaba, visto tu esquivo interés
he ahora la postema no satisface la paga, Pero cuando consideres no la quisiste entender; me es fuerza decir que es Caído me has a las manos, de tu mal por esa boca; porque para tan gran llaga que eres mujer y yo ausente, fue falta de tu querer, la causa de tanto mal, pagas por donde pecaste, que aunque aquesta pena es poca es el médico novicio, yo discreto y tu imprudente, no tienes de qué quejarte ese rigor natural y que si de mi te burlaste, para el mal que me has causado, no usado en el oficio yo quien soy y tu quien eres; de mi, pues en adorarte con que mi firmeza ves. yo de tus gustos livianos; al fin quedaré pagado Para que tal cura haga. y que si a dicha me vieres , así convertí mi fe, que los cielos soberanos, de aquel tu rigor cruel De allí nació por mi daño, de aquí a un mes o que por dártela dejé Y con esto me reiré de aquí a un año, y verás escrito en él, el hijo de perdición, viendo mi justa querella, toda mi gloria sin parte. de lo que reído te has, veras cierto el desengaño la pena de tu pecado. el parto de maldición te dan por sentencia en ella con que al fin me pagarás y me dirás que acerté: Pero tu dureza esquiva engendrado de tu engaño; que, como desconocida, Ten paciencia, pues hiciste lo que sin deber pagué; yo en guardarte amor y fe así me sacó de mi, y aunque de su desengaño la que me quitó la vida prueba en mi de tu desdén y esto digo porque sé y tu en procurar mi daño. que desterrado de ti has tenido en mí la prueba, se quede sin mi y sin ella. y cuando te quise bien, lo que ya en tu corazón quiere que sin ti yo viva; como en estos lances nueva, tan poco amor me tuviste; ha obrado la infición
A, B, C de la Biblia
¿Para qué leer la Una lección Biblia? de serenidad
Por Pbro. David Campos
I
niciamos este espacio en La Red para poder adentrarnos, poco a poco, en la Sagrada Escritura, no sólo para un mero estudio, sino para que éste nos lleve de la mano a la oración y a la contemplación con la Palabra de Dios. La Biblia presenta muchas veces, para cualquiera de nosotros, una complicación por varios aspectos: un lenguaje “extraño”, con encomiendas “pasadas de moda”; además tenemos en mente que encierra mensajes ocultos para los que, erróneamente pensamos, hay que “iniciarse”, o algo así, para comprender; es un “librote” que difícilmente, por el puro número de páginas, dan ganas de leer, etc. Sin embargo, más que un libro encriptado es una palabra de enseñanza que revela al hombre el misterio de su existencia y la proyección que ésta tiene en su historia —y más allá de la misma—. Desde niños nos han hecho saber que la Biblia es Palabra de Dios, y en la imaginería infantil podría estar la escena de un libro que baja del cielo entre esplendores, pues si es Palabra de Dios, ¿de dónde y de qué otra manera podría llegar al hombre semejante obra? Por esto vemos necesario introducirnos en el estudio de la Biblia desde lo más básico para acceder a aquello que implica un mayor esfuerzo en nosotros, es decir, la fe; si el beneficiario de los contenidos salvíficos de Escritura es el hombre, es al hombre a quien le interesa— y le brota la necesidad —descubrir esa dimensión trascendente con la que Dios lo ha creado. Es la misma dimensión trascendente del hombre con la que queremos iniciar esta columna dedicada a los pasos para el estudio y reflexión bíblicos. Desde los albores de la humanidad, por situarse en el interior del hombre, el anhelo de eternidad está latente en cada uno, y éste es el que lo dispone a atender palabras que hablen y se dirijan, más que a sus oídos, a su corazón, pues mientras más hondo sea su alcance, más profundo es su contenido que vibra por ser atendido, así nos lo menciona el profeta Isaías en 55,10-11 —les invito a leer esta cita como tarea durante la semana—. Concluyo este momento sólo remarcando un punto: La Biblia es Palabra de Dios, sí; pero es imposible dejar de notar que es el hombre, movido por el Espíritu Santo —aval y garante de su autenticidad, como iremos notando—, quien va descubriendo en el horizonte de su existencia lo que Dios le indica para alcanzar el mismo deseo con que lo creó.
Por Rafael Navarro-Valls
E
l viaje de Benedicto XVI al Líbano se ha parecido a su viaje a Turquía. Entonces había una tempestad en el mundo islámico, producida por una interpretación sesgada del discurso del Papa en Ratisbona. La tensión llevó a los servicios de seguridad turcos a proponer al Papa que llevara un chaleco antibalas. Benedicto XVI se negó, sonriendo. Hoy el chaleco duerme el sueño de los justos en una comisaría de Estambul. También ahora los sucesos de Bengasi, el Cairo, Túnez, Sudán o Yemen han sido movidos por la intolerancia fanática, esgrimiendo una afrenta religiosa. La situación --incluída una vecina Siria en llamas, y un atisbo de violencia en Trípoli-- llegó al extremo de que se pidiera una especial protección para el Pontífice con el apoyo de los servicios secretos internacionales a la policía libanesa. Se habló de la suspensión del viaje. El Papa se negó, dando otra lección de serenidad. Se entiende que los organizadores libaneses del evento hayan mostrado su admiración ante el courage de Benedicto XVI, que ha colocado su viaje “bajo el signo de la paz” y de la reconciliación. El patriarca grecocatólico Gregorio II Laham había preparado un discurso oficial de bienvenida en el que, entre otras cosas, solicitaba que el Papa pidiera “el reconocimiento oficial de un Estado Palestino”. El pasaje fue eliminado: rompía con la finalidad pastoral de la visita, abriendo un frente diplomático delicado. Frente a todas las tensiones, Benedicto XVI ha dado una lección de equilibrio, insistiendo en que “la razón debe prevalecer sobre la pasión”. Ha condenado el fundamentalismo como una “enfermedad de la religión “ y ha colocado la libertad religiosa en el corazón mismo de los derechos humanos. En mi opinión, porque ella es el test para valorar la llamada “primavera árabe”. Si los nuevos regímenes no la aceptan, la “primavera” tiene el riesgo de convertirse en un invierno riguroso. Benedicto XVI ha dado una lección al mundo, al poner como ejemplo un Líbano multiconfesional, un verdadero mosaico de confesiones en paz, en el centro mismo de una convulsa región enfrentada por factores religiosos enloquecidos. Durante sus discursos, en lo que insistió el Papa fue: “no a la venganza, sí a la sociedad plural”. Como un eco, los jóvenes reunidos en la gran explanada de Bkerké, en el momento “fuerte” de la visita, han comprendido que la presencia del anciano Papa entre ellos era un desafío lanzado a la lógica de la guerra y la desesperación. Benedicto XVI ha cerrado el círculo con un “no tengan miedo”, que ha resonado como un salva de paz en la explanada. En medio de la tempestad, se olvida que el motivo oficial de este viaje ha sido entregar un texto papal, elaborado con motivo de la reunión en Roma de obispos de Oriente Próximo. En uno de sus puntos claves, se alienta a los católicos de la región a considerarse ciudadanos nativos de Oriente Medio, con el derecho y el deber de participar plenamente en la vida cívica. El Papa lo ha completado haciendo en el Líbano una llamada audaz a la unión entre musulmanes y cristianos para poner fin a la violencia y las guerras. Un objetivo ambicioso para un viaje valiente.
16
La salud y el perdón de los pecados
V
inieron a Él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a Él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Esto es una blasfemia. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué piensan así en sus corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu camilla y anda? Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su camilla, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa (2, 3-12). En este texto de san Marcos encontramos varios motivos para considerar. Recordemos el evento. Ocurre en Cafarnaúm, se han dado cita frente a la puerta de una casa en donde estaba Jesús con varias personas, muchísimas, la casa quedó invadida por dentro y por fuera. Todos andaban buscando a Jesús y habiéndolo encontrado querían saciarse de sus palabras de vida eterna. Aquel lugar estaba anegado de seres hambrientos de escuchar las palabras de Jesús, palabras de vida; también estaban atentos por si se le ocurría hacer milagros y ser testigos de ello. Como el lugar está invadido y no había manera de entrar por la puerta, cuatro personas que van cargando en su camilla a un discapacitado, deciden subirlo al techo y bajarlo por algún agujero que hicieron quitando parte de las tejas. Cuatro personas y un discapacitado. Meditemos esto. Ellos, no dice el autor si eran parientes, hermanos o amigos al menos de aquel pobre enfermo que vivía postrado por no se sabe que terrible enfermedad. Pero ellos llevaban cargando no solo a un enfermo. Cargaban al enfermo y con él sus esperanzas, su fe, su caridad. Ellos estaban seguros en su corazón que Jesús tenía poder para curar a aquel infeliz; creían en el poder de Jesús, quizá en el fondo sabían que el Hijo de Dios era Jesús, ese Mesías esperado largamente por la mayoría de los hijos de Israel. Tenían esperanza en que Jesús, siendo lo que ellos pensaban, tendría misericordia de aquel hombre de la camilla. Mostraban a la vez su espíritu de compasión. Si Jesús era poderoso y estaba ahí cerca, ¿qué les costaba llevar a aquel hombre necesitado de amor y de salud? Esos cuatro hombres fueran quienes fueran sintieron compasión del desvalido. Pusieron sus fuerzas al servicio de ese hombre del pueblo que por su propio pie no hubiera podido acercarse al dador de la vida, a la luz del mundo, a la salud del cuerpo y del alma. Lo bajaron con algunas cuerdas, tal vez ataron sus mantos para poder hacer descender al hombre aquel paralizado. Y los que estaban en la casa miraban asombrados quizá preguntándose, ¿qué va a hacer Jesús?
Hubiese bastado solo la segunda fórmula de la salud que pronunció Jesús esa tarde, era suficiente decirle, como a muchísimos otros enfermos: levántate, o decirle: tu fe te ha curado. Pero, quiso hacerlo de otra manera, perdonándole los pecados, según lo enseña san Marcos, porque conociendo lo que estaban pensando algunos quiso dejar en claro que lo que cura es el poder de Dios.
Dejémonos tocar por Él, acudamos a su amor, a su misericordia, a su salud, a su gracia. Cuando el hombre de la camilla fue bajado y estuvo a los pies del Maestro, Él, Jesús, viendo la fe de aquellos otros cuatro seres piadosos y al pequeño hombre atado a su camilla, en lugar de ordenar a la enfermedad que se marchara, en lugar de decirle al hombre paralizado, levántate y vete en paz, le dice otras palabras que escandalizarán a muchos que estaban ahí presentes: tus pecados te son perdonados; los escribas que estaban reunidos allí casi rasgan sus vestiduras, para ellos estaba ocurriendo una blasfemia, ¿cómo era posible que un hombre adoptara la categoría de Dios y actuara no en su nombre sino como el mismísimo Dios de los cielos? Esto sí que se había pasado de la raya, se había roto, para ellos todo lo que quizás alguna vez habían creído, que Jesús de Nazaret podría ser realmente un profeta. Pero, ¿creerse Dios? Si esto hubiese ocurrido en nuestros días tal vez no se hubieran enardecido y contrariado tanto, tal vez bastaría con decir, este hombre es un psicópata, es bipolar o bien, tiene ciertas trastornos de la personalidad. Pero lo que siguió adelante les dejó callados: dijo entonces otra fórmula para la curación de aquel hombre desgraciado: levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa. Y enseguida el hombre de la camilla pudo erguirse, tocar el suelo con los pies y salir de aquel lugar, andando. No sabemos, pues no lo refiere san Marcos, si aquel hombre era minusválido hacía tiempo o si por alguna extraña razón así hubo nacido. Y aquel hombre salió de ahí, tal vez aquellos cuatro lo esperaban en la puerta al salir y regresaron dando gloria a Dios rumbo a casa.
Esto tiene consigo una contradicción, a saber, como hemos revisado y seguiremos viendo al leer este Evangelio, en Él se maneja un secreto mesiánico: Jesús no quiere que se le proclame el Mesías antes de tiempo; cuando cura enfermos les dice: “no se lo digas a nadie”, y ahora realiza públicamente algo que no podrá callarse, el mismo Jesús en otros momentos dirá: “no se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte”; ¿por qué a algunos les dice que no lo publiquen y ahora en aquel lugar lleno de gente se manifiesta abiertamente como el Mesías salvador, perdonando los pecados de aquel hombre y diciendo a las claras que el hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados? Tal vez porque eso le toca a Él, mostrarse como el Hijo de Dios, no que se diga que lo es, sino que se descubra en los corazones y que se acepte y crea por sus obras. Llegará el momento en que no estará prohibido por Él mostrar al mundo entero la verdad sobre su persona. Por el momento sólo Él podrá mostrarlo, los otros, no, hasta que llegue su “hora”. Por otro lado, ¿cómo no iba a tener compasión Jesús de aquel pobre hombre pequeño, cuando los mismos hijos de Israel la habían tenido? Esto demuestra que el amor de Dios y su compasión son muchísimo más grandes que cualquier sentimiento humano; la fe, la esperanza y la caridad de aquellos cuatro hombres fue recompensada cuando Jesús no sólo curó al paralítico de su mal, sino que le quitó al mismo tiempo la raíz del mismo: el pecado; las enfermedades vienen sobre el hombre por ser mortal, y el ser mortales nos viene por el pecado; los males del mundo tienen su origen en el pecado; Jesús, al quitar las causas, quita los efectos; por eso, tal vez, en lugar de decirle al hombrecillo que se levantara, le dijo: “tus pecados te son perdonados”; tus pecados, es decir, el origen de esta postración. Quitado el pecado, se quita la enfermedad en aquel hombre. Y Jesús reiteró la curación aun cambiando la fórmula, a causa de los pensamientos y sentimientos de inconformidad de algunos escandalizados. El Reino de los Cielos que Jesús anuncia tiene que ver con el perdón de los pecados, es decir, tiene que ver con la maravillosa noticia de que hemos sido salvados, el pecado, la enfermedad, la muerte, ahora tienen remedio. Busquemos a Jesús, encontremos a Jesús, es fácil, Él está esperando. Dejémonos tocar por Él, acudamos a su amor, a su misericordia, a su salud, a su gracia. Dejemos que él nos toque, y que nos diga: tus pecados te quedan perdonados. Él está esperando a que lleguemos, así, postrados del alma, como aquel hombre lo estaba del cuerpo y que pidamos la verdadera salud: la gracia.
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Palabra de Dios
Nuestra Iglesia como una artesanía
Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos Evangelio según san Marcos 9, 30-37
En aquel tiempo , Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero Él no quería que nadie lo supiera, por que iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El hijo del hombre va a ser entregado a manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará”. Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: “¿De qué discutían por el camino?” Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Después tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a alguno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
A
Sergio Rafael Portales Hernández, III de Filosofía. Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino
mables lectores, quisiera comenzar este artículo con una pregunta: ¿en alguna ocasión han observado cómo un artesano o alfarero realiza su trabajo? Seguramente lo han visto; ahora ¿qué más se alcanza a descubrir en el trabajo de estas personas? Como resultado, pues, obras bellas. De manera muy asidua, y dada la rapidez con las que nuestra sociedad hoy en día vive, nos encontramos con personas que muy poco se detienen a observar este tipo de trabajo, es decir, parece que se agota poco a poco el estupor y la admiración ante la transformación que el hombre realiza con los bienes naturales... Pero sigamos hablando de este trabajo, al que hoy en día le conocemos como artesanía. Los especialistas en estas obras de artes, porque desde luego que lo son, utilizan tales cosas como palma, pinturas, telas, barro, madera, etc., y observamos que toda confección artesanal lleva consigo detalles como el esfuerzo humano, creatividad, esmero, precisión, tiempo… y cuántas cosas más de valor incalculable; es decir, una artesanía lleva parte de la vida misma del artesano, y este es el sello que le hace tan peculiar a una artesanía que, como al principio lo decía, poco valor le damos ya. Lo mismo sucede con esta magna hechura del «Artesano» , precisando, con nuestra Iglesia particular de San Luis Potosí. También la forman los mismos elementos: el esfuerzo humano, la creatividad, el esmero, la precisión, el tiempo transcurrido… lleva parte de la vida misma del «Artesano», y este es el sello que le hace tan peculiar, es decir, lleva la huella indeleble de Aquél que la ha labrado; desde luego que ha sido con el aporte de más artesanos, que con su ardua labor, van colaborado hasta llevar a buen termino esta buena obra que Él ha comenzado. El número uno de nuestro Plan Diocesano de Pastoral ejemplifica de una mejor manera lo que he pretendido expresarles:
¿De qué discutían por el camino? Nuevamente el Señor Jesús nos anuncia su pasión, mientras el habla de cruz, de muerte, de resurrección, de eternidad; el discípulo viene hablando de las cosas de este mundo, discuten por el camino sobre quién es el más importante. Nuevamente el corazón del hombre está lejos del corazón de Dios; por que los pensamientos de Dios no son los pensamientos del hombre. El Señor Jesús, conociendo profundamente el corazón del hombre, pregunta: “¿de qué discutían por el camino?”. Esa pregunta sigue siendo actual, el Señor nos habla y nos pregunta: ¿de qué discuten en la familia?, ¿de qué discuten entre amigos?, ¿de qué discuten en el trabajo?, ¿de qué discutimos por los caminos de esta vida? Tal vez nuestra actitud sea la misma que entonces, discutimos sobre quien es el más importante. Dejemos que el ejemplo del Señor Jesús nos ilumine, el más importante es el servidor de todos; el más importante es el que sabe recibir a un niño, con lo que esto significa: débil, frágil, poco tomado en cuenta, marginado; inocente, transparente… El que recibe a los que son como Él ese es el grande en el Reino de los Cielos. La lección que el Señor nos ofrece, es muy útil para nuestra vida espiritual, es un llamado a revisar el corazón, mis intenciones, mis discusiones y es una clara respuesta a la ambición para ser grande en el Reino de los Cielos. Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez
«Al recorrer la historia de nuestra arquidiócesis, tejida con fragilidades humanas y virtudes heroicas de obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos, descubrimos que lo más decisivo ha sido la acción santa del Señor, a quien le damos gracias y le bendecimos por su presencia entre nosotros, por la riqueza humana y cristiana de nuestros pueblos y ciudades». Son ya 158 años de vida como Iglesia, una Iglesia tan llena de historia, una Iglesia con insignes pastores y una Iglesia expectante. Sí, es una Iglesia que pone sus esperanzas en aquellos que continuaran pastoreándola, es decir, es una Iglesia que pone su mirada también, en los que somos artesanía en proceso, o en los que somos como una escultura aún no terminada y que hay que pulirla y lustrarla hasta sacarle su belleza. Por último, y ya que me he tomado el atrevimiento de hacer una analogía de Iglesia y Escultor, me gustaría hacer extenso este escrito, a manera de tributo, a los insignes Arzobispos eméritos de nuestra Iglesia Potosina: Mons. Arturo Antonio Szymanski Ramírez, y Mons. Luis Morales Reyes, que desde su dimensión muy particular, entregaron su vida como pastores en esta Iglesia particular. Y puesto que siguen siendo los laboradores en la viña del Señor, o bien, artesanos y alfareros de esta obra que es la Iglesia y en comunión con nuestro pastor Don Jesús Carlos Cabrero Romero, hagan suyas las siguientes líneas, que no son mías, pero sí en profunda veneración y gratitud este seminarista les dedica: «Has como el escultor con un busto que tiene que ser bello, que aquí cincela algo, allí lima, alisa esto, aclara lo otro, hasta que realiza un bello semblante con el busto» .
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…Lo de Dios a Dios
¿FASCINAR?
Proceso de Revitalización de la PJ DIPAJ tearava09@hotmail.com
P
Por Julián Bueno
ensar en la fascinación como aquello que nos atrae, nos seduce, nos lleva a cuestionarnos ¿qué será aquello que nos atrae a los jóvenes en la actualidad? Muchas pueden ser las respuestas, porque es una realidad que cada vez encontramos más chavos que nos dejamos seducir por las redes sociales, por algún artista o personaje famoso, por la moda, el consumismo, los vicios o tribus urbanas. Hemos caído en un encantamiento que nos impide valorar lo verdaderamente trascendental como la existencia de Dios en nuestra vida y el aprecio de ésta como un don que él nos regala día con día. Así mismo, la fascinación en cosas pasajeras nos orilla a vivir de tal manera, que dejamos de valorar las maravillas que nos regala el Creador y la misma existencia. Esto en gran medida porque estamos tan acostumbramos a nuestros sentidos que nos hemos olvidado de: educar a los ojos, para saber observar, contemplar, admirar la belleza del universo y en ella descubrir a Dios. Educar a los oídos para escuchar al Maestro que nos llama e invita a participar de su Reino. Educar a la lengua para pronunciar palabras que alienten, que compartan la Palabra de Dios y acerquen a Él. Educar a la nariz para saber olfatear lo que sucede y las necesidades de nuestros hermanos. Educar a las manos, para responder al saludo fraterno, para que sean honestas, trabajadoras y siempre estén dispuestas a dar, a recibir y a disponerse al servicio de los demás. Educar a los pies para que sean fuertes y solidarios, listos para marchar al encuentro de Jesús amigo y del prójimo. Aquí cabe hacernos otra pregunta ¿cómo Fascinarnos y lograr que al amor por Cristo sea indestructible, sino lo reconocemos? Es en este contexto la urgencia de que como jóvenes no caigamos en la cotidianidad para no perder la capacidad de asombro y siempre busquemos ver la vida como un don y un regalo permanente a los demás, que nos dejemos atrapar y seducir por el Señor. Que nos adentremos en la primera etapa del proceso de Revitalización de la Pastoral Juvenil Latinoamericana, la cual se denomina Fascinar, “es la Etapa del ENCANTAMIENTO producido por el llamado de Dios, que invitó a quien Él quiso y los llamó por su nombre, esto significa reconocer el llamado de Dios para el servicio de la juventud y dejarse encantar por Él y por la juventud”. Del mismo modo nos invita a “despertar y reanimar a quienes hayan perdido la pasión por evangelizar a las juventudes. Puesto que un mensaje será fascinante en la medida que sea sumamente atractivo. El llamado que hace Jesús a los obreros de la mies no ha dejado de ser fascinante; quizás lo que ha perdido ese encanto son las formas, los lenguajes y los métodos a través de los cuales llamamos a otros hermanos a unirse a la tarea” (Proceso de Revitalización de Pastoral Juvenil Latinoamericana). Chavos, es urgente y necesario que gritemos el Evangelio con la vida y que anunciemos con una invencible esperanza que Jesús sigue a nuestro lado, que seamos como aquellos hombres y mujeres que se encontraron con el Maestro y fascinados en Él pudieron alcanzar un auténtico proceso de conversión, comunión y compromiso apostólico. Y como san Pablo, quien desde aquel encuentro, se convierte en un apasionado de Cristo, en un poderoso pregonero del Evangelio.
Por David Grimaldo
FUENTES DE LA DSI:
La Sagrada Escritura VI
¿C
ómo les fue de fiestas patrias? ¿se pusieron roncos con el grito de ¡¡Viva México!!? Si algo hemos aprendido en nuestra Iglesia es que debemos ser buenos cristianos y buenos ciudadanos, en este caso, excelentes mexicanos. Bueno, después de estas palabras entremos en el asunto que nos ocupa. El Nuevo Testamento. La plenitud del encuentro del hombre con Dios acontece con nuestro Señor Jesucristo. Con Él el espacio y el tiempo se vuelven nuevos. Empieza una nueva historia. La historia del Emmanuel, Dios con nosotros. Por eso, el significado pleno de la palabra en quien es la Palabra misma revela la exigencia total de la comunión fraterna y filial, como realización en la historia del Reinado de Dios. El encuentro con el hermano, sobre todo con el hermano necesitado; el saber desprenderse de las riquezas para el servicio del compartir y la auténtica relación de amor a Dios, están unidas en la misma experiencia del Dios cristiano. Veamos tres aspectos iluminados por el mensaje de Cristo: La justicia, la pobreza y la caridad. La justicia. El Nuevo Testamento enriquece el sentido que ya viene del Antiguo. El pensamiento religioso y social de los profetas se elabora en torno a la idea de la “justicia”. Se trata de un tema religioso, pero unido indisolublemente a una significación social. El “santo” en el Antiguo Testamento es el “justo”. El pecado es la injusticia. Estas reciprocidades no son mera casualidad. Para los profetas, la conducta que mejor expresa la fidelidad del pueblo elegido a la Alianza Divina es una conducta social, la justicia, como el amor será para Jesucristo. Las exigencias de justicia se radicalizan en las Bienaventuranzas (Mt 5,1-12). La justicia supone un corazón y un espíritu nuevo: la espiritualidad del seguimiento de Jesús. La justicia supone la vida nueva de la conversión que debe realizarse en el interior del hombre, sin dejar de tener sus expresiones visibles en lo social y comunitario. Es la Nueva Ley dada por Jesús. La Carta a Filemón muestra que la nueva libertad, traída por la gracia de Cristo, debe tener necesariamente repercusiones en el plano social. Ciertamente, la justicia, encarnada estructuralmente en las instituciones de una sociedad, no es ajena a la justicia que mana del Evange-
lio. Cuando decimos que “no es ajena”, nos limitamos a una afirmación mínima, pero importante, que deja de lado ulteriores cuestiones. No se trata de poner el mal en las estructuras mismas. La raíz del mal reside, pues, en las personas libres y responsables, que deben ser convertidas por la gracia de Jesucristo, para vivir y actuar como criaturas nuevas en el amor al prójimo, la búsqueda eficaz de la justicia, del domino de sí y del ejercicio de las virtudes. De ahí que estas “personas libres y responsables”, en ese camino de conversión, deben ir cambiando las “estructuras de pecado”, que oprimen y deshumanizan al hombre en la sociedad.
El dinamismo más profundo para la justicia lo pone el Evangelio del Amor, el cual no sustituye sino incluye la justicia, al mismo tiempo que la supera. Este tema del Amor lo veremos la próxima semana, por lo pronto: “Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con todos Ustedes” (2 Cor 13,13). Les dejo una tarea, lean el “billetito” de la Carta a Filemón. Son 25 versículos. ¡Hasta dentro de ocho días!
SEPTIEMBRE 23 DE 2012
¡¡¡El que recibe a uno de estos niños a mi me recibe!!!
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Ya inició el taller bíblico en la Catedral Potosina, continuará todos los viernes, con la guía del P. Dario Martín. La inscripción no es requisito.
¡Los esperamos!