Edición 200

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Ojos de la Guadalupana Mensaje a favor de la familia

Año 4

No. 200

Semana del 9 al 15 de diciembre de 2012

“Oye, hijo mío, el más pequeño de mis hijos, ¿a dónde vas?”

¿No estoy yo aquí que soy tu madre? ¿No estás acaso bajo mi regazo? María de Guadalupe es una prueba de que Dios nos sigue hablando, nos sigue manifestando su amor y su ternura, nos sigue ofreciendo la felicidad plena y total.

2do. Domingo de adviento

El Semanario La Red, en comunión con la Iglesia Potosina felicita a monseñor

“Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos, elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios”.

por su 6º aniversario como obispo de Matehuala.

don Lucas Martínez Lara

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CELEBRAMOS A NUESTRA MADRE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE GUADALUPE Se llega el 12 de diciembre y nuestro corazón se llena de gozo porque somos un pueblo potosino-guadalupano. Este maravilloso día vayamos a decirle a nuestra Madre lo mucho...

El científico mexicano de origen peruano, José Aste Tonsmann, quien hace 34 años investiga las imágenes encontradas en los ojos de Virgen de Guadalupe, explicó que estos contienen un fuerte mensaje a favor de la vida y la familia ya que entre las imágenes que se pueden apreciar en ellos, hay una que sería una familia indígena completa. En la conferencia realizada en el Instituto Cultural Teatral y Social (ICTYS), Tonsmann, Doctor en Ingeniería de Sistemas por la Universidad de Cornell, Estados Unidos, compartió con los presentes que en los ojos de la Virgen de Guadalupe se puede observar un total de 13 figuras. Las seis primeras figuras descritas se encuentran en el área del ojo de la Virgen correspondiente a la córnea. Estas imágenes son: un indígena sentado; un anciano que, basándose en las representaciones de Miguel Cabrera, pintor del siglo XVIII, se trataría del obispo Juan de Zumárraga; un hombre joven que se trataría de Juan González, traductor del obispo; el santo mexicano san Juan Diego; una mujer negra que habría embarcado con el obispo en España para servirlo en México y a quien el prelado concedió la libertad antes de su fallecimiento y un hombre barbado con facciones europeas. Las demás siete figuras, halladas exactamente al centro de la mirada de la Virgen conforman lo que el Dr. Tonsmann denomina un “grupo familiar indígena”. Se trata de una agrupación compuesta por una mujer joven que se destaca por estar al centro del grupo y parece mirar hacia abajo, que sería la mamá. Junto a ella está un hombre con sombrero y entre ambos, una pareja de niños. Otro par de figuras representando un hombre y mujer maduros; probablemente los abuelos de esta familia, según el experto; se encuentran de pie, detrás de los demás. El hombre maduro es la única figura que el investigador sólo encontró en el ojo derecho. El especialista dijo además que la Virgen acoge a todas las razas, por ello da “un mensaje contra el racismo, un rasgo que está cada vez peor en el mundo de hoy”. El Dr. Tonsmann afirmó que “el avance de la tecnología coincidió con una época en que la familia es denigrada en todo el mundo, por esto, podemos afirmar que la Virgen quiso que en nuestro tiempo la familia sea puesta de relieve”. El otro mensaje de la Virgen de Guadalupe para nuestro tiempo, según el científico, es que al aparecer embarazada habla a los hombres y mujeres de hoy que la vida naciente debe ser respetada. “Es triste pero es un hecho, la agenda del aborto comenzó en los países desarrollados y llegó a nuestras tierras. No hay duda de que la Virgen de Guadalupe trae al mundo de hoy un fuerte mensaje a favor de la familia y también del derecho a la vida de todos los latinos, de todos los niños del mundo”, concluyó.


DICIEMBRE 09 DE 2012

Salve Regina

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éxico es un país marcado por una historia llena de contrastes, de luchas internas inmensamente agotadoras y desgastantes, en la que se ha dado la discriminación de sus hombres y sus mujeres. Una historia en la que dichas luchas han destruido ideas, tradiciones y costumbres que durante un buen tiempo fueron forjando la forma de ser y de pensar del pueblo mexicano. Desde sus raíces precolombinas ha sido un pueblo profundamente religioso, creyente, observante de las normas y mandamientos que manaban de su fe viva y operante. Prueba de todo esto son la arquitectura, las pinturas, las zonas arqueológicas en las que hoy se pretende revivir un hermoso y glorioso pasado, marcado siempre, por la apertura a una trascendencia que hablaba y hoy sigue hablando. Este país vive quizá algunos de los momentos más difíciles de su historia, la inseguridad, la violencia, la falta de oportunidades y de la distribución de una riqueza que debiera estar repartida entre todos. Poco a poco se ha ido diluyendo la forma de pensar de un pueblo que siempre ha sido infinitamente solidario, se han ido diluyendo las ideas que forjaban su quehacer y que hacían de sus hombres y mujeres baluartes de entrega y de profunda reflexión. Se ha perdido la convicción de defender lo que se cree y se piensa, hoy se puede cambiar de camiseta en cualquier momento y no hay ningún problema, ¿y las convicciones dónde quedan? A este pueblo, tan sufrido y tan castigado, hoy Dios le sigue hablando, le sigue manifestando su amor y su ternura, le sigue ofreciendo la felicidad plena y total. Prueba irrefutable de ello es la presencia entre nosotros de Santa María de Guadalupe que nos sigue repitiendo, como a Juan Diego, ¿no estoy yo aquí que soy tu madre? ¿no estás acaso bajo mi regazo? Es en ella, aunque algunos sigan sin poderlo aceptar, en quien esta nación encontró su identidad, fue su imagen la que acompañó la lucha por su independencia, y la que sostuvo a la Iglesia en los momentos pasados de persecución. Hoy esta presencia amorosa de cuatrocientos ochenta y un años tiene que movernos a reflexionar, a buscar los mejores caminos que nos lleven a alcanzar la paz y la justicia que tanto necesita nuestro México. Debe llevarnos a renovar la fe en el Dios de nuestra historia, en el Señor del cerca y del junto, en el Dios que nos ha bendecido con tan bella, hermosa y tierna madre. Ser guadalupanos es algo esencial, dice el bello canto popular, sí, pero lo esencial no es sólo algo que se deba quedar en las buenas intenciones, es decir, lo esencial debe llevarnos a ser discípulos y misioneros de Aquél que nos ha llamado a formar parte de su pueblo. Debemos ser guadalupanos, no sólo de nombre, sino en los hechos y en la vida de caridad hacia los demás. De tal manera que sigamos escuchando hoy la invitación de María, hagan lo que Él les diga. Que Santa María de Guadalupe nos congregue y nos transforme en mexicanos convencidos de que en Dios y sólo en Él, está la paz y la justicia verdaderas.

Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes

La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

Reflexiones desde la Resurrección Queridos hermanos y hermanas:

Queridos amigos, también hoy el Resucitado entra en nuestras casas y en nuestros corazones, aunque a veces las puertas están cerradas. Entra donando alegría y paz, vida y esperanza, dones que necesitamos para nuestro renacimiento humano y espiritual. Sólo Él puede correr aquellas piedras sepulcrales que el hombre a menudo pone sobre sus propios sentimientos, sobre sus propias relaciones, sobre sus propios comportamientos; piedras que sellan la muerte: divisiones, enemistades, rencores, envidias, desconfianzas, indiferencias. Sólo Él, el Viviente, puede dar sentido a la existencia y hacer que reemprenda su camino el que está cansado y triste, el desconfiado y el que no tiene esperanza. Es lo que experimentaron los dos discípulos que el día de Pascua iban de camino desde Jerusalén hacia Emaús (cf. Lc 24, 13-35). Hablan de Jesús, pero su “rostro triste” (cf. v. 17) expresa sus esperanzas defraudadas, su incertidumbre y su melancolía. Habían dejado su aldea para seguir a Jesús con sus amigos, y habían descubierto una nueva realidad, en la que el perdón y el amor ya no eran sólo palabras, sino que tocaban concretamente la existencia. Jesús de Nazaret lo había hecho todo nuevo, había transformado su vida. Pero ahora estaba muerto y parecía que todo había acabado.

Por Pacco Magaña (Segunda de tres partes)

Sin embargo, de improviso, ya no son dos, sino tres las personas que caminan. Jesús se une a los dos discípulos y camina con ellos, pero son incapaces de reconocerlo. Ciertamente, han escuchado las voces sobre la resurrección; de hecho le refieren: “Algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo” (vv. 22-23). Y todo eso no había bastado para convencerlos, pues “a él no lo vieron” (v. 24). Entonces Jesús, con paciencia, “comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a Él en todas las Escrituras” (v. 27). El Resucitado explica a los discípulos la Sagrada Escritura, ofreciendo su clave de lectura fundamental, es decir, Él mismo y su Misterio pascual: de él dan testimonio las Escrituras (cf. Jn 5, 39-47). El sentido de todo, de la Ley, de los Profetas y de los Salmos, repentinamente se abre y resulta claro a sus ojos. Jesús había abierto su mente a la inteligencia de las Escrituras (cf. Lc 24, 45). Mientras tanto, habían llegado a la aldea, probablemente a la casa de uno de los dos. El forastero viandante “simula que va a seguir caminando” (v. 28), pero luego se queda porque se lo piden con insistencia: “Quédate con nosotros” (v. 29). También nosotros debemos decir al Señor, siempre de nuevo, con insistencia: “Quédate con nosotros”. “Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando” (v. 30). La alusión a los gestos realizados por Jesús en la última Cena es evidente. “A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron” (v. 31). La presencia de Jesús, primero con las palabras y luego con el gesto de partir el pan, permite a los discípulos reconocerlo, y pueden sentir de modo nuevo lo que habían experimentado al caminar con Él: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?” (v. 32). Este episodio nos indica dos “lugares” privilegiados en los que podemos encontrar al Resucitado que transforma nuestra vida: la escucha de la Palabra, en comunión con Cristo, y el partir el Pan; dos “lugares” profundamente unidos entre sí porque “Palabra y Eucaristía se pertenecen tan íntimamente que no se puede comprender la una sin la otra: la Palabra de Dios se hace sacramentalmente carne en el acontecimiento eucarístico” (Exhort. ap. postsin. Verbum Domini, 54-55).


Concilio Vaticano II

DICIEMBRE 09 DE 2012

Celebramos a Nuestra Madre la Santísima Virgen de Guadalupe Amables Lectores del Semanario La Red:

El ser humano y la comunidad Por P. Juan José Torres Galván

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“El que ama no hace mal al prójimo, el amor es la plenitud de la ley.” (Rom 13, 10)

os actuales progresos en la tecnología aplicada a las comunicaciones son incontables y acelerados. Lamentablemente este progreso técnico no ha crecido igual que la capacidad de las personas para dialogar, teniendo como principio el respeto mutuo. Dios ha creado al ser humano para vivir en comunidad, de manera que toda la humanidad llegue a ser una sola familia. El ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, no puede encontrarse plenamente a sí mismo sino cuando se entrega a los demás. El ser humano tiene una dimensión social. De hecho, el principio, sujeto y fin de la sociedad es y debe ser la persona humana. Toda asociación humana debe tener en cuenta el bien común. Ya que la ordenación de las cosas debe estar sometida al bien de las personas y no al contrario. Los derechos humanos son necesarios para que cada ser humano lleve una vida digna. Estos derechos nacen de la necesidad de vivir en comunidad: cada uno ha de considerar al prójimo como “otro yo”. El Concilio (que evitó al máximo el lenguaje condenatorio) no duda en calificar como “lacras que afean a la civilización humana” todo aquello que se opone a la vida y todo lo que viola la dignidad humana, enunciando entre ellas: el homicidio, el genocidio, el aborto, la eutanasia, el suicidio, las torturas, las mutilaciones, la coacción espiritual, las condiciones infrahumanas de vida, las detenciones arbitrarias, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas, la corrupción de menores y las condiciones humillantes de trabajo. La dimensión social del hombre, exige que todos y cada uno tengamos respeto y caridad a los que piensan, sienten y obran de diverso modo que nosotros en lo que respecta a opciones sociales, políticas o religiosas. La tolerancia es también expresión de la misericordia. Esto no significa pactar con la mentira o con el mal. Hay que distinguir entre el error (que siempre será rechazado) y la persona que comete el error, que nunca pierde su dignidad. Todos los seres humanos, hemos sido creados a imagen de Dios, por tanto tenemos la misma dignidad. La discriminación, por cualquier motivo que sea, está en contra del plan de Dios. Las desigualdades económico-sociales entre personas y pueblos son injustas y se oponen a la dignidad de la persona humana y a la paz social e internacional. La Gaudium et Spes pronuncia un rotundo “no” a la ética individualista. Las obligaciones sociales son los deberes principales del hombre de hoy y no se deben evadir. La responsabilidad humana crece cuando el hombre acepta la necesidad de vivir en sociedad, la exigencia de asociarse con otros y el compromiso de servir a la comunidad. La salvación no es de individuos aislados, sino de toda la comunidad humana. El mensaje de Jesús va siempre encaminado a que vivamos como hermanos y hermanas. La ayuda mutua es un deber de todos los miembros de la Iglesia y abraza a toda la humanidad, sin distinciones.

Les saludo en la alegría de estar próximos a celebrar la fiesta de Nuestra Madre, la Santísima Virgen de Guadalupe. Se llega el 12 de diciembre y nuestro corazón se llena de gozo porque somos un pueblo potosinoguadalupano. Este maravilloso día vayamos a decirle a nuestra Madre lo mucho que la amamos y la necesitamos en nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestras comunidades. Sé que muchos de ustedes se han preparado para esta hermosa celebración, rezando los 46 Rosarios a nuestra Señora, ya sea en peregrinaciones a las Parroquias, ya en casa con toda la familia, ya en el lugar de trabajo, o bien personalmente. Ahora tienen en sus manos ese hermoso regalo para entregarle sabiendo que Ella lo transformará en abundantes gracias sobre ustedes y sus familias. Por eso quiero decirle a Nuestra Madre, en nombre de ustedes y del mío propio esta plegaria: Madre Santísima de Guadalupe, míranos a tus hijos potosinos en esta hora de nuestro caminar en el Año de la Fe, en medio de tantas turbulencias que nos aturden, nos desestabilizan y muchas veces nos hacen perder el camino al Cielo. Hoy, como cada año, nos han atraído tus palabras que, desde el año 1531, siguen resonando, no solo en este templo sino sobre todo en nuestros corazones: “Oye, hijo mío, Juanito, el más pequeño de mis hijos, ¿a dónde vas?” Hoy, como a san Juan Diego, aquella mañana de diciembre, has detenido nuestro caminar, nuestros ires y venires, y con toda la ternura que te caracteriza nos preguntas: ¿a dónde vas? Madre, Juan Diego tenía muy claro su camino aquella mañana salía al catecismo, te dijo: “Señora y Niña mía, tengo que llegar a tu casa de México Tlatilolco, a seguir las cosas divinas, que nos dan y enseñan nuestros sacerdotes, delegados de Nuestro Señor”. Nosotros, muchas veces hemos perdido el rumbo, nos hemos olvidado de buscar “las cosas divinas”; Juan Diego iba gozoso, ese gozo que brota de la paz interior; nosotros venimos hoy ante ti apenados porque nos hemos alejado del camino de las cosas de Dios; vivimos sumergidos en el egoísmo, el secularismo, el materialismo, el hedonismo, que poco a poco nos van llevando a olvidarnos de tu Hijo. Madre Santísima, mira nuestro pueblo potosino, que, en medio de su sufrimiento por la falta de agua, de empleo, de seguridad, de paz, hoy por medio de nosotros, clama a Ti, sabiendo con toda seguridad que eres tú “la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios, Aquél por quien vivimos, del Creador de personas, de el Dueño de lo que está cerca y junto, del cielo y de la tierra.” Tú, encomendaste a Juan Diego tu deseo de que en nuestro pueblo te edificáramos tu casa para en él mostrar a todos nosotros, tus hijos, todo tu amor, tu compasión, tu auxilio y defensa. Y dijiste: “Porque yo soy vuestra Madre misericordiosa, de ti, y de todos los hombres que viven unidos en

esta tierra, y de todas las personas que me amen, los que me hablen, los que me busquen y los que en mí tienen confianza. Allí les escucharé sus lloros, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores. Por eso acudimos a Ti, Madre nuestra, porque en Ti queremos sentirnos cobijados, amados y protegidos. Hoy, te pedimos humildemente, escucha el llanto de tantas madres y padres de familia porque son muchos los adolescentes y jóvenes que se nos han perdido, segados por el dinero mal habido y se han enlistado en las filas del crimen organizado que sigue dejando en nuestros pueblos, sangre, sufrimiento, muerte, tristeza, soledad. Escucha el llanto de tantos padres cabeza de familia, que se han quedado sin trabajo, sin la oportunidad de dar a sus hijos una vida digna y estable. Mira el dolor y sufrimiento de los que menos tienen, de nuestros hermanos campesinos que en estos últimos años no han podido cultivar sus tierras por la falta de lluvia necesaria. Escucha, Madre, el llanto de tantas niñas y jovencitas que han sido maltratadas y sometidas a trabajos deshonestos en beneficio de quienes las explotan. Mira nuestra tristeza, Madre, porque estamos perdiendo los valores que tu Hijo Jesucristo ha recuperado para nosotros por su vida, pasión, muerte y resurrección; ellos nos ayudaban a vivir como los hermanos que somos y ahora, sin ellos, no tenemos paz al ver que nuestros niños crecen sin sentimientos de amor y de hermandad y fácilmente caen en la depresión y cuantos de ellos también ha caído en el suicidio. Por eso te pedimos Madre que aumentes nuestra fe y reanimes nuestra esperanza. En este Año de la fe queremos ponernos en tus manos, mejor dicho, en tu corazón, porque ahí, estamos seguros que podremos recuperar la alegría de sabernos hijos tuyos. Ahí, en tu corazón, podremos comprometernos cada uno de los potosinos a construir una nueva sociedad, donde todos: Obispo, sacerdotes, religiosos, laicos, maestros, médicos, gobernantes, TODOS, nos sintamos responsables de educar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes en los valores humanos y cristianos que devolverán la vida ahí donde ahora solo podemos ver, dolor y muerte. En este año de la fe, te pedimos Madre que guíes a nuestra Iglesia potosina que se encuentra en camino de Misión. Mueve el corazón de nuestros Sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos comprometidos para que renueven cada día su dinamismo, creatividad y celo pastoral; que nuestras familias potosinas recuperen el gozo de estar unidas porque sólo así, ayudándonos unos a otros, podremos establecer en nuestros pueblos la justicia, la paz y el bien que necesitamos. Así sea. ¡Santa María de Guadalupe Reina de México! ¡Salva nuestra Patria y conserva nuestra Fe! El Señor les bendiga + Mons. Jesús Carlos

Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí


Nuestra historia

Los libros de las actas de los martires Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz

La abundancia hace perder la esperanza Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez

(segunda parte)

P

rimer grupo de actas.- Retomando el camino iniciado con el anterior artículo podemos preguntarnos ¿En qué consisten estas actas de los mártires, o, mejor dicho, qué ha quedado de ellas? De las noticias que poseemos y de las numerosas muestras que se han conservado, podemos distinguir tres clases. De ellas, la única que merece el título pleno de actas es la primera. Esta primera clase o grupo la constituyen sustancialmente los interrogatorios y respuestas hasta la sentencia final y muerte del mártir. El notario que lo redactaba era oficial; por tanto, el relato era completamente fidedigno. Lo único que se añadía a estos protocolos oficiales era algún sencillo exordio y alguna fórmula final. Por lo demás, el cuerpo de la relación eran las actas oficiales. Ahora bien, es evidente que este género de actas es el que tiene más autoridad. Pero moderadamente se ha dudado sobre la posibilidad de su existencia. Porque es cierto que afirmamos que son los mismos protocolos oficiales. Pero a esto se objeta: ¿cómo pudieron venir a manos de los cristianos? Se dice que los cristianos obtenían a grandes precios copias de estas actas oficiales. Pero ¿Qué pruebas existen de esto? He aquí lo que podemos aclarar con los documentos que poseemos. En primer lugar nos consta la existencia de notarios públicos que copiaban los interrogatorios. Así se desprende de algunas pinturas antiquísimas y de las palabras expresadas de diversos escritores. Además, sabemos que existían archivos judiciales, donde se guardaban estos documentos. Así por ejemplo, Apuleyo habla del instrumento de la provincia, al que se juntaba la sentencia: «La cual, una vez leída , ya no puede aumentarse ni disminuirse ni en una letra siquiera sino que, tal como se ha pronunciado, se deposita en el archivo de la provincia». Del mismo modo, Apolonio, según refiere Eusebio, tratando de cierto ajusticiado público de quien algunos decían que era mártir, lo niega rotundamente, y añade: «Si alguien quiere informarse de todo este asunto, ahí está el archivo público de toda Asia». Pero el punto más delicado es el modo como estas relaciones oficiales podían venir a manos de los cristianos. Durante los largos períodos de paz pudo serles fácil. Después de Constantino no hay ninguna dificultad. Pero durante los períodos de persecución, ¿era posible apoderarse de los protocolos oficiales? Véase cómo se expresan las actas de los Santos Taracho, Andrónico y Probo. Después de manifestar cómo los cristianos de Iconio habían buscado todo lo ocurrido en Panfilia con estos mártires, termina: «Y como era necesario reunir todos los documentos referentes a su confesión, hemos obtenido transcribir estos documentos al precio de doscientos denarios, pagados a Sebaste, uno de los carceleros» Y las actas auténticas de san Saturnino comienza de este modo el autor anónimo: “Comienzo a escribir, tomándolo de las actas públicas, las luchas celestiales y las nuevas batallas llevadas a cabo por

A todos nos gusta la buena vida, pero hay que saber en qué consiste el buen vivir. Una vida feliz no se compone de abundancias, aunque tampoco de carencias. Para tener una vida óptima hay que buscar el equilibrio. El arte de vivir, es lograr el justo medio. Los extremos siempre son malos y como decían los antiguos: “Ni demasiado, ni demasiado poco”; y dirán nuestros abuelos: “Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no le alumbre”. Para obtener una vida plena es suficiente contar con algunos medios, y el vacio que resta hay que llenarlo con la virtud de la ESPERANZA. La tendencia del hombre es caer en el extremo, cuando quiere solucionar un problema termina por irse al extremo opuesto y con ello vuelve a quedar en el vacio. Para encontrar la solución, hay que buscar el justo medio, y ahí se alcanza la virtud.

los esforzados atletas e invictos soldados de Cristo”. De todo esto se deduce claramente que pudieron muy bien componerse esta clase de actas, que, por ser los protocolos oficiales, tienen un valor inmenso y nos trasmiten la realidad más pura de aquellos procesos y aquellos martirios, en que tan magníficamente se mostraba el heroísmo sublime de los mártires. Segundo grupo de actas.- Fuera de esta primera clase de actas -las únicas verdaderamente oficiales-, existen otras que conservan igualmente gran valor histórico. Forman este segundo grupo las relaciones compuestas por testigos oculares o los que oyeron directamente a estos. Como se ve poseen un fundamento de autoridad muy seguro y, en consecuencia, un valor histórico innegable. A este grupo pertenecen, por ejemplo: el escrito de la comunidad de Esmirna sobre el martirio de san Policarpo; la carta de las cristiandades de Vienne y Lyón sobre la persecución del 177. Tercer grupo de actas.- Todavía puede señalarse un tercer grupo de actas de mártires, que son las relaciones posteriores, hechas, parte sobre fragmentos de actas y otras relaciones más antiguas, parte con ampliaciones y ornatos de nueva invención. Naturalmente, cuanto más parte toma esta invención, más peligro existe de falsear la verdad. Por su misma naturaleza, estas actas poseen generalmente poca seguridad histórica; mas, por desgracia, ocurre muy frecuentemente entre las actas antiguas. La mayor parte de las que se conservan son muy posteriores a los hechos y fácilmente se reconocen en ellas los vuelos de la fantasía. Es curiosa en esta clase de actas una serie de tópicos característicos. Se multiplican y acumulan tormentos de un tipo desconocido, con la circunstancia de que los mártires resultan insensibles a todos. Todas las relaciones de los martirios de los santos formaron la base y al mismo tiempo fueron el mejor fruto y fomento de aquella veneración que sentían los cristianos primitivos por el martirio.

Una vida llena de excesos, no es una vida feliz. La dicha del hombre se logra teniendo la virtud de la esperanza. La existencia se compone de esperas, pero éstas se refieren a cosas temporales que muchas veces provocan impaciencias; en cambio la ESPERANZA, es una actitud que permea toda la existencia; es una realidad que se nutre de ausencias, pero así trasforma el presente anticipando lo que ha de llegar. El filósofo Agustín Basave, dice en su antropología: “Como virtud, la esperanza es un justo medio, su exceso es la presunción y su defecto la desesperación”. Un presuntuoso, es un ser sin esperanza, porque piensa que todo lo ha logrado tan solo con sus fuerzas y gracias a sus méritos. Otro comentario del filósofo es que la presunción, es una anticipación antinatural de plenitud. Es decir, el presuntuoso anticipa su propia gloria, pero de manera falsa. El presuntuoso no espera nada de Dios, porque todo lo espera de sí mismo. Un hombre desesperado anticipa su fracaso y adelanta su condena, porque no sabe esperar; y ante una situación adversa, acaba sumergido en el mar de la desesperación. Como ya se ha dicho, los extremos caen en el vicio; de igual manera decimos, que el desesperado antes era un presuntuoso, que al ver agotadas sus fuerzas, no se atreve a buscar a Dios, porque no esta acostumbrado a esperar nada del Señor. “El presumido es un iluso; el desesperado es un autodestructor; ambos son soberbios”. (Agustín Basave). El presumido y el soberbio no saben poner su mirada en Dios. El presumido cree que todo lo tiene y que no necesita de Dios; la desesperación, es el destino del soberbio. Si tenemos esperanza, hay que cuidarla para no perderla; y si no la tenemos hay que pedirla, porque solo ella nos ayuda a vivir en plenitud. La ESPERANZA trasforma el presente, a pesar de las fatigas. Porque la espera en lo que ha de venir, nos hace vivir de manera distinta. Es imposible evitar las sensaciones de vacio e insatisfacción, pero estas carencias solo pueden ser llenadas con la virtud de la ESPERANZA.


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Frases que tal vez incomoden Por P. Kino

¿Por qué casarme por la iglesia? Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com

(1ª parte)

Muy estimados lectores: En atención a un correo electrónico, escribo este artículo: Si llevo tantos años en unión libre o por el civil ¿Por qué tengo que casarme por la Iglesia? ¿En qué parte de la Biblia dice que las parejas deben estar casadas por la Iglesia? Como se han dado cuenta, son varias preguntas y trataré de dar respuesta de manera general. Para comenzar, en casi todos los países, la Institución del matrimonio se vincula con la religión, ya que es una célula fundamental de la familia que la religión santifica.

E

n nuestro lenguaje cotidiano encontramos frases que incomodan a algunas personas (no a todas), y a continuación escribo algunas, y usted lector puede añadir otras más. - “¿Usted es psicólogo?, a ver ¿Qué estoy pensando?... “psicológeme”: Primeramente es psicólogo, no adivino para que esté tratando de adivinar los pensamientos de alguien. La palabra psicológeme no es correcta, y es desvirtuar lo que es propio de la carrera de psicología. - “Padre, ¿Cuánto me cobra por irme a bendecir la casa? Y ¿por irme a celebrar una misa?”: Aunque las personas lo dicen “en buena onda”, sabemos que como sacerdotes los sacramentos o sacramentales no se venden, pues caeríamos en el pecado de “simonía”. Sin preguntarle dale lo que gustes, de perdis para el parquímetro o estacionamiento. - “Viejo, no encuentro las llaves… ¿Pues dónde las dejaste?”: Con todo respeto, si supiera dónde, no las traería perdidas. - “Madre, usted que está más cerca de Dios pídale por mis necesidades”: Es verdad que las madres o los padres estamos más dedicados a las cosas de la Iglesia, pero eso no es sinónimo de estar más cerca de Dios. Estar cerca de Dios es compromiso de todos desde el estado de vida en que nos encontremos. Mucha gente cree que en la madre cae la responsabilidad de la oración, cuando como laico también se puede estar cerca de Dios y pedir por las necesidades personales y del mundo. - “¿Estás enojado?”: Es evidente lo que estás preguntando se nota a leguas y con esta pregunta harás que aquél se encienda como castillo de fiesta patronal. - “Ama a tus enemigos”: Esta frase incomoda a los que sus criterios de actuación no son el perdón, la comprensión sino la venganza y sus criterios personales. - “Lo que Dios unió no lo separe el hombre”: Sin palabras, pues es claro que se refiere al matrimonio. Cada quien podrá encontrar palabras que incomoden, pero ojalá que sean como las de Jesús, que toquen el corazón para reaccionar en nuestra vida espiritual, y no frases necias que producen que las personas que las escuchan se incomoden sin ningún provecho.

Encontramos por un lado un matrimonio civil, que es la unión consensual de un hombre y una mujer que con igualdad de derechos, deberes y obligaciones, hacen vida en común, para ayudarse y promoverse mutuamente; guardarse fidelidad recíproca y perpetuar la especie formando una familia. Cabe mencionar, que en algunas entidades federativas este concepto civil ya ha cambiado, ya no es unión de un hombre y una mujer solamente, sino de personas, y esto es tema de otro artículo. Así que, para los que pretenden vivir en unión libre, vean que el matrimonio civil les concede una serie de prerrogativas y derechos tutelados por el estado dentro de una sociedad, asimismo se legitima a los hijos y las condiciones de herencia. Es por lo tanto, un contrato social, basado en la ley humana.

Para muchos estar en unión libre o estar casados por el civil, es una situación práctica de que si no funciona, en el momento que lo deseen pueden andar cada quien por su lado. Sin embargo, el matrimonio contractual o el establecido en el Antiguo Testamento (Gn. 1,28), fue elevado por Jesucristo a la dignidad de Sacramento (Mt, 19,4-7). Es decir, hasta el Nuevo Testamento, Nuestro Señor viene a dar otro sentido al amor conyugal y a la familia; ya no es una simple unión, o un matrimonio entre paganos; sino que a partir de Jesucristo se adquiere un verdadero sentido en función de su relación con la realidad nueva que surge en el pueblo santo, marcado por la caridad divina (1Cor 7-12). El matrimonio como sacramento, es una invitación de Jesucristo a los esposos a dejarse llevar por su gracia, a vivir la vocación de todo hombre a comprometerse por el sendero de Jesús. Es el acto de confianza en Dios que afirma que a través de las alegrías o tristezas, en la salud y en la enfermedad, en los éxitos y en los fracasos, el impulso de ambos se transforma en una auténtica caridad. No es solamente un amor humano o carnal (eros), sino un (ágape), es decir un amor que viene de Dios. El Sacramento del matrimonio, no es solamente el sí del consentimiento, sino que tiene toda su amplitud en la convivencia conyugal a lo largo de toda la vida, formando una comunidad de vida y amor. Si solamente estás en unión libre o casado por civil, valora la riqueza que trae de por sí para tu espíritu el sacramento del matrimonio. Y para los que están casados por la Iglesia y no viven su sacramentalidad, también deben de valorarla. Continuamos la próxima semana.


El fin del mundo Canónigo José Ma. Ortega Robles

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a Biblia no señala fecha exacta del fin del mundo, solamente dice que habrá señales en el cielo y en la tierra, cuando ya esté próximo. De hecho el mundo se acaba para todo el que es llamado a juicio.

“Construimos un pueblo organizado”

Participación política

Ha habido muchas falsas profecías que han afirmado que el mundo ya se va acabar, ciertamente han sembrado pánico en muchos cristianos, pero todos han resultado falsos. Lo cierto es la invitación que nos hace el Divino Maestro para que siempre estemos preparados, por que dice: “No sabrán el día ni la hora en que llegará el Hijo del hombre”. Y ¿qué cuesta estar preparados? Solo un poco de buena voluntad y vigilancia, por que Cristo dice: “Vigilen y oren para que no caigan en la tentación”. Y pone el ejemplo de un padre de familia, que si supiera a que hora llegaría el ladrón para hacer un boquete en la casa y robarla, estaría vigilando para que el ladrón, no la robará. Otro ejemplo es el de las vírgenes prudentes y las necias. Amados lectores de La Red, si en algo debemos aplicar nuestra inteligencia es en la advertencia que Cristo nos hace. No dejemos que la serpiente de la tierra, que ya no es una, sino muchas, nos engañen como a nuestros primeros padres.

Hagámonos de palabras

Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz

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íblicamente, Jesús rechaza el poder opresivo y déspota de los jefes sobre las naciones (Cf. Mc 10, 42) y su pretensión de hacerse llamar benefactores (Cf. Lc 22, 25), pero jamás rechaza directamente las autoridades de su tiempo. Afirma que es necesario dar a Dios lo que es de Dios, condenando cualquier intento de divinizar el poder temporal. A los discípulos que discuten quién es el más grande, el Señor les enseña a hacerse los últimos y servir a todos (Cf. Mc 9 33-35). Por su parte san Pablo recomienda la oración por los gobernantes. Señala explícitamente lo que debe garantizar la autoridad política: una vida pacífica y tranquila, que transcurra con toda piedad y dignidad (1Tim 2, 1-2). De esta manera, la Doctrina Social de la Iglesia afirma que la persona humana es el fundamento y el fin de la convivencia política, es el responsable de sus propias decisiones y capaz de perseguir proyectos que dan sentido a su vida. La comunidad política encuentra en la referencia al pueblo su auténtica dimensión. El pueblo no es una multitud sin forma, una masa quieta para manipular e instrumentalizar, sino un conjunto de personas que tiene la posibilidad de formar su opinión acerca de la vida pública. La autoridad política es por tanto necesaria (CEC 1898), en razón de las tareas que se le asignan. Debe garantizar la vida ordenada y recta de la unidad, sin suplantar la libre actividad de las personas y de los grupos. Es el instrumento de coordinación. Debe dejarse guiar por la ley moral, que tiene a Dios como primer principio y último fin (PT 55). Debe reconocer, respetar y promover los valores humanos y morales esenciales; emitir leyes justas, conforme a la dignidad de la persona humana. En cuanto al ciudadano, éste no está obligado en conciencia a seguir las normas de las autoridades civiles si éstas son contrarias a las exigencias del orden moral, a los derechos fundamentales de la persona o la enseñanza del Evangelio (CEC 2242). Por su parte la Iglesia, aprecia el sistema de la democracia, en la medida en la que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza al pueblo la posibilidad de elegir, sustituir o controlar a sus propios gobernantes. Una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona; es decir, no hay democracia sin justicia social. Los laicos cristianos de ningún modo pueden alejarse de la participación política. Es por tanto, misión del laico cristiano: 1. Integrarse en grupos de formación política para analizar desde las ciencias sociales desde la filosofía, desde la teología y desde el Evangelio las estructuras, personas, situaciones y decisiones políticas. 2. Reunirse libremente en agrupaciones o partidos políticos haciendo la elección de un partido o de una agrupación en la que se desea estar activo de acuerdo a la propia consciencia. 3. Luchar individual o colectivamente, para que los valores de Evangelio estén realmente presentes en las estructuras, situaciones y decisiones políticas. 4. Es deber del cristiano aprovechar la propia cultura para impulsar la democracia, fundada en la dignidad y respeto a la persona humana.

¡Oye David!, sin escándalo has vencido a Goliat

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as personas inestables son proclives a ser vencidos por quienes tienen bien asidas sus convicciones e ideales. Desventurado augurio cargaba Goliat en su nombre, derribado por el elegido de Dios, David. Fue un escándalo el de Goliat, al ser derribado por la pericia de la honda en las manos de David; los que presenciaron la muerte de Goliat, no lo esperaban y vieron fustigado a su más exótico hombre. Muchas veces hemos sido presos de este mismo ardid, a todos algo nos ha escandalizado y velado de alguna manera la verdad o la realidad que creemos convincente y conveniente. William Blake logró hacer buen uso del escándalo para abrir el panorama de sus contemporáneos, incluso hoy en día en algunos causa ruido el escuchar sobre Las bodas del cielo y el infierno, titulo de una de sus tantas obras literarias. Y es que existe en el hombre un instinto por defender su idiosincrasia, que en ocasiones se excede y comienza a advertir en lo negativo para sí, una dificultad que le impide seguir avanzando en el camino; esto es, cuando algo nos perturba y desquicia. La oración: ¡Oye calla tú escándalo que me aturde!, resulta un ejemplo bastante claro para la palabra que me traigo entre tanta perorata. Del griego σκανδαλον, (escándalon), tropiezo, perturbación, trampa y obstáculo, recibimos en nuestra lengua dicha palabra. Ejemplos de esta descripción, Cobley las menciona al hablarnos del destino a partir del mismo nombre en los personajes de Edipo Rey, nombrándolo como un eje sintagmático, yo lo postulo como una genealogía escandalosa, y Lévi-Strauss, lo explica como mitemas; pues los nombres de Lábdaco (ancestro), Layo (padre) y Edipo (hijo), significan respectivamente: cojo, torcido y pie hinchado, ya que, los tres queriendo obstaculizar, tropezaron y perturbaron su destino, y qué escándalo que Yocasta fuese la mujer de Edipo. El paroxismo, finalidad de las danzas religiosas de la India, llamadas “demoníacas” (en el sentido más puro de la palabra), es otro ejemplo del ejercicio del escándalo. Por otro lado, tomado la concepción acostumbrada de la palabra que nos asalta, me atrevo a generalizar que para todos resulta muy temible y escandaloso imaginar las extravagantes maneras en que el mitológico Procusto utilizó para echar a descansar a cuanto huésped le antojase situar en su tálamo o cama.


Los libros y sus autores

07 Por Mtro. Luis Marino Moreno F.

El último lector David Toscana

Alfaguara, 184 páginas.

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a biblioteca de lcamole se ha quedado sin lectores. Sin embargo, los libros que la habitan se apoderan de la cotidianidad del pueblo que muere de sed y dan las respuestas a una muerte misteriosa: la de una pequeña que aparece inerte dentro de la única reserva de agua que queda: el pozo de Remigio, hijo de Lucio, el bibliotecario. Un verdugo implacable de las malas historias, entrega estas mismas, sin remordimiento, a las cucarachas. Lucio será el encargado de encontrar en los libros la coartada perfecta. Esa que libera al presunto culpable de asesinar a la hermosa niña que, muerta, consigue cautivarlo. Así, la versión que surge de las páginas sobrevivientes se convierte en la única posibilidad; esta es la opción que permitirá a todos continuar. David Toscana rebasa los límites existentes entre vida y literatura con su habilidad de enlazar narraciones que parecen eternas e infinitas.

David Toscana. Nació en Monterrey, Nuevo León 1961.ReaIizó sus estudios básicos en el instituto Americano de Monterrey. Posteriormente, se graduó como ingeniero industrial y de sistemas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Comenzó a escribir cuando tenía 29 años. Sus influencias literarias incluyen a los clásicos españoles Cervantes y Calderón de la Barca y los escritores latinoamericanos Juan Carlos Onetti y José Donoso. En 1994 formó parte del International Writers Program, en la Universidad de Iowa y del Berliner Künstiernerprogrammm. Sus novelas: Las bicicletas (1992), Estación Tula (1995), Santa María del Circo (1998) que en Estados Unidos fue reconocido como uno de los mejores libros del 2002. Duelo por Miguel Pruneda (2002) y Un libro de cuentos: Historia de Lontananza (1997) Su obra ha sido traducida el alemán, árabe, griego, inglés, serbio y sueco. Actualmente es becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México.

CIUDAD DEL VATICANO.- Al presidir las primeras vísperas por el primer domingo de Adviento, el Papa Benedicto XVI remarcó que “Dios no se ha cerrado en su Cielo, se ha inclinado sobre el acontecer del hombre: un misterio grande que llega a superar cada posible espera”. Afirmó que “Dios entra en el tiempo del hombre en el modo más inesperado: haciéndose niño y recorriendo las etapas de la vida humana, para que toda la nuestra existencia, espíritu, alma y cuerpo - como nos ha recordado san Pablo - pueda conservarse irreprensible y ser elevada a la altura de Dios”. El Papa señaló que Dios hace esto “por su amor fiel hacia la humanidad. El amor cuando es verdadero, tiende por su naturaleza al bien del otro, al mayor bien posible, y no se limita a respetar sencillamente los empeños de amistad asumidos, sino que va más allá, sin cálculos ni medida”. CIUDAD DEL VATICANO.- En el primer domingo de Adviento, el Papa Benedicto XVI señaló que “en medio del desorden del mundo, o en los desiertos de la indiferencia y del materialismo, los cristianos acogen de Dios la salvación y la testimonian con un modo diverso de vivir, como una ciudad colocada sobre un monte”. Explicó que “la palabra ‘adviento’ significa ‘venida’ o ‘presencia’. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Dios, a su presencia en el mundo; un misterio que envuelve por entero el cosmos y la historia, pero que conoce dos momentos culminantes: la primera y la segunda venida de Jesucristo”. “La Iglesia ha iniciado un nuevo Año litúrgico, un camino que viene ulteriormente enriquecido por el Año de la Fe, a 50 años de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II. El primer Tiempo de este itinerario es el Adviento, formado, por las cuatro semanas que preceden el Nacimiento del Señor, es decir el misterio de la encarnación”, señaló. ROMA.- El Papa Benedicto XVI señaló que la Nueva Evangelización consiste en avivar las brasas de la fe que ahora se han enfriado, para que generar una “llamarada” que permita que la santidad de las personas haga que Cristo brille en el mundo. Citando al Beato John Henry Newman, el Papa animó a seminaristas a dejar “que la fascinación de su persona capture la imaginación y caliente los corazones. Les ha elegido para ser sus amigos, no sus siervos, y les invita a participar de su obra sacerdotal que es lograr la salvación del mundo”. “Han oído hablar mucho de la nueva evangelización, el anuncio de Cristo en aquellas partes del mundo donde el Evangelio ya ha sido anunciado, pero donde en mayor o menor medida, las brasas de la fe se han enfriado y ahora necesitan avivarse una vez más para convertirse en llama”.

MÉXICO.- El Cardenal Norberto Rivera Carrera, bautizó a 21 niños, entre dos y seis años de edad, que gracias a la ayuda que recibieron sus madres oportunamente pudieron ser salvados del aborto. A la celebración asistieron amigos, familiares y miembros del Comité Nacional ProVida, quienes prestaron ayuda a las madres de los niños para que pudieran continuar sus embarazos y así salvaguardar sus vidas y la de los niños. El cardenal habló de la responsabilidad que tienen los padres y padrinos de continuar la formación y educación de estos pequeños en la fe, y explicó que ahora que se ha logrado preservar su vida física es igualmente importante alimentar su vida espiritual. “La Palabra de Dios le dará a esos niños la fuerza para recorrer el camino de la vida”. MATEHUALA.- La Comunidad Diocesana de Matehuala, cuyos orígenes datan de quince años a la fecha, estará celebrando a su obispo, don Lucas Martínez Lara en su VI aniversario episcopal. Don Lucas fue consagrado obispo, segundo en ésta Iglesia Particular, el 14 de diciembre de 2006. Desde entonces, ha caminado con el presbiterio, seminaristas, religiosos y religiosas así como laicos en la entrega generosa de la Evangelización de esta zona del Altiplano Potosino. Elevamos nuestras plegarias por don Lucas y por su generoso ministerio episcopal. SAN LUIS POTOSÍ.- Se festejó el Día del Laico el pasado 24 de noviembre en la parroquia del Buen Consejo, en donde se dieron cita los representantes de los Organismos Laicales Eclesiales que tienen presencia en nuestra Arquidiócesis. “La vocación laical y su misión es muy importante para la Iglesia”, señaló don Jesús Carlos, arzobispo de San Luis Potosí, quien explicó que la arquidiócesis ha sido bendecida por su gran cantidad de laicos, hombres y mujeres, en territorios tan diversos que pertenecen a cada una de las parroquias que forman esta Iglesia particular.


El Canto de la Comunión Es el segundo de los dos cantos llamados procesionales que existen en la liturgia de la Eucaristía. Es un canto que da expresión al gozo que sentimos todos por la unidad en el Cuerpo de Cristo y a la realización del misterio que se está celebrando. Es el momento en el que todos nos debemos sentir verdaderamente unidos y hermanos. Es el momento en el que todos comemos de un mismo pan y bebemos una misma sangre. Es el momento en que celebramos la unidad de la Iglesia. Esto nos da alegría y ánimo para continuar caminando. ¿Qué cantos puedo elegir para este momento de la Celebración? En general, durante los tiempos mas importantes del año eclesiástico como lo son Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua de Resurrección, es preferible que la mayor parte de los cantos usados en este momento sean de una naturaleza propia del tiempo litúrgico que se celebra.

Todos verán la salvación Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

“El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías: “Una voz grita en desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos desparejos. Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios” (Jn 18,33-38). San Lucas es el Evangelio de Grecia. La ubicación histórica que ofrece a sus lectores, al situar la incursión de la Palabra de Dios en la historia, señalando las figuras gobernantes del momento, es sumamente importante para un pueblo culto y pensador como el de Macedonia y Acaya (hoy Grecia). Por otro lado, y ante todo, para san Lucas es fundamental especificar la entrada concreta de Jesús en la historia de los hombres. Juan Bautista tiene un vínculo muy estrecho con Jesús, esto lo destaca san Lucas más que ninguno de los otros tres evangelistas, llegando a señalar un parentesco entre ambos y un contacto entre ellos ante de ser dados a luz. Las coordenadas históricas que el tercer evangelista ofrece para situar la era de Jesús, que inicia con el ministerio del Bautista, señala la madurez de los tiempos. San Lucas tiene el cuidado de indicar quienes son la figuras gobernantes en el imperio romano y en Palestina en ese momento. La solemne ubicación histórica se debe a un acontecimiento que cambia la historia de los hombres: la Palabra de Dios. En esta ocasión la Palabra prepara la llegada de Jesús a través de Juan el Bautista. Esto revela que la Palabra de Dios mueve la historia, no se queda en el interior del templo, sino que toca el mundo y su desenvolvimiento, hasta afectar todas sus coordenadas.

Geográficamente, la línea del río Jordán limita el ministerio de Juan. Su Bautismo es de conversión, por eso Juan es el inicio de la era de Jesucristo, porque todo comienza con el llamado a la metanoia o cambio de mentalidad, un cambio que tiene lugar cuando el que es confrontado o interpelado se deja modelar, se deja formar y transformar por la Palabra de Dios. Además, a pesar de esos límites geográficos, circunscritos al río Jordán, la Palabra de Dios que actúa en el Bautista tiene un alcance universal, así lo define la conclusión del texto diciendo: todos verán la salvación de Dios. Juan Bautista propone fundamentalmente preparar el camino del Señor. La preparación de dicho camino implica disponerse para recibir la llegada de Jesús, a fin de que nada la retrase o la impida, se debe garantizar la ausencia de obstáculos que impidan su realización. A pesar de que el texto que cita san Lucas es un texto bíblico de Isaías, el trasfondo histórico de la llegada de Jesús, dentro del evangelio lucano, es la visita del emperador, la cual, indudablemente, traía beneficios a los ciudadanos del imperio.

Es decir por ejemplo, en Adviento, puedes cantar cantos que resalten ese tiempo de espera, que hablen de que el Señor está cerca y pronto nacerá, de que hay que preparar el corazón para que sea hoy un pesebre, y así con los demás tiempos litúrgicos. Para el tiempo ordinario, pueden usarse cantos que no choquen con el carácter pascual de cada domingo. ¿Quién canta el Canto de Comunión? Es un canto en el que el pueblo debe participar entonando aunque sea la parte que llamamos del “coro”, ya que con ello pues se manifiesta también claramente esa unidad de la que hablamos anteriormente. Recuerda que si dedicas un tiempo antes de que inicie la celebración para ensayar con la comunidad, ella responde muy bien y aprende más rápido. ¿En qué momento debe iniciar el canto de la Comunión? Es un canto que inicia cuando comulga el sacerdote y se prolongan mientras comulgan los fieles hasta el momento en que se juzgue oportuno. Un buen músico litúrgico sabe que el canto comienza al comulgar el sacerdote y se debe terminar cuando terminan los fieles de comulgar. Hay un momento después de la comunión que es importantísimo que vivan todos los presentes en la celebración, incluyendo a las personas del coro y los músicos y se llama Silencio Sagrado. Es un momento de paz interior que se manifiesta con el silencio exterior y nos ayuda a comunicarnos íntimamente con el Precioso y Divino huésped que ha llegado. Un músico no tiene derecho a robarse este momento por un mero lucimiento personal. ¿La música instrumental puede usarse para este momento? El canto de comunión debe ser cantado. La música instrumental puede usarse para acompañar el silencio sagrado, pero nunca como un concierto y ni siquiera con volumen alto o lo que pareciera un volumen “normal”. Esta música instrumental debe ser interpretada muy suavemente, de modo que no interrumpa a los fieles y mucho menos les estorbe, si se ejecuta tiene una función solamente de acompañar, pero no incomodar.


Confirmaciones

en Ciudad Fernández

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Por Luz Elena González

a Parroquia “Dulce Nombre de Jesús”, en Ciudad Fernández, SLP, recibió el sábado 24 de noviembre a nuestro pastor don Jesús Carlos Cabrero Romero, quien invitado por el señor cura Francisco Correa, además de visitar nuestra Parroquia, confirmara a 260 jovencitos, quienes previamente preparados aceptaron robustecer su fe con el Sacramento de la Confirmación. Amablemente el señor arzobispo saludó a los sacerdotes, a la comunidad parroquial y sobre todo a los jóvenes quienes alegremente lo saludaban contentos de conocerle. En la homilía don Jesús Carlos dirigió emotivas palabras a esta comunidad, en donde recordó que de seminarista uno de sus paseos favoritos era venir a Ciudad Fernández. Se mostró contento por visitarnos y celebrar la Eucaristía en este hermoso templo dedicado al “Dulce Nombre de Jesús”. Se dirigió a los jóvenes, los invitó a que hicieran del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica que llevaban en sus manos, un arma con la cual puedan vencer las tentaciones, que con su estudio fortalezcan su alma que está a merced de muchas situaciones y peligros, que no pierdan el camino ya que en nuestra fe encontramos a Jesús que es camino, verdad y vida. Cuántas veces hemos escuchado de personas de nuestro pueblo que han sufrido secuestros o asesinatos y nos preguntamos como el pueblo de Israel: “¿Por qué nos has abandonado?”, y es que como el pueblo de Israel abandonó a Dios y se dedicó a la idolatría, ahora el hombre busca otros dioses: el poder, el dinero y también olvida a Dios, reconozcamos que nos hemos equivocado, no nos dejemos vencer por el desaliento. También el señor arzobispo compartió con los jóvenes experiencias de su trabajo pastoral y los siguió invitando a vivir en comunidad, a fortalecer su fe y ser cada día mejores cristianos.

La fiesta de Cristo, de Cristo Rey Por Luis Ricardo Guerrero Romero

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on un fervor tradicional e innegable, los habitantes que circundan la parroquia de Cristo Rey, acudieron con fe y alegría a su anual fiesta patronal. La comunidad parroquial congregada tuvo motivos de esperanza y amor para celebrar su eucaristía, pues desde días atrás el párroco Samuel, dirigió un acto penitencial con el motivo de estar limpios para el festejo, así como celebraciones del sacramento de la Primera Comunión. Ya en el contexto de la misa de Cristo Rey, se apreció una cantidad significativa de jóvenes y niños que se acercaban a recibir el sacramento de la Confirmación, por manos del señor arzobispo, Carlos Cabrero. Fueron 132 laicos que optaron por dar un sí con firmeza y de tal manera fortalecer su fe en la viada de la Iglesia Católica. La preparación de los confirmados se logró por medio del trabajo y dedicación de las 20 catequistas a su cargo. El arzobispo potosino, durante la homilía, exhortó de manera amistosa y leal a todos los feligreses a vivir un nuevo tiempo en la palabra de Dios, un tiempo para caminar y profundizar en nuestra fe y las respuestas que le damos a Dios día a día. Mencionó también que en esta fiesta por ser de Cristo Rey, es afirmar que vivimos para dar gloria a su Reino Celestial, y de este modo servirlo, haciendo referencia a la primera lectura “todos le servirán y su poder es eterno”. Ya que al servirle a Cristo Rey, creamos un reino diferente de justicia, paz y amor.

Fiestas en honor a Nuestra Madre Guadalupana

Santuario Basílica de Guadalupe de San Luis Potosí Programa del mes de diciembre 2012

9 Solemnidad de san Juan Diego 7:00 p.m. 11 Misa por los sacerdotes de la Basílica y al terminar mañanitas a la Virgen (Serenata Guadalupana a partir de las 12:00 del mediodía hasta las 5:00 p.m.). 12 Quema de pólvora 10:30 p.m. 19, 20 y 21 Villancicos navideños. 8:00 p.m. Templo parroquial. 24 Celebra don Antonio Szymanski 28 Acto penitenciario 5:00 p.m (confesión comunitaria). 31 Exposición del Santísimo Sacramento 31 Misa de Gallo 9:00 p.m. Celebra don Arturo Szymanski Los días 25 de diciembe y 1 de enero se suspende misa de 6:00 a.m.


Cuatro nuevos Sacerdotes para nuestra Iglesia Potosina Por LCC Angélica Maldonado Morales

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l pasado martes 27 de noviembre en la S.I. Catedral potosina, a las 11 horas, recibieron el sacramento del Sacerdocio de manos del arzobispo emérito, monseñor don Luis Morales Reyes, los jóvenes: José Ismael Nava Torres; Carlos Rafael Pérez Sánchez, Jesús Nares Guzmán y Óscar Azael Govea Rangel. Los ahora sacerdotes hicieron promesas de obediencia, pobreza, castidad, y humildad, recibiendo después la Ordenación Sacerdotal que fue conferida con la imposición de manos y plegaria de Ordenación del arzobispo emérito, don Luis Morales Reyes quien presidió la solemne concelebración Eucarística, acompañado del arzobispo de San Luis Potosí, monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, del arzobispo emérito, monseñor Arturo Antonio Szymanski Ramírez, del obispo de Matehuala, monseñor Lucas Martínez Lara, del H. Cabildo Catedralicio y de más de 150 sacerdotes de la arquidiócesis potosina, así como de religiosas(os) y fieles laicos. Antes de comenzar la solemne ceremonia el Rector del Seminario Arquidiocesano Guadalupano Josefino, presbítero Gerardo Vaglienty Rivera, presentó a los cuatro candidatos al Sacerdocio, leyéndose una historia curricular de ellos, para que se supiera cómo fue su llamado. La homilía estuvo a cargo de monseñor Luis Morales quien los felicitó optar por Cristo: “Gracias

por elegir el camino de Jesús y decidir firmemente entregarse plenamente a Él en cuerpo y alma, ya que hoy se necesitan hombres deseosos de transformar el mundo, que ansíen llevar paz, consuelo, bendición, y entregarse a su Iglesia sin condiciones, dando un sólido ejemplo de fe vivida, actuante, operante, que deje huella de su trabajo. Los cuatro jóvenes recibieron el Santo Crisma del Sacerdocio; otro momento representativo fue cuando fueron revestidos con su estola y casulla sacerdotal que los hace hombres de Dios para toda la vida; momentos después todo el clero ahí reunido les impuso las manos, no sin antes leerse la Letanía de los Santos boca abajo en señal de humildad y obediencia. Al término de la Misa los neosacerdotes le dieron la bendición a los obispos y a toda la asamblea ahí reunida.


DICIEMBRE 09 DE 2012

Monseñor Luis Morales Reyes celebró su 50 aniversario como sacerdote Por LCC Angélica Maldonado Morales

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on una solemne Concelebración Eucarística el arzobispo emérito de San Luis Potosí, monseñor Luis Morales Reyes, dio gracias a Dios por arribar a su 50 aniversario sacerdotal, teniendo como marco la Catedral potosina, la cual se tornó minúscula para recibir a los cientos de fieles que la hicieron lucir a su máxima capacidad en ocasión tan especial para unirse en acción de gracias por los 50 años de vida fructífera. Como ya se había confirmado, el apreciado arzobispo emérito estuvo rodeado del cariño, admiración y respeto de más de 30 obispos de diversas partes del país, sus entrañables amigos, encabezados por el nuncio apostólico: Christophe Pierre y desde luego se vio gratamente honrado por la presencia del arzobispo de San Luis Potosí, monseñor Carlos Cabrero Romero, organizador de este gran festejo. Quien también le emitió palabras de felicitación fue monseñor Arturo Antonio Szymanski Ramírez. Obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos escucharon con atención las palabras de agradecimiento de monseñor Morales Reyes, quien afirmó en su homilía: “Le doy gracias a Dios con todo mi amor por haberme elegido, Él fue quien me llamó de un pequeño pueblo y de una familia pobre. A mi hermano Francisco y a mí nos bendijo con la caridad de su Iglesia de Tacámbaro que nos acogió desde pequeños y nos fue formando, gratuitamente hasta ordenarnos Sacerdotes. “Dios rico en misericordia me hizo el llamado paternal desde corta edad y mi satisfacción más plena es haberlo sido fiel durante mis 50 años de vida ministerial. “Ante Dios y ante ustedes que tanto los quiero, les expreso mi agradecimiento por acompañarme en esta fecha tan especial, pero sobre todo porque son un testimonio de la misericordia de Dios en mi vida Sacerdotal”. Citó a un gran número de Sacedotes que lo formaron en el Seminario así como a amigos obispos, de manera especial agradeció al máximo representante del Papa en México el haberlo honrado con su presencia. Antes de iniciar la solemne celebración Eucarística el Nuncio Apostólico Christopher Pierre le leyó la felicitación que le escribió el Santo Padre Benedicto XVI, en la que le daba las gracias por entregarse fielmente a la Iglesia fundada por Cristo, pero sobre todo por ser un incansable promotor del Evangelio y de la Pastoral Social. Le agradeció su fidelidad, su celo apostólico y su invaluable trabajo pues siempre ha velado por los más pobres entre los pobres tanto en sus 50 años de vida ministerial como desde que fue consagrado obispo.


El A, B, C de la Biblia

La escritura en las lenguas sagradas y las primeras traducciones de Biblia Por David Campos

2 parte

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l empleo de la lengua griega será para todo el Nuevo Testamento, pues aunque es en la historia del mismo pueblo, hay que tomar en cuenta que siglos atrás fueron dominados por los macedonios dirigidos por Alejandro Magno, s. III a.C., y la lengua quedó instaurada en Palestina al ser parte del Imperio heleno -con sus respectivas variaciones como sucediera al hebreo con el arameo-, denominándose en su estudio al griego del Nuevo Testamento como «griego bíblico» para diferenciarlo del griego original, que es conocido como «griego clásico»; los autores que guardan el griego más estilizado al modo del griego clásico son Lucas y Pablo, mientras que el resto de escritores sagrados neotestamentarios emplean un griego más rudimentario por las formas comunes de su uso entre la población judía. En el s. III, a.C., se llevó a cabo una gran obra de traducción del Antiguo Testamento llamada «La Versión de los Setenta» — en modo simple, o de otra manera: «La Septuaginta», y abreviada en números romanos LXX —,se le nombró de esta manera debido a una tradición que según la cual dicta en Alejandría, por órdenes del rey Ptolomeo fueron reunidos setenta y dos ancianos traídos de Jerusalén, seis por cada una de las doce tribus de Israel, para traducir al griego los libros de la enseñanza judía o Torah, labor que realizaron en setenta y dos días, según la leyenda, en una isla cercana a la ciudad donde habían sido convocados, quedando todos conformes con el resultado final. Esta obra es la primera traducción del hebreo al griego, y será el escrito que emplearan los primeros cristianos para reflexionar sus libros sagrados, pues hemos de considerar que el habla de estos era aún el griego.

El siguiente gran paso en cuanto a traducciones fue una obra que se conoce como «la Vetus Latina»— el antiguo latín, en nuestro idioma—, misma que haría su traducción no de toda la Biblia, aunque sí de muchos pasajes de ésta, y sólo del griego, pues del Antiguo Testamento sólo se apoya en la versión de los setenta, mientras que del Nuevo Testamento, recordamos, es el griego también la lengua; de esta obra surge la motivación en san Jerónimo, quien se dedicó a la gran empresa de traducir, el Antiguo Testamento y el nuevo testamento de las lenguas originales al latín, y esto fue realizado desde fines del s. IV y a principios del s. V d.C.; el resultado de su esfuerzo decanta en su obra «la Vulgata»—para el pueblo—, la cual sigue siendo en nuestros tiempos la referencia concreta que utiliza la Iglesia para uniformar criterios en el empleo de la Biblia.

Yo CREO...y vivo mi FE

Creo en Jesucristo… S iguiendo con los artículos o verdades de fe contenidas en nuestra profesión de fe, el Credo, reflexionaremos ahora sobre el segundo artículo (recordemos que son doce). Y éste es acerca de cómo y por qué creemos en Jesucristo. Pues no sólo es necesario que los cristianos creamos en un solo Dios, que es creador del cielo, de la tierra y de todas las cosas. Sino que también es necesario que creamos que Dios es Padre y que Jesucristo es el verdadero Hijo de Dios. “Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo nacido de mujer, nacido bajo la ley” (Gál 4,4). Esta es una verdad que en si misma encierra toda la verdad. Pues Jesucristo es la propia verdad divina. Así el acceso a Dios no es simplemente la aceptación de unas verdades por muy trascendentales que nos parezcan. Sino que, es algo más profundo y, que en el Hijo, se nos ofrece como la única vía capaz de llevarnos a trascender los límites que nos impone nuestra humanidad. “Nadie va al Padre si no por mí” (Jn 14,6). Una vez que Dios se ha revelado plenamente enviando a su propio Hijo, Jesucristo, estableciendo así una alianza con la humanidad para siempre. Debemos reconocer entonces como definitivo el mensaje de salvación por el que Jesús nos invita a ir al Padre. Aunque para nosotros los creyentes, esto nos puede parecer evidente, aún hoy hay quien niega la existencia real de Jesucristo, Hijo de Dios y Señor nuestro. Pero no solo la historia de la Iglesia, sino la propia historia de la humanidad, hablan de un personaje famoso que vivió hace dos mil años. Y cuya importancia fue tal,

Por P. Memo Gil

que sin mencionar la trascendencia y grandeza de su doctrina, su presencia en el mundo determinó separar la historia en dos bloques: antes de Cristo y después de Cristo. Las referencias directas hacia la venida, la misión y la persona de Cristo las encontramos claramente en la Biblia. Y, como alguien dijo: “La Biblia no es un libro, es una Persona: Cristo Jesús”. Tenemos entonces, que se habla de Jesucristo, su vida y su obra en los Evangelios, por eso ocupan un lugar central al inicio del Nuevo Testamento. Pero además, varios historiadores del primer siglo de nuestra era, que eran paganos, hacen referencia a la existencia de Cristo en sus escritos e informaciones. Y expresan que ciertos judíos en varias partes se dicen seguidores de Cristo, de donde les viene el nombre de cristianos. Esto está más que comprobado, sobre todo por los registros de las persecuciones que en los primeros siglos sufrió la Iglesia en el Imperio Romano. Al profesar nuestra fe en Jesucristo, estamos reconociendo cómo Dios nos ofrece la salvación en Él. Ya que el propio nombre de “Jesús” significa eso en hebreo: “Dios salva”. Así descubrimos claramente su identidad y su misión, por el mismo nombre. Como lo declara Pedro en los Hechos de los Apóstoles: “Bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos” (Hch 4,12). Además, para nosotros Jesús es el Cristo. “Cristo” en griego significa “ungido” y equivale a “mesías” en hebreo. Hay que entender que en el pueblo de Israel, eran ungidos en el nombre de Dios los que eran consagrados para una misión que habían recibido del mismo Dios. De este modo eran ungidos los reyes, los sacerdotes y los profetas. Entonces el Mesías es el ungido de Dios por excelencia, para ser enviado a restaurar el Reino de Dios en el mundo. Al decir que creemos en Cristo Jesús, el enviado del Padre y ungido por el Espíritu Santo, y que por eso somos cristianos, estamos expresando nuestra alta vocación de ser “otros Cristos” en medio del mundo. Es decir, que también nosotros hemos sido consagrados por los sacramentos, para realizar la misión de ser propagadores del reinado de Dios con nuestro testimonio y vida de fe.


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DICIEMBRE 09 DE 2012

Un Dios de los tristes E

l cenáculo eran cuatro paredes descascaradas, una mesa y trece sillas. Pero estaba lleno de recuerdos. Uno entraba en él y no podía no pensar: en este punto de la mesa apoyó el Señor uno de sus codos; en aquel vaso bebió vino por última vez; pisaba exactamente la juntura de aquellas losas cuando dijo: «La paz os dejo, mi paz os doy. No os la doy como la da el mundo» (Juan 20, 19ss). Durante mucho tiempo nos prohibimos tocar nada de lo que allí había por temor a borrar sus huellas. Parecía recordar con dolor. Nos decíamos unos a otros: ¿dónde estarán ahora la jofaina y la toalla que utilizó para lavarnos los pies aquel jueves de dolor? Por aquella ventana se asomó un día y, acodado en el alféizar, nos contó la parábola del carpintero. Parecía estar haciendo el elogio de José, su padre. Pero, ¿quién se acuerda hoy de aquella historia? Ni Mateo ni Juan la incluyeron en sus evangelios. Y cuando estaba a punto de explicarnos su significado, como siempre hacía, pasó por debajo de la ventana una docena de chiquillos y se puso a platicar con ellos de la belleza de los lirios y de los pájaros del cielo... Sus manos cobraron vida. Fue allí también donde, más tarde, Tomás se puso a refunfuñar diciendo que no había nada que hacer, que habíamos perdido tres años de nuestra vida y que era necesario aceptar nuestro fracaso con coraje para no perder el poco o mucho tiempo de vida que nos quedara. ¡El cenáculo! Allí fue donde comió con nosotros después de la Resurrección, donde nos palmeó la espalda por última vez antes de decirnos: «Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios» (Juan 16,5). ¡Qué difícil era la vida sin él! Además, teníamos miedo. Y aunque habíamos recibido la orden de salir a predicar la Buena Noticia por todos los rincones de la tierra, nadie tenía ganas de nada. Nuestro único deseo era estar allí, encerrados en el cenáculo, donde todo nos hablaba de Él. ¡Él había resucitado y nosotros seguíamos viviendo en la nostalgia! Un día dije a mi hermano: «Simón, ¿por qué no reunirnos en otro lugar, en la casa de cualquiera de nosotros? El cenáculo nos fascina, pero nos ata al pasado. Busquemos otro». A lo que respondió éste como jefe de aquella banda de desanimados: «O en el cenáculo o en ningún otro lugar». También él, aunque no lo confesara, tenía miedo: pensaba que los jefes de los judíos comenzarían ahora a buscarnos a nosotros. En el cenáculo o en ningún otro lugar. Por supuesto, no había nada más que decir. Sus manos volaban; parecía el director de una orquesta. Un día, cincuenta días después de la resurrección, mientras orábamos, se apoderó de nosotros un extraño entusiasmo y salimos corriendo del cenáculo, como si de pronto hubiésemos caído en la cuenta de algo sumamente importante. Una fuerza misteriosa nos empujaba a salir, y de una sola carrera llegamos todos juntos a la plaza de la ciudad.

Fue Simón quien comenzó a hablar. Parecía otro. Jamás lo había hecho con tanto ardor. Aquel día se nos unieron cerca de tres mil personas (esto lo asegura Matías, que, como era el sucesor de Judas en el grupo, se creía en el deber de contarlo todo). ¡Tres mil personas! Ya no recordaba dolorosamente. Ahora miraba con desafío. El mundo, hoy, los espera a ustedes como nos esperaba a nosotros hace dos mil años. Los espera silenciosamente, en voz baja, como espera la mujer a su amado en la noche avanzada. Aprendan a leer los deseos de los hombres, a interpretar sus anhelos más verdaderos. He aquí, por ejemplo, lo que cantaban hace poco muchísimos jóvenes hablando del Dios en el que ya han dejado de creer:

«No hay mañana en la que no esté tentado de crear un Dios humilde, justo: un Dios que acaricie nuestra alma. Un Dios de los tristes, un Dios más humano; un Dios que no castigue: que proteja; que, si me caigo, me levante; que, si me pierdo, me tienda la mano; un Dios que, si yerro, no me culpe, y que si dudo me entienda... Padre nuestro, de todos nosotros: ¿por qué nos has olvidado? Padre nuestro ciego, sordo y desocupado, ¿por qué nos has abandonado?». Es la letra de una canción de Mägo de Oz, el grupo de rock español. Y este Dios que el mundo echa de menos, ¿no es Jesús? ¡Respóndanme ustedes! Aquella vez, tres mil seres aguardaban a que nos decidiéramos a abrir la boca y les habláramos de este Dios que secretamente añoraban. ¡Ábranla también ustedes hoy! ¡No se queden callados! En una ocasión le preguntaron a Heinrich Böll, el novelista alemán –Premio Nobel de Literatura 1972-, qué pensaba de los cristianos; respondió, indignado: «¿Cómo es posible que 800 millones de cristianos (cuando esto dijo eran solamente 800 millones) sean tan poco capaces de transformar este mundo, un mundo de terror, de opresión, de miedo? Sin embargo, donde surge un cristiano allí el mundo se asombra. 800 millones de hombres tienen la posibilidad de asombrar al mundo. Tal vez alguno haga uso de esta posibilidad. Pues incluso el peor mundo cristiano sería preferible al mejor mundo pagano, porque en el mundo cristiano hay lugar para aquellos a quienes ningún mundo pagano dio cabida. Hay no sólo lugar, sino también amor para los aparentemente inútiles. Yo creo en Cristo. Y creo que 800 millones de cristianos pueden cambiar el rostro de esta tierra». Si Cristo muriera otra vez, ahora en el corazón de los hombres, el mundo se hará irrespirable, animal, salvaje. Del arrojo de ustedes depende que el mundo siga siendo un mundo humano.

Sus ojos eran dos antorchas, y sus brazos dos llamaradas. Yo hubiera querido seguir escuchándolo pero, de pronto, sin saber cómo, desapareció.


El derecho romano en la vida cotidiana Los senadores, La curul y Los bienes pecuniarios (Primera de cinco partes)

Por Mtro. José Ricardo García López

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n gran número de los idiomas actuales derivan directamente de la lengua latina como son: el italiano, francés, portugués y nuestro idioma español, entre otros. Esta es la razón por la que muchas de las palabras que pronunciamos tienen su origen en el latín y de entre ellas alguna surge en la vida jurídica y política de Roma. En este artículo y en los siguientes daremos ejemplo de algunas de esas voces que hoy en día todavía usamos, razón por la que hemos titulado a esta pequeña serie: El Derecho Romano en la vida cotidiana. Roma estuvo asentada desde su fundación en año 754 ó 753 a. C. sobre la colina del Palatino. Posteriormente se extendería poco a poco a las colinas del Capitolio, Aventino, Celio, Esquilino, Viminal y Quirinal, por esta razón se habla siempre de las siete colinas de Roma. Tres fueron las tribus que fundaron e integraron el pueblo de Roma; una de raza latina que se conoció como los Ramneses, cuyo jefe era Rómulo; otra de raza sabina llamada los Titienses bajo el gobierno de Tatio; y, por último, la tribu de raza etrusca conocida como los Luceres, cuyo jefe era Lucuwio. El gobierno de la naciente Roma era monárquico aunque no se trataba de una monarquía absoluta porque sobre el monarca estaba el senado formado, en su mayoría, por hombres que hoy calificaríamos como de la tercera edad llamados senadores, así podemos definir al Senado como el conjunto de seniores, palabra derivada de senex que significa anciano, por lo que el senado es el conjunto de los senex, es decir, los ancianos, pero ancianos en el sentido de personas experimentadas, valiosas por la sabiduría que han acumulado a través de los años y por lo mismo con la suficiente autoridad para aconsejar al rey y no personas decrépitas que difícilmente tienen un control adecuado de sus facultades físicas y mentales. Lo contrario de senex es junior que hace el plural juniores porque se trata de una palabra latina y no como erróneamente pretenden algunos, sobre todo los periodistas, que hacen terminar el plural en “rs” así: juniors como si se tratara de una palabra anglo sajona cosa que es del todo incorrecta y falsa.

La curul Otra de las palabras de uso cotidiano es curul, cuyo origen es el siguiente: al principio Roma era un pueblo relativamente pequeño y por lo tanto el rey desempeñaba funciones de índole muy diversa como: administrar el tesoro, celebrar el censo, atender la policía de la ciudad; crear leyes e impartir la justicia; para atender este último cargo se dice que Rómulo, el primer rey de Roma, desuncía los caballos de uno de los carros de guerra, que como ya lo sabemos, y los hemos visto en las películas sobre la Historia de Roma, eran de forma semicircular, entonces el rey se sentaba ante el pueblo para impartir la justicia y de ahí que curul sea un derivado de currus, o sea, el carro de guerra. Esta es la razón por la que a los escaños donde se sientan los senadores y diputados, o sea, quienes crean las leyes, se les llama la curul. Como el rey, no sólo creaba las leyes sino que también las aplicaba, al escaño de los jueces y magistrados también se les da el calificativo de curul.

Los bienes pecuniarios Para concluir este artículo nos referiremos a la expresión que con frecuencia escuchamos y es: los bienes pecuniarios, expresión con la que queremos significar que nos referimos a objetos que tienen valor monetario y por consiguiente los podemos cambiar por dinero. La explicación de esto es la siguiente: en la Roma primitiva, esto es, cuando era una pequeña aldea, el medio de adquisición en vez de moneda fue el ganado de pezuña: toros, vacas, borregos, burros, caballos y otros semejantes. En latín ganado de pezuña se dice pecus pecoris, es decir, que la moneda para los primitivos romanos era el ganado por eso es que nosotros decimos bienes pecuniarios cuando queremos referirnos al patrimonio que tiene un valor traducible en dinero. Más aún las primitivas monedas romanas tienen impresa la efigie de un toro, reminiscencia de su primitivo uso como medio de adquisición. Existen un gran número de palabras castellanas con este vocablo, así tenemos: agropecuario, abastecedores pecuarios etc. También para referirnos a las cosas que pueden ser traducibles en dinero decimos: bienes pecuniarios, negocios pecuniarios, para significar que en ellos está de por medio el dinero o que lo producen.


Justicia para todos, pide Nuncio Apostólico Christophe Pierre Por Angélica Maldonado Morales

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n las circunstancias que ha vivido México, en los últimos años, y ante el comienzo de una nueva etapa presidencial, significa que en este país hay democracia y participación popular. La Iglesia no pierde la esperanza de que el país no deje de crecer, de progresar; esperamos que el nuevo Presidente de la República, Enrique Peña Nieto cumpla con lo que prometió en campaña y de verdad se comprometa a actuar con honestidad, rectitud, impartiendo justicia para todos por igual. Se espera realmente que actúe, él y su gabinete y todos los funcionarios de este nuevo sexenio, con seriedad, con inteligencia, con suma responsabilidad, porque son servidores públicos, deben servir a la sociedad con inteligencia y liderazgo, pero siempre velando por el bien común no por sus propios intereses. “Les pido a todos los mexicanos vivir en la esperanza, pero no como una idea sino como una realidad en la que todos estemos comprometidos”. Así lo señaló en entrevista el Nuncio Apostólico, monseñor Christophe Pierre, quien indicó, con un profundo sentido de tristeza, que hay muchas faltas de coherencia en nuestra vida como cristianos, por eso hay tantos problemas, tanta violencia, pero el trabajo para que México sea mejor es de todos, no de unos cuántos, no solamente de los gobiernos o de nuestras autoridades, todos debemos empeñarnos en buscar la paz y la unidad que tanto ansía México. El representante del Papa en México, don Christophe Pierre, quien transmite indescriptible paz espiritual señaló: “El reto de la Iglesia siempre será la fidelidad, siempre será ese un reto, debemos ser todos discípulos y misioneros de Jesucristo y debemos vivir el Evangelio plenamente, hay que ser coherentes con la llamada de Cristo”. “La paz se debe reflejar en todos los ámbitos de la vida social, la Iglesia ha entrado desde sus inicios en el alma del mexicano y de su propia identidad buscando la paz por diversos senderos y en todos los aspectos del ser humano”. “Como ha dicho monseñor Luis Morales Reyes, cuando la gente ve a un obispo o a un sacerdote, lo abraza, quiere tocarlo, porque siente que la Iglesia es parte suya, claro que eso conlleva una inmensa responsabilidad de nuestra parte. Nosotros sólo respondemos al mandato que Dios nos hace, de llevar la paz a todos lados y proclamar su Palabra que precisamente es de paz, de amor, justicia, perdón y bondad, por eso debemos estar comprometidos a predicar los valores del Evangelio y que tienen que ser vividos por nosotros”. Yo sinceramente no puedo soñar con un México sin Dios y la Iglesia, definitamente. Concluyó Nuncio Apostólico en México, monseñor Christophe Pierre, quien atendió con gran amabilidad y sencillez a la prensa.

Los retos del nuevo Presidente www.siame.mx

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l arribo del Lic. Enrique Peña Nieto a la Presidencia de México abre nuevas expectativas de desarrollo en una sociedad dividida ideológicamente, abrumada por la pobreza, la desigualdad social y la falta de oportunidades para las nuevas generaciones; una sociedad herida por el flagelo apocalíptico de una violencia demencial desatada por el crimen organizado, e impotente ante un sistema judicial ineficiente y corrupto –que permite la más escandalosa de las impunidades– y una clase política en la que muchos sólo pretenden sus intereses y viven en el derroche irresponsable de los recursos públicos; una sociedad con un sistema educativo deplorable y un sindicalismo mezquino que no favorece el desarrollo comunitario, y que ha incorporado a su cultura la corrupción que devora, como hoyo negro, los recursos que deberían ser canalizados para el desarrollo social. Ningún buen mexicano le debe apostar al fracaso del nuevo gobierno porque sería en perjuicio de todos los ciudadanos. Y es que, pese a que la realidad descrita es desoladora, debemos mantener firme la esperanza de que es posible transformarnos y forjar en nuestra patria una sociedad mejor. Es preciso salir de la mezquindad personal y grupal para poner en nuestra mira la construcción de un país que no puede perder las oportunidades que tiene para sensibilizarse en cuanto a los múltiples problemas que nos aquejan, y aspirar en conjunto al progreso y desarrollo, que deben ser pilares de la justicia y la paz. El presidente Enrique Peña Nieto tiene ante sí una serie de retos que son impostergables de atender, a saber: La promoción de un auténtico humanismo que ponga a la persona y su dignidad en el centro del servicio del quehacer político, por encima de los intereses partidarios o particulares de los institutos políticos o gremios, y sus ideologías. La educación, entendida no sólo como transmisión de conocimientos, sino como una formación integral que promueva los valores de la paz, el respeto, la fraternidad y la responsabilidad ciudadana en la construcción de la nación. De igual modo, el avance científico y tecnológico, las artes y el deporte. La promoción y el fortalecimiento de la familia, tomando en cuenta el matrimonio como base de la socie-

dad, impulsando la educación de las nuevas generaciones en los valores morales y cívicos para su integración en el desarrollo social. El combate a la injusticia social – dramáticamente presente en las abismales desigualdades sociales y el sufrimiento de la pobreza en la que vive sumida más de la mitad de los mexicanos–, mediante la creación de empleos debidamente remunerados, la implementación de programas sociales –libres de paternalismos y clientelismos políticos– que fomenten una cultura del trabajo, la solidaridad, el compromiso comunitario y el ahorro. La lucha contra la arraigada corrupción, que debe partir de un historial limpio de los funcionarios públicos –vigilante en todo momento en el entendido de que el enemigo también se encuentra en casa–, un compromiso tangible del gobierno por combatir y repudiar la deshonestidad, y propuestas que desalienten y castiguen rigurosamente esta práctica, pues hoy por hoy es el cáncer que consume al país y corrompe a las nuevas generaciones que ven en este mal algo natural o necesario. La promoción de iniciativas para el desarrollo económico, que pasa por una serie de reformas constitucionales, que históricamente ha sido aplazada por la mezquindad política que frena injusta e irresponsablemente el desarrollo de las futuras generaciones. El combate al crimen organizado, que es deber irrenunciable del Estado, respetando en todo momento los derechos humanos y la salvaguarda de la tranquilidad social, no sólo con el uso legítimo de la fuerza, sino mediante una educación para la paz y en los valores morales y cívicos que rehaga el tejido social y nos conduzca a una reconciliación nacional. El cuidado, la protección, la promoción y la integración social de las personas más vulnerables, los ancianos, los indígenas, los niños y los discapacitados, combatiendo toda discriminación, maltrato y marginación. Y finalmente, el cuidado y la preservación ecológica y de los recursos naturales de la nación, sensibilizando en su cuidado, combatiendo su explotación y contaminación, y educando a las nuevas generaciones en la responsabilidad de los bienes de la tierra que nos han sido confiados por Dios.


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Palabras penetrantes, clavos de amor Y otra vez se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a Él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas (Mc 4,1-2a).

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a orilla del mar, la playa fresca de Galilea, el lugar perfecto para el descanso, el lugar exacto para un buen día de paseo. Y en la compañía perfecta. ¿Qué más se podía pedir? La muchedumbre seguía a Jesús y estaba deseosa de escuchar sus palabras, sus enseñanzas. ¿Qué les diría hoy este Nazareno recién afamado a quien todos andaban buscando? ¿Haría algún milagro aquel día? ¿Comenzaría Él a organizar quizás al pueblo para echar fuera de su tierra a los romanos invasores? ¿Era este el Profeta, el Mesías, el verdadero rey de los judíos de que hablaban las escrituras? ¿Por qué si los escribas y los fariseos conocían las promesas no se convencían de que este era el hijo de David que se esperaba? ¿Por qué ellos no lo seguían como casi toda la población? ¿Por qué ellos no le decían al pueblo que el Mesías había llegado al fin y que se acercaba la gloria de Israel?

Era una gran multitud, incontable, desmedida. Jesús sube a una barca, y la gente se sentó allí en la playa, en las arenas, en los riscos, tenían deseos de escuchar a ese hombre de Nazaret de quien todo el mundo hablaba últimamente. ¿Qué les enseñaría esta vez? Pero esta ocasión Jesús cambió el estilo. Hacía unas semanas, cuando entraba a las sinagogas les hablaba claro y directo, y todos se asombraban de su doctrina, de sus palabras llenas de sabiduría, de su conocimiento de Dios, del Dios de Israel, del Pastor que guía a su pueblo. Pero esta vez Jesús, al hablar a la multitud, les enseñaba en un lenguaje algo extraño, lo hacía de manera alegórica, ¿quién podría entenderlo? Ahora adoptaba un talante muy diverso de cómo lo conocieron anteriormente. ¿Por qué lo hacía? ¿Qué se proponía? Jesús enseñaba como verdadero maestro. Él se había constituido en rabino. Las multitudes lo seguían, estaban pendientes de sus palabras, y aunque no las entendían del todo, les gustaba escucharlo, porque cuando él hablaba parecía que los ángeles bajaban hasta donde estaba Él. Algo casi mágico tenía su voz, Él tocaba las almas cada que abría la boca. ¿Cómo podían no seguirle, si allí en ese carpintero de Nazaret se sentía todo el amor de aquel Padre de quien Él hablaba con tanta frecuencia? Pero Jesús les hablaba en un lenguaje casi extraño; era verdad, les hablaba en un lenguaje coloquial, en perfecto arameo, en la lengua que ellos habían aprendido de sus padres. Pero algo quedaba oculto a sus oídos. No todo parecía quedar claro. Había una cierta clave que cada quien debía descifrar o interpretar. Y precisamente en esos misterios

...En esta ocasión Jesús cambió el estilo.

que dejaban sus palabras estaba la maravillosa voz de Dios que hablaba. Se ponía a comparar el Reino de los Cielos de que hablaba con algo que ellos pudieran entender, pero cuanto más ejemplificaba, menos entendían el significado oculto de sus palabras. Sin embargo aun con eso, en sus enseñanzas encontraban la dulzura del Dios que habla y que conduce. Al escuchar a Jesús, los que le seguían sabían que Dios hablaba en Él, ellos al tener frente a sí las palabras de Jesús no podían sino pensar en los profetas que también usaban un lenguaje diferente, un estilo que había que interpretar, como lo hacían los escribas en las sinagogas. Leían un trozo de Isaías, por ejemplo, y luego lo explicaban con sus propias palabras, es decir, interpretaban, hacían un ejercicio hermenéutico para facilitar a sus oyentes la comprensión del texto. Lo mismo los salmos y otras lecturas. Los escribas, los sabios del pueblo hacían labor de verdaderos eruditos para entender los designios del Dios de los padres expresada en los libros de la ley y los profetas. Y los que escuchaban a Jesús quizás entendían que ahora Dios les hablaba en persona. Que Jesús era el mismísimo Dios que dictó en la antigüedad a los profetas sus propias palabras de vida, sus mensajes de salvación, descubriendo y al mismo tiempo ocultando. Sí. Era Jesús la viva voz de Dios que ahora no necesitaba estar escrita, porque ahora estaba viva, ellos mismos tenían la dicha de escucharla, de sentir su poder sanador; ellos, al oír hablar a Jesús sentían en sus corazones que su Dios les hablaba en vivo; ya no hacían falta las explicaciones intrincadas de los escribas, ellos mismos oían, y, aunque no entendían del todo, tenían el consuelo de haber sido testigos del Dios que es Palabra, del Dios que habla a su pueblo directamente. Ellos constataban que tenían ante ellos a un Dios que es grande, que deja que los hombres le conozcan y le escuchen. Pero había un problema. Jesús les hablaba en parábolas. ¿Por qué lo hacía? Quizá Él esperaba a que alguno dijera: explícanos esta parábola, pero no lo hacía nadie. Todos callaban, solo se quedaban maravillados al impacto de aquella voz del carpintero que martillaba, que hendía como clavos en el alma, clavos de amor. Eso eran sus palabras, clavos de amor dirigidos a

las almas, hacia las conciencias, hacia los corazones de cada uno. Al escucharlo sabían que esas palabras eran para ellos, que estaban incluidos en el mensaje amoroso de aquel humilde carpintero que enseñaba en parábolas.

Al escuchar a Jesús, les parecía tener frente a sí un enorme libro que Dios escribía en vivo para todos ellos. Sentían algo parecido a aquello que ocurría cuando en las sinagogas escuchaban las lecturas de los profetas, lecturas que no entendían del todo, y sin embargo sabían que esas palabras estaban dictadas por el Dios libertador, el que sacó de Egipto a sus antepasados; tampoco entendían del todo las palabras de la ley y los profetas, pero sus rabinos autorizados les explicaban todo, según su capacidad. Jesús les hablaba de un sembrador, de granos de trigo, de frutos, de lámparas, del ciento por uno, de semillas de mostaza, de ovejas, de lobos, de tesoros, perlas finas, banquetes, bodas, y de tantas otras cosas de la vida cotidiana, pero con un sentido oculto. Y finalmente sentenciaba: el que tenga oídos para oír que oiga. Y lo hacía como retando a quién pudiera comprenderlo. Con esto quizás les decía que ese Reino no era para todos, que se necesitaban otro tipo de oídos, de ojos: los oídos y los ojos de la fe. En esta año de la fe, esforcémonos en buscar a Jesús, como lo hacían aquellas multitudes, pero también pongamos empeño en encontrar el buen sabor de sus palabras de vida eterna, acerquémonos a las enseñanzas de los pastores de la Iglesia, conozcamos la doctrina de los santos padres, que han interpretado a fondo las palabras de Jesucristo, tratemos de leer y aprender de los documentos del Concilio Vaticano II, abundante en enseñanzas de la Escritura, que nos acerca más al mensaje y nos lo hacen práctico, actual, vivo. Conozcamos a Jesucristo, dejémonos educar por Él, caminemos con Él. Sentiremos sus palabras como una brisa suave, como aquella brisa ligera y fresca de las playas de Galilea, donde Jesús enseñaba con sus parábolas de martillo celestial los misterios del Reino de los Cielos.


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Palabra de Dios

Estén alerta Evangelio según san Lucas 3, 1-6 En el año decimoquinto del reinado de César Tiberio, siendo Poncio Pilato procurador de Judea; Herodes, tetrarca de Galilea; su hermano Filipo, tetrarca de regiones de Iturea y Traconítide; y Lisanias, tetrarca de Abilene; bajo el pontificado de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino la palabra de Dios en el desierto sobre Juan, hijo de Zacarías. Entonces comenzó a recorrer toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de penitencia para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro de las predicciones del profeta Isaías: Ha resonado una voz en el desierto: Preparen el camino del Señor; hagan rectos los senderos. Todo valle será rellenado, Toda montaña y colina, rebajada: lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán allanados y todos los hombres verán la salvación de Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

Preparen el camino del Señor En nuestro camino hacia la navidad, el Señor, este segundo domingo de adviento aparece una interesante figura evangélica: un hombre que llegó del desierto; un profeta con un mensaje claro y preciso; un hombre que viste con sencillez y que vive con sabiduría, un hombre que nos invita a la conversión, al cambio profundo del corazón, “Juan el bautista”. Juan el bautista proclama la necesidad de prepararle el camino al Señor, para que todos vean la salvación de Dios; predica un bautismo para la conversión y el perdón de los pecados. Su palabra es ardiente y refrescante a la vez, habla con palabra y con signos, mueve al arrepentimiento y a la conversión, sabe que el tiempo está próximo, y nos dice: que allanemos nuestro corazón, que rectifiquemos nuestra voluntad, y corrijamos nuestras asperezas; que pongamos alegría en nuestra vida para que Jesús encuentre un corazón disponible y amigos esperándole. Es san Juan bautista quien alienta nuestra esperanza, en nuestro camino de adviento a la navidad, con su presencia clara y su mensaje de conversión, tenemos clara la tarea de prepararle el camino al Señor. Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez

Oremos por el inicio del nuevo sexenio José Rafael Quintá Méndez, II Teología Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino

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l presente artículo podría causar polémica o prestarse a la discusión, sin embargo ésta no es la intención. Como bien sabemos hace algunos meses ejercimos nuestra vocación ciudadana, al acudir a las urnas electorales el pasado 1º de julio en busca de mejores condiciones de vida y depositamos nuestra confianza en algún candidato por medio de nuestro voto libre y secreto. Algunos contendientes fueron de nuestro agrado y otros definitivamente no. El resultado ya está dado, y la gran mayoría de los funcionarios públicos se encuentran ya trabajando (al menos eso esperamos) en sus tareas específicas. Ahora bien, este 1° de diciembre tomó protesta como Presidente de la República de los Estados Unidos Mexicanos, el licenciado Enrique Peña Nieto. Sea de nuestro agrado o no, será nuestro Presidente. Hay que tener en cuenta que el rumbo de México no sólo está en manos del primer mandatario y su gabinete, de los diputados y los senadores, sino que está en manos de todos y cada uno de los mexicanos. Sería inmaduro echarle la culpa de todo lo malo que pasa a la autoridad, pues cada uno debemos poner nuestro granito de arena en la edificación de un mundo más humano, más sensible a la realidad y más consciente de lo que nos toca realizar en nuestra colonia, barrio y país. No hace mucho tiempo, se escuchaban anuncios en radio y televisión sobre la situación actual, en relación a que “somos más los que actuamos diferente”. Y eso es verdad, no lo dudo ni tantito, y hoy invito a que

nos pongamos “la verde”, pero no sólo un día sino siempre, y así no fijar la mirada sólo en lo deficiente del gobierno, sino ayudar a consolidar un mejor país y mejorar el entorno en donde nos encontramos, haciendo más digno a nuestro México, partiendo desde las familias. Finalmente quiero invitar a tomar las palabras de la oración colecta del Misal Romano, en su apartado de oraciones por la sociedad civil, en donde está contenida una oración por el Presidente de la República, y aclaro, no es que la Iglesia pertenezca a un partido político, sino que también se preocupa por el bien común y en este sentido la Iglesia pide a Dios por los gobernantes para que dé acierto a sus decisiones, y por los que tienen en sus manos el destino de los pueblos. Oremos también para que Dios Nuestro Señor derrame su bendición sobre nosotros y por intercesión de la Santísima Virgen María de Guadalupe sepamos ser ciudadanos responsables, promotores de justicia y de paz. Así pues, elevemos nuestra oración: Dios y Señor Nuestro, de quien procede toda autoridad legítima, concede a nuestro primer mandatario un atinado ejercicio de su mandato, para que, respetando siempre tus derechos, busque promover, como es tu voluntad, la paz y el bienestar de su pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén. Santa María de Guadalupe. Salva nuestra Patria y conserva nuestra fe.


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...Lo de Dios a Dios

Diócesis de Matehuala

La DSI y el magisterio latinoamericano Por David Grimaldo

Fraudes en el ofrecimiento de visas Por César Álvarez. Pastoral de Migrantes.

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entro de las actividades de la Pastoral de Migrantes que se desarrolla en la diócesis de Matehuala, estamos desarrollando el proyecto “Jornaleros Seguros” que va dirigido a los mexicanos migrantes que van a trabajar al campo de los Estados Unidos por medio de un permiso temporal de trabajo que se llama Visa H2–A. El objetivo del proyecto es prevenir y reducir los abusos a los que son sometidos estos jornaleros agrícolas por parte de los empleadores, contratistas y enganchadores. Cada año acuden a los Estados Unidos a trabajar bajo este esquema alrededor de 60 000 personas. Las cuales realizan actividades propias del campo como lo es sembrar o cosechar algún producto agrícola.

La problemática que existe en esta modalidad de empleo es el hecho de que estos jornaleros agrícolas desconocen sus derechos laborales. El gobierno mexicano desconoce esta situación y los trabajadores quedan a merced de la explotación en el país vecino. Y en nuestro territorio sufren los engaños de los enganchadores y/o contratistas. Dentro del proyecto se imparten pláticas y talleres sobre los derechos laborales de los jornaleros agrícolas que cuentan con la Visa H2–A en las comunidades del altiplano potosino. Al realizar estas actividades nos hemos percatado de la actos de fraudes cometidos por enganchadores, que consisten en personas que llegan a comunidades rurales y aprovechando la pobreza, ignorancia y necesidad en que viven las familias de estos lugares ofrecen Visas para trabajar en los Estados Unidos, obviamente este ofrecimiento va acompañado de un costo monetario que tiene que cubrir el interesado. Cuando las personas de las comunidades que tienen la intención de irse a trabajar cubren esta cantidad, que varía mucho – hay casos que van desde los $ 300 a los 20 000 pesos- el enganchador huye con el dinero y no se vuelve a saber de él. Es por esto que desde la Pastoral de Migrantes de la diócesis de Matehuala hacemos un llamado para estar alertas y no permitir que sucedan estos fraudes. Una forma de disminuir la probabilidad de caer en estos engaños es solicitar a quién nos ofrece una Visa de trabajo en los Estados Unidos, el nombre de la compañía que supuestamente nos va a contratar y el lugar donde se ubica. Con estos datos en la Pastoral de Migrantes podemos investigar si en verdad existe la compañía y si se encuentra reclutando trabajadores, y de esta manera prevenir en la medida de lo posible que los trabajadores del campo sean engañados por tener la esperanza de trabajo, que su país le ha negado.

Antes de analizar cada uno de los documentos pontificios sobre la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), desde el Papa León XIII hasta el Papa Benedicto XVI, veamos algunos pensamientos de los Obispos latinoamericanos.

Constitución Gaudium et spes. Esta Constitución trata de la Iglesia en el mundo. Más en concreto de la Doctrina Social de la Iglesia que lo que nos ocupa. Con respecto a este tema los obispos reunidos en Medellín expresaron lo siguiente:

Ustedes saben que el Concilio Vaticano II se celebró en la ciudad del Vaticano en Roma, Italia. Tal acontecimiento se realizó del 11 de octubre de 1962 al 8 de diciembre de 1965. Se le llamó a esta reunión Vaticano II, porque hubo una anterior también en la misma ciudad del Vaticano de 1869 a 1870.

• Le dan un gran valor a la doctrina social y se preocupan mucho de orientar a que se aplique correctamente. • Sugieren la creación o desarrollo de “semanas sociales” destinadas a ese fin (Justicia 18). • La creación de comisiones de acción social en el seno de las conferencias, a las cuales se les confía “la elaboración doctrinal…, las iniciativas en el campo de la presencia de la Iglesia, como animadora del orden temporal en una auténtica actitud de servicio” (Justicia 22). • Aunque la doctrina da orientación y los laicos deben aplicarla, el documento de la Juventud constata la aspiración de los movimientos juveniles que “esperan de la Jerarquía mayor apoyo moral cuando se comprometen en la aplicación concreta de los principios de doctrina social enunciados por los pastores” (Juventud 8).

En este año de la fe el Papa ha pedido a toda la Iglesia el estudio, profundización y la vivencia de los documentos conciliares. Por eso debemos afianzar nuestra fe conociendo y asumiendo lo último sobre “fe y costumbres” que encontramos en dichos documentos. Los obispos después del Concilio asumieron con fe todo lo que ahí se aceptó y promulgó. Una de las tareas fue la divulgación y puesta en práctica de la doctrina conciliar. Para responder a este cometido los obispos latinoamericanos se reunieron en Medellín Colombia en 1968. Esta reunión se le conoce como la II Conferencia del Episcopado Latinoamericano, la primera se celebró en 1959 en Río de Janeiro, Brasil. De la reunión en Medellín se redactó un libro que se conoce como Documento de Medellín. Este documento recoge la doctrina, con sabor a América Latina, del Concilio Vaticano II. Los documentos conciliares pedían ser inculturados en cada país, en cada continente, en cada Iglesia particular, en cada parroquia. Por eso el documento de Medellín es el fruto de una larga reflexión de Obispos, teólogos y gente preocupada por las cuestiones sociales, que se propusieron orientarnos para vivir el Concilio en nuestras Iglesias particulares. Uno de los documentos del Concilio es la

La sección sobre la juventud se expresa proféticamente: “Los jóvenes esperan de los Pastores no sólo que difundan principios doctrinales sino que los corroboren con actitudes y realizaciones concretas. Se da el caso de jóvenes que condicionan la adhesión a sus pastores a la coherencia de sus actitudes con la dimensión social del Evangelio. ‘El mundo, dice Pablo VI, nos observa hoy de modo particular con relación a la pobreza, a la sencillez de vida…’ (Juventud 5). Nuestros jóvenes siempre han sido una fuerza muy grande dentro de la Iglesia. Su valor profético tiene un tinte muy especial. Con su palabra sincera y de fe nos ayudan a sacudirnos de nuestras comodidades y carencia de testimonio. El documento de Puebla, tomará como una opción pastoral a los jóvenes. Saludamos desde esta columna a todos nuestros jóvenes y los animamos a seguir siendo la fuerza transformadora de la sociedad.


DICIEMBRE 09 DE 2012


CÁLIZ COPONES CUSTODIAS CANDELEROS FLOREROS IMÁGENES EN BULTO RELICARIOS CRISMERAS LAVABOS SAGRARIOS VINAJERAS RECLINATORIOS INCIENSARIOS ALCANCÍAS MANTELES ORNAMENTOS

Salvador González Guzmán

Francisco Villa No. 221 Col. 21 de Marzo C.P. 78437 San Luis Potosí, S.L.P.

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Col. El Pocito, Querétaro, Qro. Tel. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94

El Semanario La Red tiene el honor de invitar a Ud. a la presentación del libro

Los secretos de Dios de Juan Jesús Priego,

el jueves 13 de diciembre, a las 20:00 horas, en el audotorio Montes de Oca, en la Casa de la Acción Católica (Madero 405, Centro).


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