Edición 202

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Madre recibe un “milagro” en Navidad

Año 4

No. 202

Semana del 23 al 29 de diciembre de 2012

Alegrémonos porque nuestro salvador ha nacido en el mundo

Del cielo ha descendido la paz verdadera

En la Navidad del año 2000, la italiana Lucrecia Tresoldi recibió un milagro: su hijo Maximiliano despertó del estado de inconsciencia en el que vivió por casi diez años tras sufrir un accidente automovilístico. “Max” tenía sólo 20 años cuando quedó paralizado como “un tronco muerto sin posibilidad alguna de recuperación”, tal como los médicos le diagnosticaron el 15 de agosto de 1991, cuando sufrió un terrible accidente de auto. El 28 de diciembre de 2000 Lucrecia Tresoldi acostó a Max como cada noche desde que salió del hospital para cuidarlo. En esta ocasión, no tomó su mano para hacerle el signo de la cruz, se sentía deprimida y sin fuerzas. “Mira, esta noche ya no puedo más, no quiero ni rezar ni nada”, le dijo. No obstante, como explica Lucrecia “el signo de la cruz fue realmente su salvación”, y en ese instante Max sacó las fuerzas para consolar a su madre, alzó la mano y se hizo él mismo el signo de la cruz. Después, la abrazó. Para Lucrecia fue el mejor regalo de Navidad. Desde ese momento, Max comenzó a exteriorizar sus sentimientos y emociones. Max afirmó que él “siempre ha estado contento a pesar de su parálisis”. Lucrecia señaló que la primera palabra que dijo Max fue “yo soy feliz, estoy contento de estar con ustedes”. Acto seguido, dijo que había sido consciente de todo cuando no tenía fuerzas para expresarse, e incluso sabía la equivalencia de la lira italiana al euro. La madre de Max está segura de que Dios tenía un proyecto para su hijo: recordar al mundo que las personas con discapacidad tienen derecho a una vida digna, son fuente de vida y deben ser amadas y respetadas. “El día del accidente le dije a la Virgen: ‘el 15 de agosto mi hijo estaba en tus manos, lo hiciste nacer el 8 de septiembre a pesar de tener que nacer un mes después, y no sé qué proyectos hiciste tú para tu hijo, pero yo lo dejo en tus manos. Solo dame las fuerzas de ir hacia adelante y aceptar todo esto’”. Lucrecia explica que siempre fue una mujer muy frágil, pero la fe es lo primero que la sostuvo junto a la unidad de su familia. Cuando ocurrió todo, “les dije ‘somos una familia y tenemos que trabajar todos unidos. Y también se unieron sus amigos y los voluntarios, y así hemos formado un gran grupo donde hoy son ellos los que nos dan las gracias porque han aprendido mucho”. Max también es capaz de escribir y lo demostró incluso ante el Papa Benedicto XVI. El 2 de junio de este año tuvo un encuentro con él en Milán y le entregó el libro firmado y con una dedicatoria.


DICIEMBRE 23 DE 2012

Navidad

E

l corazón del Credo es Jesucristo. Él es el motivo de la fe, él es quien nos vino revelar al Padre y a darnos el Espíritu Santo. Él es la razón de nuestra alegría: la alegría de la salvación. En este año de la fe conviene reforzar nuestro conocimiento de Jesús, el hijo de Dios. Es cierto que millones de católicos no conocen a fondo a Jesucristo, la persona divina que nos salvó. Hay vacíos en nuestra experiencia de fe, hay huecos. Es verdad que nuestros nobles catequistas enseñan muchas cosas a los pequeños y a los jóvenes, pero la vida los lleva a veces por otros rumbos al crecer, hay tantas cosas que quieren acaso sin proponérselo arrebatar esa fe, esa alegría de saberse salvados por Jesús. El mundo moderno nos intenta someter a ritmos diferentes, a ambientes insospechados, a veces sórdidos, a veces divertidos. Pero que amenazan severamente con llevar hasta el olvido o la indiferencia a los que alguna vez creyeron y esperaron en Jesús. Por otro lado existe una idea de la salvación equivocada, a veces aun entre los creyentes católicos, existen mezclas de experiencias espirituales y comerciales, se da un sentido mágico a la religiosidad. Hoy por ejemplo venimos arrastrando costumbres o tradiciones con respecto a la Navidad, a los que se les van añadiendo otros ingredientes, pero hacen de la fe algo realmente hueco y sin sentido. Y se olvida por completo el verdadero fundamento de la fe: el hijo de Dios se hizo hombre. Una verdad de fe tan grande no puede ser reducida a lo que el mundo la está convirtiendo: un enorme amasijo de invenciones fuera de lugar y fuera de control. Ahora se venden y compran tantas cosas que decoran la casa, las calles, los comercios, las plazas. Se trata de un dios de personas vacías y no del Hijo de Dios. Los evangelios lo declaran, la tradición lo atestigua, la experiencia de fe lo fortalece: Jesús es el Hijo de Dios. Pero esto se olvida con tanto bombardeo de cosas paralelas a la Navidad. Los jóvenes se van a los antros, los viejos se refugian en la bebida, la cena; unos esperan regalos, otros los dan, pero, el regalo de Dios, ¿quién lo quiere? El Padre nos dio a su Hijo para que tuviéramos luz, y la única luz que tiene el mundo en estos días es aquella de los arbolitos, de los escaparates y de los cohetes. Y la luz de Cristo, ¿en dónde está? Aun, hay quienes viven estos días con angustia pensando en el fin del mundo anunciado no sé cuantas veces y no recuerdo por quienes. Y se olvidan de las palabras de Jesucristo que dijo: nadie sabe el día ni la hora. El fin del mundo no debería ser esperado con angustia, sino como nos enseñaba el Adviento: con esperanza, con actitudes positivas, con las almas limpias, con el corazón abierto. Con alegría. Si se espera el fin con pánico, se desconoce a Jesucristo. Y al parecer cualquiera tiene hoy día una Biblia en su casa, podría intentar leerla y conocer a Jesucristo en persona, en su palabra, en su verdad revelada. Pero eso no ocurre a menudo, no se lee hoy casi nada, y la Biblia menos. Que el año de la fe nos ayude a conocer más a Jesucristo, que conociéndole le amemos más, le admiremos y celebremos la dicha de creer que el Hijo de Dios hecho hombre nos dio la vida: feliz Navidad a todos los lectores de La Red.

Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes

La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

La oración en los Hechos de los Apóstoles Por Pacco Magaña (Primera de tres partes)

Queridos hermanos y hermanas:

Con la catequesis de hoy quiero comenzar a hablar de la oración en los Hechos de los Apóstoles y en las Cartas de san Pablo. Como sabemos, san Lucas nos ha entregado uno de los cuatro Evangelios, dedicado a la vida terrena de Jesús, pero también nos ha dejado el que ha sido definido el primer libro sobre la historia de la Iglesia, es decir, los Hechos de los Apóstoles. En ambos libros, uno de los elementos recurrentes es precisamente la oración, desde la de Jesús hasta la de María, la de los discípulos, la de las mujeres y la de la comunidad cristiana. El camino inicial de la Iglesia está marcado, ante todo, por la acción del Espíritu Santo, que transforma a los Apóstoles en testigos del Resucitado hasta el derramamiento de su sangre, y por la rápida difusión de la Palabra de Dios hacia Oriente y Occidente. Sin embargo, antes de que se difunda el anuncio del Evangelio, san Lucas refiere el episodio de la Ascensión del Resucitado (cf. Hch 1, 6-9). El Señor entrega a los discípulos el programa de su existencia dedicada a la evangelización y dice: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta el confín de la tierra” (Hch 1, 8). En Jerusalén los Apóstoles, que ya eran sólo once por la traición de Judas Iscariote, se encuentran reunidos en casa para orar, y es precisamente en la oración como esperan el don prometido por Cristo resucitado, el Espíritu Santo. En este contexto de espera, entre la Ascensión y Pentecostés, san Lucas menciona por última vez a María, la Madre de Jesús, y a sus parientes (cf.

v. 14). A María le dedicó las páginas iniciales de su Evangelio, desde el anuncio del ángel hasta el nacimiento y la infancia del Hijo de Dios hecho hombre. Con María comienza la vida terrena de Jesús y con María inician también los primeros pasos de la Iglesia; en ambos momentos, el clima es el de la escucha de Dios, del recogimiento. Hoy, por lo tanto, quiero detenerme en esta presencia orante de la Virgen en el grupo de los discípulos que serán la primera Iglesia naciente. María siguió con discreción todo el camino de su Hijo durante la vida pública hasta el pie de la cruz, y ahora sigue también, con una oración silenciosa, el camino de la Iglesia. En la Anunciación, en la casa de Nazaret, María recibe al ángel de Dios, está atenta a sus palabras, las acoge y responde al proyecto divino, manifestando su plena disponibilidad: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu voluntad” (cf. Lc 1, 38). María, precisamente por la actitud interior de escucha, es capaz de leer su propia historia, reconociendo con humildad que es el Señor quien actúa. En su visita a su prima Isabel, prorrumpe en una oración de alabanza y de alegría, de celebración de la gracia divina, que ha colmado su corazón y su vida, convirtiéndola en Madre del Señor (cf. Lc 1, 4655). Alabanza, acción de gracias, alegría: en el cántico del Magníficat, María no mira sólo lo que Dios ha obrado en ella, sino también lo que ha realizado y realiza continuamente en la historia. San Ambrosio, en un célebre comentario al Magníficat, invita a tener el mismo espíritu en la oración y escribe: “Cada uno debe tener el alma de María para alabar al Señor; cada uno debe tener el espíritu de María para alegrarse en Dios” (Expositio Evangelii secundum Lucam 2, 26: pl 15, 1561).


Concilio Vaticano II

La iglesia y el mundo “Los que recibieron la palabra de la verdad… al creer en Cristo han sido sellados con el Espíritu Santo… para la redención del Pueblo de Dios” (Ef 1, 13-14). La Iglesia procede del amor del Padre, es fundada por Cristo y congregada por el Espíritu Santo. Ella tiene una finalidad salvífica y escatológica, es decir, su misión es acompañar a la humanidad hasta la segunda venida del Señor, sólo entonces alcanzará su plenitud. Pero, al mismo tiempo, ella está ya presente en la tierra, como familia de Dios, por su medio, Dios comunica su vida a los hombres, sana y eleva la dignidad de la persona humana, afianza la cohesión de la sociedad e impregna de sentido la actividad humana. Cada ser humano está en camino hacia su perfección personal. La humanidad encuentra en el Evangelio el camino seguro para su dignidad y su libertad. Cuando abandona la senda de la voluntad divina, expresada en el Evangelio, la dignidad de la persona naufraga y se pierde. La misión de la Iglesia en el mundo es promover la unidad. La Iglesia universal tiene la capacidad de vincular estrechamente las comunidades y las naciones entre sí. Uno de los grandes errores de nuestro tiempo es que muchos cristianos vivimos un divorcio entre la fe y la vida. Es importante recordar que los cristianos no podemos aislarnos de nuestros deberes terrenos. Quien así lo hace, falta a sus obligaciones con Dios y con su prójimo y pone en peligro su salvación eterna. En este sentido tan riesgoso es un espiritualismo desconectado del mundo como el activismo que prescinde de la oración. Todos los bautizados hemos sido llamados a ser testigos de Cristo en todo, desde el centro de la comunidad humana. Los pastores, por el trato que dan a los fieles, les convencen de la verdad y la fuerza del mensaje cristiano. La Iglesia valora y aprecia todo lo que ha recibido de la historia y evolución del género humano, se realiza así un intercambio y enriquecimiento mutuo entre la Iglesia y el mundo. Los teólogos, los pastores y todo el Pueblo de Dios debemos escuchar, discernir e interpretar las voces de nuestro tiempo, con la ayuda del Espíritu Santo y a la luz de la Palabra de Dios. La Iglesia, como sacramento universal de salvación, es un misterio del amor de Dios al género humano. La Iglesia, mientras peregrina hacia la consumación de la historia, anhela que venga el Reino de Dios y se realice la salvación de toda la humanidad. Todos los que formamos parte de la Iglesia somos llamados a recomenzar desde Cristo y restaurarlo todo en Él. El Concilio termina este capítulo haciendo una confesión de fe en Cristo: “el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin” (ver Ap 22, 13). Referencia de lectura: Gaudium et Spes 40-45

DICIEMBRE 23 DE 2012

Vivamos llenos de gozo la navidad de la fe Queridas familias potosinas: Les invito a celebrar con gozo el Misterio de Navidad viviendo y afirmando nuestra fe en Jesucristo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen. En la Encarnación del Hijo de Dios la debilidad se hace fuerte y la fortaleza débil. Así, “el Misterio de Navidad se realiza en nosotros cuando Cristo toma forma en nosotros. Navidad es el Misterio de este admirable intercambio”, que nos hace cantar con los ángeles: “Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”. La Navidad nos invita a ser mejores y a volver a creer en el Niño que ha transformado el destino de la humanidad entera, salvándola. Vivir la Navidad hoy nos exige vivir con más fe y realizar más obras de caridad. Tenemos que volver a descubrir el gozo de creer y el entusiasmo de comunicar a todos la verdad de nuestra fe. Esta Navidad abrámosle la puerta de nuestro corazón al Señor que viene para poder vivir una comunión única y feliz con Dios mismo: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguien me escucha y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo” (Ap 3,14). La fe es la puerta a la comunión con Dios mismo y por eso, es nuestro tesoro y nuestra paz. En el año de la fe, conviene sacudir nuestra pereza, quitarnos los desánimos o las debilidades de encima, y pedir un corazón convertido, un corazón abierto al prójimo. Se trata de reavivar nuestra fe en el Dios que Jesucristo viene a revelarnos. La Navidad fortalece la esperanza de nuestra salvación. Por eso, “el Año de la fe será también una buena oportunidad para intensificar el testimonio de la caridad”. ¡Hagamos que sea la Navidad de todos! ¡Estemos más dispuestos a dar que a pedir! Llevemos el gozo espiritual de la Navidad a quienes lo están esperando!, La mejor forma de preparar la Navidad es participar con fe y fervor en la Eucaristía, porque nos lleva al compromiso de entregar nuestra vida por los demás a ejemplo de Cristo. La Adoración Eucarística nos ayudará, en este Año de la Fe, a tomar conciencia de que Dios está mucho más cerca de lo que pensamos.

Sólo podremos SER FELICES Y DAR FELICIDAD esta Navidad, • Si proclamamos nuestra Fe en Jesucristo, el Hijo de Dios hecho uno de nosotros. Reunidos en torno al Nacimiento que pongamos en casa con la participación de todos los miembros de la familia. • Si hacemos posible que en nuestra familias vivamos el abrazo y la comunión fraterna; perdonando nuestros errores y fortaleciendo la comunicación entre nosotros: de padres a hijos, de hermanos a hermanos, de esposos y abuelos. • Si todos los miembros de la comunidad ponemos nuestro granito de arena para ayudar a corregir el camino errado, principalmente de nuestros niños y jóvenes, que están perdiendo los valores humanos y cristianos. Todos seamos responsables de la buena educación de las futuras generaciones. • Si nadie a nuestro alrededor carece de lo indispensable para alimentarse y cubrirse del frío. Que ninguna persona de nuestra comunidad se sienta sola o excluida. Apelemos a nuestra caridad cristiana y seamos la causa de la sonrisa de los que menos tienen, tanto posibilidades económicas, como amor de quienes deberían amarles. • Si recuperamos el gozo y la alegría de participar todos en familia a la santa Misa dominical, a la Adoración del Santísimo, al rezo del santo Rosario, a la educación cristiana en el catecismo. Sólo así podremos recuperar e infundir en las nuevas generaciones el gozo de nuestra Fe. • Si participamos en las iniciativas de nuestro municipio por mejorar nuestras calles, su drenaje, sus luces, pavimentación, limpieza y así llevemos una vida más digna. • Y finalmente será una Feliz Navidad si recuperamos el gozo de unirnos a los vecinos a celebrar las posadas. Sólo entonces podremos decirnos unos a otros ¡FELIZ NAVIDAD! Y tendremos la certeza de que EL NUEVO AÑO ESTARÁ LLENO DE PAZ Y DE ESPERANZA. Les abrazo y les Bendigo. ¡Feliz Navidad!

+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí


Nuestra historia

Las catacumbas y el principio del arte cristiano Verdaderas ciudades subterráneas que hablan al hombre de hoy de la profunda fe y veneración que se tenían para con los mártires y primeros Papas en la primitiva Iglesia. Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz

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ara darnos una idea de la extensión gigantesca de las galerías subterráneas que comprenden las catacumbas basta contemplar un plano de las mismas. Es una verdadera ciudad, un mundo subterráneo, que recorre por toda la periferia la Ciudad Eterna, manteniéndose siempre, conforme a las leyes, extramuros de la misma. Ni podía ser otra cosa, pues siendo, como se ha dicho, los cementerios cristianos, cuando la Iglesia Católica creció en número, y sobre todo después del triunfo de Constantino, necesitaba espacios inmensos para enterrar a sus muertos. Por esto la mayor extensión y la parte más regular y bien trazada, es la que corresponde a los siglos IV-VI, de predominio cristiano. El modo como se iniciaron las catacumbas cristianas es sumamente sencillo. Las primeras no eran otra cosa que sepulturas de familias que al convertirse al cristianismo dedicaban sus mausoleos a cementerios cristianos. Estos mausoleos romanos estaban de ordinario bajo tierra, y sobre ellos, en la superficie correspondiente, se levantaba una villa u otra clase de construcción monumental, rodeada de una cerca. Las galerías subterráneas no podían sobrepasar el límite de la propiedad del terreno superior. Como el derecho romano declaraba inviolable la sepultura, de ahí que este sistema de cementerios cristianos pudiera desarrollarse sin dificultad. A este tipo de catacumbas pertenecen: la de Santa Lucina, en la vía Appia; Santa Priscila, en la vía Salaria, y otras.

(parte dos)

En un segundo estadio, estas sepulturas de familia, en las que también eran admitidos otros cristianos, se convierten de hecho en cementerios comunes. Fue como una necesidad en el siglo III, al crecer tan notablemente el número de los cristianos. Por esto en algunas catacumbas se distingue perfectamente la parte primitiva de la nueva; pues una de las primeras consecuencias de esta determinación fue el verse obligados a añadir nuevas galerías. Estos cementerios dedicados a la comunidad cristiana perdían entonces fácilmente el nombre del dueño particular y tomaban el de un Papa o de algún mártir ilustre allí enterrado. Tal es, por ejemplo, la del papa Calixto. En su ulterior desarrollo, una vez concedida la paz a la Iglesia por Constantino en 311 y 313, las catacumbas se transformaban en cementerios-santuarios. Siguen siendo lugar predilecto de sepultura. Los cristianos, en pleno derecho de ciudadanía y más tarde dueños del mismo Imperio, tienen sus preferencias en ser enterrados en las catacumbas a la sombra de los grandes papas y de los mártires más ilustres. Más tarde viene el periodo de la decadencia. Desde el siglo V, las catacumbas van perdiendo su carácter de sepulturas; siguen todavía en estima y veneración, pero ésta va decreciendo, hasta que, ya en el siglo VII y VIII, se pierde casi su memoria. En los siglos siguientes se llena de escombros gran parte de sus galerías y apenas queda ningún vestigio de las catacumbas. Los trabajos de Bossio y Chacón en el siglo XVI, según se ha dicho, significaron un verdadero descubrimiento. Catacumba de San Calixto Ante todo debemos notar la catacumba de San Calixto, en la vía Appia. Se remonta al siglo II, pero recibió el nombre en el siglo III, del diácono Calixto, quien, al ser elevado a la sede pontificia, la ensancho y embelleció, convirtiéndola en sepulcro de los papas. El inmenso complejo de esta catacumba, semejante a una ciudad subterránea, comprende diversas secciones. La cripta de los Papas, monumento precioso y de venerable ancianidad, tiene una forma irregular y encierra doce lóculos o nichos: pero de las catorce inscripciones que contenían, sólo se conservan cinco. El Papa Dámaso la adornó con mármoles y una grande inscripción reconstruida modernamente por De Rossi. De esta cripta se pasa a la de santa Cecilia, pues, según la leyenda, la santa fue sepultada en este lugar. Una preciosa estatua reproduce la posición en que fue hallado su cuerpo.

Todo tiene su tiempo, y hoy sería bueno renacer

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Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez

l olvido forma parte de la limitación humana. Y así como hay cosas que nunca se olvidan, también hay otras que se olvidan facilmente. Los momentos amargos no son fácil de olvidar. Y es una ironía y a la vez una injusticia, que se olvide lo bueno que ha llegado a nuestra vida. Los grandes momentos de la vida se celebran anualmente para que nunca lleguen a olvidarse. Pero más que recordarlos, es necesario vivirlos. Todo lo que ha sido para bien jamás hay que dejar de celebrarlo. No es tan importante el recordar, tanto como el vivir. La navidad no solo es una fecha, es vivencia que trasforma el espíritu. Si celebramos el nacimiento de Jesús, hay que dejar que Él nazca en nuestra existencia. El nacimiento de Cristo, nos ayuda a cambiar de actitud no solo en la noche buena, también en los días buenos de la navidad, y más allá de ésta. La navidad es tiempo de regalar, y reglarse a los demás. Ya que el don más grande, es el don divino. Dios se nos ha dado, al hacerse hombre como nosotros. Y de esta manera, nos invita a ser un don para quienes nos necesitan. La navidad como todo lo referido a Dios, no es algo pasajero, sino permanente. Nuestra vida debe ser un constante nacimiento y por lo mismo, un renacimiento. Todo tiempo es propicio para hacer un cambio en nuestra vida; siempre hay que dejar que nazca en nosotros el espíritu de bondad que Dios nos ha dado. Una navidad feliz, no es algo que se da por hecho; hay que comenzar a hacerlo, ser feliz es construir, y nada se construye sin esfuerzo. Necesitamos edificar la felicidad, y esta labor solo se logra con voluntad. Y por eso tienen paz, los hombres de buena voluntad. Hay que desear felicidad, pero con el corazón; no hay que expresar el deseo, empleando una formula estereotipada. Hay que esforzarnos por ayudar a los demás, para que logren ser felices. Que la navidad y los deseos de paz, no sean un mero formalismo compuesto de formulas; que los buenos deseos broten del fondo del que los otorga. Un deseo nacido del corazón, ayuda a construir la felicidad en el otro, y de esta manera se puede lograr una FELIZ NAVIDAD.


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¿Por qué no puedo confesarme si vivo en unión libre o casado(a) por el civil? Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com

Muy estimados lectores:

Solidaridad: amor vivido comunitariamente

Quien no es solidario, entonces es solitario Por P. Kino

“S

olidaridad” del término latino solidus o moneda fuerte, de ahí la expresión economía “sólida”, de la que deriva “sueldo” y “soldada”. El término pasó del campo económico al ámbito jurídico: in solidum es la obligación contraída con otros, pero que afecta a cada uno “solidariamente”, de modo absoluto en caso de que los demás se declaren insolventes. Solidaridad también la podemos definir como la adhesión fraterna al otro en las diferentes circunstancias, sobre todo, cuando se encuentra atribulado. El Papa Juan Pablo II, propone el principio de solidaridad como fundamental para la vida política de los pueblos (ChL 42). Él ha denominado a la solidaridad “virtud cristinana”, además proclama que el principio de solidaridad, aplicado a la cultura moderna, es el nuevo nombre de la paz (SRS 39). “La virtud de la solidaridad va más allá de los bienes materiales. Difundiendo los bienes espirituales de la fe, la Iglesia ha favorecido a la vez el desarrollo de los bienes temporales, al cual con frecuencia ha abierto vías nuevas” (CEC 1942). La solidaridad es también una verdadera y propia virtud moral, no un “sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos”, (SRS, 38). Jesucristo se hizo solidario con nosotros, siendo rico se hizo pobre. El principio de solidaridad implica que los hombres de nuestro tiempo cultiven aún más la conciencia de la deuda que tienen con la sociedad en la cual están insertos. El texto del buen samaritano es una expresión de la solidaridad (Lc 10, 25-37). El Samaritano contempla a aquel hombre herido, casi muerto. Contemplar en su sentido profundo significa ser condescendiente con alguien. “Ver”, por el contrario, es simplemente percibir con los ojos. Solo con el sentido de la vista. El bautizado debe ser contemplativo de Dios, condescendiente con Él, es decir, acomodarse a la voluntad de Dios y desde ahí contemplar la realidad, no verla solamente sino contemplarla. El pasaje del buen samaritano comienza con el planteamiento de la pregunta del doctor de la ley: ¿Qué puedo hacer para alcanzar la vida eterna? Se concluye el texto que es necesario amar a Dios y al prójimo para alcanzar la vida eterna. El que mejor se porta como prójimo a veces es quien menos lo esperamos, en el texto se espera más del sacerdote o levita, pero es el buen samaritano quien pone el ejemplo de atención a la persona con necesidad. “Para el Cristiano, la solidaridad es el ejercicio de la caridad que lo santifica, lo dignifica y lo hace participar activamente en la construcción de la comunidad” (cf. Carta Pastoral CEM 224.225). Hoy si no estamos atentos corremos el riesgo de ser ahora nosotros el sacerdote y el levita con conocimientos pero sin misericordia, ciegos que no ven en el hermano necesitado el rostro de Dios que pide ayuda.

Continuando con el e-mail que recibí, la pregunta directa era la que encabeza este artículo. La persona se sentía indignada porque se ha acercado a la confesión y en cada intento literalmente la han “corrido” y todo porque no está casada por la Iglesia y quiere confesarse y comulgar. Me pregunto cómo es posible que mejor a un ladrón o a un asesino se le conceda el perdón y no a los que llevan una larga vida juntos tratando de vivir lo mejor posible. Y remataba diciendo que Jesús perdonó a la Magdalena ¿por qué no así a los que viven en unión libre o que están casados por el civil? Antes que nada, quiero hacer un llamado a todos los sacerdotes, incluyéndome, que debemos de tratar con mucha educación y delicadeza a todas las personas que se acercan a la confesión y en caso de que no la puedan recibir por tratarse de un asunto como este o de ser de los pecados reservados (es tema para otro artículo); explicarles amablemente del por qué no. No se vale el mal trato por el simple hecho de que viven una situación irregular. Muchas personas que he recibido en el Tribunal me han dicho: “me fui a confesar y el padre que me atendió me dijo que viniera con usted”. Quiero recordarles a todos, que los sacramentos para su validez están constituidos de materia y forma; si se da una pero no la otra, no hay sacramento. En la confesión, la materia es sin duda el penitente que debe de confesar sus pecados; asimismo en éste debe de haber

(1ª parte)

contrición y satisfacción. La contrición es el dolor del alma y la detestación del pecado cometido y con el propósito de no volver a pecar. La contrición es perfecta cuando nos pesa haber ofendido a Dios, porque es infinitamente bueno, también se llama atrición. La imperfecta es cuando te confiesas, pero por miedo a que Dios te va a castigar con el infierno. La satisfacción, es la penitencia que te impuso el confesor. Pueden ser oraciones o acciones: ayunos, obras de caridad. O por ejemplo si alguien no le habla a su mamá, a lo mejor la penitencia o satisfacción será hablarle y arreglar su situación de enojo. La confesión de los pecados, tiene que ser de manera personal y directa. Antes, se debe hacer un examen de conciencia. No se vale hacer confesiones por internet mediante el facebook o algún otro medio electrónico. Tienes que confesar tus pecados y no los de los demás: “acúsome padre que mi yerno le pega a mi hija”, por ejemplo. Con la contrición perfecta y la confesión se nos perdonan los pecados, con el firme propósito de enmendarse, es decir no volver a caer en el mismo pecado del que te acusas. Si es así, no debes confesarte si no te arrepientes o sabes que no te vas a enmendar. El homicida o el ladrón, si no están arrepentidos o saben que no van a evitar el pecado en el que viven, no deben confesarse y si el padre les pregunta si están arrepentidos y si dicen que no, no debe de darles la absolución. Continuamos la próxima semana.


HOMBRE

“Llamados a vivir el evangelio de la paz”

Promoción de la paz social Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz

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a Paz es un valor, fruto de la Justicia, no es simplemente una ausencia de guerra, sino que es fruto de la concepción que tengamos del hombre como hijo de Dios, de la correcta concepción que tengamos de la persona y que requiere para su construcción la Caridad. La paz está en peligro cuando al hombre no se le reconoce aquello que le es debido como hombre, cuando no se respeta su dignidad y cuando la convivencia no está orientada hacia el bien común. La paz también es fruto del amor y se construye día a día buscando el orden querido por Dios, por esto, la violencia no será nunca una respuesta justa, va en contra de la verdad de nuestra fe, porque destruye la vida, la dignidad y la libertad del hombre. La doctrina social propone la meta de un desarme general equilibrado y controlado. El enorme aumento de las armas representa una amenaza grave para la estabilidad y la paz. Debe denunciarse la utilización de niños y adolescentes como soldados, así como proporcionar toda la ayuda posible para el cuidado, la educación y la rehabilitación de aquellos que han participado en combates. Así, la participación concreta de la Iglesia es la propagación del Evangelio de Jesucristo que es nuestra paz, y enseña que una verdadera paz es posible sólo mediante el perdón y la reconciliación. El acto del pasado, que no se puede olvidar, puede ser aceptado sólo en presencia de un perdón recíprocamente ofrecido y recibido: no anulan las exigencias de la justicia y la verdad. La Iglesia lucha por la paz con la oración, con un mensaje actual sobre la paz nunca separada de los deberes de justicia por el camino de la misericordia y la caridad. Estamos llamados como sociedad civil responsable a restablecer relaciones que dan vida al tejido social y a una verdadera comunidad de personas. Promoveremos la cultura del diálogo como forma privilegiada de contribuir con aportes desde las propias convicciones en la construcción de lo público.

Promoveremos la planificación del desarrollo comunitario y local en forma participativa, abriendo espacios a favor de todos. Animar a la sociedad civil a abordar los conflictos sociales desde una óptica ética y de un compromiso por la paz; previniendo la violencia, atendiendo a las familias, educando a los jóvenes y resolviendo pacíficamente nuestros conflictos. Contribuiremos a la convivencia y reconciliación social divulgando los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

La Santa Cruz y otras cruces Canónigo José Ma. Ortega Robles

L

a Santa Cruz es solo la de Jesús, como fuente de luz y redención. Todas las demás cruces son replicas, que por los meritos del Divino Maestro también santifican y son armas de defensa contra los enemigos del alma y de cuerpo y son también una gran defensa contra los peligros. Por eso hay cruces en las catedrales, parroquias, santuarios, capellanías, hermitas, hogares cristianos; las usan el Papa, cardenales y obispos, las tienen los rosarios; campanarios en sus torres, el buen cristiano la lleva sobre el pecho; la usan los clérigos en el rezo del Oficio Divino y liturgia; se pintan en las pastas e interiores de los libros católicos; otra cruz la que hacen los papás para bendecir a sus hijos y al salir de casa.

Las hay en las orillas de muchas carreteras, donde paso un accidente y hubo fallecidos, cementerios y ataúdes, hospitales y clínicas, centros comerciales, funerarias; las usan el médico católico para empezar una cirugía. Las hay también en campos deportivos, en las fabricas; las usan los obreros. Las usan también los artistas, escultores y pintores. ¿Por qué tanto amor y devoción a la Santa Cruz? Por que es la firma de nuestra Redención. Por eso siempre que miremos la cruz, recordemos el amor de Cristo que lo llevó a morir por nosotros para salvarnos. Y este recuerdo nos servirá para hacer un acto de arrepentimiento, de amor y gratitud a quien tanto le debemos.

Hagámonos de palabras

hielo

…todo depende del con qué se mire ¿?

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o es de mis frases preferidas aquella que intenta subsanar los vaivenes de la estridente conducta humana, esa frase que dice “nada es verdad, nada es mentira, todo depende del cristal conque se mira”, para mi, resulta caer en un relativismo bastante insulso, pero hago uso de ella para decir que, todo depende del hielo con que se mire. ¡Quien en esta época de fríos climas, no ha sentido en sus manos como cristales encajados la congelada liquidez del agua!, ¡quien no soñaba en la inocencia advertir cristales pequeñitos como gotas escarchadas dirimiéndose del cielo! Pues supongo que la mayoría ha experimentado la semejanza entre el hielo y el cristal. Y en la mayoría también entran la humanidad donde se gestara toda civilización. El hielo como estado sólido del agua al llegar al enfriamiento de 0°C asemeja la apariencia trasparente y persiste de un cristal, obvio, no imaginado el aspecto de las altas montañas de los Polos Norte y Sur de la Tierra. Los griegos sabiamente recuperaron las referencias de la naturaleza para nombrar todo lo que los rodeaba, para ellos el Ιαλος, ου, (Ialos) era el cristal o vidrío; pero también encontramos en el latín la palabra crystallos, que significa la figura e idea de hielo. Por evolución de la palabra encontramos la sonorización de la /e/ en el lugar de /a/, así Ialos˃ Ielos˃ ielo˃hielo, consientes de que por regla las dicciones que inician con fonemas ia, ie y ui, se escriben con h. De aquí que diga, “todo depende del hielo con que se mire”. Aunque no hace falta tanta explicación para recordar que el hielo guarda parecido con un cristal. Hay otros hielos que no se derriten como la sal, el cuarzo y la hoja de vidrío. Con ello no intento argüir que hielo y cristal sean sinónimos, pero tampoco son antónimos. El hielo es la petrificación del elemento vital, por lo cual es signo de dureza y solidez. Hoy podemos disfrutar del gasto público en las provisionales “pistas de hielo”, en la peor de las situaciones esperar a que granice para ver algo de hielo.


Los libros y sus autores

07 Por Mtro. Luis Marino Moreno F.

El desafío eres tú mismo Emilio L. Mazariegos

Bogotá, San Pablo 2008, 239 páginas

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a adolescencia es el momento de crecimiento. Y todo crecimiento lleva el ritmo de morir a algo para nacer a una nueva etapa de la vida, cuya meta principal es ser el escultor, el herrero, el alfarero de la propia personalidad. He aquí el objetivo que todo adolescente debe apuntar. La tarea más importante es ese momento es luchar por ser alguien en la vida: ser diferente, único, especial. Emilio L. Mazariegos, desde su experiencia como educador de adolescentes, quiere ayudar al joven a tomar en serio la vida; quiere ser un amigo y compañero de camino, “¿Estás dispuesto? Si quieres, andaremos el camino juntos. Pero no olvides:

“Tu mismo” eres el reto para la vida. No temas. El mundo es de los valientes y decididos. Y entre ellos estás tú mismo”. Emilio L. Mazariegos

Nació en Valladolid (España) en 1934. Es licenciado en Teología y hermano de La Salle. Durante 30 años realizó su misión en España y Portugal, especialmente a través de la docencia y la pastoral juvenil. En 1985 comenzó su misión en Centroamérica, ante todo el área de la espiritualidad cristiana y la formación. Reside actualmente en México.

CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI señaló que el deporte es un camino que presupone una auténtica maduración humana en el que pueden vivirse los verdaderos valores y en el que la humildad “es el secreto de la victoria”. Así lo indicó el Santo Padre en su discurso a un grupo de deportistas, a quienes recordó que “no sólo se les pide competir y obtener resultados”. Toda actividad deportiva, “exige lealtad en la competición, el respeto del propio cuerpo, el sentido de solidaridad y de altruismo y luego también la alegría, la satisfacción y la fiesta. Todo esto presupone un camino de auténtica maduración humana, hecho de renuncias, tenacidad, paciencia y sobre todo de humildad, que no es aplaudida, pero que es el secreto de la victoria”. CIUDAD DEL VATICANO.- En su mensaje con motivo de la próxima celebración de la 50ª Jornada Mundial de oración por las vocaciones, el Papa Benedicto XVI exhortó a los jóvenes a que “no tengan miedo de seguirlo y de recorrer con intrepidez los exigentes senderos de la caridad y del compromiso generoso”. La Jornada Mundial de oración por las vocaciones se realizará el 21 de abril de 2013, IV Domingo de Pascua, con el tema “Las vocaciones signo de la esperanza fundada sobre la fe”. El Santo Padre señaló a los jóvenes en su mensaje que, al seguir a Jesús, “serán felices de servir, serán testigos de aquel gozo que el mundo no puede dar, serán llamas vivas de un amor infinito y eterno, y aprenderán a dar razón de su esperanza”. DENVER.- Varios sacerdotes católicos se han movilizado rápidamente para responder a la crisis generada por un tiroteo ocurrido en un colegio público de Newton, Connecticut (Estados Unidos) en el que murieron 27 personas, entre ellas 18 niños. Brian Wallace, director de comunicaciones de la diócesis de Bridgeport, en donde se encuentra la escuela Sandy Hook donde ocurrieron los trágicos hechos, explicó que “nuestros capellanes en los hospitales están atendiendo a las personas. Nuestros sacerdotes en la escena están haciendo todo lo que pueden para sostener a las familias que están de luto y con aquellos que no pero que han quedado traumatizados con lo que ha pasado”.

MÉXICO.- Desde el 13 de diciembre hasta el 5 de enero de 2013, los peregrinos que lleguen por las noches al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en el Distrito Federal de México podrán disfrutar de un sorprendente espectáculo de luz y sonido. Este se inicia cuando se apagan las luces del alumbrado y se iluminan el Templo Expiatorio a Cristo Rey y el Convento de Capuchinas con estrellas proyectadas por ocho aparatos. Mientras se ven las luces de colores, se puede escuchar el diálogo, en náhuatl, que sostuvieron la Virgen de Guadalupe con san Juan Diego. MÉXICO.- El Comedor Peregrino o, como algunos lo llaman, el restaurante de la Virgen de Guadalupe, atiende gratuitamente y con un servicio de primera a los fieles de escasos recursos que llegan a rezarle a la Patrona de América en este importante Santuario Mariano en el Distrito Federal de México. “Ofrecemos una atención personalizada, es el restaurante de la Virgen, lo más importante para nosotros es que las personas que nos visitan se sientan acogidas”, manifestó María Teresa Rodríguez, responsable del Comedor. “La idea es brindar un servicio de primera, aquí todos los alimentos son elaborados el mismo día con productos de buena calidad, nada es de saldos o sobrantes”, agregó. SAN LUIS POTOSÍ.- Nuestro Semanario La Red está por cumplir su 4º aniversario de estar en las manos de nuestros lectores. Durante este tiempo, ha venido creciendo su aceptación en todo lo largo y lo ancho de nuestra Iglesia Potosina, con más de doscientas ediciones. Cada una de las publicaciones contiene la riqueza de hombres y mujeres que comparten su pensamiento a través de las columnas que tienen su dinámica creativa y actual. Por medio de este espacio agradecemos a todos quienes hacen posible esta publicación y a todos que nos reciben en sus parroquias y comunidades. Gracias por hacer posible este proyecto de evangelización.


Causa de nuestra alegría Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

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an Lucas, probablemente el hombre más erudito de los escritores del Nuevo Testamento, entendió el Evangelio como alegría.

Este evangelista concibe la historia de la salvación en periodos: el periodo de Israel, el periodo de Jesucristo y el periodo de la Iglesia. Jesucristo inaugura la era de la alegría, de ahí que desde el anuncio de su nacimiento todo está sellado por el gozo. La presencia de Jesucristo trae alegría, gozo, e incluso canto. Este tercer evangelio buscaba perfilar así el rostro de las comunidades cristianas, a fin de que sus miembros se mostraran al mundo, no como sufridos o perseguidos, sino como quienes han entendido la historia de la salvación y perciben la presencia de Jesucristo como el momento pleno de esa historia, que hace realidad el Reino de Dios en medio de los hombres, un Reino marcado por la alegría. El encuentro de la jovencita María con su parienta Isabel es uno de los más claros ejemplos de la realidad gozosa que viene a traer Jesús. Pues aún estando en el vientre de su madre, Jesús porta el gozo a los demás, haciendo reaccionar incluso al pequeño Juan, que todavía se gesta en el seno de su anciana madre.

“En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor»” (Lc 1,39-45).

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on este artículo termino lo que es la formación de los cantos de la misa. Espero que les hayan sido de utilidad estos temas. El Canto de Salida Este no forma parte de la Liturgia, nunca ha sido parte oficial del rito. Es un canto que se llama Ad libitum, es decir, en esta intervención, los músicos son libres de planificar y escoger la música que proporcione una terminación apropiada a la misa. Este es el momento en el que, por ejemplo, el Ave María tan solicitado para el rito del

María tiene esa misión en la historia de la salvación: introducir la alegría de Jesucristo en el mundo. El saludo que recibe el ángel es un enfático ¡alégrate María! Pues en ella tomará carne el que es causa de gozo y alegría de la humanidad. Ella es feliz por haber creído. La escena se da en las montañas de Judea. Este es el primer viaje de Jesús a Judea, todavía en el vientre de su Madre, anticipando de alguna manera su gran viaje a Jerusalén, la ciudad del destino. En esas montañas de Judea no sólo se escuchará el alegre saludo que el Espíritu Santo le inspiró a Isabel al decirle a María “bendita entre las mujeres”; sino también el “magníficat”, el canto gozoso y de acción de gracias que pronuncia María, cerrando así el ciclo inicial de los relatos de la infancia.

matrimonio puede ser interpretado, sin que sea “anti-litúrgico”. Aquí puedes lucir tu coro, tus composiciones, tu arreglo vocal e instrumental o bien hacer uso de los instrumentos para este momento. Aquí es donde caben los cantos de evangelización que quisieras interpretar. Aquí en un ambiente de alegría y fraternidad canta para animar la fe de tus hermanos. Solo toma en cuenta en tu elección del canto que no sea unos de esos que aunque hablan muy bonito del amor y otros valores no fue compuesto para el Señor.


Gran fiesta por sus cincuenta años como sacerdote

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l 3 de diciembre, la parroquia de Santa Catarina de Alejandría en Rioverde, SLP, celebró con gran júbilo 50 años de vida sacerdotal del señor cura Carlos Ochoa Aguilar, vicario episcopal en la Zona Media. Se vivió un año de intenso trabajo pastoral para preparar este festejo celebrando un “Año Jubilar Misionero”, en donde sacerdotes, religiosas, misoneros y laicos comprometidos participaron alegremente llevando la buena nueva a los más alejados. En punto de las doce horas partieron de la parroquia hacia el complejo deportivo ferrocarrilero, en donde una gran cantidad de sacerdotes y feligreses

esperaban para participar de la Concelebracion Eucarística. Acompañaron al señor cura Carlos Ochoa, el señor arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero, los señores arzobispos eméritos don Luis Morales Reyes y don Arturo Antonio Szymanski Ramírez, el señor obispo don Lucas Martínez Lara, obispo de Matehuala; así como gran cantidad de sacerdotes de la diócesis potosina, de la diócesis de Matehuala, y de la Diócesis de Valles; fieles de las parroquias en las cuales ha prestado sus servicios, como son: San Cristóbal del Montecillo; San Pío X; Nuestra Señora de la Paz de la colonia Progreso; La Tercera Chica y sobre todo de esta Parroquia que tanto le quiere.

Don Jesús Carlos Cabrero Romero agradeció al Padre Ochoa le permitiera dirigirle unas palabras y le manifestó la alegría de acompañarle en esta fecha tan especial, le dirige emotivas palabras en donde le invita a que no pierda la capacidad de maravillarse por las obras del Espíritu Santo, y continue con fuerza la maravilla de profetizar. Don Jesús Carlos entregó al Padre Ochoa la Bendición Apostólica enviada por su Santidad Benedicto XVI por sus 50 años de vida Sacerdotal. Después el señor cura renovó sus promesas sacerdotales y agradeció a los señores arzobispos, a los sacerdotes, religiosas y fieles que lo acompañaron en esta fecha tan especial.

Emotivo homenaje en honor al señor arzobispo emérito don Luis Morales Reyes “Gracias por compartirnos su fiel sacerdocio”

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l Seminario Arquidiocesano Guadalupano Josefino, le ofreció un emotivo homenaje al Señor Arzobispo Emérito, monseñor Luis Morales Reyes, en el marco de su 50 aniversario sacerdotal. El homenaje fue organizado a iniciativa de nuestro pastor, monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, quien le encomendó al padre Gerardo Vaglienty Rivera, rector del Seminario Mayor para que conjugando el talento, la creatividad y el profesionalismo de los Seminaristas plasmaran a través de un video lo más importante de la biografía de monseñor Luis Morales Reyes, así como los momentos más importantes de su vida y lo más trascendente de su obra. Primeramente se le agradeció a monseñor Morales Reyes los grandes beneficios que dejó a nuestra Iglesia Potosina, así como todo el amor y entrega que tuvo hacia su presbiterio y hacia sus fieles laicos. Sin duda su tesón, su celo apostólico y su fe perseverante lo llevaron a realizar un sinfín de obras imposible de enumerar. Una de las principales obras que se le reconoció a monseñor Luis Morales Reyes es el haber revestido de su belleza original a nuestra Catedral

Por LCC. Angélica Maldonado

En lo espiritual nos heredó 2 planes diocesanos de pastoral, y qué decir de sus dos visitas pastorales por a todas las Parroquias de la Arquidiócesis en las que nos dejó sus claros mensajes de amor, de paz, de perdón, de reconciliación y de fe viva y laboriosa. En carro, carreta, caballo, burro o incluso a pié, recorrió los lugares más

metropolitana potosina, en trabajo conjunto con el patronato pro-obras de restauración de la Catedral, recuperándole así su belleza auténtica de sus años mozos. Entre muchas otras se enumeró la restauración de la casa del Santuario de San José y del Señor de los Trabajos, la construcción del Seminario Menor, bello edificio moderno y la Casa Sacerdotal Pablo de Tarso, donde se atienden sacerdotes ancianos y enfermos y desde luego, no podemos olvidar que la Casa de la Caridad-Hogar del Migrante, se construyó a iniciativa de él.

recónditos para llevar el mensaje esperanzador de Jesús a toda esa gente que vive en condiciones paupérrimas y que muchos nos olvidamos de ella. También estableció los Organismos Laicales para involucrar más a los laicos en el caminar de nuestra Iglesia.


Retiro de Adviento de catequistas de la Iglesia Potosina “Nunca se cansen de Evangelizar; sean Catequistas hasta la muerte” Por Luz Elena González

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racias por compartir su fe con niños, jóvenes y adultos y sigan comprometiéndose con Cristo a ser sus más fieles discípulas y misioneras; sean audaces, perseverantes, constantes y valientes en la fe”. “Si creen como discípulas, como misioneras se fortalece aún más su fe. No tengan miedo y acudan a lugares lejanos a evangelizar”. Así lo señaló el señor arzobispo emérito de San Luis Potosí, don Luis Morales Reyes a las Catequistas que tuvieron el pasado 2 de diciembre del 2012 su ya tradicional retiro de adviento en el auditorio “Ignacio Montes de Oca” de la Casa de Acción Católica. Acompañado del titular de Catequesis de la Arquidiócesis, presbítero José de Jesús López Castillo mejor conocido como padre Kino. El arzobispo emérito les dijo a las Catequistas que vivieran su fe con entusiasmo, con profunda alegría y amor, pues todo discípulo y misionero debe vivir un ADVIENTO PERMANENTE porque Jesús debe vivir siempre en su corazón. “Deja que Dios penetre tu corazón, deja que te toque y llegue al fondo de tu corazón, dile que venga a ti y te envíe como discípula y misionera. “Isaías es el profeta de la esperanza y nos dice que hay tantas angustias, preocupaciones y adversidades, pero nos dice: “no desesperen, tengan esperanza, anúncienla, vívanla. “La misión y la esperanza, la ternura, el amor maternal, fueron características propias de María Santísima y de san José, modelos de fe. “Tres actitudes tenemos que tener en el Adviento: la de vigilar, la de recorrer los caminos que Cristo recorrió, debemos volver al Padre porque a veces tenemos pasos perdidos, extraviados, caminos que no nos conducen a Él, y debemos tener la actitud de compartir el gozo del Adviento y la Navidad, sólo así encontraremos a Jesús. “No olviden que cada Misa es un Adviento, cada Celebración Eucarística es una Navidad, porque

Jesús nace en nuestro corazón, en el pesebre del Altar, de la Santa Hostia. “Sean alegres y laboriosamente creyentes. No claudiquen nunca ni como discípulas ni como misioneras, hasta que se mueran o hasta que ya no puedan ni moverse, pero mientras, no claudiquen. Sigan siempre alegres catequistas”. Cabe señalar que al final de la Misa se le cantaron las tradicionales Mañanitas y partieron un pastel en honor a don Luis Morales Reyes, porque precisamente el día 2 de diciembre cumplió exactamente 50 años de haberse ordenado sacerdote por gracia de Dios. Ese domingo, don Luis fue felicitado por las Catequistas, le aplaudieron y lleno de regocijo les agradeció sus grandes muestras de afecto, profundo respeto, cariño, y admiración como representante de Cristo en la tierra. Don Luis portó una bellísima casulla color dorado la cual le fue obsequiada por monseñor Carlos Cabrero Romero, por sus cincuenta años como sacerdote. Indicó al respecto: “Monseñor Cabrero me obsequió este vestido de fiesta y me vistió como el “Hijo Pródigo”, para que sea discípulo y misionero en el Año de la Fe”. Dijo: “Utilizo el dorado y no el morado del Adviento porque es el color que suple los demás colores, y hoy estoy de fiesta porque cumplo mis 50 años de haberme entregado a Dios en cuerpo y alma para siempre”.


PASTORAL SOCIAL

Dimensión de Pastoral Social Álvaro Obregón 626, Centro Tel/fax 812.76.15 y 812. 23.51 caritasacslp@yahoo.com.mx Casa de la Caridad- Hogar del Migrante: Juan Álvarez 210, Barrio de Tlaxcala Tel. 815.62.25

Benedicto XVI y los migrantes

Mensaje de don Carlos Cabrero Arzobispo de San Luis Potosí Muy queridos Hermanos Migrantes, centroamericanos y mexicanos:

Queridos hermanos y hermanas: Anunciar a Jesucristo, único Salvador del mundo, «constituye la misión esencial de la Iglesia; una tarea y misión que los cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada vez más urgentes» (Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, 14). Más aún, hoy notamos la urgencia de promover, con nueva fuerza y modalidades renovadas, la obra de evangelización en un mundo en el que la desaparición de las fronteras y los nuevos procesos de globalización acercan aún más a las personas y los pueblos, tanto por el desarrollo de los medios de comunicación como por la frecuencia y la facilidad con que se llevan a cabo los desplazamientos de individuos y de grupos. El tema que he elegido –Migraciones y nueva evangelización– nace de esta realidad. El momento actual llama a la Iglesia a emprender una nueva evangelización también en el vasto y complejo fenómeno de la movilidad humana, intensificando la acción misionera. Las migraciones internas o internacionales realizadas en busca de mejores condiciones de vida o para escapar de la amenaza de persecuciones, guerras, violencia, hambre y catástrofes naturales, han producido una mezcla de personas y de pueblos sin precedentes, con problemáticas nuevas no solo desde un punto de vista humano, sino también ético, religioso y espiritual. Las consecuencias actuales y evidentes de la secularización, la aparición de nuevos movimientos sectarios, una insensibilidad generalizada con respecto a la fe cristiana y una marcada tendencia a la fragmentación hacen difícil encontrar una referencia unificadora que estimule la formación de «una sola familia de hermanos y hermanas en sociedades que son cada vez más multiétnicas e interculturales, donde también las personas de diversas religiones se ven impulsadas al diálogo, para que se pueda encontrar una convivencia serena y provechosa en el respeto de las legítimas diferencias.

En este contexto, los inmigrantes que han conocido a Cristo y lo han acogido son inducidos con frecuencia a no considerarlo importante en su propia vida, a no reconocerse como parte de la Iglesia, llevando una vida que a menudo ya no está impregnada de Cristo y de su Evangelio. Los refugiados que piden asilo, tras escapar de persecuciones, violencias y situaciones que ponen en peligro su propia vida, tienen necesidad de nuestra comprensión y acogida, del respeto de su dignidad humana y de sus derechos, así como del conocimiento de sus deberes. Su sufrimiento reclama de los Estados y de la comunidad internacional que haya actitudes de acogida mutua, superando temores y evitando formas de discriminación. Las comunidades cristianas han de prestar una atención particular a los trabajadores inmigrantes y a sus familias, a través del acompañamiento de la oración y de la caridad cristiana; así como la promoción de nuevos programas políticos, económicos y sociales, que favorezcan el respeto de la dignidad de toda persona humana. Los sacerdotes, los religiosos, los laicos y, sobre todo, los jóvenes, han de ser sensibles para ofrecer apoyo a tantas hermanas y hermanos que, habiendo huido de la violencia, deben afrontar nuevos estilos de vida y dificultades de integración. Queridos amigos, invoquemos la intercesión de María, Virgen del Camino, para que el anuncio gozoso de salvación de Jesucristo lleve esperanza al corazón de quienes se encuentran en condiciones de movilidad por los caminos del mundo. Aseguro a todos mi oración, impartiendo la Bendición Apostólica. BENEDICTUS PP. XVI

Les saludo con gran afecto, admiración y respeto; y cómo le pido a Jesús Niño, en nuestras fiestas decembrinas que realizamos con motivo de su nacimiento, les cuide, les proteja y defienda de toda maldad. Quiero decirles que para todos nosotros ustedes son un verdadero ejemplo, porque en su gran mayoría son hombres y mujeres de fe y de lucha contra el conformismo. Esto les ha llevado a dejar tierras, familias, naciones, amistades, para ir en busca de una vida digna y mejor para ustedes y sus familias. Esta búsqueda les ha llevado a sortear muchos obstáculos, peligros y hasta el verse amenazados de muerte. Pero sé que de lo más profundo de su corazón sacan el coraje necesario para no claudicar en la conquista de sus metas. Sé que al ponerse en camino llevan puesta su total confianza en Dios, en la Virgencita del Pueblo que con diferente advocación le invocan como Nuestra Señora de Guadalupe, del Refugio, del Carmen, etc., sabiendo que Ella les acompaña; así como sé que invocan a los santos de su devoción como san Judas Tadeo, a quienes se encomiendan para que los cuide y guíe hasta alcanzar lo que se han propuesto. La fe en el Señor, les dará también la fuerza para dejar su familia, su pueblo y tener y mantener firme la esperanza de que pronto regresarán a casa, para encontrarse reunidos con los suyos. Queridos hermanos “paisanos” que regresan a esta su casa, quiero decirles MUCHAS GRACIAS porque, con toda generosidad, vienen a compartir el fruto de su trabajo con sus familias y comunidades que les han visto nacer, crecer y convivir. Gracias porque con ello reflejan la nobleza de su corazón, su amor y compromiso porque ahí quedan plasmadas sus buenas obras en escuelas nuevas, caminos, plazas, templos, etc. Todo esto no tiene precio, y no puede quedarse en un simple reconocimiento, por eso le pedimos a Padre Dios, que cada peso que donan en bien de la comunidad, se los devuelva en abundantes Bendiciones para ustedes y los suyos. Le decimos al Señor, con ustedes, muchas gracias por permitirles encontrar un trabajo digno en tierra extranjera, que les permita cumplir sus sueños. Les abrazo y les Bendigo de corazón. Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí


SUPLEMENTO ESPECIAL

El rostro más bello de la iglesia Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz Comisión de Pastoral Social-Cáritas

Aparecida # 414

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engo la convicción de que si pudiéramos contemplar los distintos rostros que la Iglesia ofrece en todo su trabajo evangelizador, nos quedaríamos profundamente conmovidos por todo lo que se realiza y por quiénes lo realizan. Más de alguna vez que he escuchado alguna crítica negativa de la Iglesia y, en particular, hacia su parte jerárquica, pienso ¿Por qué no alcanzan a contemplar todas las otras partes de nuestra Iglesia?: el trabajo heroico de tantas personas buenas en asilos, orfanatos, comedores para pobres, albergues, etc., del trabajo de innumerables evangelizadores religiosas y religiosos en lugares apartados y lejanos, del enorme impulso en la actividad académica, desde catequistas que dan su tiempo en la evangelización de niños, adolescentes y jóvenes, de todo lo que hacen los laicos comprometidos que dan su vida, su tiempo y sus bienes al servicio de sus hermanos. De los muchos pastores del pueblo de Dios que viven con su pueblo que lo apacientan y lo guían. ¿Porqué quedarnos sólo con una experiencia negativa cuando se realiza tanto bien? Porque cuando se anda en este plan de crítica, solemos ser muy duros con la Iglesia, porque juzgamos el comportamiento de tal o cual persona, o de tales o cuales grupos, o del clero, o de los obispos, o qué se yo. Total, que, no reconocen que la Iglesia encabeza mundialmente la mayor organización educativa en el mundo, que sus obras de caridad son incuantificables, que los católicos subsidian en muchos sectores la educación de sus hijos, que las mayores expresiones de arte de todos los tiempos han sido apoyadas por la Iglesia. Desde luego, las obras buenas no son noticia. Para muchos será obligación y deber de la Iglesia, y si se publica o se difunde, se vuelve a criticar por buscar el reconocimiento o el aplauso.

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Indudablemente existirán muchos malos testimonios en el interior de nuestra Iglesia, pero por fortuna, dentro de ese batallón de hombres y mujeres florecen con bastante abundancia los santos, que son ellos, sí, el rostro más hermoso de la Iglesia, la honra de nuestra fe, los que nos permiten presentarnos ante el mundo, sin la pena ante las fallas de muchos hermanos en la fe. Por ello, san Francisco de Asís revolucionó al mundo de su época en la vuelta a una vida más austera, san Ignacio de Loyola dará un fuerte impulso a la obra educativa en el mundo y qué decir de las innumerables religiosas fundadoras de colegios y universidades, de la madre Teresa de Calcuta, una mujer que recordó a nuestro mundo contemporáneo no dejar al borde del camino al necesitado y al enfermo.

ntre las tareas de la Iglesia a favor de los migrantes está indudablemente la denuncia profética de los atropellos que sufren frecuentemente, como también el esfuerzo por incidir, junto a los organismos de la sociedad civil, en los gobiernos de los países, para lograr una política migratoria que tenga en cuenta los derechos de las personas en movilidad. Debe tener presente también a los desplazados por causa de la violencia. En los países azotados por la violencia se requiere la acción pastoral para acompañar a las víctimas y brindarles acogida y capacitarlos para que puedan vivir de su trabajo. Asimismo, deberá ahondar su esfuerzo pastoral y teológico para promover una ciudadanía universal en la que no haya distinción de personas”.

Ellos son nuestra vanguardia, una multitud inmensa de hombres y mujeres cuya vida y cuya muerte -coronación de su vida- demuestran que Cristo no luchó en vano. Santos conocidos y desconocidos, grandes figuras que asombraron al mundo y gente humilde que sólo iluminó una casa, una familia o un pueblo. Reyes y labradores, madres de familia heroicas y políticos honestos y prudentes, pontífices señalados y humildes religiosos, abuelos y abuelas laboriosos y niños inocentes, mártires de la sangre y del gris anonimato cotidiano. Muchos de ellos pecadores sin adornos, al estilo del buen ladrón. Son nuestros mejores amigos, el tesoro, el más hermoso rostro de la Iglesia.

Y lo mejor de los santos, seguramente, es que como suele decirse, no sólo son admirables, sino también imitables. Es lo que san Ignacio de Loyola decía: “Si ellos lo hicieron, ¿por qué yo no?” Porque no eran de una raza especial. Aunque suene a paradoja podría decirse que no tenían «madera de santos»… tuvieron muchos de ellos caídas y recaídas, sólo que no se cansaron nunca de estar empezando siempre para intentar agarrarse con todas sus fuerzas a Cristo. Imitemos su ejemplo, seamos ese rostro de la Iglesia, el rostro del amor, de la caridad, del servicio, del testimonio, de la compasión ante el caído, señalado y despojado. Para que así nuestro mundo conozca las diferentes realidades del Pueblo de Dios, sus diferentes rostros y dentro de ellos, los más hermosos: los del compromiso cristiano.


PASTORAL SOCIAL

La importancia de la Pastoral Social en la vida de la Iglesia Por Lic. Alejandro Sánchez González

La Pastoral Social es la vinculación íntima entre el Evangelio y la vida concreta, personal y social de cada del hombre”; es la expresión concreta del amor de quien ahora vive una vida plena, por el encuentro del que nos transforma y nos lleva a amar a nuestros hermanos, sin importar su condición, quien nos invita a amar nos sólo a los amigos “porque entonces que mérito tenemos” sino que nos invita a amar a nuestros enemigos.

Migrantes atendidos en la Casa de la Caridad-Hogar del Migrante en el año del 2012

Un amor que no puede quedarse en las palabras simples, sino que mueve el corazón de una forma tal que es imposible que las formas lacerantes de miseria y dolor que sufren las personas le dejen a uno sentado y conforme, sino que son invitaciones constantes para ponerse en camino del encuentro de estos hermanos nuestros que necesitan de nosotros. “Con su doctrina social, la Iglesia se hace cargo del anuncio que el Señor le ha confiado. Actualiza en los acontecimientos históricos el mensaje de liberación y redención de Cristo” (CDS N°63). Es la iglesia como expresión del encuentro salvífico, quien nos impulsa en nuestro reconocimiento como unidad del cuerpo de Cristo a buscar el bienestar de cada ser humano; las expresiones de la pastoral social son las manifestaciones del amor infinito que Dios tiene para cada uno de nosotros, son tan diversas, actualizantes y diversificadas que son incuantificables. “Con su enseñanza social, la Iglesia quiere anunciar y actualizar el Evangelio en la compleja red de las relaciones sociales. No se trata simplemente de alcanzar al hombre en la sociedad, sino de fecundar y fermentar la sociedad misma con el Evangelio [...].la Iglesia no es indiferente a todo lo que en la sociedad se decide, se produce y se vive, a la calidad moral, es decir, auténticamente humana y humanizadora, de la vida social. […]La sociedad, en efecto, con todo lo que en ella se realiza, atañe al hombre. Es esa la sociedad de los hombres, que son « el camino primero y fundamental de la Iglesia » (CDS N° 62).

Cristo quiere ser honrado en los pobres San Juan Crisóstomo

Gracias a tu ayuda

podemos mitigar

el dolor de muchos hermanos


SUPLEMENTO ESPECIAL

El voluntariado:

testimonio de amor Lourdes Torre López voluntaria de Cáritas 75 años

IX Encuentro de Pastoral Social y Cáritas parroquiales

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i amor como voluntaria ha partido desde la infancia; mis padres, auténticos cristianos, nos formaron en el servicio y cuidado del pobre... mis hermanos y yo teníamos un valioso ejemplo a seguir. Fuimos un familión: 8 varones y 5 mujeres, por ser así, se daba el espíritu de sacrificio, la tolerancia, la alegría, el cariño y también las peleas fraternales , ¡cómo no! Todo eso se vivía en casa. Han pasado muchos años... La familia fue “dejando huecos”, La partida de quienes se han ido nos ha dejado mucho amor y agradecimiento por haber compartido tantos años y haber vivido penas y alegrías.... Aquella primera enseñanza de mis padres volvió a recordarme, que la vida es fecunda cuando se vive en función de los demás, en servir y aprender, si, aprender, porque más se recibe y se aprende del “otro” que lo que se da... Hoy, soy una mujer de la tercera edad aún con buena salud, viuda con un hijo y una nieta tan hermosa como su nombre: Luna. Actualmente vivo en una casa para atención al adulto mayor. En Cáritas Arquidiocesana, hay pocas voluntarias, pero reina el espíritu de servicio de sencillez y alegría en el trabajo y ¿qué se hace ? ¿En qué se ocupa el tiempo? En mil acciones que se desprenden da la misma esencia de Cáritas diocesana. Poco importa lo que hagamos, lo importante el espíritu que ponemos en hacerlo, no importa la edad, yo voy con entusiasmo, y felicidad, colaboro en diferentes tareas, igual da que sean sencillas: se puede colaborar en la oficina, acomodando sillas donde se realizan diferentes eventos, se puede también ayudar al equipo de apertura de nuevas Cáritas en las parroquias que lo desean, y organizar medicinas para los dispensarios; hace falta ayuda en la casa del migrante donde hay mucho lugar para nuevas o nuevos voluntarios....en diversos momentos de gran afluencia de migrantes, colaborando con pequeños donativos de ropa o artículos de primera necesidad, acompañándolos, escuchándolos. También el crecimiento espiritual es muy importante y existen momentos de oración, ya que toda acción que hagamos en Cáritas debe hacerse pensando que al que servimos es al mismo Jesucristo. Nos preparan para diversos cursos de desarrollo humano, etc. Como ven las tareas son múltiples, y los voluntarios, pocos, yo los invito a unirse al equipo y encontrarán un lugar hecho para ustedes, donde serán parte de la gran familia Cáritas, donde el alma se llena... El cuerpo trabaja, la mente se ocupa, se olvida el yo, y se funde en el equipo, donde el Señor nos invita a trabajar en su mies.

Fortaleciendo la vida de la Iglesia en la caridad y en la misión Por Lic. Mariana Domene Motilla Coordinadora de Cáritas Parroquiales

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ada año con el fin de animar, promover y fortalecer los grupos dedicados al ejercicio de la caridad en las parroquias se organiza un Encuentro Diocesano de Agentes de Pastoral Social y Cáritas Parroquiales. El pasado sábado 3 de noviembre, día de san Martín de Porres, patrono de Cáritas, se llevó a cabo el IX Encuentro en la Casa de Acción Católica. Gracias a la motivación que en las comunidades parroquiales realizaron los señores curas se reunieron 194 agentes de Pastoral Social pertenecientes a 52 parroquias de la diócesis. Para dar inicio a nuestro encuentro tuvimos la bienaventuranza de contar con la presencia del nuestro querido señor arzobispo J. Carlos Cabrero Romero, quien a las 9 a.m. presidió la celebración de la Eucaristía; en su homilía invitó a la comunidad a acercarse a Jesucristo vivo en la oración, pues del encuentro con Él nace la caridad, la caridad permea la fe, nos recomendó seguir animados en la invitación del Papa Benedicto XVI de constantemente rezar nuestro credo, así mismo insistió en la práctica de la Lectio Divina que enriquece nuestro corazón con la palabra y nos lleva a una vivencia auténtica de la caridad. Nos puso de modelo la vida de san Martín de Porres quien es un modelo de

humildad que realizó su trabajo en nombre del Señor y de la Iglesia con sencillez, siendo ejemplo de cómo debe ser la vida del agente de pastoral social. Nuestro primer ponente el obispo de Matehuala monseñor Lucas Martínez Lara, en el marco del año de la fe, conminó a los agentes de pastoral social a vivir la fe con sencillez de corazón, explicó que cuando nuestro corazón se abre a la necesidad del otro, ahí hay un principio de fe y la fe nos plantea salir de uno mismo e ir hacia el otro; lo contrario del amor es el pecado. Las Parroquias de Nuestra Señora del Refugio, La Sagrada Familia de Nazareth, Dulce Nombre de Jesús, Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote y San Francisco, compartieron sus experiencias en el caminar de sus Cáritas parroquiales, enriqueciendo así a los participantes y motivándolos a seguir esforzándose en su labor a favor de los que menos tienen. Para estrechar los lazos de amistad entre los diferentes agentes de Pastoral Social de la Diócesis, el encuentro concluyó con una amena convivencia y una exquisita comida en donde los agentes que participaron tuvieron la oportunidad de conocerse y compartir.

BAZAR DE ROPA Y ARTÍCULOS VARIOS, CÁRITAS Desde hace muchos años, Cáritas ha sido testimonio de infinita generosidad; esta institución y gracias a la ayuda de muchos, a través de su programa Bazares, familias en situación de emergencia, que por algún accidente o siniestro en sus hogares lo han perdido todo, han podido amueblar de nuevo su hogar. Así mismo, Cáritas ha enviado muchas toneladas de ropa a ciudades vecinas que han sufrido devastaciones naturales. Por la gran cantidad de donativos de ropa que se reciben frecuentemente, se abrió un nuevo bazar en la calle de Juan Álvarez 225, en el Barrio de Tlaxcala. Con lo que se recauda se mantienen otros programas y actividades de mantenimiento de inmuebles de la organización. De esta forma, la gente podrá ayudar y aportar en donativo o comprando diferentes artículos en el bazar, este tiene un horario de 10:00 a 20:00 horas, de lunes a sábado; está ubicado en Pascual M. Hernández No. 260, zona centro de nuestra ciudad capital. Aceptamos camas, salas, libreros, estufas, televisiones, ropa, zapatos, juguetes y todo lo que esté en buen estado que pueda ser usado por tu PRÓJIMO. Hecha un vistazo a tu clóset. Lo que ya no te pones, le pertenece a los pobres. Mayores informes al 8.14.97 98, o en la Casa de la Caridad al 8.15.62.25.


PASTORAL SOCIAL

La bendición de la Casa de la Caridad, hogar del migrante Una crónica de amor y de amores Por Norma de Gómez

«E

l rostro del desempleo tiene los rasgos del migrante», dicen nuestros obispos, y el Señor Jesús dice: «Bienaventurados los pobres» (Lc 6, 20), los sin tierra, sin techo, sin pan, sin protección, sin certezas, sin cobijo, sin justicia, y conmovido les manda a los amorosos a edificar casas de la caridad, hogares del migrante.

Así, a tres cuadras atrás de la actual Casa de la Caridad, Hogar del Migrante, levantada en 2200 m de terreno y 2269 m2 de construcción, en 1984, don Ezequiel Perea Sánchez abrió la primera Casa de la Caridad, con solo diez camas al iniciar, en donde recibían a “las personas pobres de paso”, y al enfermo grave, algunos en fase terminal ahí murieron, y a partir de 1999, a migrantes. Con el cariño de cuatro señores obispos, don Ezequiel Perea Sánchez, don Arturo Antonio Szymanski Ramírez, don Luis Morales Reyes, y don Carlos Cabrero Romero, el Padre Celestial fue cristalizando su anhelo de tener un lugar como esta Casa de la Caridad, porque: “Es expresión de Caridad, también eclesial, el acompañamiento pastoral de los migrantes” (Aparecida 411). Esta obra se logró gracias a un «equipo formado por los tres órdenes de gobierno, la Iglesia, y muchos potosinos» como comentó el Ing. Alejandro Pérez Espinosa, quien fue invitado a ser Presidente del Patronato de la Construcción de la Casa de la Caridad: «… por la relación que existe en la vida de la Iglesia, por un lado, entre el empeño por el orden justo del Estado y la Sociedad, y por otro, la actividad caritativa organizada » (Deus Caritas est 29). Integraron además este Patronato: el Ing. Javier Tobías Gómez, la C.P. Martha Martínez de Magdaleno, el Ing. Miguel Eugenio Compeán Roldán, el C.P. Luis Bernardo Magaña, el Ing. Juan José Vázquez, la Arq. Mónica Guadalupe Ruiz Castillo, el Sr. Juan Antonio Briones González, Arq. Mario Alberto Hurtado Arias y los P. Eduardo Córdova Bautista y P. Rubén Pérez Ortíz. La Casa de la Caridad, hogar del migrante, es un «parador» en el camino de hermanos peregrinos que llegan a San Luis con los pies despedazados como su alma, encarnando a la Sagrada Familia en su trayecto de 140 kms, de Nazareth a Belén, camino a empadronarse, por cierto, de subida, en todos los sentidos. No obstante que para los judíos la hospitalidad es sagrada, para José y María no hubo lugar. El 16 de noviembre pasado, con la sonrisa de nuestro señor arzobispo don Carlos Cabrero Romero, y la cosecha de una siembra hecha con dolor y

persecución, el acierto del señor arzobispo don Luis Morales Reyes, los 200 m de ese parador -por cierto cálido y funcional-, fueron bendecidos. Así se declaró “lugar de cuidados y reposo”, UNA SALA DE ESPERA, ÁREA DE RECEPCIPÓN ENFERMERÍA, CONSULTORIO MÉDICO, CONSULTORIO DENTAL, CUARTO DE ENFERMOS, COCINA Y ALACENA, COMEDOR, DORMITORIOS PARA HOMBRES, MUJERES Y FAMILIAS, DOMITORIOS PARA VOLUNTARIOS, DORMITORIOS ESPECIALES, ROPERIA, SERVICIOS SANITARIOS CON REGADERAS, ÁREA DE CASEAS TELEFÓNICAS, OFICINAS DE SEGURIDAD E INTELIGENCIA, OFICINAS DE DERECHOS HUMANOS, TRABAJO SOCIAL Y PSICOLOGÍA, ÁREA ADMINISTRATIVA, SALÓN DE USOS MÚLTIPLES, CANCHA DE FUTBOLITO, BASQUET BALL Y VOLEY BALL, PATIO DE RECREO CON TIENDITA, ÁREA DE LAVADO Y SECADO, DESPENSARIO MÉDICO PARA VECINOS, CISTERNA, CÁMARAS DE VIGILANCIA, SUBESTACIÓN ELÉCTRICA, Y EQUIPO HIDRONEUMÁTICO. En cada rincón de esta verdadera casa - hogar suena un TE AMO vigoroso y calientito en la boca de

los súper héroes que comparten muchas horas de sus vidas de día y de noche, con Jesús encarnado en los migrantes que tocan estas puertas y cómo me alegro por nuestros amorosos pastores, por las amorosas personas de los gobiernos federal, estatal y municipal, y por los agentes de la caridad que realizan “la tarea de amor al prójimo enraizado en el amor a Dios” (Deus Cáritas est 20), porque dice el Señor:

“El que le presta al pobre, a Dios le presta y el Señor mismo pagará la deuda” (Prov 19, 17).


SUPLEMENTO ESPECIAL

Historias del Don

Juan Jesús Priego

H

istorias. ¡Me gustan las historias! Y, cuando me encuentro una en algún libro, al instante la transcribo en mi cuaderno de notas. A veces, sin embargo, no se trata de historias, sino de citas memorables, de pensamientos dignos de atención o de alguna anécdota ilustrativa o simplemente interesante. Cuando Monseñor Joaquín Antonio Peñalosa (1921-1999) nos daba clases en el Seminario, no paraba de decirnos a sus alumnos: “Leer es una actividad y, cuando lean, háganlo siempre con un lapicero entre los dedos y una libreta en el regazo. Entre las páginas de los libros están las historias que harán sus homilías mucho más atractivas e interesantes”. Yo he seguido su consejo al pie de la letra, y transcribo ahora, a petición del padre Rubén Pérez, algunos párrafos que me he encontrado aquí y allá en mis andanzas por el mundo de los libros, en espera de que interesen al lector tanto como me han interesado a mí.

1. “Aún recuerdo cuando, siendo todavía estudiante, me sentaba en la ventana y contemplaba a los presos que en el patio de la cárcel cortaban leña. Cierto día, una señora bien vestida y de agradable aspecto pasó por allí. Al punto no se dio cuenta de la presencia de aquella gente, pero más tarde se detuvo, sacó de su bolso una moneda y, acercándose a uno de los presidiarios, dijo solemnemente: ‘¡Tome, en nombre de Cristo!’. El individuo a quien tendía la moneda en vez de alargar la mano miró a la mujer con expresión torva y luego repuso con voz ronca y acento cruel: ‘¡No se enjuague demasiado la boca con el nombre de Cristo, señora! Él vino a salvarnos de la gente que ofrece cinco pesos, se airea de ofrecer cincuenta y roba cincuenta mil. Y esos cinco pesos los da porque desea obtener la ayuda de Dios para algún asunto provechoso, o para comprar a buen precio un pasaporte para el Paraíso. Pero no es fácil engatusar al Padre Eterno. ¡Farisea! ¡Estafadora! ¡No estoy dispuesto a servirle a usted de escalón para alcanzar el cielo’… El guardián arremetió contra el preso, y la dama, indignada, declaró que le demandaría inmediatamente por ultrajes. De este modo fue acogida una verdad expresada de manera inequívoca, aunque torpe. ¡Cómo me gustaría ahora encontrarme con aquel hombre! Me abrió más los ojos sobre la vida, en aquel encuentro fortuito, que todos los amigos y conocidos que tenía entonces” (Sergiusz Piasecki, Un mundo desconocido).

CRISTO, BASE DE LA PROMOCIÓN HUMANA Esta es la “piedra angular” de la promoción de la dignidad humana sin la cual es imposible que el creyente se comprometa en verdad por su hermano necesitado, pues el encuentro con Jesucristo y su corazón rico en misericordia lejos de quedarse en una relación intimista, se abre a todas la dimensiones de la dignidad humana.

2. “Cuando llega el invierno, todas las almas sensibles se emocionan pensando en los desdichados que no podrán resistir sus rigores. Los rigores del verano, en cambio, ¿a quién le producen una emoción objetiva? ¿Quién se conmueve, al borde del mar, acordándose del prójimo que tiene que aguantar toda la canícula en los aledaños de la Puerta del Sol? La insolación mata tanto como el frío, y, sin embargo, el prócer que en el invierno le dará fácilmente cinco duros a un infeliz para que se compre leña, no es probable que se los dé nunca en el verano para que adquiera un ventilador eléctrico… Y, por mi parte, confieso que, habiendo contribuido repetidas veces con mi modesto duro a la suscripción abierta para enviar en el invierno hacia el Mediodía a un amigo tuberculoso, no aporté jamás dos reales para costear en el verano el viaje de un camarada asmático a las playas del Norte… Decididamente, el verano es una estación tan importante como cualquier otra, pero carece de prestigio” (Julio Camba, Sobre casi nada). 3. “Cuando oigo alabar al millonario Rothschild que destina millones de sus cuantiosas rentas a educación de niños y curación de enfermos, le alabo, y hasta he llegado a enternecerme. Pero mientras me enternezco y le alabo, no puedo menos que recordar a una humilde familia de labriegos que recogió en su miserable choza a una huérfana, sobrina suya.

“-Si nos traemos a la Catalina -decía la mujergastaremos en ella hasta los últimos cuartos y no tendremos con qué comprar sal para sazonar la sopa. “-Pues se comerá sin sazón, ¿sabes? “Todavía le queda bastante que andar al millonario Rothschild para asemejarse a este labrador” (Iván Turguéniev, Senilia). 4. “Estando sentado frente a su tienda, Abraham vio que se acercaba un hombre muy cansado que vino a sentarse debajo del árbol que se hallaba cerca. Se levantó Abraham para invitar al viajero a que entrara en su tienda para lavarse, descansar y comer. El forastero le dio las gracias, pero no quiso aceptar la hospitalidad. “Sin embargo, Abraham insistió tanto, que el forastero aceptó finalmente. Cuando hubo acabado de comer, Abraham le dijo: “-Ahora, da las gracias y la bendición al Eterno, Dios del cielo y de la tierra. “-No conozco a tu dios, dijo el forastero, y no bendeciré más que al mío. “Al oír tales palabras, Abraham le pidió que abandonara su tienda. “Dios se enojó mucho con el proceder de Abraham y le dijo: “-¡Cómo pudiste actuar así! Yo, que soy el Señor del mundo, pude mirar a ese hombre incrédulo durante muchos años con paciencia. Lo alimenté, lo vestí y le di todo lo que necesitaba. Pero tú no pudiste aguantarlo ni por un breve rato porque no comparte tu fe. “Abraham se postró en tierra ante Dios y pidió perdón, pero Dios no lo perdonó hasta que Abraham fue en busca del idólatra al desierto y le imploró a su vez que le perdonara su acción inhospitalaria. Conmovido por el arrepentimiento de Abraham, el gentil lo perdonó. Y Dios miró a Abraham con favor” (Beatriz Borovich, Cuentos judíos de siempre).


PASTORAL SOCIAL

Comedor de la esperanza Por Geraldine Estrada Rivera Coordinadora de Programas

Programa de Cáritas ubicado en la calle de Manrique 113, Centro Tel. 814. 56. 46 Horario de 1 p.m. a 3 p.m. Nuestra misión es dar alimento a personas con necesidad del mismo y con ello responder a la invitación que nos hace Jesús de llevar a cabo la obra de misericordia de dar de comer al hambriento. Queremos convertir el comedor en el lugar de encuentro, donde además del alimento para el cuerpo, el comensal se descubra parte importante de la comunidad, formando y creando un lugar donde viva el amor de hogar, logrando descubrir la misericordia de Dios Padre. Ayúdanos a brindar el alimento a todas las personas que lo requieran sin distinción de sexo, credo, o nacionalidad. En este 2012 ha aumentado el número de comensales, pero al igual que ha aumentado el voluntariado que asiste al Comedor, alumnos de escuelas y universidades nos apoyan en la elaboración de los alimentos y en el acopio de despensas en sus escuelas, motivando así a los jóvenes a compartir los que Dios le ha dado. Varias empresas y particulares se han sumado a esta labor de caridad en beneficio de la personas que no tienen un pan que comer.

¿Te gustaría ser parte del voluntariado del comedor? Ven a preparar los alimentos para ellos, a servírselos, a conversar y hacerles sentir que forman parte de una gran familia, la familia de Dios que nos convoca en la mesa a compartir los alimentos.

ALGUNOS TESTIMONIOS DE COMENSALES MAS FRECUENTES

DON JUANITO 72 años

(Bolero) Yo me quede viudo hace poco y en este lugar siento que es mi viejita quien cocina pues la comida es calientita.

HUGO 22 años

(Toca un bote y un gürrio en los camiones) Trabajo en los camiones todo el día pero a mediodía me doy prisa para llegar a comer a mi casa, el Comedor de la Esperanza. Así me siento aquí.

ALICIA Y SUS 2 HIJOS

(Lupita de 3 años y Alan de 4) Buscamos plásticos y aluminio en los botes de basura, ellos andan conmigo, pero me siento bien por que sé que si tengo $5.00 pesos, comemos mis hijos y yo, aquí en el Comedor y cuando no traigo dinero, Cáritas me regala el vale para comer.

El Comedor está situado en un lugar estratégico ya que a sus alrededores viven personas solas que buscan la compañía de otros, aunque sea solamente a la hora de la comida. Está cerca del Seguro Social de Zapata, para que las personas que vienen del interior del Estado por tener un familiar internado en este Hospital, puedan tener a su alcance un lugar donde se les ofrece un comida digna. Es un espacio donde Cáritas promueve el rescate de la dignidad de la personas, por que no solo se van con el estómago satisfecho sino con la satisfacción que se les trató como personas, como Hijos de DIOS.


SUPLEMENTO ESPECIAL

Acciones que realiza el Departamento de Trabajo Social T.S. Martha Guadalupe Silva Morín Lic.TS. Guadalupe Díaz Sánchez

E

l Trabajo Social en Cáritas dirige sus acciones a las diversas expresiones de las necesidades múltiples y complejas de las personas y/o familias, así como el entorno en el que se desarrolla, buscando en este lugar una acogida humanitaria, y por ende un apoyo a sus apremiantes necesidades.

familia de la persona enferma o en situación vulnerable. Es así que hasta ahora hemos publicado un total de 10 casos, algunos varias veces, porque el monto requerido es muy elevado. También se han entregado un total de 815 despensas de enero a noviembre en su mayoría se entregan a personas de edad mayor o para madres solteras que mientras se estabilizan en un empleo se comparte la despensa de 3 a 4 meses (un mes si, otro no, nunca mensuales) y también han existido situaciones que se les entregan a padres de familia que quedaron solos o sin empleo.

Su misión es la de facilitar que todas las personas desarrollen plenamente sus potencialidades, dignifiquen sus vidas y la prevención de las disfunciones. En el transcurso de lo que va del año se ha brindado atención y asesorías a 1717 personas en sus muchas y particulares necesidades. Un porcentaje de las personas antes mencionadas requieren del recurso económico que les permita restablecer su salud. Por ello se logró aportar la cantidad de $78, 752.00 (hemodiálisis, estudios de laboratorio, medicamento oncológico, material quirúrgico, transfusiones, y demás tratamientos costosos). Afortunadamente tenemos un espacio permanente brindado por el semanario de la Arquidiócesis de San Luis Potosí La Red. El apoyo consiste en dar a conocer la problemática del paciente (siempre y cuando ellos nos autoricen la publicación de su historia y la fotografía) a nuestros amigos lectores y así hacerlos participes de este llamado a la solidaridad con el que menos tiene, hemos logrado que muchos potosinos donen en especie o en efectivo a la

También ayudamos al pago de pasaje a personas que son de nuestra entidad, siempre y cuando se compruebe su situación. Hemos aportado en pasajes la cantidad de $20,946.00 pesos. Otorgamos 9 ataúdes a familias que no cuentan con recursos para los servicios funerarios. Toda esta ayuda que Cáritas entrega, no sería posible sin la cooperación de escuelas, universidades, empresas, instituciones y personas anónimas que entregan su ayuda en nuestro departamento de Trabajo Social. ¡Gracias, porque con tu ayuda estamos dando testimonio de CARIDAD!

Dispensarios Médicos de Cáritas Q.F.B. Arminda Anguiano Sánchez

MISIÓN Como Iglesia comprometida nuestra misión es cubrir la necesidad de medicamento de las personas más vulnerables que acudan a nuestros dispensarios, así como brindar información completa y detallada sobre su uso otorgando una atención de calidad, calidez y eficiencia evangélica. Para ello nuestra visión es tener una cobertura médica en cada dispensario de primer nivel de atención en el área de salud y así ofrecer un apoyo integral a nuestros hermanos. Tenemos como objetivos: • Ser la respuesta inmediata a la necesidad de medicamentos en todos los niveles de salud. • Fomentar una cultura de solidaridad mediante el intercambio de medicamentos. • Atender este importante servicio de calidad, ante la vulnerabilidad de las necesidades económicas de las personas.

Nos capacitamos continuamente El 27 de junio de 2012 en la Casa de la Caridad Hogar del Migrante, se llevó a cabo el Primer Taller de Lineamientos para la creación, desarrollo y formación de un dispensario médico. Se contó con la asistencia de 65 personas que entre todas ellas atienden a 24 dispensarios en diversas partes de la diócesis potosina. Se tuvo la intervención de personal de la Secretaria de Salud, quien nos dio a conocer las recomendaciones para el manejo de medicamentos en dispensarios; entre las principales recomendaciones estuvo el desecho correcto de los medicamentos. En la oficina matriz de Cáritas se procedió a atender dicha solicitud recabando el medicamentos de los diferentes dispensarios y los propios de Cáritas; Fueron desechados un total de 1350 kilos, en 19 contenedores de los cuales fueron: 5 de blíster, 4 de botes de plástico vacíos, 3 de frascos con líquido, 3 con cajas y 2 ¾ con pastillas.

UBICACIÓN Dispensario Pascual M. Hernandez 260

Este dispensario por su ubicacion centrica atiende un promedio de 730 personas mensualmente Dispensario médico Providencia ubicado en la calle Luna 131, col. Providencia, tel 8 10 94 87. Atiende un promedio de 620 personas mensualmente

Dispensario Julián Carrillo

Ubicado en Av. República 1305, tel. 8 20 66 79, horario de 10 a.m. a 2 p.m., de lunes a sábado. Atiende un promedio de 325 personas mensualmente. Toda persona que solicite medicamento deberá presentar su receta médica No surtimos medicamento controlado.

Te invitamos a que nos dones tu medicamento no caduco. Cáritas en sus programas de dispensarios atiende a un promedio de 1675 personas mensualmente.


DICIEMBRE 23 DE 2012

Con gran devoción, invocamos a la Virgen de la Expectación Nos encomendamos a la mujer dócil y obediente, a la Virgen de la Esperanza

C

uando se espera algún acontecimiento importante que trae consigo tristeza y pena, la reacción espontánea de la persona normal es de temor acompañado a veces por la congoja y angustia que tiende a aumentarse por la fantasía ante la consideración de los males futuros previsibles. Cuando por el contrario se prevé la llegada de un bien que tiene una entidad considerable se vive en una espera atenta y presurosa que va desde el anhelo y la ansiedad hasta la euforia acompañada de una prisa impaciente. A mayor mal futuro, más miedo; a mejor bien futuro, más esperanza gozosa.

 Algo de esto pasó al Pueblo de Israel que conocía su carácter de transitoriedad funcional, al menos en los círculos más creyentes o especializados en la espiritualidad premesiánica. El convencimiento de que la llegada del Mesías Salvador era inminente hizo que muchos judíos piadosos vivieran en una tensión de anhelo creciente —basta pensar en el anciano Simeón— hasta poder descubrir en Jesús al Mesías que se había prometido a la humanidad desde los primeros tiempos posteriores al Pecado. Era todo un Adviento.

 Y como el Mesías llega por la Madre Virgen, es imposible preparar la Navidad prescindiendo de la contemplación del indecible gozo esperanzado que poseyó Santa María por el futuro próximo inmediato de su parto. Eso es lo que se quiere expresar con “La Expectación del Parto”, o “El día de Santa María” como se le llamó también en otro tiempo, o “Nuestra Señora de la Expectación” como popularmente también se le denomina hoy.

Para muchos resulta extraño o desconocido el título dado a la Santísima Virgen María como “Nuestra Señora de la Expectación”. Sin embargo, en la historia de nuestra Iglesia Potosina ella ha ocupado un lugar muy especial, pues consta que ya se tenía como titular de la entonces Parroquia de San Luis Potosí, desde que estaba en pie el segundo templo a principios del siglo XVII. Ésta es la fiesta más importante de nuestra Catedral y debemos celebrarla con fe, entendiendo el denso significado que contiene por estar incrustada en el tiempo privilegiado del adviento. Hablar de “Nuestra Señora de la Expectación” es pensar en la Virgen del Adviento, en la Mujer dócil y obediente , en la Virgen de la Esperanza que lleva en su seno al Hijo de Dios. “Expectación” significa “esperar” algo muy próximo. Quienes veneramos a la Santísima Virgen María el 18 de diciembre en el misterio de su Expectación, recordamos, pues, los días anteriores de su parto virginal y junto con ella nos preparamos para recibir a Jesús en la navidad. En esta ocasión celebramos juntos, quienes participan de manera ordinaria en la Iglesia Catedral de las celebraciones y todo el presbiterio potosino esta solemnidad dedicada a “Nuestra Señora de la Expectación”. En éste día, motivados por esta festividad, nuestro presbiterio celebra su posada; deseamos para cada uno de ustedes salud, paz y bendición en su ministerio y aprovechamos para saludar y felicitar a nuestro Arzobispo, Don Jesús Carlos, quien celebró su cuarto aniversario episcopal. FELICIDADES A TODO NUESTRO PRESBITERIO POTOSINO


El A, B, C de la Biblia

Las alianzas en la Escritura, la Antigua y Nueva Alianza (o Testamentos)

E

Continuamos ahora con la mención de las nuevas alianzas que establece el Señor con la humanidad en prenda de personajes específicos del Antiguo Testamento: 3) Con Abraham: Dios se escoge a Abram (cuyo nombre bien puede cobrar el significado de «padre un pueblo») y le da un nuevo nombre tras su elección como Abraham (que algunos traducen como una extensión de que, además de padre, por ti «bendeciré al pueblo»), como padre de un nuevo pueblo para estar con este y bendecirle con sus favores. Tras una serie de vicisitudes narradas en el Génesis para su descendencia inmediata (Isaac, Jacob y sus doce hijos), son llevados a Egipto para no morir por la sequía que asola la tierra, terminan siendo esclavos de éste país para afianzar y refrendar su compromiso con Abraham en una nueva alianza con su descendencia bajo nuevas circunstancias (cf. Génesis 11,27–12,3; 17,1-10; y se continúa la historia de Abraham y su descendencia en el resto del libro del Génesis). 4) Con Moisés: En su estancia en Egipto a lo largo de los años, nos

Todo lo que Jesús es, lo es en relación al Padre Por P. Memo Gil

Por David Campos

n el artículo anterior mencionábamos que la palabra «testamento» significa “alianza”; así que los dos grandes bloques de la Biblia podemos entenderlos, respecto a su contenido y en su significado propio, como Antigua y Nueva Alianza. Dejamos como pendiente la lectura de algunos pasajes de la Escritura que, vistos en conjunto, nos indican que Dios entabla una alianza con la humanidad en la persona de nuestros primeros padres, Adán y Eva, y que tras el diluvio la refrenda en la descendencia de Noé bajo una indicación del molde del que fuimos hechos: «a su imagen y semejanza» (cf. Génesis 1,27; 9,6).

Yo CREO...y vivo mi FE

relata el libro del Éxodo, surgió un faraón que no había oído hablar de José —el hijo de Jacob que gozaba de gran poder en esas tierras y por el cual fueron abiertas las puertas de Egipto para los hijos de Jacob, quien recibiera el nombre de Israel y de allí les fuera dado el nombre de israelitas (cf. Éxodo 1,6-14; Génesis 32,1-30, respectivamente sobre lo mencionado)—. De entre el pueblo que sufría el embate de Egipto surgió un hombre que sería destinado por el Señor para ser su instrumento de liberación de la casa de la servidumbre en que se había convertido Egipto para ellos: Moisés —en Éxodo 2,10 se nos dice que su nombre significa: «sacado de las aguas»; pero de modo más preciso significaría: «el que hace salir», pues por su medio el Señor hará salir a su pueblo de Egipto—. Luego de haber hablado Moisés en nombre de Dios ante el faraón de dejar salir a su pueblo éste se rehúsa, sobreviniendo sobre sus dominios las plagas que azotarán no sólo a los egipcios sino a la dureza de corazón del faraón hasta permitirles la salida de sus tierras (cf. Éxodo 7–12). Después de eventos prodigiosos, pues así obra Dios a favor de los suyos, como el paso por el Mar Rojo, y ya en camino de libertad, el Señor hará con su pueblo en mediante Moisés una nueva alianza en el monte Sinaí, bajo la estipulación de cumplir sus mandatos que les diera bajo la forma de «Diez mandamientos» (cf. Éxodo 19 – 20). Para meditar durante la semana, les invito a leer alguno de los pasajes citados en esta ocasión; bien puede ser «la vocación de Abraham» (Génesis 11,27–12,3; 17,1-10) o el relato de «las diez plagas en el país de Egipto» (Éxodo 7–12) o «la alianza en el Sinaí» (Éxodo 19–20).

N

os encontramos aún reflexionando sobre el artículo segundo del Credo. Y resulta interesante profundizar la importancia de los atributos que se le dan a Jesús en ésta parte. Pues en cada uno de ellos, se busca dejar claro quién es Jesús en relación con el Padre. Así, en estas afirmaciones de las verdades de fe, que se sustentan en la Sagrada Escritura, se nos ofrece toda una demostración de lo que corresponde a Jesús de acuerdo a su divinidad y que hace a un lado cualquier argumento que contradiga ésa verdad. Esta fue una de las razones que llevaron a la elaboración del Credo Niceno-Constantinopolitano, pues era necesario dejar claro lo que como verdades de fe correspondía a Jesucristo y todos deben aceptar, precisamente, como verdad inalterable. “…nacido del Padre antes de todos los siglos…” leemos en Génesis 1,26: “Y dijo Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra”. ¿Hagamos? ¿Quién y quién? ¿Dios y quién más? La respuesta la encontramos en Juan 1,1-3: “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada”. Así pues, en el principio cuando no había nada, existía Dios, y la Palabra, o sea Cristo, que es Dios, estaba en Dios. Y en ésa comunión de vida crearon todo. Teniendo como telón de fondo la eternidad. Dios de Dios: los siguientes textos son muy reveladores y prácticamente no es necesario comentarlos. “Lo mismo que el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí” (Jn 6,57). “Yo le conozco (al Padre), porque vengo de Él, y es Él el que me ha enviado” (Jn 7,29). “Y el que me ha enviado (el Padre) está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a Él” (Jn 8,29). Revelación pura y plena de la intimidad divina que nos descubre el actuar del Padre en el mismo Jesucristo, Dios. Luz de Luz: Jesucristo resplandece ante la humanidad con la luz que le viene de la gloria del Padre, y que el pueblo deseaba que no se apartara de ellos para caminar seguros hacia la salvación. “¡Levántate Jerusalén, resplandece que ha llegado tu luz, y la gloria de Yahvé sobre ti ha amanecido!” (Is 60,1). Y en el Nuevo Testamento Jesús afirma de sí mismo: “Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8,12). Una vida iluminada por Cristo, se sabe siempre en la presencia de Dios mismo. Dios verdadero de Dios verdadero: Jesús le reveló al apóstol Tomás lo más íntimo de su esencia divina, y le dice: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino es por mí” (Jn 14,6). Ésta verdad de sus palabras nos hacen descubrir al verdadero Dios que se revela en Jesucristo. Además, siempre fundamentó su testimonio y manera de actuar en la veracidad de su procedencia. Por eso argumenta: “Yo soy el que da testimonio de mí mismo y también el que me ha enviado, el Padre, da testimonio de mí” (Jn 8,18). Y esto se constataba en sus milagros y predicación. De este modo, nos queda claro, que estos atributos acerca de Jesús, son en esencia atributos que corresponden de igual manera al ser de Dios. Únicamente quien viene del Padre, con la misión de redimir a la humanidad, puede ser como Él: Eterno, Dios, Luz, Camino, Verdad y Vida.


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DICIEMBRE 23 DE 2012

Sobre las lágrimas U

no de los documentos más interesantes que se hayan escrito nunca es, sin duda, el Diario de Sören Kierkegaard (1813-1855), el filósofo danés por desgracia todavía muy poco leído en los países de habla hispana.

tejado» (Salmo 102, 7). «Estoy cansado de gemir, baño mi cama cada noche, inundo de lágrimas mi lecho» (Salmo 6, 7).

Ya a principios de siglo don Miguel de Unamuno (1864-1936) se quejaba de las escasas y malas traducciones españolas de las obras de este filósofo al que se sentía tan afín y al que cariñosamente llamaba mi danesito. De hecho don Miguel, ya viejo, se aplicará a aprender danés con el único fin de leer a Kierkegaard. Y, bueno, hay que reconocer que en el presente es mucho más fácil conseguir los libros de Sören Kierkegaard que en tiempos de don Miguel. El concepto de la angustia, Temor y temblor, y sobre todo Diario de un seductor son de sencillísima adquisición. Pero esto no es todo y ni siquiera lo más importante de la vasta obra kierkegaardiana, pues el que quiera conocer realmente a este cristiano excepcional tendrá como mínimo que leer su Diario. Tengo entendido que allá por los años 60 la editorial argentina Santiago Rueda publicó una obra de Kierkegaard con el título de Diario íntimo (al menos eso fue lo que leí en la solapa de otro libro publicado por la misma editorial); lo que ya no sé –pues nunca se me ha hecho ver un ejemplar de éstos ni de lejos ni de cerca- es si se trataba de todo el diario o si sólo de una de sus partes o de una antología. Porque el Diario completo es monumental: consta de unas 5.000 páginas, aproximadamente. Ahora bien, una de las selecciones más completas, por lo menos hasta hoy, de dicho Diario, es la que realizó el filósofo y sacerdote italiano Cornelio Fabro y que publicó en 1972 la editorial Morcelliana, de Brescia, en la simbólica y muy apostólica cantidad de 12 volúmenes. Pero, bueno, como el presente no quiere ser un mero artículo bibliográfico, vamos a abrir uno de los tomos de ese Diario, el segundo, en el párrafo 523 (de la versión italiana a la que hemos aludido), justo donde escribió lo siguiente el filósofo danés: «Así como las mujeres judías consideraban un deshonor no tener hijos, así los cristianos deberían considerar un deshonor no tener lágrimas (las cuales, como los hijos, son un don de Dios)».

«¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!», exclama el aviador perdido en el desierto al ver llorar al Principito a causa de su rosa. ¡Sí, es tan misterioso! Se nace llorando, se va uno de este mundo entre las lágrimas de los seres queridos (y acaso también entre las propias) y la risa misma, cuando llega a un cierto punto, al punto en el que le es imposible ya dar más de sí, no encuentra otra manera de expresarse más que con el llanto. ¡Y cuántas son las cosas que pueden hacernos llorar! El hombre maduro, el hombre fuerte que soportó ver a su madre rodeada de cuatro cirios, con mucha frecuencia es el mismo que no puede escuchar una canción de su niñez o de su juventud sin que las lágrimas se le escurran descaradamente por entre las barbas. En el mundo del llanto no hay reglas inmutables y fijas: cada quien sabe por qué llora, y sus lágrimas serán siempre sinceras, es decir, legítimas. «Las lágrimas son mi pan día y noche», cantaba el salmista lleno de pesar (Salmo 42,4). «Me parezco al búho del yermo, a la lechuza en las ruinas. Sin dormir estoy, y gimo como pájaro solitario en el

El autor del salmo 56(55), como Kierkegaard, tampoco se avergonzaba de llorar, y cantaba gimiendo, dirigiéndose al Señor: «Tú llevas cuenta de mi vida errante: ¡recoge mis lágrimas en tu odre!» (v. 9). ¿Qué significa esta súplica extraña: «Recoge mis lágrimas en tu odre»? El salmista se dirige a Dios con el único lenguaje que conoce: el de los hombres del desierto, para quienes el odre es lo más importante que pueden cargar en una travesía por entre los mares de arena. En el odre va el agua, la seguridad, la vida. Sin el odre no hay esperanza de seguir adelante. El salmista dice pues a Dios: «Guarda mis lágrimas y ponlas en un lugar importante. Así como un beduino no pierde jamás una gota de agua, pues para él es un tesoro, así no dejes tú que se pierda ninguna de mis lágrimas». A esta oración confiada, Dios responde así por boca del profeta: «Hará Yahvé en este monte para todos los pueblos un convite de manjares exquisitos... Enjugará el Señor las lágrimas de todos los rostros y quitará el oprobio de su pueblo» (Isaías 25, 6-9). A Dios le importan nuestras lágrimas. Por eso, un cristiano no debería avergonzarse de llorar cada vez que la vida le diera material y ocasiones para ello, siempre y cuando dé sus lágrimas a Dios para que Él las ponga en lugar seguro. Dios es un buen conocedor de los desiertos de esta vida y no dejará perder ni una sola de las gotas que hayamos depositado en la concavidad de su odre. «Señor –dice Gustave Thibon (1903-2002) que una vez preguntó a Dios-, esas lágrimas que corren arrastrando jirones de almas destrozadas..., ¿por qué?». Y dice también que muy dentro de sí escuchó en seguida, a modo de respuesta, estas palabras: «Distintos imanes atraen nuestras miradas. La tuya se detiene en las lágrimas que corren y la mía en las flores que esas lágrimas riegan» (Le pain de chaque jour). No sabemos por qué el dolor. Pero sabemos que es fecundo y que nuestras lágrimas están guardadas en la eternidad. Del hombre, el amado de Dios, ni siquiera eso que parece tan volátil se perderá.


El derecho romano en la vida cotidiana El matrimonio, la adopción, las libaciones

(parte tres)

Por Mtro. José Ricardo García López

El matrimonio: Algunos lingüistas afirman que la palabra matrimonio proviene de dos vocablos latinos: Mater, o sea, la madre, y monium que es un derivado del verbo monere que significa amonestar, para que se entienda que la madre es la que lleva el orden disciplinario y moral en la casa, como si dijéramos: la madre que amonesta. Otros lingüistas, sin embargo, sostienen el mismo criterio en cuanto al significado de la palabra mater, pero difieren en lo que concierne al vocablo monium que según ellos proviene del sustantivo munus- muneris que quiere decir carga, peso, porque según esta teoría es la madre quien lleva la mayor carga o peso en el hogar. La adopción: Debemos tener en cuenta que en Roma existían dos tipos de religión y por consiguiente de culto. La religión oficial que era el culto a los dioses del Olimpo. Jupiter, Venus, Juno, Vulcano, Minerva, Diana, Ceres, Febo, Mercurio, Marte, etc. Y otra religión que es más íntima, más personal y que al romano lo identifica con los suyos, es un elemento esencial de su identidad. En esta religión primitiva y privada sólo podía ser profesada por una familia. La religión era puramente doméstica. Cada familia sólo podía rendir culto a los muertos que le pertenecían por la sangre. Sólo el pariente más próximo podía celebrar religiosamente los funerales. Se creía que el muerto sólo aceptaba la ofrenda de manos de los suyos, sólo aceptaba el culto de sus descendientes. La presencia de un ser humano que no pertenecía a la familia turbaba el reposo de los dioses manes. Por eso la ley prohibía que el extranjero se acercase a una tumba. Tocar con el pie, aunque sea por descuido una sepultura era un acto impío, por el cual era preciso aquietar al muerto y purificarse a sí mismo. El culto de los muertos era el culto de los antepasados. “El muerto que no ha dejado hijos no recibe ofrendas y está expuesto a hambre perpetua” Se dice que por el miedo que tenían los romanos a padecer las consecuencias de no tener hijos varones surgió la institución jurídica de la adoptio o adopción. La religión doméstica de los romanos estaba íntegramente encerrada en los muros de la casa. El culto no era público. Al contrario, todas las ceremonias sólo se realizaban entre la familia. El hogar jamás se colocaba fuera de la casa, ni siquiera cerca de la puerta exterior, donde el extraño lo hubiese visto de sobra. Siempre se colocó en un recinto que lo protegía del contacto y aún de las miradas de los profanos. Los romanos lo ocultaban en medio de la casa. A todos estos dioses: hogar, lares manes, se les llamaba dioses ocultos o dioses del interior. Los ritos, los términos de la oración, los cantos, que formaban parte esencial de esta religión doméstica eran un patrimonio, una propiedad sagrada, que la familia no compartía con nadie y hasta estaba prohibido revelarla a los extraños.

Por todo lo dicho anteriormente podemos entender la ceremonia que consistía en que el recién casado que llevaba a su novia, ahora su esposa, al hogar paterno, era para los dioses manes una extraña. Por eso es que el novio se traslada a la casa de su suegro en un carro tirado por caballos para en él llevar a la novia al hogar del padre del novio. Al llegar el novio a la casa de su novia, las mujeres de la casa fingen oponerse a que se la lleve y cuando van por el camino, dichas mujeres le arrojan objetos y le lanzan improperios. Una vez que llegan al hogar que en lo sucesivo será también el de la nueva esposa el novio, levanta en brazos a su novia para dar a entender que ella no va por su propio pié a participar de la ceremonias y ritos de aquél hogar sino que la introducen casi a la fuerza y así los dioses manes acepten a aquella como miembro de aquél hogar y le brinden también su protección porque en lo sucesivo

será un miembro más de la familia. La escena de introducir a la novia al nuevo hogar en brazos de su novio lo vemos, incluso en el cine. Libaciones: Cada uno de los dioses romanos recibían varios nombres según su origen o sus atributos así tenemos a Baco que recibía entre muchos otros el nombre de Liber que significa libre, es decir sin ninguna restricción, por extensión se llamó liber al vino porque éste tiene un efecto liberador o psicodélico, es decir, que desinhibe a los hombres y los desliga de toda preocupación social y moral. También se dio ese nombre a Baco porque fue quien dio la libertad a algunas ciudades de Beocia. Como a Baco se le hacían ofrendas, principalmente, de vino, dichas ofrendas recibieron el nombre de libaciones.


Estado e Iglesia, por una renovada relación

A

cudimos dos finales de ciclos que cierran sus experiencias y labores con elementos en común pero también con grandes diferencias. Por una parte, la conclusión de los dos periodos consecutivos con los que Mons. Carlos Aguiar Retes presidió el órgano colegiado de los obispos mexicanos de 2006 a 2012; y, por la otra, el fin del sexenio del presidente de la República. Felipe Calderón, con el que también concluye el segundo mandato no priista en la historia del país como fruto de la alternancia política del año 2000. En el caso de la Presidencia de la República no podemos dejar de señalar la necesidad de la alternancia que requería el país y que así lo demandó con su sufragio en las urnas; con todo, para muchos, el fin de esta etapa en la Residencia Oficial de los Pinos obedece a la falta de unidad e identidad propia que la alternancia debió haber impregnado en cada una de sus acciones. No si reconocer los avances se dieron que se dieron bajo la administración panista, la herencia que sus doce años de gestión dejan al país no puede definirse como plenamente positiva. En la construcción de una política económica adaptable y resistente al fuerte vaivén financiero global, las últimas presidencias acentuaron el ejercicio de políticas sociales y públicas con matices demagógicos mientras se recrudecía la violencia y el desamparo en todo el país. Ahora, en el arranque de la presente administración del presidente Enrique Peña nieto, se plantea la creación de una estructura anticorrupción y el rediseño de una estructura de control político y la de una fuerza pública, sin duda, elementales para recobrar la confianza y el manejo de la administración federal. Sin embargo, parece que esta recomposición o el cambio de la estructura no visualiza a la persona como el centro de las necesidades apremiantes del país y en esto reside la primordial diferencia entre ambas instituciones. Tanto el mensaje de despedida como en el primer discurso inaugural de la presidencia saliente y entrante del Episcopado Mexicano, la persona tiene el papel preponderante, lleva la voz principal en la búsqueda de mejoras sustanciales en las comunidades, en el conjunto de instituciones y en la sociedad en pleno. Es un hecho que la Iglesia y Estado colaborarán en diseñar e implementar estrategias que coincidan en la prevención, intervención y atención de los más graves problemas del país; pero en la primera no puede renunciar a la misión primordial de asistir a la persona, el ser humano en su horizonte de acción. Sin duda es necesario que el Estado atienda las necesidades estructurales, generar oportunidades , leyes y programas que contribuyan al desarrollo, seguridad y dignidad; y la Iglesia, como Pueblo de Dios, tiene en esta tarea mucho que aportar. Para el cardenal Francisco Robles y el consejo permanente del colegio episcopal plenamente renovado, el comenzar a compartir esta responsabilidad con el Estado, los fieles y el pueblo mexicano, requiere de la mayor acción que desde la Iglesia se puede hacer: salir al encuentro, evangelizar inculturándose , acompañar y participar de las necesidades de la población, de sus carencias y de sus derechos.

El acto de fe es una verdadera conversión, un cambio de mentalidad Extracto de la Catequesis del Papa

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n una de las últimas catequesis he hablado de la Revelación de Dios, como comunicación que Él hace de sí mismo en su designio de benevolencia y de amor. Esta revelación de Dios se inserta en el tiempo y en la historia de los hombres: historia que se convierte en lugar en el que podemos constatar la acción de Dios a favor de la humanidad. El evangelista san Marcos relata, en términos claros y sintéticos, los momentos iniciales de la predicación de Jesús: ‘el tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca’ (Mc 1,15). Lo que ilumina y da sentido pleno a la historia del mundo y del hombre comienza a brillar en la gruta de Belén, es el Misterio, que contemplaremos dentro de poco en la Navidad: la salvación que se realiza en Jesucristo. En Jesús de Nazaret Dios manifiesta su rostro y pide la decisión del hombre de reconocerlo y seguirlo. El revelarse de Dios en la historia para entrar en relación de diálogo de amor con el hombre, da un nuevo sentido a todo el camino humano y abre a una sólida esperanza. ¿Dónde podemos leer las etapas de esta Revelación de Dios? La Sagrada Escritura es el lugar privilegiado para descubrir los eventos de este camino, y quisiera –una vez más– invitar a todos, en este Año de la Fe, a tomar a la mano con más frecuencia la Biblia para leerla y meditarla y prestar mayor atención a las lecturas de la Misa dominical, todo esto constituye un alimento precioso para nuestra fe. Leyendo el Antiguo Testamento vemos que las intervenciones de Dios en la historia del pueblo que ha elegido y con el que ha establecido una alianza, no son acontecimientos que pasan y caen en el olvido, sino que se convierten en ‘memoria’, constituyen la ‘historia de salvación’ mantenida viva en la conciencia del pueblo de Israel a través de la celebración de los eventos salvíficos. En el libro del Deuteronomio, Moisés se dirige al pueblo diciendo: ‘guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos’. (4,9). Y así también nos dice a nosotros: ‘Mira bien para que no olvides las cosas que Dios ha hecho con nosotros’. La fe es alimentada por el descubrimiento y el recuerdo del Dios que es siempre fiel, que guía la historia y es el fundamento seguro y estable sobre el que construir la vida propia. La celebración de este evento es un hacerlo presente y actual, porque la obra de Dios no falla. Él tiene fe en su designio de liberación y todavía lo sigue, para que el hombre pueda reconocer

y servir a su Señor y responder con fe y amor a su acción. Entonces Dios se revela a sí mismo no solo en el acto primordial de la creación, sino entrando en nuestra historia, en la historia de un pequeño pueblo que no era ni el más numeroso, ni el más fuerte Y esta revelación de Dios, que va adelante en la historia, culmina en Jesucristo. Dios, el Logos, la Palabra creadora que está en el origen del mundo, se ha encarnado en Jesús y ha mostrado el verdadero rostro de Dios. En Jesús se cumple toda promesa, en Él se da el culmen de la historia de Dios con la humanidad. Cuando leemos el relato de los dos discípulos en camino hacia Emaús, narrado por san Lucas, vemos como emerge de modo claro que la persona de Cristo ilumina el Antiguo Testamento, la entera historia de la salvación y muestra el gran designio unitario de dos Testamentos, muestra el camino de su unicidad. Jesús, de hecho, explica a los dos viajeros perdidos y desilusionados que es el cumplimiento de toda promesa: ‘Y, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó que en todas las Escrituras eso se refería a él’ (24,27). El Evangelista relata la exclamación de los dos discípulos luego de haber reconocido que aquel compañero de viaje era el Señor: ‘¿No ardía tal vez nuestro corazón mientras Él conversaba con nosotros en el camino, cuando nos explicaba las Escrituras?’ (v. 32). Estamos en el tiempo litúrgico del Adviento que nos prepara para la Santa Navidad. Como todos sabemos la palabra ‘Adviento’ significa ‘venida’, ‘presencia’, y antiguamente indicaba la llegada del rey o del emperador a una determinada provincia. Para nosotros los cristianos, significa una realidad maravillosa y desconcertante. Dios mismo ha atravesado su cielo y se ha inclinado hacia el hombre; ha forjado una alianza con Él, entrando en la historia de un pueblo. Él es el rey que ha bajado a esta pobre provincia que es la tierra, y nos ha obsequiado con su visita asumiendo nuestra carne, haciéndose hombre como nosotros. El Adviento nos invita a recorrer el camino de esta presencia y nos recuerda una y otra vez que Dios no se ha ido del mundo, que no está ausente, que no nos abandona; al contrario, sale a nuestro encuentro de diferentes maneras que tenemos que aprender a discernir. Con nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad, estamos llamados, día a día, a distinguir y testimoniar esta presencia en el mundo a menudo superficial y distraído, a hacer que resplandezca en nuestra vida la luz que ha iluminado la gruta de Belén.


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Sorderas voluntarias Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas. Él les dijo: “A ustedes se les ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone” (Mc 4, 10-12).

E

l mensaje del Reino de los Cielos es para todos los hombres. Sin embargo, al principio, cuando Jesús lo anunciaba con sus parábolas, parece que no era así. Él mismo parece expresarlo cuando declara a los más cercanos que a ellos les permitió conocer ampliamente estos misterios del Reino y a la vez les explica el sentido profundo de sus enseñanzas, mientras que al resto de los oyentes los deja perplejos sin poder entender del todo. Quizá este silencio de Jesús para con la gran mayoría de los seguidores, para las multitudes, era una manera de acercarlos, puesto que si en verdad les hubiera interesado el fondo del mensaje lo hubieran seguido lo mismo que lo hacían los demás, aquellos que sí tenían acceso a los conocimientos de fondo de su mensaje. Pero no se acercaron lo suficiente para adquirir la verdadera riqueza de la palabra que Jesús anunciaba abiertamente y a la vez llena de misterio. Mientras escribo estas cosas recuerdo aquellos tiempos en que me gustaban cierta música, canciones en otros idiomas diferentes de mi hermosa lengua natal; y me gustaban por la melodía, por el ritmo, por las voces o los efectos, pero en realidad no entendía lo que significaban ninguna de las palabras de mis canciones preferidas, lo cual me obligaba a estudiar aquellas lenguas para comprender lo que decían mis cantantes, mis idolitos de la fama y la frivolidad. Y si compraba algún disco de estas cosas y por ventura estaban impresas ahí las letras, las leía y buscaba en diccionarios la traducción palabra por palabra, sin embargo, aun con eso no lo entendía del todo, puesto que comprender un idioma no solo consiste en aprender palabras, también me enfrentaba a la construcción gramatical y a la bata-

lla de todas las lenguas: el verbo, la conjugación; faltaban los recursos de la sintaxis y la morfología, pero me proponía en el futuro desentrañar los misterios de aquellas músicas hoy tan antiguas como bellas. Ahora mismo, cuando digo estas cosas estoy escuchando canciones de Jacques Brel, un cantante belga de los cincuentas, y, después de haber estudiado durante varios años la lengua en que canta, aunque entiendo perfectamente aquello que dice, me doy cuenta que una lengua no se aprende en un escritorio, que aprender una lengua es conocer toda una idiosincrasia, una manera de vivir; y esto me lleva a darme cuenta que faltan más cosas en mi pobre entender, que la lengua aprendida a distancia no me da todo el complejo cultural y la cosmovisión del verdadero parlante nacional de cualquier lengua. Por lo menos entiendo lo que se dice en estas letras bellas, donde mi cantante expresa que la fuerza del amor puede parar cañones y mover el mundo entero. Algo así pasaba con los que escuchaban a Jesús, que oían perfectamente y en su propia lengua las enseñanzas y comprendían absolutamente lo que a la letra se decía, pero al faltarles recursos escriturísticos y de cultura religiosa no podían saber lo que de fondo Jesús quería realmente enseñarles; y a ellos ni todos los diccionarios del mundo les hubieran bastado para captar en su totalidad el alcance de sus palabras. Pero aquí faltaban más cosas. Si fuera como mis canciones tal vez se trataría de algo más fácil, pero aquí había encerrado algo más grande y poderoso: el misterio del Reino de los Cielos, detrás de las palabras de Jesús estaba el rostro del Padre celestial al que había que descubrir tras las parábolas.

Tal vez los que escuchaban a Jesús debieron preguntarle también, como lo hicieron los apóstoles; pero no lo hicieron. Tal vez debieron repensar aquellas palabras que les dejaban huecos intelectuales y agujeros en el alma. Pero no se quisieron cansar pensando en sentidos ocultos. Se contentaron con la belleza de sus palabras y acaso con el beneficio de los milagros que de Él obtenían a cada instante. En realidad Jesús deseaba que todos los que le escuchasen lograsen entenderle y optar por el Reino de los Cielos, pero faltaba a sus oyentes verdadera voluntad, no solo de aprender de Él sino también de creer en su mensaje, de dar la vida por él, de estar con él de tiempo completo y hasta las últimas consecuencias. Pero ellos, las multitudes viendo no veían y oyendo no escuchaban; es que las palabras de Jesús no van solo a los oídos físicos, ellas quieren entrar en las almas, en los oídos interiores que se preguntan por lo eterno, por lo que es bello, valioso y santo. La mayoría de los israelitas tenían severos problemas de audición anímica, comenzando por los sabios, los maestros de la fe judía. Esto es cierto, pensemos en las palabras de Isaías y démonos cuenta que la mayoría de ellas eran referentes a Jesús, pero no lo supieron ver ni oír. Recordemos por ejemplo aquellas palabras maravillosamente claras: “el Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a anunciar la buena nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos, a anunciar la libertad a los cautivos, y a los presos la libertad, a consolar a los que lloran y a pregonar el año de gracia del Señor” (cf Is 61, 1s). Esto lo conocían los escribas, esto enseñaban en sus sinagogas, pero al parecer no lo entendían

en absoluto, o no quisieron, prefirieron ser ciegos, sordos voluntarios antes de creer que Isaías había hablado de Jesús en aquellas palabras que tanto conocían y que el mismo Jesús leyó en la sinagoga de Nazaret al inicio de su ministerio profético y de las que dijo justamente: “esto que acaban de escuchar se cumple hoy mismo”. No lo supieron y no lo quisieron entender aun cuando tenían ante sí los hechos que demostraban la verdadera identidad de Jesús; sabían de sus milagros y de otras enseñanzas y no quisieron aceptarlo como el Mesías esperado. Nunca aceptaron por completo a Jesús, por eso estaban sordos; a eso se refería Jesús cuando decía: para que viendo no puedan ver y para que oyendo no escuchen ni entiendan. De eso hablaba Jesús al expresar ceguera y sordera. Oh sí, ahora entiendo mejor aun las palabras de Jesús “entienda el que pueda entender” se trata más que otra cosa de que el que quiera comprenderlo deberá aceptarlo a Él, que es la palabra; no se trata solamente de escucharle, el verdadero misterio no está en sus palabras, sino en Él mismo, que es la Palabra, el verbo, la palabra eterna que pronunciaba el Padre a los hijos de Israel, la palabra hecha carne, de que habló después Juan el apóstol amado. Es verdad, quien no aceptase a Jesús no podría comprender ninguna sola de sus palabras, aquí se trata de querer escuchar al Padre eterno que está hablando mediante Jesús, que es su propia palabra viva. No se trata de un conocer intelectual, esto va más lejos se trata de tocar, de abrazar, de comer esa palabra que alimenta, que llena de vida y de amor. Los más cercanos a Jesús no se equivocaron al seguirle, al estar con Él. Por eso pudieron entender cada palabra de Jesús, porque lo supieron ver como lo que en realidad es: un ser divino, el Hijo de Dios; esto les valió para que Jesús se abriera totalmente a ellos y les abriera el corazón y todos los sentidos para ir a la profundidad de sus palabras, al mismísimo interior de Él. Que este año de la fe aprendamos cada día más de este divino Maestro, pero sobre todo que lo aceptemos como ese regalo que el Padre nos envía para darnos vida; que sepamos escucharle también en los acontecimientos del mundo y en la doctrina de los pastores de la Iglesia, que nunca quedemos sordos ante sus palabras de vida anunciadas para llenar al mundo de vida.


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Palabra de Dios Dichosa tú, que has creído. Evangelio según san Lucas 1, 39-45 En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó : “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a mi seno? Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado por parte del Señor”.

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

Nuestra Señora de la Esperanza El tiempo del adviento es un tiempo hermosamente mariano; la Virgen María es una de las principales figuras que alientan la esperanza en el ambiente. Estos días previos al nacimiento de Jesús nos hacen pensar en la Madre que está embarazada y que sabe que pronto, muy pronto, llegará el esperado bebé. Con muchos nervios y mucha ilusión lo ha preparado todo: revisa la ropita que le pondrá al bebé, los pañales, las sabanitas y las cobijitas; acaricia con esperanza su vientre consciente de que quien vive dentro de ella pronto conocerá la luz de este mundo y ambos contemplarán sus rostros. Este domingo es la figura hermosa de nuestra Señora de la Visitación quien anima nuestra esperanza y da luz a nuestro adviento, la visita de María a su prima santa Isabel es un claro ejemplo de la disposición para el servicio de la Madre de Dios; con esta actitud nos enseña que una tarea buena en el Adviento y la Navidad, será servir al hermano, ir presurosos al encuentro del necesitado. En el abrazo y en el encuentro de aquellas dos mujeres y del fruto de sus vientres, se abraza la humanidad entera, ejemplo y plenitud de salvación; Juan el Bautista representará las promesas y las esperanzas del pueblo de Israel y el niño Jesús será la plenitud, el cumplimiento de todas las esperanzas de los hombres de todos los tiempos. Dejemos que el ejemplo servicial de la Madre de Dios anime nuestra esperanza y nuestra caridad y como ella, seamos portadores de alegría para el mundo. Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez

Algo hemos aprendido y algo hemos olvidado…

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Jorge Luis Molina Núñez, 1 Filosofía Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino

l llegar estas fechas decembrinas con sus luces de colores, las fiestas y piñatas, el nacimiento y el árbol navideño, que regocijo nos da el saber que es navidad. Los niños salen de vacaciones, los adultos reciben aguinaldo, recibimos visitas de los ausentes, recuperamos algunos kilitos en las posadas y fiestas y hacemos propósitos que este próximo año sí cumpliremos. Nos inundan distintos sentimientos; a muchas personas llega la nostalgia, al hacer un recuento de todos los acontecimientos que a lo largo de doce meses han sucedido. Pareciera que todo es color de rosa, escuchamos villancicos sin saber que en algún lugar, alguien, en vez de recibir un abrazo de felicitación recibió sí, un abrazo, pero de condolencia. En otro hogar sufren por la desaparición de un miembro que se encuentra secuestrado, o algún otro hospitalizado… O sencillamente el padre de familia que tiene once meses desempleado, llora porque su hijo pequeño le pregunta por qué no le trajo un juguete santa Claus. O sin llegar a un extremo, los muchachitos tristes que no les dieron gusto con el i-Phone que recibieron, e incluso ni cuenta se dieron de lo que se celebraba, porque viven en su habitación sin encontrarle sentido a su vida. O el ancianito al que se critica por amargado, sin saber que sufre al no recibir una llamada telefónica de parte de alguno de sus hijos. A todos estos hechos lamentables se pueden agregar los comentarios de las personas (que no son pocas) que juzgan a la navidad, como una empresa que sólo se aprovecha del consumismo de las personas, ocasionando el hacer más pobres a los pobres y más ricos a empresarios poderosos. Inclusive, el de las personas que por haber leído un artículo de alguna revista o de internet, afirman que la navidad no existe, porque en esta fecha no nació Jesús. Con todo esto, pareciese que a quien menos presente se tiene es al niño Dios, que desnudo y con frío se encuentra en adornado y luminoso portal. Los únicos que le

hacen calorcito son quienes se sientan un momento a rezar el rosario, pero luego de esto hay que brindar… Celebramos el nacimiento de Cristo no el nacimiento de Baco (dios romano del vino), celebramos que se cumple la promesa de la nueva alianza, en la que se muestra al Hijo de Dios encarnado en la ternura, pequeñez y hermosura de un niño recién nacido. Al nacimiento de Cristo no debemos verlo sólo como regalos, adornos y fiestas, que son muy bonitos, no cabe duda, sin embargo es más importante poner de manifiesto nuestra sensibilidad ante los hermanos; es reconciliarnos entre vecinos, compañeros, familiares; es ser solidarios con quienes se encuentran en momentos de dolor, es exultar nuestro corazón de gozo. Antes éramos presos del pecado y de la muerte, pero Cristo asumió nuestra naturaleza y es por Él, por quien tiene sentido nuestra vida.

Que esta navidad sea una manifestación más de la llegada de Cristo a tu corazón, esperamos que sea la oportunidad para que, así como los pastores, acudamos presurosos a contemplar a Cristo. Que no sea solamente mero sentimiento, si no que, con profunda fe, alcancemos esa vida que Cristo nos promete y con la cual se llega a plenitud la promesa del Padre.

El Semanario La Red, en comunión con la Iglesia Potosina, se une a la pena que embarga al padre

Gaudencio Castillo Hernández,

Párroco de Nuestra Señora de Guadalupe, en Corte Primero, Mexquitic de Carmona, por el lamentable fallecimiento de su padre

Don Antonio Castillo

acaecido el 14 de diciembre de 2012 Reciba nuestras más sentidas condolencias Descanse en Paz


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...Lo de Dios a Dios

El camino de don Vasco Por Ignacio Algara Cossío

(Primera parte)

T

odo el que haya ido a Michoacán, y particularmente a Pátzcuaro, habrá oído hablar de Vasco de Quiroga, don Vasco, o Tata Vasco, como le siguen llamando muchos después de casi 450 años de su muerte. En gran medida, don Vasco sigue presente, no sólo en la memoria cariñosa que le tienen, o en las estatuas y nombres de plazas, calles o museos, sino también en la vida diaria y en la economía actual de la región. Don Vasco nació en España, poco antes del descubrimiento de América, y estudió leyes en la Universidad de Salamanca, destacándose por muchos años en su actividad profesional en aquel país. Cuando cumplió 60 años, casi a la edad en que muchos se jubilan hoy en día, el rey le hace un encargo y nombramiento, para que venga a México, a cumplir con otros destacados personajes una tarea delicada: formar una nueva junta de gobierno como la autoridad máxima de la vasta región descubierta y conquistada de la Nueva España. Después de Hernán Cortés, el Rey había nombrado una junta semejante llamada La Audiencia, encargada de oír y gobernar. Las audiencias fueron las antecesoras de los virreyes, se componían de cinco oidores que atendían las necesidades de los nuevos procesos de poblamiento, reparto territorial y de actividades económicas, establecimiento del orden, administración de justicia, relación con las actividades de exploración, conquista, pacificación y evangelización, recaudación y reportes a la corona. La Primera Audiencia resultó ser no sólo un fracaso administrativo, sino una autoridad que se apropió las riquezas que pudo, de manera injusta y sanguinaria contra la población indígena. Una de las primeras tareas de la segunda audiencia, con la que venía don Vasco, era detener y juzgar a los miembros de la primera audiencia que resultaran responsables, para luego restablecer un gobierno ordenado. Así sucedió y los nuevos oidores enfrentaron el conflicto y realinearon las cosas. En este proceso, Vasco de Quiroga se acercó con los más agraviados que eran los indígenas y se sensibilizó a sus necesidades, tomando una posición de aprecio, y defensa de sus intereses. Era un hombre de letras, pero también de acción. Era contemporáneo de Tomás Moro y había leído su libro La Utopía, y pensó que el nuevo mundo no era sólo un concepto territorial, sino la oportunidad de una nueva manera de organizar la relación social.

Misión profética Por David Grimaldo

¿Las personas te pesan? No las cargues en tus hombros, llévalas en tu corazón. Hélder Câmara

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a misión profética de la Iglesia Latinoamericana no fue fácil después de Medellín. Pocos meses después de la II Conferencia, los obispos de Brasil constataban lo siguiente: “La Iglesia está acusada de ser subversiva en sus miembros. Pero al reclamar hoy una participación activa en la búsqueda del desarrollo integral del hombre y de todos los hombres, no sale de los límites de su dominio específico, que es de origen religioso. Una tal búsqueda, en efecto, es una parte esencial de su misión al servicio de la humanidad. Pero, al mismo tiempo, tiene conciencia de que su única motivación tiene su origen en la Palabra de Cristo, en el Evangelio, que deberá encarnarse cada vez más en todos los sectores de la actividad humana, ya sea política, económica, social o cultural” (Conferencia Episcopal Brasileña, 4 de diciembre de 1968). Esta acusación y persecución a la Iglesia en América Latina y el Caribe la convirtió en una tierra de mártires. Cientos de hombres y mujeres, obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos, laicos, derramaron su sangre por su fe en Jesucristo y su proyecto de vida del Reinado de Dios. Su denuncia profética contra el mal y la injustica no la pudieron soportar los enemigos de Dios. Recordamos por ejemplo a padre Rutilio Grande, Monseñor Romero, los mártires jesuitas del Salvador, etc. Don Hélder Câmara (1909-1999), Arzobispo de Olinda y Recife, Brasil, quien vivió de cerca la puesta en práctica de los compromisos de Medellín, decía una frase que se hizo famosa: “Cuando alimenté a los pobres me llamaron santo; pero cuando pregunté por qué hay gente pobre me llamaron comunista”. Veamos algunas hechos de su vida: Don Hélder fue un activo participante en 1968 en la Asamblea de Medellín de la Conferencia Episcopal Latinoamericana, que abogó por la transformación social, denunció la violencia institucionalizada, proclamó la opción preferencial por los pobres e impulsó la aplicación del Vaticano II a toda la Iglesia y la creación de las Comunidades Eclesiales de Base por todas las parroquias del continente. En 1970 don Hélder denunció mundialmente desde París la política de torturas del régimen militar brasileño y expuso especialmente la tortura y asesinato del sacerdote dominico Tito de Alcaçar, obligado a suicidarse. A partir de ese momento, don Hélder Câmara es objeto de una persecución extrema: se censura en prensa todas sus intervenciones, recibe numerosas llamadas amenazantes y es objeto de un atentado ametrallando su casa el 25 de octubre de 1968.

El momento más amargo para don Hélder Câmara llegó cuando uno de sus principales colaboradores, el padre Henrique Pereira Neto, profesor de sociología, de 28 años de edad y 3 de sacerdote, fue secuestrado la noche del 26 de mayo de 1969 por el comando de caza de Comunistas. El padre Pereira era el coordinador de toda la pastoral de la Arquidiócesis de Olinda y Recife y se dedicaba muy especialmente a la pastoral de juventud. Fue torturado, mutilado, castrado, asesinado con una bala en la garganta y otras tres balas en la cabeza y dejado su cuerpo a la intemperie y exhibición pública, donde fue encontrado a las diez de la mañana del día siguiente, 27 de mayo. Se prohibió publicar referencia alguna del suceso. Las parroquias anunciaron de viva voz el crimen y cerca de veinte mil personas acompañaron al féretro en el entierro presidido por monseñor Hélder Câmara. Permanece todavía sin esclarecer dicho asesinato. Nuestra Iglesia de América latina y del Caribe tiene cientos de historias de mártires, por eso en Aparecida se le hizo un reconocimiento a la memoria de estos hermanos nuestros. ¿Cómo ven mis estimados lectores? El compromiso cristiano, en Misión Permanente, a veces nos pide dar la vida por amor a Dios y a su proyecto. No tengamos miedo de denunciar el cacicazgo político, la mentira, el robo en perjuicio de nuestra nación y de los más pobres. México tiene muchos mártires que es fundamental no olvidarlos. La película de La Cristiada nos recuerda que hay que recuperar nuestra historia. ¿Ya la viste? ¡QUE EL SALVADOR DEL MUNDO NAZCA EN MEDIO DE TU FAMILIA Y DE TU CORAZÓN. FELIZ NAVIDAD!


DICIEMBRE 23 DE 2012

Las 4 velas de la corona de adviento


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Salvador González Guzmán

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