Edición 97

Page 1

2do. Domingo de Adviento

L

Año 2 No. 97 Semana del 05 al 11 de diciembre de 2010

os profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando, se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne... Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!

Esperamos a Áquel, que nunca falla, ni abandona pag. 2

E

Cometió el “delito” de defender su fe católica 3

¡ANIMO, NO TEMAN!

l Gobierno pakistaní ha condenado a la horca a Asia Bibi por ser católica. En Pa-kistán, y tratándose de cristianos, las cosas van muy deprisa. Asia Bibi, de 45 años y madre cuatro hijos, ha pedido su indulto al presidente después de que un tribunal de primera instancia la condenara a muerte el pasado 8 de noviembre. El Tribunal Superior de Lahore ha prohibido a Zardari que indulte a la mujer en base a un recurso presentado por Shahid Iqbal, un ciudadano pakistaní. Su marido todavía no ha sido capaz de explicar a sus hijas por qué su madre puede ser ahorcada de un momento a otro: “Me preguntan por su madre, pero yo no he tenido el coraje de explicarles que está condenada a muerte por un delito que nunca cometió”. Las autoridades pakistaníes acusan a Bibi de blasfemia: cometió el terrible “delito” de defender públicamente su fe católica. En su pueblo, Ittanwali, viven 1500 familias. Solo tres son cristianas. La familia de Asia, también sus hijas, menores de edad, fue perseguida por sus vecinos, apaleada y

5

¿ME QUIERES?

torturada. Y ella terminó ante la justicia. Primero la condenaron a una multa equivalente a lo que gana en un año un trabajador en Pakistán. Y luego la condenaron a muerte por decir que la Verdad reside en el Evangelio. La presión directa sobre el presidente de Pakistán puede salvarla. En Pakistán demasiados condenados a muerte no llegan vivos a la horca: un gran número de ellos aparecen asesinados en sus celdas, mientras aguardan la ejecución de la sentencia. Un ministro había indicado en un informe preliminar sobre el caso que la mujer no había cometido blasfemia sino que había sido acusada injustamente tras una disputa. Las condenas por blasfemia son corrientes si bien las penas de muerte nunca han llegado a aplicarse. En su mayoría, las condenas son revocadas en apelación, pero en ocasiones las turbas han acabado con la vida de personas acusadas de blasfemia. OREMOS POR ASIA BIBI

13

INTERÉS REDENTOR


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.