Hermano Narco, una respuesta contra la violencia
Año 5
No. 207
Semana del 03 al 09 de febrero de 2013
“Anda, y haz tú lo mismo”
Se trata de un mandato incisivo porque, con esas palabras,
Jesús nos indica todavía hoy, cual debe ser la actitud y el comportamiento de todos sus discípulos con los demás. Mirando cómo actuaba Cristo podemos comprender el amor infinito de Dios, sentirnos parte de este amor y enviados a manifestarlo con nuestra atención y nuestra cercanía a todas las personas que necesitan ayuda.
Parroquias reciben a sus nuevos parrocos
Lo bueno es imposible esconderlo
El cortometraje narra historias de víctimas y victimarios del narcotráfico, y presenta el perdón como la mejor arma para terminar con las cadenas de venganza. Ante la gran expectativa que ha generado en los medios de comunicación y en las redes sociales el primer trailer de la producción –en total doce capítulos de diez minutos cada uno–, asegura una propuesta para “frenar la indiferencia y el dolor”. Se trata de un cortometraje dramático, actuado, que narra historias verdaderas de víctimas y victimarios del narcotráfico, y que busca transformar el corazón de los delincuentes, pero sobre todo, llegar al corazón de quienes sufren las consecuencias de este flagelo. La idea surge ante la estela de violencia que se vive en el país a causa del narcotráfico, y la necesidad de contrarrestar una acción armada que, como hemos visto, no ha funcionado y ha dejado muchas muertes, porque la violencia genera violencia. Ante ésta situación surgió la decisión de compartir los testimonios de diferentes personas: buenas, muy buenas y no muy buenas, pero al final de cuentas, gente que ha sufrido, pero que también ha tenido la oportunidad de decir “te perdono”. El propósito es humanizar a quienes se han deshumanizado en este proceso, es para buscar su conversión y motivar la reparación de los males causados a la sociedad, porque sólo así podremos romper las cadenas de violencia. El primer capítulo de Hermano Narco que se presentó en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México– relata la historia de Miri, una niña de 13 años y su hermano menor, quienes son testigos del asesinato de sus padres a manos de narcotraficantes. Al final de la historia, Miri elige seguir las enseñanzas de su madre en el sentido de que “todos somos hijos de Dios”, y decide perdonar para poner fin a los deseos de venganza de la familia. El perdón es un sentimiento propio del ser humano, todos tenemos la capacidad de perdonar para no continuar con las cadenas de venganza. Lo que queremos es provocar ese sentimiento para que la gente diga: “Me hiciste daño, pero te perdono”. El perdón es el la medicina contra la violencia, tenemos que decirle a aquellos que han hecho mal que se les ve como humanos porque cuando se humaniza una persona, entonces viene la transformación. El cortometraje podrá verse completo en el sitio web del CCM: www.ccm.org.mx y en el canal de videos YouTube: CCM Flash.