Hermano Narco, una respuesta contra la violencia
Año 5
No. 207
Semana del 03 al 09 de febrero de 2013
“Anda, y haz tú lo mismo”
Se trata de un mandato incisivo porque, con esas palabras,
Jesús nos indica todavía hoy, cual debe ser la actitud y el comportamiento de todos sus discípulos con los demás. Mirando cómo actuaba Cristo podemos comprender el amor infinito de Dios, sentirnos parte de este amor y enviados a manifestarlo con nuestra atención y nuestra cercanía a todas las personas que necesitan ayuda.
Parroquias reciben a sus nuevos parrocos
Lo bueno es imposible esconderlo
El cortometraje narra historias de víctimas y victimarios del narcotráfico, y presenta el perdón como la mejor arma para terminar con las cadenas de venganza. Ante la gran expectativa que ha generado en los medios de comunicación y en las redes sociales el primer trailer de la producción –en total doce capítulos de diez minutos cada uno–, asegura una propuesta para “frenar la indiferencia y el dolor”. Se trata de un cortometraje dramático, actuado, que narra historias verdaderas de víctimas y victimarios del narcotráfico, y que busca transformar el corazón de los delincuentes, pero sobre todo, llegar al corazón de quienes sufren las consecuencias de este flagelo. La idea surge ante la estela de violencia que se vive en el país a causa del narcotráfico, y la necesidad de contrarrestar una acción armada que, como hemos visto, no ha funcionado y ha dejado muchas muertes, porque la violencia genera violencia. Ante ésta situación surgió la decisión de compartir los testimonios de diferentes personas: buenas, muy buenas y no muy buenas, pero al final de cuentas, gente que ha sufrido, pero que también ha tenido la oportunidad de decir “te perdono”. El propósito es humanizar a quienes se han deshumanizado en este proceso, es para buscar su conversión y motivar la reparación de los males causados a la sociedad, porque sólo así podremos romper las cadenas de violencia. El primer capítulo de Hermano Narco que se presentó en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México– relata la historia de Miri, una niña de 13 años y su hermano menor, quienes son testigos del asesinato de sus padres a manos de narcotraficantes. Al final de la historia, Miri elige seguir las enseñanzas de su madre en el sentido de que “todos somos hijos de Dios”, y decide perdonar para poner fin a los deseos de venganza de la familia. El perdón es un sentimiento propio del ser humano, todos tenemos la capacidad de perdonar para no continuar con las cadenas de venganza. Lo que queremos es provocar ese sentimiento para que la gente diga: “Me hiciste daño, pero te perdono”. El perdón es el la medicina contra la violencia, tenemos que decirle a aquellos que han hecho mal que se les ve como humanos porque cuando se humaniza una persona, entonces viene la transformación. El cortometraje podrá verse completo en el sitio web del CCM: www.ccm.org.mx y en el canal de videos YouTube: CCM Flash.
FEBRERO 03 DE 2013
Lo bueno es imposible esconderlo
D
icen que lo más amado es lo menos callado. Lo bueno que nos sucede no se puede esconder; hay cosas que son imposibles de ocultar. Ya lo dice el evangelio, que de lo que está lleno el corazón habla la boca. Es importante preguntarnos: ¿Qué es lo que tenemos en el corazón? Porque lo que está en el interior, es lo que mueve y orienta nuestra vida. El hombre acostumbra a sostener largas conversaciones, muchas de ellas sin ningún sentido, algunas muy provechosas; pero la mayoría de ellas son solo para pa-sar el rato. Cada quien busca la manera de hacer que pre-valezca el tema de su interés. Sería muy recomendable no solo oír a los demás, también hay que escucharnos y revisar lo que estamos diciendo, ya que muchas veces hablamos de cosas poco razonables o tal vez decimos lo que no hemos pensado bien, y por eso nuestras conversaciones expresan lo que traemos dentro. Las personas acostumbran hablar de todo, pero en estos tiempos son pocos los que hablan de Dios. El tema de la divinidad lo reservan al conjunto de asuntos personales. Hace algunos años se veía como las personas ponían siempre a Dios por delante, y Él ocupaba el centro de su vida y de la vida comunitaria. Al planear un viaje, siempre decían si Dios lo permite; antes de comer se tenía cuidado de dar gracias por el alimento y pedir la bendición de la comida. Pero en la actualidad al hombre le avergüenza hablar de Dios. Y poco a poco va desplazando al Señor y le van quitando centralidad. Y aunque los hombres hayan tenido una buena experiencia de Dios no la comparten y prefieren ca-llarla, piensan que su fe pertenece al ámbito de lo privado. Pero las cosas buenas que nos suceden no se pueden silenciar. Así como tenemos que desahogar nuestras preocupaciones, es importante compartir aquello que nos causa gozo. Es fundamental que no dejemos a Dios al margen de la cotidianidad. A La experiencia de fe es bueno que siempre la compartamos. No hay que tener miedo de hablar de Dios. Lo que se vive y se ama es bueno trasmitirlo a los demás. Cuando hablamos públicamente terminamos por censurarnos y no nos atre-vemos a pronunciar la Palabra de Dios. Los personajes del Evangelio al experimentar la misericordia de Dios no lo podían callar a pesar de que Cristo les pedía que no lo dijeran a nadie. Un gran amor no se reserva. No podemos endurecer el corazón y prohibir a los labios que hablan de lo mejor que le sucede a nuestra vida. No hay que olvidar que estamos llamados a ser testigos, y testimoniar es compartir lo bueno que ha traído Dios a nuestras vidas.
Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes
La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.
La Oración, la Palabra y la Caridad Por Pacco Magaña
Queridos hermanos y hermanas:
San Ambrosio, comentando el episodio de Marta y María, exhorta así a sus fieles y también a nosotros: “Tratemos, por tanto, de tener también nosotros lo que no se nos puede quitar, prestando a la Palabra del Señor una atención diligente, no distraída: sucede a veces que las semillas de la Palabra Celestial, si se las siembra en el camino, desaparecen. Que te estimule también a ti, como a María, el deseo de saber: esta es la obra más grande, la más perfecta”. Y añade que “ni siquiera la solicitud del ministerio debe distraer del conocimiento de la Palabra Celestial”, de la oración (Expositio Evangelii secundum Lucam, VII, 85: pl 15, 1720). Los santos, por lo tanto, han experimentado una profunda unidad de vida entre oración y acción, entre el amor total a Dios y el amor a los hermanos. San Bernando, que es un mo-delo de armonía entre contemplación y laboriosidad, en el libro De consideratione, dirigido al Papa Inocencio II para hacerle algunas reflexiones sobre su ministerio, insiste precisamente en la importancia del recogimiento interior, de la oración para defenderse de los peligros de una actividad excesiva, cualquiera que sea la condición en que se encuentre y la tarea que esté realizando. San Bernardo afirma que demasiadas ocupaciones, una vida frenética, a menudo acaban por endurecer el corazón y hacer sufrir el espíritu (cf. II, 3). Es una valiosa amonestación para nosotros hoy, acostumbrados a valorarlo todo con el criterio de la productividad y de la eficiencia. El pasaje de los Hechos de los Apóstoles nos recuerda la importancia del trabajo —sin duda se crea un verdadero ministerio—, del empeño en las actividades diarias, que es preciso realizar con responsabilidad y esmero, pero también nuestra necesidad de Dios, de su guía, de su luz, que nos dan fuerza y esperanza. Sin la oración diaria vivida con fidelidad, nuestra actividad se vacía, pierde el alma profunda, se reduce a un simple activismo que, al final, deja insatisfechos. Hay una hermosa invocación de la tradición cristiana que se reza antes de cualquier actividad y dice así: “Actiones nostras, quæsumus, Domine, aspirando præveni et adiuvando prosequere, ut cuncta nostra oratio et operatio a te semper incipiat, et per te
(Tercera de cuatro partes)
coepta finiatur”, “Inspira nuestras acciones, Señor, y acompáñalas con tu ayuda, para que todo nuestro hablar y actuar tenga en ti su inicio y su fin”. Cada paso de nuestra vida, cada acción, también de la Iglesia, se debe hacer ante Dios, a la luz de su Palabra. En la anterior catequesis subrayé la oración unánime de la primera comunidad cristiana ante la prueba y cómo, precisamente en la oración, en la meditación sobre la Sagrada Escritura pudo comprender los acontecimientos que estaban sucediendo. Cuando la oración se alimenta de la Palabra de Dios, podemos ver la realidad con nuevos ojos, con los ojos de la fe, y el Señor, que habla a la mente y al corazón, da nueva luz al camino en todo momento y en toda situación. Nosotros creemos en la fuerza de la Palabra de Dios y de la oración. Incluso la dificultad que estaba vi-viendo la Iglesia ante el problema del servicio a los pobres, ante la cuestión de la caridad, se supera en la oración, a la luz de Dios, del Espíritu Santo. Los Apóstoles no se limitan a ratificar la elección de Esteban y de los demás hombres, sino que, “después de orar, les impusieron las manos” (Hch 6, 6). El evangelista recordará de nuevo estos gestos con ocasión de la elección de Pablo y Bernabé, donde leemos: “Entonces, después de ayunar y orar, les impusieron las manos y los enviaron” (Hech 13,3). Esto confirma de nuevo que el servicio práctico de la caridad es un servicio espiritual. Ambas realidades deben ir juntas.
Concilio Vaticano II
Economía y Reino de Dios
FEBRERO 03 DE 2013
¡No tengan miedo!
Por P. Juan José Torres Galván
“Da de comer al que muere de hambre, porque si no le diste de comer, lo mataste” (Decreto de Graciano cap. 21).
C
ada trabajador tiene derecho a participar en las decisiones de la empresa y también a fundar asociaciones que lo representen. Cuando se presenta un conflicto hay que apostar por el diálogo. La huelga laboral debe considerarse un medio extremo, pero legítimo cuando es necesario para defender los derechos y aspiraciones de los trabajadores. Dios ha destinado todos los bienes para todos los hombres y todos los pueblos. En justicia, los bienes de la creación deben alcanzar para todos. Nunca debemos perder de vida este principio. Cada uno considere que sus bienes y toda propiedad privada tienen una función social. Pesa en la conciencia de cada uno la obligación de ayudar a los más pobres, procurando su desarrollo. El derecho a la propiedad privada es necesario para asegurar el bienestar propio y de la familia. La propiedad privada asegura a cada uno un margen de autonomía personal y familiar, es, en cierto modo, prolongación de la libertad humana. La legítima propiedad privada no excluye las propiedades públicas, recordando que hay que velar por el bien común. En los países y regiones menos desarrolladas subsisten costumbres que aseguran el compartir solidario, estas costumbres han de ser valoradas. En las economías más desarrolladas se deben promover instituciones de previsión social, especialmente en lo que se refiere a la cultura y la educación. Es importante que los ciudadanos no se queden al margen de estos esfuerzos, en este aspecto no es válida la pasividad, la irresponsabilidad o el rehusarse a servir a los demás. La inversión económica debe asegurar el trabajo productivo y beneficios suficientes para la población actual y futura. Los responsables de organizar la vida económica deben prever una vida honesta para los hombres y las comunidades y a la vez prever el futuro, buscando un equilibrio entre las necesidades de consumo y la inversión para el futuro. El Concilio considera injusto que los más débiles paguen los daños provocados por la devaluación de la moneda. Es intolerable la injusticia en el campo, aún subsiste en algunas regiones el latifundio, con la consiguiente explotación del campesino. Es necesario implementar reformas tendientes a mejorar las remuneraciones, las condiciones de trabajo, la seguridad laboral, más iniciativas, incluyendo una nueva reforma agraria, repartiendo las propiedades no cultivadas. Es importante privilegiar las oportunidades de educación y organización cooperativa en el sector campesino. Los cristianos, al luchar por una mayor justicia y caridad, pueden contribuir al bienestar de la humanidad y a la paz del mundo. Para lograr esto es importante unir a la competencia profesional y la experiencia, la lealtad a Cristo y al Evangelio, llevando una vida impregnada por el espíritu de las bienaventuranzas. Cuando un cristiano, en obediencia a Cristo, busca primero el Reino de Dios, recibe más amor para ayudar a sus hermanos, llevando adelante la obra de la justicia bajo el impulso de la caridad. Referencia de lectura: Gaudium et Spes 68-72
«Anda, y haz tú lo mismo» Querida Iglesia Potosina:
La Penitenciaría Apostólica anunció que en este Año de la fe, Benedicto XVI concede especiales Indulgencias con motivo de la Vigésimo Primera Jornada Mundial del Enfermo, de los días 7 al 11 de febrero. En el decreto hecho público el pasado 25 de enero en la Solemnidad de la Conversión de san Pablo, se destaca que la Redención se cumplió mediante la santa Cruz de Cristo, es decir mediante su pasión. “Todos los sufrimientos humanos, en verdad, pueden participar en el sufrimiento redentor del Señor, como dice el Apóstol san Pablo “cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia” (1 Col, 24). También se pone de relieve que en el corriente Año de la fe, dedicado en particular a la profesión de la verdadera fe y a su recta interpretación, es bueno recordar la enseñanza del Concilio Vaticano II sobre el sentido cristiano del sufrimiento y el modo de compartirlo entre los hermanos. El Decreto destaca que impulsados por el deseo de que la celebración anual de la Jornada Mundial del Enfermo, este año particularmente solemne, se revele una siempre más eficaz catequesis sobre el sentido salvífico del sufrimiento, y para que sensibilice mayormente a todos los que están comprometidos al servicio de quien sufre en el alma y en el cuerpo; Benedicto XVI eligió como tema de la XXI Jornada Mundial del Enfermo que se celebrará del 7 al 11 de febrero, la figura emblemática del Buen Samaritano: «Anda y haz tú lo mismo» (Lc 10,37), que enseña a hacer el bien a quien sufre y hacer el bien con el propio sufrimiento. El Decreto cita: Con la finalidad de que los fieles se preparen espiritualmente para participar en el mejor modo en esta celebración, su Santidad Benedicto XVI, en la Audiencia concedida el 18 de enero ha concedido el don de las Indulgencias a tenor del siguiente dispositivo, siempre y cuando los fieles, verdaderamente arrepentidos y estimulados por la caridad, siguiendo el ejemplo del Buen Samaritano, con espíritu de fe y con ánimo misericordioso, se coloquen al servicio de los hermanos que sufren y, si a su vez son enfermos, lleven adelante los dolores y las adversidades de la vida, elevando con humilde confianza el alma a Dios y ofreciendo abierto testimonio de fe mediante el camino del Evangelio del sufrimiento: A. La Indulgencia plenaria, que los fieles, con ánimo verdaderamente arrepentido y
contrito, podrán obtener una vez al día con las condiciones de Confesión sacramental, Comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre, y también aplicar en sufragio a las almas de los fieles difuntos en cualquier ocasión que, del 7 al 11 de febrero próximo en los lugares establecido por la Autoridad eclesiástica; participen devotamente en una ceremonia celebrada para implorar de Dios los propósitos de la Jornada Mundial del Enfermo y recen el Padre Nuestro, el Credo y una invocación a la Bienaventurada Virgen María. A los fieles que en los hospitales públicos o en cualquier casa privada asisten caritativamente, como el Buen Samaritano, los enfermos y, a causa de su servicio no pueden participar en las celebraciones arriba indicadas, obtendrán el mismo don de la Indulgencia plenaria, si en esos días prestarán generosamente su caritativa asistencia como si lo hicieran al mismo Cristo Señor (cf. Mt 25, 40) y rezarán el Padre Nuestro, el Credo y una invocación a la Bienaventurada Virgen María, teniendo el ánimo alejado de todo pecado con el propósito de cumplir, no apenas les sea posible, con las condiciones requeridas para la obtención de la Indulgencia plenaria. En fin, los fieles que por enfermedad, por edad avanzada o por otra parecida razón, están impedidos de tomar parte en la ceremonia arriba indicada, obtendrán la Indulgencia plenaria, siempre y cuando, manteniendo el ánimo alejado de cualquier pecado y propo-niéndose de cumplir lo antes posible con las condiciones conocidas, participen espiritualmente en las sagradas celebraciones en los días determinados, particularmente mientras las Celebraciones litúrgicas y el Mensaje del Sumo Pontífice sean transmitidos por televisión y por radio, oren devotamente por todos los enfermos y ofrezcan a Dios, mediante la Virgen María, Salus Infirmorum, sus su-frimientos físicos y espirituales. B. La indulgencia parcial es concedida a todos los fieles que en cualquier ocasión dirijan a Dios misericordioso, con el corazón arrepentido, en los días arriba indicados, devotas plegarias en auxilio de los enfermos en el espíritu del corriente Año de la fe. El presente Decreto tiene vigor para esta ocasión. No obstante cualquier disposición contraria.
¡El Señor les bendiga! + Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
Nuestra historia
Vida de san Antonio Abad Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz
Su fama de hombre santo y austero atrajo a numerosos discípulos a los que organizó en un grupo de ermitaños. Por ello, se le considera el fundador de la tradición monacal cristiana. Sin embargo, y pese al atractivo que su carisma ejercía, nunca optó por la vida en comunidad y se retiró al monte Colzim, cerca del Mar Rojo como ermitaño. Después de una larga vida ya que vivió más de cien años su fama de patrono de los animales se extendió durante la edad media así como de los sepultureos. Nació Antonio en una población del alto Egipto: en Comas cerca de Heraclea al sur de Menfis, el año 251. A muy temprana edad se retiró a vivir en la soledad siguiendo el ejemplo de un anciano ermitaño a quien había conocido y se había sentido atraído a vivir de una manera austera, sacrificada y heroica su seguimiento de Jesús. Se dice que dormía en una tumba vacía. El trabajo manual, la oración y la lectura constituyeron en adelante su principal ocupación. A los 54 años de edad, hacia el año 305, abandonó su celda en la montaña y fundó un monasterio en Fayo. El monasterio consistía originalmente en una serie de celdas aisladas, pero no podemos afirmar con certeza que todas las colonias de ascetas fundadas por san Antonio estaban concebidas de igual manera. Más tarde, fundó otro monasterio llamado Pispir, cerca del Nilo. Según lo cuentan sus iniciales biógrafos: san Atanasio y san Jerónimo.
Si dejas de pensar, puedes dejar de existir
L
Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
a vida es muy versátil, nadie puede definirla, porque está compuesta de muchas situaciones y variadas percepciones. Cada quien ve el mundo de distinta forma porque cada quien vive de diferente manera. Como hemos vivido, es así como vemos el mundo. Al mirar e interpretar la existencia proyectamos aquello que traemos cargando en el alma. ¿Quién podría definir la vida? Esta no tiene definición, ya que es muy misteriosa. El filósofo Ortega y Gasset acabó diciendo, que la vida es la de cada cual y no hay otra definición más que la que cada uno tenga de su propia existencia. Definir la vida del hombre es limitarla o reducirla a algo, y el hombre es un ser espiritual y por tanto enigmático, no esta determinado a ser una sola cosa en concreto. Descartes redujo la definición del hombre a puro pensamiento, y por eso tenemos su frase celebre: “Pienso, luego existo”. Esto no quiere decir que cuando el hombre deja de pensar, ahí termina su vida. Esta continúa aunque el hombre se encuentre privado de sus facultades intelectivas. Lo que si es muy cierto, es que el hombre necesita pensar para poder vivir, y si el hombre deja de pensar, termina siendo arrastrado por el mar de la costumbre, acaba por hacer lo que otros hacen y acaba por perder su propia personalidad.
San Antonio exhortaba a sus hermanos a preocuparse lo menos posible por su cuerpo, pero se guardaba bien de confundir la perfección, que consiste en el amor de Dios, con la mortificación. Aconsejaba a sus monjes que pensaran cada mañana que tal vez no vivirían hasta el fin del día, y que ejecutaran cada acción, como si fuera la última de su vida. “El demonio-decía- teme al ayuno, la oración, la humildad y las buenas obras, y queda reducido a la impotencia ante la señal de la cruz”. De san Antonio se habla con frecuencia de sus múltiples tentaciones que el demonio le prodigaba de ello nos da cuenta la iconografía que de él se nos representa. Hacia el año 355, hizo un viaje a Alejandría a petición de los obispos para refutar a los arrianos. Ahí predicó la consustancialidad del Hijo con el Padre, acusando a los arrianos a confundirse con los paganos “que adoran y sirven a la creatura más bien que al Creador”, ya que hacían del Hijo de Dios una creatura. Murió en el año 356, a la edad de 105 años. Tal parece que en 561, sus restos fueron descubiertos y trasladados a Alejandría, después a Constantinopla, y finalmente a Vienne de Francia. Las imágenes representan generalmente a San Antonio con una cruz en forma de T, una campanita, un cerdo, y a veces un libro. La liturgia bizantina invoca el nombre de san Antonio en la preparación eucarística, y el rito copto. Sobre todo, Antonio, fue padre de monjes, demos-trando en sí mismo la fecundidad del Espíritu. Una multisecular colección de anécdotas, conocidas como “apotegmas” o breves ocurrencias que nos ha legado la tradición, lo revela poseedor de una espiritualidad incisiva, casi intuitiva, pero siempre genial, desnuda como el desierto que es su marco y sobre todo implacablemente fiel a la sustancia de la revelación evangélica. Se conservan algunas de sus cartas, cuyas ideas principales confirman las que san Atanasio le atribuye en su “Vida”. San Antonio encierra un mensaje aún válido y actualísimo: el monacato del desierto continúa siendo un desafío: el del seguimiento extremo de Cristo, el de la confianza irrestricta en el poder del Espíritu de Dios.
La vida es un reto y un obstáculo, y para sobrevivir tenemos que pensar, porque se necesita saber qué hacer con la propia vida. Ortega y Gasset decía, que el hombre en la vida está como arrojado en el mar y para sobrevivir tiene que bracear, y esto significa que para saber vivir, es necesario pensar bien. Por tanto, hay que pensar para llegar a ser uno mismo, y saber responder por la razón de nuestros actos. Si dejas de pensar, dejas de existir, porque esto significa tomar tus propias decisiones; saber la razón de lo que haces y conocer hacia donde te diriges: todo eso es existir. Para vivir con autenticidad no hay que dejar de pensar. Más aún, si somos cristianos debemos de orar, para poder conocer el pensa-miento divino y hacer grandioso el pensamiento humano.
05 Gracias a Dios por la apertura de la casa hogar
“Domus caritatis Reina de la Paz” Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com
Muy estimados lectores: El pasado jueves 24 de enero del presente año, Cáritas Arquidiocesana, A.C., representado por el padre Rubén Pérez Ortiz, el Ing. Jordi Vilet Ocaña, el Grupo Fraternidad Héctor Colunga Rodríguez, A.C., y un buen número de amigos nos unimos en oración y agradecimos a Dios mediante una Eucaristía por todos los beneficios recibidos y en especial por la apertura de la Casa Hogar “Domus Caritatis Reina de la Paz, ubicada en Plaza Primero de Mayo 146, del Polvorín, donada por la señora Ma. de la Paz Barbosa a Cáritas Arquidiocesana. En esa pequeña casa de 90 metros cuadrados, pretendemos albergar a diez mujeres de la tercera edad mayores de 60 años, que tengan la necesidad de un hogar, además de brindarles una mejor calidad de vida. Nuestra misión: “Procurar una vida digna con cuidados especiales a los adultos mayores que lo requieran (mujeres), ayudándoles a tener una alta autoestima conviviendo con personas de su edad”.
El arte de ser fodongo
Por P. Kino
Q
uiero aclarar que este artículo no está dedicado a aquellos que por situaciones físicas, psíquicas o sociales, les cuesta mucho conseguir trabajo o estudiar, sino a aquellos que por opción personal no quieren ser útiles a la familia y sociedad. Es todo un arte ser fodongo, pues “dormirse” a las personas que le rodean, no cualquiera lo hace. Pondré algunos ejemplos: Un buen fodongo, dice que quiere trabajar, pero que no encuentra trabajo.¿Cómo va a encontrar trabajo levantándose a las once de la mañana, y mandando solo una solicitud de empleo, y quiere de pilón que le hablen, en lugar de insistir con su presencia o llamada? Un buen fodongo, sobre todo si es joven, entra y sale de escuelas con excusas como “no era lo que esperaba”, “no era de mi tipo”, “los maestros son malos”, “me daban ca-rrilla los compañeros” etc., y él no tiene la culpa. Un buen fodongo, tiene la capacidad de convencer a sus padres de que tiene derecho a recibir todo de ellos, los cuales le siguen proporcionando casa, vestido y sustento, pues el “bebito” no encuentra trabajo y ahorita no puede inscribirse en ninguna escuela. Un buen fodongo, en su casa no barre ni trapea, no arregla ni su cama al
levantarse, gasta demasiado en servicios como agua, luz, teléfono, y se siente con derecho a pedir carne de comer todos los días, pues es deber de sus padres mantenerlo. Un buen fodongo, es constantemente un “barriga aventurera” cuando va con sus amigos, pues como no trabaja, siempre anda de “gorrón”. Un buen fodongo se las ingenia para tener dinero o bienes, pues seguido anda en los bailes, cine, porta consigo celulares que no son baratos. Un buen fodongo no pocas veces se siente “carita” y anda en busca de mujeres a quienes les canta el “canto de las sirenas”, y caen redonditas a sus pies, y las incautas le creen sus sueños guajiros al fodongo. Finalmente, no dudo que el buen fodongo ya esté pensando qué va hacer cuando mueran sus padres, si, van a vender la casa, a cobrar los seguros, o de perdis a ver que le dejan de herencia para hacer el negocio de su vida, cosa que prácticamente no funcionará, pues no sabe lo que es trabajar. Papá o mamá, si en tu casa tienes un fodongo, cuidado, porque este artículo dentro de poco lo va a hacer pedazos, para convencerte que él no es un fodongo y que más bien está pasando por un mal momento…
Nuestra visión: “Ser una organización de asistencia social para adultos mayores, autosuficiente en recursos antes del 2014”. Nuestra meta: “Contar con recursos humanos y materiales suficientes antes del primer semestre. Ser una casa de asistencia para adultos mayores reconocida en esta capital”. Nuestros valores: respeto, tolerancia, generosidad, honestidad, justicia, fortaleza, perseverancia y solidaridad. Agradezco a muchos y a muchas que de una manera u otra nos apoyan en este proyecto de vida. Este es el principio, mientras se construye la casa hogar en Pascual M. Hernández, que está detenida por cuestiones de permisos de construcción. Ahora termino exponiendo las bendiciones de un anciano: Benditos sean, aquellos que saben que camino con dificultades. Benditos sean, los que comprenden que ahora mis oídos casi no escuchan. Benditos sean, los que se dan cuenta que mi vista se está acabando y que mis fuerzas están limitadas. Benditos sean, los que entienden que tiro las cosas porque no tengo fuerza en las manos y me ensucio al comer. Benditos sean, los que me escuchan con atención aquellas cosas que ya he contado un sinnúmero de veces. Benditos sean, los que hacen que me acuerde de cosas hermosas de mi pasado. Benditos sean, aquellos que me ayudan a cargar mi cruz. Benditos sean, los que hacen que pase felices los últimos momentos de mi vida y me ayudan a esperar tranquilo el definitivo día de mi partida. A todos ellos, …benditos sean. Hasta la próxima semana.
Hagámonos de palabras
¿Cómo funciona el Sínodo de los Obispos?
E
Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
(Primera parte)
l Sínodo representa al episcopado católico y tiene como tarea ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia Universal dándo su consejo. Para ello, los Obispos, reunidos con el Santo Padre, se preparan durante un largo tiempo y se reúnen para dialogar, compartir experiencias y discernir las mejores soluciones pastorales que tengan validez y aplicación universal. Toda la metodología de funcionamiento del Sínodo está marcada por la colegialidad episcopal, desde la elección del tema hasta las conclusiones. 1) La preparación de la Asamblea del Sínodo: Podemos resumir los principales pasos preparatorios de una reunión del Sínodo de la siguiente forma: Elección del tema: el primer paso oficial en el proceso de convocatoria de un Sínodo es la consulta a Patriarcas, Conferencias Episcopales, Superiores de Dicasterios de la Curia romana y la Unión de Superiores Generales para tener indicaciones sobre posibles temas para el Sínodo. Estas sugerencias son clasificadas y estudiadas por el Consejo de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, que elabora las recomendaciones pertinentes para el Santo Padre, quien toma la decisión final sobre el tema a tratar en la asamblea sinodal. Lineamenta: una vez definido el tema, el Consejo elabora un documento llamado Lineamenta (palabra latina que significa “líneas de orientación”) que contiene las líneas principales para presentar y desarrollar el tema sinodal y que es aprobado por el Santo Padre. Este documento contiene preguntas orientadoras y, luego de su traducción, es enviado al Episcopado con el fin de promover a nivel local el estudio, el debate y la oración por el Sínodo. Respuesta de los Obispos: Los Lineamenta son estudiados y analizados por los Obispos de todo el mundo, y se envían a la Secretaría General del Sínodo las sugerencias, reacciones y respuestas a los varios aspectos del tema de ese documento. Instrumentum laboris: el Consejo de la Secretaría General, siempre con la ayuda de expertos sobre el tema, con el material recibido redacta otro documento llamado Instrumentum laboris, que servirá como base y punto de referencia durante la discusión sinodal y que también es aprobado por el Papa. Este “documento de trabajo”, aunque esté publicado, es sólo un texto provisional que será objeto de discusión durante el sínodo. El documento no es un borrador de las conclusiones finales, sino sólo un texto destinado a focalizar la discusión sobre el tema sinodal, que facilita la tarea y prepara mejor la Asamblea del Sínodo. La elección de los Padres Sinodales: En la etapa final, se eligen los Padres Sinodales, así como los peritos que asistirán a la Asamblea. Dice el canon 346: “Integran el sínodo de Obispos, cuando se reúne en asamblea general ordinaria, miembros que son, en su mayor parte, Obispos, unos elegidos para cada asamblea por las Conferencias Episcopales según el modo determinado por el derecho peculiar del sínodo; otros son designados por el mismo derecho; otros, nombrados directamente por el Romano Pontífice; a ellos se añaden algunos miembros de institutos religiosos clericales elegidos conforme a la norma del mismo derecho peculiar”.
Esquema del esquema
A
Por Luis Ricardo Guerrero Romero gromeroluisricardo@gmail.com
cualquier mortal consiente de su efímera pertenencia a la región más figurativa, que a su vez es la “más transparente”, le ha tocado descifrar innumerables objetos que se han presentado por sus sentidos. Luego, como por un sortilegio del pensamiento del hombre se logra hacer de esos objetos un orden, una asociación, un club de los objetos espaciales, un esquema de todo cuanto se tiene en el mundo. Mas, por otra parte recuerdo aquel indecoroso señor, que basado en su esquema personal le era permitido ver pérfidamente las figuras humanas de una mujer. Abusando de la analogía y con aliento platónico, diré que en la caverna se elaboran esquemas de lo que en la negación de la caverna logran ser verdades. Es correcto pensar que la conjugación de ideas, principios, elementos, en una misma imagen forman un esquema; como Gilbert N. Lewis lo hiciera en su relevante esquema, donde se muestran los enlaces de electrones entre átomos y molécula. El esquema no es cualquier cosa, pero muchas cosas organizadas y expuestas con un objetivo son un σχηματα, schemata, esquema, figuras. Quiero decir que, es de producto griego la tan reiterada palabra, aunque se tomó con mayor proximidad del latín schema, ya como figura retórica, ya como en el uso convenido. Que también quiere decir, forma y en algunos casos, hábito, −como el caso del señor de arriba. Un croquis, una sinopsis, un guión, también pueden ser esquema, pues se trabaja en marco de formas, figuras, líneas. Usualmente, al pensar en un esquema nos imaginamos cuadritos y más cuadritos unidos por rayitas, especie de laberinto, por el cual Ariadna pasó dejando su hilo.
Los libros y sus autores
07 Por Mtro. Luis Marino Moreno F.
Dios, el dinero y la conciencia Diálogos de un monje y un empresario Anselm Grüm/Jochen Zeitz México San Pablo, 2011, 240 páginas
”E
l punto de partida de este diálogo comenzó con una conferencia y debate en Núremberg, hace dos años. Sentados frente a frente, deberíamos plantearnos temas álgidos como: ¿Es posible que los valores sigan teniendo vigencia en economía? ¿Cuánto de empresario puede tener un monje? ¿Cuánta consideración por otros puede permitirse un empresario? ¿Qué significa para nosotros el dinero y las ganancias?” Desde ese momento, Anselm Grüm y Jochen Zeitz se encuentran periódicamente para discutir temas nuevos. Con el paso del tiempo, lograron generar una relación interesante y enriquecedora, basada en el respetuo mutuo y el afán de comprender al otro. Además de dialogar, ellos intercambiaron roles trasladándose al mundo del otro; el empresario permaneció un tiempo como monje en el monasterio donde, en un ámbito de par, pudo contemplar su propio mundo desde otra perspectiva y relativizar
más de una cosa. A la inversa, al visitar la casa matriz de una empresa multinacional y escuchar las conferencias que allí se pronunciaban, el monje amplió su visión de lo que es una empresa “virtual” y el mundo actual de metas y cifras, acelerado y entrelazado por la electrónica. Los autores Anselm Grün, monje benedictino de la abadía de Müsterschawarzach, en las cercanías de Würzburg (Alemania). Es autor de numerosos libros y administrador de las finanzas de una comunidad de trescientos monjes y empleados, a la que pertenecen veinte empresas artesanales. Jochen Zeitz cosmopolita y desde hace dieciocho años, director de la empresa de artículos deportivos PUMA, que cotiza en bolsa, y cuya sede central se ubica en la Franconia (Alemania). Ésta marca presente en el mundo entero, cuenta con más de nueve mil empleados directos y brinda trabajo en sus fábricas a más de ciento cincuenta mil personas.
CIUDAD DEL VATICANO.- Al presidir las segundas vísperas de la Conversión de san Pablo Apóstol, el Papa Benedicto XVI concluyó la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos y subrayó que “nosotros solos no podemos construir la unidad, sino que es el Espíritu Santo el que nos guía hacia la comunión plena”. El Santo Padre subrayó durante su homilía que “la comunión en la misma fe es la base para el ecumenismo”, pues “la unidad es donada por Dios como inseparable de la fe”. “La profesión de la fe bautismal en Dios, Padre y Creador, que se ha revelado en su Hijo Jesucristo, derramando el Espíritu que vivifica y santifica, ya une a los cristianos. Sin la fe - que es ante todo un don de Dios, pero también respuesta del hombre – todo el movimiento ecuménico quedaría reducido a una forma de ‘contrato’, al que se adhieren por un interés común”. WASHINGTON.- Miles de personas participaron en la «Marcha por la Vida», que recorre anualmente las calles de la capital estadounidense para pedir que el Tribunal Supremo derogue el derecho al aborto, vigente en EE.UU. desde hace 40 años. Bajo el lema «40=55M», en referencia a los 55 millones de abortos practicados, millares de personas venidas de todo el país marcharon hasta las escaleras de la Corte Suprema. “Estamos aquí porque somos Provida, porque los abortos están están matando la vida”, explicaron Anna, Anna Elisa y Allison, tres adolescentes venidas de Ohio junto al resto de sus compañeras de clase: “el Tribunal Supremo debe parar esto porque cada ser, ya tenga un minuto o 45 años de vida, tiene los mismos derechos”, remacharon. LONDRES.- Más de un millón de postales en defensa del auténtico matrimonio conformado por un hombre y una mujer, se están repartiendo en todas las parroquias del Reino Unido para que los católicos las envíen a los legisladores y expresen su oposición a la iniciativa ante el próximo debate del proyecto de ley en el Parlamento en el mes de febrero, que podría abrir las puertas al mal llamado “matrimonio” entre personas del mismo sexo. Monseñor Smith, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Southwark, señala que “es de particular importancia que en este momento todos los diputados sean conscientes de los sentimientos que genera este tema entre sus propios electores, además hemos recibido muchas cartas de laicos que piden hacer algo para frenar esta nueva medida”. CIUDAD DEL MÉXICO.- Link, el evento con el que se lanzará el 9 de
febrero la Misión Juvenil 2013 en México DF, es promovido en diversas partes de la ciudad incluyendo el Metro, gracias a un donativo del corporativo ISA. “La idea es que todos los jóvenes capitalinos se enteren de Link, que será un evento único que estamos preparando para ellos, será un espectáculo novedoso, divertido y emotivo, totalmente sorprendente e innovador”, afirmó Mauricio Suárez, responsable de la organización del evento. OAXACA.- La Provincia Eclesiástica de Antequera Oaxaca, celebra en éstos días la ordenación episcopal y toma de posesión del nuevo obispo de la Diócesis de Puerto Escondido, Pedro Vázquez Villalobos, el día 30 de enero a las 12:00 horas. Por otra parte, también en la misma provincia, será la ordenación episcopal e inicio del ministerio del Obispo Auxiliar, Gonzalo Alonso Calzada Guerrero, originario de San Luis de la Paz, el 5 de febrero en el auditorio Guelaguetza de esta capital. Una bendición y manifestación para ésta Provincia que ha recibido una muestra de la solicitud del Santo Padre Benedicto para acudir en ayuda de los fieles católicos y comunidades de Oaxaca. SAN LUIS POTOSÍ.- Se han reunido los obispos, los vicarios de pastoral así como los responsables de las comisiones de ésta Provincia Eclesiástica formada por las diócesis de Zacatecas, Cd. Valles, Matehuala y San Luis Potosí. El propósito de la reunión, que periódicamente se llevan a cabo, es el de promover la integración pastoral en ésta área geográfica en la que fortaleciendo cada uno de los planes de pastoral de las diócesis se puedan elaborar materiales de subsidio en rasgos comunes como la catequesis, la liturgia, la familia, los jóvenes así como la pastoral social.
¿Por qué existe el coro? En el nuevo catecismo de la Iglesia Católica en el numero 1156 se menciona ¨ El canto unido a las palabras constituye una parte necesaria e integral de la liturgia solemne ¨. La Iglesia Católica conociendo la importancia del canto lo ha unido a sus celebraciones con el propósito sobre todo de que el pueblo participe plenamente.
¡De su boca… palabras de gracia! Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
“Entonces comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír». Todos daban testimonio a favor de Él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?». Pero él les respondió: «Sin duda ustedes me citarán el refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaúm». Después agregó: «Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio». Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino” (Lc 4, 21-30).
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l Evangelio del Jesús pacífico y amigable, el de san Lucas, nos ofrece esta escena de agresión a Jesús desde el primer momento de su ministerio. San Marcos y san Juan esperan mucho más para relatar la intención que tenían de eliminar a Jesús sus adversarios. San Mateo, por su parte, lo mostrará desde que Jesús es un recién nacido, al relatar la matanza de los inocentes. Mientras Jesús le hablaba a la sinagoga del cumplimiento de su Evangelio Salvador, en el “hoy”, al terminar de hacer la lectura de Isaías, la asamblea reacciona primero amablemente, pero después agrede a Jesús con la intención de acabar con Él. Pareciera como si san Lucas hubiera unido, en una sola, dos historias distintas, una de aceptación y otra de rechazo. El primer momento destaca, no sólo que el Evangelio de Jesucristo se cumple sin dilación, que es un mensaje vivo y actuante en el “hoy”, sino que, con delicada calidez, describe su mensaje como “palabras de gracia” que brotan de su boca, lo cual provoca la admiración y deleite de sus escuchas. Todo esto nos hace deducir un encuentro feliz entre Jesús y la sinagoga de Nazaret: pues san Lucas destaca que la asamblea tenía la mirada fija en Él, le otorga su aprobación verbal y no esconde su admiración por las palabras de gracia que pronunciaba. Esto, a pesar del giro adverso que da el encuentro en la segunda parte. En la explicación anterior, habíamos hecho notar que esta narración es considerada un evento programático, es decir, en él se sintetiza de modo general lo que será el programa del ministerio de Jesús. Así, después de presentarse como ungido por el Espíritu para ser anunciador de la Buena noticia de salvación, ahora, en el versículo 22, viene presentado como aquél de cuya boca provienen
“palabras de gracia.” Esta manera de referirse al mensaje de Jesús, no ha de quedar olvidado como una manera más de describir la predicación de Jesús, sino que nos ha de acompañar durante el recorrido por todo este Evangelio, y así tener presente que cada palabra que pronuncia Jesús es palabra de gracia, es decir de salvación. El término clave es “gracia”, el cual hace referencia a la generosa gratuidad de Dios, a su tierna misericordia y total decisión de salvar a los hombres. Así, las palabras de Jesús son portadoras de la compasión de Dios, son palabras que dan esperanza y ofrecen en el hoy de cada persona la oportunidad de la salvación. Esas palabras de gracia, están de modo especial manifestadas en los textos de san Lucas que no aparecen en los otros Evangelios, ésas fueron las palabras que escuchó la viuda de Naím cuando Jesús le devolvió vivo a su único hijo que llevaba a sepultar, son las que escuchó Zaqueo por doble ocasión, en primer lugar: “Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa” y, después: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa” (notemos que en ambas ocasiones se insiste en el “hoy” de la salvación. Son también las que escucharán sus ejecutores “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” y, el malhechor arrepentido: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Los textos más destacados de san Lucas, entre ellos un número considerable de parábolas, como la del Buen Samaritano y el Hijo Perdido, entre muchas otras, van confirmando paso a paso, la amorosa propuesta de Dios a fin de afianzar los lazos con Él y los vínculos entre quienes forman parte de la comunidad de discípulos. Así, no queda sin sustento la afirmación hecha en 4,22: “estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca”.
El canto es una parte importante sobre todo en la Celebración Eucarística, donde algunas partes son cantadas por el párroco y otras por el coro. El coro existe por la necesidad de contar con personas con habilidades para el canto y la música, los cuales con sus cantos animan a participar activamente a toda la asamblea en los momentos que les corresponde. ¿ Para qué existe el coro? Nuevamente tomaremos algunos números del Catecismo de la Iglesia que son el 1157 y 1158. El número 1157 menciona que el canto y la música cumplen su función de signos de una manera tanto mas significativa cuanto más estrechamente estén vinculadas a la acción litúrgica, según tres criterios principales: La belleza expresiva de la oración Esto es que el canto no sea vulgar o corriente. Debe cuidarse la estética de lo que se interpreta, pero sin llegar a ser muy rebuscado. En este punto podemos comentar: - Cuidar la letra de los cantos, en algunos casos por ejemplo lo que se canta en la comunión habla de todo menos del pan y del vino, elementos necesarios en este momento. - En algunos parece que el coro esta dando un concierto, ya que los cantos que interpretan solo ellos los conocen y es tremendamente complicada su línea coral. - Algunos más toman canciones del mundo ( que ya de por si no es recomendado ) y hacen que la letra del canto concuerde muy apretadamente, haciendo muy difícil su interpretación.
Toma de posesión en la Parroquia de San José y Santa María de Guadalupe Por Carlos Cuéllar
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n los últimos años el templo de San José y Santa María de Guadalupe ha ido creciendo con ayuda de todos los colonos de Valle Dorado y sus alrededores, ha sido una parroquia que busca por medio de sus grupos acercar a los niños, jóvenes, adultos y ancianos a que vivan intensamente su fe y cada uno de sus sacramentos.
Acción de Gracias por los 34 años de sacerdocio del padre Fernando Castro Villanueva Por Carlos Cuéllar
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l padre Fernando Castro Villanueva celebró 34 años de aniversario sacerdotal el viernes 25 de enero, quien acompañado de sus vicarios y fieles del Santuario del Señor de Burgos dio gracias a Dios por los dones recibidos a lo largo de su ministerio. En Misa de acción de gracias el padre Fernando recordó con evidente emoción algunas experiencias que han marcado su sacerdocio a través de estos 34 años de vida consagrada a Dios y a su Iglesia. Todos los reunidos esta noche, felicitaron al padre con un merecido aplauso deseándole muchísimo tiempo más de bendiciones en su vida consagrada al servicio de Dios y de su Pueblo. ¡Felicidades padre Fernando!
Ahora la oportunidad para seguir creciendo y seguir pastoreando al Pueblo de Dios se le encomienda al padre Alfonso Hernández Argüello, quien desde el pasado miércoles 23 de enero es oficialmente el nuevo párroco de Valle Dorado.
Reluciente el templo de luz, los habitantes de esta colonia se dieron cita para despedir a su párroco el padre Silvino González y darle la bienvenida al padre Alfonso Hernández, quien fue acompañado también por antiguos compañeros, así como familiares y amigos que se unieron a tan importante festividad. Con gran entrega el padre Alfonso dijo su profesión de fe y a manos del Vicario General Antonio Torres Herrera recibió esta parroquia, Deseamos de todo corazón que Dios acompañe este nuevo caminar y arroje bendiciones y frutos en la vida de esta parroquia y párroco.
Fiesta Patronal en
San Sebastián, Mártir
“Imitemos al glorioso defensor de la Iglesia de Cristo”
Por LCC Angélica Maldonado Morales
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on desbordante regocijo espiritual se vivió la fiesta patronal en la Parroquia de san Sebastián Mártir, el pasado domingo 20 de enero del 2013, donde cientos de fieles de esta comunidad parroquial acudieron a recibir a nuestro pastor, monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, quien presidió la solemne Concelebración Eucarística acompañado del párroco, padre José Cruz Nicasio Torres y de más de una docena de sacerdotes que se dieron cita en esta tradicional festividad. Los fieles demostraron su profundo fervor al santo patrono y escucharon atentos la homilía completa del arzobispo, quien hizo una detallada remembranza de la vida y obra de este mártir quien entregó su vida por Cristo y al Evangelio con el objetivo de que lo imitemos en defender a la Iglesia con nuestra propia vida si es preciso, en no tambalear en nuestra fe y en preocuparnos por la conversión de los demás, aunque muchos nos rechacen, nos juzguen, nos critiquen sin fundamento, sean renuentes a cambiar de vida y se empeñen en no convertirse al Señor, pues nosotros, -al igual que san Sebastián- debemos insistir y buscar la CONVERSIÓN de nuestros hermanos que viven en el error, que viven perdidos y sumergidos en el pecado. El señor arzobispo exhortó a los fieles a seguir el vivo ejemplo de fe perseverante, valiente, audaz y de fortaleza que nos deja san Sebastián, sobre todo en estos tiempos actuales en que desgraciadamente tambaleamos fácilmente en nuestra fe y muchas veces no demostramos cuánto amamos a Cristo Jesús por quien debemos siempre estar dispuestos a dar la vida, sin miedo alguno y por amor pleno a Él, al igual que lo hizo san Sebastián quien logró innumerables conversiones, combatió herejías para finalmente derramar su sangre por Cristo con corona del martirio.
Toma de posesión de la parroquia de La Santa Cruz del Calvario en la colonia Gral. I. Martínez
Por Luis Ricardo Guerrero Romero
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l Vicario de Pastoral arquidiocesano, padre Manuel López Facundo, realizó con las facultades que se le delegan, la entrega de la parroquia de La Santa Cruz del Calvario, al padre José Isabel Cano, cesando así sus obligaciones pastorales de su anterior pa-rroquia. El vicario de pastoral profirió amablemente al padre Cano el no olvidar su compromiso con la gente que con tanto cariño y fe lo han recibido. Dentro de la homilía, el padre Manuel L. Facundo, insistía en: la motivación, la tarea de renovar la fe, el llevar a óptimo fin el mensaje del Plan Diocesano de Pastoral, es decir
un mensaje de esperanza y el hacer y quehacer del misionero en su Iglesia. Dentro de la celebración le fueron entregadas las llaves del sagrario, la palabra de Dios, los libros de actas parroquiales, pero también le fue confiado el amor y fe de los parroquianos. Muchas felicidades y que se colmen de éxitos los trabajos del nuevo párroco, que se llenen de alegría las actividades pastorales de esta pa-rroquia, que arda el fuego que Cristo ha traído al mundo en cada uno de los habitantes que con fe y esperanza recibieron al padre José Isabel.
FEBRERO 03 DE 2013
El padre Abraham, nuevo párroco en la “Santísima Trinidad Por Luis Ricardo Guerrero Romero
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a parroquia de La Santísima Trinidad, cuya cabecera está ubicada en la colonia San Antonio, del municipio de soledad, recibió a su nuevo párroco, el padre Abraham Ibarra Rodríguez, el pasado 21 de enero. Acompañado de su familia y feligreses de su anterior parroquia “El Señor de los Milagros” fue recibido en el atrio de su nueva parroquia al son de la música de tambora con la que sus nuevos feligreses daban la mejor de las bienvenidas. El padre Abraham suple al padre Herculano Masco-rro Castillo, quien por más de tres décadas estuvo al frente de ésta comunidad parroquial hasta los últimos días de su vida, quien lamentablemente falleció a principios de diciembre de 2012. Durante la toma de posesión del nuevo párroco, cuya celebración estuvo presidida por el señor arzobispo don Carlos Cabrero Romero, El padre Abraham, realizó su profesión de fe
así como la renovación de sus promesas sacerdotales mediante las cuales se comprometió a seguir llevando su servicio sacerdotal con fidelidad en cuanto a la doctrina y obediencia al Obispo y a sus sucesores. Presentado ya como nuevo párroco, el padre Abraham agradeció la presencia del señor arzobispo, la de los sacerdotes que le acompañaron así como a todos los feligreses que fueron a entregarlo a esta su nueva parroquia. El padre Abraham, también compartió el deseo de llevar, de la mejor manera, un buen servicio y sobre todo de compartir la fe, tan enriquecida de las familias de éstas colonias con la personal, con el deseo de crecer juntos por una edificación cada vez más sólida de la Comunidad eclesial en ésta parroquia. Felicidades padre Abraham por ésta nueva encomienda, que Dios le bendiga en su ministerio.
La parroquia de la Inmaculada Concepción y su nuevo párroco Por Luis Ricardo Guerrero Romero
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n la colonia Prados I, el vicario general Antonio Torres, dio entrega de su nuevo cargo como párroco al presbítero Silvino González Martínez. Durante la ceremonia eucarística, se puntualizó sobre los carismas que debe llevar a cabo el párroco, tomando como base la luz del evangelio. Previo al momento de ofrendas, le fue otorgado al padre Silvino el nombramiento que lo constituye de modo jurídico y pastoral el nuevo párroco de la Inmaculada Concepción, también le fueron dadas las llaves del sagrario y el libro de actas de los sacramentos administrados durante anteriores periodos. La gente que lo acompañó durante la misa de recibimiento, oró y agradecidos con Dios, regalaron aplausos al final de la misa a su nuevo guía espiritual. ¡Felicidades padre Silvino!
Hermanas Carmelitas Teresas de San José
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uestra Congregación tiene su raíz primera en un matrimonio fracasado; de esta realidad, surgen dos firmes columnas: TERESA TODA y su hija TERESA GUASCH TODA, nuestras fundadoras. Desde una nueva orientación de sus vidas, se proyectan en nueva alianza con Jesucristo y viven una maternidad nueva para las niñas pobres y huérfanas. Nuestra Congregación fue fundada, en Barcelona, España, el 22 de febrero de 1878. NUESTRO CARISMA Vivimos en comunidades fraternas, con un estilo de vida familiar, donde nos esforzamos por hacer nuestro, el talante evangélico que caracterizó a nuestras Fundadoras, esforzándonos para que la sencillez, la humildad, la mansedumbre, la mortificación -dar la vida por amor-, y el celo ardiente por la salvación de los hombres, son nuestro sello de familia . Una Carmelita Teresa de San José es una mujer con una fuerte experiencia de Dios, que impulsa toda su vida hasta tener a Cristo como valor absoluto. Está capacitada para vivir los valores comunitarios desde la fe y expresarlos en la misión. Una amplia sensibilidad social la motiva desde el evangelio a trabajar por la transformación de la realidad en que vive. El celo apostólico la mantiene en actitud constante de servicio por el Reino; profesa amor y obediencia al Santo Padre y a la jerarquía de la Iglesia; prefiere aquellos que la sociedad no valora para construir un mundo de justicia, fraternidad y libertad. Su actitud de apertura al Espíritu la ayuda a vivir las virtudes legadas al Instituto por sus Fundadoras en el orden material y espiritual. (Constituciones Art. 8) NUESTRA MISIÓN EN LA IGLESIA Es extender y consolidar el Reino en el pueblo de Dios, anunciando la Buena Nueva, impulsadas por el mandato de Jesús: “Id por el mundo, predicad el Evangelio y haced discípulos míos…”, confortando y ayudando a los débiles, especialmente niños y jóvenes huérfanos. Nuestra congregación cumple en San Luis Potosí, 25 años de servicio, teniendo presencia en distintas instituciones, como la Casa Hogar perteneciente a la asociación “Protección a la Joven” A.C.; en la Pastoral Juvenil, y haciendo presencia con las familias de la periferia del decanato San Luis Rey, en donde se acompañó a los jovenes y adolescentes en su proceso de catequesis. Al pasar de los años, nuestro servicio de formación catequetica se hizo extensivo al Hogar del Niño “Don Bosco”, y en algunas parroquias como la parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo; en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, Barrio de Tlaxcala, y la Santísima Trinidad, Barrio de San Miguelito, San Juan de Guadalupe, Rioverde, Ciudad Fernández, La Mantequilla, Insurgentes, Pozos, Pozuelos, La Mesa, Villa de Zaragoza, La Morena, y Escalerillas. En el 2007, el padre Carlos Medina, solicita a la congregación nuestra presencia en la Escuela Primaria Hogar del Niño, para continuar con la labor tan loable iniciada por el padre Joaquín Antonio Peñalosa, de promover a la niñez de escasos recursos, ofreciéndoles educación integral y alimentación. La hermana Cecilia Barreda, Superiora General, acepta la solicitud, por ser una obra que se vincula con el carisma y la misión de la congregación. Celebraremos esta presencia a lo largo de 25 años en tierras potosinas el próximo 9 de febrero del 2013, nos uniremos para dar gracias gracias en la Celebración Eucarísitca que presidirá nuestro señor arzobispo don Jesús Carlos Cabrero, en la parroqua de Nuestra Señora de la Asunción a las 12:00 hrs.
Yo CREO...y vivo mi FE
Descendió a los infiernos… Por P. Memo Gil
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eguimos avanzando en nuestro estudio y reflexión del Símbolo de nuestra fe: el Credo. Y ojalá el desarrollo de sus doce artículos (nos encontramos en el quinto), nos vaya ayudando a profundizar nuestra fe, a madurar en ella y a vivirla comprometidamente y además, entender el verdadero sentido de lo que profesamos con los labios y creemos con el corazón. En ésta ocasión, tomamos el quinto artículo del Credo, en el que se nos dice que Jesús… descendió a los infiernos... Sin haber pecado, Jesús carga con todos los pecados del mundo descendiendo a los deshechos y desechados para sacarlos de ahí ya sanados y liberados de las cadenas de la muerte. Se pone en el lugar de los condenados y toma sobre sí aquello que les corresponde. En el punto en que nosotros nos encontramos culpables y estamos perdidos, Cristo se solidariza plenamente con nuestra situación como verdadero abogado y único en recoger inmundicias para redimirlas. Ya que, no queriendo que el ser humano se pierda, Jesús desciende, se abaja, para rescatar la obra salida de las manos del Padre y que debe cumplir con su fin último para el que fue creada; a saber, para servir y amar a Dios en ésta vida y para verle y gozarle en la otra, como se nos decía antiguamente en la catequesis. Entonces, Jesús descendió a los “infiernos”, que no es lo mismo que el “infierno” de la condenación definitiva, sino, ad inferos (en latín) los lugares inferiores, al mundo subterráneo o reino de los muertos. Rescató así a aquellos, justos e injustos, que habían muerto antes de Cristo y que aguardaban a su Redentor, para poder acceder finalmente a la visión de Dios. Por eso, encontramos en la Sagrada Escritura expresiones como ésta: “Lo de subió, significa que antes había bajado con los muertos al mundo inferior. Y el mismo que bajó (Jesús) subió después…” (Ef 4,9-10).
Cristo bajó como salvador a la morada de los muertos, anunciándoles así la Buena Nueva de salvación y vida, a los espíritus que estaban allí detenidos. A esto se refiere san Pedro al decir: “Pues Cristo quiso morir por el pecado y para llevarnos a Dios…, entonces fue a predicar a los espíritus encarcelados” (1Pe 3,18-19). Por eso, lo que nos debe quedar claro, es que Cristo no bajó al “infierno” de los condenados, para liberar a los condenados, ni para destruir el infierno de los condenados, bajó para liberar a los justos que esperaban al Redentor en el seno de Abraham; lugar al que el propio Jesús hace referencia en la parábola de Lázaro y el rico Epulón (Lc 16, 22-23). Por esto mismo, el descenso de Jesús al mundo inferior se puede seguir entendiendo hoy como símbolo de salvación de las personas piadosas del Antiguo Testamento, de aquellos a los que no pudo llegar el mensaje cristiano y de todos los muertos finalmente que desearon llegar a una morada definitiva junto a Dios. Sólo una palabra acerca del infierno, como tal. El infierno, como lugar de condenación, es un estado de separación eterna de Dios. La ausencia absoluta de amor. Dios no condena a nadie, el ser humano es libre de aceptar el amor de Dios en su vida, o rechazarlo. Quien muere conscientemente y por propia voluntad en pecado mortal, sin arrepentirse y rechazando para siempre el amor misericordioso y lleno de perdón que Dios nos ofrece, se excluye a sí mismo de la comunión con Dios y con los bienaventurados. Jesús nos alerta constantemente del riesgo de separarnos definitivamente de Él. Sobre todo, cuando no practicamos la caridad y no vivimos de acuerdo a los valores que Él nos propone en el Evangelio. Ésa es la condenación definitiva, darle la espalda a Dios y a los hermanos. “Quien no ama, permanece en la muerte” (1Jn 3,14b).
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FEBRERO 03 DE 2013
Oración para gustar los días
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e gustan las oraciones de los literatos, esas plegarias a veces dulces y a veces terribles que pueblan los diarios íntimos y las novelas, las memorias personales y los diálogos imaginarios. Durante muchos años me dediqué a coleccionar este tipo de oraciones, que iba guardando paciente y cuidadosamente en una libreta de tapas amarillas. Pero vinieron tiempos malos, se desató el temporal, la barca en la que viajaba por la vida naufragó y entre las muchas cosas que perdí estaba precisamente aquella libreta querida. ¡Cuánto daría hoy por volverla a ver! Las oraciones de los santos son bellas, ¡quién se atrevería a negarlo! Pero a mí, en aquel entonces, no me interesaban las oraciones de los santos, sino las de los artistas, ya fuesen católicos o no lo fuesen, creyentes o no: esas oraciones que uno se encuentra donde nunca las buscaría y que los autores ponen en boca de sus personajes o que ellos mismos dirigen a Dios más como un murmullo o como un balbuceo que como una oración consciente de sí misma. «¡Dios mío, dame fuerzas para elegir lo que prefiero y para perseverar!», gime un personaje de El malentendido, la pieza teatral de Albert Camus, ese noble escritor que se decía ateo. «Oh Dios, hazme humano –rezaba Monseñor Quijote, el héroe de una de las novelas de Graham Greene (1904-1991)-, déjame sufrir la tentación. Sálvame de mi indiferencia». «Señor y Dios mío, haz que ame la vida», pedía, a su vez, el escritor católico Geroges Bernanos (1888-1948). He aquí otra oración de éstas; me la encontré en un volumen que recoge los Discursos edificantes de Sören Kierkegaard (1813-1855), el filósofo danés, y dice así en una de sus partes: «¡Padre del cielo! Qué es ser hombre y cuán religiosa sea la exigencia de ser hombre –cosa que en compañía de los hombres y sobre todo en medio del hormigueo humano es tan difícil de entender-, haz que podamos comprenderlo si lo hemos olvidado; que lo podamos comprender, si no de un solo golpe y por entero, al menos en parte y poco a poco; haz que podamos aprender del pájaro y del lirio el silencio, la obediencia y la alegría». Hace poco, leyendo uno de los volúmenes del Diario de Julien Green (1900-1998), fui a dar a una página que contenía una oración bellísima. Como el novelista no le puso nombre, a mí se me ocurrió llamarla
Plegaria para gustar los días. Hela aquí: Haz, oh Señor, que la semana que comienza tenga verdaderamente siete días. No permitas que por la razón que sea el lunes se convierta en viernes y yo me encuentre el sábado por la mañana preguntándome qué paso con el martes, el miércoles y el jueves. Gustar los días, vivir todos los días: éste sí que es un arte difícil. Cuando yo era niño, soñaba ya con ser mayor, con que el tiempo pasara rápido. ¡Eran tantas las cosas buenas y bellas que veía hacer a los mayores, a mis hermanos y hermanas, a mis primos y primas, que quería ya ser como ellos! Cuando tenía quince años, me preguntaba cuándo llegaría el momento de tener dieciocho (¿para poder votar?, ¡nada de eso!). Con lo que no contaba es que, cuando tuviera dieciocho, mi madre acaso ya no estaría, y quizá tampoco mi padre, o alguno de mis hermanos. En otras palabras, pedir que el tiempo pasara para mí, ¿no era también pedir que pasara para ellos y los envejeciera o los matara? No, hoy no pediría una cosa semejante. Si hoy, lunes, pidiera que ya fuera viernes porque ese día tendrá lugar un acontecimiento que espero con impaciencia, ¿qué pasaría con el martes, el miércoles y el jueves, es decir, con los días no vividos? Que de cualquier manera se cargarían a mi cuenta: sucedería como en un
restaurante, donde basta con pedir un platillo para que te lo cobren; si te lo comes o no, eso no le importa al mesero: puesto que lo pediste, deberás pagarlo. No; que hoy no sea mañana o pasado mañana. Que hoy sea simplemente hoy. Que aunque espere lo venidero, lo haga sin impaciencia y bien anclado en el presente. No quiero que me suceda lo que a aquella amiga mía que diariamente se disgustaba con su novio y cuyas tardes y noches eran dedicadas casi exclusivamente a anticipar lo que le diría en su próximo encuentro. De pronto pasaron cinco años, y luego otros tres, hasta que vino la ruptura definitiva y, con ella, el sentimiento de haber perdido el tiempo: «Durante ocho años –me dijo una vez entre sollozos- vivimos pensando en el mañana, en lo que nos diríamos mañana, ya para reconquistarnos, ya para castigarnos. Y nuestra juventud se fue sin que supiéramos cómo y sin decirnos lo mucho que nos queríamos». ¡Pobres muchachos: no supieron amarse en presente, sino sólo en futuro! ¡Y cómo sufren ahora, cada uno por su lado! En cambio, me gusta la actitud de François Mauriac, que mientras esperaba el día de la recepción del premio Nobel –según cuenta en sus Bloc-Notes- él se preocupaba de las flores que el granizo había destrozado en su jardín. Sí, que hoy sea simplemente hoy. Y que lo viva, y que me guste. Para que no me encuentre al final de mi vida sin saber qué pasó con mis miércoles, mis jueves y mis viernes.
Verdades universales contenidas en las diecinueve tragedias de Eurípides Por Mtro. José Ricardo García López
ALCESTIS “Todo el mundo sufrir debe cuando los buenos se hallan en infortunio. Es un deber el dolor cuando algún poderoso muere”. (p.26) ¡... Él, al perder esta esposa tan perfecta, mudará para siempre su existencia en una vida sin vida...! (p.28) No les des el triste don de una madrastra. Buena podrá ser acaso, pero ha de preferir a sus propios hijos... una madrastra advenida aborrece a los hijos de antes... ¡Ni la víbora es más cruel! Un hijo, si, un hijo...! ¡Tiene en su padre apoyo y grande! Pero, tú, hija mía... ¿Cómo decorosamente vivieras con tu adorno virginal? ¿Qué clase de hembra hallarías en la cónyuge de tu padre? ¡No vaya a ser que ella misma macule tu doncellez con vergonzoso comercio! Tú, madre ya no tendrás que te maride, para que te anime y conforte a la hora del duro parto... ¡Esa hora, hija mía, en que la mujer postula la comprensión de otra mujer que la ame! (p.29) A los seres amados cuán dulce es verlos en sueños en la noche silenciosa ya que no podemos tenerlos a nuestro lado. (p.30) ... Pero mi hogar no sabe ni ofender, ni rechazar huéspedes. (p.33) La nobleza de un alma ante el deber no conoce ba-rreras. (p.33) La esposa que has perdido es, sin duda alguna, la más insigne y virtuosa. (p.33) ¡Que vano que los viejos pidan la muerte, se quejan del peso de sus años, de la duración prolongada de su vida... pero ven que la muerte se acerca... ya nadie quiere morir, ya no es un peso la vejez para ellos...! (p.34) ¡No hay salvación más firme para una esposa que no tener un ápice de divergencia con su esposo! (p.51) ¡Ah, si para el bien nacimos incapaces las mujeres, de todos los males somos las más diestras artífices! (p.56) ¡Se perdió el valor del juramento: ya no hay honor que pueda respetarlo en esta Hélade inmensa... ¡Al viento se voló! (p.57) Esta no es la primera vez en que quedo convencido de que la cólera no refrenada es un gran mal. Pero tú no refrenaste tu locura, siempre profiriendo malos dichos contra los que mandan. ¡Cumbre de los malvados! ¡Impotente soy para ofenderte en otra forma que con mi débil palabra! ¡No es valor, no es confianza verles el rostro a los que se ama, cuando se les ha tratado con villanía! (p.57) De hombre malvado ningún don es útil. (p.59) Nada se puede igualar a la pena que sufre el que vive lejano de su patria. (p.60) ¡Nunca, por los dioses que en el Hades imperan, esos que ejercen la venganza implacable, nunca se diga de mí que yo dejé a mis hijos, a las burlas y desdenes de mis enemigos! (p.65)
¡Ah, para el hombre la ira es la fuente de los mayores males! (p.66) LOS HERÁCLIDAS Para ellos el pundonor vale más que la vida, como para todo el que es noble. (p.80) ¿Qué derecho hay para que se violente a quien se ha refugiado a un altar? (p.81) Zurdo naciste y te juzgas más sabio que los dioses. (p.81) ¡Mendigos y vagabundos nos han visto y ni nos entregaron, ni nos arrojaron de su suelo! (p.82) Alcmena. ¡Desdichada que tan larga vida ha visto correr! (p.83) Que un sabio tenga por enemigo a otro sabio, no a un mentecato y vil. Y ese aún en la desgracia, podrá lograr favores. (p.84) Cubridme con las flámulas del sacrificio. (p.85) ¡Si he de dejar la vida, hallé el más bello medio de ofrendarla: con gloria la dejo! (p.85)
Toda ella una carga de dolores. Y no hay tregua a las penas. Y lo que fuera amable sobre la vida, es la tiniebla honda hundida en sombras y arropada de nubes que la ocultan. Locos amamos la luz de este mundo, sea cual fuere su ser, y nada sabemos de seguro de lo que pasa en el más allá y en la región que yace bajo tierra. ¡Vamos sólo impelidos de una a otra parte por ilusiones! (p.101) Conocemos y sabemos lo que es honesto, pero no lo obramos. ¡Mala en todo, que muera la que tuvo primero la osadía de macular su lecho con extraños! En casas nobles se originó esta lacra odiosa y se derramó sobre otras mujeres. Cuando el mal vergonzoso place al noble, verdad dolorosa es; a los de bajo rango les parece honesto. Aborrezco a las que son castas de palabra, que en secreto se atreven a criminales hechos. (p.104) ¡Ay, ay... la discreción es bella y es su fruto el honor y la nobleza para los mortales! (p.105) ¿Cuántos, ha, cuántos dime, hay que, si saben que les son infieles sus consortes, si discretos son ellos, demuestran disimulo; se hacen que no lo ven? Y ¿cuántos padres hay que, sabedores del error de sus hijos, se avienen a colaborar con Cipris? Nada hay tan sabio para los mortales que ocultar lo que no es bueno. (p.105)
HIPÓLITO
¡Eres diestra al hablar, pero sin juicio! (p.106)
¿Sabes qué ley impera en los mortales? Odiar al ser adusto, y no ser amable a todos. ¡Muy en razón! ¿Qué huraño no es odioso a los mortales? ¿Y qué gracia no se prodiga a los afables? (p.100)
Pérfida al amo, malvada forjadora de delitos. Sé indulgente, hijo: el errar es propio de los hombres. (p.107) La mujer sabia. ¡Que no habite en mi casa una que sea más docta de lo que a una mujer compete! Porque Cipris hace brotar la astucia y perfidia entre las sabias: la torpe e inhábil, por la misma estrechez de su talento, excluye las locuras. (p.107)
Lo que tienes te hastía; lo que no tienes anhelas. ¡Mejor estar enfermo que ser guardián de enfermos! Aquello es muy sencillo; lo otro, duro y pesado: es una pena para la mente y trabajo para las manos. ¡Ah!, ¿Qué es la vida humana?
¡Ah, hombres necios... tanto erráis enseñando, con la ficción de ciencia, mil errores...! ¿Para qué tantas ciencias, para qué tanta luz? ¡Todo lo indagáis, todo lo descubrís, pero no habéis hallado el medio de hacer que sea sensato uno que nació necio! ¡Ay, qué necesario sería que a los mortales se les diera un medio seguro para discernir entre el amigo verdadero y el amigo falaz! (p.111) ¡Ah, a dónde, a dónde puede llegar la mente humana...! ¿Hasta qué límite ha de tender su audacia? Si pasando los años de una generación crece la petulancia y cada nueva generación supera la malicia de la anterior, más discreto fuera que los dioses crearan otra tierra, agregada a ésta para alojar allí a los ini-cuos y a los malvados. (p.112) Alardea con el humo de tantas sabidurías... ¿Qué es dulce el mando? Para quien tiene el juicio recto, es nada: y el que ambiciona el mando, es que ha sido pervertido. (p.113) Que parezcan totalmente los perversos, sus hijos y sus casas para siempre. (p.117) Pero errar es la herencia de los hombres, cuando los dioses lo permiten. (p.118)
Obama y guantánamo
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Por Pbro. Valentín Carbajal Méndez
l presidente de Estados Unidos realiza una segunda ceremonia en su toma de protesta para dar inicio de manera oficial a su segundo mandato de cuatro años tras su reelección en 2012. Barack Obama juró ante la Suprema Corte de Estados Unidos como presidente del país por otros cuatro años de gobierno, en una ceremonia privada que se realizó en la Casa Blanca. El Comité organizó una segunda ceremonia en Washington en la que Obama ofreció un discurso en medio de una crisis en el parlamento en dónde se pelea por un incremento en los techos de gasto y evitar una recesión en el país. Se han cumplido cuatro años de la promesa de Obama de cerrar la cárcel de Guántamo. Analistas creen que el presidente reelecto en Estados Unidos no lo cerrará, pues recibiría presiones de la derecha estadounidense. Obama prometió cerrarla durante su campaña electoral en el 2008. El cierre de la cárcel de Guantánamo fue una de las primeras promesas electorales de Barack Obama. Aún sigue sin cumplirse. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, inició oficialmente su segundo periodo como jefe de Estado de ese país bajo la crítica de varias promesas incumplidas durante su primera etapa como mandata-rio, entre ellas el cierre de la prisión ilegal en la base de Guantánamo. El presidente estadounidense no solo no cumplió su promesa de cierre durante su primer período, sino que además el pasado 2 de enero firmó la ley de la Autorización de Defensa Nacional en la que se aprobó una prohibición permanente sobre la transferencia de los detenidos de esta cárcel a los Estados Unidos y la prohibición de detención militar de ciudadanos estadounidenses. Hay una cláusula que dice que no se podrá tomar financiamiento de ese presupuesto para trasladar presos de Guantánamo a otro país ni para los mismos Estados Unidos. Por lo tanto ya tenemos que tomar en consideración que durante el 2013 la
cárcel va a estar ahí, los presos van a estar ahí y no va a haber posibilidad de que la cierren. Si Obama cumple la promesa de cerrar la cárcel de Guantánamo, la derecha estadounidense lo consi-derará como una concesión al go-bierno de Cuba. Entregar este espacio que ocupa la base en estos momentos al Gobierno de la república de Cuba puede ser una opción viable, pero sería considerado por las fuerzas de derecha de Estados Unidos como un suicidio político; reclamarían esta acción como una concesión al Go-bierno cubano. Estados Unidos se opone a cerrar Guantánamo porque así quiere mandar al mundo el mensaje de que es capaz de hacer todo lo que quiere: incluso violar las leyes internacionales. Lo que estamos viendo es la vo-luntad de este país de mantener un sistema absolutamente ilegal y genocida, vulnerando los derechos humanos. La cárcel de Guantánamo se encuentra en el territorio de la base militar que fue instalada por EE.UU. en Cuba hace más de un siglo. Mientras que Washington justifica su presencia en la isla caribeña con un acuerdo firmado entre los dos países en aquel entonces, La Habana insiste en que ese documento fue pactado bajo presión y denuncia la ilegalidad del centro. Además de la cárcel de Guantánamo, durante su primer mandato, Obama dejó varias promesas incumplidas, entre las que destaca una Reforma Migratoria que resolvería la situación de los 11 millones de indocumentados. Obama abrió su mandato con un viaje a Egipto para decir que él era diferente, pero la invasión a Libia y los ataques con drones (aeronaves no tripuladas), que provocan cientos de “bajas colaterales” en Afganistán y Pakistán, muestran lo contrario. Recordemos que Obama recibió el nobel de la paz en 2009, ante la sorpresa de todo el mundo, analistas consideran que el Nobel parecía mas bien un Oscar.
“Anda, y haz tú lo mismo”
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omo cada año, los enfermos son un sector de la humanidad a quienes el Papa dirige un emotivo mensaje a través del cual alienta y quiere comunicar fortaleza. El título del Mensaje, para éste año, es “Anda, y haz tú lo mismo”. En éste mensaje, el Papa ofrece “un momento de reflexión, de atención renovada y de compromiso por parte de todos hacia los problemas inherentes a la atención por la vida, la salud y el sufrimiento. En particular, el Santo Padre subraya que su ce-lebración debe estar fuertemente caracterizada por la oración, el compartir, el ofrecer el sufrimiento por el bien de la Iglesia, además de servir como llamada para que todos reconozcan en el rostro del hermano enfermo el rostro de Cristo que, su-friendo, muriendo y resucitando, salvó a la humanidad”. En el texto el Papa invita a “dejarse interpelar por la figura del Buen Samaritano”, un episodio del Evangelio que constituye una “parábola paradigmática y siempre actual para toda la obra de la Iglesia y, de forma especial, para su actuar en el campo de la salud, de las enfermedades y los sufrimientos”. En el relato “Jesús con sus gestos y palabras manifiesta el amor profundo de Dios por cada ser humano, sobre todo si está en una situación de enfermedad o de dolor”, pero el Papa “pone el acento en el final de la parábola cuando el Señor concluye con una mandato apremiante: “Anda, y haz tu lo mismo”. “Se trata de un mandato incisivo porque, con esas palabras, Jesús nos indica todavía hoy cuales deben ser la actitud y el comportamiento de todos sus discípulos con los demás, especialmente si necesitan cuidados. Y, por lo tanto, mirando cómo actuaba Cristo podemos comprender el amor infinito de Dios, sentirnos parte de este amor y enviados a manifestarlo con nuestra atención y nuestra cercanía a todas las personas que necesitan ayuda porque están heridas en el cuerpo y en el espíritu. Pero esta capacidad de amar no puede venir solamente de nuestras fuerzas, sino más bien, de nuestro estar en una relación constante con Cristo, a través de una vida de fe. De ahí derivan la llamada y el deber de cada cristiano de ser un “Buen Samaritano”, y buen samaritano es todo aquel que se detiene ante el sufrimiento del otro, toda persona sensible al sufrimiento de los demás, que se conmueve por las desgracias del prójimo, todo aquel que intenta y quiere ser “las manos de Dios”. Antes de concluir su mensaje, el Santo Padre indica el “Año de la Fe”, como “ocasión propicia para redescubrir al Buen Samaritano y vivir a imitación suya: en su saber “ver con compasión” y amor a quien necesita cuidados y ayuda; en su saber inclinarse y hacerse cargo de las necesidades de los demás. Por eso puede ser útil dirigir la mirada a los tantos testigos de la fe vivida en la entrega de sí en la caridad. Se puede afirmar que toda la historia de la Iglesia está jalonada por innumerables testigos. El Papa indica algunos más cercanos a nosotros en el tiempo: Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz; el venerable Luigi Novarese, Raoul Follereau; la beata Teresa de Calcuta; Santa Anne Schäffer de Mindelstetten”. “El beato Juan Pablo II en su carta apostólica “Salvifici doloris”, hablando del Buen Samaritano escribía: “Cristo al mismo tiempo ha enseñado al hombre a hacer bien con el sufrimiento y a hacer bien a quien sufre. Bajo este doble aspecto ha manifestado cabalmente el sentido del sufrimiento”. Benedicto XVI presentando en su mensaje cinco nombres de buenos samaritanos próximos a nosotros, toma en consideración ambas dimensiones: Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz y Santa Anne Schäffer hacen el bien con su sufrimiento, mientras los otros tres testigos hacen, sobre todo, bien a los que sufren”.
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De la Palabra de Dios y de los Santos
“También decía: El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega” (Mc 4, 26 – 29).
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o primero es recibir la Palabra de Dios, la cual es la semilla. Solo es dejarse guiar por esa Palabra de vida. Uno sigue meditando en su interior, y se deja llenar por los valores que esta semilla va generando; lo demás viene solo. Los valores dan paso a criterios, los criterios a opciones y las opciones a acciones, a obras. Cuando hay obras de lo alto en una persona que ha acogido la palabra, la persona ya está lista, el trabajo de la Palabra de Dios ha concluido. La persona es santa. Y esta persona que vive según los intereses del Reino de Dios, a su vez contagia a otras; es muy común encontrar junto a un hombre santo a otros que le siguieron. Entre ellos yo recuerdo a san Policarpo de Esmirna y a san Ignacio de Antioquía, a san Francisco y a santa Clara, a santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, y ¿por qué no? al beato Juan Pablo II y la beata Teresa de Calcuta. Efectivamente, un santo llena su entorno de la semilla del Reino de Dios, otros que le conocen de cerca a su vez intentan seguir el buen ejemplo de valor, de santidad, de amor, de triunfo. Si no ocurre en vida, ocurrirá después de la muerte del santo varón o la santa mujer. Al menos esto es lo que la santa Madre Iglesia ha enseñado a través de los siglos, que los santos nos proporcionan intercesión pero también ejemplo para alcanzar la misma corona que les da el Poderoso: la Gloria Eterna. Nosotros, peregrinos aquí en la tierra, nos dejamos iluminar por la sabiduría, los ejemplos, los milagros, sus enseñanzas de los santos. Y hay santos para todos los gustos, por algo dicen que “a cada quien su santo”. Y es que para cada persona puede haber un santo inspirador, alguien que le ayude a dar sentido a la vida, alguien a quien imitar. Habrá quien, por ejemplo, viviendo como campesino, le atraiga la figura de san Isidro, a los amantes de la Eucaristía, san Pascual, a los intelec-tuales santo Tomás de Aquino o san Agustín, o san Buenaventura, o santa Catarina de Alejandría; a los estudiantes san Luis Gonzaga, a los pastoralistas san Ambrosio de Milán o los santos Padres de la Iglesia; a los obreros, san José, a los pobres la madre Teresa, a los que buscan la paz y la justicia, santo Tomás Moro, o san Felipe Neri, a las amas de casa, santa Marta, a los que buscan la voluntad
de Dios sobre sus vidas, san Ignacio de Loyola, y así otros más. Los santos son como lámparas que brillan en las tinieblas, hacen que uno logre ver el rostro de Cristo aun en los momentos más difíciles. Quiero pensar ahora en los mártires, aquellos hombres y mujeres que son incontables y que ansiaban configurarse con el Cristo Crucificado, estaban anhelantes de encontrarse con su Señor en la cruz. Las ganas de contemplar cara a cara a su Maestro los llevaban a vivir con valentía los momentos de prueba. Y esos mártires nos enseñan una hermosa espiritualidad, ellos con sus vidas y con sus cruentas muertes nos señalan el verdadero camino hacia la vida eterna, la vía más corta. Pero lamentablemente, ese camino está reservado solo para algunos, la mayoría de los santos no son mártires: son multitudes, unos famosos, otros desconocidos. Pero todos ellos son luz que ilumina y fuego que contagia el amor a Cristo. Quiero recordar a una gran mujer que aun no ha sido canonizada, y de quien muchos tuvimos oportunidad de tener frecuentemente noticias de ella, y no es mártir, sin embargo, aun cuando no estuvo quizá aun ni cerca de serlo, vivió indudablemente la espiritualidad de los mártires: la Madre Teresa de Calcuta. Digo que llevaba en su cuerpo y en su alma la espiritualidad de los mártires porque se dejaba gastar hasta el cansancio por servir a aquellos pobres, enfermos, desdichados hombres y mujeres lamentablemente desechados por las sociedades crueles de la India. Ella daba hasta el
dolor, hasta que se sintiera la cruz que lastima y las llagas que duelen, que arden. Eso es vivir como mártir: dar la vida hasta la última gota. Eso es ser trigo que está listo para la cosecha. Y esa era la espiritualidad de los mártires: estar dispuesto a dar la vida como Jesucristo cuando esta sea re-clamada. Aquí encontramos diversas formas de martirio: por un lado el que es perseguido por causa del Reino de Dios, por profesar valientemente su fe Católica o bien, su fe en el crucificado, en el resucitado de acuerdo con la enseñanza de Jesús: “el que quiera conservar su vida la perderá. El que la pierda por mí y por el evangelio, ese la salvará” (Mc 8, 35); pero, como no a todos les es concedido ser mártires de manera violenta, como los famosos mártires de hecho, también ha habido a través de los siglos aquellos que vivieron esperando la muerte por el Reino de Dios, y aunque no les fue concedido tal honor, sí que vivieron vinculados a esta espiritualidad, a esta manera de ver la vida, de tal manera que, aun vivos, se sabían tanto propiedad de Jesucristo que la vida les importaba poco con tal de mantener esta pertenencia, quizás inspirados por san Pablo: “para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia” (Flp 1, 21). Y así como hay santos para todos los gustos, también podemos decir que hay estilos de santidad para cada uno; es cierto, cualquiera que lo desee podrá llegar a ser santo, pero también, habrá una manera de serlo según las circunstancias, los medios, las inspiraciones y las personalidades.
Todos estamos llamados a esta condición de ser santos, de sabernos pertenencia de Jesucristo y de vivir según los criterios del evangelio. Esto es: escuchar la Palabra de Dios, amarla en exceso, meditarla profundamente, dejarnos guiar por ella, llenarnos de los valores del Reino de Dios, cambiar los nuestros, cambiar también los intereses y algunos hábitos que nos impiden ese parecido al del maestro. Puede ayudarnos, por supuesto, el inspirarnos en algunos de los grandes santos de cualquier época, la santidad no envejece; el objetivo es alcanzar esa corona. En este año de la fe estaría bien preguntarnos si nos hemos planteado la posibilidad de ser santos, la urgencia de serlo en esta época tan tremenda que nos ha tocado vivir; ¿por qué no dar nuestra luz y decirle al mundo entero que en este siglo se puede vivir con santidad? ¿Por qué pensar que la santidad es algo reservado solo a unos cuantos y no para todos los bautizados? El principal propósito de nuestra estancia en la tierra es el de alcanzar esa estatura de los grandes hombres de la Iglesia. En verdad puede ser vergonzoso que en la antigüedad muchísimos de los santos lograron el objetivo de su vida con menos elementos doctrinales que los que contamos nosotros. Algunos conocieron muy poco de las Sagradas Escrituras, algunos versos, algunos libros; nosotros contamos con toda la Biblia, con la tradición, con el magisterio de la Iglesia, con la teología, con distintas corrientes de espiritualidad, con catequesis adaptada a nuestro tiempo; hoy y desde siglos, contamos con las enseñanzas de santo Tomás de Aquino, a quien por cierto celebramos en estos días. Hoy contamos con los escritos de muchísimos santos y además traducidos a nuestras lenguas; hoy contamos aun con los grandes ejemplos de los santos de cualquier época, basta buscar, por ejemplo en Internet para encontrar vidas de santos u obras de santos que nos podrían muy bien iluminar el entendimiento y la voluntad, puesto que la fe ya la recibimos. Hermanos, estamos llamados a la santidad, estamos invitados por Jesús a vivirla. Él nos dice de muchas maneras: “sean santos” (Mt 5, 48). A esto se parece el Reino de Dios, a los que escuchan la Palabra, la meditan, la conservan, la practican y están listos para la Vida Eterna.
Palabra de Dios Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra Evangelio según san Lucas 4, 21 30 En aquel tiempo, después de que Jesús leyó en la sinagoga un pasaje del libro de Isaías, dijo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. Todos le daban su aprobación y admitian la sabiduría de las palabras que salían de sus labios y se preguntaban: “¿No es éste el hijo de José?” Jesús les dijo: “Seguramente me dirán aquel refrán: “Médico, curate a ti mismo” y haz aquí en tu propia tierra, todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm”. Y añadió: “Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muhcas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sión. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo ninguno de ellos fue curado, sino Naamñan, que era de Siria”. Al oír esto, todos los que estaban en la sinagogoa se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad para despeñarlo. Pero Él, pasando por en mendio de ellos, se alejó de allí. Palabra del Señor Gloria a ti, Señor Jesús
Un Dios sin fronteras La incredulidad, la duda, el desconcierto, son situaciones que empañan nuestra fe y nuestra espe-ranza; muchas veces en la vida nos hacen titubear, incluso pueden provocar miedo, pesimismo, y flojera. El Señor Jesús en el Evangelio de éste domingo ánima con una fuerza extraordinaria nuestra fe en Él, nos vuelve a recordar el amor y la misericordia de Dios no son exclusivos de nadie, son para toda la humanidad, para los hombres y mujeres de buena voluntad. En la viuda de Sarepta y en el leproso, debemos de sentirnos todos invitados a ser testigos del amor sin fronteras que Dios tiene por la humanidad; sentirnos invitados a constatar que la salvación y la eternidad es vocación de todos. Que nuestra actitud como amigos de Jesús sea siempre incluyente; que no dejemos nunca fuera a nadie de la predilección y del amor del todopode-roso; para nosotros no debe haber extraños, ni contrarios, ni mucho menos enemigos sino hermanos y compañeros de camino. Por Pbro. Jose de Jesús Cruz Rodriguez
En un corazón atribulado Cristo es la única esperanza Hugo Silva Padrón, 4° Teología Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino
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ueridos hermanos en Cristo el Señor:
Por la gracia de Dios, iniciamos una año más en el transcurso de nuestra historia. Un año que seguramente nos traerá experiencias nuevas, nuevos amigos, nuevos miembros en la familia, nuevos triunfos, pero también nuevos retos que hay que enfrentar; experiencias que juntos viviremos en este año de gracia que Dios nos regala. Así reanudamos nuestro camino que se ve iluminado por la fe, la fe en un Dios que se hace compañero de camino como lo experimentan los discípulos de Emaús que, tristes, desconsolados y sin esperanza se dirigían a su aldea (Cfr. Lc 20, 13-35). Nosotros ahora entre luces y sombras avanzamos a la casa del Padre, guiados por la fe como un don de Dios, que es luz en el camino, apoyo, seguridad y victoria sobre el mundo (1Jn 4, 4). La fe nos debe llevar a la esperanza, porque la esperanza es la fe del hombre que esta en camino y que vive la esperanza, que lo conduce al conocimiento pleno de la verdad. Y si esta esperanza nos conduce a la verdad, solo la espe-ranza nos puede salvar, pues la Verdad es Cristo y Cristo es también nuestra única salvación, como dice san Pablo: la fe es garantía de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve (Hb 11, 1).
Cristo es nuestra esperanza de la gloria (Col 1, 27) de esta manera Jesucristo es garantía y prenda de toda esperanza y para verla realizada la fe nos mantiene firmes en la espera, mostrándonos el horizonte de nuestro camino. Así la fe y la esperanza se complementan en nuestra vida, teniendo su plenitud en la caridad. La vida sin fe y sin esperanza se pierde en el vacio y la nada. De Dios nos viene la fe, Él es nuestra esperanza, entonces una vida sin estas virtudes es una vida sin Dios y vivir sin Dios es vivir sin proyecto, sin luz, sin rumbo y sin futuro. De esta manera debemos ser personas que viven en la coherencia de vida desde el amor, como lo pide el Papa Benedicto XVI: La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y de gozo (Porta Fidei 7). El amor humano se fundamenta en el amor de Dios, porque sólo el amor de Dios nos mueve a amar más y mejor en el amor de Dios, el cual le da sentido a nuestro vivir, la vida tiene sentido cuando nos abandonamos en la manos de Dios. Este año pues, seamos signos de fe en medio de un pueblo que sufre y quiere signos de Dios, de esta manera estarán dispuestos a dar respuesta a quien les pida razón de su esperanza (1Pe 3, 15).
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...Lo de Dios a Dios
El catecumenado hoy Por Javier Algara
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esde hace tiempo se viene insistiendo en la Iglesia acerca de la necesidad del catecumenado. Este proceso de formación cristiana que en la Iglesia Primitiva constituía un paso indispensable para poder recibir el bautismo, y que luego, por diversas circunstancias históricas, dejó de implementarse en la mayor parte del mundo católico, adquiere hoy día un carácter de urgencia. Ya desde fines del siglo XIX, el Cardenal John Henry Newman, beatificado por Benedicto XVI durante su visita a Inglaterra, insistía en la necesidad de contar con cristianos bien formados como condición para tener una Iglesia capaz de enfrentar los retos que las etapas de la modernidad le plantea. El Papa Juan Pablo II, en su exhortación apostólica Pastores Gregis, dijo: “En las circunstancias actuales de la Iglesia y del mundo… resulta providencial la recuperación, sobre todo para los adultos, de la gran tradición sobre la iniciación cristiana. Esta ha sido una disposición oportuna del Concilio Vaticano II… Mediante el itinerario de formación cristiana se introduce progresivamente a los catecúmenos en el conocimiento del misterio de Cristo y de la Iglesia”. Y el pontífice actual ha hablado del tema en diversas ocasiones, siempre con un tono de urgencia. Las razones son evidentes: el aumento de la desintegración familiar entre cristianos; la falta de transmisión de la fe a los hijos, que propicia que éstos vivan en el relativismo y la indiferencia, o que caigan fácilmente en las sectas; el alejamiento de la vida eclesial por parte de los jóvenes, etc. Todo eso es fruto de una deficiente formación cristiana, que expone al bautizado a la influencia de cualquier doctrina pseudo filosófica y a la influencia perniciosa de los medios y de la cultura de egoísmo individualista reinante en la sociedad. Los padres cristianos no saben cómo explicar a sus hijos la importancia de la vida de fe, y a veces ni les interesa saber. Los dichos o hechos de los artistas de cine o estrellas del futbol tienen más peso en los chicos que las palabras del Papa. El Código Da Vinci es tomado como palabra de Dios por muchos católicos. Muchas diócesis en el mundo han iniciado programas de restauración del catecumenado y los frutos saltan a la vista, incluso en países descristianizados como Francia. Hay diversas realidades eclesiales que están colaborando en la misión de la Iglesia precisamente a través de la implemen-tación del catecumenado. Una de estas realidades es el Camino Neocatecumenal. A partir de su creación hace ya cuarenta y tantos años, esta realidad ha mostrado donde se ha establecido los efectos benéficos para la Iglesia de servir como uno de los principales promotores de la restauración del catecumenado: innumerables cristianos que vivían alejados de la Iglesia están hoy entusiasmados de regreso; infinidad de familias desintegradas se han reintegrado; hay miles y miles de jóvenes que viven alegres su fe en la Iglesia y de los cuales muchos han optado por servirla en el sacerdocio o la vida consagrada; familias enteras están trabajando en tierras de misión, etc. En nuestra diócesis ya se encuentra el Camino Neocatecumenal desde hace 12 años, en las parroquias de Jesús Divino Maestro, en la zona universitaria, y Sagrado Corazón, de Quintas de la Hacienda. La diferencia de vida, el acercamiento a la vida evangélica, de quienes participan en esta realidad es el mejor testimonio de su efectividad.
«Rerum novarum» Por David Grimaldo
L
eón XIII (1878-1903), el Papa social, es una de las mentes más brillantes que ha tenido la Iglesia en los tiempos modernos. Giuseppe Pecci, nació en Carpineto Romano, cerca de la ciudad de Roma, fue elegido Papa en el año 1878 y fue sucesor del pontificado más largo de la historia, el de Pío IX (1846-1878). A diferencia de su predecesor, entregado a condenar todos los errores de su tiempo, León XIII, con la intención de relacionarse mejor con el mundo moderno, crea un clima favorable para el diálogo, más con los hombres comunes de su tiempo que con los hombres de ciencia. Ya desde el comienzo de su pontificado se perfila una de sus mayores intuiciones que consiste en la promoción del laicado católico para que, operando en los ambientes cotidianos de la vida, animen cristiana y éticamente toda la vida social. La obra fundamental para conocer el pen-samiento social de León XIII es, sin duda, su celebérrima encíclica Rerum novarum (Sobre las cosas nuevas) del 15 de mayo de 1891, obra maestra del Papa e inicio de lo que llamamos Doctrina Social de la Iglesia, que es el segmento específicamente ma-gisterial de la enseñanza social cristiana. Con respecto a esto último, el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia reconoce que: “la solicitud social no ha tenido ciertamente inicio con este documento, porque la Iglesia no se ha desinteresado jamás de la sociedad; sin embargo, la encíclica Rerum novarum da inicio a un nuevo camino: injertándose en una tradición plurisecular, marca un nuevo inicio y un desarrollo sustancial de la enseñanza en campo social” (n. 87). Rerum novarum es el documento con el que levanta el vuelo oficialmente la moderna Doctrina Social de la Iglesia. Es la “carta del trabajo” y ha venido a ser la “carta magna” del pensamiento social cristiano. Su aparición produjo una sacudida general con eco en todo el mundo: entre los católicos y los no creyentes, entre los trabajadores
y los empresarios, entre los gobernantes y el pueblo. Se trató de una necesaria intervención pontificia en años de profundas transformaciones en el campo laboral, de contrastes en los ámbitos económico y social, así como de luchas violentas entre los obreros y empresarios. El llamado de León XIII sonó muy fuerte en defensa de los obreros explotados, de los niños y mujeres oprimidas y de la multitud de pobres humillados en los nuevos cinturones de miseria, surgidos como consecuencia de la cínica revolución industrial. Poco a poco los trabajadores, aislados y sin defensa, se encontraron abandonados a merced de amos despiadados y de la codicia de una concurrencia desenfrenada. Es vergonzoso e inhumano usar al hombre como vil instrumento de lucro y valorarlo solo en razón de la fuerza de sus brazos (Rerum novarum, 1). La situación de los obreros en este contexto había alcanzado niveles de verdadero drama y escandalosa injusticia. La Rerum novarum, entonces, cayó como un rayo de esperanza y fue indiscutible la trascendencia que tuvo en medio del inmovilismo tradicional, así como de la sospecha y total desconfianza hacia la Iglesia conservadora de aquel tiempo. Se convirtió, afirma el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, en el documento inspirador y de refe-rencia de la actividad cristiana en el campo social. El tema central de la encíclica es la instauración de un orden social justo, en vista del cual se deben identificar los criterios de juicio que ayuden a valorar los ordenamientos socio-políticos existentes y a proyectar líneas de acción para su oportuna transformación” (n. 89). Las ideas más novedosas y de mayor trascendencia, mis estimados lectores, las veremos la próxima semana. Por lo pronto: ¡Saludamos y bendecimos a todos los obreros, que por medio del trabajo, ponen los cimientos de un nuevo país!
FEBRERO 03 DE 2013
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Si yo no tengo amor, yo nada soy, SeĂąor...
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