En el Año de la Fe vivamos la relación entre fe y caridad
Año 5
No. 208
Semana del 10 al 16 de febrero de 2013
Solidaridad sin un alma o un alma que busca a Dios sin mirar al prójimo. Estos son los dos extremos que amenazan a los que en la Iglesia, no viven el justo equilibrio entre la fe y la caridad. ¿Cuál es este equilibrio? Lo ha explicado claramente Benedicto XVI en su Mensaje para ésta Cuaresma. En este Año de la Fe es necesario vivir más intensamente la relación entre fe y caridad. No existe una sin la otra; si no es así, se corre el riesgo de un espiritualismo incorpóreo o de una filantropía que se reduce a un activismo moralista. La belleza, el encanto espiritual, la credibilidad de la Iglesia que llega hasta el corazón es un reflejo del esplendor de la caridad, del calor, del amor. Un amor que se aprende de Dios en la fe, mirando a la cruz de Jesús y participando en la Eucaristía. Bernadette, Teresa de Lisieux, Raoul Follereau, el Padre Damián, san Vicente de Paúl, la madre Teresa, son algunos de los más famosos, pero cuántos, cuántos otros han creído en el amor de Dios y por ello han amado desmesuradamente, con la abundancia del corazón, comenzando por los más pequeños y los que sufren en el cuerpo y el espíritu. Con la libertad soberana de la ley del amor, de los dos primeros mandamientos, que son uno solo: “¡Ama y haz lo que quieras”, decía san Agustín, a quien se deja guiar por el Espíritu de Jesús. Y san Vicente de Paúl añadía: “La caridad es superior a todas las reglas y todo debe referirse a ella. Es una gran señora: hay que hacer lo que manda”. En la Iglesia de la caridad los pequeños encuentran el amor de Dios que viene concretamente hacia ellos, los enfermos comprenden que su sufrimiento es un camino hacia un amor cada vez mayor, que ellos pueden dar al mundo junto a Cristo: Fe y caridad.
Propósitos para Cuaresma 2013, inicia el miércoles 13 de febrero Miércoles de Ceniza:
Asistiré con toda mi familia a la iglesia para recibir la ceniza.
Jueves después de Ceniza: Leeré un pasaje del evangelio sobre la Pasión de Jesús para conocer más de Él.
Viernes después de Ceniza: Haré un sacrificio en la comida por amor a Jesús.
Sábado después de Ceniza:
Rezaré un misterio del Rosario por todos los que están alejados de Jesús.
I Domingo de Cuaresma:
Me confesaré con mucha devoción para renovar mi amistad con Jesús.
FEBRERO 10 DE 2013
A propósito del Año de la Fe La fe es un camino a recorrer juntos
H
abiendo transcurrido casi el cuarto mes del Año de la Fe y viviendo este tiempo de cambio de Sacerdotes en las Parroquias, te comparto dos consideraciones y una reflexión que considero oportuna. Primera: asumimos la propuesta papal del Año de la Fe como un impulso a nuestro nuevo Plan Diocesano de Pastoral, que nos exhorta a poner a las parroquias en Misión Permanente, con el slogan: “Llevemos a todos los rincones el Evangelio de la Vida”. Segunda: La propuesta papal como Año de la Fe nos está gritando que la fe NO ES un camino que podamos andar solos, un asunto sólo “entre Dios y yo”. La fe es un camino a recorrer JUNTOS: En primer lugar, que estemos en profunda comunión CON el Espíritu Santo. Sin su guía, el amor por Jesús, pronto dará paso a la esterilidad apostólica, al individualismo de personas y de grupos, al desaliento y, sobre todo, podemos ir en dirección equivocada. Y en segundo lugar, que EN nuestros Sectores Parroquiales vayamos formando pequeñas comunidades donde aprendamos a vivir la vida en Cristo y en donde aprendamos a trabajar como pequeña comunidad de discípulos que evangelizando a los demás, termina evangelizándose a sí misma. Esto está comprobadísimo. La fe, pues, forma una red de dependencia mutua, de solidaridad. La afirmación de Cristo también debe aplicarse a nosotros: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Jn 14,9). También sintonizo con san Pablo cuando afirma: “¿Cómo van a creer en Cristo si no hay quién lo anuncie?”. Paso ahora a compartirte los pasos pastorales que se han dado dentro de un Plan de Pastoral Parroquial que intenta obtener el mayor fruto del Año de la Fe, pero con el criterio: La Fe es un camino a recorrer juntos. 1) Se dio prioridad al Programa: Poner la Parroquia en estado de Misión Evangelizadora. 2) Durante el Año Kerigmático se integraron siete grupos misioneros y con ellos se planificó y se programó para la Misión. Se eligió el Kerigma como el método más indicado para renovar el encuentro personal con Cristo. 3) En una Zona Pastoral existen 7 pequeños Grupos de Familias en cada uno de los 7 Sectores de esa Zona. Para esta Cuaresma se establecerán otros 7 grupos en otra zona, sumando así 14. Ahí los vecinos, de conocidos, se convierten en amigos; y los amigos se convierten en “familia”. Y la parroquia en una gran familia. 4) Se sigue promoviendo a las personas para usar sus talentos poniéndolos al servicio de la comunidad en pequeños ministerios. Termino profesando mi fe en cuatro cosas en las cuales creo: 1) La Misión es algo más modesto, porque nos damos cuenta que la Misión no es nuestra; el verdadero Protagonista es Dios. 2) La Misión es apasionante porque es comprometerse como aliados de Dios en su labor paciente pero incansable de invitar y persuadir a hombres y mujeres para que entren en relación con su mundo, con los otros y con Dios mismo. 3) La Misión es urgente porque en un mundo de esclavitudes, de pobreza ge-neralizada y de violencia, sólo el encuentro con Jesús puede traer nueva sanación y nueva luz. 4) La Misión es un diálogo profético porque invita a la conversión, invita a las personas a una VERDAD más profunda que sólo se puede encontrar en una relación personal y profunda con Dios a través de la Persona de Jesucristo.
Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes
La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.
La Oración, la Palabra y la Caridad Por Pacco Magaña
Queridos hermanos y hermanas:
Con el gesto de la imposición de las manos los Apóstoles confieren un ministerio particular a siete hombres, para que se les dé la gracia correspondiente. Es importante que se subraye la oración -“después de orar”, dicen- porque pone de relieve precisamente la dimensión espiritual del gesto; no se trata simplemente de conferir un encargo como sucede en una organización social, sino que es un evento eclesial en el que el Espíritu Santo se apropia de siete hombres escogidos por la Iglesia, consagrándolos en la Verdad, que es Jesucristo: Él es el protagonista silencioso, presente en la imposición de las manos para que los elegidos sean transformados por su fuerza y santificados para afrontar los desafíos pastorales. El relieve que se da a la oración nos recuerda además que sólo de la relación íntima con Dios, cultivada cada día, nace la respuesta a la elección del Señor y se encomienda cualquier ministerio en la Iglesia. Queridos hermanos y hermanas, el pro-blema pastoral que impulsó a los Apóstoles a
(Última parte)
elegir y a imponer las manos sobre siete hombres encargados del servicio de la caridad, para dedicarse ellos a la oración y al anuncio de la Palabra, nos indica también a nosotros el primado de la oración y de la Palabra de Dios, que luego produce también la acción pastoral. Para los pastores, esta es la primera y más valiosa forma de servicio al rebaño que se les ha confiado. Si los pulmones de la oración y de la Palabra de Dios no alimentan la respiración de nuestra vida espiritual, corremos el peligro de asfixiarnos en medio de los mil afanes de cada día: la oración es la respiración del alma y de la vida. Hay otra valiosa observación que quiero subrayar: en la relación con Dios, en la escucha de su Palabra, en el diálogo con Él, incluso cuando nos encontramos en el silencio de una iglesia o de nuestra habitación, estamos unidos en el Señor a tantos hermanos y hermanas en la fe, como un conjunto de instrumentos que, aun con su individualidad, elevan a Dios una única gran sinfonía de intercesión, de acción de gracias y de alabanza.
El relieve que se da a la oración nos recuerda además que sólo de la relación íntima con Dios, cultivada cada día, nace la respuesta a la elección del Señor.
Concilio Vaticano II
La política y la Iglesia
FEBRERO 10 DE 2013
¡No tengan miedo!
Por P. Juan José Torres Galván
E
n la actualidad existe una mayor conciencia de la dignidad de la persona. De ahí hemos pasado a valorar y defender los derechos humanos. Nuestra sociedad tiene una conciencia clara en cuanto a los derechos y los deberes de todos en la búsqueda de la libertad y el bien común. A partir de esta nueva conciencia se descubre la importancia de la activa participación ciudadana en la vida política. La comunidad política nace para buscar el bien común. Entendemos el bien común como aquellas condiciones de vida que permiten al ser humano, a la familia y a la sociedad conseguir su perfección. Una política verda-deramente humana debe guiarse por los valores de la justicia, la bondad y el servicio al bien común. El ejercicio de la autoridad política se debe manifestar dentro del orden moral, según la exigencias del bien común y según un orden jurídico legítimamente esta-blecido. Cuando la autoridad oprime a los ciudadanos, es perfectamente válida la defensa de sus derechos y los de la comunidad. Todos los ciudadanos tienen el derecho y el deber de ejercer libremente su voto para promover el bien común. Es conveniente que se instituyan estructuras jurídico-políticas que ofrezcan a todos la posibilidad de participar activamente en la determinación de los fundamentos jurídicos de la comunidad política. Es inhumano que la autoridad política degenere en formas totalitarias o dictatoriales, lesionando así los derechos de las personas o de los grupos sociales. En el campo de la política corresponde a los cristianos ser testigos de la responsabilidad y el compromiso por el bien común, armonizando así la autoridad y la libertad; la iniciativa personal y la solidaridad social; la unidad y la diversidad. Es necesario y urgente procurar la educación cívica y política para todo el pueblo, sobre todo para los jóvenes, capacitándose así para un mejor desempeño en la política. El Concilio exhorta a los cristianos que tengan capacidad de ejercer el arte de la política, para que lo hagan sin buscar intereses personales y materiales, luchando contra la injusticia, la opresión, la intolerancia y el absolutismo. Les invita a desempeñarse con integridad y prudencia, sirviendo a sus hermanos con sinceridad y rectitud, con amor y fortaleza. La Iglesia no se confunde con la sociedad civil, ni está ligada a un sistema político determinado. Le compete a la Iglesia ser señal y salvaguarda del carácter trascendente de la persona humana. Es decir, proclamar que el destino final del ser humano no se agota en estas circunstancias de espacio y tiempo. La comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas. Ambas están al servicio de la vocación personal y social de los seres humanos. Por tanto, entre ellas debe haber una sana colaboración. La Iglesia tiene derecho a predicar con libertad la fe, enseñar su doctrina social, ejercer su misión entre la comunidad humana e incluso pronunciar juicios morales ante acciones políticas que pongan en riesgo el bien de las personas. Hay que favorecer y elevar todo lo verdadero, bueno y bello que se encuentra en la comunidad humana. Para fortalecer la paz entre los hombres y darle así gloria a Dios. Referencia de lectura: Gaudium et Spes 73-76
Decimos gracias al Señor por la Vida Consagrada y oramos por nuestros enfermos Queridas familias potosinas: Les saludo en el inicio de esta nueva semana deseándoles todo bien en el Señor Jesús. El pasado domingo hemos celebrado en nuestra Arquidiócesis el día de la Vida Consagrada, instituida por el Beato Juan Pablo II el 2 de febrero de 1997. El Santo Padre Benedicto XVI, en la carta apostólica sobre el Año de la Fe que estamos ce-lebrando, escribe unas palabras que son válidas para todos los cristianos, pero de una manera especial para los religiosos y las religiosas: “Lo que el mundo necesita hoy de manera especial es el testimonio creíble de aquellos que, iluminados en la mente y en el corazón por la Palabra del Señor, son capaces de abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera, aquella que no tiene fin”. En Nuestra Arquidiócesis agradecemos infinitamente a Padre Dios por el don de vernos enriquecidos por una gran diversidad de mujeres y hombres consagrados pertenecientes a las distintas Órdenes, Congregaciones, Institutos, Vírgenes consagradas, e incluso Religiosas y Religiosos que han nacido aquí en nuestra Iglesia potosina. Quiero agradecerle a cada uno de nuestras queridas consagradas y consagrados porque con la vivencia de sus propios carismas que el Espíritu Santo heredó a sus fundadoras y fundadores, están haciendo florecer los distintos lugares y comunidades en que se encuentran insertos en nuestra Arquidiócesis de San Luis Potosí. Les digo gracias porque con la riqueza de sus carismas emprenden nuevos caminos de evangelización en la pastoral educativa, en la pastoral juvenil, la pastoral de enfermos, la pastoral litúrgica, la pastoral catequética, la pastoral social, etc. Y a ustedes, mis queridos hermanos laicos, les invito a vivir con gratitud hacia nuestras hermanas religiosas y religiosos por su fidelidad a la llamada del Señor y por la contribución que han hecho y están haciendo a la misión pastoral de nuestra Iglesia Potosina. En esta semana estaremos celebrando la Jornada mundial del enfermo instituida también por el beato Juan Pablo II el día 11 de febrero de 1992, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. Desde aquel momento, el Santo Padre anualmente ha enviado su mensaje, y han sido muchos los motivos escogidos para reflexionar acerca de la enfermedad a la luz de nuestro Señor Jesucristo. En este año el Papa Benedicto XVI titula su mensaje: “Anda y haz tu lo mismo” (Lc 10,37). Son palabras de Cristo situadas en el relato del Buen Samaritano del Evangelio de san Lucas. Al leerlo, igual como el maestro de la Ley, tam-
bién nosotros debemos responder a la pregunta: “¿Quién es mi prójimo?”. Con toda seguridad podemos ver y sentir quién es mi hermano que hoy me necesita: el enfermo, el que sufre, el que hoy pasa hambre y vive en la miseria. Más que “hacer una caridad”, es necesario amar a Dios presente en mi hermano y arriesgarse sin reserva ni cálculo, sirviendo al prójimo, así lo hizo el Buen Samaritano. Qué difícil nos es a los hombres cargar la Cruz de la enfermedad, muchas veces pasa a ser una carga muy pesada que supera nuestras fuerzas. Y realmente llega a serlo cuando nos olvidamos de llevarla junto con Jesús. A pesar de los sufrimientos que un enfermo pasa, debemos ayudarle a orar para que pueda vivir su propia condición de dolor y sufrimiento desde una perspectiva de fe sabiendo que “lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito” (Enc. Spe salvi, 37). Celebrar el día del enfermo debe llevarnos a no quedarnos con los brazos cruzados ni ser indiferentes con ellos. Debemos crear puentes, fuertes lazos de amor y de solidaridad, para que nadie se sienta solo y abandonado, sino cercano a Dios y parte de la gran familia que formamos como Iglesia. Felicito y agradezco infinitamente a quienes están al servicio de los enfermos, y cerca de ellos y les invito a no desalentarse sino más bien deben alentarse a renovar cada día con entusiasmo su vocación-misión. Al celebrar el Año de la Fe convocado por el Santo Padre el Papa Benedicto XVI, recordemos las palabras del apóstol Santiago: “la fe era la que inspiraba sus obras y por sus obras su fe llegó a ser perfecta… Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, del mismo modo la fe que no produce obras está muerta”. (Sant 2,22.26) Abramos nuestro corazón a la bondad y misericordia de Dios para que en todos nosotros crezca la conciencia de que «en la aceptación amorosa y generosa de toda vida humana, sobre todo si es débil o enferma, la Iglesia vive hoy un momento fundamental de su misión» (Juan Pablo II, Exhort. ap. postsinodal Christifideles laici, 38). Que nuestra Madre Santísima, Salud de los enfermos, sea el alivio y consuelo de todos nuestros hermanos enfermos para que, unidos a su Divino Hijo, puedan vivir con la esperanza de superar con fortaleza su enfermedad.
¡El Señor les bendiga! + Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
Nuestra historia
San Pacomio (Ca 287- 346)
Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz
Organizador de la vida Cenobítica en Egipto. Venerado en la Iglesia Copta, Ortodoxa y Católica. Se preocupó con esmero en la debida instrucción espiritual y el progreso ascético de los monjes, para lo cual se establecía la más estricta puntualidad, riguroso silencio, determinadas preces y durante una semana el cultivo de una virtud. Todo ello estaba basado sobre la guarda perfecta de la castidad, de la pobreza y de la obediencia.
N
acio hacia el 287 en Egipto. Hijo de padres paganos, fue un soldado romano que luchó a lado de Majencio en la Segunda Tetrarquía contra Constantino El Grande. Se convirtió al cristianismo hacia el 313 en el transcurso de un viaje a Alejandría, altamente impresionado por las buenas cualidades que pudo ver entre los cristianos de aquellas tierras, en especial la caridad. Pacomio había descubierto la vida cristiana como amor y como servicio a los hombres pero después de su bautismo se orientó hacia la vida anacorética. Por ello se pone bajo la dirección espiritual del anciano Palamón que le inicia en dicha vida. Decide retirarse como ermitaño para llevar una vida de oración y austeridad, junto a uno de los templos de Serapis que por aquel entonces se hallaba en ruinas. Al llevar algún tiempo en la vida de ermitaño y tras una crisis vocacional, al ver la desorientación de muchos anacoretas y los peli-gros que encerraba la vida solitaria sin ningún aliciente humano, entiende que: “La voluntad de Dios es que te pongas al servicio de los hombres para reconciliarlos con Él”. Ensanchó su celda, reunió en torno suyo gran número de discípulos, y con ellos organizó el primer ce-nobio con todas las características de la vida monástica de comunidad. El prim-
er monasterio pacomiano se fundó alrededor del año 320 en Tabenesia, localidad de la Tebaida. Todos vivían en un lugar cercado y bajo una misma regla, obligándose a obedecer a un superior y observando una distribución y regla determinada, escrita por el propio san Pacomio. Se entregaban al trabajo manual y al estudio de la Sagrada Escritura. Solo había una puerta que era vigilada por el portero designado por el superior. Celebraban la Eucaristía con los laicos. La obediencia es el principio fundamental de la orden. El trabajo era fundamental así como la oración. Todo lo que debía hacer el monje estaba escrito en la regla. La mayoría de los principales biógrafos del santo en cuestión coinciden que con esta regla monástica sentó las bases para lo que fuera más tarde el Ora et labora que proclamó san Benito. Los monasterios creados por Pacomio llegaron a ser centros fabriles de producción, con un recinto rodeado por un muro, en el que había cabida hasta para mil monjes repartidos en las distintas casas. Dentro del cercado había distintas edificaciones y en cada una trabajaban y oraban cuarenta monjes. A su vez cuatro de estos edificios formaban un grupo con 160 monjes. Al frente del conjunto del monasterio había un abad. Cada cierto tiempo se reunían todos los frailes para tratar asuntos comunes y de religión. Estas reuniones se hicieron célebres con el nombre de pacomias. En vida del santo llegó a contar esta congregación unos 7.000 monjes. Se preocupó con esmero en la debida instrucción espiritual y el progreso ascético de los monjes, para lo cual se establecía la más estricta puntualidad, riguroso silencio y determinadas preces y durante una semana el cultivo de una virtud. Todo ello estaba basado sobre la guarda perfecta de la castidad, de la pobreza y de la obediencia a los supe-riores, así como también sobre el ejercicio de una rigurosa penitencia. San Pacomio fundó también monasterios de monjas, a petición de su hermana María, que quiso consagrarse por entero al Señor. Hacia el año 340 se levantó el primer cenobio para albergar a las vírgenes consagradas a Dios. Fue construido cerca del monasterio masculino de Tabenesia, pero entre ambas construcciones se deslizaba la anchurosa corriente del río Nilo, que a ningún monje era lícito atravesar, a excepción de un sacerdote y un diácono que en los días festivos iban a celebrar ante las vírgenes los divinos oficios. La vida monástica de los pacomios tuvo gran aceptación entre las comunidades cristianas. A la muerte de Pacomio existían ya nueve monasterios de monjes y dos de monjas, siendo el primero de todos el que fundó en Tabennisi cerca de Denderath Egipto. En el año 346 se declaró una gran peste en la Tebaida, y diezmó a los monjes pacomianos. También Pacomio enfermó y murió el 9 de mayo de 346.
Hay que llegar a ser alguien, para hacer algo
Y
Por Pbro. Lic.llegar Salvador González tú ¿qué quieres a ser? Es laVásquez pregunta que a todos hacemos y que todos nos hacemos. Los hombres siempre soñamos con llegar a ser alguien en la vida, ya sea para ocupar un puesto importante o ser un personaje conocido.
Todos tenemos sueños y vivimos de proyectos. El hombre vive con la esperanza de llegar a tener un mejor mañana. La alegría por lo que ha de venir trasforma el momento presente y hace más llevadera la existencia. Lo cierto es que para todos hay un futuro. Pero no hay que olvidar que lo más importante no es solo llegar a ser alguien, sino poder hacer algo a partir de lo que somos; el ser alguien, nos abre la puerta para hacer algo por nuestra vida y la de los demás. Nos equivocamos al querer alcanzar una meta por el puro placer de ser con tal de ser reconocidos. Porque hemos olvidado que la vida y los dones recibidos son para hacer algo por nuestro mundo. El hombre no ha venido al mundo como ser estático, el hombre es un ser dinámico. El placer de ser dura muy poco; en cambio el gozo de ofrecer y hacer algo a los demás no se termina. Hay muchos que han soñado con llegar a la fama y el día que logran esa meta, ya no saben que hacer con ella. Porque nunca se preguntaron: ¿Para qué quiero ser famoso? El placer de la fama dura poco, y al no tener otra meta que alcanzar se termina la esperanza, y por tanto el gusto por la vida. El hombre no es una meta sino un proyecto. Mientras estemos vivos es necesario trazar un plan de vida. Porque mientras se vive, el proyecto humano seguirá en camino. Hay hombres que sueñan con llegar a ser directores de una empresa, o gobernantes de una nación. Quien tiene esos sueños, también debe tener claro porque razón quiere ser tal personaje. Porque una vez que alcance lo que espera puede llegar a descubrir, que no era lo que el esperaba; y al no tener otro proyecto de vida, ésta se vuelva sin sentido. El hombre vive de la esperanza, ésta nunca se termina. Por tanto no hay metas, más bien proyectos. Y no hay que buscar ser alguien, por el puro placer de ser; hay que ser alguien para tener la posibilidad de hacer algo por nuestra vida y la de los demás.
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Código del buen “conchudo” Por P. Kino
A
ntes de poner el código del buen conchudo, quiero aclarar que este artículo no ofende a nadie, porque al que no es “conchudo” no le caerán pedradas, pero el que sí lo es, no se sentirá como aludido. Como buen conchudo: - Pediré prestado y no pagaré en el tiempo acordado, haciendo que el rentero, o la persona perjudicada dé varias vueltas para cobrarme. - Me molestaré cuando me cobren o se cobren los demás a “lo chino”. - Tardaré en pagar la renta, o los servicios de la casa, y no me importa pagar consecuencias de volver a reinstalar dichos servicios. - Buscaré continuamente aparecerme en alguna casa a la hora de la toma de alimentos, sin ni siquiera llevar un refresco para la comunidad, y si me insinúan mi cualidad de “conchudo” me molestaré un momento pero no cambiaré mi actitud volviendo al poco tiempo de “barriga aventurera”. - Dejaré a mis hijos que los eduque la abuela, la tía, el hermano mayor o alguna otra persona o institución gratuita, y cuando tengan los pequeños alguna mala conducta, culparé sin remordimientos a quienes dejo mis hijos, pero se los seguiré llevando (pues sale más barato que pagar una guardería). - No respetaré los horarios de las citas, reuniones, llegando tarde a todas ellas, y no pediré perdón ni me justificaré, pues soy tan importante que los demás tendrán que
comprender, y si no comprenden será cosa de ellos. - Cuando sea invitado por amigos al restaurante, tendré que tener la habilidad para darme cuenta de que pronto llegará la cuenta e irme al baño, evadiendo “coperacha”, pero para no verme mal, pondré la propina (solo el 10% y si es más fingiré que lo ignoraba). - En nuestras reuniones “conchudos conocidos” iremos a lugares en donde al pagar un café servirán las veces que lo requiramos, y el pan lo llevaremos por nuestra cuenta en caso de que lo permita el lugar de reunión para no poner desorden, y si no es posible con el café basta alegando la dieta y la convivencia por encima de los alimentos. - Buscaré incautos que me recomienden o sean avales en mis créditos de de tiendas famosas y si se niegan a hacerlo me sentiré ofendido por parte de quien puse mi confianza. - Con mis visitas continuas, largas y sin asuntos, quitaré el tiempo a las personas que están trabajando, y fingiré que no me doy cuenta de las insinuaciones físicas o verbales que hacen ellas para que me vaya. - Al leer algún manifiesto que ataque mí modo de vivir, me limitaré a sonreír, negar o criticar al que lo hizo, pero no cambiaré mis convicciones de que ser “conchudo” es lo mejor para la salud personal, pues se evita el estrés (aunque se los provoque a los que me rodean).
El verdadero amor y la verdadera amistad Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com
(Primera parte)
Muy estimados lectores: El 14 de febrero se celebra el día del amor y la amistad, y por desgracia se ha convertido en un pretexto comercial para aumentar las ventas de los negocios. ¿Realmente celebramos y vivimos el amor y la amistad? ¿Qué es el verdadero amor? Un matrimonio me dice: “padre nos vamos a divorciar”. Yo les pregunto por qué y me responden: “es que ya no sentimos nada el uno por el otro”. Y les digo lo siguiente: Cuando uno se enamora, entra a un encanto, a tal punto de luchar por aquel ser, que al parecer es la otra parte de tu vida. Te arreglas, eres espléndido, mandas flores, eres detallista. Todo lo que haces es porque en realidad la otra persona te lo inspira, de lo contrario no lo harías. Los detalles por más simples que sean, son espontáneos y salen del corazón. Al casarse, ya forman una comunidad; es una estructura en donde lo mío ya no es mío; en donde no me puedo gobernar como yo quiera, porque ya dependemos el uno del otro. Es seguir siendo tú mismo, gracias al otro, pero haciendo las cosas entre los dos; vivir auténticamente el “nosotros”. La fidelidad es el compromiso de amarse incondicionalmente SIEMPRE, y lo pongo con mayúsculas; porque es una exigencia de amar a alguien muy diferente a aquél que conocí ya que al casarse, te das cuenta cómo es en realidad en hábitos, en costumbres, en carácter, en responsabilidad y que además te pide y exige ser diferente; es decir, o te haces a su modo o él se hace al tuyo. Los que fueron a verme y decirme que ya no sentían nada, no era propiamente eso, sino que no se han dejado moldear y quieren cada quien ser y hacer lo que quieren como si fueran solteros y eso no es el matrimonio ni el verdadero amor. Eso es ver tus propios intereses y no esforzarse en ser ni hacer comunidad. El verdadero amor es hacer brotar del corazón del otro comprensión, escucha, disposición, respeto, tolerancia, a tal punto que esos sentimientos se han enraizado profundamente que te hacen crecer y madurar como persona. Es entrar en tu propia vida y saber quién se es; vivir la vida como jamás se ha vivido al lado de tu compañero o compañera y ser con él o ella como nunca jamás se ha sido. Encontré en un libro un anónimo que decía: “Te amo porque eres parte de mí”. Amemos al otro y dejémonos amar por ese ser a quien le dijimos un día, sí, para toda la vida. Hasta la próxima semana.
Hagámonos de palabras
¡Astro, que acariciando el cosmos, limitas tu existencia!
Q ¿Cómo funciona el Sínodo de los Obispos? Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
(Segunda parte)
A
nte el reciente suceso de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos dedicada al tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana” les ofrezco la segunda parte de un sencillo esquema del funcionamiento de una Asamblea Sinodal: La Asamblea: Una vez constituida la Asamblea, la misma se estructura en torno a: La Relación Introductoria (Relatio ante Disceptationem), en la que es expuesta y desarrollada la materia a tratar en el Sínodo y son definidos los puntos sobre los cuales versará la discusión y es preparada por el Relator General, al cual el Romano Pontífice ha confiado esa función, en ocasión de la convocación de cada asamblea. Las discusiones de la Asamblea, ya sea a través de las “Congregaciones generales” donde participan y pueden intervenir todos los Padres Sino-dales o en reuniones por grupos denominados “círculos menores”.
Por Luis Ricardo Guerrero Romero gromeroluisricardo@gmail.com
ue regalo tan grande brillar como las estrellas, que desdicha más ruin brillar siempre allá, lejos, allá, inmóvil para el ojo humano, allá donde todos brillan. Las estrellas son sólo un integrante más de todos los astros, astro es la denominación general que se le asigna a todo cuerpo cósmico-celeste “vive” en las alturas, −claro que lo digo en un contexto ejemplificado. Lo que no resulta raro pues hasta yo podría ser un ejemplo de mí mismo. Pero lo que no es ejemplo, sino mitología, es la espectacular y celestial mujer Virgo; Virgo cambió su nombre luego de subir al cielo y convertirse en constelación que lleva dicha nominalización, sabiendo que al estar entre los mortales su nombre inicial fue Αστραια, Astraia ˃ astrea˃ astro. Astrea, según Grimal, decidió elevarse al firmamento luego de ver las injusticas que los hombres realizaban, pero antes de llegar a las bóvedas, detuvo su paso con unos campesinos a quienes les pretendió enseñar las acciones buenas; pero al ser rechazada se refugió en el cielo, en una constelación Virgen. Dios al crear el mundo lo fue poblando de astros, como el astro Mayor, el Sol y hay más elementos bíblicos que nos hablan de los astros, como es el caso del libro de Ezequiel 32, 7-8 “…todos los astros que brillaran en los cielos los vestiré de luto por ti.” Y aunque esta palabra es de origen mítico griego, la relación más cercana es con el latín: astrum, astro, que se relaciona con estrella. No hay que confundir astro con astroso, pues en cierta vez, a un señor le dijeron – ¡oiga por qué se presenta así tan astroso!; a lo que él replicó: −sólo por vestir de azul me confunden con el cielo. Lástima por su confusión, no supo que le decían harapiento, andrajoso, sucio. Saludos a Stephen W. Hawking, quien en sus agujeros negros nos sigue revelando los astros.
La Relación Conclusiva (Relatio post Disceptationem): Después de las intervenciones de los Padres Sinodales el Relator General, en referencia a los argumentos discutidos en el aula, presenta una síntesis del debate llamada Relación Conclusiva, delineando los puntos sobre los cuales deberá eventualmente continuar la discusión en los Círculos Menores o en otro modo. Las conclusiones: Al finalizar los trabajos de la asamblea, a cargo del Se-cretario General se redacta una Relación, en la cual se describen los trabajos realizados sobre el argumento o los argumentos examinados y se presentan las conclusiones a las que hayan llegado los Padres. 3) Exhortación post-sinodal del Papa: Las proposiciones del Sínodo son analizadas por el Santo Padre, quien luego elabora un documento denominado “Exhortación post-sinodal”, que es difundido en toda la Iglesia como guía para la tarea pastoral. La palabra “sínodo” deriva etimológicamente de los términos griegos syn (que significa “juntos”) y hodos (que significa “camino”), expresa la idea de “caminar juntos”. Así, el Código de Derecho Canónico brinda la siguiente definición: “El sínodo de los Obispos es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos, y ayudar al Papa con sus consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservación y fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, y estudiar las cuestiones que se refieren a la acción de la Iglesia en el mundo” (canon 342). Después de haberles presentado esta breve explicación de cómo funciona estructural y operativamente un Sínodo, les he preparado un breve reco-rrido histórico, de cómo fue madurando la idea de realizar un Sínodo y los frutos que ofrece para la vida de la Iglesia. Y concluiré con las aportaciones más importantes de algunos integrantes que asistieron al Sínodo, desde el mensaje del Papa, hasta mensajes de obispos de todas partes del mundo.
¡Joven! Si estás por terminar la secundaria o la preparatoria, y sientes
en tu corazón el anhelo de hacer algo realmente grande con tu vida, por ejemplo, hacer algo por las personas que sufren, o si te gusta escuchar y ayudar a los demás, o eres de los que luchan por hacer presente la paz y la esparanza en el mundo, Jesús te invita hacerte participe de su causa:
¿Quieres ser sacerdote?
Ven y descúbrelo encontrandote personalmente con Él. En el seminario menor el día 2 de marzo, apartir de las 12:00 del medio día y para terminar el día 3 a las 12:00 hrs. del medio día. Es muy importante que apartir de este retiro, continues en todo el proceso de incersion al Seminario. No olvides llevar Biblia, libreta, lapicero, ropa de deporte, de cama y cosas de aseo personal. Cooperación $50.00 Más informes en la oficina pastoral vocacional. Tel. (01444) 811-86-85
Los libros y sus autores
07 Por Mtro. Luis Marino Moreno F.
“Durmiendo con un pan: Abrazando lo que te da la vida” Dennis Linn Sheila Fabricant Linn Matthew Linn Editorial Lumen
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i fuesen a reunirse con nosotros en cual-quiera de nuestras casas cada noche, o si fuesen a asistir a uno de nuestros retiros, los invitaríamos a hacer con nosotros el proceso descrito en estás páginas. Este libro es para hacerse dos preguntas: ¿De qué estoy más agradecido? ¿De qué estoy menos agradecido? Estas preguntas nos ayudan a identificar momentos de consuelo y de desconsuelo. Llamamos a este proceso “el examen”, cuentan los Hermanos Linn, autores de este libro. “Hemos dado retiros en más de cuarenta países, y observamos que, no importa la edad o la cultura del grupo, este proceso simple es la forma que más ayuda a la gente a escuchar la voz de Dios guiándolos desde adentro. Por ejemplo, la gente
CIUDAD DEL VATICANO.- Como cada domingo el Papa con los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, Reflexionó sobre la liturgia del día, el Santo Padre se refirió al “himno a la caridad” de san Pablo, invitando a que este sea el “verdadero distintivo del obrar cristiano”. CIUDAD DEL VATICANO.- El Santo Padre, vivamente apenado al conocer la dolorosa noticia de la explosión en el Centro Administrativo de la Compañía Petrolífera Estatal, que ha ocasionado numerosas víctimas y heridos, ofrece sufragios por el eterno descanso de los difuntos. Asimismo, pidió al cardenal Norberto que transmita el sentido pésame de su Santidad Benedicto XVI a los familiares de los fallecidos, junto con expresiones de consuelo y deseos de un pronto restablecimiento de los afectados por este lamentable suceso. En esta circunstancia, el Papa, a la vez que invoca el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe, imparte de corazón la confortadora Bendición Apostólica, como signo de esperanza en Cristo resucitado. WASHINGTON.- Un niño de siete años identificado como Alexander G. escribió una carta al presidente de Estados Unidos Barack Obama, pidiéndole que por favor “cambie la ley que mata bebés cuando todavía están en la barriguita de sus mamás”. La madre del niño, Marina G. en una nota dirigida a National Right to Life News, explicó que comparte la carta de su hijo escrita el 25 de enero –Día de la Marcha por la Vida-, porque “a pesar de ser un niño de siete años, él tiene un sueño, una creencia y un corazón”. Marina señaló que su hijo se convertirá en la “generación de hombres y mujeres con valentía que están preparados para defender el derecho de vivir de cada persona, nacidos o no”.
nos trae muchas preguntas que van desde ¿Debo cambiar de trabajo? a ¿Qué puede ayudarme con mi depresión? Generalmente sugerimos que pasen el mes siguiente focalizando cada día las preguntas del examen. Tales personas, a menudo, vuelven un mes después habiendo descubierto, de su propia experiencia de consuelo y desconsuelo, exactamente lo que deberían hacer más y menos para resolver su problema. “Durante siglos, la gente que reza ha encontrado guías para sus días y su vida identificando estos momentos. Ya que hasta los niños pequeños pueden hacerlo, hemos tratado de presentar aquí el examen en un formato que las familias, los amigos y las comunidades puedan compartir y que será fácilmente accesible a cualquiera. Esperamos que el examen enriquezca sus vidas y sus relaciones tanto como lo ha hecho con las nuestras”.
MÉXICO.- El 2 de febrero la Iglesia celebró la Fiesta de la Presen-tación del Señor, llamada también Fiesta de la Candelaria. El Evangelio según san Lucas narra que, 40 días después del nacimiento de Jesús, María y José, cumpliendo lo prescrito en la Ley divina dada a Moisés, van al Templo para ofrecer al Niño a Dios y para que la Virgen Madre cumpla con el rito de purificación judía. Meditando en este pasaje del Evangelio, san Atanasio decía: “fue presentado el Señor por nosotros, para que aprendamos también a presentarnos nosotros mismos”. Así lo han hecho muchos hombres y mujeres a lo largo de los siglos, abrazando la Vida Consagrada. Por eso, en el marco de esta fiesta, considerando que Jesús se consagra totalmente al Padre, celebramos la Jornada de la Vida Consagrada. SAN LUIS POSOSÍ.- En el marco de la fiesta de san Felipe de Jesús, primer santo mexicano, recibió la ordenación presbiteral el joven diácono Abad Galván Ibarra por la imposición de manos y la plegaria de ordenación del señor arzobispo don Jesús Carlos Cabrero. EL P. Abad, es originario de la Parroquia de Nuestra Señora del refugio, recibió la formación sacerdotal en el Seminario de San Luis Potosí, ordenado Diácono por don Luis Morales, arzobispo emérito, el 4 de mayo de 2012. Actualmente prestaba sus servicios como tal en la Iglesia Catedral. Felicidades padre Abad, que Dios le bendiga en su ministerio que está por iniciar. SAN LUIS POTOSÍ.- El Presbiterio Potosino llevará a cabo sus ejercicios espirituales en Jesús María. Más de doscientos sacerdotes se concentran en éste santuario dedicado a la Cruz del Apostolado para meditar de acuerdo al tema dado por el director de éste retiro. Durante el encuentro, que se realizará del 18 al 22 de febrero, los sacerdotes participan en cada una de las sesiones especialmente en la Eucaristía presidida por el señor arzobispo don Jesús Carlos Cabrero. Cabe mencionar que ésta semana de Ejercicios espirituales es un momento de oración de todo el presbiterio que hace un alto en la vida ministerial.
Seguimos compartiendo el servicio de la música en la Iglesia Católica La participación unánime de la asamblea en los momentos previstos Este es un elemento que ningún coro debe pasar por alto ya que esto es la esencia de su servicio a la Iglesia. El coro deberá entonar cantos conocidos por los que participan en la asamblea, con devoción y de acuerdo al tiempo litúrgico que se este viviendo. Pueden repartir hojas al iniciar la misa que contengan las letras de los cantos que quieren introducir para darle variedad al repertorio e interpretarlos continuamente para que todos los participantes los vayan aprendiendo.
¡Entre la predicación y el milagro...! Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
“En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y Él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las redes». Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes». Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador». El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres». Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abando-nándolo todo, lo siguieron” (Lc 5, 1-11).
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odos los evangelistas, hacia el comienzo del ministerio de Jesús, presentan un relato comúnmente calificado como “el llamado de los primeros discípulos”. San Marcos y san Juan son los más “apresurados” en garantizar que los discípulos estuvieron con Jesús desde el principio. Mateo sigue con fidelidad a Marcos, mientras que, san Lucas, manteniéndose dentro de los límites de los inicios del ministerio, pospone ligeramente el llamado de los primeros discípulos, suponiendo un contacto previo con Jesús antes de dicho llamado. Además, san Lucas parece haberse basado en una historia distinta de la que encontró en san Marcos, ofreciéndonos una historia diversa, más extensa y centrada en el llamado a Simón (Pedro), mencionando sólo periféricamente a los hijos de Zebedeo. En esta historia se invirtieron muchos elementos cargados de colorido y dinamismo. Es una historia vocacional bien construida en el contexto de una predicación y de una pesca milagrosa. Esto le da mucha originalidad y novedad al llamado de los primeros discípulos.
En primer lugar se dice que Jesús predicaba “la Palabra de Dios”. Al lector moderno esta frase apenas le dice algo, pues la rutina le impide notar la originalidad de dicha expresión. Sin embargo, lo que para nosotros puede ser una expresión común, es una novedad en san Lucas, el cual, desde el capítulo anterior, centra su atención en destacar que las palabras de Jesús no son palabras comunes (había dicho que tenía la unción del Espíritu para evangelizar y había destacado que su boca emitía palabras de gracia), ahora es más directo al señalar que su predicación era la Palabra de Dios. La vocación de Simón tiene como premisa la predicación de Jesús, ése es el primer elemento que la alimenta, su vocación comienza a nacer cuando escucha la Palabra de Dios. Enseguida vendrá la cercanía personal con Jesús por el milagro. Así, Simón ve descubierta su verdad con la predicación de Jesús desde su barca y con la fiabilidad de su palabra en la pesca milagrosa, pues una de las expresiones mayores del relato es la que dice Simón: “confiando en tu palabra echaré las redes”. Además, entre la predicación y el milagro, está la predilección de Jesús por Simón, pues san Lucas señala la existencia de dos barcas y la elección que hace Jesús al subirse a la de Simón.
El carácter solemne de la celebración Según la región se trate se le dará la solemnidad correspondiente, pero sin olvidarse que lo que se esta celebrando tiene carácter universal y sagrado. Los miembros del coro tiene la responsabilidad de darle dicha solemnidad a la misa estando atentos en los momentos que no les toca participar cantando, de una manera muy especial en los momentos de la homilía y en la consagración. En el número 1158 se menciona: Foméntese con empeño el canto religioso popular para que suenen las voces de los fieles. En los tiempos en los cuales toda la misa era en latín, la asamblea participaba respondiendo también en el mismo idioma, y por lo regular no entendían lo que decían. Con lo que nos menciona este número del nuevo catecismo de la Iglesia Católica, según cada región se pueden utilizar las formas musicales e instrumentos reconocidos y aceptados por los fieles y el párroco. Aunque el órgano es el instrumento reconocido como el más apto para las celebraciones, se podrán utilizar otros, pero que no distraigan a los fieles de la razón principal de la asamblea. Los textos destinados al canto sagrado deben estar de acuerdo con la doctrina católica; más aun deberán inspirarse principalmente de las Sagradas Escrituras y de las fuentes litúrgicas. Existen fuentes de gran abundancia temática para que el compositor católico pueda inspirarse ( las mencionadas anteriormente, así como, la liturgia de las horas, el catecismo, alguna vivencia personal, etc.) sin necesidad de adaptar para las celebraciones católicas, música o canciones de compositores católicos populares, esto no es recomendable En relación a los cantos de nuestros hermanos cristianos, si se quiere interpretar alguno en las celebraciones católicas, estos deberán ser discernidos por el párroco o en su defecto por un grupo o una persona de sólida formación católica y cuidando sobre todo que no vayan en contra de la doctrina católica. Estos puntos nos dan una idea muy clara de por qué y para qué existe el coro y su servicio en la Iglesia. Este servicio es importante y por lo mismo los miembros del coro necesitan tener los ensa-yos y formación espiritual necesaria, para que estén acordes a la solemnidad de las asambleas en donde participan.
Jornada Académica de Santo Tomás 2013, Seminario Guadalupano Potosino “No busquemos la satisfacción del cuerpo sino del Espíritu” Por LCC Angélica Maldonado Morales
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ajo el lema “Enseñar la fe y vivir a Cristo: hacer de cada Discípulo un Apóstol” se llevó a cabo exitosamente la jornada académica de santo Tomás en su edición 2013 en las instalaciones del Seminario Arquidiocesano Guadalupano Josefino de San Luis Potosí, donde se recibió con gozo a nuestro pastor, monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, quien presidió la solemne Concelebración Eucarística en honor a santo Tomás de Aquino, patrono de catedráticos, filósofos, teólogos, estudiantes, maestros, conferencistas, intelectuales, seminaristas y escritores. El señor arzobispo, quien estuvo acompañado del Rector del Seminario, y de los padres Gerardo Vaglienty Rivera, Miguel Cardozo García, Noé Estrada Hernández, Alejandro García Sánchez y de todo el equipo de formadores del Seminario, exhortó a los jóvenes seminaristas a imitar las cualidades y grandes virtudes de santo Tomás de Aquino, explicándoles a la vez por qué es considerado Doctor de la Iglesia y por qué es patrono de ellos, emitiendo datos relevantes de su vida y su obra, pero sobre todo les insistió seriamente en decirles que se propongan a conocer la VERDAD, a hondar en los misterios de la salvación y de nuestra Fe, como lo hizo a través de sus escritos que nos dejó en La Suma Teológica. Nuestro Pastor, indicó: “Jóvenes seminaristas, nunca pierdan su entusiasmo por vivir una fe alegre, activa, sólida, que se entrega plenamente al amor de Cristo y de María Santísima nuestra Madre, si cam-
inan de la mano de Jesús y la Virgen, nada los hará declinar en su fe y su pasión por Cristo crecerá cada día más. “Entusiásmense por su vocación y con mucho amor respondan al llamado que Dios les hace, no se dejen llevar por lo pasajero de esta vida, por lo transitorio, sino por las verdades eternas, que su vida esté basada en el amor y no en la satisfacción del cuerpo, por eso nutran la mente con la sabiduría del Señor y déjense tocar por Jesús a través de la oración, los Sacramentos y de manera especial por la Eucaristía y el Apostolado, pues todos estamos llamados a ejercerlo”. Después de la Misa se impartieron las conferencias: La catequesis y su realidad diocesana en San Luis Potosí, (investigación presentada por el Seminario Menor); Los documentos de la catequesis presentada por el Curso Introductorio Potosino; Tomás de Aquino, sus Obras desde un enfoque catequético impartida por el Seminarista Juan Francisco Rodríguez Zavala. La Catequesis dentro de la misión evangelizadora, impartida por sor Guadalupe Carreño Díaz. Fue así como se llevó exitosamente la gran Jornada anual académica de santo Tomás en la que todos los seminaristas participaron activamente y con un gran espíritu de contento, pues ahondaron en la fe y en la Catequesis que nos enseña santo Tomás de Aquino, doctor de la Iglesia y además se estrecharon lazos de convivencia y fraternidad entre los seminaristas y formadores del Seminario Guadalupano Josefino. Como cada año, el Seminario de San Luis Potosí, lleva a cabo su jornada academica en honor a Santo Tomás. Durante el encuentro resalta la ponencia de temas filosóficos expuesto por los alumnos a todos los miembros del Seminario e invitados especiales. Durante la jornada, también esta caracterizada por la convivencia entre los grupos del seminario cuya actividad fundamental consiste en un encuentro deportivo tanto de futbol como de basket.
FEBRERO 10 DE 2013
Toma de posesión en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús
Por Carlos Cuéllar
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bicada en la Colonia Morelos, el padre Ramón Gerardo Gutiérrez es el nuevo párroco del Sagrado Corazón de Jesús quien a nombre del Vicario General Antonio Torres Herrera recibió las llaves de la parroqua así como el libro de los bautizados en la misma.
Un buen número de sacerdotes y fieles, así como un gran número de personas provenientes de su antigua parroquia ubicada en Prados I, se dieron cita la noche del viernes 25 de enero para hacer presencia y acompañar al padre Ramón en tan importante momento. En la Concelebración Eucarística, el padre Ramón renovó sus promesas sacerdotales. Monseñor Torres Herrera, le entregó el nombramiento que le hace párroco de la Parroquia del Sagrado Corazón, al tiempo que le exortaba a llevar esta parroquia, como a imagen del Buen Pastor que lleva a sus ovejas, cuidando de ellas en todo momento, con dedicación, esmero y alegría. !Bendiciones al padre Ramón en este nuevo caminar!
Primera peregrinación interdecanal a Catedral Se recibió a los Decanatos Santo Cura de Ars y San Pablo
Por LCC Angélica Maldonado Morales
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l Decanato Santo Cura de Ars, conformado por las parroquias: Inmaculada Concepción (Hernández); Nuestro Padre Jesús (Salinas); San Juan Nepomuceno (Villa de Ramos) y Santa Cruz (Salitral), así como el Decanato San Pablo, integrado por las Parroquias Nuestra Señora de la Candelaria (Ahualulco); Nuestra Señora de Guadalupe (Bocas); Nuestra Señora de Guadalupe (Corte Primero); Nuestra Señora de Guadalupe, (Estanzuela); San Jerónimo (Moctezuma) y San Miguel Arcángel (Mexquitic), entraron en Peregrinación con motivo del Año de la Fe a la Ca-tedral Metropolitana Potosina, donde fueron recibidos por nuestro Vicario General, monseñor Antonio Torres Herrera y por el Rector de nuestra Catedral Potosina, canónigo Darío Martín Torres Sánchez, quienes recibieron esta peregrinación de los dos Decanatos que hasta danzantes llevaron como muestra de nuestras ricas raíces y de nuestra fe festiva, jubilosa, gozosa. El pasado 24 de enero se llevó a cabo la peregrinación que dio comienzo en el Jardín Colón, para continuar su recorrido por la calle Ignacio Zaragoza hasta llegar a la Catedral que abrió sus puertas para recibirles con gozo y así consolidar nuestra fe en el único y verdadero Dios. Sin duda se tornó una peregrinación llena de alegría contagiante, muy autóctona y enriquecida por el profundo y evidente fervor de los fieles, pues mostraron un corazón sencillo, dócil, digno a los ojos de Dios.
50 Aniversario Sacerdotal del P. José de Jesús Garrido Ortiz
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l Presbítero José de Jesús Garrido Ortiz, celebró el pasado miércoles 30 de Enero del 2013 su 50 Aniversario Sacerdotal, en la Parroquia de San Pablo y Santa María de Guadalupe de la colonia Retornos, viéndose gratamente acompañado por nuestro Pastor, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, quien a la vez realizó la Consagración y Bendición del Altar de esta Parroquia, a la vez que puso la primera piedra de la que será la Casa Parroquial. El Padre José de Jesús Garrido Ortiz, quien nació el 4 de Enero de 1929 y se Ordenó Sacerdote el 27 de enero de 1963, recibió la Bendición Papal que le entregó en sus manos, nuestro Señor Arzobispo, quien lo felicitó por su gran entrega y fidelidad a su Sacerdocio. Le agradeció lo mucho que ha trabajado en pro de nuestra Iglesia Potosina y el cómo ha sabi-
do responderle, con generosidad y amor a Cristo desde que lo llamó hace 5 décadas. Los fieles lo felicitaron y convivieron sana y alegremente con él en este día tan inolvidable en su vida, en que le dio gracias a Dios el haberlo escogido, pues “muchos son los llamados y pocos los elegidos”, y fue el Señor, Quien lo eligió a Él, por eso grande es su gozo, porque BIEN VALE LA PENA DEJARLO TODO POR AMOR A CRISTO, quien quiso dar su vida por cada uno de nosotros en la Cruz, sin importarle que fuéramos mal agradecidos”. “Sin duda, el Padre Garrido, hermano y gran amigo, se ha ganado el cariño, respeto, aprecio y admiración de sus fieles desde su juventud, y ahora le siguen y le agradecen los grandes frutos espirituales que ha dejado en hereancia en pro de la Iglesia fundada por Cristo y que nada ni nadie podrá destruirla”.
Consagración del Altar en la Parroquia de San Pablo y Santa María de Guadalupe Por LCC Angélica Maldonado Morales
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on desbordante regocijo, la Comunidad Parroquial de San Pablo y Santa María de Guadalupe de la colonia Retornos, recibió a nuestro Pastor, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, quien presidió la solemne concelebración Eucarística acompañado del Párroco, Pbro. Manuel Rodríguez Villegas y de otros Sacerdotes que con espíritu jubiloso presenciaron el rito tan importante como es el de la Dedicación, Congracación y Bendición del Altar, pero además, el Señor Arzobispo, colocó la PRIMERA PIEDRA DE LO QUE SERÁ LA CASA PARROQUIAL. El Altar fue debidamente ungido con aceite, fue incensado y elegantemente revestido, iluminado con cirios y adornado bellamente con flores en símbolo de alegría, de fiesta y regocijo espiritual. Pero además nuestro Pastor, explicó en su homilía lo importante y trascendente que es la Consagración de un Altar diciendo: “Este Altar debe ser admirado porque, siendo piedra por naturaleza, queda santificado después de recibir el divino Cuerpo de nuestro Señor Jesucristo”. Una vez celebrada la Eucaristía de la dedicación del Altar, se levantó el acta correspondiente que fue firmada para dar fe de este relevante acontecimiento que –dijo nuestro Pastor-- “se torna un gozo más para nuestra Iglesia potosina, pues se celebrará la Santa Misa con más fervor y entrega al saberse Consagrado el Altar en el que habita el Señor y en el que revivimos ni más ni menos que su misma Pasión, Muerte y Resurección, pues en cada Misa que celebramos se vive nuevamente el Triduo Pascual, no sólo se recuerda, sino que se vive”.
Yo CREO...y vivo mi FE
Al tercer día resucitó de entre los muertos…
Por P. Memo Gil
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os encontramos ahora en la segunda parte del artículo quinto del Credo, que empezamos a analizar la semana pasada, al hablar del descenso de Jesús al lugar de los muertos. Y esta segunda parte de éste artículo de nuestra Profesión de Fe, constituye lo central de nuestro cristianismo: Jesús al tercer día resucitó de entre los muertos. Creer en la Resurrección de Cristo es lo esencial y central de nuestra vida cristiana, así nos lo hace ver San Pablo claramente cuando dice: “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación e inútil su fe” (1Cor 15,14). ¿Y porqué al tercer día? Porque ya en la tradición bíblica y en la religiosidad del pueblo judío, tres días expresan el número de una pequeña totalidad. Así, en la tradición del pueblo de Israel, al tercer día servía para evocar el último tiempo en que finalmente Dios vendría a salvarlos, a resucitar definitivamente a su pueblo. “Vengan, volvamos a Yahvé, pues él ha desgarrado, pero nos curará, él ha herido, pero nos vendará. Dentro de dos días nos dará la vida, al tercer día nos hará resurgir y viviremos en su presencia” (Os 6,1-2). Es así como el profeta Oseas expresa ésa esperanza de salvación del pueblo y por eso, según las Escrituras, Dios nos ofrece vida nueva al Resucitar Jesús al tercer día de entre los muertos. Bajo diferentes formas, se halla presente en los anuncios que Jesús hace de su pasión, ésta referencia al tercer día. “Jesús comenzó a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén… fuera entregado a la muerte y al tercer día resucitaría” (Mt 16,21). Expresando entonces así, la realización de la promesa de salvación hecha por Dios. Y sentaba las bases de lo que sería la Pascua cristiana, como el paso de Cristo de la muerte a la vida y, para nosotros, del pecado a la vida de la gracia. Además, una vez que se fijó el relato de la resurrección de Jesús el primer día de la semana, correspondiendo así al Domingo, éste pasó a ser el Día del Señor. En el que celebramos nuestra asamblea como hermanos en la Eucaristía dominical y, así lo expresa claramente el sacerdote en la Plegaria Eucarística ése día: Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra y reunida aquí en el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal. Y, sobre todo, la resurrección de Jesús, queda atestiguada por los relatos que tenemos en el Nuevo Testamento. En donde se nos habla de cómo los propios discípulos llegaron a creer en la Resurrección del Señor porque lo vieron de diferentes formas después de su muerte, hablaron con él y experimentaron que estaba vivo. Precisamente, sólo el encuentro con Cristo resucitado los liberó del espanto de la crucifixión y los ayudó a tener nuevamente esperanza. El ver al Señor, los llenó de una fe entusiasta. Marcó definitivamente el inicio de una gran hazaña misionera y constituyó el centro de su predicación. El mismo Papa Benedicto XVI nos dice que, el acontecimiento de la muerte y resurrección de Cristo es el corazón del cristianismo, el punto central que sostiene nuestra fe. Por eso, nuestra vida cristiana tiene una dirección muy concreta y ofrece un sentido único a toda nuestra existencia. Pues el sepulcro vacío que encontraron los discípulos, les hizo entender plenamente que la resurrección gloriosa de Cristo, sólo podía ser obra del poder de Dios. Y como hecho históricamente trascendental, tiene un alcance y sentido salvífico que dio una nueva orientación a la historia y a la creación misma llenándolas de alegría y de esperanza.
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FEBRERO 10 DE 2013
Tom Sawyer y la princesa L
o refiere Ernest Dimnet (1866-1954) en El arte de pensar. Hace muchos, muchos años (a mediados del siglo XVIII, para ser exactos), un buen hombre no desprovisto de cierto talento literario contrajo matrimonio con una antipática señorita que se daba aires de princesa. ¡Cualquier semejanza con la realidad considérela el lector como una mera y desagradable coincidencia! Al principio, según refiere nuestro autor, las cosas entre ambos marcharon bastante bien: él se embelesaba ante los rubios bucles de ella, y ella adoraba la nariz puntiaguda de él; en una palabra, se amaban hasta la locura. Pero conforme pasó el tiempo, una cosa sin importancia –o que así lo parecía, por lo menos al comienzo- vino a atirantar aquella armónica relación, y me refiero, claro está, a la obstinada impuntualidad de nuestra dama. Como lo propio de las princesas es hacerse esperar y la señora se creía de verdad una princesa, no había tarde en la que no bajara al comedor sino quince minutos después de la hora acordada. Si, por ejemplo, la cena era a las seis (en aquellos siglos lejanos la gente cenaba bastante temprano: la noche no estaba aún domesticada), a las seis y quince, invariablemente, la impuntual hacía crujir sus crinolinas a lo largo y a los ancho de la escalera. El marido, mientras tanto, tamborileaba los dedos en gesto de impaciencia. Éste ya le había preguntado en varias ocasiones: «-¿Por qué no fijamos la hora de la cena a las 6:15, querida?». Pero ella se rebelaba: «-¿Estás loco, o qué te pasa? A las seis cenaban mis padres y, por lo que toca a mí, no quisiera introducir en mi hogar innovaciones peligrosas». «Bueno, pensaba él, y si no quiere introducir en su hogar innovaciones peligrosas, ¿por qué no baja a la hora exacta?». Pero sólo lo pensaba, pues decirlo en voz alta hubiera complicado las cosas todavía más. Un buen día, sin embargo, el marido se puso a hacer cuentas y quedó consternado. ¡Quince minutos diarios eran muchos minutos! En una semana, la nada despreciable cantidad de una hora y tres cuartos. ¿A cuánto equivalía en un mes? ¿Y en un año? ¿Y en toda la vida? ¡Por el amor de Dios, un mortal no tenía derecho a tirar por la borda tanto tiempo! Ahora bien, ¿qué podía hacer él para no dejar escapar las horas así como así? Lo estuvo meditando durante varios días hasta que encontró la solución. En adelante, colocaría en una esquina de la sala un pequeño escritorio bien provisto de tinta y papel, y entre las seis y las seis quince de la tarde se pondría a escribir. Y así lo hizo. Mientras la princesa se daba los últimos retoques en el piso de arriba, él escribía un párrafo y luego otro, una página y luego otra. Y pasó el tiempo, y murieron los dos, cada uno a su hora. Cuando le tocó el turno a ella, el discurso fúnebre que predicó un capellán muy versado en ciertos asuntos de carácter canónico, versó sobre cosas que bien hubieran podido ser dichas para otro ejemplar de su misma especie. Pero cuando murió él, el predicador formuló desde el púlpito esta pregunta que de retórica no tenía nada: «-¿Cómo hizo este noble varón, señores y señoras, para escribir una obra tan noble? ¿De dónde sacó tiempo para escribir esos volúmenes maravi-llosos que todos conocemos?».
¿De dónde? Ya lo sabemos. De esa espera contra la que nada podía y que supo aprovechar al máximo. Siendo sinceros, nuestro escritor pudo haber consumido sus energías quejándose con los criados, maldiciendo la tardanza cotidiana, caminando de una esquina a otra de la sala mientras hacía chasquear sus botines con los golpes de su fusta, lanzando juramentos, gritando invectivas y pro-metiendo el divorcio. Pero no hizo nada de esto, sino que prefirió poner manos a la obra. Al final, ya viejo, debió agradecer a su princesa aquellos quince minutos diarios que le permitieron realizar su obra. Supo buscarle a los contratiempos el lado positivo y se lo halló. ¡Dichoso él! Si el lector fue alguna vez niño –cosa que doy por cierta y no pongo en duda-, recordará, tal vez, un episodio de la vida de Tom Sawyer, el famoso personaje que dio fama mundial al escritor estadounidense Mark Twain (1835-1910). El episodio al que me refiero es el siguiente. Un día, en castigo por haber faltado a clase, Tom Sawyer fue obligado a pintar la verja del jardín de su casa (quiero decir, de la casa de su tía Polly), lo cual le causó un gran
disgusto. Cuando empezó a pintar, lo hizo de mala gana, pero viendo que aquella actitud no podía prestarse sino a que sus amigos se burlaran de él, decidió fingir que aquella tarea realmente lo apasionaba y que pintar la verja era más bien un juego que él mismo había inventando para pasárselo en grande aquella tarde. Viéndolo tan feliz pintando la verja, tanto a Ben Rogers como a Billy Fisher y Johnny Miller les entraron unas ganas inmensas de jugar el mismo juego y se pusieron a pintar la verja ellos también, con lo cual ésta quedó lista en menos de lo que se dice. La tía Polly se mostró sumamente sorprendida por aquella rapidez, y, aunque algo sospechó de las maniobras turbias de su sobrino, no pudo negarle el permiso que le pedía de irse, ahora sí, a jugar de veras. Con lo cual queda demostrado que siempre hay una bendición para los que saben adaptarse a las situaciones de la vida, otra para los que son capaces de sacar cosas buenas de las malas, y muchas más para los que descubren astutamente la utilidad de aquello que, en apariencia, no sirve más que para poner a prueba nuestra paciencia y amargarnos la vida.
Verdades universales contenidas en las diecinueve tragedias de Eurípides
(segunda parte)
Por Mtro. José Ricardo García López
ANDRÓMACA No hay que llamar feliz a ninguno de los mortales, antes de ver su muerte y cuál fue su final momento cuando partía al mundo de allá abajo. (p.128) Pero el temor invalida nuestra piedad... (p.129) Hábil y perita en tales maleficios es el alma de las mujeres de esta tierra. (p.129) No es cosa recta que un solo hombre tenga dominio marital en dos mujeres. (p.129) Los que se juzgan grandes no pueden tolerar que tengan la razón los que creen inferiores. (p.129) Son las virtudes las que cautivan al consorte del lecho. Y tú no. (p.130) Hijos de malas madres rehuyan sus hechos, si es que discreción tienen. (p.130) Digo que tú no tienes el juicio que deberías. (p.130) ¡Fama, fama falaz... a cuántos de los mortales ha encumbrado tu obra, cuando nada eran y nada valían! ¡Gloria ilustre yo auguro para aquellos que la obtienen nacida de la verdad, pero a los que la alcanzan fundada en mentiras, no los veo dignos sino del azar y de una aparente prudencia! (p.132) ¿Si: a las puras pretensiones de tu hija – sólo y nada más una chiquilla - llegas echando fuego... y te pones a luchar con una infeliz mujer, además esclava! ¡No eres digno de Troya, y Troya no merecía tan bajo vencedor! (p.132) Eso somos. Y tú, de lo que sientes una cosa me espanta: ¡por un pleito de asunto de mujeres destruiste la infortunada ciudad de los frigios! (p.132) Para el hombre, quien sea, la vida está en sus hijos. (p.133) ¡Príncipes del engaño, urdidores de males, almas torcidas, incapaces de tener un sano pensamiento... daos cuenta... torcer la justicia es dar la ruina a toda la Hélede...! (p.133) Ambición desvergonzada, disfrazada con palabras halagüeñas... (p.133) ¡Una mujer y un lecho tenga el varón y con nadie comparta la ventura de su esposa en el tálamo! ¡Lo mismo en las ciudades!: ¿cómo dos poderes pueden regir? Habrá mayores males que uno solo hiciera. Si carga sobre carga echada a los hombros de los ciudadanos. Y cuando dos poetas forjan un solo canto, las Musas entre ellos suscitan la contienda.
que ella hubiera querido ser honesta, una mujer no puede serlo en Esparta. Allí juntas con los mancebos, dejan la casa, van a las palestras y a los estadios, con los miembros desnudos y con las ropas flotando en el aire. ¡Para mí detestables costumbres! ¿Es posible admirarse, entonces, de que no eduquéis mujeres castas? (p.135) Que no tomara por esposa al retoño de una mujer perdida. ¡Sacan a relucir la desvergüenza de sus madres! Los que intentáis maridaje, pensadlo bien: tomad por mujer a una hija de mujer honesta. (p.136) Eres ya una sombra que atraviesa el camino y eres una pura voz que vibra ya sin brío: todo se te acabó, sólo la palabra te ha quedado. (p.137) ¡Gran mal has dicho: varón con dos mujeres! ¡Visitas de mujeres malvadas me perdieron! Me decían estas palabras que hacían crecer mi airado orgullo. Y yo escuché la voz de estas sirenas y atendí a sus astutas y bien forjadas perlerías y me arrebató el viento de la locura... ¡Nunca, nunca varón que tiene juicio, no he de cansarme de decirlo, debe permitir que su esposa reciba en su hogar a otras mujeres! ¡ Porque son ma-estras de maldades! Una, por la ganancia pervierte a la esposa: otra por perdida ya en sus costumbres quiere tener una compañera de vicios, y cuántas, cuántas están contaminadas de liviandad... ¡Este es el origen de que los hogares de los maridos estén dominados por mil males! ¡Cuidado con todo eso: custodien bien las puertas de la casa cerrojos y aldabas! ¡Nada bueno traen de afuera esas visitas de mujeres... y males, males sí y muchos! (p.140) Si tal noticia está acorde con los hechos. (p.142) HÉCUBA ¿Y así haríamos alarde, los unos de riquezas, de prestancia otros? ¡Todo eso es nada! ¿Ficciones de la mente: jactancias de la boca? ¡Sólo es dichoso aquél que puede un día tras otro, evadir la desgracia! (p.161) Sofistas son, por cierto, los que en sus alambicadas palabras ponen empeño en engatusar incautos... ¡Les quedan cabos sueltos! (p.169) En la desgracia es cuando los amigos muestran su mayor cordura. La dicha, por sí misma, forja amigos. Osaste perpetrar lo que no es justo: sufre hoy lo que no es grato. (p.170)
Si en barca combatida por la feroz tormenta dos son los pilotos que rigen el timón. O una turba trata de gobernarlo, nada son entre todos: un solo es quien triunfa.
LA LOCURA DE HÉRACLES
Esa es la unidad del poder, lo mismo en el hogar que en la ciudad y sólo así se logra la robusta existencia y la salud de todos. (p.134)
Hay un momento en que las desdichas de los hombres llegan a cansarse. Ves que el viento no siempre sopla por el mismo rumbo, ni guarda la misma fuerza. Tampoco los dichosos conservan para siempre su ventura. Todo en el mundo es un girar continuo y
¿Qué estáis urdiendo, sin haber hecho juicio? Y aun-
El hombre adora, alaba, y ama lo que él no tiene, si lo ve proyectado en otros. (p.175)
retorna lo que un día había sido: todo está sometido a la mudanza. Y es varón noble, aquél que jamás abandona la esperanza: obrar con desaliento es propio de almas ruines. (p.180) El valor consiste en mantenerse erguido y firme, sin perder el ánimo, sin bajar siquiera la mirada ante un cúmulo de lanzas que vienen contra él. Eso es ser hombre. (p.181) ¿Hay quien no ame a quienes dio la vida y son toda su delicia? Quien noble ha nacido nunca quiere que sus hijos sucumban vergonzosamente. A un enemigo artero y sin conciencia hay que huirlo. Y al que tiene sensatez y sabiduría, hay que acatarlo. Para el desterrado que se hospeda en una casa un solo día se conserva el rostro halagüeño. (p.183) ¡Malditos sean los amigos en quienes envejece la gratitud y van olvidando el beneficio! Sí eres feliz, te siguen; si fracasas, te dejan como al navío que se va sumergiendo. ¡Nunca mancha un amigo a otro amigo! (p.197) Aquel que siempre gozó de la luz de la felicidad, sufre los vaivenes dolorosos de la fortuna. Pero quien desde niño ha gustado mil males lleva congénito consigo el dolor. (p.198) Y tú, amada mía, participante de mis amores y de mis penas. ¡No era éste el premio a tus afanes y a tu fiel diligencia para mantener incólume la fidelidad conyugal en mis largas ausencias! ¡No era esta muerte infame la que merecías tú! (p.199) ¡Tierra de Cadmos, pueblo de Tebas, rapad vuestras cabezas, vestid ropajes de luto y llorad ante el se-pulcro de mis hijos! ¡Dolor de todos! ¡Mal el secreto de la vida sabe quien prefiere riquezas a un amigo leal! (p.200) SUPLICANTES Porque hay tres clases de hombres en una ciudad: Primero, los ricos: inútiles y siempre ansiando con ardor aumentar sus caudales; luego, los pobres, que están faltos aún de lo necesario para la vida. Fácil presa de las malas doctrinas. Peligrosos, porque crían odio en sus almas y seducidos por otros, se abalanzan contra los que tienen bienes. De estas tres clases es la media la que salva, a las ciudades. Guarda el recto orden y salva a la comunidad. (p.210) Los que viven calmados y guardan sus ciudades en la vida tranquila, mantienen una vida sin lustre y sin vigor: la misma precaución desmedida las hunda en sombras. (p.212) Yo tengo una monarquía de libres de una ciudad sin trabas y con voto igual. (p.212) ¡Desgraciado el hijo que no es esclavo de quienes le dieron la vida! Hermoso es el don mutuo que entre unos y otros se comparte: quien rinde a sus padres el honor y veneración que debe, un día habrá de recibirlos de sus hijos. (p.212)
Fe y politica
Jóvenes, la prioridad www.siame.mx
“Creer en la caridad suscita caridad”
n el contexto del Año de la Fe que celebra la Iglesia católica en este 2013, sabemos de la necesidad de que es inaplazable abrir espacios de participación y acogida a este amplio sector de la población, que es el juvenil, no solo debido al alejamiento de los ambientes de fe que experimentan los jóvenes, sino también a la dificultad para realizar su adecuada evangelización, lo cual ha llevado a muchos de ellos a vivir lo que el Papa ha denominado “desertificación espiritual”.
n su mensaje para la Cuaresma 2013, el Papa Benedicto XVI explica la estrecha relación que existe entre fe y caridad; y alienta a todos los católicos a reavivar la fe en Jesucristo, para así ingresar “en el torrente” del amor a Dios y a los hermanos y así obrar de acuerdo a Él.
Sin embargo, las diversas problemáticas que afronta la juventud no se limitan al ámbito espiritual, sino que viven un panorama desalentador en muchos otros sentidos: alcoholismo, drogadicción, embarazos no deseados, violencia intrafamiliar, depresiones y trastornos emocionales, desórdenes alimenticios, soledad, suicidios, entre otros. Todo ello, provocado en gran medida por la falta de políticas públicas con miras a un adecuado desarrollo integral de los jóvenes.
En el texto titulado “Creer en la caridad suscita caridad”, el Papa señala que “la celebración de la Cuaresma, en el marco del Año de la Fe, nos ofrece una ocasión preciosa para meditar sobre la relación entre fe y caridad: entre creer en Dios, el Dios de Jesucristo, y el amor, que es fruto de la acción del Espíritu Santo y nos guía por un camino de entrega a Dios y a los demás”.
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Los ninis constituyen uno de los ejemplos más ilustrativos de la difícil situación en la que vive la juventud en nuestro México, donde se estima en siete millones el número de jóvenes que ni estudian ni trabajan, toda vez que nuestros sistemas educativos y económicos no han tenido la capacidad para atender esta situación. Por desgracia, este tipo de personas son los más vulnerables porque se encuentran en medio del ocio, que se convierte en fácil entrada a las adicciones, o en medio de una búsqueda desesperada de alguna oportunidad de trabajo que no llega, por lo que se ven tentados a aceptar propuestas del crimen organizado, a sabiendas que se corre el riesgo de perder la libertad o la vida. Y mientras el crimen organizado perfecciona sus redes para captar el potencial de millones de jóvenes en estas condiciones, las autoridades gubernamentales y sus políticas públicas para apoyarlos brillan por su ausencia. ¿Dónde está la promoción de los valores, el deporte, la música, el arte, la organización de actividades, espacios de recreación y otras iniciativas para promover el desa-rrollo de los jóvenes? A excepción de unos cuantos estados del país, la mayoría no tienen acciones concretas para responder a esta gravísima situación. Al contrario, algunos gobiernos se ha preocupado más por llevar a cabo acciones políticas que promueven la irresponsabilidad de los adolescentes, la falta de respeto a la vida y las leyes que atentan contra la familia, propiciando con ello un mayor deterioro del tejido social. Frente a esta difícil situación nadie puede permanecer indiferente y la Iglesia Católica lo sabe muy bien, nos estamos jugando el futuro del país. Es por ello, en cada una de las iglesias locales debe ponerse énfasis a evangelización juvenil, de modo que todas las acciones pastorales giren en torno a este sector de la sociedad, por lo que hacemos un llamado a la sociedad en general, especialmente a las autoridades gubernamentales, a asumir un compromiso serio con la juventud mexicana, un compromiso a la altura del reto que se nos está presentando.
Extracto del mensaje para la cuaresma del Papa Benedicto XVI
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Benedicto XVI explica luego que “la fe constituye la adhesión personal –que incluye todas nuestras facultades– a la revelación del amor gratuito y ‘apasionado’ que Dios tiene por nosotros y que se manifiesta plenamente en Jesucristo. El encuentro con Dios Amor no sólo comprende el corazón, sino también el entendimiento”. El cristiano, “es una persona conquistada por el amor de Cristo y movido por este amor está abierto de modo profundo y concreto al amor al prójimo. Esta actitud nace ante todo de la conciencia de que el Señor nos ama, nos perdona, incluso nos sirve, se inclina a lavar los pies de los apóstoles y se entrega a sí mismo en la cruz para atraer a la humanidad al amor de Dios”. Toda la vida cristiana, resalta el Santo Padre, “consiste en responder al amor de Dios. La primera respuesta es precisamente la fe, acoger llenos de estupor y gratitud una inaudita iniciativa divina que nos precede y nos reclama. Y el ‘sí’ de la fe marca el comienzo de una luminosa historia de amistad con el Señor, que llena toda nuestra existencia y le da pleno sentido”. “Sin embargo, Dios no se contenta con que nosotros aceptemos su amor gratuito. No se limita a amarnos, quiere atraernos hacia sí, transformarnos de un modo tan profundo que podamos decir con san Pablo: ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Cuando dejamos espacio al amor de Dios, nos hace semejantes a él, partícipes de su misma caridad”. “Abrirnos a su amor significa dejar que Él viva en nosotros y nos lleve a amar con Él, en Él y como Él; solo entonces nuestra
fe llega verdaderamente ‘a actuar por la caridad’ y él mora en nosotros”. El Papa recuerda que “nunca podemos separar, o incluso oponer, fe y caridad. Estas dos virtudes teologales están íntimamente unidas por lo que es equivocado ver en ellas un contraste o una ‘dialéctica’”. “Por un lado, en efecto, representa una limitación la actitud de quien hace fuerte hincapié en la prioridad y el carácter decisivo de la fe, subestimando y casi despreciando las obras concretas de ca-ridad y reduciéndolas a un humanitarismo genérico. Por otro, sin embargo, también es limitado sostener una supremacía exagerada de la caridad y de su laboriosidad, pensando que las obras puedan sustituir a la fe. Para una vida espiritual sana es necesario rehuir tanto el fideísmo como el activismo moralista”. Benedicto XVI subraya asimismo que “es importante recordar que la mayor obra de caridad es precisamente la evangelización, es decir, el ‘servicio de la Palabra’. Ninguna acción es más benéfica y, por tanto, caritativa hacia el prójimo que partir el pan de la Palabra de Dios, hacerle partícipe de la Buena Nueva del Evangelio, introducirlo en la relación con Dios: la evangelización es la promoción más alta e integral de la persona humana”. Tras afirmar que “la fe nos invita a mirar hacia el futuro con la virtud de la esperanza, esperando confiadamente que la victoria del amor de Cristo alcance su plenitud”, el Papa remarca que “la caridad nos hace entrar en el amor de Dios que se manifiesta en Cristo, nos hace adherir de modo personal y existencial a la entrega total y sin reservas de Jesús al Padre y a sus hermanos. Infundiendo en nosotros la caridad, el Espíritu Santo nos hace partícipes de la abnegación propia de Jesús: filial para con Dios y fraterna para con todo hombre”. Para concluir, Benedicto XVI escribe: “queridos hermanos y hermanas, en este tiempo de Cuaresma, durante el cual nos preparamos a celebrar el acontecimiento de la cruz y la resurrección, mediante el cual el amor de Dios redimió al mundo e iluminó la historia, les deseo a todos que vivan este tiempo precioso reavivando la fe en Jesucristo, para entrar en su mismo torrente de amor por el Padre y por cada hermano y hermana que encontramos en nuestra vida. Por esto, invoco sobre cada uno y cada comunidad la Bendición del Señor”.
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Jesús y los granos de mostaza del Reino de Dios Decía también: “¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra”. Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado (Mc 4, 30 – 34).
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n realidad la semilla de mostaza no es la más pequeña del mundo. En realidad un arbusto de mostaza no es enorme, no comparado con un árbol, por ejemplo. En esta parábola hay más misterio de lo que parece. Tal vez la grandeza de que hable Jesús no esté en el tamaño físico de este arbusto, sino en la grandeza de su fruto. En algunos lugares de la Escritura encontramos comparaciones con cosas más grandes, como en aquel salmo 92: el justo florece como la palmera, y crece como un cedro del Líbano, aun en la vejez produce frutos (v 13.15). Una palmera sí que es enorme, un cedro del Líbano, no se diga. Se habla del justo, del que lleva en su interior la Ley del Señor. Lo mismo en otros momentos de su predicación, Jesús habla de que la verdadera grandeza está en la aparente pequeñez: los últimos serán los primeros (Mt 20, 16), el que se humilla será enaltecido (Mt 23, 12); o también a lo largo de la historia de la salvación encontramos esta verdad expresada de varias maneras: como la derrota de Goliat por el joven David (1Sm 17, 50), como el juicio de los ancianos que acosaban y acusaban a Susana (Dn 13); como la declaración de Yavé a Jeremías: Y me dijo Yavé: No digas: Soy un muchacho, pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás. No les tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte - oráculo de Yavé-. Entonces alargó Yavé su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yavé: Mira que he puesto mis palabras en tu boca. Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y destruir, para perder y derrocar, para reconstruir y plantar; y cosas bellas encontramos también en el famoso cántico de la virgen María: a los hambrientos los sació y a los ricos los dejó vacíos; derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; o bien Jesús mismo en sus enseñanzas del Sermón de la montaña: bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de los Cielos, etc. (cf. Lc 1, 46 – 55)
Esta figura de que la verdadera grandeza está en la pequeñez es frecuente en la predicación del Reino de Dios que hace Jesús. En realidad esto está en el centro. Y así compara él el Reino de Dios: con algo muy pequeño en apariencia, pero que en el fondo es fuerte, fructífero, dulce y grande. Efectivamente, esto es el Reino de Dios y está de manera manifiesta en Jesús, el cual, a la vista de todos los hijos de Israel, era simplemente un hombre, y no solo eso: un hombre de Nazaret, menos aún: un pobre carpintero, diseñador de muebles; mucho menos todavía, como lo expresa muy claro san Pablo en su cata a los filipenses: Cristo Jesús, el cual existía en la forma de Dios no exigió tener la gloria debida a su divi-nidad, se anonadó tomando la forma de siervo de Dios y se asemejó a todos los hombres en su condición, ha-ciéndose hombre se humilló y se hizo obediente hasta morir en la cruz, por eso Dios de modo admirable a Cristo exaltó y le otorgó un nombre tan alto que a todo excedió, para que así el cosmos entero se centre en Jesús, él es el Señor que a todo conduce al Padre (Fil 2, 4 – 11). Sí, Jesús se vio, a los ojos de todos, muy pequeño en su aprehensión, en el juicio ante distintas autoridades y en la cruz, sin embargo, aún en la cruz, en el momento de su muerte, pudo escucharse la voz del soldado diciendo que en verdad era hijo de Dios este crucificado (Mc 15, 39); luego de la cruz (que es como el ver a Jesús como una semilla de mostaza) vino el momento del sepulcro (la semilla de mostaza sembrada en la tierra) y al tercer día la resurrección (el arbusto inmenso que da frutos: frutos de vida eterna). Veámoslo de nuevo: el Reino de Dios es parecido a una semilla de mostaza que siembra un hombre en su campo puede significar la Palabra de Dios recibida en los sentidos y en el corazón, con la recta intención de dejarla que llene la vida, los pensamientos, palabras y las acciones; la conversión, los valores de lo alto y las obras y la
santidad, serían ese gran arbusto que ocupa gran parte de esa tierra. Una idea parecida la expresa otro evangelista cuando la pone en boca de Jesús, cuando después de expulsar un demonio difícil para los apóstoles les dice: si tienen fe como un grano de mostaza dirán a este monte trasládate de aquí para allá, y se trasladará, nada les será imposible (Mt 17, 20). Sí. El grano de mostaza es Cristo recibido en la vida del que escucha, y de la comunidad de los que han aceptado las palabras; el arbusto puede ser tanto las obras de algunos o las de todos: los milagros de los santos y la valentía para dar la vida que tienen los mártires; los mártires son también parecidos a esa pequeña semilla de mostaza, cuyo ejemplo de valor, de amor a Jesucristo y confianza en la resurrección y en la vida eterna los llevaron a morir, pero también a ser por su ejemplo de vida y de muerte, “semilla de cristianos”.
Entonces no es el tamaño de la semilla lo que Jesús quiere ponderar, sino su capacidad de producir frutos, su belleza, su abundancia y su poder acogedor, es decir, todo el potencial de la semilla de mostaza, siendo tan pequeña, muestra, comparándolo con el Reino de que habla: todo el poder de Dios en los que le reciben, todo el poder del Cielo en los hombres de buena voluntad, los que quieren el bien mayor: el Reino de Dios. El Reino de Dios está donde está Jesús. El Reino de Dios es la Palabra de Jesús y está donde están los que han creído en la palabra de Jesús. Recibamos la semilla de mostaza, aceptemos la fe en Jesucristo, acojamos la palabra y dejémosla arraigar, echar esas raíces del Reino de Dios, para que nada nos sea imposible. Para que todo el poder del resucitado venga a habitar en nosotros. Como los pájaros en los grandes arbustos de los campos de mostaza, que cantan, que embellecen con sus colores al mundo entero.
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Palabra de Dios Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra Del santo Evangelio según san Lucas 5, 1-11 En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la Palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de la tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón : “Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar”. Simón replicó: “Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra, echaré las redes”. Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: “¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!” Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Entonces Jesús le dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Luego llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Palabra del Señor Gloria a ti, Señor Jesús
Echaré las redes Una de las realidades más hermosas en la vida de los hombres es la confianza; ella abre puertas y permite relaciones fraternas y duraderas. Perder la confianza es algo sumamente doloroso y muy difícil de recuperar. El Evangelio de hoy conocido como la pesca milagrosa, nos da una clara lección de la confianza que Dios tiene en nosotros y por tanto de la plena confianza que nosotros debemos tener en Él. Veamos la escena, el Señor Jesús el hijo del carpintero se acerca a los pescadores que llevaban toda la noche sin conseguir nada y les dice con toda sencillez: lleven la barca mar adentro y es en sus redes para pescar; una pregunta ¿cómo podría hacer eso?, si Jesús es carpintero ¿qué sabría Él en la pesca?, pero la confianza de los apóstoles, la respuesta de Pedro: “confiado en tu palabra echaré la red” hermoso ejemplo de confianza plena en Dios, en su palabra y en su presencia. Y el milagro se realizó: Consiguieron una pesca abundante, que los hizo reconocer la presencia poderosa y generosa de Dios con nosotros. Este fue el pretexto para que el Señor Jesús tocara el corazón y la vida de aquellos hombres y los llamara a ser “pescadores de hombres”; colaboradores de la obra de la Evangelización, promotores del Evangelio y del Reino de Dios. Esto es lo que provoca la confianza, una tarea de amor, una tarea especial, un encargo de eternidad; que nuestra respuesta sea como la de Isaías: aquí estoy Señor, mándame; o como la de Pablo; ¿qué quieres que haga Señor?; como la de san Pedro apártate de mi, soy un pecador; o como la de los otros discípulos: dejándolo todo le siguieron… Echemos las redes en nuestro mundo, en nuestro mar, aunque parezca que esta vacío, y recogeremos una cosecha abundante si lo hacemos en el nombre del Señor. Por Pbro. Jose de Jesús Cruz Rodriguez
El verdadero amor se mide en el termómetro del sufrimiento
Carlos Durán Delgado, ° de filosofía Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino
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uando escuchamos la palabra “su-frimiento” pensamos de una manera automática en “desgracia”, “castigo”, “calamidad”, “dolor”… este último con más frecuencia, que en ocasiones, hasta lo usamos como sinónimo de los anteriores. Todos los hombres sufrimos y sentimos dolor de distintas maneras, y de algún modo, estos son parte de nuestra existencia. Pero debemos saber distinguir el significado de estas dos palabras, dolor y sufrimiento, que siempre tendemos a confundir. Hasta cierto punto, el sufrimiento físico se da cuando de cualquier manera “duele el cuerpo”, mientras que el sufrimiento moral es “dolor del alma” (Salvifici doloris 5); así dejamos en claro que el dolor es el mal del cuerpo, mientras que el sufrimiento es, por llamarlo así, el mal del alma. Y ¿por qué mal del cuerpo y del alma? Se podría decir que el hombre sufre, cuando experimenta el mal, cuando le es arreba-tado su estado de calma y de bienestar. Se entendería de esta manera, que el hombre sufre a causa de un bien del que él no participa, del cual es de cierto modo excluido o del que el mismo se ha privado. Sufre en particular cuando “debería” tener parte de en este bien y no lo tiene (Salvifici doloris 7). Cuando vemos en la televisión los noticieros, cuando vamos por la calle y vemos la cantidad de personas que sufren y más aún cuando nosotros mismos experimentamos el dolor o el sufrimiento, nos preguntamos ¿dónde está Dios? ¿por qué pasa o me pasa esto? La respuesta es muy fácil, Dios está ahí, contigo, acompañándote en ese momento, Dios quiere actuar por medio de ti para llevar consuelo a las personas que sufren y te encuentras a diario por las calles, Dios no es sordo a nuestros súpli-
cas, sino que necesita hombres y mujeres que hagan visible su amor a los demás. El sufrimiento es el tesoro más grande que hay en la tierra, pues purifica el alma, en el sufrimiento co-nocemos quienes son nuestros verdaderos amigos (Diario de Santa Faustina Kowalska 276), el sufrimiento es un don universal que Dios otorga a las almas, asemejándolas a su Hijo, que nos convierte en cooperadores de su redención. Ahora, cuando encausamos por el canal correcto nuestro dolor o nuestro sufrimiento puede alcanzar este grado de redención; Este canal debe ser el amor. Con la gracia de Dios podemos llegar al punto en que este dolor y sufrir se convertirán en paz y en ofrenda agradable al Él, puesto que el amor sabe hacer tales cosas en las almas que aceptan la voluntad de Dios sin reproches. Cuando unimos nuestros sufrimientos a la pasión dolorosa de Cristo y los ofrecemos al Padre por la salvación de los hombres y por tal o cual necesidad esa ofrenda adquiere ante los ojos de él un valor inigualable pues, ¿cómo fue nuestra redención sino por el dolor y sufrimiento de Dios mismo hecho hombre? Y al ver el Padre el sufrimiento de su Hijo y con Jesús el nuestro, ofrecido con amor y voluntad, Dios atiende las gracias que pedimos para la humanidad y por nosotros mismo, sólo es cuestión de creer. Para el cristiano el sufrimiento no debe verse como un castigo o como un mal, sino como la gracia que Dios nos concede de participar en la redención del mundo y como lo gran oportunidad de demostrarle a Él que lo amamos y que esperamos que nuestro amor se purifique y se agrande. Pues, “El amor verdadero se mide en el termóme-tro del sufrimiento” (Diario de Santa Faustina Kowalska 342).
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Una ofrenda desde la fe
El diezmo como ofrenda
Por Pbro. Armando Oliva Varela
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l diezmo es un tributo ofrendado en la antigüedad, que consistía en la donación de la décima parte de los bienes que se especificaban. A continuación hablaré de algunos aspectos Bíblicos que hablan de la práctica del Diezmo. MOTIVACIÓN BIBLICA 1. Antiguo Testamento. Diezmos a Dios y Diezmos a los Reyes: En la antigüedad había dos tipos de diezmos: uno que se pagaba como tributo a los reyes y el otro que se daba como tributo para Dios. El diezmo fue una práctica que se fue asimilando en el pueblo de Israel. Nehemías va a exhortar en la renovación de la Alianza a no olvidar este compromiso para con los Levitas y los sacerdotes (Neh. 10,38-39; 12,44; 13,4-5,12) 2. Jesús y el Diezmo. Aunque Jesús insiste que “el Hijo del Hombre no tiene donde re-clinar la cabeza” (Lc 9,58) y pide de sus seguidores que lo dejen “todo” (Lc 5,11; Mc 10,28), Él mismo se deja auxiliar con los bienes de algunas mujeres – algunas de ellas ricas – (Lc 8,3) y establece una “bolsa de dinero común” confiada a Judas Iscariote, para financiar las necesidades de los apóstoles y ayudar a los pobres (Jn 12,6; 13,29). La Iglesia ofrece un culto en espíritu y en verdad, se reúne perseverando a la enseñanza de los apóstoles, a la fracción del pan y a las oraciones (Hch 2,42ss), y “todo lo tenían en común” (Hch 2,44): El ideal de la nueva vida va más allá del cumplimiento del diezmo antiguo. La solidaridad en la misma fe y en un mismo corazón, se concretiza en la solidaridad del apoyo mutuo, confiando su recta administración a los apóstoles: “traían el importe de la venta, y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada uno según su necesidad” (Hch 4,35). Se ofrecía a Dios como “cosa consagrada” el diezmo de los productos de la tierra y del producto de los arboles (Lev 27,30-31). Se debía consagrar a Dios el diezmo del ganado (Lev 27,32). Los dos tipos de diezmo se entregaban a los levitas como pago de sus servicios en el Templo y por ser la tribu que no había recibido tierras en función de dedicarse al culto a Dios (Num 18,21-24). Los levitas, al mismo tiempo, entregaban el diezmo de lo que recibían al sumo sacerdote (Num 18,25-30). Criterios eclesiales paulinos: El tema de la colecta a favor de los pobres de Jerusalén ofrece criterios eclesiales muy valiosos para iluminar toda ayuda solidaria dentro de la Iglesia. Los cristianos de Macedonia (Filipos) y de Acaya (Corinto) consideran conveniente hacer una colecta a favor de los pobres que había entre los santos de Jerusalén (Rom 15,26; Hch 11,19-30; Gal 2,10). Esta colecta da a Pablo una excelente oportunidad para hacer una catequesis sobre la solidaridad cristiana, especialmente a los Corintios. Pablo invita a los corintios a llevar a término esta iniciativa surgida de colectado mucho más allá de lo que les permitía su pobreza y les invita a los Corintios a demostrar la autenticidad de su caridad (2 Cor 8,2ss). Imitando a los filipenses que dan de su extrema pobreza (Cor 8,2; 9,1-9): “el que siembra generosamente, generosamente cosecha… que cada uno dé según su conciencia, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y Dios no se deja ganar en generosidad (cf. 2Cor 9,10-11)
...Lo de Dios a Dios
Las ideas más novedosas de la rerum novarum
Por David Grimaldo
L
a encíclica Rerum novarum, a pesar de sus limitaciones y deficiencias que hoy, a más de cien años de distancia, pueden advertirse, no se puede negarse su valentía, fuerza profética, urgencia y necesidad, oportunidad, importancia, su peso en la legislación laboral y, también, su actualidad en muchos puntos, por la lucidez y osadía con que enseña a mirar los nuevos problemas que plantea a la Iglesia y a la humanidad. Veamos estas ideas: • La condena de la inhumana situación de los trabajadores debida a la codicia de los patrones y a la desenfrenada competencia. • La reprobación de los abusos del capitalismo que esclaviza a los obreros y no respeta la dignidad de la persona humana; reduce al obrero a “máquina productiva” y lo explota pagándole injustamente. • El rechazo del socialismo interpretado como camino equivocado y nefasto para el rescate de la clase obrera explotada. • Acentuación de los deberes de justicia; sin ella la caridad, entendida como limosna, es puro engaño. • Legitimación ética de la intervención del Estado en la economía, sobre la base de la justicia distributiva para la realización del bien común. Al Estado el Papa pide que limite el uso de la huelga, que defienda la propiedad privada, que reglamente los horarios de trabajo y que proteja a los más débiles. • Reivindicación del derecho de asociación sindical, también para los obreros, en vista de la defensa de sus derechos y de su dignidad. • La dignidad de la persona y la nobleza del trabajo humano como proyección de su dignidad. Ya que el hombre es imago Dei (imagen de Dios), nueva criatura en Cristo Redentor, sería indigno rebajarlo a nivel de mercancía. • La defensa de la propiedad privada y el principio de su función social como criterio de moralidad de la misma. • La proclamación del principio de solidaridad, la protección del ahorro y del bien de la familia destrozada por las condiciones inhumanas del trabajo de los hombres, mujeres y niños. • La teoría del “salario justo” que “no debe ser, en manera alguna, insuficiente para alimentar al obrero hambriento (n. 32) y del derecho al descanso dominical. • Las naturales diferencias entre los seres humanos no suponen la lucha de las clases sociales, “como si la naturaleza humana hubiera dispuesto a los ricos y a
los pobres para combatirse mutuamente en un perpetuo duelo” (n. 14), sino, más bien, reclaman acuerdo y armonía me-diante el cumplimiento de los deberes respectivos. Ahora bien, la Rerum novarum atribuye, de manera casi exclusiva, los abusos e injusticias a la mala voluntad de los hombres y, desde luego, las soluciones propuestas quedan confiadas, más bien, al comportamiento de los individuos y no tanto a los profundos cambios estructurales que son necesarios. El objetivo que se propuso el Papa, al publicar esta encíclica el día 15 de mayo de 1891, fue doble: anunciar la buena noticia de la justicia humana y evangélica al mundo del trabajo, y aportar la iluminación de la fe a la solución de la ahora nueva cuestión social, es decir, a la “cuestión obrera”. Así es, mis estimados lectores, la Iglesia tardó mucho en pronunciarse oficialmente sobre las cuestiones sociales, finalmente lo hizo con la encíclica Rerum novarum. El Papa sorprendió al mundo entero. De un valor muy grande fue que la suprema autoridad espiritual de la Iglesia católica proclamase solemnemente los derechos de los obreros y denunciara la injusticia del sistema liberal. El Papa León XIII, ya cansado físicamente e intelectualmente, muere a la edad de casi 94 años, el 20 de julio de 1903.
FEBRERO 10 DE 2013
Resuleve el laberinto
TRIBUNAL ECLESIASTICO ARQUIDIOCESIS DE SAN LUIS POTOSI MADERO 300. COL. CENTRO TEL. (444) 812-45-55 SAN LUIS POTOSI, S.L.P.
Atentado de matrimonio Solemne fiesta patronal En la Parroquia Santuario del Señor de Burgos
NUESTRO SEÑOR DEL SAUCITO Del domingo 17 de febrero, al domingo 10 de marzo de 2013 Febrero 17 11:00 a.m. Bajada y procesión del Señor del Sauccito 6,7 y 8:00 p.m. Misa de acción de Gracias al Señor del Saucito 9:00 p.m. Quema de fuegos pirotécnicos Marzo 3 FIESTA PATRONAL 6:00 p.m. Concelebración Eucarística en el atrio del Santuario y templo parroquial, preside el señor arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero. 7:30 p.m. Procesión de culto público a la imagen del Señor del Saucito y encuentro con los carros alegóricos. 9:00 Quema de fuegos pirotécnicos
Av. Constituyentes Poniente # 49 local 3 Col. El Pocito, Querétaro, Qro. (Paseo Constituyentes, carretera libre a Celaya) Tel. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94
PREVIA CITA
Casimiro Rodríguez González, casado con Reyna Pedraza Rodríguez, el 26 de diciembre de 1997, en la Parroquia de Santa María de Guadalupe y San Isidro en Tambaca, S.L.P. Sin notas marginales en su bautismo en la parroquia de San Francisco de Asís en Charcas, S.L.P., atentó matrimonio con Claudia Leticia Ramos Martínez, el 26 de marzo de 2011, en la parroquia de Sagrario Metropolitano de San Luis Potosí y con Decreto del día 21 de diciembre de 2012, se declaró NULO E INVALIDO. San Luis Potosí, S.L.P., a 30 de enero de 2013