Sobrevivió al aborto y ahora celebra sus triunfos superando la discapacidad
Año 5
La historia del adolescente de 16 años, Nik Hoot, de Woodburn, Indiana (Estados Unidos), continúa acaparando los titulares del deporte local por sus logros obtenidos superando a la discapacidad que lo obliga a usar prótesis en las piernas. Nik, que sobrevivió a un aborto, nació en Rusia sin parte de sus piernas y sin dedos en ambas manos, fue adoptado por un matrimonio católico muy comprometido con la defensa de la vida. Nik ha jugado futbol americano, beisbol, basketbol, y es un competidor de lucha libre. Toca varios instrumentos como la batería y trompeta. Es parte de la banda de su colegio. La madre dijo que recibe quejas de las personas que le preguntan como ella puede decir abiertamente que su hijo adoptado es un sobreviviente del aborto, “en respuesta, yo les pregunto: ¿Cómo no hablar de un niño que sobrevivió a un atentado de aborto?”. “Él es una prueba viviente que no es una masa de tejidos, que hay un ser humano dentro”, agregó Apryl. En el año 1997, los esposos Hoot decidieron adoptar, cuando su hija menor biológica había terminado el colegio y pronto dejaría la casa para mudarse a la universidad. Fue entonces que recibieron un video de niños en Rusia que necesitaban un hogar. Apryl y Marvin querían convencerse de no adoptar al bebé, y pensaban en muchas razones que consideraban lógicas para desistir de la idea. “ Hasta que un domingo que participaban en la Misa, la familia Hoot escuchó una homilía sobre qué significa ser pro-vida, “tenemos que respetar todas las formas de vida –dijo el sacerdote– incluso a aquellos con discapacidades”. La familia supo que Dios les estaba diciendo que es lo que tenían que hacer. El matrimonio, además de sus tres hijos biológicos, tienen seis hijos adoptivos.
No. 211
Semana del 3 al 9 de marzo de 2013
Pidamos al Padre del Cielo que escuche la oración de su Iglesia, huérfana de Pastor Universal
Para que Dios conceda pronto a la Iglesia un pastor que le sea grato por su santidad, que anuncie con decisión a los pueblos que Cristo es el Hijo de Dios vivo y el único que tiene palabras de vida eterna para todas las razas, culturas y naciones, y que sea el principio y fundamento de la unidad de la Iglesia
Propósitos para Cuaresma 2013 Lunes III semana de Cuaresma:
Martes III semana de Cuaresma:
Miércoles III Semana de Cuaresma:
Jueves III semana de Cuaresma:
Ordenaré aquella área de mi casa que tengo más descuidada.
En la comida platicaremos de las cosas buenas que hemos recibido de Dios.
Haré un acto de caridad por alguien más sin que se den cuenta.
Hablaré sólo cosas buenas y positivas de los demás.
Viernes III semana de Cuaresma:
Sábado III semana de Cuaresma:
IV Domingo de Cuaresma:
Perdonaré de corazón a todas las personas con las que pueda estar enojada o alejada.
Rezaré un misterio del Rosario ofreciéndolo por todos los que aún no están bautizados.
Comulgaré con mucha devoción.
MARZO 03 DE 2013
Iglesia peregrina
S
omos una Iglesia en camino. Desde los primeros años de la Iglesia, los seguidores de Jesús eran conocidos no como “católicos” o “cristianos”, sino como “seguidores del Camino”. Nunca perdamos de vista este estilo de vivir la fe: somos peregrinos. Los peregrinos saben que mientras van de camino tienen que afrontar muchas dificultades e incomodidades, fallas personales y amenazas externas. Pero todo eso no los hace desistir en el viaje. La Iglesia que peregrina en San Luis Potosí está viviendo la Cuaresma como camino hacia la Pascua. En este domingo la Palabra de Dios nos invita a la conversión. No se trata de movernos por amenazas o por miedo. No, la pedagogía de Dios no es esa. Se trata de que cada uno de nosotros, descubramos la urgencia de la conversión. Nosotros solos no podemos cambiar al mundo entero. Pero sí podemos cambiar el pequeño mundo que tenemos a nuestro alrededor: familia, ambiente de trabajo, círculo de amistades, comunidad cristiana. La parábola de la higuera estéril nos lleva a descubrir que cada día de nuestra vida (y cada Cuaresma) es una nueva oportunidad que Dios nos da –por intercesión de Jesucristopara que por fin nos decidamos a dar el fruto que Dios espera de nosotros. Estamos viviendo en la Iglesia universal un tiempo especial. Su Santidad Benedicto XVI dejó de ejercer el pasado jueves su servicio como Sumo Pontífice. La Iglesia está en plena preparación para elegir al nuevo Sucesor de Pedro que la guíe, prestándole ese especial servicio a la unidad y confirmándola en la fe. Celebraremos el martes 5 de marzo el RETIRO MISIONERO DIOCESANO, para poner en común las buenas noticias que surgen de esta Iglesia que se ha tomado en serio la llamada a estar “en estado permanente de misión”. La Misión Permanente nos exige dar lo mejor de nosotros para crecer en la fidelidad al mandato misionero que Cristo resucitado dejó a su Iglesia: “Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio…”. Una Iglesia misionera no se instala en sus comodidades. La misión la pone en camino y la hace descubrir nuevos horizontes y exigencias, nuevas riquezas y dones de Dios. El presbiterio potosino acaba de vivir la experiencia de los Ejercicios Espirituales de Cuaresma. Una gran sacudida que Dios nos ha dado para renovar el compromiso de amarlo y servirlo en nuestras respectivas comunidades parroquiales. Resuena en los corazones la invitación del Señor a sus discípulos: “Sígueme”, comprendemos que seguir a Jesús significa vivir como Él. Todos, cada uno y cada una de los bautizados tenemos que desentrañar que significa en nuestra vida cotidiana ese “vivir como Él”. La llamada de Jesús nos pone en camino. La respuesta que demos renovará nuestra disposición para ser sus testigos en medio de este mundo en que vivimos. Es nuestra tarea colaborar con el Señor para acercar este mundo al sueño de Dios: un mundo de hermanos y hermanas. Oremos todos para que crezcamos en fidelidad a su Palabra. Hay que seguir caminando hacia nuestro destino final que es la Casa del Padre, donde viviremos la plenitud del amor y la felicidad que no se terminará jamás.
Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes
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La oración en la primera comunidad cristiana Por Pacco Magaña
Queridos hermanos y hermanas:
La comunidad, en cambio, que acompaña a Pedro mientras se halla en la cárcel, es una comunidad que ora verdaderamente, durante toda la noche, unida. Y es una alegría incontenible la que invade el corazón de todos cuando el Apóstol llama inesperadamente a la puerta. Son la alegría y el asombro ante la acción de Dios que escucha. Así, la Iglesia eleva su oración por Pedro; y a la Iglesia vuelve él para narrar “cómo el Señor lo sacó de la cárcel” (Hch 12, 17). En aquella Iglesia en la que está puesto como roca (cf. Mt 16, 18), Pedro narra su “Pascua” de liberación: experimenta que en seguir a Jesús está la verdadera libertad, que nos envuelve la luz deslumbrante de la Resurrección y por esto se puede testimoniar hasta el martirio que el Señor es el Resucitado y “realmente el Señor ha mandado a su ángel para librarlo de las manos de Herodes” (cf. Hch 12, 11). El martirio que sufrirá después en Roma lo unirá definitivamente a Cristo, que le había dicho: cuando seas viejo, otro te llevará adonde no quieras, para indicar con qué muerte iba a dar gloria a Dios (cf. Jn 21, 18-19). Queridos hermanos y hermanas, el episodio de la liberación de Pedro narrado por san Lucas nos dice que la Iglesia, cada uno de nosotros,
(Tercera parte de tres)
atraviesa la noche de la prueba, pero lo que nos sostiene es la vigilancia incesante de la oración. También yo, desde el primer momento de mi elección a Sucesor de san Pedro, siempre me he sentido sostenido por vuestra oración, por la oración de la Iglesia, sobre todo en los momentos más difíciles. Lo agradezco de corazón. Con la oración constante y confiada el Señor nos libra de las cadenas, nos guía para atravesar cualquier noche de prisión que pueda atenazar nuestro corazón, nos da la serenidad del corazón para afrontar las dificultades de la vida, incluso el rechazo, la oposición y la persecución. El episodio de Pedro muestra esta fuerza de la oración. Y el Apóstol, aunque esté en cadenas, se siente tranquilo, con la certeza de que nunca está solo: la comunidad está orando por él, el Señor está cerca de él; más aún, sabe que “la fuerza de Cristo se manifiesta plenamente en la debilidad” (2 Co 12, 9). La oración constante y unánime es un instrumento valioso también para superar las pruebas que puedan surgir en el camino de la vida, porque estar unidos a Dios es lo que nos permite estar también profundamente unidos los unos a los otros. Gracias.
Concilio Vaticano II
La iglesia en diálogo con el mundo
MARZO 03 DE 2013
¡No tengan miedo!
Por P. Juan José Torres Galván
T
“Haya unidad en las cosas necesarias, libertad en las dudas, caridad en todo”. (Juan XXIII)
odos los seres humanos tenemos en común una vocación: avanzar hacia la fraternidad universal, para que, impulsados por el amor construyamos un mundo nuevo. El Concilio Vaticano II ha enunciado múltiples situaciones, nuestra tarea es continuar y ampliar el análisis de estas realidades para que podamos comprenderlas a la luz de las Sagradas Escrituras, sobre todo, iluminados por las enseñanzas del santo Evangelio. Queda la tarea para todos los cristianos, y las Iglesias locales, bajo la guía de sus pastores, adaptar y aplicar la doctrina abundante del Concilio a las diversas circunstancias de los pueblos y mentalidades. La Iglesia está llamada a ser un signo de fraternidad para el mundo. Por esta razón la Iglesia descubre el diálogo como un instrumento privilegiado para llevar a cabo su misión. Primeramente es necesario promover la estima, el respeto y la concordia entre todos los miembros del Pueblo de Dios, para que pueda haber entre todos un diálogo eficaz y lleno de frutos. Busca la Iglesia abrazar a todos los hermanos que creen en Cristo, y aún no viven en plena comunión con ella, para que juntos demos un testimonio de unidad que lleve al mundo a descubrir a Jesucristo, que nos llama a todos a formar la única familia de los hijos de Dios. Deseamos dialogar también con los que reconocen a Dios en otras tradiciones religiosas, para que impulsados por el Espíritu de Dios, aceptemos y realicemos con entusiasmo sus inspiraciones. El diálogo no excluye a nadie. Buscamos también la cercanía con los que cultivan los bienes del espíritu humano, pero aún no reconocen a Dios, autor de todos esos bienes. No excluimos tampoco a los que se oponen a la Iglesia o la persiguen, pues todos estamos llamados a ser hermanos y a cooperar en la edificación del mundo. “En esto conocerán todos que son mis discípulos, en el amor que se tengan unos a otros” (Jn 13, 35). Los cristianos deseamos servir a los hombres del mundo actual. Dios quiere que en cada hombre reconozcamos y amemos a Jesucristo, nuestro hermano, de palabra y de obra, danto testimonio de la Verdad, mientras vamos de camino a la Patria celestial. Referencia de lectura: Gaudium et Spes 91-93
¡Decimos gracias a Su Santidad por el legado de fe, esperanza y caridad que nos ha dejado! Querida Iglesia Potosina: Hemos entrado ya a la fase de oración profunda y confiada a Padre Dios en la espera del nuevo sucesor de san Pedro. Expresemos nuestra gratitud y admiración a Su Santidad por el generoso servicio prestado a la Iglesia Universal en estos casi ocho años, respondiendo con fidelidad creativa a la misión que le fue confiada por medio de los Cardenales electores el 19 de abril de 2005. Y además, porque nos ha dejado como herencia el testimonio vivo de un hombre de fe y valentía, con una gran confianza en que el Espíritu Santo conduce a la Iglesia, conforme la promesa de nuestro Señor Jesucristo: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 19) En lo personal le manifiesto mi gratitud a Su Santidad por el don inmerecido que me confió para ser pastor del Pueblo de Dios, primero como Obispo de Zacatecas, Diócesis que llevo en mi corazón con inmensa gratitud, y ahora como Arzobispo de mi querido Pueblo potosino que me ha visto nacer, crecer y consagrarme al servicio del Señor. Gracias damos a Padre Dios porque en su Santidad se han cumplido las palabras del Señor: “Yo les daré pastores según mi corazón, que los apacienten de ciencia y de inteligencia” (Jer 3,15). Tuvimos el gran regalo de ser apacentados por tan extraordinario pastor. Gracias Su Santidad por su gran amor a la Iglesia, por enseñarnos lo importante que es el diálogo constructivo y permanente con todas las corrientes del pensamiento, con todas las naciones, con todas las Iglesias y confesiones religiosas para poder construir un mejor presente en nuestra vida cristiana que favorezca un mejor mañana para nuestros niños y jóvenes a quienes has dejado estas palabras en tu viaje a nuestro País: “Us-tedes, mis pequeños amigos, no están solos; cuentan con la ayuda de Cristo y de su Iglesia”. Estas palabras seguirán haciendo eco para abrirnos a la esperanza de un mañana mejor con la fortaleza de fe necesaria para enfrentar los embates que se nos presenten en esta nueva etapa de la historia. Decimos gracias porque en este tiempo “sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe”, se mostró a nosotros como insigne maestro, sabio liturgo y buen pastor. Además de mostrarnos en sus gestos la humildad y sencillez de su corazón como nuestro cercano amigo y hermano.
Creo que su pontificado ha sido extraordinariamente intenso y fecundo. Decimos gracias por los frutos que hoy podemos recoger de él: + El magisterio tan rico que nos ha dejado en sus Encíclicas, mensajes, discursos, encuentros, homilías, catequesis, Angelus, etc. + La valentía para hablarnos claro y enfrentar grandes dificultades en la vida de la Iglesia. Recordamos especialmente su Homilía del 25 de marzo del 2012 dirigida a todos nosotros a los pies del cerro del Cubilete. + El reto de llevarnos a conocer y revalorar nuestra fe en este Año de la Fe. +Su Inmensa creatividad y audacia para impulsarnos a la nueva evangelización ayudándonos a descubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe. Dentro de sus múltiples escritos , es importante resaltar la grandeza de las tres Encíclicas que nos ha legado: «Deus caritas est», en la que nos ayuda a descubrir al Dios-Amor y a nosotros nos ayuda a descubrirnos como testigos del Dios-Amor en medio de nuestros hermanos; «Spe salvi», que alienta nuestra existencia como un canto a la esperanza, que nos asegura, en medio de la pérdida de sentido de muchos de los hombres, que el cielo nos está esperando; «Caritas in veritate», en la que nos propone la «lógica del don, de la gratuidad» a fin de generar dinámicas que permitan a nuestro mundo alejarse de las crisis que le llevan a olvidarse de los menos privilegiados. Es tanto lo que tenemos que agradecer, querida Iglesia potosina, por ello les invito a seguir unidos en oración acompañando a Su Santidad que ahora estará inmerso en la contemplación de Aquel que le dijo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Y por lo tanto Él seguirá unido a ese gran grupo de hombres y mujeres, religiosos, religiosas y laicos, que oran por la Iglesia y el mundo. Así que él sigue fiel al amor a Jesucristo y a su Iglesia y a la tarea que ésta tiene: la salvación y santificación de los hombres. Estemos seguros de que seguirá en el corazón de la Iglesia y en nuestros corazones. Padre ¡Dios les Bendiga! Su hermano y amigo
+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
Nuestra historia
San Isidoro de Sevilla (Cartagena, hacia 556 - Sevilla, 636) Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz
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acido de una familia originaria de Car-tagena. Era hijo de Severiano, el cual pertenecía a una familia hispano-romana de elevado rango social; su madre, en cambio, era de origen visigodo. Al parecer, la familia de Isidoro huyó a Sevilla tras la conquista bizantina al ser éstos defensores del rey Agila I frente a Atanagildo, aliado de los bizantinos. Impulsaron su pensamiento las lecturas de san Agustín de Hipona y san Gregorio Magno; estudió en la escuela catedralicia de Sevilla donde aprendió latín, griego y hebreo. Al morir su hermano Leandro, arzobispo de Sevilla, lo sucedió en el gobierno de la diócesis, y su episcopado duró 37 años (599-636). Vivió en una época de transición entre la decadencia de la Edad Antigua y del mundo romano, y el nacimiento de la Edad Media y de las nuevas nacionalidades de influencias germanas. En ese contexto, se propuso recomponer las debilitadas estructuras culturales de España, y desplegó todos sus recursos pedagógicos para contrarrestar la creciente influencia de las culturas consideradas bárbaras. Propició el desarrollo de las artes liberales, del Derecho y de las ciencias, y en el Cuarto Concilio Nacional de Toledo, iniciado el 5 de diciembre del 633, estableció las bases de un decreto que impuso una política educativa obligatoria para todos los obispos del reino. La facilidad de san Isidoro en el griego y hebreo le dio reputación de ser un gran estudiante desde muy joven. En una época de desintegración de la cultura clásica, de violencia e ignorancia entre las clases dominantes, Isidoro impulsó la asimilación de los visigodos, que ya llevaban dos siglos en Hispania, a fin de conseguir un mayor bienestar, tanto político como espiritual, del reino. Para ello, ayudó a
Contigo en la prosperidad, ¿y en la adversidad? Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
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adie permanece igual a través de los años. El hombre cambia con el tiempo; va pensando de distinta manera y siente de diferente forma. La humanidad es inestable. En el hombre todo cambia, desde las células que se renuevan constantemente. su hermano en la conversión de la casa real visigoda (arrianos) al catolicismo e impulsó el proceso de conversión de los visigodos tras la muerte de su hermano (599). Presidió el segundo sínodo provincial de la Bética en Sevilla (noviembre de 618 o 619, durante el reinado de Sisebuto), al que asistieron no sólo prelados peninsulares sino también de la Narbonense y Galia. Presidió el IV Concilio de Toledo en el año de 633, que requirió que todos los obispos estableciesen Seminarios y escuelas catedralicias siguiendo las directrices establecidas por Isidoro en Sevilla fue prescrito el estudio del griego y del hebreo y se alentó el interés por el estudio del Derecho y de la Medicina. También impulsó la unificación litúrgica de la España visigoda e desarrollo la formación cultural del clero. Murió apaciblemente el 4 de abril del año 636 a la edad de 80 años. Fue el primero de los grandes compiladores medievales. Isidoro de Sevilla fue un escritor muy prolífico y un infatigable compilador y recopilador. Compuso numerosos trabajos históricos y litúrgicos, tratados de astronomía y geografía, diálogos, enciclopedias, biografías, textos teológicos y eclesiásticos, ensayos valorativos sobre el Antiguo y Nuevo Testamento, y un diccionario de sinónimos. Su obra más conocida es las Etimologías (hacia 634), monumental enciclopedia que refleja la evolución del conocimiento desde la antigüedad pagana y cristiana hasta el siglo VII. Este texto, también llamado Orígenes y dividido en veinte libros, con 448 capítulos, constituye una enorme obra enciclopédica en la que se recogen y sistematizan todos los ámbitos del saber de la época.
Que bien decía Ortega y Gasset al hablar de sí mismo: “Soy yo y mis circunstancias”. No es fácil permanecer igual cuando cambian las circunstancias. Para poder co-nocernos necesitamos considerar las circunstancias en las que nos encontramos. Porque éstas condicionan o modifican el modo de vivir y de pensar. Circunstancia es lo que me circunda o está a mi alrededor, incluyendo el estado de ánimo, salud, ambiente físico, psíquico, edad, ubicación, etc. Y todo esto hace que el hombre cambie. Decía Ortega, que si cambian las circunstancias, también el hombre cambia. Por eso es difícil hacer una promesa y cumplir con ella a través del paso de los años. Cuando el enamorado promete fidelidad en la prosperidad y adversidad, hace la promesa en una circunstancia prospera, pero no sabemos si al llegar la adversidad, será capaz de mantenerse fiel a la promesa. Prometer fidelidad hasta la muerte, es algo humanamente imposible de cumplir; nadie nos asegura permanecer estables con el correr de los años. El único que nos garantiza estabilidad, es solamente Dios. En la vida todo es movible y las circunstancias cambian. Pero aquello que siempre nos circunda y nunca cambia es Dios. Solo permaneciendo en Él, no nos podrán derrumbar las circunstancias. El fracaso matrimonial se debe a la ausencia de Dios, ya que del primero que se separan es del Señor, y una vida sin Dios, es una existencia con poca consistencia y sin estabilidad. Cuando el hombre no permanece orientado hacia Dios, termina apegado a sus circunstancias, y éstas al ser movibles hacen del hombre un ser inestable; alguien que fácilmente cambia de parecer y de sentir. Y un hombre así, acaba siendo azotado por el mar inestable de las circunstancias. Para ser fiel a la promesa dada, hay que mantener fija la mirada en el que no se mueve. Solamente Dios es la verdad, y por tanto en Él no hay cambio; solo Dios nos ayuda a mantenernos de pie en medio de la tormenta.
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El Papado en la historia de la Iglesia y el Derecho Canónico Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com
(Primera parte)
Muy estimados lectores: Quiero tocar este tema porque sé que es de gran relevancia por el momento que estamos viviendo. Daré algunos datos históricos y del Derecho Canónico acerca de los Papas. Iniciamos por la definición de Papa. En algunos libros encontré que Papa son las siglas de: Pedro Apóstol Príncipe de los Apóstoles. También encontré en otro libro que significa “padre” y al inicio de la Iglesia primitiva se designaba a cualquier autoridad religiosa y más tarde a los obispos y hasta el siglo IV, san Siricio (384-399), la utilizó para referirse a sí mismo como obispo de Roma y Sumo Pontífice. El Papa, por el hecho de tener la primacía de la Iglesia, también tiene otros títulos como:
Carta a Mercedes (Mechita)
Q
Por P. Kino
uerida amiga Mercedes, te saludo con afecto deseándote que tu vida vaya teniendo sentido (sin meterte tanto en la de los demás). Después de este pequeño y apedreado saludo paso a lo siguiente: El motivo de la presente carta es pedirte algunos favores que estoy seguro que puedes hacer, y eso dará mucha alegría a los que te rodean. A continuación te los enuncio. Si tienes un hijo que se va a casar, déjalo que él, con su futura esposa arregle su boda. Ayúdales en la medida que ellos tengan necesidad y te lo pidan. Pues elegirles el vestido, el padre que los case, el templo y hasta los padrinos de velación ya no te corresponde. Si tienes un hijo casado, no asumas en el matrimonio de él cosas que ya no te corresponden, como, elegir cómo arreglar la casa, el lugar dónde vivan, organizarles la vida cuando no te lo piden, pues eso ocasionará que la nuera, o el yerno, tengan problemas contigo. Mercedes, no lo tomes a mal, pero si tu “pequeñito de sololoy” se pelea con la que tú consideras que no lo merecía para esposo (tu nuera), no intentes arreglarle los problemas, pues tal vez no pocas veces los dividas más. Es obvio que tu hijo tiene razón, pero los padres de tu nuera dicen lo mismo de su hija. Mechita, cuando hacía ti no vaya dirigida una conversación no metas “tu cuchara”, pues no es correcto involucrarse donde no nos llaman. Si
lo sigues haciendo ocasionará que muchas conversaciones cambien de rumbo ante tu llegada, sintiéndote mal y haciendo sentir mal a los demás. Cuando quieras que un hijo, una amiga, o alguien adulto platique con un sacerdote, con un médico o un psicólogo, tu no le hagas la cita, deja que él o ella asuma su responsabilidad, pues ya es adulto, y él sabe lo que tiene que hacer. Limítate a conseguirle el teléfono y dale libertad para que se comunique o no con la persona que le has recomendado y no lo acoses preguntándole si ya lo hizo, y qué le dijo porque eso no es correcto. Sabemos que es bueno practicar la caridad, la ayuda al prójimo cuando tiene necesidad, pero nunca podemos asumir aquello que el otro puede hacer por sí mismo. Mechita, gracias por aceptar estos consejos, que tal vez los seres cercanos no se animan a dartelos por temor a que los tomes a mal, o te molestes, pero quiero que sepas que Dios muchas veces nos deja más libres a nosotros que tú a tus seres queridos, pues Él respeta los limites que nosotros malamente le ponemos y tú tal vez ni esos respetes. Dios no hace lo que nosotros podemos hacer y tú sí haces lo que los otros pueden hacer y eso no se vale. Me despido deseándote lo mejor. Iba a terminar diciéndote que “NO SEAS METICHE”, pero la verdad esta tan bien hecha la carta que no me animé a hacerlo. Saludos.
Vicario de Cristo; este título se utilizó hasta la Edad Media y en realidad es una expresión de representación del mismo Jesucristo. Sucesor de Pedro; es el ejercicio actual del papel que Pedro desempeñó al inicio de la Iglesia Primitiva. Príncipe de los Apóstoles; es decir el principal y cabeza de los Apóstoles. Siervo de los Siervos de Dios; este título fue introducido por san Gregorio Magno. También recibe otros títulos como: Supremo Pontífice de la Iglesia Católica, Cabeza del Colegio Episcopal, Pastor de la Iglesia Universal, Patriarca de Occidente, Primado de Italia, Obispo de Roma y Soberano del estado de la Ciudad del Vaticano. Según el canon 331, el Papa es en quien permanece la función que Jesucristo le encomendó a Pedro, primero entre los Apóstoles y que había de trasmitirse a sus sucesores, es cabeza del Colegio de los Obispos y Pastor de la Iglesia Universal, por lo tanto en virtud de su función, tiene potestad ordinaria, suprema, plena, inmediata y universal para gobernar la Iglesia libremente. La facultad que tiene el Papa es de dirigir a toda la Iglesia Universal o Católica, así como convocar concilios, establecer sedes episcopales, elegir obispos, hacer declaraciones doctrinales, resolver conflictos y cuestiones legales. Para que el Papa realice su actividad, cuenta con la Curia Romana, que es un órgano que tiene una estructura desde el siglo XVI, en ella encontramos la Secretaría de Estado, Congregaciones, Tribunales, Oficios y Secretarías (c. 360). Al principio de la Historia de la Iglesia, hubo elecciones de Papas que no habían sido ordenados sacerdotes e intervenía el Emperador de Roma y el Sacro Imperio Romano Germánico o de Italia. Hasta el año 1179, se adoptó el sistema de elección por los cardenales y desde el año 1261 hasta la fecha se viene haciendo en una peculiar reunión denominada “cónclave”. Las normas para la elección del Papa, vienen establecidas en Romano Pontifice eligendo de 1975, entre otras cosas, se limitó las facultades de votar a los cardenales que hubieran cumplido 80 años de edad. A partir del año 955, Juan XII es el Papa que introduce la costumbre de que se cambien el nombre al asumir el pontificado; él se llamaba Octaviano y tenía 18 años de edad.
Hagámonos de palabras
El Sínodo de los Obispos: un fruto del Concilio Vaticano II Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
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a idea de crear una estructura que pudiera proporcionar a los Obispos los motivos para asistir al Papa en el gobierno de la Iglesia Universal empezó a madurar ya en la fase preparatoria del Concilio Vaticano II.
El Cardenal Silvio Oddi, entonces Pro-Nuncio Apostólico en la República Árabe Unida (Egipto), hizo una propuesta, el 15 de noviembre de 1959, para establecer un órgano de gobierno central de la Iglesia o, usando sus palabras, “un órgano consultivo”. Decía: “Desde muchas partes del mundo llegan quejas de que la Iglesia no tenga, aparte de las Congregaciones, un órgano permanente de consulta. Por tanto debería establecerse una especie de ‘Concilio en miniatura’ formado por personas de toda la Iglesia, que pueda reunirse periódicamente, al menos una vez al año, para tratar los problemas más importantes y sugerir nuevas posibles direcciones en la marcha de la Iglesia. Este órgano abarcaría toda la Iglesia, al igual que las Conferencias episcopales reúnen toda o parte de la jerarquía de uno o varios países, y al igual que otros órganos, como el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), extienden su actividad en beneficio de todo un continente”. Fue, sin embargo, el Papa Pablo VI, siendo todavía Arzobispo de Milán, quien dio fuerza a estas ideas. En el discurso conmemorativo con ocasión de la muerte del Papa Juan XXIII, hacía referencia a una “continua colaboración del episcopado, todavía no efectiva, que permanecería personal y unitiva, pero que tendría la responsabilidad del gobierno de la Iglesia universal”. Elegido Papa, volvió al concepto de colaboración en el colegio episcopal —los obispos en unión con el sucesor de san Pedro en la responsabilidad del gobierno de la Iglesia Universal— en el discurso a la Curia Romana (21 de septiembre de 1963), en la apertura de la segunda sesión del Concilio Vaticano II (29 de septiembre de 1963) y en la clausura de la misma (4 de diciembre de 1963). Finalmente, al concluir el discurso inaugural de la última sesión del Concilio (14 de septiembre de 1965), el mismo Papa Pablo VI hizo pública su intención de instituir el Sínodo de los Obispos con estas palabras: “Te-nemos la alegría de anunciaros la institución, tan deseada por este Concilio, de un Sínodo de los obispos, que, compuesto de obispos, nombrados la mayor parte por las Conferencias episcopales con nuestra aproba-ción, será convocado, según las necesidades de la Iglesia, por el Romano Pontífice, para su consulta y colaboración, cuando, para el bien general de la Iglesia, le parezca a él oportuno. No es necesario añadir que esta colaboración del episcopado tiene que ser de gran beneficio a la Santa Sede y a toda la Iglesia, de modo particular al cotidiano trabajo de la Curia Romana, a la que estamos tan agradecidos por su valiosísima ayuda, y de la que, como los obispos en sus diócesis, también tenemos permanentemente necesidad para nuestras solicitudes apostólicas. Las normas y demás información serán dadas a conocer cuanto antes a esta asamblea. Nosotros, no hemos querido privarnos del honor y de la satisfacción de daros esta sucinta comunicación para testimoniaros una vez más personalmente nuestra confianza, y nuestra unión fraterna. Esta nueva institución, singular y esperanzadora, la ponemos bajo la protección de la Santísima Virgen María”.
La ubicación de tu cuerpo, las coordenadas donde te busco
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Por Luis Ricardo Guerrero Romero gromeroluisricardo@gmail.com
a ubicación que no encuentro, la que no me hace temblar, la que toco en el límite de tú alma, la ubicación mal ubicada que me trajo como a Jonás, desde las frías gules fauces acuáticas, húmedas, caladas. Pido una disculpa a mi lector que se enfrentará a una cacofonía inhumana al fin de señalar de dónde salió la ubicación. Como ejemplo veremos que en el italiano y el portugués se conservan de modo más asequible el génesis de nuestras palabras de hoy: ubicación y donde, en las lenguas mencionadas, donde se dice: dove y onde. Pues hablar de ubicación, necesariamente es decir también del dónde. Cuando un taxista expresa: − ¡Oiga no sea malito, deme la ubicación más clara!−, está pidiendo una orientación para poder llegar donde le solicitamos. En el latín se utiliza el adverbio Ubi, para decir: en donde, de allí el pedir una ubicación; V.gr: Ubi sunt? Ubi terrarum sumus? (¿Dónde están?, ¿en qué sitio de la tierra estamos?). Pero, por qué es más productivo el adverbio Donde; la respuesta la tiene el latín vulgar que nos heredó el adverbio unde: de donde, desde donde, undecumque: de dondequiera. Y que lenguas como el portugués y el gallego conservan un poco más –ejemplo líneas arriba− y lenguas como el italiano, se remiten al uso con inicial dental /d/. Encontraríamos algo así como la secuencia unde˃ onde˃ donde. No dejando de lado el significado del ubi. El eximio filólogo mexicano, Antonio Alatorre menciona que, “la preposición de perdió fuerza significativa al convertirse en articulación gramatical… [asienta como ejemplo] De unde, el de era un pleonasmo, pues unde, significaba por sí solo `de donde´”. Cuando oí a un amigo decir – ¿onde vas? quédate otro ratito− Pensé que usaba un hibrido lenguaje seductor entre latín y portugués, que con alevosía lo expresó para cautivarme en su plática, pero pronto me desilusionó. Pero así son las cosas de la lengua, ubicuas, saucibu…
Los libros y sus autores
SUPERFICIALES
¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes? Nicholas Carr México, Taurus, 2011, 339 páginas
“¿
Por Mtro. Luis Marino Moreno F.
Google nos vuelve estúpidos?” Nicholas Carr condensó así, en el título de un célebre artículo, uno de los debates más importantes de nuestros tiempos: mientras disfrutamos de las bondades de la red, ¿estamos sacrificando nuestra capacidad para leer y pensar con profundidad? En este libro, Carr desarrolla sus argumentos para crear el más revelador análisis de las consecuencias intelectuales y culturales de internet publicado hasta la fecha. Nuestro cerebro, como demuestran evidencias científicas e históricas, cambia en respuestas a nuestras experiencias, y la tecnología que usamos para encontrar, almacenar y compartir información puede, literalmente, alterar nuestros procesos neuronales. Además, cada tecnología de la información conlleva una ética intelectual. Así como el libro impreso servía para centrar nuestra atención, fomentando el pensa-miento profundo y creativo, Internet fomenta el picoteo rápido y distraído de pequeños fragmentos de información de muchas fuentes. Su ética es una ética industrial, de la velocidad y la eficiencia. La red nos está reconfigurando a su propia imagen, volviéndonos más hábiles para manejar y ojear superficialmente la información pero menos capaces de concentración, contemplación y reflexión. Este libro es una alerta sobre la seducción de la tecnología y aquello que estamos sacrificando a cambio de los beneficios y favores del mundo digital. Nicholas Carr Es autor de los libros El gran interruptor (2008), y Las tecnologías de la información ¿Son realmente una ventaja competitiva (2004), y ha escrito para The Atlantic, The New York Times, The Wall Strit Journal, Wired, The Guardian, The Times of London, The New Republic, The Financial Times y Die Zeit, entre otras muchas publicaciones.
07 CIUDAD DEL VATICANO.- Ante los más de 200 mil fieles que colmaron la Plaza de San Pedro en el último rezo del Ángelus de su pontificado, el Papa Benedicto XVI aseguró que “el Señor me llama a ‘subir al monte’, a dedicarme aún más a la oración y a la meditación”. Sin embargo, el Santo padre subrayó que esto “no significa abandonar a la Iglesia, es más, si Dios me pide esto es precisamente para que yo pueda seguir sirviéndola con la misma entrega y el mismo amor con que lo he hecho hasta ahora, pero de modo más apto a mi edad y a mis fuerzas”. Al reflexionar sobre el pasaje evangélico de la Transfiguración del Señor, en el que el Señor “se transfiguró mientras oraba”, el Santo Padre expresó que “esta Palabra de Dios la siento de modo particular dirigida a mí, en este momento de mi vida”. CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI expresó su agradecimiento a los religiosos de clausura en los diversos monasterios y conventos extendidos por todo el mundo, y les aseguró que “el próximo Cónclave se apoyará de modo especial en la límpida pureza de la oración y alabanza”. “La llamada que Benedicto XVI ha dirigido a todos los fieles, de acompañarlo con la oración en el momento de entregar el ministerio petrino en manos del Señor, y esperar confiados al nuevo Pontífice, se hace particularmente apremiante para esos miembros elegidos de la Iglesia que son los contemplativos”. CIUDAD DEL VATICANO.- Al final de esta semana tan intensa espiritualmente, queda solo una palabra ¡gracias! dijo Benedicto XVI, al concluir su pontificado y los ejercicios espirituales, en el Vaticano, alentando a ser testimonios de la Verdad, que es bella, que es Amor. Expresando su gratitud a la comunidad orante en escucha, que le ha acompañado a lo largo de esta semana. Agradeciendo, en pri-mer lugar, al presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, cardenal Gianfranco Ravasi, por las reflexiones - ‘las caminatas’ – dijo el Papa tan bellas en el universo de la fe, en el universo de los Salmos. «Quedamos agradecidos porque la Palabra de Dios nos ha vuelto a hablar, una vez más, con nuevo vigor», destacó el Santo Padre, tras hacer hincapié en la fascinadora riqueza, profundidad y belleza de este universo de la fe. MÉXICO.- La Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, comunica que Su Santidad Benedicto XVI se ha dignado nombrar Obispo de Tlapa a S.E.R. monseñor Dagoberto Sosa Arriaga al presente Obispo Auxiliar de Puebla . La noticia fue publicada en L’Osservatore Romano en Roma la tarde del sábado 23 de febrero de 2013. Monseñor Sosa nació en La Loma, Aquixtia, Puebla, el 15 de abril de 1955. Entró al Seminario Mayor Palafoxiano de Puebla, llevando a cabo ahí, a partir de 1975, los estudios de Filosofía y de Teología. Recibió la ordenación sacerdotal el 24 de abril de 1983, en la Iglesia Catedral de Puebla. El 24 de febrero de 2011 fue nom-brado Obispo Auxiliar de Puebla por Su Santidad Benedicto XVI. SAN LUIS POTOSÍ.- Después de una experiencia ardua de ejercicios espirituales, los miembros del presbiterio potosino han retomado sus actividades en cada una de las parroquias, que forman la Iglesia Potosina. Entre las actividades, que se realizaron esta semana, vale la pena resaltar la convivencia sacerdotal que se llevó a cabo en la parroquia de Moctezuma. En éste lugar fueron recibidos por el párroco padre Juan López Medina así como por el vicario Domingo Alonso quienes, con el apoyo de laicos comprometidos, hicieron pasar un agradable momento a los invitados quienes realizaron deportes así como una emotiva convivencia entre todos los asistentes. SAN LUIS POTOSÍ.- El itinerario para la aplicación del IV Plan de Pastoral invita a la Iglesia Potosina a realizar retiros espirituales con los discípulos y misioneros, para que puedan ser fortalecidos en la fe, la esperanza y la caridad, de tal manera que la Misión Permanente se lleve a cabo con alegría y generosidad, venciendo, además, el cansancio o la rutina de la mismos. Por tal motivo, éste 5 de marzo se llevará a cabo el “retiro de los misioneros”, en “Casa de la Acción católica”, en el que participarán, además de sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas los laicos comprometidos de cada una de las parroquias, grupos y movimientos.
¡Gracias al intercesor...!
Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
Importancia del Canto en la Iglesia Católica
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l Concilio Vaticano II afirma en su Constitución sobre la Sagrada Liturgia que la finalidad de la música sagrada es la gloria de Dios y la santificación de las almas (SC 112). Mal se podría glorificar a Dios y santificar a los hombres si la música y sus textos no estuviesen ungidos por el Espíritu Santo y acordes con la doctrina de la Iglesia, con las fuentes litúrgicas y las letras de la Biblia (SC 121). Desde siempre, la música ha servido para expresar la alegría y la alabanza a Dios. En el Antiguo Testamento la música estaba asociada a todos los aspectos de su existencia personal y colectiva del pueblo de Israel. Todas las épocas del año se marcaron por cantos aprendidos o improvisados. Por medio de algunos ejemplos vamos a analizar la importancia que el canto tiene en diversas situaciones del pueblo de Dios.
“1 En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. 2 El respondió: «¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? 3 Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. 4 ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? 5 Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera». 6 Les dijo también esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y nos encontró. 7 Dijo entonces al viñador: “Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?”. 8 Pero él respondió: “Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. 9 Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás”»” (Lc 13,1-9). El viaje de Jesús a Jerusalén fue un viaje de misericordia. Durante su trayecto pronuncia una enseñanza llena de esperanza. Su predicación se vuelve una invitación oportuna y to-lerante a los excluidos. A lo largo de casi diez capítulos, san Lucas selecciona piezas de la predicación de Jesús muy singulares, mostrando que sus palabras son palabras de gracia, porque descubren el gratuito y clemente amor del Padre celestial, que brinda siempre una oportunidad nueva a quien ha fallado. El evangelio de hoy es uno de los textos más significativos de la primera parte del viaje de Jesús a Jerusalén. Súbitamente le hacen saber a Jesús sobre dos hechos dramáticos: el de los galileos que fueron sacrificados, haciendo que su propia sangre se uniera a la de los sacrificios que ofrecían; y la de los 18 sobre los cuales se desplomó la torre de Siloé; Jesús, en su réplica, refuta la creencia de que la desgracia ocurrida les haya sucedido por culpa de sus pecados; sin embargo, insiste en que todos debemos de tener la capacidad
para percibir las señales que Dios nos ofrece para convertirnos, advirtiendo sobre lo inesperado de la muerte, como el caso del exitoso agricultor, ambicioso constructor de graneros, que esperaba una vida larga para gozar lo acumulado, sin saber que “esa misma noche le reclamarían el alma”. La mención de Pilato y la sangre de los oferentes mezclada con su ofrenda, no deja de ser una señal de su propio juicio y de su muerte. Por otra parte, la Parábola de la higuera es una de las piezas más significativas de la predicación de Jesús. La brevedad de la misma contrasta con la diversidad de temas que contiene: la cuidadosa inversión de Dios en favor del hombre, creando las condiciones necesarias para que sea capaz de dar fruto; la esterilidad del hombre; la obra intercesora del jardinero (parece ser Jesús); y la generosa oportunidad para quienes han sido demasiado tardados en dar fruto; así mismo, también es un llamado al arrepentimiento oportuno, antes de que sea demasiado tarde.
El canto hace huir a nuestros enemigos “Y en el momento en que comenzaron las aclamaciones y las alabanzas, Yahvé puso emboscadas contra los amonitas y moabitas y los del monte Seir, que habían venido contra Judá y fueron de-rrotados”. (2ª Cron 20, 22). El canto tiene la virtud de hacer huir a nuestros enemigos y derrotarlos. Los cantos que levantamos para alabar y adorar a nuestro Señor Jesús ya sea en la misa, en la hora santa, en algún retiro o en la evangelización no le agradan a nuestro enemigo el diablo y huye al escucharlos, pues no le agrada que declaremos que el Señor Jesús nuestro único Rey y Señor. El canto es un medio para que se manifiesten los dones y carismas “Tráiganme ahora un músico, mientras el músico tañía, la mano de Yahvé vino sobre Eliseo”. (2ª Reyes 3, 15). El canto y la música tienen la virtud de que pueden crear un ambiente en donde el Espíritu Santo se puede manifestar poderosamente, de tal manera que se manifiesta la unción del músico y del compositor católico, inspirándole cantos que pueden ayudar a los que lo escuchan sentir sensiblemente la presencia de nuestro Señor Jesús y como en el caso de Eliseo lo ayuda a profetizar, en nuestros días nos ayuda a ser mas sensibles a la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Retiro de Cuaresma 2013 Dimensión de Pastoral y Catequesis
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l encuentro continuo entre el hombre y Dios es un ejercicio que se debe llevar diariamente con una peculiar entrega; los encuentros con Cristo pueden ser muy variados, enriquecedores, como ejemplo podemos recordar algunos pasajes bíblicos en los que se ilustra el cómo Cristo va al encuentro del que por debilidad omite la ley de Dios, también como ejemplo podemos hacer memoria del retiro diocesano de catequistas, que se efectúo el 17 de febrero en la casa de “acción católica”. El retiro diocesano tiene doble intencionalidad: congregar a sus catequistas para vivir y experimentar un encuentro con Cristo y reunir la fe y la experiencia de la mayoría de las catequistas que han dicho sí, al servicio del Evangelio. Bien logrado este encuentro por el padre
Por Luis Ricardo Guerrero
Jesús López “Kino” y su equipo de la Dimensión de Pastoral y Catequesis, ya que suscitaron en los más de mil catequistas asistentes una experiencia que seguramente ayudará a seguir trabajando por el Reino de Dios. En este recogimiento espiritual se contó con el apoyo del padre Francisco Montoya, quien celebró la Hora Santa e hizo resonar en los presentes el amor de Dios para con todos. La celebración eucarística, en donde se depositaron las ofrendas de la entrega y el servicio para con el pueblo de Dios, fue oficiada por el titular de la Dimisión de catequesis el padre “Kino”. Y todo esto es porque la catequesis es más que un adoctrinamiento, es un estilo de vida en Cristo, por eso se viven los encuentros.
Institución de 27 ministros extraordinarios
Pbro. José Antonio Torres Moreno Párroco de El Señor de los Milagros
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egundo domingo de Cuaresma, en pleno comienzo de este largo y fructuoso recorrido cuaresmal, -un tiempo singular y especial, que brota para prepararnos en el acompañamiento a Cristo rumbo a su Pasión, Muerte y Resurrección-, deseo compartirles una viva, desde la Parroquia donde nuestro pastor el señor arzobispo don Jesús Carlos Cabrero Romero, me ha encomendado a servir (Parroquia El Señor de los Milagros). Sí, Dios nos invita a que caminemos con Él. Que sigamos sus pasos sin titubear, que abracemos y amemos nuestra cruz y que seamos testigos valientes y humildes de su Amor, pues esto es lo que hace un verdadero cristiano. Él nos hace partícipes de su amor, para que a su vez, nosotros participemos de este amor a los demás. Para que como insinúa el pasaje de “La Transfiguración” (Lc 9,28-36), deslumbremos a los demás con nuestro testimonio de lo que hemos visto y oído. Es precisamente lo que deseo hacer: deslumbrar e irradiar con las “buenas noticias” la vida de toda persona –tarea de todo cristiano-, pues pareciera que se oscurece y se pierde poco a poco entre las nieblas de la muerte y la violencia. ¡No lo permitamos!
Un nuevo atrio para la Tercera Chica Una ofrenda para la Parroquia de María Auxiliadora
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onservando el estilo arquitectónico en el que fue construido el templo parroquial de María Auxiliadora, en la Tercera Chica, se integraron materiales de la región, que hablen de la manera de vivir de los pobladores de esta zona. El atrio es un monumento al trabajo de cada día, en la ladrillera, en la obra, pepenando basura o en cualquier servicio humilde y sencillo representado por los más de 200 m de piedra, las bardas de ladrillo y la fuente pascual de la cruz que nos da vida y espe-ranza y al mismo tiempo en una ofrenda que los hijos hacen a su Madre; es un signo de amor y respeto a María, nuestro auxilio.
Quiero compartirles que el segundo domingo de Cuaresma, hemos sido deslumbrados por el amor destellante de Dios en esta bella Parroquia. Sí, hemos sentido el brillo radiante de su Amor, en la presencia de nuestro querido pastor don Jesús Carlos Cabrero. Y también porque él nos ha querido regalar 27 nuevos ministros extraordinarios de la sagrada comunión para el servicio de nuestra querida parroquia. ¡Te damos gracias Señor! ¡Sí, nuestra parroquia brilla, con la luz propia del Sol que es Cristo! ¡Hemos sido deslumbrados y atravesados por la luz amorosa de Dios! ¡Cristo desbarata la niebla, irrumpe en la oscuridad, desgarra la noche, para que entremos con cálida confianza y degustemos de su Luz! Que la luz del Señor –Sol naciente- ilumine todos nuestros pensamientos, obras y acciones en este camino cuaresmal, y María dirija por el recto camino hacia la Pascua, nuestra oración, penitencia y caridad. Amén.
Monseñor Cabrero benidjo la obra terminada
La comunidad Parroquial se reunió felizmente para celebrar el término de la obra, esfuerzo de todos.
Ejercicios espirituales del Presbiterio Potosino Por Pbro. Domingo Tenorio
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n torno al tiempo de Cuaresma que iniciamos el pasado día 13 de febrero con la Imposición de la Ceniza, tuvimos como Presbiterio Potosino nuestros ejercicios espirituales propios y necesarios que cada año realizamos. Los sacerdotes que estamos al frente de nuestras responsabilidades, parroquias, movimientos, dimensiones u otros cargos, necesitamos fortalecernos en la oración, en la comunión con Dios, la Iglesia Universal y principalmente con el Papa, nos dispusimos estos días a prepararnos para vivir y celebrar la Semana Santa. Convocados y acompañados por nuestro pastor el señor arzobispo don Carlos Cabrero y bajo la conducción del padre Enrique Ponce de León S.J., nos reunimos la semana del 18 al 22 de febrero en el santuario de Jesus María, para meditar, orar, celebrar la Eucaristía y convivir como hermanos sacerdotes.
Esta experiencia se desarrolló en un clima de fraternidad y paz, por medio de la escucha atenta a la Palabra de Dios, que nos dispone para vivir con un sentido mas cristiano y de fe la Cuaresma, Semana Santa y el tiempo de Pascua. Nos llevamos el compromiso de transmitir esta experiencia de oración a cada una de nuestras parroquias y comunidades, y así redescubrir la belleza y la alegría de creer en Jesucristo vivo. Coincidió, que también el Papa vivió su semana de ejercicios espirituales. Ello nos demuestra la necesidad que todos tenemos de disponernos interiormente por medio de la oración, el silencio y la reflexión a vivir con fruto la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Durante esta semana tuvimos muy presente en nuestra oración al papa Benedicto XVI y los invitamos a todos a seguir orando para que el Señor lo siga fortaleciendo en estos momentos difíciles de su vida y de la vida de la Iglesia.
MARZO 03 DE 2013
Nos preparamos para vivir esta cuaresma con un sentido más cristiano.
Juntos redescubrimos la belleza y la alegría de creer en Jesucristo vivo.
Esta experiencia se desarrolló en un clima de fraternidad y paz, en la que aprovechamos a estrechar lazos de amistad.
Tuvimos la oportunidad de convivir y compartir experiencias.
Nos reunimos convocados y acompañados por nuestro pastor el señor arzobispo don Carlos Cabrero y bajo la conducción del padre Enrique Ponce de León S.J.
Nuevos Decanos en la Iglesia Potosina
P. Héctor Matías Villela Huerta San Pío X
P. Carlos Flores Reséndiz San Francisco de Asís
P. José Luis Guzmán Pérez San Luis Rey
P. J. Santana Rivera Carranza Paulo VI
P. Fernando Castro Villanueva Juan Pablo II
P. Gerardo Torres López Santa Cruz
La opinión pública y el cónclave Por Jorge Enrique Mujica
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n otro momento de la historia eran los Estados los que buscaban ejercer sus condicionamientos ante la elección de un Papa. Hoy en día es la opinión pública. Esta es la constatación que un comunicado de la Secretaría de Estado de la Santa Sede difundió el sábado 23 de febrero de 2013 a propósito de una creciente marea de publicaciones suscitadas a raíz de la renuncia de Benedicto XVI y el inminente Cónclave. Entre esas graves mentiras que han publicado revistas, periódicos y que se han difundido en noticieros, tanto radiofónicos como televisivos es sobre un informe privado presentando por una comisión de tres cardenales (Julián Herranz, Joseph Tomko y Salvatore De Giorgi) a Benedicto XVI, a raíz de la filtración de documentos en el Vaticano. Algunos medios aseguraban haber accedido al «informe secreto» cuyo contenido (corrientes de poder, divisiones en la Iglesia e incluso un poderoso lobby gay capaz de determinar decisiones), como dice el título de una conocida revista italiana, «condicionaría el Cónclave». Otros medios han llegado hablar de “sexo y carrerismo, el chantaje en el Vaticano detrás de la renuncia del Papa”. The New York Times, el tradicional periódico anticatólico, también puso de su parte –aunque en otro tema– al apuntar los reflectores a la cita que el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, tuvo en la corte por casos de abusos contra menores en la diócesis de Milwaukee. El artículo («Lawyers Question New York Cardinal in Milwaukee Suits», 20-02-2013), fue firmado por la señora Laurie Goodstein, quien en el pasado hizo todo lo posible por involucrar al Papa en algún caso de abuso, sin lograrlo (véase, por ejemplo, «El abuso de los abusos», «The New York Times y el efecto boomerang» y «Quién es quién en el escándalo de los abusos»). Como señala Juanjo Romero en el blog «DeLapsis», «El cardenal acudió voluntariamente, lo esperaba hace tiempo, para hablar sobre la decisión que tomó hace nueve años de publicar los nombres de los
sacerdotes involucrados en casos de abuso. Prestó toda su colaboración. No está acusado de nada». Pero la prensa de lengua española pronto se dio a la tarea de inventar, tomando pie del despacho de prensa de la agencia Associated Press. Así se explica el surtido elenco de titulares que van desde «Destituyen a cardenal de NY por proteger a sacerdotes acusados de abusos» (Univisión; quien de hecho borró posteriormente el artículo), pasando por «Destituyen arzobispo de Nueva York por escándalos sexuales» (El País-Colombia, 21.02.2013), hasta «Por proteger a pederastas destituyen al cardenal Dolan de NYC» (El Diario, 21.02.2013), «Destituyen a arzobispo en NY por proteger abuso sexual; participará en cónclave» (Animal Político, 21.02.2013) o «Destituyen a arzobispo de ciudad de Nueva York» (Terra-España, 21.02.2013). «Es deplorable que, a medida que se acerca el inicio del cónclave y los cardenales electores estarán obligados, en conciencia y ante Dios, a expresar con plena libertad su elección, se multiplique la difusión de noticias, a menudo no verificadas o no verificables, o incluso falsas, incluso con graves perjuicios para las personas y las instituciones», decía también el comunicado de la Secretaría de Estado del Vaticano. En términos de comunicación y fraude el panorama no es menos triste: cuando no hay fuentes ni datos que justifiquen las aseveraciones entonces no hay periodismo sino ficción y, además, como dice Diego Contreras en el blog «La Iglesia en la prensa barata». Pero lo barato de las fantasías sale caro al lector que paga por un producto que, a fin de cuentas, es una mentira. Y cuando grandes periódicos se conforman con reproducir repetida y acríticamente rumores entonces no es difícil pensar en la consciente aceptación de la difamación. Casualmente, siempre contra la misma institución…La Iglesia.
Yo CREO...y vivo mi FE
Nuestro Credo para la Cuaresma Por P. Memo Gil
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uevamente en ésta ocasión, no comentaré uno de los artículos del Credo como lo venía haciendo, pero espero retomarlos en la siguiente edición de éste semanario. Me parece oportuno recapitular un poco el camino que hemos andado. Ya que en este tiempo litúrgico de la Cuaresma, se nos propone hacer la Profesión de Fe durante la Misa usando el Credo breve o “Símbolo de los Apóstoles”. Por esto mismo, considero que es interesante transcribir el propio Credo “cortito”, como comúnmente le decimos, y que propiamente se le debe designar como “Símbolo de los Apóstoles”. Ofrecemos entonces el texto del Credo que se nos invita a recitar en éste Tiempo de Cuaresma, y que hemos venido reflexionando en las sencillas catequesis, que aquí semanalmente se les han ofrecido: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén Qué bueno que no solo podamos leer aquí el Símbolo de los Apóstoles, que es nuestro Credo de Cuaresma, sino que lo va-yamos mejor saboreando y meditando, pues la Iglesia, nuestra madre, nos invita a profesar nuestra fe usándolo ahora, como valiosa expresión de la riqueza de su magisterio. Que nos va guiando siempre en lo que nos ayuda a darle más sentido a la fe que debemos vivir. No es un capricho entonces, el que se nos invite a decirlo durante la Misa en éste tiempo litúrgico que vivimos. Sino más bien, el poder hacer uso de ésta bella elaboración del Credo de las primeras comunidades cristianas. Y que ahora nosotros, al ser herederos de la rica tradición de la Iglesia, lo utilizamos como haciendo eco de aquellos hermanos que lo profesaban, y estaban dispuestos a dar su vida por esas verdades de fe, tal y como ahora nos preparamos a vivir el gran misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor, en donde Jesús da su vida para que nosotros tengamos vida.
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MARZO 03 DE 2013
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Paseos en el Louvre
s triste el destino de los museos, y entre más grande el museo más triste el destino. El que vive en sus cercanías no lo visita: ya lo hará después; y el turista, que sí lo visita, lo recorre casi volando, saltándose salas y esquivando galerías. -¿Dónde está la Gioconda?, pregunta el visitante apresurado al entrar al Louvre. Como se dice, las cosas claras: él ha venido únicamente a tomarse la foto. Una foto con la Gioconda, otra con la Venus de Milo, otra más con el San Francisco del Giotto, la última con un cuadro de Delacroix para demostrar que también vio otras cosas, y buenas noches: bastante le queda por ver en ese París que no se acaba. Por decir así, entró al Museo para ver lo que ya había visto muchas veces en libros de arte y tarjetas postales, para cumplir con una obli-gación casi sagrada. No le gustaría que al estar de vuelta en casa, sus allegados lo acribillaran con recriminaciones del tipo: -¡Cómo! ¿No visitaste el Louvre? Apenas podemos creerlo. ¿De veras no estuviste allí? Ante semejante eventualidad no sabría qué responder ni dónde meterse de vergüenza. Así que mejor una breve visita a todo vapor, como se dice, y todos contentos. Cuando nuestro turista, después de rebasar cientos y cientos de pinturas que no ve, llega por fin a la sala buscada, no puede evitar que el corazón le dé un vuelco. El que lo viera con un poco de atención juraría que se halla sumamente sorprendido. Y sí que lo está, pero no por la Gioconda (pues, según se ha dicho, él ya la ha visto en infinidad de reproducciones), sino por el hecho de estar frente a ella y no poder sacarse una fotografía en santa paz debido a las múltiples cabezas anónimas que amenazan con salir en ella. Como quiera que sea, logra abrirse paso –dando codazos, como buen mexicano-, aprieta el botón y colorín co-lorado, la estancia en el Museo se ha acabado. Esta actitud para con la obra de arte ya había sido denunciada por el filósofo alemán Walter Benjamin (1892-1940); fue él quien dijo en un ensayo de 1936 que tan pronto como las obras de arte empezaran a reproducirse industrialmente empezarían también a perder esa aura de respeto que las circundaba. A diferencia de la artesanía (que es realizada según cánones invariables heredados de la tradición y que, por tanto, es un objeto que se repite constantemente a sí mismo), la obra de
arte es única e irrepetible, y en eso radica precisamente su valor. Ahora bien, desde el momento en que pueden encontrarse copias de dicha obra hasta en una bolsa de papas fritas o incluso en la pared más innoble y grasienta, ésta ha muerto por exceso de vulgarización (o de banalidad). El antiguo, si así lo quería -por no tener a su alrededor la cantidad de objetos e imágenes que reclaman la atención del ciudadano posmoderno-, podía quedarse horas y horas viendo una modesta pintura, considerando los detalles y tratando de aprehender el gran significado del conjunto. De hecho, fue gracias a esta atención todavía virgen que la Iglesia, a partir de los siglos V y VI empezó a decorar sus templos con obras pictóricas que venían a ser como la Biblia de los iletrados: «Las pinturas se usan –escribió san Gregorio Magno hacia el año 600- para que, quien no sepa leer, pueda leer en las paredes lo que es incapaz de leer en los libros». Los constructores de las catedrales suponían que el creyente, al no estar poseído por la prisa, se detendría a observar los cuadros y que, gracias a ese ejercicio de atención, su vida se vería afectada para bien: cosa que, por lo demás, hoy ya no es tan segura gracias a esa multiplicación de las imágenes de que se quejaba Benjamin.
Ahora bien, ¿por qué esta queja? ¿Sólo por el aura perdida de las obras de arte? ¡De ningún modo! Lo que está en juego no es solamente el aura de las imágenes, sino, a lo que parece, algo mucho más importante aún: la dimensión contemplativa de la vida humana. Dice así Walter Benjamín: «La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica es una obra carente de aura, que no invita ya a la contemplación y al recogimiento, a una intensa vida espiritual, sino sólo a la diversión». ¿Quería decir nuestro autor que los manifiestos publicitarios, el cine (y hoy la televisión e Internet) han acabado haciéndonos menos contemplativos y más superficiales que los hombres y mujeres de otros tiempos? Al parecer, sí. Y muchos años después de Benjamin, Jean Baudrillard (1929-2007), otro gran intelectual del siglo XX, confirmó el diagnóstico cuando dijo que «el éxtasis de la Polaroid conduce a vivir en la superficie de lo que hay». En el fondo de lo que se trata es de recuperar el sentido de la admiración, pues sin él la vida nos parecerá siempre demasiado chata. Urge devolver a las cosas –y no sólo a las obras de arte- el aura perdida: verlo todo como recién salido de las manos de Dios. Mientras los rostros nos sigan asombrando, los cuadros emocionando y los crepúsculos (como al Principito) entristeciendo, no todo estará perdido.
Verdades universales Esquilo Por Mtro. José Ricardo García López
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squilo juntamente con Sófocles y Eurípides son los trágicos griegos que consigna la Historia de la Literatura Universal como los más conocidos, tal conocimiento se debe quizá a que, de ellos, se han conservado obras completas, rescatadas de la destrucción y principalmente del desinterés y descuido. De Esquilo se conservaron únicamente siete tragedias: Las Suplicantes, Los Persas, Los Siete contra Tebas, Prometeo Encadenado, y la Trilogía de Orestes compuesta por: Agamenón, Coéforas y Euménides. De estas siete obras, y siguiendo el ejemplo del padre Juan Jesús Priego en su último artículo del año 2012 en nuestro periódico La Red, y como también fui alumno de monseñor Joaquín Antonio Peñalosa, hice lo que nos recomendó cuando nos exhortó a leer a los trágicos griegos: extraer algunas frases que nos parecieran las más hermosas y llenas de expresión. Desde luego el criterio de selección es totalmente personal y, como es obvio, subjetivo. Lo que pretendo ahora con este trabajo de compilación es que nuestros jóvenes que, en el mejor de los casos, leen muy poco y en el peor, no leen absolutamente nada, si se les ocurriera tomar este artículo en sus manos lean algunos párrafos y sientan la curiosidad de investigar en dónde y por qué se dijeron tales cosas y así introducirlos poco a poco en la fascinante lectura de los clásicos a quienes muchas veces, sin siquiera haberlos leído les profesamos tanto respeto que nos da pavor intentar su lectura, este sentimiento lo tenemos, sobre todo, en la juventud. Iniciaremos nuestro trabajo mencionando algunos datos biográficos de Eurípides y pasaremos luego a los conjuntos de frases, cada conjunto va separado por el nombre, a manera de un subtítulo o acápite, de la tragedia de la que fueron extraídas dichas frases. Esquilo nació en la ciudad de Eleusis que se encuentra situada al norte de Atenas en Grecia el año de 525 antes de Cristo, su padre Euforión era de origen noble. Sus biógrafos no mencionan a su madre y en cuanto a sus hermanos algunos mencionan a un tal Cinegiro que fue muerto en la guerra de Maratón. Otros mencionan como su hermano a Aminias y dicen que una hermana, de la que no dan el nombre, estuvo casada con Filopites
y que de este matrimonio nació una dinastía de trágicos cuyos nombres son: Filoclés, Mórsimo, Astidamas, un segundo Filoclés y un segundo Astidamas. Con toda seguridad Esquilo fue iniciado en los Misterios de Démeter, la religión de su pueblo. Como era hombre religioso influyó en él también la religión délfica de Apolo y de Zeus. El año 500 debutó como actor dramático y ya para el año 484 triunfa en un concurso de teatro después de haber regresado triunfante de un combate en Maratón al que se había enrolado el año 490. En el concurso sobre la composición de un epigrama en honor de los caídos perdió el primer lugar frente a Simónides. Una vez que consolidó su fama como escritor de tragedias, fue invitado a Siracusa por Hierón, ahí representó la tragedia llamada Etnee (perdida hasta ahora); el año 468 fue vencido en un certamen celebrado en Atenas frente al entonces joven Sófocles; diez años después en el 458 obtiene un afamado triunfo con la Orestiada que también se conoce como la Trilogía de Orestes; tres o cuatro años después de este triunfo muere en Gela. Sobre su muerte existe una curiosa leyenda: Un águila alza en vuelo a una tortuga para devorarla, pero para ello debe romper el caparazón, al contemplar, desde las alturas, la cabeza calva de Esquilo, la confunde con una roca y deja caer la tortuga que con su ímpetu causa la muerte de nuestro trágico. La tumba de Esquilo por muchísimos años fue honrada con culto. Los actores le ofrecían sacrificios. Su epitafio que el ya había compuesto con anterioridad decía: Los bosques de Maratón atestiguan su ardor guerrero. Supieron experimentarlo los medas de largos cabellos. Como vemos no se dice ni una sola palabra sobre su obra trágica, esto debido, tal vez a su carácter austero y porque tuvo siempre como un honor su participación en la guerra contra los persas. Sabemos que un hijo suyo llamado Euforión, fue también poeta trágico. En las próximas ediciones transcribiré las frases que extraje hace ya muchos años de los trágicos griegos y de las introducciones elaboradas por algunos de sus traductores y que, entonces titulé como: Verdades Universales.
Para vivir la cuaresma
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Por Javier Algara
l inicio de la cuaresma, con su llamado a la conversión, o sea, a la disposición radical a observar la voluntad de Dios, aunado a la lectura del evangelio de la pesca milagrosa me pusieron a pensar qué hubiera pasado si san Pedro, en vez de hacerle caso al consejo de Jesús de echar de nuevo las redes al mar, lo hubiera ignorado. Bien podía haber pensado, con la más elemental lógica humana, que qué consejos le podía dar a él, un avezado pescador, un carpintero de Nazareth. Era un consejo absurdo, a todas luces. Pedro ya lo había intentado toda la noche inútilmente, y su experiencia le decía que cuando los peces no pican es que no pican, y punto. ¿Qué sabía ese nazareno, carpintero e hijo de carpintero, sobre las artes de la pesca y sobre los caprichos de los peces? Sin embargo, Pedro, el pescador, decidió confiar en la palabra del Carpintero. Y los frutos de esa confianza sobrepasaron los cálculos más ambiciosos. Es obvio que si Pedro hubiera antepuesto su experiencia como hombre de mar a la “ingenuidad” del artesano Jesús, se hubiera quedado con las manos vacías. Con alguna frecuencia Jesús también nos hace a nosotros algunas indicaciones absurdas. (Las hace generalmente a través de la Iglesia, claro). Es absurdo, nos dicen nuestros modernísimos medios de comunicación que la Iglesia pida a los jóvenes que sean castos y puros. ¿Qué no saben el Papa y los obispos que negar la inmediata satisfacción de las necesidades sexuales a un joven puede traumatizarlo severamente? La psicología ha demostrado, alegan, que los estímulos sexuales deben ser obedecidos so pena de crear complejos incapacitantes. Es también absurdo que Jesús nos pida que perdonemos al que nos hace daño. ¿Es que no sabe Dios que si permites que te hagan daño una vez van a abusar de ti toda la vida? Hombre, eso lo saben hasta los niños. ¿Como sigue la Iglesia insistiendo en que perdonemos a los que nos ofenden? El perdón es la excusa de la pusalinimidad, dicen los enterados del mundo. Igualmente absurdo es la oposición terca de la Iglesia al aborto y al control natal, dicen muchos sociólogos y psicólogos, respaldados por los partidos de izquierda. Si basta ver las estadísticas para darse cuenta del peligro que corre la humanidad a causa del incremento poblacional. Y el Papa sale con sus ingenuas prohibiciones del condón, comentan los personajes de los noticieros televisivos ante el beneplácito de las mayorías. Ante estas y otras variadísimas y absurdas indicaciones de Jesús, el cristiano se ve en la necesidad de decidir si creerle a Él o a la lógica, al sentido común de la sociedad y a la ciencia moderna. A veces, cuando optamos por ignorar la voluntad del Señor, lo hacemos no tanto por llevarle la contraria sino por no saber cómo reconocer una petición suya. Simplemente no estamos entrenados en el arte de abrir los ojos a la voluntad de Dios. Esto, obviamente, es fruto de la ignorancia de las cosas más elementales de la fe cristiana. No se nos enseña a distinguir la voluntad de Dios entre tantos estímulos y exigencias que recibe nuestra atención continuamente. En otras ocasiones rechazamos la indicación divina porque, aunque sabemos que viene de Dios por conducto de la Iglesia, del Papa o los obispos, de verdad nos parece absurda, contraria a la ciencia y a la razón. El Papa será el Papa -pensamos- pero las exigencias económicas y sociales, la política, la pasión y todo eso tienen un peso mayor en la inmediatez de la vida cotidiana. Le creemos más a los científicos que a Dios. Esto es resultado de una fe inmadura, infantil, poco formada. No llegamos todavía a confiar totalmente en Dios. Por último, con frecuencia rechazamos las peticiones de Cristo porque nuestra soberbia nos hace creer que podemos enmendarle la plana. El verdadero dios soy yo, quien tengo el poder y el derecho de decidir qué es bueno y qué es malo. Imaginar lo que hubiera pasado si Pedro se hubiera guiado por su experiencia, por la técnica y por su soberbia puede ayudarnos a imaginar lo que pasaría si nosotros también hacemos lo mismo. Ignorar la voluntad de Dios es quedarse con las manos vacías en la vida, la insignificancia. La conversión, el aprender a confiar totalmente en Dios, nace de la fe, de haberse encontrado con Cristo y haber reconocido en Él al salvador. Mas la fe necesita madurar para llegar a obedecer al Carpintero y lanzar exitosamente las redes donde los peces no pican. La cuaresma es tiempo propicio para someternos a los procesos de maduración de la fe: escuchar la Palabra de Dios, orar, participar en la liturgia y en la vida toda de la Iglesia, dejar nuestras seguridades económicas para bien de otros, perdonar, por ejemplo.
Fe y política
El Papa: frente a Dios y a su conciencia
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unca he olvidado el cuento de uno de los libros de texto de mi ya muy lejana infancia, que na-rraba el paso por el pueblo de un viejo y un joven montados en un sufrido pollino. Cuando la gente los vio pasar los criticó porque, compadeciendo al pollino, se decían: pobre animal que ha de cargar con tanto peso. A su regreso resolvieron evitar las críticas y solo montaba el viejo, pero la gente se decía: pobre muchacho que camina a pié mientras el viejo monta cómodamente. A su siguiente paso por aquél lugar resolvieron que quien montara al pollino fuera ahora el muchacho, pero igual número de críticas les llovieron porque ahora el compadecido era el viejo. El cuento acaba cuando a su paso por el pueblo, ambos, luego de un sesudo acuerdo y para evitar finalmente las críticas, resolvieron cargar entre los dos, con grandes dificultades, y aún más grande ridículo, al privilegiado pollino. La noticia que viene ocupando los grandes espacios de los distintos medios y foros es, como ya sabemos, la dimisión de Benedicto XVI. ¡Cuantas opiniones y cuantas críticas hemos escuchado y hemos de seguir escuchando! El adelanto tecnológico, la necesidad de los distintos medios por estar vigentes y ahora las redes sociales, le proveen a todos de un micrófono para dar opiniones y han hecho de nuestra sociedad humana, no obstante los muchos millones de seres humanos que la componemos y el enorme territorio del planeta, un especie de “pueblo chico, infierno grande”, mientras parece cumplirse la sentencia de Simone de Beauvoir: “El infierno son los otros”.
Cuando nuestro Papa, Benedicto XVI, salió electo hace ocho años comentó con gran sencillez que había orado para no ser llamado a tal encargo. Muchos medios de comunicación hicieron encuestas para que la gente opinara si sería cierto, o no, que antes del cónclave y en un diálogo personal ante Dios, el entonces nuevo Papa hubiera orado y no hubiera buscado “la notoriedad y el poder” que significaba el pontificado. A ocho años de distancia su dimisión ha generado toda suerte de comentarios en el sentido inverso, ahora para cuestionar si alguien, en su justo juicio, es capaz de abandonar lo que supone “notoriedad y poder”. Tales comentarios ignoran, desde luego, la lucidez del Papa, su valentía y humildad para reconocer su actual limitación humana. Hace diecinueve años (noviembre de 1994) tuve el privilegio de conocer personalmente al entonces cardenal Ratzinger en una audiencia que sostuvo en Roma con representantes de veintidós países, que asistíamos a un congreso teológico. Él estaba a cargo de la propagación de la fe. El impacto que personalmente sentí, y todos igual que yo, no fue por una personalidad arrol-
Por Lic. Rafael Gómez
ladora a su ingreso a la sala sino cuando tomó asiento, e hizo de su modesta silla, una cátedra con luz propia que iluminaba a todos con la sencillez propia de los sabios y de los santos. ¡Qué vigor, que convicción y qué profundidad teológica en sus palabras que descubrían, en todo momento, sus raíces en la Palabra de Dios! No existe democracia sin libertad así como tampoco libertad sin democracia y, en aras de la libertad y de la democracia, todos, hemos de opinar “sobre los valores sociales” con que cada cultura debe contar. Sin embargo, por nuestra naturaleza ética, hemos de estar en condiciones de buscar los “propios valores” que cada quien descubre, consigue y asimila. El origen interno de la ética (que da lugar a la sana convivencia humana) en la consecución de los valores, “solo nace en la interioridad de cada ser humano en cuanto persona” y estos son resultado “de la propia reflexión y de la propia elección”. Cada quien tiene, pues, “la obligación” y el derecho, sin pasar por la crítica y el consenso, de tomar decisiones propias así como de cargar solo con sus propios pecados. El Papa, en cuanto hombre y sucesor de Pedro no carga con las culpas de la Iglesia. Jesús, en cuanto Dios, es el que carga y borra las culpas de la Iglesia. Cuando nuestro Papa, Benedicto XVI, sostiene que su dimisión proviene de haber “examinado reiteradamente” ante la propia conciencia y ante Dios una causa humana (su ausencia de vigor) y una causa divina -en cuanto al efecto en el pueblo de Dios y el encargo que le viene de Él-, hemos de aceptar todos y especialmente en la Iglesia de, que es cosa de él y de Dios. El problema es este: El idioma del creyente y el del no creyente son distintos. Los creyentes vemos perseguido a nuestro Papa porque en el no creyente deja dudas su falta de apego al concepto del poder humano y no se apega al concepto humano del poder. Aunque Jesús murió y resucitó por todos, no todos han recibido y no todos han aceptado el Evangelio; este sí es un pecado de los cristianos, que nos desgastamos en celos y críticas internas, mientras millones en el mundo no co-nocen y no aceptan a Jesucristo como Señor y Salvador. Por otro lado, es claro que cuando la acción de Dios está por vaciarse en la acción humana, hay una acción que trata, con toda su fuerza, de impedirlo: “porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre sino contra principados, potestades, dominadores de este mundo oscuro y contra los espíritus del mal” (Ef 6, 1213). Este, pues, es un momento de fe que nos debe unir a la intención del Papa “de retirarse para orar con la Iglesia y por la Iglesia” que está llamada a permanecer siempre unida y en oración.
Los viajes de Benedicto XVI
(Primera parte)
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l legado de los viajes del Papa Juan Pablo II, definió el papado como una institución mundial a finales del siglo XX. El Papa Benedicto XVI durante ochos años como Santo Padre, continuó el camino de su predecesor y visitó 24 países de cuatro continentes en 100 días de los 2,800 de su pontificado, siendo Asia el único continente al que no llegó a ir. A continuación un breve recorrido por sus viajes apostólicos fuera de Italia.
2005. El primer viaje de Benedicto XVI fue a Alemania (su país natal)
para reunirse en Colonia con los jóvenes del mundo entero del 18 al 21 de agosto en la Jornada Mundial de la Juventud. En esta visita se reunió también con representantes de algunas comunidades musulmanas y visitó la Sinagoga de Colonia.
2006. El Santo Padre visitó Polonia del 25 al 28 de mayo, donde
participó de un encuentro ecuménico, visitó los Santuarios de la Virgen de Kalwaria, y el de la Divina Misericordia. El Papa también visitó el campo de concentración de Auschwitz, Birkenau e hizo una oración en memoria de las victimas que ahí perecieron. Del 8 al 9 de julio el Pontífice visitó la ciudad española de Valencia, para el V Encuentro Mundial de las Familias. En este viaje oró en la Basílica de la Virgen de los Desamparados por las víctimas del accidente del metro ocurrido cinco días antes de su llegada en esa misma ciudad. Dos meses más tarde del 9 al 14 de setiembre, viajó por segunda vez Alemania, y visitó las ciudades de Munich, Altötting y Ratisbona, fue en esta última ciudad donde se llevó a cabo el encuentro con el mundo de la cultura y ofreció un discurso a los representantes de la ciencia en el Aula Magna de la Universidad de Ratisbona, donde fue catedrático y ahora profesor honorario. En su acercamiento al mundo musulmán y como último viaje del año, visitó Turquía, del 28 de noviembre al 1 de diciembre. Aquí el Papa celebró la Santa Eucaristía en el Santuario de la Casa de María en Éfeso. También se reunió con líderes cristianos ortodoxos y asistió a una Liturgia Divina celebrada por el patriarca ortodoxo de Constantinopla, Bartolomé I.
2007. En su primera visita al continente americano, el Santo Padre
llegó a Brasil con ocasión de la V Conferencia General del Episcopado latinoamericano y del Caribe, que se realizó en el Santuario de Aparecida del 9 al 14 de mayo de 2007. Posteriormente del 7 al 9 de setiembre, Benedicto XVI viajó a Austria con ocasión del 850 aniversario de la fundación del Santuario de Ma-riazell. En este viaje entre tantas actividades el Papa tuvo un encuentro con los colaboradores voluntarios de los organismos de ayuda del país, y también con los a los monjes cistercienses de la Abadía de Heiligenkreuz.
2008. Del 15 al 20 de abril, el Santo Padre viajó a Estados Unidos
para visitar y dirigir un discurso en la sede de la Organización de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. El papa también oró en el lugar donde se ubicaban las Torres Gemelas, y se reunió con las víctimas de abuso sexual por parte de los sacerdotes. También dialogó con representantes de otras religiones. Se estima que 60 mil personas participaron en la Misa que celebró en el Estadio de los Yankees. Este año, Benedicto XVI viajó a la ciudad de Sydney, Australia, del 12 a 21 julio, para participar nuevamente de la Jornada Mundial de la Juventud. Este evento atrajo a más de 500 mil personas a la Misa de clausura, convirtiéndose así en el encuentro más grande de personas realizado en la historia de ese país. Como último viaje de este año, del 12 al 15 de septiembre, El Papa realizó su viaje apostólico a Francia con ocasión del 150° aniversario de las apariciones de Lourdes. En esta visita también destaca el diálogo con una delegación judía, y la vigilia de oración con los jóvenes en la Plaza de la Catedral de Notre Dame.
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Curaciones y confianza
Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a Él mucha gente; Él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: “Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva”. Y se fue con Él. Le seguía un gran gentío que le oprimía (Mc 5, 21-24).
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quí está otra vez Jesús rodeado de muchas personas que le buscan por diferentes intereses; sobre todo porque ha corrido su fama de sanador de enfermedades. Seguramente habían también los que deseaban aprender de Él al saberlo profeta; otros más eran solamente curiosos que necesitaban pan y circo, algún entretenimiento muy merecido pues el pueblo estaba en manos del imperio romano, de vez en cuando hacía bien alguna distracción y este famoso nazareno era una celebridad, y además era gratis. Entre la muchedumbre también estaban los fariseos, esperando escuchar o ver algo que inculpara a Jesús y así poder acusarlo ante las autoridades religiosas o bien ante las autoridades romanas para escarmentarlo, callarlo, encarcelarlo o darle muerte con el permiso de la ley. Jairo, un jefe de la sinagoga, es decir una de las autoridades religiosas judías, probablemente por su sola necesidad, fue en busca de Jesús; aparentemente, el que haya ido a buscarlo no significa que lo haya aceptado en su vida como un salvador, al contrario, cualquier autoridad religiosa de los judíos era no partidaria del Reino de Dios que anunciaba Jesús, sin embargo, la necesidad lleva a aquel hombre a la presencia de Jesús. Un buen padre de familia hace hasta lo imposible por el bienestar de sus hijos, y su pequeña hija estaba no solo enferma, sino según el mismo Jairo estaba agonizando; estaba mucho más que enferma. Él estaba desesperado. Pudo ir a buscar ayuda con los médicos del pueblo, quizá buscar un diagnostico aproximado que le diera esperanzas; pero decidió ir donde Jesús; aquí estaba arriesgando su prestigio como jefe de la sinagoga, pero eso le importó muy poco, antes que nada estaba su hija a quien amaba. Y arriesgó aun su “buena fama” a cambio de la vida de su hija, ¡qué sacrificio! Sin embargo no se equivocó. Al ir con Jesús tuvo esperanza; y aunque Jesús no fue inmediatamente, puesto que en el transcurso se encontró con otras diligencias que atender, el buen Jairo estaba en el camino, estaba en buenas manos, en las manos de Jesús, que siempre está dispuesto a hacer el bien; si Jesús no hubiese hecho aquel milagro que le suplicaba aquel padre de familia por la poca o mucha fe de aquel hombre, seguramente hubiese hecho el milagro de la salud por su gran amor, por su misericordia; seguro hubiese curado a la pequeña para manifestar el inmenso amor de Dios. Aquel hombre, jefe de la sinagoga, en efecto muestra su interés en que
Jesús vaya donde su hija y la cure, pero también manifiesta su absoluta confianza en Él; incluso le pide expresamente a Jesús que le imponga las manos a la pequeña, que le dé la salud y la vida que solamente puede dar el Todopoderoso; aquel hombre afligido sabía en su corazón que Jesús no desampararía a una criaturita necesitada de ese amor de Dios que cura, que perdona, que sana. Un gesto dramático adopta aquel apesadumbrado hombre: se arroja a los pies de Jesús y le suplica que vaya a atender a su hija. Este gesto está reservado para el Dios omnipotente; ponerse a los pies de Jesús significa que se postró, que al humillarse ante Él, pone a Jesús por encima de sí mismo; significa que lo reconoce como al único ser que puede ayudarle en esta situación tan triste, tan amarga, tan sin solución. Y no solo se pone a los pies de Jesús, también le suplica que atienda a su hija; y aun más, lo hace con insistencia, es decir, reitera su necesidad, se hace oír, insiste porque sabe que su pequeña está en un inminente peligro. Insistir; Jesús enseñó a sus discípulos a insistir, a suplicar y a reiterar la súplica, no porque el Señor se tarde ni en escuchar ni en atender, sino porque de esta manera se expresa la verdadera necesidad personal del poder de lo alto y al mismo tiempo la pequeñez de quien suplica ante la grandeza del Poderoso, del que tiene las vidas de todos en sus manos; insistir significa que reiteramos la confianza en el Señor; significa que no hay ningún poder humano capaz de dar la vida sino so-lamente Él, el creador y consumador de toda existencia.
Insistir es el secreto, no solo de alcanzar gracia, sino de no salirnos de las manos ni del poder del que es misericordioso. Insistir es una actitud de humildad; insistir es manifestar el miedo a resbalarnos de la gracia de Dios, el que da y conserva la vida; como dice un bello salmo: mejor es refugiarse en el Señor que confiar en el hombre (Sal 118, 8). Insistir es la palabra. ¡Cuántas veces se desanima el creyente porque se hace la idea de que su súplica no es escuchada, cuántos se alejan de Cristo o de la Iglesia por no encontrar eco en sus súplicas, cuántos se marchan porque creen en su interior que no se atiende debidamente a sus necesidades! Es que dejaron de insistir. Dejar de insistir es dejar de creer, de esperar, de confiar; esto es: dejar de tener fe. Jesús manifestaba a sus discípulos frecuentemente que no perdieran la paz (Jn 14, 27), a pesar de que las cosas no les fueran bien. Dice san Marcos: y Jesús se fue con él. Esto es ganancia. Esto es tener resuelto el asunto. Jesús se fue con él; es decir, no dijo que no, ni dijo que sí, sencillamente se puso en camino, rumbo a la casa del jefe Jairo. Esta actitud también es hermosa: la de ponerse en camino. Andar con Jesús ya es haber triunfado. Y aun a pesar de que en el camino a casa de aquel hombre las cosas se ponen difíciles, puesto que Jesús está rodeado de esa inmensa multitud, estar con Jesús es tener seguro el pan, la vida, la alegría. Se fue con Él; seguro Jairo ya no se le separó; estar con Jesús es suficiente. Aquel hombre no perdió la confianza; tuvo además oportunidad de ver otros milagros de Jesús antes de que Él llegara a casa. Solo hacía falta seguir confiando, seguir creyendo, seguir esperando; pero aun con la espera, lo importante era en aquel momento ir con Jesús, caminar con Él, insistir en estar con Él. Jairo nos deja una enseñanza: la actitud que se recomienda al creyente para el seguimiento de Cristo: ponerse en la presencia de Jesús, doblar la rodilla ante Él, es decir, tenerlo como el único dueño de nuestras vidas; manifestar en oración nuestras necesidades; insistir en nuestra confianza; esperar sin desanimarnos; caminar con Jesús, mirar lo que hace, las maravillas que ocurren al estar en su compañía; finalmente, contemplar cómo no desoye a quien confía y cómo al tener en sus manos nuestra vida, nos la guarda, nos la cuida y nos la asegura para la vida eterna. Imitemos a Jairo en cuanto a su confianza absoluta en Jesús.
A la voluntad de Dios… con alegría
Por María Rico
“Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío, que no lo puede llenar la llegada de otro amigo. Cuando un amigo se va, queda un tizón encendido, que no se puede apagar ni con las aguas de un río”.
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Alberto Cortéz
n la vida nos topamos con diferentes amistades, con aquellos que comparten travesuras y ocurrencias en la infancia y adolescencia. Y muchas veces tenemos la fortuna de crecer con las mismas amistades para compartir la vida; y vamos fortale-ciendo esos lazos que para fortuna de muchos son para toda la vida. Pero hay un amigo, que por su ministerio nos acerca de un modo especial al verdadero “Amigo que nunca falla”: A JESÚS. Así es, en la vida de muchos fieles aparecen sacerdotes que con su testimonio y su bondad tienen el don de transmitir paz y tranquilidad que confortan. En ocasiones, uno llega cabizbajo, apurado, dolido y sumido en la desesperanza, pero al acercarnos a la Reconciliación, las palabras de aliento que regalan son bálsamo de esperanza, de fe y seguridad de que con Jesús todo está bien, y vuelve uno a su hogar olvidando lo que nos dolía. Hay sacerdotes que se van ha-ciendo parte de la familia: familia doméstica, familia de la Iglesia, Familia de los movimientos; y con ello nos hacen sentirnos parte de la comunidad. Así es, padre Juan Carlos Carrera, estoy hablando de usted, a quien quiero agradecer cada palabra de aliento que dio a mi alma, y a la de muchos fieles. Sus consejos como sacerdote y guía espiritual hicieron más fuerte mi espíritu, mi fe y mi esperanza. Gracias por vernos como hermanos, con nombre y apellido. Gracias por esas bellas homilías. Gracias por llevar a Cristo a mi hogar y ser apoyo espiritual en los momentos fuertes de dolor que vivimos como familia. A la voluntad de nuestro Señor y al mandato de nuestro pastor hay que responder con alegría, así que padre Juan Carlos, con esa misma alegría no le decimos adiós sino hasta luego. Que Dios lo bendiga y lo colme de salud para que siga derramando sobre los corazones de sus fieles el Amor de Dios.
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Palabra de Dios “Si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante” Del santo Evangelio según san Lucas 13, 1-9
En aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús le hizo un comentario: “¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten perecerán de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante”. Entonces les dijo esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos en esta higuera y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?’ El viñador le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré’”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
DAR FRUTOS En el Evangelio de hoy el Señor Jesús nos narra dos acontecimientos históricos de muertes violentas sucedidas en aquellos tiempos y que todos recordaban. Pero, frente a la interpretación de los fariseos, que consideraban toda desgracia como castigo de Dios, el Maestro advierte que las desgracias no son castigos de Dios, si no advertencia y aviso para inclinarnos a la conversión. Por eso las desgracias y los accidentes suceden a los buenos y a los malos, la diferencia está en el modos de aceptarlas, de enfocarlas y en la manera de llevarlas. Si los justos fueran especialmente protegidos, la religión sería el mejor de los negocios, pero se destruiría la fe, la confianza y la espe-ranza en Dios; se debilitaría la voluntad humana. Más bien todos estos acontecimientos son una llamada de Dios para dar el fruto de la conversión. El Señor nos afirma en el Evangelio de hoy, vendrá a buscar los frutos, como el que planta un árbol en su finca y espera el fruto deseado; la falta de fruto es señal de fracaso y esterilidad; por eso con claridad y dureza el Señor nos exige los frutos que estamos invitados y llamados a dar. Es este tiempo de cuaresma un momento propicio para ponernos a pensar: ¿qué frutos debo de dar? ¿qué frutos no he dado? ¿cómo puedo hacer para responder a lo que Dios espera de mi?… con sinceridad veamos nuestras manos, veamos si las tenemos vacías o contienen los buenos frutos y si no, trabajemos con empeño acercándonos a la Palabra de Dios, renovando nuestra fe, sintiendo el gozo y la alegría de ser bautizados, de ser discípulos del Señor Jesús; cambiemos lo que está mal y que está en nuestra manos la posibilidad de ser mejor. Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez
Ser o no ser, esa es mi existencia Cesar Eliu J. Silva, 4° Semestre de Bachillerato Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino
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l existir siempre ha sido una cuestión que han tratado de resolver filósofos y científicos, cuestiones que en ciertas épocas serían causa de muerte. Para poder hablar del existir primero te-nemos que tomar el tema de la creación. Existen muchas teorías, algunas marcadas por el hombre otras por la ciencia, etc. Un maestro de etimologías me comentó que esos son temas divinos, es decir, son misterios de Dios que por más que busquemos o investiguemos jamás podremos resolverle: es el código de la vida. La historia nos ha enseñado que los actos de la humanidad no siempre son a favor de la vida y la paz. Pensadores y políticos han buscado el equilibrio entre todo esto, pero siempre que la sociedad llega al punto de una tranquilidad o una estabilidad, surgen factores que afectan y alteran el orden; factores como el fascismo de Mussolini o el comunismo de Stalin, son solamente rebeliones a causa del egoísmo, la ambición pero además es un querer cambiar algo que no es posible alterar, la existencia.
Dejando detrás los temas históricos, se han preguntado ¿si ustedes en verdad existen? una cosa es existir y otra muy diferente es estar. EXISTIR es querer hacer, cambiar, adaptarse. La vida se ha convertido en un sistema de mentiras y muerte, un vivir en miedo y un totalitarismo inhumano, es lo que en este artículo expongo como EL SER y al hablar del NO SER puedo decir de una vida sin sentido ni rumbo, vivir sin esperar un futuro mejor. De ser a no ser, prefiero vivir, prefiero pensar pero sobre todo prefiero cambiar. En el existir siempre el hombre es como la pieza del juego de la vida, pero que eso no nos preocupe, porque alguien es quien marca nuestros pasos, puede que a veces no nos guste lo que nos pasa pero son lecciones que de otro modo no entenderíamos. La humanidad tiene el deber de mejorar, subsistir y sobre todo, de existir con toda la dignidad del hombre. Se hará lo que se tenga que hacer para terminar con este sistema de ignorancia y guerra. Morir o vivir, claro que no, yo prefiero existir.
¡Joven! Si estás por terminar la secundaria o la preparatoria, y sientes en tu corazón el anhelo de hacer algo realmente grande con tu vida, Jesús te invita hacerte partícipe de su causa:
¿Quieres ser sacerdote?
Ven y descúbrelo encontrándote personalmente con Él. En el seminario menor el día 2 de marzo, apartir de las 12:00 del medio día y para terminar el día 3 a las 12:00 hrs. del medio día. Es muy importante que apartir de este retiro, continues en todo el proceso de incersion al Seminario. No olvides llevar Biblia, libreta, lapicero, ropa de deporte, de cama y objetos de aseo personal. Cooperación $50.00 Más informes en la oficina pastoral vocacional. Tel. (01444) 811-86-85
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Una ofrenda desde la fe
Diezmo:
“Solidaridad con las obras de la Iglesia” Por: P. Armando Oliva
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n el año 2000 cuando iniciábamos un nuevo siglo el Papa Juan Pablo II hacia un llamado a todos los creyentes para que nos empeñáramos en “QUE EL NUEVO SIGLO SEA EL SIGLO DE LA SOLIDARIDAD”: “por esto los creyentes, y los fieles de la Iglesia Católica en particular, consideran un deber propio participar activamente en las obras de la Iglesia. ¿Y cuáles son las obras de la Iglesia?: En primer lugar tenemos la Dimensión de Evangelización y Catequesis: respondiendo al mandato de Jesucristo: “vayan por todo el mundo y evangelicen…”, la catequesis como base de todo católico conocer a Jesucristo, conocer su Iglesia y conocer el amor del Padre en la creación. Dimensión de Educación y Cultura: educar–formar a los niños y jóvenes, así tendremos “buenos cristianos y virtuosos ciudadanos”. Pastoral Juvenil: que responde a las necesidades que vive el joven en esta etapa de su vida, y les ofrece a un Cristo joven, un Cristo amigo que les entiende y camina con ellos. Pastoral Vocacional: que se encarga de promover a jóvenes con inquietudes vocacionales, que sientan el llamado por la vida sacerdotal, donde se fortalece el aspecto humano espiritual para discernir si su camino es el sacerdocio. Pastoral Bíblica: que busca ofrecer a las personas he-rramientas de la Palabra de Dios en los diferentes tiempos de la liturgia, Pastoral familiar: ofrece elementos y espacios para los matrimonios católicos para que se sigan formando en su vocación matrimonial, iluminados desde la Sagrada Escritura, para que descubran el Plan de Dios para ellos como matrimonio. Pastoral Social y Cáritas: es el rostro de Cristo Buen Pastor que tiende la mano al más necesitado, al que sufre y sobre todo a los migrantes que dejan su patria para ir en busca de una vida más digna. Dimensión Litúrgica: que le toca armonizar el culto a Dios. Dimensión de Medios de Comunicación: gracias a Dios contamos con nuestro semanario “La Red” que es un medio evangelizador, para llegar a todas las personas tanto los que van a misa, como los que no se acercan. Dimensión de Pastoral de la Religiosidad Popular: se encarga de alimentar esa fe y expresiones de nuestro pueblo que nos llevan a Jesucristo. Dimensión de Arte Sacro: se encarga de la música que alimenta el alma y eleva el espíritu, la música que acompaña y armoniza la liturgia en el culto sagrado. A grandes rasgos estas son las obras de la Iglesia Potosina que necesitan de tu solidaridad en la ofrenda del Diezmo, para seguir llegando a todos nuestros hermanos en sus diferentes necesidades. “ESPERAMOS EN DIOS QUE LOS POTOSINOS SEAMOS SOLIDARIOS CON NUESTRA IGLESIA PARTICULAR” .
MARZO 03 DE 2013
...Lo de Dios a Dios
Caritas in veritate Por David Grimaldo
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ebido a la renuncia del Santo Padre Benedicto XVI y porque los hechos lo ameritan, permítanme exponer algunas notas de su encíclica social Caritas in Veritate (La Caridad en la Verdad). Es el último documento papal de este tipo. Caritas in Veritate fue pensada por el Papa como una conmemoración por los 40 años de la Populorum Progressio del Papa Pablo VI. Su redacción necesitó de más tiempo y no pudio salir en el año 2007, año que se celebró ese aniversario. Anunciada por algunos medios de comunicación, varios meses antes, fue firmada por el Papa el día 29 de junio, solemnidad de san Pedro y san Pablo, el quinto de su pontificado y se hizo pública el día 7 de julio de 2009. Escribía el Papa: Manifiesto mi convicción de que la Populorum Progressio merece ser considerada como la Rerum Novarum de la época contemporánea, que ilumina el camino de la humanidad en vías de unificación (n. 8). La ocasión de la encíclica es rendir homenaje y honrar la memoria del gran Pontífice Pablo VI, retomando sus enseñanzas sobre el desa-rrollo humano integral y siguiendo la ruta que han trazado, para actualizarlas en nuestros días, comenzando por la encíclica Sollicitudo Rei Socialis, con la que el Beato Juan Pablo II, quiso conmemorar la publicación de la Populorum Progressio con ocasión de su vigésimo aniversario. El objetivo de este documento lo podemos ubicar en tres consideraciones: • Iluminar la actual situación por la que pasa el mundo y clarificar que la Doctrina Social de la Iglesia responde a esta dinámica de caridad recibida y ofrecida. Es Caritas in Veritate rei socialis (La caridad en la Verdad de las cosas sociales), anuncio de la verdad del amor de Cristo en esta sociedad (n. 5). • El desarrollo, el bienestar social, una solución adecuada de los graves problemas socioeconómicos que afligen a la humanidad, necesitan esta verdad…, que se dé testimonio de esta verdad. Sin verdad, sin confianza y amor por lo verdadero, no hay conciencia y responsabilidad social (n. 5). • Partiendo de los principios de reflexión y criterios de juicio de las encíclicas anteriormente mencionadas, concreta nuevas directrices de acción, teniendo en cuenta el momento actual. La encíclica tiene una introducción, seis capítulos y conclusión. En la introducción empieza diciendo el Papa: La principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad es la Caridad en la Verdad. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad absoluta (n.1). La caridad es la vía maestra de la Doctrina Social de la Iglesia. Se ha de entender, valorar y practicar la caridad a la luz de la verdad (n. 2). En la conclusión dice: Sin Dios el hombre no sabe dónde ir ni tampoco logra entender quién es. El humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano. El amor de Dios nos invita a salir de lo que es
li-mitado y no definitivo, nos da valor para trabajar y seguir en busca del bien de todos (n. 78). El desarrollo necesita cristianos con los brazos levantados hacia Dios en oración, conscientes de que el auténtico desarrollo procede del amor lleno de verdad y es un don (n. 79). Las novedades que ofrece esta encíclica serían las siguientes: • Los términos “Caridad” y “Verdad” son fundamentales en el magisterio de Benedicto XVI. Representan la última esencia de la revelación cristiana. Son el origen de la Doctrina Social de la Iglesia. • Se coloca más decididamente sobre el terreno de la caridad, de la experiencia cristiana, sin la cual la Doctrina Social de la Iglesia no pasa de ser “un manifiesto político sin alma”. • Solo en la verdad la caridad resplandece y puede ser vivida auténticamente. • Es una interpretación personal a nuestra conducta individual que repercute en lo que está ocurriendo en la sociedad. • Apuesta por una globalización de la fraternidad, una civilización del amor en la verdad y abierta a la trascendencia. • Supera las simplificaciones de problemas complejos o de análisis ya pasados, como ocurre con: El excesivo reduccionismo NorteSur de los problemas del desarrollo, después de la caída del reduccionismo Este-Oeste y la minusvaloración de los problemas culturales del subdesarrollo. • La fraternidad, palabra clave de esta encíclica, como superadora del concepto de solidaridad. Estimados lectores, hagamos oración por el Papa emérito Benedicto XVI y por el Cónclave para que tengamos un nuevo Papa según el corazón de nuestro Señor Jesucristo, el Sumo Pastor.
MARZO 03 DE 2013
La parábola de la higuera (Lc 13, 1-9).
Lo escuché en misa
El laberinto
Encuentra las palabras perdidas en esta sopa de letras
“Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos en esta higuera y no los ha encontrado. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente? El viñador le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré’”.
Completa las frases, en el Evangelio del domingo encontrarás la clave
Retiro espiritual para mujeres semana santa 2013 Casa de retiro del Señor de la Misericordia
(TLAQUEPAQUE JALISCO) 15 a 100 AÑOS COSTO DE TRASPORTE: $ 500 .ºº Costo de entrada al valle de la misericordia $350.ºº Salida viernes 22 de marzo 11:00 a.m. (frente al lienzo del charro) Regreso martes 26 de marzo 6:00 p.m. Informes : Templo de San Francisco, Mayra Guadalupe 5-68-10-81, Antonio Navarro 44-48–57–54-49
Av. Constituyentes Poniente # 49 local 3 Col. El Pocito, Querétaro, Qro. (Paseo Constituyentes, carretera libre a Celaya) Tel. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94
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