Edición 213

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Los Papas que ha tenido la Iglesia

Año 5

No. 213

La historia de los Papas de la Iglesia Católica inicia con san Pedro, el primer Vicario de Cristo. Desde entonces, son 265 los pontífices que han ocupado el cargo de Obispo de Roma, comenzando en el siglo I y hasta el 28 de febrero de 2013 en que concluyó el pontificado de Benedicto XVI.

Semana del 17 al 23 de marzo de 2013

De todos los Papas, 42 han ejercieron el ministerio petrino por menos de un año y 10 dirigieron la Iglesia durante más de 20 años. Después de san Pedro, el pontificado más largo fue el de Pío IX (1846-1878) que duró 31 años, 7 meses y 23 días y el más corto el de Urbano VII (15-27 de septiembre de 1590), que duró solo 13 días. El nuevo Papa, es el 266 en la historia de la Iglesia

!!!! ohhhhhhh

- ¡¡¡¡ooo

- es que leeremos todo lo que escrib

as

- y sobre to do, te vamo s a dar un ab razo ¡así de grande!

te - poco a poco conoceremos

- escucharemos todas tu palabras

res el mismíe tú e u rq o p ro que guía d e P n a s o sim sia nuestra Igle

- y lo que sí es seguro

- y rezaremos p or ti todas la noches

- ¡ y te recibimos con los brazos abiertos!


MARZO 17 DE 2013

Un Adviento en la Cuaresma

E

l tiempo de cuaresma nos prepara a celebrar de la mejor manera la fiesta de las fiestas, la Pascua. Durante estos cuarentas días, todo está encaminado para llevarnos a la reflexión, la oración y la práctica de las buenas obras, porque los cristianos no deben quedarse tan solo en la teoría y las bonitas tradiciones, sino, ante todo, en la vivencia de una fe que se hace vida. La reflexión debe llevarnos a descubrir que la Semana Santa no es solo un tiempo de descanso, no es solo la Procesión del Silencio, es mucho más, es celebrar, si, celebrar el más grande regalo que el Señor del cerca y del junto, del tiempo y de la historia nos ha ofrecido: la restauración de la gracia que habíamos perdido. Por eso, la cuaresma nos recuerda que debemos estar siempre en camino, que la penitencia y las privaciones voluntarias encuentran su sentido precisamente si se tiene la conciencia de que al final de ese camino, está la presencia viva y amorosa del Señor Resucitado. La Cuaresma nos dispone en el cuerpo y en el alma a escuchar la palabra que da vida, pero sobre todo a la conversión sin la cual la Pascua no tendría ningún sentido. Conversión de actitudes, de palabras y de acciones que muchas veces nos alejan de aquellos con los cuales compartimos la alegría de vivir. Conversión es transformar el corazón, los gestos y los pensamientos que nos impiden encontrar en los enfermos, los alejados y los tristes, la presencia de un Dios que nos invita a atenderle y escucharle, y más, a ofrecerle nuestra solidaridad. La Cuaresma nos debe llevar a buscar el desierto en el cual podamos encontrarnos y escuchar en el silencio de nuestro corazón la voz de Aquél que nos invita a hacer de nuestra vida un testimonio vivo de la fe que en el bautismo Él nos regaló. Debe ser el tiempo privilegiado del ayuno y la limosna. Pero un ayuno no solo de las cosas materiales sino también de aquellas actitudes que nos alejan de la vida nueva que la Pascua nos ofrece. De una manera especial la Cuaresma de este año está marcada por la espera de un nuevo Pontífice. La barca de la Iglesia está a la espera de un guía espiritual que continúe la misión y la tarea de Pedro. Es como si habláramos de un Adviento en la Cuaresma. La Iglesia no está sola, está bajo la guía y la conducción del Santo Espíritu. Pero es necesario que alguien elegido por Dios, conduzca esta nave a buen puerto. Por todo esto la Cuaresma nos ofrece el tiempo privilegiado para orar, para pedir al Dios de la paz y de la misericordia un Papa sabio, santo y atento a las necesidades de los hombres de nuestro tiempo. El Adviento en la Cuaresma no es más que la expresión de una Iglesia viva y llena de esperanza traducida en la confianza de saber que la promesa del Maestro sigue cumpliéndose cabalmente día a día. Un Adviento que se vive en un clima de profunda fe, un Adviento que quizá ya en esta semana haya ya llegado a su final. Que el nuevo Pontífice nos confirme como hermanos en la misma fe y que su palabra anime a nuestra Iglesia, la fortalezca y la sostenga, sabiendo sin lugar a dudas que su palabra es la Palabra de Aquél que es el Camino, la Verdad y la Vida.

Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes

La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

Tú eres Pedro Pbro. José Manuel López Facundo

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l pasado once de marzo ciento quince cardenales entraron en procesión a la Capilla Sixtina para elegir al nuevo sucesor de Pedro. A la voz de Extra omnes, todos fuera, quedaron bajo llave y en un clima de oración se dispusieron a escuchar la voz del Santo Espíritu, sin duda alguna, el gran elector. Mucho se ha escrito y dicho sobre cómo debe ser el nuevo Papa. Ante todo, deberá ser un cardenal que goce de una muy buena salud física, mental y espiritual. Un Papa sabio, un Papa que sepa escuchar la voz de Dios en la voz de aquellos que serán puesto bajo su tutela. Un Papa que sea maestro en los caminos de la espiritualidad que tanta falta le hace falta a nuestro mundo zarandeado por una gran tormenta de antivalores y desilusiones. Un Papa lleno de sabiduría, pero una sabiduría que brote de la escucha en el encuentro vivo y cercano con el Pastor de los pastores. Una sabiduría que se traduzca en cercanía y acompañamiento, sobre todo de los más humildes y sencillos. Una sabiduría que se manifieste en la conducción con mano firme de la barca de san Pedro. Mano firme en la toma de las mejores decisiones para la vida de la Iglesia. Mano firme en todo aquello que atañe al gobierno de una iglesia que requiere mantener su carisma, su fuerza interna, pero también una Iglesia que sepa dialogar e inculturar el Evangelio en los nuevos foros que hoy la cuestionan y critican. Un Papa que tendrá la inmensa y gran tarea de impulsar la Nueva Evangelización. Una Evangelización que deberá ser integral. Evangelización que renueve las estructuras internas de la Iglesia, que renueve el ardor y la alegría de la fe, que fortalezca la esperanza de una vida eterna y nueva, y la caridad que alcance a todos por igual. Una Evangelización que recupere el amor primero y que lleve a cumplimiento el mandato del Señor Jesús de anunciar por todo el orbe el mensaje de la salvación. Unidos en el espíritu y en la oración imploramos al dueño de la mies un nuevo pontífice, pedimos para él fortaleza, ciencia y capacidad de escucha. Pedimos para él serenidad, alegría, inteligencia y mucha fe. Quizá nuestra oración haya sido ya escuchada y para esta nueva edición, conozcamos el nombre de aquél que ha sido elegido para estar al frente de la Iglesia. Una nueva etapa dará inicio, una nueva era nos invitará a fortalecer nuestra fe, nuestra esperanza, pero sobre todo, nuestra caridad. Jesús sigue cumpliendo su promesa de estar con nosotros todos los días hasta el final de nuestro mundo. A Él todo honor y toda gloria para siempre.


Concilio Vaticano II

Los medios de comunicación y la pastoral

MARZO 17 DE 2013

¡No tengan miedo!

Por P. Juan José Torres Galván

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l gran reto que el Concilio plantea a la Iglesia es que se ponga un gran esmero en utilizar los medios de comunicación social (MCS) para el apostolado.

Debe crearse y difundirse una prensa genuinamente católica con la intención de formar, afirmar y promover una opinión pública concorde con el derecho natural y la doctrina católica. Esto se aplica igualmente al cine, radio, teatro y televisión. Al promover los MCS los miembros de la Iglesia procurarán hacerlo con perfección y eficacia. Estos medios han de promover la cultura y la moral. Sacerdotes, religiosos y laicos deben formarse adecuadamente para utilizar los MCS en el apostolado. Hay que multiplicar el número de escuelas, facultades e institutos con este fin. Igualmente hay que preparar críticos literarios, ci-nematográficos, radiofónicos y televisivos para que emitan juicios en que la razón moral y la luz de la verdad ilumine a la sociedad humana. Hay que favorecer, multiplicar y encauzar las iniciativas encaminadas a la utilización de los MCS en la exposición y explicación de la doctrina y la moral católica. La formación de los actores y protagonistas de estos medios debe iniciarse desde el catecismo. De ahí la responsabilidad que tienen las comunidades cristianas y las parroquias para contribuir a esta formación desde que los fieles inician sus pri-meros pasos en la fe. Es obligación de todos los miembros de la Iglesia sostener y auxiliar los diarios católicos, las revistas, así como las iniciativas de cine, radio y televisión que tengan como fin divulgar y defender la verdad y proveer a la formación cristiana de la sociedad humana. Todas las diócesis deben promover cada año un día dedicado a promover en los fieles la toma de conciencia respecto a sus obligaciones en esta materia. Es competencia de los obispos vigilar y promover estas obras e iniciativas en su Iglesia local. En cada nación se debe establecer una oficina nacional para atender los problemas relativos a la prensa, cine, radio y televisión, confiándola a una comisión episcopal, auxiliada de laicos competentes en estos campos. La eficacia de los MCS traspasa las fronteras y hacen de cada hombre un ciudadano de la humanidad. Hay que asociar los organismos nacionales para colaborar a este fin.

Referencia de lectura: Inter Mirifica 13-24

Ante esta enseñanza del Concilio es importante y oportuno señalar que nuestra Arquidiócesis está haciendo sus esfuerzos en la Pastoral de la Comunión, especialmente en la publicación semanal de LA RED durante ya cuatro años. Es necesario recordar nuestra responsabilidad para mejorar cada día más este medio de comunicación, tanto en su elaboración y contenidos, como en su difusión y financiamiento. Es importante que todos los católicos, de manera especial los jóvenes, asumamos también el reto de hacer presente el mensaje del Evangelio en los distintos foros que nos ofrece la red de Internet.

¡Vivimos con alegría y fe, la espera de nuestro santo padre! Querida Iglesia Potosina Estamos ya dentro de la celebración del Cónclave en donde nuestros Cardenales han entrado ya al cenáculo para dejarse inundar por la fuerza del Espíritu Santo que hace nuevas todas las cosas. Por ello les invito a seguir ahí, acompañándoles, con nuestra oración para rogar a Padre Dios nos envíe un Sucesor de San Pedro según su corazón. La misión del Papa consiste en hacer presente a Dios en el mundo y, por este motivo, debe abrirse cada vez más al misterio de la Cruz abrazándola como única esperanza y última vía para ganar y reunir en el Crucificado a todos sus hermanos y hermanas en humanidad. En obediencia a la Palabra de Dios, está llamado a vivir, no para sí mismo, sino para que Dios esté presente en el mundo. La misión del Papa podemos entenderla desde los evangelios, es la misma que el Señor Jesús confía a Pedro: Jesucristo le dio las “llaves del Reino de los Cielos”, con el poder de: 1) “atar y desatar” (cfr. Mt 16, 19), 2) para “confirmar a los hermanos en la fe” (cfr. Lc 22, 32) 3) y “apacentar su rebaño” (cfr. Jn 21, 15-17). Esta misión es un servicio que el Santo Padre, como sucesor de Pedro ha de prestar a la unidad de la Iglesia en la fe y en la comunión. Entonces podemos decir que el Papa tiene dos tareas fundamentales en la Iglesia; la de enseñar y gobernar-servir. La tarea de enseñanza o magisterial, por su carácter episcopal, se ejerce, en primer lugar, en la transmisión de la Palabra de Dios; de aquí la responsabilidad específica y particular en la misión evangelizadora de la Iglesia. El Papa realiza esta misión de enseñanza de tres modos principales: a) “Ante todo, con la palabra”; b) en segundo lugar, mediante escritos, propios o publicados con su autorización por la Curia Romana aquí consideramos sus Encíclicas, Mensajes, Homilías, Discursos; c) tercero, mediante iniciativas institucionales para impulsar el estudio y la difusión de la fe, como en el caso de distintos consejos pontificios.

La tarea de gobernar-servir. Además de la función magisterial del Primado, la misión del Sucesor de Pedro sobre toda la Iglesia conlleva la facultad de realizar los actos de gobierno eclesiástico necesarios o convenientes para promover y defender la unidad de fe y de comunión; entre éstos hay que considerar, por ejemplo: la ordenación de nuevos Obispos, exigir de ellos la profesión de fe católica, y ayudar a todos a mante-nerse en la fe profesada. (Cfr. Congregación para la Doctrina de la Fe, “El primado del sucesor de Pedro en el misterio de la Iglesia”). El ejercicio de esta función de gobierno no significa que el Papa tenga un poder absoluto sino más bien que el Papa gobierna sobre todo escuchando la voz de las Iglesias; es una característica propia del ministerio de la unidad y también una consecuencia de la unidad de todos los Obispos del mundo y de todo el Pueblo de Dios. Tiene que acoger la diversidad en la unidad. En la Iglesia tenemos una clara conciencia de que sirviendo al hombre se sirve a Dios, pues Dios quiere ser servido a través de las obras de amor que se hacen al prójimo que sufre por diversos males que le aquejan y dañan su dignidad de hijo de Dios. Por eso la autoridad de la Iglesia es siempre una llamada a entregarse plenamente y con humildad a los hermanos, un servicio que sólo se puede realizar con el espíritu de Cristo, con una gran sensibilidad pastoral y paterna para percibir y apoyar siempre la acción del Espíritu Santo en las Iglesias particulares, en las comunidades, y en cada una de las personas, discerniendo evangélicamente sus iniciativas en bien del crecimiento en la fe, en la esperanza y en la caridad. Queridos hermanos sigamos unidos en oración para que el nuevo sucesor de San Pedro, reciba el abrazo de nuestra comunión filial y con la fuerza del Espíritu de Dios pueda servir a nuestra Iglesia según el corazón de Cristo. El Señor les bendiga! + Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí


Nuestra historia

¿Qué es un cónclave? Los cónclaves más largos y cortos en la historia de la Iglesia, las particularidades y desarrollo del mismo. Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz

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regorio XV publicó dos bulas pontificias (1621 y 1622) que regulaban todos los aspectos de la celebración del cónclave. En 1904 San Pío X recogió y unificó casi todas las dispersas normas de los papas anteriores a él en una Constitución, introduciendo ciertos cambios. Pío XII añadió nuevas aportaciones en 1945, Juan XXIII lo hizo en 1962 y Pablo VI en 1975. La reciente Universi Dominici Gregis de Juan Pablo II (1996) es la última reordenación en profundidad de la normativa sobre el cónclave. El lugar de celebración del cónclave no se estipuló oficialmente hasta el siglo XIV. A partir del Cisma de Occidente los cónclaves siempre han tenido lugar en Roma, salvo el de 1800, cuando la ocupación de la ciudad por tropas del Reino de Nápoles obligó a celebrarlo en Venecia. El último cónclave celebrado fuera de la Capilla Sixtina fue el de 1846, que tuvo lugar en el Palacio del Quirinal.

El Colegio de Cardenales ha conocido dimensiones diversas, desde los siete miembros con que llegó a contar en el siglo XIII hasta los 115 del presente. En 1587 Sixto V limitó su número a 70 miembros, divididos en tres órdenes: seis Cardenales Obispos, cincuenta Cardenales Presbíteros y catorce Cardenales Diáconos (aunque repartidos nominalmente en estamentos con estos nombres, en la actualidad los cardenales son siempre Obispos). En el siglo XX, sobre todo a partir de Juan XXIII, el Colegio de Cardenales incrementó su número con el fin de dotarlo de la máxima representatividad geográfica y nacional posible. Con todo, en 1970 Pablo VI reservó la condición de elector a los menores de 80 años y fijó su número máximo en 120. Con la creación en 2003 de 31 nuevos cardenales, Juan Pablo II elevó el número de electores teóricos a 135. En octubre de 2010, tras los nombramientos efectuados por Benedicto XVI de cardenales, habría 121 que reúnen la condición de electores por no haber cumplido aún la edad límite. No existe ningún requisito referente a la nacionalidad, aunque la tradición de siglos impuso la costumbre de elegir papas italianos. El polaco Juan Pablo II fue el primero no italiano desde Adriano VI, holandés, elegido en 1522.

(Segunda parte)

No hay que perder el sentido Por Pbro. Lic. Salvador González Vásquez

La reciente elección del alemán Benedicto XVI (19 de abril de 2005) parece abolir definitivamente la tradición en favor de los italianos. Los Cónclaves más largos y más breves de la Iglesia Como ya lo hemos señalado el Cónclave Papal que aconteció entre noviembre de 1268 y el 1 de septiembre de 1271, tras la muerte del Papa Clemente IV, fue el más largo en la historia de la Iglesia Católica, con un periodo vacante de 34 meses. Esto se debió principalmente a la lucha política interna entre los cardenales. La elección de Tebaldo Visconti como el Papa Gregorio X fue el primer ejemplo de una elección papal por “compromiso”. La elección se llevó a cabo por un comité de seis cardenales acordado por los otros diez restantes. La elección se produjo más de un año después de que los magistrados de la ciudad de Viterbo aislaran a los cardenales, se les redujera sus raciones de pan y agua, y quitar legendariamente el techo del Palacio Papal de Viterbo. Históricamente, la duración del cónclave es algo impredecible. Así, hubo cónclaves de largos períodos de tiempo: el cónclave que eligió a Pío VIII duró treinta y seis días; el de Gregorio XVI, cincuenta; el de Pío VII, tres meses y medio; y el de Benedicto XIV, hasta seis meses. Sin embargo, la elección papal que tomó más tiempo fue la de Gregorio X, que comenzó en 1268 y fina-lizó en 1271. Los dieciocho cardenales, indecisos en su votación, forzaron a las autoridades del lugar a sellar las puertas del palacio donde se encontraban reunidos. Pero fue en el momento en que la indignada población empezó a llevarse el tejado que cubría la sala cuando se eligió a Gregorio X. Éste, para evitar una repetición del incidente, cambió la legislación en 1274 estableciendo que los cardenales deberían ser encerrados ‘con llave’ cada vez que se reunieran para elegir al nuevo Pontífice. El cónclave papal celebrado en octubre de 1503 eligió a Giuliano della Rovere como el Papa Julio II para suceder a Pío III. El cónclave se llevó a cabo durante las guerras de Italia, apenas un mes después del cónclave de septiembre de 1503, lo que facilitó la nueva elección ya que ninguno de los cardenales electores había viajado lo suficientemente lejos de Roma a perder el cónclave. El número de cardenales que participan eran 38: el Colegio de los Cardenales se había reducido en 1 por la elección de Piccolomini como Pío III, y no se había añadido más, ya que éste último no ordenó a nadie. El cónclave duró sólo diez horas, el más corto de la historia.

L

a vida es movimiento, si alguien se mueve es porque vive, pero en estos tiempos nos toca padecer la ace-leración de la existencia. Es cierto que el hombre es un ser en camino; pero ya no caminamos, corremos. Cada vez le ponemos más velocidad a la existencia, y un vivir apresurado lleva consigo muchos cambios. Si el hombre se apega a tantas cosas, sufrirá con tanto mo-vimiento, porque vive aferrado a su pasado. El cambio también es muerte. Porque hay que morir a un estilo de vida para comenzar a vivir de otro modo, y todo esto causa miedo, el miedo a vivir porque hay que cambiar. Hay que soltarse de aquello a lo que nos aferramos, para poder comenzar algo nuevo. Lo novedoso nos hace temerosos porque no lo cono-cemos. La ignorancia nos convierte en hombres inseguros. Los cambios son la causa de tantos miedos, y sobre todo del miedo a seguir viviendo. Lo más grave del aceleramiento vital es que perdamos el sentido. El hombre sufre la enfermedad del activismo, porque exagera demasiado la actividad y ese aceleramiento lo empuja a vivir en un mundo sin sentido. Si el hombre no detiene su acelerada marcha, va a llegar el momento en el que su hacer no tenga ningún significado, es decir que pierda el sentido de su existencia. Es necesario que nos preguntemos que tan importante es lo que hacemos, y si ese hacer nos lleva a lograr algo que en verdad valga la pena. Con tanto activismo el hombre se envilece y olvida si su quehacer tiene una razón de ser. Si no nos detenemos a preguntar sobre el sentido de nuestros actos, al final de nuestros días, viviremos lamentando el habernos desgastado inútilmente. Al final de nuestros años lo que más nos va a doler, es el haber pasado la vida sin producir frutos; es acabar con las fuerzas y los días sin haber dejado nada que perdure. Los hombres buscamos éxito, pero éste es muy efímero, no tiene permanencia. Lo que deja satisfacción son los frutos que hayamos producido con el agotamiento de nuestras fuerzas. Para no perder el sentido se necesita un alto en el camino, es fundamental detenerse a pensar en lo que hacemos. Porque si nuestras actividades no están pensadas, entonces no tendrán calidad, y pierden así su razón de ser o de hacer. Si la acción va orientada por el pensamiento, entonces nuestra vida tendrá un motivo y la existencia una razón.


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Dénse fraternalmente la paz

La manzana podrida

Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com

(Segunda parte)

Por P. Kino

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xiste una aparente contradicción entre lo que queremos y lo que Jesús dice. Él afirma que no ha traído la paz, sino la guerra, la división. Entonces, ¿Cristo no quiere la paz? Aquí primero tenemos que poner el texto en el contexto, ya que la división procede de la doctrina de Jesús, que Él nos pide algo, pero a muchos no les conviene por sus intereses mezquinos y tratan de imponer otras ideas ajenas al Evangelio, ahí es donde se encuentra la división. Cuando todos aceptamos vivir lo que Jesucristo nos pide, su saludo hacia nosotros será “la paz esté con ustedes”, porque nos unimos en un mismo espíritu. Aprovechando este tema, quiero manifestar experiencias que he tenido cuando, en el momento de dar la paz en la Eucaristía se arma todo un tango. En misa de algún colegio (no de todos), cuando les digo “dénse la paz”, se agarran de tochos media hora, otros u otras comienzan a “comadrear”, a picarse las orejas, bueno por favor, en eso no consiste la paz litúrgica. No se diga en celebraciones de quince años, igualmente, no en todas, en el momento de la paz, es un desfile de saludos a la quinceañera, saludan, a la que ya saludaron antes de misa, a la que saludarán al concluir la misa, a la que también extenderán la mano en el salón al llegar y al partir. No inventen, no es el momento de la paz un saludo oficial de recepción. Algo similar puede suceder en las bodas, primeras comuniones donde todos quieren ir a saludar al o a los festejados, como para pasar lista y decir con ese gesto “si vine”. Tal vez, para algunos jóvenes sea el momento de la paz, el instante propicio para manosear y besuquear a la novia o al novio públicamente, y uno, como sacerdote no puede decir nada desde el altar porque lo toman a mal, pero ganas no faltan de decir “échenles agua”, pues no se vale “comer dulces” cuando hay “chimulelos”. Entonces, ¿cómo dar la paz? La paz, es un signo externo que te prepara para recibir la comunión. Refleja la actitud personal de perdonar a todo el que te ha ofendido. Basta que se externe tu actitud interna de reconciliación con un saludo de mano a los que se encuentran cercanos de ti, y no camines hasta la calle, con el señor de los churros para decirle que lo perdonas porque la última vez que comiste de su producto te dio un “córrele que te alcanzo”.

Muy estimados lectores: Hace poco recibí un mensaje por correo electrónico, pidiendo la 2ª parte de la “manzana podrida”, porque ese tema lo aplicaron a matrimonios que tenían problemas; así que con todo gusto lo desarrollo. Buscando en el diccionario, la podredumbre es una enfermedad de las plantas que afecta a los tejidos, ocasionada por hongos y puede ser hú-meda, seca, blanda, o por coloración o forma. La parda, es la que les da a las yemas, tallos y frutos como a las manzanas. En el fondo, hablamos de una desorganización de los tejidos que altera al objeto y lo pudre; y en el matrimonio pasa lo mismo, hay problemas porque existe una desorganización de la pareja y no se ponen de acuerdo ni se coordinan. ¿Qué problemas se dan en el matrimonio y pudre nuestra relación? Falta de comunicación. En la era moderna y de los medios electrónicos, lo que menos hacemos es, dialogar. Sería absurdo pensar que algunos matrimonios, se comunican vía chat o por mensaje de celular estando en la casa, y no cara a cara mostrando interés por el otro; si alguien te está hablando, ponle atención, es falta de respeto y educación que se dirijan contigo y tú sigas viendo la televisión, leyendo el periódico, usando el celular o haciendo una y mil cosas; deja lo que estás haciendo e interactúa. Falta de sentido comunitario. Al entrar al templo, cada quien lo hizo con

su respectivo padre o madre según el caso, y al salir, lo hicieron tomados del brazo, siendo un solo ser. El matrimonio es una comunidad de vida y amor, en donde el sentido común debe prevalecer. No se vale justificarse diciendo que eso no te corresponde, tampoco se vale evadir tus obligaciones y responsabilidades. Ante todo y sobre todo, hablamos de una unión común, ver siempre por el otro, y no nuestros propios intereses. Falta de convivencia. El ritmo de vida y trabajo, hace que no tengamos tiempo el uno para el otro; si el hecho de no compartir un diálogo con tu esposo o esposa ya es un factor que va mermando la relación, con mayor razón la falta de tiempo y espacio para convivir. Ésta es fundamental y nunca debe de faltar; las idas al cine, al centro, con los amigos o con la familia y sin duda un espacio para el encuentro matrimonial, que debe darse dentro de un ambiente propicio. No se vale decir estoy cansado y no quiero salir, o simplemente no quiero estar contigo; porque si eso está pasando ya el matrimonio no tiene sentido. No hay que caer en el individualismo y el estar bien en la ausencia del otro. Sin duda, las malas amistades son factor importante que pueden influir en tus actitudes y comportamientos que afectan la relación con el otro. No hay que tirar la manzana que se está pudriendo, hay que rescatar lo bueno que hay en ella; no hablemos de divorcio o separación sin antes ver las causas del por qué nuestro matrimonio está mal, que al final de cuentas, es por falta de amor. Hasta la próxima semana.


Hagámonos de palabras

La noche es mi angustia, la noche es mi morada, eso y más es la

La voz del CELAM se escuchó en el pasado Sínodo de los Obispos

noche

Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz

H

e aquí una breve síntesis del mensaje: Con ocasión del Sínodo para los Obispos que se celebró en Roma sobre la Nueva Evangelización, el Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), monseñor Carlos Aguiar Retes, recordó que los políticos católicos latinos deben rechazar el aborto en cualquiera de sus variantes, así como defender la unión matrimonial entre un hombre y una mujer.

Por Luis Ricardo Guerrero Romero gromeroluisricardo@gmail.com

“Yo creo que tarde o temprano tendrá que volverse a valorar de manera muy amplia y mejor concienciada la idea y el concepto cristiano de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer”, expresó el obispo mexicano en entrevista con ACI Prensa el 22 de octubre en Roma. En cuanto a la legalización de las uniones homosexuales, el prelado explicó que “está muy clara la doctrina de la Iglesia en coincidencia con la naturaleza misma del ser humano y que nos manifiesta cómo estamos hechos el hombre para la mujer, y la mujer para el hombre, lo cual se vicia y se tergiversa cuando no es de esta forma”. Al ser preguntado sobre el derecho a la vida de los no nacidos, consideró que los políticos católicos de América Latina deben “afirmar los derechos humanos fundamentales. Estos que están ya desde 1948 bien expresados. Y considerar en todo sentido la centralidad de la persona humana. La dignidad humana como punto de partida para cualquier legislación”. “Si la dignidad humana es el centro, la vida es su expresión, y la vida hay que tenerla muy cuidada desde la concepción hasta la muerte natural”, subrayó.

Según monseñor Retes, el Sínodo se está desarrollando con un gran espíritu, y con un ánimo muy entusiasta, debido a que la mayor parte de los obispos participan por primera vez en el Sínodo, y esto “hace que traigan mucho ímpetu, y muchas ganas de compartir y participar”. El Presidente del CELAM indicó que los principales temas que se están abordando para la elaboración del documento final al Sínodo, constatan que la Nueva Evangelización es un hecho. Por otro lado, el prelado expresó que el clero latinoamericano está aportando principalmente su experiencia a la luz de Aparecida, en cuyo documento final concluyeron entre otras cosas que “con un tono evangélico y pastoral, un lenguaje directo y propositivo, un espíritu interpelante y alentador, un entusiasmo misionero y esperanzado, una búsqueda creativa y realista, el documento quiere renovar en todos los miembros de la Iglesia, convocados a ser discípulos misioneros de Cristo, ‘la dulce y confortadora alegría de evangelizar’”.

D

isponerse hablar sobre la noche es un tema bastante largo, cuántas historias suceden por las lóbregas horas: de terror, de suspenso, los cuentos de los tres cochinitos, de Peter Pan, los más inocentes se cuentan por las noches. ¿Me pregunto si un velador habrá descubierto el sabor de la noche a fuerza de tanto vivirla? O Pancho que espera la noche para cenar. Sucede de todo en la noche, y lo extraordinario no es que suceda, pues en la mañana también acontecen actividades, lo asombroso es que la vida nocturna se paladea diferente. Érase que en la antigua Grecia, la hija de Caos engendraba el Éter y el Día, érase una diosa lúgubre más allá del país de Atlas, su nombre lacónico como todo lo efímero, pero tríadico como lo profundo: Nix, (Νυξ) la prosopopeya presente de la noche. De modo que esta diosa era identificada para el fenómeno nocturno. Del griego νυξ−κτος, noche; pasó al latín nox, noctis, noche. Y esta idea de noche tiene una relación con las tinieblas, el momento de morir. En ejemplos como: “éste enfermito ya no amanece” se entiende que se queda en la noche, la misma idea persiste en “ya descansa en el sueño eterno”. La “imagen” de la noche es interpretada como el momento oportuno para la culpa o el delito, en el latín encontramos la palabra noxia: ofensa, detrimento; que tiene la misma radical que noche. En aspectos siderales ubicamos también un Niz o Nix, como un satélite de Plutón, de contemporáneo descubrimiento. Y un ilustrativo aspecto de la noche como pecado, al menos en la relación culpa-conciencia lo vemos en san Juan de la cruz: “En una noche oscura, con ansias en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura! Salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada”. No es en vano el epíteto que se utiliza para describir la noche, podríamos pensar: pleonasmo acaso, ¡pero no! es la idea de Νυξ.

Finalmente, el prelado señaló que los latinoamericanos viven cada día la Nueva Evangelización en diversos países del mundo, y especialmente en Estados Unidos, donde los latinoamericanos presentes en los Estados Unidos de América “son una gran riqueza. Así lo valoran los obispos. Su religiosidad y sus expresiones públicas de fe han venido a dar un tinte a la Iglesia de los Estados Unidos muy favorable, con el cual se han incluso defendido de estos fuertes influjos del secularismo”. En este sentido, afirmó que si “los Estados Unidos no han llegado a los niveles de secularismo que tiene Europa, es gracias en buena parte a la presencia de los latinoamericanos”.

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Los libros y sus autores

Enseñar a convivir no es tan difícil Manuel Segura Morales Edit. Desclle de Brouwer, 2005 (13ª edición) 133 páginas Por Mtro. Luis Marino Moreno F.

07 ROMA.- El Centro San Lorenzo que reúne en la fe a jóvenes, peregrinos y estudiantes de todo el mundo, convocó, durante el Cónclave, a la Adoración Eucarística Permanente, en la que rezaron por la Iglesia y los cardenales electores, durante todo este tiempo en el que se elige al nuevo Papa. “Así como los apóstoles estuvieron juntos con María en el Cenáculo en Pentecostés, así pedimos que los cardenales fueran dóciles al Espíritu Santo”. La Adoración Eucarística comenzó a las 11 a.m. (hora local), el martes 12 de marzo y continuó hasta que se anunció al nuevo Pontífice. El Centro San Lorenzo fue fundado en 1983 por el Papa Juan Pablo II, como un centro internacional dedicado a los jóvenes del mundo. ROMA.- Bajo el título “No me he sentido nunca solo”, se publicó un libro-homenaje con las últimas intervenciones del Papa Emérito Benedicto XVI desde que anunció su renuncia al pontificado el 11 de febrero. Así, el título fue escogido de las palabras que Benedicto XVI pronunció en su última audiencia el 27 de febrero. En la portada aparece el Santo Padre saludando a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro y en la contraportada está la frase que pronunció la tarde del jueves 28 en Castel Gandolfo: “Soy simplemente un peregrino que comienza la ultima parte de su peregrinación por esta tierra”. El libro publica también el texto de la Carta Apostólica con el Motu Proprio “Normas nonnullas”, con las modificaciones a las normas relativas a la elección del Romano Pontífice, y concluye con un perfil biográfico de Benedicto XVI.

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unque a primera vista el calificativo parezca inapropiado para un libro de estudio, podemos decir, con toda verdad que tienes ante tus manos un libro delicioso. Manuel Segura condensa aquí los principales hallazgos educativos de los últimos años: los programas para enseñar a pensar y desarrollar la inteligencia, los métodos para facilitar el crecimiento moral y las propuestas de educación emocional. Todo ello para llegar a las habilidades sociales, entendidas como una relación asertiva, justa y eficaz. Las ideas son claras y las actividades que se proponen han sido contrastadas durante varios años en la práctica escolar y familiar. Manuel Segura Morales Jesuita granadino, estudió en Barcelona y en Inglaterra. Vivió 6 años en Pa-raguay bajo la dictadura de Stroessner y cuatro en Chile cuando Allende ganó y perdió la Presidencia del Gobierno. Durante mucho tiempo fue profesor de Psicología educativa en la Universidad de la Laguna, España.

WASHINGTON.- El Presidente del Pontificio Consejo para la Fami-lia en el Vaticano, monseñor Vincenzo Paglia, aseguró “todo su apoyo” para la preparación del VIII Encuentro Mundial de las Familias, que se realizará del 22 al 27 de setiembre de 2015, en Filadelfia (Estados Unidos). En una carta difundida durante la conferencia de prensa de presentación del evento, monseñor Paglia recordó que en la clausura del VII Encuentro Mundial de las Familias en Milán, en junio de 2012, el Papa Benedicto XVI anunció al cerca de millón de asistentes en esa ocasión que la siguiente jornada sería en Filadelfia en 2015. “Subsecuentemente, en una carta fechada el 11 de enero de 2013, el Se-cretario de Estado oficialmente confirmó que las fechas para este VIII Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia serán del 22 al 27 de setiembre, en 2015”. MÉXICO.- El Nuncio Apostólico en México, monseñor Christophe Pierre, señaló que el mundo y el país necesitan un Pontífice que “nos ayude a no perder el sentido de Dios, un Papa que ayude a la Iglesia mexicana a ser más misionera” y, aseguró, “el Espíritu Santo al final nos va a ofrecer un Papa que nos va a impulsar a vivir en esa dirección”. “Los católicos somos ciudadanos del mundo, pero tenemos una fuerza extraordinaria, somos frágiles como todos, hay problemas, pero no hay que olvidarse de nuestra fuerza que es Dios y un mundo sin Dios es un mundo que pierde el rumbo”. “La Iglesia es el servicio que Dios brinda a la humanidad para ser más humana, más auténtica, más transparente, los valores del Evangelio deben ser traducidos en la vida de la Iglesia y el Papa junto con obispos, los sacerdotes y todos los católicos somos responsables cada uno en su lugar”, afirmó. MÉXICO.- El sábado 9 de marzo un grupo de jóvenes católicos abordaron el Metro de la Ciudad de México para llevar el mensaje de Dios, cantando a las miles de personas que diariamente utilizan este sistema de transporte. La Misión Subterránea –como han llamado a esta jornada de evangelización que por segundo año organizan los jóvenes maristas de la parroquia de la Inmaculada Concepción de la colonia Clavería, en Azcapotzalco–, lleva por lema: “Vayamos y difundamos nuestra fe al que lo necesita”. Eduardo Chávez, uno de los organizadores, informó que para este año se convocó a jóvenes de todas las parroquias para que se unieran a la Misión Subterránea, aportando sus dones artísticos, apoyo logístico, materiales de evangelización o su presencia. MÉXICO.- El pasado 8 de marzo fue el Día Internacional de la Mujer, fecha que nos invita a tomar mayor conciencia de la grandeza, dignidad y derechos de toda mujer, creada por Dios a imagen y semejanza suya (cfr. Gn 1,27). “La mujer –comenta san Agustín– es criatura de Dios, como el varón… quien estableció uno y otro sexo, los restablecerá a los dos” (De Civitate Dei, XXII, 17). Ojalá todos hagamos algo para que realmente este día Internacional de la Mujer sea un paso adelante en la defensa de la dignidad y derechos de las mujeres; de toda mujer y de cada mujer.


El que no tenga pecado... Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

“1 Jesús fue al monte de los Olivos. 2 Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a Él. Entonces se sentó y comenzó a enseñarles. 3 Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos, 4 dijeron a Jesús: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. 5 Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?». 6 Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo. 7 Como insistían, se enderezó y les dijo: «El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra». 8 E inclinándose nuevamente, siguió escribiendo en el suelo. 9 Al oír estas palabras, todos se retiraron, uno tras otro, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí, 10 e incorporándose, le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado?». 11 Ella le respondió: «Nadie, Señor». «Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante»”» (Jn 8,1-11).

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sta pieza evangélica, incorporada al Evangelio según san Juan, muestra el trato misericordioso de Jesús a los pecadores, el cual contrasta con el trato legalista que imperaba en sus contemporáneos. Ciertamente la pieza no encaja en el contexto del Cuarto Evangelio, pero representa una genuina historia sobre Jesús. La historia es bastante conocida por la fuerza de su mensaje, contenido en gran parte en la elocuencia de los gestos y breves expresiones verbales de Jesús. En primer lugar destaca su gesto de silencio y aparente indiferencia ante los que intentaban apedrear a la mujer adúltera, al no responderles inmediatamente a su malintencionada pregunta y concentrarse más bien en su misteriosa escritura sobre el suelo. En segundo lugar, su inesperada respuesta “lapidaria” a quienes insisten en su pregunta, diciéndoles: “quien esté libre de pecado que le arroje la primera piedra” y, más adelante, sus breves, claras y directas palabras a la pecadora: “yo tampoco te condeno, vete y no peques más”. El primer gesto de Jesús, cuando se inclina silencioso, dándole la espalda a los dolosos fariseos, para concentrarse en su misteriosa escritura so-

bre el suelo, parece implicar un silencio de denuncia, un silencio de rechazo a la inoportuna y necia pregunta de aquellos maestros de la ley. Un silencio que reprueba la actitud acusadora y que descalifica la aplicación inclemente de la ley de Dios, la cual habían despojado de su auténtico sentido, convirtiéndola en un instrumento de su propia impiedad. Es el silencio de Dios de frente a quienes han endurecido su corazón y ya no ven más allá que sus propios intereses y su propio ego. Silencio ante el mundo de aquellos que están ávidos de que los demás sean castigados por sus culpas, el silencio ante quien no cree en la misericordia y en la conversión, cuyo método es el castigo, gozándose en descubrir y señalar los errores de sus hermanos. No en balde, en la tradición bíblica, Satanás es llamado “el acusador”. Las sintética respuesta de Jesús: “quien no tenga pecado que arroje la primera piedra”, puede considerarse, por su fuerza, brevedad y agudeza, una de sus frases más célebres que no sólo se conserva en los ámbitos religiosos, sino que ha permeado distintas culturas aún en los ámbitos seculares. Frente a la pretensión de una aplicación inhumana de la ley divina, Jesús da

una respuesta práctica y directa. Lejos de una explicación rebuscada Jesús opta por el ámbito de lo práctico, siguiendo una lógica elemental: la aplicación de un castigo tan severo solo corresponde a Dios; el hombre, al no estar exento de culpa, no está calificado para aplicar castigo, le corresponde más bien actuar con la misericordia con la que él espera ser tratado. Esta fue una enseñanza constante de Jesús, baste recordar Lc 6,37: “Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.” Las palabras de alivio dirigidas por Jesús a la pecadora: “Yo tampoco te condeno.. Vete y no peques más” recogen el principio fundamental de la Encarnación y del misterio de la muerte de Jesús en el evangelio de san Juan (3, 16-17): “Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él”.


Jóvenes Misioneros en Misa de Envío con Nuestro Pastor Por LCC Angélica Maldonado Morales

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l domingo diez de marzo del 2013, nuestro pastor, don Jesús Carlos Cabrero, presidió la solemne Concelebración Eucarística en la Catedral, en la que dio la bendición a más de 800 jóvenes de los diversos grupos apostólicos de nuestra Arquidiócesis, que irán a Evangelizar en esta Semana Santa 2013, a las diferentes comunidades urbanas y rurales y desde luego en zonas marginadas donde no llega la Palabra de Dios. Nuestro Pastor bendijo y les impuso la Cruz que llevarán en su pecho cada uno de estos jóvenes, no sin antes felicitarlos por responderle a Cristo positivamente al comprometerse a ser misioneros y Evangelizar a otros a quienes están tan lejos y muchas veces, olvidados.

Reunión de secretarias diocesanas en la colonia Foresta Por Carlos Cuéllar

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n la parroquia de Nuestra señora del Rosario de Fátima, ubicada en la colonia Foresta, se reunieron como cada tercer miércoles de mes las secretarias de todas las parroquias de nuestra diócesis, para recibir formación y lograr un mejor desarrollo en cada una de ellas. El miércoles 27 de febrero, más de cincuenta se-cretarias escucharon temas de interés acerca de nuestra Iglesia potosina. La formación estuvo a cargo del padre Eduardo Córdoba Bautista acompañado por el padre Gladimir López Flores. Minutos antes de la reunión, nuestro arzobispo don Carlos Cabrero, en compañía de autoridades municipales de Soledad de Graciano Sánchez, bendijo el pozo que está dentro de las instalaciones de esta parroquia, con el objetivo de abastecer de agua a todos los Soledenses.

Yo CREO...y vivo mi FE

…y su Reino no tendrá fin… Por P. Memo Gil

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n la pasada edición de este semanario, nos encontrábamos reflexionando sobre el artículo séptimo del Credo: Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Pero a ese artículo que encontramos en el Símbolo de los Apóstoles, el Credo Niceno-Constantinopolitano le agrega ésta parte: …y su Reino no tendrá fin. Expresión tomada muy seguramente del pasaje de la Anunciación que se nos narra en el Evangelio de Lucas, y dice: “Reinará sobre la descendencia de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin” (Lc 1,33). Cita que es una clara referencia al reinado del Mesías anunciado por los profetas desde el Antiguo Testamento. Así lo encontramos referido en el libro segundo de Samuel, acerca del reinado de David: “Él edificará una casa en mi honor y yo mantendré su reino para siempre” (2Sam 7,13). Un poco más adelante, Dios hace ésta misma promesa a David con palabras parecidas: “Tu dinastía y tu realeza subsistirán para siempre ante mí, y tu trono será estable para siempre” (2Sam 7,16). También nos ofrece una referencia muy clara hacia ese reinado eterno del Mesías el profeta Daniel cuando habla de la visión que tuvo del hijo del hombre: “Se le dio poder, gloria y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas lo servían. Su poder es eterno y nunca pasará, y su reino jamás será destruido” (Dn 7,14). Lo anterior, nos debe ayudar para ubicar el tipo de reino, o más bien reinado que ejerce Jesús. En el Evangelio de Juan cuando se nos narra su inte-rrogatorio ante Pilato, Jesús da una respuesta muy interesante acerca de su reino: “Mi Reino no es de éste mundo” (Jn 18,36a). El Reino de Cristo es más bien algo que está dentro de nosotros, es decir, se trata más bien de una actitud del corazón que se somete a la soberanía de Dios. Ésta realidad la encontramos presente cuando Jesús predica el Reino de Dios, como una realidad que no es exterior, sino que se trata de la actuación activa de Dios en nuestra realidad terrenal. Así, nos queda claro, que evidentemente el Reino de Cristo, o reinado de Dios, no tiene fin; pues se va plasmando y actualizando de manera concreta en la vida y en el testimonio de sus seguidores. Es así como podemos comprender las afirmaciones que Jesús hace acerca de la humildad y sobre el reino que está oculto, como una semilla que secretamente va germinando y creciendo. Cristo mismo y su reino, o soberanía de Dios, son un tesoro escondido. O también, esa perla preciosa por la que se puede sacrificar todo. De ahí el valor de ser levadura en medio del mundo, pues la extensión y realidad de éste Reino no tiene límites. Entonces, no hay por qué temer a nada ni a nadie. Tenemos garantías más que de sobra para confiar en la victoria de Cristo también en lo que a nuestra vida personal se refiere. Cristo está vivo. Cristo ha vencido a la muerte y al mal. Cristo ha vencido al mundo y al pecado. Cristo estará con nosotros hasta la consumación de los siglos. Y por todo eso su Reino no tendrá fin. Certeza que se presenta de modo tajante en la profecía viva del libro del Apocalipsis: “Tocó la trompeta el séptimo ángel, y en el cielo se oyeron fuertes voces que decían: a nuestro Señor y su Cristo pertenece el dominio del mundo y reinará por los siglos de los siglos” (Ap 11,15).


Con gozo y esperanza Rioverde recibe a su nuevo párroco

Por Luz Elena González

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on gran alegría los fieles de la parroquia de Santa Catarina de Alejandría, en Rioverde, SLP, recibieron a su nuevo párroco padre Benjamín Moreno Aguirre, este miércoles 6 de marzo de 2013, quienes se dieron cita en la entrada de la ciudad para darle la más cordial de las bienvenidas y acompañarlo al templo parroquial para celebrar la Sagrada Eucaristía y tomar posesión de su nueva parroquia. Al llegar al frente del templo fue recibido por el Presidente Municipal y su señora esposa, miembros del cabildo, así como de un numeroso grupo de niños y más fieles, quienes con banderitas y porras lo recibieron con gran entusiasmo. En la santa Misa el señor arzobispo don Jesús Carlos Cabrero Romero le dio posesión como nuevo párroco, después de que Monseñor Antonio Torres, Vicario General de la diócesis leyó el nombramiento que lo acredita desde ahora a dirigir esta comunidad parroquial. El Padre Benjamín hizo su profesión de fe, asi como la renovación de sus promesas sacerdotales, recibió las llaves del Sagrario, el sello y los libros parroquiales. Después el señor arzobispo dirigió unas palabras a los sacerdotes, saludó a las autoridades municipales, a toda la comunidad parroquial y nos invitó a repetir cantando el salmo responsorial “Demos Gloria a nuestro Dios”, nos invitó a guardar los mandatos del Señor para que en nuestro pueblo haya familias con ilusión y esperanza; dijo a la comunidad parroquial, “les vengo a entregar a este nuevo párroco, vean en nuestro señor cura a su pastor que ha sido enviado en el Nombre del Señor”, ámenlo, respétenlo y cuídenlo, un sacerdote es un regalo de Dios, cuiden a todos los sa-cerdotes y oren por ellos”; luego dirigiéndose al nuevo párroco le dijo: “Padre Benjamín, aquí están representados los fieles de tu nueva parroquia, recíbelos, ámalos, que ninguno se sienta excluído de la comunidad parroquial ni de tu corazón, te lo dejo como un desafío a realizar, y sé que con tu animación, esta comunidad será un ejemplo de las demás comunidades parroquiales, ya que esta es la parroquia madre de todas las parroquias de esta zona, te los confío.” Acompañaron al señor cura Benjamín, además del señor arzobispo, un gran número de Sacerdotes en esta especial ocasión. La comunidad de Rioverde le abre los brazos ¡BIENVENIDO PADRE BANJAMÍN!.


MARZO 17 DE 2013

Retiro Misionero Arquidiocesano

Trabajemos arduamente y por amor a Dios en la Misión Permanente

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l martes cinco de marzo se llevó a cabo el Retiro Misionero Arquidicoesano, en el auditorio “Ignacio Montes de Oca” de la Casa de Acción Católica, donde se dieron cita cientos de fieles de las diversas Parroquias de nuestra Arquidiócesis Potosina, con el objetivo de reflexionar, analizar, comprender y hacer proyectos claros para enfrentar el gran reto que tiene nuestra Iglesia actualmente, como es el de evangelizar de forma constante para estar en Misión Permanente, como nos lo pide el IV Plan Diocesano de Pastoral. En este Retiro Misionero Arquidiocesano se contó con la grata presencia de nuestro pastor, monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, quien presidió la solemne concelebración Eucarística, acompañado de nuestro Vicario de Pastoral, padre José Manuel López Facundo, del padre José de Jesús Cruz Rodríguez, así como de varios Sacerdotes que estuvieron presentes en este evento en el que todos, -laicos y sacerdotes encabezados por nuestro pastor-, trabajamos bajo un mismo objetivo: ser firmes en el compromiso serio y grande de evangelizar. Todos los participantes se comprometieron sin vacilar a seguir en misión permante en la Parroquia en

la que prestan su servicio, y se propusieron no perderse de los objetivos y hacer un relanzamiento de la Misión Permanente, bajo el lema: “Pónganse en camino...” (Lc 10,3). Los Sacerdotes que participaron en este retiro encabezados por nuestro Vicario de Pastoral, fueron los padres Juan José Torres Galván; Fernando Castro Villanueva; Salvador González Vásquez, David Grimaldo; Edmundo Moreno Gómez; Javier Pacheco; seminaristas, y laicos comprometidos que colaboraron en este Retiro.

Por LCC Angélica Maldonado


Recepción del nuevo párroco de la parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo Los hijos de Dios, hacemos su voluntad Por Luis Ricardo Guerrero

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oy materia dispuesta”. Esta frase emitida por el Vicario General Antonio Torres, fue el centro de la homilía que correspondió a la entrega de la parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo, entregada al padre Carlos Ochoa, que fue la inspiración de reflexión, y fue el padre Carlos Ochoa quien dijera las palabras ya citadas, en el momento en que el arzobispo Carlos Cabreo le pidiera ahora en este momento de su vida pastoral, la conducción del templo de Nuestra Señora del Buen Consejo, cesando de este modo sus trabajo en la parroquia de Ríoverde; en la cual estuvo encargado por seis años. Mencionó también el Vicario general que, los presbíteros son servidores de Cristo desde el bautismo, además añadió que todos los bautizados somos sacerdotes por la gracia del Hijo del Padre, de este modo todos los cristianos estamos llamados a servir al otro, para la gloria del Reino de Dios. Por todo esto es necesario dar gracias a Dios, y la manera de agradecer a nuestro Señor será desde luego cumplir su voluntad.

El padre Valentín Ruiz Flores tomó posesión de la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima Por LCC Angélica Maldonado Morales

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n solemne concelebración Eucarística, nuestro Vicario General de la arquidiócesis potosina, monseñor Antonio Torres Herrera, entregó al padre Valentín Ruiz Flores, la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima, el lunes cinco de marzo del 2013. Varios fueron los Sacerdotes, especialmente los del Decanato San Luis Rey a la que pertenece la Pa-rroquia de Fátima, así como varios amigos del Padre Valentín, fueron los que se dieron cita para acompañarle en este momento tan importante de su vida ministerial. Por su parte, los fieles de esta Parroquia lo recibieron con mucha calidez, esperanza vivificante y mucho cariño, el cual fue muy notorio, pues muchos de ellos ya lo conocían desde que estuvo en la Di-vina Providencia, dado que son Parroquias vecinas. Nuestro Vicario General exhortó a los fieles a ser serviciales con el Padre Valentín, a trabajar en equipo con él, a ser laicos comprometidos y dispuestos a apoyarle de forma incondicional y con buena disposición. Monseñor Torres Herrera le agradeció sinceramente al Padre Valentín Ruiz Flores todo su trabajo, entrega, amor y alto desempeño que ha tenido para trabajar en la Parroquia de la Divina Providencia, donde desempeñó un papel extraordinario y donde sin duda alguna se ganó el cariño, la admiración y el profundo respeto de sus fieles, quienes ciertamente lo van a extrañar en demasía

Bienvenida en la Divina Providencia

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l viernes ocho de marzo de 2013, cientos de fieles de las parroquias de La Divina Providencia y La Santa Cruz de la colonia Industrial Aviación, se reunieron en la Divina Providencia, unos, para dar la bienvenida a su nuevo párroco padre Roberto Dávalos, y a su vicario el padre Francisco Juárez y otros, para despedirlos. En punto de las diecinueve treinta horas, en solemne concelebración Eucarística, monseñor Torres Herrera, acompañado por varios sacerdotes del decanato San Luis Rey, así como sacerdotes amigos de los padres Roberto y Francisco, agradeció sinceramente al padre Roberto Dávalos todo su trabajo, entrega, amor y alto desempeño que tuvo para trabajar en la parroquia de la Santa Cruz, donde desempeñó un muy buen trabajo, por el bien de las almas, y donde se ganó el cariño, la admiración y el profundo respeto de sus fieles. El padre Francisco renovó sus promesas sacerdotales, profesó el Credo, puso su mano sobre el Evangeliario y juró obedecer la Palabra de Dios y servir a su Iglesia con fidelidad. Después de éste solemne acto, recibió el Libro de los Bautizados, los Sellos Parroquiales, las llaves del Sagrario y firmó el acta que lo hace párroco de esta Parroquia, a la cual debe guiar, así con el Buen Pastor guía a sus ovejas. ¡Muchas Felicidades y enhorabuena padre Roberto y padre Francisco!


MARZO 17 DE 2013

El tormento de Sísifo S egún leí no sé dónde, una familia media norteamericana cambia de casa unas catorce veces a lo largo de su vida. Por mi parte, debo decir que ésta es la quinta vez que me mudo y que no sé si soportaré una sexta. Apenas empieza uno a conocer a los vecinos, a saludarlos y a aprenderse sus números telefónicos cuando ya se nos pide que volvamos a hacer maletas.

-Ah, pero estás ascendiendo-, me dijo hace poco mi padre cuando le comuniqué la noticia de que me transferían a otra ciudad. Está orgulloso de mis constantes desplazamientos. Para él, moverse es sinónimo de ascender. Como ha vivido siempre en la misma casa desde hace cincuenta años, es incapaz de comprender cuántas cosas se pierden con cada mudanza. -En cierto sentido nuestro hijo tiene razón – intervino mi madre tratando de suavizar las líneas de mi rostro-: los muebles se estropean, las cacerolas se abollan. Pero tampoco ella me entendía. Ante la necesidad de partir, ¿quién piensa en los muebles, los platos o las cacerolas? Lo que en realidad deja uno atrás son nombres, rostros, amistades: esto es lo que se estropea, lo que se rompe. En la ciudad a la que voy nadie me conoce, y pasarán muchos meses antes de que los vecinos me saluden por mi nombre. Sí, con el tiempo acaso lleguemos a conocernos, incuso tal vez a estimarnos, pero tan pronto como esto haya sucedido, otra vez habré de marcharme a vivir a otra ciudad. Si hoy los dioses tuvieran que castigar a Sísifo, no lo obligarían a cargar una piedra, sino a cambiar de casa como cambio yo. Lo peor de todo es que mis padres se imaginan a Sísifo feliz. En Los trabajos y los días, según puedo recordar de mis lecturas escolares, Hesíodo hacía la siguiente recomendación a los griegos de su tiempo: «Que no te llamen muy amigo de los huéspedes, ni nada amigo de los huéspedes». De ellos, en una palabra, no había que hacerse amigo de ninguna manera. ¿Por qué tan extraña recomendación?, pregunté entonces a mi maestro de literatura, y él se explayó hablando en clase acerca de la «tan inesperada como deplorable xenofobia helena». Hoy, sin embargo, creo conocer la respuesta: porque los huéspedes están de paso y se irán un día u otro. De ellos, puesto que se marcharán, no debe uno hacerse amigo, pues nos dejarán tarde o temprano con el corazón herido. Una traducción posmoderna del texto de Hesíodo podría ser

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ésta: «Que no te llamen muy amigo de los nómadas, ni nada amigo de los nómadas». Pero, ¿pueden los nómadas tener amigos? Cuando pienso en mis viejos compañeros, sufro de veras. Hay algunos a los que no he visto desde hace por lo menos dieciocho años, es decir, desde que estábamos en la preparatoria y no nos sentíamos nunca solos. ¿Qué se ha hecho Gustavo, por ejemplo? ¿Vive o ha muerto? ¿Dónde está? Lo único que sé de él es que hace veintitrés años, en 1989, tuvo que irse con su familia a los Estados Unidos, país en el que una cierta compañía de electrodomésticos contrató a su padre, que era un competente ingeniero. ¿Se casó ya?, ¿cuántos hijos tiene?, ¿vive incluso? ¡No lo sé!

la misma vieja casa familiar). Pero estas libretas no existen ya. Si no recuerdo mal, me deshice de ellos en mi primera mudanza, hace más o menos quince años. En aquel tiempo (y en aquel estado de ánimo) no pensé que me pudieran servir más tarde. ¡En cambio ahora, cuánto daría por volverlos a ver! En ellos escribí mis primeros pensamientos perso-nales, mis primeros versos (que fueron, por lo demás, los últimos). Si pudiera echarles un vistazo, acaso me comprendería mejor a mí mismo, pues allí encontraría la fuente de la que manan mis pensamientos de hoy. Pero con tanto movimiento, ¿quién puede darse el lujo de cargar con todo? Para caminar lige-ros, arrojamos a la basura acaso lo único que hubiéramos debido conservar.

En esta época de regresión a los tiempos nómadas no existe la certeza de que nos volveremos a ver, de que continuaremos encontrándonos. ¿Cómo, si cambiamos tan rápido de dirección, de conocidos? ¡Y de los teléfonos celulares mejor ni hablar! Raro es el hombre o la mujer que duran más de seis meses con el mismo aparato (¡nos los roban los ladrones o nosotros mismos los perde-mos con tanta facilidad!). Yo mismo, en apenas un año, he comprado por lo menos tres, y en dos ocasiones –para no pagar el cambio de chip- he tenido que conformarme con el nuevo número que me ha asignado la compañía, número que debo -¡otra vez!hacer circular entre mis conocidos.

Toda mudanza implica una gran cantidad de serias decisiones. ¿Llevarse el buró en vez de la caja con los libros juveniles?, ¿el colchón en lugar de las carpetas en las que recogimos apuntes de clases ya olvidadas?, ¿la grabadora en vez del cofre en el que depositábamos las cartas no enviadas y las postales recibidas? Como ya la misma palabra lo indica, mudarse es cambiarse; es, en cierto sentido, hacerse otro, perder una parte de nuestra identidad: algo así como atentar contra el recuerdo. ¿Será por eso que cada vez me vuelvo más melancólico y menos amable?

Pensaba hace poco que si lograra encontrar los cuadernos que usé en mis tiempos de bachillerato, tal vez encontraría en ellos algún indicio que me ayudara a localizar por lo menos a dos o tres de estos ausentes (siempre es posible que sus papás vivan en

Hay que guardar un silencio respetuoso cada vez que nos encontremos con una cara larga; quizá se trate de un rostro que camina en una ciudad en la que ningún corazón late por él. ¡Ay, y pensar que dentro de poco esa cara será tal vez la mía en la ciudad a la que iré!


Verdades universales Esquilo

Por Mtro. José Ricardo García López

(Tercera parte)

LOS SIETE CONTRA TEBAS

Un hombre cuya audacia ante nada retrocede (p.167).

En adelante, que ni en la buena ni en la mala suerte me sea querido el linaje mujeril. Porque cuando triunfa, toma una altivez insoportable; y atemorizado, es un mal mayor aún para la ciudad y las mansiones (p.150 y 151).

La muerte de dos hermanos consanguíneos, muertos a golpes mutuos, resulta una mancha que no envejece jamás (p.167).

PROMETEO ENCADENADO

Yo puse al carro los corceles dóciles al freno, con los que se adorna la fastuosa opulencia (p.202).

¿Acaso cuando la nave sufre los embates de la tempestad, el piloto yendo y viniendo de popa a proa logrará la maniobra que salvará su bajel? (p.151).

Uno que por primera vez empieza a gobernar, siempre es duro (p.185).

¿Qué falta sorprendiste en mí, para uncirme a semejantes miserias? (p.207).

Un ladrón con las manos llenas se cruza con otro que también las lleva llenas de robo; un ladrón con las manos vacías interpela a otro ladrón que lleva también sus manos vacías, con el fin de procurarse un cómplice: porque nadie anhela menos ni lo mismo, sino lo mejor (p.156).

Has faltado al derecho y has traspasado los límites de lo justo (p.188).

No hay mal más repugnante que un lenguaje engañoso (p.211).

Ni los discursos melifluos y aduladores me ablandarán, ni las duras amenazas me harán encoger de temor (p.193).

Cuando el hombre se llena de loco orgullo, su lenguaje se le convierte en justo acusador (p.159).

Atrevido eres y no cedes ni aún en tus amargos dolores, y con demasiada libertad te expresas. Un terror penetrante y escalofrío sutil se apodera de mi corazón repentinamente (p.193).

“El unirse con su igual” es con mucho el mayor de los bienes; y en consecuencia no codiciar, cuando sólo se es artesano, un matrimonio con quien está infatuado con sus riquezas y ebrio con la alteza de su linaje (p.218).

Se clavan en mi pecho las palabras y se erizan mis cabellos cuando oigo hablar de la arrogancia e impiedad de esos insolentes (p.163). En toda empresa nada hay tan malo como la compañía de los perversos (p.164). Si un hombre piadoso se embarca con marineros ansiosos de cometer crimen, perecerá con su perversa compañía (p.165). Si un hombre justo se asocia con ciudadanos crueles y olvidados de los dioses, se verá cogido en las mismas redes con ellos: lo herirá el azote divino que castiga por parejo (p.165).

Nada omites de cuanto pide la benevolencia (P.199). Es castigo la inutilidad de la pena que se toma, lo mismo que el andar demostrando una simplicidad candorosa (p.200).

¡Dígnate, pobre loco, dígnate razonar con más prudencia ante los males presentes! (p.222).

Ya sé que es áspero y que no tiene más justicia que su propio querer (p.193).

Tascando el freno, a la manera de un indómito corcel, te resistes y peleas contra el aguijón (p.223).

Quienquiera que se halla libre de padecimientos es muy rápido para exhortar y reprender al desdichado (p. 196).

La insolencia, en quienes mal razonan, por sí misma y sola no tiene fuerza (p.223).

Conócete a ti mismo y acomódate a lo que va sucediendo y adopta nuevas actitudes (p. 198). No seas demasiado libre de boca. ¿Acaso no sabes, a pesar de ser consumado en la prudencia, que el castigo se aplica a la lengua que profiere expresiones alocadas? (p.198).

Nunca creas que la soberbia audaz es mejor que el buen consejo (p.223). Semejantes determinaciones y palabras sólo pueden escucharse de uno que ha enloquecido. ¿Qué señal de locura falta en su arenga? (p.224).


Fe y política

Una sensatísima reflexión

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm/ Arzobispo de Oviedo (www.siame.mx)

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o se tomaron la foto oficial de campaña ni pusieron carteles en paredes y farolas. No llevaron programa electoral ni discursos en mítines. No incitaron a sus votantes prometiéndoles prebendas tras la victoria. Tampoco abuchearon a sus presuntos rivales para manchar su carrera. No prometieron oros ni moros, pero se comprometieron bajo juramento a la discreción absoluta al entrar en el Cónclave. Esta manera de elegir a un nuevo Papa, como siempre, resultó extraña para quienes la observaron y buscaron manipular, queriendo homologarla a los usos y costumbres de sus modos y sus jergas. En estos días, hemos sido testigos de ese proceso electivo del sucesor número 266 del apóstol Pedro. Por un lado estuvieron las elucubraciones que con variopinto interés o inconfesables motivos, se empeñaron en dirigir su particular Cónclave en clave política, sociológica, moralista, desmitificadora. A algunos creadores de opinión se les antojó continuar con su batalla singular contra una Iglesia que no aceptan ni entienden, que no logran domesticar ni que vaya tras ellos como los ratones de Hamelin el flautista. Ellos hicieron los carteles de quita y pon; ellos, quienes suben al podio a sus celebridades, arrojaron a los avernos de sus insidias a los candidatos que usan y luego tiran. Fueron ellos quienes sondearon la cuestión, estuvieron contando los secretos que, según ellos, les develaron siempre fuentes anónimas bien informadas, y cuál fue el currículum completo de los que están en sus censuras o en sus lanzaderas. Así fue, como poco a poco, se fue calentando este periodo con trazas de campaña electoral, subrayando que esto es más de lo mismo, que aquí sucede lo que sucede en las demás, y que habría que deshacer esa apariencia piadosa perfumada con incienso lo que con todos sus entresijos -dicen- ha sido una elección vulgar. La orquesta estuvo en su conciertillo a bombo y platillo. Es inútil que digamos que no fue así, aunque les cueste creerlo a ellos.

Pero las cosas son más sencillas y nobles de lo que estos y aquellos quisieron pensar. Los cardenales de la Iglesia son gente normal: tienen una edad, proceden de su países, llevan dentro una cultura, hablan su lengua materna. Son factores que determinan esa normalidad humana. Pero además tienen otra normalidad que es cristiana: en sus biografías ha habido luces y sombras, gracias y pecados, han buscado y encontrado, han recibido el don de la fe, y con caridad son personas de esperanza. Su amor por Jesucristo ha sido lo más determinante de sus vidas, y que tratan de amar a la Iglesia como ella necesita ser amada. Sin duda tuvieron sus preferencias, hicie-ron sus conjeturas, rezaron, hablaron y compartieron, y se preguntaron cómo debería ser el perfil, el tono, el talante, la agudeza, la fortaleza, la salud... y un largo etcétera, de aquel hermano que llegaría a presidir en el amor, fortalecer la fe y comunicar la esperanza a tantos miles de millones de católicos, y a tantos hombres y mujeres que ven en la Iglesia un referente moral. Cómo debería comunicarse el Evangelio eterno de Cristo a nuestra generación, y cómo se compartiría que el Señor es la respuesta cumplida a nuestras preguntas en la vida. Nosotros hemos rezamos por ellos, y hemos creído que el Espíritu Santo ha sido quien se ha expresado a través de la normalidad humana y cristiana de cada uno de los cardenales. Ellos han descubierto a quién elige el Señor discerniendo con responsabilidad serena el nombre escrito en el palma de Dios, no en las urnas de nuestros empeños. Este ha sido el único Cónclave que nos interesa, el único en el que hemos creído. Si dentro o fuera de la comunidad cristiana hubo quienes jugaron a otros juegos, es su problema y peor para ellos. Nos unimos al Pueblo de Dios sencillo y fiel, y con él rezamos, para que providencialmente el nuevo Papa tenga su oído en el Corazón de Dios y sus manos y sus pies en donde la felicidad de tantas personas se decide, en el surco de esta Iglesia y este mundo de nuestro tiempo.

Cielo y Tierra: Papa custodio

¿H

Alejandra María Sosa Elízaga

(www.siame.mx)

as oído a algún norteamericano decir, en época de elecciones: ‘ojalá gane un presidente que pinte de colores la fachada de la Casa Blanca’?

¿Te has enterado de que los franceses critiquan al director del museo Louvre porque opinan que debería autorizar que a la Gioconda (mejor conocida como la Mona Lisa, de Leonardo Da Vinci), se le pinte un amplio escote, pues su vestido demasiado recatado está demodé? ¿Alguna vez oíste a un mexicano aficionado al futbol comentar al iniciar un partido: ‘no es justo que los jugadores no puedan meter goles con las manos, espero que este árbitro lo autorice’? ¡Claro que no! No has oído ni oirás semejantes frases porque ni la Casa Blanca ni la Gioconda ni el reglamento del futbol están a merced de los caprichos de una persona o de la moda del momento o de lo que opinen unas gentes. El presidente de EUA puede tener su hogar y oficina en la Casa Blanca, pero ésta no le pertenece, no puede hacer con ella lo que le dé la gana. El director del museo se encarga de velar por la integridad de los cuadros, no tiene derecho a mandarlos repintar según la moda del momento. El árbitro está para asegurar que se cumplan las reglas, no puede alterarlas para complacer a ‘la afición’. ¿A qué viene todo esto? A que si se considera lógico que un patrimonio histórico, artístico o deportivo sea intocable, ¿cómo es que no se aplica ese mismo criterio con relación al patrimonio de la Iglesia Católica? Con motivo del Cónclave se escucha y se lee una y otra vez en diversos medios: ‘ojalá elijan un Papa que ‘modernice la Iglesia’, quieren decir que permita curas casados, ordenación de mujeres, matrimonios del mismo sexo, anticoncepción artificial, aborto, eutanasia, experimentos genéticos y todo eso que hoy en día es considerado ‘progresista’ y ‘actual’. Quienes así se expresan ignoran que ni el Papa ni los ministros ordenados ni todos los fieles laicos juntos tenemos el poder de cambiar los principios que rigen la Iglesia, porque no los inventamos nosotros, son revelación de Dios. No dependen del gusto de unos o la opinión de otros, no están sujetos a votación. La Iglesia no es una democracia o una empresa o una asociación; no es una institución como cualquier otra, porque fue fundada por Jesucristo, y eso hace toda la diferencia. Sus principios están cimentados en la Palabra Divina y en las enseñanzas de los Apóstoles, y han de transmitirse íntegros, a lo largo de los siglos, a cada sucesor de san Pedro, para que los guarde, los enseñe, los defienda y los comunique intactos a quien lo suceda. Esto se puede comparar con lo que ocurre con una valiosísima joya de familia. Pasa de generación en generación y quien la recibe la admira, la usa, la disfruta, pero no la altera, la mantiene tal cual, porque quitarle o ponerle algo sería dañarla y restarle valor, y así, bien conservada en su esplendor original, se la hereda a sus descendientes. La doctrina de la Iglesia, las verdades que la rigen, no pueden modificarse para decir un día una cosa y al otro día otra, son siempre las mismas. Su enseñanza es sólida, confiable. En un mundo en el que se promueve que cada persona se rija por las frágiles ‘verdades’ propuestas por los medios, la política, la cultura, veletas que cambian según soplan los vientos, los católicos tenemos la certeza de edificar nuestra vida no sobre las arenas movedizas del relativismo, sino sobre la roca firme de una doctrina que, como pedía Jesús, dice “sí cuando es sí y no cuando es no”, no confunde lo bueno con lo malo (y viceversa) y se atreve a llamar a las cosas por su nombre aunque no sea lo ‘políticamente correcto’ o pierda popularidad. En ese sentido, ante la elección del nuevo Papa no cabe desear que éste venga a cambiar el tesoro que Dios le va a confiar. Cabe esperar, eso sí, que, al igual que todos sus antecesores, lo valore y lo sepa custodiar.


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Basta que tengas fe Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a Él mucha gente; Él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: “Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva”. Y se fue con Él. Le seguía un gran gentío que le oprimía (Mc 5, 21-24).

M

ientras estaba hablando (luego de haber curado a la mujer de la hemorragia) llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos di-ciendo: “Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?” Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: “No temas; solamente ten fe” Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice: “¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida”. Y se burlaban de Él. Pero Él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice: Talitá kum, que quiere decir: “Muchacha, a ti te digo, levántate” La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer (Mc 5, 34-43). Aquí continuamos por fin el desenlace de esta bella narración acerca de la resucitación de la hija de Jairo, el jefe de una sinagoga; esta narración en san Marcos se ve interrumpida porque incluye, entre el inicio y el final la curación de aquella mujer que llevaba doce años cargando una enfermedad en la que había gastado toda su vida y su fortuna sin éxito. Ahora la historia continúa su curso y vemos a

Jesús curando a una pequeña de doce años. Es una escena dramática. A aquel hombre le aseguran que no hay nada qué hacer ya, pues su hija está muerta; pero él no desiste, sigue a Jesús, sigue confiado. Su fe está siendo puesta a prueba. Ante esta situación dramática sale Jesús a reanimar la fe de aquel hombre: “no temas, basta que tengas fe”. Basta que tengas fe. Sí. Eso basta. Y la advertencia de Jesús nos deja clara esta verdad: lo contrario a la fe es el temor. No es la herejía, no es la idolatría lo contrario a la fe, esas son desviaciones de la fe, de la verdad, lo que realmente acaba con la fe es el temor. El miedo a creerse vacío, a que Dios no esté. Cuantos hay que esperando un milagro, como algo mágico que venga a dar salud o prosperidad, al no encontrar las respuestas a sus súplicas o a sus necesidades se cansan y decepcionan, entonces ponen en duda no solo el poder de Dios, sino el hecho de su existencia, la fe se ve amenazada mortalmente; se alejan lo mismo de la Iglesia que de cualquier creencia. Peor aún, pierden la fe, dejan de creer en el único Dios verdadero y van en busca de otros poderes que les den confianza u otras esperanzas, ya que el Todopoderoso dejó de escucharles. Entonces acuden a donde creen que son escuchados y se pierden en lecturas de cartas, de Tarot, de café, de té, de horóscopos, astros, manos, etc. Van en busca de lo totalmente contrario a la verdadera fe, van a una parodia de la fe y caen en manos de quienes se dicen conocer misterios ocultos, y no son más que mequetrefes que juegan con la credulidad y el dolor ajenos. Al haber perdido la fe en el único Dios, podrán creer en cualquier cosa o persona, en cualquier fuerza, en cualquier imagen que les de alguna es-

peranza a corto o largo plazo y que responda a sus necesidades; pero gastarán su poca o mucha fortuna esperando en vano, tarde se darán cuenta de que fueron engañados, y entonces vivirán en la amargura total, sin ninguna esperanza, sin fe. Van luego de los adivinos a los embusteros que les hacen trabajos de brujería, de magia negra, vudú; van con los santeros, con los sabios de las plantas, de los elementos, van con los especialistas en el arte del engaño; perdieron no solo la fe, sino toda dignidad humana, toda esperanza; perdieron todo; el que pierde la fe lo ha perdido todo. Así pasó con los Israelitas en el desierto, perdieron la fe, se cansaron de esperar; ellos creían que llegarían a una tierra que manaría leche y miel, y se encontraron por el desierto durante años; y se alejaron de Dios, del Dios que Moisés les hubo hablado; y, a pesar de haber contemplado el poder del Altísimo al cruzar el mar rojo, decidieron separarse, olvidar las maravillas que el Señor hace; y se pusieron a adorar una bestia de oro (Ex 32); perder la fe los llevó a la idolatría, y es que el ser humano puede perder la fe, pero necesita creer en algo que le dé sentido a su vida; el punto es que en lo único que vale la pena creer es en el único Dios. Jesús aconseja a Jairo: “basta que tengas fe” y “no tengas miedo”. Miedo y fe son incompatibles. O se tiene fe o se vive en medio del temor; o bien, el miedo lleva a alguno a perder lo más sagrado que puede tener: la fe. Jesús llega a la casa de aquel buen hombre de fe. Entra solo con los discípulos que quiso y los parientes de la pequeña, que ya está muerta, la toma de la mano, le dice unas palabras bellas y la hace levantar del profundísimo sueño en que había caído, ya que la muerte no es más que un sueño del que seremos despertados alguna vez por Jesús, de la misma manera que hizo con esa niña. Ésta se levanta, se pone a caminar delante de todos; y Jairo seguramente sonrió feliz; su fe fue coronada, su perseverancia fue premiada; ahora tenía a su hija nuevamente con él. La vería crecer, la vería convertirse en una mujer y hacer su vida como todas las hijas de Israel; desaparecieron los miedos de Jairo, desaparecieron las lágrimas de los tristes parientes de Jairo y de todos los que ya se lamentaban por la triste muerte de aquella pequeña que apenas empezaba a vivir. Cuando la vida nos pinte un paisaje gris, triste, lloroso, difícil, hagamos como Jairo, escuchemos a Jesús, imitemos su esperanza, su total confianza en Jesús; y sigamos con Él a pesar de las adversidades; Él sabe lo que necesitamos y sabe también hacia donde debe llevarnos; escuchemos en nuestro interior sus palabras: “No tengas miedo, basta que tengas fe”; y escuchemos también sus palabras que reaniman: “Levántate”. Entonces nos mantendremos en su presencia y en su camino; y entonces ahuyentaremos todo temor y toda muerte, porque seremos resucitados y eso lo sabemos, lo creemos y lo esperamos.


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Palabra de Dios “Tampoco yo te condeno. Vete y no vuelvas a pecar” Del santo Evangelio según san Juan 8, 1-11 En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y Él, sentado entre ellos, les enseñaba. Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola frente a Él, le dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en fragante adulterio. Moisés nos manda en la ley apedrear estas mujeres. ¿Tú que dices?” Le preguntaban eso para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: “Aquel de ustedes que no tenga pecado, que tire la primera piedra”. Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo. Al oír aquellas palabras, los acusadores empezaron a escabullirse uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie, junto a Él. Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están los que te acusaban?¿Nadie te condenado?” Ella le contestó: “Nadie Señor”. Y Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno. Vete y no vuelvas a pecar”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

DAR FRUTOS El V domingo de Cuaresma en el itinerario a la pascua de Cristo nos indica la colaboración que Dios pide a los hombres para salvarlos: su conversión, su reconciliación con Él. En el trozo del Evangelio de san Juan descubrimos dos actitudes opuestas ante la mujer, sorprendida en flagrante adulterio: la de los escribas y fariseos, prontos a juzgar y a condenar; y la de Jesús dispuesto a perdonar. Su amor misericordioso no tiene límites. Jesús ante el cuestionamiento de los fariseos no toma la postura de juez, su papel no es buscar culpables, El viene a salvar y mostrar el camino del Padre. La respuesta de Cristo nos enfrenta a una verdad más profunda, y toca la conciencia del hombre, por eso, los testigos mejor se retiran. “No encuentro figura más hermosa de Jesús salvando la dignidad humana, que este Jesús que no tiene pecado frente a frente con una mujer adúltera... Fortaleza pero ternura: la dignidad humana ante todo... A Jesús no le importaban los de-talles legalistas... Él ama, ha venido precisamente para salvar a los pecadores... convertirla es mucho mejor que apedrearla, ordenarla y salvarla es mucho mejor que condenarla... Las fuentes del pecado social están en el corazón del hombre... nadie quiere echarse la culpa y todos son responsables... de la ola de crímenes y violencia... la salvación comienza arrancando del pecado a cada hombre.” “No peques más”. (Monseñor Romero en su última homilía el 23 de marzo de 1988). El mensaje de esta cuaresma nos ofrece algunos puntos fundamentales: 1.- El Señor es un Dios de salvación. La palabra nos invita a comprender que «Dios no quiere la muerte del pecador, sino que éste se convierta y viva» (Ez 33,11). 2.- Reconocer que somos pecadores. El llamado permanente de Dios es una oportunidad de aceptar nuestra condición de pecadores, de mirar dentro de nosotros mismos aquello que no nos permite vivir desde el amor. El Señor no aprueba el pecado, pero ama al pecador y nos dice: “anda, y no peques más”. 3.- El proyecto de una nueva forma de vida. Aquella mujer en el silencio de su corazón tiene el don de encontrar a Cristo y está dispuesta a rehacer su vida. San Pablo, después de conocer a Cristo resucitado considera todos los bienes del mundo como “basura”. Dios perdona nuestro pasado, ahora hay que mirar al futuro. Dios quiere hacer todo nuevo. Pbro. Pedro S.S.

Cristo Amigo: Jorge Luis Dávila Piña, 2 de Filosofía Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino

¿E

s en verdad Cristo tu mejor amigo? No me respondas ahora. Lee por favor las siguientes líneas y luego podrás mani-festarte con mayor sinceridad. Muchos sabemos que el 14 de febrero es una fecha especial, puesto que se dan y se reciben regalos, tarjetas, chocolates o un simple mensaje de agradecimiento por la amistad o por el amor correspondido que se tiene en una relación, dígase en el caso de los novios o casados. Y según todos vivimos muy “felices” pues presumimos de tener muchos amigos (as) en Facebook, o de tener muchos seguidores en Twitter, pero déjame decir que hoy eso no es garantía de vivir en realidad la felicidad de la amistad de una manera plena, todo esto gracias a una sencilla razón: estamos cayendo en una simple práctica de dar y recibir y se pierde el verdadero significado de lo que se celebra: el amor. Celebramos todo menos al principal protagonista del amor: Jesucristo. Es por eso que te pregunto: ¿Forma Cristo parte de tu lista de amigos? Ser amigo es hacerse uno con la persona amiga, ser amigo es vivir como el amigo en VERDAD aunque duela, ser amigo es vivir en disponibilidad plena para el otro, ser amigo exige reciprocidad en la confianza. De este modo Cristo se convierte en el más grandilocuente testimonio del amor, puesto que Él con su vida nos dio ejemplo de cómo se debe vivir en el amor. Precisamente nuestra semejanza con Dios consiste en que al igual que Él, somos capaces de amar. Nosotros seres humanos estamos dados a la necesidad de dar y recibir amor. En Dios no es así, puesto que Él es feliz amando, independientemente de si ese amor es correspondido o no. He aquí que surge una nueva pregunta: ¿Has correspondido a ese amor? Es entonces cuando Cristo viene a ser esa persona que ama con un amor incondicional y que está dispuesto a todo, inclusive a dar la vida por los que desde siempre ha amado y que por eso mismo ha querido encarnarse y dar la vida por cada uno de nosotros. Si Cristo se hubiera fijado solamente en los que le correspondían a su amor, seguramente hoy muchos seguiríamos siendo esclavos del pecado. Y nuevamente brota una cuestión: ¿Le has agradecido a Él por su infinito amor para contigo?

Aprendamos a valorar nuestras amistades pero ante todo la amistad que nos brinda nuestro gran y mejor amigo Jesús. En una verdadera amistad existe el diálogo; los amigos platican frecuentemente entre sí, los mejores amigos se cuentan todo: sus ilusiones, sus planes, sus problemas, etc. Y de este modo su amistad cada vez se acrecienta más. Este es pues el punto clave para amplificar nuestra amistad con el que nunca falla. La oración es un diálogo de amistad, ¿por qué entonces no le hablamos a Jesús por medio de la oración? Muchas veces nos resulta tedioso pasar un momento ante el Sagrario platicando con nuestro Amigo, cuando debería ser todo lo contrario, ese momento debería resultarnos deleitable, ya que así pasa con nuestros demás amigos, cuando nos encontramos platicando con ellos el tiempo se pasa muy rápido y quisiéramos seguir platicando pero hay que volver luego, pues los deberes llaman a cada uno. Y culmino con la siguiente interrogante: ¿forma Cristo parte de tu lista de contactos frecuentes? Después de toda esta lectura ahora sí, te invito a que respondas a la pregunta que enuncié en un principio: ¿es en verdad Cristo tu mejor amigo? La respuesta puede ser positiva o negativa. Si tu respuesta es positiva no está de más seguir acrecentando tu amistad con tu mejor amigo Jesús. Si tu respuesta es negativa es un buen momento para ponerse a trabajar y muy pronto comenzar una buena relación con Cristo que te espera.


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Una ofrenda desde la fe

DIEZMO,

“fortalece la formación sacerdotal” Por: P. Armando Oliva

M

e ha tocado escuchar comentarios de personas que cuando se llega el día domingo van a ir a tal o cual templo a escuchar la Misa, pero antes preguntan, quién va celebrar, y comentan que porque este Padre si se le entiende o que porque a este padre no se le da la comunicación, o porque este padre es bien aburrido, o este otro padre tiene una forma muy elevada para decir la homilía, etc. Señalamos, juzgamos, criticamos pero no nos ponemos analizar qué hacemos como católicos para tener mejor preparados a nuestros sacerdotes. Hemos de saber que la formación sacerdotal no basta con lo que se recibió en el seminario, que se necesita tener sacerdotes capacitados, especializados en diferentes campos. Hablan de la formación sa-cerdotal los Documentos Conciliares. En el documento Presbiterorum Ordinis (1965), no. 19; en el Documento Optatan Totius (1965), no. 22; y en la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis (1970), no. 100. Estos tres documentos enfatizan la formación de los nuevos sacerdotes, afirmando que estos y todos los demás tienen también necesidad de ella. En el primer encuentro Latinoamericano sacerdotal en caracas, 1977, se afirmo que: Obliga a los presbíteros a: 1. Conocer las realidades humanas, especialmente los valores y corrientes socioculturales, que más influyan en el pensamiento y la conducta de los hombres de nuestro tiempo. 2. Profundizar en la Palabra de Dios, el Magisterio y la Teología, e interpretar a su luz el acontecer humano. 3. Revisar continuamente sus actitudes personales y actitudes pastorales para adaptarlas siempre en las exigencias del mensaje a las necesidades de aquellos a quienes son enviados (CELEM 22, 1989). Solamente con una preparación continua y permanente, podremos mejorar el compartir la Palabra de Dios. Con tu ofrenda del Diezmo, podremos enviar a capacitar a la Ciudad de Roma a más sacerdotes; actualmente nos cuesta cada Sacerdote en Roma 16 mil euros, en la actualidad contamos con cuatro sacerdotes que están por terminar su licenciatura en diferentes areas de la Iglesia. ¡Ayúdanos para mejorar aportando tu Diezmo 2013! GRACIAS.

MARZO 17 DE 2013

Pío XI:

...Lo de Dios a Dios

El papa de las «revoluciones sociales» (1922-1939) Por David Grimaldo

E

s el Espíritu Santo quien guía el caminar de la Iglesia y pone, en cada tiempo, como sucesor de Pedro, a la persona adecuada. El tiempo de las revoluciones sociales más dramáticas de la historia humana y de la Iglesia no podía encontrar mejor Papa que Pío XI, el cardenal Aquilles Ratti, de la ciudad lombarda de Desio (Italia) y, a su tiempo, cardenal de Milán –la diócesis más grande y difícil de Italia-. Persona culta, Doctor en Derecho Canónico, en Teología y en Filosofía. De carácter determinado, gobernó con autoridad y firmeza la barca de la Iglesia en un tiempo peculiar: entre las dos guerras mundiales. Las secuelas de la primera guerra mundial, el establecimiento de un nuevo equilibrio europeo y mundial, la grave crisis económica del año 1929 y sus devastadoras consecuencias, el advenimiento progresivo del bolchevismo, del fascismo italiano y del nacional socialismo de Hitler, las persecuciones contra la Iglesia en México, en España y en otras partes del mundo, constituyen el tremendo contexto en el que insertó este pontificado. Justamente fue definido como el Papa de la reordenación social en una época dramática de revoluciones inesperadas. Pío XI quiso afirmar la urgencia de dar efectividad al reino social de Cristo y recordó a todos que “jamás podrá resplandecer la esperanza de una paz verdadera entre los pueblos mientras los individuos y las naciones rehúsen reconocer la soberanía de nuestro Salvador sobre todas las cosas”. Cristo es Rey no solo de los fieles, sino de todas las creaturas. En México recordamos, estimados lectores, el grito de los cristeros: ¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe! No obstante la política de paz y de unificación de Pío XI, la Iglesia en esos años se encontró como nunca, perseguida y ultrajada en varias partes del mundo. Pío XI denunció, con sus encíclicas, esta situación inaceptable y triste por la muerte de un sinnúmero de mártires. Mencionemos el caso de las cartas dirigidas a la Iglesia y al pueblo de nuestro querido México. La carta apostólica Paterna sane sollicitudo (Una razonable solicitud paternal), de febrero de 1926, y la encíclica Iniquis aflictisque (Una injusta aflicción), de noviembre del mismo año, donde denunció vigorosamente los abusos persecutorios de las autoridades mexicanas en contra de la Iglesia, y protestó por la iniquidad de la Constitución que México se había dado en 1917, por antirreligiosa y anticlerical. Acerba animi (Con un espíritu oprimido), encíclica de 1932, sobre la inicua condición de la Iglesia católica en México y la reiterada condena de la irracional persecución en acto. Firmis-

simam constantiam (Con firmísima constancia), de 1937, encíclica en la cual el Papa describió la difícil situación en la que seguía encontrándose la Iglesia en México. Denunció el incumplimiento, por parte de las autoridades mexicanas, de los acuerdos firmados con motivo de la rendición de los cristeros y, pensando en prospectiva, alentó el fortalecimiento de la Acción Católica, pidió un especial cuidado en la formación de los sacerdotes, impulsó la formación bíblica y la catequesis para todos, y propuso la atención a los campesinos e indígenas como prioridad pastoral, a través de obras humanitarias. En esta encíclica, además, el Papa planteó el ya conocido tema de la “legítima insurrección” contra el poder represor, bajo ciertas condiciones absolutamente necesarias. En defensa de la Iglesia de España escribió la Dilectissima nobis (Amadísimos nuestros), en 1937. En contra de la persecución en Rusia y de la ideología del comunismo ateo, que definió como “intrínsecamente perverso”, escribió la Divini Redemtoris (Divino Redentor), en 1937. En este mismo año escribió y dio a conocer, con mucha prudencia, la encíclica Mit brennender sorge (Con viva preocupación), donde se opuso con trepidación al neo-paganismo de la ideología nacional socialista de Hitler: “La verdadera fe es en Dios y no en una organización de Estado; es en Cristo y no en una criatura como Hitler, y la inmortalidad verdadera es personal y no de un pueblo”. En la encíclica Non abbiamo bisogno (No te-nemos necesidad), de 1931, protestó contra los atropellos del régimen fascista de Mussolini, en Italia. La próxima semana seguiremos viendo, carísimos lectores, un poco más sobre este Sumo Pontífice. ¡Paz y Bien! decía san Francisco de Asís.


MARZO 17 DE 2013


Av. Constituyentes Poniente # 49 local 3 Col. El Pocito, QuerĂŠtaro, Qro. (Paseo Constituyentes, carretera libre a Celaya) Tel. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94

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