Edición 215

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Año 5

No. 215

Semana del 31 de marzo al 06 de abril de 2013

Francisco… sigue impresionando “Hola, Daniel, habla el cardenal Jorge”, le dijeron. “Mariano, no estés bromeando”, contestó, pensando que era un amigo que estaba al tanto de que el papa Francisco, cuando era arzobispo de Buenos Aires, compraba el diario ahí. “En serio, soy Jorge Bergoglio, te estoy llamando desde Roma”, replicaron del otro lado de la línea. “Entré en shock, me puse a llorar, no sabía qué decirle”, contó. “Me agradeció por el tiempo en el que le llevábamos el diario y me mandó un saludo para la familia”, agregó. Los Del Regno son Luis y Daniel, padre e hijo, dueños desde 1997 del puesto de diarios que está en Hipólito Yrigoyen al 478. Hasta que Jorge Bergoglio viajó a Roma para participar del cónclave y elegir al sucesor de Benedicto XVI, le llevaron el diario hasta el 413 de Rivadavia, a las 5:30, de lunes a sábados. “Los domingos, a las 5:30, él pasaba por el estanquillo, compraba La Nación, charlaba unos diez minutos y tomaba el colectivo 28 para ir a Lugano a dar mate cocido (te caliente) a chicos, a gente enferma”, contó Luis. “Puedo contar miles de anécdotas. Por ejemplo, le ataba La Nación con una fajita, para que no se deshojara cuando había viento o lluvia. A fin de mes me traía todas las fajitas del mes, ¡las 30!”, recordó. Luis reconoció que se le pone “la piel de gallina” cuando recuerda que ese hombre “tan sencillo” es ahora el Papa. “En junio bautizó a mi nieto, fue una emoción impresionante. El Papa llamó desde Roma, para saludar y para pedir que no lleváramos más el diario porque no iba a estar más. Es algo imborrable en mi vida: yo sé lo que es, un tipo único”, sentenció.

La muerte no tiene la última palabra

Cristo ha resucitado ¡Aleluya!

Su hijo Daniel relató, emocionado, la conversación con el Papa. “Hablamos de un detalle, que fue que hace un mes, cuando partió, sabíamos del viaje. Las palabras que le dije fueron: «Jorge, ¿vas a agarrar la batuta?», y él contestó: «Eso es un fierro caliente, nos vemos en 20 días». Y bueno, después.... Es historia conocida”, sostuvo. “Le dije que se cuidara, que lo iba extrañar, que le mandaba un beso grande y le pregunté si existía la posibilidad de verlo de vuelta alguna vez. Me dijo que de acá a un tiempo eso va a ser muy complicado, pero que siempre iba a estar presente”. Finalmente, Francisco le pidió que rezara por él.


MARZO 31 DE 2013

Los pendientes de nosotros los cristianos

H

a terminado la Cuaresma y con ello, los cristianos ce-lebramos lo más grande, lo central de nuestra fe, es decir, la Pascua del Señor Jesucristo, su resurrección. Hemos tenido muchas emociones en la Iglesia Universal, no podemos dejar de mencionar los hechos que cimbraron, no solo a cada uno de nosotros los católicos, sino también a otros cristianos e incluso a muchos no creyentes: la renuncia del Papa Benedicto, la sede vacante, las quinielas en las que salían a relucir los cardenales más sospechosos en ocupar la sede de Pedro, la espera de esa “fumata” blanca aderezada con la presencia de aquella gaviota que, durante más de hora y media, se posó sobre la chimenea que anunciaría, algunos minutos después, la historia ya conocida por todos: la elección de Jorge Mario Bergoglio, como el Papa Francisco. Celebrar la Pascua del Señor, después de tantas emociones, puede llevarnos a estar en condiciones como la de aquellos desconocidos que fueron Discípulos del Señor. Me refiero a los caminantes que se dirigían a la aldea de Emaús (Lucas 24, 13-35), agobiados no solo por el cansancio físico, sino también por la tristeza por el que había muerto; de aquel, en quien habían puesto sus esperanzas, para ser el indicado que liberaría a Israel. La solemnidad de la Pascual que, para nosotros los católicos, debe de ser la expresión por excelencia de alegría y gozo, de entusiasmo y júbilo, de dicha y felicidad; corre el riesgo de mezclarse con nuestros desánimos y nuestros abatimientos que, posiblemente hemos adquirido por una disimulada conversión. Para los Discípulos de Emaús, era claro quién era Jesús: “un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo”. Para nosotros los cristianos de éste tercer milenio, es claro lo qué es la resurrección; sin embargo, el hecho nos confronta. Aún quedan muchos pendientes: esa superficial conversión que pesa sobre nuestras espaldas no puede impedirnos participar de la mesa del Señor, pues es necesario reconocer a Cristo ahí: en la fracción del Pan. Es lo que tiene que dar pie a volver a levantarnos e ir a donde están los demás y anunciarles que en verdad, ¡el Señor ha resucitado! En el caminar de nuestra Iglesia se han mostrado signos: el Año de la Fe, que inició Benedicto XVI y que ahora retoma el Papa Francisco, nos estimula a superar la duda y a abrirnos verdaderamente al don de la fe; la presencia, ahora de un hombre “venido desde el fin del mundo” quien con su carisma y cercanía a su Iglesia, anhela ser expresión de comunión y servicio. Estos son signos que nos permiten entender precisamente lo que hoy celebramos: la resurrección de Jesús. En medio de ello, Jesús nos da la libertad de aceptar la mano que nos ofrece. Pero si lo aceptamos, vale la pena pedirle que se quede entre nosotros. Hay muchos pendientes que solo con Él podremos superar.

Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes

La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

¿Por qué Francisco? Queridos amigos: Al comienzo de mi ministerio en la Sede de Pedro, me alegra encontrarme con ustedes que han trabajado aquí en Roma en este momento tan intenso, que comenzó con el anuncio sorprendente de mi venerado predecesor, Benedicto XVI, el pasado 11 de febrero. El papel de los medios de comunicación ha ido creciendo cada vez más en los últimos tiempos, hasta el punto de que se hecho imprescindible para relatar al mundo los acontecimientos de la historia contemporánea. Expreso, pues, un agradecimiento especial ustedes por su competente servicio durante los días pasados – han trabajado ¡eh!, han trabajado – en los que el mundo católico, y no solo el católico ha puesto sus ojos en la Ciudad Eterna, y particularmente en este territorio cuyo «centro de gravedad» es la tumba de san Pedro. En estas semanas, habéis tenido ocasión de hablar de la Santa Sede, de la Iglesia, de sus ritos y tradiciones, de su fe y, sobre todo, del papel del Papa y de su ministerio. Doy gracias de corazón especialmente a quienes han sabido observar y presentar estos acontecimientos de la historia de la Iglesia, teniendo en cuenta la justa perspectiva desde la que han de ser leídos, la de la fe. Los acontecimientos de la historia requieren casi siempre una lectura compleja, que a veces puede incluir también la dimensión de la fe. Los acontecimientos eclesiales no son ciertamente más complejos de los políticos o económicos. Pero tienen una característica de fondo peculiar: responden a una lógica que no es principalmente la de las categorías, por así decirlo, mundanas; y precisamente por eso, no son fáciles de interpretar y comunicar a un público amplio y diversificado. En efecto, aunque es ciertamente una institución también humana, histórica, con todo lo que ello comporta, la Iglesia no es de naturaleza política, sino

esencialmente espiritual: es el Pueblo de Dios. El santo Pueblo de Dios que camina hacia el encuentro con Jesucristo. Únicamente desde esta perspectiva se puede dar plenamente razón de lo que hace la Iglesia Católica. Cristo es el Pastor de la Iglesia, pero su presencia en la historia pasa a través de la libertad de los hombres: uno de ellos es elegido para servir como su Vicario, Sucesor del apóstol Pedro; pero Cristo es el centro, no el Sucesor de Pedro: Cristo. Cristo es el centro. Cristo es la referencia fundamental, el corazón de la Iglesia. Sin él, ni Pedro ni la Iglesia existirían ni tendrían razón de ser. Como ha repetido tantas veces Benedicto XVI, Cristo está presente y guía a su Iglesia. En todo lo acaecido, el protagonista, en última instancia, es el Espíritu Santo. Él ha inspirado la decisión de Benedicto XVI por el bien de la Iglesia. Él ha orientado en la oración y la elección a los cardenales. Es importante, queridos amigos, tener debidamente en cuenta este horizonte interpretativo, esta hermenéutica, para enfocar el corazón de los acontecimientos de estos días. Algunos no sabían por qué el obispo de Roma ha querido llamarse Francisco. Algunos pensaban en Francisco Javier, en Francisco de Sales, también en Francisco de Asís. Les contaré la historia. Durante las elecciones, tenía al lado al arzobispo emérito de san Pablo, y también prefecto emérito de la Congregación para el clero, el cardenal Claudio Hummes: un gran amigo. Cuando la cosa se ponía un poco peligrosa, él me confortaba. Y cuando los votos subieron a los dos tercios, hubo el acostumbrado aplauso, porque había sido elegido. Y él me abrazó, me besó, y me dijo: «No te olvides de los pobres». Y esta palabra ha entrado aquí: los pobres, los pobres. De inmediato, en relación con los pobres, he pensado en Francisco de Asís. Después he pensado en las guerras, mientras proseguía el escrutinio hasta terminar todos los votos. Y Francisco es el hombre de la paz. Y así, el nombre ha entrado en mi corazón: Francisco de Asís. Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación; en este momento, también nosotros mantenemos con la creación una relación no tan buena, ¿no? Es el hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre... ¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!


Concilio Vaticano II

La práctica del ecumenismo

MARZO 31 DE 2013

¡No tengan miedo!

Por P. Juan José Torres Galván

D

ecíamos en el artículo anterior que por ecumenismo se entiende el conjunto de actividades y de iniciativas que se suscitan y se ordenan a favorecer la unidad de los cristianos. Este empeño por la unidad manifiesta ya la unión que existe entre los cristianos y nos conduce a la unidad plena. La renovación de la Iglesia consiste en una mayor fidelidad a su vocación. Cristo llama a la Iglesia a una constante reforma, la conversión es un camino permanente de purificación e identificación con Dios que nos llama a la perfección. Los avances y descubrimientos del movimiento bíblico, litúrgico y catequético, la espiritualidad del matrimonio y la doctrina social de la Iglesia son prenda y augurio de un mayor progreso en el ecumenismo. El verdadero ecumenismo no puede darse sin conversión interior. Reconocer las propias faltas contra la unidad nos llevan a pedir perdón a Dios y a los hermanos separados, y también nos impulsa a perdonar a quienes nos hayan ofendido. Cuanto más llevemos todos una vida acorde con el Evangelio, más progresaremos en la unidad entre los cristianos. Es necesario que los católicos, bien formados en la fe, conozcamos la doctrina, la historia, la psicología religiosa y la cultura de los hermanos separados. De este acercamiento nacerá una mayor colaboración y nuestra fe será mejor comprendida por los hermanos separados. Existe un “ecumenismo espiritual” que consiste en la conversión, la santidad y las oraciones, privadas y públicas, que conducen a la unidad entre los cristianos. Esta corriente espiritual es el alma del movimiento ecuménico. Es lícito y recomendable que los fieles católicos participen en las reuniones de oración y asambleas ecuménicas con los hermanos separados. Sin embargo, no es correcto considerar que la comunión de bienes sagrados (Sacramentos) puedan usarse libremente para lograr la unidad entre diversas comunidades cristianas.

¡Aleluya, resucitó de veras mi amor y mi esperanza! Querida Iglesia Potosina: Les saludo en la alegría pascual que nos envuelve este día en que celebramos la Re-surrección del Señor. ‘¿Qué has visto de camino, María, en la mañana? A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras, mi amor y mi esperanza!’ Este hermoso Himno litúrgico que encontramos en la secuencia de la Eucaristía de la mañana de Pascua nos hace vibrar en la alegría que brota de nuestro corazón, que después de recorrer el camino cuaresmal, de desierto, soledad e interiorización, llegamos a recuperar, por la gracia de Dios, la vida del espíritu y por eso cantamos: ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza! mientras celebramos gozosos a Cristo Resucitado. Celebramos la Pascua del Señor. Si nos fijamos bien, el himno nos dice que el Señor ha resucitado y vive, Él ha salido victorioso de la muerte al camino de la vida; y a partir de ese momento, ese hoy se prolonga y prolongará mientras el hombre busque al Señor, Él le saldrá al encuentro en su camino. También nos dice que la Resurrección del Señor Jesús es esencialmente un aconte-cimiento de amor de Dios Padre que entrega a su Hijo para la salvación de todos los hombres, de todos los tiempos. Amor del Hijo de Dios que se abandona a la voluntad del Padre por todos nosotros. Amor del Espíritu Santo que resucita a Jesús de entre los muertos con su cuerpo transfigurado. Y todavía más “el amor del Padre que vuelve a abrazar al Hijo envolviéndolo en su gloria; también amor del Hijo que con la fuerza del Espíritu vuelve a Dios Padre. Y ¿Saben cómo? Revestido de nuestra humanidad, transfigurado. Todo este hermoso camino y acción de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo son la causa de nuestra alegría Pascual y que nos invita a hacerla vida de nuestra vida.

Es necesario que los centros de estudio teológico (fa-cultades universitarias, seminarios y casas de formación) se imbuyan del sentido ecuménico, para que, evitando una visión apologética que se traduce en polémica, crezcan los sacerdotes y educadores laicos en una apertura hacia la unidad. De esta formación depende la instrucción y espiritualidad de las comunidades de fieles.

Por eso esta experiencia de gracia se convierte para nosotros en una nueva gracia que Padre Dios nos da en su Hijo por medio de su Espíritu Santo. Y es también un nuevo llamado a convertirnos a este amor real y verdadero para que quitemos de nosotros todo lo que llevamos de egoísmo, maldad, mediocridad y sigamos sus huellas para caminar hacia “Galilea” (Comunidades, parroquia, familia, etc.) donde le encontraremos vivo e invitándonos a reconocerlo en los “otros” que ahí Él estará.

La exposición clara de la doctrina católica nunca será un obstáculo para el diálogo con los hermanos separados. En el empeño ecuménico hay que evitar una mal entendida actitud diplomática o pacifista, ocultando o desvirtuando las verdades de fe católica para lograr la unidad con otras comunidades cristianas. Hay que exponer la doctrina con amor a la verdad, caridad y humildad. Recordando que entre las verdades de fe existe también una jerarquía, es decir, hay verdades esenciales que son permanentes y otras que pueden ser explicadas de manera más adecuada a las circunstancias actuales.

No le tengamos miedo a Cristo Resucitado, creamos en Él, fiémonos de Él y así celebramos y vivamos la fuerza de este amor en nuestra familia, parroquias enclavadas en cada uno de nuestros municipios y trabajemos por hacer posible la paz y el bien, la justicia y el amor como frutos vivos de nuestra experiencia de haber encontrado al Resucitado.

La colaboración en el compromiso social entre los cristianos ayudará a conocerse y apreciarse mutuamente y, por consecuencia, a dar un mayor testimonio de unidad.

Referencia de lectura: Unitatis Redintegratio 5-12

Finalmente quiero decirles: Si ¡Cristo ha resucitado estemos seguros que la muerte ya no tendrá dominio sobre Él, Él la ha derrotado para siempre y a todos los hombres nos ha regalado la misma vida de Dios. ¡Cuánto nos falta para entender y vivir tan gran regalo!

Que nuestra Madre Santísima, Madre del Señor Resucitado, nos guie siempre a su Hijo y que no haya un solo día en que no cantemos: ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza! A todos les deseo de corazón ¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN!

El Señor les bendiga +Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí


Nosotros como hombres de Emaús

Nuestra historia

Por Norberto Alcover, SJ texto adaptado por el Apostolado de la Oración

“El mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia unpueblo llamado Emaús” Lc 24 13-35

H

abían pasado días y más días junto al mismo Jesús. Le habían escuchado. Seguramente, le llegaron a querer, y tal vez, como Pedro, llegarían a decir que darían su vida por Él.

Por Alejandro Areni

Y de pronto, Jesucristo queda en el sepulcro, encerrado con su misterio, no aparece por sitio alguno, y para colmo unas mujeres afirman haber visto a un grupo de ángeles. Muchachos de Emaús, que antes fueran muchachos de Jesusalén, entusiasmados y felices, rotundos en sus afirmaciones, creyentes sin lugar a dudas. Muchachos como nosotros, que al llegar el dolor y tener que enfrentarse con el auténtico misterio de la cruz y del sepulcro, tiran hacia adelante, en una especie de fuga sin freno, porque su fe se había partido en trozos por completo.

l desgarrador y solemne llanto de las saetas recorre las empedradas calles potosinas, la noche se acerca y con tres fuertes golpes el templo de El Carmen abre sus puertas para dejar salir la una imagen de Cristo que recorre en larga agonía mientras lo único que la ciudad puede hacer es guardar respetuoso silencio frente a las decenas de cofradías que pasan.

La eterna historia de tanta gente en la Iglesia de Dios, porque el sepulcro puede ser un escándalo, un desconcierto, una falta de inteligencia. Cualquier desamor profundo, tantas y tantas cosas. Pero al final todos igualitos: se abandona Jerusalén y se marcha hacia Emaús.

La Procesión del Silencio es la piedra angular de los eventos culturales de la Semana Santa en San Luis Potosí, cada viernes santo todos los fieles potosinos acuden a ser espectadores de la pasión y muerte de nuestro señor, esta procesión abarca el misterio central de la fe cristiana, que comienza con la muerte y termina con la resurrección de nuestro señor Jesucristo.

Conozco y seguramente ustedes también, mucha gente así. Puede inclusive que nosotros mismos hayamos emprendido alguna vez, este peligroso viaje. Pero el evangelista Lucas en su estremecedora narración, deja claro algo sustancial: todo camino de Emaús se acaba convirtiendo en camino de Jerusalén porque el Jesús de la ciudad santa reaparece como resucitado y confiere sentido a la vida.

La Procesión del Silencio

E

Esta celebración es parte de un movimiento solemne y de imponente respeto que conmueve corazones ya sea de locales y extranjeros que lo contemplan, alimentando la fe del espectador, moviendo a una educación en la fe más comprometida, arraigada y sólida. Hoy más que nunca la unión entre los católicos es más fuerte, por lo tanto estas expresiones religiosas son de suma importancia para seguir construyendo y reforzando la fe potosina por medio de una representación cultural y tradicional. Nuestra Señora de la Soledad cierra la santa procesión con su manto lleno de lágrimas, dejando que su dolor impregne los sentimientos y las almas de los espectadores, dejando que el sacrificio para la salvación empañe los ojos de los católicos presentes. Este 2013 la Procesión cumplió 60 años de representaciones ininterrumpidas; gracias a esto muchas son las generaciones que se han visto conmovidas por su paso; dejemos que nos siga cautivando en cada representación.

Me temo que Lucas comunique todavía algo más rotundo: que huir de la fe tiene su explicación porque somos pobres hombres, pero que cuando se ha experimentado a Jesucristo como compañero de camino alguna vez, siempre se acaba por reencontrarlo más adelante. No porque nosotros pretendamos más bien porque él nunca ha dejado de estar a nuestro lado. Es la fidelidad de Dios manifiesta en su Hijo por la fuerza del Espíritu. Es la manifestación trinitaria en la vida cotidiana, en el polvo del camino. Cuando nos sintamos abrumados por al huida leamos este texto excelente, despacio, muy despacio con la seguridad de que Jesucristo sigue siendo el mismo, y por lo tanto nunca abandona en el camino del vivir humano por débil y limitado que sea. Lleguemos a sentirlo en sus palabras, en su cercanía en el hecho de partir el pan y maravillémonos de que nuestro corazón estalle de calor. Padecer de fe que es padecer de esperanza y de amor, siempre es posible en esta sociedad que nos acosa, pero puede que nunca como ahora, podamos experimentar el gozo de Jesucristo, hecho sencillo caminante que nos sale al misterioso encuentro, que nos catequiza del todo y nos introduce en la vitalidad del sacramento por excelencia.


05

¿Primera comunión express? Por P. Kino

E

El divorcio Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com

n más de una ocasión me han preguntado: “¿puede hacer mi niña de siete años la primera comunión con la que tiene nueve años?” Al preguntarles las razones comienzan a decir: ya se sabe todo, para no hacer doble gasto, porque los que quiero que sean los padrinos van a venir de lejos y esos días estarán por aquí, porque ¿Qué tal si se acaba el mundo? Con todo respeto les digo: “no inventen”… En tal caso dile a la maestra de sexto que si tu niña de quinto puede graduarse con la hermana que está a punto de salir de sexto año, ¿Qué crees que te respondería? Obviamente que no, pues es todo un proceso de formación. No solamente es “saberse todo” como perico huasteco, que solo repite, sino que tiene que meditarlo, profundizarlo, vivirlo acorde a su edad. La buena enseñanza catequética tiene su proceso gradual. Ahora bien, con todo respeto, el que tiene que elegir los padrinos de primera comunión es el mismo que va a recibir por primera vez a Jesús sacramentado y no los padres. El padrino o madrina tiene que ser cercano, y si viene de lejos y casi no frecuenta al ahijado ¿Qué caso tiene? Mejor que no lleve padrino, al fin que si ni siquiera es obligatorio. Aprovechando este espacio, me han preguntado más de una ocasión que si es obligatorio en el sacramento de la confirmación o de la comunión, que si es niño tiene que ser padrino, y que si es niña tiene que ser madrina. La respuesta es no. Es recomendable, pero no es requisito intransigente que si no se cumple no se puede realizar dicho sacramento.

D

esde hace once años que trabajo en el Tribunal Eclesiástico, me he dado cuenta de muchos casos de separaciones que terminan en divorcios, algunos son necesarios y otros voluntarios. Algunos podrán decir que el divorcio es un mal necesario, sobre todo cuando hay violencia, maltrato psicológico, golpes, violaciones y demás atropellos a la dignidad de la persona. Yo estoy convencido que antes de casarte debes de estar muy atento (a) para no hacerlo con el enemigo. A veces en el noviazgo, nos encontramos con máscaras que disfrazan una realidad. Cuando se quieren divorciar nada más porque ya no están a gusto, creo que se puede evitar el divorico y buscar soluciones para conservar el matrimonio.

Volviendo al tema de primera comunión, existen “catequistas piratas”, en el sentido que no se forman, y como tienen años de dar catecismo creen que lo saben todo. Mientras que el párroco y la diócesis se esmeran en dar formación gradual, estas catequistas piratas preparan a niños en tres meses desajustando toda la organización pa-rroquial y diocesana. Toda catequista debe estar en comunicación con el pá-rroco. La catequesis en las parroquias tiene que ser gratuita, es normal que ocasionalmente te pidan lo del material de trabajo que utilizará el niño, que te cuesta más barato que un par de “caguamas”, y el libro dura todo el año, y el par de caguamas solo una tarde, (si es que no llega el “catarrín” del compadre que solo le dura un sorbo).

De repente llegan a tu casa y te dicen: “Señora, soy el abogado de su esposo y me ha enviado para interponer un divorcio voluntario”.

Y ya no me entretengo en las pláticas para papás y padrinos que ese es otro show, ya lo escribiré después.

No dudo que haya personas que han encontrado una luz en su vida en sus segundas nupcias, sin embargo, sabemos que el divorcio es una situación que sí afecta a la familia.

Así que ánimo, y a preparar a los chamacos responsablemente para recibir a Jesús Eucaristía.

Si yo estuviera en ese caso y considero que es sólo un capricho porque ya la otra parte quiere “tirar el arpa”, me pondría a pensar: “Es cierto que tenemos problemas, pero ¿hasta el extremo de pedir el divorcio? ¿Dónde están esos momentos felices que pasamos? ¿Dónde las ilusiones de formar una familia para siempre?”. No cabe duda que me he equivocado, que he fallado, pero hay medios para cambiar mi conducta y superarme. No podemos por una firma terminar lo que se ha fincado en años. ¿Y los hijos? Nos los vamos a disputar como si fueran objetos, y además no nos ponemos a pensar que aunque yo resuelva mi pro-blema, les crearemos a ellos otros, porque a querer o no, sí es necesario para su crecimiento integral las figuras de sus padres y si te llegas a casar, tendrán traumas porque no van a aceptar que estés con otra persona que no es su padre o su madre. ¿Y los bienes? De igual manera se rematan y se reparten por partes iguales. Hay padres que quieren que sus hijos se divorcien para que ya no estén ba-tallando; pero no se ponen a pensar que se crea otro problema: LA SOLEDAD. Dios en un principio dijo: “No es bueno que el hombre esté solo” (Gen 2,18). Comienza una nueva etapa de tu vida: sin tu esposo, sin tus hijos; sin tu familia política, sin tus bienes, y en algunos casos, sin tu familia de sangre. Ya te libraste de una pesadilla, de alguien que te hace la vida imposible, ¿y luego? Tienes que esperar que alguien se fije en ti y te quiera y esperar que esta vez te vaya mejor.

Hasta la próxima semana.


Nosotros como hombres de Emaús

Nuestra historia

Por Norberto Alcover, SJ texto adaptado por el Apostolado de la Oración

“El mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia unpueblo llamado Emaús” Lc 24 13-35

H

abían pasado días y más días junto al mismo Jesús. Le habían escuchado. Seguramente, le llegaron a querer, y tal vez, como Pedro, llegarían a decir que darían su vida por Él.

Por Alejandro Areni

Y de pronto, Jesucristo queda en el sepulcro, encerrado con su misterio, no aparece por sitio alguno, y para colmo unas mujeres afirman haber visto a un grupo de ángeles. Muchachos de Emaús, que antes fueran muchachos de Jesusalén, entusiasmados y felices, rotundos en sus afirmaciones, creyentes sin lugar a dudas. Muchachos como nosotros, que al llegar el dolor y tener que enfrentarse con el auténtico misterio de la cruz y del sepulcro, tiran hacia adelante, en una especie de fuga sin freno, porque su fe se había partido en trozos por completo.

l desgarrador y solemne llanto de las saetas recorre las empedradas calles potosinas, la noche se acerca y con tres fuertes golpes el templo de El Carmen abre sus puertas para dejar salir la una imagen de Cristo que recorre en larga agonía mientras lo único que la ciudad puede hacer es guardar respetuoso silencio frente a las decenas de cofradías que pasan.

La eterna historia de tanta gente en la Iglesia de Dios, porque el sepulcro puede ser un escándalo, un desconcierto, una falta de inteligencia. Cualquier desamor profundo, tantas y tantas cosas. Pero al final todos igualitos: se abandona Jerusalén y se marcha hacia Emaús.

La Procesión del Silencio es la piedra angular de los eventos culturales de la Semana Santa en San Luis Potosí, cada viernes santo todos los fieles potosinos acuden a ser espectadores de la pasión y muerte de nuestro señor, esta procesión abarca el misterio central de la fe cristiana, que comienza con la muerte y termina con la resurrección de nuestro señor Jesucristo.

Conozco y seguramente ustedes también, mucha gente así. Puede inclusive que nosotros mismos hayamos emprendido alguna vez, este peligroso viaje. Pero el evangelista Lucas en su estremecedora narración, deja claro algo sustancial: todo camino de Emaús se acaba convirtiendo en camino de Jerusalén porque el Jesús de la ciudad santa reaparece como resucitado y confiere sentido a la vida.

La Procesión del Silencio

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Esta celebración es parte de un movimiento solemne y de imponente respeto que conmueve corazones ya sea de locales y extranjeros que lo contemplan, alimentando la fe del espectador, moviendo a una educación en la fe más comprometida, arraigada y sólida. Hoy más que nunca la unión entre los católicos es más fuerte, por lo tanto estas expresiones religiosas son de suma importancia para seguir construyendo y reforzando la fe potosina por medio de una representación cultural y tradicional. Nuestra Señora de la Soledad cierra la santa procesión con su manto lleno de lágrimas, dejando que su dolor impregne los sentimientos y las almas de los espectadores, dejando que el sacrificio para la salvación empañe los ojos de los católicos presentes. Este 2013 la Procesión cumplió 60 años de representaciones ininterrumpidas; gracias a esto muchas son las generaciones que se han visto conmovidas por su paso; dejemos que nos siga cautivando en cada representación.

Me temo que Lucas comunique todavía algo más rotundo: que huir de la fe tiene su explicación porque somos pobres hombres, pero que cuando se ha experimentado a Jesucristo como compañero de camino alguna vez, siempre se acaba por reencontrarlo más adelante. No porque nosotros pretendamos más bien porque él nunca ha dejado de estar a nuestro lado. Es la fidelidad de Dios manifiesta en su Hijo por la fuerza del Espíritu. Es la manifestación trinitaria en la vida cotidiana, en el polvo del camino. Cuando nos sintamos abrumados por al huida leamos este texto excelente, despacio, muy despacio con la seguridad de que Jesucristo sigue siendo el mismo, y por lo tanto nunca abandona en el camino del vivir humano por débil y limitado que sea. Lleguemos a sentirlo en sus palabras, en su cercanía en el hecho de partir el pan y maravillémonos de que nuestro corazón estalle de calor. Padecer de fe que es padecer de esperanza y de amor, siempre es posible en esta sociedad que nos acosa, pero puede que nunca como ahora, podamos experimentar el gozo de Jesucristo, hecho sencillo caminante que nos sale al misterioso encuentro, que nos catequiza del todo y nos introduce en la vitalidad del sacramento por excelencia.


Los libros y sus autores

El fuego de la montaña Eduardo de la Hera Editorial San Pablo 490 páginas Por Mtro. Luis Marino Moreno F.

E

ste libro describe la trayectoria de siete conversos recientes: Giovanni Papini, Charles de Foucauld, Edith Stein, Gilbert K. Chesterton, Graham Green, Eva Lavaliére y Guillermo Rovirosa, todos estos personajes tienen una cosa en común: el encuentro con Dios, esa fuerza irresistible, que como en el caso de Moises, les llevó a abandonarlo todo y a pasar por no pocas dificultades. Estas biografías acontecieron, subrayando la repercusión que toda conversión tiene no sólo en la persona sino también en la sociedad en que se produce. Por otro lado, las figuras analizadas en este libro pueden constituir asimismo un testimonio de fe y entrega personal y un estímulo en nuestra búsqueda personal de Dios.

EDUARDO DE LA HERA Doctor en Teología, antiguo profesor em centros docentes públicos. Uno de sus libros: El árbol de la Cruz; donde describe ciento cincuenta reflexiones sobre la cruz y el crucifijo

07 ROMA.- El Papa Francisco recibió, al día siguiente de su entronización como pontífice, a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, con quien conversó, entre otros temas, sobre la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río 2013 que se realizará en julio y sobre una posible visita al Santuario Mariano de Aparecida en el estado de Sao Paulo. La mandataria dijo que el Santo Padre resaltó como algo fundamental la lucha contra las drogas y la promoción de los valores: “conversamos sobre el asunto de las drogas y el crack, sobre reforzar los valores, principios y símbolos para la juventud”. Según informó el sitio web de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), luego del encuentro con el Papa la presidenta dijo que el Pontífice “habló sobre la importancia de la juventud en la construcción del futuro de la humanidad y que la Iglesia (…) tiene en los jóvenes un foco muy grande”. MADRID.- El Museo de Cera de Madrid (España) ha presentado el pasado miércoles el “primer busto de arcilla” del Papa Francisco “de todos los museos del mundo”, según ha explicado el jefe de prensa del museo, Gonzalo Presa, que ha asegurado que “si otros museos estaban intentando ser los primeros, se han quedado intentándolo”.
 La escultura, que ha sido realizada en las primeras semanas de su pontificado, ya está expuesta al público en la “Sala de la Iglesia” del museo y ocupa la parte frontal del estrado en el que le acompañan el obispo emérito de Roma Benedicto XVI, Juan Pablo II y el fundador de la Compañía de Jesús, san Ignacio de Loyola, a la que pertenecía el Papa antes de ser ordenado obispo. LIMA.- A raíz de la reciente elección del Papa Francisco como nuevo obispo de Roma y Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, un grupo de jóvenes católicos decidió lanzar una página en la red social Facebook, con la intención de hacer cercanos a la juventud los mensajes del Santo Padre.

 El sitio “Papa Francisco” usa un estilo gráfico fresco y juvenil para difundir las enseñanzas del Santo Padre.

 La página actualmente cuenta con contenido en español, pero sus creadores esperan pronto difundir el mensaje del Papa Francisco tanto en inglés como en portugués.

 Para conocer el sitio en Facebook de “Papa Francisco”, puede ingresar a: http://www.facebook.com/PapaCercano. LEÓN GTO.- Los feligreses de la arquidiócesis de León recibieron con júbilo a Monseñor Alfonso Cortés Contreras, quien se convirtió en el segundo arzobispo de León.

 El nuevo arzobispo saludó a los presbíteros, religiosos y religiosas, seminaristas y fieles laicos quienes acudieron a la misa de toma de posesión, en la que participaron grupos de invitados de Cuernavaca y de Monterrey, Nuevo León. Ante la presencia del nuncio apostólico, Christophe Pierre; el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Carlos Aguiar Retes; el arzobispo emérito, José Guadalupe Martín Rábago; 30 obispos y cerca de 8 mil feligreses, tomó posesión de su cargo. 
Don Alfonso fue nombrado segundo arzobispo de León el pasado 22 de diciembre por el Papa Benedicto XVI. TIJUANA.- 25 mil católicos participaron en la XIII Marcha por la vida, la paz y la libertad religiosa, cuyo lema es “Un canto a la vida construyendo la paz” organizada por la Arquidiócesis de Tijuana, a través de la Pastoral Educativa que coordina el presbítero Benigno Medrano Flores, en la primera quincena de marzo.
 “Bendito sea Dios que podemos tener esta marcha número trece, y siempre le hemos puesto como sentido un canto a la vida, a la paz y ahora queremos poner el acento también en la libertad religiosa” dijo el señor arzobispo, don Rafael Romo Muñoz.
 Además mencionó que la vida es el mayor don que tenemos y que nos ha dado Dios, y ya que vivimos queremos hacerlo en paz, y todos debemos colaborar para vivir en paz.
 SAN LUIS POTOSÍ.- Por primera vez, don Jesús Carlos celebró los oficios de Semana Santa en la Iglesia Catedral Potosina. Como ya es toda una experiencia de fe que se manifiesta en los días santos, previos a la Pascua del Señor, cada una de las celebraciones han tenido su toque especial con el que el señor arzobispo vive y hace vivir la liturgia. Previamente anunciado, todo el presbiterio potosino, se congregó en catedral para celebrar la Misa Crismal que, por primera vez, se llevó a cabo en miércoles de Semana Santa, pensando en los sacerdotes que tienen que regresar a sus parroquias. La Misa estuvo presidida don Carlos, quien acompañado por don Arturo y don Luis, arzobispos eméritos, invitó a su presbiterio a renovar las promesas sacerdotales.


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Soledad C

uenta Diógenes Laercio (412-323 a.C.) que cuando Platón, apelando a todas las prerrogativas de su de su autoridad ma-gisterial, se atrevió a decir del hombre que era un «bípedo implume», uno de sus adversarios filosóficos, Diógenes el cínico, echó a la Academia un pollo desplumado con un letrero que decía: «He aquí el hombre de Platón». ¡Excelente réplica! Cuando definimos, empequeñecemos; es decir, nos equivocamos. Si, como dijo alguien, el hombre no es más que un animal enfermo, ¿qué diferencia hay entonces entre él y un perro con moquillo? En realidad, son muchas las cosas que podrían decirse en torno al ser humano: que es, por ejemplo, una caña pensante (Pascal), un animal simbólico (Cassirer), un carnívoro agresivo o un mono desnudo (Desmond Morris). Lo que casi nadie dice –porque les parece demasiado religioso y, por lo tanto, pasado de moda- es que «no es bueno que esté solo» (Génesis 2, 18); y, si escudriñamos con alguna atención las Sagradas Escrituras, veremos que ésta es, precisamente, la primera y casi única declaración que hace Dios acerca de la criatura del sexto día. Dios no define; más bien, constata y advierte que la soledad humana no es de ninguna manera una cosa buena. Como si dijera: «Es verdad que el hombre, esta criatura singular, es muy semejante a una caña -¡lo agitan tantos vientos, al pobrecillo!-, que a veces se enferma, abstrae, coge el compás y traza figuras geométricas; que navega en Internet, se interna en el ciberespacio, camina con dos pies y a veces es un tanto agresivo, sobre todo cuando los atascos de tráfico le impiden llegar a tiempo a sus citas. Todo esto es muy cierto, pero no es suficiente; como dijo Albert Camus, un hijo mío excelente que se decía ateo, esto viene después, esos son juegos: antes hay que decir que no es bueno que ande por la vida sin quién por él». (Curiosamente, en la literatura prehispánica de México, hay un relato de la creación del hombre en el que los dioses hablan entre ellos en los siguientes términos: «He aquí que el hombre está triste, hagamos algo para que esté contento, a fin de que tome gusto en estar en la tierra, que nos alabe y nos cante y nos alabe». Cf. Salvador Toscano, La literatura prehispánica de México. No, Dios no quiere ver al hombre triste. Hagamos algo para que esté contento.) Numerosos estudios han avalado recientemente la eterna verdad contenida en esta afirmación bíblica. «En 1974, verbigracia, la doctora Lisa Berkman dirigió un estudio con 7 000 personas en Alameda Country, California, en el cual se ponía de manifiesto que las tasas de mortalidad entre quienes tenían muchos vínculos sociales eran de dos a tres veces más bajas que entre los que vivían aislados. Y un estudio realizado a lo largo de diez años por la Universidad de Michigan con 2 754 adultos de Tecumseh, Michigan, confirmó estos resultados: la tasa de mortalidad de los individuos con mayor número de con-

tactos sociales eran de dos a cuatro veces menor que la de quienes carecían de una red de apoyos sociales» (Cf. Barbara Powell, Las relaciones humanas). Otro estudio de mismo género realizado entre 12 000 japoneses emigrados a los Estados Unidos hizo ver lo siguiente: que los japoneses que adoptaban las costumbres occidentales tendían a desarrollar las mismas patologías mentales y físicas que los norteamericanos, mientras que los que conservaban las costumbres japonesas (reunirse a beber té con los amigos de toda la vida, sostener largas pláticas vespertinas, dedicar horas enteras a arreglar mazos de flores en compañía de la familia) se mantenían tan sanos como si nunca hubieran salido de su país natal. Y, por el contrario, «la proporción de enfermedades del corazón entre los que se occidenta-lizaban era cinco veces mayor que entre quienes conservaban sus lazos comunitarios…Según recientes investigaciones –prosigue la doctora Powell-, ciertos factores psicosociales como la soledad pueden afectar de forma negativa al

sistema inmunológico humano, y hacernos así más susceptibles a la enfermedad».¡Vaya, quién iba a decirlo! Los hombres y mujeres solos tienden a enfermarse con más facilidad, con mayor frecuencia y mucho más gravemente que los que cuentan con amistades significativas capaces de sostenerlos con su afecto en los momentos de dificultad; por tal razón son también más vulnerables a esos arañazos cotidianos de la muerte que hemos llamado, para facilitar las cosas, ansiedad, tristeza y depresión. «Pagamos un precio alto por cortar las relaciones con los otros en nuestras vidas –escribe a su vez el filósofo español José Antonio Marina-. Existen estudios que demuestran que la gente que cuenta con buenos amigos, o mantiene una buena relación conyugal, tiene mejor salud mental y física, e incluso mayor resistencia a las infecciones… Después de grabar en vídeo y analizar centenares de horas de convivencia de parejas, (John) Gottman llegó a la conclusión de que lo más importante no era la profundidad afectiva de las conversaciones, ni siquiera que las parejas estuvieran o no de acuerdo. “Quizá lo más importante sea cómo estas parejas se muestran mutua atención, sin que tenga importancia alguna lo que hagan o de lo que hablen”» (Aprender a convivir). ¿De qué hablaremos tú y yo ahora que nos veamos? ¡No importa! Lo esencial es estar juntos. Aislarse, querer vivir –como pedía Nietzsche- lejos del rebaño, eternamente ausentes de los intereses que nos ligan a los demás, no es sólo transgredir una advertencia divina, sino expo-nerse a ver quebrantada la salud del alma y el vigor del cuerpo. Durante los seis días de la creación, Dios no tiene en la boca más que elogios (Y vio que era bueno); todo lo que salía de sus manos le parecía grande y bello, pero sólo de una cosa dice exactamente lo contrario, es decir, que no es buena: la soledad del hombre. Y vio Dios que no era bueno. Y si es Dios quien lo dice, amigos, imagino que por algo será. ¿O no es así?


Celebran 20 años de sacerdocio los padres Darío Martín e Ignacio Ortega, así como bodas de plata, cinco catequistas de San José “Siempre serán los Elegidos del Señor; nadie podrá arrebatarles esa gran dicha” Por LCC Angélica Maldonado Morales

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l pasado martes 19 de marzo del 2013, el primer arzobispo emérito de San Luis Potosí, monseñor Arturo Antonio Szymanski Ramírez, presidió en la Catedral Potosina la Misa de acción de gracias con motivo del XX aniversario sacerdotal de los presbíteros: Lic. en Sagradas Escrituras, Darío Martín Torres Sánchez, y Lic. en Misionología, Ignacio Ortega Aguilar. En esta misma solemne concelebración eucarística también se celebraron las bodas de plata de vida consagrada de cinco religiosas Misioneras Catequistas de san José quienes llenas de entusiasmo, alegría y entrega generosa a Dios, renovaron sus votos; ellas son: María Mercedes Gámez Martínez; Ma. de los Ángeles Soto Alfaro (ambas prestan sus servicios religiosos con monseñor Syzmanski); Martha Soto de la Rosa en DIPAC; (Dimensión de Pastoral y Catequesis); Irene Rosas Trejo (presta sus servicios en la Catedral de Acapulco), y Ma. del Rosario Castillo Castillo, quien colabora en la Catedral de Veracruz.

esposas de Dios para siempre, sin que nada ni nadie pueda arrebatarles esta gran dicha y bendición, en la que muchos son los llamados y pocos los escogidos. Indicó: “Gracias porque hoy, bien llenas de amor a Dios y con un corazón lleno de gratitud al Señor a renovar su compromiso de hace 25 años, según su carisma, para llevar generosamente y con alegría la luz de Cristo al mundo y así, con sus vida consagrada, cooperar a la misión de la Iglesia en el tiempo actual. Las cinco religiosas, quienes siempre se han ca-racterizado por ser alegres, entusiastas, sencillas, humildes, serviciales, con una piedad de verdad contagiante y diligentes catequistas, recibieron las felicitaciones y la demostración del afecto y gratitud de monseñor Syzmaski.

¡Muchas felicitaciones, Dios les bendiga y les premie su entrega generosa al Señor y a su iglesia. Monseñor Szymanski ordenó a estos sacerdotes Enhorabuena! hace 20 años, un 19 de marzo de 1993 en la Catedral Potosina, por lo que fue invitado a presidirles esta Misa de acción de gracias. A ambos los felicitó sinceramente y con mirada de profunda ternura, les agradeció todo el bien que han hecho por amor a Dios y por amor a nuestra Iglesia Potosina. Los exhortó a seguir creciendo espiritualmente en su ministerio sacerdotal ya que han sido los “elegidos del Señor” para salvar almas y acercarlas a Jesucristo, y les pidió que fueran perseverantes en la oración y constantes en practicar la caridad hacia los demás, tomados de la mano de Jesús y la Virgen María. Monseñor Szymanski felicitó con evidente alegría a las religiosas Misioneras Catequistas de San José, quienes renovaron sus votos religiosos, recordando aquél 19 de marzo de 1988 en que hicieron sus bodas místicas con nuestro Señor Jesucristo, quienes optaron por elegir esta vida en la que son


Fiesta patronal en el Santuario de San José y del Señor de los Trabajos “Que nuestro dinero sea ganado honradamente” Por LCC Angélica Maldonado Morales

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on gran fervor se celebró la fiesta patronal en honor a san José, el Patriarca puro y casto, esposo y protector de la Santísima Virgen María y padre de nuestro Redentor, el pasado diecinueve de marzo del 2012 en el Santuario de San José y del Señor de los Trabajos, ubicado en la zona centro de nuestra ciudad capital. La solemne concelebración eucarística fue presidida, por nuestro pastor, monseñor Jesús Carlos Cabrero, acompañado del Rector del Santuario de San José, padre Armando Oliva Varela y de un gran número de sacerdotes que se unieron a esta festividad en honor al Santo patriarca que fue honrado desde temprana hora con las tradicionales “Mañanitas”. Nuestro señor arzobispo fue recibido con gozo por los fieles que quisieron saludarlo y recibir su bendición y se dispusieron atentos a escuchar su elocuente homilía josefina, a través de la cual nos exhortó a imitar a san José en el silencio, la obediencia, el gran amor, su diligencia, su piedad y su fervor que siempre lo caracterizó como hombre de Dios.

San José alimentó a Jesús, trabajó ardua y ho-nestamente por ganarse honradamente el pan de cada día y alimentar al Hijo de Dios y proveer la casa. Claro está que sufrió en gran medida los estragos de la migración, pues fueron migrantes y padecieron hambre y pobreza, pero san José supo enfrentar la realidad y problemáticas de su tiempo para responder al encargo que el Señor le había encomendado. Fue el hombre del silencio, sin dejar de ser comunicativo con su familia, ejemplo a seguir en estos tiempos en que poco nos queremos comunicar unos con otros en el seno familiar y a veces poco nos preocupamos de generar así la unión familiar para que predomine la paz, el amor y la concordia entre los miembros de nuestra familia. Fue evidente que el padre Armando Oliva Varela se esmeró en gran medida en preparar esta fiesta patronal en la que le antecedieron los siete domingos dedicados al santo patriarca, nuestro señor san José, Padre y protector nuestro.

Beatísimo Padre Francisco: Con inmensa gratitud a Dios nuestro Señor, que no deja de dar a su pueblo pastores según su corazón (Jer 3,15), la Iglesia que peregrina en la República Mexicana le saluda, expresándole el amor, el respeto, la obediencia y la fidelidad de las y los católicos de esta noble nación que, al igual que la patria que lo vio nacer, Argentina, forma parte de nuestra querida América Latina, empeñada en la Misión Continental, a la que nos ha impulsado Aparecida. “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18). Su Santidad ha escuchado estas palabras que el Señor le dirigió a través de los Cardenales electores, y fortalecido por la gracia divina, dijo “sí”, eligiendo por nombre el de un gigante de la santidad: Francisco, de quien el poeta Dante, refiriéndose a su nacimiento, exclamaba: “Nacióle un sol al mundo” (Divina Comedia, Paraíso, Canto XI). Del “Poverello” (Pobrecillo) de Asís, su venerable predecesor, el Papa emérito Benedicto XVI afirmó: “sabía que... sólo en la comunión de la Iglesia construida sobre la sucesión de los Apóstoles se renueva también la obediencia a la Palabra de Dios” (Audiencia, 27 de enero de 2010). Por eso entendemos muy bien que el día de ayer, al presentarse ante la Iglesia de Roma, que preside en la caridad a todas las iglesias (cfr. san Ignacio de Antioquía, Ad Romanos, praef.), haya pedido la oración del pueblo, rogando la bendición para el Obispo de Roma. Su Santidad, que conoce muy bien las riquezas, los gozos, las oportunidades, los su-frimientos, las carencias y los problemas que enfrentan los pueblos de América Latina, nos ha invitado, con toda la Iglesia, a caminar, construir y confesar, “sobre la piedra angular que es el Señor mismo” (Homilía, 14 de marzo de 2013). Así queremos hacerlo, exclamando con san Jerónimo: “Yo no sigo un primado diferente del de Cristo; por eso, me pongo en comunión... con la cátedra de Pedro” (Cartas I, 15, 1-2). Santo Padre Francisco, estamos verdaderamente emocionados por su elección al Supremo Pontificado, y también muy agradecidos con Su Santidad por haber aceptado la pesada Cruz del ministerio petrino. Queremos que sepa que las y los católicos mexicanos procuraremos aligerarle la carga con nuestra oración, nuestro amor y nuestra fidelidad. Con estos sentimientos, rogamos al Señor que, por intercesión de Santa María de Guadalupe, a quien sabemos que Su Santidad profesa especial devoción, le conceda un fructuoso ministerio, e imploramos que imparta sobre el pueblo de México la bendición Apostólica. Iglesia que peregrina en México


MARZO 31 DE 2013

El Papa Francisco celebró la Misa del Jueves Santo en una cárcel romana

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l Jueves Santo, el Papa Francisco celebró la “Misa en la Cena del Señor” en la Institución Penal para Menores de Casal del Marmo y no en la basílica de San Juan de Letrán, como era habitual en estos años.

“Lo miró con misericordia y lo eligió”

El 28 de marzo, Jueves Santo, el Santo Padre celebró por la mañana la Misa del Crisma en la basílica de San Pedro y por la tarde se trasladó a la Institución Penal para Menores de Casal del Marmo para oficiar la Misa en la Cena del Señor a las 17,30. Esta Misa se caracteriza por el anuncio del mandamiento del amor y por el gesto del lavado de los pies. En su ministerio como arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Bergoglio solía celebrarla en una cárcel o en un hospital o bien en un centro para los pobres o los marginados. Con la celebración de Casal del Marmo, el Papa Francisco prosigue con esa costumbre que debe caracterizarse por un contexto de sencillez. Las otras ceremonias de Semana Santa se desarrollaron, como habitualmente se han venido llevando a cabo en la Basílica de San Pedro. También el Papa Benedicto XVI visitó la institución de Casal del Marmo el 18 de marzo de 2007 para celebrar la misa en la capilla del Padre Misericordioso.

Fiesta patronal en Villa Hidalgo:

entronización de la Cruz Misionera Guadalupana

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on el lema: “recomenzar desde Cristo, caminando juntos en misión permanente”, se llevo a cabo, en estos primeros días de marzo, una vez más, la novena y fiesta del señor san José, en la Parroquia de San José en Villa Hidalgo, SLP, de la que esta al frente, como párroco y animador, el padre Óscar Rocha Velázquez. Cabe destacar la visita del señor arzobispo, don Jesús Carlos Cabrero, el día de la fiesta, el día 19

de este mes, quien acompañado de los sacerdotes Jesús Domínguez, Lucio Zarazúa, Gilberto Alvarado, Eduardo Díaz, y el padre Primo originario de la mantequilla, quienes junto a nuestro pastor, le dieron un tiente muy especial de fe y alegría a estas fiestas patronales. El día comenzó con el recibimiento del arzobispo, a la entrada norte de la cabecera parroquial, mismo lugar donde se bendijo la Cruz Misionera, y donde a los pies de esta Cruz, Don Carlos, entronizo una imagen guadalupana de 1.70 metros de medida. Posteriormente de una larga peregrinación, nuestro arzobispo, dio inicio a la solemne Misa concelebrada, la cual se oficio en la plaza principal de Villa Hidalgo, donde lucia bajo la luz del sol, al fondo, el templo parroquial de San José.

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l lema del Santo Padre Francisco está tomado de las Homilías de San Beda el Venerable sa-cerdote (Hom. 21; CCL 122, 149-151), quien, comentando el episodio evangélico de la vocación de san Mateo, escribe “Vidit ergo lesus publicanum et quia miserando atque eligendo vidit, ait illi Sequere me”, que evoca el siguiente pasaje: «Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), y le dijo Sígueme, “Sígueme”, que quiere decir: “Imítame”. Le dijo “Sígueme”, más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que está siempre en Cristo debe andar de continuo como Él y anduvo». La homilía de san Beda el Venerable, presbítero, es un homenaje a la misericordia divina y aparece reproducida en la Liturgia de las Horas en la fiesta de san Mateo que además reviste un significado particular en la vida y en el itinerario espiritual del Papa. En la fiesta de san Mateo del año 1953, el joven Jorge Mario Bergoglio experimentó –a la edad de 17 añosen un modo del todo particular, la presencia amorosa de Dios en su vida. Después y tras una confesión, se sintió tocado en el corazón y advirtió que sobre sí mismo descendía la misericordia de Dios, quien con mirada de tierno amor, lo llamaba a la vida religiosa, siguiendo el ejemplo de san Ignacio de Loyola. Una vez elegido obispo, S. E. monseñor Bergoglio, en recuerdo de este particular momento de su vida que lo marcó profundamente desde los inicios de su total consagración a Dios en su Iglesia, decidió elegir, como lema y programa de vida, la expresión de san Beda “miserando atque eligendo” “Lo miró con misericordia y lo eligió”, que ha querido reproducir también el propio escudo pontificio.


Las cicatrices de la violencia: la esclavitud y la guerra Por Ignacio Algara Cossío

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uve la ocasión de ver hace unos días la película sobre Abraham Lincoln, donde la esclavitud es el elemento central del conflicto de la guerra civil americana que costó más de 600,000 muertos. Por otro lado, en esos mismos días, me tocó ver en la televisión una noticia difundida por el Pentágono, donde reconoce que en promedio, diariamente hay 22 suicidios de veteranos de guerra. La esclavitud en Estados Unidos se acabó en 1865, con aquella guerra, pero aun ya liquidada, generó todavía un siglo mas de segregación racial formal, en grandes extensiones del la Unión Americana. Hasta principios de 1960, los estudiantes negros de muchos de los estados, no podían ir a las mismas escuelas y universidades que los blancos. Los autobuses tenían separados los asientos delanteros para los pasajeros blancos, y los de atrás, para los negros. Las centrales de autobuses y las estaciones de tren tenían salas de espera separadas. Lo mismo sucedía en restaurantes y otros centros de servicio. Se requirió un nuevo esfuerzo por la igualdad de derechos civiles para que se terminaran esas barreras y discriminaciones. Estas luchas costaron la vida de más activistas, como el renombrado caso de Martin Luther King. El peso del racismo y de la herencia esclavista seguía mos-trando su fuerza en la práctica. Aún hoy, donde un hombre de origen negro es el presidente de Estados Unidos, la herencia esclavista sigue siendo una lápida pesadísima sobre las familias de origen africano. En el estado de Nueva York, de cada 4 jóvenes negros, uno está en las cárceles. El 25% de esa población pobre está detenida, es criminal. En el largo proceso de formación social y generacional, la vocación de este segmento de la población es delinquir. Qué triste destino para esas familias. Arrancadas hace tantos de su tierra natal en Africa, nacen y crecen ahora en la tierra del sueño americano, para quedar atrapados en un destino que los llevará a una vida de violencia y eventualmente tras las rejas. Algo semejante está pasando con los soldados que combatieron recientemente por ese país, y que ahora al llegar a cierta edad, y enfrentar las sombras y pesadillas de la lucha armada, de la angustia, de la incertidumbre diaria de poder morir en cada misión, su depresión y sus desequilibrios los hacen optar por quitarse la vida. 22 suicidios diarios equivalen a poco más de 8,000 muertos al año, a 48,000 en uno de nuestros sexenios. La cifra es altísima aún si se le compara con el costo de la violencia del crimen organizado en México, habida cuenta que los suicidios se dan fuera de un ambiente de enfrentamiento, a varios años de distancia de la situación de violencia original, en países donde los Estados Unidos ha tenido intervenciones militares. La violencia de la guerra y de la esclavitud, han dejado enormes cicatrices en esa sociedad. Sus costos se siguen pagando hoy en día de manera impresionante. En el caso de la esclavitud ha sido un asunto de cientos de años. En el de la guerra, ya van decenios. ¿Qué fuerza curativa los podrá sanar? ¿Qué vía de conciliación los podrá reencauzar? ¿Qué gestos y acciones sociales integradoras los podrán rescatar? La esclavitud y la guerra desconocieron absolutamente las fuerzas del amor. Las negaron y hasta trataron de explicar y justificar su existencia. Sólo el amor, en su poder espiritual podrá salir al rescate. En este año de la fe, el aporte de los principios cristianos y su aplicación en la vida diaria de los años por venir puede librarlos a ellos, así como a todas las demás sociedades de generar tantas heridas con cicatrices y costos tan profundos.

Yo CREO...y vivo mi FE

¿Cómo es la persona del Espíritu Santo? Por P. Memo Gil

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reo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo… así amplía el Credo Niceno-Constantinopolitano al artículo octavo del Credo, que nos encontramos reflexionando. Y nos interesa ahora hablar de la persona del Espíritu Santo en el seno de la Trinidad. Para conocerlo mejor y descubrir su misión y actuación en nuestra vida. Partamos entonces de que el Padre envía a su Hijo por impulso del Espíritu Santo y ungido por Él, para que sea engendrado y cumpla su misión. Por eso el Espíritu Santo nos da acceso al misterio trinitario, pues comparte la misión del Hijo conformándonos a imagen del mismo Hijo, para conocer al Padre precisamente por medio también del Hijo. El Espíritu no ha sido ni creado, como el mundo, ni engendrado como el Hijo. Procede del Padre y del Hijo, pero no como dos principios, sino de uno solo pues el Padre y el Hijo son uno mismo. Ya que el soplo de vida que manifiesta el vínculo de amor entre las personas divinas es único. Por eso, el Espíritu es igualmente Señor, en su tarea de santificar el mundo. Tiene el señorío de llenar el universo con su presencia vital e invisible. Pero ¿cómo es en sí mismo el Espíritu Santo? Podemos decir que si Dios Padre y Jesús, el Cristo, son misteriosos, el Espíritu Santo es además enigmático. Las imágenes bíblicas que nos lo presentan proceden del orden de la naturaleza o del mundo animal: agua, fuego, viento, aliento vital y paloma. Pero debe quedarnos claro que, no es sólo fuerza, sino, una persona. Aunque inefable, es decir, inexpresable e inaprehensible y sin un rostro que le identifique. Además, de acuerdo a nuestra percepción, el Padre “está en el cielo”; el Hijo ha venido a la tierra; y el Espíritu, habita en el corazón de los creyentes y guía a la Iglesia, como luz e impulso. Y habita en nosotros por gracia, que se nos comunica en los sa-cramentos, para ayudarnos a vivir nuestra fe y fortalecernos en nuestro testimonio.

Tras la resurrección y ascensión del Hijo, no nos hemos quedado huérfanos de Dios, pues recibimos permanentemente el Espíritu que es Santo y nos da vida, si lo invocamos y nos dejamos guiar por Él. Es por su presencia activa que podemos comprender mejor los signos de los tiempos en el mundo de hoy, al mismo tiempo que, nos permite conocer los designios de Dios. Él irrumpe siempre como un soplo de aire fresco y purificador en nuestra vida. Su presencia ilumina, abre caminos, invita a misionar, ayuda a orar y a convivir como hermanos con las gentes de buena voluntad. El Espíritu Santo se manifiesta también como vínculo de amor, por eso creer en Él es enfatizar que Dios actúa sin cesar en el mundo amándonos, gracias a su Espíritu de Amor. Cuando Jesús lee el pasaje de Isaías en la sinagoga de Nazareth: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la Buena Nueva a los pobres, me ha enviado para anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor…” (Lc 4,16-21). Revela cómo es que bajo la acción del Espíritu Santo y su fuerza, Él podrá realizar plenamente su misión. Por eso, el ministerio de Jesús estuvo marcado por el amor, la libertad, el perdón y la alegría, sobre todo, pues todo esto nos habla de una actuación real del Espíritu que habitaba en Él. Y que, desde nuestro bautismo, habita igualmente en nosotros. Por eso debemos dejarlo que se exprese de ésa misma manera cada día en nuestra vida, siendo así como lo manifestamos personalizado y personalizándonos.


¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

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l último capítulo del Evangelio según san Lucas, se compone de cinco escenas: junto a la tumba vacía, en camino a Emmaús, al interior de una pieza, cerca de Betania y en el Templo.

Las tres primeras integran, cada una, tres elementos: primero, que lo sucedido a Jesús en la corte judía y romana, así como en el calvario, es decir, su Pasión, era necesaria, no cayó de sorpresa sino que forma parte de un plan divino. Segundo, todos habrían estado a la expectativa de dichos eventos si hubieran entendido las Escrituras, porque todas ellas lo anuncian. Tercero, ningún discípulo cree en la resurrección, todos necesitan una prueba, pero esa prueba les servirá posteriormente para ser testigos de la resurrección. La primera escena, referida a las mujeres, dice: “estas palabras les parecían como desatinos y no les creían” (24,11) La segunda escena, en el intercambio de los discípulos de Emmaús con Jesús, dice: fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo ha-llaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. El les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! (24, 24-25). La tercera escena, al interior del sitio donde se escondían los discípulos, “sobresaltados y asustados” cuando se presentó Jesús, pues creían ver un espíritu.” Pero Él les dijo: ¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo. Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. Como ellos no acabasen de creerlo… (24:37-41). Aún así, a pesar de la duda, ellos reciben la misión de ser testigos (Lc 24, 46-48; Hch 1,8). Pues así como la Pasión de Cristo fue una necesidad dictada por la voluntad del Padre, así lo será el testimonio misionero. La historia de la vida terrena de Jesús concluye, pero el plan salvífico de Dios continúa a través del testimonio de los discípulos. Su testimonio se dará naturalmente a través de la predicación oral, pero también por medio de la vida eclesial de la comunidad cristiana, por los dones del Espíritu y por el sufrimiento. Entre los elementos más originales de san Lucas se encuentra la segunda escena, la cual, en el intercambio verbal entre Jesús y los discípulos en desesperanza, destaca que sus corazones ardían al escuchar su palabra y experimentan un gozo colmado al partir el pan, esta será la experiencia semanal de la comunidad que les brinde la solidez a la que se refería san Lucas al abrir su Evangelio. Los relatos del Resucitado concluirán con el anuncio de la misión, la promesa del Espíritu, una bendición y la espera gozosa en oración continua en el templo. Así, el Evangelio no es una conclusión definitiva, sino una espera abierta a una nueva etapa en la historia de salvación, la etapa del testimonio.

El Evangelio no es una conclusión definitiva, sino una espera abierta a una nueva etapa en la historia de salvación, la etapa del testimonio.


Verdades universales

Esquilo

(Última parte)

Por Mtro. José Ricardo García López

LAS COEFORAS Al ser que aún no tiene conocimiento, no hay sino educarlo como se hace con un perrito y hacerse a sus modos (p.333). ¡El provecho es para mí cuando la desgracia está lejos de los que amo! (p.336). N i n g ú n m o r t a l puede atravesar su vida sin dolores ni sin pagar su parte de desdichas (p.343).

LAS EUMENIDES Cada cual sufre el castigo que reclama la justicia (p.360). Perecerás abandonado de todos, con el corazón vacío para siempre de regocijos, como una sombra exangüe (p.361). Canto no acompañado por la lira; canto que diseca de escalofrío a los mortales (p.362). Las glorias humanas más augustas bajo el cielo se derriban y caen humilladas por tierra (p.363). ¡Insultar a otro cuando nada hay en él que reprender no es justo ni equitativo! (p.368). Y no podrán ¡infelices humanos! Sino aconsejarse remedios que serán muy poco seguros (p.368). Hay casos en que el terror es útil y resulta ser un vigilante guarda de los corazones y debe por lo mismo tener un tribunal permanente. Bueno es aprender la sabiduría en la escuela del dolor. Porque ¿qué ciudad, que hombre guardará el respeto debido a la justicia, si nada hay acá abajo cuyo temor habite en el alma? (p.268). No consintamos vivir en la anarquía, pero tampoco en el despotismo (p.368). Guarda, pues, el debido respeto a los padres antes que nada y colma de honores a los huéspedes que entran por tu casa (p.369). Quien por sí mismo y sin que nadie lo obligue sabe ser justo, será siempre feliz y jamás perecerá del todo (p.369). No lancéis con boca repleta de furia imprecaciones que no tendrían fruto sino simplemente de muerte (p.380).

La Partícula de Dios ¿Existe?, ¿qué es?, ¿la iglesia está en contra de la ciencia?

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n el pasado mes de julio de 2012, una noticia conmovió al mundo de la física moderna, esta noticia la dieron los científicos del Gran Colisionador de Hadrones (en inglés Large Hadron Collider, LHC), Dentro del colisionador se encuentran partículas que son acelerados en sentidos opuestos hasta alcanzar el 99,99% de la velocidad de la luz, y se los hace chocar entre sí produciendo altísimas energías (aunque a escalas subatómicas) que permitirían simular algunos eventos ocurridos inmediatamente después del Big Bang; este Colisionador está compuesto por 5 partes con funciones especificas (Atlas, CMS, Alice, LHCF y TOTEM), ubicado en el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), uno de los centros más grandes y respetados de la investigación científica del mundo que se dedica a la física moderna. Su laboratorio está ubicado en la frontera entre Francia y Suiza, donde actualmente se desarrollan los experimentos en torno a las partículas fundamentales de la materia, allí se obtuvo un resultado que indicó la presencia de un Bosón en sus experimentos, pero no precisamente es el de Higgs. Durante el siglo presente y tomando la teoría de Peter Ware Higgs, fue el científico que predijo la existencia de esta partícula fundamental “Bosón de Higgs”; en 1964 intentó explicar el origen de la masa y completó la tabla de las partículas fundamentales del modelo estándar, en la que están todas las que forman el universo, A esta partícula los científicos la llamaron en términos populares “la partícula de Dios”. Trataré de explicar la controversia que existe sobre el tema (ciencia-religión) que gira en torno al posible descubrimiento del Bosón de Higgs o la llamada “Partícula de Dios”, razón por la cual este artículo es para tratar de esclarecer al lector algunas dudas sobre ambas partes. En el marco del LV Congreso Nacional de Física organizado por la “Sociedad Mexicana de Física” celebrado en el mes de octubre de 2012 en Morelia Michoacán, se presentó en sesión plenaria la Investigadora-Doctora Ma. Isabel Pedraza Morales (orgullosamente mexicana y egresada de la Be-nemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y de la Universidad de Wisconsin), cabe mencionar que es la primera mexicana que egresa de una universidad Nacional y colaboradora presencial del Proyecto Atlas en el Colisionador de Hadrones en Ginebra Suiza. En ponencia titulada “Descubrimiento de un nuevo Bosón en la caza del Higgs”, nos relató coloquialmente qué es el Bosón de Higgs, y además comentó lo ocurrido en el mes de julio dentro de los laboratorios del Proyecto Atlas, tras obtener los resultados esperados en los detectores; también explicó el por qué no se puede afirmar aún qué sea el Bosón de Higgs; la importancia de esta noticia y algunos datos curiosos sobre esta investigación; fue bastante completa y a mi parecer, muy entendible. Retomaré el ejemplo con el que ilustró la Investigadora, que es el Bosón de Higgs y su campo que permea al espacio donde se materializan las cosas. Primero, para introducir el concepto de campo, haré mención al campo gravitacional, el cual no se ve ni se toca, pero con el cual estamos interactuando, basta con dejar caer algo para saber que está presente, y que la fuerza de atracción y es su consecuencia; Así pues el campo de Higgs interacciona con las partículas cuya consecuencia es la materialización de las partículas.

Por Roque Sánchez Salas

Ahora para explicar la interacción de las partículascon el campo de Higgs y la materialización de las partículas, basta con imaginarse estar parado en el llano de una montaña cubierta de nieve espesa para poder avanzar yo libremente (campo), entonces: • Si nosotros nos desplazamos en patineta de hielo, nos deslizaríamos parecido a como a como se des-liza un fotón en el campo de Higgs, porque no tiene masa y viaja muy rápido. • podríamos desplazarnos también con raquetas para nieve en los pies, caminaríamos más lentos pues sentiríamos los pies un poco pesados; como se siente el electrón en el campo de Higgs, pues el electrón tiene masa extremadamente pequeña. • por último, si solo tenemos botas, nos hundiríamos en la nieve y sentiríamos los pies pesados; como se sienten las partículas pesadas cuando interaccionan con el campo de Higgs. De este ejemplo se esclareció la analogía y se podría decir que el Bosón de Higgs sería tan sólo un diminuto copo de nieve y que al interaccionar los (fotones, electrones y partículas pesadas) con los millones de copos de nieve, da lugar esto a la materialización. Mucho se ha dicho al aire e interpretado de una manera tal vez errónea o con una falsa idea el mencionar la llamada “partícula de Dios” con este nombre tan sorprendente y poco común de llamar así a un Bosón. El hecho de decir que con este Bosón los científicos pretenden explicar la creación del universo es totalmente falso y les puedo asegurar que aun falta demasiado para esto, dado que la teoría del Big Bang no afirma que el Universo surgió de la Nada Metafísica, Sino que surgió de una “causa”, y para decepción de los ateos, como lo dice la investigadora en su ponencia “El Descubrimiento de un nuevo Bosón, en la caza del Higgs” apenas estamos en vías de cazarlo. Por otra parte, la iglesia no está en contra de la ciencia en estos momentos, y de hecho los más grandes genios e investigadores del siglo XV y XVI eran fervientes católicos y querían entender cómo era su mundo para tratar de explicarlo, además como lo afirma el pasaje del Concilio Vaticano II que dice: “la investigación metódica en todos los campos del saber, si está realizada de una forma auténticamente científica y conforme a las normas morales, nunca será en realidad contraria a la fe, porque las realidades profanas y las de la fe tienen su origen en un mismo Dios. Más aún, quien con perseverancia y humildad se esfuerza por penetrar en los secretos de la realidad, está llevado, aun sin saberlo, como por la mano de Dios, quien, sosteniendo todas las cosas, da a todas ellas el ser” (Gaudium et Spes, 36). Pero aun existe una gran brecha encabezada por la soberbia del hombre y también por la historia obscura de la falta de cultura científica que dominó la iglesia en la edad media; pero desde el siglo pasado y hoy por hoy, la Iglesia es promotora de las ciencias, por sólo mencionar las de la Salud como es la Academia de las Ciencias de la Santa Sede, dando un claro ejemplo del entendimiento de las investigaciones científicas y la finalidad de sus descubrimientos es dar mejor calidad de vida al hombre; sin embargo esto no exime de que los científicos comprendan lo divino y lo sagrado junto con lo profano, y retomando un punto importante de la suma teológica de Santo Tomás de Aquino, lleguen con su razón a comprobar de la existencia de Dios, ya que la fe y la razón no son distantes si no que son mutuamente complementarias.


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Palabra de Dios Se han llevado del sepulcro al Señor Del santo Evangelio según san Juan 20, 1-9 El primer día después del sábado, estando todavía obscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto”. Salieron Pedro y el otro discípulo camino al sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo llegó más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró. En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado en la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las escrituras, según las cuales Jesús debía de resucitar entre los muertos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

El sepulcro vacío Hoy vivimos una gran y alegre noticia: La vida es más fuerte que la muerte, la luz ha vencido a la obscuridad, el dolor ha sido superado por el amor, el perdón ha vencido al odio; el hombre ha sido regenerado, el sepulcro esta vacío; Cristo el Señor ha resucitado… Y la resurrección es un llamado, una invitación a cada uno de nosotros los seguidores del Señor, es una hermosa llamada a la vida, a ser hombres y mujeres nuevos, hombres y mujeres de resurrección, portadores de vida y esperanza para el pueblo de Dios; Con María y los Apóstoles somos invitados a contemplar la tumba vacía, a contemplar la resurrección y llevar esta buena noticia al mundo, no podemos callar lo que hemos vivido, lo que hemos visto. Fuimos testigos de la institución de la Eucaristía, El señor lavó nuestros pies; lo vimos aprehendido e injustamente condenado, le vimos cargando la cruz, lo contemplamos muerto, fuimos testigos de su sepultura, pero hoy vimos su tumba vacía, nos invita a resucitar con Él, dejar atrás el pasado y empezar de nuevo. Hoy siguen luchando vida y muerte, fe e increencia, esperanza y desesperación, amor y odio, violencia y perdón. La “pasión por la vida” del que cree en la resurrección, debe impulsarnos a hacernos presentes allí donde “se produce muerte”, para luchar con todas nuestras fuerzas frente a cualquier ataque a la vida. Con la resurrección de Jesús, resucita: la esperanza, la ilusión, la certeza de que Jesús es el Hijo de Dios, la seguridad de que ha llegado la redención de Dios al mundo. Hoy, como ayer, no cabe duda que vencerá la fe, el amor, el perdón, la esperanza, porque son bienes de allá arriba donde está Cristo Resucitado. ¡Esta es nuestra fe que nadie nos puede arrancar, porque sería provocarnos la muerte definitiva y total! ¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN! Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez

Dios manifiesta su amor hacia nosotros Diego Heriberto Moreno De Santiago, 4° Semestre de Bachillerato Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino

¿C

ómo es que Dios me ama? Es una pregunta que seguramente muchos nos hemos hecho, sin importar el grado de espiritualidad en el que estemos. En ocasiones el ser humano se siente solo, siente que no puede librarse de los problemas que lo aquejan, pero ¿Cómo se hace Dios presente en esas circunstancias y por qué las permite? La verdad, desde mi testimonio, Dios siempre está presente en esas circunstancias, desde esa persona que se acerca y te dice las palabras adecuadas y te hace sentir mejor, o desde ese apuro que pareciese no tener solución y al final todo sale bien, allí está presente Dios. Otra forma de demostrarnos su amor son los regalos que nos da, y que nosotros muchas veces no valoramos: desde ese rayo de luz que se cuela a nuestra habitación en las mañanas, hasta esas personas que nos hacen sentir bien y que siempre están con nosotros, como son nuestros padres. Dios nos transmite su amor a través de ellos, siempre están allí cuando caemos y nos ayudan a levantarnos, la verdad es que Dios nunca nos deja solos, siempre se hace presente a través de esas personas o de esas ideas que te ayudan a salir adelante. Quizá Dios las permite para ver si somos lo suficientemente capaces de acercarnos a Él y pedirle ayuda, de ver qué tal estamos en cuestión de fe. Es cierto que Él siempre está viendo nuestras acciones, pero como dicen “el que no habla Dios

no lo escucha”, la pregunta será ¿Cómo hablar con Él? Pues muy fácil, a través de la oración. Muchas personas dirán que se sienten “tontas” al creer hablar “consigo mismos”, pero la verdad es que si empiezan a orar con esa idea nunca van a llegar a una buena comunicación, en lo personal la oración es la mejor forma de comunicación con Dios, entrégate a Él, desahógate con Él, y te aseguro que tu forma de ver la vida será otra. Dios quiere que seamos felices, quiere decirnos que Él está allí para nosotros, que no te de pena expresar tu amor hacia Él, que no te importe el qué dirán, tu sigue, no te dejes llevar por el materialismo, por un mundo que no existe; ve la realidad, ve tu vida ¿eres realmente feliz? O sólo tu forma de ser es una máscara que trata de esconder lo que realmente eres. Muchas veces las personas escandalosas dicen ser felices pero no es así, somos como una carretilla, cuando va llena no hace ruido, pero cuando está vacía hace un escándalo. Ve realmente tu vida. ¿Le has agradecido a Dios todo lo que te ha dado? ¿O eres una persona que dice tener todo sin ayuda de nadie, y todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos?. Dios nos ama, y no digas que sólo las personas que se acercan a Él es porque están arrepentidas o porque han pecado grave. La verdad siempre pedimos de su ayuda, siempre necesitaremos de Él. Atrévete a decirle “entra a mi corazón”, “fui creado para servirte” y “sólo a ti adoraré”.


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Aclamaciones

Cuando se aproximaban a Jerusalén, cerca ya de Betfagé y Betania, al pie del monte de los Olivos, envía a dos de sus discípulos, diciéndoles: “Id al pueblo que está enfrente de vosotros, y no bien entréis en él, encontraréis un pollino atado, sobre el que no ha montado todavía ningún hombre. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os dice: ‘¿Por qué hacéis eso?’, decid: ‘El Señor lo necesita, y que lo devolverá en seguida’”. Fueron y encontraron el pollino atado junto a una puerta, fuera, en la calle, y lo desataron. Algunos de los que estaban allí les dijeron: “¿Qué hacéis desatando el pollino?” Ellos les contestaron según les había dicho Jesús, y les dejaron. Traen el pollino donde Jesús, echaron encima sus mantos y se sentó sobre él. Muchos extendieron sus mantos por el camino; otros, follaje cortado de los campos. Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: “Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!” “¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David!” “¡Hosanna en las alturas!” Y entró en Jerusalén, en el Templo, y después de observar todo a su alrededor, siendo ya tarde, salió con los Doce para Betania (Mc 11,1-11).

E

l Señor entra en Jerusalén, qué multitud tan diferente de aquella que más tarde gritaría a Pilatos que le crucificara. Qué poco amor se respirará en esa ciudad tempo después; pero ahora alaban, ahora dan gracias, ahora aclaman. ¡Oh qué cosas tan maravillosas! El Señor está en-trando en Jerusalén. Los pobres se alegran los que esperan la liberación de Israel se sienten protegidos por el poder del Altísimo. Tiran sus mantos a los pies de Jesús. Ellos tienen el alma llena. Han acompañado a Jesús, la mayoría por distintos lugares y regiones, lo han visto hacer innume-rables milagros. Saben que Él es el Mesías; saben a quién aclaman. Saben que el Señor de los cielos se ha hecho presente en medio de Israel. Nosotros también aclamamos a Jesús. Le damos nuestra alabanza y nuestra vida, lo adoramos.

Esta entrada solemne de Jesús a la ciudad santa parece contradecir el misterio que se observa claramente en otros momentos de los evangelios, sobre todo en san Marcos, el llamado secreto mesiánico; aquello de: “No se lo digas a nadie” aquello que dice Jesús a sus tres discípulos al bajar del monte de la transfiguración: “No cuenten a nadie lo que han visto hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”. Ahora no hay que callar, ahora hay que tomar nota de todo lo que pase en adelante, porque se acabaron los secretos, ahora habrá que reforzar la memoria porque muchas cosas que Jesús dijo antes están a punto de cumplirse; ahora se acerca el tiempo de la consumación del plan de Dios, el proyecto del Reino está a punto de extender sus raíces y echar sus frutos; ahora se cumplirán también aquellas palabras de Jesús acerca de que no se puede ocultar una ciudad construida en la cima, o bien aquello de que nadie enciende una vela para esconderla bajo la cama; se acerca el momento de esa luz que se enciende, se acerca la hora de poner esa llama en lo alto para que ilumine al mundo entero. Sí, con esta entrada de Jesús en Jerusalén se abre paso a la verdad que no se oculta. El mismo Jesús, que antes aconsejó a cualquiera que no dijera nada de lo que había visto o no declarar acerca de alguna curación o de algún gesto que lo hiciera parecer como un emisario del cielo, Él mismo parece querer que se haga público su origen y su misión; Él ya no calla a las multitudes que lo aclaman y declaran abiertamente como el Hijo de David, no les impide gritar: hosanna; ahora les deja hacer. Y organiza Él mismo esa peregrinación, manda a sus discípulos que dispongan la cena de Pascua, les dice que vayan por un borrico al pueblo y monta sobre Él mientras la multitud emocionada lo ensalza. ¿Por qué no entró en un caballo hermoso, en un corcel negro o banco, por qué no en una carroza, por qué no en hombros de sus apóstoles? En un caballo hubiese parecido un gran guerrero, generalísimo de las fuerzas armadas del nuevo pueblo de Israel; en una carroza se hubiese parecido a un gran Señor, con sus escoltas, hubiese tenido una elegancia inigua-lable al entrar en la ciudad. Prefirió un pequeño burrito quizá porque su principado no es militar, su Reino tiene muy poco que

ver con los ejércitos; David fue el rey glorioso de caballerías, pero el Hijo de David es el príncipe de la paz, Él no tiene prisa de entrar en esa gran ciudad del Santo, es su propia casa; Él se desplaza en un burrito porque disfruta el paseo, porque quiere contemplar aquella ciudad, a cada habitante; quiere ver de cerca los rostros y gozarse con la aclamación de los sencillos que gritan Hosanna; quiere mirar a los pequeños que gritan con inmensa alegría su nombre y su gloria. Un burrito es la elección; un caballo significaría algo de provocación al invasor pueblo romano que necesitaba pocos motivos para aplacar cualquier cosa que pareciese sublevación. Un carruaje seria una afrenta a Herodes que sería capaz de desatar una gran matanza por menos que esto. Un pequeño burrito era lo más favorable. Ningún guerrero osaría entrar a Jerusalén en aquellos tiempos en una bestia tan mansa y lenta. Ninguno que quisiera echar fuera al pueblo invasor lo haría montado en un burro. Él no tenía prisa de entrar a Jerusalén, el príncipe de la paz se gozaba también en esto. Y la multitud aclamaba al rey de los judíos que así, valiente, ingresaba al pueblo de las promesas para liberarlo, no de la opresión del Cesar, sino de la esclavitud del pecado. Así aclamamos también al Señor en nuestros templos; así nos alegra el Señor de la Paz el alma entera y le cantamos hosannas, así despierta Él en nosotros los sentimientos más profundos de amor, de paz, de gratitud. Así lanzamos nuestras aclamaciones a Cristo a cada momento; así en nuestras asambleas le decimos que Él es nuestro Dios, nuestro salvador, nuestra alegría y nuestra paz. Que nuestras aclamaciones, nuestras expresiones de amor para Jesús sean siempre sinceras, que estemos dispuestos a cada momento a declarar nuestra fe. Que este año de gracia que celebramos nos lleve, no solo a un conocimiento mayor de Jesús y el Evangelio, sino que también nos aumente la fidelidad, el amor al Padre y la docilidad al Espíritu Santo. Que podamos entrar con Jesús a Jerusalén en estos días, que nos demos cuenta de que dio la vida por cada uno de nosotros, que estemos dispuestos también a dar la vida cada día por quienes nos necesiten y que seamos resucitados con Él, para aclamarlo en la asamblea de los ángeles, en la Jerusalén del Cielo.


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Palabra de Dios Se han llevado del sepulcro al Señor Del santo Evangelio según san Juan 20, 1-9 El primer día después del sábado, estando todavía obscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto”. Salieron Pedro y el otro discípulo camino al sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo llegó más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró. En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado en la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las escrituras, según las cuales Jesús debía de resucitar entre los muertos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

El sepulcro vacío Hoy vivimos una gran y alegre noticia: La vida es más fuerte que la muerte, la luz ha vencido a la obscuridad, el dolor ha sido superado por el amor, el perdón ha vencido al odio; el hombre ha sido regenerado, el sepulcro esta vacío; Cristo el Señor ha resucitado… Y la resurrección es un llamado, una invitación a cada uno de nosotros los seguidores del Señor, es una hermosa llamada a la vida, a ser hombres y mujeres nuevos, hombres y mujeres de resurrección, portadores de vida y esperanza para el pueblo de Dios; Con María y los Apóstoles somos invitados a contemplar la tumba vacía, a contemplar la resurrección y llevar esta buena noticia al mundo, no podemos callar lo que hemos vivido, lo que hemos visto. Fuimos testigos de la institución de la Eucaristía, El señor lavó nuestros pies; lo vimos aprehendido e injustamente condenado, le vimos cargando la cruz, lo contemplamos muerto, fuimos testigos de su sepultura, pero hoy vimos su tumba vacía, nos invita a resucitar con Él, dejar atrás el pasado y empezar de nuevo. Hoy siguen luchando vida y muerte, fe e increencia, esperanza y desesperación, amor y odio, violencia y perdón. La “pasión por la vida” del que cree en la resurrección, debe impulsarnos a hacernos presentes allí donde “se produce muerte”, para luchar con todas nuestras fuerzas frente a cualquier ataque a la vida. Con la resurrección de Jesús, resucita: la esperanza, la ilusión, la certeza de que Jesús es el Hijo de Dios, la seguridad de que ha llegado la redención de Dios al mundo. Hoy, como ayer, no cabe duda que vencerá la fe, el amor, el perdón, la esperanza, porque son bienes de allá arriba donde está Cristo Resucitado. ¡Esta es nuestra fe que nadie nos puede arrancar, porque sería provocarnos la muerte definitiva y total! ¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN! Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez

Dios manifiesta su amor hacia nosotros Diego Heriberto Moreno De Santiago, 4° Semestre de Bachillerato Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino

¿C

ómo es que Dios me ama? Es una pregunta que seguramente muchos nos hemos hecho, sin importar el grado de espiritualidad en el que estemos. En ocasiones el ser humano se siente solo, siente que no puede librarse de los problemas que lo aquejan, pero ¿Cómo se hace Dios presente en esas circunstancias y por qué las permite? La verdad, desde mi testimonio, Dios siempre está presente en esas circunstancias, desde esa persona que se acerca y te dice las palabras adecuadas y te hace sentir mejor, o desde ese apuro que pareciese no tener solución y al final todo sale bien, allí está presente Dios. Otra forma de demostrarnos su amor son los regalos que nos da, y que nosotros muchas veces no valoramos: desde ese rayo de luz que se cuela a nuestra habitación en las mañanas, hasta esas personas que nos hacen sentir bien y que siempre están con nosotros, como son nuestros padres. Dios nos transmite su amor a través de ellos, siempre están allí cuando caemos y nos ayudan a levantarnos, la verdad es que Dios nunca nos deja solos, siempre se hace presente a través de esas personas o de esas ideas que te ayudan a salir adelante. Quizá Dios las permite para ver si somos lo suficientemente capaces de acercarnos a Él y pedirle ayuda, de ver qué tal estamos en cuestión de fe. Es cierto que Él siempre está viendo nuestras acciones, pero como dicen “el que no habla Dios

no lo escucha”, la pregunta será ¿Cómo hablar con Él? Pues muy fácil, a través de la oración. Muchas personas dirán que se sienten “tontas” al creer hablar “consigo mismos”, pero la verdad es que si empiezan a orar con esa idea nunca van a llegar a una buena comunicación, en lo personal la oración es la mejor forma de comunicación con Dios, entrégate a Él, desahógate con Él, y te aseguro que tu forma de ver la vida será otra. Dios quiere que seamos felices, quiere decirnos que Él está allí para nosotros, que no te de pena expresar tu amor hacia Él, que no te importe el qué dirán, tu sigue, no te dejes llevar por el materialismo, por un mundo que no existe; ve la realidad, ve tu vida ¿eres realmente feliz? O sólo tu forma de ser es una máscara que trata de esconder lo que realmente eres. Muchas veces las personas escandalosas dicen ser felices pero no es así, somos como una carretilla, cuando va llena no hace ruido, pero cuando está vacía hace un escándalo. Ve realmente tu vida. ¿Le has agradecido a Dios todo lo que te ha dado? ¿O eres una persona que dice tener todo sin ayuda de nadie, y todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos?. Dios nos ama, y no digas que sólo las personas que se acercan a Él es porque están arrepentidas o porque han pecado grave. La verdad siempre pedimos de su ayuda, siempre necesitaremos de Él. Atrévete a decirle “entra a mi corazón”, “fui creado para servirte” y “sólo a ti adoraré”.


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Una ofrenda desde la fe

Diezmo,

Atención a sacerdotes mayores Por: P. Armando Oliva

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n nuestra diócesis contamos gracias a Dios, con un buen número de sacerdotes jóvenes, sin embargo, también contamos con otro buen número de sacerdotes mayores que han dado su vida por ser fieles en su respuesta al Señor. Ellos son esa parte selecta de nuestro presbiterio, son un testimonio de entrega generosa. Cuando celebra un sacerdote 25, 50 o 60 años de vida sacerdotal, detrás de ellos podemos ver todo el bien que han hecho a la feligresía: los niños que bautizaron, a los que les impartió la primera comunión; los jóvenes a los que les impartió el sacramento del matrimonio; a los que les administró la unción de los enfermos; a los que les celebró sus exequias; a las personas que les absolvió sus pecados en el nombre del Señor Jesús. Ahí radica la realización del sacerdote, en hacer el bien a los demás y acercarlos a Jesucristo, brindando un servicio a imagen de Jesucristo, que en la Última Cena lavó los pies a los apóstoles, como expresión de que el ministerio sacerdotal es un servicio a nuestro prójimo y al final de sus días, los sacerdotes mayores muchas veces viven una vida de soledad, en penurias y limitaciones. Gracias a Dios ahora contamos con la Casa San Pa-blo, que es atendida por tres religiosas para apoyar a los sacerdotes mayores y enfermos en un espacio de recogimiento, oración y estudio. Con tu diezmo, podemos sostener esta casa sacerdotal, para que nuestros sacerdotes puedan disfrutar de una vejez estable y digna. Dar el diezmo es ofrecer a Jesucristo representado en los sacerdotes un gracias por tu entrega, por tu fidelidad, por tu amor al Evangelio; gracias por tu sacerdocio que me ha enseñado el rostro de Jesucristo que el camino, la verdad y la vida.

MARZO 31 DE 2013

Pío XII:

...Lo de Dios a Dios

El Papa de la paz y de la verdad (1939-1958) Por David Grimaldo

C

uando en la plaza de San Pedro, en Roma, el día 2 de mayo de 1939, resonó el nombre de Eugenio Pacelli, los romanos exultaron de gozo. Finalmente un Papa de la ciudad eterna. De familia noble e intelectual, comenzó muy pronto los estudios y la carrera eclesiástica con excelentes resultados. Sacerdote a los 23 años, ingresa a la Secretaría de Estado Vaticano como redactor de minutas; a los 25 pasa a la Sagrada Congregación para Asuntos Extraordinarios. A los 27 es profesor de derecho canónico en el seminario y de diplomacia eclesiástica; a los 36 es subsecretario y luego secretario de la Sagrada Congregación para Asuntos Extraordinarios; a los 41 es nombrado Nuncio en Alemania y a los 52 Cardenal Secretario de Estado de Pío XI. A los 63 años de edad, en un cónclave de un solo día, el Cardenal Pacelli es electo Papa y elige el nombre de Pío XII, en reconocimiento a su inmediato antecesor. Era una persona no solo fuera de lo común, sino muy superior en cuestión de inteligencia, de memoria, de precisión, de capacidad de trabajo. Famosa es la frase de Pío XII pronunciada en agosto de 1939: “Nada se pierde con la paz, todo se pierde con la guerra”. Todo su magisterio, de verdad, confirma la voluntad manifestada ya en su primera encíclica Summi Pontificatus (Supremo pontificado), de 1939, de conseguir la paz mundial sirviendo, solo y siempre, a la verdad: “Declaramos que el principal deber que nos impone nuestro oficio y nuestro tiempo es dar testimonio de la verdad” (n.14).

Papa de profunda formación intelectual, Pío XII dedicó todas sus encíclicas a problemas teológicos, y sus discursos radiofónicos a temas de carácter social. En particular hay dos mensajes ricos en doctrina: el del 1° de julio de 1941, la solennitá (la solemnidad), con motivo de los 50 años de la Rerum novarum, y el radio mensaje de Navidad del 1944, cuyo tema principal es la democracia. La guerra que acababa de iniciar canalizó la acción de Pío XII hacia la búsqueda de la paz. Ya desde su primera encíclica proclama que no es posible restaurar la paz sin justicia: “La paz es obra de la justicia” (Summi pontificatus, 23). A la humanidad, ya precipitada en un espantoso vacío espiritual, no obstante todos sus progresos técnicos y civiles, propone el único camino de paz que no puede ser otro que Cristo Salvador. El Papa relaciona la trágica situación bélica en la que vive la humanidad a una larga serie de devastadores errores como el alejamiento de la caridad y de la solidaridad: “El olvido de las leyes naturales y el rechazo, por parte de las autoridades estatales, de Dios y de los derechos naturales del hombre, la negación de

una norma de moralidad universal, la secularización y la tan proclamada laicización de la sociedad”. ¿Cómo ven mis estimados lectores? Ya el Papa Pío XII nos ponía en alerta sobre el laicismo, que un teólogo mexicano afirmaba que este término bien podría designar ateísmo. Cuando el hombre, en el pensamiento de Pío XII, se aleja de Dios, cae inevitablemente en el totalitarismo, ideología que eleva al Estado y a la Colectividad en fin último de la vida y en criterio máximo del orden moral y legal, afectando los principios de la razón natural y de la conciencia cristiana. El Papa Pacelli, convencido de la peligrosidad demostrada del comunismo, optó sin reticencias por combatirlo. Con un decreto del Santo Oficio del año 1949, excomulgó a todos los comunistas ateos. A lo largo de su pontificado, en varias ocasiones, optó por preferir aquellos regímenes que eran declarados enemigos del comunismo, postura que, a la postre, le traerá ásperos juicios históricos en su contra. Cada vez que se desataban nuevos conflictos sangrientos, como en el caso de la insurrección anticomunista de Hungría en 1956, el Papa inmediatamente intervenía pidiendo, en el nombre de Dios, el restablecimiento de la paz. Justamente, entonces, Pío XII fue definido doctor pacis (doctor de la paz). En la línea con el proceder del Papa de la primera guerra mundial, también Pío XII, frente a los beligerantes, asumió la sabia actitud de imparcialidad, y esto le provocó, igual que a Benedicto XV, incomprensiones e injustas críticas. El famoso silencio de complicidad con el régimen nazi, frente al drama del holocausto judío, fue un claro ejemplo de esta incomprensión y un indiscutible falso histórico. La próxima semana continuaremos reflexionando sobre este Papa.


MARZO 31 DE 2013


ue la alegría de la Pascua inunde sus corazones con la paz y el amor del Señor Resucitado y bendiga a todos nuestros lectores y agentes de comunicación

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza 
 a gloria de la Victima 
propicia de la Pascua. Cordero sin pecado 
que a las ovejas salva, 
 Dios y a los culpables 
unió con nueva alianza. Lucharon vida y muerte 
en singular batalla, 
 y, muerto el que es la Vida, 
triunfante se levanta. «¿Qué has visto de camino, 
María, en la mañana?» 
 «A mi Señor glorioso, 
la tumba abandonada, los ángeles testigos, 
sudarios y mortaja. 
 ¡Resucitó de veras 
mi amor y mi esperanza! Vengan a Galilea, 
allí el Señor aguarda; 
 allí verán los suyos 
la gloria de la Pascua. » Primicia de los muertos, 
Sabemos por tu gracia 
 que estás resucitado; 
la muerte en ti no manda Rey vencedor, apiádate 
de la miseria humana 
 y da a tus fieles parte en tu victoria santa.

Av. Constituyentes Poniente # 49 local 3 Col. El Pocito, Querétaro, Qro. (Paseo Constituyentes, carretera libre a Celaya) Tel. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94

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