Año 5
No. 217
¿Me amas más que éstos...?
Semana del 14 al 20 de abril de 2013
No tengamos miedo de ser cristianos y vivir como cristianos “El Espíritu de Cristo Resucitado expulsa el miedo del corazón de los Apóstoles y los impulsa a salir del Cenáculo para llevar el Evangelio. ¡Tengamos también nosotros más coraje para testimoniar la fe en Cristo Resucitado!”
La ayuda de una mujer que quería cambiar un pueblo
Cuando hay un por qué se supera cualquier cómo. Quien tiene una razón o un objetivo preciso, supera cualquier obstáculo para conseguirlo. Y esta frase se puede aplicar perfectamente a la vida de Cristiana Cassina.
“En mis brazos murió un nenito de 4 meses de hambre. Porque la madre no tenía la leche y cuando lo trajeron se me murió en los brazos. Desde eses día empecé a hacerme un examen de conciencia: Yo nací, tuve todo, nunca me faltó nada y empecé a decir ¿cómo a este chico que también tenía derecho a vivir, tuvo que morir sin ni siquiera comer, porque le daba agua, mate, la madre?”, dice Cristiana Cassina, de la Asociación Padre Carlo Colelli. Cristiana se inscribió en la asociación misionera argentina y fundó la asociación Padre Carlo Colelli, en honor a un sacerdote de carmelita que la animó a ayudar donde fuera más necesario. Cristiana eligió Colombia. “Empezaron con la guerilla, los paramilitares y el ejército a venir chicos desplazados y familias enteras. Y había que hacer obras de caridad allí. Y no tenían casa y no tenían nada. Nosotros encontramos un terreno que parecía que no tenía dueño. Y la verdad, lo ocupamos. No tengo vergüenza de decirlo, ocu-
pamos el terreno y después supimos que apareció el dueño, el heredero, que vivía en Norteamérica. Llegamos a un acuerdo y hoy en día en ese terreno viven 146 familias que hicieron su ranchito, que no podemos ni llamar casa”. “Allí Empezamos con 200 chicos, ahora llegamos a 900 porque los chicos fueron creciendo y nosotros queremos que estén bien ellos, darles la posibilidad de estudiar. Se empezó con la escuela primaria, siguió la escuela media, y ahora ya tenemos la escuela de bachillerato. Además de que este centro, que nosotros llamamos centro educativo, los domingos, cuando la escuela está cerrada, se hacen reuniones para los padres, se enseña higiene, cómo tienen que mantener la casa, cómo tienen que lavarse, y a veces hemos hecho una buena limpieza”. Esta ONG en Colombia ayuda a casi mil niños para que puedan comer y recibir educación. La Asociación Padre Carlo Colelli comenzó con la determinación de una sencilla mujer, Cristiana Cassina.
ABRIL 14 DE 2013
Lo miró con amor y lo eligió
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n estos días hemos tenido la oportunidad seguramente de ver esta frase en la lengua latina: miserando atque eligendo, que significa: Lo miró con amor y lo llamó. Es el lema que está inscrito en el escudo del Papa Francisco. Este lema seguramente equivale a la espiritualidad del nuevo Papa y desde ahora nos va insinuando cuál es la trayectoria de su pontificado, sus preocupaciones humanitarias y pastorales. Nos conforta saber que en el corazón de nuestro Papa Francisco, está presente la misericordia como principal entraña. Y esto viene muy a la medida en la semana que comenzamos con la Fiesta de la Divina Misericordia. Ya desde el amado Papa Beato Juan Pablo II, se ha divulgado por todas partes esta devoción originada en su natal Polonia, devoción que ayuda a recobrar lo genuino de nuestra identidad de hijos de Dios, de discípulos y misioneros suyos muy amados. Cuando meditamos en la misericordia de Dios y la forma como se nos otorga, a menudo viene a la mente el momento del sacramento de la reconciliación o la llegada del consuelo de Dios después de haber padecido alguna dificultad o prueba. Y es correcto, porque en esos momentos sentimos el amor fuerte de Dios y su fidelidad que no nos abandona. Pero, pensando en clave más pascual, vienen a nuestro recuerdo los encuentros de Cristo Resucitado con los discípulos y las mujeres que lo habían acompañado en su misión. Los Santos Evangelios resaltan como común denominador de estos encuentros: la mirada de Jesús, la forma de pronunciar su nombre, la elección llena de complacencia que hace de ellos y la confianza que deposita en sus elegidos. Por eso, María Magdalena que está parada frente a Jesús Resucitado y que lo confunde con el jardinero porque su cuerpo ya había sido glorificado, descubrirá a Jesús Vivo en el instante en que su Maestro vuelve a pronunciar su nombre. En esta perspectiva pascual, la Misericordia Divina está expresada en el lema de nuestro Papa Francisco. Hagamos oración por él y por toda la Iglesia para que nos animemos a ser para el mundo, signo de la cercanía de Dios; que renunciando a la tentación de enjuiciar a quienes se han alejado de Dios o de su Iglesia por algún motivo, más bien vayamos en búsqueda de ellos, sobre todo los pastores, como ya lo afirmó el Papa el pasado Jueves Santo: Pastores con olor a oveja. Amigos lectores, reciban de nuestra parte un abrazo pascual.
Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes
La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.
La Misericordia de Dios Por Pacco Magaña
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ragmento de la Homilía del Papa Francisco en la toma de posesión de la Basílica de san Juan de Letrán el 7 de abril, Octava de Pascua, por la mañana. “Queridos hermanos y hermanas, dejémonos envolver por la misericordia de Dios; confiemos en su paciencia que siempre nos concede tiempo; tengamos el valor de volver a su casa, de habitar en las heridas de su amor dejando que Él nos ame, de encontrar su misericordia en los sacramentos. Ahí, sentiremos su ternura, tan bella, sentiremos su abrazo y seremos también nosotros más capaces de misericordia, de paciencia, de perdón y de amor. Qué hermosa es esta realidad de fe para nuestra vida: la misericordia de Dios. Un amor tan grande, tan profundo el que Dios nos tiene, un amor que no decae, que siempre aferra nuestra mano y nos sostiene, nos levanta, nos guía. En el Evangelio el apóstol Tomás experimenta precisamente esta misericordia de Dios, que tiene un rostro concreto, el de Jesús, el de Jesús resucitado. Tomás no se fía de lo que dicen los otros Apóstoles: ‘Hemos visto el Señor’; no le basta la promesa de Jesús, que había anunciado: al tercer día resucitaré. Quiere ver, quiere meter su mano en la señal de los clavos y del costado. ¿Cuál es la reacción de Jesús? Es la paciencia: Jesús no abandona al terco Tomás en su incredulidad; le da una semana de tiempo, no le cierra la puerta, espera. Tomás reconoce su propia pobreza, la poca fe: ‘Señor mío y Dios mío’: con esta invocación simple, pero llena de fe, responde a la paciencia de Jesús. Se deja envolver por la misericordia divina, la ve ante sí, en las heridas de las manos y de los pies, en el costado abierto, y recobra la confianza: es un hombre nuevo, ya no es incrédulo sino creyente. Pedro, que tres veces reniega de Jesús precisamente cuando debía estar más cerca de él; y cuando toca el fondo encuentra la mirada de Jesús que, con paciencia, sin palabras, le dice: ‘Pedro, no tengas miedo de tu debilidad, confía en mí’; y Pedro comprende, siente la mirada de amor de Jesús y llora. Qué hermosa es esta mirada de Jesús –cuánta ternura –. Hermanos y hermanas, no perdamos nunca la confianza en la paciente misericordia de Dios. El estilo de Dios no es impaciente como nosotros, que frecuentemente queremos todo y enseguida, también con las personas. Dios es paciente con nosotros porque nos ama, y qui-
en ama comprende, espera, da confianza, no abandona, no corta los puentes, sabe perdonar. Dios nos espera siempre, aún cuando nos hayamos alejado. Él no está nunca lejos, y si volvemos a Él, está preparado para abrazarnos. Jesús invita a Tomás a meter su mano en las llagas de sus manos y de sus pies y en la herida de su costado. También nosotros podemos entrar en las llagas de Jesús, podemos tocarlo realmente; y esto ocurre cada vez que recibimos los sacramentos. Es precisamente en las heridas de Jesús que nosotros estamos seguros, ahí se manifiesta el amor inmenso de su corazón. Tal vez alguno de nosotros puede pensar: mi pecado es tan grande, mi lejanía de Dios es como la del hijo menor de la parábola, mi incredulidad es como la de Tomás; no tengo las agallas para volver, para pensar que Dios pueda acogerme y que me esté esperando precisamente a mí. Pero Dios te espera precisamente a ti, te pide sólo el valor de regresar a Él. En muchas ocasiones durante mi ministerio pastoral me han repetido: ‘Padre, tengo muchos pecados’; y la invitación que he hecho siempre es: ‘No temas, ve con Él, te está esperando, Él hará todo’. Cuántas propuestas mundanas sentimos a nuestro alrededor. Dejémonos sin embargo aferrar por la propuesta de Dios, la suya es una caricia de amor. Para Dios no somos números, somos importantes, es más somos lo más importante que tiene; aun siendo pecadores, somos lo que más le importa. Jesús cargó con la vergüenza de Adán, con la desnudez de su pecado para lavar nuestro pecado: sus llagas nos han curado. Acuérdense de lo de san Pablo: ¿De qué me puedo enorgullecer sino de mis debilidades, de mi pobreza? Precisamente sintiendo mi pecado, mirando mi pecado, yo puedo ver y encontrar la misericordia de Dios, su amor, e ir hacia Él para recibir su perdón. Durante mi vida he visto muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia; he visto también en muchas personas la determinación de entrar en las llagas de Jesús, diciéndole: Señor estoy aquí, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lávalo con tu sangre. Y he visto siempre que Dios lo ha hecho, ha acogido, consolado, lavado, amado”.
Concilio Vaticano II
La dolorosa división entre cristianos
ABRIL 14 DE 2013
¡No tengan miedo!
Por P. Juan José Torres Galván
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hora dedicaremos nuestra atención a las Iglesias que se disgregaron de la sede Apostólica romana en el siglo XVI y en tiempos posteriores a ese siglo. Debemos recordar que con estas Iglesias recorrimos un camino común por muchos siglos. Hemos tenido un mismo origen. Es importante afirmar que el ecumenismo aún está por desarrollarse en todos, dentro y fuera de la iglesia Católica. También cabe mencionar que existen discrepancias no solamente con respecto a la Iglesia católica sino también entre las variadas Iglesias cristianas no católicas. Además de las discrepancias sociales, psicológicas, culturales e históricas, también existen discrepancias esenciales, sobre todo a partir de la interpretación que se hace de la Verdad revelada. El diálogo entre las Iglesias tiene estímulos y fundamentos: • Reconocemos a Jesucristo como Dios y Señor, Mediador entre Dios y la humanidad, para gloria de la Trinidad Santa. Confesamos que Jesucristo es la fuente y el centro de la comunión eclesial. • Amamos y veneramos las Sagradas Escrituras. Esto nos motiva a estudiarlas. La Palabra de Dios es un instrumento riquísimo para la unidad. • Compartimos el sacramento del Bautismo, éste constituye un poderoso vínculo entre todos los que hemos sido regenerados en Cristo. El Bautismo nos lleva a la profesión de fe y a buscar los otros medios de salvación y la íntegra comunión eucarística. En este sentido, la doctrina sobre la Eucaristía, los otros sacramentos y el culto y misterio de la Iglesia son temas que estimulan el diálogo entre las iglesias. En muchas de las Iglesias cristianas se conservan elementos de la antigua tradición litúrgica que compartimos durante siglos. Otro tema de diálogo es la aplicación moral del Evangelio a los complejos problemas de la sociedad actual. A partir de estas grandes convergencias en la fe: Cristo, las Sagradas Escrituras y el Bautismo, podemos valorar muchas riquezas en las Iglesias cristianas no católicas: la oración privada y pública, la meditación bíblica, los valores vividos en la vida familiar y el culto comunitario. El Concilio Vaticano II exhorta a los fieles a abstenerse de toda ligereza o celo imprudente que perjudique el progreso de la unidad. La acción ecuménica debe ser fiel a la Verdad revelada y a la fe profesada. Esta búsqueda de la unidad supera las fuerzas y capacidades humanas. Hay que reconocerla como un don de Dios que hay que alcanzar. Debemos confiar en la oración de Cristo por la Iglesia: “Padre, te pido que todos sean uno… para que el mundo crea que Tú me has enviado” (Jn 17, 21).
Referencia de lectura: Unitatis Redintegratio 19-24
¡Como testigos de la Resurrección es tiempo de dar fruto y como fruto compartir la vida! Querida Iglesia Potosina: Les saludo en la alegría que nos trae la celebración de nuestras fiestas pascuales ¡Aleluya, Cristo ha Resucitado. Ha vencido el Amor, ha triunfado la Misericordia! Escuchamos en la lectura del Evangelio del domingo pasado que el mismo día en que las mujeres les habían anunciado a los discípulos que Jesús estaba vivo, ellos seguían con miedo y permanecían encerrados en casa. Ante esta actitud el Señor Jesús se hace presente ante ellos, les ve con ternura y misericordia dándoles en primer lugar el regalo de su paz; les llena también de alegría; les da el Espíritu Santo; les da poder para perdonar los pecados y les envía, como Él fue enviado por el Padre, a anunciar la buena noticia de la Resurrección. La Resurrección de Cristo toca el corazón de los discípulos y produce una experiencia nueva en su vida y en los primeros cristianos. Todos se veían como hermanos, llevaban vida en común, eran constantes en escuchar la enseñanza de la Palabra, en la fracción del pan y en las oraciones. Aquí nace la vida comunitaria que es fruto de la comunión en Cristo. Porque sólo donde hay comunión en la vida de la gracia, se produce la vida comunitaria que se expresa en el compartir los bienes espirituales y materiales. Estos signos visibles de mujeres y hombres nuevos se fortalecían además por los prodigios que realizan los apóstoles y por el testimonio de vida de todos aquellos nuevos cristianos que se iban sumando a la primera comunidad de los creyentes.
Hermanos, estamos iniciando la tercera semana de Pascua, es tiempo de que podamos examinar hasta qué punto hemos permitido que Cristo Vivo esté cambiando nuestras vidas. Realmente ¿Nos hemos liberado de todo aquello que nos ata y no nos deja ser libres para amar con ese amor con el que el Señor dotó nuestro corazón para darnos en servicio a los hermanos? Es tiempo de comenzar a dar signos de nuestra fe, de compartir el don de la alegría que brota de la paz interior de quien sabe con certeza que el Señor camina a su lado. Es tiempo de fortalecer la fe que recibimos en el Bautismo. Alimentémosla, hagámosla crecer y fortificar para que no desfallezcamos en nuestro camino pascual. Porque al ir perdiendo la fe en Jesús resucitado, se va apoderando de nosotros el pecado y aparecen las divisiones, el egoísmo, el orgullo, el deseo de estar por encima de los demás, las envidias, la dificultad para amar y perdonar… y es entonces cuando rompemos la fraternidad, la paz, la alegría, la justicia, la armonía entre los hombres. Vivamos la gracia que nos trae la Pascua, bajo el manto de Nuestra Madre Santísima, a Ella pidámosle encienda nuestro corazón en el amor, para que podamos ser en nuestras familias y nuestra sociedad, testigos creíbles de su divino Hijo Resucitado. ¡Les abrazo y les bendigo de corazón! + Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
Nuestra historia
La Guardia Suiza Corpo della Guardia Svizzera Pontificia
¿Cuál es el origen del emblemático ejército del Papa? ¿En qué año surge el así llamado “ejército más pequeño del mundo”? ¿Cómo se llega a formar parte de él? Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz
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entro de todo el mundo de historia que envuelve al Estado del Vaticano y que llama poderosamente la atención de los peregrinos y visitantes es la Guardia Suiza, quienes apostados en los accesos principales de las áreas que no son públicas cuidan y salvaguardan la seguridad del Papa. Fue creada el 21 de enero de 1506, tres años después de que el Papa Julio II ocupara la silla de San Pedro y pidiera, a los nobles suizos, soldados para su protección, formando una compañía de 150 hombres. En ese momento, la elección lógica fueron los mercenarios suizos, debido a la reputación que se habían labrado en las Guerras de Borgoña por su imparcialidad y la alta disciplina que les caracteriza. Diversos acontecimientos de armas han inmortalizado la bravura de estos soldados, pero el más memorable ocurrió el 6 de mayo de 1527, cuando se enfrentaron a un millar de soldados alemanes y españoles durante el saqueo de Roma por parte de las tropas del emperador Carlos V. Lucharon ante la basílica de San Pedro y siguieron combatiendo mientras retrocedían hasta los escalones del altar mayor. Sobrevivieron sólo 42 de los 150 guardias suizos; estos formaron un círculo alrededor del Papa Clemente VII y lograron que escapara por un pasaje llamado Passetto di Borgo, que conduce al castillo de Sant’Angelo. Rememorando este hecho, cada 6 de mayo los nuevos alabarderos juran sus cargos ante el Papa y los ascendidos toman posesión. La función exclusiva del ejército del Estado soberano de Ciudad del Vaticano es cuidar la integridad del Romano Pontífice y de la seguridad de los palacios pontificios. Está com-puesta por no menos de cien soldados: el comandante de la Guardia Suiza, con el rango de coronel, el vicecomandante de la Guardia Suiza y un capellán, teniente coronel,
un oficial con el grado de comandante, dos oficiales de rango capitán, 23 mandos intermedios sub-oficiales, 70 alabarderos y dos tamborileros. Se les entrena en procedimientos y manejo de armas modernas, aunque también se les enseña a manejar la espada y la alabarda. Reciben lecciones de autodefensa, así como instrucción básica en tácticas defensivas de guardaespaldas similares a las utilizadas en la protección de muchos jefes de Estado. Los reclutas deben ser varones que cumplan los siguientes requisitos: ciudadanos suizos, su estado civil debe ser soltero. Mínimo 1.74 m de estatura, la edad oscila entre 19 y 30 años de edad. Poseedores de un título profesional, haber cumplido una instrucción básica en las Fuerzas Armadas Suizas y haber obtenido certificados de buena conducta. Su fe ante todo debe ser católica. El colorido uniforme que los distingue y que hace pensar en figuras sacadas del renacimiento fue diseñado por el comandante de la Guardia Jules Répond a partir del mo-delo que se atribuye a Miguel Ángel hecho en 1505 a la moda de entonces, y en los colores de librea de la Casa del Papa Julio II, della Rovere, por lo que es considerado una de las vestimentas militares en activo más antiguas del mundo, siendo mucho más vistoso, alegre y brillante que el que tenían ya bastante avanzado el siglo XIX: el yelmo, ornado con una pluma roja o blanca, según la graduación; los guantes blancos, la coraza, que aún tiene una reminiscencia medieval, y el morrión, negro o en metal, que es del estilo del que llevaban los soldados españoles en el siglo XVI. El color rojo fue introducido por el Papa León X, en referencia al escudo de los Médicis. Este uniforme expresa la alegría de ser soldado, de combatir y de estar al servicio del Papa. Aunque también el color rojo simboliza la sangre derramada en defensa del Papado.
Hay que saber ganarse la vida Pbro. Lic. Salvador González Vásquez.
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uando pequeños no nos preocupa ganarnos la vida, nuestros padres se ocupan de eso. Pero llega el día, en que no vivimos sino trabajamos. Hay que ganarse el alimento diario, porque sin comida no se puede subsistir. Y por eso, todos dicen que hay que ganarse la vida. Hay que luchar para tener lo necesario para la subsistencia. Decía Ortega y Gasset, que no solo hay que ganarse la vida física, sino también la metafísica. Hay quienes se desgastan por amasar fortunas; sin enterarse que al ganar la vida material, están perdiendo la espiritual. El mismo Cristo nos enseñó que no solo de pan vive el hombre, y que las palabras son el alimento diario, porque esas son la fuerza del espíritu. Es claro que si el hombre deja de trabajar, ya no tendrá alimento para vivir; de igual manera si deja de pensar y meditar, también podría dejar de subsistir. El hombre necesita, orar y buscar a Dios, porque de lo contrario su corazón irá empobreciendo. Hay que ganarse la vida espiritual, ésta no es gratuita; es cierto que lo más grande proviene de Dios, pero al hombre también le toca su parte. Cuántas veces quisiéramos tener la alegría que otros conservan, la serenidad de los pacientes y la calma con la que algunos afrontan los problemas. Pues todas esas cualidades no se han recibido sin hacer nada, los hombres que las tienen luchan por no perderlas. Si quiero vivir alegre, necesito ganarme esa alegría; hay que luchar por ganarse la esperanza y las ganas de vivir. En definitiva, todo lo bueno tanto material como espiritual, hay que ganárselo. Y nada se obtiene sin esfuerzo y sin constancia. Ya Jesús ha ganado para nosotros la vida, pero depende de nosotros que las virtudes del espíritu no se pierdan, y nada se conserva sin esfuerzo. “El que te creó sin ti, no te salvará sin ti” (san Agustín). Dios te dio la vida sin tu consentimiento, pero no te salvará sin tu voluntad y sin tu esfuerzo.
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Alcahuetes de los sacramentos
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unque la palabra alcahuete se utiliza para designar aquellas personas que encubren o promueven amores prohibidos, sin embargo, de manera traslaticia lo podemos utilizar como encubrir, promover sacramentos ilícitos. Si querido lector de esta columna, con pena he sabido que existen personas que alcahuetean con los sacramentos o con la preparación a ellos, haciendo de estos signos sagrados un desorden en la formación. Pondré algunos ejemplos de los cuales he sido testigo.
Quiero comenzar diciendo que el alcahuete de los sacramentos, no es la persona o personas que se verán implicadas, sino que hablan a nombre de otro, son los abogados del diablo, y me refiero textualmente, aquellos que no saben lo sagrado del sacramento y con facilidad dicen mentiras, justifican irresponsabilidades con tal de que su amigo, familiar o conocido se acerque a Dios. Alcahuetear en el bautismo: doña Tremebunda platica con el padrecito y le dice que los padrinos son solteros y ella sabe que no es cierto, pues sabe que viven en unión libre pero total, “Diosito nos quiere mucho” y con tal de que el niño sea bautizado engaña al sacerdote. Otra alcahueteada en el sacramento del bautismo es rogar a su amigo padrecito que los papás y padrinos no escuchen sus pláticas requeridas para dicho sacramento, pues no tienen tiempo. Alcahuetear en la primera comunión: es cuando la mamá tiene el niño superdotado y se aburre en el catecismo, mejor estudia en la casa, al fin que ya se sabe todos los rezos y puede hacer la primera comunión. Mamá alcahueta, como si lo mandas a la escuela
Por P. Kino
aunque sea superdotado y pueda estudiar en la casa. Luego solo se aprenden los rezos como pericos huastecos que repiten pero no entienden nada… no seas alcahueta y mándalos al catecismo, que la experiencia de Dios y la convivencia con los compañeros no los tendrá en el hogar. Alcahuetear en la ordenación sacerdotal: cuando se ve que el muchacho no tiene vocación, pero no me atrevo a rajar que tiene novia, que es un vividor, que no conoce la doctrina y por eso dice cada barbaridad. El alcahuete aquí tiende a justificarlo, a hablar bien de él con el formador (aunque lo que diga no sea verdad), y tal vez pensando que la ordenación lo hará cambiar, pero ¡oh sorpresa! la Gracia no aniquila la naturaleza, la asume. Alcahuetear en el matrimonio: La persona empuja a la amiga a que se case con aquel galán de 87 años, que cuenta con una fortuna económica, total, para lo que le ha de durar a aquella bella mujer de 21 años. Al fin que “que tiene, para el amor no hay edades”, y yo me pregunto ¿por qué es así la amiga de alcahueta canija?, pues total que se case ella, pero tal vez a este hombre no le interese la amiga, pero esta anda viendo a ver que saca. En lugar de pláticas prematrimoniales habrá que darle a ella un curso de enfermería. Y la mesa de regalos la tendremos que ubicar en una farmacia. Bueno, espero en otra ocasión poner más ejemplos de alcahuetes de los sacramentos, pero recuerden lectores y yo también como sacerdote, que seremos juzgados de cómo utilizamos o administramos estos medios de salvación que Cristo nos dejó.
Pies cansados I
(un mensaje dedicado a los sanjuaneros) Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com
Muy estimados lectores: Desde décadas, miles de peregrinos en todo el año van a San Juan de los Lagos, Jal., de diferentes formas, y quiero referirme a los que lo hacen a pie en torno a la Semana Santa. Generalmente se van del sábado antes del Domingo de Ramos para llegar el Miércoles Santo. Nosotros lo ha-cemos de Jueves a Domingo de Ramos. Sales con la ilusión de llegar felizmente a tu destino; te acompañan un morral lleno de fe, una alforja de esperanza y un manto de caridad. Hay quienes caminan mochila al hombro y hacen sus jornadas de 12 o 13 horas diarias, descansando en lugares estratégicos; otros como mi grupo, solamente con una gorra o sombrero, algo para mitigar el frío y sin duda, una botella de agua para saciar la sed; en el equipo van personas que se denominan “maleteros” y son los que preparan los alimentos y ponen la lona o tienda de campaña para que descanses, además te dan de comer y te curan las heridas de los pies. Se dice que es más pesado ese trabajo y más sacrificio que los que caminan. Caminas en promedio 60 kilómetros diarios, es decir en tres días y medio o cuatro, ya llegaste a San Juan de los Lagos; un caminante recorre un kilómetro en diez minutos, claro que dependiendo de las condiciones físicas en las que te encuentres; te hallas de todo tipo de fieles en el camino; niños, jóvenes, adultos y de la tercera edad, así como de cualquier sector de la sociedad. Todos van con un mismo fin: llegar al Santuario de la Madre de Dios, en su advocación de la Virgen de San Juan. El punto de reunión es el tiro Halcones, en la salida a Guadalajara, son las 6 de la mañana del jueves, el aire es fresco; se camina por la orilla de la carretera, y la primera parada es la capilla azul que está en las Cuestas del Cochino; allí desayunas una torta con huevo y un delicioso refresco de sabor. Después comienza la travesía por el monte hasta salir a las antenas de San Antonio y de allí tú eliges irte entre milpas y veredas hasta llegar al Tepetate o tomar la carretera; el sol está fuerte; el agua que llevas casi se acaba. En el Tepetate ya te espera un rico mole con arroz; te recomiendan que no te quites los zapatos ni tomes agua fría; ya comienzan los estragos en los pies y las ampollas serán tus acompañantes por todo el camino. Después de tomar los alimentos te duermes tantito y enseguida te preparas para reiniciar de nuevo el trayecto hasta el “Águila”, ahí solo te dan fruta y agua. La siguiente parada es Villa de Arriaga; la tarde comienza a caer, casi son las 7 u 8 de la noche y llevamos 60 kilómetros de reco-rrido; ya comienzas a cansarte; la cena está lista; un plato de chicharrón con frijoles y tortillas calientitas, así como un vaso térmico de té y unas galletas. Allí dormimos aproximadamente 6 o 7 horas. Caes rendido y duermes profundamente. Son las tres de la mañana del viernes; el frío se hace sentir; el cielo refleja su color con el brillar de las estrellas. Te levantan para comenzar otra jornada de trece horas que les contaré la semana entrante. Hasta la próxima.
Hagámonos de palabras
Potosinos llamados a la nueva evangelización
Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
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abemos que cada época histórica presenta desafíos que le son propios. Y en cada momento el Espíritu Santo ha suscitado hombres y mujeres que han sabido encarnar la respuesta a estos interrogantes actuales y que han marcado un camino para los demás. El momento por el que estamos atravesando, como parte de un momento histórico pero también como parte de un país que tiene su propia manera de asumir los cambios, reclama más que nunca lucidez en el análisis, y arrojo y radicalidad en las actitudes y propuestas que respondan a este desafío y sean capaces de reconducir al hombre a la paz que parece haber perdido.
luna cada mes de octubre,
Te daré una
Desde nuestra arquidiócesis potosina debemos trabajar para definir y proponer un estilo, basado en las notas de nuestra espiritualidad. Como parte de la encarnación, esta definición tiene que traducirse en actitudes, hábitos, gestos, costumbres y modos de expresarse, que es lo que configura el estilo. Así como de nada vale una manera de pensar que no se traduce en un modo de actuar consecuente, de igual manera una espiritualidad que no se encarna en un estilo, no es una espiritualidad acabada. Y el estilo debe ser tal que no choque a primera vista con las costumbres de su época, sino que debe diferenciarse, de tal modo que tenga una franja de características compartidas e incluso potenciadas, pero que a la vez proporcione una alternativa y esperanza para todos aquellos que se encuentran más alejados y marginados en la Iglesia. No es casual que el Espíritu haya suscitado en nuestra comunidad un determinado carisma. El Espíritu no hace nada al azar, sino que despierta en las personas y comunidades aquellas características y aspectos que, sin ellos mismos saberlo, responden a necesidades implícitas o explícitas de una época. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de profundizar en nuestro carisma, de modo de presentarlo como una propuesta detallada y precisa que abarca todos los aspectos de mi existencia, dándoles un inconfundible color. El carisma, es decir, la manera encarnada de vivir nuestra espiritualidad, debe hoy presentarse de manera tal que constituya una respuesta acabada a los planteos de nuestra época. Respuesta que ilumine, dé sentido y permita discernir el camino a seguir y la meta a alcanzar. La encarnación, que nos hace vivir particularmente la urgencia del momento actual a través de la entrega y la disponibilidad apostólica, debe engendrar actitudes heroicas en ese sentido, que se concreten en gestos cotidianos, en renuncias, en actitudes que privilegien el bien común y el crecimiento del hermano por sobre la propia conveniencia. Y también en la necesidad apostólica de predicar el Evangelio con el ejemplo y la palabra.
y después… moriré por ella
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Por Luis Ricardo Guerrero Romero gromeroluisricardo@gmail.com
ecuerdo a Sofía, ese sueño lunático aún imbebible, ella era del mes de octubre, aunque apuesto que octubre, noviembre, julio y agosto eran de ella. Como Midas, todo a su paso se trocaba en oro y por eso en octubre las lunas brillaron más. Fueron los griegos quienes acertadamente leyeron las páginas de la bóveda añil y con verdad nombraron a la suma de los días: mes, el lapso de estos se describía por la aparición de la esfera de algodón en el cielo. Del griego μην, μηνος (men, menos) luna; llegó al latín como luna-ae, la re-lación entre luna y mes se debe a que para la antigua roma la palabra latina mensis, significa mes, del griego μην, conservando un ciño particular con el ciclo de la luna; la luna y el mes son estupenda compañía, como lo es el recuerdo de Sofía en mí, así como la luna renace e ilumina la oscuridad, hacer memoria de ella fulgura mí lúgubre existencia. Para el Islam la armonía entre mes y luna conlleva unión, el calendario lunar regula los actos canónicos, el solar normaliza las necesidades agrícolas. Entendemos que para departir de la palabra mes, es necesario decirlo con los pies en la luna. Cada luna parece diferente, ya que sus fases desde el novilunio, cuando la luna no es observable; hasta el plenilunio, (luna llena) nos hablan de motivos diversos, (aunque para mí todas las fases me susurren su nombre). La luna es un símbolo −si queremos verlo así− de la muerte y resurrección de Cristo, ya que la luna muere por tres noches pero la resurgir resplandece. Cada mes “aproximadamente” la luna gira alrededor de la Tierra y esto ayuda a marcar un periodo de mensual; tal como dice el salmo 104, “Hizo la luna para los tiempos; el sol conoce su ocaso”. También Galileo lo comentó en Sidereus Nuncius (mensajero sideral). La luna en todos los meses y tu imagen en todos los días.
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Homo academicus Pierre Bourdieu México, Siglo XXI, 2009 315 paginas Por Mtro. Luis Marino Moreno F.
Homo academicus es el libro más personal de Pierre Bourdieu, porque en él aplica su capacidad interpretativa a su propio ámbito: el mundo universitario. En este sentido, el análisis que propone tiene una impronta casi autobiográfica, pero sobre todo un marcado compromiso intelectual. Bourdieu, demuestra que el campo de la universidad es el lugar de una constante lucha de poderes que se desarrolla siguiendo una lógica específica: el poder académico y el prestigio intelectual o científico son dos polos de esa lucha, y las disciplinas y las prácticas dominantes o dominadas se distribuyen en torno a ellos. ¿Cómo se manifiesta este juego de fuerzas e intereses? En los conflictos entre facultades o entre disciplinas; en las pujas por lograr horarios de clases, recursos económicos y personales; en la reproducción del cuerpo de profesores universitarios, en la endogamia de ese cuerpo y en sus modos de reclutamiento y selección; en la exclusión de los adversarios. Pensar que la producción intelectual está exenta de determinismos o que surge del ejercicio libre e independiente del pensamiento es una ilusión: esa producción está condicionada por la ubicación y la trayectoria en el espacio académico, y quienes se consagran al saber (los que lo construyen y lo transmiten, pero también los estudiantes) no deberían soslayar esta evidencia. Homo academicus constituye una provocación, o mejor aún, una intervención política que busca quebrar la aceptación acrítica del mundo académico y abrir nuevos espacios para la libertad y la acción intelectual. Pierre Bourdieu Ha sido uno de los intelectuales más influyentes de Francia durante la última mitad del siglo XX. La variedad de las temáticas que estudió y el intento de llevar a la práctica la construcción interdisciplinaria de diversos objetos de estudio evidencia su capacidad para hacer coincidir su producción intelectual con los problemas más relevantes de la sociedad y, en especial, de los sectores dominados. Nació el 1º. de agosto de 1930 en Denguin, en el suroeste de Francia. Realizó sus estudios en la École Normale Supérieure y en la Facultad de Letras de París. En 1981, fue designado en el puesto académico más prestigioso de Francia, con el título de Profesor Titular de Sociología, cátedra que dictó hasta su muerte en enero de 2002.
CIUDAD DEL VATICANO.- En sus palabras previas al rezo del Regina Coeli, ante las miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro para participar en la oración mariana, el domingo pasado, el Papa Francisco exhortó a los fieles a no tener miedo “de ser cristianos y de vivir como cristianos”. El Santo Padre señaló que “el Espíritu de Cristo Resucitado expulsa el miedo del corazón de los Apóstoles y los impulsa a salir del Cenáculo para llevar el Evangelio”. “¡Tengamos también nosotros más coraje para testimoniar la fe en Cristo Resucitado! ¡No debemos tener miedo de ser cristianos y de vivir como cristianos!”. Los cristianos, señaló, “debemos tener este coraje de ir y anunciar a Cristo Resucitado. Porque Él es nuestra paz. Él ha hecho la paz con su amor, con su perdón, con su sangre, con su misericordia”. CIUDAD DEL VATICANO.- Al concluir el rezo del Regina Coeli, ante los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco exhortó a los mo-vimientos y asociaciones de la Iglesia a “ir a la calle y predicar a Jesucristo, nuestro Salvador”. El Santo Padre también pidió a los católicos evangelizar con “dulzura y respeto”. El Papa saludó a los integrantes de movimientos y asociaciones que participaron en el rezo del Regina Coeli (Oración Mariana que hace en tiempo de Pascua). ROMA.- El gigante de internet Google contactó a la Compañía de Jesús para incluir en su servicio de libros gratuitos todos los números y fascículos publicados desde el año 1850 hasta 2007 por la revista Civiltà Cattolica, “Civilización Católica”, la revista de los Jesuitas. Para Google, la revista jesuita “aporta un valor añadido a la discusión en el mundo virtual y en la vida real, porque habla de temas de cultura general a un nivel mundial”, dijo en una entrevista concedida el 5 de abril, Giorgia Abeltino, la consejera de Política Pública de Google Italia. Abeltino, quien se ocupa de las relaciones institucionales de Google en Italia, entre las que se incluyen diversos proyectos culturales y sin ánimo de lucro, señaló que “es un honor colaborar con una revista tan conocida como Civiltà Cattolica”. BRASIL.- El Arzobispo de Río de Janeiro (Brasil) y presidente del Comité Organizador de la Jornada Mundial de la Juventud 2013 (JMJ), monseñor Orani Tempesta, presentó al Pontificio Consejo para los Laicos una serie de nuevas actividades para que el Papa Francisco realice en este evento juvenil, que incluye la visita a una favela (Son asentamientos que carecen de derechos de propiedad, y constituyen aglomeraciones de viviendas de una calidad por debajo de la media. Sufren carencias de infraestructuras básicas, de servicios urbanos y equipamientos sociales y/o están situadas en áreas geológicamente inadecuadas o ambientalmente sensibles). La Subcomisión de la Iglesia para América Latina de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, aprobó más de 3,1 millones de dólares para financiar alrededor de 100 proyectos pastorales en 19 países de Latinoamérica y el Caribe. Entre los proyectos en recibir la ayuda económica se encuentran la pastoral del trabajador migrante, apoyar actividades de los peregrinos que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud Rio 2013. El obispo auxiliar de Seattle y Presidente Episcopal de la Subcomisión, monseñor Eusebio L. Elizondo, expresó que “estamos comprometidos en apoyar y proveer cuidado pastoral a los migrantes, no sólo en nuestro país sino también en todo el continente americano”. MÉXICO.- Los obispos mexicanos, se han reunido en Casa Lago-Sede CEM, sede de las reuniones episcopales y pastorales, para llevar a cabo la XCV asamblea plenaria. Como ya es costumbre, la semana posterior a la de Pascua, todos los obispos llevan este encuentro para poner en común los temas relevantes sobre todo aquellos pastorales que se van proyectando en cada una de las Diócesis. Para ésta ocasión “Se han a trazar los objetivos de cada una de las ocho Comisiones respecto a qué es lo que van a hacer y qué es lo que van a proyectar en ese trienio; además, se abordaron temas transversales, los cuales deben penetrar todas las Comisiones; uno de ellos es el de la Paz y otro el de la Solidaridad.
¿Me amas más que éstos...? Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
“15 Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?». El le respondió: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos». 16 Le volvió a decir por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». El le respondió: «Sí, Señor, sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas». 17 Le preguntó por tercera vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas. 18 Te aseguro que cuando eras joven tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras». 19 De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: «Sígueme». (Jn 21,1-19). El Evangelio de este tercer domingo de Pascua proclama la última manifestación de Jesús Resucitado a sus discípulos de acuerdo al Evangelio transmitido por san Juan. Esta historia narrada en el capitulo 21, aunque no formó parte del diseño original del Cuarto Evangelio, ciertamente tiene todas las características de la tradición joanina, la cual abarca también las tres cartas de Juan. Así, este capítulo viene como un apéndice, posterior a la conclusión original de este Evangelio. No obstante, ha llegado a nosotros como parte integral del mismo, no se conoce manuscrito alguno que lo omita. Esta historia da una nueva visión de la función de los apóstoles en la comunidad; pues no es posible considerar únicamente el aspecto carismático de la asamblea de discípulos, que se aboca únicamente a la fraternidad, sino que necesita la “disciplina” del pastoreo o liderazgo.
Ya en el capítulo 20, perteneciente al diseño original del cuarto Evangelio había quedado claro que Jesús Resucitado había hecho un envío a sus discípulos: “como el Padre me ha enviado, así los envío yo.” Sin embargo, este capítulo 21 es más específico en cuanto al pastoreo se refiere. Así, deja en claro que el liderazgo en la comunidad no va en contra de que Jesús sea el Buen Pastor, como había sido revelado en el capítulo 10; pues es Él mismo quien pone en manos de Simón Pedro la amorosa misión de pastorear sus ovejas. Sin embargo, no puede existir liderazgo en la
comunidad sin un amor superior a Jesucristo, Buen Pastor. De ahí que Jesús le pregunte a Pedro, por tres veces, si su amor por Él es superior al de sus compañeros.
El oficio de pastorear en la comunidad no puede quedar devaluado por ningún otro interés, sino movido únicamente por el amor al Supremo Pastor que da la vida por sus ovejas.
La Virgen de Guadalupe en el Centro de Abastos
Programa de Radio
Sonrie, Cristo te ama
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umplió un año al aire el programa de radio on line, Sonríe, Cristo te ama, por lo cual, el equipo formado por María Inés Rodríguez, Mary Chuy Sustaita, Silvia Isabel Treviño, Jesús Torres, Verónica Ortiz, Carolina Toro, Lucero Apolo y Coco Rodríguez, prepararon una edición de aniversario, en la que tuvieron invitados especiales e hicieron una remembranza con lo más destacado de sus emisiones. El porgrama se transmite por www.radioamigoscatolicos.com, todos los domingos a partir de las once de la mañana.
Acompañado por algunas personas, pues fue una actividad espontanea, el arzobispo visitó la Capilla en el Centro de Abastos
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l señor arzobispo don Carlos Cabrero Romero, bendijo la imagen de Guadalupe titular de la capilla del Centro de Abastos, el 24 de marzo de 2013, nombrada patrona de minas y comercio en San Luis Potosí en el siglo XIX. La imagen anterior que estuvo en esta capilla, fue prestada por el Santuario de Guadalupe, y ya fue entregada al canónigo honorario de la Santa Iglesia Catedral y Párroco de la Parroquia-Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe Carlos Medina.
La imagen colocada en el altar de la Capilla fue colocada para la veneración de los bodegueros y todos los trabajadores del mercado de abastos
XCV Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano
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el 8 al 12 de abril de 2013, se llevó a cabo la XCV Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, en la que participaron cerca de 120 obispos de las 91 circunscripciones eclesiásticas la República Mexicana, agrupadas en 18 provincias eclesiásticas. También participó el nuncio apostólico. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), institución de carácter permanente, es el organismo de los obispos de México, en comunión con el Romano Pontífice y bajo su autoridad, que oran, reflexionan, dialogan y hacen un discernimiento pastoral de la realidad para transformarla con la fuerza del Evangelio. En esta ocasión, el objetivo de la XCV Asamblea Plenaria ha sido: “Elaborar y aprobar el objetivo general, el iter (temas a tratar en las asambleas del trienio) y los programas de las comisiones episcopales integrando la transversalidad y la interlocución como un apoyo a las provincias y diócesis de México, para un eficiente servicio de comunión y colegialidad a fin de responder adecuadamente a los retos actuales de la Iglesia en México”. Para apoyar la aplicación del objetivo general que sea establecido en las diócesis y provincias, la CEM ofrece el servicio de 8 comisiones episcopales de pastoral: Profética; Litúrgica; Familia, Juventud, Vida y Laicos; Diálogo Interreligioso y Comunión; Pastoral Social; Vocaciones y Ministerios; Comunicación; Solidaridad Intereclesial. La metodología que se ha planteado para esta Asamblea es la siguiente: iluminación acerca de algunos desafíos de la Iglesia en México en los próximos tres años, mediante un panel de expertos que dialogaron con los obispos. Poste-riormente se presentará y se reflexionará por provincias el Objetivo General, los programas de las Comisiones Episcopales y el iter de temas que nos
Del 8 al 12 de abril de 2013, se llevó a cabo la XCV Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, en la que participaron cerca de 120 obispos
ayudarán a dar continuidad a este trabajo durante el trienio 2012-2015, mismos que han sido aprobados en reunión plenaria con las modificaciones que han sido su-geridas. Las sesiones iniciaron con la celebración de la Santa Misa y el rezo de Laudes. Posteriormente, comenzaron las reuniones plenarias y luego por provincias eclesiásticas. El lunes 8, los obispos tevieron un encuentro en la Nunciatura Apostólica para celebrar el inicio del ministerio petrino del Papa Francisco.
El Papa Francisco toma posesión de la basílica de San Juan de Letrán, catedral de Roma
Magna Festividad
oco antes de las cinco de la tarde el Papa Francisco se dirigió hacia la basílica de San Juan de Letrán. 26 días después de su elección, Francisco tomaba posesión de la catedral de Roma de la que es obispo.
Por LCC Angélica Maldonado Morales
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“No guardes heridas ni re
Miles de personas le esperaban en la plaza de San Juan de Letrán. El Papa hizo un breve re-corrido en jeep para saludarlos y también para inaugurar el largo Juan Pablo II junto con el alcalde de Roma, Gianni Alemanno. A la entrada de la basílica, el cardenal Agostino Vallini, vicario del Papa para la diócesis de Roma, recibió a Francisco. Tras besar el crucifijo y bendecir el lugar con agua bendita, el Papa entró en la basílica. De camino al altar se detuvo para saludar a numerosos enfermos.
El Papa Francisco, saluda a la gente congregada en la plaza de San Juan de Letrán
Como ese día era el segundo domingo de Pascua, también llamado de la Divina Misericordia, el Papa habló en la homilía de la paciencia de Dios. “Este es el estilo de Dios: no es impaciente como nosotros que a menudo queremos todo inme-diatamente, también de las personas. Dios es paciente con nosotros porque nos ama y quien ama comprende, espera, da confianza, no abandona, no corta los puentes, sabe perdonar”. Comentó el Papa en su homilía, que ofreció esa tarde del segundo domingo de Pascua. El Papa habló también de la misericordia de Dios y contó cómo la ha visto tantas veces en su vida personal y en la de otros. “En mi vida personal he visto, tantas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia. He visto también en tantas personas el valor de entrar en las llagas de Jesús diciéndole: Señor estoy aquí, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lávalo con tu sangre. Y siempre he visto que Dios les ha acogido, consolado, lavado, amado”. Después de esta ceremonia el Papa abrió el apartamento papal de San Juan de Letrán, que estaba sellado desde el 28 de febrero cuando la renuncia de Benedicto XVI se hizo efectiva. Con este gesto toma posesión de manera definitiva de la diócesis de Roma.
El Papa Francisco toma posesión de su sede como obispo de Roma
La parroquia de La A A su llegada el Papa continúa mostrando su cercanía a la gente
El Papa Francisco Inaugura la plaza Juan Pablo II frente a la Basílica de San Juan de Letrán
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ún dentro del marco de la pascua, la parroquia de La Anunciación festejó la vida en comunidad y adhesión a Cristo a través de la Eucaristía, ce-lebrada por el arzobispo Carlos Cabrero, en fraternidad con el párroco de dicho templo: J. Margarito Sánchez Grimaldo y presbíteros concelebrantes. La misa de fiesta patronal trajo en ella regalos del Espíritu Santo ya que 48 postulantes fueron confirmados por el arzobispo; que conducidos y preparados por el padre Jesús y la Maestra Socorro, en estrecha comunicación con el resto de las catequistas y la aprobación del párroco, obtuvieron de Dios Espíritu de amor sus siete dones. Pero estos regalos espirituales no son dados por mérito propio, es la preparación, el empeño de los padrinos y papás y la fe de los que fueron confirmados la que hace vibrar y vivir el amor de Dios en el corazón de la Iglesia. Dentro de la ceremonia celestial, don Carlos Cabrero, arzobispo potosino, resaltó la importancia de hacer vida una auténtica profesión de fe en la Trinidad y en la convicción de vivir como hermanos en la vida eclesial. Así como también invitó a todas las personas, padrinos y papás a realizarse en el amor de Dios, por medio de su actuar diario en la sociedad. La comunidad parroquial realizó actividades culturales en donde incentivaban los talentos de los vecinos para ponerlos al servicio de su parroquia; necesario es destacar la valiosa participación juvenil que luego de vivir su pascua al estilo propio y entregado, decidió sellar con la misa de la fiesta patronal.
ABRIL 14 DE 2013
ad en honor al Señor de la Divina Misericordia
rencores en tu corazón”
L
a Catedral Metropolitana Potosina lució a su máxima capacidad para recibir a cientos de fieles devotos del Señor de la Divina Misericordia el domingo siete de abril del 2013. La solemne concelebración eucarística fue presidida por don sacerdotes que prestan sus servicios eclesiásticos en este recinto
partir nuestros bienes materiales, dones, cualidades, virtudes y carismas con los demás”. Nuestro Pastor se preguntó: “¿En qué se caracteriza la sociedad potosina, o en qué nos parecemos a estas comunidades antiguas de la que nos habla la Liturgia de hoy?.
se deja sentir la envidia, el rencor, el resentimiento e incluso la depresión que nos quita el ánimo. “Por eso promovamos una cultura nueva y diferente en la que predomine el amor y no el desamor, donde tengamos una paz bien ganada porque busco o procuro siempre el bien de mi familia que implica la vida eterna y mi salvación también.
En su emotiva homilía, nuestro Pastor, indicó: “Ojalá nos esmeremos y hagamos todo lo posible por practicar la fraternidad que se dio en las comunidades que evangelizaron los discípulos de Jesús, la que se dio con la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles”.
“Es triste decir: Tengo flojera y no pienso acudir y participar activamente en la Misa, mejor realizo mis quehaceres en la casa, o simple y sencillamente quiero descansar. Tenemos a veces esa postura y decimos eso porque olvidamos que la Palabra de Dios nos ayuda a discernir nuestro pensamiento, a actuar con sabiduría y prudencia.
“A veces queremos perdonar sólo si la persona se humilla ante nosotros, sino permanecemos firmes en nuestro orgullo de no perdonar. Tratemos pues de tener estrategias de amor. Hay que pedirle al Señor que nos ayude a acercarnos más a su Palabra de vida, de paz y de amor y a valorar más a nuestra familia.
“Claro está que si nos alejamos de su palabra de vida
“Jesús es el que se presenta ante nosotros dándonos la paz. Es el Señor que nos ofrece su amor misericordioso. No se cansa de perdonar y nos dice que prediquemos la misericordia y aunque surjan problemas en la familia, no guardes heridas ni rencores en tu corazón renuente, abre las ventanas de tu corazón al amor. Que ya no haya más faltas de respeto, que haya diálogo.
“No debemos olvidar que la Palabra de Dios va acompañada del testimonio de amor, de ese com-
Anunciación aclama su fe
“Acojamos a los miembros de familia que se nos han marchado y llevemos bondad y misericordia a los demás. Dejémonos curar por Cristo nuestra paz, Él sabrá curar nuestras heridas, sabe escucharnos, acogernos, siempre, siempre tendrá abiertas las puertas de su corazón para recibirnos con amor misericordioso, Él nos ama como nunca nadie nos podrá amar: de forma inconidicional y plena, con todo y nuestros muchos errores y defectos no superados”. concluyó.
Por Ricardo Guerrero Romero
La frase a la entrada de la cripta Por Ignacio Algara Cossío
I
magínense o piensen por un minuto en una frase corta que pudiera ponerse a la entrada de un panteón, o de una iglesia, o hasta de una escuela. Una frase que resumiera con fuerza el significado o el encuentro de la muerte con la vida. El momento tan temido, o tan incierto, frente a la experiencia de vivir, y de desear conservar la vida. Alguna frase que explique el sentido o el propósito de lo que hacemos, frente a lo que inevitablemente vendrá. Mientras ustedes le piensan, déjenme compartirles una frase que leí hace muchos años, y tanto me gustó que me la aprendí de memoria, y para mí, tiene la fuerza explicativa que hace falta al entrar a alguno de los lugares consagrados como los que les propongo, y de servir de guía y recordatorio para la propia vida de uno. La frase es de un legendario scout francés: Guy de Larigaudie (1908 – 1940). Tal era su carácter explorador y su capacidad para convivir con la naturaleza, que se convirtió en repor-tero periodístico, escritor y conferencista, cubriendo fuentes internacionales relacionadas con el mundo de descubrimientos y en expansión que le tocó vivir. Fue el primero en hacer, en automóvil, el viaje de París a Saigón, en 1937, atravesando regiones enteras sin mapas y cuando apenas había algunas cuantas carreteras. Literalmente abrió brechas y cruzó desiertos y pantanos, sin GPS ni otras ayudas de navegación. Cuando estalló la segunda guerra mundial en 1939, entró al ejército francés a una brigada de reconocimiento en un regimiento de caballería. Murió en una de esas misiones de exploración en Bélgica, bajo el fuego alemán. Tenía 32 años de edad. La frase de él que tanto me gustó y que yo propongo para poner a la entrada es: “Mi vida entera no ha sido más que una larga búsqueda de Dios. Siempre, a todas horas y en todas partes, he buscado su huella o su presencia. La muerte no será para mí, mas que un maravilloso encuentro” . Aparte de ser scout y escritor, Guy era una persona que aspiraba a las altas cumbres de la espiritualidad. El día anterior a su muerte, dejó escrita a una amiga, una breve nota que decía: “Aquí estoy, posiblemente frente a mi último combate. Puede ser que ya no regrese. Tenía tantos sueños y grandes proyectos, pero si no fuera por la pena inmensa que esto le va a causar a mi pobre mamá y a los míos, yo estoy lleno de alegría. Tenía mucha nostalgia del cielo, y ahora me parece que muy pronto su puerta se me abrirá. El sacrificio de mi vida no es realmente un sacrificio, siendo tan vasto mi deseo del cielo y de poseer a Dios. Yo había soñado en convertirme en santo, y ser un modelo para los lobatos, los scouts y los rovers. Me parece que esa ambición era muy grande para mi talla, pero era mi sueño. No me toca ahora mas que correr alegremente mi última aventura” La lección de esa vida y de esa frase es para todos, es como un recordatorio que hay que poner en letras grandes en los lugares en donde se aprende y se aprecia la vida y sus límites. Para la gente de fe, la muerte no es mas que el maravilloso encuentro.
Yo CREO...y vivo mi FE
¿Profesión de Fe o renovación de las promesas del Bautismo? Por P. Memo Gil
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os encontramos en el Tiempo Pascual dentro del Año Litúrgico. Es un tiempo en el cual con toda la Iglesia debemos tratar de vivirlo con la efusividad de la Resurrección del Señor. Hago este paréntesis en la explicación de los artículos del Credo, que hemos estado viendo, para puntualizar el sentido de nuestra profesión de Fe en estos domingos de Pascua. El Señor ha resucitado, no es ésta una verdad impuesta, sino una verificación de una experiencia vital que da sentido a toda nuestra vida cristiana. Saber que el Señor vive debe ser siempre para el cristiano la fuerza necesaria para su camino de fe. Por eso, esta celebración pascual está cargada de un simbolismo que nos ayuda a captar muy bien que lo que celebramos es la Vida. Así con mayúscula, pues es la celebración de la Vida plena en Cristo por su Resurrección. Por esto, también las celebraciones dominicales de este Tiempo Pascual, buscan expresar con ciertos elementos litúrgicos, la importancia de la Resurrección del Señor. Y entonces, tenemos que ahora iniciamos las celebraciones de la Eucaristía Dominical con la aspersión del agua bendita. En recuerdo del agua viva de nuestro Bautismo, que nos dio precisamente un nuevo nacimiento en la fe. El contacto con el líquido vital, debe ayudarnos a revitalizar nuestra vida en la fuente que es Cristo mismo. Y, por eso también, puede ser que el sacerdote que preside la Santa Misa, en vez de pedirnos que hagamos profesión de Fe con el Credo (que en éste tiempo también es el cortito, o sea, el Símbolo de los Apóstoles), nos invite a hacerlo con la renovación de las promesas del Bautismo. Tal vez alguien pueda pensar que entonces no se recita el Credo en la Misa del Domingo, como debe ser. Pero claro que sí, sólo que con motivo del Tiempo Pascual se puede optar por hacerlo no con las formulaciones acostumbradas. Sino con la formulación válida de pregunta y respuesta, así se hizo en nuestro bautismo, y se sigue haciendo en la celebración de éste sacramento. Personalmente creo que es una buena oportunidad para descubrir exactamente a qué nos comprometemos, cuando hacemos profesión de fe. Por eso en la Vigilia Pascual, dentro de la liturgia bautismal (aunque no haya bautismos), se recomienda que se haga ésta renovación de las promesas bautismales. En éste diálogo, que se establece entre el celebrante y la asamblea, debemos centrarnos en lo emotivo del momento. Es decir, se nos pregunta en cierta forma por el sentido de nuestra pertenencia a la Iglesia; y respondemos personalmente aceptando ante todo una verdad que es la que reanima nuestra esperanza. Renunciamos por eso mismo en primer lugar, a todo lo que no está de acuerdo al proyecto de Dios hacia nosotros; y expresamos públicamente nuestra creencia en Alguien que está vivo y me ayuda a saber vivir. Que importante entonces, que cada uno descubra la alegría de creer, y cómo esta Fe personal, sólo se expresa plenamente dentro de una comunidad de creyentes; para que al salir de la celebración, vayamos con alegría, ánimo y esperanza por la vida. Por eso, alguien comentaba, que hoy no solamente debemos ser creyentes, sino creíbles. Llegamos a ser creíbles, cuando lo que expresamos, lo vivimos y lo aterrizamos en lo concreto de nuestro día a día. No es que tengamos que usar siempre un lenguaje religioso en nuestras relaciones y dedicarnos a decirles a todos que Dios los bendiga. Actuemos y vivamos de manera que los demás sepan que queremos que Dios los bendiga y que deseamos que descubran la vida plena que Dios nos ofrece a todos, porque su Hijo está Vivo.
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ABRIL 14 DE 2013
Meditacion ante una caja registradora ¡D
ios mío! -exclamo-. ¡Cuánta gente comprando! Y eso que estamos en plena crisis. Dudo unos instantes entre hacer fila o volver más tarde, cuando el área de las cajas esté un poco más despejada. Pero -vuelvo a decirme a mí mismo-, ¿quién te asegura, Juan Jesús, que por la noche, cuando regreses, no habrá todavía más gente de la que ahora ves? Hay diez cajas funcionando, pero todas están abarrotadas. Me formo en una, la número 8, y veo con desilusión que la señora que me precede en la fila lleva en su carrito metálico la tienda entera. ¿Cuánto irá a tardar la cajera en atender únicamente a esta señora que, a juzgar por su pura cara, está peleada desde hace años con la vida?
Echo un vistazo a las cajas rápidas que están a mi derecha y descubro que, al menos a esta hora del día, de rápidas no tienen nada. Se supone que uno no debería formarse ante ella si lleva más de diez objetos, pero a la gente esto parece no importarle gran cosa: hay quien lleva, por lo que puedo ver, hasta cincuenta artículos o más. ¡Cómo pasa el tiempo sin que la fila avance aunque sólo sea un poco! Al parecer, ha habido un pequeño incidente con la persona que está siendo atendida, pues la cajera toca un timbre y la actividad se paraliza hasta que no viene otra mujer, embutida en un traje sastre color gris, a reparar el error. ¿Cómo lo repara? oprimiendo unas teclas a gran velocidad. Luego todo vuelve a la normalidad. ¿A la normalidad? ¡como si fuera normal que a uno se le vaya la vida haciendo colas aquí y allá! Del bolsillo de mi pantalón, discretamente, saco mi teléfono celular y me pongo a escuchar los correos de voz. Hay cuatro nuevos. Los escucho con atención y luego oprimo cuatro veces el número 3 para borrarlos. Ahora es el turno de los mensajes: hay en la bandeja de entrada más de doscientos, entre avisos de la empresa telefónica, saludos de mis amigos y comunicados que fueron urgentes hace tres o cuatro días pero que ahora ya no lo son. Borro los primeros y los últimos; los saludos de mis amigos los dejo donde están. En el tiempo que he empleado en hacer todo esto, solo una persona ha avanzado en la fila. ¿Y ahora qué voy a hacer para matar el tiempo? Ya sé: voy a limpiar mi billetera. La saco del bolsillo trasero de mi pantalón, la abro y quedo impresionado por la cantidad de papelitos que hay en casi todos los compartimientos. Papelitos de co-lores. Papelitos amarillos, blancos, azules, cua-driculados y a rayas. Tomo uno al azar, lo desdoblo y leo lo siguiente: 8 27 59 63. Sólo eso. Se trata, sin duda, de un número telefónico. Pero, ¿de quién es? Esto no lo dice el papel, y me río de mí mismo pensando que sólo a mí se me pudo ocurrir apuntar un número sin indicar al mismo tiempo a quién pertenecía. ¡A la basura! Viendo que mi labor no es del todo infructuosa, prosigo realizándola con entusiasmo y
contarlas, y descubro con desesperación que sólo llevo encima quinientos diecinueve pesos con cincuenta centavos. ¡Me faltan dos pesos y la mitad de otro para cubrir la cuenta! Me le quedo viendo a la señorita como preguntándole: “¿Y ahora qué hacemos?”. Y ella se me queda mirando, a su vez, para decirme: -Indíqueme qué le quito.
fervor. Ahora es el turno de otro papel que dice así: Rinconada de las Frambuesas 485. Se trata, evidentemente, de una dirección, pero falta el nombre de la persona que allí vive. ¡Y, por lo demás, ni siquiera sabía que existiera en nuestra ciudad una calle que se llamara Rinconada de las Frambuesas! ¿Dónde está esa dichosa calle? ¡A la basura también! Mientras hago con este papel una bola que ya en la calle echaré en el bote de los desperdicios, descubro con sorpresa y gratitud que ya no estoy tan lejos de la caja, aunque vuelve a apode-rarse de mí una cierta nostalgia teñida de desesperación cuando veo el carrito de la señora que va adelante. Ahora es el turno de la limpieza de mis bolsi-llos. ¿Qué hacen en ellos, por ejemplo, el comprobante de pago de una tintorería, el ticket de un estacionamiento, la factura de las llantas que compré para mi carro hace más de dos meses? ¡Señor, cuánta basura puede haber en el bolsillo de un pantalón! La señora de adelante empieza a vaciar su carrito y yo me siento como en el cielo. ¡Por fin! Veo con regocijo que la cajera le tiende una larga tira de papel que la señora repasa detenidamente unas diez veces por lo menos. ¡Creo que ya me toca! Pero no. Una vez que ha pagado, la señora parece recordar que su teléfono necesita un poco de combustible para seguir funcionando y dice a la cajera que tenga a bien abonarle una tarjeta de 200 pesos. Con ansiedad sigo aquella operación y me digo a mí mismo: “Paciencia, amigo mío. Paciencia. Ya te tocará”. Y cuando me toca, ¡qué feliz me siento! Los que hayan escalado el Everest seguramente no se sintieron más felices que yo en aquel momento. La señorita toma los objetos que le entrego al tiempo que me pregunta si he encontrado todo lo que buscaba. “Sí -le digo-, todo lo que buscaba. Incluso más de lo que buscaba, por desgracia. De cualquier manera, muchas gracias”. -Son quinientos veintidós pesos. Saco mi cartera nuevamente, extraigo los únicos cinco billetes de a cien que hay en ella, busco monedas sueltas aquí y allá, me pongo a
Le indico que me quite un rastrillo desechable. Y ello lo hace, no sin antes accionar un timbre para que venga nuevamente la mujer del traje gris. ¡Dos pesos con cincuenta centavos! Pero aquí no puedes decir, como a la mujer de la tienda de la esquina: “¿Se los puedo pasar a dejar más tarde, señora?”, pues ya sabes que te dirá que no. ¡Y aún cuando me hubiese faltado sólo un peso, igualmente habría tenido que dejar el rastrillo! “Sí -me digo al salir-: éste es el mundo que hemos construido, un mundo implacable en el que nada se te perdona. No sé por qué, pero en ese momento me pongo a pensar en la parábola del hijo pródigo y en el mensaje que oculta: lejos de la casa del Padre,
éste es el mundo que nos espera: un mundo en el que nadie está dispuesto a darnos, gratuitamente, ni siquiera la comida de los cerdos”.
Protocolos fuente indispensable para la investigación histórica
(Primera parte)
Por Lic. Ricardo García López
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or espacio de 23 años tuve la oportunidad de consultar los protocolos de los escribanos en el Archivo Histórico de nuestro Estado. (Es pertinente recordar que protocolo es el libro donde los antiguos escribanos – que ahora co-nocemos como notarios- registraban todas las actuaciones que se realizaban ante ellos). Estimo que esos años fueron tiempo suficiente para conocer con cierta profundidad la vida de los habitantes de la ciudad de San Luis Minas del Potosí de la Nueva España durante esa última etapa de la época virreinal, en virtud de que tuve la fortuna de poder asomarme por una de las ventanas de ese gran edificio que co-nocemos como La Historia y que se llama: Los Protocolos de los escribanos públicos de cabildo, real hacienda y guerra que aquí ejercieron su oficio durante el período que fue objeto de mi estudio y que abarca los años de 1790 hasta 1819. Por esa oquedad pude observar diversas transacciones que celebraron entre sí los potosinos de antaño, y de esta suerte, pude analizar contratos de compraventa de objetos, tan detalladamente descritos, que imaginé que casi los tocaba con la mano, de casas habitación en las que pude recorrer, con la imaginación, todas y cada una de sus estancias, y en algunas, casi creo que me senté en el pretil del pozo y contemplé el espejo del agua. Al consignar, el escribano, las medidas y colindancias de estas fincas, me enteré de quienes eran los vecinos, sus nombres, apellidos y muchas veces sus apodos, éstos, las más de las veces, derivados de sus actividades, de su aspecto físico o del afecto que les profesaban sus vecinos; así recuerdo a Juana la Bailona, quizá se trataba de una mujer alegre a quien le gustaba asistir a los bailes; El Pipi, tal vez derivado de su nombre de pila que pudo ser Felipe; el Filigranas, quizá se trataba de un platero, hoy diríamos joyero, que realizaba sus trabajos de platería con una gran finura; La confitera, debió ser una mujer dedicada a la elaboración de dulces, pasteles y golosinas; la guitarrera, suponemos que era una mujer que tañía la guitarra o tal vez vendía guitarras; la viuda Mariquita, alias güerita Santa, tal vez se trataba de una dama de tez blanca y carácter afable y bondadoso; el guaricho, esta palabra la consigna el diccionario enciclopédico Larousse en femenino: guaricha y que es usada en Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela para designar a una mujer de la vida galante aunque da la idea que se trata de un patronímico como jarocho; la Suchil, este apodo, lo mismo que el anterior, tal vez sea lo mismo que Xóchitl que en lengua náhuatl significa flor; la sopelié, quizá derivado de la lengua francesa y se refería a una cocinera, porque en el expediente en que se consigna, la misma sopelié dice que a eso estaba dedicada,
por lo tanto una de sus funciones era hacer la sopa, o tal vez se trate de una palabra de doble sentido y eso de: hacer la sopa se refiera a una grosería de aquel entonces. Estos son solo algunos de los motes, sobrenombres, apodos o alias que registran los escribanos. También conocí los nombres antiguos de algunos lugares como barrios, jardines, plazas y calles, así tenemos: El barrio de la Chancla, quizá sea lo que ahora cono-cemos como los guaracheros y que ya por tradición sea una zona donde desde antiguo se ubican los que elaboran calzado; Barrio del Peladero, ubicado hacia el rumbo de las calles actuales de Venustiano Carranza y Reforma; Barrio de la Laguna, al parecer era lo que actualmente ocupa el jardín Escontría; Calle de La Cruz, ésta es la que actualmente y desde noviembre del año de 1862 por ordenes del gobernador Sóstenes Escandón se impuso el nombre de 5 de mayo para honrar la batalla de Puebla; Calle de la Concepción, También a esta calle, por ordenes de Escandón se le cambió el nombre a partir de diciembre del mismo año de 1862 para honrar al General Ignacio Zaragoza por ello es que actualmente se le denomina Zaragoza; Calle del Portillo o sea la que actualmente se llama Galeana y que iba únicamente del jardín de San Francisco a la puerta lateral de San Agustín o la actual calle de Morelos, la parte de esta calle que va del jardín de San Francisco hasta Reforma, no existía porque ahí estaba parte del convento de San Francisco que fue destruido para cumplir con las Leyes de Reforma; Calle de los tumultos, es la primera de Madero que va de la Plaza de Armas hasta Galeana; Calle del Colegio, que es la calle que va del templo de San Juan de Dios (Escobedo) hasta Damián Carmona, se llamó así porque ahí estaba el colegio de los padres Jesuitas y que actualmente es el edificio central de la Universidad Autónoma, esta misma calle se llamó luego de los Colegios porque a mediados del siglo XVIII, en la misma calle, se estableció el Colegio de Niñas Educandas de San Nicolás Obispo, que dependía de los padres carmelitas, o sea, en la cuadra formada por las actuales calles de Álvaro Obregón, Allende, Arista e Hidalgo, todavía podemos admirar parte de la arquería del patio de ese colegio dentro de la Mueblería La Elegancia o Hnos. Leboreiro y también parte de los muros en los negocios que están por la calle de Hidalgo y la de Arista; Se consignan otros muchos nombres de calles como: Calle Honda; Calle de los burros; Calle de las tepacheras. Encontramos también nombres de algunos mesones como: el Mesón del Platanito que se encontraba en la cuadra que va de la calle de Hidalgo hacia la de Morelos por la calle de Insurgentes frente a la alhóndiga.
Podríamos aprender... Por Javier Algara
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or azares de la vida, hube de pasar la Semana Santa y ce-lebrar los misterios pascuales en la capital norteamericana. Siempre es grato constatar la universalidad de nuestra Iglesia católica y la unidad de la fe. Siempre es motivo de alegría ver que adondequiera que uno vaya siempre habrá un templo donde uno puede unirse en comunión de corazón -que no siempre en la lengua- con personas que reconocen a Cristo como Señor, a María como su Madre y al Papa y a los obispos, como sucesores de los apóstoles. Evidentemente que no pueden faltar algunas novedades típicas de cada pueblo, así como cosas que aprender de ellos. La celebraciones litúrgicas de nuestros vecinos del norte no dejan de estar marcadas por el talante sajón; no tienen la jovialidad de las nuestras. Pero ciertamente hay una cosa que impresiona al participar en la liturgia con los norteamericanos y otros pueblos con características similares: Todo está preparado de antemano con un cuidado y una calidad francamente envidiables. No hay nada ni nadie fuera de lugar. Las flores están colocadas de modo que ni roban la atención al altar ni entorpecen la vista de la asamblea. Es patente que los monaguillos ensayan mucho y con dedicación porque nunca están donde no deben, ni se les puede ver preguntando al sacristán qué sigue. La calidad de los cantos sagrados manifiesta que el coro toma en serio su trabajo al servicio de la liturgia y que pasan muchas horas practicando. Todo mundo canta y se puede uno fácilmente dar cuenta que tienen un repertorio muy abundante, para variar según los días del año, a diferencia de nosotros que no salimos de los mismos cantos un día sí y otro también. Viendo todo lo anterior, no fue una sorpresa la excelente proclamación de la Palabra. Una dicción clarísima, con el tono de voz apropiado a cada oración. Lectores bien preparados para que la liturgia de la Palabra no solamente no requiera que la asamblea deba tener el periodiquito semanal en la mano, sinopara que recupere su dignidad original. Claramente aquí no hay necesidad de que los encargados parroquiales sufran antes de cada misa para encontrar voluntarios para leer ni de que la asamblea sufra por malos lectores. La distribución de la comunión se hace expedita y cómodamente, pues en forma ordenada, comenzando por las filas de adelante, van formándose quienes comulgan, de modo que pueden volver a su sitio sin tener que chocar con otros, ni hacer contorsiones entre las bancas. A los visitantes mexicanos, que generalmente iniciamos la Eucaristía con menos de media asamblea y terminamos con el templo lleno, nos causa sorpresa (y ojalá que santa envidia) que los católicos americanos están todos en su lugar desde antes de que el celebrante salga de la sacristía. El domingo de Pascua, previendo una asistencia más abundante que la normal, y por tanto problemas de cupo y orden al ingresar al templo por coincidir el fin de una misa con el comienzo de otra, el equipo encargado del orden simplemente pidió a los fieles que esperaran en el exterior, en fila, como cuando va uno a comprar boletos del cine. La fila rodeaba la manzana totalmente, pero nunca hubo señales de impaciencia, ni intentos por adelantarse tramposamente. Tampoco hubo personas en el interior del templo separando lugares con anticipación. El proceso de ingreso no duró ni cinco minutos, y dentro todo mundo encontró un lugar apropiado (no necesariamente cómodo) para poder participar en la liturgia. Es evidente que muchos miembros de estas parroquias dedican tiempo y esfuerzo semanalmente para que sus celebraciones realmente tengan la dignidad que les correponde y para que quienes en ellas participen lo hagan experimentando un profundo espíritu comunitario. Estoy seguro que así como algunos católicos extranjeros podrían aprender algunas cosas de nuestras celebraciones litúrgicas, nosotros bien podemos copiarles a ellos aquellas cosas que mejoren la dignidad en nuestras celebraciones y nos hagan vivir el sentimiento comunitario que nos hace tanta falta.
Fe y política
Desarme mundial, ¿y México? www.siame.mx
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n acuerdo de gran importancia ha sido tomado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el pasado 2 de abril, en el sentido de regular la venta de armas en el mundo. El acuerdo contempla la creación del primer instrumento jurídicamente vinculante para todos los países, a fin de establecer reglas comunes que regulen el co-mercio global de todo tipo de artefactos bélicos, que en muchos casos, llegan a grupos terroristas, guerrilleros o criminales del mundo entero. Se trata de una gran noticia porque las víctimas de ese mercado criminal suelen ser siempre personas totalmente inocentes, desde niños indefensos, hasta hombres y mujeres constructores de la sociedad, con su trabajo honesto y esforzado. Desafortunadamente, no ha sido un acuerdo unánime, ya que junto a 154 votos favorables, hay 23 países que se abstuvieron, escondiendo en esta decisión una cierta oposición al control más estricto de la circulación de armas. No por mera casualidad están entre ellos los principales productores de armamentos. Por otra parte, debemos recordar la reciente intención del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica para limitar la venta indiscriminada de armas en su te-rritorio ante las continuas masacres que se han dado a manos de enfermos mentales o jóvenes irresponsables. Se trata de propuestas muy tibias e insuficientes, pero al menos comienza a cuestionarse la mentalidad bélica de los norteamericanos. En este nuevo escenario internacional, debemos preguntarnos cuál es la estrategia de nuestro país para desarmar a los delincuentes. Hay una iniciativa que ha tenido mucho éxito para desarmar a la población civil ofreciendo computadoras y dinero a cambio de las armas que se tienen en algunas familias; sin embargo, este programa, que ha comenzado en la Ciudad de México y se ha extendido hacia algunos estados de la República, no llega a la raíz del problema: los grupos criminales. Las estadísticas del tráfico ilegal de armas hacia la delincuencia organizada en México es cada vez más alarmante, ya que diariamente reciben un promedio de 700 armas nuevas, de las cuales en el sexenio anterior eran incautadas unas 90 cada día, mientras que el actual gobierno sólo logra interceptar unas 35 en promedio. Sabemos que los delincuentes están mejor equipados que las policías municipales y estatales y, en muchos casos, que la Policía Federal, por lo que ha sido necesaria la intervención de las Fuerzas armadas. En los primeros cuatro meses del nuevo gobierno la escalada de violencia criminal no ha disminuido, lo único nuevo es el silencio oficial sobre el tema. Sabemos muy bien que ignorar un problema sólo redunda en agravarlo más, como lo muestran los datos fríos de las estadísticas. El mundo está tomando decisiones enérgicas para desarmarse, mientras que en nuestro país la situación se agrava ante un silencio cómplice, parecido al de aquellos que se abstienen para no comprometerse.
Analistas y vaticanólogos frente a un hecho que los rebasa Rodrigo Guerra López
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na gran cantidad de analistas políticos y vaticanólogos han derramado su tinta en las últimas semanas arriesgando hipótesis primero sobre la renuncia de Benedicto XVI y posteriormente sobre el perfil del Papa Francisco. Un pro-blema recurrente en algunos de estos personajes es el paradigma ideológico desde el que buscan comprender al Papa, a la Iglesia y las perspectivas de futuro que se abren a partir de estos acontecimientos. En efecto, las categorías “conservador-progresista” o “derecha-izquierda” continúan siendo usadas como claves de lectura fundamentales. Estas categorías lamentablemente aún en algunos creadores de opinión pública de origen católico subsisten tácita o explícitamente y se vuelven decisivas para subrayar tal o cual cosa. Este tipo de enfoques nos parecen deficientes. Categorías como “derecha” e “izquierda” nacieron en el contexto de la mo-dernidad racionalista que hoy se encuentra en cuestión. Dicho de otro modo, uno de los pocos consensos sociológicos y filosóficos contemporáneos precisamente consiste en que la modernidad ilustrada y sus hijos - se encuentra en una profunda crisis. No deja de ser asombroso que al momento de aproximarse a la realidad del Papa o de la Iglesia, precisamente algunos de los conceptos más desgastados y que exigen una profunda revisión crítica, sean utilizados como criterios de interpretación fundamentales: ¡como si en la actualidad se pudiera prescindir del derrumbe y disolución paulatinos del marco referencial del que brotaron! Dicho de otro modo: si el Papa Francisco defiende la vida desde la fecundación ¿se debe a que es un hombre conservador y de derechas? Si el Papa Francisco cree profundamente que la opción preferencial por los más pobres y marginados es una dimensión constitutiva del Evangelio ¿será porque su filiación es progresista y de izquierda? Esta misma situación la enfrentaron a su modo Juan XXIII, Paulo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Baste recordar que una parte importante del catolicismo neo-conservador norteamericano, hasta hace muy poco aparentemente defensor de la fidelidad al Papa, criticó severamente la Encíclica Caritas in veritate y la acusó de ser una ruptura con el Magisterio precedente y de incorporar peligrosas ideas de corte social-demócrata. Por otro lado, algunos de los teólogos disidentes más sonados – casi todos, por cierto, ya ancianos – juzgaron el mismo documento como excesivamente derechista. Los ejemplos se podrían multiplicar indefinidamente. Para los fines de esta exposición baste señalar que cabe una hipótesis diver-
sa: la esencia de la fe cristiana no es una doctrina. Y mucho menos una doctrina encuadrable en uno u otro bando moderno-ilustrado. La pretensión cristiana fundamental consiste en que la fe es la certeza que se nos regala a partir del encuentro con una Persona. Y la persona - divina o humana - siempre es irreductible a cualquier categorización que se haga de ella. El cristianismo, al colocarse por su propia naturaleza más allá de cualquier ideología, desafía a la razón para que esta se abra a un horizonte nuevo (horizonte verdaderamente post-ideológico). La personalidad, historia y formación particular de los Papas por supuesto incide en el modo de custodiar el depósito de la fe y en el modo de anunciarlo. Sin embargo, el factor de unidad y continuidad más importante que es necesario detectar en la enseñanza y en el testimonio de los diversos pontífices, precisamente radica aquí: Jesús es una Persona viva que se hace encuentro que nos invita a vivir comunitariamente una experiencia de discipulado y misión. Ni más, ni menos. Si este factor se coloca metodológicamente entre paréntesis por la presión de la propia ideología, el resultado es una gran distorsión y una gran decepción: el Papado y la Iglesia no son más que instituciones fruto de la lógica del poder. Todo se vuelve interés, uso y abuso. La sospecha y la distancia hacia la fe se tornan en las actitudes adecuadas y el cristianismo como experiencia, de repente, se vuelve indetectable… En una palabra: la ideología, por sí misma, es incapaz de apreciar una experiencia viva en la totalidad de sus factores. El Papa Francisco ha irrumpido en el escenario eclesial y social del mundo como una novedad. Su persona, su gesto y su mensaje se resisten a ser comprendidos reductivamente. ¿Cuál es la novedad que realmente porta este hombre? ¿Su origen latinoamericano? ¿Su personal aprecio de la vida humilde y sencilla? En nuestra opinión, estas y otras cosas, tienen un valor grande pero relativo. La raíz de todas ellas es la auténtica respuesta: la principal novedad que el Papa Francisco aporta es la novedad de Jesucristo, que una y otra vez se repropone a través de la carne concreta de la Iglesia. Esta no es una expresión meramente pía. Es un hecho empíricamente detectable. A través de hombres frágiles y limitados una realidad más grande que nuestra humanidad se anuncia. La Iglesia, como dice el Papa Francisco, no es una ONG piadosa. No es una estructura de poder. Las ideologías no son suficientes para apreciar su naturaleza y su acción real. Las ideologías buscan domesticar y simplificar una realidad que las rebasa. Valdría la pena que algunos analistas expertos y algunos vaticanólogos lo advirtieran.
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Evangelizar con la Palabra
Y.
Los apóstoles van a anunciar lo que han visto, aquello de lo que han sido testigos; ellos van a repetir algunas palabras de su Maestro, pero sobre todo van a decir aquello de lo que están convencidos: Jesucristo es el Hijo de Dios vivo. Ellos van a decir a las comunidades a las que se desplacen que conocen personalmente a Jesucristo; para eso no necesitan llevar absolutamente nada.
llama Jesús a los Doce y comenzó a en-viarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: “Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas”. Y les dijo: “Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos”. Y, yéndose de allí, predicaron que se convir-tieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban (Mc 6, 7-13).
Hoy día considero que se va perdiendo poco a poco esa capacidad del hombre para interactuar con los demás. Me contaron hace días de cómo la relación humana se ha trastocado, me lo dijeron con una anécdota: los jóvenes de nuestros días, aun teniendo enfrente a un amigo prefieren seguir en comunicación con él mediante mensajes de texto, muy breves, por medio del celular o de las redes sociales.
El poder de Jesús no tiene límites. Él envía a sus apóstoles a hacer los mismos milagros que Él hacía: curar enfermos, expulsar el mal, anunciar el evangelio del Reino de Dios.
Es verdad que se pueden aprovechar los medios modernos de comunicación para evangelizar, pero solamente como una herramienta de apoyo, nunca como un elemento fundamental.
La Iglesia es apostólica. Se sostiene de la fe de los apóstoles, los cuales tienen ya desde antes de la resurrección de Jesucristo y de la venida del Espíritu Santo, la facultad de realizar las obras del Reino de los Cielos; por supuesto, facultad que les da el mismo Jesús. Ellos tienen pruebas indudables del poder de Jesucristo. Ellos están autorizados para realizar estas obras de lo alto. Pero el realizar estas obras supone la renuncia de sí mismo. Deben dejar atrás la antigua vida, deben ir confiados a ese poder, deben permanecer en comunión con Jesús, de quien les viene esta autoridad para actuar en su nombre; si no hay comunión no hay poder. Y las condiciones para cumplir el mandato de Jesucristo eran claras: no llevar ninguna cosa que apa-rentemente les dé seguridad: no dinero, no morral, no cinto, no cambio de ropa. Parece simple. Pero en realidad les está diciendo que vayan solo con lo que necesita uno que va en el nombre de Jesús; el dinero da cierta seguridad; hoy día más que nunca; si no se tiene dinero es difícil vivir en una sociedad que vive de este modo; el dinero nos hace sentir seguros: con dinero podemos comprar alimento, ropa, cosas que pueden ayudar en la predicación, en el anuncio; hoy usamos de los medios de comunicación social para anunciar el evangelio; hay quienes están ocupando las redes sociales para evangelizar; eso está bien; pero es como llevar dinero en el cinto, como llevar morral, como llevar cinto, ropa, cambio de calzado; es evangelizar desde el confort; es anunciar asegurando la propia vida. La evangelización supone el contacto con aquellos a los que va dirigido el mensaje. Es cierto que los medios ayudan, pero la evangelización no es solamente decir palabras que encontramos en la Biblia, evangelizar es llevar de persona a persona el hermoso mensaje del Reino de Dios. En la antigüedad no se precisaban demasiado los medios; solo cuando las circunstancias impedían el anuncio se valía el evangelizador de la palabra escrita, recordemos a san Pablo y a los apóstoles escribiendo sus cartas a las comunidades cristianas al estar alejados físicamente de ellas. Sin embargo,
la verdadera evangelización ocurrió antes persona a persona; nuca la Palabra tiene más efecto como cuando se transmite personalmente, la palabra tiene una increíble carga emocional y de fe cuando se pronuncia; es verdad, si Dios hubiera querido anunciar la salvación sin la predicación hubiera mandado a los profetas a escribir, sin embargo, desde los más remotos momentos de la historia de la salvación la palabra de Dios ha sido eficaz precisamente porque se transmitió oralmente: Recordemos la historia de Abraham, que no necesitó palabras escritas, pensemos en Jacob y sus hijos, los patriarcas de Israel, no tenemos un libro de Jacob, ni de ninguno de los hijos de Israel, no hay libros ni cartas de los reyes, ni del Bautista, mucho menos de Jesús. Las grandes palabras de la historia de la salvación fueron transmitidas de boca en boca; los mismos evangelios primero fueron tradición oral, experiencias de las primeras comunidades cristianas; resultados del encuentro con Cristo por parte de las comunidades y los individuos; palabras que luego de un largo tiempo fueron puestas por escrito para conservar el depósito de la fe, para evangelizar a la posteridad. La palabra hablada siempre tendrá un toque seductor, al mismo tiempo dejará expresar la experiencia personal de quien habla; la mayoría de las conversiones han tenido más que ver con acontecimientos vivenciales que con palabras escritas. Recordemos por ejemplo a san Agustín, ese famoso intelectual africano, que en la palabra escrita encontraba belleza y verdades aun, sin embargo su conversión ocurrió hasta que tuvo la oportunidad de escuchar al famoso san Ambrosio, Obispo de Milán; la palabra escrita conserva la fe inalterable, pero la palabra hablada expresa el encuentro personal con Cristo.
La palabra hablada siempre será más atractiva, más influyente, más efectiva, porque incluye toda una expresividad: el ánimo de quien habla, la emoción que le ha producido el encuentro personal con Jesucristo, su propia vivencia eclesial. Necesitamos revitalizar la palabra hablada, enseñar al mundo que aprendimos una lengua, y que tenemos manos y pies para andar en busca de los alejados, para confortar, abrazar, dar apoyo; para aconsejar, para bendecir, para convencer, para transmitir lo que el Señor ha hecho en nosotros. Hoy que nuestra Iglesia experimenta y transmite una evangelización por medio de la Misión Permanente, es bueno recordar los consejos de Jesucristo a sus apóstoles: que no se aseguren en las cosas pasajeras, porque los medios pasan, unos vienen, luego se van y llegan otros; pero la Palabra siempre permanece; cada que la Palabra se habla llega al fondo. Efectivamente, la Palabra de Dios está escrita, las verdades de nuestra fe están consignadas en libros; la misma doctrina de la Iglesia Católica está plasmada en libros, como el Concilio, como las encíclicas de los Papas, como el Catecismo de la Iglesia Católica; pero la evangelización tiene que ver con la expresión verbal y personal. No olvidemos que Jesucristo mandó a los discípulos a hablar la buena nueva, y esto tiene que ver con anunciar, con hacer uso de la capacidad de expresión, convenzamos a los alejados de volver a la Iglesia y hagamos que esta Iglesia sea una comunidad parlante; enseñemos las verdades que están escritas en la tradición de la Iglesia, pero digamos al mundo que creemos en esas palabras escritas, digamos a todos que creemos en la revelación; hagamos presentes las palabras de Jesús como Él quiere que lo hagamos. Seguro que si renunciamos un poco a las herramientas modernas, que nos dan seguridad y cierta comodidad, llamaremos a muchos a la verdadera fe; invitemos personalmente a otros a creer; ya veremos las maravillas que hace el Señor cuando nos ponemos en sus manos y nos dejamos enviar: se hará visible el poder de Dios, del Dios que envía, del Dios que habla.
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Palabra de Dios “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Del santo Evangelio según san Juan 21, 1-19
En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a sus discípulos junto al lago Tiberíades. Se les apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea), los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le respondieron: “También nosotros vamos contigo”. Salieron y se embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada. Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Ellos contestaron: “No”. Entonces Él les dijo: “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces”. Así lo hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados. Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: “Es el Señor”. Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se la había quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no distaban de la tierra más de tres metros. Tan pronto como saltaron a tierra, vieron unas brazas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús les dijo: “Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar”. Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red, repleta de pescado grandes. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: “Vengan a almorzar”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ‘¿Quién eres?’, porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomo el pan y se lo dio y también el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos. Después de almorzar le preguntó Jesús a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?” Él le contestó: “Sí, Señor”, tu sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”. Por segunda vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Él le respondió: “Sí, Señor, tu sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Pastorea a mis ovejas”. Por tercera vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?” Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y le contestó: “Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas. Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras”. Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: “Sígueme”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Es el Señor La vida es iluminada por la Pascua, y solo desde la Pascua se comprenden muchas cosas que en su momento como que quedaban veladas y solamente escuchadas; es la luz de la pascua la que nos hace comprender las grandes verdades de nuestra fe. Ante la pesca milagrosa que los discípulos consiguen después de la resurrección y narrada en el Evangelio de hoy, viene a nuestra memoria y con toda seguridad a la memoria de aquellos, aquel día en el que el Señor los llamó para ser pescadores de hombres, también en el asombro de una pesca abundante y después de haber trabajado toda la noche sin conseguir nada; El recuerdo es hermoso, pero sin duda la realidad y la presencia del Resucitado en esta ocasión es extraordinaria para la vida de los discípulos, la presencia del Resucitado nos trae todo, alegra nuestra vida, satisface nuestra búsqueda de verdad, nos consigue con abundancia lo que con ansia buscamos. Ante esta presencia maravillosa e innegable no queda más que con san Juan exclamar “Es el Señor”. El Señor Jesús prepara el desayuno, nos invita a almorzar, parte el pan y el pescado, nos congrega en torno suyo, otro gesto que nos evoca al recuerdo, otra vez recordar la mesa del jueves santo, contemplar de nuevo la fracción del pan, entender que su presencia es permanente, que en torno a Él nos reunimos cada Eucaristía. La escena que nos narra el Evangelio de hoy, simboliza la vida de la Iglesia, de la comunidad cristiana. Los apóstoles se reúnen para trabajar juntos, y con el Señor Jesús comparten el pan, el pescado, la palabra, como en una Eucaristía junto al lago. Es la Iglesia de la Pascua, junto a su Señor Resucitado. El encuentro con san Pedro es extraordinario, la Pascua ilumina la elección y el envío de Pedro, no hay duda del amor y la predilección de Jesucristo por su pueblo, En san Pedro que le confiesa y ratifica su amor, nos podemos ver todos representados; el Señor Jesús nos vuelve a preguntar como a Pedro ¿Me amas? Y a la luz de la respuesta le hace una encomienda de fe, una encomienda de amor, que nuestra respuesta sea tan sincera y generosa como la de san Pedro: “Señor tú lo sabes todo, tú bien sabes que te quiero…” ¡Felices Pascuas de Resurrección! Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez
Vivamos las virtudes del Buen Pastor Víctor Manuel Rangel Martínez, 4° Teología Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino
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rimeramente quiero mencionar las virtudes del Buen Pastor: Actitud de dar la vida, actitud de misericordia, actitud de vigilantes, actitud de compromiso, actitud de amor, actitud de continuo servicio fraterno. Todas son importantes, pero creo que en la que tenemos que enfocarnos es la actitud de Misericordia, porque Dios es Infinita Misericordia, y quiere que la vivamos entre nosotros. El Pastor misericordioso, conoce a todas sus ovejas y las llama por su nombre; las comprende y las disculpa; las perdona y las salva; Al ver a la gente sintió compasión de ellos, porque estaban angustiados y desvalidos, como ovejas que no tiene pastor (Mc 6, 39). Hoy, sucede lo mismo, hay muchas ovejas sin pastor, se nos invita a hacer a cada quien lo que le corresponde hacer, para unir y curar a estas ovejas. El sacerdote: está obligado a conocer sus ovejas, cuidarlas, comprenderlas, tener misericordia y compasión de ellas, guiarlas, ir al encuentro de las que están perdidas, cansadas, heridas, y al encontrarlas debe curarlas y ponerlas en el camino que es Cristo. ¿Cómo lo debe hacer? desgastando su vida por ellas, por el Evangelio, ya que su vida no le pertenece más, porque en la ordenación se donó en su integridad a Cristo y esto le hace actuar “In Persona Cristi” (en la persona de Cristo), todo lo hace en su nombre y no en nombre propio. Este donarse le obliga vivir las virtudes del Buen Pastor y le hace puente y conducto, donde la gracia de Dios pasa y quiere llegar a su pueblo ofreciendo signos de salvación, a través de sus sacramentos. Pero no solo el sacerdote debe actuar en nombre de Cristo, sino que también, todos los bautizados que por el bautismo nos hace participes del sacerdocio común, (LG 10) éste les obliga a vivir también las virtudes del Buen Pastor, por ejemplo; los padres de familia: deben conocer a sus ovejas encomendadas (su FAMILIA), cuidarlas, comprenderlas y guiarlas, darles los primeros conocimientos de su fe católica, y éste conducir, les fortalezca su conocimiento hacia Dios, para que les lleve a actuar en Jesús, único Pastor. Porque hoy nuestro mundo está necesitado de misericordia, está ansioso de sentir una mano amiga en los momentos difíciles de su vida, en los momentos tristes, en los momentos de angustia de desesperanza, cuando no encuentra la salida a sus problemas. Todos estamos ansiosos de recibir comprensión, cariño, ayuda de amigos, familiares, compañeros de trabaj o , de las instituciones etc., pero ¡oh sorpresa! lo que recibimos es una patada, un golpe bajo, incomprensión, indiferencia. ¿Qué nos hace falta, para erradicarlo? Sólo si actuamos como el Buen Samaritano, en curar las heridas del otro, que le ha dejado las circunstancias de la vida, el ver a Cristo en el prójimo (Lc 10,29-38), solo así, triunfara la misericordia de Dios, porque el hombre es conducto de su misericordia y en nosotros esta practicarla. Y si la vivimos, también brillará su misericordia al final de nuestra vida.
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ABRIL 14 DE 2013
...Lo de Dios a Dios
El pequeño Luis requiere de tu ayuda
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uis Leonel Capetillo Loredo es un niño de dos años que sufre de artrogriposis múltiple congénita, que es un síndrome caracterizado por contracturas congénitas no progresivas de muchas articulaciones, la cual ya le causó deformidad en pies y manos, daño en la tráquea, que no le permite alimentarse normalmente, come gracias al uso de bolsas de alimentación y la sonda que tiene directamente al estómago, (necesita una sonda cada tres meses la cual tiene un costo de $920.00, y la bolsa $140.00), utiliza también 4 jeringas diariamente las cuales tienen un costo de $7.00 cada una. Además tiene paladar hendido, no puede cerrar la boca completamente y tiene un daño neurológico reflejado en un desarrollo lento pues no habla ni camina. Es atendido por medio del Seguro Popular por médicos de diferentes especialidades. Su mamá, la señora Elizabeth Loredo Gutiérrez, tuvo que dejar su trabajo cuando Luis Leonel tenía 10 meses, debido a los cuidados que requiere y demás de que lo lleva tres veces a la semana a rehabilitación el CREE, y con frecuencia es hospitalizado por sufrir de neumonías, vive con sus padres quienes la ayudan económicamente. Esperamos que nuestro compromiso cristiano se refleje en la generosidad de cada uno de los asiduos lectores a La RED, sabiendo que la familia de Luis Leonel requiere de manera permanente de ayuda económica para solventar los gastos que su enfermedad ocasiona; también pedimos tu oración para que Dios siga dándole fuerza a esta madre heroica que a pesar de saber que su hijo tenía dificultades decidió dar un SÍ a la vida y no abortar como se lo propusieron. Para mayores informes comunícate a: Cáritas San Luis Potosí Álvaro Obregón 626, Centro Teléfonos: 8 12.23.51 y 8 12.76.15
El Papa Francisco
Por David Grimaldo
C
uando el Papa Francisco pronunció, ante los medios de comunicación, la frase: “¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!”, me recordó al Papa Juan XXIII quien expresó el 11 de septiembre de 1962: “La Iglesia es la Iglesia de todos, pero hoy, más que nunca, es la Iglesia de los pobres”. Este gran deseo del Papa Bueno estuvo en el espíritu del Concilio Vaticano II. Son proféticas las palabras del Cardenal Lercaro, en la primera sesión del Concilio, cuando propuso como tema del Concilio “la evangelización de los pobres”. El Cardenal dijo: “nosotros no resolveremos nuestra tarea y no responderemos a la inspiración de Dios y a la espera de los hombres, si no ponemos el misterio de Dios en los pobres y la evangelización de los pobres como el centro y el alma de la obra doctrinal y legislativa del Concilio”. Es verdad que el tema de los pobres en el Concilio fue marginal, pero en la Iglesia de América Latina no lo fue, ya que nuestros obispos en la Conferencia de Medellín (1968) pusieron en práctica el Concilio y, como sabemos, le dan un lugar muy especial a la evangelización de los pobres. Medellín proclamó “La Iglesia de los pobres”, lo que en el Concilio había quedado incoado tras los intentos del Papa Juan XXIII, el Cardenal Lercaro y monseñor Himmer, quien afirmó: Primus locus in Ecclesia pauperibus reservandus est (El primer lugar en la Iglesia está reservado a los pobres). Más tarde en Puebla y reafirmado en Aparecida, la opción preferencial por los pobres, es una de las grandes líneas y tareas pastorales de nuestra Iglesia Latinoamericana.
El Papa Francisco vuelve a poner sobre la mesa de la evangelización el tema de los pobres. Esto lo hace al encarnar al menos tres grandes corrientes místico-teológico-pastorales. Veamos: La corriente espiritual-contemplativa de san Francisco de Asís. El Papa ya nos dijo el por qué se puso el nombre “Francisco”. Su Ma-gisterio Petrino tiene el encargo de dar forma y cumplimiento a la figura de Francisco de Asís. Este santo representa la fidelidad a la Palabra
de Dios, el abandono a la Providencia Divina, la pobreza voluntaria, la paz, el amor a la naturaleza. Dice un adagio latino: nomen oneri est (el nombre es una carga). Esta carga es la que trata de llevar el Papa en nombre de la Iglesia. Ya el Papa ha expresado su deseo de atender a los pobres y olvidados, ha condenado la sed de poder y de dinero. El Domingo de ramos expresó: “el sudario no tiene bolsillos”. Posiblemente el Papa recordaba las palabras que le dijo el Señor a san Francisco: ¡Reconstrúyeme la Iglesia! La corriente teológica-contemplativa de san Ignacio de Loyola. La compañía de Jesús fundada por san Ignacio para el servicio de Dios, de su Iglesia y del Papa, es otra vertiente en la persona del Papa. Es elocuente la frase que define a la compañía: Ad majorem Dei gloriam (Para la mayor gloria de Dios). Han sido los Jesuitas quienes en América Latina han impulsado y vivido la opción preferencial por los pobres, esto ha llevado a que algunos hayan dado su vida por esta opción. La vivencia del binomio Fe-Razón ha sido parte fundamental en la vida de esta congregación. El Papa en estos tiempos tan difíciles ya no está sólo. La corriente de una Iglesia Viva en América Latina. El Papa es latinoamericano. En él se encarna la fe de una Iglesia viva, de un continente de la esperanza, de un pueblo pobre y sencillo, que mantiene su fe en el único Dios por quien se vive, mediante su piedad. La Iglesia de América Latina ofrece a toda la Iglesia su fe viva y rica en muchos matices y simbolismos de inculturación y santidad. El Papa que vino desde el fin del mundo, muestra en su persona, que el fin de un tiempo se ha cumplido y que en el mundo de la Iglesia empieza algo nuevo: una nueva manera de ver la persona del Vicario de Cristo. ¿Qué les parece, estimados lectores, las sorpresas que nos ha dado el Santo Padre? ¡La vivencia de la paz y la construcción de ella es signo de resucitados! Dicen los hermanos judíos: ¡Shalom=Paz!
ABRIL 14 DE 2013
¡¡¡Ohhhh!!! El Papa Francisco
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