Edición 219

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La herejía de la felicidad

Año 5

No. 219

Semana del 28 de abril al 04 de mayo de 2013

Que nunca se apague su sonrisa, que puedan vivir en paz y miren al futuro con confianza

¡Felicidades niños!

Cada uno de ustedes es un regalo de Dios para México y para el mundo. Su familia, la Iglesia, la escuela y quienes tienen responsabilidad en la sociedad han de trabajar unidos para que ustedes puedan recibir como herencia un mundo mejor, sin envidias ni divisiones.

La historia de Rolando Rivi

Entre los decretos de mártires aprobados el 28 de marzo por el Papa Francisco, figura de forma particular el de Rolando Rivi, un seminarista de 14 años asesinado por odio a la fe en 1945 en Italia, a manos de un grupo de partisanos comunistas. El joven seminarista nació en 1931, en San Valentino (Italia), siendo el segundo hijo de dos granjeros profundamente religiosos, Roberto y Albertina. Apenas a los 11 años, en 1942, Rolando decidió ingresar al seminario de la villa italiana de Marola. El 1 de octubre de ese año tomó la sotana. Según recuerdan sus compañeros por aquellos días, el joven los animaba asegurándoles que “un día, con la ayuda de Dios, seremos sacerdotes. Yo seré misionero. Quiero llevar a Jesús a quienes no le conocen”. Al invadir los alemanes Italia en 1944, y cerrar el seminario donde estudiaba, Rolando vio truncada su formación sin haber recibido siquiera las órdenes menores. A pesar de

esto, el joven no dejó de vestir la sotana durante su apoyo a Acción Católica y catequesis. Sus padres le rogaban que se quitara la sotana, “es mejor que no la utilices”, pues diversos grupos comunistas, dedicados al sabotaje contra los nazis, expresaban también su odio a la Iglesia asesinando a varios sacerdotes en la región. “¿Por qué? ¿Qué mal hago llevándola?”, preguntaba Rolando ante los pedidos de que deje de usar su vestimenta de seminarista. “No tengo ninguna razón para dejar de usarlo. Estudio para ser sacerdote y debo vestirla”, aseguraba, a pesar de haber recibido ya insultos de partisanos comunistas en su pueblo. Sin embargo, Rolando aseguraba que: “No tengo miedo ni estoy asustado. No puedo esconderme”. A pesar del peligro, el joven continuó ayudando en la parroquia de su pueblo junto al párroco, padre Olinto Marzocchini y al padre Alberto Camellini, quienes también sufrieron agresiones de los comunistas.


ABRIL 28 DE 2013

Los verdaderos amigos de la paz

A

nte las amenazas de guerra entre Corea del Norte y Corea del Sur, en la que se ve involucrado Estados Unidos de Norteamérica debido a los intereses económico-estratégico-militares en la región, la Iglesia pide el diálogo y la búsqueda de la paz a las partes en conflicto. Hay muchas preguntas ante una situación que se puede tornar de dimensiones mundiales. En un mundo globalizado, los intereses económicos afectan a todos, especialmente a los dueños del capital. Nos preguntamos: ¿Qué pretende el Presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, al dirigir sus amenazas a Corea de Sur y a Estados Unidos de Norteamérica? Siendo un joven de 29 años, ¿busca protagonismo? ¿Quiere que los reflectores mundiales se volteen hacia él? ¿Por qué se siente tan envalentonado? ¿Pretende hacer resurgir el bloque comunista? ¿Su seguridad y valentía la pone en sus fuerzas armadas de 1.5 millones de efectivos? ¿Se siente el papá de los pollitos porque cuenta con el apoyo de China? ¿Vuelve de nuevo la tensión de la pasada Guerra Fría, que ponía los pelos de punta por el arsenal atómico que cuentan los diferentes bloques de países en la escala mundial? La paz pende de un hilo muy delgado. Al analizar la geopolítica nos confirma lo dicho anteriormente. Vemos los diferentes bloques de países, con sus líderes respectivos, que se disputan el control del mundo: por una parte Estados Unidos, por otro lado China y luego Rusia, cada uno de estos países tiene sus aliados. Estados Unidos cuenta con la mayoría de los países europeos, Rusia tiene sus aliados en algunos países árabes y en el continente africano, China cuenta con Corea del Norte y algunos países latinoamericanos. Los hechos mundiales son alarmantes: El conflicto en medio oriente, la guerra de baja intensidad entre Israel y los palestinos, la crisis económica europea, el terrorismo internacional, la escalofriante venta clandestina y abierta de armas, el creciente aumento de la droga y la violencia, la disputa por el control del petróleo, etc. Como nos diría san Lucas en su Evangelio: “Estamos en un mundo de tinieblas”, como el que llevó a crucificar a nuestro Señor Jesucristo.

Mostremos la alegría de ser hijos de Dios

Por Pacco Magaña

El Papa Francisco dirigió este mensaje a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro durante la audiencia del miércoles 10 de abril.

Queridos hermanos y hermanas: Mostremos la alegría de ser hijos de Dios a quien nos pide dar cuenta de la espe-ranza que hay en nosotros, mostrémosle a Cristo Resucitado y hagámoslo con el anuncio de la Palabra, pero sobre todo con nuestra vida de resucitados. ¡Mostremos la alegría de ser hijos de Dios, que nos da la libertad de vivir en Cristo, que es la verdadera libertad, la de la esclavitud del mal, del pecado y de la muerte!

Beato Juan Pablo II decía en el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2002, que: “La Iglesia enseña que una verdadera paz es posible sólo mediante el perdón y la reconciliación”. El Papa Pío XII dijo en el discurso al VI Congreso internacional de derecho penal (octubre de 1953): “El perdón recíproco no debe anular las exigencias de la justicia, ni mucho menos impedir el camino que conduce a la verdad: justicia y verdad representan, en cambio, los requisitos concretos de la reconciliación”.

Con la resurrección de Jesús sucede algo absolutamente nuevo: somos li-berados de la esclavitud del pecado y nos convertimos en hijos de Dios, somos engendrados a una nueva vida. ¿Cuándo ocurre esto? En el Sacramento del Bautismo. El Espíritu que hemos recibido en el bautismo nos enseña, nos empuja a llamar a Dios Padre o mejor Abbà que significa papá. Así es nuestro Dios: es un papá para nosotros. Este es el don más grande que recibimos del Misterio Pascual de Jesús. Dios nos trata como hijos, nos comprende, nos perdona, nos abraza, nos ama aun cuando nos equi-vocamos.

En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, se lee: “La Iglesia lucha por la paz con la oración. La oración abre el corazón, no sólo a una profunda relación con Dios, sino también al encuentro con el prójimo inspirado por sentimientos de respeto, confianza, comprensión, estima y amor. La oración infunde valor y sostiene a los verdaderos amigos de la paz, a los que tratan de promoverla en las diversas circunstancias en que viven. La oración litúrgica es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza, en particular la Ce-lebración Eucarística”. Efectivamente, como expresaba un canto a finales de los 70´s: “¡No, no basta rezar, hacen falta muchas cosas para conseguir la paz! Hacen falta esos verdaderos amigos constructores de la paz”.

Esta relación filial con Dios es un tesoro que no debe permanecer escondido en un rincón de nuestras vidas, sino que debe crecer y ser alimentado con la escucha de la Palabra de Dios, la oración, la participación en los sacramentos, sobre todo la Penitencia y la Eucaristía y la caridad. ¡Podemos vivir como hijos! Esta es nuestra dignidad, tenemos dignidad de hijos. Comportémonos como verdaderos hijos. Esto significa que cada día tene-

Ante esta situación ¿Qué piensa la Iglesia Católica? El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia nos dice en el número 516: “La promoción de la paz en el mundo es parte integrante de la misión con la que la Iglesia prosigue la obra redentora de Cristo sobre la tierra. La Iglesia, en efecto, es, en Cristo Sacramento, es decir, signo e instrumento de paz en el mundo y para el mundo. La promoción de la verdadera paz es una expresión de la fe cristiana en el amor que Dios nutre para cada ser humano”.

Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes

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mos que dejar que Cristo nos transforme; significa tratar de vivir como cristianos, tratar de seguirle, incluso si vemos nuestras limitaciones y nuestras debilidades. No debemos caer en la tentación de dejar de lado a Dios para po-nernos a nosotros mismos en el centro. Al contrario, sólo comportándonos como hijos de Dios, sin desanimarnos por las caídas, sintiendo que nos ama nuestra vida será nueva, inspirada por la serenidad y la alegría. ¡Dios es nuestra fuerza! ¡Dios es nuestra esperanza! Nosotros somos los primeros que tienen que mantenerse fir- mes en esta esperanza y ser un signo visible, claro y brillante para todos. El Señor resucitado es la esperanza que no falla, que no defrauda. ¿Cuántas veces en nuestra vida las esperanzas se desvanecen? ¿Cuántas veces las expectativas de nuestros corazones no se hacen realidad? La esperanza de los cristianos es fuerte, segura, arraigada en esta tierra, donde Dios nos ha llamado a caminar, y está abierta a la eternidad, porque está fundada en Dios, que es siempre fiel... Ser cristiano no se reduce a seguir unas órdenes: quiere decir estar en Cristo, pensar, actuar y amar como Él, es dejar que él tome posesión de nuestra vida y la cambie, la transforme, para liberarla de la oscuridad del mal y del pecado. Miremos a la patria celestial y así tendremos una nueva luz y más fuerza en nuestras tareas y esfuerzos diarios. Es un valioso servicio que tenemos que prestar a este mundo nuestro que a menudo ya no es capaz de levantar la mirada hacia arriba, hacia Dios. Culminada la audiencia, el Papa Francisco bajó a la Plaza de San Pedro, donde se encontró con personas discapacitadas, a quienes saludó.



Nuestra historia

Gregorio VII

(1020-1085 d.C.)

Hay que sanar lo que fue, para que no siga siendo Pbro. Lic. Salvador González Vásquez.

En 1073 fue elegido Papa y se consagró a la que desde entonces se conoce como «reforma gregoriana»: un esfuerzo por elevar el nivel moral del clero, al mismo tiempo que trataba de encuadrar mejor a los fieles, defender la independencia del Papado frente a las restantes monarquías y reforzar la supremacía de la autoridad romana sobre las iglesias «nacionales». En el tajante Dictatus papae de 1075 afirmó que sólo el Papa podía nombrar y deponer a los obispos como cabeza de la Iglesia. Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz

U

no de los más grandes pontífices romanos y uno de los hombres más notables de todos los tiempos, nació hacia el año 1020 en La Toscana. Llegó a Roma a muy temprana edad para ser educado en el monasterio de Santa María en el Aventino, del que era Abad Lorenzo, su tío materno. El austero espíritu de Cluny dominaba en este claustro romano y no es improbable que el joven Hildebrando respirara aquí los principios de reforma eclesiástica de los que fue el más valiente exponente. Profesó como monje benedictino en Roma. Como clérigo con órdenes menores entró al servicio de Juan Graciano, Arcipreste de S. Juan de la Puerta Latina, y al ser Graciano elevado al pontificado como Gregorio VI, fue su secretario. En 1046 siguió a su patrón a través de los Alpes, al exilio, permaneciendo con Gregorio en Colonia hasta la muerte del depuesto pontífice, en 1047, fecha en la que se retiró a Cluny, residiendo allí durante más de un año. En enero de 1049, en Besançon, conoció a Bruno, obispo de Toul, recién elegido pontífice en Worms bajo el nombre de León IX, y volvió con él a Roma pero no antes de que Bruno, que había sido nombrado solamente por el emperador, hubiera

expresado su intención de someterse a la elección formal de los clérigos y pueblo de Roma. Poco después de acceso de León a la Sede fue nombrado cardenal-diácono y administrador del Patrimonio de S. Pedro. Enseguida dio Hildebrando muestras de esa extraordinaria capacidad de administración que más tarde caracterizó su gobierno de la Iglesia Universal. Bajo su enérgica y capaz dirección, la propiedad de la Iglesia, que últimamente había sido desviada a manos de la nobleza romana y de los normando, se recuperó y las rentas de la Santa Sede, cuyo tesoro había sido agotado, aumentó rápidamente. León IX también le nombró Propositus o promisor (no abad) de monasterio de S. Pablo Extramuros. En 1054 fue enviado a Francia como delegado papal para examinar la causa de Berengario. Mientras estaba en Tour supo de la muerte de León IX y volviendo rápidamente a Roma. Resultando electo Gebhard, obispo de Eichstadt, que fue consagrado en Roma el 13 de abril de 1055 con el nombre de Víctor II. Durante su pontificado, el cardenal–subdiácono mantuvo e incrementó la ascendencia que había adquirido gracias a su extraordinaria capacidad de mando, adquirida durante el pontificado de León IX. Muriendo el mencionado papa es elegido Alejandro II el que al poco tiempo también falleció. Había llega el tiempo para Hildebrando, que durante más de 20 años había sido la figura más prominente de la Iglesia y el instrumento de la elección de dirigentes. Al día siguiente de la muerte de Alejandro II, mientras se celebraban en la Basílica Lateranense las exequias por el pontífice difunto, surgió de repente un enorme griterío de la multitud del pueblo y clero de Roma ¡Qué Hilde-brando sea Papa! ¡San Pedro ha elegido al archidiácono Hildebrando! Toda oposición del archidiácono resultó inútil, sus protestas fueron vanas. Más tarde, aquel mismo día, Hildebrando fue llevado a la iglesia de San Pedro in Vinculi y elegido allí, de forma legal, por los cardenales reunidos, con el debido consentimiento del clero romano y entre repetidas aclamaciones de la gente.

A

lgunos afirman que el hubiera no existe, y algo tienen de razón. Pero esa puede ser una manera cómoda de no reconocer que nos equivocamos; si alguien nos dice que se pudieron haber hecho las cosas de distinta manera, rápidamente nos justificamos diciendo que de nada sirve lamentar el pasado. Es muy necesaria la historia, porque el día en que nos encontremos con las mismas circunstancias ya no comete-remos los mismos errores. La historia nos ayuda a tener experiencia y aprender mucho de ésta; es corrección del pasado, para no equivocarse de la misma manera en el futuro. El pasado nos informa sobre lo que debemos evitar. El hubiera ya no existe en la realidad, pero si en la conciencia; no para vivir en el lamento, sino como una fuente de información, que nos ayude a no permanecer en el error. Aunque digan que el hubiera no existe, es necesario hacerlo existir para sanarlo. Al borrar el hubiera nos exponemos a cometer los mismos errores, porque sin el hubiera no aprendemos nada. El pasado tiene sus propias fallas, pero ocultarlas no es la solución. Porque la herida no desaparece, solo se esconde; ésta seguirá afectando en el presente. Y cuando se den las mismas circunstancias, se cometerán las mismas faltas. El hubiera no soluciona los errores del pasado, pero si nos previene para que nos sigamos en el error. Si corregimos lo que fue, es decir, si detectamos en donde estuvo el error podemos sanar el pasado, para que una vez recuperado deje de ser un límite en nuestro presente, y también en el futuro. La vida nos va poniendo en variadas situaciones, y nuestras reacciones están influenciadas por nuestras vivencias. La experiencia va marcando el alma, es como si trajéramos un programa instalado que nos hace reaccionar automáticamente sin pensar. No conviene ignorar el pasado, no es bueno dejar atrás los errores, hay que sacarlos a la luz para corregirlos; solo así podemos librarnos de los esquemas del pasado para que éstos, no nos hagan cometer las mismas faltas. No hay que dejar que el pasado nos gobierne, y menos aún que nos domine. Ignorar los errores, es permitirles que sigan dominando. Las faltas no desaparecen con el solo hecho de negarlas; hay que hacerlas existir para poder sanarlas, y evitar que sigan vigentes. Por eso, hay que buscar las ventajas del hubiera para seguir aprendiendo de nuestra propia historia.


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¡Los marcianos llegaron ya! ¿puede un católico creer en los extraterrestres? Por P. Kino

Pies cansados III (dedicado a los sanjuaneros)

Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com

Muy estimados lectores: Sábado por la madrugada. Al menos dormimos una hora más, son las cuatro de la mañana y otra vez la misma actividad, los caminantes a prepararnos a emprender la jornada con la lámpara y una botella de agua; los maleteros a doblar cobijas, recoger las cosas y adelantarse a la siguiente parada que es La Pila. Te animas ya que es la mitad de camino y sobre todo que a mi juicio, desde Cuarenta en adelante, se hacen más cortos los tramos a recorrer. Otra vez me dejaron solo.

H

ace algún tiempo escribí el artículo más corto de mi vida, digno del récord Guiness. Lo titulé: ¿Qué dice la Iglesia sobre los extra-terrestres? el contenido a continuación lo escribo textual: “Nada”. Como se podrá dar cuenta el lector, es un artículo de una palabra y obviamente es más largo el título que el contenido. Algunos amigos y conocidos me pidieron entonces que abundara sobre el tema, pues se dan ocasiones que quienes se dicen católicos creen en seres de otros planetas. Un católico ¿puede creer en los extraterrestres? Antes de dar respuesta a esta pregunta, quiero decir que la Iglesia se interesa también por la astronomía, y que a través de ella se puede llegar a la contemplación de Dios en sus creaturas. El universo no es infinito, es muy grande, pero no infinito. El padre José Gabriel Funes SJ, director del observatorio Vaticano, no descarta que existan los extraterrestres, pues no se pueden poner límites a la libertad de Dios. Aunque actualmente no existe prueba científica de vida inteligente en otros planetas, Dios pudo haberla creado no solo en esta tierra, y esto no cambia para nada la teología que se tiene dentro de la Iglesia. Oficialmente la Iglesia no se ocupa de temas de extraterrestres, OVNIS, sino de continuar la obra de Jesús en la tierra. Si alguien del los lectores cree en extraterrestres no comete pecado. Si alguno prefiere negarlos, tampoco comete falta. Lo que sí considero peligroso, es que con una fe ciega atribuyamos a extraterrestres cosas que el ser humano ha realizado con la inteligencia que Dios les ha dado. O que algunos textos bíblicos se quieran interpretar como la presencia de seres de otros planetas y no de ángeles de Dios. Tal vez el más salvaje piense que Jesús fue un extraterrestre y que nos traía mensajes de otro planeta. Gracias a las películas de ficción, algunos creen en las abducciones, es decir, que extraterrestres secuestran a un ser humano para hacerles estudios y luego los regresan a la tierra. No faltarán aquellos que al ver alguna persona de facciones no comunes, interpreten que es un ser de otro planeta y le falten al respeto. O cuando algún prójimo desarrolla capacidades intelectuales extraordinarias, el ideático vea en ese ser humano un ser de otra galaxia. Dichoso aquel catarrín que tenga una esposa que crea en la abducción, pues cuando se le haga tarde en la farra, bastará con decir que los marcianos llegaron ya y que se lo llevaron a su nave espacial a realizar estudios. Qué honor para su mujer, no tardará en hacerlo famoso con Jaime Maussan, y tal vez salir en televisión en el programa de la señorita Laura con el tema: “Mi esposo me fue infiel con una extraterrestre”.

Después de tres horas y media, buscas un espacio para acostarte, las ampollas han crecido, ya ni sientes el dolor. El desayuno te fortalece y anima. Le pides al Profe - uno de los peregrinos- que te cure los pies; es todo un ritual: Te quitas los zapatos y los calcetines y comienza un aroma que se confunde con el aire que viene de las granjas porcinas; el hilo es pasado en alcohol y la aguja también. Te piden que te metas algo en la boca para que los gritos no lleguen hasta San Luis; has de cuenta que están herrando una vaca y todos viendo como sale un líquido que se esparce por los dedos. Te ponen mertiolate o alcohol, un poco de aire para que no arda y listo, a seguir caminando. Por el camino y casi llegando a Lagos de Moreno, vi unos peregrinos que me parecían como fantasmas sentados al borde del camino, cubriéndose uno con otro para mitigar el frío; no traían más que lo puesto y una carriola, supuse que ahí tenían un bebé; saludé y no oí respuesta. Entonces me dio miedo y caminé más aprisa, pero luego que me alcanzan y al menos me percaté que eran tan humanos como yo. Él cargaba a su pequeña en los brazos y su compañera empujaba la carriola; y al paso de varios metros se la intercambiaban. Como soy muy extrovertido, les pregunté de dónde venían y dije-

ron que de El Novillo; él se llamaba José y ella Lupita; la niña se llamaba Juanita, una pequeña de escasos dos años de edad. De repente, ya no los volví a ver, los perdí de vista. Lagos de Moreno, ya recorrimos dos horas desde La Pila hasta el entronque peligroso; ahora tienes que pasar la ciudad hasta la otra orilla, son hora y media u otras dos horas. Ya no se te hace tan pesado porque te distraes con la gente. Por fin llegas cerca de las instalaciones de la feria, ahí buscas a la familia de don Gabriel y a descansar tantito, si quieres te duermes, luego a comer taquitos de bisteck y a continuar la caminata. El sol está en todo su esplendor. San Juanico, tres de la tarde, un poco de agua y fruta; todos andamos fumigados. Algunos niños que acompañan a los maleteros también han caminado esta jornada. La siguiente parada es San Pablo, ahí tomaremos unas galletas saladas y atún. Por la carretera, que veo de nuevo a los de la carriola; ya no tenían agua; el Chino, les ofrece su botella y él se queda sin nada con tal que la señora mitigue su sed. Yo también hice lo mismo, se la di al señor pero le pensé dos veces, porque dije: “¿y luego yo?”, pero repuse en mi egoísmo y recapacité: “Dios proveerá”. Luego los invitamos a que comieran algo; ahí vimos que en realidad tenían mucha hambre, ¡pobres, desde a qué horas no habrían comido! Por fin llegamos a Agua de Obispo, son las siete de la noche; el ambiente es de alegría. Ya caminamos otros 60 kilómetros más. Nos quedan aproximadamente 20 kilómetros. En la noche los chistes no se dejan esperar, pero el silencio comienza a entrar en la tienda; no te molestan para nada las piedras y el cansancio te vence. Mañana será otro día. Se unieron a la caravana los de la ca-rriola; después de ese día jamás los volvimos a ver.


La butaca

Ganar o Ganar

Fundamento bíblico del Credo

Por Miguel Ángel López

Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz

D

espués de una breve historia y de conocer el fundamento magisterial del Credo, sería importante realizar una exégesis sobre la oración, es decir ver su significado a la luz de las Sagradas Escrituras. Intentaremos en la medida de lo posible, desmembrar el texto y entender el por qué de cada afirmación. Con frecuencia se entiende el Credo como una plegaria o como una fórmula que se puede recitar para declarar la propia fe, personal o colectiva. Sin embargo el Credo es ante todo y sobre todo una síntesis de lo que se cree y de lo que se declara ante Dios, y los hombres aceptan. Si el Credo es expresión de fe, debe hacerse eco de la Palabra de Dios, por lo que es importante relacionarlo con las enseñanzas de Jesús, de los Apóstoles y de los pri-meros intérpretes del mensaje evangélico, pero también con las enseñanzas del Antiguo Testamento. Los textos bíblicos no se deben usar solo como base argumental de lo que en el Credo proclamamos. El Credo no es una suma de teología o de Lógica religiosa y no necesita pruebas ni argumentos defensivos. Esos textos son más bien cauces para ahondar y elevar a categoría de vivencia todo lo que en el Credo resumimos. Ese fue el sentido de los primeros cristianos cuando formularon sus modelos expositivos al estilo de la Didajé (finales del siglo I) y lo que hasta los tiempos actuales se ha seguido haciendo en la Iglesia. Para trabajar en nuestra tarea evangelizadora y anunciar bíblicamente los misterios puede resultar interesante presentar las bases bíblicas de cada uno de los artículos del Credo. Es la Palabra de Dios el manantial de todas y cada una de las creencias cristianas y de todo lo que la Iglesia enseña. Todo cristiano debe hallar en la Sagrada Escritura la fuente y fundamente del conocimiento y de la confesión de todos los misterios cristianos. Conocer el Credo es el primer deber de los creyentes. Explicar el Credo es la primera forma de la catequesis. Vivir los misterios que en el Credo se proclaman es el ideal evangélico. Anunciar el mensaje del Credo es el deber de todo creyente. Profundizar el misterio del Credo es el mejor don del cielo. Y debido a que estamos en un mundo lleno de hedonismo y materialismo en el que los valores morales y religiosos se han olvidado es necesario que nuestras verdades de fe se proclamen en voz alta para que sean una luz que brille entre tanta obscuridad. El relativismo, la falta de formación y los continuos ataques a la Iglesia desde todos los frentes, día a día, tienen que motivarnos a defender la fe, por eso esta serie de artículos sobre el Credo pretenden ser una fuente de ayuda para todo aquel que busque la Verdad con corazón sincero, y también para ayudar a todo el que necesite conocer mejor su fe. Estas referencias bíblicas del Nuevo y Antiguo Testamento pueden darnos una pista interesante para hacer vida esta misión. Continuará

Drama protagonizado por el actor Paul Giamatti (Mike) y Alex Shaffer (Kyle). Mike tiene su despacho de abogados en muy malas condiciones ya que defiende a personas de escasos recursos y así los gastos tanto familiares como laborales se le vienen encima, su estado de salud no es bueno, y aún así, en su tiempo libre dirige a un equipo de lucha de la secundaria local. Mike es un hombre de familia casado y a pesar de tener una buena esposa que lo ama, decide ocultarle todos los problemas. En uno de los casos de Mike acepta la custodia de un viejo cliente con problemas mentales de nombre Leo, y como ventaja, Mike cobraría el cheque de aquel cliente, sabiendo muy bien que estaba procediendo mal, sin embargo con esto daba un respiro a sus problemas financieros. Después aparece Kyle, nieto de Leo, él es un joven que huye de su casa para estar al lado del abuelo, ya que estaba harto de los maltratos de su mamá y de ver como la destruía el vicio. Mike decide que Kyle viva en su casa con la aprobación de su esposa. Un día Mike lleva a Kyle a la secundaria a uno de los entrenamientos y se da cuenta que el chico posee una habilidad nata para la lucha, quien arropado por el apoyo, el amor, el cariño de la familia de Mike y de su abuelo, el joven empieza a entender que tiene un buen futuro tanto en la educación como en lo deportivo y por primera vez ser feliz, hasta que todo cambia radicalmente. Este filme nos muestra que cuando se trabaja en equipo, habiendo amor, comprensión, comunicación y que cuando aceptamos nuestros errores y además pedimos perdón por la falta cometida, podemos salir adelante bajo cualquier circunstancia. Una de las escenas más memorables es cuando Kyle les enseña a sus compañeros a ser unidos y dejar a un lado el egoísmo y por último, cuando Mike hace un gran sacrificio por Kyle, para que este no perdiera su oportunidad de ser feliz tanto en el deporte como en su vida misma. Esta es una gran oportunidad para reflexionar sobre la unión familiar, que no tenemos que guardar secretos al ser amado y que si somos honestos los problemas serán más fáciles de superar. Esta película la pueden conseguir en su videoclub favorito o en su sistema de tv de paga.


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La escuela del aburrimiento

Luigi Amara México, sextopiso, 2012 288 pp. Por Mtro. Luis Marino Moreno F.

L

os vertiginosos tiempos modernos, de formas muy diversas en la habitación en que se ha convertido el aburrimiento, ya sea mediante la hipnosis por la pantalla, el trabajo inagotable, los estados de conciencia alterados o las infinitas variantes posibles, tratan, ante todo de negar el aburrimiento; de no aburrirnos nunca; de estar haciendo siempre algo. A contra corriente, Luigi Amara se encuentra en su habitación para no hacer nada. Inserto en la tradición de Pascal y de Montaigne, se limita a observar las conexiones que surgen de la vibración de su mente, predispuesta para registrarlas ante todo gracias a la inactividad. “Es el temor de quedar atrapados en un trabajo toda la vida, en un único rol social, en una misma relación de pareja: el temor de que el deseo se apague como prefiguración de la muerte. No moverse, estar en el confinamiento estanco, asfixiante, sin alternativas. Llorar en un cuarto oscuro porque intuimos que se parece demasiado a nuestro féretro. Luigi Amara Ciudad de México 1971, ensayista y poeta, editor de la irreverente editorial independiente Tumbona Ediciones. Autor de los libros: Con las aventuras de Max y su ojo submarino; Los disidentes del universo y Los calcetines solitarios.

CIUDAD DEL VATICANO.- Al presidir la Misa en la Basílica de San Pedro en la 50 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, en la que ordenó a diez nuevos sacerdotes, el Papa Francisco les exhortó a que “sean pastores, no funcionarios. Sean mediadores, no intermediarios”. “Conscientes de haber sido elegidos entre los hombres y constituidos en favor de ellos para cuidar las cosas de Dios, ejerzan con alegría y caridad sincera la obra sacerdotal de Cristo, con el único anhelo de gustar a Dios y a no a ustedes mismos”, les pidió el Papa. El Santo Padre indicó que “entre todos sus discípulos, el Señor Jesús quiere elegir algunos en particular para que, ejerciendo públicamente en la Iglesia en su nombre el oficio sacerdotal en favor de todos los hombres, continúen su personal misión de maestro, sacerdote y pastor”. CIUDAD DEL VATICANO.- El pasado domingo se celebró la 50 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa Francisco recordó que “las vocaciones nacen en la oración y de la oración; y sólo en la oración pueden perseverar y fructificar”. Al recordar el texto del Buen Pastor, leído ese domingo, el Papa mencionó que “Jesús quiere establecer con sus amigos una relación que sea el reflejo de aquella que Él mismo tiene con el Padre: una relación de pertenencia recíproca en la confianza plena, en la íntima comunión”. “Para expresar este entendimiento profundo, esta relación de amistad”, “Jesús utiliza la imagen del pastor con sus ovejas: Él las llama y ellas reconocen su voz, responden a su llamado y lo siguen”. TUXTLA GUTIÉRREZ.- En medio de gran entusiasmo, el jueves 18 de abril de 2013, monseñor Fabio Martínez Castilla inauguró su ministerio como Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez. Luego de recibir la bienvenida por parte de miles de fieles y de grupos indígenas, el nuevo Arzobispo arribó a la Ca-tedral de San Marcos, completamente abarrotada, donde rezó la hora intermedia de sexta, hizo su profesión de fe y su juramento de fidelidad y tomó posesión de su cátedra. La solemne concelebración eucarística se llevó a cabo en el seminario Diocesano, en la que participaron más de 12 mil fieles. Concelebraron monseñor Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México, monseñor Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y hasta ése momento Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, los obispos de la provincia eclesiástica de Chiapas, varios obispos de distintas diócesis de la República Mexicana, y muchos sacerdotes. MÉXICO.- El Secretario General de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), monseñor Eugenio Lira Rugarcía, anunció que en los próximos días se iniciarán las transmisiones de la recientemente creada Radio de la CEM.

La emisora se podrá sintonizar a través de la renovada página electrónica del Episcopado.

El Prelado explicó que la Iglesia no viola ninguna legislación con las transmisiones a través de este medio electrónico. Según dijo, con esta decisión están retomando “una iniciativa de la presidencia anterior de la CEM”.

“No hay ningún problema con la ley, porque no es una estación de radio. La ley es muy concreta y señala que las asociaciones religiosas no pueden tener estaciones de radio ni de televisión por sí mismas ni por interpósita persona, eso no incluye ni Internet ni redes sociales”, afirmó.
 MÉXICO.- Al cumplirse 20 años del fallecimiento del prestigiado actor Mario Moreno Reyes, Cantinflas, familiares y amigos organizaron una Misa en la Catedral Metropolitana de la ciudad de México. Asistieron varios actores y personalidades del espectáculo. Cantinflas trabajó en más de 50 películas, en la que interpretó a toda clase de personajes incluyendo a un sacerdote rural, en El Padrecito. Por lo general, en sus películas se promueven valores y nobles sentimientos. Mario Moreno Ivanova recordó que su padre era católico y que por esa razón lo recuerdan en sus aniversarios luctuosos con la celebración de misas. “Todos los domingos asistía a misa a una iglesia que aún atienden los padres oblatos. Además, para él la Virgen Morena era su estandarte. Él era muy devoto de la Virgen de Guadalupe”.


¡El amor diferente que desafía al mundo! Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

31 Después que Judas salió, Jesús dijo: «Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en Él. 32 Si Dios ha sido glorificado en Él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto. 33 Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. 34 Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. 35 En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros» (Jn 13,31-33a.34-35).

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l último discurso de Jesús se da en el contexto de la última cena. Es un extenso discurso en el Evangelio de san Juan que inicia desde el capítulo 13 y continúa hasta el capítulo 17 inclusive. En este discurso, de más de cuatro capítulos, el más extenso de todos, Jesús integra diversos temas, entre los cuales destaca su partida y la venida del Espíritu Santo como Paráclito, es decir, como animador; Jesús como camino hacia el Padre; también destaca el tema de la inhabitación divina, el mandamiento del amor, el símil de la vid y los sarmientos en el capítulo 15 y la oración sacerdotal en el capítulo 17. El Evangelio de este domingo nos ofrece el inicio o introducción a dicho discurso final. Aquí Jesús habla de su glorificación inminente, la cual tendrá lugar en su Pasión; pero, ante todo, Jesús destaca el mandamiento nuevo. Más adelante, en el capítulo 15, volverá a dar ese mismo mandamiento, ahí no lo llama “nuevo” pero lo distingue diciendo: “esto es lo que yo les mando”. Mucho se ha discutido sobre este mandamiento nuevo y la novedad del amor cristiano. Frente a esto se pone en evidencia que el amor es un mandamiento antiguo y destacado desde el Antiguo Testamento. Para algunos, la novedad del mandamiento de Jesús radica en el punto de referencia que definirá el amor de los cristianos. Se trata de un amor que supera todo parámetro humano, pues es un amor que se mide por el amor de Jesús;

y el amor de Jesús ha sido hasta el extremo, tal como lo destaca el inicio del capítulo 13: “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo los amó hasta el extremo”. Dicho amor, es un amor infinito porque tiene su raíz en Dios, por eso no tiene medida: “Como el Padre me ama, así los amo yo”. De esa manera, la novedad del mandamiento parece clara. El mandamiento es nuevo porque no se trata únicamente de amar al prójimo como a uno mismo, sino de amarlo con una capacidad como la de Jesús, el cual nos ama como lo ha amado el Padre, y, en ese sentido, nunca encontrará un límite. Pues el amor de Dios es espontáneo e inmotivado, se derrama sobre los hombres pecadores e indignos de ser amados. Se da hasta el extremo. Otros creen que el fundamento de la novedad del mandamiento del amor está en que, así como los Diez Mandamientos nacieron en el contexto de la alianza, como una expresión del vínculo que Dios creaba con su pueblo, así, ahora el nuevo mandamiento es nuevo porque existe una nueva alianza. Siendo el amor su estipulación básica. Por ultimo, este amor no implica únicamente una realidad interior de alianza con Dios y con la comunidad. Este mandamiento está claramente referido al mundo. La comunidad de creyentes deberá desafiar al mundo mostrándole una manera diferente de amar. Los extraños notaran la novedad y la diferencia que entraña el amor cristiano. El desafío que Jesucristo le plantea al mundo estará siempre presente por el amor que muestre la comunidad cristiana.

Les comparto la importancia del canto en la Iglesia Católica La música es liberadora Cuando el Espíritu de Dios asaltaba a Saúl, to-maba David la cítara, la tocaba, Saúl encontraba calma y bienestar y el espíritu malo se apartaba de él ¨ 1ª Sam 16, 23. David tenía entre muchos otros talentos el de tocar muy bien, eso lo logró por la práctica continua, pero además tenía la unción para que en el nombre del Señor fueran expulsados los demonios que atormentaban al rey Saúl. Un músico con unción en el nombre del Señor logra traer bienestar y paz a aquellos que lo necesitan, y esto se logra estando constantemente en la presencia de Dios y siéndole fiel. Traer paz y bendición a los que escuchan los cantos de alabanza es un fruto de la entrega y subordinación de los talentos de los músicos y cantores al Espíritu Santo. Es una manifestación de la fe “Y entrando le dijo Alégrate llena de gracia”. Lc 1, 28. “Y dijo María: Alaba mi alma la grandeza del Señor” Lc 1, 46. María la llena de gracia, la llena de la presencia de Dios, canta a su Señor y nos deja uno de los cantos más bellos de todos los tiempos: El Magníficat. Algunos otros cantan porque les gusta cantar, otros para mostrar sus habilidades, algunos mas porque quieren ser escuchados, pero los cantos que salen de los labios de los músicos cristianos deben salir de un corazón lleno de la presencia y del amor de Dios. El canto debe ser utilizado para manifestar la fe, creemos que Dios es grande, poderoso, santo, misericordioso, sabemos que Él nos escucha, que atiende a nuestra voz, y que al cantarle pidiéndole perdón, nos se hace sordo sino que nos envía desde el cielo su bendición para poder alcanzar la salvación. Por lo mismo el canto no puede utilizarse solo para apantallar o llamar la atención, o solo para ganar un premio, o para estar entre los diez mejores, sino para publicar y proclamar las grandezas de nuestro Señor Jesús. Nos ayudan a proclamar el Reino de Dios. “Hacia la medianoche Pablo y Silas estaban en oración cantando himnos a Dios; los presos los escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que los mismos cimientos de la cárcel se conmovieron. Al momento quedaron abiertas todas las puertas y se soltaron las cadenas de todos”. Hech 16, 25-26. Este podríamos decir que es el primer concierto de evangelización que se menciona en la historia del cristianismo. Probablemente Pablo y Silas no eran los mejores cantores, pero lo que si es cierto es que se manifestó el poder de Dios de tal manera que en ese momento hasta el carcelero conoció el amor de Dios para él. Es necesario proclamar el Reino de Dios y los cantos son un medio muy importante para hacerlo y pueden tener aún más trascendencia cuando se graban, pueden llegar hasta los lugares mas lejanos. Los cantos de alabanza y adoración son liberadores desde el más sencillo hasta el más complicado, solo basta que sea interpretado con mucha fe y con un gran deseo de agradar a Dios, para que traiga libertad y salvación a los que los escuchan.


El Papa pide que le arreglen sus zapatos negros

F Ocho años de la elección de Benedicto XVI

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newsva.com

l 19 de abril de 2005, a las 16.50, salió humo blanco por la chimenea instalada sobre la Capilla Sistina. Los cardenales habían elegido a Joseph Ratzinger como nuevo Papa. Casi una hora después se asomó desde el balcón de la fachada de la basílica de San Pedro y el mundo conoció al sucesor de Juan Pablo II... Benedicto XVI.

iel a su estilo austero, el Papa Francisco continuará utilizando zapatos de color negros, por eso llamó por teléfono a su zapatero en Buenos Aires, Argentina, Carlos Samaria (81 años), que en su zapatería ortopédica tradicional ubicada en la periferia de la capital se encarga desde hace 40 años de confeccionar el calzado del entonces Cardenal Bergoglio.

“Hola Samaria. Habla Bergoglio”, es así como se dio inicio a la conversación telefónica, a lo que el zapatero respondió sorprendido: “¿Pero quién es?”, y el Pontífice respondió: “Samaria, soy Francisco, ¡el Papa!”.

Según informó el programa brasileño de Radio Vaticana, durante la conversación el Santo Padre resaltó “nada de zapatos rojos, negros como siempre”.

Samaria describió que los zapatos que viste el Papa son de “un corte sencillo, sobre becerro negro, capellada lisa, sin firuletes. Si uno agarra un zapato del Papa parece una galocha, sin adorno pero con cordones”.

“El no quiere zapatos nuevos, sólo que le arregle los viejos, pero ahora le preparo un par sencillo, pero nuevo, para cuando me avise que lo pueda visitar, en mayo”, señaló Samaria.

Se cumplen ocho años de aquella elección. Ratzinger, que acababa de cumplir 78 años, asumió las riendas de las Iglesia Católica. Ahí comenzó un pontificado muy fecundo y de gran profundidad teológica que terminó el pasado 28 de febrero tras la renuncia de Benedicto XVI por motivos de salud.

Se llevo a cabo con mucho entusiasmo y alegría en Casa de Cursillos “Padre J. Jesús De la Mora”, en San Luis Potosí, el Cursillo No. 526, para varones con la participación de 17 nuevos cursillistas renovados. Se preparon espiritualmente para afianzar su fe y llevar así la palabra de Nuestro Señor Jesucristo a sus ambientes.

El camino en camino

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l domingo 21 de abril, los miembros de las comunidades del Camino Neocatecumenal de las parroquias de Jesús Divino Maestro y del Sagrado Corazón de Quintas de la Hacienda llevaron a cabo actividades de evangelización en las calles de esta última. Armados de guitarras y panderos, y de un altavoz, recorrieron las calles cantando salmos e invitando a los colonos a acercarse a escuchar la Palabra de Dios en un espacio preparado previamente para ello. A la hora determinada y ante la gente que se había reunido, uno de los miembros jóvenes de las comunidades narró la experiencia de su encuentro con Cristo a través de la predicación del mensaje del Evangelio. Finalmente, uno de los catequistas del Camino anunció el kerygma. Esta actividad del Camino Neocatecumenal se enmarca en la tradición de varios años ya, en que los miembros de las comunidades de esta realidad eclesial, durante el tiempo pascual, salen a las calles a anunciar la Buena Noticia.


90 aniversario de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Villa de Arriaga, SLP

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l pasado 19 de abril de 2013 vivimos con mucha alegría la celebración de los 90 años de nuestra Parroquia en Villa de Arriaga, la cual fue fundada el 8 de abril de 1923, por el señor obispo Miguel María de la Mora, y la toma de Posesión del primer párroco fue el 20 de abril del mismo año. La han pastoreado hasta la fecha 17 párrocos de los cuales viven cuatro: padre J. Cruz Nicasio Torres, padre Eustorgio Salazar Morales, padre David Grimaldo Cruz y padre Gerardo Torres López. La Celebración fué presidida por el señor arzobispo emérito don Luis Morales Reyes, a quien recibimos a la entrada del pueblo como se hiciera hace 90 años con monseñor de la Mora. Asistieron varios Sacerdotes que han servido en esta parroquia y otros que son originarios: Ramón Gómez, Antonio Martínez, Alfredo Sánchez Escareño, Gregorio Fernández Torres, Juan de Dios Ramírez Vallejo, José Torres Gallegos, J, Isabel Cano Galicia, Antonio Ortiz Padrón, José Cruz Nicasio Torres, Julián Menchaca, Antonino Palomo Juárez, Félix Cabrera Jiménez, Eustrogio Salazar Morales y Gerardo Torres López. El Lema de nuestra parroquia es: “90 AÑOS DE LA MANO DE JESÚS Y DE MARÍA AUMENTANDO NUESTRA FE CADA DÍA”

Varios ex-párrocos se dieron cita para celebrar los 90 años de la parroquia de Villa de Arriaga

La comunidad parroquial recibió a don Luis Morales con gran alegría

Al finalizar la celebración eucarística, fieles y sacerdotes se reunieron en el salón parroquial para continuar con la fiesta

Confirmaciones en el Tepetate, Villa de Arriaga, SLP

El 4 de abril, en la parroquia de El Tepetate, Villa de Arriaga, decenas de jóvenes recibieron el sacramento de la Confirmación.

Don Jesús Carlos Cabrero Romero invitó a los presentes a que invocaran al Espíritu Santo, cada día, para pedirle el favor de sus Dones.

Monseñor Cabrero Romero, estuvo acompañado del padre Gerardo Torres López y el párroco de San Miguel Arcángel en El Tepetate, padre Antonino Palomo Juárez.


ABRIL 28 DE 2013

XLVIII Encuentro nacional de Pastoral de Santuarios y Piedad Popular

Por Luis Ricardo Guerrero Romero

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a comunidad de Jesús María, abrió cálidamente sus brazos a los encargados de la Pastoral de Santuarios y Piedad Popular, los días 16, 17, 18 y 19 de abril. 75 asistentes acudieron a la convocatoria que se emite año tras año para revisar y exponer puntos y temas importantes para el crecimiento y desarrollo de la fe, en relación con la pastoral antes ya mencionada. Necesario es resaltar que integraron la comunidad de participantes los obispos invitados de San Juan de los Lagos y de Puebla, que junto con la asamblea persiguieron el objetivo del encuentro: “Facilitar nuestro encuentro con Jesucristo, como agentes de la Pastoral, responsables de la atención a la pie-

dad popular y a los santuarios en nuestras diócesis, compartir nuestra experiencia a la luz de los temas de reflexión y nuestra vivencia de peregrinos, para renovar nuestra identidad cristiana y deducir líneas de acción para nuestro quehacer pastoral”. Durante la jornada de reflexión y trabajo, del día 16 de abril, se celebró la Eucaristía, en la que presidió el obispo emérito Arturo Szymanski; quien llenó de gozo y entusiasmo a los presentes, esto al compartir desde su experiencia como consagrado al servicio de la Iglesia. El Secretario Ejecutivo de la Dimensión de Pastoral de santuarios y Piedad Popular, el padre José Luis A.

González, como un excelente guía y ministro, llevó a cabo y a buen fin todo el itinerario propuesto a los encuentristas: laicos, presbíteros y obispos. Puntualizamos que como bien el padre José Luis, indicó, ésta reunión número XLVIII, no hubiese sido viable sin el apoyo de todos, y la disipación invaluable de quienes fueron convocados. Dentro del grupo de Rectores encardados de santuarios de San Luis Potosí, se contó con la presencia del padre Fernando Castro Villanueva, director del Santuario del Señor de Burgos, asimismo con la colaboración del Coordinador de Santuarios Diocesano, el padre Julio Sánchez.

La reunión culminó con una celebración eucarística, en el Santuario de San José

75 Años de la Adoración nocturna en Ciudad Fernández

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dorado sea el Santísimo Sacramento! ¡Ave, María Purísima!

La parroquia “Dulce Nombre de Jesùs”, en CiudadFernández, SLP, celebró con gran alegría setenta y cinco años de Adoración Eucarística Nocturna, la cual se inició en esta parroquia el 18 de marzo de 1938, siendo su fundador el señor cura don José Ma. Rosales, y director de la Asociación, don Agustín Arriola Moreno. “El carisma y la espiritualidad de la Adoración Nocturna es rendir al Señor el culto de adoración y alabanza que Cristo vino a instaurar en la tierra. Adorar a Dios en el Sacramento de la Eucaristía, tributándole homenaje de amor y reparación por los pecados, con amor, sacrificio y expiación. “Hacer guardia y oración durante las horas de la noche a Cristo Sacramentado, en reparación y desagravio de los ultrajes que le hace la humanidad. Hacer oración y ofrecer los sufrimientos en expiación por los propios pecados, de los pecados nacionales y por los pecados del mundo entero. “Jesús, lleno de gozo en el Espíritu Santo, en la soledad de la noche, eleva su oración al Padre Celestial y se prepara para redimirnos del pecado; allí y ofrece su sangre que va a derramar”. Estas fueron las

hermosas palabras que dirigió el padre Sixto López, quien presidió la Eucaristía concelebrada, después de una solemne procesión en la cual acompañaron al Santísimo Sacramento 15 banderas de diferentes parroquias que acompañaron a los Adoradores de esta comunidad parroquial, así como integrantes de los diferentes grupos y movimientos de la parroquia “Dulce Nombre de Jesús”. Al finalizar, el señor cura Francisco Correa agradeció la presencia de las Banderas de las secciones que acompañaron en este festejo, así como a los sa-cerdotes y a los fieles todos que dieron realce a tan importante evento para la parroquia.

Por Luz Elena González


Venerable padre Moisés Lira Serafín “Hago siempre el agrado de mi Padre” ¡Un mexicano, rumbo a los altares!

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l Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., primer novicio en la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo y Fundador de las religiosas Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, escribió sus más grandes anhelos, al día siguiente de su ordenación sacerdotal: “No tengo otra cosa que hacer sino darme, decirte Dios mío que hagas de mí lo que quieras […], ser Santo Sacerdote […] Aquí estoy, dispón de mí”, y unos meses después, acuñó la frase de lo que vendría a ser su itinerario de santificación: “Es necesario ser muy pequeño, para ser un gran santo”. Su gran amor a Dios lo expresó con un amor muy grande al ser humano: “Me siento con un corazón muy grande para encerrar a todo el mundo, es decir, quisiera remediar todo mal, con una inmensa caridad”, “debo ser más que una madre: todo Jesús, dulce y bueno para las almas que Dios me ha confiado”. El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, «Apóstol de la bondad», murió en olor de santidad. Actualmente se encuentra en Proceso de Canonización, es decir, en proceso de ser reconocido, por la Iglesia, como Santo. La causa de canonización inició en febrero de 2000 en la Arquidiócesis de México. Actualmente el Proceso se encuentra en la fase romana. El 20

de mayo de 2011, en Roma, se llevó a cabo en la Congregación para las Causas de los Santos, el Congreso de Teólogos para estudiar las virtudes heroicas del Siervo de Dios. Los consultores dieron un resultado favorable, por lo que el proceso continúa avanzando, y por gracia y misericordia de Dios, se tuvo el 15 de enero de 2013, también en Roma, la reunión Ordinaria de cardenales y obispos. El Papa Francisco reconoció las virtudes heroicas del siervo de Dios, padre Moisés Lira Serafín, Procramándolo venerable el 27 de marzo de 2013. Por gracia de Dios la noticia de su venerabilidad la recibimos el Jueves Santo, coincide con fechas muy importantes en la vida del venerable padre Moisés Lira Serafín. Cada año en Jueves Santo: renovaba su voto de abandono; el Jueves Santo de 1934 fundó la Congregación de las Misio-neras de la Caridad de María Inmaculada. Ahora la Iglesia requiere un milagro palpable, milagro otorgado por Dios gracias a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafin. Pidamos su intercesión, para que si es la voluntad de Dios, pronto la Iglesia pueda declararlo Beato. ORACIÓN DE INTERCESIÓN Dios y Padre nuestro, que en el venerable padre Moisés Lira Serafín, nos has dado ejemplo de caridad en el servicio alegre a los pobres y lo constituiste apóstol del amor filial a ti y a la Madre de tu Hijo. Haz que imitándolo, amemos a Cristo como él lo amó y lo sirvamos en nuestros hermanos. Escucha Señor nuestra súplica confiada y otórganos por su intercesión la gracia que te pedimos… [pausa para hacer la petición] Concédenos Padre, que su glorificación en la Iglesia sea para que en todos los hombres se acreciente el espíritu de adopción que nos has dado en tu Hijo Jesucristo. Amén. Con aprobación eclesiástica

Para comunicar testimonios por las gracias recibidas por intercesión del Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., favor de dirigirse a: Misioneras de la Caridad de María Inmaculada. Naranjo 157, Col. Santa María la Ribera, 06400, México, D.F. Tel: 01(55)55-47-31-39 Fax 01(55)55-41-31-99 e-mail: apostoldelabondad@gmail.com, difusionprocausa@yahoo.com.mx

Yo CREO...y vivo mi FE

El Misterio de la Iglesia Por P. Memo Gil

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ontinuamos con la exposición del artículo noveno del Credo, que se refiere a creer en la Iglesia. Y puede surgirnos la pregunta: ¿cómo sabemos que Jesucristo fundó la Iglesia para poder creer entonces en ella? Bueno, pues fue un proceso que se dio a lo largo de sus tres años de predicación. Debemos tener en cuenta, lo que en el Evangelio se nos dice, acerca de que después de su Bautismo, el Señor Jesús prepara su ministerio y predicación pasando cuarenta días en el desierto. En donde fue tentado por Satanás, a quien derrotó, iniciando inmediatamente después la predicación del Evangelio. Al parecer, muchos de sus oyentes quedaron profundamente impactados por su palabra y aceptaron su doctrina. En este escenario, san Marcos nos dice lo siguiente: “Subió después a la montaña, llamó a los que Él quiso y se acercaron a Él. Designó entonces a Doce, a los que llamó apóstoles, para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar, con poder para expulsar a los demonios” (Mc 3,13-19). Por otra parte, san Mateo relata en el capítulo 10 versículos 1 al 42, el envío de esos Doce, a los que Jesús dio una larga y detallada instrucción de cómo, dónde y a quiénes evangelizar y curar sus males. También san Lucas, en su Evangelio, describe en el capítulo 10, versículos 17 al 20, el gozo de los discípulos de Jesús que le platicaban sus éxitos y experiencias. Pero Lucas habla de 72 discípulos, esa cifra para los judíos era símbolo del número de las naciones paganas y por tanto, anuncio de la futura Misión Universal de la Iglesia. Como vamos viendo, el deseo de Jesús de fundar la Iglesia va pasando por este misterioso designio de Dios, que por la predicación y misión de Jesús y sus apóstoles, se va gestando la adquisición de ése Nuevo Pueblo de Dios. Aquí es importante recordar la revelación que le hizo Jesús a Pedro, cuando se encontraban en cierta ocasión en la región de Cesarea de Filipo. En donde Jesús quiere saber cuál es la experiencia y el conocimiento que tiene de Él la gente y sus propios discípulos. Por eso, les preguntará que dicen de Él y para ellos, sus apóstoles, quién es Él. El protagonismo de Pedro, ofrece en su respuesta lo que en el corazón de todo discípulo debe creerse: “Simón Pedro respondió: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le dijo… yo te digo: tú eres Pedro, y sobre ésta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no podrá con ella” (Mt 16, 16-18). Aquí, claramente Jesús confiere a Pedro el nuevo encargo, de reunir el Nuevo Pueblo de Dios, es decir, su Iglesia. Por eso más que una institución la Iglesia es un Misterio, ya que a la vez es humana y divina. Humana en cuanto a quienes la formamos, hombres y mujeres de cualquier pueblo, raza y cultura. Divina en cuanto al deseo explícito de Jesucristo, quien es Dios, de congregarnos a todos en comunión con su Padre. Esta unión inseparable de lo humano y lo divino, de pecado y de gracia, forma parte del Misterio de la Iglesia. Podemos tratar de entenderlo de esta manera: Dios quiere la Iglesia porque no nos quiere salvar individualmente, sino juntos. Así es como quiere convertir a toda la humanidad en su Pueblo. Creer en la Iglesia es descubrir, a través de ella, la presencia de Dios entre nosotros. Por eso no solo se trata de creer en ella, sino también amarla.


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ABRIL 28 DE 2013

La herejía de la felicidad M

e gustaría poder leer más, escribir más -decía yo hace algún tiempo a un sacerdote amigo mío al que, por cierto, acaban de hacer obispo-. ¡Si pudiera disponer de un poco más de tiempo! Escribo mis artículos casi de madrugada, y mis libros a paso de tortuga. ¡Son tantas las cosas que debo hacer diariamente! Ir, regresar, volver; clases, oficina, ceremonias, reuniones... ¿A qué hora quieres tú que me ponga a escribir? El tono de mi voz era agrio: más que informar, me quejaba. -Sí -dijo mi amigo-, y sin embargo desde hace muchos años tus artículos aparecen puntualmente en tres periódicos. -¡En tres periódicos! ¿Y sabes lo que significa tener que escribir cada semana tres artículos distintos? Apenas llega el lunes -después de haber dicho el día anterior cuatro o cinco misas- y ya me estoy preguntando: «Y ahora, ¿de qué voy a hablar?». No hay tormento chino que iguale en crueldad a éste; y, entonces, una angustia mortal se apodera de mí y no me deja hasta que empiezo a llenar de garabatos el papel. -De acuerdo. Pero, no obstante eso, tus artículos están ahí, puntuales y en el mismo sitio de siempre en los periódicos. ¿Desde hace cuánto? -Dieciséis años; hace ya dieciséis años que escribo para El Sol de San Luis; diez para El Observador, y ya casi cinco para La Red... -¿Y te quejas? No sabía qué responder. Sí, a pesar de todo mi amigo tenía razón. Sólo Dios sabe cómo, pero hasta el momento había cumplido mi palabra de no dejar nunca, en ninguna parte, mi columna vacía. Mi amigo siguió diciéndome: -Es más, casi me atrevería a decir que si no fueran éstas precisamente tus condiciones, no escribirías nada. Para escribir al ritmo en que lo haces es necesario no tener tiempo; quiero decir, no demasiado tiempo: te dispersarías, aflojarías los músculos, te echarías a dormir. Yo miraba a aquel amigo casi con rencor. Me daba la impresión de que no lograba comprenderme. -¡Ah, si tuviera tiempo -le decía- qué libros escribiría! -¡No, no y no! -se empecinaba él-. La verdad es que escribirías menos, mucho menos.

Este diálogo tuvo lugar, como dije al principio, hace algunos meses, cuando aún no descubría que mi amigo tenía razón. Sí, si tuviera más tiempo acaso escribiría menos; si mis condiciones fueran mejores, acaso no escribiría en modo alguno. Cuando sobra tiempo -y bienestar- casi siempre faltan ganas para hacer lo que verdaderamente importa. ¡Cómo se derrocha el tiempo cuando se tiene en abundancia! Hace una semana, por ejemplo, tenía toda la jornada del lunes para mí solito, cosa que sucede más o menos una vez al año. Me dije entonces: «¡Ahora sí, Juan Jesús, a escribir cuanto te dé la gana!». Había

resuelto acabar esa misma tarde el capítulo de un libro que estoy preparando. Ahora bien, ¿cree usted, lector, que lo hice? ¡Para nada! Le di vueltas al asunto, me senté a mi escritorio, me puse a hojear un libro, consulté mi correo electrónico, respondí mensajes, me fui a pedalear en la bicicleta durante una hora al Parque Tangamanga, me puse a ver por tercera o cuarta vez una película francesa que me gusta mucho -Amélie-, alineé unos libros que se apilaban sin ton ni son en los estantes... ¡pero de capítulo, nada! Además, ¡qué flojera! Éste, en todo caso, lo terminé como termino casi siempre todo lo que inicio: de madrugada y casi de un tirón. «Un rasgo característico de los que escriben -escribió Jean Guitton en uno de sus libros, ¡y vaya si sabía él de lo que hablaba!- es que no pueden trabajar más que en la fiebre del último momento; sólo la prisa les obliga a perfeccionarse. Si no tuvieran que presentar un proyecto creo yo que siempre estarían holgazaneando». ¡Muy bien dicho, señor! Al escritor le es necesario el apremio y, casi diría, el sufrimiento; de otra manera no se dignaría a mover uno solo de sus perezosos dedos. Escribe hoy sólo porque debe entregar su trabajo mañana. La misma idea de Guitton fue expresada por otro filósofo, el francés Jean Lacroix, aunque de otra manera: «La tentación del hombre no es el placer, sino la felicidad. Esta tentación consiste en detener todo progreso, en encontrar el reposo y la satisfacción definitiva aquí en la tierra. El hombre es un ser de peregrinación: es el peregrino del Absoluto. Lo que llamo herejía de la felicidad consiste en dejar de ser peregrino. Hay una idolatría de la felici-

dad»..., etcétera. El hombre feliz no necesita moverse hacia ninguna dirección: está bien como está. El reposo es el estado del hombre dichoso. Pero el que no lo es no puede estarse quieto: éste tiene que moverse, inventar rutas y trazar caminos para alcanzar lo que le falta. Se mueve porque es infeliz, proyecta porque desgraciado, crea porque la realidad lo aprieta. No nos engañemos: tan pronto como seamos felices dejaremos de hacer, de inventar, de crear. Porque lo único que vale la pena hacer lo hacemos movidos por la desdicha. «¿Qué es un poeta?» -se preguntó una vez Sören Kierkegaard. Y respondió así: «Un poeta es un hombre desgraciado que oculta penas hondas en su corazón, pero cuyos labios están hechos de tal manera que los gemidos y los gritos, al pasar por ellos, suena como una música bella. Le pasa lo que a la infeliz víctima atormentada a fuego lento dentro del toro de Fálaris: sus gritos no podían llegar a los oídos del tirano para aterrorizarle; para él sonaban como música dulcísima. Y los hombres se congregan alrededor del poeta y le dicen: “¡Pronto, canta otra vez!”. Es decir, que tu alma sea víctima de nuevos sufrimientos, pero que tus labios sigan siendo los de antes. Porque los gritos nos asustarían, pero la música es suave»... ¿Quisieras ser feliz, lector? Déjame decirte: no sabes lo que quieres. El hombre feliz es el que no hace nunca nada. ¿Sufres, en cambio? No llores: sólo ahora estás en condiciones de realizar cosas verdaderamente grandes, pues las únicas cosas que importan nacen del pesar y se fraguan en la aflicción.


Protocolos: fuente indispensable para la investigación histórica

(Tercera parte)

Por Lic. Ricardo García López

www.siame.mx

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a Ciudad de México ha recibido de la administración política anterior una nefasta y criminal he-rencia en relación a la falta de respeto a la vida humana, con la aprobación de la Ley del Aborto desde el 24 de abril de 2007. Con la inocente máscara de promover “los derechos reproductivos de la mujer”, algunas organizaciones civiles y el Gobierno del Distrito Federal han propiciado mayor violencia hacia la mujer y una de las actitudes más inhumanas de la sociedad hacia la vida misma: el aborto.

n esta ocasión quiero referirme a dos contratos concretos para que se vea, con toda claridad, por qué afirmo que los protocolos son fuentes esenciales para el co-nocimiento de la historia de los pueblos. Haré referencia a dos contratos ce-lebrados ante el escribano Silvestre Suárez: el primero celebrado el 6 de agosto de 1801, y el segundo ocho años después, el 2 de junio de 1809, a ellos corresponden respectivamente las inscripciones número 92 en las fojas 112 a 113 y la número 70 en las fojas 165 vuelta a 166. Como lo he repetido ya innumerables veces, los libros de los escribanos se encuentran en custodia en el Archivo Histórico de nuestro Estado. Por ambos documentos cono-cemos detalladamente la forma y requisitos que los maestros imponían a los padres de familia para capacitar a los jóvenes en la ejecución de la música en diversos instrumentos. Para tratar de justipreciar el interés que tanto los padres de familia como los hijos tenían en este tipo de aprendizaje, es preciso hacer las consideraciones que en seguida comento: Las fiestas, tanto religiosas como pro-fanas que se celebraban en la época virreinal, eran celebradas con gran solemnidad y, si era posible, también con gran suntuosidad; esta usanza fue muy notable a partir del siglo XVII, todo el siglo XVIII y hasta mediados del siglo XIX; pero fue más notable el boato y la pompa que se prodigó durante toda la vida virreinal tanto de México como del Perú. La minería alcanzó su auge durante la primera mitad del siglo XVIII y para la explotación de las minas, los españoles recurrieron, principalmente, a la población negra que en su mayoría eran esclavos. Estos celebraban las festividades propias de su estado y condición con música y danzas de origen popular, perpetuando en infinidad de melodías cantadas y coreadas algunos mitos relacionados con sus antepasados africanos. A estas festividades acudían los traba-

Herencia nefasta

jadores de las minas, muchos de e l los indios ya nacidos o avecindados en el territorio potosino, mestizos y hasta españoles, las más de las veces asistían acompañados de sus familias; muchas tonadillas resultaban agradables y pegajosas, por lo que muy pronto se integraron a la gramática musical de la población en general y se interpreta-ban tanto en las fiestas populares como en las de las clases acomodadas; de manera que hubo canciones y danzas originadas en las celebraciones de los de las clases desposeídas que se convirtieron en patrimonio musical de todo el pueblo. Se hizo tan común la costumbre de cantar y bailar en las celebraciones, que los intérpretes y compositores de esa época dedicaban gran parte de su tiempo y trabajo a la música para bailar, es decir, que la música se componía en función de la diversión social; sin embargo, la música para oír tenía también un gran número de adeptos y era tan buena que captaba la atención de muchos melómanos virreinales. Este genero existió como un apéndice de la música para bailar, por ello es que los conciertos rara vez se llevaban a efecto, sin embargo esto no impidió que los compositores introdujeran piezas de elaborada factura, como era de esperarse.

Las estadísticas que se tienen en el mundo entero han mostrado que la legalización del aborto ha provocado que aumente su práctica de manera desproporcionada, convirtiéndose en una especie de “método de control natal” ante la falla de los anticonceptivos o la irresponsabilidad en la vida sexual. Lo que sucede en el Distrito Fe-deral es especialmente ilustrativo: de cerca de cinco mil abortos en el 2007, se llegó a la alarmante cifra de 20 mil 421 sólo en 2012, de los cuales, más del 50% se practi-caron en mujeres menores de 25 años, la mayoría, sol-teras o en unión libre, lo que nos hace ver la problemática de fondo; es decir, la desestructuración del núcleo fami-liar como base del desarrollo personal. Por supuesto que en una sociedad marcadamente católica, la mayoría de quienes practican el aborto se declaran católicas, lo que nos muestra también la falta de formación religiosa y de congruencia con las propias convicciones. Muchos tratarán de hacer de esta situación un motivo de fiesta por una falsa concepción de los derechos humanos; otros no podemos dejar de manifestar nuestra preocupación porque mediante este tipo de leyes se propicia una doble agresión, igualmente indignante: hacia la vida humana, porque se le aniquila mediante un enve-nenamiento químico o una desmembración quirúrgica –lo que convierte al aborto en acto violento y criminal en sí mismo–; y por otra parte, hacia la mujer, que vive una experiencia traumática de principio a fin, que la hace más vulnerable ante los demás y la deja en conflicto perma-nente consigo misma. Debemos buscar nuevas formas para resolver los problemas reales de la sociedad. No podemos ignorar de ninguna manera el drama que se vive ante un embarazo no deseado, provocado de manera violenta o, simplemente, en condiciones adversas. Pero ante un problema que queremos solucionar, no podemos generar otro mayor, como sucede con este tipo de leyes que van deshumanizando a la sociedad y creando una descomposición del tejido social. Es necesario tener el valor de reconocer los errores y buscar nuevas soluciones, comprometidos con la justicia y los valores éticos irrenunciables. Necesitamos políticos que sepan razonar sus propuestas en orden al bien común, buscando defender los derechos superiores del ser humano y no sólo políticos timoratos que se dejan amedrentar por pequeños grupos con intereses inconfesables.


Fe y política

Requisitos para obtener el registro constitutivo de una Asociación Religiosa

Por Salvador Jorge Alonso Medellín Lara

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na Asociación Religiosa, es una Persona Moral con la posibilidad de reclamar derechos y el deber de cumplir con obligaciones, con el objetivo de obtener el reconocimiento de Estado, así como tener capacidad y personalidad jurídica. Pero ¿qué requisitos se necesitan para poder registrar un Iglesia y darle personalidad y capacidad jurídica? La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público en su artículo 7º señala: “Los solicitantes del registro constitutivo de una asociación religiosa deberán acreditar que la iglesia o la agrupación religiosa: I. Se ha ocupado, preponderantemente, de la observancia, práctica, propagación, o instrucción de una doctrina religiosa o de un cuerpo de creencias religiosas; II. Ha realizado actividades religiosas en la República Mexicana por un mínimo de cinco años y cuenta con notorio arraigo entre la población, además de haber establecido su domicilio en la República; III. Aporta bienes suficientes para cumplir con su objeto; IV. Cuenta con estatutos en los términos del párrafo segundo del artículo 6o.; y, V. Ha cumplido en su caso, lo dispuesto en las fracciones I y II del artículo 27 de la Constitución.” En los anteriores renglones expresados, de la Ley de Asociaciones Religiosas nos indica claramente sobre los requisitos que con anterioridad las iglesias o Agrupaciones Religiosas deben haber cumplido con cabalidad entes de presentar su registro constitutivo. El punto cinco nos habla sobre las Fracciones I y II del artículo 27 constitucional los cuales nos hablan sobre los bienes que puede tener una Asociación Religiosa, que deben limitarse exclusivamente a los que necesiten indispensablemente, para su objetivo determinado. Una vez cumplidos los requisitos anteriores se deberá presentarse un la solicitud de registro constitutivo en la Dirección General de Asociaciones Religiosas, de la Secretaría de Gobernación, según los requiere el Artículo 7º del Reglamento de la Ley de Asociaciones Religiosas y de culto público. Esta solicitud deberá contener según el artículo 8º de Reglamento de la Ley de Asociaciones Religiosas, “Artículo 8o.-La solicitud de registro

constitutivo como asociación religiosa deberá contener: I. Propuesta de denominación, que en ningún caso podrá ser igual a la de alguna asociación religiosa registrada en términos de la Ley; II. Domicilio que tendrá la asociación religiosa, el cual deberá estar dentro del territorio nacional; III. Relación de los bienes inmuebles que en su caso utiliza, posee o administra, así como los que pretendan aportar para integrar su patrimonio como asociación religiosa, en términos del artículo séptimo transitorio de la Ley. Para el caso de bienes propiedad de la Nación, se deberá informar denominación, ubicación, uso al que está destinado y nombre del responsable del inmueble, así como la manifestación bajo protesta de decir verdad, si existe conflicto en cuanto a su uso o posesión; IV. Los estatutos que regirán a la asociación religiosa en términos del artículo 14 del presente. Reglamento y demás disposiciones aplicables de la Ley; V. Las pruebas que acrediten que la Iglesia o agrupación religiosa de que se trate, cuenta con notorio arraigo entre la población, tales como testimoniales o documentales expedidas por las autoridades competentes, así como el correspondiente comprobante del aviso a que se refiere el artículo 26 del presente Reglamento, entre otras pruebas. VI. Relación de representantes y de asociados, en su caso. Tratándose de representantes, se deberá presentar copia de identificación oficial u otro documento idóneo que acredite su nacionalidad y edad. Para efectos de las estructuras internas de las asociaciones religiosas, son asociados a quienes éstas les confieran ese carácter, conforme a los estatutos de las mismas. Dichas personas deberán ser mayores de edad; VII. Dos ejemplares del escrito con firmas autógrafas de las personas señaladas en la fracción anterior, donde se solicite a la Secretaría de Relaciones Exteriores la celebración del convenio a que se refiere la fracción I del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y VIII. Señalar, en su caso, a las personas autorizadas para oír y recibir todo tipo de notificaciones.”

Encuentro y amistad entre un papa y un rabino L’Osservatore Romano

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propósito del libro El jesuita. Conversaciones con el cardenal Jorge Bergoglio SJ, “Que yo sepa, debe ser la primera vez en dos mil años de historia que un rabino escribe el prólogo de un texto que recoge los pensamientos de un sacerdote católico. Hecho que asume mucha importancia ya que este sacerdote es el arzobispo de Buenos Aires, primado de Argentina y cardenal creado por Juan Pablo II”: esta frase, con la cual se abren estas reflexiones, la escribí en 2006, pero cambiando el orden de los nombres y de los títulos respectivos, para la presentación de uno de mis libros, con un prefacio del cardenal Bergoglio. No se trata de un intercambio de cortesías, sino del testimonio sincero y exacto de un diálogo profundo entre dos amigos, en la vida de los cuales la búsqueda de Dios y de la dimensión de espiritualidad, que reside en el fondo de todo ser humano, ha sido y es siempre, una preocupación constante. El diálogo entre las religiones, que asumió una importancia particular a partir del concilio Vaticano II, comienza habitualmente con una fase de encuentros y de simpatía, para pasar a continuación a la del diálogo que sabe abordar los temas más espinosos. Con Bergoglio, no hubo fases. La aproximación comenzó con un intercambio de réplicas “ácidas” sobre los equipos de fútbol de los que éramos unos seguidores, para pasar inmediatamente después a la franqueza del diálogo que conoce la sinceridad y el respeto. Cada uno expresó al otro su visión particular sobre los múltiple temas que dan forma a la vida. No hubo cálculos ni eufemismos, sino conceptos claros y directos. Cada uno abrió su corazón al otro, como en la verdadera amistad tal como la define el Midrash (cf. Sifre Devarim, Piska 305). Podemos estar en desacuerdo, pero cada uno se esfuerza siempre por comprender el sentimiento profundo y el pensamiento del otro. Y con todo lo que emerge de nuestros valores comunes, los que ema-nan de textos proféticos, hubo un compromiso que supo plasmarse en múltiples acciones. Más allá de las interpretaciones y de las críticas que otros pudieron hacer, caminamos juntos con nuestra verdad, con la convicción común de que los círculos viciosos que degradan la condición humana pueden ser rotos. Persuadidos de que el sentido de la historia puede y debe ser cambiado, que la visión bíblica de un mundo rescatado, descrito por los profetas, no es una simple utopía sino una realidad que se puede alcanzar. Que hacen falta solamente personas comprometidas para realizarla. Este libro es un testimonio de la vida de Bergoglio -y prefiero titularlo El pastor más bien que El jesuita- que él ha confiado a todos aquellos con quienes compartió la parábola de su existencia, y en particular a su rebaño. El lector encontrará allí a menudo las expresiones: “pequé, me equivoqué, he aquí cuales fueron mis errores, el tiempo, la vida me enseñaron”. Hasta sobre los temas espinosos que concernían a la realidad argentina, el comportamiento de la Iglesia y sus artimañas en los años sombríos, el lector descubrirá un relato expuesto con humildad y con un esfuerzo constante por comprender y por escuchar a su prójimo, sobre todo al que sufre. La preocupación de Bergoglio, que atraviesa todo su libro como un leitmotiv (asunto central), puede ser definida en dos palabras: encuentro y unidad. Cuando yo era niño, mi padre, un inmigrante nacido en Polonia, tenía la costumbre de llevarme, con mi hermano, a visitar los lugares de la historia de nuestro país. Saliendo del Cabildo , nos hacía observar la representación que se encuentra en la fachada de la catedral. Representa el encuentro de José con sus hermanos, nos dijo. Yo había oído hablar de los episodios de antisemitismo que mis antepasados habían sufrido en Polonia y, por esta razón, esta escultura que se destacaba sobre una iglesia me llenaba de esperanza. Llegará un día, pensé, donde cada uno reconocerá el vínculo de fraternidad que le unirá a su prójimo. Veo en este libro, y en los numerosos episodios que relata, un homenaje a esta esperanza que compartimos como hermanos desde hace muchos años, que ha enriquecido nuestra espiritualidad, y que sin duda nos ha acercado a aquel que sopló el aliento de vida de cada ser humano.


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El trabajo por el Reino de los Cielos también cansa

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se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario (para descansar). Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas (Mc 6, 32-34). El trabajo por el Reino es desgastante. Una vez algún amigo me preguntaba por qué casi no me conectaba en las redes sociales, a lo que le respondí que estaba lleno de ocupaciones en el trabajo pastoral: juntas, charlas, oficina, sacramentos, confesiones, dirección espiritual; además de escribir para un periódico y lo mismo preparar charlas, organizar la pastoral, por lo cual el poco tiempo que me quedaba, además de dedicarlo a leer un poco, lo dedicaba a descansar, solo algunos minutos y lo prefiero esto a la interacción virtual; aquel replicó: no sabía que el trabajo por el Reino de los Cielos fuera estresante. Mi amigo es catequista, dedica unas dos horas a la semana a la evangelización y algunas horas más durante la semana para preparar sus ponencias, además de las ocupaciones de cada día. Yo le dije entonces que Jesús también descansaba de evangelizar, o por lo menos buscaba espacios para estar a solas en la presencia del Padre, para hacer oración, y que lo mismo procuraba para sus discípulos. Es verdad. Aunque el trabajo por el Reino de los Cielos es muy gratificante y nos da muchísimas sa-tisfacciones, llega a cansar, estamos tan disparados en hacer las cosas lo mejor que podemos que llegamos a desgastarnos profundamente y con frecuencia necesitamos hacer un alto, para aclarar las ideas, para recuperar las fuerzas, para sacudirnos el polvo de los pies y continuar con nuestra bella labor. Es cierto, quizá muchos fieles están dedicados a colaborar con los sacerdotes en los trabajos de evangelización, y eso se agradece infinitamente, sin embargo, ninguno de ellos están dedicados de tiempo completo al trabajo de evangelizar, de engrandecer el Reino de Dios; ellos no tienen la preocupación del trabajo conjunto, hacen lo suyo y lo hacen bien; sin ellos estaríamos incompletos; pero un sacerdote está dedicado total y absolutamente al trabajo del Reino de Dios, ellos si tienen en sus manos en su mente, en su cuerpo y en su alma toda la responsabilidad, al menos en una porción de la totalidad del trabajo pastoral de la Iglesia. No conozco un solo sacerdote que no pase menos de 24 horas preocupado por tareas pastorales, a veces de orden social, a veces de orden intelectual, pero su vida entera sí que está orientada en absoluto a pensar y trabajar por la evangelización. A veces, como Jesús, no tienen tiempo ni para comer. El trabajo por el Reino sí cansa, sí estresa, y es necesario entrar en el descanso de Cristo. Una vez, cuando yo estaba en el seminario, me tocó acudir a una parroquia rural a prestar mis servicios semanalmente y a veces acompañaba al párroco a sus labores; él iba a pequeñas y aleja-

das comunidades, luego a la parroquia, después a más comunidades; como la pastoral del seminario se realizaba los fines de semana, me tocó en una ocasión acompañar al sacerdote a todo su trabajo del fin de semana: misas en comunidades, confesiones de muchos fieles, acudir a retiros de jóvenes y adolescentes, escucharlos en confesión, dirigirles alguna charla, celebrar la misa, regresar a la cabecera parroquial, estar en la reunión del consejo parroquial, ir a una junta con varios grupos de la parroquia; finalmente, al llegar la noche lo acompañé a una vigila de la adoración nocturna y casi de madrugada a un retiro de la Escuela de la Cruz. Casi en todas las actividades del fin de semana hubieron misas y confesiones; a otro día le pregunté, mientras lo acompañaba a sus labores, ¿padre, y con todo el trabajo que tiene aquí, a qué hora puede descansar, cuándo hace oración, la liturgia de las horas, la oración personal, cuándo se puede dedicar tiempo solamente para usted? Él me respondió: mira, para mí la vida entera es oración, todo el tiempo estoy pensando en Dios, mi día es adorar a Jesucristo en estas personas que me buscan, que me necesitan; a veces me quiero dar tiempo para orar un poco, abrir la Liturgia de las Horas, cuando creo que ya he terminado mis labores del día y apenas hube entrado a la casa sacerdotal llega alguien y me dice: “¿Padre, no va a confesar?”, entonces me pasa como a Jesús, que no le quedaba tiempo; he tenido que modificar mis horarios, ahora me levanto más temprano para orar un poco ante el santísimo, luego abro la agenda y organizo mentalmente el trabajo del día, que no sé cómo terminará. Eso sí, todos los lunes los tomo para mí, aunque a veces debo ir a alguna reunión o convivencia sacerdotal o retiro y no puedo en verdad descansar; sin embargo, encontrarme con mis hermanos sacerdotes, que tienen las mismas preocupaciones que yo, también me relaja y me hace pensar que no me equivoqué de vocación, que estoy en el camino; mira Pacco: esto significa ser sacerdote: estar dispuesto igual que Jesús a dar

la vida por el Reino de Dios, si no hemos de morir mártires, recordemos que a Jesús no le fue fácil, por lo menos muramos poco a poco, desgastándonos en servir al plan de Dios; un sacerdote es puente que conecta a los hombres con Dios; y si somos puente, ¿por qué no debemos resistir las pisadas para que los demás alcancen a Cristo? Así que ya sabes cómo es esto, tú decides si continúas o te regresas. Hoy, que leo estas palabras del Evangelio de san Marcos, recuerdo a aquel sacerdote, que considero amigo y que admiro y respeto; y pienso que tenía razón; solamente le faltaba orar un poco más, por lo demás, me sirvieron aquellos días colaborando con él para definir mi opción sacerdotal; y aquí estoy, a veces demasiado cansado, sí, estresado, a veces sin ganas, sin comer, sin dormir, pero lleno de la satisfacción de servir con alegría; feliz de haber podido, como Jesús y sus apóstoles, atender las pequeñas y las grandes tareas de la evangelización, porque esto es para que los pobres sean dichosos, bienaventurados, felices; qué alegría poder colaborar con la dicha de los demás. Siguiendo un consejo de un gran amigo sacerdote que fue mi director espiritual, he intentado integrar a mis labores del día, organizando con un poco de esfuerzo, mi oración diaria; esto supone despertar más temprano y orar antes del alba, y, antes de los alimentos, orar la Liturgia de las Horas, tanto como sea posible; y dedicar un espacio también a orar ante el Santísimo, para agradecer, para dedicar el día y la jornada; el resto de las horas del día, solo es asomarse afuera, para saber que no habrá más nada de tiempo personal para descansar o para orar; el Señor sabe lo que nos dará cada día, pero nosotros no, así que, a buscar el momento propicio de orar y descansar, que del trabajo evangelizador, el Señor se encargará de proveer y de dar fuerzas; pero sobre todo, de dar la gracia a quien la necesite, por medio de nosotros y de dar crecimiento a cada cosa que le ayudemos a sembrar. Gracias sacerdotes del mundo por su abnegada vocación reiterada cada día. Habrá descanso, en el Cielo.


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Palabra de Dios Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros Del santo Evangelio según san Juan 13, 31-33. 34-35

Cuando Judas salió del cenáculo, Jesús le dijo: “Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en Él . Si Dios ha sido glorificado en Él , también Dios lo glorificará en sí mismo y pronto lo glorificará. Hijitos , todavía estaré un poco con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado; y por ese amor reconocerán todos que ustedes son mis discípulos”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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Nuestro distintivo

nte un mundo que nos invita al egoísmo, al placer por el placer, a la soberbia, al consumismo y al individua-lismo; la Palabra del Señor en este quinto domingo de Pascua es una hermosa llamada a la comunión, al desprendimiento, a vivir la caridad que se manifiesta en el amor pleno y desinteresado por los demás. Nos dice el Señor Jesús: “Les doy un mandamiento nuevo, que se amen los unos a los otros como yo los he amado…” nos queda claro el gran mandato del Maestro, la medida es su amor, nos recalca que la tarea es amar como Él nos ama, recordemos su amor: fiel, eterno, tierno, hasta dar la vida a cada uno de nosotros, de igual manera deberá ser nuestro amor, un amor que entregando la vida es capaz de generar esperanza, desprendimiento de lo material, preocupación y ayuda constante a quien lo necesite; un amor que a pesar de estar rodeado de signos de muerte es capaz de generar vida en plenitud. “En esto conocerán que ustedes son mis discípulos”, éste es nuestro principal distintivo, que se vuelva a decir como se decía de la primera comunidad cristiana: “Mira como se aman”. La vida que Dios nos ha regalado es la gran oportunidad para hacer realidad este querer de Dios, hoy tenemos la oportunidad de manifestar bajo la luz de Dios nuestro amor hecho caridad a los demás: Que nuestro alrededor de transforme en la vida, que nuestras manos no se cierren ante quien las necesita, que nuestro tiempo sea verdadero oro porque se ha gastado y desgastado por los demás; que nuestro corazón nunca se cierre ante la presencia del que necesita de mí; que cuando alguien se despida de nosotros se vaya siendo mejor y más feliz, como decía la beata madre Teresa de Calcuta. ¡Felices Pascuas de Resurrección! Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez

La fe: dimensión esperanzadora que da contenido y sentido al hombre de hoy Luis Esteban Reyes Perfecto, 4° Teología Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino

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os ha tocado vivir en un tiempo marcado por un sinfín de situaciones, problemas, preguntas, búsquedas, etc., en donde descubrimos que, a pesar de todo, hay una sed y una necesidad de Dios. Nos topamos con una ansia de conocer, cuestionamos muchas cosas, ponemos en tela de juicio otras tantas; se proponen nuevas situaciones que van en contra del proyecto de Dios para la humanidad y es ahí donde debe hacerse latente el mensaje de la Buena Nueva. Es en estos nuevos areópagos donde debemos hacer presente a Dios. Tenemos la responsabilidad y la misión de que el Emmanuel, ese Dios con nosotros verdaderamente toque la vida de todos: de los que sufren, de los que lloran, de los pobres, de los olvidados, de los que no encuentran sentido a la vida, de los excluidos, de los ricos, de los intelectuales, en fin, de todo el hombre en sus angustias y sus esperanzas. Es ahí donde la fe juega un papel vital: ¿Cómo hacer posible que el hombre de hoy, fragmentado, dividido, angustiado, temeroso, vuelva la mirada a Dios? Se necesita dar un impulso nuevo, hacer caso de la invitación que hacia Benedicto XVI: “Vivir y celebrar el año de la fe como una fuerte invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor”; se necesita un empuje arduo y concreto para poder navegar y sortear las nuevas aguas que vamos experimentando. Hoy al igual que ayer es difícil caminar, construir y hacer un verdadera profesión de fe, una profesión sincera, responsable, abierta, comprometida, no solo de aquello que digo creer, sino, “como creo”, “como vivo y experimento mi fe”. Pareciera que la luz de la fe se ha debilitado o incluso se está extinguiendo, porque con frecuencia se cree en Dios de un modo superficial y se vive como si Dios no existiera, ¡Qué paradoja es esta! Hoy necesitamos una educación renovada de la fe; necesitamos recuperar la solidez de las enseñanzas que desde niños aprendimos; la fe permite un saber auténtico sobre Dios que involucra toda la persona; es un saber, un conocer que debe darle un nuevo sabor a la vida. La fe tiene que expresarse en el don de sí a los demás, en la fraternidad que nos haga capaces de amar, venciendo los obstáculos y los miedos a los cuales nos enfrentamos. Vivimos una crisis de fe porque no hemos sido capaces del todo de ver las huellas de Dios en nuestra vida, en nuestra Iglesia, en nuestro peregrinar. La fe debe ofrecernos una manera nueva de ver el mundo, de experimentar nuevas relaciones entre todos, caminamos buscando un sólo objetivo: calmar nuestra sed de Dios. La fe debe transfigurar la vida, darle un giro total, por eso fe y esperanza van de la mano; necesitamos el coraje de creer, creer en Dios que me habla y que quiere darle un sentido nuevo a la existencia, ¿podremos emprender hoy esta aventura nueva de fe? Por la fe seremos capaces de enfrentar nuestras noches oscuras; seremos audaces en el anuncio de la Buena Nueva; iremos al encuentro del otro; creceremos en la esperanza y seremos capaces de amar al estilo de Jesús. “La fe cristiana, operosa en la caridad y fuerte en la esperanza, no limita, sino que humaniza la vida; más aún, la hace plenamente humana”. (Benedicto XVI)



ABRIL 28 DE 2013


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