Maternidad: vocación de primer orden
Año 5
Q
uizá uno de los temas a los que, en el amplio campo de la mujer, más referencia y énfasis llegó a hacer el Papa Benedicto XVI, ha sido el de la maternidad. Las palabras que al respecto llegó a pronunciar no se han limitado a la denuncia actual ante la creciente escasez de candidatas a desempeñar su natural vocación de madres y educadoras; ante todo, manifestó el aprecio personal y el valor de la maternidad en sí misma, pero no todo ha quedado ahí. El Papa se sabe hijo y lo que ello entraña, por ello ha agradecido a las madres el don de sí mismas, el estar abiertas a la vida.
No. 220
Semana del 05 al 11 de mayo de 2013
Gracias mamás
porque han tenido la valentía de dar la vida
En una ocasión un párroco romano que le pidió unas palabras de aliento para las mamás, el Papa dijo: “Llévales este mensaje simplemente: el Papa les da las gracias. Les expresa su gratitud porque han dado la vida, porque quieren ayudar a esta vida que crece y así quieren construir un mundo humano, contribuyendo a un futuro humano. Y no lo hacen sólo dando la vida biológica, sino también comunicando el centro de la vida, dando a conocer a Jesús, introduciendo a cada uno de sus hijos en el conocimiento de Jesús, en la amistad con Jesús. Este es el fundamento de toda catequesis. Por consiguiente, es preciso dar las gracias a las madres por, sobre todo porque han tenido la valentía de dar la vida. Y es necesario pedir a las madres que completen ese dar la vida comunicando la amistad con Jesús”. Tiempo antes había ponderado el papel de la maternidad a propósito de la festividad litúrgica de santa Mónica exaltando cómo ella había vivido “de manera ejemplar su misión de esposa y madre ayudando a su marido Patricio a descubrir la belleza de la fe en Cristo y la fuerza del amor evangélico, capaz de vencer el mal con el bien”. Benedicto XVI no limitó sólo a recordar obligaciones sino en hacer notar la belleza que hay detrás de la vocación de madre y, consecuentemente, de educadora; ante la exposición reaccionaria de ciertos grupos que se oponen a la realización de la mujer en el hogar, la familia, el matrimonio, la maternidad, el Papa ha hecho ver con de-licadeza y afecto de padre y pastor cuán lejos se ha llevado a la mujer y a la que en muchos casos se le obliga a rechazar a su misión natural.
Felicidades por este y todos los días porque les pertenecen plenamente. De ustedes son sus hijos pero también de ustedes son los dolores y las alegrías, las fatigas y las lágrimas, los desvelos y los consuelos pero sobretodo… la satisfación de ser madres.
MAYO 05 DE 2013
La terapia no es la única solución a los problemas
H
ay que aprovechar las ventajas que ofrecen los tiempos actuales. Gracias a los avances de la ciencia y la tecnología se pueden solucionar muchos problemas de manera inmediata. Existen infinidad de soluciones para una gran variedad de problemas; hay muchas ofertas terapéuticas para sanar nuestras dolencias. Aunque no podemos ignorar las desventajas del mundo moderno, el hombre de nuestro tiempo ha encontrado muchas soluciones para sanar sus carencias; pero hoy más que nunca padece las dolencias psíquicas. El Papa Benedicto XVI habla de esas dolencias en su encíclica sobre la espe-ranza cristiana, porque vivimos en un mundo donde abundan bienes materiales, pero el hombre no deja de sentir el dolor de la insatisfacción. Los hombres han logrado muchas conquistas y han hecho excelentes descubrimientos, pero difícilmente logran alcanzarse a si mismos. El hombre conoce y domina la naturaleza, pero cada vez le cuesta más trabajo conocerse a sí mismo. Decía Max Scheler: “Tras una historia de ya más de diez mil años, estamos en una época en que, por primera vez, el hombre es para sí mismo un ser radical y universalmente pro-blemático. El hombre ya no sabe quién es y se da cuenta de que jamás lo llegará a saber”. Hemos logrado sanar muchas carencias, pero hasta hoy, no hemos podido curar el corazón humano. Decía Heidegger: “Ninguna época ha logrado tantos y tan dispares conocimientos sobre el hombre como la nuestra…Y, sin embargo, ninguna otra época como la nuestra ha sabido tan poco sobre el hombre. Pues jamás ha sido el hombre tan problemático como ahora”. Parece ser, que entre mas te-nemos el dominio técnico de la naturaleza, más nos sentimos confundidos y caemos en crisis de identidad. Ante tanta dolencia psíquica, el hombre busca la solución a sus problemas a través de las terapias. Todo parece indicar que la salvación la tienen los psiquiatras, psicólogos, terapeutas, etc. Para todo tipo de problema se acude a la terapia. Es muy cierto que la terapia como su nombre lo dice, ayuda a sanar y a clarificar algunos problemas humanos. Pero la terapia psíquica no nos da la voluntad para vencer nuestras dificultades. No debemos exagerar tanto en el uso de terapias, éstas son auxiliares que ayudan a sanar las dolencias psíquicas, pero no son la salvación. Absolutizar las terapias, es caer en un humanismo. Esto significa pensar que la salvación de la humanidad se encuentra en el poder del hombre. Y olvidamos que la salvación solo puede venir de Dios. Cristo ha venido a sanar nuestras dolencias psíquicas y físicas, no es suficiente acudir a terapia, es fundamental buscar a Dios, que es el único que puede salvarnos. Nuestra voluntad es muy débil, y necesita de la gracia divina para fortalecerse. La terapia nos puede llevar a descubrir la razón de nuestras penas, pero no nos da la fuerza de voluntad para vencerlas. Sin la gracia de Dios es imposible levantarnos. Ya que la gracia es un don sobrenatural que está por encima de nuestras fuerzas humanas, y que nos ayuda a poder, lo que por nosotros mismos sería imposible lograr. No hay que conformarse con la sola terapia, hay que buscar la gracia divina para lograr cambiar nuestro mundo en algo mejor.
Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes
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Anunciar la Resurrección Por Pacco Magaña
En sus palabras previas al rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, el día 14 de abril de 2013, el Papa Francisco exhortó a los fieles a anunciar con sinceridad y coraje la Re-surrección del Señor:
cer por el nombre de Jesús. ¿Dónde encontraban los primeros discípulos la fuerza para dar este testimonio? No sólo: ¿de dónde les venía la alegría y el coraje del anuncio, a pesar de los obstáculos y las violencias?
“La primera predicación de los Apóstoles en Jerusalén llenó la ciudad de la noticia que Jesús era verdaderamente resucitado, según las Escrituras, y era el Mesías anunciado por los Profetas. Los sumos sacerdotes y los jefes de la ciudad buscaron frenar el nacimiento de la comunidad de los creyentes en Cristo e hicieron encarcelar a los Apóstoles, ordenándoles de no enseñar más en su nombre. Sin embargo, Pedro y los otros once respondieron: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús… lo exaltó con su poder haciéndolo Jefe y Salvador… Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha enviado a los que obedecen.
Los Apóstoles eran personas simples, no eran escribas, doctores de la ley, ni pertenecían a la clase sacerdotal. ¿Cómo han podido, con sus límites y obstaculizados por las autoridades, llenar Jerusalén con sus enseñanzas? Es claro que solamente la presencia del Señor Resucitado y la acción del Espíritu Santo con ellos pueden explicar este hecho. La fe de los Apóstoles se basaba en una experiencia tan fuerte y personal de Jesús muerto y resucitado, que no tenían miedo de nada y de ninguno, es más, veían las persecuciones como un motivo de honor, que les permitía seguir las huellas de Jesús y de parecerse a Él, testimoniándolo con la vida. Esta historia de la primera comunidad cristiana nos dice una cosa muy importante, que es válida para la Iglesia de todos los tiempos, también para nosotros: cuando una persona conoce verdaderamente Jesucristo y cree en Él, experimenta su presencia en la vida y la fuerza de la Resurrección, y no puede no comunicar esta experiencia. Si esta persona encuentra incomprensiones o adversidades, se comporta como Jesús en su Pasión: responde con el amor y la fuerza de la vida.
“Entonces hicieron azotar a los Apóstoles y les ordenaron nuevamente de no hablar más en nombre de Jesús. Y ellos se fueron dichosos de haber sido considerados dignos de pade-
Pidamos la ayuda de María Santísima para que la Iglesia en todo el mundo anuncie con sinceridad y coraje la Resurrección del Señor y dé testimonio válido con signos de amor fraterno. Recemos en modo particular para que los cristianos que sufren persecución sientan la presencia viva y confortante del Señor Resucitado.
Concilio Vaticano II
Los obispos y la Iglesia Universal
MAYO 05 DE 2013
¡No tengan miedo!
Por P. Juan José Torres Galván
I
niciamos la lectura del Decreto “Christus Dominus”, sobre el ministerio pastoral de los Obispos.
Cristo el Señor envió a los apóstoles para que glorificaran al Padre en la tierra y salvaran a la humanidad. El Romano Pontífice goza de potestad suprema en la Iglesia. Los obispos, sucesores de los apóstoles, junto con el Sumo Pontífice son enviados a actualizar la obra salvífica de Cristo. Los obispos tienen en su Diócesis toda la potestad ordinaria, propia e inmediata para ejercer su oficio pastoral. Ellos tienen el deber de preocuparse por todas las Iglesias, primeramente pastoreando el rebaño que les ha sido confiado (su propia Diócesis) y, en algunas ocasiones, proveyendo conjuntamente a las necesidades comunes de diversas iglesias. Los obispos, en razón de su consagración sacramental y por la comunión jerárquica, son miembros del Cuerpo Episcopal. Este Cuerpo (u Orden) Episcopal, unido siempre al Romano pontífice, es sujeto de suprema y plena potestad en toda la Iglesia. Este poder se ejerce de modo solemne en el Concilio Ecuménico. También se hace visible esta potestad colegial cuando el Papa convoca o, por lo menos, aprueba otros actos colegiales de los obispos. Bajo la figura del Sínodo, los obispos representantes de todas las regiones del mundo ayudan al Romano Pontífice constituyendo un verdadero Consejo episcopal, manifestando esa solicitud de todos los obispos a favor de toda la Iglesia. Los obispos, unidos entre si, sean solícitos por todas las Iglesias, sientan interés por las regiones que no han recibido el anuncio del Evangelio y por las Iglesias con escaso número de presbíteros. Procuren preparar presbíteros, religiosos y laicos para las misiones y territorios necesitados. Pongan mucho interés en enviar presbíteros a las misiones, sea de manera permanente o por un tiempo determinado. Igual solicitud manifiesten en la administración de los bienes, apoyando a las diócesis más necesitadas o para auxiliarlas en el remedio de algunas calamidades. Los sucesores de los apóstoles han de manifestar amor fraterno a los obispos perseguidos, calumniados o encarcelados por el nombre de Cristo, fortaleciéndolos así con la oración, la amistad y la ayuda fraterna. Los dicasterios (o Congregaciones) de la Curia Romana auxilian en su labor al Romano Pontífice para el bien de las Iglesias locales (Diócesis) y al servicio de los sagrados pastores. Los Padres Conciliares desean que los dicasterios sean reorganizados para responder mejor a las necesidades actuales y se adapten a las características propias de las regiones y ritos. Es de desear que los miembros de los organismos auxiliares de la Santa Sede sean procedentes de las diversas regiones del mundo, sobre todo obispos diocesanos, para que manifiesten el pensamiento, los deseos y necesidades de las Iglesias locales. Es también importante que los dicasterios escuchen más a los seglares que pueden aconsejarles convenientemente en las cosas de la Iglesia. Referencia de lectura: Christus Dominus 1-10
Cuidemos el corazón de nuestros niños
Querida Iglesia potosina Les saludo en la alegría de Cristo Resucitado Hemos celebrado el día del niño y todo el ambiente ha favorecido a que detengamos nuestro caminar y admiremos la belleza de sus almas limpias, alegres y esperanzadoras.
plen con sus tareas y obligaciones que sus papás les han asignado en su casa, los que son alegres y saben compartir lo poco que tienen con los demás y sobre todo los que cuidan su corazón para que no se haga duro sino más bien siempre esté lleno de mucho amor.
Hoy quiero invitarles a cuidar de nuestros niños, ellos merecen que los sepamos guiar, educar en los valores que harán de ellos buenos ciudadanos y mejores cristianos. A ellos quiero dirigirme de todo corazón.
Queridos amigos, la Primera Comunión es sin duda alguna un encuentro inolvidable con Jesús, un día que se recuerda siempre como uno de los más hermosos de la vida. La Eucaristía, es el más importante de los sacramentos. En ella el Señor se hace alimento para nosotros bajo las especies del pan y del vino. Yo les invito a recibirla siempre, si es posible todos los días porque entre más la reciban con un corazón limpio, se harán mucho más parecidos a Jesús. Serán sus más fieles amigos.
¡Muy queridos niños de nuestra Iglesia potosina! Me siento muy contento de poder dirigirme a ustedes con ocasión del pasado día del niño. Ustedes me dan una gran felicidad en los lugares en donde me encuentro con ustedes por sus rostros alegres, hermosos, sonrientes, por la pureza de su corazón. Cuiden siempre su corazón. “Jesús amó a los niños y fueron sus predilectos ‘por su sencillez, su alegría de vivir, su espontaneidad y su fe llena de asombro’”. ¿Ustedes quieren ser felices siempre? Dios quiere que seamos siempre felices. Él nos conoce y nos ama. Si dejamos que el amor de Cristo cambie nuestro corazón, entonces nosotros podremos cambiar el mundo. Ese es el secreto de la auténtica felicidad. Jesús vino a cambiarnos el corazón a todos los hombres. Ese corazón que muchas veces está muy duro y se porta mal. Haber díganme ¿ustedes se portan mal? …¿Qué hacen los niños que se portan mal? Pues bien eso es lo que Jesús vino a cambiarnos pero muchas veces a ustedes y a nosotros los adultos nos cuesta muchísimo portarnos bien y hacemos grandes travesuras que a veces hacen daño a los demás. Quiero decirles que Jesús todo lo sabe y por eso nos dio un gran regalo: el milagro de ayudar a los demás a cambiar su corazón. ¿Cómo hacemos el milagro? ¡Cuando hacemos que el que está triste pueda sonreír! ¡Cuando platicamos con el abuelo que se siente solo! ¡Cuando podemos compartir nuestra comida con el que tiene hambre! Díganme ¿cómo más hacemos el milagro?... ¡todos los días, sí queremos podemos hacer muchos milagros! Ustedes son lo más importante para Jesús. Saben lo que dijo a sus discípulos? Les dijo esto: « Si no cambian y se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos » ¿Acaso no pone Jesús al niño como modelo incluso para los adultos? En ustedes los niños que son amigos de Jesús hay algo que nunca puede faltar a quien quiere ir al Cielo. Al Cielo van los que son sencillos, los que obedecen a sus papás, los que saben estudiar, los que cum-
Saben, queridos niños, Jesús siempre escucha y atiende su oración. ¡Qué enorme fuerza tiene la oración de un niño! Llega a ser un mo-delo para los mismos adultos: rezar con con-fianza sencilla y total quiere decir rezar como ustedes saben hacerlo. Por eso quiero pedirles que siempre pidan a Jesús que nos envíe la paz a nuestras fami-lias, a nuestro estado de San Luis a nuestro País y a todo el mundo. Yo los invito que pidan a Padre Dios por mí, por su amigo Jesús Carlos, y que juntos recemos para que la humanidad, formada por varios miles de millones de seres humanos, sea cada vez más la familia de Dios, y pueda vivir en paz. Recemos juntos para que no haya más su-frimiento en tantos niños que en este momento están tristes, los que tienen hambre, los que están viviendo en la calle, los que no pueden ir a la escuela porque tienen que trabajar, los que viven en países donde hay guerra. A ustedes les encargo de todo corazón que hagan cada día a Jesús la oración por la paz y por la unidad de todas las familias. Hoy, quiero nombrarlos sembradores y embajadores de la alegría y de la paz en su familia, en su escuela, en su comunidad y en todos los lugares donde estén presentes cada día. ¿Aceptan? Le pedimos al Divino Niño Jesús, su buen amigo, que les bendiga y les proteja a ustedes y a todos los niños del mundo para que nunca se acabe su sonrisa y puedan vivir llenos de amor. Los quiero mucho mis pequeños amigos y espero verlos siempre en cada lugar en donde podamos compartir juntos a Jesús Eucaristía. + Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
Cuánto bien nos hacen nuestros enemigos
Nuestra historia
Gregorio VII
(Ca. 1020-1085 )
Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz
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(Segunda parte)
ue ordenado de sacerdote y consagrado solemnemente en la fiesta de los santos Pedro y Pablo el 29 de junio de 1073. Al asumir el nombre de Gregorio VII no solamente honraba a su protector Gregorio VI sino que también proclamaba ante el mundo la legitimidad de su título pontificio. Una vez asegurado en el trono apostólico, Gregorio hizo todos los esfuerzos para desterrar de la iglesia los dos males que la consumían en esa época, la simonía y la incontinencia clerical y, con la energía y vigor que le caracterizaba, trabajó incesantemente para asegurar los principios que él creía que estaban ligados inseparablemente del bienestar de la iglesia de Cristo y de la regeneración de la misma sociedad. Durante el año 1074 la mente del Papa estuvo muy ocupada por el proyecto de una expedición a oriente para librar a los cristianos orientales de la opresión de los turcos seliúcidas. Para promover la causa de la cruzada y realizar, si era posible, una reunión entre las iglesias orientales y occidentales – el emperador Miguel VIII en su carta a Gregorio VII de 1073, había dado esperanzas en este sentido – el pontífice envió al patriarca de Venecia a Constantinopla como su legado. Escribió a los príncipes cristianos para que reunieran las fuerzas de la cristiandad occidental para la defensa del este cristiano y en marzo de 1074 envió una carta circular a todos los fieles exhortándoles a ir en ayuda de sus hermanos orientales. Pero el proyecto halló mucha indiferencia y hasta oposición y como el mismo Gregorio se vio enseguida envuelto en complicaciones por todas partes que reclamaban todas sus energías, no pudo realizar sus intenciones y la expedición quedó en nada. Gregorio comenzó con admirable discernimiento su gran tarea de purificar la Iglesia con una reforma del clero. En su primer sínodo cuaresmal (marzo, 1074), emitió los siguientes decretos: A) Que los clérigos que habían obtenido con dinero cualquier grado, oficio u órdenes sagradas cesen inmediatamente como ministros de la iglesia. B) Que nadie que hubiera comprado una iglesia la retuviera y que a nadie se le permitiera en el futuro comprar o vender derechos eclesiásticos. C) Que todos los culpables de incontinencia dejasen de ejercer su sagrado ministerio. D) Que la gente rechazara el ministerio de los clérigos que no obedeciesen estos mandatos. Decretos similares habían sido emitidos por Papas y concilios anteriores. Clemente II, León IX, Nicolás II y Alejandro II habían renovado las leyes disciplinarias antiguas y hecho esfuerzos para que se cumplieran. Pero encontraron vig-
S
Pbro. Lic. Salvador González Vásquez.
i no tuviéramos enemigos no llegaríamos muy lejos, gracias a nuestros verdugos se ha cambiado el rumbo de nuestra historia, y hemos logrado muchas cosas. Cuánto bien nos hacen los enemigos con sus persecuciones, más que nuestros “amigos” con sus halagos. Es bueno que se reconozca lo que hacemos; pero cuando el halago es excesivo, lo que hace es entorpecernos y volvernos conformistas. Los amigos nos alaban por muchas razones, quizá para no quedar mal con nosotros, tal vez por hacernos sentir bien, etc. Pero al creer en sus cumplidos ya no nos esforzamos por ser mejores. Pero cuando mi enemigo no me reconoce, me está impulsando a hacer las cosas mejor; y más aún, cuando me dice que lo que hago está mal -aunque de suyo este bien-, lo que ha logrado es que me esfuerce por hacerlo mejor. Por eso decimos, que nos hacen más bien nuestros enemigos con sus críticas, que los amigos con sus alabanzas.
orosa resistencia y sólo tuvieron éxitos parciales. Sin embargo la promulgación de las medidas de Gregorio en este momento provocó una violenta tormenta de oposición por toda Italia, Alemania y Francia. En Alemania en particular se levantó un sentimiento de intensa indignación por los decretos de Gregorio. En 1075 en un sínodo en Roma, Gregorio VII publica el Dictatus Papae, veintisiete axiomas donde Gregorio expresa sus ideas sobre cuál ha de ser el papel del Pontífice en su relación con los poderes temporales, especialmente con el emperador del Sacro Imperio. Estas ideas pueden resumirse en tres puntos: 1. El Papa es señor absoluto de la Iglesia, estando por encima de los fieles, los clérigos y los obispos, pero también de las Iglesias locales, regionales y nacionales, y por encima también de los concilios. 2. El Papa es señor supremo del mundo, todos le deben sometimiento incluidos los príncipes, los reyes y el propio emperador. 3. La Iglesia romana no erró ni errará jamás. Después de intensos momentos de lucha contra el emperador alemán y de todas las circunstancias que envolvieron su vida se retiró a Monte Cassino y después al castillo de Salerno, junto al mar, donde murió al año siguiente. Su cuerpo fue enterrado en la iglesia de S. Mateo de Salerno. Fue beatificado por Gregorio XIII en 1584, y canonizado en 1725 por Benedicto XIII. Sin embargo, su vida y dirección como pastor supremo de la Iglesia inició un nuevo momento que comenzó con la reforma interna de la Iglesia y de las intromisiones de los laicos en el nombramiento de obispos por parte del mundo feudal.
Muchas personas se han quedado en la mediocridad, porque se han rodeado de aplausos, y tal parece que lejos de buscar hacer las cosas bien, se han valido de la mentira para conseguir honores. Pero gracias a la maldad de los enemigos nuestra historia ha cambiado para ser mejor. Con sus duras críticas y también con su silencio ante nuestros logros, nos han movido para actuar mejor. Los enemigos son necesarios para esforzarnos en hacer las cosas de mejor manera. Sin dolor no hay gloria. Los golpes del verdugo moldean al hombre. No hay que desesperar ante la existencia de los adversarios. Éstos son muy necesarios, para vivir en equilibrio. Si no hubiera oposición ya hubiéramos cometido un sinfín de errores, hasta perder el control. La humanidad necesita de los contrarios; y así como nos ayudan los reconocimientos para motivarnos, también ocupamos la crítica adversa para equilibrarnos.
05
Te presento a mi libro
A propósito de la presentación de Con ton y son
T
Por P. Kino
al vez conocemos la frase que dice que para que la vida haya tenido sentido se requiere, haber sembrado un árbol, tenido un hijo o escrito un libro. Lo que se quiere decir es que tenemos que dejar alguna huella en nuestro paso por la tierra. Sembrar un árbol: significa para mi, cuidar nuestro medio ambiente. Ser respetuosos con las plantas y animales, pues en ellas se manifiesta el amor de Dios a los hombres, que nos ofrece las creaturas para que podamos servirnos de ellas, pero no abusando de ellas. Todos podemos sembrar un árbol, cuidar una mascota, reciclar basura, cuidar el agua, ahorrar luz, no tirar las baterías en cualquier lugar para evitar contaminación. Sembrar un árbol es una forma sencilla de decir que cuidemos nuestro entorno natural. Tener un hijo: significa trascender el apellido, dejar una descendencia que continúe a través del tiempo recordando raíces familiares, sin descartar que esto con el paso de los siglos se va olvidando por las nuevas generaciones, y para prueba basta un botón, ¿quién de los lectores me puede decir el nombre, oficio u otro dato interesante del tatarabuelo de su tatarabuelo? Obviamente casi imposible que alguien lo sepa, y sin embargo gracias a esa cadena de descendientes nos encontramos aquí. Aquellos que por alguna causa física les resulta imposible tener un hijo ¿no cumplirán esta misión en su vida? Si decimos que tener un hijo significa trascender nuestro apellido, hay distintas maneras de hacerlo aunque no sea a través de la procreación. Existe la adopción. Otros pueden considerar sus hijos aquellos hermanos con necesidad que atienden en asilos, casa cuna, hospitales etc., Jesucristo hace que trascendamos los lazos sanguíneos, diciendo que el familiar cercano es el que cumple la palabra de Dios (Mt12, 47 – 48). Tenemos tantos hijos que atender a nuestro alrrededor, a través de las obras de misericordia. Escribir un libro: existen distintos tipos de escritores, por ejemplo, los que no te dicen nada nuevo y solo se dedican a repetir lo que otros ya dijeron (la misma gata, nomás que revolcada); otros que escriben lo que les dicta su corazón, creando cosas nuevas aunque a veces sacadas de onda; unos escritores escriben tan rebuscado que solo entienden Dios y ellos y al rato solo Dios porque ni ellos. Escribir un libro, una carta de amor, un testamento, significa dejar un poco de historia a la comunidad, esto tal vez ya se escasea, pues ya el correo electrónico ha suplido que los jóvenes escriban con papel y lápiz para enviar por correo ordinario información.
Pies cansados IV (dedicado a los sanjuaneros) Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com
Muy estimados lectores: Domingo de Ramos, “ya vamonoooooooooos”, se vuelve a oír don Gabriel que parece no dormir nada. Rápido se alistan y comienzan a caminar; un té de canela bien caliente y vámonos…otra vez me dejaron solo. Poco a poco te vas acercando a las luces del poblado más próximo, es El Desperdicio, ya te falta menos. Al fondo, ves una luz roja que prende y apaga; es una antena de radio exactamente en el entronque de Guadalajara con San Juan de los Lagos. Te animas porque dentro de pocas horas ya vas a lograr tu objetivo. Son las 6 de la mañana y encuentras a tus compañeros descansando envueltos en algunas cobijas, yo prefiero ir al baño a la gasolinera y empezar a caminar para que no me dejen atrás. Y aunque tomo algo de ventaja, me alcanzan y de nuevo me quedo solo. Comienza a salir el sol, el aire fresco de la mañana acaricia tu rostro lleno de sudor; hace cuatro días que no me baño. Poco a poco me acerco más y más a la ciudad. Los perros me ladran y no falta uno que se me quiera venir encima, pero yo estoy listo con el bastón para darles un golpe “bien bueno”. Suena mi celular; una llamada de don Gabriel me dice que me están esperando, que dónde vengo, que solamente falto yo. Les diré que en cada poblado a donde teníamos que llegar siempre me andaba hablando para decirme lo mismo.
Para concluir, hablando de escribir un libro, les invito a todos los lectores de La Red, a la presentación de mi segundo libro titulado Con ton y son, que se llevará a cabo el día 6 de mayo a las 6:30 de la tarde en la casa de la Acción Católica (Madero esquina con Independencia).
Me dará gusto que me acompañen.
No saben la alegría que da cuando empezamos a entrar al Santuario de Nuestra Señora de San Juan. Muchas emociones encontradas. Te hincas y despacio comienzas a avanzar, mientras salen de tu interior algunos
rezos de petición o de acción de gracias. Es una sensación diferente cuando usas tus rodillas y no tus pies cansados. La gente se amontona y sin darte cuenta ya estás frente a la imagen de la Virgen. Sigues rezando, terminas, te paras como puedes y no me lo van a creer pero ya no sientes el cansancio. Nos dirigimos al hotel donde vamos a quedarnos. En el estacionamiento te preparan un rico huevo con chile rojo y frijoles. Desayunas con tantas ganas, que pudieran pensar que nunca has comido. Comienzan a bajar tus maletas, unos se van a sus habitaciones a tomar un merecido baño que durará un par de horas; otros se dirigen a la central camionera para abordar el autobús de regreso. Me han preguntado del por qué hacer ese tipo de sacrificios, si más bien hay que hacer obras buenas. Cada quien tiene un motivo diferente. En mi caso lo hago porque me gusta; además me ayuda a apreciar a muchos que migran por nuestro país buscando el sueño americano y no somos capaces de darles un pedazo de pan o algo para el camino. El hecho de ir de peregrino, te hace solidario con aquel que tiene necesidad de agua o comida. Valoras el alimento que hacen con tanto gusto los que te asisten durante todos estos días, que nada desperdicias. Y qué decir del agua que cuidas como oro, porque sabes que la necesitas. Valoras tu casa, tu cama, tu ropa, cuando duermes en el suelo debajo de los puentes o de una tienda de hule, cuando hay muchos que no tienen un techo seguro donde estar. Por eso camino a San Juan, para amar al ser humano y ver en él la imagen de Jesús. Fin.
Hagámonos de palabras
Si continúas mirando, puedes provocarme Por Luis Ricardo Guerrero Romero gromeroluisricardo@gmail.com
S Fundamento bíblico del Credo Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
Creo en Dios, Dt 6,4: Escucha, Israel: Yahveh nuestro Dios es el único Yahveh. Mar 12:29 Jesús le contestó: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor” “Creed en Dios y creed en mí” (Jn 14, 1; Ro 10, 8). La vida eterna consiste en conocerte a ti, solo Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado (Jn 17.3). “Ahora le vemos como en espejo. Luego le veremos cara a cara. (1 Co 13,12) “A Dios nadie lo ha visto” (Mt 11,27; Jn 6,46). Sobre la fe: Ro 11,33; 1 Co 13,12; 1 Jn 3,2; Mt 5,8; 2 Co 5,7 El Credo comienza por Dios Padre, porque el Padre es la Primera Persona Divina de la Santísima Trinidad.
Padre Todopoderoso, Lc 18,27: Respondió: «Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.» “En la casa de mi Padre hay muchas moradas” Jn 14, 2 “Que vuestra fe y esperanza descansen en Dios” (1 Pe 1, 21; Ap 15, 3 y 19, 6-7). “Lo invisible de Dios es conocido por las criaturas” (Ro 1,20) Sobre Dios Padre: Ro 2,14; Hch 17,28 y 14,14-16
Creador del cielo y de la tierra Gn 1,1: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. “Dios creo todo de la nada y también fue creado el hombre”. (2 Mac 7,28) “Todo fue hecho por la Palabra” (Jn 1,3). “Por la hermosura de las criaturas se llega a conocer a Dios” (Sab 13, 1-9). “Dios es amor” (1 Jn 4,8) “Y está por encima de todo” (Ro 11,34). “El es quien da toda vida y aliento” (Hch 17,25). Nuestro Credo se inicia con la creación del cielo y de la tierra, ya que la creación es el comienzo y el fundamento de todas las obras de Dios.
abemos que por azares del destino a veces las situaciones que nos rodean, no nos favorecen, suele pasar, ya sea en la escuela, en la familia, con los amigos y también con la pareja. Es ineluctable las circunstancias allí están, paradas como un poste de luz sin luz, sólidas como una roca que le pesa al mundo, Pero ¿en qué medida uno es el causante de esos males que nos avecinan y nos acechan diariamente? ¿hasta qué grado somos los provocadores de esa maldición que nunca nos deja dormir despiertos? Pueden, como lluvia de cobre vislumbrarse múltiples respuestas ante ¿fui yo el que provocó esto? Y aunque sean muchas las respuestas, en realidad no interesan en este momento, lo que sí importa es saber: ¿quién provocó que provocar estu-viera provocando tremendas provocaciones disertadoras? Desde luego mi índice inquisidor señalará a Roma y sus inigua-lables gladiadores los provocator. La palabra provocar, es una de las pocas que han pasado al español de modo lacónico, quiero decir, no tuvo necesidad de tantos rodeos, supresiones o “adiciones” morfológicas. Del latín provoco, llamar afuera, hacer venir y retar. Que eran éstas las tareas del gladiador denominado Provocator, que junto con demás gladiadores como: Tracio, Mirmillon y Samnita, incitaban a la pelea en el conocido “pan y circo”, o sea que esta palabra aduce tanto al gladiador como a su significado; hasta nuestros días, el que te incita a la violencia (de cualquier índole) es un provocador, o bien, provocadora, −pero está bien que sean provocadoras. He oído decir hacia alguna mujer − ¡oye que escote tan provocativo! Dudo que violente a quien lo mire, pero seguramente si es un galante llamado hacia afuera. En griego es más asequible entender esta palabra, segmentando su prefijo προ ( p r o ) y καλούν (llamar); que se traduce como retar o causar. La provocación es la causa de algo. ¡Provócame y verás! -dice mi mascota cuando esta comiendo-.
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Dilemas clásicos para mexicanos y otros supervivientes Pablo boullosa Editorial taurus, 2011
Por Mtro. Luis Marino Moreno F.
E
n México hay un deseo muy fuerte de volver
al pasado, hay un rechazo a lo que nos ha traído la modernidad en los últimos años. Convencido de lo anterior, Pablo Boullosa al mismo tiempo se pregunta a qué pasado queremos regresar, sobre todo qué tipo de pasado nos puede servir para iluminarnos. Crítico del nacionalismo cultural mexicano, el escritor se dio a la ta-rea de indagar dónde estaba una civilización fértil que contribuyera a empujarnos hacia la prosperidad como sociedad, siendo su respuesta más firme la cultura de los clásicos, tanto la de los griegos como la de los romanos. Así fue como se generó el libro Dilemas clásicos para mexicanos y otros supervivientes (Editorial Taurus, 2011), dividido en los tomos izquierdo y derecho —el primero en salir a librerías es el izquierdo—, el cual parte de la seguridad de que en México tenemos una alternativa muy clara entre la civilización y la barbarie, por lo cual se deben contar con todos los elementos de reflexión para salir del atolladero. “Hay cada vez más zonas del país donde no se puede transitar, donde la propiedad privada no es respetada, donde la vida no es respetada. Entonces, en esa alternativa entre civilización y barbarie, me di cuenta que los clásicos son una opción que han tenido otros pueblos, en otros tiempos. Cada vez que vuelven a la civilización para luchar contra la barbarie deben voltear hacia los clásicos, porque ahí están encerradas grandes lecciones.”
PABLO BOULLOSA Escritor y periodista mexicano, ha trabajado para medios como Radio Fórmula, Radio Red, Canal 22, donde presenta La dichosa palabra.
CIUDAD DEL VATICANO.- El domingo pasado, el Papa Francisco aseguró que Dios, “nos da el valor para caminar contra corriente”, lo cual “hace bien al corazón”. Ante las 70 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro. Escuchen bien jóvenes: ir contra corriente”. El Papa también señaló que “el camino de la Iglesia, también nuestro camino cristiano personal, no son siempre fáciles, encontramos dificultades, tribulaciones”. “Seguir al Señor, dejar que su Espíritu transforme nuestras zonas de sombra, nuestros comportamientos que no son según Dios, y lave nuestros pecados, es un camino que encuentra muchos obstáculos, fuera de nosotros, en el mundo en el que vivimos que frecuentemente no nos comprende, y también dentro de nosotros, en nuestro corazón”. Sin embargo, señaló, “las dificultades, las tribulaciones, forman parte del camino para llegar a la gloria de Dios, como para Jesús, que ha sido glorificado en la Cruz; las encontraremos siempre en la vida. No nos desanimemos: tenemos la fuerza del Espíritu para vencer nuestras tribulaciones”. RIMINI IT.- En la enseñanza conclusiva de la 36ª Asamblea Nacional de la Renovación Carismática Católica, el presidente del movimiento en Italia, Salvatore Martínez ha hablado sobre Nueva Evangelización. Ha recordado que la Nueva Evangelización tiene unas coordenas claras y necesitamos instrumentos, ya que como decía San Agustín “si no es pensada, nuestra fe no es nada”. Ha invitado a los presentes a acoger con alegría, alegría autentificada también por la prueba porque esta alegría “no es algo que tienes, es algo que recibes”. Y ha dado un paso más, acoger y recoger la alegría, compartirla porque es “el Espíritu Santo que nos reúne”. Haciendo referencia a lo explicado por el padre Raniero Cantalamessa sobre el amor de la Trinidad ha insistido en que el amor debe ser “hacia Dios, hacia nosotros mismo y hacia los demás”. ROMA.- Se llevó a cabo la visita anual que los miembros de la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) realizan cada año a la Santa Sede para reunirse con el Papa e informar sobre el servicio que se realiza con los episcopados de América Latina. El Papa Francisco “confía en que hagamos nuestro trabajo para la Iglesia, que se vea enriquecida con la experiencia de la Iglesia de Latinoamérica y Caribe”, declaró el Arzobispo de Tlalnepantla (México) y presidente del CELAM, Mons. Carlos Aguiar Retes, luego de su encuentro con el Pontífice para Radio Vaticana. El Arzobispo manifestó además que se conversó sobre la Jornada Mundial de la Juventud próxima a realizarse en Brasil donde los jóvenes del mundo entero “lo esperarán con los brazos abiertos y volverán a fortalecer los lazos espirituales y la visión pastoral que necesita ser reforzada en toda Latinoamérica”. MÉXICO.- Miles de personas marcharon el sábado 27 de abril en el Distrito Federal en México, para exigir la derogación de la ley que permite el aborto que fue aprobada por la Asamblea legislativa del país hace seis años y que ha ocasionado la muerte de más de 100 mil niños en el vientre de sus madres. En la marcha participaron todas las agrupaciones asociadas al Movimiento Pasos x la Vida que son los principales organizadores de la manifestación que comenzó en el Monumento a la Revolución hasta llegar a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. También se sumaron diferentes organizaciones y personas de buena voluntad que defienden la vida desde la concepción hasta la muerte natural en todo el territorio nacional. SAN LUIS POTOSÍ.- Arrancó el mes de mayo con muchas dedicatoria, entre las que destacan a la Madre, el mes de María y en la Iglesia Potosina, es el mes del seminario. En rueda de prensa dentro del Seminario Mayor, los presbíteros encargados de la formación de los seminaristas dieron a conocer que desde el primero de mayo la Iglesia potosina ha iniciado el mes del seminario. Con la concentración de bienhechores, amigos y familiares se celebró la Eucaristía presidida por el señor arzobispo don Jesús Carlos Cabrero Romero y, a través de éste evento, se ha motivado para que se lleve a cabo la colecta en las 115 parroquias que conforman la diócesis, con el fin de solventar los gastos que implica la formación de todos y cada uno de los seminaristas, así lo anunció el Rector del Seminario Mayor, Gerardo Vaglienty Rivera.
¡Mi paz les doy...! Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
23 Jesús le respondió: «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a Él y habitaremos en Él. 24 El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. 25 Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. 26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho. 27 Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! 28 Me han oído decir: «Me voy y volveré a ustedes». Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo. 29 Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.”
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(Jn 14, 23-29).
l discurso de Jesús, entre la última cena y la Pasión, que encontramos en el Evangelio según san Juan, podría ser el más significativo del Cuarto Evangelio, en cuanto que dicho discurso desentraña el sentido de la Pascua de Jesús. En él se anticipa el significado del signo mayor que realizó Jesús al subir a la cruz y todo lo que dicha obra desencadena. Cuanto Jesús realiza, particularmente sus obras milagrosas, es llamado “signo” o “señal” por el escritor del Evangelio; Jesús, en cambio se referirá a sus propias acciones como “obras” (“las obras que yo hago”). Si sus obras son señales, esto significa que contienen algo más de lo que nuestros sentidos perciben en un primer momento, lo cual requiere de una explicación ulterior. Así, después de una de sus obras, regularmente Jesús las explica con discursos o diálogos con individuos o con grupos. Además, al ser llamadas “obras” evoca las acciones de Dios en la historia de la salvación y, de esa manera, son identificadas como “obras divinas”.
Así, como señales u obras divinas, sus obras requieren una Palabra del mismo Jesús que desentrañe su significado para captar su justo mensaje. Al llegar al final de los signos de Jesús, con su ascenso a la cruz, el orden se invierte y primero viene el discurso y después el signo (por una lógica elemental). Así tenemos un discurso entre la última cena y la Pasión.
Por ser el último discurso, algunos lo llaman discurso de despedida, pero contiene mucho más que una despedida, pues aunque sí hace repetida referencia a su partida, el discurso viene enriquecido por varios temas más. El texto de este domingo, tomado de dicho discurso final, Jesús sí hace referencia a su partida, por eso refiere que, aunque esté ausente, su palabra será conservada por quienes lo aman. Destaca un vínculo no jurídico sino de amistad entre Él y los suyos, que conservaran su palabra de vida. Su palabra de vida tiene además la garantía de la presencia del Espíritu, el cual la custodiará no como un depósito del pasado, sino manteniéndola al día, es decir, desentrañando su sentido iluminando cada momento histórico. Con su partida, Jesús hereda a la comunidad de discípulos, todos los que creen, su paz. Esta paz, debe entenderse como distinta de toda oferta de paz que el mundo pueda ofrecer, pues proviene de Dios. No se trata de mera ausencia de guerra en el imperio romano, o bienestar material. La Paz de Jesús implica la integridad interior que capacita para relacionarse con Dios y con los demás con el amor que Jesús nos ha amado.
Fiesta de agradecimiento a la Virgen del Buen Consejo
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l día 26 de abril en la parroquia de la Virgen del Buen Consejo, localizada en la colonia la Garita de Jalisco, el Vicario general de la arquidiócesis: Antonio Torres, celebró la acción de gracias en unión con el párroco y fieles de dicho templo, el padre Antonio Ortiz. El itinerario del día de la fiesta patronal estuvo lleno de bendiciones, ya desde las 8 hrs se unió la feligresía para entonar las mañanitas a la virgen del buen consejo. Durante el mediodía un significativo grupo de niños recibió el sacramento de la Eucaristía. Es necesario resaltar que durante la misa solemne de la fiesta patronal, el párroco Antonio Ortiz creó un ambiente festivo en relación con la historia, devoción y fe en la Virgen del Buen Consejo, relatando una serie de acontecimientos que circundaron y dieron pie a que hoy en día este templo se encuentre en la encomienda la Virgen del Buen Consejo. En relación con ello, el Vica-rio General agradeció a los parroquianos su fe y su apoyo al párroco, pidió que, por medio de la oración se acreciente la vida cristiana a ejemplo Dios Hijo y que de esta manera nos acerquemos de mucha mayor manera al amparo de la Virgen del Buen Consejo.
El Papa Francisco alcanza los 6 millones de seguidores en Twitter
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l 29 de abril, en torno a las 12 del mediodía, el papa Francisco ha superado los 6 millones de seguidores en la red social Twitter.
La cuenta Pontifex comenzó a funcionar el 12 de diciembre de 2012 y durante esos casi tres meses de funcionamiento Benedicto XVI acumuló 3,3 millones de seguidores. El 13 de marzo, el papa Francisco retomó la cuenta papal y desde entonces ha incrementado los seguidores hasta llegar a los 6 millones. La cuenta del Papa cuenta con 9 perfiles, por idiomas. El más seguido es el inglés, con 2.437.262 seguidores, el siguiente es el español que ha crecido mucho desde la elección del papa Francisco y es probable que pronto supere al inglés. De momento cuenta con 2.155.737 seguidores.
El tercer perfil más seguido es el italiano, con 676.057 seguidores. El perfil en portugués cuenta con 278.780, el francés, 128.872; el alemán, 99.718; el latín, 87.452, el polaco 80.812 y el árabe, 55.437 usuarios. Cada semana, desde su elección, el Papa Francisco ha ido sumando un promedio de 60.000 usuarios. Pero quizá el dato más curioso es el gran seguimiento que ha conseguido la cuenta en latín que comenzó a funcionar el 20 de enero.
Evangelio de Jesucristo según Lucas Por Luis Mosconi De venta en la oficina del Semanario La Red Costo: $ 30.ºº Madero 405, Centro. Tel. 814.99.43
La Pastoral Social-Cáritas de la Arquiócesis de San Luis celebró el Día del Niño “Quien no sea como un niño no entrará en el Reino de los Cielos”
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l pasado miércoles 24 de abril la Pastoral Social-Cáritas celebró el “Día del Niño”, encabezando el festejo nuestro Pastor, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero en la Acción Católica donde cientos de niños de escasos recursos de las diversas colonias de la capital potosina asistieron a este evento dedicado a ellos, a esos seres que tanto ama el Señor, pues claro está que “QUIEN NO SEA COMO UN NIÑO NO ENTRARÁ EN EL REINO DE LOS CIELOS”. Nuestro Pastor dijo que son niños que en gran medida enfrentan la vivencia de la pobreza extrema y la vivencia de los ultrajes, estos últimos, en razón del no reconocimiento de sus derechos que tienen a la escuela, al respeto a su persona, a la salud, al bienestar, a tener un futuro digno, seguro y estable. “Habrá marco legal e institucional que los protege, pero tal vez todavía no nos ponemos de acuerdo en los pasos para que se pueda garantizar el que se les respeten todos sus DERECHOS”. El arzobispo les entregó regalos que rifó el titular de la Pastoral Social-Cáritas y también director de la Casa de la Caritad “Hogar del Migrante” padre Rubén Pérez Ortiz, a quien felicitó con gran aprecio, cariño y agradecimiento por la iniciativa de celebrar a niños que más requieren atención y cariño.
Desde luego, fue evidente las muestras de gran cariño que nuestro pastor tuvo con los niños y ellos le respondieron con un cálido y tierno beso, con un saludo respetuoso y reiterándole todo el afecto y amor que se merece como Sucesor de los Apóstoles. El Padre Rubén Pérez agradeció de manera especial la grata presencia de nuestro Pastor, así como a los bienechores que donaron dulces, juguetes, refrescos, pan, pasteles, regalos, para nuestros infantes que merecen todo nuestro amor y apoyo para que se respeten sus derechos y tengan voz.
MAYO 05 DE 2013
Congreso Nacional Valores, Familia y Sociedad
Dimensión de Pastoral Familiar y editorial Trillas de San Luis Potosí Por Luis Ricardo Guerrero Romero
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l titular de la Dimensión de Pastoral Familiar de nuestra arquidiócesis, el padre Pedro Sánchez Solís, atendiendo a la solicitud de reforzar los valores en la sociedad como es la intención de la editorial Trillas, es entonces que convinieron en efectuar los días 26 y 27 de abril, el primer Congreso Nacional. Valores, Familia y Sociedad. En la casa de la Acción Católica, donde un promedio de 350 asistentes fueron nutridos en la fe y en los valores para poder enriquecer la vida del hombre y mucho más, poder fortalecer el testimonio del cristiano. Este Congreso Nacional, fue realizado sin ningún afán de lucro y únicamente su finalidad es repercutir en la vida y beneficio de la sociedad. La Dimensión de Pastoral Familiar, está interesada en este tipo de programas pro valores, debido a que, desde la iluminación de la Palabra de Dios, se sabe que hay que demostrar nuestra fe con obras ya que sin una formación en nuestro actuar, nuestras obras serían vacías.
Entre las personalidades invitadas a este evento estuvieron: el primer Arzobispo Emérito de San Luis monseñor Arturo Antonio Szymanski; Dra. María Luisa Ramos Segura; señora Maricela Ruiz Castañón de Valdéz, quienes estuvieron acompañados del padre Pedro Sánchez Solís, Titular de la Dimensión de Pastoral Familiar y de los Coordinadores de esta Dimensión, Sra. Guadalupe Rodríguez de Cepeda y el Ing. Carlos Cepeda Blanco, así como el gerente regional del Centro de Orientación Bibliográfica de Editorial Trillas, patrocinadora oficial de este evento. También se contó con la presencia del padre Salvador González Vásquez, titular de la Dimensión de Educación y Cultura de la Arquidiócesis potosina y el padre Eduardo Córdova Bautista, Apoderado Legal de la misma, entre otras personalidades.
El conferencista Ángel de Luna indicó que vivimos en la búsqueda permanente de adquirir cosas materiales, nos centramos en buscar el reco-nocimiento laboral y nos olvidamos de lo que realmente es importante: la familia. Realmente se nos olvida para qué trabajamos y hacia dónde se conducen todos nuestros esfuerzos, eso es lo triste, lamentablemente.
Yo CREO...y vivo mi FE
Homilía pronunciada por el arzobispo de Buenos Aires cardenal Jorge Mario Bergolio SJ, en la Plaza Constitución por motivo de la 5o. Misa por las Víctimas de Trata y tárafico de personas
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oy en la Ciudad queremos que se oiga el grito, la pregunta de Dios: ¿Dónde está tu hermano? Que esa pregunta de Dios recorra todos los barrios de la Ciudad, recorra nuestro corazón y sobre todo que entre también en el corazón de los Caines modernos. Quizá alguno pregunte: ¿qué hermano? ¿Dónde está tu hermano esclavo? ¿El que estás matando todos los días en el taller clandestino, en la red de prostutución, en los grupos de niños que usas para mendicidad; para distribución de droga, para rapiña y para prostituirlos…? ¿Dónde está tu hermano, el que tiene que trabajar casi a escondidas de cartonero porque está de ilegal? ¿Dónde está tu hermano? Y frente a esa pregunta podemos hacer, como hizo el sacerdote que pasó al lado del herido, hacernos los distaídos; como lo hizo el levita, mirar para otro lado, porqe no es para mi la pregunta, sino que es para otro. La pregunta es para todos! ¡Porque en esta Ciudad está instalado el sistema de trata de personas, ese crimen Mafioso y aberrante! ¿Dónde está tu hermano? Y tú que estás leyendo, que te haces el distraitdo, no dejas lugar en tu corazón a que entre la pregunta; que dices: “Esa no es para mi”… ¿cuál? ¡el esclavo! El que en esta ciudad sugren estas formas de esclavitud que acabo de mencionar porque esta ciudad es una “ciudad abierta” aquí entran todos: los que quieren esclavizar, los que quieren despojar… así como cuando se rinde una Ciudad se declara “Ciudad Abireta” para que la saqueen, ¡aquí nos están saquenao la vida de nuestros jóvenes! La vida de nuestros trabajadores! La vida de nuestras familias! Estos tratantes… recemos por ellos, también, para que escuchen la voz de Dios: ¿Dónde está tu hermano?
A ti, tratando hoy te decimos: ¿Para qué haces esto? No te vas a llevar nada, te vas a llevar las manos preñadas de sangre por el mal que hiciste. Y hablando de sangre, por ahí te vas a ir del brazo de un competidor. Las mafias son así. ¿dónde está tu hermano, tratante? ¡Es tu hermano! ¡Es tu carne! Tomemos conciencia que esa carne esclava es mi carne, la misma que asumió el hijo de Dios. La gracia más linda que podemos recibir hoy es la de llevar en nuestro corazón. Señor mira esto: Cámbiales el corazón a estos esclavistas, cámbieselo. Estos que entran a esta “Ciudad Abierta” a ver qué pueden saquear, qué vida pueden anular, que familia pueden destruir, que niños pueden vender, que mujer pueden explotar. Nosotros no venimos aquí a protestar, venimos a rezar publicamente, en la plaza en una ciudad que es “Ciudad Abierta” donde cualquiera puede entrar a esclavizar. Todos los que estamos aquí rezando también le vamos a pedir a Jesús la gracia de no hacernos los distraídos…”Pero Padre, ¿Qué puedo hacer yo por una mafia? ¡Rezar! Golpea el corazón de Dios… Si sabes algo, cuéntalo, preo no mires para otro lado, porque puede ser tu hijo o tu hija a quien de un día para otro conviertan en esclavo, pudes ser tú mismo. Hace un tiempo tuve la alegría de bautizar a dos niñas, hijas de un matrimonio rescatado de un taller esclavista. Señor, así como nos diste esta gracia, haz que se multiplique, que podamos rescatar a muchos, que podamos devolver a la sociedad a todos aquellos que tienen encerrados como esclavos y explatados como esclavos. Señor, que podamos ver, convertidos hacia ti, el corazón de esos hombres y mujeres que explotan y esclavizan a sus hermanos. Eso es lo que pedimos hoy para esta “Ciudad Abierta”, donde se esclaviza a tanta gente. A nosotros, que sabemos que es así, danos la gracia de no engrosar el ejército de los distraídos; y a los que esclavizan, someten y matan la illusion de tanta gente, cambiarles el corazón. Que así sea Card. Jorge Mario Bergoglio SJ Buenos Aires, 25 de septiembre 2012
Iglesia: Pueblo de Dios Por P. Memo Gil
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a veíamos en el artículo anterior de éste semanario, cómo Dios no quiere salvarnos individualmente o aislados. Sino que, quiere formar con nosotros un pueblo que conozca la verdad y le sirva. Por eso, primero eligió a Israel, como preparación para el Pueblo de la Nueva Alianza. Así es como queda constituida la Iglesia, a partir de éste Pueblo de Dios que conformamos todos los bautizados. Y siguiendo entonces dentro del artículo noveno del Credo, que venimos explicando, reflexionaremos ahora sobre ésta realidad de la Iglesia como Pueblo de Dios, que la hace presente en el mundo de hoy. Debemos tener muy claro, en primer lugar, que la Iglesia es el Pueblo de Dios de la Nueva Alianza. Este es el pensamiento que San Pedro transmite a las primeras comunidades cristianas: “Los que en otro tiempo no eran pueblo, ahora son Pueblo de Dios…” (1Pe 2,10). En su realidad histórica y en su misterio teológico, la Iglesia emerge del Pueblo de Dios de la Antigua Alianza, se desprende claramente del Nuevo Testamento que ella es ahora el Pueblo de Dios constituido de un modo nuevo por obra de Cristo y gracias a la acción del Espíritu Santo. Así nos lo confirma San Pablo cuando dice en la segunda carta a los Corintios: “Porque nosotros somos templos de Dios vivo, como lo dijo el mismo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos, seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (1Cor 6,16). Somos entonces ese Pueblo de Dios, constituido de un modo nuevo porque formamos parte de él todos los creyentes en Cristo, quien es Dios en nosotros y en medio de nosotros. Y este Pueblo de Dios tiene unas características que le distinguen claramente de todos los grupos religiosos, étnicos, políticos o culturales de la historia. En primer lugar es el Pueblo de Dios: Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo. Pero Él ha adquirido para sí un pueblo “una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, pueblo adquirido en posesión…” (1Pe 2,9). Otra característica es que se llega a ser miembro de este pueblo no por el nacimiento físico, sino por el “nacimiento de arriba”, “del agua y del Espíritu” (Jn 3,3-5). O sea, por la fe en Cristo y el Bautismo. También, algo que es importante entender, es que éste pueblo tiene por jefe (Cabeza) a Jesús el Cristo (Ungido, Mesías): porque la misma Unción, el Espíritu Santo, fluye desde la cabeza al cuerpo, por eso somos también “el Pueblo mesiánico”. Además, la identidad de éste Pueblo, es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo. Y algo muy importante, su ley es el mandamiento nuevo: “amar como el mismo Cristo nos amó” (cf. Jn 13,34). Esta misma ley nos la transmite el Espíritu vivificador (cf. Rm 8,2; Ga 5,25). La misión del Pueblo de Dios es ser sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5,13-16). Esta es nuestra esencia, que no se debe diluir en medio de un mundo que pierde el verdadero sentido de la vida y se oscurece al privilegiar ciertos antivalores. Y, por último, el destino de este pueblo, que somos la Iglesia, es el Reino de Dios. Que fue iniciado por Él en este mundo, con la venida de su Hijo, y que debe extenderse hasta que Él mismo lo lleve todo a su perfección. Entonces, debemos vivir en la Iglesia, dando testimonio de todo esto para hacerla creíble en la sociedad actual. Debemos tener como distintivo el buscar en todo la unidad, dar razones a la esperanza y ser un medio eficaz de salvación para todo el género humano.
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MAYO 05 DE 2013
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Monólogo de Barrabás
onozco casi todos los retratos que tanto los escritores como los cineastas han hecho de mí. ¿Deberé decir abiertamente que no me reconozco en ninguno de ellos? Franco Zeffirelli, el director italiano, por citar a uno entre mil, me representó como un gigante furioso de cuya boca escurrían sin cesar, en un mismo flujo hediondo, espumarajos y blasfemias. Mel Gibson, en La pasión de Cristo, no pudo, por su parte, pintarme más repulsivo: cabellos hirsutos, dientes podridos; en fin, algo muy parecido a lo animal. En realidad yo no era ni más feo ni más bello que el común de mis conciudadanos, aunque era un delincuente… Casi diría que me agrada la parquedad con la que los evangelios se refieren a mi persona. Mateo, por ejemplo, se limita a decir de mí que «era un preso famoso» (27,16). Pero Juan es más parco todavía; dice: «Barrabás era un salteador» (18,40). En síntesis, nada de descripciones físicas o psicológicas que pudieran hacer demasiado equívoca la comprensión de mi humilde persona. «Un salteador más o menos famoso, más o menos popular»: he aquí, en pocas palabras, una descripción sumaria y bastante exacta de mi situación en aquel remoto entonces. Por lo demás, ninguno de los evangelistas se atrevió a decir de mí que fuera un monstruo. A pesar de ello, la historia me ha visto siempre con horror y rencor. ¡Se me odia gratuitamente! Sin embargo, es hora de decir que no fui yo quien planteó la famosa alternativa que aún hoy
consterna a los cristianos. La pregunta, si lo recordáis, fue hecha por Poncio Pilatos como recurso extremo para salvar al Señor: «-¿A quién queréis que os suelte: a Jesús o a Barrabás?» (Mateo 17, 27). El procurador romano quería que el pueblo eligiera, pero no en base a la belleza de uno y a la fealdad de otro, sino en base a nuestras respectivas conductas; por decir así, era una pregunta de carácter mucho más ético que estético. Espero que me creáis si digo que cuando aquella pregunta fue hecha en alta voz a esa multitud enloquecida, yo temblaba de miedo en un ca-labozo subterráneo en espera del verdugo. De hecho, cuando el guardián abrió la puerta de la celda, mi primer impulso fue retroceder, lleno de espanto. «-¿Es ya la hora?», pregunté enloquecido. Los otros dos saltadores que debían morir conmigo en la misma ejecución, también retrocedieron espantados y se golpeaban la cabeza con piedras en gesto evidente de locura y desesperación. Mientras seguíamos los tres al guardia por una galería tan intrincada como oscura, yo todavía estaba en la idea de dirigirme al matadero. No fue sino hasta más tarde que supe la buena noticia. «-¡Eres libre!», me dijo el procurador esbozando una sonrisa dolorosa, de una infinita tristeza. «-¡Libre! ¡Cómo!, ¿es que no voy a morirme?», pregunté. «-¡Claro que vas a morirte, Barrabás, me dijo al-
guien, pero no todavía». A veces la felicidad no puede expresarse más que con aullidos, y yo, en ese momento, aullé hasta perder la voz, hasta asemejarme en todo a una fiera que se ha escapado de la trampa del cazador. ¡Libre! Pensándolo bien, acaso haya sido a causa de este aullido que la posteridad me ha juzgado con tanto rigor. Pero, ¿qué queréis que os diga? Vosotros, en mi lugar, habríais hecho lo mismo que yo: gritar, gruñir, reír, echar espumarajos por la boca, volveros locos de felicidad. «-Éste morirá en tu lugar», dijo el guardia apuntando con su dedo una figura que no me era totalmente desconocida pero a la que todavía no miraba con aprecio. «-Sí, sí, que muera por mí, que muera por mí, que muera por mí, yo no quiero morirme». Creo que esto fue lo único que pude susurrar, o gritar, o qué sé yo. «¡Sí, que se muera él!». El único escritor que ha sido capaz de adivinar lo que pasó conmigo después de aquel viernes fatídico, fue Pär Lagerkvist (1891-1974), un escritor sueco a quien, pese a haber recibido en 1951 el premio Nobel de literatura, hoy ya casi nadie lee. Él fue el único en intuir que mi vida, después de aquella tarde, no podía ser ya la misma. En una página brillante me describe así: «Había adelgazado, tenía un aspecto miserable, no era ya como en otro tiempo, no era más como al principio. Se podría pensar que no fuese el mismo». Y, en efecto, no era ya el mismo. Mi vida había costado una vida, y eso cambiaba las cosas. Mi nombre aún hoy produce a muchos una especie de sudor frío. ¿Quién impone a sus hijos, por ejemplo, el nombre de Barrabás? Pero acaso sea yo el único que puede decir en qué consiste lo que los creyentes designamos con el nombre de redención. Nadie como yo ha experimentado, al menos en vida y de una manera tan palpablemente real, lo que significa decir: «El murió por mí», porque así ha sido en efecto. En realidad -y digo esto sin complacencia-, yo soy el primero de los redimidos, el redimido arquetípico por decir así, y los creyentes que deseen comprender de qué manera han sido salvados, harían bien deteniéndose aunque sea un poco en la contemplación de mi persona. Entonces estarían en grado de entrever algo y caerían en la cuenta de que la redención es algo mucho menos abstracto de lo que a veces tienden a suponer. Si así fuera, tal vez podrían, como yo aquella vez, gritar, gruñir, reír, echar espumarajos por la boca, volverse locos de alegría. ¿No les falta a los cristianos un aire más de redimidos (como decía Nietzsche)? Pues bien, que piensen en mí, que me observen con detenimiento, que se pongan en mi lugar, diciendo: «En realidad, Barrabás soy yo», y quizás así entenderán. No sé, tal vez...
Protocolos: fuente indispensable para la investigación histórica Por Lic. Ricardo García López
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omo era de esperarse, los primeros instrumentos musicales llegaron del Viejo Mundo. A este respecto el cronista Bernal Jiménez mostró siempre admiración por la cantidad y exquisita calidad de la música que se escuchaba en el virreinato de la Nueva España. Hay constancia de que hacia el año de 1604 se editó en la imprenta de México una colección de partituras que constituyen los documentos musicales más antiguos que se conocen en toda América. A principios del siglo XVIII eran ya famosos en la capital del Virreinato Mexicano compositores como: Moratiela, autor de un buen número de villancicos; Antonio Rodel y Antonio Serrier que alcanzaron fama por sus oberturas, sonatas, suites y fugas; también ellos merecieron las alabanzas del ya citado Bernal Jiménez: obras que bien podían haber sido escritas por Mozart, Haydn o Scarlatti. En 1789 nació en México Mariano Elizaga, niño prodigio que cuando ya mayor se destacó como un virtuoso del piano y del órgano y fue autor, como los ya mencionados de célebres piezas musicales. En numerosas poblaciones del virreinato mexicano podían encontrarse con facilidad virtuosos en toda clase de instrumentos: fagotes, bajones, sacabuches, cornetas, órganos y otros muchos. Ya para el siglo XVIII se construían en México una cantidad importante de todos los instrumentos musicales, y hubo tanto entusiasmo por las composiciones e interpretaciones musicales, que hasta en los lugares más apartados de la civilización se encontraban instrumentos musicales manufacturados con los materiales que eran propios del lugar y que podían conseguir con cierta facilidad; así encontramos algunos de ellos elaborados en forma totalmente rústica con juncos ensamblados. Gracias a la utilización del órgano en las iglesias, y de armonios en las capillas de menores dimensiones, para acompañar los cantos litúrgicos, fue que se incrementó entre los pobladores y sobre todo en los jóvenes el entusiasmo por componer canciones y poseías religiosas. En las capillas de los lugares más apartados que no tenían la posibilidad de obtener o construir un órgano o un armonio, utilizaban arpas o trompetas, muchas de estas fabricadas rústicamente y casi siempre de concha. En este contexto comentaremos los documentos a que ya antes nos hemos referido y que nos revelan que San Luis Potosí, como parte integrante del virreinato mexicano, o iba a la zaga de las demás poblaciones de México en lo que se refiere a cultura musical pues por otros documentos nos enteramos que llegó a tener renombrados organistas y maestros de capilla; gracias a ellos hubo una abundante producción de música religiosa. Prueba del interés que los potosinos de antaño mostraron en cultivar la enseñanza de la música a los jóvenes, son los contratos que aquí comentamos. Por estos documentos nos enteramos de que existió en esta ciudad un maestro de música de habilidad conocida llamado Ignacio Gómez a quien los padres de familia entregaban a sus hijos en calidad de aprendices; estos muchachos eran indios, algunos originarios de la Villa de Nuestra Señora de la Soledad de los Ranchos (esta población cambió luego su nombre a Soledad Diez Gutiérrez y actualmente Soledad de Graciano Sánchez), y otros del pueblo de San Miguelito, hoy uno de los siete barrios de la ciudad. Mediante esta información colegimos que cualquier potosino, no obstante su condición o calidad, podía ser beneficiario de la cultura musical. Para destacar el progreso logrado por los alumnos y
(Tercera parte)
el maestro Ignacio Gómez en el transcurso de ocho años, transcribimos a continuación las introducciones de cada uno de los contratos y la primera clausula respectiva:
En la ciudad de San Luis Potosí, en seis de agosto de mil ochocientos y un años, ante el escribano real, teniente del de cabildo y testigos, Ca-yetano Serna, padre de José Rafael Serna, de edad de dieciséis años, indio vecino del pueblo de San Miguelito; Luciano Rodríguez, padre de José Fulgencio Rodríguez, de edad de once años, vecino de esta ciudad; José Antonio Gómez, padre de Juan Canuto Gómez, de edad de catorce años; Juan José Zavala, de edad de catorce años; José Esmeregildo de los Reyes Chávez, padre de José Pioquinto Chavez, de edad de trece años; José Esteban Joaquín González, padre de José Ignacio Leandro de Jesús González, de edad de doce años; José Tomás González, padre de José Miguel Antonio Mateo González, de edad de quince años, vecinos de la Congregación de Nuestra Señora de la Soledad de los Ranchos y residentes en esta ciudad ( a quienes doy fe que conozco) dijeron que habiendo determinado poner a sus referidoshijos, en la casa de Ignacio Gómez, maestro músico de habilidad conocida, el cual se ha convenido en admitirlos por sus aprendices, y, para que tenga efecto, juntos de mancomún, cada uno de por sí y por el todo in solidum, renunciando expresamente las leyes de la mancomunidad, otorgan que hacen entrega de sus referidos hijos al mencionado Ignacio Gómez, por sus aprendices, a fin de que les enseñe el oficio de músicos, que ejrce en el tiempo y con las condiciones siguientes: PRIMERAMENTE.- Que en el discurso de diez años, que se cumplirán en seis de agosto del año de mil ochocientos once años ha de enseñarles el oficio referido: a los dos primeros, de violín, a los dos segundos de clarinete, a los terceros de trompa y al último de violonchelo, perfectamente sin ocultarles cosa alguna así de teoría como de práctica, de suerte, que aplicándose, estén capaces al fin del tiempo referido para que sean examinados, aprobados y que ejerzan, sin intervención de documento ni dirección de persona alguna y nada ignoren de lo que a él sea concer-niente, y para que aprendan ha de poder corregirlos y castigarlos, prudente y moderadamente, sin herirlos ni elisiarlos (esta ultima palabra significa que les puede dar sus buenos golpes con tal que no los deje lisiados.- Los padres modernos, por el contrario, pondrían una cláusula donde el profesor se compromete a no tocarlos ni con el pétalo de una flor. Bajo la pena de daños si los hiriere o maltratare, ha de ser motivo suficiente para sacarlos de su poder.
A la mamá de un sacerdote “¡Cada vocación sacerdotal proviene del corazón de Dios, pero pasa por el corazón de una madre!” (san Pío X).
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ú que eres madre de un sacerdote, predestinada desde la eternidad para vivir el privilegio de tener un hijo sacerdote y custodiarlo, consciente de la responsabilidad que lleva consigo el título de “guardianas del ser humano”, eres la gran protagonista de estas páginas. A partir de tus experiencias y re-flexiones, podremos avivar –sí, también a ti madre que siempre te mantuviste en la sombra–, nuestra gratitud por sembrar y custodiar en los corazones de tus hijos, como María Santísima, Madre de Jesucristo, Sumo y Eterno sacerdote, la grandeza, la belleza, la bondad y la verdad de Dios. Cada una de ustedes, mamás, han cultivado de modo exquisito la semilla de la fe en los tiernos corazones de sus hijos y han abonado la tierra de sus hogares con amor maternal, cariño, cuidados, piedad, ejemplaridad, alegría, paciencia, entrega, gratitud, servicio, perdón, compañía, protección… en definitiva, toda su humanidad; por eso, han sido capaces de crear el ambiente humano y sobrenatural ade-cuado para favorecer la fidelidad de estos jóvenes dispuestos a ser sal de la tierra y luz del mundo en el ejercicio del ministerio sacerdotal. Es cierto que muchas de ustedes han pasado desapercibidas a lo largo de la historia, pero su piedad, valentía, compromiso y generosidad se han puesto al servicio de toda la humanidad y son un ejemplo para las mujeres del siglo XXI. Madres ejemplares y heroicas, buenas y piadosas, generosas y dispuestas, que no solo han tenido la valentía de dar la vida con generosidad y alegría, sino que, sabiéndose colaboradoras de Dios, han instruido a sus hijos en la amistad con Jesús y les han ayudado a “crecer en edad, sabiduría y gracia” para ser sal de la tierra y luz del mundo, en el ejercicio del ministerio sacerdotal. De hecho, como bien señala un refrán judío, “como Dios no podía estar en todas partes, hizo a las madres”. ¡Son tantas cosas por las que tenemos que agradecerles! ¡Gracias mamás!
Fe y política
Estatutos de las Asociaciones Religiosas Por Salvador Jorge Alonso Medellín Lara
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emos mencionado ya los requisitos para registrar y constituir, una Asociación Religiosa, se hace necesario un estudio sobre uno de los Requisitos más importantes, los Estatutos de la Asociación Religiosa, ¿pero, qué son los Estatutos? Son las Normas Constitutivas o reglas por las que se rigen en su régimen interno las personas morales. Son la base para su constitución, con ello da inicio la estructura de la asociación en términos jurídicos; es donde se plasma la voluntad de las personas físicas de constituir una Asociación, especificando su finalidad, u objeto y los medios para lograrlo, así como la estructura y normativa interna, que debe estar de acuerdo con el Derecho Positivo vigente.. Si bien es cierto que todas las Asociaciones y Sociedades, deben tener Estatutos, en el caso de las Asociaciones Religiosas que son Personas Morales sus Estatutos son un tanto diferentes por el contexto especial que estas necesitan Para esto el segundo párrafo del Artículo 6º de la ley de Asociaciones Religiosas y Culto Publico nos dice: “Las asociaciones religiosas se regirán internamente por sus propios estatutos, los que contendrán las bases fundamentales de su doctrina o cuerpo de creencias religiosas y determinarán tanto a sus representantes como, en su caso, a los de las entidades y divisiones internas que a ellas pertenezcan. Dichas entidades y divisiones pueden corresponder a ámbitos regionales o a otras formas de organización autónoma dentro de las propias asociaciones, según convenga a su estructura y finalidades, y podrán gozar igualmente de personalidad jurídica en los términos de esta ley.” Así mismo los requisitos esenciales de los estatutos Parro-quiales que deben tener son citados en el Artículo 14º del Reglamento de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, ” Los estatutos de las asociaciones religiosas deberán contener, al menos: I. Denominación y domicilio de la asociación religiosa de que se trate; II. Las bases fundamentales de su doctrina o cuerpo de creencias religiosas, mismas que podrán presentarse conjunta o separadamente a los estatutos; III. Su objeto; IV. Lo relativo a su sistema de autoridad y funcionamiento, las facultades de sus órganos de dirección, administración y re-presentación, así como la vigencia de sus respectivos cargos; V. Los requisitos que se deben cubrir para ostentar el carácter de ministro de culto y el procedimiento para su designación, y VI. Lo que determinen en cuanto a los derechos y obligaciones de los representantes y de los asociados, en su caso.” Teniendo en cuenta los conceptos expresados renglones arriba, podemos decir que los Estatutos Parroquiales, son un instrumento interno de regulación, donde se establecen, los principios, el que hacer de las Asociaciones Religiosas, la funcionalidad de sus autoridades, así como la temporalidad de sus cargos, su objeto y su finalidad.
Sobre el derecho a la vida desde la concepción en algunas legislaciones locales
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omo mexicanos y como pastores, los obispos de México padecemos y hacemos nuestros los problemas y sufrimientos que agobian a los hombres y mujeres de esta gran nación, particularmente de quienes han sido o son víctimas de cualquier forma de violencia, injusticia, discriminación, corrupción o marginación. Y estamos convencidos que, para superar estas dolorosas situaciones, es preciso llegar a la causa de fondo que las provoca: la reducción del ser humano al rango de objeto. Efectivamente, cuando se ve al otro no como alguien sino como algo, entonces el más fuerte siente que tiene derecho de humillar, golpear y abusar; de discri-minar a quien siente, piensa o actúa de forma distinta; de pasar por encima de la justicia y la ley con tal de sacar ventaja; de explotar o condenar a la miseria; de robar, asaltar, secuestrar, traficar y matar, si esto le reporta algún beneficio. Ante esta triste realidad, que tanto daño está provocando a millones de mexicanos y mexicanas que con una vida recta y un trabajo honesto contribuyen a edificar un México mejor, estamos convencidos que la solución se encuentra en el reconocimiento y defensa jurídica y cultural de los derechos fundamentales de la persona. Con esta misma convicción, desde hace algún tiempo cientos de ciudadanos a través de sus legítimos representantes en diversos congresos locales, en un ejercicio democrático y republicano, llevaron a cabo reformas a sus constituciones estatales por las que se reconoce el derecho fundamental a la vida desde la concepción. No obstante, en fechas recientes tres municipios han acudido a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que analice la constitucionalidad de dichas reformas. La Conferencia del Episcopado Mexicano, solidarizándose con las muchas personas y asociaciones civiles que han expresado su preocupación por este hecho, reitera su convicción que del reconocimiento de los derechos humanos fundamentales, entre los que destaca el más básico de todos, el derecho a la vida, depende el presente y el futuro de nuestra nación. El derecho fundamental a la vida no depende de la calidad moral de quien lo defiende, ni se basa exclusivamente en motivos religiosos, los cuales, en todo caso, también tienen lugar en un auténtico estado laico que no discrimine a ningún ciudadano por sus creencias religiosas. La ciencia, a través de la genética moderna, demuestra que en el momento de la fecundación surge una célula (cigoto) con su propio código genético, que en el caso de la especie humana es específicamente humano. Este código genético contiene toda la información para irse desarrollando a lo largo de una serie sucesiva de etapas. El 29 enero de 2002, al resolver sobre la reforma legislativa al Código Penal y de Procedimientos Penales del Distrito Federal, los 11 ministros de la Suprema Corte reconocieron unánimemente que “la Constitución Federal protege la vida humana y, de igual forma, protege al producto de la concepción, en tanto que éste es una manifestación de la vida humana, independientemente del momento del proceso biológico en que se encuentre” (cfr. Comunicado 497 de la Dirección de Comunicación Social de la SCJ). Si progreso significa avanzar positivamente, los mexicanos y mexicanas debemos seguir adelante en el reconocimiento, promoción y defensa de los derechos de toda persona, conscientes de que sólo una sociedad que respete el derecho fundamental a la vida desde su concepción puede ser democrática, vivir en paz y tener futuro. Por todo esto, la Conferencia del Episcopado Mexicano espera que, por el bien de las y los ciudadanos mexicanos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en congruencia con lo que ha decidido en esta materia, confirme la facultad de los estados a legislar libremente en el ámbito de su soberanía, como corresponde en una República Federal. Los obispos de México.
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Dénles ustedes de comer
ra ya una hora muy avanzada cuando se le acercaron sus discípulos y le dijeron: “El lugar está deshabitado y ya es hora avanzada. Despídelos para que vayan a las aldeas y pueblos del contorno a comprarse de comer”. Él les contestó: “Dénles ustedes de comer”. Ellos le dicen: “¿Vamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?”. Él les dice: “¿Cuántos panes tienen? Vayan a ver”. Después de haberse cerciorado, le dicen: “Cinco, y dos peces”. Entonces les mandó que se acomodaran todos por grupos sobre la verde hierba. Y se acomodaron por grupos de cien y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los fueran sirviendo. También repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron. Y recogieron las sobras, doce canastos llenos y también lo de los peces. Los que comieron los panes fueron 5.000 hombres. Los apóstoles han querido descansar con Jesús, pero la gente no les da oportunidad, los siguen, los encuentran y es imposible tomar un descanso. Así que Jesús continúa anunciando el Evangelio y los apóstoles le acompañan, le escuchan, aprenden de él, le siguen. Ellos aprenden esta actitud de su maestro y seguramente por eso después de la Resurrección se convierten en incansables mensajeros de la paz, del amor de Cristo, testigos del Evangelio, que sin desfallecer dedican el resto de sus vidas a continuar la obra de su maestro, de su Pastor que, a pesar del cansancio, tiene amor y anuncia la buena nueva del Reino de Dios a los pobres hambrientos del pan del cuerpo y del pan de su palabra. Pero esta vez hay cierta gran recompensa. Hay pan para todos los que le siguen; hay pan para cinco mil hombres y para las mujeres y los niños. Pan de sobra. Y algo de descanso, una tregua en el trabajo evangelizador. Releamos la escena. Había cansancio; muchos seguían a Jesús desde otros pueblos de Galilea, quizá algunos llevaban días estando cerca de Jesús, pendientes de sus palabras de vida eterna. Los apóstoles, que estaban agotados por haber regresado recién de la misión a que Jesús los mandó hacía unos días, comprenden también el cansancio y el hambre de los demás. Buen signo por parte de ellos, por lo menos habían aprendido de su maestro a no permanecer indiferentes ante las necesidades de los demás. Entonces proponen a Jesús que envíe a la gente a comprar pan en los pueblos cercanos. Ya había suscitado Jesús en sus discípulos la caridad para con el prójimo, con el que sufre, con los pobres. Sin embargo, los apóstoles seguían teniendo su concepción del mundo y de las cosas anclada en este mundo; comprendían el amor de Dios, pero aun no el inmenso poder que viene junto con el Reino de los Cielos. Para ellos el hambre se arregla con dinero, con comprar, con recursos de este mundo. Es lo normal, en un mundo como el nuestro lleno de egoísmos, el que puede comprar
Ellos, los apóstoles, lograron entender la profundidad del Reino de los Cielos hasta que el maestro subió a los Cielos, entonces pudieron hacer presente ese Reino, confiados en el poder de Jesús.
pan lo hace, el que no puede lo mendiga o lo roba. Hacen falta otros criterios para acabar con el hambre del mundo. Pero los apóstoles pensaron en la solución lógica: dinero. Y lo reiteran, cuando Jesús les da la indicación de que ellos mismos le den de comer a la multitud ellos responden: ni doscientos denarios de pan bastarían para darle de comer a esta gente. Si la solución fuera comprar, el Reino de los Cielos de que hablaba Jesús sería un fracaso. Afortunadamente los apóstoles comprendieron, quizá tarde, pero con toda precisión aquello del Reino de Dios. La solución del hambre en el mundo es el dinero porque así hemos hecho las cosas, así hicimos caminar este mundo, pero el mundo y el Reino de los Cielos no es de ese modo. Los apóstoles ya no recordaban en ese momento las indicaciones que les había hecho Jesús hacía pocos días, cuando los mandó a predicar: “no lleven morral, ni dinero en el cinto”; olvidaron que Dios es providente; no tuvieron en cuenta que si en la misión no les hizo falta dinero, de ninguna manera debía hacerles falta hoy tampoco, pues la misión aún continuaba, y además a cargo del Maestro. Además las cuentas les salieron mal, pues doscientos denarios no representaban el costo de pan para esos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres ni a los niños, ya que un denario representa el salario de un trabajador, por un día, lo suficiente para comprar el pan para la familia por un día, y allí había no doscientas familias, sino cinco mil hombres. ¿Por qué su respuesta fue el dinero? ¿Aun no creían que Jesús era el Hijo de Dios? Quizá no. Debieron aprender nuevas lecciones.
Entonces Jesús les manda a ver con que se cuenta, nótese que él no habla de dinero, para Jesús el dinero es inútil, el dinero no sacia el hambre. El dinero es una de las cosas más opuestas al Reino de los Cielos que se pueda imaginar. Él les manda a averiguar cuántos panes tienen, es decir, cuanto alimento hay en ese lugar; en la mente de Jesús lo que sacia el hambre es el pan, no los bienes materiales; por alguna razón, al enseñarles el padrenuestro a sus apóstoles les aconsejó decir: danos hoy nuestro pan de cada día, y no precisamente danos dinero para que no nos falte pan. Dios creó el trigo, no el dinero. El trigo, los frutos de la tierra tienen su origen en el amor de Dios, el dinero, en cambio, surge de la corrupción del ser humano, surge del egoísmo; y Jesús sabe que la fuerza del amor sobrepasa cualquier pasión humana. Jesús, pues, manda a los suyos a investigar cuántos panes hay, pero también cuántos que llevan pan están dispuestos a aportarlos para que coma la multitud. Y ellos encuentran que solamente hay cinco panes y dos pescados. Los pusieron a disposición de los apóstoles, y estos a su vez los pusieron en las manos de Jesús. Suficiente para alimentar a esos cinco mil y a muchos más. Ahora Jesús les manda organizarse por grupos, a sentarse cómodamente en la hierba verde, a esperar y a saciarse; los apóstoles distribuyen el pan y el pescado a todos y comieron hasta saciarse, y nadie pasó más hambre por ese día. Los apóstoles se convierten en ministros de la caridad, en ministros del pan de cada día que el Padre concedió a Jesús dar a las multitudes. Pienso en esos panes en las manos de Jesús y me pongo a imaginar el momento de la creación, cuando Jesús bendice los panes, viene a mi mente la voz del Padre creador diciendo: produzca la tierra frutos que den al hombre el pan, produzcan las aguas peces de muchas especies; y casi veo cómo se multiplican aquellos panes y peces en sus manos santas. ¡Lo que puede hacer el Señor! ¡Lo que puede hacer el amor! Vaya que es grande lo que nuestro buen Dios puede dar cuando hay solidaridad, cuando hay disposición, cuando ponemos en sus manos lo poco que poseemos para que él lo multiplique; el Señor hace que rindan los bienes cuando hemos renunciado a ellos, cuando dejamos de lado nuestros egoísmos aparecen los milagros. Recuerdo solo por ahora que los creyentes ponían en común sus bienes y lo daban a los apóstoles para que dispusieran de ellos; nada faltaba a esa primera comunidad. Para todos había, nadie pasaba necesidad, todo lo compartían: había milagros ahí todos los días. Y esta comunidad es modelo para todos. Tratemos de imitarlos, de vivir el verdadero amor; el amor que hace milagros.
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Palabra de Dios Me voy, pero volveré a su lado Del santo Evangelio según san Juan 14, 23-24 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a Él y haremos en Él nuestra morada. El que no me ama no cumplirá mis pa-labras. Y la palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el Paráclito, el Espíritu Santo que mi Padre les enviara en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho. La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir: ‘Me voy, pero volveré a su lado’, Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
“Si alguno me ama, guardará mi Palabra” El Señor enseña a sus Apóstoles la noche de la Última Cena: «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él» (Jn 14, 23). Promete el Señor: «haremos morada en Él». Sabe perfectamente el Señor Jesús que en lo profundo del corazón humano existe una necesidad o “hambre” de amor y comunión. Sabe también que esta profunda necesidad no hallará su plena satisfacción sino en la comunión con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Quien ha creado al ser humano para la comunión en el amor, es en sí mismo Comunión de Amor. Sólo Él puede resolver esa profunda necesidad que experimenta su criatura humana. Sólo en la comunión de amor con Dios el ser humano puede alcanzar su completa realización y felicidad. Mas esta comunión a la que está invitada la criatura humana no es una comunión que excluya la comunión con todos aquellos que han sido rescatados por la Sangre del Cordero. La comunión a la que está llamada la criatura humana no es “entre Dios y yo solamente”. ¿Pero cómo llega el ser humano a hacerse merecedor de esta promesa? Amando a Cristo, con un amor que se verifica en la obediencia a sus enseñanzas. En efecto, advierte Él mismo que quien lo ama necesariamente guarda sus palabras. No hay un verdadero amor a Jesús donde no hay un serio y sostenido esfuerzo por co-nocer y seguir sus enseñanzas. Hacer lo que Él dice (ver Jn 2, 5) es la manifestación de un auténtico amor al Señor Jesús. Continúa diciendo el Señor: «Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien les enseñe todo y les recuerde todo lo que les he dicho» (vv. 25-26). El Señor promete a los Apóstoles, a la Iglesia, el don del Espíritu. Su misión será la de enseñar y recordar sus palabras a la comunidad de los discípulos. El Espíritu Santo es quien ayudará a los discípulos a comprender a fondo el Evangelio, a encarnarlo en la propia existencia y a hacerlo vivo y operante a través de su testimonio personal. Dice finalmente el Señor: «Me voy y volveré a ustedes» (Jn 14, 28). Sus palabras encierran, de manera sintética, el acontecimiento pascual: su partida mediante la muerte en Cruz y su vuelta por la Resurrección. Pero también anuncian que cuarenta días después de la Resurrección se separará visiblemente de sus Apóstoles para volver al Padre. Esta partida será al mismo tiempo la condición para una nueva presencia en su Iglesia: por el Espíritu Santo Él permanecerá en y con su Iglesia «todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20).
La Caridad Pastoral y la Caridad en el mundo Víctor Manuel Rangel Martínez, 4° Teología Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino
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ablar de servicio hoy es tan difícil y tan complicado, porque para hacer o realizar algo existe siempre un costo. Las personas en el presente cuando hacen algún servicio o algún favor lo hacen no con el afán de servir, sino, con el afán de recibir algo a cambio, o de cobrárselo cuando lo necesiten. Cabría preguntarse, ¿somos de éste grupo de personas? La Caridad Pastoral, se desprende del amor que Dios tiene a su pueblo escogido. “El amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios” (1 Jn 4,7) por lo tanto si el amor viene del Padre, entonces el amor llegó a la humanidad por su Hijo Jesucristo, y no dudó en sacrificarlo para dar la vida eterna a sus hijos por adopción, Cristo, por amor al Padre, y en su obediencia, viene a salvar y redimir al mismo hombre por el sacrificio cruento en la cruz. En Jesús encontramos el fundamento de todo, porque Cristo primero vive y luego enseña. Él, siendo Dios, se quito la túnica, se ciño la toalla y se puso a lavar los pies a sus apóstoles (Jn 13 2-15). Jesús después de vivirlo hace la invitación a imitarlo, por eso les dice a sus apóstoles: “El que quiera ser el primero que sea el servidor de todos” esta invitación es vigente y directa hoy a todos, sacerdotes, políticos, laicos, padres, hijos, hermanos, etc. ¿Cómo estamos viviendo el servicio que estamos prestando? Creo que la caridad pastoral y en el mundo es el encuentro propicio y fundamental donde se debe vivir el mandamiento del amor en donde nos dice Jesús: “Ámense los unos a los otros como yo los amo”. Esta caridad se debe manifestar entre sa-cerdotes, entre los hermanos, entre los amigos, entre compañeros de trabajo y de estudio, entre los esposos. Definitivamente el amor de Dios es el que le da sentido a todo lo que hacemos hacia los demás. Por eso todo se fundamenta en el amor, porque “aunque tenga el don de profecía, y conozca todos los misterios y toda la ciencia; aunque tenga plenitud de fe como trasladar montañas, sino tengo caridad, nada soy” (1 Co 13, 2) tanto el sacerdote como todos los hombres, pueden realizar cosas extraordinariamente fabulosas, ser una biblioteca andante, saberse la Sagrada Escritura al derecho y al revés, tener licenciaturas, doctorados, ser presidentes, ser líder y mover grandes masas, pero si no se tiene amor, a lo que se hace, si el servicio que se realiza donde tú estás lo haces sin amor, sencillamente no tendrá fruto. Todos seremos juzgados en el amor: Ama y haz lo que quieras.
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MAYO 05 DE 2013
...Lo de Dios a Dios
El beato Juan XXIII
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Por David Grimaldo
ontinuando con lo dicho la semana pasada, la Pacem in terris, como encíclica social que es, el Papa Juan XXIII establece con claridad los cuatro pilares de toda verdadera paz social: “La verdad, la justicia, el amor y la libertad”. Sin embargo, de estos valores la paz será siempre ame-nazada e inestable: “A todos los hombres de buena voluntad –escribe el Papa- corresponde la inmensa tarea de reconstruir las relaciones de la convivencia entre todos los seres humanos en la verdad, la justicia, el amor y la libertad; la verdadera paz en el orden establecido por Dios”. Hay que resaltar, como uno de los grandes logros de esta encíclica, la afirmación de los derechos humanos fundamentales en la “dignidad de la persona humana, a la luz de las verdades reveladas por Dios” (n 10).
Felicidades mamá
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stamos, en estos días, celebrando a madre. ¡Feliz Día de las Madres! El día de la madre no es solamente ofrecer, como muchos hacen, un regalo o un detalle de cariño; sino fundamentalmente reconocer nosotros, como Iglesia, lo importante que es la madre para la sociedad.
Tengamos a María como ejemplo de madre Antiguamente se decía: «madre sólo hay una», y pienso que es verdad. Recordemos a la madre ejemplar de todos nosotros, la Virgen María, quien llevó en su vientre purísimo durante nueve meses al Hijo de Dios. En ese tiempo surge en ella un amor sin límite a ese Niño, Jesús, que será infante, joven, y finalmente Hijo suyo en la cruz. Mamás, ustedes nos han llevado en su vientre durante nueve meses en que su amor ya nos acompañaba. Por todo ese cariño, levanto mi voz haciendo eco a la voz del Papa, y les digo: ¡mamás, cuiden a sus hijos no concebidos todavía, cuiden a esos hijos que acaban de ser fecundados, que están en su vientre, y que hoy lamentablemente se exponen al miedo del aborto! ¡Bendita la madre que te trajo al mundo! El ser madre es de tal categoría, es de tal clase, es de tal maravilla, que es también tan hermoso cuando las mujeres lo asumen con responsabilidad. Por eso Jesús escucha ese piropo que le dicen de María: «bendita la madre que te trajo al mundo». Esos piropos de amor en la época de Jesús son los mismos que hoy también les decimos a nuestras madres, ¡benditas mamás!, que han sabido cumplir el rol a veces difícil, a veces sacrificado, de ser madres, ese rol de educar a sus hijos. Una educación que supone cariño y ternura. El amor de madre ilumina el mundo Qué daría una madre por ver una sonrisa de sus hijos. Cuantas veces las madres mendigan una palabra de cariño, de agradecimiento, de perdón. El encuentro de las madres y sus hijos es algo que ilumina el mundo. Por eso el Papa con
tanta preocupación nos dice al mundo de hoy: la familia, la maternidad, los hijos, son realmente grandes valores. Es el mejor momento para la reconciliación Ustedes, padres, papás, si tienen algún rencor o alguna dificultad – que siempre puede haberlos – éste es el día de decir: esposa, te quiero tanto… Hay tantos modos de ser cariñoso entre el hombre y la mujer en el matrimonio. Busca las palabras y háblale con cariño, dale un abrazo, dale un beso, dile que le pides perdón, que la quieres más que nadie. Pero que no sean sólo palabras. Cuántas veces el marido sin querer hace sufrir a su esposa, cuántas veces los hijos no saben devolverle a su madre con cariño, con obediencia, y con oración, todo su sacrificio. El orgullo de ser mujer es la maternidad Por eso en esta Misión Permanente, que hemos puesto en marcha en la Iglesia Potosina, una cruzada de oración del rosario. Madre mía bendice los hogares, haz de las mujeres como lo han sido siempre, hermosas criaturas que dan cariño, ternura y comprensión. La mujer es más fuerte que el hombre. Tiene los mismos derechos, los mismos deberes, la misma dignidad, pero además tiene un toque especial: la feminidad, la ternura, el cariño, la agudeza, ese ser mujer, que las hace ser diferentes -ni mejores ni peores- algo que las hace que estén orgullosas de ser mujeres, el ser madres. El beato Juan Pablo II, ferviente defensor de la maternidad, del papel de María y del papel de la mujer y de la esposa, dijo: “afirmamos que la mujer es la que recibe amor para amar a su vez. Mamás, Dios las ha hecho para ser amadas, pero no para que se queden con ese amor, sino para dárselo a los demás. Tengan la fortaleza de saber levantar esos hogares, cuando el hogar se tambalee, cuando se encuentra débil, ahí esta la Virgen con ustedes para decirte a ti mujer y madre, ama a tus hijos”. ¡Muchas felicidades!
En la segunda parte de la encíclica se retoma la doctrina magisterial acerca del bien común, cuya búsqueda y promoción sigue siendo obligación de todos los gobernantes. Con esta encíclica el Papa Juan XXIII, en sintonía con el carisma del pontifex, es decir, del hacedor de puentes, establece puentes de diálogo en todos los rincones de la geografía mundial, con todas las religiones sinceras, con el mundo del progreso técnico y con los hombres de otras ideologías, en vista de una pacífica comunidad mundial. A propósito de estas intervenciones de Juan XXIII en los problemas internacionales, no podemos dejar de mencionar su mediación, entre el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy y el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Nikita Kruschev, en vista de solucionar pacíficamente el conflicto de los misiles nucleares en la isla de Cuba. Parece extraño, pero es a la vez muy cierto, que precisamente este Papa, sencillo y anciano, electo como Papa de transición, haya dado a la Iglesia ese impulso extraordinario y necesario para no quedarse retrasada en la historia de la humanidad. Fue el Papa del cambio y de la actualización pastoral de la Iglesia. Con el Concilio, el Papa Roncalli puso termino a la época pos-tridentina de una Iglesia encerrada en sí misma para defenderse de un mundo perdido, y abrió una nueva época, aquella de una Iglesia abierta al mundo e impulsada por el Espíritu Santo hacia un futuro lleno de esperanza y de novedad. El Señor, después de una larga agonía, llamó consigo al “Papa Bueno”; era el 3 de junio de 1963. En su testamento espiritual, consciente de que iba a presentarse pronto ante el juicio de Dios, pedía sinceramente perdón por sus pecados y errores; así mismo, ofrecía a Dios el bien que había hecho y le pedía ser aceptado entre sus amigos. A lo largo de toda su vida había vivido siempre pobremente y pobremente también quiso morir, cierto de heredar el Reino de los Cielos. Con su vida hizo suyas las palabras “dichosos los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mt 5,3). El Beato Juan Pablo II, lo beatificó el 3 se septiembre del 2000. Con motivo de su beatificación fue exhumado, la sorpresa es que su cuerpo se encontraba incorrupto. Estimados lectores, para una profundización más sobre los documentos papales de León XIII a Juan XXIII, léase: MARSICH Umberto Mauro, Magisterio social de León XIII a Juan XXIII, IMDOSOC, México 2007. En este libro me basé para los artículos anteriores. Desde aquí saludamos y bendecimos a todos los niños y niñas por ser lo que son: ¡el modelo del Reino de Dios! ¡Que grande, sencillo y humilde espejo!
MAYO 05 DE 2013
Espíritu Santo fuente de luz, ilumíname...
...Y aquí van las partes de la Misa.... (primera parte)
CÁLIZ COPONES CUSTODIAS CANDELEROS FLOREROS IMÁGENES EN BULTO RELICARIOS CRISMERAS LAVABOS SAGRARIOS VINAJERAS RECLINATORIOS INCIENSARIOS ALCANCÍAS MANTELES ORNAMENTOS
Salvador González Guzmán
Francisco Villa No. 221 Col. 21 de Marzo C.P. 78437 San Luis Potosí, S.L.P.
Tel. (444) 822 41 17 (444) 822 66 71 Cel. (48) 29 34 82
Pastoral Vocacional del Seminario Si estas por terminar 3ro. de sec. o finalizar tu preparatoria y tienes la inquietud de ingresar al Seminario no dejes pasar estas fechas de retiros finales previos al ingreso, es importante que te pongas en contacto con tu párroco. Para quien termina secundaria:
Tiene el honor de invitar a usted a la presentación del libro del Padre Kino
Mayo 11 de mayo inicia a las 12:00 p.m. para terminar el día 12 de mayo a las 12:00 p.m. para este retiro participaran los padres de familia de 10:00 a 12:00 p.m. el día 12 de mayo en el Seminario Menor. Junio 01 de junio inicia a las 10:00 a.m. para terminar el día 02 a las 12:00 p.m. en el Seminario Menor. Julio Pre-seminario Del lunes 8 al sabado 13, llegada a las 10:30 a.m. y salida a las 11:00 a.m., lugar en el Seminario Menor, cooperación de $300.00 (si no es posible la cooperacion, pedir apoyo en su parroquia).
El jueves 9 de mayo, en punto de las 19:00 hrs., en el auditorio Montes de Oca, Casa de la Acción Católica, Madero 405
Habrá una pequeña recepción después de la presentación.
Para quien termina bachillerato, carrera técnica o profesional
Mayo 18 de mayo, este retiro sera en el curso introductorio, San José del Terremoto punto de llegada en el Seminario Mayor a las 10:00 a.m. de ahí partiremos al Terremoto y comenzaremos a las 12:00 p.m. y terminara el 19 de mayo a las 12:00 p.m., participaran los padres de familia de 12:00 a 14:00 hrs. El día 19 de mayo en el Seminario Mayor , (los de la Zona Media llegar directo al Terremoto). Junio 15 de junio comienza a las 12:00 p.m. para terminar el día 16 de junio a las 12:00 p.m., este retiro sera en San José de Terremoto, el camión saldrá del Seminario Mayor a las 9:00 a.m. (los de la Zona edia llegar directo al Terremoto). Pre-seminario Del lunes 15 al domingo 21, llegada a las 10:30 a.m. y salida a las 11:00 a.m., lugar en el Seminario Menor, cooperación de $300.00 (si no es posible la cooperacion, pedir apoyo en su parroquia).
Más informes en la oficina de Pastoral Vocacional al tel. (01-444) 811-86-85 o por facebook en Vocacional Seminario de San Luis Potosí
Av. Constituyentes Poniente # 49 local 3 Col. El Pocito, Querétaro, Qro. (Paseo Constituyentes, carretera libre a Celaya) Tel. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94
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