Año 5
No. 236
Semana del 25 al 31 de agosto de 2013
G.K. Chesterton: hacia su canonización
La noticia que un obispo católico en Inglaterra intenta abrir la causa de beatificación y canonización del escritor y apologeta católico inglés, Gilbert Keith Chesterton (1874-1936), ha generado gran alegría entre muchos fieles alrededor del mundo, según informó el presidente de la Sociedad Americana de Chesterton, Dale Ahlquist. El anuncio causó gran emoción, “las personas se pusieron de pie, comenzaron a aplaudir. La gente lloraba. Fue un gran momento” ya que “mucha gente ha estado esperando esto durante mucho tiempo”, dijo Ahlquist. Chesterton, quien bajo la influencia de su esposa fue anglicano y posteriormente en 1922 se convirtió al catolicismo, era conocido por su ingeniosa escritura y amor a la búsqueda de la verdad. Sus escritos influyeron en el pensamiento de muchos conversos y escritores, entre ellos el irlandés Clive Staples Lewis. “Tenía una bondad que sólo emanaba de él. Los relatos biográficos siempre lo presentan muy alegre, caritativo, humilde y bueno, por lo que atraía la atención de todo el mundo incluyendo a sus enemigos intelectuales y filosóficos”. El autor de numerosos ensayos literarios, novelas, poesía, obras de teatro, obras filosóficas y apologética cristiana, era “un defensor elocuente de la fe católica” y “muy profético”. Ahlquist resaltó que “definitivamente él (Chesterton) vio lo que está pasando en nuestra cultura, los atentados contra la vida, contra el matrimonio, las enormes diferencias económicas que existen. Parece que acertó en todas esas cosas. Pero lo hacía con alegría, con caridad y bondad, sin golpear la mesa de la condenación”. Se piensa que la causa de canonización de quien vaciaba sus bolsillos para los pobres y mostraba su gran amor y aprecio por los niños, se ha visto aún más motivada tras la elección del entonces Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, como el Papa Francisco el 13 de marzo pasado. En una carta con fecha 10 de marzo de Martin Thompson, Presidente del grupo en Inglaterra, al Embajador Argentino, Miguel Ángel Espeche Gil, miembro del grupo en Argentina, escribió que el cardenal Bergoglio “nos alienta en nuestra aspiración de ver el inicio de la causa de Chesterton a los altares”. El Pontífice fue miembro de un comité de honor de la conferencia de la Sociedad de Chesterton argentino, celebró una misa para la conferencia y también posee varios libros del escritor inglés.
“No es posible que ningún hombre haya llevado más lejos la virtud” (Voltaire)
AGOSTO 25 DE 2013
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La santidad: tarea de todo creyente
Por Pacco Magaña
l pueblo de San Luis Potosí se alegra con su santo protector. Hoy recordamos a aquel buen gobernante y padre de familia que tuvo clara y presente la noción de justicia, que supo siempre que todo poder viene de Dios, que no se dejó seducir por la frivolidad aun en medio de la riqueza, el lujo, el poder, la nobleza; san Luis Rey de Francia es sin duda ejemplo evidente de que una vocación a la santidad puede ser recibida en cualquier estado de vida y en cualquier condición social. En efecto, la santidad es la tarea de todos los creyentes en Jesucristo. Es una vocación universal abierta para todos los que aceptamos esta fe en el Señor resucitado. Así lo enseña la Iglesia, así lo exige Jesucristo. En este hermoso mes de agosto recordamos a varias figuras ejemplares de la santidad: san Alfonso María de Ligorio, gran maestro de la Moral Cristiana, a san Juan María VIanney, el famoso Cura de Ars, modelo e inspiración de muchos sacerdotes; al Papa san Sixto I, a Santo Domingo de Guzmán, que nos dejó como legado el rezo del santo rosario, a san Lorenzo Mártir, a santa Clara de Asís, a san Hipólito, a Maximiliano Kolbe, patrono de periodistas y encarcelados, a san Tarsicio, protector de monaguillos y asociaciones eucarísticas; a otro famoso rey, san Esteben de Hungría, san Bernardo de Claraval, ilustre monje y amoroso devoto de la virgen María. Cada uno de los santos, como podemos ver al leer sus biografías o vidas, encontraron a Cristo en circunstancias particulares y cotidianas de su vida. Unos optaron por la vida religiosa, otros por la sacerdotal, otros por la ascética; otros fueron escogidos para la vida monacal, algunos fueron consagrados en el orden sacerdotal; pero hay quienes fueron elegidos por el mismo Cristo en el martirio, y otros en la pobreza, otros en la abundancia. Lo cierto es que cada uno de los santos responde al personal encuentro con Cristo según sus posibilidades y sus circunstancias particulares. No importa lo que seamos de hecho; lo que importa es qué es lo que hacemos con lo que somos. En primer lugar somos hombres, somos bautizados, somos obreros, zapateros, herreros, comerciantes, médicos, políticos o consagrados; pero la tarea es alcanzar la corona de la santidad. Es verdad; el ser un noble heredero y poseedor de la corona francesa no impidió a san Luis Rey, al mismo tempo, ejercer la voluntad de Dios en las cosas pasajeras; el ser un hombre de gobierno no impidió a san Luis vivir en santidad. Estamos llamados a vivir íntima y profundamente el amor de Dios en el corazón y a expresar este mismo amor en las cosas cotidianas. Cada uno de los santos fueron seres como nosotros, que encontraron a Cristo a tiempo, unos temprano y otros tarde, pero que ya no lo soltaron, lo hicieron parte de su vida, se jugaron la vida por Él. Unos llegaron a la santidad por el martirio, otros por el ejercicio de las virtudes, otros por la vida ejemplar, otros dedicados a la contemplación y alabanza. Cada uno supo responder a su manera y con sus medios a la vocación universal de la santidad. Que nada nos impida alcanzar la corona de la gloria; que cada uno sepa dar respuesta favorable a la llamada de Dios que no deja de recordarnos para qué fuimos hechos. Que San Luis, nuestro santo patrono sea un claro ejemplo de santidad, de justicia, de caridad y de virtudes. Dejémonos impresionar por tan noble figura, por tan alta talla de hombre de Dios. Y que cualquiera que sea nuestra condición, recordemos frecuentemente que estamos llamados al encuentro cotidiano con Jesús. Celebremos a Jesucristo, que brilla en cada uno de los santos; que resplandece en cualquiera que desee seguirlo, servirlo e imitarlo. Y estemos dispuestos a dar razón de nuestra fe con toda clase de obras.
Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes
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La Iglesia, comunidad del sí Queridos hermanos y hermanas:
la Iglesia “es una comunidad del ‘sí’ y de varios ‘no’ que son consecuencia de este ‘sí’. Pidamos al Señor que el Espíritu Santo nos asista siempre para ser comunidad de amor, de amor a Jesús que nos ha amado tanto. Comunidad del ‘sí’ que nos hace cumplir los mandamientos. Comunidad de puertas abiertas”. Que el Espíritu Santo “nos defienda de la tentación de convertirnos en puritanos, en el sentido etimológico de la palabra, de buscar una pureza para-evangélica, una comunidad del ‘no’. Porque Jesús nos pide antes que nada el amor, el amor por Él, permanecer siempre en su amor”. Los primeros cristianos no se ponían de acuerdo en cuanto a la acogida de los paganos en la Iglesia. “Era una Iglesia del ‘no: no se puede, no, no; no se debe’ y una Iglesia del ‘sí, pero…’. Si pensamos en algo positivo, abrámonos, es el Espíritu quien nos abre la puerta”. Es el mismo Espíritu Santo quien “hace siempre ese bello trabajo en la historia. Y cuando no lo dejamos trabajar, comienzan las divisiones en la Iglesia, las sectas, todas estas cosas; porque nos hemos cerrado a la verdad del Espíritu”. “Cuando el servicio del Señor se convierte en un yugo muy pesado, las puertas de las comunidades cristianas se cierran: ninguno quiere venir al Señor. Nosotros en vez de eso creemos que por la gracia del Señor Jesús somos salvados. Primero está la alegría del carisma de anunciar la gracia, luego ya vemos qué cosa hacemos”. La Iglesia es “la comunidad cristianos del ‘sí’ que permanece en el amor de Cristo y dice varios ‘no’ porque existe aquel sí. Y este amor nos lleva a la fidelidad al Señor: ‘porque yo amo al Señor no hago esto’”. “Cuando una comunidad cristiana vive en el amor, entonces confiesa sus pecados, adora al Señor y perdona las ofensas”; y así tiene “caridad con los otros” y expresa “manifestaciones del amor” y experimenta la obligación de “la fidelidad al Señor de proceder como se dice en los mandamientos”.
AGOSTO 25 DE 2013
¡No tengan miedo!
Concilio Vaticano II
Diversos campos para ser apóstoles
Educar con la presencia y el testimonio
Por P. Juan José Torres Galván
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l laico desenvuelve su acción apostólica tanto en la iglesia como en el mundo. Hay diversos campos de acción apostólica para los laicos:
1) LAS COMUNIDADES ECLESIALES En las comunidades de la Iglesia el apostolado laical es indispensable para que el apostolado de los pastores consiga su efecto. Los laicos llaman y acercan a los que se han alejado de la vida de la Iglesia, cooperan en la predicación de la Palabra de Dios, especialmente en la catequesis. Con su competencia profesional ayudan al cuidado pastoral de los fieles y a la administración de los bienes eclesiásticos. El marco más ordinario para el apostolado comunita-rio es la parroquia. Los laicos presentan a la Iglesia los problemas del mundo para examinarlos y solucionarlos conjuntamente. Es conveniente que los laicos extiendan su cooperación apostólica más allá de los límites de su parroquia, participando en instancias interparroquiales, diocesanas, nacionales e internacionales, preocupados por las necesidades de todo el Pueblo de Dios, consi-deren como propias las obras misionales. 2) LA FAMILIA Dios estableció la familia como origen y fundamento de la sociedad humana. Ella es la célula primera y vital de la sociedad. Los esposos tienen la misión de ser testigos de la fe y cooperadores de la gracia en el seno de su familia. Son los primeros predicadores de la fe ante sus hijos. Están llamados a demostrar con su testimonio de vida la santidad e indisolubilidad del vínculo matrimonial, a educar cristianamente a sus hijos y a defender la dignidad y legítima autonomía de la familia. Han de cooperar para que se conserven y defiendan los derechos de la familia en la legislación civil y se satisfagan sus necesidades básicas, tales como: vivienda, educación, trabajo, seguridad social y convivencia familiar. En el campo de la familia hay diversos apostolados: adoptar a niños huérfanos, acoger al forastero, participar en las sociedades de padres de familia en la escuela, ayudar a los jóvenes, colaborar en la catequesis prematrimonial y ayudar a familias necesitadas. 3) LOS JÓVENES Los jóvenes tienen una fuerza extraordinaria en la sociedad. Están llamados a ser apóstoles de otros jóvenes. Los niños tienen también su propia actividad apostólica, siendo testigos de Cristo entre sus compañeros. 4) EL ÁMBITO SOCIAL El laico vive inmerso en su medio social: trabajo, profesión, estudio, descanso y convivencia. Ahí tiene el deber de impregnar del espíritu cristiano el pensamiento, las costumbres, las leyes y las estructuras. El apostolado “uno a uno” es muy efectivo, pues complementa el testimonio de vida con la predicación de la Palabra de Dios. Cumplen esta misión por su coherencia entre fe y vida, la honradez en todos sus negocios y la caridad fraterna. Han de vivir con plena conciencia de su papel en la edificación de la sociedad. 5) ORDEN NACIONAL E INTERNACIONAL Es deber de los laicos cooperar con todos los hombres de buena voluntad en la promoción del bien común y la justicia social. Estén dispuestos a ejercer cargos políticos. Referencia de lectura: Apostolicam Actuositatem 9-15
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emos iniciado el ciclo escolar en el que las nuevas generaciones: niños, jóvenes así como los docentes han retomado sus actividades en el aprendizaje. Tanto autoridades educativas como gubernamentales han dado el “banderazo” para que los alumnos ingresen a las aulas y nuevamente se abran los libros y libretas que ayudarán a que cada uno de ellos incrementen su saber y puedan de ésta manera alcanzar sus objetivos.
Aunque el tiempo que un padre o una madre tienen para dedicar a su hijo sea poco a causa del trabajo, ese mínimo de valores y conducta que transmiten tiene una “fuerza” mucho mayor que aquella que el catequista o el profesor pueda decirle al niño acerca del valor de la vida, de la fe y de la religión. Son momentos preciosos para enraizar en el niño la certeza de un relacionamiento con Dios, con Jesús, lo que es decisivo para la vida y que no depende del estado de ánimo.
Nos hemos preocupado muchos por éste perfil de la ecuación y que bien que cada uno de los responsables de ello, asuma este compromiso para que no quede ningún niño, ninguna niña, ningún joven sin su formación académica. En éste sentido, no hemos de olvidar que, todo proceso de relacionamiento humano es portador de un gran bien encontrado y compartido, es decir, antes que nada son los padres de familia, los mismos docentes y todos quienes tenemos una responsabilidad de que el primer elemento de la formación es la pre-sencia y nuestro testimonio: nada se iguala al bien transmitido a través del testimonio. En especial el de los padres comunicados a los hijos, debido a la espontaneidad, gratuidad, reciprocidad, de la relación marido y esposa, del trabajo en favor del bien de la familia, de la práctica de la fe, etc.
Cuando el adulto, sea el padre de familia, sea el maestro y no tiene, o aún no comunica una percepción positiva de la vida, fundada sobre la experiencia que tiene con su familia, deja sus hijos o a los jóvenes en un pantano o en las arenas movedizas de esta cultura relativista y fragmentada, y omite indicar donde están las piedras sobre las cuales deben poner los pies en el camino que conduce fuera del pantano.
Los padres debido a su presencia cuando comunican la propia experiencia a los hijos les incentivan en la propia libertad, motivándolos para que también ellos busquen y encuentren el bien mayor de la vida, aquello que da razón de ser a todos los sacrificios y a todas las esperanzas. Así, los hijos y las hijas pueden verificar la verdad de cuanto los padres proponen. La presencia de fe de los padres en la vida cotidiana de los hijos es el mayor don, la mayor herencia, la contribución más eficaz y eficiente que un padre o madre pueda ofrecerles. Más que dar o proporcionar cosas, los hijos desean la presencia de los padres en todo lo que les sucede. La presencia de los padres es un elemento decisivo y condicionante para la felicidad y realización de los hijos, que se infunde en el corazón de ellos y que nada podrá borrar. El niño es como una “esponja” que, casi sin darse cuenta, absorbe modos de ser y de pensar, de relacionarse con todo a partir del ambiente en el cual está insertado, especialmente en los primeros años de vida, que son los más decisivos.
Puede suceder que muchos padres y maestros encuentren dificultades para crecer y educar a los jóvenes, argumentando que ellos son frutos de una generación que vivió experiencias frágiles e inciertas y que no tienen nada que comunicar. En la confusión propia de nuestro tiempo, es importante recordar la sabiduría con la cual el propio Creador dotó a todo el género humano para explicar el significado de la vida y de la muerte, del bien y del mal, de la alegría y del dolor, del trabajo y de la amistad, del sacrificio y de la esperanza. Existe una presencia que les confiere una gracia de estado que los acompaña en los diversos desafíos que la vida les impone. Que en éste regreso a clases, no dejemos queridos papás, queridos profesores de asumir éste compromiso: el fortalecer el perfil que ayuda a crecer a las nuevas generaciones en el saber pero sobre todo en ése acompañamiento y testimonio que ayuda a alcanzar una mejor apreciación de la fe y de la vida. Que Dios nos dé la Gracia para que nos acompañe y nos ayude a superar esos desafíos que en éstos tiempo la vida nos impone Les abrazo y les bendigo en el Señor. +Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
Segunda cruzada (1147-1149) Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortíz
No somos el centro del universo, solo una parte del cosmos
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Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
l engaño del hombre es creerse el centro del universo; y que su palabra es la primera y la última. Por una actitud como tal, los hombres perdemos muchas cosas. Cuando la vida es fincada sobre una mentira, tarde o temprano acaba por derrumbarse. Ya decía algún filosofo que “el hombre es un animal hipócrita”, eso quiere, decir que la humanidad le miente a los demás y se miente a si misma. El hombre piensa que al engañarse a si mismo se ayuda a vivir; negar lo que es real y evidente es como barrer la sala y esconder la basura debajo del tapete, de cualquier forma la estancia permanece sin asearse. De igual manera sucede con la vida del hombre, aunque niegue la verdad, ésta permanece oculta en el fondo de él mismo. Es cierto que el hombre no es un animal común, aquel es una persona, y por tanto una realidad única, irrepetible. Es muy cierto que cada persona es única, y que no hay otra igual. Pero no hay que negar, que al ser únicos integramos una sociedad donde hay muchos otros que también son únicos, y no están orientados hacia nosotros; como animales, integramos un universo que en sus sanas relaciones se encuentra en equilibrio y armonía. Al olvidar que formamos parte de un universo, llegamos a creer que somos el centro, y en todo lo que hacemos y decimos tomamos como punto de partida y termino de llegada a nuestro propio “yo”. En nuestras conversaciones llegamos hasta ponernos como ejemplo, y decimos: “yo por ejemplo, hago esto o aquello”.
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ue la segunda gran campaña militar de las campañas denominadas en su conjunto como Las Cruzadas y que, durante los siglos XII y XIII, partieron desde Europa occidental (principalmente Francia) hacia Oriente Medio, con el fin de recuperar Tierra Santa y en particular la ciudad de Jerusalén, que se encontraban en manos musulmanas desde el siglo VII. La Segunda Cruzada fue convocada en 1145 en respuesta a la caída del condado de Edesa un año antes. Edesa fue el primero de los estados cruzados fundados durante la Primera Cruzada (1096–1099), pero fue también el primero en caer. La Segunda Cruzada, convocada por el Papa Eugenio III, contó con el liderazgo de varios reyes europeos por primera vez, entre los que destacaron Luis VII de Francia y el emperador Conrado III, y con la ayuda de numerosos nobles. En un comienzo, apenas hubo entusiasmo popular por la cruzada, como sí que había ocurrido en 1095 y 1096. Sin embargo, el Papa encargó a san Bernardo de Claraval, uno de los hombres más famosos y respetados de la Cristiandad, que predicase la cruzada, y le garantizó las mismas indulgencias que Urbano II había concedido durante la Primera Cruzada. San Bernardo decidió hacer hincapié sobre el hecho de que tomar la cruz era un medio para lograr la absolución de los pecados y alcanzar la gracia. El 31 de marzo, en presencia del rey Luis, predicó ante una gran multitud en el campo junto a Vézelay. San Bernardo, ejerció el poder de su oratoria y sus oyentes se alzaron al grito de “¡cruces, dadnos cruces!”. Los ejércitos de ambos reyes marcharon por separado a través de Europa y en cierto modo fueron retardados por el emperador bizantino Manuel I Comneno. Después de cruzar el territorio bizantino, ya en Anatolia, ambos ejércitos fueron derrotados, por separado, por los turcos selyúcidas. Luis, Conrado y los restos de sus ejércitos llegaron a Jerusalén y en 1148 participaron en un desacertado ataque sobre Da-masco. La cruzada en oriente fue un fracaso para los cruzados y una gran victoria para los musulmanes. En último término, dicho fracaso conduciría al sitio y caída de Jerusalén en 1187 y a la convocatoria de la Tercera Cruzada a finales del siglo XII. El único éxito se produjo fuera del Mediterráneo en la península Ibérica, en dónde los cruzados ingleses, escoceses, flamencos, frisones, normandos y algunos alemanes, en su ruta marítima hacia Tierra Santa, se detuvieron en las costas portuguesas y ayudaron a la toma de Lisboa, Almería y Tarragona en 1147. Mientras tanto, en Europa oriental, se inició la primera de las cruzadas del norte para convertir al cristianismo a las tribus paganas del Báltico, en un proceso que duraría varios siglos.
Es inútil avanzar en nuestra vida, sino empezamos por dejar de colocarnos en el centro del universo. Cuando hablamos del cosmos nos referimos al orden; y si nos ponemos constantemente en el centro, entonces estamos fuera de orden, es decir fuera del lugar que nos corresponde. Si queremos vivir un mundo armonioso, hay que reconocer a los demás, y dar su lugar a todas las criaturas. Éstas junto con nosotros también forman parte de la totalidad del cosmos. No perdamos el don de la ubicación, por eso es recomendable considerar otros criterios, ya que nuestros puntos de vista están limitados, no son absolutos, son el resultado de nuestra personal experiencia de vida; así como el cuerpo que es limitado por el tiempo y el espacio en donde se encuentra ubicado. Por causa de nuestras limitaciones es bueno considerar los otros pen-samientos, para que ayudados por diferentes puntos de vista, podamos ver la vida de mejor manera. Valorando y reconociendo los demás criterios se crea armonía, y se construye un mundo más humano.
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¿Quieres que tu hijo sea un triunfador?
Caminito de la escuela
Por Pbro. Lic. Héctor Colunga colunga46561@hotmail.com
De regreso a clases Por P. Kino
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apá: “Si cuando tú eras joven no había tanta tecnología como computadoras e internet, ¿Qué utilizaban? - La cabeza hijo, éramos más inteligentes.
Con mucha alegría los papás una vez más mandan a sus hijos a la Escuela. Con mucha incertidumbre los alumnos retornan a sus centros de estudio, y con mucho temblor, los maestros recibirán a sus pupilos. Tres sentimientos distintos ante una misma realidad. ¿Qué será del nuevo año escolar? ¿Los maestros serán marchones? (pues en algunos lugares hacen marchas de protesta dejando a niños sin clase), los padres de familia ¿delegarán la educación de sus hijos a los maestros? (no debería de ser, los maestros no tendrían que suplir la irresponsabilidad de los padres). La mejor herencia que los padres dejan a sus hijos es el estudio, (¿y la Cheyenne? La comprarán cuando trabajen). Gran parte de los ingresos de la familia se invierten en el estudio de los hijos, así que queridos jóvenes y niños, ánimo, estudien mucho y que este año escolar sea mejor que el anterior. La Iglesia de San Luis Potosí también abre sus escuelas a los laicos y religiosas que desean conocer y profundizar un poco más de la vida de la Iglesia.
Muy estimados lectores: Espero que estas líneas les sirvan para que sus hijos sean unos triunfadores. O si no los tienen, estos consejos pueden ser para ustedes. Nos quejamos de muchas cosas, del crimen, la violencia, el fraude, la contaminación, la pobreza, el hambre, etc. En lo que he enunciado, todo depende de la humanidad. Si pretendemos cambiar al mundo, tenemos que empezar a cambiar nosotros mismos. El primer paso que tenemos y debemos hacer es preguntarnos si en verdad nos conocemos, es decir, si somos y estamos conscientes de lo bueno y lo malo que nos caracteriza, para ir poco a poco quitando aquello que no está bien y conservar lo bueno que tenemos; además si nos aceptamos como somos, o sea, si eres alto, chaparro, narizón, frentudo, orejón, etc. No te metas en conflictos, todo depende de los genes y de la naturaleza; simplemente sé feliz. Hubo hombres y mujeres horribles en el mundo, y fueron unos triunfadores, porque lo que cuenta es la inteligencia y las ganas de sobresalir. Si en la escuela a tu hijo le dijeran algo por su físico y se burlan de él, que no les haga caso, porque son personas que viven de sus propios complejos. El segundo paso, es que tengamos en nuestra vida valores, principios morales, y lo que es más importante tener a Dios en nuestro corazón y proyectarlo con nuestra vida. Por desgracia vivimos en un mundo materializado, donde sólo nos preocupa nuestro bienestar; somos indiferentes al dolor humano y a su tragedia. Desde chico, enséñale a tu niño a llevar una despensa a un pobre, a compartir su juguete. A ser servicial y atento, trabajador y responsable. Para lograrlo, da el ejemplo. No se nos olvide que el hijo es el espejo de sus padres, es una proyección. Tercer paso, vive feliz, sé alegre. Busquemos siempre estar contentos y a gusto con lo que hacemos y donde estemos. Lo que hagas tienes que hacerlo con alegría y amor. Para lograrlo está bien fácil, simplemente no tengamos pensamientos negativos, ni nos dejemos llevar por alguien que piense de esa manera, al contrario, seamos positivos y optimistas. Agradezcámosle a Dios todo lo que nos dé. No seamos como aquellos que de todo se molestan, porque hace frío o porque hace calor; porque hace aire o porque llovió. Si aceptas las cosas como son, no te amargarás la vida ni la amargarás a los demás. Cuando te sientas solo o triste, no busques malas compañías que te lleven a las falsas soluciones a los problemas, porque serás más infeliz; busca gente de tu confianza para platicar con ellos; hagan que sus hijos los tengan como amigos y que su compañía lo haga sentir bien. Si logramos que los tres pasos se den en nuestra vida, vamos a triunfar y hacer muchas cosas buenas y positivas, y lo que es más importante, vamos a lograr que los hijos también lo sean; nos vamos a dar cuenta de que hemos cambiado, y poco a poco vamos a cambiar a los demás. Hasta la próxima
El poder que tiene el pecado de destrtuir el plan salvífico de Dios
El santo de hoy
San Luis Rey de Francia
Por Pbro. José Antonio Martínez Ortiz
(Tercera parte) n acto pecaminoso al comienzo determina de algún modo la suerte sucesiva de los hombres; hay una especie de encadenamiento de pecados y de consecuencias del pecado (Cfr. Gn 4,8.23-24), que nos muestra que el mal no viene de Dios, sino del hombre. Y se nos explica en qué consiste el pecado del hombre: en el querer ser como Dios.
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Según los evangelios, el mundo está bajo el dominio del diablo (Cfr. Jn 12,31), a quien Cristo tiene que vencer (Cfr. Lc 11,20). Cristo se entrega a sí mismo para llevar a cabo este nuevo nacimiento de la muerte del pecado (Cfr. Mt 26,28). La salvación que Jesús trae a la humanidad, aunque pueda decirse que tiene lugar hoy, en el momento de la conversión (Lc 19,9), sin embargo se actuará totalmente en el porvenir escatológico, y equivale a la entrada en el Reino de los Cielos (Mc 16,16). Las afirmaciones sobre la universalidad del pecado son en Pablo especialmente claras (Cfr. Rm 3,23). Otro elemento fundamental en la enseñanza paulina es el paralelismo entre Adán y Cristo (Rm 5,12-21): Adán y Cristo son dos comienzos de la humanidad, aunque de signo diverso, Adán para la muerte y Cristo para la resurrección. La muerte de todos tiene en Adán su origen, como en Cristo lo tiene la resurrección de los muertos. La redención de Cristo es la respuesta amorosa de Dios a una humanidad pecadora. El Vaticano II, también nos habló de esta situación pecadora del hombre: “el hombre, persuadido por el maligno, abuso de su libertad, desde el comienzo de la historia, levantándose contra Dios e intentando alcanzar su propio fin al margen de Dios” (GS 13). Por el pecado primero entra en el mundo la fuerza del pecado que arrastra a todos los hombres, que pecan a su vez personalmente. Esta fuerza del mal hace que cada uno ratifique la opción de Adán. Pero Cristo y la gracia prevalecen sobre el pecado, porque, “donde abundó el pecado la gracia sobreabundó” (Rm 5,20). Esta fuerza de pecado que viene de Adán, está en todos, es algo previo a nuestras opciones personales. La experiencia del amor incondicional de Dios por cada uno de nosotros, debe fortalecernos y movernos, como a san Pablo, con seguridad y confianza, para enfrentar los retos de esta época: “Una vez rota la unidad de género humano por el pecado, Dios decide desde el comienzo salvar a la humanidad, a través de una serie de etapas. La alianza con Noé después del diluvio expresa el principio de la Economía Divina con las naciones, es decir, con los hombres agrupados “según sus países, cada uno según su lengua, y según sus clanes” (CEC 56). Debemos dejar nuestras propias seguridades, lanzar las redes y navegar mar adentro, para ir al encuentro y al rescate de los hermanos que viven dominados por el pecado (Cfr. Lc 5,4). Otro pasaje declara que “Dios no nos ha destinado al castigo, sino a la adquisición de la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros para que, vivos o muertos, vivamos siempre con Él” (1Ts 5,9-19). Este designio salvífico eterno se menciona frecuen-temente en las cartas de Pablo. Los grandes textos de Rm 5,8-11; 8,28-30 y Ef 1,3-14 demuestran que todo procede del amor de Dios, el cual, mientras todavía éramos enemigos y pecadores, “nos amó ya en Cristo” (Rm 8,38), “en su Hijo querido” (Ef 1,6).
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an Luis IX, rey de Francia, que, tanto en tiempo de paz como durante la guerra para defensa de los cristianos, se distinguió por su fe activa, su justicia en el gobierno, el amor a los pobres y la paciencia en las situaciones adversas. Tuvo once hijos en su matrimonio, a los que educó de una manera inmejorable y piadosa, y gastó sus bienes, fuerzas y su misma vida en la adoración de la Cruz, la Corona y el sepulcro del Señor, hasta que, contagiado de peste, murió en el campamento de Túnez, en la costa de África del Norte. Nombre: Luis (Masculino) Celebran: Ludovica , Ludovico , Luifer , Luis , Luisa , Luisana , Luisi y Luisina Nació: 25 de abril de 1214 en Poissy, en el actual Francia Falleció: 25 de agosto de 1270 en el actual Túnez Proceso: Canonizado el 1297 por Bonifacio VIII Celebración: 25 de agosto Vida de San Luis IX de Francia Luis nace el 25 de Abril de 1214, en Poissy, cerca de Paris. Era el culmen de la época medieval. Entre sus contemporáneos están Santo Tomás y San Buenaventura. Sus padres son el rey Luis VIII y Blanca de Castilla. El pequeño Luis, con solo 12 años, fue proclamado como Luis IX en 1227 al morir su padre. En 1235 se casó Margarita de Provenza y con ella tuvo 11 hijos. Fue un esposo y padre ejemplar. San Luis se distinguió por espíritu de penitencia y oración. No se dejó engreír por su poder. Se preocupó por la paz entre las naciones, fue un rey energético que supo defender a la Iglesia y buscar la justicia. Era considerado, especialmente con los pobres. Perteneció a la Orden Tercera Franciscana. Fundó muchos monasterios y construyó la famosa Saint-Chapelle en Paris, cerca de la catedral, para albergar una gran colección de reliquias. Supo guiar a sus ejércitos para defender a Francia. Venció al Rey Enrique III de Inglaterra en Tailebourg en 1242. Dirigió dos cruzadas con el propósito de arrestar la invasión de los musulmanes y liberar el sepulcro de Cristo. En la primera cayó prisionero en Egipto y durante la segunda murió de disentería cerca de Cartagena (norte de Africa) en 1270. Tenía 55 años, de estos reinó por 44.
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Por: Luis Marino Moreno Flores
Vocación y responsabilidad del filósofo Gianni Vattimo Herder 2012, 144 páginas.
La presente obra de Gianni Vattimo, padre del pensamiento débil y una de las figuras claves de la postmodernidad, se divide en tres partes. En la primera, el autor expone los motivos por los que su versión de la práctica filosófica, aunque se aleje de la ciencia, no persigue en absoluto parecerse a la literatura, a la sociología, a la ciencia de la cultura ni a cualquier otra forma de expresión con pretensiones artísticoliterarias; la filosofía es “distinta” de las ciencias (exactas o de la naturaleza) y de las humanidades o del arte precisamente por estar profundamente comprometida e implicada en las problemáticas de fondo implícitas en cada una de estas ciencias. En segundo lugar, el autor especifica su interpretación del concepto de verdad, pero más que una verdad como adecuación (habla de “fidelidad”, a un ser que es ante todo evento y a un sujeto que es ante todo diálogo (participación). Finalmente, la última sección del texto, sobre responsabilidad, vocación y destino de la filosofía, nos suministra una clave para entender las tensiones de la práctica filosófica contemporánea entre históricos y teóricos, entre filósofos-periodistas y filósofos-profesores, entre la especialización filosófica y la misión del filósofo como “funcionario de la humanidad”. Gianni Vattimo (Turín, 1936) es una de las figuras clave de la filosofía actual. Su propuesta teórica, identificada con la posmodernidad, le ha valido el reconocimiento mundial. Colaborador habitual en varios medios italianos y extranjeros, ha sido profesor en las universidades de Turín, Los Ángeles y Nueva York. Es autor de una amplia producción ensayística. Entre sus obras más recientes destacan Dos: La posibilidad buena, Un coloquio en el umbral entre filosofía y teología (en colaboración con Carmelo Dotolo) y Comunismo hermenéutico (en colaboración con Santiago Zabala).
Para leer bien, y escribir mejor
Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- En sus palabras previas al rezo del Ángelus, en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco aseguró que: “La verdadera fuerza del cristiano es la fuerza de la verdad y del amor”. El Santo Padre remarcó que “fe y fortaleza van juntas. El cristiano no es violento pero es fuerte y ¿con qué fortaleza? con aquella de la mansedumbre; la fuerza de la mansedumbre, la fuerza del amor”. El Santo Padre pidió subrayar con ocasión del Año de la Fe la lectura de la Carta a los Hebreos: “Corramos con perseverancia al combate que se nos presenta. Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús”. CIUDAD DEL VATICANO.- En una publicación en la red social Twitter, el Papa Francisco demandó la solidaridad para con los niños que padecen hambre en el mundo, así como para los ancianos que requieren de asistencia médica. “No podemos dormir tranquilos mientras haya niños que mueren de hambre y ancianos sin asistencia médica”, aseguró. El mensaje del Santo Padre ha llegado a los más de ocho millones de seguidores que tiene en Twitter, repartidos entre sus 9 cuentas en diferentes idiomas. CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco pidió oraciones por las más de 30 víctimas de un accidente de barcos en Filipinas y por la paz en Egipto. Durante la semana se produjo una escalada de violencia en Egipto, en la que se desplegó una particular violencia contra cristianos en el país, con más de 35 edificios atacados, entre iglesias, escuelas y conventos. El viernes 16 de agosto, la violencia produjo alrededor de 630 muertos y 4 mil heridos en ese país.
Iglesia de México MÉXICO.- En la fiesta de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, celebrar doscientos años parece devolver la conciencia a cada fiel católico y habitante de esta Ciudad sobre la epopeya que implicó colocar piedra y cimiento, columna y retablo, capillas y criptas, cada torre y bóveda. Esa tarde, el tañer de las campanas y el peregrinar de fieles anunciaron el júbilo por los dos centenarios del fin de la construcción de la Magnífica Catedral, sede del Arzobispo, Primera Iglesia, Recinto de fe, símbolo del Pueblo de Dios. MÉXICO.- El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Dr. Miguel Ángel Mancera Espinosa, felicitó al arzobispo de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, por el bicentenario de la terminación de la Catedral Me-tropolitana de la Ciudad de México, y agradeció la cercanía y el apoyo que ha dado la Iglesia Católica en la capital del país al programa “Por tu familia, desarme voluntario”. MÉXICO.- El departamento de Comunión Eclesial y Diálogo en conjunto con el Centro Bíblico - CEBIPAL, realizó el Curso de Actualización Bíblica para obispos de América Latina y el Caribe, del 11 al 17 de agosto con el objetivo de “favorecer la formación y la gestión pastoral de los obispos, por medio de cursos de formación integral y de animación bíblica de la pastoral, a la luz de la Palabra de Dios y del Documento de Aparecida, para hacer realidad la Conversión Pastoral y la formación permanente, en la exigencia del Año de la Fe”.
Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- La Iglesia Potosina se regocija por la ordenación diaconal de ocho seminaristas. Después de un periodo amplio de formación, los jóvenes han sido presentados por el Rector del Seminario, padre Gerardo Vaglienty, para que el señor arzobispo don Jesús Carlos les impusiera las manos y pronunciara oración consecratoria y así vivamos el gozo de esta bendición. ¡Felicidades a los nuevos diáconos!
¿Son pocos los que se salvan? Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
“22 Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. 23 Una persona le preguntó: «Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?». El respondió: 24 «Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. 25 En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos”. Y él les responderá: “No sé de dónde son ustedes”. 26 Entonces comenzarán a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas”. 27 Pero él les dirá: “No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!” 28 Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. 29 Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. 30 Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos».” (Lc 13, 22-30).
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istinguir el diseño de un evangelio no es un mero ejercicio literario, sino un verdadero descubrimiento de la propuesta evangélica a la vida de la comunidad y del itinerario que se le propone. Es un proyecto hábilmente construido en base a la persona de Jesús y su mensaje. Así, cuando hablamos de la centralizada del viaje de Jesús a Jerusalén, en el evangelio de san Lucas, no constatamos un mero dato, sino que se distingue la sección que el Evangelista san Lucas consideró de gran relevancia para el fortalecimiento de la comunidad, con el propósito otorgarle una identidad definida de cara a un mundo grecorromano lleno de propuestas de vida. En la segunda etapa del viaje de Jesús a Jerusalén, que comenzamos a leer este domingo, encontramos una palabra clave: “αγωνίζομαι” (agonizomai). Este es un término que se suele traducir por “esforzarse”. En realidad corresponde a todo el empeño que invierte el que lucha o compite contra un adversario. Se trata de invertir la vida en dicho combate, con el sentido de “luchar hasta morir”, combatir sin bajar la guardia. Dicho verbo griego “αγωνίζομαι” está en el origen de nuestro verbo “agonizar”. Una pregunta inaugura esta sección: ¿es cierto que son pocos los que se salvan? Esto era enseñanza común entre los fariseos. La respuesta que da Jesús, con su palabra clave “combatir”, llama a la
responsabilidad personal, al esfuerzo consciente por la propia salvación personal, dado que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. Jesús, lleno de misericordia, tal como se mostrará de modo especial en esta segunda parte de su subida a Jerusalén, no concibe discípulos “suaves” que se confíen irresponsablemente en su amor misericordioso, sino que los instruye para que den el todo en un combate valiente y audaz, para mantenerse en el mismo camino que Él recorre. El discípulo no es un mero pasivo que recibe misericordia de parte de Jesús, sino que es un combativo constante que sigue a su maestro sin abandonar el camino. Además, en su respuesta, Jesús señala que la puerta del Reino es estrecha. Podríamos pensar que la estrechez de la puerta se refiere a los pocos que podrán entrar en la salvación. No obstante, más bien parece referirse al despojo y a la disciplina que implica el camino de bien. Pues los que son rechazados son los “practicantes del mal”, más literalmente: “los obrantes de obras carentes de rectitud.” Por otra parte, no son pocos los que se salvarán, pues vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. Los mención de los cuatro puntos cardinales completa la respuesta de Jesús: la salvación de Dios alcanzará todos los rincones de la tierra. Esto es un reflejo de la fecundidad de la obra de Jesús, pues el anuncio de su misericordia alcanzará a muchos. De esa manera, las comunidades griegas que recibieron el Evangelio de san Lucas pueden verse reflejadas en esa multitud que entra al banquete del Reino de Dios. Este anuncio de la gran peregrinación de los cuatro puntos cardinales señala también la necesidad de la misión, pues para que dicha peregrinación se cumpla será necesario llevarles primero el mensaje Salvador de Jesucristo. Así, la pregunta que angustiaba dentro de la comu-nidad, sobre el número de los que se salvan, obtiene una triple respuesta: primero, se requiere una actitud constante de lucha, segundo, la salvación tiene alcance universal (de los cuatro puntos cardinales vendrán al banquete del Reino), tercero, es una tarea llevar el mensaje del Evangelio a los cuatro puntos cardinales para que sea una realidad la salvación.
¡Regreso a clases! oportunidad de avanzar en el saber
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l lunes 19 de agosto, millones de estudiantes y profesores ha regresado a clases ¡Retoman la gran aventura del co-nocimiento! “Todos… desean saber”, exclamaba Aristóteles (384-322 a.C.) ¡Sí! Queremos saber porque somos conscientes de que de eso depende el comprendernos a nosotros mismos y a los demás, saber cómo relacionarnos ade-cuadamente con todo, y cómo dirigirnos hacia nuestra plena y definitiva realización. La realidad es “lo que es”, decía san Agustín. Conocer la verdad es captar el ser de ese algo, como enseña santo Tomás de Aquino (1224-1274). Sin la verdad, explica el Papa Francisco, “no se puede subsistir, no se va adelante”. Para conocer la totalidad de lo real y no sólo su dimensión material y temporal, Dios ofrece a nuestra inteligencia el don de la fe. “La fe y la razón –decía Juan Pablo II– son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad”. Así lo reconoce el científico Francis S. Collins: “los principios de la fe son… complementarios a los principios de la ciencia… no existe ningún conflicto entre ser un científico riguroso y una persona que cree en un Dios que tiene un interés particular en cada uno de nosotros”. Es importante que en la aventura del conocimiento comprendamos esto, para no dejarnos limitar por visiones superficiales, reduccionistas y utilitaristas de la realidad, de la ciencia o de la persona, que hacen de la técnica la prioridad y de la persona un simple objeto de placer, de producción o de consumo, condenándonos, tarde o temprano, a la soledad, el sinsentido y la desesperanza. La verdadera educación debe ir más allá; debe partir del pasado, formar en el presente y dirigirse al futuro. Por eso, el Concilio Vaticano II afirma que la verdadera educación debe proponerse, “la formación de la persona humana en orden a su fin último”. De ahí que el Papa Benedicto XVI dijera: “…los jóvenes necesitan auténticos maestros; personas abiertas a la verdad total en las diferentes ramas del saber… personas convencidas… de la capacidad humana de avanzar en el camino hacia la verdad… la enseñanza… es… formación de jóvenes… en quienes deben suscitar esa sed de verdad que poseen en lo profundo y ese afán de superación”. ¡Aprovechemos este tiempo de estudios! Guiados por los maestros y apoyados por la familia, los compañeros y los amigos, procuremos co-nocer cada vez mejor y más profundamente la realidad, para que, conociendo la verdad, podamos elegir con libertad lo que nos permite irnos desarrollando integralmente, y que nos hace protagonistas de un auténtico progreso que abarque a todas las personas, poniendo a su servicio la ciencia, la técnica, la cultura, el arte, el derecho, la política, la economía, el deporte, la recreación y el descanso, hasta alcanzar una vida plena sin ocaso. Los Obispos de México
Santa Catarina en Adoración
Por. Guillermina Martínez González
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a Vigilia de Espigas en Rioverde, dio inicio en la Capilla de San Martín encabezada por el Padre Benjamín, párroco saliente y ahora Vicario General de la Iglesia Potosina. El Momento de adoración de llevó a cabo en el atrio de la Parroquia de Santa Catarina, participando todo el pueblo de Rioverde y encabezada por el padre Juan Martínez, quien ese día tomó posesión como nuevo párroco. En un altar bellamente acondicionado y ambientado con elementos del campo para que en medio de la ciudad aprendamos a dar gracias a Dios por los frutos del campo, de donde se desprende esta tradición de adoración.
El Padre Benjamín lleva a Jesús Sacramentado hacia el templo
Altar bellamente acondicionado y ambientado con elementos del campo
Cientos de personas en el momento de la adoración ante Jesús Sacramentado
El Padre Juan Martínez, ya como nuevo párroco encabeza frente al templo parroquial la Vigilia de Espigas
Capilla de Adoración Eucarística Perpetua
Por. Gerardo Vega
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l 16 de agosto del 2012 en la Parroquia de Nuestra Señora de la Soledad el señor arzobispo Jesús Carlos Cabrero nos dio la oportunidad de tener un lugar para adorar día y noche al Santísimo Sacramento; esta oportunidad incluye a toda la comunidad de Soledad de Graciano Sánchez, misma que se comprometió a que en un lapso de un año, nuestro Jesús Eucaristía no se quedara solo ninguna hora de las 24 hrs diarias, con ello, se nombraría oficialmente este lugar un lugar de Adoración Eucarística Perpetua. Con el entusiasmo de nuestra gente y el permiso de nuestro párroco, padre Ramón Gómez, se empezó a remodelar nuestra capilla de Guadalupe, la cual estaba cerrada y abandonada hasta ese momento; se formó también un grupo que estaría cuidando y preparándose para dar a conocer el significado de lo que es la Adoración Eucarística Perpetúa. Siendo así la única parroquia de las 113 parroquias en nuestra arquidiócesis con una capilla completa para adoración al Santísimo. Gracias a Dios y al amor que le fue demostrando de Jesús Eucaristía
Solemne procesión con el Santísimo por las calles de Soledad
a esta comunidad, gracias a todos y cada uno de los adoradores que tuvieron fe en este proyecto espiritual, este 17 de agosto se cumplió el año de prueba que nos habían indicado. Con el mismo entusiasmo de siempre invitamos a monseñor Jesús Carlos Cabrero a que nos acompañara a celebrar con una procesión por las calles de Soledad de G.S. desde la entrada principal hasta nuestra parroquia, continuando en seguida con la celebración de la santa misa. Durante la celebración de la palabra, don Jesús Carlos y el Padre Ramón, exhortaron a los presentes a continuar viviendo en presencia de nuestra Sagrada Eucaristía y a no dejar solo en ningún momento este lugar. “Si Jesús Eucaristía se hizo presente en esta comunidad, esta comunidad debe de hacerse presente ante Jesús Eucaristía”dijo monseñor Cabrero a los presentes. Al término de la celebración Monseñor tomo la custodia y se dirigió a la nueva capilla de Adoración Eucarística Perpetua para la inauguración y bendición; confiando en que por muchos años esta bendición se quede para nuevas generaciones y nunca se cierre.
Además de los adoradores, conformados también por niños, participó el señor arzobispo don Jesús Carlos
San José Alburquerque estrena párroco
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na de las funciones que ha tenido nuestro Semanario La Red, es que nuestra Iglesia Potosina viva la comunión entre cada una de las comunidades parroquiales. El estar al tanto de los acontecimientos de lugares que tal vez ni si-quiera imaginamos que existen o que no sepamos que sean parte de nuestra Arquidiócesis, nos da la oportunidad de conocerles a través de este medio. Uno de estos casos es la Parroquia de San José, en San José Alburquerque cuya comunidad serrana se ubica hacía el oriente del municipio de Santa María del Río. En este lugar, recibieron a su nuevo párroco, el padre Jesús Omar Salazar, quien acompañado por su familia y amigos y más de una veintena de sacerdotes recibió éste encargo por parte del señor arzobispo, de manos de monseñor Antonio Martínez, Vicario General.
El padre Omar es recibido por amigos y compañeros sacerdotes así como por las personas de San José, antes de iniciar la Eucaristía
El padre Omar, quien por cierto es un colaborador de la formación permanente del presbiterio potosino, recibe por primera vez el encargo de párroco que ejercerá en ésta bonita parroquia. El nuevo párroco fue recibido por las personas de las comunidades a la entrada del pueblo y se encaminaron hacia el templo parroquial, en el que se realizó la Eucaristía y el padre Omar hizo su profesión de fe así como la renovación de sus promesas bautismales.
Felicidades padre Omar, que Dios bendiga su ministerio y ésta bella comunidad que le ha sido asignada para que les guíe y les ayude a crecer en la fe.
El nuevo párroco recibe su nombramiento
El padre Jesús Omar ya como nuevo Párroco de San José Alburquerque, presidiendo la Eucaristía
Santo Domingo recibe a su nuevo Párroco
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a riqueza pastoral de nuestra Iglesia Potosina se palpa en la fe de las personas que particularmente participan en las comunidades parroquiales, de manera muy específica, durante éstos días, en los que hemos sido testigos de los cambios de sacerdotes y en cuyos actos la gente comprometida no han dejado solos a sus nuevos guías, han dejado vislumbrar su amor a la Iglesia y su fidelidad al Evangelio. Manifestaciones de ello, han sido las actitudes de quienes experimentan su dolor y su tristeza pero, acompañan a su sacerdotes a su nueva encomienda; con esa misma actitud reciben a su nuevo sacerdote. Esto habla del temple de quienes continúan en sus comunidades y saben que Jesucristo la re-ferencia de sus vidas. Sin embargo, no deja de ser emotivo el afecto y cariño que nace en quienes han orientado la vida cristiana de la comunidad. En ésta ocasión, Santo Domingo recibió al padre Eusebio Rodríguez, quien acompañado de cientos de personas que, desde Escalerillas, le fueron a entregar a su nueva comunidad que le fue asignada por el señor arzobispo. Pedimos a Dios que la fe y entrega de nuestros laicos comprometidos también haga nacer en los corazones de nuestros sacerdotes la entrega y el amor a sus comunidades a ellos encomendadas. ¡Felicidades padre Eusebio!
AGOSTO 25 DE 2013
La Iglesia Potosina celebra las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Asunción Renuncien a hacer suyos los caminos del Pecado Por LCC Angélica Maldonado Morales
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uestra Madre Santísima, fue festejada con alegría en su Advocación de Nuestra Señora de la Asunción, en diversos templos, parroquias, capillas y santuarios, pero de manera especial, en la Parroquia del Barrio de Tlaxcala, de donde es la Patrona Titular, así como en nuestra S.I. Ca-tedral Metropolitana Potosina, recinto donde se le veneró con el ya tradicional quincenario en su honor, el cual, por cierto, tuvo muy favorable respuesta por parte de los fieles que la honraron con el santo rosario y la misa por 15 días consecutivos. En dichas festividades marianas se contó con la presencia de nuestro pastor, monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, quien presidió la solemne concelebración eucarística, acompañados de los Sacerdotes encargados de los recintos Marianos: padre Erasmo Valero Sánchez, párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en Tlaxcala y de un gran número de sacerdotes concelebrantes, mientras que en Catedral se vio acompañado de monseñor Antonio Torres Herrara y del Venerable Cabildo Catedralicio, entre otros Sacerdotes invitados que se unieron para venerar a María Santísima en esta bellísima advocación que nos hace recordar el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María.
una huella y un camino digno a imitarse. Nosotros seremos llamados a participar de su gloria en el Cielo”. Indicó monseñor Cabrero. “Nuestra vida pasa a través de la muerte, la muerte es tránsito, por eso hemos de vivir las bienaventuranzas todos los días, porque son el Evangelio puesto en práctica”. Aconsejó nuestro pastor a vivir la sencillez y humildad como forma de vida, pues es un ejemplo que nos da la Virgen, quien fue pobre de espíritu porque nunca se dejó arrastrar a esos criterios mundanos con que muchas veces nosostros nos movemos. “Aprendamos de su pobreza pero de espíritu, ésta pobreza no es para los mediócres, flojerosos. La pobreza de espíritu es activa”. enfatizó don Carlos.
Clausura quincenario Catedral
Solemnidad de la Asunción en un marco de fe y tradición
En su homilía Mariana, nuestro pastor nos exhortó a imitar a la Santísima Virgen María y a tenerle profundo cariño, gratitud, alegría, sencillez y humildad. “Dichosos los pobres, misericordiosos y limpios de corazón porque verán a Dios. La madre de Dios dejó
Procesión en la Plaza de Armas
Tres Avemarías
Portezuelo
Tlaxcala
Tlaxcala
En la marco de las celebraciones de la fiesta patronal en honor de Nuestra Señora de la Asunción, en Santa María de Río, hay manifestaciones de una gran riqueza cultural que en muchos de los momentos han pasado desapercibidas. En ésta ocasión, con todo lo significativo de las tradiciones como son las peregrinaciones, los eventos culturales y la misma celebración mariana, que hacen de Santa María un buen pretexto festivo, no solo para los oriundos sino también para quienes nos hemos deleitado con la ya muy bien ponderada feria de Santa María. Quiero mencionar un sector de éste municipio a quienes se les ha llamada “Los hijos ausentes”. Desde éste espacio felicitamos a los barrios y asociaciones, no solo de ésta parroquia sino también de aquellos lugares en los que se celebra ésta fiesta mariana: En el Barrio de Tlaxcala, en Angostura, en la Iglesia Catedral, así como en Portezuelo.
La parroquia de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote celebra sus bodas de plata
Por P. José Santana Rivera
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l señor arzobispo Arturo Antonio Szymanski Ramírez eligió este templo con su territorio para que fuera elevado a la dignidad de Parroquia. El día 16 de octubre de 1988, tuvo lugar este gran acontecimiento. En aquel tiempo era una gran comunidad ya que contábamos con bastantes templos, que ahora son cabeceras parroquiales, tales como LA INMACULADA CONCEPCIÓN, en Prados de San Vicente I, NUESTRA SEÑORA PUERTA DEL CIELO, en Prados de San Vicente II, NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, en Rancho Viejo II. Tres parroquias que ha dado nuestra Parroquia de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, podemos decir que ha sido una Parroquia muy fecunda, pero tenemos que reconocer que esto se debe en gran parte a los fieles de esos lugares que se distinguen en ser muy participativos. Desde aquí vaya nuestro recuerdo y nuestra bendición para todos ellos, ya que como hijos maduros se han sabido desprender de la Madre para seguir creciendo. Nuestra Parroquia solo cuenta con la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, en el centro de Abastos, que es atendida por los formadores del Seminario, aquí solo atendemos el templo parroquial. Me imagino que los esposos cristianos, cuando se casan y con el paso de los años tienen hijos y los cuidan, los alimentan, los educan y todo lo demás que hacen por ellos. Y llega el día en que hacen su vida con su esposo o esposa y tienen que abandonar a sus papás, pero que alegría ver que los hijos son felices, que se realizan como profesionistas, que desempeñan cargos, que enseñan a sus hijos, que los cuidan y de vez en cuando se acercan a la casa paterna para ver como están sus papás. Esto mismo se ha dado en nuestra Parroquia y da gusto ver como los hijos se están realizando, ver como han crecido, como ya pueden valerse por ellos mismos. También para ellos que nos dieron oportunidad de crecer, desde aquí les digo ¡MUCHAS GRACIAS QUERIDOS HIJOS! El 16 de octubre de 1988, (BENDITO DÍA) este templo con su territorio fue elegido para que aquí se celebrara la EUCARISTÍA, que es la que hace comunidad, BAUTISMOS, para que hubiera dignos hijos Dios, RECONCILIACIÓN para que la gracia de Dios nos haga dignos de participar en la Eucaristía. Cuántas fiestas celebramos con nuestras familias, con nuestros amigos, con nuestros compañeros de trabajo, por distintos motivos, y si no hay motivo, ¡pues lo hacemos! o en el mejor de los casos, ¡los inventamos!, que para eso somos especialistas. Lo que tenemos que aprender de NUESTRO MAESTRO, EL SEÑOR JESÚS ahora que vamos a celebrar una fiesta en su honor, es ver, ¿cómo celebraba Él sus fiestas? porque cuando celebramos una fiesta, vamos a seguir un rito a seguir y bien que nos hace falta, pues esto nos hace tener historia que tenemos que sembrar, esto tiene que hacer nuestra propia cultura. JESÚS siempre en sus fiestas tenía presente a DIOS SU PADRE, podemos decir que lo invitaba para que también se alegrara, y cuando oigo decir que algunos tienen fiesta y se van de antro, quieren divertirse porque tienen ganas de pasar un rato alegre, ¿pero invitan a JESÚS? Me imagino que al único que no les gustaría llevar es a Él, porque a lo mejor les estorba. Hay quienes me han dicho ¿por qué en las fiestas que ha habido en la parroquia no hay música y pólvora?. Quien debe estar presente es JESÚS, lo demás viene a distraer del invitado especial para esta fiesta es JESÚS. Al escribir esto recuerdo a un maestro que me decía que esto es sólo un punto de vista, pero que nunca se me fuera a olvidar que; eso es solo la vista desde un punto. Pues con todo y eso en el XXV aniversario de la parroquia, el invitado especial para esta fiesta es JESÚS. Si a tus fiestas no has invitado a JESÚS, te recuerdo, Él siempre te invita para que estés presente en sus fiestas y en especial en esta que se avecina.
Yo CREO...y vivo mi FE
La Religiosidad Popular como experiencia de Fe Por P. Memo Gil
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l fenómeno de la “Religiosidad Po-pular” presenta un escenario muy variado y es digno de ser tenido en consideración. Incluye todas las edades y capas sociales y, si en muchos casos es manifestación sincera de unas raíces religiosas en el corazón del pueblo, en algunos otros podría ser síntoma de una cierta crisis de identidad cristiana. A pesar de que no se pone en duda una rectitud de intención religiosa, eso no significa que este fenómeno también tenga que ver con la ausencia de una auténtica evangelización. Sin embargo, como signo de los tiempos que es, el incremento de la religiosidad popular nos abre los ojos a un fenómeno ante el que debemos situarnos con respeto, dialogar, profundizar críticamente sus causas y prever las consecuencias que, tanto en sus elementos positivos como ambiguos, tienen. Si, por una parte, como realidad que vive la gente, estamos ante un espacio de encuentro que da la posibilidad de conectar con los valores y sentimientos del pueblo, por otra, puede abrirse un nuevo escenario de evangelización, de nueva evangelización, siempre y cuando no se opte por dimensiones parciales y no se olvide el necesario proceso de crecimiento cristiano, vivido en comunión de Iglesia. En un sentido amplio y general, cuando hablamos de religiosidad popular, estamos haciendo referencia a la manera como el pueblo practica y profesa la religión. Sin que por esto se pueda tener un enfrentamiento o distanciamiento con las autoridades eclesiásticas. O se pueda llegar a interpretar como una manera distinta de entender la fe. Al contrario, esta manera como el pueblo vive y expresa su fe desde sus prácticas devocionales viene a enriquecer la vida de fe de la Iglesia y, sobre todo, es una exteriorización muy clara del sentido de fe que hay en nuestro pueblo. Y que al expresarlo y vivirlo de manera muy particular, buscan fortalecer su esperanza cristiana y mantenerse unidos en cuerpo y alma con Dios, aunque sea a través de la intercesión de algún santo. Por eso, no podemos pensar que al referirnos a la religiosidad popular, estamos defendiendo o practicando inclusive, una
religiosidad distinta o paralela a lo que oficialmente debemos vivir en la Iglesia. O peor aún, que la religiosidad popular pu-diera ser como un “catolicismo de segunda”, a diferencia de la manera como viven su catolicismo otros hermanos en nuestra comunidades. Eso estaría muy lejos de la realidad, pues si hay algo que fundamenta y da impulso a las expresiones de fe en la religiosidad popular, es que son un medio muy valioso para que todos puedan expresar su fe con convencimiento. Y, por lo mismo, esto ayuda a dar identidad y unidad al pueblo que expresa, tal vez sencilla y públicamente, lo que en común se vive desde el corazón. Siendo en muchas ocasiones, un natural complemento a nuestras creencias. Sin olvidar, que las expresiones de religiosidad popular han sido transmitidas de padres a hijos a través del tiempo. Constituyendo un patrimonio rico en tradiciones y costumbres que dan forma al sentir de la religión, y que vienen a reforzar la fe. Siendo necesaria la debida catequesis de estos momentos, importantísimos en la vida de los creyentes. Pues bien encauzada la religiosidad popular, es un medio muy valioso para evangelizar y llevar a una práctica más consciente de nuestra religión. Y no podemos dejar de citar al Documento de Puebla, que nos dice muy oportunamente: “La revalorización de la religiosidad popular, a pesar de sus desviaciones y ambigüedades, expresa la identidad religiosa de un pueblo y, al purificarse de eventuales deformaciones, ofrece un lugar privilegiado a la Evangelización. Las grandes devociones y celebraciones populares han sido un distintivo del catolicismo latinoamericano, mantienen valores evangélicos y son un signo de pertenencia a la Iglesia” (n° 109).
AGOSTO 25 DE 2013
Nacidos bajo pedido
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amos, no te pongas así. Ya encontrarás a alguien que te quiera de veras -dice la madre a la hija que llora por el novio recién perdido-. En el mundo hay cientos de muchachos que, de conocerte, te querrían. Nadie sabe en qué lugar del mundo cabalga, buscándote, el príncipe que ha nacido exclusivamente para ti. La madre hablaba como si la vida fuera un cuento de hadas, pero ¡ay, los príncipes están en vías de extinción, y los pocos que quedan ya no saben montar, sino sólo escandalizar!
No obstante eso, la hija comprendió el mensaje y se enjugó las lágrimas. Sí, en algún lugar del mundo existía un ser nacido sólo para ella. Pero, ¿dónde exactamente? «Y si se hallara ahora en China o en Kabul, ¿cómo nos encontraremos?». Formula la pregunta en voz baja y la madre, al escucharla, se queda callada, sin saber qué responder. «Aun cuando hubiera nacido en Ciudad de México, o en Morelia, sería difícil encontrarlo», piensa de nuevo la joven, pero ahora se queda en silencio. «Sí, en algún lugar, en alguna parte, pero no aquí». Sin siquiera adivinarlo, la muchacha estaba sintiendo la misma inquietud que había experimentado por lo menos setenta años atrás un joven llamado Guéret en una novela de Julien Green (1900-1998) titulada Leviatán. «Cierto –pensaba Guéret-, en la tierra había prados verdes, bosques en los que poder esconderse y
perderse, muchachas jóvenes que habrían podido amarlo, pero una odiosa necesidad aislaba los seres, cerraba la puerta, se divertía haciendo pasar por una calle a aquellos que habrían podido encontrar la felicidad en la calle siguiente, a hacer nacer a unos demasiado pronto y a otros demasiado tarde».
«Sí, en algún lugar, ¿pero en cuál de todos?». En último análisis, era la inquietud de saber si existía o no un orden en el universo, si existía o no una Providencia cuidadosa. «Nacer –ha dicho alguien- es una lotería: pocos van a dar al lugar adecuado» (Pino Cacucci, Demasiado corazón). Antes, cuando atravesaba el jardín cercano a su casa y veía a decenas de jóvenes revoloteando a su alrededor, la joven se preguntaba: «¿Cuál de ellos podrá ser?». Pero de un tiempo a la fecha, desde que creía haber encontrado al amor de su vida en el novio recién partido, ya no se hizo más esa pregunta. Ahora, sin embargo, volvía a hacérsela una vez más. «¿Cuál de ellos podrá ser?», murmuraba apoyada en el alféizar de una de las ventanas de su casa y con la mirada perdida en el horizonte. La madre interrumpe sus pensamientos para decirle que tiene razón en preguntarse todas esas cosas, que tiene mucha razón, pero que de cualquier manera tiene que confiar en que Dios, que es sabio, no podía olvidar ese detalle ha-ciendo nacer muy alejados el uno del otro a los seres que debían amarse.
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-Dios es delicado, querida mía. Él proveerá... La muchacha se consuela pensando que sí, que Dios no podía descuidar un detalle de tal magnitud y se imaginó que en alguna calle de la ciudad caminaba en ese momento el chico que había sido creado sólo para que ella pudiera ser feliz. ¿Pero no era demasiado egoísta pensar sólo en su propia felicidad? ¿Por qué no invertir los términos y decir que era ella, más bien, quien había nacido para hacer feliz al chico que en ese momento la buscaba sin saber su nombre y sin haberla visto nunca, por lo menos hasta ahora? Entonces suplicó con voz callada: «¡Oh, Dios mío, haz que me encuentre, haz que lo encuentre!». Este diálogo de la madre con su hija desdichada encierra una gran profundidad: es la pregunta por el misterio del propio ser. ¿Por qué razón estamos aquí? ¿Hemos sido hechos de esta manera, con estas características físicas y psicológicas -y no con otras- para llenar un vacío, para atender una súplica, para satisfacer un deseo ajeno nunca expresado? Mis peculiaridades, es decir, todo aquello que hace que yo sea yo mismo, ¿es producto del azar, de la casualidad, o fue hecho para satisfacer una demanda? Hay unos versos de Dulce María Loynaz (1903-1997), la escritora cubana, en que esta pregunta ad-quiere rasgos de verdadera obsesión; dicen así: Señor que lo quisiste, ¿para qué habré nacido? ¿Quién me necesitaba, quién me había pedido? ¿Qué misión me confiaste? ¿Y por qué me elegiste, yo, la inútil, la débil, la cansada...? La triste. San Agustín (354-430) ha respondido ya a esta pregunta: «Porque nos hiciste para Ti, Señor, nuestro corazón estará inquieto hasta que repose en Ti» (Confesiones 1, 1 ,1). Fuimos hechos por Dios para Él, y aun cuando tengamos amigos y nos casemos, estamos con ellos sólo prestados, y tarde o temprano Dios reclamará lo que es suyo. Recuerdo el caso de un marido que había perdido a su esposa y blasfemaba, diciendo: -¿Quién es Dios para quitármela, quién es Dios? Le respondí: -¿Que quién es Dios? ¡El verdadero dueño de tu mujer! A ti solamente te la había prestado por un breve tiempo. Ahora bien, ¿aprovechaste este tiempo que tú sabías que era limitado y que no ignorabas que iba a acabar? No obstante, la respuesta de san Agustín no excluye ni se contrapone con lo que pensaba aquella muchacha. ¿Hemos nacido porque alguien, en algún lugar, nos necesitaba precisamente como somos? Nunca lo sabremos, pero prefiero pensarlo así a suponer que no hemos venido a llenar ningún hueco, a curar ninguna soledad y a pronunciar unas palabras que nadie esperaba.
A tres años de fundado nuestro San Luis Minas del Potosí de la Nueva España, los inspectores del comercio ya ejercían sus funciones Por Lic. Ricardo García López
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n esta ocasión vamos a transcribir una parte de un documento fechado el día 2 de diciembre de 1595, es decir, tres años después de fundado nuestro pueblo, por lo tanto se trata de un expediente muy destruido por el descuido humano y el paso del tiempo pero se pudo rescatar en una mínima parte el texto, lo suficiente para probarnos cómo la autoridad estaba vigilante para que se cumpliera lo prescrito por las ordenanzas o leyes, en este caso concreto lo que se refiere a la materia del comercio. Para tratar de hacer más comprensible su lectura debemos recordar que el alcalde mayor era la máxima autoridad en el pueblo, que el escribano que se llamaba Matías Pardo, equivaldría a lo que actualmente llamamos notarios públicos. Los escri-banos siempre estaban al pendiente de redactar los documentos oficiales. En el caso que aquí se narra, la sentencia que dictaría el alcalde en su calidad de juez. El alcalde en la época de este asunto era Juan López del Riego pero como estaba ausente lo sustituyó su teniente (actualmente diríamos el suplente) Juan Guerrero. El alguacil era Alonso de Rivera. Una de las funciones de los alguaciles era vigilar el orden en el pueblo, es decir, eran una especie de policías y ordinariamente ellos eran los que denunciaban las faltas que se cometían por los vecinos contra las ordenanzas. Si el juez fijaba como pena el pago de una multa, la tercera parte correspondía al alguacil, por eso era que los alguaciles se apresuraban a descubrir y denunciar las faltas cometidas, porque representaban para ellos una utilidad económica. Todos los comerciantes debían tener referidas sus balanzas y varas de medir, es decir autorizadas con base en las que tenía el ministro de comercio y se supone que éstas estaban en óptimas condiciones de funcionamiento, o sea que las que tenía este funcionario eran la referencia. Los funcionarios, que recibían balanzas y varas para llevarlas ante el ministro de comercio a referir se llamaban: referidores, es decir, peritos en la materia, quienes deberían verificar que esas pesas y medidas no estuvieran alteradas. Una vez que el perito constataba que las pesas y medidas estaban en buenas condiciones, ponía el sello que en este pueblo se usaba para demostrar que habían pasado la verificación, cada pueblo tenía el suyo propio. Estaba prohibido vender vino tanto a los indios como a los negros. Para podérselos surtir necesitaban llevar, por escrito, un permiso especial. De este escrito y de otros muchos semejantes, se deduce que quienes eran acusados de algún delito, inmediatamente eran enviados a la cárcel sin mediar orden del juez, y después se averiguaba si realmente era culpable o no. El acusado, en este documento, de no tener en regla sus pesas y medidas fue el comerciante Francisco Hernández. NOTA: Lo que aparece entre corchetes [ ] significa que el texto original está borrado o destruido; las fechas siempre se escribían con letra pero, en esta ocasión solo lo hacemos en el primer párrafo y en los siguientes con número para abreviar, en el original aparecen con letra, como debía ser. He aquí el texto que se pudo rescatar del documento que venimos mencionando: En el pueblo de San Luis, [Minas del Potosí de la
Nueva España] en dos días del mes de diciembre de [mil e quinientos] y noventa y cinco años, Juan Guerrero, Tenie[nte de Al]calde Mayor por Juan López del Riego, Alcalde Mayor en ellas y su jurisdicción, en presencia de mí, el Escribano y testigos, atento a la denunciación hecha por Alonso de Rivera, Alguacil y lo por él pedido, visitó la tienda de Francisco Hernández presente y en su presencia se hizo la diligencia siguiente: Preguntósele por el marco y mostró un marco de cuatro libras con su balanza, lleno, ajustado y sin la marca de estas minas Preguntósele por la vara de medir y dijo que hoy la llevó a casa de Alonso de Rivera a referir, hallóse en la tienda un pedazo de paño pardo con muestra y un sello que dijo serían veinte varas. Otro pedazo de paño Londres con muestra y un sello que dijo es entero. Otro paño pardo entero con muestra y un sello. Un pedazo azul con muestra y dos sellos; dos medidas, la una de a tomín referida, con sello de este pueblo y la otra de cuartillo que tiene dos sellos juntos y otro un poco bajo y no tiene el sello nuevo de estas minas, refirióse con la medida de a tomín y parece estar ajustado; preguntósele quién le dio la dicha medida de cuartillo y dijo que no se acuerda quien se la prestó. Preguntósele qué vino tiene y a quien ha vendido, dijo que lo ha vendido a indios y a todas personas que se lo han comprado y que tiene cuatro pipas de vino y tiene en la dicha tienda ropa de China. Y el dicho Teniente de Alcalde Mayor, mandó no disponga de ello hasta que otra cosa se mande, al cual yo el Escribano se lo notifiqué.
A continuación siguen una serie de preguntas formuladas por el juez al acusado Francisco Hernández y al final se concluye que es culpable y se le condenó a pagar 12 pesos por concepto de multa y 5 por costas y gastos del juicio. Se ordenó además que se le recogieran sus mercancías y quedaran en depósito en casa de Gaspar Pinto. Hernández no estuvo de acuerdo en la sentencia y solicita permiso para apelar al tribunal superior de la Nueva España. Aquí concluye este expediente, no sabemos cual fue el resultado de dicha apelación ante la Audiencia. Transcribimos la defensa que Hernández hace de sí mismo y el último párrafo que es una especie de resumen para que el lector se de una idea completa de este juicio. En el pueblo de San Luis Minas del Potosí de la Nueva España en doce del mes de diciembre de mil e quinientos e noventa y cinco años ante Juan López del Riego, Alcalde Mayor por el Rey Nuestro Señor en ellas, la presentó el contenido. Francisco Hernández, en la causa de visita que contra mi se trata, respondiendo al cargo y acusación que se me puso digo que de dicho cargo he de ser dado por libre por lo general y por lo siguiente: lo primero, porque en mi tienda no se halló medida falta, ni que tuviese defecto mas de decir que no está sellada del sello del fiel que está al presente nombrado y con haberla ajustado y visitado, se suplió eso pues el intento de las ordenanzas es para que no haya cosa con fraude y pues no le hubo en las pesas y peso y medida,
y de esto consta no hay culpa contra mi. Lo otro porque un pedazo de paño que se halló en mi tienda con sólo un sello, el otro que se le echó aquél en la ciudad de México donde hay veedor y oficiales de ello y no ha probado y no es a mi cargo de satisfacer ampliamente, que cuando algún defecto tuviese, que no tiene, no había de satisfacer yo al descuido de los maestros y oficiales de los paños para quienes se hicieron las ordenanzas y se ¿habilitan? Donde se obran y labran los dichos paños. Lo otro, en cuanto a haber dado vino a indios, ya tengo declarado lo que a cerca de esto pasa y no se halló cosa indebida, ni sobornado indio ninguno, antes, por no haber querido vender casi tengo el vino ¿qué más los fletes? Pues en seis meses no he pagado pipa ninguna de vino y así conmigo no se ha de entender la dicha ordenanza ni pena de ella pues no hay con… ni haber cosa que me condene y es contra derecho querer dar culpa contra mi de mi confesión no haber indicios de ley por información ni tampoco consta de la visita cosa por donde se pueda proceder contra mi persona por lo cual y lo demás que hace a mi favor. Francisco Hernández, mercader, vecino de este pueblo de San Luis, digo que Juan Guerrero, Teniente de Vuestra Merced, visitó mi tienda con Alguacil y Escribano y por la dicha visita me condenó en doce pesos y en cinco pesos de costas y derechos sobre decir haber hallado en mi tienda vino y un pedazo de paño que dicen no tener más de un sello, en todo lo cual no delinquí en cosa ninguna, y de la dicha sentencia me siento agraviado, y como tal, salvo el derecho de la nulidad y otro debido remedio hablando con el acatamiento debido, apelo de la dicha sentencia para ante quien y con derecho deba y por ante los señores Presidente y Oidores que por Su Majestad residen en la Audiencia Real de la ciudad de México y lo pido por testimonio y pido justicia y en lo necesario, etc. Otrosi Por redimir la vejación exhibo los dichos diez y siete pesos en que así fui condenado para que, mediante justicia se me de en el testimonio que así pido. Francisco Hernández. (rúbrica). E por el dicho Alcalde Mayor, visto lo pedido por el dicho Francisco Hernández dijo que atento que la sentencia fue leve y los señores Presidente e Oidores para ante quien apela podrían agravar la dicha sentencia, dijo que mandaba y mandó que los dichos paños que fueron hallados en la dicha visita con los sellos de que se da fe en la dicha causa se saquen de poder del dicho Francisco Hernández y se depositen y se notifique al susodicho dentro de cuarenta días, traiga testimonio de su presentación, y hubo por exhibidos los dichos diez y siete pesos y mandó esté preso hasta tanto que traiga la dicha mejora y sin testimonio que fuere, se le dé de todo y se le otorgue la apelación para a donde la interpone la dicha mejora la presente dentro del dicho tiempo so pena de que la dicha sentencia quede pasada en cosa juzgada. Juan López del Riego (rubrica). Ante mi Matías Pardo.
Observe el lector la brevedad de los juicios en esa época pues esta causa comenzó el 2 de diciembre y concluyó el día 12 del mismo mes y año, es decir duró solamente diez días, lo que significa que la justicia en verdad era pronta y expedita.
Fe y política
Pobreza y miseria, la sombra de los Pueblos Indígenas en México
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romover los derechos de los pueblos indígenas y el desarrollo de sus culturas y comunidades; reconocer, promover y defender sus derechos a la tierra, a su territorio, su cultura, sus formas de organización y sistemas de gobierno”, las palabras escritas por monseñor Guillermo Francisco Escobar Galicia, obispo de Teotihuacán, responsable de la Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal, han contribuido a la reflexión cristiana en la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas. En México, la celebración tuvo lugar en el marco del vigésimo aniversario del encuentro del Papa Juan Pablo II con los pueblos indígenas de América. Encuentro que se celebró el 11 de agosto en Izamal, Yucatán. Por invitación de la Asamblea General de la ONU, la sociedad civil ha decidido respetar los derechos de los grupos étnicos, pero por el ejemplo de la devoción a Nuestra Señora de Guadalupe de san Juan Diego, la comunidad católica ha renovado su compromiso de vivir al servicio de los más marginados. “Ambas celebraciones, continúa la carta de monseñor Escobar Galicia, nos invitan a hacer nuestras las palabras del beato Juan Pablo II, para traer a la mente el compromiso que tenemos con los pueblos indígenas de México, para responder a los desafíos que presenta la pastoral indígena, y por lo tanto, eliminar la discriminación, la intolerancia y el abandono a los que se han visto sometidos”. Según los datos recogidos por la Agencia Fides, la ONU estima que hay en todo el mundo 370 millones de indígenas, de los cuales casi 7 millones viven en México. El atlas de los pueblos indígenas indica que existen 62 grupos étnicos que viven en México, y el grupo Maya es uno de los más grandes. El Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social establece que 7 de cada 10 residentes de una familia indígena viven en la pobreza y uno de cada 10 en la pobreza extrema.
Hagámonos de palabras
A todos nos llega el recreo
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n los recreos comíamos tortas de nata que no se volverían a ver jamás. Jugábamos en dos bandos: árabes y judíos”. Así inicia José Emilio Pacheco el segundo capítulo de Las batallas en el desierto. Una narrativa llena de locus amoenus, y he tomado este ejemplo porque precisamente la capacidad de hacerlo todo distinto, el deshacerlo y ha-cerlo todo nuevamente es un manifestación del recreo. No iré muy lejos con esta palabra, −aunque en realidad es una de las palabras que implica ir más allá−, pues su aparición en nuestra lengua es retomada-implementada del latín recreo, es decir, crear de nuevo, vivir. Nuestro ser es un incesante recreo, una secuencia de reacciones químicas –inclu-yendo los pensamientos− que se hacen y deshacen necesarias para poder seguir el camino; ya María Zambrano lo dijo al ejemplificar que para hacer un camino era necesario destruir. Hoy es ineluctable vivir este recreo, hacerse uno mismo recreo, la palabra latina creo, es engendrar, una suerte de producir. La prefijación re, envía a una y otra vez engendrar. En las escuelas de poco se va cambiando la palabra recreo por receso, quizá parezca de poca monta el cambio pero yo prefiero hacerme continuamente que cesarme. ¿Cuándo es qué el hombre tendría que dejar de recrearse?, ¿es posible que me recree viendo 6 horas de televisión o Facebook? y ¿viendo 6 horas el cielo, lo será mejor? Lo que sin duda se ocupa para un buen recreo es un espacio y un tiempo. Por cierto: ¿Qué hora es?
Despenalización de las drogas
Por Felipe Arizmendi Esquivel Obispo de San Cristóbal de las Casas
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n distintos foros se está discutiendo si es conveniente o no el permitir la venta y el consumo de drogas, al menos de la marihuana. Entre otras razones, se dice que es para evitar que su penalización y comercialización genere grandes negocios a los narcotra-ficantes. También se dice que es para no seguir la guerra declarada de nuestras autoridades contra este comercio ilícito, y así evitar la muerte de muchas personas ajenas al asunto. Se aduce el ejemplo de que, cuando se despenalizó la venta y consumo del alcohol, se acabaron las mafias que se mataban unas a otras por controlar este negocio. También se alega que otros países ya han despenalizado, al menos parcialmente, el consumo de ciertas drogas, incluso con fines médicos. Se argumentan conveniencias económicas y políticas, sin entrar en los corazones de quienes sufren estas adicciones, ni profundizar más en sus raíces morales y familiares. Poner como ejemplo la venta y el uso del alcohol, es no advertir la gravedad del sufrimiento que causa el alcoholismo, en los que padecen esta enfermedad y en su familia. No se han acabado las mafias del alcohol, aunque ahora aparezcan con nombres legales. Ciertamente se eliminó el gran negocio de otros tiempos que significaba su contrabando a grande escala, pero hoy sigue pasando lo mismo en menor escala. La libre venta y consumo del alcohol genera no sólo grandes ganancias para alguno sin conciencia, sino que ha destruido personas y hogares, no con balas y armamentos sofisticados, sino con la destrucción callada y progresiva que genera el consumo irracional del alcohol. Hay que aprender el ejemplo de varias comunidades que han decidido controlar la venta del alcohol, estableciendo una ley seca, lo que les ha reportado muchos beneficios de toda índole, también económicos y sociales. Hay personas que andan cambiando de religión en religión, con la ansiedad de encontrar un remedio a su padecimiento. Quienes proponen que haya libertad para vender y consumir drogas, aunque sea sólo marihuana, no se han puesto la mano en el corazón para comprender el embrutecimiento que sufren tanto los negociantes como los consumidores, y sobre todo el dolor y desesperación de sus familias. Sufren la muerte en vida. Si muchos jóvenes han muerto por la droga, y otros sobreviven como cadáveres ambulantes, ¡qué sucederá cuando se tenga libertad para vender y consumir! Las leyes son para proteger a la sociedad, para que las libertades personales no dañen a los demás, no para legitimar un abuso que destruye personas y familias. Estamos, pues, en contra de que se libere el uso y la venta de drogas. Pensemos en el bien de la sociedad, y no nos dejemos llevar por la corriente, que siempre nos lleva hacia abajo. Hay que seguir ofreciendo a los jóvenes estudio y trabajo, para que no se expongan a la tentación de consolarse falsamente con una droga, pero sobre todo hay que proteger los cimientos de la familia, que haya unidad y estabilidad, pues donde no hay familia, es más fácil caer en el abismo del alcohol y de las drogas. Salvemos la familia, y salvaremos a México. No lo hundamos más en el abismo del libertinaje.
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Cargar la cruz Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.» (Mc 8, 34-38).
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esús reprendió a Simón Pedro por haberlo intentado hacer desistir de su camino de muerte y resurrección y en seguida habló a todos los discípulos, para exhortarles a una práctica dura, extrema. Les quiso hacer ver que seguirlo a él significa correr su misma suerte. Lo que el Maestro enseña lo aprenden los discípulos; lo que el Maestro hace lo hacen también los discípulos. Cargar la cruz significa morir con Jesucristo; dar la vida como Él la da; resucitar con Él. Pero los discípulos no estaban preparados para enfrentar verdades tan grandes; no comprendían del todo a su maestro; ¿estarían dispuestos a morir como Él? Aquí ya no se trata solamente de enseñanzas, aquí se trata no solo de aprender doctrinas, ahora las cosas han cambiado de rumbo; Jesús se dirige a dar la vida, a cumplir la voluntad del Padre, a llevar a término la obra de la resurrección, a realizar aquello a lo que vino al mundo. Cargar la cruz. Negarse a sí mismos. Estar dispuestos a lo que el maestro pida. El verdadero discípulo de Jesucristo es el que imita al maestro en absolutamente todo. La tarea de un discípulo es la de asemejarse en todo lo posible al maestro; y ahora este maestro bueno deja de enseñar con las palabras para hacerlo con el ejemplo. Pero, ¿qué es cargar la cruz? ¿Qué significan estas palabras? Se trata de estar enterados que seguir a Jesús es entregarle su vida. Cargar la cruz es tener claro y aceptar que seguir a Jesús significa estar condenado a muerte. Los discípulos no lo entendían ni un poquito. Ellos estaban fascinados con la idea de un Mesías redentor que liberase a todo el pueblo judío de la dominación romana y también estaban a la espera de la caída de Herodes, aquel sanguinario monarca de Israel; los discípulos querían la restauración del pueblo, deseaban y esperaban que el prometido y esperado Mesías derrocara todas las condiciones humillantes para dar paso a una era de paz y de glorioso poderío. Recuerdo que la madre de Santiago y Juan fueron a pedirle que los colocara a su derecha e izquierda en su reino, hay que pensar que ellos se referían al esperado reino temporal del Mesías. Quizá ellos esperaban ver que Jesús reinara durante mil años, por muchos siglos. Tal vez por estas ideas fue que Simón Pedro le llamó aparte para decirle que eso de que el Mesías debía ser rechazado y morir no le podía pasar a Él; si Jesús era el Mesías, evidentemente eso estaba muy lejos de ocurrirle. Quizá confiados en la inmortalidad del Mesías ellos lo seguían a todas partes y se sentían seguros con Él. Si eran amigos del Cristo de Dios, entonces se consideraban protegidos celestialmente. Pero el mesianismo de Jesús era muy diferente a lo que ellos tenían preconcebido; el reinado de Je-
sucristo y el reinado que ellos se imaginaban eran totalmente opuestos. Jesús nunca les habló de dominio, de hacer la guerra, de ahuyentar y desterrar a los opositores del reino, mucho menos de exterminarlos. Lo que les predicaba era amor, paz, perdón, mansedumbre, misericordia. Y aun con eso no entendían aquello de que hablaba su maestro. Ellos esperaban reinar con él y gobernar a las doce tribus de Israel con cetro de hierro. Y Jesús a menudo quería hacerles caer en la cuenta de que su reinado era de otra naturaleza; quizá por eso les preguntó antes si sabían lo que la gente andaba diciendo de Él; quizá por eso se fue a fondo y les preguntó a ellos quién decían ellos mismos que él era; y, al expresar con tanta seguridad Simón Pedro su fe en Él, al confesar Simón Pedro que Él estaba seguro de que Jesús era el mesías, Jesús abiertamente les manifestó en qué consistía su mesianismo. Y les habló de las cosas del cielo, les dijo que el plan de Dios, que la obra de la salvación tenía que ver con cuestiones de muerte, pero también de re-surrección; pero ellos no estaban quizá dispuestos a renunciar a su reino fantástico, a su reino temporal, a sus ideas infantiles de cuentos de princesas, príncipes y reyes; ellos querían reinar; gobernar cada uno una tribu; aspiraban a otra gloria, a una vida estable, pero no duradera. Y parecían no hacer caso a Jesús cuando este les hablaba de la vida eterna, de que la vida verdadera era muchísimo más que esta. Los discípulos no entendían la vida como la entendía Jesús, puesto que la única vida que conocían era esta, y los únicos reinos que conocían eran los de opresión, los de servidumbre, los de glorias bélicas los de trompetas y banderas. Tenían razón e estar equivocados; pues así habían aprendido que era la vida; y ahora que Jesús estaba con ellos, y ahora ya todo estaba bajo control; ya se terminaba la tiranía de Herodes, del César, de las autoridades judías. Ahora estaba llegando el Reino de los Cielos, y precisamente se inauguraba con este amigo suyo que los había escogido para estar con él y reinar. Jesús tuvo que seguir preparándolos para sus mo-
mentos de gloria, para que estuviesen preparados a ver cómo es el reinado de Dios; y reitera ante todos los que en aquel momento lo están siguiendo aquello que dijo solamente a los discípulos cercanos: que hay que dar la vida y que esto comenzaba por él mismo; y enseñarles que si querían reinar con él debían subir a la cruz, de la misma manera que lo haría Él. Ahora les abría los ojos, o por lo menos eso intentaba; ahora les hacía saber que esta vida no es definitiva, que no hay que luchar para ganar esta vida pasajera; que se trata de otra: la vida eterna. Ahora les enseña que esta vida de paso es solamente instrumento para alcanzar la otra que él promete, aquella vida de la que Él les habla. Y ellos escuchan, pero quizá siguen pensando en reinos de polvo, de arena, de castillos. Él insistirá en que no hay que asegurarse para esta vida porque se desvinculan de la hermosura de la vida eterna y verdadera. Y él sigue insistiendo: hay que dar la vida. Hay que renunciar a esta vida para obtener la otra. Que hay que saberse hombres muertos desde ahora, para no temer perder esta vida breve; que esto les abrirá las puertas para vivir con él. Que el seguimiento ahora tiene que ver con una pesada cruz. Que hay que renunciar a sí mismos; a ideales, a ambiciones, a comodidades, a buenas pasadas. Que hay que des-instalarse. Negarse a sí mismos. Eso es. La abnegación por el Reino de los Cielos es lo que hace falta: hay que escoger el cielo o la tierra. Si esperamos el Reino de los Cielos debemos estar dispuestos a perder los reinos de la tierra; que hay que ser indiferentes a las riquezas, a los goces de esta vida pasajera para entrar en la dulzura de las manos del Padre. Pues quien quiera salvar su vida a perderá, pero el que la pierda por el Reino, ese la conservará. Y esto lo entendieron los apóstoles hasta que Jesús murió en la cruz y hasta que resucitó. Y lo pusieron en práctica cuando el Espíritu Santo los visitó y les recordó todas las enseñanzas de su maestro y los lanzó a dar la vida.
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Palabra de Dios Los últimos serán los primeros Del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?” Jesús le respondió :”Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: “¡Señor, ábrenos!” Pero él les responderá: ‘No sé quienes son ustedes’. Entonces le dirán con insistencia: ‘Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas’. Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quienes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal’ . Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los últimos serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La puerta angosta El destino definitivo del hombre es un problema acuciante para todos, los hombres de todos los tiempos se han preguntado por al más allá; no se podía dejar de plantear esa cuestión al Maestro, por eso la pregunta si son muchos o pocos lo que se salvan, el Señor Jesús responde que la salvación es para todos. Lo que pasa es que no todos están dispuestos a recorrer el camino que nos lleve a ella. El camino que el Señor Jesús ofrece exige una aceptación personal, no es suficiente con pertenecer a un pueblo determinado, nacer en una familia cristiana, practicar por tradición una religión; creer que por cumplir somos buenos. Es preciso aceptar personalmente el Evangelio de Jesús y estar dispuesto a cumplirlo siempre, a pesar de las adversidades que se nos puedan presentar. También nos dice el Señor Jesús que no es un camino de rosas, sino un camino de trabajo , de esfuerzo, de coraje, recorrido con alegría, con gozo y entusiasmo. La invitación para la salvación esta muy clara: los esforzados logran la salvación; el Reino siempre pedirá trabajo. Cuando habla de la puerta que es estrecha es una clara invitación a dejar todo aquello que nos estorba; a desprendernos de lo que no nos dejará entrar por la puerta angosta. Es el momento de dejar la flojera, el miedo, el peligroso tedio de la vida, es el momento de dejar odios y rencores y conquistar con la audacia la salvación que es para todos. Por Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez
Si todo es misión nada es misión Aarón Escobar Algarín, Año de Pastoral Escríbenos: ecos_seminarioslp@hotmail.com Sé nuestro amigo en Facebook: Seminario Guadalupano Josefino
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o sé si a ustedes les ha ocurrido como a mí: que por alguna extraña circunstancia, una palabra que es tan cotidiana en la vida, pasa a tener otro significado, y por tanto, esta ya no cabe en la manera como comunmente la utilizábamos. ¿Les ha pasado? Piénsenlo un poco… pues a mí me ocurrió hace poco, de hecho en este verano, durante el XXXVI CLAEM (Curso Latinoamericano de Animación y Espiritualidad Misionera). La palabra Misión, tan usualmente utilizada en la vida pastoral de la Iglesia, nunca más volverá a evocarme lo mismo. Y es que al decir Misión, lo primero que nos viene a la mente es el trabajo pastoral, el apostolado, o el ir y salir a una semana de “evangelización”; o más aún, el argumento ahora tan sonado de que la Misión es “aquí”: la Misión es en tu pa-rroquia, en tu casa, en tu familia… Esos modos de entender la Misión no me habían causado conflicto: no, porque parecía cierto: ¿para qué ir allá si aquí hay necesidad? ¿Por qué pensar en otros sitios cuando en mi diócesis, en mi parroquia, en mi comunidad, hace falta tanto por hacer? Con estas ideas y otras similares se ha ido forjando, no sólo nuestra diócesis, sino también nuestra propia conciencia cristiana acerca de la Misión. La Misión es un envió; es la consecuencia inmediata del evangelio en nuestras vidas. Sin embargo, ¡no toda la vivencia del evangelio es Misión! ¡¡Si todo es Misión nada es Misión!! El sentido, no el contenido de la Misión ha de entenderse
en el sentido mismo del envío que hace Jesús. Él no dijo: “quédense en Israel y conviertan al pueblo Judío, y después, quizá, piensen en ir a las otras naciones”. ¡No! Jesús dijo: “Vallan”. El sentido auténtico de la Misión es ad extra, hacia afuera de nuestros límites y fronteras. Es el sentido de la Misión cristiana. No es válido, desde una perspectiva en verdad misionera, argumentar: para qué ir si aquí hace falta, etc. Ser católico (universal) lleva implícito el envío: “sí, necesitamos aquí, ¡pero allá también hace falta!” Hace falta reivindicar el sentido de la Misión. Descubrirnos, no como una Iglesia que no sale de ella misma, sino como una Iglesia extrovertida, una Iglesia que vierta su contenido hacia afuera, que comparta lo que es más allá de sus fronteras. Solo así se edifica y se renueva el ser de la Iglesia de Cristo. ¿Por qué no plantearnos la misión diocesana como un ir hacia otras diócesis? ¿O la misión parroquial como ir a otras parroquias? ¿O por qué no el considerar la misión hacia territorios ad gentes (lugares donde el anuncio de Cristo no ha sido explicito)? “No, porque primero hay que edificar nuestra Iglesia local para pensar en ir más allá”. ¿Será? Buen Jesús, ¿tú que nos dirías al respecto?... “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28, 19). Reflexiónenlo, considérenlo, dialóguenlo… decir Misión es decir “ir más allá”…
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AGOSTO 25 DE 2013
Hombre y mujer los creó Por Rafael Gómez
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omentábamos en la publicación anterior que la diferenciación de los sexos no tiene, como destino, el vivir como individuos separados. Por el contrario, es algo así como un punto de reunión para llegar a un verdadero encuentro de amor humano mediante la complementariedad. Una nueva vida también tiene en su naturaleza de varón o de mujer una muy bien definida identidad sexual y, por consiguiente, los roles y atributos propios de su sexo. Se requieren, pues, para su salud psicológica y su vida sana, la intervención formativa y educativa de un padre varón y de una madre mujer. Por eso la procreación y la educación de los hijos piden al hombre y a la mujer la influencia de los roles, propios de su sexo, imposibles de sustituir. Los cónyuges, como los hijos, responden a lo que les es complementario. La mujer, por su propia cuenta, no representa ni la totalidad de la esencia ni de la existencia humanas y el varón, por su propia cuenta, tampoco representa dicha totalidad. Solo la unidad hombremujer acaba siendo la obra acabada de la existencia humana y, por supuesto, del amor de Dios. Los sexos, pues, se necesitan recíprocamente para conseguir la plenitud de la vida de su cuerpo y de la vida de su espíritu para que su estructura psicológica realmente sea un instrumento de armonía y funcione como bisagra entre estas dos realidades de la naturaleza humana debido a que nuestra naturaleza sexual no es, ni solo cuerpo, ni solo espíritu: “es de naturaleza personal”. Porque todo en nosotros es humano y estamos profundamente configurados por el sexo: percibimos, sentimos, pensamos y queremos o como varón o como mujer y, desde allí, nos relacionamos y amamos. Las deficiencias en la conformación biológica de quienes padecen un desorden genético en los cromosomas XX y XY que determinan el sexo, o un problema de tipo psicológico, nos han de llevar a un respetuoso diálogo y a una actitud comprensiva para quienes no son culpables de tal desajuste; solo que la orientación socio-cultural de nuestro tiempo, frente a tales deficiencias, pretende imponerse a la saludable naturaleza humana. Tales deficiencias no son consecuencia ni de la cultura ni de la ley y la sociedad corre el peligro de minimizar la diferenciación sexual, natural, y atribuir su creación a la historia. Lo único que nos puede asegurar la historia, es que no hay manera de gobernar a la naturaleza sino, solo, sometiéndose a ella. El comportamiento sexual no proviene de un impulso oscuro o en conflicto, sino que está abierto a la luz y orientado hacia una conducta o de varón o de mujer con una distinción sicológica y, por lo menos, con un matiz diferencial que le permite a cada sexo percibir, pensar, sentir y querer o como varón o como mujer. En tal caso la oscuridad
(tercera parte)
y el conflicto que parecen venir del sexo, tienen su origen en la formación, o mejor dicho, en la deformación que parejas -homosexuales o heterosexuales- dan a los menores que tienen a su cargo cuando erotizan toda relación o despersonalizan al sexo y así se las presentan. La mano de un simio, por ejemplo, tiene habilidades motrices parecidas a las del ser humano y, no obstante, tales habilidades nunca orientarán su ejercicio a humanizar y a personalizar al simio; la mano del ser humano, en cambio, acompaña, abraza, bendice, aplaude, acaricia, hace arte, etc., y su función está orientada siempre a una dimensión humana, asumida por cada persona, e integrada a un proyecto de vida responsable y libre. Por eso, una clara diferenciación entre los sexos es tan necesaria que de ella depende la diversidad que es origen y cimiento de la fecundidad. Así, pues, la visión complementaria del varón y de la mujer, no puede estar aislada ni de su humanidad ni de su sexualidad. Este proyecto es para todo individuo en proceso de convertirse en persona y, por supuesto, los menores que los matrimonios tienen a su cuidado han de ser educados dentro y para este mismo proyecto. Según como los formadores y educadores trabajen con un menor, engendrarán machos o hembras en un proceso de animalización o varones y mujeres en una tarea de humanización que tiende a caminar, ya con la inercia propia del educando, hacia el libre horizonte de la personalización. Porque el hombre y la mujer no están simplemente juntos, sino que asisten cada uno al rostro y a la vida del otro, los hijos necesitan descubrir fácilmente, en el rostro del padre, la tensión del esfuerzo por proteger, y en el de la madre, las líneas suaves y tiernas que necesitamos seguir mirando toda la vida. Por todo lo dicho entendemos que es obligación del estado, conceder adopciones solo a un hombre y a una mujer que vivan un encuentro de amor real y complementario, que entiendan que con el sexo se nace pero que la sexualidad se hace y se aprende; que no se debe ni despersonalizar al sexo, ni desexualizar a la persona. De esto depende que, quienes empiezan sus vidas, no tengan la certeza de haber llegado a la vida, rechazados, y originarios de impulsos de placer, de cooperativas de esperma y de vientres, ni para resolver la soledad de otros y convertirse en el derecho de otros. De esto depende que se les facilite encontrarse con el manantial de amor del Padre y de sus nuevos padres y, con su vida llena de ese mismo amor, caminen por la vida descubriendo a cada paso la huella de aquellos, cuyos pasos caminan seguros, por una vida plena hacia y “de quien procede toda paternidad en los cielos y en la tierra”.
...Lo de Dios a Dios
El pensamiento social del beato Juan Pablo II Por David Grimaldo
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niciamos un recorrido, aunque de una manera breve, del pensamiento social del Papa beato Juan Pablo II. Varios artículos nos ocuparán para cumplir con este propósito. Su extensa obra nos invita a estudiarlo con detenimiento, pero en esta columna solo abordaremos la cuestión social. La personalidad del Papa Juan Pablo II es extraordinariamente impactante. Su riqueza, su originalidad, su espontaneidad, su visión de las cosas lo hacen enigmático a los sabios de este mundo, les cuesta trabajo comprenderlo. En cambio, a las muchedumbres es tan cercano, carismático y atrayente. Ven en él la presencia de Cristo. Para las multitudes no hay duda, es el que muestra, el que viene en el nombre del Señor. Rasgos como la intelectualidad y la poesía hacen de este hombre de Dios, un siervo de acción cálida y atrayente. Juan Pablo II dicen los estudiosos de su pontificado, tiene un secreto: “el de un hombre en el que vive el Espíritu con vistas a una gran misión en favor de la Iglesia y de la humanidad entera”. Su pontificado sobrepasó los pronósticos más imaginativos. Todas las cuestiones eclesiales, teológicas y pastorales fueron abordadas por este ilustre varón. La encíclica Redemptor hominis (El Redentor del hombre), la primera en su ministerio petrino, nos muestra las ideas fundamentales de su trabajo apostólico. Es de alguna manera una encíclica programática. Digamos rápidamente que es elocuente y fundamental para entender su misión al frente de la Iglesia, la frase que pronunció en el primer discurso de su pontificado el 22 de octubre de 1978: “¡No tengan miedo! ¡Abran, abran de par en par las puertas a Cristo! Colocándose en la perspectiva del año 2000, Juan Pablo II define su tiempo, en Redemptor Hominis,
como “el tiempo de un nuevo Adviento”, un tiempo de espera. Cristo, centro del cosmos y de la historia, revela por su redención, el hombre así mismo, el hombre concreto “creado de nuevo”. Esta revelación es confiada a la Iglesia, cuyo único fin es servir a la causa de la amistad de cada uno con Cristo, de una manera nueva, en un momento de la historia saturado de tomas de posición ideológicas, extrañas y hostiles al cristianismo. En el número 15 de esta encíclica Juan Pablo II dice refiriéndose a la Misión: “La Iglesia, que está animada por la fe escatológica, considera esta solicitud por el hombre, por su humanidad, por el futuro de los hombres sobre la tierra y, consiguientemente, también por la orientación de todo desarrollo y del progreso, como un elemento esencial de su misión, indisolublemente unido a ella”. El Papa también denuncia la primacía del “tener” sobre el “ser” y el contraste dramático de la opulencia y la penuria extrema. Ligado a esto es el daño que se hace a la libertad. La libertad, tan preciosa en política, se ve a menudo enfrentada en la vida económica al instinto posesivo o dominador y el progreso económico se “convierte en una categoría superior, que subordina el conjunto de la existencia humana a sus exigencias parciales, sofoca al hombre, disgrega la sociedad y acaba por ahogarse en sus propias tensiones y en sus mismos excesos” (n. 16). Esta encíclica presenta a Cristo, no solo como el Redentor del Hombre sino como el modelo, el prototipo, el paradigma de la humanidad. Una de las vetas teológicas que presenta el Papa en este documento es “el Misterio de Cristo” y evidentemente el “Misterio de la Iglesia”, en esta perspectiva hay que ver todo su ma-gisterio. En este “horizonte” o si us-tedes quieres desde este “lugar teológico” hay que ver el aspecto de la Verdad.
AGOSTO 25 DE 2013
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