Edición 246

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Año 5

No. 246

Semana del 03 al 09 de noviembre de 2013

“¡Familia, vive la alegría de la fe!”

Un abrazo a las familias

En esta fiesta de la familia el Papa les dijo que han venido en pe-regrinación de diversas partes del mundo para profesar su fe, “somos un pueblo, una sola alma, convocados por el Señor que nos ama y nos sostiene. El Papa Francisco también saludó a todas las familias que se unieron a este evento a través de la televisión y de Internet, definiendo a la Plaza de San Pedro una “plaza que se ensancha sin confines”. El Papa recordó a las queridas familias que también ellas forman parte del Pueblo de Dios. Y les dijo que caminan con alegría junto al pueblo. Por esta razón les pidió que permanezcan siempre unidas a Jesús, y que lo lleven a todos con su testimonio. El Papa les agradeció su presencia. Y les dijo también que todos juntos, hacemos nuestras las palabras de San Pedro, que nos dan fuerza y nos darán fuerza en los momentos difíciles: “Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna”. Con la gracia de Cristo, concluyó el Santo Padre, vivan la alegría de la fe. Que el Señor los bendiga y María, nuestra Madre, los acompañe.

Religiosa llamada el “ángel de la prisión” fallece La Madre Antonia Brenner, una mujer que vivió en la acomodada zona de Beverly Hills en Los Ángeles (Estados Unidos), se casó y divorció dos veces y tuvo siete hijos antes de convertirse en religiosa católica, para luego realizar una intensa pastoral en una peligrosa cárcel de Tijuana (México) durante treinta años, falleció el 17 de octubre a los 86 años.

 La conversión de esta mujer se produjo luego de que en 1969 tuviera un sueño, en el que se encontraba prisionera en el Calvario, pronta a ser ejecutada. Entonces, Jesús se le apareció, ofreciéndole morir en su lugar, a lo que ella se negó, asegurándole que nunca lo dejaría sin importar lo que le sucediera. Tras este sueño, la Madre Antonia decidió dedicar su vida a la Iglesia. A pesar de dificultades iniciales, por su condición de divorciada, creó la orden de las Siervas eudistas de la Undécima Hora, “una congregación católica para mujeres maduras”.

 En una explicación dada por la religiosa sobre su dedicación a la pastoral carcelaria al diario estadounidense Los Angeles Times en 1982, la Madre Angélica dijo que “algo me sucedió cuando vi a los hombres tras las rejas… cuando me fui, pensé mucho en ellos”.

 “Cuando hacía frío, me preguntaba si estaban abrigados; cuando estaba lloviendo, si tenían cobijo”.

 La religiosa se preguntaba además si los reclusos “tenían medicina y cómo estaba sus familias. Usted sabe, cuando volví a vivir en la prisión, sentí como si hubiera vuelto a casa”.

 Tanto para los guardias como para los presos de la penitenciaría mexicana de La Mesa, la Madre Antonia ha sido el ángel de la prisión. Pero al interior de los barrotes, la han conocido como “Mamá”.

 La religiosa dijo en una antigua entrevista que los presos “tienen que aceptar que están equivocados. Tienen que ver las consecuencias. Tienen que sentir la agonía… pero yo los amo profundamente”. La Madre Antonia y sus compañeras han realizado su trabajo pastoral desde la Casa “Corazón de María”, que tienen en Tijuana, y donde las candidatas a la congregación pasan por un periodo de discernimiento y formación, antes de su ingreso pleno.

 Tras la noticia del fallecimiento de la Madre Antonia, el arzobispo de Tijuana, monseñor Rafael Romo Muñoz, aseguró que “humanamente hablando, se trata de una pérdida irreparable, pero desde el punto de vista de la misión que tenía, creo que tenemos una ganancia”.

 “Es una mujer con características de santa. Yo lo digo porque la conocí y también sentí mucho el cariño de ella. Tiene rasgos de santa, por lo que la Iglesia en realidad sale ganando”, dijo.


Por Pacco Magaña

Conmemoración de los difuntos

E

n los últimos años se vive en nuestro país una especie de competencia entre las antiguas tradiciones mexicanas en torno a los difuntos, con todo el culto religioso y las expresiones de las culturas indígenas originadas en nuestra nación, frente a la invasión cultu-ral del Halloween y las más recientes expresiones del walking dead. Las tradiciones mexicanas en torno a los difuntos son una expresión de la cultura indígena en franco sincretismo con las verdades de fe cristiana, se combinan los altares a los muertos, las comidas y bebidas (que no pueden faltar) que le gustaban al difunto, la creencia de que el difunto viene a probar los manjares que le ofrecen sus familiares y las verdades de fe cristiana que nos alientan a orar por los difuntos, a valorar su testimonio y recuperar sus virtudes en la vida de sus descendientes. El Halloween y los disfraces zombies, son expresiones que vienen de cultos oscurantistas provenientes del norte de Europa, y que ahora en México se van mezclando con el culto a la mal llamada “santa muerte”, expresiones todas que son indicadores de culto satánico y que hacen perfectamente visible la lucha entre el bien y el mal, lucha ante la cual los cristianos no podemos quedar indiferentes. La Sagrada Escritura nos revela que desde el Antiguo Testamento los judíos acostumbraban orar por los difuntos, práctica piadosa que re-vela la fe en la vida futura, puesto que orar por alguien que ya no existe sería un sin sentido (ver 2 Mac 12, 43-46) y nos exhorta muchas veces a tener confianza en que los muertos han sido llamados para estar “en manos de Dios y ahí no les alcanzará ningún tormento” (ver Sab 3, 1-9). Pero la base fundamental del cristiano es la fe en la muerte y resurrección de Jesucristo, quien ofreció su vida por nosotros, muriendo en la cruz, para redimirnos y ha resucitado glorioso del sepulcro, venciendo al pecado, al mal y a la muerte. Este triunfo de Jesús sobre los poderes del mal es la razón fundamental de la fe y de la existencia misma de la Iglesia: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe” (ver 1Cor 15, 14-17). La reflexión teológica de la Iglesia nos recuerda que la Iglesia está compuesta por tres grupos de fieles: los que vivimos en este mundo, como peregrinos hacia la Casa del Padre (Iglesia militante), los que ya están gozando plenamente de la comunión con Dios en la vida eterna (Iglesia triunfante o bienaventurada) y los difuntos que están en el proceso de purificación para ser admitidos plenamente en el Cielo (Iglesia purgante). Es importante que mientras estamos de camino sintamos la asistencia protectora de quienes ya llegaron a la meta: los santos y santas de todos los tiempos, que interceden por nosotros para que no desfallezcamos en la lucha del día a día. A ellos los celebramos el primer día de noviembre, el día de Todos los Santos, recordando las maravillas que Dios realizó en cada uno de ellos. Es necesario que nosotros intercedamos con nuestras oraciones y buenas obras ayudando a que los difuntos sean admitidos a la fiesta eterna en unión con Dios y con sus elegidos. El día de difuntos (y todos los días del año) ofrezcamos la Santa Misa por su descanso eterno. Este es el misterio de la comunión de los santos. Vivamos con devoción este misterio de nuestra fe, conservemos y purifiquemos con la luz del Evangelio nuestras tradiciones y expresiones culturales. Recordemos siempre a nuestros difuntos y oremos por ellos, incluso aprovechando las oportunidades de ofrecer en sufragio de ellos las indulgencias plenarias que la Iglesia nos regala en abundancia en este Año de la Fe.

Fundado por el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes

La RED no necesariamente apoya la publicidad de nuestros anunciantes.

Jesús no es misionero aislado Querido hermanos y hermanas:

Jesús no es un misionero aislado, no quiere realizar solo su misión, sino que involucra a sus discípulos. Sabemos que, además de los Doce apóstoles, llama a otros Setenta y Dos, y los envía a las aldeas, de dos en dos, a anunciar que el Reino de Dios está cerca. ¡Esto es muy bonito! Jesús no quiere obrar solo, ha venido a traer al mundo el amor de Dios y quiere difundirlo con el estilo de la comunión, con el estilo de la fraternidad. Jesús forma una comunidad de discípulos, que es una comunidad misionera. Inmediatamente los entrena a la misión, a ir. Pero atención: la finalidad no es socializar, pasar el tiempo juntos, no; la finalidad es anunciar el Reino de Dios, ¡y esto es urgente!, también hoy es urgente, no hay tiempo que perder en charlas, no es necesario esperar el consenso de todos, es necesario ir y anunciar. A todos se lleva la paz de Cristo, y si no la reciben, se va hacia adelante. A los enfermos se les lleva la curación, porque Dios quiere curar al hombre de todo mal. ¡Cuántos misioneros hacen esto! Siembran vida, salud, consuelo en las periferias del mundo. ¡Qué bonito es esto! No vivir para sí mismo, no vivir para sí misma. Sino vivir para ir a hacer el bien. Jóvenes, pregúntense: ¿Jesús me llama a ir, a salir de mí, a hacer el bien? A ustedes jóvenes, a ustedes chicos y chicas, les pregunto: ¿Ustedes son valientes, tienen la valentía de sentir la voz de Jesús? ¡Es bello ser misionero! ¡Ah, son buenos!, ¿eh? me gusta eso. ¿Quiénes son estos Setenta y Dos discípulos que Jesús envía? ¿Qué representan? Si los Doce son los Apóstoles, y por

tanto representan también a los obispos, sus sucesores, estos setenta y dos pueden representar a los demás ministros ordenados, a los presbíteros y diáconos; pero en sentido más amplio podemos pensar en los otros ministros, en la Iglesia, en los catequistas, en los fieles laicos que se empeñan en las misiones parroquiales, en quien trabaja con los enfermos, con las diversas formas de necesidad y de margi-nación; pero siempre como misioneros del Evangelio, con la urgencia del Reino que está cerca. Por ello todos deben ser misioneros. Todos pueden sentir esa llamada de Jesús e ir hacia adelante a anunciar el Reino. Dice el Evangelio que estos Setenta y Dos volvieron de su misión llenos de alegría, porque habían experimentado el poder del Nombre de Cristo contra el mal. Jesús lo confirma: a estos discípulos Él les da la fuerza de derrotar al maligno. Pero añade: “No se alegren de que los espíritus se les sometan; alégrense de que sus nombres estén escritos en los cielos”. No debemos vanagloriarnos como si fuéramos nosotros los protagonistas: protagonista es uno solo, es el Señor, protagonista es la gracia del Señor. Él es el único protagonista. Y nuestra alegría es sólo ésta: ser sus discípulos, ser sus amigos. Que la Virgen nos ayude a ser buenos obreros del Evangelio. No tengan miedo de ser alegres, no tengan miedo de la alegría. Esa alegría que nos da el Señor cuando lo dejamos entrar en nuestra vida; dejemos que Él entre en nuestra vida y nos invite a salir fuera de nosotros, a las periferias de la vida, a anunciar el Evangelio. No tengan miedo de la alegría. ¡Alegría y coraje!


Concilio Vaticano II

NOVIEMBRE 03 DE 2013

¡No tengan miedo!

El papel de la mujer en el Concilio

H

ace poco se publicó un artículo, por parte del Pontificio Consejo para los laicos, en el que reflexiona sobre el papel de la mujer laica durante los trabajos del Concilio Vaticano II. 
En la segunda sesión, celebrada en el otoño de 1963, una de las intervenciones más aplaudidas fue la del Cardenal Leo Josef Suenens, Arzobispo de Bruselas, el 22 de octubre. Hablando de los laicos, el Cardenal se refirió a los dones de gracia y carismas otorgados a ellos y luego hizo referencia particular a los carismas presentes en las mujeres; hizo un llamado a que se incrementara el número de auditores laicos -que en la segunda sesión era de 13 hombres-, para incluir también a mujeres “que constituyen la mitad de la humanidad”, dijo.

 Pocos días antes de la apertura de la tercera sesión conciliar, el Papa Pablo VI anticipó, en una homilía a un grupo de religiosas, que había decidido invitar mujeres como auditoras.

 El dicasterio subraya que “no hubo restricciones” en la participación de las auditoras, ya que “no participaron en muchas, sino en todas las Congregaciones generales a partir de su nombramiento y, no solamente cuando se discutían temas referidos particularmente a la vida de la mujer, sino siempre”.

 En 1964 fueron nombradas nueve religiosas, además ocho mujeres laicas, todas núbiles, tenían cargos directivos en asociaciones laicales internacionales; mientras que dos de ellas eran viudas de guerra.

 Se trataba de Pilar Belosillo (España), Rosemary Goldie (Australia), Marie-Louise Monnet (Francia), Anne Marie Roeloffzen (Holanda), Alda Micheli (Italia), Amalia Dematteis viuda Cordero Lanza di Montezemolo (Italia), Ida Marenghi viuda Grillo (Italia).

Además, en 1965 entraron las primeras mujeres latinoamericanas: Margarita Moyano Llerena (Argentina), Gladys Parentelli (Uruguay), así como una matrimonio invitado a participar: José y Luz María Álvarez Icaza (México).

 En los primeros días los fotógrafos de la prensa parecían encontrar particular interés en retratarlas y su presencia era ocasión de titulares en periódicos del mundo. Sin embargo, con el paso de los días esta presencia femenina en el aula conciliar fue haciéndose cada vez más normal, parte del ritmo cotidiano del Concilio.

 La participación de las auditoras fue especialmente significativa en las comisiones para la redacción del decreto sobre el Apostolado de los Laicos y del entonces llamado “Esquema XIII” que luego pasó a ser la Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Moderno, Gaudium et spes.

Una vez clausurado el Concilio, llama la atención el testimonio de una de las auditoras, Rosemary Goldie:
 “Mi primera impresión, la recuerdo muy bien. Entré a la Basílica de San Pedro por la Puerta Santa Marta. Esta entrada conduce directamente a la capilla del Santísimo Sacramento. Al entrar, vi una enorme cantidad de obispos de rodillas y rezando. Esto me impresionó muchísimo. El Concilio es ante todo la oración de los obispos ... ¿no es así? Se trata de una curiosa mezcla de solemnidad casi litúrgica y de simplicidad familiar, ¡sobre todo cuando los obispos dejan sus puestos para ir a la barra por un café!”.

 Para Goldie, la presencia femenina como auditoras en el Concilio fue “una de las muchas expresiones de una renovada conciencia que la Iglesia iba teniendo de sí misma, bajo la acción del Espíritu”.

Amables lectores: Sigo con las recomendaciones. 2da. Recomendación. El segundo aspecto es el del caminar. Es una de las palabras que más deben estar en nuestra vida como, Obispo, Sacerdotes, religiosos y laicos ya que nos ayuda a vivir nuestra vida cristiana y de Iglesia. Creo que esta es, realmente, la experiencia más hermosa podemos vivir: ¡Formar parte de un pueblo que camina, que camina en la historia con, su Señor, que camina en medio de nosotros! No estamos aislados, no caminamos solos, sino que formamos parte del único rebaño de Cristo, que camina junto. Pensemos nuevamente por un momento en nosotros sacerdotes ¿Hay algo más bonito para nosotros que caminar con nuestro pueblo? ¡Que bonito es! Cuando pienso en aquellos párrocos que conocían el nombre de sus feligreses, que iban a verlos, ¿Hay algo más bonito? Al caminar con nuestro pueblo, a veces delante, para guiar a la comunidad; en medio, para animarla y sostenerla; detrás, para mantenerla unida, de manera que nadie se quede demasiado rezagado; y también por otra razón: ¡Porque el pueblo tiene olfato! Tiene olfato para encontrar nuevas sendas para su camino, tiene el sensus fidei, que dicen los teólogos. ¿Hay algo más bonito que esto? Y en el Sínodo también tiene que figurar lo que el Espíritu Santo dice a los laicos, al pueblo de Dios, a todos. Pero lo más importante es caminar juntos, colaborando, ayudándose mutuamente; pedirse perdón, reconocer las propias equivocaciones y pedir perdón, pero también aceptar las disculpas de los demás perdonando: ¡Que importante es esto! A veces pienso en los matrimonios que después de muchos años se separan: ´´es que…, no nos entendemos, nos hemos alejado´´. Tal vez no han sabido pedir disculpas a tiempo. Tal vez no han sabido perdonar a tiempo. Y siempre, a los recién casados, les doy este consejo: ´´Discutan todo lo que quieran. Si los platos salen volando, dejen que vuelen. ¡Pero nunca acaben el día sin hacer las paces! ¡Nunca!´´. y si los matrimonios aprenden a decir: ´´Perdona, estaba cansado´´, o incluso a ha-cer solo un pequeño gesto, esa es la paz, y al día siguiente la vida continúa. Este es un bonito secreto, que evitará esas separaciones

dolorosas. ¡Cuánto importa caminar unidos, sin huida hacia delante, sin nostalgias del pasado! Y mientras se camina, se habla, uno conoce al otro, uno le cuenta al otro, se crece en ser familia. Preguntémonos, a este respecto: ¿Cómo caminamos? ¿Cómo camina nuestra realidad diocesana? ¿Camina junta? ¿Y qué hago yo para que camine realmente junta? ¡No quisiera entrar aquí en el tema de los chismorreos, pero saben que los chismorreos siempre dividen! 3ra. Recomendación. Por lo tanto: Escuchar, caminar. Y el tercer aspecto la Misión: anunciar hasta las periferias. En estos dos días de nuestra Asamblea Diocesana hemos hablado de la urgencia de la misión, la importancia de salir para ir al encuentro del otro, a las periferias, que son lugares, pero que son, por encima de todo, personas en situaciones de vida especial. En nuestra Diócesis encontramos familias de clase media, alta y baja. Que viven periferias porque están al margen de un Dios Padre y de quienes los llevan a Él, a su Iglesia, y son objeto de nuestra caridad y misión. Hermanos y fieles todos; no tengan miedo de salir y de ir al encuentro de estas personas, de estas situaciones. No se dejen paralizar por prejuicios, por costumbres, rigideces mentales o pastorales, por el famoso ´´¡Siempre se ha hecho así!´´. Pero sólo se puede ir a las periferias si se lleva la Palabra de Dios en el corazón y se camina con la Iglesia. ¿De lo contrario nos llevamos a nosotros mismos, no llevamos la Palabra de Dios, y esto no es bueno, a nadie le sirve! No somos nosotros los que salvamos al mundo: ¡Es el propio Señor el que lo salva! Termino recomendándoles, no dejemos de escuchar la Palabra de Dios, caminemos juntos en fraternidad y no dejemos de anunciar el Evangelio a las periferias y alejados. Que Padre Dios los bendiga por medio de su hijo Jesús y Jesús nos de su Espíritu para llevar su Palabra, caminemos con su pueblo y llevemos la novedad de Jesucristo apoyados en María. Se despide su amigo, hermano, servidor y obispo. +Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí


Nuestra historia

El nacimiento de la Universidad en la Edad Media

Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortiz

E

ntre 1200 y 1400 fueron fundadas en Europa 52 universidades; 29 de ellas de fundación papal, las demás de fundación imperial o real. La primera fue la Universidad de Bolonia (norte de Italia), (especializada en Derecho, 1088), a la que siguió Oxford (antes de 1096), de la que se escindió su rival Cambridge (1209), París, de mediados del siglo XII (uno de cuyos colegios fue la Sorbona, 1275), Salamanca (1218, precedida por el Estudio General de Palencia del año 1208), Padua (1222), Nápoles (1224), Coímbra (1308, trasladada desde el Estudio General de Lisboa de 1290), Alcalá de Henares (1293, refundada por el Cardenal Cisneros en 1499), la Sapienza (Roma, 1303), Valladolid (1346), la Universidad Carolina (Praga, 1348), la Universidad Jagellónica (Cracovia, 1363), Viena (1365), Heidelberg (1386), Colonia (1368) y, ya al final del periodo medieval, Lovaina (1425), Barcelona (1450), Basilea (1460) y Uppsala (1477). En medicina gozaba de un gran prestigio la Escuela Médica Salernitana, con raíces árabes, que provenía del siglo IX; y en 1220 empezó a rivalizar con ella la Facultad de Medicina de Montpellier.

Por otra parte, es importante destacar que la escolástica, fue la corriente teológico-filosófica dominante del pensamiento medieval, tras la patrística de la Antigüedad tardía, y se basó en la coordinación de fe y razón (en principio la identificación de ambas), que en cualquier caso siempre suponía la clara sumisión de la razón a la fe (Philosophia ancilla theologiae -la filosofía es esclava de la teología-). Pero también es un método de trabajo intelectual: todo pensamiento debía someterse al principio de autoridad (Magister dixit -lo dijo el Maestro-), y la enseñanza se podía limitar en principio a la repetición o glosa de los textos antiguos, y sobre todo de la Biblia, la principal fuente de conocimiento, pues representa la Revelación Divina; a pesar de todo ello, la escolástica incentivó la especulación y el razonamiento, pues suponía someterse a un rígido armazón lógico y una estructura esquemática del discurso que debía exponerse a refutaciones y preparar defensas.

3era. y última parte

Si no nos dejamos amar, es porque no nos queremos comprometer

L

Pbro. Lic. Salvador González Vásquez

Desde el comienzo del siglo IX al fin del XII los debates se centraron en la cuestión de los universales, que opone a los realistas encabezados por Guillermo de Champeaux, a los nominalistas representados por Roscelino y a los conceptualistas (Pedro Abelardo). En el siglo XII tiene lugar la recepción de textos de Aristóteles antes desconocidos en Occidente, primero indirectamente a través de los filósofos judíos y árabes, especialmente Avicena y Averroes, pero en seguida directamente traducido del griego al latín por San Alberto Magno y por Guillermo de Moerbeke, secretario de Santo Tomás de Aquino, verdadera cumbre del pensamiento medieval y elevado al rango de Doctor de la Iglesia.

a humanidad no quiere ataduras. El hombre que busca libertad prefiere vivir sin amarrarse a nadie. En estos días se ha falseado el concepto de libertad, porque se piensa que libre es el que no tiene compromisos. Y el miedo al compromiso, es un tema de nuestro tiempo.

Es importante señalar que el apogeo de la escolástica coincide con el siglo XIII, en que se fundan las universidades y surgen las órdenes mendicantes: dominicos (que siguieron una tendencia aristotélica), y franciscanos (ca-racterizados por el platonismo y la tradición patrística -Alejandro de Hales o San Buenaventura-). Ambas órdenes ocuparán las cá-tedras y la vida de los colegios universitarios, y de ellas procederán la mayoría de los teólogos y filósofos de la época. El siglo XIV representará la crisis de la escolástica a través de dos franciscanos británicos: el doctor subtilis Duns Scoto y Guillermo de Ocam. Precedente de ambos sería la Escuela de Oxford (Robert Grosseteste y Roger Bacon) centrada en el estudio de la naturaleza, defendiendo la posibilidad de una ciencia experimental apoyada en la matemática, contra el tomismo dominante. La polémica de los universales se terminó decantando por los nominalistas, lo que dejaba un espacio a la filosofía más allá de la teología.

Hay mas temor a ser amado, que a ser ofendido. Porque la ofensa es un motivo para hacer daño; al poner como pretexto, el mal que nos han hecho. Pero cuando lo único que hemos recibido es amor, entonces ya no tenemos excusas para no hacer el bien; los que tienen miedo a ser amados, es porque temen sentirse comprometidos.

Hasta el siglo XIX, las universidades en gran medida fueron centros elitistas en las que sólo un porcentaje testimonial de la población tenía estudios universitarios. Durante el siglo XX los estudios universitarios se normalizaron tanto en Europa como en el resto del mundo. De esta manera, podemos concluir que en medio de todas las afirmaciones que se pueden realizar del papel de la Iglesia en el campo de los conocimientos y la reflexión, podemos afirmar que será la propia Iglesia quien aliente el estudio y la investigación, lejos de aquellos que afirman y que consideran a la Iglesia como enemiga del conocimiento y del saber, del progreso de la ciencia y de la técnica.

No podemos negar que son necesarias las alianzas, porque sin éstas, nuestra vida es inestable. Si no hay pactos la vida se vuelve insegura; nada nos garantiza que en momentos difíciles contaremos con la ayuda de alguien. Porque una vez que llega la adversidad, huirán los que no quieren compromisos con nadie. El hombre es un ser carente de amor, pero mas grande es el miedo a perder su libertad. Y en nombre de ésta, renuncia a la experiencia de vivir amando.

Si hay temor al amor, también hay el temor de Dios. Y éste, es el miedo de ofender a un ser muy bueno, que lo único que hace es amarnos; si lo ofendiéramos no tendríamos manera de defendernos, porque no encontraríamos razón para justificar la ofensa. No hay que temer al que nos ama, tampoco hay que temer a los que amamos; un hombre que es temido, no es alguien que es amado. A Dios no hay que tenerle miedo, porque él es el amor mismo. Pero si hay que tener miedo de ofender a quien no hace otra cosa que amar, y lo hace hasta el extremo de morir. Si hay temor a ser amados es porque el amor nos mueve a hacer el bien, y pocos están dispuestos a ser realmente buenos. Es por eso, que muchos no quieren que los alcance el amor, para no tenerse que comprometer. Y en nombre de una falsa libertad, renuncian a vivir amando.


05

No al culto de la muerte Por Pbro. Lic. Héctor Colunga

Queridos lectores: Desgraciadamente se ha infiltrado ese “culto” no aprobado por la Iglesia, y tristemente practicada por algunos fieles. A los que tienen este tipo de creencias ignorantes de su religión, no se les debe de considerar católicos. ¿De dónde viene esta costumbre de la mal llamada “santa muerte”? Esta práctica viene de los santeros de Cuba, fue recibido por los brujos de Catemaco en el Estado de Veracruz, luego siguió por Hidalgo y la Ciudad de México. El culto se fortaleció gracias a grupos del crimen organizado, que hicieron de la muerte una figura tutelar. Para algunos es llamada la niña blanca o la santísima. Se cree en ella como lo único seguro. El origen de esta práctica religiosa se debe a un sincretismo entre creencias prehispánicas (culto a la muerte), santismo y la religión católica. Cuando una persona se informa sobre el culto a la muerte, la primera información que recibe es nunca deberá faltarle al respeto. El trato que ella debe de recibir es el mismo que se le da a una persona real por lo que es muy común poner dulces en los altares, que platiquen con la imagen en voz alta o que tomen junto a los altares. Pero si se retracta o ya no quiere seguir en ese culto, la muerte hará estragos en ella y en su familia. Por eso muchos, aunque quieran evitarlo no pueden por temor a que les pase algo. Cuando me encuentro con personas que entienden que está mal esta práctica religiosa, me externan su miedo a que les suceda algo si tiran sus imágenes o las rompen. Yo les digo que no les va a pasar nada. Este culto ve a la muerte como algo innegable de la vida, una ley natural y que se tiene que aceptar. Se entiende a la muerte como un ser sufriente que se encarga de un trabajo penoso, que se le dio un gran poder pero aun más grande carga. Recibe su poder de Dios a quien obedece, al ser la muerte un elemento indispensable para la vida. Bajo esto se ve a la muerte más como a un ángel que como cualquier otra cosa. No está bien la práctica religiosa a la muerte, porque Cristo venció a la muerte con su Resurrección. Creer en la muerte, es negar la vida en Cristo y sobre todo la vida Eterna; además es un culto que se utiliza para pedir algo malo: muerte, envidia, odio y enfermedad. Sobre el culto a los santos, el canon 1187 dice: “Sólo es lícito venerar con culto público a aquellos siervos de Dios que hayan sido incluidos por la autoridad de la Iglesia en el catálogo de los Santos o de los Beatos”. Por consiguiente, queda prohibido venerar la imagen de la muerte. Debemos de catequizar a nuestra gente y quitar esa costumbre totalmente ajena a nuestra fe. Hasta la próxima

Échate una firmita después de misa

Por P. Kino

E

ntre los hombres jóvenes del bajo mundo, echarse una firmita, significa ir a deshacerse del agua de riñón. Sin embargo aquí me refiero a lo que es en realidad una firma, es decir, una escritura gráfica, que representa a la persona. A veces, por motivos de la catequesis, celebro misa dominical en algún templo distinto al que tengo destinado. Al concluir la santa misa, llegan los niños con algunas libretas u hojas, para que firme su asistencia a la santa misa. Obviamente muchos de ellos se están preparando para su Primera Comunión, y los catequistas les piden que asistan a la misa dominical. Esta práctica resulta muchas veces cansada no tanto para los niños, sino para los papás, pues más de uno tal vez puede decir que los están obligando a ir a misa, y por tanto no está bien, pues, según ellos, hay que ir a misa cuando les nace. Con todo respeto, queridos papás, si nuestro criterio de actuación es hacer las cosas cuando nos nace, entonces no me nace ir a trabajar, pues no voy; al niño no le nace ir a la escuela, pues no va; no le nace al esposo o esposa ser fiel, pues no lo es, etc. El actuar por el “nacimiento” de una cosa religiosa, nos hace tener una fe de niños.

No en todas partes se les pide con firma que comprueben su asistencia a la misa dominical, sin embargo, cuando algunos colegas lo ponen como requisito, el niño se siente más comprometido a cumplir con lo que pide no el catequista,

no el sacerdote, sino lo que pide Jesús a través de la Iglesia. Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar; santificarás las fiestas. Lo que si pondría yo en tela de juicio es que los obliguen a ir con tal o cual padre, o a tal cual misa o templo. Pues finalmente, hasta conviene que los niños y su familia conozcan otros templos, otros sacerdotes. Lo importante es que vayan, el lugar, la hora y el sacerdote es lo de menos. En el templo en que me encuentro actualmente, (El Divino Niño del Desagravio, en independencia 2210), y en muchos templos de nuestra diócesis, ya desde el sábado a las 6 de la tarde celebramos misa dominical. No es que seamos flojos, lo que sucede, es que a partir de esa hora ya es considerado litúrgicamente el domingo. Se requiere que se utilicen las lecturas dominicales. Un papá que quiere salir con su familia el domingo civilmente hablando, puede asistir a misa el sábado por la tarde. Una persona enferma, o quien la cuide, en la casa puede por televisión seguir la santa misa y es válida. En caso de que una persona por motivos laborales o de algo que no esté bajo su control, no pueda asistir el domingo, puede participar de la Eucaristía algún otro día de la semana. En fin, no tenemos que ser cuadrados. El niño, puede ir a misa a donde quiera, y al final se le puede pedir al sacerdote celebrante que se eche una firmita después de misa. No seamos intransigentes.


El santo de hoy

Por qué no es posible decir

«Cristo sí, la Iglesia no» Por: José Antonio Martínez Ortiz

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emos escuchado repetidas veces, como es más fácil o común creer en Cristo pero no en los cristianos, o en la Iglesia, o en los sacerdotes. Este modo de pensar, por demás está decir, que es incorrecto e injusto, ya que el creer en Cristo, esta inseparablemente unido a creer en la Iglesia, que nos devela- de forma siempre misteriosa, pero real- la Revelación de Dios en Jesucristo. Y he aquí un pequeño esbozo del porque no es posible decir “Cristo sí, Iglesia no”. «Parto de la convicción --que debe ser bien entendida-- de que el tema de la Iglesia necesita un descentramiento para poder concebirla no tanto como término y objeto de la fe, sino como el modo y el ámbito comunitario-sacramental desde donde se profesa, se celebra y se atestigua la fe cristiana, y de esa forma recuperar el poder “creer en la Iglesia” como un creer eclesialmente», dice Salvador Pie-Ninot. «En efecto, como dice el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) en el “Símbolo de los apóstoles” hacemos profesión de creer que existe una Iglesia santa, para no confundir a Dios con su obras (CIC 750), precisa. Salvador Pié-Ninot añade que de esta forma queda claro el carácter de «signo e instrumento» de la Iglesia, que es lo que significa la palabra más técnica de «sa-cramento», ya que la Iglesia está al servicio y tiene su porqué en estas dos realidades profundas: «la unión íntima con Dios --es decir, la filiación con Dios para po-

C

«En sus dos mil años de historia la Iglesia ha acentuado dos dimensiones fundamentales: su ser “comunidad sacramental” de la fe, que fue prioritaria en el primer Milenio hasta la división con las Iglesias ortodoxas en 1054, y su ser ‘sociedad organizada’ en el mundo, que ha sido la visión más elaborada en el segundo Milenio eclesial, sintetizada particularmente en el Concilio Vaticano I (1870)». «El Concilio Vaticano II (1962-1965) ha querido realizar una síntesis de ambas perspectivas», afirma. La Iglesia es un misterio, una paradoja: «Sabemos que la Iglesia como misterio es “santa”, gracias a los dones santos de la palabra de Dios y de los sacramentos, pero a la vez, que la Iglesia tiene en su seno pecadores y por esto siempre está necesitada de purificación».

Con I de Identidad, con I, columna del hombre

Entre el hombre y la mujer no hay identidad, únicamente entre el hombre con hombre y mujer contra mujer. Inclusive no coexiste igualdad jamás por esta misma compleja razón, para que entre el hombre y la mujer concurra la igualdad habría que pensar en la identidad. Denoto que cada quien toma un papel circunstancial e

3 de noviembre Siglo XVII

derlo invocar como Padre--, y la unión de todo el género humano, es decir, la fraternidad en Jesucristo, para poder reconocer a todos como verdaderos hermanos». «Por esto es importante reafirmar que el centro de la fe es Jesucristo, y que su seno materno es la Iglesia, que está a su servicio como su “sacramento” o “comunidad sa-cramental” de la salvación (teniendo presente que si uno “margina” a la madre más fácilmente puede “marginar” al hijo)», observa Salvador Pie-Ninot.

Hagámonos de palabras

ómo poder explicar esto de la identidad, sino es con algo idéntico a lo que estoy pensando, sin embargo al estar plasmando esta temible explicación quizá, ya no sea idéntica a lo que había estructurado. Diré por ejemplo que la identidad presentada en el texto Las máscaras de la hipocresía de Rodolfo Usigli, −que retomó Bartra en Anatomía del mexicano−, es una narratología de la identidad del mexicano, es decir, que aquí se entiende anatomía como identidad aquello que le brinda personalidad al mexicano, en este sentido: la hipocresía –expresándolo de modo sucinto−. Pero al hablar de identidad no es posible hacer comparación de lo uno con lo otro, más bien, de lo uno con el uno. Al enunciar que existe identidad en algún contexto se habla de que dos cosas no son dos cosas sino una, de lo contrario serían no idénticas.

San Martín de Porres

importante en el mapa del mundo. Ahora en cuanto a la forma del decir identidad es propia del latín: identitas, que puede ser observada desde la palabra idem, Vr.g: Semper idem vultus. De regreso a la identidad, es aún más lógico comprenderlo desde el fondo de la cartera, allí donde se ubica como nido de identidades tarjetas o credenciales que evidentemente, habrá las que tengan burilado nuestro nombre o fotografía idéntica a las del propietario. Mi abuela estaba equivocada cuando me respondía a la pregunta ¿qué horas son? −Las mismas (idénticas) de ayer.

N

ació Martín el 8 de diciembre de 1579, hijo de un importante hidalgo y de una mulata, en Lima (Perú). Martín comenzó a familiarizarse con el bien retribuido oficio de barbero, que en aquella época era bastante más que sacar dientes, extraer muelas o hacer sangrías. Martín supo hacerse un experto por pasar como ayudante de un excelente médico español. De ello comenzó a vivir y su trabajo le permitió ayudar de modo eficaz a los pobres que no podían pagarle. Por su barbería pasarán igual labriegos que soldados, irán a buscar alivio tanto caballeros como corregidores. Pero lo que hace ejemplar a su vida no es sólo la repercusión social de un trabajo humanitario bien hecho. Más es el ejercicio heroico y continuado de la caridad que dimana del amor a Jesucristo, a Santa María. Por el ejercicio de su trabajo y por su sensibilidad hacia la religión tuvo contacto con los monjes del convento dominico del Rosario donde pidió la admisión como donado para pasar luego a hermano. De todas la virtudes que poseía Martín de Porres sobresalía la humildad, siempre puso a los demás por delante de sus propias necesidades. En una ocasión el convento tuvo serios apuros económicos y el Prior se vio en la necesidad de vender algunos objetos, ante esto, Martín de Porres se ofreció a ser vendido como esclavo para remediar la crisis. Murió un día como hoy en 1639.


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La infancia materialista

Crecer en la cultura consumista

Por Luis Marino Moreno

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iñas y niños crecen en un mundo cada vez más mercantilizado, pero, ¿debemos considerarlos como víctimas de un marketing manipulador o como participantes competentes en la cultura del consumo? La infancia materialista se cuestiona gran parte del saber popular sobre los efectos de la publicidad y el marketing; refuta la idea de las niñas y niños como consumidores incompetentes y vulnerables, aunque de igual manera rechaza la imagen del consumo como expresión del poder y la autonomía de la infancia. Pretende, en cambio, discutir los términos en los que suele enmarcarse y entenderse la cuestión social del consumo en la infancia y, con ello, cuestionar cómo se experimentan la acción y la identidad humana en nuestros días. David BUCKINGHAM propone una idea del consumo infantil inmerso en las redes más generales de las relaciones sociales, y sostiene que, en las sociedades actuales, el consumo es tanto un terreno de limitación y control como de elección y creatividad. Estudiar el consumo supone fijarse no solo en la publicidad y el marketing, sino también en otras muchas formas de influir en el entorno de niños y niñas, en sus experiencias sociales y culturales, las fuerzas comerciales y las relaciones mercantiles. Tiene que ver con los juguetes y la ropa o la comida, pero también con muchos otros aspectos como los media, el ocio, la sexualidad y la educación. En último término, es obligado referirse a objetos y mercancías, así como a los significados y placeres sociales; de ahí que se hable de cultura consumista y no solo de consumo. Con su perspicaz y hábil análisis, David BUCKINGHAM reformula de un modo muy satisfactorio cómo podemos comprender los debates públicos acerca de la infancia y el mundo comercial y forjar así nuevas respuestas a los cambios en curso de la vida económica, educativa y social. Esta obra es una lectura esencial para el profesorado, madres, padres y, en general, para todos los profesionales relacionados con niñas y niños; para quienes traten de entender la infancia, la política y los medios de comunicación en las sociedades capitalistas contemporáneas.

Para leer bien, y escribir mejor

Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- El Premio Ratzinger es actualmente el galardón sobre Teología más prestigioso. Fue la tercera vez que se entrega, y la primera que a la ceremonia no asistió Benedicto XVI. “Recuerdo que cuando salió el primer volumen algunos decían: “¿Pero qué es esto? ¡Un Papa no escribe libros de teología, escribe encíclicas!”. Ciertamente, el Papa Benedicto se planteó este problema, pero también en este caso, como siempre, siguió la voz del Señor en su conciencia iluminada”. Dijo el Papa. CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco volvió a repetir en San Pedro las tres palabras sobre las que las familias deben apoyarse para convivir. “Permiso, gracias y perdón”. El Vaticano organizó una jornada para familias por el Año de la Fe. Acudieron unas 150.000 personas de más de 70 países. Allí pudieron escuchar los testimonios de varias familias que contaron sus historias ante un Papa visiblemente conmovido. CIUDAD DEL VATICANO.- Al recibir a los miembros y colaboradores del Centro Televisivo Vaticano (CTV) que cumple 30 años de existencia, el Papa Francisco los animó a jugar como un equipo profesional que difunda la esperanza y el perfume del Evangelio hasta los confines de la tierra. Les dijo a los presentes que “Jueguen como un equipo: la eficacia de la pastoral de la comunicación es posible creando nexos, haciendo converger en torno a proyectos compartidos una serie de sujetos, una ‘unión de intentos y fuerzas’”. CIUDAD DEL VATICANO.- Miles de familias se han reunido el fin de semana pasado con el Papa Francisco. Una peregrinación con motivo del Año de la Fe en la que el Papa Francisco ha mostrado su idea de la familia cristiana, les ha preguntado sobre la fe en varias ocasiones a la familia y ha explicado cómo la familia debe ser la levadura para toda la sociedad. El Papa les pidió: “Tener paciencia entre nosotros. Amor paciente. Sólo Dios sabe crear la armonía de las diferencias. Si falta el amor de Dios, también la familia pierde la armonía, prevalecen los individualismos, y se apaga la alegría. Por el contrario, la familia que vive la alegría de la fe, la comunica espontáneamente, es sal de la tierra y luz del mundo, es levadura para toda la sociedad”.

Iglesia de México MÉXICO.- El Congreso Internacional en la Basílica de Guadalupe, al que se le ha puesto como título “Peregrinación y Encuentro”, será uno de los eventos más importantes que el Vaticano está preparando para lanzar al mundo entero el mensaje de la Virgen de Guadalupe. Para acercarnos a la comprensión de este magno evento, tenemos que remontarnos al 12 de octubre de 1895 cuando se celebró la coronación pontificia de la imagen de Santa María de Guadalupe, en el Tepeyac, con la presencia de varios obispos de América Latina. MÉXICO.- Con el título “Ayer y hoy en el arte sacro de la ciudad de México”, el pasado 23 de octubre tuvo lugar una intensa Jornada de Estudio de Arte Sacro, en el auditorio Miguel Darío Miranda, del edificio de la Curia Arzobispal. Uno de los problemas que enfrentan los párrocos en las iglesias es la falta de recursos monetarios para restaurar a plenitud, y con mano calificada, estas obras: “gran parte de la obra patrimonial se hizo con la generosa aportación de la gente, que eran los patronos; hoy, es necesario que la misma comunidad tome conciencia de que les pertenece y que se debe dejar estas obras a las generaciones futuras”

Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- En comunión con el congreso internacional de las familias, la Arquidiócesis de San Luis Potosí, a través de la Dimensión Pastoral para las Familias, llevó a cabo su “Congreso Diocesano de la fe”, en torno a las familias, con la presencia de más de 700 personas. Las ponencias estuvieron a cargo de Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez así como por David Noel Ramírez, Rector del Tecnológico de Monterrey. Durante la jornada, don Jesús Carlos Cabrero obispo de nuestra Iglesia Potosina estuvo al pendiente de los detalles del encuentro.


Bajo de estatura... gigante en astucia Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

“1 Jesús entró en Jericó y atravesaba la cuidad. 2 Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. 3 Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. 4 Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí, 5 Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». 6 Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. 7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Se ha ido a alojar en casa de un pecador». 8 Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más». 9 Y Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombres es un hijo de Abraham, 10 porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido»” (Lc 19, 1-10).

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a historia de Zaqueo es, de alguna manera, la corona de las obras de Jesús en su subida a Jerusalén, pues entre esta historia y su llegada al pie del Monte de los Olivos en Lc 19,29 no se narra ningún otro acontecimiento, sólo una pieza de predicación de tipo escatológico. No sólo su subida a Jerusalén, sino todo el ministerio público del Jesús lucano encuentra en esta historia su culminación y síntesis. La frase final de este relato, suena efectivamente a conclusión de su ministerio: Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ... porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido». La historia contiene palabras clave que van más allá de los límites del relato y forman un todo con el mensaje global del evangelio. Entre ellas podemos señalar: “hombre rico”, “hoy”, “es necesario”, “rápidamente”, “alegría”, “pecador”, “pobres”, “salvación/salvar”. Pero más que conceptos aislados, el todo de la historia muestra el perfil misionero típico del Jesús lucano que, en el lenguaje del Papa Francisco, va a las periferias existenciales para encontrar lo que está perdido. Los detalles de los conceptos son profundos, pero más hermoso es el armónico conjunto del relato.

San Lucas nos ha acostumbrado ha proporcionarnos información clave de los personajes, sean históricos o sean parabólicos. Esta ocasión no es la excepción, pero va más allá, pues no sólo nos da el nombre del personaje, su ocupación, su status económico, sino incluso su estatura y, además de su lugar de residencia, especifica hasta el nombre del árbol al que trepó. Esto no es tan común. A este recurso se le llama economía de la redacción, en la que a mayor inversión de “tinta”, mayor la densidad del mensaje de la historia. A los datos generales del perfil del personaje, se añade la viveza de la historia, gracias a que san Lucas señala los sentimientos internos de Zaqueo: desea ver a Jesús, pero lo desea tanto que no le importa correr para adelantarse a la multitud y

subir a un árbol. Enseguida aparece la alegría con la que recibe a Jesús y, por último, la resolución con la que se convierte resarciendo el daño hecho a los demás y compartiendo la mitad de sus bienes con los pobres. Pero, ante todo, es Jesús quien hace la historia. Destaca su serenidad y la manera como propicia que la historia se desenvuelva: su disponibilidad para dejarse ver por Zaqueo, la audacia y la ge-nerosidad para “invitarse” a la casa de aquél hombre “despreciable” y, sobre todo, su declaración final frente a la murmuración de los demás: “hoy ha llegado la salvación a esta casa... porque el hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.”


El 22 de octubre se celebra la fiesta litúrgica del Beato Papa Juan Pablo II, elevado a los altares en una multitudinaria Misa el 1 de mayo de 2011 en la Plaza de San Pedro en Roma. El Decanato, que lleva este nombre, realizó su festividad recordando a quien próximamente será canonizado junto con el Papa Juan XXIII. Felicitamos a quienes forman parte de este decanato: Sus sacerdotes y laicos comprometidos.

Los obispos de la Provincia de San Luis Potosí don Jesús Carlos, arzobispo de San Luis Potosí; don Sigifredo, obispo de Zacatecas; don Roberto, obispo de Ciudad Valles y don Lucas, obispo de Matehuala, estuvieron presentes en la convivencia sacerdotal que se llevó a cabo en Tamasopo el 21 de octubre. Sacerdotes de cada una de las diócesis mencionadas participaron instituyéndose así “el Encuentro Provincial de Sacerdotes”.

El Decanato de Rafael Guízar y Valencia, nombre del primer obispo mexicano que llega a los altares, celebraron la fiesta en honor a este santo. Las Parroquias de Ocampo, Cd. Fernández, Atotonilco, Ojo de Agua de Solano, El Refugio, San Diego integradas por sus sacerdotes y laicos comprometidos, convivieron en el Terremoto, sede del Curso Introductorio del Seminario.

Les presentamos a nuestros compañeros del curso introductorio, que es una etapa previa al seminario mayor, esta etapa se vive cerca de la sierra de Álvarez en una comunidad llamada san José del Terremoto en el municipio de Ciudad Fernández, SLP. Oremos por ellos!


X Encuentro de agentes de Pastoral Social y Cáritas

“Llamados a ser ministros de la misericordia de Dios” Por: María Antonieta Moreno Reynoso

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ste 19 de octubre se realizó el X encuentro de agentes de Pastoral Social y Cáritas, 175 agentes se dieron cita en la Casa de la Acción Católica. Se contó con la participación de cuatro asociaciones ejemplos de caridad: Grupo de recuperación total Reto, que ayuda a mujeres que afrontan el cáncer de mama y sensibiliza a la sociedad sobre la prevención; Ave sin vuelo, que apoya a niños y jóvenes con distrofia muscular; El Instituto para ciegos y débiles visuales “Ezequiel Hernández Romo” que promueve y ejerce la responsabilidad para que se brinden oportunidades de formación, capacitación y rehabilitación accesibles e integradoras para las personas con discapacidad visual, y la Escuela de Educación Especial Rafaela Arganiz. Posteriormente, se hizo un espacio en el que con gran participación, los agentes compartieron su experiencia de servicio. La Eucaristía fue presidida por nuestro arzobispo Jesús Carlos, en su homilía se dirigió primeramente a los sacerdotes, les dijo que deben hacer de la ca-ridad su ser sacerdotal. Al dirigirse a las religiosas presentes les habló de vivir el bautismo en plenitud a través de sus votos. A los agentes les pidió tener un testimonio a ejemplo de la caridad de Jesucristo. Finalmente, recordó a todos que en este año de la fe, se debe hacer presente a la Iglesia maestra y madre, que con ternura y amor va al encuentro del hermano y se solidariza con él, hacer en el mundo tierras nuevas con la caridad. Su reflexión final para todos fue que al final de nuestra vida, el Señor nos preguntará: “¿y dónde está tu hermano?”

En su tema “El ministerio de la caridad compromiso de todo cristiano”, el Padre Erasmo Valero Sánchez nos habló de Jesucristo como el paradigma y mo-delo para vivir la caridad, que con su muerte y re-surrección nos da el fundamento cristológico del amor en el servicio. Destacó la importancia de compartir experiencia entre los agentes para fortalecernos. Instruyó sobre las cuatro dimensiones de le fe: el kerigma, la liturgia, la diaconía y la koinonía. También hizo mención de la riqueza testimonial de caridad que fueron santos como san Martín de Porres, san Vicente de Paúl y la beata Teresa de Calcuta.

En su intervención, el Coordinador Diocesano de la Pastoral Social y Cáritas, el Padre Rubén Pérez Ortiz, compartió las bienaventuranzas como aliento para crear un mundo mejor, el ejemplo de caridad en la escritura en el pasaje del buen samaritano y el testamento de actitud de servicio de Jesús en el lavatorio de pies. Exhortó que la pastoral social debe ser la presencia transformadora de la realidad, que debe incidir en las estructuras para rehacer el tejido social. Señaló que quien hace la caridad es evangelizador y misionero convertido, un auténtico apóstol, hombres y mujeres nuevos al estilo de Jesús, ministro de la misericordia de Dios que con especial ternura manifiesta la caridad. Recordó el gran ejemplo de María, reina en el servicio y el mayor testimonio de humildad y sencillez. Antes de concluir, el padre Rubén Pérez llamó a todos los presentes a hacer la tarea más hermosa de la Iglesia, hacer patente el amor de Dios al alejado y caído. Previo a la actividad en grupos, el Padre Manuel López Facundo, vicario de pastoral, tomó la palabra y nos habló del sentido de la vida y que el servicio debe tener un sentido basado en Cristo. Después de escuchar la participación de los grupos de trabajo y la evaluación del evento por parte de los agentes, se concluyó con la comida.


NOVIEMBRE 03 DE 2013

Con gran éxito se llevó a cabo el Congreso Arquidiocesano de la Fe “Rescatemos a la Familia con valores humanos y cristianos” Por LCC Angélica Maldonado Morales

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ajo el lema: “La fe se inicia, se celebra y se vive en la familia” el pasado 26 de octubre del 2013, se llevó a cabo con muy favorable respuesta, el Congreso Arquidiocesano de la Fe, en el auditorio “Don Bosco” del Instituto Salesiano “Carlos Gómez”, donde se impartieron interesantes conferencias con temática sobre la Familia y la Fe, en un plano Teológico-Pastoral que despertaron el gran interés de los asistentes por lo actual de las temáticas trascendentes que se abordaron. El congreso, llevó como OBJETIVO PRIMORDIAL, reaviviar en este año de la Fe, la frescura del ENCUENTRO PERSONAL Y COMUNITARIO CON JESUCRISTO, y vivir la belleza del Evangelio en la FAMILIA, para educar y testimoniar la fe en la Iglesia doméstica y en la sociedad. Los Coordinadores de la Pastoral Familiar, Ing. Carlos Cepeda Blanco y su distinguida esposa, la señora Lupita Rodríguez de Cepeda, fueron los que organizaron este Congreso, junto con el equipo que asesora el padre Pedro Sánchez Solís, titular de la Pastoral Familiar. El congreso católico se realizó en el marco de la clausura del “Año de la Fe” y se tornó de gran utilidad para todos los asistentes que tienen la preocupación de profundizar y crecer en su Fe y en sus valores humanos, cristianos. La inauguración estuvo a cargo del nuestro pastor, monseñor J. Carlos Cabrero Romero e inició con la conferencia titulada: “Los retos de la familia en el México actual”, que impartió magistralmente el C.P. David Noel Ramírez Padilla, Rector del Tecnológico de Monterrey. Se continuó con la conferencia: “El proceso evolutivo de la familia en la cultura mo-derna” impartida por el psicólogo José María López Landiribar, de la Universidad Anáhuac. Prosiguió

monseñor Juan Manuel Mancilla Sánchez, obispo de la Diócesis de Texcoco con el interesante tema titulado: “La misión de transmitir la fe en la familia”. Nuestro Pastor, Mons. Carlos Cabrero Romero impartió el tema: “La fe se aprende, se celebra, se vive en familia”, ofreciéndose también círculos de estudio, plenario y clausura. Los conferencistas nos exhortaron a comprometernos y renovar nuestra fe, esperanza y caridad en este caminar gozoso de la Iglesia Potosina, por medio de la misión permanente, celebrando al Padre que nos ama y a María Santísima que siempre nos acompaña. Los dos conferencistas laicos y los dos obispos, insistieron en la importancia de rescatar a familia para que recupere su integridad tanto en lo estructural como en lo espiritual, como célula o columna de la sociedad y no se desvirtúe. Se insistió en la importancia de crecer en el amor a los hijos, en un clima de respeto, concordia, armonía, comprensión y ge-nerosidad. Afirmando que lo primero en la familia es el RESPETO y no se trata de medir el amor, pues para la familia no deben existir las matemáticas. ¡Padre Dios, ten piedad de nosotros y ayúdanos a trabajar con perseverancia de forma incansable para tener a nuestra familia unida a tí!

Agradecemos infinitamente al señor arzobispo don Jesús Carlos Cabrero Romero, a los sacerdotes, a grupos de familia, laicos de las diferentes parroquias, y a la UCEM su presencia y apoyo en el Congreso Arquidiocesano de la Familia, en este Año de la Fe. ¡Muchas gracias! Equipo de Pastoral Familiar


Movimiento Mariano Sacerdote responsable: Cngo. Sebastián Zárate Guzmán Laico: Gabriel Alfredo Hernández Juárez Reunión: Los primeros sábados de mes, de 11:00 a 12:00 Hrs. en la Basílica Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. MOVIMIENTO SACERDOTAL MARIANO: Nació por iniciativa de la Santísima Virgen María y es Ella misma, quien forma y dirige a sus miembros, según se lo manifestó el Padre Gobbi, por medio de locuciones interiores. Este es un Movimiento de Oración, constituido por sacerdotes, religiosas y laicos, se ora en reuniones llamadas Cenáculos de Oración, a imagen de la reunión de los discípulos con María en el cenáculo, en espera de Pentecostés. ORIGEN: Este Movimiento nació el 8 de mayo de 1972, en Fátima, Portugal, ahí el Sacerdote Italiano Esteban Gobbi, recibió de la Santísima Virgen María, la inspiración de que ella, sirviéndose de él, reunirá a todos los sacerdotes que acepten la invitación a consagrarse a su corazón inmaculado. La santísima Virgen María le habló interiormente al Padre Gobbi, dirigiéndose a todos los sacerdotes, desde 1973 hasta 1997 (coincide con los años que vivió Sta. Teresita del Niño Jesús, un siglo antes), y lo que le dijo está contenido en el Libro: A los Sacerdotes hijos predilectos de la Santísima Virgen. En 1984 el Padre Gobbi, visitó la Diócesis de San Luis Potosí, fue recibido por el Padre Guillermo Dip en la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes. Aquí en San Luis, el Padre Gobbi realizó tres cenáculos de oración: uno con sacerdotes, otro con religiosas y otro con laicos, desde entonces se han realizado sin interrupción cenáculos en la Diócesis. EL CARISMA DEL MSM: Es la persona misma de María, es su ac-tuación personal. Nuestra Madre “desea actuar personalmente, pero no directamente, y puede hacerlo a través de los hijos que se consagran a su corazón inmaculado y se confían totalmente a Ella, de modo que ella misma pueda vivir y manifestarse en ellos”. María nos dice en su libro: “quiero amar con vuestro corazón, mirar con vuestros ojos, consolar y animar con vuestros labios, ayudar con vuestras manos, caminar con vuestros pies”. El MSM, surgió en primer lugar para los sacerdotes, quienes como Movimiento deben conducir a los fieles a consagrarse a María, de este modo, el Mo-vimiento Sacerdotal Mariano se abre “También al vastísimo mundo de los laicos, dando origen al Movimiento Mariano”. EL MOVIMIENTO MARIANO: sacerdotes y laicos consagrados a la Virgen para ser ayudados por Ella a: 1. Permanecer fieles al compromiso adquirido en el momento de su bautismo. “Ella como Madre, dulcemente los conduce a vivir su Bautismo en plena fidelidad a Jesús y a su Iglesia”, “compromiso específico del Movimiento Mariano es conducir a los fieles a ser hoy, testigos de amor a la Iglesia”. 2. Ser testigos de comunión y unidad. “La única ayuda que el Movimiento quiere dar hoy, a la Iglesia, es la del amor: De un amor filial y Misericordioso”. “Un amor que debe concretarse en una presencia fiel y apasionada para compartir su dolor”. “Un amor sobre todo que nos lleva a ser en toda circunstancia, elementos de cohesión y de unidad”. “Os haré amar mucho a la Iglesia”. “Nada se renueva ni se purifica sin amor”. 3. Un esfuerzo constante de conversión por el camino de la oración y la penitencia, “esto es hoy tan necesario para reaccionar contra la impureza más desvergonzada que es difundida por doquier” “Los fieles sean un ejemplo con una forma de vida austera, con el repudio de una moda cada día más provocativa y obscena”.

Yo CREO...y vivo mi FE

La fe nos ayuda en nuestras limitaciones humanas

Por P. Memo Gil

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a persona tiene a la vez grandes potencialidades y muchas limitaciones. Vivimos un conjunto de dualidades que nos integran y complementan. Te-nemos vida pero sabemos con certeza que vamos a morir. Podemos conocer muchas cosas pero ignoramos muchas más. Con esto constatamos que las limitaciones en una persona, sin perspectiva de fe, la pueden llevar a perder el sentido de su vida. Pero para nosotros los cristianos las limitaciones humanas que experimentamos son una oportunidad, de acuerdo a nuestra fe, para superarnos y aferrarnos al Dios en el que creemos. Hay que tener en cuenta, que experimentar limitaciones como la ignorancia, un fracaso, la enfermedad o cualquier otra limitación humana, nos deben hacer conscientes de una verdad: la persona es imperfecta. De hecho la perfección sólo se da en Dios. Debemos partir siempre del hecho de que el ser humano comete muchos errores, falla y se equivoca. Pero llegar a entender claramente esto como parte de nuestra esencia nos libera de la tentación de querer ser perfectos en todo. Y entonces, ante nuestras limitaciones, que son imperfecciones totalmente humanas, la fe debe ayudarnos a saber superar todo lo que también humanamente es posible. Se necesita mucha humildad para reco-nocer que a pesar de nuestra limitación, con la ayuda de Dios somos capaces de salir adelante. Esa ayuda de Dios hacia nosotros es incondicional, basta que nosotros sepamos abandonarnos en Él. Ya que precisamente esas limitaciones e imperfecciones en nosotros llegan a ser necesarias para que se manifieste la acción de Dios en nosotros. Así nos lo hace ver San Pablo, cuando dice que la fuerza de Dios opera sobre la debilidad de la persona: “He rogado tres veces al Señor para que apartara esto de mí, y otras tantas me

ha dicho: Te basta mi gracia, ya que la fuerza se pone de manifiesto en la debilidad” (2 Cor 12,9). Todo esto nos debe ayudar a descubrir entonces la fuerza y la presencia de Dios, no en nuestros mejores momentos y triunfos, sino más bien, en nuestras impotencias, debilidades y fracasos. De este modo nos lo hace ver también San Pablo según su propia experiencia: “…pues cuando me siento débil, entonces es cuando soy fuerte” (2Cor 12,10). Es el misterio de encontrar a Dios en la derrota, lo que nos fortalece desde la fe que se traduce en plena confianza en Él. Como lo hizo Jesucristo cuando fue condenado a muerte, y ahí en la muerte experimentó la fuerza de Dios en su Resurrección. Un ejemplo claro de la experiencia que podemos hacer de la presencia de Dios en nuestra vida, gracias a la Fe, lo encontramos en los sacramentos. Ya que el pecado nos debilita, pero la fuerza regeneradora del Sacramento de la Reconciliación nos ayuda a superar la debilidad y fortalece nuestro espíritu. De la misma manera, ante nuestra debilidad y necesidad de alimentar nuestro espíritu, encontramos nutrición y fortaleza en la Eucaristía. De igual manera, en la enfermedad y debilidad, a través del Sacramento de la Unción, recibimos la fortaleza y la esperanza de curación, sa-nación interior y salvación de Dios. Entonces, experimentar limitaciones es caminar por el árido desierto como lo hizo el Pueblo de Dios. En donde la presencia de Dios fue constante a pesar de las muchas pruebas que sufrieron. Por eso, no debemos olvidar que las limitaciones nos ejercitan en la paciencia, en la perseverancia y en la aceptación. Gracias a la fe, se puede superar todo y salir fortalecidos siempre.


NOVIEMBRE 03 DE 2013

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Anciandidad precoz

egún Manuel Castells, famoso sociólogo de la universidad de California, la edad en la que hoy un individuo deja de ser interesante para el mundo laboral, para la empresa capitalista, es de 54 años. A esta edad las personas no cuentan más y pueden ya considerarse (económicamente) muertas. ¿Por qué razón? En realidad existen no una, sino varias razones. La primera de ellas es que los que superan este límite difícilmente logran adaptarse a los vertiginosos cambios tecnológicos. Por ejemplo, son más reacios a utilizar computadoras (muchas veces ni siquiera saben encenderlas o apagarlas), a navegar en el ciberespacio (a pesar de sus braceos, sienten que se ahogan en el mar electrónico), o a darle a la empresa más horas de las que exige el contrato (no saldrán a las 7 si deben salir a las 5); tampoco obedecen fielmente las órdenes superiores (en la empresa, para decirlo ya, sienten tener algunos derechos), y, por si todo esto fuera poco, se enferman con facilidad que soprende y, ante todo, disguta (sobre todo a los jefes y mandamases). Otra razón por la que no son queridos estos viejos laborales es que no siempre logran adaptarse a la flexibilidad requerida por las nuevas empresas. Como éstas, hoy, se fusionan, se compran y se venden unas a otras en un abrir y cerrar de ojos, los trabajadores son enviados constantemente a ciudades y países de los que no sabrían la existencia de haber reprobado en su niñez la materia de geografía. Hace dos años, por ejemplo, estuvieron en Cracovia; hoy están en Filadelfia y todo parece indicar que en el año 2014 deberán transferirse a Buenos Aires. Pues bien, los hombres «demasiado maduros» no están dispuestos a semejante sacrificio. Por desgracia, no todos son Abraham, que salen de su casa sin rechistar y sin saber si algún día volverán allá…

Pero existe aún una tercera razón, y es que los viejos, suelen tener un poder de voz que perturba constantemente las decisiones de la organización. Por lo general, éstos son más críticos que los jóvenes y se permiten objeciones que los de menos edad jamás se permitiría. A este respecto, resulta sumamente esclarecedor lo que escribió Richard Sennett en su libro La corrosión del carácter: «Los trabajadores más viejos tienden a juzgar a sus superiores de manera mucho más mordaz que quienes están comenzando apenas su carrera. La experiencia acumulada les otorga eso que el economista Albert O. Hirschmann ha llamado poder de voz, lo que significa que son propensos a criticar decisiones equivocadas, y que lo hacen más por lealtad a la empresa que por un dirigente en particular. Por el contrario, los trabajadores más jóvenes generalmente to-leran con mayor facilidad las órdenes equivocadas. Si comienzan a sentirse mal, lo más pro-bable es que se vayan. Como dice Hirschmann, están más dispuestos a salir». ¿Y qué es lo que sucede con estos viejos de 54 años o más? Que pasan a formar parte del vasto grupo de los pobres, es decir, del número de los que ya no cuentan. Porque, no hay que olvidarlo, hoy la pobreza no abate tanto a los trabajadores cuanto a los no productivos; es decir, a los que ya no son productivos, los que nunca lo han sido ni probablemente lo serán (los jubilados, los discapacitados, los enfermos crónicos, los ancianos, etcétera).

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En la actualidad lo peor que puede pasarle a un hombre no es ser explotado (aún en semejante condición podría, aunque sea como las bestias, sobrevivir), sino ser sencillamente excluido, ignorado, puesto aparte, como sucede con los muertos. En uno de sus últimos libros, El managment del futuro, Peter F. Drucker escribió lo siguiente: «Si uno no es un alfabetizado computacional, no espere que nadie en la organización lo respete... Mi nieta de cinco años no tendría ningún respeto por mí si yo le dijera que tengo miedo del teléfono. Es más, ni siquiera me creería. Los tiempos cambian y nosotros debemos cambiar con ellos». Esto es exactamente lo que ha pasado: que al viejo, por no ser un «alfabetizado computacional», nadie lo respeta. Y se le despide de todos lados sin misericordia para que pase a formar parte del amplio mundo de los muertos vivientes. Pero un día los jóvenes que hoy reemplazan a los viejos verán que ya no tienen pelo, que sienten una punzada aquí y un estremecimiento allá, que les tiembla el pulso a la hora del café: en una palabra, que el tiempo ha pasado; entonces descubrirán que están cerca de la edad fatídica y empezarán a agitarse pensando que pronto deberán ser reemplazados por unos jóvenes que un día, como todos, también cumplirán 54 años de edad, y serán reemplazados por otros jóvenes que, a su vez... He aquí lo que escribió Víctor Alba en su Historia social de la vejez al hablar de las sociedades primitivas: «Es verosímil que donde más se generalizó la costumbre de eliminar a los viejos fuera en las sociedades nómadas, debido a la dificultad de los ancianos para seguir a la comunidad en sus traslados. Los viejos, antes de serlo, tuvieron el derecho de eliminar a sus padres envejecidos y decrépitos. Entre los teutones, los padres podían matar, mandar matar o vender a sus hijos y éstos podían matar a sus padres cuando ya no producían, pero no antes. Más frecuente que la muerte dada es el abandono o que se indique a los viejos –por el jefe o por el consejo- que se den muerte o se dejen morir. Los viejos encontraban esto natural. Puesto que ellos, de jóvenes, habían hecho lo mismo con los ancianos»… Víctor Alba está hablando de las sociedades primitivas, de los grupos humanos de antes de Cristo. Y, al leer este texto, me pregunto: ¿estaremos, amigos míos, volviendo a la edad de las cavernas? Viendo cómo están las cosas, la pregunta no es tan insensata, después de todo… ¿O sí?


Se nombran diputados a cortes por esta provincia de San Luis Potosí Por Lic. Ricardo García López

P

ara entender mejor el documento que vamos a transcribir hay que recordar algunos acontecimientos históricos acaecidos entre 1808 a 1814, que son el antecedente y razón de ser del escrito que aquí plasmaremos. El principal aconte-cimiento que se constituyó como en el pretexto más determinante para alcanzar la Independencia de la Nueva España (hoy México) de la Corona Española, fue la ocupación del territorio español por parte de Francia y la entronización de José Bonaparte como rey de España y sus colonias, esto dio pie a los hombres que ya desde antiguo anhelaban la Independencia a argumentar que la Nueva España se independizaría de la Metrópoli “mientras” Fernando VII recuperaba el trono español, es decir, una especie de reserva para proteger, cuando menos, esta parte de sus territorios. Esto, como ya se dijo, era un simple pretexto para dar inicio al proceso de una independencia total y absoluta. Aunque hay que aclarar que había otros políticos que optaban por aceptar al rey como jefe de gobierno no importando quien fuera. El pueblo español, obviamente rechazó al rey espurio y estableció como gobierno provisional a un conjunto de políticos a los que designó como Junta Suprema Central Gubernativa del Reino que dirigiría los destinos del Imperio mientras se restablecía el orden y la legalidad. Los integrantes de esta Junta Suprema no se tragaron el anzuelo tendido por los americanos de que “mientras” regresa al trono don Fernando VII, y para calmar a los ansiosos independentistas, la metrópoli discurrió hacerlos partícipes en las funciones de gobierno e instó a todas las provincias de ultramar a nombrar un representante. Así se realizaron las primeras votaciones que hubo en México y resultó electo Manuel de Lardizábal, pero liberales y conservadores nunca se pusieron de acuerdo y provocaron la disolución de la Junta Suprema que fue sustituida por una Regencia compuesta por 5 miembros que se comprometió a convocar a elecciones para integrar las Cortes Constituyentes. En Nueva España se nombraron 11 diputados por el Virreinato y 4 por las Provincias Internas. Las cortes fueron inauguradas en Cádiz el 24 de septiembre de 1810. Estos diputados mexicanos juntamente con los españoles y filipinos, emitieron el decreto número V en el que se reconoce la igualdad de todos los habitantes de todo el Imperio y la amnistía para los delitos políticos cometidos en América y Filipinas, así fue como se firmó La Constitución Política de la Monarquía Española el 19 de marzo de 1812 y el 30 de septiembre fue jurada por las autoridades de Nueva España y el 4 de octubre lo hizo el pueblo, cada ciudadano en la parroquia a la que pertenecía. Esta constitución anulaba el poder absoluto del rey, pues restringía su poder y otorgaba amplias facultades a las Cortes. El 11 de diciembre de 1813 Fernando VII recuperó su libertad y fue reinstalado en el trono de España. Los conservadores le obligaron a firmar un decreto, el 14 de mayo de 1814, en el que declaró nula La Constitución y el restablecimiento del absolutismo. El Virrey Calleja hizo público y obligatorio tal decreto. Todos estos acontecimientos provocaron grandes discordias porque unos estaban de acuerdo en que Fernando VII siguiera gobernando a la Nueva España y otros por que debía ser substituido por un rey local y otros más por una Junta Gubernativa y otros más optaban por que el poder debía estar dividido entre tres partes, es decir, en el poder ejecu-

tivo, legislativo y judicial y que la absoluta soberanía residía en el pueblo. Esta diversidad de ideas eran sostenidas por diferentes grupos de políticos que pretendían cada uno hacerlas prevalecer y llevarlas a la realidad. Estas pretensiones se trataron de imponer a la fuerza y por lo tanto hubo un sinnúmero de matanzas y grandes derramamientos de sangre entre los pueblos. En México (Nueva España) los principales grupos antagónicos, es decir, realistas e insurgentes, recrudecían las hostilidades y en España el 1º de enero de 1820 en Sevilla se proclamó vigente la Constitución de 1812 el pueblo entero aprobó este movimiento de suerte que Fernando VII se vio obligado a jurar dicha Constitución el 9 de marzo de 1820. La noticia de este triunfo de los liberales en España se recibió en México el 29 de abril de ese mismo año, inmediatamente el Virrey Apodaca, el regente de la Audiencia y otros más conspiraron (Plan de la Profesa) para impedir el restablecimiento de la Constitución en México aludiendo que el rey estaba constreñido por los revolucionarios y que la Nueva España debía estar gobernada por el virrey con apoyo en las Leyes de Indias y no en una Constitución pero sí con independencia de la metrópoli. Para llevar a la práctica esas ideas debía nombrarse un jefe militar que mereciera toda la confianza. El nombramiento recayó entonces en Agustín de Iturbide, éste inició una campaña en contra de Vicente Guerrero a quien no era fácil dominar y muy por el contrario el 2 y el 5 de enero de 1821 derrotó respectivamente a dos partidas de realistas. Por estos hechos Iturbide se persuadió de que la campaña en contra de los insurgentes sería muy larga y sangrienta por lo que discurrió que era mejor y más conveniente contar con ellos para lograr los planes de Independencia en lugar de empeñarse en una nueva e infructuosa contienda. Con estas intenciones Iturbide se comunicó con Guerrero y los principales de la Nueva España proponiéndoles buscar entre todos una verdadera y definitiva Independencia. Se aceptó por parte de todos los grupos representativos en México y se procuró poner en práctica el Plan de Iguala. Aquí transcribimos los primeros artículos que creemos explican suficientemente el documento que está integrado en el protocolo y que aquí presentamos: 1º. La religión católica apostólica romana, sin tolerancia de otra alguna. 2ª. La absoluta independencia de este Reino. 3º. Gobierno Monárquico templado por una Constitución análoga al país. 4º. Fernando séptimo, y en su caso los de su dinastía o de otra reinante, serán los Emperadores, para hallarnos con un monarca ya hecho, y precaver los atentados funestos de la ambición. 5º. Habrá una junta, ínterin se reúnen las Cortes, que haga efectivo este plan. El poder se está otorgando para cumplir con este artículo número 5º. y asistir a la junta que en él se expresa: Escritura No. 26 del 13 mar. Fs: 53v.- 55. En la ciudad de San Luis Potosí, capital de la provincia del mismo nombre en la América Septentrional, a trece días del mes de marzo del año de 1821, en la Sala Consistorial de dicha ciudad hallándose congregados los señores: Dr. Manuel María de Gorriño, elector del partido de esta capital; Julián de Obregón por el de Charcas; Pbro. Bachiller Juan Crisóstomo Diez de Rábago por las Salinas del Peñón Blanco;

Br. Diego de Bear y Mier por el de Guadalcazar; Lic. José Guadalupe de los Reyes por el de Santa María del Río; Pedro José Enríquez por el de Villa de Valles y Remigio Meléndez por el de Río Verde; todos presididos por Juan Antonio Gómez, alcalde primero constitucional de esta ciudad, a causa de estar enfermo el Señor Intendente que ejerce las funciones de Jefe Político (todos firman), dijeron ante mí el escribano infrascrito y testigos al efecto convocados, que habiéndose procedido, con arreglo a la Constitución política de la Monarquía española al nombramiento de los electores parroquiales y de partido, con todas las solemnidades prescritas en la misma Constitución, como constaba de las certificaciones que obraban en el expediente, reunidos los expresados electores de los partidos de esta dicha provincia en el día de ayer, faltando sólo el elector del Partido del Venado por el motivo que consta en el acta, habían hecho el nombramiento de los diputados que en nombre y re-presentación de esta provincia han de concurrir a las Cortes, y que fueron electos por diputados para ellas. Por esta provincia los señores: don Francisco Antonio Cendoya, Relator de lo Civil en la Excelentísima Audiencia de México y el Lic don Ramón Esteban Martínez de los Ríos y para suplente al Presbítero don José Ma. Guillén y Franco, Colegial de Oposición y anti-guo catedrático de Filosofía de los Colegios Nacionales de San Ignacio y San Francisco Xavier de Querétaro, como resulta del acta extendida y firmada por los expresados señores presidente y electores que en su consecuencia les otorgan poderes amplios a todos juntos y a cada uno de por sí para cumplir y desempeñar las augustas funciones de su encargo y para que con los demás Diputados de Cortes, como representantes de la Nación Española, puedan acordar y resolver cuanto entendieren conducente al bien general de ella en uso de las facultades que la Constitución determina, y, dentro de los límites que la misma prescribe sin poder derogar, alterar o variar, en manera alguna, ninguno de sus artículos bajo ningún pretexto. Y que los otorgantes se obligan por sí mismos, y a nombre de todos los vecinos de esta provincia, en virtud de las facultades que les son concedidas como electores nombrados para este acto a tener por válido, obedecer y cumplir cuanto, como tales Diputados de Cortes hicieren y se resolviere por éstas, con arreglo a la Constitución Política de la Monarquía Española. Así lo expresaron y otorgaron hallándose presentes como testigos: don Juan José Domínguez, don Manuel Saturnino Morales y don Pedro Mascareñás de esta vecindad (firman los tres) que con los señores otorgantes lo firmaron de que doy fe.

Debemos aclarar que antes de la transcripción del poder hicimos una narración absolutamente compacta de los acontecimientos que dieron origen a la Constitución de Cádiz y a la Independencia Nacional porque no es nuestro propósito hacer una narración deta-llada de tales hechos sino más bien, contextualizar el documento que aquí presentamos, documento que está contenido en el protocolo de Antonio María Suárez, Escribano Nacional y que está resguardado en el Archivo Histórico del Estado.


Fe y Política

Por la paz en Michoacán y en México Comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano “Cuando el peligro es común a todos, quienes tienen necesidad de los demás no deben ser abandonados por aquellos de quienes tienen necesidad. Esta es la prueba suprema de la caridad” (Ep. 228, 2.3). Estas palabras de san Agustín han resonado en la valiente carta publicada recientemente por monseñor Miguel Patiño Velázquez, obispo de Apatzingán, donde denuncia con claridad la si-tuación que se está viviendo en el país, en el Estado de Michoacán y concretamente en el Valle de Apatzingán, provocada por el crimen organizado, misma que se ha recrudecido, obligando a familias enteras a emigrar por el miedo y la inseguridad. Los obispos de México unimos nuestra oración, nuestra voz y nuestra acción a lo expresado por Monseñor Patiño. Nos duele el drama por el que están pasando muchas hermanas y muchos hermanos mexicanos. Nos aflige el hecho de que incluso la atención pastoral a los fieles se esté viendo afectada por las amenazas del crimen organizado, como también lo ha denunciado pública y valientemente Monseñor Javier Navarro Rodríguez, Obispo de Zamora. Por eso, solicitamos a las autoridades federales, estatales y municipales una acción pronta y eficaz ante la injusticia de los levantones, secuestros, asesinatos y cobro de cuotas que afectan al bien y la prosperidad de tantas personas y comunidades, y les pedimos estrategias para favorecer la calidad de vida de los ciudadanos y su desarrollo integral. Así mismo, invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a sumar esfuerzos para enfrentar positiva, creativa y solidariamente toda forma de violencia, a fin de edificar una sociedad justa, pacífica y próspera. Por nuestra parte, invocando la ayuda de Dios y la intercesión de Santa María de Guadalupe, nos comprometemos a seguir colaborando en la atención pastoral de las víctimas de la violencia y en la reconstrucción del tejido social, favoreciendo una cultura del respeto al estado de derecho y de la paz. Los obispos de México.

Familia:

vivan la alegría de la fe Papa Francisco

A

l recibir en la plaza de San Pedro a la Peregrinación de las Familias a la tumba de San Pedro con ocasión del Año de la Fe, que ha reunido a más de 150 mil personas de todo el mundo en Roma, el Papa Francisco les exhortó a quedarse siempre “unidos a Jesús y llévenlo a todos con su testimonio”.

para toda la vida, sin hacer caso a esta cultura del provisorio, que nos corta la vida en pedazos”.

Bajo el lema “Familia, vive la alegría de la fe”, el Papa aseguró que ha escuchado “sus experiencias, las historias que han contado. He visto tantos niños y tantos abuelos. He sentido el dolor de tantas familias que viven en situación de pobreza y de guerra. Escuché a los jóvenes que quieren casarse, a pesar de miles de dificultades, y entonces nos preguntamos: ¿Cómo es posible hoy vivir la alegría de la fe en familia?”.

El Papa subrayó que “los esposos cristianos no son ingenuos, conocen los problemas y peli-gros de la vida, pero no tienen miedo de asumir su responsabilidad delante de Dios y de la sociedad”.

 El Santo Padre recordó que “algunas semanas atrás, en esta plaza, dije que para llevar adelante una familia es necesario usar tres palabras. Quiero repetirlo, tres palabras: permiso, gracias, y perdón. Tres palabras claves”.

“Yo me pregunto. ¿Es posible vivir esta alegría o no es posible? Hay una palabra de Jesús en el Evangelio de Mateo que nos viene al encuentro: ‘Vengan a mí, todos ustedes que están cansados y agobiados y yo los aliviaré’. Frecuentemente la vida es agotadora. También, tantas veces trágica. Lo hemos escuchado recientemente.

“Pedimos permiso para no ser invasivos. En familia: ¿puedo hacer esto? ¿te gusta que haga esto? Aquél lenguaje del pedir permiso”, dijo, para luego señalar que “damos gracias: gracias por el amor, pero dime, ¿cuántas veces al día le das las gracias a tu esposa? ¿Y tú a tu marido? ¿Cuántos días pasan sin decir esta palabra? ¡Gracias!.

“En la vida, lo que pesa más de todas las cosas es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser recibidos. Pesan ciertos silencios.

“Y la última, perdón. Todos nos equivocamos, y a veces alguno se ofende en la familia, en la pareja; fuerte algunas veces… Yo digo ‘vuelan los platos’, ¿eh? Se dicen palabras fuertes, pero escuchen este consejo: no terminen el día sin hacer las paces. La paz se rehace cada día en la familia. Pidiendo perdón: ‘perdóname’ y se recomienza de nuevo”.

“A veces, también en familia, entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor el esfuerzo se hace más pesado, intolerable.

 “Queridas familias, el Señor conoce nuestras fatigas, las conoce; y conoce los pesos de nuestra vida. Pero el Señor conoce también nuestro profundo deseo de encontrar la alegría del descanso.

El Papa preguntó a las familias si es que “¿ustedes escuchan a los abuelos? ¿Ustedes abren su corazón a la memoria que nos dan los abuelos? ¡Los abuelos son la sabiduría de la familia, son la sabiduría de un pueblo! ¡Y un pueblo que no escucha a los abuelos, es un pueblo que muere! ¡Escuchen a los abuelos!”.

 “María y José son la familia santificada por la presencia de Jesús, que es el cumplimiento de todas las promesas. Cada familia, como aquella de Nazaret, está insertada en la historia de un pueblo, que no puede existir sin las ge-neraciones precedentes. Por eso hoy tenemos a los abuelos y a los niños. Los niños aprenden de los abuelos, de la generación precedente.

“Ésta es la primera cosa que quiero compartir con ustedes, y es una palabra de Jesús ‘Vengan a mí, familias de todo el mundo –dice Jesús- y Yo les daré alivio’, para que su alegría sea plena. Y esta palabra de Jesús, llévenla a casa, llévenla en el corazón, compártanla en la familia”. El Papa Francisco les recordó a las familias que “quien se casa, en el sacramento, dice: ‘prometo serte fiel siempre, en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad, y de amarte y honrarte todos los días de mi vida’.

 “Los esposos en ese momento no saben qué ocurrirá. No saben qué alegrías y qué dolores les esperan. Parten como Abraham. Parten en camino juntos, y esto es el matrimonio. Partir y caminar juntos, de la mano, confiándose a la gran mano del Señor, de la mano siempre y

“Querida familia, también ustedes son parte del Pueblo de Dios. Caminen con alegría juntos a este Pueblo. ¡Quédense siempre unidos a Jesús y llévenlo a todos con su testimonio!. “Juntos hagamos nuestras las palabras de San Pedro que nos darán fuerza. ‘Señor, ¿a quién iremos? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna’. Con la gracia de Cristo, vivan la alegría de la fe”.


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Los pequeños y el Reino de Dios

Esto les faltó a la casi totalidad de los judíos: ser valientes, resistir. Es decir, les faltó fe. Si hubieran tenido algo de fe hubieran sabido dentro de su corazón que este pobre de Nazaret era realmente el Mesías, el ungido enviado por Dios a liberar al pueblo escogido; hubieran confiado absolutamente en este aparentemente débil hombre, como los niños se confían en la protección de sus padres. Pero no lo hicieron. Prefirieron estar sometidos, pero cómodos, antes que refugiarse en los bazos del Padre que los cobijaba con su Hijo Jesús: él se hizo hombre, pero niño primero.

Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos trataban de impedirlo. Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, no se lo impidan, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo les aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él”. Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos (Mc 10, 13-16).

E

l Reino de Dios es de los que se parecen a los niños. Vaya mensaje. En otras ocasiones Jesús intento hablar de los pequeños, no se trata solamente de los niños. Se trata de los desprotegidos. Los pobres; los más pobres. El Reino es para los pequeños. Esto lo deja claro Jesús desde su primer discurso en un monte, cuando enseñó a la multitud la bienaventuranza, la dicha de creer, de esperar, de vivir en el amor de Dios. En ese famoso discurso él se dirigió a los desprotegidos: los pobres, los desdichados, los desesperanzados. En esas palabras llenas de vida Jesús manifiesta su verdadera opción. Esta opción de Jesucristo no solamente es anunciada en el discurso; en numerosos mensajes él quiere expresar esta preferencia por los débiles. Efectivamente; lo hace en las parábolas, pero también en los gestos de amor a los que no tienen la dicha de ser amados. Recordemos algunos otros eventos en que el Señor Jesús manifiesta su admirable amor a los desvalidos, a los pequeños. En tiempos de Jesús, los primeros eran los sacerdotes, los escribas y los fariseos. Eran los importantes, la gente principal del pueblo. Ellos eran gente de respeto, de honra. Ellos conocían la Ley, sabían las costumbres y eran maestros de estas cosas. Se suponía que el Mesías redentor debió haber llegado en primer lugar a esas esferas, las de las clases importantes, las de los elegidos. Pero ellos no lo aceptaron, no lo quisieron ver, ni escuchar, ni sentir. Ellos estaban acomodados en sus asientos de honor, de lujo, de prestigio. Estaban muy altos para ver hacia abajo. Y dándose cuenta Jesús de estas cosas, decide que no serían los primeros quienes tendrían el reino, que no lo tendrían tampoco los grandes; decide que el reino de los cielos habría de ser para los que no están en esas alturas, para los que no son gigantes. Así pues, tiene su opción preferencial aclarada y definida. Y desde esa opción desea cumplir la voluntad del Padre. Por tanto, su predicación, su enseñanza, tendrá que ver más cada día con estas opciones. El padre ama a los pequeños. El padre es misericordioso, el Padre también tiene esta opción. El creador del universo, que es todo misericordioso quiere que se salven todos los hombres; sí, comenzando por Israel, su predilecto, su hijo desobediente, pero al fin hijo. Salvar a la humanidad es el proyecto del Padre. Y envía a su hijo al mundo a cumplir con este deseo. Pero los grandes no quieren ser salvados. Y ello fue porque tuvieron miedo. En efecto, los judíos tenían miedo, pánico; el pueblo estaba sometido por el Imperio Romano; cualquier brote de mesia-nismo era motivo suficiente para exterminar a la población, para imponer impuestos y cargas cada vez más pe-

sadas; los judíos temían la aparición de inconformes mesiánicos porque de este modo veían amenazada a su ya bastante sometida nación. Por miedo llevaron a Jesús ante Pilatos, lo presentaron como una prueba de lealtad al César Romano; así acabarían con ese Mesías a la vez que se agenciaban el favor de Roma para con el pueblo obediente y sensato. Con esta acción se engrandecían aun más. Sin embargo esto no significa que aceptaran el dominio. Ellos también esperaban al mesías, pero a uno diferente, a otro, uno distinguido y poderoso, como el legendario Rey David. Alguien de la nobleza judía que organizara los poderosos ejércitos del Señor y echara fuera al pueblo invasor. Pero ese mesías que ellos esperaban, tardaba; ellos deseaban que el Cristo apareciera desde lo alto del cielo y que ahuyentara a los verdugos con espadas de fuego, con trompetas, tambores y flechas. Pero aquel mesías fabuloso tardaba. No podía ser Mesías este débil carpinterito de Nazaret. El miedo los obligó a entregar a Jesús en manos de Roma, el mismo sumo sacerdote lo dijo: “más vale que muera uno y no que toda la nación perezca” (Jn 11, 50). El miedo es lo absolutamente contrario a la fe. En varias ocasiones Jesús se lo advirtió a los discípulos más cercanos, a Pedro, cuando se hundió en las aguas después de caminar unos metros sobre ella le dijo: “¿por qué dudaste, hombre de poca fe?” (Mt 14, 31). También les dijo a todos: “no temas rebañito mío” (Lc 12, 32). Al jefe de la sinagoga le dijo: “no temas, basta que tengas fe” (Mc 5, 36), antes de resucitar a su hija muerta. Lo opuesto al temor es la fe: el valor. El reino de los cielos es para los valientes. Y casi al final de su vida entre los hombres dijo a los apóstoles: “no pierdan la paz ni se acobarden” (Jn 14, 27).

Ser pequeño es la condición para entrar en el Reino de Dios. Ser pequeño es renunciar a las grandezas de esta vida. Ser pequeño significa confiar en que, aunque la entrada al reino parezca lejos, Dios siempre puede abrir una puerta trasera y los que antes estaban formados a la cola ahora son los de la punta. Nos pueden esclarecer esta preferencia de Jesús por los pequeños varios eventos y parábolas. Por ejemplo aquella ocasión en que Nicodemo fue a visitar a Jesús de noche y éste le enseñó que para entrar al Reino de los Cielos hay que nacer de nuevo (Jn 3, 3). También aquel pasaje que se refiere a los últimos tiempos: “cuando lo hicieron con cualquiera de estos más pequeños” (Mt 25, 31-46). “El que se humilla será enaltecido” (Lc 14, 11). “los últimos serán los primeros” (Mt 20, 16). “No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos” (Lc 5, 31). Pero, si estos textos no fueran suficientes para adentrarnos en la mente de Jesús y conocer su preferencia por los desvalidos, recordemos aquella hermosa parábola del pobre Lázaro y del rico (Lc 16, 19-31), el Reino de los Cielos está a favor de los pequeños. Y los pequeños son los sencillos, los necesitados, los que necesitan amor, los que se confían al amor y a la voluntad del Padre que está en el cielo. Cuando Jesús prefiere a los niños esta simbolizando en ellos a los sencillos que recibirán el evangelio y el reino de Dios con agradecimiento, con alegría, con asombro; en esos pequeños que son abrazados por Jesús somos representados todos los que estamos dispuestos a renunciar a cualquier cosa con tal de estar con Jesús. Los pequeños del evangelio, los niños, son signo de los últimos que serán primeros, de los que están humillados y serán enaltecidos; en ellos están representados los enfermos, los hambrientos, los empobrecidos, los empequeñecidos.


Palabra de Dios El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar

lo que estaba perdido

Del santo Evangelio San Marcos 16, 15-20 En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la cuidad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús; pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”. El bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”. Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”. Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Quiero hospedarme en tu casa El Evangelio de hoy nos muestra el ejemplo de un hombre que se reconoce injusto y pecador, pero que tiene el coraje de acercarse al Señor Jesús -haciendo el ridículo ante los de su pueblo- para corregir sus errores. En medio de nuestros problemas -personales, ambientales, sociales, familiares- debemos facilitar el encuentro con Jesús. Es su presencia la que ofrecerá luz a nuestras preocupaciones y perdón a nuestros pecados. Porque Jesús se hospeda y se queda en los corazones y en las familias en las que hay amor, fraternidad, paz; aunque haya también problemas, como los que tenía Zaqueo. Zaqueo no era feliz a pesar de ser rico y tener influencias y poder, Solamente cuando se encontró con el Señor saboreó la felicidad y la paz que el dinero no le proporcionaba. Y es que el Señor llena de sosiego a quien abre las puertas de su vida y a quien le acoge en su casa, como lo hizo Zaqueo. Porque Jesús ha venido a salvar lo que estaba perdido y dar paz a quienes carecen de ella. Es el encuentro con el Señor Jesús el que cambia la vida, dejemos que el Maestro se hospede en nuestras casas aunque seamos pecadores. Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez

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Espiritualidad del seminarista

Pbro. Jorge Aurelio Ramírez Torres, Director espiritual de Filosofía Facebook: Seminario Guadalupano Josefino Comentarios: ecos_seminarioslp@hotmail.com

“También ustedes, cual piedras vivas, entren en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo” 1Pe 2,4 Todo cristiano y especialmente el seminarista que se prepara para ser sacerdote, ha de vivir una espi-ritualidad sólida. A veces confundimos las cosas por ejemplo decimos: esta persona es muy espiritual y lo decimos porque sabe muchos rezos o porque lee la Biblia, pero la espiritualidad es mucho más que realizar ciertas prácticas piadosas. La espiritualidad es básicamente vivir, amar y sentir como Jesús. La formación del futuro sacerdote está completamente enfocada a ayudarlo a que cada día se vaya configurando con Cristo, esta ayuda consiste sobretodo en el acompañamiento de los distintos agentes de la formación (el obispo, los formadores, maestros, confesores, el presbiterio, la familia y la parroquia de origen, especialistas en algunas ciencias auxiliares y la comunidad diocesana). El seminarista se sabe llamado por Cristo a seguirlo como sucedió con sus primeros discípulos: “Subió después a la montaña, llamó a los que Él quiso y se acercaron a Él. Designó entonces a doce, a los que

llamó apóstoles, para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar con poder de expulsar a los demonios” Mc 3, 13-18. El seminario es una comunidad formativa que busca asemejarse a la de los discípulos que invitados por Jesús se convirtieron en sus primeros colaborado-res. Estar en el seminario es permanecer con Jesús, para configurarse con Él y ser transformado por Él.


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...Lo de Dios a Dios

NOVIEMBRE 03 DE 2013

Criterios de juicio Por David Grimaldo

U

na vez que hemos reflexionado sobre la Misión del Estado aplicando el principio de subsidiaridad, continuemos con los últimos principios de reflexión: • Principio de participación. La participación justa, proporcionada y responsable de todos los miembros y sectores de la sociedad en el desarrollo de la vida social es el camino seguro para conseguir una mejor convivencia humana. • Principio de igualdad. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos fundamentales. Toda forma de discriminación de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición social, lengua o religión, debe ser eliminada por ser contraria al plan divino, que quiere que todos se comporten fraternalmente los unos con los otros (Gaudium et spes 29). • Principio del destino universal de los bienes. Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa. Sean las que sean las formas de propiedad, jamás debe perderse de vista este destino universal de los bienes (Gaudium et spes 69). Por eso el derecho a la propiedad privada, en sí legítimo, no debe entenderse como algo absoluto e intocable, sino siempre como algo subordinado al derecho del uso común, al destino universal de los bienes (Laborem exercens 14). Una vez que hemos tratado los principios de re-flexión, veamos ahora, estimados lectores, los criterios de juicio. Criterios de juicio (Véase Orientaciones, nn. 47-53). La Doctrina Social de la Iglesia tiene como fin comunicar un saber no sólo teórico sino también práctico y orientador de la acción pastoral. Por eso no hay duda que el pronunciarse acerca de las condiciones más o menos humanas de las personas, acerca del valor ético de las estructuras y de los sistemas sociales, económicos, políticos y culturales, en relación con las exigencias de la justicia social, forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia.

Oración por las familias P. Francisco “Jesús, María y José
 A ustedes, la Sagrada Familia de Nazaret,
 Hoy miramos con admiración y confianza;
 En ustedes contemplamos
 La belleza de la comunión en el amor verdadero;
 A ustedes encomendamos a todas nuestras familias,
 Y a que se renueven en las maravillas de la gracia.

Para emitir estos juicios, a partir del análisis de la realidad, la Iglesia tiene en cuenta unos valores fundamentales que le ofrecen unas normas de juicio indispensables para llevar a la práctica del discernimiento cristiano. Estos valores son principalmente: • La Caridad o amor cristiano, la Verdad, la Libertad, la Justicia, la Solidaridad y la Paz. A la luz de estos valores los documentos de la Doctrina Social de la Iglesia, contienen numerosos juicios sobre situaciones concretas, estructuras, sistemas sociales e ideologías. Así la Populorum progessio nn. 48-49, denuncia como injustas las relaciones entre los países desarrollados y los subdesarrollados. La Gaudium et spes juzga que en muchas regiones es necesaria la reforma agraria (n 71). La Octogesima adveniens analiza los criterios que deben tener los cristianos para participar o no en las corrientes socialistas (n. 31). La Sollicitudo rei socialis afirma que el problema de la deuda externa está provocando una acentuación del subdesarrollo de los países pobres (n. 19), etc. Conviene, sin embargo, señalar que puede suceder que el cambio de las situaciones exija la modificación de un juicio anterior dado en una situación diversa. Esto explica el por qué en algunos temas de la Doctrina Social de la Iglesia se tiene hoy criterios diversos a los de épocas anteriores, aunque en continuidad con la línea indicada por los principios fundamentales. ¡Hasta la próxima! ¡Paz y bendición!

Sagrada Familia de Nazaret,
 Atractiva escuela del Santo Evangelio:
 Enséñanos a imitar sus virtudes
 Con una sabia disciplina espiritual,
 Danos una mirada limpia
 Que reconozca la acción de la Providencia
 En las realidades cotidianas de la vida.

 Sagrada Familia de Nazaret,
 Fiel custodia del ministerio de la salvación:
 Haz nacer en nosotros la estima por el silencio,
 Haz de nuestras familias círculos de oración
 Y conviértelas en pequeñas iglesias domésticas,
 Renueva el deseo de santidad,
 Sostener la noble fatiga del trabajo, la educación,
 La escucha, la comprensión y el perdón mutuo.

 Sagrada Familia de Nazaret,
 Despierta en nuestra sociedad la conciencia
 Del carácter sagrado e inviolable de la familia,
 Inestimable e insustituible.

 Que cada familia sea acogedora morada de Dios y de la paz Para los niños y para los ancianos,
 Para aquellos que están enfermos y solos,
 Para aquellos que son pobres y necesitados.

 Jesús, María y José,
 A ustedes con confianza oramos,
 A ustedes con alegría nos confiamos”.


NOVIEMBRE 03 DE 2013


Por primera vez en San Luis Potosí, grupo Alfareros y su banda “Desde República Dominicana” con el Pbro. José Guadalupe Santos, el 16 y 17 de noviembre 2013.

Pbro. Darío Pedroza Martínez Les hace la cordial Invitación para que lo acompañen a: Celebrar su

50 Aniversario Sacerdotal,

el cual se llevará acabo el próximo 29 de diciembre. En la Parroquia de La Sagrada Familia. Ubicada en Gral. I. Martínez 325. En punto de las 6:30 p.m. Sacerdotes: Alba y Estola blanca. Muchas gracias.

Av. Constituyentes Poniente # 49 local 3 (Paseo Constituyentes, carretera libre a Celaya)

PREVIA CITA

Col. El Pocito, Querétaro, Qro. Tel. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94


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