Edición 351

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Semanario de la Arquidiócesis de San Luis Potosí Año 7

No. 351

Semana del 22 al 28 de noviembre de 2015

El Chicharito, lo tiene claro: «Dios está a mi lado»

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C

elebramos la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, una celebración instituida por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. Al cerrar el calendario litúrgico con esta solemnidad, la Iglesia quiere resaltar una verdad de la fe que confesamos: Jesucristo es el alfa y la omega, el principio y el fin, el Rey de Reyes y el Señor de Señores. En torno a esta celebración hemos puesto una pequeña descripción del icono de Jesucristo “Pantocrátor”, palabra griega que hace referencia no sólo a Aquel que impera sobre todo poder, sino a la majestad y el señorío de Cristo Jesús. El Cristo “Pantocrátor”: es la imagen de Cristo más difundida y conocida; expresa la Epifanía del Dios trascendente que ha tomado forma humana. Es la imagen del Señor del Universo. La Patrística, fundándose en los datos del Antiguo y Nuevo Testamento y utilizando algunas nociones y expresiones de la filosofía helenística, estableció el concepto de Pantocrátor en cuatro elementos conceptuales: Omnipotencia, Omniconservación, Omnicomprensión y Omnipresencia. En otras palabras Dios es Pantocrátor porque domina todo lo creado, lo conserva todo en el ser: Atribución consciente y justificada al Hijo.

Su vestimenta: En la tipología del Pantocrátor, Cristo tiene una túnica púrpura listada por una faja vertical de oro y está ceñido por un manto azul. Estos signos ponen de manifiesto la realeza divina de Cristo. No obstante, tras esta simbología de los colores, se oculta otro significado más importante: el misterio de la Encarnación. El rostro del Pantocrátor casi siempre es severo, pero también se ha representado con una mirada de bondad que acaricia el alma. “Pues el mismo Dios dijo ‘de las tinieblas brille la luz’, ha hecho brillar la luz de nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la Faz de Cristo”. La mano que bendice: Este gesto, ostensible mediante la posición de los dedos, además de su significado obvio, quiere subrayar un doble misterio. Los tres dedos abiertos quieren recordar las Tres Personas de la Santísima Trinidad mientras que los otros dos, a las dos naturalezas de Jesucristo. Toda bendición procede de Dios Trino por medio de Cristo hecho hombre. Libro: Cristo al encarnarse, ha venido a traernos la buena noticia, el cumplimiento de la Ley y los Profetas. Cristo mismo es “el camino, la verdad y la vida”.

l delantero mexicano del Bayern Leverkusen, Javier “Chicharito” Hernández, se dejó llevar por los sentimientos al recordar la importancia de su familia y de Dios en los momentos más difíciles durante el inicio de su ca-rrera en Chivas, México, hace diez años. El futbolista destacó el relevante papel que ha tenido su madre, Silvia Balcázar, para crecer como jugador y el apoyo recibido en toda situación, pero por encima de todo, el papel de Dios en su vida. En la entrevista realizada por León Kruze, Chicharito reconoció: “No ha sido fácil y me dan estas lágrimas porque yo no nada más he sufrido, mi familia: mi padre, mi hermana mis abuelos, y mi madre en especial”. Al ser preguntado por el perio-dista por el papel que juega la fe en tu vida, Chicharito responde: “Todo; para mí la Fe, la confianza y la paciencia son las tres palabras…”. A respuesta de si Dios ha estado de su lado el futbolista no lo duda: “Sí, ha estado de mi lado. Está en el lado de todos. Lo bonito de que yo crea en Dios es que está ahí para todos”. “¿Qué le dices?”, pregunta el entrevistador, a lo que el delantero mexicano responde simplemente: “Gracias”. Chicharito explica que entre los 18 y 20 años pasó un momento muy complicado en su vida, “fue dificilísimo, tenía mis ilusiones y mis sueños pero mi participación en Chivas era nula”. “¿Qué te salvó?” le preguntan, “Principalmente mi fe en Dios, y mi familia”, responde. Chicharito ya habló de su fe católica a su paso por Manchester, en Inglaterra. “Soy católico, no me da pena decirlo. En mi casa he recibido una educación católica, mi abuelita es sobre todo muy católica y es la base de nuestra familia”. Su abuela, doña Lucha, le inculcó desde pequeño su amor a la Iglesia Católica y a la Virgen María, algo que este futbolista de éxito no ha olvidado. Dios y la familia, la clave del éxito. 
La familia es lo más importante para él, y la que le ha dado estabilidad en un mundo tan complicado como el del fútbol. En una entrevista le preguntaron que definiera el éxito en tres palabras y no dudó al responder: “Dios, familia, y perseverancia”. Y en sus proyectos de vida: “Quiero ser esposo, quiero ser padre de familia pero todo a su debido tiempo. Dios va a decidir eso, y cuando sea, obviamente cambiará toda mi vida”.



Domingo 22 de noviembre de 2015

La Iglesia y la familia

Discurso del Papa Francisco en el 50 aniversario del Sínodo de los Obispos (Segunda parte)

Por P. Juan José Torres Galván

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or medio de los Padres sinodales, los Obispos actúan como auténticos custodios e intérpretes de la fe de toda la Iglesia, sabiendo discernirla en medio de las oleadas de la opinión pública. En la vigilia del Sínodo del año pasado afirmaba: “da el Espíritu Santo para que los Padres sinodales pidan, sobre todo, el don de la escucha: escucha de Dios, hasta sentir junto con Él el grito del Pueblo, escucha del Pueblo, hasta respirar la voluntad a la cual Dios nos llama”. Además, el camino sinodal culmina en la escucha del Obispo de Roma, llamado a pronunciarse como “Pastor y Doctor de todos los cristianos”: no a partir de sus convicciones personales, sino como testigo supremo de la fe de toda la Iglesia. El hecho que el Sínodo actué siempre“con Pedro y bajo Pedro”no es una limitación de la libertad, sino una garantía de la unidad. De hecho el Papa es por voluntad del Señor, “el perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad tanto de Obispos cuanto de la multitud de los Fieles”. A esto se une el concepto de la “comunión jerárquica”, usado por el Concilio Vaticano II: Los Obispos están unidos al Obispo de Roma por el vínculo de la comunión episcopal (con Pedro) y al mismo tiempo están jerárquicamente sometidos a él como jefe del Colegio (bajo Pedro). El carácter sinodal nos ofrece el marco más adecuado para comprender el ministerio jerárquico. Si comprendemos que, como dice San Juan Crisóstomo, “Iglesia y Sínodo son sinónimos”, porque la Iglesia no es otra cosa que el “caminar juntos” de la Grey de Dios por los senderos de la historia, entendemos también que en su interior nadie puede ser “elevado” por encima de los demás. Al contrario, en la Iglesia es necesario que alguno “se abaje” para ponerse al servicio de los hermanos a lo largo del camino. Jesús ha constituido la Iglesia poniendo en su cumbre al Colegio apostólico, en el que el apóstol Pedro es la “roca” (Cfr. Mt 16, 18), aquel que debe “confirmar” a los hermanos en la fe (Cfr. Lc 22, 32). Pero en esta Iglesia (como en una pirámide al revés) la cima se encuentra por debajo de la base. Por esto quienes ejercen la autoridad se llaman “ministros”: porque, según el significado originario de la palabra, son los más pequeños de todos. Cada Obispo, sirviendo al Pueblo de Dios, llega a ser para la porción de la Grey que le ha sido encomendada, vicario de Jesús, quien en la última cena se inclinó para lavar los pies de los apóstoles (Cfr. Jn 13, 1-15). Y, en un horizonte semejante, el mismo Sucesor de Pedro es el siervo de los siervos de Dios. ¡Jamás lo olvidemos! Para los discípulos de Jesús, ayer, hoy y siempre, la única autoridad es la autoridad del servicio, el único poder es el poder de la cruz. (continuará...)

¡No tengan miedo!

Un Reino de Justicia, de Amor y de Paz

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Esa es la ley natural que Dios ha puesto en el corazón de cada uno de nosotros los humanos, y es aquí donde se instaura el deseo de la Paz.

Queridos hermanos y hermanas, he querido comenzar haciendo alusión a esta encíclica del Papa Pío XI, porque fue quien instauró esta solemnidad que celebramos este domingo último del Año Litúrgico, y es un documento a través del cual el Pontífice nos da una catequesis sobre esta solemnidad de Cristo Rey.

Que reine Cristo en nuestros corazones Para nosotros los cristianos, sabemos y creemos que a Nuestro Señor Jesucristo le ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Ante esta premisa, nos hace falta insistir en nuestra plegaria que sea Él, quien reine en la inteligencia de cada uno de nosotros, de los niños, los jóvenes, los matrimonios, en toda la familia. Es necesario que el Señor reine en nuestra voluntad, que nos lleve a conocer el designio de Dios, pero sobre todo: que reine en nuestro corazón, para que la ley del amor sea la que venza estos resentimientos que muchas veces vulneran nuestra actitud.

n la Carta Encíclica “Quas Primas” del Papa Pío XI, hablaba de los males que han invadido la tierra; la razón que el Papa señalaba era que la mayoría de los hombres se habían alejado de Jesucristo. Las familias se han alejado de las buenas costumbres y que, definitivamente si rechazamos a Jesucristo como nuestro Salvador, estaría muy lejos de nosotros el resplandecer de la esperanza y una paz verdadera entre todos los pueblos.

Quería encontrar una palabra iluminadora ante los acontecimientos que han sacudido en el mundo. Qué decir de los atentados en París; un día antes de este suceso, el atentado en Beirud, donde murieron 41 personas; el 31 de octubre un avión Ruso es derribado por un ataque terrorista; qué decir de todo lo que sucede a nuestro alrededor, en nuestro país, en nuestro Estado, en nuestra ciudad, tristemente también en nuestras familias. Cómo no volver a tomar las palabras del Papa Pío XI, y es que: nos hemos alejado de Dios y lamentablemente más aún que, en nombre de Dios se fomente el “odio homicida en todas sus formas”. Buscar la paz de Cristo En esta solemnidad vale la pena recordar la exhortación que el Pontífice nos hacía hace ya algunos años (estamos hablando de diciembre de 1925), a “buscar la paz de Cristo en el reino de Cristo”, pero conjuntamente haciendo cuanto nos esté al alcance por vivirla, hacer todo cuanto esté de nuestra parte para lograrla. Dice el Papa “no hay medio más eficaz para restablecer y vigorizar la paz que procurar la restauración del reinado de Jesucristo”. No cabe duda que todos estos acontecimientos de dolor, de violencia y de muerte nos llenan de indignación y más aún que, todos estos sucesos son resultado de odios y luchas fratricidas. En el mundo hay distintos nombres con el cual nos dirigimos a Dios y eso no quita que todos tengamos derecho a gozar de la prosperidad y felicidad verdadera. Esa paz que Cristo nos ofrece recae en cada pueblo mediante el alcance de la justa libertad, la tranquilidad y disciplina, así como la justicia y la paz.

Creo que nosotros los cristianos tenemos la obligación de conocer más a Jesús para aprender de Él, de su amor y de su bondad pues, solamente desde esta perspectiva podremos imitarlo y llevar a cabo un compromiso por extender su Reino y así, contrarrestar el enfrentamiento humano que ha costado ya muchas vidas. La Misericordia camino del amor y de la paz Estamos por comenzar el “Año Jubilar de la Misericordia”, ya hemos hecho eco de las palabras del Papa Francisco, en su Bula “Misericordiosos como el Padre”. En ella nos invita a despertar nuestra conciencia a veces sorda frente a las necesidades de nuestros hermanos. En el documento se nos subraya que la misericordia es el “camino que une a Dios y el hombre, ya que abre el corazón a la esperanza de ser amado para siempre, a pesar de los límites de nuestro pecado”. Ojalá que todos esos acontecimientos de odio y de muerte que han sucedido en las últimas semanas, no culminen en un enfrentamiento entre los pueblos. Que la presencia de Jesucristo Rey del Universo nos lleve a todos instaurar, como lo proclamaremos en la plegaria Eucarística de este Domingo: un Reino de Verdad y de Vida, un Reino de Santidad y de Gracia, un Reino de Justicia, de Amor y de Paz.

+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero

Arzobispo de San Luis Potosí


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Nuestra historia

Concilio Vaticano II Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortiz

La continuidad La segunda parte está dedicada a algunos puntos esenciales: las relaciones entre el reino de Dios y la sociedad humana, la reformulación del depositum fidei, el estilo de misericordia en lugar de la severidad, la búsqueda de la unidad entre los cristianos. Ni siquiera aquí el papa intenta dictar el orden del día de los trabajos conciliares, sino que pone más bien el acento ene le espíritu del concilio para dar una aportación a este paso de la Iglesia a una nueva época histórica. Sobre la base de la tradición, «el espíritu cristiano, católico y apostólico del mundo entero espera un paso adelante hacia una penetración doctrinal y una formación de las conciencias en correspondencia más perfecta con la fidelidad a la autentica doctrina, estudiada y expuesta también ella a través de las formas de la investigación y de la formulación literaria del pensamiento mo-derno», dado que «una cosa es la sustancia de la antigua doctrina del depositum fidei y otra la formulación de su revestimiento». Es este el punctum saliens del concilio y guarda relación con lo que Juan XXIII desea de un «magisterio de carácter eminentemente pastoral», que vaya «al encuentro de las necesidades de hoy mostrando la validez de la doctrina más bien que con la condenación». Finalmente, el Vaticano II se coloca en la perspectiva de la unidad de todos los cristianos e incluso de la de todo el género humano. Tan solo lentamente llegaría a captarse en toda su densidad y en sus efectos liberadores el alcance de esta alocución. Inmediatamente los padres conciliares se centraron en la elección de las comisiones, que habría de ofrecer una primera ocasión para valorar la consistencia de los grupos en los que se articulaba la asamblea. Por iniciativa de algunos cardenales europeos (Liénart, Frings) el 13 de octubre se pidió el retraso de las elecciones, para que hubiera tiempo de establecer los oportunos contactos, evitando así la confirmación de las comisiones preparatorias. La iniciativa suscitó cierta emoción, ya que constituía el primer atisbo de una conciencia conciliar, que no se entregaba pasivamente a las decisiones tomadas por los órganos preparatorios. Así, el 16 de octubre, se eligieron las comisiones sobre la base de listas dispuestas anteriormente por las conferencias episcopales, con el efecto de una clara prevalencia de obispos centroeuropeos y de los otros continentes respecto a los obispos «latinos»; cuando se dieron a conocer los resultados, se supo también que el papa había dispuesto una derogación del reglamento, por lo que eran elegidos para cada comisión los padres que habían obtenido el número más alto de votos y no sólo los que habían alcanzado la mayoría absoluta, era un acto inequívoco de respeto a la voluntad de la asamblea. Por razones análogas, Juan XXIII dispuso que el primer tema sobre el que habría de trabajar el concilio –superando la clásica distinción entre temas doctrinales y disciplinares- fuera la liturgia; era el aspecto más maduro de la renovación de la vida eclesial y el único en que el esquema preparatorio había ob-

tenido el consenso entre los obispos, ya sensibilizados por el movimiento litúrgico, cuyos exponentes tendrían una actuación decisiva también en el trabajo conciliar. Del 22 de octubre al 13 de noviembre la asamblea discutió la reforma litúrgica; las votaciones sobre el conjunto del esquema y sobre cada uno de los capítulos registraron siempre una gran mayoría en su favor, a pesar de la tenaz resistencia de una minoría reacia a toda innovación. Quizás esta acogida favorable no se refería solamente al texto propuesto, sino que intentaba además expresar la convicción de que había pasado ya el tiempo de los temores y el de la Iglesia como ciudadela bien amura-llada. La adopción de las lenguas vulgares, al menos para algunas partes de la liturgia, era la innovación más llamativa, si no la más importante: era una forma de restablecer un contacto con la gente común, proponiendo el mensaje evangélico de forma comprensible. Durante la discusión surgieron datos teológicos relevantes, olvidados en el transcurso de los años. La Iglesia local volvía a encontrar su centralidad como autentica comunidad cristiana, en la que la profesión de la fe supera el ámbito individual para convertirse en un acto comunitario en torno al altar del obispo, cuya figura adquiere de nuevo la dimensión de autentico sucesor de los apóstoles. Igualmente era significativa la importancia que se reconocía a la liturgia de la palabra, junto a la liturgia eucarística, que era más bien la que –desde Trento- había monopolizado la atención de los teólogos, dado sobre todo el hecho de que era la única parte de la misa a la que estaban obligados a asistir los fieles para cumplir con el precepto. A pesar del intenso trabajo y del amplio consenso alcanzado, el gran numero de enmiendas presentadas y el deseo del papa de no forzar los tiempos de maduración del concilio aconsejaron dejar la conclusión del tema para la fase conciliar posterior, cuyo anuncio se dio el 19 de noviembre, desmoronando así otro lugar común de la víspera según el cual el concilio habría de aprobar todo el material preparatorio en un tiempo muy breve. Entre tanto, desde finales de octubre había empezado a trabajar con regularidad, reu-niéndose en el colegio belga por iniciativa del padre Gauthier y bajo la presidencia del cardenal Gerlier, un grupo informal de padres y peritos particularmente sensibles a los problemas de la pobreza. Este grupo, a pesar de la diversidad de origen y de experiencia, reconocía que se había abierto una ruptura entre la Iglesia y los pobres –tanto en los países industrializados como en el tercer mundo– y que esa ruptura tenía su origen en el acomodo de la Iglesia a la civilización del capitalismo. Este grupo permaneció siempre al margen del concilio e incluso la iniciativa de Pablo VI de octubre de 1963 de pedir al cardenal Lercaro –miembro activo de dicho grupo- que le hiciera propuestas concretas (presentadas un año más tarde) no obtuvo resultado.

Si existieran hombres escépticos, muchos serían privilegiados P. Chava

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l hombre tiene necesidad de creer, nadie puede permanecer constantemente con la duda. El que se mantiene en actitud escéptica vivirá sumergido en la zozobra. La humanidad necesita confiar en alguien, de lo contrario, su vida permanecerá en un constante miedo. Hay personas que se resisten a creer, pero es imposible pasarse la vida dudando de todo. Es importante hacer un acto de fe para seguir viviendo. Cuando decimos que hay que creer en alguien, no queremos decir que hay que confiar en el hombre, éste, no es digno de crédito. Creer en alguien, es buscar a un ser divino que nos ayude a salvarnos del caos de la existencia humana. Hay personas que dicen ser orgullosamente escépticas, es decir, se resisten a creer en algo y viven dudando de todo. Pero es sabido, que no es posible que haya una persona netamente escéptica. Creer es importante, porque la mayoría de las cosas que conocemos, es porque la sabemos por el testimonio de alguien. Lo más importante es saber que, es lo que creemos. Los que se dicen escépticos dudan de las cosas buenas, pero aceptan las malas sin ponerlas en duda. Hay hombres que dudan de la bondad de Dios, pero si alguien les habla mal de una persona, inmediatamente lo dan por un hecho. Y con esto, ya están creyendo en la persona que les habla mal de los demás. El hombre es malo para creer lo bueno; y bueno para creer lo malo. Ortega y Gasset, decía que la vida del hombre se sostiene en ideas y creencias. Esto, quiere decir, que lo que pensamos influye mucho en como vivimos; y nuestras creencias, son las que nos sostienen y ayudan a vivir. Si creemos en todo lo malo, viviremos en la amargura; si le damos un voto de confianza a las buenas noticias, entonces obtendremos una vida óptima. Un hombre realmente escéptico puede hacer mucho bien a los demás. Porque si duda de lo bueno, también dudará de lo malo; si el enemigo le habla mal de nosotros, su escepticismo lo pondrá en duda, y dirá, que esa noticia puede ser una calumnia; se resistirá a creer. Y una actitud como esa, nos haría mucho bien a los demás. Porque ante las calumnias de los enemigos, nos concederán el gran privilegio de la duda. Por desgracia, el hombre cree más en las maldades, que en las bondades humanas. Sería bueno, que este mundo donde con facilidad se reprueba y descalifica a los demás, mantengamos una actitud escéptica, eso le haría un bien a la humanidad.


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Cosas y Casos de la vida

Los sacramentos para las personas con capacidades diferentes III Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez

colunga46561@hotmail.com

Queridos lectores:

La confirmación

El terrorismo es terrorífico

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Por: P. Kino

errorismo o también intento de dominar a través del terror, es algo inmo-ral. A propósito de los acontecimientos terroristas ocurridos hace unos días en París, quiero hablar un poco del terrorismo. Una de las causas del terrorismo es querer tener el poder a cualquier costo, incluso a costa de la vida de personas que “ni la debe ni la teme”. La ideología de los terroristas no es acorde a nuestra manera de pensar. Los terroristas culpan a otros de sus actos desalmados, tratando de justificar su actuar, esto se conoce en psicología como transferencia de la culpa. Tal vez nosotros lo hagamos en nuestra vida a menor escala, cuando no somos capaces de asumir lo que hacemos, culpamos a nuestra madre, padre o de perdis al acomodo de los astros, y eso no se vale. Pero volvamos al tema del terrorismo. “El terrorismo nace del odio, se basa en el desprecio de la vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad” (San Juan Pablo II). El catecismo de la iglesia católica 2297 afirma que los secuestros, la toma de rehenes son ilegítimos. Dice textualmente que el “terrorismo amenaza, hiere y mata sin discriminación; es gravemente contrario a la justicia y a la caridad”. Nunca será justificado. En Ex 20, 13, nos habla del mandamiento de no matar. El terrorismo no sólo mata, sino que priva de su libertad a los seres humanos. No se puede permanecer indiferente ante el terrorismo. El terrorismo es rostro cruel de la cultura de la muerte. Lo condena-mos enérgicamente. Los terroristas buscan que se les ataque violentamente porque así podrán justificar aún más sus actos cobardes, considerándolos como defensa personal. El terrorismo es una estructura de pecado, pues dañan el orden que deben seguir las estructuras sociales, tales como la familia, soberanía, libertad de tránsito, etc. Una vez que se ha dado un hecho terrorista, la vida de la comunidad ya no es igual, pues se vivirá en la incertidumbre que se vuelva a repetir lo mismo. Mueren en hechos de esta índole personas inocentes. El terrorismo lleva consigo venta de armas, capacitación de los que se inmolan al hacerse explotar. Los actos terroristas no se justifican en nombre de ningún dios, pues Dios es el Dios de la vida, del amor y del perdón, y por ende, no creo que Dios mande a los que se inmolan e inmolan a los demás. Hoy hagamos oración por las personas que murieron en París por ataques terroristas. RIP.

El c. 889 §1, establece que sólo es capaz de recibir la confirmación, todo bautizado que no ha sido confirmado. Por lo tanto, no es necesario que tenga uso de razón y por consiguiente, una persona con discapacidad diferente puede confirmarse. Los fieles están obligados a recibir este sacramento en el tiempo oportuno; los padres y los pastores de almas sobre todo los párrocos, procuren que los fieles sean bien preparados para recibirlos y que lo reciban en el tiempo oportuno (c. 890). Pero en este caso en concreto, sería ilegítimo que les exijamos a los no tienen uso de razón que sean instruidos. Nuestro Directorio Pastoral de los Sacramentos, habla de los confirmados en las parroquias, en los colegios, de los migrantes, pero no en concreto de las personas con discapacidad diferente; sin embargo, en el apartado de la eucaristía establece en el No. 157 lo siguiente: “Téngase en cuenta que, las personas con capacidades diferentes, son sujetos de los sacramentos de la iniciación cristiana; y tienen derecho a una catequesis adecuada a sus necesidades que los integre a la comunidad, por medio de la eucaristía. Para cubrir esta necesidad, será conveniente que, al menos por decanatos, se capacite a un número de catequistas que puedan dar esta formación”.

La eucaristía

La celebración eucarística es una acción del mismo Cristo y de la Iglesia, en la cual Cristo Nuestro Señor substancialmente presente bajo las especies de pan y de vino, por el ministerio del sacerdote, se ofrece a sí mismo a Dios Padre, y se da como alimento espiritual a los fieles unidos a su oblación (c.899 §1). Por lo tanto, el párroco prepárese diligentemente para la celebración de la Eucaristía, ya que en ella recibe a Cristo como sacrificio eucarístico; además procure que los libros litúrgicos, y los vasos sagrados estén en buen estado, así como los ornamentos limpios y en perfectas condiciones, ya que el centro de la celebración es Jesucristo El Señor. El c. 912, establece que todo bautizado a quien el derecho no se lo prohíba, puede y debe ser admitido a la sagrada comunión. Procure el párroco que para administrar la Santísima Eucaristía a los niños, se requiere que tengan suficiente conocimiento y hayan recibido una preparación cuidadosa, de manera que entiendan el misterio de Cristo en la medida de su capacidad, y puedan recibir el Cuerpo del Señor con fe y devoción (c. 913). Por lo tanto, téngase un equipo de catecismo bien formado para que instruya con eficacia a quienes se preparan a recibir la Primera Comunión. Así que, a los que tengan una discapacidad diferente, se le puede instruir en la medida de su capacidad y que pueda distinguir el Cuerpo de Cristo del alimento común, para comulgar (c. 913 §2). Hasta la próxima semana con otro sacramento.

¡Cristo te necesita en el que sufre!

Irma Mendoza Mora residente del municipio de Ahualulco a sus 28 años solamente puede moverse gracias a una andadera, y le es imposible salir a trabajar, ella se hace cargo de la casa, tiene un hermano de 17 años que se dedica a estudiar, su papá es un hombre trabajador y gana lo necesario para cubrir los gastos del hogar, pero no es suficiente para enfrentar los costos de las intervenciones quirúrgicas derivadas del accidente que hace cinco años tuvo donde sufrió fractura de cadera y pelvis por lo cual fue intervenida con fijación externa del fémur, se interviene nuevamente para retiro del fijador externo y colocación de clavo centro medular como manejo definitivo y egresa, vuelve al hospital y se le retira el clavo por formación de fístulas y le colocan de nuevo el fijador externo. Desde 2012 ha sido internada repetidas ocasiones para aseos quirúrgicos y se le ha dado tratamiento antibiótico en casa. Es necesario que la internen nuevamente para aseo quirúrgico y toma de biopsia, existe la posibilidad de retirarle el fijador externo y ver otras opciones, pero no podrá hasta que cubra la cantidad de $33,242.00 debido a que el fijador externo que ha utilizado durante estos años está en calidad de renta, no es propiedad del sector salud sino de una empresa particular que vende y renta equipo médico a la que Irma y su familia tienen que pagar, el total de la renta del equipo es de $55,042.00, ellos con ayuda del DIF de su municipio han abonado $21,800.00, cuando la cantidad sea pagada ella podrá ser intervenida nuevamente. Cáritas San Luis Potosí te invita a dar la mano a esta familia que cuenta solo con lo necesario para sobrevivir el día a día. Ayudemos a Irma y seamos parte del milagro para que Dios le diga “levántate y anda” abre tu corazón al amor de Dios y se misericordioso con tu hermano enfermo, porque ahí está el rostro de Cristo enfermo que te llama por tu nombre. Para mayores informes puedes acercarte con nosotros en Álvaro Obregón 626 en el Centro, y a los teléfonos 8-12-76-15 y 8-12-23-51


Momento Teológico

Construir, Cultivar, Conquistar

Aceptar la voluntad de Dios

Por: Padre Memo Gil

“Nos vemos acosados por toda suerte de tribulaciones, pero no por eso perdemos el ánimo. Nos hallamos en grandes apuros, más no desesperados. Somos perseguidos más no abandonados, abatidos más no enteramente perdidos…”. (2Cor 4,8-9)

“No se dejen transformar por los criterios de éste mundo, sino dejen que una nueva manera de pensar los transforme interiormente, para que sepan distinguir cuál es la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto”. (Rom 12,2)

L Cristología misionera en los documentos del magisterio (Redemptoris Missio, 1990)

P. Francisco Javier Espinoza Ayala

S

fjespinozaa@hotmail.com

i la primera encíclica de Juan Pablo II, Redemptor Hominis, se caracteriza por una visión cristológica abierta en prospectiva misionera, la encíclica Redemtoris missio presenta el revés complementario, poniendo en primer lugar la validez del mandato misionero afrontado mediante el desarrollo de los aspectos cristológicos, sobre todo a partir del anuncio y diálogo con las demás religiones. En realidad, el camino a la profundización de esta temática, de creciente importancia en la época postconciliar, ha tenido una apertura también gracias a la encíclica Dominum et vivificantem (1986) dedicada al “Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y del mundo”, en ella se afirma una acción universal del Espíritu que precede a la revelación cristiana aunque tal acción esté inseparablemente conectada al misterio de Cristo, a este respecto dice Redemtoris Missio: “El Espíritu, está pues en el origen mismo de la pregunta existencial y religiosa del hombre, la que nace no sólo de situaciones contingentes sino de la estructura misma de su ser. La presencia y actividad del Espíritu no tocan sólo a los individuos sino la sociedad y a la historia, las culturas, las religiones… es también el Espíritu que derrama las ‘semillas del Verbo’ presentes en los ritos y en las culturas, y los prepara a madurar en Cristo” (RM 28). Es, pues, clara la extensión de la mediación universal de Cristo por la Gracia del Espíritu Santo, no sólo como predisposición al Evangelio sino como efectiva presencia de Dios que no deja de hacerse presente de muchas maneras, no sólo en cada individuo sino también en los pueblos mediante sus riquezas espirituales, cuya expresión principal y esencial son las religiones, aunque contengan lagunas, insuficiencias y e-rrores (Cfr. LG 16, RM 55). El documento papal precisa, además, que el aprecio por las religiones y el diálogo no dispensa de la tarea de evangelizar, sobre todo, por razón de que es la base de todo lo que se ha dicho antes, “Aun cuando no se excluyan mediaciones parciales, de cualquier tipo y orden, éstas sin embargo cobran significado y valor únicamente por la mediación de Cristo y no pueden ser entendidas como paralelas o complementarias” (RM 5). En esencia, el único plan salvífico de Dios en Cristo se extiende a través de la acción universal del Espíritu a las religiones que son consideradas “caminos de salvación” con Cristo pero no sin Él aun cuando no den la explícita adhesión a Cristo. En consecuencia, la misión de la Iglesia aparece como profundamente fecundada por el diálogo, aún más, “El diálogo interreligioso forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia” (RM 55), cuya práctica permite progresar en aquello que podríamos llamar “co-evolución” en la búsqueda de la plena verdad, produciendo el precioso fruto de la recíproca purificación.

legar a conocer la voluntad de Dios y aceptarla, no es cosa fácil. Primero porque la voluntad de Dios no es algo que nos aparezca muy claro definitivamente. Y segundo, porque en ocasiones se nos presenta de cierta manera que nos cuesta aceptarla. Y es que somos muy dependientes de nuestros esquemas y estructuras personales, por lo que en la mayoría de los casos, buscamos que todo se adapte más a nuestra voluntad, o lo que nos parece que debería ser, que a aquello que la voluntad de Dios nos pide. Es por eso que vivimos demasiado aprisa y vemos nuestra vida y logros, en términos de eficiencia y productividad. Dando, por lo general, muy poco de nuestro tiempo y dedicación a relaciones y acciones de calidad. Con eso sólo se afirma el que seamos voluntariosos, o sea, que deben hacerse las cosas únicamente de acuerdo a nuestro criterio. Lo que nos lleva a no dejar espacio al momento de Dios. Muchas veces ni siquiera le damos espacio a Dios en nuestros proyectos y propósitos. Es por eso necesario ejercitarnos en el abandono a Dios y su voluntad. Y siendo así, nuestra vida tomaría un curso muy distinto definitivamente. Abandonarse a Dios y su voluntad, no es otra cosa sino, saber darle a Dios el debido lugar y espacio en nuestra vida, en nuestros proyectos, y en nuestros intereses. Muy frecuentemente, nosotros vamos

a equivocarnos si pensamos todo desde nosotros mismos. Pero cuando sabemos confiarnos a Dios y lo que Él vea que es lo mejor para nosotros, las cosas saldrán mejor, sin duda. Debemos ser muy conscientes en descubrir y aceptar que lo que Dios nos pide y nos ofrece, es porque Él sabe que es lo más conveniente para nosotros en ése momento. Aunque nos cueste mucho reconocerlo así. Pero siempre será más fácil darle gracias a Dios porque así le ha parecido bien. Y no deberíamos angustiarnos entonces porque las cosas no hayan salido como deseábamos o esperábamos que fuesen. Por esto, nuestra actitud debe ser la de quien sabe cómo es importante su vida para Dios. Y evidentemente que nuestra vida es importante para Dios, ya que Él nos va manifestando de muchas maneras su amor, su providencia y su cercanía. Algo que es clave, es lograr entender que hoy Dios nos está enseñando algo. Quiere que aprendamos a ser más humildes y a saber confiarnos más plenamente a Él. Es muy probable que su voluntad hacia nosotros resulte incomprensible para los demás. Por eso es importante que nuestro testimonio al aceptarla, deba ayudarles a comprender que eso es lo mejor para nosotros en ése momento.

El santo de hoy

Santa Cecilia

22 de noviembre

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anta Cecilia es una de las mártires de los primeros siglos más venerada por los cristianos. Se dice que el día de su matrimonio, mientras los músicos tocaban, ella cantaba a Dios en su corazón. Su fiesta se celebra el 22 de noviembre y es representada tocando un instrumento musical y cantando. Las “actas” de la santa la presentan como integrante de una familia noble de Roma. Solía hacer penitencias y consagró su virginidad a Dios. Sin embargo, su padre la casó con un joven llamado Valeriano. Cuando los recién casados se encontraban en la habitación, Cecilia le dijo a Valeriano: “Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí”.

El esposo le pidió que le mostrara al ángel y que haría lo que ella le pidiera por lo que Cecilia le dijo que si él creía en el Dios vivo y verdadero y recibía el bautismo, entonces vería al ángel. Valeriano fue a buscar al Obispo Urbano, quien lo instruyó en la fe y lo bautizó. La tradición señala que cuando el esposo regresó a ver a su amada, vio a un ángel de pie junto a Cecilia y el ser celestial puso una guirnalda de rosas y lirios sobre la cabeza de ambos. Más adelante, Valeriano y su hermano Tiburcio serían martirizados. Cecilia fue llamada para que demos-trara su fe en los dioses paganos, pero convirtió a sus detractores. El Papa Urbano la visitó en su casa y bautizó ahí a 400 personas. Posteriormente, la Santa fue llevada a juicio y condenada morir sofocada en el baño de su casa, pero a pesar de la gran cantidad de leña que pusieron los guardias en el horno, Cecilia no sufrió daño alguno. Finalmente, la mandaron a decapitar y el verdugo descargó tres veces la espada sobre su cuello. Santa Cecilia pasó tres días agonizando y finalmente partió a la Casa del Padre. En marzo de este año el Papa Francisco se refirió a los mártires de los primeros tiempos cristianos, como Santa Cecilia, y dijo que “llevaban siempre con ellos el Evangelio: ellos llevaban el Evangelio; ella, Cecilia llevaba el Evangelio. Porque es precisamente nuestro primer alimento, es la Palabra de Jesús, lo que nutre nuestra fe”. En Trastévere, Roma, se edificó la Basílica de Santa Cecilia en el siglo V. Allí actualmente se encuentra la famosa estatua de tamaño natural y del escultor Maderna.


07 Por Luis Marino Moreno

Espiritualidad para tiempos de crisis

Miguel Ángel Mesa

Desclee De Brawer, 216 pp.

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ste libro que tienes en tus manos respira por todos los poros, y buena falta que nos hace respirar en estos tiempos de crisis. Por eso es tan urgente la espiritualidad. Siempre lo fue, y hoy lo es más todavía. La espiritualidad no es propiedad de ninguna religión, ni de la religión. Es el arte de respirar, de acoger y de infundir el Espíritu. Este libro nos ayuda a respirar. Late en cada página todo lo que duele a la vida, lo que la hiere y la ahoga. Y lo que la cura y alivia. Aquí encontrarás el diagnóstico justo en las palabras que salen al paso una y otra vez: explotación, paro, desahucio, opresión, pobreza, recortes... Es la elegía de la crisis, tan antigua y extendida. Pero acerca tu oído, escucha más adentro. Del fondo de la crisis sube el aliento de la vida nueva, del mundo nuevo, con otras palabras, las más bellas y verdaderas: vida, entraña, encarnar, regalo, gratitud, cotidianidad, hondura... Es el salmo de la vida. Cada página rebosa sencillez, claridad y hondura. No hay pretensión ni artificio. En la gracia de la palabra se derrama la gracia de la vida. Cada capítulo se abre con la cita de un pensamiento y se cierra con una bienaventuranza que abre la mirada y el aliento. Dice Pedro Casaldáliga en el epílogo: El libro es un abanico de actitudes complementarias, esenciales para que la espiritualidad no sea dicotómica ni vivida fuera del lugar y la hora. Es una espiritua-lidad que se nutre del Misterio de la Encarnación asimilado en la integridad de la Pascua. Es espiritualidad de la liberación... Una espiritualidad integral...

Miguel Ángel Mesa Bouzas

nació en 1959 en Madrid. Forma parte de una comunidad cristiana de base desde hace unos treinta años. Sus artículos y poemas aparecen de forma habitual en distintas revistas, páginas web y redes sociales. Su gran pasión y lo que más ha escrito es poesía. Ha publicado 16 libros en diversas editoriales religiosas

Para leer bien, y escribir mejor

Iglesia Universal ROMA.- El Papa Francisco fue recibido este domingo en la Iglesia Luterana de Roma con el mismo entusiasmo que en otras salidas a parroquias de la Ciudad Eterna. Ante la próxima celebración del 500 aniversario de la Reforma Protestante, la visita del Papa adquiría un especial significado. Francisco respondió preguntas de tres personas. En una lectura que traía preparada, el Papa describió la oración en común, el compromiso para ayudar a los pobres y el diálogo teológico como “pilares” del ecumenismo. Francisco es el tercer papa consecutivo que visita esa iglesia. Benedicto XVI ya lo hizo en 2010 y Juan Pablo II en 1983. CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco envío un telegrama de condolencias al Arzobispo de París, el Cardenal André Vingt-Trois, por los ataques terroristas que la capital de Francia sufrió y que ha dejado 129 muertos y 352 heridos, 99 de ellos se encuentran graves. “Una vez más, el Santo Padre condena enérgicamente la violencia, que no puede resolver nada, y le pide a Dios que inspire a todos pensamientos de paz y de solidaridad, y extiende, sobre las familias que están en la prueba y sobre todos los franceses, la abundancia de sus bendiciones”. ROMA.- Los atentados terroristas en París que han dejado 129 muertos y 350 heridos aún duelen en el corazón de Europa y del mundo que clama por la paz, pero los terroristas del Estado Islámico (ISIS siglas en inglés) ya están anunciando vía Twitter que preparan nuevos ataques. En este contexto, el “Jubileo de la misericordia se manifiesta todavía más necesario”, declaró el portavoz vaticano Federico Lombardi, que salió al paso a las preguntas sobre cómo vivir la expectativa del Jubileo cuando la ciudad de Roma se prepara para recibir a más de 10 millones de peregrinos y visitantes. ASUNCIÓN.- El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, defendió la postura pro-vida del gobierno y afirmó que la decisión de evitar que una niña de once años abortara a mediados de año se hizo siguiendo lo que manda la Constitución. Hoy “la madre está viva, la hija también. Están bajo cuidado”. En referencia a las presiones, el Presidente dijo que “fueron momentos de mucha tensión”.

Iglesia de México MÉXICO.- El Papa Francisco nombró a Mons. Enrique Sánchez Martínez como nuevo Obispo de Nuevo Laredo. Mons. Enrique se desempeñaba como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis mexicana de Durango. Mons. Enrique Sánchez Martínez nació el 2 de diciembre de 1960. Es el segundo de una familia de nueve hermanos. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1986 en la Catedral de esa arquidiócesis. Benedicto XVI lo nombró Obispo Auxiliar de Durango el 21 de julio de 2008, y fue ordenado por el Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre, el 7 de octubre de ese año. TLAXCALA.- Con una solemne celebración eucarística, el Nuncio Mons. Christophe Pierre ha presidido, el día 14 de noviembre, la Clausura del Año Jubilar por el V Centenario del Nacimiento de los Beatos Niños Mártires de Tlaxcala: Cristóbal, Antonio y Juan. Junto al Nuncio han concelebrado 40 Obispos. El obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, en su saludo, ha subrayado que esta cita se está convirtiendo en una de las fiestas religiosas más importante del país. “Los Niños Mártires de Tlaxcala son los Mártires de toda Latinoamérica, los primeros como testimonios de la fe”. MÉXICO.- Aunque el anuncio oficial de la visita del Papa a México se espera para el próximo 12 de diciembre, ya se comienzan a delinear contornos muy específicos sobre las ciudades que pisará Francisco. Autoridades eclesiásticas y civiles, han ido confirmando varios detalles de una gira que durará una semana e incluirá actividades en cinco ciudades. Los estados de Chiapas, Chihuahua y Michoacán, además de la Ciudad de México.

Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- Con un gran espíritu de esperanza y buscando una mejor atención a las comunidades parroquiales de la Iglesia Potosina, algunas de ellas han recibido a sus nuevos párrocos, otras lo estarán haciendo en el transcurso de los siguientes días. Entre las parroquias se encuentran: “Nuestro Padre Jesús” en Salinas, “Padre Pro”, “San Juan de Guadalupe”, “Sagrado Corazón” en Quintas de la Hacienda” entre otras. Dios bendiga el trabajo pastoral tanto de sus párrocos como de las mismas comunidades.


Rey de verdad y libertad Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

“Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: «¿Eres tú el rey de los judíos?». Jesús le respondió: «¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?». Pilato explicó: «¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?». Jesús respondió: «Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí». Pilato le dijo: «¿Entonces tú eres rey?». Jesús respondió: «Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz». Pilato le preguntó ¿La verdad? ¿Qué es eso?... (Jn 18,33-38). Considerando los relatos de la infancia de Mateo y de Lucas, encontramos que principalmente san Mateo presenta el nacimiento de Jesús como el nacimiento del niño rey, lo cual despierta la desconfianza y la envidia del rey Herodes, quien busca eliminarlo. San Lucas, por su parte, lo presenta en términos análogos al nacimiento del César o emperador romano, destacando la superioridad de Jesús, con su nacimiento se anuncia paz a los hombres. Las genealogías en San Lucas y San Mateo se aseguran de mostrar que Jesús es de familia real por ser descendiente de David. En el actuar cotidiano de Jesús, es fundamental que sus seguidores y la multitud vayan descubriendo que él es el Cristo, baste pensar en el evangelio según San Marcos, que hace del reconocimiento de Jesús como Cristo la cuestión fundamental que “parte” su evangelio en dos.

tierra, como lo es el poder o los bienes terrenales. Y pretende conducir a los bienes de arriba. El rasgo más específico que define el reino que hace realidad Jesús es la verdad, por lo tanto el suyo es un reino de libertad, pues la verdad de Jesús conduce a la libertad (“la verdad los hará libres”), sus integrantes se ven libres del pecado y de la muerte. Su verdad es algo que no conocen los reinos de este mundo, de ahí que generen muchas esclavitudes. La ignorancia respecto a la verdad, por parte de los reyes de la tierra, está representado por la pregunta que hace Pilato: ¿La verdad? ¿Qué es eso?

Por otro lado, sus milagros ocasionan que la gente quiera hacerlo rey. Asimismo, al estar ya crucificado, San Lucas nos cuenta que uno de los malhechores le pide que se acuerda él cuando venga con su reino.

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os Evangelios coinciden en identificar a Jesús como rey. En primer lugar, lo llaman Cristo o Mesías, con ello expresan que es “ungido”, de linaje real; de esa manera lo identifican y lo describen como descendiente de David, el prototipo de rey del pueblo de Israel. En segundo lugar, lo identifican como rey de frente al gobierno romano, es decir, frente al César o emperador, o al menos frente a sus representantes.

En el caso específico de nuestro texto evangélico de Jn 18, ante Pilato, representante del poder del emperador, Jesús contrapone su reino con los reinos de este mundo. Sin pretender describir su reino de modo exhaustivo, Jesús da dos rasgos fundamentales que lo definen: no es de este mundo y es un reino de verdad. Ante todo, destaca que su reino no es de este mundo. Esto permite entender que su reino o-frece lo que ningún reino de este mundo puede ofrecer; asimismo, evita que sus seguidores sueñen con algo que inicia y termina en la

Apaguen la televisión a la hora de cenar, hablen en familia

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omo cada miércoles, la audiencia general comenzó así, con un gran paseo del Papa en papamóvil entre los peregrinos, repartiendo bendiciones y saludos. Francisco habló de nuevo de la familia. Dijo que es necesario cuidar la comunicación con cosas tan sencillas pero eficaces como conversar durante la cena: “Una familia que no come junta casi nunca o que no se habla en la mesa pero ve la televisión o usa el smartphone, es una familia poco familia”.

Tomando como referencia el Evangelio del día, explicó que, a través de la Eucaristía, Jesús muestra lo importante que es el alimento para el alma y el cuerpo. Por eso, dijo que es necesario compartir el tiempo de la comida con otras personas. “En la mesa se habla, se escucha. Nada de silencio. No es el silencio de los monjes es el silencio del egoísmo. Cada uno va a lo suyo, o con la televisión o con el ordenador y no se habla. ¡No! Nada de silencio. Recuperen la convivencia familiar” dijo el Papa.


Peregrinación a la Basílica de Guadalupe

Por: Alma Eva Martínez

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a Arquidiócesis de San Luis Potosí, estuvo presente en la Ciudad de México con su tradicional visita a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de todos… Con Fe, esperanza y un gran amor, llegaron peregrinando los fieles para dar gracias a los pies de la Virgen de Guadalupe. Cada párroco acompañó a sus feligreses hasta la puerta de la Basílica, donde el Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero, dio la bendición a los peregrinos para después dar inicio a la celebración Eucarística con un gran número de sacerdotes. El Señor Arzobispo, en su homilía exhortó a todos los presentes, a jamás perder la Fe y seguir teniendo el amor a Nuestra Madre y la sabiduría para no decaer en nuestros tropiezos, y que Ella sea nuestro ejemplo para seguir adelante en la familia y con los que nos rodean, así como saber pedir perdón y saber perdonar de corazón. Sigamos rezando el santo Rosario, todos los días en familia como Ella nos lo pide y llevemos a casa el gran amor de María Santísima.


Nuevo Párroco en Nuestra Señora del Rosario Puerta del Cielo, Prados 2a. Secc. Por: Martín Tovar Villanueva

Toma de posesión del Pbro. Pacco Magaña

Por: Martín Tovar Villanueva

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l pasado martes 10 de noviembre de 2015, el Pbro. Héctor Hipólito Torres fue recibido en Prados 2ª Secc; por los feligreses de todos los sectores de la parroquia Nuestra Señora del Rosario Puerta del Cielo, que a partir de este día es su nuevo párroco. A nombre de Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero; el Vicario General de la Arquidiócesis, Pbro. Benjamín Moreno Aguirre le dio posesión de la parroquia y le entregó las llaves del templo, del Sagrario, libros y sellos parroquiales y como todo sacerdote renovó sus votos y promesas sacerdotales. El documento que lo acredita como nuevo párroco fue leído por el P. Pacco Magaña. El P. Héctor fue acompañado de un numeroso grupo de fieles de Zaragoza, S.L.P., familiares, amigos y

sacerdotes. El P. Pacco dio este mensaje:”….Cristo nos ama; como nosotros ha resucitado, esta vivo y presente entre nosotros porque es nuestra fuerza. Seamos hombres de esperanza porque lo que nos impulsa es la fuerza de Dios. ¡Padre Héctor que Dios te bendiga en esta nueva tarea pastoral!.

Encuentro matrimonial celebra su 30 aniversario en la Diócesis de San Luis Potosí

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l sábado 7 de noviembre los matrimonios que pertenecen a “Encuentro Matrimonial” se reunieron para dar gracias a Dios por el 30 aniversario de este movimiento en nuestra diócesis. La Santa Misa fue presidida por Mons. Luis Morales Reyes y concelebrada por el Pbro. José Antonio Torres Moreno. El Arzobispo emérito de nuestra diócesis en su emotiva homilía, compartió su apoyo y bendición a este movimiento, y felicitó a los sacerdotes y matrimonios por su entrega y compromiso por vivir plena, responsable e íntimamente sus respectivos sacramentos, para el bien de nuestra iglesia y la renovación de la sociedad. Al finalizar esta celebración se realizó un sencillo convivio, en el que los matrimonios iniciadores compartieron su testimonio. Raúl y Josefina Saldaña, de la diócesis de Celaya expresaron que desde meses antes y después, del fin de semana estuvieron viniendo a San Luis, para acompañar algunas de las charlas que se comparten en esta experiencia, y cuando alguien le expresaba su agradecimiento ellos respondían con fe: “fuimos un ins-trumento de Dios”. El Pbro. Antonio Torres Moreno, guía espiritual de este movimiento, expresó que Dios lo había llamado a participar en el Encuentro Matrimonial, y que en los 2 encuentros en los que ha participado ha podido

apreciar un cambio en los matrimonios que asistieron este fin de semana. Con mucha alegría varios matrimonios compartieron lo importante que ha sido para ellos participar en el movimiento y experimentar la presencia de Dios en el matrimonio y en la familia. Encuentro Matrimonial Mundial, es un mo-vimiento católico que se basa en una experiencia de un fin de semana, buscando establecer una mejor comunicación entre los esposos, así como de los sacerdotes y religiosas con su comunidad. Si usted tiene interés puede comunicarse con el matrimonio formado por Heriberto y Rosalba Sánchez al tel. 811 61 23, correo electrónico: rosalba.heriberto3@hotmail.com.

n el marco de la festividad de San Diego de Alcalá este viernes 13 de noviembre de 2015, el Pbro. Francisco Javier Ojeda Magaña fue recibido con alegría por feligreses de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Col. Quintas de la Hacienda; la Eucaristía fue presidida por el Vicario General de la Arquidiócesis, Pbro. Benjamín Moreno Aguirre, que a nombre del Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero le dio posesión de la parroquia y posteriormente le entregó las llaves del templo, del Sagrario, bautisterio, libros y sellos parroquiales y renovó sus promesas y votos sacerdotales. el Pbro. José Santana dio lectura al documento que lo acre-dita como nuevo párroco. El P. Pacco Magaña (como es mejor conocido) estuvo acompañado de sus familiares y fieles de su anterior parroquia y de amigos sacerdotes. El P. Pacco dijo: “….Vamos a embellecer este lugar, hablándole a la gente de los signos de los tiempos, del amor, de la fe, de la cultura y de todo aquello que nos ayude a construir una mejor Iglesia y proclamando la gloria de Dios, con ese animo anunciemos el Evangelio porque somos parroquia de Dios. ¡Padre Pacco Dios bendiga tu nuevo trabajo pastoral!


Domingo 22 de noviembre de 2015

Fiesta Patronal San Diego de Alcalá

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Por Gustavo Alejandro García Vargas.

l pasado domingo 8 de noviembre, los feligreses pertenecientes a la parroquia de San Diego, del municipio de Rioverde, S.L.P., celebraron con gran alegría a su santo patrono. La celebración eucarística fue presidida por Señor Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero y el Párroco Domingo Tenorio Ortega. El grupo de Cielo Nuevo acompañó la celebración con hermosos cantos y alabanzas durante la celebración.

Fiesta Patronal de la Parroquia El Señor de la Expiración

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entro del marco de las celebraciones del XV Aniversario de nuestra Parroquia de El Señor de la Expiración, erigida el 31 de julio de 2000 por el Excmo. Sr. Dn. Luis Morales Reyes, ahora obispo emérito, tuvimos la gran bendición de contar nuevamente con su presencia para festejar a Nuestro Patrono el pasado 6 de noviembre de 2015. Don Luis, como le decimos de cariño, tuvo a bien presidir la Eucaristía, concelebrada por el párroco, el Pbro. José de Jesús Ramírez Cortés, el decano, Pbro. Margarito de la Torre y el Pbro. David Ezequiel Cruz, y administró el sacramento de la confirmación a 98 jóvenes de las Comunidades de El Granjenal, Cerros Blancos, Ojo de Agua y Cerrito Blanco. Durante su homilía, Don Luis no solamente animó a los jóvenes a vivir su Confirmación sino que también invitó a los padrinos y madrinas a recordar y renovar su compromiso con Dios. Iniciamos el novenario el 28 de octubre con la Eucaristía en la que hubo 95 Primeras Comuniones, la bajada de la imagen y, al terminar, una

procesión con dicha imagen, acompañada con carros alegóricos recorriendo las calles del pueblo. Tuvimos cada día las entradas de cera con la participación muy entusiasta de todos los fieles, así como el Rosario de Aurora, la danza de los niños dirigidos por la maestra Herminia antes de cada Eucaristía y después las Bandas de música. Los últimos 3 días disfrutamos de eventos culturales en el Teatro del Pueblo, las mañanitas y los fuegos artificiales. Gracias a Dios que nos permitió disfrutar de ésta gran fiesta, a todos los fieles que colaboraron de alguna forma en la realización de cada actividad y gracias a todos nuestros bienhechores, especialmente a nuestros hermanos paisanos.


Celebrando al Señor

La Indulgencia

Historia y Significado (Primera parte)

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nte el inminente inicio del Jubileo Extraordinario de la Misericordia regresa la atención y el interés del cristiano sobre una práctica penitencial como la indulgencia, sobre la cual las dificultades de la Iglesia moderna en pensar correctamente la propia tradición se revela casi ejemplar. La apuesta de esta serie de pequeños artículos es la de poder afrontar brevemente el tema de las indulgencias como ocasión rara y preciosa para hacer emerger una serie de cuestiones mucho más grandes de la sola practica penitencial que consideramos, pero que la indulgencia como tal puede contribuir a aclarar incluso sorprender. Quizás en el “escándalo” de frente a esto que el hombre de hoy y el mismo cristiano contemporáneo puede considerar casi “incomprensible para el mundo actual” se puede encontrar la ocasión inesperada para una reflexión más profunda, más adecuada y también más auténtica. El término latino indulgentia antiguamente venía usado como sinónimo de otras palabras: remissio (=perdón, remisión), relaxatio (=mitigación, suavizante), absolutio (=disolución, absolución). Solamente a partir del siglo XIII viene a adquirir un significado “técnico”, “especial”: remisión concedida por la autoridad eclesiástica y válida delante a Dios de la “pena temporal” debida por el pecado; tal remisión es acordada por la Iglesia a los pecadores que ya han recibido el perdón de la “culpa” contraída por el pecado. Si el termino y la definición pueden ser gsimples, no así de simple es la historia de esta práctica eclesiástica: diversos son los elementos en juego y la práctica de las “indulgencias” es hija de esta complejidad. Cuando se leen las homilías y las catequesis de los obispos del siglo IV, o también los estatutos de los sínodos de las varias iglesias locales, no podemos dejar de notar las expresiones que aparecen paradoxales: a los fieles que encuentran difícil, antes bien imposible, entrar en el estado de la “penitencia canónica” publica, se les recomienda de arrepentirse de sus pecados, de conducir una vida de expiación y de pedir la penitencia en peligro de muerte. Existían al menos otros dos modos, en la práctica eclesiástica, para obtener la reconciliación, existía la “profesión religiosa” y la “conversión”. La primera significaba entrar en la vida monástica: al momento de la profesión el pecador obtenía el perdón de las culpas. La segunda era el equivalente privado de la profesión religiosa: el “converso” se esforzaba en vivir como monje dentro de los muros de su casa y también esta práctica admitía a la reconciliación. Dos alternativas a la penitencia canónica, están fácilmente utilizables de los fieles en general. Sin embargo, en la “mentalidad de la fe” de la Iglesia, permanecía claro que la extinción de los pecados suponía un duro ejercicio subjetivo de penitencia de parte del pecador apoyado por la gracia de Cristo. Por este motivo, (que en cualquier modo aludía y era preludio de una distinción entre pena y culpa” la Iglesia antigua imponía largas y gravosas obras de penitencia. No dudaba, cierto, aquella Iglesia, de la salvación del hombre desde el primer inicio de la conversión; sin embargo consideraba necesaria una larga penitencia. En el 589 los Padres de la Iglesia de España, reunidos en Toledo para un sínodo, advierten la necesidad de poner su atención sobre una práctica nueva que se andaba difundiendo: “Hemos sabido que, en ciertas Iglesias de España, los fieles hacen penitencia de sus pecados no según la forma canónica, sino en modo escandaloso: cada que han pecado piden ser reconciliados por el presbítero. Para reprimir esa maldita audacia nuestra santa asamblea ha decretado que se dé la penitencia según la forma canónica establecida por nuestros Padres” Este texto es como el acto oficial de nacimiento de una práctica celebrativa nueva; en el acto de re-probarla los Padres de Toledo nos hacen saber que ella existía y andaba tomando pie.

P. Pedro Mexquitic Arredondo

La nueva práctica se actuaba así: un fiel, consiente de haber cometido un pecado de una cierta gravedad (con el tiempo se comenzaron a confesar también los pecados no graves), iba ante un sacerdote y le confesaba el propio pecado, declarándose dispuesto a expiar la propia culpa con una adecuada “pena”, una adecuada “acción penitencial”. El sacerdote le asignaba entonces, la “penitencia” (dicha tarifa, donde la califica de “penitencia tarifada” nombre dada a esta práctica celebrativa) como era indicada en el Penitencial (manual de uso de los confesores, que contenía la lista de los pecados y de las penas/tarifas correspondientes). Rea-lizada la obra penitencial, el fiel venía reconciliado. La novedad no está, evidentemente, en el hecho que para obtener la remisión del pecado no necesita conversión y que esta deba necesariamente expresarse en la vida en obras de penitencia. La verdadera novedad es propiamente en el como esta “verdad de fe” y este “itinerario penitencial” vienen ahora a expresarse sobre el plano de la celebración. Nuevo es el modo de celebrar la penitencia; confesión, imposición de la penitencia, ejecución de la misma, reconciliación: todo acontece privadamente y repetidamente, el gesto celebrativo envuelve a cada fiel y al sacerdote. Es importante revelar que este proceso de purificación – aunque en modalidad diferente de aquellas explicitas en vigor en la Iglesia antigua – es pensado como algo que se desarrolla en el cuadro eclesial, apo-yado por la oración de la Iglesia. En la práctica de la Iglesia antigua todo el “proceso penitencial” hacia la “reconciliación con la Iglesia y al mismo tiempo con Dios”, se realizaba en una forma que puede ser globalmente definida como “orante”, como eclesial “acción de oración” intensa para pedir el don de la conversión, a sostener el camino de penitencia, a significar y a realizar la reconciliación con la Iglesia y con Dios. La oración eclesial de intercesión que todavía se realiza en un cuadro litúrgico oficial es entendida sobre todo como “ayuda al esfuerzo subjetivo de penitencia del pecador”. Las acciones penitenciales que el sacerdote imponía al penitente eran normalmente de largo tiempo y dolorosas. Nace poco a poco la necesidad de conmutar largos períodos de penitencia con actos penitenciales más intensos y pesados, pero de breve duración; para rescatar los largos periodos de penitencia con ofrenda en dinero, con celebraciones de misas, o delegando a otros a hacer penitencia en su lugar, mediante el pago de una cuota. En la segunda mitad del siglo XII, los libros penitenciales caen en desuso, las penitencias se convierten siempre más simbólicas y se comienza a reconciliar el penitente inmediatamente después de la confesión. Por lo tanto, la reconciliación viene movida al inicio de la acción eclesiástica sacramental de la penitencia: la obra de penitencia subjetiva se exige todavía, pero cronológicamente sucesiva al momento más rigurosamente sacramental. La distinción entre “culpa” totalmente sacada del acto penitencial y “pena” todavía subsistente y todavía de perdonar “precedentemente a-ludida” ahora es lógicamente y teológicamente pensada; más bien, el hecho “pena” parece ahora transferirse en un cuadro no más “sacramental”. Cierto la intercesión de la Iglesia por el pecador “ya perdonado de su pecado” no viene a cesar: continúa a ser garantizado – también fuera de la liturgia sacramental – por medio de la práctica de las absoluciones. Por otra parte la práctica de “conmutar” y de “rescatar” las penitencias impuestas para cancelar la “pena” sirve para hacer crecer la convicción de que pueden existir formas diversas (sacramentales) de actuación del complejo y articulado proceso de curación y de santificación del hombre pecador. No va ni siquiera subestimado el “riesgo” de “cosificación” y de “cuantificación” de las obras penitenciales y de sus sustitutos. Al tener una breve visión histórica de la penitencia el próximo artículo veremos cómo nace la indulgencia.

¡Pónganse en camino!

Discípulos misioneros

Pre-CONIAM en Villa de Reyes y Atotonilco S

e llevaron a cabo la preparación al CONIAM en dos parroquias, una fue en Villa de Reyes el pasado domingo 8 de noviembre, en el cual asistieron más de 220 niños a quienes se les impuso la cruz de las misiones. Y en el Santuario del Niño de la Salud perteneciente a Atotonilco, el pasado 5 de noviembre se llevó a cabo su Pre-CONIAM, en el cual se vio la asistencia de 250 niños y adolescentes de las diferentes capillas de la comunidad parroquial. En ambos estuvieron presentes cada uno de los párrocos y en conjunto con el equipo misionero.

Villa de Reyes

Atotonilco


Domingo 22 de noviembre de 2015

Los malos ejemplos

La mujer ganaba limpiamente, como se dice, la fabulosa cantidad de 90 000 pesos mensuales. Sin embargo, la expresión limpiamente, aquí, no quiere decir «libres de polvo y paja», sino, más exactamente, «sin mancharse un dedo», pues la mujer no hacía para ganárselos absolutamente nada. A veces, es verdad, se la veía en la oficina emprendiendo ágiles caminatas por entre los escritorios de sus subordinados, aunque lo más común es que no se la viera en la oficina de ninguna manera. Una vez fui a buscar a esta mujer porque necesitaba entregarle unos documentos, y he aquí lo que sucedió: -Perdone, estoy buscando a la señora M –dije amablemente a una joven que debía ser, con toda seguridad, su secretaria. -Ahora mismo se encuentra en una reunión. -¡Otra reunión! Perdóneme el espanto, pero es que ayer me dijo usted lo mismo. -Sí, es posible que ayer le haya dicho lo mismo. Pero es que la licenciada es una mujer muy ocupada. Casi todos los días tiene reuniones. -Si me dijera usted en qué punto de la ciudad está teniendo lugar esta junta o lo que sea, yo podría ir hasta allá a buscarla. Lo que pasa es que me urge verla. -No puedo decírselo. Ya me imaginaba yo a qué clase de reunión se refería esta secretaria fea y fiel: a una reunión con su esposo y sus hijos viendo cómo-

damente en casa algún programa de concursos. De cualquier manera, no me habían engañado: la señora M se hallaba, efectivamente, en una reunión. -Bueno, volveré mañana –dije en un tono que más parecía amenaza que promesa. Y ella: -Que tenga suerte. ¿Que tenga suerte? ¿Qué significaban estas palabras misteriosas? ¿Suerte de qué, o por qué? Tras devanarme los sesos llegué a la siguiente conclusión: «Lo que esta señorita ha querido decirme es que encontrar a los funcionarios públicos allí donde deben estar es, por lo menos en México, un suceso fortuito, una especie de afortunada casualidad». No sé por qué razón, pero mientras salía de aquella oficina recordé lo que le había pasado a un viejo conocido mío cuando, dos o tres meses atrás, había venido a esta oficina a hacer lo mismo que yo; sólo que él cometió la torpeza de venir a las cuatro de la tarde, hora en la que ya no había nadie ni en el vestíbulo ni en los pasillos. Tenía más de diez minutos tocando el timbre cuando se le apareció un guardia uniformado: -¿Qué se le ofrece? –le preguntó éste. -Vengo a entregar unos papeles que… -¿Es que no ve que ya cerraron? -¡Cómo! ¿Ya cerraron? ¿Quiere usted decir que por las tardes no trabajan? -No, señor –respondió el vigilante-, no se confunda usted: cuando no trabajan es por la mañana. Por la tarde ya no vienen. ¡Dichosa simplicidad la de este humilde policía! Todo lo que puede decirse en torno a nuestras burocracias ha sido dicho ya por él con seriedad y rigor. Como ya estaba yo muy entrado en estos pensamientos, me vino a la memoria la vez en que la señora M, pronunciando un discurso que no tenía ni pies ni cabeza, afirmó categóricamente que Simone de Beauvoir –a quien citó no una, sino mil veces a lo largo de su perorataera «el filósofo más conspicuo de nuestro siglo». Prescindiendo de lo que pudiera entender ella por conspicuo, el hecho es que Simone de Beauvoir no fue filósofo, sino filósofa; no él, sino ella; no hombre, sino mujer. Y me pregunté, mientras pateaba una lata de coca cola tirada en la aveni-

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Por: Juan Jesús Priego

da: «¿Cómo llegan a semejantes alturas estos ignorantes?». Pero como caí en la cuenta enseguida de que era ésta una pregunta sin respues-ta, me dediqué, para no amargarme la vida, a seguir con ojos atentos la trayectoria de la lata. En 1996, Adolfo Castañón escribió para la revista Vuelta un artículo titulado Algunas ideas para apoyar al libro, y en él decía lo siguiente: «En México, la gente suele leer sólo para estudiar. Tal vez una manera de promover la lectura sería que al menos una parte de la población tuviese que leer durante buena parte de su vida. Me refiero, por ejemplo, a los servidores públicos que acceden a sus puestos, en no pocas ocasiones, por veleidad digital (léase dedazo) o predestinación tribal (léase nepotismo) y no a través de un concurso explícito de oposición… La instauración de dicho concurso traería como consecuencia un aumento del consumo de libros, siempre y cuando dicho servicio se instrumente no sólo con una orientación técnica, sino, más aún, humanista e incluso nacionalista (el grado de ignorancia de la historia y la cultura nacionales entre los llamados servidores públicos puede alimentar no pocas reflexiones). Desde luego, habría que revisar las condiciones requeridas para los cargos de elección popular (diputados, senadores, gobernadores) e instrumentar un examen que comprobara en el candidato un mínimo de conocimientos escolares y de cultura general: por ejemplo, de ortografía, de historia y cultura nacionales. En un país como México es claro que si los servidores públicos se someten a un examen de conciencia escrita ganarían la vida civil y la educación». ¡Yo me uno a esta propuesta! ¡Yo levanto la mano si me preguntan si la acepto! Y mientras me alejo cada vez más de aquella oficina a la que no pienso volver ni mañana ni nunca, me digo que la culpa de tanta indolencia y de tanta apatía y mediocridad como hay entre nuestros jóvenes escolares habría que buscarla en personas como la señora M. Pues si no sabiendo nada y no haciendo nada puede ganar 90 000 pesos al mes, ¿para qué perder el tiempo, para qué perder la vida quemándose las pestañas? ¡Respóndame usted!

La famosa Fontana di Trevi recupera su esplendor

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ra la estrella indiscutible. Fotógrafos, cámaras y periodistas estaban esperando por ella, la nueva y mejorada Fontana di Trevi. Es uno de los iconos de Roma y ha vuelto a recuperar todo su esplendor. “Las fotografías no le hacen justicia. Te quedas sin respiración cuando estás cerca de ella y puedes verla con tus propios ojos” dijo uno de los turistas que por ahí esperaba el inicio del espectáculo. Después de 17 meses de restauración, los andamios y las grúas han desaparecido para mostrar al mundo una Fontana res-plandeciente de aguas cristalinas. “Impresionante. Es muy impactante”.

“Está impresionante. Está superbien. La verdad es que ha quedado muy bonita” -impresiones de los paseantes-. La marca de moda Fendi ha financiado los trabajos con una inversión de más de 2 millones de euros. La casa italiana asegura que la arquitectura y el estilo de la ciudad inspiran sus diseños. Es una tendencia que parecen imitar otras grandes maisons de la moda como Tod’s, que financia las obras de conservación del Coliseo. Pero estos días, toda la atención de Roma es para la famosa fuente. Y si algo no puede faltar en la Fontana di Trevi es una moneda. Estos turistas fueron los primeros

afortunados en lanzar la suya en la renovada Fontana. Arrojar la moneda dentro de la Fontana, garantiza una nueva visita a Roma. Seguro que hay muchas personas que aún tienen pendiente la suya. Podrán entonces contemplar esta visión única.


¿Desea usted redondear A propósito de la parroquia su mordida? Primera parte de Pardo y las estancias

Por Ignacio Algara Cossío.

Tercer parte

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atías Pardo, ya lo dijimos, fue un funcionario de gobierno que tenía el cargo de Escribano, su actividad ya la hemos señalado a propósito de otros temas que hemos desarrollado en nuestro periódico La Red por ello es que aquí los recordamos brevemente: el Escribano llevaba un registro de todos los contratos que se celebraban entre los habitantes del pueblo en que estaba establecido: compraventa de casas, esclavos, y otros objetos que ordinariamente eran de gran valor como las mesas de truco que actualmente conocemos como mesas de billar y eran costosas porque siempre las tres bolas con que se jugaba y otras tantas de repuesto eran de marfil auténtico y los tacos y la misma mesa estaban adornados con incrustaciones que de igual manera eran de marfil; esculturas, pinturas y un sinnúmero de obras de arte, además consignaba los poderes que se otorgaban; registraba en su protocolo los testamentos de quienes así lo desearan y otras actividades semejantes, es decir que registraba documentos que deberían tener lo que se llama la fe pública, o sea, el reconocimiento oficial o de las autoridades de que lo que en ese papel se dice, es la verdad legal, por ello es que también intervienen testigos en ese tipo de actos. Otra cosa que ya hemos dicho es que el libro de registro del escribano se llama protocolo, palabra que está formada por dos términos griegos: protos que viene de proteros protera proteron que quiere decir importante o principal, por ello es que en castellano decimos que los personajes principales de una película o una novela son los protagonistas y, el otro término es Kolao que significa pegar por eso es que en la antigüedad, cuando todavía no existían los pegamentos industriales la sustancia con que el carpintero unía las piezas de madera se llamaba cola. Por lo que resulta que protocolo es un conjunto de hojas (libro) que están pegadas en uno de sus extremos y su contenido son cosas importantes. Es pertinente aclarar que los únicos que recibían el nombre de Notarios eran los de la Iglesia, quienes tenían una función semejante a la del escribano, pero siempre en todo aquello relativo a las cuestiones eclesiásticas, por ejemplo consignaba los acuerdos que se tomaban en las asambleas o juntas que ce-lebraban los religiosos: franciscanos,

Por: Lic. Ricardo García López

agustinos, mercedarios, juaninos, jesuitas y carmelitas que fueron las órdenes religiosas establecidas en nuestra ciudad en la época virreinal. Cada Orden tenía su notario particular. Después de la Independencia, los Escribanos recibieron el título de Escribano Nacional y hasta ya entrado el siglo XIX se les denominó Notarios, por eso es que todavía para el año de 1920 encontramos una canción jocosa que repetía un estribillo que decía: Señor escribano con la pluma en la mano y apunte usted: un sombrero de jipi-japa que por donde quiera se le ve la tapa… y así va enumerando una serie de cosas inservibles e inútiles que el que está dictando el testamento va a heredar a sus ambiciosos parientes. Por lo que hasta aquí hemos dicho de don Matías Pardo se deduce que era un acaudalado hombre de empresa y que además de su función como notario era dueño de minas y haciendas donde se dedicaba a la explotación de minerales, al cultivo de tierras y a la cría y engorda de ganado. En n principio las estancias solo estaban dedicadas a la cría y engorda de ganado, si tenían capacidad para el cultivo se convertían en haciendas que es lo que sucedió con la adquirida por Pardo por ello es que posteriormente se convirtió, de ser estancia, en La Hacienda de Pardo. Don Matías además de ser un hombre rico era una persona piadosa como todas las de la época, por ello, ordenó que se construyera una capilla de cantera y de gran tamaño para la época y lugar en que se encontraba, recinto que debió contar con retablos barrocos y obras de arte de gran valor que con el tiempo y el afán de modernidad se fueron perdiendo principalmente los altares barrocos que fueron sustituidos por altares neoclásicos y las pinturas u esculturas desaparecieron. Con el paso de los años se ha ido incrementando la población y la capilla cons-truida por don Matías Pardo se tornó insuficiente para albergar a la feligresía tal vez formando parte de la propiedad privada por lo que las autoridades eclesiásticas optaron por construir un tempo moderno y de mayores proporciones para convertirla en parroquia dedicada, lógicamente, al culto Divino y bajo la advocación del primer Obispo Mexicano canonizado San Rafael Guízar y Valencia.

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uando uno llega a pagar a la caja del súper siempre te preguntan si quieres redondear tus centavos, para donarlos a una causa social, a favor de alguna ins-titución que hace alguna labor ge-nerosa y caritativa, útil a la sociedad. Estas campañas de procuración de fondos a través del redondeo se han hecho populares, y el verbo redondear ya casi sólo se usa para eso.

Déjenme conectar este verbo con otro asunto que no es popular, pero esta extendidísimo en el país, que en términos elegantes se llama corrup-ción, y en lenguaje común se cono-ce como mordida: lo que das casi a fuerzas, con enojo y vergüenza, o a veces hasta con gusto, para que las cosas caminen, o también para que se detengan, o que tomen el curso que te convenga. La mordida es casi tan frecuente como el pago en el súper, así que se podría pensar en una campaña de procuración de fondos para causas nobles, poniendo de acuerdo al que pide y al que da mordida, a que separen unos centavos, o un pequeño porcentaje de la transacción y se los donen a una institución necesitada para que ayude a una población necesitada. El acuerdo parece difícil en principio, pues ¿quién va querer dar más, o quién va a aceptar recibir menos?, pero no hay que descartarlo porque en el súper sí funciona; hay gente ge-nerosa, y es posiblemente alguna de la misma gente que participa en el pedir y dar mordida. Después de todo, no sería mucho lo que se pediría. Yo propongo que en vez de ajustarse a los centavos que le faltan al peso, se establezca en un modesto porcentaje, menor al 1% del valor nominal de la mordida. Para que sea viable, hablemos de algo mucho menor: la quinta parte de 1%, es decir de dos al millar. Por cada 1,000 de mordida podemos redondear dos pesos. Es muy poco y creo que es realista; en proporción, es equivalente a aceptar dejar, por ejemplo, 60 centavos en una cuenta de $300 en el súper. Un redondeo típico. Otra dificultad es cómo hacer llegar estos fondos a la institución necesitada. Como en el caso del súper, el encargado podría ser quien recibe la mordida, ya que es quien tiene el efectivo, o se podría optar también en responsabilizar al mordido, quien haría el depósito correspondiente en la cuenta asignada, demostrando así al mordedor que ha cumplido su parte, y entonces este funcionario daría trámite final al asunto motivo de toda la transacción. Alguien podría objetar que este es un juego, un ejercicio trivial, pero el Comité Pro Redondeo de la Mordida

en México ha hecho un serio análisis y se trata en realidad de una alternativa no fiscal y no filantrópica que ayudaría enormemente a la procuración de fondos de causas nobles. Ahí les van los números, así que agárrense. La mordida en México no es asunto de juego, ni es algo trivial. Los datos que van a ver, no son una opinión efímera, a ojo de buen cubero, ni expresados en una entrevista periodística para llamar la atención. De acuerdo a un estudio del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, A.C., publicado en abril del 2012, los mexicanos nos damos y nos recibimos 1.5 billones de pesos, es decir 1.5 millones de millones de pesos de mordida cada año. Tantos números no nos permiten ver bien el asunto, así que hagamos algunas comparaciones. Miren, el Producto Interno Bruto (PIB) anual del país es de casi 15,000 millones de millones. Todo lo que producimos y hacemos todos los mexicanos en un año entero, vale eso. La mordida es entonces un 10% del valor de todo lo que hacemos. Es impresionante, ya que el presupuesto de egresos de la federación es de 4,700 millones de millones. La mordida es entonces el 32% de todo lo que gasta e invierte el gobierno federal, y se decide en minutos, mientras que la Secretaría de Hacienda se pasa meses enteros elaborando el proyecto de presupuesto, y la Cámara de Diputados otros tantos en revisarlo, ajustarlo y aprobarlo.

El Semanario la Red en comunión con la Iglesia Potosina, se une en oración por el eterno descanso del Sr. Miguel López Lara papá de nuestro hermano sacerdote Juan López Medina Que el Señor de la Vida otorgue el descanso eterno al Sr. Miguel, y a su familia el Consuelo y la Paz.


Fe y Política

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Decisiones de la “Abran el corazón al Papa Francisco” Suprema Corte Siame

La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al permitir el uso recreativo de la mariguana y considerar que la prohibición “va contra el libre desarrollo de la personalidad”. El miércoles 4 de noviembre se escribió otro capítulo de ignominia en la historia judicial de México. Algunos lo calificaron de trascendente, pero más bien demostró la crisis de un sistema pervertido, fincado en el individualismo, arraigado en la cultura de la muerte: La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al permitir el uso recreativo de la mariguana y considerar que la prohibición “va contra el libre desarrollo de la personalidad”, determinó también la inconstitucionalidad de cinco artículos de la Ley General de Salud vigentes desde 1984. Un grupúsculo impone decisiones contra la mayoría (no hay que olvidar que seis de cada 10 mexicanos está en desacuerdo con el fallo emitido por la Primera Sala de la SCJN, según una encuesta nacional realizada por El Universal), contra el sistema democrático, contra la división de poderes y contra el diálogo que puede caracterizar a una sociedad capaz de resolver sus problemas. Las primeras preguntas surgen de forma ineludible. ¿Cómo y de qué forma los daños a la salud causados por la mariguana fueron minimizados y desplazados para decir que un toque de mota, lúdica y re-creativamente, no es tan perjudicial? De acuerdo con estudios, el consumo de mariguana puede desatar diversas enfermedades mentales, desde la depresión hasta la psicosis, sin dejar de lado las afectaciones que ponen en riesgo la seguridad y bienestar de muchas personas que deben soportar las acciones de adictos al consumo de drogas. Un reporte del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones señala que los jóvenes menores de 18 años es el grupo que más sufre por el embate de las drogas, el número de consumidores se incrementa año tras año y no necesariamente por decisiones libres que fomenten su desarrollo. Paradójicamente lo que ahora se dice defender para algunos, es lo que perjudicará a todos. Los ministros liberales quieren abanderar la determinación de cada individuo a elegir libre y “racionalmente” ideales y planes de vida que mejor convengan de acuerdo a gustos y preferencias, lanzando la consigna de que el bien es medida de cada persona. Esto incuba el embrión de la destrucción, imponiendo un modelo de vicios que, aunque no deberían perjudicar a terceros, llevan implícita la generación de una sociedad decadente, adicta y enferma por decisiones envueltas en la bruma falaz de la minoría supuestamente racional e ilustrada. La incapacidad y falta de creatividad para resolver nuestros problemas sociales echa mano de paliativos que son espejismo. Lo que no se explica en la resolución judicial es la verdad científica innegable de que la mariguana es psicotrópico adictivo de alto impacto por los problemas de salud y sociales, condenando, particularmente, a jóvenes y adolescentes. La planta no es suave, no es inofensiva, no es benigna, es mortal y la evidencia así lo demuestra. Los costos que pueden pagarse aún son inimaginables y lo que ahora se llama una “aventura por la libertad” comienza a ser realmente el fracaso de la Corte, que le ha hecho el juego al movimiento cannábico, supuestamente para proteger la libertad personal, con las cadenas opresoras de las adicciones y la esclavitud de las drogas que conducirá irremediablemente al desastre. Mientras el país se emociona por la próxima visita del Papa Francisco, los protagonistas políticos, esos mismos que jalonean por tenerlo en alguna de las Cámaras y escuchar su palabra, deberían aprender de la misma cuando ha denunciado el tremendo problema de la legalización. En 2013, el Santo Padre afirmó: “Lo que prevalece con frecuencia en nuestra sociedad es el egoísmo… No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química. Es preciso afrontar los problemas que están a la base de su uso, promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro…” Y esperanza es lo que menos tenemos debido a la infausta dictadura de la SCJN, cuyas extralimitaciones urge que sean frenadas mediante una reforma constitucional, que evite el desmesurado poder que ha tomado esta Corte, y la haga recuperar su verdadera misión a favor de la sociedad, y no de los lobbies que dañan los valores universales.

Vaticano

Bajo el título, “Esperanza y desafíos”, los obispos mexicanos, dieron a conocer un mensaje al pueblo católico

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on gran alegría hemos recibido la noticia de la próxima visita pastoral del Papa Francisco. Para los católicos el Sucesor de Pedro es el principio visible de la unidad de la Iglesia. Estamos contentos porque la visita pastoral del Santo Padre forta-lecerá nuestra fe, alentará nuestra esperanza y nos impulsará a ser testigos del amor misericordioso. Nos da gusto saber que nuestra alegría es compartida por muchos mexicanos que reco-nocen el liderazgo moral y aprecian el testimonio del Papa Francisco. El Papa viene a confirmarnos en la fe que, como él mismo nos ha enseñado, “nace del encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor, un amor que nos precede y en el que nos podemos apoyar para estar seguros y construir la vida” Por ello, la visita del Papa nos consuela y nos conforta. La fe tiene la capacidad de iluminar toda la existencia, es como una luz que orienta nuestro camino. Estamos seguros que en medio de las situaciones difíciles que vivimos en nuestra Patria, el mensaje del Papa renovará en nosotros el entusiasmo de luchar por un mundo y un México mejor. El Papa viene a alentarnos en la esperanza que nos permite recorrer el camino de la vida con alegría. Hoy más que nunca, en medio de tanto sufrimiento de nuestro pueblo, no podemos permitir que nada ni nadie nos robe la esperanza, que es regalo de Dios, que nos da impulso y fuerza nueva para vivir cada día y que nos proyecta hacia un futuro cierto, de amor, de justicia y de paz. Esperamos al Papa Francisco como mensajero de la paz. Su ministerio pastoral nos abrirá nuevos horizontes al comunicarnos la alegría del evangelio de donde brota el entusiasmo y la generosidad para que todos los discípulos del Señor seamos constructores de comunidad y artesanos de la paz. El Papa viene a impulsarnos en la caridad, pues “las manos de la fe se alzan al cielo, pero a la vez edifican, en la caridad, una ciudad construida sobre relaciones, que tienen como fundamento el amor de Dios”. Esperamos al Papa como misionero de la misericordia, pues viene a anunciar a Cristo, el rostro visible de la misericordia de Dios. ¡Qué necesitados estamos en México de renovarnos en el amor benevolente de Dios que abre para nosotros caminos de reconciliación y de paz que se recorren a través de la cercanía, el consuelo, la compasión y el perdón! Este pueblo de México que visita el Papa vive situaciones de desconcierto y de esperanza. A los Obispos mexicanos nos duele profundamente todo lo que lesiona o amenaza la vida digna de las personas. Nos preocupa la posible legalización del uso lúdico o recreativo de la marihuana, el deterioro ecológico, la desigualdad social, la acentuación de la pobreza, el calvario de los migrantes y las diferentes violencias que a-ten-

tan contra la dignidad de las personas. Reconocemos los esfuerzos de distintos actores sociales comprometidos en la transformación de esta compleja realidad. La crisis que pesa sobre el país es también una oportunidad para estimular nuestra creatividad, para tejer redes de solidaridad, para construir condiciones de paz y para cuidar nuestra casa común. Ojalá cada día sean más quienes se sumen a estos esfuerzos. Los Obispos de México queremos hacerlo desde nuestra misión pastoral y nos inspira el tiempo de gracia del Año de la Misericordia. Este año jubilar nos permite poner nuestra atención en aspectos esenciales de la vida cristiana. Jesús nos muestra el rostro misericordioso del Padre y nos pide ser misericordiosos como Él, al salir al encuentro del dolor y sufrimiento de los enfermos, ancianos, presos, migrantes, de las familias, de los jóvenes y de toda persona que pasa necesidad. La cultura del encuentro nos pide desarrollar nuestra capacidad de escucha, crecer en nuestra compasión para consolar y ofrecer acompañamiento a las víctimas de las violencias y fortalecer nuestras capaci-dades para seguir aportando en la construcción de la paz. La visita del Papa Francisco a nuestra Patria en el Año de la Misericordia nos fortalece en estos propósitos, pues viene a confirmarnos en la fe y ésta, por su conexión con el amor, “se pone al servicio concreto de la justicia, del derecho y de la paz”. Para recibir al Papa hemos de prepararnos adecuadamente. No sólo de manera logística y mediática, sino principalmente espiritual, eclesial y pastoral; de modo que se abra nuestro corazón, nuestra mente y todo nuestro ser para reconocer en las palabras del Vicario de Cristo, la voz de Dios que nos invita a una conversión pastoral para continuar con dinamismo misionero la transformación de nuestra Iglesia. Confiamos que la visita del Papa a México sea un acontecimiento significativo. Invitamos a todos los fieles católicos y personas de buena voluntad a estar atentos a su enseñanza, en la que sin duda encontraremos inspiración y aliento para contribuir al progreso de nuestra Patria por caminos de justicia y de paz.


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Jesús inicia su ministerio

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ecorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Su fama llegó a toda Siria; y le trajeron todos los que se encontraban mal, con enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los curó. Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán. (Mt 4, 23-25).

Este es el comienzo de la predicación de Jesús por los caminos de Galilea. Sin embargo Mateo no dice en qué consistía la predicación de Jesús en las sinagogas, solo dice que anunciaba el reino de los cielos y que realizaba milagros increíbles; luego de decir esto, Mateo señala que Jesús comenzó a hacerse famoso y que le seguían multitudes de diferentes regiones, incluso paganas. La popularidad de Jesús se extendió enormemente, no solo en el ambiente judío, sino también en lugares vecinos, de ambientes grecorromanos, todos querían conocer a Jesús. Es cierto que a Jesús todos querían conocerlo, estar cerca de Él, pero es dudoso que esta cercanía que se buscaba de Él tuviera que ver en realidad con la fe. Muchos solo iban por aprovechar las cosas buenas que surgían de Él. Algunos por comer hasta la saciedad; otros por ser curados de sus enfermedades, pero, ¿quiénes lo seguían por sus palabras de vida eterna? Le llevaban a los endemoniados, a los paralíticos, a los ciegos y a los cojos. Pero, ¿quiénes creían que Él era el hijo de Dios? Lo más importante del ministerio profético de Jesús era su palabra, su mensaje de salvación, su anuncio del reino de los cielos. Los milagros eran accesorios, eran efectos colaterales de un reino que llegaba. Pero las multitudes buscaban solamente esos efectos secundarios; lo mismo los judíos que los extranjeros. En efecto, ahí se dice que su fama llegó hasta los confines de Judea y Galilea. Los extranjeros también se beneficiaron del poder de Jesús, de la salud que surgía de sus manos, de su palabra, de su voluntad. Preguntémonos, ¿eran los apóstoles y algunos discípulos cercanos a Jesús los únicos galileos que estaban presentes en Jerusalén cuando éste fue crucificado? Parece que solamente había judíos en aquel lugar. Las muchedumbres solo lo acompañaban cuando había pan, pescado, salud, alegría. Pero en los momentos difíciles, ¿dónde estaban aquellas muchedumbres incontables que lo seguían a dondequiera que Él fuera? ¿En realidad lo escuchaban? ¿En verdad aprendieron algo de lo que Jesús predicaba acerca de este reino de los cielos? ¿Entendieron las palabras de Jesús, sus discursos, sus enseñanzas, sus parábolas del reino celestial? Parece que no. Aquellas multitudes se hicieron invisibles cuando Jesús fue aprehendido. En los evangelios se narran varios viajes que hizo Jesús fuera de Galilea, en donde solía predicar el evangelio; se señalan algunos lugares dentro de la Tierra Santa, pero en esta ocasión también algunos de fuera. Ocasionalmente Jesús salió de tierras israelitas para predicar su evangelio del reino. También curó a algunas personas de origen pagano, llegadas de aquellos otros lugares que menciona Mateo de “el otro lado del Jordán” (Transjordania), donde habitaban pueblos paganos: Moab, Edom, Amón.

Sabemos que Jesús fue a la región de los gadarenos, a pueblos de samaritanos; también sabemos que a él se acercaron extranjeros a recibir sanaciones; entre ellos recordamos a aquella mujer cananea que tenía a su hija poseída por un espíritu impuro y le ruega a Jesús que la cure, pero Jesús le dice que no está bien quitarle el pana los hijos para darlo a los perritos, aclarándole que él vino a las ovejas perdidas de la casa de Israel; aquella le expresa que los perritos se comen también las sobras que caen de la mesa de los amos. Y entonces quedó curada su hija (Mt 15, 21-27). O la que piensa que podrá curarse con tan solo tocar la orilla del manto, lo que en realidad ocurrió; o el capitán de los romanos que se acerca a interceder ante Jesús por un criado de mucho aprecio (Lc 7, 1-10). Y Jesús, que siempre quiere hacer el bien decide curar a cada uno de aquellos, aun no siendo herederos directos del reino celestial. Esto nos viene a enseñar que aquello de enviar a sus discípulos (como veremos al final de este evangelio) por todo el mundo a anunciar la salvación no es algo repentino; Jesús vino a salvar a los hombres, no solo a los judíos. Esto lo deja ver como un verdadero Mesías, no solamente nacional; el poder de Dios es infinito, no puede reducirse solamente a una porción de la humanidad. Jesús viene a traer la salvación a todos los pueblos de la tierra, por eso a cualquiera que se acerca con fe a él a solicitar ayuda se la otorga, no deja desamparado a nadie. Siempre está dispuesto a hacer el bien, en todas partes y en cualquier persona que lo solicite y necesite; la única condición es tener fe.

Hace algunos momentos nos preguntábamos si en efecto las muchedumbres que seguían a Jesús tenían fe, si creían verdaderamente en él como en el Mesías, hijo de Dios. Ahora vemos que algunos paganos que acudían a él confiaban más que los mismos judíos, que los mismos hijos de Israel, los cuales parecían vivir aun en tierra de sombras. Ahora vemos que en otros lugares que podrían parecer sombríos, hay más luz. Parece que este pasaje resume bien el destino del evangelio: todas las naciones. El evangelio no puede ser pensado solamente para los israelitas, es cierto que las promesas fueron hechas para Israel, sin embargo el poder de Dios es inmenso. No es solo el Dios de los judíos, es el único Dios verdadero, por tanto, el evangelio es una luz para todas las naciones, para que ningún lugar siga siendo jamás “tierra de sombras”. En siguientes meditaciones retomaremos esto, de hecho la siguiente semana comenzaremos a leer el capítulo 5 de este evangelio, en donde se narran las “Bienaventuranzas”, las cuales dan inicio al famoso “sermón del monte”, en el que Jesús pone de manifiesto su plan de salvación. Es en aquel capítulo donde propiamente escuchamos a Jesús predicar. Es cierto que ya escuchamos lo que se puede llamar el centro de su mensaje: “el reino de los cielos”, hemos escuchado a Jesús amonestar a los hijos de Israel diciéndoles: “conviértanse porque el reino de los cielos ha llegado”. Ahora escucharemos a Jesús hablar de este reino celestial de muchas maneras. Nos esperan hermosas meditaciones. Hasta entonces, amigos.


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Palabra de Dios

Tú lo has dicho. Soy rey Del santo Evangelio según san Juan 18, 33-37

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n aquel tiempo, pregunto Pilato a Jesús: “¿Eres tú el rey de los judíos?”. Jesús le contestó: “¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo han dicho otros?”. Pilato le respondió: “¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué es lo que has hecho?”. Jesús le contestó: “Mi Reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí”. Pilato le dijo: “¿Con que tú eres rey?”. Jesús le contestó: “Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”. Palabra del Señor.

Viva Cristo Rey C on la fiesta de Cristo Rey concluimos el año litúrgico, y la Iglesia nos propone contemplar a Jesucristo y ponerlo como el centro de nuestra vida, preguntarnos si verdaderamente el Señor Jesús, es quien guía nuestra vida, nuestras acciones, si todo lo que realizamos es para construir y edificar su Reino. Un Reino un tanto desconcertante, puesto que: no se asienta en el poder humano, ni en la soberbia autoridad de los hombres; no tiene las limitantes fronteras de un mapamundi; ni necesita de ejércitos para defenderse… Su Reino no es de este mundo. Su Reino se fundamenta en: La verdad, en la justicia, en el amor, en la paz verdadera, su realeza consiste en ser testigo de la verdad y de la misericordia del Padre; solamente los hombres y mujeres de buena voluntad, los que buscan la verdad y trabajan por la paz, pertenecen a este Reino. Si el Señor Jesús es nuestro Rey a nosotros como fieles súbditos nos toca obedecerle y seguirle cumpliendo con alegría su encargo, vivir los valores del Reino: Rechazar la violencia y la guerra; respetar a las personas y su dignidad; trabajar por la libertad, la justicia y la fraternidad; superar odios y divisiones de cualquier índole; cuidar y respetar el mundo en el que vivimos; y Amar como Dios nos Ama… Nuestro Rey no tiene una corona de oro, se ha coronado con la verdad lacerado con espinas; no tiene un trono real, su coherencia lo ha lle-vado a la Cruz; no viste elegantemente, se ha despojado de todo para manifestarnos su amor; su ejército son doce hombres sencillos que se han multiplicado a lo largo de los siglos y de la Historia; sus armas han sido: La fuerza de su Palabra y su valiente testimonio, hasta dar la vida; su territorio abarca todos los corazones dispuestos y los necesitados de su misericordia. Cada vez que rezamos el Padre Nuestro junto con el Señor Jesús pedimos al Padre que, “Venga a nosotros Su Reino”, porque queremos y necesitamos el Reino del Amor y del Perdón; el Reino de la Justicia y de la Paz; el Reino donde nadie es extraño ni excluido sino amado y respetado… Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez.

“Desde la pequeñez entrego mi vida por el Reino” Monaguillos ejemplo de servicio en la Iglesia Experiencias Pastorales de César Rodríguez González 2do de Teología

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ejen que los niños se a-cerquen a mi” (Mc 10,13). En nuestra Iglesia muchas de las veces se escucha esta frase, pensamos inmediatamente, cómo Jesús también toma de ejemplo a los más pequeños. ¿Los más pequeños qué pueden hacer en nuestra Iglesia? Es algo que nos debe hacer pensar. Yo, César Rodríguez González, alumno del segundo año de Teología de nuestro Seminario Arquidiocesano, originario de la parroquia de San Juan Bautista en el municipio de Cerritos S.L.P, he encontrado parte de la respuesta a esta interrogante. Recuerdo una experiencia, en la cual quede sorprendido, al descubrir como los más pequeños también son parte fundamental en el servicio de nuestra Iglesia. Esta experiencia surge del encuentro con los monaguillos. Estaba en pastoral de fin de semana en una parro-quia de nuestra diócesis, cuando en una de las juntas de formación de monaguillos surge la inquietud de uno de ellos y pregunta: ¿Qué podemos hacer para ayudar en nuestra parroquia? A partir de esta cuestión me puse a reflexionar y descubrí lo siguiente: siempre en la mayoría de nuestras parroquias existe el grupo de monaguillos, los cuales siempre están en trabajo por la Iglesia, ellos participan con su servicio activo y llenos de alegría e inocencia,

día con día, en la celebración de la Eucaristía. Una realidad que se vive dentro de estos grupos es la diversidad de edades, carismas, habilidades que existen en los niños y adolescentes que pertenecen a ellos. A través de esta diversidad, es de donde viene el carisma de estos grupos de monaguillos, en lo personal es una experiencia que enriquece la vida de servicio en nuestra Iglesia. Esto lo digo en razón de que ellos responden a lo que Jesús le dice: “el que quiera servirme que me siga y allí donde yo esté, estará también mi servidor” (Jn 12, 26). Con el servicio que ellos dan de manera desinteresada, que prestan a nuestra Iglesia nos dan ejemplo a muchos, de la entrega por el Reino. Queridos lectores, esto nos invita a ver en estos pequeños la gran labor que ellos prestan en nuestra Iglesia y descubrir la manera de no descuidar su formación dentro de cada una de nuestras parroquias. No lleguemos a caer en la actitud de los discípulos, que no dejaban que se acercaran los niños a Jesús, sino más bien, dentro de nuestras familias provoquemos en los niños una actitud de servicio, que nos lleve a cumplir el mandato de Jesús: “Dejen que los niños se acerquen a mi” (Mc 10,13).

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Educando para el amor

Domingo 22 de noviembre de 2015

Autocomprensión de la realidad sexuada Fil. Rafael Gómez M.

el be-llísimo y amplísimo horizonte de la sexualidad, hasta la limi-tada y escasa experiencia de la genitalidad; desde los crecientes encantos del sólido amor conyugal, hasta los constantes desencantos de la búsqueda de relaciones inéditas…

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ecíamos en la publicación anterior que hacemos un modesto esfuerzo, antes de tocar los temas relativos a la educación sexual, para ayudar a los padres a entender mejor el tema de tal educación. El método para la educación sexual merece una explicación especial porque el tema requiere un tratamiento especial. Debemos, pues, hacernos consideraciones especiales para entender mejor cuál es el escenario para la tarea educativa respecto de la sexualidad: el educando es quien “debe pensar, sentir y decidir el trayecto de su propia vida”: Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer (Gn 2, 24) y por eso la atracción sexual que siente, así como el enamoramiento, se puede imponer a lo que piensa y, por consiguiente, a lo que decide y por eso muchos aseguran que en el corazón no se manda. Hemos insistido hasta el exceso en el tema de la intimidad porque el educando que sólo hace lo que siente, sin penetrar en su intimidad, se hace incapaz de mirar al interior de sí mismo y por la misma razón se hace incapaz de tomar decisiones convenientes: sin esa mirada, el corazón, no la razón, es el que manda en su vida; sin esa mirada es como si no existiera lo mirado. Particularmente en la elección de quien le atrae y de quien está enamorado-a, no acepta imposiciones. Debe, pues, estar abierto a la autoformación que se da por el diálogo reflexivo de la autocomprensión que nace del permanente diálogo consigo mismo. A las dificultades para educar se suma el que los educadores, en su propia experiencia vital, sufren la transición en la percepción de las distintas culturas sociales frente al sexo y frente al amor: el proceso social parece haber volado por un atrope-llado recorrido, desde el deterioro de la persona frente a su comunicación amorosa, hasta la sola consecución del placer; desde las manifestaciones personales y particulares de afectos y ternura, hasta los tórridos contactos impersonales e inéditos luego de cada fiesta; desde la posibilidad procreativa de la intimidad conyugal, hasta el rechazo de cualquier posibilidad de compromiso frente a la vida; desde

Comentábamos lo escrito por Ch. Curram a cerca del método auta-gógico (la conducción por sí mismo): “Este método no se opone al consejo ni a la orientación por parte del educador, sino al cuadro, por desgracia tan conocido, del director lleno de sí mismo, que coincide con un dirigido inmaduro; uno y otro se entregan de lleno a su debilidad: el uno a imponer sus voluntades y criterios, el otro, a descargar su responsabilidad, recibiendo todo hecho y abdicando de su propio gobierno”. En esto de la educación sexual, de la atracción sexual, del enamoramiento, le salen al educando una multitud de directores consejeros (políticas gubernamentales, amigos, interesados en vender algo, conductores de radio y TV, actores…), que el niño-adolescente-joven, incapaz del íntimo diálogo consigo mismo, resulta incapaz de asumir el método para conducirse a sí mismo, es decir, para conducir su propia vida. El valor etimológico de <método> es elegir el camino correcto para llegar a un lugar. “No llega, pues, el que va más rápido, sino el que sabe a dónde va”. Los padres deben entender que lo único que consigue modificar los cauces de la vida del-la hijo-a, es él-ella mismo-a. “Es la propia experiencia vital” (C. Rogers) y no criterios, normas y principios que le llegan de fuera al educando, de manera que los educadores deben favorecerles experiencias estrictamente vinculadas a su condición de individuo profundamente significado por su sexo, es decir, por su elemental condición de “individuo sexuado”. Es por éste cauce que el educando se va encontrando con el universo de los valores. Cuando éste, por su autocomprensión, conoce su propio proceso de maduración en lo social, en lo psíquico, en lo físico, consigue aceptar, voluntariamente, la buena voluntad de sus educadores. Por naturaleza el educando se defiende de todo aquello que siente una amenaza para su maduración social, física, psíquica. Por eso, toda experiencia no impuesta, sino propuesta por el educador, debe ser conocida, comprendida y aceptada por el educando. M. García Morente escribió: “Para el que ama, es vital ayudar al otro a realizar su ser y su esencia, a vivir su vida sin torcerla por cauces impropios”.

...Lo de Dios a Dios

Dos lecturas a los derechos humanos A P. David Grimaldo

vancemos un poco más, estimados lectores, en la reflexión sobre la interpretación de los derechos humanos a la luz de la concepción rea-lista o positivista del derecho. Según la lectura que se le dé, el desde dónde se juzgue la Ley, vendrá la acción, la práctica del derecho. Mons. Schooyans continúa diciendo en el artículo sobre la moral cristiana frente a los “nuevos derechos” del hombre: «Franqueemos una nueva etapa en nuestro análisis. Estamos en presencia de dos concepciones del derecho: la una, realista; la otra positivista. Según que uno se refiera a una u a otra de esas dos concepciones, se tendrá dos lecturas diferentes de los derechos del hombre, y dos lecturas diferentes de la Declaración de 1948. Digámoslo enseguida: actualmente, la concepción positivista de los derechos del hombre tiende a suplantar la concepción realista. En la concepción realista, las palabras toman su sentido de la realidad que ellas expresan, en este sentido de la Persona Humana. El sentido de las palabras no es el fruto de decisiones voluntaristas; la justicia es determinada por el respeto debido a cada ser humano; el derecho a la vida es universal. En la concepción positivista, las palabras no reenvían más a realidades; su sentido depende de la voluntad del legislador. Así el derecho a la vida es definido según normas establecidas por el legislador; no es más universal. No siendo más referidos a realidades, a derechos inherentes al hombre, las palabras no pueden tener más que un sentido convencional, que resulta de negociaciones, de regateos, de decisiones consensuales indefinidamente rediscutibles. En resumen, la justicia misma se vuelve negociable. El ejemplo del aborto merece ser evocado rápidamente, pues ilustra bien lo que estamos estudiando. Hace una cincuentena de años, el derecho a la vida era reconocido a todo ser humano antes como después de su nacimiento, de la concepción a la muerte natural; ese derecho era protegido por la ley positiva. Hoy en día el derecho a la vida es delimitado por la decisión del legislador (la cámara de diputados y senadores, la suprema corte de justicia). En el primer caso, predominaba la lectura realista de los derechos del hombre; en el segundo caso es la concepción positivista que vence. De una concepción a la otra, expresiones como «el ser humano», el «derecho a la vida» cambian de sentido. En la concepción realista, el término «hombre» es univoco; guarda el mismo sentido cuando es empleado por diferentes personas y aplicado a individuos diferentes. En la concepción positivista, el mismo término «hombre» puede revestir varias significaciones; se dice

por esto que es polisémico. Se dirá, por ejemplo, que el ser humano no comienza en la concepción sino en la anidación. Se dirá también que «Todo ser humano tiene derecho a la vida», pero solo es considerado como ser humano a partir del nacimiento. El rechazo del anclaje de las palabras en la realidad tiene pues por precio la confusión del lenguaje. En lugar de unir, este divide». Continua diciendo Mons. Schooyans: «El relativismo (no existen verdades absolutas) y el agnosticismo (no existen fundamentos necesarios y esenciales para decir que Dios existe o no existe) son pues característicos del po-sitivismo jurídico. Nada se puede decir de la naturaleza del hombre. El campo esta desde ese momento libre para reivindicar «nuevos derechos». Estos proceden de negociaciones y de decisiones entre individuos o entre grupos influyentes. Estos «nuevos derechos», si son validados por la norma suprema, adquieren fuerza de ley. Los individuos pueden presentar lo que ellos llaman los «nuevos derechos» del hombre como conquistas de su libertad. Grupos, lobbies, instituciones, organizaciones nacionales o internacionales, Estados podrán hacer lo mismo. Sin embargo, todos se darán cuenta pronto que su reivindicación no puede ser honrada sin la instauración de un poder superior, del cual dependerá la validación de los «nuevos derechos» en cuestión. Esta concepción positivista del derecho y de los derechos del hombre conduce así a los individuos a ser finalmente privados de su autonomía, a la cual ellos se querían y se creían tan apegados. Ella expone igualmente a los Estados a ser privados de su soberanía en la medida en que su derecho particular deberá ser avalado en nombre de la norma suprema. ¿Cómo sorprenderse de constatar que la vía está ampliamente abierta para una gobernanza mundial?» Así es, estimados lectores, la lectura positivista de la Ley-Constitución en nuestro País es lo que está generando la legalización del aborto, la unión de homosexuales y la mariguana… y lo que sigue.



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