Su esposa murió en ataques de París
Él desafió a ISIS Año 7
Semanario de la Arquidiócesis de San Luis Potosí No. 352
Semana del 29 de noviembre al 05 de diciembre de 2015
“N
o tendrán mi odio”. Así comienza el poderoso mensaje que Antonine Leiris dirigió a los terroristas de ISIS que asesinaron a su esposa en los atentados de París el último viernes. Leiris escribió en su perfil de Facebook un mensaje en honor a su esposa Helene Muyal-Leiris tras recoger sus restos. Helene tenía 35 años de edad. En su publicación, que ha sido compartida más de 110 mil veces, también promete que no permitirá que su pequeño hijo de solo 17 meses de edad crezca con temor ni odio a ISIS. Los atentados de París dejaron al menos 129 muertos. Esta es la traducción del post original: No tendrán mi odio La noche del viernes ustedes robaron la vida de un ser excepcional, el amor de mi vida, la madre de mi hijo, pero ustedes no tendrán mi odio. No sé quiénes son y tampoco quiero saberlo, ustedes son almas muertas. Si Dios por quien ustedes matan tan ciegamente nos ha hecho a su imagen, cada bala en el cuerpo de mi mujer habrá sido una herida en su corazón. Así que yo no les daré el regalo de odiarlos. Ustedes lo están buscando, pero responder al odio con la cólera sería ceder a la misma ignorancia que hace de ustedes lo que ustedes son. Ustedes quieren que yo tenga miedo, que mire a mis conciudadanos con ojos desconfiados, que sacrifique mi libertad por la seguridad. Perdieron. Sigo siendo el mismo de antes. Yo la he visto esta mañana, finalmente, después de noches y días de espera. Ella estaba tan hermosa como cuando partió el viernes por la noche, tan bella como cuando me enamoré perdidamente de ella hace más de 12 años. Por supuesto que estoy devastado por el dolor, les concedo esa pequeña victoria, pero esta será de corta duración. Sé que ella nos acompañará cada día y que nos volveremos a encontrar en ese paraíso de almas libres al que ustedes jamás tendrán acceso. Nosotros somos dos, mi hijo y yo, pero somos más fuertes que todos los ejércitos del mundo. Y ya no tengo más tiempo para darles, tengo que volver con Melvil que ya ha despertado de su siesta. Tiene apenas 17 meses de edad. Va a comer su merienda como todos los días, después vamos a jugar como siempre y, toda su vida, este pequeño niño les hará frente siendo feliz y libre. Porque no, ustedes no obtendrán su odio.
¡Ven y enciende mi Fe, Señor, para vivir en el amor!
C
omo venimos meditando en estos días, el Adviento es un tiempo privilegiado para compartir y vivir la caridad con aquellos que más nos necesitan. El regalar alimentos a las familias vulnerables, repartir regalos a los niños pobres, son prácticas comunes durante estos días. Pero hay una realidad de la que pocas veces nos hacemos conscientes: la mayor de las miserias no es la material, sino la soledad en la que viven muchas personas, la carencia de afecto, de cariño o la pobreza de amor. Al entender así la pobreza, nos abrimos a un horizonte nuevo de personas que están a nuestro alrededor, incluso más cerca de lo que nos imaginamos, y que a pesar de tener todo lo material para vivir, son pobres, necesitan de compañía, de amistad, de alguien que se preocupe por ellos y sea capaz de hacer el mayor de los actos de caridad: donarse a sí mismo. Es importante que en este tiempo de Adviento que, nos prepara para la Navidad, pensemos en quienes más nos necesitan, y no solo aquellos que viven en las calles, sino en nuestra propia familia. Aquellos que esperan recibir en la noche buena no un gran regalo, sino nuestra compañía, nuestro afecto, regalos que son irremplazables.
Además de estas reflexiones sobre el Adviento, otra idea que resonaba con fuerza en mi cabeza es la conciencia de lo frágiles que somos. Nuestra fuerza, vitalidad, juventud, no será para siempre. Hoy podemos hacer muchas cosas y ayudar a muchas personas que nos necesitan, pero también en un momento de nuestra vida nos encontraremos del lado de los necesitados, de los frágiles, y experimentaremos también esa pobreza que no tiene que ver con lo material. La familia tiene la claridad de que, en un momento de la vida los papeles se intercambian, los padres cuidan a los hijos, pero llega un día en el que necesitan de ellos para hacer todo, y que sin su ayuda son incapaces de hacer nada. En este momento se requiere de corazones nobles y agradecidos, que sepan restituir el cuidado y el cariño sirviendo y amando. En este Adviento regalemos nuestros dones y nuestro sacrificio. Edifiquémonos con el testimonio de amor, de servicio y de entrega y apreciemos el valor del buen ejemplo que se transmite no con palabras sino con verdaderos gestos de nobleza y sacrificio por los demás.
Domingo 29 de noviembre de 2015
“Estamos en guerra”
D
esgraciadamente lo que declara el presidente francés, tras los atentados en París, no es algo nuevo. Ac-tualmente y desde hace muchos años se pueden señalar numerosos frentes bélicos o conflictos armados en el mundo: Gaza, Ucrania, Siria, Sudán del Sur, Mali, Somalia y muchos más, entre los cuales se menciona a México en su lucha contra el narcotráfico, en la que sabemos ha habido decenas de miles de pérdidas humanas. Ciertamente, los hechos del viernes 13 en Francia ha tenido una amplia cobertura, quizá por el significado que tiene París, al tratarse de una ciudad simbólica para el mundo occidental, como un punto de encuentro a nivel global, en lo económico, político, artístico, académico, etc.; y esto se ve reflejado en el hecho de que las víctimas de las masacres provenían de por lo menos 20 países distintos. Sin embargo, los actos de violencia están a la orden del día en numerosos puntos del planeta, aunque sin la difusión que han tenido los hechos violentos acaecidos en “la ciudad de la luz”. El presidente de Siria señalaba en días pasados que Francia ha conocido lo que se vive en su país desde hace cinco años. Sin embargo, cada conflicto tiene su propio trasfondo y cada uno puede ser entendido solamente si se analiza su origen, sus consecuencias, sus complicaciones, su contexto en general. En el caso de la guerra contra el terrorismo, las grandes potencias no deberían guiarse únicamente por una reacción visceral y pretender resolver el problema con bombardeos. Si, defender a su pueblo, pero buscar una solución de fondo, analizando las numerosas aristas o aspectos implicados en cuanto a los procesos que han llevado a la situación actual: ¿cómo ha sido en Francia la integración de los inmigrantes? Y de un modo particular ¿cómo ha sido la relación con los 5 o 6 millones de musulmanes presentes en territorio francés? Y en cuanto a la lucha contra el terrorismo ¿por qué las grandes potencias han sido tan i-neficaces? ¿Acaso porque cada una busca sus propios intereses? ¿Qué papel ha tenido la riqueza petrolera en toda esta serie de batallas? Y considerando el aspecto religioso también hay muchos aspectos que analizar. Ciertamente lo ocurrido no se puede avalar como un hecho legitimo religiosamente hablando. Miembros de la comunidad musulmana en todo el mundo han condenado públicamente los múltiples ataques de París. Muchos han citado el Corán para rechazar los ataques: “Quien mata a un inocente es como si matara a toda la humanidad”. El Santo Padre por su parte, ha señalado que en lo sucedido “no hay justificación religiosa, ni humana”. Pero tampoco podemos negar que un fanatismo enfermizo, muchas veces se alimenta de elementos religiosos, y en este sentido si cabrían algunas preguntas: ¿hacia dónde se ha empujado la dimensión religiosa en los contextos donde se exalta el liberalismo? ¿Qué papel se le concede a lo que cada uno considera sagrado? ¿Qué espacios ha tomado lo religioso para expresarse en contextos dominados por la secularización? Y a propósito del fanatismo, quizá se podría hablar de otros tipos de fanatismo que también causan mucho daño, pues con una ideología no religiosa también matan a muchos seres inocentes, como quienes defendiendo “su verdad” propugnan la muerte de un ser humano en el vientre materno.
No escandalicemos a los niños Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! La palabra de Jesús es fuerte hoy: “¡Ay del mundo a causa de los escándalos!”. Jesús es realista y dice: “es inevitable que sucedan los escándalos pero ¡ay del hombre que causa el escándalo!”. Hoy reflexionaremos sobre un tema muy importante: las promesas que hacemos a los niños. No hablo de las promesas que hacemos aquí o allá, durante el día, para ponerlos contentos o para hacer que se porten bien, para hacer que se esfuercen en el colegio o para disuadirlos de algún capricho. Hablo de otras promesas, de las promesas más importantes, decisivas para lo que esperan de la vida, para su confianza en los seres humanos, para su capacidad de concebir el nombre de Dios como una bendición. Son promesas que nosotros les hacemos a ellos. Nosotros adultos estamos listos para hablar de los niños como una promesa de la vida. Todos decimos: los niños son una promesa de la vida. Y también fácilmente nos conmovemos diciendo que los jóvenes son nuestro futuro, es verdad. Pero a veces me pregunto si somos también serios con su futuro, ¡con el futuro de los niños, con el futuro de los jóvenes! Una pregunta que deberíamos hacernos más a menudo es esta: ¿Qué tan leales somos con las promesas que hacemos a los niños, trayéndolos a nuestro mundo? Nosotros los hacemos venir al mundo y esta es una promesa, ¿qué les prometemos? Acogida y cuidado, cercanía y atención, confianza y esperanza, son también promesas de base, que se pueden resumir en una sola: amor. Nosotros prometemos amor, es decir, el amor que se expresa en la acogida, el cuidado, la cercanía, la atención, la confianza y la esperanza, pero la gran promesa es el amor. Este es el modo más adecuado para acoger a un ser humano que viene al mundo, y todos nosotros lo aprendemos, incluso antes de ser conscientes.
Esto también se llama amor. El amor es la promesa que el hombre y la mujer hacen a cada hijo: desde que es concebido en el pensamiento. Los niños vienen al mundo y esperan tener confirmación de esta promesa: lo esperan en modo total, confiado, indefenso. Basta mirarlos: en todas las etnias, en todas las culturas, ¡en todas las condiciones de vida! Cuando sucede lo contrario, los niños son heridos por un “escándalo” insoportable, más grave, en cuanto no tienen los medios para descifrarlo. No pueden entender qué cosa sucede. Dios vigila esta promesa, desde el primer instante. Jesús dice que los ángeles de los niños reflejan la mirada de Dios, y Dios no pierde nunca de vista a los niños (cf. Mt 18, 10). ¡Ay de aquellos que traicionan su confianza, ay! Su confiado abandono a nuestra promesa, que nos compromete desde el primer instante, nos juzga. Y quisiera agregar otra cosa, con mucho res-peto por todos, pero también con mucha franqueza. Su espontánea confianza en Dios nunca debería ser herida, sobre todo cuando eso ocurre con motivo de una cierta presunción (más o menos inconsciente) de ocupar el lugar de Dios. La tierna y misteriosa relación de Dios con el alma de los niños no debería ser nunca violada. Es una relación real que Dios quiere y cuida. El niño está listo desde el nacimiento para sentirse amado por Dios. Apenas es capaz de sentirse que es amado por sí mismo, un hijo siente también que hay un Dios que ama a los niños. Los niños, apenas nacidos, comienzan a recibir como don, junto a la comida y los cuidados, la confirmación de las cualidades espirituales del amor. Los actos de amor pasan a través del don del nombre personal, el lenguaje compartido, las intenciones de las miradas, las iluminaciones de las sonrisas. Aprenden así que la belleza del vínculo entre los seres humanos apunta a nuestra alma, busca nuestra libertad, acepta la diversidad del otro, lo reconoce y lo respeta como interlocutor.
Domingo 29 de noviembre de 2015
¡No tengan miedo!
La Iglesia y la familia
Iniciemos el Camino de la Esperanza Discurso del Papa Francisco en el 50 aniversario del Sínodo de los Obispos (Tercera y última parte)
E
Por P. Juan José Torres Galván
L PRIMER NIVEL DE EJERCICIO DE LA SINODALIDAD SE REALIZA EN LAS IGLESIAS PARTICULARES. Después de haber citado la noble institución del Sínodo diocesano, en el cual Presbíteros y Laicos están llamados a colaborar con el Obispo para el bien de toda la comunidad eclesial, el Código de derecho canónico dedica amplio espacio a los “organismos de comunión” de la Iglesia particular: el Consejo presbiteral, el Colegio de los Consultores, el Capítulo de los Canónigos y el Consejo pastoral. Solamente en la medida en la cual estos organismos permanecen conectados con la gente, los problemas de cada día, puede comenzar a tomar forma una Iglesia sinodal: tales instrumentos, que algunas veces proceden con cansancio, deben ser valorizados como ocasión de escucha y de participación. EL SEGUNDO NIVEL ES EL DE LAS PROVINCIAS, LAS REGIONES ECLESIÁSTICAS Y, ESPECIALMENTE, LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES. Debemos reflexionar para realizar a través de estas instancias intermedias de la colegialidad, integrando y actualizando algunos aspectos del antiguo orden eclesiástico. En una Iglesia sinodal, como ya afirmé, “no es oportuno que el Papa sustituya a los Episcopados locales en el discernimiento de todas las problemáticas que se plantean en sus territorios. En este sentido, es necesario proceder a una saludable descentralización”. El último nivel es el de la Iglesia universal. Aquí el Sínodo de los Obispos, representando al episcopado católico, se transforma en expresión de la colegialidad episcopal al interno de una Iglesia toda sinodal. Eso manifiesta la colegialidad afectiva, la cual puede volverse en algunas circunstancias “efectiva”, que une a los Obispos entre ellos y con el Papa, en el cuidado por el Pueblo de Dios. El compromiso de edificar una Iglesia sinodal está cargado de implicaciones ecuménicas. Estoy convencido de que, en una Iglesia sinodal, también el ejercicio del primado Petrino recibirá mayor luz. El Papa no está, por sí mismo, por encima de la Iglesia; sino dentro de ella como Bautizado entre los Bautizados y dentro del Colegio episcopal como Obispo entre los Obispos, llamado a la vez, como Sucesor del apóstol Pedro, a guiar a la Iglesia de Roma, que preside en el amor a todas las iglesias. Reitero la necesidad y la urgencia de pensar en «una conversión del papado». La sinodalidad de la Iglesia tiene mucho que decir al mundo de hoy. Una Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las naciones (cfr. Is 11, 12)... Como Iglesia que “ca-mina junto” a los hombres, partícipe de las dificultades de la historia, cultivamos el sueño que el redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de servicio de la autoridad podrán ayudar a la sociedad civil a edificarse en la justicia y la fraternidad, generando un mundo más bello y más digno del hombre para las generaciones que vendrán después de nosotros. (adaptación del P. Juan José Torres G.)
Q
ueridos hermanos y hermanas de nuestra Iglesia Potosina, comenzamos un nuevo año litúrgico. Encontrarnos nuevamente en este tiempo de Adviento, parecería que siempre es lo mismo, pero cuidado, debemos de ponernos atentos a las actitudes y al caminar de nuestra vida cristiana porque, si lo vemos desde esta perspectiva, no estaríamos teniendo un crecimiento y muchos menos estaríamos acercando nuestra identidad de vida con la persona de Jesucristo. Nuestra vida en espiral Conocemos que es un espiral, cada uno de sus giros llega a pasar por el mismo punto de partida una y otra vez, pero en un nivel diferente. Nuestra vida parecería que se vuelve una rutina: el trabajo, la escuela, la familia, y otras tantas cosas más pero, si lo analizamos desde esta dinámica nos daremos cuenta que cada día que pasa lo podemos ver y considerar en crecimiento. Para nuestra vida cristiana el comenzar un nuevo año litúrgico y asumiendo con fe, esperanza y caridad cada una de nuestras responsabilidades podremos hacer un recuento de la vida y ver: qué tanto ha sido ese crecimiento, qué tanto ha sido ese nivel de nuestra adhesión a Cristo. En camino hacia la esperanza Uno de los grandes riesgos que pasamos todos en estos tiempos modernos es la gran tentación de vivir egoísta y aisladamente. Tal parece que la tecnología y los medios que tenemos al alcance, nos inducen hacia ello. Creo definitivamente que ese espiral de la vida personal incluye también a todos los que están a nuestro alrededor. Este tiempo de Adviento nos hace la invitación a que nos encontremos para que juntos hagamos camino, ya que solamente desde esta perspectiva de comunión podremos notar la diferencia de nivel siempre en relación con los demás; por ello les mencionaba, las res-ponsabilidades que implican en cada uno de nosotros el inicio de un nuevo año litúrgico en este domingo primero de Adviento. Hagamos camino en familia Para hablar de hacer camino en comunión, una primera instancia es la familia, es ahí en este nuestro espacio más íntimo, en donde haciendo camino vamos juntos descubrien-
do y afianzando valores pero también, se tropiezan con ciertos antivalores seductores, y ante esta realidad social, saber optar por escoger lo mejor para nuestra familia, lo que la construye, la integra y le da vida. La familia es transmisora de valores gracias a los vínculos afectivos que se crean en el seno de la misma, por ello vale la pena dedicar espacios y momentos para los valores que la educan. Sería loable, también, crear, mantener un buen clima de confianza entre cada uno de los miembros de la familia, padres e hijos, donde la comunicación estuvie-ra presente; muchos problemas familiares sabemos que provienen de la falta de comunicación; por lo tanto hemos de tener una escucha activa, saber y aprender a dialogar y preguntar. Como vemos, hacer camino en familia no es ciertamente difícil pero, si es necesario que los miembros aprendamos a tener en cuenta nuestras responsabilidades, solo de esta manera nuestra esperanza bri-llará y podremos percatarnos de que las cosas, aunque las volvamos a repetir, no estarán en el mismo nivel sino que habremos superado esos antivalores seductivos y por supuesto, perfeccionado los vínculos afectivos que afianzan los valores. Comencemos pues, este nuevo año litúrgico y hagámoslo, pensando que lo hacemos como cada que iniciamos el tiempo del Adviento pero, en otro nivel superior. Hagámoslo conscientemente de ello; sabemos que nuestra vida, nuestra familia y todo nuestro alrededor hemos pasado y superado vicisitudes que, aunque algunas de ellas han marcado ese caminar, no nos quitan la esperanza con la que se impregna nuevamente nuestra vida en este tiempo de espera en el Señor. Decía el Papa Benedicto XVI, la familia es “escuela de fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace, y se acoge generosa y responsablemente”. Así que, hagamos ese recuento de la vida y veamos qué tanto hemos superado y afianzado cada una de nuestras responsabilidades en nuestra familia al retomar, nuevamente, este Camino de la Esperanza.
+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero
Arzobispo de San Luis Potosí
04
Nuestra historia
Concilio Vaticano II No hay mayor Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortiz
La continuidad El 14 de noviembre comenzó el debate general sobre otro esquema, entre los que habían sido enviados al comienzo del verano a los obispos, dedicados a las «fuentes de la revelación» y redactado por la comisión teológica preparatoria. En esta ocasión llegaron a chocar mentalidades, formaciones culturales y orientaciones teológicas bastante diferentes. El uso del plural «fuentes» en el titulo indicaba ya la acogida de una tesis teológica concreta de matriz anti protestante, pero que parecía superada por las elaboraciones posteriores y por la recuperación en acto de la importancia de la Biblia, no solo en la teología católica, sino también en la experiencia eclesial y espiritual. La opinión que prevalecía era la de que solo la palabra de Dios es la fuente primaria de la revelación; por otro lado, había delicados problemas pastorales y ecuménicos subyacentes a esta problemática, como se echó de ver muy pronto cuando el esquema recibió criticas profundas y radicales, que se negaban a poner en el mismo plano a la palabra de Dios y a la tradición. El 20 de noviembre la votación para aceptar el esquema base en orden al trabajo conciliar registro 1368 votos en contra y 822 favorables. Según el reglamento, parecía que se necesitaba la mayoría de los dos tercios no solo para aprobar un texto, sino también para rechazarlo; en ese caso el esquema sobre las dos fuentes debería seguir estando en la base de la elaboración. ¡a pesar del rechazo de más del 60% de los padres! Movido también por algunos autorizados líderes de la mayoría, Juan XXIII decidió salvaguardar la libertad del concilio y, respetando la voluntad inequívoca de la asamblea, estableció que el quórum necesario para la aprobación de un texto no podía exigirse para su remodelación. Así pues, se dispuso que el tema fuera confiado, para una completa reelaboración, a una comisión mixta (y no sólo a la doctrinal), formada por miembros de la misma comisión teológica, pero también del secretario para la unidad. Se inauguraba así un método destinado a encontrar fortuna, al asignar funciones de gran responsabilidad en muchos aspectos cruciales del trabajo conciliar al secretariado y a su responsable, el cardenal jesuita A. Bea; caía de este modo otro de los apoyos de la hegemonía curial sobre los trabajos conciliares. El 23 de noviembre el concilio entro en la última fase del primer periodo: el trabajo que quedaba por hacer era aun inmenso y la clausura estaba prevista para el 8 de diciembre. En el orden del día se pusieron
otros dos esquemas (los medios de comunicación social y la unidad de la Iglesia), siempre entre los que ya había sido enviados a los obispos; el mismo 23 de noviembre se distribuyó finalmente el esquema más esperado, el de la Iglesia, que según muchos debería reequilibrar la defi-nición del Vaticano I. en el debate, el texto sobre las comunicaciones sociales fue criticado por su verbosidad, impropia de un decreto conciliar; este esquema parecía además estar demasiado dominado por los derechos de la Iglesia y por las instancias moralizantes. Probablemente este tema no interesaba a fondo a la asamblea, que deseaba comprometerse en problemas más relevantes; por eso, el 27 de noviembre se acepto una propuesta conciliar de la presidencia: se aprobaba la sustancia del esquema con tal que el texto fuera reducido por la comisión a unas pocas proposiciones esenciales. El hecho que se sometiera al concilio un esquema relativo a la unidad de los cristianos era una novedad importante respecto a la desconfianza constante entre los católicos por el ecumenismo. Sin embargo, el texto preparatorio había sido elaborado por la comisión para las Iglesias orientales y por tanto tomaba en consideración solamente las relaciones con la tradición ortodoxa dentro de la perspectiva <uniata>, característica del segundo milenio. Paradójicamente, la problemática ecuménica había sido elaborada también tanto por el secretariado por la unidad como por la comisión teológica. Esto denunciaba una carencia clamorosa de coordinación en los trabajos preparatorios. Fue entonces inevitable que este esquema fuera devuelto, ya que el 1 de diciembre, para el examen de una comisión mixta, entre las comisiones doctrinal y para las Iglesias orientales por un lado y el se-cretariado para la unidad por otro. En este momento, el cardenal Ottaviani, responsable de la congregación del santo Oficio y presidente de la comisión doctrinal conciliar, propuso la discusión de un brevísimo esquema sobre la Virgen Maria. A muchos padres les pareció extraño que se tratase este tema independientemente de la temática sobre la Iglesia. Este parecía ser el contexto natural en el que tenía que encontrar Maria su colocación teológica, es decir, dentro del misterio del pueblo de Dios. Además, la discusión en el terreno eclesiológico de la Virgen habría evitado dificultades e incomprensiones con las otras tradiciones cristianas, a las que chocaban con frecuencia los excesos de la piedad marina católica. El consejo de la presidencia se mostró bastante sensible a estas razones y más aun a la espera impaciente con que los padres solicitaban el esquema sobre la Iglesia; el éxito del concilio parecía estar estrechamente condicionado por el modo con que la Iglesia se definiera a sí misma, tanto más si se piensa que la reforma litúrgica habría anticipado ya algunos grandes temas eclesiológicos, que corregían los planteamientos excesivamente institucionales y juridicistas de los últimos siglos.
satisfacción que ser uno mismo
L
P. Chava
a vida del hombre es tan compleja, que es imposible avanzar sino nos detenemos a pensar, para evaluar lo que hemos venido haciendo. Con facilidad llegamos a hacer cosas que no van de acuerdo con lo que somos; porque con facilidad, olvidamos nuestra identidad. También es necesario, hacer un chequeo constante de nuestros sentimientos, para encontrar su causa, y darles cause. Es decir, necesitamos encausar y orientar la fuerza de los sentimientos. Ya lo dijo San Agustín, que los sentimientos son mucho más que los cabellos de nuestra cabeza. Hay momentos, en que el hombre se acompleja, y vive acomplejado; porque se hace creer cosas que no son, y eso le provoca sentimientos encontrados y contrariados. La multiplicidad de sentimientos llegan a confundir al hombre, hasta hacerlo perder su propia identidad; a veces, él mismo se desconoce, por su modo de reaccionar. Los sentimientos inconscientes nos pueden llevar a actuar de manera equivocada. Y por eso, frecuentemente nos preguntamos, cómo tenemos que actuar ante ciertas situaciones. Hay que aclarar, que en la vida no se necesita actuar, eso sería como fingir; lo más importante es ser uno mismo, y desempeñar el papel que se nos ha asignado. Lo que importa, es conducirnos de acuerdo a lo que somos. Cada hombre es persona, y por tanto un personaje; distinto a los demás, y único en el mundo. Por eso, antes de preguntarnos cómo deberíamos de actuar, es necesario preguntarnos, cuál es el personaje que nos ha tocado desempeñar en esta vida. Es imposible saber cómo debemos comportarnos, sin un autoconocimiento previo. Hay que tener cuidado, de no representar un personaje equivocado; querer ser como el otro, es falsear la propia vida. El hombre que sabe quién es, y tiene claro hacia dónde se dirige, no necesita preguntarse cómo actuar; es suficiente con ser el mismo. No hay que tratar de ser como los otros. Hay quienes dicen, que les gustaría llegar a ser como tal o cual persona. Pero no hay que olvidar, que esa persona no es tu personaje. Y por tanto, es imposible intentar ser como son los demás. El verdadero éxito, solo se logra cuando se tiene el valor de ser uno mismo; cuando nos decidimos a desarrollar nuestras capacidades, y nos atrevemos a hacer real lo que tenemos en potencia. Es a partir de ahí, donde podemos experimentar una auténtica satisfacción.
05
Cosas y Casos de la vida
Los sacramentos para las personas con capacidades diferentes IV Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez
colunga46561@hotmail.com
Queridos lectores: La penitencia La penitencia es el sacramento donde los fieles confiesan sus pecados al sa-cerdote, se arrepienten de haber ofendido a Dios, con el propósito de no volver a pecar y obtienen la Gracia mediante la absolución dada por el mismo mi-nistro (c.959).
Migrantes, violencia y pobreza. Las opciones del Papa Francisco
E
Las Normas Generales del Directorio Pastoral de los Sacramentos de nuestra Arquidiócesis en el número 198, establece con referencia al c. 989, que “todo fiel que haya llegado al uso de razón, está obligado a confesar fielmente sus pecados”. En el caso concreto de los que tienen capacidades diferentes, si tienen uso de razón y están conscientes de lo que es un pecado, y se arrepienten con cualquier gesto o signo, pueden acercarse a este sacramento. El c. 960, excusa de la confesión, cuando hay imposibilidad física y moral. Los sordomudos pueden confesarse a través de un intérprete (c. 990), a quien le obliga el sigilo sacramental (c. 983 §2).
Por: P. Kino
l obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, dijo que el Papa irá al norte de nuestro país, pues es un lugar de migrantes y presos; visitará Michoacán por la violencia que en ella se encuentra, y a Chiapas por la pobreza y marginación que existe. ¿Y a San Luis Potosí? Pues creo que no. Tal vez pueda venir a San Luis por otros motivos como probar unos chocolates muy famosos, o comer productos de Don Eustacio, o visitar el niño del desagravio, o de perdis un rico “kaliman” en la tienda de don Gabi, que hacen la delicia de la persona y sus lombrices. Pero la opción del Papa es evidente, ir a los lugares más necesitados, donde su presencia anime a estos hermanos que atraviesan por momentos difíciles. “Cristo pasa haciendo el bien”. El Papa es el representante de Cristo en la tierra. Sé que es difícil estar cerca del Papa Francisco; aun no sé si los boletos, si los espacios, si las agencias de viajes, si las polainas, pero lo que sí sé es que su presencia llenará de alegría a los fieles. Como jefe de estado, es obvio que tendrá contacto con nuestras autoridades, y que bueno, a ver si a “más de uno y menos de dos” les acrecienta la fe y la conversión. Pero en lo personal pienso que viene más como pastor, a darnos palabras de ánimo. Tal vez no faltarán los grillos, aguafiestas, “personas libres de pensamiento”, (aunque irrespetuosos de la fe de los católicos) que comiencen a levantar la “polvadera”, para echar a perder la alegría que nos trae Cristo en su persona, pero no nos centremos en ellos, centrémonos más bien en los mensajes que portará el Papa a este pueblo guadalupano. Él no va a arreglar los problemas de México, además que ni le tocaría, pero seguramente nos invitará a hacer de nuestro pueblo, un pueblo guadalupano, que vuelva escuchar la voz de la virgen María, esa voz que ya no se escucha por estar todo el día con los audífonos, tablets, celulares, esa voz que debe de resonar en cada creyente, así como resonó en San Juan Diego: “Hijito mío pequeñito y delicado, a quien amo eternamente, no tengas miedo, aquí estoy yo que soy tu madre”. PD: A aquellos que saben de twiter, face, y todas esas cosas, un “Kaliman”, era un bolillo con cueritos y chile en vinagre, y cuando traíamos un poco más de dinero, le poníamos un poco de crema. (Platillo de los dioses).
La unción de los enfermos La unción a los enfermos ha de hacerse con cuidado, utilizando las palabras, orden y modo prescritos en los libros litúrgicos; en caso de necesidad, basta una sola unción en la frente o también en otra parte del cuerpo diciendo la fórmula completa (c. 1000 §1). Los párrocos tienen la obligación y el derecho de administrar la unción de los enfermos a los fieles a él encomendados (c. 1003 §2). El número 226 del Directorio Pastoral de los Sacramentos dice: “La unción, en cuanto sacramento, mira sobre todo a la salvación en su concreto sentido bíblico y cristiano; pero al igual que los demás sacramentos, entiende la salvación como un proceso que pasa por la experiencia de la vida humana y no como un final inmediato. En este caso, dicho proceso tiene un momento justo, que es la enfermedad. En ella la gracia de Cristo quiere hacerse presente, para comunicar un doble mensaje: que Dios domina todas la fuerzas de la naturaleza y que la vida del hombre trasciende en el proyecto divino la realidad terrena”. La aplicación de este sacramento a las personas con discapacidad, sería de gran ayuda y consuelo para ellos y sus familiares. Hasta la próxima con otros sacramentos.
Momento Teológico
Construir, Cultivar, Conquistar
Identificación y Pertenencia
Por: Padre Memo Gil
“Yo soy la vid y ustedes los sarmientos. Si alguien permanece en mí y yo en él, produce mucho fruto…” (Jn 15,5) “La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma”. (Hch 4,32)
D
Cristología misionera en los documentos del magisterio (Novo Millennio Ineunte, 2001)
P. Francisco Javier Espinoza Ayala
E
fjespinozaa@hotmail.com
sta somera exposición de algunos de entre los principales modos de relación entre cristología y misión, confrontados con las enseñanzas de Juan Pablo II no puede agotar la amplitud de las cuestiones implicadas. Necesita colocarse en el más vasto horizonte magisterial de algunos documentos de los organismos de la curia. Sobre la temática del diálogo interreligioso con el que rematamos la edición anterior, hay que recordar el documento de la Comisión Teológica Internacional “El cristianismo y las religiones” (1997) que presenta un cuadro actualizado de la problemática para luego afrontar el objeto, el método y las finalidades de la teología de las religiones, el valor salvífico de las religiones, la cuestión de la verdad, la cuestión de Dios y de la revelación, el debate cristológico, la misión y el diálogo interreligioso. Por otro lado, hay que tener en cuenta que además de los textos del magisterio, los últimos pontífices han tenido gestos bastante valientes como reunir a los líderes religiosos en Asís, la visita a las sinagogas y mezquitas del mundo, la práctica del diálogo interreligioso, entre otras cosas. Por tanto, la Iglesia está llamada hacer vida aquel emblemático número de la Novo Millennio Ineunte, “El diálogo debe continuar” (NMI 55). Esta convicción, es la base no sólo de la inagotable profundización teológica de la verdad cristiana, sino también del diálogo cristiano con las filosofías, las culturas y las religiones. No es raro que el Espíritu de Dios, que “sopla donde quiere” (Jn 3,8), suscite en la experiencia humana universal, a pesar de sus múltiples contradicciones, signos de su presencia, que ayudan a los mismos discípulos de Cristo a comprender más profundamente el mensaje del que son portadores. ¿No ha sido quizá esta humilde y confiada apertura con la que el Concilio Vaticano II se esforzó en leer los “signos de los tiempos”? Incluso llevando a cabo un laborioso y atento discernimiento, para captar los verdaderos signos de la presencia o del designio de Dios. Por lo cual, la Iglesia reconoce que no sólo ha dado, sino que también ha recibido de la historia y del desa-rrollo del género humano. “Esta actitud de apertura y también de atento discernimiento respecto a las otras religiones, la inauguró el Concilio. A nosotros nos corresponde seguir con gran fidelidad sus enseñanzas y sus indicaciones” (NMI 56). En conclusión, en estos años postconciliares –se podrá decir con un caminar en zigzag- se han alternado intervenciones y gestos pontificios quizá muy diversos de la conservación del patrimonio de la Tradición, quizá sorprendentes por la apertura a la novedad reclamada por el escrutinio de los signos de los tiempos, a la que el Espíritu Santo no deja de dirigir la Palabra de Salvación, Jesucristo, a quien Dios siempre sigue repitiendo al mundo.
entro de nuestra experiencia en sociedad y en nuestras relaciones interpersonales, es común que nos identifiquemos con un determinado grupo. Y llegamos incluso a sentirnos parte de éste grupo cuando asumimos como algo propio lo que éste grupo vive. Esto es parte de lo que nuestra experiencia como individuos en relación, nos permite vivir, para ayudarnos a ser plenamente personas en relación. Esto es muy importante tenerlo en cuenta. Porque en primer lugar, todos necesitamos de todos, y en segundo lugar, saber convivir y socializar nos ayudará a tener relaciones de armonía, profundas y sinceras. Que nos hagan ser parte productiva dentro de un grupo determinado en la sociedad. Lo peor para una persona será siempre aislarse. Pues esto no le ayudará a conocerse plenamente en relación con los demás. Ni favorecerá un crecimiento y desarrollo de cua-lidades y aptitudes, que sólo se puede lograr siendo parte de un grupo humano. Por eso, es importante que sepamos desarrollar un gran sentido de identificación y pertenencia, en medio de cualquier grupo social en el que se nos permita formar parte. Sabemos que hay núcleos sociales a los que pertenecemos necesariamente por inclusión natural. Como lo son la familia, la escuela y el trabajo. Pero hay otros grupos o células sociales más informales, dentro de los cuales nos encontraremos ocasionalmente, e incluso, de manera accidental. Estos pueden ser los amigos, en el transporte público, en el hospital, en una ce-lebración pública, en un club social, etc. En todos estos casos, es importante que nuestro sentido de identificación y pertenencia, se desarrolle a partir del papel que jugamos y el lugar
que podemos ocupar, en cualquiera de estos grupos. Cuando estamos abiertos al encuentro con los demás y sabemos darle el debido valor a las relaciones interpersonales, siempre nos será fácil la adaptación y la colaboración en los diferentes grupos en que nos podamos encontrar. En ocasiones, podemos llegar a ser parte de un grupo en que nunca nos imaginamos que llegaríamos a estar. Y que inclusive puede ser un grupo institucionalizado. Como por ejemplo, dentro de una prisión. Tal vez, nuestra primera reacción sea la de sentirnos fuera de lugar. Es normal que al estar dentro de un lugar así, nos sintamos ajenos a éste tipo de grupo. Y podamos adoptar una actitud defensiva para mantenernos aislados de lo que éste tipo de institución implica en los individuos que se encuentran internos. Sólo que podemos correr el riesgo de cerrarnos a una experiencia, que nos ofrece la oportunidad de aprender desde una nueva perspectiva de nuestra vida. Pues al interactuar con un grupo de personas en donde nosotros no elegimos encontrarnos, tenemos todo un abanico de posibilidades para ir ubicándonos en relación a cada una de éstas personas. Y desde ahí crecer en una nueva manera de per-cibirnos en medio de un grupo, en el que podríamos imaginar que no tendríamos nada en común. Cuando logramos esto, nuestra percepción de identificación y pertenencia toma definitivamente un nuevo sentido. Pues al ser aceptados por el grupo, y cada uno de sus miembros, esto nos ayuda a jugar un cierto rol y desempeñar un papel, de acuerdo a las expectativas del propio grupo. Y así, todos ganamos y crecemos.
El santo de hoy
Santa Bárbara 2 de diciembre
S
egún una antigua tradición, Santa Bárbara era hija de un hombre muy rudo llamado Dióscoro. Como ella no quería creer en los ídolos paganos de su padre, éste la encerró en un castillo, al cual le había mandado colocar dos ventanas, pero la santa mandó a los obreros a que añadieran una tercera ventana para acordarse de las Tres Divinas personas que conforman la Santísima Trinidad. Sin embargo, este acto enfureció más a su incrédulo padre, quien permitió que la martirizaran cortándole la cabeza con una espada. De esta manera, Santa Bárbara es representada con una espada, una palma (señal de que obtuvo la palma del martirio) y con una corona porque se ganó el reino de los cielos. La misma tradición señala además, que cuando Dióscoro bajaba del monte donde habían matado a su hija, le cayó un rayo y lo mató, y es por este hecho, que muchas personas rezan a la santa para pedir su intersección y verse libre de los rayos de las tormentas. En su sepulcro se obraron muchos milagros.
07 Por Luis Marino Moreno
Las nuevas soledades
Marie-France Hirigoyen
Siglo XXI editores, 2013, 208 páginas.
E
n todas las sociedades desarrolladas la soledad se ha convertido en un fenómeno social de creciente importancia. Paradójicamente, las interacciones entre individuos son permanentes, e incluso invasivas, pero una gran cantidad de personas experimenta un doloroso sentimiento de aislamiento. Y al mismo tiempo, muchas otras toman la decisión de vivir solas. En este libro, la psicóloga Marie-France Hirigoyen muestra que esta realidad es fruto de una profunda mutación en las relaciones entre hombres y mujeres, que aún no ha llegado a su fin. En realidad, como explica Marie-France Hirigoyen, la soledad puede aportar energía e inspiración: a cualquier edad, la soledad escogida, sin dejar de estar disponible para el otro, es una fuente de plenitud, un medio de salir de la superficialidad de una sociedad dominada por el narcisismo y el culto a los resultados. «Quienes han elegido la soledad son más exigentes sobre la calidad de las relaciones que mantienen con los otros. Frente a un mundo en el que las relaciones humanas tienden a reducirse al trabajo y al sexo, se han desarrollado nuevas formas de sociabilidad, distintos modos de relación más íntimos, de solidaridad, de amistad: relaciones desinteresadas, sólo por el placer de estar juntos. Es una forma de mantenerse aparte de la superficialidad de los encuentros efímeros, para privilegiar las amistades profundas.» Marie-France Hirigoyen.
Marie-France Hirigoyen 1949
Es una médico psiquiatra, psicoanalista y psicoterapeuta de familia especializada en la terapia del acoso moral o acoso psicológico. Se especializó en el estudio de todas las formas de violencia: familiar, perversa y sexual. Inicia en 1985 seminarios y conferencias sobre gestión del stress. Se forma paralelamente en Victimología, (estudia en Estados Unidos, en la especialidad de Victimología, una rama de la Criminología que analiza las secuelas psíquicas en las personas que han sufrido atentados o agresiones diversas). El best seller El acoso moral, traducido a 24 idiomas, centraba su investigación en la violencia psicológica.
Para leer bien, y escribir mejor
Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- El próximo 12 de diciembre, el Papa Francisco presidirá una Misa en la Basílica de San Pedro. Por segundo año consecutivo, el Santo Padre celebra una Eucaristía en honor a la Virgen de Guadalupe, Patrona de México y Emperatriz de América. Esta iniciativa recuerda la particular devoción del Pontífice por la “Morenita” y adquiere un mayor significado ya que la Misa será solo cuatro días después del inicio del Año Santo de la Misericordia y exactamente dos meses antes de su esperada e histórica visita a México que se iniciará el 12 de febrero de 2016. CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco espera con alegría el momento que va a pasar junto a los fieles de Kenia, Uganda y la República Centroafricana. A los tres países que visitará del 25 al 30 de noviembre, el Santo Padre asegura que se dirige a la tierra africana como mensajero de paz y para promover «comprensión» y «respeto» sin distinción de credo o etnia. El mensaje a los dos primeros países que visitará, Kenia y Uganda, inicia dirigiendo una palabra de «saludo y amistad». Asimismo, asegura que va a tierras africanas «para proclamar el amor de Jesucristo y su mensaje de reconciliación, perdón y paz». CIUDAD DEL VATICANO.- La Ciudad del Vaticano informó que este año el tradicional Pesebre y el árbol de Navidad que se colocan en la Plaza de San Pedro estarán listos el próximo 8 de diciembre, cuando se inicie el Año Santo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco. El Pesebre es un regalo de la arquidiócesis y la provincia de Trento. Según señalan, el Belén está compuesto por 24 imágenes de tamaño natural vestidas con trajes típicos de esa región. Una de las imágenes, explican, se muestra “en el acto de ayudar a un anciano, una imagen que recuerda a la misericordia”. ROMA.- En Italia los musulmanes moderados han realizado dos manifestaciones públicas contra el terrorismo, con el título ‘Non nel mio nome’, (No en mi nombre), en las ciudades de Roma y Milán. El director del Centro Cultural Islámico de la capital italiana, Abdellah Redouane, dijo que “el terrorismo no puede atacar en cualquier parte en nombre de los musulmanes”. En las pancartas que llevaban los manifestantes se leía: “Solidaridad con las víctimas de París”, “Islam es Paz”, “No en mi nombre”, “El Corán está contra la violencia”, “No al terrorismo en nombre de Dios”. Realizaron además un minuto de silencio en honor de las víctimas de los atentados de París del pasado viernes 13.
Iglesia de México MÉXICO.- En una primera sesión para crear los listados a fin de formar vallas durante la próxima visita del Papa Francisco a la Ciudad de México, la Arquidiócesis capitalina registró a unos tres mil voluntarios que acudieron este martes a las oficinas de las ocho Vicarías Episcopales con dicha intención. El P. Juan José Cedeño, responsable de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis, informó que “acudieron familias completas, los padres con sus hijos para apuntarse en las listas, de modo que fue un éxito esta convocatoria”. MÉXICO.- Al concluir el año litúrgico con la fiesta de Cristo Rey, el cardenal Norberto Rivera Carrera dijo que “en esta época de separación jurídica entre Iglesia y Estado, los cristianos, lo mismo que otros grupos humanos, debemos defender la libertad de expresión y debemos manifestar abiertamente nuestros criterios y convicciones, los cuales deberán ser escuchados dentro del sistema democrático, como deben ser escuchadas las voces de aquellos que no creen en Cristo.” MÉXICO.- Su Santidad Francisco se ha dignado nombrar Obispo de Autlán a S.E. Mons. Rafael SANDOVAL SANDOVAL M.N.M., al presente Obispo de Tarahumara. Mons. Sandoval, nació en Guáscuaro Michoacán el 10 de abril de 1947. Realizó sus estudios eclesiásticos de Filosofía y Teología con los Misioneros de la Natividad de María (M.N.M.) Fue ordenado sacerdote en la Catedral de León Gto., el 2 de julio de 1974. Nombrado por su Santidad Juan Pablo II Obispo de Tarahumara el 4 de enero de 2005. Ordenado Obispo el 9 de marzo de 2005 en Guachochi, Chih., desde entonces Obispo de la Diócesis de la Tarahumara.
Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- El diaconado permanente ha sido una de las experiencias que se ha arraigado en nuestra Iglesia Potosina. El Diácono Permanente es aquel que siendo esposo y teniendo su familia, la Iglesia le ha confiado este ministerio para desempeñarlo en su comunidad parroquial. Algunos de ellos han celebrado este 23 de noviembre su XX aniversario al servicio del Evangelio. Desde nuestra redacción editorial saludamos y felicitamos a nuestros diáconos permanentes. ¡FELICIDADES!
Tengan ánimo y levanten la cabeza L
ejos de ser atemorizantes, los textos escatológicos de los evangelios, que des-criben los eventos finales de la historia terrenal, muchas veces con ropaje apocalíptico, más bien fortalecen y alientan la esperanza. A través de ellos se cae en la cuenta de que el mundo es caduco y que sólo Dios permanece. Cristo, el ungido del Padre, volverá lleno de po-der y gloria con una manifestación definitiva de su triunfo sobre el mal. De ahí que, de frente a la descripción de la conmoción cósmica, se exhorta a tener ánimo y levantar la cabeza con el gozo de la proximidad de la liberación.
25 Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. 26 Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. 27 Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. 28 Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación». 34 Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes 35 como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. 36 Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante del Hijo del hombre» (Lc 21,25-28. 34-36).
Con este discurso escatológico, que en la versión de san Lucas se extiende 32 versículos (Lc 21,536), Jesús da respuesta a la pregunta de sus discípulos que, después de haberles anunciado la destrucción del templo, interrogan sorprendidos: ¿cuándo sucederá eso y cuál es la señal de que está para suceder? En realidad, no sólo Jerusalén será destruida, sino el cosmos entero colapsará; no obstante, lo fundamental será la venida de Jesús con poder y gloria para el rescate de sus discípulos.
Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
acontecimiento de alivio. La expresión se ha vuelto clásica: cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación. Los últimos versículos son bastante precisos en la exhortación: no dejarse aturdir por los excesos y las preocupaciones de la vida, mas bien estar vigilantes, y orar sin cesar. Estas dos actitudes se presentan como fundamentales para la vida práctica de todo discípulo que verdaderamente espera la segunda venida de Cristo: vigilancia para vivir moderadamente y la oración constante, las cuales, aunque son propias del discurso escatológico, son también muy típicas en este evangelio de san Lucas, principalmente lo que se refiere a la oración constante.
Ciertamente las señales cósmicas ocasionaran angustia y miedo, pues afectarán desde todos los extremos: astros, mar y tierra. Este ropaje apocalíptico suele resultar complejo y riesgoso para la interpretación, pero lo que parece ser fundamental es lo pasajero de las cosas visibles y la manifestación plena de aquél por quien todo se sostiene. No se trata de un evento que ponga en riesgo al ser humano, sino es una manera de contrastar la fragilidad de este mundo con el poder y la gloria de Jesús. Así, esos hechos con ropaje aterrorizante, sólo son señales y anuncio de algo glorioso. La finalidad de esta “aparatosa” venida, viene sintetizada en el versículo 28 en términos de liberación, de tal manera que los hechos apa-rentemente catastróficos son el preludio de un
La Madre Teresa de Calcuta podría ser canonizada en septiembre del 2016 T
eresa de Calcuta, fundadora de las Misio-neras de la Caridad y premio Nobel de la Paz, fue beatificada el 10 del octubre de 2003 en una multitudinaria ceremonia en el Vaticano, sólo seis años después de su muerte, gracias a una dispensa de San Juan Pablo II, papa. El milagro atribuido a su intercesión necesario para su canonización será examinado, y probablemente aprobado, por la Congregación para la Causa de los Santos el mes que viene. Ya ha pasado el filtro de la comisión vaticana encargada del análisis de los posibles milagros de Siervos de Dios y Beatos.
Una vez reciba el visto bueno del dicasterio, será el papa Francisco el responsable de publicar el decreto de canonización de la religiosa albanesa que dedicó su vida a servir a los pobres en la India. El diario Avvenire, propiedad de la Conferencia Episcopal Italiana, informó hoy que la Beata Madre Teresa de Calcuta será canonizada en septiembre de 2016, durante el Año Santo de la Misericordia.
Fiesta Patronal Cristo Rey Por: Gustavo Alejandro García Vargas
E
l pasado 22 de noviembre se celebró la fiesta de Cristo Rey perteneciente a la colonia San Luis, el Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero presidió la Celebración Eucarística con el párroco responsable el P. Oscar Rocha Velázquez, el Pbro. Tomas Mata Márquez y el diacono José Merced Ojeda, celebraron un homenaje al Padre Joaquín Antonio Peñalosa. Cristo Rey es una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico, porque celebramos que Cristo es el Rey del Universo ya que su reino es el reino de la verdad y de la vida. El templo lucio adornado de flores, fieles cantaron alabanzas durante la celebración eucarística, amenizada por el coro parroquial, también se llevó a cabo una carrera atlética con beneficio al Salón Parroquial, en la que participaron niños, jóvenes y adultos, el Pbro. Oscar Rocha Velásquez dio el disparo de salida frente al Templo de Cristo Rey, en la colonia San Luis. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo Rey!
Fiesta patronal de Santa Gertrudis
E
l pasado 16 de noviembre se celebró a Santa Gertrudis, en Villa Juárez; donde se realizó el novenario de la fiesta del 7 al 16 de noviembre, con entradas de cera de los diferentes sectores de la cabecera parroquial, grupos apostólicos, y asociaciones, capillas y comunidades pertenecientes a la parroquia, todos presentaron sus carros alegóricos. Durante el novenario se realizaron matrimonios comunitarios, unción de enfermos, primeras comuniones y confirmaciones donde, el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes administró este Sacramento a 150 adolescentes. El día de la fiesta el 16 de noviembre, se llevó a cabo la celebración solemne de la fiesta el Señor Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero, fue quien presidió la Eucaristía, además de bendecir y coronar la imagen de nuestra patrona con la aureola de la santidad, el Arzobispo estuvo acompañado por los Sacerdotes de la Parroquia: el Señor Cura Alfredo Sánchez Escareño y el Vicario Valentín Carbajal Méndez, acompañados por un grupo de Sacerdotes que anteriormente estuvieron en esta parroquia como Párrocos o Vicarios. Por la tarde se realizó la entrada de cera de fiesta con desfile de carros alegóricos y quema de castillo de pólvora.
Pre Adviento Juvenil 2015
Por: Edgar Ramos Villegas
E
l pasado sábado 14 de noviembre se llevó a cabo el anual pre adviento diocesano de pastoral juvenil, esta ocasión realizado en la casa de la acción católica, contando con la participación de diversos jóvenes de diferentes grupos parroquiales de la diócesis. Bajo el lema “Juventud con amor, recibamos la misericordia del Señor” el quipo diocesano de pastoral juvenil en conjunto con su asesor el Pbro. José Luis Mora Sanjuanero, expusieron lo referente al tiempo de adviento, hacia cómo prepararse y cómo identificar y confrontar las realidades e ideologías de la juventud actual. Mediante momentos de espiritualidad, temas, dinámicas y animación se discernió el enfoque de este año. Y así se comprometió al trabajo en conjunto para recibir el tiempo de adviento de la mano de la misericordia como preparación.
Cabe mencionar que todo el encuentro se trabajó bajo la línea de la misericordia, dando paso así, a este año, promulgado por el papa Francisco como el año de la misericordia que, comenzamos este 8 de diciembre y concluiremos hasta el 20 de noviembre del 2016. Con el entusiasmo y la alegría de la juventud se concluyó por medio de la celebración eucarística, reafirmando así el compromiso para la juventud potosina.
Bendición de la casa de Cáritas
Presentación del libro: “Venid, Descansad” Meditaciones Dominicales III, del Pbro. Juan Jesús Priego Rivera Por: Angélica Maldonado Morales
Por: Gustavo Alejandro García Vargas
E
l Pbro. LCC Juan Jesús Priego Rivera, presentó su libro titulado: “Venid, Descansad”, que consta de Meditaciones Dominicales que abarcan el Tiempo de Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua y Tiempo Ordinario, entre otras solemnidades y fiestas católicas. Se invitó al Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero a presentar este libro, que elogió por sus profundas y actualizadas reflexiones que sin duda alguna llenarán de espiritualidad al lector. El libro “Venid, Descansad III” fue presentado por el Pbro. Lic. en Liturgia Efraín Moreno Aguirre, y el
Pbro. Lic. en Historia, Rubén Pérez Ortiz, en el auditorio “Ignacio Montes de Oca” de la Casa de la Acción Católica, quienes felicitaron al Padre Priego por este extraordinario trabajo literario que nos ofrece la Palabra de Dios, que vivifica, fortalece, ilumina y salva. Cabe señalar que las reflexiones tienen como base el Evangelio (“La Buena Nueva”), pero además el sacerdote trabaja en diversas temáticas que nos hacen reflexionar sobre nuestro actuar, pensar o proceder como auténticos cristianos, como misioneros comprometidos y perseverantes discípulos.
Noche de concierto, 3er. Aniversario de VIFAC
Por: Gustavo Alejandro García Vargas
E
l pasado viernes 20 de noviembre, se realizó la bendición de la Casa que Cáritas gestionó para celebrar el sorteo de la colecta anual, que sorteará el 6 de enero del 2016. La bendición la realizó el Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero y el Pbro. Rubén Pérez Ortiz. En el evento estuvo presente todo el gran equipo de Cáritas, arquitectos e invitados. Este sorteo no es un sorteo común, es un esfuerzo surgido del amor y de la voluntad que difunde nuestra Iglesia ya que al adquirir un boleto apoyas a los programas de asistencia social y humanitaria. Apoyemos a Cáritas comprando un boleto, ayudemos a los más vulnerables a través de este sorteo.
L
a noche del jueves 19 de noviembre del presente año se llevó a cabo una celebración eucarística, en la capilla de Guadalupe en acción de gracias de la fundación VIFAC, Vida y Familia. A.C.; presidida por el Pbro. Pedro Sánchez Solís, quien es el titular de la Dimensión Familiar de la Arquidiócesis. Conti-nuando con una grata cena, contando con la participación de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí. Vida y Familia, A.C. es una asociación civil fundada en 1985 por Marilú Mariscal de Vilchis, con el objetivo de ofrecer una alternativa que le permita a las mujeres con un embarazo inesperado enfrentar su situación con dignidad, rescatándolas de la pobreza y del hambre, dándoles la posibilidad de alcanzar mejores condiciones de vida y un desarrollo ade-cuado, respetando en todo momento su libertad.
Domingo 29 de noviembre de 2015
Institución de ministros de la Comunión
Por Gustavo Alejandro García Vargas.
E
l pasado viernes 20 de noviembre se llevó a cabo la presentación de ministros de la Comunión, pertenecientes a diferentes pa-rroquias de la diócesis. La celebración fue en la Catedral Metropolitana, presidió el Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero quien entregó a cada uno la insignia que portarán como ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión. Ellos pueden ayudar en una forma activa al momento de administrar la Comunión.
Primer encuentro de Coros Parroquiales
Por Gustavo Alejandro García Vargas.
E
l pasado 21 de noviembre del presente año se llevó a cabo el Primer Encuentro de coros parroquiales, venerando la memoria de Santa Cecilia quien es patrona de los músicos. Los coros participantes tuvieron formación espiritual, litúrgica y musical, ensayo de cantos, convivencia y para concluir la celebración eucarística presidida por el Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero y el P. Abdías Martínez. Estuvieron presentes maestros y jóvenes que forman parte del coro en cada una de las parroquias. El hermano Roberto Duran Urenda D.J., investigó cómo se podría dar los primeros pasos para poder formar una escuela de música, no sólo por la belleza del canto, sino que sea reconocida como servicio para ayudar y cultivar la música sirviendo desde las parroquias. También se presentó el proyecto de trabajo de la dimensión de música litúrgica y el plan de formación para los coros de toda la arquidiócesis. El Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero hizo personalmente la invitación a todos los miembros para presentarse en la Basílica de Guadalupe en la ciudad de México el 11 de noviembre del año 2016.
¡Pónganse en camino!
Celebrando al Señor
La Indulgencia (Segunda Parte)
Nacimiento de la Indulgencia Después del sintético recorrido histórico estamos en grado de individuar los elementos fundamentales que han producido la práctica eclesial de las indulgencias. Según el resultado de los mejores estudios históricos, a partir de la época del Papa Gregorio Magno (590-604) aplica la práctica de la “absolución”. Ella tenía el significado de “una mediación en vista de la remisión de los pecados, hecha por uno que tenía el poder apostólico de “atar y desatar”; mediación, particularmente eficaz. Los papas y los obispos hicieron largo uso, sea sobre petición sea de su iniciativa; en particular, las “absoluciones” fueron concedidas a los enfermos graves. Como se ve, se trata en concreto de un acto a través del cual se ejercita una “indulgencia” que tiene el objetivo de abreviar o aligerar la duración y la dureza del proceso penitencial y así ayudar al penitente a llegar a la remisión de los pecados. La transformación ocurrida en la celebración de la penitencia, por la cual la reconciliación fue mo-vida antes de la ejecución de las obras penitenciales impuesta por la Iglesia, favoreció la distinción entre “culpa” y “pena”. La penitencia subjetiva viene referida a la expiación de la “pena” y las absoluciones extra-sacramentales (verdaderas y propias continuaciones de aquella oración eclesial con la cuál es implorada “con autoridad” la remisión de los pecados del penitente, incluida la pena temporal) vienen comprendidas como ayuda de la Iglesia por la expiación de esta pena. También si no preveían el aligeramiento de la obra penitencial, las “absoluciones” se convirtieron en algo deseado por parte de los fieles para los cuales el miedo del castigo de expiarse en el más allá (en el purgatorio) era muy presente. La fructuosa recepción de las “absoluciones” preveía el sincero arrepentimiento del pecado, y esto debía manifestarse en “obras”, en satisfacción. Ellas podían ser elegidas por el fiel mismo, o ser recomendadas con la autoridad del papa o del obispo. Viene entonces a instituirse una práctica extra-sacramental dirigida a la remisión de la “pena temporal” debida por el pecado. En el siglo XI surgen en Francia, en un primer tiempo sin reflexión teológica, las primeras indulgencias propiamente dichas. Los poseedores del poder de “atar y desatar” garantizan al fiel en forma solemne y general su “intercesión” (intercesión “eclesial”). Mediante un acto de jurisdicción es condonada una parte o toda la obra penitencial impuesta; esta no viene más sustituida por otra obra penitencial: ahora la “obra” conectada al acto de indulgencia es considerada como expresión del a-rrepentimiento, como conexión a la Iglesia, como “motivo” de la particular “oración de intercesión” (como motivo de la oración de absolución). Esta condonación se efectúa fuera del sacramento de la penitencia: las primeras y verdaderas indulgencias eran un acto de jurisdicción, es decir, de remisión de la real “penitencia canónica”. Así como se preveían una “absolución” (una oración eclesial de intercesión) unida al acto jurisdiccional, la indulgencia viene comprendida como eficaz posibilidad extra-sacramental de extinción de las penas temporales debidas por el pecado. Al menos hasta el siglo XIII, la necesidad que sea una “vida penitente” para implorar la remisión de la pena temporal es todavía sentida. La indulgencia viene considerada una “clemencia” para los imperfectos; los cristianos mejores no habrían servirse de ella. Por lo tanto nos parece de poder decir – la indulgencia es una práctica que nace y tiene un sentido dentro del cuadro de la cura que la Iglesia tiene y debe tener para favorecer y acompañar la experiencia de la penitencia subjetiva pedida al pecador; tal experiencia es y debe quedar “eclesial”: la oración eclesial de intercesión es como el sello de la insuperable eclesialidad de todo el proceso penitencial. Escribe B. Poschmann: “El inicio de las indulgencias se encuentra en la práctica que se desarrolla sin acogerse de una innovación. La Iglesia había siempre reivindicado el derecho de adaptar la medida de las
Discípulos misioneros
Historia y Significado P. Pedro Mexquitic Arredondo
penitencias para imponer a las circunstancias concretas y a las posibilidades del penitente. Esta práctica, que ya existía en la antigüedad, se había alargado en el primer Medioevo mediante las conmutaciones y el rescate. Ahora en cambio, aunque el pecador debía siempre expiar la pena temporal delante de Dios, también si con el apoyo de la Iglesia y de su impetración autorizada, les concedía una tal “absolución” como ayuda para su expiación personal en consideración de una obra que lo hacía particularmente capaz de acoger, y se le perdonaba una parte de la penitencia eclesiástica, porque se pensaba que había llegado al objetivo mediante la oración deprecativa y “absolutoria” de la Iglesia. Cuanto afirma B. Poschmann significa que – incluso siendo una práctica extra-sacramental – la indulgencia trae origen y sentido de la celebración sacramental de la penitencia. El riesgo de “cuantificación” que habíamos mencionado no fue del todo evitado. Asistimos así al surgir de un cúmulo de indulgencias unido a obras siempre menores; al surgir de las “indulgencias plenarias”; a la concepción de las indulgencias por los difuntos; al uso “fiscal” de las indulgencias… Acuñándose, por así decir, en el espacio lógico y real viniéndose a crear entre “culpa” y “pena” en el momento definitivo del paso a la práctica celebrativa “privada”, la indulgencia termina por ser “practicada” y “pensada” como realidad cuya esencia no tiene alguna relación con la celebración eclesial de la penitencia. Las palabras de la Bula de proclamación del Jubileo extraordinario de la Misericordia, a nuestro parecer nos llevan en otra dirección: el sacramento de la penitencia no es solo una “condición previa” necesaria para adquirir la indulgencia; es el horizonte por recuperar necesariamente si se quiere hoy, “pensar” y “practicar la indulgencia. En esta fundamental perspectiva va colocada nos parece también la insistencia con la cuál el Papa Francisco llama a las obras de misericordia: “Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano refle-xione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, co-rregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. No podemos escapar a las palabras del Señor y en base a ellas seremos juzgados: si dimos de comer al hambriento y de beber al sediento. Si acogimos al extranjero y vestimos al desnudo. Si dedicamos tiempo para acompañar al que estaba enfermo o prisionero (cfr Mt 25,31-45). Igualmente se nos preguntará si ayudamos a superar la duda, que hace caer en el miedo y en ocasiones es fuente de soledad; si fuimos capaces de vencer la ignorancia en la que viven millones de personas, sobre todo los niños privados de la ayuda necesaria para ser rescatados de la pobreza; si fuimos capaces de ser cercanos a quien estaba solo y afligido; si perdonamos a quien nos ofendió y rechazamos cualquier forma de rencor o de odio que conduce a la violencia; si tuvimos paciencia siguiendo el ejemplo de Dios que es tan paciente con nosotros; finalmente, si encomendamos al Señor en la oración nuestros hermanos y hermanas. En cada uno de estos “más pequeños” está presente Cristo mismo. Su carne se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga ... para que nosotros los reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado. No olvidemos las palabras de san Juan de la Cruz: « En el ocaso de nuestras vidas, seremos juzgados en el amor ». (Misericordiae vultus n. 15)
Pre- CONIAM Parroquial en Villa de Arriaga
E
l sábado 31 de octubre la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Villa de Arriaga rea-
lizó su Pre-CONIAM Parroquial. La cita fue en punto de las 9:30 a.m., en el Templo Parroquial donde se dio inicio con la bien-venida a los niños y adolescentes, por parte del párroco el Padre Juan Martínez y el Padre Francisco Castillo, vicario del lugar. Más tarde se hizo la presentación de los coordinadores de las actividades así como del Equipo de la Dimensión de Misiones. Posteriormente se hizo la distribución de los asistentes en cinco grupos tomando en cuenta los cinco continentes. Y así dio inicio el trabajo por módulos. En cada uno de ellos se compartieron los siguientes temas: ¿qué es la misión?, ¿qué es un misionero?, ¿qué es la IAM?, los Modelos y Patrones de la IAM y cómo ser Iglesia en salida. Al término de los módulos, se realizó una marcha misionera alrededor de la plaza principal de Villa de Arriaga, en la que se lanzaron vivas y porras, para culminar después con la celebración de la Santa Misa, la cual fue presidida por el Padre Jesús Nares Guzmán responsable de la Dimensión de Misiones de la diócesis. Agradecemos al grupo de jóvenes que generosamente colaboraron en la organización del Pre-CONIAM Parroquial, así como al equipo sacerdotal y sobre todo a la infancia y adolescencia misionera de Villa de Arriaga. Parroquia de Nuestra Sra. de Guadalupe, Villa de Arriaga…en camino al CONIAM 2017
Domingo 29 de noviembre de 2015
13
La maldición del ciempiés Por: Juan Jesús Priego
Una vez, según cuenta Gustav Meyrink (1868-1932), el escritor austríaco, un sapo vio caminar a un ciempiés y quedó atónito al ver con qué e-legancia movía éste cada una de sus patas. ¿Cómo le hacía para coordinar con tanta perfección sus movimientos? ¡Aquello era un verdadero milagro de perfección y sincronía! “-¡Ay! -se lamentó el sapo para que el ciempiés lo oyera-. Yo no brillo ni reluzco. Sólo tengo cuatro patas -sólo cuatro patas- y no cien como tú, ¡oh venerable!”. Al ciempiés le cayó muy bien el comentario, tanto que hasta aminoró el ritmo de su marcha. “-Dime, pues, venerable -continuó el sapo-, ¿cómo puede ser que, al caminar, siempre sepas con qué pie debes comenzar, cuál va a ser el segundo, y después el tercero, cuál llega después como cuarto, quinto y sexto, y si es el décimo el que sigue, o el centésimo? ¿Qué es lo que hacen, mientras tanto, el segundo y el séptimo? ¿Se paran o siguen andando? Y cuando llegas a la pata número noventa y siete ¿debes levantar también la septuagésima? Dime, por favor, a mí, el pobre, el mojado, el resbaladizo que sólo tiene cuatro patas y no cien, cómo le haces, ¡oh venerable!”. El ciempiés se quedó entonces muy pensativo. En efecto, ¿cómo lo hacía? ¡Ay, nunca se había preguntado él estas cosas! De veras, ¿qué pasaba con la pata número veintiocho cuando movía la centésima? ¿Y qué con la primera cuando lanzaba hacia adelante la penúltima? ¡Dios mío, qué problema! ¿Y cómo explicarle al sapo el mecanismo si ni él mismo, ahora que lo pensaba, podía comprenderlo? “Y el ciempiés quedó inmóvil, clavado en el suelo, y desde aquel momento no pudo ya mover ningún miembro. Había olvidado cuál de los pies debía levantar primero, y mientras más pensaba en ello, menos podía recordarlo”... Este cuento de Gustav Meyrink se titula “La maldición del sapo” y es, para mí, uno de los más bellos de la literatura universal. ¿Qué había pasado con el ciempiés? Que hasta antes de encontrarse con el sapo caminaba con garbo y elegancia, pero después ya no supo cómo hacerlo. ¿Qué había sucedido? Que se puso
a querer explicar cosas en las que no conviene pensar demasiado; en las que, incluso, no conviene pensar en absoluto.
Hace unos años conocí a un hombre que había gozado de perfecta salud hasta que, mientras cruzaba una amplia avenida, pensó: “¿Cómo respiramos los humanos? ¡Qué misterio!”. Luego intentó seguir mentalmente la trayectoria del aire que aspiraba y la del aire que expelía; pero entonces sucedió una cosa inesperada y fue ésta: que de pronto se apoderó de él una cierta sensación de asfixia. “¡Aire!”, masculló mientras veía venir hacia él miles de automóviles a toda velocidad. “¡Me falta el aire!”. Las piernas se le doblaban y empezó a sudar como un galeote. Antes de que se hubiera hecho esta pregunta respiraba como todos: bastante bien, pero a partir de aquel día ya no pudo hacerlo más, de modo que hasta el día de hoy anda de un médico a otro preguntándoles si no estará mal de sus pulmones. “Recuerdo que un día -cuenta Romano Guardini (1885-1968), en una de sus “Cartas del lago de cómo”-, cuando descendía las escaleras, en el momento de levantar el pie para colocarlo en el siguiente peldaño, en una fracción de segundo tuve conciencia de lo que hacía. Me di cuenta al instante de que yo abandonaba la confianza instintiva en el proceso muscular. Sentí que dudaba de mi propia facultad de caminar. Todo esto no es sino una bagatela sin importancia, y sin embargo describe con exactitud lo que trato de explicar aquí, a saber: que la vida requiere la protección de la inconsciencia”. En efecto, hay en este mundo cosas que no debemos saber y por las que no debemos preguntarnos, pues de otro modo lo echamos todo a perder. Una mujer muy bonita caminaba un día por la vida un poco así como el ciempiés de nuestra historia antes de su encuentro con el sapo. Era sencilla y natural, y esto la hacía sumamente simpática y atractiva. Pero una vez, en una reunión de trabajo, un compañero se le acercó y le dijo: “Es usted be-llísima, señorita”. Como ella se limitara a encogerse de hombros, el compañero prosiguió así su discurso: “¡Oh, no
me lo tome usted a mal! Esto se lo digo por dos razones: porque la verdad hay que decirla, y porque tengo un amigo que dirige una revista de modas y me gustaría mucho que usted apareciese en ella”. A la joven le dio mucho gusto escuchar estas palabras y estaba la pobre que no se lo creía. ¿Era verdad lo que estaba oyendo? Preguntó por el nombre de la revista y, al escucharlo, se alegró todavía más. A la semana siguiente posó para el fotógrafo, se hizo en cierta medida famosa, y desde entonces dejó de frecuentar a sus viejos amigos. Ya no iba a sus reuniones, y cuando lo hacía llegaba siempre contoneándose cual si desfilase en una pasarela. Sus ademanes ya no eran espontáneos, sino artificiales y chocantes. Tampoco hablaba ya mucho y aprovechaba cualquier cristal que estuvie-ra por allí cerca para darse una espejeada y cerciorarse de que seguía siendo bella. Desde entonces se fue quedando sola, y cada vez más sola, pues ninguno de sus antiguos camaradas quiso seguir teniendo por amiga a una mujer tan artificial y tan hueca. ¡Ah, la belleza, la verdadera belleza nada sabe de sí misma! Y no debe saberlo tampoco, pues en cuanto lo sepa lo habrá echado todo a perder. Que el ciempiés escuche al sapo y siga a-delante. Su gracia consiste en no saber. Como muchas otras gracias de las que no hablaremos aquí por falta de espacio.
80 espectaculares obras de arte hechas con piezas de Lego
‘E
l grito’ de Munch, ‘El matrimonio Arnolfini’ de Van Eyck, ‘El discóbolo’ de Mirón o La Esfinge de Guiza han llegado a Roma. Pero lo han hecho en forma de piezas de Lego, dentro de la exposición ‘The Art of Bricks’ del artista estadounidense Nathan Sawaya, que lleva por primera vez a Italia estas más de 80 piezas levantadas sobre los juguetes de los niños. “Si, alguien que con los mismos materiales que hemos tenido todos, como Nathan Sawaya, consigue hacer obras extraordinarias, de alguna manera, vemos aquello que cualquiera de nosotros habría podido hacer. Esto es lo que gusta tanto, incluso a los adultos”, Comentó Fabio Di
Gioia, encargado de la exposición. Y con la materia prima que usan los más pequeños consigue creaciones como esta. Un dinosaurio de 80.000 piezas de Lego que tardó todo un verano en construir. Para transportarlo se debe desmontar en 14 partes y necesita colgarse del techo para no perder el equilibrio. “Nathan Sawaya como artista hace dos cosas: consigue recrear con las piezas la realidad y además hace obras de arte. De hecho, muestra no sólo cosas que sorprenden porque son muy familiares como representación de aquello que vemos sino también crea figuras conceptuales, arte. Mira también a la condición humana. Son las obras que nos hacen reflexionar y pensar”.
El extenso trabajo de este americano de 42 años, que trabajó como abogado en Nueva York y después trabajó durante seis meses para Lego, le permite mantener cinco exposiciones a la vez en todo el mundo. ‘The Art of Bricks’, reconocida mundialmente desde que empezara a girar por el planeta en 2007, puede visitarse hasta el 14 de febrero en la Ciudad Eterna.
Contrato para la construcción de un retablo para el Templo parroquial del pueblo, hoy Barrio de San Sebastián
E
Por: Lic. Ricardo García López
l contrato que presentamos en esta ocasión se refiere a la cons-trucción del retablo del altar mayor del templo del barrio de San Sebastián. Hay que recordar que el retablo es ordinariamente de madera como los que se encuentran en el templo de Nuestra Señora del Carmen, en el camerino y en ambos cruceros, y que los laterales que se encuentran en la nave central en el cuarto tramo inmediatamente antes del crucero son una excepción porque son de piedra. El retablo de que aquí se trata, como se deduce de la lectura del contrato debía ser de madera. Este contrato está consignado en el protocolo de Francisco d Pastrana y fechado el 7 de abril del año de 1695 He aquí la transcripción del contrato: Sepan cuantos esta carta vieren como yo Luis de Santiago, maestro de carpintero y ensamblador, vecino de esta ciudad de San Luis Potosí como principal e yo Nicolás López, español, oficial de dicho arte, así mismo vecino de esta dicha ciudad, como fiador y principal pagador que me hago y constituyo en todo cuanto en esta escritura se hará mención, haciendo como hago de deuda y obligación ajena, mía propia y sin que en contra del dicho Luis de Santiago ni sus bienes, proceda ni se haga diligencia ni ejecución alguna y ambos a dos, principal y fiador, juntos de mancomún y a voz de uno y cada uno de por si y por el todo decimos que por cuanto yo el dicho Luis de Santiago, tenemos tratado y concertado con el mayordomo depositario de las cofradías del glorioso San Sebastián fundada en el pueblo extramuros de esta ciudad, el hacer para la iglesia de dicho pueblo un colateral y retablo para el altar mayor según y de la forma que contiene un dibujo y planta que para ello hice, el cual está en poder de dicho mayordomo depositario y demás oficiales de dicho pueblo, el cual he convenido hacerlo por precio y cuantía de quinientos y cincuenta pesos de oro común en rea-les en cuya conformidad de lo así pactado otorgamos y conocemos que nos obli-gamos que dentro de ocho meses que empiezan a correr y contarse desde hoy día de la fecha de esta carta en adelante haremos y dispondremos el dicho cola-teral y lo acabaremos y entregaremos a dichos mayordomo diputados y demás oficiales con toda perfección y según el dibujo y planta que para su muestra tienen en su poder dichos naturales fecho por mi dicho Luis de Santiago el cual colateral se ha de ver y reconocer por personas peritas e inteligentes en dicho arte y reconociéndose que falte alguna pieza o cosa de lo pintado en dicho dibujo, por lo que así faltare se nos ha de compeler a su cumplimiento y obligarnos a que lo hagamos según dicho dibujo y por su defecto puedan dichos naturales llamar a otros maestros y oficiales de dicho arte para que hagan y perfeccionen lo que nosotros dejamos de cumplir y perfeccionar según la dicha planta y dibujo y por los dichos naturales, mayordomo depositario y demás oficiales de dichas Cofradías se nos ha de dar la cantidad de pesos que hubiéremos menester cada semana para pagar oficiales y comprar la madera necesaria durante el tiempo de los dichos ocho meses y al
fin de ellos y que esté acabado el dicho colateral y retablo se nos ha de pagar y satisfacer la cantidad de pesos que se nos restare debiendo a la de los quinientos y cincuenta pesos en que está concertada dicha obra y para su perfección nos obligamos de poner nuestras manos y los oficiales y madera que fuere menester y comenzarla a hacer desde hoy dicho día en adelante sin alzar mano de ella hasta que se acabe y si cumplidos los dichos ocho meses no diéremos acabada perfectamente la dicha obra según la planta y dibujo que de ella está hecha consentimos y tenemos a bien que se nos compela de ello con todo rigor de derecho y vía ejecutiva y que los dichos mayordomo y depositario y demás oficiales la puedan concertar con otro maestro que en nuestro lugar lo cumpla y por lo que se refiere a las costas se nos exijan en los términos de esta escritura por parte del mayordomo depositario y demás oficiales de las cofradías o de quienes su poder y derecho ejerzan. Nos sometemos a los jueces y justicias de su Majestad de cualquier parte fuero y jurisdicción que sean en especial a las de esta ciudad, renunciamos nuestro fuero y jurisdicción, domicilio y vecindad para que las dichas justicias a ello nos compelan y apremien por todo rigor de derecho y vía ejecutiva y como si fuese por sentencia definitiva de juez competente dada, pronunciada y consentida en autoridad de cosa juzgada en testimonio de lo cual otorgamos la presente ante el escribano de su majestad público y testigos en esta ciudad de San Luis Potosí, en donde es fecha en siete días del mes de abril de mil y seiscientos y noventa y cinco años y los otorgantes a quien yo el escribano doy fe conozco lo otorgaron y firmaron siendo testigos: Domingo del Río, Francisco Pérez de Tejada y Nicolás Nuñez del Portillo Ante mi LUIS DE SANTIAGO (Rúbrica) NICOLÁS LÓPEZ (Rúbrica) FRANCISCO DE PASTRANA Escribano Público (rúbrica) El dibujo y planta a que se refieren los carpinteros tal vez se encuentre entre los documentos de la Cofradía que quizá estén resguardados en la Parroquia de San Sebastián. El retablo desapareció, tal vez con el afán de la mo-dernización como hace algunos meses desapareció el cancel que estaba a la entrada de la que fue la Capilla del Señor del Santo Entierro en el templo de San Francisco, en esta ciudad y fue sustituido por una espantosa puerta de cristal, modernísima que nada tiene que ver con el contexto arquitectónico y artístico del templo.
¿Desea usted redondear su mordida?
(Segunda parte)
Por Ignacio Algara Cossío.
S
i, por otro lado volteamos a ver las remesas que mandan los migrantes mexicanos a sus familiares en México, nos vamos para atrás. Nos llegaron en el último año 20,000 millones de dólares, que en números gruesos eran entonces 260,000 millones de pesos. La corrupción es 6 veces más grande en importe económico, que todo el esfuerzo, riesgo, dolor y separación de millones de mexicanos que están al otro lado. ¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Cómo es que vale tanto más la corrupción que el trabajo de millones de esforzados paisanos? Veamos cómo anda la mordida comparada con la exportación de petróleo. El año antepasado (2013) exportamos casi 43,000 millones de dólares, cuando todavía no había bajado el precio del crudo. En nuestra moneda, eso ascendió a poco más de 500,000 millones de pesos. Así las cosas, la mordida es tres veces mayor que todo el esfuerzo de exportación de petróleo. A la mejor, en vez de reforma energética necesitamos una reforma corruptiva. En vez de plantear un referéndum sobre las reformas aprobadas para el manejo de nuestras energías, habría que hacer un referéndum sobre si aceptamos que siga la mordida. ¿Cómo creen que sería la votación? Los números son muy similares en cuanto a la producción agropecua-ria: todo el maíz, sorgo, trigo, frijol, chile, frutas, verduras, caña de azúcar, leche y carne que producimos todos los mexicanos en un año, es apenas la tercera parte de lo que vale la mordida. Sin embargo, volvamos al asunto inicial; la comparación que más interesa es la proporción que guarda la mordida con las necesidades sociales, en particular con la pobreza. Actualmente, de acuerdo a datos del CONEVAL, hay casi once y medio millones de mexicanos en situa-ción de pobreza extrema. Para salir de esta situación, haría falta que la población afectada percibiera ingresos superiores a $868 mensua-les per cápita (para la población rural; y de $1,243 para la urbana). Considerando lo que ya perciben, el importe de lo que haría falta para cubrir la brecha con la línea de bie-nestar mínimo, sería un gran total de 60,000 millones de pesos. El va-lor de la mordida
es 25 veces más grande que lo que requeriría la e-rradicación de la pobreza extrema. Con que se dedicara el 4% de la mordida a la población más pobre, se habría erradicado esta dolorosa situación. Cero pobreza extrema, con sólo el 4% de la mordida. Pero regresando a la propuesta del redondeo, si se aceptara hacerlo a un nivel del 2 al millar, y transferir esos recursos a la población más pobre, se estaría beneficiando a medio millón de personas. Es una buena cifra, pero resulta insuficiente, así que ¿cómo mejorarla? Pensándolo bien, ¿a dónde va a parar la mordida? Como no se reporta, no entra en las cuentas nacionales, y tampoco la captura la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares que lleva a cabo el INEGI, que es de donde se hace la medición de la pobreza. La mordida es totalmente informal. En monto, es posiblemente mayor que el sector informal que conocemos. Es tan grande la mordida, que ha de producir muchos ingresos al grupo de funcionarios, empresarios y personas adicionales que los acompañan. Entonces, quizá hay que reconsiderar la propuesta. En vez de pensar en el redondeo, habría que considerar una medida más impactante: hay que formalizar la mordida, y entonces incorporarla al SAT, aplicando los estímulos fiscales que se ofrecen al sector informal que quiera incorporarse. De esta manera, y suponiendo que se lograra una recaudación muy conservadora del 4%, entonces sí se completarían los recursos para e-rradicar la pobreza extrema. ¿Qué opinan ustedes? ¿Redondear o formalizar? Conste que no hablé de una reforma moral, asunto más trascendente, y creo que hasta tal vez más viable.
Fe y Política
15
Alerta ante el La barbarie de los «elegidos» terrorismo Vaticano
de Felipe Arizmendi Esquivel Obispo de San Cristóbal de las Casas
Roberto Esteban Duque, Sacerdote (Infocatólica)
E
stamos asombrados por la ola de terror que se desató en días pasados en París, provocando muchos muertos y muchísimos heridos. Al tratar de descubrir quiénes son los culpables y cuáles son sus motivaciones, los extremistas del llamado Estado Islámico se han adjudicado la autoría. Dicen que, de esta forma, quieren vengar las ofensas hechas por una revista de caricaturas contra Mahoma y demostrar su poder ante Francia y ante el mundo, por los ataques que varios países han realizado contra su organización. ¿Qué nos dicen estos hechos? Que es una acción inhumana, pues se ataca no a los culpables de la guerra contra el Estado Islámico, sino a ciudadanos inocentes, que nada tienen que ver en esa guerra. Que no se debe usar una religión como justificante para destruir a otros. Si una religión impulsa el terrorismo, demuestra su propia falsedad. Si en tiempos antiguos, la misma Iglesia Católica asumió guerras con tinte religioso, son errores del pasado que no se pueden juzgar hoy en contextos muy diferentes. Nuestro Dios no es de guerras, sino de fraternidad, de justicia y de paz. Si en el Antiguo Testamento hay guerras religiosas, eso es signo de otras épocas más salvajes y menos humanizadas, que Dios fue transformando, para que los instrumentos de guerra se cambiaran por instrumentos de labranza y de prosperidad para todos. En el fondo de este terrorismo, está la pretensión de fundar en todo el mundo un modo de vida inspirado en el extremismo islámico, que no es lo que mueve a todos los seguidores del islam. No todos los mahometanos son extremistas religiosos. En Chiapas hay varios seguidores de esta religión, a quienes identificamos como musulmanes. Muchos de ellos eran indígenas chamulas presbiterianos; quizá antes eran católicos. En los casi 25 años que llevo en Chiapas, no he descubierto en ellos signos o hechos de que impulsen el terrorismo; más bien, los he conocido pacíficos, respetuo-sos, trabajadores, muy religiosos y no han dado problemas sociales en San Cristóbal y en Comitán, donde hay dos grupos de ellos. Aunque algunos gobiernos me han expresado su inquietud de que sean agentes de terrorismo contra los Estados Unidos, y que desde aquí se tramen acciones terroristas, siempre he dicho que aquí no han demostrado que esa sea su intención. Por otra parte, es condenable el comercio de armas. Los países que las fabrican, se enriquecen mientras más se usen. En sus discursos, están contra las guerras; pero en la práctica las alientan produciendo armas cada día más sofisticadas y mortales. Si dejan de producir armas, y por tanto de alentar las guerras, su economía se debilita. Y lo que les interesa es su economía, más que la vida de la humanidad. Deberían analizar si en verdad quieren la paz, o son responsables de la guerra y del mismo terrorismo. ¿Qué podemos hacer? Educar en el Evangelio a las familias, a los niños y jóvenes, para que no se dejen atrapar por ideologías extremistas, pues donde los padres están ausentes y no educan, o donde en el mismo hogar hay violencia, no nos extrañemos de que en nuestra misma patria haya terroristas y asesinos, no por una ideología religiosa, sino por la ambición del poder y del dinero. De nosotros depende también que no haya terrorismo.
B
ataclan, el «templo pagano» de la noche parisina, fue objeto el 13-N de la ira infame del yihadismo islámico, del fuego y azufre que de modo indiscriminado y abyecto golpeaba hasta poner fin con la vida inocente de más de cien personas, ajenas al espesor estéril del mal. El presidente francés, François Hollan-de, calificó el atentado terrorista como «un acto de guerra». El primer ministro francés, Manuel Valls, coincidiría en el diagnóstico: «estamos tomando medidas excepcionales porque estamos en guerra». La prensa francesa tampoco vacila en estimar que la masacre de París es una guerra. Irak, Siria, Nigeria…París. No es fácil creer que pueda existir un diálogo de civilizaciones si pensamos, como afirma Enzensberger en El perdedor radical, que el islam ha copiado lo peor de Occidente como es el terrorismo, especialmente en su versión nihilista nazi. Esta es la prueba primordial de la imparable decadencia del islam. Se trataría de un mundo en el que la verdad, el bien y la moral han perdido cualquier expresión reconocible. El propósito de la educación totalitaria nunca ha sido inculcar convicciones sino destruir la capacidad de formar alguna. En la actualidad, esa civilización es invia-ble. Al islamismo no le interesa negociar ni buscar soluciones. Se limita a la negación. No plantea ningún tipo de reclamaciones. A estas alturas, es una obviedad que el ministro de Asuntos Exteriores, García-Margallo, reconoce: «Con esta gente no se puede dialogar. Hay que derrotarlos militarmente». Si se confirma que ciudadanos franceses son los terroristas se estaría validando la figura del «perdedor radical» que inventa el poeta, que no es islamista sino occidental. Ese modelo perverso de ser humano lo importa el islamismo de Occidente. La agresividad del fundamentalismo islámico hacia Occidente encuentra su fundamento en la percepción de un Occidente negador y debilitado, situado más allá de todos los mandamientos, emancipado absolutamente de lo trascendente. El odio es hacia un Occidente sin identidad, postcristiano, secularista. El perdedor radical vive una tensión interna entre el odio al otro, al triunfador, y el desprecio a uno mismo, al derrotado, que le lleva a la autodestrucción. Pero la victoria del mal, a pesar de su espesor, es sólo aparente. La tesis del poeta es que los peor parados del terro-rismo islamista (una lacra que tenemos que so-
portar en Occidente) serán los musulmanes. El proyecto de los perdedores radicales consiste en organizar el suicidio de toda una civilización, pero no es probable que consigan eternizar su culto a la muerte. Son las sociedades árabes sobre las que recaen las consecuencias más fatales del terrorismo islamista. No se puede contemplar la inacción ante el desafío yihadista islámico, cuya actividad a imponer el terror no cesará: «no viviréis en paz», «es sólo el comienzo de la tormenta». El Estado islámico propone «envenenar el agua y la comida de al menos un enemigo de Alá». El régimen del miedo no puede colonizar la vida de las sociedades. Después de las elecciones de 2003, un estado del norte de África, Zamfara, declaró que en lo sucesivo su Gobierno se basará en la sharía, que es un código de estrictas leyes islámicas. Uno de los últimos en sus-cribir la sharía fue el estado de Taraba. En diciembre de aquel mismo año el gobernador, él mismo musulmán, se vio obligado a tomar medidas severas contra los «talibanes». El famoso levantamiento de inspiración juvenil que se produjo en París en 1968 y que trató de resucitar una comuna basada en la Comuna de 1870 surgida del fermento revolucionario francés despertó al principio regocijo, pero después inquietud. Eran los agentes subversivos que derri-barían el orden burgués y liberarían al «hombre nuevo» de una sociedad fracasada, de sus hipocresías y dudosos valores éticos. Contra esa misma sociedad materialista y decadente se vuelve ahora el fundamentalismo intolerante, violento y blasfemo, la barbarie de los Elegidos contra el resto. Entre la respuesta mínima exigible, la tendencia hacia la unidad política como proyecto normal de convivencia pacífica, y la respuesta límite de un conflicto armado, deberán realizarse respuestas inmediatas no sólo de prevención porque el bien no admite ninguna tibieza sino la justicia y la verdad. No es violencia moral detener la mano del asesino sobre la víctima. Es obligatorio apartar al criminal de la víctima, frenar el inmoderado ascenso y el flujo masivo de la población musulmana en Europa. No puede organizar ningún Estado democrático el bien junto con el mal, contraviniendo el principio absoluto de la moralidad en el ámbito estatal. El mismo progreso social tiene lugar sólo porque la fuerza social organizada se ha dejado inspirar por las exigencias morales y las ha convertido en ley moral de vida. Es necesario el bien organizado. La norma moral de la vida social será el principio del respeto a la dignidad de cada vida humana. El principio moral exige una oposición real a los crímenes como un medio legítimo que limita el mal. La coacción es necesaria cuando está en juego la paz y la seguridad de toda la sociedad.
16
Bienaventurados los pobres
V
iendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: “Bie-naventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mt 5, 1-3).
muchos bienes. Y el pueblo de Israel estaba llamado a ser rico. Recuerdo el libro del Deuteronomio, en donde dice: “Si hay algún pobre entre tus compatrio-tas en alguna de las ciudades del país que el Señor tu Dios te da, no seas inhumano ni le niegues tu ayuda a tu hermano necesitado; al contrario, sé generoso con él y préstale lo que necesite. No des lugar en tu mente a este malvado pensamiento: ‘Ya está cerca el año séptimo, el año en que se perdonan las deudas’, y entonces pongas mala cara a tu compatriota que se halla en la pobreza, y no le prestes nada; porque él clamará contra ti al Señor, y tal acción se te contará como pecado. Debes ayudarlo siempre y sin que te pese, porque por esta acción el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas y emprendas. Nunca dejará de haber necesitados en la tierra, y por eso yo te mando que seas generoso con aquellos compa-triotas tuyos que sufran pobreza y miseria en tu país” (Dt 15, 7-11).
Aquí comienza el sermón del monte. No solo se trata de este famoso prólogo, que son las “Bienaventuranzas”. El sermón es más amplio, contiene una gran variedad de enseñanzas. Podemos decir que aquí está, en resumen, toda la predicación de Jesucristo, la predicación ulterior será para enseñar estas mismas cosas con más precisión. Todo se irá adecuando a este primer mensaje inicial. A partir de estas enseñanzas vendrán mas tarde las parábolas del reino, vendrán los milagros, como señal del cumplimiento del reino de los cielos que ha llegado, que está llegando. Hay diversas interpretaciones de este pasaje, del sermón del monte que inicia con la proclamación solemne de las bienaventuranzas. Se dice, por ejemplo, que Jesús se sienta en el monte. Puede parecer que solo se sienta cómodamente, pero en realidad este sentarse va más lejos que el simple hecho de tomar asiento. Sentarse significa un acto solemne. El rey se sienta. No significa que el trono sea un mu-llido sillón para el descanso. Cuando, por ejemplo, decimos que Jesús está sentado a la derecha del Padre, queremos significar que él reina, que tiene un trono de gloria. Así pues, los reyes se sientan para establecer la justicia, ellos son jueces; los reyes se sientan para emitir decretos reales, ellos son legisladores; los reyes se sientan para indultar, ellos disponen de la vida de sus súbditos. Cuando Jesús se sienta en aquel monte, está haciendo de él en un inmenso trono; él se sienta porque es Rey de reyes y emite la justicia y proclama su Ley. Nuestra vida está en sus manos, él tiene la Justicia y la Ley, pero también la misericordia. Al sentarse Jesús en aquel monte de las bienaventuranzas, él aparece como rey y todo lo que dice en aquella ocasión es acción real. En efecto, el contenido de aquel discurso inaugural de su ministerio profético es una verdadera legislación. Si leemos atentamente puede parecer solamente un conjunto de consejos, pero en realidad está estableciendo un nuevo estado de cosas. Jesús, en el discurso, habla de cosas legales, todo este discurso gira en torno a la Justicia, al Derecho, a la Misericordia. Y Jesús es rey. Su corona es la unción del Espíritu Santo, su trono es aquel monte, que significa toda la tierra, su cetro real es su mano, en cuyo espacio estamos todos los que nos dejamos gobernar y conducir por él; su capa es el humilde manto. El discurso del monte es el inicio de una serie de predicaciones, que san Mateo expone de diversas formas. Y este famoso discurso comienza con las palabras más bellas de la historia: “bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de los cielos”. Esto, además de tener una interpretación literal pue-de tener diversas exégesis. Por ejemplo, Bienaventurado (en griego Makário y en latín Beatus) puede traducirse no solo como bienaventurado, sino como feliz, dichoso, santo. Los cales pueden ser sinónimos. Pero cuando Jesús dice: Bienaventurado, está diciendo: santo. Los evangelios de Mateo y Lucas son los únicos que nos dan esta referencia. Las bie-naventuranzas solo las podemos encontrar en ellos. No las escribe Marcos ni Juan. Puede parecer contradictorio esto que Jesús pro-clama. ¿Qué dicha se puede encontrar realmente en la pobreza? Cuando leemos la historia de Israel en la Escritura, encontramos que para la mente de Dios la pobreza debería ser algo colateral a la elección de su Pueblo. Los pobres serían la excepción. Se suponía que el Israelita debería ser rico, tener abundancia, bendición; propiamente, el pueblo debería ser
totalmente bienaventurado, gozar de la abundancia de bienes. Sin embargo, en este pueblo de Dios, en este pueblo santo, ocurrió lo mismo que en los demás pueblos, acaso como fruto mortal de la idolatría, de la que aquel pueblo nunca se separó del todo, acaso por el adoptar las costumbres de los pueblos vecinos, de los pueblos conquistados: el pueblo de Israel, que debería estar dividido, por decirlo así, entre pocos pobres y muchos ricos, ahora estaba dividido al revés: en muchos pobres y pocos ricos. Esto es lo normal en los pueblos de la tierra hasta nuestros días; las cosas nunca se han tornado del lado correcto. Cuando Jesús dice Bienaventurados los pobres está declarando que las cosas vuelven a su lugar. Que los pobres ocupan el lugar de privilegio en el reino, que las cosas vuelven a tomar su rumbo. Jesús prefiere a los pobres acaso porque son los que deberían tenerlo todo, son la mayoría, es decir, las personas que realmente tienen fe en Jesús son estos, los miserables, los que necesitan todo y nada tienen. A Jesús lo seguían muchedumbres, pero no se sabe que entre estas multitudes hubiera también potentados, al contrario, los ricos que llegan a seguir a Jesús son la excepción, la inmensa mayoría que escuchaba a Jesús y su mensaje eran los enfermos, los necesitados, los leprosos, los tullidos. De todos los discípulos de Jesús, en concreto de los apóstoles, solo uno es publicano, pero no se menciona que sea rico; no todos los publicanos lo eran; los recaudadores de impuestos, en efecto trabajaban con el imperio romano, pero no eran tan poderosos; Mateo renunció a su puesto y siguió a Jesús, pero no se dice ahí que él ganaba grandes cantidades, grandes tesoros, solo era recaudador. Hubo quienes quisieron seguir a Jesús, pero se lo impedía el dinero, los bienes, como aquel famoso “joven rico”, un hombre de buena voluntad, pero también de
Este fragmento del Antiguo Testamento a las claras nos deja ver que el pobre sería, en el pueblo de Israel, cosa rara, pues el pueblo, rescatado de Egipto, salió totalmente igual, todos eran esclavos liberados; cierto es que al salir de aquel país de la esclavitud y de las lágrimas, cada judío, cada familia se llevó consigo algo de valor, tomado de los egipcios: “Habla, pues, al pueblo y que cada hombre pida a su vecino, y cada mujer a su vecina, objetos de plata y objetos de oro” (Ex 11,2). Pero el pueblo escogido no tardó en trastornarse, en trastocar los mandamientos; pronto habría más pobres que ricos, cuando el mandamiento no fue así. Se suponía que todos deberían ser poderosos, que cada hijo de Israel debería tener posesiones por igual. Esto fue solo un sueño, un deseo insatisfecho de Dios. Y como la totalidad del pueblo ahora era pobre (y además, en tempos de Jesús el pueblo Israelita estaba sometido por el César, y por tanto, empobrecido) Jesús se dirige a esas mayorías, a aquellos que deberían tener en sus manos las riquezas de las naciones, según lo declara el profeta Isaías: “Los barcos se juntan para mí, los navíos de Tarsis en cabeza, para traer a tus hijos de lejos, junto con su plata y su oro, por el nombre de Yahveh tu Dios y por el Santo de Israel, que te hermosea. Hijos de extranjeros construirán tus muros, y sus reyes se pondrán a tu servicio, porque en mi cólera te herí, pero en mi benevolencia he tenido compasión de ti. Abiertas estarán tus puertas de continuo; ni de día ni de noche se cerrarán, para dejar entrar a ti las riquezas de las naciones, traídas por sus reyes. Pues la nación y el reino que no se sometan a ti perecerán, esas naciones serán arruinadas por completo” (Is 60, 9-12). Las muchedumbres de Israel reciben, en primer lugar, el reino de los cielos. Ellos son los herederos. Los ricos, los poderosos, aquella inicua minoría, tenían ya su recompensa, por eso los necesitados, los des-poseídos, tenían ahora las primicias del reino y la dicha inigualable de escuchar a Jesús que, a manos llenas les entregaba este reino celestial. Vale la pena ser pobre, si nuestro reino no es de este mundo, si rei-naremos con Jesús, si hay un reino más valioso que todos los tesoros de la tierra.
17
Palabra de Dios
Se acerca su liberación E
“El sueño de Cristo joven”
Acompañar a los chavos
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 25-28. 34-36
n aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra, las naciones se llenaran de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación. Estén alerta, para que los vicios, con el libertinaje, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre”. Palabra del Señor.
Caminemos al encuentro del Señor ¿E
stoy preparado si hoy sobreviniese aquel día grande y terrible que anuncia el Señor al fin de los tiempos, aquel día en que Él vendrá glorioso entre las nubes? El fin del mundo, meditábamos hace dos Domingos, es muy probable que sea para mí la hora de mi muerte. ¿Soy consciente de que detrás de mi muerte está Cristo? ¿Cómo me presentaré ante Él? ¿Cómo estar preparado para ese momento crucial en el que se define mi eternidad? El Señor mismo nos da una clave fundamental en el Evangelio del Domingo: «Tengan cuidado: que sus corazones no se entorpezcan por la vida libertina, por las borracheras y las preocupaciones de la vida» (Lc 21, 34). Conviene revisarnos: ¿Se ha entorpecido mi corazón por el “libertinaje”? ¿Es mi regla hacer “lo que me da la gana”, dejándome llevar adonde mis pasiones o impulsos me lleven? ¿Tomo mi libertad como un «pretexto para la carne» (Gál 5, 13), despreciando la virtud de la castidad que todo cristiano está llamado a vivir? ¿Hago de mi libertad «un pretexto para la maldad» (1 Pe 2, 16)? ¿Digo “soy libre de hacer lo que quiero” para justificar cualquier vicio o conducta que va contra cualquiera de los mandamientos divinos? ¿Se ha entorpecido mi corazón por la “embriaguez”? El beber alcohol en exceso es un camino fácil para olvidar las penas, evadir la realidad dolorosa que no queremos afrontar. ¿Cuántas veces asumo una actitud de evasión frente al Señor que toca a la puerta de mi corazón? ¿Cuántas veces sencillamente “no quiero” encontrarme con el Señor y huyo de su Presencia, huyo de la oración profunda, porque sé que el verdadero encuentro con Cristo exige cambios o renuncias que no estoy dispuesto a asumir, que demanda despojarme de ciertas “riquezas” o “seguridades” que no quiero soltar? ¿Busco pasarla bien con alegrías y gozos superficiales y pasajeros, o con vicios y compensaciones que al pasar su efecto no hacen sino evidenciarme más aún el vacío en el que vivo? ¿Se ha vuelto pesado mi corazón por las preocupaciones de la vida cotidiana? ¿Cuánto me dejo absorber por las preocupaciones diarias que terminan ahogando la Palabra y su eficacia en mí? El Señor advierte claramente sobre el efecto de esas preocupaciones de la vida cotidiana sobre su Palabra sembrada en mi corazón: «El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto» (Mt 13, 22; ver Mc 4, 19). ¡Cuántas cosas nos preocupan, acaso muy lícitamente, preocupaciones que sin duda debo atender! Pero el corazón se hace pesado cuando nos dejamos agobiar o absorber por estas preocupaciones de tal modo que perdemos de vista el horizonte de eternidad y dejamos de lado lo más importante: buscar el Reino de Dios y su justicia (ver Mt 6, 33-34). El Adviento es un tiempo que nos invita a aligerar nuestros corazones de todo aquello que ha hecho pesada nuestra marcha hacia el encuentro definitivo con el Señor. Él viene y yo finalmente me encontraré con Él. Vivir de cara al Señor que viene no significa de ningún modo desentenderse de las realidades de este mundo, sino darles su justo valor y peso, así como trabajar por instaurarlo todo en Cristo, para construir una Civilización del Amor en la que todos los seres humanos caminen hacia el encuentro definitivo con su Señor.
S
Experiencias Pastorales de José Reyes Torres Ojeda, 2do de Teología
er joven sin sueños es vivir sin la plenitud de una juventud caracterizada por un sinfín de búsquedas e inquietudes, que hacen de esta etapa vital un camino lleno de esperanzas, guiadas y sostenidas por Cristo, ya que Él se identifica plenamente con los anhelos y expectativas más hondas de los jóvenes, quienes luchan y creen en un mejor porvenir. En este contexto, la vivencia personal de la pastoral de fin de semana, que desde el inicio del presente ciclo escolar he iniciado, ha sido el acompañamiento con el grupo juvenil San José Joven. Este grupo se reúne en el Santuario que lleva el mismo nombre; ha sido una experiencia edificante, ya que he palpado el rostro de esperanza y alegre de Cristo. He aprendido mucho de esta enriquecedora práctica pastoral, siendo diversas las vivencias que han marcado mi proceso vocacional. Una de las más significativas es la convivencia con los chavos del grupo, dado que tengo la oportunidad de escuchar y tocar su realidad, situación que me reta pero a la vez me alienta a seguir formándome como discípulo de Jesucristo. Una doble realidad he vislumbrado: primeramente, los signos de la presencia de Jesús descubiertos en la alegría y la esperanza fundada en la firme convicción de una fe viva, que alienta, fortalece e impulsa a continuar luchando por la edificación de una realidad personal y social edificada en la justicia y la paz. Por otra parte, este mismo entorno está marcado por la cultura del descarte, tan arraigada en la realidad actual, la cual conlleva la exigencia inherente de una respuesta eficaz de evangelización, por lo que es imperioso redoblar esfuerzos para contrarrestar dicha tendencia cultural. Es así que, de las situaciones
de mayor desigualdad y donde el descarte se pone de manifiesto, las escasas oportunidades ofrecidas a los jóvenes, ellos en su mayoría tienen el deseo de seguir preparándose integralmente como personas, a pesar de los insuficientes espacios educativos. Los chavos que logran estudiar es porque tienen las posibilidades económicas o hay muy pocos quienes con grandes esfuerzos adquieren apoyos gubernamentales o del sector privado. Aunado a lo anterior, se suma el desempleo juvenil, cuyas cifras van cada vez más en aumento. Realidad desalentadora, pues de los pocos puestos de trabajo vacantes, la mayor parte de las ocasiones son obtenidas no por jóvenes, sino por la experiencia laboral de personas con edad más avanzada, un ejemplo más del descarte. Por ello, el Papa Francisco en su reciente visita a Cuba, exhortó a los jóvenes diciéndoles: en la objetividad de la vida tiene que entrar la capacidad de soñar. Y un joven que no es capaz de soñar, está cerrado en sí mismo. No tengan miedo, sueñen que el mundo puede ser distinto, sueñen que si ponen lo mejor de sí mismos, van ayudar a que el mundo sea distinto. Soñar es tener esperanza y un joven sin esta virtud es un chico jubilado. Son jóvenes con tristeza existencial, que han apostado su vida al derrotismo, son jóvenes que se lamentan y que se fugan de la vida. La esperanza es sufrida, la esperanza sabe sufrir para llevar ade-lante un proyecto, sabe sacrificarse. La esperanza es fecunda y da vida ¿Son capaces de dar vida o van a ser un chico o una chica espiritualmente estéril, sin capacidad de crear vida a los demás, sin capacidad de crear amistad social, sin capacidad de crear grandeza? La esperanza es fecunda.
Comentarios: ecos_seminarioslp@hotmail.com Facebook: Guadalupano Josefino Twitter: @seminario_slp
18
Educando para el amor
Domingo 29 de noviembre de 2015
Un método positivo en la educación sexual
...Lo de Dios a Dios
Fil. Rafael Gómez M.
do hace entrega de su voluntad para renunciar al esfuerzo en la empresa de comprender y de crecer. La suerte de este tipo de educadores y educandos es vivir la angustia de la oscuridad entre la vergüenza, el miedo, la sensación de estar enfermo, las dudas sin res- puestas a: ¿será malo, será ilícito, será prohibido, será pecado?
D
ecíamos en la publicación anterior que, a las dificultades naturales para educar, se suma el que los educadores, en su propia experiencia vital, sufren una inconveniente transición en la percepción de las distintas culturas frente al sexo y frente al amor y, por consiguiente, sufre detrimento su propia percepción acerca de estos temas. Los educadores, pues, necesitan reconocer, en el recorrido de su propia vida, las convicciones que los llevan a comportarse como se comportan. De su salud mental depende su experiencia vital y su tino para ejercer métodos educativos convenientes. Quienes han sido educados, por ejemplo, bajo regímenes moralistas, tienden a magnificar los errores en la conducta sexual del educando y a clasificar tajantemente sus actos. La tendencia de su metodología educativa es a calificar mediante sentencias estrictas: bueno ó malo, lícito ó ilícito, permitido ó prohibido. Éste educador es incapaz de dar razones porque las desconoce. Se atiene sólo a lo que cree que dice la ley. Si la interpretación de la ley cambia, todo el panorama de su vida también cambia porque no tiene convicciones. De ésta forma no sabe por qué un acto es bueno ó malo, lícito ó ilícito, permitido ó prohibido. Se a-propia de sentencias y frases como: “eso no es amor, sino pasión; eso no es libertad sino libertinaje”. Sin duda, éste educador es incapaz de definir qué es amor y qué es libertad y, por ende, tampoco de definir qué es pasión y qué es libertinaje. Éste elige, prácticamente por ignorancia, el método de la inhibición, el clásico “no hacer ó dejar de hacer”. Le resulta más fácil aplicar la prohibición y la imposición; optar siempre por: “quien nada hace, nunca comete e-rrores”. De éste tipo de educadores he escuchado con frecuencia aplicar, fuera de contexto, la conocida má-xima: “quien obedece, no se equivoca”. Esto degenera en una docilidad enfermiza que parece facilitar la tarea educativa, porque el educador impone sin resistencias sus directrices y porque el educan-
La experiencia de la sexualidad es absolutamente positiva, es decir que está en el marco de la acción y no de la inacción; en el contexto del hacer y no en el de dejar de hacer. Cuando la atracción por el otro sexo toca a la puerta de la persona en los albores de la edad adulta, la persona del otro pone en movimiento su vida: suscita curiosidad, aprecio, deseo de hacerse notar, mostrar lo mejor de sí, acoger el cuerpo y el alma del otro, hacer y hacerse un bien para el otro. La percepción de lo sexual en la propia experiencia, al contrario de “quien nada hace no comete e-rrores”, toma sus mismos errores sexuales para su crecimiento. De éstas faltas toma las certezas y las convicciones de lo bueno, de lo lícito, de lo permitido. De las expe-riencias positivas descubre el valor del dominio de sí que convierte el impulso sexual en un impulso al servicio del amor y lo integra a su crecimiento y al crecimiento del otro; de ésta realidad le nacen las certezas respecto del adulterio, la infidelidad, la prostitución, el uso del otro para el propio deleite… como las expe-riencias que le impiden el crecimiento a su persona y a la persona del otro porque se retiran del contexto del amor verdadero, del diálogo, del compromiso con el bien propio y del otro. De todo esto le nace al educador y al educando la certeza de lo que debe a sí mismo prohibirse, para dar lugar a lo que debe a sí mismo permitirse. Los padres deben, pues, ayudar al hijo-a tener una idea clara de la anarquía de los instintos humanos, particularmente tiránicos, y a conseguir una visión positiva, ya que la naturaleza humana, vulne-rable y herida por el pecado, lo-a lleva por inercia “al incomprensible proceder del no hacer el bien que quiere sino el mal que no quiere…” (Rm 7, 15). Cuando la educación sexual adquiere la acentuación en lo positivo y la visión positiva de la gracia por el encuentro con Jesucristo y por el arraigo bautismal, nunca compromete la capacidad de amar, adquiere el proceso activo de la liberación de lo mejor de sí mismo para amar de verdad y para quedar siempre a disposición de lo que se debe hacer y menos pendiente de lo que se debe dejar de hacer.
La ingeniería verbal E P. David Grimaldo
n las últimas décadas la Organización de las Naciones Unidas y sus organismos afines han ela-borado todo un programa de «ingeniería verbal» con el fin de darle un nuevo sentido a las palabras y al lenguaje que tenga que ver con la familia, el aborto, la sobrepoblación, la ecología, la eutanasia, la salud, etc. El Consejo Pontificio para la Familia, editó en el 2004 un libro llamado Lexicón. Términos ambiguos y discutidos sobre familia, vida y cuestiones éticas, con el fin de ponernos al tanto de los cambios que se están haciendo en cuanto a los términos antes referidos. Mons. Michel Schooyans escribió en el 2000 el libro El Evangelio frente al desorden mundial, en el que ya hace una exposición detallada de lo que estamos diciendo. En el documento La moral cristiana frente a los “nuevos derechos” del hombre, Monseñor Schooyans nos da un resumen de dichos cambios: «En la tradición realista, la palabra familia designa la institución natural caracterizada por la unión del hombre y de la mujer abiertos a la vida. El positi-vismo considera que esa misma palabra puede muy bien también reenviar a las «familias» recompuestas, reconstituidas, mezcladas, monoparentales, etc. Estas diversas situaciones deben abrir a «nuevos derechos» correspondientes a «nuevos modelos» familiares. Así se debilitan las solidaridades naturales. La palabra matrimonio, reservada tradicionalmente al compromiso que toman una hacia la otra dos personas de sexo diferente, es actualmente utilizada para designar uniones homosexuales o lesbianas, con o sin la adopción de un niño. Esas diferentes uniones son validadas por una legislación de carácter estrictamente positivista. Del mismo modo la palabra paternidad reenvía tradicionalmente al proceso biológico por el cual el hombre, unido a su mujer, engendra un nuevo ser humano. Pero hoy en día, en virtud de «nuevos derechos», la paternidad puede ejercerse furtivamente e incluso en el anonimato. El padre biológico se limita a donar su esperma, y se compromete a apartarse delante el criador o la criadora del niño. La palabra salud reenvía al estado en que se encuentra cuando el cuerpo humano funciona bien. Pero se vio surgir «nuevos derechos» adaptados al «nuevo paradigma de la salud », es decir a una nueva manera de concebir la salud. Según este, prioridad debe desde ahora
ser dada a la salud de la Tierra Madre, del cuerpo social, eventualmente del mercado, y ya no a la de los individuos. Anticoncepción y aborto deben formar parte de ese nuevo paradigma. Según los países, a partir de la adolescencia, los padres son despojados de una de sus responsabilidades esen-ciales en el dominio de la educación de sus hijos. La ley da a los jóvenes el «derecho» de recurrir a la anticoncepción, incluso al aborto, y a espaldas de sus padres. El respeto de la vida, y en particular de la vida doliente o declinante, forma igualmente parte de la tradición realista. Es en nombre de esta tradición que fueron condenados los crímenes contra la humanidad, generalmente declarados imprescriptibles. En adelante, hay vidas que no valen la pena ser vividas. El respeto de la vida se vuelve modulable y se ve surgir «nuevos derechos» del hombre legalizando hoy día la eutanasia, condenada no hace mucho en Nuremberg, y el aborto. Del cuerpo humano, se afirma tradicionalmente que es «indisponible». No puede ser objeto de una venta, de una convención. No puede ser instrumentalizado, utilizado para fines experimentales. Desde ahora, «nuevos derechos» se traducen en prácticas tales como la fecundación in vitro, el bebé medicamento, las madres portadoras, y el aborto mismo. En su acepción habitual, la palabra género reenvía a la diferenciación sexual, a las diferencias innatas, anatómicas, fisiológicas, sicológicas entre el hombre y la mujer. Desde ahora, en nombre de «nuevos derechos», cada uno puede elegir su «orientación se-xual», su «género», e incluso cambiarlo. Las diferencias de roles entre el hombre y la mujer son presentados como puramente culturales; ellos no tienen se asegura - ningún fundamento natural. Una nueva cultura debe surgir que abolirá los resabios de la edad en que la mujer era oprimida por el hombre y aplastada por las maternidades. En la tradición realista, la palabra maternidad significa en primer lugar el proceso biológico por el cual la mujer reproduce un nuevo ser humano. Hoy día, la palabra reenvía a «nuevos derechos» que legalizan técnicas arriesgadas de maternidad asistida, de fecundación in vitro, de embarazo por encargo, etc. Otra trampa: en lectura positivista, las expresiones «maternidad sin riesgos» o «salud reproductiva», encubren la mayoría de las veces el derecho al aborto».
Domingo 29 de noviembre de 2015
Libros a la venta en las oficinas de La Red
Av. Constituyentes Poniente # 49 local 3 Col. El Pocito, QuerĂŠtaro, Qro. (Paseo Constituyentes, carretera libre a Celaya) Tel. (01 442) 216 99 23 y 196 80 94
PREVIA CITA