Semanario de la Arquidiócesis de San Luis Potosí Año 7
No. 353
Semana del 06 al 12 de diciembre de 2015
Abramos nuestro corazón a la Misericordia de Dios
C
uando escuché que el Papa había declarado un jubileo de la misericordia me alegré profundamente y no pude dejar de agradecer la bondad de un Dios que sabe más que nadie, lo que sus hijos necesitan. Nada más oportuno para estos tiempos que encontrarnos con el rostro misericordioso de Dios. Lo dice muy bien el Santo Padre: “Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre”. Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es la característica de Dios, la forma como viene a nuestro encuentro, es la que abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre a pesar de nuestro pecado. En Pascua la liturgia de la Iglesia nos transmite la increíble noticia de que el perdón auténtico existe para el hombre, no es sólo una leyenda, (algo bellísimo, pero inalcanzable). !No! Jesús ha destruido «la nota de cargo que había contra nosotros; y la ha suprimido clavándola en la cruz» (Col 2, 14). Ha destruido todo. «Ninguna condenación pesa ya para los que están en
Cristo Jesús» (Rm 8, 1). ¡Ninguna condenación! ¡De ningún tipo!. Es por eso que, como primer deber antes de empezar este tiempo de gracia, debemos creer que esa misericordia es real. Interiorizar lo que significa en nuestra vida y en la vida de la Iglesia. ¡No podemos, como cristianos, dejar cerrada la puerta de la misericordia que un Dios lleno de amor nos está abriendo de para en par! ¡Entremos de lleno en este misterio!, preparémonos para entrar por esa puerta santa que se abre este 8 de diciembre y dejemos atrás todos los miedos y dudas que nos lo impiden.
¡Ven y enciende mi Fe, Señor, para vivir en el amor!
Todo tipo de personas en todo tipo de circunstancias pueden rezar la oración que Cristo nos enseñó
L
a portada del Daily Mail de hace dos semanas no dejaba lugar a dudas en la valoración: La hipocresía de los cines. Y añadía: “Los amos del negocio vetan un vídeo del Padrenuestro de la Iglesia pero permiten que los niños vean anuncios de cerveza y de videojuegos violentos”. Efectivamente, la agencia DCM (Digital Cinema Media), que tiene entre sus clientes a las tres grandes cadenas de salas de cine del Reino Unido, decidió no emitir el vídeo de la campaña #JustPray [Simplemente, reza] que la Iglesia de Inglaterra había previsto para el 18 de noviembre antes de La Guerra de las Galaxias. Según la agencia, su contenido podía resultar “ofensivo” para algunos. ¡Hasta Dawkins lo defiende! El anuncio consiste en la reci-tación del Padrenuestro por una serie de personas realizando actividades muy variadas, sugiriendo de esa forma que cualquier momento es bueno para una oración, en particular el Padrenuestro. Tras conocerse la noticia, las reacciones fueron numerosas: el portavoz del primer ministro David Cameron consideró “ridículo” el veto; el alcalde de Londres, Boris Johnson, expresó su esperanza de que la medida sea revocada; la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, de forma más matizada, expresó su “preocupación” y dijo que “nada en la ley prohíbe a las organizaciones cristianas promo-ver su fe mediante anuncios”; y hasta el ateo más conocido de las islas, Richard Dawkins, consideró un error el veto y, dijo que “si alguien se ‘ofende’ por algo tan trivial como una oración, es que merece ser ofendido”. La Iglesia de Inglaterra, a través de su portavoz Arun Arora, se confesó “desconcertada” ante la decisión de DCM, y expresó su esperanza de que “los responsables tengan la fortaleza, como líderes de reconocer que se han equivocado y reconsideren su decisión”. No descartó acudir a los tribunales, si bien esa vía tiene difícil salida porque se trata de un veto en el ámbito de una relación comercial y libre y que, según la empresa, responde a su política de “tratar con igualdad a todas las creencias políticas y religiosas”. Un éxito de relaciones públicas... Lo cierto es que, a raíz de esta polémica, el vídeo del anuncio se ha convertido en viral y ha dado a conocer la campaña en infinidad de ámbitos no previstos. Sólo en el canal oficial de la campaña #JustPray en YouTube sumó casi 400.000 visionados en dos días, sin contar sus réplicas. Desde luego, que el lunes se rezaron en el Reino Unido más padrenuestros que el domingo.
Domingo 06 de diciembre de 2015
El terrorismo con su mensaje de muerte invita a reflexionar
L
o acontecido el 13 de Noviembre del presente año en París, Francia, la Ciudad de las Luces, impactó y rompió el corazón, y no tan sólo de los que ahí murieron sino también la sensibilidad fraterna de la familia humana esparcida por todo el mundo. Esas 7 explosiones cronométricamente planeadas y fríamente ejecutadas contando con la participación externa de terroristas y con las participación de cómplices desde el interior mismo de Francia, son una burla a los valores de la UNIDAD – LA IGUALDAD y LA FRATERNIDAD al destruir 129 personas (?) y marcando de por vida a más de 300 personas gravemente heridas (?) y sumiendo también en la orfandad y la nostalgia a tantas familias, incluyendo algunas familias mexicanas. Los terroristas asesinaron a sangre fría a un número consi-derable de personas pertenecientes a diferentes países y que en esa noche se habían dado cita en un renombrado Teatro Parisino para convivir, disfrutar y fortalecer lazos de amistad… Los terroristas no sólo irrumpieron soltando una catarata de balas asesinas sino que persiguieron a los mismos integrantes del Grupo Musical hasta sus mismos camerinos en donde se fueron a refugiar y ahí mismo los acribillaron a balazos, haciendo lo mismo con los que a su paso iban encontrando. Se hizo presente el horror; se escuchó el estampido de balas con sabor a muerte; surgió el fuego de unas detonaciones que en un segundo brillan y que en otro apagan vidas prometedoras. Ahora tan sólo no queda el silencio que siguió a estos hechos demenciales cargados de interrogantes como éstos: ¿Por qué tanta violencia? ¿Por qué tanta saña? ¿Por qué gastaron tantas horas para planear estos atentados, por qué destruyeron tantas vidas que no tenían nada que ver con sus resentimientos, con sus frustraciones y con sus ideologías? Dos son los comentarios que quiero compartir contigo. Primero: Lo que me hace reflexionar es descubrir cómo ahora Francia y Estados Unidos, que con otros 62 Países integran La Coalición Internacional en favor de la Seguridad y de la Paz Mundial, están uniendo esfuerzos para que Rusia también se una a este bloque que busca ahora proteger el mundo de actividades terroristas que con hechos como éstos pretenden sembrar el miedo y desestabilizar así la vida de todos. Al buscar a Rusia como aliado quiere decir que una superpotencia que se mantenía al margen y de alguna manera llega a prestar cierto apoyo, comprueba el hecho de que algún e-nemigo menor de la seguridad y de la paz se vuelve gigante cuando encuentra la indiferencia y la pasividad. Ahí están la visita y el encuentro en Washington de François Hollande, Presidente de Francia y de Barack Obama, Presidente del País más poderoso del mundo, como los encuentros que próximamente tendrá con la Ministro de Alemania y otros Países. Es el intento de analizar con mente fría y medidas adecuadas un hecho tan dramático y la decidida voluntad de afrontar un reto pero de acuerdo con los criterios de una Coalición Internacional que quiere atacar de frente el terrorismo que se mueve en la clandestinidad y en los subterráneos demenciales y fratricidas. El segundo comentario: La afirmación del Sínodo de Aparecida: Gracias a la comunicación el mundo se ha convertido en una aldea. Todos nos hacemos vecinos, cercanos. Nadie puede excluir-se, sentirse isla en tu Ciudad, en tu Colonia, en tu Barrio. Pero no basta la cercanía geográfica. Se requiere la cercanía que nos viene dada POR EL ESPÍRITU DE COMUNIDAD. El terrorismo de París, recuerda, es una burla de los valores por los cuales Cristo dio su vida y por los cuales, una vez resucitado, sigue luchando. La confianza y la seguridad en la victoria no nos vendrán por la fuerza y lo sofisticado de las armas sino por la sabiduría y la fuerza de la verdadera fraternidad que tiene en Cristo su verdadera fuente. ¿Qué encuentros, qué acuerdos, qué estrategias, qué iniciativas son las que tú y yo estamos programando pastoralmente desde nuestros Decanatos y desde nuestras Parroquias? Lo negativo de los ataques terroristas en París, como las búsquedas de los Jefes de Estado en estos Países nos deben dejar una carga de reflexión y una convicción de luchar por hacer presentes los valores de la unidad, la libertad y la fraternidad en los lugares en que tú y yo nos encontramos. La fe no la debemos vivir tan sólo dentro de los Templos.
Libertad y fidelidad Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! La semana pasada reflexionamos sobre las importantes promesas que los padres hacen a los niños, desde que ellos son pensados en el amor y concebidos en el vientre. Podemos añadir que, mirando bien, la entera realidad familiar está fundada sobre la promesa: se puede decir que la familia vive de la promesa de amor y fidelidad que el hombre y la mujer se hacen el uno al otro. Esta implica el compromiso de acoger y educar a los hijos; pero también se lleva a cabo en el cuidado de los padres ancianos, en proteger y cuidar a los miembros más débiles de la familia, en la ayuda recíproca para desarrollar las propias cualidades y aceptar los propios límites. Y la promesa conyugal se extiende para compartir las alegrías y los sufrimientos de todos los padres, las madres, los niños, con generosa apertura en la humana convivencia y el bien común. Una familia que se encierra en sí misma es como una contradicción, una mortificación de la promesa que la hizo nacer y la hace vivir. No olviden nunca: la identidad de la familia siempre es una promesa que se extiende a toda la familia y a toda la humanidad. En nuestros días, el honor de la fidelidad a la promesa de la vida familiar aparece muy debilitado. Por un lado, porque un derecho mal entendido de buscar la propia satisfacción, a toda costa y en cualquier relación, es exaltado como un principio no negociable de la libertad. Por otro, porque se confían exclusivamente a la limitación de la ley los vínculos de la vida de relación y del empeño por el bien común. Pero, en realidad, nadie quiere ser amado solo por sus propios bienes o por obligación. El amor, así como la amistad, deben su fuerza y su belleza a este hecho: que generan un vínculo sin quitar la libertad. El amor es libre, la promesa de la familia es libre, y esta es la belleza. Sin libertad no hay amistad, sin li-bertad no hay amor, sin libertad no hay matrimonio. Por lo tanto, libertad y fidelidad no se oponen, más bien se sostienen mutuamente, tanto en las relaciones interpersonales, como en las sociales. Sí, queridos hermanos y hermanas, la fidelidad es una promesa de compromiso que se autocumple, creciendo en la libre obediencia a la palabra dada. La fidelidad es una con-fianza que realmente se “quiere” compartir, y una esperanza que se “quiere” cultivar juntos.
Y hablando de fidelidad me viene a la mente lo que nuestros ancianos, nuestros abuelos cuentan: ¡Ah, qué tiempos aquellos, cuando se hacía un acuerdo y un apretón de manos era suficiente!, porque había fidelidad a las promesas. Y este, que es un hecho social, también está en el origen de la familia, en el apretón de manos de un hombre y una mujer para ir adelante juntos toda la vida. La fidelidad a las promesas es una verdadera obra de arte de humanidad. Si nos fijamos en su audaz belleza, nos asustamos, pero si despreciamos su valiente tenacidad, estamos perdidos. Ninguna relación de amor —ninguna amistad, ninguna forma de querer, ninguna felicidad del bien común— alcanza la altura de nuestro deseo y de nuestra esperanza, si no llega a habitar este milagro del alma. Y digo “milagro”, porque la fuerza y la persuasión de la fidelidad, a pesar de todo, no terminan de encantarnos y sorprendernos. El honor a la palabra dada, la fidelidad a la promesa, no se pueden comprar ni vender. No se pueden imponer con la fuerza, pero tampoco custodiar sin sacrificio. Ninguna otra escuela puede enseñar la verdad del amor, si la familia no lo hace. Ninguna ley puede imponer la belleza y la herencia de este tesoro de la dignidad humana, si el vínculo personal entre amor y generación no escribe la verdad del amor en nuestra carne. Es necesario restituir el honor social a la fidelidad del amor. Es necesario sacar de la clandestinidad el milagro cotidiano de millones de hombres y mujeres que regeneran su fundamento familiar, del que toda sociedad vive, sin ser capaz de garantizarlo de ninguna otra manera. No es casualidad que este principio de la fidelidad a la promesa del amor y de la generación está escrito en la creación de Dios como una bendición perenne, a la cual está confiado el mundo. Si san Pablo puede afirmar que en el vínculo familiar está misteriosamente revelada una verdad decisiva también para el vínculo del Señor y la Iglesia, quiere decir que la Iglesia misma encuentra aquí una bendición que debe cuidar y de la cual siempre aprender, antes incluso de enseñarla y disciplinarla. Nuestra fidelidad a la promesa está realmente siempre confiada a la gracia y a la misericordia de Dios. El amor por la familia humana, en las buenas y en las malas, es un punto de honor para la Iglesia.
Domingo 06 de diciembre de 2015
La Iglesia y la familia
Mensaje final de los Padres sinodales (Primera parte)
Por P. Juan José Torres Galván
N
osotros, los Padres reunidos en Sínodo en torno al Papa Francisco, le agradecemos por habernos convocado a reflexionar con él, y bajo su guía, sobre la vocación y la misión de la familia hoy. A él le ofrecemos el fruto de nuestro trabajo con humildad, en la conciencia de los límites que eso presenta. Podemos afirmar que hemos tenido constantemente presentes las familias de todo el mundo, con sus gozos y esperanzas, con sus tristezas y angustias. Los discípulos de Cristo saben que “nada hay ge-nuinamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad que ellos forman, está compuesta de hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinación hacia el Reino del Padre, y han recibido el mensaje de la salvación para comunicarlo a todos. De ahí la experiencia vital que la hace sentirse, y serlo en realidad, íntimamente solidaria con la humanidad y con su historia” (Gaudium et Spes, 1). Damos gracias al Señor por la generosa fidelidad con la cual tantas familias cristianas responden a su vocación y misión, también ante obstáculos, incomprensiones y sufrimientos. A estas familias van las palabras de ánimo de toda la Iglesia que unida a su Señor y sostenida por la acción del Espíritu, sabe que tiene una palabra de verdad y de esperanza para entregarla a todos los hombres. Lo ha recordado el Papa Francisco en la celebración con la cual se abrió la última etapa de este camino sinodal dedicado a la familia: “Dios no ha creado al ser humano para vivir en la tristeza o para estar solo, sino para la felicidad, para compartir su camino con otra persona que le sea complementaria… Es el mismo designio que Jesús… resume con estas palabras: “Desde el inicio de la creación (Dios) los hizo hombre y mujer; por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos llegaran a ser una sola carne. Así que ya no son más dos, sino una sola carne” (Mc 10, 6-8; ver Gn 1, 27; 2, 24)”. Dios “une los corazones de un hombre y de una mujer que se aman y los reúne en la unidad y en la indisolubilidad, Esto significa que el objetivo de la vida conyugal no es solamente vivir juntos para siempre, ¡sino amarse para siempre! Jesús restablece así el orden originario y originante… sólo a la luz de la locura de la gratuidad del amor pascual de Jesús aparecerá comprensible la locura de la gratuidad de un amor conyugal único y hasta la muerte” (Homilía de la Misa de apertura del Sínodo, 4 oct. 2015). Seno de alegrías y de pruebas, la familia es la primera y fundamental “escuela de humanidad” (Ver GS, 52). A pesar de las señales de crisis de la institución familiar, en varios contextos sociales, el deseo de la familia permanece vivo en las jóvenes generaciones. (Traducción del italiano: P. Juan José Torres G.)
¡No tengan miedo!
“Conozcamos y valoremos a San Juan Diego” Queridas Familias Potosinas:
Valoremos el testimonio de San Juan Diego
Les saludo con afecto y estima.
San Juan Diego es un verdadero profeta comprometido con el mensaje de María, llevándolo al Obispo Fray Juan de Zumárraga. El fue fiel guardián de la Ermita que custodiaba la preciosa imagen, y así ayudaba a transformar la vida y la historia, como dice un autor: “El y ellos iban llenando de flor y canto su vida”, haciendo presente con ello lo que nos dice san Juan 10,10: “Que haya vida y vida en abundancia”. Es decir, llena del Evangelio, la Santísima Virgen María nos trajo al Tepeyac, a las nuevas tierras de América: el Amor (Jesucristo), de Aquel por Quien se vive, ofreciéndolo a los pobres y olvidados para que tuvieran parte de ese Amor. Nosotros, viviendo y actualizando nuestro Bautismo cada día, como miembros del Pueblo de Dios y profetas, estamos llamados a llevar el Evangelio, no obstante nos cueste rechazo, críticas, etc. ¡Es la hora de hacerlo y que mejor que empezar en nuestra familia!, con nuestros vecinos, en el barrio, la colonia y unidos siempre a nuestra Parroquia, que es la que nos envía.
“…¿No estoy yo aquí?, ¿No soy tu Madre?...” En diciembre de 1531, Fray Juan de Zumá-rraga, Obispo de la Nueva España, recibió la insólita petición, por parte de un indio recién converso, llamado Juan Diego, que decía haber platicado con la Madre de Dios, de que se construyera un templo precisamente en el lugar donde había existido un santuario pagano dedicado a la diosa madre de los mexicanos. Cuando el Obispo desconfiado le pide al indio una señal, Juan Diego extiende su tilma y se pinta milagrosamente ante los ojos del Obispo, la imagen de la Virgen María de Guadalupe, la Madre del verdadero Dios. Las apariciones de la Santísima Virgen Nuestra Señora de Guadalupe Fueron cuatro las Apariciones de la Virgen a Juan Diego, antes de que este milagro hubiera quedado plasmado en ese Códice de amor. El último día, cuando el Indio Juan Diego, trató de tomar otro camino para evitar encontrarse con su Santa Madre, pues su tío estaba muy enfermo, estas son las palabras de Nuestra Madre Amorosa, que lejos de castigarle, le consuela: “Oye y ten entendido hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige; no se turbe tu corazón; no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí?, ¿No soy tu Madre?, ¿No estás bajo mi sombra?, ¿No soy yo tu salud?, ¿No estás por ventura en mi regazo?, ¿Qué mas has menester?. No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que sanó.” Ese amor manifestado a Juan Diego, esa ayuda y consuelo, es precisamente la que nos ofrece a todos sus hijos, la siempre Virgen María, “Madre del verdadero Dios por quien se vive”. Ella pidió que se le construyera un templo, “para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa, pues yo soy vuestra piadosa madre, a ti, a todos vosotros juntos los moradores de esta tierra y a los demás amadores míos que me invoquen y en mi confíen; oír allí sus lamentos y remediar todas sus miserias, penas y dolores.”
Conclusión Ahí está Ella, ahí está su Mensaje de Amor, vigente y dispuesto a aliviar nuestros corazones, y así como pudo evangelizar a cientos de indígenas, así como pudo consolidar su fe, puede ahora, como lo ha hecho a lo largo de estos 479 años, ayudarnos a reafirmar nuestra fe, convertir a los pecadores, acercar a los alejados, pero debemos acudir a Ella, escuchar su mensaje, confiarnos y aferrarnos a su cobijo. Desde aquel 12 de Diciembre de 1531, nuestra historia cambió gracias a que el mensaje de María, comunicado y testimoniado por el indígena Juan Diego (hoy santo) se sigue a-nunciando. Este mensaje ha hecho cambiar a millones de personas que han creído en el, porque sigue manteniéndose fresco y vivo. ¡No estamos solos!, la Santísima Virgen María nos ha dicho: ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¡Les felicito queridas familias potosinas, por el gran regalo que sin merecerlo nos ha llegado del cielo! Se despide y les quiere, su hermano y amigo, su Obispo,
+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero
Arzobispo de San Luis Potosí
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Nuestra historia
Pbro. José de la Cruz Rodríguez
Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortiz
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ay lugares que se conocen por la belleza de sus espacios, paisajes, edificaciones y sobre todos por sus personas. Éste es el caso de la Parroquia de Santa María del Río, S.L.P. que se caracteriza por la fe y la bondad de sus personas. Ésta parroquia fundada en 1542 ha sido cuna de innumerables sacerdotes. Celosos pastores que han contribuido de manera decisiva al engrandecimiento del Reino de Dios entre nosotros. La calidez de los habitantes de ésta parroquia queda manifiesta en sus sacerdotes: su hospitalidad, senci-llez y sobre todo su fe son características esenciales de éste bastión de la Iglesia potosina. Estos elementos eran propios del estimado P. José de la Cruz quien recientemente fue llamado a la casa del Padre. Lo conocí a su ingreso en el Seminario Menor a la Preparatoria: un joven sano que con todas las ilusiones llegaba a su casa de formación con la gran esperanza de ser un día Sacerdote de Cristo. Pronto se integró a la vida de comunidad su sencillez y apertura a todos lo hizo pronto ser un punto de referencia para la amistad y el deporte. De éste último le vino el sobrenombre: «El Torito» ya que siempre que pegaba la carrera tras la pelota lo hacía con la cabeza gacha y con toda la defensa de frente lo que asemejaba un toro. Con el paso del tiempo de «torito» pasó a ser «El Toro». Siempre sonriendo y con buen ánimo saludaba a todos sin distinción, dedicado a lo que se le encomendaba como a sus estudios fueron elementos muy nobles que siempre le acompañaron en su Ministerio Sacerdotal. El Padre José nació en la Fracción de Sánchez, Santa María del Río, S.L.P., el 20 de Marzo de 1970, hijo de Don Fortino de la Cruz y de la Sra. Amada Rodríguez. Ingresó al Seminario Menor en el año 1987, posteriormente realizó sus estudios filosóficos y teológicos que llevó a cabo en el Seminario Mayor de San Luis Potosí. El 21 de junio de 1997, el Padre José recibió la ordenación sacerdotal de manos del Sr. Arzobispo Don Arturo Antonio
Szymanski Ramírez en la Iglesia Catedral. Su Cantamisa fue gozosamente vivida por el y quienes tuvimos el privilegio de acompañarlo. Su primer destino fue como vicario de la Parroquia de Santa Catarina de Alejandría en Rioverde, S.L.P., aquí con quien siempre lo acompañaría con su amistad Mons. Lucas Martínez Lara, entonces pá-rroco de Rioverde, fueron muy fecundos sus pasos a través de su servicio pastoral en la Zona Media del Estado. Después de poco más de tres años de servicio como vicario, fue designado a la Rectoría de San Diego, cuyo proyecto como parroquia llevó a realizar, quedando como su primer párroco, el 20 de marzo de 2002. Fui testigo de este momento de bendición para ésta parte que contempla el fértil Valle del Rioverde. Aquí hubo de continuar la obra iniciada por los párrocos tanto de Ciudad Fernández como de El Refugio quienes atendían espiritualmente. Terminó las oficinas y el Curato Parroquial y muchísimas acciones pastorales que indudablemente quedarán grabadas en el corazón y la memoria de los jóvenes, niños y adultos que conocieron su empeño y trabajo. El 5 de septiembre de 2011, el P. José fue designado como párroco en San Joaquín y Santa Ana en la comunidad de Plazuela, Rioverde, S.L.P., aquí continúo con los trabajos del Nuevo Templo Parroquial así como un Teatro del Pueblo que inauguró antes de partir a su nuevo destino dejando la querida Zona Media y la calidez de su clima y sus personas. Su nueva encomienda comenzó el 28 de julio de 2014, fecha en la que tomó po-sesión como párroco en la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria en Ahualulco, S.L.P. Aquí con el gozo de un nuevo servicio pronto se apresuró a visitar cada una de sus comunidades y capillas, impulsando el trabajo con los jóvenes y los adultos. Comenzó la edificación de unos nuevos salones dedicados a la evangelización, sin embargo en su rápido peregrinar ya tenía una cita la cual era impostergable y así el día 25 de noviembre, fiesta de Santa Catarina de Alejandría patrona de su primer parroquia en la que comenzó su servicio sacerdotal, fue llamado a la Eternidad en el Hospital Ángeles de esta ciudad episcopal, el P. Benjamín Moreno Aguirre le dio los Santos Óleos y a la llegada de su mama quien se encontraba en esos días visitando a sus demás hermanos en Estados Unidos alcanzó como una gracia Di-vina despedir a su amado hijo. Sus restos fueron colocados en la capilla contigua al Templo Parroquial de Santa María del Río y su funeral estuvo presidido por nuestro Sr. Arzobispo Don Jesús Carlos Cabrero Romero y Mons. Arturo Antonio Szymanski y un nutrido grupo de sacerdotes y feligreses de los distintos lugares donde sirvió como sacerdote de Cristo. P. José de la Cruz, descanse en paz.
La misericordia nos rebasa E
P. Chava
s muy difícil amar al miserable; más aún, es imposible amar al que me ha perjudicado, y menos al que esta lleno de miserias. Y de todo eso, se trata la misericordia; miser-miseria, corde-corazón, amor al miserable. No es suficiente ser justo, es necesario ser misericordiosos. La misericordia nos habla de dar el corazón, y la justicia se refiere a la razón; a lo lógico, a lo justo. Pero la misericordia va mas allá de la lógica humana, es un amor divino, es decir viene de Dios. El Señor nos invita a ser misericordiosos. Pero eso, es humanamente imposible, que difícil es amar al que nos ha fallado. Por eso afirmamos, que la misericordia nos rebasa, es decir se encuentra más allá de nuestras fuerzas humanas. Es sencillo dar un discurso respecto a la misericordia, pero es casi imposible practicarla. Es fácil aconsejar a otros que sean misericordiosos; pero cuando nos han ofendido, no es fácil tener misericordia con nuestros deudores. Es difícil amar al que te ha herido, porque esa herida, te ha dejado débil; restándote fuerzas para poder perdonar, y así practicar la misericordia. Por eso, cuando hablamos de misericordia, entendemos que es un acto y un don que viene de lo alto, es decir, de Dios. Pero no hay que olvidar, que una actitud misericordiosa también puede ser practicada por el hombre; Dios nos da el poder, para ofrecer perdón y misericordia. La misericordia esta vinculada con el tema del amor; porque sino hay amor, tampoco habrá misericordia. Dios, que es misericordioso, pone su corazón en nosotros; nos mira con amor, aunque estemos llenos de miserias. Alguien dijo, que no es acertado decir que Dios nos ama a pesar de nuestras miserias, pero no por eso, vamos a asegurar que Dios ama la miseria; lo más correcto, es afirmar que Dios ama al miserable; no por ser miserable, sino por que es su Hijo. El verdadero amor, viene de Dios; con esto deducimos, que el amor es algo sobrenatural, no tan natural. El amor sobrepasa nuestras fuerzas humanas. Porque si sólo amamos al que nos es agradable, no estamos hablando de un verdadero amor; eso sólo puede ser una demanda, o un conveniente interés. Pero el amor que viene de Dios, se extiende no sólo al que me agrada, también va para aquel que por sus defectos o por los míos, me resulta desagradable. Por eso afirmamos, que el amor y la misericordia no son algo natural; es una fuerza que nos rebasa, que se encuentra más allá de todo poder humano. Si el amor y su extremo -que es la misericordia-, son algo sobrenatural, no por eso hay que ignorarlos; pensando que son algo humanamente impracticable. Si Dios nos pide amar y ser misericordiosos, es porque Él nos da la fuerza necesaria, para ejecutar dichos dones sobrenaturales. No hay nada que Dios pida, y que antes no nos haya dado. Y como le decía San Agustín: “Pídeme lo que quieras, pero dame lo que me pides”. Al inicio de este año, dedicado a la misericordia, no sólo hay que estudiar el tema, es necesario comenzar a practicarlo. Pero pidiendo la gracia de Dios, para poder hacerlo. Como lo hacia y decía San Pablo, al reconocer que todo lo que había logrado, no era él, sino la gracia de Dios en él.
Cambio climático L
05
Cosas y Casos de la vida
Por: P. Kino
a semana pasada estuvieron reunidos en París más de 150 jefes de estado, el tema a tratar fue “el cambio climático”. Hay tanto por hacer para cuidar la casa que Dios nos ha dado: el mundo. Yo no sé las motivaciones más profundas que los jefes de estado tengan, pues hay manifestantes que dicen que los poderosos solo están pensando en su economía, en su bienestar y no en los más necesitados. Otros se protestan porque dicen que es mucho “bla bla” y poca acción. Otros consideran que esos encuentros de jefes de estado solo es perdedera de tiempo, pues dicen una cosa y hacen otra. Otros se quejan de que no escuchan la voz del pueblo que también sufre el cambio climático. Una manifestante en Santiago de Chile portaba una leyenda que decía “gobernante, esta que es mi tierra también es tuya, y de tus hijos, no la extermines”. Hay quienes acusan a los poderosos de ser los principales de lo que está ocurriendo en la tierra, ya que son los dueños de fábricas que contaminan mares, ríos, aire, talan bosques, cazan animales de manera desproporcionada, y ni quien les diga nada. Una opinión personal es que, tienen razón en manifestar su descontento los manifestantes. Pero no nos podemos quedar ahí, ya que “enderezar” el mundo, nos corresponde a todos. Hace unos días me enteré por medios locales cómo la actual administración comenzó a limpiar alcantarillas de nuestra ciudad, y se obtuvieron toneladas de basura, y esa basura “la neta” no creo que la haya echado el gobierno. Luego me doy cuenta cómo personas que en las noches dejan su basura en las esquinas para que pase el camión, pero pasa hasta mañana y ellas la dejan con un día de anticipación, lo que ocasiona que se vean mal y que lleguen algunos perritos a ver qué encuentran de comer y destruyen las bolsas dejando un auténtico regadero de basura. Otros en sus baños tienen fugas, (y no me refiero al baño del chapo que también ahí se dio la fuga de él) me refiero a las fugas de agua que más de uno tenemos en el hogar. Tirando basura en la calle, contaminando con aerosoles que dañan el medio ambiente, incluso aerosoles baratos para “grafitiar bardas”, con el pretexto que es arte, pero entre mi arte y el arte del grafitero callejero, prefiero el mío, aunque esa es otra historia. Cuidar el mundo nos toca a todos, no solo a los jefes de estado. Al gobierno le toca una parte y a nosotros otra. Por ejemplo, si un día nuestro H. Ayuntamiento decide ir a la plaza del frente del niño del desagravio a arreglarla y pintarla, para que sea una de las más bonitas de San Luis, ya que el templo así lo amerita, a nosotros, los que vivimos cerca, nos tocará cuidarla para que se mantenga así por el bien de nuestra comunidad. PD: La plaza se encuentra en Independencia 2210. Ahí ojalá pronto nos veamos.
Los sacramentos para las personas con capacidades diferentes V Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez
Queridos lectores:
colunga46561@hotmail.com
ORDEN SACERDOTAL
Según el Directorio Pastoral de los Sacramentos, en el número 231 dice: “El orden es el sacramento gracias al cual la misión confiada por Cristo a sus apóstoles sigue siendo ejercitada en la Iglesia hasta el fin de los tiempos”. Y en el número 254, habla de que el candidato tenga las debidas cualidades, que no le afecte en el ejercicio. Y el número siguiente habla de que sea considerado útil para el ministerio de la iglesia. El c. 1041, expresa las irregularidades para recibir las órdenes: “1º quien padece alguna forma de amencia u otra enfermedad psíquica por la cual, según el parecer de los peritos, queda incapacitado para desempeñar rectamente el ministerio”. La amencia no sólo es una irregularidad sino también una incapacidad para ordenarse. Ténganse presente que por amencia se entiende la falta de uso de razón. Lo más seguro es que el amente no tenga capacidad para percatarse de lo que significa ordenarse y tampoco es capaz de intención. En cuanto a otras enfermedades psíquicas habrá que ver la gravedad de las mismas, para lo que se debe pedir la ayuda a los peritos. En cualquier caso, si la anomalía es grave, no debe ser ordenado. Lo más seguro es que se trata de un sujeto inadaptado y, por tanto, inepto para el ejercicio del ministerio c. 1051. El canon habla de quien padece y no de quien padeció la enfermedad psíquica, por lo que, si ha habido curación, no habría irregularidad. Es de aconsejar que todo candidato sea objeto de examen psicológico por parte de peritos en la materia. El c. 984, 2 del código de 1917, establecía lo siguiente: “Son irregulares por defecto: 2º Los defectuosos de cuerpo, si no pueden ejercer con seguridad los ministerios del altar a causa de su debilidad, o decorosamente a causa de su deformidad. Sin embargo, para impedir el ejercicio de las órdenes legítima-mente recibidas, se requiere un defecto mayor, y en ese caso no están prohibidos los actos que pueden realizarse debidamente”. El comentario a este canon dice: “Son irregulares por defecto corporal los siguientes: los ciegos, los sordos, los mudos, los que carecen de un pie o de una mano, los enanos, los que padecen una deformidad corporal notable, etc. El hecho de ser tuerto del ojo izquierdo no es, de suyo irregularidad. El carecer de una mano o de una pierna es irregularidad; pero es dispensable, si puede suplirse con un aparato ortopédico…”. Corresponde al obispo ver el tipo de discapacidad física para poderlo ordenar, si esta no afecta al ejercicio del ministerio y de dispensar las irregularidades e impedimentos no reservados a la Santa Sede (c. 1047. c. 14). El Directorio Pastoral de los Sacramentos, en el número 260, hace referencia a las irregularidades para recibir el orden, a tenor del c. 1041. Hasta la próxima con otro sacramento.
Momento Teológico
Construir, Cultivar, Conquistar
Misericordia y Perdón
E
Fundamento pneumatológico de la misión
P. Francisco Javier Espinoza Ayala
L
fjespinozaa@hotmail.com
a Redemptoris missio proclama que el Espíritu Santo es el protagonista de la misión de la Iglesia, de hecho el capítulo III así se titula: “El Espíritu Santo protagonista de la misión” que está dedicado a enfocar el aspecto pneumatológico de la misión cristiana y afirma que la misión de Jesús está siempre e indisolublemente ligada al Espíritu Santo. Sin embargo, antes que nada, debemos puntualizar el significado de esta palabra que para muchos nos ha de resultar desconocida “Pneumatológico”, dicha palabra viene del vocablo griego pneuma que significa “aire” o “espíritu” y que en Teología es aplicada al Espíritu Santo, por tanto, lo pneumatológico tiene que ver con el Espíritu Santo. Una vez aclarado lo anterior, podemos proseguir diciendo que en el Nuevo Testamento podemos ver que se revela una única misión divina querida por Dios Padre para la humanidad, por medio de su Hijo unigénito, Verbo encarnado y con el Espíritu Santo. El credo confiesa: “Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma Adoración y Gloria y que habló por los profetas”. La formulación de esta profesión de fe nació de la experiencia cristina del Dios trinitario y es fundamento dinámico para la misión cristiana. El Espíritu de Dios ya estaba presente en el universo desde los comienzos (Gn 1,2). Dios sopló su Espíritu en el ser humano y le donó la vida en abundancia (Gn 2,7). En el Antiguo Testamento el Espíritu obra de manera especial en el pueblo de Israel, encuentra en Moisés el jefe de Israel (Nm 11,16) y por Moisés el Espíritu es infundido sobre los 70 ancianos o jefes del pueblo (Nm 11,17.25-26). De Moisés el Espíritu pasa a Josué por imposición de manos (Dt 34,9). También lo reciben los jueces de Israel (Jc 3,10) y los primeros reyes como Saúl (1Sam 10) y David (1Sam 16,13). Sin embargo, ya desde el Antiguo Testamento destaca la figura del rey “ungido” o rey mesiánico repleto del Espíritu Santo que llevará al pueblo hacia plenitud. Esa promesa se cumplirá en Cristo que lleno del Espíritu Santo llevará a cabo la obra de la redención. Es notable cómo previo a su misión mesiánica es ungido por el Espíritu Santo en su bautismo en el Jordán (Mc 1,8-11). Esto nos hace pensar, en cómo la donación del Espíritu Santo siempre va encaminada a una misión concreta, cuando Dios envía, no envía solo, sino que con la asistencia del Espíritu Santo fortalece a la persona para que lleve a cabo la misión que le es encomendada. El Espíritu santo acredita al enviado como enviado por Dios que no va en nombre propio sino como mensajero de Dios. La Iglesia, al ser enviada a evangelizar al mundo es también fortalecida con el don del Espíritu santo que recibimos en nuestro bautismo. En conclusión, la misión del Padre que envía junto a su Hijo al Espíritu Santo lleva como finalidad la salvación del ser humano y en cuya misión, todos formamos parte.
Por: Padre Memo Gil
“El Señor es muy justo y compasivo, nuestro Dios está lleno de ternura…” (Sal 116,5) “El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades. Él es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar”. (Sal 103,3.8) “Renuévense en la mente y en el espíritu y revístanse de la nueva condición humana”. (Cf. Ef 4,23-24)
s muy común que cuando nos sentimos injustamente tratados, pensemos en tratar de la misma manera a quienes nos han hecho un daño injustificado. Somos llevados en nuestro interior a prepararnos para pagar de la misma manera en la primera oportunidad que tengamos. Pues en nombre de la justicia y de nuestros derechos, llegamos a pensar definitivamente que quien nos la hace, nos la paga. Este proceder, muy humano, genera en nosotros pensamientos negativos, que nos hacen mucho daño a nosotros mismos. Y, al mismo tiempo, no nos permite ver con claridad y objetividad el comportamiento de los demás hacia nosotros. Es muy triste constatar, que nos concentramos tanto en el mal con que se nos ha perjudicado, que gastamos demasiadas energías en elaborar un plan de contra-ataque. Y demostrar así que no estamos dispuestos a quedarnos de brazos cruzados ante el daño del que hemos sido objeto. Y por lo tanto, que quienes nos lo hicieron se atengan a las consecuencias. Iniciándose así, una espiral de resentimiento, rencor y odio, que no nos llevará a nada bueno. Pues si alguien ya nos hizo daño, nosotros nos lo seguimos haciendo con ésa actitud. Y no hay nada peor que acabar siendo esclavos de deseos de venganza y revanchismo. Debemos asumir un proceso de sa-nación interior que nos lleve a encontrar en el perdón, una experiencia liberadora y de superación. Ya que, el daño que hayamos sufrido, seguirá latente en nosotros, en la medida en que nosotros mismos no nos deshagamos de él. Sólo nosotros somos capaces de determinar qué es lo que debe permanecer en nuestro interior, tanto para favorecernos, como para
perjudicarnos. Y no hay nada mejor que tratar de estar siempre en paz con nosotros mismos. Para estar bien con los demás y, por lo mismo, estar también bien con Dios. Entonces, cuando somos conscientes de las veces que hemos sido perdonados, y que hemos hecho la experiencia de vivir la misericordia de Dios, por ejemplo, en nuestra vida. Seremos entonces capaces también, de ofrecer esto mismo a los demás. El ser humano es realmente más humano y plenamente libre, cuando sabe perdonar y actúa con misericordia. Pero, siendo realistas, esto no es nada fácil. Debemos contar con Dios y su gracia para lograrlo, haciendo un camino de purificación interior. Viviéndolo como un proceso de purificación y perdón, es que el ser humano se hace más auténtico. En esto reside la clave para lograr ejercitarnos en la práctica del perdón. En saber que Dios nos perdona y nos ofrece siempre su misericordia. Basta que nosotros tengamos estos mismos sentimientos hacia los demás. Evidentemente que es una lucha personal y un gran reto. Pero tenemos el espíritu y la sufi-ciente inteligencia para lograrlo. Aún cuando a nuestro alrededor, la actitud de muchas personas nos indique lo contrario. Pensemos siempre en la diferencia que hará para nosotros y para nuestro entorno, el que podamos remar contracorriente. Y tengamos así una vida más positiva. No olvidemos, que para poder ser perdonados y tratados con misericordia, debemos actuar de la misma manera. Y aunque el cambio en nuestra manera de pensar y en nuestras actitudes, no se puede dar de la noche a la mañana. Será siempre un buen comienzo, iniciar desde pequeños gestos de perdón.
El santo de hoy
San Nicolás de Bari 6 de diciembre
Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y como en alemán se llama “San Nikolaus”, lo empezaron a llamar Santa Claus, siendo representado como un anciano vestido de rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños. De San Nicolás escribieron muy hermosamente San Juan Crisóstomo y otros grandes santos, pero su biografía fue escrita por el Arzobispo de Constantinopla, San Metodio.
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an Nicolás, cuyo nombre significa “protector y defensor de los pueblos” fue tan popular en la antigüedad que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos. Era invocado por los fieles en los peligros, en los naufragios, en los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, consiguiendo éstos favores admirables por parte del santo.
Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Unos de sus tíos era obispo y fue éste quien lo consagró como sacerdote, pero al quedar huérfano, el santo repartió todas sus riquezas entre los pobres e ingresó a un monasterio. El santo murió el 6 de diciembre del año 345. En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde fue obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de católicos sacó de allí, en secreto, las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en Italia. En esta ciudad se obtuvieron tan admirables milagros por su intercesión, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa. Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía.
07 Por Luis Marino Moreno
LA NUEVA ESCLAVITUD en la economía global
Kevin Bales Siglo XXI de España Editores, 2000 322 páginas.
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a esclavitud es ilegal, pero existe y está creciendo rápidamente en todo el mundo. En el primer libro que investiga este resurgimiento global, Kevin Bales calcula que en la actualidad hay más de 27 millones de esclavos, una cantidad superior al total de los africanos que fueron trasladados a América durante el tráfico trasatlántico de esclavos. Bales entrevista a esclavos, amos y funcionarios públicos para mostrar la vida de los esclavos, incluyendo a los ladrilleros de Pakistán, las prostitutas de Tailandia y las esclavas domésticas de Europa. A través del libro, Bales descubre las fuerzas económicas y sociales que sostienen la esclavitud, desde la corrupción de los gobiernos locales hasta la complicidad de las compañías multinacionales. Bales señala con exactitud quién se beneficia de los increíbles ingresos que genera la nueva esclavitud. La esclavitud es sin duda una de las peores violaciones de los derechos humanos. Para poner fin a tales violaciones hay que mostrar voluntad política y dar protección a los vulnerables. Bales ofrece su-gerencias para que los individuos y los gobiernos combatan la esclavitud, y describe diversas acciones contra la esclavitud llevadas a cabo con éxito por organizaciones locales e internacionales
Kevin Bales es profesor del Instituto Roehampton en la Universidad de Surrey (Inglaterra) y el mayor experto en esclavitud contemporánea.
P. José de la Cruz Rodríguez
fue llamado a la Casa del Padre La Iglesia Potosina y nuestro Semanario La RED, nos unimos en oración por el eterno descanso de nuestro amigo y hermano sacerdote José de la Cruz Rodríguez, párroco de Nuestra Señora de la Candelaria en la Cabecera municipal de Ahua-lulco. El Padre José nació en la Fracción de Sánchez el 20 de Marzo de 1970, hijo de don Fortino de la Cruz y de la Sra. Amada Rodríguez. Entró al seminario menor en el año 1987, posteriormente ingresó a sus estudios filosóficos y teológicos que llevó a cabo en el Seminario Mayor de San Luis Potosí. El 21 de junio de 1997, el Padre José recibió la ordenación sacerdotal de manos del Sr. Arzobispo Don Arturo Antonio Szymanski Ramírez en la Iglesia Catedral. Su primer destino fue como vicario de la Parroquia de Santa Catarina de Alejandría en Rioverde, San Luis Potosí. Después de poco más de tres años de servicio como vicario, fue designado a la Rectoría de San Diego, cuyo proyecto como parroquia llevó a realizar, quedando como su primer párroco, el 20 de marzo de 2002. El 5 de septiembre de 2011, el P. José fue designado como párroco en San Joaquín y Santa Ana en la comunidad de Plazuela hasta el 28 de julio de 2014, fecha en la que tomó posesión como párroco en la parroquia de “Nuestra Señora de la Candelaria” en Ahualulco hasta el día 25 de noviembre, fiesta de Santa Catarina de Alejandría patrona de su primer parroquia en la que comenzó su servicio sacerdotal, día en el que falleció.
P. José de la Cruz Rodríguez, descanse en paz.
Iglesia Universal BANGUI.- «En todos lados, pero sobre todo allí donde reina la violencia, el odio, la injusticia y la persecución, los cristianos están llamados a dar testimonio de este Dios que es amor» y a «ser los artesanos de una paz fundada en la justicia». Estas palabras pronunciadas por el Papa después de la apertura de la Puerta Santa de la catedral de Bangui son casi una explicación de la decisión de Francisco de «anticipar» el inicio del Jubileo de la Misericordia en un país, como la República Centroafricana, ensangrentada por la guerra civil y afligida por la pobreza, no obstante posea grandes riquezas naturales. BANGUI.- Según la ONU, desde 2013 aproximadamente un 25 por ciento de los cinco millones de habitantes de la República Centroafricana son desplazados internos. El Papa Francisco quiso visitar a un grupo de ellos en el campo de la parroquia San Salvador, en Bangui. Pero antes, estos niños amenizaron la espera con sus bailes y canciones. Francisco entró a pie y se detuvo primero para saludar a los más pequeños y a algunas personas enfermas. Una de las mujeres de la parroquia le agradeció su visita y deseó que sea semilla de reconciliación. Después, el Papa improvisó algunas palabras y les pidió que repitieran un mensaje: “Todos somos hermanos”. KENIA.- Impulsar la cultura del cuidado de los seres humanos y de su dignidad, del ambiente y de los recursos naturales y recordar que el clima es un bien común de la humanidad, son algunas de las exhortaciones que reiteró el Papa Francisco en su denso discurso en español, que recibió grandes aplausos en numerosas oportunidades. Con el telón de fondo de su Encíclica Laudato si’, hizo hincapié en su llamamiento a la responsabilidad de las naciones, de la política, de la economía, de la ciencia, de la medicina y de la comunidad internacional.
Iglesia de México MÉXICO.- El Patriarca Maronita de Antioquía y de todo Oriente, Boutros Rai, celebró una Misa en la Basílica de Guadalupe, y puso a los pies de la Virgen Morena su plegaria por la paz del mundo, y en especial la de Oriente Medio. “Que reine la paz en todos los pueblos y en Medio Oriente, en estos tiempos de guerra y de conflicto”, dijo durante la homilía. También habló del Sínodo de Obispos que tuvo lugar en Roma y que estuvo dedicado a la familia, y ante la Virgen Morena, el Patriarca pidió por las familias mexicanas y las de todo el mundo, con el deseo de que “descienda sobre ellas el desarrollo y el bien.” “Virgen de Guadalupe y San Juan Diego, les pedimos que las familias cristianas de todo el mundo puedan vivir en paz”, dijo. GUADALAJARA.- Con un lleno total, se celebró la primera Misa multitudinaria en el Templo que se construye en el Cerro del Tesoro. El Cardenal Francisco Robles exhortó a vivir los valores a plenitud. Desde temprana hora del domingo 22 de noviembre, cientos de Laicos comenzaron a reunirse, tanto en la Estación “Santuario” del Tren Ligero como en el cruce de las Avenidas Colón y Patria, para iniciar el peregrinar al Santuario de los Mártires, sitio que les recuerda la Fe de hombres y mujeres que ofrendaron su vida, en congruencia con sus valores y creencias. MORELIA.- Su Santidad Francisco se ha dignado nombrar Obispos Auxiliares de la Arquidiócesis de Morelia al Rev. Pbro. Víctor Alejandro AGUILAR LEDESMA, al presente Párroco de la Parroquia de El Señor de la Clemencia en Moroleón Gto.; y al Rev. Pbro. Herculano MEDINA GARFIAS, al presente Ecónomo y Formador del Seminario Mayor de Morelia. Mons. Aguilar nació el 05 de abril de 1965. Fue ordenado Sacerdote el 10 de diciembre de 1989 en la Iglesia Catedral de Morelia por imposición de manos del Excmo. Sr. Arz. Don Estanislao Alcaraz Figueroa. Mons. Medina nació el 27 de octubre de 1967 en la Ciudad de Hidalgo, Michoacán. Recibe la Ordenación Presbiteral el 15 de febrero de 1996, por manos de S.E. Mons. Alberto Suárez Inda, Arzobispo de la Arquidiócesis de Morelia, hoy día Cardenal de la misma.
Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- Una vez que el Santo Padre haya hecho la apertura del Jubileo en Roma, la Iglesia Potosina también lo llevará a cabo de manera solemne el 13 de diciembre, Domingo III de Adviento, conocido como “Domingo del Gaudete” por su singular invitación a la alegría. Por eso, nuestro Arzobispo, Don Jesús Carlos ha convocado a todo el Pueblo de Dios, a reunimos ese día en la Santa Iglesia Catedral, a las 12:00 hrs, para celebrar la Eucaristía y dar inicio en ella al Jubileo Extraordinario de la Misericordia. En ese mismo Domingo nos pide a que asistamos en cada parroquia, y de una manera especial en aquellos lugares designados como lugares de peregrinación para la apertura del Jubileo con una Solemne Eucaristía.
La Visita Salvadora
Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
“El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías: “Una voz grita en desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos desparejos. Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios” (Lc 3,1-6).
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an Lucas es el Evangelio de Grecia. La ubicación histórica que ofrece a sus lectores, al situar la incursión de la Palabra de Dios en la historia, señalando las figuras gobernantes del momento, es sumamente importante para un pueblo culto y pensador como el de Macedonia y Acaya (hoy Grecia). Por otro lado, y ante todo, para San Lucas es fundamental especificar la entrada concreta de Jesús en la historia de los hombres. Juan Bautista tiene un vínculo muy estrecho con Jesús, esto lo destaca San Lucas más que ninguno de los otros tres evangelistas, llegando a señalar un parentesco entre ambos y un contacto entre ellos ante de ser dados a luz. Las coordenadas históricas que el tercer evangelista ofrece para situar la era de Jesús, que inicia con el ministerio del Bautista, señala la madurez de los tiempos. San Lucas tiene el cuidado de indicar quienes son la figuras gobernantes en el imperio romano y en Palestina en ese momento. La solemne ubicación histórica se debe a un acontecimiento que cambia la historia de los hombres: la Palabra de Dios. En esta ocasión la Palabra prepara la llegada de Jesús a través de Juan el Bautista. Esto revela que la Palabra de Dios mueve la historia, no se queda en el interior del templo, sino que toca el mundo y su desenvolvi-miento, hasta afectar todas sus coordenadas.
Geográficamente, la línea del río Jordán limita el ministerio de Juan. Su Bautismo es de conversión, por eso Juan es el inicio de la era de Jesucristo, porque todo comienza con el llamado a la metanoia o cambio de mentalidad, un cambio que tiene lugar cuando el que es confrontado o interpelado se deja modelar, se deja formar y transformar por la Palabra de Dios. Además, a pesar de esos límites geográficos, circunscritos al río Jordán, la Palabra de Dios que actúa en el Bautista tiene un alcance universal, así lo define la conclusión del texto diciendo: todos verán la salvación de Dios. Juan Bautista propone fundamentalmente preparar el camino del Señor. La preparación de dicho camino implica disponerse para recibir la llegada de Jesús, a fin de que nada la retrase o la impida, se debe garantizar la ausencia de obstáculos que impidan su realización. El mensaje del texto del profeta Isaías que cita San Lucas es leído con un Nuevo contexto histórico con la llegada de Jesús, que es de alguna manera comparada con las visitas que realizaba el emperador a las provincias de su imperio, las cuales, solían traer beneficios a los ciudadanos del imperio. Jesús hace realidad la profecía de Isaías y, con su visita o entrada a la historia humana, es el verdadero benefactor de nuestra necesitada humanidad .
Misericordiosos como el Padre R ecordemos que el logo y el lema del Año Jubilar son una buena síntesis de lo que será este año de la Misericordia. Con el lema ‘Misericordiosos como el Padre’ se propone vivir la misericordia siguiendo el ejemplo del Padre, que pide no juzgar y no condenar, sino perdonar y amar sin medida. El logo –obra del jesuita Marko I. Rupnik- se presenta como un pequeño compendio teológico de la misericordia. Muestra, en efecto, al Hijo que carga sobre sus hombros al hombre extraviado, recuperando así una imagen muy apreciada en la Iglesia antigua, porque indicaba el amor de Cristo que lleva a término el misterio de su encarnación con la redención. El dibujo se destaca el Buen Pastor que toca en profundidad la carne del hombre, y lo hace con un amor
capaz de cambiarle la vida. El Buen Pastor con extrema misericordia carga sobre sí la humanidad, pero sus ojos se confunden con los del hombre. La escena se coloca dentro de la mandorla que es también una figura importante en la iconografía antigua y medieval por cuanto evoca la presencia de las dos naturalezas, divina y humana, en Cristo.
Los tres óvalos concéntricos, de color progresivamente más claro hacia el externo, sugieren el movimiento de Cristo que saca al hombre fuera de la noche del pecado y de la muerte. Por otra parte, la profundidad del color más oscuro su-giere también el carácter inescrutable del amor del Padre que todo lo perdona.
Retiro de Adviento con planteles educativos
Por: Gustavo Alejandro García Vargas
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l pasado 28 de noviembre se llevó a cabo el retiro de Adviento para más de 20 colegios católicos, en la que estuvieron presentes Directivos, Maestros y asesores de estos planteles educativos y de los diversos niveles escolares. El retiro fue en el auditorio “Ignacio Montes de Oca” de la Casa de Acción Católica, convocado por el titular de Educación y Cultura, el Pbro. Salvador González Vázquez. Comenzando con la exposición del Santísimo Sacramento, para después dar inicio con la formación en la que se trataron los temas en cuestión de la misericordia y de la esperanza.
Festividad en Santa Catarina de Alejandría
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l pasado 25 de noviembre la Parroquia de Santa Catarina de Alejandría en Rioverde, S.L.P., se vistió de gala para recibir al Sr. Arzobispo Don Jesús Carlos Cabrero Romero y presidir la Concelebración Eucarística en honor de su Santa Patrona Santa Catarina de Alejandría. Un gran número de sacerdotes acompañaron al Párroco Juan Carlos Carrera y a los vicarios el Pbro. Cristian González Facundo y el Pbro. Ramiro Hernández Herrera, para festejar a la santa patrona de la parroquia de Rioverde. Emotivas palabras dirigió el Sr. Arzobispo al pueblo de Rioverde, al invitarles a vivir a ejemplo
de esta gran santa, a cultivarse en el estudio de las Sagradas Escrituras y a ser agradecidos con Dios. Fueron días de fiesta durante la novena, que dio inicio con el Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes dando inicio en el marco de la solemnidad Cristo Rey del Universo, con unción de los enfermos; hubo gran participación de los fieles con peregrinaciones, entradas de cera de la vida consagrada, institutos y movimientos de la parroquia, vigilia de adoración nocturna, imposición de sotana a los nuevos monaguillos, carros alegóricos y presentaciones en el teatro del pueblo.
Toma de posesión del Pbro. Darío Martín Torres Sánchez L
“Bendito el que viene en el nombre del Señor”
as puertas de la Parroquia de Nuestro Padre Jesús en Salinas, S.L.P., se abrieron de par en par para recibir al Pbro. Lic. Darío Martín Torres Sánchez, quien tomó posesión como Párroco de este Templo Pa-rroquial. El P. Darío Martín fue recibido por los fieles, quienes le dieron la más cordial de las bienvenidas y le felicitaron por este nuevo nombramiento que le confirió el Arzobispo, Jesús Carlos Cabrero Romero. Fue el Vicario General de la Arquidiócesis Potosina, Pbro. Benjamín Moreno Aguirre, quien presidió la celebración Eucarística en la que tomó posesión como Párroco de Nuestro Padre Jesús en Salinas y le hizo entrega de las llaves del Templo y del Sagrario. Previamente se leyó el nombramiento oficial e hizo un recorrido con el Padre Darío Martín, llevándolo a la entrada del Templo, al Confesionario, a la Pila Bautismal y al Sagrario, lugares simbólicos de su Ministerio Sacerdotal, donde ejercerá su misión. Un momento muy especial, fue cuando hizo su profesión de Fe y renovó sus votos sacerdotales, comprometiéndose a velar por los fieles del Templo. También se le dio la bienvenida a los dos nuevos Vicarios Parroquiales, que colaborarán con el Padre Darío Martín: Luis Esteban Reyes Perfecto y Anastasio Alejandro Reyna Dávila. Fieles de la Parroquia de San Juan de Guadalupe acudieron a Salinas para entregar al Padre Darío Martín, para despedirse de él y para pedir a Nuestro Padre Jesús que lo ilumine, lo fortalezca y los bendiga en su Ministerio Sacerdotal.
Por: Angélica Maldonado Morales
¡¡¡P. Darío, Dios le bendiga, ilumine y fortalezca en sus labores pastorales!!!.
Toma de posesión del Pbro. Juan Carlos Sotelo
Por: Gustavo Alejandro García Vargas
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on la profesión de fe y juramento de fidelidad el Pbro. Juan Carlos Sotelo, tomó posesión en la parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo en la Col. Garita de Jalisco. Se le entregaron las llaves del templo, del Sagrario, el bautisterio, libros, sellos y el nuevo confesionario. Que Dios derrame sus bendiciones sobre el padre Juan Carlos Sotelo para que cumpla con fidelidad la tarea que le ha sido encomendada, con la disposición de todos los fieles. El Pbro. Carlos Ochoa agradeció a todos familiares y amigos quienes lo despidieron en medio de aplausos, realizó un recorrido por toda la colonia para despedirse.
Toma de posesión del Pbro. José Elías Rangel
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on mucha alegría la comunidad Parroquial de Puente del Carmen, recibió a su nuevo Sr. Cura. Pbro. José Elías Rangel Salazar, se firmó la entrega de libros eclesiásticos; los firmantes fueron el Vicario General el Pbro. Gerardo Vaglienty Rivera, el Decano Pbro. José Luis Grimaldo y el Secretario del Decanato el Pbro. Juan Miguel Rincón Medina, después se continuó con la Sagrada Eucaristía presidida por el Vicario General Gerardo Vaglienty Rivera dándole nombramiento y el nuevo Sr. Cura Pbro. José Elías Rangel Salazar, la homilía fue a cargo del Pbro. Juan Jesús Priego Rivera exhortando a la Comunidad Parroquial “de que una Comunidad dividida no puede acrecentar el Reino de Dios ya que se necesita de la unión”.
Estuvieron acompañando al nuevo Sr. Cura, sacerdotes del Decanato San Pío X y sacerdotes provenientes de la ciudad de San Luís Potosí.
Domingo 06 de diciembre de 2015
Retiros de Adviento de catequistas
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on gran alegría y entusiasmo la Dimensión Pastoral de Catequesis (DIPAC) dio inicio en los pasados días 22, 28 y 29 de noviembre, el retiro de Adviento para los catequistas de las zonas de San Luis Portosí. A dichos retiros han acudido catequistas con entusiasmo e interes por el inicio del año de la misericordia. Se realizaron en la Zona Media con sede en Cerritos, en el decanato Santa María, en la capital en la casa de la Acción Católica y en la Zona Altiplano con sede en Villa de Ramos. En todos los retiros con un gran número de asistencia. En cada uno de los retiros se reflexionó sobre la “Misericordia en el hermano”. Hoy el catequista está llamado a mostrar aquel amor misericordioso de Dios Padre. “Quien desea ser misericordioso, necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero a-bierto a Dios”.
Retiro en Zona Centro
Retiro en Zona Media
Retiro en Santa María
La Indulgencia Celebrando al Señor
Historia y Significado
¡Pónganse en camino!
Discípulos misioneros
(Tercera Parte)
P. Pedro Mexquitic Arredondo lesia. Al confesar sus propios pecados, el creyente recibe verdaderamente el perdón y puede acercarse de nuevo a la Eucaristía, como signo de la comunión recuperada con el Padre y con su Iglesia. (IM, n.9)
La Teología de la indulgencia en la Bula Incarnationis mysterium La más reciente recuperación, a nivel magisterial, de una teología de la indulgencia antes de la Bula Misericordiae vultus del Papa Francisco aparece en la Bula de convocación del gran Jubileo del Año 2000, Incarnationis mysterium (= IM) de Juan Pablo II. En este documento, en particular los nn. 9-10, el tema sobre el cual estamos reflexionando viene afrontado sobre el fundamento de la enseñanza tradicional, pero también con una notable atención a la teología más reciente y renovada. La perspectiva con la cual la Bula IM afronta las indulgencias es aquélla de una lectura en conjunto en el grande cauce de la tradición del sacramento de la penitencia. Otro signo característico, muy conocido entre los fieles, es la indulgencia, que es uno de los elementos constitutivos del Jubileo. En ella se manifiesta la plenitud de la misericordia del Padre, que sale al encuentro de todos con su amor, manifestado en primer lugar con el perdón de las culpas. Ordinariamente Dios Padre concede su perdón mediante el sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación. En efecto, el caer de manera consciente y libre en pecado grave separa al creyente de la vida de la gracia con Dios y, por ello mismo, lo excluye de la santidad a la que está llamado. La Iglesia, habiendo recibido de Cristo el poder de perdonar en su nombre (cf. Mt 16, 19; Jn 20, 23), es en el mundo la presencia viva del amor de Dios que se inclina sobre toda debilidad humana para acogerla en el abrazo de su misericordia. Precisamente a través del mi-nisterio de su Iglesia, Dios extiende en el mundo su misericordia mediante aquel precioso don que, con nombre antiguo, se llama « indulgencia ». (IM, n.9) Hasta aquí el paralelismo entre las indulgencias e la “indulgencia” representada por el sacramento de la penitencia mira solamente al ámbito general de una afinidad todavía no del todo definida y específica. Pero ya esta primera premisa constituye la declaración del horizonte propio en el cuál inserir la praxis específica de la indulgencia: El sacramento de la Penitencia ofrece al pecador la « posibilidad de convertirse y de recuperar la gracia de la justificación », obtenida por el sacrificio de Cristo. Así, es introducido nuevamente en la vida de Dios y en la plena participación en la vida de la Ig-
A este punto, se siente justamente la necesidad de poner a la luz un elemento cualificante de la reconci-liación, que caracteriza toda celebración sacramental del perdón. Esta conciencia del perdón de parte de Dios ha sido siempre acompañada de la justa exigencia que el hombre responda a la gracia de Dios con la propia libertad. De aquí deriva también el título antiguo con el cuál la tradición llamaba la reconciliación, baptismus laboriosus, bautismo que comporta fatiga y sufrimiento. Esto se debe al hecho que la dimensión de la respuesta de la libertad limitada del hombre a la gracia divina no es accesoria, sino esencial al sacramento. Como bien subraya la Bula: Sin embargo, desde la antigüedad la Iglesia ha estado siempre profundamente convencida de que el perdón, concedido de forma gratuita por Dios, implica como consecuencia un cambio real de vida, una progresiva eliminación del mal interior, una renovación de la propia existencia. (IM, n.9) La afirmación es importante e individua puntualmente el lugar propio de la indulgencia, o sea, aquélla re-lación con la pena temporal del pecado, que es lugar histórico, antropológico y comunitario, lugar de re-lación con la conversión. Por esto inmediatamente después se siente la necesidad de agregar: El acto sacramental debía estar unido a un acto existencial, con una purificación real de la culpa, que precisamente se llama penitencia. El perdón no significa que este proceso existencial sea superfluo, sino que, más bien, cobra un sentido, es aceptado y acogido. (IM, n.9). Una lectura superficial de este paso podría correr el peligro de no tomar la importante afirmación según la cual la penitencia no es simplemente el momento existencial que sigue a aquél sacramental, pero es parte integrante del sacramento como tal. Es el sa-cramento de la reconciliación que contiene y exige a su interno la penitencia. En el probar el sufrimiento de la pena, el cristiano elabora la propia culpa sacramental. Todavía aquí se demuestra en modo flagrante como una real recomprensión teológica de la indulgencia presuponga y a su vez, promueva una refle-xión más cuidada y correcta sobre la integral figura del sacramento de la reconciliación, comprendido de todas sus dimensiones (arrepentimiento, confesión, satisfacción, absolución, acción de gracias) y no estilizado simplemente sobre el binomio (abstracto) confesión-absolución. Es obvio que se deba reafirmar el primado de la gracia de Dios sobre la respuesta del hombre, pero tal res-puesta no es absorbida por la gracia, sino más bien es de ella que queda plenamente e irrevocablemente posible. El perdón que la celebración sacramental realiza no dispensa de la fatiga de la conversión, sino inaugura su posibilidad: El perdón no significa que este proceso existencial sea superfluo, sino que, más bien, cobra un sentido, es aceptado y acogido. (IM, n. 9) (continuará...)
Pre CONIAM
Parroquial en la Col. Tercera Grande
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l pasado sábado 31 de octubre la parroquia del Inmaculado Corazón de María, de la colonia Tercera Grande llevó a cabo el Pre-CONIAM Parroquial. La cita fue en la casa de Pastoral de dicha parroquia, en punto de las 4:00 p.m. donde cerca de cien niños llegaron con alegría y dispuestos a participar y reflexionar sobre la labor misionera de la Iglesia. Se inició con un momento de dinámicas y con las palabras de bienvenida del Párroco, el Padre Juan José Torres Galván, quien amablemente y de manera calurosa alentó a los asistentes a ser parte importante de la misión, la cual empieza desde los más pequeños. Posteriormente se hizo la conformación de tres grupos para así participar en tres módulos misioneros. Los temas fueron: La Misión y los misioneros; la Infancia y Adolescencia Misionera, sus patronos y modelos; y la Iglesia en salida. Más tarde en cada módulo se realizó el rezo del Rosario Misionero haciendo hincapié en los niños y adolescentes la necesidad de la Iglesia de enviar misioneros a la tarea evangelizadora. El encuentro culminó con el compartir de un pequeño refrigerio. Agradecemos al Padre Juan José por su invitación, a la comunidad de hermanas religiosas que colaboran en la Parroquia y a los padres de familia que permitieron que sus niños participaran. Parroquia Inmaculado Corazón de María… en camino al CONIAM 2017
Domingo 06 de diciembre de 2015
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Celeste y sus hermanos
Por: Juan Jesús Priego
Unos esposos amigos míos tienen tres hijos: uno de 20 años, Luis; otro de 17, Juan; y una de 9, Celeste. Los tres son simpatiquísimos, pero Celeste lo es mucho más. Una noche en que mis amigos me invitaron a cenar en su casa, a la hora del postre precisamente, la conversación dio un salto inesperado y de girar en torno al calentamiento global, la caída de la bolsa de Nueva York, el alza inexplicable del dólar y el nuevo par de zapatos de Paris Hilton, fue a parar –como un balón que nadie pudiera detenera lo caro que se había puesto todo. La madre, por lo pronto, hacía cuentas: restaba, dividía –nada de sumas ni de multiplicaciones-, hasta que por último exclamó: -¡Si hubiéramos tenido sólo dos hijos, ahora no lo pasaríamos tan mal! Y los tres jovencitos, al escuchar tan terribles palabras, se lanzaron miradas escrutadoras. Yo quería morirme allí mismo de la pena, pues aquellas palabras impensadas contenían un mensaje oculto dirigido a sus hijos, una flecha apuntada al centro mismo de su corazón. Yo sé que la buena señora no había medido el alcance de lo que acababa de decir, pero sus palabras, aun para un interlocutor poco inteligente, no podían significar más que esto: «Uno
de ustedes, hijitos, está de más. Hay aquí, en esta mesa, por lo menos uno que nunca debió na-cer». Los muchachos guardaron durante un buen rato un silencio casi luctuoso. Y así se hubieran quedado el resto de la noche si Celeste no se hubiera levantado de la silla para decir: -Mamá, supongamos que hubieras tenido sólo dos hijos; supongamos que así hubiera sido; pero, entonces, ¿qué hubiera sido de Luis? ¿Qué habría pasado con Juan? Uno de los dos no estaría aquí. ¡Y yo los quiero mucho, mamá! Todos nos reímos: la situación estaba salvada. Y todo por la ingenuidad de esa niña, Celeste, que como quiera que sea se apuntaba en la lista de los vivos. A la pobre ni siquiera le pasó por la cabeza que la ausente eterna bien hubiera podido ser ella, y que lo habría sido con toda seguridad, pues el orden de los nacimientos lo exigía así. De no haber habido un tercer hijo, ella hubiera tenido que pagar los platos rotos. ¡Qué bueno que sus papás decidieron tener tres hijos en vez de dos! Aquella cena me hizo pensar en lo paradójicos que son los hombres de esta época que, por un lado, dicen amar a los niños y hasta redactan declaraciones para defender sus derechos, pero que, por el otro, los odian al grado de no querer ya tenerlos; por un lado todos confiesan adorarlos, pero al mismo tiempo hacen todo lo posible por evitarlos. «Examínese la literatura especialmente amorosa –escribe Gustave Thibon (1903-2001)- desde la historia de Tristán e Isolda hasta las novelas rosa que deleitan a las modistillas; sorprende constatar el pequeño lugar que en ella ocupa el hijo. Los héroes de esta literatura viven, se unen, sufren y se separan como si el hijo no fuera la consecuencia natural y común del amor: leyendo esto, se piensa en unos trabajos botánicos en los cuales se describieran extensamente los árboles sin hablar nunca de los frutos». -Es que la vida es muy cara -dicen unos. -Es que no hay tiempo para cuidarlos como se debe -dicen otros. Pero, uno se pregunta, ¿cómo hacían entonces los hombres y las mujeres del pasado para tener hasta cinco o seis?, ¿cómo se las arreglaban para vestir, calzar y dar de comer a tanta panza aventurera? ¿Es que eran más ingenuos que los hombres y las mujeres de hoy? En muchos hogares me ha tocado ver niños jugando solos, hablando
con el aire, conversando con entes imaginarios, sólo porque papá y mamá han decidido no tener más hijos («La vida es muy cara y muy difícil, cariño»). Me pregunto si esa multiplicación de enfermedades mentales a la que estamos asistiendo no se deberá, más que a otra cosa, a la soledad en la que están creciendo los niños de hoy. He aquí, por ejemplo, lo que un gran historiador del siglo XX, Pierre Chaunu (1923-2009), profesor durante muchos años en la Sorbona, escribió en el libro de sus Memorias: «La infancia sola con adultos es triste. El único regalo válido que se le puede hacer a un niño es el de darle hermanos y hermanas». Más que cosas con qué jugar, lo que el niño necesita es un compañeros con quién estar; ¿y qué mejor compañero que un hermano? Quien no ha tenido hermanos ni hermanas –explica Chaunu- no podrá más tarde ni nunca relacionarse con los otros de manera adecuada y desenvuelta. «No se recalcará jamás bastante el papel de la fratría. Me basta comparar este recuerdo con el espectáculo que me ofrecen cotidianamente mis hijos. Yo no he conocido la fratría. Huérfano de madre a los nueve meses, recogido por un matrimonio cuadragenario, sin hijos, una tía y un tío político, he tenido una pequeña infancia feliz, pero una infancia que no me preparaba para el encuentro con los otros». El historiador no había tenido hermanos, y ya en la vejez los echaba de menos, reconociendo con honestidad que la niñez sola con adultos es una niñez desdichada. La inquietud de Celeste, mi amiga, era, pues, legítima: ¿qué hubiera sido si en vez de tres hijos sus padres sólo hubieran tenido dos? Beethoven, según dicen sus biógrafos, se interrogaba a menudo acerca del misterio de su nacimiento de la siguiente manera: «Dado el caso de una familia cuyo padre es sifilítico, el primer niño ciego, el segundo cojo, el tercero tuberculoso, el cuarto disminuido mental... ¿Hay que suprimir al quinto que se anuncia?». -Sin duda –le respondió una vez un médico amigo suyo. -Entonces –respondió el artista- habréis suprimido a Ludwig van Beethoven. Elocuente respuesta.
Santuario de las Lajas
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l Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas es un templo y basílica para el culto cristiano católico y veneración de Nuestra Señora de las Lajas situado en Ipiales, Departamento de Nariño, sur de la República de Colombia. El santuario está situado en el cañón del río Guáitara, en el corregimiento de Las Lajas del municipio de Ipiales, a siete kilómetros de la ciudad cabecera municipal, en el departamento de Nariño (Colombia) y a 10 km de la frontera con el Ecuador. La edificación actual, construida al principio del siglo XX, sustituyó una capilla que databa del Siglo XVIII y es una iglesia de piedra gris y blanca de estilo Neogótico, a imitación del Gótico del siglo XIV, compuesta de tres naves construidas sobre un puente de dos arcos que cruza sobre el río y que hace de atrio o plaza de la basílica uniéndola con el otro lado del cañón.
La altura del templo, desde su base hasta la torre es de 100 metros, y el puente mide 50 metros de alto por 17 metros de ancho y 20 metros de largo. El edificio principal mide 27.50 m. de fondo por 15 m. de ancho. En el interior, las tres naves están cubiertas con bóvedas de crucería. Tiene mosaicos en fibra de vidrio y en el día, su iluminación la da la luz que se filtra por los vitrales hechos por el Alemán Walter Wolf. El fondo o ábside de las tres naves es el muro de piedra natural del cañón y en la nave central se des-taca la imagen de la Virgen del Rosario pintada por un autor desconocido en una piedra laja. El basamento del templo propiamente dicho, además de los dos arcos de medio punto del puente, es una cripta de estilo románico, de tres naves cubiertas con bóvedas de cañón de estructura en piedra sillar y que está dedicada al Sagrado Corazón de Jesús.
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Gratitud
n este artículo transcribiremos el contrato de donación de un terreno ubicado en el pueblo de Tequisquiapán o sea, lo que hoy es el barrio que lleva ese mismo nombre, el donador es don Benito Campero, persona que para un servidor que he trabajado (leído y transcritos) los protocolos de los escribanos desde el año de 1749, es muy conocida y por las diversas escrituras en que interviene se deduce que era un hombre acaudalado puesto que era comerciante, minero y dueño de algunos ranchos y por lo que nos revela en este documento, nos percatamos de que vino a menos debido, principalmente a los saqueos de que fue objeto durante las guerras de Independencia y en su pobreza y soledad, se vio socorri-do por el coronel Miguel Flores Alatorre. Para demostrar que esta donación fue de buena fe y verdadera, Campero, declara que no se valdrá de la ley para pedírsela a Miguel Flores en devolución y que además no está hipotecada ni embargada sino que está libre de todo gravamen. A esta escritura, en el protocolo del Escribano le corresponde el número 18 y está contenido en las fojas de la 31 vuelta a la 34 vuelta. Este libro, como todos los demás que hemos citado, se encuentra en custodia en el Archivo Histórico de nuestro Estado. He aquí la transcripción del documento en cuestión: En la ciudad de San Luis Potosí en 24 de febrero de 1824, ante mí el escribano y testigos, don Benito Campero de esta vecindad (a quien doy fe conozco), dijo que el teniente coronel don Miguel Flores, de esta propia vecindad, le ha estado y le está socorriendo en sus graves y urgentes necesidades para subsistir. Desean-do como grato y obligado, corresponderle y remunerarle estos servicios en algún modo, ha deliberado donarle para siempre, una tierra que posee en término de esta ciudad, y, poniéndolo en ejecución, en la vía y forma que mejor lugar haya en derecho, cerciorado del que le compete, de su libre y espontánea voluntad, otorga que hace gracia y donación pura e irrevocable inter vivos para siempre jamás al citado don Miguel Flores, sus herederos y sucesores, de la referida tierra que se compone de 200 varas de oriente a poniente y 170 de sur a norte ubicada en el barrio de Terquisquiapán, lindando por el oriente, calle en medio, con casas de Carlos Salas y de Martín López; por el poniente con la de don Atanasio Castellanos y José María Baticoya; por el sur, calle en medio, con huerta que antes fue del donante y hoy es del Conde Pérez Gálvez; por el norte, calle en medio, con las casas de Cirilo Rebolloso y Mexidia Ramírez. Cuya tierra la dona con todas sus entradas y salidas, usos, costumbres, derechos y servidumbres que hasta ahora ha tenido de derecho y por derecho le pertenecen y pueden corres-ponder, por libre de memoria, capellanía, vinculo, patronato, fianza y de otro gravamen real, general, perpetuo, temporal, tácito ni expreso. Y desde hoy en adelante, para siempre jamás, se abdica, desprende, desapodera, desiste, quita y aparta, y a sus herederos y sucesores de la posesión y dominio o propiedad, título, voz, recurso y otro cualquiera derecho que a la citada tierra le corresponda y lo cede, renuncia y traspasa plenamente con las acciones reales, personales, útiles, directas, ejecutivas y demás que le competen, en el enunciado don Miguel Flores Alatorre a quien confiere poder irrevocable con libre, franca y general administración y constituye procurador actor en su propio negocio para que la goce y sin dependencia ni intervención del otorgante la cambie, enajene, use y disponga de ella como cosa suya adquirida con justo y legítimo título y tome y aprehenda de su autoridad o judicialmente la real tenencia y posesión que en virtud de este instrumento le pertenece y para que
Por: Lic. Ricardo García López
no necesite tomarla, y, antes bien, conste en todo tiempo, ser suya en pleno dominio y que en este concepto pue-da disponer de ella libremente a su arbitrio, formaliza a su favor esta escritura, de la cual me pide le de las copias autorizas que quisiere para su resguardo con las que sin más acto de aprehensión ni aceptación, ha de ser visto haberla tomado aprehendido y transferídosele dicha posesión y en el ínterin se constituye su inquilino y precario poseedor en legal forma, y, aunque para este efecto según lo prescrito por las leyes octava y nona del título trigésimo, partida tercera no le hace efectiva entrega de los títulos de su adquisición por habérselos saqueado en el año de diez los revolucionarios de esta América para que se verifique no reservar en sí derecho alguno de la prenotada tierra y esta donación sea perfecta y estable en todas sus partes. Le otorga esta escritura en su favor para que sea efectiva en todas sus partes y declara que no es inmensa y que no necesita de la tierra donada para que le queden bienes suficientes para su decente manutención, y lo que es más, es favor que le está dispensando al efecto dicho teniente coronel Flores de soco-rrerle sus necesidades más urgentes, y bajo de juramento que hace por Dios Nuestro Señor y una Señal de Cruz tal como ésta: †, se obliga a no revocar esta donación `por causa alguna de las que prefinen la ley 1ª. Título 4 Partida 5 y otras del mismo título, ni reclamarla total y parcialmente, alegar excepción que le sea propicia, ni tampoco pedir relajación de este juramento a quien puede concederla, y, si lo intentare, no solo no quiere ser oído judicial ni extrajudicialmente, sino, antes bien, en costas condenado, habido por perjuro y como tal castigado y que con todo eso se lleve a debido efecto esta donación en todas sus partes, a cuyo efecto, la formaliza con nuevos juramentos, vínculos y firmezas, añadiendo fuerza a fuerza y contrato a contrato y renuncia las citadas leyes para no aprovecharse de ellas en manera alguna, y se obliga a que dicha tierra sea cierta, segura y efectiva al citado Flores y que nada le inquietará sobre su posesión goce y disfrute, ni contra ella aparecerá gravamen alguno o moverá pleito sobre su posesión, goce y disfrute, y si se le inquietare, moviere o apareciere, luego que el otorgante, sus herederos y sucesores sean requeridos conforme a derecho, saldrán a su defensa y lo seguirán a sus expensas en todas instancias y tribunales hasta ejecutoriarlo y dejarlo en su libre uso, quieta y pacifica posesión, y no pudiendo conseguirlo, le darán otra igual en valor, renta, sitio, cavidad y comodidades o le pagarán el valor que tenga con más las mejoras útiles, precisas y voluntarias que a la sazón tenga, y la mayor estimación que con el tiempo adquiera. Y todas las costas, gastos, daños, intereses o menoscabos que se le si-guieren e irrogaren, diferido su monto en el simple juramento del que lo posea o de quien sea parte legítima, sin otra prueba de que le releva. A cuyo cumplimiento se obliga con su persona y bienes presentes y futuros sometiéndose con ellos al fuero y jurisdicción de los Señores jueces que de sus causas y negocios puedan y deban conocer, para que a ello le compelan y apremien por todo rigor de derecho y vía ejecutiva como si fuere por sentencia definitiva de juez competente, pasada en autoridad de cosa juzgada y consentida que por tal la recibe. Renuncia las leyes, fueros y privilegios de su favor con la general del derecho en forma. En cuyo testimonio así lo otorgó y firmó, siendo testigos don José María Garaña, don Yldefonso Pérez y el Teniente don Yldefonso Garcés de esta vecindad doy feBenito Campero (rúbrica) Ante mi Antonnio María Suárez (rubrica).
El color del Adviento es el morado
Por Javier Algara
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ara quienes no conocen la liturgia católica y la razón por la que ésta utiliza signos, el que los sacerdotes se vistan con ornamentos de diferentes colores puede parecer simple capricho “fashionista”. Los católicos sabemos que no es así, que cada color tiene un significado. En Adviento usamos el morado. Lo mismo que en Cuaresma. Ambos son llamados “tiempos fuertes”. Y hay una razón para eso. Son tiempos diseñados para que el cristiano se haga fuerte en preparación para un aconte-cimiento decisivo en la historia de la humanidad, o lo que es lo mismo, en la historia de cada ser humano. Desde el primer domingo, la liturgia del tiempo de Adviento, mediante los textos bíblicos que proclama, nos lleva de la mano en una ruta de fortalecimiento, primeramente recordándonos en qué consiste el acontecimiento para el cual nos está preparando: el retorno del Señor de la historia, Jesús el Cristo, quien viene a darle término y plenitud, en el momento indicado. Los profetas del Antiguo Testamento juegan un papel importante en esta parte de la preparación. “En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así: “Señor-nuestra-justicia””, dice Jeremías. El Evangelio corrobora: “Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación”. La Iglesia, junto con el mundo (aunque quizás éste no lo sepa) espera el advenimiento -el Adviento- del Kyrios, el Libertador. Mientras llega ese momento, sin embargo, es el tiempo de arrancar las raíces del mal y sembrar la semilla del bien, de la solidaridad, la justicia y la paz; de construir el Bien Común. Es tiempo de santificar las instituciones humanas. Es el tiempo de la Iglesia, creada para evangelizar poniendo a los hombres frente a Jesucristo, para que se conviertan a Él y así puedan aspirar a ser liberados. Es tiempo de esperar. “La creación entera gime y sufre dolores de parto hasta hoy” escribe Pablo a los romanos. Ahora bien, toda acción de fortalecimiento en preparación de algún acontecimiento especial requiere que quienes la emprenden acepten realizar ciertos ejercicios de autodisciplina. Esto se ve claro en los atletas que aspiran a ganar el oro, o en los enfermos que aspiran a recuperar su salud. Esos ejercicios, que en su inicio son penosos y difíciles, y evidentemente no son causa inmediata de regocijo, cuando llegan a convertirse en hábitos, en virtudes, se convierten en instrumentos de libertad. En el caso del fortalecimiento de la vida cristiana, esos actos son la oración, la limosna y el ayuno. Obviamente, no habría tiempo de Adviento si no hubiera fiesta de Navidad. El evento trascendental de la historia en el que Dios se hace hombre y nace en Betlehem marca el inicio del proceso histórico que culminará con la Parusía, el Adviento. Si no hubiera nacido Cristo no tendríamos nada ni a nadie que esperar. Si Dios no hubiera amado tanto al hombre como para mandar a su Hijo a hacerse hombre, no sabríamos que es posible transformar el mundo, ni tendríamos los medios para hacerlo. La Navidad merece ser celebrada en grande. Desgraciadamente, parecería que nuestro deseo de estar alegres por la Navidad está devorando al Adviento. Sumergidos como estamos desde antes de iniciar este tiempo fuerte en invitaciones a disfrutar las fiestas navideñas, acompañados del omnipresente Santa Claus y de mil formas distintas de publicidad que nos seducen a comprar regalos para compartir en la Noche Buena, el color morado del Adviento apenas pinta. ¿Quién se acuerda de orar cuando el ruido nos mantiene excitados?¿Cómo acordarse de ayunar si por doquier hay comida? ¿Qué dar de limosna si con lo que tenemos apenas nos alcanza para comprar el pavo, el arbolito, los regalos, las piñatas, la sidra y las velitas de colores?
Fe y Política
Misericordiosos como el Padre Vaticano
Y siguen sin entender L (Siame)
• Un decreto, dicen, austero que recortó gastos; sin embargo, continúan los altísimos y abusivos salarios para la alta burocracia, indignantes y lesivos, frente a los ingresos del mexicano promedio que invierte más horas en el trabajo retribuido.
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n semanas recientes, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó el Presupuesto de Egresos de la Fe-deración para el año 2016. Un decreto, dicen, austero que recortó gastos; sin embargo, continúan los altísimos y abusivos salarios para la alta burocracia, indignantes y lesivos, frente a los ingresos del mexicano promedio que invierte más horas en el trabajo retribuido, con recursos cada vez más encarecidos y pesos menos valiosos ante el galopante ritmo de vida y el alza de precios de los artículos y servicios más indispensables. La percepción generalizada es de descontento frente a los abusos de la clase política, sentada sobre los filones dorados que representa el uso de los recursos públicos. No obstante la palabrería basada en promesas de austeridad, uso responsable y transpa-rente de los recursos, los integrantes de los Poderes de la Fede-ración y de los órganos autónomos siguen en el reparto indecente de recursos, haciendo del oficio político un gran negocio. Según el Presupuesto 2016 aprobado por la Cámara de Diputados, las percepciones a la alta burocracia son dignas de cortesanos, que parecen compensar a castas y no retribuir a empleados de una democracia. Para el Presidente de la República se asignan recursos mensuales máximos por 200 mil pesos; sin embargo, el presidencial parece ser un salario mínimo frente a las inverosímiles ganancias de otros ramos gubernamentales. El caso de la Judicatura y del Poder Judicial de la Federación es especial porque, hasta en el papel aprobado, parece que sus funcionarios pasan la tabla que los diputados agregan sin modificación alguna al texto del decreto. El ministro Presidente de la Corte tiene un sueldo base de más de 650 mil pesos mensuales, sin contar las prestaciones que elevan sus ingresos anuales en más de seis millones y medio de pesos. La desfachatez y desvergüenza de la tabla de la Corte todavía carga a los mexicanos prestaciones de risa como aquélla por concepto o estímulo del Día de la Madre, ascendiendo a la discreta cantidad de mil pesos. Onerosas compensaciones se otorgan a los órganos autónomos cada vez más en número y ávidas de recursos. El Presidente de la CNDH, Visitadores, Consejeros del Instituto Nacional Electoral, integrantes de la Comisión Federal de Competencia Económica, del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, los Comi-sionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones, del Instituto Nacional de Transparencia, titulares del INEGI y gobernador del Banco de México reciben salarios base superiores a los 200 mil pesos, sin contar la disposición de emolumentos extraordinarios que engordan más y más sus bolsillos, haciendo del poder público una auténtica mina de oro. Con justa razón los ciudadanos están enojados ante la voracidad política y burocrática. En México hay profunda indignación por los más pobres, quienes no tienen ni lo mínimo para vivir. En este país se acentúan las desigualdades y es injusto el reparto de la riqueza que beneficia sólo a una clase sobre los millones de personas que jamás verán en sus vidas un salario como el de los burócratas y funcionarios mexicanos. Justo cuando se espera la visita del Papa Francisco, es oportuno recordar sus palabras sobre el poder público: “Traer el pan a casa, ofrecer a los hijos un techo, ofrecer salud y educación, son aspectos esenciales de la dignidad humana, y los empresarios, los políticos, los economistas, deben dejarse interpelar por ellos. Les pido que no cedan a un modelo económico idolátrico que necesita sacrificar vidas humanas en el altar del dinero y de la rentabilidad…” Y nuestra clase política sigue sin entender.
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(Resumen de la Bula del Papa Francisco)
a Bula de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia titulada ‘’Misericordiae vultus se compone de 25 números. El Papa Francisco describe los rasgos más sobresalientes de la misericordia situando el tema, ante todo, bajo la luz del rostro de Cristo. La misericordia no es una palabra abstracta, sino un rostro para reco-nocer, contemplar y servir. La Bula se desa-rrolla en clave trinitaria (números 6-9.) y se extiende en la descripción de la Iglesia como un signo creíble de la misericordia: “La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia” (n. 10). El Papa Francisco indica las etapas principales del Jubileo. La apertura coincide con el quincuagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II: ‘’La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento’. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo’’. (n. 4). La conclusión tendrá lugar “en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad por ha-bernos concedido un tiempo extraordinario de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que difunda su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro. “(n. 5) . Una peculiaridad de este Año Santo es que se celebra no sólo en Roma, sino también en todas las demás diócesis del mundo. La Puerta Santa será abierta por el Papa en San Pedro el 8 de diciembre y el domingo siguiente en todas las iglesias del mundo. Otra de las novedades es que el Papa da la posibilidad de abrir la Puerta Santa también en los santuarios, meta de muchos peregrinos. El Papa Francisco, recupera la enseñanza de San Juan XXIII, que hablaba de la “medicina de la Misericordia” y de Pablo VI que identificó la espiritualidad del Vaticano II con la del samaritano. La Bula también explica algunos aspectos sobresalientes del Jubileo: primero el lema “Misericordiosos como el Padre”, a continuación el sentido de la peregrinación y sobre todo la necesidad del perdón. El tema particular que interesa al Papa se encuentra en el n. 15: las obras de misericordia espirituales y corporales deben redescubrirse “para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.”. Otra indicación atañe a la Cua-resma con el envío de los “Misioneros de la Misericordia” (n. 18). Nueva y original iniciativa con la que el Papa quiere resaltar de forma aún más concreta su cuidado pastoral. El Papa trata en los nn. 20-21 el tema de la relación entre la
justicia y la misericordia, demostrando que no se detiene en una visión legalista, sino que apunta a un camino que desemboca en el amor misericordioso. El n. 19 es un firme llamamiento contra la violencia organizada y contra las personas ‘’promotoras o cómplices’’ de la co-rrupción. Son palabras muy fuertes con las que el Papa denuncia esta “llaga putrefacta” e insiste para que en este Año Santo haya una verdadera conversión: “¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. De-lante a tantos crímenes cometidos, escuchad el llanto de todas las personas depredadas por vosotros de la vida, de la familia, de los afectos y de la dignidad. Seguir como estás es sólo fuente de arrogancia, de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto de lo que ahora piensas. El Papa nos tiende la mano. Está dispuesto a escucharos. Basta solamente que acojas la llamada a la conversión y sometas a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia.”(n. 19). La referencia a la Indulgencia como tema tradicional del Jubileo se expresa en el n. 22. Un último aspecto original es el de la misericordia como tema común a Judíos y Musulmanes: “Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el encuentro con estas religiones y con las otras nobles tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para conocerlas y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación. “(n. 23). El deseo del Papa es que este Año, vivido también en la compartición de la misericordia de Dios, pueda convertirse en una oportunidad para “vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida.. (…) En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de o-frecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: ‘’Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos’’.
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Mansedumbre
“Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra” (Mt 5, 4). La mansedumbre tiene que ver con la capacidad de dejarse conducir, es la actitud de las ovejas; ellas solo siguen a su pastor; de hecho es acertadísimo que Jesús emplee esta palabra: mansos, porque él es Pastor y al mismo tiempo Cordero. Pero no solo por eso, si usamos un poco la analogía, encontramos cosas bellas. La oveja es dócil, es obediente al pastor, no se va hacia ningún lugar donde el pastor no la lleve. Un cordero sigue sus propios pasos y va allende los montes; el pastor siempre va delante, detrás o en medio del rebaño, para que las ovejas no se pierdan en cañadas, para que el depredador no les salga al paso y las ataque y devore; el pastor va junto al rebaño y cuida de él, de cada una de las ovejas. Las ovejas a su vez, decíamos, siguen su camino, donde hay hierba, ellas caminan, comen y siguen avanzando. Pero el pastor sabe cuándo es hora de guarecerse, cuándo es momento de regresar, el pastor sabe a qué tierras no hay que entrar, sabe de la propiedad privada, de los terrenos peligrosos, sabe en dónde hay hierba y agua, dónde hay cuevas en que refugiarse y cuida que no haya alimañas que pueda dañar a las ovejas. Una oveja errante podrá entrar en diferentes terrenos, pero siempre correrá peligro. Habrá ladrones de ganado, habrá el coyote, el vagabundo, y ella será vulnerable; una oveja solitaria, difícilmente puede sobrevivir. Y las ovejas siguen los caminos de la tierra. Cuando Jesús dice: “bienaventurados los mansos”, añade también: “porque heredarán la tierra. Esto significa que podrán ir a donde quieran, que en la tierra no habrá fronteras, que ya no estará prohibido ningún lugar, que no habrá propiedad privada, que no habrá terrenos peligrosos. Esto significa que no solo pueden pastar donde el pastor les indique, sino que la tierra se extenderá inmensamente y siempre encontraran donde refugiarse, donde alimentarse, donde beber agua y donde ser libres. Esta expresión está, como el resto de las bienaventuranzas, ligada a la primera. Los mansos son los que no tienen una tierra propia, los que no saben de la propiedad privada, sino solo de la propiedad prohibida o propiedad permitida. Los mansos son los pobres que no poseen un puñado de tierra, como no sea para andar o para ser sepultados. Sin embargo, la expresión no dice: “bienaventurados los pobres porque poseerán la tierra”, sino: “Los mansos”. Así que se trata no solo de los pobres, sino de los que tienen actitud de oveja, que es dócil, que sigue a su pastor. Si recordamos por un momento el anuncio gozoso del ángel a los pastores, comunicándoles el nacimiento del salvador del mundo y la consecuente aparición de muchos otros ángeles cantando, recordamos unas palabras bellísimas, un himno al amor: “gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad” (Lc 2, 14). Esto puede enseñarnos cosas hermosas: buena voluntad puede ser sinónimo de mansedumbre. El que tiene buena voluntad es el manso, porque manso
es el que tiene rectas intenciones, pureza de pensamiento, rectitud en el obrar. La buena voluntad es querer el bien. El manso quiere el bien. Quien tiene mansedumbre es una persona de paz, evita prudentemente cualquier conflicto, es capaz de renunciar a algo verdaderamente legítimo con tal de mantener condiciones de paz. En este mismo discurso, un poco más adelante, Jesús vendrá a declarar algunas cosas que ratifican este primer mensaje: “si alguien te obliga caminar con él una milla, camina con él dos; al que te pida, dale, al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames” (Mt 5, 41s)). Mansedumbre es buena voluntad, y un sig-no claro de buena voluntad es evitar la discusión, perdonar las ofensas; a veces se sale perdiendo en cosas materiales o en comodidad, incluso en justicia, pero la ganancia es mayor: la tierra en herencia, que significa lo mismo que la primera bienaventuranza: “de ustedes es el reino de los cielos”. Uno puede padecer a causa de la justicia, puede vivir injusticias terribles. Pero esto mismo es lo que viene a justificarlo. De esto también habló Jesús en las bienaventuranzas y en otros discursos. La justicia verdadera es la divina, la justicia de los hombres es solo un remedo contrahecho. Por eso mismo es un consejo incomparable esto de practicar la mansedumbre. En un mundo tan lleno de justicia corrupta, se puede hacer lo correcto. Aun cuando esto parece contradictorio no lo es. El mundo ha trastocado la Ley, la ha cambiado por sus propias “leyes”. La mansedumbre mantiene a una persona en la condición de “intachable”. Esto es verdad. Miremos nuestro mundo, nuestro entorno. Los hombres cambian el sentido de la ley y de la justicia. Si revisamos cualquier código de derecho procesal, éste puede parecer un gran avance en cosas de justicia, sin embargo, constatamos que, por ejemplo, un verdadero criminal tiene, ahora que está sujeto a proceso, muchísimos más derechos de los que tenía antes de delinquir. Ahora el derecho lo protege. Y apenas es llevado a juicio es cobijado. Él es el villano y la ley le da protección. Por otro lado, otro es víctima de un delincuente y lo demanda penalmente, pues ha sido afectado en sus bienes, en su persona o en sus derechos y, apenas presenta la demanda, este inocente se convierte en “el acusador”, es decir en el “malo de la película”, mientras que el que es procesado se presume inocente. Se dice que este discurso de las bienaventuranzas
se refiere a la Nueva Ley de Dios pronunciada por Jesucristo en aquel monte. Esto significa que viene a poner las cosas en su lugar. Viene a dejar en claro que la “justicia de los hombres” está viciada de origen. Viene a poner por encima de cualquier ley humana, la verdadera Ley de Dios. La oveja podrá ir a cualquier lugar, el justo tendrá la tierra en sus manos, es decir, se le hará justicia. Ser manso significa, en otras palabras ser justo, mantenerse intachable. Bienaventurados los intachables. Practicar la mansedumbre es un verdadero arte. Se trata a veces de renunciar a sí mismo (como dirá también después Jesús) para ser verdadero discípulo suyo (Mt 16, 24). Cuando Jesús dice “bienaventurados los mansos” también está invitando a los que le escuchan a que le imiten en todo, así como él que solo hace lo que el Padre quiere. Buena voluntad es hacer la voluntad de Padre. El cantico de Navidad de los ángeles, bien podría decir: “gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los mansos”. En efecto, esta bienaventuranza tiene como promesa “la tierra”, es decir el mundo entero. El cántico de los ángeles tiene también como promesa la tierra: “en la tierra paz a los hombres”. Paz en la tierra significa que la tierra es la casa de todos, que cualquier situación que amenace la paz atenta contra la Ley de Dios, contra la dicha que trae el reino de los cielos. Hoy vemos en nuestro tempo cómo la tierra es un caos. Los poderosos oprimen a las naciones. Unos atacan a otros, y los otros se defienden de los unos; pero al final ninguno es inocente, todos matan, todos destruyen, todos hacen venganza; por don-dequiera se ve sangre correr, e inundar la tierra. La tierra se ha convertido en un lugar de violencia, no hay mansedumbre, no hay paz. La tierra está en manos de los hombres de mala voluntad; pero al mismo tiempo está habitada por millones de personas que desean la paz, por los muchos, por las mayorías que son mansas y que tienen para sí esta segunda bienaventuranza.
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Palabra de Dios
Todos verán la salvación de Dios Del santo Evangelio según san Lucas 3, 1-6
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n el año decimoquinto del reinado del César Tiberio, siendo Poncio Pilato procurador de Judea; Herodes, tetrarca de Galilea; su hermano Filipo, tetrarca de las regiones de Iturea y Traconítide; y Lisanias, tetrarca de Abilene; bajo el pontificado de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino la palabra de Dios en el desierto sobre Juan, hijo de Zacarías. Entonces comenzó a recorrer toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de penitencia para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro de las predicciones del profeta Isaías: Ha resonado una voz en el desierto: Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos. Todo valle será rellenado, toda montaña y colina, rebajada, lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán allanados y todos los hombres verán la salvación de Dios. Palabra del Señor.
Preparen el camino del Señor
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ontinuamos en nuestro camino de Adviento, preparándonos para celebrar la fiesta de la Navidad, no olvidemos que el tiempo del Adviento, es un tiempo de esperanza, sabemos perfectamente que Él llegará, que nos encontraremos con Él, que Él vivirá entre nosotros y nos llevará al Padre. Hoy La Palabra del Señor nos presenta a Juan el Bautista, una de las figuras claves del Adviento, un hombre extraordinario, con una presencia impactante; nos lo presenta como la Voz que viene del desierto, haciendo realidad las profecías que el Pueblo de Dios guardaba muy en su corazón. El Bautista tiene un mensaje muy claro: Un bautismo de penitencia para el perdón de los pecados, es decir nos invita y nos llama a ver nuestro corazón y con mucha sinceridad cambiar lo que es necesario para encontrarnos con el Señor Jesús, es una clara llamada a la conversión, así preparamos el camino para el Señor, nos dice: que allanemos el corazón, rectifiquemos nuestra voluntad, corrijamos nuestras asperezas, pongamos alegría en nuestra vida para que el Señor Jesús tenga una acogida calurosa y encuentre corazones amigos esperándole. Que se eleve nuestra oración; que descienda nuestro orgullo; que se suavice nuestro egoísmo y ambición; que se enderece nuestra conducta de excesos o defectos… que esta no sea otra de las muchas navidades que hemos vivido; tenemos claro el mensaje del Señor sólo nos toca poner manos a la obra y de verdad preparar el camino de nuestro corazón par ese hermoso encuentro con Él. No dejemos que los vacíos de la vida nos aparten de Él; quitemos las montañas y colinas del odio y del rencor; que no nos confundan las curvas de esta vida que sólo ofrecen un bienestar pasajero; que el orgullo y la vanidad sean allanados para que todos veamos la Salvación de Dios. Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez.
Presencia evangelizadora Compartir la fe en una secundaria técnica
Experiencias Pastorales de Dr. Jorge Alberto Medina Sandate, 4to. de Teología
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on motivo de la semana Vocacional, del 21 al 28 de febrero de 2015, me dispuse a visitar algunas escuelas de la cabecera municipal de Villa de Reyes, mi intención era difundir el mensaje al llamado al servicio que todos tenemos. Cuando llegué a una de las secundarias y platiqué con el director de dicho plantel, para que me otorgara su permiso de entrar a los salones y dar este mensaje a los alumnos, me comentó que la institución era laica y por lo tanto no podía entrar a dar un mensaje de carácter religioso. En ese momento le comenté que era médico y, como tal, quería dar aunque sea de manera breve, un mensaje que oriente a los jóvenes sobre las decisiones a futuro sobre su vocación en especial con los de tercero de secundaria. El director no sólo me permitió dialogar con los grupos de tercero de secundaria, sino que me pidió que pasara con todos los grupos con espacio de 20 min, me proporcionó un salón, proyector. Al día siguiente me encontré con los grupos, desarrollé temas sobre el llamado a la felicidad, a la vida, y pude constatar en los rostros de estos jóvenes la necesidad de encontrar respuestas, la lucha por mantenerse en pie ante las agresiones que sufre la sociedad algunos con desintegración familiar, otros con barrios conflictivos, la oferta de drogarse, el bombardeo sexual que hacen los medios de comunicación, los problemas de encontrar trabajo, las pocas esperanzas de poder estudiar de algunos, la violencia familiar de otros. La formación que podía dar en ese momento quedaba corta ante las necesidades de estos jóvenes. Dialogando con el director sobre estos problemas surgió la iniciativa de invitar los padres de familia para empezar un proceso de formación de valores, se programaron cuatro domingos en donde se trataron temas sobre alcoholismo y drogadicción, embarazo en adolescentes, desintegración familiar, y violencia y autoestima. El director invitó a las familias, valiéndose de los siguientes medios: envió citatorios, consiguió una entrevista en el canal de cable local alistó 400 asientos en el patio techado de la secundaria, dos micrófonos inalámbricos y un buen sonido, la cita era el domingo de 9 a 11 de la mañana, todo listo sólo quedaba esperar la respues-ta, eran las 9am cuando sólo habían dos familias hasta concluir con 50 por semana. La necesidad de Dios en las famili-
as era evidente, podría afirmar que el 90% no practicaban alguna forma de religión, el mensaje sobre los valores, que tenía su fundamento en Dios, lo escuchaban con mucho interés, y es que la dinámica resultó más vivencial que expositiva y se desarrolló de la siguiente manera: 1. Una mamá, en cuyo hogar se da la violencia intrafamiliar llegó a comentar que le daba gusto escuchar sobre la necesidad del perdón para poder convivir otra vez con su esposo. 2. Un joven, que en algún tiempo se había drogado, a invitación mía, les compartió su experiencia de cómo pudo salir de esa situación e invitaba a que no condenarán a los drogadictos, ya que estos no son basura ni escoria de la sociedad, sino personas que necesitan ayuda. 3. Se invitó a cada familia se dijeran las cosas buenas que tiene el uno con el otro, y el resultado fue sorprendente, creo que nunca se habían dado la oportunidad de decir las cosas buenas que tienen entre sí, el ver a las familias abrazadas en acción de perdón y mutua comunión me lleno de alegría. Pero esto fue sólo un granito de arena ante el mar de necesidad de Dios que nos presenta el mundo, se ha sacado a Dios de las escuelas, de las instituciones, de los trabajos, y la estancia de Dios se ha reducido a los templos. Pero no es así, Dios nos sigue hablando en la sociedad, en el mercado, en la tienda de la esquina, en los antros, en el camión, en las calles, en cualquier lugar donde esté una persona, pues toda persona ha sido creada por Dios y para Dios. Ahora cabe la pregunta: como cristiano ¿estoy dispuesto a romper mi comodidad de sólo estar en el templo y esperar a que lleguen las personas, o a salir y subirme al tren con el que corre la sociedad para comunicar el mensaje de Dios?
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Educando para el amor
Domingo 06 de diciembre de 2015
Del biologismo hacia la fecundidad, educación sexual
...Lo de Dios a Dios
Fil. Rafael Gómez M.
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os educadores necesitan reconocer, en el recorrido de su propia vida, las convicciones que rigen su conducta porque de su salud mental y de su testimonio depende su experiencia vital y su tino para ejercer métodos educativos convenientes. Son muchos los padres de nuestro tiempo que han vivido paso a paso la revolución sexual (R. Wood, Sex Reform Movement) que pedía, entre otras cosas, igualdad política, sexual y social para hombres y mujeres, así como la liberación del matrimonio y, en especial, el divorcio de la tiranía del estado y de la Iglesia. La reforma sólo ha conseguido la genitalización del sexo (biologización de la persona) y se ha perdido de la sexualización de la genitalidad (personalización de lo biológico). Por tal reforma, ha pasado como inadvertida la transformación ideológica que ha tenido nefastas consecuencias en muchos educadores y educandos que han reducido su sexualidad a lo tan criticado por el mismo Freud: “poner en contacto sus genitales con aquellos de alguien del otro sexo”. Luego, ese proceso de genitalización ha despertado el deseo de algo diferente, superior, pero desconocido e incierto… Así, la reforma que pretendía librarse de la tiranía de las políticas del estado y de la Iglesia, ha retrocedido en la salud sexual y en los métodos educativos y ha caído en la tiranía de la genita-lización, erotización y biologización del sexo y de toda la persona. Los métodos educativos, pues, deben estar orientados a deshacerse de la tiranía de una visión sexual autoritaria que reduce toda la persona a sólo cuerpo y, aún más, reduce el cuerpo a sólo órganos genitales, de tal manera que termina por ignorar la aportación de las ciencias y de las nuevas investigaciones en el campo sexual-genético. La percepción de los padres educadores sobre la sexualidad humana es determinante para el uso del método correcto en su intervención educativa sicosexual. Por eso, en ésta publicación, denunciamos otra percepción errónea (la visión biológico-orgánica del sexo) porque todo lo
relacionado con la maternidad, paternidad, procrea-ción, gestación… puede quedar subordinado a métodos educativos erróneos. La tensión sexual que recorre la genitalidad, el erotismo, la biología… no debe detenerse allí, sino seguirse hasta un encuentro con la persona: “El gesto personal del amor revela algo de sí cuando revela algo de Dios”. El hombre y la mujer, imagen palpitante de Dios, están invitados a participar de su soberanía cuando Él los hizo señores de las obras de sus manos (Sal 8,7-9) y puso al servicio de su dignidad personal, el cuidado de la vida toda. El encuentro con la persona pasa, de la posibilidad procreativa, a la fecundativa, mediante un auténtico acercamiento sexual como expresión de dos personas que se aman. Así, el acto conyugal no sólo no se reduce a un acto biológico sino es toda una expresión de fecundidad en el amor. Por eso el acto íntimo de los esposos cobra gran importancia porque está orientado a la fecundidad y al amor: Es primero un gesto de amor y después una expresión de servicio y fecundidad. Yahveh Dios creó al hombre y a la mujer “y los bendijo y les dijo: Sean fecundos y multiplíquense” (Gn 1, 28). Los padres tienen la tarea de promover, para sus hijos, una auténtica educación en el amor, de manera que se capaciten para el amor. Ellos hacen na-cer al hijo a dos realidades: a la vida humana, mediante un acto procrea-tivo, generación primera, y luego a un servicio de fecundidad para la construcción de la persona, generación segunda. Ellos, por decir así, participan en un doble nacimiento de sus hijos. Se trata de dos funciones vitales: una procreativa y una fecunda, como explica el libro del Génesis, “multiplíquense y sean fecundos”. Cuando el Señor Dios crea al hombre y a la mujer hace alianza con ellos, “los bendijo y les dijo…” (Gn 1, 28). Usó palabras humanas para bendecirlos y para convocarlos a una experiencia de comunión de amor. De éste diálogo y de ésta alianza, por el imperio de la palabra, “se da la única experiencia de la que proviene la vida humana que, por el imperio del amor, se hace fecunda”. Yahveh Dios inscribe en la naturaleza humana la lógica de su amor para que el hombre y la mujer, amasados con su propio amor y con el amor de su Creador, mediante el privilegio corporal de la palabra, hagan entre sí una alianza, celebren la vida y encuentren la emoción y el motivo de su encuentro.
La misión social de la Iglesia E
P. David Grimaldo
l Papa Francisco nos dice en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium (la alegría del evangelio): «Las enseñanzas de la Iglesia sobre situaciones contingentes están sujetas a mayores o nuevos desarrollos y pueden ser objeto de discusión, pero no podemos evitar ser concretos –sin pretender entrar en detalles– para que los grandes principios sociales no se queden en meras generalidades que no interpelan a nadie. Hace falta sacar sus consecuencias prácticas para que «puedan incidir eficazmente también en las complejas situaciones actuales». Los Pastores, acogiendo los aportes de las distintas ciencias, tienen derecho a emitir opiniones sobre todo aquello que afecte a la vida de las personas, ya que la tarea evangelizadora implica y exige una promoción integral de cada ser humano. Ya no se puede decir que la religión debe recluirse en el ámbito privado y que está sólo para preparar las almas para el cielo. Sabemos que Dios quiere la felicidad de sus hijos también en esta tierra, aunque estén llamados a la plenitud eterna, porque Él creó todas las cosas «para que las disfrutemos» (1 Tm 6,17), para que todos puedan disfrutarlas. De ahí que la conversión cristiana exija revisar «especialmente todo lo que pertenece al orden social y a la obtención del bien común» (n. 182). «Por consiguiente, nadie puede exigirnos que releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos. ¿Quién pretendería encerrar en un templo y acallar el mensaje de san Francisco de Asís y de la beata Teresa de Calcuta? Ellos no podrían aceptarlo. Una auténtica fe –que nunca es cómoda e individualista– siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra. Amamos este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto, y amamos a la humanidad que lo habita, con todos sus dramas y cansancios, con sus anhelos y esperanzas, con sus valores y fragilidades. La tierra es nuestra casa común
y todos somos hermanos. Si bien «el orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política», la Iglesia «no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia». Todos los cristianos, también los Pastores, están llamados a preocuparse por la construcción de un mundo mejor. De eso se trata, porque el pensamiento social de la Iglesia es ante todo positivo y propositivo, orienta una acción transformadora, y en ese sentido no deja de ser un signo de esperanza que brota del corazón amante de Jesucristo. Al mismo tiempo, une «el propio compromiso al que ya llevan a cabo en el campo social las demás Iglesias y Comunidades eclesiales, tanto en el ámbito de la reflexión doctrinal como en el ámbito práctico» (n. 183). Para ir cumpliendo poco a apoco este gran deseo del Papa, invito a consi-derar en las programaciones pastorales, decanales y parroquiales, que no falte la enseñanza de la Doctrina Social de la Iglesia y su puesta en práctica. No olvidemos que estamos en Misión Permanente y esa es la luz, el dinamismo, la espiritualidad, el corazón de nuestras acciones pastorales. El módulo de “misión permanente” habría que llamarle, con mucho respeto, misiones parroquiales. Aparte de los cinco módulos (líneas de acción) que se aceptaron en la Asamblea Diocesana de Pastoral, que en realidad son cuatro, ya que la de programación le toca al Consejo Parroquial, propongo un nuevo módulo que llamaría “misión social de la Iglesia”. Dicho modulo tendría como fin la de formar líderes sociales, acompañamiento de los obreros y campesinos, la promoción y defensa de los Derechos Humanos, la vivencia de la fe y la política, cuidado de la naturaleza, etc., etc., etc. En importantísimo que pasemos del asistencialismo (sin descuidarlo) a la búsqueda y realización del bien común, al cambio de la sociedad y las estructuras de pecado. Urge que la formación doctrinal sobre las verdades de nuestra fe se vea acompañada por la doctrina social de la Iglesia. Estimados lectores y lectoras, en la esperanza caminemos en nuestros planes decanales.
Domingo 06 de diciembre de 2015
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