Edición 360

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Semanario de la Arquidiócesis de San Luis Potosí Año 8

No. 360

Semana del 31 de enero al 06 de febrero de 2016

Sean el rostro de la Iglesia como el Buen Samaritano

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e concluye el año de la “Vida Consagrada”, es este motivo el que me hace recordar aquella ocasión, en la que el Papa Francisco alentó a los religiosos en el Encuentro de Consagrados por el Año de la Vida Consagrada. El Santo Padre les pidió que su testimonio sea ejemplo para los demás y los exhortó a “que los fieles laicos, sobre todo los jóvenes, puedan percibir en uste-des el perfume de Cristo, el perfume del Evangelio”. Todo ello con “un corazón capaz de compasión, de inclinarse sobre las heridas del cuerpo y del espíritu y llevar a tantas personas el consuelo de Dios”. Pero también mostrándose “siempre hombres y mujeres de oración” y con el testimonio despegado de los intereses del mundo. “El ‘rostro’ más hermoso de un país y de una ciudad” es el de aquellos que “viven con simplicidad, en el día a día, el estilo del Buen Samaritano, aseguró. “Le doy gracias al Señor por cada uno de ustedes, por el servicio que ofrecen al Evangelio, a la Iglesia

y a la sociedad”, dijo el Pontífice. “Que les sostenga siempre la promesa del Señor resucitado”. El Papa Francisco comentó que: “En las diversas formas de la vida consagrada, ustedes están cercanos a las ansias y las actitudes de la gente; les imagino comprometidos en los contextos en los que están inmersos, con sus dificultades y con sus signos de esperanza”. Francisco hizo un fuerte llamado: “los animo a reír con quien ríe, a llorar con quien llore; a pedirle a Dios un corazón capaz de compasión, de inclinarse sobre las heridas del cuerpo y del espíritu y llevar a tantas personas el consuelo de Dios”. El Papa aseguró que “esta caridad llena de misericordia viene del corazón de Cristo y la mostramos en la oración, especialmente en la adoración, y apoyándonos con fe en la Eucaristía y en la Penitencia”. “Este testimonio alegre y limpio de nuestra consagración es ejemplo y una invitación para aquellos que el Señor llama a servirlo”.

Una misionera entre ‘geishas’

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ace muchos años, cuando ni soñaba con cumplir los 108 que ahora tiene, Victoria se quitaba el hábito de monja adoratriz con el que aterrizó en Japón antes de la Segunda Guerra Mundial y acudía de noche, camuflada como una occidental más que iba a presenciar algún espectáculo de mujeres de vida alegre, y hablaba con ellas. No sois propiedad de ningún hombre. No pertenecéis a nadie, les decía. A las que la oían les ofrecía una salida: una casa y formación para ganarse la vida honestamente. Muchas ‘geishas’ le prestaron oídos. Hoy la voz centenaria de Victoria de la Cruz llega desde Kitami, a 15 kilómetros de Tokio. “Pido a Dios por todos vosotros. No os preocupéis por mí, después de 108 años ya no necesito más de su favor”. De fondo, el teléfono deja oír la Estación de invierno de Vivaldi. No es capaz de recordar lo que ha comido esta mañana, pero cuenta con nitidez pasmosa aquel viaje que la llevó a Japón en 1936. “Duró dos meses y lo pasé mal por dejar a la familia atrás. Pero me mantenía alegre saber que tenía como misión ayudar a muchas personas”. Casi 80 años lleva la religiosa lejos de su Málaga natal (su última visita a España fue en 1981). Y todos ellos lo han vivido, luchando contra la trata de mujeres. Como monja adoratriz ha frecuentado todo tipo de prostíbulos, polígonos y cunetas de carretera donde muchas japonesas son obligadas a prostituirse. “Siempre he ido donde había una mujer que me necesitara”, nos dice Victoria. Su trabajo ha consistido en ayudar a las maltratadas y explotadas sexualmente. Las sacaba del patio trasero de la tradicional sociedad japonesa para realojarlas en centros donde educadoras sociales les ofrecían protección y un futuro para ellas y sus hijos. “Ahora intento echar una mano de vez en cuando, pero ya tengo bastante con cuidarme a mí misma”. Lo acentúa cerrando la frase con una desafinada carcajada. Hace muchos años que ya no sale de noche. Crónica encuentra a esta centenaria malagueña en una residencia de las siete comunidades que las adoratrices -congregación creada en Madrid en 1856 para liberar a las mujeres oprimidas por la prostitución- tienen en Japón. Victoria empieza el día a las cinco de la mañana. Mientras desayuna sus sobados con leche desnatada lee la prensa local en japonés y también los periódicos en inglés que llegan al centro. “Ahora se vive bien y con tranquilidad en Japón, por eso soy feliz”, dice recordando aquellos difíciles años de la Segunda Guerra Mundial. Llevaba tres años en Tokio cuando la aviación japonesa atacó Pearl Harbor (7-12-1941) y durante los seis siguientes vivió refugiada, junto a las hermanas de la comunidad, en las montañas de Karuizawa, lejos de la ciudad. Pasó hambre y frío, pero a cambio obtuvo una mirada más limpia y serena del horror que le había separado de su misión. “El arroz y Dios nos salvaron”, dice la religiosa.


Domingo 31 de enero de 2016

Relectura de la visita a México del Papa Francisco

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el 12 al 17 de Febrero del 2016 el Papa Francisco visitará 6 Diócesis de nuestra Iglesia que camina en México, teniendo como punto de llegada la Casita de nuestra Señora de Guadalupe y sus inmediaciones como punto de retorno, la casa del Nuncio Apostólico, para cada día, durante los días que permanecerá entre nosotros visitando diferentes lugares que ya están programados en su apretada Agenda Pastoral: La Basílica (Distrito Federal), Ecatepec (Estado de México), Tuxtla Gutiérrez, San Cristobal de las Casas (Chiapas), Morelia (Estado de Michoacán) y Ciudad Juárez (Chihuahua). ¿Qué relectura podríamos hacer de esta esperanzadora Visi-ta Papal? En primer lugar, si nos detenemos en su persona, tendríamos que hacer notar que se trata de una personalidad que lleva el sello latinoamericano nuestro. Es alguien que tiene una GRAN SENSIBILIDAD. Porque es un buen conocedor de nuestra idiosincrasia y de nuestra historia mexicana. Además de que se trata de un Guía Espiritual que, por no decir único, que está muy bien informado del acontecer mundial y, sobre todo, de alguien que entiende y vibra con las expectativas del espíritu cristiano católico de este lado del mundo. En segundo lugar, enfoquemos ahora su estilo de ser Pastor: Su deseo de ESTAR EN CERCANÍA con el pueblo mexicano, nos debe hacer reflexionar. Ya de antemano te puedo decir que conoce México más de lo que nosotros nos imaginamos. Conoce estadísticas e informes frescos de nuestra realidad eclesial, pero también social, moral, económica y política que están frente a él en su oficina vaticana. Lo que te puedo asegurar es su propósito de dejar bien gravado en nuestro corazón que sí podemos contar con él, que su visita no busca dejar una sensación sentimental a través de los medios de comunicación, aunque sea de índole religiosa, que desgraciadamente el tiempo también evapora relegándola a la región del olvido. Con relación a nuestra realidad social fue el primer Obispo del mundo católico que desde sus audiencias realizadas los miércoles en la Plaza de San Pedro, desde ahí hizo oír su voz llamando la atención mundial sobre los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Incluso, se le adelantó al Obispo Raúl Vera de la Diócesis de Saltillo, que es la voz profética que valientemente denuncia los atropellos que suelen darse por estas tierras. La celebración de la Misa, oficiada en su momento por el Nuncio Apostólico representante de la Iglesia en nuestro País, y que se ofició en la Escuela Rural Isidro Burgos por los estudiantes que sufrieron estos hechos violentos, para mí que esta celebración estuvo impulsada por este Pastor que ahora viene a visitarnos. Tenemos poco tiempo de haber vivido la celebración de las Posadas Navideñas, que nos hablan de los Peregrinos: María y José y, que hicieron un largo recorrido a lomo de un asno hasta trasladarse desde Nazaret a Belén donde nació el Niño Jesús, nuestro Salvador y Señor, en comparación con ese hecho navideño, no nos hubiera resultado extraño que al Papa se le hubiera ocurrido entrar por la frontera con Estados Unidos, por Ciudad Juárez, donde hubo también miles de muertes por el crimen organizado o por la frontera con Guatemala para llegar a México. Sabemos que visitará Chiapas, otro sitio que fue trágicamente famoso por el recorrido que hacía el Tren, calificado como La Bestia, que trasladaba peligrosamente a tantos Migrantes. Este Papa tiene tanta creatividad y tanta astucia evangélica para hablarnos a los que tengamos un poco de intelecto para poder captar sus Mensajes de Misionero de la Misericordia que brotan de la justicia y producen Paz. El Papa es tan valiente que frecuentemente rompe la logística de lo preestablecido que le van dictando los protocolos a seguir. Romperá el cerco previstos, ten la seguridad, y verás cómo se acerca a la gente y les escucha, y si no lo hace con acciones en ese momento, ten la certeza de que al menos con palabras claras y retadoras se dirigirá a la conciencia de un mundo mexicano que sobrevive entre un claroscuro que ocasiona tantos atropellos por un modelo económico perverso que él acaba de denunciar en Evangelii Gaudium (El Gozo del Evangelio) y que él señala como raíz de nuestros males, no sólo de México sino del mundo entero: el capitalismo neoliberal. Sigamos, pues, con atención y hagamos mucha oración para pedir por el Mensajero de la Misericordia y de la Paz, en su paso por la Casa de nuestra Reina de México.

Compasivo y misericordioso, lento a la ira, clemente y leal Queridos hermanos y hermanas, muy buenos días. Hoy iniciamos las catequesis sobre la misericordia según la perspectiva bíblica, para aprender sobre la misericordia escuchando lo que Dios mismo nos enseña con su Palabra. Iniciamos por el Antiguo Testamento, que nos prepara y nos conduce a la revelación plena de Jesucristo, en quien se revela de forma plena la misericordia del Padre. En las Sagradas Escrituras, se presenta al Señor como “Dios misericordioso”. Este es su nombre, a través del cual Él nos revela, por así decir, su rostro y su corazón. Él mismo, como narra el Libro del Éxodo, re-velándose a Moisés se autodefinió como: “Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad” (34, 6). También en otros textos volvemos a encontrar esta fórmula, con alguna variación, pero siempre la insistencia se coloca en la misericordia y en el amor de Dios que no se cansa nunca de perdonar (cf. Gn 4, 2; Gal 2, 13; Sal 86, 15; 103, 8; 145, 8; Neh 9, 17). Veamos juntos, una por una, estas palabras de la Sagrada Escritura que nos hablan de Dios. El Señor es “misericordioso”: esta palabra evoca una actitud de ternura como la de una madre con su hijo. De hecho, el tér-mino hebreo usado en la Biblia hace pensar en las vísceras o también en el vientre materno. Por eso, la imagen que sugiere es la de un Dios que se conmueve y se enternece por nosotros como una madre cuando toma en brazos a su niño, deseosa sólo de amar, proteger, ayudar, lista para donar todo, incluso a sí misma. Esa es la imagen que sugiere este término. Un amor, por lo tanto, que se puede definir en sentido bueno “visceral”. Después está escrito que el Señor es “compasivo” en el sentido que nos concede la gracia, tiene compasión y, en su grandeza, se inclina sobre quien es débil y pobre, siempre listo para acoger, comprender y perdonar. Es como el padre de la parábola del Evangelio de san Lucas (cf. Lc 15, 11-32): un padre que no se cierra en el resentimiento por el abandono del hijo menor, sino que al contrario continúa esperándolo —lo ha gene-rado— y después corre a su encuentro y lo abraza, no lo deja ni siquiera terminar su confesión —como si le cubriera la boca—, qué grande es el amor y la alegría por haberlo reencontrado; y después va también a llamar al hijo mayor, que está indignado y no quiere

hacer fiesta, el hijo que ha permanecido siempre en la casa, pero viviendo como un siervo más que como un hijo, y también sobre él el padre se inclina, lo invita a entrar, busca abrir su corazón al amor, para que ninguno quede excluso de la fiesta de la misericordia. ¡La misericordia es una fiesta! De este Dios misericordioso se dice también que es “lento a la ira”, literalmente, “largo en su respiración”, es decir, con la respiración amplia de paciencia y de la capacidad de soportar. Dios sabe esperar, sus tiempos no son aquellos impacientes de los hombres; Él es como un sabio agricultor que sabe esperar, deja tiempo a la buena semilla para que crezca, a pesar de la cizaña (cf. Mt 13, 24-30). Y por último, el Señor se proclama “rico en clemencia y lealtad”. ¡Qué hermosa es esta definición de Dios! Aquí está todo. Porque Dios es grande y poderoso, pero esta grandeza y poder se despliegan en el amarnos, nosotros así pequeños, así incapaces. La palabra “clemencia”, aquí utilizada, indica el afecto, la gracia, la bondad. No es un amor de telenovela. Es el amor que da el primer paso, que no depende de los méritos humanos sino de una inmensa gratuidad. Es la solicitud di-vina a la que nada puede detener, ni siquiera el pecado, porque sabe ir más allá del pecado, vencer el mal y perdonarlo. Una “lealtad” sin límites: he aquí la última palabra de la revelación de Dios a Moisés. La fidelidad de Dios nunca falla, porque el Señor es el guardián que, como dice el Salmo, no se duerme sino que vigila continuamente sobre nosotros para llevarnos a la vida: “No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme; no duerme ni reposa el guardián de Israel. El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; el Señor guarda tu entradas y salidas ahora y por siempre” (121,3-4.7-8). Este Dios misericordioso es fiel en su misericordia, y san Pablo dice algo bonito: si tú le eres infiel, Él permanecerá fiel porque no puede negarse a sí mismo. La fidelidad en la misericordia es el ser de Dios. Y por esto Dios es totalmente y siempre confiable. Una presencia sólida y estable. Esta es la certeza de nuestra fe. Entonces, en este Jubileo de la Misericordia, confiemos totalmente en Él, y experimentemos la alegría de ser amados por este “Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad”.


Domingo 31 de enero de 2016

¡No tengan miedo!

La Iglesia y la familia

La familia ante los cambios sociales

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Por P. Juan José Torres Galván

n los países donde la Iglesia Católica es minoría son numerosos los matrimonios entre católicos y personas de otras confesiones cristianas e incluso de otras religiones, estos matrimonios pueden representar una posibilidad para favorecer el espíritu ecuménico y el diálogo interreligioso en una armoniosa convivencia de comunidades que viven en el mismo lugar. En numerosos contextos sociales se ha difundido mucho la práctica de la convivencia que precede al matrimonio, así como convivencias no orientadas a asumir la forma de un vínculo institucional. A esto se añade a menudo una legislación civil que compromete el matrimonio y la familia. Los niños son una bendición de Dios (cf. Gn 4,1). Ellos deben ocupar el primer lugar en la vida fami-liar y social, y deben constituir una prioridad en la acción pastoral de la Iglesia. Con frecuencia los niños son motivo de contienda entre los padres cuando suceden separaciones familiares. Los niños migrantes están expuestos a diversos tipos de sufrimiento. La explotación sexual infantil constituye una de las realidades más escandalosas y perversas de la sociedad actual. En las grandes metrópolis y en sus periferias crece el llamado fenómeno de los niños de la calle. La mujer tiene un papel determinante en la vida de la persona, de la familia y de la sociedad. La madre custodia la memoria y el sentido de la vida. Sin embargo, la dignidad de la mujer necesita ser defendida y promovida. En numerosos lugares ser mujer provoca discriminación: el propio don de la maternidad se penaliza en vez de ser valorizado. Tampoco hay que olvidar el fenómeno de la violencia dentro de la familia. A la explotación de las mujeres y la violencia ejercida sobre su cuerpo a menudo se le suman abortos y esterilizaciones forzadas. Puede contribuir al reconocimiento social del papel determinante de las mujeres una mayor valorización de su responsabilidad en la Iglesia. El hombre juega un papel decisivo en la vida familiar, especialmente en la protección y el sostenimiento de la esposa y los hijos. La ausencia del padre marca se-veramente la vida familiar, la educación de los hijos y su integración en la sociedad. Esta carencia priva a los niños de un modelo apropiado de conducta paterna. La práctica cada vez mayor de mujeres que trabajan fuera de casa no ha sido compensada adecuadamente con un mayor compromiso del hombre en el hogar. Es necesario redefinir las tareas de los cónyuges en su reciprocidad y en la común responsabilidad respecto a la vida familiar. Muchos jóvenes asumen diferentes actitudes con respecto al matrimonio. A menudo son llevados a posponer la boda por problemas de tipo económico, laboral o de estudio. A veces, por otras razones, como la mentalidad contraria al matrimonio y la familia, el miedo al fracaso, el temor al compromiso, el miedo de perder su libertad e independencia, el rechazo a lo institucional y burocrático. Los jóvenes podrán tener una mayor confian-za en el matrimonio gracias al testimonio de las familias que ofrecen a todos el ejemplo de su perseverancia. (Referencia de lectura: Mensaje final, 25-29)

¡Despierten al mundo!

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uy queridas familias, les saludo con mucho cariño y aprecio. En este espacio que me brinda Nuestro Semanario La RED, para compartir con ustedes un pequeño mensaje cada semana; no quiero pasar desapercibido, en esta ocasión, hablarles sobre la Vida Consagrada. Han de saber que este 2 de febrero se clausura oficalmente el Año de la Vida Consagrada. En nuestra Iglesia Potosina lo hemos hecho el pasado fin de semana a través de una serie de actividades en las que participaron cientos de religiosas y los religiosos que residen en San Luis Potosí. Agradezco al P. Carlos Alejandro González Ibarra, M.Sp.S., quien generosamente ha estado al frente de la Vicaría para la Vida Consagrada, motivando a la unidad en la diversidad de carismas y dones que el Señor ha depositado en cada uno de los religiosos y religiosas que tenemos en nuestra Iglesia Potosina. ¡Despierten al mundo! Recuerdo la carta que el Santo Padre envió a los consagrados, al inicio del Año de la Vida Consagrada y fue precisamente haciendo esta exhortación: ¡Despierten al Mundo!. En esta carta, el Papa Francisco indicaba tres objetivos; primero “mirar al pasado con gratitud”, para tener viva la propia identidad, sin cerrar los ojos de frente a las “incoherencias, fruto de las debilidades humanas y quizás también del olvido de algunos aspectos esenciales del carisma”. El segundo objetivo señalaba el de “vivir el presente con pasión”, viviendo el Evangelio en plenitud y con espíritu de comunión. El tercero, “abrazar el fututo con esperanza”, sin dejarse desalentar por las tantas dificultades que se encuentran en la vida consagrada, a partir de la crisis de las vocaciones. Agradezco a todas las religiosas y religiosos que han vivido y seguirán viviendo estas indicaciones del Santo Padre, tan necesarias para la santidad no sólo de ustedes, sino también de nuestra Iglesia. Testimonio vocacional Comparto con ustedes, querido lectores, con nostalgia y algo de tristeza la falta de vocaciones de la que ahora padece nuestro Seminario. Al hacer referencia a la Vida Consagrada, deseo fervientemente que su oración incluya una plegaria en la que oren mucho por nuestros sacerdotes y por las vocaciones tanto para nuestro Seminario como para cada

una de sus casas de formación. Sabemos que es la obra del Señor y sólo Él, sabe y conoce de sus obreros para su Mies. Decía el Papa Francisco en su carta que dirigía a ustedes: “La fantasía de la caridad no conoce límites y tiene necesidad de entusiasmo para llevar el soplo del Evangelio a las culturas y a los más diversos ámbitos sociales. De hecho, saber transmitir la alegría y la felicidad de la fe vivida en la comunidad hace crecer a la Iglesia por capacidad de atracción. Es el testimonio del amor fraterno, de la solidaridad, del compartir el dar valor a la Iglesia”, desde esta perspectiva, es claro que, el testimonio tanto de ustedes en la vida consagrada como nosotros los obispos y sacerdotes podremos incentivar a los jovencitos a interesarse por el sacerdocio o las jovencitas por la vida consagrada. Seamos familia en comunión Estamos en el Año de la Misericordia. En medio de ese mosaico de la Visa Consagrada caracterizado de una inmensa variedad de formas mediante la cual nos habla Dios, estamos llamados a redescubrir aquella, la única, que nos llama a vivir la comunión. En el Año de la Misericordia indudablemente que, es la oportunidad de hacerla presente como un indicio específico de nuestra vocación: Ser rostro de la misericordia del Padre, testigos y constructores de una fraternidad vivida con autenticidad. Queridas familias, cada semana he querido dedicar un pequeño mensaje a ustedes a través de este medio; perdonen esta ocasión haber brindado un pequeño pensamiento a la Vida Consagrada de nuestra Iglesia Potosina; sin embargo, sé que ustedes son indispensables para que se sigan fortaleciendo las vocaciones para nuestro seminario así, como para las casas de formación para la Vida Consagrada. Les pido su oración por ellos pero también que no dejen de motivar a sus jóvenes a la vocación sacerdotal y las jovencitas a la vida consagrada. Se despide y los quiere su amigo y hermano Obispo

+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí



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Cosas y Casos de la vida

Dos años de adoración perpetua en la parroquia de la Inmaculada Concepción de María de la Col. Himno Nacional 2ª sección

El Papa incluye a las mujeres en el lavado de los pies el Jueves Santo Artículo prohibido para los tradicionalistas

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Por: P. Kino

unque el Papa Francisco en una cárcel de Rebibbia ya había lavado los pies a mujeres el Jueves Santo del 2015, ahora este gesto lo introduce a toda la Iglesia a través de una carta, y dirigida al Cardenal Roberto Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Doctrina de los Sacramentos. En la mencionada carta, el Papa invita a que se les dé la explicación del rito. Hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, sanos, enfermos, clérigos, consagrados, laicos en general, todos pueden tomar parte de la liturgia del lavatorio de los pies el próximo Jueves Santo. Aunque la tradición marcaba solo a varones para ver en ellos los doce apóstoles, sin embargo el lavatorio de los pies tiene un carácter universal, y no debe hacer distinción de personas ni edades. Tampoco será obligatorio que sean doce, solo un grupo, si son doce o no eso es lo de menos. Quienes aún vean en el lavatorio de los pies una “obra de teatro”, no dudo que esto no les agradó. Otros tradicionalistas tal vez quieran pintar o poner barba a las mujeres (que por cierto mi prima Maclovia no la necesita, tiene más barba que yo), y tampoco se vale. De ningún modo tampoco habrá que ponerles la túnica de apóstol, pues nada que ver con el signo. Para aquellos que no les agradó dicho cambio del Papa Francisco, no se preocupen, total, tápense los ojos para que no vean la procesión de entrada en la misa del Jueves Santo y siéntense hasta atrás del templo para que no vean cuando el sacerdote le lava los juanetes, ojos de pescado y callos tanto a los hombres como a las mujeres. Tal vez en algunos lugares sigan lo tradicional, pues no es fácil cambiar de ideas por pequeñas que sean. Pensemos por un momento, antes las mujeres no leían la lectura, no se podían quitar el velo dentro del templo, tenían que ir con falda a la eucaristía, no podían ser ministras de la comunión, etc. Todos esos cambios fueron poco a poco, fue tal vez necesario ir haciendo conciencia o que se fueran muriendo los tradicionalistas. No faltará el extremista que diga que sea la antesala para el sacerdocio de mujeres, pues no le quiero matar la onda pero nada que ver. Hay cuestiones bíblicas, magisteriales, tradicionales que se seguirán conservando y hay otras que se pueden modificar para dar signos del amor de Dios a todos. Así que ni se emocionen las que añoran ser sacerdotisas, mejor tratemos de ser santos, que es más importante que añorar ser sacerdotisa. Muchos aún no sabemos si el próximo Jueves Santo practicaremos ya esto, pues no sea que los tradicionalistas en lugar de “Crucificar a Cristo”, nos vayan a aporrear a nosotros.

Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez

colunga46561@hotmail.com

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on gusto manifiesto que el 2 de febrero cumplimos dos años del inicio de la capilla perpetua en mi parroquia. He sido testigo que en realidad la Eucaristía como presencia real de Cristo convoca e invita oración y te transforma. Además, Jesús Eucaristía derrama abundantes bendiciones sobre todos aquellos que se acercan a su divina presencia. Hace poco hice un comentario con los decanos, que sería muy importante que se promovieran las capillas perpetuas como fruto de los congresos eucarísticos tanto parroquiales como decanales, porque es evidente que la Eucaristía transforma personas, familias y parroquia. Los que reconocemos la presencia Real de Cristo buscamos la forma de estar con Él en cualquier momento del día; me ha impresionado las personas que acuden todas las madrugadas a postrarse ante el Señor en la capilla permanente. En el pasaje cuando Jesús se aparece a los doce y Tomás no estaba con ellos, Jesús le dijo a los ocho días: “Tú crees porque me viste, dichosos los que creen sin haber visto”. En la última cena Jesús dijo: “Esto es mi Cuerpo y esta es mi Sangre”; y sin haber visto lo creemos y además exclamamos como Tomás: “Señor mío y Dios mío” (Jn 20, 28). Jesús, en el Santísimo Sacramento, quiere darnos la plenitud de sus gracias por ir a Él, por la fe. Él quiere derramar sobre nosotros las gracias que brotan de su Ser, con todo el mérito, toda la gloria, la belleza y el amor salvífico que emanan de su interior. La madre Teresa decía que la presencia de la Eucaristía en su comunidad y la hora santa diaria, sería la causa y la razón por la que su comunidad había crecido; y efectivamente, su comunidad creció a tres mil, mediante el poder y la gracia recibida en la hora santa diaria. Tal vez no me crean, pero mucha gente de la parroquia que antes no se acercaba, ahora no han dejado de ir aunque sea un momento ante la presencia del Señor. El cura de Ars, en sus últimos años solamente decía en sus homilías: “Si sólo supieras cuánto Jesús te ama en el Santísimo Sacramento, te morirías de felicidad”. Después señalando hacia el Sagrario, agregaba: “Jesús está realmente ahí”. Los grupos parroquiales, harán para este día carros alegóricos alusivos a la Eucaristía, y haremos procesión por el Sector Uno de la Himno Nacional Segunda Sección. La banda de guerra y los niños de danza azteca de la pa-rroquia, iniciarán nuestro recorrido. Agradezco a los más de 400 adoradores perpetuos, a los visitantes y al equipo piloto, su apoyo, tiempo y espacio para que la capilla perpetua haya cumplido un año más y que siga creciendo este hábito en los demás fieles. A todos, felicidades y que Dios los bendiga. Hasta la próxima


Momento Teológico

Construir, Cultivar, Conquistar

Estimular nuestro Amor

Por: Padre Memo Gil

“Si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros”. (Jn 13,14) “Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, y me faltara el amor, no sería más que bronce que resuena y campana que toca (…) El amor es paciente, servicial y sin envidia”. (1Cor 13,1.4)

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a verdadera trascendencia del ser humano, reside en su capacidad de amar. Esto es lo que da identidad y peculiaridad a una persona: contar con un sentimiento tan puro y noble como lo es el amor. Ahí reside toda la fuerza y la energía con que contamos para dejar huella, y para saber hacer de nuestra vida, una experiencia profunda de generosidad y donación.

¿Qué propone el “evolucionismo” de Darwin sobre el origen del hombre? P. Francisco Javier Espinoza Ayala

fjespinozaa@hotmail.com

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l choque por excelencia, entre la ciencia y la fe cristiana surgió con Charles Darwin, dos tesis se enfrentan: el creacionismo y el evolucionismo. El creacionismo afirma la estabilidad de las especies. Cada especie es inamovible. No hay nuevas especies. El conjunto de las especies vive desde la creación del mundo. Si algunas especies han desaparecido es por la acción de los seres humanos, pues la creación era perfecta. Las especies no pueden aparecer ni desaparecer por ellas mismas por el solo juego de la naturaleza. El transformismo admitía una evolución, pero con explicaciones insatisfactorias. Darwin buscaba otra explicación, quería encontrar lo que puso en marcha, el proceso de la vida. A partir de un largo viaje (1831-1836) en barco, el Beagle, Darwin observa la variedad y los parecidos de las plantas y animales de los diferentes continentes. Formula una teoría unitaria sobre el origen de las especies en la que afirma que los organismos cambian. Algunas variaciones se transmiten a los descendientes. Los más aptos sobreviven a los cambios de su medio de vida y proporcionan mejores oportunidades a sus descendientes. De ahí la idea de una selección natural que supone una lucha y una competición de las especies entre sí y de los individuos de una misma especie entre ellos, que conducen a la victoria del más adaptado al medio. Darwin ve la naturaleza como un sistema dinámico en el que la competición juega un papel: los más fuertes, los más adaptados se imponen y así sobreviven. Si el medio cambia, algunas especies, a las que su estado anterior perjudicaba, pueden tener alguna ventaja y adaptarse rápidamente, para llegar a imponerse a los demás. La tesis es atractiva, pero es difícil de demostrar, ya que Darwin ignoraba lo que se sabe hoy gracias a la genética. Si las especies descienden unas de otras, según mecanismos excesivamente complejos, es legítimo pensar que el ser humano no es más que un animal evolucionado. De ahí la escandalosa idea de que el hombre podría venir del mono. Pero si esto es así ¿Dónde queda el lugar que el ser humano se atribuye a sí mismo en el seno de la naturaleza? ¿Qué sucede con el destino espiritual de los seres humanos? ¿No somos como lo piensan tantos, más que una aberración de la naturaleza, un callejón sin salida en el que esa naturaleza está metida y que se termina cuando los humanos hayan destrozado todo en la tierra o, más sencillamente, cuando se hallan matado unos a otros? O más aún, ¿son compatibles el evolucionismo y la doctrina de la Iglesia Católica? De eso tendremos oportunidad de hablar en la siguiente edición. Hasta la próxima.

Gracias a ésta experiencia, somos los protagonistas de una fecundidad espiritual, que no conoce límites. Pues cuanto más amemos, a todos y en todas partes, seremos plenamente fecundos. Es aquí donde se da un “trascendimiento” original de nosotros mismos, y que se manifiesta como la más clara superación de toda actitud egocéntrica. Esto nos llevará a una actitud oblativa, que marcará definitivamente nuestras relaciones y nuestra capacidad de asumir, más libre y ge-nerosamente, todo lo que vivimos. Aún cuando eso no hiciera parte de nuestros planes. Pues la sorpresa y lo impredecible, vienen a sacudirnos muchas veces a donde nos encontramos ‘plantados’. Y es que nos conformamos con caricaturas que hemos hecho del amor. Vamos dejando de lado a lo que el amor compromete y exige. Hasta pensar que únicamente nos está permitido amar cuando obtenemos algún beneficio, sino, no vale la pena esforzarse demasiado.

Es triste este camino de la humanidad, pues es un camino que la pierde y la dispersa. Se antepone al amor, por lo general, sólo hay un interés para servirse de los demás en beneficio personal. Cuanto más nos sirven los demás en nuestros intereses particulares, más buscamos aprovecharnos de ellos. Y no los amamos como personas, sino que llegan a ser únicamente objeto de nuestros caprichos y deseos. Esto lleva a la destrucción poco a poco. Pues nuestras relaciones se ven minadas en lo más esencial. Olvidamos que somos semejantes y prójimos unos de los otros. Y perdemos así la capacidad de valorar lo que los demás pueden llegar a representar en nuestra vida. Necesitamos, por eso, estimular más y más nuestro amor. Para que no decaiga, para que sea sano, para que sea gratuito e incondicional. Se vuelve necesaria una profundización del sentido pleno de nuestra existencia y de nuestras relaciones con los demás. Dando espacio así, a un amor que se estimula de acuerdo al valor, que cada uno tiene en bien de todos. Sólo cuando nuestro amor es sincero, seremos reconocidos por los demás, como personas con las que vale la pena convivir. Seremos tomados en cuenta, por lo que en realidad somos. Será fácil que se reconozcan nuestros gestos y actitudes de amor, porque no aparecerán intereses mezquinos en nuestra manera de ser y de presentarnos ante los demás.

San Juan Bosco

El santo de hoy

31 de Enero

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n 1815 nació en Piamonte (Italia). A los dieciséis años, ingresó en el seminario de Chieri y era tan pobre, que debía mendigar para reunir el dinero y los vestidos indispensables. Después de haber recibido el diaconado, Juan Bosco pasó al seminario mayor de Turín y ahí empezó, con la aprobación de sus superiores, a reunir todos los domingos a un grupo de chiquillos abandonados de la ciudad en una especie de escuela y lugar de recreo al que llamó “Oratorio Festivo”. El primer puesto que ocupó Don Bosco fue el de capellán auxiliar en una casa de refugio para muchachas, que había fundado la marquesa di Barola. Tiempo después, acabó una escuela nocturna, y como el oratorio estaba lleno, abrió otros dos centros en otros tantos barrios de Turín. Por la misma época, empezó a dar alojamiento a los niños abandonados. Al poco tiempo, había ya cuarenta chicos, la mayoría aprendices, que vivían con Don Bosco y su madre en el ba-rrio de Valdocco. Cayó pronto en la cuenta que todo el bien que hacía por sus chicos, se perdía con las malas influencias del exterior, y decidió construir sus propios talleres de aprendizaje. Los dos primeros fueron inaugurados en 1853. En 1856, había ya 150 internos, cuatro talleres, una imprenta, cuatro clases de latín y diez sacer-dotes. Los externos eran 500. En diciembre de 1859, Don Bosco y sus 22 compañeros decidie-ron finalmente organizar la congregación, cuyas reglas habían

sido aprobadas por Pío IX. Pero la aprobación definitiva no llegó sino hasta 15 años después. La orden creció rápidamente: en 1863 habían 39 salesianos, a la muerte del fundador eran ya 768. El siguiente paso de Don Bosco fue la fundación de una congregación femenina. La congregación quedó inaugurada en 1872, con la toma del hábito de 27 jóvenes a las que el santo llamó Hijas de Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos. Don Bosco realizó uno de sus sueños al enviar sus primeros misioneros a la Patagonia. Poco a poco los salesianos se extendie-ron por toda América del Sur. Tenían 36 casas en el Nuevo Mundo y 38 en Europa. Las instituciones salesianas en la actualidad comprenden escuelas primaria y segunda enseñanza, seminarios, escuelas para adultos, escuelas técnicas y de agricultura, talleres de imprenta y librería, hospitales, etc. sin omitir las misiones y el trabajo pastoral. Don Bosco murió el 31 de enero de 1888. Su canonización tuvo lugar en 1934.


07 Por Luis Marino Moreno

El progreso improductivo

Gabriel Zaid

Libros de Bolsillo, 1979.

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n México una gran parte de la población vive en el limbo o en el purgatorio o en el infierno: al margen de una vida mejor o descontenta de sus efectos contraproducentes; el cielo que nos tiene prometido el progreso, no acaba nunca de llegar. Ningún progreso parece hoy más urgente que superar la ciega voluntad de progreso. Los científicos, los industriales, los políticos, siempre ofrecen un futuro maravilloso, sin desanimarse jamás por los resultados de hecho. La vo-luntad de progreso que hay en este libro parte de una autocrítica mexicana, pero el fenómeno es general. El saber, el poder, el dinero, los privilegios, se han ido concentrando en las grandes ciudades a través de organismos centralizados, estructurados piramidalmente y encabezados por universitarios. Así prospera una oferta de progreso costoso, y por lo mismo no generalizable para toda la población, en vez de que prospere una oferta que aumente la productividad y el bienestar a bajo costo para todos.

Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- Anunciar el Evangelio es la misión de cada bautizado. Es la afirmación que realizó el Papa Francisco al presidir el pasado domingo. “Ser cristiano y ser mi-sionero es la misma cosa. Anunciar el Evangelio, con la palabra e incluso antes, con la vida, es la finalidad principal de la comunidad cristiana y de cada miembro suyo”. El Pontífice habló de “evangelizar a los pobres” y de lo que esto significa: “Ésta es la misión de Jesús, esta es también la misión de la Iglesia y de cada bautizado en la Iglesia”, indicó. ROMA.- “Se han definido los puntos de visita de Su Santidad… tanto pastoral como oficial de su viaje, se han cuidado los aspectos litúrgicos, los aspectos logísticos dado que es un país extenso y los recorridos del Papa serán amplios, hay un ánimo muy propicio para la recepción de Su Santidad, será el primer Pontífice que será recibido en Palacio Nacional, el Episcopado mexicano, la nunciatura apostólica, el Gobierno de la República y los gobiernos de las entidades que visitará Su Santidad están trabajando intensamente”, dijo Mariano Palacios Alcocer, embajador de México ante la Santa Sede. EL PASO.- La Diócesis estadounidense de El Paso está invitando a sus fieles al estadio Sun Bowl de la Universidad de Texas, en El Paso, el 17 de febrero, para participar a la transmisión en directa de la visita del Papa Francisco a México. Este evento es una alternativa para aquellos que no puedan cruzar la frontera para ir a Ciudad Juárez el día que el Pontífice estará en la vecina ciudad. Mons. Mark J. Seitz, obispo de la diócesis de El Paso, confirmó la celebración, que se llamará “Two Nations, One Faith”. “Queremos que el mayor número de personas disfrute de esta maravillosa visita, una de las más importantes a la región. WASHINGTON.- Cientos de personas quedaron atrapadas el viernes pasado en la autopista de Pensilvania por la tormenta de nieve Jonas. Muchos de ellos regresaban a sus ciudades tras participar en la Marcha por la Vida de Washington DC. La tormenta paralizó el tráfico en la importante vía. Pasaron más de 15 horas y los viajeros -la mayoría manifestantes pro-vida- no recibían agua, alimento ni noticias sobre cuándo podrían retomar la marcha. Fue así que un grupo de jóvenes católicos decidió construir un altar de nieve para que los sacerdotes que los acompañaron a la Marcha pudieran celebrar Misa. Las fotos impactan las redes sociales.

Iglesia de México

MÉXICO.- Uno de los encuentros más importantes que el Papa Francisco sostendrá durante su visita a nuestro país, será con los Obispos mexicanos, es decir, con los pastores del segundo país con mayor número de católicos en el mundo. Este evento tendrá lugar el sábado 13 de febrero en la Catedral de México, una vez concluido el encuentro de Su Santidad con el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, en Palacio Nacional. De acuerdo con los organizadores, el Papa Francisco será recibido por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, en el acceso principal de la Catedral Metropolitana; ahí, el Dr. Miguel Ángel Mancera le entregará al Santo Padre las llaves de la ciudad.

Gabriel Zaid. Nació en monterrey, el 24 de enero de 1934.

Hay poemas suyos en un centenar de antologías. Entre sus libros de crítica literaria y social, el más conocido en México es la antología ómnibus de poesía mexicana; en el extranjero, los demasiados libros.

Para leer bien, y escribir mejor

MÉXICO.- Por amplia mayoría el Congreso del estado de Veracruz, aprobó una modificación en el artículo 4º de la Constitución local para blindar el derecho a la vida de los nacidos desde el momento de la concepción y de esta manera bloquear cualquier iniciativa para despenalizar el aborto. La modificación del artículo 4º, consiste en la adición de un segundo párrafo el cual establece, que “el estado garantizará el derecho a la vida del ser humano desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, como valor primordial que sustentará el ejercicio de los demás derechos; salvo las excepciones previstas en las leyes”. MÉXICO.- Es madre soltera y nunca ha hablado en público para proteger a su pequeña hija de las burlas de otros niños; sin embargo, cuando a Évila Quintana Molina le dijeron que daría su testimonio al Papa Francisco en la cárcel de Ciudad Juárez, fue su niña de 8 años quien la alentó a seguir adelante y asegurándole que, “es más, yo quiero estar contigo”. Sobre cómo fue elegida, Évila recordó que estaba trabajando en la tienda del penal femenino cuando la llamaron para que hiciera una audición. “Pensé: ‘¿ahora qué pasó?’”, recordó, pues en ese momento no sabía de qué se trataba. Leyó el párrafo que le dieron y luego de unas horas le avisaron que era la elegida. Creyó que sólo sería la lectora de un discurso oficial pero le indicaron que tenía que dar un testimonio.

Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- El pasado fin de semana, la Iglesia Potosina realizó el culmen del año de la vida consagrada. En una serie de actividades pero, particularmente en los momentos de oración, cientos de religiosas y los religiosos que residen en San Luis se congregaron en Casa de la Acción Católica, lugar en el que se prepararon para peregrinar hacia la Catedral y participar en la Eucaristía que presidió Don Jesús Carlos Cabrero. Felicitamos a la vida consagrada en la que, tanto varones como mujeres, han entregado su vida al Señor.


Lo empujaron fuera de la ciudad Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

no esconde su admiración por las palabras de gracia que pronunciaba. Esto, a pesar del giro adverso que da el encuentro en la segunda parte.

21 Entonces comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír». 22 Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es este el hijo de José?». 23 Pero él les respondió: «Sin duda ustedes me citarán el refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaúm». 24 Después agregó: «Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. 25 Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. 26 Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. 27 También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio». 28 Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron 29 y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. 30 Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino. (Lc 4, 21-30).

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l Evangelio del Jesús pacífico y amigable, el de san Lucas, nos ofrece esta escena de agresión a Jesús desde el primer momento de su mi-nisterio. San Marcos y san Juan esperan mucho más para relatar la intención que tenían de eliminar a Jesús sus adversarios. San Mateo, por su parte, lo mostrará desde que Jesús es un recién nacido, al relatar la matanza de los inocentes. Mientras Jesús hablaba a los presentes en la sinagoga del cumplimiento de su Evangelio Salvador, en el “hoy”, después de terminar de hacer la lectura de Isaías, la asamblea reacciona primero amablemente, pero después agrede a Jesús con la intención de acabar con él. Pareciera como si san Lucas hubiera unido, en una sola, dos historias distintas, una de aceptación y otra de rechazo. El primer momento destaca, no sólo que el Evangelio de Jesucristo se cumple sin dilación, que es un mensaje vivo y actuante en el “hoy”, sino que, describe su mensaje como “palabras de gracia” que brotan de su boca, las cuales transmiten salvación y son gratas a los oídos, lo cual provoca la admiración y deleite de sus escuchas. Todo esto nos hace deducir un encuentro feliz entre Jesús y la sinagoga de Nazaret: pues san Lucas destaca que la asamblea tenía la mirada fija en Él, le otorga su aprobación verbal y

En la explicación anterior, habíamos hecho notar que esta narración es considerada un evento programático, es decir, en él se sintetiza de modo general lo que será el programa del ministerio de Jesús. Así, después de presentarse como ungido por el Espíritu para ser anunciador de la Buena noticia de salvación, ahora, en el versículo 22, viene presentado como aquél de cuya boca provienen “palabras de gracia.” Esta manera de referirse al mensaje de Jesús, no ha de quedar olvidado como una manera más de describir la predicación de Jesús, sino que nos ha de acompañar durante el recorrido por todo este Evangelio, y así tener presente que cada palabra que pronuncia Jesús es palabra de gracia, es decir de salvación. El término clave es “gracia”, el cual hace referencia a la generosa gratuidad de Dios, a su tierna misericordia y total decisión de salvar a los hombres. Así, las palabras de Jesús son portadoras de la compasión de Dios, son palabras que dan esperanza y ofrecen en el hoy de cada persona la oportunidad de la salvación. Esas palabras de gracia, están de modo especial manifestadas en los textos de san Lucas que no aparecen en los otros Evangelios, ésas fueron las palabras que escuchó la viuda de Naím cuando Jesús le devolvió vivo a su único hijo que llevaba a sepultar, son las que escuchó Zaqueo por doble ocasión, en primer lugar: “Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa” y, después: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa” (notemos que en ambas ocasiones se insiste en el “hoy” de la salvación. Son también las que escucharán sus ejecutores “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” y, el malhechor arrepentido: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Los textos más destacados de san Lucas, entre e-llos un número considerable de parábolas, como la del buen samaritano y el hijo perdido, entre muchas otras, van confirmando paso a paso, la amorosa propuesta de Dios a fin de afianzar los lazos con Él y los vínculos entre quienes forman parte de la comunidad de discípulos. Así, no queda sin sustento la afirmación hecha en 4,22: “estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca”. No obstante, aceptación y rechazo formará parte del ministerio de Jesús.

Los Foros Imperiales de Roma

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zona, centro de la actividad política e incluso religiosa del Imperio. Por eso, es el lugar elegido por muchos turistas para perderse.

El proyecto comenzó hace un año y el resultado son estos reco-rridos que permiten acceder más fácilmente a las zonas emblemáticas de los Foros, desde el arco de Tito hasta la Curia.

A lo largo de varios años, durante la República y el Imperio Romano, fue necesario ampliar los Foros ya que Roma cada vez abarcaba más dominios. Toda esta importante área arqueológica salió a la luz en 1924, cuando Mussolini decidió construir la actual Avenida de los Foros Imperiales. Hasta entonces, quedaban ocultos por un apretado entramado de casas medievales y renacentistas de las que aún quedan algunos restos.

i estas piedras hablaran podrían contar historias de casi dos mil años. Los Foros Imperiales son una de las mayores joyas de la Ciudad Eterna pero les faltaba algo: Ser accesibles a todo tipo de público.

Los Foros Imperiales son un auténtico laberinto que habla de la rica vida que se desarrolló en esta


Catequesis para una Iglesia que desea ir al encuentro de todos

Revertir a exclusión y la injusticia

Objetivo

Reconocer el aporte que el papa Francisco puede hacer, desde la fe, al afianzamiento de la paz y la reconciliación en nuestra patria.

Contemplar - Invocamos al Espíritu Santo. Una violenta realidad Vivimos atemorizados por los actos de violencia que se multiplican en el mundo. México, nuestro país, no es la excepción. Cada día nos enteramos de acciones cometidas con una crueldad inaudita que destruye vidas humanas y siembra el terror. Son hechos que quedan impunes y nos llevan a sentirnos indefensos y expuestos a sufrir cualquier clase de violencia. El papa Francisco es sensible a esta dramática situación. Se ha comprometido en favor de la paz y de la reconciliación en los lugares del mundo donde impera la inseguridad. • Ha hecho oír su voz frecuentemente a favor de la paz en Siria. • Convocó a los presidentes de Israel y de la Comunidad Palestina para una jornada de oración. • Colaboró de manera muy eficaz para el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos. • Se ha reunido con líderes de diferentes credos religiosos, mostrando su apertura para el respeto en la diversidad, invitando siempre a construir puentes que unan y no muros que alejen. Mensajero de reconciliación El papa vendrá a México como Pastor y, desde la fe, nos convocará a comprometernos en la reconstrucción de un país reconciliado y en paz. Su palabra nos invitará a la conversión de los corazones, raíz de donde brotan todos los males que nos afectan. El Santo Padre conoce la situación de nuestro país, tal como se la informaron con amplitud los obispos mexicanos en su reciente visita al Vaticano. Sabe que necesitamos convertirnos a Cristo, nuestra paz: El que hizo de los dos pueblos uno solo al derribar el muro de la enemistad, reconciliándonos con Dios en un solo cuerpo mediante la cruz. Efesios 2,16 Construir la paz Construir la paz requiere ir con sabiduría hasta las causas profundas que provocan la violencia y que están en el fondo de tantas guerras e injusticias. Hombres y mujeres mueren a manos de hermanos que no se reconocen como tales; olvidamos que fuimos creados por Dios como seres hechos para el encuentro, para la fraternidad y para entregarnos, mutuamente, en actitud de solidaridad.

Discernir Reconstruir la paz desde Cristo La desaparición de Dios de las convicciones del hombre actual ha hecho que no nos sintamos hermanos, nos falta la referencia a un Padre común. Dice Jesús: “Ya que hay un solo Padre, que es Dios, todos ustedes son hermanos” Mateo 23,8-9 Entrega solidaria El papa Francisco afirma: “El amor de Dios, cuando es acogido, se convierte en el agente más asombroso de la existencia y de las relaciones con los otros, abriéndonos a la solidaridad” (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 2014). Cristo nos ha regenerado para la fraternidad con su muerte y su resurrección, dándonos lo que los seres humanos no podemos conseguir por nosotros mismos. El papa nos recuerda que la conversión supone no dejarse llevar solo por el afán de ganancia, por la sed de poder. Es necesario entregarse solidariamente por amor al otro, en lugar de explotarlo y oprimirlo para el propio provecho.

Conseguir la construcción de un mundo reconciliado y en paz requiere una profunda transformación social que conduzca a una más equitativa distribución de la riqueza: “Hoy en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que no se revierta la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia. Cuando la sociedad abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos, ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad” (Evangelii gaudium 59). El papa ha invitado a los que siembran violencia y muerte con las armas a descubrir en aquellos a quienes quieren exterminar a seres humanos, y a no alzar la mano contra ellos: “Estas organizaciones ofenden gravemente a Dios, perjudican a los hermanos y dañan a la creación” (Mensaje para la Paz, 2015).

Proponer OPTAR POR LA PAZ • Reflexionamos cómo se pueden aplicar en el ámbito de la familia, del barrio, de la colonia, las palabras del papa que hemos leído. ................................................................................................................... ................................................................................................................... • Nos cuestionamos: • ¿Qué podemos cambiar en nuestras relaciones (personales, familiares, laborales) para favorecer la paz? Personales ................................................................................................................... ................................................................................................................... Familiares ................................................................................................................... ................................................................................................................... Laborales ................................................................................................................... ...................................................................................................................

Celebrar Rezamos esta oración oración, escrita por los obispos mexicanos: Tú eres nuestra paz Señor Jesús, tú eres nuestra paz. Mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernen. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades. Que, como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que, en ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Amén.


Aniversario de la dedicación de la Catedral Por: LCC Angélica Maldonado Morales

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a Catedral metropolitana, cumplió el pasado 20 de enero, su 156 aniversario de haber sido dedicada, motivo por el cual se llevó a cabo una solemne concelebración Eucarística en la que estuvieron presentes el Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero y el Arzobispo Emérito Arturo Antonio Szymanski Ramírez. Fue dedicada hace 156 años a San Sebastián Mártir, el cual ocupa un lugar especial en Catedral, dado que está colocado en mármol en la parte inferior del Altar Mayor. Un 20 de enero, en el marco de la festividad de San Sebastián Mártir fue dedicada la Sede del Arzobispo. Fue así como en solemne concelebración Eucarística se festejó un aniversario más de la Dedicación de la Catedral metropolitana potosina, la cual nos une en la fe y en comunión.

20 Aniversario Sacerdotal Festividad en la Parroquia de San Sebastián

Por: Angélica Maldonado Morales

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l lunes 18 de Enero en la Parroquia del Santuario de San José Obrero y Santa María de Guadalupe tuvieron el honor de concelebrar el 20 Aniversario Sacerdotal los Presbíteros: • Pbro. José Luis Grimaldo Ramírez, de San Ciro de Alejandría en San Ciro de Acosta. • Pbro. Gabino Medina Portales, Rector del Santuario de San José Obrero. • Pbro. Francisco Rocha de los Santos. Párroco de Santa Rosa de Lima, en la colonia 21 de Marzo. • Pbro. Antonio Huerta García. Párroco de Nuestra Señora de la Paz, en Ave. Salk. • Pbro. Luis Alfonso Martínez Gallo. Capellán espiritual de Radio María. • Pbro. Juan Carlos Carrera Rodríguez, compañero de generación. Párroco de Santa Catarina de Alejandría, en Río Verde. • Pbro. José Luis Estrada Jasso (Q.E.P.D.). Acompañándolos el Arzobispo Emérito Don Luis Morales Reyes, quien concelebró la misa de acción de gracias junto con el Pbro. Arnulfo Alvarado Díaz, Pbro. Juan Pérez Flores, Pbro. José Javier Torres Pacheco y Pbro. Gerardo Vaglenty, y amigos y familiares quienes también los acompañaron. En la homilía pidiendo por estos pastores sacerdotes de nuestro pueblo, que el Señor les conceda anunciar su evangelio con valentía y dignidad, y con esa dicha de estar en el año de la Misericordia, Dios les da un gran mensaje para ellos y para nosotros sobre el perdón, y para que brille la misericordia de Dios en cada uno de nosotros. Ayudando a esos corazones duros y difíciles a acercarse a la Iglesia y para hacerles entender la Misericordia del Señor.

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e llevó a cabo la festividad en la Parroquia de San Sebastián, Mártir, donde el Párroco, Pbro. Samuel Álvarez Bernal, recibió gustoso al Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero, en compañía de toda la Comunidad Parroquial. En el barrio de San Sebastián se vivió la Fiesta Patronal con fervor y júbilo espiritual. Los fieles sumamente atentos, escucharon una breve historia de San Sebastián Mártir, Patrono titular de esta Parroquia, ubicada en el Barrio del mismo nombre, donde el Señor Arzobispo, exhortó a los fieles a vivir plenamente el Evangelio de Cristo bendito, pues si así lo hacemos, seremos felices desde esta misma vida terrenal, y más aún, gozaremos de la gloria del Reino Celestial eternamente, donde ya nadie estará triste, pues se contemplará el rostro resplandeciente de Cristo y seremos felices en plenitud. Señaló que San Sebastián vivió el Evangelio incluso hasta dar su vida por Cristo, y “la muerte para Él fue una ganancia”. Se convirtió en el “Soldado de Cristo”, fue “Guerrero de Cristo”, quiso derramar su sangre por su Dios y Señor, el Único que nos ofrece la felicidad verdadera, el Único que nos da auténtico amor incondicional. Don Jesús Carlos Cabrero, felicitó al Padre Samuel Álvarez Bernal, por el valioso trabajo que ha desempeñado en la Parroquia de San Sebastián, Mártir y le pidió seguir trabajando arduamente en pro de esta Comunidad Parroquial que siempre le ha sido fiel a Dios en todo momento.


Domingo 31 de enero de 2016

Clausura del año de la Vida Consagrada Por Gustavo Alejandro García Vargas.

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l pasado Sábado 23 de Enero se llevó a cabo la clausura del año de la Vida Consagrada, misma que se realizó con una platica impartida por el Excmo. Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero en el auditorio del colegio Instituto Hispano Ingles, donde tocó el tema principal de la Misericordia, como misión de los consagrados y consagradas. El mismo día se realizó un panel y mesas de trabajo; al termino de la formación, tuvieron su convivencia en un armónico ambiente y con la participación del grupo Jésed. El Domingo 24 de Enero por la mañana Sacerdotes Diocesanos, Religiosos, Religiosas, Seminaristas, Laicos, Familias y jóvenes se reunieron en el auditorio de la Casa de la Acción Católica para estar en compañía de Cristo con una Hora Santa en el Santísimo Sacramento, para posteriormente realizar una peregrinación a la Catedral Metropolitana, donde se llevó a cabo el cierre con la celebración Eucarística.


¡Pónganse en camino!

Celebrando al Señor

Discípulos misioneros

El cambio en el rito del lavatorio de los pies del Jueves Santo (Primera parte)

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P. Pedro Mexquitic Arredondo

l Papa Francisco ha establecido un cambio en el rito del lavatorio de pies en la Misa de la Cena del Señor. De ahora en adelante entre los doce elegidos como marcaba la rúbrica del Misal del Papa Pablo VI podrá participar cualquier miembro del pueblo de Dios. En adelante en el rito del lavatorio de los pies que realiza el sacerdote celebrante, podrán participar “hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, clérigos, consagrados, laicos”. En una carta escrita al Cardenal Sarah Prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos con fecha del 20 de diciembre del 2014 y dada a conocer el pasado 21 de enero, el Papa Francisco señala que desde hace tiempo reflexiona sobre el “rito del lavatorio de los pies contenido en la liturgia de la Misa “in Cena Domini” con la idea de mejorar la forma de participación para que exprese plenamente el significado del gesto efectuado por Jesús en el Cenáculo, su entrega hasta el final por la salvación del mundo, su caridad sin límites” Para entender mejor este cambio ha-cemos un breve recorrido del rito del lavatorio de los pies en el rito Romano para concluir con un comentario a lo dispuesto por el Papa Francisco y sus respectivas consecuencias. Con el gesto del lavatorio de los pies

a los discípulos, Jesús hace visible la lógica del amor y de servicio que ha guiado su vida hasta la muerte en la cruz. Pero este gesto hecho por Jesús es también fundante de un estilo eclesial. La comunidad cristiana es enviada a recorrer el camino del servicio: “Pues si yo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros” (Jn 13,14). La liturgia romana añadió el lavatorio de los pies en el marco del Jueves Santo solo hasta segundo milenio, testigo es el Pontificale Romano del siglo XII, que coloca el rito después de las vísperas. La Liturgia de la Curia Romana del siglo XIII acoge este rito en forma abreviada, que pasa después al Missale Romano de Pío V, en su edición prínceps del 1570, donde es celebrado fuera de la Misa en el curso de la tarde. Es de notar que la rúbrica de este Misal no parece preocuparse de la dimensión mimética de cuanto Jesús ha hecho. En efecto, la rúbrica no habla de “doce” personas a las cuales lavar los pies; dice simplemente: “Post denudationem altarium, hora competenti, facto signo cum tabula, conveniunt clerici ad faciendum mandatum. Maior abluit pedes minoribus: targit et osculatur…” Nota que se trata de un gesto hecho solo entre los miembros del clero. A este propósito, recuerdo que la liturgia es en general más anamnética que mimética: hace memoria de los gestos del Señor interpretándolos en un contexto ritual más amplio.

Teología de la misión

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(Parte I de V)

sta semana veremos el primero de cinco apartados sobre la Teología de la Misión. Hoy abordaremos el tema: “El Fundamento Bíblico de la Misión” que está en relación a los temas siguientes, sin embargo es necesario partir desde su origen. En el evangelio de San Mateo encontramos el mandato misionero de Jesús a sus discípulos: “Vayan por todo el mundo a predicar el Evangelio, y bauticen a todas las gentes en el nombre del Padre y del Hijo del Espíritu Santo” (cfr. 28,19); por su parte Marcos agrega que “quien crea y se bautice se salvará; el que no crea se condenará” (cfr. 16,16). Además Jesús asegura su presencia viva en medio de quienes lo predican y lo aceptan, pues ha hecho una promesa de estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (cfr. Mt. 28, 20). ¿Qué significa esto? El Vayan es un imperativo, es decir, es una orden que Jesús da a sus discípulos, y que hoy nos sigue diciendo a nosotros. No nos pregunta si queremos ir o no, sino que nos confía lo más valioso para Él: el anuncio del Reino de los cielos. Por tanto, más que una orden que se impone, es un acto de confianza. Confía en que cada discípulo “vaya” a compartir y anunciar el Evangelio, su mensaje y experiencia de Dios. Teológicamente hablando, el tiempo de la misión es el espacio que hay entre la Ascensión del Señor a los cielos (cfr. Lc 24, 51; Hch 1, 9) y la parusía, es decir, la segunda venida de Cristo (cfr. 1 Co 1,8; Mt 25, 31-32). Es el tiempo privilegiado para anunciar el evangelio, y hacer discípulos a todas las personas. Es una tarea que sigue vigente hasta que el vuelva. Es por ello que siguen resonando en el corazón de la Iglesia, en cada uno de sus fieles aquel acto de confianza… “Vayan”. Los mismos apóstoles, en quienes está fundada la Iglesia, siguiendo las huellas de Cristo, “predicaron la palabra de la verdad y engendraron Iglesias”, por tanto es deber de sus sucesores proseguir a lo largo del tiempo esta obra para que la palabra de Dios sea difundida y glorificada (2Tes 3,1) y se anuncie y establezca el Reino de Dios en toda la tierra (cfr. AG1). Es deber de cada Obispo el propiciar la misión, pero también es tarea de cada uno de los bautizados. La misión de la Iglesia responde a este acto de confianza de su Señor, que se sabe acompañada y que experimentando su presencia salvadora, se pone en camino, en una historia concreta, en una historia de salvación. Es por eso que la Iglesia aguardando la gloriosa venida de su Salvador (Tit 2,13), permanece atenta a los signos de los tiempos. Predicando el Reino y en medio de sus penas y gozos, caminando hacia su encuentro definitivo. Ciertamente Jesús sigue cumpliendo su promesa, de estar con nosotros hasta el fin del mundo, lo podemos constatar en cada Celebración de fe, en cada sacramento y de modo especial en la Eucaristía. Él nos sigue acompañando en el camino de la vida. Así pues, no tengamos miedo, animémonos en la misión y respondamos generosamente a la invitación del Señor Jesús. ¡Hasta la próxima!


Domingo 31 de enero de 2016

Palabra y compañía Los beduinos emplean un método muy especial para curar a los enfermos mentales de su tribu: cuando uno de ellos empieza a sumirse en estados de tristeza prolongados, o a delirar, o a mostrar síntomas de eso que antes todos llamábamos locura, los demás miembros del grupo –hombres, mujeres, ancianos y niños- se reúnen en torno a él y le cantan, y le bailan, y en poco tiempo el enfermo vuelve a estar sano otra vez, por lo menos en la mayoría de los casos. ¿En dónde reside el secreto de tan maravillosa curación? Veámoslo. Según el doctor Claude Miéville, famoso especialista francés en trastornos mentales, la locura consiste en esto: «En que el enfermo psíquico termina por aislarse, por encerrarse en un mundo propio… Hubiera podido encontrar el equilibrio confiándose a otros, representando una comedia y jugando un papel, pero su drama es que termina por aislarse. Y alienarse, en cierto sentido, es aislarse de los demás y no poder ya comunicarse con ellos… Yo creo que la locura es este corte, esta ruptura con los demás, no sólo con la sociedad, sino con todo: encerrarse en un mundo que se cierra sobre sí mismo». Y concluye el doctor Miéville: «Sólo mediante un comienzo de relación con otro, puede el enfermo empezar a encontrar un modelo, a identificarse con él y a tratar de rehacerse a sí mismo». Los habitantes de aquellas tribus del de-sierto lo sabían: la locura es una puerta que se cie-rra al mundo, pero que puede volver a abrirse con diálogo, danzas, canciones y compañía. Por eso cantan y bailan en torno a sus enfermos, y como diciéndoles: «Es verdad que los habíamos tenido muy olvidados, que casi no hablábamos con us-tedes, pues la vida es dura para todos y cada uno debe ver cómo consigue su pan, pero aquí estamos con vosotros otra vez. Nunca es tarde para volver a empezar». En Nudo de víboras, la novela de François Mauriac (1885-1970), Luis, el viejo abogado, el a-varo marchito, escribe una vez estas palabras a su mujer; se las escribe porque no tiene el coraje de decírselas de frente y a la cara: «Si hablo solo es porque siempre estoy solo. Al hombre le es necesario el diálogo».

Sí, al hombre le es necesario el diálogo, el abrazo, la comunión. Ahora bien, de entre los hombres y mujeres que caminan por las calles gesticulando, haciendo carantoñas o jalándose los cabellos, ¿cuántos habrá que han sido mal amados y se han puesto a gritar a las piedras porque no ha existido nadie en este mundo que los quisiera escuchar? El hombre es un ser de palabra, y si no encuentra unos oídos dispuestos a recoger su voz, se pondrá a conversar con las piedras. ¿Locura? No exageremos: falta de amor, simplemente. Luis, el personaje de Mauriac, también lo sabía: al hombre le faltan las palabras, y si no las tiene (porque los demás no tienen tiempo para hablar con él, o simple y sencillamente porque no les da la gana), pronto o tarde se pondrá enfermo y acabará enloqueciendo. Paul Tournier (1898-1986), el fundador de la llamada «medicina de la persona», también sabía que el diálogo es curativo y por eso recomendaba a los médicos dos cosas: saber escuchar y luchar contra la prisa: «Escuchar clara y apasionadamente -solía decir-, es el primer paso hacia la salud». Sus conversaciones junto a la chimenea de su casa se hicieron famosas, y valiéndose de ellas aprovecha-ba la ocasión para curar a muchísimas personas. Cuando algún necesitado le decía que quería verlo, él lo invitaba a su casa y se ponía a platicar con él: «Venga entonces esta tarde y hablaremos

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El artista se refiere a estas esculturas como “la ventana en las almas”, por perspectivas ocultas

de sus sujetos revelados sólo a través de su luz modificada. En 2013 comenzó Malitz su esfuerzo hacia el objetivo de modelar la crucifixión, por primera vez en vidrio escultural a gran escala. En lugar de que la luz que irradia desde Cristo como se hace tradicionalmente, el artista ha utilizado la luz misma de representar a Cristo. La obra Crucifixión se completó en 2014. La Meta del artista es evocar momentos de contemplación y asombro, de sorpresa y alegría, y para mover la gente espiritualmente o emocionalmente a través de sus nuevas esculturas de cristal.

Por: Juan Jesús Priego

junto al fuego». «Allí –explica en su bellísimo libro El hombre y su lugar- yo ya no era el médico que daba un diagnóstico, sino un hombre que se encontraba con otro hombre. Pues hay en cada vida problemas que sólo encuentran su solución en la comunión humana. Mis enfermos, en el fondo, buscaban durante mucho tiempo a alguien que pudiese ayu-darlos a vencer sus dificultades, a librarse de sus complejos y hasta de sus remordimientos». Una chimenea encendida, un sillón junto a la lumbre, una presencia amiga y una conversación reposada que no puedan interrumpir los chillidos de nuestros teléfonos celulares: esto –asegura el doctor Tournier- es mucho más terapéutico que una cura larga y desesperante a base de antidepresivos y ansiolíticos. Cuando, hace poco, enseñé a un amigo mío, psicólogo de profesión, el libro donde yo había leído esto que hacían los beduinos con sus enfermos, pensé que iba a echarse a reír. Pero no se rió, sino que permaneció pensativo durante largo rato y luego me dijo: -Tal procedimiento no me parece tan descabellado, pero ¿dónde vamos a sacar gente para que cante y baile alrededor de sus enfermos? ¡Todos están hoy tan ocupados en vivir su propia vida que les queda realmente poco, muy poco tiempo para pensar en las ajenas! Mi amigo tenía razón: ¿dónde vamos a sacar a esa gente? Hoy a nuestros enfermos mentales les damos pastillas para que ellos se curen por sí mismos, cuando quizá lo único que necesiten sea una palabra de afecto y un poco de compañía. Les extendemos una receta, cuando todo lo que les hace falta es un abrazo alrededor de su cuello. Les ofrecemos tabletas –como se le da a un niño un caramelo para que deje de llorar y nos deje en paz- porque no te-nemos tiempo para ir a visitarlos. Nos falta tiempo y ganas para bailarles y cantarles, eso es todo. Si no recuerdo mal, lo único, lo primero que Dios dijo del hombre después de haberlo creado es que no es bueno que esté solo. Que yo sepa, no dijo nada más. Pero no era ésta sólo una afirmación: era una advertencia. ¡Peor para nosotros si pensamos que no existe Dios o que sólo hablaba por no quedarse callado!

La Luz de Jed Malitz ed Malitz combina el arte, la ciencia y la tecnología en la creación de sus esculturas de vidrio arquitectónico. Sus temas se definen a través de siluetas de vidrio en 3D y su luz redirigida. Estas siluetas son los bordes de agujeros a través de paneles de vidrio arquitectónico, y sugieren los contornos físicos de formas humanas. Las siluetas también proyectan perspectivas alternas de sus temas (como la luz ambiental redirigida) a los bordes exteriores de sus paneles donde se revelan las formas humanas distintas y separadas. Estas formas no físicas de la luz parecen ser más sólidas que las formas físicas en cristal tallado.

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¿A quién esperamos los mexicanos, al Papa Francisco o a Jorge Mario Bergoglio? Javier Algara

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lgún lector me reclamará que esa es una pregunta absurda, puesto que el Papa Francisco y Jorge Mario Bergoglio son la misma e idéntica persona. Así es, el arzobispo Bergoglio es ahora el Papa Francisco, de modo que podríamos decir que los mexicanos esperamos tanto a uno como a otro. Hay, sin embargo, un par de cosas sobre las que me gustaría pensar el voz alta en relación a la ya inminente llegada del Pontífice a nuestra tierra, y para ello me he permitido distinguir los nombres como si se tratara de dos personas o personalidades distintas.

Un vecino de Ahualulco se compromete a hacerse cargo de las obligaciones de un joven a fin de que éste pueda entrar de religioso al convento de San Franisco en esta ciudad Por: Lic. Ricardo García López

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(Segunda parte)

ualquiera de nosotros dirá inmedia-tamente: Ahualulco no es un puerto, y efectivamente no lo es, pero la palabra “puerto” no necesariamente se refiere al lugar en la costa, defendido de los vientos y dispuesto para seguridad de las naves y para las operaciones de tráfico y armamento. Otro de los significados de la palabra “puerto”, es en el sentido que está utilizada en este caso, se trata de una garganta o boquete que da paso entre montañas y, por extensión se debe entender una montaña o cordillera de montañas que tiene una o varias de esas gargantas o boquetes. He aquí el texto del contrato que nos permitimos transcribir y que como todos los documentos que aquí comentamos está resguardado en nuestro Archivo Histórico del Estado. Se localiza en la Escritura número 42 en la hoja número 80 del protocolo del año de 1811 a cargo del escribano Silvestre Suárez. He aquí el texto original: En la ciudad de San Luis Potosí a tres de octubre de 1811, ante mí el Licenciado don José Ruiz de Aguirre, teniente letrado y Asesor Ordinario de esta Yntendencia y testigos instrumentales que al fin se nombrarán, a más de los de asistencia con quienes actúo por falta de Escribano, compareció don Pedro Nolasco de Oviedo, vecino del Puerto de Agualulco [sic] en jurisdicción del Real de Pinos y residente en esta capital (a quien doy fe conozco) y dijo que habiendo solicitado don José Ventura de la Cruz Llanas entrar religioso al Convento de Nuestro Seráfico Padre Señor San Francisco en esta ciudad, se le ha puesto el embarazo de tener una hermana llamada doña Rita de Llanas a quien tiene obligación de sostener por defecto

de su padre don José Tomás Llanas, y en caso de tomar estado su citada hermana, y en consecuencia, para quitar este impedimento, han solicitado sujeto que por él se obligue en los términos que lo está, a lo que habiendo accedido el exponente y para que los interesados tengan el resguardo competente, por la presente, en la mejor vía y forma que por Derecho haya lugar, otorga que se obliga a alimentar asistir y recoger en su casa a la referida Rita Llanas en caso de que, dicho su padre, fallezca y ella no haya tomado algún estado, para que libre de este impedimento, el citado don José Ventura, pueda vestir el Santo Hábito que pretende, y, al cumplimiento, guarda y firmeza de esta escritura, obliga el otorgante su persona y bienes presentes y futuros, sometiéndose con ellos al fuero y jurisdicción de los señores Jueces y justicias de Su Majestad que de sus causas y negocios puedan y deban conocer, para que a lo dicho le compelan y apremien por todo rigor de derecho y vía ejecutiva, como si fuere por sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada. Renuncia su propio fuero domicilio y vecindad, ley si convenerit, con las demás de su favor y defensa y la general del derecho en forma. En cuyo cumplimiento, así lo otorgó y firmó, siendo testigos, don Tomas Cartas, don Gregorio Sousa y don Antonio González de esta vecindad. Doy Fe. Lic. Don Joseh Ruiz (rúbrica) Pedro Nolasco Oviedo (rúbrica). Testigo de Asistencia: Testigo de Asistencia Juan José Domínguez (rúbrica). José María Sousa (rúbrica).

Ni duda cabe que el Papa Francisco ha cautivado al mundo con su humildad, su ternura, su apertura a todos, sus gestos de misericordia y su forma de expresarse. Revistas extrajeras sin ningún vínculo con la religión lo han nombrado “Hombre del Año”, y el tamaño de su imagen pública ha permitido que el Papa realice acciones antes impensadas, como el hablar delante del Congreso de Estados Unidos, y que su voz se escuche respetuosamente en asambleas políticas y económicas de primer nivel. El Congreso de la Unión de nuestra Patria, antes inexpugnable castillo del laicismo, ahora se pelea el derecho de invitar a Francisco a decirles unas palabras. Pero ¿el deseo de pueblo y autoridades de acoger al Papa en nuestro suelo nace de la personalidad del hombre, Jorge Mario Bergoglio, que ocupa ahora la Sede de Pedro, o se debe a que él es Francisco, el actual sucesor de Pedro? Muchas de las cosas que hacen de su personalidad un imán de la atención popular son las actitudes y acciones propias y únicas que distinguen a Jorge Mario Bergoglio del resto de la población mundial. El elegir vivir fuera del Palacio Apostólico, el usar sus zapatos de siempre, el ir personalmente a cambiar sus anteojos y otras anécdo-tas ya convertidas en virales, son acontecimientos que nacen de las ca-racterísticas de la persona que es el Papa, de Jorge Mario Bergoglio, no de su oficio. Tales características no son dones connaturales a la función petrina; vienen de familia, de la cultura, de la educación, de los gustos individuales, del esfuerzo propio por ser santo, etc. Evidentemente, una dotación de buenas cualidades naturales, de influencias positivas y de virtudes adquiridas hace más eficaz el desempeño de la función, sobre todo la de ser la roca que sustente la fe de la Iglesia. Hay, sin embargo, un peligro latente en la admiración que nos causa la personalidad del Papa Francisco. Se trata del peligro de sentirse atraídos inconscientemente por Jorge Mario Bergoglio, no por el Papa, confundiendo sus innumerables carismas personales con el oficio que desempeña, incluso llegando a veces a juzgar el desempeño de anteriores pontífices bajo el criterio de los dones personales del actual, como si Juan Pablo II y Benedicto XVI, por ejemplo, hubieran sido peores sucesores de Pedro por haber usado zapatos rojos y vivido en un apartamento del Palacio Apostólico; por no haber lavado los pies de jovencitas criminales el Jueves Santo; por haber hablado fuertemente en contra del uso del condón y condenado la actividad homosexual. El Papa, quienquiera que sea, cualquiera que sea su nombre, independientemente de sus características personales, tiene una función que cumplir: servir de sustento para la fe de sus hermanos. El papado tiene una relación intrínseca, insoslayable, con la fe, con la misión de la Iglesia, con Cristo. La palabra “Papa” tomada en el contexto en el que estamos hablando, alude exclusivamente a una persona de la que muchos creemos que es el heredero de la misión que Cristo dio a san Pedro. La presencia del Papa en los distintos países que visita debe servir únicamente para una cosa: continuar la tarea recibida por Pedro, hacer presente a Cristo, llamar a los cristianos a mantenerse firmes en la fe recibida y los oyentes en general a la conversión del corazón, al arrepentimiento del pecado, y a acogerse a la misericordia de Dios. Ese será el único criterio válido para juzgar la eficacia de una visita papal. Recibir al Papa como Papa es aceptar todo lo que hace de él el sucesor de Pedro, es aceptar que la Iglesia es una realidad única, humana y sobrenatural a través de la cual encontraremos a Cristo y su doctrina, y someternos a sus exigencias, incluso en las cosas que no nos gustan del seguimiento a Cristo. Los mexicanos ¿estamos esperando al Papa Francisco como sucesor de Pedro, para que refuerce nuestra fe y nos invite a la conversión, o a Jorge Mario Bergoglio, el de la personalidad atrayente? Cuando salgamos a las calles para aplaudir su paso o nos emocionemos frente a la tele cuando ésta nos transmita su imagen, ¿estaremos aplaudiendo a un “super star” o al Señor Jesús que pasa frente a nosotros para autoinvitarse a quedarse en nuestra casa, como hizo con Zaqueo, y motivarnos a dejar lo que hemos mal habido?


Fe y Política

Comunicación y Misericordia Vaticano

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Resumen del Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2016

¿Qué Iglesia recibirá al Papa Francisco?

Jorge E. Traslosheros (Periódico La Razón)

E

l propósito de la visita del Papa es pastoral. Viene a proclamar el Evangelio, confirmar a los católicos en la fe y a mostrar su solidaridad con nuestro pueblo. Su mensaje deberá comprometer fuertemente a los católicos y, por su profundo humanismo, también será motivo de alegría para el conjunto de la sociedad. Entonces, resulta muy importante preguntarnos sobre la situación de la Iglesia que recibirá a Francisco. Para responder, es necesario recordar que la vida eclesial está marcada por la diversidad de experiencias en donde obispos, clero, religiosos y laicos estamos involucrados hasta el tuétano. Ante la imposibilidad de abarcar tan amplia gama de realidades, me centraré en un problema de fondo, nodal, el cual se manifiesta de manera muy especial, mas no única, en el mundo académico y en el intelectual. Veamos. Estoy convencido de que la Iglesia Católica hace mucho bien a la sociedad mexicana. Su acción pasa desapercibida ante los medios porque hacer el bien nunca será motivo de primeras planas y los intelectuales están muy ocupados en cosas “más importantes”. Sin embargo, su bondad la podemos apreciar en, por lo menos, dos aspectos. Primero, en su labor que se extiende por los sectores olvidados de nuestra sociedad, víctimas de la cultura del descarte, que coinciden con la columna vertebral del viaje del Papa Francisco: indios, campesinos, familias, jóvenes, presidiarios, niños fuera y dentro del vientre de su mamá y su papá, sacerdotes, religiosos, trabajadores, enfermos, laicos de a pie, migrantes, y un largo etcétera. Segundo, en que sus prácticas y tradiciones religiosas son un importante sostén de nuestra identidad cultural. Obvio, el católico no es el único componente de nuestra cultura, pero sin éste resultaría inexplicable y para aceptarlo no se necesita ser un genio. Por ejemplo, nuestro calendario cultural sigue un ritmo litúrgico: candelaria, cuaresma, Semana Santa, día de muertos, Virgen de Guadalupe, Navidad, Reyes, a lo cual deben sumarse una cantidad ingente de fiestas familiares y patronales. Todas, prácticas cotidianas que fortalecen los lazos de solidaridad y misericordia entre los mexicanos, hasta trascender fronteras. Son una resistencia diaria contra la cultura del descarte. Ahora, si bien es cierto que los católicos no podemos hacerlo todo, también lo es que podríamos ser una fuerza mucho más importante para la formación de una sociedad civil decidida a fortalecer una convivencia solidaria, subsidiaria y democrática. Esto, obvio, no requiere que cada mexicano sea católico; pero sí necesita que los católicos seamos capaces de dar testimonio de Jesús de Nazaret, para anunciar el Evangelio de la esperanza. Justo es aquí, en el ámbito de la palabra, donde observo el problema más importante de la Iglesia en México y donde centraré mi reflexión. Pero antes haré dos advertencias. Primera, no creo en la crítica fácil que echa la culpa a los obispos de cuanto sucede. Mi experiencia me indica que en el promedio general de sus acciones son buenos pastores; pero también que no pueden hacerlo todo. Cargarles las tintas me parece una actitud injusta y, sobre todo, clericalista. Quienes creen ser críticos porque se ensañan con los obispos y sacerdotes, muestran una mentalidad profundamente clericalista, la cual consiste en reducir la vida de la Iglesia a la acción del clero. Los distintos clericalismos —sumisos o hipercríticos— coinciden en esperar de cada obispo un supermán de la gracia, un sabelotodo de las comunicaciones y un líder social sin paralelo, así como en tranferirles las responsabilidades. Seamos claros. Cuando algo falla somos los católicos quienes regamos el tepache como Iglesia —obispos, clero, religiosos y laicos—, con distinto grado de responsabilidad, según cada caso. La segunda advertencia es que soy historiador y desde esta perspectiva enfocaré mis preocupaciones. Pues bien, estoy convencido de que el más grave problema de la Iglesia en México es el catolicismo vergonzante, la costumbre de avergonzarnos de nuestra fe en el espacio público, e incluso en el privado, ocultando nuestra identidad hasta limitarnos a la práctica de un silencio pernicioso. Así, calladitos, resulta imposible anunciar el Evangelio con alegría, para dar razones de nuestra esperanza con sencillez, como San Pedro nos lo pidió. ¿En qué consiste este catolicismo vergonzante y cómo surge? Continuaremos.

“C

omunicación y Misericordia: un encuentro fecundo” es el título del Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2016 que ha sido presentado el viernes 22 de enero en la Oficina de Prensa de la Santa Sede por el Prefecto de la Secretaria de la Comunicación, monseñor Edoardo Dario Viganò. En el mensaje, el Papa explica que “el Año Santo de la Misericordia nos invita a reflexionar sobre la relación entre la comunicación y la misericordia” porque la Iglesia “está llamada a vivir la misericordia como rasgo distintivo de todo su ser y actuar”. “Como hijos de Dios estamos llamados a comunicar con todos, sin exclusión… Se trata de acoger en nosotros y de difundir a nuestro alrededor el calor de la Iglesia Madre, de modo que Jesús sea conocido y amado”, afirma el Pontífice. Además, el Obispo de Roma recuerda que “la comunicación tiene el poder de crear puentes, de favorecer el encuentro y la inclusión, enriqueciendo de este modo la sociedad” y añade que “las palabras pueden construir puentes entre las personas, las familias, los grupos sociales y los pueblos”. Por este motivo, el Papa invita “a las personas de buena voluntad a descubrir el poder de la misericordia de sanar las relaciones dañadas y de volver a llevar paz y armonía a las familias y a las comunidades”. Asimismo hace un llamamiento “a cuantos tienen responsabilidades institucionales, políticas y de formar la opinión pública, a que estén siempre a-tentos al modo de expresase cuando se refieren a quien piensa o actúa de forma distinta, o a quienes han cometido e-rrores” ya que es fácil “ceder a la tentación de aprovechar estas situaciones y alimentar de ese modo las llamas de la desconfianza, del miedo, del odio”. “Se necesita, sin embargo, valentía para

orientar a las personas hacia procesos de reconciliación”, aseveró. Por otro lado, el Papa recuerda la importancia de la escucha porque “comunicar significa compartir, y para compartir se necesita escuchar, acoger. Escuchar es mucho más que oír. Oír hace referencia al ámbito de la información; escuchar, sin embargo, evoca la comunicación, y necesita cercanía. La escucha nos permite asumir la actitud justa, dejando atrás la tranquila condición de espectadores, usuarios, consumidores”. Sin embargo, Francisco asegura que “escuchar nunca es fácil” porque “escuchar significa prestar atención, tener deseo de comprender, de valorar, respetar, custodiar la palabra del otro” y añade que “saber escuchar es una gracia inmensa, es un don que se ha de pedir para poder después ejercitarse practicándolo”. Por último, el Papa se refiere también a los correos electrónicos, los mensajes de texto, las redes sociales, los foros que “pueden ser formas de comunicación plenamente humanas. No es la tecnología la que determina si la comunicación es auténtica o no, sino el corazón del hombre y su capacidad para usar bien los medios a su disposición”. “Las redes sociales son capaces de favorecer las relaciones y de promover el bien de la sociedad, pero también pueden conducir a una ulterior polarización y división entre las personas y los grupos”, explicó. Por este motivo, pide que en el Año Jubilar vivido en la misericordia “nos haga más abiertos al diálogo para cono-cernos y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación”. Para leer el texto completo pueden buscarlo como “Mensaje del Papa para la 50ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales”.


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Justicia humana, justicia divina

Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mt 5, 10)

L

a justicia es una noción más, como cualquier otra. La justicia de los hombres es una leyenda. Nunca se ha practicado adecuadamente. La única justicia es la divina. Esta justicia tiene que ver con las intenciones del corazón. En este sentido cualquiera puede ser perseguido por causa de la justicia. Cuando un hombre es perseguido por la justicia de los hombres seguro sufre unas grandes calamidades. Y es que los hombres no saben lo que es la justicia. Conocen el concepto, saben a qué se refiere la virtud. Pero no la practican. Lo que en realidad dice Jesús es de otra suerte. Veamos. “Busquen primero el reino de Dios y su justicia y todo lo demás se les dará por añadidura. Justicia divina significa cumplir los mandamientos de la Ley de Dios. Y los mismos judíos perseguían a los judíos para que cumplieran la Ley, del mismo modo eran perseguidos por cumplirla. Y es que la Ley de Dios en manos de los hombres también se vuelve incomprensible. Por ejemplo, pensemos cómo los judios interpretaban la Ley y la cumplian, en los tiempos de Jesús. A él mismo le acusaron de no cumplirla como se debe. Muchas trampas le pusieron los judíos a Jesús para ver si caía en alguna de ellas; la mayor de las veces con respecto a la Ley de Dios. Es famoso el pasaje del evangelio en que un escriba se le acerca a Jesús para preguntarle acerca de cuál es el mandamiento más importante de la Ley. Dato curioso, pues se supone que un escriba conoce lo suficiente la Ley de Dios, como para preguntar algo tan obvio a Jesús; se exponía a que Jesús le dijera: “eres escriba y ¿no sabes de estas cosas?” sin embargo la pregunta estaba hecha: cuál es el mandamiento más grande o importante de la Ley; Jesús le cita el primer mandamiento de la Ley de Moisés: “Escucha Israel, el Señor, tu Dios es el único Señor; amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas; y añadió: el segundo es este: amarás a tu prójimo como a ti mismo; no hay ningún mandamiento mayor que estos dos”. Esta respuesta de Jesús al Escriba significa que los mandamientos son importantes, pero solo si se cumple el primero, el que tiene que ver con el amor; y con el segundo el cual tiene que ver con la familia humana. Si no se ama al hombre, si no se ama a Dios, la Ley no tiene sentido. San Pablo enseñaba a los Corintios: aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y la de los ángeles; y tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y todas las ciencias y toda la fe para trasladar montañas y repartiera todos mis bienes y entregara mi cuerpo a las llamas no soy nada (1 Cor 13). En efecto, de esto se trata la justicia divina: de amar. Si no hay amor, el resto de los mandamientos son difíciles de cumplir. Si no hay amor pierde valor el cumplimiento de los otros. Alguien puede, por ejemplo jamás robar, ni matar, ni cometer adulterio, ni deshonrar a los padres, ni codiciar, ni desear la mujer de su prójimo, pero si no tiene amor, de nada le sirve, porque el primero y el más importante de los mandamientos es el amor a Dios. Ahora entendemos mejor aquella bienaventuranza. Los perseguidos por la justicia son los que cumplen con la justicia divina y son perseguidos por los que no quieren cumplirla y solo justifican sus actos y su conducta religiosa. En el fondo cuando Jesús declara que es dichoso el perseguido por la justicia, se refiere a sí mismo, que cumple la Ley en plenitud, desde el primero hasta el último de los mandamientos y es perseguido y llevado a la muerte. Cumplir la Ley con la mayor perfección tiene como consecuencia que haya persecución. Por otro lado, luego de la resurrección de Cristo, ocurren muchas persecuciones contra los discípulos. Son

llevados a muerte, son echados fuera de las ciudades judías y galileas; tienen que irse a otros pueblos vecinos, lejanos o cercanos para tratar de vivir el amor verdadero, el amor del prójimo y el amor a Dios. Las comunidades cristianas del principio trataban de cumplir estos mandamientos con la mayor perfección. Ellos ponían sus cosas en común, nada faltaba a nadie; ellos oraban juntos, ellos anunciaban el evangelio. Ellos eran justos, porque amaban. Y eran perseguidos terriblemente. Los perseguidos por causa de la justicia son los que tienen claro y no olvidan que Dios es amor, y que recuerdan constantemente que Jesús nos amó primero, y por tanto tienen presente aquel mandamiento nuevo: “ámense unos a otros como yo los he amado” (Jn 13, 34). Esto es cumplir la Ley. Esto es vivir la justicia. Cumplir el mandamiento nuevo, el mandamiento del amor que dejó Jesucristo es cumplir la Ley entera. En el Antiguo Testamento encontramos muchísimas veces la voluntad de Dios con respecto al hombre: que sea justo. Hay salmos que ensalzan la justicia, al varón justo. La palabra justo aparece incontables veces en diferentes pasajes y se refiere al hombre que cumple la ley; citaremos solamente algunos versos el Salmo 111, por ejemplo, dice: “dichoso el hombre que teme al Señor, que se complace en cumplir sus mandamientos; fuerte será en la tierra su estirpe; bendita la raza de los hombres rectos; hacienda y riquezas en su casa; su justicia por siempre permanece; en las tinieblas brilla como luz de los rectos; tierno, clemente y justo… lo ve el impío y se enfurece, rechinando los dientes se consume”. El salmo 92 dice: “el justo florece como una palmera, crece como un cedro del Líbano… todavía en la vejez da fruto; se mantiene fresco y lozano; para anunciar lo recto que es el Señor; ni Roca, no hay falsedad en él”. En el Nuevo Testamento ocurre algo parecido. Se dice,

por ejemplo cuando se va a elegir al apóstol que completó a “los doce”: se dice que se propuso a dos, a uno llamado Barsabás, apodado “El Justo y a Matías; de José, el esposo de María se dice que era un varón justo (Mt 1, 19); Simeón, aquel hombre de Jerusalén que estuvo en el templo cuando Jesús fue presentado por José y María, se dice que es justo y piadoso (Lc 2, 25). La “Justicia” se refiere a la justicia divina, siempre y solo a ella. Cuando Jesús habla de los perseguidos por la justicia no se refiere a los que son perseguidos por la justicia y la ley de los hombres, aunque muchos perseguidos por la Ley humana también son inocentes y sujetos a las peores infamias. No, lo que Jesús dice a las claras es: “los perseguidos por causa de la justicia”, esto es, los que viven en justicia de la Ley divina, aquellos que tienen como causa suya la justicia de Dios y su Ley; los que viven la santidad de la Ley, los que son contados como elegidos para el reino de los cielos. Cuando Jesús habla de esta justicia, más tarde, lo expresará con mayor claridad: “ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno ahora, al presente, casas, hermanos, hermanas, madre, hijos y hacienda, junto con persecuciones, y en el mundo venidero, la vida eterna” (Mc 10, 29-30). Es decir, Jesús sabe que ser justo trae como consecuencia el ser perseguido, el ser incomprendido, como le pasa y como le pasará a él mismo. La justicia divina tiene, irremediablemente, persecución, incomprensión, cárcel y muerte. Y es que la justicia divina, el amor a la Ley de Dios es a veces totalmente incompatible con las leyes y la justicia de los hombres. Cuando Jesús declara estas cosas, en realidad está haciendo una invitación extremadamente peligrosa y santa: sean justos, sean santos.


Palabra de Dios

Jesús, como Elías y Eliseo, no fue enviado tan sólo a los judíos

E

Del santo Evangelio según san Lucas 4, 21-30

n aquel tiempo, Jesús llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al pueblo: “Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria”. Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta una barranca del monte, sobre el que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.

Palabra del Señor.


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Educando para el amor

Domingo 31 de enero de 2016

¡Sacerdote para siempre!

El desnudo en la E educación al pudor

E

Fil. Rafael Gómez M.

l pudor es una experiencia de primera importancia para el incipiente desarrollo de la persona del educando; “es la respuesta a una reacción sexual o sensual ante el cuer-po y la necesidad interior de impedir que la mujer reaccione ante el cuerpo del hombre así como que el hombre reaccione ante el cuerpo de la mujer”. Cuando una mujer provoca intencionalmente una reacción sexual o sensual en el cuerpo del hombre, comparte con él la responsabilidad si éste se deja llevar por la reacción de su propio cuerpo. Una provoca, otro se deja lle-var. La acción y la reacción son, de la misma forma, actos humanos. Hombre y mujer son sujetos activos de un mismo evento. San Pablo, hablando de la unidad del cuerpo y el respeto a cada parte de él, dice que “las partes del cuerpo que parecen menos estimables son las que vestimos con más decoro y las partes más íntimas son las que tratamos con más modestia” (1Co 12, 23). El pudor nos lleva a defender nuestra intimidad, es decir, la vida interior de nuestra persona, que se reserva para sí, ciertos hechos o ciertos valores ligados a nuestro desarrollo personal. Es el respeto a la persona el que impulsa al respeto a su intimidad. Si solo la persona es dueña de su intimidad e interioridad, nadie puede hacerse dueño de ella, a menos de que ella misma consienta en darse por amor y, aún en este caso, la persona conserva la paternidad de sus actos y la propiedad condicionada de su propia vida. Solo la persona puede disponer de sí misma, de tal forma que el fenómeno del pudor se convierte en un reflejo natural de la esencia de la persona, algo así como una necesidad interior que nace de ella. El pudor incluye el tema del desnudo del cuerpo humano que genera múltiples y controvertidas discusiones. Muchos justifican ciertos desnudos porque los colocan, a conveniencia, en los espacios de la ciencia, del arte, de la estética, de la belleza… Se hacen necesarias algunas consideraciones para evitar la trivialización del tema: debemos saber que el centro de la visión se aloja en el lóbulo posterior del cerebro, que es el mismo sitio en el que se aloja uno de los centros de la reacción genital. De esta manera resultan normales ciertas reacciones

tanto fisiológicas como psicológicas porque, en este caso, el estímulo visual se da en la misma acción que el estímulo cerebral. Inmediata al tipo de evento visual que se tenga es la reacción que el cerebro procesa, de manera que se obtiene, frente a un desnudo, distintas clases de emociones y percepciones: se despierta un impulso de contacto genital de tipo instintivo o un interés científico o estético o erótico… Según el propósito y la actitud de quien muestra su cuerpo desnudo es el proceso y la reacción cerebral de quien lo ve y lo percibe. Hay actitudes y maneras de vestir que muestran o sugieren la reacción que buscan en el otro sexo. Muchos, especialmente niños-as y adolescentes, se turban al ver desnudos. Es una turbación que se combina con curiosidad. La educación al pudor implica la participación oportuna y sabia de los padres, por ejemplo, para hacerle saber a la hija mujer qué parte de su cuerpo y su exhibición consigue una erección en el varón. La mujer no vive en carne propia lo que le pasa al varón. La erección y excitación que experimenta el varón, no lo puede experimentar la mujer. Cada sexo tiene su propia experiencia y su propia reacción cerebral ante un estímulo visual. La educación incluye la información a la hija de lo que le ocurre al varón por sus actitudes y por su atuendo. De igual forma se educa al hijo varón para que conozca las reacciones femeninas por su conducta. “Un día Noé bebió, se embriagó y se quedó tirado y desnudo en su tienda. Cuando Cam vio a su padre desnudo, salió a contárselo a sus dos hermanos. Entonces Sem y Jafet tomaron una capa y con ella cubrieron a su padre. Para no verlo desnudo caminaron hacia atrás y mirando hacia otro lado” (Gn 9, 21-23). Los dos hijos mayores, a diferencia del menor, respetaron la persona de su padre y su intimidad. La intervención educativa de los padres debe reconocer que la cultura en que vivimos confunde lo íntimo y lo público y que se hace necesario el regreso al significado moral del desnudo para que los hijos comprendan lo que Jesús, en esencia, nos enseña: “Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz, pero si es malo, aún su luz, quedará en tinieblas”.

...Lo de Dios a Dios

n el tiempo que pasó enfermo el futuro Papa, su vocación se había adormecido en lo más profundo de su corazón, y la difícil experiencia que vivió ese año le hizo despertar aquel anhelo. La idea de ingresar al seminario había permanecido esperando tranquilamente en él, aguardando por el momento preciso para volver a presentarse a llevar a este hombre por el camino que Dios le había señalado años antes. Pero faltaba algo muy importante, comunicarle a la familia su trascendental decisión. Después de mucho pensarlo, Jorge Bergoglio decidió que el primero a quien le comunicaría sus planes sería a su padre, quien recibió la noticia con gran alegría. Acto seguido, se lo comunicó a su madre, quien en vez de alegrarse, se portó como si le hubieran arrancado algo muy preciado de su vida, y a pesar de todas sus dudas, pues en realidad no creía que su hijo tuviera madera de religioso, le brindó su apoyo y le sugirió que terminara la universidad y luego decidiera. Y así lo hizo, se graduó como técnico químico y después siguió el camino del sacerdocio. Pasó mucho tiempo antes de que la actitud de su madre cambiara, pues a pesar de que era una católica practicante, no estaba muy segura de que la decisión de su hijo hubiera sido la correcta, y pensaba que podía haberse equivocado de tal manera que regresaría a casa en cualquier momento. El 11 de marzo de 1958, después de mucho cavilar y meditar su decisión, Bergoglio terminó ingresando al seminario diocesano de Buenos Aires, pero optó por el seminario jesuita debido a la gran cantidad de obra misionera que realizan todo el año. Debido a su problema pulmonar no le fue permitido viajar a Japón como él deseaba y tuvo que permanecer en Argentina. Viajó a Chile para realizar estudios humanísticos, y en 1963, regresó a Argentina donde siguió estudiando hasta graduarse como licenciado en filosofía en el colegio de El Salvador en Buenos Aires. Después fue requerido por un año, de 1964 a 1965, para realizar actividades de docencia en el Colegio de la Inma-culada de Santa Fe, que pertenecía a la compañía de Jesús, los jesuitas. Ahí impartió la clase de literatura. Al término de 1965, tuvo que dejar el Colegio de la Inmaculada, y al año siguiente, impartió la misma clase pero ahora en Colegio de El Salvador. En 1967 continuó estudiando y se inscribió para la carrera de Teología en el Colegio San José, en san Miguel. Ahí se graduó. El 13 de diciembre de 1969, fue la fecha en que se comenzaron a cumplir sus sueños de juventud, había aceptado el llamado de Dios y ahora confirmaba la decisión de consagrar su vida a su servicio: ese día fue ordenado sacerdote. Su madre, que se había mostrado reacia a su decisión, se encontraba de rodillas ante él para pedirle la bendición.

P. David Grimaldo

En vísperas de su ordenación sacer-dotal Bergoglio escribió un Credo personal: «Quiero creer en Dios Padre, que me ama como un hijo, y en Jesús, el Señor, que me infundió su Espíritu en mi vida para hacerme sonreír y llevarme así al Reino eterno de vida. Creo en la Iglesia. Creo en la Historia de mi vida, que fue traspasada por la mirada de amor de Dios y que en el día de la primavera, 21 de septiembre, me salió al encuentro para invitarme a seguirle. Creo en mi dolor, infecundo por el egoísmo, en el que me refugio. Creo en la mezquindad de mi alma que busca tragar sin dar…, sin dar. Creo que los demás son buenos y que debo amarlos sin temor y sin traicionarlos nunca buscando una seguridad para mí. Creo en la vida religiosa. Creo que quiero amar mucho. Creo en la muerte cotidiana, quemante, a la que huyo, pero que me sonríe invitándome a aceptarla. Creo en la paciencia de Dios, acogedora, buena, como una noche de verano. Creo que mi papá está en el cielo, junto al Señor. Creo que el padre Duarte está también allí, intercediendo por mi sacerdocio. Creo en María, mi Madre, que me ama y nunca me dejará solo. Y espero en la sorpresa de cada día en que se manifestará el amor, la fuerza, la traición y el pecado, que me acompañarán siempre hasta ese encuentro definitivo con ese rostro maravilloso que no sé cómo es, que le escapo continuamente, pero que quiero conocer y amar. Amén». En 1971, en Alcaná de Henares (España), el padre Jorge Bergoglio fue aprobado para recibir la profesión perpetua dentro de la Compañía de Jesús, la cual fue conferida el 22 de abril de 1973 en la capilla del Colegio Máximo en Buenos Aires.


Domingo 31 de enero de 2016

San Juan Bosco 31 de enero


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