Semanario de la Arquidiócesis de San Luis Potosí Año 8
No. 361
Semana del 07 al 13 de febrero de 2016
Domingo 07 de febrero de 2016
Bendito el que viene… y bendito el que espera
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os encontramos a no menos de una semana en que el Papa Francisco pise tierras mexicanas. Haciendo un recuento de los acontecimientos, desde que se dio la noticia del viaje hasta las vísperas de su llegada, nos hemos visto envueltos en un gran entramado de información y desinformación, por un lado los porme-nores que vamos conociendo para el desarrollo de la vi-sita y por otro los rumores sobre los tan afamados boletos de participación y otros tantos menesteres. Frente a todo esto, lo real es que la persona de Francisco se ha convertido en una novedad y en una revolución para beneplácito de muchos y para descontento de otros. Sin embargo, no hay que desplazarnos del objetivo de la visita que es el mensaje de un Dios rico en misericordia y paz. La estancia del Santo Padre debe ser una visita de bendición de parte de Padre Dios para sus hijos, por lo tanto la Iglesia mexicana proclama a voz en cuello “Bendito el que viene en nombre del Señor” pero… y nosotros ¿verdaderamente estamos esperando o preparando la venida del Papa? Hoy nos enfocamos más a preparar qué hacer, qué poner, cómo organizar hacía, dónde llevar, y tantas cosas más que nos cansan, nos abruman y nos hacen entrar en un ambiente de psicosis que lo único que trae consigo es un ambiente de estrés, que provoca que la situación se haga pesada y caótica. Saber esperar es un arte que debe ir tomado de la mano con la paciencia, la espera rompe con la ideología de la inmediatez que se ha instalado en la mentalidad de hoy. Nos cuesta esperar, pues entra un sentimiento de que lo único que se logra es una pérdida de tiempo, pudien-do hacer otras muchas cosas que nos “urgen” y que no podemos realizar por estar a la expectativa de lo que esperamos. La espera tiene que ser un momento de gran satisfacción que nos llene de placer, ya que nos permite de una manera más clara, ver, planear y proyectar los frutos que queremos alcanzar de aquello que esperamos. La espera no se limita al simple desarrollo de la actividad o del acontecimiento, que cuando concluye lo damos por terminado sin siquiera preguntarnos ¿qué sigue?. El arte de esperar nos empuja a no caer en un excesivo activismo, sino que se convierte en una gran oportunidad de cambio, de desarrollo y de inicio de una nueva etapa en nuestra vida personal, familiar, social o eclesial. Que la visita de Francisco a México como mensajero del Señor, sea un cúmulo de bendiciones que sabremos esperar cuidando que no se convierta en un acontecimiento más de vida de Iglesia y de sociedad en general, sino en una gran oportunidad de replantearnos, a la luz de sus enseñanzas, un renovado camino de conversión y una nueva primavera para seguir construyendo el Reino de Dios. ¡Francisco, México te recibe con los brazos abiertos!
Historia de la Misericordia Divina Queridos hermanos y hermanas, muy buenos días. En la Sagrada Escritura, la misericordia de Dios está presente a lo largo de toda la historia del Pueblo de Israel. Con su misericordia, el Señor acompaña el camino de los patriarcas, a ellos les dona hijos a pesar de su condición de esterilidad, los conduce por caminos de gracia y de reconciliación, como demuestra la historia de José y de sus hermanos (cf. Gn 37-50). Pienso en muchos hermanos que están alejados dentro de una familia y no se hablan. Pero este Año de la Misericordia es una buena ocasión para reencontrarse, abrazarse, perdonarse y olvidar las cosas feas. Pero, como sabemos, en Egipto la vida para el pueblo se hace dura. Y es precisamente cuando los israelitas están por sucumbir que el Señor interviene y obra la salvación. Se lee en el libro del Éxodo: “Al cabo de muchos años, murió el rey de Egipto. Los hijos de Israel, se quejaban de la esclavitud y clamaron. Sus gritos, desde la esclavitud, subieron a Dios; y Dios escuchó sus quejas y se acordó de su alianza con Abrahán, Isaac y Jacob. Dios se fijó en los hijos de Israel y se les apareció” (2, 23-25). La misericordia no puede permanecer indiferente ante el sufrimiento de los oprimidos, al grito de quien es objeto de violencia, reducido a la esclavitud y condenado a muerte. Es una realidad dolorosa que afecta a toda época, incluyendo la nuestra, y que muchas veces nos hace sentir impotentes, tentados a endurecer el corazón y pensar en otra cosa. Dios, en cambio, “no es indiferente” no desvía jamás su mirada del dolor humano. El Dios de misericordia responde y cuida de los pobres, de quienes gritan su desesperación. Dios escucha e interviene para salvar, suscitando hombres capaces de oír el gemido del sufrimiento y obrar en favor de los oprimidos. Es así como comienza la historia de Moisés como mediador de liberación para el pueblo. Él se enfrenta al faraón para convencerlo de que deje ir a Israel; y luego guiará al pueblo, a través del Mar Rojo y el desierto, hacia la libertad. Moisés, al cual la misericordia divina salvó siendo un recién nacido de la muerte en las aguas del Nilo, se hace mediador de esa misma misericordia, permitiendo al pueblo, salvado de las aguas del Mar
Rojo, nacer a la libertad. Y también nosotros en este Año de la Misericordia podemos hacer este trabajo de ser mediadores de misericordia con las obras de misericordia para acercar, para dar alivio y para crear unidad. Muchas cosas buenas se pueden hacer. La misericordia de Dios siempre actúa para salvar. Es todo lo contrario de las obras de quienes actúan siempre para matar: por ejemplo los que hacen las guerras. El Señor, mediante su siervo Moisés, guía a Israel en el desierto como si fuese un hijo, lo educa en la fe y realiza la alianza con él, creando un vínculo de amor muy fuerte, como el del padre con el hijo y el del esposo con la esposa. A tanto llega la misericordia divina. Dios propone una relación de amor especial, exclusiva, privilegiada. Cuando da instrucciones a Moisés acerca de la alianza, dice: “Si de veras me obedecen y guardan mi alianza, serán mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. Serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa” (Ex 19, 5-6). Cierto, Dios posee ya toda la tierra porque la ha creado; pero el pueblo se convierte para Él en una posesión diferente, especial: su personal “reserva de oro y plata” como la que el rey David afirmaba haber donado para la construcción del Templo. Pues bien, en esto nos convertimos para Dios cuando acogemos su Alianza y nos dejamos salvar por Él. La misericordia del Señor hace al hombre precioso, como un tesoro personal que le pertenece, que Él custodia y en el cual se complace. Son estas las maravillas de la misericordia divina, que llega a pleno cumplimiento en el Señor Jesús, en esa “nueva y eterna alianza” consumada con su sangre, que con el perdón destruye nuestro pecado y nos hace definitivamente hijos de Dios (cf. 1 Jn3, 1), joyas preciosas en las manos del Padre bueno y misericordioso. Y como nosotros somos hijos de Dios y tenemos la posibilidad de tener esta herencia —la de la bondad y la misericordia— en relación con los demás, pidamos al Señor que en este Año de la Misericordia también nosotros hagamos cosas de misericordia; abramos nuestro corazón para llegar a todos con las obras de misericordia, la herencia misericordiosa que Dios Padre ha tenido con nosotros, sus hijos.
Domingo 07 de febrero de 2016
La Iglesia y la familia
Familia, afectividad y vida Por P. Juan José Torres Galván
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a necesidad de cuidar la propia persona, conocerse, vivir en sintonía con las propias emociones y sentimientos, debe abrirse al don del amor y al deseo de construir relaciones recíprocas creativas, que generen responsabilidad y solidaridad, como las relaciones fami-liares. Es necesario que los esposos maduren emocional y afectivamente mediante el diálogo, la virtud y la confianza en el amor misericordioso de Dios. El compromiso ma-trimonial cristiano es un antídoto a la tentación del indivi-dualismo egoísta. El estilo de las relaciones familiares incide en la formación afectiva de los jóvenes. Acompañar la formación de la afectividad de la persona exige una acción pastoral adecuada… este esfuerzo educativo se debe comenzar ya con la catequesis de la iniciación cris-tiana y se encargará de hacer apreciable la virtud de la castidad, entendida como integración afectiva, que favorece la entrega. Existen tendencias culturales que buscan imponer una sexualidad sin límites, de la que se quieren explorar todo… una afectividad narcisista, inestable y cambiante no ayuda a la persona a alcanzar una mayor madurez… frecuentemente los esposos se sienten inseguros, indecisos y les cuesta encontrar los modos para crecer. Son numerosos los que suelen quedarse en los estadios primarios de la vida emocional y sexual. La crisis de la pareja desestabiliza la familia y puede llegar a tener serias consecuencias para los adultos, los hijos y la sociedad. La revolución biotecnológica en el campo de la procreación humana ha facilitado manipular el acto ge-nerativo, sin depender de la relación sexual entre hombre y mujer… la vida humana, la paternidad y la maternidad se han convertido en realidades sujetas a los deseos de los individuos o de las parejas, no necesariamente hetero-sexuales o casadas. La Iglesia siente la necesidad de decir una palabra de verdad y de esperanza acerca del valor sagrado de la vida humana a partir de la convicción de que el hombre viene de Dios y vive constantemente en su presencia. Es indispensable proponer las preguntas acerca del significado del ser humano. Los valores del matrimonio y de la familia cristiana chocan contra el individualismo y el hedonismo. La fe alienta el deseo de Dios y la voluntad de sentirse parte de la Iglesia, incluso en quien ha experimentado el fracaso o se encuentra en las situaciones más difíciles. En la formación a la vida conyugal y familiar, el cuidado pastoral deberá tener en cuenta la pluralidad de las situaciones concretas… es preciso promover iniciativas para la formación de los jóvenes al matrimonio y acompañar a quienes viven solos o sin formar un nuevo núcleo familiar. También los esposos que no pueden tener hijos deben ser objeto de una atención pastoral de parte de la Iglesia, que los ayude a descubrir su vocación al servicio de la comunidad. Desde la fe no hay excluidos: todas las personas son amadas por Dios y están al centro de la acción pastoral de la Iglesia. (Referencia de lectura: Mensaje final, 30-34)
¡No tengan miedo!
Bienvenido Papa Francisco Muy queridas familias: Les saludo con mucho gusto y les invito a prepararnos a recibir al Papa Francisco, quien llegará a nuestro querido México el próximo 12 de Febrero y regresará a Roma el próximo Jueves 18 de Febrero por la mañana. ¿Qué significa el Papa para nosotros los católicos? El Papa es el Vicario de Cristo en la tierra, sucesor del Príncipe de los Apóstoles, San Pedro, Sumo Pontífice de la Iglesia Universal, Obispo de Roma. La tarea que él tiene: Nuestro Señor Jesucristo lo instituyó Pastor de su Iglesia (Jn 21, 15-17) y le entregó las llaves de la misma (Mt 16, 18- 19). Así que, el Papa no tiene otro oficio que el de ser depositario de las llaves de la Iglesia y ser Pastor de la Iglesia. Les comento: a través de 21 siglos ha habido una sucesión de personas hasta nuestros días y son 266 los Papas que la Iglesia ha tenido, que con su entrega generosa han guiado al pueblo de Dios. Podemos decir hasta ahora, que Roma ha sido la ciudad de los Papas. Al Papa, Obispo de Roma y sucesor de San Pedro le toca ser el principio y fundamento perpe-tuo y visible de la unidad, tanto de los Obispos como de los fieles. A él, podemos decir, le co-rresponde confirmarnos en la fe a todos. Una de las gracias especiales que posee, es que: goza de la infalibilidad (que no puede fallar o equivocarse). Esto cuando hace una declaración formal en ciertas condiciones [CEC 891] 1.- El Papa debe hablar como Pastor y Maestro Supremo de todos los fieles que confirma en la fe a sus hermanos. 2.- El Papa proclama por un acto definitivo la doctrina. 3.- El Papa habla en cuestiones de fe y de moral. Yo creo que para nosotros los católicos es una gracia especial el saber que sus enseñanzas son las mismas enseñanzas de Cristo. Nosotros los católicos no creemos simplemente en lo que dice el Papa; pero cuando él habla, dándose las tres condiciones que anteriormente expresé, si
creemos y estamos llamados a aceptar y dejarnos guiar por él. En los asuntos de fe y moral no puede equivocarse. Esto es lo que llamamos, que goce de la infalibilidad. El Papa es nuestro Pastor Esta misión se la dio Cristo a Pedro (Jn 21, 1517). Acordémonos: Cristo le preguntó por tres veces a Pedro: “Pedro, ¿me amas?”. Y Pedro responde: “Sí, Señor, tu sabes que te quiero”. Jesús le dice: “Apacienta a mis ovejas”... Esta es la razón por la que reconocemos al Papa como nuestro Pastor. Así lo entendieron los apóstoles y le dieron su lugar, porque tenía un lugar particular entre ellos por indicación de Cristo. Queridas familias, por eso recibámoslo como nuestro Pastor y escuchémoslo como nuestro Maestro y guía. Acojámoslo con fe, cariño y gratitud y encomendémoslo en nuestra oración para que su Visita Pastoral haga nacer en unos la fe, en otros la fortaleza y a otros nos confirme en nuestra vocación y misión que tenemos ante nuestro México, nuestras comunidades, fami-lias, niños, jóvenes, pobres y migrantes que nos esperan con un mayor compromiso de nuestra fe y misión. Se despide y los quiere su amigo y hermano Obispo
+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
¡¡¡BIENVENIDO SANTO PADRE FRANCISCO!!! ¡¡¡LA IGLESIA POTOSINA TE QUIERE Y TE RECIBE COMO PADRE, PASTOR Y MAESTRO!!!
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Nuestra historia
El orígen de la Era Cristiana (Segunda parte)
Por Pbro. Lic. Rubén Pérez Ortiz
Un hombre exitoso es un ser extasiado P. Chava
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on muchos, los que buscan tener éxito; y si queremos ser exactos, todos los hombres queremos ser exitosos. Aunque pocos, se atreven a lograrlo. No son muchos, los que llegan a la cima del éxito. Y la causa del fracaso, es el vivir ensimismados; estamos tan ocupados de nosotros mismos, que nos hemos olvidado de e-xistir, es decir, de salir fuera.
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a mayor precisión del calendario persa es algo discutible por una simple razón: se trata de una precisión a la que habría que realizar ajustes en el futuro, lo mismo que sucede con el calendario gregoriano. Si dentro de 3300 años (más o menos, cuestión muy importante) habrá que hacer un ajuste de un día al calendario gregoriano, parece bastante probable que el calendario persa tenga también que ajustarse antes de avanzar 3.5 millones de años en el futuro. El tiempo futuro no se puede determinar: la duración del año, del día, del segundo de tiempo, se desacelera con el tiempo, pero no se puede determinar exactamente cuánto ni a qué ritmo. Y, sobre todo, un calendario no es importante por una enorme precisión en la medición del tiempo, sino por tener una precisión razonable y una fundamentación clara y aceptada por todos. Concluyendo diremos: Dionisio no sabía exactamente cuando nació Jesucristo por lo que aproximó en cuanto pudo. Las investigaciones posteriores indican que Cristo probablemente nació en el 6AC, y
con seguridad antes del 4AC ya que en esa fecha murió el rey Herodes quien estaba vivo cuando visitaron los Reyes magos. La falta de conocimiento de la fecha exacta del nacimiento de Jesucristo en ningún modo disminuye la importancia de ce-lebrar la realidad histórica y trascendental de que el Verbo Eterno se hizo hombre y habitó entre nosotros para salvarnos. Lo importante no es la fecha exacta sino el hecho. En todo caso, lo importante no es la fecha exacta del nacimiento de Jesús sino el hecho de que el Verbo verdaderamente se hizo hombre y habitó entre nosotros, naciendo de María Santísima en el tiempo y en la historia. Esa realidad es digna de la mayor de las celebraciones porque trae la salvación al mundo entero. Para celebrar unidos, es razonable que, al no saber a ciencia cierta el día natalicio de Jesús, la Iglesia haya escogido una fecha con la mayor aproximación de que era capaz cuando se hizo el calendario.
Es bueno aclarar, lo que entendemos por “éxito”. Éste, consiste en estar fuera, la palabra éxito viene del latín “exitus” que significa salida. Pero, cuando hay temor a la vida, te-nemos miedo a la salida; y con ello, estamos renunciando al éxito. Son muchos los hombres que se han olvidado de existir, porque no se han atrevido a vivir. Cristo dijo, que no se enciende una lámpara para meterse debajo de la cama, sino para que alumbre a todos los de la casa. No se nos dio la vida para estar ensimismados, sino para existir. Es decir, para salir. Cuando se nos dio la vida, también se nos dio una luz para brillar. Pero es imposible ser luz, cuando tratamos de imitar. Al hombre le atemoriza el rechazo, y por eso imita. Por tal motivo, buscamos ser como alguien; porque ese alguien ya fue aceptado, y pensamos que también nosotros tendremos la misma aceptación. Para ser hombre de éxito, es necesario vencer los temores; dejar de estar pensando en uno mismo, y atreverse a vivir extasiado, es decir, situarse fuera de sí. Porque el que vive ensimismado, se queda en casa, sin atreverse a salir. Y así, es imposible brillar. Una persona con éxito, se ha olvidado de sí; y ha puesto en el centro a alguien distinto de sí mismo. Éxtasis, significa estar fuera de sí, concentrado en realizar algo por los demás; venciendo el egocentrismo, que siempre es destructivo.
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Cosas y Casos de la vida
Requisitos para casarse por la Iglesia Por: P. Kino
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ste artículo más que de formación es de información. Muchos jóvenes que quieren casarse hacen preguntas que a continuación intentaré dar respuesta. Lo pondré a modo de preguntas y respuestas. 1. ¿Qué necesito para casarme? Pues primeramente tener novio o novia. 2. ¿Cuánto tiempo tardan los trámites de matrimonio? Si todo va en orden, se pide que lleven sus papeles a la parroquia que les corresponda, sea donde viva él o ella, para que se presenten tres meses antes de la boda. Acuerde su presentación con el párroco. 3. ¿Qué papeles me piden? Acta de matrimonio por el civil, pero en caso de que se casen el mismo día de la boda por la Iglesia, pedir al notario que los casará un papel que lo compruebe); acta de bautismo reciente; acta de confirmación. En caso de que alguno o los dos no estuvieran confirmados, pues con tiempo confirmarse en la catedral. En caso de que ya estuvieran en unión libre y no estuvieran confirmados, una vez casados buscar lo antes posible este sacramento de confirmación. Además se piden dos o más fotografías tamaño infantil reciente, pues luego llevan unas fotos del año de la canica donde ya no se parecen. Asistir a pláticas pre matrimoniales en alguna parroquia. El día de la presentación ma-trimonial se deben de llevar dos testigos de cada uno. 4. ¿Si quiero que me case algún padre en especial, es posible? Es cuestión de que hablen con el padre que ustedes quieran y den su nombre en la Iglesia donde se presenten y donde se casen, para que lo delegue el párroco a la asistencia del matrimonio. Si no es delegado no los puede casar aunque este ahí presente. 5. ¿Puede haber misa concelebrada de matrimonio? No es lo conveniente, sin embargo a veces por la cercanía con los novios puede suceder. Tal vez cada uno de los que contraen matrimonio tiene un hermano sacerdote; o los sacerdotes son hermanos; o es mucha la cercanía de amistad, etc. Pero no debe ser lo común, pues algunos sufriendo por sacerdotes y otros hasta concelebrando matrimonios, ¡pues no inventen!. 6. ¿Qué música para la boda? ¿Cómo debo ir vestido? ¿Cómo debo ir en la procesión de entrada? ¿Puedo arrojar arroz y pétalos en el templo? Etc., son preguntas prácticas que se pueden resolver con el sacerdote que los vaya a casar, pues cada uno puede tener distintos criterios pero eso ya es cuestión práctica. 7. ¿Si mis papás no quieren que me case, me puedo casar? Claro, de cuando acá tan obediente. Sin embargo, es bueno escuchar los consejos de los papás. Si ya son mayores de edad los “tórtolos” la decisión es de los mismos futuros esposos. En lo personal creo que, hay mucho que corregir en los noviazgos. No ser chicos o chicas fáciles; solvencia económica; trabajo permanente, madurez de los valores; que ya tengan casa; que no se casen obligados por las circunstancias, etc. Lo que si les recuerdo es que se conozcan bien, que piensen bien porque luego andan buscando la nulidad matrimonial con argumentos muy pobres, y recordemos que en la Iglesia ni el Papa puede divorciar. HASTA QUE LA MUERTE LOS SEPARE. PD: En caso de que algún requisito canónico me haya faltado, agradezco que a través de La Red me lo digan, para en un siguiente artículo señalarlo. (Requisito canónico del matrimonio, no caprichito de curas o fieles).
Cuaresma, cambio de actitud Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez
colunga46561@hotmail.com
Muy estimados lectores: Comenzamos la Cuaresma y debe ser un tiempo para cambiar actitudes negativas. Es hacer un alto en el camino; es revisar en qué andamos mal, en qué hemos fallado. Es fundamental e importante analizar si estamos por el camino correcto. Una de las cosas en las que creo estamos mal es nuestra actitud, porque no somos amables con la gente; cuando llegan a nuestra oficina los tratamos con desprecio, de manera déspota, prepotente; nos piden un tiempo aunque sea muy breve para que los escuchemos y ni eso les damos argumentando que tenemos otras cosas más importantes que hacer. Me he convencido que nuestra gente busca calor humano; busca en ti un apoyo y espera de ti una palmadita, un ánimo, un te quiero. Hemos caído en la era de la modernización y la tecnología, que consideramos a las personas como objetos y no como seres humanos. Otro punto que considero importante, es que el egoísmo nos invade. No pensamos en nadie más, más que en nosotros mismos. Retomamos la época en la que el hombre era considerado el centro del universo y todo giraba en torno a él. No ayudas a nadie, ni te interesas por las necesidades de los demás; hay lugares donde los vecinos no se tienden la mano y qué decir de las familias donde los padres no son atendidos por los hijos, pasan días y hasta añadiría meses y no son capaces de buscarlos para ver cómo se encuentran, o qué se les ofrece. En otra de las cosas que pienso que no andamos bien, es que Dios poco aparece en nuestro plan de vida. Las oraciones personales, las idas a la Iglesia y los sacramentos son ocasionales. No creemos necesitar de Dios y aquí de nuevo el egoísmo del que mencioné anteriormente. Dicen unos que van a misa cuando les nace, sin ponerse a pensar que Dios se desborda en misericordia y bondad siempre, y no cuando le nace. ¿Si Dios nos tratara como nos portamos? Y de aquí la necesidad de acudir ante Dios y decirle gracias, porque puedo ver el amanecer y el ocaso de un día; porque puedo respirar el aire del campo; porque puedo admirar las maravillas de la creación; porque puedo amar, sentir y querer, porque me da casa, vestido y sustento. Porque está a mi lado y me cuesta trabajo reconocerlo. Cuaresma es, pues, el tiempo que la Iglesia ofrece para intensificar nuestra fe y prepararnos a celebrar y vivir la pasión, la muerte y resurrección de Jesús. La penitencia, la oración, la limosna y el ayuno, son elementos que nos acompañarán durante cuarenta días a partir del miércoles de ceniza. En este año de la misericordia y del perdón, hagamos el esfuerzo de buscar a Dios en el confesionario y arrepentirnos de nuestros pecados, pero también ofrezcamos el perdón a quienes nos han ofendido y hagamos un cambio de vida radical en favor nuestro y en el de los demás. Hasta la próxima
Momento Teológico
¿Son compatibles el evolucionismo y la doctrina de la Iglesia Católica? P. Francisco Javier Espinoza Ayala
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fjespinozaa@hotmail.com
legados a este momento, no estará de más realizar un resumen de la postura de la Iglesia en el tema que nos ocupa de la evolución. Hasta el siglo XVIII la visión del mundo es creacionista y la aparición de las especies y del hombre se explican mediante actos creadores de Dios. Lamarck (1744-1829) puede ser considerado como el padre y gran propulsor de las ideas evolucionistas. Comienza a exponer sus ideas en 1800. Al lado de Lamarck hay que citar a Darwin (1809-1882), que en sus obras “el origen de las especies” y “el origen del hombre” contribuyó grandemente a la difusión y consolidación de las ideas evolucionistas. Contra esta presentación del origen del mundo y del hombre reaccionan los teólogos católicos y rechazan el evolucionismo como contrario a la enseñanza de la Escritura. La Iglesia interviene por medio del Concilio Provincial de Colonia en el año 1860. El Concilio Vaticano I, por el contrario, no tomó cartas en este asunto directamente. El año 1909 la Pontificia Comisión Bíblica declaraba, que no podía ponerse en duda el sentido literal histórico de los primeros capítulos del Génesis. Sobre el valor de las respuestas de la Comisión Bíblica hay que notar, que según la opinión común entre los teólogos, no se refieren directamente a la verdad de una doctrina, sino a su seguridad en un determinado contexto histórico cultural. No se excluye, por lo tanto, que lo que en un tiempo no era seguro pueda serlo en el futuro dentro del avance de los conocimientos exegéticos, teológicos y científicos. El Vaticano II no tomó posición directa y expresa frente a las cuestiones teológicas que se plantean con la teoría evolucionista, pero sí se refleja en el Concilio una visión dinámica de la realidad (cfr. GS 5) y una convergencia, orientación y plenitud “hacia y en” Jesucristo (cfr.GS 22;45; AG 3). Con palabras de algunos teólogos, “El Vaticano II mantiene una visión muy optimista de la creación y pide una responsabilidad al hombre en orden a no destruir lo creado”. Resumiendo, la enseñanza oficial de la Iglesia no es contraria a la explicación del origen del hombre por evolución, sin embargo, son dos los puntos fundamentales, que, a juicio de la Iglesia han de ser mantenidos: a. Origen de todo por el Dios creador. La evolución no es fruto del azar, ni de la sola expansión de la materia, que se regula a sí misma. Dios es el creador de todas las cosas y también del hombre. El modo de esa creación compete a las ciencias determinarlo, como campo de su experimentación. Una evolución que tiene como origen a Dios es perfectamente asumible por la fe católica. b. La evolución sola no explica por sí misma el origen de la dimensión espiritual del hombre. La aparición del primer hombre marca un salto cualitativo, que no puede ser explicado satisfactoriamente por el mero proceso de las leyes de la evolución. Dios es el creador inmediato de todas las almas. Pero la Iglesia no ha dicho cómo se lleva a efecto esa creación. Aquí es donde la teología intenta buscar nuevos caminos para comprender la creación del alma dentro de la concepción dinámica del mundo.
Construir, Cultivar, Conquistar
Fortalecer nuestra Esperanza Por: Padre Memo Gil
“Señor mío, si me haces el favor, te ruego que no pases al lado de tu servidor sin detenerte”. (Gn 18,3) “... Corro hacia la meta, con los ojos puestos en el premio de la vocación celestial, a la que Dios nos ha llamado en Cristo Jesús”. (Fil 3,14)
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sperar no es fácil, sobre todo cuando nos enfrentamos a la incertidumbre de decisiones, que alguien más debe tomar acerca de nosotros. Peor aún, cuando ésa espera se hace privado de la libertad, y en donde entran en juego la angustia y la ansiedad ante la realidad que se vive. Además, todo esto se conjuga con la impotencia y hasta desesperación que también experimentan familiares y amigos. Quienes se solidarizan con la situación en que nos encontramos, y para quienes parece que las cosas no avanzan, que no pasa nada, que no se hace lo que se debería hacer. Pero esto sólo nos hace ver, cómo funcionamos los seres humanos ante éste tipo de situaciones imprevistas. Pues seguimos nuestra lógica, en gran medida llevados por la inmediatez con que nos gusta que se resuelva siempre todo. Y con ésa sola preocupación dejamos de lado pormenores que en la experiencia que nos encontramos viviendo, deberían servirnos para tener un aprendizaje y verle el lado positivo. Cuando no hay una verdadera actitud de aprendizaje y crecimiento en todo lo que vamos viviendo, claro que cuesta mucho encontrarle el lado positivo. Y siempre lo hay, porque sin duda que Dios de los males saca bienes. Por más negativa, difícil y hasta frustrante que pueda parecernos una experiencia, habrá siempre algo bueno que podamos sacar de ella. Dios
San Cirilo 9 de Febrero
ahí se está haciendo también presente. Pues de algo que podemos estar seguros, es que nunca permitirá Dios que seamos probados más allá de nuestras fuerzas. Al contrario, tener esperanza en que todo se puede superar y de que contamos con la posibilidad de salir adelante. Será lo que nos vaya capacitando para enfrentar aquello que, tal vez con mayor exigencia, cada vez se nos vaya presentando. Esto es lo que, en gran medida, va forjando el carácter y la personalidad, es decir, nos da temple. Porque, de no ser así, es muy fácil que no demos el debido valor a lo que de verdad lo tiene, y perdamos sensibilidad y la debida dimensión de lo que vamos viviendo. Fortalecer nuestra esperanza, exigirá entonces, que debamos y sepamos empezar de nuevo cada día. Que nos apoyemos de la esperanza que los demás van compartiendo también con nosotros. De ésta manera, encontraremos en común, razones que den sentido a nuestra espera. No hay nada peor que encerrarnos solos, en una esperanza incierta. Porque dudamos, si los otros sabrán ser fuertes esperando con nosotros. Y si en realidad, han puesto buena vo-luntad en su solidaria espera hacia nosotros. Al aceptar su cercanía, su apoyo y su presencia, tengamos en cuenta que sólo quieren lo mejor para nosotros. Y contando con eso, claro que vale la pena fortalecer nuestra esperanza.
El santo de hoy
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an Cirilo fue un hombre de carácter fuerte e impulsivo, pero a veces demasiado vehemente y aún violento. Hacia el 412, San Cirilo fue elevado a la sede de Alejandría, donde gracias a su intrepidez y labor, triunfó sobre la herejía, logrando sostener la fe de su Iglesia. Asistió como cabeza y representante del Papa Celestino, al Tercer Concilio General celebrado en Éfeso en el 431. Se ha llamado a San Cirilo el Doctor de la Encarnación y los alejandrinos le dieron el título de Maestro del Mundo, mientras que el Papa Celestino lo nombraba “el generoso defensor de la fe católica” y “hombre apostólico”. Pero sin duda, tenemos que agradecerle la firme y inflexible posición que tomó con res-pecto al dogma de la Encarnación, sobre la cual, muchas corrientes adversas como la del Arzobispo de Antioquía, Nestorio, quien negaba la encarnación de Dios hecho hombre, se convirtieron en una verdadera amenaza de la Iglesia católica. Así, la firme defensa del santo sobre este dogma permitió que en nuestras generaciones no tengamos duda alguna sobe lo que debemos creer con respecto al misterio sobre la cual fundamos nuestra fe como cristianos. Murió en el año 444, siendo proclamado Doctor de la Iglesia Universal en 1882.
07 Por Luis Marino Moreno
De la realidad Fines de la filosofía
Gedisa 2013, 256 páginas
«Gran parte de la filosofía [se ha dejado seducir por] un nuevo realismo que tiene significativas y peligrosas consecuencias para la vida social y política. Ser anti-rrealistas es quizás el único modo de ser, todavía, revolucionarios.» Gianni Vattimo «La esencia de su programa filosófico tiene todavía mucha fuerza; hoy, quizá, aún más que ayer.» La Repu-blica El presente texto, en el que se unen el pensamiento de Heidegger y una constante atención a las transformaciones de la sociedad contemporánea, es fruto de un trabajo de reflexión sobre la disolución de la objetividad o de la realidad misma. El resultado es el relato de un imprevisible cambio de perspectiva: un cambio que nos concierne a todos, porque arraiga profundamente en la historia de estos últimos decenios. Frente a esa ideología autoritaria, Vattimo reivindica la hermenéutica -la constante práctica de la interpretación- como un extraordinario instrumento cognoscitivo, precisamente porque nos permite superar la dictadura del presente. Así pues, aquí podría asentarse la base de un proyecto de transformación y de liberación, con inmediatas repercusiones políticas.
Gianni Vattimo. Nació en
Turín en 1936. Estudió Filosofía en la Universidad de su ciudad natal y, posteriormente, dos cursos en la Universidad de Heildelberg. Fue discípulo de Hans-Georg Gadamer. Algunos de sus libros: Introducción a Heidegger, Gedisa, Barcelona, 1995; Creer que se cree, Paidós, Barcelona, 1996; Más allá de la interpretación, Paidós, Barcelona, 1996; La secularización de la filosofía. Hermenéutica y posmodernidad (comp.), Gedisa, Barcelona, 1998; Filosofía y poesía: dos aproximaciones a la verdad, Gedisa, Barcelona, 1999;Diálogos con Nietzsche. Ensayos 1961-2000, Paidós, Barcelona, 2002.
Para leer bien, y escribir mejor
Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- El Año de la Vida Consagrada, convocado por el Papa Francisco, se clausuró el 2 de febrero con una solemne misa. ‘’El Año se termina pero prosigue nuestro compromiso de ser fieles a la llamada recibida y de crecer en el amor, en la entrega, en la creatividad. Y para que sea así me gustaría dejarles tres palabras.... La primera palabra es profecía, el carácter que distingue a la vida consagrada... La segunda es cercanía. ‘’Dios, en Jesús, se acercó a cada hombre y a cada mujer. Por último, esperanza. ‘’Dando testimonio de Dios y de su amor misericordioso... podéis infundir esperanza en nuestra humanidad marcada por diversas angustias y temores y, tentada a veces de desaliento’’. LISBOA, PORT.- La exhortación apostólica del Papa tras los dos sínodos sobre la familia que se realizaron en el Vaticano, será publicado en el mes de marzo. Lo indicó el presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Mons. Vincenzo Paglia, durante un curso de actua-lización con el clero local que se está desarrollando en Portugal, según informó la Agencia Ecclesia. El documento recogerá las conclusiones del Santo Padre después de los dos sínodos dedicados a la familia, el extraordinario del 2014 y el ordinario de 2015. CEBÚ, FILIPINAS.- Durante una semana, entre el 24 y 31 de enero, católicos de todo el mundo participaron en Filipinas en el 51 Congreso Eucarístico Internacional. Peregrinos de más de 70 países llegaron a la isla de Cebú, al sureste de Manila, donde asistieron a conferencias, momentos de adoración eucarística y multitudinarias Misas. Sin embargo, el momento cumbre del Congreso fue la procesión eucarística que reunió a dos millones de personas en las calles de Cebú y ya es considerada como la más grande de la historia.
Iglesia de México MÉXICO.- El pasado 26 de enero de 2016, -día en que se cumplieron 37 años de la primera visita de un Papa a México, san Juan Pablo II- se reunieron en la Sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano, los obispos del Consejo de Presidencia y del Consejo Permanente de la CEM, que representan a las 18 provincias eclesiásticas que agrupan a las 93 diócesis del país. Los obispos tuvieron una sesión en la que trataron temas de logística sobre el próximo Viaje Apostólico del Papa Francisco y la asignación de boletos a todas las diócesis de México, los cuales ya se distribuyeron entre los fieles. CD. JUÁREZ.- Reúnen millones de llaves para hacer estatua de bronce del Papa Francisco. El objetivo es levantar una estatua del Papa Francisco de cinco metros de altura hecha en bronce, para ello se están recolectando millones de llaves y lo que falte será completado con donaciones de empresarios locales, informó el vocero de la Diócesis, P. Hesiquio Trevizo. El P. Trevizo dijo que hasta el momento se desconoce dónde será colocada la imagen, pero se buscará un lugar que permita ser apreciada por todos los fieles y peregrinos. MÉXICO.- Mons. Jorge Estrada Solórzano, reveló que el Papa Francisco hizo un pedido especial para su próxima visita a México: tener un encuentro con un grupo de niños que sufren cáncer; el cual se llevará a cabo el 14 de febrero en el pabellón de oncología del Hospital Infantil “Federico Gómez”. Mons. Estrada dijo que en esta visita, el Santo Padre se encontrará con al menos 50 niños que reciben algún tipo de tratamiento para erradicar su cáncer. MÉXICO.- El sábado 13 de febrero el Papa Francisco rezará a los pies de la Virgen de Guadalupe en la Basílica, dedicada a la Madre de Dios en la Ciudad de México. El Santo Padre ingresará al “camarín” o bóveda donde se conserva la tilma original de San Juan Diego. El camarín es un lugar en la Basílica de Guadalupe al que solo algunas personas pueden acceder. Fue construido como una bóveda para custodiar allí la imagen de la Madre de Dios, incluso en casos de siniestros.
Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- No cabe duda que esta semana, nuestra mente y sentidos están puestos en la visita del Papa Francisco a nuestro país; sin embargo, vale la penas señalar que, en medio de esta algarabía, celebramos el 11 de febrero a nuestros enfermos. Es la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes y el Santuario dedicado a esta bella advocación, se encuentra en la Col. Simón Díaz, lugar en el que el Sr. Arz. Don Jesús Carlos presidirá la Eucaristía acompañado de un buen grupo de sacerdotes, quienes administrarán el Sacramento de la Santa Unción a todos los enfermos.
¡Si tú lo dices…!
Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
“1 En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. 2 Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. 3 Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las redes». 5 Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes». 6 Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. 8 Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador». 9 El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; 10 y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres». 11 Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron” (Lc 5, 1-11).
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os cuatro evangelistas, hacia el comienzo del ministerio de Jesús, presentan un relato comúnmente calificado como “el llamado de los primeros discípulos”. San Marcos y san Juan son los más “apresurados” en garantizar que los discípulos estuvieron con Jesús desde el principio. Mateo sigue con fidelidad a Marcos; San Lucas, por su parte, pospone un poco el llamado de los primeros discípulos (pero manteniéndose dentro de los límites de los inicios del mi-nisterio), haciendo suponer un contacto previo de los futuros discípulos con Jesús antes de su llamado. Además, san Lucas parece haberse basado en una historia distinta de la que encontró en San Marcos, ofreciéndonos un relato diverso, más extenso y centrado en el llamado a Simón (Pedro), mencionando sólo periféricamente a los hijos de Zebedeo. En esta historia se invirtieron muchos elementos cargados de colorido y dinamismo. Es una historia vocacional bien construida en el contexto de una predicación y de una
pesca milagrosa. Esto le da mucha originalidad y novedad al llamado de los primeros discípulos. En primer lugar, se dice que Jesús predicaba “la palabra de Dios”. Al lector moderno esta frase apenas le dice algo, pues la rutina le impide notar la originalidad de dicha expresión. Sin embargo, lo que para nosotros puede ser una expresión común, es una novedad en san Lucas, el cual, desde el capítulo anterior, centra su atención en destacar que las palabras de Jesús no son palabras comunes (había dicho que tenía la unción del Espíritu para evangelizar y había destacado que su boca emitía palabras de gracia), ahora es más directo al señalar que su predicación era la Palabra de Dios.
La vocación de Simón tiene como premisa la predicación de Jesús, ése es el primer elemento que la alimenta, su vocación comienza a nacer cuando escucha la Palabra de Dios. Enseguida vendrá la cercanía personal con Jesús por el milagro. Así, Simón ve descubierta su verdad con la predicación de Jesús desde su barca y con la señal de la pesca milagrosa. Antes del milagro, la predicación preparó el camino de la conversión y vocación de Simón, de ahí que manifieste: “confiando en tu palabra echaré las redes”. Además, entre la predicación y el milagro, está la predilección de Jesús por Simón, pues san Lucas señala la existencia de dos barcas y la elección que hace Jesús al subirse a la de Simón.
“Me gusta sentarme a la mesa de los pobres”
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ntre tantas anécdotas que podemos contar del Papa Francisco, en esta ocasión les compartimos esta, que puede leerse en el libro de Tornielli, es la de un padre de familia que vive en una villa pobre de Buenos Aires y que recibió, en ese entonces, al cardenal Bergoglio en su casa. “Se quedó a comer con nosotros. No habíamos preparado algo especial, solo un poco de sopa de fideos, nada más.
Nunca olvidaré sus palabras. De pronto me miró a los ojos y me dijo: ‘Me gusta sentarme a la mesa de los pobres, porque sirven la comida y comparten el corazón. A veces en cambio el que más tiene sólo comparte la comida...”
Catequesis para una Iglesia que desea ir al encuentro de todos
Objetivo
Valorar la familia como espacio privilegiado para vivir el don de la fe y generar vida digna para todos.
Contemplar Invocamos al Espíritu Santo. ¿Qué es la familia? La literatura cuenta hoy con una importante y vasta cantidad de definiciones del concepto familia. Quienes la investigan y estudian, elaboran sus conceptos en aras de sus propios intereses. Célula fundamental de la sociedad En medio de tantas controversias, todavía se define a la familia como “la célula fundamental de la sociedad. Importantísima forma de organización de la vida cotidiana personal, fundada en la unión matrimonial y en los lazos de parentesco, en las relaciones multilaterales entre el esposo y la esposa, los padres y sus hijos, los hermanos y las hermanas, y otros parientes que viven juntos y administran en común la economía doméstica en la vivencia de valores humanos y cristianos”. En la actualidad estamos presenciando nuevas características que afectan a esta institución, hecho que provoca rupturas en la familia tradicional, con esquemas y costumbres muy arraigadas. No podemos decir que la familia tradicional ha desaparecido; más bien convivimos con ella y con algunas realidades cambiantes que nos desafían como Iglesia y sociedad. La familia: punto de amor y fortaleza Aun cuando se manifiesten estos cambios, la familia tradicional, con madurez y audacia, coexiste con otras situaciones. Todavía hoy están presentes valores importantes, que motivan a creer que es posible fortalecer a la familia y todo lo grandioso que ella puede aportar a la sociedad y al mundo. El discurso social proyecta una controvertida imagen de la familia. Sin embargo, en investigaciones y encuestas, aparecen los ardientes deseos de la juventud por formar sus propias familias y de los adultos de continuar viviendo en ella. Nos queda claro que el punto de cobijo, seguridad, de amor y refugio más importante sigue siendo el hogar, la morada, la familia. La familia está ahí, como parte central en la vida, donde se viven valores profundos, ante un mundo lleno de competencia, de ritmos acelerados, de individualismo, de riesgos, de rupturas. Discernir Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Deuteronomio 6,4-7 Las palabras mágicas de la familia Familia y hogar: una bendición El papa Francisco nos recuerda que tener un lugar a donde ir se llama hogar. Tener personas a quien amar, se llama familia, y tener ambas se llama bendición. Permiso, gracias y perdón El 13 de mayo de 2015 el mismo papa Francisco nos recordó que en la puerta de entrada de la vida cotidiana y real de la familia están escritas tres palabras: permiso, gracias y perdón. Esas palabras (permiso, gracias, perdón) son más fáciles de decir que de poner en práctica, pero que son absolutamente necesarias, porque están vinculadas a la buena educación, en su sentido genuino de respeto y deseo del bien, lejos de cualquier hipocresía y doblez. Estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. • La palabra Permiso nos recuerda que debemos ser delicados, respetuosos y pacientes con los demás, incluso con los que nos une
una fuerte intimidad. Como Jesús, nuestra actitud debe ser la de quien está a la puerta y llama. • Dar las Gracias parece un signo de contradicción para una sociedad recelosa, que lo ve como debilidad. Sin embargo, la dignidad de las personas y la justicia social pasan por una educación en la gratitud. Una virtud, que para el creyente, nace del corazón mismo de su fe: un cristiano que no sabe dar gracias es alguien que ha olvidado el lenguaje de Dios. • Finalmente, el Perdón es el mejor remedio para impedir que nuestra convivencia se agriete y llegue a romperse. El Señor nos lo enseña en el Padrenuestro: aceptar nuestro error y proponer corregirnos es el primer paso para sanarnos. Sobre esta última palabra, así concreta el papa Francisco la forma de ponerla en práctica: “En la vida matrimonial se discute, a veces incluso «vuelan los platos», pero les doy un consejo: nunca terminar el día sin hacer las paces. Escuchen bien: ¿han discutido mujer y marido? ¿Los hijos con los padres? ¿Han discutido fuerte? No está bien, pero no es este el auténtico problema. El problema es que ese sentimiento esté presente todavía al día siguiente. Por ello, si han discutido, nunca terminen el día sin hacer las paces en la familia. ¿Y cómo debo hacer las paces? ¿Ponerme de rodillas? ¡No! Sólo un pequeño gesto, algo pequeño y vuelve la armonía familiar. Basta una caricia, sin palabras. Pero nunca terminar el día en familia sin hacer las paces. ¿Entendido esto? No es fácil pero se debe hacer. Y con esto la vida será más bonita.” Reflexionamos y concretamos: • ¿Qué tan importante es para ti la familia? • ¿Cuánto valoras a tu familia? • ¿Cómo quiere Dios que nos llevemos en familia? • ¿Cómo podemos llevar a cabo el mensaje del papa Francisco para las familias? Pensemos un momento sobre cómo convivimos y nos relacionamos dentro de nuestra familia y comunidad y cómo podemos mejorarlo.
Proponer CRECER EN, DESDE Y PARA LA FAMILIA Busquemos caminos para: • Apoyar y animar a las familias sanas, las familias fieles, las familias numerosas que, no obstante las dificultades de cada día, dan cotidianamente un gran testimonio de fidelidad a los mandamientos del Señor y a las enseñanzas de la Iglesia. • Idear una pastoral familiar renovada que se base en el Evangelio y respete las diferencias culturales. Como continuamente nos está señalando el papa Francisco. • Ser capaces de transmitir la Buena Noticia con un lenguaje atractivo y alegre, que quite el miedo del corazón de los jóvenes para que asuman compromisos definitivos. • Prestar particular atención a los hijos, que son las verdaderas víctimas de las laceraciones familiares. • Prepararnos adecuadamente para el sacramento del Matrimonio y abandonar la práctica actual, que a menudo se preocupa más por las apariencias y las formalidades que por educar a un compromiso que dure toda la vida.
Celebrar
Oración a la Familia de Nazaret Sagrada Familia de Nazaret, atractiva escuela del santo Evangelio: enséñanos a imitar sus virtudes con una sabia disciplina espiritual, danos una mirada limpia que reconozca la acción de la providencia en las realidades cotidianas de la vida. Sagrada Familia de Nazaret, fiel custodia del ministerio de la salvación: haz nacer en nosotros la estima por el silencio, haz de nuestras familias círculos de oración y conviértelas en pequeñas iglesias domésticas, renueva el deseo de santidad, sostén la noble fatiga del trabajo, la educación, la escucha, la comprensión y el perdón mutuo. Sagrada Familia de Nazaret, despierta en nuestra sociedad la conciencia del carácter sagrado e inviolable de la familia, inestimable e insustituible. Que cada familia sea acogedora morada de Dios y de la paz para los niños y para los ancianos, para aquellos que están enfermos y solos, para aquellos que son pobres y necesitados.Jesús, María y José, a ustedes con confianza oramos, a ustedes con alegría nos confiamos. Amén. Papa Francisco
XLIV Aniversario de la Parroquia de San José en Bledos Por: Martín Tovar Villanueva
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l pasado lunes 25 de enero, los fieles de todas las comunidades de ésta parroquia y autoridades civiles, festejaron el cuarenta y cuatro aniversario de la parroquia, y con mucha fe y alegría fue bien recibido el Sr. Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero, junto con el párroco Pbro. J. de Jesús Domínguez Ortiz para presidir la Santa Misa de acción de gracias por estos años de vida parroquial. El Sr. Arzobispo en su homilía nos dijo: “La Parroquia es un signo de Dios en nosotros para darnos todas las virtudes. Cristianos ungidos por Cristo a través de su amor y caridad y todos los sacramentos. Yo creo que ésta es una gran enseñanza para seguir trabajando por nuestra parroquia agradeciendo a Dios por el trabajo conseguido hasta ahora, por el apostolado de ustedes hacia los demás. Que el mensaje de Jesús siga estando vivo a través de nuestra comunidad parroquial”. ¡Felicidades a la Parroquia de San José de Bledos!
Fiesta Patronal de San Juan Bosco
Por: Gustavo Alejandro García Vargas
El pasado Sábado 30 de Enero se celebró a San Juan Bosco en el templo de San Juan Bosco, ubicado en el barrio de San Sebastián. La celebración eucarística fue presidida por el Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero, también se contó con la presencia de los Padres Salesianos, el Pbro. Alejandro Martínez Kemp, Pbro. Salvador Flores, Pbro. Enrique Montoya Pérez, Pbro. Víctor Escalante López, Pbro. Alfredo Rocha Vega y los hermanos Manuel Estrada Mendoza, Mariano García y Miguel Huerta Palmas así mismo las religiosas que participan con el mismo don y carisma de la obra de Don Bosco. San Juan Bosco nació el 15 de Agosto de 1815 en I Vechi, después de ordenarse, se dedicó principalmente a la educación de los jóvenes de los barrios de Turín, entendió los problemas de la juventud de su tiempo y se dedicó a la fundación de oratorios, escuelas, seminarios, colegios y centros educativos profesionales para su formación. Su principal obra consiste en la fundación de los Salesianos, el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, y la asociación de Cooperadores Salesianos. Además de su labor educadora y fundadora, San Juan Bosco publicó más de una cuarentena de libros teológicos y pedagógicos, muere la madrugada del 31 de Enero de 1888 en Turín, fue Beatificado en 1929 y canonizado en 1934, su festividad se conmemora el 31 de Enero.
La familia de la cruz en san luis potosí celebra el 122 aniversario del nacimiento de las obras de la cruz
Por: Azucena R. de Madrigal.
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omo cada año, en días próximos al 14 de enero, la Familia de la Cruz conmemoró el 122 aniversario del nacimiento de la Espiritualidad de la Cruz que tuvo lugar justo en San Luis Potosí. Fue en el año de 1894, fecha en que se celebraba la festividad del Dulce Nombre de Jesús, que es la palabra y persona central de esta espiritualidad. Se conmemora así el origen de las Obras de la Cruz, a partir de las cuales surgen posteriormente las Congregaciones, grupos y movimientos que hoy conocemos como Familia de la Cruz. Días después, en el mes de febrero, Dios le reveló la Cruz del Apostolado en el Templo de La Compañía, razón por la que se llevó a cabo ahí la eucaristía el pasado día 16, concelebrando los Padres Misioneros del Espíritu Santo de la Comunidad del CECAP, Centro de Espiritualidad Cruz del Apostolado.
Domingo 07 de febrero de 2016
Celebrando a Santo Tomás de Aquino Por Gustavo Alejandro García Vargas.
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l pasado 28 de enero se celebró a Santo Tomás de Aquino, quien es el patrono de la educación, las universidades y colegios católicos, por lo que fue celebrado con una misa en el Seminario Guadalupano Josefino, la celebración fue presidida por el Sr. Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero, acompañado de los sacerdotes formadores del seminario y seminaristas. Santo Tomás de Aquino escribió la famosa obra “Summa Teológica”. Santo Tomás de Aquino nació en Roccasecca, cerca de Aquino en Nápoles, en 1225. Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567.
Día de la educación ambiental con espíritu ecuménico
Por Gustavo Alejandro García Vargas.
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l pasado Martes 26 de Enero se celebró la Semana de la Oración en la Iglesia Cristiana Central, donde se tocaron los temas principales que afectan al medio ambiente, estuvieron presentes el Fray Enrique León Teissier Velasco y el Pbro. Roger Méndez Jiménez, dando su punto de opinión sobre la importancia del medio ambiente. También se contó con la participación de los seminaristas quienes a su vez hablaron acerca de la ecología y dieron su opinión ante la problemática que vivimos día con día; exponiendo la Encíclica del Papa Francisco “Laudato si’”. Así mismo el director del departamento de ecología del Ayuntamiento de la capital potosina; tocó el tema de la basura y los problemas que se han ocasionado a partir del conflicto con la empresa recolectora.
¡Pónganse en camino!
Celebrando al Señor
Discípulos misioneros
Teología de la misión
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El cambio en el rito del lavatorio de los pies del Jueves Santo (Segunda parte)
P. Pedro Mexquitic Arredondo
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on la reforma de la Semana Santa actuada por Pío XII en 1955, el lavatorio de los pies es colocado después de la homilía de la Misa in Cena Domini. Así también en el Misal Romano del 1962. Ya el lavatorio de los pies se hace a “duodecim viros selectos” (doce varones). Luego no es más un gesto solo clerical y la referencia a los “doce hombres” lo hace un rito más explícitamente mimético. Esto es correcto en el Misal de Pablo VI, que no hace referencia al número doce, sino habla de “viri selectos”. Las antífonas que acompañan el gesto del lavatorio de los pies exaltan el grande tema de la caridad con textos tomados de San Juan y del capítulo 13 de la primera Carta a los Corintios (himno a la caridad), y el rito se cierra al inicio del ofertorio, con el antiguo himno Ubi cartias et amor (en el Misal de Pablo VI transformado felizmente en Ubi caritas est vera). El lavatorio de los pies debe por lo tanto ayudar a comprender y vivir mejor el grande y fundamental precepto de la caridad fraterna que mira a todos los bautizados hombres y mujeres. Si ahora el Papa Francisco ha querido que el lavatorio de los pies sea hecho a “qui selecti sunt ex popolo Dei” (elegidos del pueblo de Dios), podemos decir que se trata de un desarrollo en cualquier modo lógico del rito, teniendo presente: 1) que el Misal de Pablo VI no viene más “subrayada” la dimensión mimética; 2) teniendo también presente que del Vaticano II en adelante, el ma-gisterio de la Iglesia ha puesto en relieve con fuerza la igualdad de derechos y deberes entre hombre y mujer (Gaudium et spes 9; Evangelii gaudium 103104); 3) teniendo presente además que no se trata más de un rito cumplido entre miembros del clero. A este propósi-
to se recuerda que durante diversos años, también después del Vaticano II, era prohibido a las jóvenes ser monaguillos. Prohibición que fue eliminada interpretando el canon 230 §2 del Código de Derecho Canónico, que dice: “Por encargo temporal, los laicos pueden desempeñar la función de lector en las ceremonias litúrgicas; así mismo, todos los laicos pueden desempeñar las funciones de comentador, cantor y otras, a tenor de la norma del derecho”. Cuando se habla de “laicos” se habla naturalmente de hombres y mujeres. Más veces el papa Francisco ha pedido mayor espacio para las mujeres en la Iglesia (cf. Evangelii gaudium 103104). El enfoque del papa al problema del rol femenino al interno de la sociedad y de la Iglesia es de considerarse muy atento a la modernidad. Una visión en la cual la mujer es igual al hombre en derechos y deberes, pero complementaria y diversa en cuanto portadora de características específicas, haciendo propio el nuevo paradigma social de la “Reciprocidad en la equivalencia y en la diferencia”. En este sector, se deben tener presente los eventuales inconvenientes que en algunas culturas podría comportar el lavatorio de los pies de una mujer en público. Es de notar que la rúbrica “qui selecti sunt ex populo Dei” es genérica (no obliga a incluir siempre a las mujeres), y luego los obispos pueden interpretarla a la luz de las diversas situaciones locales. Nota: La dimensión mimética en liturgia hace referencia a la reproducción de las acciones realizadas por Cristo, y la dimensión anamnética hace memoria de los gestos del Señor pero interpretándolos en un contexto ritual más amplio.
(Parte II de V)
studiar el fundamento trinitario es referirnos al punto focal de la fe cristiana, ya que el Dios que se nos da a conocer en Jesucristo es el Dios uno y trino. La profundidad del misterio de Dios se conoce sólo con la revelación cristiana, en la que Jesús nos dice todo lo que ha oído a su Padre (cfr. Jn 15,15). Sólo a partir del misterio trinitario es comprensible la encarnación, que Dios se haga hombre y comparta nuestra condición en todo menos en el pecado (cfr. Heb 4,25) hasta la muerte y muerte de cruz (Flp 2,6-11), como igualmente sólo porque Dios es uno y trino podemos pensar que nos introduce a los hombres en la plenitud de su vida. Sin embargo cuanto más grande es la revelación de Dios, más grande es su misterio. Misterio del cual nos hace partícipes y que podemos resumir como bien lo dice la Escritura: “Dios es Amor” (cfr. 1 Jn 4, 8.16). Teológicamente hablando hay dos maneras de cómo estudiar el misterio trinitario. Se habla de la Trinidad Económica: que es la manifestación de Dios, uno y trino, a lo largo de la historia de la salvación (ad extra); y Trinidad Inmanente: que es la vida interna de Dios (ad intra). A la luz de esto, podemos estudiar tres puntos referentes a la Misión: 1.- La Santísima Trinidad: La historia de la Salvación parte de la Trinidad, llama a la vida y crea todo lo que existe, y todo se culminará en ella, cuando la humanidad salvada se encuentre cara a cara con las Personas Divinas: “…ahora somos hijos de Dios y aun no se ha manifestado lo que seremos, sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es” (1 Jn 3,2). La historia de Salvación, es la historia del camino y de los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela, reconcilia consigo a todos los hombres, apartados por el pecado y se une a ellos (cfr. CEC 234). 2. Las misiones Trinitarias y la misión de la Iglesia. En el centro de la fe de la Iglesia está el hecho de que el Hijo fue enviado por el Padre al mundo como Salvador, misión que realizó visiblemente en su historia humana hasta su ascensión. El Padre y el Hijo envían al Espíritu Santo a la Iglesia, misión que empezó a realizarse en Pentecostés y se sigue realizando hasta el retorno glorioso del Señor. Cristo, enviado del Padre, envía a su vez a los Apóstoles a todo el mundo a realizar una misión: “Como el Padre me envío, también los envío yo”. Dicho esto sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo” (Jn 20,21-22), y así, como él había sido ungido por el Espíritu cuando fue bautizado para inaugurar la misión recibida del Padre, así también les comunica su Espíritu a los Apóstoles para que ellos realicen la misión. Desde Pentecostés el Espíritu guía a la Iglesia en la realización de esa misión. Las misiones Trinitarias y la misión de la Iglesia tiene el mismo objetivo: La salvación de los hombres, mediante la fe en Jesucristo Resucitado. Por tanto lo que comenzó “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” se cumplirá entonces como: “gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo” al momento de llegar a la patria donde inició todo, en el retorno a la patria trinitaria. 3. Dios es Amor y la Misión brota del Amor. Hemos sido creados para participar del Amor Divino, y la vocación apostólica cobra su sentido más originario en base a ese Amor. Quien ha sido llamado a la Misión, debe incrementar su conciencia de que tiene una dignidad divina porque se sabe amado por Dios: “Me amó y se entregó por mí” (Gál 2,20). Día a día, debe experimentarse amado por el Padre en el mismo amor con el que ama a su Hijo, participando de su filiación divina por medio del Espíritu. El deseo del Padre es que todos los hombres se salven (por Amor) y envía a su Hijo, no para condenar al mundo sino para salvarlo. El Hijo de Dios tiene un gran Amor y es un Amor hasta el extremo. El Espíritu Santo nos asiste con su sabiduría y Amor para guiarnos hacia la verdad; tales misiones siempre van unidas nunca separadas, se complementan y se experimentan en tal unidad.
Domingo 07 de febrero de 2016
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Defensa de la casualidad
Los libros que más he amado nadie me los recomendó, sino que me los hallé casi siempre al lado de otros libros que buscaba sin encontrarlos. Pienso, por ejemplo, en Cuando silbo…, la bellísima novela de Shusaku Endo (1923-1996), el escritor japonés. ¿Cree usted que sabía yo de la existencia de ese libro? ¡Para nada! Es más, ni siquiera sabía que existiera un escritor japonés llamado Shusaku Endo. Pero, hojeando el ejemplar que me había encontrado en una mesa de ofertas, quedé fascinado por él desde el instante mismo en que leí el prólogo. «He aquí –me dije-, algo que sin duda vale la pena llevarme». Y, en efecto, así fue. Cuando silbo… es uno de los libros más bellos que he leído en mi vida. Más tarde llegué a saber que Shusaku Endo era católico, que sus libros eran auténticos best-sellers en el Japón y que, por si fuera poco, hacía años había escrito una vida de Jesús que los críticos, aun los más severos, no dudaban en calificar de excepcional. ¡Cómo disfruté Cuando silbo…! Y a todos los que les presté esta novela para que la leyeran quedaron fascinados. «¿Dónde la puedo conseguir? -me preguntaban con ansiedad-. ¡A mí también me gustaría tenerla!». Pero yo ignoraba dónde podían encontrarla, pues aunque ésta había sido publicada en español por la editorial Diana de México en 1986, estaba ya descatalogada desde 1990 o algo así. De hecho, yo la había comprado en una librería de usado a un precio que todavía hoy me hace sonreír y frotarme las manos de satisfacción.
Varios años después, cuando ya sabía yo quién era Shusaku Endo, la editorial madrileña PPC publicó algunas de sus novelas, como por ejemplo La muchacha que dejé atrás y Río profundo, pero no Cuando silbo…, cosa que me contristó muchísimo, porque a mi juicio Cuando silbo… era la mejor de sus novelas. ¿Cuántas veces la habré leído? No menos de tres o cuatro, y siempre con la misma emoción. Es uno de libros de mi vida. ¡Cómo agradezco a Dios aquel hallazgo realizado justo en el momento en que buscaba otros libros que nunca encontré y que acaso no me hubieran hecho tan feliz! Con los libros sucede como con las personas: no se buscan, sino que se encuentran, pues de buscarlos jamás los encontraríamos. Tal es la razón por la que me parece preocupante lo que, según dicen, será dentro de poco la praxis habitual en la producción de libros. Los expertos del sector editorial aseguran que ya no es rentable lanzar grandes tiradas de obras que: 1) o terminarán vendiéndose a precio de saldo, 2) o se triturarán para ser recicladas porque nadie va a comprarlas, o 3) se quedarán durmiendo la eternidad en una bodega atestada y maloliente. En otras palabras: ¿para que imprimir 10000 ejemplares de un libro del que no se sabe si siquiera se venderán 2000? De modo que lo mejor –dicen- es seguir publicando libros, sí, pero sólo bajo pedido (on demand, como se le llama técnicamente a esta modalidad de impresión). La cosa, según esto, funcionará así: visitas el sitio web de la editorial, estudias el catálogo, seleccionas las obras que quieras, la pagas con tu tarjeta de crédito, y luego los editores las imprimirán sólo para ti y te las enviarán a tu domicilio. En realidad hay muchas editoriales que ya proceden de este modo: la editorial Herder de Barcelona es, por ejemplo, una de ellas. Jason Epstein va todavía más allá y nos asegura que dentro de poco las cosas serán todavía más sofisticadas: tú pedirás electrónicamente un libro a una editorial; ésta te lo remitirá también electrónicamente; luego lo imprimirás en tu propia casa y
Por: Juan Jesús Priego
lo encuadernarás allí mismo con una máquina casera que podremos comprar con tanta facilidad como compramos hoy, por ejemplo, una impresora láser… Pero citemos textualmente a Jason Epstein: «Las máquinas capaces de imprimir y encuadernar textos bajo pedido llegarán a ser artículos domésticos ordinarios, como los aparatos de fax actuales. Los lectores sólo tienen que facilitar sus tarjetas de crédito y los números de serie adecuados para encargar cualquier texto que esté a disposición. Los lectores de Ulan Bator, Samoa y Nome tendrán el mismo acceso a los libros que los lectores de Berkeley y Cambridge. No habrá ningún libro agotado, y los lectores que busquen uno en concreto, o incluso partes de uno o varios libros reunidos por encargo, ya no se verán frustrados por las normas de rotación dictadas por las grandes cadenas de librerías. Aunque los libros manufacturados por uno en esas máquinas (caseras) tengan un coste de producción mayor que los producidos por la industria, su precio último para los lectores será inferior, ya que se habrán descontado los costes de distribución de la editorial y los márgenes de ganancia de los libreros» (La industria del libro). Hasta aquí todo está bien: en el futuro ya no habrá libros agotados, ni libros almacenados, ni libros rematados. Pero, ¿seguirá habiendo libros encontrados, libros que uno no buscaba y que se encontró por puro azar del destino, como me encontré yo, hace muchos años Cuando silbo…? ¿Y no es verdad que las mejores cosas de nuestra vida no las elegimos nosotros? Si las cosas suceden como están previstas para un futuro próximo, no habrá ya sorpresas en el mundo editorial, pues no habrá tampoco abundancia de libros en las librerías. ¿Cuántos buenos libros hemos leído sólo porque nos los encontramos a precio de oferta? Para muchos lectores ocasionales, dichos libros son los únicos que leerán en la vida, y si los compraron fue porque los vieron allí, frente a sus narices, al precio de una cajetilla de cigarros. ¡Los editores serían muy ingenuos si pensaran que la gente andará rastreando en la red la última novela de quién sabe quién para comprarla enseguida! Como digo, los mejores libros que he leído, son los que yo no buscaba. Y lo mismo podría decir de las personas. Por eso defiendo la casualidad como una de las prerrogativas del hombre afortunado.
Una breve historia del Papamóvil
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uriosamente, uno de los objetos más emblemáticos del papado es su coche. Muestra hasta qué punto los Papas quieren estar cerca de la gente. Para un oficio de casi 2.000 años de antigüedad, el papamóvil es una innovación muy reciente. Aquí tienen una guía de cómo el vehículo se ha transformado a lo largo de los años.
A comienzos del siglo XIX, Pío VII se convirtió en el primer Papa que se desplazaba en una carroza específica. No era un papamóvil, pero sí quizá un prototipo. Era tirada por caballos, y ahora está en los Museos Vaticanos. El primer automóvil papal llegó en el año 1929. A pesar de que los coches se habían extendido desde hacía décadas, los papas habían sido confinados dentro del Vaticano desde la caída de los Estados Pontificios en 1870. Pío XI usó un Graham Paige 837 de 1929 en la primera salida papal del Vaticano en más de medio siglo. En 1930 le regalaron un Mercedes-Benz Nürburg, el primero de muchos Mercedes papales. En 1960, Mercedes-Benz regaló otro coche, pero a otro Papa, este un convertible para el Papa Juan XXIII. Pablo VI utilizó varios coches diferentes, como el Lincoln Continental y el
Mercedes-Benz 600 Pullman. También se le vio en la camioneta papamóvil que se ha convertido en el modelo asociado a los viajes papales. Durante sus casi tres décadas de pontificado Juan Pablo II usó papamóviles muy diferentes: desde un Ferrari a un autobús. Todos recuerdan el tipo jeep, en el que iba cuando le dispararon en 1981. Es un Fiat Campagnola de 1973, y Pablo VI lo usó antes que él. Benedicto XVI y el Papa Francisco han usado coches parecidos, modificados para darles mayor seguridad. Pero a Francisco le gustan sobre todo, los coches pequeños y eficientes. Hizo un gran revuelo durante su viaje a los Estados Unidos cuando, después de saludar al presidente, entró en un Fiat 500.
Al presbítero y doctor don Tomás Vargas, fundador de centros de enseñanza en San Pedro Guadalcazar y en San Luis Potosí. Se le honra en nuestra Ciudad imponiendo su nombre a un minúsculo callejoncito aledaño al Mercado Hidalgo.
Por: Lic. Ricardo García López
N
(Primer parte)
ació don Tomás Vargas muy posiblemente en el año de 1777 en la ciudad de Valladolid, actualmente Morelia, capital del Estado de Michoacán, en donde realizó los estudios que hoy conocemos como educación primaria, secundaria y bachillerato. Los estudios profesionales también los cursó en su ciudad natal, en el Colegio de San Nicolás, fundado el año de 1540 en Pátzcuaro por el Obispo don Vasco de Quiroga, institución que posteriormente, en 1580, se trasladó a Valladolid debido a que los poderes eclesiástico y estatal cambiaron ahí su residencia. Algunos historiadores lo consideran el antecedente de lo que hoy es la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. En Valladolid recibió la ordenación sacerdotal, y, ya ordenado sacerdote, su obispo, considerando la brillantez de su inteligencia y demás dotes intelectua-les, le ordenó trasladarse a la ciudad de México para que ahí obtuviera el grado de Licenciado en Teología, su examen recepcional lo sustentó el 5 de septiembre del año de 1801 y posteriormente reali-zó estudios doctorales para sustentar su tesis el 12 de diciembre de 1805. A su regreso a Valladolid, su obispo lo nombró párroco de Guadalcazar en San Luis Potosí, donde además de su fecundo apostolado, fundó una escuela y la sostuvo con sus propios recursos económicos, siendo párroco todavía y en virtud de sus dotes oratorias y habilidad política, fue electo diputado a Cortes juntamente con don Lucas Alamán, ambos se embarcaron en Veracruz para trasladarse a Cádiz en España el 13 de febrero de 1821, ambos personajes desempeñaron un papel preponderante en aquella ciudad española. A su regreso a Valladolid para dar cuenta a su obispo de su desempeño en la Madre Patria, el prelado lo vuelve a mandar a San Luis Potosí, pero ahora como párroco de la ciudad, es decir el cargo eclesiástico más importante de la época, si consideramos que el territorio potosino no era una diócesis puesto que pertenecía a la Mitra Michoacana. Este cargo lo desempeñó del año de 1823 a 1830, siete años de arduo trabajo apostólico, pero además, como tenía una
gran vocación docente, estableció en su propia casa una cátedra de latín y otra de filosofía. Su gran amor a la patria lo indujo a tomar parte en las actividades políticas, por lo que llegó a ser Secretario del Congreso y en dos ocasiones se desempeñó como presidente del mismo. Posteriormente el obispo Vallisoletano lo nombró Cura de San Miguel de Allende. Como podemos colegir, fue un hombre de muy amplia cultura, desafortunadamente muchos de sus trabajos científicos y literarios quedaron inéditos. De toda su producción científica y literaria solo conocemos un trabajo que gracias al empeño del impresor mexicano Alejandro Valdés se publicó el año de 1823. Como ya hemos visto grandes son los méritos que este sacerdote tuvo en el campo de la cultura en general y en el de la política en particular, San Luis Potosí los ha reconocido dedicándole un modesto callejón aledaño al mercado Hidalgo. Sin embargo, hay otros personajes con mucho menos méritos y lo que es peor, otros, sin mérito alguno que se les rinden homenajes como si se tratara de émulos de las virtudes de los Escipiones o de los Gracos en la Roma antigua. El doctor Tomás Vargas, para obtener sus grados de licenciatura y de doctorado se sometió a la disciplina y rigor que en su época se exigía a quienes se sometían a tales estudios. No se piense que es como ahora que, hay resquicios por donde los mediocres se van escurrien-do o colando, y sin ninguna capacidad intelectual alcanzan dichos grados, y, lo que es más importante para esos sujetos, jugosos sueldos. Afortunadamente hay licenciados y doctores que dignamente y con justicia ostentan tales títulos. A los escurridizos y colados doctores podemos aplicarles lo que dijo de ellos José Iglesias de la Casa: Ves aquél señor graduado, Roja borla, blanco guante Que nemine discrepante ¿Fue en Salamanca aprobado? Pues con su borla, su grado Cátedra, renta y dinero, Es un grande majadero.
Sin fe, hacia dónde ir… Humberto Aguilera Aldana
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l maravilloso acto de amor infinito realizado por Cristo, para la Redención del género humano viviendo su inimaginable y dolorosísima pasión y muriendo en la Cruz, tuvo como fundamento la inmensa Misericordia que Jesús tiene por todos nosotros. Estamos viviendo el Año de la Misericordia (8/12/15-20/11/16), a través del cual imploramos la Misericordia Divina y la recibimos con todos los bienes que Dios nos obsequia. Especialmente en el sacramento de la Confesión, requisito único e indispensable para volver al estado de gracia que nos vuelve a unir a Dios con esa relación de cercanía y amor a Quien le debemos la existencia y todo cuanto somos. Lo que nos mueve a confesarnos, es el haberle ofendido y la fe en la misericordia de Cristo quien nos perdona nuestras faltas, ayudándonos a disponernos a retomar el camino de Salvación. Para Cristo todos somos importantes, Él no hace distinciones, ama a todas sus criaturas a quienes ha hecho a su imagen y semejanza. Ël ofrece al Padre velar por todos los que le ha encomendado. “Obedecer en la fe, es someterse libremente a la palabra escuchada, porque su verdad está garantizada por Dios, la Verdad misma. De esta obediencia, Abraham es el modelo que nos propone la Sagrada Escritura. La Virgen María es su realización más perfecta”. (CIC 144). “La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven” (Hb 11,1), gracias a esta fe, Abraham vino a ser el padre de todos los creyentes (Gn 15,15). Actuar con fe, es refrendar nuestra confianza en Dios todo pode-roso, en la revelación que Cristo nos hace de palabra y obra, y en el poder del Espíritu Santo que nos ilumina para entender la doctrina inigualable que encierra. Nuestra fe es Cristo, quien con su maravillosa revelación llena de verdad y amor, nos mostró el camino para creer en Dios, nos hizo saber que somos hijos de Dios, nos enseñó a estar en comunicación con Dios a través de la oración, nos dio la seguridad de ser escuchados por Dios, nos hizo ver que podíamos buscarlo, recurrir a Él, que nunca seríamos defraudados, que bastaba con ponernos en sus manos y creer en su santa doctrina y misericordia para tener paz, poniendo en ellas nuestras preocupaciones, problemas, trabajo, anhelos, y que según conviniera a nuestra salvación nos iría otorgando aquello que más nos favoreciera. Todo comienza con la fe en nuestra vida de salvación, dándole a las palabras y obras de Cristo el valor, sabiduría y omnipotencia que tienen. Este es el proceso que se inicia el día de nuestro Bautizo y se confirma al recibir con toda plenitud el Espíritu Santo el día de nuestra Confirmación. La fe es un don que inmerecidamente recibimos con la esperanza y la caridad, por pura libertad y amor de nuestro Señor, esto unido a los dones del Espíritu Santo, y demás en nuestro Bautizo, nos eleva a esa condición de hijos, y como tales adquirimos la libertad, el entendimiento, la memoria y la voluntad, que empleados a la luz de la fe y nos pondrán en perfecta sintonía con nuestro Creador y Salvador. En la actualidad, se percibe una confusión enorme en cuanto a la libertad que Dios nos da, pensamos que al ser libres, podemos hacer lo que queramos, y ésta es la gran trampa en la que caemos, pues tomamos la dirección opuesta a lo que es el Bien. Sólo la libertad bien entendida nos lleva a buscar, a encontrar, a servir, a conocer y amar a Dios. Nunca antes se había escuchado tanto ruido, sin rectitud de intención en las expresiones de tanta gente, que llena de una gran soberbia, opina con absoluta ignorancia de las verdades de nuestra fe, que fueron establecidas por Dios, no por los hombres; tratando de desvirtuar su contenido y pretendiendo modificarlas según un criterio humano muy pobre y lleno de conveniencias personales e ideológicas, y además las imponen por el poder que ostentan, que en la mayoría de los casos está basado en pensamientos e ideas totalmente en contra de Dios y de su Iglesia, y ganado por represión, engaño, traición, y muchas formas de llegar a sus objetivos sin importar los medios a través de los cuales los alcanzan. Ya no se trata de acciones separadas de algún gobierno, estamos viviendo una orquestación a nivel mundial para desdibujar, la fe, los valores y principios católicos haciéndolos parecer como pesada losa en nuestros hombros de la que hay que “liberarnos”. Esa es la gran mentira, ahí está la gran falsedad de sus ideologías, que obviamente están inspiradas por el Demonio, personaje muy inteligente y perverso y el gran enemigo de Dios, y a quien sus seguidores rinden homenaje y pleitesía. Como dato les comparto que en Colombia, en el Departamento de Quindío, se erigió la primera iglesia dedicada al Demonio y su imagen ocupa el lugar de honor, ¡qué tal! Que “coincidencia”, en un país ferviente católico, y que las drogas han destrozado. Una de estas estrategias es precisamente negar la existencia del pecado, idealizar lo humano, el materialismo, la razón, lo sensual; no a lo espiritual, no a lo religioso, no a la moral, etc. Tomen nota de que el gobernante del país más “poderoso” del mundo, declaró hace unos días que el “matrimonio” entre homosexuales, ¡llegó para quedarse! Como si fuera la moda, lo correcto. Ya no hay duda de las intenciones y el descaro de todos los que conforman esta gran estructura de poder que pretende gobernar al mundo, a través de la globalización en todos aspectos, destruyendo los valores patrios, las idiosincrasias, las raíces, las tradiciones, la religión, el espíritu de los pueblos. La precandidata al gobierno americano del partido demócrata, declaró que los gobiernos deberían presionar a las iglesias para que modificaran sus planteamientos religiosos. Vivamos nuestra fe, que es la fe de la Iglesia que nos gloriamos en profesar en Jesucristo Nuestro Señor.
Fe y Política
Vaticano
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«Misericordia quiero y no sacrificio»
(Resumen del Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma)
El catolicismo vergonzante E
Jorge E. Traslosheros (La Razón)
stoy convencido. El catolicismo vergonzante es uno de los más grandes problemas de la Iglesia en México, porque impide que los católicos demos testimonio integral de nuestra esperanza. En mi experiencia, afecta de manera especial al mundo académico e intelectual, aunque no solamente. El catolicismo vergonzante consiste en el apocamiento del católico hasta mostrarse incapaz de expresar su fe en el espacio público y, con mucha frecuencia, también en el privado. Un católico que no se atreve a dar razones bien fundadas en los debates donde se pone en juego el bien común; como tampoco dentro de la familia, entre los amigos y conocidos. Es, pues, una persona incapaz de hablar con sinceridad y alegría desde su propia fe. Este catolicismo vergonzante no viene en una sola presentación. Lo encontramos en muy distintas formas, las cuales podemos sintetizar en tres tipos básicos: timorato, patón y light. Si bien éstos no agotan la compleja realidad con sus múltiples matices, sin duda nos ayudan a orientar la reflexión. El católico timorato es aquel que esconde su fe por miedo a estar en falta. No vive en las catacumbas, un lugar siempre digno, pues sí podría expresarse a pesar de las dificultades; pero teme ser políticamente incorrecto y ser rechazado. Entonces prefiere hacerse chiquito y quedarse calladito, con la ilusión de que así lo verán más bonito. El católico patón se distingue por ser gritón, anticlerical, vociferante y criticón con la Iglesia, la cual confunde con la clerecía, actitud que combina con un tufillo de desprecio a la religiosidad popular. Considera que su criticismo le llevará a ser mejor aceptado en el espacio público. Es un personaje ilustrado que se ve a sí mismo como el auténtico católico seguro de saber, con precisión matemática, de qué lado masca la iguana. El “patonismo” católico se encuentra en cualquier lugar, dentro y fuera del clero, entre laicos, en la calle, la familia, en las universidades “de inspiración cristiana” y públicas, así como en lo medios de comunicación y la política partidista. Tienen en común su clericalismo, la convicción de que el clero tiene la culpa de cualquier mal que aqueje a la Iglesia. No es un asunto de conservadores contra progresistas, o tradicionalistas contra vanguardistas. Con independencia de posicionamientos políticos o religiosos, suelen coincidir en ser vociferantes, criticones y clericalistas bajo disfraz anticlerical. Su varón de burlas preferido es el obispo en turno. El católico light toma una forma más sutil y perniciosa, pues considera que diluyendo la fe se adaptará mejor a las modernas circunstancias. Está convencido de que negociando su credo logrará una mejor adaptación y aceptación del mundo moderno. El resultado es una religiosidad sin nervio, sin convicción, descafeinada, irreconocible y al final irrelevante, la cual nadie en su sano juicio podría tomarse en serio y mucho menos respetar. El catolicismo vergonzante es cosa muy fea porque se agarra a cachetadas con el cristianismo como religión de justicia y misericordia, es decir, con la razón de ser de Jesús de Nazaret: anunciar el Evangelio, la Buena Nueva de la radicalidad e incondicionalidad del amor de Dios por cada ser humano y por toda la humanidad. Además, contradice lo mejor del pensamiento católico a lo largo de la historia en su permanente diálogo entre razón y fe. Así, se muestra incapaz de reflexionar en torno a la necesaria convergencia entre las razones de la razón y las razones de la fe, las cuales no pueden entrar en conflicto porque la verdad no puede estar en guerra consigo misma. Esto implica un delicado trabajo de diálogo y discernimiento, de revisión de conocimientos científicos, éticos, filosóficos, jurídicos, espirituales, estéticos, en fin, ser una persona con vocación universal. A los católicos nos corresponde, siempre, hacer un llamado al diálogo y al encuentro en público y en privado, atentos a las razones de la justicia, la esperanza y la caridad motivadas por la fe, lo que resulta imposible desde una actitud vergon-zante ya sea timorata, patona o light. La fe que no se vive de manera integral se entibia, se daña y pierde intensidad hasta diluirse o reducirse a formalismos estériles. El Papa Francisco es portador de una fe recia, una esperanza viva y una caridad ardiente; es un hombre cuya alegría, valentía, razonabilidad y humildad son un desmentido categórico a cualquier posible justificación de actitudes vergon-zantes. Por lo mismo, estamos en buen momento para reflexionar sobre el origen de tan lamentable situación en México.
E
l Papa Francisco ha titulado su Mensaje para la Cuaresma del Jubileo de la Misericordia con las palabras de Jesús: «Misericordia quiero y no sacrificio» (Mt 9, 13), destacando las obras de misericordia en el camino jubilar. «María, icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada»; «La alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia; y «Las obras de misericordia», son los tres puntos del mensaje pontificio. En el primero, evocando el Magníficat de María, el Santo Padre empieza reiterando su invitación - como hizo en la Bula de convocación del Jubileo extraordinario – a que «la Cua-resma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios» (Misericordiae vultus, 17). Y señala que, con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa «24 horas para el Señor», quiso hacer hincapié en la primacía de la «escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio». «Por eso, en el tiempo de la Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean para todos un signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios», escribe el Papa Francisco. En el segundo punto, recuerda que «el misterio de la misericordia divina» que se revela a lo largo de la historia de la alianza entre Dios – siempre rico en misericordia y ternura- y su pueblo. «Drama de amor» que «alcanza su culmen en Jesús el Hijo hecho hombre. En él Dios derrama su ilimitada misericordia hasta tal punto que hace de él la «Misericordia encarnada» (Misericordiae vultus, 8). En el tercer punto, el Santo Padre subraya una vez más la importancia de las obras de misericordia corporales y espirituales, con su especial anhelo de que el pueblo cristiano reflexione sobre ellas durante el Jubileo: «será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina» (ibíd., 15). «En el pobre, en efecto, la carne de Cristo «se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, lla-gado, flagelado, desnutrido, en fuga... para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado» (ibíd.), escribe el Papa Francisco y añade: «misterio inaudito
y escandaloso la continuación en la historia del sufrimiento del Cordero Inocente, zarza ardiente de amor gratuito ante el cual, como Moisés, sólo podemos quitarnos las sandalias (cf. Ex 3,5); más aún cuando el pobre es el hermano o la hermana en Cristo que sufren a causa de su fe». Tras poner en guardia contra la «esclavitud del pecado», que «empuja a utilizar la riqueza y el poder no para servir a Dios y a los demás», «hasta el punto que ni siquiera ve al pobre Lázaro, que mendiga a la puerta de su casa (cf. Lc 16,20-21), y que es figura de Cristo que en los pobres mendiga nuestra conversión», el Santo Padre señala que: «Lázaro es la posibilidad de conversión que Dios nos ofrece y que quizá no vemos». Y este ofuscamiento va acompañado de un soberbio delirio de omnipotencia, en el cual resuena siniestramente el demoníaco «seréis como Dios» (Gn 3,5) que es la raíz de todo pecado. Ese delirio también puede asumir formas sociales y políticas, como han mostrado los totalitarismos del siglo XX, y como muestran hoy las ideologías del pensamiento único y de la tecnociencia, que pretenden hacer que Dios sea irrelevante y que el hombre se reduzca a una masa para utilizar. Y actualmente también pueden mostrarlo las estructuras de pecado vinculadas a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos». El mensaje del Papa Bergoglio, firmado en el Vaticano el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, de 2015, termina con esta exhortación: «No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión. Lo pedimos por la intercesión materna de la Virgen María, que fue la primera que, frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez (cf. Lc 1,48), reconociéndose como la humilde esclava del Señor (cf. Lc 1,38).
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Persecuciones
“Bienaventurados serán cuando los injurien y los persigan y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes” (Mt 5, 11-12).
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ótese que aquí no dice que se alegren los que son perseguidos. Sino los que son perseguidos por causa de Jesús. Y es que cualquiera puede ser perseguido por la justicia de los hombres, por las leyes humanas y mundanas, tan llena de injusticias y aberraciones. No. Aquí se trata de ser perseguidos por ser discípulos de Cristo.
vive aburrida y trata de quitar algo de tedio a su vida cotidiana. La gente de nuestros días, en lo general, vive aburrida, vive con amargura, y por eso se inventa tantas cosas que puedan hacer la vida divertida; y en efecto, logran divertirse un tanto. Pero luego vuelven a su aburrimiento a su soledad, a su amargura, a su dolor, a su falsedad, a su vida falsa. A su vida plebeya, porque no se hacen ciudadanos del reino de los cielos.
Es cierto que los evangelios son algo tardío, son fruto de la predicación de Cristo, pero también de la predicación apostólica y de la predicación de la comunidad cristiana del principio. Es cierto que hubo grandes prosecuciones de cristianos en los primeros siglos. Y ellos enseñaban a ser valientes y fuertes en la fe a las almas creyentes, pues esperaban la llegada inminente de Jesús en gloria.
Y siempre ha habido hombres que encuentran su diversión, su placer, en lastimar, en perseguir. Los cristianos fueron incomprendidos desde el principio; y fueron víctimas de perseguidores, de personas que van en contra del bien y de la verdad. Y Jesús advierte que habrá persecuciones, que habrá grandes obstáculos en el anuncio del reino de los cielos, del evangelio.
Así que encontramos, en efecto, palabras de Jesús como advertencia para los seguidores suyos, pero encontramos también aquí la experiencia de las primeras comunidades, en todo caso la de Mateo, que efectivamente fueron perseguidas. Las persecuciones de los cristianos, al mismo tiempo que verifican las palabras de Jesucristo, expresan la inconmovible fe de las primeras comunidades cristianas que resistían la prosecución de los judíos y de los romanos y de muchos otros. Ser cristiano significa ser perseguido. Si no se es perseguido no se es de Cristo. Y es que ese es el ejemplo que Jesús dejó. Él fue perseguido también por ser testigo de la verdad. Él fue condenado a muerte desde que estaba por nacer, desde la infancia; luego, apenas iniciado su ministerio, los herodianos y los judíos fariseos decidieron su muerte; lo acosaban con preguntas capciosas, con preguntas tramposas; hicieron cuanto pudieron, hasta que un amigo de Jesús, un mal amigo, lo entregó en manos de los judíos y pudieron acorralarlo y llevarlo a procesos judiciales y penales (también llenos de trampas). Jesús advierte a sus discípulos y a las multitudes que quieran seguirlo, que no será fácil, que el camino del discípulo no puede ser diferente que el del maestro. En este primer mensaje de Jesús, deja claro el camino, el propósito, la ruta, pero también el destino final de los que perseveren con él: la vida eterna. Jesús predicó un paraíso que es difícil de conquistar, un reino de los cielos que pone en riesgo la vida, esta vida temporal, mortal; Jesús invita a su seguimiento, pero deja claro que es complicado. Y al mismo tiempo que anuncia que esto es camino seguro a la muerte, les dice: “alégrense” y salten de gozo. Esto es bello. Lo más hermoso de la vida tiene que ver con la muerte. Las cosas que valen la pena se consiguen a costa de un gran sacrificio. Jesús declara que habrá incomprensiones, que habrá duras penas, cadenas, cárceles y muerte por su causa, por la causa del reino. Él no les oculta esta verdad. Apenas está iniciando su predicación y ya está dejando claro que la vida vale más de lo que parece. Que no hay que tener miedo de arriesgar la vida, ni de perderla, porque la vida de los que creen en Él está en buenas manos. Se trata de ser de Cristo y no valorar tanto la vida, esta vida pasajera. Jesús no se anda con rodeos. Él les habla directo, Él les habla claro, sin engaños. Les hace ver a los que lo siguen, que las cosas están totalmente al revés y que hay que volverlas a unir, que
es necesario poner las cosas en su verdadero y justo lugar. Les recuerda que el ser humano fue creado para la alegría, pero que ésta debe conquistarse. Las bienaventuranzas son una invitación a ser felices, a alegrarse, no con las cosas pasajeras de este mundo, que vienen y van, sino con las cosas que se quedan, con las cosas que valen verdaderamente. Cuando Jesús les dice “bienaventurados” les está diciendo: “sean felices”. Les está diciendo que no pierdan la alegría, que los malvados son malvados porque son ignorantes, porque no conocen la felicidad. Los malvados no conocen la felicidad. Esto es una rotunda realidad. Ellos, por eso buscan alegrías pasajeras, no saben que son pasajeras, pero la vida se los demuestra una y otra vez. Ellos andan en busca de la felicidad, pero no la tendrán a menos que se arrepientan y acepten estas bienaventuranzas, estas invitaciones especiales de Jesús. Seamos sinceros, ¿no es cierto que pasamos la vida intentando ser felices e intentamos serlo de muchas maneras? Veo a los jóvenes de nuestros días buscando la felicidad en las drogas, en las fiestas de todos los viernes, en el alcohol y en todos los excesos. Veo a muchos de fiesta en fiesta, de antro en antro, de comida en comida y nunca acaban de llenar. Es que la verdadera felicidad, la que se queda para siempre, la que es duradera y verdaderamente real tiene poco que ver con la diversión y tiene que ver más con la sencillez. La gente hace fiestas y fiestas, bebe, se embriaga, se droga, baila y se divierte porque en realidad
Las buenas noticias a menudo son mal recibidas, a muchísima gente le gusta escuchar solo las cosas malas, encuentran un maligno placer en ellas. Por eso hay demasiados que están esperando el periódico de cada día, con sus novedades y sus noticias rojas y amari-llas. Es impresionante el éxito que tienen algunos diarios que gustan exagerar las malas noticias; pues de la misma manera, supongo, ocurrió con la buena nueva del evangelio, predicado por los discípulos después de la resurrección; la buena nueva del evangelio fue, con toda seguridad, trastocada, maquillada por los enemigos del reino y así fue como ocurrieron algunas de las persecuciones de los discípulos de Jesús. El acoso, la persecución a la Iglesia es un hecho hasta nuestros días. Quizá no como en la antigüedad, pero sigue vigente. Ser de Cristo significa sufrir muchas infamias. Ante esta realidad que Jesús conoce, además de advertir a los discípulos, les anuncia: “su recompensa será grande en los cielos”. Esta última bienaventuranza es una recapitulación de las otras. Ya había, de alguna manera, advertido Jesús acerca de persecuciones por causa de la justicia y de la paz; ahora lo advierte con claridad; antes decíamos, se refería a la justicia divina, al trabajo por la paz, que trae consigo muchas incomprensiones, a la pureza de corazón, que se pueden entender desde el punto de vista de la santidad; ahora lo deja claro: “por mi causa”, es decir, por la causa de Jesús que es la causa del reino de los cielos. En adelante seguiremos reflexionando acerca de este largo discurso del monte, del que apenas hemos me-ditado la introducción. Que el buen Jesús nos dé sabiduría para comprender sus palabras y que nos dé su gracia para vivir sus enseñanzas con la mayor perfección.
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Palabra de Dios
Dejándolo todo, Las raíces de lo que uno es lo siguieron Del santo Evangelio según san Lucas 5, 1-11
Valorar la pastoral indígena
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Experiencias Pastorales de Jaime Bautista Hernández, 3° de Filosofía
n aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la Palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar”. Simón replicó: “Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra echaré las redes”. Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: “¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!”. Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro, al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Entonces Jesús le dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Luego llevaron las barcas a tierra, y dejándolo todo, lo siguieron.
de hoy en día están perdien-do la costumbre de mantener viva la cultura, y que para ellos es mejor la tecnología, con lo cual se va perdiendo el sentido de los diversos rituales que realiza la cultura náhuatl: como por ejemplo el Tonalpohualli, o la siembra del maíz, paralela al ciclo de vida; así también del Xochitlcalli. Todo ello es lo que expresaba este señor en su compartir, que en lo personal me dejo impresionado, puesto que todo ello es lo que he escuchado en el pasado coloquio de filosofía latinoamericana en la ciudad de México, así también de lo que he profundizado en las diversas obras en referencia a la cultura náhuatl.
Palabra del Señor.
«No temas; desde ahora serás pescador de hombres»
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a respuesta que el Señor Jesús ofrece a Pedro parece no responder a su confesión y petición: «Apártate de mí, Señor, que soy un pecador». No le dice el Señor: “tus pecados son perdonados”, como lo hará con otros, sino que le dice: «No temas». ¿Por qué le dice “no temas”, sino es porque ve miedo en el corazón de Pedro? ¿Pero a qué le tiene miedo? ¿Es el temor que experimenta el hombre ante la santidad infinita de Dios? ¿O es el miedo a un seguimiento más radical? ¿Intuye acaso Pedro que el Señor “lo persigue” porque quiere pedirle una mayor entrega? ¿Es miedo a que el Señor le pida dejarlo todo por Él? La respuesta del Señor, aquel “no tengas miedo”, busca infundir en él el coraje y la confianza necesarios para vencer ese miedo. Es como si le dijera: “¡Confía en Mí! ¡Yo he venido a mostrarte tu vocación profunda, el sentido de tu vida y tu misión en el mundo! ¡Yo estaré contigo para enseñarte y ayudarte a desplegar eso que tú estás llamado a ser: pescador de hombres! ¡No tengas miedo de responder a lo que yo te pida!” Ese miedo que experimentó Pedro está también muy presente en nuestras vidas. El seguimiento del Señor causa temor: el temor de comprometerse hasta el fondo y de por vida con Él, el miedo de no saber por dónde nos puede llevar ese compromiso o cuánto nos va a exigir, el miedo de no ser yo quien controle mi propia vida según mis planes, el miedo enorme de dar ese “salto al vacío” que tantas veces exige la fe, de ese decirle al Señor, “aquí me tienes, hágase en mí según tu palabra”. ¡Cuántos siguen al Señor “de lejos”, y cuántos se echan atrás cuando el Señor les muestra un horizonte más grande, cuando los invita a renunciar a su comodidad, a sus planes, a sus seguridades, para lanzarse a la gran aventura de seguir lo que Dios les pide, de someterse a lo inseguro, e incluso a lo doloroso, para cooperar con Él a cambiar el mundo, según su Evangelio! También a nosotros el Señor, profundo conocedor del corazón humano, nos dice: “¡No tengas miedo! ¡No tengas miedo a la verdad sobre ti mismo, esa verdad que requiere que mires cara a cara y aceptes con humildad tu propia debilidad, tu miseria e incluso tus pecados más vergonzosos y terribles, pero verdad que va más allá de tu “soy pecador”! ¡No tengas miedo de descubrir en Mí tu propia grandeza y dignidad, tu verdadera identidad, el sentido de tu vida, tu vocación y tu hermosa misión en el mundo!” Ante el miedo que podemos experimentar se nos invita a confiar en Dios y lanzarnos hacia adelante para conquistar el horizonte que el Señor nos propone: el horizonte de la propia grandeza, el horizonte de ser también nosotros pescadores de hombres, según la vocación particular a la que el Señor te llame: el matrimonio, el sacerdocio o la vida consagrada. El miedo se resuelve en un profundo acto de confianza en Dios: «En la confianza estará vuestra fortaleza» (Is 30, 15). «Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor» (Sal 40, 5).
M
i nombre es Jaime Bautista Hernández, actualmente estoy cursando tercer año de filosofía. Con gran alegría y gozo les comparto mi experiencia en la pastoral indígena, enfocándome a la cultura náhuatl. Cuando uno comparte la experiencia de Dios con las demás personas es cuando resuena en el interior eso de que, “hay mayor gloria en dar que en recibir”. Dios nos ha dado un gran don, de hacer vivas las raíces de la propia cultura de todo mexicano, es decir su origen náhuatl. Hoy en día muchas de las personas que son de la cultura indígena reniegan de sus raíces al conocer otras culturas o vivir en las ciudades, piensan que ser indígena es para la explotación o discriminación, un complejo arraigado propio de la época de la conquista de América. Recuerdo en una ocasión, estado en misión en la huasteca, le cuestionaba a un señor qué tan importante era para él, el ser de cultura náhuatl. Me expresaba que era muy valioso, puesto que para los náhuatl ser humano es ser alguien muy especial, ya que la misma Tonantzin Guadalupe hizo contacto con un indígena (Juan Diego) para mostrar el amor de Dios. Recordemos que muchos años atrás se tenía en duda, que a los indígenas nahuas fueran personas y se les catalogaba como aborígenes. Así también el señor me mostraba que muchos de los jóvenes
Observo y aprecio lo valioso de no dejar a un lado, y sobre todo no perder las raíces de lo que uno es, ya que uno al ser bilingüe y hablar sobre todo aquella lengua a la que los españoles no supieron entender cuando les habló Nezahualcóyotl, es cuando dice uno que hermoso es este gran don de Dios para un indigno siervo. Además de que se va comprendiendo que Dios nunca nos ha abandonado y mucho menos nuestra madre, puesto que nos dice; achstla ma mitztequipacho amo nican nostoc nahuan mo maman (porque te preocupas ¿que no estoy yo aquí que soy tu madre?). Pues, se asimila a un más el valor y la riqueza de ser una persona de una cultura tan valiosa, como lo es, la náhuatl, ya que en el diálogo con esta persona, recordé que la confianza en Dios y María debe ser como un árbol plantado a las orillas del agua… no temerá cuando llegue el calor y su follaje estará frondoso, en año de sequía no se inquieta y no deja de dar fruto (Jer 17, 7-8). Con ello queridos lectores los invito a que en nuestra vida, siempre veamos la opción de dar frutos, de producir algo para el bien de los demás, pues el conocer otras culturas y más las que nos conciernen a nuestras raíces, nos ayuda a comprender como ha sido ese diálogo que entabla el hombre con la naturaleza, y con las diversas culturas y lenguas. Nuestro México es muy valioso por su diversidad cultural, al grado de que el mismo Papa Francisco, nuestro vicario aquí en la tierra, quiera entablar un diálogo con nuestras lenguas ancestrales en su próxima visita. ¡Que mayor riqueza y presencia de Dios, que ésta queridos amigos lectores! ¿No creen?.
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Educando para el amor
Domingo 07 de febrero de 2016
Oración y sacrificio
Educar a una nueva C visión del desnudo
A
Fil. Rafael Gómez M.
l hablar de la importancia que tiene el educar a los hijos en una sana vida sexual, el tema del pudor enfrenta serios obstáculos ante la tendencia generalizada de una cultura que reverencia, por encima de los valores, una vida de placentero consumo. Decíamos anteriormente, por ejemplo, que muchos, especialmente niñosas y adolescentes, se turban al ver desnudos. La realidad es que la inicial turbación se convierte con frecuencia en furiosa curiosidad. La publicidad, los comerciales, las revistas… que antes usaban mensajes subliminales, han caído en imágenes que no sugieren, sino imponen. Son imágenes cuyo objeto predilecto es el cuerpo humano y, en especial, el cuerpo de la mujer. De la misma forma tal predilección ha puesto en el interés general, el cultivo del cuerpo, con el fin de exhibirlo y, la exhibición, con fines de consumo erótico. De ésta manera el varón paga y dispone, para su uso y consumo, del cuerpo erotizado de la mujer y ésta, de igual manera, el cuerpo del varón. Los padres tienen el gran reto educativo de ayudar a su hijo-a a lograr un criterio de valor moral que le enseñe a ver a una persona disponiendo de su propio cuerpo para expresar su espíritu y a ver el desnudo, inevitable experien-cia invasora de nuestro tiempo, con actitud serena, lejos de la turbación y más lejos aún de la furiosa curiosidad. Casi siempre el-la hijo-a, mediante una nociva experiencia represora, se esconde para satisfacer su curiosidad; conviene que sus padres mantengan con él-ella un diálogo abierto respecto del cuerpo humano, totalmente libres de actitudes de censura y siempre dispuestos a tratar el tema con apertura, sabiduría y sobriedad. “Tanto el hombre como su mujer estaban desnudos, pero no se avergonzaban uno del otro”, nos cuenta el libro del Génesis (2, 25). Ellos no se avergonzaban uno del otro, porque ambos habían sido convocados al amor y habían aceptado el llamado de su Dios y, aunque cada quien era dueño de sí mismo y de su cuerpo, ambos habían consentido en darse uno a otro por amor. Su desnudez era parte de la manifestación de su mutuo amor y de su mutua intimidad. Cuando es Dios quien convoca, cada uno conserva la paternidad de sus actos y la intimidad de su vida. En el mismo
libro del Génesis (3, 10-12) leemos una historia totalmente distinta: “Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó: ¿Dónde estás? El hombre le contestó: Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo y por eso me escondí…¿y quién te ha hecho ver que estás desnudo? ¿Acaso has comido del árbol…? La voz de Dios perturbaba al hombre que había escuchado la voz de su mujer que venía de escuchar a la serpiente, el diablo. Cuando comieron del fruto del árbol que causaba la muerte, se alejaron uno del otro porque, ambos, abandonaron a su Dios. Ignoraron la voz de su Crea-dor; se olvidaron de haber consentido en darse mutuamente por amor y fue entonces cuando se descubrieron avergonzados por su desnudez. La consecuencia de atender al padre de la mentira, siempre es la muerte: Lo del espíritu humano que se muere, solo resucita en la cruz y en la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. La acción educativa de los padres es enseñar a los hijos a ver en su cuerpo la forma de expresar su espíritu y también a ver en el desnudo, posibilidades científicas, artísticas y educativas. La acción educativa de los padres es, además, mostrar a los hijos la maravilla del cuerpo humano que es la más grande de la creación porque, por medio de él, se une el mundo material y el espiritual y, por él, el hombre y la mujer levantan su voz en unidad para la libre alabanza de su Dios (Ef 1, 12). La belleza del cuerpo es el inicio del descubrimiento de las maravillas creadas, que son inseparables de su Creador. La admiración de tales maravillas, nace en la acción de gracias y en la alabanza a quien creó el universo con el claro propósito de involucrarse en una historia de amor con la humanidad. Tales maravillas solo se descubren, en toda su belleza y perfección, desde la mirada amorosa y desde la perfección de su Creador. No es posible descubrir la belleza del cuerpo si solo se mira de él, órganos y partes que pertenecen a su intimidad; se descubre su belleza cuando es vista en toda su grandeza y en toda su perfección y desde los afectos y la grandeza de su Dios.
...Lo de Dios a Dios
P. David Grimaldo
uando el gobierno argentino aprobó la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, el cardenal Bergoglio dejó clara su postura al escribir una carta a las monjas carmelitas de Buenos Aires el 22 de junio de 2010, en las que les expone su punto de vista y futuras acciones acerca de la controvertida ley: «Queridas hermanas: Les escribo estas líneas a cada una de ustedes que están en los cuatro Monasterios de Buenos Aires. El pueblo argentino deberá afrontar, en las próximas semanas, una situación cuyo resultado puede herir gravemente a la familia. Se trata del proyecto de ley sobre matrimonio de personas del mismo sexo. Aquí está en juego la identidad y la supervivencia de la familia: papá, mamá e hijos. Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre. Está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios, grabada además en nuestros corazones. Recuerdo una frase de Santa Teresita cuando habla de su enfermedad de infancia. Dice que la envidia del demonio quiso cobrarse en su familia la entrada al Carmelo de su hermana mayor. Aquí también está la envidia del demonio, por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la tierra. No seamos ingenuos. No se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (este es solo el instrumento) sino de una «movida» del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios. Jesús nos dice que, para defendernos de este acusador mentiroso, nos enviará el Espíritu de Verdad. Hoy la Patria, ante esta situa-ción, necesita la asistencia especial del Espíritu Santo que ponga la luz de la verdad en medio de las tinieblas del error; necesita de este abogado que nos defienda del encantamiento de tantos sofismas con que se busca justificar este proyecto de ley, y que confunden y engañan incluso a personas de buena voluntad. Por esto recu-rro a ustedes y les pido oración y sacrificio, las dos armas in-
vencibles que confesaba tener Santa Teresita. Clamen al Señor para que envíe su Espíritu a los senadores que habrán de dar su voto. Que no lo hagan movidos por el error o por situaciones de coyuntura sino según que la ley natural y la ley de Dios les señala. Pidan por ellos, por sus familias; que el Señor los visite, los fortalezca y consuele. Pidan para que ellos hagan un gran bien a la Patria. El proyecto de ley se tratará en el Senado después del 13 de julio. Miremos a san José, a María, al Niño y pidamos con fervor que ellos defiendan a la familia argentina en este momento. Recordémosle lo que Dios mismo dijo a su pueblo en un momento de mucha angustia: «Esta guerra no es vuestra sino de Dios». Que ellos nos socorran, defiendan y acompañen en esta guerra de Dios. Gracias por lo que harán en esta lucha por la Patria. Y, por favor, les pido también que recen por mí. Que Jesús las bendiga y la Virgen Santa las cuide. Afectuosamente, Jorge Mario Bergoglio s.j.». Esta carta levantó diferentes reacciones en el pueblo argentino, mientras que unos condenaban al cardenal por sus comentarios, otros alababan su reacción y lo apoyaban en contra de la ley. En las letras de la polémica misiva, el cardenal invita a los religiosos a oponerse a la ley, a defender la integridad de la familia en su estructura básica, presenta la figura de Satanás detrás de esta iniciativa legal, y la eleva de una cuestión política a un intento de terminar con el plan de Dios para los hombres y mujeres de la tierra. ¡SIGAMOS ORANDO POR EL PAPA FRANCISCO QUE EN UNOS DÍAS ESTARÁ CON NOSOTROS!
Domingo 07 de febrero de 2016
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