¡Envía tu Espíritu,
Año 11
No. 532
Semana del 09 al 15 de junio de 2019
Señor,
para renovar la tierra!
L
a Solemnidad de Pentecostés, se distingue por su importancia porque en ella se realiza lo que Jesús había anunciado que era el objetivo de toda su misión en la tierra; el verdadero fuego, el Espíritu Santo, ha sido traído a la tierra por Cristo, quien se ha hecho mediador del ‘don de Dios’ obteniéndonoslo con el mayor acto de amor de la historia: su muerte en la cruz”. En cambio, parece que no hay dificultad para habituarse “a muchos productos contaminantes para la mente y el corazón que circulan en nuestra sociedad –por ejemplo, imágenes que hacen un espectáculo del placer, la violencia o el desprecio hacia el hombre o la mujer. Se dice también que esto es libertad, sin reconocer que todo ello contamina, intoxica el alma, sobre todo de las nuevas generaciones, y acaba por condicionar la libertad misma. Ante esto, el viento impetuoso de Pentecostés remite a lo precioso que es respirar aire limpio, tanto con los pulmones –el aire físico- como con el corazón –el aire espiritual-, ¡el aire saludable del espíritu que es amor! Un aspecto característico del hombre moderno que, posesionándose de las energías del cosmos, hoy parece auto-afirmarse como dios y querer transformar el mundo excluyendo, dejando de lado o incluso rechazando al Creador del universo. La Solemnidad de Pentecostés se centra en Jesucristo, que ha traído a la tierra el Espíritu Santo, el amor de Dios que renueva la faz de la tierra purificándola del mal y liberándola del dominio de la muerte. Dios quiere seguir donando este ‘fuego’ del Espíritu Santo a cada generación humana, y naturalmente es libre de hacerlo como y cuando quiera; pero existe una “vía
normal”: Jesús, su Hijo Unigénito encarnado, muerto y resucitado, que ha constituido la Iglesia como su Cuerpo místico para que prolongue su misión en la historia. ¿Cómo debe ser la comunidad, para recibir el don del Espíritu Santo? Revivamos la experiencia en el Cenáculo, donde los discípulos “perseveraban todos unidos en la oración; así que la unidad de los discípulos es la condición para que venga el Espíritu Santo; y presupuesto de la concordia es la oración. Se trata de que Pentecostés no se reduzca a un simple rito o a una sugestiva conmemoración, sino que sea un evento actual de salvación. Para ello es necesaria la espera del don de Dios mediante una escucha humilde y silenciosa de Su Palabra. El Espíritu Santo, “el más fuerte”, donde entra expulsa el miedo; nos permite conocer y sentir que estamos en las manos de una Omnipotencia de amor: pase lo que pase, su amor infinito no nos abandona. Demostración de ello es el testimonio de los mártires, la valentía de los confesores de la fe, el intrépido impulso de los misioneros, la franqueza de los predicadores, el ejemplo de todos los santos, algunos incluso adolescentes y niños. Así mismo lo demuestra la existencia misma de la Iglesia, que, a pesar de sus límites y las culpas de los hombres, sigue atravesando el océano de la historia, empujada por el soplo de Dios y animada por su fuego purificante y purificador. Es la fe y la esperanza con la que repetimos hoy, por intercesión de María: ¡Envía tu Espíritu, Señor, para renovar la tierra!
De pañuelo verde al azul provida
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a joven argentina Aneley Torrico, muestra un antes y un después en su posición frente al aborto. ¿Qué hizo a esta millennial de 19 años cambiar el pañuelo verde por el celeste provida? El 1 de marzo Aneley publicó en su cuenta de Instagram una imagen dividida en dos: a la izquierda se muestra ella posando con el pañuelo verde característico de la Campaña por el Aborto Legal; mientras que a la derecha se le ve con el pañuelo celeste que usan las agrupaciones provida. “Como verán en una foto estoy a favor del aborto, y en la otra ya no.” Confesó que “aunque en la foto que tengo el pañuelo verde estaba sonriendo y ‘feliz’ porque estaba luchando por el derecho a las mujeres, dentro mío sentía un enorme vacío, dentro mío me sentía la peor persona del mundo, había miles de complejos e inseguridades, me sentía cada vez peor”. “Iba a las marchas y me sentía la mujer más empoderada del mundo, leía sobre el feminismo y sentía que podía hacerlo todo. Pero cuando llegaba a mi casa y me quedaba sola en mi cama, ese vacío volvía”. En medio de esta situación, la joven relató que “algo en mi vida cambió, un día me levanté y me veía hermosa tanto por dentro como por fuera, un día me levanté y todos esos complejos se habían ido, un día me levanté y era realmente feliz y plena”. “Y no fue por mi voluntad humana, sino porque lo conocí a Él, porque conocí a Dios y desde ese día soy una persona nueva. Desde ese día entiendo lo importante que es mi vida, desde ese día entiendo lo importante que es la vida de cada uno de nosotros”, escribió Aneley. La joven explicó si bien creció en una familia religiosa, “con el pasar del tiempo me aparté porque sentía que no era para mí y tampoco sentía nada”. Esto hasta noviembre de 2018 cuando la invitaron a un campamento en San Carlos de Bariloche. Al principio se negó porque “estaba muy en contra sobre lo que la ‘iglesia establecía’, pero después de pensarlo dije que no me tendría por qué perder un viaje por tener pensamientos distintos”. La joven recordó que la primera noche les hablaron sobre el “alma fragmentada” y que eso le impactó. “Cuando la escuchaba no podía parar de llorar, sentía algo dentro mío muy difícil de explicar, cuando me di cuenta estaba de rodillas llorando. Al otro día tuvimos otra reunión y también me encontré con una experiencia similar”. Respecto a su posición frente al aborto, Aneley explicó que cuando estaba a favor “pensaba más que nada en el derecho de la mujer, no me enfocaba tanto en el niño, sino en la decisión que quería tomar la mamá, porque sentía que ella tenía la libertad de decidir cuándo era el tiempo de tener un bebé, y que si ella sentía que no entonces estaba bien”. “Ahora entiendo que cuando Dios te manda un hijo es una bendición, que no son tus tiempos sino sus tiempos, que todos somos propósito de Él sin importar la circunstancia en que te encuentres, sea económica, o con un padre ausente”, sostuvo.
Domingo 09 de junio de 2019
Enorme reto Última catequesis sobre A el Padre Nuestro raíz de la legalización de las «uniones igualita-rias» en nuestro estado, tal hecho y otros más, traerán a nuestra Iglesia potosina grandes retos. Me refiero a la administración de los Sacramentos. En principio todos nosotros católicos sabemos que el Sacramento matrimonial sólo se administra a todos los bautizados siempre y cuando sea entre un hombre y una mujer. Esto es de Institución Divina no humana, es Ley de Dios y eterna, no una ley que se adquiere según el mejor postor, o una ideología de partido o de carácter cultural. ¿Se les puede administrar el Sacramento en el futuro a las personas de un mismo sexo? En principio nunca, ya que si así fuera, se estaría echando por tierra la Ley del Cielo y que no tiene fin, ya que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre (Heb 13,8-9). Ante esta negativa, la Institución de la Iglesia se verá atacada, tildándola de oscurantista, retrógrada, conservadora, violenta en su discurso y en la práctica. Si, vendrán mentiras tras mentiras cons-cientes, los mentirosos, de que la convertirán en una verdad, ¿cómo? Sencillo, haciendo de la mentira ley e imponiéndola al pueblo. En caso de no aceptarla vendrán multas y castigos, pero sepan nuestros enemigos que ya los hijos e hijas de la Iglesia, nos estamos preparando doctrinal y espiritualmente para combatirlos. Tenemos el caso de los transexuales que ya el INE les está dando la credencial de que son mujeres. El INE no puede elevar a ley una mentira. Estas personas que, según ellas, ya no son hombres sino mujeres o que ya no son mujeres sino hombres, están afirmando una falsedad, porque aunque se pongan un traje de hombre o mujer, por medio de hormonas o cirugía, su ADN, su Genoma es o de varón o de mujer, pero no puede ser hombre y mujer al mismo tiempo. Este principio se llama en filosofía de no contradicción. El INE no puede cambiar automáticamente mediante un registro o credencial el ADN de una persona, y esto, es imposible. Y una ley que es una mentira no estamos obligados a cumplirla, es más, no debemos cumplirla. También está el caso del aborto. ¿Por qué una ley humana, nada más porque los gobernantes de turno dijeron y dicen junto con sus legisladores, que el ase-sinato de un nonato, es salud reproductiva, que es interrupción del embarazo, la vamos a tomar como ley verdadera? La palabra de ellos contra la de Dios. El derecho a la Vida es inviolable. No maten a los niños en el seno materno, dejen que crezcan e intenten ha-cerlo, a ver qué pasa. Decía Dostoievski que se mata a los inocentes porque ellos no pueden defenderse. Como ven, hermanos católicos. Tenemos un enorme reto. No debemos ceder ante sus mentiras y, menos, cambiar nuestras Tradiciones. Los Pastores deberán de ir dando instrucciones precisas respecto a la administración de los sacramentos. Los sacerdotes como maestros del Espíritu e intelectuales orgánicos estarán atentos a guiar a los fieles y orientarlos res-pecto a estas situaciones. No caigamos en las falacias, en mentiras y trampas. Tengamos ideas claras y precisas de a quién se le administra un Sacramento y a quién no.
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Hoy terminamos el ciclo de catequesis sobre el Padrenuestro. Podemos decir que la oración cristiana nace de la audacia de llamar a Dios con el nombre de “Padre”. Esta es la raíz de la oración cristiana: llamar “Padre” a Dios. ¡Hace falta valor! No se trata tanto de una fórmula, como de una intimidad filial en la que somos introducidos por gracia: Jesús es el revelador del Padre y nos da familiaridad con Él. “No nos deja una fórmula para repetirla de modo mecánico (cf. Mt 6, 7; 1R 18, 2629). Como en toda oración vocal, el Espíritu Santo, a través de la Palabra de Dios, enseña a los hijos de Dios a hablar con su Padre”. (CEC 2766). Jesús mismo usó diferentes expresiones para rezar al Padre. Si leemos con atención los Evangelios descubrimos que estas expresiones de oración que emergen en los labios de Jesús recuerdan el texto del Padrenuestro. Por ejemplo, en la noche de Getsemaní, Jesús reza así: “¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí este cáliz; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú” (Mc 14, 36). Ya hemos recordado este texto del Evangelio de Marcos. ¿Cómo podemos dejar de reconocer en esta oración, por muy breve que sea, un rastro del Padrenuestro? En medio de las tinieblas, Jesús invoca a Dios con el nombre de “Abbá”, con confianza filial y, aunque sienta temor y angustia, pide que se cumpla su voluntad. En otros pasajes del Evangelio, Jesús insiste con sus discípulos para que cultiven un espíritu de oración. La oración debe ser insistente, y sobre todo, debe recordar a los hermanos, especialmente cuando vivimos relaciones difíciles con ellos. Jesús dice: “Y cuando se pongan de pie para orar, perdonen, si tienen algo contra alguno, para que también su Padre, que está en los cielos les perdone sus ofensas” (Mc 11, 25). ¿Cómo podemos dejar de reconocer la similitud con el Padrenuestro en estas expresiones? Y los ejemplos podrían ser numerosos, también para nosotros. En los escritos de San Pablo no encontramos el texto del Padrenuestro, pero su presencia emerge en esa estupenda síntesis donde la invocación del cristiano se condensa en una sola palabra: “Abbá” (cf. Rm 8, 15; Gal 4, 6). En el Evangelio de Lucas, Jesús satisface plenamente la petición de los discípulos que, al verlo a menudo aislarse y sumergirse en la oración, un día deciden preguntarle: “Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan —el Bautista— a sus discípulos” (11, 1). Y entonces el Maestro les enseñó la oración al Padre. Considerando el Nuevo Testamento en conjunto, resalta claramente que el primer protagonista
de toda oración cristiana es el Espíritu Santo. No lo olvidemos. Nosotros no podríamos rezar nunca sin la fuerza del Espíritu Santo. Es él quien reza en nosotros y nos mueve a rezar bien. Podemos pedir al Espíritu Santo que nos enseñe a rezar, porque Él es el protagonista, el que hace la verdadera oración en nosotros. Él sopla en el corazón de cada uno de nosotros que somos discípulos de Jesús. El Espíritu nos hace capaces de orar como hijos de Dios, como realmente somos por el Bautismo. El Espíritu nos hace rezar en el “surco” que Jesús excavó para nosotros. Este es el misterio de la oración cristiana: la gracia nos atrae a ese diálogo de amor de la Santísima Trinidad. Jesús rezaba así. A veces usaba expresiones que ciertamente están muy lejos del texto del Padre Nuestro. Piensen en las palabras iniciales del Salmo 22, que Jesús pronuncia en la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27, 46). ¿Puede el Padre celestial abandonar a su Hijo? No, desde luego. Y sin embargo, el amor por nosotros, los pecadores, llevó a Jesús a este punto: al punto de experimentar el abandono de Dios, su lejanía, porque había tomado sobre sí todos nuestros pecados. Pero incluso en el grito de angustia, permanece el “Dios mío, Dios mío”. En ese “mío” está el núcleo de la relación con el Padre, está el núcleo de la fe y de la oración. Por eso, a partir de este núcleo, un cristiano puede rezar en cualquier situación. Puede asumir todas las oraciones de la Biblia, especialmente de los Salmos; pero puede rezar también con tantas expresiones que en milenios de historia han brotado del corazón de los hombres. Y nunca dejemos de hablar al Padre de nuestros hermanos y hermanas en humanidad, para que ninguno de ellos, especialmente los pobres, permanezca sin un consuelo y una porción de amor. Al final de esta catequesis, podemos repetir esa oración de Jesús: “Te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a pequeños” (Lc 10, 21). Para rezar tenemos que ha-cernos pequeños, para que el Espíritu Santo venga a nosotros y sea Él quien nos guíe en la oración.
Domingo 09 de junio de 2019
¡No tengan miedo!
La Iglesia y la familia
Una nueva creación E
P. Juan José Torres Galván
stamos concluyendo el tiempo litúrgico de la Pascua. Y el clima con que celebramos todos estos 50 días de fiesta ha sido el mismo: una gran alegría por el triunfo de Jesús sobre la muerte y el pecado. Por eso el Evangelio según san Juan nos presenta esta escena al anochecer del mismo día de la resurrección (en el día del Señor, como después será llamado este día en la tradición cristiana, para recordar el triunfo de Jesús). Los discípulos están reunidos… y Jesús resucitado aparece en medio de ellos… ¿recordamos esa promesa de Jesús? “Donde estén dos o más reunidos en mi nombre, ahí estaré yo, en medio de ellos” (Mt 18, 15-20). Es muy importante recordarlo para que no perdamos el gusto de reunirnos en comunidad a celebrar nuestra fe. La comunidad creyente, reunida para celebrar su fe, nos asegura la presencia del Señor en medio de nosotros. Pero el Evangelio afirma que los discípulos reunidos estaban encerrados, y encerrados por miedo… aún no superaban ese trauma de ver al Maestro ridiculizado públicamente y colgado en la cruz, como morían los peores delincuentes en ese tiempo… la presencia de Jesús resucitado les comunica la paz y la alegría que tanto necesitaban. Jesús sopla sobre los discípulos reunidos, este gesto de Jesús resucitado nos recuerda el pasaje del Génesis, donde Dios crea a Adán de la tierra y después de amasar el barro y darle forma humana sopla sobre él para comunicarle la vida. Así como en ese sencillo relato de la creación del hombre interviene el soplo del Padre celestial, así ahora Jesús sopla sobre la comunidad de discípulos, para comunicarles el Espíritu Santo. La Iglesia es la nueva creación que tiene como tarea trabajar en el mundo para elevar la primera creación (a todos los seres humanos y a la naturaleza misma) a la plena comunión con Dios. Hay una intención salvífica y ecológica en esta misión: “así como el Padre me envió, así los envío Yo” (Juan 20, 21). Recibir el Espíritu Santo hace que los discípulos venzan el miedo y salgan con empuje y decisión a anunciar el Evangelio. Les comunica también la potestad de reconciliar, perdonando los pecados. Esta autoridad concedida a los discípulos nos indica una doble misión: los apóstoles están autorizados por Jesús para perdonar o retener los pecados de la humanidad… pero también nos recuerda que toda la Iglesia está llamada a ser agente activo de reconciliación en el mundo. En todos los lugares donde haga falta el perdón, la sanación, el consuelo, ahí estará el discípulo misionero de Jesucristo para comunicar esta vida nueva que nos comunica el Vencedor del pecado, del mal y de la muerte… ¡Gracias Jesús por el don del Espíritu Santo que nos guía, nos inspira, nos lava y nos hace capaces de crecer en las virtudes!
Invoquemos al Espíritu Santo
Q
ueridas familias potosinas, hace cincuenta días estábamos celebrando la resurrección de Jesús, y hoy viene el Espíritu Santo. En el Evangelio de este Domingo de Pentecostés, escucharemos que Jesucristo les dice a los Apóstoles: “Reciban el Espíritu Santo” (Jn. 20, 22). De esta manera también nosotros estamos a la expectativa de que el mismo Señor nos diga a cada uno de nosotros: “Recibe el Espíritu Santo”, lo cual no significa que deja de crecer nuestra fe una vez recibido el Espíritu Santo. Al contrario, tenemos la responsabilidad de seguir aprendiendo sobre nuestra fe. Si no, podríamos aceptar ideas contrarias a la fe, y alejarnos del Señor de la vida. Este día, Domingo de Pentecostés, ce-lebramos el envío del Espíritu Santo por parte de Padre Dios que ha hecho a través de la humanidad de Cristo. Vino el Espíritu Santo y llenó toda la tierra con su presencia renovadora, transformante, divinizante. La presencia del Espíritu Santo inaugura así una nueva creación. ¡Viene a hacerlo todo nuevo! La vida espiritual es la vida según el Espíritu, donde el Espíritu Santo es alma de nuestra alma. Vivir según el Espíritu, no según la carne (cf. Rm 8,4) es lo que nos hace ser espirituales, ser hombres de Dios, conociendo la intimidad de Dios. Es el Espíritu el que nos da el discernimiento y la prudencia para actuar según los planes de Dios. Hemos de pedir continuamente al Espíritu Santo que nos ilumine, nos inspire, nos dé fuerzas para seguir los caminos de Dios. Pidamos al Espíritu Santo Sabemos que el Espíritu de Dios sobrevolaba las aguas mientras el Padre creaba, así lo cuenta el libro del Génesis. Desde entonces, este aliento, representado de muchas formas, fuego o paloma, viento o brisa, no ha dejado de acompañarnos. Por eso, invocar al Espíritu Santo ha de hacerse con la seguridad de que es parte, es la misma luz de Dios, y que, por eso, acudir ante su persona a pedir au-xilio y ayuda, es buscar resultados favorecedores, agradables, justos. Invocar al Espíritu Santo es llamar con confianza. Invocar al Espíritu Santo es estar cómodo con la presencia de Dios que ilumina nuestra alma con el toque suave de su Palabra. Es por eso que ahora, en este nuestro tiempo presente, en las dificultades en las que podamos encontrarnos, pedir la intervención del Espíritu de Dios, aliento divino y fuente de luz, pues ilumina nuestro camino, ha de hacerse con la franqueza de quien sabe, conoce y espera, y siente, la necesaria vigorosidad de esa brisa divina.
La familia un verdadero cenáculo Identificados por el espíritu que nos moviliza a vivir y dar testimonio de la fe, cada uno de nosotros desde nuestras familias, Cenáculo de nuestros tiempos, podemos invocar al Espíritu Santo. Es ahí donde mejor podemos sentir esta inquietud que surge tras recibir el Espíritu Santo. A partir del impulso del Espíritu podemos ser felices, incluso viviendo solida-riamente ayudando a los demás, el Espíritu nos da el gozo de vivir contentos, pues es Él quien no impulsa a tener la experiencia del encuentro con Cristo y a sentir la necesidad de la fe. Es por ello, que la familia es un excelente espacio para compartir una vida más plena con Cristo, impulsados por el Espíritu Santo. El testimonio es una opción de vida. Sin testimonio no podemos ayudar a ninguna persona: niño, joven, viejo, mi familia. ¡A nadie! Y, evidentemente que todos flaqueamos, que todos somos débiles, que todos tenemos problemas y no siempre damos un buen testimonio. Pero, es el Espíritu quien nos da la capacidad de humillarnos dentro, la capacidad de pedir perdón cuando nuestro testimonio no es el que debe ser. María presente en el Cenáculo En la escena de Pentecostés María está presente en Iglesia naciente por obra del Espíritu Santo, el mismo que hace de ella, la madre de nuestro Señor Jesucristo. Dos estampas de un díptico, en las cuales el Espíritu Santo y María generan y dan a luz al Señor Jesús. Ante esto podemos meditar que no se puede ser cristiano sin ser mariano, porque Cristo ha querido entrar en la historia humana por la media-ción de María. El Espíritu Santo ha venido sobre la Iglesia y sobre el mundo con la intercesión de María. Nuestra transformación en Cristo se produce siempre por obra del Espíritu Santo con la colaboración de María. La relación con María no es un artículo de lujo añadido en la vida cristiana, es una necesidad vital. No podemos vivir sin María. La vida cristiana puede explicarse desde muchas perspectivas. Pero cuando miramos a María, vemos en ella cumplido lo que Dios quiere realizar en nosotros. Una mirada intuitiva a María, hecha con fe y con amor, es capaz de estremecer hasta el corazón más duro del hombre.
Se despide y les quiere su amigo, hermano, Obispo y Pastor.
+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí
04
Nuestra historia
Hay que perdonar, para volver a vivir Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
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a vida se ha detenido porque falta el perdón. Si el hombre no perdona, no será posible seguir viviendo. Porque al no perdonar, nos hemos quedado en el pasado. El perdón, no es tan solo para los que te han ofendido; también necesitas el perdón para ti mismo. Si las cosas se salieron de control, eso te hace sentir culpable. Y no aceptas tus errores, porque te consideras perfecto; siendo que sólo eres un hombre, y estas en vías de perfección, pero sin ser perfecto. Lo más triste de una vida sin perdón, es que ésta sigue, pero el hombre ha envejecido, porque se quedó en el pasado; y su corazón está muerto, porque su mente no quiso avanzar. Y todo, por la falta de perdón para consigo mismo.
Santiago del Rio y su historia Segundo barrio en San Luis Potosí
3era. parte
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Por Pbro. Rubén Pérez Ortíz
esde un principio, el pueblo de Santiago contó con una capilla ubicada al oriente del actual templo. Esta capilla fue sufragánea del convento franciscano fundado en el vecino pueblo de Tlaxcalilla, donde se adoctrinaba a los indios. Más tarde se levantó una segunda capilla al poniente, junto a lo que fue el panteón del pueblo y que miraba de frente al templo actual.
piedra clave del aro de entrada un escudo, franciscano, hay una pequeña capilla con un arco angrelado, ahí se encuentra el altar de la Virgen del Pilar, patrona de Zaragoza, España. El arco de entrada a esta capilla tiene una leyenda que dice: “El 15 de julio de 1891 se comenzó (sic) esta capillita y se terminó el diciembre de 1901 a expensas (sic)del señor Hermenegildo Salas”.
En 1784 se inició la construcción de la actual iglesia, que se concluyó en 1804. La fachada consta de dos cuerpos y un nicho vacío en la parte superior; la entrada está formada por un arco de medio de punto, franqueado por dos pares de columnas a cada lado, y en medio de ellas hay un escudo franciscano. La ventana coral conjuga elementos vegetales y pilastras en forma de pirámide truncada en la base menor, hacia abajo, distribuidas de forma simétrica tanto en el fariseo como en el arquitrabe, y algunas conchas compostelanas.
La cúpula de esta capilla cuenta en su tambor con ocho pequeñas ventanas de forma oval y pechinas, así como ángeles con los emblemas de pal pasión.
La torre se construyó en el año 1844, bajo la dirección del maestro Luis Alfaro, vecino del lugar. Es de gran esbeltez, y en el último cuer-po tiene un airoso remate. Años más tarde la fachada fue recubierta de cantera pulida, lo que restó importancia a los elementos arquitectónicos de la misma. Además, en el segundo cuerpo de la torre se colocó un reloj, el cual rompió con la armonía de la construcción. En cuanto a la puerta de acceso, es de una preciosa talla y al parecer fue hecha en la Escuela Industrial Militar de esta ciudad. El interior es cruciforme; inmediatamente después del bautisterio, que ostenta en la
Todos los altares, tanto el mayor como el de los cruceros y capillas laterales, corresponden a distintas épocas, por lo que no concuerdan de manera alguna con el estilo del templo. En cuanto a tesoros artísticos, la iglesia de Santiago posee gran cantidad de oleos, entre los que destaca una alegoría donde aparece el alcalde mayor de San Luis, Bernardo Iñíguez del Bayo. Otro es el de Arellano que re-presenta el nacimiento de la Santísima Virgen; además, un óleo anónimo sobre la puerta que conduce a la sacristía, con la figura de Cristo Crucificado, y una colección de los doce apóstoles del pintor José Correa. Durante la administración del ayuntamiento 1997-2000 se llevó a cabo el programa de restauración de las imágenes y monumentos arquitectónicos de la ciudad, por lo que en la iglesia de Santiago se restauró la imagen de San Miguel Arcángel, obra que data del siglo XVIII, de autor anónimo.
Por eso, necesitas perdonarte para que sigas viviendo. No olvidemos, que dónde Dios absuelve, el hombre no tiene derecho a condenar. Pero es nuestro orgullo, lo que impide el perdón para nosotros mismos. Hay que recordar, que el Señor antes de partir, nos dejó como herencia, el don más perfecto: el perdón. Y envió a sus discípulos a predicar el perdón. Jesús nos quiere ver libres, y por eso les pide a sus discípulos que vayan y anuncien el perdón. “…en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados”. Porque sin el perdón, no se puede vivir. Y Jesús nos quiere vivos. Es obvio, que el perdón no es tan fácil; porque es un don perfecto. Y todo lo perfecto viene de Dios. Por esa razón, necesitamos el perdón de Dios para tener fuerza para perdonarnos, y así poder perdonar. Perdona tus errores; porque Dios ya te ha perdonado. Además, tu no eres Dios; y por lo mismo, tampoco eres perfecto. Jesús vive para darnos el perdón, pero de nada sirve el perdón divino, cuando el hombre no está dispuesto a perdonarse a si mismo. Perdónate a ti mismo; para que te des la oportunidad de seguir viviendo.
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Cosas y Casos de la vida
Ser diferente es ser complementarios Por: P. Kino
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ios es sabio, y en su infinita sabiduría nos ha hecho a su imagen y semejanza, pero con diferencias entre nosotros. Ser diferentes es una riqueza. Imaginemos al cuerpo, si todo fuera manos, pie ojo etc. no habría armonía en nuestro cuer-po (1. Cor. 12, 12.). Así también los seres humanos. Hombre y mujer son distintos, y cada uno tenemos (a la luz de Dios) que asumir el sexo que el creador nos ha dado. Lo que es verdad es que todos participamos de ser hijos de Dios. Todos tenemos que ser respetados. No por el hecho que me sienta hombre siendo mujer, o que me sienta mujer siendo hombre va a cambiar mi realidad de varón o hembra. Lo físico, psicológico, cultural, social pueden influir en mi modo de pensar quién soy, pero puede ser subjetivo, no objetivo. Por eso, aceptemos el sexo que Dios no ha dado, vivámoslo con alegría. Desde la fe sabemos que el matrimonio es un sacramento entre un hombre y una mujer hasta que la muerte los separe. Alguien puede no aceptar eso, pero es el plan de Dios. La iglesia siempre ha proclamado el plan de Dios, que dice: origen de la familia es un hombre y una mujer (Gn. 5 1 -2). De internet saque el siguiente texto, que dice mucho: Dice el doctor: - Sí, yo entiendo que se llame Florencia, sea madre, feminis-ta y su documento diga mujer… pero igual le recomiendo se haga un estudio de próstata. Por más que le movamos, sólo hay dos sexos: hombre y mujer. Y hombre y mujer tienen sus propias peculiaridades. Y puede que me guste o no mi sexo, pero ni modo de demandar a Dios. Y ni modo de demandar a la Iglesia o a sus ministros, pues eso sería no respetar la libertad religiosa. Cada religión tiene su doctrina, y no la inventa ni el Papa, ni el Obispo, ellos sólo la promueven y defienden, siendo fieles a Cristo. Y si no nos gusta la doctrina de la Iglesia, dada por Jesucristo… ¿Qué podemos hacer? Pienso que respetar a los que piensan distinto, y pedir que también ellos respeten, y tratar de convivir todos como hijos de Dios, que al final, como dijo San Juan de la Cruz, “Al final de nuestra vida seremos juzgados en el amor”.
Los peritos y las pericias en los procesos (2ª. Parte) Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez
colunga46561@hotmail.com
Queridos lectores: La semana pasada definí lo que era un perito y la pericia en el Tribunal Eclesiástico. Ahora les explico el contenido del dictamen. Los peritos han de hacer constar claramente por qué documentos u otros medios idóneos se han cerciorado de la identidad de las personas, cosas o lugares; de qué manera han procedido para cumplir el encargo que se le confió y, sobre todo, en qué argumentos fundan las conclusiones a las que hayan llegado. El perito puede ser llamado por el juez para que añada las explicaciones que parezcan necesarias (c. 1578). Por lo general, el dictamen expresa: - El motivo de la entrevista, es decir por qué es enviado por el Tribunal Eclesiástico. - Antecedentes heredo-familiares no patológicos y patológicos, es decir, enfermedades de sus antecesores: hipertensión arterial, diabetes mellitus, cáncer, sida, enfermedades renales, hepáticas, cardíacas, malformaciones congénitas, en abuelos, padres, hermanos, hijos, etc. - Antecedentes personales no patológicos; se pregunta sobre la vivienda, higiene, dieta, toxicomanías, inmunizaciones. - Antecedentes personales patológicos: médicos, quirúrgicos y padecimientos en general; se expone sobre enfermedades de la infancia, traumáticas, alérgicas, transfusionales, infecciosos, y hospitalizaciones. - Antecedentes de historia natal. Tanto el curso del embarazo, como el parto y el período postnatal. Después se pasa al análisis de los valores, niveles y mecanismos de defensa individuales, anticipación, autoafirmación, auto observación, sentido del humor; aislamiento afectivo, formación reactiva, represión, proyección y racionalización. Así como trastornos emocionales y mentales, de personalidad, enfermedad médica somática y las situaciones de índole social, judicial y legal. El perito entrega personalmente los resultados, considerando que son simplemente medios de consulta técnica; su juicio no es vinculante para el juez, sin embargo, el juez debe ponderar atentamente no sólo las conclusiones de los peritos, aunque éstas sean concordes, sino también las demás circunstancias de la causa. En la sentencia, el juez debe hacer constar por qué motivos ha aceptado o rechazado las conclusiones de los peritos. Por este medio quiero reconocer a quienes por muchos años han desempeñado esta loable labor. Hasta la próxima.
Cantad al Señor
Construir, Cultivar, Conquistar
Llegar a conocer a Dios
Por: Pbro. Memo Gil
“Oigo en mi corazón: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro”. (Sal 26,8) “Porque no recibieron un espíritu de esclavitud para estar de nuevo bajo el temor, sino que recibieron un Espíritu de hijos de adopción en el que clamamos: ¡Abbá, Padre! Pues el Espíritu mismo da testimonio junto con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios”. (Rom 8,15-16)
¿En qué lugar debe situarse el coro al momento de las celebraciones? P. José Abdías Martínez Martínez
E
n la arquitectura se denomina con la palabra coro (del latín chorus) a la parte de una iglesia reservada al clero menor, los cuales cantan los oficios divinos. Al estar reservado al clero, no se permitía a los legos acercarse al altar, solamente para recibir la comunión, permaneciendo en la nave durante la celebración. En los monasterios el coro era una sala unida al cuerpo de la iglesia separada por una reja, desde ahí cantaban el oficio. Por extensión, la pa-labra coro también se aplica al espacio reservado a los cantores. Su ubicación ha ido cambiando a lo largo del tiempo, y ese lugar, que al principio se situó en el presbiterio, con el paso del tiempo se ubicó en la nave central o en un lugar elevado. En el canto y la música, se denomina coro a un conjunto de personas que interpretan una pieza de música vocal de manera coordinada. Pueden clasificarse a-tendiendo a diversos criterios: • De instrumentalidad: a capella o con acompañamiento. • De timbre y tesitura: voces blancas (a dos, tres o cuatro voces); voces iguales graves (tenores primeros, tenores segundos, barítonos y bajos); al unísono (coros menos profesionales o de aficionados, o en el canto gregoriano por exigencia de la partitura); de voces mixtas (a cuatro voces: sopranos, contraltos, tenores y bajos). Y también en función de la composición de sus voces: • Escolanía (coro de niños o voces blancas), Coro de mujeres, de hombres y mixtos. Atendiendo al tamaño de los coros que prestan su servicio en los templos y capillas de nuestras comunidades (solistas, tríos, cuartetos, scholas, etc.), es importante, como nos dice el Papa San Pablo VI, que a los cantores se les de es lugar más conveniente para que cumplan debidamente con su función y se les facilite su participación plena en la celebración (Musicam Sacram 23). Por ello actualmente el lugar que le co-rresponde ocupar a los miembros del coro es dentro de la asamblea, pues también forman parte del Pueblo de Dios (del cual son parte muy selecta), por lo cual se requiere que estén colocados en un lugar específico y previamente preparado. Por ello los templos de reciente edificación ya no cuentan con esos lugares elevados que eran reservados a los coros en décadas pasadas (y que se pueden llegar a prestar para hacer chorcha, estar en el celular, comer, beber…estar en todo, menos en misa, y también como pretexto para no acercarse a comulgar). Las Orientaciones Pastorales sobre Música Sagrada (OPMS) nos recuerdan que la finalidad de los coros es apoyar el canto del pueblo (y nunca impidiendo su participación), ya sea cantando a la par con él, dialogando, o dando un ambiente musical meditativo (28); y que será muy importante también el que, oportunamente, se puedan tener ensayos con el pueblo, para ir formando un repertorio popular de real participación (29), y al estar con el pueblo, sin duda será más fácil cumplir con este cometido.
“Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo”. (Jn 17,3)
Ll
egamos a conocer a Dios, gracias a Jesús que nos ha revelado el rostro amoroso del Padre. Este conocimiento de Dios lo logramos, a través de la propia intuición que Dios mismo ha colocado en nuestros corazones para tender hacia Él. Pero es por medio del Hijo de las complacencias del Padre, que conocemos lo que Dios es para nosotros. Y descubrimos además, cómo en Jesús, Dios viene a nosotros para abrazar la naturaleza amable, singular y vulnerable de cada ser humano. Esperando a cambio una relación íntima. Así es como llegamos a tener ese conocimiento de Dios, que nos llevará a relacionarnos con Él, con la misma confianza y ternura que lo hacía Jesús. El mejor ejemplo de cómo podemos lograr mejor ése conocimiento y relación íntima con Dios, lo tenemos en el propio Jesús. Cuando se retiraba a solas para orar. El monte, el desierto, la soledad son los lugares privilegiados para la intimidad con el Padre. Pero sobre todo, contamos con ése lugar en donde Dios nos ofrece sus luces, su cercanía, su propio ser, y es nuestro corazón. Al crearnos a su imagen y semejanza, Dios imprimió en nuestro corazón la huella de su predilección por cada uno de nosotros. De modo que la filiación divina, no depende del reconocimiento que nosotros hagamos de Dios como nuestro Padre. Sino de la incondicional iniciativa de amor que Él ha tenido hacia nosotros. La magnanimidad del Padre va a superar siempre la limitación y precariedad de los hijos. Por eso, podemos decir, que encontramos siempre en nosotros mismos la indicación del camino hacia el Padre.
San Bernabé
el Apóstol “que anima y entusiasma”
11 de junio
Y esto se da, cuando sabemos escuchar nuestro corazón. Cuando necesitamos recuperar nuestra esencia. Cuando sentimos que nuestra e-xistencia debe tomar un rumbo definitivo. Cuando a través de muchos desiertos, debemos volver a ‘casa’, donde el Padre nos espera pacientemente. Cuando entendemos que Dios es Padre y Madre, pues su compasión entrañable se manifiesta en la ternura. Por eso, el mejor camino para avanzar en el conocimiento de Dios será la oración. Cuando la oración se ha vuelto esencial en nuestra vida, uno de sus frutos es la entrada progresiva en el conocimiento de Dios. No el de un Dios abstracto y lejano, o de a-cuerdo a los conceptos de una teología fría y cerebral. Sino en el de un Dios vivo y verdadero. Cuando la oración es una oración de con-fianza y abandono, podemos pasar de nuestras ideas sobre Dios, a una experiencia de Dios. Esto es algo mucho más gratificante en la vida de oración. Ya que nuestras ideas o representaciones acerca de Dios, resultan ser falsas o demasiado estrechas. Una experiencia viva de todo el ser de Dios, permite que lo conozcamos en su grandeza, su trascendencia, su majestad y poder infinitos. Pero al mismo tiempo en su ternura, su proximidad y su inagotable misericordia. De este modo tenemos acceso al verdadero conocimiento de nosotros mismos. Pues a la luz de lo que Dios es, logramos descifrar lo que podemos saber de nosotros. Nuestra identidad más profunda aparece así, bajo la mirada que posa en nosotros nuestro Padre del cielo. En un coloquio familiar y amoroso, que tiene origen en nuestra experiencia de oración.
El Santo de hoy
un “hombre bondadoso, lleno de Espíritu Santo y de mucha fe” (Hechos 11,24). Su verdadero nombre era José, pero los Apóstoles se lo cambiaron por Bernabé, que según San Lucas significa “el que anima y entusiasma”, “el esforzado”. En los Hechos de los Apóstoles (Hech 4) se cuenta que vendió su finca y entregó lo recaudado a los Apóstoles para que sea distribuido entre los pobres. Colaboró muy de cerca con San Pablo y sus prédicas convirtieron a muchos. Ambos estuvieron en Antioquía por un tiempo, lugar que se transformó en el centro de evangelización y donde por primera vez se llamó cristianos a los seguidores de Cristo. Los fieles de esta ciudad los enviaron a Jerusalén con una colecta para los que pasaban hambre en Judea. El Espíritu Santo les encomendó a los dos Apóstoles una misión por medio de los maestros y profetas que adoraban a Dios, recibieron la imposición de manos y partieron acompañados por un tiempo del Evangelista Marcos, primo de Bernabé, a predicar en varios lugares.
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ste 11 de junio la Iglesia celebra a San Bernabé, considerado Apóstol por los primeros Padres de la Iglesia y por San Lucas debido a la especial misión que el Espíritu Divino le confió. Bernabé era apreciado por los Apóstoles por ser
Se dice que Bernabé murió lapidado por unos judíos envidiosos de las conversiones que obtenía. Sus restos fueron sepultados cerca de Salamina y encontrados en el 488. El Apóstol tenía sobre su pecho el Evangelio de San Mateo, escrito de su propia mano. Posteriormente fue trasladado a Mancheras (Chipre).
07 Por Luis Marino Moreno Flores
Estoy mucho mejor
David Foenkinos SEix Barral 2013.
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l protagonista de la nueva novela de David Foenkinos trabaja en un despacho de arquitectos y parece un feliz hombre de familia. Una mañana despier-ta con un dolor de espalda insoportable. Después de someterse a varias pruebas, los médicos no consiguen encontrar el problema. Desesperado, acude a todo tipo de especialistas: fisioterapeutas, psicólogos... Durante este periplo, los cimientos de su vida empiezan a resquebrajarse: pierde su trabajo, su mujer le pide el divorcio... Lo único que permanece es el dolor de espalda. Y es que su espalda está llena de nudos; cada uno de los momentos tristes que ha vivido parece haberse atrincherado en ella para siempre. Debe deshacer estos nudos, y para ello enfrentarse a sus frustraciones: decirle a sus padres lo que realmente siente; hablar con esa niña (hoy ya mujer) que le rechazó en la escuela; superar la muerte de John Lennon, su ídolo…. A medida que el protagonista reconstruye su vida y descubre la felicidad, el dolor va desapareciendo.
David Foenkinos
estudió Letras en La Sorbona mientras se formaba como músico de jazz y daba clases de guitarra. En 2002 publicó su primer libro, Inversion de l’idiotie, que pese a recibir el Premio François-Mauriac y obtener el apoyo de la crítica no consiguió el favor del público. En 2009 logró un gran éxito con La delicadeza, una de sus obras más conocidas, traducida a varios idiomas y que recibió una notable adaptación al cine en 2011. La consagración como escritor le llegaría en 2014 con Charlotte, obra que superó el medio millón de ejemplares vendidos en Francia y por el que fue galardonado con el Premio Renaudot y el Goncourt des lycéens. A lo largo de su carrera habría que destacar otros títulos como El potencial erótico de mi mujer, En caso de felicidad o Los recuerdos, libro que también fue llevado al cine en 2014.
Iglesia Universal RUMANÍA.- Antes de regresar a Roma, el Papa Francisco visitó este sábado la comunidad gitana de Rom, a la cual le pidió perdón en nombre de la Iglesia católica por la discriminación y el maltrato que sufren. Dijo que la historia es testigo de que, incluso los católicos, no son ajenos a la discriminación. “Me gustaría pedir perdón por esto. Pido perdón –en nombre de la Iglesia al Señor y a ti– por haberte discriminado, maltratado o mirado mal en el curso de la historia, con la mirada de Caín en vez de la de Abel, y no haber sido capaces de reconocerte, apreciarte y defenderte en tu particularidad. Es con indiferencia como se alimentan los prejuicios y se despiertan los rencores”. RUMANÍA.- El Papa Francisco denunció las nuevas ideologías que, como el comunismo del siglo XX, “buscan imponerse y desarraigar a nuestros pueblos de sus más ricas tradiciones culturales y religiosas”. El Santo Padre realizó esta advertencia durante la Divina Liturgia celebrada este domingo 2 de junio durante su viaje apostólico a Rumanía en la que beatificó a los 7 Obispos greco-católicos mártires rumanos asesinados por el régimen comunista entre 1950 y 1970. “Colonizaciones ideo-lógicas que desprestigian el valor de la persona, de la vida, del matrimonio y la familia y dañan con propuestas alienantes, tan ateas como en el pasado, especialmente a nuestros jóvenes y niños dejándolos desprovistos de raíces desde donde crecer; y entonces todo se vuelve irrelevante si no sirve a los propios intereses inmediatos empujando a las personas a aprovecharse de otras y a tratarlas como meros objetos”. WASHINGTÓN.- La Asociación Nacional de Ministros Católicos para la Vida Familiar (NACFLM, por sus siglas en inglés) anunció para el mes de julio una conferencia en Estados Unidos que servirá para el enriquecimiento y desarrollo de los matrimonios y las familias. La conferencia titulada “El Futuro Comienza con la Familia”, que contará con cuatro charlas de expertos, se realizará del 28 al 30 de julio de 2019 en el Centro de Convenciones Crowne Plaza Denver Airport, en el estado de Colorado. Entre los temas destaca “¿El Futuro? ¡Familias Santas!”. Según los organizadores, el tema está basado en la exhortación del Papa Francisco de buscar la santidad, especialmente en la familia que es el “seno sagrado donde se forja”. WASHINGTÓN.- Entre los mayores regalos que la Iglesia tiene para ofrecer al mundo secular se encuentra el repensar radicalmente la economía, enseñando que la felicidad no depende de la riqueza, dijo recientemente una economista de la Universidad de Villanova (Estados Unidos). “No podemos pensar bien sobre la vida económica, o los desafíos a la justicia económica y el medio ambiente que enfrentamos, si no pensamos primero en la forma de la felicidad humana y el papel adecuado de la riqueza”, dijo Mary Hirschfeld. La especialista señaló que la enseñanza de la Iglesia es una invitación a repensar radicalmente cómo vemos la economía y el propósito de la riqueza, pero que la enseñanza a menudo es mal entendida por la sociedad.
Iglesia de México MÉXICO.- El 1 de junio cerca de 40 mil personas participaron de la V Caminata por la Paz en México, organizada por la Diócesis de Cuernavaca, con el objetivo de frenar la creciente ola de violencia ocasionada por los principales grupos delictivos. Las decenas de miles de asistentes, la mayoría vestidos de blanco, iniciaron la caminata alrededor de las 9:00 a.m. desde la parroquia Nuestra Señora de los Milagros, en Tlatenango, Cuernavaca, hasta la Plaza de Armas, donde se celebró una Misa. MÉXICO.- Este 1 de junio, SIGNIS México realizó la 53 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales con 500 participantes de distintos medios. Ricardo Cruz, presidente de SIGNIS, dijo al semanario Desde la fe, que “se esta planteando para que sea un evento dinámico, de modo que puedan interactuar todos los participantes, sin importar en donde se encuentren físicamente y también se prevé la atención de todos los usuarios de las redes, en tiempo real”. SIGNIS México fue fundado en 2002 y cuenta actualmente con 55 miembros. Estas Jornadas de Comunicación Social son fruto del Concilio Vaticano II, y por primera vez, fueron convocadas por el Papa Paulo VI, el 7 de mayo de 1967, quien desde entonces, destacó la responsabilidad que recae sobre los medios. MÉXICO.- Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, invitó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a reflexionar sobre la importancia de la reconciliación, de reconocer a los otros, defender la dignidad de todos y de no manipularla a modo. “No vayamos a caer en la burda tentación de manipularla a capricho, de utilizarla como mero adorno retórico para hacer más vistoso el disfraz populista, o de enarbolarla con fines hipócritas”, dijo. A través del editorial publicado en el semanario Desde la fe, la iglesia católica consideró que para que el ser humano crezca, independientemente de la situación histórica o de la latitud geopolítica, se necesita la reconciliación.
Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ. - Una vez más los miembros de la Iglesia Potosina, muestran su cariño a nuestro Seminario, lugar en el que se forman los próximos nuevos sacerdotes. A través de la presencia de los jóvenes seminaristas en cada una de las parroquias y templos de la Diócesis la petición de nuestro Seminario fue correspondida con el compromiso de oración por las vocaciones, así como por los seminaristas y por los sacerdotes. Además, los feligreses en cada una de las parroquias y templos participaron con su donativo para la formación de los seminaristas. No dejemos de orar por ellos, por las vocaciones y por nuestros sacerdotes.
“Yo Soy Conchita Armida” Parte XII
08
Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez
Que hombre he sido yo Mi hermana Clara tuvo suerte de educarse con las Damas del Sagrado Corazón que trajo a San Luis el señor Montes de Oca. Fue un acontecimiento. Todas las muchachas, entusiasmadas, querían estudiar en el colegio. Lástima que, como entonces corrió la voz, unas fueron las educadas por estar en edad escolar y otras, como yo, las caducadas.
Otro Paráclito
15 Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes. 23 «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. 24 El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. 25 Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. 26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho. (Jn 14, 15-16. 23b-26).
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n su discurso de despedida, Jesús asegura: “Yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes” (Jn 14,16). Promete “otro Paráclito” ¿Por qué otro? Porque, Jesús es el primer Paráclito, de hecho así lo describe 1Jn 2,1. Paráclito es el que está junto a la comunidad de discípulos ofreciendo palabras de ánimo o de consejo. Es un soporte constante, que garantiza palabras de valor en el momento más oportuno. En ese sentido, también se equipara a un camarada que, de acuerdo a la definición castellana: es una Persona que anda en compañía con otras, tratándose con amistad y confianza. Jesús describe la obra del Paráclito como una continuación y una garantía de su propia obra. De hecho, el Paráclito no traerá una nueva enseñanza sino que recordará y ayudará a comprender cuanto Jesús ya ha enseñado, guiará paulatina y pedagógicamente a la plenitud de la verdad, la verdad que de momento los discípulos son incapa-ces de comprender. La verdad completa es Jesús mismo, hacia Él conduce el Espíritu de la verdad.
Por otro lado, el Paráclito se entiende también como abogado defensor, pues el mundo, es decir, los incrédulos, son un enemigo hostil. Para San Juan, la compañía es una de las expresiones más naturales de la amistad. Así encontramos frases como: en la casa del Padre hay muchas habitaciones... Para que donde yo esté estén también Ustedes. De ahí deriva el misterio de la encarnación: la Palabra se hizo carne y vino a habitar entre nosotros. De esa manera, al prometer la venida del Espíritu, también habla de compañía: “para que esté siempre con Ustedes”. Sin el Paráclito la comunidad de discípulos sería una familia huérfana. Entre los escritores del Nuevo Testamento, es ante todo San Juan quien destaca la estrecha y fundamental relación del Espíritu con el Hijo y con el Padre. Su fuerte cristología permite entender que así como el Hijo es quien muestra el rostro del Padre, así también su intercesión es la que nos trae al otro Paráclito, a fin de garantizarnos compañía protectora, garantía de que su enseñanza no se pierda sino que se mantenga siempre viva y actual, garantía de que cada vez sea más clara a nuestra comprensión la vida plena contenida en sus palabras.
Mamá, enemiga de mandarnos fuera, prefirió que algunos maestros vinieran a casa para darme algunas clases de instrucción primaria, bordado y música. A mí lo que me encantaba era pasar horas y horas tocando el piano y cantando. Cuando pasamos por tu casa, decían sus amigas a mamá, siempre oímos a Conchita que canta y toca el piano con muy buen gusto. De quehaceres de casa, mamá me enseñó todo, desde fregar suelos, remendar y coser hasta bordar con hilos de colores y hacer los dulces más complicados como los cabellos de ángel y la pasta de almendra. A los doce años, llevaba yo el gasto de la casa. Estando en la hacienda, me levantaba muy temprano, con el sol alto, regaba los árboles, horneaba el pan del desayuno, sembraba con una yunta de bueyes, iba a los corrales a ordeñas las vacas, o me oponía a batir la mantequilla que envolvía en gruesas hojas de maíz. Tenía seis años cuando papá me subió por primera vez en un caballo. Déjenla sola. El caballo se espantó y allá voy al suelo. Sin dar importancia a mis lágrimas, papá me dio un vaso de agua. Anda, otra vez arriba. Así perdí el miedo a los caballos. Salí tan buena amazona, que montaba en los más briosos que a otros tiraban. Echaba a correr, a toda rienda, por aquellas lomas azules, bajo las nubes blancas, seguida de algún mozo que, por más que hacía, no lograba emparejarme. Había días en que para ir de una hacienda a otra, teníamos que andar a caballo más de doce leguas. Me gustaban los peligros, las cuestas empinadas, los resbaladeros de los cerros. Qué hombre he sido yo.
Texto tomado del libro “Yo Soy Conchita Armida” por Mons. Antonio Peñalosa
Segunda Jornada Diocesana de la Juventud Potosina
El Pentecostés de los Jóvenes
#VenEspírituSantoRenovador
L
a muerte de Jesús provocó una gran crisis en los apóstoles, se sintieron deso-rientados, desesperanzados, frustrados y temerosos. Muchos volvieron a sus ocupaciones cotidianas y parecía que Jesús pronto iba a ser olvidado o simplemente recordado como un profeta más. Sin embargo, al poco tiempo se presentaron públicamente anunciando, llenos de vigor y decisión, que Jesús estaba vivo. Proponemos buscar juntos, en la Palabra, cuál era la situación de los apóstoles después de la muerte de Jesús y cuál su situación después de Pentecostés. Esta solemnidad nos hace recordar y revivir la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y los demás discípulos, reunidos en oración con la Virgen María en el Cenáculo (cf. Hch 2, 1-11). Jesús, después de resucitar y subir al cielo, envía a la Iglesia su Espíritu para que cada cristiano pueda participar en su misma vida divina y se convierta en su testigo en el mundo. El Espíritu Santo, irrumpiendo en la historia, derrota su aridez, abre los corazones a la esperanza, estimula y favorece en nosotros la maduración interior en la relación con Dios y con el prójimo. Pentecostés no es una fiesta aislada. La Pascua dura cincuenta días. Pentecostés es la plenitud del tiempo; es el don de Jesús a los suyos; es tomar conciencia de la comunidad de creyentes que somos por la fuerza del Espíritu. Hoy como jóvenes católicos, pentecostés viene a reanimar nuestra vida, nuestra tarea y obligaciones, pero sobre todo un impulso a salir y anunciar sin miedo, con la firme convicción de lo que se ha vivido, en la fuerza del Espíritu Santo ponemos nuestro sentido de vida que se nos ha otorgado como fiel signo de la maravilla del amor de Dios.
Con mucha alegría nos preparamos para vivir nuevamente esta próxima II Jornada Diocesana de la Juventud Potosina los próximos 13 & 14 de julio en el Seminario Guadalupano Josefino “el corazón de nuestra diócesis”, la JDJ es un encuentro diocesano de jóvenes el cual en su última edición dejó una grandiosa experiencia, y que en este año no será la excepción. La Jornada Diocesana de la Juventud tiene por objetivo “Propiciar en adolescentes y jóvenes un espacio alegre de encuentro con Jesús, encaminado al impulso constante del discernimiento vocacional fortaleciendo la identidad y fraternidad en la Iglesia Potosina”, en un ambiente de alabanza, oración, formación, encuentro cultural, de fiesta entre muchos momentos sorpresas más la JDJ pretende acercar un verdadero encuentro con Jesús para todos los jóvenes que se asistan a esta gran velada que es para quienes integran los grupos juveniles y para quienes no, esto hace único este acontecimiento del cual tu debes ser parte. La JDJ tendrá como invitados especiales a Tesalónica misterio de música, Juventud Santa, y algunos más que en los próximos días se estarán anunciando, cabe destacar el acompañamiento de nuestro Sr Arz. Jesús Carlos Cabrero Romero quien ha puesto todo su apoyo para esta II JDJ.
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a palabra “lengua” se utiliza para significar tanto una “llama (fuego)” como “lenguaje”. Las “lenguas como de fuego” que se distribuyen y se almacenan sobre los discípulos, provocan que empiecen a hablar milagrosamente en “otras lenguas” (es decir, los idiomas). Ese es el resultado de la acción del Espíritu Santo, representado por el fuego.
Consejo Diocesano de Pastoral Juvenil listo para la II JDJ
Dimensión de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes SLP
lioenlaredpj@gmail.com
Fiesta de María Auxiliadora en el Barrio de San Miguelito
Por: Gustavo Alejandro García V.
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l pasado 24 de mayo del presente año se llevó a cabo la fiesta Patronal de María Auxiliadora ubicada en la calle León García esquina con Independencia perteneciente al Barrio de San Miguelito; fieles se vistieron de gala para celebrar. La celebración fue presidida por el Sr. Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes y el Pbro. Paulín Hernández, durante la celebración estuvieron también presentes el Pbro. José de Jesús López Castillo, Pbro. Erasmo Valero Sánchez, entre otros. El primero que llamo a la Virgen María como Auxiliadora fue San Juan Crisóstomo en Constantinopla en el año 345. El Papa San Pío V; pidió a todo el mundo encomendarse y rezar las letanías de María Auxiliadora, en 1860 la Santísima Virgen se le apareció a San Juan Bosco y le pidió ser honrada con el titulo de Auxiliadora en Turín. Empezó la construcción del templo y San Juan Bosco solía decir cada ladrillo correspondería a un milagro, es por eso que salesianos y salesianas evangelizan hoy en día todos los pueblos el auxilio que proviene de Santa María.
Fiesta Patronal en la Divina Pastora
Por: Luz Elena González H.
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ntre las innumerables advocaciones con que conocemos a la Santísima Virgen María tenemos a La Divina Pastora. El viernes 31 de mayo el Sr. Cura Genaro Ruíz, recibió al Sr. Arz. Emérito Don Luis Morales Reyes y sacerdotes que lo acompañaron a la concelebración eucarística de fiesta en la cual un grupo de niños recibieron por primera vez el Cuerpo de Cristo. Durante el novenario en honor a la Divina Pastorcita se tuvo la participación de las comunidades que comprenden esta parroquia, en la cual ofrecieron su cera, alegorías, música para alegrar aún más esta gran festividad. En la Concelebración Eucarística, el Sr. Arzobispo nos dice que esta fiesta se celebra entre la Anunciación y el Nacimiento de Juan Bautista. Fiesta del encuentro de dos mujeres y dos niños en sus entrañas; el Salvador del Mundo y el Precursor, el que prepara el camino del Salvador. María era un Sagrario itinerante, ya que lleva a Jesús en sus entrañas y nos enseña a servir, a apoyar, a visitar quien lo necesita. La Santísima Virgen sigue visitándonos cada día, en nuestra casa, en nuestro corazón, en las dificultades, ella va por el camino, a nuestro trabajo y además nos trae a su Hijo, nos trae a Jesús. Las Pastorcita tiene a Jesús en sus brazos, y nos lo muestra, nos enseña a amarlo, a seguirlo y sobretodo a obedecerlo: Hagan lo que Él les dice. Después de la Eucaristía se compartieron los sagrados alimentos en un bonito y agradable convivio.
“Dignidad y Promoción Humana”
Por: José Martín Tovar Villanueva.
Encuentro de Agentes de Pastoral Social y Cáritas Parroquiales
El pasado sábado 1 de junio, se llevó a cabo el XV Encuentro de Agentes de Pastoral Social y Cáritas Parroquiales en Casa de Acción Católica. El titular de Cáritas en la Diócesis Potosina, el Pbro. Rolando Morales Rosales les dio una cordial bienvenida a todos los participantes. Este Encuentro tuvo como lema y temas: “Dignidad y Promoción Humana” visto de una manera antropológica, “Dignidad y Promoción Humana” en la Doctrina Social de la Iglesia y en Plan Global de Pastoral y “Dignidad y Promoción Humana” en la Pastoral Social, temas expuestos por el Dr. Jesús Torres Calderón, por la Hna. María Irene Jiménez O.D.S.J. y del Pbro. Rolando Morales Rosales respectivamente. La Eucaristía fue presidida por el Vicario General Pbro. Gerardo Vaglienty Rivera y demás sacerdotes; El Pbro. Gerardo Vaglienty a nombre del Sr. Arzobispo D. Jesús Carlos Cabrero Romero, dio un emotivo mensaje, agradeciendo la presencia de todos los Agentes de Pastoral Social por su trabajo y entrega a los más necesitados a través de las distintas Dimensiones de la Pastoral Social. El Encuentro finalizó con el compartir las experiencias y, el pan y la sal.
Domingo 09 de junio de 2019
Un llamado a permanecer en el amor
Por: Vicaría de Pastoral
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a semana pasada, la parroquia de nuestra Señora de la Asunción en Santa María del Río, recibió a Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, obispo de esta Arquidiócesis, en su Visita Pastoral, para conocer y compartir con los feligreses de esta región.
de Don Jesús Carlos. Fue el jueves 30 de mayo el día en el que se llevó la Visita Pastoral. En este encuentro del Obispo con su pueblo, los Agentes de Pastoral pudieron plantearse los retos de una parroquia en salida, y esbozar un itinerario que les permita fortalecer la fe y la tarea evangelizadora.
Fueron los días 27 y 28 de mayo, en los que Don Carlos, se hizo presente en algunas de las comunidades que conforman la parroquia, realizó algunos encuentros con los gentes de Pastoral, y les invitó a seguir adelante en la fe. Esta parroquia, se desbordó de gozo ante el inminente encuentro del Pastor con su rebaño. Con la celebración de la Eucaristía de clausura se vivió la alegría de una verdadera Iglesia-comunión.
No cabe duda, que la Visita Pastoral sigue suscitando en el corazón de muchos, una firme respuesta al llamado que el Señor nos hace: “Permanezcan en mi amor”.
Para finalizar la quinta temporada de la Visita Pastoral en el decanato Santa María, la parroquia de Santo Domingo de Guzmán se engalanó con la presencia
#VisitaPastoral #elobispoenmiparroquia
Te invitamos seguir al pendiente de la Visita Pastoral, ahora, en la sexta temporada es el turno del Decanato de Nuestra Señora de la Soledad.
¡Pónganse en camino!
Celebrando al Señor
Sagrada Escritura y celebración
Discípulos misioneros
P. Pedro Mexquitic Arredondo
“La importancia de la Sagrada Escritura en la celebración es máxima” (SC 24). Esta afirmación de la Constitución litúrgica ha encontrado su desarrollo sea al interno mismo del documentos, sea sobre todo, en la ejecución de la reforma. La importancia máxima de la Sagrada Escritura ha encontrado aplicación de modo particular en el nuevo Leccionario que, por primera vez en la historia de la liturgia, propone una abundante mesa de la palabra de Dios, se han abierto más largamente a los fieles los tesoros de la Biblia (cfr. SC 51). Esta “importancia máxima” de la Sagrada Escritura no ha encontrado aplicación solo en una más abundante presencia de pericopas bíblicas, sino también en la elaboración de una teología de la proclamación litúrgica de la palabra de Dios. A este propósito no podemos dejar de citar la Premisa de la segunda edición típica del Ordenamiento de las lecturas de la Misa (Praenotanda del Ordo Lectionum Missae, OLM), publicadas en el 1981, que ofrecen un tratado orgánico de los principios teológicos para la celebración litúrgica de la palabra de Dios. Una atenta lectura del texto nos sugiere que en la acción litúrgica – de manera especial en la eucaristía - la palabra de Dios no va simplemente “leída”, sino celebrada”: el ritual que acompaña su proclamación y articula los momentos de su propuesta a la asamblea, la hace una acción, un “evento”. Un evento como la revelación (cfr. DV 2). La liturgia de la Palabra es, luego, un verdadero y propio acto de culto, no preparación a él. Ya la noción de culto en la tradición bíblica del antiguo como del nuevo testamento nos lleva a reconocer un rol muy significativo a la palabra de Dios, proclamada y escuchada, en orden al culto que Dios espera de su pueblo. La adhesión a la alianza, las llamadas de los profetas, la literatura sapiencial son hechos propios y llevados a cumplimiento por Jesús que anuncia el fin del culto sacerdotal del templo, así como era vivido en la religión israelita, para proclamar su cumplimiento en el culto en “espíritu y en verdad” (cfr. Jn 1,14). Es aquél que revela el Padre (cfr. Jn 1,18); su sangre derramada por la nueva alianza, es el cumplimiento de los sacrificios antiguos; él es el verdadero cordero pascual que quita el pecado del mundo. El culto espiritual, realizado por Jesús en su cuerpo, continúa hoy en la Iglesia, que se convierte en “cuerpo de Cristo” uniéndose a la ofrenda del sa-crificio de su Señor. Tal ofrenda es ante todo la escucha-respuesta de fe a aquél que el Padre ha mandado y que invita a permanecer en su amor, en la observancia de sus mandamientos para conseguir alegría y plenitud de vida. La Iglesia luego, cuando “celebra” la palabra de Dios se pone en actitud cultual, porque aquella Palabra que viene solemnemente proclamada es “Cristo que habla” y pide nuestra respuesta, nuestra adhesión de fe. Pide de llevar a la vida de cada día aquello que se ha escuchado. Esta actitud de “culto espiritual” se dilata, encuentra su cumplimiento en el evento sacramental, donde la respuesta de fe, la fidelidad en la vida a la alianza que la Palabra proclamada ha suscitado hoy, se convierta en ofrenda viviente y agradable a Dios, uniéndose al sacrificio de Cristo al Padre. La Iglesia, cada cristiano, celebrando en la acción de gracias el memorial de la pasión-muerte-resurrección de su Señor, se une al sacrificio espiritual del Hijo con el cual se convierte en un solo cuerpo. En la celebración de la eucaristía, luego, la dinámica proclamación de la Palabra-escucha-adhesión de fe es parte integrante del “memorial” porqué constituye la dinámica misma del evento salvífico de la Pascua de Cristo que se actúa en nosotros. Como un tiempo el Verbo, al asumir lo concreto de la carne, signo de su escucha-adhesión al designio de Dios, ha actuado de una vez por todas, la redención del hombre, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz, así en la celebración de la eucaristía la Palabra resonando en lo concreto del rito, en el memorial eucarístico se hace salvación ofrecida “aquí y ahora” a quien la recibe en la obediencia de la propia fe.
Testimonio misionero ponganseencamino@hotmail.com
¡H
ola! Mi nombre es Aleidy Ximena Luna Reséndiz, soy del grupo de Encuentro para adolescentes (EPA) que se ubica en Rioverde, en la parroquia de Santa Catarina de Alejandría y quiero compartirles un poco de mi experiencia como misionera en este año 2019. Primero quiero agradecerle a Dios por permitirme vivir estas mi-siones como Líder de un grupo mi-sionero; agradecer a mis padres, que me dieron la oportunidad de vivir de manera distinta la Semana Santa; a mis compañeros con quien compartí estos días: Mariana Martínez, Paola Segura y Víctor Reséndiz, y que generosamente participa-ron con empeño en la realización de las diferentes actividades. Fuimos enviados a la comunidad llamada “Coahuila” que se ubica en Villa de Zaragoza, San Luis Potosí, cuya parroquia es San José. Fueron unas misiones muy buenas, un tanto diferentes, pues aunque se nos presentaron algunas perturbaciones, pudimos experimentar el cobijo de los habitantes de la comunidad; y como todos sabemos que el enemigo se nos presenta siempre cuando estamos en el camino de Dios, mi equipo y yo percibimos algunas situaciones de dolor en la comunidad, así como el deseo inmenso de consolación, ante hechos que se habían suscitado días anteriores a la Semana Santa; sin embargo, también tuvimos momentos en los que sentíamos la presencia del Espíritu Santo, que influyó a través de nosotros para trasmitir ese hermoso mensaje de amor que, a la luz de dicho Espíritu habíamos preparado. En los momentos de gloria (así los llamo yo) era algo inexpli-
Pbro. Rafael Quintá
cable, sentir como tu piel se eriza toda, y tu corazón prende un hermoso fuego que no quema, sino que arde, pero que no lastima; ese fuego del amor de Dios, que abraza y da fuerza para acompañar. Los días de la Semana Santa fueron transcurriendo, y cada uno de ellos con su preparación y su riqueza en la fe. Lo que nos fortaleció en el equipo, y considero que también en la comunidad, fue la vivencia del triduo pascual, donde cada uno renovó su fe y el llamado en la vocación cristiana; celebrar propiamente el misterio de nuestra fe, eso realmente es lo más grande que podemos celebrar en la vida. Me edificó la vida de comunión de los habitantes del lugar, así como el gran momento celebrativo del Jueves Santo, la piedad del Viernes Santo y la mejor experiencia de fe en la Santa Vigilia de la Resurrección del Señor. Claramente he regresado con una fuerte experiencia de estas misiones, pero de alguna forma me fortalece más como persona y también aumenta mi fe cristiana católica. Es algo hermoso el poder vivir y dar a conocer la palabra de Dios a la gente, sientes como esa alegría te llena el corazón de amor cuando estás hablando ante las personas de la propia experiencia de Dios en la vida. Como misionera, recomiendo mucho el que los jóvenes como yo puedan ser capaces de vivir esta hermosa experiencia invitando siempre a seguir de la mano de Dios. Ojalá Dios me conceda seguir colaborando en la misión. Agradecemos a Ximena Luna su testimonio. ¡Hasta la próxima!
Cuando el tiempo se detuvo Domingo 09 de junio de 2019
Por: Juan Jesús Priego
Bueno, en realidad lo que se detuvo no fue el tiempo, sino sólo los relojes. Las cosas sucedieron así. Una mañana, cuando Evaristo Gómez subió a su automóvil para dirigirse a su despacho, vio en el tablero que eran las siete veinticinco. La misma hora marcaba su reloj de pulsera, lo cual quería decir que se le había hecho tarde: veinticinco minutos tarde, para ser exactos, aunque no había sido culpa suya, pues el motor, media hora antes, no había querido encender; además, el olor a gasolina cruda que despedía el escape casi lo hizo devolver el estómago y se demoró quince minutos en el baño luchando contra sus náuseas. Nunca había soportado ese olor y esta vez, en ayunas, le sentó fatal. Cuando salió del baño pudo por fin poner en marcha su automóvil, pero ya era tarde. Se dijo a sí mismo que con un poco de suerte podría recuperar el tiempo perdido. Rogó a Dios que por lo menos hoy no hubiera los habituales atascos de tráfico, metió reversa, salió de la coche-ra y todavía sudando un poco a causa del vómito de dirigió a donde iba. La circulación le pareció inusualmente fluida, y cuando llegó a su destino echó una mirada ansio-sa a su reloj. Casi pegó un brinco, mientras corría, cuando comprobó que éste seguía marcando las siete veinticinco. “¡La pila!”, pensó. “¡Se ha descargado la pila!”. Con amabilidad preguntó la hora al conserje del edificio y un hombre vestido de overol amarillo, dando un brinco él también, le respondió así: -¿Las siete veinticinco? No lo aseguraba, más bien hacía la pregunta; luego añadió: -Creo que se me ha descompuesto el reloj, señor. Dice que son las siete veinticinco, pero me parece que no hay que tomarlo en serio. ¡Por nada del mundo pueden ser las siete veinticinco! Evaristo Gómez se secó el sudor y con un brusco movimiento del brazo mostró su reloj al conserje. Éste se limitó a rascarse la cabeza y mostró como pudo su evidente perplejidad. ¿También el reloj de su jefe marcaba esa hora extraña? ¿Qué era lo que estaba sucediendo? En eso entró un automóvil y el conductor, asomando la cabeza, dijo: -Señores, aquí está pasando algo raro. El tablero de mi carro marca desde hace una hora las siete veinticinco… Evaristo Gómez miró al conserje con aire de complicidad, y éste hizo lo mismo con el recién llegado. -Tengo una idea –dijo Evaristo-. Pongamos las noticias. Como ustedes saben, los locutores están todo el tiempo diciendo la hora. Así lo hicieron, y cuando el locutor de una estación dijo –también con perplejidad y más preguntando que afirmando- que eran las siete veinticinco, los tres hombres creyeron volverse locos. Se sentaron en la banqueta, se quedaron mirando fijamente el horizonte y guardaron un largo silencio. -¡Dios mío! –exclamó el último en llegar-. Esto, como digo, está muy raro. Pero ya se aclarará el enigma. Por lo pronto debo decirles que vengo del hospital. Mi esposa está muy grave, ¿saben ustedes? Creo que ha cogido ese virus del que tanto se ha hablado últimamente. Hace unos minutos, cuando la dejé, estaba todavía ardiendo de fiebre. El médico me dijo que no ganaba nada quedándome
con ella y me aconsejó que viniera a trabajar. ¡De modo que aquí estoy, pero tan preocupado!... Evaristo Gómez le dio una palmada en la espalda y le dijo que no debía perder la confianza y que si necesitaba algo no dudara en pedírselo. El conserje, a su vez, habló de una conocida suya que se había visto gravísima por la misma razón (quería decir, por el mismo virus) pero no había muerto y ahora estaba bastante bien. Se levantaron los tres y caminaron hacia la salida; uno de ellos, el hombre del overol amarillo, miró fijamente al cielo y dijo: -Nuestros abuelos sabían la hora que era con sólo mirar hacia arriba, pero nosotros, sus nietos, no sabemos ya hacer estas cosas. ¡Ni siquiera miramos el cielo! Pero, además, ¿de qué nos serviría mirarlo? Ya no comprendemos su lenguaje. El cielo, las estrellas: en realidad no sabemos ya para qué están ahí, ni si tienen algún tipo de relación con nosotros los mortales. Evaristo Gómez volvió a echar un vistazo a su reloj. Seguían siendo las siete veinticinco, pero ya no se sentía angustiado. -¿Saben? –dijo a los otros dos, que lo escuchaban con actitud relajada. Hacía mucho que no me sentaba en una banqueta, que no me ensuciaba el pantalón con el polvo de la acera… ¡Les invito un café! Mientras sigan siendo las siete veinticinco creo que podremos tomárnoslo. Hay tres olores en este mundo que me gustan enormemente: el olor de las panaderías, el olor de las talabarterías y el olor de las cafeterías. ¿Vamos? ¡Yo pago! El conserje sonrió, satisfecho. ¿De cuándo acá uno de los altos mandos de la empresa le invitaba un café? El último en llegar miró de reojo su reloj, como por no dejar, y dijo que sí, que estaba bien. Y allá fueron los tres, contentos en el fondo de que el tiempo se hubiera detenido. Nunca nadie pudo explicar aquel fenómeno. Los noticieros, siempre tan charlatanes, no tocaron el asunto ni esa noche ni nunca. Y Evaristo Gómez se quedó para siempre con esta impresión, con esta idea: que sólo cuando los relojes se detienen –o cuando simplemente los ignoramos, que es una linda forma de detenerlos- volvemos a ser libres otra vez, y que lo que sucedió aquel día fue como una probada o una anticipación de la eternidad. “La eternidad –se dijo una y otra vez después de este extraño incidente- es poder disponer de todo el tiempo para estar juntos. Mejor aún: poder estar juntos es ya un anticipo –aunque sea breve, aunque sólo sea momentáneo- de la eternidad. El tiempo dispersa, pero la eternidad une. Quién sabe: acaso la eternidad consista en ser, por decir así, en ser dueños del tiempo”.
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Sabías que…
Y tu, ¿Sabes ver televisión? El padre Kino en la edición 23 nos comparte un artículo muy interesante sobre el televisor como el medio de comunicación social que tenemos en nuestros hogares, pero sabemos observar televisión… Bueno retomamos los puntos que el padre Kino nos compartió hace 10 años + Previamente estar consientes que la televisión tiene función empresarial, que se utiliza con fines e intereses de diverso tipo, por ejemplo económicos y políticos. + En televisión se sabe que la neutralidad de la ética no existe, por tanto se debe asumir una actitud dinámica y crítica de lo que se observa, evitando asó la contemplación “atolondrada” de las imágenes. + No ver la televisión solo, pues la compañía de alguien ayudará a estar realizando comentarios críticos de lo que se observa, además favorecerá por ejemplo la vida familiar o de amistad. Esto ayudará sobre todo a los niños que son los más vulnerables de lo que ven. + Si un programa no llena tus expectativas morales, cambia de canal. Así como el modo más elegante y eficaz de castigar un partido político es negarle el voto, de manera análoga, la mejor manera de castigar a un canal de televisión es no ver sus programas. + Contra la violencia y la pornografía en televisión, no hay que tener compasión. Desde la ética es justificado el cierre de la emisora
Protocolo de Instrumentos Publicos año de 1592 del escribano real Pedro Venegas (Vigésima Segunda Parte ) José Ricardo García López Investigador en retiro de la Facultad de Derecho de la UASLP.
Escritura número 44 (Tan destruido como los anteriores por lo que también solo se rescatan frases y palabras sueltas de la parte superior) [Capitán] Miguel Caldera y… pueden pertenecer… sostener y des… Y sobre [los usos y] costumbres del derecho y servicios ..an y [que] de derecho les pertenecen por declarado que … Faz y Pedro Bravo [hacen] donación de diez varas de mina y a Mariana de Vargas? otra de diez varas y otra donación a Diego de Guelva (sic) de veinte varas de la mina de San Miguel y todas las demás vos vendo como dicho es, por libres de censo y tributo e otro enajenamiento… porque no le tiene y por pre cio e coantía (sic) de siete mil seiscientos pesos de oro común que por compra de las dichas minas me habéis dado e pagado en plata quintada de que soy contento y entregado a mi voluntad, sobre que [renuncio la ejecución de la Pecunia y leyes del entrego y prueba del cómo en ella se contiene y confieso que las dichas minas y partes de mina que así tengo para los dichos reales y compañías que tengo con los susodichos que son veinte varas en cada mina de las mías y veinte varas en cada mina y veinte varas en las minas de Pedro de Anda y veinte varas en cada mina de las del [Capitán Miguel Cal]dera eseto (sic-excepto-) en La Descubridora que es confor[me a la compañía que tenemos fecha (sic) ante Francisco Beltrán… no valen más de los dichos siete [mil seiscientos pesos de oro común] pero si más valen o valer pueden de la [demasía o exceso] vos hago gracia y donación inrevocable (sic) que el derecho llama inter vivos (el resto de la foja está totalmente manchada y destruida. Esta escritura continúa al reverso de la foja que está muy manchada y destruida). …diezmo… de otra y vos al… tenemos en las dichas minas…y todo a usanza de mineros… todos los…e lo tengo registrado… cuyos registros dichos… asentados ante la justicia? y jurisdicción de… todo y en todas las minas tomar la po-sesión como dicho es, y para lo cumplir e tener por firme, [comprometo] mi persona y bienes habidos y por haber y por esta carta lo [doy por cumplido] a la justicia de Su Majestad de cualesquier parte, fuero y jurisdicción que sean a donde me someto, e renuncio mi propio fuero e jurisdicción, domicilio y vecindad e la Ley Si convenerit de iurisdictione óm-nium iudicum Para que las.. hasta tratarlas al igual que de ellas, me apremien a
la paga e cumplimiento de lo que dicho es como si fuese sentencia_____?___ de juez competente pasada en cosa juzgada. Sobre que renuncio todas las leyes, fueros y derechos de mi favor y la general del derecho, En fe de lo cual otorgué esta constancia ante los presentes escribano y testigos iusoescritos. En sus registros dichos firmo que es fecha en San Luis Potosí? A los quince días del mes de septiembre de mil e quinientos y noventa y dos años. E yo el escribano conozco al otorgante y Testigos: Pedro de Vergara, Diego Nuñez y Gonzalo Sánchez estantes en este pueblo. Gonzalo de León (rúbrica) (aparecen otras firmas que se perdieron por las manchas de la tinta corrida) Ante Mi: Pedro Venegas (rubrica) Escribano Real. Escritura número 45. (tan maltratada y manchada como las demás y mutilada en su margen derecho). En el pueblo de San Luis de Mesquitique a diez días del mes de septiembre? de mil e quinientos e noventa y dos años, el capitán Miguel Caldera, Justicia Mayor, por Su Majestad en estas poblaciones de San Luis Potosí, dijo que por cuanto conviene al servicio [de Su Majestad y por su] ausencia de este pueblo y minas por algunos días para ir a la ciudad de Çaçatecaz a cosas tocantes a su real [administración??]para tratarlas y consultarlas con el gobernador Diego de Rio de Losa y don Diego de Velásco el nombramiento de general [entre] personas con (aquí aparece un orificio del papel en el texto]… e jurisdicción virreinal de la Nueva España y así quede persona en su lugar y ministre justicia y haga lo que más convenga al servicio de Dios Nuestro Señor y de Su Majestad y bien común y para __?___ y confiando de la persona de (rotura en el papel) que bien y fielmente hará todo lo susodicho y que como la persona que conviene para el dicho cargo, le nombraba y nombró por su lugarteniente según y como puede y debe en nombre de Su Majestad y le dio poder cual él le tiene de Su Majestad para todo lo que dicho es y lo de ello dependiente para que administre justicia y en todo haga lo que viere que más conviene como él mismo lo haría siendo presente y lo firmó de su nombre. Miguel Caldera (rúbrica) Ante Mi: Pedro Venegas(rúbrica) Escribano Real.
Se necesitan dos para opinar distinto E Por: Javier Algara
l título del presente escrito es evidentemente una perogrulla-da. Si nada más hubiera una persona en el mundo, nunca tendría oportunidad o necesidad de rebatir opiniones distintas. Porque no las habría. Su opinión sería la única. Es solamente cuan-do hay dos personas frente a frente que surge la posibilidad de que las opiniones de uno difieran de las de su interlocutor. A partir de este enfrentamiento pueden empezar hasta guerras, es cierto. Pero también es cierto que es precisamente de la manifestación de ideas distintas, y del diálogo que debería siempre suceder a esa manifestación, de donde han surgido convenios, alianzas, y pactos; de donde han surgido muchas leyes; de donde ha surgido la ciencia. La cultura y la civilización tienen su cuna en el diálogo entre opiniones diversas. En resumen, la mayor parte de los tesoros de la humanidad son hijos de esa realidad; de la verdad que se busca encontrar a través del intercambio de ideas distintas. Visto desde ese punto de vista, lo que hoy día se conoce como el derecho a la libre expresión, o sea, el derecho a expresar lo que uno piensa, aún sabiendo que lo que uno dice o escribe puede ser distinto de lo que piensan los demás, en realidad no solamente es un derecho, sino una obligación. Imaginemos un mundo donde nadie dice lo que piensa. Se moriría la cultura; se asfixiaría la educación; la política se quedaría paralítica; la ciencia desaparecería. Pensemos qué pasaría si padres y maestros no pudieran expresar su opinión ante sus hijos o alumnos. Estos últimos encontrarían inmensas dificultades en conocer la verdad, especialmente en los años difíciles de la adolescencia. Y las consecuencias son fáciles de imaginar. Así como tenemos derecho a que nuestra voz sea escuchada, también tenemos la obligación de hacerla oír por los demás. Podríamos decir, incluso, que hacer oír nuestra voz es un acto de caridad. Obviamente, este derecho no incluye el decir las cosas cuando y como se nos antoje. La prudencia es la virtud reina. La transmisión de las ideas siempre será mucho más efectiva si tanto el que habla como el que escucha lo hacen con respeto. Y el respeto es una manifestación del amor. Todas las consideraciones anteriores me vinieron a la mente en relación a lo que estos días está captando la atención de muchos potosinos. Me refiero a la acusación que hacen los grupos LGTB en contra de nuestro Arzobispo y del Padre Juan Jesús Priego. Se les acusa de cometer un crimen de odio en contra de los homosexuales por decir que el matrimonio sólo es tal cuando es contraído por un varón y una mujer. La verdad es que tanto nuestro obispo como su portavoz simplemente están expresando su opinión, que es la de la Iglesia, y que es distinta de la de los querellantes. Se les acusa de odiar cuando lo que hicieron fue precisamente lo contrario. Si no amaran los católicos a las personas que sienten atracción por personas de su mismo sexo, ¿para qué se molestarían en manifes-tarles la verdad, la que los puede ayudar a realizarse más plenamente como personas? ¿Para qué se enfrentarían nuestro Pastor y el Padre Priego a los riesgos que hoy conlleva hablar de modo “políticamente incorrecto”, si no es porque, lejos, muy lejos, de odiar a esas personas, las aman? Este ejemplo que hoy nos ofrecen Don Jesús Carlos y el Padre Priego deberían ser, por otra parte, una motivación para que todos los católicos hagamos lo mismo. Y por las mismas razones. No se está buscando derrotar al lobby LGTB sino ayudarlo a encontrar la verdad, la única que nos hará, a ellos y a nosotros, verdaderamente libres. Esto mismo también nos interpelará; nos empujará a dejar de buscar excusas para justificar nuestra reacción más instintiva: a quedarnos con las manos cruzadas ante esta situación. Si el veredicto de los jueces que atienden la denuncia de los grupos LGTB se pliega a las razones que la denuncia enumera, haciendo de la libre expresión un crimen de odio, la verdad será la primera víctima de la descomposición social que esa acción acarreará.
Pastoral de la familia
¿A quien quieren engañar? Lic. Mónica Mondragón Barragán Integrante del Área de la Vida de la Dimensión Arquidiocesana de la Pastoral Familiar Miembro fundador del Consejo Coordinador Ciudadano en San Luis Potosí Presidenta del Comité Nacional Pro Vida en San Luis Potosí porlavidaylafamilia.hoy@gmail.com
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as insistentes, costosas y engañosas campañas que promueven una falsa liberación sexual con la práctica de sexo seguro, o mejor dicho, con la única responsabilidad de cargar con un condón en la bolsa para disfrutar y no perder la oportunidad de una relación sexual “ocasional”, han de-mostrado con los años, que su objetivo era: “arruinar la vida de las personas, familias uniparentales, restarle importancia al matrimonio y degradar la dignidad de las personas, para muestra, los números hablan: + Esta campaña de libertinaje, sólo incrementó el número de embarazos no deseados, en mujeres solteras, viudas, sin pareja, jóvenes, mayores y por supuesto los embarazos en adolescentes, que se confiaron en los anuncios de “disfruta hoy y paga después” pero que no sabían que, según la Organización Mundial de la Salud, el margen de error de un condón es del 45% y no del 2% como muchos afirman. +Según datos oficiales, los embara-zos en adolescentes se incrementaron en muy corto tiempo, en más del 25%, adolescentes que pensaron que a ellas no les pasaría jamás, “porque se cuidaron” y que tienen que afrontar, en su mayoría, la responsabilidad completamente solas, pues su pareja la confundió con pañuelo desechable, la usó y la dejo. +Los casos de violación que se a-tendían en 6 meses, ahora se presentan en 3, ya que despertaron la fiera que los hombres (sin valores) llevan dentro y alguien tiene que pagar los platos rotos, pero…cuando se ha perdido todo control, no importa si es violación, incesto, pederastia, pedofilia, pornografía infantil, trata de blancas,
etc., hay que satisfacer esas “necesidades naturales” que se tienen, porque “tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo” ¿Porqué después de que se despiertan los instintos animales ahora queremos solucionarlo con el aborto? con la dizque “protección de la mujer” con programas “libres de violencia”, con ventanear todo lo posible a pederastas religiosos, etc., ¿No será que sólo buscamos para encontrar a quien culpar? “Quisieron apagar el fuego con gasolina, y ahora… se complacen curando quemados” En todo esto ¿quién sale perdiendo?, O mejor dicho ¿Quién sale ganando? Una danza de millones de dólares, en equipos para abortos, en anticonceptivos, condones, programas fantasmas, funcionarios con redes de prostitución, cientos de páginas de pornografía infantil, etc., La mujer, la familia, los hijos… qué más da. Es impresionante ver de que manera el deterioro moral se ha incrementeado, algunos católicos para nuestra sorpresa, piensan que el aborto esta bien y no es pecado, que la unión libre es una ventaja porque el amor es el amor, que los violadores solo intentan satisfacer sus necesidades, así como que los matrimonios de un adulto con un niño esta bien si la ley lo permite. Uffff.... y sigue. No puedo creerlo. De verdad que necesitamos recupe-rar los valores universales, morales y religiosos, tenemos que volver a poner a Dios en el Centro de nuestra vida, así y sólo así tendremos claro para donde vamos, ¿usted, qué opina?
Pastoral penitenciaria
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La presencia de los cristianos en el entorno de la cárcel Pbro. Rafael Hdz. Díaz
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a Iglesia pueblo de Dios, presidida por su Obispo, Presbíteros, Religiosos y Laicos, que se expresa de un modo singular en los sacramentos, en especial de la Eucaristía, fiesta del pan compartido en la cárcel, que desde hace 5 años, hemos venido celebrando la Semana Semana; nuestros presbíteros predecesores y laicos, en particular el P. Darío Pedroza Martínez (+) de feliz memoria, quien durante años celebró la Eucaristía en la cárcel; hombre de fe, de un gran cariño y afecto por los más pobres y encarcelados, con su carisma y formula de hacer sentir bien a los demás, ofreciendo una palabra de aliento a hombres y mujeres en la prisión, de quienes se gano el corazón, respeto y admiración. ¡Gracias! P. Darío, dejaste huella en la cárcel: ¡Muy bien, chavo muy bien! ¡Muy bien, chavo muy bien! ¡Muy bien, chavo muy bien, Cristo! Por eso, la presencia de la Iglesia en las cárceles tiene que forma parte de la celebración de la libertad y del pan y el vino compartido, abierto a todos los presos. El Evangelio no es ley o ayuno, sacrificio o castigo, porque Dios no quiere sacrificios, sino misericordia, esto es, libertad sanada y compartida. Necesaria es la ley en un sentido para mantener el orden social; bueno es el ayuno y la penitencia para superar los riegos de una vida que se acaba desbocando. Pero el Evangelio es Buena Nueva de libertad que se acoge en gozo y gozosamente se comparte, en el diálogo fraterno donde cada uno escucha y proclama la palabra de Jesús, vinculándose de un modo intenso a sus hermanos. La Iglesia no surge del esfuerzo de unos voluntarios comprometidos por la causa de la justicia, sino del amor de Dios que ha resucitado a Jesús y les ofrece la experiencia de su Espíritu. Por eso, los cristianos no ayudan y acompañan a los demás por deber, sino porque es hermoso responder al don de Dios, expandiendo su gracia entre aquellos que carecen de gracia. Allí donde un estado de carácter judicial eleva la cárcel como un correccional para domar, como un penal para castigar a los culpables, como un reformatorio para reeducarlos conforme al sistema, la Iglesia quiere ofrecerles la fiesta de Jesús, como principio de esperanza salvadora. El Estado tiende a curar por castigo, así mantiene un orden, a base de ley “Si quieres tranquilidad mantén dispuesta la cárcel”. La Iglesia dice quiero la paz, por eso ofrezco el gozo de la vida; he descubierto la gracia, por eso ofrezco libertad para gozarla. La Iglesia no intenta corregir con terapias de miedo, no amenaza a los hombres con la cárcel, sino que ofrece una experiencia superior de libertad para gozar con Cristo. Muchos hombres y mujeres han caído en la cárcel, porque han buscado una vida y un gozo que la sociedad normal no podía ofrecerles: La droga o el dinero, la violencia, etc. Buscaban vida y hallan muerte; quieren alegría y acaban en la mayor tristeza. En contra de eso, la Iglesia ofrece una terapia de alegría contagiosa. Gran parte de los recluidos en la cárcel sufren la “Condena de su propia soledad”. Se sienten abandonados, incapaces de comunicarse, sin gozo en la existencia. Por eso, el modo más eficaz para prevenir la cárcel es el gozo de la vida compartida y celebrada. La Iglesia no es una sociedad impersonal donde los miembros se reúnen en torno a un programa teórico, sino una comunión concreta, de hombres y mujeres que se conocen y se miran, se hablan y escuchan, entretejiendo unos lazos de humanidad concreta. Por eso, la comunidad entera es signo y presencia de la Palabra y Cuerpo sacramental de Cristo, donde todos son en principio sacerdotes, es decir, mediadores de la gracia.
La hora del Espíritu Santo, la hora de la Iglesia
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ios es trino. Él siempre actúa trinitariamente, es decir, no se puede decir que cada persona de la Santísima Trinidad actúa de manera independiente, en todo caso se pueden atribuir a cada una de ellas acciones relevantes en la historia de la salvación. Así pues, atribuimos al Padre celestial la creación del universo, al hijo de Dios la redención humana y al Espíritu Santo, por ejemplo, la santificación de la Iglesia. Y es que en el actuar trinitario también existe el misterio incomprensible para la razón humana. De la misma manera que es imposible comprender del todo el misterio de la Trinidad divina, es imposible comprender su obrar. Así como intentamos comprender y explicarnos la naturaleza de Dios trino, de la misma manera también tratamos de comprender el actuar divino en la historia de la salvación y en el mundo. Lo intentamos, pero eso no significa que hemos conocido totalmente a Dios. Ha-cemos acercamientos a estos misterios que superan nuestras capacidades humanas de conocimiento; pero al mismo tiempo sabemos de esta naturaleza divina y de su actuar mediante la revelación, esto es, la Palabra de Dios. Sabemos que Dios es trino porque la Escritura lo dice, pero no sólo por eso, lo sabemos porque la Escritura, y especialmente el Nuevo Testamento, proviene de la inspiración divina y principalmente se basa en la predicación del mismo Jesucristo, de tal manera que lo que los autores sagrados escriben es aquello mismo que Jesucristo enseñó a sus discípulos y que el Espíritu Santo inspiró para que aquellos hombres consignaran por escrito las verdades reveladas por Jesucristo (DV 11) y predicadas por él y la Iglesia del primer siglo de nuestra era. Jesucristo es quien nos revelo que Dios es trino. Él es el hijo de Dios, él nos revela que existe el Padre eterno (Jn 1, 18; Lc 10, 22) y él es quien nos asegura que el Padre enviará en su nombre al Espíritu Santo (Jn 14, 26; 16, 7). Jesús, entonces, nos revela la intimidad de Dios. Hasta donde sabemos, porque él mismo nos lo dijo, es decir, lo dijo a sus discípulos y a la Iglesia, en Dios hay tres personas: el Padre, y el Hijo y el espíritu Santo. Sabemos que el Padre es el creador que el Hijo es el redentor y que el Espíritu Santo es el santificador. Si pudiéramos, para comprender, dividir la historia de la salvación en etapas, podríamos atribuir al Padre la creación del universo y en especial del género humano, desde Adán hasta antes de la encarnación del hijo de Dios, como la hora del Padre; asignaríamos, por ejemplo, desde la encarnación de Jesús hasta su ascensión al cielo, como la hora del Hijo; y podríamos decir que, desde Pentecostés hasta nuestros días y hasta la consumación de la historia de la salvación, sería la hora del Espíritu Santo. Pero esto es solamente para tratar de comprender un poco la historia de la salvación, porque todo esto no significa que el Padre no siga actuando, ni que el hijo de Dios esté pasivo y que ahora solamente actúa el Espíritu Santo hasta el fin de los tiempos. El Padre celestial está presente en todo momento, lo mismo que el hijo de Dios y que el Espíritu divino. Dios siempre actúa, él no deja de trabajar. Jesucristo alguna vez, un sábado, dijo, mi Padre trabaja siempre y lo mismo hago yo (Jn 5, 17). Jesucristo, por ejemplo, dijo también que donde estén dos o más reunidos en su nombre, él está ahí en medio de ellos (Mt 18, 20); también dijo, al subir al cielo: “yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). Así que tratamos de dividir la historia y el actuar divino en cada una de las personas, pero sólo atribuyendo el actuar a cada uno en especial, sin negar que Dios trino trabaja siempre. Pero sí distinguimos con
claridad a cada una de estas personas, por ejemplo, Dios actúa trinitariamente, pero decimos y sabemos que solamente murió una persona en la cruz: el Hijo; y decimos que el Padre resucitó al Hijo del sepulcro mediante el Espíritu Santo; y decimos también que Jesús envió a este último luego de subir a los cielos, y no al Padre ni a él mismo. Tenemos entonces que, el momento actual es la hora del Espíritu Santo. Lo cual no quiere decir, como ya hemos mencionado, que no actúe el Dios trino. Pero decir que es la hora del Espíritu Santo es también decir que el tiempo presente es la hora de la Iglesia. Y es que el obrar del Espíritu Santo es totalmente en medio de esta Iglesia peregrina que anuncia con palabras y obras las maravillas de Dios Padre y de Jesucristo, el Hijo de Dios.
Jesucristo predicó e hizo presente el Reino de Dios, el Reino de los Cielos, mediante todas sus palabras y obras. Él, de manera especial, escogió a algunos de sus discípulos, para que estuvieran con él, para enseñarles muchas cosas que a los demás no les decía (Mc 3, 14); él les explicaba en secreto varias cosas, los preparaba para que, cuando llegara el momento oportuno, ellos pudieran ir a predicar el evangelio también. De hecho los envió a realizar las mismas obras que él hacía: predicar el evangelio del Reino, expulsar en su nombre los demonios y curar a los enfermos (Mt 10, 7-8). Pero, en los últimos días entre nosotros, él les envió no sólo a los lugares cercanos, como antes lo hiciera, sino que los envía, nada menos que a todo el mundo a anunciar el evangelio (Mt 28, 19), y, si en otras ocasiones los enviaba con su poder y autoridad a realizar las mismas obras que él realizaba, ahora los manda con todo su poder, pues no solamente los envía esta vez a anunciar el evangelio o a expulsar demonios o curar enfermos, ahora les da también la autoridad para hacer cosas que anteriormente no les concedió: perdonar los pecados de los hombres en su nombre. Mientras Jesús estuvo en medio de sus discípulos, únicamente él perdonaba los pecados, pero una vez que resucita les da esta facultad que es propia de él; que quede claro que les concede perdonar los pecados en su nombre y con su poder, no a nombre personal ni con poder personal, sino en su nombre y con su autoridad y poder. Les dice: todo poder se me ha dado en el cielo y en la tierra, vayan a todas las naciones y anuncien el evangelio a toda creatura y enséñenles a guardar todo lo que yo les he mandado. Esto significa que él, a través de los apóstoles sigue perdonando los pecados, pues dice: “todo poder se me ha dado” (Mt 28, 19); el
poder se le ha dado a él; y él, a su vez, lo autoriza a sus discípulos. Hay personas, en especial de sectas cristianas o seudocristianas o de sectas no cristianas que aseguran que no es válido que los católicos confiesen sus pecados a los ministros de la Iglesia, a los sacerdotes, y aseguran que se puede cualquiera confesar directamente con Dios, sin intermediarios y argumentan, al mismo tiempo que no es válido confesarse con otro pecador. Incluso hay católicos que creen en eso, que han escuchado a protestantes o sectarios cristianos decir aquellas cosas y optan por creerles más a ellos que al mismo Jesucristo que es quien dejó el perdón de los pecados a sus apóstoles. Y pensemos, en parte tienen razón, pero en parte no; tienen razón cuando dicen que los sacerdotes también son pecadores, pues en efecto, ¿Quién no tiene pecados? Pero eso no autoriza desconocer las palabras de Jesucristo y ese mandato que da a los suyos para que perdonen los pecados de los hombres pues, ¿no eran también hombres pecadores aquellos a quienes Jesús da esta autoridad? El mismo sacerdote necesita también el perdón de sus pecados; los sacerdotes también necesitamos de la misericordia de Dios y del perdón de los pecados. Pero aquellos que enseñan y creen aquellas doctrinas equivocadas mienten con respecto a una cosa o, si no mienten, por lo menos están en un gravísimo error y es este: es cierto que cualquiera se puede confesar pecador delante de Dios en cualquier lugar, sin necesitar de sacerdotes, pero el problema es que ellos no estarán seguros jamás de que sus pecados les han quedado perdonados por el simple hecho de confesárselos directamente a Dios; es cierto que Dios escucha las plegarias de los pecadores, pero también el Padre eterno dijo a los apóstoles: “este es mi hijo muy amado, escúchenlo” (Mt 17, 5), es decir, hagan lo que él les diga; y por otro lado, también desobedecen a Jesucristo que dio a sus discípulos la autoridad de absolver, de perdonar en su nombre los pecados de los hombres. La hora del Espíritu Santo es la hora de la Iglesia, es la hora de que la Iglesia ponga por obra todas las cosas que Jesús enseñó y mandó. Por eso la Iglesia celebra la Eucaristía, recordando que Jesús dijo a sus apóstoles: “hagan esto en conmemoración mía” (Lc 22, 19; 1Cor 11, 24) y Jesucristo: “a los que les perdonen los pecados les quedarán perdonados, a quienes no se los perdonen les quedaran sin perdonar” (Jn 20, 23). Es la hora del Espíritu Santo, que fue enviado por el Padre y el Hijo para el perdón de los pecados, para el anuncio del reino de Dios, para celebrar los sacramentos. Es la hora en que la Iglesia realiza todas las obras que Jesús enseñó y mandó a sus apóstoles, las que están escritas en los evangelios, pero también aquellas que les enseñó de manera particular, como hemos señalado antes. La Iglesia realiza estas obras porque el Espíritu Santo habita en ella, porque Jesús está en medio de nosotros que nos reunimos en su nombre y el Padre celestial otorga a la Iglesia, reunida en el nombre de Jesús, su Hijo, todas las cosas que necesita y pide con humildad. El Espíritu Santo habita, trabaja, dirige y santifica a la Iglesia. Y todo lo que hace la Iglesia es en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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Palabra de Dios
Del Santo Evangelio según San Juan 14,15-16. 23-26
E
n aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada. El que no me ama no cumplirá mis palabras. Y la Palabra que están oyendo no es mía, sino del padre, que me envió. Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el Paráclito, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho.” Palabra del Señor.
Ven Espíritu Santo
C
on la fiesta de Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo, concluimos el tiempo litúrgico de la pascua, y lo hacemos poniendo nuestros ojos y nuestro corazón en la promesa de Jesucristo, el Don que el Padre nos envía, El Señor y Dador de la vida: El Espíritu Santo, consolador, el que nos lo enseñará todo. Y con toda la Iglesia suplicamos al cielo: “Ven Espíritu Santo”. Ven a animar nuestros corazones, que muchas veces confundidos y atosigados por tantas malas noticias, con facilidad nos entristecemos y desanimamos en la construcción del Reino. Ven, danos la claridad en el amor para no perder la autenticidad y la exigencia de lo que significa amar, ayúdanos a comprender que el que ama nunca hace mal, siempre sabe entregar la vida. Ven a animar nuestros momentos de prueba y dolor, que forzosamente cuestionan nuestra Fe y nuestra confianza en Ti, necesitamos tu Luz en tantos momentos de terrible obs-curidad, hay cosas que no entendemos, te necesitamos. Ven a nuestras familias, muchas veces tan heridas y atacadas por la duda, la ambición, por un mal entendido confort, heridas por la pobreza, la enfermedad, los vicios, la desintegración, la desilusión y el cansancio…
Edgar Iván Castro Guerrero 1ro de Teología
R
Pentecostés
eciban un cordial saludo de parte del Seminario Mayor de San Luis Potosí. ¡Celebramos la fiesta de Pentecostés! Una fiesta que por muchos es considerada como el primer día en la historia de la Iglesia, y no es para menos pues fue el día en que los Apóstoles superaron sus miedos y temores con la ayuda del Espíritu Santo. La misma Escritura es testigo del cómo ellos, a puerta cerra-da, estaban escondidos por el miedo a los judíos (Cfr. Jn 20,19). El mismo Apóstol Pedro fue un hombre temeroso a tal grado de negar de Jesús (Cfr. Mt 26,57-58,69-75; Mc 14,53-54,66-72; Jn 18,12-18,25-27), sin embargo, Jesús mismo sabía que lo negaría y no dejó de amarlo (Mt 26,31-35; Mc 14,27-31; Jn, 13,3638). Todos los Apóstoles fueron cobardes durante la Pasión de Jesús, y aunque el miedo es algo muy humano, Dios no quiere que nos dejemos vencer por el temor y la cobardía. El libro de los Hechos de los Apóstoles nos cuenta cómo el día de Pentecostés Pedro se paró junto a los once frente a los mismos judíos que días antes habían matado a Jesús y les proclamó el Evangelio (Cfr. Hch 2, 14-36), dicha
valentía trajo enormes frutos como el bautizo de tres mil personas con esa predicación (Cfr. Hch 2,41). ¿Cómo Pedro pudo pasar de ser un hombre dominado por el temor, capaz de negarlo y posteriormente escon-derse del mundo, a ser un valiente predicador del Evangelio? La res-puesta es muy sencilla pero profunda a la vez: los Apóstoles recibieron en plenitud el Espíritu Santo en ese día (Cfr. Hch 2,1-13). Fueron transformados por el espíritu de fortaleza dador de todos los dones y frutos, fueron dóciles al espíritu de la verdad que da a quienes buscan a Dios de corazón. San Pablo nos dice que en la debilidad podemos demostrar más fortaleza (Cfr. 2Co 12,10). Pentecostés es el día de la valentía, es el día de vencer nuestros miedos, es la oportunidad perfecta para que nos desatemos de las cadenas que nos impiden hacer las cosas. Es el día en que se dejó la cobardía a un lado y arriesgaron a ganar el cielo. El día de Pentecostés será recordado por todos los cristianos como el día en que el amor venció al temor. Sé valiente como ellos lo fueron, y atrévete a proclamar la Buena Nueva de Jesús. Hasta la próxima.
Ven al corazón de nuestros niños y sus sueños; al corazón de nuestros jóvenes y sus ilusiones; al corazón de tantos buenos esposos que luchan cada día por su amor y por su hogar; ven al corazón de nuestros agentes de pastoral y fortaléceles en su entrega y servicio; ven al corazón de nuestros sacerdotes que no se cansen de ser tus testigos en medio del mundo… Necesitamos que nuevamente abras las puertas del miedo y la desilusión que nos aprisionan; necesitamos que sueltes nuestra lengua para hablar a todos de ti y que todos entiendan tu mensaje de amor, necesitamos un nuevo pentecostés. Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez
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Educando para el amor
Domingo 09 de junio de 2019
La mujer inicia <la historia del amor hermoso>
S
...Lo de Dios a Dios
Fil. Rafael Gómez M.
i “el feminismo de género” insiste en el “complot varonil” en contra de la mujer y exige de la sociedad una interpretación neo-marxista, es porque, asegura, “la historia de-muestra que las relaciones humanas se establecen mediante una constante lucha de clases entre el opresor y el oprimido y que, tal lucha, solo se resolverá cuando el oprimido, en este caso la mujer, se levante en revolución contra el opresor, el hombre, y le imponga la dictadura del oprimido”. La feminista de género, Dale O’Leary, sostiene que Frederick Engels, pensador alemán, autor del libro, “El origen de la Familia, la Propiedad y el Estado”, allá por las postrimerías del siglo XIX, fue quien sentó las bases para la unión entre el marxismo y el feminismo. Las revoluciones han dejado pérdidas y, cambiar una dictadura por otra, no ha dado paz a los seres humanos. ¿Qué se ha logrado de la lucha y de los odios entre ricos y pobres, obreros y patrones, negros y blancos, mujeres y hombres…? ¿Qué ha aportado la perspectiva de género, no el feminismo que quiere igualdad y moral de los sexos e igualdad para todos? ¿Qué ha aportado la perspectiva de género, en cuanto ideología, para lograr el empoderamiento femenino y su derecho al poder, al tener y al saber? Porque, en realidad, lo que se ha logrado ha sido la paridad de sexo, no de género, para conseguir igual presencia femenina y masculina en la vida social. Es un hecho que un altísimo porcentaje de la humanidad, hombres y mujeres, sufre tal depresión, que muchos buscan salidas mediante suicidio, antidepresivos, adicciones, diversiones, relajamiento, no sano esparcimiento, y un recorrido en círculo que nace en la depresión y vuelve a ella. ¿Es un logro del feminismo de género que no ha encontrado, porque no la ha buscado, la igual dignidad de todos los seres humanos? La igual dignidad de los seres humanos echa sus raíces y se nutre en la familia… La igual dignidad de los seres humanos solo echa raíces en el terreno de la familia que es el lugar del igual amor para cada hija e hijo e igual amor entre los hermanos; es el lugar de tierra fértil en donde la naturaleza, divina y humana, elige “para ver nacer y ver crecer al amor hermoso”. La historia del amor hermoso nació, cuando nació la redención, en Nazaret, con un hombre justo, José, que habría de tener el derecho de considerar
a su novia, María, como su esposa y madre de sus hijos… Cuando José, hombre justo, supo que la maternidad de María no le imponía obligaciones legales, por amor, decidió dejarla sin hacerle daño, en secreto, y disolver, mediante el amor, su matrimonio con María, pero escuchó la voz de Dios que intervino para comprometerlo con su peculiar familia y sostener su deseo de vínculo con María: “José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo” (Mt 1,20). María, porque era mujer y porque su vida estaba envuelta en el misterio del Espíritu Santo, que es el Amor mismo, estaba dispuesta al amor hermoso aunque, por él, una espada de dolor le atravesaría su corazón”. Ella había sido llamada a ser la Madre del Hijo de Dios para seguirlo “en su larga peregrinación de la fe”. Ella es llamada, en su naturaleza femenina, a darle consistencia a la vocación de la mujer que, en su natural maternidad, se adelanta al hombre para seguir muy de cerca a sus hijos “en su larga peregrinación del amor”. El Señor Dios interviene en el deseo de vínculo de quienes han buscado un encuentro para comprometerse en matrimonio e interviene en el cumplimiento de la alianza de los esposos a través de quien es el Amor mismo, el Espíritu Santo. Nunca se podrá resolver el problema de la mujer, por la lucha de clases del oprimido contra el opresor; nunca por una revolución; nunca por el cambio de una dictadura por otra. Ni la primera pareja humana, Adán y Eva, envueltos en la estructura de pecado, fueron privados de escribir <su propia historia del amor hermoso> porque habían vivido su comunión con Dios y porque la historia del amor hermoso es la historia de la salvación de hombres y mujeres. La mujer está llamada a una nueva creación en un siempre nuevo Pentecostés. Está llamada a iniciar el amor hermoso, no contra el esposo, sino con él, por la automanifestación de su persona, por su capacidad femenina ante el amor, por su iniciativa de coloquio con el hombre a quien suplica: “caminemos juntos en la vida”.
La Iglesia y los abusos sexuales
Benedicto XVI (Parte 4) P. David Grimaldo
H
ay valores que nunca deben ser abandonados por un valor mayor e incluso sobrepasar la preservación de la vida física. Existe el martirio. Dios es más, incluida la sobrevivencia física. Una vida comprada por la negación de Dios, una vida que se base en una mentira final, no es vida. El martirio es la categoría básica de la existencia cristiana. El hecho que ya no sea moralmente necesario en la teoría que defiende Böckle y muchos otros demuestra que la misma esencia del cristianismo está en juego aquí. En la teología moral, sin embargo, otra pregunta se había vuelto apremiante: había ganado amplia aceptación la hipótesis de que el magisterio de la Iglesia debe tener competencia final (“infalibilidad”) solo en materias concernientes a la fe y los asuntos sobre la moralidad no deben caer en el rango de las decisiones infalibles del magisterio de la Iglesia. Hay probablemente algo de cierto en esta hipótesis que garantiza un mayor debate, pero hay un mínimo conjunto de cuestiones morales que están indisolublemente relacionadas al principio fundacional de la fe y que tiene que ser defendido si no se quiere que la fe sea reducida a una teoría y no se le reconozca en su clamor por la vida concreta. Todo esto permite ver cuán fundamentalmente se cuestiona la autoridad de la Iglesia en asuntos de moralidad. Los que niegan a la Iglesia una competencia en la enseñanza final en esta área la obligan a permanecer en silencio precisamente allí donde el límite entre la verdad y la mentira está en juego. Independientemente de este asunto, en muchos círculos de teología moral se expuso la hipótesis de que la Iglesia no tiene y no puede tener su propia moralidad. El argumento era que todas las hipótesis morales tendrían su paralelo en otras religiones y, por lo tanto, no existiría una naturaleza cristiana. Pero el asunto de la naturaleza de una moralidad bíblica no se responde con el hecho que para cada sola oración en algún lugar, se puede encontrar un paralelo en otras religiones. En vez de eso, se trata de toda la moralidad bíblica, que como tal es nueva y distinta de sus partes individuales. La doctrina moral de las Sagradas Escrituras tiene su forma de ser única predicada finalmente en su concreción a imagen de Dios, en la fe en un Dios que se mostró a sí mismo en Jesucristo y que vivió como ser humano. El Decálogo es una aplicación a la vida humana de la fe bíblica en Dios. La imagen de Dios y la moralidad se pertenecen y por eso resulta en el cambio particular de la actitud cristiana hacia el mundo y la vida humana. Además, el cristianismo ha sido descrito desde el comienzo con la palabra hodós (camino, en griego, usado en el Nuevo Testamente para hablar de un camino de progreso). La fe es una travesía y una forma de vida. En la antigua Iglesia, el catecumenado fue creado como un hábitat en la que los aspectos distintivos y frescos de la forma de vivir la vida cristiana eran al mismo tiempo practicados y protegidos ante la cultura que era cada vez más desmoralizada. Creo que incluso hoy algo como las comunidades de catecumenado son necesarias para que la vida cristiana pueda afirmarse en su propia manera.
Domingo 09 de junio de 2019
Para c o l o re a r