Edición 543

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Felicidades San Luis Año 11

No. 543

Semana del 25 al 31 de agosto de 2019

Así inspiró la Virgen María el nombre de una de las ciudades más grandes

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ste día 25 de agosto, celebramos la solemnidad en honor de San Luis Rey de Francia, patrono de la ciudad de San Luis Potosí, de nuestro Estado y de nuestra Iglesia Potosina. El espíritu religioso, de esta fiesta patronal, nos congrega para honrar a un hombre en sus virtudes que le llevaron a alcanzar la santidad. Es por ello que cada 25 de agosto, el Sr. Arzobispo de San Luis Potosí, preside la Celebración Eucarística en nuestra Iglesia Catedral, acompañado por el presbiterio, la Vida Consagrada, el Seminario y por supuesto los cientos de fieles que se congregan para celebrar a San Luis Rey. Nuestro Santo nació el año de 1214, hereda el trono a los escasos 22 años. Fue un hombre de oración y practicante de la caridad, especialmente con los más pobres. Como gobernante se distinguió por buscar la paz entre las naciones así como el bien, tanto material como espiritual de todos sus pueblos. San Luis se tiene como uno de los grandes ejemplos de la historia en cuanto a saber gobernar. Tenía la noción de que el gobierno es más un deber que un derecho; de aquí que todas sus actividades obedecieran solamente a esta idea: el hacer el bien buscando en todo la felicidad de los ciudadanos. San Luis lucha para que haya paz entre todos, pueblos y

nobleza. Todos los días administró la justicia personalmente, atendiendo las quejas de los oprimidos y desamparados. Su forma de gobernar y de acercarse a personas, dio a San Luis fama de bueno y justiciero, y a él recurrían a veces en demanda de ayuda y de consejo. Padre de su pueblo y sembrador de paz y de justicia, serán los títulos que más han de brillar en la corona humana de San Luis, Rey. Tenía una predilección especial para los pobres y desamparados, a quienes sentaba muchas veces a su mesa, les daba él mismo la comida y les lavaba con frecuencia los pies, a semejanza del Maestro. Por su cuenta recorre los hospitales y reparte limosnas. Se pasa grandes ratos en la oración, y en este espíritu, va educando también a sus hijos, cumpliendo de modo admirable sus deberes de padre, de rey y de hombre de fe. Lejos de su pueblo, San Luis cayó víctima de la peste, ocasionada por el calor, la putrefacción del agua y de los alimentos. El 3 de agosto muere el segundo hijo del Rey, Juan Tristán y el 25 del mismo mes la muerte arrebataba al mismo San Luis, que, como siempre, se había empeñado en cuidar por sí mismo a los moribundos. Tenía entonces cincuenta y seis años de edad y cuarenta de reinado. Unos años más tarde, el 11 de agosto de 1297, era solemnemente canonizado por Su Santidad el Papa Bonifacio VIII en la iglesia de San Francisco de Orvieto (Italia).

n detalle no muy conocido de Los Ángeles –la segunda ciudad más grande de Estados Unidos y con cerca del 50% de habitantes latinos– es que su nombre está inspirado en la Virgen María. El 2 de agosto de 1769, Fiesta de Nuestra Señora de Los Ángeles de Porciúncula, llegó a la región el P. Juan Crespí, misionero franciscano español. El P. Crespí era capellán del grupo del capitán Fernando Rivera, en la expedición de Gaspar de Portolá i Rovira. En la zona encontró un río al que llamó “El Río de Nuestra Señora La Reina de Los Ángeles de Porciúncula” y aconsejó que en ese territorio se establezca una misión para la evangelización. En la misma expedición, pero en otro recorrido, viajaba San Junípero Serra, considerado el Padre del estado de California. El 14 de septiembre de 1781, según cuenta la historia local, 44 pobladores de la zona, acompañados por dos sacerdotes y un escuadrón militar, llegaron al lugar sugerido por el P. Crespí y fundaron el “Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de Porciúncula”, inspirado en el nombre del río. Los Ángeles se convirtió en parte del reino español dentro del virreinato de Nueva España. Tras la independencia de Nueva España en 1821, la ciudad de Los Ángeles fue anexada al territorio de México. Después de la guerra entre México y Estados Unidos, a mediados del siglo XIX, Los Ángeles y otros territorios quedaron en poder de lo que hoy es el estado de California. Actualmente, la Arquidiócesis de Los Ángeles es la diócesis más poblada de Estados Unidos con unos cinco millones de católicos. Es gobernada pastoralmente por Mons. José Gomez, quien es de origen mexicano. El río que encontró el P. Crespí se llama hoy también “Río Los Ángeles” y cruza la ciudad.


El arte de gobernar

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n la vida de la Iglesia, Dios ha puesto siempre a personas importantes, que en su momento, aportaron lo mejor de sus dones y cualidades al servicio de la comunidad eclesial. Uno de estas personas es San Luis Rey noveno de Francia. Fue una persona sabia, prudente, de una honda y profunda fe con la que supo muy bien gobernar y conducir a su pueblo. Lo hizo no solo desde su trono sino también en el contacto y cercanía con sus súbditos, con quienes fue siempre caritativo. Buscó no brillar solo él sino que quiso también que su pueblo también creciera y mejorará en todos los aspectos de la vida cotidiana. Fue un gobernante preocupado por el bienestar de su pueblo y en la búsqueda del bien común, tan difícil de alcanzar en cualquier etapa de la vida de las diversas comunidades sociales. Supo escuchar y atender a los que lo buscaban. Nunca antepuso su título de rey al tratar a los demás. Vivió con austeridad y con entera sencillez. Y, sobre todo, vivió siempre dando ejemplo vivo de su fe. En un mundo tan complejo y complicado como en el que hoy nos ha tocado vivir, hacen falta personas como él. Personas que entendiendo el poder como ministerio delegado y no como un absoluto privilegio, entiendan con mucha claridad, que gobernar no es solo dictar órdenes o tomar decisiones unilaterales. Faltan hoy gobernantes con espíritu de entrega y sacrificio, que, caminando con su pueblo, descubran sus más hondas y profundas necesidades, sus más apremiantes ilusiones y sus más desgastantes preocupaciones. Hacen falta gobernantes que entiendan que lo primordial es el bien común, no el de un partido o el de solo algún grupo descartando o desplazando a los demás. Se requiere hoy que quienes gobiernan sepan escuchar y discernir, estudiar y profundizar en una realidad social que hoy pareciera ser que nos sobrepasa y estresa. Necesitamos como pueblo entender también que el trabajo es de todos, no solo de quienes nos dirigen. Necesitamos entender que no solo tenemos derechos sino también grandes y precisas obligaciones. Necesitamos buscar caminos, que aunque diversos en su entorno, nos lleven en una misma dirección. Gobernar no es nada fácil ni sencillo, esta es una gran verdad, es un gran reto que se debe asumir con la confianza de saber que se busca lo mejor, pero, ¿lo mejor para quién? Esto mismo lo podemos trasladar a nuestras familias. Hoy más que nunca, como en la sociedad, necesitamos que los padres de familia, juntos, sepan gobernar, en el mejor sentido del término, en sus hogares. Necesitamos papás que sepan orientar a sus hijos en la búsqueda del bien común, que sepan también orientarlos, no solo con las decisiones dadas, sino, ante todo, con el ejemplo. Que San Luis Rey de Francia interceda ante el Padre por nosotros y nos alcance de él, lo mejor de lo mejor.

Domingo 18 de agosto de 2019

El ambiente digital

A los jóvenes y a todo el pueblo de Dios

El ambiente digital caracteriza el mundo contemporáneo. Amplias franjas de la humanidad están inmersas en él de manera ordinaria y continua. Ya no se trata solamente de “usar” instrumentos de comunicación, sino de vivir en una cultura ampliamente digitalizada, que afecta de modo muy profundo la noción de tiempo y de espacio, la percepción de uno mismo, de los demás y del mundo, el modo de comunicar, de aprender, de informarse, de entrar en relación con los demás. Una manera de acercarse a la realidad que suele privilegiar la imagen respecto a la escucha y a la lectura incide en el modo de aprender y en el desa-rrollo del sentido crítico. La web y las redes sociales han creado una nueva manera de comunicarse y de vincularse, y son una plaza en la que los jóvenes pasan mucho tiempo y se encuentran fácilmente, aunque el acceso no es igual para todos, en particular en algunas regiones del mundo. En cualquier caso, constituyen una extraordinaria oportunidad de diálogo, encuentro e intercambio entre personas, así como de acceso a la información y al conocimiento. Por otro lado, el entorno digital es un contexto de participación sociopolítica y de ciudadanía activa, y puede facilitar la circulación de información independiente capaz de tutelar eficazmente a las personas más vulnerables poniendo de manifiesto las violaciones de sus derechos. En numerosos países, web y redes sociales re-presentan un lugar irrenunciable para llegar a los jóvenes e implicarlos, incluso en iniciativas y actividades pastorales. Pero para comprender este fenómeno en su totalidad hay que reconocer que, como toda realidad humana, está atravesado por límites y carencias. No es sano confundir la comunicación con el mero contacto virtual. De hecho, el ambiente digital también es un territorio de soledad, manipulación, explotación y violencia, hasta llegar al caso extremo del dark web. Los medios de comunicación digitales pueden exponer al riesgo de dependencia, de aislamiento y de progresiva pérdida de contacto con la realidad concreta, obstaculizando el desarrollo de relaciones interpersonales auténticas. Nuevas formas de violencia se di-

funden mediante los social media, por ejemplo el ciberacoso; la web también es un canal de difusión de la pornografía y de explotación de las personas para fines sexuales o mediante el juego de azar. No se debería olvidar que en el mundo digital están en juego ingentes intereses económicos, capaces de realizar formas de control tan sutiles como invasivas, creando mecanismos de manipulación de las conciencias y del proceso democrático. El funcionamiento de muchas pla-taformas a menudo acaba por favorecer el encuentro entre personas que piensan del mismo modo, obstaculizando la confrontación entre las diferencias. Estos circuitos cerrados facilitan la difusión de informaciones y noticias falsas, fomentando prejuicios y odios. La proliferación de las fake news es expresión de una cultura que ha perdido el sentido de la verdad y somete los hechos a intereses particulares. La reputación de las personas está en peligro mediante juicios sumarios en línea. El fenómeno afecta también a la Iglesia y a sus pastores. En un documento que prepararon 300 jóvenes de todo el mundo antes del Sínodo, ellos indi-caron que las relaciones online pueden volverse inhumanas. Los espacios digitales nos ciegan a la vulnerabilidad del otro y obstaculizan la reflexión personal. Problemas como la pornografía distorsionan la percepción que el joven tiene de la sexualidad humana. La tecnología usada de esta forma, crea una realidad paralela ilusoria que ignora la dignidad humana. La inmersión en el mundo virtual ha propiciado una especie de “migración digital”, es decir, un distanciamiento de la familia, de los valores culturales y religiosos, que lleva a muchas personas a un mundo de soledad y de autoinvención, hasta experimentar así una falta de raíces aunque perma-nezcan físicamente en el mismo lugar. La vida nueva y desbordante de los jóvenes, que empuja y busca autoafirmar la propia personalidad, se enfrenta hoy a un desafío nuevo: interactuar con un mundo real y virtual en el que se adentran solos como en un continente global desconocido. Los jóvenes de hoy son los primeros en hacer esta síntesis entre lo personal, lo propio de cada cultura, y lo global. Pero esto requiere que logren pasar del contacto virtual a una buena y sana comunicación (Christus vivit 86-90).


Domingo 25 de agosto de 2019

¡No tengan miedo!

La Iglesia y la familia

La salvación, don y tarea

P. Juan José Torres Galván

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n el camino de Galilea a Jerusalén Jesús entabla un diálogo con sus oyentes judíos: “¿Son pocos los que se salvan?”, le preguntan. Recordemos que para el pueblo judío estaba más que entendido que la salvación era exclusivamente para ellos, los otros pueblos quedaban excluidos, a menos que se adhirieran a la fe judía. La pregunta tiene mucha historia por detrás… Y la respuesta de Jesús es contundente: “esfuércense por entrar por la puerta estrecha”… El regalo de la salvación que viene de Dios exige en el ser humano una actitud de colaboración. El esfuerzo humano no supone que la salvación sea obra humana, pero sí es necesario un compromiso efectivo que colabore con esa voluntad divina de salvación. El ejemplo que pone Jesús incluso habla de que el Señor desconocerá a aquellos que quieran entrar a la salvación sin haber puesto su esfuerzo: “aléjense, ustedes los que hacen el mal”… Ya el texto evangélico nos da una respues-ta muy importante: para salvarse hay que esforzarse por hacer el bien. Y de ahí se desprende otra conclusión muy importante: la salvación no es propiedad exclusiva del pueblo judío, sino de todos los hombres y mujeres de buena voluntad que se empeñen por practicar el bien. La afirmación de Jesús no deja lugar a dudas: vendrán muchos de los cuatro puntos cardinales a participar en el banquete eterno. La salvación es patrimonio de toda la humanidad, nadie está excluido, nadie es propietario exclusivo… Las prácticas religiosas judías (y las de cualquier otra religión) no compran o aseguran la salvación, por más piadosas que éstas sean. No basta con una vivencia exterior de la fe. El esfuerzo constante por vivir y practicar la misericordia es indispensable para la salvación. Por esto la afirmación de Jesús que asegura que muchos últimos serán los primeros, mientras que muchos que ahora son los primeros, serán los últimos. Para sorpresa de muchos en el juicio definitivo muchos hombres y mujeres “no religiosos” serán admitidos al banquete celestial por su compromiso con el bien de la humanidad, por su lucha por el bien común. Jesús en el Evangelio nos invita a vivir la fe desde dentro, expresando con gestos de amor al prójimo lo que sentimos en el corazón. Ese sí que es un camino seguro para llegar a la comunión plena con el Señor.

Inspirados en San Luis promovamos la justicia y la paz

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ueridas familias potosinas, este día celebramos la solemnidad de nuestro Santo Patrono. La celebración de San Luis, me inspira para poder compartir una pequeña reflexión en torno a lo que cada uno de nosotros, como potosino y como me-xicanos, estamos viviendo. En las últimas décadas, los mexicanos hemos vivido una serie de cambios, muchos de e-llos han surgido muy esperanzadores; también han sucedido cosas, que han marcado nuestras vidas con la desilusión y la desesperanza. Cosas que han cimbrado el ambiente de nuestra sociedad como ha sido la corrupción, la falta de un empleo digno bien remunerado y por supuesto, la violencia que nos acosa día a día, en todos los sectores de nuestra sociedad. Hay muchas cosas que necesitan ser cambiadas, cosas que necesitan ser mejoradas por cada uno de nosotros. Deseamos salir de un callejón sin salida, necesitamos encontrar un buen camino que podamos recorrer sin más preocupación que la de alcanzar lo que cada uno se prepone para el bien de sí mismo y de los demás. Encontramos buenos discursos en los distintos ámbitos de la vida política, social y económica de nuestro país pero, desgraciadamente en muchos de ellos, sin el sustento que solo puede dar Dios. Hace falta que, no solo nos preocupemos por lo material, sino también sino también por lo espiritual. San Luis fue un hombre que gobernó a su pueblo desde muy joven, alguien que se preocupó por la necesidad de los demás y muy cercano a los más pobres. Así pues, inspirándome en su personalidad, quiero señalar algunas consideraciones para nuestra sociedad. Procedamos con la verdad Vivimos en tiempos, en los que la sociedad se ha enmarcado en una guerra entre el Bien y el Mal, entre la Verdad y la Mentira. Hoy nos hemos dejado envolver por una serie de ideologías que nos han apartado de la Verdad, hemos dejado de darle objetividad a la razón. Experimentamos un aberrante relativismo que nos ha llevado a modificar la Verdad cuantas veces se pueda adaptar a mis intereses y necesidades. Hemos modificado el sentido del bien y por supuesto la Verdad, al grado que podemos afirmar que lo que ayer era malo hoy es bueno y… al revés. No se respeta la ley, no hay espacio para el Derecho Natural, no se respeta la vida, no se acepta la existencia de Dios, no hay derecho a la libertad de conciencia.

Queridos hermanos y hermanas, en el caminar de nuestra vida, todos estamos obligados a buscar la Verdad, una vez conocida, a abrazarla y practicarla. Actuemos con Caridad Una de las grandes virtudes que nos inspira San Luis, es el detalle de la caridad con la que trató a cada una de las personas. Su biografía, nos habla de la cercanía que tuvo con los más pobres, con los enfermos, de la atención con la que trató a sus compañeros de batalla incluso hasta los últimos momentos de su muerte. En estos tiempo cómo necesitamos practicar esta virtud teologal, en su máxima expresión que es el amor. Las prisas y lo complejo en lo que se ha convertido nuestra vida, nos puede llevar a la actitud de sentirlo como algo imposible; sin embargo, Dios nos concede la gracia que necesitamos para alcanzar lo que nos proponemos. Podemos vivirlo y experimentarlo. Humanamente el Señor Jesús reco-rrió este camino enseñándonos a amar a Dios, amar a nuestro próximo y a nosotros mismos. San Luis nos inspira a ello, el hombre que gobernó a su pueblo se acercaba y atendía las quejas de los oprimidos y desamparados, e incluso los sentaba muchas veces a su mesa, les daba él mismo la comida y les lavaba con frecuencia los pies, a semejanza del Maestro. Trabajemos por la justicia, el amor, y la paz. El trabajo de San Luis, rey de Francia, fue contundente realizándolo por alcanzar la justicia, el amor y la paz. San Luis fue conocido como “Padre de su pueblo y sembrador de paz y de justicia”. No sólo trabajó por la justicia y la paz, de los suyos, sino que también la propagó con lo pueblos vecinos. Desde el principio de su reinado San Luis lucha para que haya paz entre todos, pueblos y gobernantes. Somos sabedores de las dificultades que pasamos en las últimas décadas, no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo. Que San Luis, interceda por nuestros pueblos y nuestros gobiernos para que trabajemos en cada una de las virtudes con las que él, inspirado en nuestro Dios, vivió y compartió con lo suyos. Mientras más lo hagamos, sin duda que más le vamos a permitir a la gracia de Dios entrar en cada uno de nuestros pensamientos y deseos, y más nos vamos a adherir a la verdad, y a promover la justicia y la paz.

Se despide y les quiere su amigo, hermano, Obispo y Pastor.

+ Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero Arzobispo de San Luis Potosí


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Nuestra historia

Existe la perfección, pero no los hombres perfectos Pbro. Lic. Salvador González Vásquez

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os hombres, anhelamos encontrar a un ser perfecto. Porque siempre buscamos lo mejor. Por eso, alguien definió al hombre, como el eterno insatisfecho. Por esa razón, hay hombres decepcionados, que se pasaron la vida buscando entre los hombres, a un ser extraordinario; muchos, perdieron hasta la fe, al sentirse decepcionados por los mismos hombres.

El emblemático Barrio de San Miguelito y su historia La urgencia del vital líquido a la ciudad Capital 3era. Parte

Por Pbro. Rubén Pérez Ortíz

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e atribuye a Ildefonso Díaz de León, primer gobernador del estado, la idea de construir el acueducto de la Cañada del Lobo. Por ese tiempo, en 1827, la ciudad sufría serios problemas en cuanto al abasteci-miento de agua. El gobernador decidió poner remedio a esa situación y encomendó a Juan N. Sanabria la tarea de estudiar el manantial de la Cañada del Lobo y el medio para traer esa agua a la ciudad. Sanabria puso manos a la obra y pronto presentó un informe, así como el presupuesto, dividido en tres partidas: la primera para el costo de los tajos y deposito principal de la misma cañada; la segunda, el costo de la cañería desde el manantial hasta una caja repartidora que se construiría a espaldas del convento de la Merced; y la tercera, la prolongación de esa cañería hasta la plaza, con ramales a las plazuelas de San Francisco, la Compañía y San Juan de Dios. El gobernador aprobó el proyecto, y se comenzó la construcción. Para poder llevar a cabo la obra, en 1828 el gobernador Díaz de León entro en tratos de compraventa con fray Tomás Muñiz, prior de San Agustín, para adquirir el rancho de la Cañada del Lobo, propiedad de los agustinos. Sin embargo, Díaz de León se enfermó, por lo que fue destruido por Vicente Romero en febrero de ese año y la construcción se suspendió. El 31 de octubre de 1828 fray Tomás vendió al estado la tierra y ojos de agua de la Cañada del Lobo en 1000 pesos. Díaz de León no alcanzó a saber que su iniciativa se había logrado, pues murió el 29 de junio.

A los potosinos les interesaba el proyecto tanto por los beneficios del agua como por lo que significaban las fuentes en el hermoseamiento del exterior del santuario y de la calzada, pero el gobernador Vicente Romero no le interesó seguir el proyecto y desechó los planos de Sanabria. Romero, por cuya usurpación se habían suspendido los trabajos de la Cañada del Lobo, no concluyó su gestión, pues fue depuesto el 11 de junio de 1830 y se le sometió a juicio por múltiples arbitrariedades. El 21 de julio la legislatura nombró gobernador interino a Manuel Sánchez. Se renovaron los trabajos, dirigidos por Sanabria, es decir, los de la Cañada del Lobo, las fuentes del santuario y la Caja del Agua al empezar la calzada. A mediados de noviembre de 1831 ya se había concluido la obra; el acueducto llegó hasta el santuario, donde ya estaban listas las pilas y la caja repartidora o alcantarillada. El trabajo constó de cinco a seis kilómetros, dos arquerías, un largo tajo, varios depósitos en este y todo el acueducto de piedra y cubierto. Asimismo, se indemnizó a las municipalidades de San Miguelito y San Juan de Guadalupe por los terrenos ocupados, y el día 27 se llevó a cabo la inauguración. En cuanto a la Caja del Agua, quedó concluida en agosto de 1835, siendo el autor del diseño el grabador y pintor José Guerrero Solache. El costo total de la obra de la Cañada del Lobo, las fuentes, alcantarillas, llaves, alameda y bancas de cantera ascendió a 54 063 pesos.

No hay que olvidar, que el hombre no es perfecto. Esto, hay que buscarlo más allá de lo humano. Lo perfecto existe; pero trasciende al hombre. Alguien dijo: “No se trata de encontrar a una persona extraordinaria; se trata de encontrar algo extraordinario en una persona ordinaria”(El principito). Lo extraordinario, se mira a través del hombre, pero va más allá del mismo. Ya que el hombre nunca estará completo; porque algo le va a faltar. No te fijes en lo que falta, admira lo que hay. Por desgracia, cuando vemos las cualidades de alguien, al instante juzgamos sus defectos. Y a éstos, les damos tanta importancia, que hasta llegamos a negar lo bueno que hay en el hombre. La oscuridad de nuestros ojos, nos impide aceptar, lo extraordinario que hay en la persona. Cada persona, a pesar de sus defectos, tiene algo de extraordinario. Ya lo dice San Pablo: “Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros”. (2Cor. 4,7). Los hombres fallan, pero Dios no. El hombre, aun siendo de barro, tiene grandes cualidades. Y éstas, tienen su origen en Dios. Por eso, Pablo dice que somos de barro. Y el barro, siempre está en riesgo de romperse; y pues, de eso estamos hechos, pero tenemos algo extraordinario. Y como decía Pascal, somos una caña pensante: frágiles y quebradizos; pero con la capacidad de inteligir, y de hacer obras maravillosas. Por eso, no dejes que la maldad humana, te empuje a dudar de la bondad divina. El hombre tiene capacidad para hacer el bien; pero se resiste a hacerlo, y termina haciendo daño. En el hombre hay bondad, y ésta, procede de un ser bondadoso, al que todos llamamos Dios. No porque el hombre sea imperfecto, lo vamos a dejar de amar. Porque tu necesitas dar amor, y el otro necesita ser amado. Si existiera el hombre perfecto, caeríamos en el pecado de la idolatría; porque adoraríamos al hombre, y nos olvidaríamos de Dios. No porque los hombres sean imperfectos, vamos a negar que existe la perfección. Pero ésta, hay que buscarla en Dios. Si algún humano, llegara a ser perfecto, entonces podríamos afirmar: que él, ha dejado de ser hombre.


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Cosas y Casos de la vida

Conoce brevemente a San Luis IX Rey de Francia 1214 – 1270 Por: P. Kino

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l objetivo de este artículo es invitarte a que tengas un breve semblante de nuestro Patrono de la ciudad San Luis Rey de Francia. Su vida es muy interesante, pero aquí es sólo un esbozo de lo que consideré más importante que debemos de saber de este santo. 1. También se le conoce como Ludovico, por ser este nombre una variante del nombre de Luis. Nació en Poissy (Francia) el 25 de abril de 1214. 2. Su Mamá se llamaba Blanca quien lo educó con valores religiosos. De ahí su gran espíritu de penitencia y oración. Su preocupación sobre sus súbditos no solo era de los bienes materiales, sino también de los bienes espirituales.

El perfil del laico

Por: Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez

colunga46561@hotmail.com

3. Su esposa se llamaba Margarita y de su matrimonio tuvo 11 hijos. 4. Comenzó a gobernar a los 22 años. Su pensamiento como Rey era: “Gobernar es un deber, no un derecho”, y así buscaba el bien de los súbditos. 5. Perdonaba a sus enemigos que vencía en las guerras. Era bueno con ellos. 6. Invitaba a comer a su mesa a los pobres, visitaba hospitales era un buen esposo y padre de familia. 7. Participaba activamente en las cruzadas. Murió en Túnez, durante la octava cruzada como consecuencia de la peste. Tenía 56 años cuando fue llamado a la casa de Dios. 8. Muere el 25 de Agosto de 1270. Sus restos están sepultados en el panteón de San Dionisio en París. 9. Lo canonizó en Italia el Papa Bonifacio VIII el 11 de agosto de 1297. 10. Contemporáneo de Santo Tomás y San Buenaventura. Para concluir, invito a que lean el testamento de San Luis Rey a su hijo Felipe quien sería su sucesor. En ese escrito descubriremos la gran vida espiritual de este santo, y cada uno puede aplicarlo a la vida. Este testamento lo podrás encontrar en el oficio de lectura del 25 de agosto, en la liturgia de las horas o en internet. Vale la pena leerlo. Es pequeño el escrito pero muy substancioso. Entre las cosas que dice es que se debe estar dispuesto a sufrir toda clase de martirios antes de cometer pecado mortal.

Queridos lectores: He tratado en varios artículos algunos perfiles y ahora quiero dedicar este espacio a los laicos. En la iglesia, por Institución divina hay unos fieles que son ministros sagrados, denominados clérigos, los demás son laicos (c. 207,1). Los laicos, forman parte de la Iglesia y participan del sacerdocio común de Cristo, es decir, por el bautismo son profetas, sacerdotes y reyes, por lo tanto los fieles, tienen una misma dignidad y acción y deben de cooperar a la edificación del Cuerpo de Cristo (c. 208). La dignidad a la que me refiero, significa que todos los fieles son sujetos de derechos y son llamados a un fin sobrenatural, es decir son llamados a la santidad o a la unión con Dios por el amor. También tienen deberes, y estos deberes emanan de esa condición de ser fieles y se tienen que cumplir, no como un acto jurídico, sino que tienen que ir más allá de lo que pide la justicia legal, es decir, a la participación de los sacramentos y demás medios salvíficos. Todos los fieles deben de esforzarse a llevar una vida santa y yo me pregunto. ¿Realmente los laicos están conscientes de ese deber? ¿En verdad los laicos participan de la Iglesia y de los sacramentos? Jesucristo dijo: “Cuando venga el Hijo del Hombre, separará a las ovejas de los cabritos” (Mt. 25, 33). Por lo tanto, yo catalogo a los laicos de dos clases: los buenos y los malos. Los buenos, son aquellos que cumplen con algunos o la mayoría de los siguientes deberes: rezan con frecuencia, van a misa dominical, dan el diezmo y ayudan a la iglesia a sostener su acción apostólica, obedecen las enseñanzas de sus pastores como representantes de Cristo. Pertenecen a algún grupo de apostolado y tratan de llevar una vida congruente con la doctrina cristiana. Los malos, son aquellos indiferentes a su fe; asisten ocasional o rara vez a misa; no le dan gracias a Dios de nada y consideran que todo se merecen por su esfuerzo y no porque Dios es providente. Además, tienen un concepto muy distinto de la religión y la viven a su modo, no frecuentan los sacramentos ni llevan una vida de gracia. Critican a los sacerdotes y todas las actividades de la iglesia. Se mofan de quienes sí cumplen sus deberes y creen que la religión es un modo que tiene la Iglesia para controlar a sus fieles y no un instrumento y medio de salvación. Así, que hay que considerar bien el papel del laico y cumplir con los deberes esta-blecidos para ser de los buenos y así tener participación en el cielo. Hasta la próxima.


Cantad al Señor

Construir, Cultivar, Conquistar

Ser hoy lo que Dios quiere que seamos

Por: Pbro. Memo Gil

El canto gregoriano: música que se hace oración P. José Abdías Martínez Martínez

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l canto gregoriano es el canto litúrgico de la Iglesia católica romana. Este canto se inserta en una tradición milenaria, que recibe su he-rencia del canto sinagogal judío, principalmente del canto de los salmos. Con el paso del tiempo el cristianismo se fue extendiendo por el Imperio Romano y la Liturgia se empezó a diversificar al traducirse a las distintas lenguas que se hablaban en el Imperio (latín, griego, copto, etc.), lo cual provocó un gran desarrollo y crecimiento del repertorio musical cristiano. Se intercambiaban melodías y se pudo realizar un verdadero compendio del arte musical desde Hispania y las Galias hasta el Oriente Medio. Sin embargo el canto ligado a estas liturgias comparte una caracte-rística fundamental, ya que procede de la recitación más o menos adornada de un texto sagrado, por lo cual no se entiende como música en sí misma, sino como oración. El canto entendido como soporte de un texto cumple tres funciones esenciales: 1. Memoria. En una cultura de tradición oral en la que los textos deben aprenderse de memoria, la coincidencia de ritmo y acentuación entre melodía y texto ayuda a retener con mayor exactitud ambos, reforzándose mutuamente. 2. Amplificación. En ausencia de medios artificiales de amplificación del sonido, el canto es la forma más eficaz de hacer audible un texto ante asambleas amplias. 3. Emoción. Por muy simples que sean las fórmulas melódicas utilizadas en la recitación, el canto sitúa instantáneamente al oyente en el plano de las emociones. En el caso de un texto sagrado, el canto puede transfigurar el texto asemejándolo con la Palabra de Dios, conseguir que cobre sentido un texto incomprensible, o que adquiera una cualidad mística.

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“Haz que volvamos a ti, Yahvé, y volveremos; haz que seamos de nuevo lo que fuimos antes”. (Lam 5,21) “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. (1Tim 2,4) “Vengan a mí los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré”. (Mt 11,28)

er cada día plenamente nosotros mismos, de acuerdo a lo que Dios quiere. Presenta la dificultad de que influye mucho en nosotros lo que los demás quieren de nosotros. Entonces, jugamos roles, que corresponden a lo que conviene que seamos ante determinado grupo humano, y en situaciones específicas. Y acabamos así siendo, como los demás quieren que seamos. O que actuemos, aún contra nuestra voluntad, conforme a lo que en determinadas circunstancias se nos exige. En nuestra experiencia humana, hay algo que nos pesa demasiado: el pasado. Sí, ése pasado lleno de cosas negativas que nos hubiera gustado mejor no vivir, pero que también se encuentra cargado de cosas muy buenas. Y como nos ha marcado, tal vez demasiado, el pasado acaba siendo un gran peso, del que resulta difícil liberarse. Difícil hemos dicho, pero no imposible. Para poder vivir en el presente, siendo lo que Dios quiere que seamos. Debemos dar al pasado y a las experiencias vividas en él, la debida dimensión. Es decir, quedándonos con lo que nos ha servido para crecer, para madurar, para enfrentar fortalecidos el presente y lo que el futuro nos depare. No vale la pena pasártela pensando qué hubiera sido mejor, o cómo deberíamos haber actuado en determinadas circunstancias. En el aquí y ahora que se nos permite vivir hoy, debemos asumir cada instante y sus circuns-tancias, desde la trascendencia que Dios pide a nuestras actitudes. No nos es lícito “matar”

el tiempo, pues no lo creamos nosotros y, por lo mismo, es muy valioso. Al tiempo, hay que llenarlo de vida, de entusiasmo, de pasión, de interés. Es ésa la tarea que nos toca desarrollar para mantenernos productivos. ¿Qué es lo que Dios quiere que seamos hoy? Hijos suyos atentos a su amor. Que sepamos enfrentar todos los retos que Él nos permita vivir. Para que, desde la providencia y tolerancia, los hagamos parecer fáciles de superar. Y que ante todo, se fortalezca siempre nuestra esperanza y determinación. Logrando experimentar así, que no vamos viviendo en vano. Que nuestra vida tiene sentido. Y que ése sentido es el motor que nos estimula y nos mantiene llenos de vitalidad. De éste modo, aprenderemos a vivir al máximo cada día. Desde el hoy de nuestra existencia, en donde Dios nos permite que seamos lo mejor de nosotros mismos, gracias a las inmensas posibilidades que nos ofrece. Pues como alguien ha dicho: “En donde terminan tus posibilidades, empiezan las de Dios”. Seamos conscientes de que hoy contamos con todo lo necesario, para saber ser nosotros mismos. Para sacar lo mejor que hay en nosotros. Para no darnos por vencidos, ante nuestras limitaciones. Para corresponder a lo que Dios ha proyectado sobre nosotros y sobre nuestras vidas. Hay que desearlo. Hay que apasionarnos por alcanzarlo. Y llegaremos a ser hoy suficientemente felices, para que podamos hacer felices a los demás. Esto es definitivamente lo que Dios quiere para nosotros: nuestra felicidad.

Santa Mónica patrona de mujeres casadas y modelo de madres cristianas

27 de agosto

“Cuántas lágrimas derramó esa santa mujer por la conversión del hijo! ¡Y cuántas mamás también hoy derraman lágrimas para que los propios hijos regresen a Cristo! ¡No perdáis la esperanza en la gracia de Dios!”, dijo el Papa Francisco en agosto del 2013.

Este canto lo podemos distinguir a través de dos rasgos característicos y recurrentes:

Santa Mónica nació en Tagaste (África) en el año 331. Siendo joven y por un arreglo de sus padres, se casó con Patricio, un hombre violento y mujeriego.

1. Es fundamentalmente monódico (una sola voz real), aunque puede ser interpretado tanto de forma solista como coral. 2. Presenta un ritmo libre (no existe un pulso estable) asemejándose a una prosa musical en la que la longitud de las frases musicales viene dada directamente por la longitud de las frases textuales.

Sin embargo, Mónica nunca dejó de rezar y ofrecer sacrificios por la conversión de su esposo, quien cambió de vida, se bautizó y murió como buen cristiano.

“La Iglesia reconoce el canto gregoriano como el propio de la liturgia romana; en igualdad de circunstancias, por tanto, hay que darle el primer lugar en las acciones litúrgicas”. (Sacrosancum Concilium, 16)

El Santo de hoy

Algunas mujeres le preguntaron por qué su marido nunca la golpeaba, entonces les dijo: “Es que, cuando mi esposo está de mal genio, yo me esfuerzo por estar de buen genio. Cuando él grita, yo me callo. Y como para pelear se necesitan dos y yo no acepto la pelea, pues.... no peleamos”.

Pero su dolor no terminaría ahí. Agustín, su hijo mayor, tenía actitudes egoístas, caprichosas, y no se acercaba a la fe. Llevaba una vida disoluta y ella sufría por ver a su hijo alejado de Dios. Es por eso que durante años siguió rezando y ofreciendo sacrificios.

Cierto día se acercó a un Obispo para contarle su pesar. El Prelado le respondió di-ciendo: “Esté tranquila, es imposible que se pierda el hijo de tantas lágrimas”. Ella siente realizada su misión cuando, tiempo después, San Agustín es bautizado en la Pascua del 387. Luego muere en el puerto de Ostia, África, a los 55 años. En el Ángelus del 27 de agosto del 2006, el Papa Benedicto XVI, recordando a estos dos santos, dijo: “Santa Mónica y San Agustín nos invitan a dirigirnos con confian-za a María, trono de la Sabiduría. A ella encomendamos a los padres cristianos, para que, como Mónica, acompañen con el ejemplo y la oración el camino de sus hijos”.


07 Por Luis Marino Moreno Flores

Cómplices del Espíritu

Un nuevo paradigma de la Misión José Cristo Rey García Paredes

N

o hay mayor dignidad para un ser humano que ser cómplice del Espíritu. Que alguien sea escogido para entrar en las corrientes del Espíritu creador y recreador excede cualquier sueño o pretensión. El Espíritu emerge por doquier. Él es el alma de la Iglesia y agente principal de la misión. Desde esta pers-pectiva hemos de enfocar nuestra visión. El cambio de paradigma en la teología de la misión es cada día más evidente. La misión del Espíritu -la Missio Dei- reconfigura nuestra comprensión del mundo y de la Iglesia. “La misión es una; los ministerios, múltiples” (AA2). Podemos decir: “La misión del Espíritu es una sola; cómplices del Espíritu somos muchas personas” Se hace necesaria una auténtica “conversión misionera” que afecte a personas, estructuras e instituciones, para que el Espíritu pueda contar con nuestra complicidad para llevar su misión adelante. Se trata de ceder el paso y no entorpecer la acción de quien es el verdadero protagonista de la misión: el Espíritu Santo. El presente libro es un auténtico tratado de teología de la misión, desde la perspectiva de la vida religiosa. Una obra imprescindible.

Iglesia Universal CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco recordó que es una incoherencia llamarse cristiano y acudir a un adivino o adivina a que lea la mano: “Eso es superstición, no es de Dios”, aseguró. “Cuántos que se dicen cristianos acuden a un adivino o adivina a que le lean la mano”, lamentó en su reflexión previa al rezo del Ángelus el domingo 18. “Se trata”, afirmó el Pontífice, “de no vivir de manera hipócrita, sino de estar dispuestos a pagar el precio de la elección coherente con el Evangelio”. WISCONSIN.- Las Hermanas Franciscanas de la Caridad Cristiana invitan a las mujeres católicas “millennial” a vivir un retiro de discernimiento especial, diseñado solo para ellas. “Un retiro puede ser un paso perspicaz e inspirador para avanzar del discernimiento a la acción al seguir la voluntad de Dios”, expresó la hermana Julie Ann Sheahan, directora de vocaciones. A través de diferentes formatos, las hermanas animan a las jóvenes católicas a participar en los retiros que tienen programados hasta diciembre de este año en Wisconsin (Estados Unidos). CHILE.- En el marco del Mes de la Solidaridad en Chile, la comunidad de la Catedral de Temuco abrió sus puertas para acoger con un almuerzo a 25 personas en situación de alta vulnerabilidad. El 14 de agosto asistieron hasta el lugar algunas personas sin techo, con enfermedades graves, que viven en soledad, entre otras situaciones; para compartir con los laicos y el Obispo de Temuco, Mons. Héctor Vargas. GUATEMALA.- Una agencia católica de solidaridad ha desplegado diversos proyectos en Centroamérica que ayudan a que las personas víctimas de violencia puedan tener condiciones de vida digna y no migrar. Catholic Relief Services (CRS), agencia solidaria de la Iglesia en Estados Unidos, realiza proyectos en diversos países de Centroamérica para asistir a jóvenes y a agricultores con las diversas problemáticas de pobreza, sequía e inseguridad que viven esos países. PERÚ.- El 18 de agosto se celebra en el Perú y otros países de América Latina el Día del Niño. La fecha tiene como objetivo recordar que los infantes son el grupo más vulnerable y quienes más sufren las crisis y los problemas del mundo. Esta fecha fue promovida por las Naciones Unidas en 1954, año en que se recomendó a todas las naciones del mundo, un día para fomentar la fraternidad entre los niños y las niñas del mundo y promover su bienestar.

Iglesia de México

José Cristo Rey García Paredes Nací un 29 de octubre de 1944 en Castellar de Santisteban, provincia de Jaén (España). Era domingo y se celebraba, entonces, la fiesta de Cristo Rey. Mis padres decidieron añadir al nombre que para mí habían escogido “José”, el nombre providencial de esa festividad “Cristo Rey”. Sentí muy pronto la vocación misionera y presbiteral. Es la vocación que da sentido a mi vida. Mis tareas docentes forman parte de esta vocación, a la que quisiera dar siempre la primacía

MÉXICO.- Como cada año, en la localidad mexicana de Huamantla, en la Diócesis de Tlaxcala, se realizó la tradicional “Noche que nadie duerme” en honor a la Virgen María. Explicó la Diócesis de Tlaxcala, que la celebración comenzó en la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad a la medianoche del 14 para el 15 de agosto, para luego recorrer las calles de la ciudad. “Cada año, las calles de este pueblo mágico se llena de alfombras de aserrín de colores, música, alegría, pero sobre todo de la fe de miles de personas que se acercan a la Santísima Virgen para agradecerle algún favor o pedir su intercesión”. MÉXICO.- La Arquidiócesis de México llevará a cabo una Megamisión en octubre -el Mes Mi-sionero Extraordinario (MME), convocado por el Papa Francisco- que cerrará con una jornada de 72 horas de misión para llegar a sitios de la Ciudad de México donde se necesita una mayor presencia de Dios. “En esta ocasión, la misión pretende llegar a cinco ambientes, donde la acción de Dios se torna muy necesaria. Con presencia, escucha y testimonio de misericordia, visitaremos a las personas con alguna discapacidad, a las que viven en situaciones de pobreza, a los privados de libertad y a los enfermos en hospitales, así como a las comunidades y zonas de nuestra urbe que sufren algún daño ecológico”.

Iglesia Potosina SAN LUIS POTOSÍ.- Este día 25 de agosto, celebramos la solemnidad de San Luis, Rey de Francia, en nuestra Iglesia Potosina. Como cada año, el Sr. Arzobispo presidirá la Eucaristía en la Iglesia Catedral para honrar a nuestro Patrono, reconrdando las virtudes y encomendando a su intercesión la paz y la reconciliación de nuestras familias, nuestra ciudad y nuestro Estado de San Luis Potosí. SAN LUIS POTOSÍ.- Esta semana, del 26 al 30 de este mes, nuestro presbiterio potosino estará en una semana de estudio, es decir, en la “Semana de Actualización”, animemos a nuestros sacerdotes y hagamos oración por ellos. Que el Señor Jesús acompañe a cada uno de ellos en esta jornada de estudios y de reflexión. Oremos por nuestros sacerdotes.


“Yo Soy Conchita Armida”

08

Parte XXIII

Luchar hasta morir

Por Pbro. Darío Martín Torres Sánchez

22 Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. 23 Una persona le preguntó: «Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?». El respondió: 24 «Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. 25 En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos”. Y él les responderá: “No sé de dónde son ustedes”. 26 Entonces comenzarán a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas”. 27 Pero él les dirá: “No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!” 28 Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. 29 Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. 30 Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos» (Lc 13, 22-30).

D

istinguir el diseño de un evangelio no es un mero ejercicio literario, sino un verdadero descubrimiento de la propuesta evangélica a la vida de la comunidad y del itinerario que se le propone. Es un proyecto hábilmente construido en base a la persona de Jesús y su mensaje. Así, cuando hablamos de la centralizad del viaje de Jesús a Jerusalén, en el evangelio de San Lucas, no constatamos un mero dato, sino que se distingue la sección que el Evangelista San Lucas consideró de gran relevancia para el fortalecimiento de la comunidad, con el propósito de otorgarle una identidad definida de cara a un ambiente grecorromano lleno de propuestas de vida. En la segunda etapa del viaje de Jesús a Jerusalén, que comenzamos a leer este domingo, encontramos una palabra clave: “αγωνίζομαι” (agonizomai). Este es un término que se suele traducir por “esforzarse”. En realidad corresponde a todo el empeño que invierte el que lucha o compite contra un adversario. Se trata de invertir la vida en dicho combate, con el sentido de “luchar hasta morir”, combatir sin bajar la guardia. Dicho verbo griego “αγωνίζομαι” está en el origen de nuestro verbo “agonizar”. Una pregunta inaugura esta sección: ¿es cierto que son pocos los que se salvan? Esto era enseñanza común entre los fariseos. La respuesta que da Jesús, con su palabra clave “combatir”, llama a la responsabilidad personal, al esfuerzo consciente por la propia salvación personal, dado que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. Jesús, lleno de misericordia, tal como se mostrará de modo especial en esta segunda parte de su subida a Jerusalén, no concibe discípulos “suaves” que se confíen irresponsablemente en su amor misericordioso, sino que los instruye para que den el todo en un combate valiente y audaz, para mantenerse en el mismo camino que Él recorre. El

discípulo no es un mero pasivo que recibe misericordia de parte de Jesús, sino que es un combativo constante que sigue a su maestro sin abandonar el camino. Además, en su respuesta, Jesús señala que la puerta del Reino es estrecha. Podríamos pensar que la estrechez de la puerta se refiere a los pocos que podrán entrar en la salvación. No obstante, más bien parece referirse al despojo y a la disciplina que implica el camino de bien. Pues los que son rechazados son los “practicantes del mal”, más literal-mente: “los que obran obras carentes de rectitud.” Por otra parte, no son pocos los que se salvarán, pues “vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios.” Los mención de los cuatro puntos cardinales completa la respuesta de Jesús: la salvación de Dios alcanzará todos los rincones de la tierra. Esto es un reflejo de la fecundidad de la obra de Jesús, pues el anuncio de su misericordia alcanzará a muchos. De esa manera, las comunidades griegas que recibieron el Evangelio de San Lucas pueden verse reflejadas en esa multitud que entra al banquete del Reino de Dios. El anuncio de esa gran peregrinación proveniente de los cuatro puntos cardinales, señala también la necesidad de la misión, pues para que dicha peregrinación se cumpla será necesario llevarles primero el mensaje Salvador de Jesucristo. Así, la pregunta que angustiaba dentro de la comunidad, sobre el número de los que se salvan, obtiene una triple respuesta: primero, se requiere una actitud constante de lucha, segundo, la salvación tiene alcance universal (de los cuatro puntos cardinales vendrán al banquete del Reino), tercero, es una tarea llevar el mensaje del evangelio a los cuatro puntos cardinales para que los pueblos de toda la tierra se pongan en camino de salvación.

Tu esposa será como vid fecunda -Que honor tener a Su Señoría en esta su casa. Mis papás se adelantaron a besar la mano del señor canónigo Francisco Peña a quien mucho estimaban por su rectitud y austeridad. Oriundo de Santa María del Río, era entonces el penitenciario de la Catedral. Dedicado a su ministerio y a la investigación histórica de San Luis Potosí, que sería el primero en su género, elaborado con el método y rigor con el que él escribía. -No me agradezcan la visita, ya se imaginan el asunto que me trae. Como ustedes saben, Conchita se confiesa con este servidor. Yo le he aconsejado que, después de nueve años de noviazgo con Pancho Armida, es conveniente que se case, puesto que ambos se quieren y se conocen lo suficiente. Dios los ayudará a formar un hogar cristiano como el de ustedes. Por eso vengo ahora, a nombre de la familia Armida, a pedir la mano de su hija. Mamá no pudo contener el llanto. Papá me preguntó: -¿Qué dices tú, Concha?¿Estás dispuesta a casarte? -Sí, papá, tú sabes que quiero a Pancho porque es muy bueno. -Si esa es tu decisión, nosotros estamos de acuerdo. Sólo que suplicamos un plazo de seis meses para la boda. Ya su Señoría tendrá la bondad de comunicarlo a los señores Armida. Era el mes de marzo de 1884. Texto tomado del libro “Yo Soy Conchita Armida” por Mons. Antonio Peñalosa


XXV Aniversario de la Adoración Nocturna

Por: José Martín Tovar Villanueva

E

l pasado 9 de agosto integrantes de la Asociación Adoradora en la Parroquia del Inmaculado Corazón de María ubicada en el Fracc. Tercera Grande, celebró su XXV aniversario. Las integrantes de la adoración perpetua así como toda la grey fue exhortada a abrir el corazón a Jesús Eucaristía, a insertar el memorial apostólico

en cada una de nuestras acciones y llevarlo a los demás; a tener a Jesús en el corazón, puesto que él le da sentido a la vida. Cabe mencionar que dentro de esta ceremonia se dio la bienvenida a un nuevo grupo de adoradores, niñas y niños.

Alabado sea el Santísimo Sacramento

Pre-vida religiosa “P

ara discernir la propia vocación, hay que reconocer que esa vocación es el llamado de un amigo: Jesús. A los amigos, si se les regala algo, se les regala lo mejor.” (Christus vivit 287) Un Pre-vida Religiosa es un tiempo especial de Gracia donde Dios se manifiesta en la vida de las jóvenes, para que a la luz del Espíritu Santo ellas puedan discernir cuál es la voluntad de Dios en sus vidas. En nuestra querida Arquidiócesis de San Luis Potosí, hemos retomado nuevamente esta bonita experiencia, el encuentro se llevó a cabo en el colegio Sembradores del 9 al 11 de agosto, con la participación de 25 jóvenes que previamente ya habían vivido las etapas de Proceso Juvenil Vocacional (PJV). A cargo de la organización y realización del encuentro estuvo el equipo de religiosas y laicos que apoyan PJV y participan en la Dimensión de Pastoral Vocacional. Es a través de la convivencia, los juegos, los temas y por supuesto la oración como se les dio a conocer la alegría de la Vida Consagrada en sus diferentes formas, cada congregación participante muestra su historia, carisma, espiritualidad y apostolado: Misioneras del Perpetuo Socorro, Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, Misioneras Marianas, Hermanas de la Caridad

del Verbo Encarnado, Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Santos Ángeles, Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y de Santa María de Guadalupe y Misioneras Diocesanas del Carmelo. Además de darles herramientas y luces para poder llevar un acompañamiento más cercano y de este modo descubrir el plan que Dios tiene para cada una. “Jesús se detiene y mira a los ojos del otro sin prisa. Esto es lo que hace atractiva y fascinante su llamada.” (Papa Francisco)


Presencia Mariana en Santa María del Río

Por: María Eugenia Salazar C.

Dentro del quincenario se realizó La LII Magna Peregrinación anual de hijos ausentes con un buen número de fieles provenientes de diferentes delegaciones del centro y fuera de la República.

En cada peregrinar hacia el templo; bandas de guerra, música y danza dieron color a esta bonita fiesta Mariana, durante más de 15 días.

Previo a la celebración Don Jesús Carlos saluda y bendice a fieles que con ardua fe le esperaban.

Al terminar la celebración el Sr. Arzobispo y sacerdotes llevaron la imagen de La Virgen a recorrer el atrio parroquial derramando bendiciones hasta entrar al templo.

Durante el quincenario fieles ofrecieron sus ofrendas de cera a la Virgen, así como sus intenciones y dieron gracias por lo recibido en todo el año.

No podía faltar el color de los carros alegóricos alusivos a la Virgen, así como la pólvora y la prenda representativa de Santa María “El rebozo”.

El momento de la celebración se engalanó con un gran número de fieles, así como la presencia de sacerdotes hijos de esta parroquia y por su puesto el Sr. Cura Juan Rodríguez y sus vicarios.

“Dios ha puesto a María en lo alto del cielo como una estrella llena de luz para que llene nuestra vida de esperanza y de confianza, pero también para que ilumine nuestros caminos”.

“Gracias por celebrar con nosotros esta gran fiesta a Nuestra Señora de la Asunción”


Domingo 25 de agosto de 2019

Fiesta Patronal en Angostura

E

ntre fiesta y alegría el pasado 11 de agosto se llevo a cabo la fiesta patronal en la parroquia de la Virgen de la Asunción en Angostura, con banda de guerra, peregrinaciones y cabalgata, se dieron cita cientos de fieles para Celebrar el Misterio de la Asunción. El párroco el Pbro. Guillermo Gil Torres y las peregrinaciones se encargaron de recibir al Sr. Arz. Don Jesús Carlos Cabrero quién presidió la Eucaristía en honor a Nuestra Señora de la Asunción.

Por: José Mario Escobar V.

Don Jesús Carlos agradeció al padre Memo Gil por su labor pastoral que viene realizando en favor de las comunidades y de todas las obras que ha realizado, agradeció también a todos los fieles que están cooperando en la construcción; no material, sino a la construcción de la comunidad con el testimonio de su vida de fe. Por último el Sr. Arzobispo bendijo y corono a las reinas de la fiesta patronal quiénes recaudaron fondos para la restauración de la Iglesia.

Solemnidad de Nuestra Señora de la Asunción en la Catedral Metropolitana

Por: José Martín Tovar Villanueva

C

on fervor y entusiasmo, fieles se dieron cita en la Santa Iglesia Catedral Potosina para participar de esta fiesta en honor a Nuestra Señora de la Asunción el pasado jueves 15 de agosto. La Eucaristía fue presidida por el Sr. Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero y demás sacerdotes. En el mensaje de homilía el Sr. Arzobispo Jesús Carlos Cabrero recordó las palabras de Jesús cuando dice “el que cree en mi, tendrá vida y vida en abundancia”… Celebrar esta fiesta de Nuestra Señora al subir a los cielos, es celebrar una consecuencia del misterio central de nuestra fe como es la resurrección de Jesucristo en la que todos hemos resucitado y que gracias a ello, fuimos hechos hombres nuevos. Tengamos nuestro corazón dispuesto y alcemos nuestra vista a María para que por ella encontremos el camino a Jesús y por su misericordia y asunción llene a todos los potosinos y a nuestra Iglesia de esperanza y de alegría. Recordemos que en este año se cumplen 50 años de la solemne procesión con la imagen de la Virgen de la Asunción por plaza de armas.

“Santa Madre de Dios y Madre nuestra ruega por nosotros”

Fiesta Patronal de Nuestra Señora de la Asunción (Tlaxcala)

Por: José Martín Tovar Villanueva

C

on muchas manifestaciones de fe y alegría los fieles de todos los sectores en el tradicional barrio de Tlaxcala llevaron a cabo su fiesta patronal, con entradas de cera, música, danza, carros alegóricos y juegos pirotécnicos y en la que dieron una cordial bienvenida al Sr. Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero para presidir la Santa Misa, junto con el Párroco Pbro. Gilberto Amaya Martínez, el vicario Pbro. José Abdías Martínez y sacerdotes del Decanato Cristo Rey; el pasado jueves 15 de agosto. Mons. Cabrero en su mensaje nos expresó que “La fiesta de la Santísima Virgen María en el misterio que ella a sido enriquecida, la Asunción a los cielos nos

alegra hoy al celebrarla en esta parroquia que nos invita a admirarla en todo su esplendor maternal con misericordia y gratitud. Es un día lleno de esperanza para nosotros que nos va llevando con Jesús y con María al cielo, como miembros de una Iglesia que peregrina. María nuestra dulce y Santa Madre se nos ha adelantado, pero alcanzó la meta y Dios la a puesto en lo alto del cielo para nosotros como una estrella de esperanza y luz en la fe….” “Oh gloriosa María, digna de Amor y de Honor” ¡Felicidades a los fieles del barrio de Tlaxcala!


¡Pónganse en camino!

Celebrando al Señor

Síntesis de Plan 165 aniversario de Global de Pastoral Nuestra Diócesis

Discípulos misioneros

Pbro. Rafael Quintá ponganseencamino@hotmail.com

P. Pedro Mexquitic Arredondo

E

l pasado viernes 16 de agosto nos reunimos los responsables de las distintas comisiones pastorales de nuestra Arquidiócesis con el Vicario de Pastoral, para dar aportes para la preparación para la próxima Asamblea Diocesana de Pastoral, un documento fundamental que debemos tomar en cuenta en la pastoral diocesana es el Plan Global de Pastoral, un documento que es poco conocido por laicos y de los mismos sacerdotes. La Comisión de Pastoral Litúrgica en su reunión Provincial en enero pasado estudio este documento mediante una síntesis, que ahora queremos compartir para co-nocer el Documento y poder participar más activamente en nuestra Asamblea, la síntesis estará presentada en cuatro partes de las que está conformado el PGP, hoy presentamos la introducción y después, cada una de sus tres partes. Esperamos sea de utilidad, pero sobre todo, de motivación para la Asamblea.

Introducción

Los Obispos y el pueblo de México celebraremos en el año 2033 los hechos de la Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Ésta es la alegría del Evangelio que deseamos experimentar y comunicar, para que todos tengamos vida para siempre. La fe, como memoria, iluminada por el Espíritu, pone al creyente en mo-vimiento, en éxodo (cfr. Ex 12,26-28) y en tensión hacia la búsqueda de la plenitud. Dos milenios de la Muerte y la Resurrección del Redentor, de su Ascensión y del envío del Espíritu Santo en Pentecostés no son ocasión para una simple fiesta de aniversario, sino el motivo para una gran celebración en la que no hacemos sólo un recuerdo de la redención, sino de lo que somos, vivimos y experimentamos más plenamente y de modo actual, pues la plenitud del tiempo tiene su cifra en Él que por nosotros se hizo hombre, murió́ y resucitó para nuestra salvación. La tercera década del tercer milenio de la redención tiene además, providencialmente, un peculiar significado para nuestra nación mexicana, pues apenas pocos años después de la llegada del Evangelio a estas tierras, en el año de 1531, Santa María de Guadalupe hizo resonar en sus palabras la bondad y novedad del anuncio cristiano. Creemos que la Iglesia en México necesita sentarse a los pies de la Virgen Madre para alentar la esperanza de ser un solo pueblo. Ella nos invita a contemplar, creer, vivir y anunciar el misterio de la Redención realizado por Jesús. Ante tan significativa celebración, con audacia profética y de modo crítico, con el presente Proyecto Global de Pastoral, desde ahora PGP, los Obispos de México queremos ofrecer una luz que pueda ayudar a responder a la pregunta fundamental que nos interpela: ¿qué significa celebrar en la fe, aquí́ en México? Y ¿qué significa celebrar ahora, después de dos milenios de la redención de Cristo y medio milenio del acontecimiento guadalupano, ser una comunidad de discípulos, testigos de la plenitud de vida y del consuelo que ofrece a todos, el Hijo de Santa María de Guadalupe? Creemos que la mirada inmaculada de María puede conducirnos a la serenidad necesaria para hacer un sano ejercicio de escucha del sentir del pueblo, de autocrítica, de trabajo en común, de agradecimiento, de festejo y desde luego de arrepentimiento, así́ como de nuevas propuestas y compromisos. Por ello, nos disponemos a: a. Acoger dócilmente el fuego del Espíritu que nos mueve a dar cauce a nuevos ideales y sueños pastorales. b. Seguir respondiendo a las exigencias del Concilio Vaticano II, por lo que el presente PGP quiere ser una expresión de la unidad y la colegialidad entre nosotros los Obispos, promoviendo además una Iglesia en comunión. c. Responder al llamado concreto que el Santo Padre Francisco nos hizo a los Obispos de México en la Catedral Metropolitana el 13 de febrero de 2016, para impulsar “un serio y cualificado proyecto pastoral”, vinculante y exigente, capaz de ir más allá de coyunturas y/o criterios funcionales o meramente circunstanciales.

E

l 31 de Agosto de1854 se erige la Diócesis de San Luis Potosí. Bajo el Pontificado de Pío IX, mediante la Bula: “Deo Optimo Máximo Largiente” donde afirmó: “hemos juzgado conveniente que se forme una nueva Diócesis del dicho Estado de San Luis Potosí, para que pueda ser gobernada con más facilidad y con más fruto, y que la silla del nuevo Prelado se establezca en la ciudad llamada de San Luis Potosí”. Ya con anterioridad de habían realizado algunas solicitudes a la Santa Sede desde 1776, sin embargo nunca había prosperado. El Papa Pio IX nombró como primer obispo a Don Pedro Barajas, canónigo de la Catedral de Guadalajara. De ahí hasta la fecha, nuestra Iglesia Potosina ha sido acompañada por 9 obispos más y 3 arzobispos. Nuestros pastores han sido los Obispos: Don Pedro Barajas; Ma-nuel del Conde; José Nicanor Corona; Ignacio Montes de Oca y Obregón; Miguel de la Mora y Mora; Guillermo Tritschler y Córdova; Gerardo Anaya y Diez de Bonilla; Luis Cabrera Cruz; Estanislao Alcaraz y Figueroa; Ezequiel Perea Sánchez; y los Arzobispos Don Arturo Antonio Szymanski Ramírez; Don Luis Morales Reyes y Don Jesús Carlos Cabrero Romero. Junto al nacimiento de nuestra Diócesis, el Sumo Pontífice también ordenó que el Seminario Diocesano fuera establecido en el mismo edificio que había ocupado el Colegio Guadalupano Josefino, el que había sido ya ofrecido por el gobierno mexicano a las autoridades eclesiásticas con ese fin. Se trata del inmueble que originalmente fuera Colegio de la Compañía de Jesús, y actualmente edificio central de la UASLP. Don Pedro Barajas, inició de inmediato las obras para adecuar la parroquia de San Luis Potosí y elevarla a catedral. Mientras éstas se llevaban a cabo, la sede del obispado se estableció en la Parroquia del Sagrario también conocida como la Iglesia de la Compañía. La Catedral de San Luis Potosí ocupa el mismo lugar donde los primeros evangelizadores levantaron una ermita. El edificio ha tenido varias etapas constructivas, por lo que corresponde a distintas épocas y a diferentes estilos arquitectónicos. De su originalidad se conservan la torre sur y la portada estilo barroco. Al ser elevada al rango de catedral, esta iglesia sufrió varias modificaciones se renovaron los altares, las naves se prolongaron hasta el muro posterior que da a la calle de Morelos, se elevó el nivel de las bóvedas laterales a la altura de la nave principal, se mandó fabricar el órgano, se colocó el reloj de la fachada, y se instaló el coro de los canónigos detrás del altar mayor. Años después, el obispo Ignacio Montes de Oca ordenaría otra remodelación para incluir elementos clásicos en la decoración y en 1911 mandó construir la torre norte, que a simple vista difiere de la torre sur construida ciento cincuenta años antes. En 1989, la diócesis de San Luis Potosí fue elevada a Arquidiócesis de esta manera, monseñor Arturo Antonio Szymanski Ramírez se convirtió en el primer Arzobispo de San Luis Potosí. Cuando la Diócesis cumplió 100 años en 1954, el Padre Rafael Montejano publicó un artículo en el que incluyó la Bula mencionada, del mismo hemos tomado el siguiente fragmento para conocer cómo era la ciudad de San Luis Potosí en esa época: “Y quede designada por Nos para la residencia del nuevo Obispado de San Luis Potosí la antigua ciudad de San Luis, edificada en un lugar saludable, hermosa por la disposición de sus casas y edificios, frecuentada por muchos habitantes, abundante de víveres, recomendable por su comercio, por sus prerrogativas y otras circunstancias particulares, como que es la Capital del Estado. Por tal motivo elevamos a dicha ciudad de San Luis a la dignidad de Ciudad Episcopal, para que pueda gozar de todos los honores, derechos, privilegios, favores e indultos de que gozan actualmente las demás ciudades del Gobierno Mexicano en quienes está la residencia del Obispo, exceptuándose aquellos que tienen por título oneroso o por alguna gracia particular1” Como Iglesia potosina tenemos dos santos patronos: San Luis Rey y Nuestra Señora de la Expectación. El primero es el patrono de nuestro Estado; y Veneramos a la Virgen como titular de la Catedral. ¡Celebremos nuestro 165 aniversario! 1 Tomado de: Montejano y Aguiñaga, Rafael, “Erección y Bula de Erección de la Diócesis de

San Luis Potosí” en Estilo, 1954, p.35


Palabras mágicas Domingo 25 de agosto de 2019

Conocí una vez a una niña que lloraba porque su amigo, aquel a quien ella quería, no le habló por teléfono a las dos y media de la tarde, como había prometido hacerlo. Los que la teníamos cerca le decíamos, tratando de consolarla: -Espera un poco. Te hablará. Y ella: -Pero prometió llamarme a las dos y media, y ya son casi las tres. En efecto, el jovencito no habló, ni a las tres ni nunca, y toda la tarde mi pequeña amiga estuvo triste y melancólica; por la noche, ni siquiera quiso cenar, y se fue a la cama haciendo rabietas. ¡Ah, qué poderosa puede llegar a ser una voz! Una sola palabra de la persona amada hunde o conforta, saca de la angustia o mete de lleno en ella, hace vivir o vuelve a la gente desdichada. Ser es poder. Todos los seres, por el hecho de existir, son poderosos. Pensemos en un niño aún no nacido: ya ejerce sobre su madre un poder indiscutible. Ésta, por ejemplo, querría fumarse un ciga-rrillo; en realidad está que se muere por poder echar unas cuantas bocanadas de humo, pero entonces escucha una vocecilla interior que le dice: “Por favor, no lo hagas. ¡Piensa en mí!”. Y la madre, con mano temblorosa, hace a un lado el paquete rojo o blanco y sacrifica su antojo por él. ¡Si no estuviera embara-zada, cuántos cigarrillos podría fumarse! Ahora bien, cuando este mismo niño, pasados algunos meses, empieza a caminar, da sus primeros pasos acompañado, como un pequeño emperador, por un largo séquito de tíos, tías, abuelos y hermanos mayores que no tienen ojos más que para él: siguen con la mirada todos sus movimientos y no tendrán paz hasta que nuestro pequeño andarín esté de nuevo en la cuna completamente a salvo de incidentes imprevistos. Y, cuando comience a hablar, no pronunciará más que palabras mágicas; si dice leche, por ejemplo, su madre hará lo que ya sabemos; y si dice papá, un hombre de mediana edad se pondrá a ejecutar extrañas danzas tribales alrededor de su indefensa persona. ¡Ah, cuando el niño habla, todo se pone en movimiento y él, por supuesto, lo nota! ¿Cómo no va a notarlo? ¡Claro que lo nota! Y para imponer su autoridad hablará incluso más fuerte, y

cada vez más fuerte para que todos sepan que ante sus palabras todos deben guardar un reverente silencio. Es en esta etapa de la vida cuando el niño descubre, por decirlo así, el poder de las palabras. Pero dejemos que este niño siga creciendo; veámoslo ya en la escuela sentado en un banco escuchando lecciones de gramática y biología. Entre y clase y clase, promete a su compañera de asiento que le hablará por teléfono a las dos y media de la tarde, es decir, antes de empezar a comer; se lo dice con palabras solemnes y altisonantes: -Hoy te hablaré a las dos y media. Te lo digo para que esperes mi llamada. Pero el muchachito no cumplió su palabra, y ya sabemos lo que ocurrió en una casa situada al norte de la ciudad. Sí, ser es poder; y, aunque tratemos de negarlo, nuestra palabra es decisiva aunque sólo sea para unas pocas personas. Es claro que cuando se habla de poder, al instante se piensa en los altos mandos de alguna empresa trasnacional, en magnates excéntricos y solitarios o, tal vez, en reyes, visires y secretarios de Estado. Sin embargo, no es a éstos a quienes me refiero, al menos por ahora, sino a todos aquellos que, por las razones que sea, pueden alterar con su palabra o con su sola existencia los planes ajenos. ¡No hace falta que seamos emperadores para que tengamos poder! Todo hombre lo tiene, si no ya para cambiar el rumbo de la historia, sí al menos para alterar los proyectos de quienes lo aman. Mamá y papá, por ejemplo, han decidido ir esta noche al cine; pero resulta que a eso de las seis de la tarde el hijo menor empezó a toser y a tener fiebre. ¡Qué lástima! Mamá y papá ya no irán al cine. Y pregunto: ¿tiene este jovencito poder, o no lo tiene? ¡Es claro que lo tiene! Por lo pronto, ya pudo impedir que sus padres salieran esta noche, como habían planeado hacerlo desde hace dos semanas. Lo admitamos o no, todos somos poderosos por el mero hecho de existir. Pero esto, a decir verdad, no es una desgracia, después de todo. Lo malo empieza a suceder cuando somos conscientes de este poder y lo ejercemos con el único fin de demostrar a los demás que lo tenemos, pues

“EL DESARROLLO HUMANO DEL PRESBÍTERO. UNA PROPUESTA” Invitamos a sacerdotes, religiosas y laicos a participar. Confirma su participación al Tel. 8250695

Entrada libre No faltes

Por: Juan Jesús Priego

entonces este poder al punto se convierte en despotismo. El hombre déspota es un hombre que tiene poder –aunque sólo sea con respecto a los dos o tres personas que lo aman o lo temen- y sabe, por desgracia, que lo tiene. “Superbus –es decir, soberbio, explica el filósofo hispano-mexicano Eduardo Nicol (1907-1990)está calcado del griego ‘hyper-bios’ (de hyper, exceso, demasía, y bios, vida), que cualifica a quien posee fuerza o poder en grado excepcional. Pero la soberbia no es tanto la posesión, cuanto la exhibición y el abuso de poder” (La agonía de Proteo). Porque me amas, tengo poder sobre ti. ¿Y qué podría hacer yo para impedirlo, si el amor que me tienes me hace fuerte contra ti? Pero mi poder se convierte en soberbia cuando, sabiendo que pue-do hacerte llorar, lo hago por el puro placer de de- mostrarme a mí mismo que te tengo en mi puño. Yo sé que de cuatro a ocho tú no puedes hablarme porque estás trabajando; pero, para halagar a mi ego, exijo que me telefonees a las 6,25. ¡Y pobre de ti si no lo haces! En ese caso me mostraré muy molesto y ya no querré saber nada de ti. ¡Esto es la soberbia! Lo contrario es la humildad. El hombre humilde es poderoso –ya sabemos que todo ser lo es en alguna medida-, pero prefiere no enterarse del asunto; y, aunque sabe que existen palabras que puedan herir a los que él ama, se abstiene –y pide a Dios la gracia- de no pronunciarlas por ningún motivo, es decir, nunca jamás.

El Padre Juan José Torres Galván realizará la presentación del libro: Te esperamos el miércoles 28 de agosto a las 7:30 p.m. en el Salón parroquial de la Sagrada Familia de Nazaret (Cordillera Arakán 601, Lomas 4a. Sección).

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Protocolo de Instrumentos Publicos año de 1592 del escribano real Pedro Venegas (Trigésima tercera parte)

José Ricardo García López Investigador en retiro de la Facultad de Derecho de la UASLP. EXPEDIENTE NÚMERO 2. mutilado y formado por setenta y siete escrituras, por esta razón la numeración que consignamos es de acuerdo a cada escritura que comienza y termina. Escritura número 1.Que es muy probable que comenzara en una hoja anterior que se desprendió del protocolo). … e traspaso en vos los dichos juan de Valle y Alonso Hernández Talavera y para que sean vuestras y de vuestros herederos e sucesores y las podáis vender, dar, donar e trocar e.. hacer y deshacer de ellas y con ellas a vuestra vo-luntad como de cosa vuestra propia habida e comprada con vuestros propios dineros, adquirida con justo y derecho título de compra como esta lo es, y, obligo a los susodichos a que ni tienen vendidas, ni dadas,ni traspasadas las dichas varas de mina ni ninguna parte de ellas y si pareciere lo contrario, vos volverán los dichos pesos de oro que por compra de las dichas partes de mina me habéis dado e vos doy poder y facultad para que por vuestra voluntad o judicialmente podáis tomar e aprehender la tenencia, propiedad e señorío que tienen a la su/ (sic) de ellas y en el inter que no las tomáis por vos y en vuestro nombre, los constituyo por vuestros inquilinos y de esta manera los tendrán y no de otra, y para que lo habrán por bueno, obligo las personas e bienes de los dichos Alonso Salazar Baruchona y Marco de Arraçola, habidos e por haber y en su nombre doy poder a las justicias de Su Majestad de cualesquier partes, fuero e jurisdicción que sean a donde los someto y, en su nombre renuncio su fuero e jurisdicción, domicilio e vecindad e la Ley si convenerit de iurisdictione ómnium iudicum. Para que las dichas justicias y cualesquiera de ellas me (sic) les apremien al cumplimiento de lo que dicho es, como si fuere por sentencia pasada en cosa juzgada, sobre lo cual renuncio en el dicho nombre todas las leyes fueros e derechos que sean o ser pudieren en favor de los susodichos. En fe de lo cual otorgué esta carta ante el presente escribano y testigos de iuso escritos. Que es fecha en San Luis de Mexquiique a cinco días del mes de octubre de mil e quinientos e noventa y dos años. E yo el escribano, doy fe que conozco al otorgante que firmó siendo testigos: Diego Muñoz y Juan Bautista de Medina y el Capitán Juan de Lahija, estantes en este pueblo/

Va testado: que tienen/ no vale Juan Beltrán (rúbrica) Ante Mí Pedro Venegas (rúbrica) Escribano Real Hasta aquí la primera hoja y escritura

El ciclo vital de la senectud

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Por: Rebeca Reynaud

o todos los seres humanos crecen, se desarrollan y envejecen en forma similar, por eso se habla de una edad cronológica (la que se tiene), una edad biológica (conforme al estado de los órganos) y edad funcional (actitudes, actividades y pensamientos positivos). Hay personas jóvenes “envejecidas” por el uso de drogas, el abuso de placeres o experiencias vitales no saneados o liberados. La vejez es un problema de carácter social. Los grupos clave en este problema son los grupos de jóvenes pues son los que determinan el estatus y la posición de los adultos mayores en el orden social. La vejez no tiene que ser el punto más bajo del ciclo de vida. El envejecimiento satisfactorio se da cuando se cuenta con esa persona para algún trabajo. Cuanto más activa permanezca una persona mayor, más satisfactoriamente envejecerá. La interacción social con familiares, vecinos y amigos ayuda a ser felices, como afirma Aristóteles. En Israel y Holanda se han creado programas donde se mezclan los niños, los jóvenes y los ancianos, logrando que estos últimos se sientan útiles y acompañados, y los primeros aprendan de su experiencia y afecto. En los lugares donde prevalece la familia extensa, como en México y algunos países latinoamericanos, no se tiene que organizar lo anterior pues se da sólo. Todos nos preguntamos alguna vez como tener una ancianidad decente. La senectud es una etapa en la que el cuerpo se prepara para el declive y su expiración de esta vida. ¿Cómo prepararnos a esta etapa? Marco Tulio Cicerón explica en un brevísimo tratado sobre lo que para él supone la vejez, en De senectute (año 44 a.C.). Es un diálogo dedicado a su amigo Catón el Viejo. Catón comienza diciendo que es típico que el más joven quiera alcanzar la adultez, pero cuando llega, quiere deshacerse de ella. Lo importante es pasar por este mundo haciendo acciones buenas. Concluye diciendo que la senectud puede ser uno de los mejores momentos de la vida. El envejecimiento supone un declive irreversible en el cuerpo. Se pierde elasticidad y humectación en la piel, por ello se recomienda tomar dos litros de agua al día. Mucho depende también del cuidado que se haya tenido de la columna vertebral, de las posturas corporales en el trabajo y en el descanso y del ejercicio diario. Muchos jóvenes se sientan como quien se desliza, cruzan la pierna, etc. Todo ello deteriora la columna. Otra característica de la tercera edad es que casi siempre hay un declive en la memoria. Además, decrece la curiosidad, la indiferencia ante lo que sucede en el mundo. Aunque no faltan viejitas chismosas que no pierden la curiosidad porque tienen la cabeza hueca. La ausencia de curiosidad lleva a la persona a refugiarse en rutinas y hábitos donde se siente segura. Hay temor a estorbar, a sentirse poco útil. En la senectud la persona teme ser abandonado, teme caerse o enfermar; también desconfían de los demás. Por ello es importante rodearles de cariño y saber escuchar lo que relaten aunque ya lo hayan hecho varias veces: Ellos disfrutan de contar sus recuerdos felices. La expectativa de vida de los mexicanos es de 78 años. La actitud ante este deterioro puede ser muy distinta de una persona a otra. Hay quienes hacen de la necesidad, virtud, como reza el dicho popular. Hay que conocer y aceptar los propios límites; lo más difícil es admitirlos, pero se logra si nos lo hacen ver con serenidad y amor. Lo importante es irse preparando para esta etapa final; hacer planes con el tiempo que nos queda. Hacer lo que no habíamos podido hacer: caminar por parajes hermosos, leer unos libros, escuchar música, hacer poesía, pintar, escribir, viajar, reanudar amistades, realizar alguna obra de beneficencia o de misericordia, etc. Lo importante es cuidar a nuestros ancianos para que puedan vivir mejor su vejez y morir mejor, con tranquilidad y paz. Pero no faltan los hijos ingratos que no tienen paciencia con sus ancianos o hacen nada por ellos, o quizás hasta los maltratan, después de que han recibido la vida de ellos y tal vez mucho más. Una señora mayor recibió este mensaje de sus tres hijos: “Fuiste una buena madre pero nosotros no vamos a ver por tu vejez pues no podemos y no queremos. ¡La neta!”. Un sabio comentó que una vejez deshumanizada es un fracaso de la civilización. En el año 2017 había 11 millones de personas ancianas en México, es decir, el 11% de la población. En Italia hay casi el doble de ancianos que de jóvenes.


Pastoral de la familia

¿Las almas de los niños no bautizados y/o abortados van al cielo? Parte II

María Guadalupe Rodríguez de Cepeda Coordinadora de la Dimensión Arquidiocesana de Pastoral Familiar ¿Las Almas de los niños abortados van al Cielo? “Las almas de los justos están en las manos de Dios, y no los afectará ningún tormento.A las ojos de los insensatos parecían muertos; su partida de este mundo fue considerada una desgracia y su alejamiento de nosotros, una completa destrucción; pero ellos están en paz” (Libro de la Sabiduría 3, 1-3) Muchos hablan del status de las almas de los niños abortados. Algunos piensan que no hay posibilidades de que se encuentren en el cielo porque no están bautizados, pero como sucede con los Santos Inocentes, yo creo que el suyo ha sido un Bautismo de sangre y que Nuestro Salvador Misericordioso y Su Madre los abrazan en el momento de su muerte. Recuerdo la primera vez que escuché estas palabras de una madre, “nada se ha perdido definitivamente”. Suscitaron en mi la esperanza de volverme a encontrar un día con mi hijo.” Estamos hechos para el cielo, para la vida eterna con el Señor. Nuestro tiempo aquí es limitado, y gracias a Su misericordia podemos reconciliarnos con Él y con nuestros hijos. En el 2007 el Papa Benedicto XVI aprobó una declaración de la Comisión Teológica Internacional tiulada “La esperanza de la salvación para los niños que mueren sin Bautismo”. presenta numerosas razones, tomadas de la Escritura y de la Tradición, por las cuales es razonable esperar que estos niños vivan “en el Señor”. Más allá del hecho de que la Iglesia reverencia a los Santos Inocentes, los evangelios de Mateo y de Marcos están llenos de pasajes en los que Jesús habla amorosamente de los niños inocentes: “Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos” (Mt 19, 14; cfr. Lc 18, 15-16); “El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí” (Mc 9, 37); “Os aseguro que si no cambiáis o no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos” (Mt 18, 3); “Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos” (Mt 18, 4); “si alguien escandaliza a uno de estos pequeños que creen en mí, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo hundieran en el fondo del mar” (Mt 18, 6); “Cuidaos de despreciar a cualquiera de estos pequeños,porque os aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial” (Mt 18, 10). Obviamente, esto no hace que el aborto esté bien. El aborto nunca es un derecho o un bien, sino que revela la increíble misericordia de un Dios que ha muerto por nosotros, un Dios que nos permite reclamar lo que está perdido por el pecado, a la luz de Su perdón y Su misericordia. Los niños que sufren cuando mueren pueden ser asimilados a Cristo sufriente, y cuando mueren de muerte violenta se puede decir que han sido bautizados con su propia sangre. Como expresa Theresa Bonapartis: “creo que un día encontraré a mi hijo Jos-hua y a todos los demás niños a cuyos padres he tenido la bendición de co-nocer. He visto que somos abrazados por el amor y la misericordia de Dios, creo que aprenderemos qué fundamentales han sido las oraciones y las intercesiones de nuestros hijos para unir las almas a Dios, un Dios que saca el bien de todas las cosas, incluso de los pecados más terribles, si se lo permitimos. Dios, cuyo deseo es reconciliarnos con Él, nos permitirá abrazar a nuestros hijos y vivir juntos por toda la eternidad alabándolo por Su misericordia”.

Pastoral penitenciaria

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Los tipos de violencia Pbro. Rafael Hdz. Díaz

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omo un hecho cultural, la violencia crece como espiral sin fin. La Organización Mundial de la Salud define la violencia como: “El uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. Los tipos de violencia se manifiestan de una forma particular y tiene sus consecuencias y características: Violencia contra mujeres y niñas: Es una violación grave de los derechos humanos. Su impacto puede ser inmediato como de largo alcance, e incluye múltiples consecuencias físicas, sexuales, psicológicas, e incluso mortales, para mujeres y niñas. Afecta negativamente el bienestar de las mujeres e impide su plena participación en la sociedad. En la actualidad vivimos, de manera constante, en un clima de inseguridad e incertidumbre. Diariamente nos vemos sacudidos por hechos dramáticos que nos preocupan y conmueven. Violencia moral: Es aquella que irrumpe el silencio de nuestra conciencia y la carga de imágenes y contenidos contrarios a los valores, a la autentica libertad y amor. Escenas donde desfilan las pasiones desordenadas y la desesperanza. Situaciones donde la fuerza bruta se propone como la única solución a las injusticias. Violencia física: Acción no accidental que provoca daño físico o enfermedad a una persona, ya sea para conseguir algo o por el mero hecho de hacer sufrir. Violencia psicológica: No se trata de una conducta en sí, sino de un conjunto heterogéneo de comportamientos con los que se produce una forma de agresión emocional. El objetivo de este tipo de violencia es provocar tal estado de indefensión en el otro que puedas ejercer todo tipo de control sobre él. En la mayoría de los casos, resulta más dañina que la violencia física. Violencia verbal: Hace referencia a la utilización del lenguaje, ya sea escrito u oral, con la intención de herir a alguien. Violencia sexual: Ocurre cuando alguien a la fuerza o manipula a otra persona a realizar una actividad sexual no deseada sin su consentimiento. Las razones por las cuales no hay consentimiento pueden ser el miedo, la edad, una enfermedad, una discapacidad y/o la influencia del alcohol u otras drogas. La violencia sexual le puede ocurrir a cualquiera, incluyendo: niñas, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y personas mayores. Aquellos (as) que abusan sexualmente pueden ser personas conocidas, miembros de la familia, personas confiadas o desconocidos. Violencia espiritual o religiosa: Se produce cuando se utilizan las creencias religiosas para manipular, dominar o controlar a otra persona. Violencia cultural: Ocurre cuando una persona es lastimada a causa de prácticas que forman parte de su cultura, religión o tradición. Por ejemplo, la mutilación genital femenina o ablación genital que se les realiza a las niñas en países de África y Oriente Medio. Violencia económica: Consiste en la utilización de los recursos económico de otra persona sin su permiso, perjudicándola. Violencia laboral: Se le conoce como abuso de poder, doblegando la voluntad de una persona o trabajador que presta un servicio, la utilidad de fuerza física, como la verbal hasta llegar a la psicológica, llevan a controlar a una persona más débil poniendo en riesgo la integridad física, sexual, mental y emocionalmente, social y hasta familiar. Una forma de usar el poder sobre alguien es mediante amenazas, intimidaciones entre un maltrato subjetivo pasivo, acosando o persiguiendo, donde el menosprecio público y privado, entra entre los insultos haciendo a la persona objeto de burla entre sarcasmos o unas discriminaciones por la raza, color, religión, estudios o algún defecto o discapacidad tanto física como mental. Violencia de negligencia: Ocurre cuando no son atendidas las necesidades físicas y básicas de aquellas personas dependientes (niños, ancianos, enfermos, personas con diversidad funcional, etc.) que tienen la responsabilidad de cuidarlas. Violencia de mendicidad, corrupción y explotación laboral: Esto se da sobre todo con menores, los cuales son utilizados para la obtención de beneficios económicos a través de la explotación sexual, robo, tráfico de drogas, tráfico de órganos, etc. Violencia interpersonal: Son los actos violentos cometidos por un individuo o un grupo reducido de ellos, cubriendo un amplio abanico de conductas que van desde la violencia física, sexual, psicológica hasta las privaciones y el abandono. Violencia autoinflingida: Conocida como suicidio y las autolesiones, automutilación, drogas o sustancias suministradas. Violencia colectiva: Se habla de violencia colectiva cuando se hace referencia al uso instrumental de la violencia por parte de grupos en contra de otros, con el fin de conseguir objetivos políticos, económicos o sociales. Dentro de este grupo se pueden identificar los conflictos armados dentro de los Estados o entre ellos, el terrorismo, guerra, genocidio, represión, etc. El maltrato animal: Comprende comportamientos que causan dolor innecesario o estrés al animal. Los mismos van desde la negligencia en los cuidados básicos hasta la tortura, la mutilación o la muerte intencionada de un animal. Es a la vez, un factor que predispone a la violencia social y, al mismo tiempo, una consecuencia de la misma. Forma parte de la cascada de la violencia que nos va alcanzando a todos como individuos y como sociedad. En resumen, si se hace un poco de reflexión, lo más eficaz para la prevención de la violencia es la educación en el respeto a uno mismo y hacia los demás y eso, claramente, es una tarea que la sociedad global tiene pendiente en todos los niveles.


Cántico de Zacarías

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Zacarías, su padre, quedó lleno de Espíritu Santo, y profetizó diciendo: “Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo. Y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo, como había prometido desde tiempos antiguos, por boca de sus santos profetas, que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odiaban haciendo misericordia a nuestros padres y recordando su santa alianza y el juramento que juró a Abraham nuestro padre, de concedernos que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor en santidad y justicia delante de él todos nuestros días. Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos y dar a su pueblo conocimiento de salvación por el perdón de sus pecados, por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de la altura, a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz”. El niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel (Lc 1, 67-80).

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stas palabras que San Lucas pone en boca de Zacarías, la Iglesia las repite todos los días del año en la Liturgia de las horas; están llenas de gracia y de fuerza. Manifiestan la confianza de los israelitas de tiempos de Jesús, que esperaban al Mesías salvador. Las palabras del famoso cántico de Zacarías expresan la verdadera justicia de los pobres de Israel, que se ponen en las manos de Dios, porque confían en él y no se cansan de agradecer y de esperar. Saben que el Señor actúa con poder y que está atento a las necesidades de sus fieles. Lucas dice que, lleno del espíritu Santo, Zacarías se suelta a glorificar a Dios. En efecto, Zacarías, como ya reflexionábamos la semana pasada, permaneció totalmente mudo desde que Isabel, su mujer quedó encinta, llevando en su anciano vientre al gran profeta Juan Bautista; y una vez que se cumplieron todas las palabras del ángel, él pudo hablar; y he aquí las hermosas palabras que surgieron de su boca. Todas sus palabras fueron alabanzas al Dios de Israel, al Dios de los padres; luego de nueve meses de silencio total, sus primeras palabras fueron para el Señor. Este episodio de las Escrituras nos da una gran lección, en primer lugar, aprendemos que el silencio puede ser oportuno para pensar en las maravillas que hace el todopoderoso en nosotros y en el mundo y que a veces no somos capaces de ver; nuestra vida a veces también está llena de silencio, el cual podríamos aprovechar para considerar la misericordia de Dios; en segundo lugar ese pasaje del evangelio también nos enseña y nos recuerda que la palabra, el magnífico don de que estamos dotados, es principalmente para bendecir. Desgraciadamente muchas veces nuestra palabra no es bendición, y se convierte fácilmente en mentira, en engaño, en maledicencia, en ofensa, en discurso vacío, en reclamo; cuanta falta nos hace aprender a callar y también aprender a hablar. El silencio es maestro de reflexión, la palabra debe expresar lo

visitado y redimido a su pueblo”. Todas las palabras de esta bella oración de Zacarías invitan a poner nuestra vida en las manos del Dios que da la libertad, la paz y el sol de cada día. Pero sobre todo es un canto a la misericordia de Dios que se compadece de los oprimidos y que lo mismo hace bri-llar el sol que anunciar que el verdadero sol que nace de lo alto está cerca, lo cual será el anuncio del Bautista que recordará al pueblo de Israel que el Señor está cerca.

que meditamos en silencio; cuando alguien suele abusar del lenguaje y usarlo para otras cosas muy diferentes de aquello a lo que debería servir, puede significar que no hemos dedicado tempo a refle-xionar, a meditar, a considerar cada palabra. Somos imagen de Dios, estamos hechos a su imagen; esto, la capacidad de hablar es, de manera especial, una forma de entender esta condición, es decir: somos imagen de Dios en cuanto que hablamos; en efecto, la primer noticia que tenemos de Dios, en la Sagrada Escritura es que él guarda silencio y la segunda que él habla; por lo menos así está expresado en el libro del Génesis: La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas (Gn 1, 2). Solo había silencio, solo había oscuridad, antes de que fuesen creadas todas las cosas; luego está escrito: Dijo Dios: “Haya luz”, y hubo luz (Gn 1, 3). Es decir, Dios habló e hizo todas las cosas; siguiendo el relato entendemos que la creación fue realizada por la palabra de Dios que “dijo”; por último está escrito: Y dijo Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra” (Gn 1, 26). Somos creados a imagen del Dios silencioso y parlante. El evangelio de San Juan vuelve a expresar estas cosas: En el principio existía la palabra, y la palabra estaba con Dios, y la palabra era Dios (Jn 1, 1). Fuimos hechos por un Dios que es Palabra. Somos seres a imagen del Dios que se expresa. Nuestra semejanza con Dios es maravillosa. Pero nos hemos distanciado en demasía de nuestro origen. Ni somos capaces de permanecer en silencio ni somos capaces de ser creadores con la palabra. Por el contrario, muchas veces desvirtuamos totalmente nuestra dignidad humana, nuestro origen; nos apartamos tremendamente de aquello que somos y estamos llamados a ser. Decíamos que estas hermosas palabras de Zacarías las repite la Iglesia todos los días en la oración de la mañana. De hecho, la traducción que se usa tiene mucha más belleza, pues está escrita en lenguaje litúrgico, pero no cambia sustancialmente el mensaje fundamental de estas palabras de Zacarías. En efecto, el anciano sacerdote, padre del Bautista, expresa la misericordia que ha tenido el Dios de los padres, no solo con él y su mujer, sino de todo el pueblo de Israel, pues dice: “el Señor ha

Este cántico de Zacarías, si lo observamos detenidamente, está expresado, de manera muy parecida a lo que ya hemos medi-tado acerca del cántico de la virgen María, es decir, está escrito en categorías muy conocidas por los judíos de aquel tiempo, en especial las promesas del Antiguo Testamento. Los israelitas esperan al salvador, a aquel ungido por el Espíritu Santo para liberar al pueblo judío de la opresión de Roma, al menos así parece en tiempos de Jesús. Pero las promesas de los profetas no están de hecho escritas contra Roma, sino en favor de Israel. El cantico de Zacarías tiene un marcado mesia-nismo, de hecho comienza con las palabras: nos ha suscitado una fuerza de salvación en la casa de David su siervo; y sabemos que el Mesías prometido y esperado por el pueblo de Israel se refería a un descendiente de David, del linaje del famosísimo segundo rey de Israel: Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza: El constituirá una casa para mi Nombre y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre (2Sam 7, 12-13); tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí; tu trono estará firme, eternamente (2Sam 7, 16). Este famoso cántico de Zacarías no es solo una oración; Zacarías no suplica nada, no pide nada; solamente bendice, solo da gracias, solo, como María, engrandece al Señor porque ha mostrado su misericordia. Estas palabras exaltan hasta el cielo la bondad y el poder misericordioso del Dios de Israel. Ambos, el Cántico de María y este Cántico de Zacarías, son una total adoración y sujeción a Dios. Ambos incluyen a Abraham, padre de los judíos, o padre de los que confían; pero sin duda una de las expresiones más interesantes es la que se refiere al seguimiento del Mesías, con las palabras: servirle sin temor y en santidad y justicia delante de él todos nuestros días, pues esto expresa el compromiso de aquel que ha reconocido a Dios en su vida y no puede menos que ponerse a su servicio. Esto es orar. Esto es alabar a Dios. Agradecer, adorar, engrandecer. Pero, recordemos, antes de orar de viva voz, hay que tener trato con Dios en el silencio, en el recogimiento interior, en la meditación serena, en el recordar sus palabras, como seguramente Zacarías meditaba todo el tiempo de su mutismo. Orar es adorar, en silencio y en jubilosas palabras. Estamos hechos a imagen del Dios palabra. Usemos, pues, las palabras, para adorar al Dios que nos libra del peligro y conduce nuestros pasos por el camino de la paz.


Palabra de Dios

Del Santo Evangelio según San Lucas 13,22-30

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esús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. Una persona le preguntó: «Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?». El respondió: «Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos”. Y él les responderá: “No sé de dónde son ustedes”.

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En Roma se custodia la Cruz de Cristo encontrada por Santa Elena

Esos fragmentos son los que se custodian en un relicario del año 1800 en una cripta bajo la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén de Roma.

Entonces comenzarán a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas”. Pero él les dirá: “No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!” Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos» Palabra del Señor.

La puerta angosta

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oy la Palabra del Señor nos hace un llamado a la responsabilidad y al compromiso en su seguimiento; en ningún momento, nos quiere atemorizar o amenazar, más bien apela a nuestra generosidad, conoce perfectamente nuestro corazón y sabe que podemos dar más. Bien sabe el Señor que con mucha facilidad, nos apartamos de nuestros nobles ideales, tendemos a acomodarnos, a crear una religión a nuestra medida, nos damos oportunidad, en nombre de Dios, de muchas cosas que no corresponden al Evangelio. No hay cosa más triste en nuestra Iglesia que vivir en un cristianismo rancio y comodino, fingiendo que escucha-mos la voz de Dios y no hacemos nada, mantenemos cómodamente las cosas como están, porque así se ha hecho siempre. La llamada a la conversión pastoral, a entrar por la puerta que es angosta, a la creatividad y a la caridad pastoral, la vamos dejando muy lejos, perdemos la oportunidad de la experiencia de Dios en nuestras vidas y lo peor: hacemos que otros muchos también la pierdan. Dejemos que la Palabra de Dios renueve nuestro seguimiento, permitamos al Espíritu Santo realizar su trabajo, no tengamos miedo al cambio, en la Evangelización y la tarea del Reino démosle paso a lo nuevo, apostemos por estar con el hombre de hoy, llevémosle a su corazón la luz de Dios que es capaz de llenar tantos vacíos que por lo ace-lerado de nuestro tiempo hemos creado en la vida. Pbro. José de Jesús Cruz Rodríguez.

La actual Basílica, del siglo XVIII y en estilo barroco-romano, se alza sobre una construcción anterior del siglo IV restaurada en los siglos VIII y XII. El solar sobre el que se alza era, en su origen, el Palatium Sessorianum, un palacio imperial que incluía un circo y un anfiteatro castrense. El anfiteatro todavía se conserva en buen estado y es empleado como huerto de un monasterio fundado en el siglo X anexo a la Basílica.

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ste domingo pasado, 18 de agosto la Iglesia celebró la fiesta de Santa Elena, madre del emperador romano Constantino, que viajó a Jerusalén entre los años 327 y 328 donde encontró la Cruz de Cristo y trasladó sus restos a Roma. Los fragmentos traídos por Santa Elena se conservan hoy en la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén de Roma, muy cerca de la Basílica Pontificia de San Juan de Letrán. El hallazgo de la Santa Cruz no está exento de detalles sobrenaturales. Según la tradición, Santa Elena localizó el Calvario gracias a los testimonios de los habitantes de Jerusalén, que habían guardado la memoria del punto exacto a pesar del intento de desvirtuar el lugar mediante la construcción de un templo pagano. En ese lugar de Jerusalén se alza hoy la Basílica del Santo Sepulcro en cuyo interior se veneran el lugar de la crucifixión y el Santo Sepulcro. Esa iglesia se construyó, precisamente, por orden de Constantino, aunque fue posteriormente destruida por persas y árabes y, posteriormente, reconstruida por los cruzados. En sus indagaciones, Santa Elena localizó numerosas cruces, ya que el Calvario era un punto habitual de ajusticiamiento. Para averiguar cuál era la verdadera Cruz de Cristo hizo colocar unos fragmentos junto a una mujer agonizante que, al tocarlos se recuperó de su enfermedad.

Al trasladar la capital imperial desde Roma a Constantinopla, el emperador Constantino entregó la propiedad del palacio a su madre Santa Elena. Santa Elena construyó en el palacio la capilla donde guardó las reliquias de la Cruz. En el siglo VIII, los Papas Gregorio II y Adriano I restauraron la capilla. En el siglo XII, el Papa Lucio II amplió la capilla en estilo románico mediante la construcción de tres naves, un campanario y un pórtico. La estructura de aquella construcción es la que se conserva en la actualidad, aunque muy modificada por la reconstrucción barroca realizada en el siglo XVIII por el Papa Benedicto XVI. La Basílica es una de las siete iglesias que los peregrinos que vienen a Roma deben visitar. Las siete iglesias son la Basílica de San Pedro del Vaticano, la Basílica de San Juan de Letrán, la Basílica de San Pablo Extramuros, la Basílica de Santa María la Mayor, la Basílica de San Lorenzo Extramuros, la Basílica de San Sebastián Extramuros y la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén. Además de los fragmentos de la Santa Cruz, en la cripta de la Basílica se conserva la reliquia de la tabla con el mensaje, en hebreo, griego y latín, de “Jesús Nazareno Rey de los Judíos”, ordenada colocar por Pilato en lo alto de la Cruz de Cristo. La procedencia de la tabla no está clara, pero se piensa que fue trasladada a la Basílica en el siglo VI. La tabla custodiada en la cripta conserva la inscripción “I. NAZARINVS RE”.


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Educando para el amor

Domingo 25 de agosto de 2019

La persona, morada preferida de Dios

...Lo de Dios a Dios

Fil. Rafael Gómez M.

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l hombre y la mujer, mediante la unión en el matrimonio, dan origen a la genealogía de cada ser humano y, mediante la comunión de sus personas, dan origen a la genealogía de la misma persona. Su paternidad y maternidad humanas están cimentadas en la biología y al mismo tiempo la superan “doblando sus rodi-llas ante el Padre de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tie-rra” (Ef 3, 14-15) y en cuya paternidad cada generación encuentra su modelo originario. Cuando de la unión conyugal nace una nueva vida, ésta trae consigo al mundo, en la imagen y semejanza de Dios mismo, la biología de la generación que está inscrita en la genealogía de la persona que nace del amor porque nace de la unidad. El ser humano es uno y total cuando su cuerpo y su espíritu están unidos. Así pues, cada ser humano debe ser llamado, a la vida mediante el amor y a la existencia para ser persona. Hay una relación profunda entre la vida de la persona y su participación en la vida de las personas de la Trinidad que nos viene por la gracia de Jesucristo, que nació para los demás y que es, por su naturaleza y dinamismo interior, “una gracia fraterna” que nos abre a todos como hermanos y nos abre a Dios como Padre. Es así como se puede edificar a toda familia humana, unida por un Padre común y en cuya paternidad cada generación encuentra su modelo originario. Toda persona sólo se realiza mediante la entrega sincera de sí misma. La paternidad y maternidad suponen la coexistencia y la interacción de sujetos autónomos y, tanto el padre como la madre y cada uno de los hijos, son y han de ser autónomos en sus actos, pero tal autonomía no solo no los se-para, por el contrario, es la unidad la que los realiza en su individualidad. De la misma forma la persona nunca pierde su individualidad aunque siempre sea llamada a la totalidad y a la unidad. La coexistencia humana, la solidaridad, la subsidiariedad, provienen de sujetos autónomos que, gracias a los otros y a su propio existir para los demás, le dan sentido a su vida, a su ser y a su existir. Los padres entienden que sus esfuerzos educativos deben estar orientados a lograr que cada hijo, creado en libertad, sea rápidamente, progresivamente, dejado en libertad para que llegue a ser sujeto verdaderamente autónomo, libre de todo cauti-

verio, para que consiga convertirse en un ser para los demás. La comunión y la participación, vivida cotidianamente en la casa, en los momentos de alegría y de dificultad, representa la pedagogía más concreta y eficaz para la inserción activa, responsable y fecunda de los hijos en el horizonte de la propia familia y de la sociedad. Quien se experimenta verdaderamente amado adquiere la capacidad de estallar en amor y de encarnar, por sí mismo, su propio fin último que lo conduce a la felicidad y a los valores. Los valores cristianos miran y contemplan al Señor Jesús que hace florecer el corazón de los humanos. Quien no vive para servir no sirve para vivir. La educación de la persona es un proceso por el que todo ser humano, que ha sido creado en libertad y dejado a su arbitrio para ser lo que ya es, llega a ser el bien que debe ser, para que el bien que debe ser, le sirva para servir. La cultura secularista de nuestro tiempo confunde el corazón humano tratando de convencerlo de que el individuo solo existe para sí mismo, pero ha sido creado para la vida divina y ordenado a la eternidad de Dios. Su realización y el sentido de su vida y de su naturaleza están envueltos en la naturaleza familiar de las personas de la Trinidad. La familia trinitaria debe penetrar en el corazón del individuo para lograr la transformación radical que consiga de él, que ya nace con múltiples dones, que la eficacia de la educación y el compromiso de su propia libertad con la Verdad y la Palabra Creadora, le permita emprender el camino hasta ser persona, es decir, “un ser para los demás”. Todo ser humano está llamado a dejar de ser para sí mismo hasta convertirse en la persona con vocación al amor. Está llamado sutilmente a escuchar la voz de su Creador, fuente y alma de la vida familiar, cimiento de toda persona, lugar de la vida y lugar del ser humano porque es él, el lugar y la morada preferida de Dios.

La Sagrada Escritura y la doctrina social de la Iglesia P. David Grimaldo

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omo todos ustedes ya saben, estimados lectores y lectoras, la Iglesia dedica el mes de septiembre al estudio de la Biblia. El 30 de este noveno mes del año se celebra a san Jerónimo de Estridón, quien dedicó buena parte de su vida al estudio de la Sagrada Escritura. Él tradujo la llamada Biblia Vulgata. Esta versión está en latín, pero fue elaborada del hebreo y del griego. Como un homenaje a tan insigne Padre de la Iglesia se dedica este tiempo a la profundización de la Palabra de Dios. La Sagrada Escritura es la Fuente de las fuentes de la Doctrina Social de la Iglesia. De ella tomamos las directrices, los pensamientos y las acciones más importantes con respecto al compromiso social. Nuestro Plan Dio-cesano de Pastoral insiste y hace la invitación a recomenzar todo en Cristo. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia nos alienta a no dejar de lado la reflexión bíblica especialmente la dada por Cristo. En el número 577 nos dice: «La fe en Dios y en Jesucristo ilumina los principios morales que son «el único e insustituible fundamento de aquella estabilidad y tranquilidad, de aquel orden interno y externo, privado y público, que sólo puede generar y salvaguardar la prosperidad de los Estados». La vida social debe estar fundamentada en el designio divino: «La dimensión teológica se hace necesaria para interpretar y resolver los actuales problemas de la convivencia humana». Ante las graves formas de explotación y de injusticia social «y económica, así como de corrupción política [...] se difunde y agudiza cada vez más la necesidad de una radical renovación personal y social capaz de asegurar justicia, solidaridad, honestidad y transparencia. Ciertamente, es largo y fatigoso el camino que hay que recorrer; muchos y grandes son los esfuerzos por realizar para que pueda darse semejante renovación, incluso por las causas múltiples y graves que generan y favorecen las situaciones de injusticia presentes hoy en el mundo. Pero, como enseñan la experiencia y la historia de cada uno, no es difícil encontrar, en el origen de estas situaciones, causas propiamente culturales, relacionadas con una determinada visión del hombre, de la sociedad y del mundo. En realidad, en el centro de la cuestión cultural está el sentido moral, que a su vez se fundamenta y se realiza en el sentido religioso». También por cuanto res-pecta la «cuestión social», no se puede aceptar «la ingenua convicción de que haya una fórmula mágica para los grandes desafíos de nuestro tiempo. No, no será una fórmula lo que nos salve, pero sí una Persona y la certeza que ella nos infunde: ¡Yo estoy con vosotros! No se trata, pues, de inventar un nuevo programa. El programa ya existe. Es el de siempre, recogido por el Evangelio y la Tradición viva. Se centra, en definitiva, en Cristo mismo, al que hay que conocer, amar e imitar, para vivir en Él la vida trinitaria y transformar con Él la historia hasta su perfeccionamiento en la Jerusalén celeste». La invitación a agudizar cada vez más la necesidad de una radical renovación personal y social es apremiante. Los Obispos en Aparecida (2007) llamaron a esta actitud la «Conversión pastoral». En estos tiempos en que vivimos no podemos apartar de nuestra mirada la persona del Salvador, solo en Él y con Él podemos asegurar la justicia, la solidaridad, la honestidad y la transparencia. La Palabra de Dios es luz para el mundo. Sólo ella brilla en un mundo convulsionado por la guerra, el hambre y la violencia. Solo ella penetra hasta lo más profundo del drama humano. Solo ella hace nuevas todas las cosas, porque su Palabra es Creadora y Eterna. En este espíritu e iluminados por la Palabra de nuestro Señor Jesucristo que da razón los Evangelios, reflexionaremos en los próximos domingos sobre algún aspecto social. Por lo pronto: ¡PAZ Y BENDICIÓN!


Domingo 25 de agosto de 2019

Un encuentro que nos deja la vida llena de Dios

Por: Vicaría de Pastoral

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s la Visita Pastoral una oportunidad para encontrarse con el Obispo como imagen del Buen Pastor que guía, fortalece y reconforta en el camino.

Esta certeza sigue acompañando la sexta temporada de la Visita Pastoral en el Decanato San Pablo, ahora en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Corte Primero durante los días 7 y 8 de agosto del presente se realizó la Visita Pastoral. Un momento en que los feligreses se volcaron de alegría al recibir a su Pastor. “Me entusiasma su alegría y el apoyo a su párroco, porque saben, él está entregando su vida por ustedes y por toda esta comunidad”. Fueron algunas de las Palabras que Don Carlos dirigió a los Agentes de Pastoral. El 12 de agosto fue el turno de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Estanzuela, se dieron cita un buen número de feligreses para recibir “al que viene en el nombre del Señor”. Varios momentos se llevaron a cabo, sin embargo, la Asamblea Parroquial fue una oportunidad para trazar el itinerario pastoral en la Parroquia. Finalmente, durante el 13 y 14 de agosto, la centenaria parroquia de San Miguel Arcángel, en el municipio de Mexquitic de Carmona, recibió a Don Jesús Carlos para realizar la Visita Pastoral. Un momento que sin lugar a dudas marcó el caminar de los Agentes de Pastoral, pues el Obispo, en nombre de Cristo viene a apoyar y acompañar los diversos servicios y ministerios que se realizan. Recordemos que la Visita Pastoral tiene que ser un momento de animación en el caminar de cada comunidad

parroquial, un momento que dé impulso y alegría al servicio que todos prestamos a Dios en su Iglesia, un encuentro que nos deje la vida y el corazón lleno de Dios y de esperanza.


Juan JesĂşs

Priego

Libro a la venta en oficina de La RED, Parroquia de San Miguelito, Parroquia de Soledad y Arte Sacro Catedral.


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